Menendez Pelayo Obrascompletas02
Menendez Pelayo Obrascompletas02
Menendez Pelayo Obrascompletas02
XP
HISTORIA
POESA HlSPii-MEflICANi
POR EL DOCTOR
Real Academia de
la
Hi:
TOMO
MADRID
LIBRERA GENERAL DE VICTORIANO SUREZ
Calle de Preciados, 48
191
OBRAS COMPLETAS
DEL EXCMO. SEOR
HISTORIA
poesa HISPANO-AMERICANA
2009
University of Toronto
http://www.archive.org/details/obrascompletas02men
nS^ZT
[oWa*
Cov^^\e.Va%.
^]
HISTORIA
POR EL DOCTOR
Real Academia de
la Historia.
TOMO
MADRID
LIBRERA GENERAL DE VICTORIANO SUREZ
Calle de Preciados, 48
igi
ES PROPIEDAD
Madrid.
rcgnavms
Ibi
est,
ubicumqiie
(Lorenzo Valla, en
el
AL LECTOR
Para conmemorar
Amrica, acord
blicar
la
el
introducciones sobre
las
literaria
en cada una de
en
este trabajo,
el
ltimo en 1895.
Aunque
\3.
y dramticos para que puedan estimarse en conjunto como una historia bastante micias sobre los poetas picos
nuciosa de
adelante
sa
la
Acaso ms
me
tratado de la poe-
portuguesa en
para que
la
toda propiedad
amertcana.
el ttulo
de Historia de
De
la
antologa de la
Academia
tas vivos,
y sobre
ellos
de
en
que
mi
la
noticia. Proseguir
ms
lejos
mi tarea
l-
internarme en
AL LECTOR
empeo
mi atencin.
En
las
el
tiempo transcurrido,
la aparicin
de varias obras
literaria,
nuevas ediciones de
las
inditos
no conocidos en su integridad,
me han De
todo
obliga-
do
revisar escrupulosamente
mi
dar razn en
E^ta obra
es,
de todas
las mas, la
menos conocida en
Amrica
Espaa, donde
interesa
cias
el
muy poca
sido
En Amrica ha
ms
leda,
y no siempre rectamente
la
arte,
sin
pueblos
la
como
de
mi
patria,
porque
al fin
No soy
de espritu verdaderamente
que no
faltan
sim-
pata razonada
libre
gonz de
nes
la
ADVERTENCIAS GENERALES
Fu
privilegio
de
las
el
extender
muy
distantes de aquellas
donde tuvieron
su cuna,
el
sobrevivirse en cierto
modo
mismas, persistiendo
razas tradas la
y de
por
la
el
bras
y dio
pueblo que primeramente articul aquellas palalengua su nombre. As la historia del helenismo
mucho ms amplio espacio que el de la Grecia continental insular, y en el orden de los tiempos tambin se dilata siglos y siglos despus que la existencia poltica de Grecia ha terminado. Dondequiera que las colonias griegas lleabarca, en el orden geogrfico,
la
al transplantarse,
conserv su cultura,
ritos
como conservaba
los
de su religin domstica. Las conquistas de Alejandro difunden el helenismo por el Asia; la conquista romana se le asimila; el Cristianismo adopta su lengua como primer instrumento de su propagacin entre los gentiles, y depura y transforma los elementos de la filosofa clsica; un nuevo imperio fundado entre Oriente y Occidente prolonga su agona por diez siglos hasta los umbrales de la Edad Moderna, y ni siquiera las oleadas de la barbarie musulmana bastaron romper el lazo espiritual que une la Grecia clsica con
la
siglo.
Una
es substancialmente la lengua,
aunque en
la cual, sin
los
modernos degenerala
solucin de continuidad,
los filsofos
alejandrinos;
y desde
mora-
historiadores
Teofrasto,
al
hermosa herencia de
los
poe-
y de los filsofos de la Grecia asitica y de helenismo nunca ha muerto, no ya slo en su espritu, que es de esencia inmortal indestructible, sino en las
de
los historiadores
Sicilia.
En
rigor, el
12
ADVERTENCIAS GENERALES
mismas palabras voladoras que le sirvieron de instrumento y las cuales parece haber comunicado algo de su juventud perenne. Del mismo modo, la lengua latina, expresin altsima del derecho y de la vida civil, adecuada la majestad de tanto imperio, y llamada por Dios providencialmente preparar la unidad espiritual del linaje humano, ms que por las artes de la conquista, por la
no slo extingue y borra hasta los vestigios la mayor parte de los pueblos sometidos su dominio, exceptuados los de casta civilizacin helnica, sino que vive vida inmortal, ya como segunda lengua adoptada por la Iglesia, ya transformada, pero siempre fcil de reconocer, en las lenguas y dialectos que hablan los herederos de la civilizacin romana. Aun en tiempos relativamente clsicos, en la era inmediatamente posterior la muerte de Augusto, el elemento itlico puro
comunidad de
de
las
la ley,
lenguas indgenas en
es ya secundario,
tas
el latinismo, al
de
la
africanos,
de galos, que
le
imponen hondamente su
y Prudencios, en los Apuleyos, Tertulianos y Agustines, en los Ausonios, Paulinos y Sidonios. Dos lenguas haj', entre las que modernamente se hablan en el mundo, que pueden aspirar en cierto grado esta misma singular
excelencia de las lenguas clsicas. Entre las dos se reparten
el
nla
mero mayor de
vuelta
al
las
gentes civilizadas,
Son
las
la historia del
mundo moderno:
representantes
el
uno de
la civili-
ms menos modificado, del individualismo protestante; el otro del genio de la Europa meridional, del organismo latino y catlico: pueblo
que en
odos,
los das
Amrica es 6 inglesa extremo Oriente y en los Archipilagos de Oceana tambin coexisten, aunque en muy diversa proporcin, entrambas lenguas. La literatura britnica enriquece su caudal propio, no slo con el caudal de la literatura norteamericana, sino con el de la que ya empieza cobrar bros en Australia. Nosotros tambin
regere imperio populas, Romane, memento.
Tu
espaola: en
debemos contar como timbre de grandeza propia y como algo cuyos esplendores reflejan sobre nuestra propia casa, y en parte nos consuelan de nuestro abatimiento poltico y del secundario puesto que hoy ocupamos en la direccin de los negocios del mundo,
ADVERTENCIAS GENERALES
la
y otro hemisferio hablan nuestra lengua, y cuya historia y cuya lipodemos menos de considerar como parte de la nuestra. Ocasin bien adecuada para estrechar estos lazos de origen y de comn idioma, nos ofrece hoy la solemne conmemoracin de aquel maravilloso y sobrehumano acontecimiento, merced al cual nuestra
teratura no
inici antes
de Espaa y de las repblicas de la Amrica espaola, cuando mal apagados todava los mutuos rencores, heren-
macin
intelectual
cia triste
pechosa an esta inofensiva comunicacin de las artes del ingenio, no puede hoy menos de regocijarse con el resultado de la obra que
modestamente comenzaron en su recinto algunos americanos y espaoles de buena voluntad, ligados por
el
respeto
comn
la inte-
gridad de
lengua patria, y por el culto de unas mismas tradiciones literarias, que para todos deben ser familiares y gloriosas. Hoy
la
que
los
la
y no
lleva
camino de romperse,
sea cualquiera
destino que
del
la
miembros separados
las
ms
de
la
poesa
castellana del otro lado de los mares, dndoles (digmoslo as) en-
la literatura
mu-
cho tiempo que debieran estar incorporadas. La poesa hispanoamericana es en verdad riqusima, pero la Academia ha credo conveniente encerrar
la
coleccin en lmites
lo
muy
estrechos,
dando
entrada nicamente
ms
en esta seleccin
sino por aquellos
\'os
moderna, por aquella especie de esttica perenne que (salvo extrapasajeros) canoniza en todo tiempo lo bueno y execra lo malo,
y por aquella doctrina tcnica que, menos sujeta error que las disquisiciones puramente metafsicas sobre el arte, conduce resultados seguros aunque modestos en lo que toca la forma exterior
de las composiciones, dentro de cada tiempo, de cada gnero y de cada lengua. La Academia ni en esto ni en nada pretende imponer su fallo ni aspira ningn genero de autoridad no fundada en razn, pero se atreve esperar que los conocedores de la literatura americana han de rechazar muy pocos de sus juicios, y han de poner
14
ADVERTENCIAS GENERALES
pocos reparos la eleccin de las composiciones, porque muchas de ellas son ya realmente famosas y de mrito por nadie controvertido, y las que no llegan tanto, se recomiendan por bellezas particulares, presentan algn aspecto de originalidad americana, , finalmente, son muestras las menos endebles que han podido encontrarse del desarrollo potico en algunos pases que han sido menos favorecidos en esta parte, pero que no pareca bien que ente-
ramente quedasen excluidos de este pequeo monumento levantado la gloria de nuestra lengua comn. Hemos procurado fortalecer ilustrar nuestro juicio con el de los varones doctos de las diversas regiones americanas, ya por comunicacin directa, ya en sus libros y estudios de crtica, y si alguna vez erramos ser de buena fe, por deficiencia de noticias de gusto, nunca por perversin malignidad de la voluntad, ni por celo patritico indiscreto y mal encaminado. Si algima vez encontramos en nuestro camino reliquias de la lucha de otros tiempos, procuraremos que no se empae en nosotros la serenidad del criterio histrico, sin olvidar nunca el carcter de lucha cuasi civil que tienen siempre las guerras de segregacin entre individuos por cuyas venas corre una misma sangre:
guerras terribles
y asoladoras veces en sus efectos inmediatos, pero que nunca dejan tras de s los odios inexpiables que son nefando cortejo de la guerra extranjera.
Oportuno hubiera
tas.
sido,
al
hubo que desistir, tanto por la imposibilidad y ordenar en breve plazo los documentos necesarios, cuanto por ser mucho ms fcil presentar composiciones ntegras en v-erso que en prosa, si no haba de darse la coleccin el carcter de una biblioteca dividida en varios volmenes. De las grandes obras de historia de ciencia, lo mismo que de las fbulas
Pero de
tal
idea
material de reunir
de la crtica literaria, del cuadro de costumbres, hubieran podido presentarse muestras cabales y de moderada extensin, pero estos gneros no han sido hasta ahora los ms florecientes en Amrica, y el darl'es lugar preferente hubiera sido invertir el orden
oratoria,
El ttulo
mismo de
de la poesa castellana en Amrica, quedando excluida con ello otra poesa no castellana de lengua, aunque pueda ser caHficada de espaola en el sentido ms tradicional
y etnolgico de
la frase, es
ADVERTENCIAS GENERALES
a,
que es quiz la ms americana de toda Amrica sin que por eso deje de ser esencialmente portuguesa. Hoy parece algo decada de su antiguo esplendor, pero le basta para su gloria con lo que de ella conoci y revel Europa Fernando Wolf en 1863 (l). No
nos ha parecido bien
ni
retocar su trabajo, ni
menos mezclar
la
len-
an,
poesa
conquista.
estudio del Nhuatl, del OtoMaya, del Otlateco, del Quichua, del Aymara, del Guaran y de tantas otras lenguas todava ms incgnitas y^revesadas, nada hubiramos podido hacer sino repetir superficialmente lo que han consignado en tratados especiales los que pasan por entendidos en estas arduas materias. Sea cual fuere la antigedad y el valor de los pocos y obscuros fragmentos literarios que de esas lenguas primitivas quedan (no sin sospecha las ms veces de interpolacin y aun de inocente falsificacin literaria debida los ocios de cualquier misionero de algn nefito de noble estirpe indiana) su influencia en la poesa espaola de Amrica ha sido tan escasa, ms bien tan nula (fuera de pasajeros caprichos de algn poeta), que la historia de esa poesa puede hacerse
tales supuestos orgenes y reley critica del fillogo. As lo han hecho los crticos americanos, aun los ms conocedores de las lenguas indgenas, y as lo haremos nosotros, prescindiendo de la erudicin de segunda mano que hubiramos podido granjear con pequesimo esfuerzo. La poesa americana de que vamos tratar no es la de las elegas del rey de Tetzuco, Netzahualcyotl, ni la del Ollantay., drama quichua no anterior al siglo xviii, sino la que llevaron Amrica los colonos espaoles y conservan sus descendientes. Si algo del ame-
en su integridad prescindiendo de
al
gndolos
estudio
infiltrarse
en esta poesa
(lo
cual es
muy
brbaros y exticos en un cuadro de la literatura hispano-americana, la cual, por lo dems, ha seguido en todo las vicisitudes de la general literatura espaola, participando del clasicismo italiano del
del romanticismo del presente
si-
glo XVI, del culteranismo del xvii, de la reaccin neoclsica del xviii,
y de
las influencias
de
la
novsima
de
la
francesa y de la inglesa.
(1)
Le Brsil
Bcrlin,
Asher, 1S63.
brasileos.)
ADVERTENXIAS GENERALES
Esto no excluye damento de esta tes y misteriosas para los mismos menos familiares
villas
la
gran originalidad en los pormenores; pero el funoriginalidad, ms bien que en opacas, incoherentradiciones de gentes brbaras 6 degeneradas, que
y menos
de un mundo nuevo, en los elementos propios del paisaje, en la raza por el medio ambiente, y en la enrgica vida que engendraron, primero el esfuerzo de la colonizacin y de la conquista, luego la guerra de separacin, y finalmente las discordias civiles. Por eso lo ms original de la poesa americana es, en primer lugar, la poesa descriptiva, y en segundo lugar, la poesa poltica. Todos los dems gneros cultivados en Europa estn
modificacin de
representados all por ensayos ms menos felices, y aun por obras de mucho precio, que son bastante ms que tentativas; pero hay en todo esto mucha labor de imitacin ingeniosa y hbil, muchos versos que lo mismo podran ser firmados en Madrid en Pars que en Buenos Aires, en Alxico en Caracas. Hay gran nmero de autores americanos, aun de los ms dignos de estimacin, en quienes el americanismo no existe est latente; as como en muchos
otros,
le
dad, es innata no se adquiere con estudio: Bello y Heredia la encontraron dentro de una escuela acadmica, y todava no es se-
guro que hayan llegado ser tan americanos los muchos poetas que de propsito deliberado han querido pasar por aztecas, guaranes y
araucanos.
Fijados as los limites de nuestra Antologa por razn de
la len-
gua, ha habido que fijarlos tambin por razn del tiempo. Figuran
en esta coleccin
coro
tiempo de
de
la colonia, lo
mismo que
Dolorosa ha
al-
sido para la
Academia
son de
que precisamente
que ms honran actualmente la lengua castellana y de los que con ms encomio mencionar la futura historia literaria; pero el sacrificio ha sido necesario, considerando que la censura de autores vivos, sujeta siempre en mayor menor grado al influjo de las pasiones contemporneas, parece tarea ms propia del juicio individual, rectificable siempre, que de una especie de fallo oficial y solemne, que debe estar exento an de la ms leve sospecha de parcialidad favorable desfavorable. Cada cual escribiendo en nombre propio puede abundar en su sentir, del cual l
gunos de
ellos
ADVERTENCIAS GENERALES
solo
es
responsable;
cerlo del
modo
pero cuando una Academia habla, ha de hams impersonal posible, aunque uno solo de sus in-
la pluma por bondadosa delegacin de sus compaeros. Sobre toda poca literaria ya fenecida queda una resultante general en que convienen la mayor parte de los hombres de gusto; pero la literatura contempornea es cosa ondulante y movible, en que cada paso cambian las posiciones del artista y tambin las del crtico. No se cans Sainte-Beuve de rectificar hasta la hora de la muerte casi todos los fallos que haba dado sobre sus contemporneos, y por el contrario, cuan pocos tuvo que enmendar de los relativos la literatura ms antigual los antiguos
se les juzga
con
el
mero
los
criterio esttico
y por
puras impresiones
al arte
se interpo-
de algn rasgo de su talento, pero que con frecuencia perjudica para la apreciacin serena y total. Por otro lado, es evidente que mientras un escritor vive y produce no puede ser juzgado ms que de un modo incompleto. Quin sabe hasta dnde pueden llegar las nuevas manifestaciones de su talento? Quin sabe si el escritor aclamado hoy por magistral y clsico lleva en su espritu algn germen vicioso que maana le convertir en corruptor del gusto y fautor de triste decadencia? La ms vulgar discrecin aconseja, pues, en el caso presente, limitar el estudio los muertos. As ser ms breve, y podr ser tambin ms fructuoso. Slo tememos que la distancia y lo difcil de las comunicaciones, privndonos de noticias exactas sobre algunos poetas, nos haga excluir, por suponerle en vida, algn notable lrico que desgraciadamente haya pagado ya su tributo la muerte. Para este caso solicitamos indulgencia, que fcilmente esperamos se nos conceda por ser tan involuntaria la falta. Otra prevencin debemos hacer sobre la materia de la presente
Antologa. Abarca slo la poesa
lrica,
y el himno, como la stira y y aun los poemas descriptivos, narrativos y didasclicos cuando no son de mucha extensin. Slo exclumos la poesa dramtica y la pica, si bien de la segunda alla
es,
la
gloga,
guna vez presentaremos fragmentos, no hacindolo con las obras teatrales por ser imposible que escenas aisladas den idea de ellas. Adems, el teatro, fuera de los dos ilustres mejicanos Alarcn y Gorostiza, cuya actividad dramtica se ejercit principalmente en la
Menndez y Pblato. Poesa hispanu-americana.
I.
ADVERTENCIAS GENERALES
como
afectivas
en pueblos
sumo podr llegarse ensayos de imitacin como los de Pardo y Milans, y la farsa representacin superficial y abultada de costumbres populares, como vemos en el peruano Segura. Son en gran nmero las colecciones de poesas americanas punacientes
y en
sociedades nuevas.
A lo
no
de su
cada regin hay una por lo menos, y adems varias generales, entre las cuales merece y obtiene el primer lugar en
abundancia.
De
y ya rara Amrica Potique public en Valparaso en 1846 el argentino D. Juan Mara Gutirrez, persona de buen gusto y de mucha lectura, aunque obscureciese sus buenas prendas un antiespaolismo furioso, que fu exacerbndose con los aos. De esta disposicin de su nimo naca tambin una especie de entusiasmo fantico por todas las cosas de Amrica, que le llevaba multiplicar con exceso el nmero de los genios, y encontrar fcil disculpa para lo mediano y aun para lo malo. Era, con todo, verdadero literato, y su coleccin contrasta del modo ms ventajoso con la infelicsima de Corts y con otras posteriores. Tiene, sin embargo, el inconveniente de su fecha ya atrasada, despus de la cual han aparecido muchos poetas de mrito y han acabado de desarrollarse otros que all slo estn representados por dbiles muestras. Y adems, el autor no estuvo informado por igual ni disfrut de los mismos recursos bibliogrficos para todos los pases de Amrica, y hay algunos, tan importantes como Mxico, de que parece haber logrado pocas noticias. Las antologas buenas malas que tenemos nos han servido slo para el estudio de aquellos poetas que no han llegado coleccionar sus obras, de aquellos otros cuyas colecciones no hemos podido conseguir en tiempo oportuno. Pero en lo tocante los que no estn en este caso y cuyas obras ms menos completas tenemos mano, hemos seguido nuestro propio juicio en la eleccin, habiendo tenido mil ocasiones de observar cuan vario, caprichoso y veces irracional es el criterio con que suelen proceder los editores de tales florestas. Habr en nuestro trabajo errores y omisiones, y no faltar de seguro quien por ellas nos zahiera y maltrate; pero no todas se nos deben poner en cuenta. Cualquiera puede ser erudito profundo en las cosas de su propia casa. Los libros americanos escasean notablemente en Europa, y muchos, quiz de los ms imla
ca^
ADVERTENCIAS GENERALES
19
Academia Espaola, en la Nacional de Madrid y en otros deLa guerra trajo un perodo de incomunicacin literaria que no ha cesado hasta nuestros das, y de aqu que por lo tocante libros americanos, los ms conocidos en Espaa sean
de
la
psitos pblicos.
los
muy
antiguos los
muy
modernos.
Una
Como
nueva prenda del espritu de fraternidad hispano-americana con que esta obra ha sido concebida, figuran en ella no slo los poetas americanos que han escrito en Amrica, sino tambin los que han pasado en Espaa la mayor parte de su vida, y quienes generalmente se incluye en la literatura peninsular, puesto que los ms de ellos hasta polticamente fueron espaoles, as Ventura de
la \"ega, Baralt,
Gertrudis
Gmez de
de Quevedo y
el
Y sin ms prevenciones, entremos desde luego en materia, comenzando por el que se llam Virreinato de Nueva Espaa, y es hoy (aunque con territorio notablemente mermado) la Repblica
federal de los Estados Mexicanos, principal representante en el
Nor-
te de
Amrica
CAPITULO PRIMERO
MXICO
Tuvo el \'irreinato de Nueva Espaa (como la parte predilecta y ms cuidada de nuestro imperio colonial y aquella donde la cultura espaola ech ms hondas races) las ms antiguas instituciones de
enseanza del Nuevo Mundo, y tambin
los
la
primera imprenta.
nombres venerables
Juan de Zumrra-
ga y del primer virrey D. Antonio de Mendoza, va unida la introduccin de estos dos capitales elementos de cultura: la Universidad
y
la
Tipografa.
Ya
y
el
los
Cabildo de
ciudad
solicit,
y concedi
los hijos
las
cosas de
nuestra santa
y en
las
dems
facultades. Contribuy
Mendoza con
cin,
y aun
el
de llevar
cabo
\}.
establecimiento de
la
fecha en
Toro 22 de Sep-
tiembre de
55
1,
por virtud de
la
ao,
comenz gozar
los
mismos
privilegios
II,
de Felipe
y franquicias que la de Salamanca. Otra cdula fecha en Madrid 1/ de Octubre de 1562, confirm,
estos
privilegios,
la
y aun ampli
<"n
despus que
el ttulo
la
Sede Apostlica,
Pontificia-,
Universidad
de
conce-
diendo
patronato de
ella
22
CAPITULO PRIMERO
No
que
la
cay
la
mucho tiempo
sin
y de
la
Audiencia
las
muestras de actividad
cientfica,
primer
da.
El
la
al
Nuevo
Mundo
que
le
imprimiendo en 1554 el primer tratado de Dialctica, y en 1557 ^^ primer tratado de Fsica, obras
la filosofa peripattica,
mo-
dificados en
mtodo y
estilo
por
la influencia del
Renacimiento.
de Fr. Bartolom de
dores de
la trata
al
las Casas,
y uno de
los
ms antiguos impugnala
perfectsimo
jurdica,
Brcense, representaba
all
cultura
como
catedrtico de Institiita.
literarios, los
patriarca en
tes
florido cultivador
de
la
el
bre, del
teria;
ma-
glosando y declarando
el trabajo]
y traduciendo y adicionando algn opsculo de Luis Vives, cuya direccin crtica parece haber seguido en sus estudios, y cuyos
procedimientos dialogsticos para
vena aclimatar en
la
la
enseanza de
la
lengua latina
ella hizo
im-
primir comentados, en 1554, los coloquios manual de conversacin de aquel grande humanista, adicionndolos con siete
ms de
y animada descripcin de
la la
y de
y ocupaciones de
los
mora-
con raras noticias topogrficas y de costumbres, que han servido de base uno de los trabajos ms interesantes y ameella;
dores de
MXICO
nos del sabio y profundo historigrafo mexicano
Icazbalceta (l).
I).
23
Joaqun Garca
A
que
favorecer
el
la
comunicacin de
la
los
imprenta,
de nuestra raza haber introducido y propagado en el la primera ciudad que pudo ufanarse
de poseerla. Zumrraga y Mendoza fueron sus benficos promotores, y el primer oficial de ella un Juan Pablos, dependiente del impresor de Sevilla Cromberger, nombre del cual estn dados los
privilegios
la
de
las
pona
el
costo de
empresa.
De 1539
primer
Breve y
castellana,
el
Zumrraga
(2).
De 1540
es,
seguramente,
las
Manual
cuales se leen
poesa clsica en
el
libros salidos
de aquellas prensas en
sin
uso continuo y
la
como
hoy
sucios,
consumidos por
humedad y
la polilla,
y pesar de
eso, busca-
dos con afn y pagados en las ventas pblicas precios altsimos, que apenas alcanza ningn otro gnero de ediciones. Predominan,
entre ellos,
como
los
las
de edu-
cartillas
en lenguas indgenas,
gramtarasca,
y vocabularios de
no
estas
zapoteca, mixteca
ricana; pero
faltan obras
y maya, preciossimo fondo de la filologa amede carcter ms general, las de FilosoFrancisco Cervantes Salazar
cas-
(i)
ijite
escribid imprimi en
tellana
les,
notas,
1S75.
(2)
Vase
la
Estudio biogrfico y
Juan de Zumrraga, primer Obispo y Arzobispo de Mxico. bibliogrfico; en 4. Mxico, Andrade y Morales, 1881.
24
fa
CAPTULO PRIMERO
del P. Veracruz; las de Teologa de Fr. Bartolom de Ledesma;
las
tica
de Medicina de Bravo, Farfn y Lpez de Hinojosa; las de Nuy Arte militar del santanderino Diego Garca de Palacio, y allas
Ordenanzas de Mendoza y
las inestimables
el
pginas de
XVI {i),
de Garca Icazbalceta,
obra en su lnea de
y aun para
la falta
eso,
ms que obra
recreativa son
un
libro
de
ejercicios prcticos
No
sorprende, en verdad,
los
que se impriman en
Abril de
porque ste
es
mal
ejer-
anate-
mundo,
la
la
Universidad, no slo
la
daba
usados
comnmente en
577
(2)
(i)
una
noticia acerca de la
4.
Imprenta en
Ale'xico,
por
de Len.
la
que
en Francia, y en nuestros
primer profesor de
humanas en
MXICO
25
y por lo que toca la poesa vulgar, no hay en rigor ni un solo libro, puesto que nadie ha visto, y todo induce tener por fabuloso
el
esta
blos,
Nueva Espaa, que se dice impreso en Mxico por Juan Paen 1 546. La portada, nica cosa que del libro sabemos, y en
que contiene obras
la cual se declara
tes,
muy
provechosas y edifican-
muy
or Jesu Christo y de
una
de ser una
broma de algn
ms
obra,
tal
y por nuestra parte, slo nos mueve mencionarla el correr divulgada su noticia en libro tan autorizado y tan seguro en
sus indicaciones
bibliogrficas
como
la
traduccin
espaola
de
Ticknor.
los
primeros pasos de
las
la
musa mexicana en
fiestas: literatura,
los
versos panegricos
y en
relaciones de
por
lo general,
Jegio
les;
de
la
los superiores
de su Orden, man-
dando
les
como
las ocasiones
que se
tal
de Sedulio y
mismo
ao,
las
escuelas de
la
los
Emblemas, de Alciato.
En
critas
la
el
mtodo del
P.
Ma-
nuel Alvarez, del cual se conocen ediciones me.xicanas de 1579 y 1595, des-
por
el
Dr. D. N.
Len en
sus adiciones
la bibliografa
2.
de Icazbalceta. p-
Mxico, 1903,
26
potica.
CAPTULO PRIMERO
Son
los
ms antiguos
los
que se contienen en
el
rarsimo
ha re-
ttulo
la
de ejemplar
como monumento de
grandeza que
la traza del
tmulo
to-
dos
los
que
la vieron,
porque iba
de
lo
llena
figuras, pin-
tadas
muy
bien
al
natural,
Maestro Cervantes
como no las elogia al transcribirlas, podemos creer que todas la mayor parte fueran suyas. Si as fu, vala como poeta mucho menos que como prosista,
Los
que
los castellanos,
sin
duda porque
tena
si
Cervantes de Salazar,
como
de
otros
muchos humanistas,
la
ms
propia,
(l).
bien un
mda
su diccin latina
Lo nico que
los
y octavas
como
los
solan practicarlo
Boscn y D. Diego de
Mendoza. Se ve que
rezagados,
Mundo no andaban
que
y que
no,
por va de
Italia se
si al
Y cmo
tina,
el
uno de
los patriarcas
de
la escuela italo-clsica.?
all
da
al
hay en
la
(i)
silcle ct
hurs au/eurs
MXICO
los cuernos,
ser
(i)
De
la
las
siquiera
fecha,
cuando publiqu
la
Hoy no puede
Trabajando en
el
el
la
Audien-
de Mjico en 1554, contra Hernando de Nava, por heridas que caus Gutierre de Cetina. Que este herido no era un homnimo del poeta sevillano,
sino el
mismo
la Nueva como tal pariente del famoso cantor de los ojos claros, serenos, por cuantos hemos ledo y saboreado la erudita introduccin que escribi D. Joaqun Hazaas y la Ra para su edicin de las Obras de Gutierre de Cetina (Sevilla, 1895). Y como concretamente nada se conoca
hasta ahora de las estancias de Cetina en Mjico, ni an el tiempo de ellas, sino lo poco y
tal
muy
el
amn de que
toda ella est tan llena de lances raros y de peripecias extraordinarias, que
ms parece una novela judicial que un proceso real y efectivo. Aunque me propongo darlo conocer los curiosos, extractar ahora lo ms interesante, ofreciendo con mucho gusto estas primicias para un libro de mi venerado maestro y querido amigo D. Marcelino Menndez y Pelayo.
No
podan
ir ellas
lugar en
Por Febrero de 1554 Gutierre de Cetina, acompaando su to Gonzalo Lpez, sali de la ciudad de Mjico hacia la de Veracruz embarcar ciertas
barras de plata para Castilla;
mas
al llegar
ella
como Qued
de
con
en
la
l,
para acompaarle y
asistirle,
un
tal
la
medio con
la
Torre, mdico, casado con Leonor de Osma, una joven de veintids aos
alegre de lo que su estado y
la salud,
ms
na recobraba
m Hernndez
de
la
Nueva Espaa con Narvez, tom unos infernales celos del Peralta; porque
28
CAPITULO PRIMERO
Otros dos ilustres poetas castellanos del siglo xvi hicieron larga
residencia en
sin
duda de un modo
por
madrileo
eficaz al desarrollo
las escuelas
buenas prcticas
Sevilla.
literarias difundidas
el
de Salamanca y de
Fu
primero
el
es
de advertir que
San Cetina
la
Osma y Nava
el
regreso de su
to,
conno-
las
y ciego doctor, cosa que caa tan mal al otro despechado y celoso amante, que se propuso hacer con su rival una que fuera sonada; pero como de bueno bueno no se atreviese con l, sin duda porque haba heredado de su padre
la
el
valor con
que ste acometi empresas para merecerla y ganarla, esper que llegase una noche muy obscura para ejecutar, traicin, su mal hecho. Fu esta noche la del i. de Abril, domingo de Cuasimodo, del dicho ao.
Estando Cetina y su compaero en calzas y en jubn y con solas sus espadas la puerta de su alojamiento, y parecindoles, pues no eran ms de las diez,
algo
temprano para acostarse, pidieron un negro una vihuela y acordaron dice la manzana de casas; <;y haza tan gran escuridad Cetina en una de sus declaraciones, que de muy cerca no se podia divisar vn onbre, y este declarante y el dicho francisco de peralta yendo por la
dar una vuelta por
la
casa
el
donde vive
el
dicho doctor de
la
Torre,
calle
y este declarante vio llegando a syete o ocho pasos de la encrucijada de la de santo domingo dos bultos que le parecan ser de onbres, que esta-
van
muy pegados
a la
dicho francisco
esquina--; e
le
le dixo:
cpareceme que ay
y en
la sien
tornando
bolver
el rrostro
el rrostro
e luego cayo en
la calle,
mano
tom Con todo, repuesto algn tanto poco despus, lleg su posada. Fu Hernando de Nava, acompaado de algn su amigo, el autor del alevoso crimen, que cometi haciendo uso de
cabera, de que este declarante
confundi por
la
obscuridad de
noche; y cayendo en
la
cuenta de que
MXICO
en Canarias, oidor en Santo
la
29
fiscal
Domingo y
residi
en Guatemala, pas
Audiencia de
I\Ixico,
donde
Sociedad de
Biblifilos espaoles,
muy luego
la
En cambio una de
tal,
las
de Cetina,
de
la sien
el
pmulo
fraile
izquierdos, era
que
el
de San Agustn
la torre
que
a
le llevaron,
dice
el
lo curasen, los
qua-
donde
este declarante lo
otro dia
como a mas de solamente ponelle estopas y huevos e atrselas con paos, e siguiente visto el mal aparejo que avia de gurujanos para curarse
que
le
dixeron a muchas personas de los que pudo oyr e lo oy, que no podia bivir onbre muerto no le curaron las heridas ni se las
embio
curase con
el
ensalmo, e ansi
lo
ojo
pequeos dems por causa de vn hueso que yzquierdo de manera que no podia
el
ensalmo y est y
estado
Aunque
de
era grande
la
influencia
as,
de
1 1
la familia
la la
los parientes
de Cetina;
del
mismo
nombr por
Audiencia de
retrado
IVIjico
Nava en
el
la causa,
crcel, al doctor
del asilo, y 12 de
Mayo
mano
derecha. Fu
la
el
proceso
jurisdiccin ecle-
sistica
como se
la
mano derecha en
la
Plaza
Ma-
Hernando de Nava an
de
los autos,
viva diez y
as el
desvenal
turado Gutierre de Cetina, que, juzgar por cierto pedimento que est
el
CAPTULO PRIMERO
30
mritos
como
y de un gnero
y
la
muy
personal
y ms en
Su propia
le
abundancia de su produccin
perjudican:
hay
sin
duda en
la
enor-
me cantidad
cantes, en
(I) (to-
que
la soltura
la
ternura conyu-
hay en
la
Carrillo, su
amada mujen\ un
sincero,
muy
algunos cargos
como acompaante de
la
cedi contra hernando de nava diziendo aver cometido cierto delito contra
la
muger
no
soy en culpa
las
estopas de
de
ella,
que
le infiri
o^' decir
en Sevilla aos
soldado algn tiempo de su juventud. Por 1542 estaba en Trento, donde fre-
cuent
al
el trato
ausentarse
el
mes de Agosto
en larga y sabrosa epstola, del asalto y toma de Dura. Vuelto Italia, en donde an permaneca por Abril de 1545, no tard mucho tiempo en regresar Sevilla, ni en partir de esta ciudad para el
mentos que
hall
sirviesen. (Archivo
fol. 2.447).
de Protocolos de
Gaspar de Len,
libro 3.
de 1548,
de volverse su
Pacheco,
el cual
fuera de Sevilla,
viaje
un hermano suyo.
(i)
Academia de
MXICO
31
humano y
parte descriptiva
mucho
lujo
nombres
los
de Tepecingo y Teca-
como Milpa
iczoti
Iczoti.
Y
Dio
con lustroso
de
tierra ajena
al
Que
Como
es
la
cabezas de las
pencas blanqusimas y lustrossimas. Hizo su manera la Grandeza Mexicana antes que Bernardo de Valbuena, describiendo en octavas reales
la
cenas buclicas
como
el
la
las
pompas
de
de
la
ciudad y
floreciente estado
de sus escuelas, en
los tercetos
la epstola
que
y que
ste
no pudo con-
No com-
pararemos
Salazar, na,
la llaneza, el
metros de
con
que en
lo
bizarro alarde y esplndido atavo de los de Valbuemeramente descriptivo no cede la palma ningn
la historia
de
la
colo-
siglo hicieestilo.
Lo nota dominante en
que
se complace en el detalle
sin perfrasis ni
menudo y en
llamar
las
cosas por su
nombre
eufemismos
retricos.
En
este
punto es
casi
un precursor
como mues-
bermejo
chile colorea,
el
naranjado aji no
muy maduro;
Y flores de color claro y obscuro, Y el agua dulce entre ellas que blanquea
Haciendo un enrejado claro y puro,
De
32
CAPITULO PRIMERO
En
lo
rencia la
y acendrado de sus versos sigui con prefemanera blanda y apacible de Garcilaso, como solan hacer
ms
selecto
No
el
nombre
lrica,
del cultsimo
diferente,
si
no opuesta, y caracterizada principalmente por el especial carcter que imprimi al dialecto potico, con cierta, rigidez majestuosa y
enftica.
ta
Los
poeta, tenan en
como
y constante
Sevilla.
De
todo
ello, as
como de
la
carta
mismo Herrera:
De
Musa de nuestro
ilustre Garcilaso
Que tu frtil ingenio la ilstrala; Que de sus cultos versos cualquier paso T nos lo interpretases y expusieses,
Pues pasan tanto
los del culto Tasso,
Que con
Al oro de
la rica poesa, la
descubrieses:
da
el
Descubre luego
preciosa veta
la alta
Que
hinca
al
centro desde
cumbre.
33
Y
La
que demuestra
La venida
luz
que alumbra
al
carrera nuestra,
Hizo asomar
horizonte nuestro.
llenas
Prometen otras
de hermosura.
De
Nos
tu caudal
traiga ya el
Ocano otra
la
vuelta.
mortal Parca.
La presa ya
Que inunde y
Abre de
arenas
A
al
literario,
no fu
la
la
de Herrera
la influencia
predominante en Alxico,
la
paso que
llegada de
y despilfarrado como
alcanz,
si
l,
ms
varia
y opulenta, que
y todos
de
lrica,
desde
la
el
romance
Era Juan de
mayor
rios
libertad
al
y ensanche de su doctrina
literaria,
anloga en va-
puntos
caer
con exactitud
fecha de su viaje
entre
588 (fecha de
Tragedias)
y 1603 (fecha de su Conquista de la Betica), libros uno y otro cuyas dedicatorias arguyen la presencia del autor en Sevilla, as como la
suscripcin final del Ejemplar Potico nos muestra que en 1606 resida
en Cuenca, seguramente
Menitdez y VsAYOtPfesa his^ano-t
muy
entrado en aos.
Hay en
la
34
CAPITULO PRIMERO
la
y de
la
am-
archivar
desenfadada y amenos colores, que fcilmente hacen perdonar la dureza y desalio de algunos versos, nos pone delante de los ojos
el
la
ciudad de
las lagunas.
El
aunque
largo,
merece
transcribirse:
Y A
la
muy
me
propicio,
ella
ciudad m, porque yo en
mi placer
me
iuelgo y
revicio.
Sobre
la
De dos
Los
edificios altos
y opulentos,
De
Mirad aquellas
en gusto
frutas naturales,
de Espaa son
la
iguales.
persona
Pomona.
y trenas de
colores.
(i)
Ensayo de una
(vid.
En
el
tomo
iii
est el artculo
Salazar,
la Silva.
MXICO
La variedad de hierbas y de flores, De que hacen figuras estampadas
35
En
lienzo,
De que Que de
Los
los indios
y espaoles usan.
de Cornelias huyen y se excusan, Son para m los que los hacen vanos;
clebre comida,
os comeris las manos.
s,
natural,
es desabrida
Castilla,
Con que entonan del baile las mudanzas. Dos mil indios (oh extraa maravilla!) Bailan por un comps un tamborino, Sin mudar voz, aunque es cansancio oilla.
Que
cuentan
Toda
De
.A.mor;
el fiero
De
su hemisferio ven
primero
la
maana
mamey
camote.
De
tales
ria, as
como
humanistas y poetas recibi Mxico la iniciacin literadel admirable prosista, autor del Guzmdn de Alfara-
36
che,
CAPTULO PRIMERO
all
su Ortograjia Caste-
llana
La cosecha
que ya
estircol.
A un solo
rrieron nada
menos que
trescientos poetas,
los laureados,
y que no
se harta
de
la
ms que en
el
nombre de Atenas
la
Nuevo Mun-
(i)
Sobre
el viaje
la
preciosa biografa
al
Rodrguez Marn
tomar pose-
nmero en la Real Academia Espaola (27 de Octubre de 1907). Tenemos entendido que pronto ver la luz un trabajo del culto diplomtico mexicano D. Francisco A. de Icaza con nuevos datos sobre la estancia de .Alemn en Mxico, donde muri.
Un
de
P.
Andrade en su importante y copioso Ensayo Bibliogrfico MexicanoXVIT. M.xico, imprenta del Museo Nacional, 1899, pgs. 51-96. Su
ttulo es
Sucesos de D. Frai
estitvo ct
En
J/exico.
En
4.'
la enprenta de la
P. Adriano Cesar.
Ao 1613.
la
33 folios.
Al folio 21 comienza
Oracin fnebre del Contador Mateo Alemn criado del rei nuestro seor a la
muerte de D. Frai
Garda Gera
el estilo es
generalmente
enmaraado y conceptuoso, pero no faltan sentencias felizmente expresadas. Ningn rasgo de la pluma de Mateo -Alemn puede desdearse,
porque es uno de
los
grandes maestros de
la
lengua.
el
de
la
Academia Espaola,
pg. 133.
MXICO
37
yon tendra
exclama:
el
como
Aqu
hallars
ms hombres eminentes
En toda ciencia y todas facultades Que arenas lleva el Gange en sus corrientes:
Monstruos en perfeccin de habilidades, en las letras humanas y divinas Eternos rastreadores de verdades.
Precense
las
escuelas salmantinas,
las
de Atenas
De
Precense de tener
De ms
borlas,
Mas no en
letras
buenas.
Que cuanto
coa su luz se puede hacer visible, Los gallardos ingenios desta tierra
alcanzan, sutilizan y perciben
Lo En
El cuadro de
la
la
Mxico
brillantsima
insistir
muy
deslucidos en
sentir,
la
comparacin. Bsquelo
curioso en
el libro
mismo, y
leite (l).
Sabemos de
el
cierto
tras-
fcil
anto de
que
(i)
Don
Jiia?i
Orbe. Ol>ra premiada en fziblico certamen de la Real Academia Espaola, y publicada sus expensas. Madrid, 1871.
38
CAPTULO PRIMERO
De
Que
la
las
manos:
un
sol
nico y solo.
Francisco
El nombre ac y
conocido.
Ha dado
Era Terrazas
hijo
al
mayordomo de
Hernn Corts, alcalde ordinario de Mxico y persona preeminente, al decir de Bernal Daz del Castillo. Del hijo poco sabemos,
salvo
que
fu excelentsimo
En
Nadi-
Ensayo de Gallardo
se
han publicado
Biblioteca
Mxico en
577
i~)-
rigido
(i)
Tomo
columnas
i. 003-1. 007.
(2)
Ms. 2.972.
Flores de varia poesa, recogidas de varios poetas espaoles. Divdese en cinco libros, como se declara en la iabla que inmediatamente va aqu scripta. Recopilosse en la
crsto de
IS77 annos.
la
Tabla de
En En En
el el el
a lo
Divino.
segundo
lo
que
trata
de Amores.
tercero lo misivo.
i>En el quarto lo
de burlas.
dems
la
libros.
En
hoja segunda hay una nota que prueba que este cdice estaba ya erv
siglo xvii:
La fecha de 1577 excluye toda posibilidad de que esta floresta fuese compilada en tiempo de Gutierre de Cetina, que haba pasado de esta vida diez.
MXICO
giro
39
presentar,
como muestra
del
numen de
Terrazas,
el
primero de es-
tos sonetos que, con algn rasgo del estilo de Herrera, tiene, sin
la
manera de
pudo haber
sido
amigo
las
discpulo:
Dejad
Que
el
volved
nieve no pisada
esas rosas matizado.
Lo blanco de
Dejad
las
De que
al cielo,
de quien
Volved
los soles
que
habis robado.
celestial
maestro,
anglica natura;
as restituido,
todo aquesto
lo
Veris que
El Sr. Garca Icazbalceta, gran maestro de toda erudicin mexicana, ha descubierto recientemente fragmentos de una obra poti-
(l).
Este poema,
y nueve aos antes. Ms verisimilitud tiene que lo fuese durante de Juan de la Cueva, de quien contiene muchos versos.
la estancia
La mayor parte de
rrazas
los ingenios
podemos
De
el
Volvedle
(i)
blancura
al
azucena
Vase
el
V otros
podas
del siglo
XVI, en
las
Memorias de
ii,
la
pondiente de la
pginas 357-425.)
40
CAPITULO PRIMERO
el
que
Mundo y Conquista^ y eran su asunto las hazaas de Hernn Corts. Aunque manuscrito, debi de correr con estimacin entre sus
contemporneos, puesto que
el
la
el
mismo Hernn
escribirlos:
los
conquistador hubiera
\"alido
ms con
sus heroicos
Tan extremados
dos
Que
sabe
la diferencia.
Las octavas que nos restan del celebrado poema, se han conser-
vado
sin
Aparecen adems confundidas y revueltas con otras al mismo asunto que parecen ser de un tal Arrzola Arrazola, y de un
Salvador de Cuenca, poetas ignotos uno y otro.
tanto, formarse idea clara del
No
la
es posible, por
lo
poema,
ni siquiera
si
determinar
que
bien por
semejanza del
se infiere
que
la
mayor
zas
uno de
los
ms
infelices.
La lengua
no de mucho
fciles,
aunque de
poco nervio. Hay episodios agradables de amores y escenas campestres, que templan la monotona de la trompa blica. El ingenio de Terrazas parece
para
lo pico
del valeroso
ms apto para la suavidad del idilio, que y grandilocuente. Es linda, por ejemplo, la historia mancebo Huitzel, hijo del Rey de Campeche, y de su
hija del
amada Quetzal,
por
los
Rey de Tabasco, y de
la
sus andanzas
fuga
desiertos
donde hacen
por
las
Glauras de
la
MXICO
41
estilo
ya
muy
No como yo con
tal
presteza parte
el
curso aprieta,
mortal saeta:
el cielo la
de
tal arte
Correr se ha visto
veloz cometa,
Que ver de mi desdicha el caso cierto Con miedo y con amor volaba muerto.
ms andada
barbada.
muy
Vi
la
medio
atada.
De
Oue
Cual trtola
tal
al
rbol la escamosa
Comerle
Bate
encarnizada y brava;
Cercando
el rbol
De
Llegaba
escuadrn desatinado.
presto:
Mas como
Tal vez
al
ni salvalla
peleando
enemigo amenazando.
Con
el
dolor rabioso y
al ro
la
paciencia,
Hasta llegar
do se entraban
En
casas de
42
CAPITULO PRIMERO
Volviendo m, y en
llanto derretida,
valida,
verte;
penada despedida
prendas de quererte,
postrera que te envo
El resto de
las
aquesta
fe
Con cuanta
fuerza tiene el
ti
amor mo.
y
el
Que
quien por
el
la patria
sosiego,
El padre,
Ni en muerte ni en prisin
el
mundo
ciego
Que amor
al
mortal morada.
voy para
vivir puesta
en servicio
Tenerme ha
tu
memoria compaa,
Llorando pasar
Mas
muriendo en
la
triste sacrificio,
Fortuna abrevia
desdicha ma,
Adonde
No
siempre se sostienen
la
misma
altura los
fragmentos del
poema, y aun suelen degenerar en crnica rimada, pero as y todo fu lstima que Terrazas no llegara perfeccionar imprimir su
obra, la cual, sin pasar de una honrada mediana,
como exactamen-
otro
poema mexicano
del
loor de
de
Nos referimos
rareza,
y por
(i).
ser el
(i)
El Perep'ino
ida7!0,
Conde
En
MXICO
ridas c indigestas que
43
mortales, que
el
propsito poco
pretensiones
como de memorial en
las
que Espaia
traa, al igual
Hacer
oficio
haba de adelantar
mucho
que
si
se haba mospobrsi-
como rimador
mo, no
es extrao
le
tormenta de
cost su empleo.
tal
No
obra, y
la
razn que da no
el
con
liz
las
cuyo
histri-
el P.
Clavijero la
catlogo de las
el
me-
es
que
el
No De
lleva el
ornamento de invenciones
que es
lo fino
Anmame, Seor, echar el resto No con poco temor y sentimiento, El ver que soy en Mxico nacido.
Donde ningn
historiador ha habido.
De
la del cronista
de Indias,
gal, 1599, S.
un peridico de Mxico,
44
CAPITULO PRIMERO
verismil
tal
Antonio de Herrera. Es
las
color local
larios,
nombres
que acrecientan
un poco de
como
el
confeccionado por
la
que
falte la
demonio
para hundir
Como no hay
dad, parece que
utili-
lectura del
detalles genealgicos
y personales sobre
no fu
canto de
Las naves de
curiosa pero no
muy
Mas
estos versos:
ay!
el
mismo
da
sajn Lutero,
la
afrenta ma
mismo
da en Espaa.
ta viv"eza
elegante
y maligna
la
de Gomara,
del
Relaciones escritas
infinitamente
ms
la
duda, que
tratarse
y que por
de un hecho de tiempos tan cercanos, y conocido hasta en sus mnimos detalles, no deja campo abierto
la fantasa
para exornarle,
MXICO
transfigurarle ni enaltecerle. Pero otra razn de no
45
pequeo peso
casi to-
ha sido
dos
tal
la inferioridad
los autores
argumento.
Un
y
solo episodio,
travs,
pudo
inspirar
tas, patriticas
valientes,
estilo
mucho
del
del
pobre marco de
la
parecen del tiempo de Lope de Valbuena. Pero fuera de esto y poema no acabado de Garca Gutirrez, que ms que realidad
fu una promesa, los
s la
palma de
la infeli-
cidad,
quiz no es Saavedra de
la
quiz, el
que
co Conquistada.
Ms que
los
de
la
cuales
Vega ms
(l),
ingenioso
y gongorino
la
Hcrnan-
De
la
prdida del
poema de
me-
\"ersifi-
mayor
y
poetas de certamen,
(i)
Valeroso,
y Mexicana
de Gabriel Lasso de la
Pedro Madrigal,
que la primera.
trece cantos
ms
En
A
cal,
y prosaico
el titulado
1
Nueva Mxico,
por
610,
libro,
los
ms busla
el inters histrico
como por
rareza
en treinta y cuatro mortales cantos en verso suelto, pero de aquel gnero de versos sueltos que Hermosilla comparaba con una escoba
desatada, y el autor interrumpe veces el hilo de la narracin para intercalar provisiones, reales cdulas
conozca notablemente
la
46
curiosa de
la
la
CAPTULO PRIMERO
poesa satrica con que entretenan los largos ocios de
malhumorados y empobrecilos
dos descendientes de
reros
conquistadores contra
nuevos aventu-
que venan de Espaa y que por ms hbiles ms activos se iban alzando con todos los provechos, son ciertos sonetos de
bastante donaire hallados por
crito
el Sr.
Icazbalceta en
(l).
el
mismo manus-
que contiene
las octa\-as
de Terrazas
nica, pero
(i)
muy
Dicen
Minas sin plata, sin verdad mineros, Mercaderes por ella codiciosos.
Caballeros de serlo deseosos,
Dejando a
damas muy
galanes:
Nueva
manda
y el privado crece.
el soldado desangrado en Flandes pobre humilde en confusin se halla. Seco el hidalgo, el labrador florece, Y en este tiempo de trab.ajos grandes, Se oye, se mira, se contempla y calla.
Muere
el
el
mar
salobre
L-tras
Cieiicias, iSSo), la
palabra
tian,
MXICO
47
en Mi'xico es
tuales
va,
el libro
inestimable
el
padre agustino
las pie-
zas se infiere que todas ellas pertenecen al siglo xvi, y que hubieron de ser compuestas entre 1567 y 1600. Del autor apenas hay ms noticias que las pocas que pueden rastrearse por su libro: Icazbalceta se inclina,
z por sevillano.
con plausibles conjeturas, tenerle por andaluz, y quiSuyos deben de ser algunos versos que con nomla
compilacin manuscrita
de 1577
(l).
Otros
como
l,
de Csar
j'
Virgilio
Las dos coronas de laurel y robre. V el otro, que agujetas y alfileres Venda por las calles, ya es Un Conde En calidad, y en cantidad un Fcar: V abomina despus el lugar donde
Adquiri estimacin, gusto y haberes, V tiraba la jbega en Sanliicar.
de
la
(i)
el
as como la luz los ha sacado Al sol acrecent sus resplandores. Al campo le visti de nuevas flores, Al aire le tom dulce y templado, Al ro dio un roco aljofarado. El cielo matizando de coloies. Pudiera este pastor de bien andante
A V
liras:
Sacado del divino que lo ha hecho. Beldad para en el suelo Que al mundo ha satisfecho, Colima d crista!, dorado l.'c/io
48
CAPTULO PRIMERO
ellas la
Mun
el
ingenioso
y desenfadado autor de
la
Tragicomedia de Lisandro
taciones dla Celestina
lidad
(l).
de malicia y de agudeza en
a sucesos contempor-
y macizo en
la
do y que en sus coloquios inculca y expone en forma popular y amena, procurando acomodarse la inteligencia, no ya slo de los
espaoles, sino de los indios nefitos que supiesen nuestra lengua.
Por
tura
el
candor y
la
la sencilla estrucel
y poco
artificio
de
la
uso inmode-
Lope de Vega, y
mucho
y aun
otros
ms antiguos y
parte del
idiotismos
la
como gran
(i)
nom-
bre del autor, Sancho Munino, natural de Salamanca. Los seores Fuensanta
del Valle y
Sancho Rayn leyeron despus Sancho de Munnn Mun, y, telogo, que por
en
las
menos que
al
parte en
la
la
curiosos.) El
la
seor
Garca Icazbalceta,
al
Doctri-
Mun
fu
Mxico
Uni-
tal
concepto
el
cargo de Cancelario de
la
donde recibi
( incorpor) el
Pennsula
como
solicitador
general de las Iglesias de Nueva Espaa. Consta que volvi Mxico, don-
de muri en
1601.
La identidad
aunque no haya
MXICO
49
familiares,
se buscaran en los
los
monumentos de
la
poesa culta.
pueden sorprenderse
grmenes
no, en el cual el
predomi-
nante
como en
ms
lenguas indgenas.
No mey nos
coloqjiios
para
la historia:
muchos de
pertenecen
al
gnero de
las
los
llamados de circunstancias,
la
intimidades de
la
dogmas
As uno de estos
la
Lpez
de Legazpi
la
navegacin de
China; otro,
el
ms
largo de todos,
escrito en prosa
verso,
Moya de
Contreras en 1574;
los siete
en
fuertes presidios
que
el
camino de
las
minas de Zacatecas;
recibi-
aunque sean
las
ms
ser las
ms
poticas.
Hay
profa-
asunto
encontr ya
la alegora
en
los
sptimo (que
es,
por
lo
dems,
muy
la
des-
de
la
Riqueza y
la via,
Pobreza en
el
coloquio decimotercio,
el
y
la
par-
bola de
desarrollada en
las
que hizo
el
Padre de
Compaas
Labradores de
Via
>),
cuyo argumento
es idntico al del
Cielo,
mucho Es-
y no vulgar
his^a.
el
50
CAPITULO PRIMERO
lo
algunas poe-
editor P.
Bustaman-
imprimirse, se ha ocultado
balceta,
la
que ha sido
el
desenterrador de Eslava,
como de
casi
toda
primitiva literatura de
Eslava,
lo
que va desde
Ambrosio Montesino hasta Juan Lpez de Lbeda, Damin de Vegas y el maestro \*aldivielso. Con lo mejor de estos autores pueden compararse algunas de
de Eslava,
monjil
as
las
canciones, chanzonetas
como
y manera
villancicos
del gusto
y apocado y del conceptismo rastrero que en manos de Ledesma, Bonilla y sus secuaces, acab por enervar y pervertir miserablemente este gnero, con tanto dao de la poesa como de
los afectos
devotos.
No
estilo
(l)
Oh, qu buen labrador, bueno! Qu buen labrador! Ah! Labrador excelente, Declranos sabiamente
Tu
valor y tu simiente
Todos
los
hombres nacidos
Qu buen labrador! Sal con mi ser divino Del Padre do estoy contino, V al mundo, manso y benino, Vine hacer mi labor. Qu buen labrador! Vine quitar la neguilla
MXICO
51
se en
las
de estos versos:
Sin tardar,
Dmonos
priesa embarcar.
Gran consuelo es para el alma Con tal tiempo navegar! Las ondas de la mar
Cuan menudicas van!
Pero
la
modesta
luz potica
y deslumbradora de Ber-
Y en la Virgen sin mancilla La sembr divino amor. Qu buen labrador! Sembr en el ngel primero, Y sta cay en el sendero Porque dijo: Por m quiero Igualarme al Criador. Qu buen labrador! Y en Adn la sembr yo, Y
sta entre espinas cay,
Cuando
del
mando
excedi
De
su Dios y su Criador.
Qu buen labrador! En los de ley de Escriptura Sembr el grano de la altura, Y cay en la piedra dura Porque le falt el humor. Qu buen labrador! Viendo cuan mal acuda Esta labor que haca, Acord por mejor va De sembrar la ley de amor. Qu buen Labrador! Tom la cruz por arado Do mi cuerpo fu clavado, Y all fu el perdn sembrado Del que Dios fuese ofensor. Qu buen labrador!
Los clavos que me enclavaron Son coyundas que me ataron, Con las cuales te sacaron
De
Qu buen Labrador!
52
CAPITULO PRIMERO
si
pertenece
la
Mancha por
las Antillas
su nacimien
por su epis-
cualidades
ms
caractersticas de su es-
Abri
puerta cerrada
la gloria al pecador.
Qu buen labrador! El yugo suave y leve Que al que hace lo que debe Yo le ayudo que lo lleve
En mi
virtud y vigor.
Sembr divino
sustento,
Para dar por uno ciento Al contrito pecador. Qu buen labrador! Mira, hombre, si te quiero, Pues mi cuerpo verdadero Queda en divino granero Porque te hartes mejor. Qu buen labrador! Conmigo mismo te heredo Y al padre voy, y aqu quedo: Pues yo hago lo que puedo, H.az t algo por mi amor. Qu buen labrador! Sembrars por tu consuelo Buenas obras en el suelo, Y cogers en el cielo Fruto de sumo dulzor Qu buen labrador! (Pg.
24O.)
Coloquios Espirituales
del Presbera-
Mxico en 1610.
La publica^
De
la
u?ta Introduccin,
etc., etc.
Joaqun
Mxico: Im-
4.
el
que posee
Aunque Eslava
Mxico, en
el
ms antiguo dramaturgo de los que escribieron en sentido de ser el primero ms bien el nico que nos ha dejado
sea el
las
mu-
MXICO
lilo, es
53
el
en rigor
el
pri-
mero en quien
se siente la exuberante
y desatada fecundidad
genial
de aquella prodigiosa
cho ms antiguas y
la conquista,
naturaleza.
que
Los misioneros francistanos se valieron alguna vez del teatro sagrado como de medio catequstico, y hay sobre esto muy curiosas noticias en la Historia de los ludios de Nueva Espaa, de Fr. Toribio de Benavente Motolinia, que dirigi y organiz algunas de estas fiestas del Corpus y de la Epifa-
Hubo entre ellas una de carcter emperador y el Rey de Francia. Por cierto que el buen fraile, mal avenido sin duda con los conquistadores, dio Hernn Corts y Pedro de Alvarado el mando de las dos cuadrillas de mona en Tlaxcala, desde 153S por lo menos.
histrico cpor las paces hechas entre el
la
futura conquista de Jerusaln. Los actores eran exclusivamente indios, y las piezas se componan en su lengua con algn que otro villancico en castellano.
En
la capital
las principales,
haba representaciones para los unos y para los otros, siendo como en todas partes, las del Corpus, cuya procesin se ce-
lebraba con gran suntuosidad, pero con accesorios tan profanos y escandalosos que excitaron
la
el cual para condenar tales abusos hizo imprimir dos veces un tratadito del
el
mscaras y en hbitos de mujeres, danzando y saltando con meneos deshonestos y lascivos, haciendo estruendo, estorbando los cantos de la Iglesia,
representa7ido profanos triunfos como el del dios del amor, tan deshonestos, y
aun
las personas no honestas tan vergonzoso de mirar Los que lo hacen otro que Fr. Juan Zuy los que lo mandan y aun los que lo consienten mrraga busquen que los excuse y por slo esto, aunque en otras tierras
gentes se pudiese tolerar esta vana y profana y gentlica costumbre, en sufrir ni consentir entre los naturales de esta nueva
Porque como de su natural inclinacin sean dados semejantes reen estas vanidades profanas que en
costumbres
cristianas.
Y dems desto
fianzas-, sones
iurales ha?i tenido de su antigedad, de solemnizar las fiestas de sus dolos con
regocijos,
lo
ley,
que
de
las fiestas.
el
primer Arzo-
54
jante
al
CAPITULO PRIMERO
Nuevo Mundo, donde el autor viva, es un pas inmenso y como inculto, donde las espinas se hallan conflores,
los tesoros
con
la escasez,
los
pramos
reforma de
las
bien con
el
los inconvenientes.
cilio
La
punto fu
la
de!
Condel-
permiti
las
alma, con
tal
Adems de
Eslava, queda el
ta sacramental, el presbtero
nombre y una obra por lo menos de otro poeJuan Prez Ramrez, que cobraba cada ao cincargo de escribir los autos.
la
el
En un
cdice de la
Academia de
muchas piezas
dramticas,
J\Jexicana
la
el
Moya Contreras, que fu el S de Diciembre de 1S74Ya hemos visto que Eslava trat como en competencia el mismo asunto. Los jesutas tenan tambin en sus colegios representaciones de mayor
Obispo de Mxico, D. Pedro de
artificio.
Como
muestra de
ellas
puede
citarse la tragedia
de la
al
general de
la
Com-
las festividades
Hay ex-
en
la Bibliografa
Mexicana
del siglo
X VI, del
Sr. Icazbalceta.
muy
Es de esperar que
buen
servicio
com-
que con
volumen
y cualquiera otra
(a).
reliquia
que pa-
En qu tiempo empez
to jo; pero
el
teatro
puramente
secular,
no
lo
sabemos pun-
cuando Valbuena, en
que haba
las
De uno
deellos^
Desgraciadamente no pudo atender este ruego honrada vida, empleada en buenas obras de piedad y mente en 27 de Noviembre de 1894.
literatura, se extingui
MXICO
55
pantanos con
los
No
prlogo y noel
magnfi-
co discurso preliminar de
Mnsa
l escriba,
amena y
qu de
fcil,
regalada
al
odo cuando
el
y robusta
y
veces,
paada siempre de un no
hace de
pecie
original
extico,
y acomque con su
y que en
las imitaciones
mismas que
antiguos se discierne.
particular
Aun
muy
y propia
de
los
poetas de
la
deca-
y no ciertamente de los menos notables, del autor de El Diablo Predicador, Luis de Belmonte Bermdez, cuya vida es una prodigiosa novela, consta que
dos veces estuvo en Mxico, donde, no pudiendo olvidar
el
manjar sabroso
la
de
las
Vida
Bermdez y Alfaro
al
poema
indito de
Bermdez, La Hisplica.)
De
los
Suenan entre
puso dramas
espirituales de la
nombres de Fr. Juan Bautista, franciscano, que comPasin y Muerte de Nuestro Seor Jesucristo,
alegricos,
en
Olmos, franciscano, que hizo representar delante del virrey Mendoza y del arzobispo Zumrraga su clebre auto de El Juicio Final, causando gran
edificacin todos, indios y espaoles. Anterior todos ellos haba sitio
Fr. Luis de Fuensalida, uno de los doce primerf)s misioneros de su Orden, que compuso, en lengua mexicana, Dilogos coloquios entre la Virgen Mara
el
Finalmente, no omitiremos
nhuatl,
por
los
aos
de 64 tres comedias de Lope de Vega. Beristain las vio en el colegio de San Gregorio de Mxico, y da sus ttulos: i.'' El Gran Teatro del Mundo 2.^ El Animal profeta y dic/wso parricida (San Julin). ^.^ La Madre de la Mejor (Santa Ana).
56
ciencia latina, sobre
captulo primero
todo en
la
cierto refinamiento
saje
que
le
pai-
y apurar menudamente
con un
artificio
de diccin
la
estilo consiste
en
mezcla
ms elevado
3'
puro de
la
o cansancio, cuanto por buscar un nue^o elemento de inters en el contraste. Cuando quiere ser clsico y puro, llega sin esfuerzo
al clasicismo
y pedazos de
sus glogas
la
de
En
de
ocasiones
la flauta
la
los ecos
de
Sicilia,
las
maque
De
Valbuena
es el
ms exactamente
no slo en
modelo,
estilo,
la artificiosa,
que pudira-
mos
la
buclicos virgilianos.
Pero
diversa
la
es otra
muy
y muy
de color,
muy
la
mero sonante y
diano,
rase
la
y de Clau-
la
mgico diprimero, no
que se adormece
es
Valbuena
un segundo Ariosto,
duda
al
ms
luz
tarde, sin
suprema embriaguez de
medio 'de
los
en que vivi
poeta de Ferrara, en
y de
la
el
autor del
Orlando corona de
en
el
momento
las
mis-
mo
ms externo, en
conarte,
diciones
ya por
tes
falta
de donaire en
la
proporcin en
de hinchazn y ampulosidad culterana, ya por monstruosa deslos episodios; sin contar la poca novedad y consis-
MXICO
tencia de las figuras que en
el
57
intervienen: paladines, encan-
poema
comn de
las
los libros
de caballeras.
Abad de
negar que
cualidad,
la
Jamaica eran
las
casi
y por de
se ha de
contado superiores
le
Xo
no templada en
aunque
que no
ciertos episodios,
le faltaban
como
condiciones de sentimiento,
instinto, aquella
y que encontraba
al-
guna
vez,
como por
el la
que penetra
Pero como
y pintoresca no era
la
que
abundaba en Espaa y en
gua, convirtiendo la
el siglo xvi,
y tanto despilfarr los tesoros de la lenpluma en pincel con mpetu y furia desordela
de
de
la
moder-
Xo
es slo
en
el
se leen,
pases,
dades de pueblos, de familias y de blasones, sistemas teolgicos y filosficos. Hay una obra de su juventud que nos da ya la medida
de su asombrosa
nio,
fertilidad descriptiva,
por
la
cual D. Xicols
Antopoe-
interrumpiendo con un rasgo de entusiasmo su habitual sequebibliogrfica, le haba declarado superior todos nuestros
dad
piclclicrrima
tractationc,
ciendi
poemita
de
la
virreinato en
el
1604
de algn
libro
nacimien-
(i)
La
En M-
De
estn edicin rarsima hay dos clases de ejemplares con algunas dife-
58
CAPITULO PRIMERO
to de la poesa americana
ms bien que en
fuera chileno
el
aunque ste
el
y Valbuena
poe-
ma de
cuyo
Oa. excepto
mucho hay en
\^albuena,
la
libro es
autor emanciparse de
la tirana
de
recuerdos clsicos
italianos,
tas
de Virgilio de
Plinio
que
las
las planal
Viejo
y Francisco Hernndez! Pero aunque el paisaje, en medio de su floridez y abundancia, no tenga ms que un valor
iVIundo por Oviedo
est,
por decirlo
el
as,
traducido tras-
todava en
primavera
la
ciudad que
la
del
campo. Enamorado de
le
hasta el delirio,
apura
los eptetos
en su loor, y todos
que llama
De joyas
De amor el centro, de las musas coro. De honor el reino, de virtud la esfera, De honrados patria, de avarientos oro,
Templo de
Indias del
la
Mundo,
de
!a tierra.
rencias que ha notado el Sr. Icazbalceta. (Memorias de la Academia Mexicana, 1SS6, pgs. 95-116.)
La Grandeza Mexicana ha
Siglo de Oro, las
Academia Espaola
al
fin
de
El
de 1829 y 1837, por D. Miguel de Burgos, 12. Estas dos ltimas son en realidad una sola, con distinta portada y preliminares. Hay
tambin una edicin de Nueva York (1S28) y otra de Mxico (1860). Es lstima que en todas las reimpresiones se hayan suprimido la mayor parte de las
piezas en prosa y verso
que acompaan
es
al
curiosas
para
rias.
la
La ms importante
la Poesa.
MXICO
El rumbo,
nes, el bro
rra
el
59
bizarra
tropel
el
boato,
la
de
trajes
invencio-
y ferocidad de
los caballos
mexicanos y
la gala biza-
de sus
jinetes, envueltos
jaeces
y
la
pedrera, ejercen
sobre
cualidades:
Donde en
Vence
si el
jaez de oro
campea
al
aire
acicate le espolea;
el
Hecho de fuego en
El freno
le
color y el bro
fro.
El valiente y galn rucio rodado, El rosillo cubierto de roco; El blanco en negras moscas salpicado, El zaino ferocsimo y adusto, El galn ceniciento gateado; El negro endrino, de nimo robusto. El cebruno fantstico,
el
picazo
De
Esquilman y
Nunca
to.
se encontr
autor
el
asun-
al estilo
hubiese comunicala
do ampliamente
ratosa
opulencia apa-
y despilfarrada
sombra de escaseza.
Las
y seda rodo.
mucho que
y murmura por
lo bajo
que en poesa
el
la
acu-
odo queda
deslumhran; que
al fin
espaoles somos,
o
tal
captulo primero
profusin de luz
tal estrpito
Es
la
De Cambray telas, de Ouinsay rescate, De Sicilia coral, de Siria nardo. De Arabia inciensos y de Ormuz granate.
La
fina loza del
Sangley medroso,
los Sctios Caspes,
Del Troglodita
el
came oloroso:
mbar
De Roma
monotona de
la
al espritu,
cuan-
do pudiera
Entonces
sentirse fatigado
el
y restaado por
los ojos se
el
buen
de
iv!
remanso donde
recrean apa-
ciblemente contemplando
las aguas.
lo
lo transparente
el del
captulo
ha ejercitado.
lleno.
Flamenco
rubio,
de primores
En
En Un
(i)
la
cierto
modo
obrar dispuesto y
bueno
pinas Mxico lleg ser uno de los principales depsitos del comercio del
Extremo Oriente.
MXICO
6l
la
Y
ficio
en todo
lo restante
arti-
An-
drs Bello?
El oro hilado que con
las voltarias
Hebras que
el aire
alumbran entretienen
Y
No
(i)
falta sutil
Y
De
en
finas
sutiles agujas
que
el
desnudo
Aljfar hacen
que por
ellas cruce.
las
dencia, exclama
dig-
nos de
tal
materia:
Oh Espaa
De
valerosa, coronada
rubio Apolo
En
Huye el fro dragn, revuelto al polo, Al mismo paso que su luz derrama. Halla un mundo sembrado de blasones.
Bordados todos de espaola fama.
Mira en
los orientales
escuadrones
De
la India, el
Tremolar victoriosos
Y Y
el
que
el
monte Imavo
Y
De
flores
de canela coronada.
el
moro
(i-)
El de
la fragua.
62
Tus
CAPTULO PRIMERO
catlicos hijos belicosos
En sus atrevimientos descubrieron Que era bastante sujetar su espada Ms mundo que otros entender supieron.
Oh Espaa altiva y
fiel,
siglos
dorados
priesa,
Traes
al
al
Humilde
Toscano,
Tnez en freno, y frica en empresa: Aqu te huye un prncipe otomano. All rinde su armada la vislumbre
De
la
la Iglesia
sustentas en su cumbre.
El
mundo que
gobiernas y autorizas
Te
cenizas.
De
este
modo,
la glorificacin
de Mxico y
la
apoteosis de Esel
paa se confunden en
patrias era
como
amor
el
sus dos
verdade-
levantarle
modesto
1
obras en
82 1, se
en
el
gnero que
como en
el
temple de su
estilo
literaria
y en
la
respectiva sigespaola.
la literatura
se conocieron
en
las aulas
en
MZICO
63
la
poesa del
Nuevo
puede
figurar en los
que slo por su nacimiento y su grado de licenciado anales de Mxico. Toda su actividad literaria
la
se desarroll
en
l las
alusiones re-
miniscencias su pas natal: de una sola comedia suya, El scjncjante s mismo, se puede creer inferir con
verisimilitud
que
La
poesa dramtica,
campo nico
de sus triunfos y de sus inmerecidos reveses, era planta cortesana que no poda prosperar en una remota colonia. Busc, pues, Alar-
cn
na,
el
centro en que
la
la esce-
como
los
so,
Caldern y Moreto
grupo de
\'alencia,
que
casi
pertenece
se
amoldan hasta
los
como
las
de Andaluca, y
ios
que
ni
siquiera tenan
por
lengua materna
la castellana,
como
los portugueses.
Es
la
primera
la total
modo, que
si
no supiramos
ellas.
Es
la
segunda su propia grandeza y perfeccin como dramtico, la cual le hace salirse del marco de la poesa colonial, que resulta exiguo y
desproporcionado para
tal figura.
Adase
nunca
la
Y es
la
ltima razn, y no
la
menos
ya
definitiva
Gracias
ellos,
nadie le niega ni
le
Comedias de Alarcn,
lomo XX de
la Biblioteca de
Nez Arenas que acompaan la edicin cha por nuestra Academia en 1867.
64
disputa
la
CAPTULO PRIMERO
palma de
la
sin
que por
eso ceda
el
novela dramtica de
El
Te-
jedor de Segovia,
ni
en
la alta
inspiracin religiosa de
El
Anticristo,
en
la
donde pone siempre algo ms humano, ms ntimo y menos convencional que otros grandes poetas de su tiempo. Pero su gloria
principal sera siempre la de haber sido el clsico de
un teatro ro-
la
un dogmatismo
emocin moral
pedaggico,
adoctrina
el
de emocin
el
esttica,
sin aparato
la
vez que
conmueve
alma y enciende
fantasa,
cortesa.
que
el
abri en
do.
su propio surco, no
muy
ancho, pero
la
muy
y as hon-
Su
estatua
puso Hart-
templo de Menandro y Terencio, precediendo Corneille y anunciando Moliere. Trabajo cuesta descender de tales alturas para contemplar el eszenbusch, en
la
mayor
parte
no nacen todos
Alarcones y Valbueen
y por
del conceptismo
comenzaban esparcir su
Quevedos,
letal influjo
las
co-
lonias
como en
la
en Mxico Gngoras
los, los
ni siquiera \'illamedianas
y Mede
y de corto
ta,
una gran mujer que en ocasiones demostr tener alma de gran poea despecho de las sombras
el
gusto de su poca.
No
buenas tradiciones
Cueva y
Mateo Alemn,
MXICO
65
(l)
el
de
tres
meses por
y Diego Mexa, que en largo y penoso interior de Nueva Espaa, tradujo las HeToda\'a prose-
(2).
la
mundo
americano,
la
se hablaba
huena:
Es ciudad de notable
polica,
donde se habla
el
espaol lenguaje
Que le da propiedad, gracia, agudeza, En corto, limpio, liso y grave traje (3). Los certmenes menudeaban y haba plaga de poetas, mejor y castellanos (4). Ms de ciento,
Vida del Padre Maestro Ignacio de Layla, fundador de la Compaa
sis
(i)
de yestis. Dirigida a
Religiosos de la pro-jincia de la
En
Mxico.
En
8.
256 hs.
De
(2)
este rarsimo
el
poema en
quintillas dobles,
los Caballeros.
libros,
posey un
ejemplar
Marqus de Jerez de
al tra-
tar
de
(3)
(4)
Como
zas de las
ms
Floresta latina culta en honra y alabatifa de dos bellissimas plantas y sanlissimas Virgines Lucia
Petronila.
Por unos
aficionados s7eyos.
En
Mxico.
En
la
amor con que Lucia se quita los ojos: hablando Christo con la Santa en nombre de varios pastores y pastoras, la primera por Juan de Villanueva, la
segunda por D. Baltasar Rodrguez,
la
66
CAPTULO PRIMERO
el
vasto trasi
que slo
los
certmenes de
Inmaculada, publi-
de Triunfo Parthni-
y Conquista hasta
,
el
mayor Crecimiento y
come-
Grandeza en que
oy est
de
la
Biblioteca del
Co-
(Nm. 358 de
la bibliografa
de Medina).
poema
descriptivo de la ciudad
los Caballeros
en Extremadura.
sabemos de una obrita en prosa y verso, que corresponde tambin siglo xvii, y debe de ser curiosa:
Virgen sin original peccado
los
Los Sirgueros de la
cisco
Por
el Bachiller
FranCon
Bramn
Consiliario de la
%. 161 hs.
En
JSIexico.
licencia.
Ao 1620.
Beristain,
Segn
la
cuya
crtica
no es mucho de
fiar,
Galaica de Cervantes.
(i)
literatos que,
la prensa.
La
de,
escriba el
Den de
la Metropo-
litana de Mxico.
se public en 1821.
como
de
las Antillas
Amrica
no tena
Central: en todo,
ms de cuatro mil
buen gusto, y describe muy imperfectamente los libros, sin ninguno de los perfiles que ahora se exigen; pero su obra es un estimable tesoro de noticias, porque alcanz en su integridad los archivos y las bibliotecas de Mxico, y
da noticia de muchas obras que despus se han perdido. La suya es una de
las
ms
raras
que hay en
bibliografa.
Amecamej'
la
de
los
tpos
no corresponda
mrito de
la
obra.
Debe
ribio
como
indispensable complemento
el 4.
por D. Jos To
Medina en Santiago de
correcciones del
mismo
MXICO
co (l) concurrieron
67
aspirantes.
ms de cincuenta
que
relativo,
mento
si-
el
ndi-
annimos poticos, que comprende 70 nmeros. Hay tambin un precioso tomito de Adiciones y correcciones
la Biblioteca
Mucho
la
po electo de Yucatn. Pero no lleg publicar ms que el primer tomo, comprensivo de las tres primeras letras. Este libro, casi tan raro como el de Beristain, aunque de menos precio en el mercado, se titula Biblioiheca J\exicana, sive eniditorum historia viror^im qui in America Boreali nati vel alibi geniti, in
runt.... Mexici: ?iova Typograpkia in adibus Authoris editioni ejusdem Bibliothecce destinaia.
Anno Domini,
falta
el
1J55.
Sobre
lo
mucho que
de Garca Icazbalceta en
(pginas 351-370).
tomo
de
las
Memorias de
la
Academia Mexicana
gravsimo de ha-
el
ber traducido
modo
mucho
identificarlos.
Los Anteloquios
historia panegrica
de
la
cultura mexicana,
mente concebida,
el Bienttio que
el
de Sagrada Escritura. Descrbelo D. Carlos de Simienza y Gongora Mexicano y en ella Cathedratico propietario de Mathematicas. En M-
Prima
xico,
(2)
la bibliografa del siglo xvu existen dos obras fundamentales, Andrade ya mencionada, -j La Imprenta en Mxico de D. Jos Toribio Medina (Santiago de Chile, impreso en casa del Autor, 1907-1908, folio).
Sobre
la del Sr.
que la ne su existencia.
3. y 4.", que alcanzan desde 1601 hasta 1744. que debe comprender el siglo xvi, no ha aparecido an, aunnumeracin de los artculos del 2, que principia con el 201, presupo-
68
CAPTULO PRIMERO
el
de sor
Juana Ins de
la
dra prescindirse
como
el
jesuta Matias
de Bocanegra, autor
muy
popular
as
y
co
fu glosada por
muchos
poetas, obra
la
no despreciable,
por
la fluidez
(l).
de
los versos
como por
de
los
ms lbregos y
(i)
el
M.
Ao de IJS5
Comienza:
Una
De
Ignoramos
la
fecha de
primera edicin. Beristain, Andrade y Medina reChristiano polylica del govierno que la
Sr.
gistran otras obras suyas impresas entre 1640 y 1648, entre ellas el Theatro
gerarchico de la luz,
Pyra
Ciudad de
en su
Mxico
to
erigi en la
D. Garcia Sarmien-
Marqus de Sobroso
feliz venida
por
la
Virrey,
(Mxico, en
y fu tema de competencia entre varios ingenios mexicanos. Hay una reimpresin hecha en la Puebla de los Angeles en 1775 y otra en Mxico
en 1782.
ms
antigua, la de D.
tain,
Bartolom Fernndez Taln, citada por Eguiara y Berispero que no han llegado ver Andrade ni Medina.
moral en que de
despreciar la
la belleza efmera de la rosa se sacan documentos
Cancin
floridos
para
humana
Mxico, por la
Inc.
su matiz alarde,
Copiando sus pinceles En tabla de esmeralda los claveles, Para ir equivocando Al soplo lento del Favonio blando,
MXICO
entenebrecidos de
la escuela,
69
los
un varn de
ms
ilustres
que ha
la
Vir-
Por
la
playa
de sus arenas,
blancas azucenas
Romance de D. Francisco Joseph de Soria Americano. Reimpreso en la Puebla de los Angeles, 1776.
No
Inc.
Puebla de
los Angeles,
776.
En campaa de
mirtos y de flores
Reimpresa en
la
Puebla de los
Cancin
impresa en
Inc.
la
Angeles, 1777.
Cancin famosa
Puebla de
Inc. los
la vista feliz de
Angeles, 1777.
apacible
imposible
70
CAPITULO PRIMERO
titul
Primavera Indiana
(l),
poca
Sigenza y el pe-
duidad
las
matemticas,
la filosofa
la historia.
Form un
Seno
( 1
68 1) y en
la
al
en un libro
el
extravagante ttulo de
El Bclerofonte
y
re-
la teora
de
los
movimientos de
la
los
cometas, ya se-
gn
la
cartesianos.
La
aparicin de tal
hombre en
das
de Carlos
II,
Segn
Vid.
en Mxi-
co y en Puebla.
La
J.
T. Medina.
Santiago de Chile, Imp. Cervantes, 190S. Nms. 934, 949, 953, 970, 976, 99S.
(i)
Primavera
Iridiara,
Poema
sacro-historico, idea de
Mara
Saritissima
de Guadalvpe, copiada de
!< lores.
En
Mxico. Por la Viuda de Bernardo Caldern. Ao de \68. S. Es un canto en setenta y nueve octavas reales. Pueden verse algunas muestras, que quitan las ganas de leer lo dems, eo copiosa bibliografa del Bachiller D. Fortino Hiplito Vera, vicario de
noticia de los libros, documentos, inscripcio-
la
mencionan
o'
Seriara de
Guadalupe (Amecameca,
tomo
11,
pgs.
68- 173.
MXICO
basta para honrar una Universidad
un pas,
71
las
predominio de
la teo-
que por
all
fundamos.
Lo que
muy
mal gusto
literario
y mucha
religioso
de gimnasia intelectual.
Un
aprendido de memoria
latino acerca
el
poema
que
de
se
pueden
las
poner con
nuevos poemas;
as lo hizo el licenciado
Francisco
quien llama
don
letras- (l).
y los poemas de y comentaban en las escuelas al igual de los de Homero y Virgilio. Cuenta D. Juan de V^era Tassis, en la biografa de su amigo el ingenioso y malogrado
la categora de clsico,
su ltima y depravada
manera
se lean
Compaa de
Soledades y
el
ms obs-
ms
sutiles
argumentos que
le
proponan
los
buen
instinto
de Sa-
y Torres
le
como en
su linda
(i)
Hubo tambin
la
el
en alabanza de
Virgen de Guadalupe:
civitatis
Me-
apud Viduam Bernardi Caldern. Anno 16S0. Otros poemas latinos y vulgares relativos la aparicin de la clebre imagen, pueden encontrarse descritos en el Tesoro Guadalupano, que ha compilado con tanta diligencia
el
bachiller Vera.
72
CAPITULO PRIMERO
es la
comedia El Encanto
Tirso,
Y en
poemita Las
Estaciones del da
Los
ttulos
mismos de
los
poemas y de
al
las
que
en aquellas
tinieblas.
tristes
Un
llama en
la
(1681). Hzose c-
y Zapata
el
la Virgen de
Gua-
entre
la
Pyra
como previen-
do
la
mucha que
La
Elocuensi-
Nepomuceno,
es la
venido
la
mayor parte de
estos ingenios,
comenzando por
pro-
(i)
Beristain cita
Duque
de Albur-
cogidas para la vida espiritual, en la erudicin de las Divinas Mras, Sariios Padres,
co,
1645.
En Mxi-
le
el otro le
mayor pobreza
(Beristain).
MXICO
pi autor del libro, el abogado de
la
73
En
tal
Juana Ins de
y por eso tiene su aparicin algo de sobrenatural y extraordinario. No porque est libre del mal gusto, que tal prodigio fuera de todo punto increble, sino porque su vivo ingeCruz,
nio, su
aguda
fantasa, su varia
el
selecta,
doctrina,
y sobre todo
as
en
lo
profano
como en
lo mstico,
no slo mostraron
dido ser con otra educacin y en tiempos mejores, sino que dieron
algunas de sus composiciones valor potico duradero
absoluto.
Pocas son,
la
verdad,
los
las
de entresacar de
tres
que un gusto severo y escrupuloso puetomos de sus obras, y aun stas mismas
enfticos, alambicados
con-
y todo muy
(i), la
interesante
como
se la
El Divino Narciso
casa,
linda
la carta al
admirable
si
y erudiciones extemporneas (2). Con esto quedara en su punto el crdito de la Dcima Musa Mexicael alto juicio
na, y prevalecera
que de
ella
form
el P.
Feijo con-
(i)
Divmo
Narciso,
por
ingenio, claridad y
propriedad de frase
e?i
Madre Juana
el
Monas-
instancia de la
Marquesa de la Laguna, Virreyna Nueva Espaa, singular Patraa, y aficionada de la Madre Jvana, para llevarlo a la Corte de Madrid, para que se representasse en ella. Scalo a luz publica el Doctor Don Ambrosio de Lima, que lo fue de Cmara de su ExcellnExcellentissima Seora Condesa de Paredes,
desta
cia,
copia
dern.
{2)
Ao
de logo 4.
la
Cruz
religiosa
profe-
sa de velo y Choro en
de Mxico cabeca de
muy Religioso Cotivento de San Gernimo de la Ciudad la Nueba Espaa. Que imprime y dedica a la misma Sor
los Atigeks.
Trinidad de la Puebla de
Len. Ao de lgo. 4.
En
la
74
tra la rigurosa sentencia
CAPITULO PRIMERO
extravagancias yacan en
tauracin del gusto.
el
polvo de
desde
la res-
No
para
parece gran elogio para sor Juana declararla superior todos de Carlos
II,
letras
amenas, aunque no
mucho,
valiere,
que
lrico, asi
como
Bances Can-
prosistas.
damo hay que otorgrsela entre los dramticos, y Sols entre los No se juzgue sor Juana por sus smbolos y jeroglficos,
por su Neptuno alegrico
(2),
(3),
(i)
(2)
En
el
prlogo
las
Poesas de
la
Avellaneda.
NepUino
muy
y dedic amante a
la
Lara, Enriquez Afn de Ribera, Poriocarrero y Crdenas: Conde de Paredes, Marques de la Laguna, de la Orden y Cavalleria de Alcntara, Comendador de la Moraleja, del Consejo y Cmara de hidias, y Junta de Guerra, Virrey Governador y Capitn ge?ieral de esta Nueva Espaa y Presidente de la Real Audiencia, que en ella reside, etc. Que hizo la madre luana Ins de la Cruz, Religiosa del Convento de S. Geroiimo de esta ciudad. Con licencia. En Alexico, por Juan de Ribera en el Empedradillo. 4. 27 hojas de texto, terminadas por un romance octoslabo con la expliCerda, Manrique de cacin del arco.
(N. 736
Apunto
los bibligrafos
espaoles,- y lo
(3)
que se encuentran en
se haban
el
mismo
caso.
los si-
impreso sueltos
Villa?tcicos que se
este
Mayttnes solemnes de
Nuestra
Seora,
ao de lSg.
Madre Jua-
na Ins de
co.
la
Cruz Religioso Professa del Convetito de San Gernimo de MxiLicenciado D. Miguel Matheo Dallo y Lana,
Iglesia.
Con Licencia, en
la Puebla,
por Die-
4.
la
Hay
mismo ao y de
MXICO
75
de
los virreyes
y Conde de
Paredes.
Todo
esto
no
es
La Imprenta
Imprenta Cervantes,
iSi^S.
Comprende
1.92S titules.
Villa?icicos con
Jad de la Puebla de los Angeles, los May fines del or San Joseph, este ao de J6g0. Dotados por el
tivo de Christo
cordial de
vn indigno Esclavo deste felicissimo Esposo de Mara Santissima, y Padre adopSeor nuestro. Discurrilos la erudicin sin segunda, y siempre
acertado entendimiento de la
Madre Juana
el
de la Iglesia San Gernimo, de la Inperial Ciudad de 2Iexico, en glorioso obsequio del Saniissimo Patriarca a quien los dedica. Puestos en metro msico por
el Licenciado
ia Iglesia.
Con
En
el
la Puebla, en la oficina de
Ma-
ao de
y primera Cathedral Martyr mil seiscientos y tioventa y uno. Dotados por el revela
Santa
Iglesia,
Don
Chantre de
do de
sicin
la
Real Subdelega-
admirable en-
tendimiento de la Aladre
Juana Ins
Choro de
.xico,
el Religioso
Licencia-
Jo
Don Matteo
Maestro de
Chantre
San
Hypolito,
Martyr
la
Con
licencia,
En
Nm.
llevan,
como
se ve, los
nombres de
los
Maestros de
76
CAPTULO PRIMERO
la historia
ment para
timonio de
de
las
tes-
cmo
la
la tirana del
llegar per-
ms
privilegiadas.
lo fu sin
Porque
compusiese
de sor Juana
duda,
lo
que ms interesa
ella
muy
compuso un
la
Condesa de Paredes:
Y empec
Para ver
si
A mayor
facilidad
Las reglas que andan escritas. En l, si mal no recuerdo. Me parece que deca Que es una lnea espiral.
No un
crculo la armona.
La
intitul Caracol,
Porque esta revuelta haca. Pero esto est tan informe. Que no slo es cosa indigna
A
P.
Diego
de
la
ser el
Nuevos metros
nuevos asuntos,
Nueva resolucin
los problemas
Y la
En
cuanto metros nuevos, parceme que Sor Juana invent uno solo,
sueltos de diez slabas,
que
Lmina
Lsida,
compongan.
de
Los us en una extraa composicin en que pinta la proporcin hermosa tomo i, ed. de la E.xcelentsima Seora Condesa de Paredes.> (Poemas
MXICO
77
la
en
sus obras es
el
rarsimo
persona de su autora.
Abundan en
y no
de monjas
seculares
escritoras,
por-
la hizo atropellar
y vencer
ni
hasta el
fin
y
la
cilicios
religin, ni el
tumulto
y pompa de
vida
mundana que
en
de
en
la
tan
la
inmensa capacidad de su
sencillez, parecera
la
que aprendi
que
cuando
oy
las ciencias,
y Escuelas en que se aprendan importunaba con ruegos su madre para que la enviams base que
si
por
propia, sin
se anime imitarlos.
aspiraciones de reformar
El P. Agustn de Castro, de quien hablar despus, y que tambin tuvo la mtrica castellana, haba escrito un comentario
cum
quam
novo metro
mensuras accentuum explicaret, quas adhibuit Joanna >quod ipsa primum invenerat>. (De viis aliqiot Mexicanoruin
pg. 203).
eo metro,
Pars tertia,
78
CAPTULO PRIMERO
que siendo
e^g
as
que en
el
las
tud)
tan apreciable
me
cortaba
de
all,
no
sa-
que
me
me
lo
rudeza
que
no
me
En
el
Virreina,
siete
aos
la
examen
Univer-
el
recogimiento de
la
vida claus-
y hubo una prelada muy santa y muy candida (son palabras de sor Juana), que crey que el estudio era cosa de Inquisicin, y
me mand que
dur
el
no estudiase: yo
la
poder
ella
en cuanto
en todas
y de
mquina universal.
al
Fu mujer hermossima,
va
las
y todade
los retratos
que acompaan
algunas
grabados
(i)
En
el
un retrato de
la
poetisa,
de
que acaba de publicar D. Amado ervo. Supongo que este retrato procede la coleccin del Cardenal Lorenzana, que tantas curiosidades trajo de Amrica. Lleva una curiosa leyenda que tambin publica el Sr. ervo. En Mxico se conserva otro procedente del convento de San Jernimo, y que
al
de Toledo.
MXICO
79
romnticas
ni forjar
ditcil
era
que con
vivi en el siglo.
elocuencia,
y con voces
tales
de
ms penetrantes cuanto ms
amanerada y
viciosa,
que
slo quien
no est acostumbrado
lrica,
dis-
emocin
escribieron por pasatiempo de sociedad para expresar afectos ajenos. Aquellos celos son verdaderos celos; verdaderas recriminacio-
y menos en una escuela de dicy enmaraada, han podido simularse los efectos que
se expresan en las siguientes estrofas:
ma!
y sencillamente
Mas, cundo,
ay, gloria
Merecer gozar
Cundo llegar
tu luz serena?
el
da
fin
Que pongas
dulce
tanta pena?
Cundo ver
de
los
mos secars
Y
A
el
De inundacin de
recibirte con
amante
Cundo tu
luz
hermosa
Teniendo en poco
el
precio de mi llanto?
vida
8o
Si
CAPTULO PRIJIERO
ves
la
el cielo claro,
Tal es
sencillez del
alma ma,
si
de azul avaro,
De
tinieblas se
emboza
el claro da,
No
era, no,
vano ensueo de
alto,
la
mente,
ni
menos
alegora
el
som-
alma de
sombra de su
qu me enamoras
De que
Que
Mas blasonar no puedes satisfecho triunfa de m tu tirana; Que aunque dejas burlado el lazo estrecho
tu forma fantstica cea.
los
ms suaves
de arte mael
En
los
admirala
romance de
la
Despedida.,
y en
las redondillas
en que describe
todo casi todo es espontneo y salido del alma. Por eso acierta
tantas veces sor Juana con la expresin
feliz,
con
la
expresin nica,
la
que
de
la
sinceridad de
poesa
afectiva.
ms
y cuanto
cos de devocin
y muchos
cilicios
disciplinas, tras
MXICO
hizo confesin general que dur
81
das,
muchos
escribi
rubric
fe
Tribu-
y comenz atormentar sus carnes tan dura y rigurosamente, que sus superiores tuvieron que irle la mano en el exceso
de sus penitencias, porque Juana Ins (dice
suyo) no corra en
la virtud, el P.
Nez, confesor
fu corona
sino volaba.
Su muerte
de
Lo ms
juicio,
en
el
ciso, llenas
de otros lugares de
por
lo general,
poesa bblica.
Tan
bellas son,
de afectacin y culteranismo,
xvii,
los cantares
y ms de
el
de
la
como en
otras monjas casi contemporneas suyas (sor Gregoria de Santa Teresa, sor
piritual,
Mara do Ceo,
etc.), la
y un
cierto
gnero de tradicin
sana y de buen
esto,
porque
diferencia de otras esposas del Seor, en cuyos odos rara vez ha-
y cuyo sosegado
mal gusto,
literaria,
ella,
muy
por
el contrario, vivi
siempre en medio de
la
vida
en co-
ms
municacin epistolar con doctores y poetas de la Pennsula, de los enfticos y pedantes, y en trato diario con los de Mxico, que
De
fijo
que
todos
ellos
fantasa
ms
inaccesible
el el
Neptuno
alegrico,
Ocano de
colores.
apuraba
magn discurriendo
los arcos
histano-imlricatla.
1.
82
CAPTULO PRIMERO
Para ver los corazones
los profanos,
ofrecimos
ellos el
amparo de tan
como
el
Aun
vicio
en
otra,
comedia suya,
Amor
es
ms
que
es notoria-
mente
inferior sta,
el
bachiller D.
muy
robusto y calderoniano,
en
el
relato de
Teseo como en
(i)
el
discurso del
Embajador de Atenas
(l).
la
cana, en 12 de
Noviembre de
Julia.
1651,
y muri en
17
bre en
el siglo
nombre potico
Sobre
el
la
la
suponen nacida en
la
la alquera
en un soneto de
la
Lo seguro
es
Alegrico,
y varios villanci-
1689,
y gran protectora de sor Juana. Este primer tomo lleva el retumbante ttulo de Inimdacin Castalida de la nica poetisa, musa dezima, sor Juana Ins
MXICO
83
Con
glo
XVII.
La
para Espaa
dt la Cniz,
como para
sus colonias
y aun puede
decirse
que estos
San Jernimo
de la imperial
as-
y admiracin.
En
modesto y adecuado de Poemas. El segundo tomo de las obras de sor Juana se public en Sevilla, 1691. No hemos visto esta edicin, pero tenemos la de Barcelona, 1693, por Joseph Llopis, que conserva la aprobacin de la primitiva, y probablemente estar
copiada plana y rengln. Con ella hace juego el primer tomo reimpreso por
en 1691.
el
mismo Llopis
el ttulo
de
Fama y
obras
fiosthumas del Fnix dt Mxico, decima musa, poetisa americana, sor Juana Ins
de la Cruz.
de 1700.
En
de
Public este libro D. Juan Ignacio de Castorea y Ursa, capelln de honor S. M. V Prebendado que haba sido de la JVIetropolitana de Mxico, hom-
-de la
bre de gusto pedantesco y depravado, que titul uno de sus sermones acerca Inmaculada Concepcin, Abraham Acadmico en el Racional luido de los
Doctores (Mxico, 1696).
Los tres tomos juntos se reimprimieron varias veces durante el siglo xvii, en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia y otras partes. Todas estas ediciones que antes eran vulgares en Espaa, pero ya comienzan escasear, son
cual ms
las infelices en papel y tipos. No he visto ediciones de Mxico, pero habr seguramente, totales parciales, porque el nombre de sor Juana si-
es
una
ecuatoriano que
-Sor
en estos ltimos aos (Obras selectas de la clebre Alonja de Mjico Juana Ins de la Cruz, precedidas de su biografa y juicio crtico por Juan Len Mera. Quito, Imprenta Nacional, 1S73). La ltima edicin peninsular que he visto es de 1725, y es probable que no
el
cambio de gusto.
Son muchos los bigrafos de sor Juana, pero casi todos se limitan glosar lo que la poetisa dijo de s misma en la Carta athenagrica, respondiendo la que le haba dirigido el Obispo de Puebla, D. i\Ianuel Fernndez de Santa Cruz, con el pseudnimo de sor Philotea de la Cruz, y lo que escribi el P. Diego de Calleja en la aprobacin del tercer tomo de sus Obras. Algunos
04
CAPITULO PRIMERO
las
En
la
degenerado y corrompido,
el
segunda
compu-
fama postuma^
sabemos
las
mu-
de
los
muy
agudas y bien
Despus de 1893 en que escrib estas pginas, han aparecido algunos traque merecen espeespaolas del eruditsimo profesor
don
Manuel Serrano y Sanz (Madrid, 1903, tomo i, pgs. 289-297), y el curioso y ameno libro del poeta mexicano D. Amado ervo, tan estimado y querido
entre nosotros,
1910). Por
de
familia,
gloria suscita,
no estampar en
el
portada el
nombre de
ttulo
nombre
literario
con que
sera
el
ha entrado en
Ahumada
un
muy
riesgo
de no ser entendido.
(i)
El inventario de
que no completo todava, en la obra de Medina, y en la Bibliografa Mexicana del siglo XVIll, por el Dr. D. Nicols Len, encargado de la Sociedad deAntropologa y Etnografa del Museo Nacional (Mxico, imprenta de Francisco Daz de Len, 1902-1908).
Van
folio,
de los
doctor
cuales cada
uno constituye
serie distinta.
En todos
ellos
reproduce
el
Len
piezas
muy
de
las antiguas
Gacetas de
Mxico.
El beneficio de
los
la
la
Puebla de
Venerable Palafox y de sor Juana, y en el siguiente las publicaciones histricas y cannicas esplndidamente costeadas por el obispo Fabin y Fuero y
el
dades del antiguo virreinato, como Oaxaca en 1720, Guadalajara de Jalisco en 1793, Veracruzen 1794, Mrida de Yucatn en 1813. Sobre todas estas imprentas que tuvieron pobre vida, pueden verse las Notas bibliogrficas que
cada una de ellas ha dedicado D. Jos Toribio Medina en sendos opsculos
1904).
Aun en
el
la
MXICO
triunfa la reaccin clsica
85
todas
las reacciones,
va caer en
ms
trivial
y desmayado
proel
la
de
y majestuosa, bebida en los modelos de nuestro siglo xvi en aquello que tuvo de ms clsico, latino italiano. Como ltimas manifestaciones del gongorismo mexicano, puecitarse dos
den
que nombrar antes de ahora. Es el primero La elocuencia del silencio... Vida y martirio del gran protomrtir del sacramental sigilo...
obispado de Mechoa-
bueno puede
decirse, salvo
robustez, dote
comn en
los poetas
ms
lo conceptuoso que lo
dia, Triiimphos de la
Fe y
gloria de las
armas
espaolas,
que en
1755 public D. Francisco Ruiz de Len, natural de Tehuacn de las Granadas. La comparacin con otros poemas de los dedicados
la historia
de Hernn Corts, es
la
lo
estimable
como El
Peregritio indiano la
M-
cion S
el
all
lo
comprueba
el
siguiente libro,
que
ms antiguo que se
de
la
tipografa
de Nueva Orleans:
civiles,
criminales,
las leyes de
tilla, e
mas
extenso conocimiento de
feliz
especial
Luisiana.
86
CAPTULO PRIMERO
no profundas, ingeniosas, y en todo el poema cierta lozana de imaginacin, que da derecho para contar su autor entre los poetas
malogrados. Juzgese de su manera por
las
No
la
Arcadia umbrosa,
Al basto son de
zampona ruda,
Lamenta
la
zagala desdeosa
Que
muda
Roban el corazn por los odos. No los ocios de rstica montaa, Donde de albogues al comps grosero
Guarda su
sencillez y su cabana
De asechanzas y lobos el cabrero; No de la vid mies, pmpano y caa; No de la abeja, laborioso esmero. Dan aliento mi voz, pues hoy con arte
Estragos canto del sangriento Marte.
Por
lo
dems,
el
y pomposo. La Conquista de Mxico., de Sols, resultando mucho menos poeta en verso que el historiador en prosa, sin que
afectado
la tierra
que
y confusas
(i)
La
Poema
heroyco, vida
sigilo,
fidelissimo custodio de la
Mxi-
de Reos del Santo Oficio, y Promotor fiscal del Obispado de Mechoacn. De-
y Rmo. Sr. P. Guillermo Clarke, Confessor de la Cathlica y Seor D. Phelippe V (que Dios guarde). En Madrid: En la oficina de Diego Miguel de Peralta. Ao de MDCCXXXVIJL 4. Her?iandia. Triumphos de la Fe y gloria de las armas espaolas. Poema Hedicala al limo,
Mag. de
nuestro Rey
Nueva Es-
MXICO
87
Ms
feliz
que en
la
muy
devotas
y muy con-
el ttulo
es
uno de
los
Bogot
(l),
cuando ya
vivos.
De
mente agotada y
el
ltimo
poeta de su escuela.
Habase iniciado en
diar el siglo,
de me-
y representantes de
Diego Jos Abad y
arroj Italia
en 1767:
el P.
el P.
tivadores uno y otro de la poesa latina ms bien que de la vulgar, y sealados adems en diferentes estudios: el P. Abad en las Matemticas y en la Geografa, el P. Alegre en la Teologa Dogmtica y en la Plistoria, no menos que en el cultivo docto y esmerado de la
prosa latina y castellana. Pero aqu slo nos interesan sus obras poticas,
y aun de
stas
salen
No conocemos
la
P.
Abad
(2),
Nuevo
Afluido.
Lo
cantaba
Don
Es-
paa
Con
Privilegio.
En
Fernndez. Ao de iy. 4.
( 1
Mirra
amargos
lirios del
Marta Santsima
acompaarla
C7t
beneficios,
mayor facilidad d
devoto.
la memoria,
por D. Francisco
Vase
el
tomo
de Memorias de
la
Academia Mexicajia, p-
al
tiempo de
slo
CAPITULO PRIMERO
podemos
juzgarle por su
poema
latino
De
ser una
Suma
Muy lejos
estamos hoy
compaeros de emigracin
del siglo de
Abad,
los
y digna
Aula-
poemas
mnmente
colegio,
artificio
abandono de
la
que
de
artificial
falsa.
detalle,
cierto
grado de color potico, y en una y otra cosa se adelanta made Septiembre de 1779. Los 29 primeros cantos de su poema se el ttulo de Musa ame-
na en 30
la
pu-
en Venecia, dividida en 33 cantos, disfrazndose con el pseudnimo de Labbeo Selenopolttano. Con aumento de otros cinco cantos, los en
1773,
la
edicin definitiva es
la
de Cesena,
te la
ella
va ajustada
la vista,
la
acompaa
nter
De
Edtio
sexta,
Caesenae
MDCCXClll,
4.
Con una prefacin del P. Manuel Fabri y una vida del autor. Hay una traduccin muy poco apreciada del poema del P. Abad por el franciscano Fr. Diego de Briagas Manzaneda. Su ttulo, segn Beristain:
i
Musa Americana,
o'
Cantos dlos Atributos de Dios, traducidos en verso caste7S3). Tambin don mismo poema, que estn
1
182S).
El clebre astrnomo y naturalista D. Jos Antonio de lzate, que posea los manuscritos de la traduccin de Virgilio del P. Abad, public como muestra la gloga VIII (Pliarmaceutria),
en un libro que se titula Observaciones y Artes tiles. Por D. Jos Antonio de lzate Mxico
En
la oficina de
nifiestamente
el P.
Abad
que en
la escriba
en prosa,
ya en verso, cuando esta lengua por educacin y por hbito ha llegado convertirse en lengua propia. No es Abad el primer latinista
mexicano, porque este lauro corresponde
al
traductor de la Iliada.
es enteramente pura:
ya por
la
necesidad de
los anti-
la del P.
Alegre de
el
como
lo
prueba
autor de
la
latinidad
gismo era condicin del asunto tema elegido y no culpa del autor, y de la viciosa lozana juvenil lleg triunfar casi por completo en su
al
trato
sea
vence en
la limpieza de la diccin
eco-
noma del
da forma potica
bil
uso h-
y oportuno de
los textos
de
la
la
la
severidad de
las
la
materia didctica;
el
regiones
ms
altas
de
la
con-
dote caracterstica de su
templacin; la suavidad y gracia de algunas descripciones, y como estilo, una cierta concisin sentenciosa y
grave. Por esto su libro figura con modesta, pero slida y decorosa
fama, en el largo
brillante catlogo
de
los
poemas
la
latinos cristia-
poesa didctico-teola
lgica
la
Hamartigenia y en
Apotheosis,
y de
la
con
la
Historia Evanglica.
Versificador latino
muy
90
CAPITULO PRIMERO
(l),
ornamento grande de
la
emigracin je-
y uno de
le
los
Espaa, ya se
considere
como
la
historiador de la
Compaa, ya
como
los
acomodado
las necesidades de
la
pureza clsica de
diccin dig-
na de Melchor Cano de algn otro rarsimo telogo del Renacimiento, corre parejas con
tudio de
la la solidez
de
la
doctrina
los
y con
el
largo es-
y de
volmenes inmortales
en lo que cabe, de
las
arideces
y espinas
el
escolsticas.
de
las letras
hu-
manas,
al
Ya
Magno (Alexandriados
sive de
muy
corregido
que
slo
ejercicio
de
estilo, lo
mismo
gloga
que ya en su
original era
una
protagonista), le abrieron
lo fu su
ms ardua, como
en 1788.
traduccin latina de
Riada, impresa
Roma
da del
latina
P. Alegre es sin
duda uno de
si
los
de colegio. Pero
Homero
de
la
se
infieles al espritu
primi-
Verdad
es
en
el siglo xviii,
ms
cultos
(i)
Naci en Veracruz en
Manuel Fabri, y antecede las InstU liciones Teolgicas de Alegre (Venecia. 1789, siete volmenes). La ha traducido al castellano el Sr. Icazbalceta.
MXICO
91
mo
latino.
patrimonio de
sentirla
los
y entenderla, no
de
la
era
la tirana
educacin y de
gre no tiene
la vista
ms que un
en cuanto se lee
primer canto: no es
la
Iliada de
En vano
crtico
como
si
se tratase
de gravsima ofensa
mexicano,
su patria,
un laborioso
muy
docto, lo que
no s yo
si
igualmente versado en
fciles
que quiz ha
desdeado por ms
extravagancia sutileza
odo expresar otro los
P. Alegre. Valga por
y corrientes (l). Ese juicio que l tiene por ma es vulgarsimo en Europa, y jams he humanistas que han visto la traduccin del
el
muchos
parecer de
Hugo
ms de gran
lo dice
poeta,
y de
el
insigne traductor de
nacimiento y tena
de Alegre es textualmente
que
sigue: Ingiere
duccin todos
que
modos
juntillas
algunos
poda
No
(i)
Aldese aqu
al
y benemrito, pero de tan pobre y mezquino gusto como por sus obras
rarias
(2)
puede
verse.
ititaiti
da Vir-
gilio innesta i
ma
Le
el
carcter de su tra-
non verba,
pulcherrimum
inter-
ma
levi
Homeri imitationem
Virgilius pene
ad
litteram
est, ad Home-
rum
expressit, nos
eadem
lecto-
92
ser
fiel
CAPITULO PRIMERO
traductor de Homero, por
mucho
que muestra en
una de
las
Homero
3'a
im-
los hroes,
gusto de su tiem-
po y el suyo propio, haciendo en gran parte de su Iliada una especie de centn de todos aquellos pasajes en que Virgilio imita Homero, sin advertir que
te sino
lo
es el
con libertad de poeta, y que le imita en su propio estilo, que de la culta y refinadsima era de Augusto, poco menos diverla
so del de
serlo el
de Ariosto
el
Edad Media.
mejor que
Escribi el P. Alegre
castellanos: lo
traduccin libre y parafrstica de los tres cantos primeros del Arte potica de Boileau, rimada en
silva
facilidad
viveza,
cu-
riossimas
que no
de su autor
(pues son evidentemente de memoria casi todas las citas que hace,
que
hacen atenuar
el
el ri-
gusto de nuestro
clsico.
(l).
ri dabiimis, nec enim ab ullo mortalium degantius efferri potuisse quisquam crediderit,
aut
vilio
,
siipellectilem
l/us,
ipso
jure clamante
ipse,
Virg/ius,
inquam
Apuntaremos
P.
las principales
Alegre:
Akxandriados
ForoUvii, 1775.
Macedone, libri V,
Homtri
MXICO
mi/u expressa, cui accedit ejusdem Alexandrias,
nonia, Typis Ferdinandi Pisaui, 1776.
stve de cxpugnaiiove
93
Tyri... to-
emendatior^ 1788.
Apud Salvionem
Typographum Vaicanum.
Falta en
muchos ejemplares
la
Opsculos Inditos Latitios y Castellanos del P. Francisco Javier Alegre (veracntsano) de la Compaa de Jess. Mxico. Imprenta de francisco Diaz de
Len, 1889.
la
pulcritud y esmero
que
y una prolusin sobre la Sintaxis, una traduccin, latina tambin, de la Batracomiomaquia, y en castellano algunas stiras y epstolas de Horacio, y el Arte potica de Boileau, conforme al original autgrafo que de estas versiones
posea nuestro docto
compaero y venerado maestro D. Aureliano Fernnla primera noticia el Sr. Marqus de Valmar en su ms bien Historia
la
XVIII que
antecede
La gloga
tomo
iii
de
las
Memorias de la
En
P.
el brillante
contingente que
la
el
al
de
la
La
Coriesiada,
poema
las
pi-
de
las
ruinas de Mitla
en verso
latino,
y que tradujo
el falso
Id-
Ossian. Dej
d en
la del P.
la
De
io
que escribe
se infiere que
est,
quanto
fuerit in
in
illa vi-
primum
Cortesio
Aeneam cum
94
CAPITULO PRIMERO
inferiores existimabat: nec aut Tassi Jerusalera, ant Camoensii Lusias,
quam
tam nobile poematis argumentura, quam sua Cortesias ipsi vdebatur. Tacitus enim mente volutabat tum inmensam gloriara, quae Christianae Fidei contigit ab orbe Mexicano debellato; tum novara utriusque hemisphaerii communionera,
quae se se rautuo
et
cognoscebant
connecte-
bant; tura
magnam admodum
Mexicum
Quae quidem
cognitio-
Menciona tambin
chis,
el P.
Maneiro
el
poema de
las
ruinas de Mitla: In
horum
quae
Templi, Cryptaeque
et sunt
mirabilis,
quae cuneta non procul ab Anticaria cum stupore visuntur, quae remanent, Araericanae antiquitates.
las
in paucis,
Antes de conocer
y pentmeti-os
castellanos.
En
hexmetros tradujo
colegio.
primera gloga de Virgilio, y en dsticos elegiacos descripcin de Antequera, siendo maestro de Gramtica en aquel
la
los
hexmetros en
la Cortesiada:
Nam
ut studia sua
magnam
partera collineabat, ut
raetris, qui-
ipse,
atque
admodum
intente raeditaba-
eodem vernculo descripsit His plenus cogitationibus, anno 1752 Mexicum venit; ubi cum legeret Eraraanuelem Stephanum Villegam, hispanura poetam
egregio raerito, magnopere gavisus
tasse latino
est,
hunc tanto noraine virum antea tenin suis Anticariae vigiliis fere
legit
opuscula
illa,
quae Villegas
quarum venustate
in
allectus,
suam
ejusmodi desudare.
De
ms
graves.
Con
la libertad
de
al
castellano
con anotaciones,
el libro
de Bacon
De
digtitate et
La curiosidad
cientfica del P.
anatmica.
la Cortesiada.
Al con-
MXICO
trario,
95
deta-
Hac etiam aetate nondum defecerat a proposito Cortesiadem canendi: quod sane propositum, nihil obstantibus tam variis peregrinationibus, atque operosis muneribus, viginti fere jam annos fervidus aluerat, et mirabili constantia foveret,
otia,
nunquam ab spe
tum tum profanae thesaurum in animum derivavit suum. Forte per magnam Novae Hispaniae partem itinera cum egisset, omnia considerabat attenhuc praesertim studia sua collineabat, ut loca curise
lustraret;
c-
tissimus, et
cum
novis con-
fieret,
cum
mores attingere
nec antiqua
eum
unguem
ritatis aberraret.
El
poema deba
mente fu
la silva libre,
abandonando
el
magnum
quod
libris
duodeviginti cons-
nec magni
sib stetisset,
Poema
conficere volusset.
diu dubius, et anceps haeserat, llud tandera sibi duxit adhibendum, quod
Slvae Liberae nomine hispana diximus appellari: rejacit enim, quos excogtavarat patrios hexmetros, ne,
si
quod
latino
Mexicum
igitur
Emrita remeans,
perfectos attulit bnos libros, et fere dimdium, quos uni, et alteri ex familiaribus,
viris,
tandos creddarat.>
En
lanta,
al
resfriado,
grafo:
perientia sib
Ad suam etiam Cortesiadem Ferrarae solvt cogitationem; sed omnino excomprobatum pse fatebatur, nunquam ptima, nisi ab animo
primum librum
confe-
g6
lectura: sed
quidem
vi-
dimus,
tura
ei jara deuisse
vigorem
illura,
opus postulaba!;
et quas,
floruit, sessitavisse.
Nimirum
non
solet.5
No por
tesiada,
Ccr-
y se dedic principalmente traducir en verso castellano obras poticas latinas, griegas y de literaturas modernas, las primeras con ms felicidad que las segundas, por ser mayor su dominio de la lengua del Lacio que de
la
de los helenos.
En
no conocer
los
este
las
perodo de su
Troyanas de S-
metros de
y otras que su
bigrafo enumera:
<Loquimur autem de
genere, quod egregios
de
alio
poeseos
oppido mira-
intulit in sepul-
Homerus
ille,
illas
>enim, eredo, a
salter, qui
me dumtaxat
me
se sit melior, et
mente
vegetior, exequtur
fuit laboris,
Phedrum totum
in his-
panura carmen convertere; longissimas aeque, atque eruditissimas annotationes adjungere; ac praefationem apponere, in qua et mire subtilem super
tradit, et plura
de Phaedri
vita,
variam-
Quod
in
gymnasiorura
emolumentura
minis
Quod
certe desideres;
que
elegantia.
verbum verbo reddidit, non facile imitabili proprietate, atSane vidimus neminem, qui difficilia quaevis ab uno in alium
acilitate
atque
ille
non
legeres, cui
non oranino
siraile in
vertit etiara
Senecae Troades
nonnuUae
sunt,
animo, quemad-
modum
do hispanice
quam
MXICO
virum ingenio laudabilem
in paucis, imitatioui
97
proponendum
crederet; sed
gicos, et
et
paribus
vitiis
muy justa
la
la
verdad es que
Sneca, ni los
los
rumbos que
sigui el
drama
es-
quae supersunt;
nihil
ea,
quae
mxime placebant
in
tum
tudinem, copiam minime deesse demonstrare!; tum ut eas veneres in peregrinis auctoribus repertas, patrio
sermone
quidem
erat;
vertendis,
sciebat,
non admodum
facilis
Germanos, autem,
nesciebat,
de
Potica.
carmine
litteras
mirum
in
modum
tiles, et
est; et
ve-
quod
aetatis,
.
in
suum
et
argumentum traduxit
maximi nominis
sui,
In his
in
cen disseminavit, ut
dem
>Sed non
sodia,
alias
tantum hoc
atque
in
hispana Pro-
novae quidem formae, conficienda: quod aureum sane opus quia sumutilitatis est, in
mae
viri
curiositatis,
quo nimirum
ginta collegerat.
la
idea que de
7
go
ella
CAPITULO PRIMERO
da su bigrafo iba por rumbos enteramente descaminados, puesto que
el
confunda
acento con
los
la
que
la
len-
mismos
que
la
tuum elementa
instituit,
narrat, haec
eadem
in
fuisse
Graecorum elementa,
transtulerunt.
mum
Quod
arte,
si
suam linguam
runt, et in
suum sermonem
eadem
in
nostro
descendens opera
in
guae partes: quam sane linguam, innumeris probat exemplis, pedes habere
poticos, quotquot Graeci, et Latini numerabant. Inde minutatim disquirit,
num
num
etiam
eas,
quas appe-
xilium, vel in
matum
ac perfectum,
sermonem poeticum haberemus hodie suis mnibus numeris lisi Majores nostri via Graecorum incesissent Haec
autem, quae raptim attigimus, tanta doctrinarum eruditione, tam effuso clamo, lam concinne tractavit Castrus, qui rem per se totam, nullura secutus
ducem, excogitavit,
digessit,
inprimis delectaretur.
alia
pidissime excriptam;
omnino suum opus esse diceret, atque Hanc nos Prosodiam legimus, magna ex parte limvero pars in adversariis erat, cujus ad supremam
perfectionem auctori
vita
non superfuit
mismo,
que no pasaron de apuntamientos informes, haba comenzado escribir una historia de la literatura hispano-americana, que se detuvo en la primera parte.
iDolemus autem
in
iis
esse,
quae non
perfecit,
Americanae
litteraturae
dili-
summa rerum intelligentia scriptae, primam tantummodo, partem reliquit; et cum uberior esse, ac facilius progredi potuisset,
gentissime quidem, et
alus distractus
calamum
los
continuit.v
la villa
Naci
el P.
Agustn de Castro en
do de Puebla de
en 23 de Noviembre de
He
curiosidades de historia
MXICO
Escritas y publicadas en Italia la
99
mayor
la
Compaa de
Jess,
no pudo ser
muy
Mayor y
ms directo era el que ejercan los libros que continuamente llegaban de Espaa, trayendo nuevas de la llamada restauracin del
iuen gusto, en
Iriarte
las
y Samaniego, y muy pronto en las de Fr. Diego Gonzlez, Iglesias y Melndez. Todos ellos comenzaron ser imitados, as en sus buenas cualidades como en sus defectos. La manera prosaica de Iriarte, por ejemplo, tuvo discpulo fervoroso en el latinista don
Jos Rafael Larraaga, autor de una menos que mediana traduc-
la
que de
los cuatro
el fabulista
de Cana-
Joaqun Fer-
literaria
el
libro del P.
Yo
leerle hasta
que me
franque mi amigo el
ilustrado y generoso biblifilo D. Juan M. Snchez. Joannis Aloysii Aaneiri Veracrucentis, De Viiis aliqiot Mexicanorum alio-
Tumque qui
Bononiae,
Ex
8.
II,
col. 339)
muy
un precioso
teria,
escrito,
que deb
la fineza
muestra de un tratado ms lato y profundo sobre la made mi compatricio, y concsul suyo (es decir, comArvalo (D. Faustino).
al P.
paero de
destierro), el exjesuta
No
suyo,
ha de confundirse
el
Castro con un
homnimo y
casi
contemporneo
cador arrastrado y prosaico. Lo ms curioso de su libro, son dos sanetes de costumbres mexicanas: Los Remendones y Los Charros.
(i)
l,
llama-
do
P. Fr. Antonio
Margil
Para que
100
CAPITULO PRIMERO
nndez Lizardi (El Pensador mexicano), que tan clebre lleg hacerse en los ltimos tiempos del gobierno virreinal
y primeros de
la
la
curio-
Como
ltimo
que
citar el
nombre de un
clrigo
Manuel
Sartorio,
emancipacin de
la
que
sola
expresar
en versos tales
como
En pos de
tu deseada independencia,
(Pobre de
hallarla
no
supiste.
Don Bruno
Mxico en
la
de Jauregii,
Habiendo
un
folleto (Apologa
satisfaccin a las
Notas
1
de la Gazeta de Literatura.
Mxico (con
latina
las
mismas seas
tipogrficas)
789).
y castellana
La
America Socorrida en
Excmo. Sr.
Virey,
zas poticas
de circunstancias.
el
Tambin
las
un
folleto:
Respuesta
la
ms bien
grficos
Sobre este ingenioso aunque chabacano escritor, cuya importancia es histrica y social que propiamente literaria, vanse los Apuntes bio-
bibliogrficos publicados en
Lizardi tena
muy mal
de Comella. Sus Fbulas lograron mucho crdito, y han seguido reimprimindose casi hasta nuestros das para uso de las escuelas. No
El Negro
sensible,
leer el Periquillo,
especie de Gil Blas mexicano, mientras que otros le tachan de obra groser-
mismo que
La
Quijotiia
la Fachenda, etc.
Fu hombre de ideas
radicales
aun heterodoxas cuando todava eran rarsimas en Mxico, y extraordinariamente tenaz en divulgarlas. La Autoridad eclesistica hubo de condenarle
en 1S22 por cierta Defensa que public de
los
Francmasones.
triste
Por
la
Ms
Pues
la
Ya
Suelo
feliz:
aqu
la
est abrazando.
estilo,
(
las
muestras
fecundidad parece un
lo
menos prueban
la
since-
categora de los
afiliarle
ms adocenados
entre los
ms bien que
y bien
cultivado espritu
como
todas
las
le falt
(2).
inguna de
(i)
Vase
la
(Mxico, 1876),
l dice,
que
le
dedica
14
pginas de
anlisis,
como
me vedan exponer
de
la
la
aqu
un
juicio,
el valor crtico
obra
parte de noticias
edi-
fruto.
aumentada, de 1892.
Uno de
la
los
hechos curiosos de
la historia artstica
Mxico, es
aparicin del teatro musical italiano, bajo los auspicios del Vi-
de
la Iglesia
ristain, original, al
parecer
la
El Rodrigo.
la
segunda:
Drama
102
CAPITULO PRIMERO
fundacin de
la
Arcadia mexicana, de
de entonces,
el
la
cual fu mayo-
segn
el estilo pastoril
Diario de
postumos
esta
el ttulo
de Entretenimientos poticos
(l).
la gloria
mayor parte de
tomo
Navarrete, y
el literario.
como en
se
conceda
al
todava
como
erticas:
Las Flores
Clori en el
de Clorila,
lecho
La Msica
lo
de Celia,
el
La
Pollita de Clori,
Sabemos que
por
P. Navarrete era
un
religioso irreprensi-
ble; pero,
mismo,
ms
leve
asomo
artificio
de escue-
son inspidos,
triviales
y empalagosos. Imit
Melndez en lo
que Melndez tiene menos digno de imitacin, y aun en esto quedd larga distancia de la morbidez algo lasciva de su modelo. Lo que
ms demuestra
la
la
natural ten-
dencia de su espritu, es que sus anacrenticas slo resultan agradables cuando, en vez de cantar
la
el deleite,
de
msica
los
encantos de
la
inocencia.
muy
sealada^
el
que
es claro indicio
sen-
tido del
nmero y de
(i)
Naci
el P.
1768, y
pujahua. Era hombre de muy afable trato y de gallarda presencia. De sus Poesas hay, por lo menos, dos ediciones, una de Mxico, 1823, y otra de Pars,
1835.
Es
la
que tenemos
la vista.
lengua castellana.
MXICO
entre otras cosas abusa de
la sinresis, quiz
103
versific
en
fluidez
y tanto respeto
al odo.
Adase
como en
cs,
otras
muchas cosas
Fr.
lectura
de
y de
Aun
en
como
sus glogas, es
de Sedao;
Diana enamorada, de
el
Gil Polo,
y otros
libros
de
los
que reimprimi
editor Sancha.
Donde
morales
el
P. Xavarrete raya
mayor
y sagradas, aunque ciertamente no carecen de defectos, sindolo, y no pequeo, su misma extensin, unida cierta languidez soolienta que en el total de la composicin se nota. La inspiracin del P. Navarrete tiene siempre algo de intermitente
desigual; discurre con
melanclico, que es
y mucha elevacin, siente con cierto fervor como tibia aurora del sentimiento romntico
tristes),
pero
las alas
no
le sostie-
nen bastante:
le falta
mpetu
lrico,
es
citado
De
estas poesas
eucaristico de
mejor y ms cuidada
el
Poema
En
otro poemita.
El Alma privada
de la gloria,
la
muy
inferior la
grandeza de
idea
al
mrito
del plan.
La
elega la
bres tales
muchos versos negligentes y prosaicos, y la intervencin de nomcomo Blas y Alejo, estropean bastante el efecto. Ojal
Navarrete hubiese escrito siempre con aquella indefinible mezcla
sencillez
de
tes,
los cuales
y elegancia que hay en algunos versos de sus Ratos trishacen pensar ya en el prximo advenimiento de la
lo
un
xviii.
104
CAPITULO PRIMERO
Dulces momentos, aunque ya pasados,
esta selva
Han de
cantadoras aves.
Las vivas fuentes y las flores suaves, Cuando el verano delicioso vuelva!
ridas tierras,
ms que yo
dichosas,
el cielo
No
as vosotras,
que os manda
En
fuegos
este gnero
el P.
humilde franel
es justo decir de l lo
que
dijo
en Mxico
ms popular
de
los
siglo:
son propias y
vida
En
los
campos eternos
los rgidos inviernos.
Seguro de
mucho
al
P.
Navarrete con
el
la
desaforada hipr-
vacin y candor.
tas
No profanemos
las
,
nombres de
los
grandes poe-
en obsequio de
aunque se
le
estar,
y en
Gon-
zlez
es la de Melndez en
tra la
comn
infinitamente
ms como cantor de
la gloria
del fana-
malos, que
como
el
MXICO
105
y anacrenticas, para nuestro gusto tan amaneradas y tan marchitas. El buen ejemplo del P. Xavarrcte fu seguido por otros poetas
clsicos,
la
guerra de
la
Independencia.
Ha
de notarse,
tuvo
all
americano
ni la
unanimidad en
el
el sentir, ni la
grandeza,
la
valenta
el
cantor de Junn
y en
la
otros poetas de
la
Amrica
La revo-
Falt
all
la
los
que con
el
hicieron
acaudillado
con
los
curas' rurales,
de
la
vspe-
ra, los
nombre de Fernando
haban vencido
fusilado
de Cdiz, deshacan su propia obra, y ponan bajo el pabelln de las Tres Garantas la custodia del rgimen antiguo. Este dualismo,
que
slo
en
los
enemigos
germen de innumera-
muy
quitando
la
Revolucin desde
rcter de
unanimidad y de concordia,
lo cual,
interven-
la
manera
la
que
las
del
campo de
batalla exhala-
Hubo
gle,
gunos momentos de
ellos.
(i)
Lo
Bravo perdonando
la
vida gran
I06
CAPTULO PRIMERO
Renueva
oh,
fiel
musa!
el victorioso aliento
Con que
El
fin
de
la patria al
amor santo
Audaz
el
abogado yu-
Roo
(l),
personaje de los de
ms cuenla
en
la
y autor de
si
no
muy
la
como
cuadraba
mucho
estudia de
y algunas observaciones sobre la Ortologa del abate Sicilia, obra que introducida por estos tiempos en Mxico, y recomendada por
Quintana Roo y por otros, vino
cencia desenfrenada de
muy
oportunamente atajar
la li-
muchos
versificadores
restablecer los
la
pronunciacin
el
Quintana Roo
la
(2), fu
ejemplo,
junto con
doctrina,
y no eran por
la
cierto frecuentes en
Mxico,
(1) (2)
Amrica
potica^
de Gutirrez.
Naci D. Andrs de Quintana Roo en Mrida de Yucatn en 17S7 y muri en Mxico en 1S51. En El Ilustrador Americano y en los varios manifiestos
lista
la
guerra de
la
la
Mexicano que
despus de
tras
encuentran en
el
que
estas obras
No sabemos que hayan sido coleccionadas las poesas de Quintana Roo. En las pocas que hemos visto se trasluce la buena educacin clsica del au-
MXICO
107
en de
como algunos
Cual
al
romper
las
las
plyadas lluviosas
El seno de
nubes encendidas,
adormidas,
Del mar
tor.
En
la
seis de
Sepiiembre
horacianas:
La sangre
difundida
De
los hroes, su
nmero
recrece,
reverdece,
revive
ms verdor
Mas
od. XII.)
Hay
Weny
No conocemos
ttulos, casi
Conde
de
la
Cortina.
juzgar
por sus
La
Independencia,
El
Don Frany
un Ensayo
Suponemos que
la
misma
Ponce y Font
berto),
(D. Bernardo),
El
(te
Itrbide.
I08
CAPTULO PRIMERO
Quintana Roo,
dista
anacrenticas
valen todava menos que las del P. Xavarrete, de quien puede ser
considerado
sino en otros de
la
oda
la
como discpulo, no slo en este gnero insulso y trivial, ms alta poesa. El Entusiastno en una noche serena, Luna en tiempo de discordias civiles. La Melancola, Al
el da
Ser Snprano en
las
de
La
Divina Providencia y de
los
Ratos
tristes,
y en general tan
una coleccin
lnguidas,
que ninguna de
puede entrar en
selecta.
La
y recomendable,
y no de
A la
el
ve y solemne,
muy
directamente imitada de
de Melndez
el
las miserias
humanas, hasta
primer
verso:
Con qu silencio y majestad caminas,
Ornato augusto de
est afeada por versos tales
la
noche helada
stos,
como
Y Y
la
sombra huye
sin saber
pensaba engullir
el
caos
donde menguado
Ahora
Preparan combustiones
el
fervoroso anhelo
Entre
los
la
oda que
la
de Morelos
Aos
(i)
dolid de Michoacn), en 11 de
Enero de
1782,
y muri en Mxico en
de
jrExico
IC9
(l),
y en 1S08
otra
!a
la coronacin de Fer-
Ms
bro,
ligera y alada es el carcter de los poetas. ms alma de poeta, y ms correccin tambin hay en
(2),
las obras
de D. Francisco Ortega
republicanas, en
nombre de
Itrbide, no cnti-
da de su coronacin.
Va
religioso
La
muy
Hay
en este
poema
el
felices imitaciones
de Milton en
la
un
largusila
mo
poesa
sagrada es
muy
semejante
la
de
los
poetas de
la
escuela sevillana
Diciembre de
el acta
1847. Gozaba fama de excelente telogo y canonista. Redact de independencia de 1821, y fu diversas veces senador por el Esta-
do de Michoacn. En 1S33 destruy gran parte de sus poesas. Las que se salvaron fueron publicadas despus de su muerte en 1S52, con un prlogo de
D. Jos Joaqun Pesado, que dice de Tagle: dej como hombre privado memorias gratsimas de sus amables prendas y de sus virtudes.
(i)
sficas,
ridiculas,
obtuvo
uno de
adulador y cortecerta-
ereccin de
la
men ms de
Cantos de las
Musas Mexicanas
con moti-
el
Canr
En
ao de 1S04.
11
de
Mayo de
varias legislaturas
que se
la
jura de
la
Independencia. Dej
manuscritas una tragedia y una comedia originales, y una traduccin de la Rosmunda, de Alfieri. Public en diversos tiempos varios opsculos polticos.
lio
CAPITULO PRDIERO
Reinoso, Roldan; pero quiz ms jufinal
de
del
la versificacin
acendrada y noble
estilo
autor:
anchurosa
Es toda
del
Seor Omnipotente;
diestra poderosa
De
De
Con
quem
el
escudo
No hay lengua que no entienda y aperciba Su voz que el orbe llena, Su voz que siempre asciende en llama viva.
Por
los desiertos los
de
la
Libia ardiente.
Por
pueblos flecheros,
al
Del Septentrin
Sur, de
Ocaso Oriente,
De Jehov
mensajeros
El sacerdote,
El
filsofo, el
el
mago,
el
ignorante.
prncipe arrogante
Todo
inefable
y decorosamente
lo
la
el
Pentccoste,
de Manzoni, y se ver
la
que
es tratar
poticamente
tema de
Con
el
ser
ms
Tam-
y Lanzas
(i),
la victoria de
(i)
Don Joaqun
1781,
1 1
de No-
viembre de
poltico y periodista.
Represent su pas en Inglaterra y en los Estados el ttulo de Ocios juveniles, fueron impresas en Filararas.
en 1835, y son
Hay
trica,
yunn, resultando Castillo tan inferior Olmedo, eran los generales Santa
como
la
inferiores
Ana y
descabella-
en
la
Amirica po-
de
Canto de Tainaiilipas.
como descripciQ
al final:
animada y progresiva,
me
parece
la
el siguiente,
ya
muy prximo
Reina
noche y
el silencio reina,
ostntase serena
faz del cielo,
La
De
miseros despojos
Y marchan, y se acercan, y al asalto Se arrojan denodados: la estacada Del erguido fortn atrincherado, Y
de tonantes bocas coronado. Salvan con gran valor: el foso pasan Con mpetu veloce, presentando Cual fuerte muro el pecho generoso. Regido por la mano del encono Abre el can ibero, retumbando, Larga calle en las filas que se cierran, Y de nuevo otras abre, que cual antes
Se cierran sin tardar; y no se aterran Los libres al horror, si ms pujantes Avanzan, con intrpida firmeza,, Y ya con los contrarios brazo brazo La lid, el campo, el suelo en cruel porfa,
Disputan
la vez; y
de
humo
envuelto
el grito
insano
Vuela activa la muerte. Un hondo lago Forma en raudal la sangre; y foso, y ro, en ella tintos De aquel choque postrero muestran cunta tremenda furia: all hacinado Es la Un cuerpo sobre el otro cuerpo fro De los que sucumbieron, se levanta Sangriento valladar, que es derribado,
Y mar
Y
Hay
Sobre
moviendo.
no s
si
de narracin potica.
Comprese Olmedo.
112
CAPITULO PRIMERO
Bolvar, fundador de cinco naciones desde las bocas del
el
Simn
Orinoco hasta
Potos argentfero.
mismo tiempo y
riores.
escuela, poeta de
la
muy
Arcadia Mexicana, y ya en 1806 se insertaban versos suyos en el Diario de Mxico al lado de los
del P. Nvarrete.
del XIX, ni
Haba pertenecido
siglo xviii
y no
los cantores
de
la
guerra
de
la
imitacin de Melndez
por
el
la
en
las letrillas
y en
Tom
Pondrase mucho
hemos acertado
percibirle,
ni
estrepitosas carcajadas
crticos
Ochoa
vale principalmente
como humanista, y su mejor Las Heroidas de Oviy veces potica, con la manera blanda
cuando
la
romance endecaslabo,
abandono de
original,
muy
exacta,
cierto suave
estilo
y muelle
del
resulta agradable
fluidez
no
degenera en desalio
Al
(l).
(i)
de
los
mexicanos
ilustres,
debemos un ejemplar de esta versin, que en Mxico mismo es rara y poco conocida aunque tan estimable. {Las Heroidas de Ovidio, traducidas por un
mexicano. Mxico, imprenta de Galvn,
otras
1S28, 2
tomos en
8.)
Hizo Ochoa
las cuales
no llegaron imprimirse,
la
como
del Bayacefo,
de
Pa-
Racine,
de
la
Virginia
de
Alfieri, la
la
de
se hayan
impre-
bin
versin de
El
Remond
poema
del Pa-
la
el ttulo
de
MXICO
113
vaban en
la
lrica
las
tradiciones del
siglo
xvm,
habase dado
el
cmico, y que slo casi slo llena en la historia de nuestra escena perodo intermedio entre Moratn y Bretn, siendo en parte con-
y en
ms
dbil
hijo
y apagada que
ellos.
Don
de padres espaoles
(l), trasla-
de granaderos en nuestra
(2),
824,
(2
tomos
en
8.).
ri
Naci D. Anastasio de Ochoa en Huichapn, en 27 de Abril de 17S3, y muen Quertaro, de donde era prroco, en 4 de Agosto de 1833. Su nombre
arcdico fu Antinio,
como
el
burlas los firm veces con el anagrama de Anastasio de Achoro, y otras con
el
pseudnimo de 1
(i)
Tueiio.
la
plaza
de Veracruz, y su esposa D.^ Mara del Rosario Cepeda, seora de excepcional cultura, de quien da estas peregrinas noticias el bigrafo de los gaditanos
ilustres:
peror en griego,
i>de
francs y castellano,
ms de
stas
que se
le hicieron
de diferentes pocas de
la historia.
de Anacreonte, tradujo una fbula de Esopo, y prosigui en otro da expliocando los elementos de Euclides en que se acredit su claro entendimiento y singular ingenio, siendo slo de
muy
volumen
el
mismo ao de
la
El Ayuntamiento de su patria
Memorias para
la Biografa
por D. Nico-
Vanse ms pormenores en
de D. Manuel Serrano y Snz (tomo i, pg. 268). Naci D. Manuel Eduardo de Gorostiza en Veracruz el 13 de Octubre (2) de 1789, muri en Tacubaya el 23 de Octubre de 1S51. El mejor estudio y la
Mkkkndkz t Pelayo Poesa
hispa.
114
CAPITULO PRIMERO
al servicio
en que entr
una
l
el
tomo
de
las
Memorias de
la
Academia
Mexicana (pginas 89 202). En Mxico se public tambin, el ao de la muerte de Gorostiza, una Corona potica en su honor, con versos de varios
poetas mexicanos y de los montaeses D. Anselmo de
la Portilla y D. Emilio Rey. Las comedias de Gorostiza representadas en Espaa se imprimieron
sueltas en
(1818),
Las
costum-
bres de antao (1819), refundida luego por el autor en Mxico, 1833, para quitar las alusiones la
boda de Fernando
do
ttulo
de
La
Pesadilla),
Don
Dieguito (1820),
titulo
Tal para cual las mujeres y los hombres (1820), El Jugador limitada de la que escribi Regnard con el
mismo
pan y
cebolla (1S33).
Hay dos
colec-
M. Eduardo
hemos
El amigo
y muy chistosa de un aaudeville francs, que lleva el de Mr. Sansgne ou L'Ami de Collge). Con el ttulo de Apndice al Tea-
tro escogido
tos
de se publicaron en Pars, 1826 (Rosa y Compaa), dos tomique contienen las refundiciones hechas por Gorostiza de Bien vengas
vietics solo,
mal si
de Caldern (con
el ttulo
de Tambin hay
secreto en mujer),
y de Lo que son mujeres, de Rojas, con una advertencia curiosa del refundidor. No son estas, ni con mucho, todas las obras dramticas de Gorostiza. Por
lo
Secrtaire et le Cuisinier,
de
de El Censor, tomo
drid, 1840.
visto es
de Ma-
Una noche de alarma en Madrid, comedia en un acto, 1821. El Amante Jorobado. Las cuatro Guirnaldas (Cita estas dos piezas Moratn en
.
el Catlogo
definitiva
de su Teatro,
al
Pars, 1823).
El novio austro
tomo n de
Gorostiza).
la
en sus adiciones
Catlogo de Moratn,
La
Duval, que ya haba tenido tres versiones castellanas, una de D. Flix Enciso
Castrilln, otra
de D. Eugenio de Tapia, y
la
Ninguna de
xico, slo
duda por
De
las
que compuso en M-
conocemos
las
que figuran en
la
MXICO
115
sin
en Madrid y
guna
escritas para
un auditorio espaol,
que en parte
al-
Mxico
le
debi
eminentes servicios, ya
instruccin pblica, ya
militar
que
la
los sesenta
aunque desgraciada-
mente,
rio
Gorostiza plenipotencia-
de
la
muy
dis-
contenido de
las
ediciones de
al
Pars
y Bruselas
(salvo la
cual,
que se
le
Don
Bonifacio, juguete en
un
un
acto,
imitada de
La
marraine, de Scribe,
comedia en dos
cs.
La
comedia en un
Estela el padre y la hija, imitada de Scribe (hay otra traduccin hecha por
Garca Gutirrez).
tro mexicano, con
de Maravatio.
seudnimo del Licenciado Snchez Vicua, natural Un enlace aristocrtico, traduccin de Le Alariage E?ifantin
el
de Scribe y Delavigne. Con el mismo seudnimo que la anterior. Falta en la coleccin de Mxico el arreglo refundicin de Emilia Galotti, que existe exista manuscrita en poder de la familia de Gorostiza, y de la -cual slo sabemos que fu representada en el teatro principal de Mxico.
Public, adems, en Londres y Bruselas, algunos folletos de circunstancias,
poltica,
que no hemos
visto,
un mexicano d
Fueron muy celebradas sus notas diplomticas durante la difcil misin que desempe en los Estados Unidos. Vid. Contestaciones habidas entre la Legacin extraordinaria de
dos,
Mxico y
el
Departamaito de Estado de
la
los
Estados Unioficial
Mxico, 1S37.
No
que d la historia de las negociaciones son de Gorostiza. Pasma la ligereza con que Altarairano y Pimentel atribuyeron
el Diccionario crtico-burlesco,
Gorostiza
J.
Gallardo.
hermano suyo D. Pedro de Gorostiza y Cepeda, nacido no en Mxico sino en Espaa, que fu tambin poeta dramtico, quien se deben apreciables traducciones en verso, entre ellas la del
Luis
XI de
como El des-
Il6
tinta del
CAPTULO PRIMERO
Gorostiza orador de
La Fontana
de Oro
y de
los
clubs
al
patriticos de
Madrid en
el
23,
y aplaudidsimo autor dramtico desde que en 1818 dio las tablas su mejor comedia Indulgencia para todos. Su carrera dramtica se
haba cerrado definitivamente en 1833 con otra linda comedia
que
^kladrid,
Contigo
pan y
cebolla.
En Mxico
no sabemos que hiciera representar otra cosa que traducciones y uno de la tragedia Emilia Galotti, de Lessing, que no lleg imprimirse y que sera curioso cotejar con Un duearreglos, entre ellos
lo
muerte-,
la la
Dramaturgia.
Gorostiza,
Pocos versos
conocemos de
escrito
en 1819,
(i)
la
Crnica Cieiiii
que
diriga
dicaremos por
la rareza
de este peridico.
1819),
En
el
nm. 187
(12
de Enero de
hay un soneto
la
temprana muer/e
Pasa
el
amanecer de un bello
1819),
da..
En
mero
el
nm. 223
ella se
(18
de Mayo de
con
una oda d
H. de
la expedicin de
Ultramar^
el
Contra
n-
231 (15
de
Julio)
las iniciales P.
J.
Replic Gorostiza en el
la
Condesa de Alcudia.
ms fervoroso
mo que Las
superior),
que
la
confianza de Fer-
nando
VII.
la expedicin de
La oda d
polticos
los
rumbos
que luego sigui el poeta. Sin duda cuando la escribi no se consideraba como americano pesar de su nacimiento en Veracruz. A ttulo de
curiosidad histrica reproducimos algunas estrofas:
Guerra, guerra resuene,
De
las dbiles
el alto
almas despecho.
Pirene
Desde
MXICO
cedades, porque
la
117
aunque
diste
muque
mano de un
de
la
artfice ejercitado
las dificultades
Hasta
el
hercleo estrecho,
el
guerra sienta
indignado pecho.
No
t
es baja tirana,
De
la patria amorosa, Ni la codicia de riqueza ansiosa: Derechos ms sagrados Defendern con generoso anhelo Esos nobles soldados A quienes guarda el cielo Nuevos laureles en distante suelo. Tres siglos transcurrieron Desde que los pendones de Castilla Tremolantes se vieron
En
la argentina orilla:
Tres siglos hace que cantaba Ercilla. Si el indio desgraciado No existe ya; si el msero vencido Cedi al acero airado
Como
Romper el feudo, y mancillar la gloria? Quin el suelo ensangrienta? Quin busca la victoria? Quin oscurece la inmortal memoria? Del Inca soberano
Acaso el descendiente? Es el biznieto Del gran Caupolicano? El Popayn inquieto? el necio esclavo al dolo sujeto? Mas, ay! no, no son estos Los que su madre patria han provocado: Son los bastardos restos
De
Pizarro esforzado.
hijos de Valdivia y Alvarado.
Los
La
Y Y Y
guerra asoladora,
libertad, y libertad traidora.
Vengar
al indio que inmol su acero, en su nombre pelean, Cual lobo carnicero Que con la piel se viste del cordero.
Deberes y
justicia
en sus razones,
Il8
CAPTULO PRIMERO
la
mayor novedad
no slo
el
de su
la
teatro, la
que ms
le
separa de Moratn
el
es
uso de
el
em-
Cuando en su
auxilio llaman
A los
Y
En De
Drakes ladrones
su seno arrojan las naciones.
Que de
manos
Y
Durante
el
al
que decan
notar por sus peroraciones tribunicias en las sociedades patriticas del cafd
de Lorencini, de
la
la
pri-
aunque no
para
que
la
de que
El
Coristitucional (13
El
1821,^
en colaboracin con Mora y D. Flix Meja, famoso director de El Zurriago). Como muestra de los versos de circunstancias que entonces sola componer,
puede bastar
el
siguiente soneto
Sociedades patrial
brigadier
Mayor
vado en
dicin
la isla
de Len
(el
ejrcito
mismo
poeta):
.alegra.
No No
los
Son de
La
De
nuestra gratitud
la fe sencilla.
Constitucin y
Rey firm
tu
mano,
MXICO
pleo de diversas combinaciones mtricas que
el
1 1
clasicismo severo
remedo
del
lenguaje de
tiza estn
la
El
si
de las
la
nias.,
y son en
el
dilogo las
sar
ms endebles de
todas,
porque
en
el
y Goprimer
rostiza distaba
mucho de
ser
un
clsico ni
un
hablista de
y ameno, pero
ms en
el
quintillas
y dcimas,
un soneto, y en otra
(l).
Hay
cierta
Por
la
semejanza de
estilo
mance del mismo gnero, que se encuentra en ria, nm. 235, 29 de Junio de 1819:
Los pomposos
alquiceles
Desplegan ya en Vivarrambla
d)
el
teatro es-
paol hasta
el
trova en versos dodecaslabos. Pero las estancias que pronuncia D.^ Ins en
Las costwnbres
de antao (1819),
tn mejor construidas,
adems de ser anteriores en trece aos esporque Gorostiza era ms diestro versificador que
120
CAPITULO PRIMERO
como
los
que poco antes y poco despus aventuraron en sus olvidadas comedias Ramrez de Arellano, Enciso Castrilln, Burgos y algn
otro, eran
dbil,
para
el
restablecimien-
prepararon
Marcela.
el triunfo
completo que en
Por
lo
que toca
lo
ms
de Moratn,
que
es
est
muy
comedias, en medio de
la
agraden tanto
ledas,
y
la
hara seguramente
representadas, est en
viveza
y movimiento
las
venas de
la
composi-
mal humor y
ni
el tedio.
No
es Gorostiza
copia
fiel
me
siento;
como
la rosa por clido viento, Ansi se marchita la mi lozana. Si encuentran mis ojos los ojos que admiran, Al punto se bajan como avergozados,
luego al soslayo, sin ser levantados. Curiosos indagan, tiernos se miran. Los pechos entonces la par respiran;
los labios se
mueven,
amantes
Ca dos que
adoran
muy
pronto deliran
el
los
conocidos versos
de
la Paz:
vos
el
soro de diccin castiza, familiar y picaresca con que Bretn realza los asuntos ms triviales y da valor potico las circunstancias ms
prosaicas
una
condicin indispensable en
poeta cmico
la
de divertir, que es
la
precisamente
la
que
falt
Burgos y Martnez de
el
Rosa, Tapia
Gil
y Zarate y
los
poqusimos que en
reinado de Fernan-
que
do VII escribieron comedias, y que generalmente eran ms literatos Gorostiza. Pero comprese cualquiera obra de ste con La Nia
en casa y la
madre en
la
Los Tres iguales, y se ver palpablemente la ventaja que les lleva el dramaturgo mexicano en algo que es esencial al arte cmico,
aunque no sea
de
la
lo
ms elevado y
lo
ms
la
difcil
de
l.
Tuvo Martnez
Rosa,
la reflexin
que por
pluma de
sus
(rorostiza, as
farsas
como en
cual.
El
esta
la
observacin
Un
perodo de nuestra
las
comedias de
Gorostiza,
slo
que
el
y algunas veces, como en su ltima comedia, penetra ms, y nos conserva, aunque en caricatura, un
aspecto exterior de
modo de
cuando
el
idea-
trato domstico.
ms
ca-
de su
arte.
por ligereza de
le falt
espritu,
comedias,
modo ha
de confundirse con
En
los caracteres,
la
122
cido,
CAPITULO PRIMERO
originales,
ha encontrado
el
autor
es
modo de
por cierto de
ms
artificiales
contrarios la verisimilitud, el de
lec-
cin
al
protagonista.
Todo
que en
el
teatro de
Go-
rostiza lo
la realidad,
observada
forme
lo crea
la risa
de
la
arbitrario
la
personajes,
como
la
bellaca, sino
que comete
ne-
ante quien
ser
y la falta de estudio y solidez en otros que podan germen de verdaderos caracteres cmicos, como el D. Severo
todos,
de Indulgencia para
porque
los
dems
lo dicen,
el
y por
que
con
el
el
autor se tome
vago motivo de
de griegos
ms que mucho que admiraba las virtudes estoicas y romanos (l). La nica comedia de Gorostiza en que
trabajo de razonarla ni explicarla
lo
hay un carcter bien estudiado y una intriga cmica natural y bien desenvuelta, es El Jugador, pero lo mejor que tiene esta comedia
no es de Gorostiza, sino de Regnard, como
confiesa en
la el
imitador lealmente
portada de
la
edicin madrilea,
slo
puede conce-
(i)
Prescindiendo de
la
comedia de Gorostiza que tiene un pensamiento ms grave y humano, implica una leccin de tolerancia, muy oportuna en los tiempos de
todos es la
germen
de
la
como ya
el
sor, 1822,
tomo
en
la cordura humana. Meranon que se haba propuesto como D. Severo de Mendoza ser constantemente sabio y virtuoso, comete mil desatinos el mis-
mo
da en
que toma
tal
por
apearse de su orgullo
filosfico.
Pero
la
MXICO
drsele
francesa
el
123
la
mrito
muy
comedia
(l).
y haberla adaptado
clsica
La comedia
como
el
Duque de
influencia se
combin
hoy
un poco decados de
de
la
falta
que es
la
condiciones
tcnicas
ms
y precisamente
la
aquellas qu
menos cuadra-
ban
la ndole
de
la
y compleque
lla-
jos impulsos
que coadyuvaron
,
gran revolucin
literaria
el
mamos
subjetivismo
individualismo
el
y monumentos
de
la
Edad Media.
y
lo fu
Amrica,
la
en efecto,
si
excepcin
muy
la
brillante
tino,
lo
y ms
estril
que
haba sido
llamados
clsico!,.
Haban cambiado
los
mode-
los:
no eran ya Horacio
Zorrilla,
ni Quintana,
Espronceda,
desventaja en los
y aun Tassara y Bermdez de Castro, con la imitadores romnticos de ser mucho menos cui-
dadosos de
(i)
la
Hay en
ma-
El Jugador. Una algo abreviada, est en romance octoslabo y es anterior 1780: no consta el nombre del arreglador. La otra, completa y en
nuscritas de
124
ideas
CAPITULO PRIMERO
que
los clsicos,
inspiracin el
muy
profunlas
das
las cosas
medio
decir,
Amrica
en
los
dos
gramtica,
y si Fernando Caldern peca es ms bien por debilidad y penuria de inspiracin que por exceso real simulado de ella, ni por exuberancia viciosa lozana de
la
forma.
el
de
la
poesa histrica,
el arte
no-
Hugo en Nuestra
cuado
Duque de Rivas y de Zorrilla, era enteramente inadey fu gran temeridad y error querer introducirle en pueblos nios, cuyos ms antiguos recuerdos histSeora, del
la
poesa americana,
ricos
las tra-
diciones
los
para
la
mayor
como para
pueden
nosotros,
las
interesarles en
las
de
suelo.
La
criollos;
no es obra de indios
de descendientes de indios;
si
algu-
dores,
no ha habido, y si alguno hay la hora presente, entre sus cultivaque tenga ese origen ms menos puro, la educacin y la
le
lengua
ritual
han espaolizado y
que manejan
le
el
orden espi-
de
las
como
cuyos principios
la
pluma y han recibido una educacin esenciales son los mismos en todas las na-
americana prehistrica.
hoy
las
se execra
menos
cantores de Moctezu-
MXICO
125
ma y
nidad
de Guatimozn, son principios de caridad cristiana y de humafilosfica, de todo punto incompatibles con civilizaciones que
tenan por una de sus bases los sacrificios humanos. Sin negar, por
lo tanto,
que
la
mismos
la
territorios,
de
poblacin indgena,
ella,
pueden hacer ms
interesantes estos asuntos para los americanos que para los euro-
peos, todava han de reconocer que cuando los tratan lo hacen con
el
que
de
los
Araucanos, y con
el
y pintoresco de
intere-
Los recuerdos
santes
del descubrimiento
y poticos en s, tan aptos para causar maravilla y estraeza, tampoco podan servir de base una poesa arqueolgico-romntica,
el
vuelo
ms bien por
natural do-
minio
za
las
ms por
ni la
el
dra-
ma,
epopeya,
ni la novela,
trasladar lo
ima-
ginacin en
conquista es-
paola y de
la resistencia la
brbara, ni aun en
manos de un gran
la
espada
los
asuntos
tomados de
ms bien de y
espeluz-
terrorfico
Quedaba
el
inmenso tesoro de
las tradiciones
poticas de
Espaa
126
CAPTULO PRIMERO
stas llegaban
y de Europa, pero
sintiese la poesa
muy
de
reflejo,
y no
era fcil
que
de
y de y
y de
Zorrilla.
la
Ni
la
severa
barroquis-
mo
de
ni
unida con
el
hechizo de
la
contemplacin mstica;
en
tierras vrgenes
al
que anonada
riosa
los
y exuberantes, donde la naturaleza parece hombre y sus obras, poda existir aquella mistela historia,
que
es
uno de
mayores encantos de
cuya clave slo por refinado y erudito dilettantismo llega obtener quien no ha nacido en sociedades agobiadas por el peso de larga
historia.
el
escaso
lo
que cosech
el
romanticismo en Amrica,
y por qu su accin fu ms bien negativa y y fecunda como lo haba sido en Europa. Ocasin habr de ver confirmado todo esto cuando lleguemos al es-
mera y
nativa forma,
Cuba y de
la
Amrica
del Sur,
donde
el
ro-
uno otro
Hemos
como en
en
la lrica
Comparando
ms
lrico
cubrir en Caldern
talento dramtico
que
lrico,
en Rodrguez
Galvn ms talento
que dramtico.
(si
hemos de decir
que sentimos)
de Caldern.
En
las
ms
bre
antiguas,
escrita
en 1828, se descu-
la influencia
En
las posteriores
domina
el
el
estudio de
de E^pronce-
imit,
como
que
MXICO
titul
127
El Soldado de
la libertad^
distancia:
Denodado;
No
Enemigos escuadrones.
Que
el
Siempre
mil veces
Gocen
otros de la paz;
Yo
no,
que busco en
la
guerra
La muerte
la libertad.
El
De mostrar
El pendn abominado:
En
su alczar
Relumbrante,
Arrogante
Pisars,
en su pecho
Esta composicin y
res de su autor. El
El Sueo
es
del
tirano-,
pasan por
las
dos mejoel
tal stiefio
consabido tirano
suplicios;^,
ideal,
que
sangre y horror:
Donde
rayo del
sol
nunca
brilla;
128
captulo primero
Una
Tapizado de huesos
el suelo, la planta,
Va sobre
ellos
poniendo
al fijarla los
huesos quebranta,
siniestro crujir:
Con un sordo
A
Y
Esqueletos sin
hacinados,
gemir.
A Y
Brilla
en
ellos
relmpago horrendo.
De
Por
tan,
ni el
esta
lo restante del
pao.
No
fal-
por supuesto,
crdenos labios,
al tira-
asoman
al
la
cabeza y prorrumpen
esta
compo-
Muy
que no slo
y que
Es
cierto
se
im-
tan exticos
como
los
que entrade
ron en
composicin de
El
Torneo.,
de
Ana
Bolena y de Her-
mn
muy
literarios
un hombre, que
provecho
no conoca mucho
las tablas,
MXICO
129
el
De
los tres
dramas, quiz
el
de asunto histrico es
mejor. Dej
ninguna de
las tres,
no en
el
de Bretn de
los Herreros,
cuya
popularidad inmensa en todos los pases de lengua castellana haba eclipsado enteramente la de su predecesor aun en
mo,
(l)
muy
La
superior F. Caldern
no
Muoz
visitador de
Virrey-,
mentes y apasionadas, as en la expresin del amor como en la del odio. Su vida fu una cadena de desdichas: tuvo que educarse s
mismo
convencionales,
tculo de anarqua
(1)
el
Teatro de Bretn
en
12.).
(2)
de Enero de 1845 s" ^^ '^'xWs. de Ojocaliente. Fu liceny falleci en ciado en leyes, y ejerci altos cargos polticos y militares en el Estado de
1809,
en 1835 contra
herido en
el
la batalla
Gobierno del Presidente Santa-Anna, siendo gravemente de Guadalupe. En Mxico form parte de la Academia
publicaron despus de su muerte, primero en 1844, y luego en 1849, esta segunda vez con un prlogo de Pesado. Las ltimas ediciones que tenemos la vista son la de Pars, 1883, por A. Donnamette, que forma parte de la Biblioieca de Autores
Mexicanos, y
la
que es
el
tomo xl de su coleccin
de
No
figuran en la coleccin
las
Los
que por
los
130
ciones,
CAPITtJLO PRIMERO
como
stas
Virrey:
Donde ms el dinero que las virtudes pesa, Donde por un empleo trueca un hombre su honor; Donde su voto vende un torpe magistrado,
Y Y
la
Seor
Se hundir esta colonia, de crmenes al peso. Cual ebrio quien derriba de vinos el exceso,
Y Y
vendr
el libertinaje:
si
El dspota es
mismo,
con diverso
traje:
Donde un seor
De
Y en fiestas crapulosas los hallar la luz; Y habr tras vino sangre en lucha de exterminio:
Torpes en sus placeres, torpes en su dominio, Enlazarn profanos la espada con la cruz.
los
buenos ciudadanos,
hijos,
hermanos!
la virtud
Muy
ms apacibles acentos:
su fuerza
mayor
ella
y desbordada, pero y
chistoso
abusa de
la
Su cancin de El Buitre
dujo
el
de
lo
ms
selecto
que pro-
ms estupendas;
Cmo envidio del buitre la garra, Cuyo oficio es herir y matar! Cuando l halla la presa que busca
Se encarniza con
Si
ella rabioso:
MXICO
131
Me
No
Pues sobre
ellos veloz
me
lanzara,
En
su cuerpo
cebndome
ansioso.
Deste mundo
infeliz
dueo
ya.
Y
Si
en
la
En
la
exaltacin de su
fantasa potente,
pero desequilibrada,
la
Ley
84 1,
los tiranos el
1
Presidente de la Repblica en
Mane,
y que realmente
que
llora
El pueblo dolorido.
Bailad hasta
la
aurora
Que
vuestra puerta
lanzar.
el
hurfano
Hambriento
Bailad, bailad.
sin saber
nos celan:
En
la batalla trtolas, la
Buitres en
ciudad.
132.
CAPTULO PRIMERO
Su
grito
de venganza
triste luto
Anuncia
la infeliz al
repblica
arrastris.
Que
abismo
El brbaro ya en masa
Europa
se
aprovecha
De
Con
la
garra tendida,
Ya celebrando
En
la
po entero y en el momento ms feliz de su inspiracin. Si hubiera escrito siempre as, le faltara poco para ser gran poeta. La parte
descriptiva
da por
los
La
No
muy
bien
y en presencia de las insolenamenazas de Francia y de Inglaterra y de las depredaciones de yankees-, echa de menos los conquistadores, varones inveny cuando evoca
la
cibles, si crueles,
sombra
Dnde Corts
est,
dnde Alvarado?
MXICO
El poeta slo confa en
el
133
la justicia eterna,
cumplimiento de
lo
Amargo
El que
El que huella
la
muerte
el
Con sangre de
victima llorosa.
si
Su sangre beber
sed lo seca.
si
hambre
lo acosa.
Galvn
ms
inspirados.
Relmpagos de
alta poesa
hay
y en
Eva
ante
el
cadver de
Adn
(i).
el
pueblo de Tizayuca en 22
25 de Junio de 1842 en
la
de Marzo de
el
lricas
tam-
de
Pars,
Donnamette,
1S83,
de
la Biblioteca de Autores
Pasin y coro
el nio,
que tiene
bellas octavas.
En
la
la Biblioteca
de Rodrguez Galvn.
Creemos
intil entrar
en
el
como
el
versificador
numeroso; Jos Mara Lafragua, autor de unos famosos versos Itrbide que
mismo Altamirano,
tan apasionado
calificar
nocido que por sus versos originales, por su mediana y quiz no directa traduccin de Milton; Marcos Arroniz, quien considera Pimentel como representante del ultrarromanticismo pesimista; Juan Daz Covarrubias, que tuvo
la
extraa franqueza de
calificar
()
134
CAPITULO PRIMERO
estancia en
La
los citados,
ciones, al
modo que
vasin romntica.
En
meros versos de D. Jos Joaqun de Pesado y de D. Manuel Carpi, tuvo, adems del valor intrnseco de ambos poetas, un valor histrico
rena-
cimiento de
el
la
poesa en Mxico;
la
sociedad y
la religin les
deben
propaguen pensamientos elevados y afectos nobles. En efecto, la influencia de ambos poetas fu social y religiosa, al mismo tiempo
que
literaria.
Profundamente
al
cristianos
unoy
otro,
la fe
de dicaron
la
enaltecimiento de
que profesaban.
el
corazn
de
la
tudiantes de medicina que cumplan su misin humanitaria. Sus obras contpleias fueron coleccionadas aquel
mismo
ao, y contienen,
adems de sus
versos
lricos,
Pginas del
que haba dedicado en 1857 D. Jos Zorrilla con el ttulo de corazn, varias novelas (entre ellas una de asunto histrico Gil
y muchos
artculos
Gmez
el insurgente)
la
ello
no pasa de
Se
le
llama
poeta mrtir.
Como
al
poeta de
mencionado
del
(1809-1846). Ctanse
Diablo,
como
los
mejores,
La Cruz
de madera.
El Puente
La Toma
de Oaxaca,
como
en M-
xico y que no se habra avergonzado de firmar el Duque de Rivas.> Ha dejado tambin fama como poeta descriptivo de la rica y exuberante vegetacin de Jalapa. Sus poesas lricas no han sido coleccionadas, y lo poco
que
conocemos de
ellas
Como
MXICO
135
al
nimo de sus
lectores.
De
aqu
amenla
guar y obscurecer
la
de
montano en
que nunca
le
perdonaron
porque en Mxico
la
religiosos,
especialmente en
poca llamada de
leyes de Re-
fiereza
ms crudos de nuestra
de
pri-
mera guerra
sobre todo,
la
civil.
En
la
memoria
del poeta
Pesado se persigue,
memoria
La
las
ms formidala
inmunidad
eclesistica,
de
unidad re-
Porque no
se ha
de per-
las
de Palmes y Cua-
A este
que en
la
motivo no
duda,
el
cambio de gusto
la
reaccin
la
mayor
y acadmica, y
la
ms
sistemtica,
no crear una
literatura nacional,
supersticiosa veneracin
cia
los
el
la
son
los
el
primeros
proceso
ellas lo bello
permanente de
lo accidental
transitorio.
136
CAPTULO PRIMERO
las
Una de
ms
frecuencia
y no
sin algn
no ya en
se le
en
las
imgenes y en
los ver-
Como no
versi-
ficador terso
mayores
aciertos de su pluma.
Hay que
uno de
los poetas
do y traducido, pero el traducir bien, y confesando cules son los originales, no es desdoro para nadie. Leopardi tiene un tomo de tradiicciones
mayor que
el
las tres
la
Y
los
ni
Leopardi
ni Fr.
Luis de
Len
lricos del mundo, y quiy perfeccin de su forma, si no se hubiesen sometido antes este duro y largo aprendizaje de luchar cuerpo cuerpo con los modelos. Lo que hay es que ellos tenan
de ser dos de
mayores
no hubiesen llegado
la plenitud
lrico
que
falt
Pesado,
el
hecho de
traducir,
que
es
en
completamente inofenla
y muy
tr
Cantar di
en
al-
guna oda de Horacio y en los fragmentos de la Jeriisaln del Tasso, porque otras versiones que hizo, as de Tecrito y Sinesio, como de
Lamartine y Manzoni, resultaron
muy
estilo
inferiores,
unas porque no
falta
el
dominaba
co
la
de parentes-
de los autores
que
Pero adems de
los
y reminiscencias de
censuran por
Virgilio, Garci-
Lasso,
(i)
Concordia (1864).
MXICO
137
tres
glogas,
se
Gergicas y
la
y eso que
citados por
Ma-
el
eruditsimo
comentario de Becq de Feuquires. El hombre de gusto meticuloso admirar en todo esto una sabia y elegante labor de taracea; el
los misterios
la
hombre de gusto ms amplio, y verdaderamente capaz de sentir de la forma potica, ver un caso de transfusin de
poesa antigua en
las
venas de
la
poesa nueva;
el
ignorante no
merecer
el
respeto
la
admiracin de
original,
la
pos-
cuando es tan
y de las estrellas, y de la tirana. El crimen, pues, que se imputa Pesado, no es otro que el de aquellos hurtos honestos, de que tanta gala hacan un Horacio y un
del
amor y de
la libertad
\'irgilio.
aun en cuanto
la
tener
tal
trabajos,
mano sus censores, que uno de ellos, en dos distintos cita como uno de los plagios ms escandalosos estos cuade un romance:
Qu importa pasar
Visitar tierras ignotas,
Si la
los montes,
tro versos
Con
el jinete
Y
y
la
libro
Grosfo:
alio calentes
Se quoque
fugit?
138
CAPTULO PRIMERO
otras
ms
difciles
la
de explicar, y de
la
las cuales se
han apro-
vechado largamente
pedantera y
las
Memorias de
Los Re-
El
Aislamiento,
La Entrada
el
de la noche,
dej de indi-
car que
La
Inmortalidad tena
ser,
mismo
do hubo de
el libro del
de tro-
pezar con
la
Meditacin
5-*i
da y sumamente abreviada y puesta adems en versos sueltos de estructura clsica, tan lejanos del molde de la poesa francesa. En
esto,
pero
como Heredia
le
era revolucionario
la
Para m
trata
el
pecado ms grave de
ste,
por
lo
el
mismo que no
se
es el haber ocultado
al
poema Jerusaln
ha dicho que
la parfrasis del
Cantar de
los
el
mismo
que
tal
dicen.
la
La que
es traslado
de
la parfrasis
de Evasio Leone es
Leone ha
Evasio Leone en
adaptables
al
y en poco ms
estas cosas
que
esto. El estilo es
la
la
Len con
slo la
la
de
y como en
la
slo para que se vea cuan distintas son, sino principalmente para
que
ya que
(l).
(i)
melitano,
Roma,
1825.
MXICO
Per
te
si
139
prence adralo,
strugge,
il
sai,
Un
bacio solo
Deh non mi
Per
la
nega!
Oh
quanto
cosi dolce
piii
il
Non
il
vene serpeggia
licor.
soave
passo
Generoso
Dovunque
Le
piii
belle e ritrose
Donzellette vezzose,
il
mantene
fortunati ardori.
A
lo
sempre unita e
Che miro! Oh me felice! Ed pur vero? Dunque miei voti a te non porsi in vano? Tu stendi a me la mano e tu non sdegni
i
pii
il
splende adorno
gemme
felice
Nel
augusto tetto,
Che
te accanto, o
mi
diletto,
pi amabile liquore
Dgase de buena
tana con recitados
sui, tiene
fe si esta
tal
modo
pro-
y arias metastasianas el Osculetur me sculo oris algo que ver con la noble y gentilsima poesa con que
el
Pesado interpreta
mismo
pasaje:
140
CAPITULO PRIMERO
ESPOSA
Un
sculo sagrado
Tu pecho enamorado
Es ms dulce que vino generoso.
Heridas todas
celestial
que
las inflama.
Que
llama de contino
felice destino
un
Aunque me
veis morena,
y graciosa.
cortinas:
Que en
Tiene
el
Guard
El sol
viedo ajeno,
me
hiri
de
lleno,
el
viento y el sereno
rostro
la
Quemaron de mi
blancura.
y Y
La seductora voz de
tu canto divino:
Sal, esposa, al
amores
camino
MXICO
141
mi cabana llega
la
Asentada en
vega
los
Donde brotan
puros manantiales.
De
blanda
tortolilla,
De
Recostado en su asiento
Estuvo
el
Rey con
el
plticas sabrosas;
Llena yo de contento,
Derram por
viento
rosas.
De
las
Hacecito escogido
reclinado..,
me
lontano
re,
mi
questa di nardo
il
seno,
Te
solo
Or che
vicin
mi
sei,
Qual profumier
di mirra,
As son
la
mayor parte de
los plagios
que se imputan
Pesado.
ni traducir el
Cn-
el
carmelita toscano,
estudio
y porque
eran
el principEJ
y continuo
al
la
Cruz,
cmo
se traen
castellano las
142
CAPITULO PRIMERO
palabras de Salomn
los
y de David. Entre
los
poesa cantabile de
mucho ms
bblica
y ms inspirada que
el
Para siempre mi
colgu.
Es evidente que
de Mattei:
Ad un
faro,
lo
son ntegras
las
la versin:
la orilla
De Jud me
Der Eufrate
brbaro lido
Rimembrando
Pero
cilla
l'amata Sione
distinto,
el resto del
salmo es completamente
por
la
sen-
sado
prosigue hasta
el
fin,
repitiendo
el
modo
de Pesado:
Babilonia insensata, ya
el cielo
Te
sed;
Y
con
vers
como
ardiente, insaciable,
de Mattei?
Brbaro U vincitor.
l'innocente figlio
sul ciglio
Far svenar
mesto genitor
MXICO
143
rado de un
portante
(l).
modo
La
menos. De
las
obras de
muy
poco nada
de
los
lo
que
el
de acuerdo con
el
de su pblico y no contra
la
como
aunque no
inmoderado de asonancias
y profusin de
la
sin-
vicio caracterstico
de
los poetas
mexicanos de
primera
dife-
mitad de nuestro siglo y que evidentemente responde una el castellano de Mxico y el de Espaa.
me
sagradas y las descriptivas. Hay demasiado petrarquismo y demasiado herrerismo metafsico en unas, y en otras una efusin de ternura domstica algo empalago-
con mucho
sa.
El autor
amaba ardientemente
su mujer, lo cual es
muy
sim-
ptico
Ha de
da en
la
A
la
mi
aina-
misa del
alba., escrita
en variedad de metros
manera
las
romntica,
y popular en
otros tiempos
ms que ninguna de
de
sin-
humano y
lo divino.
no hablo de
la
hermosa
(1)
Vanse
las
la
Mon-
de Oca, en
el
prlogo de
la 3.*
14-4
CAPITULO PRIMERO
elega
A ngel de
la
Guarda de
ms excelente manera potica de Pesado. Tampoco juzgamos que deban contarse entre lo mejor suyo ciertos discursos filosficos morales, como El Hombre, El Sepulcro,
que son meditaciones largas con exceso, de giro abstracto, razonador y discursivo hasta rayar en montonas y verdaderamente pesadas.
No
es esto decir
co; le tienen
merced
al-
estilo
la
manejado
el
lejano
todava de
la
autor en
el
hizo
malo en absoluto, y
la
nobleza habitual de su
el
tomo de
este
Pesado
el
ms
igual
como en todo
Hay en Amrica
do en una dos composiciones inmortales y caractersticas. Pesado nunca tuvo la fortuna de hacer ni la Silva la Agricultura en la
zona trrida,
ni el
Canto de Junin,
ni el
Nigara,
ni el Teocali
de
l,
Olmedo y Heredia son indisputablemente son los prncipes de la poesa del Nuevo
Heredia el
el
Nigara y
el
Teo-
se ver
versos,
Qutese
y cuntas Olmedo
Bolvar,
las tres
vencedor
de Miarica, no darn
poderoso aliento
rrida
lrico.
idea, sino
muy
al
remota imperfecta, de su
la
Qutense
correctsimo Bello
le
Zona
t-
la
Invocacin la Poesa,
y apenas
quedan ms que
tra-
ducciones, admirables
Los grandes
lricos
colombianos y argentinos,
MXICO
145
ms grandilocuentes
falso senti-
ms propensos
los otros.
al
mentalismo
do, torrentes
donde
ellos
en firme. Su inspiracin es ms
le
puede
leer seguido;
resisten.
No
buen
despierta casi
mucho de
la
con
de
que termina
poema de
Aglaya en
el
poema de La
Revelacin,
que no
lleg terminar
y espaola de
ios
mejores
al
tiempos, con un
artificio sabio
de
Monti.
Lo ms
original, lo
ms mexicano, y
la
vez
lo
ms
perfecto de
fcil
y romances
descriptivos,
en que con
y risueo pincel
del
y Crdoba escenas
Al lado de esta colec-
campo y de
llos,
fuegos.
Las
y glosando
ms menos sospechosa
no puede
ni
autenticidad,
entre los cuales estn las famosas poesas del rey Netzahualcyotl,
debe estimarse
como
guas indgenas,
y que
traducidos en prosa en
antiguas crnicas,
y de
otros
que
le in-
10
146
CAPTULO PRIMERO
despus que
l le
los versos
de Pesado nada
ducido
(l).
broma
literaria,
de una
ilria
como
la
poesa
de
la
pierde con
contrario, stas
que
apellida traducciones,
sali
de su pluma
si
(2), y,
no sabemos
muy
azteca,
pero seguramente
muy
emparentada por una rama con Horacio, y Quien lea la exhortacin del
feliz,
Rey de Tezcuco
no tiene que
dudar del primer origen, y quien lea los Consejos del Padre la Hija la Enhorabuena en la coronacin de un Principe-, no podr
el
espritu
de
la
y poeta
y en
clsico,
y no
otra cosa.
Se
le
el
eclecticismo,
tido bien
determinado en
filosofa
ms
caractersticos
de Pesado,
lo sea
ni
Lamartine es
el
muy
romntico en
la tcnica,
aunque
muchsimo en
sentimiento. Fuera de
influir
ste,
ni es
no
en Pesado,
tampoco signo
de romanticismo
el
cambio de metros
(i)
indgena en
poesa mexicana.
Lo
singular es
que uno de
los
primeros que
Rey
(natural
de San-
que en 1868 public un tomo de poesas medianas y ya olvidadas, pero en el que lo ms digno de aprecio es la seccin titulada Cantos histricos
mexicanos.
(2)
(3)
Montes de Oca.
Pimentel.
MXICO
X47
lo
traductores italianos del siglo xvui que Pesado lea tanto, Evasio
Leone y
Pesado
Mattei,
lo
como
Arriaza y Cabanyes,
muy
el
bien es
latn, italiano
castella-
de nuestro
go en Olmedo, pero
quistas
est
amoroso es
el
de
los petrar-
y no
el
de Lamartine, y
si
jilgn eclecticismo
las
de forma hay,
nacer de
poeta entre
gantes de
de Herrera, y
la casta
y severa
la
sencillez
de
la
musa de
Por
Fr. Luis de
Len
(l).
tales
poesa de Pesado y
de
lar
ms bien
lo
tenida
que en
que estamp
(i)
el
mismo poeta en
la
el
prlogo
obras de su amigo
la
Para datos de
extensa y exce-
Roa Barcena. Baste consignar aqu que nuestro poeta naci en San Agustn del Palmar, provincia de Puebla, el 9 de Febrero de 1801, y muri en Mxico en 1861. Generalmente se le considera como hijo de Orizaba, porque all tena sus bienes, all se educ,
y
all
En
su juventud
tom parte
activa
ea
la
la Iglesia
ms puesto
que obtuvo
2.*
oficial
que
el
de catedrtico de Literatura en
el
Universidad de
de correspondiente de
la
el
impresor Cumplido),
la 3.*
calante).
nica completa, y la nica que contiene sus mejores versos, que antes se haban impreso en pehijas, es la
ridicos y opsculos
muy
difciles
de reunir.
CAPITULO PRIMERO
D. Manuel Carpi.
deje de existir,
tellana,
.Si
est escrito
l
que Mxico,
tal
como
es
hoy^
y que en
la
se pierda hasta la
los
sa-
grado fuego de
de
la
honor
antigua Espaa,
y con-
serv'adas
con
la
ternura
el
de un hijo desgraciado.
muy
y afectos. Asiduo lector de las Sagradas Escrituras, familiarizado con la topografa de Palestina por las descripciones de los viajeros,
no extrao
to,
las
co-
menz
muy
tardamente
el
la poesa,
desmayo y
las
falta
veces en su
estilo,
no menos que
muy
recomendables cualida-
orden lgico en
la
que quiere
decir,
se es-
en giros prosaicos
la fastidiosa inter-
polacin de partculas
de
la
conversacin,
el
y modos adverbiales, propios del discurso no menos que con adjetivos parsitos que sela
can y consumen
La Cena
la
noche, y
redonda luna
De
la luna,
quiz
no haya otro ms
tan en gracia
le
(l).
sin
embargo^
aplicrselo la tierra en el
(i)
Quiz
<la
llena,
ra tolerable la
MXICO
149
En
la
estos versos,
el
razn
de todo:
Ves que el ngel del pilago salado La llevaba en sus manos como un arca, No fuera d ser que acaso naufragara Entre tanto vaivn del mar inmenso
Estos frecuentes prosasmos de diccin, y una
flojedad senil en cl estilo, son
como
vena
lasitud
el
ms prdigo
Es de
los poetas
ms
exteriores que
pueden
hallarse.
Hasta
la
religin tiene en l
ntima.
Por temperamento y por sistema exclua del arte toda dea que no
se presentase vestida de formas concretas y sensibles,
consistir nicamente en
el
le
haca
prestigio
los ojos;
y combates;
la
el
valle del
mar Muerto,
el
palacio
Faran,
y trono de y tanta
de
la
composicin
mismo
acu-
menos de
repetirle,
el
y estimar
la
poesa con
propio, ni
la diferencia
mexicana
no
es
giados.
Yo,
ni
Pesado
ni Carpi,
entender
los
dems
do por
menos de
ra clsica
en elegancia
que su
cultu-
su gusto
mucho ms
150
firme,
lo
CAPITULO PRIMERO
y que
si la
polticos
que todava
se
ceban en
la
ms
de que tiene ms
estilo propio.
Nada de
tor.
esto se entienda en
las
menoscabo
que
debe hacerse de
Sus cualidades poticas son evidentes, aunque no sean de priSin ser romntico, participa algo de
la brillantez
mer orden.
lor
de co-
y ya queda
No
es
pequeo mrito,
la
poesa de los
la
Merece, pues,
el
le
consagr nues-
de
la elega
que com-
puso su muerte, y que recuerdan en concisa y elegante frase los asuntos de sus principales producciones:
Del sacro numen que tu acento anima
gran prodigio
O
La
el terrible
escarmiento de Solima;
fatdica frase
el festn
que
del
muro
En
de Babilonia emerge;
Ira
mar que se abre, y en su centro obscuro y poder de Faran sumerge; Del himno hermoso, en que tu patria bella
el
Proclamas reina de
la
indiana zona
(i)
la
Dr. D. Pablo de
la
Lla-
primer maestro de hebreo de nuestro D. Antonio M. Garca Blanco, hahecho algunas versiones que no conozco. Tambin tradujo (de la Vulgaalgunos Salmos D. Jos Bernardo Couto, primo de Pesado.
MXICO
151
el
De Tu
tesoro.
Mudas
las
cuerdas de tu
lira
de oro
(i).
La mayor parte de
han seguido,
as
los poetas
en literatura
como en
y en
poltica,
rumobli-
bos anlogos
los
Amrica
potica,
la
ellas
talen-
ya en
el
profundo Disla
reputacin
mis encumbrado
canonista, ya en su
ameno y
(2).
erudito Dilogo
Hay que
(i) Naci D. Manuel Carpi en Cosamaloapn (estado de Veracruz) el \ de Marzo de 1791, y muri en Mxico en i86u. Tradujo los Aforismos v pronsticos, de Hipcrates, y algunos otros opsculos de su profesin, y cola-
religiosa.
Cmaras
federales,
muy
manso y benvolo y sus hbitos de piedad y retiro. La primera edicin de sus poesas es de 1849, con un prlogo de Pesado. Despus se han hecho otras; la que tengo la vista es la de Mxico, 1876, con una breve pero primorosa biografa escrita por D. Bernardo Couto. Vase tambin en el tomo ni de las Memorias de la Academia Mexicana (1891), una conferencia de D. Jos Mara Roa Barcena dada en Drizacual le retraan su carcter
Debo
la fineza literaria
muy
escasa se imprimi en
152
CAPITULO PRIMERO
(l),
candn
que
falleci
la
Aca-
demia Mexicana. El
Sr.
libro
que tenemos
modelo,
as
en los estudios
bblicos,
que fu
muy
inclinado,
cmo
en
el estilo
y en
la diccin potica.
Son modelos
intachables de no-
y de
En
que
titul
Invoca-
cin
la
este texto:
Domine u
defensa de
italianas
las
leyendas
La Vengan-
za,
y una pequea
la
de sonetos
dirigido
(la
tica),
de
coleccin de Arguijo.
(i)
Naci en
la
Puebla de
los
ngeles
el 10
de Julio de
parte de
du de licenciado en Derecho en
de
1844.
Form
Academia potica
San
fiian de Lefrdii,
como
la
de su tiempo. Figur en
la
primera lnea en
la poltica
Asamblea
emperador Maximiliano, y miembro del Consejo de Estado de aquel infelicsimo monarca. Muri en 28 de Febrero
de Notables que ofreci
corona
de
1883.
Su Ensayo
histrico
La
muy
La segunda edicin del tomito de sus Versos se imprimi en 1S79, y no comprende las poesas de su juventud, de que puede verse alguna muestra en la Amrica Potica, de Gutirrez. Tradujo Arango El Cid,
de Corneille, y La conjuracin de los Pazzi, de Alfieri, pero no se conocen ms que fragmentos de una y otra versin. Vase el libro de D. Victoriano
Ageros, Escritores viexicanos contemporneos (Mxico, iSSo). Entre los mri-
de Arango que su bigrafo enumera, no debe omitirse el particular empeo que puso en que se cultivasen en Mxico los estudios orientales, para to cual public su costa una Gramtica Hebrea en 1S67, y ayud que salos
liese
luz otra del idioma griego, contribuyendo liberalmente para los gasOJicio
tos
Parvo de
la
Virgen Mara,
publicado en 1870 por D. Jos Mariano Lara, en ocho idiomas: hebreo, griego, latn, italiano, ingls, francs,
alemn y espaol.
MXICO
153
al
gusto, el licenciado
don
En
la
Mexicana
Muy
versado, tan-
to en la literatura griega,
como en
la latina,
amor
divino.
Lo encendido de
la
los afectos, la
frase,
uncin con
sobriedad de su
que, correcta
hondo amor
Dios, lo colocan,
han hablado
la
Jos Mara
^'igil,
necrologa de Guzmn, en
giosas de ste
se dice
el
poesas reli-
se encuentra unido
la
el
apasionado misticismo de
la
Cruz con
correccin
clsica
y no conocemos
bas-
Guzmn para
que hemos
ledo, es saber,
de
yesi's,
una parfrasis
otra
siglo v, prue-
era,
delicado poeta
(i)
Naci en 1844
}'
falleci
en 1S84.
Era profesor de
latn
en
la
sus ltimos aos hacer una versin potica de las Obras de Prudencio.
Como
dado de
al
prebenfalle-
un ao despus.
del Sr.
Roa
ms fama de
la
que alcanza:
Podando estoy mi solitario huerto, Hora que, del invierno los rigores,
Marchitos aun los rboles mayores.
Tomse
floies.
154
CAPITULO PRIMERO
la serie
Por
que en Mxico
da
la
de conservador en
la
de neocatlico, ultramon-
Del sol los vivficos ardores Mis rboles darn su fruto cierto. Si otra poda interior hacer pudiera All en mi corazn y el alma ma, Con qu dulce placer, con cunto anhelo
Con
los autores
es-
tudios clsicos y piadosas tareas un compaero nuestro, quien la Academia se complace en dar lugar aqu, puesto que fu americano de nacimiento, aun-
niez, sin que por eso perdiese nunamor y el recuerdo de la primera tierra que vieron sus ojos. Tal fu D. Fermn de la Puente y Apezechea, nacido en Mxico en 9 de Noviembre
de 1821 y muerto en Omoo (Santander), en 20 de Agosto de 1875. Educado en la disciplina clsica de principios del siglo, y celoso partidario del estilo de
la
La Corona
las Silvas
Fhra, y demuestran cuan empapado estaba en la lectura de de Rioja. En 1S45 public, con el ttulo de Dido, una versin del
de
la
libro IV
de
como
sta,
No
Del triste Agamenn prole maldita, Del crimen siente el aguijn punzante,
espantosa visin
le precipita.
Y
Es
pero
parfrasis,
muy
feliz,
Armatam
facibus
matrem
et
serpentibus atris
Quum
fugit, ultricesque
el
muy
apa-
bien slo
La
versificacin
MXICO
tao,
155
como
nes
res
el
Estado;
al
que militan en
propenden ms bien
sin
no es tan general,
embargo, que
no tenga algunas excepciones, y baste por todas la del famoso jurisconsulto D. Ignacio Ramrez, ms conocido por su pseudnimo de
El Nigromante,
corifeo de la poltica
principales fautores
Reforma
Este
que sancionaron
el
despojo
y venta de
le
fra
imperturbable, aterraba
el
acusaron de comprometer
y acerado polemista cuya irona ha llegado ser comde Voltaire (aunque suponemos que de la comparacin habr que rebajar bastante, si cambiamos la moneda mexicana
ste terrible
parada con
la
en francesa),
suaden
los
era,
en literatura, clsico
como
muy esmerados y y no lo desmienten sus propias Lecque son, como l dice, ms bien gramati-
de estos libros es generalmente muy desmayada, y por todo extremo infeiv. Algo semejante puede decirse de los Libros sapienciapublicacin postuma de 1878.
la
Hombre de
dedic
de La Alagdalena
me
parece
el
mejor.
Como
de
las
(i)
mucho
la
fundacin
Academias Americanas.
Se imprimieron postumas en Mxico, 1884, por Francisco Daz de
Len. Es libro curioso, y he de hablar de l ms extensamente en otra parte. Naci Ramrez en el pueblo de San Miguel el Grande (estado de Guanajuato),
15
la historia
de su
pas.
Usando de una
de
la
y de mal gusto, puede decirse que fu el verbo revolucin, distinguindose siempre por su odio toda idea religiosa,
al catolicismo, y todo recuerdo de Espaa. Fu ministro de Fomento, y magistrado del Supremo Tribunal. Escribi en innu-
especialmente
Justicia y
156
cales
CAPTULO PRIMERO
que
histricas
crticas,
y presentan
la esttica
reducida
empiris-
una
anlogo
al del
mo
en
Aunque tericamente
la
partidario de la inde-
pendencia
y de
los versos
que genio. El
estilo:
Un himno
Solitaria
babase
la
En ondas que
hiedra protega:
el
carro
<
Y
Al lado de
las
aves
murmuran de algn
beso.
ms
pueden ponerse
los
dos sonetos
que en
y en que
del
se desarrolla
mismo tema
amor
senil,
de este poeta
(l).
Todos sus
la stira
del
modo ms
acerbo, y fu
ms
ad-
mirado por su vasta cultura y enrgico estilo que estimado por su carcter mordaz intransigente. Vid. Obras de D. Ignacio Ramrez, Mxico, oficina
Tipogrfica de
biografa
(i)
la
Transcribiremos
Por qu. Amor, cuando expiro desarmado, De m te burlas? Llvate esa hermosa Doncella, tan ardiente, tan graciosa, Que por mi obscuro asilo has asomado. En tiempo ms feliz, yo supe osado Extender mi palabra artificiosa Como una red, y en ella, temblorosa,
Ms de una de
tus aves
he cazado.
Hoy de mi los rivales hacen juego, Cobardes atacndome en gavilla; Y libre yo, mi presa al aire entrego. Al inerme len el asno humilla; Vulveme, Amor, mi juventud, y luego T mismo mis rivales acaudilla.
MXICO
versos manifiestan sus buenos estudios
(Quien al leer los tercetos
los
la
157
!a
pureza de su gusto.
muy
el
muertos y Por
Epstola moral,
los
aunque
haya disipado en
los ridos
Cuyo precio
Que en
sabia tierra,
flores
Vuelvo
ti
sin
temores
ni esperanzas.
Mas
crticos de tanto nombre como Altamirano y y que han desterrado de las escuelas de aquella Repbliinsulsas y mal versificadas de Lizardi. Rosas ha dado en las
al
salvanel
do
as el escollo
de
lo prosaico
ap-
adems de sus
si
fbulas,
Rosas
sentimiento,
espritu
ntido de la forma.
Su
los recuerdos
y de
la
muy
en su manera de
sentir, ni
de expresar
lo sentido,
el espritu,
agrada siempre
cierta
y cadencioso de
la
versificacin
y por
me-
lancola resignada.
(i)
Aunque
tiene su
el
158
CAPTULO PRIMERO
modernos poetas espaoles, y Salgas, Ruiz Aguilera y Becquer fueron quiz los que ms influyeron en l, como ms anlogos su ndole, especialmente el primero, puesto que al
ltimo,
si le
imit en
el
la
incorreccin, ni
tampoco en
(2).
La dura
de
cin
hemos impuesto de
los vivos,
y tanta
como
la
D. Guillermo Prieto
y D.
Ignacio Alta-
mirano, sin cuyas obras es imposible darse cabal cuenta del nuevo
la
musa mexicana en
alcanzan
los
tiempos posteriores
intervencin y
al
remontan mucho ms
la
las letras
mexicanas, prosigue
luz,
despecho de
la
cronologa
literaria,
la
muerte
comn
tributo.
muy
conoci-
dos y populares ya en Espaa, donde sus obras comenzaron penetrar, har unos doce aos (3), con grande aplauso de la juventud
(i)
Mi amor no
(2)
volver.
Jalisco), el 14
Naci Rosas en
la
de Agos-
de 1838, y muri en 13 de Julio de 1883. Fu diputado varias veces y sufri persecucin por sus avanzadas ideas polticas. Aun despus del triunfo
to
de
ellas vivi
la prctica
la infancia.
de
en bastante obscuridad y pobreza, dedicado principalmente las virtudes domsticas y escribir libros de educacin para Casi todas sus obras pertenecen este gnero. Adems de sus
rosa.
Dio
al
teatro
la Cruz),
pero aunque apreciables y apreciadas no lo han sido tanto como sus obras lricas. Algunas de ellas se registran en la coleccin publicada en Madrid, 1879, por D. Juan de Dios Peza, con
(3)
el ttulo
de
La
Lira mexicana.
No
se olvide
que esto se
escriba en 1892.
MXICO
literaria:
159
de
las
Manuel Acua y Manuel Mara Flores: cantor el primero evoluciones de la materia conforme al novsimo sentido de
y cantor
el
segundo de
la
reticencias ni velos.
Uno y
y prescin-
diendo de
los
dad
casi irreparable.
pueden sacarse en
tales,
lrica
ms
lo
visto en la poesa
modo muy
el
poeta,
slo le falt
tiempo para acabar de manifestarla. El era un estudiante de Medicina, saturado del materialismo
en su
de las salas de diseccin, amamanVogt y Moleschott, agresivo y feroz pomposo atesmo de colegio (2), y al mismo tiempo un alma
muestra de estas declamaciones, puede citarse
7isttuC!n,
la
(2)
Como
oda i
la
la
Socie-
dad Filoydtrica en h
sis
la
apoteo-
ms
all!
Mentira
el
alma
Que nos
lleva al abismo!
No
De
su antiespaflolismo rabioso,
que
le haca
contra Mxico:
Aun hay
que
los espaoles,
pesar de lo vetusto
y ya inofensivo de nuestra Urania, continuamos en quieta y paciica posesin de servir de cabeza de turco los patriotas mexicanos, tan rendidos
el contrario,
de
los franceses
les
que
les hicieron
la
despojaron de
mitad de su territorio.
6o
C-
CAPTULO PRIMERO
candorosa
infantil, llena de ternuras y arrobamientos; idlatra de y enamoradsimo de su novia. Todo su escepticismo y su materialismo no bastaron defenderle de una funesta pasin
su madre,
amorosa, en
la
absoluta falta de fe
cuatro aos.
En
de alumno de retrica,
v. gr.
sin
que
falten,
por supuesto,
La
cicuta del Scrates profundo
la
Y
el
la
mscara
vil del
fanatismo
sublime martirologio de
la idea; la
ria, revuelto
como
decir del
hombre
Polluelo de ese cndor de lo obscuro
Que
se llama el misterio
ni sus
estudios, exclusiva-
mente
rir el
pleno dominio de
como
el
mrtir-
de donde resulta un
estilo
sobremanera bar-
MXICO
baro,
al
l6l
dstica:
Y
Que
que hallemos en
ti
la
mujer fuerte
Muri: su aposiolado
al fraile
el
monje opreso,
Escuch
Es, pues, un
defectos,
la
palabra progreso
que fueron
modelo peligrossimo, y por eso insistimos en sus los de toda la juventud de su tiempo en M-
y en Espaa, y que pueden ser contagiosos para quien tome y la incorreccin por marca de genio. Rfagas de genio tuvo Acua, pero mi entender slo dos veces en su corta vida, y
xico
el
desalio
las
la
dos en
el
ltimo ao de
ella.
Son dos
turno; otra
y atormentada: una de amor. Nocde materialismo dogmtico. Ante un cadver. Esta ltilas
ma
es
una de
Acua
que hasta
l
la
alma de
la
inspiracin de
Lu-
y de
la
de Diderot en
e\
plenitud
y complejidad de
la poesa,
sus desarrollos
existir
y evoy
exislo
no es sujeto refractario
y puede
que tiene de
se,
menos
distante de lo
la
ya de
la
concepcin de Leibniz, ya de
como que
se
dialctico.
ese monismo,
ms que
muy
imborrable
l62
CAPTULO PRIMERO
T
Que
dentro de poco,
Volvers
es
all
tierra y su seno,
de
la
la
El poder de
Y
En
al
ascender de
la raz al
grano.
soberano.
esposa
En
La
Ir
Vern
de su fondo abierto
ensayos de su vuelo incierto,
Que en
al
de muerto
el
ttulo
el
de Nocturno, y son
que compuso
desventurado Acua,
esconden en
cifra la historia
muy
y
y toda
la
angustia del
momento supremo:
tras
de
la cual se adivina el
prximo naufragio de
conciencia
cen
algunas otras,
como Entonces y
que de
chistosos.
Lgrimas, Adis
y tam-
aunque tengan
ms de
fciles
En
todo
lo
siempre en
las colecciones
de poetas
muy
como
hizo doloras
cie
de Intermezzo como
leer; y,
y pequeos poemas: sus Hojas secas forman una espelas Rimas de Becquer, quien Acua no
por ltimo, nos parece percibir en
la
pudo
La Vida
del
campo
un remedo de
La
MXICO
163
Zorrilla
con
irritante
Muy
ciones
No
era incrdulo
como
ms
la
clidas
y menos
la la
ideales (2). El
mo
en
y ms poderoso que
luptuosa languidez,
amor de Acua, castsiel amor trgico duda ms potico que la vollega ser empalagosa,
como
los
te carnales
que se
vil
tarea
como
el deleite
ms veces no
es signo de vigoroso
la
to-
como
Fagundes Vrela, de
explosivo de
la
que
el ardor
pasin amorosa,
las
ciudad del
Estado de
CoahuUa,
la
Escuela de Medicina.
Fund
la
las tablas
un drama con
el ttulo
bre de 1873.
la
Hay
de
tomo de
sus poesas.
La que tengo
vista es la
Aunque el erotismo sea la nota dominante en la lrica de Flores, no (2) debe omitirse que cultiv tambin con xito otros gneros poticos. Su oda la Patria en el s de Mayo de 1S62 (defensa de la ciudad de Puebla contra
los franceses
ficos,
por
el
164
,
captulo primero
el
En
mequ
no es nada
que
Alfredo de Musset
el
le
es sin
duda
grandeza de
la pasin,
hace entre-
trascendental
casi
religiosa,
1
desde
1
1.
el
estercolero de la
muy
poco,
y por
la
poesa en
modo
de
ello),
atmsfera tibia
caciones
y perfumada
del deleite,
y en
aqu lasciva.
Deshojaste
la flor
La corona
nupcial
las flores
caliente
De
tu
amante de ayer
el
Qu importa eso?
el
Esta noche, en
tlamo,
esposo
como
la
de Ovidio, criano-
da entre besos y
(i)
caricias,
Hay en
Hugo y
otros.
Sus
MXICO
disimula en nada
el lector
la lascivia
165
y pginas,
aburrirse y ofen-
Ya su perfume
la
En mi alma derramndose,
embriaga,
Y Y
Ya no puedo
Tengo miedo
dame tus
labios!
De
Hay un
Siento de dicha
corazn opreso
Para que no
me
Que por sentir en mi dichosa frente Tu dulce labio con pasin impreso, Te diera yo, con mi vivir presente,
Toda mi eternidad
por slo un beso.
la
lectu-
y nueve Basia
le
anima y
realza es
fan-
el paisaje, la
y opulenta
tasa,
crmenes granadinos.
All en la soledad, entre las flores,
Nos amamos
La inmensidad soberbia
De
l66
Mecidas por
CAPTULO PRIMERO
los vientos sonorosos,
Aves
Los naranjos en
flor
Perfuman
el
ambiente, y en su alfombra
Un De
palmas
la
sombra.
la
techumbre
la
Del azul de
lumbre
Del esplndido
americano.
Y Y
En
las
Los
labios
el
de
los
Se dicen
Despus
desmayan lnguidos
las
los besos
Y la
sombra quedamos de
palmas.
No
se
sin
dir
estos versos,
que tomo de
ella
la
comque
como en
la
denomina Eva,
ser gran
y ms
caracterstico
de Flores, que
superior
muy
Acua en correccin y en gusto (l). Puede decirse que la imagen de su Musa ha quedado trazada por el mismo poeta en estos versos
suyos, tan celebrados
Morena por
del Medioda
Que en
Dile
la
palma su gallardo
(i)
Debe
que
la
prosodia de Flores es
muy
des-
Eva:
Flotaba derramado en los cfiros De salir del caos aun deslumbrada
cfiros
MXICO
167
noche sus
ojos,
La pasin en
su rostro centellea,
late el
Aunque
cer
alentada
la historia.
y briosa generacin
obras de Vctor
que vino
la
escena despus
de
la
con
las
francs,
grupo de poe-
tas jvenes,
les,
artsticos
muy
diversos,
y en
los cua-
por
lo
el
poco que m ha llegado de sus obras, parece que pregusto de los parnasianos franceses
tal
domina
y de
algunos moder-
pulcritud
cia
y al esmero en la tcnica, no degenere, como en Franha degenerado, en pueril dilettantismo, y que al seguirla, los
lo
que de
y con
(2).
el
des
(i)
Naci Flores en
el valle
de San Andrs,
la falda
Discurso que, en
de Junio de 1885.
Hay
(2)
varias ediciones
la
Altamirano:
mismo ao de
1892.
de
los poetas
mexicanos que
omito por considerarlos vivos, pero luego he reflexionado que este trabajo
estaba
muy
debo
advertir,
expuesto sensibles omisiones, y he desistido de l. nicamente que no he incluido en esta coleccin la excelente poetisa
Hamburgo en
1876,
pues aun-
que mexicana por adopcin, haba nacido en Espaa, en Alczar de San Juan.
(Vase
el
ella
public
tomo
11
Mxico,
1882).
De
otra poetisa,
en 1858, conozco algunos versos apasionados, incorrectos y demasiado ntimos que, la verdad, no me han parecido dignos de figurar en una coleccin
donde van
los
la
Cruz.
En Bogot
se ha publicado un
l68
CAPTULO PRIMERO
Poetisas mexicanas (Imprenta de
el
J. J.
tomo entero de
Prez, 1889),
donde poque
dr satisfacer su curiosidad
Mxico ha sido
han escrito y publicado all algunas de sus obras. Adems de Zorrilla, hay que recordar Garca Gutirrez, que residi algn tiempo en Mrida de
Yucatn, hizo representar imprimi
all
tres
dramas en 1844 y
1845,
La
Mujer
valerosa,
Los Alcaldes de
Valladolid,
cribi tambin
El Duende
la
aunque no fuese
omitir el
nombre
del escritor
la
montas D. Anselmo de
la Portilla,
que con-
ms ve-
Vase su interesante biografa en el tomito de D. Victoriano Ageros Escritores (a) mexicanos contemporneos (pgs. lSq-224). Con Portilla colabor en alguno de los peridicos fundados y dirigidos por l, el notable poeta gaditano D. Federico Bello y Chacn,
muy
el
Roa Barce-
na en
tomo
POSTDATA
de
formar esta coleccin y escribir las introducciones de ella, en la ltima sesin ordinaria celebrada antes de las vacaciones de Julio del
ao pasado de 1892. En Septiembre di por terminados los trabajos relativos Mjico, Guatemala y Cuba, valindome exclusivamente de mis propios libros y de los de algn amigo, puesto que la circunstancia de haber tenido yo que trasladarme Santander al da siguiente de haber suspendido sus tareas la Academia, me impidi examinar por entonces los materiales que ya haban comenzado remitir su Secretara las Academias Correspondientes Americanas, y otras Corporaciones y personas, quienes oportunamente se haba
invitado para este
fin.
Formada ya mi coleccin y redactado el prlogo, voh' Madrid, y con objeto de completar mi trabajo antes de la impresin, comenc examinar la interesante coleccin de datos recibida de Amrica. La Academia Mexicana, Correspondiente de la Real Esel punto de impriuna Antologa de poetas de aquella Repblica, en tirada de solos seis ejemplares (segn mis noticias) (l Y para que quede memoria de esta rareza bibliogrfica, me parece oportuno dar aqu noticia del contenido de tan extraordinario libro, empezando por ad\"ertir que no tiene portada ni pie de imprenta ( lo menos por ahora), y que consta de 470 pginas, en 4., no foliadas, sino numeradas con lpiz. Ocupa las 52 primeras una discreta y elegante introduccin histrica firmada por el egregio humanista D. Jos Mara Vigil, bien conocido entre nosotros por su magistral versin y comentario de las Stiras de
mayor comodidad de
).
la nuestra,
Persio.
(i)
res,
pero
170
CAPITULO PRIMERO
se divide en dos grupos:
La Antologa
y Muertos: Annimo
otro de poetas vivos, por este orden: del siglo xvi (fragmento de la pieza dramtica
Francisco de Te Sor Juana Ins de Cruz. Fr. Navarrete. Francisco Manuel Snchez de Tagle. AnEduardo de Gorostiza. Manuel Cardrs Quintana Roo. Francisco Ortega. Jos Gmez de Cortina. Jos Joaqun Pesado. Jos Mara Heredia. Wenceslao Alpuche. Fernando Caldern. de Jess Daz. Ignacio Rodrguez Gah-n. Miguel Jernimo Martnez. Jos Sebastin Segura. Ignacio Ramrez. Ramn Isaac Alcaraz. Alejandro Arango y Escandn. Francisco Guzmn. Manuel Peredo. Isabel Prieto de Landzuri. de Juan Valle. Jos Rosas Moreno. Manuel M. Flores. Acua. Agustn F. Cuenca. Vivos: Ignacio M, Altamirano. Jos M. Antonio Cisneros Cmara. Jos T. de Cullar. Rafael Delgado. Manuel Ricardo Domnguez. AdalDaz Mirn. Salvador Daz berto A. Esteva. Jos M. Esteva. -Enrique Fernndez Granados. Rafael Gmez. Ernesto Gonzlez. Justo P. Gonzlez. Manuel M. Gonzlez. Manuel Gutirrez Njera. B. Hjar y
Triunfo de
los Santos,
representada en 1578)-
la
]\Ianuel
pi.
la
^Jos
P.
]\Ianuel
Bustillos.
]\Iirn.
^Juan
Haro.
Manuel Jos Othon. Joaqun Arcadio PaPen Contreras. Jos Pen del Valle. Josefina Prez de Garca Torres. Ignacio Prez Salazar. Isabel Pe Manuel Puga y Acal. sado. Juan de Dios Peza. Guillermo FranAmbrosio Ramrez. Vicente Riva Palacio. Justo cisco Sosa. Esther Tapia de Castellanos. Luis G. Urbina. Jess E. Valenzuela. Eduardo del Valle. Ramn Valle. Antonio Zaragoza. Rafael de Zayas Enrquez. Ovidio
Cuenca.
Ipandro Acalco (limo. Sr. D. Ignacio Montes de Oca, Obispo de San Luis de Potos). Francisco Lpez Car\'ajal. Jos LLaura Mndez de pez Portillo y Rojas. Vicente Daniel Llrente.
LuisG.
Ortiz.
gaza.
Porfirio Parra.
^Jos
Prieto.
Sierra.
Zorrilla (l).
La necesidad de encerrar tantos poetas en el pequeo espacio de 400 pginas, ha obligado los colectores mexicanos no incluir generalmente ms que una dos composiciones de cada uno de
ellos,
muy
breves.
menos, desde Riva Palacio, D. Jos Mara Roa Barcena, D. Manuel Gutirrez Njera, dignos todos de particular estudio.
(i)
De
en esta
lista
han
fallecido,
por
lo
MXICO
171
Gran parte de
cia, los
la
coleccin se
la llevan,
justi-
poetas vivos, entre los cuales hay algunos excelentes. Como mi plan era diverso, he podido lograr mayor espacio para los muertos, dndolos conocer en mayor nmero de composiciones y g-
neros. Algunas veces he coincidido en la eleccin con la Academia Mexicana (y esta es seal casi infalible de acierto); otras no, por preferencias de gusto individual de doctrina literaria, que no puede ni debe renunciar el crtico, si ha de ser sincero. De la Antologa Mexicana he tomado ltima hora, para aadirlas la ma, composiciones de dos poetas: D. Ramn Isaac Alcaraz, cuya muerte no haba llegado mi noticia, y D. Juan Valle, quien yo conoca por su fama, pero no por sus obras. Una sola composicin de cada cual de ellos no es dato bastante para juzgarlos. Alcaraz, correspondiente de nuestra Academia, falleci en 8 de Abril de 1886. A juzgar por su pulcra y limada oda A! Esto, era poeta de gusto clsico, cuyo puesto est naturalmente marcado en el grupo en que figuran Pesado, Arango y Guzmn. V^alle, cuyos
Guerra Civil recuerdan, hasta cierto punto, las 4 de Julio de 1838, y muri en Enero de 1865. De l dice el Sr. Vigil, que fu el cantor ms enrgico de la revolucin reformista, siendo dignas de notarse la exactitud y originalidad de sus descripciones, no obstante
viriles tercetos la
haber perdido
la vista
desde
los
primeros aos.
dems poetas admitidos en la Antologa Mexicana, no figuran en la nuestra Hernn Gonzlez de Eslava ni D.^ Isabel Prieto de Landzuri, por haber nacido en Espaa; Heredia, por cubano; Alpuche, Snchez de Tagle y Fernando Caldern, por la inferioridad de su mrito lrico, de que ya se dice algo en el prlogo; Jos de Jess Daz, por no haber tenido yo mano sus romances y leyen-
De
los
das,
que son
lo
Gmez de la Cortina, Conde de la Cortina (1799-1860), hermano mayor del conocido biblifilo y latinista Marqus de MoD. Jos
rante, hizo versos humorsticos en sus ratos de ocio, pero
no creemos
de poeta. Fu principalmente erudito, gramtico y fillogo, y su influencia literaria en Mxico puede compararse en algn modo la de D. Domingo del Monte en Cuba, la de
calificado
Barait, dentro
tra la integridad
y pureza de la lengua castellana, ejerci la crtica menuda con ms desenfado que elevacin y aticismo, y contribuy
mantener la parte exterior de las tradiciones clsicas en pleno desbordamiento romntico. Sus trabajos de gramtica y de historia
172
CAPITULO PRIMERO
y de
to-
dos se encuentra detallada y curiosa noticia en las Biografas del Sr. Sosa, pero en Espaa apenas se le conoce ms que por la traduccin
muy ampliada de la Literatura Espaola^ de Buterweck, que comenz publicar en sus aos juveniles (1829), y por su Diccionario de Sinnimos Castellanos 1S45), que es de los ms completos que tenemos. En ^lxico es todava ms clebre su peridico literario El Zurriago (1839). Fu Cortina hombre de carcter munfico y esplndido, y emple gran parte de su inmenso caudal en el fomento y proteccin de las letras y de las artes. Aunque naci y residi y ocup altos puestos en Mxico, era al morir ciudadano espaol. Con su nombre va unido, por cierta comunidad de estudios y aficiones, no menos que por la copia de doctrina clsica y el temple custico del estilo (en que uno y otro recordaban la spera manera de Puigblanch y de Gallardo), el nombre de otro humanista ya difunto, el espaol D. Jos Mara Bassoco, Conde de Bassoco, que fu primer Presidente de la Academia Mexicana Correspondiente de la Espaola, y dej, aunque pocos, excelentes ensayos sobre cuestiones gramaticales, que pueden leerse en las Manaras de aquella docta Corporacin. El mdico D. Manuel Peredo 1830-1890), correspondiente tambin de nuestra Academia, ha dejado ms fama como prosista y crtico de teatros que como poeta. Fu, sin embargo, notable por la gracia y donaire de su musa juguetona; segn declara el seor Vigil, y no lo desmiente en sus versos de Fin de ao que en la Antologa Mexicana se insertan, aunque la versificacin no sea in( 1
tachable.
Finalmente, al cerrar nuestra Antologa, ignorbamos que otro acadmico mexicano y fecundo poeta, D. Jos Sebastin Segura, cuado y discpulo de Pesado, haba desaparecido del mundo de los vivos desde 1889. Fu en su ju\'entud Ingeniero de Minas, y en sus ltimos das abraz el estado eclesistico, dando esta postrera expansin los afectos msticos de su alma, que ya se manifestaban en el gran nmero de versos de devocin que hay en el tomo de sus Poesas, impreso en 1872. Segura saba varias lenguas, y brillaba ms como traductor que como poeta original. Puso en verso castellano algunos Salmos y trozos de las Profecas, los primeros cantos de la Divina Comedia, algunas odas de Horacio y glogas
de Virgilio,
lianas,
y de Calino, y muchas poesas itay especialmente alemanas (baladas de Schiller, parbolas de Krummacher, etc.). Su traduccin de El Canto de la
los
cantos de Tirteo
francesas,
MXICO
173
ms literal y menos parafrstica que la de Ilartzenbusch, pero mucho menos potica. En sus composiciones originales, y aun en la eleccin de muchos de los modelos que tradujo, domina la influencia de Pesado, que era su maestro, la vez que su deudo. En su juventud compuso bastantes versos amorosos; los de su edad madura son casi todos de
Campana
es
inspiracin religiosa,
es
un
nues-
Arango, Martnez y Guzmn, insignes poetas msticos del Parnaso mexicano. Como muestra de su estilo, bastar el siguiente soneto, que tenemos por uno
tro entender dista
mucho
del mrito de
de
los
CONFIANZA EN DIOS
Cubierto est mi corazn de abrojos Como terreno estril y baldo;
est el nimo mo las cuerdas de los arcos flojos. compasivo m vuelves los ojos, Templado me ver de nuevo bro; La cizaia arder como en esto Se abrasan de los campos los despojos. Y en mi alma sembrars semilla buena, Como lo hacen los diestros labradores, Que con tu gracia en frutos se alce Uena. Y" admirados vern los pecadores, Que poderoso la infecunda arena Tornaste en huerto de fragantes flores.
Y desmayado
Como
Si
La Academia Correspondiente de Guatemala remiti manuscrita Antologa de sus poetas, muchos de los cuales viven, por lo cual apenas he podido utilizar esta coleccin ms que para aadir una poesa de Diguez las que ya tena recogidas. Antecede las copias de los versos una Resea histrico-critica de la literatura Guatemalteca, curioso y erudito trabajo del acadmico Secretario, don
la
Agustn Gmez
cimiento
al
Carrillo.
complace en hacer pblico su agradelas Academias de Amrica, y por mi parte slo deploro que tan ricos materiales hayan cado en manos tan poco hbiles como las mas para sacar de ellos
La Academia Espaola
se
todo
el fruto apetecible.
II
AMERICA CENTRAL
como
al
Rep-
antigua Audiencia y
la
Madre
Patria, sin
levantado entre los Ocanos Atlntico y Pacfico para unir los gran-
La
his-
mexicanos en
la Biblioteca
de
y por mexicano pasa en el concepto de muchos el ms importante de todos ellos, contribuyendo tal confusin el ttulo
mismo de
(i
)
su obra (2).
(2)
emprenda un
trabajo especial
en
chena (Fr. Antonio) que dej manuscrito un Catlogo y noticia de los escritores del orden de San Francisco de la provificia de Guatemala con fres ndices:
uno de
ltimo de
los indios.
Uaga (P. Alonso), Aviles (Fr. Esteban), Azpeitia (P. Ignacio), Barca (Fray
Joaqun de
la),
176
CAPTULO
II
el
Bartolom de
las Casas;
el
el
Muntaner de
conquista americana
Campo Ribas
dero (Fr. Juan), Crdoba (Fr. Matas), Corral (D. Felipe Ruiz), Coto (Fray-
Toms), Dvalos (Fr. Luis), Dvila (Fr. Antonio), Dighero (Fr. Miguel),
Santo Domingo (Fr. Garca de), Echevers (D. Francisco), Enrquez (don
Alonso), Espino (Fr. Fernando ),F'igueroa (Fr. Antonio), Figueroa (Fr. Francisco), Flores (D. Alonso),
tes
Guzmn
(D. Francisco Antonio), Guevara fD. Baltasar Ladrn de), Irion(Fr. Pedro),
San Jos
(D.Domingo), Landivar
(D. Miguel), Letona (D.Manuel), Llana (Fr. Ignacio), Lobo (Fr. Martn), Luque Butrn (D.Juan), Madre de Dios (Fr. Ambrosio dla), Maldonado Fr. Francisco ), Mrquez y Zamora (D. Francisco), Melgarejo (D. Ambrosio),
(
Mendoza
(Fr. Antonio),
Mendoza
Moneva
dla Cueva (D. Basilio), Monroy (Fr. Jos), Montalvo (D. Francisco Antonio),
Morales (Fr. Blas), Morcillo (Fr. Francisco), Morera (Fr. Jos), Nez Fe-
suo (D. Francisco), Nez (Fr. Roque), Orea (D. Baltasar), Orozco (don
Diego Lpez),
cols),
Padilla (D. Juan Jos), Panlagua (Fr. Nicols), Paz (Fr. Al-
Pineda y Polanco (D. Blas), Portillo (P. Atanasio), Prado (Fr. Jos), Quiones Escobedo (Fr. Francisco), Quirs (F"r. Juan), Ramrez Utrilla
(Fr. Antonio),
Femando), Rivas
Gastelu (Fr. Diego), Ro (Fr. Francisco), Rodas (Fr. Andrs), Ruiz (Fr. Do-
mingo), Salazar (Fr. Juan Jos), Salcedo (Fr. Francisco), Snchez (Fr. Jacinto), Saz (Fr.
Antonio
(P.
del),
Sicilia,
(Fr. Pedro),
Sumpsin
Pedro), Tosta (D. Bonifacio), Ugarte (P. Juan), Umpierres (Fr. Jos), Valtierra (P. Antonio), Valtierra (P.
y Loaiza (D.Jernimo), Vzquez (Fr. Francisco), Vzquez Molina (Fr.Juan), Velasco (Fr. Jos), Velzquez (P. Andrs), Ximnez (Fr. Jos), Zapiain (Fray
AMERICA CENTRAL
77
el
y
de
amena
literatura
tenemos
muy
escasas noticias
es D.
l).
El ms anti-
manusir
crito
de
la
de Oidor
la
de Gua-
580,
all
algunas de sus
al libro
composiciones.
Una de
ellas es cierto
soneto encomistico
de
las
cimientos de su panegirista:
Jardn de mil lindezas adornado,
Floresta llena de preciosas flores,
donde
se han aposentado
Las Musas con sus dotes y primores; Torre donde Minerva sus valores
Y
(i)
Sobre
la historia tipogrfica
libros, Biblio-
XVII y
go de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1S97; y La Imprenta en Guatemala (16601S21), por D. Jos Toribio Medina, Santiago de Chile, impreso en casa de)
autor, 1910. Este ltimo,
mucho
m'is extenso
y copioso, hace
casi intil el
primero.
hasta despus de
la
mitad del
la
si-
Payo de Ribera, de
Orden
de sus prensas fu un Sermn de de Quiones y Escovedo, predicado en 4 de Octubre de 1660, ejemplar curioso y quiz nico, que posee nuestro querido amigo D. .Antosali
nio Graio.
La Historia
por D.
Ramn
muy
sucintamente, de
la
hteratura colonial en su
tomo
i.,
12
178
CAPTULO
II
De
el
Canto de Caliope, y en
l se lee
el
Mestanza; de
en
el
Oh
t,
que
al
Lleno de envidia, y con razn quejoso De que otro cielo y otra tierra han sido
Testigos de tu canto numeroso!
Algrate, que el
nombre
esclarecido
suelo
el
grato cielo.
se alude, eran el cielo
El otro
ciclo
la otra tierra
que
el
tierra
suma
De tanta erudicin, donaire y gala, Que no hay muerte ni edad que la consuma.
Apolo
le
arranc de Guatemala.
le trujo
De
la canalla
temaltecos,
y muchos de
la Biblioteca
hemos
contado en
escaso nmero para tres siglos; mucho ms si se considera que mayor parte no son ms que versificadores de circunstancias.
(i)
En
el
sar de
Toda
Corre
ligera,
AMERICA CENTRAL
79
XVIII,
fcil
predominante en sus
prensas de Guatemala es
la
Tliomasiada,
poema en
(l).
loor del
n-
Toms de
por
el
bantes del
En
lo
excede
de Rengipho, imitando
ternura
es
y devocin
del
efecto,
un Rengifo en
las
(i)
Tliomasiada.
Al Sol de
la Iglesia
Por
el
y aora Lector
Impresa en
1667.
Vicario provincial.
Con
foliar
licencia.
libros.
Ao de
y 68 ms sin
tablas
las erratas.
Es
libro
Entre
los preliminares
la
P. Sal-
vador de
Puente, S.
I.
Cantis,
Dcimas del
P.
Domingo de
en
Barrios,
Lego de
la
has-
ella n7/merosos:>
Docto Homero
vizcano.
Vigilio dominicano,
De
De
De
l8o
castellana.
CAPTULO
II
En
el P.
0\'ecuri:
Cuan-
tos
han
escrito la vida
la
de nuestro Santo,
la
han
escrito
de una ma-
nera:
yo
de verso, en
50
(1)
sin
necesitar
de
toda
el
de
la
admiren. jCundo
les
el diseo.'
Dcimas,
quintillas,
el
glosas.'
Los c-
micos hallan
campo
variedad de metro.
Tambin nos
imitar,
aunque
la
verdad
es
que de
la
mayor
parte de ellos no se
encuentra rastro en su
estilo.
menos
lo
tarraco-
Lope en su
Jcfiisaleni
Conquistada y su Centuria
al
Conde de
al
insigne Montalvn,
el
Conde no
el
de Salinas dulcissimo
En
la
como
de
los
que ves en
Sobre
los
me
han consumido
un ao entero.
la
de
las 1
50 maneras de ver-
([)
Aqu
Alude
P.
al
pedantesco
la
Ovecuri
em-
prende contra
l,
AMERICA CENTRAL
SOS. 4
el
cia,
como
infinitos pies.)
Segn
tes,
lo
cuantos tuvieren
como
lo
vemos en mis
cuantas fueren
En
donde
se
ponen
los
s
Romances
<iue encierran en
sible hacerse
las
cias
hay
dellos.
libros,
de versos, pongo
diante,
las
lo
menos una
la
plana, para
estu-
no solo
la
aprenda, sino
las
cabo.
En
dems, como en
canciones
pongo
-siempre,
lo pide.
accin
5>Y
aunque
libro
al
mi, has de
confessar por mayores mis desvelos, porque los de aquel son trabajos de otros, esparcidos por diferentes volmines,
juntos,
y en
el
suyo
los
diferencia de
fices
componer un
uno
solo.
artificiarlo
cia, el
todos los metros que tienen algo de nuevo llamo de diferen aquellos cinco romances, que
I,
como
el
uno
se fabrica sin
A,
el
quarto
sin
O, y sin
el
quinto.
Lo
mismo
los otros
porque todo
porque con
que
se
aade
una cosa
ello se
tenga ms cuidado en
de otra, y Aprovechan
se biza-
donde
102
CAPITULO
II
mucho en
cita
Tambin alude otras piezas poticas, fruto de su ingenio, que se han perdido: mi Esfera en verso, que no se ha dado la estampa, y una Cancin la entrada del Conde de Santiago en la Ciudad
Real de Chiapa.
La Thomasiada
ble paciencia
slo
es
increi-
y de mucha
fuese,
no
la versificacin,
rimada:
lgicas, Especulativas
y Morales,
las
En
su
Castillo,
dominicano, en
Cronologa
al
Jacobo Gualterio, de la
Compaa de
Jess,
al
Zamorano; en
la
Astronoma Apiano.
Acaso en
en nuestros cenculos
y en
los
de Amrica
pies,
la
exhumacin
romances mudos
por
centro de
donde salgan
los versos
como
lineas,
de sus
dia-
y otros mil
todo se
lo
blicos primores.
Pars:
sac
de su cabeza
la
el
buen Padre
de su Rengifo.
Si el autor
de
la
do,
no puede decirse
de
la
mismo de
los confines
cribi
fante Jess;
mismo asunto
el
bajo la
alegora de Ciprs;
nix. El capitn
tes
emblema de F-
y estudioso cronista D. Francisco Antonio de Fueny Guzmn, que haba dado su historia de Guatemala el ttulo de Recordacin florida, compuso adems la Limosna potica. El
AMRICA CENTRAL
83
la
Milagro de la
Atiicrica,
descripcin en \erso de
la
catedral de
misma
el
cumpleaos de Carlos
II
en 1675
(l).
El gusto crespo
el
siglo xviii,
y enmaracomo es
abogado D. Miguel de
(2).
Como
majaderos (1742)
el del
(3).
Pudieran
aadirse otros
(i)
la
La ha reproducido
el Sr.
D. Justo Zaragoza
al fin
del primer
tomo de
Recordacin florida (pgs. 435 y 451), publicada en Madrid por la Biblioteca de A}ner icaistas en 1882. El ttulo de la rarsima edicin original impresa en
reales, en geniales
le confarot
la
II.....
La
la bibliografa
de ^Medina).
en GuateSan-
setecientos sesenta
dcbia executar la
y seis, maana
el
tres negros de
Omoa,
del veinte
ntiebe la
M.
Illfre. Sr.
Puede
aadirse, pesar
de
la
gravedad de su
litigantes
en ellos
y menos
En
la
de Arvalo, ao de 1742.
realidad es una stira de costumbres forenses. (Nm. 1S4 de Medina).
En
184
CAPTULO U
el del jesuta
Padre
Antonio
Portilla, autor
de elegas y odas
latinas; sin
algn
rigor, la poesa
en GuaFr.
Rafael Landvar
y con
Ma-
de Crdoba.
Si es cierto,
como
lo es sin
porta
la
mucho ms que
el
nmero, con
muy
tas
americanas. El P. Landvar,
autor de
ms
excelentes poeSi
que en
desechando
si
admitimos,
como no
y Pontano, que cabe muy fresca y juvenil poesa en palabras de una lengua muerta: si tenemos adems en cuenta el mrito insigne
aunque secundario de
la dificultad
vencida,
los sabios
primores
Landvar,
mi concepto, slo
la
falt
para arrebatar
palma en
al
este
gnero todos
cantor de
La Agricultura
en la zona trri-
da.
los
De
que no
como tampoco
entien-
den
comparacin para declarar tarea absurda y pueril todo empeo de imitarlos. Pero el hombre de gusto y de cultura clsica, distingue
muy
nasia
y de
taracea, llamados
versos de colegio, que no pueden tener otro valor que el de una gim-
ms menos
al
til,
ser pernicioso;
los
mismo tiempo
sentir, leer
\'iva
sabios humanistas,
y que acostumni
brados pensar,
ellos
puesto que
para apren-
AMRICA CENTRAL
185
der, ni para ensear, ni para comunicarse con los doctos usaban otra,
encontraron ms natural, ms
racin en
la
tacil
mtrica,
el
esp-
de
la
ellos
con
el
estro pro-
patria.
An-
el
latn
que en
Fracastor,
Cristiada
la Potica,
fra
de Vida,
de Juan Segundo,
y de
escuela, dir
ma, y probar que no tiene gusto ni entendimiento de poesa. Al gnero de la poesa neolatina de verdad pertenece la Rustcatio,
del P. Landvar,
la
que es entre
los
innumerables versificadores
elegantes que
Compaa de Jess ha producido, uno de los rarsimos quienes en buena ley no puede negarse el lauro de poeta.
No porque
la cual se
el caf,
en
lo esencial
la es-
el t
sobre
plvora, sobre
el
bodas de
las
plantas, sobre el
la
caza y
la
cometas y
sobre
el
el
arco
sobre
la
barmetro,
que en pocos, en
tales
muy
que trabajaron
poemas,
ni siquiera
piracin tan genial y tan nueva, riqueza tan grande de fantasa descriptiva,
y una tal variedad de formas y recursos poticos como la que encontramos en el amensimo poema del P. Landvar. Desde
casi
que
en una de
Maury
su esplndido canto
de La
Rusticatio
de hallar aun en
Italia,
donde
se imprimi
hijos
el
dems
el
de
la
Compaa.
Hoy
elogio
que
l86
CAPTULO
justo,
II
estimamos
la
de
la
guna muestra de
que no en su texto
que
inserta-
mos de
la Riisticatio
en
la
elegantsimo poeta
con
lo cual
autor de los
los
Murmurios de
la Sel-
que
es sin contradiccin
uno de
ms
acrisolados versifica-
hoy honran
La Musa
transportada
nombre de Gergicas
un poema de de Vir-
la Rtisticatio sea
como
La
la
Rusticatio,
con un apn-
dice,
abarca
y de
vida del
mucho ms, y es una total pintura de la naturaleza campo en la Amrica Central: vasto y riqusimo
fsicas
conjunto de rarezas
y de costumbres
inslitas
en Europa.
La novedad de
sico
la
de
tificios
la forma y obligando al autor mil ingeniosos rodeos y arde diccin para declarar cosas tan extraordinarias, y por
otra el sincero
la
ferviente
el
patria ausente
se consuela
perdida,
empean podedesde
luego, crecien
rosamente
la
la
la Rusticatio,
sentida dedicatoria
el inters
ciudad de Guatemala.
do
la
van apareciendo
los lagos
nuestros ojos,
como en
la
y mgico panorama,
de M-
xico, el volcn
de Xorullo,
labor
las cataratas
de Guatemala;
los alegres
campos de Oaxaca;
y habitaciones de
minas
de oro y de plata, y los procedimientos de la Metalurgia; el cultivo de la caa de azcar, la cra de los ganados y el aprovechamiento
de
ecuestres, gimnsticos
venatorios; las
AMRICA CENTRAL
fuentes termales y salutferas; las aves y las
lares
fieras; los
1S7
juegos popu-
las corridas
de toros: todo
lo
que
el
mi
me
prados
De
Huertecillos flotantes
De amapolas
Ir
y lirio y rosas llenos en canoas leves y sonantes. Ya la cumbre negruzca del JoruUo
En donde impera el siculo Vulcano, Ya los arroyos que con blando arrullo
Del monte bajan regar
el llano,
He de
el ail
que
reviste el
campo ameno;
y
las
Del castor
los palacios,
minas
en su virgen seno;
las
candidas mieles
que vido
el
colono
De
he de cantar
rebaos
Que en
los
murmurios de
clara fuente
Siguiendo su corriente;
Los Tal es
sacrificios
los
juegos graves
la
do en
la
color local
ame-
ciertamente,
el
quien estudie
los
orgenes de
la
poesa descriptiva en
Nuevo
Mundo, y
dr
la
las
Rusticatio en
la
Grandeza mexica-
na y
las Silvas
loa
CAPITULO
l
II
tradujo de
llos (l).
en verso castellano
el
episodio de
la
pelea de ga-
Por
el
mismo tiempo
la
floreca en
grande de
Sabemos por Beristain y por los PP. Backer y Soramervogel, bibliCompaa de Jess, que el P. Rafael Landivar naci en Guatemala el 29 de Octubre de 1731, y que despus de haber seguido sus estudios en la Universidad de San Carlos, donde se gradu de maestro de Artes, tom la sotana jesutica en el noviciado de Tepotzotlan (Mxico), en 1750. Ense en el Colegio de Guatemala Retrica y Filosofa, hasta que envuelto en la suerte comn de la Compaa, pas Italia en 1767. Falleci en Bolonia el 27 de Septiembre de 1793. De la Rtisticatio hay dos ediciones, pero slo tenemos la segunda, de Bolonia, 1782, que se titula auctior et emcndatior. Publi(1)
grafos de la
fune-
et Victoria,
En La
Maestro en Artes, y se dan algunas noticias de sus estudios. Hizo versos castellanos, aunque de poco ningn mrito, otro jesuta
guatemalteco de los desterrados
(1744- 1 81 o),
Italia, el
P.
controversista.
En
latn versifica-
un libro de exequias reales titulada El dolor rey. Sentimiento de N. Catholico Monarcha el Seor D. Fernando \ I el Justo. En la sensible muerte de Nuestra Reynay Seora Doa Marta Barbara de Portugal. Pompa fnebre, que d la niemoria dcsta Heroyna dispuso en Goathemala, el Sr. Dr. D. Manuel Diaz
Freyle, del Consejo de S.
M.
para
llorar tan
la
ga de
Compaa de Jess
Impreso en Goatemala
En
la
Imprenta de
de
de quien es tambin
el
sermn de
honras de
(2')
Reina.
ni
Ni Beristain,
D.
Ramn
Uriarte, editor
los
de
la
como
Crdoba, indican
el
ao de su nacimiento
de su muerte.
Dicen slo que era natural de Ciudad Real de Chiapa (provincia que perte-
AMERICA CENTRAL
189
modo de
indios,
dios.
leer
con utilidad
los
prueban
la
rectitud de su juicio
slo
De
su talento potico
el
verdad notable,
modes-
tamente llam Fbula moral, y que lleva por ttulo T.a Tentativadel len y el xito de sii empresa. No diremos que este largo aplogo,
totalmente
la
literatura
narracin, feliz
necio
al
en
1824),
lectual
y que naci mediados del siglo xviii. Salazar (Desenvolvimiento intede Guatemala, pg. 242) apunta el ao del fallecimiento, que fu 1829.
el P.
Se dio conocer
ttulo: Utilidades
y calcen d la espaola, y medios de consccoaccin y mandato. Memoria premiada por la Real Sociedad
En
la
Tambin
nio de
est impresa la
v ladi?ios
Memoria que obtuvo el accsit: Utilidades y medios vistan y calzeti d la espaola. Por el R. P. Fr. Antoel
En
grado de Licen-
como era costumbre (Medina, nms. 1014 y 1015). En 27 de Agosto del mismo ao, un discpulo del P. Crdoba, el bachiller D. Toms Ruiz, sostuvo en la misma Universidad el primer acto pblico de
sus conclusiones,
el anlisis
de
ciones de Cicern /ro Marccllo, pro Lege Manilla y pro Milone. Fruto de esta enseanza fueron tambin las Preleccioncs los libros de eloquencia que el P. Crdoba public en 1801, y han sido reproducidas en el
En
la,
prendi
Espaa para negocios de su Orden, y en Madrid le sor1808. De vuelta Amrica residi, no en Guatemasino en su nativa ciudad de Chiapa, donde fund una Sociedad Econmi1803 pas
el 2
de Mayo de
ca introdujo
la
primera imprenta.
igo
CAPITULO n
la
grave de
los
razonamientos
lo
vivo y lozano de
las descripciones,
que
el
conjunto deja
muy
dotes poticas
muy
superiores su argumento
Cierta severidad
y elevacin
el relato,
clsica
que reina en
el
poema,
contrasta con la
manera habitual de
no meincul-
nos que
ca, el
la
Crdoba
picaresca
y
la
los
As en
Amrica
potica,
la
Galera cen-
tro americana,
guada que naci en Guaj^aquil, y por tanto debe contrsele entre los poetas del Ecuador y no entre los de la Amrica Central, aun-
la
mayor
Crdoba
en
los trozos
Con el dedo en los labios, los Faunos Que avanzan por mirarlas ms de cerca.
Silencio imponen, y las blandas alas Zfiro con sorpresa mueve apenas.
Duerme la ninfa de una clara fuente Que deja ver su reluciente arena:
Despus copia
los sauces de la orilla;
ms en lo profundo representa La perspectiva augusta de los Cielos, Por la parte oriental que Febo incendia.
(2)
Tomo
de
I,
la
continuacin
esta obra).
Simn Bergao y
Ville-
gas
que
las
public en
la
pgina 219.
En
la referida
AMERICA CENTRAL
I9I
la
emancipacin de
la
colonia, se abre
el
con
el
salvadoreo D. Miguel
Alvarez de Castro y
1S16,
formando
MeIn-
la
No
es seguro
en Guatemala. En una de
nocido, pero lleno de
las
amor propio y de no buenos pensamientos. Vivi paraltico muchos aos y acab por hacerse devoto. Hay de su pluma varios papeles poticos, entre ellos La Vacuna, Ca?iio dirigido d los jvenes, por Simn Bergao y Villegas: Con tina Silva de Economa Poltica del mismo autor (htteva Guatemala, por D. Ignacio Beteta, 1808). Es curioso nicamente por la comparacin que sugiere con la oda de Quintana al mismo asunto y con el juvenil poema de D. Andrs Bello. Durante la guerra de la Independencia espaola, D. Simn de Bergao se
mostr ferviente patriota, como
lo
en
el
En
Invencibles espaoles,
Leales como valientes. Hijos ilustres de Marte, JIuy ms que leones fuertes
A los hijos de
Inc.
la
Fieles americanos,
Ilustres y preciados descendientes De los bravos hispanos
Que
La Gaceta de que
y dur por
lo
que empez
salir
en Noviembre de 1729,
menos hasta
que fu
la
primera
ni tra-
192
zn.
CAPITULO
II
filiarlos
en
la
no
se levantaron
de
la
la
mediana dentro de
ella.
grande en Amrica durante cierto perodo, y dej huella hasta en la poesa de D. Andrs Bello, como ha probado D. ]\Iiguel Antonio Caro.
De Alvarez
la
famosa Des-
pedida Silvia:
No hay
Evitar,
medio: ya es imposible
dueo amoroso,
el
Me manda
Oyese
al
hado
partir;
ave sensible
Anunciar alegremente
Que ya por
Comienza
el
rubio Oriente
lucir
el da
Algunas
y parecen
del maestro:
Por
el
bosque
solitario
La viuda
trtola vuela,
ay Dios! se
en vano
su bien
desvela
pos;
De
amado en
le llama.
en ese instante
n que
Los
tu ausencia
me
mata.
Rompers, Amira
lazos
ingrata.
Quin sabe
ya distante.
Rodeada de adoradores,
Merecer tus favores
Otro ms
feliz
que yo!
cita
AMERICA CENTRAL
mtico, recordamos
el
la
I93
letrillas
en
mismo
estilo:
Reverdeci
los prados,
en montes y collados
La nieve relumbr.
Mientras de Mirta hermosa
El celestial semblante.
Huy mi
vista
amante,
ay Dios!
me
abandon.
pesar de
la
los ms antiguos que hemos hallado de las repblicas del Salvador y de Nicaragua. Por el mismo tiempo escriban versos en Guatemala la poetisa espaola
(1796- 1 848), y
el
tras-
(i)
los
Potica de
la
De
su
En
el
tomo
11
muerte de su prima D.^ Luisa Gutirrez y Barreda, acaecida sbitamente poco despus de un sarao con que se celebr en GuaMara
Castilla,
en
la
temala
cin
la
restitucin
Espaa
del rey
las estrofas se
volcn de Guatemala:
La traduccin de
hijos
la
Audiencia de Puer-
194
CAPITULO
II
la
los
el
nmela
na-
Olmedo, se
este
les
el
de
diversa, pero
los
uno de
gneros
lricos (l)
(i)
No
igualan
de
los cuentos,
lo restante
que
escri-
De
fieras
Que vieron
Su historia ninguna, su lmite el mar. Montaas sin nombre las nubes asaltan Del yermo lanzadas d esconden el pi:
Sus faldas en v.<ino de verde se esmaltan, De alfombras se cubren que el hombre no ve. No guarda en su seno ni mieses ni flores. No viste sus valles de esplndidas galas, No danzan en ellos ni cantan amores
Ni granjas, ni apriscos, ni huellas humanas, Por esos desiertos callados y obscuros. Ni cpulas brillan, ni suenan campanas Sus vegas infestan salvajes desnudos Cruzando sus aguas en toscos acales: Caimanes feroces, voraces, membrudos. Disputan con ellos sus turbios canales.
All la serpiente sus roscas arrostra
Colgada
Kn hmedo surco trazando su rastra Que nunca secaron los rayos del sol.
Sus alas fornidas el guila tiende. Del monte corona, del aire sultana, La .atmsfera gime que rpida hiende Apenas descubre su presa lejana. Del tigre sangriento la cudruple garra. Su paso revela grabada en la tierra,
AMERICA CENTRAL
despreciables, nada tienen de particular (exceptuando,
si
I95
acaso, por
elo-
su carcter ntimo,
el
famoso Yo pienso en
ti,
giado en demasa) sino tres cuentos alegres y picantes, que llam, acaso por broma, Tradiciones de Guatemala., y que en realidad son
casos de crnica escandalosa que pueden ser de cualquier pas y tiempo (l). No es necesario mucho rigor para condenar el gnero
En
el blsamo duro y el cedro desgarra, cuya corteza profunda se enderra. Parece el desierto coloso dormido Que inmvil ostenta su mquina inerte; Gigante que yace por tierra tendido, En tomo velndole un ngel de muerte Del mar al Oriente, conturban las olas iOh pramo inmenso! tu mgica escena.
Royendo tus playas ardientes y solas. Tragando tus riscos, mordiendo tu arena! Mortales aromas tus auras derraman,
Tu ambiente
Tus trovas de amores las ondas que braman. Tus luces la hoguera que arroja el volcn. Tus hojas devoran la luz de la luna Al suelo robando sus rayos de plata:
Distante, dormida, la clara laguna
Su disco
refleja,
su imagen retrata
Hay que
una
(i)
que
as
los
me-
muy poco de
evitar,
dando
pretexto
como
ruin y estril.
los cuentos
No
es esto decir
que
local.
que
el
la
cuento de El
la
bandera
el da
de Santa
Cecilia,
Don
Batres alcanz los tipos y costumbres que describe, sin necesidad de re-
A las crnicas soy accionado, A las de Guatemala sobre todo, Y he grande copia de ellas registrado
Del frontispicio al ltimo recodo: Ni slo el Juarros leo con agrado; Que tambin me deleitan su modo Ximnez, Vzquez, Remesal, Castillo, Fuentes y algunos ms, cuando los pillo
igS
CAPTULO
s
II
en
los preceptos
de
la Etica,
sino
vili-
ser
lcita,
lo
menos
uno de estos
rarsimos casos
es, sin
el
ms
intransigen-
el
chiste
no depende aqu de
la vil
lascivia,
s misma tal valor, que anula y destruye el prosaico y vulgar contenido, y deja campear libre y sola la graciosa fantasa del poeta, quien no se puede menos de admirar, lamentando al
propio tiempo que malgastase tan opulenta vena cmica en tan pobre materia. Pero justo es decir que aunque Batres sea poeta un
tanto licencioso
lador torpe
de poeta
ni
y provocante la risa, dista mucho de ser un bury obsceno, pues en este caso no merecera el nombre que de l se tratase aqu. Aun comparado con sus prey con
el
ni se
ve
el
alegra
el
concepcin.
Todos
Las Falsas
apariencias,
al
El
las
Reloj-,
camente
Pero
ni
la
con que
trico
el
satisfacer al
(i)
componer
las
el
cir al castellano
unas pocas de
muchas
que se encuentran en
los
No creyndome
tacha de licen-
lo
muy
libre
de su
la
me limit
el estar
AMERICA CENTRAL
dejado en sus obras,
197
como jugando,
de
la
mucho
Byron,
y enamorado de
tarlas
digresiones de
el
Don
con
(i).
felicidad
suma, en
ms extenso de
sus cuentos, en
El
Reloj
Pero en
la
lo
mismo que
hallarse
en un ar-
Estas imitaciones son veces bastante directas. Por ejemplo, estos versos
de El Reloj:
Era chico de cuerpo, de ojo vivo,
De
carcter
tal cual:
algo liviano,
son
casi
esempio un po'mordace.
Un po'burbero, un po'provocativo, Un po'avido, un po'falso, un po' vorace. Un po'arrogante, un po'vendicativo, Ma questi difettuzzi io non li cont
De'suoi massimi meriti in confronto.
esto.
Dos
siglos antes
de venir
l al
mundo
describa su criado D.
Si non por quatorce cosas nunca vi mejor que Era mintroso, bebdo, ladrn mestorero,
Reidor
Nescio, perezoso,
(i)
es
mi escudero.
ms acerla
anar-
y olvidando
las
El nombre de
me
lo
enardece
Porque
la
De
menos
merece
CAPITULO
imitar nadie, puesto que desde
el
II
estilo,
la
De
Mas como otra no tengo, me parece Que debo amarla como el ave al nido,
los diablos
la
me
doy,
si
considero
Que
quieren vender
al
extrangero.
Oh
disimula
llanto,
Si tus llagas
no bao con mi
Mas ya mis
Por qu no abjuras el mortal sistema De hacer que el sabio en un rincn se Y en la inaccin su mrito sepulte?
oculte,
lricas,
y tienen un encanto
Cual nubcula discrecin del viento cual barca merced de la laguna, As vagando va mi pensamiento Sin que pueda fijarse en cosa alguna
Yo
el curso de un da est mi mente Unas veces alegre y otras triste. Como mujer fantstica y demente
Que en
No
llego conocer
las ajenas
Batres tena, en su carcter misntropo y escpticc, pero al mismo tiempo sentimental y dbil, muchos puntos de contacto con Larra, y fu como l vctima de la enfermedad romntica, que acaso contribuy su gloria
No
La
Me
re-
AMRICA CENTRAL
por otra
la
igg
iguala,
parte cmica de
como
asombroso conocimiento
la
inagotable chispa
y desenfado
maneja y juega con ella, pero tampoco abusa de sus ventajas hasta el punto de burlarse del asunto, contentndose con
con que
superficial,
independiente de
las co-
en
la
de
siete
leerse
ril
como
el
si
den que
pronceda, cuyo mrito en esta parte no ha sido bastante reconocido, la vena petulante
su
poema
es
y desatada que corre en el canto tercero de ms impetuosa que la de Batres, porque nace de una ms
genial
ndole potica
y vigorosa, pero
es
tambin ms desigual
y ms
turbia.
Leyendas espaolas
Pero
en Espaa, y en honra sea dicho del buen gusto de los americanos. el elemento cmico en las Leyendas de Mora, no es constante
ni siquiera habitual,
aunque sea
el
la
nica materia de
ha sido
el ol-
y de mayor parte de
gracia,
las
Leyendas de Mora
son serias y romnticas, y que en este gnero parece tener prioridad cronolgica sobre cuantos en Espaa las escribieron, exceptuan-
do slo
el
autor de
El Moro
alta {\).
expsito,
categora pica
ms
(i)
Hay tambin en
los
Santos Alvarez
al
Quin no recuerda
Canto
Teresa,
cuando lee
esta otra:
En
En mi
200
CAPITULO
II
la origi-
sustan-
cuyo
l.
como
el
cultivado por
La mayor
difcil
de lograr, y que muchas veces brilla ms en la ancdota hablada que en la escrita. Pero las Tradiciones de Guatemala valen lo
muy
diversas fuentes de
la
rios descriptivos
pica
la
llaneza prosaica
y pintorescos, 3'a del contraste entre la entonacin (l), ya de la filosofa risuea y socarrona,
Al menos consta as de la Gaceta: Dejmoslo rodar, y mientras rueda Gastemos bien el tiempo que nos queda.
Pero
la irona
de Batres, ms
fina
culta,
no suele tocar
los lmites
los
de
la
blasfemia, en
tos.
San-
Es un gusto aprender en
los autores
Que
Porqu de las semillas nacen flores, Cmo hacen para andar los animales, Para qu fin hay rayos y temblores, O de qu se componen los met.ales: Cosas que cada da estoy leyendo, Que siempre admiro y que jams entiendo.
Alvarez.
Qu os dir del mar? Y los volcanes? Y las minas? <Y el reino vegetal? Pues no te digo nada los afanes Que habr costado hacer un animal. iMiserable mortal, no te me ufanes, Creyndote de estirpe excepcional; Que el mismo tiempo malgast en t Dios Que en hacer un ratn lo ms dos.
No puede
como
En
rique Heine, suele estropear felices rasgos poticos con una chanza
inoportuna. As sucede, por ejemplo, en esta gallarda octava:
fra
AMERICA CENTRAL
201
ya de
la
afectada
la
tuna, ya de
tes raros (l).
alusin picaresca,
La
literatura americana,
muy
el
rica todava
en rela-
de Batres
ms acabado modelo
el
de
la
chileno Sanfuentes en su
poema El Campanario
alazn la frente blanca,
(2).
Tena
el
Ancha
nariz,
Largo y delgado hijar, redonda el anca, Robusto pecho, liberal resuello. Rasgado el ojo, la mirada franca,
El brazo negro, levantado, bello. Que en tierra estampa el casco desdeoso.
el crneo de
un
chismoso.
En Agosto de
1843 escriba
mucho, y podra componer millones, porque al estarlos haciendo es mucho lo que tengo que suprimir de lo que se me viene la cabeza, pero no hay honra ni provecho en semejante ocupacin {Biografas de literaios fiaciotiales, pg. 224). La mejor de
su hermana: Esa clase de cuentos
me
divierte
qued incompleta (a), y es evidente que sus compoaunque en varias partes la necesitaban. Hay versos duros y flojos, pero en general la prosodia de Batres es mejor que la de los poetas mexicanos sus contemporneos, y por su admirable
sus tradiciones.
El
Reloj,
siciones
no recibieron
la liltima lima,
bien hilado
Y
(2)
corre
como
el
ciudad de San
Salvador en 18 de Marzo de 1809. Pero de Guatemala proceda su familia, y ella volvi desde nio, y estuvo al servicio de aquella Repblica durante
su corta vida.
En
grande obra del Canal de Nicaragua, donde pas increbles penalidades, perdi un hermano tiernamente amado, y arruin su salud para siemen
la
pre.
De
al
servicio militar
como
capitn de arti-
y tom alguna parte en la poltica como diputado por San Marcos, pero sus padecimientos crnicos agravados por disgustos domsticos y por
llera,
un incurable tedio de
treinta
la
y cinco aos de edad, en 9 de Julio de 1844. En el nm. 163 de la Gaceta Oficial ^& insertaron una semana despus unas
(a)
En
202
CAPITULO
11
mundo y de
la
los
hombres,
la
el
nativo desenfa-
do de un genio
mejores causas
al
gnero han
Irisarri,
uno
de
los
cultura,
de ms
la
el
quid diviniun,
as
en
el
con-
cepto
y sus stiras, sus epstolas, sus fbulas, letrillas y epigramas, son ms bien correcta prosa, incisiva y mordaz, salpimentada de malicias y agudezas que le\-antan roncha, que
verdadera poesa, aunque por otro lado interesen ms que muchos
versos de poetas tan hbiles en su oficio
lneas firmadas por
como en
expresin,
como
imbciles en todo
pocos
le
que
vah'a su noble
alma
y superior
como por
sus versio-
el
la inti-
midad de Batres y
na)
que
en
la
referida carta su
aqu, y
hermavista
en
de
que
me
an tmido en
Era Batres hombre reflexivo y tenaz en el estudio, reservado, taciturno y el trato social. Posea una gran cultura adquirida en gran par-
ciencias exactas, y
dominaba
Muy
tardamente se dedic
al latn.
el
mismo ao
j'a,
Entre
las
Academia
Guatemalteca, est
nas 153-261).
el
AMERICA CENTRAL
lo
2O3
dems.
Irisarri
burlescas rebo-
y de
el
chistes; el nervio
la
desmienten en
versificador, pero
no siente
fantasea
ni
com-
de imaginacin pintoresca.
repetirse lo
De
l,
que
Tena
el
entendimiento ms
verdad que
la belleza.
En
la versificacin
y muchas veces duro, insonoro y descuidado: haca los versos sueltos cada uno de por s, sin dar casi nunca una armona
general al perodo rtmico, por lo cual los suyos se confunden casi
con
el
discurso prosaico.
La lengua
es
muy
sana,
como queda
dicho,
Jorsti-
ge
Pitillas, Iriarte,
Las dos
El Bochinche y El Siglo de oro, las fbulas de El Hael rio. La Abeja y la hormiga. El Perro y el gato con la liebre asada. El Lobo y el zorro. La Voz del pueblo, y el aplogo, un poco ms extenso, de El Tiempo, la memoria y el olviras tituladas
cendado,
El Albail y
do,
me parecen sus ms ingeniosas composiciones (l). De los dos hermanos Juan y Alanuel Diguez, que al
Naci D. Antonio Jos de
all
parecer no
(i)
Irisarri
en Guatemala,
el
de Febrero
de
1786, hizo
Dueo de una
viajes por
cuantiosa herencia,
to-
Amrica y Europa,
mando parte muy activa en los negocios poh'ticos de diversas repblicas, ya como periodista, ya como militar, ya como diplomtico, ya como gobernante. En Chile se vio, aunque por breves das, al frente del poder. En 1818 pas Inglaterra y negoci un emprstito en nombre de aquella Repblica. En 1825 regres Guatemala y tom partido por los conservadores contra los federales, mandando un destacamento con el ttulo de Coronel. Vencido
y prisionero, y luego condenado destierro, volvi la Amrica del Sur, hasta que cambiando la faz de los acontecimientos de su pas, fu nombrado
I\Iinistro
de Guatemala en
los
Adems de
(Nueva York, 1861) y de sus Poesas satricas y burlescas (Nueva York, 1867), public gran nmero de folletos polticos (Defensa da
204
CAPITULO
II
si
escogidas con
clsica,
que pretenecen
se inclin
imitacin de V^ctor
Hugo y de
las
romnticos es-
y abundoso en
descripciones
y me-
La
Garza, aun-
).
muy
lindas
Gil.
y recuerdan algo
la
suave y lnguida
manera de Enrique
Esta poesa y
la titulada
mi
gallo, prue(l).
original
y potico
Su
de
de
Gran Mariscal
1 Cristiano
El Guatemalteco,
de
Irisarri.
las
de
la
parte descriptiva
como por
el vrtigo
natu-
de
la
conclusin:
Cujanse los cafetos de jazmines, escarlata el granado se salpica, pasionaria de verdor tan rica Tiende Flora fresqusimo dosel;
De
La
Y
Con
la
dtil
Tapiza
pitaya trepadora:
Oh qu dicha
es vagar
por
las
campias
En
Y apagado
pensamiento.
Tanta fiesta gozar! Slo gozar! Oh cuan ledo su choza el pastorcillo Por lluvia del Abril vuelve baado, Pensando lo que piensa su ganado! Oh qu dicha, oh qu dicha es no pensar!
AMERICA CENTRAL
205
sus pobres ver-
mo-
de
ellos.
si
no
como poeta
nes ajenas,
como intrprete bastante hbil de concepcioD. Ignacio Gmez (entre los rcades, Clitauro Itacense),
original,
el
una
aldea, la cancin
(2).
pero nacido en
Guatemala y domiciliado en Honduras (1832-1885), contiene tambin apreciables traducciones de Byron, de Tomes Moore, de Gray
como
historiador, novelista
(3).
Su profesin fu
partido fu
la
liberales.
Tom
nombrado juez de primera instancia y catedrtico de Derecho en Universidad de Guatemala. Muri en 28 de Junio de 1865. Su hermano don
1
Manuel, naci en 20 de
Mayo de 182 y muri loco en 20 de Mayo de 1861, despus de una vida aventurera y borrascosa, en que alternaron las conspiraciones polticas, las amarguras de la expatriacin, y los amoros romnticos. los
En
las
la
de D. Manuel por
el
Fu D. Ignacio Gmez
de 18 13, y muri en Guatemala en 5 de Junio de 1879. Vid. su biografa escrita por D. Antonio Valenzuela entre las publicadas por la Academia Guatemalteca (pgs. 85-1
(3)
15).
en
1."
Naci D. Jos Milla en Guatemala en 19 de Marzo de 1822, y falleci de Octubre de 1882. Fu principal redactor de la Gaceta Oficial des-
206
CAPTULO
II
en un colegio de
jesutas,
En Honduras, donde
nifestarse por falta
la literatura colonial
de imprenta,
floreci
xix
casi
lti-
un poeta de
relativo mrito
original carcter,
cuyo nombre
mos
aos, ha tenido
la
edicin de al-
que
se le
han dedicado
(l).
de 1846 hasta
1871, Oficial mayor y Subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, y Consejero de Estado en 1864. Adems de sus Cuadros de Costumbres, escribi varias novelas: La Hija del Adea?itado, Los Nazarenos,
El
Visitador,
Las Memorias
de
un abogado. La Historia
de un Pepe,
El Libro
sin nombre.
El Canastro
del Sastre,
El
viaje al otro
La primera
escribi' el
Dr. D.
Ramn
Oracin ftiebre del seor Presbtero, Doctor don Jos Trinidad Reyes, pri-
mer Rector
Mxima
Soto.
(En
el
tomo i.de
la
Homenaje
Teguci-
ciada por
el
Licenciado D. Pedro
J.
Bustillo,
Rector de
Universidad, dis-
Rmulo
11
de Junio de
la
1797,
de
el
Aprendi latinidad en
el
Convento de
Merced con
humilde profesor de
AMERICA CENTRAL
Trinidad Reyes, y despus de su forzada exclaustracin
yes,
el
2O7
Dr. Resa-
como generalmente
pas,
se le designa. |Fu
modelo de virtudes
juventud de su
nadie, espritu
nociones de
los
el
al-
prestigios de la msica
y de
la
religioso
aquel
arte,
y Dibujo bajo
la
los diez
y ocho aos, deseoso de ampliar sus conocimientos, pas la ciudad de Len de Nicaragua, donde curs Filosofa, Cnones, Teologa y Matemticas,
y ejerci adems
sias. el oficio
de Maestro de Capilla en
la
En
Recoletos.
En
Reyes y
ala Comunidad de su Orden. En 182S regres Honduras, y extinguidos consecuencia dla revolucin de 1829 todos los institutos monsticos. Reyes
qued
y de
gucigalpa.
las
aldeas vecinas.
l tambin la fundacin
de
la
emprendedor y del buen gusto (1845) germen de la Universidad de Honduras, cuyos estatutos redact, y que fu inaugurada oficialmente en 19 de Sep-
de
Fsica. Introdujo
la
en TegucigaJpa
el
primer piano y
la
primera imprenta,
fund
mu-
sicales, varias
misas
muy
apreciadas.
este
Roma
la falsa
muerte de
el
tiempo
necesario para encontrarle sucesor. El P. Reyes, que tema, aunque no reel terrible
peso de
la
Septiembre de
1855.
le tri-
butaron despus de su muerte sus conciudadanos, y que se repitieron en el quincuagsimo aniversario de su muerte, prueban que pas por este mun-
do haciendo
tes y loables,
bien,
si
polticos parezcan
consecuenlas
rep-
blicas centro-americanas.
208
CAPTULO
II
americana,
la peninsular.
que he
que pueden
en
las
considerarse
las Pastorelas,
cuales
que
la
desde
el si-
y de
los cuales
ya en
el
l
xv
En
si
y en todos
los
como
Autos Sacramentales
el
ni
gran nombre de
libro
y que en su
mixto
de prosa y verso. Los Pastores de Beln, concentr la esencia potica del gnero, para comprender la importancia que logra en nuestra dramaturgia,
el
inters folklrico
la
las Pastorelas,
Algunos de
bito
al
h-
msica de
(i)
basta un botn:
Qu de males
Oh! Si
al cielo
oh Amrica! te hizo
Su funesto
bajel conducir
Vid. Ho7iduras Literaria, Coleccin de Escritos en prosa y verso, precedidos de Apuntes biogrficos, por Rmulo E. Durn,
gucigalpa, Tipografa Naciotutl, IQOO. Pg.
9.
Tomo
Al
fin
ii:
de
Tan admirable
Que
sin
ir
las aulas
lo sabe.
Todo
AMERICA CENTRAL
verdaderas,
209
dramticas de Noche
aunque
muy
sencillas,
piezas
la
se
Mara-,
Elisa.,
ellas,
Albano,
excep-
profesor
copias brbael
que de
ellas corren,
puesto que
P.
Reyes
no se cuid de conservar
me-
representaban
(l).
regocijo de
tema de
adoracin y de
las
Vamos
verlo,
que nos comunique Algn destello. Aunque yace tan pobre, Su grande ciencia Sabe formar metales Y hermosas perlas
l ha contado el
nmero
'.
De
las estrellas,
sabe
las distancias
De
l conoce
los planetas
la
causa
Que
agita el viento,
Su
nio
Rmulo E.
Guar-
diola. Tegucigalpa,
210
el P.
CAPITULO
II
Reyes
xviii, es-
pecialmente
la
de Melndez
que
que
llega la
Lo que de un modo
cmicas, que sirven
sino
el
como de entremeses en
la stira,
la
accin principal,
empleo deliberado de
las flaquezas
apiadadamente
de ser bien entendido fuera de Honduras, y pronto se perder la clave por haber ido desapareciendo la generacin que conoci
aquellos personajes. Casi todas las piedras que
tira el P.
Reyes
y estuvieron punto de
volverse contra el
mismo poeta y
sus intrpretes.
las
Aun
Pastorelas
estilo fcil
aunque
la
Los defectos
mismo
la
P.
Reyes
imprenta
ni
en
posteridad.
De
todos modos,
gnero ofrece
(i)
la
pastoral de Rubenia:
Do
De
la bella Prasila
Condujo
su voz
el
acento,
ecos!
cuntas repetiste
Hollaron este suelo, Y cuntas, en los rboles. Con sus manos grab divinos versos! Mas ay! que ya descansa En profundo silencio, Y no la veris ms.
Tristes cipreses, elevados cedros
AMERICA CENTRAL
211
Am-
tenga similares.
el
Tuvo
dad que
gastarlo
P.
fcil
le
rodeaba y
oblig mall
de que
mismo
se
burla
como
Versos
me
De modo que yo soy una campana Que con el mismo estilo bronco y seco,
Repicar debo alegre en
las
funciones
Compongo
Si se van,
epitalamios de himeneos,
se vienen, parabienes;
si
si la silla
toman de un empleo.
se levanta.
ni
En que
m no me va
el
ms
ni
menos.
Me
Se
Aunque no tenga
mismo sentimiento.
me
Cosas
muy
superiores mi ingenio:
falte
la
Y
De
los poetas
porque nada
mi destino
(i).
Tambin hago
hondurenos posteriores
al P.
el.
ha aparecido en
la
Amrica
Central,
menos de
(i) (2)
Pastoral de Albaiio.
Vase
la
antologa de D.
Rmulo
E. Durn,
es literatura. El
en prosa;
el
No hay ninguno
Rubn
al
nicaragense D.
primera
De
212
CAPITULO
la
II
que
excesii'a,
el trigo.
y que
la
cizaa ahoga,
all
como en
una
especie de epidemia.
No
slo
sino Par-
naso Costarricense
que consta de
tres volmenes:
tan peque-
encauzan-
do con
el
buen gusto y
de
los
la fertilidad
de nuestra
(i)
lrica.
La
y
moderna poesa de
la
Am-
poderoso
influjo
el
que ejerci
all
como en
otras
como
clebre en
tural
fu el
de Hinojedo, autor de
vo
increble.
En pompa,
brillantez
y magnificencia
le
las
con-
ms adecuadas para
nuevo Lucano
de ser ingenio nada vulgar. Su Canto estrepitoso y deslumbrador la cordillera de los Andes, tiene en lo bueno y en lo malo cosas no indignas de Vctor Hugo. Velarde aspiraba constantemente lo titnico; pero daba
muchas
veces en
el escollo
de
l
la falsa
mu-
cho, podan lo
que
fina
con
lo grotesco.
lo
la
de
juventud
de
largo, y
de ser imitado por los principiantes. Esta mayor que en ninguna parte, en Guatemala, donde Velarde tuvo desde 1854 1860 un famoso colegio en que se educ lo ms florido de la juventud de aquella poca. Para este colegio escribi varios tratados
III
CUBA
(O
Fu de
en
las
las tierras
asombro que
isla.
le
la
produjeron
las
be-
cielo
de aquella
Pero
preferencia que se
concedi la Espaola, y luego el descubrimiento y conquista de Yucatn y Mjico, fueron haciendo olvidar dejando en puesto
(i)
estudio,
Adems de los numerosos trabajos que se citarn en el curso de este hemos tenido la vista los muy importantes, completos y bien dige la
ridos
que ha remitido
este
Academia Espaola la Comisin de Literatos fin por el Gobernador general de la Isla, Te-
niente general de ejrcito, D. Camilo Polavieja, en 1891. Compusieron esta D. Nicols Azcrate (Presidente), D. Jos Mara CspeMartnez, D. Jos E. Triay,
des, D. Jos de
Domingo
No
es
mtodo severo y el imparcial criterio con que la Comisin cumpli su tarea, la cual se compone de dos partes diversas: una Biblioteca Selecta Hispano Cubana de Prosistas, que en
fcil
encarecer el esmero,
buen
gusto, el
esta ocasin
no ha podido ser
utilizada
la
por
las
razones expuestas en
utilidad
el pri-
mer
Academia para
de
los estudiosos
uno de
los ingenios.
Nuestra coleccin estaba formada, y escrito nuestro prlogo, antes de conocer tan rico caudal de materiales, pero afortunadamente nos ha alcanzado
el
rectificaciones.
si
De
con
la
la
los
poetas vivos, y
en
las
composicio-
de
la
al
gusto indivi-
214
CAPITULO
III
muy
la
corriente
de
emigracin y
muy
minacin espaola; y
produccin
te
literaria
comienzan hasta
y ms fijamenindependencia
reli-
en
el
la
modo
dos
moderno de
y apasionafieles
no
pero como
historiadores,
tirana militar,
despecho de la decantada
despecho de
las
poco ms de
la
sombra de
la
bandera de
Madre
una literatura
igual,
calidad,
de cualquiera de
los
y una
tico
cultura cientfica
filosfica
vemos
florecer bajo el
rgimen autoritario de
la filosofa
las
ciencias naturales
dual, sin
menoscabo de
la
los
espaoles de
La
trata
que se
de
los orgenes
de
la
No
es necesario advertir
.ihora,
que esta nota y el captulo entero fueron redactados no me ha parecido opornino hacer consideraciola
de
la Isla
de 1898. Reimprimo, pues, este primer prrafo citada, que ya empieza ser remota.
como
en
la
primera fecha
CUBA
215
y econmicas con Vrela, Luz Caballero, Saco y Poey. Es cierto que el espritu general de los literatos y de los hombres de ciencia en Cuba ha solido ser sistemticamente
esto es indicio
hostil
la
como
se pondera,
muy
muy
inh-
biles cuantos se
han empeado en
atajarlas el
paso impedir su
sin ofensa
difusin.
Y ciertamente
el
que
si
de nadie)
cuadro de
la literatura el
ciencia en la espaola
isla
que ofrece
vecina
de Santo Do-
mingo
las
no
muy
distantes Repblicas de la
Amrica Central,
rgimen colo,
muy
nial.
al
si
extendiendo todava ms
la
consideracin
reparamos
historia
y con
y representa en la historia del pensamiento americano, tanto como Mxico, Colombia la Repblica Argentina,
y ms que Venezuela,
de aquella
isla
el
Ecuador
el
mos por
hijos
el
yugo
pues-
de
la
dems
criollos,
to que, lo
ran ganado
intelectual,
no se ve que hubie-
tales disquisiciones,
muy
meramente
esttico,
primer perodo de
la
dominacin espaola.
si
Nada importa
na
raza,
la raza
indgena te-
como
las Antillas, se
la
extingui
comcon-
pletamente en
primeros das de
la
conquista,
y no pudo dejar
Entre
los
vida social de
la colonia.
elega,
que
es la sptima.
2l6
CAPTULO in
los
De
la
contrarse noticia, ya en
Morales,
Apuntes para
la isla de
la historia de as letras
(l),
de la Instruccin
Pblica en
Cuba
ya en
1
la
88 1 su Parnaso Cubano
poema ms
Troya y Ouesada,
y vecino de
puerto de Manzanillo.
poema de
visto del
lo
me-
En
elogio
En
aun en
fcil
de
la isla,
algunos im-
Habana, imps. de P. Massana y de El Tiempo, 1859- 1860- 1861. Tres (i) tomos. La obra de Bachiller y Morales, aunque destartalada y mal escrita, es
un repertorio de Es
710,
noticias
muy
tiles,
la diligencia
de su
cuba-
el Diccionario biogrfico
librera
de N. Ponce de
Len, 1878.
(2)
Habana,
el
editor
Miguel de
el
Villa.
Estudio sobre
De
Cuba
de Prieto es
la
ms interesante
la titulada
Lorenzo Luaces;
por
nos desde Zequeira hasta nuestros das, pubicada por Jos Fomaris y Joaqun 2.* edicin. Habana, 1861. Es muy escaso, pero bastante po-
luz
el
CUBA
217
y con
tico
los vicios
que nacen de
la falta
de estudio y comunicacin
literaria.
Entre
mdico y farmacu-
de
la villa
ms
nes.
la rara
habilidad de
componer de repente
siones
De
estos
\-isto
uno dedicado
la
En
el
y Monteagudo, y D. Lorenzo Martnez de Avileira. No mayores alientos parece haber tenido una poetisa habanera, annima, que en tiempo de la
invasin inglesa de 1762,
compuso un poemita
titulado:
Dolorosa
la Historia.
Una
relacin del
con ms numen
nuestros,
tn,
aunque en
(l).
otras
Al de
la
siglo XVIII
el
progreso
el
cultura habanera,
la
como
la
fundacin de
la
Universidad y
establecimiento de
(1)
Como
poeta improvisador y jocoso obtuvo celebridad, mediados del ms conocido por el seudnimo de Capacho,
de quien se
bre
las
citan unas
un Vejamen d la Uni-cersidad, etc., etcms antigua obra dramtica escrita ea Cuba: El Prncife jardinero y jitigido Chridano; pero si hemos de estar la
excelencias del
siete,
nmero
tera.
la
autoridad,
muy
nombre
la
hemos
el Pita.
de Leiva,
La comedia tiene buenos versos y recuerda algo la manera de D. Francisco v. gr. en ^Cuando no se aguarda y prncipe tonlo.T
2lS
CAPTULO ni
1
72 1, con los
y gracias que tena la de Santo Domingo; la cdula Real de aprobacin es de 5 de Enero de 1728, y los estatutos
mismos
privilegios
de 27 de Julio de 1734. Pero, pesar de su nombre, apenas pasaba de ser una institucin conventual, dirigida por
los
Padres de
la
Or'
los es-
No pudo
la
el
1
sentirse,
en los progresos de
amena
literatura; ni
tampoco era
institucin
destinada fomentarla
Ambrosio, fundado en
garon de
y que
slo
breve perodo
e"h
que
se encar-
los
Padres de
la
la
yor despus de
reorganizacin que de
se hizo en
769 con
Filosofa Racio-
cuyos auspicios
aulas de la
moderna hizo
Habana con
Agustn Caballero
(i)
Vase
la
En
el
tomo
la
ni
rales
un catlogo de
dados
introduccin de
pleto,
aun despus de
la
que en
autor en
ta en la
La Impren-
Habana (1707-iSio), por D. Jos Toribio Medina (Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1904); el Ensayo de Bibliografa Cubana de los siglos XVII y XVIII, por D. Carlos M.* TreOes, formado principalmente de
los libros
la isla
(Matanzas, 1907-1908); y
el vasto
la
plan de su autor,
la luz el
primero,
1).
En
el libro
los sucesos
ocu-
219
se
remontan
al
ao
menz
publicarse
el
El Papel
tom
Casas (fundador
vagamente de
la
introduccin de
la
la
Habana
es el siguiente,
que
San
Cristbal de a
(Habana, 1707).
Bachiller y Morales posea y describe (tomo m, pg. 121) una Carta de esclavitud
la
de
1724,
donde aparece
nombre
del impresor
ms antiguo de
la isla:
que ha Justificado y probado el Ldo. D. Antonio de Sossa... En la Havana (sic). Imprenta de Carlos Habr. No se conoce ningn otro producto de
<jlfe'ri}os
ducidas por
el bachiller el Sr.
posee ejemplar
Medina.
que en 1736
1757 apare-
public una de
primeras
tesis
de
la
naciente Universidad.
En
Eclesistico,
San
Carlos.
Imprenta de
la Capitatiia
Imprenta del Gobierno), que empez funcionar en 1781, y cuyo cargo estuvo la edicin de la Gaceta. Todava hay que agregar estas oficinas la
de D. Esteban Jos Boloa (que se titulaba impresor de la Real Marina), inaugurada en 1787, la de Pedro de Palma en 1791 poco despus, y la de
D. Francisco Segu en 1799.
Fueron, pues,
siete,
por
lo
el siglo
menos, aunque pobres y desmedradas, las imxvm, y cuatro de ellas funcionaban simul-
tneamente
al finalizar
que
importe para
la historia literaria,
cientfico, rar-
la
ms
ramo martimo, representadas en setenta y cinco lminas, por D. Antonio Parra (La Habana, 1787, en la Imprenta de la Capitana General. Las lminas fueron grabadas en Cuba por un hijo del autor.)
los ltimos
el
CAPITULO
III
de
la
el
ya
cita-
do presbtero
mdico propagador de
la
vacuna D. To-
ms Romay y
nimos como
aunque, por
El Papel
y
Peridico suelen
el
lle\'ar
seud-
Luisiano; y
lo general prosaicos
al
no dejaban de tener
xviii (l), ni des-
Romay
el
tres pastorales de 1799, 1S03 y 1S04, un sermn del Dr. D. Flix Veranes y algn otro opsculo. Se habla vagamente de la existencia de una Gaceta en 1796 y acaso antes. En distintas fechas de
De
Santiago de
Cuba se conocen
la la
No es
de
1798,
porque tiene
annimo en El Papel Peridico del 8 de Abril la poesa americana no debe omitirse, mismo tema que la ms bella estancia del Canto Junin, de
:
Olmedo,
que comienza
Tal
el
joven Aquiles
s.
EL TRIUNFO DE LA GL0RI.4
Alegre en el destierro la dichosa Sciro el gran Aquiles
De
Viva
Del dulce amor cautivo Del amor que empleaba Sus m.aas y artificios En mantenerle siempre En sus dorados grillos. Por eso de Deidamia AI rostro peregrino
Y en las plcidas sombras los bosques, que amigos Se muestran los robos De amor correspondido.
De
Las auras apacibles
merecan mucho de
rios
los
que
se
estampaban en
cultura americana.
especie de noble emulacin y generoso entusiasmo reinaba entonces entre nuestras colonias, y los progresos
Una
Con Con
su blando silbido;
alegres
Los pjaros
su canto lascivo;
Que forma
al
despearse
Todo en aquel
asilo
Que
Conducen de
No
De
Promesas y contiendas
desdenes fingidos.
Mas no sufri la gloria Que de Tetis al hijo El amor subyugase Con perpetuo dominio.
Aquiles se presenta.
Le muestra el precipicio En que va deslizarse Del amor conducido. Conoce en sus consejos
El hroe su delirio
:
Rasga su
Pide
faj.
medio viva
Y
(a)
desmayada, quiso
Rasga
22 2
CAPITULO
III
en
la
enseanza y en
los
el
las clases
acomodadas
el
mtodos eran tan patentes, y tan vivo en anhelo de instruirse, que Humboldt not
que haba ascendido
la
con sorpresa
nivel intelectual
sociedad
de Mxico y
la
de Caracas
(l
).
Hablarle,
mas
sus voces
Ahogan
los suspiros.
De
Le promete
el
destino,
'
amor y En el nimo
El
la gloria
altivo
Medina
fija
con precisin
la
apareci El Papel Peridico, del cual no creo que exista coleccin completa
la
Nacional,
de
el
tomo completo de
1798.
En
aparecen los
seudnimos poticos de El
(Manuel Zequeira), Mordn
Salvaje^
Aman
el zapatero, Cratilo,
Minator
Flesor,
filosficos
de autor annimo: de
La
detestable
El Poeta
Filsofo, precursor
los modernistas.
Al
tomo va encuadernada una Cancin idilio los das de Sr. Conde de Santa Clara, suscrita por don Flix Caballero y Outiveros, poeta riojano (de Njera), que public otras composiciones sueltas de ndole que pudiramos decir administrativa oficinesca, v. gr.; Cancin Real la traslacin de la
del
(Habana, 1800).
Desde 1794 la direccin de El Papel Peridico corri cargo de la Sociedad Patritica de la Habana, y ios nombres que figuran al frente de cada nmero
son los de
cin.
los socios
la
direc-
En 1805 el Papel Peridico cambi su ttulo por el de Aviso. De esta segunda poca se conservan en nuestra Biblioteca de Ultramar algunos nrae-
Nue\a Granada
fu
mucho
la general
correcto,
Fu tambin
^-ersificador fecundsimo
y bastante
aunque extraordinariaqaente
ms
visto
No he
poemas Las Delicias de Espaa y El Triunfo del Patriotismo; la buena amistad literaria de don
as
literarios
como
y morales. La mayor parte carecen de gracia, pero todos dan completa idea del gnero de poesa casera en que princiel
palmente descollaba
testimonio de
y Morales y Lpez Prieto, muy conocedores de antiguallas literarias de la isla, es frecuente encontrar en las coletrillas, stiras
ms menos
Desde
18 10 se titul Diario de la
Habana, y con
este
nombre
En
lnea:
La
El Regan
de la
Habana, peri-
suma acritud. Su fundador, y acaso nico redactor, fu, segn Trelles, D. Buenaventura P. Ferrer. La coleccin consta de dos tomos. Ces en 27 de Abril de 1802, despidindose su autor para Espaa. Hubo tambin El Criticn dla Habana, El Filsofo de la Habana, la Miscelnea Literaria y otros papeles anteriores
dico de crtica literaria y teatral, escrito con bastante ingenio y
1S08, todos de corta vida.
En
el
tomo
11
de
los
13-144) hay
un
catlogo razonado y cronolgico de publicaciones peridicas de Cuba hasta 1840 inclusive. Para completarlo hay que recurrir las ya citadas bibliografas
de Medina y Trelles.
Historia de la Literatura en
(i)
edicin) pgi-
224
CAPITULO
III
murmuracin y entretener
la
el
que
odas
y glogas de El Papel Peridico, de la Habana, se ve el intento de dar la poesa ms elevado empleo; y algn infeliz ensayo pico del mismo tiempo, como Las glorias de la Habana, del Conde Colombini (entre los arcades de
Roma
Atijidio Pileyo),
tambin manicomercio
y de
la industria, las
arrollo
de
la
Beneficencia, temas
muy
ms
el
el
vergonzante
libelo,
y nonadas en que
arte de versificar.
el
coronel don
Manuel de Zequeira y Arango y D. Manuel Justo de Rubalcava. cuya aparicin puede decirse que coincide con el gran sacudimiento poltico
la
mente
las colonias, si
ms
cual stos
que el de avivar y enardecer el entusiasmo patritico, del y otros poetas de menos nombre se hicieron intrpretes, publicando gran nmero de versos inspirados por los triunfos y reefecto
veses de
la
la
guerra de
la
Independencia,
Arango,
el
clebre mdico
literaria
Romay y
La obra
modo
anloga
la del P.
ms robusta
oda heroica
ms
notable,
con ms ocasio-
(i)
Este poema, ya
muy
raro, se
imprimi en Mxico en
son interesantes.
CUBA
hiera levantado bastante de la mediana, de que
sacarle, pesar del
225
hoy no
es posible
cantos. Era, ante todo, ferviente patriota, espaol hasta los tutanos,
como
lo
feliz.
Dos de Mayo y
el
Primer
la
sitio
cho
estas
composiciones para
ta Zequeira el os
magna
sonatiirum,
y de todos
los
cubanos ante-
ms
aunque
pero
cierta
desigual, se
brillantes descripciones;
en
las
que
estas composiciones,
vicio
con
bro,
que ya
sa-
hemos notado en
ber:
los poetas
sultan endecaslabos
que positivamente no
lo
son
si
se leen
como
es
debido.
En
muy celebrada
la inspir
queira,
la Pina.
Apolo
la
y otro
literato
cubano llev
la
hiprbole hasta
encontramos bastan-
y ms
manera de su
autor, pero
no quisiramos ver en
el
ella ni la
odorfera
dulce
zumo
del sorbete
nctar de
la pina, ni
mucho
(l).
menos
el
con
la idea
de
la
pureza clsica
(i)
la
Habana,
el 15
de Agosto
de 1760, hizo sus estudios en el Seminario de San Carlos. Desde 1774 se dedic la carrera de las armas, sirviendo primero en el regimiento de infantera
de Soria. En
181 5 era
Gobernador
y en 1816 Teniente del rey de la plaza de Cartagena de Indias. Cuando su carrera militar se presentaba ms brillante, una afeccin mental vino herirle
el
18
de Abril
226
CAPTULO
III
la suerte
mano
inteligente,
(l).
las
de su amigo
Fu
inclinado al gnero
falleci en la Habana. La primera y la mejor edicin de sus que hizo imprimir en Nueva York, 1829, el presbtero D. Flix Vrela. En la publicada en la Habana, en 1852, por su hijo D. Manuel Ze-
en que
la
Poesas es
La mayor parte de las composiciones de Zequeira se publicaron primeramente en El Papel Peridico de la Habana y en otros peridicos y folletos que pueden verse citados en las bibliografas cubanas.
(i)
mrito
El siguiente soneto, bastante popular en Cuba, y que no carece de ni en el pensamiento ni en la diccin (salvo los dos intolerables ep-
tetos rubicundo
y furibundo)
Rubalcava
[a):
So que la fortuna, en lo eminente Del ms brillante trono, me ofreca El imperio del orbe, y que cea Con diadema inmortal mi augusta frente. So que hasta el Ocaso desde Oriente
Mi formidable nombre
discurra,
que del Septentrin al Medioda, se adoraba humildemente; De triunfantes despojos revestido So que de mi carro rubicundo Tiraba Csar con Pompeyo uncido;
Mi poder
Despertme
As pasan
el
estruendo furibundo.
mi
sentido:
de este mundo.
el
9 de Agosto
de
1769,
y estudi en
el
el
Sigui,
como
tom parte en
la
campaa de Santo Domingo. Tambin residi algn tiempo en Puerto Rico. Muri en su ciudad natal el 4 de Noviembre de 1805. Su poema La muerte de Judas, no fu impreso hasta 1830: hay una segunda edicin de 1S47 con biografa del autor y observaciones crticas, porD. Pedro Santacilia. En 1848
se imprimi por diligencia de D. Luis Alejandro Baralt, en Santiago de Cuba,
un cuaderno de
Es muy
Ctase
discutible la autenticidad
como poeta de
talento, D.
la
de menos
bana,
quiel
Para m la cuestin est resuelta, puesto que en El Papd Peridico de la Hanmero de 30 de Diciembre de 1798, he encontrado este soneto firmado por EzeArmuna, anagrama de Manuel Zequeira,
CUBA
buclico,
227
y adems de una traduccin de las glogas de Virgilio, que (segn creemos) se ha perdido, dej algn idilio original, y varias silvas
La
elega
la noche
y el poemita La muerte de Judas estn mejor escritas, pero tampoco bastan para darle alto puesto en el Parnaso cubano.
estara casi oK"idado,
Su nombre
me
intitulado
Nise
bordando un
ramillete.
la
la libertad
de
las
Damas
(l),
Diario
Cvico.,
El Esquife
el
cual pertenecen
La Lira
de Apolo, El Mosquito, La Minerva, Biblioteca de Damas, (redactado por Heredia'i El Revisor Politico
Litei-ario (2),
El Hombre
(i)
En
la
Bergao y Villegas, quien ya hemos encontrado en Guatemala, y que segn Trelles era espaol. En la Habana como en Guatemala, tropez con la
censura eclesistica.
Un
Rasgo
(2
filosfico
de Dorila, fu
181
1)
de Septiembre de
en
que
mismo
ao,
al
Ha-
el
Tengo
presente, gracias
Sr. Graio,
una colec-
que comenz en
el
nm.
un Mensaje
la
las Cortes.
Entre
ellos figuran
Anacleto Bermdez y otros menos conocidos. Sospecho que son de la pluma de Delmonte algunos artculos crticos. El seudnimo Desval, que se repite con alguna frecuencia en el peridico, corresponde D. Ignacio Valds Machuca. Ignoro quin fuese
cer granadino.
el
al
pare-
En El
228
Libre,
CAPTULO
III
Constitucin,
El Espaml Libre, El Atnericano Libre, El Amigo de la El Amigo del Pueblo descollando entre todos El
,
el
el
de Gray, y otra de
peridico de
ms graves
toma-
naturalistas,
como
La
poesa,
aunque por
comn dbilmente
Madrid y
Miralla,
del general
movimiento de
ros
bles,
como
los
las deas y del ejemplo de los forastey produjo algunos ensayos clsicos apreciade D. Prudencio de Echavarra y O'Gavan, conocila
do principalmente por
el es-
(2).
De
tales poetas
Heredia
parece
difcil,
y, sin
embar-
mismo
plano, slo
que Heredia era gran poeta, y los otros no pasaban de medianos versificadores. Heredia es, hasta la hora presente, el primer lrico
Heredia, entre ellas El Desamor,
la
las
de D. Alberto
Lista,
cuya
El Observador haba sido precedido por otro peridico anlogo, sin ms importante de los que aparecieron ea la primera poca constitucional, El Patriota Americano, redactado por D. Jos del Castillo y don
(i)
duda
el
de
la isla.
No
Memorias de
esta
la
Habana, una de
(2)
las
publicaciones que
La primera edicin de
la
Martnez de
Habana, 1820 (imp. de Arazoza y Soler\ siendo su autor catedrtico de Prima de Instituta Concordada en la Real y Pontificia Universidad. Fu reimpresa tambin en la Habana, en 1826, y en Pala
rs,
Rosa, es de
182S, imp.
jurdicas.
En
1879
de Julio Didot, con adicin de interesantes notas histricola reprodujo D. Fermn Canella y Secades en la Revista
CUBA
del Parnaso cubano; lo
la literatura
229
sumo
la
A\-eIlaneda, que
ms pertenece
la isla,
podr
disputarle la preeminencia.
sido,
La fortuna de
que de
los versos
el
de Heredia ha
por
lo
poeta americano
ms conocido en Europa, y
la crtica
europea ha obteni-
do ms unnimes y calurosos elogios, desde Lista hasta Villemain y Ampre. Son patentes y notorias sus incorrecciones y desigualdades, pero nadie
teneci no es
la le
lrica
que per-
de nuestros tiempos, y,
suyos, sobrevi\iendo
al
embargo, un corto n-
mero de versos
ostentan
misma
belleza
que
el
da en
ellos.
Con
de
ello
esta admiracin,
puramente
literaria,
es
en los espaoles
tan vi\a
como en
los
que
el brillante
(l),
ha
nimo de
los hijos
de
la
que tuerce y vicia la imparcialidad del juicio esttico, y acaba por comprometer la fama del mismo poeta, exaltndole hiperblica-
tiene
menos digno de
cubanos
al
aplauso,
si
se
le
com-
nombre de un poeta
al
insigne,
cuyo puesto
que
es
est
inmediato
de Quintana y
de Gallego, sino
en cielo tempestuoso,
contra Espaa.
compendio y
de todos
los rencores
La vida
un magistrado
aunque
fiel
servidor de
la
causa espaola
(2),
(i)
Revista Espaola de
Ambos Mundos,
1855.
(2)
De
resantsimas Memorias sobre las revoluciones de Veneniela, por D. Jos Francisco Heredia (Pars, Garnier, 1S95) con un prlogo
de D. Enrique Pieyro.
el
Cuba en
1S42.
literaria se
descu-
230
sinti
CAPITULO lU
desde
la
niez
el
madre
patria,
en 1823 emigra-
ba
los
Estados Unidos, y de
all
menos de
en 1836, dos
la carrera
de otros conjura-
dos contra
la
Metrpoli, porque no
literaria fu
armada, su accin
ms
continua,
ms
eficaz
que
la
de
de
la
templar en algo
de sus
ideas, ni
se mostrase
el
mismo Here-
bre entre
los
artfice el
segundo como
desigual incorrecto
primero. Pero
el
genio
lrico del
Heredia castellano
era
ms espontneo y
ms amplio.
(i)
De
falsa
indigna de su buen
nombre
impropia de su
en
i.
de Abril de 1836, en
la
la
estas palabras:
el
ms
fervien-
de mis votos, y que por conseguirla habra sacrificado gustoso toda mi sangre; pero las calamidades y miserias que estoy presenciando hace ocho aos han modificado mucho mis opiniones, y vera como un crimen cualquiera tentativa para trasplantar
la feliz
cional
ta
^ La Habana, peridico de
1869, y antes
annimo Aler-
los Cubanos).
Oh piedad insensata y funesta! Ay de aquel que es humano y conspira! Largo frato de sangre y de ira Coger de su msero error
De
Respetamos clementes la vida, Cuando un poco de sangre vertida Libertad nos brind.iba y honor
CUBA
da)
231
vasta carrera,
me
y con
ms menos fortuna he
En
la
primera edicin,
la
al citar
que Heredia
no retroceda ante
buena
En un
artculo
libro
Hombres y Pieyro no
la
un agravio
memoria
del poeta.
No
La persona misma
del poeta
me
atrae interesa.
y generosa, su candor infantil, la simptica vehemencia de sus afectos, el fondo religioso y moral que no perdi nunca, gracias su educacin cristiana y la austera disciplina de su padre. Le considero incapaz no ya del asesinato poltico, sino de cualquier accin positivamente criminal. Pero vivienl mismo confiesa), tiene algo de mayor parte de los liberales de su tiempo en Europa y en Amrica, pagase tributo, que en l fu meramente potico, la detestable supersticin del tiranicidio clsico de colegio y de teatro? El pual de Bruto era uno de los tpicos de la retrica de entonces, aunque
do en
el torbellino
revolucionario (como
cit
podrn tener
el
da
el Sr.
Una oda
nombre de
tirano:
(Cmo
sufrs tan
Qu? no
respira
^Puales no tjnis?
O acaso aliento vuestros brazos falta? Mejicanos, Jurad en los altares de la patria Ser libres morir las fuertes manos Contra el tirano vil la espada empuen.
:
La materia
plan de
la
tiene algo
de odiosa, y no quiero
insistir
en
ella.
He
buscado
el
en los autores que tratan de Cuba alguna noticia precisa y concreta sobre
quedado
frustrada, sin
duda por
lo insignificante
y obscuro de
la
empresa,
232
cinco aos.
CAPITULO
III
puede
inferirse
siempre
la
y buen
menos que
perfeccin de su gusto.
la
malfica influen
que
la
poesa misma,
y aun
se
la influencia se
prohibicin, sino
que
no de gusto, por
muy
los versos
ms endebles
ni
or Pieyro consigna en
tradicin de
al asalto
que
los versos
de
La
Estrella de Ciiba,
Por
la
autoridad militar de
(si
la
isla
trat
son exactas
las
humilla-
ciones y vejmenes de que habla Kennedy, que era entonces cnsul de Inglaterra en la Habana), sino de un
tiado, restituido al
modo
muy
peli-
todo
el
la
y cuyo
al final
de su vida, y que
el
mismo
desengaado, lacerado en
ms intimo por
(i)
el
desgobierno,
el
convulsivamente se agitabas
Claro est que aqu se alude los horrores de
al
la
civil,
cometi-
hecho de
la
emancipacin de
la colonia,
que
era inevitable quiz, y que no debe ser juzgado en Cuba con criterio distinto que en otras partes. Adems en hechos de tal magnitud es muy secundaria
la
como Herela
dia.
lucha y en
la catstrofe.
CUBA
233
polticos.
No
constituyen excepcin
ni la
Himno
que
los
pueblos no pueden
feroz los
condena
eterna opresin;
Por seguir
la
De Washington y Bruto y
Cuba!
al fin
Como
Cual
el aire
que miras
Que no en vano
entr
Cuba y Espaa
el
mar.
energa
falsos
rasgos, mezclados
lo
con otros
muy
que ms agrada
del poeta, la
en estas composiciones es
parte elegiaca
y personal
la nostalgia
incurable del
la
Norte:
Enurecido
Brama
el viento invernal:
el
Vuela y devora
Vela
suelo desecado
y cierra
el cielo
Que en dudoso
Con
el
horizonte se confunde
Por doquiera
Se ve en
los
Reina y desolacin
Mis ojos doloridos
No vern
La copa
Por
ya mecerse de
la
palma
gallardsima, dorada
en Occidente;
23+
Ni
la
CAPITULO
Inundando mi
en
la
frescura
las
ms
dbil
y apagada,
le
haca recordar
palmas deliciosas
Que en
las llanuras
de mi ardiente patria
y crecen,
Nacen del
sol la sonrisa
Y
y que en
el
al
Ocano mecen
le
dictaba
no
me
Como
La planta
estril
Heredia
es,
y de
en
modo propio y
punto no tiene
peculiar
rival
la naturaleza. la
En
este
y cuando
se
coteja con la de
diverso
temperamento de ambos
ca,
el
uno, para
la
oda heroi-
y La
el otro,
para
la elega
i).
(i)
como don
Heredia es
movimiento y de energa>. Me acusa tambin de haber omitido este gnero de poesas en la Aniologia acadmica. Claro est el motivo de la omisin. En una crestomata formada bajo mi
accin, poeta
lleno de arranque, de
CUBA
235
modo
cir,
y El
Teocalli de Cholula.
La opinin
la
que
el
poeta se levanta
desde
la
destino
humano y
y cmo, desde
desciende
la
revelacin
de Dios en
nes
las maravillas
de
la naturaleza,
las agitacioel
no reconocer
el
una me-
efervescencia
y el estry una suave y lnguida tristeza que templa la austeridad del conjunto y no permite olvidar al hombre en el pensador y en el poeta? (l). Todo con cierta grandiosa unidad de composicin, que contrasta con el desorden habitual en Heel bullir
de
pito
de
la
ingente catarata;
de documentos
Por
dems,
histricos,
lo
menos inoportuno
lo
las
darles cabida.
jor del
Himno
del desterrado y
si
de
la
Epstola d Emilia es lo
texto. Adanse,
misma
Epstola, v. gr.;
Que
Es
Pero
la
las
dems poesas
fama de Heredia, y algunas son positivamente indignas de l, como Las Sombras, psima imitacin de El Panien del Escorial, en la cual se leen renglones de esta guisa:
Ciialesqtdcr espaol es
un tirano
Ha de
reimprimirla en
la
edicin
236
redia,
el
CAPTULO
III
el
hecho de que
el
poeta, siguiendo
croquis de la oda.
los mritos
de
esta catarata
la
bien sobre
meditacin
En
el Tcocalli
ms exenta de todo
detalles,
resabio de declamacin,
ms esmerada en
los
y tan suavemente graduada en su majestuoso y reposado movimiento; verdadera poesa de puesta de sol, un tiempo melanclica
y esplndida
(l). Si
de Toluca
(1S32).
En
la
primitiva de
Nueva York
(1825)
no estn
ni el vrti-
que
la
ms
ms variedad
diccin potica.
(i)
Temblar en tomo de
l;
Que
Como esplndido prtico del cielo De luz vestido y centelleante gloria. De sus ltimos rayos reciba
Los colores
riqusimos.
:
Su
brillo
Desfalleciendo fu
la
blanca luna
Y de
En
Que
Venus
la estrella solitaria
Crepsculo
Hora ms
bella
Baj
la
noche en
:
tanto.
De
la esfera
movible sombra Se fu De las nubes serenas, que volaban Por el espacio en alas de la brisa, Era visible en el tendido llano.
tomando
la
la el
luna
Oriente
Bien como puntos de oro centellaban Mil estrellas y mil... Oh!, yo os saludo,
237
la
encontrsemos ya
en
la edicin
Nunca mostr
la historia,
tan elevada
mun-
do y de
la
como en
como D. Andrs
ms
alto
de
la
descripcin
analtica, el
de
la
que de
la
noche umbra
Iluminis el velo,
sois del
firmamento poesa.
la
Al paso que
luna declinaba,
Y al ocaso
fulgente descenda
Con lentitud, la sombra se extenda Del Popocatepec, y semejaba Fantasma colosal. El arco oscuro
A m
lleg,
cubrime, y su grandeza
De En
De
A mis
Entre
muchedumbre
silenciosa
De emplumados
caudillos levantarse
Y
Ir
La
Sacerdotes horribles, s,alpicados Con sangre humana rostros y vestidos. Con profundo estupor el pueblo esclavo Las bajas frentes en el polvo hunda,
Y ni mirar
De La Toda
la
composicin est
misma
altura,
y llega
lo
sublime en rasgos
como
ste:
Por
ley universal.
De
otro
mundo que
fu...
238
talles (l).
lli,
CAPTULO
III
vez
Aunque estas dos poesas suyas, especialmente el Teocasean de lo ms puro y correcto que nos dej Heredia, y rara tropiecen en ellas el gusto ni el odo con disonancias y aspesiempre
la
rezas,
da comparada con
los poetas latinos
de
los eptetos
artificio
animados y
curio-
de
ta
todo aquel
de diccin doc-
nombre de
ni
mucho menos
como
fu la suya; opo-
no
le
el
modo de
tal
que
las dijese
de un
modo
enrgico y resonante.
mo
de
en sus ideas y
la
afectos,
la
pureza
Su puesto
que
la fantasa del
la
desapa-
ricin de la luz en el
mundo; pero
el tipo
placido en Byron es
sonalidad
leyes
humanas y
Ser mi
asilo el
De
aire vano,
De Mi
la
Ni temo
odio ni
el
favor impetro:
mi
cetro,
(2).
Y
(i)
articulo
de D. Ra-
Pombo sobre Poesa descrifiiva americana. (Anuario de la Acokmia Colombiana. Ao de 1874.) Adems de La Vision, tradujo Heredia los versos de Byron compues(2)
fael
CUBA
239
vctima slo de sus quimeras polticas, tena poco que ver con
feroz
egosmo de Byron
(el cual,
siderado,
ms pertenece
el
la escuela clsica
de su pas que
la
romntica),
est
filan-
Jacobo Rous-
seau, tena fines del siglo xviii insignes afiliados en todas las lite-
memoria
acert
el
en Cienfuegos, que
si
como
princi-
berto Lista
(l),
algunas de sus
que
se
han
tos en el golfo
escritos
en un
lbum As
Un nombre
'Ei filo helenismo
detener
al pasajero...
de
la
oda
los griegos
el
racin byroniana.
epitafio:
Cuando muri
dedic este
Con dulce llanto baarn gimiendo El yerto corazn de Childe-Hrold Las vrgenes de Grecia. Su cadver Descansar en su patria, circundado Por los huesos de sabios y de fuertes.
Del tiempo
al
(i)
i.
240
CAPITULO
III
(l);
pero
el
uso de los
cortes rtmicos
y de
las pausas;
y en
toca
la
y Cienfuegos ms
estudio.
enfer-
Qu ms?
(i)
Sobre todo en
ridiculas:
Engaosa esperanza
triste,
Desquerido.,
Gimo
.mhelante,
(El desamor.)
No habr un pecho clemente Que simpatice en su cario ardiente Con este joven triste y desquerido
(A Rita
L.....)
En
ms cmico:
Con
(2)
Oh,
si
encontrara
Una mujer
Cunto
la
sensible que
me
amara,
Estremeciese
nocturna lluvia
Con
Yo
la
Entre
convulsin de
placer y
la natura,
con
ella partiera
Mi exaltado
mi locura!
aun
el
Heredia haba ledo mucho Chateaubriand, y le imita ms de una vez, sin contar con cierta cantata de tala, que es buena para olvidada. En
la
Del Tiber, del Jordn y del Eurotas Las .aguas beber, y en sus orillas Asentado en escombros solitarios
De
Me
CUBA
241
Hasta en El Nigara
to,
le
persigue
la
memoria de
le
su autor predilec-
aconteca imitarle
sin quererlo.
poema La Primavera
En mi pecho
ternura
De un
Todo
triste
el
que
ni
un instante
Tu ley primaveral? En vano, en vano De un nuevo Abril renacer florido, De un amor y otro amor Yo no culpable. Yo solo en juventud ay me! perdida,
Entre tanto contento
dice Heredia:
.\y!
agostada
Y la profunda pena que me agita Ruga mi frente de dolor nublada. Nunca tanto sent como este da Mi soledad y msero abandono Y lamentable desamor Podra
En edad
Sin
borrascosa
ser feliz?
Ay! desterrado
amor
la originalidad
de
rastros
del
estilo
la
de Cienfuegos; de
elega Adis,
la
amada, adis!
momento
que recuerda en
del estro patril
seguida
el
);
242
tico
CAPITULO
m
oda Espaa Libre, y generalla mansa dulcedumbre de
por
el
de Quintana (verbigracia, en
las polticas) (l);
la
mente en todas
y aun de
la Religin, dictada
mismo
la Beneficencia
y El Triunfo de
de
la Toleran-
y habiendo traducido
imitado tanto
la literatura
francesa
y aun de
la inglesa italiana,
v, de Delavigne, de Lamartine, de
Ossian, de Pindemonte, de Foselo
lo (2), todava
Young, de Campbell,
del falso
queda en
un
sello
de independencia y de ^ida
(i)
Ya hemos hecho
El
Tambin
lvar
Bo-
Jams
el eco fiero Al crimen halag ni los tiranos, Escucha su himno de loor que inspira Ferviente admiracin
Son
casi
el
puntualmente
los
mismos que en
la
elega
El Dos
de
Mayo
haba
aplicado
En
las ltimas
estas imitaciones
bres
como La
y traducciones, entre las cuales figuran poesas tan clecada de las hojas, de Millevoye; La hoja, de Arnault (con el
el
de Branger; algunos fragmentos que ya estaba bien traducido por el abate Marchena, y que tan bellamente imit Espronceda; la ltima Meseniana, de Delavigne. ste y Lamartine (en las primeras Meditaciones) son
ttulo
de Melancola);
Canto del
cosaco,
sol,
de Ossian, entre
ellos el
Himno
al
los
No
da
CUBA
potica propia,
te, la
243
muy
pacientes, pero
muy
novedad en
do
ras colecciones.
ms de
los
que en
las
ediciones
como
Iris,
tales.
de Here-
que es traduccin de Campbell, y el poema La Inmortalidad, que est sacado casi enteramente de la sptima Noche, de Young, como
El Arco
Heredia con
Es notable la semejanza de la descripcin del Nigara en la silva de la que liay en el eplogo de tala. Para evitar toda sombra de
al
borde de
el ro
y desemboca en
el
Como
desde
el
el
momento de
cada es
menos un
ro
empujan y chocan d la entreabierta boca de un abismo. La catarata se divide en dos brazos y se encorva manera
torrentes se
isla
cimientos, parece suspendida, coa todos sus rboles, sobre el caos de las
La masa de
al sol
ro
el
Medioda,
se
redondea
ma-
nera de un inmenso
cilindro,
resplandece
con todos
los colores,
mientras
la
na del
diluvio.
Mil
y cruzan
sobre el abismo.
Las
aguas,
ificendio.
Los
corrien-
de
aire,
bajan revoloteando
la
al
suspenden
el abis-
mo
los
244
CAPITULO
III
misma fragua de donde salieron El y El Nigara, saliesen tantos versos incorrectos, vulgares inspidos como afean la coleccin de Heredia, demasiado voluminoMentira parece que de la
Teocali
Te
Como
Cual pensamiento rpido pasando. Chocan y se enfurecen, y oirs mil y otras mil ya las alcanzan, V entre espi/ma y fragor desaparecen. Ved: llegan, saltan! El abismo horrendo
i
Devora
los torrentes despeados, Crzanse en el mil iris, y, asordados. Vuelven los bosques el fragor tremendo.
En las rgidas peas Rmpese el agua, vaporosa nube Con elstica fuerza
Llena el abismo en torbellino, sube. Gira en tomo, y al ter Luminosa pirmide levanta, Y, por sobre los montes que le cercan, Al solitario cazador espanta
Pero establecido
el
me
d Amrica de Cha-
teaubriand, del cual fueron saliendo sucesivamente tala, Rene, Los Natchcz
las
Memo-
ficticia,
una verdadera
veces
la letra.
En
intern en
el desierto, ni visit la
Luisiana ni
la
Su
segn
Hasta
el
al
La excursin
al
Nueva York, Boston y otras ciudades muy relato de su entrevista con Washington resulta imaginaNigara no puede ser comprobada, pero desde luego la
de haberse roto un brazo por querer descenlos indios.
hacen sospechosa
der
los detalles
CUBA
sa para su buen nombre! Los versos erticos,
245
en su sensualidad; no son
ces
la
v-ersos
embriaguez del
ha dicho
deleite,
pero no
expresan poticamente.
De
ellos
el Sr.
ran
doja,
mucho con
estar en prosa.
Y yo
torio.
De
tal
modo
le
domina
el
la
imaginacin fraacesa>,
vida espaldas de
la
como
no aspir
la
de una impresin general y rpida, compuso arbitrariamente sus recuerdos, combinando las ricas imgenes reflejadas menos en su memoria que en su
fantasa.
(Chateaubriand
al
et
son groupe
litte'raire,
tomo
la
i,
pg. 207).
Heredia, que
sinceridad misma,
los
como
lo
grandes poetas y catarata con ;us propios ojos y no con los ajenos, y
profunda, religiosa, que llega
al
con emocin
lrica,
alma ms que
el
toda
la
pompa
rica
recuerdo
de
la
paleta de su predecesor,
mu-
cho ms
y varia que
esto,
la suya.
Aparte de
literaria, los
historia
ni
troquel de Heredia:
La palma
En
frivolo jardn;
ti
Viene,
aun se
siente elevar
cuando
te
nombra.
246
CAPTULO
III
forma
artstica que,
cuando
el espritu
el
no
la
emancipa, permanece
ertico, el cual
como
solo
soterrada
y envuelta en
momento
por
no tiene valor
como no
sea para el
propio individuo.
En
cambio, Heredia aparece gran poeta siempre que describe, y dems no merecen grande
alabanza.
Muerte del
Himno
al Sol, escrito en
(l),
el
mar,
los
versos
al cometa de 182^,
oda al Ocano
que
es una
de sus ltimas
las
salvo alguna,
como La Novia
tar
directamente
ni
(i)
Esta oda fu
el
ltimo destello de
la
apagada en sus composiciones mexicanas. El conjunto es desigual y no sostiene la comparacin con la oda de Quintana al mismo argumento, pero
tenia
Heredia
la
la
mar desde
playa de Cdiz.
ventaja de haber navegado, y Quintana slo haba visto el Hay en la silva de Heredia no slo felices ver-
sos descriptivos,
que recuerdan
los del
Nigara,
v. gr.:
Salta la nave,
como
dbil pluma,
Ante
el fiero aquiln que la arrebata, en torno, cual rugiente catarata, Hierven montes de espuma
de
la
intimidad con
la
Natu-
el fin de los tiempos se aproxime, orbe desolado Consuma la vejez, t, mar sagrado. Conservars tu juventud sublime;
Cuando
al
Fuertes cual hoy, sonoras y brillantes, Llenas de vida frvida tus ondas, Abrazarn las playas resonantes.
Ya
sordas tu voz;
triste
la brisa
pura
Gemir
Y
(2)
y Derecho en Santo
Domingo y en
la
CUBA
247
En cambio, con
ltimos aos,
la
der
el
campo de
En
1820
comenz ejercer en Matanzas la profesin de abogado. Por haber tomado parte en una conspiracin separatista, fu condenado destierro perpetuo de la isla en 1S23. Residi tres aos en los Estados Unidos, y de all pas M.-iico, donde ocup sucesivamente los
cargos de Oficial de
cal
la
de
la
Audiencia,
le
y,
En
D. Miguel Tacn
De
Gaceta Oficial de
la
retirarse al poco tiempo Toluca, donde falleci en 21 de Su muerte fu ejemplar y digna de un varn piadoso, y sus ltimos versos atestiguan la sinceridad y firmeza de su fe catlica, que no le
que hubo de
1839.
Mayo de
En
la l-
mucho
do
lo
consuelo,
si
de Mayo de 1839) deca: Porque s que le ser de no volvemos vernos, dir usted que me he prepara(2
que
el
y morir en
el
Seor disponga, con una confesin general, y que he de vivir seno de la Iglesia.
Hay
Amrica y otras en Europa (a). La de Nueva York, 1825, (imprenta de Gray y Bunee), y la de Toluca, 1S32, son las nicas que el autor dirigi por s mismo,
debiendo advertirse que
la
mayor parte de
los
pocos ejemplares de
la
segun-
da que pueden encontrarse en Cuba y en Espaa, estn mutilados, faltndoles las composiciones revolucionarias, que Heredia incluy slo en los ejemplares destinados las repblicas americanas.
De
las posteriores, la
ms
completa y esmerada es la de Nueva York, 1875, publicada por D. Nstor Ponce de Len, con una biografa de Heredia escrita por D. Antonio Bachiller
muy
incompleto.
(a)
parada, y probablemente impresa en parte, una edicin de sus versos, de la cual no se conoce ningn pliego. Acaso la familia del poeta los destruira por evitar complicacio-
Poesas de D.
la obra lleg anunciarse en el nm. 13 de / Revisor Poltico y LiMarzo de 1823), en estos trminos: doscientas pginas, poco ms J. M. Heredia. LFn tomo en octavo de
menos. Se subscribe por doce reales en Matanzas, en la imprenta de la Constitucin, puente de Yumuri, y en la Haban.a, en esta imprenta y en la botica de D. Pedro Sanfeli. A este anuncio acompaiiaba un prospecto muy encomistico, en que se trata con sumo desdn los poetas cubanos anteriores Heredia, lo cual dio ocasin, en
las protestas
2|8
CAPTULO
III
Thompson.
Merece estimacin tambin
nier,
la
de
por
la
casa de Gar-
olas no conozco
ms que una,
la
de Barcelona,
Piferrer, 1S40,
que parece
la
La verda-
Amrica, donde existen sus publicaciones en prosa, que apenas son conocidas aqu, y gran
rs juzgar por las muestras
nmero de cartas suj'as que deben de tener grande inteque hemos visto. Sera de desear que este trala
mayor imparcialidad
de
las
posible, y
quiera se
han recogido
las variantes
de 1825, ni de
las ediciones de Nueva York y Toluca. El malogrado poeta Zenea haba comenzado este trabajo, segn nos informa su bigrafo Pieyro.
El primer tomo de
la
lricos,
gundo
y el sede Ducis
de Zeidar la fami-
de Jos Mara Chnier, y el Sila, que es de Jouy, aunque no se expresa. Todas ellas fueron representadas en Mxico: el Tiberio
lleva
insultos.
De
otra trael
gedia,
ttulo.
taire.
liltimos
romanos, no conocemos
el
ms que
Fanatismo, de Vol-
como
la
de Endor.
juventud: Eduardo
IV
el
En
sal,
183
sobre
modelo de
las
En
que haba compuesto en ingls el profesor Tytler. Mxico pronunci algunos dis-
muchos
los peridicos
que redact
en que colabor:
la
Biblioteca de
Damas, El
Iris,
La
Miscelnea,
El
Indica-
justicia al
mrito potico de
su libro
muy
CUBA
249
el
cubanos
duda
yos, especialmente
remedar
mucho
and
Pciclry 0/ Spai/i (London, 1852), pginas 265 290. Kennedy puso en ingls algunas poesas de Heredia, y antes se haba hecho en los Estados Unidos una traduccin de E[ Nigara, que Kennedy califica de ex-
celente.
originales
la diligencia de este erudito ingls se debe el haber notado los de varias composiciones traducidas imitadas, cuyo origen no se expresaba en la edicin de Toluca. Y dice con mucha razn: // is much
io be rcgrctted ihal
/is
of its ha-
from
anotlier author
Tlie iiiicrest
of
litei
'u.'e
should
knoti'
gold from
and give
and place.
-i
do y otros de aquel tiempo, naca de abandono ms bien que de mala conciencia literaria. El
mismo Kennedy
lo
many of tkem writien to, or respeclitig his near relatives or other friends, beioken so much irue poetic feeling, as well as flo'vn of poetical ideas, that we can?ioi suppose tlie neglect of wich we have complained io have been more than an oversiglii. He might even iii some cases have lost remembrance of his obligations, and
repeatcd
he tlioiight he
was
lo
writing
many privations
endure, that
En
el
tomo
6.
de
la
elegante semblanza
de Pieyro en
blioteca
(i)
el Bulletin
No conozco
la
Bi-
Rasgos
por
Gobierno, 1835. Esta coleccioncita encierra, adems de los versos originales de Iturrondo, algunas traducciones, especialmente de Ossin (el poema
de Inis-Thora y fragmentos de los Cantos de Selma).
Iturrondo, de quien no
me
faltar ocasin
250
CAPITULO
III
y el consumado humanista y bibligrafo D. Domingo del Monte, amigo de Gallego, de Lista y de Gallardo, y Mecenas generoso de
toda
la
juventud
literaria
de
la isla.
Pero segn
el
criterio estricto
de
la patria
en
la serie el
de
los poetas
cubanos
ni
que
desde
el
nacidos en
la
como
intelectual.
muy
juicioso,
de vasta leccin
y gusto acendrado, gran celador de la pureza de la lengua castellana y de la conservacin de sus antiguos tesoros, hizo en Cuba tan buen servicio como el Conde de la Cortina en Mxico, oponindose la irrupcin de los barbarismos locales
y recomendando
el es-
tudio de los clsicos castellanos, de cuyas obras lleg reunir copiosa biblioteca
(l).
Por
los
Ma-
ms
bien de academia,
los
publi-
c una traduccin en verso del drama de Casimiro Delavigne, El Parla (Nueva Orleans, 1847). Hay otra versin anterior del mismo drama por D.Jos
Garca de
(i)
Villalta.
el
secretario de aquella
la
tercer
tomo de
(2)
la
Coleccin de Papeles,
de Saco.
el
Habana, 1833, por D. Ignacio Herrera Dvila (hay ejemplares en papel rosado). Este artstico ramillete, formado quiz por el
mismo Del Monte, contiene tambin versos de D. Jos Policarpo Valds, de) Fli.K Tanco y Bosmeniel (nacido en Santa F de Bogot en Noviembre de 1797, y educado en la Habana), y de Ventura de la Vega, quien por razn de nacimiento se considera como argentino. Por cierto que la mayor parte de las composiciones suyas, insertas en estas Rimas, no figucolombiano D.
25'
polticas
las
el
nimo de
mayor
y Luz Ca-
rao en
la
muy
dignas de estudio.
principal redactor de
Fu Del Monte
de
la
Luz Caballero,
Li Mjdj, recreo semanal del bello mucho ms importante su colaboracin con D. Jos D. Josa Antonio Saco y otros doctos varones, en la ReCuba (1831-1834), que
la
es,
la
Habana. Ya en su tiempo
la
la califica-
mejor papel de
La coleccin de
pondientes
al
Desgraciadamente
4, 5
6,
corres-
tomo
2.
el 7
que pertenece ya
al 3.
Hay en
crtica literaria,
que prueban
(considerada bajo
la
el
sobre
por D. Rafael Humara, El Caballero del Cisne, por Lpez Soler, y Gmez Arias, escrita en ingls por el santanderino D. Telesforo Trueba y Coso);
sobre poesa portuguesa (notable resea del Parnaso Lusitano, compilado por
etc.
Todos
en nada se asemeja
al
de
los otros
la Revista,
se dedicaban,
Luz materias
filosficas
y pedael
y, sin
duda,
ms vigoroso
otros
prosista
que ha nacido en
la isla,
y de
ramos sobre
la isla de la
Su ltima obra, y
ms
26 de Septiem-
bre de 1879.
las
No hay
obras de Saco; no
crtica
la
hay de Heredia,
moderna
exige:
lo menos con las condiciones que la qued interrumpida antes de mediar el segundo tomo
252
ballero
CAPITULO
III
la
v'ivi
en Madrid desde
844
el
que no se
le
campo de Cuba son de la mejor escuela peninsular, y as en como en sus stiras y epstolas, y en las traducciones que hizo de algunas elegas italianas de Monti, campea la diccin ms
del
ellos,
tersa
castiza.
Su predilecto entre
la
los
diligencia de D.
Domingo
del
Monte
los
se
debi
la
primera, aunque
muy
incompleta, edicin de
Filadelfia
en 1829, y que es ya peregrina entre los biblifilos. Con Del Monte contribuyeron difundir sanos principios
rios varios
les
litera-
humanistas y poetas de mediano mrito, entre los cuarecordamos D. Ignacio Valds Machuca (Desval), imitador
que
de
las
profesor de Fi-
losofa
cionario de las
tica terica
Musas, donde
;
se explica lo
ms
importante de la po-
y prctica
al
Berm-
con
en
la
facilidad
culta
ca.
los pases
(Delio),
tre
Algunos de estos ingenios, y otros ya citados, como Iturrondo tomaron parte en la Corona Fnebre la memoria del ilusla
Obispo de
la
Aureola
mismo ao dedicaron
de
los escritos
las
Musas de Almcndares
la
la
no
muy esmerada
No
de D. Jos de
la
Luz;
la
mayor parte de
colec-
las libros
grficas.
lleg terminarle.
CUBA
Martnez de
la
253
la
Real
(l).
De
stos
otros
muchos
versificadores,
que considerados
la
como
tales
tengan
muy
y anticuario Bachiller y Morales, pueden very muestras en el Parnaso Cubano y en otras antologas. El clasicismo de D. Domingo del Monte era amplio y tolerante como el de Lista; as es que l alent los primeros ensayos romnPoey y
el
bibligrafo
se noticias
ticos
el ta-
Jos Jacinto
infeliz
poeta,
literaria
y mucho antes por las del mal gusto, tuvo en su corta vida dos perodos, que conviene distinguir para que sea recto el
recaiga.
juicio
Hay un
el
estudio de
y de La fuga de
sos se deslizan
la trtola^ aquel
el
como
que estaban ensartadas, y que caen sobre un plato de oro. Este dulce Milans, poeta de sentimiento
perlas desprendidas del hilo en
candoroso y
ta:
casi infantil, es el
la
posteridad imporlrica;
su pecu-
liar
modo
de sentir
la
naturaleza:
Vedi a rejuvenecerse.
Vadla rodar en
Brillar
el ro, el roco,
pura en
Con
Arrastrada en
Dulce en
el
colgado
la flor
fruto,
Risuea en
gentil
(1)
Vase en
el
tomo
2.
la
de
los
candorosa descripcin de
fiesta
ms
leal
espaolismo.
254
CAPITULO
III
la
vaga me-
contraste con
la
intempe-
mansas
olas,
Y
Si
por
perderse,
Si dos sendas
una hacerse,
Me
Mi continua soledad.
dejaba de encerrar, en
tesis del
sencillo
con parecer tan inocente y aniado, no cuadro de un idilio, toda una sn-
ble,
amor y de la naturaleza, sucedi otro Milans insoportadespeado en todos los abismos de un incorrecto y callejero
social.
La
lec-
duda
el
muchas razones,
Se enamor de
lo
que Espronceda
poda
l imitar,
tiene
menos digno de
imitacin
y de
lo
que menos
vici
de El Verdugo, El Reo de Muerte y El Mendigo. Entonces que desgraciadamente era precursora de otro gnero de
demencia:
Crcel,
impura. El Expsito,
,
La
El Hijo
lucubraciones
en que compite
como
si
el
autor hubiese
estilo potico.
el
CUBA
255
meras poesas
lricas,
tambin autor dramtico, y de los ms pocos que han ensayado este gnero en Aml'uc
la
conocimiento
fuego,
prctica de
el
la
y
es
y haba aprendido
dramticos, especialmente en
Lope de
\'ega.
El Conde A/arcos
un drama de contextura
no podra sostenerse en
muy
las tablas,
bien algo
le
daa,
mismo
y Mira de Mescua hasta Federico Schlegel: la comparacin con la sublime y trgica grandeza del antiguo romance, donde un juglar inculto se levant, por la sola fuerza del sentimiento, bellezas dignas de Eurpides. Pero as en
El Conde Alarcos
eti
como en
el
El Poeta
acorte,
proverbio dramtico
gonista es Cervantes),
Por
la
puente por
el
ro.,
ambiente espaol de
los
nacin del Madrid de capa y espada, que es rara, por no decir nica,
en obras de poeta americano, y que parece fenmeno de ataleyendas y cuentos en verso que escribi imitando Zorrilla,
costumbres con
(i)
el ttulo
de El Mirn cubano
(l).
No
de primeras
rios fueron
de ndole privada, puesto que desde su adolescencia vivi entreoperaciones mercantiles. Del Monte dirigi sus prime-
gado
las prosaicas
mucho con
Desde 1837
etc.
En
enfermedad que obscureci su inteligencia y le llev la tumba despus de un martirio de veinte aos. Falleci en 14 de Noviemterrible
bre de 1863.
La primera edicin de
Haba-
256
CAPTULO
la
III
suerte de Milans fu
la
de otro
real, siquiera
la
Concepcin
ms conocido por
su
ejerci
un
la
que
el infeliz
pudo granjearse en
que
le
gios del
sociedades;
fu conspirador
valiesen
y para que nada faltase la extraa novela de su vida, y muri fusilado. Todo esto, aunque sus versos menos de lo que valen, hara interesante Plcido como
curiosidad antropolgica y como trgico ejemplo de las desdichas humanas y objeto de piedad y conmiseracin para toda alma generosa. La relacin de sus ltimos momentos conmueve, y prueba que nada tena de vulgar el hombre que supo morir tan resignada y
cristianamente, con grandeza de nimo
sin jactancia.
Xo
es
de
al
juzgar
al
poeta,
donde su apoteosis
el
donde
noble instinto de
momento de
haya torcido
la
rambo.
Un
cosas divinas
y humanas, y por aadidura negro, lo menos pardo, era un hallazgo inestimable para los que de buen grado cifraran su ideal
na por un hermano del poeta, y es ya muy rara. La que tengo la vista es la segunda, de Nueva York, 1S65, en un solo pero grueso volumen en 4.,
dos columnas, corregida, aumentada y precedida de un nuevo prlogo del
editor sobre la vida y escritos del poeta (Nueva York, Juan F.
paa, 1865).
Trow
Com-
La
biografa,
servaciones crticas
aunque enftica y nebulosa, contiene algunas obno despreciables. Del Federico Milans, que la firma,
y otras poesas de cierto mrito, insertas en El Parna-
conozco varias
stiras
que compuso en
el aniversario
de
la
muerte de su hermano.
CUBA
artstico
257
ni escribir,
aunque slo
absurda
genio de
en esto se pareciese
divino
Homero. La
la
como
la
frecuente en Espaa, de
la
incompatibilidad entre
poesa y
meditacin
el
estudio,
ha servido admirablemente
trgica,
la fama de Plcido, no
muy
propia
estrechsimo y fatal
entre el genio
la
desdicha.
ni
ni el
color de
mucho en
ms bien
los
arrastraron
al
patbulo, tiele
hu-
hora presente,
el
ms notable
mejor de los
poetas de
dijo
color, lo cual
que se
Es
(2).
el
poetas negros
el
peor de
los poetas
blancos
Blanco negro,
Plcido, aunque
muy
Ave-
(i)
De
este poeta,
interesan-
no son precisamente sus versos, sino su color y el esfuerzo con que, merced al cultivo de la poesa, fu limando los hierros de la esclavitud hasta
lograr la emancipacin
que
le
en 1837. El tomito de sus Poesas Lricas se imprimi en 1821, y escasea mucho. Hay otras composiciones posteriores en varios peridicos de la isla, y por la rareza del caso han sido traducidas algunas de ellas al francs por Schoelcher en su libro Abolitio?i de Vesclavage (1840), y todas al ingls por
R. R. Maddens (The Poenis bv a slavc in the Island of Cuba recenily liberaied,
Londres, 1840). Lo from tlie spanish, by R. R. Maddens, M. D ms curioso que este libro contiene es una especie de autobiografa de
translatcd
Manzano. Entre
esclavo, la oda
Zafira.
cel
hecha por un
infeliz
la msica.
la
En
Complicado en
muy
tardamente en 1845.
Falleci en 1854.
Hay
curiosas noticias de
poetas en
el
Ha-
bana, 1878).
(2)
La
Poesa Lrica en Cuba, por D. Emilio M. Gonzlez del Valle, se1884, pg. 171.
I.
17
58
CAPTULO
III
llaneda, de
propio y su representacin en
Parnaso cubano.
Quien escribi el magistral y primoroso romance de Xicotencal, que Gngora no desdeara entre los suyos (l), el bello soneto descriptivo
La
el
muerte de Gessler
(2), la
graciosa
letrilla
de
La
Flor de
(i)
Es
que comienza:
Dispersas van por los campos Las tropas de Moctezuma
rasgos
laguna
De
Este romance en su gnero y Fidelia (de Zenea en gusto los mejores que se han compuesto en Cuba.
1
el
Hay
la
soporfera, pero
en su tiempo
muy
(2)
leda,
En
el
arco
la diestra reclinada.
Por un disco de fuego coronada Muestra Guillermo Tell la heroica frente. Yace en la playa el dspota insolente
Con
Despidiendo al infierno, acelerada. El alma negra en forma de serpiente. El calor le abandona, sus sangrientos Miembros bota la tierra al Ocano, Trnanle echar las ondas y los vientos; No encuentra humanidad el inhumano
Que
Lanzan de
los restos
de un tirano.
que
ste, descollando
en-
la muerte de
La
Fatalidad, y en gnero
muy
59
la
caa y
(l),
la inspirada plegaria
que
ni
iba recitando
camino
del patla
bulo
posteridad se acuerde de
Es
cierto
que
la
mayor
parte de sus
modo no
la
calentura
Sobre
la
se suponen compuestas por Plcido en la capilla, se han suscitado en estos ltimos tiempos graves dudas. El Sr. Pieyro, en el artculo
que
citar
despus, declara
el
informarnos, es decir,
muy
pocos de
los
no existen
con
el pie
ya,
ni siquiera se
crtico
muy
inverosmil que en
hu-
biera tenido tiempo para ver varias personas, prepararse morir larga y
la
fijo
marcha
al suplicio.
La
Fatalidad:
Y
Dir
si
sucumbo
como
el ejrcito
cruzado
lo
Exclam
De
la
santa Salm:
el
Dios
muros ha mandado.
el
Parece ms de atenderse
al
de
los
que
las
de
26o
CAPTULO
III
pero aun en
lo
lo
ficador gallardo,
acull
una
estrofa,
voces, los pasos, las armas y los tambores destemplados. (E. Pifteyro: Biografi'as Americanas, pgs. 354, 355 y 357).
mi
Est en su
admitirse es
y conviene perfectamente su situacin. Lo que no puede inverisimilitud de que la compusiera en la capilla. Pero, si
el
la
muerte
le
amenazaba. Pudo
por con-
que pas en
la crcel:
Dios de inmensa bondad, Dios poderoso, vos acudo en mi dolor vehemente: Estended vuestro brazo omnipotente. Rasgad de la calumnia el ve'.o odioso, Y arrancad este sello ignominioso Con que el mundo marcar quiere mi frente. Dios de mis padres, Dios de mis abuelos, Vos slo sois mi defensor, Dios mo; Todo lo puede quien al mar sombro Olas y peces dio, luz los cielos, Fuego al sol, giro al aire, al Norte hielos. Vida las plantas, movimiento al ro
Yo no os puedo engaar. Dios de clemencia, Y, pues vuestra eternal sabidura. V al travs de mi cuerpo el alma ma
Cual del aire la clara transparencia, Estorbad que humillando la inocencia Bata sus palmas la calumnia impia.
fro.
Salamanca:
Cmplase
al fin tu voluntad. Dios mo.
al
y confundirlos con los suyos, es otro indicio de la autenticidad de la Plegaria, que todo el mundo admitira, no ser por la leyenda de la capilla.
CUBA tuvo de
tancias
la
261
armona y de
la
odas
la
reina Cristina
dos y
El autor
lo
que
dice,
siempre hala-
ga
el
odo,
muy
oficio,
uno de
los
posteridad. Derroch la
mayor
la
rima ca-
vida, fu
alta, la
honrado con
las visitas,
aunque
fugaces,
la
de una musa ms
Plegaria. Por ella
que
le inspir el
<hoii
soneto Fatalidad y
omnis
inoriarv'.
De
3''a
de vilipendio. Ni
uno
ni lo otro ni fu
merece:
la
ignorancia no es
tuvo amigos y protectores como Gonzlez del Valle, Valds Machuca, Yr segn creo, el mismo Del Monte, que le pusiela
ron en
poda
tnez
mano buenos
Es
cierto
la la
libros
leer.
obras de Mar-
de
la
Rosa,
poetas castellanos,
Corona fnebre de
la
Duquesa de
Fras, otros
De todo
esto
posiciones,
donde suele
de sus poetas
fa-
memorias en su extrao
tes-
mir con
letras
de oro una de
las
odas de Quintana,
como
ltimo
lodo
262
guajiro medio
pulir,
CAPTULO
estaba
III
muy
versado en
la literatura
el
potica
caudal
histricos, mitolgicos
geogrficos, de
que
un poeta espontneo
la
ayudaba su pobre
culto,
subsistencia.
remedar
de
los
las ropas
de su seor.
s
No sabemos qu
fijo
ca entregada
misma, pero de
sern
muy
diversas de los
amanerados cumplimientos,
insulsas fbulas
los diarios
y de
fiesta
las
boda
rudo,
el
salvaje de genio,
ya
fruta
ser ignorante
sin
ms que
la
tal
poeta
y \ulgaridades
del
remedio
(l).
(i)
Gabriel de
la
la
Habana en
iS
de Marzo
de 1S09, era
expuesto en
hijo ilegtimo
el
de un mulato y de una bailarina de teatro, y fu torno de la Casa de Misericordia. Ya hemos indicado las de peinetero, distinguindose
el
La
efmeros triunfos, fu
la
en
indigencia.
na-
que suele
CUBA
263
el
Todos
los
ms
estricto rigor
de
la
frase,
mismo
me-
la
Que est de un ancho valle la salida. Hay una fuente que beber convida De su lquido puro y argentado;
AH fui yo por mi deber llamado, haciendo altar la tierra endurecida Ante el sagrado cdigo de vida Extendidas mis manos, he urado Ser enemigo eterno del tirano, Manchar, si me es posible, mis vestidos Con su execrable sangre, por mi mano Derramada con golpes repetidos; Y morir las manos de un verdugo. Si es necesario, por romper el yugo.
La conspiracin en que
se dice
parte, v sobre
la
cual
(como sobre otras muchas cosas de la historia contempornea de Cuba, donde el espritu recto y amante de la justicia no sabe muchas veces qu atenerse en medio del laberinto de opuestas pasiones y relatos contradictorios), no parece haber tenido relacin directa
reina todava grande obscuridad
con
las
con intento de
litera-
el
fu horrible. Plcido
muy
graves,
muy
espaoles y
muy
informa-
de
la isla,
existencia de semejan-
Lo
cierto es
coaccin
al te-
letra
de
la trata
y de
la esclavitud,
Domingo
del
Monte. (Vid.
la
de D. Vidal Morales, Iniciadores y primeros mrtires de Revolucin Cubana, Habana, 1901). Esta flaqueza no le salv la vida, y pesa
el libro
Por
lo
la
264
CAPTULO
III
grado
Por
el
contrario, la grande
aunque
(l),
y ocupa con
arrastraron
al
General O'Donnell
la
que pose-
los procedi-
las
poblacin blanca de
Era
el
Pieyro (pg.
348). El
ms adelante
logr
la
Norte cort de
raz la cuestin,
La primera edicin de
es un tomito
los versos
pudo
corregir,
muy
raro,
estampado en Matanzas,
imprenta de Gobierno
y Marina. Contiene casi todo lo que su autor escribi digno de leerse. Slo hay que aadir un cuadernito El \'egiiero (1842), que contiene las graciosas
letrillas
La
flor de a caa.
La flor de
a pina.
La flor
da El
mala; y las
los
Estados Uni-
no
lo
de Cuba, y aun alguna en Espaa. Las dos ms copiosas fuesen tanto!) son la de Nueva York de F. J. Vingut, en dos
el
de Morales, con
cs:
al
fran-
duites
desnuda y vaca de todo pensamiento (Poe'sies completes de Placido irapar D. Fontaine, avec une prface de Loiiis Jourdan, Pars, 1863). Algunas poesas suyas pueden leerse tambin en alemn y en ingls.
misticas. El
Las primeras biografas de Plcido fueron superficiales y vagamente encoprimer trabajo serio es el de D. Pedro Jos Guiteras en El
Nuevo, de Nueva York
(
1
Mundo
te
874).
el
elocuen-
y apasionado D. Manuel Sanguily en sus Hojas Sueltas (La Habana, 1894), tratando sin compasin al hombre y al poeta; y D. Enrique Pieyro que, en
la
(Pars, 1906),
(O
nativa,
No
de
la
CUBA
justicia
265
el
uno de
los
primeros lugares en
Parnaso espaol de
la
era
romntica. Su
rito
lo;
nombre
aunque quiz su m-
como debe
ser-
por
la
la literatura
feme-
sexo de quien
D.-'
las hizo.
Lo
cual
no
Gertrudis
Gmez de
dar por buenos aquellos insulsos apotegmas que en su tiempo, y aun despus, han tenido la suerte de ser tan repetidos como suelen
serlo todas las necedades
hombre
esta mujer!
Xo
es
un poeta. La A\'ellane-
da era mujer y
muier y precisamente lo mejor que hay en su poesa son sentimientos de mujer, as en las efusiones del amor hu-
muy
mano como en
slo en la poesa
las del
lrica
amor
divino.
Lo que
y
la
hace inmortal, no
tiempo, es
la
expresin, ya indmita
mansa y
resig-
y naufragios
del
lo
que
ella
ha expresado, y
espritu
muy
literario
renegado de
la
moderna
si la
Avellaneda no hubiese
que encabeza
le
mismo que
la
primera,
la
bella elega la
muerte de Heredia, y
el
vista del
este
amor
suyo, que nada tena de incompatible con el patriotismo espallenos sus versos lricos
ol, de
que estn
pero
que Heredia y
la
Quintana, y quiz es el nico lazo que los poticas son tan diversas.
266
sima, sin
CAPTULO
III
literaria ni social,
pero
sortendolas hbilmente.
la
Avellaneda,
atendemos
que
cultiv: lrica,
drama, no-
vela.
Como
muy
relativos,
se la
francesa,
siones prefiri
Dumas
ms
Vctor Hugo. Es
la
que hoy
resulta
anticuada,
menos
personal,
ms
llena
la
de senti-
desgracia
Sal), ni
de ser viejo
muy
prueben siempre
lo
predominio de
la fantasa lrica la
idealista
ms en
la
leyenda
la
extraordinaria,
que en
novela
la altura
de sus
En cambio
su teatro es notabilsimo,
la
y no alcanza toda
la
fama
que merece. En
el
la
una
pompa y
majestad, de
la
Se
de Quintael
Sal imitaciones de
Tanto ms que
la
.AJfieri (l),
(i)
la
Avellaneda otro
de
transicin entre
la
escuela clsica y
la
momento de
por extrao
modo
la
Pero
Sal no proceden de
Alfieri ni
de Son-
CUBA
Sardanpalo, de Byron
(l);
267
no puede darse
la
menos
la
de
prestigio
teatral,
y de
si
terror trgico, es al
el
cuarto,
no decae
ni
un
la
punto en todo
drama
la
versificacin, cualidades
madura y
reflexiva, sino
por
profundidad del pensamiento histrico y por la grandeza misantrpica del personaje principal, que puede ser hermano pariente
del Sardanpalo byroniano, pero
que de
fijo
no es trasunto de
l.
como
otros hroes
el
la
tragedia inglesa
smbo-
de
la
y generosa
raza,
en que
mismos
cia
ms solemne,
trgica
y expiatoria
Valera; en-
figura; es
una especie de
atesta mstico,
como not
met, sino de
la Biblia,
la
AveUaneda,
como
lo
prueban
las felices
Del Werner, otro drama de Byron (que su vez haba tomado el argu(1) mento de una novela alemana) procede La verdad vence apariencias, pero !.i
poetisa espaola transform el asunto, borrando atenuando el pesimismo
del original, y
compo-
ms conocidas. Tanto Alfonso Munio (titulado despus Munio Alfonso) como Sal, y (2) en general todas las composiciones de la Avellaneda, deben leerse en las
aunque no de
las
acadmica, que trueque de una correccin muchas veces aparente, sacrificaba versos y pensamientos felicsimos.
268
CAPTULO in
carna de un
modo ms
alto el hasto
la
el
pesimismo romnticos,
que ener\"an
incapacitan para
accin;
es
un tiempo reprela
humanidad
5^
sin
Todo
el
drama
una esel
cum-
plimiento de
la justicia
la
de generalmente
sublimidad de
concepcin.
Avellaneda ha sido magistral y definitivamente juzgada por nuestro D. Juan Valera, y nadie, y menos
poetisa
lrica, la
Como
el
que esto
crticas,
tal
puede ocurrir
uno de
slo concede
nada en
estudio,
ios
salido
de su pluma
la
(l).
Xo
la
el Sr.
Avella-
neda
primaca que ya
en
como en
los
aun
fue-
las Safos
y Corinas
la Italia
de
del
ms
busquemos en
Renacimiento
que
los versos
Avellaneda,
como
los
nacidos
en edad ms
reflexi\-a
y de ms complicacin de
fra
que tienen
el
de
la
la
Marcon-
alma por
soado y
la
Tres son
da: el
las principales
el
fuentes de la inspiracin de
el
Avellaneel
amor humano,
que
ella
amor divino y
entusiasmo por
arte de
la poesa
profesaba.
En
como acontece en
sus manifestaciones
amor en todas
y desenvolvimienel
el Sr. \'alera)
son
la historia psicolgica,
mismo
des-
que veces
la inspi-
(1)
la
Revista de
CL'BA
2'
ran,
que no
donde calmarse en
la tierra;
y de afecto que no descubre objeto adecuado y digno quien adoCiertamente, si en Espaa no vivisemos en un rar y querer
perodo antipotico hasta
lo
sumo...,,
los
versos amorosos de
!a
de
las
ms
lindas mujeres,
all
porque
lo
los
de
la
moza de Lesbos
en
la
ms doloroso y
terrible
de
la
pasin, hasta
la
y delicadsimo el amor
ofendido, humillado
canciones de
la
lo
elocuente, fervoroso
(i)
Entre
las
composiciones amorosas de
la
Avellaneda sobresale
la titu-
lada
que es de carcter muy personal, no obstante el ligero velo en que parecen envolverla un prlogo y un eplogo, que seguramente
Amor y
Orgullo,
fueron aadidos
al
ella
Tu
i
presuncin altiva?
De
libertad te priva?
Los lazos caprichosos que otros das, Por pasatiempo, tu placer tejas. Fueron de seda y oro; Los que hora rinden tu valor primero, Son eslabones de pesado acero Templados con tu lloro. Qu esperaste ay de ti! de un pecho helado. De inmenso orgullo y presuncin hinchado,
De
vboras nutrido
Te
Con qu
arrastras abatido
velo tu
amor
! !
CAPITULO
Seccin riqusima en
las poesas
III
de
la
Avellaneda constituyen
no
slo
flores tom duros abrojos Y por oro la arcilla? Del torpe engao mis rivales ren, Y mis amantes ay! tal vez se engren Del yugo que me humilla!
Que por
de tu servidumbre haciendo alarde, Quieres ver en mi frente amor que te devora? Ah!, velo pues, y brlese en buen hora De mi baldn la gente. iSalga del pecho, requemando el labio,
El sello del
De mi
Escrito
dolor sustento!
no
le
en
la
Alumbra
No No
le oyes, le
de
las auras al
firmamento? murmullo?
En
De
No^e
Con eco
lisonjero?
Por qu callar el nombre que te inflama. Si an el silencio tiene voz, que aclama Ese nombre que quiero? Nombre que un alma lleva por despojo, Nombre que excita con placer enojo, Y con ira ternura; Nombre ms dulce que el primer cario De joven madre al inocente nio, Copia de su hermosura, Y ms amargo que el adis postrero Que al suelo damos donde el sol primero
Alumbr nuestra
vida.
halaga
hiere,
y,
halagando, mata;
sierpe ingrata,
como
Al pecho que le anida No, no lo enves, corazn, al labio Guarda tu mengua con silencio sabio
aiu"as, fuente.
Trmulas
Como
calla
mi lengua!
CUBA
tos
jez,
271
de su ve-
torrente de la con-
tomando por
que
el
el
asombroso canto
la Cruz, en
princi-
beneficio de
el
palmente desde
punto de \ista
histrico,
y como
tipo
En
lrica,
como
ella lo fu, el
con-
cepto mismo de
si
he de decir
que
siento,
ms poeta
resulta la Avella-
neda en su oda
en
las
y en sus octavas Al genio potico, que composiciones harto numerosas que de su pluma brotaron
la Poesa
tal
con ocasin de
tendimiento,
consegua,
caduco laurel de
la
los
verdad con
llego,
de Quintana, y poco distante de la intachable correccin de Gaque eran los poetas quienes principalmente haba tomado
las
persona-
puede
ra.
decirse
que imitara
nadie,
es tan
Fu adems
de
y domin todos
los
la versificacin castellana,
ensanchando sus
(i)
la
de
los versos
de
Bjn^on la
sleepks); la
de
la
que
mita, travs
de
las
versiones modernas,
de Marzo de
raria fu
Naci D.^ Gertrudis Gmez de Avellaneda en Puerto Prncipe, en 23 1814, aunque ella tena la debilidad de quitarse dos aos, por lo cual la fecha est equivocada en casi todas las biografas. Su vocacin liteprecoz irresistible como
la
272
CAPITULO
los
III
Entre
la
Ave-
Rafael
M. de Mendive.
vino Espaa, y en 1839 aparecieron sus primeros versos con el seudnimo de La Peregrina, en La Aureola, peridico de Cdiz, que diriga don Manuel Caete. Pas algunos aos en Andaluca y luego se estableci en
la
Corte.
Fu casada dos
y poltico valenciano, que lleg ser gobernador de Madrid; la segunda con el coronel D. Domingo Verdugo, en compaa del cual volvi
do
literato
y de pesares domsticos, que han dejado honda huella en sus poesas. Falleci en Madrid en i. de Febrero de 1873. La primera edicin de sus versos lricos se hizo en 1841 con un prlogo de
D.Juan Nicasio
liltima,
Gallego, la segunda
muy
que
comprende
la
que debe
preferirse,
ellas.
Hay una
coleccin
dess Obras
dista
.1/a;i,
literarias pxibWcaS
titula completa,
pero que
Munio Alfonso
[\%^\),
El
Egilona (1S45), Sazil (1849), Recaredo (1850), Baltasar (1858), y en diversos tiempos.
del
La Verdad
vence apariencias.
los
La Hija
las flores.
Orculos de Taita
Duendes de
Catilina de
Hay que aadir dos excelentes traducciones en verso, del Dumas y Maquet (cuyo original est en prosa), y de La Aventure-
mos
IV
y v de
la
la
El
en
un episodio de
vida de Montesquieu),
La montana maldita. La flor del Amboto, Una ancdota de la vida Youx, El cacique de Turmequ.
La velada del lielecho. La bella Toda, ngel, La o ndina del lago azul. La dama de de Corts, El ama blanca. La baronesa de
la
Hay un tomo
fa
V
que
La
Avellaneda: Autobiogra-
Fuentes.
En
esta publicacin
con un prlogo y una necrologa por D. Lorenzo Cruz de hay datos muy importantes para la psicologa
CUBA
273
Luaces
(l),
aun juzgado en
la
versos, publicada
los
poetas de
la isla (2).
Su entonacin
es la
de Quintana, ms
idea que por
de
la poetisa,
tradicin de los
que en parte confirman, y en parte rectifican, que la conocieron, se tiene de ella. Pero no
la
falta
quien opi-
ne que
la
como desusadas
entre nosotros.
Naci en
bre de 1867.
Habana en
21
Con
la
me acompaa,
sin recelo
de que se
atribuya ligereza lo que es fruto natural del estudio y de los aos (y no son
menos de dieciocho los que tiene la presente Historia), no puedo menos de declarar que hoy no encuentro justa la preferencia que conced Luaces sobre Zenea. La musa de Zenea tena cortas las alas, y fu brutalmente herida en su vuelo, pero dej algunas notas de intensa melancola, que vibrarn
eternamente en
el
el contrario,
qu po-
ahora
la
Acaso
nica que de sus poesas ntegramente quede (pero sta vale por muchas)
la
es
es,
Ba
el
Asirlo sus
domados
potros
Nos
dio beber tu
mano,
slo
vemos extranjeros
jueces,
En
vez del sacerdote y del anci.ano Danos, danos, Seor, un varn fuerte.
el infante
Como
el
fuego y
nacin elevada pero montona, sin matices; de colorido brillante pero sin
claro obscuro. Entre sus
manos nerviosas
entre
la
saltaron rotas
ms de una vez
la
las
lucha heroica
menudo empeada
la altura
pre
de
la
tarea sublime
que de
ellas exiga, es
demasiado
las huellas
274
bien
la
CAPITULO
m
la
de
la
pompa y rotundidad
de
su fuerza
llo
del
que son
sobresalir.
el
esco-
Pero es
innegable
pujanza de su fantasa
el
irresistible el
la
raudal de
todas
las
patible
rrada
descriptivo, tiene,
lengua,
muy
est
la
vo impulso propende
regiones
ms elevadas
y nunca
tales
ms
sus anchas,
como
Canto de Kaled
cuerdos orientales y
clsicos,
de
la
protesta cubana,
la
ciones
guerra.
la
y sus amigos smbolos y tenue embozo para sus continuas excitaatendiendo slo al efecto artstico, hay que
la
declarar que
vicio al
suspicacia vigilante de
numen de
}
paganda medios
ms serena } ms
lrica el
mismo
espi-itu
que, desbor-
versos.
He
que se graban en
la
mente
llegaron,
faltronle
al corala
las gracias
frase
escri-
mundo de
emociones>. (Vida y
CUBA
dado luego y libre de toda traba,
que vulgares explosiones de furia
275
y de encono
Buena prueba
es
de
ello el
Cabana en 25 de Agosto de
protege y conserva son
tamente
:sus
la gloria
de su nombre:
lo
que
la
en
tral,
<le
La msica de
las hojas,
Y
Hay una pequea
1857).
el
perfume de
(i)
^Habana,
Faltan en
A Feld,
AI Trabajo.
La
el
Habana,
1866.
el principal la tragedia
la
lis prirent
h tinoin de
leiir joie
phcntire
Un cid
Toit viourait
Lajleur
Diderot en
la
el
versos de
Occidente.
Baado en prpura regia, Y al soplar del manso Alisio Las eolias arpas suenan;
276
CAPTULO lU
mucho de
las
ser
un modelo de correccin y
ni
de ter-
sociales,
que
ms
En
das de escla-
tiene,
la
en que
ta
obscuridad incoherencia de
por
la valenta
de
la versificacin,
prueban que
poeta no lleg
li-
la falsa
grandeza; sirvan de
Sufriendo
En
gritaron todos,
vista,
descubri mi Como el ala del pjaro marino, Del horizonte trasponer la linea.
al lejos
un buque
Formaba en
tanto
la ligera quilla,
llegamos
al
Con rumbo
vida
do Zenea sigue
impulso de
su.
Gime el ave sobre un sauce Perezosa y soolienta. Se respira un fresco ambiente, Huele el campo flores nuevas, Las campanas de la tarde
Saludan las tinieblas Y en los brazos del reposo Se aduerme Naturaleza. Y tus ojos se han cerrado Y lleg tu noche eterna! Y he venido acompaarte Y ya ests bajo de tierra!
Se ha exagerado de
los antiguos
el
carcter francs de
lrica.
la
modelos de nuestra
el
En
metro ms
y popular de todos:
Al salir temblando Vspero Del seno azul de los mares, Viene besarme la frente La musa de mis romances
CUBA
277
musa melanclica y
al
alma y en
los
que
la
pjaro perdido
Puede
hallar en los
bosques
el sustento,
En
el
hombre,
el
dueo que
la tierra
envas
Armado para entrar en la contienda, No sabe al despertar todos los das En qu desierto plantar su tienda
Si
otro
l,
Zenea hubiera
Lamartine
(l),
poco
le
faltara
para ser
pero aunque
le
tal
tuviera para
que viva en
la
memoria
de
gentes
como
(i)
No
fu,
sin
el
poeta
Le
y public en
admirables:
la
Revista Haba?iera su
drama Andrs
Hay en
traduccin versos
en paz! Duerme, ngel mo! alma! Adis! Tu mano noches del esto Ya no ms en Podr vagar por el marl del piano
(Duerme por
fin
Paz profunda
tu
las
Adieu I
Paix profonde a Ion ame, enfant, a a mmoiret ta blanclie main sur le clavier d'ivoire, Durant les nuits dte, ne voltigera pas.
la
influencia
de IMusset est
de Zenea, y asoma cuando menos se piensa, por ejemplo en aquella hermosa exclamacin del Nocturno, que
explcita en la poesa
ms bien que
Striles:
Mis tiempos son los de la antigua Roma Y mis hermanos con la Grecia han muerto
(2)
menos sobresalientes
de
278
CAPTULO
III
qu misteriosa vaguedad
Qu acento tan penetrante y lnguido, qu suave negligencia y final la de los versos que siguen:
Cuando emigran
Suelen algunas,
al
las
aves en bandadas
llegar la noche,
Detenerse en
las costas
ignoradas
Entonces dan
nades un grito
Que repiten los ecos, y parece Que hay un Dios que responde en lo Llamando al hijo errante de la mar
infinito
(i)
Una
grupo de
las diez
seis
composi-
de Diario de wt Mrtir
(2).
de
las elegas
que dedic
la actriz
en reposo,
Cuando
tie su
manto
el
bosque hojoso
la ribera.
El Recuerdo,
al
la poca romntica, un poeta andaluz, injustamente olvidado, D. Salvador Bermdez de Castro. En Amrica prosper mucho: Bello la us en la Oracin por todos: Arboleda escribi en ella cantos
enteros de su
poema Gonzalo
jan suelto
el
primer verso de
el tercero, al el
octava, y aconsonantan entre si el segundo y paso que Zenea aconsonanta los versos impares y deja sueltos-
segundo y
el sexto:
Ay, aquellos
Tiempos de
En que
Y
V.
;
Vestir de nueva
pompa
Y Y
(2)
Aunque
Pombo,
ni
CUBA
el
279
hasta sus cantos de
tristezas:
beso de
la
muerte
sell
misteriosamente
No
do Devarn
el
la
barca ma
La onda,
Ni dnde
el viento, el
que
la
mar gobierna,
eterna
Desde esta
Irs
conmigo en
lo
mejor de mi alma,
Irs hasta
llegue yo por
aquellos
mundos
De donde nunca
El carcter dominante de
cola (dice
las
poesas de
las
Zenea es
la
melan-
uno de
los crticos
que mejor
des de los trpicos se reflejan en ellas con sus medias tintas crepusculares, con sus grandes sombras invasoras del espacio
del
inmenso
la
cielo
(l).
ms
Son
azul
ra-
vida
la
de lengua y
la
clebre Rondinella de
Toms
que perd Contigo manda un mensaje Cuando tornes por aqu, Golondrina, sigue el viaje Y no te acuerdes de m
Si el dulce bien
Que
si
buscas, peregrina,
Do
Sobre
fu,
Golondrina, golondrina.
ves?
En
(1)
D. Rafael M. Merchn en
vol. vn, Julio
1
el Repertorio
Fe de Bogot,
ticos (Bogot,
de
1881),
886 j.
28o
ras las poesas de
CAPTULO
III
el
mismo
poeta:
Es
el canto
de
la
tarde,
(i).
Es
la
Menos montono y ms correcto que Zenea, aunque inferior l en intensidad de sentimiento, menos pomposo y declamatorio que
(i)
Su padre, nacido tambin en Cuba, era teniente de una de las compaas del regimiento de Zaragoza que estaban de guarnicin en aquella ciudad. Aunque no hizo estudios regulares
ras letras, demostr,
ni
la
de prime-
como
el
los
La Prensa
de
era
como cuadraba
la ndole de la publicaal
muy
amazona de
circo.
Lleva sus
iniciales
una
silva
de Zenea, escrita
la
mucho
cual
La lmpara
al lento fuego que en su hogar arda, Desprendida del barro de la tierra, Los versos mi adorada me deca Del trgico sublime de Inglaterra. Trmula, acongojada, vacilante,
Como
ansiando rasgar sus vestiduras, AI seno palpitante Llevaba en su dolor Las manos puras. Y adivinando el celestial deseo
De
su
p.-isin secreta,
Aquellos amores fueron efmeros, y desde 1851 Zenea se lanz resueltamente las conspiraciones polticas, tomando puesto entre los revolucionarios ms exaltados con la ya citada oda El diez y seis de Agosto, y con la publicacin de un peridico clandestino, que le oblig emigrar los Estados
Unidos, donde se
afili
desde luego en
la
Sociedad de
La
Estrella Solitaria,
CUBA
Luaces, aunque tambin de estro menos
ardiente, D. Rafael Mara de Mendive,
viril
28 imaginacin
menos
al se-
pulcro, era
el
ms
que
de
la
anexin
consecuencia de sus escritos y manejos, Zenea fu condenado muerte en rebelda por un consejo de guerra reunido
la isla los
Estados Unidos.
en
la
Habana en
6 de
Diciembre de
de su nfelicsimo
lestino.
dio al
evitarlo,
acogindose
la
ao siguiente
la
la
Habana, y en ella residi, sin ser molestado por nadie, hasta 1865, dedicado nicamente, lo menos en aparienrante administracin
cia, al
pudo volver
periodismo literario y la enseanza de las dos lenguas que tan perfectamente saba y que profes mucho tiempo en el colegio de D. Jos de la Luz Caballero. A este tiempo pertenecen la mayor parte de sus poesas, de
las cuales se
formaron dos pequeas colecciones, una en 1855 (como suplemenla cual no lleg terminarse, y otro en 1860,
con
el ttulo
de Cantos de
la Tarde.
la
Rtvista de la
Habana que
la
Mendive, y cuando esta hubo desaparecido, Revista Habanera, (1S61 y 1S62). All public muchos
diriga
artculos en prosa, y en
La
tudio sobre la literatura de los Estados Unidos, del cual se hizo tirada aparte en
la
Habana
crti-
co
muy
estimable, y creo
der
el Sr.
Pieyro,
que como prosista vala ms de lo que da entenquien tanto debe la memoria de su desventurado amigo.
su residencia
los Estados Unidos en 1865, y all se empe en especulaciones mercantiles que trajeron su completa ruina. Para subsistir del trabajo
donde
se hallaba al estallar
la
insu-
rreccin de 1868.
parte activa en
la fracasada expedicin de Domingo Goicuria y en otras empresas. Pero como hubiesen surgido pronto graves disensiones entre los la
agentes de
guerra, Zenea sinti decaer su exaltacin, y cediendo las instancias de don Nicols Azcrate, cubano
muy
liberal
pero
fiel
misin de pasar
al
As lo hizo, escudado con un salvo-conducto de nuestro ministro plenipotenciario en los Estados Unidos. El resultado
que dud de
la
de Zenea, aunque por entonces disimulase. Las atroces frases que me-
la
el
campo con
282
CAPTULO
III
le
debe una
Melodas Irlandesas^ de
Toms Moore, y
la
suavidad,
no
de
haya en
la
primer orden
de originalidad
muy
y
relevante, pero
si
muchas
le
faltan
los
tonos va-
de
la
la
pasin, muestra en
zura en
plada igual en
de
ellas
tomada en
agua.
La Gota
de roco.
La Msica
manera, modesta y
bien lejana
del nfasis
hueco y de
la viciosa lozana
la
trario
el salvo-conducto,
que
las
autoridades
militares de la isla
no reconocieron como
vlido. Al intentar
reembarcarse
en 30 de Diciembre de 1870, y conducido la Habana, donde despus de una prisin de ms de siete meses, fu condenado muerte por un consejo
de guerra y fusilado en 25 de Agosto de 1871. Los pormenores de esta triste historia estn narrados con mucho talento
pero con
cierta saa fra
de este
libro,
sangre espaola,
es digna
La parte
literaria
de
ha servido para completar y rectificar estas pginas sobre Zenea, que en su primera redaccin no correspondan la importancia del poeta.
me
la
1872),
donde se reproduce
el
de la tarde, y se
antes en
con las diez y seis escritas en la prisin, que haban aparecido El Mundo Nuevo, peridico ilustrado que diriga el mismo Pieyro. Contiene adems este tomito una serie de traducciones de Leopardi, Musset.
Naci Mendive en
la
falleci
en
1886.
Empez
darse conocer
como poeta en
1843.
En
1S47 public e\
CUBA
283
ella
Nada
ganara
la
cabida los
Parnaso Cubano,
la
Cuba
Potica,
ha atendido ms
la
cantidad que
la
Cuba todo
aun en
la
el
mundo
sos sonoros y
brillantes,
,
primera lectura
lo
valor intrnseco.
La ardiente
propia de
el
de sus impresiones,
y que los hace en extremo sensibles los prestigios de la msica y "al halago del metro, son cualidades y condiciones que, unidas al portentoso espectculo de
naturaleza parece haberles dotado
al influjo
predisponen inclinan
sacin potica,
la
ma\or
tomada
ms
como sinnima de
creacin espontnea,
irreflexiva
y poco madura. La misma universalidad con que est repartida all la aptitud esttica primitiva y elemental, y el participar todos, en mayor menor grado, de los goces artsticos, no ya como
y que pueda
la
ex-
merced
cierta destreza
el
ttulo
de
las
Mores del Sig/j y la Revista de la Habana, una ms importantes que han aparecido en la isla. El segundo tomo de
En
cual no figura su
bella traduccin
un
de pera con
el ttulo
mansa y
pacfica, se vio
envuelto en
revolucionario de 1868, y
biografa, escrita
vivi expatriado
por don
284
CAPITULO
III
que es
de
las
solas, llegan
al da
que poco
ni
se hunden en
sola nota.
la
una
De
muchos en
las
Cuba, y
sin
descender
pginas de
una
bibliografa,
apuntar
algunos
nombres.
Nada hemos
decano de
los poetas
de
la isla,
Ramn Vlez y Herrera, el que desde 1829 hasta nuestros proya odas Frankn, inventor del pararrayos,
quintanescas
como
la
dedicada
ya
fciles
leas
de
gallos,
en que merece ms alabanza por su desembarazo y gracia descriptiva; si bien en el color local se nota cierto amaneramiento, que por
supuesto fu mayor en sus imitadores, los cuales acabaron por desacreditar
al
los Siboneyes
de Bayamo
(l).
el
Semejante en algo Vlez y Herrera, pero ms poeta que l, fu matancero Miguel Teurbe de Toln (2), uno de los ingenios que
(i)
Naci D.
Ramn
Vlez y Herrera en
Habana
el 4
de Marzo de iSoS.
Es el ms antiguo de los poetas cubanos posteriores Heredia. El primer tomo de sus Poesas apareci en 1833, el segundo en 1837 (contiene, entre otras cosas, fragmentos de un poema en octavas, El Sitio de la Habana
J>or /os ingleses), el tercero
los
en 1838, en 1840
la
la
de
San
los
Romandiriga
ces Cubanos.
Colabor en
desde
La Moda,
Floresta
Cttbana,
que en 1856
las tra-
mas anexionistas de 1850, y condenado muerte por un Consejo de Guerra, se refugi en Nueva York, donde vivi algunos aos casi en la miseria, acogindose
al
le
En
1S49
i
S56
cubanas,
Luz y sombra.
CUBA
285
ylian
Ribero.
y como Paula, La riberea de San Jiian, Un rasgo de En estos delicados cuadros de costumbres cubanas
)
dice Mendive
cielo,
fin,
se encuentran pintados,
sol, las flores
nuestro
galas,
nuestro
en
vida
rstica
casi
nmada de
nuestros
campesinos,
sus romnticas
(l).
La oda Al valle
glosas,
en
la
Muy
que,
distintos
la
rumbos
sigui la inspiracin
la
como
Avellaneda, pas
mayor
como
poeta, ya
como
ticia,
Hoy
Arpa
y vaco de formas
el
la
declamacin potica y
Dios,
la
to:
El
Porvenir,
El Huracn, Las
Un
(i)
tomo
iir,
pg. 23.
el
(2)
Trova-
y fecundo. Su vida fu errante y extrasima. Segn su bigrafo Lpez Prieto (Parnaso Cubano, pg. 156),
pe o
fcil
muy
desempe sucesivamente
los oficios
la legua,
de escuela, depen-
m-
y tienen cierto perfume de antigua galantera castellana, debido indudablemente las comedias de capa y espada, que Pobeda haba representa-
do en
el
Grande en
1863.
285
CAPTULO
cierto, dijo
}"
m
el
por
vuelo del
(sic).
guila
tal
poesa,
I).
1
84 1 con
El Fuego fatuo,
es
y que pudiramos llamar sonambulismo lrico. Otras composiciones de Palma, como el Himno de guen-a del Cruzado, han sido ms celebradas, pero, en mi concepto, valen menos.
Fu uno de
los innu-
que peor
salieron de la empresa.
Como
versificador
y hablista es
prosista
que poeta,
mismo que
el
as haca versos
como
escriba de cues-
empearse en tantas
esfuerzos
(2).
(i)
Aunque
el
tomo de Orgaz
y nada
gobierno militar de
la isla
prohibi
que comienza:
los
poe-
tas
ltimamente nombrados.
la
Habana en
Madrid en
4 de Abril
Palma y Romay (Ramn de). Naci en la Habana en 3 de Enero de 18 12. Muri en 21 de Julio de 1860. Sus primeras poesas, escritas con el pseudnimo de el Bachiller Alfonso de Maldonado, aparecieron en 1834. Dirigi por
algn tiempo un colegio en Matanzas.
Echeverra,
el
En
Colabor en El lbum,
CUBA
287
En
al
buen nombre
el
privilegio
eti
el
Diario de
1
la
De
184
dirse dos cuadernos posteriores, Hojas cadas y Melodas poticas. Suyos son
10
uno de
los
M-
Hombre de conocimientos
con
el criterio del
de
la isla.
Escribi
esplritualismo cristiano.
Irana (Habana,
1858).
En
ella se lee
la poesa en Cuba.
las florestas
no
s hasta
nombres de D. Jos
Gonzalo Roldan, D. Francisco Javier Blanchi, cuyas poesas se imprimieron en 1846, con el ttulo de Margaritas, y tuvieron efmera boga en los das
inmediatos
la
muerte del
el
infeliz poeta,
D. Leopoldo Turla;
muy
las raras
inspida afluencia
de sus innumerables
versos; y, finalmente, los aristocrticos aficionados Marqus de Mntelo (D. Jos Luis Alfonso) y Marqus de San Miguel (D. Miguel de Crdenas y Chaves). A poca costa podra ampliarse esta nom.enclatura.
Hemos
lrica
estas canciones, y que ha penetrado ya en nuestra ms que la poesa, como sucede casi siempre en estos casos. En la Revista de la Habana, tomo iii, 1854, puede verse un interesante estudio de D. Ramn de Palma sobre los Cantares de Cuba,
criolla
que acompaa
288
CAPTULO
la
m
mundo americano.
la
de producir
mejor y
la
no siendo de
menor
cierta
no ya
la cual
muchos en
Amrica,
lo
alarde, considerndola
como
su
del
sometiesen
carga ligera
musa indmita y su
yugo y
la
do en algunos
chas
las
las
mejores disposiciones,
y ha
llenado de feas
vivir
manellas>
pesar de
y que han acertado siempre que han querido acudir las verdaderas fuentes del sentimiento potico. Por muchos aos ha domina-
la facilidad
abandonada y los resabios del estilo del maestro, puesto que el fondo de su admirable poesa tradicional 6 legendaria tena que ser
letra
muerta en
las
y nombres
el
estrafala-
la conquista,
pecialidad tuvo
neyes
(i).
Naci en Bayamo en i8 de Mayo de 1S27 y muri en la Habana en 1890. (i) Fu abogado y Regidor de su pueblo natal. Emigrado durante la guerra, volvi Cuba en 1879, y public en 1888 la ltima edicin de sus poesas. Su Hombrada literaria, que fu grande en un tiempo, ha caducado enteramente. Vase alguna muestra del ridculo gnero que dio su nombre:
Recuerdos de
las vrgenes tostadas.
De
Que
Bajo
corojos.
Que sorprend en la margen del Caonao, Del lmpido Bayamo en las riberas Y en las puras corrientes de Arimao.
All en pobres y rsticos catt^yes Tranquilos habitaron los behiqies,
CUBA
289
contra
la
En
otros
ingenios
la
aversin
madre
patria,
cl
la
de imitacin de
moderna poesa
francesa, en la cual
tampoco
se eligieron
al
En
vez de traer
lengua de Heredia y de
del suelo
D. Andrs Bello,
las singulares
y prodigiosas hermosuras
lo
y agabachada,
rs se
lo
y todo
carcter
tampoco franceses sino de imitacin y contrahechos, porque nadie reniega impunemente de su casta. Hoy quiz
entre todas las literaturas de Amrica,
na.
la
menos espaola
es la cuba-
En
ni siquiera la
los espritus
aun en algunos de
es lstima grande,
all el
ms
discretos,
toma
visos
de fetichismo.
bien perdidos
estro-
peados
ms veces por
cambio en
el
compadrazgo
literario
y por
la
carencia
de toda saludable de un
feliz
disciplina.
las
Hoy,
sin
prosistas
crticos doctos
el
ha de esperarse
y comienzan aparecer y de indisputable mrito. De la crtica remedio la anarqua literaria que aflige Cuba.
ideas literarias,
los caciques,
siboneyes.
Una
familia,
en
fin,
de
De
un autor que no
recuerdo, aunque
IV
SANTO DOMINGO
La
isla
Espaola,
la
Primada de
de Coln,
junta-
aqulla quien
el cielo
la belleza
mente con
en
la
muy
pocas pginas
la cultura la
la historia literaria
all
Nuevo Mundo.
sin
embargo,
al
intelectual tiene
hecho de
de Santo Domingo
monstruosa actividad
fsica
lmite
de
la
Edad Media y
los
umbrales de
la histo-
de
Reyes
que de Calabria, fu
la
testigo presencial
la
toma de Granada, de
de
I;
celona, de
las
herida del
Rey
victorias del
lo registr
Gran Capitn, de
cautividad de Francisco
y todo
y puso por
el
escrito.
No
curiosidad aventurera
espectculo maravilloso de
al
Europa
del
Nuevo Mundo
recin descubierto;
litig,
pobl,
mando y custodia y gente de armas; sentse como Regidor en los ms antiguos cabildos de Amrica; arrostr valerosamente las ras de
vino en explotaciones metalrgicas; tuvo bajo su
fortalezas
los
gobernantes despticos y de
los
magistrados concusionarios, no
2g2
CAPITULO
el
IV
menos que
las
fun-
diciones de oro en
provincia contra
el
los setenta
todos en
folio,
por supuesto, y
casi
Como
de
estilo,
qu cosa ira
latn,
nmero prodigioso
Mar
ms
alio ni orden
que
los
que gastaba
el
en su conversacin
familiar. Pero
qu inagotable tesoro
de sus
y escudriarlo
recordarlo!
todo,
No hay
dista
lo
ms
letras
revelacin de lo grande
(l).
En.
muy
considerable en su
com-
(i)
Vase
el
tratado de D. Jos
Amador de
los
Ros sobre
la
Vida y
eseri-
os de Oviedo, al
Real
Academia de
la
SANTO DOMINGO
pilacin, fu ventaja para
293
Oviedo
el
escolstica,
de su tiempo, tan apartada todava de la realidad, tan formalista y tan supersticiosamente apegada al texto de los antiguos, aun en
muchos de
los
en toscano, por no
en su nativa lengua,
aunque
de su observacin espontnea y precientfica, lograba, como logr, fuese de un modo enteramente emprico, describir el pri-
mero
la
fauna y
la flora
la
fundar,
como
fund,
de regiones nunca imaginadas por Plinio, y Historia natural de Amrica, con descrip-
reconocen como
muy
exactas.
s
No
fu
abundante y desdichado
versifica-
Las Quincuagenas de
menos famosos
el
inestimable tedividi-
Batallas
do en
tres partes
volmenes en
de
que
el
bir de su
mano en
la fortaleza
Espaola,
1556;
la isla.
domingo
I.
de
la
Pascua de Pentecosts, 25 de
Mayo de
fu, sin
duda,
acompaados de
tal
nombre,
modo de
D.
proverbios,
como
Sem Tob y
el
y antes y con ms poesa los del rab Marqus de Santillana. Vase una muestra de esta
Domingo
(l).
I )
Las Quincuagenas de
a nobleza de
Espaa por
el capitn
Gonzalo Fer-
nndez de Oviedo y
Valde's, alcayde
acadmico de nmero
D.
Vicente de la fuente,
tomo
i,
^adrd,
M.
Tello, 1880.
Vase sobre esta publicacin, que no ha continuado, un artculo de Morel-Fatio en la Revue Hisloriqu,
tomo
294
CAPITULO
IV
de
la
duea
Que
vieres arrebolada.
los
que son
religiosos.
Con
los
No
quieras conversacin,
Ni tengas altercacin
Con
el
Gurdesse de tropezar,
comunes y de
citas
y de
los
Santos Padres, se
aunque
no
el
que
se le
Batallas del
mismo
los
Espaa de
Reyes
Catlicos.
historia del descubrimiento
La
y conquista de
pero
el
la Isla
Espaola
particular,
infatigable versi-
muy
la
segundo Almirante.
la
La prosperidad y
cin de la
muy
poco, comenzando
la
despobla-
tndose por
los
el
mar de
las Antillas
inmensos
la
territorios
donada
mas opulentas
SANTO DOMINGO
295
siguiente centuria
tal
la
poblacin
Como
da con
restos
de su cultura antigua
le
el
convento
casi desierta,
aunque condecoracuyo
oriIII
Pontificia.,
gen
se
remontaba
tiempos de Carlos
la
del
Papa Paulo
la
(1538),
y que
sirvi
de modelo para
organizacin de
de
la
jesutas, bien
la
dotado
al
parecer,
expulsin de
la
la
Compala
cesin de
parte
espaola de
a Francia en 1795-
En
que
isla
de
tres siglos,
especialmente en
el xvi,
en
la
la
los favores
musas, y tuvo
desde luego
tisa
floreciese la
primera poe-
la historia literaria
de Amrica. Debeal
mos
de
ella
el
inestimable manuscrito de
y que ya tuvimos ocasin de mencionar tratando de Mjico. Salazar, que fu nombrado en ig de Julio
la Historia,
Academia de
en
la isla.
En
loor de a
muy
leal^
noble
lustrosa gente de la
en un soneto nos
de mercaderas suyas, y en
el
viaje
que
la
le
tom
al
lo
la
mencin de
tres poetas
de
de dos de
yos.
De
Francisco Tostado de
296
CAPTULO
trae
IV
Domingo de La Espaola,
pena de ser
transcrito,
la
aunque Salazar
llame en
la
contestacin
un soneto encomistico, pero no nos da ninguna muestra de su numen. En cambio nos hace conocer
niosa poeta y
varias composiciones
de la inge-
muy
en
el
Monasterio de Regina de
La Espaola, de
muy
Na-
devoto y servidor,
costs
tantos,
da de
San Juan
Bautista, contestndole la
mismos
curio-
En
como
misma
como
en
el siglo
me
parecen
pluma de una
(l
).
(i)
profesa en
el
Monasterio de Regina de La
Espaola:
Del
fin de aqueste don y bien superno. Absorta est en aquel, cuyo gobierno La tenga con su gracia guarnecida. Las Pascuas os d Dios, qua! me las distes Con los divinos versos de essa mano; Los quales me pusieron tal consuelo, Que son alegres ya mis ojos tristes, Y meditando bien tan soberano, El alma se levanta para el cielo.
da
SANTO DOMINGO
297
Otro poeta
muy
ms
indiscutibles
de que
con su aunque
visita la isla
tal visita
los historia-
Adonde
la
Del Nio y de
Tan bien
de la alta meloda. Albricias de la buena nueva os pido, Aguinaldo llamado comnmente, Que es hoy Dios conoscido y adorado
assi gocis
Y su
DE LA
MISM.\
poder ante
l est
postrado.
El buen pastor Domingo, pregonero De nuestro bien y gloria rescbido. Aquesta vuestra sierva le ha tenido
En ms que
muy
ilustre cavallero:
S que le h7,o Dios para tercero Del abreviado plazo y bien cumplido, Que el cuerpo y alma estuvo dividido. Del manso y divinissimo cordero.
El salto y zapateta fu bien dado.
Domingo
Y haze
Mas yo me
mejor
pieza.
concepto ha producido,
La lengua que lo ha manifestado, La mano que escribi, me han declarado Que el dedo divinal os ha movido. {Cmo pudiera un hombre no encendido
En
el divino fuego, ni
abrasado.
Hacer aquel soneto celebrado Digno de ser en almas esculpido? Al tiempo que lo vi, qued admirada, Pensando si era cosa por ventura
En el sacro coUegio fabricada: La pura sanctidad all encerrada. El emphasis, primor de la scriptura. Me hizo pensar cosa no pensada.
2g8
CAPTULO IV
el
nos que
all
como
ra, si
dita de la
libro
Orden de
la
Merced (MS. de
la
Academia de
ms
la Historia),
escasos, los
DE LA MISMA SEORA AL MISMO EN RESPUESTA DE OTRO SUYO SOBRE LA COMPETENCIA ENTRE LAS MONJAS BAUTISTAS Y EVANGELISTAS
No
Que del amado tengo el apellido; Llevme tras su vuelo muy sabido
El guila caudal Evangelista.
Mirlo ya con
muy
despierta vista
racional sentido;
puesto que
el
Mi alma quiso ms
No
Pues s que fueron ambos claro espejo, Y de la perfeccin rico dechado: Tomo con humildad vuestro consejo
VERSOS SUELTOS
DE LA MISMA SEORA AL MISMO
Qual suelen las tinieblas desterrarse Al descender de Phebo ac en la tierra,
Que vemos
mediante su luz pueden los ojos Representar al alma algn contento, Con lo que pueda dar deleyte alguno:
Assi
le
acontesci
al
nima ma
Con la merced de aquel illustre mano. Que esclareci el caliginoso pecho, Con que pude gozar de bien tan alto, Con que pude leer aquellos versos
Dignos de tan capaz entendimiento, Qual el que produci tales conceptos. La obra vuestra fu; ms el moveros consolar un alma tan panada, De aquella mano vino, que no suele Dar la nieve, sin segunda lana; Y' nunca da trabajo, que no ponga Segn la enfermedad la medicina. Assi que equivalente fu el consuelo Al dolor, que mi alma padesca Del ausencia de prendas tan amadas. Seys son las que se van, yo sola quedo; El alma lastimada de partidas.
SANTO DOMINGO
299
la
de SU persona
(l).
Hay
evidente error en
fecha de su vuelta y de
natural de Granada,
y Comendador de
la
Merced, en su
mi vida, Cuando con gran contento la gozaba; divina Providencia, Mas aquella Que sabe lo que al alma le conviene,
Me
va quitando toda el alegra, Para que sepys que es tan zeloso, Que no quiere que quiera cosa alguna Aquel divino esposo de mi alma, Sino que sola l slo sirva y quiera, Que solo padesci por darme vida; Y s que por m sola padesciera Y m sola me hubiera redimido. Si sola en este mundo me criara. La esposa dice: sola yo mi amado. Mi amado m. Que no quiero ms gente. Y llorar por hermanos quien es monja, Sabiendo que de sola se apellida; No quiero yo llorar, ms suplicaros
si
soys servido;
Que me
(i)
edificarys
con escucharos.
la isla
que llaman
la
Supremo Consejo de
las Indias
Espaola y prove-
que que
la
que en aquella Provincia necesitaban de letras y observancia. Lo cierto pobreza summa de aquellas partes descaminaba los nuestros para
de sus Prelados se pasasen
los
sin licencia
no pocos del en
Per...
el
de
la falta
de lo pre-
no
Ordenes
el
la
suficiencia
de
los
que vivan en
la
Monasterio nuestro
Provincia y frecuentado de
el
ministerio de
Penitencia, y la devocin
Iglesia
no solo en
la
ciudad y
isla
pero en todas
comarcanas y aquella inmensidad de mares, por la milagrosa imagen de Nuestra Redentora, que con ttulo de las Mercedes pocos son tan infelices
que no
ron
la
ias
hayan recibido de su mano, que lastimados de esta falta escribiela Catedral y Ayuntamiento al Real
los
300
Ribera, y
l
CAPITULO
IV
En
total
dicha
isla,
costa de la Real
lo colegiado
de
la
Chancillera
como de todo
el
Soria, fray
que llevaba el dicho fray Juan Gmez los padres fr. Diego de Hernando de Canales, fr. Juan Lpez, Fray Juan Gutirrez y Fr. Gabriel Tellez que escribe esta segunda parte y el que menos hizo y vali menos, porque los cuatro compaeros suyos y el Prelado, desde que pusieron los pies en el Convento dicho, de tal suerte restauraron prdidas y enmendaron descuidos, que predicando, leyendo, amonestando infatigablemente, se
transform por ellos no slo aquella casa, pero
las
dems de su obediencia
sabios,
en
en
fin los
que antes
los
pus
la
ms aplaudida
que no quisieran fueran nuestras mejoras tantas. Especialmente se introdujo en aquella ciudad y isla la devocin de la limpieza preservada
de
la
ios habitadores
Concepcin Pursima de nuestra Madre y Reina, cosa de aquel pedazo de mundo descubierto^.
casi incgnita en
tomo 2,
la
fol.
240 vto. y
ss.)
Public este
de
las
Nueva
Biblioteca de
AA. Espaoles,
que en su
la
de
los ingenios
este
y son dos
que se
llev el
puesto que da
que dio en
tierra con lo
ms
alude los Dominicos, y lo que luego apunta sobre la devocin la Inlo confirma.
SANTO DOMINGO
libro
30 I
indito
de Patriarcas
Arzobispos
la
Obispos mercenarios,
(
existente en la Biblioteca de
noc
al
Universidad Hispalense
Sevilla,
):
Code
cuando vino de la
l
y camin con
hasta la
villa
Comendador
lo
el
ao de 1625. La
ms
reciente.
noticia literaria
la
La primera
que en
las historias
de Santo Domingo
encontramos, es
por los aos de 1691 compuso una glosa con motivo del triunfo
obtenido en
la
Sabana Real de
la
Limonada,
el
al
21 de Enero de
valor del capitn
los
Que
durante
el siglo xviii,
y especialmente en
el
perodo de
la
re-
don
los Caballeros:
ms de cuarenta
das
la
tierra tres
llevo
la
Gmez,
la
v los
compaeros que
que
el Cabildo, Justicia
y Regidores, y
cieron
Virgen de
la
la isla
En Junio de
Todos
Cotarelo.
(1)
Comunic
esta noticia D.
la
Hartzenbusch, que
public en
el
Juan Coln y Coln D. Juan Eugenio tomo u de su Teatro escogido de Fr. Ga2.
302
CAPITULO
IV
nac,
Ayer espaol
sa-
quemado
Ante
en
tales horrores, el
cesin de
la
parte espaola de
la
muy
s la
muy
patriticos,
que
titul
Lamentos de
la isla
Espao-
la de Santo Domingo.
No hay que
estrofas
de
esta ridicula,
pero
al
Cundo mi
Sin norte
Sin Dios.'
vices
Bebo
De
la
ms amarga
hil,
infiel,
Pues
me van
hacer
La primera en
Fe
Indias que
Y ahora, Igualdad,
Libertad,
SANTO DOMINGO
303
En
los ltimos
tiempos de
el
la
Dovisto
gnero
rastrero
de
la
dcima
y de
la ensaladilla
6 pasqun
satrico,
de que hemos
el
meramente
local,
y aun ste
las alusiones.
En
mucha popularidad un
negro, repentista
si
fcil
ingenioso, llamado el
por nombre 6
por apodo.
Me
La
cierra;
En
La
obediencia, y
el
me
es testigo
El cielo,
Nunca
rindi
mi constancia
Francia.
me doy, en mi rancia Obediencia al soberano. Spalo asi el africano. El ingls, Holanda y Francia.
Si ahora
Amante
Te
soy,
Que me cedes 3\franees, Te digo: adis! de una vez, Carlos, mi amante y seor.
(Inserta por apndice al fin
de
la
de
literatos
de aquella
304
CAPITULO
este
IV
La nica composicin de
vantar algo ms
el
le-
la
y prosaica
la victoria
en
el total,
Rasilea,
permanecan
la bandera
Si palaciega
mano,
Basilea,
Firm
esclavitud de
La Espaola.
Hoy
el
empeo vano
la
Se deshizo, ganada
pelea
De estos guerreros por la fuerza sola: Que el ulico servil todo estipula,
nunca
el
patriotismo capitula.
En columnas
y en alto capitolio;
Hay ms
Erigido en
pecho y por
las
manos
De
como
la
misma
victoria
lleg arraigar la
la
dominacin fran-
por
la feroz
domina-
traron de
llas
la civilizacin
las
hue-
de su pasado, hasta
punto de prohibir
el
uso
oficial
de
la
la isla
emigraron
docto y castizo D.
los
Domingo
del ^lonte;
SANTO DOMINGO
305
uno de
ellos
la gloria
dres de aquella
Cuba,
as
y casi eventual el nacimiento del poeta en como por haber hecho ste sus primeros estudios en la
isla,
imperial
pontificia Universidad
la
cual basta el
nombre de
tal hijo
las
sus bigrafos. El
mismo
declara su
Mi
cumpleaos^ escritos
lii
sangre francesa y
los
la
espaola
Empapaban
campos encontrados
De De
La
la
Y Y
la
patria
ribera en
el
que
el
sonoro Yaque
Revuelve
suelo haitiano
(i)
Fu
Su hermano
una comedia
las tablas
El Templario y D. Pedro de
Castilla,
representados
con xito ruidoso, pero efmero, en 1838 y 1840. El estado de la colonia era tal que no existi imprenta hasta 1S21. (2)
El nico impreso que de aquel ao cita Medina en sus Notas bibliogrficas
referentes
Declaratoria de independencia
de
siete pginas,
la
estampado en
la
Imprenta
de
la
3'
6 Librado
la
CAPTULO
discordia,
al
IV
fuego, al hierro.
partir, y
en
el
cubano
el destierro.
de
la
grande
lo cual
aunque
ni l ni los
dems
que
fijar
su residencia en Madrid,
tareas
jurista
literarias,
hasta su muerte,
868.
Fu mejor
que poeta, y dej fama de notable abogado; pero aqu slo podemos juzgarle por sus versos, compuestos la mayor parte desde 1837 a 1847, y reunidos por un
hijo
1
que vio
la luz piiblica
en Madrid en
literaria,
(
Monte en
prosa,
el
Liceo de
la
Habana
el
sido clsica,
ella debi
la
quien era
muy
inferior,
no obstante, en erudicin
manejo de nuestros
inspiracin
la libertad
clsicos.
Como
y en ms
misma composicin
pulcritud, ya
se
la
corriente de la
la
correccin
y y
que no por
la
sobriedad del
estilo;
y hasta por
cierto
los
hbitos de colegio
(i)
Poesas de D. francisco
Muoz
del Alante.
M.
Tello, 1880.
En
1821 haba
La Minerva,
En Madrid
colabor en
la la
Reelo-
La
Amrica.
Su discurso sobre
Dios
sobre
El
SANTO DOMINGO
de foro, juntamente
307
con
los
de mundo, como
citarse
l era, al
Deben
composiciones tituladas
la
Condesa de
Cuba en
la
muerte de su padre.
El Verano
en
la
en la
primi_
tiva
Haiana, y A Amrica
Gutirrez.
M.
En
1
tanto que
Muoz
del
Monte y
nombre de
en
la salvaje
tranjeras,
el
peso
de
fuerza de re-
sistencia
que aun en
las
condiciones ms
peculiar
del territorio,
844
la
Repblica
bibliotecas, ni
medio alguno de
anualmente de Barcelona
privada y gratuitamente
la
la
enseanza de
tiro,
las
matemticas,
silencio
al
la
de
esgrima y
educaba en
una
de su
patria.
(l).
pero
el
ms fecundo y afamado
un
maestro de escuela, D. ^Manuel Mara Valencia (2), que, andando el tiempo, lleg ser director del Liceo Nacional de Santo Do-
mingo, Ministro de
clrigo
en sus
vena,
y prosaica
el
gusto
(i)
la
Resea Histrico-
Critica,
ya
citada.
(2)
308
del siglo xviii,
CAPTULO
IV
sentimental, romntico
y quejumbroso. Los
infortunios de
que se
la naturaleza ni el arte le
ayudaban
se echa
result palabrero
y adocenado, como
el templo.
En
la
muerte
mi padre. La vspera
venezolano,
al servicio
de
la repblica,
el
D. Juan Jos
Illas,
autor de
(Grgorienne)
la
Manuel
del
do-
ha
Los diez y
favorables
siete
la
Repblica, desde
844
desarrollo
y dursimo aprendizaje, y poco nada de la amena literatura. Exista una sola imde
la
prenta de carcter
oficial,
otros semiliterarios,
de todos),
del Pueblo.
como El Dominicano (que tu el ms antiguo El Oasis, Las Flores del Osama, El Progreso, El Eco Ms adelante apareci en Santiago de los Caballeros el
Correo de Cibao.
En
la capital se estableci
un
la
teatro,
y se fundanombrada de Los
ellos vive
Amantes de
el
las Letras.
an
el
seudnimo de
varios
zarzuela,
Osama
(l).
hay que
D. Felipe Dvila y Fernndez de Castro; D. Javier ngulo Guridi, periodista que vivi muchos aos en Cuba,
citar al fabulista
(i)
Falleci despus de
la
SANTO DOMINGO
3O9
afiliado
en
la secta
masnica, cant
al
verso',
en
la
el
el
mrito de
tumbres de
los guajiros
lo
Teurbe y
tal
propsito resulta
muy
dbil
inferior la
y una oda
la
la
dbil
y remota reminiscencia
las
Don
armas
en 4 de Julio de
clsicas.
Su
y de
efecto agradable.
sficos
no mal he-
chos su poesa
La
Vida.
En cambio,
la
ltima
depravada manera de
La
predominado siempre en
la
vecindad
la
aunque en pequeo,
la
Lo que pasma
es
desarrollarse,
ducida escala, en
una
serie
de
como
haba sido en
ni
la
abandono de
la
la isla,
que no acertamos
con-
que unida
la
la del Pacfico,
el
la
perder en
Amrica espaola
grande acto de
la
haba dado
el
retirada de
Prim en Veracruz.
310
tras este parntesis
CAPITULO
IV
fueron
triste
preludio de
y restablecimiento de
la
Repblica Dolas
minicana para
facciones.
ser
de nuevo
Y,
sin
embargo,
la
musa
castellana
ms pode-
Do-
de El junco
de El voto de Anacaona y de
y con
de
La
ella
robustos sones
en loor de
y de
hijo
la civilizacin,
la
sobre
la
cuna de su
primognito
).
el
plan de
no slo prescindir
De
los
que han
fallecido, todava
que
Poesas
ie
la
Sociedad
literaria
misma con
la cooperacin de varios
mu7iicipios, sociedades
hermanos, 1880.
(2) (3)
joven dominicano, de slida instruccin y buen gusto, D. PedroEnriquez Urea, dedica en su reciente libro Horas de Estudio (Pars, OUendorf, 1910) algunas pginas
Un
muy
dignas de leerse
la i'ida intelectual de
Santo
Domingo, y
al
F. Deligne, el
ms notable de
los ingenios
de
la
hemos asignado
nuestra obra.
SANTO DOMINGO
pas emigrado
la
3U
y muri
fusilado;
D. Jos
Venezuela, y manifest en sus versos con sinceridad, aunque no con mucho estro potico, su deplorable estado de salud; D. Juan
Isidro Ortea
fcil
y gracioso
versificador,
y suave mecimiencomo de hamaca; D. Pablo Pumarol, malogrado poeta festivo. Al movimiento literario de estos ltimos aos, que fu mayor
cierta languidez criolla
la
despus de
revolucin de 25 de
Noviembre de
literarias, tales
como La Re-
de
los Caballeros,
otras de
otras poblaciones.
que desde
blicaciones
(Jrea,
las
Poesas,
de
la
seora
y la de la Historia de Santo Domingo, de D. Antonio del Monte y Tejada, y tuvo por rgano periodstico El Estudio. Fundronse tambin varios establecimientos de educacin, entre ellos
la
Escuela Normal y
el Instituto
Se
abri la
comn
el
acadmico
Baralt,
finalmente,
la
el
(i)
En
la
transformacin de
e!
la
cipalmente
Espaola, primero de iSSo 1888 y despus en 1899, escribi algunas de svis principales obras, como la Sociologa, la Moral Social, el Derecho Constiiucional.
(2)
No hemos
la
llanos,
Do-
mingo,
donde
figu-
Manuel Mara Valencia, Javier ngulo Guridi, Flix Mara del Monte, NiPerdomo, Manuel de
312
CAPITULO
IV
mayor parte de
antes citados,
versal,
y en
Con todos
tajados
que
el
ma
y pola
sitivamente quedar es
xvii,
como no haya
civilizacin europea:
terremotos, incendios,
pasados por
la
diplomacia
como un
caudillaje insoportable
han
el ideal,
Lo pasado
incierto
I
es prenda de lo
aunque hoy
se ciernan negras
el
ms
(
all
que en nin-
Amrica espaola
).
Romn
y Rodrguez,
Manuel de Jess Rodrguez, Federico Enriquez y Carvajal, Juan Isidro Ortea, Salom Urea de F^nrquez, Francisco Javier Machado, Apolinar Tejera.
(i)
como
de
la
es,
no hubiera podido
es-
cribirse
en Europa
SANTO DOMINGO
la
313
Billini,
Pantalen Castillo y D. Csar N. Penson. Adems de una discreta y erudita Resea Histrico- Critica de la Poesa en Santo Domingo, ha remitido esta Comisin en esmeradas copias una abundante y selecta coleccin de poesas dominicanas, y aunque por vivir
la
de
^Josefa Antonia Perdomo. Altagracia y Luisa Snchez. Elena Virginia D. Francisco Muoz del Monte. Felipe Dvila Fernndez de Castro. Manuel Mara Valencia.Javier ngulo Guridi. Flix Mara del Monte.
Ortea.
Manuel Rodrguez Objio. Manuel de Jess de Pea y Reinoso. ^Jos Joaqun Prez. Manuel de Jess Rodrguez. Federico Enrquez y Carvajal. ^Juan Isidro Ortea. Francisco Javier Machado. Apolinar Tejera. Miguel Alfredo Lavastida. Nicols Heredia. Federico Garca y Godoy. Jos Dubeau. Csar Nicols Penson. Pablo Pumarol. Emilio Prudhomme. Enrique Enrquez. Gastn Fernando Deligne. Juan Elias Moscoso. Arturo B. Pellerano. ^Jos Otero Nolasco.
Pichardo.
Francisco Gregorio
Billini.
coplas,
ms bien
vulgar.
APNDICE
No
las
de
poca colonial, en
la isla
de Santo Domingo,
me comunic en
la lite-
No he podido
lo
por
con
gran fortuna y provecho, y all se hubiera establecido; pero cas, l dej que le casaran con D.* Marta Ponce, criada y deuda de los
el matrimonio fuera muy disgusto de de D.^ Marta, por temor sus amenazas, y aun cosa mayor, se determin usar de su licencia, escapando, como pudo,
d Indias.
la
Espaola, en cuya capital permaneci unos ocho aos; y despus de breves residencias accidentales en Nombre de Dios y Ro de la
SANTO DOMINGO
315
Hacha, y de un
viaje,
Fe de Bogot,
se fij definitivamente
impedido de
corporal.
Sevilla,
3>Dej concluidas
dos
De
la
facultad d
las
los alimentos
medica-
la otra.
si se sabe de ella. La segunda se conserva puo de su autor, quien la dedica, en I de Julio de 161 1, al licenciado Alonso Maldonado, oidor en el Consejo de las Indias (tengo copia de ella sacada por m mismo, que ocupa ms
no
la
conozco, ignoro
ntegra y toda de
de 1.060
cuartillas).
,
ingenioso y de clara inteligencia, no perdi su tiempo en Salamanca, de cuya Universidad y costumbres estudiantiles hace una pintura de un
dibujo
escuela picaresca
la
con el caudal de erudicin entonces necesario gente culta, msico entusiasta, gran aficio-
nado
siglo,
la
un perfecto Galeno
al
uso de su
ms humos
muy
poco
la
por
lo llana,
duda,
la
corriente,
cervantismos. Gracias ella se leen sin enfado las relaciones tcnicas de enfermedades
los episodios
que
en
costumbres domsticas pblicas de aqu y de all, y del genio posicin social del enfermo y de sus parientes y allegados; y no digamos si le ocurre contar sus aventuras de viaje otras de ms cuenta, porque entonces salvo mejor opinin (y desquitando la influencia del carcter de Mndez
ellas intervienen
por razn de
en la ma, se acerca al donoso realismo de los Mendoy Alemanes. Como creo tambin, haciendo igual salvedad, que descargados de la mquina de dietas, recetas y formularios,
en
el relato),
(l)
zas
(i) Segua el Sr. Jimnez de la Espada la atribucin tradicional, pero probable, de Lazarillo de Tormes D. Diego de Mendoza.
no
3l6
CAPTULO
las citas
IV
el texto,
y de
quedaran los
En
ellos se
las poticas
del mrito de quien las compuso; por ejemplo, estos cuatro versos
libres,
No
> Si
la
el
del libro
Y como
cayese enfermo de
la
la rodilla izquierda,
que
tena flaca
^lastimada de
me apostem
muchas
visitas,
la
de suerte que
me
cama, tan
encogida
pierna
esperanza de
poder ya
visitar ni
servirme de
y con
este sentimiento
des-
para m y toda la repblica, que lo sinta mucho, hice unas octavas con que, llorando al son de la harpa,
>>gracia tan perjudicial
si
bien
me
acuerdo, de
Ay, Fortuna cruel; ay, ansias mas! Ay, desdichado triste; ay, mal tan fuerte! Ay, que el amor troc mis alegras, Mi vida y libertad en pena y muerte! 3 Ay, triste, que en el medio de mis das El mundo me ha dejado de tal suerte, Que no podrn hacer ya mis pisadas Oue pasen de la puerta mis jornadas!
Mndez ms que
llanto.
esta octava,
y donde con ms fundamento puede juzgar del premio que merecen sus galanteos las Musas. vHable el interesado, y perdone usted lo largo de las citas. sRefiriendo la cura desgraciada que hizo en Santo Domingo Luis de ngulo, Alguacil mayor de aquella ciudad, retrata al sujeto con estas palabras: Era de edad de veintisiete hasta treinta sanos, tan fascineroso y malvado, cuanto era su cuado, Diego de
SANTO DOMINGO
Guzmn, noble y virtuoso... Era su mujer deste ngulo una stora que, aunque se dejaba ver en la tierra, tena su habitacin sen el cielo; tanta era su virtud y cristiandad, y como tal no pudo
un sujeto con su marido, como no pueden estar los dems y como ms voraz y activo la consumi y mat el masrido con muchos malos tratamientos, especialmente con una hartazga de coces que le dio, por pequea ocasin, estando preada, de que malpari y se muri, ganando dichosamente el cielo hersmoso por la vil tierra que dej, y por el temporal y mal marido el
estar en
^contrarios,
eterno y supremo esposo. No huelga el retrato, por lo que ver usted ms adelante.
garon
sSuprimo una porcin de peripecias que interrumpieron y alarla cura de nuestro Galeno, motivadas del carcter adusto, veleidoso y desleal del enfermo; y voy que, sintindose morir con un violento clico, volvi llamar por terceros al licenciado Mndez, quien haba groseramente despedido, el cual, cediendo los ruegos del suegro de ngulo y las tentaciones de una taleguilla preada de cuatro marcos de perlas de cadenilla, consinti en
prosigue encargarse otra vez del paciente; y preguntndoles (despus de embolsarse la talega) por la causa del accidente, me
mucho que haba cenado y el haber estado desnudo escribiendo tantas horas (hasta ms de media noche). A lo Las urcas que respond, entendiendo que escriba para Espaa: no se irn, por mucha priesa que se den en estos diez das, y no tena por qu tomar ese trabajo deshoras, que fu la principal causa deste accidente; porque, aunque hubiera cenado, como dice, si durmiera y lo cociera el estmago, no hubiera nada desto. Que no escriba para Espaa, me respondi, que aun eso fu lo peor. No lo hubo bien dicho cuando entend lo que era, y que sestaba haciendo coplas, porque l me haba mostrado unas octavas que haca de todas las damas de aquella ciudad, con cierta ficin
di por razn lo
potca, imitando
Montemayor
(l),
para que
ello
le
alabase
le
tu-
y disimulando con
comenc de hacerle
el
remedios,
etc., etc.
Aqu
qu me detuve en
retrato
de este poeta
vas,
le
ms eficaz de dichos remedios que le hizo descargar vientre y dej sumido en un profundo sueo.
el
Alude
al
La Diana Enamorada.
3l8
CAPTULO
lo viese
IV
que dorma contina Mndez descansaque escondiese la vela y lo dejase dormir. Yo me fui mi casa, y al tiempo que bajaba por la sala adonde tena el escritorio, vide estar el cuaderno de las coplas en l abierto, y cogindolo sin que el paje lo viese, me lo llev; y scomo estaba ya desvelado y sin gana de dormir, pseme a leer por l hasta el da; y entre otros disparates escriba una visin de ninsfas, riberas de la Isabela, que es el ro que por all pasa, adonde ensartaba cuantas damas en aquella ciudad haba, cada una en su otava, como hizo Montemayor, y a algunas, que quera ms favorecer, les echaba dos, como hizo D.^ Ana de Guzmn y la otra D.* Ana de Carvajal; pero cuando lleg su daifa, que fu la postrera de todas, colocla y psola en un carro de marfil con muchas X columnas dricas, frescos, epitafios y letreros, y que, como Diana sus doncellas, la venan ella acompaando y sirviendo y todas las otras, que la ms ruin dellas era harto mejor que ella por su extremado valor y hermosura; y que cuatro dellas, las ms ilustres, le servan de pedestales las colunas y la traan cargada; con otros cien mil desvarios que, cuando los acab de leer, qued asombrado y tan desvanecido como l, poco menos, pues que cog una pluma y luego all, donde haba acabado, comenc yo y escrib, en el breve tiempo que hasta el da quedaba, lo que se sigue:
Pues como yo
sdamente y
>;
'
Perdnete Dios, hombre, ans acabaste verde entre pastoras; Oue no hay quien no se asombre En ver que ans deshoras sGastas tu vida y alma entre seoras; Gastando largamente La hacienda y el dinero mal ganado. Els justo que se cuente
Que
Que otros fu robado, >Para comprar tu suerte y triste hado. >Y aquella verdadera Ninfa, por quien tan poco t pensabas,
>Oue
Traslado, qu esperabas
Cuando
malamente
la
tratabas?
Pues cierto lo hay tan fuerte, Que sern condenados Segn sus grandes culpas y pecados.
No
AUvia
malvados un momento,
SANTO DOMINGO
Ni
el
319
ser favorecido
muerte.
vida,
iPues vives de tal suerte Que todos van huyendo por no verte. E1 pueblo se ha quejado sDe ti al Sumo Juez Omnipotente,
>Mandamiento est dado Que dejes ya la gente Y partas de este mundo incontinente. Y lleves por delante
Las deas, las pastoras soberanas, El vivir de Levante, Los hurtos y las ganas Y las otavas ritmas de las Anas; Tambin aquella dea >De quien en tu escritura tanto tocas; Tambin las de Guinea, Pues que no son tan pocas
r-
Que puedan referirlas muchas bocas; kY aquel gran adulterio iQue hiciste contra Apolo y su diento Y lo del cementerio Y ms, que, segn siento,
i'No se
puede decir
ni tiene
cuento.
el arena,
Por tanto, yo no quiero >Arar con buey cansado en Mas antes te requiero 'Te acuerdes de la pena,
Pues no
te hizo el
amor
tu
Para comprender la intencin y sentido de estas coplas, entre fnebres y burlescas, hay que advertir que Mndez haba pronosticado que ngulo, quien curaba en Septiembre, morira en el pr-
as sucedi.
este
Octubre es ciertamente
el
de 1560. Hallndose ya en Cartagena indiana, y recordando cmo y por qu dej la Teologa por las Leyes, escriba fines del ao de 1606
(libro
I,
disc. 3.):
Vindome, pues, forzado de la bendicin de mi padre, y muy opulento y lleno de libros, que es cosa que los estudiantes da mucha honra y vanagloria, comienzo de armar mi librera y hinch las cuatro paredes de un grande aposento de textos abiertos y de dotores modernos y antigos cerrados, de suerte, que no se alegaba
320
CAPITULO
IV
que yo no
tuviese,
y pasme
luego
al
mucho
sentimiento de mis
compaeros y condiscpulos y del Retor, que era mucho mi seor, le enseaba yo tocar harpa y me haca mucha merced; y fray Domingo (de Soto) me reprendi por qu lo haba dejado, y me dijo que gustaba mucho de tenerme por discpulo; y yo que lo sent ms que todos ellos y lo siento hoy en da y lo lloro con cuerpo y alma. En testimonio de lo cual escribir aqu unas otavas que no ha muchos das que hice, con las cuales algunas veces, cantn.>dolas al cuarto del alba despus de bien cansado de estudiar, me s>enternezco, como es razn, porque las canta comigo una negra acriolla ma que ha tenido la mejor voz que ha habido en las Indias, adonde por maravilla hay una razonable, y con esto es diestra en el canto de rgano, y la sonada que en la harpa se le da muy apare5sjada para todo ello; y son las otavas estas que se siguen:
sque
Males que de mi mal tarde os cansastes,
Bienes
Noches gastadas en memorias tristes, E1 bien que en tiernos aos me mostrastes, Por qu tan largo tiempo lo escondistes? No es vuestra, no, la culpa, yo la tengo, >Y de sola esperanza me sostengo. sMostrsteme del cielo la carrera, Tan llena de contento y alegra, rTom el arado en mano, y como quiera, Un surco dos ech el primero da; Volv mirar atrs, que no debiera, Perd todo el contento que tenia; Y as cuitado, pobre y desvalido, dura senectud soy conducido. ^Engolfado en el mundo y sus miserias Sin jams tomar puerto ni sosiego, Con mil trabajos, muertes y lacerias, Como hombre, al fin, sin luz y que anda ciego, ^Trabucando de una en muchas ferias,
compra muy caro eterno fuego, I-Anduve todo el tiempo de mi vida Sin orden, sin concierto y sin medida.
!>Do se
slMil
veces intent
salir
nado
Arrimado una
Con
siete garfios,
que hacia
la
ribera
SANTO DOMINGO
"No fu posible, no, tener salida lEn todo este discurso de mi vida. Agora ya, Seor, pues me ha dejado
E1
321
mundo por
ti,
intil y abatido,
Padre Eternal, ser tornado iComo el prdigo hijo y afligido, sConfuso de aquel tiempo mal gastado, iHambriento, andrajoso y aburrido, Desechado del mundo y de las gentes, De extraos y de amigos y parientes. Socrreme, Seor Omnipotente, :<No mires mis enredos y maraas, Para que dende hoy ms de gente en gente Sean ms manifiestas mis hazaas;
No niegues
-Pues
mera
Esta cancin llorosa y aquella de que nos dio solamente la prioctava, son dignas de respeto como desahogos particulares y
domsticos de ntimos dolores, nada ms, y como tales las presento La stira ( ?) contra ngulo ni siquiera la consideracin de usted.
merecen alguna memoria los antojos poticos del sensible Usted lo ver con ms claros ojos que los mos; y ver usted tambin si su censura de los versos de una persona quien no quera bien y tena por un malvado, como era el ngulo, basta para borrar ste de la lista de los copleros dominicanos. Mucho peor voluntad tena Mndez Nieto un Juan Fernndez, Provisor del obispado de Cartagena, quien llama, porque as le apodaban todos, el Pastor Simen, causa de sus simonas, cuya causa hicieron contra l y corra por el vulgo una stira annima titulada La Simoiaida. Danos noticia y muestra de ella con motivo de la solemne entrada del Provisor en la capital de su dicesis, que
chas, ijno
irritable Galeno?
refiere
en estos trminos:
Estuvo un da todo desde las ocho horas en la estancia de ^Lorenzo Martn, que est un cuarto de legua de ella (Cartagena), ^esperando que el acompaamiento que sus parientes por su mandato le tenan muido, lo fuese recibir; y viniendo con poco menos de cien hombres caballo y otras tantos peones, lleg en 5>el caballo de camino hasta la puente, y all le tenan el hbito y vestido sacerdotal, con un sombrero llano, como de cardenal, con cuatro borlas de seda de una libra cada una que se puso encima
Mesndez t Pelato. /'''a
hispano-c
322
del bonete;
CAPITULO
IV
y le tenan la haca blanca de Arjona, su pariente, alheada cola y crines y con una gualdrapa muy guarnecida y costosa; y desta manera entr y anduvo por donde anda la de Corpus >Ck7-isti, primero que entrase en su casa. Lo que habiendo visto y notado el poeta satrico, que no era migaja necio, le dijo, despus
de haberlo relatado
esta otava
como
ello pas,
que se sigue:
Quera yo saber, Simn malvado, Cundo pensaste t tener tal vida. jFu, por ventura, cuando atormentado
Estabas del Infierno sin medida?
;0 cuando en el mesn fuiste criado >Que all en Almodvar nos convida, Y entonces por soarte mesonero
'
>Erraste
el
Mndez dice que el Provisor era hijo del dueo del mejor mesn de Almodvar, donde pos yendo de Guadalupe Sevilla despus de su escapatoria de Toledo.
Lzaro Bejarano.
y dice de
en
las
65 66:
Su musa digna fu de gran renombre, jLo cual no digo por le ser amigo, Sino porque sus gracias y sus sales No s yo si podrn hallar iguales. Haciendo yo por estas islas va, Sera por el ao de cuarenta, All lo vi con su doa Mara De tantas soledades descontenta.
(i) En el Cancionero general de. Sevilla, 1535, se insertaron dos de estas composiciones de Lzaro Bejarano (ambas en quintillas dobles), la una en loor del Apstol San Pablo, y la otra de la Magdalena. Vanse los nmeros 71 y 96 del apndice del Cancio?iero en la moderna edicin de la Sociedad de
Biblifilos.
SANTO DOMINGO
Por
lo cual
323
y por la prdida de un hijo no tardaron en regresar la Espaola, de donde haban pasado las islas de su seoro. Advertir que Castellanos equivoca el nombre de la seora, que no era el de Mara, sino el de Beatriz, como parece por el documento que sigue y que por ms de un concepto interesa la biografa de Bejarano. Es una provisin de la Audiencia de la Espaola de 4 de Julio de 1541, que D. Juan B. Muoz extract para su coleccin (tomo Lxxxii, folio 216) en esta forma: Refiere que D. Diego de Coln dio en encomienda Juan de
Ampies
islas
(era factor de Santo Domingo) y sus hijos y sucesores las de Cura(;ao Buynare Aruba, para que tuviesen cargo dellas
sirviesen de sus indios
y se
como
civil
tomando
cierto
Ampies en tiempo
sFigueroa (hacia 1520), do se le aadi facultad de contratar con el cacique de Coro. Agora Lzaro Bejarano, marido de D.* Beatriz de Ampies, hija de aquel factor, ha expuesto en la Audiencia que l,
ella en goce de dicha merced, ha nommayor, por tenientes suyos Manuel Mndez, en Curaqao, y en Aruba Francisco de Rutia, y pide se con-
brado,
como
Justicia
firmen, etc.
Gonzalo Fernndez de Oviedo, Hist. G. y N. de las I. (lib. vi, como hombre de honra digno de crpara atestiguar un curioso fenmeno de espejismo que se
la
observa en
Gigantes.
islas
de
los
Y por
cosas de la
ltimo,
el
la
Relacin de las
un artculo todo sustancia, en el Catlogo de los autores que han escrito historias de Indias tratado algo dellas, adjunto de dicha relacin, y publicado por el Sr. Garca Icazbalceta en el tomo iii de su Nueva Coleccin de documentos para la historia de Me'xico (Introduccin), 1 891, por copia de mi mano que tuve el honor de enviarle. Por dicho artculo
Nueva Espaa,
sabemos que
escribi
un Dilogo
isla de Cubagua hasta la punta de Coquibacoa (en las que estaban comprendidas las de su feudo), y escritas por muy elegante estilo; y aade que era hombre de muy buen juicio, muy honrado y de mucha virtud y verdad, etc. Zurita lo conoci y trat siendo oidor en la Espaola; y por lo que yo s de este magistrado, era de tanta honradez
324
CAPITULO IV
Vea usted ahora cmo nos lo presenta Mndez Nieto con ocaDomingo (1559) en el lib. 11, disc. 2: Presidan en aquella Audiencia entonces el Ldo. ngulo y la Sra. D." Brgida, su mujer, que eran oidores ms antiguos por
sin de su llegada Santo
^ausencia del Ldo. Alaldonado, que haba do por Presidente Guael Dr. Cceres y el Ldo. Chagoya (EchaHaba cuatro mdicos, todos ellos al tono de los adems que suelen pasar Indias, que son los desechados, que no pudiendo sustentarse en Espaa, porque no les darn una mua que curen, se vienen ac todos, como tierra de ciegos, adonde el stuerto es el rey, 6 regidor por lo menos. Eran estos cuatro pilares en quien estribaba la salud de aquella ciudad, el Dr. Bravo, estudiante de Sevilla y graduado en ella, sel Ldo. Cabrera, el Ldo. Pineda, tuerto, cojo y mal agestado, y el Licenciado UUoa, portugus, que iba para la India y arrib all en la nao San Pedro, que tena de locura todo lo que le faltaba de cencia, como bien se lo dijo el famoso Bejarano, por su delgado singenio y buena poesa, en esta copla que se sigue, para cuya intesligencia es de saber que haba en aquel tiempo un cura en la iglesia mayor que tambin se llamaba Bejarano, hombre de tan poca ciencia y letras, que aun el Catecismo no haba venido su noticia; y querindolos desengaar entrambos, les dijo desta amanera:
stemala,
y eran oidores
2>goya), vizcano.
Muy mal cura el portugus, Bejarano muy mal cura, El uno por la locura, Y el otro que necio es. Si la necedad es cura, Qu no ser la locura?
Era este Bejarano seor de Curagao y el ms raro ingenio que las Indias; no le hizo ventaja Marcial, cordobs, en epigramas graciosos y de grandes sentencias, como se ver por este otro
spas
sque
referir suyo,
sen nuestra escritura: Habitaban en Santo Domingo dos hombres tan eminentes y ^experimentados en distinguir y conocer lo bueno de lo malo, que podan ser mojones del rey de copas. Era el uno el Secretario de
saquella Audiencia, Nicuis Lpez,
el
nos entrambos honrados y bien conocidos. Eran grandes amigos y svisitbanse el uno al otro muy de maana, al salir del sol; y lo
SANTO DOMINGO
posta en
el
325
horno que all hay dl, que tena medio azumbre de sporte. Y sucedi que viniendo aquella hora el Bejarano por la plaza grande en frente de las casas del Secretario, vdolos que estaban la ventana convidndose con el tazn sobre un bocado de salchicha con que se haban desayunado; y viendo el emblema tan
bien pintado, parecile que era justo ponerle
xall
la letra al pie,
en
el escritorio
del
mismo
Secretario
la
hizo de repente
y luego y se la
envi,
>V
1
5
!
Que
^Et
ego
sum
vitis vera.-
Nunca supo
aquella
ngulo
fuese su costa,
hombre decir mentira ni callar verdad aunque como lo fu muchas veces; y ans, como vido que Audiencia andaba en aquel tiempo mal reformada, y que
este
justicia sino al
no guardaban
que
les
guardaba
la cara,
porque
el
Cceres estaban hechos de concierto y llevaban al Chagoya, que era solo, por donde queran, no pudiendo sufrir tanta desorden insolencia determin decrselo por inigma, como
el
buenos entendedores, y fu desta manera: sCort de una hoja de un libro viejo las letras muy al justo, y sdividindolas por sus repartimientos, como hacen en la imprenta, las fu despus pegando sobre otro papel con alquitira, y escrisbiendo con ellas lo que sigue:
Do
el as vale
ms que
el rey.
Prohibido est por ley Que no sea gua el ciego Ni aren con asna y buey. Entre el lobo y cancerbero Arrastrando va el cordero.
> r
Miserable habitacin
>
Hecha, pues, la copla de molde con la industria que dicho tengo, sporque no fuese pusible conocer la letra, la meti en una palma, amanera de requesn, y la dio un negro bozal que la llevase en la
326
CAPTULO
IV
se vende, y que pasase por las Casas tiempo que estaban la ventana la seora Presidenta con otras damas que estaban con ella en visita; y como lo viesen, luego se aficionaron al requesn y enviaron por l gran priesa, y qui-
tndoselo
sen
al
como
lo
desata-
al Snchez de ngulo, su marido, para que se lo declarase; el cual, llamando luego los oidores, se lo mostr, y se provey que se
viesen
letra, lo
dieron
shiciese terrible
ello;
ans prendieron
todos los poetas, y al Bejarano entre ellos; y como la letra fuese tan desconocida, nunca se pudo hallar rastro, que poderlo hallar
ngulo de hombre y venda la justicia, que es el Rey, por lo que se deja asir con la mano; y que l y la aseora araban juntos, que es, que sentenciaban en favor del que mejor se lo pagaba, porque el Cceres no haca ms de lo que ella
le
no
mandaba; y que llevaban arrastrando al cordero, que era el Chagoya, que era buen juez y recto, y ans nunca se haca justicia;
le
y finalmente, que un ratn, que era la seora, que no tena tres palmos de cuerpo, que lo ms era corcho, poda ms que el bravo y severo (sic) len que all en los estrados estaba pintado en las armas reales, que era decir que poda ms que el Rey; por lo cual tena por desdichados los que all habitaban, como en efecto lo
hombre prudente no tiene de vivir sino donde se y pase ro por medio del pueblo arroyo. En el disc. 4. del lib. 11, vuelve Mndez Nieto tratar de Bejarano, al recordar algunos rasgos geniales del Ldo. Alonso Maldoeran; porque el
justicia
guarde
nado, Presidente que fu de la Audiencia de la Espaola en 1552, y despus de la de Guatemala, y Adelantado de Campeche, de Yucatn, por su mujer D.* Catalina de Montejo, hija del conquistador Francisco y de D." Beatriz de Herrera; el cual pasaba por Santo
Domingo
su casa de
Nueva Espaa, creo que por los aos de 1 562 mucho en este clculo, y no tengo ahora
fijar con seguridad el de la pasada. Algunas cosas notables escribe Mndez se cuentan y tienen en memoria deste Adelantado en aquella isla de Santo Domingo...
que era este hombre tan grave y melancque jams, en cuanto all presidi, le vido persona alguna reir, y si lo iban visitar cien hombres y quejarse y pedir justicia otros tantos, todos les daba el callar por respuesta, y al mejor tiempo se levantaba y los dejaba, y subiendo en su mua, se
Es, pues, una dellas,
lico,
SANTO DOMINGO
>iba
327
que dicen del Arzobispo, y esto sin dejarse acomspaar de hombre nacido, si no era de Alonso Hernndez Melgasrejo, que maosamente le haba cogido la voluntad y con ella la nao San Pedro, que le deposit (era de 1. 200 toneladas de porte y su cargamento vala medio milln de pesos); y llevbale un ciego que taa sinfona, que se deca Cieza, y tendiendo all una ^alfombra y dos cojines, se recostaba y detena al son del agua y
la fuente
oracin, que se volva por donde vino. famoso Bejarano cierta stira que llam Purgatorio del amor, en la cual, por lindo estilo potico, ensart los principales personajes de aquella ciudad, trayndoles la me mora sus faltas y pblicos defectos, para que se enmendasen, y
)del
instrumento hasta
la
el
la
sazn
all
era (empez
>
>A
la sombra de una fuente Descuidado del cuidado Que el Rey le dio de su gente; Y al son de una gynfona,
5
Que
Cieza
el
ciego taa,
PUERTO RICO
La pequea y pobladsima
isla
nmero de
aquellos puehistoria.
que no tienen
Trada
la civilizacin
soledades de
la
Florida buscando
la
la
aten-
ms que por
el
mismo
y dems
(l).
Antillas,
con
las
tinente americano
como Santo
Domingo y
la
Habana, pero
como
se ha supues-
en que
(i)
Ya en
1534 andaba
la
gente
muy
al
Per, y algu-
deudas.
En una
informacin
de 1540 se dice que la isla cada da va en disminucin por haberse trasladado muchos vecinos con sus esclavos al Per y Nueva Espaa (Biblioteca Histrica de Puerto Rico,
(2)
Desde
los
de Tapia y Rivera, pgs. 304 y 319). primeros momentos se atendi la educacin de los ind-
genas.
En el artculo 17 de la Ordenanza para el tratamiento de los indios de San Juan dada por el Rey Catlico en Valladolid en 33 de Enero de 15 13 se dice: Todos los hijos de caciques se entregarn la edad de trece aos
-1
la
doctri-
En
el
que todo
el
330
viva Puerto Rico respecto
CAPITULO V
de
las
dems
para explicar
tres siglos.
la
durante
al
indis-
ta
ms
la
indios, diese la
misma instruccin
uno de
ellos,
muchacho.
(Biblio-
teca Histrica
En
de Tapia, pgs. 193 y 194). Memoria Relacin de la isla mandada hacer por Felipe
el
II
en 1582,
siendo gobernador
el hospital
se
Gramtica, pagndose
la
al
dejado un vecino de
En
la
otra relacin
de
Iglesia Catedral
de
los vecinos
de
ella,
y se paga
la
de Gramtica. Esta ctedra, dotada con cien ducados anuales por Francisco
exista
ya en 1589.
el
En
el
convento de Dominicos,
estudio de artes y de gramticas para los novicios, y para los vecinos que quisieran estudiar.
En
su
Memoria de
1765, el
como
los
la
capital y
pesos pagados por los vecinos, y obligacin de recibir en ellas todos los nios que se remitiesen, sean blancos, pardos morenos libresj. No sabe-
mos
si
muy
el
historiador
Abad y
de
la falta
de
escuelas.
En el citado ao de 1770 hubo conatos de establecer una Universidad, y en 1795, despus de la cesin de la parte espaola de la isla de Santo Domingo, el Ayuntamiento de San Juan de Puerto Rico solicit que se trasladase
la.
la
pequea
que haba en
el
la
Espaoel
hospi-
tal
convento de San
Francisco, y en 1825 un
pequeo cuadro
ello fu
Patrio y Cannico.
Vid. sobre
la
Todo
muy
de
efmero.
la isla:
historia pedaggica
La
PUERTO RICO
331
que
es,
por
cierto,
de
las
sugiere
en nuestra edad
bculo episcopal de
la
pequea
manos
Grandeza Mexicana, de El
Oro y de El Bernardo, que despus de haber regido la tal como de sus letras y celo piadoso podicesis
al
de Margarita, Trinidad y San Martn, y las poblaciones de Cuman, Cumagote, Nueva Barcelona, San Felipe, Santo Tom de
las noticias
que en
82
frente de su edicin
asisti
de El Siglo de
al concilio
No
slo consta
que Valbuena
en 1622
prole
vincial
la Iglesia
de Puerto Rico
for-
que
al
hacer
el
Viso,
y aunque
envi
mu-
to
Rico
Memoria
el
escriia
mer premio en
Memoria
y medios
para su mejoramiento futuro, por Martin Travieso y Quijano, doctor en Medicina y Ciruga. Premiada con mencin honorfica en el Certamen del Ateneo
de 1SS4. Mayagez, Tip. comercial, 1885.
el
ao de iSgS, por
tiles.
Vase
el folleto
tambin
la Biblioteca
463.
332
este puerto, los
CAPITULO V
ms
se perdieron;
donde
se ganaba,
mud
ao 1625,
mand
pilla
su hacienda
la Iglesia,
se colocasen sus
huesos, dotando la lmpara del aceite que pudiera gastar cada ao,
3^
le dijese
el da del
como
al
de
la
M. mand
hay tmulo
se diese la hacienda la
Santa
Iglesia.
la festividad
vs-
donde descansan
retoc
el
en cierto
modo
la gloria
de
la isla,
y hacindola sonar
por todos
los pases
donde
Una
su prelado,
asalto
ratas holandeses
ras
la isla el
palacio episcopal
la
las escritu-
de
la Iglesia
vez que de la
mayor
publi-
traa
preparadas para
los ttulos,
la
y de
las cuales
slo
conocemos
que conserv
la
uno de sus
de Zaldierna:
Cos-
mograjia Universal^
te
un poema anlogo
la
Alteza
el
campea en su
juvenil
la pocsia.
esta prdida
el
Laurel de
Y siempre
Generoso Prelado,
Doctsimo Bernardo de Balbuena.
PUERTO RICO
Tenas t
el
333
cayado
el fiero
De Puerto
Rob
Rico, cuando
Enrique,
Holands rebelado,
tu librera;
(i).
compuso algunos versos en Mxico el puerto(i) a riqueo D. Francisco de Ayerra y Santa Mara, quien ya hemos tenido ocasin de citar. Tambin era natural de la isla el aventurero Alonso Ramrez, de quien tenemos unas curiosas aunque sucintas Memorias con ttulo de Iii/orfimios. Pero, segn parece, la redaccin no fu del mismo Ramrez sino
del famoso
gora,
que
las
matemtico y polgrafo mexicano D. Carlos de Sigenza y Gndio luz en i6go. En la dedicatoria al Conde de Galve, Sigen-
nombre de quien me
Puede
el
muy
desvanecido de
que sus infortunios son hoy dos veces dichosos: una por ya gloriosamente que padecidos otra porque le cupo en suerte la pluma de este Homero
al
embrin de
la
de sus discursos, y
la
laberinto
enmaraado de
.
tales
rodeos hall
la
el hilo
de
Ante tan
pero es
toda
el
positivas,
objetar,
que que cuesta trabajo atriburselo autor tan conceptuoso y alambicado como el de la Libra Astronmica. Pero como de la veracidad de este no podemos dudar, hay que suponer que recogi de labios de Alonso Ramrez la relacin
la relacin, lo cual
que todo
lo
estilo,
la
de sus aventuras, y la traslad puntualmente, aadiendo slo de su cosecha parte de erudicin cosmogrfica hidrogrfica, que excede en mucho los
viaje,
la
obra.
San Juan
lo
por
si solo
varar en la Costa de
Descrivelos D. Car-
Mundo.
Rey N. Seor en
licencia.
En
Mxico por
los
Here-
Ao de lQO.
Reimpreso en Es
libro
el
tomo
la historia
de
la piratera,
334
CAPITULO V
gloriosas memorias,
hay que
una
el siglo
xviii,
en que apenas se
cita ni
el
ya que no por
autor,
excepcin de
la
Abad y
la
Lasierra,
y anotada con
de Acosta
(l).
De
(2).
807 data
1
introduccin de
la
imprenta en
aquella colonia
\
En
sobre
el
tras posesiones.
La
fragata en
todo armamento cuatro chuzos y dos mosquetes, que necesitaban de estar con prevencin de tizones para darles fuego por tener quebrados los serpentnes: haba tdos puos de balas y cinco libras de plvora.
Lo de
vein-
siempre.
te piezas
En cambio
de
que apresaron
la
nave tenan
artillera
escopetas, alfanges,
y ocho pedreros, y adems sobradsimo nmero de hachas, arpeos, granadas y ollas llenas de varios ingre-
dientes pestferos.
(i)
ba publicado Valladares y
Puerto Rico, imprenta y librera de Acosta, 1866, en 4. Antes la haSotomayor en 1788, y en 1S31 la reprodujo don
el
No
sido de
mucha
Ateneo de Puerto Rico. Mayagez, Tipografa Cola fiesta de los tipgrafos (El
16
de Diciembre de
1892).
La imprenta proceda de
el
los
Estados Unidos y fu comprada con fondos del Estado por D. Toribio Montes un francs llamado Delarue.
gobernador
En Diciembre de
no,
nmero de
la
&
814
el
slo
pueden
citarse
en
los
La
interesante
Memo-
de Mox, es de
1817.
ella
En
la isla
se estamp
Memoria
por D. Josef
de Achutegui.
Consta por fidedigno documento del Archivo de Indias, citado por Medina
(Abolidas de varias imprentas, pg. 60)
que en
la isla
de
la
Trinidad, perd-
PUERTO RICO
335
ilustre
de
la isla,
desarrollo
y prospeque orgacomer-
el
fundador
de
la
cuyos auspi-
y ms adelante, de cosmografa, qumica agrcola mismo tiempo comenz mejorarse y difundirse la instruccin
maria,
y matemticas, y botnica. Al
pri-
anzas superiores, ya en
el
Liceo de
en 1837,
particulares.
Mas
adelante, por
aos de
el
Dr. D.
Mala
de
tsica
y qumica, y propuso
pero
el
la
cas y
oficiales;
que
la
sazn gobernaba
el
la
envo de
algunos jvenes pensionados Madrid, para dedicarse los estudios de las Facultades de Filosofa
Ciencias.
A estos jvenes,
que
Romn
Baldorioty de Cas-
moderna
(i
1.
Antes de
citar
ningn noni-
da para Espaa en 1797, se publicaba ya una Gaceta en 1790. No se conoce ningn nmero, pero s una Ordenanza del gobernador de la isla D. Jos
Mara Chacn contra vagos y malhechores, estampada en
el
Puerto de Espa-
a en 1786.
(i)
Constan
la
la
mayor parte de
en
el
prlogo de
1862,
Tapia
ttulo
Habana,
con
el
de El Bardo de Guamani.
336
CAPTULO V
la historia
del
un nombre de valor
Jos
Campeche
752-1809).
De
las
prensas de
mos de
las
Memorias
Toms de Crdoba,
trabajo
muy
til, pero
ms bien administrativo y oficinesco que propiamente histrico. La primera produccin de amena literatura publicada en la isla, y
rarsima por cierto,
hasta
el
punto de no consignarse en
la
nica
Odas de Anacrconte y
del
comn de El Beso
las Islas
de Abibina,
quien
el
Canarias,
al 23,
la
que por
el
carcter sacerdotal de su
estampar en
la
portada
las iniciales
de su
y de su dignidad de den de Canarias) D. Graciliano Alfonso; y antes y despus del Anacreonte public, ya en Canarias ya en Madrid, un nmero considerable de traducciones
apellido
,
nombre y
en verso
al
muy
difciles
de
hallar,
obras de
Virgilio, la Potica
sobre el hombre.
Ensayo sobre
la critica
y El Rizo robado,
cosas de
rias
menos
lenguas antiguas
y modernas,
al trato
facilidad
de versificador, cierta
excentricidad y pedantera,
y un gusto
familiar
el
con todos
Museo son de
lo
mejor de
caracteriza
El Beso de Abibina
griego por G. A. D. de C.
Odas de Anacreonie. Los Amores de Leattdro r Hero, traducidos del Con permiso del Gobierno. Puerto Rico. Imprenta de Dalmau. Ao de :838.
(i)
PUERTO RICO
337
En
(l),
y por
el
la
al
terminarse
carifio
los
mazapn y las vulgares coplas de Navidad. La idea gust, y Almanaques Aguinaldos, creciendo en importancia y en vo-
lumen desde 1857, han proseguido recogiendo hasta nuestros das una gran parte de la produccin literaria de Puerto Rico. En este
primer Aguinaldo colabor, con
el
el
ya entonces mostraba
morable ejemplo
el
discurso sobre los Autos Sacramentales. Los deprosa, ya en verso, fueron la poetisa
I.
ms colaboradores, ya en
Hernando (Echeverra),
vieso,
doa
Tra-
M. A. Mateo Cavailhou y F. V. (Francisco Vassallo). Al ao siguiente (1844) se celebraron en Puerto Rico fiestas Reales con
motivo de
la
declaracin de
Isabel
II,
y en
el
cuaderno de estas
fiestas se leen
J.
los
Guasp, Francisco
hemos
llegado ver,
(1) (2)
M.
la
Reina Doa
Isabel
II el 10 de Febrero
338
CAPTULO V
si
que
no puede estimarse
como
la
poesa isle-
a.
ciedad Econmica de Amigos del Pas de Puerto Rico, impreso en parte sus expensas, son D. Francisco Vassallo, D. Pablo
Sez, D. Manuel A. Alonso, D. Santiago
F. Vassallo
5'
y D. Juan
la
B. Vidarte,
don
D.
Ramn
E. de Carpegna. Salvo
la
buena intencin
el
recuerdo simptico de
patria lejana,
las
La mayor parte de
de
la poesa, distrados
ocupaciones.
De
todos
ellos, el
de mayores esperanzas, y su
fantasa lrica
con todas
imper-
es de
muchachos
(l).
Por
los coleccion
en 1849 con
el ttulo
de
El
Gibara. Algunos,
como La
Gallera,
ven todos
Bajo
la
(2).
Acade-
mia Espaola
de 1850
la
Academia
ins-
al
man-
(O
El Caucionero El
Mase-
Juan
Oliveres, 1S49.
Aldese D. Juan de
Pezuela,
de Noviembre de
PUERTO RICO
339
En
en
de Luquillo en
octa\-as
En
gloriosa
poema
la victoria
del
el
en Caracas
(l).
la isla,
un poeta puerto-riqueo, D. Narciso de Fox y Lecanda, oriundo de Santo Domingo, y educado en la Habana, por
generalmente se
le
lo cual
la
grande
Antilla.
Ya
La
Siempreviva su roman-
de 1846, en que
el
Liceo de
la
Habana premi
obra correcta
y bien versificada, aunque ni mejor ni peor que otros innumerables poemas de certamen. En el gnero descriptivo merece relativa alabanza su Canto en versos sueltos la naturaleza de Cuba,
la
si
bien
lada,
taja
parfrasis,
y desgraciadamente
ven-
lau-
los
la
pura miel de
diadema de
la
las caas
amarillas,
el pltano
sonante, la esplndida
el delicioso
pina
m-
na feliz
ios
aroma y de
del tabaco, la
esme-
y todos
re-
la flora
la
ornitologa tropical,
que por
sido
ya insuperablemente cantados,
ni
quieren en
quedar deslu-
(i)
El Yunque.
R.
C. en la
ella,
Academia Real de
Buenas Letras
23 de Enero de 1851.
340
cido en
la
CAPITULO V
competencia.
Ha
pureza de
la
lengua,
como
lo
mostr volviendo
ciones,
al
yunque una y
(l).
y bajo
En
los
darse
cono-
cer nuevos poetas: D. Juan Francisco Comas, que los diez y nue-
Ramn
Marn,
finalmente D. Alefallecido,
ser sin
los escritores
de
la isla,
procede
Si
por
la
grandeza de
los propsitos
y por
el
la
nobleza de los g-
ms elevadas
del arte,
y quien no arredraron
ni el
drama
histri-
poema simblico
(2).
Preceptista
cr-
(i)
los
da d
luz, precedidos de
un
y Ze-
Madrid, imp. de Andrs y Daz, 1849. Las odas Al Comercio y A la fe cristiana son sus composiciones de ms aliento, despus de las citadas.
Naci Fox en 1822 en San Juan de Puerln Rico, y muri en Pars en 1S83.
(2)
las
obras de Tapia:
XV,
Tapia
Tapia, sino que en ella colaboraron otros jvenes puerto-riqueos que por
los
aos 1850 1852 formaban en Madrid una especie de sociedad para recola isla,
Domingo
El Bardo
terarios...
en
con
al
frente.
d'Bvreu.x-
y Bernardo
La Palma
de
Un alma
en pena (cuento
PUERTO FICO
tico tambin,
341
y no ajeno
siempre
de una manera reflexiva, y gust de razonar el propsito de sus obras. Se ve, adems, que lea mucho y con provecho, y que estaba
al
corriente de la
moderna
al
literatura francesa,
y aun de
los libros
alemanes traducidos
Pero
las
le faltaba
l
que
quid diviniun; y para tan altas empresas como abarc, no basta con el talento: se requiere el genio poel
tico.
las
la
de un
talento claro
y bien
le
la literatura universal.
el
Pero de
alto,
punto tan
Fragmentas de
la Sataniada.
La
Cuarta o-
na,
drama
de Fortanet, 1867.
Camoens, drama original en cuatro actos (en verso). Madrid, Fortanet, 1868.
Hero, monologo trgico, con msica de D. Mateo Sabats. Ponce, imprenta
de F.
cit
Vidal, 1869.
el
Postumo
el
en
Aguado,
1872.
Noticia
listrica de
D.
de Gonzlez.
Rico, imp.
Vasco
1
de Gonzlez,
876.
La
Cofresi, novela.
tres actos,
de Gonzlez,
La
Ala-
Camoens,
drama original en
autor para esta segunda edicin. Puerto Rico, imp. de Acosta, 1878.
del Icn,
La parte
drama en
tres actos
Miscelnea, Nenelas,
y en prosa. Puerto Rico, imp. de Gonzlez, 1880. Cuentos, Bocetos y otros opsculos. Puerto Rico, imp. de
\<
Gonzlez, 1880.
imprenta de Gonzlez. Libro de relativo mrito, y uno de los pocos que en Amrica se han publicado sobre estas materias. Pstwno el Transmigrado,
nueva
edicin,
envirginado,
historia de
un Itombre que
J.
prenta de
De
La
Azucena.
342
CAPITULO V
cadas que son honrosas y respetables.
las del
hay
de
ellas fueron,
\
sin
duda,
eces
El Bardo
el
autor
ms sobresa-
Su
y nada espon-
tneo;
Y tampoco
lo
La Hoja
Yagrumo La Ninfa de
,
Guaniani es
odo
la
y aun
all
molesta
al
mismo
tasas
la
y en
las
la
indecisin con
que buscaba
por
falta
de dominio y plefebril,
En
ledos
el
teatro fu
menos
infeliz,
que para representados, y en realidad slo dos tres de ellos lograron los modestos honores de una representacin casi privada.
Desdeoso de
como todo
historia,
el
que trabaja en
tales
condiciones, busca
en
la
que
es gran fuente
de
y propia fisonoma, y no sustituida con arbitrarias y fantsticas interpretaciones, que convierten los personajes en smbolos vaporosos
mismo
Schiller,
y gran
teatro figuras
Balboa,
la
reina
y complejas como Camoens, Vasco Nez de Isabel de Inglaterra, el Conde de Essex y Bernardo
el
de Palissy.
Hay
esfuerzos
lo
mismo que
empea en tomarlos de
frente) ni hacerles
mo-
cae en
la
biogra-
PUERTO RICO
fia
343
dramtica, en
el
biodraina,
como
l deca,
campo de
batalla
de
la vida
huma-
Cuando escribe
de
la
sus
las
formas pro-
pias
tral,
discusin
los
que ha de ser movimiento y pasin, no ser nada. Cuando escribe en verso, la locucin es armoniosa y en general pura,
le faltan elasticidad
pero
nervio.
mejor
se
escrito,
ms
fiel
la historia
al
La parte
teatral
fu,
ms
de todas.
En
8 59, que
segn creemos,
estilo, el estudio
el
mrito indudaBristol
el
dilogo de Ccil
la
el
mo-
nlogo de
favorito,
sentencia de muerte de su
no compensan
en
la
Dar
la
vida por su
parte de impresiones
Una de
migr
al
las
ms
originales,
delicioso
Esto de
tico.
Quien
hajra ledo
los
La Satanada y
el
la
precede (digno de
sabr que
el
y de
ilumina-
y aun barruntos de pitagrico y espiritista. La Sataniada, que modestamente llam su autor Grandiosa epopeya dedicada al Prncipe de las Tinieblas, es, sin
res
de
la
pus de
aunque
por
lo
344
CAPITULO V
sin
que
de
haj'a
citarse:
sino
porque
de
siglo la idea
la ltima razn de todas las cosas de este mundo y del y haber vivido y muerto con la inocente ilusin de haberlo realizado, es, sin duda, un caso notable, ya de genio, ya de pacien-
contuviese
otro,
cia,
amor
des-
enfrenado
do,
al arte,
mana de grandezas
su
como
otros
muchos de
los
Cm-
la belleza
redencin que
nunca
falta los
meteo, su Diablo
nes,
ser,
Mundo. Qu digo? Ms
le
tal
comparacin
hubiera indignado.
La Sataniada
los
deba
era sin
duda en
la
pocos mor-
tales
la
mundo,
la
coronacin y
complemento necesario de
de
Divi-
na Comedia y
y supernpasadas. Nada
ser espi-
menos
ritual
iba encarnarse en
La Sataniada que
como
fe
el
modo de
presentimiento en
antigedad,
viva en Dante,
La
poema aos y
zos,
Habana algunos
tro-
seis
aos
345
y todo
el
munSar-
do
se encogi de
Crisfilo
historia universal.
la facili-
dad y
la
El autor, sea
de Dante,
nihilista
el
el
tanto, incompleta
lidad sin resolucin
luz
como como
Diablo Mundo,
La Sataniada
la
la
la
cruz, la ciencia
la
transfusin
del cielo en el
la
mundo, en
seno de
la
de
este
modo
lo absoluto,
como
idea palingensica,
realizada.
el
una
serie
de arquetipos y representaciones,
la tierra, ni
las cuales se
van des-
envolviendo no en
en
el cielo,
ni
en
el infierno,
como
el
sucede en
los
sino en
un mun-
mundo. Quiere
la
smbolo de
de Hacienel
infierno, sino
que percibe
fuera de lo in-
poral
rial
lo
eterno.
la
Nos hace
que vive en
humanidad de todos
lo
lleva
en su espritu colectivo
\\a.m.di
infier-
no que se
que
lo
feliz (Diablpolis),
leprosos),
donde moran
rey de
las
los
reprobos, que
lo
seguir
al
tinieblas,
y que
si
346
CAPTULO V
historia
Esta
de
la
los
humanidad
el
en
el
sentido de
razn,
las
y contenido
meras
suerte,
eternidad y de lo infinito
el espritu
espacio,
relaciones que
el
De
que
mundo de que
lo
por
sin
que
el
lector
podr creerse en
ste,
hallndose en
el
infierno
Tal es
penda
pesadilla, obra
es
La Sataniada, donde
ya
terribles,
que
caprichosos arabescos,
un versificador ejercitado y
lricos aparece.
muy
superior
al
todo est
la
all
como en un
la
pozo; ahogado
y obscureci-
do por
y por
el
ms fangoso
torrente de declamaciones de
lo Hivino.
humano y
La Sataniada
es
un
de un
modo
mu-
chos proslitos.
el
es
la
cabeza
Con todos
no slo por
el
nmero y
relativo valor
la efi-
y
el
por
la activa
artsticos,
fervor y
PUERTO RICO
347
ya en conferencias y discusiones de Ateneo (l); mantuvo el fuego sacro de la literatura en Puerto Rico, donde tan pocos estmulos tena,
de
la
aparicin de
(2).
otros ingenios, la
mayor
Sus pro-
ducciones se registran ya en
de 1872, ya en
Entre
los
la
que han
debemos
citar
en primer trmino
al
malogrado D.Jos Gautier Bentez (1848- 1 880), cuyo Canto Puerto Rico,
munes de
ga.
serlo,
La
lrico
que se
dilata
en gra-
y majestuosas estancias (4). Madre de este poeta fu, lo que entendemos, doa Alejandrina
ms antigua
poetisa puerto-
Cable submari-
son robustos y grandilocuentes; pero en otros ms ntimos como Mi pensamiento y yo, y El paseo solitario, se revela mejor su noble
personalidad
lrica (5)j'
Un
(i)
n ao despus muri,
puerto-riqtieiias.
Puerto
Rico,
(2)
No
se olvide
escritas
ces han fallecido varios de estos poetas, pero no tengo datos para puntualizar la fecha de su muerte, ni conduce mi propsito averiguarlo.
(3)
por Mapor
D. Jos Mara Monje, D. Manuel M. Sama y D. Antonio Ruiz Quiones. yagez, Martn Fernndez, editor, 1879.
(4)
Ma-
literaria en
el
estudio de D. Jos
34S
CAPTULO V
muy
la
incorrectas,
como de quien no
que pudo adqui-
elemental y
la
en vagas lecturas:
el
lo cual se le
como de
acercarse cada
momento
la
inevitable muerte.
La Medi-
es, sin
duda, su mejor
poesa
(]).
An
fr-
especialmense dio
pintor
Cam-
muy
difundi-
segunda guerra
civil
(2);
Carmen Hernndez,
lez, 1881.
de
las
poesas
Con un prlogo de D. Manuel Fernndez Juncos. Contiene, adems lricas, tres pequeos poemas y un drama en dos actos, repre-
o.
de
Corchado, que fu
Sociedad
Econmica de Amigos
de Carmen
Guardia (venezolano)i
Juan Francisco Comas, Jos Coll y Britapaja, Ramn Marn y Federico Rosado y Brincau. Historias de Ultra-Tumba, por Manuel Corchado. Madrid, imprenta de
J.
M. Alcntara, 1872.
guerra
J.
adems, algunos
folletos
La pena
La pena
Ser y Cap-
Para
el teatro escribi
Mara
Antonieta,
PUERTO RICO
el
349
clsico,
en
el
certamen
nombre no
rece
les,
aunque
lo
me-
mucho ms que
pero dej
origina-
muy
moderla
Madrigal pantcista,
qtic
La
nube.
sutil
t).
quien conozca
el
extrao y
de
los
provecho abruma
La
literatura puerto-
y en verso, estrenado en Puerto Rico en 1880. Fu diputado Cortes por su isla, y muri en Madrid en 30 de Noviembre de 1884. Al ano siguiente se
public en Ponce una Corona Potica su memoria, y adems se imprimie-
a
el
las
En
Alejandrina
Bentez y
de Arce de Gautier.
ntez.
Manuel
Corchado.
Jos
J.
Dvila.
^Jos
Gautier y Be-
Alejandro Tapia y Rivera. Francisco Vassallo. Antonio Daubon. Ramn Marn. Jos Juan Francisco Comas. G. Padilla. Manuel Padilla. Manuel M. Sama. Rafael del Valle y Rodrguez.
nuel Soler y Martorell.
Fzolj."
Jos
Ma-
^Jos
En
de Quiones
Aranzamendi. Alejandrina Bentez. rsula Cardona Manuel Corchado. Jos Jacinto Dvila. Eleuterio Derkes. Jos R. Freyre y Rivas. Gautier Bentez. Pastrana. Domingo M. Quijano. M. Soler y Martorell. Tapia y Rivera. F. Vassallo
Alueitos: Alvarez.
Anglica).
^J.
Santiago Vidarte.
Vivos: Francisco
J.
Amy. J.
B. Balseiro.
Salvador
Brau.
Cayetano
Coll
y Tost. Jos Coll y Britapaja. Antonio Cortn. Jos A. Daubon. J. J. Domnguez. Manuel Dueo Coln. Ramn Marn. Fidela Matheu de Rodrguez. Jos G. Padilla. Manuel Padilla Dvila. Jos Ramn Rodrguez
Mac-Carthy.
Segarra.
Lola Rodrguez de Ti. Manuel Mara Rafael del Valle. Manuel Zeno Ganda.
Sama.
Bonocio
Ti
De
Derkes (Puer-
350
CAPITULO V
la
pequea
disci-
extensin de
plina. All,
la isla, es
el
de
las
como en
versos,
los poetas se
encuentran por docenas. Hasta pueblos sede Arecibo, que apenas habr sonado en
cundarios
los odos
como
la villa
sus ingenios.
En
la crtica local
y de todos
de
la
puede
ir
arrancando con
la
mano y
delicada
castiza inspiracin
La
digno de
como Amy,
tiene
que
real-
mente
vale,
y ocupar en
americana
el
lugar modesto
sin duda,
ticia se le
ha negado en todas
del
las
en
las
dems regiones
se ha de evitar
que
las apariencias
la crtica
(que tiene ya
un rgano autorizado en
uu drama en cuatro
1876; Cla-
Guayamo,
ros
1871; Lola
Domnguez, con
el
seudnimo de
(Ecos y Notas. Ponce, 1884; libro que contiene estimables traducciones de Bryant, Longfellow, Whittier, Leigh
Amy
nos traducidos
Hunt, Stedman y otros poetas anglo-americanos, y tambin versos castellaal ingls, entre ellos La Madrugada, de Milans); D. Rafael
del Valle (Arecibo, 1884).
Con
Para
el ttulo
las
Comisin
literaria
nombrada por
el
Debo tambin
ra,
preciosos datos
tante favorecedor, el
(a)
Audiencia
territorial
de
la
Corua.
PUERTO RICO
351
facilidad
ni las avasallado-
quitar ca-
acabaran
ellas
VI
VENEZUELA
La antigua Capitana general de Caracas, hoy Repblica de Venezuela, tiene la gloria de haber
dado
la
Bello.
Pero
la
frente del
movimiento americano, ya en
la
esfera
de
la
la
accin
poltica,
ya en
de
las ideas,
contrasta,
si
no con
obscuridad
perodo de
lo
la
conquista, de las
el
ms
interesantes que
pueden
leerse),
menos con
ocup
el territorio
de Costa Firme en
cuadro inmenso
de
las
posesiones espaolas.
De
aqu
el
desarrollo lento
tardo de
la cultura,
de
la
poca colonial,
Per, sino
pudo competir
con
la del
no ya con
de Mxico con
la del
vecino virreinato de
Nueva Granada, del cual, en parte, 1 73 1 (l)- La poblacin era muy mezclacomprenda
(i)
La Capitana
las provincias
de Caracas (en
quisimeto y Carabobo),
Cuman
(incluyendo
la
de Margarita,
la
tes,
de Trinidad hasta que en 1797 cay en poder de los ingleses. Sus lmicomo se ve, eran inmensamente mayores que los de la primitiva goberla
con
el
los
Cabo de
la
Vela hasta
de Macarapana, por
y por
el interior
I.
hasta el ro Casanare.
23
hispano-americaana.
354
CAPITULO VI
segn testimonio de Humboldt y Bonpland, haba ms de I20.000 indios, diez mil de ellos no redusiglo,
ms de sesenta mil negros, ms de cuatroy mulatos, y slo unos 2I2.000 individuos de entre criollos y espaoles. Con elementos tan heteroalta cultura
que recor-
sin universidad
sin
im-
prenta hasta
ofrecernos
muy
entrado
no puede
los
sin
embargo, ya entre
que dedic
de
lo
encontr en
la
segn parece:
Con cuyo son las damas y galanes Encienden ms sus pechos en amores..
All
..
De voces
Cuyos concentos
manso viento
los
instrumento
Con nuevos
villancicos y canciones.
suave
trato,
en
De
los
No menos
Bartolom Ferfindez de
el
VENEZUELA
355
Hombres de ms
Que
las
Los
v'^ersos
pero es curioso
el
testimonio
la
Historia de la Conquista
tacin de
a Provincia de Venezuela,
(l), escribi el
de D. Jos
{Madrid, 1723)
cannigo de
la
do de Venezuela y secretario
un romanzn endecaslatr-
bo congratulando
minos:
la ciudad
rizos
sienes:
que en purpreas
los relieves
lneas
En cruzados
Cuando en
Frtil ribera
Y
.\.
De
flores,
que perdiendo
la
hermosura.
Son
frutos suaves
Por
lo
mismo
y
al
acrstico, al principio
los panegiristas
(i)
Reimpresa por
la
Dos
356
CAPTULO
VI
las
el
clases de gramtica.
En
aquel ao,
Pero
los
ir
la
graduarse
en
las
universidades
ms
y Santa Fe,
hasta que
en
9 de Agosto del ao
siguiente,
qued convertido
los-
dose
mismos derechos y privilegios que las dems de Amrica, amplinel nmero de sus enseanzas con las de Derecho Civil y MeLos
jesutas tuvieron
los
dicina.
all,
como en
de
la
dems de Amrica,
la difusin
cultura clsica.
existi hasta
1
La imprenta no
rio
806, en que
el
general revoluciona-
Miranda
trajo
mano
808
no-
empez
(i)
salir
la
Gaceta de Caracas
(2).
Con
tomo
pg. 414.
La Vida Intehciiial en la AmriXVI, XVII y XiVII {Buenos Aires, 1910, tiraXI) dice que
el colegio fu
da aparte de
ca en qu
(2)
la
documento
se apoya.
Vid. Medina,
La
Ninguno de
los 26
esta
literario,
que
es
un
En Angostura
En Maracaibo hubo imprenta militar en 1822. Hay una poblacin venezolana de la cual tendramos que decir que se adelant mucho todas las restantes en el uso de la tipografa, si realmente la
Descripcin exacta de la provincia de Bcncztiela
(sic)
VENEZUELA
357
el
asombra
que
el desarrollo
despierto y loza-
no ingenio de
los criollos
de
la
Merced
fa
que hizo
el
los estudios
de
filoso-
en
el
Montenegro,
bueno,
el
como
le
Ma-
temticas y
la
Fsica Experimental.
clerical
Declmese cuanto
se quiera
contra
de
la
educacin
y espaola, siempre
persistir el
hecho
ella Bello,
Olmedo y
nomAntifa-
bres ms indiscutibles de
la literatura
americana.
las
enriquecida por
la
el
comer-
y en
trato frecuente
no slo con
Metrpoli
extranjeros, que,
libre,
ya en
los
el
comercio fu
ya por medio
ser en
799
la
una de
visit
las
ciudades
el
ms
cultas del
mundo
americano. Entonces
Humboldt,
cual, en su Viaje
conocimiento de
los
modelos de
cesa
italiana,
y decidida
como de
racas
Y aade
que en Ca-
y en
Habana crey
estar
de mano en mano,
exceptuar
los incluidos
en
el
que slo podan entrar de contrabando, y que en su circulaque aparece impresa en Valencia, Firme (como
1764,
Cisneros,
lencia de Costa
y no
1812
Valencia
de
me
En
hubo
all
im-
prenta con
el carcter poltico
todas, ya en
poder de
358
cin
CAPTULO
VI las ideas
revolucionarias
y enciclopedistas y preparando la explosin de 1 810. Pero en medio de esta fermentacin peligrosa, haba ansia de saber y evidente
mejora en
los estudios.
reformado
recho; los
los estudios
y
la
el
De-
hermanos Luis y
en su casa una
academia privada de
producciones: su oda
to
literatura,
en
A
la
la
de
la
Eneida y de
el
la Ifigcnia,
de Horacio.
De Ramos, uno
1,
de
de indepenrefe-
dencia de 181
rent.....
El mdico Salas
el
compuso
el
poema
burlesco de
La
Medi-
comaqtiia, en
gusto prosaico de
Iriarte.
mtico de D. Jos
Domingo
Daz, Ins,
la
De
dos que
el
seor
Parnaso Venezolano
(2), la
Pard-
al)
literario,
Parnaso Venezolano.
siglo
mediados del
una introduccin
y progreso de
la poesa en Venezuela,
el inteligente
liar los
trabajos de
nuestra.
Vase adems:
volmenes pequeos.
VENEZUELA
frasis del Miserere es
359
mucho ms
(l);
presa en
las
des-
de 171 7, por
y la traduccin, muy popular en Venezuela y Nueva Granada, y aun en Espaa, del soneto francs de Hcsnault, El Aborto, anda tambin en litigio, y se le han atribuido
menos
diversos padres.
Como
806
visit
Caracas
como
oficial
de
la tertulia
de
los Ustriz.
Sus ver-
en Amrica
como en Espaa,
se
pegaban dulceel
mente
clsico
al
odo,
est
mismo
s
y seversimo
Bello.
La gran
cuna,
la la
sola
le
dio
redaccin de sus
la
Amrica espaola, de
la
cual fu
seanza directa en
ms
floreciente
mente y por sus escritos en todas las dems: comparable en algn modo con aquellos patriarcas de los pueblos primitivos, que el mito
clsico nos presenta, la vez filsofos
y poetas, atrayendo
los
hombres con
vida social,
al
armona para reducirlos cultura y mismo tiempo que levantaban los muros de las ciudael
halago de
la
Acerca de Bello
se
han compuesto
libros enteros,
no poco
pormenor
de estudio
(i)
la
Historia
1907,
Heymann,
tomo
I,
la
letra, lo cual,
como
puesto que pudo copiarla para su estudio, sin nimo de apropirsela. Nadie
tiene obligacin de conocer las
lo vul-
ellas la parfra-
medio
siglo antes
360
CAPTULO
l
VI
en que
no pusiese
la
de poeta, vinculada,
originales, sino en
no en
muy
menor de fragmentos
de
de
el
Nuevo Mundo
(l).
(i)
de su niez se deleitaba en
pecialmente de Caldern y de Cervantes. Hizo sus estudios de latinidad y filosofa en el convento de la Merced, en el Seminario de Santa Rosa y en
la
el
ense-
Hum-
le
abri nuevos
horizontes cientficos. Concurri la tertulia literaria de los Ustriz, y por recomendacin suya obtuvo el cargo de oficial de secretara en la Gobernacin y Capitana general de Venezuela, y luego el de secretario de
la
Junta
Central de
la
Vacuna.
En
tal
81 o.
la
En
los
muy
fervoroso partidario
de
niosa, y
vida, la
al
go-
bernador Emparn
hecho de haber
la
como comisionado de
Junta de Ca-
juntamente con Simn Bolvar y Lpez Mndez, para convencerse de plena confianza que en l tenan los fautores del movimiento revolucio-
nario.
oficiosa
la
insurreccin de
sus paisanos
l
nuestras colonias,
como agente de
1829.
de penali-
dades y estrecheces, complet su educacin, ya en las bibliotecas, ya en el trato de doctos varones ingleses y espaoles, como James Mili, lord Holland,
D. Jos Mara Blanco (White), y D. Bartolom
tos poticos de la
J.
Gallardo.
De
entonces datan
monumen-
Edad Media. En
Garca del Ro, una revista titulada B.'boteca Americana Miscelfiea de Li-
VENEZUELA
361
Su prosa no
es brillante, ni
muy
trabajada, pero es
modelo de
sensatez, de cordura
y de caudalosa doctrina. Escriba como hablaba, enseando siempre, con maravillosa claridad y orden didctico.
en 1825, con
el
mismo Garca
En
la
una en
la otra
Indicaciones so-
rima asonante en
la poesa latina de a
Edad Media y
en la francesa.
En
1829
que que
ejerca en Londres,
le
y aceptar
las
nombr
oficial
mayor
del Ministerio
de Relaciones Exteriores. En
el
medio ms adecua-
do para el completo desarrollo de su accin educadora, por la cual se le compara con D. Alberto Lista. Ya en el colegio de Santiago, ya en su propia casa, comenz dar cursos de humanidades, de filosofa moral, de derecho de gentes y derecho romano, ejerciendo adems el magisterio de la crtica
en
el
peridico
oficial
solicitaron
con preferencia
Derecho Internacional
riores,
el
y la Gramtica de la lengua patria, que estaba afeada en Chile con ms barbarismos y corruptelas que en ninguna otra parte de Amrica. Sus
excelentes libro didcticos sobre una y otra materia no han envejecido an, y ms menos modificados continan sirviendo de texto en todo el continente americano. Coron vida tan aprovechada y fecunda con dos
emla
la
creacin de
la
Universidad de Chile, de
la
le
como
como
el
nombre ms venerable en
de
la civilizacin
pero en Chile estuvo siempre del lado de los principios catlicos y conservadores y de la tradicin espaola, que revive poderosa y lozana en sus escritos,
cuya coleccin es
oficial,
el
principal
monumento de
la
cultura americana.
5
Esta coleccin
de Sep-
362
CAPTULO
quien va ms atento
al
VI
como
la
vana osten-
En
la
su espritu recto
y bien
equilibrado, se
juntaban dichosamente
15
la Filosofa
poema
el
maticales, el sexto,
noveno
los
sptimo y octavo los Opsculos crticos y literarios, el Opsculos jurdicos, el dcimo el Derecho iiiternacional, los toxin los Proyectos y Estudios para el Cdigo Civil, el xiv los
mos
XI,
xn y
Cosmo-
XV una Miscelnea de
La Vidu
lectos
Chile, es
uno de
los trabajos
ms completos que en
su lnea pueden encontrarse sobre ningn autor castellano, y compite en riqueza de materiales con las mejores biografas inglesas. Relzanla gran
nmero de
cartas literarias y polticas de Bello y de sus amigos, y varios opsculos importantes, que no han encontrado lugar en la coleccin de las
En
esta biografa
ampli y refundi Amuntegui los varios estudios biogrficos que antes tena publicados sobre su maestro; pero todava en las introducciones los
diversos tomos de las Obras ha encontrado
la
Vida.
Hay
deas de Bello,
juzga su antiguo maestro desde el punto de vista de su escuela secta, y unas veces pretende hacerle suyo, y otras le trata con sequedad y dureza
como
enemigo de
des-
Me
reero
de don
187S).
Acerca de Bello y sus obras, comienza formarse lo que los alemanes llaman una literatura. Para los trabajos anteriores iSSi, nos remitimos al
el
Homenaje del
Repertorio colombiano!' d la
Memoria de
dignos de memoria
(por otra parte
como
el
edicin
muy
incompleta) de las Poesas de Bello, publicada en 1881 y los Estudios gramaticales introducel escritor
en
por
VENEZUELA
363
rumbos, y
el
sentido de
til.
la realidad,
la
especulacin en obra
De
los resultados
adaptables;
aplicaciones;
tivo;
en sus
natural,
en
ni
el
ms que en
los
propiamente dicha
as,
en
en
la
se
acomod
sabia-
mente
no por
tiempos, comenzando
el
edificio
la cpula.
Poco
le
de intolerante
purista,
de enemigo de
emancipacin intelectual.
salir
de
la
menor edad.
latn
el
y con aprender el francs y olvidar el y el castellano; con maldecir de las instituciones coloniales por mero hecho de ser espaolas, y con calcar servilmente las de los
lo que, si
no
se conquista
cultura,
ni eficacia.
la
enseanza de
ms
respetado en
derecho
el
elemento tradicional y
eterna fuente
de
la
\-ida
conservador
la
manera
inglesa,
como
el
otros;
ms puro de
la
la
educacin
la
ms
alta
magistratura en lo tocante
len-
gua, fu aquel gran maestro blanco de las iras de todos ios insurrectos literarios, de todos los niveladores democrticos,
y hubo
quien,
como
el
Surez, en
la
misma
1S85).
Entre nosotros
Bello,
el
nombre de
el
don
especialmente en
discurso
la
Academia Espaola en
aniversario del
364
CAPTULO
VI
en
letras
el cri-
men
capital inexpiable
literato.
voluntad, en
el
sentido grave
y maduro de
la
la
constante anhelo de
lleg
perfeccin
y en
la
No
la tierra
no
entre
tumulto y agitacin
estril
de
las
No
de
tal
poeta. Es cierto
que de
misma
ndole didc-
el
va renovando
de
la ciencia:
nica inmortalidad
la
cuando desaparecen de
comn
de
y ensean mucho; y
y laborioso aunque sea de
espritu,
caracterizar
el
arte docto
de
un modo general,
rico
mundo de
,
ideas
el
que removi su
el
fondo de cultura
sobre
lozana,
con pompa de
flores
y de
de su exquisita
poesa.
Bello fu filsofo;
poco
metafsico, ciertamente,
y prevenido en
de
las cuales
l
demasa contra
le
las
ontolgicas,
apartaban de consuno
sentido de
la
realidad concreta, en
muy
la
las ciencias
experimentales,
la cul-
tura inglesa,
y
y
sus tareas
del en-
VENEZUELA
tendimiento;
aspecto,
tos
positivista mitigado,
si
365
se
la le
y cuestiones muy
es sin
En
sin
que
duda
la
literatura
menoscabo
del aprecio
que nos
merecen
sin
duda
de
la
escuela de Edimburgo,
las
como
poda esperarse de
inquebrantable de Bello en
el
creencias
humano y en
si
testimonio de conciencia;
el libro
dos pasos de
doctrina contraria,
la la
como
en
el espritu
sen reciamente
doctrina sobre
audacia especulativa
la
no es
ni principio
que se
confunde con
la
ley de sucesin
la
y conexin de
los
fenmenos, pa-
que
ma,
del
Bello,
la
como
al
mundo,
Mili, slo
como
posible acepta
el
tambin vacilante en
el
mucho
de
la
materia, no repugna
las
hiptesis de Berkeley,
segn
cual los
la
modos de
la
modos de
llega,
obrar de
la
aun-
mente, conclu-
negando
la
substancialidad
de
convierten
el
universo
fsico
la
verdadera origina-
el
Brown
la
percepcin intuitiva y
la
unidad de
la
conciencia;
366
CAPTULO
servir
VI
de
de tipo
el
que aplica
la
memoria y
la sugestin
de
los
recuerdos,
y especialmente y que
l
al
las
ciones renovadas,
dems
ele-
fenmeno de
la
memoria. Su doctrina
inglesas,
de
las ciencias
no hubiera
salido exenta
el
de todo resabio de
sentido,
bien
interpretado en
recibido,
ms noble
an,
la
muy mozo
influencia directa de
Bentham, cuyos
Mili,
durante
libro
si
no ha dejado ningn
de de
menos como
esta ciencia,
le
tratadista
que public en
la vida,
el
dur
han
Espaa bajo
nom-:
la
bre del peruano D.Jos Mara Pando, que se los apropi casi
letra;
el
manual de
de
los
De(2).
como
Derecho
Intersinla
nacional, la obra de Vattel, pero fu Bello de los primeros tieron la necesidad de reformarla,
que
reuniendo y metodizando
mercantil
lija
y en
til,
y pro-
como
menos nunca
ni el juicio
la
sereno, ni
la
claridad de mtodo, en
extremo adecuado
ense-
(i)
(2)
que
el
internacional
ctstellanos).
Bello en
la
VENEZUELA
367
Aanza, ni la propiedad y pureza del lenguaje, que tan desatendida suele andar en esta clase de libros. La ciencia espaola, que des-
siglo xvi,
y precursores de Grocio, apenas poda contar entre sus sucesores ms nombres dignos de consideraciones que los <Je Finestres, Dou y Abreu, ni ms tratadista sistemtico que Olde
la
ciencia jurdica
manual de Bello un
claro, elegante
men,
si
no de
su parte positiva y de
los
pueblos cultos.
Mucho mayor
talizar la
esfuerzo, y tal
que por
memoria de un hombre,
de
la
y uno de
los
la
movimiento codificador de
al
siglo,
hacen ms concesiones
elemento
y no
las
Seccin de
junto de
ms numerosas
importantes forman en
el
con-
obras de Bello
las relativas
cuestiones filolgicas: su
la
que
ha obtenido ms reimpresiones y ha servido para estudio de mayor nmero de gentes y ha logrado comentadores y en nuestro
siglo
apologistas
ms
la conjugacin castellana,
ms
original
doctrina general,
uni-
los
mente en
hiato,
que parecen
al
No
novsimo
(i)
J.
368
CAPTULO
la filologa histrica,
VI
movimiento de
y ya bastaran
escuela en su
ms
alto
abstrac-
merced
la
la
maestros de
el
lengua. As es que
se debe,
ms que
otro
la ser-
alguno,
de
ab-
lenguas romances; y
exclusivo, el haber
modo
las
menos
tudio.
Y aunque
la
ms
y ms adecuaal
do para mostrar
la
la
expresin de relaciones
l
provecho que de
se saca, no slo
como modelo de
tico
y autorizado de
sin
formas verbales,
al
vehculo de
la
idea.
lo era
todava
la
cen
al
perodo intermedio,
pero
muy
mitigados por
el
estudi aisladamente
el castellano: le
gramtica histrica de
no quiso,
ni
VENEZUELA
369
la
con
las
pues aunque
Gramtica de
Adems,
su objeto
la la
quera restablecer
desbordamiento de
esto lo consi-
Amrica, y
al
mismo tiempo ense, y no poco, los espaoles peninsulares, perteneciendo al glorioso y escaso nmero de aquellos escritores y preceptistas casi forasteros, como Capmany, Puigblanch, etc., de quienes pudiramos decir, como Lope de Vega de los hermanos Argensolas, que vinieron de Aragn ( de Catalua de cualquiera otra parte) reformar en Castilla
la
lengua castellana.
A los
rio.
ha hecho
plena justicia en esta parte por lo disperso de sus trabajos y por ser
las revistas
En
las
cuestiones
Edad Media y
los primeros
muy
teme-
la crtica
sin
refuta-
do errores que
en
las historias
persistieron,
no slo en
de Ticknor y
Amador de
siglo,
mente desarraigados, y
fabricantes de manuales
se
y resmenes.
que
el
espaola,
latino-eclesistica
en
el
y en
otros
numerosos ejemplos:
le
24
37^
la
CAPITULO
I\edia francesa
,
VI
Edad
comenzando por
de
la
Cancin de Rolando;
y por
este
general importante:
francesa en
la
la
manifiesta influencia de la
epopeya
que
la
poca,
el
punto de composicin,
la
el
oculto
y aun ms
el
autor problable de
la
neg constantemente
sider los
\iejos
como fragmentos
el
antiguas
seis slabas
no se enga
ni
Poema
del Cid
la
sobre
las
relaciones entre
la
la
General, de
Aun
que Dozy
la
General en lo
la
concerniente
primera
ella
lectura el valor de la
una
edicin de Snchez
la
restauracin del
la
Poema
la
del Cid,
y consigui
xiv,
muy
adelante, regularizando
con que
el
haba alterado
monumento
En
algn caso
adivin instintivamente
el
La
edicin
infinita-
mente superior a
los libros
la
ms
indispensables,
el
autor casi
las principales
colecciones de textos de
la
VENEZUELA
37
franceses manuscritos. Pero
ya no tuvo su disposicin
ni
la
cho tiempo
la del
siquiera
pudo
ner,
ni
utilizar Bello la
que slo
lleg sus
manos en
los ltimos
meses de su
vida,
trabajo
es toda-
de Bello, hecho
casi
va la hora presente,
y tomado en conjunto,
el
ms cabal que
y
en
tenemos sobre
desdeosa,
si
el
Poema
es
no
Espaa.
lleva al
No hay que
de Snchez,
ni el valor
la
de
las concisas,
pero
hoy
de erudicin cabe. El
los
nombre de
nombres
en
Nunca tuvo
tica
tales adivinaciones
y rasgos de genio
la
modesta
cr-
de D. Alberto
Lista,
cador, se ha
comparado
muy
y en aquella especie de templado eclecticismo, de clasicismo mitigado, que aplicaba al examen de la literatura moderna.
este concepto, los Opsculos literarios
En
criticas del
uno tienen
criticas
(i)
ellos
la
el
<iignamente
refiero D.
me
Ramn Menndez
372
CAPITULO
la crtica
\'I
de pormenor,
de
ella.
As
tritur el
y Melndez, con no menos caudal de humanidades y de buenas razones, aunque con menos donaire que simultneamente lo haca
en Espaa D. Juan Nicasio Gallego en ciertos dilogos inolvidables.
Pero en general picaba ms
alto,
y,
como
las
Lista, gustaba
de en-
con
y con
que eran en
que podan
clsico
los
sobrio
y de un
modo de
entender
el
clasicismo
que, aun en
mucho ms amplio y ms
que
el
favo-
sistema de
la
escuela fran-
As
es
que
de Byron y de Vctor
y de
lo
la
la
Edad
^ledia,
justicia
ni
quemar
que
manifiesta contradiccin
sola incurrir Lista re-
lo
Bello no transigi nunca con los desmanes del mal gusto, ni con
las.
y conservando
nas,
virgilia-
supo distinguir en
los
elemenforzosa-
tos
iban envueltos,
la
y que
y regenerar
vida artstica.
Y ahora
ta; cuj-as
la
sin,
carcter
la flor
Voz unnime de
mayor
la crtica es la
pado de
sentido de
perfeccin, no de
le
lo cual es cierto
que muchos
xiva,
y no
VENEZUELA
profundo y laudable
artificio,
373
espritu tan cultivado vena
que en un
Ms que
el ttulo
demasiada
ha adjudicado, y que en rigor debe reservarse para los ingenios verdaderamente creadores, le cuadra el de
facilidad se le
poeta perfecto dentro de su gnero y escuela, y en dos tres composiciones nicamente. Bello, de quien no puede decirse que cultivara,
lo
fortuna,
ni el
ninguno de
los
el
grandes
lrico
gneros poticos,
dramtico, ni
en
sus manifestaciones
ms
altas,
es clsico insuperable
modelo en
lo
esttica,
la
mismo
de escollos y dificultades, en
tica;
bruida,
la
cual toda
En
este concepto,
ms
restringido
tcnico,
por
lo cual sus
temporneo suyo,
Moratn y Arriaza,
con
los
de Quintana y Gallego,
de Lista y Reinoso,
ni
ni
con
ios
los
de
ni
con
los
con
de Ol-
medo y
Heredia.
esta poesa
las
suave melancola;
sin
ostenta, l
ms que
nadie, pureza
y y correccin
las
ms
altas
estilo.
estilo llega la
perfeccin
ms
el
de educacin en
el
de
37+
CAPITULO
VI
como
tanteos
y
la
la
y de
acompaar
los
primeros pasos
Unas veces
se le
ve arrastrado por
fastidiosos
la
el
prosasmo
como en dos
lnguidos,
y adulatorios y ras-
poemas en accin de
trera, indigna
gracias Carlos
la
IV por
benfica expedicin
por
la terrible
comparacin que
suscita
con
la
aquel
El
mismo acontecimiento
numen de
ameno y
la
gracioso,
como
gloga segunda de
Virgilio;
co,
en
el
la linda
y en
delicado
imitacin de
La nave de
el
estilo,
tra-
bajado sobre
modelo de
las
Virgilio
la
de Horacio.
Un
soneto, no
ms que mediano,
la victoria
de Bailen, pone
tr-
mino
de
estudio
silencio
lengua griega y de
las literaturas
modernas guarda
,
ms
familiar
slo le
rompe para
pblico en 1823
gi, sus
muy
aunque sembrada de
VENEZUELA
estado de fragmentos; admirable de todo punto
la
375
otra,
tal,
que
dos
inti-
por
nombre de
Bello. Estas
composiciones son
tulada Fragmentos de
un poema
sobre Amrica
otra se
,
cultura en
la
si
entrar juntas en
sin
plan
el
Alocucin,
y convencido
duda
mismo
del
el pian,
y de
tal
perfeccin de deta-
la
ms
Por eso en
,
Alocucin d
las
la
Poesa y en
la
Silva la Agricultura
vegetales del
enumeraciones de
los eptetos
los
con que
estn caracterizados; y hasta hay dos tres versos que se han con-
servado intactos:
animado carmn
el
la
tuna cra;
Donde tremola
algodn su nieve
Y el ajians sazona
De
sus racimos
el
la
su ambrosia;
variada copia
Rinde
La verde
palta,
da
el ail su tinta,
caf el
aroma acendra
De
la
que luego
se lee
el
lento
sabio artificio
yunque
el
sus versos;
y no
ideas
crculo de sus
la
poticas no era
muy
s
tenta-
cin de copiarse
la
la
perfeccin de
si
segunda prueba es
de auto-plagio,
376
vale la frase;
CAPTULO
VI
de
ella
todo
lo
y por otra la jllocucn la Poesa, aun descartando que con mejoras pas la Zona Trrida, tiene belle-
zas propias,
as histricas
como
descriptivas,
pus y que hacen deplorar ms amargamente que el buen gusto del autor no hubiese atenuado la monotona prosaica de algunos
trozos,
muy
desigual belleza,
en
una el carcter histrico-geogrfico, y en la otra el descripy moral, vienen formar juntas una especie de poema americano, en que se cantan el clima, el suelo, las producciones y los
la
tivo
hombres, se ensalza
consejos tiles
los
guerreros de
la
independencia, se dan
El carcter de estas Silvas de Bello ha sido perfectamente definido por D. Miguel A. Caro, llamndolas poesa
el
cientfica.,
no en
la
cientficas,
y viva y concreta
realizacin ciertos
conceptos sobre la naturaleza, la moral y la historia, y se engalanan con hermosas descripciones de objetos naturales y de labores humanas, fielmente ajustadas la precisin y
cientfico,
al
espritu
potico,
que
manera
ideal
bella
expresar
las cosas,
como
poeta
ya en
misma
de
esttica,
mismo
es
ms
nin-
la tiene,
y no ha de confundirse de
gn modo con
anza.
la
La
exposicin rimada y pueril de cualquier enseenseanza directa y formal podr ser incompatible con
la
la
poesa fu
la
ciencia no lo es ni lo
VENEZUELA
377
ha sido nunca.
tese lo
Si se rechaza el
el
menos
la
de poesa
cientfica,
como no
se quiera excluir
el
mundo han
Cuando
alto,
ms
todo
sistema del
mundo cabe
el arte
l
sintticamente en los
descrip-
las
Que
su ambicin
en aquellos versos de
la
Alocucin d la Poesa:
ti
inspirado
oh Diosa!
Tambin
rebaos cante,
avasallado,
la
El rico suelo
hombre
al
Y las
zona
De Febo amada
Pero aunque no
lo dijera,
labrador corona
de innumerables y patentes reminiscencias; aunque en las Silvas Americanas abunden tambin las imitaciones de otros poetas clsicos,
brados pasajes de
y especialmente de Horacio. Uno de los ms hermosos y celela Agricultura en la Zona Trrida; aquellos verla
pintura enrgica de
la
depravacin y licencia de
vida muelle y
afeminada de
las
muy
la
ajustada,
mos
oda
del
lrico latino.
Maiorum:
doceri gaudei Io?icos
e fingitur
Motus
Afatura virgo,
artibus
lam
De
Crece
En De
la
materna escuela
disipacin y el galanteo
la
378
CAPTULO VI
La tierna virgen; y al delito espuela el ejemplo que el deseo.
Es antes
Non
Pyrnimque
et ingentem cecidit
Mairis ad arbirium
Portare fustes
recisos
No
Antes
asi trat la
la
triunfadora
la
Roma
Las artes de
fi las
paz y de
guerra;
A
Y
la
robusta
mano
humoso campesino
que
al
Que
Los
bajo el techo
hijos educ,
el
conjurado
Mundo
Pero
el el influjo
allanaron
valor latino.
arte
concentracin
lrica
de su
modelo, y que prefera sus Stiras y Epstolas sus odas. Bello no es, en rigor, poeta horaciano, sino poeta profundamente virgiliano.
la
traduccin casi
literal
de muchos
lo regular
(i)
En
este
de Quevedo en
de asunto
muy
Que un tiempo
encalleci
manos
reales,
VENEZUELA.
Satis Jam pridem sanguinc nostro
379
Expiamos
la
brbara conquista
(i
1.
la
poesa
espectculo de un
mundo
Maximus
Anguis
Arctos-,
moi em fliiminis
tingi.....
Donde
un tiempo
el
vasto
Que
el
rumbo
al
Pero de
las
el espritu
del poeta de
Mantua no revive
el
plan mismo, en
concepcin
general de una
otra,
virgilianos. Bello
canta
la
El Salve fecunda
sona..., es
campo y
como
tumulto de
las
guerras
civiles.
la
La enumeracin
triunfal
de
las ciuda-
de
las
sombras de
Campos
Y
gilio;
an hay ms:
el arte
docto ingenioso de
de Vir-
(i)
Parece por
la
el giro
de
la frase
que
Bello,
aqu
Pagamos
380
CAPTULO
VI
una
sola frase,
les
que vienen
fundirse en
un
solo
sola
mismo de
la
y gergico resulta, sin duda, el ms virgiliano de como Garcilaso lo es en lo buclico y en las divinas bellezas de sentimiento. La poesa agrcola de Bello naci, como la de Virgilio, del amor simultneo la naturaleza y los grandes
en
lo descriptivo
nuestros poetas,
han entrado
de
la
hilos
de innumerables
telas, y, sin
embargo,
el
color
En
ltimo discpulo de
y de nues-
miento,
como
el
Fracstor, el
y en
de
la cra
de
De
De
menos
fresca
Compaa de
bles
y muy
elegantes
los
poemas
agronmica, como
y Praedium Rusticum,
de Vanire,
por
el
De
producciones celebradas
mismo
Obra maestra de
este
gnero es
la Rusticatio
Mexicana,
como D. Andrs
con entero
rigor,
Bello.
De
Com-
VENEZUELA
paa (i) es una degeneracin
la
38
que
floreci
en Francia con
tolera,
y aun
es
divierte,
como una
resulta pueril
existe,
sificar
y enfadoso en una lengua vulgar, en que ni siquiera mucho menor, el mrito de la dificultad vencida. Verla fsica, la historia natural, la
enteras
agricultura
la jardila
nera,
como pretendi
el
Delille,
cual
talento de Delille,
La
Luz.,
se
taracea prolija
el
y me-
nuda de aquel
hbil
paisaje
l la
agricultura americana de un
modo
casi lrico,
puso en
y la emo-
el
la
pasin
comprometido en lucha
cientfica,
elevada y serena
contemplacin
y
en
humano,
que en vano
se buscaran
mero
Lo que
muy
real
severo
al
y formal
mundo
fsico
y de
sus leyes,
muy joven.
(i)
dos poemas
uno sobre
las
la
pesca
de
(2)
pudo
desmis-
encontrar Bello en
Me
Invito a Lesla la
ma
familia potica
que
el
ficio
parecido
al
382
CAPTULO
el
VI
estimulado por
el
he aqu
Si/vas Atne-
ricanas,
el
impulso
literario,
impidindole
arts-
el siglo xviii,
es sin
duda
el
consorcio
de
en
la literatura
y de
la
prosa de Buffon, de
monismo potico
destinado sobrepujarla
muy
pronto
hered tambin aquellas luminosas condiciones de exposicin; y desde el Viaje de las regiones ecuatoriales hasta el Cosmos, mereci
por medio
siglo el
nombre de mago de
tiene
la ciencia,
juntando en rara
armona
las
y las de
expositor animado
el
brillante.
Humboldt
canto de Bello; y para no citar ms ejemplos, el bello mito de la diosa Huitaca y del civilizador Xenqueteba, y del despeamiento
del
cin
el
Tequendama y
d
la
la
Alocu-
la Poesa, est
tomado de
mismo
De
la originalidad
de
la tentativa
de Bello dentro de
la literatura
algunos y
muy
calificados precedentes: la
Grandeza Mexicana en
lo
descriptivo, el
didctico.
Poema de la Pintura, de Pablo de Cspedes, en lo Nada primera vista ms remoto de la manera laboriosa
la
y un
Valbuena; pero
comunidad
del
tema americano,
no deja de
en
prolija
que
intercalar
Valbuena en medio de
la
intemperante prodi-
mismo que en
Bello.
mina
\o fantstico
sobre lo
Virgilio
y en
Cspedes pertenece
lo
mismo que en
de
la
el arte clsico
composicin no em-
VENEZUELA
pezca
lo brillante
383
asombroso de
Virgilio,
ya no
rival
el
como
la
elogio de la tinta,
alma potica, ms empuje y grandeza que Bello; pero el numen que le inspira es tambin el numen de las Gergicas, aunque aplicado
diversa materia; y fu
principales maestros
sin
duda
el
exquisito de en-
y lumbres de
la
la
diccin potica,
como
cuadrcula
la
concha de
los colores.
El sentimiento de
la
muy
poderoso en
es-
Espaa,
ni tal
que por
un gnero
buclicos es convencional,
on
los autores
por lujo y gallarda de estilo se hacan alguna vez largas enumeraciones de plantas, frutos, aves y peces, caracterizndolos con
eptetos pintorescos.
Lope de Vega
lricas
tiene
y aun en composiciones
ila,
inserto en la
ledo en el
las
obras poticas de
las
de-
muy
qued incompleta y yace injustamente olvidada, con estar sembrada de elegantes versos y felices descripciones, y ser sin duda de lo
y ameno de Arriaza no
y por
otras razones,
le
queda
Americanas;
en
el
arte de versificar,
384
CAPTULO
la
VI
puede notarse en
poeta espaol:
siguiente, en
que notoriamente
la
ventaja es del
ARRIAZA
Y como si en jardn de avaro dueo, Que entre sus flores vive aprisionado, Dama gentil se asoma, de halageo
Mirar,
Que
Pecho redina
las
hermosas
las rosas;
Y
En
Mas codiciosa del botn florido, Son su despojo al fin cuantas divisa:
Hasta que expira
el
plazo concedido,
involuntario el pie
al
mueve
remisa,
Parecindole
Flores ms lindas
BELLO
Como
en aquel jardn que han adornado
Naturaleza y arte competencia.
Con vago
La ms
revolar
la
abeja altiva
sutil
y delicada esencia
De las ms olorosas flores liba; La dems turba deja, aunque de galas Brillante, y de suave aroma llena,
De
dulce tarea,
la
colmena
decir,
zona trrida, y pudieron y debieron influir en Bello, la pericia tcnica del vate malagueo, y que le
los
uno de
ms primorosos
artistas
mtricos de nuestra
Lm
de
la
misma
familia
la
que
las
de Bello,
la cochinilla, el ail, el
palo
de campeche y
VENEZUELA
canta
la
3H5
le
grandeza de
los
Andes, de
la
cual
las cordilleras
de Europa:
Si bien Pirene
en puntas de diamante
A Y
al
mar de Atlante
falda
opima;
La esmalta Cerescon pincel brillante Mientras marmrea nieve orla su cima, Y se derrumba en rugidor torrente,
Apenino en su
Que humano
Y Y A A
Que
delicioso
Edn
quiz compite;
concha de Anfitrite,
remedo son de
medio
la alta,
ingente
Que
alzando, en
al
Ecuador,
la frente,
los
yermos arenales,
la
eslabonando fu
zona ardiente,
Y va
Que
Donde, par de
la
cumbre
el
spera, inculta,
fros;
Do
los
barrancos que
verdor oculta
Abismos son y pilagos los ros; Y un monte y otro monte all sepulta
A
El arte de
la
ddiva ingrata.
descripcin americana, lo
menos de
la
descripcin
pompa y
fausto retrico,
al
Maury de
del ail:
25
386
CAPTULO
Mientras purpreo
VI
el insectillu
indiano
teir se apresta
el zafiro
escribe Bello:
Bulle carmn viviente en tus nopales
viricc de Tiro,
de tu
ail la tinta
generosa
zafiro.
mula
es
de
la
lumbre del
el
los albos
delicada
compatan
feliz
Maury
el
enlaza de un
modo
el
como inesperado
lo fsico
con
lo moral.
en
la
descripcin de
la
de Cara-
de
Bello:
los panales
La
frondosa crece,
til africano,
esclavo della el
la
mece?
Liba
la
Con ms dulzura
arbusto
En nevado
panal deleita
el gusto.
no: qu le
queda propio
Bello, tributario
VENEZUELA
sistas distintos?
387
casi todo: le
mi entender,
le
queda
queda su ma-
colombiano
el
Pombo
al
que es un manso
ro
fondo de oro.
y americano, que
gusto con
la
con
el
jugo destilado de
En
los cantos
los
sones de
y de la flauta de Sicilia, armoniosamente mezclados con el yarav amoroso, que suena desde el lejano
la
avena
virgiliana
el cielo las
guo y de
lo
novsimo, de
la precisin naturalista
y de
la
nostalgia
mado, personificando
al
maz
jefe altanero de la
al
espigada
el
tribui>\
peso de
el
bucare
corpulento ampara
Caro,
la
la
tierna teobroma,
lucha por
el
la
angosto
seno de
la tierra.
Y no le
quedan
como
incendio
le
y
la
la re-
poblacin de
digno
las florestas,
mire es
de
las
Gergicas
(l);
como
edad
la
de oro de Cundinamarca y el salto audaz del Bogot espumoso y montaa abierta por el cetro divino de Nenqueteba.
En
cuadro del incendio
(i)
el
me
muy
semejante, que se halla en una silva atribuida con algn fundamento Rioja,
tanto por su estilo
como por
hallarse en el
mismo cdice
(M. 82
las
de
la Biblio-
Pueden cotejarse
dos descripcio-
Vase
la
No
as
vagante llama
sobre antigua selva,
Tiende
el cabello
Y rompe
y se derrama Por los hojosos senos, ambiciosa De conservar su luz maravillosa; Y esforzada del viento Discurre por el bosque paso lento.
Esplende y arde en
el silencio
oscuro,
388
Quiere esto decir que
tos?
CAPTULO
las Sik-as
VI
Toda obra
del ingenio
humano
extensin.
Zm Zona Trrida
se acerca la perfeccin
de
estilo
en
cuanto cabe, pero todava puede notarse, en medio de tantos granos de oro puro, alguna muestra de metal ms
afectada
vil,
alguna
perfrasis-
do
del caf:
el
perfume
le das
que
en los festines
pero-
la
no-
que evidente-
prosaico. Pero
donde
la
des-
la
Alola
patriticos, puesto
la
que
memo-
mula de
los astros
sobra y vence al sol siempre segura. Abrasadora del verdor del pino, Levanta entre sus ramas Globos de fuego y mquinas de Il.im.is, Y en el slido tronco y ms secreto Del laurel y el abeto. Estalla, gime y luce. Nunca del Euro Noto oscurecida, Ni de la inmensa pluvia destruida.
(Qu miro?
.\lto torrente
De
sonorosa llama
De
la
VENEZUELA
ria
389
de su autor, y por otra parte estn tan floja y desmayadamente dichas, que no prueban gran conviccin en el nimo de Bello, sospechoso en su tiempo de
tibio republicanismo,
ni
no tuvo reparo en
insertar
elogiar el Canto de
Olmedo
Bolvar.
tal
hombre como
Bello
empleado en
la
que veces
que
(sin
Historia de
Espaa
una de
la
La
Paz,
que tantos.claros
hijos llora,
Ni Cochabamba
Ni t de Ribas callars
la
fama,
A Y
Dignos de
Venezuela estima
el traidor
Muera (respondes)
Baraya,
que
Ortiz, Garca
de Toledo, expira,
Castillo,
Granados, Amador,
mueren.
llorado
la
de
\-ersificar este
la
vani-
dad de
los
la
epopeya americana.
390
Claro que no todo en
la
CAPTULO
VI
segunda parte de
la
Alocucin es de este
gnero
trivial
guido. Magnfico
muy
virgiliana, el re-
Alma incontaminada,
noble, pura,
dispensaba
que precio
el
vil
la
su
honor venda,
en que
rubor de
virtud, altivo
O ms
con
la
los hroes,
con
las
almas bellas
De
pasada edad y
el
la
presente
Conversas, y
De los De
La
libre.
romano Tibre.
Miranda, Roscio de
la
maestro y padre, San Martn y otros capitanes y proceres de la independencia, estn digna y decorosamente celebrados. es grandio-
ms grande de
Pues como aquel samn que siglos cuenta. De las vecinas gentes venerado. Que vio en torno su basa corpulenta
Kl bosque
hojosa
se sublima.
Digna de que
la
culta historia al
tiempo ms
lejano.
VENEZUELA
391
se dividen naturalmente
en dos grupos:
el
de originales y
el
y menos an por
mejor es
odas patriticas, de
al
las cuales la
que compuso en
34
El
Incendio
los
stiras
chistosas
ligeras, fbulas,
y de buena doctrina; bastantes composiciones versos de lbum y otras bagatelas. Ninguna de ellas
es
una hoja de
laurel su corona.
Donde volvemos
es
de otros tiempos
los ridos
y consle
haban
la
inspiracin ajena,
ms
di\'ersos.
Gracias eso,
castellana
El Sarclanpalo y
rado, de Boyardo;
tasas
el
como
los
un fragmento de
,
Orientales
de Vctor Hugo.
En
estas traducciones
ellas,
sobre todo
tos
al largo fragmento del Sardanpalo y los catorce canque dej traducidos del poema de Boyardo refundido por el
Berni, no se le
puede negar
la
los traductores
el
mecanismo de
estas versiones
til
y compararlas con
ciertamente tarea
fe-
cunda en grandes enseanzas de lengua y de versificacin; pero aqu no podemos ni intentarla siquiera. Las de Vctor Hugo no son
traducciones ni quieren serlo, sino imitaciones
muy
y
castellanizadas,
le desarrolla
original,
en
lricos, las
condiciones
392
CAPITULO
VI
de nuestra versificacin
imitador.
la
mundo en Amrica, y
esti-
la
mada por muchos como la mejor poesa de Bello, la ms humana, ms rica de afectos; y no hay espaol que habiendo ledo aquellas
y
sollozantes, vuelva mirar
estrofas melanclicas
en su vida
el
Habr acaso
el
yo no
lo s,
pero consigno
la
hecho
como
parte
y como
testigo.
titulada
tratndose de ver-
siones poticas,
me
parece
el
como
hablista
y como
versifi-
todo
como
est, es la
italiano
el
y que
tenemos en nuestra
te,
intrpreel
tiem-
po en alguno de
la
mayores; pero
el
gusto individual,
trillados,
casualidad,
el
Boyardo
menor
fantasa
y seguramente de ms invenla
cin que
el
musa
serias
ellas,
castellana,
que en
el siglo
muy
y
feli-
ces. Bello
ha encabezado todos
de su propia cosecha, en
tono de
Ariosto;
as
en
como en
la
apremio
ni vio-
llena
pausas
mtricas
y en
la
y sistemtico
alio
las
el
octavas de
prosodista
en que
un cuento leyenda
origi-
VENEZUELA
nal,
393
en
el
gnero de
las
y costumbres de la poca colonial. Pero este ensayo no pas y aunque las octavas son generalmente buenas y
fcil
narracin corre
seria,
muy
lejana del
donaire de Batres, con quien ningn poeta americano puede competir en esto.
El
nombre de
la
memoria
y
el
de
poeta,
escrito
principales obras
(l).
(i)
el 3
En
la
filosofa,
y comenz
la
revolu-
Colom1841 se
Entrando en
el
En
lo restante
de su
de director de
la
Gaceta
y administrador de
individuo de
nmero de
el
de
Julio
de
iSo.
que escribi
ellos
Muchos de
andan dispersos en
laborador, tales
de que fu
como El
Siglo
Como
democrtico, y luego en
Unin
En
Pero
las
volmenes), en
la cual
histrico,
no
literario, D.
Ramn
la
La coleccin de sus
poesas,
y dispuestas
394-
CAPITULO
VI
aunque en
cierto
modo
pertenezca su escuela.
Hay en
las
poesas
duo con
los
la lengua, del
buen
juicio en el plan
y en
la distribucin
manera
que
ritos
exterior y mecnica,
partes, revelando
en cada estancia
al
que costaban
al
autor y
los
se
comunica
que todos
m-
Baralt no es
del
grande
artista
la
belleza
la
como en un tema de
Su Oda
Cristbal Colon,
el
Liceo de Ma-
prolija literatura,
pero demasiado larga y metdica, poco lrica, en suma, y compuesta de piececillas de mosaico, cuyas junturas se ven muy las claras.
Aun
la
gallardas
estrofas,
mejor de
la
pensamientos y
frases conocidsimas
espumoso,
Rey
para
la
la
por
Real Academia Espaola, cuyo lustre Secretario perpetuo, D. MaBaus, debimos, en 1892, el haber podido examinarlas des-
nuel
Tamayo y
pacio.
18SS por
la
misma
vicio
fie
VENEZUELA
Maran caudaloso
.
395
Emulo
al
Tormentas, huracanes:
Son rboles y piedras un tesoro, Los montes plata, las arenas oro.
estilo, las
romnti-
y por
cultura
y aseo
tentando reanudar
la
sevillalejos,
na de principios del
siglo.
En
este
camino se fu demasiado
y por huir de
lo
lo
desalio se cay en
relamido y
artificioso; resucitronse
perfrasis
muchas veces
que por muque pudira-
con
la
pompa
hueca, con
el nfasis
oratorio
la
rimbombancia, na-
falso
y aparatoso
lirismo,
los versos
mos
en su
llamar
oficiales,
circunstancias.
lnea,
Gallego
tradiciones
la sintaxis
la prosodia,
que nunca estn de ms y deben exigirse todo el mundo. Baralt fu, no slo de los mejores hablistas, sino de los ms poetas entre los
No
le faltaba
imagina-
y meditaba largamente el plan de sus odas. En ocasiones parece que slo le falta libertad para mover los
cin; tenia caudal de ideas,
brazos,
y que con pequeo esfuerzo podra romper las ligaduras que frase. l, que escriba una prosa
la
395
CAPTULO
le
VI
entorpece
los
le
mejores impulsos,
que
de
le
enturbia los
ms
felices conceptos,
le
que
la
expresin natural y
La
y gene-
rosos,
ya de
religin,
ya de
patria, 3'a
como en
la
preciosa silva
una flor
marchita.,
la
Adis
tor, resulta
plo,
en
la
mucho ms poeta que en las odas de aparato; por ejempomposa declamacin A Espaa, donde no se ve otro prola
No
esta
memoria
indisputable de
Academia
(l).
Fu gran
las
literato
netrado de
la
dignidad de su
arte,
triviales ni afearle
una religin
literaria
muy
austera observancia:
duro con
las
ms
rgido consigo
ideas,
propio,
como
lo
prueba
la
el
increble
l
hasta encontrarles
sin duda,
forma que
crea
ms
perfecta:
amanerado
ferviente de
un
y ms en das en que la lengua y el gusto andaban por el suelo, y en que la cultura literaria pareca amenazada por un aluvin de traductores brbaros, de dramaturgos frenticos y de lricos destartalados incomprensibles. Si Baralt, como otros muchos, exager
la
reaccin
cuela que haba tenido sus grandes das, pero cuya restauracin era
la
misma dureza y
la
extre-
(i)
!a
cual escrib
presente Historia.
VENEZUELA
397
l
mosidad de
los
la
hicieron por
prosistas
la
poetas,
prueba
la
necesidad de ponerle
y en
Sevilla
hubo de confirmar
de Lista y sus ltimos discpulos. Esta es la filiacin que se trasluce en sus versos, de los cuales bien puede decirse que pertela
necen
escuela sevillana
ms que
no haba
abjur
las cuales
y hay
lel
El
til-
timo da
y un prlogo, con variedad de metros, coros de espritus y aquelarre de diablos; ensayo que prueba que pas como tantos otros por la influencia de Espronceda, y que
inundo^ en dos cuadros
no
le faltaban
al
opuesto
jugo, una vida, una lozana que luego rara vez tornan encontrarse
el
flores
de su
En
taja nal,
la
cambio,
como
prosista
merece toda
clase
de elogios, y aven-
no poco D. Andrs
Bello,
no
Baralt,
primer
de 184 1, y
aparece en
ella
completamente formado.
No
es
la
esta
decir
de defectos:
parte
antigua no es
nistas
los cro-
ms conocidos,
ves omisiones.
En
ms
la
sagrados narrar
imparcialidad
la
brilla la
rigurosa,
aunque
el
testigos
narracin es de las
sin
y progresiva,
que
la
rables episodios: amplia unas veces sin caer en difusin, otras veces
39!^
CAPITULO
los personajes,
VI
de
la
interminable pro-
menudas, tan
difciles
pasman en quien
iba
la
La obra maestra de Baralt es sin duda su discurso de entrada en Academia Espaola: discurso que, juicio nuestro y sin ofensa
de nadie, no cede ningn otro entre los muchos, y excelentes algunos, que en aquella Corporacin y en acto anlogo se han pronunciado. Al ocupar
la silla
que Baralt
le
sinti
toda
la
situacin
colocaba;
al
se
mostr
el
mufue-
cho sobre su manera habitual, y haciendo bizarro alarde de aptitudes de pensador, hasta entonces no sospechadas en
.se
como no
all,
polticos, se levant
las
contemplacin
filosfica,
y desde
vigor
con
y armona, con un sentido tradicional la vez que expansivo, con audacia mesurada y solemne, con suave moderacin de estilo, tanto ms insinuante cuanto mas apacible, reivindic los fueros de
la
como de
razn hu-
las elocuentes
filosfico
mostr
que para
la
integridad de nuestro
modo de
ser
como en
su manifestacin
envolvan
las
el
la doctrina,
cul deba
verdadero temple de
moderna lengua
castellana aplicada
las
ms
como
est,
muy
superior
al
que en
el
y en
el
Pero
sias
ni el discurso
suscita,
que
no poda
se
de todos;
de
Historia,
que apenas
VENEZUELA
399
muy
buenas razones
laia
artculos
folletos polticos,
vida
muy
efmera;
ni
la
Diccionzrio Matriz de la
proyecto, han dado
ilisfruta
al
nombre
Baralt
la
y frases
han introducido en
el
que no se hallan en
este caso
acatado por
la
haya conseguido tan fcilmente ser recibido y opinin general. En este sentido, el libro de Baralt,
la
dao,
al
caer
ms rica y sonora de las y ha hecho tambin algn en manos de pedantes que le toman como una especie
mucho
bien,
y tildando con
pusiese,
giros,
que no
lo
son aunque
l los
muchas
sea,
rodeos,
y veces no quieren y
decir ni por
asomo
lo
que dice
el
gala
lo
que
da
el
carcter casustico
arbitrario
valor,
es la ausencia
de una
clasificacin general
los
verdaderos galicismos de
ellas,
y que cualquiera de
las
hijas
todo estudio de gramtica comparada, y preocupado slo con levantar un muro entre el castellano y el francs, suele dar en deci-
40O
CAPITULO
VI
el
Diccionario de Galicismos
escritor
mesa de ningn
que es-
time en algo
la
pureza de diccin.
Ni Bello
en Venezuela. El primero
la
segundo
sin
Aladre Patria,
le tuviese
que nadie
por
La
de
la se-
romntica,
al
dado dos
neral
Ge-
Ros de Olano y D. Jos Heriberto Garca de Quevedo. Don Antonio Ros de Olano slo fu caraqueo por la casualidad
y
los
del nacimiento,
patria,
de
la
cual
ciudad riente,
Rod mi cuna
Bese
las
muerte
Su vida
militar
la
poltica est
Tom
y no fu vulgar en nada.
civil
tres revoluciones, la
si
primera
guerra
no como
actor principal,
como de
los
ms sealados entre
los
de segundo
mismo puesto
los
le
corresponde en
donde, aun
uno de
ta solitaria.
hombre de notable
que
as le
muy
varias facultades,
guerra
y de como
VENEZUELA
para
el
401
consejo, para
la
oratoria parlamentaria
como para
tal
la
poesa
la novela.
mordial vocacin fu
con
celo en
medio
de
los azares
de su vida, despecho de
los militares escritores,
vulgarsima preocupacin
si
que persigue
mejor y ms
Ni los \-ersos
como
mucha
parte de
la
ms hondo de su
naturaleza moral, lo
ms
sutil
ms complicados y nebuloclase
moda
literaria, sino
y enmaraado de
la vida.
el
Rara
mun-
que tena un
peculiar
estilo.
modo de
ver y de sentir,
los nuestros,
aunque
Richter,
HofTmann y Edgar
naturaleza se trueca
Poe entre
los extraos.
Su ardiente amor
la
En
que
se requieren
amorosamente y que
ir
entendiendo,
y de
sbito pierde
y vuelve
ms
lbrega,
que improvi-
Todo
lo
todo esto
lo ms discorde resulta aqu consecuente y lgico. expone Ros de Olano en una prosa sui generis, re-
torcida
y tenebrosa,
de arcasmos y de neologismos,
fusin
de Hoffmann y
Despus de El Diablo
las
menos revesada,
El Doctor
L<u-
402
CAPITULO
VI
como tampoco
lo
han sido
da
lo
el
Origen del
enigmticos
decadentistas
el
Alarcn en
si
el
autor
Lo que
nosotros tene-
mos averiguado
es
que desprecia
que no
las entiende,
y que se
Como
dolo.
Espronceda
le
admiti su
el
ms ntima
le
familiaridad; escribie-
gran poeta
y su frente puso Ros de Olano un prlogo mistaggico y apocalptico, desarrollando no s qu huecas teoras sobre la epopeya en sus
relaciones con
la historia
de
la
la
obligada
consecuencia de que
el
poema de
el
amigo
iba completar
l
epopeyas que
reconoca,
la
modo de
piedras miliarias en
camino de
evolucin humana.
muy
profundo en
la
semiobscu-
y desde aquel
los es-
como
los
los
mundo designaba
ingenio, de
aquel inge-
muy
cuya ex-
tensin
pesar de
y no
vivparos), ha
tomo de poesas
VENEZUELA
dignos de
los
403
los bellos
romances descriptivos
de
rompen
la fbula
dramtica de
mu-
La
Gallomagia, y aqu y
all,
como
ste
que tomo de
Un tiempo ms remoto
la
Desde
el inculto
monte
velluda
llanura
Y
So
El gil
el
gamo y
la
fiera,
Vivieron en
pradera
Ni venablo,
ni jara,
Ni alevoso arcabuz
Suelta de los lebreles
Que nunca
la trailla
vieron
En demanda
Ni
el aullido
feroz la carrera,
tenaz de su garganta,
el
mansa
cervatilla
En
prosa quedarn de
l,
ms que
que
que
ms
llaneza
de ordinario, en por
la rojiza la
estilo
vigoroso
realista
recuerda
guerra
(l).
(i)
el
Parna-
so Colombiano,
Alfrez de
te aos;
la
y los once aos vino Espaa. Comenz su carrera como Guardia Real; sirvi muy honrosamente en la guerra de los sieactiva en la poltica; fu
tom parte
uno de
unidos
404
Si SUS
CAPITULO
VI
grandeza de
los propsitos
el
y por
la
trascendencia de los
las
mrito de
obras de ingenio,
y humanitarios,
s
voluntad pertinacsima
ni la confianza
en
propio, ni la
admiracin por
ni el
el
amor
desinteresado y noble
las ideas,
los
muy
culto, familiari-
zado desde
jeras,
muy temprano
,
con
extran-
vida poltica
y diplomtica
religin
filosofa,
muy
las cuales
tal
haba dedu-
como
la
expone en
la grosera
y de
los injuriados,
le
no
petulante.
sin
En
el
fondo,
muy buen
la
sujeto,
y de un corazn
de su per-
de oro;
sona y
altanera enftica
estilo,
el
movimiento revolucionario de
desarme de
la Milicia
1854,
formaron
ra,
el
partido de
la
la
prepar
contrarrevolucin de 1856 y
la
Nacio-
nal.
Mand en
de Marqus de
Ni el to
en
Entre sus obras recordamos, adems de las citadas en el texto, la comedia ni el sobrino, compuesta en colaboracin con Espronceda.
Sus PoesiaSs con un prlogo de Alarcn (que haba militado sus rdenes
la gloriosa
campaa de
1
frica),
forman un tomo de
la
Coleccin de escrito-
886).
VENEZUELA
racin de grandezas, que en su \ida
llera
le
405
conduca remedar
la
caba-
andante, y en literatura
le
llevaba
componer epopeyas
simblicas
y trascendentales.
y malas partes de su carcter y de sus ideas no las de su ingenio, con no ser stas vul-
estas buenas
correspondan exactamente
gares ni
raria
y constantemente
el
mucho menos. Era un poeta de segundo orden, que temese empe en empresas de aquellas que slo
el
para
tativa
lo
estimable,
los indicios
que dan de
cul-
muy buen
poltica
xito,
cuando en
849 dio
de
los
luz sus
Odas
Italia,
que
y algunas
felices imitaciones
los
metros y del
estilo
de
ms
afn la nuestra,
mucho ms ade-
y
el
as
en estas odas
como en
y
del
la
tuvo en
hecho de
innumerables
la
que en castellano
han publicado de
la
ms
nombre
menos que en
amores.
tres
Y aunque
muy
lo
inferior la parte
m no
me
parece tanto; no
por decirlo
as,
qued impresa
406
CAPTULO
VI
ms timidez y
la
cor>
ms
estudio,
y aunque en
el
el
poema de
la
salie-
Orsini, todava en
medio de aquel
,
frrago,
solas:
La
el
Ascensin
el
sugiere,
y que
autor de ningn
modo
Fe
trat
de esquivar, antes
la
adopt
Predica-
En
los otros
poe-
de
tat
modo
se
la
pompa y
l.
confunde con
mente perdidos en
Delirium,
los tres
poemas
El
de Garca de Ouevedo,.
La Segunda
vida,
ms
fantsticas esperanzas
de inmortalidad,
puede repetirse
la
fatal sentencia: es la
mejor epopeya
que ha
No
redencin por
social.
El
pocas: bata-
amores y
pero
desafos;
la
y emplea alternativamente
forma
lrica,
la
dramtica y
y de me-
tros;
como no
mucha imaginacin,
resulta estril
montono en medio de
aturde
cos,
memoria,
y marea con
la
alegri-
y por buscar
la
estrafalarias
como
calles
de hacer que
enamorada
levante de su lecho de
de
la
se apresura violarla.
los
por ejemplo,
romances
relativos las
campaas
del
VENEZUELA
407
estilo
de
las
narraciones
entonacin,
Duque de Rivas) y algunos fragmentos lricos de noble como la Oda d a libertad-, son lo nico que puede sal-
De
las
melodrama,
la
comedia de costumbres,
la
el
drama
que
zarzuela
no ha sobrevivido
la
un solo
en
la
memoria de
las gentes.
Rarsima fu
lleg representarse,
como
ahora, se representaban
al
apli-
cacin y respeto
al arte.
La ms interesante de
Tambin
se ejercit Garca
de Quevedo en
el
cuento en
y en
la crtica,
Su laboriosidad, su
fe artstica, la
la
mente
escriba,
brada fu de las
ms
empezado su carrera no
pero intemperante,
le llev
la
prosa; su
le
mat en
las calles
de Pars, hasta en
misma
irona trgica
que
(l).
(i)
el
ao de
18 19,
y se educ en Puer-
Continu sus estudios en Francia y en Espaa, y luego emprendi largos viajes, no solo por el continente europeo, sino por Asia y Amrica. Fu ciudadano espaol siempre, y sirvi con luciseis aos.
to Rico desde
edad de
miento, primero en
la
la
diversos lances
que en 1855 tuvo con Alarcn, que entonces redactaba El Ltigo. Garca de Quevedo se distingui por lo fervoroso de sus sentimientos monrquicos y por su adhesin personal la
ci
que recibi
al
un baCommune
coleccin
en dos tomos de
la
400
CAPITULO VI
ahora ya es tiempo de volver los ojos Caracas, que por los
1
aos de
biano
842
nombre de
las
la
Atenas de
Am-
rica. All se
reimpriman vidamente
ms notables produccio-
nes de
francesa.
su entrada en
Amrica por Venezuela y por Buenos Aires. De Venezuela pas Nueva Granada, y de Buenos Aires Chile. Dos poetas venezolanos personifican especialmente este movi-
y Jos Antonio Maitn. Uno y otro han disAmrica gran popularidad, la cual, en parte, dura toda-
mucho de
ninguna parte pueden encontrarse. Sus composiciones son un conjunto de palabras sonoras, que halagan por un dejan vacio de toda forma
el
momento
l la
el
odo
entendimiento. Para
poesa
no era
ms que
por
el la
el arte
deidad tutelar de
las
las
ramas de
una palmera una inmensa campana de metal, y que su primer taido fulgur en los horizontes un letrero que deca Libertador. En
de Baudry
primero contiene todos
(Pars,
1S63). El
los
poemas que en
el
La Caverna
lricas,
(monlogo en prosa), Pensamientos (tambin en prosa) y muchas poesas entre ellas algunas versiones de Filicaia, Manzoni y Byron, y un.i
coleccioncita de poesas chinas traducidas del francs.
Un paje y un caballero, Don Bernardo de Cabrera, Isabel de Me'dicis, La Hurfana, El Candiota, Patria y Amor en porfa (imitacin, en verso, de
de Octavio Feuillet, leyenda dramtica, arreglada despus nuestra
Alicia,
el
Rivas), Tinieblas v
opsculos en prosa.
VENEZUELA
otros versos todava
cjue
4O9
sac los
mundos de
nada,
y vuelve
al
consabido letrero:
hice hombre:
me
Vi en un saln suntuoso
la
forma de un varn:
vida
la
sorprendida
l es!
l es!
en sus contornos
rodillas
el
Trmulas mis
jl es!
convulso
el labio
fuistes ese
voz en
la
pared!
T fuiste el rayo ardiente que el vila produjo, Que atosig de Iberia la sanguinaria sed.
Washington y otros hroes atletas que lidiaron Son tomos tan slo que giran junto ti; Los Alpes un coloso sobre su cima alzaron.
Mas yo sobre
los
l te vi.
y, sin
embargo, esto pas por modelo de lirismo y de libertad de inspiracin, y Abigil Lozano, que no tena ms condiciones que las de
versificador rotundo,
la
Amrica
del Sur
patrn de
las
Nubes de
Zorrilla,
la
palma
los
bloques granticos de su
reci-
Canto
De
los
el
predilecto de
el
que
lo pico,
donde
est su
verdadera
desali-
imitaban en
lo lrico,
donde
Zorrilla es
no slo
disimulando con
el lujo asitico
de
la
versificacin la penu-
el zorrillismo
la
americano
la
4IO
CAPITULO
VI
los vicios
de su
estilo,
y Abigil Lo-
estudios, pero de
muy buen
mos
que hasta
muy
nmero y sonoridad de
el
contribuy acrecentar
dao, hacien-
do incurables sus
hubiera valido
el
resabios.
Con mejor
escuela
direccin, algo
ms
deli-
cados
como
stos de su poesa
la
Noche:
nocturnas
Huy
}'
la luz
Las
el
slfides
Rpidas cruzan
dormido viento,
El
En
por
lo
los alejandrinos,
la
cual abus
factura elegante
y gra-
ciosa:
Tus
islas solitarias, tu
calma perenal,
noche
Tu
alczar incrustado
de concha y
aguas
caracol,
Que
se
hunde entre
las
al
asomar
el sol!
(O
muy
sin
duda
el
mejor de
la
No
est
l
ms
le
pueden per-
(i)
el 25
de Mayo
de Caracas. Figur en
el
de
1866.
VENEZUELA
4II
donar
reno,
leyendas de
La Mscara y de El
Se-
afectuosa, rivaliza
no imita nadie, y en que, dejndose llevar de su ndole tierna y muchas veces con Milans, y otras le vence. Su
el
delicioso valle
el
manso
tal
mante-
nerse en
la lnea
que separa
lo natural
sencillo
de
lo trivial
y propensa-
su llaneza de
estilo
y de
la
los
mientos, conserva
el inefable
aroma
Se tocan en
extremos
morir?
El nacer con
De qu vale un ao ms
De
existencia pasajera,
Si es la vida
una carrera
Ms
De qu vale que
Mi
vista ansiosa
deslumbre,
Si al fin es fuerza
que alumbre
Un
Vendr
en que renuncie
No ms ver los primores Que ella en sus senos encierra. En vano soberbio el mar
Ostentar su presencia:
412
CAPITULO
VI
En vano
levantar
Ni habr un eco en
Ni para Para
el
el odo,
la vista colores,
Ni placer para
De
En
tu
marcha misteriosa,
silenciosa,
mi tumba
ins-
piraciones.
la
memoria de su mujer,
por un
y que no
serie
es
de diez y
composiciones
enlazadas entre
mismo estado de
poesa ntima
tellana,
y familiar, que entonces era nueva en la literatura casy que luego ha producido maravillas, siendo no pequeo
el
La poesa de
profundo
la
los ingleses,
la la
con
la
ternura va-
vale la expresin)
vemos en
el
gran elegiaco de
Contemplaciones, no cuadraba
l
ndole blanda
el
y femenina
las
del
tuvo
don de
lgrimas y
il).
(i)
el 21
de Octubre de 1804.
la
conse-
guerra,
hubo de pasar
al
al literato
que andando
tario
el
tiempo
le hizo
entrar
Fu Secre-
de
la
amor
la tierra natal
al retiro le
vida diplomtica.
Desde entonces
1835 y 1836 ha-
de Choron, donde
compuso
la
En
VENEZUELA
4 1 3.
pormenores que parecen ms caseros; y el lecho en desorden, an no bien fra, la muda labor abandonada
Caliente todava
la
Con
contribuyen a
junto.
la
la
el
con-
los
Don Fermn
los
deramente etrea
visto
la ninfa de
de
no valen
lujo
tanto, ni
de talento y
Zona Trrida
l.
Sus
como
lo
como
la
ms importante de
poema Hecatonjo-
consagrado
antigedades americanas.
clsicos,
D. Luis Alejandro
Cecilio
Acosta y D. Jess
y excntrico
dor,
carcter, a
como
preceptista
y como
Amor y paz,
de
Tambin D.
Cecilio Acosta,
varn exce-
lente
y venerable cuanto desgraciado (X819-1881), escribi ms en prosa que en verso, aunque sus condiciones eran ms de poeta que
que no tuvieron
xito.
1841.
La
lectura de los
rumbo desde
En
1851 public en
Caracas prende
la
coleccin de sus versos. Obras Poticas de Jos A. Maitin. Comlas obras publicadas
por
el
piezas inditas.
414
CAPITULO VI
prosista.
de
En
critud; pero
rodeo de
las pala-
Nada de
Gota del
estos defectos
muy
me
patriarcales.
La
Casita blanca,
La
El
Vspero,
si
no estn
libres
de algn reparo en
slidos estudios de
prueban
versifica-
En
la
el
dola
como La
toros, etc.
La
gracia de estos
quirido
Despus de Maitn y Toro, los poetas venezolanos que han admayor celebridad (excluyendo los que an viven) son don
gnero ele-
Eloy Escobar, D. Jos Ramos Ypez y D. Francisco G. Pardo. Escobar (1824-1889) se distingui principalmente en
giaco, unas veces con las formas clsicas
el
estilo
caibo, dej,
Igiiaraya), gran
nmero de
versos,
muy
el
epitalamio
clsico, hasta el
de sus ms
(1829-1872) fu versificador gallardo y robusto, aunque un tanto viciado por los hbitos de la falsa y aparatosa poesa de certamen.
(i)
la
pro-
nunciacin americana. Naci en 1822 en Maracaibo, y por un se ahog en aquel lago el 22 de Agosto de 1S81.
accidente
VENEZUELA
415
El Porvenir
este gnero.
Ms
sinceridad
y ms mpetu
lrico
hay en
la
oda
es-
poema que
los
de Zorrilla en
la
introduccin
De
todo
lo
expuesto puede
inferirse,
la
no slo
la
abundancia de
la
tomado
la
y con
disciplina
avenida ro-
mntica y que hoy mismo hacen reverdecer los lauros de Bello y de Baralt en la frente de un suave poeta mstico, de origen italiano,
tan digno de loa por
la
la
como por
las ideas
la
al
fervo-
no slo fu
lengua alemana:
Btuh der
su traduccin el
mayor grado
el
metro,
la
y hasta
la
colocacin de los
acentos.
Llamse
la
al
J.
A. Prez
me honr
hoy no
caminos
en 1885 con
s
si
pertenece
mundo de
los vivos.
Por dos
distintos
ha llegado m
la noticia
de su muerte, pero no de un
la
modo tan me he
abstenido de insertar en
la
(i)
falleci
poco despus
de
la
41
les el
CAPTULO
VI
carcter reclaman.
el triste
rumor
no se confirme, y que Prez Bonalde pueda todava leer su nombre en estas lneas, expresin fiel del aprecio en que siempre tuve
su ingenio
amarga
filosofa (l).
(i)
Era
el
cierta
desgraciadamente
la noticia
de
la
muerte de Bonalde, en
quien perdi
la literatura
Sobre
libro
movimiento intelectual de
el
XIX
(Caracas. 1906).
FIN DEL
TOMO PRIMERO
ndice
Pigs.
Advektencias generales
Captulo primero.
Captulo
II.
II
Mxico
Central
21
Amrica
175
Captulo
III.
Cuba
213
291
Santo Domingo
Venezuela
Puerto Rico
329
353
Captulo VI.
imprimen
Xo se vendern por separado los tomos de ninguna de estas ediciones especiales. La persona que adquiera el tomo de una de ellas se entiende comprometida para los tomos siguientes, hasta que se d por terminada la publicacin de toi
das
las
obras.
OBRAS COMPLETAS
DON MARCELIiNO xMENENDEZ Y PELAY
EDICIN- DEFIXniVA,
TOMOS PUBLICADOS
Tomo
I.
Tomo
I.
II.
Tomo
I.
EN PRENSA
Historia de la Poesa castellana en la
Edad
Media.
II.
Tomo
I.
Tomo
Tomo II.