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Fixiones
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Libro electrónico140 páginas1 hora

Fixiones

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Información de este libro electrónico

íPsicoanálisis! íDiagnóstico! íFórmula! Mordería la mano del psiquiatra que pretendiese destriparme privándome de mi vida interior; no se trata de que el artista no tenga complejos, sino de que sepa transformar el complejo en un valor de cultura. La frase no es de Néstor Sosa. Es de Gombrowicz, que se resistía a pensar en entrar en análisis. Probablemente hiciera bien. Probablemente un análisis lo hubiera desgombrowiczianizado y hoy no lo leeríamos de la misma manera. No podemos saberlo, claro, pero sí jugar con esa historia contrafactual.Sí sabemos, en cambio, que Gombrowicz leyó bastante psicoanálisis, que leyó Freud. Y que se parecía a Lacan por lo menos en cuatro cosas. La primera es que ambos se rodearon de jóvenes. Lacan en sus seminarios; Gombrowicz en sus tertulias de café; ambos para trascender, para ubicarse en una posición de padres un poco desamorados, ajenos pero filicidas. La segunda es la provocación, la provocación incesante, intensa, potente, incómoda, agresiva, inclemente.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento25 ago 2024
ISBN9798227044990
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    Fixiones - Néstor Sosa

    Los orígenes de la incomodidad

    ¡Psicoanálisis! ¡Diagnóstico! ¡Fórmula! Mor- dería la mano del psiquiatra que pretendiese destriparme privándome de mi vida interior; no se trata de que el artista no tenga complejos, sino de que sepa transformar el complejo en un valor de cultura. La frase no es de Néstor Sosa. Es de Gombrowicz, que se resistía a pen- sar en entrar en análisis. Probablemente hicie- ra bien. Probablemente un análisis lo hubiera desgombrowiczianizado y hoy no lo leeríamos de la misma manera. No podemos saberlo, cla- ro, pero sí jugar con esa historia contrafactual. Sí sabemos, en cambio, que  Gombrowicz leyó bastante psicoanálisis, que leyó Freud. Y que se parecía a Lacan por lo menos en cuatro cosas. La primera es que ambos se rodearon de jóvenes. Lacan en sus seminarios; Gombrowicz en sus tertulias de café; ambos para trascen- der, para ubicarse en una posición de padres un poco desamorados, ajenos pero filicidas. La segunda es la provocación, la provocación in- cesante, intensa, potente, incómoda, agresiva, inclemente. Una provocación que los llenó de enemigos, que los alejó de los círculos de po- der, que los sacaron de circulación de los ca-

    nales del canon (el del psicoanálisis, el de la li- teratura, cualquier otro). La tercera semejanza es que aun en ese contexto poco favorable (un contexto que ambos se ocuparon de construir, con mucho esmero y consciencia de sus actos) realizaron una obra vasta, original, que no se agota en la lectura. La cuarta, que ninguno de los dos son leídos, ni siquiera hoy. No es que nadie los lea. Es que es muy habitual encontrar personas que hablan, que opinan de ellos y de su obra, sin haberlos leído. Porque es más fá- cil, porque es más cómodo. Porque pueden.

    Este vínculo inexistente entre ellos dos (en el que tal vez podríamos sumar a Joyce, y a algunos más) es algo que aparece constante- mente en el libro de Néstor Sosa. No como una afirmación, sino casi como un vestigio,  como un asomo no dicho a esas influencias que es- tán ahí, que pueden ser leídas, pero sobre todo interpretadas. Néstor Sosa es heredero de esa tradición. Es heredero de hombres que juga- ron con las palabras, que las inventaron, que las deformaron, y que a partir de eso eligieron construir algo más. Algo que no es necesaria- mente sencillo, inmediato, evidente, pero que tiene la potencia de dejar una marca para que después otros hagan con eso algo. Algo. Lo que puedan.

    Nicolás Hochman

    Una pincelada subjetiva que quiere ser objetiva

    Desde la irresistible queja de Gombrowicz por la universalidad hasta alguna conjetura so- bre la infamia psicoanalítica, desde la impos- tura de un Joyce falsamente porteño hasta la presencia anterior - objetiva y subjetiva - de la literatura en el psicoanálisis, desde pasajes del diario de de Clérambault hasta las derivas oblicuas por la mejor crítica literaria argentina, este libro hecho de fragmentos respira el aire fresco de quien, entre destitución y restitución, y sin dejar de sufrir por los límites entre las disciplinas, nos dice con una inocencia invenci- ble, sin abandonar nunca la primera persona, qué es lo irrecuperable por una de la otra y a la vez, su inevitable implicación.

    Sara Vassallo

    Todo debe girar alrededor de escritos por aparecer1

    Tomo el título de este libro FIXIONES, se lee el libro. Habrá lectura, habrá escritura.

    En el discurso analítico , se trata siem- pre de los siguiente: a lo que se enuncia como significante se le da una lectura diferente de lo que significa2

    Por las vecindades del psicoanálisis se encuentra a Gottlob Frege ,matemático, lógico y filósofo alemán (1848-1925), quien a partir de su revolucionaria obra Conceptografía o Escritura del concepto hace la operación de separar la idea del concepto, haciendo un pa- saje de significante a letra. Cabe recordar que el significante es siempre diferente de si mis- mo, por el contrario la letra, en tanto escrito, conlleva una identidad de principio, no depen- de del contexto , ni de la significación.

    Frege consideraba al lenguaje insuficien- te para la transmisión ya que las leyes de la me- táfora y la metonimia hacen que el significante tome distinto valor según el contexto. Por eso va a sustituir la estructura de la frase aristo- télica (sujeto, verbo, atributo) por la estrcutu- ra función /argumento. La función es el ele-

    mento constante y el argumento , el sustituible. Despega la gramática de la lógica.

    Lacan se sirve de esta operación, de este des- pegue para:

    escribir el goce fálico como una función

    proposicional  donde es su único argumen- to tal que por el lado de esta variable , el ser parlante entra al goce fálico en tanto significan- te.

    fundamentar que en la estructura del in- consciente hay que eliminar la gramática y no la lógica. Recordemos que Freud nos advierte que es más adecuado comparar al sueño con un sistema de escritura que con una

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