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La Praxiologia

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Dr. Jos Hernndez Moreno.

Facultrul de Ciencios de /o Activklot/ Fsico Y del


Deporte. Universidad de Las Palmas.
Partidpon: Fernando Amador Ramrez, Juan (.
Garda Ganz/ez, Francisco Jimnez Jimnez,
Vicente Nava"o Adelantado, Roberto Rebordo
Rodrguez, licenciados.
Resumen
Se lleva a cabo una aproximacin ter-
minolgica al concepto de praxiologa
motriz, destacando su objeto de estu-
dio: las conductas motrices. Se avanza
una clasificacin taxonmica de las tc-
nicas, las reglas, el espacio, el tiempo,
la comunicacin motriz y la estrategia
motriz.
Palabras clave: praxiologa
motriz, accin motriz, conducta
motriz, interaccin, sistema de
reglas, comportamiento estrat-
gico, lgica interna.
Introduccin
En las ltimas dcadas, en el mbito de
las denominadas actividades fsicas y
deportivas, existe una gran preocupa-
cin por dar un carcter cientfico al
estudio de dichas actividades.
Pese a ello, los estudios hechos hasta
el momento son escasos y, entre ellos,
podemos destacar los de P. Parlebas
(1975-1990) y G. Vigarello (1978), en
Francia y, en nuestro pas, los de V.
Pedraz (1989), J. Mestre (1989), A. Oa
Y otros (1990) Y los del Grupo Praxio-
lgico de Lleida (1992).
Durante mucho tiempo el desarrollo de
la ciencia ha estado vinculado al dogma
teolgico, pero a partir del abandono
de dicho dogma desde el siglo XVI,
especialmente por Descartes y Galileo,
las ciencias de la naturaleza inician un
gran desarrollo. De hecho, su verdade-
apunts : Educaci n Fisica y Deportes 1993 (32) 5-9
~
LA PRAXIOLOGIA MOTRIZ,
CIENCIA DE LA ACCIN MOTRIZ?
ESTADO DE LA CUESTIN
ra explosin se produce, segn J. Gley-
se (1992), en los siglos xvn y xvm
(Leibniz, Avogadro, Lavoisier, Lapla-
ce, etc.).
Al modelo de la ciencia se le da, a par-
tir de este perodo, una referencia mate-
mtico-fsico-qumica y, sincrnica-
mente, se desarrollan un cierto nmero
de tcnicas que conducen a transformar
la sociedad en el sentido de una indus-
trializacin que modificar el mundo
occidental desde finales del siglo xvm.
Ello hace decir a J. Habermas (1973)
que son nicamente las aplicaciones
tcnicas las que validan las ciencias
positivas y no su pertenencia episte-
molgica o su racionalidad.
Las clasificaciones de las ciencias que
se han hecho son de muy diversa ndo-
le. As, M. Bunge (1983) las divide en
formales y factuales, subdividiendo las
primeras en lgica y matemticas y las
segundas, en naturales y culturales.
M. Foucault (1970) propone un estu-
dio geogrfico del conocimiento en un
triedro de saberes y describe topolgi-
camente la organizacin del campo del
conocimiento como un triedro en el que
en los tres ngulos se sitan los dife-
rentes campos del saber. As en el pri-
mer ngulo estn las ciencias matem-
ticas y fsicas; en el segundo, las
ciencias del lenguaje, de la vida y la
economa; y en el tercero, la reflexin
filosfica.
Asimismo cada ngulo confiere con el
precedente un plano. El plano situado
entre el ngulo primero y segundo lo
constituyen las aplicaciones matem-
ticas, la economa, la biologa y la lin-
gstica. El formado por el segundo y
el tercero est constituido por las filo-
sofas de la vida, de las formas simb-
licas. Finalmente, el ltimo plano es el
de la formalizacin del pensamiento.
Cabe destacar que para este autor las cien-
cias humanas no figuran en el triedro,
dado que las mismas estn condicionadas
por la subjetividad del hombre, por lo
que su posicin es metaepistemolgica.
Entre lo expuesto por estos dos autores
encontramos posiciones divergentes o,
cuando menos, distantes al hacer la cla-
sificacin de las ciencias, lo que no hace
sino demostrar una vez ms la dispari-
dad de concepciones que an existen
sobre la ciencia y qu es la misma.
Las mquinas y la actividad fsica
La pretensin que se da a finales del
siglo XIX de introducir en la psicolo-
ga el vigor y rigor de las ciencias natu-
rales y el afirmar con ello el papel del
determinismo conducen a que, en una
primera fase, se aborden los fenme-
nos fsicos relacionados con el hombre
como si fueran fuerzas.
Esto tiene como consecuencia que tanto
en psicologa como en actividad fsica
o, ms exactamente, en educacin fsi-
ca, se haga de las mquinas un modelo
de referencia para el estudio del hom-
bre.
Un estudio hecho por P. Parlebas (1981)
muestra la relacin dada al tratamiento
del cuerpo en su comparacin con los
modelos de mquinas que han existido
y los perodos de su vigencia en el
mbito de la actividad fsica.
Hasta los aos cincuenta y sesenta pre-
domin el modelo mecnico de mqui-
na simple de primer gnero, con el sis-
5
tema seo-articulatorio y muscular
situados en la base del funcionamien-
to del cuerpo y la anatoma como dis-
ciplina de referencia.
Despus de los aos sesenta es el mode-
lo de mquina energtico el que adquie-
re primaca, con los sistemas muscula-
res y cardiorrespiratorios como base
del funcionamiento y la termodinmi-
ca y la psicologa como disciplinas de
referencia.
En la actualidad empiezan a tener cier-
to grado de presencia las mquinas
informacionales con el tratamiento de
la informacin y el empleo del sistema
nervioso, y la ciberntica y la neurop-
sicologa como expresin del funcio-
namiento y disciplinas aplicadas, res-
pectivamente.
Con la mquina se introduce la idea de
sistema de fuerzas medibles, aunque
esta primera defInicin de sistema, que
se revela limitada en su uso, necesita ser
conciliada con la defInicin de sistema
en lingstica, el cual se defme como el
estudio de los sistemas de signos. Esto
es algo que debemos tener muy en cuen-
ta al hablar de las actividades fsicas en
su aproximacin a la ciencia, como ya
veremos ms adelante.
Praxlologa O motriz?
Aproximacin terminolgica al
concepto
Dado el incipiente desarrollo actual, al
menos en lo referente a su vertiente
epistemolgica, de la posible ciencia
que se ocupe especfficamente del estu-
dio de la accin motriz o actividad fsi-
ca, creernos pertinente y necesario hacer
un anlisis y reflexin sobre el tema.
Los trabajos hechos hasta el momento
sobre la accin motriz o actividad fsi-
ca han dado diversas denominaciones a
lo que podra ser ia ciencia de la accin
motriz y que algunos consideran no
como lUla ciencia, sino como una tec-
nologa.
As, R. Meynard (1970) introduce en
1966 el trmino kinantropologa, fuer-
temente influenciado por la biomec-
6
nica. J. Gleyse (1991) propone una
nueva denominacin: antroposomoto-
loga, que se orienta hacia el campo del
conocimiento de la corporalidad.
Otras denominaciones empleadas han
sido las de antropocintica, antropoci-
neticologa, psicocintica, kinologa,
kinesiologa, homocintica, ciencia de
la accin motriz, ciencia del deporte,
gyrnnologa, motorologa, praxiologa
motriz, etc. y en la actualidad se da en
Francia una corriente que la denomina
Staps (Ciencias y Tcnicas de las Acti-
vidades Fsicas y Deportivas), que
resulta ser ms lUl intento de agrupa-
cin de posibles campos de lo que en
alglUlOS mbitos se piensa que son las
actividades propias de una profesin
que la delimitacin de lUla ciencia.
La gran disparidad de plUltOS de vista
existente hasta el momento a la hora de
delimitar y denominar la que podra ser
una ciencia de la accin motriz o acti-
vidad fsica viene determinada, en pri-
mer lugar, por el hecho de que cada
ciencia construye la actividad fsica o
accin motriz, segn las exigencias del
criterio que la caracteriza y de la lgi-
ca que la determina, y tambin por ser
un mbito que puede ser analizado
desde diversas ciencias, aparte de su
escaso desarrollo y falta en muchos
casos de fundamentacin terica.
De entre el conjlUlto de denominaciones
dadas a la posible ciencia de la accin
motriz o actividad fsica, hay dos que
desde nuestro plUlto de vista merecen
ser consideradas de una manera ms
detallada, que son la de Ciencia de la
Accin Motriz y la de Praxiologa o
Praxiologa Motriz.
La Accin Motriz es definida por P.
Parlebas (1981) como "el proceso de
realizacin de las conductas motrices
de lUlO o varios individuos actuando en
lUla situacin motriz determinada". As,
un atleta que salta altura, dos luchado-
res que se enfrentan, unos nios que
juegan al bril o a ftbol, lUl equipo que
compite en baloncesto, etc. realizan lUla
accin motriz.
La accin motriz se manifiesta por los
comportamientos motores observables,
unidos a un contexto objetivo; com-
portamientos que se desarrollan sobre
un conjunto amplio de datos subjeti-
vos: emociones, relaciones, anticipa-
ciones, decisiones, etc.
El Grupo Praxiolgico (1992) de Llei-
da centra su anlisis de la accin motriz
no en el agente humano que se mueve,
sino en el agente humano que decide,
que toma decisiones, pudiendo as per-
manecer inmvil, atento, desplazarse,
mover algooa parte de su cuerpo, yacer
en estado de relajacin, etc. Fijado el
apunIs : Educocin fisiea y Deportes 1993 132) 59
criterio anterior, para el grupo referido
la accin del agente es por s misma lo
suficientemente significativa para no
necesitar el acompaamiento del tr-
mino motriz. Para ello toma como refe-
rencia el concepto unitario que la accin
ostenta para X. Zubiri (1986). Desde
esa perspectiva dicen que el bombeo
cardaco, la ventilacin pulmonar o la
sinapsis neuronal no son ms que actos
fisiolgicos de la maquinaria humana
que permiten su accin unitaria.
El trmino praxiologa parece ser que se
debe a Alfred Espinas, que lo emplea
por primera vez en un artculo titulado
"Les origines de la technologie" publi-
cado en la Revue Philosophique, en el
ao 1890, y en el mismo, segn R. Daval
(1963), dicho autor examina las condi-
ciones y reglas de la eficacia de la accin.
Estudios posteriores de Baudoin (1941),
T. Parsons y E. Shill (1951), T. Kotar-
binski (1954) y R. Boudon (1979) desa-
rrollan desde diferentes perspectivas
esta teora de la accin o praxiologa.
P. Parlebas (1981) define la praxiolo-
ga motriz como "la ciencia de la accin
motriz, especialmente de las condicio-
nes, los modos de funcionamiento y de
los resultados de la puesta en situacin
de dichas acciones".
Para situarnos con precisin en el mbi-
to de la praxiologa o praxiologa motriz
nos parece necesario recurrir a R. Daval
(1982) y analizar la distincin que dicho
autor hace entre ciencia del actor y cien-
cia para el actor.
En el primer caso, ciencia del actor, se
estudia el exterior de los fenmenos de
la accin tal como lo hara una ciencia
de la naturaleza, mientras que en el
segundo, ciencia para el actor, se tien-
de a prever los medios de la accin ms
eficaz en provecho de un individuo
actuando en una situacin precisa. Con
ello esta distincin se convierte en capi-
tal para nuestro anlisis, porque al tras-
pasarlo al mbito de la actividad fsica
o accin motriz nos encontramos con
que es posible:
1. Concebir una ciencia general de la
accin o teora de la accin tal como
apunts : Educocin fsco y Deportes 1993 (32) 5-9
lo hace T. Parsons (1951) en Vers
une thorie gnral de l' action, en
cuyo caso a la misma le correspon-
dera una praxiologa motriz que
investigase la inteligencia y todo el
campo de la motricidad, sin su apli-
: cacin prctica.
2. Se puede tratar de considerar la exis-
tencia de una ciencia o tecnologa
cientfica que est al servicio del
sujeto en situacin, tal como lo hace
A. Espinas, es decir, del individuo
actuando. A esta segunda perspec-
tiva le corresponderan las reglas del
entrenamiento deportivo y el com-
portamiento motor o prxico, unido
a la eficiencia de una intervencin
concreta, vlida para practicantes y
entrenadores.
La ciencia que ocupa a los que trabaja-
mos en el mbito de la actividad fsica o
accin motriz debe necesariamente tra-
tar de aunar las dos perspectivas que aca-
bamos de exponer, de manera que estu-
die los fenmenos externos de la misma
forma en que lo hara un fsico, y al indi-
viduo actuando sujeto a las exigencias
de una tarea concreta, sin necesidad de
plantear el conflicto, que an hoy se da en
algunos mbitos de nuestra profesin, de
oponer en el deporte y la educacin fsi-
ca, la teora a la prctica.
Nos interesa en consecuencia el indi-
viduo que se mueve sujeto a unos con-
DOSSIER
dicionantes del contexto y con una
accin motriz significativa.
Segn lo que acabamos de decir y hasta
tanto no aparezcan nuevos estudios que
nos proporcionen ms concrecin y
delimitacin sobre el tema de la cien-
cia de la accin o praxiologa, acepta-
mos la denominacin de praxiologa
motriz como la ms explcita y delimi-
tadora de la posible ciencia propia de
nuestro mbito de estudio.
El obeto de estudio de la
praxlologa motriz: la conducta
motriz o la accin motriz?
Uno de los problemas bsicos que tiene
planteado nuestro mbito de estudio, si
no el fundamental, es el de definir y
concretar de una manera precisa cul
es el objeto de estudio que nos ocupa y
cul es su especificidad, si es que la
tiene.
Los intentos recientes para tratar de lle-
gar a la delimitacin de dicho objeto de
estudio son ms bien escasos, aunque
no por ello dejan de ser rigurosos y de
gran valor.
Suele existir una coincidencia al con-
siderar como objeto propio de la pra-
xiologa motriz la accin o praxis que
el hombre realiza, si bien se dan diver-
sas interpretaciones al concepto de
accin.
80RK, Vlodimir. URSS. Foto Sport 84
7
Lo anterior hace que se hable de
accin, accin motriz y conducta
motriz, sin que en todos los casos se d
a dichos trminos la misma significa-
cin.
Ya hemos visto cmo delimitaba P. Par-
lebas (1981) la accin motriz, dicien-
do que era el proceso de realizacin de
las conductas motrices de uno o varios
individuos actuando en una situacin
motriz determinada, y que la misma se
manifestaba por los comportamientos
observables, unidos a un contexto obje-
tivo; comportamientos que se desarro-
llan sobre un conjunto amplio de datos
subjetivos (emociones, relaciones, anti-
cipaciones, decisiones, etc.), lo que hace
necesario hablar de accin motriz y no
nicamente de accin.
Tambin expusimos el criterio emple-
ado por el Grupo Praxiolgico de Llei-
da, para el que la accin del agente
que decide era el punto de referencia
para delimitar el objeto de estudio de
la praxiologa, por lo que hablar de
accin motriz es considerado como
redundante, dado que el trmino
accin es de por s suficientemente
significativo.
Nosotros consideramos que el trmino
accin por s solo no define con claridad
nuestro mbito de estudio, sino que se
hace necesario hablar de accin motriz,
dado que es el comportamiento motor
observable, manifestado conjuntamente
con bases subjetivas, unido al contex-
to objetivo, hacia donde se orienta nues-
tro objeto de estudio.
Para nosotros el concepto de conducta
motriz implica la accin y el compor-
tamiento externo, por lo que sus rasgos
caracterizadores son los siguientes:
Intencionalidad.
Capacidad de movimiento.
Interaccin con el medio fsico y
social.
Que se d en un espacio y un tiem-
po.
Esto nos lleva a que sea la conducta
motriz, entendida como "la organiza-
cin significante del comportamiento
8
motor, o el comportamiento motor en
tanto que portador de significacin",
donde se concrete nuestro objeto de
estudio.
Hada una clasifican o taxonoma
de la conducta motriz
Uno de los criterios bsicos para poder
determinar lo que es una ciencia y su
objeto de estudio es el de discernir qu
tipo de acciones o situaciones pertene-
cen a su mbito y cmo clasificarlas.
Tanto para delimitar las acciones o
situaciones propias de una ciencia como
para establecer su clasificacin se hace
necesario determinar los criterios en
que se basa o fundamenta. Por ello
vamos a tratar de exponer lo que dicen
algunos autores al respecto, al tiempo
que hacemos una aproximacin a nues-
tra propuesta de criterios de partida.
As, el Grupo Praxiolgico de Lleida
(1992) parte del criterio de movilidad
e inmovilidad y establece dos grandes
grupos, que son:
a) Acciones cuya movilidad es mani-
fiestamente perceptible por los sen-
tidos y que implican casi siempre
algn tipo de desplazamiento.
b) Acciones que se presentan a nues-
tros sentidos como caracterizadas
por una inmovilidad aparente.
Cada uno de estos dos grupos se sub-
divide a su vez en cuatro subgrupos,
con lo cual se obtienen un total de ocho
grupos diferentes.
P. Parlebas (1981), usando como crite-
rio la presencia o ausencia de incerti-
dumbre en las relaciones que se dan
entre un individuo y el medio en que
acta y entre los participantes, tambin
establece dos grandes grupos:
a) Aquel en el que'el individuo que
acta est solo, que denomina acti-
vidades psicomotrices.
b) Aquel en el que el individuo que
acta est con otro u otros, que deno-
mina actividades sociomotrices.
De la combinacin entre el criterio de
incertidumbre y la presencia o ausen-
cia del otro u otros se establecen ocho
grupos o categoras diferentes.
Por nuestra parte, en este momento esta-
mos trabajando para establecer una cla-
sificacin de las conductas motrices par-
tiendo del criterio que determinan los
que consideramos como rasgos carac-
terizadores de las actividades que son
objeto de nuestro estudio, y que son:
La tcnica o los modelos de ejecu-
cin.
Las normas o reglas.
El espacio y el tiempo.
La comunicacin motriz.
La estrategia motriz.
Con dichos rasgos aparecen como cri-
terios bsicos para la clasificacin:
La accin motriz.
La interaccin con los otros partici-
pantes.
Los condicionantes de reglas.
La decisin o comportamiento estra-
tgico.
Nuestra pretensin es ofrecer una serie
de elementos que pueda conducir a la
discusin y al anlisis y que, siendo per-
tinente, se oriente hacia la lgica inter-
na de la conducta motriz.
Consideraciones finales
Hemos visto que el anlisis de la accin
motriz ha sido hecho tomando la mqui-
na como modelo de referencia para el
estudio del hombre, si bien como un
enorme retraso con respecto a otras
ciencias humanas, como la propia psi-
cologa.
Durante mucho tiempo fue la mquina
de primer gnero la referencia funda-
mental y, en las ltimas dcadas, es la
mquina energtica la que sirve de
modelo bsico, con algunas aproxima-
ciones a la mquina informacional.
Con la mquina se introduce la idea de
sistema, ya que la misma se define
apunts : Educacin Fsico y Deportas 1993 (32) 59
como un sistema de fuerzas medibles.
Sin embargo es necesario conciliar esta
primera definicin de sistema, que se
revela limitada en su uso, con la cons-
truida en lingstica, en que se define
como el estudio de los sistemas de sig-
nos.
Recurriendo a J. Piaget (1947) y sobre
todo a S. Freud (1938), es posible ana-
lizar el paso de la referencia de siste-
mas de fuerzas hacia la referencia de
sistemas signos. Aqu en el orden de las
realidades fsicas las causas no son ya
fuerzas sino significaciones.
Hoy da, segn M. H. Brousse (1992),
la energa y el energitismo no son mode-
los epistemolgicos fecundos en las
ciencias humanas, pese a que en acti-
vidad fsica y deportes sigan siendo
referencias fundamentales.
Incluso en el mbito de las mquinas,
los progresos realizados estn orienta-
dos hacia la realizacin de investiga-
ciones en las que son la conceptualiza-
cin de la fsica en trminos de
combinatorias, es decir, de simbolog-
as no naturales, las que predominan.
El registro de lo simblico no apela ya
a una energtica. Exige un trabajo de
articulacin en el campo de la lings-
tica, donde las leyes son universales,
con la funcin particular de la palabra
referida a la historia de cada uno. Se
teoriza partiendo de la lingstica como
anlisis de combinatorias de signifi-
cantes que constituyen las frmulas de
cada sujeto.
En conducta motriz se va por el mismo
camino, si bien la referencia lingsti-
ca se sita en la comunicacin motriz,
con lo que es la comunicacin prxica
la que nos ocupa.
No negamos que la energa est en el
corazn de las actividades fsicas, ya
que tanto la actividad fsica como el
entrenamiento estn en el centro de los
compromisos motores y que de alguna
manera debemos tener en cuenta en el
organismo. Pero las prcticas motrices,
antes que gasto de energa, son cons-
trucciones de relaciones significantes,
decisiones, estrategias al servicio de las
cuales se sita la energa.
apunts : Educacin fisico y Deportes 1993 (32) 5-9
En actividad fsica y conducta motriz,
la nocin de energa debe ser aborda-
da como significacin, inmersa en un
mundo de signos, si queremos llegar
comprenderla.
La identificacin entre energa y acti-
vidad fsica, tan en boga en la actuali-
dad en el mbito del deporte y de la acti-
vidad fsica, conduce a privilegiar a los
modelos mecnicos (cuerpo mquina
simple, termodinmica, ciberntica),
pero, pese a su gran utilidad, se revela
reduccionista e insuficiente para enten-
der al individuo que acta en el campo
de las prcticas motrices.
Para poder progresar parece necesario
que en alguna medida abandonemos la
lgica cuantitativa para aproximamos
a una cualitativa: substituir la aproxi-
macin en trminos de fuerzas por otra
en trminos de estructura.
Como dice B. During (1992), debemos
hablar de conductas motrices y energa
en vez de energa y conductas motri-
ces, ya que son las conductas motrices
las que nos llevan al anlisis de la ener-
ga.
La conducta motriz es una relacin sig-
nificativa que se forma fundamental-
mente de la relacin con el medio, los
objetos y los otros, que pasa por la
motricidad y tiene un sentido en lo
motor pero no se queda en ello.
El ser humano, como ser inteligente que
es, est comprometido no solamente
con un universo de fuerzas, sino que al
mismo tiempo tambin lo est en un
mundo de sentidos o significaciones,
que son las que en ltima instancia
caracterizan la puesta en juego corpo-
ral de una persona actuando en relacin
con el medio.
Debemos llegar a la conclusin de que
en la enseanza y el entrenamiento de
la actividad fsica o conducta motriz es
necesario hacer una transformacin
radical de la gran mayora de los con-
ceptos de uso, de manera que se acep-
te que no se ensean tareas, gestos, frag-
mentos de habilidades, montajes
comportamentales, sino estructuras,
incluso reglas o principios organiza-
dores de nuestros movimientos.
DOSSIER
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