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Después de Nosotros - P.j.ruiz PDF

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DESPUS DE NOSOTROS

PJ RUIZ

A la estrella que me gua.


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PRLOGO
Entre todos los lectores potenciales de este libro, queremos destacar tres tipos: 1.- Aquellos que buscan una aproximacin cientfica al misterio de las grandes extinciones y al de la aparicin y adaptacin de la vida (especialmente la humana) en este planeta, desde un punto de vista objetivo: bienvenidos. En la primera parte de esta obra encontraris datos, estadsticas, simulaciones y teoras que sern explicadas tan rigurosa como crticamente. En la segunda, hallaris una puerta abierta que requerir un esfuerzo de imaginacin, pero que permite mirar al horizonte desde una perspectiva singular y a la que, posiblemente, nunca os hayis enfrentado. Si os parece interesante, nos alegraremos. Si por el contrario no estis de acuerdo con lo que se propone, estupendo, pero preguntaos por qu. Solo as alguien podr desvelar consensuadamente de una vez el enigma de nuestra aparicin en el gran juego. 2.- Los que buscan el mismo objetivo pero acercndose ms a aspectos para-cientficos y que gustan de hacer volar la imaginacin, an a costa de transgredir las frreas normas con que estn envueltas las disciplinas de la ciencia: bienvenidos. En la primera parte hallaris datos reales que os ayudarn a establecer vuestras nuevas ideas de un modo slido. En la segunda es probable que en la excitacin de vuestro vuelo lleguis an ms all de donde nosotros nos hemos aventurado, pero no olvidis mantener siempre un punto de vista documentado sobre una base slida. Sed crticos. 3.- Los lectores casuales que no saben muy bien de qu va esto pero que estn dispuestos a enterarse para formar opinin u olvidarlo: bienvenidos, y tened en cuenta que hay pocas preguntas ms trascendentes que quines somos y de dnde venimos. Gracias a todos por invertir una parte de tiempo en estas letras reunidas. Lo que en esta obra pretendemos es dar un punto de vista que pueda explicar el desarrollo de la Tierra, de la vida en nuestro planeta y el del ser humano en particular. No nos ha sido fcil recapitular toda la informacin que vais a hacer vuestra, ni establecer una cronologa moderna y actualizada que englobe, no solo lo que cientficamente est reconocido y contrastado, sino tambin lo que la ciencia se niega en ocasiones a reconocer y contrastar. Podra parecer contradictorio unir en un mismo texto ciencia y para-ciencia, pero sin embargo, hemos hallado en este hecho hertico un inusitado placer, dado que nos ha permitido tener un punto de vista amplio, donde la documentacin y rigurosidad emprica se complementan con los legados ms antiguos para despejar grandes dudas respecto a cuestiones para las que no va a ser posible hallar respuesta

siguiendo los cauces habituales. Aunque parezca un contrasentido, estamos seguros de que nunca sabremos cmo ocurrieron los misteriosos primeros estadios de la vida si solo nos ceimos a lo que se puede estudiar en un laboratorio. Para certificar nuestro pasado precisamos la misma capacidad de visin que tuvo Schlieman cuando apost por la existencia de Troya, mientras el mundo acadmico se rea a pierna suelta de aquel loco que dilapidaba su fortuna en un lugar perdido de Turqua. Hoy da, ese enclave, que una vez control el paso de los Dardanelos, es uno de los puntos donde, adems de una ciudad hasta entonces considerada mtica, se desenterr algo que pesa como una losa sobre nuestra posibilidad de mirar al pasado con eficacia: el exceso de rigor y la extraa sensacin de que no est permitido cambiar los postulados que ya estn establecidos. Cualquier intento, cualquier demostracin, teora o escrito destinado a ello cae, inevitablemente, en el descrdito absoluto. Eso es un error de gran calibre que est provocando un continuo distanciamiento entre lo que se ve y lo que oficialmente se reconoce. Los ltimos descubrimientos en multitud de campos comienzan a despejar un pasado singular, sinuoso, casi prohibido, donde la realidad se funde con el misticismo al que tan poco dado es el nmero. Los postulados institucionalizados y protegidos durante dcadas estn a punto de caer de manera tan estrepitosa como en su momento lo hizo el geocentrismo, despejando el campo para la llegada de ideas revolucionarias que, pese a los intentos de desacreditacin continuos desde el mbito conservador, explican con ms solidez, lgica y efectividad que cualquiera de los dogmas cimentados lo que en verdad aqu ha pasado. Hace unos aos, a cualquiera que se le hubiese sugerido la existencia de universos paralelos le hubiese sonado a cuentos de brujas. Sin embargo, hoy comienza todo a fundamentarse en la fsica cuntica, que implica estos espacios casi incomprensibles. No es para-ciencia: es, sencillamente, nueva ciencia, global y evolucionada, desarrollada por cientficos jvenes y pujantes, capaces de desprenderse del dogmatismo impuesto desde la vieja guardia en busca de lo que, aunque no est visible, se siente y nos envuelve. Una ciencia que se desarrolla con nmeros y con ideas. Qu pasara si, de repente, el curso de nuestra historia reconocida no fuese ms que la punta de un inmenso iceberg que se gest en tiempos donde se supone que el homo spiens an no haba iniciado su camino por la Tierra? Es posible que la hasta ahora infranqueable barrera de los 7.000 aos hacia el pasado, defendida a capa y espada como el lmite tras el cual no haba civilizacin, no sea ms que una densa capa de humo que oculta un origen singularmente turbio? Hay indicios reales de sociedades avanzadas ms all de ese momento? Responderemos a estas preguntas ms adelante, pero para ello vamos a sentar las bases de un modo slido y documentado, empezando por el principio fundamental de explicar, no solo cmo llegamos al estado actual, sino el modo en que surge nuestro planeta, la aparicin de la vida, cmo evoluciona, sus cambios, y

el terrible devenir de los acontecimientos catastrficos que modelaron lo que hoy llamamos Tierra, as como la poderosa maquinaria que conforma su esquema natural. Ser un camino lleno de sorpresas. Para ello vamos a basarnos profundamente en la ciencia, contrastando los nuevos descubrimientos y enfocndolos hacia un marco global que permita poner ante nuestros ojos el flujo de las eras. Tambin vamos a hacer, especialmente en el apartado dedicado a nuestra evolucin como especie avanzada, una intensa y profunda lectura de textos antiqusimos que forman parte del legado del hombre desde los albores de su tiempo, fijando un estudio que nos permita establecer conclusiones razonadas e inesperadas sobre nosotros mismos. Sabemos que hay cosas que son demostrables, las cuales fundamentan el principio cientfico elemental. Se pueden llevar al laboratorio, diseccionar, aislar, tamizar, triturar... Sin embargo, hay otras que se pretenden indemostrables, por lo que se las aparta de la disciplina acadmica. Pero pese a todo existen, siendo ese hecho la demostracin palpable de que hay algo que enturbia el fro mtodo. Nos referimos a los misteriosos objetos fuera de su tiempo, que tambin analizaremos, a fin de determinar qu son exactamente y qu quieren decirnos. Porque nadie puede negar que estn ah! Ni siquiera el rigor con que ha sido confeccionado el calendario de la historia se mantiene impasible ante estos pequeos cataclismos culturales, para los que la nica explicacin que se nos da resulta siempre excesivamente gaseosa. Nosotros vamos a afrontarlos como lo que son: testigos de algo que hay que discernir. Para ello hemos apartado convenientemente el polvo de la paja, dejndoles abierta la posibilidad de conocer hallazgos tan espectaculares como autentificados, y que llevan las cosas a un punto que para muchos supone un callejn sin salida, pero que a nosotros se nos antoja el comienzo de algo fantstico, algo que est tras una gruesa cortina que hay que descorrer. Decir que lo que no vemos no existe es una muestra de nuestra indiscutible pequeez. Con ese razonamiento no sera entendible que cada vez se hagan mayores y ms profundos descubrimientos en todos los campos, por lo que la formulacin correcta debera ser que lo que no vemos, sin embargo, podra existir, y de ese modo no estaramos totalmente fuera de juego cuando aparece lo que no encaja en el esquema establecido. Por desgracia, lo que tocamos de fondo en este libro entronca directsimamente con cuestiones de fe, tanto religiosas como cientficas, y sabemos que, precisamente en ese terreno, es donde estn los campos de batalla entre ciencia, razn, religin y lgica. Es esa gruesa cortina la que separa lo que est permitido y lo que no, lo que se puede descubrir, desvelar, estudiar, de lo que es tab, de cosas de las que, segn muchos, no se debera ni tan siquiera hablar. Lo nico que decimos a ese sector inmovilista es que, puestos a polemizar, seamos herejes, tanto cientficos como religiosos! No en vano estamos en una poca con un terrible gusto por vivir al lmite.

Se podra pensar que el resultado final carecer de academicismo y validez, sin embargo pudiera ser que la propia academia, envuelta en el antropocentrismo ms inconveniente, se hubiese visto inmersa en un periodo de crisis debido a las tensiones existentes entre lo que est establecido y lo que realmente se ve, y que en muchos casos amenaza seriamente con derribar buena parte de las bases sobre las que se sustentan algunas disciplinas. A mediados del siglo XIX se pensaba que los fsiles eran pruebas de fe enterradas por Dios para medir nuestra fidelidad, o que el recin inventado tren era un logro intil, dado que no podra alcanzar nunca los 40 Km/h, ya que en sus vagones se producira un vaco que matara a los ocupantes. Lo curioso es que este hecho adems fue demostrado cientficamente. Son dos meros ejemplos que prueban que hemos de estar preparados para dar un repentino giro a las ideas. No hemos pretendido en ningn momento alucinar, fenmeno al que es dada la literatura pseudo-cientfica, ni consideramos como tal este libro. No obstante, sabemos que algunas de las teoras aqu expuestas sern controvertidas para algunos puntos de vista, y no nos importa. Lo nico que pedimos es que esa controversia venga acompaada por argumentos y demostraciones si es posible, porque nosotros s estamos dispuestos a cambiar de criterio si se nos convence de que estamos equivocados. En cualquier caso, si el resultado final de este libro es que alguien conozca y se forme una opinin sobre los temas trascendentes que en l se abordan, daremos por cumplido su objetivo. Vamos a dividir los contenidos en dos partes claramente diferenciadas: Un primer bloque en el que analizaremos con gran detalle las diferentes fases de desarrollo de la vida desde sus orgenes, haciendo especial hincapi en las consecuencias de los fenmenos de extincin detectados hasta la fecha y sus posibles causas. Un segundo bloque en el que analizaremos la aparicin del ser humano en la Tierra atendiendo a criterios que nos alejarn mucho ms all de lo histrico y paleoantropolgicamente establecido, teniendo en cuenta los ltimos descubrimientos y pruebas. No podemos pasar por alto las implicaciones religiosas que ello conlleva, a pesar de que pueda suponer un gran muro para muchos de ustedes. Les sugerimos que descarguen sus mentes, lean, y saquen sus conclusiones, a la vez que aclaramos que siempre hemos intentado manifestar nuestras ideas con sumo respeto y sin nimo alguno de ofender a nadie.

INTRODUCCIN: Sabed que hace millones de aos se produjo un acontecimiento extraordinario. Su accin dio lugar a la serie de sucesos ms sensacionales que se han dado para el desarrollo de la vida en la Tierra, creando las bases sobre las que se asentara la mayor explosin biolgica de que tenemos constancia a lo largo de los tiempos. Muy poco sabemos de lo que haba antes de ese momento, porque todo rastro ha quedado borrado, pero s que es a partir de ese instante cuando el medio ambiente inicia su lenta transformacin, hasta llegar al estado en que lo vivimos en la actualidad. Ese acontecimiento es la repentina aparicin de la vida en los ocanos, que hasta llegar a nuestros das con la forma y diversidad que bien conocemos, ha tenido que discurrir por un entramado de peligros que son poco conocidos, pero que nos conmueven y maravillan porque forman parte del pasado de todos. A veces, a medida que avanzamos en el conocimiento cientfico, vamos encontrando los restos dispersos de cataclismos con una magnitud que no podemos ms que imaginar matemticamente, pues sobrepasan en mucho la capacidad de entendimiento que nos ha sido dada. Estos vestigios espectaculares conforman el tejido geohistrico de un mundo, la Tierra, que ha sido capaz de arropar y dar cobijo a las especies cuando los momentos de caos eran notorios, prolongando largamente la vida hasta la actualidad pese a extensos periodos de oscuridad y fro. Sirviendo como ejemplo, hay constancia de una enorme sima marina que podran ser los restos de un crter de impacto en las actuales aguas del ndico, y que en su origen pudo llegar a tener ms de 3.000 Km de dimetro, perfectamente visible en la imagen computerizada de la Tierra hecha por Michael Hanzenhofer para la E.S.A. a raz de los datos obtenidos por los satlites E.R.S.-1 y 2 (fig.1). En esta imagen se puede observar el verdadero aspecto de nuestro planeta, mutilado en buena parte por debajo del ecuador, y nada parecido a la hermosa bola azul tachonada de nubes que tanto nos han enseado. Este enorme agujero, que en la imagen aparece en azul al tratarse del punto de nivel ms profundo del globo, solo pudo ser provocado por un cuerpo celeste de grandes proporciones, dada la importancia de los daos causados a la propia geometra de nuestro mundo, que como puede verse qued totalmente deformado. Su efecto en el tiempo es an mayor, ya que forzosamente marca una evidencia, junto a otros conocidos aniquiladores como el crter Chicxulub, presunto asesino de los dinosaurios, de que en el remoto pasado los acontecimientos catastrficos han sido recurrentes y decisivos para todo proceso biolgico que podamos imaginar, siendo capaces de poner casi a cero el reloj de la vida. Y sin embargo, pese a la energa liberada, algo pudo sobrevivir a su accin. Es as como nos damos cuenta de que cuando observamos la imagen estamos viendo

el escenario de una sinfona de devastacin, que debi marcar el desarrollo de la diversidad tal como la conocemos. Aunque pudiera haber habido otros impactos anteriores, incluso mayores, todos habran sido borrados de la faz de la Tierra por los caracteres erosivos del planeta, de modo tal que para descubrir el que mostramos en la imagen se ha tenido que recurrir a la cartografa por radar ms eficaz que el hombre ha creado, capaz de sondear los fondos marinos y mostrarnos esta foto decisiva. Por qu ha aparecido? Porque es el ms reciente de todos los macroimpactos, ya que solo tiene la friolera de 250M de aos. Importante es aclarar que cuando la miramos no estamos viendo un crter, sino la inmensa depresin que provoc en la cuenca ocenica. Un foso de tamao tan descomunal tuvo que perforar la corteza y liberar cantidades enormes de material fundido del manto, provocando una zona de desastre tan catica que posiblemente nunca encontraremos rastro de algo parecido a anillos, megabrechas o cuarzo compactado, claros indicadores que aparecen en otros escenarios de colisin, dado que todo el grueso de la masa fue literalmente remodelado. A eso hemos de sumar la anteriormente mencionada erosin y los cambios tectnicos, que han contribuido a borrar las pistas del desastre, con lo cual lo que vemos es lo que hay. Esto no es poco, sino ms bien muchsimo. Vamos a mostrar de manera clara la sucesin de hechos magnficos que han acompaado al desarrollo de la vida que conocemos, que culminan con momentos de gran apoteosis y acaban con extinciones tan sbitas y masivas como la muy conocida del cretcico-terciario, en la que perecieron todos los seres de ms de 25 Kg de peso, entre los que estaban los dinosaurios. Tambin vamos a descubrir extinciones insospechadas que se nos aproximan terriblemente en el tiempo, y que por causas singularmente extraas han pasado desapercibidas a la ciencia. Para ello vamos a efectuar un estudio cronolgico denso que nos llevar por los momentos y acontecimientos singulares que conformaron estos hechos, atenindonos a un mtodo crtico y riguroso, en el que no vamos a perder de vista la frialdad del clculo cientfico puro ni la visin deductiva necesaria para imaginar algo como lo que vamos a contar, por lo que llegaremos a conclusiones y propuestas que el empirismo tradicional en ocasiones no contempla, pero que mostraremos como el fruto de una lgica que debe presidir un proceso que no vamos a poder llevar posiblemente nunca al laboratorio. Cuando las pruebas han desaparecido no debemos tender a inventarlas, sino a deducirlas. De otro modo, ignorando la lgica deductiva por falta de hechos que corroboren lo que claramente estamos viendo, o forzando los razonamientos hasta derivar por un camino anmalo, lo que hacemos es obstaculizar y falsear el escassimo legado que nos ha quedado de los tiempos remotos, y ese es un patrimonio humano de tan enorme trascendencia que no hay que impedir su enriquecimiento solo porque lo que encontramos en los estratos sedimentarios de todo el mundo no encaje con los postulados establecidos. Algo va mal cuando lo que ocultamos y eliminamos de las vas de investigacin es ms importante que lo que se

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reconoce. En lugar de eso, hemos de incorporarlo y cambiar de punto de vista hacia uno ms avanzado y mvil, que explique mejor las cosas. Es curioso ver como la arqueologa tradicional se estanca en la frontera de los 7.000 aos, cuando surgen las primeras civilizaciones. A veces, llegan a puntos donde la respuesta es muy obvia para los enigmas que se plantean, pero cuesta tanto admitirla que se opta por envolverse la manta a la cabeza y arrojarse a defender teoras que empiezan a sonar cansinas y triviales. No es el modo en que podamos llegar a conocernos como raza. Preprate, amigo lector, porque vas a viajar con tu mente sobre acontecimientos extraordinarios que hablan, ni ms ni menos, que de nuestros orgenes.

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PRIMERA PARTE TIERRA Y VIDA

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CAPTULO I.

LOS INICIOS Y LA MECNICA DE IMPACTO.


Todo tiene un principio, unas veces sencillo y otras no tanto. El de la Tierra est entre los muy difciles, ya que desde antiguo se vio sometida a la violencia natural ms extrema. Vamos a empezar nuestro recorrido en un mundo de caractersticas muy diferentes al que conocemos ahora, situado en una zona astronmicamente similar a la actual, pero con cambios sustanciales. En un primer momento estamos 4.600M de aos por detrs del tiempo que nos toca vivir. Desde una posicin perpendicular al plano de la eclptica, la hipottica superficie sobre la que los planetas fueron formados y se trasladan, vemos el Sistema Solar interior, es decir, la zona donde se sitan los actuales Mercurio, Venus, Tierra y Marte, pero algo no concuerda con la imagen actual. En el lugar que deberan ocupar esos 4 planetas hay muchos ms, movindose en rbitas muy cercanas entre s, hasta completar un nmero total de 21. Estos son los protoplanetas iniciales, a partir de los cuales, mediante inmensas colisiones, se van a ir remodelando los ms grandes, aquellos que perdurarn en pocas venideras. Eiichiro Kokubo, de la Universidad de Tokio, ha calculado mediante superordenadores este nmero como el mnimo necesario para llegar al nmero final actual de 4, mediante el reparto de masas fruto de las colisiones entre ellos, sin embargo aclara que pudieron ser en un principio muchos ms. Estos cuerpos debieron estar girando por un periodo de unos 10M de aos hasta que sus rbitas comenzaron a volverse gravitacionalmente inestables, e iniciaron una serie de espectaculares encuentros en el vaco en los que la masa resultante era la suma de ambos oponentes, que se entregaban a una danza del fuego de la que no nos queda ms constancia que los resultados. De este modo, y en base a lo apuntado, el profesor Kokubo ha llegado a la conclusin de que para consolidarse Mercurio hubieron de fusionarse 2 protoplanetas, para Venus 8, la Tierra se habra formado con 10, y el pequeo Marte sera uno de los protoplanetas originales que nunca lleg a colisionar, lo cual explica su tamao anormalmente reducido. Esto le confiere adems extraordinarias caractersticas para el desarrollo temprano de la vida, lo cual, como veremos, fue determinante para nosotros en lo que entonces era un futuro lejansimo. De los cuatro planetas interiores, la Tierra es el mas grande y denso, y por tanto el ms capacitado para retener una atmsfera abundante, capaz de alojar un rico ecosistema con ocanos extensos y profundos, pero Venus no estara muy a la zaga de no ser por sus condiciones climticas excesivamente trridas, fruto de un galopante efecto invernadero. Marte, actualmente desolado, estaba tambin situado en una zona de ptimo desarrollo para la vida.

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El astrnomo planetario Tom Van Flandern postula la existencia de una primera fase del sistema solar, justo despus de los primeros procesos de fisin planetaria, dominada por la presencia de 12 planetas (fig.2). En esta propuesta Mercurio sera una luna de Venus. Despus estara nuestro planeta, an sin la Luna, y justo ms all, en la actual rbita marciana, el planeta K, seguido muy de cerca por el planeta V, orbitado por Marte. Despus estaran Jpiter, Saturno, Urano y Neptuno, este ltimo orbitado por Plutn y Caronte. Las evidencias de dos cinturones de asteroides ms all de este gigante gaseoso permiten conjeturar la antigua presencia de T y X, y tambin hay indicios de haber existido A y B, otros dos gigantes de gas justo en el actual lmite del sistema. Cuando estos cuerpos enormes dejaron de existir, la Tierra ya sufra encuentros csmicos de todas las magnitudes. Pero cmo es la mecnica de impacto que rige estos acontecimientos inslitos? La nica constancia que tenemos de la violencia de un evento de este tipo contra nuestro planeta son las cicatrices que dejan, los asteroides y cometas, tanto a nivel fsico como protohistrico. Tenemos en la superficie ms de 170 crteres, pero hay dos hechos que debemos tener en cuenta: primero que el carcter erosivo de nuestra biosfera se las apaa muy bien para borrarlos, y segundo que la mayora, en buena lgica, o estn bajo los ocanos o son tan enormes que solo son visibles y localizables desde el espacio. Adems, hemos de contar con el hecho de que impactos especialmente grandes actan como borradores eficientes de todo lo anterior, debido a su vasto poder de remodelacin. Baste saber el dato de que tendramos que tener unas 25 veces ms crteres que la Luna, y de sobras conocemos el aspecto que presenta nuestro satlite. Tambin tenemos que deducir de la cuenta el grueso de cuerpos de menos de 3 m que son desintegrados en su evento de entrada atmosfrica. De las otras cicatrices, las protohistricas, que dejaron huella en el orden natural, nos hablan los impresionantes cuadros de extinciones masivas que a lo largo de los tiempos se han producido, algunas de las cuales tienen, como veremos a lo largo de este libro, un claro origen meterico. De todo el material precipitable desde el vaco contra nuestro planeta, los asteroides y los cometas son los ms frecuentes y conocidos, presentando caractersticas muy diferentes, y son de los que nos vamos a ocupar a continuacin. Sin embargo, hemos de tener en cuenta la posibilidad ms rara en lo que a eventos de impacto se refiere, que es a su vez la ms terrible: el encuentro entre planetas, como los que acontecieron en los lejanos tiempos del sistema solar.

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ASTEROIDES Aunque el descubrimiento de dos nuevos cinturones de escombros ms all de Neptuno y Plutn tiende a revolucionar la imagen que tenemos del Sistema Solar, la inmensa mayora de los asteroides (Fig.3) que conocemos residen en el cinturn al que dan nombre, que rodea al Sol en una rbita que los sita entre Marte y Jpiter. Hay varias teoras sobre el origen de este anillo de rocas primitivas, pero la ms extendida es que formaron parte de un planeta que estall, aunque no hay que despreciar aquella que cuenta que realmente son restos que no llegaron a unirse para formarlo, con lo cual ya partimos de un principio bastante contrapuesto y que deja una amplia orquilla a la interpretacin. El hallazgo del impresionante cinturn de Kuper, situado en la zona mas all de Neptuno y que engloba la rbita de Plutn, muestra tambin peculiaridades importantes. En primer lugar, los cuerpos que hasta la fecha se han detectado son inmensos, y en su conjunto superan el dimetro de 9.000 Km (nuestro planeta tiene 12.000) con solo 26 localizados. Presentan claros indicios de estar unidos orbitalmente en dos grupos que delatan orgenes distintos. En el primero estn, entre otros, 1993SC, 1993SB, 1993RO y el mismo Plutn, con rbitas excntricas y resonancia 3:2 con Neptuno. El segundo grupo, entre los cuales estn 1992QB1 y 1993FW, gira ms alejado y menos excntrico. Van Flandern sostiene que los componentes de estos agrupamientos formaban parte de los planetas T y X, y que es muy probable que la densidad de rocas de pequeo tamao presentes en la zona, indetectables desde le Tierra, sea elevada. De todos modos, y sea como sea, la consecuencia de algn tipo de anomala planetaria fueron los cinturones de asteroides, y por ello vamos a centrarnos en estos considerados ladrillos del sistema solar. Los asteroides suelen ser muy densos, de composicin frrica, por lo que su masa est en torno a 8 TM por metro cbico. Los tamaos varan en gran proporcin, yendo desde algunos metros hasta decenas de kilmetros, por lo que en ocasiones nos hallamos ante autnticas moles, capaces de desencadenar un desastre en cualquier momento caso de precipitarse contra nosotros, si bien tienen la ventaja de que son previsibles una vez establecida su rbita, ya que son poco errticos, aunque la gravedad de los planetas y sus propias interacciones los hacen fluctuar en ocasiones. Lo que se deduce de esto es que su estudio y catalogacin es una tarea primordial que atae directamente a nuestra seguridad como civilizacin, motivo por el que se estn invirtiendo grandes recursos en ello. Hay tres grandes grupos para clasificar estos cuerpos: A.- Los del tipo Amor que viajan en una rbita que no se cruza con la terrestre, con lo que no suponen un peligro inmediato. B.- Los del tipo Apolo, que s cruzan la rbita de la Tierra, llegando a un afelio, o distancia mxima al Sol, mayor que la de sta.

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C.- Los del tipo Atenea, que lo hacen llegando a un perihelio, o distancia mnima al Sol, menor que el nuestro. Los de tipo B y C son muy peligrosos y capaces de producir un encuentro de resultado incierto. No cabe duda de que han sometido a nuestro planeta a periodos de intensos bombardeos a lo largo de las eras y, lo que es peor, que lo seguirn haciendo. Sus velocidades de acercamiento cuando se nos precipitan estn en torno a los 11 Km/seg, por lo que resulta fcil imaginar que la gravedad de los daos, en funcin del tamao del cuerpo agresor, puede llegar a ser muy elevada, suficiente para desatar trastornos climticos generalizados capaces de cambiar el equilibrio natural del planeta. Por tanto hay que prestar mucha atencin a sus evoluciones. COMETAS Los cometas, cuya existencia como cuerpos slidos fue establecida en 1577 por Tycho Brahe, proceden de una extraa zona deducida ms all de Plutn, conocida como nube de Oort, nombre debido a su descubridor, Jan Oort, que postul su existencia en 1950 mediante la observacin detenida de 19 cometas. Sera una inmensa zona esfrica que se alejara hasta los 3 aos/luz, es decir, el lmite de atraccin solar, conservando sus cuerpos integrantes, restos de la formacin del sistema, una temperatura media de -270C, o lo que es lo mismo, rozando el 0 absoluto. En este lugar, acorazados inmensos de roca y gases congelados se mueven en lejana comunin con la gravitacin solar a la espera de iniciar sus rutas de acercamiento al corazn del sistema. Se podra decir de ellos que son cuerpos tan bellos como tenebrosos, debido al carcter furtivo con que se presentan, de un modo que los hace en la mayora de los casos de todo punto impredecibles, por lo que el riesgo de colisin est constantemente presente pese a nuestro absoluto desconocimiento. Hay dos tipos de cometas que se clasifican atendiendo a sus periodos de acercamiento: los de largo recorrido y los de corto recorrido. Las rutas de penetracin en el sistema de los cometas de largo recorrido no estn sujetas a un patrn definido, y pueden llegar desde cualquier direccin, lo cual aumenta la complejidad de su localizacin temprana. Esto, segn algunos investigadores, entra en conflicto con el modo en que se supone que se form el Sistema Solar, ya que parecen estar al margen del plano de la eclptica sobre el que los materiales se fueron consolidando. Es justamente lo contrario de lo que sucede con los de corto recorrido, que s parecen sujetos a las normas elementales de traslacin. Segn Tom Van Flandern esto se debe a que los de largo recorrido son los restos de antiguos planetas que estallaron, enviando sus escombros radialmente hasta el lmite del sistema, donde comenzaron su retorno una y otra vez.

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Las caractersticas propulsivas que presentan estos cuerpos helados, debidas a la potencia del flujo de gases que emiten cuando el Sol comienza a calentar y deshacer los componentes voltiles congelados en su interior, hacen que el clculo de la trayectoria sea muy impreciso y sujeto a variaciones y errores que pueden llegar a ser crticos cuando se trata de predecir una colisin con cierta seguridad. La capacidad de generar luz, su detalle visual ms llamativo, depende directamente de la reserva de estos materiales voltiles que almacenen en su ncleo, acumulando, segn estimaciones no totalmente confirmadas, un trmino medio suficiente para unos 5.000 aos de esplendor. En las proximidades del Sol se produce una sublimacin de los elementos bsicos, carbono, hidrgeno, nitrgeno y oxgeno, dando lugar a una densa nube que envuelve al ncleo, llamada cabellera, que desprende una cantidad considerable de luz, y posteriormente a la cola, formada por partculas desprendidas del ncleo y que siguen la direccin contraria al Sol. Los depsitos de voltiles en reserva pueden suponer combustible para muchas rbitas. Cuando estos se agotan, el cuerpo del cometa se transforma en un enorme cadver poroso de color negro opaco, de apariencia similar a la de la piedra pmez, pero agujereada como un gruyere, densidad mnima y muy difcil de localizar en la negrura del espacio, por lo que el periodo de advertencia de una probable colisin dependera mucho del azar, tendiendo a ser mnimo. Sin nimo de ser agoreros, hemos de decir que uno de estos cuerpos opacos podra aparecer en las cercanas de la Luna sin darnos ninguna advertencia previa, lo cual demuestra el grado de indefensin en que nos encontramos ante las amenazas del cosmos. Los gases desprendidos en la cola de los cometas, sumados a pequeos corpsculos de material de desecho, dejan autnticas autopistas de sedimentos a lo largo del sistema solar, que son las que producen las lluvias de estrellas como las de las perseidas, que no son otra cosa que los restos dejados tras el paso en 1992 del cometa Swift Tuttle, o las lgrimas de San Lorenzo, visibles en determinados das del ao, cuando nuestro planeta cruza orbitalmente su recorrido. Recientemente se ha constatado que en ocasiones los ncleos helados pueden tener sus propios satlites que los orbitan a corta distancia. Si la atraccin gravitatoria resulta excesiva, el cuerpo orbitante acaba en la superficie del cometa, dejando un claro rastro del impacto a baja velocidad. El Hale Bopp (Fig.4) se ha revelado, para sorpresa general, como un gran ncleo de unos 70 Km que es rodeado repetidamente por al menos un satlite de 30 Km, lo cual es un hecho muy singular, pues demuestra que determinados cometas no son ms que pequeos sistemas gravitacionales en miniatura. Una hiptesis desprendida de esto sostiene que en ocasiones el pretendido fraccionamiento de los cometas no es tal, sino la separacin del cuerpo principal y sus satlites, al entrar en el rea de actuacin de un campo gravitacional desestabilizador mucho ms intenso. Otra caracterstica que los distingue en gran medida de los asteroides es su elevada velocidad de aproximacin, por encima de los 50 Km por segundo, lo que hace que su colisin, a pesar de presentar muy baja densidad previa al impacto (el

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Halley no llega a 1/3 de la del agua), sea mucho ms peligrosa que la de aquellos, liberando considerablemente ms energa cintica y provocando crisis de alcance incierto, que pueden llegar a ser catastrficamente terrorficas. Estas moles bellas y salvajes, atradas hacia el centro del sistema por el campo gravitatorio, aceleran en su evento de aproximacin, desacelerando tras rodear al Sol, e iniciando su vuelta a la nube de Oort. La rbita terrestre, relativamente cercana al astro rey, se encuentra en un lugar donde la velocidad de estos cuerpos es extremadamente elevada, motivo por el cual sus velocidades de aproximacin difieren tanto de las de los asteroides. Adems, es en el lugar que ocupamos donde todos inician su maniobra de contorno al Sol, por lo cual la confluencia en algn momento est garantizada. Dicho de otro modo: tenemos muchas ms posibilidades de recibir impactos de cometas que por ejemplo Saturno, dado que nuestra Tierra se mueve por una zona de convergencia crtica para sus trayectorias. Las rutas de estos enigmticos visitantes son de tipo elptico, parablico o hiperblico, presentando, debido a los peculiares aspectos propulsivos que hemos visto antes, unas caractersticas que hacen complejo su seguimiento. Baste como ejemplo citar que es extremadamente fcil perder a uno de estos cuerpos despus del fenmeno de ocultacin que se da al pasar tras el Sol, debido a que no conservan la linealidad previsible segn las estimaciones previas, al contrario que sucede con los asteroides. En el caso de parbolas y sobre todo de hiprbolas, no estamos seguros, debido a su alta velocidad de escape, de que en el camino de retorno se reintegren a la nube de Oort o continen su camino hacia otros soles, con lo que tambin queda la duda de si algunos de ellos provienen de nuestro sistema o de zonas alejadas de la galaxia. Lo ms probable es que haya un pequeo porcentaje de estos cuerpos de hielo que viajen perdidos por el espacio interestelar hasta precipitarse contra algn sistema planetario o estrella, lo cual pudo ser determinante para la probable expansin de la vida, como veremos ms adelante. Tambin resulta preocupante el hecho, anteriormente mencionado, de que algunos cometas tiendan a fracturarse o separar sus diferentes cuerpos en las inmediaciones del astro rey o de los gigantes gaseosos del sistema debido a la tensin que les generan las corrientes de marea. En un principio podra pensarse que esto es bueno dado que se reduce el tamao del coloso, pero no es as en absoluto. El resultado de este fraccionamiento es una lluvia de impactos, dispersos y terribles, que devastan zonas enormes. Esto ya se observ cuando el SL-9 se dividi en 21 trozos antes de precipitarse sobre Jpiter, en julio de 1994, y dio lugar a un tren cometario que barri durante 6 das la superficie del ms grande planeta de nuestro entorno, levantando llamaradas de 26.000 Km de altura, y abriendo crteres, como el del fragmento G, de 8.000 Km de dimetro. Hasta ese da esto era impensable en la comunidad astronmica.

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IMPACTOS PLANETARIOS Es la variedad ms rara y destructiva dentro de la mecnica de impacto. La potencia liberada en estos encuentros, si los vectores de aproximacin estn mnimamente centrados, supera con mucho las posibilidades de supervivencia de cualquier mecanismo interno de los planetas implicados, a los que, indefectiblemente, alteran en diferente grado, acabando muchas veces con el aniquilamiento de uno de ellos, que la mayor parte de las veces es integrado en la masa del otro. El resultado final es un nuevo mundo en estado de fundicin, donde los metales pesados tienden a formar el ncleo y que tarda tiempos inmemoriales en enfriarse. Podramos pensar que estos choques son cinematogrficos y efectistas, pero esto no es as. En la realidad las cosas ocurren con enorme lentitud, y las esferas reaccionan de un modo que no se les atribuye, mucho ms parecido al comportamiento de los lquidos de lo que imaginamos. Para empezar, y en base al efecto inducido por el lmite de Roche, dos cuerpos planetarios que se acercaran en exceso acabaran necesariamente con la destruccin de, al menos, uno de ellos. Dado que todos los componentes orbitales del Sol fueron creados en condiciones similares, es fcil deducir que sus caractersticas de movimiento tendran que ser parecidas. Todos en la misma direccin de traslacin y de rotacin, y con el mismo plano eclptico. Por tanto, hallar anomalas en esta regla es un delator de momentos dramticos en el pasado. En el sistema solar tenemos mltiples indicios claros de colisiones entre mundos, como son las secuelas que sufren Venus, Urano y la propia Tierra. Qu pasa con Venus? Pues en principio es un planeta bastante similar al nuestro, al que se aproxima en densidad, tamao, masa y gravedad. Ah es nada. En cambio, sus condiciones vitales son terribles, con una atmsfera invernadero cargada de dixido de carbono, que mantiene las temperaturas rozando los 500C. Su ao dura 225 das, cada uno de los cuales es como 59 de los nuestros. Y cul es el factor donde notamos el efecto de un impacto planetario? Pues sencillamente en que su revolucin, muy lenta, fue producida por una colisin que lo golpe justo en el ecuador por su flanco diurno, es decir, el interior. Fruto de ello no solo cambi su velocidad de rotacin, sino que comenz a girar a la inversa, lo cual es una anomala demasiado importante para no ser tenida en cuenta y asociada a un impacto superlativo. La prueba definitiva es que la atmsfera, hasta el da de hoy, sigue girando en la direccin original, dando la vuelta a la superficie slida en 4 das, con lo cual se opone a la anmala rotacin inducida en el planeta. Esto constituye un hecho muy extrao, espectacular y sorprendente, y nos muestra la increble capacidad transformadora que puede llegar a tener un evento de este tipo. Muy posiblemente este cataclismo propici tambin que Mercurio, por aquellos tiempos en rbita de Venus, escapara e iniciara su excesivamente cercana traslacin alrededor del Sol.

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En cuanto a Urano, es un gigante azul que presenta otras caractersticas. Tiene 51.000 Km de dimetro, por lo que, atendiendo a los poco ms de 12.000 Km de nuestra Tierra, podemos decir que se trata de un autntico gigante. Su gravedad es algo menor que la de la Tierra, tiene 4 veces menos densidad y una masa 15 veces mayor. Su da dura 10,75 de los nuestros, y su ao como 84 aos y 7 das terrestres. Es gaseoso, y est compuesto de hidrgeno masivo (que alcanza el punto metlico en el ncleo), helio, metano y amonaco. Su particularidad reside en el inmenso desvo que presenta su eje, nada ms y nada menos que de 98 sobre el plano de la eclptica. Adems, al igual que Venus, gira al revs, lo cual nos suena ineludiblemente a gran impacto. Este debi producirse por la parte interior de la rbita y muy por encima del ecuador. La masa del intruso deba ser enorme, no solo porque desplaz un planeta verdaderamente grande, sino porque lo arrastr por un periodo corto de tiempo. Ello se deduce de que si el contacto hubiese sido seco habra dado lugar a una precesin muy inestable, por lo que para causar un desplazamiento de eje hasta 98 grados exactos debi tambin actuar como estabilizante, y por tanto frenar la escora del gigante gaseoso. Esto solo pudo ocurrir si el intruso literalmente mont y cabalg sobre Urano, para acabar transmitindole la inercia de giro inverso, justo antes de fusionarse. Aunque sea compleja, esa geometra de impacto concuerda con el efecto que observamos telescpicamente, tratndose de un encuentro extraordinario. ltimamente y gracias a los estudios de la astrnoma estadounidense Robin Canup, hemos tenido constancia de la posibilidad ms que plausible de que Caronte, la gran Luna de Plutn, sea la consecuencia de la colisin de un planeta exterior contra este, el cual dio lugar a una remodelacin de ambos y al atrapamiento orbital que hoy conocemos. Estos indicios claros en el pasado de nuestro sistema nos hablan de que los macro impactos se producen, desatando consecuencias catastrficas para los participantes. Su energa, capaz de alterar componentes vitales del movimiento de planetas de cualquier tamao, los hace acreedores de alcanzar el mximo grado de colisin entre cuerpos celestes no estelares de los que tenemos constancia a nivel de nuestro sistema, por lo que han de ser tenidos muy en cuenta, aunque las posibilidades reales de que se produzca algo as en un sistema estelar maduro, como es el nuestro, son remotas. SECUENCIA DE UN IMPACTO Pasemos a analizar lo que ocurre cuando se produce uno de estos encuentros entre cuerpos celestes. Para ello vamos a tomar como modelo una colisin entre la Tierra y un asteroide similar al que se estrell hace 65M de aos en Chicxulub, pennsula de Yucatn, y que dio lugar al fin de la era de los dinosaurios. Con objeto de no fijarnos en datos innecesarios, vamos a obviar los periodos de localizacin y advertencia, centrndonos exclusivamente en los

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fenmenos fsicos provocados. Lo primero que se observa al llegar un cuerpo as a la Tierra es el evento de entrada atmosfrica, que se produce cuando la masa principal del intruso choca con las altas capas. El resultado es una liberacin de energa, en forma de luz blanca intensa, que se propaga por el entorno. El brillo supera en mucho a la intensidad del Sol, consiguiendo que el color de las cosas deje de ser perceptible. A partir de ah el cuerpo inicia un descenso rapidsimo durante el cual abre un tnel gneo, en el que se incendian el oxgeno y el nitrgeno atmosfricos, creando inmensas nubes de mortal cido ntrico. La actividad intensa de rayos gamma, generados a muy gran altura como consecuencia del choque, genera un pulso electromagntico que se transmite en todas direcciones, provocando por induccin una corriente de muy alto voltaje sobre antenas, tuberas, vas frreas, etc., que da lugar a que los sistemas electrnicos de todo el mundo queden fuera de servicio al instante. Cualquiera que est en contacto con estructuras que reciban esta descarga puede ser electrocutado. Adems la capa de ozono es repentinamente evaporada, permitiendo la entrada indiscriminada de radiacin ultravioleta, extraordinariamente nociva para la vida. Unos segundos ms tarde el objeto en ruta de colisin alcanza la superficie de nuestro planeta, y la liberacin de energa es directamente proporcional en progresin aritmtica a su masa y la velocidad (E = 1/2MxV2). Los daos varan tambin dependiendo de si la zona cero se halla en el ocano, al producirse fenmenos derivados de gran poder destructivo, como las poderosas y temidas tsunamis gigantes, capaces de alcanzar a su llegada a la costa un par de kilmetros de altura, y que viajan a la velocidad del sonido. Estas destructivas olas gigantes avanzan muy rpidas bajo la superficie del ocano, pero a medida que se acercan a la plataforma continental su friccin con el fondo que se va elevando las hace perder velocidad. Sin embargo, todo el cuerpo del ocano que viene detrs no decelera tan sbitamente, y su empuje produce un crecimiento desmesurado de la pared frontal, que se eleva como un muro imparable que penetra en tierra firme arrasndolo todo. Las sedimentaciones dejadas por estas colosales olas han dejado estratos en todo el mundo a lo largo de tiempos inmemoriales, evidenciando su carcter remodelador en el pasado. Justo antes de alcanzar la superficie, la compresin generada a la fina capa de gases existente entre el agresor y la Tierra puede superar los 6M de atmsferas, que ya comienzan a deformar todo lo situado dentro de una supuesta esfera de los acontecimientos de varios kilmetros de dimetro. Cuando una milmillonsima de segundo despus toque el suelo, se producir una liberacin de energa exorbitante debida a la cintica generada al frenar en pocos segundos hasta cero un cuerpo que se desplaza a semejante velocidad contra otro que permanece esttico. Al tocar la zona de impacto, el agresor genera una estructura gnea semejante a una cpula de fuego. Al expandirse, el aire circundante absorbe energa en forma de rayos X y la irradia transformada en una luz cegadora acompaada de un intenssimo calor, que hace subir la temperatura hasta el milln de grados, lo que lo hace capaz de iniciar fenmenos de combustin en las zonas de visin directa a

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grandes distancias, dependiendo de la curvatura de la desastre. Por encima de esta cpula, una columna negra cido ntrico, azufre y otros compuestos terribles se kilmetros, iniciando una expansin que puede llevarla planeta.

Tierra y el tamao del de materiales eyectados, eleva hasta cientos de en semanas a cubrir el

La formacin del crter est sujeta a momentos y caractersticas bien definidas. En el primer instante, la penetracin en profundidad y anchura es mxima, dando lugar a un gran pozo ardiente que fracciones de segundo despus, atendiendo a caractersticas de elasticidad insospechadas en nuestra dura corteza terrestre, se contrae en gran medida con un curioso efecto de rebote. Este es un fenmeno singular, por el cual la litosfera amortigua una gran parte de la energa liberada, actuando de modo similar a como lo hace un muelle bajo la presin de nuestro dedo, contrayndose para despus recuperar parte de su apariencia. Fruto de este rebote es el gran domo central que se observa en los restos de estas colisiones, que se eleva muy por encima del nivel general del entorno. Si lo miramos desde un punto de vista ms tcnico, un impacto de alta velocidad causa en el momento de primer contacto una repentina compresin de los materiales del proyectil, as como de la superficie objetivo, generando una onda de choque que se propaga rpidamente a travs de ambos. Mientras esta onda pasa, la termodinmica de los materiales cambia sbitamente en un proceso irreversible desde su estado inicial al colapsado, incrementando su grado de entropa con la consecuente liberacin de energa en forma de calor. Este cambio termodinmico es rapidsimo. Cuando la onda de choque toca en tiempo similar a la superficie y a la parte trasera del proyectil, se refleja hacia atrs como una onda de rarefaccin que baja la presin de los materiales previamente comprimidos, reduciendo de este modo su entropa. La velocidad de esta onda de rarefaccin es mayor que la de la onda de choque, por lo que causa alteraciones en el entorno inmediato. Ms all, el objetivo recibe la velocidad de las partculas, las cuales excavan el crter. El componente radial de la velocidad de los materiales es complementado por un componente tangencial que tiende a dirigir el flujo hacia la superficie, empujndolo contra ella y expulsndolo por los laterales, lo que provoca las eyecciones. La excavacin solo es retardada por la fuerza cohesiva que el material tenga y por la resistencia de la gravedad, siendo esta ltima, en el caso de los grandes impactos, la ms significativa. La profundizacin solo se detiene cuando la energa ya no es suficiente para elevar el material por encima de la fuerza de su propio peso. El paso final es el colapso del crter, en el que la cavidad inestable formada acaba derrumbndose por accin gravitacional, dando lugar a la geometra caracterstica de una zona de colisin. Para impactos con cuerpos menores de unos 4 Km, el crter formado es de tipo simple, que consiste en el domo central producto del movimiento de retroelevacin antes explicado, y un anillo exterior que se ampla en base a las dimensiones, masa y velocidad del cuerpo en colisin.

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Si el cuerpo es mayor, puede dar lugar adems a la formacin de dos o ms anillos, y el crter formado se denomina complejo. Si la temperatura es suficiente, estos anillos pueden ser generados por ondulaciones producto de la fundicin y plena licuacin de la corteza, que comienza a desplazarse en crculos desde el epicentro formando olas de piedra fundida del tamao de montaas que se alejan en todas direcciones hasta volver a solidificarse poco despus. El estudio mediante clculos hidrocdicos (estudios efectuados en base a fluidos) ha permitido llevar a cabo investigaciones hasta hace poco imposibles, debido al carcter del fenmeno en s. A travs de estas sofisticadas computaciones se ha podido comprender de modo cercano lo que sucede en esos instantes terribles dentro de uno de los infernales puntos de caos que son, en definitiva, las cuencas de impacto. El grfico adjunto muestra, en 5 instantneas, diferentes fases dentro de la formacin de un crter, y ha sido confeccionado por Gareth Collins en el ao 2002.

a)

En impactos con poca duracin de la fuerza tensional, el colapso desploma ntegramente el crter de transicin. b) Acto seguido surge la elevacin central en el fondo. c) Si la fuerza persiste, el domo central se eleva incluso por encima del nivel original de la superficie. d) Se produce el posterior colapso hacia el fondo. e) Y su apertura hacia los laterales.

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La proyeccin tridimensional siguiente del crter australiano Gosses Bluff (Fig.5) es perfectamente significativa de lo anteriormente expuesto. Esta estructura de 22 Km de dimetro tiene una antigedad estimada de 142,5M de aos, con un margen de error de 0,8. Se distingue claramente la elevacin central, muy erosionada, y el gran anillo que se extiende hasta el pie de las montaas, difcilmente visible tambin por la intensa actividad de los factores que lo han deteriorado. Aun as, se percibe perfectamente la grandiosidad del conjunto. Un modo prctico de observar y entender todo este fenmeno de la formacin de un crter consistira en llenar un recipiente de agua y soltar sobre l una pequea piedrecita, de no ms de un centmetro. Veremos como en un primer momento, cuando la piedra entra en el agua, se crea un agujerito que casi sin darnos tiempo para nada se cierra, pero elevando una cantidad considerable de lquido sobre la vertical del punto de impacto. Ese es el efecto de rebote, y con l veremos desplazarse una serie de ondas circulares en todas direcciones, por lo que podemos observar lo que sucede a escala mucho mayor en la Tierra durante la colisin con slidos verdaderamente grandes. Este comportamiento similar al de los lquidos hace que el estudio de la mecnica de fluidos se haya convertido en una parte importante del esquema cientfico para comprender lo que ocurre en el corazn de estos fenmenos. Por debajo de las estructuras o crteres de impacto, simples o complejos, el manto grantico es resquebrajado por accin de la presin inicial recibida, que lo hunde profundamente en el segundo inicial hasta provocar su fractura. En ocasiones, estas marcas se han localizado hasta a 50 Km de profundidad, dato para el cual sobran los comentarios. En la superficie, el material est triturado, y en los lugares de sedimentacin de slidos eyectados, justo a partir de las zonas limtrofes del crter, se forman las megabrechas. Son estratificaciones confusas, en las que se aprecia un caos sedimentario que no obedece a accin demorada en el tiempo, sino a fenmenos bruscos y repentinos, durante los cuales componentes de texturas, densidades, estados y edades diferentes acaban formando una gruesa capa que hasta hace aos provocaba apreciaciones geolgicas errneas. El estudio de la presin ejercida tambin ha sido objeto de anlisis por Collins, y de sus publicaciones volvemos a poner un grfico detallado (Fig.6) que simula el encuentro entre un cuerpo de 10 Km de dimetro con la Tierra desde diferentes ngulos de ataque, constando a la derecha el valor del esquema de color en funcin del pico de presin ejercida. Durante el evento de impacto todo el intruso y una buena parte de la materia que falta finalmente en la estructura son volatilizados transformndose en calor, o eyectados a la atmsfera en forma de grandes rocas que bombardean zonas alejadas. Tambin se forman miles de kilmetros cbicos de pequeas partculas micromtricas que viajan con las corrientes y oscurecen los cielos durante aos, dando lugar a un enfriamiento global conocido como invierno nuclear.

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En las zonas perifricas y variando la intensidad en base a la energa liberada y la distancia se comienzan a producir fenmenos catastrficos por el orden que sigue: Combustin en cadena de toda la materia orgnica expuesta a la luz irradiada. En casos muy extremos se puede llegar a la fundicin de metales. Los incendios se generalizan y unifican, desatando el fenmeno conocido como tormenta de fuego. En medio de estas reacciones en cadena el aire est muy recalentado y se mueve a gran velocidad, generando torbellinos gneos que aspiran todo a su paso, y de los que es imposible escapar. Terremotos de magnitudes que pueden superar el mximo previsto por las escalas. Si esto es as nada permanece en su sitio, y las estructuras se colapsan. Lluvia de sedimentos que crean capas de hasta varios metros en pocos minutos. La rpida expansin de la bola de fuego genera una onda de choque como cualquier explosin, pero de una potencia muy superior, ya que puede aplastar o barrer edificios dandolos muy seriamente o destruyndolos por completo, dado que ms que "empujar", por su duracin, lo que hace es estrujar. Esta onda es una deformacin en el aire que arrastra vientos a centenares de Km/h. La presin es enorme, viajando a casi la velocidad del sonido, derribando todo lo que queda en pie. La mayora de los incendios son apagados a su paso. Si el impacto es ocenico, todo el cuerpo marino forma tsunamis gigantes que pueden llegar a viajar a dos veces la velocidad del sonido y alcanzar 2 Km de altura a su llegada a la costa, dando lugar a negros muros de agua que inundan los interiores hasta en miles de kilmetros. Confluencia en las antpodas de la zona cero de violentas cadenas de ondas ssmicas, que pueden desestabilizar la corteza y romperla, provocando salidas inmensas de magma. Eliminacin sbita de la capa de ozono y llegada de la radiacin ultravioleta a la superficie. Varios das despus comienza una noche que puede durar hasta 5 aos debido al material en suspensin. Segn unas simulaciones hechas en ordenador, la luz que llegara a la superficie terrestre mientras el Sol est en las doce horas sera la misma que en una noche sin Luna. Este fenmeno continuado da lugar a la detencin inevitable de la fotosntesis y por consiguiente al final de la cadena trfica.

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Descenso brutal de temperaturas a causa de la detencin de la radiacin trmica del Sol, que puede ser global. Lluvias cidas debidas al cido ntrico formado al reaccionar el nitrgeno y el oxgeno bajo estados de ignicin. Envenenamiento del agua dulce en su origen debido a lo anterior y graves problemas de hidratacin para la vida.

Visto lo anterior, querido lector, est bastante claro que las consecuencias a que puede dar lugar el encuentro de nuestro planeta con cuerpos de ms de 10 Km de dimetro son de todo punto inasumibles por el ecosistema, y si el intruso supera los 20 Km, en el 95 por ciento de los casos la extincin en masa est garantizada. El 5 por ciento restante es un pequeo resquicio para la esperanza, basado en el hecho de que el ngulo de ataque y el vector de aproximacin, si estn muy descentrados, pueden dar lugar a una reduccin de los daos, lo cual podra dar a los hipotticos testigos una oportunidad de supervivencia a pesar del muy hostil ambiente. Recordemos ahora aquella frase lapidaria que deca y los vivos envidiarn la suerte de los muertos para tener una perspectiva ms clara de la situacin de un superviviente a fenmenos de exterminio de este calibre. En el caso extremo de que el cuerpo en ruta de colisin con la tierra sea un mastodonte de cientos de kilmetros de dimetro, como los que la golpearon en los inicios, se puede llegar a la esterilizacin global y a la evaporacin de los ocanos, hasta el punto de licuar la superficie bajo una nube ardiente de vapor de roca a 4.000C. Solo los microorganismos cuyo hbitat se encuentre a una profundidad de ms de 3 Km tienen posibilidades de sobrevivir a algo as, con lo cual podemos llegar a la conclusin de que la vida es verdaderamente tenaz cuando se trata de perdurar a toda costa, tal como se ha constatado en los estudios al respecto desarrollados en grandes cuencas sedimentarias de sal, en las cuales se ha hallado vida activa en gotas de agua atrapadas en granos de cientos de millones de aos de antigedad. Otro fenmeno a tener en cuenta una vez sobrepasada la barrera de los 150 Km es el conocido como tsunami de la corteza (Fig.7). Este mecanismo de aniquilacin final consiste en una ola radial de roca fundida que viaja a 7 veces la velocidad del sonido, expandindose y levantando la litosfera como una alfombra gigantesca que es enrollada y arrojada a cientos de kilmetros de altura en estado de fundicin, formando un muro de magma que desintegra todo lo que encuentra a su paso. Por detrs va dejando al descubierto el manto, que sube hasta alcanzar el nivel del suelo formando una enorme caldera de magma. Posteriormente, mientras la tsunami se aleja miles de Km, una cpula inmensa de vapor de roca se eleva sobre este infierno para despus derrumbarse sobre s misma, emitiendo una nube ardiente

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de piedra vaporizada que viaja a la velocidad del sonido en todas direcciones, sobrepasando los lmites del crter formado por la tsunami. El muro de fuego de 100 o mas kilmetros de altura acercndose mientras el calor se torna abrasador es algo que, aunque difcil de imaginar, ha ocupado repetidas veces los horizontes que hoy contemplamos, pero el hecho de que cuando se detenga marcando los lmites del crter una nube ardiente a 4.000 avance imparable tornndolo todo a un ambiente gneo supera el nivel de esperanzas que podamos tener respecto a un simple maana para un hipottico espectador. Se ha calculado que estas nubes han llegado a cubrir el planeta entero en 24 horas, y su duracin ha podido llegar a ocupar un terrible ao completo, en el cual evaporaran totalmente los ocanos, fundido la mayora de los metales y las rocas, y hasta la sal de los mares. Parece imposible que la vida haya podido salir adelante despus de algo as. Resulta evidente que sobrevivir en los escenarios donde se dan las condiciones para la irradiacin de estas destructivas olas de piedra fundida acompaadas de gases ardientes es imposible para cualquier organismo superior, pero sin duda alguna la vida bacteriana ha tenido que enfrentarse repetidas veces con ellas a lo largo de su historia natural. La biloga Este Van Erden ha encontrado comunidades bacterianas complejas en minas de ms de 4 Km de profundidad, que presentaban sntomas evidentes de haber dependido del oxgeno en tiempos remotos, no siendo as en la actualidad, por lo que hoy da son totalmente independientes del mundo exterior. El hecho de que en algn momento de su evolucin se hayan visto obligadas a habitar las entraas de la corteza es algo sorprendente, y que podra tener mucho que ver con la necesidad de aislarse de estos fenmenos de evaporacin global. Actualmente, habida cuenta de donde han situado su hbitat, estos organismos sobreviviran a impactos con cuerpos de hasta 1.000 Km de dimetro, por lo que el fin de la vida es algo verdaderamente difcil de imaginar incluso en condiciones muy extremas. Si la colisin es entre planetas, la velocidad del cruce es muy inferior dadas las similitudes orbitales entre los cuerpos de este tipo que han poblado el sistema. Distinto es si hablamos de un objeto procedente de regiones lejanas de la galaxia, en cuyo caso la especulacin es tan variada como difcil, por lo que nos centraremos en lo ms probable. El resultado de estos raros encuentros sera la suma de las masas de ambos contendientes, y en ocasiones la formacin de nuevos protoplanetas estables en rbita o cinturones de escombros. Al igual que citbamos anteriormente, el vector de aproximacin es aqu crtico para establecer el grado de fundicin al que la Tierra se vera sometida, y al contrario de lo que podra pensarse hay casos en los que la

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continuidad de la vida tambin estara garantizada a pesar del enorme nivel de destruccin que se registrara en toda la biosfera. Una vez que hemos centrado la mecnica de impacto desde los diferentes ngulos que hoy conocemos, dependientes de datos crticos como tamao, velocidad y masa, disponemos de los conocimientos necesarios para entender buena parte de los acontecimientos que nos han acompaado como seres pertenecientes a un tronco original comn, y que vamos a comenzar a observar con rigor crtico y con todo el detalle de que seamos capaces, a fin de llegar a conclusiones que puedan resultarnos vlidas e independientes para responder a preguntas trascendentes.

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CAPTULO II.

LAS DOS HIPERGLACIACIONES


Cuando el geomagnetista Joseph Kirschvink habl por vez primera de su hiptesis conocida posteriormente como bola de nieve, pocos daban crdito a lo que estaban oyendo. Estableca una arriesgada teora segn la cual la Tierra estuvo cubierta al menos en dos ocasiones por un manto de hielo de un kilmetro de grosor, y expona, con todo lujo de detalles, una serie de pruebas que, hasta la fecha de hoy, son difcilmente rebatibles. Sus estudios en torno a la magnetita eran la base sobre la que fundament la explicacin de un complejo y largo proceso, segn el cual las temperaturas fluctuaron entre picos extremos por un periodo de tiempo muy considerable. Este mineral tiene una caracterstica de vital importancia para la ciencia: cuando fluye con la lava desde las entraas del planeta, su comportamiento molecular respecto al norte del campo magntico es errtico. Sin embargo, cuando la piedra fundida se solidifica, lo seala directamente, dejando un registro claro de su situacin real en el momento de producirse tal enfriamiento. Kirschvink tom muestras de rocas magnticas que haban estado sometidas a la accin de los glaciares en pocas pretritas (Fig.8 y 9), y las llev al laboratorio, donde con toda precisin logr identificar su origen y edad. Los datos no dejaban lugar a dudas: en determinados momentos de la protohistoria dos glaciaciones impresas en la piedra haban cubierto el ecuador, sometiendo al planeta a periodos de fro intenso y constante. Despus de muchas pruebas alrededor de todo el mundo, lleg a la conclusin de que la primera de estas dos grandes edades de hielo se haba producido haca 2.200M de aos, y la segunda en torno a una horquilla oscilante entre los 600 y los 800, aunque se comienza a hablar con insistencia de 600M de aos. Estas aseveraciones hacan necesarias nuevas explicaciones en torno al flujo de la vida, que tuvo que verse seriamente amenazada por aquella situacin, y sin embargo, por motivos que analizaremos, sobrevivi. Qu mecnica asombrosa pudo hacer que un planeta grande como la Tierra llegase a ese estado de fro extremo por dos veces? Para empezar, hemos de saber cmo era nuestro mundo hace 3.000M de aos, y lo primero es tener muy en cuenta que su atmsfera, segn determinadas investigaciones, estaba masivamente compuesta por metano, un gas con una capacidad de efecto invernadero 20 veces superior a nuestro conocido dixido de carbono. Este gas propici seguramente una atmsfera rojiza, debido al filtrado masivo que ejerce sobre la luz solar, y a la presencia de enormes capas de nubes vaporosas que oscurecan la superficie. Sin que tengamos una explicacin clara, a pesar de lo mucho que se ha hablado al respecto desde los fundamentos creacionistas ms radicales a la curiosa

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hiptesis cientfica de la sopa primitiva, lo cierto es que repentinamente en los ocanos surge la vida bacteriana, y lo hace de un modo eficiente y brillante, fuertemente adaptada al entorno y capaz de alterarlo con un rumbo tan claro cuando miramos su futuro (nuestro pasado), que nos parece inslito. Lo que s resulta evidente es que, salvo sorpresa, primero deberan haber surgido los aminocidos, aunque no tenemos constancia real de ello. Estos son los elementos bsicos para la construccin de protenas, y las protenas son los mecanismos que forman y operan las clulas de las que est compuesto todo sistema vivo en nuestro planeta. Se han propuesto dos mecanismos principales para la aparicin de los aminocidos repentinamente en los ocanos primitivos. El primero tendra mucho que ver con las condiciones de caos que deberan presidir la atmsfera. Lo expuso Stanley Miller en 1953 en un experimento que se hizo muy famoso. En un recipiente hermtico de cristal introdujo el equivalente a una atmsfera primitiva, basada en amonaco, hidrgeno, vapor de agua y metano. En otro recipiente menor, comunicado con el de los gases a travs de unos tubos, coloc agua libre de grmenes, que al ser calentada se vaporizaba y ascenda hasta el recipiente atmosfrico, bajando una vez enfriada. Despus le administr una descarga continua de 60.000V durante una semana entera, y as reprodujo un posible ciclo atmosfrico llamado sopa primitiva, que sera similar en principio, segn sus defensores, al que se daba en la Tierra primigenia. Como resultado apareci un total de doce aminocidos, con lo que para sorpresa de propios y extraos se habra extrado el principio de la vida desde la materia inerte, lo cual supone un logro sin precedentes en laboratorio. Imposible cuestionar la brillantez de este experimento, pero hasta el da de hoy (recuerden, 1953) no se ha conseguido avanzar un solo paso hacia la sntesis o creacin de la vida ms all de esos aminocidos primitivos. La otra posibilidad argumentada, y que cada vez adquiere mayor nmero de adeptos, es la llamada teora de la panspermia, que fue elaborada por Fred Hoyle y Chandra Wickramasinghe en 1977, y supuso una aportacin brillante a las diversas teoras sobre el inicio de la vida. Estos astrofsicos haban detectado firmas de aminocidos, elemento bsico de la cadena de ADN, en las nubes moleculares que se extienden en los inmensos campos vacos existentes entre las estrellas, y de las cuales estas extraen la masa necesaria para su formacin. Despus de someter los datos a un riguroso estudio, llegaron a la conclusin de que estos aminocidos esenciales bien podran haber llegado a la Tierra inmersos en ncleos de cometas provenientes del espacio profundo, que habran hecho la funcin de medio de transporte. Al caer en los mares primitivos, los cometas se habran deshecho, y los aminocidos iniciaran su actividad, provocando la aparicin de la fauna bacteriana. Por tanto, la base bioqumica de la vida, a lo largo de las zonas del universo por donde este tipo de fenmeno se extendi, sera similar,

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originaria toda de un foco comn, y posiblemente, por tanto, convergente en su fin ltimo. Pero no acabara ah el viaje de estos componentes. Una vez iniciada la vida en un planeta, impactos posteriores pudieron lanzar al vaco a velocidad de escape fragmentos de roca cargados de bacterias perfectamente funcionales. Las consecuencias posibles de esto son evidentes si tenemos en cuenta algunos puntos. Se ha constatado que las bacterias denominadas extremfilas son capaces de sobrevivir en condiciones imposibles y recuperar la actividad tras mucho tiempo, lo cual es un hecho de vital importancia, pues estos trozos de roca cargados de vida en estado latente podran caer en planetas lejanos que reuniesen condiciones idneas, provocando as el inicio de un nuevo ciclo. Las bacterias transportadas, sometidas a un proceso de congelacin al borde del cero absoluto durante posiblemente millones de aos, se reactivaran al entrar en contacto con el medio necesario, dando lugar a un proceso de siembra cuyas objeciones pueden parecer muchas en principio, pero que a la larga, con todo el tiempo eterno a su favor, no son tantas, pues las probabilidades de que todos los acontecimientos relatados coincidan se magnifican de manera ostensible a medida que aumentamos nuestros conocimientos. La increble capacidad de supervivencia de las bacterias pudo ser ampliamente demostrada cuando una cepa del tipo Streptococcus mitus, que fue llevado a la Luna por accidente en la nave Surveyor 3 en 1967, pudo ser revivido sin dificultad cuando llegaron de vuelta a la Tierra casi tres aos despus. Tambin se han hallado varios tipos de estos minsculos focos vitales en ambientes imposibles, como en las capas altas de la atmsfera (a ms de 40 Km), en los fondos abisales, calderas volcnicas activas, aguas cidas (Ro Tinto, Huelva) o en los polos. El hallazgo del meteorito ALH84001 (Fig.10) en tierras antrticas se convirti en los 90 en uno de los principales activos para los defensores de las tesis pansprmicas. En su interior se descubrieron lo que sin duda parecen estructuras fsiles de origen bacteriano. Su procedencia, Marte. Supuestamente habra llegado a la Tierra despus de haber sido arrojado desde nuestro planeta vecino por un impacto meterico, con lo que quedaba parcialmente demostrado que estos fenmenos de siembra espacial eran posibles, sin embargo la polmica en cuanto a todo lo relacionado con este pequeo trozo de roca llega hasta hoy, habiendo dos tendencias cientficas muy contrapuestas, por lo que an no hay consenso sobre su origen o composicin. Ms adelante y de un modo singularmente valiente, entre el tristemente habitual escepticismo inicial de la generalidad del mundo cientfico, Hoyle y Wickramasinghe llegaron a sugerir adems que el fenmeno de la panspermia sera el factor desencadenante de determinados virus y enfermedades que han afectado a la vida a lo largo de las pocas, los cuales tienen poca explicacin en lo que respecta a su origen hasta el presente, sentando un principio original de pansdemia que complementaba su idea inicial. De este modo, no solo la vida se expandira a manera de siembra por el universo, sino tambin su antagnico, la mismsima muerte, en

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forma de microbios nocivos. Imaginen, para ilustrar esto, que un meteorito cae en frica y eleva a velocidad de escape unas rocas con cepas de bola en su interior. Al salir al espacio, el virus se congela a -270C, por lo que llega a su detencin total metablica. Tericamente, tras un viaje de millones de aos, podra caer en un mundo frtil, y reactivarse al calor de una estrella cercana, con lo que el proceso de contagio se habra producido fortuita y eficazmente. Es una idea espeluznante, sin duda, pero lgica y probable. No todo lo que viaja por el cosmos tiene que ser bello y amable. Muy al contrario, esa inmensidad oscura es un lugar terriblemente hostil y cuajado de peligros para la frgil vida carbnica. El argumento ms favorable a la teora de la panspermia, que cada vez gana ms adeptos, es la acumulacin de aminocidos que presentan algunos meteoritos analizados, lo cual lleva a pensar que estas partculas primordiales verdaderamente se desarrollan en las densas nubes de materia interestelar a la par que las estrellas, aportando una explicacin para la temprana aparicin de la vida en nuestro planeta. El nico y gran problema surge en el momento de la colisin en s, en el que se podran dar condiciones que provocaran la asepsia total del cuerpo intruso, matando al germen. Con objeto de explicar el mecanismo de supervivencia de los aminocidos transportados a bordo de los cometas a una crisis de impacto, Benton Clark propuso en 1988 que si las rutas de entrada en la atmsfera son lo suficientemente largas debido a un bajo ngulo de ataque, algunos compuestos pueden sobrevivir, ya que parte del hielo del ncleo, conteniendo las partculas, se disolvera en forma de agua. Igualmente, trozos ms pequeos fraccionados tendran menor energa final, y por tanto menos posibilidades de volatilizacin. Lo mismo ocurre con los cometas de hasta 4 5 m, que se desintegraran en la atmsfera y podran dar lugar a algunas pequeas gotas de lluvia micronizada que escaparan a la deflagracin. La vida se alojara en ellas. Minik Rosing, un brillante bilogo dans, famoso por haber encontrado en Groenlandia la que se estima pueda ser la roca mas antigua conocida sobre la Tierra, en la cual hay ya trazas carbnicas correspondientes a los primeros microorganismos del planeta, estima que la aparicin de los elementos esenciales para la vida pudo darse en torno a hace 4.300M de aos, coincidiendo con los estadios de formacin de los ocanos. En el caso de que se pudiera llegar a demostrar tan extraordinaria hiptesis, la panspermia sera el nico modo de que los aminocidos esenciales hubiesen llegado tan rpida y eficientemente a poblar el planeta en una fase tan temprana, posiblemente trados por los mismos cometas de hielo que llenaron las cuencas ocenicas. Verdaderamente estamos ante una propuesta hermosa, ya que si esto es as, la vida podra impregnar el Universo del mismo modo que la semilla repartida con nuestras manos permite el florecimiento del trigo. Los cometas actuaran como agentes de transporte a escala galctica y mas all, repartiendo los aminocidos bsicos por los mundos sin ningn tipo de preferencia.

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La vida sera un subproducto del cosmos, cuyo reparto dependera directamente del clculo de probabilidades, desarrollndose o no de un modo u otro, en funcin de las caractersticas del planeta destino, y literalmente, aun en el peor de los casos, llenara el Universo de una punta a otra. Como se puede ver, ese primer estadio, cmo no, constituye todo un misterio de difcil solucin, pero lo cierto y verdadero es que el ms antiguo organismo vivo del que tenemos constancia en la Tierra es, como no, una bacteria que apareci en los ocanos y dej unas marcas de carbono en la piedra descubierta en Groenlandia por Rosing, que datan de hace 3.800M de aos (Fig.11). Estos microbios primitivos tenan la informacin gentica inmersa en el citoplasma, pues an no disponan de un ncleo especializado. Sin embargo, la presencia del ADN y el ARN constituye a nuestro entender un inicio ni ms ni menos que brillante en exceso, y muy difcil de asimilar como consecuencia de unas fortuitas condiciones qumicas y elctricas, como se nos viene explicando una y otra vez mediante teoras que no acaban de convencer a nadie. Cuando miramos la complejidad de la cadena desoxirribonucleica nos asombramos de su perfeccin estructural. Constituye el material gentico de los organismos, y en su codificacin estn impresas las instrucciones para replicar un ser vivo con las mismas caractersticas que el portador, clula a clula. Qumicamente es el componente primario de los cromosomas, y el compuesto con el que se forman los genes. A primera vista, la estructura del ADN consiste en una pareja de largas cadenas de nucletidos repartidas en una escalera doble helicoidal unida por medio de enlaces de hidrgeno, que seran los peldaos. Su diseo es tan preciso que estamos muy lejos de entender el mecanismo totalmente, pero a medida que avanzamos en su conocimiento hallamos mayor complejidad y precisin, lo cual aumenta el desconcierto sobre su origen. En lo que respecta a su potencialidad, tiene capacidad para contener toda la informacin necesaria sobre el portador, codificada en la secuencia de pares nucletidos, capacidad para replicarse proporcionando la transmisin de datos necesarios a fin de dar lugar a una imagen del portador, y capacidad de mutar atendiendo a cambios evolutivos que obedecen a reglas que no sabemos dnde estn escritas ni de qu modo aparecen, pero que estn, aunque curiosamente cuando nos hablan de ellas nos explican que nadie las escribi, sino que se imprimieron por s mismas en otro maravilloso acto de generacin espontnea sin precedentes. No creemos en tanta casualidad milagrosa. El funcionamiento del sistema, a grandes rasgos, es el que sigue. La secuencia de disposicin de los nucletidos a lo largo de la cadena de ADN se transcribe en el gen al ARN, que acta como mensajero, y esta secuencia se traduce a una protena que el organismo puede sintetizar en determinado momento de su vida segn las instrucciones marcadas. La relacin entre la secuencia de nucletidos y la de aminocidos de la protena la determina el cdigo gentico, que se utiliza

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durante el proceso de traduccin o sntesis. De este modo es como hemos sido formados, en base al molde escrito en el cdigo, todos los seres vivos que poblamos el planeta. La verdad es que el mecanismo, que hemos explicado sin detenernos ni la milsima parte de lo que su complejidad requiere, es exquisito. Sirva como ejemplo que las alrededor de treinta mil protenas diferentes del cuerpo humano estn hechas de solo veinte aminocidos, y una molcula de ADN debe especificar la secuencia en que se unen todos y cada uno de ellos. Este trabajo, considerable y preciso, lo lleva a cabo solo un 3% del genoma, con lo que an nos queda mucha informacin en el otro 97% restante, de la cual sabemos muy poco o nada. La respuesta final al enigma que esto supone ha sido llamarlo, quizs precipitadamente, ADN basura. Mucho se ha hablado de esta mquina asombrosa que es el cdigo gentico, pero poco se ha avanzado, y adems siempre ha sido un punto de enfrentamiento entre diferentes tendencias humanas, pero la verdad es que no parece cercana una explicacin vlida que convenza a todos. De momento, despus de mltiples avances y de haber invertido fortunas en el desarrollo de tecnologas que nos permitan conocer qu sucede en esas diminutas cadenas de informacin, lo ms consistente que la ciencia ha expuesto sobre su origen se fundamenta en palabras como fortuna, aleatoriedad, casualidad Nada que verdaderamente explique la naturaleza de su origen. Sin embargo, su esquema de funcionamiento es tan inslitamente elevado y eficaz que ninguna de esas palabras parecen hacer honor a lo que verdaderamente encierra, que no es otra cosa que un diseo maestro de enorme nivel. Lejos de suponer un principio bsico y sencillo para la vida, la incorporacin desde los primeros instantes del cdigo supone una etapa difcil de explicar sin una induccin externa. Esa es la realidad, porque, en verdad, nos cuesta trabajo pensar en el cmulo de casualidades que hacen falta para que de una jaula de tornillos surja un flamante motor V8 sin intervencin de un mecnico eficaz. En aquel momento inicial en que la vida se instal en la Tierra, las primeras portadoras bsicas de ADN, las metanobacterias, eran ya, por tanto, todo lo contrario a un principio de absoluta sencillez, dado que, en base a las codificaciones, eran capaces de sintetizar sustancias de su entorno para producir metano, un gas crtico para la sucesin de acontecimientos que posteriormente iban a llevar a la aparicin de una vida compleja. Esto es, como mnimo, misterioso, pero lo cierto es que las metanobacterias arrojaban metano desde el mar a una atmsfera compuesta en su mayor parte del mismo gas, con lo que las concentraciones hubieron de ser asombrosas con el paso del tiempo. Este elemento era autosuficiente, como aduce el meteorlogo Jim Kastings, para mantener la temperatura de la superficie por encima de los 0C, impidiendo que

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fuese suficientemente baja como para provocar eventos de congelacin generalizados que hubiesen podido poner en jaque el mecanismo vital. Por tanto, haba un estado de equilibrio, y todo hubiera seguido as de no ser por la aparicin, har unos 2.800M de aos, de las cianobacterias, que iban a introducir cambios radicales en la dinmica atmosfrica. Estas bacterias procariticas gramnegativas, englobadas dentro de la subclase archaea, fueron las primeras capaces de efectuar la fotosntesis, mediante la cual regulaban su consumo interno y liberaban el oxgeno que iba ocupando su lugar en la atmsfera por vez primera. Para hacer esto, las descendientes actuales de aquellas que colonizaron los mares usan un reductor (H2O) como fuente de electrones, tomando su hidrgeno, por lo que liberan el tomo de oxgeno. Tambin son capaces de tomar nitrgeno de la atmsfera reducindolo a amonio, aprovechable en las cadenas trficas de los ocanos, por lo que se convierten en vitales para el ecosistema. Su milagrosa aparicin, decisiva para la vida, tambin fue casual segn la ciencia, carente de cualquier tipo de posible induccin. En las cianobacterias, el ADN an est libre en el citoplasma al no haber un ncleo separado. Se dividen y multiplican por fisin binaria, careciendo de mitocondrias, nucleolo y retculo endoplasmtico. Su tamao es de una dcima de milmetro, y pueden soportar condiciones extremas de acidez, salinidad o temperatura, lo cual las convierte en organismos muy resistentes y adaptables. Morfolgicamente no se diferenciaban grandemente de las metanobacterias, pero la factora qumica que albergaban en su interior iba a cambiar todo el medio hasta capacitarlo para albergar la vida basada en el carbono. Esto sin duda obedece a un avance enorme y extrao en la especializacin celular, dado que por motivos desconocidos comenzaron a usar el Sol como activador para sus brillantes reacciones fotosintticas en un planeta donde las densas nubes hacan que la radiacin lumnica que llegaba a la superficie fuese mnima, reducida adems en su espectro visible debido a la alta concentracin de metano hasta nicamente el rojo. Sin embargo, a pesar de ello, usaron el sol como fuente de energa, en un acto de avance evolutivo ms que cuestionable. Nosotros pensamos que esto no debi ser as. Se nos antoja sorprendente que un camino tan estrecho como el que el medio aportaba se conviertiese en la autopista definitiva que tom la evolucin, que adems, demostradamente y contra todo pronstico, triunf. Sin embargo, nos resulta ms lgico con ese entorno pensar en clulas que avanzasen en otras direcciones que no fuesen las fotosintticas, simplemente porque uno de los principios evolutivos elementales nos hablan de que ante caminos diferentes la vida escoge el ms simple, con lo cual nos siguen surgiendo dudas importantes sobre cmo aparecen estos mecanismos singulares.

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O es que la atmsfera no era tan roja y oscura como pensamos? Esto sera as si prescindimos del metano en un origen lejano, y nos ceimos a la presencia de otros compuestos gaseosos como primarios. Quizs un modo de alterar esta qumica primordial sera anteponer la presencia de las cianobacterias a las metanobacterias, con lo que estas habran estado vertiendo oxgeno a la atmsfera mucho antes de la aparicin de aquellas. Lo nico que hubiese evitado la congelacin del planeta, en ausencia de metano, sera una gran actividad volcnica continuada, la presencia de enormes bancos de nubes y la afluencia de un elevado nmero de impactos celestes que expulsasen mucho dixido de carbono y contrarrestaran la actividad enfriadora de las primeras tasas elevadas de oxgeno. Esta necesaria violencia desde el interior y el exterior de la Tierra se corresponde con los turbulentos periodos iniciales de estabilizacin a que el planeta se vio sometido tras consolidarse. Sabemos que hubo un intenso periodo de bombardeo csmico hace 4.000M de aos, y sus secuelas tambin se observan en otros planetas y satlites. La aparicin de las metanobacterias, en este marco hipottico, se vuelve secundaria, pero qumicamente eficiente y adems evolutivamente razonable. Del mismo modo, si pensamos en una aparicin relativamente prxima entre si, donde las cianobacterias suceden y conviven con las metanobacterias en un paisaje asolado por los volcanes y los impactos celestes, y damos a la produccin metnica menor nivel del atribuido, tambin nos cuadra el resultado, con lo que no precisaramos cambiar el orden establecido y seguiramos obteniendo sumas coherentes y lgicas, que s justifican la presencia de un mecanismo capaz de aprovechar la radiacin solar que llegaba a travs de la densa capa de nubes. De este modo podramos explicar con mayor brillantez el desarrollo de la fotosntesis, eficaz en un entorno nuboso, pero no en uno donde las nubes y los gases filtran la luz hasta el mnimo, convirtindola en poco lgica e ineficaz. Consecuentemente, damos por sentado que ambos organismos aparecieron en tiempos similares, aportando sus gases de desecho a una atmsfera con abundante Co2. Esto contradice a lo estipulado, pero es muchsimo ms coherente con los resultados. Sin embargo, sigamos explicando el hilo de los acontecimientos tal como actualmente se admite, y veamos qu pasa. Transcurridos 1.600M de aos desde la aparicin de ambas bacterias, la actividad volcnica descendi ostensiblemente debido a un periodo de estabilizacin tectnica y a que el bombardeo meterico se hizo menos intenso. Se haba producido un descenso de cuerpos amenazantes masivos, destruidos a consecuencia de los encuentros con todos los planetas interiores. Las cianobacterias haban liberado gradualmente una cantidad importante de oxgeno que se puede cifrar en torno a un 20% del volumen atmosfrico de la poca, cantidad similar a la que manejamos hoy y que nos sirve de soporte vital. Las consecuencias de ello fueron cataclsmicas, y no se hicieron esperar. El dixido de carbono se vio desbordado para contener el avance del oxgeno, el metano se inhibi y desapareci, y de repente, la temperatura comenz un descenso brusco, bajando una media de 5 en el ecuador y hasta 25 en

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los polos, con lo que la glaciacin pareca servida. Una densa capa de nieve comenz a cubrir ambos casquetes, desbordndolos y llegando al paralelo 20 en unos 3M de aos. Ese periodo de avance lento aceler de repente, y en 50 aos ms los glaciares cubrieron la Tierra hasta el ecuador, tapando los ocanos con un manto blanco de 1 Km de espesor. Su aspecto exterior por aquella poca debi de ser el de una inmensa bola de nieve vagando por el espacio libre de nubes y de cualquier atisbo de actividad, y esto pudo durar decenas de millones de aos. Evidentemente, la situacin supuso un cambio de paradigma climtico que afect al desarrollo de la vida, que entonces estaba en una fase precaria y primitiva. La avanzada maquinaria fotosinttica de las cianobacterias haba alterado de manera dramtica el equilibrio del ecosistema debido a su replicacin y efectividad, provocando una situacin donde su supervivencia no estaba en absoluto garantizada, y comenzaron a perecer bajo inmensas capas de hielo. Sin embargo, unas pocas que suponan un porcentaje mnimo consiguieron salvarse gracias a los focos termales dispersos por el manto blanco, originados por los volcanes que generaban excesivo calor para permitir la congelacin en algunas pequeas zonas de su entorno. En esos lugares aparecieron puntos calientes similares a giseres, y all consiguieron las colonias de bacterias sobrevivir, formando tapices que cubrieron de verde los fondos de estos estanques privilegiados que se convirtieron en verdaderas arcas de la vida. Este fenmeno de adaptacin extrema lo vemos hoy en zonas glidas del mundo, como en Islandia, donde se da con frecuencia demostrando la versatilidad de las bacterias cuando se trata de sobrevivir, campo en el que son verdaderas expertas. Esta poca del hielo se mantuvo sin alteraciones durante un nmero indeterminado de millones de aos, hasta que hizo de nuevo irrupcin en escena la reactivada vorgine del interior de la Tierra, que liber, mediante la aparicin de enormes volcanes, gran cantidad de dixido de carbono en un tiempo relativamente corto. Este gas invernadero fue lanzado a la atmsfera en proporciones que superan en 200 veces la concentracin actual, y redujo de manera crtica la presencia de oxgeno desde el 20 al 1%. El efecto invernadero hizo subir la temperatura en poco tiempo, y un deshielo global liber al planeta del abrazo helado. Tal desbordamiento en las cantidades de Co2 se ha supuesto debido en exclusiva a la afluencia de cantidades enormes de gases interiores, pero no podemos pasar por alto la cada de grandes cuerpos celestes, que aunque ms distanciados en el tiempo en lo que a confluencia orbital se refiere, seguan siendo destructivos y determinantes, y esto creemos que no ha sido tenido en cuenta del modo adecuado. Analicmoslo. Una prueba de la aparicin de estos fenmenos es la cicatriz del Vredefort, en Sudfrica, cuyo crter, producido por un cuerpo de unos 12 Km de dimetro hace unos 2.023M de aos, mide ms de 300 Km. Es uno de los escassimos restos metericos que han llegado a nuestros das procedentes de aquella poca, debido al

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carcter fuertemente erosivo del planeta que ha borrado la mayor parte de sus cicatrices, pero su presencia nos habla con claridad de un periodo donde estos eventos masivos debieron de resquebrajar la corteza con cierta regularidad, lo cual tuvo que ser necesario para elevar las tasas de dixido de carbono hasta las cifras que se han expuesto. Los periodos de oscurecimiento o inviernos nucleares provocados por estas colisiones fueron suficientes para suponer cambios en las ya de por si duras condiciones de la poca. Vredefort pudo provocar una noche de 3 a 5 aos, que en su momento hizo descender las temperaturas de modo importante y supuso una alteracin qumica en las aguas de todo el mundo, dado que el acopio de sustancias elevadas a la atmsfera dej su huella en forma de lluvias cidas y gases invernadero. Siguiendo con este camino, y en base a la gran cantidad de Co2 necesaria para iniciar una fase de calentamiento en un entorno de hielo, proponemos la posibilidad de un impacto mayor como causante de un mega cambio climtico justo al final de la primera hiperglaciacin, a la que conden a su fin. No sabemos dnde est, ni siquiera si llegar a encontrarse su huella, o si se ha borrado, como sabemos que ha sucedido con la mayora de los crteres de la poca, pero proponemos la necesidad de su presencia para sostener las razones que se aducen como causantes de un evento tan enorme como es la descongelacin de todo un planeta a travs de un incremento repentino de gas invernadero en un 200%. Esta cifra nos resulta absolutamente excesiva para haber sido producida solo por la accin volcnica. Actualmente tenemos contabilizados ms de 170 crteres de impacto, lo cual es un nmero an muy pequeo teniendo en cuenta la cantidad global que podra haber, pero hemos de considerar factores muy importantes para analizar esto. En primer lugar, solo unos pocos pases han iniciado estudios a fin de localizarlos, dado que el inters hacia ellos es muy reciente. nicamente pases aventajados en materia cientfica derivan fondos para este menester, lo cual hace que los avances en su localizacin y estudio sean pequeos an, pese al gran desarrollo registrado en los ltimos aos. En segundo lugar, la mayora de ellos solo son visibles desde el espacio, por lo que nicamente mediante estudios orbitales, caros y lentos, se van consiguiendo resultados. Esto es todo un hndicap, pues la investigacin se encarece en exceso como para hacer estudios globales, por lo que la suerte sigue siendo un factor importante a la hora de localizar cuencas de impacto a travs de largas tiradas de imgenes en todos los espectros. Uno de los mtodos orbitales que estn dando ms resultados en este terreno es el del anlisis magneto-gravitatorio del terreno. Se basa en localizar amplias zonas donde el campo magntico de la Tierra haya sido deformado. Esto se produce cuando el impacto mueve bruscamente los componentes geomagnticos de la corteza, alterando su uniformidad. El resultado es una imagen que en ocasiones puede llegar a ser muy clara del crter con todas sus caractersticas.

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El tercer factor que dificulta la localizacin de reas de impacto sera la erosin antes mencionada, que no ha dejado rastro visible de muchos de ellos, y el cuarto, y quizs ms importante, el hecho lgico de que la mayora deben reposar en los fondos ocenicos, bien resguardados de nuestras posibilidades actuales de localizacin. Solo recientemente hemos sido capaces de sondear las profundidades mediante radar, por lo que es de esperar que prximamente vayan apareciendo puntos calientes por todo el globo. Visto lo anterior, hemos de tirar de estadstica para poder hacer una proyeccin posible sobre las veces que nuestro planeta se ha visto agredido por cuerpos de tipo meterico procedentes del espacio. En este sentido, los astrnomos estadounidenses Norman Sleep y Kevin Zahndle, despus de elaborar un pormenorizado estudio al respecto, han llegado a la conclusin de que nuestra Tierra ha tenido que ser golpeada por una cifra que multiplica por 25 los impactos recibidos por la Luna, y eso, si miramos una cartografa de sta, es un nmero muy grande. De la misma opinin es la astrnoma Robin Canup, autora de la que es sin duda la hiptesis ms brillante sobre el origen de nuestro satlite. Para que nos hagamos una idea. Si suponemos que solo hemos hallado el 10% de los impactos habidos, la cifra final subira hasta 1.600 probables eventos de colisin. Si eso lo multiplicamos por cuatro, a fin de tener en cuenta los que estadsticamente cayeron en los ocanos, el dato sube hasta 6.400 posibles. De estos extraemos aproximadamente un 10%, que sern los que nos interesen dada su capacidad para ocasionar trastornos climticos generalizados, y llegamos a una cifra estimativa de hasta 640 posibles das del juicio. Todo un infierno. Ese dato es aterrador si comenzamos a superponer sus marcas aleatoriamente a lo largo de la historia de la Tierra, concentrando la mayor cantidad en los tiempos iniciales, dado el elevado nmero de cuerpos sobrantes de los periodos de formacin que circulaban an por aquel entonces en torno a las rbitas de los planetas interiores. Esas inmensas montaas flotantes fueron precipitndose en nmero decreciente contra los planetas que sobrevivieron a las fases de consolidacin, en base a la capacidad de atraccin de sus campos gravitatorios, entre los cuales el nuestro era ya por entonces el mayor de todos los interiores. Eso lo convirti, sin duda, en uno de los objetivos favoritos en el campo de tiro csmico, por lo que no debe extraarnos que el acopio final de colisiones supere con mucho a los de nuestros planetas vecinos, aunque an no los hayamos encontrado. Dicho en apoyo de lo expuesto de un modo claro y radical: es una certeza matemtica que hemos sido acribillados durante eones. Por tanto, establecer una hiptesis inspirada en posibles impactos de gran calibre no debe tomarse como algo arbitrario y poco fundamentado, sino todo lo contrario, dado que estos, sin duda de ningn tipo, existieron. Por tanto, lo que hay que averiguar es si fueron capaces de desatar acontecimientos suficientemente grandes y duraderos como para producir extinciones, cambios climticos globales, o

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como aqu postulamos, nada ms y nada menos que el final de una era de hiperglaciacin. Para un no iniciado, hablar de impactos mayores al Vredefort puede suponer un hecho difcil de concebir, y no est por ello en mal uso de la razn, ya que este fue un acontecimiento de escala similar al de Chicxulub, al cual se atribuye el magnicidio de los dinosaurios hace 65M de aos, aunque eso, como veremos ms adelante, es susceptible de nuevas interpretaciones. Pensar en un evento mas grande puede resultar difcil de concebir, pero no tengan miedo de ello, porque s que ha habido colisiones mucho mayores en el lejano pasado. En la poca que nos ocupa, hace unos 2.200M de aos, se suponen acabados los grandes impactos con cuerpos de mas de 500 Km de dimetro, capaces de retrotraer el reloj de la vida al punto inicial en solo 24 horas. Sleep y Zahndle nos dicen que al menos 5 grandes encuentros de este tipo se produjeron antes de la aparicin de las cianobacterias, y en la actualidad estudian lo que podra ser el remanente de uno de ellos, localizado en una gran sima ocenica de ms de 2.000 Km situada a la derecha de Japn. En la poca que nos ocupa, al final del primer episodio de bola de nieve, este tipo de actividad masiva habra terminado haca muchsimo tiempo. Sin embargo, qu ocurrira si nuestro planeta, cubierto de hielo, hubiese tenido una cita demoledora con un cuerpo de unos 150 200 Km? Pues en primer lugar, suponiendo una velocidad de 11 Km/seg, la que se atribuye a los cuerpos cercanos de rbita elptica, los asteroides, una masa bastante neutral de unos 5.000 Kg por metro cbico, y dependiendo del ngulo de choque, tendramos como resultado una colisin que perforara la corteza en el primer segundo hasta los 300 Km de profundidad, es decir, profundamente en el manto. Independientemente de que la zona cero estuviese en granito (continentes) o basalto (ocanos), el fenmeno de tsunami de choque estara garantizado, elevando una ola circular de roca fundida de decenas de kilmetros de altura que no se detendra hasta haber abierto un crter complejo de unos 900 Km por el que el magma interno sera proyectado al exterior en cantidades que escapan a la comprensin. Masas incandescentes, vapor y dixido de carbono seran liberadas en la atmsfera, produciendo un impacto calrico semejante al de miles de millones de veces la tristemente clebre bomba que alguien a quien la historia an no ha condenado en su justa medida lanz sobre Hiroshima. Esta ola de fuego recorrera el globo acompaada de ondas de choque, ondas expansivas y tsunamis de hielo desproporcionadas. En las antpodas, la confluencia de estas ondas, provenientes de todos los ngulos, debieron provocar erupciones gigantescas, y ms calor y gases fueron

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expulsados a travs del material fundido del manto, que de este modo aliviaba la presin. Una nube de vapor de roca, producto de la evaporacin de la piedra sometida a 6.000C, la misma temperatura que reina en la superficie del Sol, se extiende horas despus por la mitad de la atmsfera, cubrindolo todo con temperaturas en torno a 4.000C que se van disipando durante semanas... No creemos necesario seguir con esta narracin apocalptica. Simplemente baste saber que la energa liberada sera suficiente para derretir ntegramente la totalidad de la capa de hielo, aportando cifras de dixido de carbono a la atmsfera que son ms asumibles por este mtodo que por la explicada y poco argumentada erupcin de volcanes, por muchos que estos fuesen. Arrojar a la atmsfera una cantidad de Co2 200 veces superior a la de hoy sin un motivo mayor que no demostrables sper penachos de magma (formaciones globulares de magma muy caliente que se originan en el ncleo terrestre y que ascienden hasta abrir la corteza), que supuestamente rompieron la corteza a travs de volcanes, se nos antoja imposible y arbitrario sin un elemento que arroje gran presin. En definitiva, que para que se produzca un evento volcnico de la magnitud propuesta necesitamos un iniciador, dado el principio de accin-reaccin, y eso es algo que ha sido olvidado repetidas veces. Nos parece que el escenario de colisin es la hiptesis que mejor se ajusta a lo que pas, mxime cuando durante 1.600M de aos el planeta haba estado estabilizndose, cosa que queda patente a travs del lento crecimiento del oxgeno. Este proceso permaneci inalterable y seguro, por lo que no cabe pensar en tan brusco giro de manera aleatoria. Volvemos a necesitar el detonante. Una gran colisin es, a todos los efectos, un iniciador de proporciones picas, y en la poca que estamos estudiando fue perfectamente posible y estadsticamente inapelable; por lo tanto, en base a su necesidad, lo proponemos para comprender lo que realmente sucedi, cosa que solo podemos deducir por las consecuencias, que es lo nico que nos ha llegado. En explicacin de la supervivencia de las especies a un trastorno as, hemos de decir que todas las bacterias que habitasen en los alrededores de giseres localizados dentro de cualquier punto situado en un crculo de 10.000 Km alrededor de la zona cero seran abrasadas, pero no as las del resto de la Tierra, que iran sobreviviendo en razn proporcional a la distancia. Las grandes masas de hielo absorberan parte del impacto calrico antes de su fundicin, con lo que el ocano no llegara a hervir, producindose un equilibrio en el que cianobacterias y metanobacterias podran desenvolverse, en lo que a temperatura se refiere, sin dificultad, aunque mermadas las primeras en lo que respecta a capacidad fotosinttica, dado el largo invierno nuclear de no menos de 5 aos que les esperaba. La cifra de oxgeno despus del deshielo debi quedarse en

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torno al 1%, muy menguada por la violenta crecida del dixido de carbono y el dixido de azufre. Con el cielo oscurecido, y por tanto privadas de luz, las cianobacterias debieron reducir an ms su tamao, sufriendo una evolucin rpida en busca de la economa de recursos, y muy pocas sobrevivieron. Pasado el periodo de oscuridad, un impulso inverso, motivado por el repentino supervit de energa causado por los rayos solares, las hizo crecer de nuevo, y los mecanismos que haban desarrollado y perfeccionado en el periodo oscuro, altamente eficientes, las hicieron acometer un segundo estadio evolutivo, dando lugar a una mayor capacidad de emisin de oxgeno. Joseph Kirschvink hall una prueba del mpetu con que se emplearon las cianobacterias despus del primer episodio de bola de nieve en la propia existencia de las minas de dixido de manganeso de Sudfrica, las mayores del mundo. Este compuesto se produjo cuando el manganeso que flotaba en el agua se mezcl sbitamente con oxgeno proveniente del fondo. Esto dio lugar a dixido de manganeso, que no siendo un compuesto hidrosoluble, se precipit rapidsimamente contra el fondo marino, acumulando una capa de 1 Km de espesor. Este hecho demuestra la fuerza repentina con que este oxgeno fue liberado desde el ocano, y debi suceder algn tiempo despus de que los rayos solares volviesen a penetrar en la atmsfera, tras la noche de 5 aos. En un momento determinado, la produccin fotosinttica de las cianobacterias se hizo enorme, y provocaron la precipitacin. Una vez que las negrsimas nubes se disiparon, el elevado efecto invernadero calent rpidamente el ecosistema, y las temperaturas ambientales se situaron en torno a unos 50C de media, dando lugar a altas concentraciones de vapor de agua y a la aparicin de mega huracanes, con una presin de 300 Hectopascales y vientos de 10.000 Km/h, inimaginables hoy da, donde los ms violentos, como el famoso Katrina, mueven el aire a no ms de 350, que ya es mucho para nosotros. En los ojos de estos colosos el mar se curvaba debido a la cada de presin, formando una cpula inslita de 3 Km de altura, en torno a la cual giraban muros blancos de nubes que parecan llegar al cielo. Solo en Jpiter podemos hoy da ver sucesos similares, e imaginarlos aqu resulta terrorfico. Estas convulsiones ciclnicas agitaron los mares con violencia, provocando tempestades que dieron lugar a la subida de los abundantes nutrientes liberados por la accin volcnica, que acabaron alimentando a las menguadas cianobacterias, que no tardan en mejorar, replicndose y aportando oxgeno en escala ascendente. Es entonces cuando surge la clula eucariota, mucho mayor y ms avanzada, provista ya de ncleo separado y con enormes posibilidades de desarrollo. Su aparicin supone otro salto evolutivo sin explicacin definitiva, pues en cierto modo, se pasa del orden bacteriano al celular avanzado que ha llegado hasta nuestros das en un salto de arquitectura morfolgica equivalente al que hay entre una

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pequea tienda de comestibles y una multinacional de gran nivel. Sin embargo, algunos cientficos proponen que la abundancia de nutrientes y oxgeno en determinados momentos pudieron disparar esta evolucin sorprendente, en la que, cmo no, la suerte tuvo mucho ms que ver que la lgica. No obstante, el camino a la diversificacin no iba a estar despejado. 1.600M de aos ms tarde se repite de nuevo el terrible periodo glaciar, en una repeticin casi clnica del ciclo anterior. Indeterminados millones de aos ms adelante, a finales de este segundo y ms corto episodio de bola de nieve, el equilibrio qumico era ms estable y la concentracin de oxgeno se mantuvo debido a la muerte en masa de la mayor parte de las cianobacterias. Mientras tanto, retornaban los niveles de dixido de carbono, liberado por los volcanes, hasta rebasar el punto crtico, lo que dio lugar al deshielo definitivo. Este fue menos violento en esta ocasin, y la relacin Oxgeno-Co2 comenz a estabilizarse, de modo que la fase de descompensacin que haba dado lugar a dos grandes hiperglaciaciones desapareci gradualmente, dando comienzo una nueva era en la historia de la Tierra, en la que la atmsfera, debidamente modelada, sera capaz de mantener formas de vida complejas sin someterlas a rigores tan extremos como los pasados. Fortuna o ingeniera? Lo veremos. Un resumen cronolgico de las interacciones qumicas de la atmsfera, sus causantes y consecuencias, durante esos extraos periodos, quedara como sigue: Nubes intensas + Co2 = calor controlado Nubes + Co2 + Metano + 20% Oxgeno = enfriamiento Primera hiperglaciacin Gran impacto de los hielos = deshielo e invierno nuclear Nubes + Co2 + Metano + So2 + 1% oxgeno = calor elevado pero controlado Nubes + Co2 + Metano + 20% oxgeno = Enfriamiento Segunda hiperglaciacin Co2 + Metano + 20% oxgeno = estabilizacin climtica

Ahora, detengmonos un poco en las clulas eucariotas. Estn dotadas de un citoesqueleto compuesto de microtbulos y filamentos proteicos. Los rganos estn compartimentados y separados, siendo el ncleo el ms especfico y novedoso, el lugar sacro-santo donde residen el ADN y ARN, ya muy apartados de la maquinaria de mantenimiento exterior. Seamos conscientes para analizar esto del simple hecho de que los organismos crecen y se desarrollan en funcin de la energa que son capaces de transformar en beneficio propio. Lo mismo sucede, como smil, en cualquier sociedad de hoy en un pas desarrollado, donde la alimentacin y la calidad de vida sea ptima, vemos como las tasas de crecimiento son mayores que en otros donde

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desgraciadamente no sucede lo mismo. Este mecanismo debi impulsar a las cianobacterias, como segundo estadio evolutivo, hacia clulas fotosintticas ms desarrolladas, que fueron decisivas para la constitucin final de la atmsfera. Parece coherente en lo que respecta a estos pequeos cuerpos, pero no aporta la ms mnima pista sobre el motivo por el cual surge un mecanismo celular tan diferente como el de la clula eucariota, con una complejidad interna tremendamente superior respecto a su antecesora conocida, con la que guardaba ya poca relacin morfolgica y funcional. Todo en ella es diferente y avanzado, casi un diseo de otro cuo. Es como si comparsemos una bicicleta con un poderoso coche deportivo. Efectivamente, se parecen en las ruedas, pero poco ms. Adems, a todos los efectos se trata de una evolucin finalizada, dado que es el formato que ha llegado hasta nosotros, copando todos los rdenes, e inalterable al paso de los eones. Somos conglomerados organizados de clulas especializadas que no han cambiado jams su estructura en todos estos miles de siglos, lo cual es en s un indicador claro de que son la base de la que se nutre la vida orgnica. Solo las gruesas cadenas de informacin gentica hacen que se acumulen de un modo u otro, diferenciando a las criaturas solo a partir de la especializacin dada a los grupos celulares. Por tanto, se podra decir que el patrn definitivo sobre el que se asienta el diseo de las especies tiene una sorprendente y demostrada antigedad, aadiendo a eso el hecho sorprendente de que ya apareci completamente terminado y perfeccionado. Incluso suponiendo la presencia de escalones intermedios no encontrados, seguimos teniendo ante nuestros ojos un salto espectacular. Y si tenemos en cuenta el hecho de que esos saltos evolutivos supuestos pudieron ser de perfeccionamiento estructural y funcional, no podemos pasar por alto el mayor de los misterios al respecto, que no es otro que la realidad dada de que por muchos escalones que hallsemos siempre tendramos al final un paso nico y enorme desde una bacteria simple y primitiva a una compleja, dotada de un ncleo que asla la informacin gentica. Es un punto de dificilsima explicacin, a pesar del empeo mostrado por la comunidad cientfica, pero lo cierto es que ah estn los hechos y nadie se pone de acuerdo para hallar una respuesta coherente al enigma que suponen. Y an no hemos hablado del colgeno. Visto todo lo anterior y resumiendo, veamos las fases que proponemos para el desarrollo de la vida en aquellos periodos glaciares: -Aparicin y desarrollo de las cianobacterias fotosintticas. Generan un 20% de oxgeno, rompen el punto de equilibrio con el dixido de carbono y producen la primera hiperglaciacin. Poco antes surgen las metanobacterias. -Exterminio intensivo y supervivencia de las bacterias en los giseres durante la primera hiperglaciacin.

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-Supervivencia por reduccin y aumento de capacidad de autoabastecimiento tras el gran impacto de los hielos y la noche de 5 aos. Reduccin de la tasa de oxgeno hasta el 1%. Dixido de carbono 200 veces superior a la tasa actual. Invierno nuclear. -Inicio de una escalada de temperaturas, frenada por las nuevas y poderosas cianobacterias, que restablecen el equilibrio antes de que el efecto invernadero sea efectivo. Salto hacia la clula eucariota. - Replicacin de las nuevas cianobacterias y aumento rpido de la tasa de oxgeno hasta el 20% y ms. Cada del dixido de carbono justo antes de la segunda hiperglaciacin. - Segundo periodo de hiperglaciacin, fase de supervivencia, la tasa de oxgeno se estabiliza en el 20%, recuperacin del dixido de carbono por muerte masiva de las cianobacterias y aparicin evolutiva del colgeno, que agrupando clulas eucariotas da pie a los organismos pluricelulares. Mediante estos cinco pasos, que se desarrollaron a lo largo de 3.200M de aos, es como nosotros proponemos el desarrollo de la vida en aquellos lejanos momentos de trastornos climticos enormes. El resultado final atmosfrico fue un ambiente clido, presidido por el equilibrio entre los gases de efecto invernadero y el oxgeno, que favoreci la aparicin de organismos cada vez ms complejos y diversos, basados en un sistema de seleccin natural y descendencias con modificacin, gobernado por ADN, que finalmente se impuso. Para ello fue determinante el colgeno, autntica alfombra donde las clulas se agrupan para formar comunidades afines. Su aparicin dio lugar a interacciones entre estas, que formaron seres compuestos de multitud de ellas. La especializacin celular prosigui, y lo que en un principio fueron cuerpos unicelulares se fueron transformando en pequeos animales complejos, y ms adelante en un arte de combinacin que raya el milagro o la magia. Las razones por las que se alcanzaron estos diseos orgnicos no pueden ajustarse a factores tan inverosmiles como la suerte o simples mecanismos de prueba y error, tal como se nos propone por la va de la evolucin pura. Tngase en cuenta que ya podramos contar por este camino con hasta tres puntos crticos con escasa explicacin, y eso no resulta muy acadmico: El primero sera la aparicin de la vida desde la nada, en forma de bacterias con ADN localizado en el citoplasma. El segundo la aparicin de la magnfica clula eucariota con ncleo separado para el ADN, sin aparente evolucin intermedia. Su perfeccin estructural es tan precisa que no ha sufrido evolucin alguna hasta nuestros das, lo cual lleva a la sorprendente revelacin de que todos los seres evolucionados estamos constituidos de clulas que no han cambiado. El

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nico modo de garantizar la actualidad permanente del cdigo es, sin duda, mantener inalterables sus materiales de construccin, y esto supone otra evidencia de planificacin de gran nivel. Y el tercero la aparicin inslita del colgeno, que posibilita el agrupamiento selectivo de clulas que desarrollan y se atienen a cdigos complejos que faciliten su interaccin dando lugar a organismos an mayores. En nuestra opinin, como ya hemos expresado con anterioridad, estos tres pasos son muy difciles de entender sin intervencin de algn tipo. Es ms, parece haber una lgica dirigida en el hecho de pensar que las cianobacterias pudieran ser liberadas para aportar oxgeno a la atmsfera, tras lo cual se da salida a la autntica carrera de la vida con la introduccin de la clula eucariota, que poco o nada tiene en comn con su precursora, ms orientada a la remodelacin del medio que a la propagacin de un rbol vital. Qu sucedera si todo el mecanismo inicial evolutivo hubiese estado codificado y consecuentemente asegurado? Pues que todo el resto de los pasos evolutivos obedeceran a una programacin gentica, secuenciada de modo tal que permitiera y dirigiera el desarrollo desde las primeras formas unicelulares a las ms complejas. Eso, querido lector, es la mas simple de las soluciones, y la que se nos antoja como la ms prxima a lo que pudo ocurrir, pero choca abiertamente con los estrictos postulados cientficos, dado que supone la presencia e intervencin exterior, y eso, aunque pueda ser (como vemos) una realidad invisible pero palpable a travs de los hechos, no puede ser admitido, dado que no es posible llevarlo al laboratorio para someterlo a estudio. Por tanto, y visto el peso de la evidencia, proponemos un estadio primigenio de creacin y evolucin programada, con dos fases diferenciadas claramente, como son la adaptacin sistemtica del medio ambiente mediante introduccin de microorganismos que actuaron a travs de un programa impreso en el ADN como catalizadores atmosfricos, y la posterior liberacin del autntico embrin inicial de la vida superior, con los cdigos adecuados impresos en la informacin cromosmica a fin de garantizar un desarrollo evolutivo totalmente previsto, sin sorpresas. No les hablo ni ms ni menos que de un fascinante proceso de bioingeniera dirigido a la terraformacin del planeta y la posterior consolidacin de formas tan diversificadas como fuese posible. Pero... ha podido quedar alguna huella de este proceso? Para buscar la respuesta a esta pregunta, pensemos primero cmo se puede acometer una tarea semejante. Imaginemos que tenemos los conocimientos, los medios, y que tenemos un planeta entero a nuestra disposicin. Si vamos a

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introducir elementos vivientes, por ejemplo bacterias, dotadas de un cdigo programado, que acten sobre y en l, tenemos varias formas de hacerlos autnomos, eficaces y predecibles. La primera pasa por programar todo el devenir de los acontecimientos evolutivos para un largo flujo de miles de millones de aos a la bsqueda de un tipo determinado de vida (no necesariamente la humana), para lo cual introduciramos en la cadena de ADN datos codificados donde figuraran todas las posibles rutas que quisiramos que tomara la diversificacin natural. La codificacin estara bien protegida y totalmente ininteligible para nosotros dentro del 90% de ADN que hoy consideramos basura. Es una tarea monstruosamente inmensa, y que nos obligara a realizar constantes reajustes a lo largo del tiempo, dado que los cataclismos tendran gran importancia en determinadas pocas, como demuestran las grandes extinciones habidas. Para desarrollar el experimento de la segunda manera propuesta sera mucho ms conveniente usar un cdigo pequeo, altamente replicante en su fase inicial unicelular, y muy evolutivo y diversificador tras pasar la barrera de las formas de vida multicelulares, atenindose a limitaciones intrnsecas insertadas en las cadenas. De este modo simplificamos y aseguramos un inicio correcto, aunque nos obligara, segn la necesidad final que tengamos, a un cierto intervencionismo. Ajustes determinados en diferentes momentos podran ir guiando a nuestros especmenes hacia el fin perseguido, en un experimento tan largo y brillante como la vida que conocemos. La codificacin original ira desapareciendo a medida que los cambios evolutivos van haciendo efecto, y la integridad del experimento respecto a sus posibles pistas de manipulacin estara asegurada, de modo que nuestras creaciones nunca podran encontrar huellas de intervencin, lo cual es extremadamente importante en base al principio de no inferencia, que nos obliga a ocultar todo rastro de nuestra presencia a fin de garantizar que los acontecimientos fluyan en completa y aparente libertad. De este modo, tras la aparicin de la inteligencia, la sensacin de autosuficiencia y control del ser que la consiguiera permanecera intacta y observable. Sin embargo, aunque no queden rastros del cdigo introducido artificialmente, s pueden quedar pistas interpretables. Como las bacterias, surgidas de la ms absoluta nada en el momento ms necesario. Como el maravilloso ADN, un prodigio no vuelto a superar en este planeta. Como la clula eucariota, que apareci sin salto intermedio con las bacterias justo cuando deba. Como el colgeno, cuyo desarrollo es tan tendenciosamente avanzado que sencillamente no est al alcance de un sistema basado en mecanismos de prueba y error. Necesariamente tuvo que ser introducido artificialmente en la programacin. Una clula independiente y cerrada no tiene capacidad para disear un elemento tan externo, complejo, original y absolutamente genial por necesario que fuese. Su

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increble aparicin dio lugar nada menos que a los seres multicelulares, al ensamblaje entre clulas comunitarias. En definitiva, que las eucariotas fueron capaces de unirse y avanzar, mediante la creacin de organismos complejos, gracias al desarrollo de este tejido biolgico, sin el cual seguiramos en la poca de los organismos unicelulares. Esto es un estadio de intervencin muy evidente! Otra pista, insospechada y extremadamente lejana en el tiempo, que nos afecta y llega a nuestros das, es una poco conocida manipulacin gentica correctora realizada en el ser humano. Nuestros telmeros, que a travs de una modificacin que presenta claros sntomas de artificialidad en el ADN no nos permiten prolongar nuestras vidas ms all de los 120 aos sea cual sea nuestro estado de salud, dan fe de ello. Es un limitacin brutal aadida en algn momento del pasado, y sobre la cual no es posible ms que especular, pero ah est el resultado y nos afecta a todos. Solo es una pista, pero de qu calibre. Al final parece que s, que alguien interviene en determinados momentos. Si observamos con atencin quizs lo podamos coger algn da mientras acta, y no contentarnos solo con observar las pistas que ha dejado enterradas entre las capas del tiempo. Pero eso lo veremos en captulos posteriores con gran profundidad.

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CAPTULO III.

LAS GRANDES EXTINCIONES DEL ORDOVCICO-SILRICO Y DEL DEVNICO FINAL


Tras la casi milagrosa aparicin del colgeno, las clulas fueron capaces de agruparse para formar organismos complejos cada vez ms evolucionados. La vida haba llegado al momento en que la especializacin celular iba a diversificar enormemente su presencia, atendiendo a criterios y formas que parecen ms propios de mundos imaginarios, y que sin embargo poblaron nuestro planeta hace 550M de aos, dando lugar a una inmensa explosin vital durante la poca cmbrica. En aquel tiempo la vida era patrimonio exclusivo de los mares, y al final del periodo, todos los filos (categora taxonmica mxima) del reino animal existan ya, exceptuando los vertebrados. Los animales caractersticos fueron los trilobites, unas formas primitivas de artrpodos, que alcanzaron aqu su mximo y comenzaron a extinguirse al final de la era paleozoica. Tambin surgieron los primeros caracoles, as como los moluscos cefalpodos. Otros grupos animales representativos del cmbrico fueron los braquipodos, briozoos y foraminferos. En el reino vegetal las plantas predominantes eran las algas en los ocanos y los lquenes en la tierra. Hace 510M de aos aparecen los primeros vertebrados con forma de peces primitivos y los corales. Los animales ms grandes fueron unos cefalpodos (moluscos) que tenan el caparazn de unos 3 m de largo. Este grupo de extraos seres primitivos se conocen en su conjunto como fauna de ediacara, merced a la zona montaosa australiana donde se encontraron los primeros ejemplares de sus fsiles. La evolucin experiment con formas y concepciones tan raras como el tendnum, que viva semienterrado, o el yorgia, provisto de concha y un largo tentculo que rebuscaba en el fondo marino. Mientras tanto, las cianobacterias continuaron su evolucin imparable hacia las algas habindose establecido slidamente en las aguas hasta los 180 m de profundidad. Pero es desde hace 450M de aos cuando se inicia uno de los periodos ms fascinantes de la historia de la vida, inmersa en un juego geolgico de cambios graduales, en los que las catstrofes naturales no quisieron ausentarse del grueso teln de fondo aportado por la mano del tiempo.

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Despus de haber asistido a asombrosos acontecimientos de glaciaciones globales que, lejos de detener el flujo evolutivo lo cambiaron y potenciaron, nos vamos a introducir en una misteriosa poca en la que algunas criaturas adquirieron repentinamente caractersticas tan avanzadas que cuesta trabajo imaginar un motivo lgico para ello. Empecemos por el estado de los continentes. Hace 450M de aos, tres masas terrestres cubiertas de fastuosos y autnticos desiertos, Laurantia, Bltica y Avalonia, rodeaban un ocano de 2.000 por 5.000 Km, llamado Iapetus. Los corales, que haban aparecido 50M de aos antes, lo poblaban holgadamente, proporcionando un hbitat agradable para los abundantes trilobites, gasterpodos, nautiloides, eurypterus y pterygotus, entre muchos otros seres. Las formas de vida animal predominantes en este periodo fueron varios tipos de peces, que abarcaban tiburones, dipnoos, peces acorazados y peces ganoideos (con escamas duras), de los cuales evolucionaron probablemente los ancestros de especies anfibias actuales, ya que algunos restos fsiles encontrados en Pensilvania y Groenlandia muestran que los primeros anfibios existieron a finales de este periodo. Tambin haba corales, estrellas de mar, esponjas y los consabidos trilobites. Notorio es destacar que el primer insecto conocido se ha encontrado en rocas de este periodo devnico. Mezclado discretamente entre las criaturas marinas, un pez pacfico de la familia de los ganoideos y de aspecto simple, sin aletas ni vejigas natatorias pero dotado de una cola que le aporta la escasa movilidad que posee, come alimentos del fondo coralino rico en nutrientes. Su nombre es Arandaspis, y mide unos 20 cm. Procede del desarrollo de los ediacara del periodo cmbrico y, debido a la odisea que la naturaleza le depara, va a ser el precursor de los primeros animales que conquistarn tierra firme. Pero an falta mucho para eso. De momento, su vida discurre entre los colores de un mundo acutico que se extiende por debajo de una atmsfera con un 15% de oxgeno. Este elemento indispensable para nuestro tipo de vida se produjo ntegramente debido a las cianobacterias que comenzaron a actuar antes de la primera hiperglaciacin, hace unos 2.350M de aos, y mantienen el cielo devnico azul con el clima estable. Aunque haban logrado una tasa de oxgeno haca 150M de aos del 20%, su reduccin de actividad contra todo pronstico y el mantenimiento de la vulcanizacin haban propiciado una bajada de 5 puntos en este ndice. Por otro lado el agua, salada un 40% respecto a la cantidad actual, era de gran pureza, y su temperatura rondaba los 15. Tambin estaba muy oxigenada, y era extraordinariamente cristalina para lo que conocemos, rica en nutrientes volcnicos y en pequeas algas que conformaron el primitivo plancton. Del ocano circundante, Panthalassa, hemos de suponer que tena igual densidad de vida, aunque pocas pruebas nos ha dejado el registro fsil, si bien la gran virtud de Iapetus y su ecosistema estriba en la presencia de corales, que

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fomentaron la expansin de las especies. Por tanto, el ocano exterior deba de ser el hogar de las criaturas ms grandes y amenazadoras, sometidas a otros ritmos y cadenas alimentarias que solo podemos imaginar. No obstante, visto lo que nos ha llegado, podemos decir que fue una poca de magnficos seres marinos, muchos de los cuales no han dejado rastro de su paso, bien sometidos a periodos de extincin, o simplemente porque se readaptaron para continuar con ciclos de vida de menor consumo y desgaste. Sus probables fsiles estaran en zonas tan profundas del lecho arcaico que es muy difcil pensar en hallarlos a corto plazo, aunque no es descartable hacerlo en un futuro. Pero en este mundo marino algo estaba a punto de suceder, y esta vez iba a ser un acto lento y gradual, casi cruel, pero de proporciones grandiosas. Los tres continentes situados en torno a Iapetus estaban rodeados por una inmensa falla tectnica de miles de kilmetros, que de repente comenz a empujarlos unos contra otros, debido a un fenmeno de expansin. Iapetus fue decreciendo durante un periodo de 50M de aos, y grandes zonas sumergidas eran elevadas sobre el nivel del mar. Los choques continentales se sucedieron, y la triple conjuncin dio lugar a una zona de contacto que se pleg fuertemente, dando forma a la primera cordillera montaosa de que tenemos constancia, que divida en dos partes desiguales a un nuevo gran continente, de nombre Pangea, rodeado por aguas donde los corales haban establecido sus dominios. Era la Cadena Caledoniana, de unos 7.000 Km de longitud y cimas por encima de los 8.000 m. Su aspecto debi de ser muy parecido a los actuales Himalayas, y, como estos, iban a ejercer un fuerte protagonismo en el clima adyacente. Las nubes concentradas en sus cimas, que actuaban como un muro que les impeda el paso, pronto cubrieron de espesa nieve el macizo, que se vio sometido a ciclos anuales de deshielo, con lo que aparecieron glaciares y torrentes que bajaban por las laderas, creando en su descenso caudalosos ros que se abrieron paso hasta el mar por ambas vertientes, la ms pequea de las cuales era la que se extenda hacia el Este, siendo la del Oeste una inmensa regin que pronto estuvo recorrida por varias corrientes, una de las cuales tuvo el tamao del Amazonas. El coste de todo este proceso de reforma fue la primera gran extincin de la que tenemos constancia, conocida como la del ordovcico-silrico. Su poca lgida estuvo en torno a los 438M de aos, y produjo la desaparicin en un corto periodo de tiempo del 85% de los seres, entre ellos los braquipodos y trilobites, que por aquel entonces solo habitaban los mares. No obstante, y habida cuenta de que no sabemos con cifras reales el nmero de especies que pululaban por los ocanos profundos, esta estimacin est sujeta a interpretaciones y controversias, aunque lo que s queda claro es que la elevacin de los fondos marinos en Iapetus provoc un verdadero desastre para la vida que lo habitaba, por lo que suponemos que la ltima fase de plegamiento tuvo que ser muy rpida, ya que los seres no tuvieron tiempo para desplazarse a aguas profundas.

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Este es el motivo por el que se encuentran en los estratos de esa poca autnticas sbanas de fsiles, apilados en gruesas capas, que dan fe de una inmensa convulsin inesperada. El plegamiento que se haba iniciado haca 12 millones de aos aceler de modo drstico, sacando a la superficie miles de kilmetros cuadrados de fondo marino en poco tiempo. No sabemos cunto tard posteriormente en elevar las cordilleras de la Cadena Caledoniana, pero, como dijimos anteriormente, todo el proceso pudo durar en torno a 50M de aos. Otra teora muy aceptada es que esta extincin fue causada al inicio de una larga edad de hielo que afect a la mayora de las zonas costeras donde vivan gran parte de los organismos extintos. Dicen los defensores de esta hiptesis que se formaron enormes glaciares por un desplazamiento global hacia el Polo Norte, que hicieron bajar el nivel del mar en todo el mundo. Esto habra causado cambios profundos en las corrientes marinas que afectaran a la composicin de los nutrientes y a la oxigenacin de los mares. Las especies que sobrevivieron se adaptaron a las nuevas condiciones y repoblaron los nichos que dejaron las especies extintas. Una segunda extincin masiva habra ocurrido al final de esta edad de hielo, cuando el supercontinente se desplaz nuevamente hacia el sur, fundiendo los glaciares y causando nuevamente la subida del nivel del mar. Pero recientes descubrimientos estn poniendo en tela de juicio los fundamentos reales de estos procesos de exterminio. Un grupo de cientficos de la NASA y la Universidad de Kansas ha propuesto una espectacular teora segn la cual esta gran extincin habra sido producida por un torrente de rayos gamma generado por una explosin estelar masiva, que pudo estar a una distancia de hasta 2.000 aos luz de nuestro planeta. Estos acontecimientos celestes, el fenmeno ms luminoso que conocemos, se dan con frecuencia diaria en el espacio, y sus resultados son espectaculares. El fondo negro del cosmos se ilumina durante periodos que van desde 0,3 a varios segundos con una luz blanca que toca todo el firmamento, mostrando de este modo su increble capacidad energtica. Esta espectacularidad del fenmeno ha propiciado su estudio sistemtico, dando como resultado de ello unas caractersticas que vamos a considerar. 1.- La energa liberada es equivalente al colapso total de una estrella de 1,3 veces la masa solar que quedase totalmente convertida de modo sbito en rayos gamma. Si este hecho ocurre 2.000 aos luz hacia el centro de nuestra galaxia, el efecto que veramos en nuestro cielo atendiendo al espectro de luz visible sera un punto tan brillante como dos soles. Por lo tanto estas explosiones energticas que vemos a diario tienen que tener su origen en zonas muy alejadas del universo, aunque ello no es bice para que en cualquier momento se pueda producir una en nuestro radio visual directo. Semejante concentracin de energa, capaz de iluminar como un flash todo el universo, debe ser tenida en cuenta en base a sus desastrosas consecuencias para la vida cercana.

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2.- Los rayos gamma, los ms poderosos y destructivos de los emitidos en el espacio, son expulsados en dos direcciones opuestas que parten desde el centro del evento, formando un corredor cnico de ngulo muy cerrado, por lo que en esas direcciones se produce una terrible concentracin de energa. Estos chorros colosales (Fig.12) han sido observados en determinados fenmenos del espacio profundo, y viajan cubriendo fenomenales distancias mientras disminuye su concentracin. En el momento de la deflagracin, el emisor propulsa la materia a velocidades cercanas a la de la luz, formando un cmulo de expansin lenta al inicio y uno rpido casi inmediatamente. Cuando estos se superponen por alcance en algn punto del cono, se genera una violenta convulsin interna debida a las ondas de presin, y se produce la emisin de rayos gamma, los cuales avanzan al frente de una fenomenal onda de choque a la velocidad de la luz. El aspecto para un receptor en lnea de colisin sera el de un enorme anillo que forma un embudo tubular de materia tenuemente iluminada, al fondo del cual brilla intensamente un punto estelar intenssimo de luz muy blanca (Fig.13). 3.- Tras el episodio de emisin gamma, que en ocasiones puede tener varios picos bien definidos, un torrente de rayos x es proyectado durante das. 4.- Los mecanismos que actualmente parecen ms probables de efectuar estas emisiones son las hipernovas, enormes explosiones de estrellas muy masivas que se colapsan, provocando la aparicin de un agujero negro con un gran disco de acrecin a su alrededor. Al girar a gran velocidad en torno al abismo oscuro se genera el torrente de materia anteriormente analizado. 5.-Otros fenmenos analizados y no descartados como posibles causantes de estos caones de rayos gamma son posibles colisiones entre estrellas de neutrones, o entre una estrella de este tipo y un agujero negro. La mecnica que se genera, en ambos casos, es similar a la que se da en las hipernovas colapsadas. Basndose en estas premisas, y sin posibilidad, al menos de momento, de sostener sus tesis con pruebas slidas, este grupo de cientficos desarroll un modelo atmosfrico que permitira saber el resultado de la llegada de uno de estos potentes chorros de rayos gamma a nuestra atmsfera, y los resultados fueron extraordinarios. Si el flujo cnico de una crisis estelar del tipo anteriormente enunciado nos enfocase durante 10 segundos (Fig.13), la capa de ozono se esfumara completamente, tardando 5 aos en recuperarse. Durante ese periodo, la radiacin ultravioleta del Sol penetrara profundamente y daara o destruira la vida en la superficie y las aguas no profundas, en las cuales acabara con el plancton, principal elemento de la cadena alimenticia. Las estadsticas con que acompaaron a su teora, basadas en clculos fiables procesados a travs de sper ordenadores, arrojan el dato de que al menos un evento de este tipo ha irradiado la Tierra durante el periodo de existencia de la vida, siendo de todo punto imaginable que la consecuencia final tuvo que ser un episodio

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de extincin que debi quedar marcado en los registros paleontolgicos. Esta mortandad debi ser preferiblemente marina, dado que all es donde pudo afectar ms la radiacin a las especies al acabar con el alimento principal. Despus de analizar los datos sobre desaparicin de especies, llegaron a la conclusin de que el periodo de extincin ms acorde con el modelo propuesto es el que actualmente nos ocupa, el ordovcico-silrico. Tengmoslo en cuenta, porque parece una hiptesis interesante, y goza de tantas pruebas a su favor como cualquiera que pueda ser expuesta hoy da. Lo verdaderamente cierto, independientemente del medio que la naturaleza escogiera para actuar, es que cerca de 100 familias biolgicas se extinguieron, lo cual representaba el 85% de las especies. Los braquipodos y los briozoos fueron los ms afectados, junto con las familias de los trilobites, conodintes y graptolites. Si nos situamos en el horizonte de la poca, vemos que tras este episodio de extincin nuevas especies han aparecido en los mares demostrando enorme mpetu natural, y son absolutamente determinantes para el desarrollo de los acontecimientos. Entre los recin llegados estn los agnatos, peces sin mandbulas, con una boca fija, as como los ostracodermos, con piel tipo caparazn, y por tanto muy resistentes. De esta familia son el hemicyclaspis o el pteraspia. Otro grupo estara compuesto por los acantoideos o peces espinosos, entre los que estaban los actinopterigios, dotados de aletas radiales. Pero la ms brutal de todas las halladas es una especie que responde a un diseo tan avanzado que no va a tener rival en agilidad, voracidad y armamento: es la familia de los placodermos. Estas criaturas son sencillamente espectaculares, y lo que las hace merecedoras de este calificativo es su poderosa armadura exterior de placas seas, que cubren toda la mitad superior de su cuerpo. Algunos miembros de la familia son el pterichthyodes, el dinichthys, el ramphodopsis o el gemuendina, pero el ms impresionante de todos los placodermos es el temible dunkleosteus. Este animal fabuloso (Fig.14) mide 6 metros de longitud, presenta caractersticas hidrodinmicas avanzadas, enorme fuerza, completo sistema de aletas direccionales, y una armadura de hueso de 4 cm de grosor que se reparte en una serie de dursimas placas, entre las que destaca su mandbula, de una sola pieza en ambas mitades, afiladas como cuchillas y sin ms dientes que dos enormes colmillos superiores delanteros. Este sistema es capaz de generar una presin formidable, con una capacidad de mordedura que hoy no conocemos. La parte descubierta de su cuerpo, en cambio, es relativamente frgil, ya que su esqueleto axial no estaba prcticamente osificado, por lo que hay enormes diferencias anatmicas y funcionales entre sus dos extremos. Esto solo puede obedecer a que su extraordinaria rapidez entre los peces de la poca no daba opcin a sus rivales a ningn ataque que no fuese frontal.

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Baste como referencia la estimacin de que si hoy existiera sera, sin ningn tipo de duda y por encima de cualquier especie que conozcamos, el dominador absoluto de los ocanos, lo cual nos resulta verdaderamente increble teniendo en cuenta la poca remotsima en que esta especie existi. Es, en definitiva, un pez tan avanzado que ms parece fruto de un elaborado diseo que de la casualidad o los caprichos evolutivos, y su aportacin a la historia natural fue la terrible extincin de especies marinas a la que sin ninguna duda contribuy. Bajo su poder, nada menos que el 82% de las especies perecieron, dando lugar a la gran extincin del devnico final, hace 367M de aos. Tambin desaparecieron muchos grupos de ammonites, braquipodos, trilobites, corales tubulados, gasterpodos y estromatoporoideos. Esta criatura voraz no se detuvo hasta concluir su tarea, y entonces, tal como haba llegado, desapareci, incapaz de someterse a una evolucin a la que parece que todos los seres de la poca tuvieron acceso menos ella. Su irrupcin en la historia de la vida resulta, cuando menos, sorprendente. Pero por qu? Lo que nos sorprende y no nos parece coherente es que si la adaptacin y seleccin natural controlan los cambios que deben efectuar las especies para mejorar, por qu fue liberada semejante criatura, avanzada e infinitamente superior a todos sus contemporneos? Si pensamos que para extinguirlos, quizs estemos atribuyendo caractersticas excesivamente especiales a un sistema que se supone bsicamente equilibrado, y que acta lento pero inexorable en base a reglas muy claras y lgicas, basadas en mtodos de prueba y error, segn nos explican. Si esto es as, la naturaleza cometi en cuanto a desarrollo evolutivo uno de sus mayores errores, pues liber a un ser que la hizo retroceder en gran medida, y eso tampoco resulta creble, pues no tenemos constancia de otro hecho tan singular en la evolucin conocida. Pinsenlo: un ser tan fuera de lugar que acab con casi toda la fauna marina para terminar muriendo por inanicin o canibalismo. Nos parece que tiene que haber algo ms, mxime teniendo en cuenta que incluso hoy mismo esta criatura sera la que dominara los ocanos. Observemos el sorprendente exoesqueleto defensivo de 4 cm de grosor que rodeaba su mitad superior. Debi suponer un coste excepcional de recursos bioenergticos, y su justificacin es difcil sin suponer la presencia de un enemigo temible. Tuvo que dificultar mucho su movilidad, a pesar de la fortaleza de su mecanismo impulsor, que contra todo pronstico para un pez tan grande y desprovisto an de las no aparecidas vejigas natatorias, le proporcionaba una gran velocidad, por lo que su consumo nutricional debi ser verdaderamente grande para compensar tanto gasto. De ah su inslita y necesaria ferocidad. Por otro lado, esta armadura es dursima, capaz de resistir ataques muy poderosos, pero de quin? A fuerza de ser lgicos, hemos de pensar que el dunkleosteus tuvo un enemigo natural que no ha sido encontrado, dado que esto es lo nico que explicara el desarrollo de un exoesqueleto defensivo de tanto calibre y una extincin tan repentina que no le dio tiempo ni tan siquiera a reconvertirse.

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Tambin hemos de tener en cuenta posibles antecesores de especies actuales para encontrar enemigos capaces de hacer frente a un dunkleosteus. Uno sera el tiburn, que pertenece al grupo de los condrictios, o peces cartilaginosos. Dentro de este grupo se encuentran los elasmobranquios, donde hallamos a las diferentes especies. El cladoselache es el primer escualo del que tenemos restos fsiles, que remontan su origen a finales del devnico, hace unos 360M de aos. Es, por tanto, contemporneo de los placodermos, pero no nos parece suficiente rival para enfrentarse con garantas a un monstruo como el dunkleosteus... De los cefalpodos gigantescos no podemos asegurar absolutamente nada. Solo el hecho de que son muy grandes, como atestiguan las marcas que dejan actualmente en los cachalotes despus de luchar en los fondos. Los calamares gigantes, entre los que encontramos al architeutis rex y al architeutis dux, se suponen animales asombrosos, de 15 a 20 m de longitud, capaces de propulsarse a gran velocidad mediante su sistema de chorros a presin de agua, similar a un motor de reaccin, que les hace alcanzar los 40 Km hora, o lo que es lo mismo, 20 nudos. Pueden cambiar de color a voluntad, usar 10 tentculos con ventosas dentadas, soltar enormes manchas de tinta y morder con un pico capaz de triturar un coche. Tienen dos branquias, y sexos separados, su constitucin los hace muy robustos, y capaces de soportar las presiones enormes de los fondos ocenicos sin sufrir trastornos. Por lo dems, son muy agresivos, fuertes depredadores, llegan a practicar el canibalismo, y estn dotados de un extrao grado de inteligencia. Por si fuera poco, su sistema sensorial es verdaderamente avanzado, capaz de orientarlo con precisin a la bsqueda de una posible presa. Los encuentros de architeutis con el hombre estn escasamente documentados, y siempre han formado parte de la mitologa marina, hasta que estas evidentes marcas de lucha fueron observadas en los cetceos. Actualmente, equipos de todo el mundo, dotados con las ltimas tecnologas, compiten por hacer las primeras filmaciones de estos seres esquivos y grandiosos, sondeando para ello la capa mas profunda de los ocanos, y poca gente duda ya de su existencia, conocedores de que nos hallamos ante una de las criaturas ms antiguas y evolucionadas que existen. Se han hallado ms de 10.000 fsiles de moluscos antecesores de este asombroso animal, como los ammonites o los gasterpodos, situados en estratos del periodo cmbrico, hace unos 500M de aos. Aunque su aspecto y dimensiones nada tienen que ver con los architeutis, dispusieron de 100M de aos para abandonar las pesadas conchas y alcanzar un estado evolutivo capaz de mayor depredacin, coincidiendo con la llegada de los grandes peces y la explosin de vida del devnico. Y como hemos dicho, su estado actual demuestra una gran historia evolutiva y, por tanto, mucha antigedad. Podemos hallarnos ante un rival verdaderamente poderoso para los placodermos, que pudieron ser amenazados con su extraordinario pico, cosa que, con toda seguridad, hubiese forzado evolutivamente a estos a adoptar su armadura sea. Pero dejando de lado la especulacin poco demostrable, lo que s queda muy claro es que este animal impresionante se resguardaba de un enemigo al que

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temi en sus primeras fases de desarrollo, y eso dio lugar a sus caractersticas singulares. Quin venci en aquella contienda pica no lo sabemos, pero es evidente que despus de haber masacrado el ecosistema, en el que provoc cambios muy importantes, el dunkleosteus desapareci. Juzguen ustedes mismos. A consecuencia de esta extraa fase de sper depredacin, haban sido diezmados, entre otros, los arandaspis, totalmente torpes e indefensos ante semejantes criaturas, lo cual provoc su evolucin hacia una forma natatoria ms eficiente, dotada de sistemas de impulsin y direccin eficaces. Es as como surge el eustedoptern, y en la lucha por la supervivencia iba a iniciar una accin sin precedentes. Este pez apacible, en su incansable y necesaria huida de especies como el dunkleosteus, se intern poco a poco en los grandes ros de agua dulce de Pangea, a los que el terrible depredador no acceda, cambiando sus costumbres lentamente desde un hbitat salado a uno dulce. Pero esto no hubiese podido ser as si por estos cauces no circulara gran cantidad de nutrientes, que provenan de la presencia de los primeros bosques de que tenemos constancia, formados por una especie ancestral de confera que hoy conocemos como arqueopterix, surgida hace 370M de aos. Su tallo, por vez primera, era alto y leoso, terminando en una copa amplia de grandes ramas verdes, a unos 6 m del suelo. Se agrupaban en las orillas de los ros, formando zonas de densa arboleda, y sus races penetraban a una profundidad moderada. Eran de rama caduca, la cual formaba al desprenderse texturas que contribuyeron a fertilizar el suelo y aportar alimento a las fuertes corrientes acuticas que bajaban de la Cadena Caledoniana. Se conserva un nmero considerable de plantas fosilizadas; se desarrollaron las plantas leosas, y a finales del devnico lo hicieron otras tales como los helechos y helechos con semillas, equisetales (colas de caballo) y unos rboles escamosos relacionados con los actuales selagos. Aunque en la actualidad los equivalentes a estos grupos son plantas pequeas en su mayora, en el periodo devnico fueron rboles. Incluso han aparecido tocones petrificados (mineralizados) de grandes plantas del devnico que medan unos 60 cm de dimetro, con lo que podemos imaginar su altura. Mientras la vida vegetal se diversificaba, en las fras aguas de los ros que bajaban de la Cadena Caledoniana, el eustedoptern hall, hace 365M de aos, una zona de tranquilidad, lejos de los poderosos plaquidermos. Pero otros peligros lo obligaron a seguir evolucionando. El estudio de los grandes cauces tropicales nos muestra que las crecidas se alternan con los periodos anuales en los que los niveles de agua bajan en exceso. Esto provoca una baja oxigenacin, con el consiguiente problema para las especies que quedan atrapadas. El eustedoptern se adapt a esta situacin desarrollando un sistema novedoso de respiracin, que le permita extraer aire de la atmsfera en esos periodos de estancamiento, dando lugar a la aparicin de un primitivo sistema de pulmones, mediante el cual poda succionar directamente sacando la boca a la hasta entonces prohibida atmsfera exterior.

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Tras la desaparicin traumtica de los plaquidermos y del 82% de las especies, el eustedoptern toma dos caminos diferentes que lo dividen en especies separadas, dependiendo de su proximidad a la desembocadura de los ros. Unos vuelven paulatinamente a mar abierto, reingresando en el agua salada, con lo que sus pulmones, innecesarios en ese hbitat, se van transformando en vejigas natatorias, lo cual hace su movimiento ms gil ante los pesados animales de la poca. En cambio otros permanecieron en las zonas altas de los ros, sometindose a un nuevo enemigo, que les iba a obligar a tomar un nuevo rumbo. El periodo carbonfero comenz hace unos 362M de aos. Durante la primera parte de este periodo haba una gran variedad de equinodermos y foraminferos en los mares, que incluso superaban a las formas animales que aparecieron en el devnico. Un grupo de tiburones, los cestraciontes, predominaron entre todos los grandes organismos marinos. Los animales terrestres ms notables fueron los de un orden primitivo llamado Estegocfalos, un tipo de lagartijas anfibias que provenan de los dipnoos. Diversas plantas terrestres comenzaron a diversificarse y a aumentar de tamao, sobre todo en zonas pantanosas. Es en esta poca cuando se precipitan contra la Tierra los astros que dieron lugar a la formacin de los crteres siguientes: Woodleigh, 364Ma, 40 Km, Australia Siljan, 361Ma, 52 Km, Suecia Piccaninny, 360Ma, 7 Km, Australia Charlevoix, 357Ma, 54 Km, Canad En el mapa de la figura 15 se puede ver cmo estaban distribuidas las tierras principales hace 360M de aos. Dos de los impactos reseados, Siljan y Charlevoix, cayeron exactamente en ambas partes del continente, entonces dividido por la Cadena Caledoniana, que compone bsicamente la actual Escandinavia. Eso debi desestabilizar notablemente el clima en el continente. El impacto de Woodleigh, en Australia, estara situado mas al Sur, pero sus consecuencias tambin debieron hacerse notar con anterioridad. Estos tres eventos de colisin tienen capacidad suficiente para producir alteraciones sostenidas en el clima a nivel continental, y su intervalo de cada, de unos 7M de aos, signific una poca de bruscos cambios climticos que sin duda alteraron los frgiles ecosistemas de aquel entonces, mxime teniendo en cuenta que el nmero total de impactos recibidos durante esa era lapso debi de estar en torno a los 40. El primer rastro que tenemos del inedia data de hace 360M de aos. Se trata de un pez depredador de 5 m, que se mueve en los cauces de agua dulce, y que ha sido estudiado y documentado por Ted Daeschler, paleontlogo de la Universidad

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Nacional de Filadelfia. Efectuando una reconstruccin fsil detallada, el Dr. Daeschler nos presenta un pez de la familia de los dipneos, con una boca provista de enormes dientes puntiagudos de 8 cm, escamas muy gruesas y dotado de un sistema muy eficaz de natacin. Una vez ms, el eustedoptern tiene que huir, pues se encuentra en franca desventaja ante el recin llegado, posiblemente otra criatura que se intern en los ros huyendo del acoso de las bestias marinas. El modo en que su evolucin lo hizo dar un nuevo paso hacia la vida ha sido estudiado por Jennifer Clark, de la Universidad de Cambridge, que ha establecido similitudes incuestionables entre este animal y un extrao hbrido semianfibio que aparece hace 360M de aos, coincidente con la llegada del inedia, llamado acantostega. Meda unos 15 cm, y haba sustituido las cuatro aletas caractersticas del eustedoptern por patas que terminaban en unos sorprendentes 8 dedos. Segn la Dra. Clark, mediante estas patas y su larga cola plana, que haca las veces de timn y propulsor, el acantostega haba adquirido la facultad de enredarse en los entramados de ramas que componan el fondo de los ros devnicos, siendo capaz, hasta cierto grado, de manipularlas, con lo cual pudo sobrevivir a la presin ejercida por un gran depredador como el inedia, incapaz de extraer a sus vctimas de esa cobertura vegetal. Al mismo tiempo su sistema de pulmones sigui evolucionando, y poco a poco, presionado por el instinto de supervivencia, acab internndose en las orillas, siendo capaz de permanecer all cada vez ms tiempo hasta que, finalmente, fue capaz de abandonar los ros. Esto marca un hito evolutivo crtico, pues se acababa de iniciar la colonizacin de tierra firme. Las huellas ms antiguas que tenemos de seres terrestres han aparecido en Isla Valencia. Es un total de 260 marcas, dejadas por un reptil de 1 m de longitud conocido como pedertes, y datan de hace unos 350M de aos. Es la prueba de un hecho sin precedentes, a travs del cual una criatura dbil, huyendo del acoso de terribles depredadores, se sobrepone y adapta a una sucesin de entornos y ambientes hasta conseguir alejarse de ellos. Su capacidad evolutiva haba quedado bien evaluada, y llegaba el momento de diversificarse en tierra firme. En la segunda parte del carbonfero surgieron los reptiles, que evolucionaron a partir de los primeros anfibios y que eran ya terrestres en su totalidad. Otros animales de este periodo fueron los arcnidos, las serpientes, los escorpiones, ms de 800 especies de ranas y los insectos ms grandes de que tenemos constancia (haba una especie parecida a la actual liblula, con una envergadura de alas de 74 cm). Los vegetales mayores eran unos rboles escamosos, cuyos troncos medan ms de 1,8 m en la base y tenan una muy considerable altura de 30 m. Tambin haba unas gimnospermas primitivas llamadas cordaites, que tenan tallos carnosos, estaban rodeadas por una cubierta leosa y eran ms delgadas

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y ms altas an que los anteriores. Aparece en este periodo una forma avanzada de gimnosperma, que consiste en una planta vascular con semillas, pero sin flores. Ms tarde, en el periodo Prmico, la vegetacin estuvo constituida sobre todo por helechos y conferas. Hace 290 millones de aos comienza este nuevo periodo, y durante el mismo ocurrieron sucesos tan relevantes como la desaparicin de gran parte de los organismos marinos y la rpida evolucin y expansin de los reptiles, que en esta fase fueron de dos tipos: aquellos semejantes a los lagartos, completamente terrestres, y los semiacuticos lentos. De entre todos, fueron un pequeo grupo, los Theriodontia, los que dieron lugar a los mamferos, pero eso es otra historia.

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CAPTULO IV.

LA CONJURA DEL CRETCICO


Cerremos los ojos e imaginemos que estamos en cualquier lugar de la costa este de Norteamrica, a la orilla de un lago apacible, hace 65 millones de aos. Nos encontramos muy excitados porque, por primera vez en nuestra vida, y sin que haya constancia de que nadie lo haya hecho anteriormente, vamos a ver dinosaurios en accin. Esos magnficos seres que dominaron la Tierra durante 150 millones de aos, pasando por una etapa de la historia de la vida singularmente salvaje y maravillosa, dominada por los ms primitivos instintos. Hoy, en este da nuboso y oscuro, vamos a observarlos muy de cerca. Tenemos claro lo que vamos a ver. El frenes intenso de la caza salvaje y la supervivencia, escenificado por criaturas de una ferocidad extrema, enfrentadas a rebaos de animales enormes, que ineludiblemente confluyen a las orillas de los ros y lagos, como es el que estamos visitando. Ah son acechados desde los bosques de conferas, hasta que, de repente, el terror aparece en forma de garras temibles, y causa vctimas en el paraso. Sin embargo, algo ocurre en este lugar que hemos escogido al azar. Las grandes manadas de herbvoros estn en la orilla, s, pero su comportamiento es extrao. No se mueven, ni parecen interesados en hacerlo, como si algo los estuviera distrayendo. Al principio pensamos que deben de estar sintiendo el olor sutil de algn carnvoro que se acerca, pero instintivamente nos percatamos de que no parece ser as. Entre los helechos, un par de tiranosaurios, criaturas que atacan al primer movimiento, estn igualmente petrificados, casi extasiados, en una comunin inslita con los herbvoros. Nos acercamos hasta donde podemos y sentimos su respiracin intensa, muy acelerada. No tardamos en darnos cuenta de que todos estn nerviosos, tensos...como si presintieran que algo va a suceder, pero no imaginamos que mientras, a nuestras mentes vienen esas extraas historias sobre presagios animales que siempre nos parecieron gratuitas. Inquietos, nos elevamos beneficiados por la inmunidad que nos proporciona nuestro viaje imaginario, y descubrimos asombrados que las grandes aves estn bajando todas con prisa, en un ejercicio que parece rayar la coordinacin, aunque sabemos que no es as. Es como si quisieran abandonar los cielos con prontitud, y

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comenzamos a sentirnos angustiados ante este pensamiento. Su envergadura de alas es tan grande que dibujan veloces sombras en el suelo y el agua mientras descienden, fundindose en una espiral que confluye en un punto. En nuestra confusin, decidimos buscar otro lugar donde los animales se muestren ms activos, pero no lo hallamos. Despus de viajar a la velocidad de la mente por una docena de ros, lagos y orillas, nos detenemos ante una manada de diplodocus que tambin parecen estatuas. Solo algn parpadeo o gruido los delata como seres vivos, y, cuando nos acercamos hasta una distancia que en cualquier otro momento hubiese sido peligrosa, descubrimos algo que nos sorprende y comienza a infundirnos autntico terror. Todas las colosales criaturas que conforman el rebao, desde la ms enorme a las cras, sin excepcin, estn temblando. De repente uno de ellos estira su largo cuello hacia el cielo y emite un bramido gutural, que es acompaado momentos despus por los dems miembros de la manada. Confundidos, escuchamos rugidos y sonidos de todo tipo que proceden de los bosques, en todas direcciones, y vemos como las aguas se agitan al paso de extraas criaturas. Ha llegado el momento. Inmediatamente, de lo que sea, ha llegado el momento, pensamos. Entonces, sin advertencia previa, todo se ilumina con una luz blanca agresiva, como la de un enorme flash, sentimos un pequeo golpe de calor y una vibracin en el aire. El relmpago ha sido tan intenso que, por un momento, las cosas han perdido su color. Los animales, de repente, inician una carrera alocada, sin sentido, a veces chocando entre ellos y cayendo en enormes montones que se agitan... pero nuestro instinto nos dice que ya no van a tener tiempo para levantarse. Un trueno de un nivel que no se puede describir nos estremece entumeciendo nuestros sentidos y provocndonos un dolor agudo en los odos, pero dura poco, y el dao queda minimizado. Sin embargo, notamos una prdida de sensibilidad, y no somos conscientes de que estamos sangrando. Aturdidos por la sorprendente descarga, miramos al punto de origen en el horizonte, mientras comenzamos a sentir una vibracin desagradable que nos agita todo el cuerpo. Al principio pensamos que viene del suelo, pero no tardamos en darnos cuenta de que se transmite por el aire, que parece rielar, mientras un sordo y lgubre silbido lo impregna. Su causante es un punto de luz que cae desde el cielo a gran distancia, en lo que parece una veloz carrera hacia el encuentro con el suelo.

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Segundos ms tarde, muy pocos, un resplandor de luz blanca ciega el horizonte, disipando inmediatamente los bancos nubosos por encima, y comenzamos a sentir un enorme calor que irradia desde l, mientras inconscientemente nos postramos de rodillas, cubrindonos la cara rodeados por todas las fantsticas criaturas que braman aterradas, sin distincin de tamao o condicin. Corremos peligro de que nos aplasten, pero aturdidos no somos conscientes de ello. No sabemos cunto tiempo permanecemos as, pero nuestra ropa ha comenzado a arder a fuego lento, y nos duele intensamente el grado de las quemaduras que estamos recibiendo mientras nos las arrancamos, hasta que, de pronto, una sombra fresca nos consuela y el calor irradiado cesa. Impresionados hasta el agarrotamiento, nos damos cuenta de que todos los bosques a nuestro alrededor estn en llamas. Con un atisbo de esperanza de que todo haya concluido miramos al horizonte, ahora presidido por una inmensa nube negra que se eleva en forma de hongo candente a gran velocidad, conformando un espectculo hipntico que jams hubisemos esperado. Notamos que una parte de su base permanece tapada por una lnea oscura que crece y no sabemos identificar. Su altura evita que nos llegue el inmenso calor que se est generando en el foco de los acontecimientos, que sigue desprendiendo una luz que alumbra las cuatro esquinas del cielo. Aunque nos da consuelo, su aspecto es terrorfico, y no deja de crecer. Sea lo que sea lo que se acerca parece estar an muy lejos, pero alertados inconscientemente, doloridos y quemados, vamos retrocediendo, hasta que en un momento de lucidez, caemos en la cuenta de lo que va a ocurrir e iniciamos una intil carrera entre monstruos abrasados histricos. Pequeas partculas ardientes comienzan a llovernos con fuerza creciente desde el cielo, tiendo de cenizas la superficie. Duelen como aguijonazos, y nos percatamos de que todo lo que acontece desde hace unos minutos es doloroso y desagradable. Nos queman, causando ulceraciones que se cauterizan en el instante, pero no nos importa, porque ahora lo importante es sobrevivir. Corremos con toda la fuerza que nuestras piernas nos permiten, esquivando a los animales que amenazan con arrollarnos a la bsqueda de un refugio donde guarecerse, pero todos se nos antojan lejanos. En el fondo, comenzamos a ser conscientes de que estamos a punto de morir. Entonces, sin aviso alguno y con extremada violencia que no nos da tiempo a sentir dolor, recibimos en todo el cuerpo un empujn infinito, y somos impulsados a la velocidad del sonido

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contra el grueso de los rboles que arden con fuerza, pero ya no sentimos nada porque estamos muertos. La aceleracin G ha sido tan despiadadamente intensa que, antes de llegar a los rboles, ha hecho trizas nuestros rganos internos. La desconexin ha sido rpida y sorprendentemente indolora. Diez segundos ms tarde, una pared de agua de dos kilmetros de altura pasa sobre los mltiples cadveres apilados, reventados en muchos casos, y los remueve como una batidora, esparcindolos a cientos de kilmetros. En un lugar lejano, sobre una llanura oscurecida por el cielo que empieza a ser negro, nuestro cuerpo cortado de huesos triturados es depositado junto a los restos de un centenar de especies distintas de pequeos dinosaurios y mamferos arcaicos, mientras un fro intenso comienza a precipitarse sobre el planeta. Dentro de unos das llegar una noche que durar casi tres aos, y que provocar la aparicin de glaciares y la extincin de las plantas. En algn lugar, muy al interior de Canad, una pequea criatura se asoma curiosa a la boca de una cueva elevada sobre los acantilados, inconsciente de que en un abrir y cerrar de ojos todo el entorno que conoca se ha ido con el viento. Una era ha terminado.

Querido lector, esta historia en la que ni usted ni nosotros, afortunadamente, hemos estado presencialmente, ocurri hace 65 millones de aos, y los actores, eliminando nuestra imaginaria presencia, fueron las especies que ahora pueblan los nichos geolgicos de la poca, que se vieron sometidas a una terrible extincin. Su escenificacin corresponde a cualquier lugar 500 Km al noreste de Chicxulub, pennsula de Yucatn, y dio lugar en el transcurso de unos meses a un cambio brusco en el orden natural, motivado, en principio, por un impacto celeste que colision en esa zona y que provoc la desaparicin en masa de los grandes dinosaurios, la especie ms exitosa en cuanto a periodo de supervivencia que ha poblado la Tierra. Los incendios se extendieron por el planeta arrasando el ecosistema. Un invierno nuclear repentino enfri durante 3 aos la atmsfera, hacindola pasar de 20C a -19C en cuestin de das, y su oscuridad favoreci la muerte de la mayor parte de la vegetacin frondosa que haba sobrevivido, por lo que los ndices fotosintticos bajaron en exceso y el dixido de carbono creci hasta lmites insoportables. Este elemento se encarg de calentar la biosfera una vez transcurrida la larga noche. Adems de los grandes saurios, tambin se extinguieron todos los reptiles voladores (pterosaurios), y los marinos (cocodrilos marinos, masasaurios, ictiosaurios y plesiosaurios).

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El plancton qued arrasado por la oscuridad continua, el calor, y la acidificacin sbita, quitando el sustento principal a la cadena alimenticia de los ocanos, lo cual llev indefectiblemente a la desaparicin de gran nmero de especies, entre las que estaban: Ammonites. Cefalpodos que tienen una concha externa enrollada, generalmente de simetra bilateral. Belemnites. Cefalpodos de 10 brazos con una concha interna calcrea que fosiliza. Corales. Individuos exclusivamente marinos, sus esqueletos de sostn son calizos y pueden llegar a formar enormes arrecifes o barreras de corales. Bivalvos. Moluscos de simetra bilateral que poseen una concha slida de dos valvas. Foraminferos. Protozoarios unicelulares, predominantemente marinos, de vida planctnica (flotan en el agua) o bentnica (se pegan al fondo marino). Coccolitos. Secreciones de algas calcreas. Fitoplancton y zooplancton marino. En el reino vegetal, las angiospermas fueron las ms afectadas, seguidas de conferas, musgos y helechos, por este orden. Tras los incendios globales, las plantas mayores no fueron capaces de soportar la densa oscuridad. Aquellos seres gigantes que sobrevivieron a la magnitud del impacto, y que precisaban de gran aporte alimenticio vegetal, perecieron en los aos sucesivos de fro e inanicin. Posteriormente sucedi lo mismo con los grandes carnvoros, que perdieron su reserva de carne al desaparecer los herbvoros. Los nicos supervivientes al final del proceso fueron los seres ms pequeos, a los que la naturaleza, en un alarde de irona, haba hecho dbiles en un mundo dominado por criaturas enormes y poderosas, incapaces de guarecerse llegada esta inesperada situacin en las oquedades, o de alimentarse de cantidades insignificantes de plantas y carne. Esto los salv. El mundo natural juega fuerte y da pocas explicaciones de sus caprichos. Solo cuando las cosas ocurren vislumbramos la matemtica inapelable que subyace tras cada evento trascendente, y somos capaces de hilar la pequea parte de esa ecuacin que entendemos solo en grado mnimo.

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La extincin cretcico-terciaria es la ms conocida y documentada de todas, no solo por su relativa cercana en la noche de los tiempos, sino por el inmenso auge que han tenido en nuestra sociedad los dinosaurios, que siempre han sido fuente de fantasa y encanto. Todos tenemos en mente pelculas y documentales que han contribuido a ello, en los cuales nos han mostrado partes peculiares de esa poca, pero lo ms relevante de esto es que quizs estos films no nos hayan enseado ms que una pequea fraccin de lo que aquello lleg a ser. Apartados los reptiles mamiferoides del primer puesto natural por una tragedia anterior, ocurrida hace 250M de aos, los dinosaurios cogieron el testigo evolutivo y reinaron en la superficie durante pocas en las cuales el orden natural fue capaz de recuperar el esplendor y magnificencia que antao haba tenido, justo antes de verse sometido a la extincin prmico-trisica que posteriormente analizaremos. Hace 80M de aos, la temperatura se haba estabilizado en 20C de media en todo el planeta, como muestran los fsiles de plantas tropicales. La gran cantidad de vapor presente en la atmsfera proporcionaba proteccin contra los temibles ultravioletas y permita una situacin de luz difusa, que minimizaba la noche, por lo que las condiciones de vida eran verdaderamente magnficas en un medio con una tasa de oxgeno que, fruto de estos fenmenos, subi desde el 10% a inicios del trisico al 20% a finales del cretcico. Esta elevacin de nuestro gas principal se debi a la abundancia de vegetacin subtropical (entre las que predominaban las cicadceas, parecidas a palmeras pero de troncos gruesos) que solo se transform lentamente hacia el bosque templado de conferas en los ltimos 10M de aos del periodo por accin de cambios climticos que analizaremos ms adelante. Su accin fotosinttica fue extraordinariamente activa, ya que la luz difusa permita que durante la noche siguiesen recibiendo suficiente luz tenue. El paso evolutivo ms importante en el reino vegetal durante el cretcico lo integra el desarrollo de las angiospermas (plantas con flor), cuyos fsiles aparecen en mltiples formaciones rocosas de la poca. Se extienden las plantas caducifolias, entre las que se encuentran la higuera, el magnolio, el sasafrs y el chopo. Al final del periodo aparecen muchas de las especies modernas de rboles y arbustos, que representan ms del 90% de las plantas conocidas de este periodo. Entre los fsiles del cretcico medio se encuentran restos de hayas, acebos, laureles, arces, robles, pltanos y nogales. Entre toda esta vegetacin haba ya insectos de los rdenes actuales que incluan polillas, moscas, escarabajos, saltamontes y termitas. En el mar, los crustceos estaban representados por langostas y camarones, entre otros, con lo que la diversificacin era patente. Sin embargo, hay indicios claros de que las especies mayores de la familia de los saurios haban comenzado su extincin 4M de aos antes de la llegada del evento que iba a cambiar el paradigma establecido. Esta es una afirmacin

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sorprendente basada en estudios de vanguardia, que demuestran que las poblaciones de belemnites e ictiosaurios haban desaparecido mucho antes de la gran extincin, y que las dems especies haban iniciado un largo periodo de decadencia, aunque las argumentaciones para determinar el motivo no han sido suficientemente explicadas. Nosotros tenemos datos que pueden cambiar esto. El final de la era lleg algn da que no se diferenciaba para nada de los anteriores, y sucedi sin motivo alguno, simplemente porque el azar puso en ruta de colisin con la Tierra una inmensa roca de 17 Km de dimetro, cuya presencia solo pudo ser descifrada por el impulso nunca suficientemente valorado de Lus y Walter lvarez, que en 1982 establecieron los clculos que demostraban cmo un cuerpo en ruta de colisin de ese calibre poda ocasionar estragos en un planeta habitado. Esta autntica bomba para los sofismas paleontolgicos se fragu cuando en 1978 el joven Walter lvarez, gelogo de nuevo cuo, comunic a su padre Lus lvarez, premio Nobel de fsica, que haba encontrado en Gubbio, Italia, una extraa sedimentacin negra incrustada en la roca (Fig.16) que le haba llamado la atencin. Result ser un metal pesado conocido como iridio, que se supone que solo se da en el corazn del planeta, y estaba situado justo en la frontera que separa los estratos del cretcico y el terciario, con una concentracin de 10 a 100 veces mayor de la habitual. Esta rica capa, dispuesta en cinco sub-capas perfectamente definidas, est por todo el planeta, siendo sin embargo muy escasa la presencia de iridio en el resto de la corteza, lo cual implica un origen anmalo, que mereci ser estudiado. Dado que este elemento es un metal pesado que se supone concentrado en el ncleo terrestre, y que es muy frecuente en los asteroides y cometas, desde el primer momento los lvarez tuvieron muy en cuenta el dato para establecer su origen. Antes de atribuir la causa del desastre a un impacto meterico, descartaron la posibilidad de que esta hubiera sido en realidad la explosin de una estrella supernova cercana, fenmeno por el cual tambin se habra irradiado iridio sobre la Tierra. Sin embargo, la ausencia de Pu244, un istopo pesado que se genera en abundancia durante las fases iniciales de una de estas deflagraciones, y que debera ser fcilmente detectable en los estratos afectados, descartaba de plano esa posibilidad. En 1980, despus de efectuar los clculos pertinentes, expusieron el resultado final de su investigacin en un histrico artculo titulado causas extraterrestres de la extincin cretcico-terciaria, que estaba llamado a revolucionar nuestro modo de entender las catstrofes medioambientales. En l, con todo lujo de detalles, mostraban datos precisos sobre la probable existencia de un evento de colisin que debi producirse hace 65M de aos, y que fue coincidente con el fin del reinado de los dinosaurios. El causante, segn sus postulados, fue un cuerpo rocoso de 10 km de dimetro, densidad algo inferior a 3 Tm por metro cbico, que impact a 25 km/seg contra una superficie acutica de escasamente 100

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m de profundidad, siguiendo una ruta de descenso diagonal respecto al horizonte, con un ngulo de 45. En cuanto a las caractersticas del cuerpo, llegaron a la conclusin de que se trataba de un asteroide de la clase Apolo y tipo condrtico. No obstante, el astrnomo Gil Shoemaker hizo el apunte de que los causantes de crteres de ms de 100 km de dimetro son, en una proporcin de 5 a 1, cometas, por lo que al tratarse enormes masas de baja densidad y velocidad de impacto considerable hay que pensar en aumentos de tamao para las cifras obtenidas en lo relativo al dimetro. Tras ser denostados y virtualmente masacrados por el mundo paleontolgico durante aos, que se hallaba sujeto a la firme conviccin del trastorno climtico generalizado provocado por la accin volcnica como detonante de esta extincin, los lvarez fueron premiados por la justa providencia cuando en 1978 el gelogo petrolfero Glenn Penfield, efectuando sondeos para la compaa mexicana Pemex, hall fortuitamente en la pennsula de Yucatn, a travs de imgenes procesadas, anomalas magneto-gravitatorias de lo que parecan ser los restos de un enorme crter enterrado bajo el ocano (Fig.17), cuyo origen se remontaba exactamente a 65M de aos en nuestro pasado, o lo que es lo mismo, justo en el blanco K-T (denominacin usada para definir el estrato que separa el cretcico del terciario) propuesto por los lvarez. A partir de ah, el trmino pistola humeante fue utilizado para referirse al crter como la prueba del arma que se haba encargado del asesinato de los grandes saurios. Por vez primera haba pruebas que vinculaban la extincin de la vida con grandes eventos csmicos. Sin embargo, debido a cuestiones comerciales impuestas por la empresa para la que ejerca sus funciones, Penfield no pudo hacer pblico su hallazgo hasta 1981 en un congreso geolgico, donde no levant grandes expectativas, siendo tomado su descubrimiento casi como una curiosidad intrascendente, demostrando una enorme falta de visin. Por ello, en principio, este hallazgo sorprendentemente pas desapercibido, y hasta aos ms tarde no se lo relacion con la hiptesis de impacto propuesta, a la cual se ajustaba como un guante. Pruebas claras fueron apareciendo por todos lados desde ese momento, muy posiblemente porque ya s se saba lo que haba que buscar. As se hallaron granos y bolitas de cuarzo de 0,1 a 5 mm de dimetro, compactado al estar sometido en algn momento a tremenda presin, microtectitas alteradas y minerales estriados caticamente, siempre en estratos del cretcico-terciario y en un radio de 2.500 Km desde la recin encontrada zona cero. Adems, los sedimentos de iridio, repartidos contra todo pronstico en 5 capas, se separan en el tiempo un mximo de 500.000 aos segn estimaciones conservadoras, pero con un mnimo que podra reducirse a das e incluso horas si se presupone una rpida estratificacin, teora que se va imponiendo, con lo que tendramos una prueba ms que concluyente para un escenario terrible de impacto mltiple que mas adelante tendremos muy en cuenta.

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El calor generado debi producir un pavoroso incendio a escala global de bosques y praderas. Esto ha podido ser demostrado en un informe presentado por geoqumicos de la Universidad de Chicago, que fue dado a conocer en 1985. En la capa limtrofe entre en Cretcico y el Terciario encontraron una cantidad sorprendentemente alta de holln, correspondindose con un evento que inciner enormes cantidades de vegetacin. Estos incendios debieron haber consumido gran parte del oxgeno atmosfrico y transformarlo en monxido de carbono, al tiempo que aport nubes de humo y polvo que absorbieron mayor radiacin solar. Junto con las lluvias cidas a gran escala, estas tinieblas ayudaron a destruir la capa vegetal afectando tambin el fitoplancton marino que baj los niveles de produccin de oxgeno, destruyendo as gran parte de la cadena alimenticia en los ocanos. Como se ve, el cmulo de reacciones en cadena siempre acaba, invariablemente, en la extincin de grupos de especies. En el ro Brazos, Texas, se han encontrado evidencias de enormes tsunamis que inundaron la zona en la poca, depositando densas capas arenosas. En las zonas de Hait y Golfo de Mxico, la franja del lmite K-T es ms ancha que los 2 3 cm del resto del mundo, lo cual ha sido interpretado tambin como una consecuencia de repetidas tsunamis. Pero, a pesar de las abundantes pruebas de una extincin principal provocada por un cuerpo celeste, an se dejaban or los clamores de diversos grupos de cientficos que cuestionaban la capacidad de un impacto para destruir un ecosistema completo, con lo que las tensiones se sucedieron, y las abundantes pruebas se fueron relegando en favor de la teora volcnica, ms en consonancia con lo defendido por los paleontlogos, ms interesados en defender sus dogmas que en reconocer la verdad que se les mostraba, y que los obligaba a replantearse muy seriamente el pasado geolgico de la Tierra. Y de pronto, como si viniera a completar un nuevo cuadro para la ciencia, en 1994 el cometa Shoemaker Levy-9 se estrella contra Jpiter, repartiendo por su superficie los 21 fragmentos en que se haba despedazado un ao antes por causa de las corrientes de marea del gigante gaseoso. Los trozos van cayendo por todo el planeta, dando lugar ante los ojos atnitos de los astrnomos a crteres de hasta 8000 km de dimetro, y llamaradas de 26.000 km de altura, capaces de incinerar todo nuestro mundo dentro de ellas. Aquella visin destructiva sin precedentes impresion tanto a los sectores ms escpticos respecto al poder de los impactos, que rpidamente se inici un cambio de rumbo en los dogmas establecidos, llegndose a un principio de consenso que cada vez es ms firme. El SL-9 contribuy a abrir los ojos del mundo ante la amenaza del cielo. La mecnica de impacto, vistos los hechos, fue tenida inmediatamente en cuenta, y analizadas las pruebas y los resultados, hoy por hoy, son pocos los que se atreven a cuestionar lo que verdaderamente sucedi en Yucatn a finales del Cretcico.

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Sin embargo, y aun teniendo presente que los ltimos recientes descubrimientos han localizado un cuarto anillo en torno al crter a casi 400 Km de distancia, lo cual seala una fuerza destructiva descomunal, basndonos en la quntuple estratificacin de iridio de la franja K-T, parece cada vez mas fundamentada la teora de que realmente pudo tratarse de un impacto mltiple, con lo cual el cuadro parece que comienza a tomar un color ms oscuro an de lo que se pensaba, mxime despus de haber asistido como espectadores en primera fila a lo que haba hecho sobre Jpiter uno de estos eventos de bombardeo continuo. Pero si esto es as, y esas cinco finas capas del raro metal pesado que nos ocupa corresponden a cinco eventos separados, deberamos tener restos de impactos correspondientes a la poca diseminados por el planeta. Es esto posible? Efectivamente, un enorme crter de 400 x 600 Km de dimetro, mayor por tanto que el de Chicxulub, parece encontrarse en el Mar de Arabia, prximo a Bombay, aunque an est en fase de confirmacin. El nombre con que se conoce esta anomala es Shiva, y si la fecha de impacto se corresponde con la inicialmente atribuida de 65M de aos, nos encontraremos ante la posibilidad de un impacto mltiple. Las extraordinarias dimensiones del crter se deben a que el cometa que lo produjo penetr en la atmsfera con una trayectoria de ngulo bajo, lo cual gener un corredor de 600 Km de longitud y 400 de anchura en el suelo ocenico antes de desacelerar, quedando plasmada una singular forma de lgrima que solo la tenacidad de Sankar Chaterjee, un paleontlogo de la Universidad Tecnolgica de Texas, ha sabido interpretar, pese a las reticencias de mltiples sectores. Shiva tiene anillos concntricos an distinguibles, un anillo exterior ya colapsado y una elevacin central, subterrnea actualmente, que tuvo en su origen mayor altura que el monte Everest. Esta prominencia se llama Bombay High en las cartas de navegacin, y est irradiada de pseudotaquilita y un ncleo de granito que data de la era neoproterozoica, hace 940M de aos, el cual fue elevado bruscamente mas de 5 Km por encima de la ubicacin real de sus estratos, y que ahora nos aporta datos sobre la violencia de la colisin. Esto no es posible sin una sacudida extraordinaria de la corteza terrestre, muy por encima de las que producen terremotos o volcanes. Por si fuera poco, la zona entera carece casi ntegramente de litosfera, lo cual es explicable desde el punto de vista de que hubiese sido volatilizada bajo tremendas temperaturas. La meseta de Deccn (Fig.18), que ocupa gran parte del oeste de la India, formada por 500.000 Km2 de lava correspondiente a la poca, aunque en aquellos tiempos tuvo el triple de tamao, contiene multitud de sedimentos similares a los hallados en las megabrechas de impacto, adems de gran cantidad de iridio. Tambin se han encontrado restos de cuarzo compactado, nquel, Fullerenos tipo C60 y enormes depsitos de tsunamis. Asimismo hay grandes concentraciones de

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espirales de roca gnea alcalina, rebosantes de iridio, dentro de la lava slida, siendo este un delator claro de las cuencas de impacto. Para hacer las cosas aun ms evidentes, la franja correspondiente a la estratificacin del lmite K-T es en esta zona de un metro de espesor, contrastando con los escasos centmetros de la mayora del resto del mundo, y apostando claramente por un acontecimiento cercano de gran magnitud. Los estudios realizados en la sedimentacin paleocena, las anomalas magnticas de la formacin submarina Carlsberg Ridge, el estudio de las reflexiones ssmicas, y la perforacin efectuada en el ncleo del impacto, dan resultados que delatan el origen de la estructura. En el periodo correspondiente a la extincin K-T, India era una isla que estaba situada aproximadamente donde hoy est el punto caliente de Reunin, y continuaba su marcha a 8 cm/ao hacia el noreste. Cuando recibi el impacto de Shiva, este fue tan intenso que deform la litosfera en su zona oeste, dando lugar a una redistribucin de las placas al noroeste del ndico. Tambin se desplaz el Carlsberg Ridge, dando literalmente un inexplicable salto de ms de 500 Km, que gener tensiones tectnicas entre las Seychelles e India, hasta provocar su separacin. La fuerza inducida por el impacto oblicuo provoc un desplazamiento asimtrico, que finalmente aceler la velocidad de fuga de la masa Hind hasta los 18 cm/ao, y ya no fren hasta el choque con el Tbet. Esta brusca aceleracin es todo un misterio si no contamos con un agente como el propuesto. Y por si no fuera suficiente, investigadores de todo el mundo comienzan a hacerse eco de otros tres magnos impactos datados en la fecha que analizamos y que podran tener relacin con los de Chicxulub y Shiva, y que estn localizados en Ucrania, el Mar del Norte y en la costa este de Norte Amrica. El de Silver Pitt, en pleno Mar del Norte, unos 80 Km al este de Inglaterra, tiene 23 Km de dimetro, y est perfectamente fechado y autentificado ya. Igual sucede con el Boltysh, en Ucrania, de 24 Km. El tercer candidato que se est estudiando, con sntomas claros de xito, es una impresionante formacin enterrada en la costa de Maine, USA. Es el llamado crter Small Point, an en fase de estudio, aunque ya presenta anomalas magnetogravitatorias similares a las encontradas en las otras reas de impacto. Su tamao podra estar en torno a 250 Km, y, desde luego, se tratara de otra puerta abierta al abismo para las criaturas del cretcico final. No cabe duda de que el escenario de desastre mltiple propuesto comienza a tomar un rumbo de verosimilitud que nos aproximara a una autntica visin del infierno de Dante trasladado a la Tierra. Los restos de iridio dispuestos en 5 finas capas diferenciadas dentro de la franja estratigrfica correspondiente al lmite

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cretcico-terciario, indican que esta es la opcin ms plausible, por lo que solo es cuestin de tiempo que todos los datos vayan confluyendo para poder determinar la secuencia final de los hechos acontecidos en aquellos terribles das. Lo que si comienza a vislumbrarse es una disposicin geomtrica en la situacin de los impactos que nos habla claramente de una fragmentacin mltiple, que fue separando los diversos trozos de modo que cayeron en muy poco periodo de tiempo y con poca distancia entre ellos. Los tres mayores se separaran horizontalmente, tomando la delantera, al girar por detrs del Sol, el que dio lugar al impacto Shiva, que alcanz a la Tierra con un vector de direccin este-noreste, es decir, desde abajo y muy a la izquierda. Los dos centrales, Chicxulub y Small Point se abrieron ligeramente hacia arriba, y los dos ms pequeos, Boltysh y Silver Pitt, cayeron en un ngulo mayor, separndose todos, de modo muy lento, del vector original. Con un escenario de cinco impactos (Fig.19), Shiva habra sido el primero en llegar, 4 5 horas mas tarde los dos mas pequeos, Boltysh y Silver Pitt, y otras tres horas despus los de Chicxulub y Maine, que acabaron dando la puntilla al auge natural en un solo y nico da aciago, en lo que parece una autntica conjura contra el orden establecido. Los impactos de Chicxulub y Small Point arrojaron poderosas ondas ssmicas que confluyeron en Deccn, lugar prximo a las antpodas de ambos, y situado a pocos cientos de kilmetros en aquellos momentos de la zona cero de Shiva, y por tanto muy fracturado ya por la presin inmensa de aquel. La suma de fuerzas no se hizo esperar y comenzaron a aflorar a la superficie millones de toneladas de lava, que formaron plataformas de varios kilmetros, similares en constitucin a las que existen en Siberia, y que datan de la extincin prmicotrisica. Por tanto, parece demostrada la relacin existente entre estos fenmenos de sper vulcanizacin y los grandes encuentros csmicos. Durante ese periodo de escasas 7 horas, multitud de impactos menores debieron irse produciendo por todo el globo, alimentando los devastadores incendios que se sucedan por los cuatro puntos cardinales. Un mal da, sin duda. Algunos restos de aquellos agresores ms pequeos que han llegado hasta nuestros das seran el Eagle Butte, en Canad, de 10 Km y Vista Alegre, en Brasil, de 9,5 Km, ambos cados en una estrechsima franja temporal que los hace candidatos a haber formado parte del cuerpo masivo desgajado con el que estamos teorizando. De confirmarse la autenticidad, origen y datacin de Small Point, el gran cuerpo original que se desmembr antes de precipitarse contra la Tierra pudo tener un tamao de hasta 90 Km antes de romperse, lo que lo sita entre los capacitados para eliminar la vida completamente de nuestro planeta hasta el nivel bacteriano. Sin duda, el fraccionamiento de este inmenso asesino fue, si se produjo, uno de los

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momentos mas afortunados para la naturaleza en el planeta. No cabe duda de que de no haberse dado este fenmeno hoy no estaramos aqu. LAGARTOS TERRIBLES Pero pese a ese golpe de fortuna, lo que s est suficientemente claro es que lo que sucedi en esas horas vino a destruir una poca de esplendor en la que la evolucin haba avanzado muchsimo en el desarrollo de formas de tamao enorme. Sobre el motivo de este agigantamiento, evidenciado incluso en las plantas, no hay un claro consenso cientfico, y si no fuera porque las pruebas son notorias, se podra llegar a pensar que se trata de una fbula sin atisbo de realidad. Pero lo cierto es que todo era enorme en la poca que discurre entre los 250M de aos y los 65, y sin embargo, despus del gran cataclismo del cretcico-terciario, no solo las especies ms grandes desaparecieron, sino que incluso las plantas redujeron muy considerablemente su tamao hasta llegar a la media actual. Veamos: una de las explicaciones para el desaforado crecimiento de las especies animales se basa en la alta eficiencia ventilatoria mostrada por su sistema de respiracin, basado en la evolucin de las vejigas natatorias hacia sacos areos, que dotaron a estos seres con capacidad de circulacin permanente de aire que aportaba excelente oxigenacin, an en circunstancias difciles, del mismo modo como acontece en las aves actuales cuando sobrevuelan para nuestro asombro cumbres de 6 7.000 m. Esto elevaba la facilidad de asimilacin de oxgeno que poda ser bombeado en sangre en la cantidad adecuada sin descanso, lo cual debi proporcionar un acopio de energa extra que, a la larga, y segn determinado sector de la paleontologa, pudo propiciar el crecimiento masivo de los cuerpos. Se evidencia que el oxgeno es un elemento que aporta gran energa. Sin duda un organismo de gran capacidad de asimilacin, inmerso en un ambiente donde pueda extraer proporciones elevadas de este gas, puede hacer acopio de enorme capacidad vital, suficiente para impulsar desarrollos espectaculares en sus funciones, y en ltima instancia, en su tamao corporal. Esto podra ser as, a pesar de que en la actualidad tenemos especies basadas en sistemas similares que no son nada grandes, y por el contrario especies, como el elefante, que son enormes sin necesidad de ese acopio extra de oxgeno. Lo que si se ve es que su efecto se hizo patente en todos los rdenes naturales, incluidas las plantas. Bueno, en todos excepto en los supervivientes de los reptiles mamiferoides, que haban menguado su tamao misteriosamente a finales del prmico, despus de dominar prometedoramente durante 50 millones de aos, en los cuales los futuros dinosaurios, entonces llamados dipsidos, eran pequeas lagartijas asustadizas. De repente, algo ocurre y los papeles cambian: los grandes mamiferoides pierden talla hasta pasar a un discreto segundo plano, y dinosaurios y plantas inician su

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crecimiento desorbitado, llegando a una talla mucho mayor que la alcanzada por sus coetneos. Aqu tenemos otra explicacin basada en la capacidad de oxigenacin, dado que los registros muestran una gran cantidad de bierterina sedimentada hace 250M de aos, solo posible en situacin de escasez de oxgeno, lo cual nos lleva a aseverar que en aquella poca se produjo un enorme descenso de la concentracin de este elemento que pudo causar no solo la reduccin en tamao, sino tambin la prctica extincin de los reptiles mamiferoides. Los dipsidos, ms primitivos en su desarrollo, siguieron creciendo sin problemas, al tener un suministro ventilatorio excelente incluso en aquel ambiente difcil. Pero por qu se redujo tanto y tan bruscamente la cantidad de oxgeno si el mundo natural de los mamiferoides, durante el carbonfero y el prmico, rebosaba de l? Se ha constatado que lleg a copar nada menos que el 30% del volumen atmosfrico, 10 puntos por encima de la tasa actual, bajando de manera drstica hace 250M de aos a un 10% desolador, que debi provocar autntico estrs y angustia en aquellos seres. Esta cantidad tan abundante se deba a un largo periodo de ms de 100M de aos de desarrollo de las plantas en un ambiente de luz difusa, que saturaron la atmsfera a travs de su fotosntesis continua, dando lugar a una riqueza ambiental que propici el ascenso de los reptiles con pulmones, como los mamiferoides, inmersos en un medio abundante en calidad y nutrientes. Sin embargo, para que se produzca este fenmeno singular y generalizado a todos los rdenes naturales a lo largo del trisico, hemos de encontrar ms causas en el entorno global, como son una cada del campo gravitatorio, un aumento considerable de la presin atmosfrica, y, por supuesto, un medioambiente idneo que ya hemos analizado. La cada del campo gravitatorio es conjeturable, pero no parece la ms plausible. Suponemos que el campo terrestre se genera desde el ncleo frrico del corazn del planeta, y que, aunque menguante en fracciones infinitesimales, no ha sufrido alteraciones duraderas en lo que respecta a su poder durante la poca que nos ocupa, por lo que vamos a mirar en otras direcciones, a pesar de que sea un candidato verdaderamente atractivo y en ningn momento descartable. La presin s que ha cambiado a lo largo de los tiempos, variando con respecto a la densidad. Indudablemente, con una atmsfera saturada de oxgeno y vapor de agua, hemos de suponer un mayor peso atmosfrico que el actual, lo que es un factor a tener en cuenta. Adems, algunos testigos fsiles de la poca, como las grandes aves saurias, corroboran este punto, hablndonos de una superficie sometida al doble de presin. Este hecho, junto con la calidad ambiental, son de por s suficientes para explicar la elevada talla de los seres de la poca. Pero las condiciones del hbitat cambiaron. Justo en la fase final de cretcico, los lagartos terribles haban llegado a un tamao verdaderamente enorme, con lo que se encontraron cada vez ms desfasados y torpes, incapaces de

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mantenerse en un ambiente que se les iba haciendo cada vez ms y ms pesado debido a la lenta degradacin detectada en el medio, propiciada por elementos destructores. En algn momento determinado la naturaleza lleg a una encrucijada, iniciando una vuelta atrs mediante la reduccin que lentamente haba comenzado a imponerse, pero esto es muy difcil en criaturas de tanta masa corporal como las especies ms grandes, con lo cual se vieron abocadas a un largo y tedioso proceso de desaparicin que, con toda seguridad, las habra llevado millones de aos ms tarde a su total extincin en ausencia del drama que las esperaba. Sin embargo, otras especies menos colosales como los celurosaurios o los deinonicosaurios de finales del cretcico, presentaban estructuras seas extremadamente giles y cerebros tan grandes como los de los mamferos ms avanzados de la poca, por lo que su continuidad evolutiva pareca asegurada, descartando la hiptesis de que los giles e inteligentes mamferos desbancaron a los saurios por su inadaptable incompetencia, torpeza y estupidez, como de un modo irrespetuoso se aduce desde determinados sectores. No pasemos por alto, adems, recientes descubrimientos efectuados en China, que respaldan una teora que hasta ahora ha sido tenida por poco slida. Tras haberse encontrado multitud de fsiles de especies avanzadas de la ltima poca del cretcico, est comenzando a tomar cuerpo la certeza de que el camino que estaban siguiendo algunas evoluciones de estos extraordinarios animales era el de la especializacin en el vuelo. Los huesos comenzaban a ser extremadamente ligeros, la mayor parte de las veces huecos, igual que ocurre con las aves actuales, lo cual disminuye enormemente la cantidad de energa necesaria para mantenerse en el aire. Esto se ha podido constatar incluso en especies determinadas de grandes carnvoros, como el afamado y feroz t-rex, que ha deparado ltimamente la sorpresa de que, al menos en determinadas sub-especies, tuvo el cuerpo entero cubierto de finas y pequeas plumas, lo que supone uno de los cambios de rumbo ms sorprendentes y originales detectados en el mecanismo evolutivo hasta ahora. Aunque en los medios paleontolgicos se piensa que posiblemente ello fuese debido a una necesidad apremiante de regulacin trmica, la verdad es que la pregunta de si realmente estaban iniciando una larga transformacin en aves queda en el aire de momento. Determinados estudios predictivos establecen que si estas enormes mquinas depredadoras hubieran evolucionado 10M de aos ms, posiblemente habran perdido sus pequeas extremidades anteriores, reduciendo ostensiblemente su tamao y derivando la energa hacia el desarrollo de un par de alas que no les hubieran permitido despegar del suelo hasta despus de haber perdido una cantidad notable de peso. Otras especies ms pequeas, como el deinonichus, estaban en aquellos momentos mucho ms avanzadas en este proceso de transformacin, como se ha podido constatar en los fsiles chinos. Por otro lado la dinmica de vuelo ya haba llegado a su cenit, con lo cual la conquista del aire estaba asegurada. Las plumas tambin haban sido experimentadas con xito en el archaeoptrix, entre otros

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pequeos dinosaurios voladores, por lo que no debe sorprendernos constatar que la naturaleza comenzaba a aplicarlas a sus adaptaciones con un ms que claro objetivo. Pero las aves ms espectaculares de la escena superan todas las expectativas que podamos imaginar en cuanto a grandiosidad y capacidad aerodinmica. Sus fsiles han sido encontrados en Texas, y han dado lugar a un gran volador que responde al nombre de quetzalcoatlus (Fig.20). Esta ave de la familia de los pterosaurios meda 12 m de envergadura, y es, hasta el momento, el animal volante ms grande que ha existido. Pero lo que llama la atencin sobre esta criatura asombrosa es una caracterstica singular, que nos aporta datos muy interesantes. Comparando sus cualidades aerodinmicas con las de las aves actuales, e incluso con los ms avanzados aviones de transporte, como el Jumbo, el resultado de sus capacidades de vuelo es sorprendentemente irregular. Al igual que ocurre con el pteranodn, otro inmenso depredador volante de su poca, la posibilidad de elevarse en el aire de estos animales pasa necesariamente porque la densidad de los gases fuera mucho ms elevada de lo que es hoy, y con ello volvemos a tener pistas claras de un escenario con una presin de al menos dos atmsferas, lo cual es muy importante para el desarrollo de una fauna de gran tamao. Desde hace tiempo, determinado sector de la paleontologa establece que las aves actuales no son ms que la evolucin final de muchos de aquellos reptiles voladores que eran los saurios, lo cual se evidencia en lo que hemos visto. Algunos de los ms pequeos iniciaron la transformacin desde animales terrestres a voladores en la poca final de cretcico, lo cual es, como mnimo, mgico e inesperado, aunque quizs no tuvieron tiempo suficiente para conseguirlo. Volviendo a la discutida temporalizacin del evento de extincin, en 1987, Robert Sullivan detall unos estudios segn los cuales de las 16 familias conocidas de dinosaurios, 7 ya se haban extinguido durante los 10 ltimos millones de aos del cretcico, coincidiendo con un fenmeno de enfriamiento detectado a escala global que tambin afect a las plantas. En los grupos que optaban a la supervivencia se hallaban las especies ms avanzadas, justo en la diana del correcto camino hacia la vida a travs de la adaptacin, pero solo aquellas con un peso inferior a 25 Kg lo iban a conseguir. Hoy sabemos que hay un nuevo dato que aadir a esta serie de argumentaciones. La fase de pre-extincin se vio agravada por la concurrencia de nada menos que 8 impactos anteriores a los que posteriormente llegaran y que ya hemos analizado, los cuales aceleraron los cambios naturales y contribuyeron al enfriamiento masivo detectado por Sullivan. Esta es la raz de la degradacin en el medio que hizo de repente a los dinosaurios mayores pesados y torpes, debido sin duda a un deterioro en la concentracin de oxgeno. Los restos de estas hecatombes estn hoy da perfectamente localizados, y uno es el crter Lappajrvi en Finlandia, de 23 Km y producido hace 73M de aos. De la misma poca son el de Manson, en Iowa, USA, con 36 Km y el Maple Creek en Canad, con 6 Km. Ms tarde, hace 70M de aos se precipit el astro que

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colision en Kara, Rusia, provocando un crter de 65 Km, y en fechas similares el de Vargeao Dome, en Brasil, con 12 Km. Hace 68M de aos se precipitaron lo blidos que dieron lugar a la creacin de los crteres Tin Bider, en Argelia, de 6 Km, Ouarkziz, tambin en Argelia, de 3,5 Km, y Chuckcha, en Rusia, de 6 Km. Llamamos la atencin sobre el hecho de que aparezcan en grupos perfectamente definidos, y nos preguntamos si no pudo tratarse, una vez ms, de tres colisiones mltiples, sin que hasta el momento tengamos ms pista para deducirlo que la edad coincidente de los crteres hallados, aunque sabemos que eso no es suficiente. Al igual que lo ocurrido con los que se precipitaron a finales del periodo cretcico, hace falta una constatacin, como la que en ese caso supuso la estratificacin de diferentes capas de iridio en la estrecha franja K-T, pertenecientes a distintos eventos, separadas por lo que podra ser una sedimentacin rpida producto de las eyecciones descomunales. Sea como fuere, lo cierto es que estas colisiones tienen capacidad suficiente por separado para desatar crisis climticas continentales o hemiesferoidales, y en el caso del que se estrell en Kara, incluso de provocar un grave problema global. La concurrencia de 8 eventos de este tipo en un periodo geolgicamente corto de 5 millones de aos encaja perfectamente con la posibilidad de que la fase de enfriamiento localizada algunos millones de aos antes del lmite K-T fuese apoyada, si no provocada, por blidos que dieron lugar a cambios en la qumica atmosfrica y marina mediante la expulsin de dixido de carbono, dixido de azufre y cido ntrico. Estas alteraciones habran afectado en primer lugar a las plantas, y posteriormente a los animales, comenzando por los de gran tamao, con lo cual todo apunta a un problema que ya vena de muy lejos para explicar la desaparicin de gran nmero de formas de vida, basado en alteraciones qumicas inducidas por mecnicas de impacto que, en dos fases bien diferenciadas y en menos de 8M de aos, terminaron con el ecosistema. En trminos astronmicos, semejante concurrencia de cataclismos entra dentro de lo improbable. Pero se produjeron!, por lo que cabra preguntarse por qu, aunque eso es algo que haremos despus de haber adquirido una visin global del conjunto de las eras. Es evidente que todo propici la inesperada cada de la dinasta de los dinosaurios y complic muchsimo la existencia a todos aquellos seres menores de 25 Kg que iban a sobrevivir al cataclismo. Por tanto, un nuevo cambio de paradigma se produjo a consecuencia de un terrible final de ciclo propiciado por una cadena de cometas devastadores que asolaron el planeta. Pero no era la primera vez que esto ocurra, ya que recientemente se ha descubierto otra prueba clara de un evento capaz de cambiar las leyes y rdenes naturales. La evidencia es una cicatriz en el actual ocano ndico, antiguamente denominado mar de Paleo Tethys.

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Este enorme y profundo vestigio parece ser el remanente de un crter de ms de 3.000 Km de dimetro, producido por un evento de colisin que habra arrebatado al cuerpo terrestre una cantidad notable de materia, permaneciendo la deformacin en la esfera terrquea a pesar de la sedimentacin y erosin marina producidas durante millones de aos. Esta sima profundsima se halla al Sur de la India, ms de 5 Km bajo el mar, y no conserva restos de sus anillos debido a la friccin erosiva de 250M de aos y al movimiento de subduccin de las placas ocenicas. Por tanto, hablamos de una colisin enorme en pocas relativamente recientes, que tuvo que dejar secuelas de magnitud singular, y las fechas hablan de 250M de aos, coincidiendo con la gran mortandad del permico-trisico, o lo que es lo mismo, la ms grande extincin que la Tierra ha conocido. Tratemos de averiguar qu pas en el mar Paleo Tethys.

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CAPTULO V.

EL APOCALIPSIS PRMICO
Situmonos en cualquier lugar del planeta hace 250M de aos, justo antes de que se produzca la precipitacin de un cuerpo aniquilador venido de la negrura sideral. Aunque cientos de colisiones de este tipo ha habido en el remotsimo pasado, y la Tierra ya conoce sus efectos, el que est a punto de producirse tiene el componente siniestro de la inoportunidad, ya que est a punto de arrasar un ecosistema que durante 83M de aos ha evolucionado hacia formas de vida verdaderamente eficaces y avanzadas, entre las cuales las plantas, inmersas en la era de los mamiferoides, han conseguido elevar la tasa de oxgeno atmosfrico hasta unos magnficos treinta puntos sobre cien, lo cual constituye el mayor logro de que tenemos noticia en lo tocante a este aspecto en toda la larga historia del planeta. Por tanto, estamos en un momento natural de gran esplendor, que en el transcurso de menos de un da se va a ver reducido en su mayor parte a cenizas. El culpable es un cometa de unos 70 Km de dimetro, al que en honor al gran relato de Arthur C. Clarke El puo de Dios vamos a llamar Kali. Su densidad, al ser un cuerpo joven, es de 3.000Kg/m3, y su velocidad de aproximacin est en torno a los 50 Km/seg. Mientras se acerca el instante crtico, podemos adelantar que el ngulo de impacto ser de solo 20, y que se producir en un punto del actual ocano ndico, a unos 2.000 Km al sureste de lo que hoy conocemos como India, zona en aquella poca ocupada por tierra firme, a cuyo norte se hallaba el mar Paleo-Tethys, uno de cuyos restos es el actual Mediterrneo. Al sur de esta zona 0 estaba el mar de Tethys, y mas all Australia, an unida a la Antrtida. Entre ellas permaneca atrapada la India. Al oeste veramos frica, al norte Siberia y al este parte de la actual China, dividida en dos grandes islas que comprendan China norte y sur, adems de Indonesia. Al noroeste se extendan las futuras tierras europeas, entre las que distinguiramos con claridad Escandinavia y Europa occidental. El impacto de Kali crea un primer crter de transicin y volatiliza la mayor parte de la litosfera, penetrando en el primer segundo 30 Km, mientras expulsa enormes cantidades de materia. Debido a la tremenda fuerza lateral ejercida, se produce un leve aumento de la velocidad de rotacin planetaria, acortando la duracin del da. Un hecho espeluznante, que delata la potencia de la destruccin, lo supone el hecho de hasta dnde fue empujada parte de la corteza terrestre. Enormes trozos de masa, que anteriormente estuvieron en la superficie, flotan hoy a casi 400 Km de

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profundidad por todo el globo. Esto supone una anomala de gran calibre, pues la superficie implicada es de un tamao descomunal, similar al de Australia y frica. Solo una presin repentina y uniforme pudo hacer esto, despidiendo zonas muy slidas a travs del manto, hasta situarlas en su emplazamiento actual. Sabemos que nuestra corteza es inusualmente delgada, solo de un 1% del total, cuando debera llegar al 10%, igual que sucede en los otros planetas. Sin duda, y a tenor de los datos, toda esa corteza que falta fue sumergida tras un impacto tremendo, que no puede ser ms que el que nos ocupa. Esto fue certificado por geofsicos del Caltech y la Universidad de Illinois tras analizar los ecos de las ondas de choque de grandes terremotos, que resultaron reflejadas en masas que an conservan solidez y densidad propias de las zonas exteriores. Volviendo a la fecha de los acontecimientos, vemos que el crter final desde el que eman tanta potencia radial tiene 3.050 Km de dimetro, con una altura en su anillo exterior de 3 Km. Se ha formado en unos terribles 22 minutos, y dentro de sus lmites contiene un golfo de roca fundida que enlaza directamente con el manto. Cuando se solidifique, una capa de lava formar el nuevo lecho marino, muy parecido a los famosos mares de la Luna. En su centro, un gran domo de granito se eleva hacia el cielo hasta una altura inslita, que dejara muy por debajo a las cimas ms altas del Himalaya. Nunca ha habido en la Tierra un accidente geogrfico de tanta altura. Parte de la cadena montaosa que forma las paredes del crter contiene a Turqua, Irn y la zona del actual Tbet, que comenzarn su deriva continental rumbo al noreste, hasta las posiciones actuales, una vez desprendidos de las grandes masas de tierra que los una a China (sur) e Indonesia. En algn punto al norte, donde el impacto ha hecho confluir las ondas de choque, la corteza y el moho, habitualmente rgidos, han sufrido una convulsin contra el magma del manto, al que mueven y aplastan violentamente, transmitindole gran energa, que acaba sobrecalentndolo. Hasta ahora slida, la capa exterior del planeta cruje repentinamente y revienta, sometida a tensiones y temperaturas titnicas, y lo hace por la zona ms frgil del momento, la macro erupcin de Siberia, que en el instante de la colisin llevaba ya millones de aos lanzando materia fundida y gases a la atmsfera, aunque con unas dimensiones que nada tienen que ver con las que Kali le provoca. Las emisiones de fluido ardiente fueron suficientes para formar una capa de 4 Km de espesor, con una superficie equivalente a 4 veces la de Espaa. Las fallas por las que sali esta ingente cantidad de magma desde el manto estn perfectamente definidas hoy da bajo miles de metros de lava slida, y tienen 1.500 Km de largo por centenares de anchura, profundizando hasta 50 en la corteza. Junto con los gases generados por el impacto, la cifra de Co2 y So2 liberados fue de 40 trillones de TM, lo que, sumado a las densas nubes de cido ntrico que se estaban formando en las alturas como consecuencia de la combustin

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masiva de oxgeno y nitrgeno, daba como resultado una atmsfera ponzoosa e irrespirable, en la que las precipitaciones de lluvia cida iban a ser frecuentes durante miles de aos, envenenando literalmente las masas acuticas. Las fallas tectnicas situadas al norte y noreste, limtrofes entre PaleoTethys y tierra firme, han sido bruscamente empujadas, con lo que se produce una aceleracin repentina hacia el exterior de la deriva, cambiando parte de los vectores que hasta entonces se desarrollaban. Por este motivo percibimos un ligero cambio de tendencia en el rumbo de las masas continentales cuando vemos una imagen cinemtica que refleje los cambios habidos en los ltimos 350M de aos. Aqu se fragu esa anomala. Dos cosas nos llaman la atencin sobremanera en estas escenas. Primero la brusca aceleracin que sufre la gran isla que contiene el actual norte de China, que alcanza su posicin junto a Siberia a una velocidad no explicable sin la impulsin exterior que propici esta terrible colisin. Ello es perfectamente apreciable dado que las velocidades de deriva entre las masas emergidas son bastante similares en general a lo largo de los ciclos conocidos, salvo en este caso concreto y el segundo al que hemos hecho referencia y que no es otro que el de la India, ya explicado detalladamente en el captulo relativo a la extincin K-T. Luego parece demostrado que los grandes impactos ejercen, adems de su carcter fuertemente destructivo, un gran empuje vectorial cuando su energa cintica comienza a transformarse en otros tipos de fuerzas, cosa que ocurre exactamente en los segundos que tarda el cuerpo agresor en detenerse totalmente desde decenas de kilmetros por segundo hasta 0. La cantidad de energa transformada en fuerza proporciona un empuje que, o bien impulsa directamente a las masas flotantes de corteza, o de algn modo altera la direccin de las corrientes de conveccin que se suponen en el manto, y a las que se atribuye, en ltimo extremo, la deriva continental. Por tanto, tenemos ms pequeas piezas que van encajando en el puzzle que nos mostrar la verdadera dimensin de los hechos subyacentes y hasta ahora ocultos tras los grandes impactos. En tierra firme las temperaturas son tan agresivas en 10.000 Km a la redonda que estallan incendios globales. Esto libera enormes cantidades de monxido de carbono a una atmsfera donde el Co2 se ha disparado, as como las concentraciones de metano, dixido de azufre, vapor de agua y sedimentacin voltil. A estas alturas, el futuro de las especies comienza a ser muy incierto. En el mar, tsunamis inmensas de hasta 5 Km de altura barren todas las costas del Paleo/Tethys y el Tethys a dos veces la velocidad del sonido, llevando el cuerpo completo del mar interior cientos de kilmetros tierra adentro, por lo que el fondo marino permaneci visible durante horas. Esto apag la mayora de los

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incendios, no sin antes asesinar a millones de criaturas y especies de todos los rdenes. El retorno de estas cantidades extraordinarias de agua al ocano provoc un erosionamiento acelerado del suelo, por lo que una enorme sedimentacin fue cubriendo las zonas adyacentes a los continentes, depositando estratos que borrarn parte de las huellas de la catstrofe. Mas all, el ocano Panthalassa qued en parte aislado de estas convulsiones titnicas debido a las caractersticas geogrficas de la zona de impacto, en la que una barrera de formaciones slidas rodeaba al conjunto, cortando as en parte la expansin natural de las tsunamis. Un cielo negro, incapaz de transparentar la luz, se extenda por el planeta, provocando un periodo de oscuridad que dur de 5 a 6 aos, durante el cual se desarroll un invierno crudo que hizo bajar las temperaturas de modo global muy por debajo de 0. Recientes clculos sitan esta cifra en torno a -19C. La muerte de las plantas supervivientes y organismos fotosintticos se sucede en breve plazo, quedando los animales herbvoros expuestos adems a la inanicin, por lo que hubieron de adaptarse a otros tipos de recursos mnimos durante esa poca, lo cual favoreci a las criaturas ms pequeas y a los carnvoros. Incluso en los mares, la afluencia de torrentes de cidos provoca la muerte del plancton, y con ello una cada en barrena de las condiciones de vida que acaban inevitablemente en catstrofe. El testigo inslitamente alto de C12 detectado pone de manifiesto adems que en esa poca se dispar la tasa de metano, debido al calentamiento provocado por el dixido de carbono tras el invierno nuclear, que acab fundiendo el sensible hidrato de metnico de los fondos ocenicos, con lo que aument el efecto invernadero y las temperaturas se hicieron verdaderamente trridas durante millones de aos. Otra posibilidad implica un derretimiento total de millones de kilmetros cuadrados de hidrato de metano en la zona de Tethys a consecuencia del calentamiento directo del impacto, transmitido a travs del lecho ocenico. De un modo u otro, o de ambos modos quizs, lo cierto es que este gas irrumpi en la atmsfera contribuyendo a su degradacin. Como iba a suceder 185M de aos ms adelante durante la gran extincin del Cretcico-Terciario que acab con los dinosaurios, los nicos supervivientes del reino animal iban a ser los seres ms pequeos, entre los que discretamente estaban los cinodontes, pequeos lagartos de 50 cm que daran lugar, tras muchas vicisitudes, al gran rbol de los mamferos, y los dipsidos, precursores de los inmediatamente poderosos dinosaurios. Toda forma de vida mayor que estos iba a perecer sin excepcin.

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Para los supervivientes quedar un largo vagar por tierras vacas, calentadas por un Sol abrasador e inmisericorde, que ir evaporando lentamente toda concentracin de agua dulce a su alcance, elevando vapor de agua a una atmsfera con un oxgeno pobre, equivalente a la concentracin que hay actualmente en la cima del Everest. Sera muy difcil respirar. Este periodo durar tanto como tarden las plantas en volver a restaurar el equilibrio mediante la absorcin del Co2, dentro de casi 80M de aos. En muchos sentidos es el crimen perfecto. El asesino no solo se ha mostrado eficaz, ya que estadsticamente ha eliminado al 97% de la poblacin objetivo, sino que ha sabido esconder las escasas pistas debajo de capas y capas de piedra, de tal modo que la confusin generada en el mundo cientfico ha sido tanta que hasta hace poco no hemos sido capaces de encontrar indicios de los hechos terribles que acontecieron en aquella noche prmica. Ahora, gracias a los avances de lo que bien podramos llamar paleontologa forense, sabemos adems que este asesino no trabaj solo. Despus de haberse producido la masacre de Kali, llegaron varios cometas que acentuaron los daos, como el que produjo el recin descubierto crter Bedout High, de 200 Km de dimetro, situado hoy frente a las costas del noroeste de Australia, y que est enterrado nada menos que a 3.500 m por debajo del suelo ocenico, lo cual nos da una idea de por dnde est nuestro crter mayor despus de permanecer 250M de aos sometido a la violenta erosin marina y, sobre todo, a la friccin tectnica. Si miramos el mapa representativo (Fig.21) de la situacin de las tierras hace 250M de aos, vemos perfectamente el modo en que se dispone la caldera creada tras el impacto de Kali, justo por encima del enclave de Bedout High. Toda la porcin circular que falta fue volatilizada, y a nuestro entender estuvo ocupada por tierra firme. Atenindonos a las posibilidades de deriva, presumimos que nuestra prueba principal esta enterrada a unos 5.000 m bajo el suelo ocenico en unas llanuras que aparecen perfectamente marcadas al Sur de la India. All la superficie de la Tierra se curva de modo inslito hacia adentro, y forma una depresin inmensa solo posible si la corteza ha sido sometida en algn momento a una fuerza que la deform. Esto es visible en la siguiente imagen (Fig.22). En las tomas del E.R.S.-1 procesadas por Michael Anzenhofer, se aprecia cmo al desprenderse de las capas ocenicas y de la atmsfera, la zona del ndico aparece derrumbada, quedando claramente marcado un gran punto azul como la zona ms profunda del planeta. All descansan los restos del crter principal del permico, el producido por Kali, posiblemente en forma de restos de lava altamente contaminada con caractersticas de impacto. Sin embargo, visto que estamos en una zona tectnica con potente actividad subductiva, lo mas probable es que la inmensa mayora del crter, si no todo, haya sido literalmente tragada por la Tierra.

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Pero no. A pesar de los pesares, hay un indicio claro. Juzguen ustedes. Ven la elevacin que aparece en el centro del inmenso crculo que debi englobar al crter? (Fig.23) Pues no sera otra cosa que el gran domo central, an resistiendo al mpetu del ocano despus de cientos de millones de aos. A su alrededor, unas llanuras de miles de kilmetros delatan la ausencia total de relieves intra litosfricos, lo cual es extraordinariamente coherente con el mar de lava slida que debera de extenderse ms de 5.000 m por debajo de la superficie del fondo marino. Si sumamos la altura de la cspide central, los 5.000 m bajo el fondo y la profundidad del crter raz, an de un modo conservador Llegamos a la impresionante cifra de 12 Km de mole para esta elevacin! Sin duda, este dato es de gran valor para establecer un criterio a seguir a la hora de interrogarnos sobre qu fuerza es necesaria para levantar semejante estructura en algunos minutos. Otros crteres actuales de aquella poca, e integrantes de la armada de destruccin prmico-trisica que estudiamos, son: Kursk, 250Ma, 6 Km, Rusia Gow, 250Ma, 5 Km, Canad Araguainha, 247Ma, 40 Km, Brasil Estimamos en base a nuestras proyecciones que el nmero total de impactos registrados estuvo en torno a 50 a lo largo de 3M de aos, por lo que an debe de quedar mucho por descubrir, aunque nos atrevemos a sealar tres candidatos verdaderamente serios. El primero es el Lorne Basin en Nueva Gales del Sur, de 35x30 Km, que est siendo estudiado en la actualidad. En estos momentos todo apunta a que se trata de un nuevo crter coincidente con la extincin P-T. Los otros dos importantsimos cmplices son un dueto localizado por el fsico planetario Mike Rampino, que yacen justamente en las antpodas de la macro erupcin siberiana, lo cual es un indicio a tener en cuenta. Estas simas descansan en la meseta de las Falkland (o Malvinas), al pie de Tierra de Fuego, y tienen unos dimetros de 300 y 200 Km, con lo que poseen entidad suficiente como para ponerse a la par de Bedout High, si se confirman los datos, como esperamos. De momento los anlisis gravimtricos parecen apuntar en la direccin correcta, con lo que habremos de permanecer atentos, sobre todo siendo conscientes de que pudiera tratarse de los detonantes de la macro erupcin siberiana, para lo cual tuvieron que precipitarse quizs 3 4M de aos antes que el impacto principal. La secuencia lgica (Fig.24) indica que despus se produjo el choque en el ndico, cayendo muy poco despus Bedout High junto con los impactos de Kursk y Gow. 3M de aos ms tarde Araguainha cerrara el ciclo.

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Tras la serie de colisiones, la extincin alcanza la horripilante cifra del 96% de las especies en todos los rdenes, pereciendo el 90% de la fauna marina y el 80 de la terrestre, lo cual puso verdaderamente al lmite los mecanismos de supervivencia de los escasos herederos de la tierra, que hubieron de vivir en condiciones inimaginables. La hiptesis de impacto ha sido ampliamente rebatida por paleontlogos y gelogos de todo el planeta, ms proclives a culpar a la macro erupcin siberiana del llamado crimen de los eones. No es de extraar, pues sin duda se trat de un fenmeno con entidad suficiente para cambiar el clima, y muy apropiado en un marco de extincin que, segn sus clculos, pudo durar hasta 40M de aos. Sin embargo, estudios de datacin llevados a cabo con los ltimos avances demuestran que todo el proceso pudo llevar realmente entre 8.000 y 100.000 aos, cantidad que se corresponde con un suspiro cuando hablamos de algo tan descomunal como los tiempos geolgicos. Incluso algunos especialistas que han estudiado los depsitos de peces y foraminferos del periodo han conjeturado con la posibilidad de que todo sucediera en un nico y fatal da, lo cual sita la datacin de la catstrofe en un abanico inslitamente extremo de posibilidades. Por tanto, atenindonos a la lgica, hemos de dar por sentado que la duracin de todo el evento de extincin fue muchsimo ms corto de lo que hasta ahora se ha admitido, y un escenario de esa nimia duracin no es entendible sin una catstrofe rpida de dimensin duradera, justamente como la que proporciona una colisin csmica. Por tanto, adems del hecho de tener ubicada la zona de impacto mediante imgenes por radar, tenemos el margen que permite a la vida ante una agresin mayor de las caractersticas que hemos descrito ampliamente, pero an no son suficientes estos datos para asegurar que el culpable del crimen de los eones fue un cuerpo celeste en exclusiva. En los ltimos aos, tanto en China como en Australia, la Antrtida, Japn o Hungra han sido hallados pruebas inequvocas de una colisin justo en el lmite estratigrfico entre el prmico y el trisico, all donde las capas se vuelven rojizas a consecuencia de un calor abrasador. Estas evidencias, en forma de un nuevo compuesto que ha recibido el nombre de fullereno (Fig.25), son equivalentes en importancia al hallazgo de iridio en la franja cretcico-terciaria, que a la postre signific la evidencia para demostrar lo acontecido en Chicxulub. El fullereno hallado es una molcula de carbono que aparece bajo las formas C60, C76, C84 y otras. El C60 tiene una disposicin estructural similar a un baln de ftbol, en el que se distinguen claramente las caras poligonales, cuyos vrtices son los tomos de carbono. En su interior encierra tasas inusuales de Helio3, Argn36 o variantes igualmente irregulares de nen, istopos que sin duda de ningn tipo proceden del mbito estelar, donde son mucho ms abundantes, y se forman bajo unas condiciones de calor y presin que solo se dan en determinadas estrellas.

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Por tanto, las concentraciones detectadas obedecen sin duda alguna a una importacin desde el cosmos, dado por ejemplo que en la Tierra la mayora de los tomos de helio se componen de dos protones y dos neutrones (helio4) y el fullereno de helio3 presenta un neutrn menos, delatando su formacin estelar, bien documentada por los astrnomos. Tambin se han hallado estas reveladoras molculas en Chicxulub y en el crter canadiense de Sudbury, de 1.680M de aos de antigedad, por lo que a todos los efectos cabe asociarlas con los impactos celestes, que haran las veces de agente de transporte con el que entrar en nuestro planeta, bien defendido por la atmsfera para partculas de ese tipo. La gran diferencia de estos otros hallazgos con los encontrados en el lmite prmico-trisico estriba en que en este ltimo caso las molculas se hallan presentes en regiones muchsimo ms alejadas entre s, lo cual demuestra la concurrencia de un evento de tamao muy superior a aquellos, capaz de pulverizarlas sobre gran parte del planeta. Por ltimo, decir que se han encontrado restos metericos fsicos en la Antrtida y China, y maskelinita en los testigos de profundidad abiertos en el crter Bedout High, sustancia que se asemejan a roca cristalizada, solo producida mediante grandes presiones, correspondindose con los datos y poca que tratamos, por lo cual es perfectamente defendible la teora del impacto como explicacin de las causas para la mayor extincin que la vida en la Tierra ha conocido, por mucho que determinado sector se muestre inmovilista cada vez que la hiptesis csmica aparece en el camino de la evolucin. Recapitulemos los hechos. Dos cometas se estrellan en la plataforma de las Falkland y provocan el inicio de la macro erupcin siberiana. 3 4M de aos ms tarde, un enorme cuerpo de 70 Km de dimetro se estrella en las tierras desaparecidas al Sur del mar Paleo-Tethys. Su primer efecto despus de pasar la subsiguiente crisis apocalptica de impacto es una ruptura de la corteza terrestre, que impulsa una fase intensa de deriva continental, liberando grandes cantidades de magma del interior de la Tierra, no solo por el crter abierto, sino tambin por la erupcin, que ya se produca con anterioridad en Siberia, a la que potencia en gran medida hasta convertirla en un infierno. A su alrededor se forma un crter de 3.050 Km, cuyas paredes dan lugar al alzamiento del Tbet, Turqua e Irn. Ms all todo es destruccin. Muy poco despus, al menos cinco impactos ms, entre ellos el de Bedout High, aumentan el nivel destructivo del evento. Las ondas de choque deforman la esfera terrestre, y la atmsfera se satura de vapores torrenciales, dixido de azufre, metano y dixido de carbono, que mantendrn un ambiente sobrecalentado durante un largusimo periodo, pero no antes de que pase el invierno de 5 a 6 aos provocado por la materia en suspensin. La tasa de oxgeno desciende sbitamente hasta el 10%, dando lugar a enormes problemas respiratorios para los reptiles mamiferoides, dotados con un

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sistema pulmonar similar al nuestro pero sin diafragma, lo que los impulsar evolutivamente a una carrera por la economa de recursos en los cuales reducirn su talla enormemente en poco tiempo. Los dipsidos, con una mas eficiente respiracin a travs de sacos areos, no solo no se vern alterados por este hecho sino que iniciarn una etapa de crecimiento desmesurado debido al aumento de la velocidad de rotacin, y el de la presin atmosfrica por los recin llegados gases. Lo mismo ocurrir con las plantas. Cabe pensar que una vez superado el escenario de crisis los pequeos cinodontes, precursores de los mamferos, pasaron por una era de millones de aos de adaptacin a un medio hostil en temperatura y oxigenacin, donde los dipsidos estaban comenzando a crecer a una velocidad que los converta en rivales cada vez ms temibles, y a la postre, imposibles. Cuando la vegetacin volvi a abundar, en torno a 80M de aos despus de la gran extincin, las especies generadas por evoluciones posteriores al cinodonte, que ya eran mamferos completos y haban desarrollado el diafragma, que les permiti aumentar su capacidad respiratoria, debieron comenzar a elevar su talla tambin de forma considerable, aunque con gran retraso respecto a sus rivales saurios, por lo que no llegaron jams a alcanzar a aquellos en tamao. Debido a esto, nuestros antepasados tuvieron que permanecer an en la sombra. Si no hubiera sucedido as y los mamferos primitivos, como el eomaia descubierto en China, no hubiesen sido ms que pequeos y lanudos seres similares a las musaraas tal como hasta ahora nos han dicho, entonces todo el razonamiento que hemos expuesto en torno al crecimiento inslito dado en la poca sera errneo. Sin embargo, este mismo ao 2006 recientes descubrimientos han tenido que retrotraer la aparicin de los mamferos 100M de aos ms all de las cifras que hasta hoy se barajaban, haciendo adems inciso en el importante tamao que al parecer alcanzaron, cosa que hasta el da de hoy no se les atribua. Esta ultimsima noticia supone una piedra angular que demuestra la teora expuesta, y que relega a las tan tradas y llevadas musaraas a un orden inferior dentro de una especie que se desarrollaba en la poca, y que alcanz ms importancia de la que se le reconoca. El viejo dogma de que los dinosaurios tuvieron que desaparecer para que se desarrollaran los mamferos ha pasado a la historia como tantos otros, por lo que establecemos que los primeros animales considerables, dotados de pulmones y respiracin diafragmtica, hollaban la Tierra hace unos 170M de aos, y que convivieron hasta los 65M de aos con los grandes saurios, tras lo cual iniciaron los primeros pasos para el dominio del ecosistema. Podemos decir que desde nuestro punto de vista exterior hemos asistido a una completa reforma de un cuerpo celeste, el nuestro, que a partir de estos momentos comienza a regirse por nuevas normas, determinantes e imperturbables, capaces de mover los hilos de la vida. Sin saberlo, e impulsados por este vuelo de la imaginacin, hemos asistido nada menos que a un cambio de Paradigma, y el

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resultado que tenemos es un mundo nuevo dispuesto a ser dominado por especies cada vez ms evolucionadas. Si el ngulo de aproximacin de Kali hubiera sido un par de grados ms centrado respecto al ncleo terrestre, esto no hubiese sido posible, y la extincin habra llegado a la fatdica cifra del 100%.

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CAPTULO VI. ENCUENTRO CERCANO


Hace 36M de aos se produce una desaparicin de familias de especies que no est an totalmente reconocida como extincin masiva, a pesar de que sus secuelas llegan directamente hasta nuestros das. Para algunos investigadores su existencia es concluyente, y su margen de accin engloba un nmero de prdidas de familias solo comparable a las cifras dadas por la catstrofe de hace 250M de aos. Por tanto, volvemos a encontrarnos con un nuevo foco de fricciones cientficas en el difcil campo del flujo de la vida en el devenir de los tiempos. Si antes de acudir a los datos que estos investigadores nos aportan nos vamos al registro de impactos hallados en ese periodo, encontraremos los siguientes: Azuara, 36Ma, 40 Km, Espaa Rubielos de la Crida, 36Ma, 80x40 Km y un segundo de 8 Km, Espaa Popigai, 36Ma, 100 Km, Rusia

Mistantin Lake, 36Ma, 28 Km, Canad Chesapeake Bay, 35Ma, 90 Km, Virginia, USA Flaxman, 35Ma, 10 Km, Australia Crawford, 35Ma, 8,5 Km, Australia Wanapitei, 37Ma, 7,5 Km, Canad Con lo que tenemos una concentracin de 8 hecatombes (Fig.26) en escasamente 2M de aos, y una proyeccin total de 80 posibles atendiendo a datos estadsticos. Adems, la dispersin geogrfica y el tamao de los crteres hallados son suficientes para establecer que durante ese periodo tuvieron que producirse trastornos climticos de gran importancia, sin duda suficientes como para desatar un evento de extincin. Esos trastornos estn registrados detalladamente. Por tanto, una vez ms hemos encontrado que las armas han dejado pruebas de que se han utilizado, y el calibre de la abundante municin no nos permite pensar

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que no haya habido vctimas en este nuevo escenario del crimen. Averigemos los hechos. En el apartado geogrfico, durante el periodo que media entre el armageddn cretcico-terciario y el oligoceno (paleoceno y eoceno), continan alejndose los continentes formados en eras anteriores, y las colisiones tectnicas dan lugar a los plegamientos que conforman las grandes cadenas montaosas de nuestra poca: los Andes, los Alpes, las Bticas, los Pirineos, el Himalaya, las Rocosas, y, en general, muchas de las otras cadenas montaosas de mayor envergadura. Todas ellas estn dentro de la familia orognica conocida como alpina. El hecho de que stas sean las cimas ms altas actualmente no es extrao ya que al ser las ms recientes, an no ha transcurrido tiempo suficiente como para que hayan sido erosionadas. Tengamos adems en cuenta que cordilleras tan impresionantes como los Himalayas continan su crecimiento, dado que la India sigue incrustndose 2,5 cm/ao en el Tbet. Por eso el relieve de las mucho ms antiguas montaas hercnicas o caledonianas (Noruega) es ms suave, redondeado y de menor altura, aunque en un pasado lejano no estuvieron en absoluto exentas de esplendor. Las condiciones atmosfricas tras el evento de exterminio de hace 65M de aos pasaban por un calor elevado, alta concentracin de dixido de carbono, bajada del oxgeno al 12 15%, y cada de la presin atmosfrica hasta la mitad. La situacin de luz difusa, mantenida durante eones a raz de la gran concentracin de vapor presente en la atmsfera, ces bruscamente. Despus de transcurrido un periodo de invierno nuclear producido por las nubes originadas durante el evento de extincin del periodo K-T, seguido de temperaturas extremas, el clima a grandes rasgos durante este periodo se fue haciendo ms fro, dando lugar a la aparicin de los glaciares permanentes en la Antrtida. La lnea costera estaba dominada por manglares densos y caractersticos, algunas de cuyas especies han llegado a nuestros das. Por detrs de ellos se extendan los bosques de palmas y helechos, heredados de finales del cretcico. Cuando se empiezan a establecer las zonas climticas actuales, las plantas tropicales comienzan a ceder terreno ante el dominio de los rboles de hoja caduca, y aparece una mayor diversificacin en el mbito botnico. La flora se adaptaba a las nuevas reglas con lentitud y eficacia. Entre los supervivientes del reino animal a la gran extincin de hace 65M de aos estaban los pequeos mamferos, las aves saurias, dotadas de sacos areos, huesos ahuecados y con tamao reducido que haban podido sobrevivir gracias a su baja necesidad de recursos, algunas especies marinas cuyo peso les permiti seguir adelante tras el brusco descenso de nutrientes, y plantas menores que habitaban en zonas umbras u otras que haban dejado sus semillas en espera del retorno del Sol, herederas de aquellas enormes que se fueron durante la larga noche del invierno nuclear.

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En cuanto al nuevo marco vital que conformaba el recin estrenado paradigma, lo ms sobresaliente sera la desaparicin de la inercia hereditaria en lo tocante al desarrollo de organismos masivos. Esto se debe a la necesidad apremiante por parte del mecanismo evolutivo de desarrollar nuevas especies desde un escaln muy inferior y primitivo al anterior en fases reducidas de tiempo que permitieran el asalto al escaln principal de dominio de los ecosistemas. Con estas nuevas reglas la naturaleza comenz a practicar aceleradamente, y los candidatos que constituan los mamferos, por motivos sobre los que no podemos ms que especular, se volvieron a ver relegados a un plano secundario, producindose un periodo poco conocido en la historia del desarrollo de la vida en el que grandes aves dominaron la Tierra, a pesar de que perdieron su capacidad de volar, posiblemente debido a la brusca bajada de la presin atmosfrica como factor ms determinante. En la mayora de los continentes se han encontrado restos de estos extraos animales en torno a los estratos pertenecientes a la banda de hace 55M de aos, entre los cuales vamos a destacar a los dos mas feroces de todos ellos, el phororhacus y el dyatrima (Fig.27). Este ltimo era un ave emplumada de dos metros de altura y 200 Kg de peso que domin en la zona asitica. Tena largas patas parecidas a las del avestruz que le permitan correr a 40 Km/h, un sistema de alas no capacitadas para el vuelo debido a la constitucin excesivamente robusta del animal, largo cuello, y cabeza desproporcionadamente grande en la que destacaba un pico enorme y muy musculado, capaz de infligir daos mortales a las especies que acosaba. El dyatrima domin sus zonas de caza con eficacia debido a la indefensin de la mayora de las otras especies, menores en tamao y poco dotadas en velocidad y recursos defensivos, por lo que se convirti en poco tiempo en el gran depredador de la poca en muchas zonas del planeta, mientras los pequeos mamferos que seguan desarrollndose en inferioridad manifiesta tomaban rutas alternativas que les permitieran alejarse de estas singulares criaturas. De aquella poca se conocen siete grupos de mamferos y todos parecen ser originarios del norte de Asia, desde donde emigraron a otras partes del mundo. Estos mamferos primitivos tenan muchas caractersticas en comn. Eran pequeos, cuadrpedos, caminaban sobre la planta de los pies, con cinco dedos cada uno. Es probable que tuvieran una cabeza pequea con un hocico estrecho y por tanto una cavidad craneal reducida. Los mamferos predominantes del periodo fueron los miembros de tres grupos ya desaparecidos: Los creodontes, ancestros de los carnvoros modernos Los amblpodos, pequeos pero pesados Los condilartros, herbvoros de cuerpo ligero y pequeo cerebro

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De los grupos del paleoceno, sobreviven los marsupiales, los insectvoros, los primates y los roedores. El carpolestes, un antecesor de los primates, y por tanto del hombre, se desarroll en comunin con los rboles, en los que se aloj huyendo de los grandes pjaros depredadores. Era un animal pequeo e indefenso, cuya nica posibilidad de supervivencia pasaba por no bajar al suelo, y que dio lugar a una extensa familia, entre la cual nos encontramos. En otras zonas, alejados del dominio de las grandes aves por inconvenientes como la glaciacin del estrecho de Bring, que separaba Asia de Amrica, los primeros mamferos de gran capacidad depredadora, los hienodontes, comenzaban a cazar en grupo, imponindose gracias a una asombrosa agilidad, cimentada en sus escasos 5 Kg de peso, y su avanzada coordinacin para desplegar ataques en grupo. Solo los inconvenientes geogrficos evitaron el temprano enfrentamiento de estas manadas hambrientas con los feroces y solitarios dyatrimas, pero esta situacin no tardara en cambiar de un modo definitivo para la expansin de los mamferos. Frente a la costa de Groenlandia aparecieron en aos pasados 800 agujeros en el suelo ocenico, similares a grandes pozos, que parecen penetrar hasta 5.000 m en la corteza terrestre. Estos agujeros no son ms que inmensas chimeneas que dan fe de un hecho singular acontecido hace 55M de aos, y que impuls un nuevo cambio en el orden natural. Debido a un brusco calentamiento magmtico, bolsas de hidrxido de metano fueron evaporadas cerca de la superficie terrestre, creando una enorme presin que horad poco a poco las capas superiores, hasta llegar al fondo ocenico primero y posteriormente a la atmsfera, donde elev columnas de gases con impresionante velocidad a travs de chimeneas que dan fe de una inusual violencia. Dado que el metano se inflama al contacto con el oxgeno, surgieron inmensas llamaradas constantes de varios kilmetros de altura, que acabaron solo despus de un tiempo considerable, en el cual, segn los ltimos estudios, provocaron un lento pero imparable calentamiento de la atmsfera. Este hecho dio lugar al fin de la poca glaciar en Bring, con lo que los hienodontes se internaron en Asia e iniciaron su conquista, acabando poco a poco con los dyatrimas, mucho ms lentos e indefensos ante los coordinados ataques en masa de los feroces y pequeos mamferos. Poco a poco, ante su avance imparable, la extraa poca de las grandes aves fue terminando, y en su lugar se inici el reinado de los mamferos, que al fin haban conseguido subsistir a un abanico de circunstancias en el que los dems contendientes haban fracasado. As, tras muchos vaivenes, haba llegado nuestra oportunidad. Durante toda la era se produce la evolucin de una especie tan caracterstica como el caballo, cuyos antecesores no eran ms que pequeos animales del tamao de un perro mediano. Otros animales que surgen en sus variantes primitivas son los rinocerontes, camellos y roedores, conservando entre ellos tambin el distintivo hecho de ser de muy baja estatura. Tambin los mastodontes, antepasados de los actuales elefantes, aparecen al final de esta era, y ya no eran tan pequeos. Las aves

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se desarrollan y finalmente dominan el medio areo, apareciendo las codornices, guilas, buitres y pelcanos, todas dotadas de los ltimos avances que protagonizaron la fase final de desarrollo de sus antepasadas cretcicas. En el mar surgen los primeros mamferos acuticos, que anteceden a los cetceos. Y es al final de esta poca, hace 36M de aos, cuando llega el momento lgido de la extincin que buscamos, correspondindose exactamente con los periodos de precipitacin del gran nmero de cuerpos celestes visto con anterioridad. En los estratos correspondientes a la poca se han encontrado varios niveles bien diferenciados de microtectitas, con lo cual hay una clara muestra de que la violencia afect a la globalidad del planeta una vez ms. Lo nico que queda por determinar, ya que todas las piezas parecen encajar, es si la vorgine desatada pudo actuar de algn modo como mecanismo de inicio de una extincin. Como muestra de ello, en esta franja desaparecen la mayora de los mamferos arcaicos de las primeras pocas del cenozoico, ocupando su lugar representantes de un gran nmero de los que han llegado a la actualidad. Los creodontes se extinguen y surgen los primeros carnvoros modernos, parecidos a los gatos y los perros. Tambin vivi un antropoide (semejante al ser humano) en el norte de Amrica que desapareci al final de la poca. Desaparecen tambin muchos grupos de reptiles y anfibios, que quedan reducidos a los actuales. Los foraminferos, cocolitofridos, radiolarios, ostrcodos y moluscos marinos sufren prdidas enormes, as como los vertebrados ocenicos, cuya cifra de extincin llega al 60%. Una de las causas directas para ello sera que la temperatura del agua del fondo del mar descendi por debajo de los 3C, y como consecuencia del fro se produjeron altas condiciones de inhabitabilidad. En el reino vegetal tambin se produce un cambio desde los antiguos modelos a los que han llegado a nuestros das. La flora evoluciona drsticamente y da paso a las especies actuales. En los continentes, muchas zonas de bosque boreal se transforman en reas de tundra, y ms al sur, paisajes boscosos pasan a ser zonas esteparias. Los restos paleontolgicos euroasiticos tambin sealan grandes cambios en la fauna, con repentinas migraciones de animales y extinciones en masa. Por tanto s que hubo un periodo de extincin con intercambio de especies, a todas luces no tan siniestramente llamativo como los anteriores, pero determinante y decisivo hasta el da de hoy. Sin embargo, el hecho paleontolgicamente constatado es que el proceso completo se desarroll en cuatro fases que se sucedieron durante 2 3M de aos, durante cada una de las cuales se extingui el 15% de las especies, lo cual nos sita en disposicin de sealar al escenario de impacto mltiple como candidato firme a haber desatado un cambio climtico que trajo restricciones y nuevas reglas para la vida.

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Se ha demostrado un masivo enfriamiento atmosfrico hace 33M de aos, durante el cual la temperatura baj hasta 30C de media, que es una cifra demasiado espectacular como para no tener en cuenta circunstancias y consecuencias excepcionales. Semejante cambio, a nuestro entender, obedece claramente a la cadena de impactos que haban asolado el planeta haca no ms de 3M de aos, y nos hablan claramente de unas condiciones extremas en las que la vida hubo de seguir luchando por la supervivencia. Es en esa poca cuando un declive en el tipo y nmero de los bosques se hace notorio, encajando perfectamente con el esquema propuesto, por lo que la escena est completa. Adems, las separaciones y alejamientos tectnicos de Australia y Sudamrica con la recin helada Antrtida provoc la afluencia de las corrientes glidas del polo hacia los ocanos interiores, lo cual agrav enormemente la situacin trmica, que, inevitablemente, se desplom. Este fenmeno de aislamiento definitivo del continente austral se produjo tras la apertura del estrecho de Drake, que lo separ de Sudamrica, y la del mar al sur de Tasmania, que lo separ de Australia, tras lo cual se form la corriente fra circumpolar antrtica que dura hasta hoy y que lo mantiene helado perpetuamente. Las precipitaciones subieron vertiginosamente despus del cretcico, y justo al final del periodo eoceno se alcanz el mximo ndice pluviomtrico registrado, que sbitamente baja y se prolonga durante todo el oligoceno y ms all, lo cual tambin nos habla de un repentino cambio desde un ambiente hmedo y caluroso a uno seco y a un periodo fro de gran intensidad. Esto constituye otro dato a tener en cuenta relativo a las consecuencias desatadas tras un evento de bombardeo csmico. Con posterioridad, el desarrollo de los mamferos durante el mioceno, que empez hace 23 millones de aos, estuvo relacionado de forma directa con un importante avance evolutivo en el reino vegetal, que no es otro que la aparicin de las gramneas. Estas plantas, ideales como forraje, contribuyeron al crecimiento y desarrollo de los animales herbvoros, como los caballos y los rinocerontes, que abundaron en el mioceno y continuaron su diversificacin y evolucin. El mamut (mastodonte) sigui evolucionando y se generaliz la presencia del Dryopithecus, un animal parecido al gorila, en Europa y Asia. Algunos carnvoros, como los gatos y una especie mezcla de perro y lobo, se extendieron por varias partes del mundo. Tambin surgi el que quizs sea el mayor depredador de las pocas recientes, el tigre dientes de sable, que utilizaba sus enormes colmillos para desgarrar a sus presas, aunque fuesen de considerable tamao, como los herbvoros. Por tanto, y despus de pasar detenidamente por todo el ciclo de la vida desde que surgi en los mares hace casi 4.000M de aos, podemos concluir diciendo que efectivamente ha habido mltiples extinciones en el devenir de la historia natural, y que cada una de ellas ha sido superada por la fuerza enorme de expansin que el fenmeno de la vida acarrea. Estamos situados en un momento del pasado en que la inminencia de la aparicin de los ms primitivos homnidos est servida.

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Como un conglomerado de piezas que van conformando un puzzle, el hombre est a la vuelta de la esquina, y su historia ser la ms singular de todas. Es por ello que le vamos a dedicar toda la segunda parte de este libro.

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CAPTULO VII.

EL NOMBRE ES LEGIN
La recurrencia de los eventos de extincin se est convirtiendo en uno de los temas que ms polmica y pasiones est levantando de un tiempo a esta parte en crculos cientficos diversos. No en vano, su constatacin implicara que el tiempo de las especies que componen nuestro ecosistema estara sujeto a una invisible y trgica cuenta atrs de la que pocos, a juzgar por el pasado tormentoso de la relacin Tierra-vida, pueden escapar, y eso es motivo suficiente para que ms de uno levante las antenas preocupado en busca de profticos y apocalpticos das del juicio. Ciertamente es difcil establecer un criterio matemtico para constatar algo tan trascendente y esquivo como lo que pretendemos, y ello se debe a varios motivos principales. El primero es la distancia tremenda que en el tiempo hemos de recorrer para hallar pistas que, en la mayora de los casos, o estn borradas o son insuficientes, no pasando generalmente de la categora de indicios. En segundo lugar, si establecemos que hay un ciclo y que una extincin no es algo aleatorio, hemos de averiguar a qu obedece. El problema estriba en que para hacer esto debemos encontrar las fuentes all donde an no hemos llegado, dado que una repeticin que se da cada x millones de aos obedece a circunstancias orbitales inmensamente desproporcionadas en la zona espacial en que nos movemos, y para la medicin e incluso constatacin de las cuales an no tenemos los medios oportunos. En 1977, Fisher y Arthur sugirieron que las extinciones biolgicas masivas se producan peridicamente en un ciclo de 32M de aos, basndose para ello en investigaciones hechas en torno a la desaparicin constatada de especies marinas a lo largo de diversos momentos de la protohistoria. David Raup y John Sepkoski dieron en el 83 un nuevo impulso a la teora mediante el anlisis estadstico pormenorizado de un gran volumen de informacin al respecto obtenida de fuentes fiables. Observaron que en ms de 560 familias de organismos marinos analizados, cada 26M de aos durante los ltimos 250M se produce una extincin sistemtica de al menos un 2% del total de la poca. Un anlisis de los datos, efectuado por William Fox en 1987, apoy las cifras dadas con matices, calculando que es estadsticamente ms significativa y ajustada la relacin entre las extinciones masivas y los perodos de 16M de aos. Por tanto, lleg a un resultado que es exactamente la mitad de la cifra dada por Fisher y Arthur. Ms tarde, basndose en el registro de impactos terrestres, Rampino y Stothers identificaron ciclos de colisin cada 31M de aos con un margen de error de + 1, y encontraron en ello una relacin clara con fenmenos de desaparicin de especies, para lo cual consideraron como "extincin masiva" a todas aquellas

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identificadas que superasen el 10% de mortandad acumulada en cortos periodos de tiempo entre los especmenes activos. Por tanto, establecen que las circunstancias del azar estn fuera del tablero de juego. Si el cataclismo de hace 65M de aos fue producido por el impacto de varios grandes objetos extraterrestres, y si las extinciones masivas se producen de forma cclica, entonces debe buscarse la causa de tales impactos mltiples simultneos en eventos que puedan actuar como iniciadores para estas lluvias de fuego. Si la desaparicin de los grandes saurios se vio inmersa en un periodo de 8M de aos en los cuales se registraron nada menos que 16 impactos, dos de los cuales eran capaces por s solos de desatar una extincin, las alarmas saltan con prontitud. La estadstica de probabilidades se ve ampliamente superada por esta cifra tan inusualmente numerosa de encuentros, y todo parece indicar, al menos en esta ocasin, un claro ciclo de cataclismos csmicos que pudieron obedecer a causas externas por definir. Si la duracin de este fenmeno fue de 8M de aos, si es mucho mayor an por el hecho de implicar directamente a la poca que vivimos, o si simplemente obedece a un factor de coincidencia debido al azar, es lo que vamos a intentar desvelar en los siguientes apartados. Alrededor del Sistema Solar existe un amplio campo de cometas que giran alrededor del Sol, integrado por un nmero que se estima en torno a un billn de estas montaas de hielo. Desde all podran desencadenarse lluvias cometarias masivas por la influencia de algn agente csmico de accin cclica que los impulsara a una carrera que los llevara a visitar peligrosamente el interior del sistema, pasando con ello muy cerca de los planetas interiores. Sea como fuere, lo cierto es que a estas alturas todo lo que sabemos de esta extraa zona es por deduccin cientfica, dado que no tenemos constataciones reales de lo que all hay, pero se han planteado al respecto varias hiptesis, en torno a las cuales nos vamos a centrar: A) Trastornos producidos durante el cruce del plano galctico: esta teora establece que en su continuo movimiento alrededor del centro de nuestra galaxia, el Sol con todo su sistema oscila hacia uno y otro lado del plano galctico, en un movimiento ondulante de componente vertical que describe en su integridad con una periodicidad de 67M de aos, de manera que cruza el centro del plano, o lo que es lo mismo, sube y baja por el brazo de la galaxia, una vez cada 33 + 3M de aos. Esto est constatado, y las extinciones, en este caso, podran coincidir con el periodo de penetracin en el brazo galctico, dado que la densidad de materia en esa zona sera muy elevada debido a las altas concentraciones de escombros que orbitan fuera de los sistemas estelares, que podran incluir hasta pequeos planetoides liberados.

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Rampino y Stothers calcularon que la densidad del plano galctico estara en torno a 103 partculas/cm3, contando con una extensin de 6 prsecs. La duracin del cruce estara en torno a medio milln de aos, pero sus efectos seran ms duraderos. El paso a travs del plano podra inducir impactos de grandes meteoritos residentes en la zona o desestabilizar a los cometas de la nube de Oort a causa del trastorno orbital producido por el tirn gravitatorio ejercido desde el vector del ncleo, rebosante de estrellas. Fruto de ello, los cometas desviados adquiriran una rbita muy elptica penetrando hacia el interior del Sistema Solar hasta cruzarlo totalmente o estrellarse contra uno de sus planetas. Lo que parece evidente es que si las concentraciones de materia que se suponen en la zona del plano galctico son tan abundantes como se estiman, un acontecimiento tan puntual como sera el recorrido a travs suyo no puede pasar desapercibido para nuestro grupo de planetas. Adems, el periodo coincide perfectamente con las cifras expuestas por los partidarios de las hiptesis de extincin cclica, mxime si tenemos en cuenta un margen de error razonable de + 3M de aos debido a que este movimiento del sistema no es perfectamente estable a causa de las interacciones gravitacionales que lo perturban al producirse el cruce. Por tanto, nos hallamos ante una visin de conjunto que se muestra slida. Varios expertos en la nube de Oort propusieron que los efectos acumulativos de la materia local en el plano perpendicular al disco galctico, los llamados discos mareales, eran mucho ms importantes que los efectos gravitacionales intermitentes creados al pasar estrellas cercanas o nubes gigantes de polvo y gas. En 1995, Matese y Whitman, de la Universidad Southwestern Louisiana, y sus colegas Valtonen, de Finlandia e Innanen, de Canad intentaron cuantificar los efectos de los discos de marea. Sus modelos numricos de la dinmica de la nube de Oort sugieren que al oscilar como el Sol a travs del plano galctico, los discos de marea modulan el flujo de cometas de la nube en un factor de 4 a 1, con el mayor efecto en el plano medio de la galaxia. Estos resultados dieron un nuevo impulso al propuesto mecanismo del perodo de 30 millones de aos. Posteriormente, Matese y Whitman perfeccionaron sus estudios sobre las perturbaciones. Sus anlisis de un grupo de rbitas cometarias indican que toda la galaxia juega un papel en estas. Segn Matese, aunque los cometas slo seran los responsables del 25% de los crteres de impacto terrestres, son los que proporcionalmente produciran los mayores crteres, de ms de 100 km de dimetro, que a fin de cuentas son los que ocasionan las extinciones.

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Weissman, finalmente, calcul que en una situacin de lluvia de cometas al interior del sistema, la Tierra recibira un impacto mayor cada 100.000 aos. B) Nmesis, la "estrella de la muerte": segn esta hiptesis, el Sistema Solar podra ser doble, y el Sol tendra una estrella compaera, an no descubierta, que ha sido llamada Nmesis por los desarrolladores de su teora (Fig.29). Segn esto, estaramos inmersos en un sistema estelar binario, lo cual no solo no es nada raro en el Universo sino que cada vez parece ser ms el modelo bsico. La misteriosa compaera del Sol sera una estrella del tipo enana negra (de menos de un dcimo de la masa solar y luminosidad muy baja), una estrella enana marrn, o un pequeo agujero negro producido al colapsar un cuerpo estelar despus de alcanzar su radio de schwartzchild. Cualquiera de las tres argumentaciones en torno a su tipo y constitucin explicara la invisibilidad desde nuestra posicin, tan aducida como inviable por los detractores de la teora. Atendiendo a caractersticas fsicas, hemos de explicar que en un sistema estelar doble las dos estrellas orbitan en torno a un centro de masa nico, que est siempre ms cerca de la estrella de mayor relevancia gravitacional. Las rbitas de ambas se cruzan, pero los astros no colisionan porque siempre estn en zonas opuestas del invisible centro de masas en equilibrio. La rbita de Nmesis se supone que la separara entre 1 y 3 aos luz del Sol, y eso es una distancia en trminos astronmicos muy considerable. Tengamos en cuenta que Prxima Centauri, nuestra estrella ms cercana hasta el da de hoy, est a solo 4,25 aos luz. Nmesis podra tener una rbita muy excntrica, con su posicin ms lejana en relacin al Sol cercana a la de la nube de Oort, o bien una rbita moderadamente excntrica y cuyo paso por la mnima distancia al sol ocurrira a travs de dicha nube. La periodicidad de su larga traslacin causara graves trastornos en la zona cometaria adyacente, produciendo el desequilibrio y lanzamiento de parte de estos gigantes helados hacia el corazn del sistema, y ocasionando la situacin idnea para desatar una catstrofe. No obstante, nuevas y sorprendentes teoras se van sumando a esta bsqueda de la extraa y escurridiza hermana oscura del Sol. Para un grupo de investigadores, Nmesis no estara tan lejos como habitualmente se supone, aunque para explicar las lluvias de cometas hubiese que apuntar en otras direcciones. Habida cuenta de los trastornos de clculo que presenta la relacin de masas Tierra-Sol, el extrao punto alrededor del cual giramos realmente, situado casi 8M de Km ms all del astro rey, la presencia de la misteriosa luz zodiacal con caractersticas espectrales propias y que no parece emanar del Sol, la corona solar, con temperaturas del orden de un milln de grados, demasiado elevadas como para ser irradiadas desde la

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superficie, que est a tan solo 6.000C, y las relaciones de polaridad magntica entre los componentes del sistema, este grupo propone que Nmesis sera una estrella de menor tamao que el Sol pero muchsimo ms brillante, situada en una rbita opuesta a la terrestre, por lo que nunca estara en nuestro campo visual. Lo que puede sorprender, independientemente del resultado en s, es el fundamento de esta hiptesis. Problemas en la relacin Tierra-Sol? Efectivamente. Para cerciorarnos de ello hemos de saber que la ley de gravitacin universal, propuesta por Isaac Newton y refrendada por los postulados de Einstein, entre otros, es el principio fundamental que rige las relaciones entre los cuerpos en el vaco. Todos los mecanismos de atraccin, velocidad, distancia, rbita, etc, estn contemplados por esta ley fundamental, sin la cual no sera entendible ni siquiera la relacin de la Tierra con su satlite. Si aplicamos los clculos pertinentes al do TierraSol, tal como hizo Newton en su momento, vemos que el resultado es preciso en grado sumo. Sin embargo, cuando usamos los datos que tenemos, abundantes por supuesto, respecto a Sol y Tierra, nada encaja, y todo comienza a parecer errneo y carente de sentido. La distancia entre los dos cuerpos, el periodo y la velocidad, arrojan resultados inesperados y destacadamente fallidos, ya que la observacin visual directa nos da por otro camino los datos tal como realmente son, por lo que no hay lugar a dudas. Evidentemente hay un problema en alguna parte, y tras muchos estudios se puede asegurar que no es en la formulacin de la teora, que por otro lado parece ser vlida para todos los dems planetas. Efectuados los clculos necesarios, se llega a la conclusin de que para que la Tierra presente la relacin actual con el Sol, este debera tener tres veces la masa que sabemos positivamente que posee, con lo cual an estamos ms lejos de la solucin del enigma. A no ser que haya un pequeo cuerpo girando en rbita opuesta a la terrestre y que aporte de manera invisible al astro rey la masa que le falta para validar las cifras! Si a la duda que nos genera lo expuesto le sumamos el problema de la composicin de la luz del Sol que vemos, empezamos a ver demasiadas cosas extraas. En primer lugar las lecturas espectrales que se toman de la corona solar difieren notablemente de aquellas procedentes del cuerpo, es decir, del interior del disco visible, delatando, aunque no parezca creble, orgenes totalmente distintos. Cada luz tiene su propia firma, basada en los elementos que la producen. El hecho de que dos espectros lumnicos como el del disco solar y el de su corona difieran ostensiblemente significa solamente que tienen diferente origen. Nada ms, y no hay que rasgarse las vestiduras, porque aunque esto no debera ser as, lo es. A ello hemos de sumar la temperatura enorme de esa corona, a veces en torno al milln de grados, que tampoco guarda relacin alguna con la que hay en la superficie de la estrella, de solo unos 6.000.

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La explicacin (Fig.29) pasa por el hecho de que un cuerpo estelar localizado perpetuamente en situacin contrapuesta a la nuestra est alimentando con ingentes y cercanas cantidades de radiacin a todo el hemisferio que nos permanece oculto. Si esto fuese as, nosotros estaramos constantemente expuestos a lo que sera la cara fra del Sol, en el que solo el anillo que forma la corona, es decir, la frontera entre los dos hemisferios, se mostrara a nuestros ojos, liberando un cmulo energtico terriblemente recalentado y violento, una fraccin de la que presidira el hemisferio oculto. Como se puede ver hay variantes para estudiar, pero lo cierto es que an no hemos encontrado a la estrella furtiva, aunque comienza a haber indicios que habr que seguir. C) El planeta "X" o dcimo planeta: de acuerdo con esta idea, existira un dcimo planeta en el Sistema Solar, an no descubierto, al que se ha llamado "planeta X", cuya masa tendra la quinta parte de la masa terrestre segn algunos autores, o sera enorme segn otros. Nos encontraramos ante el llamado planeta del cruce de la inslitamente acertada literatura cosmognica sumeria. La hiptesis fue argumentada cientficamente por Robert Harrington y Tom Van Flandern en 1978, que dedujeron la presencia de un gran cuerpo ms all de Plutn que afectara significativamente a las rbitas de los planetas exteriores, excesivamente errticas y alteradas. Su presencia se debera a un fenmeno de captura solar sobre un cuerpo extrao que debi vagar por el espacio interestelar. La rbita en la que qued atrapado le obligara a efectuar un recorrido muy excntrico, inclinado (unos 30 sobre la eclptica), largo y retrgrado. En 1982 se produce el primer reconocimiento oficial por parte de la Nasa de la existencia de algn tipo de misterioso objeto ms all de los lmites conocidos del sistema. El satlite de infrarrojos IRAS haba descubierto la presencia en direccin a la constelacin de Orin de un cuerpo slido del tamao de Jpiter, y que pareca girar en torno al Sol. Su rbita estara tres veces ms alejada que la de Plutn, y presentara una desviacin respecto al plano de la eclptica de 30, dndose el hecho significativo de que en su largo movimiento de traslacin girara en direccin contraria al resto de los planetas, lo que denotara su procedencia extra-solar. Adems su comportamiento sera constantemente cambiante por las influencias gravitacionales de los otros cuerpos planetarios, lo cual explicara que intercepte a la nube de Oort en intervalos muy prolongados, provocando misteriosas crisis que terminaran con el bombardeo meterico al interior del sistema.

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D) Nmesis y Sol como sistema binario y dual: Esta propuesta de Andy Lloyd es una sntesis avanzada de las hiptesis B y C. Bsicamente parte de la idea de que el Sistema Solar sera binario. De este modo, el Sol tendra una estrella hermana, posiblemente una enana marrn, con la que compartira un equilibrio de rbita dual caracterstico de estos conjuntos, como se puede ver en los grficos de la figura 30, donde la cruz verde indica el centro sobre el cual giraran ambas estrellas, que tendran movimientos uniformemente acelerados a medida que se acercan entre s, y muy decelerados al alejarse. El punto y la rbita azul representan al Sol y sus posiciones, y el rojo a Nmesis, con una rbita mucho ms excntrica que la solar. Conocemos los planetas, al menos en su mayora, que giran alrededor del Sol, pero qu sabemos de la versin de Nmesis que nos muestra Lloyd? Pues que sera una estrella muy rara, de un tipo solo recientemente descubierto conocido como enana marrn. En principio tendra un dimetro similar al de Jpiter, de magnitud absoluta +14 y con una temperatura de superficie que no superara los 1.700C. El hidrgeno en este tipo de estrellas ha terminado su combustin, y hay predominio de metales pesados, destacando el xido de titanio, as como las concentraciones moleculares. Su aspecto exterior sera el de una inmensa bola que irradiara una luz de un fuerte color rojo oscuro. Este dato unido al de su tamao, muy pequeo para ser un cuerpo estelar, le otorga su caracterstico nombre. Ni que decir tiene que algo de este tipo tendra muy difcil deteccin desde nuestra posicin, ya que su emisin de radiaciones, que estara concentrada en la banda de infrarrojos, sera mnima. Lloyd prosigue sus argumentaciones diciendo que en su rbita habra al menos 7 planetas que seguiran recorridos elpticos de igual sentido que las de los planetas solares, pero al menos uno de gran tamao, la que en honor a la literatura sumeria llama Nibiru, lo hara con una inclinacin respecto a la eclptica de 17, y su distancia a Nmesis sera tanta que peridicamente entrara profundamente en el Sistema Solar hasta una zona que variara en funcin del acercamiento entre el Sol y su binaria, dando lugar a problemas gravitacionales intensos. Este planeta presentara el aspecto visual de un cometa enorme, segn Lloyd, ya que su estrella madre no habra tenido fuerza para evaporar su abundante contenido de sustancias voltiles.as incursiones peridicas de un astro tan grande como Nibiru en nuestro Grandes desestabilizaciones sin duda, y las andanzas de un sistema estelar completo en las inmediaciones de la nube de Oort daran lugar a lluvias peridicas de cometas hacia el interior de nuestra zona solar. El ciclo de destrucciones estara servido. Muchos paleontlogos han criticado estas hiptesis aduciendo, quiz de un modo excesivamente celoso, que tal periodicidad de las extinciones no existe, por lo que toda especulacin al respecto carecera, segn ellos, de sentido. Aducen que los

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clculos efectuados parecen aplicarse solamente a los ltimos 250 millones de aos, lo cual desvirtuara los datos. Nosotros vamos a demostrar que no en breve. Van Valen, uno de los lderes de este movimiento opositor, aduce que la supuesta periodicidad se esfuma si en lugar de considerarse porcentajes se consideran las probabilidades de extincin, basndose en las apariciones, desapariciones y duracin de los grupos, con lo que las cifras comienzan a fluctuar de tal modo que estos supuestos fenmenos son irreconocibles (por este sistema lo seran aunque el hecho estuviera ms que demostrado). Adems, si se llegase a la conclusin de que las extinciones masivas son sucesos que ocurren cclicamente de forma regular, no podran desecharse causas terrestres para ello, como por ejemplo la hiptesis de Margalef, mucho ms entendibles por los paleontlogos que los sucesos astronmicos, como de sobras se ha demostrado, aunque la razn acabe escapndoseles muchas veces en los ltimos tiempos por el estrecho marco de la ventana. Ramn Margalef es un eclogo que en 1993 estableci una curiosa teora para explicar los acontecimientos de desaparicin repentina de especies, teorizando que las extinciones masivas se desencadenan por procesos de origen endgeno, causadas por la propia evolucin del planeta. En su planteamiento, la extincin sera provocada por cambios climticos derivados del estancamiento y una repentina y duradera estratificacin de las aguas continentales y parte de las ocenicas, que acumularan grandes reservas de Co2 en las capas profundas bajo presin hidrosttica, produciendo lo que se conoce como un ocano anxico, es decir, con ausencia de oxgeno, aunque solo fuese a partir de un determinado nivel de profundidad. Diversas circunstancias, entre ellas el impacto de un asteroide, que sera en este caso un factor desencadenante, provocaran una sbita explosin qumica del ocano, al mezclarse las capas anxicas con las aguas oxigenadas, y un rpido efecto invernadero a nivel atmosfrico de consecuencias catastrficas. La recurrencia sera debida a un extrao proceso autorregulador del planeta, con lo cual se atribuye a la Tierra y su ecosistema la caracterstica Gaia, que implica algn tipo de cdigo de control final natural que regulara el proceso. No s a ustedes, pero a nosotros, con todo respeto y poniendo por delante la belleza intrnseca de la teora, nos suena un poco ms raro que algunas de las hiptesis anteriores, por mucho que no sean del agrado de los paleontlogos. Sin embargo, aunque la periodicidad de las extinciones no est tan constatada ni disponga de tanto consenso, averigemos si ocurre lo mismo con los encuentros celestes. Para ello, hemos confeccionado un cuadro donde contemplamos solo los impactos registrados que aparecen agrupados en periodos menores de 8M de aos, o bien aquellos que surgen misteriosamente dualizados en determinado momento aislado.

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A la izquierda tenemos dos cuadros donde detallamos su correspondencia o cercana, si la hay, con los periodos de extincin correspondientes a su poca y la densidad de impactos por tiempo junto a los kilmetros globales de craterizacin producida entre todos. A la derecha, hemos establecido una proyeccin en la que partimos de la base de que las reas de impacto conocidas se corresponden con un 10% del total real no encontrado o perdido (esto es una cifra muy conservadora) a fin de averiguar un cmputo imaginario que refleje de un modo estadsticamente ms cercano a la realidad lo que realmente pas. Una franja negra horizontal separa las diversas agrupaciones coincidentes temporalmente detectadas, dando el dato de la distancia en millones de aos entre las fases lgidas de cada periodo de bombardeo csmico. Los datos introducidos son los que en 2006 figuran en la base de datos de impactos terrestres, y se han omitido aquellos que no muestran concordancia temporal con ningn otro en un periodo de 8M de aos, y se muestran a efectos de esta investigacin, por tanto, absolutamente aislados. El resultado es el que mostramos en la figura 31: Por tanto, estamos plenamente de acuerdo con Rampino y Stothers en la existencia irrefutable de un periodo de 31M de aos con un margen de error de + 1 en la precipitacin de cuerpos celestes contra la Tierra. Los hallados son ms que suficientes para poder determinar este dato con total seguridad, puesto que incluso los periodos en los cuales no hay pistas de encuentros engloban largas fases de tiempo perfectamente divisibles en todos los casos por 30 + 1, por lo que el factor suerte parece probabilsticamente descartado, mxime teniendo en cuenta que hemos partido para hacer el clculo desde los 2.023M de aos, cifra en que sabemos que se precipit el colosal cuerpo que dej la cicatriz de Vredefort, en Sudfrica. Eso es tanto tiempo atrs que el panorama a analizar debera mostrar un caos de datos, pero sin embargo no sucede as, como hemos visto. Muy al contrario, se revelan una serie de agrupamientos que nada tienen que ver con la aleatoriedad. De este modo, queda demostrado que lo aducido por Van Valen respecto a que no hay una relacin causa-efecto clara entre impactos y extinciones es una defensa sin fundamento de teoras arcaicas que no explican los hechos tal como ocurrieron. Las largas fases encontradas en las cuales no aparecen registros metericos no suponen su inexistencia, sino que: 1234Los cometas cayeron en zonas marinas profundas an no exploradas. En zonas terrestres an no revisadas geomagnticamente. Fueron borrados por la erosin u otros cataclismos posteriores. Sencillamente no se produjeron encuentros al no ser alcanzado nuestro planeta.

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En total hemos hallado matemticamente 88 periodos de bombardeo masivo, de los cuales tenemos constancia fsica de impactos correspondientes a 12 de ellos. La mayora de los que an permanecen perdidos se corresponden con los periodos ms alejados en el tiempo, a partir de los 250M de aos hacia el pasado remoto, o lo que es lo mismo, la fase anterior al encuentro con Kali, que produjo convulsiones de gran calado y borrado de multitud de rastros, aunque es previsible que en los prximos 20 aos la lista suba de los 170 aproximadamente que conocemos actualmente hasta una cifra mucho mayor. Bsicamente, los estadsticos 100.000 aos/impacto de Weissman parecen claramente superados en la mayora de las ocasiones, siendo ms real la cifra de 2 a 4 por cada 100000. Esto es una cifra aterradora y ms que suficiente para desatar convulsiones extraordinarias en la mquina natural. La considerable prolongacin de alguno de los periodos de bombardeo, de hasta 8M de aos en algunos casos, se corresponde con el tiempo que supuestamente tardara el Sistema Solar en cruzar ntegramente la amplia franja de peligro que constituye el brazo de la Va Lctea, durante el cual la precipitacin de cuerpos slidos hacia el interior del sistema sera constante, del mismo modo que si el causante fuese un planeta alejado o una pequea enana marrn. Que nos viniera encima una parte de esa lluvia de fuego o no responde a otras premisas ligadas a la fortuna, aunque siempre, debido a nuestra situacin, masa y gravitacin, hemos sido unos candidatos aventajados. La zona que ocupamos en las cercanas del Sol nos coloca directa e inherentemente cerca del lugar donde los cuerpos agresores, cometas o rocas inmensas, giran tras el astro rey, lo cual conlleva un tremendo peligro. Hay dos modos en que nos podra impactar uno de estos cuerpos: antes de girar, y por tanto en plena fase de aceleracin final y posiblemente incluso de modo frontal (con lo que la velocidad sera inmensa), o tras el giro, con lo que esta sera ms reducida pero a costa de quedar expuestos a impactos mltiples debido al posible fraccionamiento por causa de las corrientes de marea inducidas por el Sol. Ambos fenmenos han debido producirse, y algunos de los ltimos son plenamente identificables, como por ejemplo el tren cometario en que qued convertido el cuerpo que dio lugar a la gran extincin de hace 65M de aos. Sobre la importancia de los bombardeos nos hablan claramente las extinciones coincidentes, aunque visto el cuadro parece claro que sin duda, independientemente de haber producido la desaparicin directa de especies o no, consiguen influir sobremanera en las circunstancias climticas del momento, demasiado estrechamente relacionadas con la vida en la Tierra como para no afectarle. Eso se percibe claramente si vemos la fase intensa detectada hace 214M de aos, justo 12M de aos antes de la culminacin de la extincin trisico-jursica.

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Debido a la distancia o lapso temporal entre los eventos, y salvo errores de datacin, parece evidente que las colisiones no fueron la causa directa de esta catstrofe, pero es fcil imaginar lo que 30 previsibles impactos pueden hacer con el clima terrestre durante 12M de aos. Tambin es curioso al respecto el hecho de que la fase de gran intensidad que se desat hace 360M de aos, y que precipit presumiblemente hasta 40 astros, vino a caer justo recin producida la gran extincin del devnico final, con lo que consigui complicar an ms las cosas a la por aquel entonces ms que atareada evolucin, muy recientemente golpeada y llevada al extremo. En cuanto a las extinciones menores, tambin se observa coincidencia en varias de ellas, y de un modo tan certero que dejan poco margen a la duda. Definitivamente, s que hay un ciclo, y es bien notorio.

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CAPTULO VIII.

EL PROBLEMA DE LAS DATACIONES


Y si de repente se diera la terrible circunstancia de que los medios de datacin, en base a los cuales se han montado todas las cronologas, fuesen errneos? Quedara algo en pie de cuanto se ha escrito respecto a las edades de la Tierra y sus habitantes? En torno a qu girara el cronmetro de las eras? Recientes y documentados estudios, efectuados por el ingeniero alemn Hans Joachim Zillmer, ponen en muy seria duda este pilar bsico de la ciencia. Es un hecho poco conocido la inexactitud de las dataciones hechas con carbono 14, que solo pueden abarcar periodos de hasta 5.000 aos con un margen de error del 5%. Cuando se sobrepasan los 20.000 aos ese margen se dispara, por lo que hay que poner especial cuidado cuando hay que alcanzar esas fechas. Adems, dadas sus caractersticas, solo es aplicable con materia orgnica. Adems, este mtodo tan extendido se asienta sobre la premisa de que los niveles de carbono atmosfricos se han mantenido estables a lo largo de las eras, lo cual, como hemos visto extensamente en mltiples momentos de la turbulenta protohistoria del mundo, es un error monumental. El motivo para esta aseveracin categrica es que las grandes alteraciones eruptivas y metericas cambian rpidamente estos valores, y adems prolongan su efecto contaminante durante millones de aos. El C14 se genera en las altas capas de la atmsfera por la interaccin de la radiacin csmica y los istopos de nitrgeno. Las plantas absorben, mediante la fotosntesis, el istopo resultante, que pasa de este modo a la cadena trfica. Cuando mueren, comienza a semidesintegrarse a un ritmo matemticamente conocido, por lo que el principio es muy vlido si existe la necesaria uniformidad. Bastara con averiguar la cantidad de C14 original acumulada y en qu fase de semidesintegracin se halla para conocer con exactitud en qu momento dej de vivir su portador. En otras palabras, una simple tabla y listo, pero desgraciadamente esto no es as de fcil. Si en el momento en que el portador absorba los istopos, la proporcin de C14 de la atmsfera no era la que se atribuye como punto de partida, debido evidentemente a una presencia alterada de carbono, el problema es tan inevitable como indetectable, por lo que se produce el error en la datacin. Elementos que pudieron alterar en un pasado relativamente cercano este parmetro? Demasiados y muy recurrentes: grandes volcanes, impactos metericos y perturbaciones en la intensidad de la radiacin csmica por problemas con el campo magntico, entre otros de mbito local o menor. Cabe preguntarse, por tanto: si sabemos positivamente que en los ltimos 5.000 aos ha habido volcanes inmensos, impactos de todo tipo y bombardeos de partculas por cadas del campo por qu sigue siendo el sistema ms utilizado uno que se asienta sobre supuestos demostradamente invlidos? Pues porque permite fechar un pasado cercano con mrgenes

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relativamente aceptables, lo cual es suficiente para establecer secuencias histricas. Ms all, es imposible autentificar sus resultados. Sin embargo, todo es susceptible de estar contaminado para resistirse a su anlisis, incluso objetos cotidianos sobre los que no hay duda alguna respecto a su datacin. Sirva como ejemplo que las mediciones de prueba hechas en plantas que estn junto a autopistas dan tasas de error muy elevadas, debido al elevado contenido de carbono que han absorbido de los desechos de escape de los automviles. Despus de lo visto, resta poco ms que decir. No obstante, y aunque este mtodo de datacin es el ms extendido, son otros los que nos preocupan, dado que son los que se usan para determinar la edad de la materia inanimada o inerte, y los que podran estar llevndonos a errores fundamentales en nuestro conocimiento de las cosas. Estos procedimientos se basan en la revisin de los periodos de semidesintegracin del Uranio238, y parten de la ms que dudosa base de que la intensidad de su radiacin no ha variado en 4.500M de aos. Una vez mas una presuncin de uniformidad Les suena? En base a esta aseveracin errnea, tambin se presupone que los istopos presentes en el pasado lejano son los mismos de la actualidad. Ambos supuestos resultan muy arriesgados como para incorporar estos mtodos de datacin de forma tan categrica a la ciencia, pero alguien tuvo prisa en determinado momento, y los que vinieron despus carecieron de visin o de sentido comn para corregir el error. La consecuencia es una datacin geolgica que podra caer por su peso en cualquier momento, destrozando y llevando a varias disciplinas cientficas a una edad de piedra intelectual, y, como comprendern, eso es algo que muchos se encargan de evitar, an a costa de que pudisemos estar inmersos en un mar de cifras y fechas disparatadas. El U238 es el producto fisible ms abundante en la naturaleza, y su periodo de semidesintegracin tan largo ha dejado huellas distintivas en las rocas granticas de todo el mundo. Se desintegra en nueve elementos, el ltimo de los cuales es el plomo, que se forma a los 4.500M de aos, y que permanece ya por tiempo indefinido. Cada cambio libera radiacin, ya que se reduce el nmero de neutrones del ncleo, y su energa deja un halo redondo visible marcado en el granito, el cual se mide en centmetros. Si cortamos una placa de la dursima roca por las cercanas del ncleo de uno de estos antiguos tomos de U238, observamos unas circunferencias concntricas, como capas de cebolla, correspondientes a cada una de las semidesintegraciones habidas. Dado que conocemos los periodos temporales necesarios y las medidas de cada crculo, podemos calcular la edad de la roca a partir del momento en que se solidific y atrap al U238 padre. Otra vez ms nos encontramos con un principio impecable, pero que precisa de una notable uniformidad. El problema? Pues que todas esas capas concntricas deberan partir de un elemento padre fundamental, que es el U238, y que debera quedar reflejado en el crculo ms interior. Esto es as generalmente, pero hay veces que no, pese a que esto, por razones tristemente obvias, no se hace pblico.

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R.V. Gentry public unos estudios en 1992 en los que mostr como de vez en cuando aparece como elemento padre el polonio, y eso es muy anmalo. Para empezar, es un elemento de vida muy corta: el Po218 dura 3,10 minutos hasta convertirse en plomo, el Po214 solo 164 microsegundos y el Po210 138,4 das. Esto hace que sean imposibles de encontrar en la naturaleza en estado puro, permaneciendo ligados a los periodos de semidesintegracin del U238. La ciencia sostiene que en principio parece razonable que esto sea as, porque si este elemento hubiese estado libre, hace mucho que habra desaparecido, siendo indetectable por nosotros. Por tanto, si encontramos granito con marcas radiactivas concntricas que muestran como elemento padre al polonio, significa dos cosas: 1.- Que el polonio fue atrapado como elemento libre a pesar de su vida efmera, lo cual presupone una abundancia instantnea, mejor que una desproporcionada casualidad. 2.- Que el granito que lo contiene debi solidificarse en un periodo que va de 164 microsegundos a casi 140 das, dependiendo del tipo de istopo resultante, no ms tiempo. Estos hechos llevan a Zillmer a lanzar una tremenda hiptesis: ese atrapamiento casi instantneo de multitud de semidesintegraciones del U238, normales y anmalas, parece obedecer en su conjunto a circunstancias rpidas, no a efectos demorados en el tiempo. No es posible que el mismo granito que aloja polonio padre tenga tambin trazas de uranio padre, porque la roca no pudo atrapar a la vez ambos elementos, a no ser que ambos coexistieran, y eso solo es posible de un modo atpico, por extrao que parezca. Este autor nos habla, ni ms ni menos, que de una fisin nuclear natural en el pasado, que dio lugar a la fundicin del granito y a series atmicas libres de corta duracin, que fueron atrapadas durante el enfriamiento ptreo. El detonante de esto sera una gran afluencia de impactos demoledores que proporcionaron la temperatura necesaria para fundir la roca y sobrecalentar el uranio, y enormes olas que movieron literalmente los ocanos, hasta crear unas condiciones de presin adecuadas. Ni ms ni menos que un gigantesco reactor nuclear de proporciones planetarias inmerso en una reaccin en cadena impresionante. Reacciones nucleares espontneas? Parece excesivamente raro? No les culpo, pero vmonos a Oklo, Gabn. En 1972 se descubri all un sorprendente reactor nuclear natural que permanece en funcionamiento desde hace 2.800M de aos. El resultado es plutonio fuertemente enriquecido, lo cual es imposible sin un intenso bombardeo de neutrones sobre el uranio, como en la actualidad ocurre en centrales nucleares especializadas mediante complejos sistemas. Para que la naturaleza iniciara semejante reaccin en cadena de modo fortuito tuvo que contar con una considerable masa crtica, enorme temperatura y una presin equivalente a la que se desarrolla a 10 Km de profundidad en los ocanos. Los cientficos se remiten a circunstancias casuales para que este tipo de reaccin se disparase, un

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capricho natural, pero sea como fuere, lo cierto es que Oklo est ah, y que lleva enriqueciendo uranio casi tres mil millones de aos. Solo un evento enorme pudo iniciarlo, uno capaz de alterar dramticamente las condiciones medio-ambientales. Si nos atenemos a mtodos de datacin ms tradicionales, la cosa no cambia mucho. El clculo por estratificacin est sujeto a errores sistemticos importantes, ya que no se han tenido en cuenta sucesos catastrficos que implican la creacin, alteracin o destruccin de importantes capas geolgicas. Para empezar tenemos el problema de la sedimentacin, cuyas tasas estn establecidas y se utilizan sin el menor rubor, a pesar de que muchas de las capas que se estiman formadas a lo largo de millones de aos se constituyeron en minutos, debido al material arrojado desde los focos de impacto o transportado por enormes frentes de inundacin. Esto es definitivo, y si fuese considerado de un modo prudente, podra restar varios cientos de millones de aos en el acto a la cuenta de las pocas, ya que sabemos positivamente, como hemos visto con anterioridad, que se han producido momentos de bombardeo tan intensos que han debido dar lugar a muchos metros de estratos instantneos en todo el mundo. La explosin del volcn Saint Helens en 1982 gener enormes capas sedimentarias compactadas en 5 aos equivalentes a un registro mil-milenario, y pese a su agresividad no tuvo punto de comparacin con lo que sucede cuando el cielo se desploma. Y a eso hemos de aadir la fuerte sedimentacin provocada por las tsunamis, que aadieron an ms confusin en mltiples momentos del pasado. Estos agentes de transformacin son tan violentos y masivos que con toda seguridad han modificado el registro estratigrfico en grado sumo, por lo cual la presuncin de uniformidad es en este caso, sencillamente, una fantasa. La prueba de que la aceptacin de los grandes eventos repentinos puede modificar totalmente el cronograma geolgico queda perfectamente ilustrado con lo que ocurri en Scatlands, una inhspita zona 320 Km al este de Seattle. El escenario que observamos all es una inmensidad llena de espectaculares caones erosivos abruptos, piedras irregulares depositadas en medio de la nada y extraas perforaciones en el suelo en las que cabe una casa. La explicacin oficial sostuvo siempre que estos fenmenos se haban formado por la accin durante millones aos de un pequeo ro, el Columbia, que hoy da corre por l, hasta que un cientfico avezado lanz lo que se consider una loca teora, que tras ser rechazada de plano en primera instancia por la comunidad cientfica, pas a ser por su peso la explicacin que actualmente se admite, y que parece la ms adecuada. En el nuevo esquema se estableca que la destruccin de la presa glaciar Missoula, 400 Km ms al este, dio lugar a una mega-inundacin, con un frente de tsunami de 240 m de altura, tras el cual se movieron 2.000 Km3 de agua a grandes velocidades. El resultado fue Scatlands, que se form en pocas horas contra todo pronstico, dando lugar a su orografa descomunal. Las pruebas efectuadas en tneles de agua no dejan lugar a la duda, y ya son muchas las voces que encuentran un origen similar en formaciones emblemticas, como el Bryce Canyon o el archiconocido Can del Colorado, que desde luego no parecen obras de los

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pequeos cauces que los recorren. En este ltimo caso, determinados estudios geolgicos demuestran la imposibilidad de entender su formacin mediante los supuestos establecidos, lo cual lleva a una salida lgica, y es que su creacin tambin se debi a hechos que lo definieron en muy pocas horas, posiblemente el agua desplazada por enormes y turbulentas tsunamis que lo recorrieron en sus caminos de ida y vuelta, y que se llevaron los materiales blandos con extraordinaria violencia y velocidad. Por tanto, si las dataciones radioactivas no son fiables en absoluto, y los estratos estn alterados y deformados por acontecimientos repentinos de adicin y resta de grandes cantidades de materiales sedimentarios, qu nos queda que pueda darnos una medida fiable del tiempo que tiene nuestro mundo? Pues la verdadnada. A pesar de que durante todo el relato de las eras geolgicas hemos estado hablando con enorme alegra de cifras de miles de millones de aos, todos esos nmeros podran verse reducidos de un modo tan brusco que resulta vertiginoso. La consecuencia directa es que nos resultara mucho ms fcil y familiar entender respecto al tiempo el enorme mecanismo vital que ha discurrido por este hermoso planeta. No resulta sencillo arrojar una cifra que nos aproxime a la realidad, pero si nos viramos muy forzados a hacerlo nos basaramos en los movimientos de la tectnica de placas, aunque asumiendo que los periodos que se les atribuyen tampoco han podido ser constantes. Si a pesar de ello asumimos el riesgo y lo hacemos as, la explosin cmbrica de la vida, que actualmente se reconoce como producida hace unos 550M de aos, podra acercarse a nosotros por debajo de los 100M de aos, y la extincin de los dinosaurios pasara de los 65M de aos a unos cercansimos 7 u 8, explicndose as mucho mejor la aparicin de fsiles casi al nivel del suelo, aunque la verdad es que estaramos funcionando casi por pura intuicin. No significa eso que todo el trabajo realizado por las ciencias est mal, ya que las secuencias no se veran alteradas, pero s las duraciones de sus periodos de existencia y su alejamiento en la lnea del tiempo. Al final, la conclusin parece ser que realmente no podemos averiguar qu espacio temporal nos separa de los inicios de la vida, lo cual no debe ser un hndicap mayor. Lo ms importante de todo esto es insistir en que la secuencia de los hechos es la misma y no vara, aunque lo haga su duracin. Esto afecta de modo considerable al modo en que entendemos la velocidad evolutiva, y nos ayuda a comprender los mecanismos actuales detectados en determinadas especies de lo que se ha dado en llamar fases aceleradas de evolucin, que en realidad se corresponden con lo que debera ser el ritmo normal del cambio. Por tanto, si calculamos arbitrariamente que nuestra biodiversidad actual ha podido tardar en desarrollarse, por ciclos naturales, unos 7M de aos, la de los saurios unos 20, y las anteriores unos 35, podemos calcular que la aparicin de la vida en la Tierra se pudo producir hace 62M de aos, pero repetimos que eso lo nico que ayuda es a comprender mejor las cosas, sencillamente para que no nos suenen tan terriblemente lejanas. Si nos atenemos, para poder arrojar una fecha que nos alumbre, a los afloramientos de magma a travs de las grandes dorsales, nos encontramos con el

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mismo problema, pero aqu s hay algo que es digno de mencionar y que puede constituir un indicio. El Ocano Pacfico, que aloja los fragmentos ms antiguos de corteza ocenica, est formado en su integridad por material que no sobrepasa los 200M de aos, presentando adems una gran regularidad en cuanto a profundidad. Esto contrasta con la edad atribuida al planeta. Indudablemente, algo ocurre. Sabemos, por otros caminos que parten de teoremas astrofsicos, que la Tierra tiene unos 5.000M de aos, y que, al menos hasta hace 4.000M de aos, fue bombardeada por cuerpos inmensos de ms de 500 Km de dimetro. Sin embargo, la antigedad de los mares es muy distinta. A partir de ah el bombardeo no ces, pero se vio reducido a cometas y asteroides de decenas de kilmetros. Esto no ha perdido vigencia hasta el da de hoy. Por otro lado, el campo magntico flucta cada 200.000 aos, llegando a invertirse en un proceso que nos expone, durante al menos 2.000 aos, a la radiacin espacial. Y adems los volcanes y fallas tectnicas no han dejado de ensuciar la atmsfera. Por tanto, cabe la especulacin. Hemos visto como la datacin acadmica se basa sobre supuestos que resultan errneos. Si la ley de uniformidad de Lyel se cumpliera, aquella que dice que la Tierra no se ha visto sometida a cambios bruscos que pudiesen alterar un flujo normal de acontecimientos, sin duda las cifras dadas estaran muy prximas a la realidad. Como no se cumple, invariablemente tenemos que llegar a la conclusin de que todo el esquema temporal est falseado, por lo que hemos de buscar otros modos de medicin que no se hayan visto envueltos en los grandes cataclismos que asolaron el pasado. De momento, esto supone todo un problema, aunque no se le presta demasiada atencin. Quizs por no fastidiar Nosotros, de momento, seguiremos usando las pocas y periodos establecidos, pero estn atentos por posibles cambios, porque hay una posibilidad, y no tan remota como pudiera parecer, de que todo lo que les hemos contado en cuanto a fechas hasta ahora tenga que ser revisado en un futuro muy cercano.

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CAPTULO IX.

ALGUNAS CONCLUSIONES
Una vez que hemos pasado a travs de buena parte de la historia de la vida en el planeta, atendiendo a las causas que motivaron sus mejores y peores momentos a lo largo del tiempo, procede establecer una serie de conclusiones generales que nos ayuden a situarnos de un modo fcil en el contexto global, justo antes de entrar a preguntarnos sobre nuestra milagrosa existencia: 1.- La aparicin de la vida en la Tierra es un fenmeno no suficientemente explicado. El hecho en s de que repentinamente surja algo tan extraordinariamente avanzado y slido como el ADN es un suceso de muy difcil entendimiento en unos estadios tan primitivos de desarrollo. No solo es un elemento complejo, sino que apareci muy tempranamente. Si bien la repentina y pluralizada aparicin de los aminocidos en los ocanos se puede explicar a travs de la panspermia, el paso posterior desde molculas elementales, enzimas, etc., hasta organismos vivos con citoplasma, ADN, ARN, y capaces de sintetizar alimentos en base a una codificacin, resulta un escaln que se nos antoja insalvable. Y no es el nico. El avance desde la metanobacteria hacia la clula procariota o cianobacteria, que inventa casualmente segn la ciencia oficial la fotosntesis, y que remodel la atmsfera hasta convertirla en reductora, su posterior evolucin hasta la clula eucariota, con ncleo separado donde alojar a los componentes nobles, y finalmente la creacin mgica del colgeno, el cual posibilit la unin coordinada de grupos de clulas especializadas para permitir el diseo de animales complejos, suponen un conjunto de pasos evolutivos separados que son, como mnimo, el mayor milagro natural del que tenemos noticias. No hay suficiente casualidad en nuestra mente para imaginar algo tan prodigioso sin un impulso orientador. Admitir tanta coincidencia supone revisar las teoras sobre el clculo de probabilidades. A veces, cuando las pruebas fallan o no existen, hay que recurrir a la lgica, eliminar los miedos y recelos, y hacer aquello que, al parecer, nos distingue de los animales: pensar. A nuestro entender, y a riesgo de que parezca una conclusin excesivamente poco cimentada, cosa que intentaremos solventar en captulos sucesivos, el nico modo de que un cmulo de avances tan determinantes pudiera ocurrir de una forma tan ordenada y eficaz es a travs de algn tipo de intervencin exterior, aunque no vamos a intentar siquiera imaginar an la posible fuente de este extraordinario diseo que es el cdigo gentico, y que, segn nos cuentan, obedece a la fortuna y al tiempo. Eso lo veremos despus. Se nos viene a la cabeza aquel dicho de los cien mil monos y las obras completas de Shakespearepero la verdad es que nunca nos ha parecido creble. 2.- El final de la primera hiper/glaciacin solo pudo deberse a la colisin de un cuerpo celeste de 150 Km de dimetro, que calent bruscamente la atmsfera,

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posibilitando un deshielo galopante. Si esto no es as, no es fcil imaginar cuntos volcanes tuvieron que rugir para provocar un deshielo planetario por calentamiento global. Adems es ms que probable la existencia en aquel tiempo de grandes colisiones y bombardeos. 3.- La extincin del ordovcico-silrico, hace 440M de aos, pudo haber sido producida por la repentina llegada a nuestro planeta de una onda frontal de rayos gamma, emitida por una hipernova situada a unos 2.000 aos luz. La destruccin de la capa de ozono permitira la llegada indiscriminada de radiacin ultravioleta procedente del Sol a las zonas altas de los ocanos, acabando con el plancton y, consecuentemente, con la mayora de las especies por desequilibrio crtico en la cadena alimenticia. 4.- Cada 31 + 1M de aos se produce una acumulacin de impactos celestes en nuestro planeta. Ello solo pudo ser causado por un ciclo natural csmico que tiene que ser forzosamente debido a: 1) una estrella hermana de nuestro Sol, Nmesis, que an no conocemos, y que en su rbita altera a multitud de cometas estacionados en la nube de Oort, que se lanzan hacia el centro del sistema provocando lluvias de fuego regulares, 2) un planeta exterior de gran tamao que causara similares perturbaciones, 3) el paso de nuestro sistema al completo por el ecuador de la galaxia, cuya densidad llevara a la desestabilizacin de la nube, o 4) trastornos ocasionados por una estrella enana marrn, compaera del Sol, orbitada por un planeta de gran tamao. Durante estos periodos recurrentes de bombardeo, de los que hemos localizado 88, la densidad de impactos en la Tierra es de 2 a 4 por cada 100.000 aos, y solo tenemos constancia hasta el momento de unos 170 crteres. Esto hace prever que vamos a encontrar muchsimas cicatrices en aos venideros, lo cual deparar notables sorpresas respecto al pasado del planeta y a la dispersin de la vida. 5.- Al menos tres grandes extinciones han sido provocadas o impulsadas por estos intensos bombardeos celestes, y son: prmico-trisico (P-T), hace 250M de aos, cretcico-terciario (K-T), hace 65 y eoceno-oligoceno hace 36. Tambin hay constancia de estos eventos terribles en varias extinciones menores, del mismo modo que parece haber una implicacin directa en la extincin trisica-jursica (T-J). Las mecnicas de exterminio son de dos tipos: por consecuencias inmediatas del impacto, en base a onda expansiva, huracanes, tsunamis, olas de fuego, etc, o por el cambio climtico generado a largo plazo (en ocasiones, su verdadero efecto se hace sentir despus de millones de aos). Ambos modos de matar han dejado su huella bien marcada en diferentes registros y testigos que abarcan todos los campos de la ciencia. 6.- Un cometa de 70 Km de dimetro, Kali, se estrell hace 250M de aos en el mar Paleo Tethys, desatando la parte ms dura de la extincin prmico-trisica. Los restos de su caldera de 3.050 Km, estn constituidos por una sima que actualmente yace en la cuenca del ndico central, al sur de la India, en la que an

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sobresale un gran domo que resulta visible en cualquier carta marina. El impacto fue tan extraordinario que deform gravemente la esfera terrestre, como se observa en determinadas fotos radar en las que se puede ver nuestro planeta sin ocanos ni atmsfera, mucho ms parecida a una patata a la que le falta o se le hundi buena parte del ndico. La existencia de una gigantesca capa interior de corteza, desplazada violentamente a 400 Km de profundidad, demuestra la presencia de un impacto demoledor que redujo el espesor de la litosfera en 9 dcimas partes, lo cual es muy inusual en los planetas solares. 7.- Al menos dos grandes fenmenos volcnicos, las macro erupciones de Siberia y de Deccn, tienen relacin directa con periodos de gran afluencia de impactos, por lo que es posible establecer una conexin entre las colisiones con objetos masivos y estos fenmenos de expulsin desmesurada de lava. Tambin hay constancia de esta relacin impacto-volcn en la superficie de nuestro vecino, Marte. Esta claro que las presiones interiores inducidas por las colisiones mayores tienen fuerza para desestabilizar el interior magmtico de un planeta y provocar la expulsin de gigantescas coladas de lava. 8.- El sobredimensionamiento del orden natural a partir de los mamiferoides, especialmente en el periodo comprendido entre el inicio del trisico y finales del cretcico, se debi a una atmsfera hiperoxigenada con una presin de al menos el doble de la actual, que benefici a las especies dotadas de sacos areos y vejigas natatorias, y perjudic a los mamferos, provocando en ocasiones diferencias importantes. Tambin pudo influir en ello una repentina cada del campo magntico y un descenso gravitacional no suficientemente explicable. 9.- Antes de su extincin, algunos de los saurios haban comenzado una fase de evolucin acelerada hacia una reduccin de tamao y adaptacin al vuelo. Fruto de ello son muchos de los pjaros y aves de hoy da, descendientes lejanos de los pequeos lagartos voladores que sobrevivieron a la crisis K-T. El evento de exterminio acab con la reconversin de las especies mucho antes de que terminara. Los grandes depredadores estaban ya avanzando por ese camino cuando repentinamente desaparecieron. 10.- Podemos asegurar que los estratos geolgicos estn bien datados? Por qu no se han tenido en cuenta las fluctuaciones, que se sabe que han existido, de los elementos trazadores? Aqu no ha habido uniformidad, y por tanto los sistemas que se usan para establecer los orgenes de los elementos estn cimentados sobre autntica gelatina. Ahora que ya conocemos los orgenes del planeta que habitamos y la naturaleza que nos rodea, ha llegado el momento de que nos preguntemos quines somos y de dnde venimos, y les podemos augurar sorpresas importantes.

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SEGUNDA PARTE EL HOMBRE

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CAPTULO X.

LA TEORA DEL JARDINERO


Imaginemos un terreno vaco y un jardinero muy ocupado. El suelo es visitado por el ayudante del jardinero, que siempre va por delante de este comprobando las calidades, removiendo la tierra y sembrando las semillas de temporada. Cuando termina, planta una estaca con una seal, para que cuando el jardinero pase sepa que el jardn ha sido sembrado. Despus se va a buscar un nuevo terreno que sembrar, y as continuamente. El jardinero, que constantemente viaja comprobando el estado de sus mltiples jardines, tiene adems que observar si las semillas sembradas por su asistente han cado en buena tierra, para lo cual pone mucho cuidado en encontrar todos los terrenos vacos marcados con una estaca y la seal convenida. Es as como llega al que nos interesa. Como ha llovido y el Sol ha sido benigno, las plantas han comenzado a crecer, el suelo est hmedo y frtil, y el jardinero seala el da que ha de volver. Si no hubieran sobrevivido, invertira su valioso tiempo en otro de los muchos jardines que controla y que si estn floreciendo, y se olvidara de este, como ha hecho muchas veces con anterioridad en terrenos que no han servido para dar fruto. Pasados los das previstos vuelve y comprueba el estado. Arranca las malas hierbas, hace que fluya el agua, y lleva a cabo una poda ligera a fin de estimular el crecimiento. Finalmente vierte un poco de abono, mira al cielo claro y se va. Por ltimo, algn tiempo despus pasa y mira detenidamente el terreno que ya se ha convertido en jardn. Riega, entresaca las plantas y fertiliza el suelo. Al fondo observa que ha surgido una flor, la primera en este lugar, y el jardinero sonre satisfecho. Pronto llegar el momento definitivo y su obra habr concluido. Pero cmo habra sido el jardn sin sus cuidados? Ahora, hagamos las siguientes sustituciones: Nuestro planeta por el jardn. El incierto objetivo final por las flores. Los cometas que crearon los ocanos por el ayudante del jardinero. El cdigo gentico por las semillas. La biodiversidad por las plantas. El control y rectificacin del programa original por regar, podar, despejar, abonar

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Quin es el jardinero? Querido lector, despus de haber recorrido juntos 3.800M de aos de evolucin, en los cuales hemos entrado profundamente en los momentos ms crticos para el desarrollo de la vida en la Tierra, vamos a intentar hallar un sentido ms all del que vemos cuando los datos fros pasan ante nuestros ojos. Lo que vamos a analizar a partir de ahora nada tiene que ver con creencias individuales o colectivas, con religiones, movimientos paracientficos, iluminados ni dems pseudodoctrinas que, aunque respetables, no confieren ninguna luz, sino ms bien lo contrario, al punto de vista fro y agnstico que precisamos para no vernos influenciados por razonamientos y conclusiones que en ningn momento deseamos que parezcan alineadas con doctrinas o ideologas de cualquier tipo. Es por ello por lo que te vamos a pedir que dejes a un lado por unas pginas tus creencias y dogmas, y que limpies tu mente para que podamos llegar a un punto de acuerdo en un tema tan difcil como es intentar llegar al fondo de por qu estamos aqu. Para ello, empecemos por lo que debera ser el principio. Qu es la vida? El diccionario dice que es el estado de actividad de los seres orgnicos. No est mal. Tambin se podra definir de un modo ms heterodoxo como una peculiar forma de la energa, que anima la materia, eliminando durante un periodo de vigencia variable su componente inerte. Durante milenios se ha filosofado ampliamente intentando dar respuesta a las singularidades de tan extraordinario fenmeno, pero la verdad es que, alejndonos de la vertiente ms pensadora, no tenemos muy claro lo que es, y no nos referimos al sentido morfolgico o fsico, sino al ms profundo de los cuestionamientos. Aunque demos por hecho que la vida es un influjo que cambia el estado de la materia de inerte a vital, la razn nos dice que lo que subyace es mucho ms trascendente que lo que superficialmente vemos y sentimos, pero quizs estemos influenciados por el ego casi inherente a nuestra condicin de humanos y realmente acabe siendo todo lo contrario, con lo que nos encontraramos ante un efecto totalmente residual. No en vano el Universo est masivamente compuesto de masa inerte, lo cual se dispara si atendemos al peso de la misteriosa materia oscura, que ha relegado a la visible a un puesto secundario y de la que al da de hoy no sabemos nada, excepto que est ah y que convierte al imperio de la luz del que formamos parte en

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una mera excepcin. Es decir, absolutamente al contrario de como lo concebimos ahora. Si suponemos que la vida solo existe en nuestro planeta, como an sostienen cmoda, despreocupada y absurdamente los ms amplios sectores de la sociedad, entenderamos que estamos ante un fenmeno extrao, un elemento que no alcanza la categora suficiente como para tenerlo en cuenta en el marco global del Universo. Consecuentemente, estudiarla no tendra mayor trascendencia que la de desentraar el orden correcto de la naturaleza local y entender cmo se pudo producir semejante rareza en un planeta que, por aadidura, tendra que ser nico, una especie de zoo csmico que no podra visitar nadie, porque nadie habra en la inmensa soledad a su alrededor, la cual habra sido levantada con paciencia y dimensin inimaginable solo para no ser habitada jams. No parece verosmil, porque incluso la casualidad ms dura es repetible ante tan vasto horizonte. Si, por el contrario, suponemos que la vida es un elemento generalizado en el cosmos, como cada vez ms se va imponiendo ideolgicamente pese a la vieja guardia y a que an no tenemos constancia real de ello, entenderamos que el fenmeno adquiere la etiqueta de muy importante, pues estara entroncado en la esencia misma del Universo. Estudiarla tendra tanta trascendencia que, quizs a su travs, podramos llegar a averiguar una parte del mecanismo que rige las cosas a una escala superior a la que vemos o sentimos. Si la panspermia, que ya hemos analizado con anterioridad en el captulo las dos hiperglaciaciones, es un fenmeno real, significara que la creacin de aminocidos forma parte del sistema que rige en las nubes moleculares, tal vez un derivado de las fases de acumulacin de las estrellas, tratndose posiblemente de un fenmeno secundario, un subproducto. Por tanto, su consecuencia final, la vida, tambin lo sera, y aunque se expandiera por el cosmos no tendra trascendencia alguna, entrando en oposicin al razonamiento anterior. Sin embargo cmo no va a ser trascendente un factor capaz de generar culturas capaces de remodelar las estrellas, y con ello alterar la esencia misma del cosmos? POSIBLES LOGROS DE LAS SUPER-CIVILIZACIONES Nikolai Kardachev, astrofsico ruso de enorme prestigio, postul a mediados del siglo pasado la existencia de tres grados bien diferenciados en cuanto a posibles niveles de civilizacin para las supuestas razas que pudiesen habitar el cosmos: Fase 1: Civilizaciones con nivel tcnico 1, semejante en principio al que poseemos en la actualidad, y que posteriormente Carl Sagan redujo a nivel 0,7.

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Fase 2: Civilizaciones capaces de controlar y dominar el potencial energtico de una estrella del tamao del Sol. Fase 3: Civilizaciones capaces de controlar y dominar todos los recursos de una Galaxia. Kardachev asegura que, teniendo como punto de partida nuestro actual estado tecnolgico (el 0,7 atribuido por Sagan), podramos tardar del orden de 10.000 aos en pasar a la fase 2, y 1M de aos en hacerlo a la fase 3, por lo que estamos en una poca puramente terica respecto a las posibilidades futuras. Sin embargo, ya han aparecido notables visionarios que nos han hablado sobre cmo sern esos momentos futuros de la civilizacin, y lo que nos dicen es tan espectacular, que merece la pena hablar de ello. Freeman Dyson, profesor en 1959 del departamento de estudios avanzados de la Universidad de Princeton, public un revolucionario artculo en la revista Science llamado Bsqueda de caractersticas artificiales en la radiacin infrarroja, que con el paso de los aos se ha convertido en una de las visiones proftico-cientficas ms renombradas en el campo de la astronoma, y que, como vern, no tiene visos de pasar de moda. En una brillante disertacin que influira al mundo acadmico y a la mayora de los escritores de ficcin cientfica, Dyson lleg a la conclusin de que una civilizacin que avanzara tanto como para llegar al lmite de sus posibilidades materiales acabara inevitablemente remodelando el Universo prximo a su antojo. Para ella, el manejo de la materia y la energa habra alcanzado un grado elevadsimo de perfeccin, por lo que el asalto a nuevas formas de usar ambos elementos estara totalmente a su alcance. El espritu de expansin propio de la vida hara el resto. Calcul que una civilizacin de fase 2, capaz de apoderarse y remodelar sistemas estelares completos, ira dando saltos territorialmente expansivos cada 1.000 aos, y acabara controlando una galaxia como nuestra Va Lctea en solo 10M de aos, dejando tras de s restos de su paso que seran detectables si supisemos qu buscar. En este sentido, estableci que dado el uso que estos seres haran de la totalidad de las capacidades lumnicas de una estrella, el modo de hallar estos probables rastros sera buscando cuerpos masivos que solo emitiesen en la banda de infrarrojos, dado que esta radiacin escapara desde la pared externa de sus grandes construcciones. Como resultado, la suma anmala de grandes masas no visibles e intensas radiaciones de este tipo delataran la presencia de actividad civilizada en fase 3. El cientfico ruso Ysiv Shklovsky hizo un inciso en este sentido al referirse a determinado grupo de estrellas gigantes rojas que producan una cantidad anmala de un raro metal llamado tecnecio. Este elemento no se encuentra en la naturaleza, ya que carece de istopos estables. Solo se ha conseguido su produccin

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en laboratorio, por lo cual cabe imaginarse que su existencia en estos astros podra implicar una manipulacin de gran nivel destinada a la obtencin de este elemento, solo al alcance de unos intereses bien dirigidos. En cooperacin con el astrofsico estadounidense Carl Sagan, Shklovski elabor una teora impresionantemente ilustrativa sobre lo que una sper-civilizacin podra hacer con una estrella mayor que nuestro Sol. Imaginemos un cuerpo de 3 4 masas solares, y repasemos los acontecimientos en tiempo real para ver lo que ocurre. Nuestra candidata, que es una estrella an pacfica y regular, en su origen estuvo compuesta masivamente de hidrgeno, pero ha estado transformando este elemento, mediante una reaccin de fusin, en helio durante miles de millones de aos, liberando en el proceso todo el espectro de radiaciones que conocemos. El resultado de la conversin es una cantidad elevadsima de helio inerte en el ncleo que en determinado momento, sometido a terrible presin, se calienta hasta 110M C, iniciando una reaccin termonuclear decisiva. En este momento, los tomos comienzan un proceso crtico de encendido, que se denomina chispa de helio, y comienzan a fusionarse de modo explosivo, formando nuevos tomos de oxgeno, nen y carbono. El inmenso calor se expande por todas las capas de la estrella, y esta se hincha alcanzando un espacio millones de veces mayor que el original. De este modo, nuestra estrella modelo acaba de convertirse en Nova, e ilumina una gran porcin del espacio circundante. Transcurridos varios millones de aos, la gravitacin vuelve a tomar el control comenzando a comprimir la masa que an est en reaccin, y el oxgeno, el nen y el carbono, acumulados en un depsito de ceniza en el corazn estelar, inician una nueva fusin a casi 2.500M C con una presin insostenible, dando lugar a elementos pesados, como cobre, cinc, nquel, hierro, titanio, manganeso o cobalto, entre otros. En poco tiempo la situacin se hace crtica, y el ncleo estalla con tanta fuerza que en pocos segundos todas las capas de la estrella se unifican y deshacen, liberando la energa de una sola vez. Los elementos pesados y los gases son arrojados al espacio en medio de una deflagracin devastadora que lucir 100M de veces ms potente que el Sol durante algunas semanas, arrasando todo lo que encuentre a varios aos luz de distancia. De este modo, nuestra estrella muere convertida en una hermosa y fugaz supernova. Si observamos detenidamente los hechos, vemos que hay dos factores que liberan estas crisis estelares: la presin y la temperatura. El astrnomo ingls Geoffrey Burbridge ha sugerido que en determinadas zonas del Universo, all donde la cercana de las estrellas sea excesiva, la explosin de uno de estos fenmenos puede iniciar una reaccin en cadena entre estos astros, debido a la fuerte transmisin calorfica, que acabara desestabilizando prsecs completos de espacio galctico denso. Aunque an no hemos asistido a fenmenos de este tipo tan masivo, s que hemos hallado restos en forma de gigantescas nebulosas, autnticos cadveres de galaxias enteras, con lo cual parece que la aseveracin tiene atisbos de ser correcta.

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Una civilizacin de fase 3 sera capaz de detonar controladamente una estrella que hubiese terminado su paso por el estado de nova para recoger sus elementos pesados, con lo cual todo el proceso descrito podra ser inducido de forma artificial. Sagan y Shklovski sugieren como iniciador de este fenmeno un haz lser de 1 armstrong, es decir, la frecuencia de los rayos gamma. El dimetro de apertura del flujo sera de 9.m, y el haz, extraordinariamente concentrado, de tan solo una fraccin de segundo de arco. La zona irradiada rondara los 10 Km de dimetro, y recibira 3.000M de ergios por segundo, lo cual calentara y desestabilizara la corteza, provocando una reaccin termonuclear que liberara al ncleo, producindose la detonacin. Aos despus, pasadas las fases de intensas radiaciones, podran ser recolectados los elementos pesados mediante sistemas magnticos, acumulando ingentes cantidades de ellos para ser utilizados en proyectos de ingeniera sin precedentes. Dyson predijo que tomando como punto de partida el hecho bsico de que todo cuerpo animado depende de la energa, y por aadidura toda civilizacin, el objetivo mximo para una raza avanzada sera en un momento determinado de su escalada tecnolgica la consecucin de enormes cantidades de ella para poder transformarla a su manera, para lo cual construiran enormes esferas alrededor de estrellas de un tipo determinado. El modo de conseguirlo sera desmantelando sistemas planetarios completos que girasen alrededor de esa estrella, y los metales resultantes de las explosiones de supernovas, aprovechando toda su materia. Mediante mecanismos de fusin sera posible convertir los elementos de los gigantes gaseosos en metales pesados para dar forma a una inmensa superficie esferoide, que con un espesor de un par de kilmetros en su delgada capa exterior reforzada por haces de C60, envolvera ntegramente a la estrella, la cual permanecera equidistante en su ncleo a una distancia similar a la que nos separa hoy da del Sol mediante el uso de un sistema externo de estabilizacin y correccin. En resumidas cuentas, estamos hablando de una gran bola hueca con un Sol luciendo en su centro. En la zona interior de corteza estara situada otra gigantesca esfera, que ira anclada en enormes pilares regulares de 50 Km de altura, permitiendo la formacin de mltiples capas atmosfricas. Esta segunda esfera estara compuesta masivamente de cristal programable, capaz de filtrar las radiaciones nocivas y de cerrarse al paso de la luz obedeciendo a un ciclo natural, controlado por ordenadores. Sobre su estructura, una red de clulas solares estaran firmemente ancladas, siendo capaces de asimilar absolutamente toda la energa desprendida del astro, con lo que la generacin sera inmensa, ya que nada se perdera en el espacio. Una parte se destinara a mantener en funcionamiento los generadores de gravitones, colocados en el subsuelo y que se encargaran de aportar la necesaria gravedad.

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Enormes terrenos, beneficiados por un clima uniforme que incluira lluvias naturales, luz cenital, y con una superficie calculada de 280.000 billones de Km2, o lo que es lo mismo, 552M de veces la superficie terrestre, proporcionaran condiciones ideales y produccin de cultivos para albergar a 3 billones de habitantes, mientras en la superficie exterior, expuesta al vaco, se situaran las zonas ms industriales y los puertos estelares. Otros autores posteriores a Dyson llegaron a postular mas adelante que una vez alcanzado el nivel mnimo de produccin, debido al declive de la estrella central, la poblacin sera evacuada y el astro sera detonado, convirtindolo en supernova y dando lugar a la creacin de una nebulosa que posteriormente reciclaran para la construccin de otra esfera en otro lugar. Yendo an ms lejos, Dyson sostuvo que posiblemente una civilizacin de fase 3 no precise de grandes esferas para cultivar la energa de las estrellas. Lo ms natural, llegados a ese nivel, sera ordenar geomtricamente determinadas zonas estelares, que resultaran escasamente visibles porque toda su capacidad lumnica estara canalizada. All las grandes luminarias del cielo, lejos de vagar errticas, estaran perfectamente organizadas y alineadas, posiblemente ensambladas mediante algn vasto campo magntico, capaz de anular y sustituir a los inmensos poderes gravitatorios de las estrellas. De este modo tendran reservas energticas sin lmite, y detonando supernovas haran acopio de metales. Fascinante. Sin duda, este autor influy sobremanera al astrnomo Larry Niven, quien a travs de una exitosa serie de novelas difundi la posibilidad de imaginar una estructura anular de caractersticas parecidas a las propuestas por Dyson. Mundo Anillo (Fig.32), su genial propuesta, tendra 940M de Km de permetro y 1,6M de Km de ancho. Estara construido perpendicularmente sobre el plano de la eclptica de la estrella madre, a fin de eliminar en lo posible las contingencias derivadas de compartir la ruta con el resto de los cuerpos del sistema, y alojara equidistantemente en su centro un sol similar al nuestro, y a la misma distancia que actualmente nos separa de l, 150M de Km. Esto garantizara la correcta iluminacin solar de toda la superficie. En la cara interior se alojara la vida. Para hacerla confortable, en primer lugar se imprime un movimiento de rotacin que genera gravedad similar a la terrestre, condicin necesaria para un hbitat humano perdurable. Ms adelante, Niven idea dos cadenas montaosas infranqueables, con picos de 1.600 Km de altura, y que se extenderan a lo largo de ambos laterales del anillo. Su funcin, impresionante: contener a la atmsfera e imposibilitar el trnsito animal y de recursos hacia los abismos laterales. Ms cerca del Sol, aproximadamente en la rbita de Mercurio, otro anillo, llamado pantalla anular, comienza a girar, sobre el mismo plano, pero con caractersticas bien diferentes. Aunque su permetro es menor, su anchura abarca toda la esfera solar desde cualquier punto de la zona exterior, y no es completamente

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slido, sino que est compuesto por enormes rectngulos, unos opacos y otros de una superficie transparente que deja pasar la luz, pero capaz de absorber las radiaciones nocivas. Cuando esta rueda gira a determinada velocidad, los rectngulos opacos se alternan con los transparentes, regulando el flujo de luz y provocando periodos de da y noche en cualquier punto de la zona habitable, con la salvedad de que la luz, cuando llega, es perpetuamente cenital. Finalmente, en la zona exterior de ambos anillos se situaran los propulsores ramjet, ideados por Bussard, y que se serviran del viento solar para corregir desviaciones. Mundo Anillo sera de menores dimensiones que una esfera de Dyson, pero tambin menos costoso y de funcionamiento muchsimo ms simple. Su superficie sera de solo 1600 billones de Km2, por tanto 2M de veces la superficie terrestre, y su capacidad de albergue para aproximadamente 1 billn de personas. Una construccin colosal. El cuadro siguiente aporta algunos datos que el autor da respecto a su creacin. Una ms, y volvemos con el prolfico Dyson. Otra visin futurista suya ha sido conocida como el rbol. Propone la manipulacin a travs de ingeniera gentica de determinadas plantas para vivir en el interior del ncleo de grandes cometas de ms de 10 Km de dimetro. Mediante perforaciones adecuadas se construiran zonas habitables, que se abasteceran de energa mediante la fusin de pequeas cantidades de metales pesados. Los cultivos que alimentaran a la poblacin partiran del rbol modificado, as como el oxgeno, convirtiendo de este modo un cuerpo poroso en un receptculo eficaz y autosuficiente para albergar a varios miles de personas con un hbitat completo y capacidad de expansin. Hemos visto las posibilidades inmensas que tiene una sociedad de llegar a ese avanzado estado de desarrollo, y cmo puede llegar a cambiar todo lo que se mueve a su alrededor. Si esto es as, y culturas de este nivel se extienden por el Universo, quedara demostrada la influencia que la vida ejerce sobre l, convirtindose en un fenmeno trascendente, originado ya sea de un modo dirigido o casual. Sera indiferente. Pero si un aminocido de los que hay en las nubes moleculares fuese un elemento bsico para el cosmos, y hubiese sido originado previamente a las estrellas, no formando parte de su desecho en qu momento habra ocurrido y para qu? Para intentar averiguar esto hemos de retroceder al momento inicial, justo al instante en que el Universo est a punto de nacer.

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BIG-BANG Hace 15.000M de aos todo lo que se mueve por el espacio estaba condensado en un nico punto de materia, llamado singularidad, con densidad infinita y temperatura elevadsima. Aunque esto sea muy difcilmente imaginable, pensemos en una simple cabeza de alfiler que lo contiene todo, a cuyo alrededor se extiende la nada adimensional, en la que an no existen fenmenos como el espacio, el tiempo o la energa, y que por tanto no est sujeta a principio fsico conocido. En algn momento se produce un desequilibrio crtico y, despus de derrumbarse sobre s misma, la singularidad, incapaz de soportar tanta suma de energas, estalla, liberando una onda expansiva esfrica de partculas y radiacin puras sin precedentes. Es lo que conocemos como Big-Bang, y se produjo 10-43 seg antes de la formacin del Universo. Es entonces cuando por vez primera aparecen el espacio y el tiempo, y se inicia la expansin que dura hasta nuestros das. Antes de llegar a los 10-34 seg la materia y la energa se unificaron. Las partculas pesadas portaban las 4 fuerzas fundamentales unidas an (gravitacin, electromagntica, nuclear fuerte y nuclear dbil), y la temperatura era de 1027 C. Sin posibilidad de contener tanta energa, contina la expansin a velocidades que se van ampliando hasta ser superiores varias veces a la de la luz. A partir de ah, el universo comienza a expandirse exponencialmente, y ms energa es creada que va llenando el vaco. Esta ser la fuente de la que se compondr toda la materia que hoy conocemos. Al mismo tiempo se inicia una fase de transicin, en la que las partculas pesadas se rompen, con lo que en primer lugar se separa e inicia la gravitacin. Las otras tres fuerzas, nuclear fuerte, nuclear dbil y electromagntica, an no se distinguen por la elevada temperatura, pero comienzan a aparecer los quarks, que se agrupan en tripletes, dando lugar a neutrinos, fotones y positrones, adems de a sus antipartculas. Tambin surgen en esta fase los leptones, y empiezan a establecerse las relaciones entre materia y antimateria, siendo finalmente la primera la que predomina con una razn de 4 a 1. La densidad en este momento supera el Kg/cm3, estando la mayor parte de esta masa ocupada por la radiacin. En una milsima de segundo el universo, partiendo desde una singularidad de tamao atmico, dobla su volumen al menos cien veces, llegando a ocupar tan solo 1.035 m de espesor. Todo lo que hay en ese cmulo es un plasma ionizado extremadamente caliente, donde la energa y la materia permanecen inseparables. A los 10-10 seg surge por primera vez la segunda fuerza fundamental, la electromagntica. Despus el universo se enfra levemente, llegando a 1015 C. Solo un segundo despus de la explosin, los antiquarks desaparecen, dejando paso libre solo a la materia positiva. Se produce un exceso de electrones que posteriormente sern recogidos como nubes orbitantes por los ncleos atmicos, ya a punto de formarse.

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Dos segundos ms tarde la temperatura baja a 109 C, y se forman los primeros elementos, el hidrgeno y el helio, a los que siguen el litio y el deuterio. Ya liberadas y distinguibles, aparecen por fin la fuerza nuclear fuerte y la dbil. 300.000 aos ms tarde, el universo baja su temperatura hasta 6.000 y se torna transparente por vez primera, tomando los tomos su apariencia actual. La luz viaja libremente, se inicia la diversificacin de los elementos, y quedan marcados los primeros fsiles del espacio profundo, como la imagen captada por el telescopio KOBE en el 92 (Fig.33). 400M de aos ms tarde la temperatura baja a 18C, y da comienzo la formacin de las primeras galaxias, y este es el momento exacto que estamos buscando. En algn punto de las nubes moleculares que dieron lugar a la acumulacin que gener el primer cuerpo estelar podra estar ya flotando el ms antiguo aminocido esencial. Como hemos dicho con anterioridad, este compuesto podra tratarse de un subproducto o de un elemento trascendente. Razonmoslo. Si se trata de un subproducto tenemos que pensar que todo el flujo de la vida pansprmica, que se habra iniciado en aquellos remotos tiempos hace 14.600M de aos, obedecera a una enorme y elaborada pirueta del destino. El impulso vital carecera no solo de importancia, sino tambin de sentido, y sera un elemento extinguible que no tendra por qu haberse producido. La lgica indica que el sistema ha sido efectivo demasiado tiempo como para ser intrascendente, por tanto, tiene que ser trascendente, o de lo contrario ya habra desaparecido. Si la primera fuente de vida pudo estar operativa en algn lugar hace 14.600M de aos, hubieron de pasar casi 11.000M de aos hasta que lleg a nuestro mundo, y eso habla de dos posibilidades: o una gran dureza y persistencia, instaurndose a pesar de las contrariedades (la vida sera un virus), o una poderosa capacidad de dispersin, apoyada por el sistema establecido (sera un objetivo). En cualquier caso, en todo ese tiempo es fcil predecir que no seamos el nico mundo donde prosper. En cambio, si se trata de un elemento trascendente para el desarrollo del Universo, el camino es muy distinto. Debera obedecer a un fin lgico y ordenado, comn a nivel estelar y, desde luego, inapreciable desde nuestra actual posicin, ya que seramos como hormigas que usan el entorno, pero que no lo comprenden ni lo perciben en su integridad. En cierto modo la vida sera un elemento a repartir entre los astros que van apareciendo, y sus leyes habran de estar coordinadas con las de aquellos receptculos que le van a proporcionar el hbitat. All donde el medio lo permita, se desarrollar, y donde no desaparecer, as de sencillo. Esto debera estar regulado por una serie de instrucciones, que habran de aparecer en algn momento del desarrollo de los diferentes estilos posibles de organismos, dependiendo del medio objetivo. Ah nos encontramos con el cdigo gentico, que tampoco pudo ser creado

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aleatoriamente tras el big-bang. Hacen falta otras implicaciones para entender esto que la simple mencin de la palabra suerte. Luego, como esta parece ser la opcin ms probable, cabe preguntarse si del mismo modo hay una codificacin que rige el destino del Universo, controlando su devenir. Y vaya si la hay! Nada ms y nada menos que las leyes universales, las mximas en torno a las que giran materia y energa. Nosotros conocemos una parte, y conforman el subgrupo de las leyes fsicas, qumicas, biolgicas, etc, pero las ms importantes an estn lejos de nuestras posibilidades. El UNIVERSO CUNTICO Las ms profundas normas del Universo parecen descansar en la fsica cuntica, y su complejidad, que se ramifica a cada paso, nos habla de posibilidades que abarcan excesivamente lejos para nuestra visin, an muy joven e inexperta. Mirando las cosas cunticamente, el universo se desdobla cada vez que efectuamos una decisin, con lo cual el nmero de Universos probables es de 10n, pudiendo n tender a infinito. Esto es una aseveracin asombrosa que tiene implicaciones difciles de comprender y hasta de explicar. Adems, permite establecer una hiptesis sobre el estado de las cosas antes del Big-Bang, e incluso enfoques distintos del mismo. Veamos algunas posibilidades. La teora del pre-bang nos dice que el espacio anterior al estallido estara dominado por materia eterna, pero con muy baja gravitacin. De pronto, esta fuerza comienza a hacerse ms fuerte, y la materia se va acumulando en puntos distribuidos por un espacio infinito, formando multitud de acumulaciones que poco a poco dan lugar a mltiples agujeros negros, lugares donde la atraccin gravitacional es tan intensa que es capaz de curvar hasta la luz, tragndoselo todo lo dems de camino. Estos devoradores crecen a buen ritmo y acaban alcanzando el estado de singularidad, hasta que su densidad alcanza el lmite impuesto por la teora de las supercuerdas y estalla, provocando mltiples Big-Bang, y aqu est una de las grandes diferencias, pues el nmero de Universos creados sera igual que el de singularidades, es decir, infinito. Posteriormente interaccionaran entre s, dando lugar a reagrupaciones de materia y nuevos estallidos. Por consiguiente, nuestro Universo, que se ha demostrado que no volver al punto de origen pues contina acelerando, acabar encontrndose con otros que an no podemos vislumbrar, y su materia acabar repartida y comprimida en diversos y mltiples Big-Bang`s. Otra hiptesis sugiere un espacio basado en una banda que se pliega, parecida a una cinta continua que se dobla ante nosotros mltiples veces superponindose pero sin tocarse. Todos los componentes universales estaran en la superficie de esa banda, de tal modo que la luz de una estrella tendra que recorrer

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toda su superficie, tardando 15.000M de aos en llegar de una punta a la otra, pero su gravitacin, que podra interactuar en los diferentes niveles de pliegues separados solo unos milmetros, sera capaz de influir activamente en todos y cada uno de los puntos del cosmos. Una teora ms nos habla de un Universo ekpirtico, consistente en una lmina que flotara a escasos milmetros de otras infinitas lminas que a su vez contendran infinitos Universos. Estas estaran sujetas entre s por sus caractersticas gravitacionales y electromagnticas, pasando por momentos de atraccin y repulsin, de modo que cuando dos lminas se rozan se produce una liberacin de energa y reorganizacin de la materia, que sera el equivalente al Big-Bang. Esta teora es la base de los Universos paralelos. Est claro que cualquiera de los supuestos es francamente espectacular, aunque tambin especulativo. Sin embargo, tengamos en cuenta que por raro que nos pueda parecer, la fsica cuntica, la sper-simetra y las supercuerdas explican mejor el funcionamiento del cosmos que la fsica tradicional, por lo que se van imponiendo poco a poco a medida que somos capaces de comprenderla. Los avances en los prximos aos despus de la creacin de los nuevos colisionadores que desvelarn parte de los misterios de estas nuevas leyes, sern igualmente insospechados y no es descartable que finalmente encontremos algo parecido a la codificacin general del Universo, del mismo modo que en el pasado localizamos el hasta entonces desconocido ADN. Pero no se impacienten. Pasar mucho tiempo antes. Luego, si por un lado tenemos la maquinaria csmica, originada de un modo peculiar pero con resultados cuasi perfectos y gobernada por leyes inapelables, y por otro tenemos el fenmeno de la expansin de la vida universalmente, administrada por la aleatoriedad en el primer momento pero necesitada del influjo final de unos cdigos que la rijan, comenzamos a tener verdadera visin de conjunto del nmero de jardines que pueden poblar este campo y del tipo de semilla que se est utilizando. Pero dnde est y quin o qu es el jardinero? JARDINERA Y EVOLUCIN Sabemos que la vida surgi en la Tierra hace 3.800M de aos. Hemos identificado de un modo lgico cmo llegaron los primeros aminocidos a nuestros ocanos, viajando a bordo de enormes cometas de hielo que hicieron la funcin transporte, pero hemos tropezado con el grave problema del inexplicable salto para su constitucin en organismo. Sencillamente, no sabemos cmo una serie de aminocidos simples pueden combinarse casualmente para formar algo tan intrincado como el ADN, conteniendo adems un cdigo gentico pleno de sentido. Pinsenlo de este modo: que esto hubiese ocurrido casualmente sera algo as como volcar un camin de componentes microelectrnicos y esperar que en la cuneta, debido a la cada, se hubiese formado casualmente un sper-ordenador ltima

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generacin. No. Est claro que hace falta manipulacin para que algo as suceda, y adems muy especializada, lo que ocurre es que en nuestro afn por mostrar una imagen de la naturaleza totalmente explicable y previsible, somos incapaces de aceptar aquello que nos suene extrao, por evidente que parezca. Adems, pudiera ser que para llevar a cabo una intervencin de este tipo fuese preciso estar muy por encima de sus niveles de implicacin mostrados, del modo que ocurre cuando un pintor usa el lienzo para plasmar su obra, la cual contempla pero con la que no comparte ms que lo emocional. El artista no se convierte en pintura ni vive en el lienzo, simplemente lo transforma y genera arte. De ese modo mantiene la perspectiva necesaria, y sus cuadros son cada vez ms elaborados, segn su criterio. Ah hay creacin, evolucin y lgica. Por tanto el modo en que el cdigo ha controlado la evolucin est tan cerca del arte que para crearlo hubo necesariamente que contar con emociones y necesidades, lo cual lo convierte en un elemento artificial y dirigido. Nada de las tan aducidas casualidades o (y es inslito escuchar esto en bocas de cientficos) milagros. Veamos en qu nos fundamentamos, aparte del fenmeno en s, para hablar de una intervencin cualificada. En los primeros estadios de la vida en nuestro planeta, sabemos que las condiciones de la atmsfera no eran ni remotamente adecuadas para la aparicin de formas basadas en el oxgeno, pero de repente, y muy misteriosamente, surge una bacteria provista de ADN basado en aminocidos, llegados desordenadamente desde el espacio, que predomina y comienza la conversin total y contra todo pronstico de la biosfera cida a un patrn reductor radicalmente opuesto. Cuando el momento es el oportuno, por supuesto no antes, una clula completa y evolucionada entra en escena sin un origen definido, y de nuevo sin saber cmo, acaba generando un producto de bioingeniera tan sofisticado como el colgeno. Esa es la explicacin, muy simplificada, por supuesto, que nos dan diversos campos cientficos. Sin embargo, la razn nos dice que en esos tres momentos es necesario algo ms que suerte para hacer que esto haya salido adelante. Desde luego, resulta imposible saber dnde puede estar en estos momentos el jardinero, pero tenemos claro que desde los 3.800M de aos hasta los 600 pas de vez en cuando por nuestro jardn. Hay evolucin? Una de las preguntas que con ms frecuencia se debera hacer un ser vivo es de dnde procede, pero con plenitud de miras. Sabemos de nuestros padres, abuelos, bisabuelos y algunos afortunados son capaces de remontarse de 10 a 20 generaciones en el pasado, pero tarde o temprano llega un periodo a partir del cual solo hay oscuridad en el rbol. La memoria y los registros nos fallan, y ya comenzamos a perdernos. Lo mismo sucede en trminos generales con la evolucin humana. Sabemos, por un lado, que estamos, y por otro que la inmensa mayora de animales que conocemos han evolucionado, dado que tenemos completos montones de lneas

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filogenticas que denotan los parecidos y sucesiones entre las especies y sus ancestros, delatando rboles completos familiares. Resulta lgico pensar, por tanto, que si estamos en un sistema vital sometido a la evolucin, nosotros tambin tenemos que haber evolucionado, e incluso que seguimos avanzando a un ritmo similar al de nuestros coetneos. Pero realmente no es as. A veces aparecen elementos que pueden hacer que este postulado sencillo y correcto se tambalee hasta los cimientos, y es entonces cuando comenzamos a cuestionar el cuadro evolutivo que se ha desarrollado con gran esfuerzo por parte de muchas disciplinas cientficas, las cuales se muestran, dicho sea de paso, excesivamente intransigentes ante los cambios sugeridos, y muchas veces, desgraciadamente, a costa de despreciar pruebas muy contundentes y que merecen, cuando menos, ser rebatidas de modo inteligente y con respeto. El mejor modo de demostrar las cosas no es el no porque no, desde luego. Sabemos que hay evolucin, eso es notorio. Sin embargo, diferenciemos aquella que hace que un ser, a travs de una adaptacin o mejora, se adecue ms especficamente a su entorno, de la otra, muchsimo ms radical, que hace que ese mismo ser se convierta en otro con caracteres alejados. Se entiende que son dos mecanismos totalmente diferentes, uno es un automatismo adaptativo independizado (la evolucin horizontal) y el otro una programacin precisa y temporalizada, pero es en esta segunda modalidad, la evolucin vertical, en la que vamos a centrarnos porque es, en realidad, el motor que origina la biodiversidad. Si no hubiese existido, todas las especies seran una sola, una enorme variedad de adaptaciones diferentes del mismo animal original, pero eso se ve claramente que no es as. El primer escollo que debe superar este fenmeno natural radica en la problemtica que le representa a un organismo, o al menos debiera, el cambiar un porcentaje alto de sus funciones de manera efectiva y rpida, sin haber contado para ello con un patrn o prototipo intermedio que sirva como banco de anlisis. Nos dicen los bilogos que la evolucin se ha basado en un mtodo constante de prueba y error, pero no vemos por ningn lado indicios de esas pruebas, ni se encuentran restos de los errores. Hay una ausencia total de especies intermedias, tanto en el registro fsil como en la diversidad actual, compuesta segn las ltimas estimaciones por unos 14M de especies. Ese resumen de las pruebas es sencillamente un libro que permanece en blanco, y lo que se deduce de ello es que las nuevas especies aparecen bruscamente, con celeridad. Por tanto, este cambio tendra que estar fundamentado en una mutacin, y las mutaciones en la naturaleza ni son exitosas ni consiguen perdurar a travs de la reproduccin. Esto es un hecho constatado y muy documentado. Sin embargo, las hiptesis evolucionistas solucionan esta imposibilidad del salto evolutivo por mutacin argumentando que a veces se puede producir un cambio cualitativo profundo fundamentado en un sndrome mutacional, pero siempre a modo de excepcin. Es decir, que no puede ser, pero en ocasiones, si es necesario, es. Esta extraa norma no parece tener el rigor que se les presupone a sus defensores.

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Suponiendo que aceptramos esta curiosa explicacin, y que la barrera hubiese sido superada, el siguiente escollo para el presunto prototipo estara en la reproduccin, la cual no sera posible en principio, al no contar con una pareja igualmente evolucionada, con lo que el resultado, como ocurre en la generalidad de los casos, es la muerte de la especie creada o mutada. O es que tambin va a ser posible la mutacin por parejas, si con ello se mantienen los dogmas? El nico modo coherente de protagonizar cambios evolutivos verticales es a travs de un sistema, un control que regule de modo correcto el mecanismo de trnsito entre especies mediante la implantacin programada a travs del ADN de una instruccin gentica precisa. A travs de su cumplimiento, el animal pasara de un estadio de desarrollo a otro absolutamente diferente sin causar trastornos en la cadena evolutiva y de un modo rpido, es decir, en una generacin. O sea, tal como ocurre en la realidad. Esta instruccin crtica se activara despus de cumplir el individuo en su fluir una serie de premisas, o dicho de otro modo, despus de que los logros evolutivos conseguidos hayan cumplimentado positivamente una especie de test cualitativo-adaptativo que se reinicie peridicamente, evaluando los xitos morfo-fisiolgicos de la criatura. Este cmulo de instrucciones de desarrollo y de las premisas necesarias para su aplicacin sera el cdigo, y estara implantado en todo ser viviente de este planeta. Se asegura de este modo que en zonas y momentos muy parecidos surja al menos un animal de cada sexo, lo cual garantiza la descendencia a travs de la reproduccin, momento a partir del cual se empiezan a cumplimentar un nuevo nmero de premisas, las cuales, una vez completadas en el futuro, desatarn un nuevo salto programado. As de sencillo. El animal en su versin antigua seguira en activo todo el tiempo que su adaptabilidad al ecosistema le permitiera, pero de no reunir todas las caractersticas requeridas, su evolucin vertical ya habra acabado, siendo a efectos evolutivos una especie terminada, aunque no el objetivo final de la programacin, que sigue adelante a travs del nuevo individuo generado. La versin antigua, en la mayora de los casos, acaba extinguindose, porque la ms evolucionada, generalmente, le pisa y ocupa el terreno. Sin embargo, puede no ser as. Esto puede dar lugar a la curiosa paradoja de que la especie avanzada desaparezca y la antigua permanezca, lo cual sera una explicacin para el enigma que suponen los fsiles vivientes, es decir, especies que no han evolucionado en millones de aos. Sin embargo, la evolucin horizontal, la que regula la adaptacin mediante pequeos cambios, s que seguira su curso en las especies terminadas, basndose para ello en las mximas de adaptacin y seleccin natural. El mtodo de funcionamiento de este mecanismo supone una autonoma importante, no programada explcitamente, pero de seguro cimentada en un sistema extenso de variantes lgicas que respondan a mltiples estmulos muy definidos. Cuando una de estas seales llega, como es por ejemplo la necesidad de aumentar la

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capacidad natatoria de modo continuo porque un peligro amenaza fuera del agua a la especie, una de las respuestas previstas podra ser utilizar los componentes biolgicos, morfolgicos y funcionales del animal en cuestin para desarrollar membranas entre los dedos. Una vez iniciada la gestin, el mecanismo celular, a travs de cambios en las lneas adecuadas del cdigo, ir programando las modificaciones a efectuar en varias generaciones, fomentando la aparicin de las membranas, el aumento de la habilidad natatoria y el alejamiento consiguiente de las orillas, donde acechaba el peligro. El salto horizontal se habra producido. En ocasiones, se puede dar el caso de que una especie se adapte de dos modos absolutamente diferentes a dos entornos tambin diferentes, con lo que ambas evoluciones podrn sobrevivir, por lo que aparecen inmediatamente variaciones del mismo animal. Aquella que en su camino cumpla con las premisas del test ser la nica que cambiar de tipo y se convertir en otra especie totalmente distinta, independientemente del aspecto que presente en ese momento a nivel horizontal. Esto es muy notorio, a ttulo de ejemplo, en los primates, donde tenemos muy diversas especies que han tenido evoluciones paralelas divergentes. Parece ser que de este modo tendramos dos caminos separados claramente: el de los animales terminados, sin ms inters para la naturaleza que sus funciones puntuales de regulacin del ecosistema, y el de los animales de vanguardia ya desprendidos de sus ancestros, los cuales van a la cabeza evolutiva y, por tanto, mantienen activo el programa en su bsqueda incesante. Esto tiene el peligro de que si un acontecimiento fortuito acaba con la especie avanzada, la evolucin termina antes de alcanzar la cumbre. Es por ello que el cdigo programado acta en base a alcanzar a toda costa la mxima diversidad posible, llenando de vida todos los ecosistemas, a fin de preservar las capacidades replicables y modeladoras sea cual sea el desastre que se cierna sobre el planeta. Manteniendo un nmero elevado de especies e individuos, nicamente una crisis de dimensiones csmicas sera capaz de erradicar la vida, pues para ello habra de exterminar hasta el ltimo microorganismo en el que resida la secuencia del cdigo. Este boom biolgico se ha constatado en la Tierra en multitud de ocasiones. Daba igual el porcentaje de especies desaparecidas o la dureza del medio. Cuando se ha producido una gran extincin, los huecos vacos han sido rellenados con prontitud por nuevas especies que, aunque nada tenan que ver con las anteriores, s que cumplan similares funciones. Si en un periodo desaparecan animales grandes, medianos y pequeos, en el posterior volvan a aparecer animales grandes, medianos y pequeos absolutamente distintos, con lo cual se restableca el equilibrio y se aseguraba la continuidad del cdigo. Sin duda, el planteamiento es brillante y muy eficaz. Por tanto, parece claro que la evolucin busca un objetivo, y sus planos estn marcados en el interior del ADN de cada especie, lo cual nos indica que no importa la forma final, el hbitat, el rgimen alimenticio o las caractersticas, porque lo que se persigue est por encima de todo eso y, evidentemente, es perfectamente

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conseguible por todas y cada una de las variedades que componen el planeta si son capaces de completar todos los estadios evolutivos para los que han sido programados. Queda patente, por tanto, que lo que propugna este sistema es que realmente no importa el tipo de individuo si se consigue el fin propuesto, por lo que la morfologa parece dotada de cierta aleatoriedad y libertad, motivo por el cual la evolucin horizontal es tan rpida, libre y original. A travs de ella el animal sigue siendo el mismo, pero segn las necesidades puede llegar incluso a no parecerlo. Una de las caractersticas ms impresionantes de este sistema de secuenciacin programada de especies con capacidad de modificacin es la facultad de autorregulacin. Esto se ve resumido en el modo en que la naturaleza acta cuando una especie desaparece, ya que automticamente surge otra derivada del subecosistema inmediato que va a ocupar su sitio. La pregunta que surge es qu ocurre cuando la desaparicin es masiva, pero la respuesta es muy clara. En cada sub-ecosistema se genera una interaccin entre los diferentes componentes, que define un espacio vital. Este espacio se determina por las necesidades nutricionales relacionadas con el animal, que fluyen en dos sentidos: los que se nutren de l y aquellos de los que se nutre. Cuando el espacio queda libre, otra especie viene a sustituirlo, pero cuando es un grupo enorme de especies el que se pierde, el agujero que se genera en el espacio vital es inmenso, y el sistema evolutivo reacciona provocando un boom natural. Pero nunca debemos interpretar que para ejercer este control la evolucin realice algn tipo de anlisis. El nico factor externo que la mueve es la presin natural, que acta ntimamente en cada individuo, que a su vez acta en cada subecosistema y que para finalizar acta en el ecosistema. El resultado es un factor de presin global que dispara o recorta los procesos internos del programa en la biodiversidad, y ese es el modo en que automticamente se recompone el nmero de especies. Visto todo lo anterior, un elemento llama la atencin. Es el programa original impreso hace 3.800M de aos el que sigue su curso y de l hemos irradiado todos los seres del planeta, o ha sido modificado en ocasiones en base a reajustes? En principio, la solidez del cdigo, puesta a prueba a travs de periodos terribles de desaparicin de especies, est demostrada. La vida se ha repuesto con enorme brillantez ante 5 episodios de extincin masiva, dos hper glaciaciones conocidas y montones de cataclismos menores que han destrozado los ecosistemas, por lo que la bsqueda del objetivo a travs de la diversificacin parece estar siendo exitosa hasta este momento. Tambin queda patente el hecho de que todos y cada uno de los seres del planeta, vivos o extintos, hemos compartido lo ms elemental de nosotros: el ADN. Las diferencias que nos separan entre las especies son mnimas en la doble hlice, lo

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cual indica claramente un antepasado comn, y tuvo que ser una bacteria, posiblemente la milagrosa cianobacteria que oxigen el entorno para que apareciera la biosfera apropiada.

EL OBJETIVO DE LA EVOLUCIN Si alguien se pregunta a estas alturas por la posibilidad de que el ser humano pueda ser la meta perseguida, hemos de decir que, al menos en base a sus caractersticas inslitas de total-predacin, pensamos que no. Aunque lo que s parece claro es que, al menos de momento, su evolucin est detenida, quin sabe si completando premisas del test para acometer un nuevo ciclo de evolucin, aunque hay circunstancias que ponen en tela de juicio esta duda, y las veremos en breve. En todo caso, su posibilidad de autodeterminacin puede fcilmente actuar en su contra, con lo que no sabemos si se llegar a completar el posible periodo o si se extinguir antes de dar el nuevo paso, asistiendo mientras tanto a cmo otros seres van ocupando su lugar. Pero con xito o no, hay una cosa que diferencia al hombre del resto de las especies y que lo mantiene a la vanguardia del actual sistema que rige el mundo: la inteligencia. Este es sin duda el mayor logro evolutivo conocido en el planeta, pero: somos poseedores exclusivos de semejante beneficio? Cunto falta para que aparezca en cualquier otra especie, cosa que debera ser esperable en base a los postulados que hemos expuesto? Estas preguntas son verdaderamente terribles. Si nos atenemos al dato de la capacidad craneal, algo importantsimo para alojar un cerebro de caractersticas anlogas al nuestro, descubrimos que hay pocas especies que compitan con nosotros, y por tanto faltara bastante tiempo para que nos surgiera una rplica natural, pero es esta la premisa necesaria para la aparicin de la inteligencia? Sera posible la aparicin de cerebros de menor tamao y mayor rendimiento que el nuestro, con el consiguiente ahorro de espacio y consumo energtico? Pues claro que s, y es adems muy lgico, pues un sistema experto con posibilidades de mejora siempre tender a lo ms sencillo, y esto es, en este caso, a reducir la energa necesaria para las funciones cerebrales mediante una disminucin precisa del tamao de la maquinaria. El hallazgo de los restos del hombre de Flores, que se extingui hace 10.000 aos en Indonesia y que pudo mantener una sociedad, alcanzar el pensamiento profundo y hablar con solo 450 cc de capacidad craneal, supone un reto para la antropologa. Tericamente eso no sera posible, pero sin embargo, y afortunadamente pese a los esfuerzos en contra de algunos, ah est. Nuestro cerebro tiene 1.300 cc de capacidad, es decir, el triple, y hasta ahora era una mxima establecida que ningn cerebro por debajo de ese valor poda albergar la tasa de neuronas necesarias para alojar inteligencia. Sin duda, una deduccin demasiado basada en el punto de vista del propio ombligo, pero que, como otras, ha sido un dogma hasta el final! Sinceramente, parece evidente que en ese aspecto el rendimiento del cerebro del hombre de Flores era muy superior, pero su hbitat, por

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motivos que actualmente se estudian, lo seal para la extincin. Eso no desplaza el impresionante logro que supuso para la evolucin, y lo que habra llegado a alcanzar de haber sobrevivido. Por tanto, si la capacidad craneal puede ser omitida como condicionante bsico, lo ser la especie animal en s? La respuesta es no. El objetivo final del cdigo no es un tipo determinado de ser vivo, ya que a lo largo de los periodos ha cambiado sobre la marcha la concepcin fsica, llenando los huecos dejados por las extinciones con especies que nada tenan que ver con las anteriores. Sin duda, esto demuestra que la profundidad programada en las variantes es enorme, con muchsimas posibilidades y caminos diferentes a los que recurrir, de forma que, cuando una lnea se extingue, rpidamente aparece una alternativa que la sustituye cumpliendo la misma funcin y restaurando el equilibrio necesario, pero con morfologa absolutamente diferente. Quizs su extraa biblioteca de formas de vida sea un gigantesco compendio de lneas completas evolutivas perfectamente definidas y efectivas en sus estadios finales para el fin propuesto; no lo sabemos, pero parece lo ms probable. No solo estaran perfectamente marcados los patrones a seguir, sino su coordinacin en el ecosistema, de forma que las interrelaciones entre las especies fuesen lgicas y complementarias. As se evitan episodios anmalos de desequilibrio, que a fin de cuentas es uno de los tabes del proceso evolutivo. Del mismo modo que cuando hablamos de psicologa de masas la capacidad aislada de un solo individuo se diluye en el nmero, la aparicin de seres especialmente depredadores y condicionadores tambin lo hace, atendiendo no solo al nmero de integrantes de su especie sino tambin a la ubicacin, con lo cual una ruptura total del equilibrio natural es algo realmente difcil de conseguir. En ese aspecto somos una especie sin duda muy dotada, porque hemos conseguido violar y romper un buen nmero de normas naturales. Gracias a este mecanismo aparecen en todas las repoblaciones habidas a partir de la extincin prmico-trisica animales que forman una larga cadena alimenticia, desde los ms pequeos herbvoros a los grandes depredadores, desde el plancton a los peces o desde los pjaros a las rapaces carnvoras. Siempre, sin excepcin, se han establecido criterios claramente diferenciadores entre especies hechas para alimentarse y otras que se alimentaban de ellas. Hubiese bastado una aberracin en esta cadena para que se hubiese llegado a un fin natural por exceso de depredacin, pero eso no ha ocurrido, y mientras tanto, a pesar del peso brutal de los cataclismos que han asolado nuestro planeta, la biodiversidad ha sido capaz de llegar con notable energa hasta el da de hoy. Parece por tanto que hemos de buscar el objetivo final de la evolucin en otras direcciones, ya que no parece ser la inteligencia ni tampoco una especie concreta. Lo que se persigue con persistencia tiene trazas de ser ms bien una capacidad definitiva, un hito diferenciador y elevado en algn modelo, una que establezca un autntico salto mucho ms all de la evolucin, la inteligencia o la perfeccin. De hecho, la aparicin del pensamiento, fenmeno singularmente

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trascendente, del cual orgullosamente lanzamos a los cuatro vientos que nos pertenece en exclusiva, parece un fenmeno de gran importancia, pero al menos hasta ahora no ha contribuido en exceso a aumentar y potenciar las capacidades naturales, sino ms bien todo lo contrario. A pesar de ms de 7.000 aos de sociedades variadas y duraderas que conozcamos, las certificadas por la historia, no hemos logrado que la razn las controle, por lo que se podra hablar de bisoez o fracaso. Sin embargo, es la nica arma que puede capacitar a la especie que la posea para dominar a las otras y avanzar peldaos en la cadena trfica, que al final es lo que verdaderamente marca el lugar que cada uno ocupa. Alguien se ha preguntado alguna vez que ocurrira si de repente, por las circunstancias que cada uno escoja, apareciese una especie que nos desbancara de la noche a la maana de ese peldao mayor que ocupamos? Si nos convirtisemos en alimento o animal domstico para alguien muy superior? Qu haramos? Sin duda, aunque parezca ciencia ficcin, este asunto ha sido analizado por expertos muchas ms veces de las que se conocen (intersense por el decisivo informe Brookings), pero sin duda alguna, el resultado sera el caos y la destruccin instantnea de la sociedad y los focos de poder. Nos desmembraramos como colectivo en muy poco tiempo, ya que carecemos realmente de ese don que caracteriza a sociedades como las abejas o las hormigas, lo cual demuestra que nuestro sistema de interaccin inteligente no solo es nefasto con el entorno, sino tambin con nuestros congneres. Todas esas escenas que vemos en el cine de patriotismo o heroicidad colectiva son figuraciones que no tienen sentido en el caso que proponemos. En una situacin de dominio, nuestra inteligencia no marcara la pauta que nos permitiera salvarnos como colectivo, con lo que se iniciara una regresin importante que, a la larga, nos llevara a nuestro final. Pero, al menos que se sepa, esto no tiene visos de ocurrir a corto plazo. De hecho, si miramos desde un punto de vista desinteresado y crudo a nuestro pasado, parecemos mas un sper depredador que una especie puntera. Si esto es as, en algn momento la naturaleza nos eliminar. Eso, claro est, siempre que no nos encarguemos nosotros mismos de hacerlo, llevndonos de paso por delante buena parte del sistema biolgico actual, como parece ser que estamos haciendo, pese a que al escaso sector al que esos temas nos interesan, nos duela. La mquina avanza sin tregua, y no respeta la selva amaznica o la capa de ozono, mientras la globalidad social se contenta con escuchar lo que filtran los gobiernos y en seguir los esquemas establecidos para desviar nuestra atencin, totalmente desinteresada en conocer que las consecuencias de nuestros actos a nivel de civilizacin estn a punto de llegar al desencadenamiento de una larga y terrible sexta gran extincin. Esto es un hecho ya admitido cientficamente, y est fundamentado en un cambio climtico duradero, iniciado hace 15.000 aos, y que en el futuro incluir: una primera fase de calentamiento global con derretimiento de los casquetes polares, subidas del nivel del mar de 70 a 100 m a muy corto plazo, y posterior enfriamiento con bajadas de temperatura a nivel de glaciacin que podra durar cientos o quizs miles de aos.

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En esas condiciones, la tasa de extincin de animales terrestres estara por encima del 90%, que sera un 70% en los mares por la desaparicin del plancton. Unas cifras terribles, sin duda, y visto el estado al que hemos llevado el planeta y los medios que se ponen para evitarlas, imparablemente cercanas. Por tanto, si la inteligencia, al menos de momento, no responde a las expectativas previas del plan, a qu se debe su aparicin? Tendramos dos respuestas a este enigma. La primera es que el programa aqu asuma unos riesgos necesarios. Posiblemente este estadio primitivo del intelecto que nos gobierna sea una fase primaria, inherentemente tendente a la autodestruccin, pero que haya que superar de modo global para pasar a un segundo momento en el que en verdad nos convirtisemos en algo ms que un simple organismo que, con la inconsciencia de un nio y la maldad de un dirigente, rompe los ecosistemas y somete duramente al mundo inmediato, aquel que est a su alcance. Recuerdan las tres fases de Kardachev? Pues aqu estaramos en el momento exacto de ingreso en fase 1. No antes, y esa frontera sera, inapelablemente, la que marcara el verdadero comienzo de la explotacin de nuestra caracterstica principal. Durante esta fase, el ser dotado de inteligencia debera llegar a razonar de un modo coherente e integrado, pero el paso por ese periodo previo en el que actualmente estamos como especie sera un momento crtico en el que la continuidad de todo el proceso evolutivo, quizs por vez primera, no descansara totalmente en el programa, sino tambin en la capacidad de decisin individualizada de los colectivos sociales creados a travs de la interaccin de las masas. Es bien sabido que la psicologa colectiva es muy diferente de la individual, pero no nos engaemos. Las democracias no han conseguido tener en cuenta los deseos colectivos, sino aquellos tomados por un grupito de dirigentes que no representan al pueblo, en habitaciones bien custodiadas. Por tanto, y adems eso se palpa, las decisiones que se toman respecto al verdadero y trascendente tema del equilibrio del sistema evolutivo son, beneficiando descaradamente a los sistemas comerciales, absolutamente nefastas, carentes de sentido y alejadas de la conciencia global, que debera ser el estandarte de los pueblos. La eleccin, en definitiva, sera nuestra como seres humanos, pero no como colectivo pensante, y las consecuencias del error llevaran a dar a la naturaleza un paso atrs enorme que, a pesar de todo, sera asumido de nuevo por el omnipresente cdigo, encargndose de volver a situar variantes en los puestos vacantes e iniciar un nuevo intento. Nuestra desaparicin tras una futura sexta extincin y la de todas aquellas especies que arrastremos con nosotros sera compensada con la aparicin de nuevas formas de vida que ocuparan todos los estratos vacantes. De eso no hay duda, lo cual demuestra, en contra de nuestro orgullo, que somos absolutamente prescindibles.

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Por tanto, la inteligencia sera ms que un bien instantneo una barrera a franquear, basada en la autodeterminacin del individuo en base a la conciencia adquirida de s mismo. Superar ese estadio primitivo y peligroso debe despertar una nueva corriente de pensamiento mucho ms eficaz y slida, capaz de enfrentarse sin miedo o recelo a los interrogantes masivos que nos acomplejan actualmente, y fuerte para establecer metas globales comunes que nos puedan situar definitivamente en el Universo a travs de una futura expansin. La aparicin de una consciencia colectiva estara a la vuelta de la esquina, y podra ser el paso siguiente que nos permitiera metas extraordinarias. Otra respuesta a la pregunta de por qu aparece la inteligencia nos lleva a la infeccin, la corrupcin del cdigo. Al virus. En algn momento del pasado, probablemente a causa de los mltiples colapsos eco-biolgicos y de los cambios de rumbo impulsados a posteriori, una especie, el ser humano, habra llegado a conseguir los tems necesarios para adquirir un cerebro capaz de albergar inteligencia, pero cuando esta apareci, por algn motivo, no lo hizo del modo que estaba previsto. El cdigo se habra detenido en nosotros, incapaz de hacernos retroceder hasta un punto de reinicio, y estaramos abocados a una desaparicin no controlada, abandonados a nuestra suerte y suponiendo un riesgo potencial para las otras especies. Un especie de criatura de Frankenstein. Mientras tanto, en mltiples puntos del planeta, montones de cambios se seguiran produciendo en la biodiversidad, que seguira saltando pasos evolutivos segn lo previsto, pero la especie dominante del momento, descontrolada y sola, avanzara inapelablemente hacia la destruccin de todas las dems. Lo ms duro de estos razonamientos es que, en verdad, no sabemos cul de las dos interpretaciones es la acertada, y que nuestras posibilidades pasan por una transformacin social de una profundidad no conocida, de la cual no vemos de momento el menor indicio. Basta echar un vistazo a la prensa para ver lo slidamente que est establecido el poder y cmo se jerarquiza, ahogndonos con un control cada vez ms efectivo ejercido desde todos los medios. En ese campo, nuestras dos grandes diferencias con la edad media se resumen en los logros propiciados por el chip y la retrica. Solo eso en mil aos Visto el estado al que la inteligencia ha llevado las cosas, lo que parece claro otra vez es que lo perseguido est mas all de ella. Montar todo este mecanismo impresionante que gira a nuestro alrededor para conseguir nada ms que lo que somos supone un esfuerzo injustificable por la siempre organizada naturaleza, y por tanto el fin ltimo, vista la persistencia en el camino marcado, pasa por superar esta oscuridad actual antes de que se convierta en un autntico agujero negro biolgico. Pero por qu utilizamos el trmino persistencia junto al de inteligencia, si solo tenemos constancia real de que esta haya aparecido una vez?

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Querido lector, cuando nos propusimos hacer este libro tuvimos claro que nuestra actitud crtica no nos permitira permanecer lejos de girar en torno a temas que suponen autnticos puntos calientes para la ciencia y la historia, testigos del pasado en los que abundan los vestigios de civilizaciones anteriores a la nuestra y que, desde el punto de vista del relato de la vida que ha sido montado, carecen injustamente de sitio porque incomodan a muchos. Ante estos hallazgos, los responsables de escribir ese relato que se nos ensean desde la infancia miran hacia otro lado sin el menor rubor, robndonos descaradamente nuestra herencia cultural para servir a sus orgullos y egos bien engordados. La falsificacin de la historia del hombre, y de buena parte de la natural, sigue siendo algo evidente para quien que guste mirar sin complejos, pero el peso de lo acadmicamente correcto es tan fuerte que cualquiera que se atreva a postular en contra acaba fulminado y ridiculizado por la mirada conservadora. Esta es una tcnica muy usada para mantener a la sociedad en la ignorancia, y a fe que funciona. Hay una faceta dentro de este asunto sobre la que vamos a hacer un recorrido extenso. Es la constituida por aquellos conocimientos transmitidos secularmente que no tienen explicacin dentro de las pocas en que aparecieron. Tambin vamos a pasar sobre algunos de ellos, los ms acreditados y menos explicables, incluso desde un punto de vista escptico. LA MS ALTA TECNOLOGA EN LA ANTIGEDAD. Quien les escribe ha ledo el Mahabharata (Fig.34) repetidas veces y bajo diferentes traducciones. Este libro sagrado hind es un enorme texto en snscrito que no es adaptado por primera vez a lenguas occidentales hasta que en 1785 lo hace J. Wilkins al ingls. Posteriormente, visto el inters, fue traducido al resto de los idiomas, y hoy da es posible hallarlo en casi cualquier lengua. El original se compone de 18 libros con unos cien mil versos, lo que equivale a unas 8 veces la ilada y la odisea juntas, por lo que podemos decir que se trata verdaderamente de una obra colosal. Fue escrito por Vyasa, sobrenombre que significa el compilador, y que es, a su vez, uno de los personajes secundarios del relato. La primera edicin se sita oficialmente en torno al 1500 a.J.C., aunque si nos atenemos a citas astronmicas clarsimas que hay a lo largo del texto, podra ser originario del 7016 a.J.C. Tratndose de un vasto volumen, que ha sido reducido hasta condensarse en uno o dos libros, es fcil imaginar que el punto de vista del traductor juega un papel preponderante en la orientacin final de la obra, ya que, como es lgico, se tiende a eliminar lo que a cada cual le parece superfluo, adaptando lo dems de manera que no queden huecos en el global. Sin duda es un trabajo difcil, pero hemos de decir que el resultado, al menos en el caso de este

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fantstico texto, no puede ser ms confuso y dispar, ya que cada versin difiere enormemente de la anterior, por lo que lo recomendable es hacerse con una copia completa en ingls, ya que esta an no existe en castellano. Algunos estudiosos sostienen que se nos narran unos hechos de los que hay constancia histrica, o al menos eso se cree, aunque nosotros diferimos bastante de esta aseveracin, para empezar porque las cronologas no coinciden, ya que admitiendo su ms larga y lgica antigedad, la epopeya fue escrita anteriormente a que estos ocurrieran. La trama se fundamenta en las discrepancias entre dos poderosas castas rivales, los Kurus y los Pandavas, ambas descendientes de la raza lunar, que se enfrentan por la posesin del reino de Hastinapura, librndose en ltima instancia y tras mltiples peripecias la gran batalla que tiene lugar en el mtico campo de Kuruksetra, muy visitado hoy da en la India. Importante es hacer notar el hecho de que en toda la literatura hind se hace mencin expresa de que la humanidad desciende de una misteriosa raza lunar, que habit en aquel satlite, y tuvo su jerarqua perfectamente organizada hasta llegar a la Tierra. De los reyes de esta raza descienden dinastas completas de hombres y dioses, entre los cuales se hallaban los que aparecen en el relato. Los Pandavas, el primer grupo contendiente, estaban liderados por Yudhisthira, Bhima, Arjuna, Nakula y Shadeva, contando con los favores de Krishna, un poderoso semi-dios, encarnacin de Vishn en la Tierra. Al frente de los Kurus estaban Bhisma, Duryodhana, Dussassana, Vikarna y Radheya. Hasta ah, todo bien. El conflicto comienza porque, arrastrado por su pasin por el juego de dados, Yudhisthira cae en una trampa y pierde con su gran rival, Duryodhana, todas sus posesiones, incluyendo a su familia, reino y a l mismo. Aprovechando el momento para deshacerse de todos los Pandavas a la vez, el castigo que se le impone como derrotado es el exilio durante trece aos al bosque lejano de Dwaitavana junto con sus hermanos y su esposa, teniendo que evitar ser reconocidos bajo pena de tener que permanecer desterrados otros 13 aos ms. Durante este periodo, el odio de los Pandavas hacia los Kurus crece hasta el punto de dedicar buena parte del tiempo a los preparativos para una gran guerra de venganza, cuyo final solo podra ser la aniquilacin de una de las familias. En el decimosegundo ao de exilio comienzan a trabajar de incgnito para el rey Virata, que, sin saber quienes son, se muestra muy complacido con sus servicios. Al finalizar el ao, y por tanto el castigo, se le dan a conocer, y este se ofrece a ayudarles en su venganza en pos de los derechos dinsticos perdidos por Yudhisthira.

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Krishna, encarnacin terrenal del dios Vishn, ve el futuro y conoce lo que va a ocurrir. Se encuentra entre dos frentes a los que por justicia, en su condicin de ser divino, debe favorecer equitativamente. Para ello, ofrece a Duryodhana, lder Kuru, que elija entre su participacin directa como aliado en combate o un gran ejrcito, y este opta por el ejrcito, con lo que Krishna se une a los Pandavas, convirtindose en el conductor del carro de Arjuna, su amigo predilecto, y con el que ir decantando el destino de la guerra. Nada puede detener tanto odio, y el conflicto se desata. Ambos ejrcitos confluyen de comn acuerdo en el campo sagrado de Kuruksetra, inicindose una guerra de grandes proporciones, que dura en total 18 das. Las cifras dadas son espectaculares e inigualadas en cualquier otra contienda posterior: Ejrcito Kuru: 230.000 carros 230.000 elefantes 700.000 caballos 1.200.000 soldados a pie Total: 3.280.000 hombres Ejrcito Pandava 140.000 carros 140.000 elefantes 500.000 caballos 800.000 soldados a pie Total: 2.140.000 hombres Como se puede ver, las cifras marean, y si en verdad son una descripcin fidedigna de los hechos, como se atribuye en la India al lugar literario que ocupa este tipo de texto, lo que se nos narra es el encuentro entre dos ejrcitos que hubieran hecho palidecer de envidia a cualquier terico actual en cuanto al nmero de integrantes. Pero la primera sorpresa es que ambos bandos, merced al carcter casi divino de algunos de sus hroes, disponan de extraas armas llamadas astras, que eran de tipos y caractersticas diferentes, pero, bsicamente, de destruccin masiva. La mayora de los traductores concuerdan en que parecen ser misiles impulsados por fuerzas sobrenaturales, en los cuales penetraba el poder del dios al que se invocara. Esto parece una forma de decir que tenan funciones muy diferentes, en base al modelo utilizado, pero seguramente eran muy similares a los de hoy, es decir, de propulsin qumica. Un ejemplo literal que da poco lugar a interpretaciones:

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"Un nico proyectil cargado con todo el poder del Universo... produjo una columna incandescente de humo y llamas tan brillante como 10.000 soles que se elev en todo su esplendor... era un arma desconocida, un rayo de hierro, un gigantesco mensajero de muerte que redujo a cenizas a una ciudad entera. Los cadveres estaban tan quemados que eran irreconocibles. Su pelo y uas cayeron, la cermica se rompa sin causa aparente y los pjaros se volvieron blancos. Tras unas pocas horas, toda la comida qued infectada. Para escapar a este fuego, los soldados se arrojaron al ro, lavando sus pertrechos y su ropa". Esta traduccin exacta les habr sorprendido, suponemos. Parece mentira que haya sido extrada de un texto de ms de 2.500 aos de antigedad, pero as es. Lo que aqu se describe, y esto se lo digo a todos aquellos respetados escpticos que durante aos han divagado con las explicaciones ms absurdas, es una explosin nuclear como la copa de un pino. Ah va otra perla: "...Vena a bordo de un vimaana (una nave area), y saci su ira enviando un slo y nico proyectil en contra de la ciudad. Una enorme columna de fuego, diez mil veces ms luminosa que el sol, se levant, y la ciudad qued reducida a cenizas en el acto..." El fenmeno descrito de la columna de fuego que se eleva desde el foco de las grandes explosiones, como producto de la violenta ascensin de masas de aire incandescente, solo ha sido conocido desde los aos cuarenta a raz del descubrimiento de las armas nucleares, pero aqu se describe a la perfeccin, y ello solo puede deberse a una visin directa de los hechos por parte del primer transmisor oral de la obra. Veamos otra cita ms: "El fuego de esa arma (usada por el hroe Rama) destrua las ciudades al producir una luz ms brillante que cien mil soles. Alzbase entonces el viento, y el fuego de la terrible arma quemaba los elefantes, los soldados, los carros y los caballos, sin que se le pudiese ver, pues era invisible. Una vez ms una explosin nuclear sin ninguna duda. En un pasaje concreto, el dios Rama, interrogado respecto a los misterios de estas armas, hace este curiossimo razonamiento del modo en que funcionan los astras divinos: No pueden ser manejadas sino por 'tradicin' esas armas que son lanzadas y retiradas por un secreto mgico. Al haber cumplido penitencias por el adelanto de la Ciencia Sagrada, durante ms de mil aos, los antiguos Sabios, Brahma y los dems, vieron por revelacin esas armas y su gloria, frutos de sus austeridades.

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Krizazva transmiti el conocimiento secreto (upanishad) de la ciencia completa de los Mantras (frmulas de una potencia misteriosa que sirven para el empleo de las armas divinas y para la suspensin instantnea de sus efectos) a Vizvmitra, quien me la transmiti." En el siguiente pasaje se ve como Rama usa todos los medios contra sus enemigos, esta vez un misterioso grupo de simios al que ms adelante haremos referencia: Cuando Rama se vio amenazado por un ejrcito de monos, puso una flecha mgica en funcionamiento. Al elevarse produjo un relmpago luminoso ms ardiente que el calor de cien mil soles, convirtindolo todo en polvo. El pelo de los supervivientes se cay, y sus uas se derritieron. Desgraciadamente estn ms que documentados cientfica y grficamente estos efectos en los supervivientes de Hiroshima y Nagasaky que estaban cercanos a los epicentros mortales, con lo cual podemos explicarnos claramente lo que se esconde en el texto. Sin duda, el fundamento que rige el funcionamiento de semejantes armas es de tipo cientfico. Si comparamos algunos acontecimientos descritos en la epopeya hind con otros que conocemos, estamos asistiendo a un evento de destruccin atmica. El hongo (que en otras ocasiones a lo largo del libro se describe como un paraguas de fuego que se abre), el carcter frrico del misil, del que se aportan medidas exactas en codos y pies y al que se denomina como la vara de la muerte, la destruccin calorfica alcanzada y los efectos posteriores producidos por la radiacin todo apunta, con claridad de concepto y literatura, a lo que es ms que evidente. Aqu no cabe la socorrida fantasa del hombre primitivo ni similares. O es que se puede citar algn precedente en la ms que documentada historia desde la Edad Media hasta principios del siglo XX en que las masas humanas hayan fantaseado sobre temas tan avanzados an no descubiertos? Acaso hace 3.500 aos, cuando segn la historia reconocida todava no se haba desarrollado casi ninguno de los grandes descubrimientos humanos, los habitantes de las zonas en cuestin tuvieron capacidad para adelantarse 35 siglos a su poca? No creemos en tanta videncia con semejante grado de acierto. La persona que describe lo que nos ha llegado en forma de texto a travs del Mahabharata fue testigo ocular, o recogi los hechos de quien lo haba sido, y nada ms. Aportaremos pruebas bien documentadas. A lo largo de toda la obra, armas terribles son descritas con tanta pericia y lujo de detalles que, o bien recuerdan a las que poseemos en la actualidad, o nos hablan de otras que an no hemos descubierto ms que en nuestra imaginacin. Demasiado para una civilizacin supuestamente recin salida de la edad oscura.

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Llegados a este punto, analicemos detenidamente algunos de los hechos que aparecen en los captulos ms increbles del Mahabharata, y sigmonos sorprendiendo con sus contenidos: Bhisma Parva, captulo 6. Se dice que Bhisma avanzaba como un cometa por el cielo con su cola de fuego. Esto coincide con el hecho de que las descripciones de la mayora de los ataques de estos hroes corresponden a maniobras efectuadas desde el aire, por lo que los conceptos de carros que aparecen tan repetidas veces a lo largo del texto parecen hacer referencia a algn tipo de nave blindada y muy armada, capaz de actuar en tierra, mar y aire. Cito:

"Un carro areo, el 'Puschpaca', transporta a varias personas hacia la antigua capital de Ayodhy. El cielo est sembrado de artefactos voladores consternantes, negros como las tinieblas, que dejan brotar claridades de reflejos amarillentos."

Las referencias a un tipo de nave area especfica, llamada vimaana, capaz de arrojar la muerte desde el cielo, y de entablar enormes combates entre las nubes, son frecuentes en todo el libro. Vimaana quiere decir "carro celeste", y se les describe como artefactos voladores esfricos u ovoides, luminosos, ultra veloces, y de una maniobrabilidad increble. Textualmente: "Las mquinas voladoras, Vimaanas, tenan la forma de una esfera y navegaban en los aires por efecto del mercurio, que suscitaba un gran viento propulsor. Unos hombres, albergados en los Vimaanas, podan as recorrer grandes distancias en un tiempo milagrosamente breve. Los Vimaanas eran conducidos a voluntad del piloto, volando de abajo arriba, de arriba abajo, hacia adelante o hacia atrs, segn la disposicin del motor y su inclinacin." La explicacin es tan ntida que parece actual. Incluso hay un apartado que se dedica a describir los componentes tcnicos en profundidad que forman las 31 partes del arma, as como la forma de guiarlos, el combustible, el entrenamiento y alimentacin de los pilotos, y en el que aparecen claramente reseados conceptos como la televisin, el radar, la escucha a distancia, la invisibilidad al radar, etc, todo ello de un modo literal y cargado de detalles. Literalmente, se enumeran las siguientes caractersticas:

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"6....Un aparato, que se mueve por fuerza interior, como un ave, ya sea en la tierra, en el agua o en el aire, se llama Vimaana... 8....que se puede mover en el cielo, de lugar a lugar... 9....de pas en pas, de mundo en mundo... 10....es uno, llamado Vimaana por los sacerdotes de las ciencias... 11....el misterio de construir aparatos voladores... 12. ...que no se rompen, no pueden ser divididos ni cogidos por ningn fuego... 13. ...y no se pueden destruir... 14. ...el misterio de dejar silenciosos los aparatos voladores. 15. ...El misterio de hacer invisibles los aparatos voladores. 16. ...El misterio de poder or los rumores y las conversaciones en aparatos voladores enemigos. 17. ...El misterio de materializar imgenes del interior de los aparatos voladores enemigos. 18. ...El misterio de determinar la direccin de vuelo de los aparatos voladores enemigos. 19. ...El misterio de dejar inconscientes a los seres de los aparatos voladores enemigos y de destruir los aparatos enemigos..." Creemos que la resea es suficientemente explicativa, y que el escritor saba perfectamente de qu estaba hablando. Posteriormente, en otra parte del mismo captulo que nos ocupa, Arjuna usa un astra llamado Aindra y destruye una gran porcin del ejrcito Kuru. Esta arma es usada repetidas veces a lo largo del texto, y siempre se manifiesta provocando una destruccin masiva desde el cielo en cuerpos completos de ejrcito.

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Bhisma Parva, captulo 8. Dhryshtadyumna lanza un astra llamado Pramohanastra, mediante el cual parte del ejrcito Kuru pierde la conciencia o es aturdido por un tremendo estampido snico, pero es contrarrestado por otro astra que revitaliza a los soldados. Bhisma Parva, captulo 6. Alambusa usa un arma llamada maya, mediante la cual genera ilusiones pticas en el enemigo, probablemente hologrficas. En otras partes del texto esta arma produce una intensa oscuridad durante el da, solo contrarrestable con el astra llamada Surya, que provoca un gran fulgor en el cielo. Bhisma Parva, captulo 12. Se revela la verdadera naturaleza del misterioso arco Gandiva, el arma principal en poder de Arjuna. Era como un cometa escupiendo fuego y azufre. Sus flechas doradas lucan como un trueno. Evidentemente se trataba de un arma que arrojaba proyectiles metlicos a gran velocidad, no sabemos si una especie de ametralladora o un lanza-misiles. Aparece por vez primera en el relato cuando el dios Agni, en agradecimiento por haberle ayudado a quemar el bosque Khandava, le hace entrega a Arjuna de un arma que nunca falla el tiro y lanza proyectiles sin cesar, dos cargadores inagotablemente llenos, una carroza luminosa con un escudo perecido a un mono (el misterioso dios Hanumn), y cuatro caballos blancos que corran ms que el pensamiento. Posteriormente se hace un curioso inciso refirindose a su poder destructor: se pareca al impacto de los planetas Mercurio y Venus. Hoy da sabemos que Mercurio gir en su origen alrededor de Venus, y que fue desplazado a una rbita individual tras un inmenso impacto que sufri este, por lo que la frase resulta impresionante, dado el conocimiento que subyace bajo ella. Por otro lado, Arjuna usa en determinado momento del captulo el astra vayavyastra, que provoca un gran tornado entre el ejrcito Kuru, pero es contrarrestado con el astra saila. Son muchas las veces que se usan armas que afectan fuertemente al clima, provocando destructivas alteraciones meteorolgicas. Bhisma Parva, captulo 15. Arjuna usa un artefacto, quizs una explosin, para abrir una perforacin hasta el lecho acutico, extrayendo el lquido elemento, con el que consuela a Bhisma en su lecho de muerte. Esta mquina, descrita como una flecha, es la misma que ms adelante hace surgir un lago completo con un solo impacto. Drona Parva, captulo 4. Arjuna usa un astra llamado Twashtarastra, tambin llamado dardo de la niebla, que confunde al ejrcito Kuru, de tal modo que creen que todo el que est a su lado es un enemigo, por lo que se produce una carnicera entre ellos. Parece un arma basada en algn tipo gas rociado desde el aire mediante un misil con cabeza qumica. Despus usa vayavyastra y un tornado arrastra montones de soldados dispersndolos.

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Drona Parva, captulo 5. Arjuna usa el Vajrastra y una columna de rayos fulmina a parte del ejrcito Kuru. Una vez ms una destruccin que llega desde arriba en forma de calor intenso y nubes muy negras. Drona Parva, captulo 23. Arjuna usa un curioso astra en forma de disco llamado pasupata para matar a Jayadratha. Esta arma, que le entrega Sankara en los Himalayas, obedece a un cdigo especial que controla el nivel de destruccin, que puede llegar a ser global, y que garantiza su retorno como un boomerang. Desde una gran distancia le corta la cabeza a Jayadratha, volviendo a su mano. Sea lo que sea est dirigido a distancia o programado, y no tiene ningn parecido con algo anlogo en nuestra poca. Drona Parva, captulo 30. Drona usa un astra no definido y acaba con 20.000 soldados de una vez. Drona Parva, captulo 34. Aswatthama, uno de los hroes Kurus, usa un astra llamado Narayanastra. En el campo de batalla se genera una luz inmensa y trrida, acompaada de una onda expansiva que lo barre todo. Para salvarse, el ejrcito Pandava alejado del foco se tira al suelo y se desprende de todo lo metlico, refrescndose con abundante agua. Sin duda es una explosin nuclear, y el modo de resistirla tiene mucho que ver con lo expuesto. Karna Parva, captulo 8. Se produce el esperado combate entre los dos hroes Arjuna y Radheya. En el fragor de la contienda se arrojan astras que tras viajar por el aire oscurecen el cielo con densas nubes, produciendo un fro intenso. Se usa el bhargavastra, que causa una gran destruccin, y los ejrcitos sufren fuertes prdidas debidas a proyectiles areos en gran nmero. Vean qu pasmosa descripcin casi literal de un misil: "Una saeta fatal y mortfera meda en total tres cbitos (1,37 metros) por cuatro (1,82 metros) dotada con la fuerza del poderoso rayo de Indra, era destructivo para todos los seres vivientes" Karna Parva, captulo 9. Radheya usa el nagastra, que viaja por el cielo escupiendo fuego, en una descripcin parecida, una vez ms, a un misil. Arjuna se salva hbilmente hundindose en el barro, por lo que la deflagracin le pasa por encima y no le alcanza. Ms tarde, con la guerra casi perdida, Duryodhana se refugia en el fondo de un lago. Para ello su carro se convierte en una nave submarina. Cuando es retado por Bhima, surge en forma de un inmenso carro de combate, que solo se detiene cuando este le destruye las orugas, evitando su avance. Despus de la guerra, captulo 4. Aswatthama lanza un poderossimo astra llamado brahmasirshastra contra Arjuna. El terror es general entre todos los supervivientes, porque coinciden en que si toca tierra y estalla acabar

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con mares, montaas y seres, por lo que se provoca su destruccin antes de que se precipite. Se dice que la lluvia se hubiese detenido 14 aos en el planeta, anticipando las consecuencias de un invierno nuclear debido a un enorme cataclismo global. No hay forma de que los antiguos pudieran conocer algo as. El texto literal, impresionante, cuenta una visin de los efectos esperados de esta arma, que nunca lleg a su objetivo: "...El sol pareci temblar, y el universo se cubri de calor. Las aguas hirvieron, los animales comenzaron a perecer y los guerreros hostiles cayeron derribados como briznas. Grandes proporciones de vegetacin quedaron desiertos, y hasta el metal de las carrozas se fundi ante esta arma..." Le queda a alguien duda, despus de lo relacionado, de que nos encontramos ante un texto antiqusimo que relata con lujo de detalles una confrontacin a gran escala entre dos potencias con armamento sofisticado? Si es as, no duden en hacerse con una copia del Mahabharata, que gustosamente le servirn en cualquier librera, y lanlo con detenimiento. Observarn, por ejemplo, que ninguna de estas fantsticas armas se engloban dentro de los apartados mgicos o espirituales. Lejos de ello, aparecen siempre dentro de un aura ms bien tcnica, haciendo inciso en su poder pero alejndolos del misticismo. Son instrumentos diseados por dioses pero que estn usando humanos gracias a su adiestramiento. Pero no creern que esto acaba aqu? Tenemos las pruebas. En 1992, en la zona de Rajhastn, 16 Km al oeste de la ciudad de Jodhpur, se detecta la presencia en un rea de unos 8 Km2 de una densa capa de ceniza que contiene un ndice de radiacin tan intenso que se producen gran nmero de malformaciones en los nacimientos de los alrededores. Los campos estn tan contaminados an que resulta imposible cultivar alimentos, y el gobierno indio cerr hace aos la zona para prevenir mayores secuelas. En las inmediaciones se han encontrado restos de una gran ciudad cuya edad estimada podra estar entre los 8.000 y los 12.000 aos, y que tuvo capacidad para alojar nada menos que a medio milln de personas, cifra muy alejada de lo que se supone que eran los ncleos civilizados de la poca. Este sorprendente nmero de habitantes se dobla cuando nos referimos a los que debieron vivir en Angkor Wat, Camboya, un complejo urbano tan enorme y desproporcionado que sobrecoge, en el que se ejerci una planificacin urbanstica que oblig a mover ingentes cantidades de tierra a fin de crear palacios, fosos y embalses.Quieren ms? En el valle del Indo estn los restos de Mohenjo Dharo y Harappa, otros dos conjuntos arquitectnicos de ese tiempo pretrito con caractersticas similares, aadindose adems el hecho de que porciones enteras de las ciudades estn fundidas bajo un calor extremo, incluyendo metales y rocas. Hay zonas en las que los ladrillos que se utilizaron para la edificacin estn unidos al fuego entre s, formando grandes masas vitrificadas. Para que este fenmeno se produzca es necesaria una gran fuente de calor. Evidentemente la radioactividad presente delata el origen de este calor extremo.

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Arquitectnicamente, Mohenjo Dharo (Fig.35), construida en una pequea isla del Indo, supone otro reto arqueolgico. Sus casas eran de varias plantas, y tenan un eficacsimo sistema de suministro y desage. La distribucin era espaciosa y con zonas verdes, todo edificado con ladrillos, y atendiendo, en general, a un modo de planificacin mucho ms moderno y eficaz que el que actualmente hay en las ciudades del siglo XX de los alrededores. La prueba final de un evento de destruccin nuclear en el pasado apareci cuando en 1960 se hallaron entre las ruinas esqueletos que presentaban un aspecto altamente anormal, ya que estaban muy calcinados, y mostraban signos inequvocos de haber estado sometidos a un rpido exterminio colectivo. Efectuados los anlisis en Nueva Delhi, se lleg a la sorprendente conclusin de que haban sido sometidos hace 12.000 aos a fuego radioactivo. En el estrato que ocupaban se encontraron restos de arena vitrificada, pertenecientes a las secuelas geolgicas de una explosin atmica. La sorpresa final fue descubrir que bajo la ciudad visible hay evidencias de otros siete niveles anteriores, demostrando que fue destruida repetidas veces y vuelta a levantar. Cada una de esas etapas dur miles de aos, con lo que no cabe hablar de un tiempo cercano para el emplazamiento originario, que se remontara muchsimo ms all de esos 12.000 aos atribuidos en principio. De cundo data esa destruccin? Hay una pista al respecto que es digna de tener en cuenta. Segn los manuscritos lemricos, durante una lejana guerra que sostuvieron el imperio Rama y la Atlntida, esta ltima sufri una humillante derrota, pese a tener el ejrcito mayor y ms equipado. Los atlantes habran desembarcado con sus naves areas en las regiones del Indo, y desplegado una cantidad considerable de armamento ultra-tecnolgico, dispuestos para iniciar un avance incontenible que les diera el poder sobre la zona. Pese a la aplastante superioridad de su enemigo, los Rama se negaron a entregar su reino, y sugirieron repetidas veces a los atlantes que se fuesen a fin de evitar males mayores. Estos montaron en clera por no conseguir una rendicin incondicional, y decidieron atacar, pero en el ltimo momento fueron confundidos hasta el lmite mediante determinado tipo de arma mental de sus oponentes, y tuvieron que retirarse con todo su ejrcito sin haber conseguido ni tan siquiera llegar a utilizarlo. Como consecuencia de ello y en venganza por la humillacin a que haban sido sometidos, decidieron aniquilar las siete mticas ciudades Rishi, algunas de las cuales ya van saliendo a la luz, demostrando que sobre ellas cay una lluvia de fuego, destruccin y muerte, y confirmando una vez ms que casi todo lo que aparece en los antiguos textos y que ha sido tomado por leyendas pueriles tiene una base tan slida como la roca. A nuestro entender, estos trascendentes hallazgos demuestran lo que ya se supona desde hace tiempo, que en la zona de India se desarroll un conflicto armado que acab con un holocausto nuclear de grandes proporciones, en el que

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ciudades enteras fueron sometidas a la muerte y posteriormente abandonadas. Ante estos hallazgos, no hay mucho margen para la duda. Por otra parte, el nivel de conocimientos no se cea solo al puramente armamentstico. Si salimos del Mahabharata y nos internamos en otros textos bsicos de la India, supuestamente arcaica, encontramos maravillas como las siguientes, que demuestran el elevadsimo nivel tecnolgico del que disponan los herederos de la misteriosa raza lunar: Los Puranas: en este texto tambin se describe la mtica guerra entre la India y la Atlntida. Hay determinados captulos en los que se hace referencia a que el Mahabharata realmente recoge el combate definitivo a muerte entre ambas potencias, la atlante y la de los arios hindes. Incluso Herodoto, muchos siglos despus, fue informado por los sacerdotes egipcios de que hace 12.000 aos se produjo esta guerra terrible, que dio lugar no solo al fin de la Atlntida, sino a la inclinacin del eje terrestre a consecuencia del armamento empleado. En otra parte del texto se detalla que son siete las veces hasta aquel momento que la humanidad ha tenido que reiniciarse desde la llegada de la raza lunar, debido a cataclismos asombrosos. Ramayana: Sita, esposa de Rama, es raptada por Ravana, seor de Lanka, actual Ceiln. Para ayudar a su amigo Rama a rescatarla, Hanumn, el dios mono, parte en busca de Sita, con tal fuerza que arranc de cuajo los rboles de las montaas. Hanumn en pleno vuelo era "como una nube ascendente, cuajada de relmpagos, y brillante como un sol ante el crepsculo. Al volar sobre las olas, produca los ruidos de una nube de tormenta""podra compararse con un meteoro que, desde las regiones superiores, se precipitara a travs del espacio. Jiotish: este texto se remonta a 5.000 aos, y es un tratado sobre la gravitacin en el sistema solar, el movimiento heliocntrico de la Tierra, la va lctea, la rotacin y fsica terrestre, las energas, incluyendo la cinticaincreble. Yoga Vasishta: es un tratado sobre la teora atmica, donde se encuentra detalladamente toda la composicin del tomo y sus caractersticas. Tablas Varahamira: se remontan a 2.500 aos, y en ellas se indica el tamao real del tomo de hidrgeno. Vaisesika: muestra como los antiguos consiguieron medir el tiempo que tarda el electrn en girar alrededor del ncleo. Brihtan Sathaka: explica la divisin del tiempo horario seguido por los llamados pueblos antiguos, llegando a una unidad mnima espectacular que

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equivale a una tres mil/millonsima de segundo. El objeto de ello no poda ser otro que el control preciso del tiempo atmico, para lo cual debieron disponer de mquinas capaces de medir esa fraccin imposible, lo que supone un logro de alcance. El motivo se escapa a nuestra fsica, que an no ha llegado a necesitar ese grado de precisin tan elevado. Por tanto, parece muy claro que la ms alta tecnologa era aplicada sin ningn tipo de dudas, llegando incluso a la desintegracin del tomo y a iniciar campaas de destruccin masiva de los oponentes, mostrando como tristemente nuestros instintos han sido siempre los mismos. Pero no solo en la India hay restos de estas confrontaciones con armas atmicas. En el valle de ufrates, una expedicin francesa encontr bajo diversos estratos uno tan significativo como inexplicable: una capa completa de materia orgnica reducida a cenizas junto con grandes cantidades de arena vitrificada. Sin duda, algo vivo haba sido reducido a cenizas sobre esa arena. En Escocia est la fortaleza de Tap ONoth, cerca de Rhynie, al noreste del pas. Est completamente vitrificada y pulverizada. La energa que oper aqu en algn momento fue tal que no solo las rocas se fundieron, sino que chorrearon ladera abajo en estado fluido. En todo el pas hay 60 enclaves ms con estas caractersticas, y los lugares donde estn situados estn alejados de cualquier actividad volcnica o trmica capaz de generar grandes temperaturas. Algunos de ellos son Arka-Unskel, Dun Mac Snuichan, Loch Ailort o Rahoy, y presentan el controvertido dato de que, pese a haber sido fechados en su mayora en el paleoltico (sin pruebas reales), presentan en ocasiones capacidad interna para albergar hasta 250.000 personas, cifra impensable en esa poca. La amplitud de la zona, que comprende casi la generalidad de la actual Escocia, y la magnitud de los indicios, hacen pensar en una confrontacin pretrita en la que se usaron armas capaces de generar un enorme calor. En el gran mar de arena, en Egipto, aparecen enormes cantidades de arena vitrificada a la que no se le ha dado explicacin. A veces se han nombrado acontecimientos celestes, como cadas de meteoros, para argumentar diversas teoras, pero la verdad es que todas han fallado hasta el momento. En 1850, en el Death Valley, en Estados Unidos, fueron descubiertas las ruinas de una ciudad de dos kilmetros de longitud, en las cuales se distingua an la posicin de los edificios y la distribucin de las calles. En el centro haba una enorme roca con los restos de una estructura en su parte superior. La vertiente sur de la roca y de la estructura estaban abrasadas y vitrificadas, demostrando haber recibido desde esa direccin un inmenso y demoledor impacto calrico que no ha tenido explicacin natural posible. Toda la regin entre los ros Gila y San Juan, en Estados Unidos, est cubierta de restos de ciudades y grupos de viviendas. Las ruinas de ciudades arrasadas y vitrificadas en parte descansan en una zona, que est llena de piedras fundidas y

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crteres sobre los que se gener suficiente calor como para licuar incluso los metales. Hay calzadas pavimentadas y edificios rotos con pavorosas marcas, indicio de haber sido sometidos a miles de grados de temperatura. Sin duda, esta zona tambin es el escenario de una terrible deflagracin trmica de la que no hay registro histrico. La ciudad de Hattusas, un enclave hitita en Turqua central, est parcialmente vitrificada. En Borsippa, al sur de Hillah, hay un ziggurat que en su momento fue confundido con la torre de Babel. Estas ruinas estn coronadas por una masa de ladrillos vitrificados y fundidos (Fig.36), que forman un amasijo de materiales licuados y conglomerados a enorme temperatura. Cambiando de zona geogrfica, tampoco queremos pasar por alto importantes descubrimientos efectuados en China. En el desierto de Gobi permanecen las marcas circulares de arena cristalizada verdosa producida por las pruebas nucleares chinas durante la guerra fra. Lo sorprendente es que, a no demasiada distancia de estas, hay otras que no han sido creadas por lo chinos, y por consiguiente, por nadie ms en nuestra era, y que la similitud entre ambas es total. El gobierno chino nunca supo a qu se deba semejante fenmeno hasta que inici su programa nuclear. Ahora ya no tienen ninguna duda de lo que all pas, y nosotros, atendiendo a la razn y la lgica, tampoco. LA ARQUITECTURA INEXPLICABLE DE BAALBECK.

Baalbeck, en el Lbano. Un reto para todo aquel que piense que puede demostrar como se movan las piedras de gran tamao en la antigedad.

Se ha hablado mucho, y con razn, de los problemas arquitectnicos derivados de la existencia en s de algo tan inslitamente inquietante como las pirmides egipcias, especialmente el conjunto monumental de la meseta de Gizeh. Ros de tinta de muchos colores han sido vertidos por todo tipo de investigadores, y

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nosotros no vamos a entrar a considerar an este enigma, sobre el que s disertaremos ms adelante. En cambio s que vamos a analizar algo que ha pasado casi desapercibido en una zona mucho ms remota, y que encierra un misterio posiblemente an ms profundo que el que rodea a las fantsticas construcciones egipcias. Baalbeck (las terrazas de Baal) es un conjunto arquitectnico singular, presidido por unas excelentemente conservadas ruinas de templos romanos, entre las cuales hay algunos monumentales, nunca mejor dicho. Segn el registro histrico, la ms antigua constancia que se tiene del enclave es que era una floreciente ciudad fenicia, llamada la fortaleza de Zafn (la fortaleza norte y secreta) cuando los griegos la ocuparon en el 331 a.J.C., a la que re-nombraron como Helipolis (ciudad del sol). En el ao 16 fue ocupada por tropas del emperador Augusto, que estuvieron all durante tres siglos, construyendo tres templos completos con sus patios en honor a Jpiter, Baco y Venus, para lo cual aprovecharon unas enormes y espectaculares terrazas de piedra que ya estaban all mucho antes de que los fenicios llegaran. La Biblia, otro antiqusimo referente, designa al lugar como Beth Shemesh (la casa del dios sol) y los sumerios, los ms cercanos a la fecha en que el conjunto estaba en su esplendor, lo llamaban simple y explcitamente el lugar de aterrizaje. Un nombre sorprendente, verdad? Arquitectnicamente, llama la atencin que los romanos vinieran a esta tierra lejansima a edificar el mayor templo dedicado a Jpiter de todo el imperio, superando con mucho al de Roma. Esto representa una incongruencia importante, y solo puede obedecer a la tremenda importancia que se le daba a la posesin de este enclave perdido en los confines del imperio. Por qu no hicieron algo similar en Espaa, Inglaterra o Francia? Pues sencillamente porque no era su forma de proceder. Adems, para colmo, en aquellos aos el hecho de peregrinar a la zona se convirti en algo que se estableci en la cultura popular como un hecho relevante de fe, acentuando su importancia y aumentando nuestras sospechas de que el lugar era tenido por autnticamente divino desde tiempos inmemoriales. Fenicios, griegos y romanos fueron conscientes de ello desde el principio, y se limitaron a darle a Baalbeck la importancia que mereca. Sabemos que la construccin de fondo, la que est debajo de todas las ruinas de los templos de las tres culturas, data de al menos 3.000 aos a.J.C., si bien se sabe que en el 1.000 a.J.C. se construy un altar central en honor al dios Baal. Sin embargo, estas citas estn siendo fuertemente cuestionadas, y se comienza a hablar de una fecha de construccin en torno a 15.000 aos. Nosotros sabemos que esto tambin se queda muy corto respecto a la realidad, pero no adelantemos acontecimientos. Qu es lo que hace a este conjunto de ruinas especialmente interesante como para que nos centremos en l con tanta profusin de datos? Pues, como casi siempre, las piedras. En uno de los laterales de la base hay un tro de megalitos que se conoce mundialmente como el Trilithon (Fig.37). Est formado por tres

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inmensos bloques de granito de dimensiones sorprendentes y proporciones perfectas, cada una de las cuales tiene 130 m3 y pesa 1.100 Tm! Por si no fuera suficiente, estn asentadas sobre hileras de bloques de 300 Tm cada uno. Sirva de ejemplo que la media de peso de las controvertidas piedras de las pirmides es de 2,5 Tm, y ya es sabido el problema arqueolgico que supone defender su extraccin, transporte, elevacin y colocacin, con los medios atribuidos a la poca, as que imaginen estas autnticas montaas de granito. Por si no fuera suficiente, en la cantera de la cual se extraan los materiales, hay una gran piedra acabada que, aunque fue movida, no lleg a colocarse. Es sin duda la mayor piedra tallada del mundo, y se la conoce con el singular nombre de la piedra de la mujer embarazada. Tiene 21,5 m x 4,8 m x 4,2 m, estimndose su peso en nada menos que 3.000 Tm. Piensen solo en cmo se puede cortar, trasladar y sobre todo elevar algo as, y cuando les surjan las dudas, pregunten a algn ingeniero o arquitecto y observen su cara. No har falta decir nada ms. Lo que si queda claro ante los imponentes bloques de Baalbeck es que la tecnologa que se utiliz para ejecutar los trabajos relacionados no tiene nada que ver con tiles de cobre, palos, poleas, sogas de camo ni dems utensilios que tan alegre e irresponsablemente se nombran cada vez que se habla de la civilizacin que supuestamente levant estos monumentos. El problema no estriba en qu tipo de tecnologa tenan aquellos a los que se atribuye su construccin, sino en la antigedad real del conjunto, que se escapa al encasillamiento histrico, y por consiguiente recibe una incorrecta ubicacin temporal. La cadena de errores producida lleva a desvirtuar su origen real, y por tanto el curso de la historia, al igual que ocurre con las pirmides egipcias. Queridos lectores: ninguna gra del mundo puede levantar y colocar bloques de 1.100 Tm. As de sencillo. Punto! Adems, aunque fusemos tan estupendos que realmente tuvisemos resuelto ese problema, an nos quedaran otras preguntas igualmente duras que resolver, como para qu construir una base tan sobrecogedora? o cundo se hizo?, aunque la mas crtica es quin tuvo capacidad en la ms lejana antigedad reconocida para planificar y ejecutar unas obras de tan ingentes proporciones? Despejaremos estas dudas posteriormente. Lo que s parece evidente es que cuando hablamos de evolucin arquitectnica hay dos fases muy diferentes en la historia del hombre. La ms cercana, compuesta por todo lo que nos han legado nuestras magnficas civilizaciones clsicas: romanos, griegos, bizantinos, etc, que se caracteriza por ser bella y entendible, intrnsecamente gil y factible. Todo en esta poca es explicable, los procedimientos son claros y no hay el menor inters en mover nada de proporciones excesivas, ni siquiera para manifestar grandeza o poder, cosa a la que fueron muy dados.

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La otra fase, curiosamente la ms alejada en el tiempo, resulta desconcertante. En ella, el gusto por mover enormes bloques es patente, sus construcciones son ciclpeas y difcilmente entendibles. Adems, la manipulacin de las piedras es de exquisita perfeccin, nada acorde con las pocas que se les atribuyen a los enclaves. Esto se aprecia en Egipto (en los monumentos de la IV dinasta), en Baalbeck, Tiahuanaco o Sachsahuamn. Sin duda hay aqu una incoherencia importante, pues, en muchos casos, parece que nos encontremos ante una involucin en capacidad arquitectnica tras este periodo. De repente, en algn momento del pasado, toda la tcnica que nos haba permitido efectuar esas proezas con la piedra desaparece y queda perdida, lo cual no es lgico. Es ms fcil entender este fenmeno de la monumentologa imposible desde el punto de vista de que, o bien no lo hicimos nosotros o lo hicieron hombres similares a nosotros, pero pertenecientes a civilizaciones antiguas mucho ms avanzadas que no figuran en nuestros registros histricos. Ms tarde responderemos a esas preguntas, basndonos en lo que nos ha sido transmitido por los pueblos antiguos, pero, alejndonos momentneamente de Baalbeck, no queremos dejar de hacer referencia, aunque solo sea de modo muy abreviado, a otras evidencias incuestionables que nos hablan de una tecnologa inmensa en poder de civilizaciones del pasado remoto. IMPOSIBLES 1. Los Dogn, una tribu de Mal que habita en la meseta de Bandiagara, 400 Km al sur de Tombuct, es un pueblo que sigue construyendo sus casas con barro y paja. Sin embargo, en las cavernas que utilizan como referencia para sus cultos, permanecen dibujadas desde tiempos ancestrales las ms sorprendentes referencias a una estrella importantsima para los pueblos antiguos, llamada sirio. Pero lo ms impresionante es que tambin aparece informacin exacta respecto a la existencia, tamao y rbitas de Sirio B y C, sus dos estrellas hermanas, y un sistema planetario an no descubierto. El problema y la grandeza radica en que nada de esto ha sido visible desde la Tierra hasta la puesta en funcionamiento del telescopio Hubble, y que por tanto nuestra cultura no lo ha descubierto hasta hace muy poco. Lo que era tenido por un mito, se ha convertido de repente en un legado cultural que alguien hizo a los Dogn en tiempos ancestrales, pero quin? Una vez ms la realidad supera a la ficcin. 2. Piri Reis fue un almirante turco anterior a Coln que copi en 1513 unos mapas, que a su vez haban sido copiados muchas veces por otros marinos. Lo interesante de estos es que figuran con perfeccin exquisita las costas americanas, Amazonas incluido, y la Antrtida libre de hielo (que fue descubierta en 1818), con precisin similar a la que solo hoy hemos conseguido gracias a la cartografa por satlite. Solo una raza muy avanzada pudo realizar el original, teniendo adems en

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cuenta que se utiliz una proyeccin azimutal, lo cual solo es posible si se conoce con exactitud la forma de la Tierra. 3. Cerca del lago Sevan, en Armenia, se han encontrado esqueletos de un pueblo llamado los Jurits, al parecer del ao 2.000 a.J.C. En una de las calaveras, perteneciente a una mujer, se encontr un agujero de unos seis centmetros, consecuencia de una muy grave herida hecha en vida. Extraos y capacitados cirujanos haban insertado un pequeo tapn de hueso de animal y la mujer sobrevivi. Esto se sabe porque su propio hueso creci en parte alrededor del injerto, lo cual solo pudo deberse a un largo y exitoso periodo post-operatorio. Otra calavera jurit presentaba una herida ms grande producida por un golpe, que al parecer astill gravemente el hueso, provocando una peligrosa situacin intra-craneal. Los sorprendentemente hbiles cirujanos cortaron una zona de la calavera alrededor de la herida para extraer las astillas del cerebro usando una tecnologa de enorme precisin. Este paciente tambin sobrevivi. El profesor Andronik Jagharian, cientfico ruso que estudi las calaveras, coment: Considerando la precisin de los instrumentos que tenan que utilizar los mdicos, se puede afirmar que tcnicamente eran superiores a los cirujanos actuales. Tambin se encontraron inefables muestras de exitosa ciruga craneal y de trax en unos esqueletos procedentes de Asia Central estudiados en la Universidad de Ashjabad. Haba muestras evidentes de que un tratamiento quirrgico se haba realizado a corazn abierto, tcnica que no hemos desarrollado hasta los aos 70. No vamos a extendernos ms. Simplemente hemos querido mostrar algunos ejemplos irrebatibles de gran tecnologa antigua, breves pero fuertes pinceladas. Cada uno de los casos mostrados contradice abiertamente nuestra concepcin histrica oficial, demostrando que hay una gran laguna que precisa de mayor humildad y objetividad para ser rebasada, y ver atisbos de la larga y verdadera protohistoria del hombre en el planeta. Cualquiera de esos hitos marcados permanecen olvidados por la ciencia oficial, ocultos por un halo de descrdito y secretismo que hace un profundo dao a la verdad. La sola constatacin de la autenticidad de uno de ellos supondra la revisin absoluta de toda la escala humana, el abandono definitivo de los dogmas establecidos y la destruccin sistemtica de la base que mantiene a muchas disciplinas. Aunque estn a disposicin de quien quiera estudiarlos, nos da en la nariz que, al menos de momento, nadie de los llamados cientficos serios va a acercarse a menos de un par de kilmetros de donde se halle depositado cualquiera de estos testigos asombrosos, y adems, en tanto que no cambien de actitud, mejor as, porque las explicaciones que dan provocan autntico pasmo. Hay mucho miedo, as como un fundamentado temor al descrdito oficial, y eso es demasiado para la mayora, a pesar de que interiormente, y sobre todo los que

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van llegando con renovada energa, ven que hay piezas enormes del puzzle que no solo no encajan, sino que ni siquiera se pueden sacar a la luz por la enorme oposicin frontal que se produce. Tambin hemos de ser conscientes de que no hay demanda de informacin sobre estos elementos por parte de la sociedad en general, y que resulta mucho ms fcil seguir enseando la historia de la vida y del hombre tal como otros la escribieron que iniciar ahora una profunda remodelacin que abarcara, sin duda, la globalidad del edificio del conocimiento: antropologa, paleontologa, geologa, historia natural, historia humana, fsica S, un caos sin duda pero solo temporal, una revolucin cientfica que ya ha sucedido otras veces (Galileo, Coprnico). Lo que no podemos hacer es seguir fundamentndolo todo en supuestos falsos, porque tarde o temprano el edificio se nos derrumbar cogindonos desprevenidos. Pero parece ser que, condicionados para ignorar al sentido comn, nos encaminamos ineludiblemente a ese desplome cultural. Las evidencias respecto a un pasado tecnolgico importante anterior a la historia reconocida son abrumadoras. No solo en forma de literatura inexplicable, sino en forma de elementos fsicos tangibles e irrebatibles, que se escapan, en ocasiones, a nuestro actual nivel de conocimientos. La lgica indica que ha habido una larga sucesin de periodos en los que nuestros antepasados han alcanzado cimas de civilizacin para despus desplomarse por diversos motivos, entre los que no vamos a descartar para nada su propio carcter destructivo, como se desprende de los hallazgos efectuados en la India, ntimamente relacionados con lo descrito en libros como el Mahabharata o el Ramayana.

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CAPTULO XI.

HISTORIA VERDADERA
Por qu verdadera? Pues llana y sencillamente porque narra lo que nunca nos han contado a pesar de la abundancia de pruebas que la apoyan. Desarrollar una cronologa apcrifa de la presencia humana en la Tierra no es una tarea fcil. El primer problema que nos encontramos para ello es la falta de informacin, ya que no hay registros oficiales ms all del lmite de los 6 7.000 aos. Todo es oficioso y controvertido. El segundo es la historia que ha sido montada acadmicamente, en base a la cual las culturas ms antiguas de nuestra civilizacin no se remontaran, bajo ningn concepto, ms all de ese lmite. Sin embargo, tenemos a nuestro favor, como defensores de la existencia de un pasado no revelado, dos trascendentes fuerzas indicativas: el registro fsil-arqueolgico y la literatura de alto nivel de las culturas y tradiciones protohistricas. Ya hemos analizado parte de esos registros, y hemos descubierto con asombro como se nos ha estado desorientando repetidamente sobre la antigedad y capacidad tecnolgica del hombre, y a su vez hemos visto el profundo nivel de conocimientos que en determinado momento, ms all de los 12.000 aos, algunas culturas llegaron a poseer. Esto es sistemticamente ignorado por los crculos acadmicos de la vieja guardia, que han llegado en ocasiones incluso a la destruccin u ocultacin de pruebas. El camino que siguen estos restos crticos y trascendentes, si pasan la criba que supone su hallazgo, es el de estancias escondidas en cualquier museo, lejos de la vista de los observadores curiosos. Afortunadamente, gracias a los ltimos avances, la informacin corre tanto y tan rpido que los escndalos comienzan a ser incontenibles y llaman ya la atencin del ciudadano medio. Por tanto, nuestra bsqueda de un objetivo para la aparicin de la vida en la Tierra, y la humana que nos atae, pasa necesariamente por hacer una profunda revisin de aquello que la historia oficial jams nos cont, y que permanece encerrado bajo premisas por las que muchos sesudos investigadores los convierten en leyendas que no deben ser tomadas en cuenta. Eso a pesar de que mientras ms avanzamos ms las confirmamos y mayor es el grado de inslita verosimilitud que llegan a tener. Los textos antiguos, tremendamente cargados de simbologa religiosa, pero precisamente por eso mismo ricos y muy seriamente documentados, son una fuente magnfica de informacin, siempre mirndolos desde un punto de vista exterior, ajenos a todo tipo de condicionante emotivo o episcopal. Hemos de desposeernos de todas las enseanzas que nos han sido dadas para poder ver la verdad en estado puro que se esconde dentro de esas lneas milenarias, que conforman una autntica crnica del hombre antediluviano. Quizs de ese modo podamos mirar hacia el pasado de un modo global, sin detalle, pero con suficiente contenido como para trazar esquemas que quizs, quin sabe, algn da sirvan para confirmar que la

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mayora de los hechos que se nos relatan son crnicas fidedignas de un pasado trascendente y relativamente cercano. De siempre hemos sabido, y de ello hay constancia, que la historia la escriben los vencedores, y eso ha provocado un profundo desvo respecto a la veracidad, siendo ya de tal nivel que, a estas alturas, resulta inquietantemente difcil desentraar con detalle el pasado. Buena parte de los registros han sido manipulados, se han perdido o no han sido interpretados del modo correcto, y no es necesario alejarse demasiado en el tiempo para ser conscientes de esto. Es un fenmeno que ocurre en nuestros das con demasiada frecuencia, permitiendo que todo lo que se escribe tenga una tendencia definida y, en apariencia, slida, pero siempre mezquina y extremadamente favorable al fuerte o vencedor. Si no estn de acuerdo con esto, intersense por todo lo relacionado con el desarrollo y construccin de las armas nucleares que se lanzaron en el 45 sobre Japn, y puede que descubran lo sorprendente que el desvo histrico puede llegar a ser mediante la orientacin y el control de la informacin. S, mucho control y demasiadas mentiras Nosotros no vamos a ser los primeros, afortunadamente, que intentemos hacer algo tan necesario para nuestro orgullo de raza supuestamente inteligente como es despejar el muro de oscuridad infranqueable que se extiende mas all de esos 7.000 aos. Muchos otros han investigado al respecto, y han llegado a las mismas conclusiones: la civilizacin humana tiene una antigedad mayor que la atribuida. Ojo! Para nosotros esto es una conclusin, no un punto de partida. Para abordar este reto, las fuentes consultadas por nuestra parte han sido, entre otras, las dos anteriormente reseadas: el saber milenario, en forma de textos y tradiciones, y el escassimo registro fsil o arqueolgico. En ausencia de posibilidades empricas, hemos de tirar de lo que tenemos, ya que negar sistemticamente lo nico que se nos transmite, o manipularlo, no supone ms que un aumento en la oscuridad que envuelve a los albores de los tiempos. Seguir mirndonos el ombligo desde el altivo punto de vista de quienes se creen en verdad los seres ms maravillosos de la creacin no nos ayuda ms que a aislarnos del universo que hay ms all de nuestra piel. Lo que vamos a transcribir a partir de aqu es una cuidadosa y documentada relacin de los acontecimientos que engrosan algunos de los ms antiguos textos del mundo, los cuales llegan a tener coincidencias tan importantes entre s que es posible trazar un preciso esqueleto que los une, empresa que estamos dispuestos a acometer. Todos, desde la tradicin tibetana a la andina, desde Sumeria a frica, parecen tener un tronco comn, un nexo que nos habla de un pasado borrado pero subyacente. Negar la existencia y trascendencia de los legados antiguos sin detenerse a estudiarlos ms que desde el punto de vista espiritual es una falta de visin notoria, y lo que es ms grave, conduce a una insufrible tergiversacin de la realidad.

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Nosotros vamos a asumir las posibilidades de error que conlleva este tipo de investigacin, pero conscientes de que, posiblemente, las cosas hayan discurrido de un modo ms cercano a lo que vamos a relatar de lo que en principio se pueda esperar. Y desde luego, siempre vamos a acertar en negar que antes de los 7.000 aos nuestra raza solo conoca las bondades de la piedra. Entremos en esta difcil materia. En primer lugar, hablemos de la aparicin de la vida, y especialmente de la de nuestra especie. A ese respecto hemos encontrado, de manera sorprendente, dos ncleos completos de creacin, con unas metas y objetivos bien diferenciados, as como las pocas en que actuaron. Estos ncleos son momentos en los cuales queda claramente reflejada la presencia de entidades diferentes, que inician colonizaciones avanzadas en la Tierra atendiendo a criterios, intereses y posibilidades divergentes. Adems, hemos de sumar un tercer ncleo que es an ms extrao, pues indica actividades efectuadas por alguien que no tendra que haber estado. Vamos a analizarlos por el orden de cercana a nuestra era. Pero por qu aparecen, de repente, las palabras intervencin o creacin? No estbamos de acuerdo en que el hombre era producto de la evolucin? Pues se podra decir, en base a los ltimos hallazgos, que un 99% de lo que nos compone es sin duda de origen evolutivo, estando ya bastante claro nuestro rbol genealgico, pero hay un 1% que encierra el mayor de los secretos, y que nos obliga a reconsiderar todas las teoras vertidas sobre nuestra existencia. En algn momento, hace 230.000 aos, fuimos sometidos a una intervencin que dio lugar a nuestra separacin del rbol de los primates, y, desde luego, no fue una separacin de carcter natural. Esto ser ampliamente demostrado en adelante. NCLEO 1. EL ORIGEN DEL HOMBRE Aunque lo que vamos a contar es una deduccin densa y quizs no suficientemente cimentada, hemos de tener en cuenta que nada que observemos por detrs de la barrera del lmite de los 7.000 aos presenta solidez como para elaborar la protohistoria que el movimiento acadmico ha tejido, en la que los enlaces deductivos son igualmente inconsistentes. Son demasiadas las veces en que el hallazgo de un diente ha servido par dar forma a un hbitat completo, cosa, como mnimo, pretenciosa, por ser suaves. Por tanto, los argumentos enlazados que vamos a presentar no tienen menor credibilidad que la idea, por citar un ejemplo, de que la raza humana no tiene ms de 50.000 aos, como errneamente defiende la antropologa sin grandes pruebas que lo confirmen (y que no hay en absoluto). Por tanto, el hecho de establecer un supuesto hipottico alternativo en el que tengan cabida todos los hechos naturales contrastados debe ser forzosamente enriquecedor, ya que aporta un punto de vista que podra ser interesante al dar un paso atrs y adquirir una perspectiva, cuando menos, diferente. Expresarnos sin

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prejuicios es el nico modo de intentar una aproximacin a lo que perfectamente, por raro que en principio nos parezca, pudo haber ocurrido en nuestro sistema hace eones. Tomen esta hiptesis como un relato corto, y les sorprender en grado sumo, sobre todo a medida que vayan sintiendo como encaja en el guante del tiempo. COLAPSO Las evidencias de la existencia de un extinto planeta en la zona actualmente ocupada por el cinturn de asteroides son cada vez ms numerosas. El fenmeno ha sido estudiado tanto y tan profundamente que incluso, a pesar de la polmica que desata, se le ha dado un nombre al extinto cuerpo: V. Zavaritskii y Daly calcularon que V pudo ser un cuerpo de considerable masa, un dimetro en torno a 6.000 Km y ncleo de 2.000, siendo su corteza exterior de 45 Km de espesor. Era, por tanto, de un tamao similar a la mitad del de la Tierra. Segn estos autores, en uno de sus giros este cuerpo fue desmembrado al acercarse a un astro inmenso y sobrepasar el lmite de Roche (punto crtico donde la tensin generada por el atractor basta para desestabilizar al ms pequeo). Esto es motivado por la fuerza simultnea que la gravedad ejerce sobre todos los puntos del cuerpo que se aproxima, causando un fuerte tirn descohesionador y dando lugar a una deformacin crtica que, en este caso, acab con la liberacin repentina del material interno, provocando su desmembramiento y posterior colocacin orbital en forma de restos rocosos de todos los tamaos. Lo que qued es el actual cinturn de asteroides, que engloba a una parte de los escombros que aquel evento dej. La teora de la explosin explicara parte de los crteres de impacto de Marte, el cual, segn Tom Van Flandern, era en aquellos tiempos un satlite del extinto y misterioso planeta. Tras recibir miles de impactos, de los cuales tres, los que dieron lugar a los crteres Hellas, de 1.600 por 2.000 Km, Isidis, de 1.000 y Argyre, de 630 Km, son autnticos colosos, el pequeo Marte, de solo 6.773 Km de dimetro, estuvo a punto de abrirse por su ecuador debido a la presin acumulada. Esto lo muestra claramente la cicatriz de 7 Km de profundidad que es el clebre Valles Marineris y la cadena volcnica con cumbres de ms de 20 Km de altura que hay a su Oeste, en la regin de Tharsis. Ambos fenmenos son una consecuencia directa de la presin antipodal ejercida cuando las ondas de choque, provenientes de la amplia y destructivamente pluralizada zona cero, confluyeron en un mismo punto. Inmediatamente despus de la tragedia. Como prueba de ese extraordinario suceso, el eje marciano qued finalmente inclinado hasta los actuales 24, y el campo magntico ces repentinamente casi por completo, seguramente al ser detenido el flujo de magma interno debido a la apertura de tremendas vas de escape para la lava y a los vectores de presin generados por los impactos. Este bombardeo csmico solo pudo ocurrir de manera repentina. Debido al movimiento de rotacin de este planeta, muy parecido al terrestre, y a la concentracin masiva de los crteres en uno solo de sus hemisferios, el opuesto a Valles Marineris y a la cadena volcnica Tharsis, parece evidente que Marte estaba prximo cuando el ocupante misterioso del cinturn de asteroides, el planeta al que

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circundaba, estall. De ese modo, la cara que miraba al acontecimiento acab pasada a fuego, hasta tal punto que cerca estuvo de fracturarlo por su ecuador. Las evidencias de que Marte fue en su da un satlite que se vio expuesto a la enorme deflagracin de V son abrumadoras: 1. Presenta un gran desplazamiento del centro de gravedad respecto del centro de la esfera. Esto es lo normal en satlites expuestos a la atraccin mareal de los cuerpos alrededor de los cuales orbitan, al producirse un lento y continuo corrimiento de la materia interior fundida debido a la gravitacin recibida. 2. Es mucho ms pequeo que cualquier otro planeta. En s, es un planetsimo original que no se ha visto sometido a ningn proceso de choque planetario con fusin global, por lo que conserva el tamao original de las primeras esferas que se formaron en el sistema. Algo as como un gran fsil de los periodos en que los cuerpos mayores se iban acumulando entre s. 3. Su rbita es mucho mas elptica que la de los otros planetas, indicio claro de haber sido iniciada despus de un desplazamiento desde una rbita original, que en este caso era alrededor de V, hasta otra muy distinta alrededor del Sol, ya como planeta de pleno derecho. De haber sido en origen un cuerpo en rbita solar, como es ahora, y no un satlite, tendra una traslacin mucho menos elptica, similar a los dems. 4. La mayora de su atmsfera se ha perdido. Esto es una clara consecuencia de un cataclismo masivo que arroj los gases en abundancia al espacio. Actualmente es mnima y violenta. 5. Su rotacin es ms lenta que la de los planetas mayores, excepto en aquellos en los que la presencia de Lunas masivas contribuyen a su estabilidad, como es el caso de la Tierra. Esto nos dice que Marte, en el periodo en que era un satlite de V, ralentiz su giro de forma importante, factor en el que debieron ser determinantes las mareas de los ocanos. 6. Una gran diferencia de elevacin divide Marte en dos partes hemiesferoidales perfectamente equilibradas respecto a la geometra. En su frontera se puede trazar un crculo que separa dos hemisferios en los que se dan caractersticas contrapuestas en sedimentacin, orogenia y altura media.

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Marte tal como es. Todos esos caones, crteres de impacto y volcanes Sin duda aqu pas algo muy grande.

Las zonas blancas muestran el hemisferio elevado del planeta. El crculo no es perfecto por la accin volcnica y la spererosiva de las grandes olas. 6.1. El hemisferio norte tiene una capa sedimentaria incrustada en la corteza de 1 Km. El sur ms de 20. Antes del evento masivo de destruccin ocupaban los laterales del planeta, y estaban cortados perpendicularmente por el ecuador original. Durante el evento, el eje se desplaz alrededor de 60, por lo que los hemisferios, que entonces eran laterales, acabaron siendo casi norte y sur con una desviacin respecto al ecuador actual de 30. 6.2. La capa sedimentaria que engrosa la corteza del hemisferio sur decrece gradualmente hasta enlazar con el nivel norte de modo

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suave, delatando un origen basado en eyecciones rpidas, y no en lenta tectnica. 6.3. El hemisferio norte est casi libre de crteres. El sur, saturado, y con algunos de ellos monumentales. Estos impactos principales, acompaados de miles de otros menores, aniquilaron el planeta. Adems no tienen restos magnticos, como correspondera si al solidificarse la lava el campo hubiese estado activo, en contra de lo que sucede con buena parte de la corteza, lo cual significa que, a consecuencia del cataclismo, el campo ces de repente en brevsimo tiempo. Esta formacin obedece a un fenmeno de spererosin, debido a la enorme avalancha de agua (no agua fluyendo) que pas sobre la zona al ser desplazada desde sus cuencas habituales. 6.4. Una extraordinaria inundacin se extendi desde el hemisferio sur al norte, portando cantidades ingentes de agua a enormes velocidades. Estas causaron mltiples valles y caones, rompiendo las orillas de sedimentacin de la frontera del casquete que conforma el actual sur. Esa agua yaca en ocanos situados en las proximidades de las cuencas de impacto, y fue desplazada instantneamente con un gran carcter erosivo. La inmensa mayora de formaciones extraordinarias que presiden la superficie actual del planeta se generaron en un solo da.

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Aqu el agua fluy a gran velocidad con direccin al actual norte. Obsrvese la relacin de tamao. Solo la mecnica de impacto explica el movimiento de cuerpos enteros de ocano, capaces de desarrollar tanta friccin en un rea tan ancha como la que vemos.

Todos estos fenmenos obedecen a excavaciones acuticas erosivas de enorme violencia. 6.5. Los valles erosivos, como Ares o Simud, creados por las masas de agua desplazadas, son perpendiculares al eje que separa ambos hemisferios, lo cual muestra la procedencia de las inundaciones y la direccin de los bruscos torrentes de agua. 6.6. El achatamiento de Marte no coincide con el que habra producido su movimiento actual a lo largo de los tiempos. En

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cambio coincide plenamente con la lnea que delimita los dos hemisferios antiguos, siendo evidencia del desplazamiento del eje anteriormente reseado, y de que antao estuvo en otra situacin.

6.7. Al sur-oeste del Monte Olimpo hay unos enormes bancos de material sedimentario que fueron barridos por el agua en direccin noroeste. El origen y violencia al que sealan sus zonas erosionadas es inapelable.

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6.8. Parte del agua se volatiliz junto con la mayora de la atmsfera, pero un porcentaje elevado de ella permanece congelada bajo una capa polvorienta, que se extiende por casi todo el hemisferio norte con una altura constante. Se congel rpidamente, al quedar el planeta desprovisto de una atmsfera reguladora y sometido a condiciones extremas de manera sbita.

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7. Los grandes volcanes de Tharsis y el Monte Olimpo (foto superior) estn situados en las antpodas de los grandes impactos que se produjeron en el hemisferio opuesto. Las ondas ssmicas tardaron solo 24 minutos en llegar a esta zona. Mientras la superficie se hinchaba a lo largo de cientos de kilmetros como una gigantesca cpula, Valles Marineris cruja ensanchndose. Justo antes de que los inmensos volcanes se abrieran y liberaran el magma interno, el ocano desplazado desde las zonas de los impactos arrastraba a velocidades prximas a la del sonido todo cuanto hallaba a su paso. Cuando lleg al actual hemisferio norte, la atmsfera ya se haba ido en medio de frentes huracanados de ms de 1.500 Km/h, y la temperatura se hundi de sbito hasta lmites bajsimos. Irnicamente, mientras medio planeta se consuma entre las llamas, el agua que se haba depositado violentamente en la zona norte se congel con rapidez y qued cubierta por metros de sedimentos precipitados desde la zona del gran desastre. 8. La presencia masiva de Xenn129 sobre la superficie marciana es una evidencia enorme de un gran evento destructivo en las proximidades del astro. Este elemento es un producto de fisin que se genera en explosiones masivas, y se encuentra en una abundancia tan sorprendente que no cabe otra posibilidad que una enorme deflagracin en las cercanas para su origen, por lo que es un elemento trazador de enorme importancia en este caso. Se deposit sobre Marte mientras caa una terrible lluvia de meteoritos, y su huella ha permanecido inalterable hasta hoy, demostrando que un gran cuerpo muy cercano sufri un colapso extraordinario y precipit parte de su masa contra el planeta rojo.

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9. Valles Marineris es una cicatriz impresionante que se form 12 minutos despus de la secuencia de impactos principales. Marte estuvo a punto de abrirse totalmente por all. Solo la aparicin de los grandes volcanes, que aliviaron la presin interna, evit un desastre an mayor, que pudo haber dado lugar a la desaparicin total del planeta. Enormes masas de agua circularon repentinamente por sus caones de 7 Km, aumentando lo abrupto de su relieve y encontrndose con material fundido procedente del manto. Este choque trmico tuvo que ser de unas proporciones grandiosas.

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Si este terrible conjunto de acontecimientos no hubiese ocurrido, probablemente este planeta que ejerce tanta fascinacin en el ser humano sera hoy lo que cada vez est ms claro que fue entonces: un vergel, un mundo dotado con una atmsfera oxigenada y con grandes ocanos. Sin duda, debajo de capas kilomtricas de sedimentos yacen restos que delatan la frondosidad de una naturaleza verde incipiente, que sin duda tuvo el privilegio de ser la primera evolucin vital de nuestro sistema. Por qu decimos esto? Pues porque muchsimo antes de que se iniciara la vida en la Tierra, Marte ya estaba plenamente desarrollado y con una biosfera ptima, un autntico prototipo. Esto es as porque, en tanto que el resto de los planetas interiores, entre los cuales est el nuestro, recibi colisiones inmensas de formacin hasta hace unos 4.000M de aos, el pequeo Marte, un planetsimo original, goz del beneficio que le aport el no verse implicado en ningn evento de fusin a nivel planetario, por lo que desde su formacin cont con 1.000M de aos extra sobre sus compaeros de hoy para albergar aquellas extraordinarias condiciones de vida en poca tan remota. Del mismo modo que estamos seguros de que la vida que conocemos hasta hoy se ha formado en la Tierra, hemos de tener muy claro que las posibilidades apuntan a que apareci primero en Marte, por lo que la gran pregunta debera tender a cuestionarse hasta dnde lleg realmente la evolucin biolgica en el pequeo vecino.

En esta hermosa imagen vemos Valles Marineris, en Marte, y la gran cordillera volcnica de Tharsis a su izquierda. Cicatrices de un da aterrador.

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Anlisis de como las ondas de choque de los impactos Isidis y Hellas confluyeron en la regin volcnica de Tharsis, provocando enormes erupciones.

Visto lo teorizado por Tom Van Flandern, la hiptesis del planeta que estalla parece coherente, y explica buena parte de los misterios del astro rojo. Es evidente que ello tuvo que tener repercusiones catastrficas en toda forma de vida que hubiese en la superficie, pero como estalla un planeta? En el espacio las cosas no suceden como nos cuentan las pelculas. Todo es mucho ms lento y lgico, y los cuerpos son masas lo suficientemente slidas como para resistir grandes eventos destructivos sin desmembrarse. Sin embargo, la recurrencia de extraordinarias fuerzas gravitacionales s que pueden dar lugar a una crisis, anulando en primer lugar el pegamento que mantiene unidas las esferas celestes, que no es otro que la gravedad, y actuando a la inversa una vez superado el lmite de Roche. Si de repente, por algn motivo impensable, la gravedad terrestre cesara su actividad, nuestro planeta comenzara a disgregarse muy lentamente, separando sus componentes en todas direcciones debido a la fuerza centrfuga de la rotacin. Este terrible evento se producira sin ningn tipo de violencia, pero imparablemente veramos, caso de poder sobrevivir a la fuga de la atmsfera, como montaas enteras iniciaban el vuelo y se colocaban en rbita solar, dando lugar a un nuevo cinturn. Tal es la importancia de la gravedad. W.H. Ramsey determin en 1950 que otra posibilidad de explosin a nivel planetario tendra que ver con los modos en que el ncleo del planeta se expande y contrae, en funcin de las alteraciones de temperatura que pueda llegar a sufrir. Segn su teora, los planetas se forman en fro y tienden a calentarse, con lo que se hincharan, o bien se forman en caliente y tienden a enfriarse, con lo que se

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encogeran. Esto provocara que, en casos muy concretos, la diferencia repentina de tamao del ncleo fuese suficiente para provocar la desestabilizacin, que inevitablemente llevara a la explosin. Un segundo evento desestabilizador propuesto se basa en los mecanismos de fisin nuclear natural. Este fenmeno es equivalente al que actualmente se produce en Oklo, Gabn, y que ya analizamos en el captulo el problema de las dataciones. All un reactor natural produce una reaccin en cadena desde hace 2.800M de aos, dando como resultado plutonio enriquecido. En esa poca, la proporcin de uranio235 presente en el uranio natural era cuatro veces mayor que la de hoy, por lo cual se produjo el inicio de la reaccin en cadena al iniciarse un bombardeo sostenido de neutrones bajo condiciones de gran presin y con mucha agua. Si este fenmeno no se hubiese detenido y hubiese llegado a provocar una gran fisin a escala planetaria, el resultado hubiese sido la explosin nuclear natural del planeta. Este mecanismo inverosmil pero cierto (como demuestra el fenmeno de Oklo) es uno de los iniciadores propuestos como detonantes para las estrellas, y tiene capacidad y actualidad suficiente como para ser muy tenido en cuenta. Tambin el argumento fsico y qumico apoya la teora de una explosin planetaria cercana. Los asteroides condrticos, los ms numerosos, muestran restos de haber sido parcialmente arrasados por una repentina exposicin a un gran calor. Otros tipos han sido expuestos a un flujo pesado de neutrones, originado por una gran deflagracin nuclear que los desmembr de algn cuerpo mayor al que pertenecan. Por tanto, se puede suponer sin margen de error aparente que la inmensa mayora de los asteroides, junto con algunos cometas, se originaron durante episodios de grandes convulsiones en el sistema, producidos por la repentina explosin de cuerpos planetarios slidos en su integridad. Y por si an eso no fuese suficiente, se han hallado restos de cloruro sdico en un buen nmero de estas rocas espaciales, o lo que es lo mismo: sal de origen marino, procedente de la volatilizacin de antiguos ocanos que no sabemos en qu planeta estuvieron. Este es un hallazgo de gran valor para establecer las posibilidades de vida que puede haber en el cosmos, ya que, al menos en nuestro orden basado en el carbono, el agua es el inicio de todo. Un planeta que la posea tiene elevadas posibilidades de albergar vida. Pero teniendo en cuenta que todo el material eyectado que hemos encontrado en los diversos cinturones parece insuficiente como para formar un planeta dnde est toda la masa que falta? Consideremos el sorprendente hecho de que la explosin violenta de un cuerpo de tipo similar al nuestro arrojara al espacio el 100% de su masa, de la cual el 99% quedara inmediatamente vaporizada al estar extremadamente caliente y verse liberada de las grandes presiones que hay por debajo de los 40 Km de corteza. La violenta expansin llevara a la volatilizacin y consecuente desaparicin virtual, al ser toda la masa micronizada o convertida en gas. Por tanto, lo nico que quedara de un planeta como el nuestro sera un gran cmulo rocoso correspondiente a sus ltimos 40 Km de corteza, lo cual supone un 1% del total, o lo que es lo mismo, nada. A eso, adems, tenemos que restarle los

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trozos que alcanzaran la velocidad de escape y se perdieran en el firmamento, los que inicien periodos cometarios de diversas duraciones, y los que impacten con otros cuerpos cercanos. Si esos restos parecen poco para la cantidad de materia que compone un planeta, imaginemos lo que queda tras la desaparicin de un enorme astro gaseoso, carente de materia slida real. Por tanto, en algn momento del pasado, Marte, que fue un planeta verde y lleno de vida, result arrasado por un cataclismo contra el que no hay defensa posible. Visto el esquema evolutivo que se ha desarrollado en la Tierra, previsiblemente con un retraso de 1.000M de aos respecto al marciano, y las caractersticas que alberg el hoy muerto planeta rojo, hemos de pensar que las posibilidades de existencia de una raza evolucionada en la superficie de Marte antes de su destruccin son elevadsimas. Adems, su mayor antigedad hace previsible que la capacidad tecnolgica de esta civilizacin pudiera ser ms alta que la que ostentamos actualmente. Las pruebas de ello comienzan a ser notables, y vamos a observarlas detenidamente a continuacin. Sera lgico pensar que tras la catstrofe, enormes sectores del supuesto tejido civilizado quedaron profundamente enterrados bajo kilmetros de sedimentos en el hemisferio sur, o de hielo cubierto de polvo en el norte, como hemos visto. Puede que la intensa erosin provocada por los vientos que azotan el planeta con asiduidad estn sacando a la luz indicios interpretables, y que habra que analizar con ms empeo del que se muestra, al menos de cara al pblico. Pero en qu consisten esos indicios?Tienen entidad suficiente como para afirmar lo que estamos aseverando? En este aspecto resulta destacable una imagen del subsuelo en la zona de Cydonia, en la que se distingue lo que sin duda son trazados geomtricos que separan a construcciones cuadrangulares de volumen considerable, probablemente edificios, que reposan inmersos en hielo cubierto por una gruesa capa de polvo erosivo. La imagen es excelente, y la proporcin, geometra, exactitud, volumetra y, en general, abundancia de ngulos de 90 en las tres dimensiones, seguidos de aristas perfectas de enorme longitud, delatan un origen artificial. Teniendo en cuenta el tamao del conjunto, similar a una ciudad como Barcelona, estamos sin duda ante los restos enterrados de una urbe que pudo albergar a millones de habitantes.

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Esta imagen del subsuelo muestra lo que parecen ser inmensas estructuras geomtricas yacentes bajo el hielo en zonas concretas del hemisferio norte marciano. La alineacin, la configuracin cuadrangular tridimensional, las aristas perfectas y la perspectiva del conjunto sitan las cosas en un punto que deja poco lugar a las dudas. La superficie observada tiene cientos de kilmetros cuadrados. Otro fenmeno singular divide a los cientficos en todo el mundo. Son los tneles de cristal de Marte, una singular red de formas tubulares, de material transparente reforzado por estructuras en intervalos regulares, que discurren por zonas profundas entrecruzndose y expandindose. Solo la erosin los ha dejado al descubierto, revelando algo que, por su tamao y caractersticas, parece un sistema subterrneo de distribucin o transporte. En una de las imgenes se aprecia lo que se asemeja a una esfera luminosa que discurre por el interior de uno de ellos. En algunas imgenes del subsuelo han aparecido sus rastros internndose en las ciudades enterradas bajo el hielo, justo como debera ser si son lo que parecen.

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Estos tneles tienen kilmetros de longitud, se entrecruzan, tienen estructuras de refuerzo, y se extienden a gran profundidad. Solo la erosin los ha sacado a la luz. Segn nuestro modo de entender las cosas, podra tratarse de un sistema de transporte subterrneo, parecido a nuestro metro, o un entramado de enormes tuberas. Tambin, aunque no haya sido dado a conocer a la opinin pblica, est ms que documentada la existencia de fsiles en la superficie de las rocas. Esto es notorio en las imgenes que mostramos a continuacin:

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Esta imagen fue mostrada a un eminente paleontlogo sin decirle de dnde proceda. Desde su experto criterio, y a falta de un anlisis in situ, no le cupo duda de que se observan tres formas fsiles claramente definidas: una central, que figura resaltada, y dos perfectamente esferoidales a su derecha.

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Tras someter a la piedra a un intenso e inexplicable pulido desapareci el fsil central, pero no solamente las esferas mostraron su forma perfecta sino que surgieron dos ms que permanecan ocultas bajo el nivel visible. Las cuatro tienen similares dimensiones y ninguna explicacin. Tambin van surgiendo, justo por encima del nivel que ocuparon las aguas antes de congelarse definitivamente, restos de ruinas ciclpeas de geometra clarsima, enterradas bajo las dunas. Las fotos son tan precisas que se puede seguir el trazado de los gruesos y regulares muros bajo las capas de sedimentos, conformando lo que, indudablemente, son restos arquitectnicos de grandes edificios. Veamos una de las imgenes ms espectaculares:

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Esta imagen es impresionante. Muestra unas ruinas geomtricamente inapelables en medio de un desierto marciano. Se distingue el grosor de los muros, la distribucin bajo la arena

La siguiente instantnea muestra lo que muchos consideran restos fuertemente erosionados de pirmides, producto de los constantes vientos de ms de 300 Km/h que recorren el planeta rojo constantemente. Nosotros no lo tenemos tan claro, pero lo que no cabe duda es que, caso de que no sea as, la actividad geolgica en Marte sera muy diferente de la terrestre. Lo ms significativo quiz sea que este conjunto est en uno de los extremos de una de las ciudades enterradas, y que hay tneles que unen ambos enclaves.

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Creemos firmemente que en base a las pruebas y datos recopilados, de los cuales solo hemos mostrado una pequea secuencia, es posible establecer que la civilizacin marciana existi y posea una muy elevada sociedad hasta hace unos 240.000 aos, fecha probable para el cataclismo que asol el planeta, y que los restos de sus construcciones estn esparcidos, ms o menos enterrados, por todo el astro. Pero sobrevivi esa sofisticada cultura al evento que acab con Marte? Creemos que s. Poca gente es consciente de que si en estos momentos nuestra civilizacin se viese amenazada por un impacto cercano, un asteroide aniquilador, estaramos totalmente indefensos. Por desgracia, hemos invertido tanto en desarrollar la capacidad destructiva de nuestras armas y abandonado tanto la necesidad de proteccin como especie en un universo hostil, que la actual capacidad de intervencin de que disponemos es, sencillamente, insuficiente, y eso es algo que seguir siendo as durante al menos 150 200 aos, como se deduce de mltiples estudios y proyecciones que se han hecho al respecto. Ni nuestras armas nucleares son suficientes para abordar a cuerpos espaciales del tamao del Everest, ni nuestros sistemas de impulsin y direccin permiten un blanco con garantas, ni estamos capacitados para proporcionar al mundo el beneficio de una alerta temprana. De momento, hemos de mirar al cielo y esperar que no se nos desplome por una buena temporada, mientras nuestros dirigentes perfilan sus planes individuales de escape a refugios situados en rbita. Pero pasado ese tiempo s que podramos disponer de tecnologa que nos permitiera desviar al intruso o destruirlo, y es probable que dentro de 300 aos tengamos capacidad para mover grandes flujos migratorios a hbitats artificiales hasta haber pasado la crisis destructiva, asegurando la supervivencia de nuestra raza. Por tanto, cabe suponer que cuando la sociedad que habitaba Marte, mucho ms avanzada respecto a nosotros que esos 300 aos, se tuvo que enfrentar a un evento de exterminio ineludible, optaron por la mas evidente de las soluciones: evacuar a toda su cultura. De qu disponemos para imaginar esto? Sabemos que Marte desarroll todas las condiciones para la vida mucho antes que la Tierra. Sabemos que hace 240.000 aos sufri un cataclismo que destruy su medio ambiente de un modo total y perdurable. Sabemos que hay restos enterrados que hablan de una civilizacin desaparecida de gran nivel. Por tanto, las posibilidades de que se iniciara esa evacuacin organizada son muchas, y en aquella poca el lugar ms parecido a Marte de todo el Sistema Solar era nuestro planeta, donde an nosotros no estbamos ni en camino de aparecer como especie. Demasiado tentador.

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Pero ese sera un vuelo con escalas. LA EVACUACIN En el supuesto que vamos a establecer, evidentemente recreado en lo referente a la migracin planetaria en base a deducciones meramente argumentales, destinadas solo a establecer un nexo con momentos posteriores que s estn bien documentados, todo empieza en torno a una fecha cercana a hace 240.000 aos. Un da que no difera demasiado de los anteriores, los cientficos marcianos descubrieron la entrada en el sistema de un cuerpo que iba a provocar una convulsin gravitatoria en el planeta V, astro alrededor del cual giraba entonces su mundo, en un plazo que no creemos que superase unos pocos aos. Los modelos matemticos de la intrusin demostraron que X, que es como denominaremos al gigante, iba a ocasionar la total destruccin de V cuando este entrase en su lmite de Roche debido al elevado poder gravitatorio, que generara unas corrientes de marea que lo desmembraran. Marte, girando hasta entonces alrededor de V, quedara liberado en rbita solar, pero arrasado por las tensiones y posiblemente golpeado por trozos inmensos del planeta destruido, con unas consecuencias para el ecosistema que no daban lugar a la ms mnima esperanza de supervivencia a nivel biolgico. Con toda probabilidad, el pequeo planeta, entonces tan azul como el nuestro, iba a ser incinerado y su atmsfera se iba a escapar al espacio en gran medida, apoyado por una prdida repentina del campo magntico debida al sbito frenazo causado al ncleo. Desolador. Estudiados los datos, los gobernantes de aquella sociedad avanzada optaron por la nica va de escape posible, la evacuacin a nivel global, pero el problema, aparte de la urgencia, era que ningn otro planeta del sistema, incluido el nuestro, reuna condiciones suficientes para garantizar la supervivencia ante semejante acontecimiento cercano, con lo que todo se agravaba. Una destruccin planetaria provocara un bombardeo meterico intenso en los alrededores, por lo que optaron por la nica solucin que les quedaba: construir refugios profundos en cuerpos lejanos capaces de albergar a una parte de su avanzada pero desdichada civilizacin, aunque el problema era el tiempo. Entonces encontraron un lugar que, contra todo pronstico, reuna las caractersticas adecuadas. Nuestra Luna. Los clculos de trayectoria haban demostrado que este gran satlite de la Tierra estara perfectamente oculto tras la masa terrestre durante la parte lgida de la crisis, por lo que tendra un escudo impenetrable que evitara el impacto directo de restos de la colisin a gran velocidad, y este golpe de fortuna fue lo que hizo que aquella civilizacin pusiera su meta en colonizar con rapidez nuestro satlite.

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Los ingenieros idearon una estructura de subterrneos profundos y robustos, capaces de resistir pequeas colisiones, utilizando procedimientos constructivos desconocidos para nosotros, e iniciaron la tarea sin perder tiempo, agotando para ello buena parte de los recursos y el tiempo disponibles. Todo lo que se mova en su planeta tena un nico fin en aquellos tiempos: salvar la civilizacin y la cultura. Por aquel entonces, nuestro satlite giraba en una rbita ms cercana a nosotros que la de hoy, a unos 350.000 Km de la Tierra, y visualmente presentaba un aspecto ligeramente mayor de como la vemos en la actualidad. Los ingenieros, favorecidos por la escasa gravedad lunar, excavaron en primer lugar una base principal en la cara oculta, y varias menores en la visible, que haran las veces de observatorios y espaciopuertos para el descenso a nuestro cercano planeta, quedando las reas principales bien aseguradas en las profundidades de la base maestra. Las excavaciones en el subsuelo abarataron muchsimo la necesidad de materiales, y poco a poco se fueron tejiendo en los enclaves densos entramados de reparto energtico, comunicaciones, y soporte vital Al mismo tiempo, en los crteres de los polos, pozos profundos fueron perforados, de los que se extrajo el agua necesaria para la vida, de la cual se separara el oxgeno. Ms adelante, cantidades indeterminadas de agua ocenica terrestre seran importadas a las piscinas de tratamiento por naves de carga. Mientras tanto, en las zonas ms profundas, donde se dispusieron las reas de gobierno y las grandes galeras colectivas para la poblacin, se fue creando oxgeno y dispersando generadores de gravedad que facilitaran la adaptacin al entorno. Todo esto est muy bien como fantasa, pero tenemos algn elemento que pruebe la existencia de alguno de esos complejos? Pues contra todo pronstico as es. Se ha constatado la presencia real de enormes construcciones en las profundidades de la Luna, como se puede observar en fotos hechas mediante sondeo por radar y termogrficas. En aquella superficie familiar ocurren todos los das cosas no explicadas. Actividad minera, presencia de ruinas, cpulas temporales, luces y sombras que se mueven por entre los crteres, indicios claros de algn tipo de industria algo ocurre en su superficie en este mismo momento, y desde luego no somos los responsables. Todo ello deja claro que alguien est all, y basta con mirar por un telescopio barato y ser pacientes para constatarlo. No vamos a enumerar aqu la gran cantidad de anomalas que suceden all arriba, pero son montones los cientficos que han documentado ampliamente este campo, por lo que les invitamos a informarse. La imagen que les mostramos, clasificada hasta hace poco, est hecha con radar subterrneo, y en ella se puede apreciar una magnfica estructura poligonal,

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familiar para cualquiera que haya visto el alzado de un edificio con mltiples estancias, insertada entre una zona montaosa que, curiosamente, fue visitada por los astronautas del Apolo XVII. La geometra que se muestra es ntida, las dependencias, pasillos, estancias incluso algn tipo de depsitos circulares alineados. Es una imagen que deja poco lugar a la imaginacin, y que muestra lo que no puede ser entendido ms que como una gran instalacin subterrnea de aproximadamente 130 x 70 m.

Una imagen radar escalofriante de la superficie lunar. Se ve una estructura interna muy definida y geomtrica.

Por tanto, tenemos pruebas de la existencia de estas bases, en la que los constructores, sin todava haber acabado completamente las instalaciones y casi sin tiempo para testearlas, procedieron a salvar por un procedimiento radical al mayor nmero posible de seres vivos de todo tipo de su mundo, incluyendo animales crionizados y plantas. As, en algn momento cercano a la crisis, mltiples naves partieron desde la superficie del planeta rojo para hacer un recorrido sin retorno hasta la Luna, en lo que sin duda fue un xodo de proporciones picas.

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La fraccin escogida para la supervivencia lleg sin mayores contratiempos y ya se encontraba segura en los refugios cuando X se divisaba inmenso en el horizonte. El abandono a su suerte de miles de millones de habitantes en la superficie marciana tuvo que ser un sacrificio difcil de imaginar, pero necesario y aceptado de comn acuerdo por todos los sectores de la sociedad, conscientes de que era el nico modo de que su civilizacin perdurara ms all del fatdico ltimo da. As llego el momento en que X despedaz a V, y una lluvia de fuego se extendi por el sistema en forma de montaas enormes de piedra, que fueron machacando a la congregacin de planetas en todas direcciones. Marte fue el ms afectado, tal como se haba previsto, y nadie escap en su superficie al cataclismo, cuyas consecuencias hemos analizado con anterioridad. Tambin nuestro planeta result alcanzado por miradas de fragmentos de todos los tamaos, aunque sus crteres an no se han encontrado, posiblemente porque cayeron al mar. Un desastre que est marcado en el cielo por el cinturn de asteroides que se extiende entre Marte y Jpiter, formado por gran parte de los restos de V. Esto sucedi hace 240.000 aos. Despus de producirse la tragedia, la parte de la civilizacin marciana que haba podido salvarse dentro de la Luna, un nmero elevado e indeterminado de seres entre los cuales estaban la flor y nata de sus pensadores y artesanos, sobrevivi en las magnficas construcciones subterrneas, en la que se iniciaron tareas de cultivo de vveres para alimentar al alto nmero de refugiados, mientras los cientficos determinaban el modo de volver a repoblar la superficie de su machacado planeta. Por desgracia, Marte estaba irreconocible. Los mares se haban evaporado o congelado, el campo magntico ces, y la atmsfera se haba visto lanzada en gran medida al espacio, por lo que los ndices de radiacin que llegaban a la superficie eran intensos. Nada haba quedado que delatara el paso de una civilizacin, enterrada en ocasiones bajo kilmetros de sedimentos, y en verdad pareca imposible que alguien pudiera volver a habitar aquella bola muerta, cuajada de puntos calientes por donde la lava flua hacia el exterior. Vista la situacin, miraron a la Tierra, cuya atmsfera no era totalmente compatible con su sistema respiratorio y que ya haban visitado repetidas veces. En medio de la necesidad ms absoluta de buscar un hogar, apremiados por las circunstancias, dieron comienzo a un plan verdaderamente ambicioso.

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EL DESCENSO Dando prioridad al problema de la alimentacin, los dirigentes tomaron la decisin de que una vez solventadas las necesidades inmediatas en la colonia, se pensara en una obra de ingeniera a gran escala en nuestro planeta que resolviese definitivamente el estado de las cosas. Para ello deban establecer una cabeza de puente, una avanzadilla, desde donde actuar y ejercer el control de las operaciones. El objetivo que comenzaban a perfilar justificaba todo el empeo y el gasto de recursos que se iba a hacer, pues en ello iba la supervivencia de toda una raza que no estaba dispuesta a desaparecer sin intentarlo todo. Frecuentes expediciones de sondeo detectaron concentraciones altas de minerales en el subsuelo de frica y China, entre ellos oro y uranio, necesarios para la empresa que estaban a punto de acometer, adems de una tierra frtil que cultivar a la que se podra adaptar parte de las plantas que componan su rgimen alimenticio en Marte. La flora era abundante y la fauna haba reducido ya mucho su tamao desde la poca de los dinosaurios. Se determin que las especies autctonas no representaran ningn peligro en los estadios iniciales de colonizacin, y seran fcilmente controlables, por lo que no pareca haber ningn riesgo adicional que afrontar. Entonces es cuando, dirigidos por el mandato de Anu, el soberano que gobernaba en el momento, inician la explotacin a gran escala de nuestro planeta, y con ello el primer paso para la re-ubicacin definitiva de la colonia superviviente. Esto no responde a nuestra imaginacin, sino que es un acontecimiento que est ampliamente detallado en la literatura sumeria, concretamente en el Enuma Elish, y en el Atra-Hasis asirio, uno de sus sorprendentes textos sagrados, y buena parte de los lugares y acontecimientos que se describen aparecen refrendados en tradiciones y religiones seculares. En estos relatos, los seres que bajaron desde las estrellas eran llamados los Anunnaki. Nosotros los conoceremos simplemente como las entidades, y fueron los mismos que en la literatura hind aparecieron como la raza lunar, uno de cuyos lderes, curiosamente, tambin se llamaba Anu, y aqu no hubo influencia cultural religiosa conocida de ningn tipo que explique esta coincidencia. Todo este material ha sido amplia y profundamente documentado por el escritor Zecharia Sitchin, que ha conseguido que estos textos nicos sean rescatados del olvido, adquiriendo poco a poco la importancia que merecen como autnticas crnicas de antes del hombre. Buena parte del relato, en lo referente a la primera colonizacin, se lo debemos a sus estudios, fundamentados en un excelente conocimiento de las lenguas muertas y en el uso difano y valiente del sentido comn. La historia de las entidades en la Tierra, esta vez s, insistimos, ampliamente documentada, comienza hace 230.000 aos, en pleno periodo pleistoceno, cuando se produce el aterrizaje con su primera avanzada. La llegada se relata como un amerizaje en el agua, en una amplia zona del actual golfo prsico que

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entonces era pantanosa, localizada cerca de la desembocadura del ufrates. Hoy sabemos que esto era verdaderamente as en la poca que se relata, lo cual ya es de por s sorprendente, pues los sumerios, segn el canon oficial, solo conocieron la zona cuando ya era el desierto que es en la actualidad. Aquellos que bajaron aquel da conformaban una expedicin de 50 integrantes al mando de Enki, un cientfico prestigioso, y se estableci justo al final de estos pantanos, creando la cabeza de puente en lo que posteriormente sera la ciudad de E-Ri-Du (hogar en la distancia). Al grupo de cientficos e ingenieros le seguan muy de cerca robots que se encargaron de las primeras tareas de montaje y de la seguridad. Cuando se observa la zona elegida, que presenta un aspecto muy similar al de entonces, llama la atencin que escogieran un punto tan desolado, lo cual indica que no queran tener ningn tipo de problemas, ya que el sitio era fcilmente defendible, con horizontes amplios y despejados. Tambin cabe la posibilidad, ms que probable, de que sus antiguos hbitats en Marte estuviesen localizados en zonas de similares caractersticas climticas, lo cual implica que la ubicacin probablemente fuese, como es normal, la ms agradable para alguien que dispona de un planeta entero para establecerse. Sea como fuere, lo cierto es que desde E-RiDu hasta Egipto, las entidades llevaron a cabo un gran desarrollo de infraestructuras, muchas de las cuales descansan hoy bajo las arenas, pero que demuestran la vital trascendencia de la ocupacin que estaban ejerciendo y el empeo que pusieron en llevar a cabo sus fines.

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Arriba: E-Ri-Du en el horizonte. Por estas llanuras se desplazaron nuestros creadores. Abajo: Impresionante seccin de los 15 niveles del palacio principal de la ciudad, donde posiblemente habitaron Enki o Enlil hace 230.000 aos. En base a los objetivos previstos, el grupo se divide en pos de dos reas bien definidas; una, a cargo del comandante en jefe de la expedicin, Enki, que se interna en las zonas aurferas de frica con material pesado, y efecta las primeras prospecciones para autentificar la calidad y cantidad de los yacimientos minerales, y la otra, dirigida por su hermano Enlil, un insigne botnico y naturalista, que se dirige a un lugar al noroeste de Mesopotamia, justo donde comienzan los dos grandes ros que riegan las inmediaciones. Su objetivo era calibrar las posibilidades de readaptacin gentica de las especies comestibles marcianas, especialmente los cereales, muy importantes en su dieta alimenticia. Del desarrollo de su trabajo surgira buena parte de nuestra actual agricultura. Pero si estos colonizadores eran tan poderosos Por qu no ocuparon nuestro mundo, que entonces era verde y radiaba vida? Se responde a esto de un modo muy sencillo, y nos aporta una prueba de las caractersticas fisiolgicas de estos seres. Aunque tenan gran similitud con nosotros, haba determinados elementos que, por causas de adaptacin, les resultaban nocivos en largos periodos de exposicin, posiblemente uno de los componentes atmosfricos o un exceso/carencia de radiacin solar, motivo por el cual sus estancias en nuestro planeta tenan que ser temporales y cuidadosas. Por tanto, tenan que pensar en crear o modificar un hbitat, pero antes de ello haba que solucionar el problema de la alimentacin y la extraccin de recursos. Todos eran conscientes de que sera un proceso muy largo, pero el que no hubiera sitio a dnde ir ayudaba, sin duda, a mantener el rumbo con perseverancia inquebrantable.

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Era necesario extraer enormes cantidades de oro, mucho uranio para los reactores, metales pesados de todo tipo, alimentos abundantes y sostenidos, y, en el futuro, muchsima agua. Sin duda, los supervivientes de Marte llegaron a nuestro planeta para explotarlo eficaz y rpidamente, aunque se encontraron con el problema que hemos detectado de la adaptacin desde el principio. Tardaran en darle solucin definitivamente, pero no adelantemos acontecimientos. La existencia bajo las arenas de E-Ri-Du de un fastuoso palacio con 15 niveles! significa otro reto que la arqueologa no se atreve a asumir. Afortunadamente para sus tesis, est lejos de salir a la luz, ya que los conflictos en la regin no parecen tener fin. En aquella poca, E-Ri-Du era el centro de mando en la superficie terrestre. Se construy una gran central de comunicaciones en Dur-An-Ki (literalmente lugar de enlace cielo-tierra), ciudad que hoy conocemos como Nippur, en la que situaron los comunicadores de grandes distancias, que conectaban con una cadena de satlites situados en rbita y que les permitieron cubrir todo el globo en tiempo real, de un modo anlogo a como hacemos hoy. Esto se corresponde con las prerrogativas que bien conoce cualquier ejrcito organizado, cuyo primer objetivo es asegurar la correcta comunicacin entre todos sus componentes, sin la cual es imposible operar con eficacia, y es por tanto inapelablemente lgico. Pero el sistema no hubiera estado completo sin la construccin de al menos un punto para conectar fsicamente Tierra y Luna. La necesidad de mover grandes naves de carga impeda basarse exclusivamente en sistemas antigravedad como medios de lanzamiento, ms giles pero menos poderosos, por lo que sera necesario utilizar cohetes de combustible qumico para ayudar al despegue. Esto requera de una infraestructura compleja, centralizada, donde efectuar los aterrizajes y posteriores preparativos para el ascenso, dotada de sistemas de guiado, mantenimiento, comunicaciones, refinado y almacenaje de combustible Un gran complejo al que solo se puede dar el nombre de espacio-puerto, algo parecido a las instalaciones de la NASA en Florida o de Baikonur, en Rusia. Desde aqu, las naves cargadas partiran rumbo a una rbita donde su mercanca sera trasladada a grandes cruceros destinados a la Luna, donde la reducida gravedad ayudara a mantener rutas de bajo consumo. Posteriormente, vacas o con escaso material, las lanzaderas reentraran en la atmsfera terrestre y retornaran planeando al punto de partida, donde iniciaran el protocolo para un nuevo despegue. Se hicieron dos de estas instalaciones, aunque es probable la existencia de una tercera en la pennsula arbica, que estaran separadas convenientemente, a fin de evitar el peligro de accidentes areos, nucleares, o de cualquier otro tipo relacionado con el vuelo. Los lugares elegidos fueron dos emplazamientos que se han tornado mticos y enigmticos, y que actualmente se conocen como Baalbeck, en el Lbano, y el Monte Moriah, en la actual Jerusaln, Israel, en los cuales se comenzaron las inmensas obras sin perder tiempo. Ambos se convirtieron en lugares singulares en el futuro, nuestro presente, uno por lo inexplicable de su arquitectura

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(que tambin aparece reseada en el subsuelo del Monte Moriah) y la otra porque aloja a la actual Explanada de las Mezquitas, punto clave en el esquema religioso mundial, en cuyo corazn aparece, imbuido en montaas de versos y metfora, el remanente que estos lugares dejaron en las impactadas mentes de los coetneos humanos que los conocieron o supieron de su existencia. Un detalle llama poderossimamente la atencin respecto al emplazamiento de Baalbeck, y es que justo a sus pies discurre el Valle del Gran Rift, una enorme falla que comienza en las montaas Taurus, en Asia Menor, aloja al ro Jordn en todo su recorrido, el Mar de Galilea, el Mar Muerto, entra en el Golfo de Aqaba y termina en frica. El asentamiento, por tanto, es de gran potencial ssmico en la actualidad, lo cual es una aberracin para una estructura tan delicada, cosa que sin duda conocan los ingenieros del conjunto. Nosotros nunca haramos algo tan extraordinario en un lugar tan inestable, y seguramente los magnficos ingenieros marcianos no cayeron tampoco en semejante error, de lo que se deduce que la existencia del Rift en esa zona es posterior a la construccin del recinto. Interesados por el tema vemos que, efectivamente, la datacin para la expansin de esta falla nos lleva al 5.000 a.J.C., aunque se ha constatado que la aparicin del fenmeno original, en la zona del Mar Muerto, se remonta a unos 25M de aos. Con anterioridad a ese momento crtico, la profundidad y alcance de la rotura en la corteza no llegaba a tanta distancia, por lo que hablamos de un brusco crecimiento en ambas direcciones, cuya causa no est nada clara. Este fenmeno tuvo que marcar, forzosamente, el momento lmite en que el espacio-puerto fue definitivamente abandonado debido al posible colapso estructural, pero sin duda, hasta ese instante, el lugar contaba con todas las garantas para llevar a cabo las funciones encomendadas, por lo que su perdurabilidad queda manifiesta. La planificacin de las obras especificaba que se hara todo contando con los recursos que se pudieran extraer de la zona, evitando as el transporte y empleo del mayor nmero de metales posible, tan escasos despus de la desaparicin de las industrias en el planeta de origen. El elegido para el desarrollo del proyecto fue Viswakarma, el arquitecto de los dioses, del que se habla detalladamente en la literatura hind, y que posteriormente realiz la planificacin avanzada de ciudades enteras a orillas del ufrates y el Tigris. Su pericia era inmensa, y gran parte de los refugios construidos en tiempo rcord en la Luna podran haber sido obra suya. Los planos originales detallaban la edificacin en cada uno de los lugares elegidos de una gran plataforma de bloques de granito macizo de varios niveles de altura, hasta formar una inmensa base, que en el caso de Baalbeck, concebido como el ms importante de los dos espacio-puertos, fue de 460.000 m2, y en el del monte Moriah de solo 140.000. Se emplearon importantes medios tcnicos para cortar y transportar la roca, incluyendo mucha maquinaria pesada, que se us para allanar los terrenos abruptos donde se colocaran las plataformas. Enormes gras fueron situando las piedras en su lugar, una vez que haban sido acercadas desde las canteras por medios areos o

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sistemas antigravedad. La construccin resultante sera sobria, sin adornos, pero extraordinariamente precisa y slida, dejando un sello distintivo que ha sobrevivido al tiempo, y es que si alguna vez el trmino megalito ha tenido sentido, est claro que fue en esta poca. Otra piedrecita en la cantera. En una ocasin le a alguien que argumentaba que para los constructores de Baalbeck llevar estas moles fue fcil porque solo estaban a 1.500 m de su emplazamiento y el terreno discurra en ligera pendiente descendente. Estamos poco convencidos de que el ligero peso de casi 1.500 Tm que puede tener este ladrillo se pudiese transportar en un patinete, que es lo que les falta por aadir a sus sorprendentes argumentos.

Se han encontrado en ambos emplazamientos bloques que superan las 1.000 Tm, lo cual supone una proeza de ingeniera de enorme nivel, y habla muy a las claras de la capacidad tecnolgica que tuvieron estos constructores. En los primeros momentos incluso estuvieron experimentando con cortes an ms grandes, como la famosa piedra de la mujer embarazada, en Baalbeck, de ms de 3.000 Tm. El modo en que est su inmensa mole incrustada en el suelo es una prueba fehaciente de que sobrevivi a un impacto desde cierta altura. Esto solo es explicable si en su transporte por el aire los vehculos de carga no pudieron mantener la estabilidad producindose posiblemente la rotura de un arns, justamente el que abrazaba al coloso

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por la zona ahora enterrada, y dando lugar a su cada en ngulo desde unos 20 30 m, enterrndose ese extremo profundamente sin que llegara a romperse. Desconocemos si se cortaron ms megalitos de este tamao, pero al menos este no se intent levantar posteriormente. La necesidad de las sper-piedras, a pesar de los problemas inherentes a su peso, se debe a que el arquitecto fue muy explcito en que deba conseguirse una extrema compactacin al trmino del complejo, capaz de resistir las temperaturas y tensiones generadas por el empuje de los motores cohete que desde las plataformas iban a partir. A mayor tamao de los bloques, menor nmero, y por tanto mayor compactacin, con lo cual siempre se trabaj al lmite del tamao y la lgica. Esas estructuras fueron diseadas, sin duda, para resistir el paso de los milenios sin el menor problema. Para aumentar el efecto de solidez, las esquinas fueron ensambladas mediante bloques angulares de 90 perfectos, lo cual aument la efectividad en estos puntos crticos. Una vez cerrada en su permetro, aquella barrera de piedra deba ser capaz de resistir empujes laterales superiores a todo lo imaginable, sin desfallecer ni desviarse un solo milmetro, a fin de preservar las delicadas instalaciones que deban repartirse por el exterior. En su conjunto, las terrazas que compusieron el suelo fueron dispuestas por niveles. Los dos inferiores incluan bloques de enorme tonelaje perfectamente unidos, los cuales conformaban la base principal, y sobre ellos, a conveniencia, se fueron situando muros y zonas ptreas con diversos fines, que no han llegado a nuestros das debido a los cambios que ejercieron fenicios, griegos, y sobre todo los romanos, que usaron muchos de los bloques para levantar los monumentos. Los muros de contencin, que rodeaban el permetro, tenan en determinados puntos las piedras ms grandes que nos han llegado, entre ellas el famoso Trilithon, cuya presencia sobrecoge, y que no debi de ser el nico ni el ms grande, aunque todo rastro de ello se ha perdido. An podemos contemplar este grupo de piedras en Baalbeck, y tiene su homlogo visible en el Monte Moriah; all, muy por debajo del nivel del suelo, est la profunda hilada maestra del muro occidental, compuesta por bloques de 14 m de largo y que pesan ms de 600 Tm cada uno. Esta hazaa tecnolgica est muy lejos de nuestra capacidad de hoy, y nos dice con precisin que sus creadores eran, con toda seguridad, los mismos que edificaron Baalbeck. El resultado final fueron dos conjuntos ciclpeos amurallados montados sobre amplsimas bases de granito, con tal precisin que eran virtualmente macizos. En algunas de las reforzadas esquinas fueron situadas las zonas de despegue. All los muros suban a mayor altura que en el resto del permetro, sumndose posiblemente uno adicional que evitara que el flujo de gases afectara al interior de las instalaciones. Tambin hay indicios que apuntan a la posibilidad de que estas reas concretas estuvieran en parte excavadas en el subsuelo, algo parecido a un silo de misiles de la actualidad, pero este hecho no ha podido ser confirmado an. Contrariamente al parecer de algunos arquelogos, que sostienen que Baalbeck

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nunca fue terminado, hemos de decir que no solo fue terminado, sino que funcion durante un periodo largusimo de tiempo, sobreviviendo incluso a catstrofes naturales de orden superlativo. El problema es que solo podemos imaginar cul fue la disposicin de las plataformas, pues aunque es evidente su utilizacin, no conocemos la distribucin de sus funciones. El detalle ms revelador est en que estas terrazas no eran edificios, que es lo que confunde a los estudiosos, sino extensas zonas abiertas de trabajo donde se ejercan tareas que precisaban de mucho espacio. Han observado la frentica actividad que se desarrolla en cualquier aeropuerto para mantener en perfectas condiciones las aeronaves? Presumiblemente, en las grandes reas despejadas, directamente sobre los bloques, se produca el aterrizaje de las naves de carga procedentes de la rbita, que podan venir con bienes de equipo o con viajeros. Este descenso se haca en modo horizontal usando motores antigravedad, y el vehculo quedaba estacionado en uno de los laterales. Se proceda despus a la carga de combustible qumico para el despegue, y una vez que la nave estaba aprovisionada de minerales y vveres, las mismas enormes gras que se haban utilizado para colocar los bloques la situaban en posicin en las zonas especialmente reforzadas. Lo dems lo podemos imaginar porque lo hemos visto una y otra vez por televisin cuando nos muestran imgenes de la partida de algn cohete espacial desde una de las bases de cualquiera de las potencias espaciales. Pero: hay algn otro indicio del objeto de estas instalaciones? EL EXTRAORDINARIO RELATO DE UN VIAJE NICO En la Epopeya de Gilgamesh, un fascinante texto pico surgido en torno al 6000 a.J.C., el hroe, un hbrido dos tercios dios y un tercio hombre, y su amigo Enkidu, un diseo humano genticamente potenciado, solicitado por Anu a Ninti, llegan a la montaa de los cedros, con objeto de arrebatarle al monstruo Huwawa, un autmata encargado de la defensa, algunos de esos magnficos rboles con los que confeccionar una nueva puerta para la ciudad en que gobernaba, Uruk, en la cual, contra todo pronstico, hay constancia histrica de su reinado. Sin embargo, hay un grupo de investigadores, entre los que estn R.A. Boulay y Robertino Solarion, que aducen que lo que en realidad pretenda Gilgamesh era construir un vehculo que le permitiera elevarse hasta el vaco y hallar la autntica residencia de los dioses, donde buscar la prolongacin de la vida. Basan su teora en el hecho de que en el relato, al referirse al objetivo perseguido por el hroe, se usa repetidamente el trmino shumu, que significa carruaje, y es un vocablo parecido a shem, palabra utilizada para definir lo que pretendieron construir los instigadores de la torre de Babel para alcanzar a Dios, cuyo vehculo de desplazamiento era tambin llamado kabod ha-shem . Demasiadas y reveladoras coincidencias. A este respecto, hay una frase en el texto que apunta en esta direccin, mas que en la pretendida construccin de una simple puerta en una ciudad lejana a costa de unos riesgos excesivos. Dice Gilgamesh: ingresara en esa tierra e

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instalara mi shumu; en los lugares donde se han instalado shumus, yo levantara mi shumu. Sin duda sugerente y muy revelador . La mencin de los cedros es extraordinariamente significativa, pues solo en el entorno de Baalbeck crece con profusin este rbol. No hay mas en ningn otro lugar de oriente medio, con lo cual est claro que fue aqu donde se desarrollaron los hechos que se narran. Por otro lado es sintomtico que al referirse al enclave el hroe lo haga con el ms que sugerente nombre de el lugar de aterrizaje, como se puede constatar en las versiones lticas de la literatura sumeria. Concretamente, se lo conoce como mashu, palabra compuesta de dos partes: ma, que significa vehculo, barco o nave, y shu, que se aplica como el prefijo lugar de, es decir, literalmente, lugar de la nave, el lugar donde Shamash (el dios encargado del trnsito espacial) viene y va. Tambin es notorio que se hable del lugar con otras variantes totalmente claras y definidas: la tierra de las travesas, la tierra de la montaa de la travesa, o donde se levanta Shamash En otro texto de la poca, Gilgamesh y la tierra de la vida, que narra la misma historia con jugosas connotaciones, encontramos como el hroe y su compaero, nicos supervivientes de un naufragio en el ufrates, se acercan a la morada y lugar de aterrizaje de los dioses a travs del paso del Este, en las montaas del Lbano, lugar nico de cruce an hoy da hacia la zona cuando se viene desde el este. Damasco probablemente fue en su origen una de las ciudades levantadas para proteger estos enclaves, del mismo modo que en el norte se dispuso la ciudad de Cades, actualmente en ruinas pero cuya antigedad es tal que incluso se han perdido las leyendas relativas a su nombre, que en lengua semita significa ciudad sagrada. El profeta bblico Ezequiel tambin nos narra como el rey de Tiro se jacta diciendo soy un dios, habito en la morada de Dios, y como Yahv transmite al profeta que le responda habitabas en el Edn, en el jardn de Dios. El da en que fuiste creado te pusieron junto al querubn colocado en el monte santo de Dios, y andabas entre las piedras de fuego. Tiro no estaba a mucha distancia de Baalbeck, y por aquel entonces era una isla. El texto nos habla de un rey que gobern all tras descender del monte sagrado, cayendo por sus actos en desgracia a los ojos de Yahv, pero lo significativo es la mencin expresa que se hace al querubn protector de la zona, posiblemente el Huwawa de los relatos sumerio y asirio, el mismo al que se enfrentaron Gilgamesh y Enkidu, y el trmino piedras de fuego, que parece definir a las naves que ascendan y aterrizaban en las terrazas de Baalbeck. Adems, el nombre bblico para este lugar es Beth Shemesh, que significa morada de Shamash, lo que traslada a este dios directamente desde los textos sumerios a los bblicos, demostrando su importancia trascendente en el entramado divino. Gilgamesh nos aporta una larga serie de datos y descripciones que vamos a usar para intentar desvelar lo que verdaderamente se ergua tras los poderosos muros de piedra de este enigmtico recinto, arrasado por Naram-Sin en el 2225 a.J.C., junto con todo el frondoso valle de la Bekaa. Posblemente, el conjunto llevase abandonado entonces unos 3.000 aos, justo desde la expansin de la falla que desestabiliz el subsuelo. Evidentemente la obra est escrita en tono alegrico, por

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lo que hemos de buscar no lo que se dice, sino lo que se pretenda transmitir desde el punto de vista de quien est observando algo que no puede entender, como es el caso del narrador de la obra. Veamos en primer lugar este pasaje, en el que el hroe y Enkidu, despus de varias jornadas de marcha, por fin llegan al valle y observan los alrededores del espacio-puerto: Inmviles ante el lindero del bosque contemplaban la altura de los cedros y examinaban la linde. El deambular de Huwawa haba dejado senderos muy rectos y caminos muy delimitados (calzadas, carreteras utilizadas para las actividades de la base) y a lo lejos se vea la montaa de los cedros, residencia de los dioses, santuario de la santa Irnini (no era una diosa, por eso se hace inciso en el ttulo de santa; creemos que era la entidad que se encargaba del control y gobierno de la base, y sobre la que recaa la responsabilidad en su mantenimiento y seguridad). Delante de esta montaa, los cedros se mostraban en toda su frondosidad. El bosque estaba cubierto por un denso matorral. Un primer foso lo rodeaba de diez kilmetros de largo, y despus otro de solo siete. Del texto se desprenden cosas importantes respecto a las caractersticas que tena el conjunto cuando fue visitado por los dos hroes. La instalacin estaba rodeada por densos bosques y matorrales, custodiados por autmatas o mecanismos de defensa (A, en el mapa que hemos confeccionado y que sigue mas abajo). Grandes senderos muy rectos y caminos muy delimitados (I) eran visibles, sin duda calzadas de acceso dedicadas al transporte de materiales muy pesados hacia las zonas de despegue y control de las instalaciones. Tambin hemos de tener en cuenta la llegada masiva (J), posiblemente mediante vehculos similares a camiones todo-terreno, de elementos de los que se extraa el combustible qumico, necesario para el despegue de las naves. Es probable que buena parte del transporte de materiales se produjo por trfico rodado, sobre todo en la zona de Mesopotamia. De la planta de la construccin, de la que desde la antigedad nos han quedado reseas, podemos intuir que los magnficos muros de contencin, de los cuales pocos metros han llegado a nuestros das, estaban diseados para proteger a los edificios que debieron estar situados en su permetro. Dicho de otro modo, no era una muralla defensiva hacia el interior, sino hacia el exterior, por lo que cabe suponer que las actividades que se ejercan dentro de ella eran extremadamente peligrosas, como se corresponde con el manejo de sustancias voltiles y explosivas. Desde el permetro, a resguardo de los torrentes de energa liberados en los despegues, debi de ejercerse el control de las actividades, y eso oblig a situar defensas eficaces en el bosque, a fin de preservar el aislamiento del lugar de cualquier intrusin exterior.

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Cuando dice Gilgamesh un primer foso lo rodeaba de diez kilmetros, y despus otro de solo siete, nos aporta un detalle importantsimo del emplazamiento, algo sobre lo que los estudiosos siempre han mostrado confusin, y que desvela, a nuestro criterio, la existencia de instalaciones subterrneas. Lo que Gilgamesh y Enkidu utilizan para entrar, y a lo que hace referencia, es a dos largos pasadizos que les permiten acercarse con seguridad a los dominios de Huwawa, y sorprenderlo en una zona donde les resulta posible tenderle una emboscada con menor riesgo. Una vez destruido el terrible autmata, pieza clave del sistema de defensa, ambos hombres acaban con el resto de los emplazamientos amenazantes, provocando terribles destrozos que no agradaron a las entidades. La existencia de algo parecido a mquinas de ataque (los siete fulgores) (A) de las que dice el relato que el autmata solo controlaba una en el momento del enfrentamiento (posiblemente porque el dios Shamash, que les haba concedido poder cortar los cedros, les haba revelado cundo estara parte del sistema desconectado), es una evidencia de que los dos hroes haban utilizado los tneles para burlar la mortal defensa del permetro, y revela, por tanto, la existencia de un complejo subterrneo. En base a todo lo relatado, y sobre el trazado de las murallas que dibujaron las expediciones en siglos anteriores a su destruccin, hemos confeccionado un esquema de cmo pudo ser el complejo de Baalbeck en la poca en que Gilgamesh lo visit. Para ello hemos resuelto, atenindonos a la lgica, pero con un margen de error, donde pudieron estar situadas las dependencias y de qu modo pudieron coordinarse las actividades del espacio-puerto, siendo la disposicin de los muros, la orientacin del conjunto, la ubicacin de la cantera (K) y la crnica de Gilgamesh una magnfica fuente de datos, aunque posiblemente los razonamientos de los creadores tuvieran otros fundamentos que desconocemos. Baalbeck est situado en la ladera occidental de la cordillera del AntiLbano, una zona espectacular desde la que se domina la grieta de la Bekaa, o lo que es lo mismo, el Valle del Rift que vimos con anterioridad, y que discurre de noroeste a sureste, muy por debajo del nivel del complejo. Desde algn punto en el Valle, Gilgamesh pudo observar la montaa, que presentaba un aspecto frondoso, cuajado de altos cedros y matorrales, y es desde ese lugar desde donde se aterroriza al ver la partida de una nave hacia el cielo.

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Hasta no hace mucho era imposible para nuestra cultura saber de qu estaba hablando Gilgamesh, pero cuando los cohetes de la serie Gminis comenzaron a surcar la atmsfera envueltos en llamas y dejando tras de s enormes columnas de humo, todo pareci encajar. Por ello resulta que los avances cientficos no hacen ms que corroborar y abrirnos los ojos ante lo que est escrito desde muy antiguo. Tenemos inmortalizada su descripcin, razonablemente detallada, de cmo era la experiencia para alguien que se acercara a lo que el llamaba acertadsimamente la zona de aterrizaje durante un despegue. Tengamos en cuenta que la persona que narra los hechos no sabe situar lo que est viendo, pero, a pesar de ello, la descripcin resulta clara y elocuente:

Los cielos tronaban, El suelo retumbaba, La tempestad dio paso a un silencio de muerte, Se alzaron las tinieblas, Se vio un relmpago, Estall un incendio de brillantes llamas Y empez a llover muerte. Luego, esta hoguera se vino abajo, Y qued reducida a cenizas Sin duda, la visin que se abra ante los ojos del hroe sumerio result espeluznante. Es la prueba de que el espaciopuerto estaba en marcha y se pudo establecer la ruta Luna-Tierra con periodicidad, pero lo ms importante es que delata que la sustancia empleada para los despegues era de carcter qumico, nico modo conocido en que el despliegue de llamas acompaa a la ascensin. Esto es llamativo, pues no hay referencia alguna a que las naves en que las entidades se desplazaban por los aires habitualmente hicieran algn tipo de ruido o emitieran esas terribles llamas que tanto asustaron a alguien templado y acostumbrado como Gilgamesh a ver el deambular de las entidades por los cielos. Sin duda usaban un tipo de propulsin anti-gravitatoria, extremadamente silenciosa, como norma general, por lo que cabe explicarse la sorpresa del hroe ante el despliegue de potencia que estaba observando.

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Lo que deducimos de ello es que los pesados cargamentos que estuvieron arrojando al trnsito espacial hicieron necesario recurrir al empleo de un sistema hbrido, que permitiera una potente elevacin a plena carga, y un descenso suave en vaco. Una implicacin obvia es que tuvieron que tener instalaciones donde sintetizar grandes cantidades de combustible, seguramente en las instalaciones exteriores. Gilgamesh y Enkidu hacen referencia a un gran camino (J) que haba sido abierto en la espesura, a fin de permitir el acceso a vehculos pesados, y a su alrededor, en mltiples direcciones alrededor del bosque, estrechos y rectos senderos (I) eran transitados por autmatas y patrullas de vigilancia. Su compaero, Enkidu, haba deambulado en su juventud por los parajes, no sabemos por qu motivo, y gracias a ello conoca tanto las rutas de vigilancia como los puntos donde estaban situadas las defensas, y la entrada a los laberintos. Que Enkidu camine delante de ti. El ya ha ido por ese camino. Ya conoce esa ruta. Conoce las entradas del bosque y todas las trampas de Huwawa Enkidu le dice a Gilgamesh: Mrame: yo conozco la morada de Huwawa y tambin sus recorridos habituales. Los sensores de la zona de influencia de Baalbeck registraban todo en una distancia de 600 Km, llegando casi hasta Nippur. Esto se corresponde con las caractersticas necesarias de un radar preparado para controlar el trnsito areo y espacial en un sector de enorme importancia. En 600 Km a la redonda oye todos los sonidos del bosque Quin podr entonces penetrar en l hasta adentro?. En ese gran crculo, numerosas patrullas areas mantenan despejada la regin, a bordo de naves denominadas anzu, y que eran capaces de hacer devastadores ataques aire-tierra. Estaba contemplando a anzu en el cielo, cuando se lanz volando encima de nosotros como una nube. Era un espanto. Su aspecto era monstruoso, su boca era de fuego, su aliento la muerte. Estas naves estuvieron observando todo el tiempo a los dos hroes, por lo que su llegada a Baalbeck no tuvo por qu ser una sorpresa. Si subisemos por la ladera, en primer lugar, entre los cedros, encontraramos los siete fulgores (A), unos dispositivos automatizados que se encargaran de la defensa del permetro. Estaban montados en una base mvil, quizs un sistema magntico que les permitira desplazarse a todo lo largo del crculo de alerta que rodeaba al conjunto. Su arma era un potente haz luminoso que

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irradiaba un calor terrible y mortal, y de ah su nombre. Es, muy posiblemente, lo que se llam posteriormente en la Biblia el fuego de Yahv, y con el que fueron masacradas miles de personas durante el xodo. Por los mltiples senderos y subterrneos (I) haba patrullas de vigilancia, pero especialmente importante era la presencia de Huwawa, el robot encargado del control del sistema automatizado, y que se desplazaba desplegando sus sensores y convocando a los siete fulgores all donde eran necesarios. En un pasaje de la epopeya, Enkidu dice a Gilgamesh: Hasta que no haya acabado con ese hombre, si es que se trata de un hombre; hasta que no haya dado muerte a ese dios, si es que se trata de un dios, no encaminar mis pasos hacia la ciudad Oh, seor!, tu no has visto esa cosatu no te has horrorizado como yo, que he visto a ese hombre. Sus dientes son como los dientes del dragn; su rostro como el rostro del len Pero el terrorfico Huwawa, capaz de atemorizar a hombres que no teman a la misma muerte, es sorprendido mediante un acceso subterrneo conocido por Enkidu, antes de que pueda conectar el entramado defensivo. Tras una lucha violenta, es destruido por Gilgamesh. En su momento de agona, comenz a hablar a travs de algo parecido a una boca, alusin hecha posiblemente en clara referencia a un altavoz. Otro fragmento descriptivo: Huwawa, su grito es el espanto, su boca es de fuego, su aliento es la muerte, su resplandor da miedono duerme jams. La descripcin no es de un guerrero, como sera lo normal, y ello es notorio especialmente cuando dice que no duerme jams. Ni tan siquiera se trata, deducimos, de un ser orgnico. Ms adelante, Enkidu dice: Si nos apoderamos de Huwawa, sus fulgores desaparecern en la confusin del bosque, y su luz se extinguir. Apodermonos primero de Huwawa! Luego nos ocuparemos de sus fulgores. Sin duda es una clara referencia a un sistema automatizado y centralizado, como decamos antes. Enkidu, conocedor de las peculiaridades del mismo, saba que la clave no solo era acabar con Huwawa antes de que activara los siete fulgores, sino que haba que atacarlo rpido y con toda la fuerza disponible. Una vez neutralizado, y desprovisto de su coordinador, el sistema caera, como de hecho ocurri durante la incursin de los dos hroes sumerios. Lo mataron. Al punto, densas tinieblas se abatieron sobre la montaa. Si! Densas tinieblas se abatieron sobre la montaa. Sin duda, al destruir al autmata provocaron algn tipo de cortocircuito, fuego o explosin, quizs incluso la cada del sistema defensivo en cadena, no

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sabemos, pero lo cierto es que esta alegora es otra muestra clara de lo que se enfrentaba a los dos hroes. La relacin causa-efecto es visible. Una vez que hubisemos pasado el entramado de defensa, accederamos a las instalaciones exteriores, situadas all donde el muro de contencin presenta una forma ms irregular en su recorrido (B, C y D), justamente al otro lado de donde los constructores romanos edificaron sus monumentos. Es muy notorio como la forma falsamente cuadrangular del recinto amurallado se trunca en lo que debera ser la esquina noroeste. Esto solo es explicable por la necesidad de excluir conjuntos arquitectnicos exteriores, ya que la zona afectada es llana y regular, delatando por tanto la presencia de construcciones pretritas. All, defendidos por Huwawa y los siete fulgores, y aislados del peligroso interior, estaran los edificios para las comunicaciones, el trnsito (B), control de la base (C), almacenamiento, alojamientos (D) y energa (E), todo intercomunicado sobre y por debajo del suelo. Desde aqu pasaramos al interior, donde estaran las pistas de aterrizaje (G), trnsito (H) y dos reas de despegue en las zonas ms alejadas (F). Las dimensiones de esta plataforma de piedra, como ya sabemos, son escandalosas. 460.000 m2 de superficie, con un muro, el situado al este, de ms de 700 m de longitud. El acabado de las esquinas sur y sureste (F), donde los muros formaban unos apndices cuadrangulares, sugiere que fueron diseados as para convertirse en los puntos ms propicios para los lanzamientos, ya que solo all rodearan por tres lados a la zona de mayor impacto calrico, conteniendo las deflagraciones producidas por la propulsin qumica. Adems, teniendo en cuenta la pendiente del lugar, que fluye en direccin noreste, seran los dos enclaves ms elevados respecto al resto del conjunto, y no nos cabe duda de que fueron los lugares donde estaran las piedras de mayor tamao, posiblemente similares al enorme bloque que an reposa en la cantera original. Todo este material fue despedazado y reciclado por los constructores posteriores. La presencia del Trilithon al oeste, justo donde el muro se quiebra y rompe el cuadrngulo, sugiere que se pretendi preservar al exterior de algn tipo de dao

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masivo. Ya que hemos colocado las zonas de lanzamiento (F) en el lugar arquitectnica y tcnicamente ms apropiado; dado que el extremo norte (M) sera el lugar por donde se accedera con los vehculos pesados, que necesitaran espacio para maniobrar; y dado que la lgica dice que los aterrizajes verticales debieron de producirse en la zona despejada mas inmediata a estas zonas de descarga (G), lo que debi instalarse en este lugar (L) no pudo ser ms que el sistema de abastecimiento de combustible qumico. Una vez en tierra (G), las naves eran descargadas, cargadas, reabastecidas y comprobadas (H), procedindose a llevarlas a las zonas de despegue (F) mediante gras de gran tonelaje, que precisaran del espacio libre que media entre el punto de aterrizaje y estos lugares. La distancia desde las esquinas de lanzamiento a las zonas donde se efectuaban las tareas habituales era de unos 300 m, que debi ser suficiente, segn los clculos de los ingenieros, para evitar el peligro en la zona de manipulacin del combustible, debido a posibles problemas en el despegue. No obstante, es ms que posible que hubiera contenciones de piedra que aislaran los puntos calientes de aquellos que por su contenido pudieran resultar crticos. En Biblos, una ciudad costera a escasos kilmetros de Baalbeck, se encontr una moneda fenicia que nos muestra de manera inequvoca la tarea para la cual fue diseado el recinto ptreo, a escasa distancia hacia el este. Cuando los fenicios llegaron fueron los que encontraron el lugar tal como haba sido abandonado por las entidades, y plasmaron con admiracin y exactitud lo que haban hallado, as como su propia interpretacin alegrica de lo que all haba pasado. No hay imaginacin suficiente para que los fenicios dieran en el clavo de este modo espectacular si nos atenemos a la tan trada y llevada casualidad para explicar lo que vemos. La moneda rememora lo que el artista haba sabido de muy viva voz respecto a la utilizacin que se haca del inmenso lugar en el pasado, que para l, recordemos, era mucho ms cercano temporalmente que para nosotros. Lo que tenemos que mirar en esta pequea moneda es el recinto cuadrangular amurallado que se ve a la derecha (Baalbeck), en una de cuyas esquinas aparece un silo con las dos compuertas abiertas, de cuyo interior asoma una forma cnica, similar a un cohete dispuesto para el lanzamiento.

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A la izquierda tenemos otra moneda fenicia, de la misma poca y lugar, claramente orientada tambin a la alabanza del lugar sagrado. De abajo hacia arriba vemos: una slida base de piedra ensamblada (pequeos rectngulos) que se adentra profundamente en la roca (zonas laterales ms confusas), dos torres de lanzamiento con sus instalaciones de mantenimiento que rodean a un cohete vertical de dos fases. Sobre este una estrella y la Luna, significando alegricamente el destino del vuelo. Las instalaciones junto a las torres tienen una plataforma sobre la que descansan dos naves intra-atmosfricas, representadas con la forma de dos animales voladores. No sabemos qu es lo que hay dentro de las dos estancias laterales, parecido a rboles truncados, pero se asemejan a aislantes elctricos similares a los representados en Dndera, Egipto. Se diga lo que se diga, esto es muy anmalo, incluso atenindonos a la casualidad para explicarlo. Los arquelogos dicen que ambas monedas representan a la diosa Venus, pero la cercana del espacio puerto de Baalbeck parece que influy ms a los fenicios que los prodigios de la diosa, y acabaron adorando al lugar, que ya entonces era mtico por su relacin directa con los dioses. Ms lejos, en la zona del Sina, apareci este otro dibujo lleno de referencias inslitas. En l se ve lo que parece ser un estilizado sistema de lanzamiento subterrneo similar al que pudo haber en Baalbeck, y muy prximo conceptualmente a lo expuesto en las monedas anteriores. Se distingue claramente el nivel del suelo, sobre el cual se muestran figuras humanas acompaadas de animales y abundante vegetacin, demostrando que todo lo que se ve bajo ese nivel est profundamente enterrado. De forma clara surge la figura de un cohete por etapas que culmina con una cpsula aerodinmica cnica, que queda unida al mismo por una estructura central. A ambos lados del cohete, en el silo, hay un juego de cmaras de escape, diseadas para alejar los gases candentes durante el lanzamiento, tal como se

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hace hoy, y ms all la roca slida, representada con circulitos. Las similitudes con lo visto en las monedas de Biblos son grandes, con el aadido de que aqu se nos muestra adems la estructura interior del silo de lanzamiento. Esto no puede ser casualidad ni ficcin. Tambin en Egipto han sido hallados lo que parecen ser enormes silos cuadrangulares excavados a gran profundidad, y su utilidad parece tan evidente que el hallazgo ha sido sutilmente pasado por alto. En el norte de Turqua, cerca del lago Van y del monte Ararat, se encontr una figura de barro que no deja tampoco lugar a dudas, sobre todo teniendo en cuenta que estamos en la zona de influencia del espacio-puerto de Baalbeck: Aqu se ve claramente un piloto con traje presurizado flexible, situado en posicin de vuelo y al que, debido al deterioro, le falta la cabeza, aunque en el grabado inferior se ha completado usando una imagen de astronauta en posicin ingrvida aparecida en unos bajorrelieves mayas en Sudamrica. Por delante, un morro cnico, en el centro el habitculo de control, y por detrs las toberas de impulsin, justo como debera ser. Se mire como se mire, y se dibuje como se dibuje, aqu lo que hay es lo que se ve. El objeto es tan escabroso para los esquemas establecidos que los arquelogos no han sabido clasificarlo, pero la lgica resulta aplastante en ocasiones, y cualquier comentario queda fuera de lugar. Para terminar de desconcertarles, les vamos a mostrar una de las pocas imgenes a tamao real que hay de una diosa sumeria. Se trata de Inanna, diosa del vuelo y las corrientes de agua, que habit en Mari, la dcima capital del imperio, y lo hizo, atenindonos a los escritos, entre los hombres. Aqu aparece majestuosa, pero, si se fijan bien, vern que el traje que la envuelve tiene detalles increbles:

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Para empezar, se trata de un mono acolchado de una pieza. Lo que parece un gorro o tocado se revela desde detrs como un casco con sistema rgido de auriculares, tras el cual hay una pequea caja, sujeta con una cinta, y que reposa sobre gruesas almohadillas. Un umbilical recorre toda la parte posterior, y correas cruzadas aseguran el traje de modo firme. En otras representaciones pictricas de esta entidad tambin aparece con el mismo traje y algo parecido a gafas de vuelo. En los textos sumerios era famosa por el gran placer que extraa del vuelo. Veamos otras cuatro representaciones de la misma entidad:

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En todas las representaciones de Inanna son notorios los aditamentos que van en la espalda: alas o extraas y caractersticas prominencias, similares a antenas. Evidentemente, en base a las tradiciones, la religin, los recintos arqueolgicos, las imgenes y hasta la numismtica, estos dioses volaban a menudo. Pero habitaban entre nosotros! Sin duda son un cmulo de vestigios ancestrales que nos hablan muy a las claras de las actividades que se desarrollaban en la zona mesopotmica en fechas tempranas. Ahora que hemos repasado todo lo referente a los espacio-puertos, y analizado datos importantes respecto a su construccin, funcionamiento y detalles demostrativos, volvamos a la secuencia de los hechos. LA CUENTA ATRS HACIA EL HOMBRE En Ab-Zu (tierra de las minas), el grupo de entidades encargado de las excavaciones y minera, especialmente en complejos que an hoy son visibles en la zona de Zimbabwe, al sudeste de frica, comienza a encontrar serios problemas en su avance en la extraccin de oro. Por los condicionantes de adaptacin, que en esfuerzos de alto rendimiento eran notorios, los recin llegados no fueron capaces de extraer metales satisfactoriamente, por lo que acab estallando un motn, y la extraccin se paraliz. Analizados los resultados y proyectados los ponderables, las cifras son claras, y se concierta una reunin del ms alto consejo, en presencia del soberano, Anu, a fin de dictaminar lo que se debe hacer, ya que la maquinaria pesada no parece compensar el varapalo, al encarecer sobremanera los costes que ya estaban en el lmite. No haba ms recursos, y tenan que hacer algo. Rendirse significaba condenar a una raza entera a la lenta desaparicin, por lo que no era admisible, y

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forzar a los colonos a trabajar en condiciones adversas solo traera consecuencias indeseadas. Tras exponer diversas soluciones, se llega a la conclusin de que, por mucho que se tarde y difcil que resulte, lo ms fiable y barato sera crear algn tipo de mano de obra para el trabajo duro, un ser desprovisto de criterios, fuerte y servil, adaptado perfectamente a la atmsfera, y capaz de trabajar sin ms necesidad que el sustento. Atendiendo a esta idea, se cita a Ninti (la que da la vida) que era la ms brillante biloga y genetista del momento, y se le da el encargo de crear a un ser especfico con arreglo a los criterios estudiados, que se autoreprodujera y que fuera fcil y barato de mantener, as como de manejar. Literalmente se le dice: Da la vida a una criatura, crea trabajadores! Crea a un trabajador primitivo que sea capaz de soportar el yugo! Que lleve l el yugo asignado por Enlil, que el trabajador lleve la carga de los dioses! Enki puntualiza que es posible desarrollar esa tarea modificando genticamente a un antropoide que habita en la superficie, y del que se podra extraer un buen resultado. Ninti acepta el trabajo y junto con el otro gran cientfico, Enki, que haba participado en la primera avanzada a la Tierra, bajan y van dando forma a la idea de lo que acabara siendo el hombre que somos hoy da, ya perfectamente acabado y diferente en detalles menores de todo el resto de los seres. Segn las tradiciones de los quich mayas, en Centroamrica, nuestros creadores dijeron: Que aparezcan aquellos que nos alimentarn, los nobles hijos, los vasallos civilizados; que aparezca el hombre, la humanidad sobre la faz de la Tierra Est claramente representado tambin el motivo que hizo nacer a nuestra especie, que no es otro que la esclavitud y dependencia para satisfacer las demandas de los creadores. En la Biblia se dice: Djose entonces Dios: hagamos (escrito as, en plural!!!) al hombre a nuestra imagen y semejanzamodel Yahv Dios al hombre de arcilla y le inspir en el rostro aliento de vida. Tambin la tradicin sumeria habla de la arcilla como base: Mezcla un ncleo de arcilla del basamento de la Tierra justo por encima del Ab-Zu, y dale la forma de un ncleo. Yo te dar un buen

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Anunnaki, joven e inteligente, que llevar la arcilla hasta la condicin adecuada (Enki dice a Ninti)Despus de que ella recitara su conjuro, (Ninti), ella puso su mano en la arcilla. Para Enki y Ninti, el gran reto comienza en algn lugar del sur-este de frica, dentro de una imponente construccin llamada Shi-Im-Ti (literalmente casa donde se insufla el viento de la vida), cumpliera las demandas de sus creadores. Atendiendo a una medida de seguridad adoptada por el consejo, el periodo de vida de la especie creada no deba superar los 120 aos. Esto queda patente en la Biblia: No permanecer por siempre mi espritu en el hombre, porque no es ms que carne. Ciento veinte aos sern sus das. De ese modo se evitaran posibles revueltas motivadas por el exceso de cansancio o la adquisicin de experiencia. Su capacidad de procreacin dara suficientes vstagos como para compensar esta merma, y siempre sera preferible un alto nmero de trabajadores de escaso intelecto y poco margen de actuacin en solitario, gente esforzada que muriera con relativa rapidez, dejando sus aos de mayor rendimiento al servicio de sus creadores, sin que casi tuviesen tiempo de plantearse el por qu de las cosas. Esta manipulacin gentica ha sido ya detectada en el ser humano. El agotamiento total de los telmeros, al lmite de los 120 aos, supone un enigma para la ciencia que solo es explicable desde el punto de vista de la artificialidad, pero recientes descubrimientos ponen las cosas an mas en su sitio. Cuando no hace mucho se consigui secuenciar el genoma humano, se lleg a unas conclusiones que sorprenden en gran medida. En primer lugar, de los 100.000 a 130.000 genes esperados, result que solo tenemos la reducida cifra de 30.000, poco ms del doble que una mosca o un gusano, lo cual contrasta con nuestra aparente complejidad. De repente, y sin una explicacin clara, aparecemos muy desplazados de la cumbre del rbol evolutivo en cuanto a profundidad de programacin, pero no acaba ah la cosa. Se pudo establecer, de manera concluyente, que todos los seres vivos del planeta provenimos de un tronco comn que se diversific, con lo cual qued ms que demostrada la existencia de la evolucin, lo cual es un decisivo factor a tener en cuenta. Cada gen tiene su predecesor en las especies anteriores del rbol evolutivo, pudindose ver el camino que la naturaleza sigui para conformar cada nuevo paso adelante en la carrera por la vida. Sin embargo, el ser humano cuenta con 223 genes que no tienen predecesor, es decir, que no vienen de ninguna forma de vida anterior, no han sido heredados ni evolucionados, lo cual es una aberracin que no tiene igual en ninguna otra especie, donde los ladrillos de la vida estn perfectamente

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clasificados y documentados. La existencia de estos genes es inverosmil y, hasta donde sabemos, nica. La explicacin dada por los genetistas es que da la sorprendente sensacin de que han sido introducidos en la cadena humana en algn momento reciente, con lo cual la artificialidad de una parte importantsima de nuestra estructura gentica (la diferencia entre un hombre y un chimpanc es de menos del 1% de los genes, y 223 es menos del 1% de 30.000, con lo que se puede deducir que en ellos reside la diferencia que nos separa de esa especie, por ejemplo) demuestra que estamos apartados de la evolucin planetaria y que en algn momento fuimos diseados con gran precisin por alguien capaz de manipular el ADN a un nivel que desconocemos. Esto es una verdad de enorme peso, que, por motivos diversos, no ha sido notificada a la sociedad, que es en ltima instancia quien paga esos estudios y quien debera conocer sus resultados, pero al parecer siempre hay alguien que se convierte a s mismo en el dudoso protector de un ser humano, al que se considera un simple generador de riqueza incapaz de comprender las cosas. Parece ser que los partidarios del trabaja y calla ganan siempre la partida cuando se trata de hablar con claridad de cual es nuestro lugar en el mundo. Quizs una herencia anmala del comportamiento despectivo que sufrimos a manos de nuestros creadores? Lo que se demuestra con este hallazgo es, ni ms ni menos, que en algn momento del pasado fuimos apartados del cauce normal de la evolucin. El dbil rbol gentico que presentbamos fue reforzado mediante su cruce y resecuenciacin con genes de una raza muy evolucionada, lo cual nos catapult hasta un estado de especie absolutamente nueva, y esto, evidentemente, fue dirigido y realizado con total eficacia. La aparicin de la inteligencia determin un enorme salto cualitativo en el mundo que nos rodeaba, y posibilit, no solo que trabajsemos para nuestros creadores con sentido y autodeterminacin, sino que nos adelantsemos muchsimo al resto de los primates. Por ello somos la nica especie que destruye sistemticamente los ecosistemas, dado que, al no haber surgido de su seno mediante formas naturales, hemos anulado todos los mecanismos de inhibicin que muestran el resto de los seres vivos, por lo cual lo que debera ser una integracin plena en el medio se ha transformado en una posesin, una violacin continua y desenfrenada de todos los lmites naturales destinados a la preservacin del planeta. Ese es el motivo subyacente que explica nuestro abandono y carencia de sentido comn ante los daos que infligimos al medio. Nuestros antecesores, los homnidos de los cuales heredamos el 99% del cdigo que nos identifica como sus sucesores, siguieron evolucionando hasta producir miles de aos despus los primeros atisbos de inteligencia natural, es decir, originada mediante pura evolucin en nuestro planeta, y por tanto integrada y fiel a las normas del medio. El ejemplo ms claro lo tenemos en el hombre de Flores y el Neandertal, que llegaron a crear pequeas sociedades primitivas, mientras el homo spiens, nuestra especie, artificialmente mucho ms avanzada, se extenda por el mundo con el beneplcito de las entidades y su apoyo absoluto. Esto explica,

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adems, que hayan sido encontrados restos de homo spiens en multitud de lugares hasta ahora inexplicables, junto a los de otras especies evolutivamente ms atrasadas, y con las que nunca debi coexistir de manera natural segn los postulados establecidos. Esto es as porque, sencillamente y como ha quedado demostrado, coexisti con todas esas primitivas especies, fenmeno al que la paleontologa no solo no ha sabido dar explicacin, sino que se ha opuesto ofuscadamente mediante la sibilina solucin de ocultar pruebas taxativas. El siguiente cuadro muestra la evolucin, acadmicamente reconocida, del ser humano. Si bajamos el origen de nuestra especie hasta los 230.000 aos, todos los hallazgos que se guardan como autnticos tabes en cajas numeradas por museos de todo el mundo tendran sentido y podran ver la luz, pero claro, habra que aceptar que en algn momento nos separamos del rbol evolutivo.

Se aprecia que todas las lneas se van perdiendo, siendo sin embargo la nuestra la nica que fue capaz de persistir. Los primitivos homnidos que siguieron el curso de la naturaleza no triunfaron y se extinguieron, tal como se ve claramente representado en el grfico. Es muy probable que ese hubiese sido nuestro fin de no haberse producido la intervencin exterior que modific nuestro ADN, y, por consiguiente, toda nuestra capacidad para subsistir en el futuro. Tambin sera interesante plantearse hasta qu punto la desaparicin de todas las ramas evolutivas de los homnidos prximos al hombre fue natural o inducida, ya que resulta alarmantemente curioso que especies tan adaptables y en plena fase de perfeccionamiento desapareciesen de la noche a la maana, justo cuando se produce la intervencin crtica que nos gener. Sin duda, nuestros desarrolladores pusieron gran inters en que ocupsemos el puesto central del cuadro natural, y para ello no escatimaron en medios ni acciones, por lo que tenemos una idea de lo que realmente pudo ocurrir.

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A este respecto nos llaman la atencin poderosamente las referencias a conflictos con extraos ejrcitos de monos que se desarrollaron tanto en la India (de los que nos da cuenta el Ramayana), como en frica, de los que nos hablan los sumerios, refirindose a sublevaciones en torno a las zonas mineras. Teniendo en cuenta que aquellos homnidos comenzaban a tener comportamientos sociales y territoriales: pudieron obedecer esos conflictos a autnticas rebeliones de nuestros antepasados evolutivos, motivadas por la invasin de sus territorios, el sometimiento desmedido, o por cualquier otra causa de disgusto? Pudo ser la respuesta, por parte de las entidades, el exterminio sistemtico de toda la progenie en diferentes partes del mundo? Y lo que resulta ms dramtico: pudimos intervenir nosotros como brazo ejecutor? No podremos saberlo de inmediato, pero desde luego explicara muchos fenmenos que hasta ahora permanecen inconexos, como la sbita y violenta desaparicin de gran nmero de neandertales en Europa y otras especies en frica, sin que haya un indicio claro de quien o que son los responsables. Este asunto es especialmente inquietante, sobre todo tras el hallazgo de crneos fechados en 40.000 aos de antigedad con agujeros de bala, autentificados por forenses que han descartado que semejantes alteraciones se deban a cualquier otro tipo de perforacin. Tal es el caso del aparecido en Broken Hill, Zambia, que permanece en el Museo de Historia Natural de Londres. La prueba de un exterminio? Sea como fuere, lo cierto es que alguien actu para separarnos definitivamente del tronco comn, convirtindonos en trabajadores receptivos y sufridos. Esos 223 genes que se han encontrado mediante poderosos ordenadores no son, ni mas ni menos, que los que fueron detalladamente secuenciados hace 230000 aos por nuestros creadores, e introducidos en nuestra cadena de informacin para dar lugar a lo que fuimos a partir de entonces. Gracias a ellos, y al apoyo desde el verdadero poder, triunfamos donde nuestros hermanos fracasaron, y ahora, por los avances en alta tecnologa, afloran a la superficie de los acontecimientos para delatar la verdadera procedencia de nuestra raza sin que medie duda al respecto. Pero cmo se confeccion semejante obra?. El mtodo elegido por Enki y Ninti para el diseo del hombre fue simple, aunque al igual que ocurre con gran parte de la tecnologa de las entidades, resulte an inalcanzable para nosotros. En busca del mximo de seguridad, siguieron la pauta de utilizar el propio ADN de su raza como base, y en el se fueron haciendo las modificaciones oportunas. Para ello, Enki seleccion a un joven, sano y fuerte, y de el extrajeron sangre, de la que posteriormente sintetizaron el gen marciano, y esperma con el que fecundar un vulo. Para la extraccin del vulo se escogi la hembra de una especie de homnido primitivo, un simio erecto que ya estaba plenamente desarrollado, y que se mova en grupos por las selvas africanas. Enki dice literalmente: La criatura cuyo nombre pronunciis existe. Todo lo que tenis que hacer es fijar sobre ella la imagen de los dioses.

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La unin del esperma programado y el vulo terrestre dara lugar a un varn hbrido, dotado de inteligencia, que recibira el nombre de El-Adn, que significa el terrestre. En su ADN ya estaban, perfectamente funcionales, los 223 genes introducidos en el meticuloso proceso. Despus crearan a la mujer partiendo desde el ADN del hombre prototipo recin formado, y ambos seres naceran incubados en vientres marcianos, por lo que inevitablemente acabaran teniendo lazos muy comunes con los creadores, que se iran diluyendo a medida que la nueva raza se entremezclaba sexualmente. Las investigaciones avanzadsimas de estos dos grandes sabios los llevan a desarrollar finalmente, conforme a lo estudiado, un vulo fecundado, un autntico contenedor del diseo original del ser humano, que insertaron en una voluntaria marciana, de nombre Ninki (dama de la tierra), que al cabo de diez meses dio a luz al primer varn de los El-Adn mediante cesrea: un pequeo nio negro. Tras este acontecimiento importantsimo, se comienza a denominar a Ninti coloquialmente como Mummi, que a la larga se convirti en el mundialmente extendido mam, y que es una de las palabras que ha trascendido a todas las culturas sin que hasta ahora haya un motivo claro.

En este bajorrelieve se ven los primeros estadios de esclavitud humana. Tres tipos diferentes de seres mutados son controlados muy de cerca por hombres. El tercero est a los hombros del ltimo hombre.

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Conforme a lo previsto, y una vez analizado lo conseguido con el resultado final, extraen de El-Adn la informacin gentica y la modifican, dando lugar a un proceso similar al anterior, pero orientado al sexo opuesto, del cual surgi la primera E-Va. Tras haber fijado el mtodo y hallado la frmula magistral, Ninti y Enki crean en total siete parejas perfectas de El-Adn y E-Va, que rpidamente inician la procreacin y el aprendizaje, convirtindose la tarea encomendada a los dos cientficos en un xito trascendente, que en todas las religiones se ve reflejado como el nacimiento del primer hombre y la primera mujer, Adn y Eva. Mientras tanto, la zona de cultivo transgnico dirigida por Enki, una vasta regin al norte de los ros Tigris y ufrates, denominada E-Din (no se parece este trmino a edn?), empieza a dar sus frutos. En aquella poca unas enormes cataratas, actualmente secas, regaban la comarca, aportando el elemento hidrulico en abundancia, tan necesario para los frutos. Este accidente fluvial est perfectamente localizado en la actual zona de Ururtu, gracias a los trabajos de Sir William Willcocks. En sus proximidades se establecieron las antiguas ciudades de Hit y Anah. Es una gran extensin por la cual flua la abundante agua que se precipitaba desde la catarata, formando cauces que en la actualidad estn secos, pero a cuyas orillas en aquella poca haba gran cantidad de especies vegetales de todo tipo. Se sabe que fue una zona inusitadamente frondosa, poblada por jardines y bosques que dejaron amplios estratos, y en la que las canalizaciones de agua regaban con abundancia los cultivos. Del mismo modo que Enki y Ninti haban modificado a una especie primitiva para asegurarse mano de obra abundante, Enlil estaba manipulando la vegetacin para lograr alimentos ricos en nutrientes. En zonas perfectamente controladas y vigiladas por robots (los querubines de los textos bblicos), enormes campos experimentales llenaban los horizontes, dando lugar a las primeras cosechas de las entidades en la Tierra, entre las que destacaban especialmente el trigo y el maz, que propiciaron muchsimo alimento fundamental a partir de entonces a mucha poblacin de la Tierra y la Luna. Los expertos botnicos, que han dejado establecido que la agricultura comenz con la domesticacin de una variedad de trigo silvestre (el triticum dicoccum) como origen comn de este rico grano y de la cebada, no pueden explicar cmo puede ser que los cereales mas antiguos encontrados en el yacimiento de Cueva de Shanidar fueran ya uniformes y estuvieran altamente especializados y refinados. Se necesitan miles de generaciones de seleccin gentica a travs de la naturaleza para conseguir siquiera un modesto grado de sofisticacin. Sin embargo, el periodo, el tiempo, o el lugar en el cual pudo tener este grano un proceso tan gradual y prolongado no se encuentra por ninguna parte en la Tierra, lo cual supone una anomala inexplicable. No existe respuesta para este milagro botnico-gentico, a menos que hubiese una manipulacin de gran nivel. En la escanda, una clase de trigo de grano duro, hay un misterio an mayor si cabe, pues resulta ser el producto de una mezcla inusual de genes botnicamente

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selectos, y no del desarrollo evolutivo de una fuente gentica ni de la mutacin de una especie. Es, con toda seguridad, el resultado de la mezcla de genes de varias plantas, hecha con la sabidura y experiencia de quin conoca muy bien su trabajo, el gran Enlil, creador del paraso en la Tierra. Y, por otra parte, tambin resulta cuestionable la idea de que el hombre, en unos cuantos miles de aos, pudiese transformar a los animales a travs de la domesticacin, sin ms. La introduccin de estos animales productivos, como la oveja, sera bsica en las economas futuras, y sin embargo, como vemos, no est nada claro su origen. Las leyendas relativas a esas misteriosas zonas de experimentacin agrcola y ganadera son las que mas tarde dieron pie al concepto de Edn, mtico lugar donde la naturaleza fue manipulada mientras el hombre se deleitaba con su belleza desconocida. En algn lugar de su interior debi haber granjas, laboratorios e invernaderos donde se desarrollaron los experimentos transgnicos. Aqu es donde surgi el mito del rbol prohibido o del conocimiento. Tras su nacimiento-creacin, los primeros seres humanos estaban desorientados y se mostraban ineficaces, incapacitados para comprender lo mucho que ante sus ojos se produca. Con objeto de paliar esto, fueron sometidos a un proceso de aprendizaje que se inici en las bellas inmediaciones de E-Din, donde siete instructores, seleccionados y adiestrados personalmente por Enki, les mostraron conocimientos bsicos referentes a la agricultura, alimentacin, ganadera y construccin, entre otras cosas. Adems de ello, se les inculc un profundo sentimiento de obediencia, mostrndoles siempre cun lejos estaban de sus creadores y los estrictos cdigos que regiran sus vidas. El concepto de dios y fe haba nacido, y sirvi para mantener a la especie trabajadora recin creada bajo un yugo bien fundamentado, basado en una ignorancia controlada y soberbiamente dirigida. Tras ser instruidos, la transmisin oral en la especie se encargara de hacer que los futuros enclaves humanos compartieran miedo, conocimientos y objetivos. Cuando se consideraba que los trabajadores, que en aquellas primeras remesas llegaban en nmero creciente desde las cmaras de creacin en frica, eran aptos, se les destinaba a los campos de cultivo, situados ya en el exterior de E-Din (esto produjo un desasosiego en los primeros hombres, que a la larga dio lugar al mito de la expulsin del paraso), donde cosecharon abundantes cereales e iniciaron las actividades ganaderas, o a las minas de Ab-Zu, que rpidamente, con la nueva mano de obra, adaptada y eficiente, comenzaron a producir contingentes considerables de oro y otros metales singulares, siempre a costa del sudor de los primeros hombres, autnticos esclavos de diseo de una raza necesitada de recursos para subsistir. El impulso tribal persistente en todas las culturas de ofrecer a los dioses alimento, y en ocasiones sacrificios humanos, viene de esta poca en que nuestros

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antepasados vean cmo una enorme parte de las cosechas generadas en los ricos campos de cultivo eran embarcadas hacia los cielos. El recuerdo subyace y se manifiesta en modo de ofrenda ritual de lo que entonces era un tributo forzado, y tras ello se esconde el deseo de una inteligencia superior, desprovista de todo rasgo de la divinidad que se les ha atribuido, de sobrevivir a toda costa. Sin duda alguna, los dioses eran tan mortales como nosotros, aunque posiblemente beneficiados con un periodo vital mucho ms largo, que le concedi el aire de eternidad. As fueron las cosas mientras todo funcionaba. Cada vez haba mayor nmero de ciudades esclavas, y los dioses se mostraban crueles y vengativos cuando el hombre no cumpla con sus cometidos, encargndose de fomentar un rgimen de terror sobrehumano que elev la exigencia a una categora que no permita ningn tipo de queja. Lo que haba que hacer se haca, sin ms, y de ese modo todos en la zona podan vivir en paz. De lo contrario, eran fulminados y reemplazados, de lo cual se encargaban cuerpos especiales de seres especializados en el control de los humanos, los llamados grigori (los que vigilan), de los que hablaremos con posterioridad. Es entonces cuando Enki, en una de las decisiones ms extraas y fuera de lugar que esta raza concibi en aquella poca, tom la determinacin de hacer algo sorprendente: dar el conocimiento avanzado al ser creado. Su idea fue escoger a determinados El-Adn (recordemos, esclavos sometidos y despreciados) para transmitirles conocimientos especiales, siendo as como se inicia la inesperada enseanza puntual de las ciencias antiguas, que han llegado a nuestros das envueltas en el aura del misterio y que permanecen an hoy en da bajo el disfraz de la curandera o el chamanismo. Ello se debe a que eran conocimientos que no fueron adquiridos por la experimentacin, producindose una distorsin que los hizo parecer en ocasiones ms emparentados con la magia que con la ciencia, lo cual provoc una falta de cimientos slidos que les confirieran durabilidad. Esto hizo que se transformaran, a efectos de nuestros primitivos antepasados, desde la ciencia emprica a saberes rituales, de los que poco a poco se iban perdiendo los fundamentos, aunque la realidad indicaba que eran vlidos y que funcionaban. Dos casos de estos primeros iniciados son citados en la literatura sumeria, y son los de unos hombres, manipulados genticamente por Enki, llamados Adappa y Enmeduranki, a quienes les fue concedido amplio entendimiento, que abarcaba astronoma, medicina, arquitectura, anatoma, y as hasta 100 diferentes apartados de la ciencia y la tecnologa. Estos primeros iluminados ocuparon el puesto importante y preferente de sacerdotes en los estratos sociales que se fueron creando, y contribuyeron a que el hombre saliera de la barbarie. De ese modo, un orden social necesario fue apareciendo en las ciudades, en las que comenzaron a aplicarse las primeras leyes y a celebrarse los ritos ms antiguos de que tenemos constancia. Ms tarde volveremos a este acontecimiento. A lo largo de esta poca, los creadores experimentaron repetidamente con la ingeniera gentica en las instalaciones africanas de Shi-Im-Ti, y liberaron

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criaturas en las cuales mezclaban seres humanos con otros animales, que son las que dieron lugar a historias sobre centauros, gorgonas y quimeras, entre otras. No obstante, la utilidad de estas creaciones era escasa, mera experimentacin de laboratorio, por lo que no se llev a cabo una gran produccin. Fruto de sus estudios sin lmites, Enki y Ninti disearon y controlaron una importante, til y mtica raza de hombres enormes, los llamados gigantes en los relatos antiguos, que fueron enviados, por su constitucin, a las zonas donde se requera un mayor uso de la fuerza fsica. Posteriormente estas criaturas, las que no fueron exterminadas al cumplir su cometido, no encontraron su lugar en la naturaleza, y fueron desapareciendo. Las especies ms altas alcanzaron estaturas en torno a 21 m, y su aspecto debi ser terrible a los ojos del resto de la comunidad. El hallazgo en diversas zonas del mundo de huesos humanos de enorme tamao corrobora este dato y aporta la prueba necesaria.

Pero el ms impactante de los proyectos desarrollados por Enki y Ninti tras haber creado al ser humano fue el estudio intenso que hicieron en busca de modelos ms perfeccionados del primitivo trabajador conseguido. Para ello simplemente modificaron el ADN de los El-Adn y las E-Vas, buscando preferentemente una mayor resistencia fsica y capacidad de trabajo, y pronto fueron consiguiendo resultados, pero era difcil distinguir a los humanos de segunda generacin gentica de los originales.

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La decisin que tomaron los dos cientficos era tan sorprendente como lgica, y eliminaba la necesidad de introducir cambios de tipo ms complejo en las secuencias de ADN: simplemente los dividieron por colores en base a un cambio de pigmentacin en la piel, y as es como surgen las diferentes razas humanas, cada una con sus caractersticas peculiares. En poco tiempo estaban perfectamente separadas las razas negra (la original), blanca, roja y amarilla, y a cada una se le atribuy una funcin preferente y una zona especfica de desarrollo y actuacin. A partir de ahora, sera fcil saber qu tipo de trabajador estaban moviendo cuando iniciaban un transporte a uno de los campos de trabajo. Los contingentes mayores de raza blanca fueron destinados a Mesopotamia y alrededores, la negra a frica, la amarilla a los yacimientos recin descubiertos en China y Birmania, y la roja al continente americano, donde se crearon nuevos campos de cultivo y pequeas infraestructuras. Uno de los hbitos ms oscuros y escondidos de nuestra especie, que termin apareciendo repetidas veces, sobre todo en las zonas donde el trabajo era ms agotador y la alimentacin escasa, fue el canibalismo. Esto produjo enfermedades peculiares, pero los dioses, que vieron en ello una forma barata de eliminar los cuerpos de aquellos que moran de agotamiento, no hicieron nada por impedirlo. Actualmente sabemos que nuestra raza proviene de un pasado canbal, por lo que esto no debera sorprendernos en exceso, ya que es un comportamiento extremo que llevamos en nuestros genes, y que aparece en circunstancias crticas, como se ha visto trgicas y repetidas veces a lo largo de la historia. Aun se levantan en Zimbabwe las ruinas de enclaves que sirvieron para las extracciones mineras hace muchos ms miles de aos de los que se reconocen.

Imaginmonos, por un momento, transportados a aquella poca y miremos con los ojos de uno de los primeros humanos sometidos. All todo era extraolos dioses, que impartan el conocimiento, volaban sobre ellos controlndolos con sus

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majestuosos e inexplicables carros de fuego, que aumentaban su grandeza. La justicia divina era implacable. El trabajo continuo y muy duro, misteriosas enfermedades se cebaban en los que trabajaban las minas de metal luminoso (uranio radioactivo) y mercurio, y, en general, la presencia de la divinidad era tan abrumadora, cruel y opresiva que costaba zafarse del miedo, a pesar de que los creadores se mostraban abiertamente, mezclndose en las multitudes, y a veces incluso llegando al contacto carnal con los humanos sin ningn pudor o recato. Son varios los relatos en los que se habla de violaciones y cruces sexuales entre dioses y hombres, y eran muchos los hbridos que nacan con caractersticas especiales. En este apartado, las entidades no pusieron ningn tipo de traba a todo aquel de los suyos que deseara el apareamiento con un humano, y la posible descendencia siempre fue instalada en zonas altas de la sociedad. En un relato se habla de cmo Enlil fecunda a Meslamtaea, que se expresa as: El semen de tu seor, el luminoso semen, est en mi seno; el semen de Sin, el nombre divino, est en mi seno Ms adelante, la aterrorizada Ninlil intenta defenderse de la violacin de Enlil, pero no lo consigue: Mi vagina es demasiado pequea y no sabe del coito. Mis labios son demasiado pequeos y no saben besar Tambin en la Biblia hay una referencia clarsima a estas uniones entre dioses y hombres: Cuando comenzaron a multiplicarse los hombres sobre la Tierra y tuvieron hijas, viendo los hijos de Dios ( ??? Este plural en la Biblia resulta desconcertante) que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron de entre ellas por mujeres a las que quisieron No hace referencia este texto a la unin que veamos con anterioridad (seguro que una de tantas) entre el hijo de Anu, Enlil, con la bella Ninlil o con Meslamtaea? Ambos escritos parecen apuntar a un mismo hecho, pero sin duda se trataba de un acto frecuente. En ocasiones se habla de hombres como Gilgamesh, que eran resultado de relaciones sexuales entre los creadores y las mujeres de los hombres, cosa perfectamente probable porque ambas especies compartan la mayor parte del ADN. Estos hbridos tenan caractersticas que los distinguan del resto de los humanos, y eran venerados entre sus congneres, aunque no muy bien vistos entre los creadores. En el texto bblico, esto queda reflejado tambin: Cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Estos son los hroes famosos muy de antiguo.

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Estos creadores que copularon con las hijas de los hombres son los grigori, de los que en el Libro de Enoc se dice que eran doscientos en total, y que estaban encargados de la vigilancia de los humanos. Tambin aparece el revelador detalle en el Libro de Enoc de que los grigori, adems de copular con las hembras humanas, corrompieron al hombre otorgndole conocimientos en el desarrollo y uso de armas que lo llevaron a un camino sin salida, aunque la verdadera causa de que fuesen repudiados del seno de los dioses pudo ser el hecho de que mostraron a la raza esclava a usar el oro y los metales preciosos. Leemos: Y Asael ense a los hombres a fabricar espadas de hierro y corazas de cobre, y les mostr como se extrae y se trabaja el oro hasta dejarlo listo, y en lo que respecta a la plata a repujarla para brazaletes y otros adornos. Destruyeron de golpe, por tanto, la mxima dada al ser humano de que el oro es propiedad exclusiva de los dioses. Tu has visto lo que ha hecho Asael, cmo ha enseado toda injusticia sobre la Tierra y revelado los secretos eternos que se cumplen en los cielos. De ese modo, su labor de control de los intereses divinos en el planeta haba recibido un dao del que no se repondra, y que trajeron consecuencias futuras que llevaron a la hecatombe de la antigua humanidad de un modo que veremos, y con unas consecuencias que llegan a nuestros das. De aqu surge el mito del ngel cado, custodio fallido del orden establecido, y de la manzana del rbol de la vida, que simboliza el conocimiento prohibido a los hombres, que nos fue ofertada por los grigori y asimilada por una raza esclava, lo cual origin una poca de desmanes y tragedias que desagrad profundamente a las entidades. Tambin en el apcrifo Libro de los jubileos se mencionan estos hechos, dando la connotacin trascendente de que los grigori se unieron con las mujeres porque carecan de compaa femenina en la Tierra, lo cual propici su corrupcin y el desvo del camino marcado. Sin duda, las tribulaciones sexuales les crearon lazos con el ser humano que estrecharon en exceso, lo que les llev a la perdicin. Llama la atencin que el texto bblico hable de los hijos de Dios, un claro plural que muestra como el texto del Gnesis es una recreacin de los originales mesopotmicos, en los que no exista el concepto de Dios nico y con un nico hijo. Tambin nombra a unos hroes, fruto de las uniones entre los grigori y los hombres, que no se relacionan en ningn lugar del relato, y que, en principio, son personajes oscuros, sin un papel determinante, pero con importancia suficiente como para entrar a formar parte del guin principal, ya que en otros relatos son mencionados como los primeros reyes humanos, seores puestos en el poder por los propios dioses, aprovechando su condicin semi-divina.

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En el Prisma de Weld, aparecido en Larsa en 1929, se relaciona detalladamente a estos reyes, la ubicacin de sus ciudades reales y sus periodos de mandato. Sus nombres son: Kichunna, Emmengalanna, Dumuzi, Sibzianna, Emenduranna, Ubar-Tutu y Utnapischtim, ltimo gobernante, y bajo cuyo mandato se produjo un acontecimiento que marcara profundamente el devenir de las eras. Esas estirpes sanguneas se fueron diluyendo a medida que las generaciones se multiplicaron, y la lnea se perdi. Esto es muy notorio cuando se hace hincapi en el controvertido dato de la longevidad de los primitivos patriarcas, que podan vivir varios cientos de aos, hecho que, una vez ms, ha sido tomado por fbula irreal por todos aquellos incapaces de entender que no somos el centro de las cosas. Se nota claramente como esa duracin se va reduciendo a medida que las generaciones avanzan, de lo cual hay excelentes registros, como se ve en el gnesis o en la lista de reyes antiguos compilada por los sumerios, y demostrando cmo se iba produciendo la degradacin celular al irse mezclando el componente divino y el humano a lo largo de muchas generaciones. Sin duda, aquellos hijos de dioses y hombres fueron seres que no estuvieron sujetos, en principio, a la limitacin impuesta de los 120 aos de vida conque toda nuestra especie fue programada. Ese extrao parmetro fue fortuitamente borrado de la secuencia gentica al combinarse esperma marciano con vulos humanos, y es el motivo de que se anulara la restriccin de longevidad en los hbridos recin nacidos. Otro condicionante para la vida de los primeros hombres fue la presencia citada de gigantes, que ahora sabemos que fueron diseados para trabajos especiales, y cuyos inexplicables huesos van apareciendo por todo el mundo, como dijimos antes. En la Biblia se dice: Existan entonces los gigantes en la TierraEs una tierra que devora a sus habitantes, y todos cuantos de ella hemos visto son de gran talla. Hasta gigantes hemos visto all, ante los cuales nos pareci a nosotros que ramos como langostas; as les parecamos nosotros a ellosUn hombre llamado Goliat, de Gat, que tena de talla seis codos y un palmo. Hay claras alusiones en este prrafo no solo a la presencia de hombres de gran talla (presumimos que los mismos dioses eran de estatura muy elevada), sino tambin al canibalismo de la poca. En el Libro de Enoc hay un pasaje que denota un momento singular en el que se produce algn tipo de revuelta canbal contra el ser humano: Ellos devoraron todo el trabajo de los hombres hasta que estos ya no alcanzaron a alimentarlos mas. Entonces los gigantes se volvieron contra los hombres y empezaron a devorarlos, y empezaron a pecar contra los pjaros y contra las bestias y los peces y a devorar unos la carne de los otros y se bebieron la sangre. Entonces, la tierra acus a los violentos por todo lo que se haba hecho en ella.

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Fue una era de criaturas singulares, sin duda, y algunas de ellas horribles (el sirrush, las quimeras, gorgonas, centauros, etc.) creadas por Enki y Ninti en su afn de investigacin, que daban lugar a la aparicin de historias que prevalecieron en forma de leyendas, y que posteriormente decoraran frisos y paredes con figuras que, a nuestros actuales ojos y entendimiento, no tienen lgica, pero que entonces eran muy reales y temidas, aunque pueda parecer absurdo. Esos seres de pesadilla eran liberados de forma despreocupada en las montaas o desiertos, y el miedo a su encuentro mantena a los hombres en sus zonas geogrficas, lejos de acercarse a lugares remotos donde pudieran ser vctimas de su voracidad. Hay citas claras en los textos que sugieren que estos seres mticos se agrupaban en ocasiones formando manadas bien nutridas, y que eran perseguidos en expediciones de caza por antiguos reyes sumerios y ms tarde por los asirios, hasta que se produjo su total exterminio, pues nunca su nmero fue excesivo ni su multiplicacin notable. Tambin hay constancia de focos de uniones sexuales con animales y prcticas sodomitas, fomentadas por la profunda incultura y la confusin reinante. En general el ambiente era tan terrible que todas las aberraciones tuvieron lugar en la oprimida especie humana, y las uniones de hombres con otras criaturas se convirtieron en algo frecuente y, hasta cierto punto, normal. De ah, tal vez, nuestra extraa alteracin actualmente conocida como zoofilia, y que no tiene equivalente en todo el resto del reino animal, siendo otro detalle que marcadamente nos separa de aquellos seres que s llegaron a la actualidad a travs de una evolucin absolutamente natural. Fueron elementos singularmente extraos para los antiguos humanos las ocasiones en que los dioses aparecieron custodiados por autmatas refulgentes, que no tenan cabida en las mentes de aquellos hombres. Dos ejemplos. En la hasta hace muy poco mtica y perdida ciudad de Mari, la anteriormente descrita Inanna, la diosa del vuelo, habitaba entre los humanos alojada en un palacio custodiado por seres que aqu se describen: Los que la acompaaban, los que acompaaban a Inanna, eran seres que no conocan los alimentos ni el agua, que no tomaban ninguna comida preparada ni beban agua Cambiemos de escena. En la epopeya de Gilgamesh tenemos a Huwawa, encargado de la seguridad en Baalbeck, y al que ya analizamos con anterioridad: Huwawano duerme jams. Las referencias hacia criaturas que no duermen nunca son frecuentes y reveladoras, pues la vida orgnica precisa de ese valioso tiempo de recarga para

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poder seguir con vida. Hasta la Grecia clsica se mantuvieron las leyendas sobre estas criaturas mecnicas. Las alusiones a los equipos de vigilancia apostados por los dioses son un claro ejemplo de ello. Tambin tenemos al len de Nemea, bajado de la Luna y que no poda ser herido por armas convencionales. El dragn Landon, con un nico ojo que nunca dorma, y que se defenda con fuertes ruidos y arrojando fuego. El dragn de Jasn y los argonautas tena escamas de hierro, y en uno de sus trabajos, Hrcules tuvo que enfrentarse a las aves del lago Estnfalo, que lanzaban sus plumas como si fuesen misiles, y a Cerbero, un perro de proporciones descomunales que guardaba las puertas del infierno. Fueron todas estas criaturas extraas en realidad mquinas diseadas con el fin de preservar o custodiar determinados entornos? No lo sabemos, pero pudiera ser que s, y el peso de los indicios es suficientemente elevado como para considerarlo seriamente. Todas estas historias fueron el remanente de lo que ya entonces era un pasado lejansimo, pero que haba llegado, con lgicas deformaciones, activamente hasta la poca. Nada inventaron nuestros antiguos, aunque las descripciones, en la mayora de los casos, se alejen de la realidad, lo cual no es bice para que pensemos que verdaderamente alguien fue testigo en algn momento remoto de la existencia de seres de pesadilla. Es fcil imaginar qu estado de confusin y miedo propici semejante cmulo de fenmenos en las dbiles mentes de nuestros predecesores, incapaces de ver lo que realmente estaba ocurriendo. Sin embargo, en este ambiente enrarecido se fueron formando los primeros atisbos de civilizacin, aunque an eran bsicamente una suma de ciudades regentadas por cabecillas tribales, y que podan hacer poco por defender a su pueblo ante los abusos a los que en ocasiones eran sometidos por las entidades. Pero de pronto las extracciones se suspendieron. E-Din, con los cauces de agua modificados por la erosin, se sec. Los experimentos transgnicos haban completado todas sus fases, y las especies creadas estaban ya listas para ser sembradas en todo el planeta. Baalbeck y Monte Moriah dejaron de ser testigos del trnsito interplanetario, y, de la noche a la maana, los dioses desmantelaron su equipo pesado y cambiaron radicalmente su actitud, dejando abandonado a un hombre diseado para trabajar de sol a sol que necesitaba venerar su imagen y que lo ha hecho hasta el da de hoy a travs de cientos de religiones y credos. Qu ocurri? A qu se debi el repentino parn del plan desarrollado? Especulemos. No hay constancia de revueltas de ningn tipo que pudieran provocar la improbable huida de seres tan avanzados respecto a nosotros. En todos los aspectos los textos sumerios e hindes son tan precisos que es impensable que algo as pasara desapercibido. Tampoco parece probable la propagacin de algn tipo de virus en una raza que contaba con genetistas capaces de manipular el ADN con precisin. Por tanto, con semejantes recursos mdicos, el contagio masivo no es una eleccin.

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El xito de insercin de especies desarrollado en E-Din no tendra sentido si no se hubiera aplicado con posterioridad. Solo nos quedan dos alternativas: o perecieron o se fueron. Lo primero es difcil y especulativo. Pero lo segundo s, seguramente se fueron, pero a qu lugar desde el que poder controlar al hombre y los cultivos? No sabemos nada a partir de aqu, pero, cuando menos, se puede establecer que hubo un cambio de estrategia. RECAPITULEMOS Hagamos un primer resumen antes de proseguir: 1.- Nuestra especie, que actualmente engloba casi a 5.000M de individuos, fue diseada genticamente por aquellas entidades que explotaron recursos vitales en la Tierra tras haber sobrevivido a la destruccin de su planeta nativo, Marte. 2.- Somos una especie terminada, perteneciente a un diseo gentico realizado con xito en frica hace 230.000 aos, que nada tiene que ver con la naturaleza que nos rodea. Por eso todos los restos fsiles anmalos que encontramos, identificables como pertenecientes a nuestra especie, son de tipo homo-spiens, similares al hombre moderno, y no muestran signos de evolucin alguna. Dicho de otro modo: adis al mono, aunque se halle en el origen del primer vulo. 3.- La inteligencia, que forma parte del programa introducido en el ADN por los creadores originales de nuestra secuencia, solo ha aparecido en el planeta de manera independiente con dos intentos puntuales. Son el hombre de Cro-Magnn y el hombre de Flores, pero ninguno de ellos logr perpetuarse. Ambos han sido la culminacin de los primeros intentos constatados efectuados en la superficie terrestre de lograr un cerebro pensante por parte del sistema evolutivo actual. 4.- Desde el momento en que quedamos en libertad, hemos estado integrados en el sistema ecolgico que nos rodea. En ese tiempo hemos sufrido periodos variables de tecnologa y civilizacin, y nos hemos transformado conforme a la adaptacin natural, pero hemos perdido muchas referencias de nuestro pasado, y nos hemos contaminado fatalmente por el antropocentrismo, los dogmas y las religiones totalitarias. 5.- No somos el objetivo final, ni controlamos el programa que la rige. Ni siquiera sabemos cmo funciona ni a dnde se dirige.

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6.- Sin embargo, conservamos los restos de manipulacin en nuestros telmeros que delatan una intervencin a nivel gentico realizada en algn momento de nuestro pasado, destinada a recortar las esperanzas de vida, lo cual es un indicio que demuestra lo que est detalladamente escrito. Igualmente, las muestras extradas de ADN mitocondrial en miles de mujeres de todo el mundo y razas demuestran la existencia de una antepasada comn que vivi hace no mas de 230.000 aos. Tambin la existencia de 223 genes anmalos en nuestra cadena apunta a la manipulacin, puesto que es en ellos donde residen nuestras diferencias con los primates. 7.- Evolutivamente estamos aislados, y formamos parte de un enorme sistema natural que se desarrolla a nuestro alrededor sin contar con nosotros, pero al que influimos constantemente. Por tanto somos casi unos intrusos, aunque no conscientes de ello. 8.- El parentesco de nuestro ADN, pese a sus modificaciones, y el de la generalidad de las especies se debe a que ambos forman parte del programa original liberado en el sistema solar por fuentes que desconocemos, pero que van mas all de la cultura marciana, cuya nica ventaja real sobre nosotros son los ms o menos 250.000 aos de evolucin que nos separa. 9.- Las frecuentes apariciones a lo largo de los tiempos de figuras mticas ancestrales, leyendas pan-temporales, rastros de recuerdos pertenecientes al inconsciente colectivo, conocimientos astronmicos insospechados y precisos, y animales fabulosos no interpretables, son restos no borrados de momentos reales pertenecientes a una poca antigua que no podemos ubicar, en los cuales nuestros antepasados convivieron con las criaturas y los acontecimientos correspondientes a cada momento, sobreviviendo pese a todo. 10.- La aparicin autntica de la vida en nuestro sistema solar se produjo en Marte hace unos 5.000M de aos, nada ms acabar su acumulacin planetaria. All se produjo la implantacin del ADN por manos desconocidas, y la secuencia de los cdigos, por motivos excepcionales, lleg poco ms tarde a nuestro mundo por un mtodo que debi ser similar al empleado en Marte: Implantacin. 11.- La diversificacin de las razas humanas es el producto de la experimentacin gentica marciana en busca de un trabajador ms perfecto. Para separar las diferentes caractersticas, los creadores nos dividieron por colores, establecindose la diversificacin de las razas. 12.- La necesidad inherente a nuestra especie de supeditarse a la voluntad de un ser supremo y creador deriva directamente de la terrible verdad. Hubo un creador, s, pero que nos hizo para tener al esclavo perfecto del que extraer todo lo necesario para mantener un nivel de vida ptimo, para

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lo cual no escatim recursos ni medios de coaccin, que se han mostrado tan eficaces que an hoy la necesidad de lo divino es un sentimiento profundsimo de casi todo ser humano. Algo parecido a un sndrome de Estocolmo a nivel global. 13.- Por tanto, y lo que parece ms importante: hay que separar la creacin del hombre de la del sistema biolgico terrestre. Cada una obedece a un objetivo bien diferenciado y llevado a cabo por manos absolutamente diferentes: una dio lugar a la vida en el Sistema Solar, y la otra, que a su vez era producto de la anterior, nos cre como especie. No hay casualidad en ninguna de las dos, sino, muy al contrario, una dedicacin de tiempo y recursos que demuestra lo amplio de los planes ejecutados. La naturaleza en s, y nuestra propia presencia, demuestran el xito de ambos objetivos a da de hoy. 14.- Nuestros creadores, los que nos disearon en la Tierra, nos transmitieron la mayor parte de su cultura y conocimientos. Aunque aparezcan ante nosotros como dioses, son seres vivos de carne y hueso, frgiles, despiadados, muy inteligentes y con enorme longevidad. La documentada recurrencia de periodos de civilizacin considerable, plasmada a lo largo de escritos ancestrales, tecnologas que han sobrevivido de modo fsil y evidencias culturales impresas en todos los pueblos antiguos de la Tierra, que parecen ser los nicos a los que no sorprende la realidad palpable de que no somos los primeros que hacemos algo en este planeta, sientan una base para defender lo expuesto. El smum de esos relatos, evidencias y tradiciones engloba el rompecabezas en que se ha convertido nuestro deambular largusimo en pos de la supervivencia, el cual permanece insinuado sutilmente, casi borrado. En este sentido merece la pena recordar cmo en las ms impresionantes culturas perdidas documentadas que tenemos a nuestro alcance, la hind y la sumeria antigua, se hace constante referencia a la raza lunar, que no es ni ms ni menos que aquella de la que provenimos. Habiendo sentado detenidamente las bases de la hiptesis que sugerimos, vemos que ya tenemos identificado un comienzo para el programa en lo referente al ser humano. Pero tambin es evidente que tanto la raza marciana como la evolucin terrestre tienen un origen comn, obedeciendo a un diseo mucho mayor que dio lugar a dos lneas evolutivas tan parecidas que fue posible combinar semen y vulos de criaturas de planetas distintos cul sera el fin de este cdigo? A dnde vamos?

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NCLEO 2. EL ORIGEN DE LA VIDA Hemos visto cmo claramente tenemos indicios que relacionan detalladamente el proceso y los motivos de la aparicin del hombre moderno sobre el planeta. Ahora sabemos que fuimos diseados por una raza que agonizaba, y que necesitaba abundante mano de obra para extraer minerales y generar alimentos, a fin de preservar los restos de su civilizacin, 250.000 aos ms avanzada que la nuestra. Tambin sabemos que procedan de Marte, arrasado por un acontecimiento astronmico singular, y que la vida apareci en ese planeta 1.000M de aos antes que en el nuestro. Pero quin la sembr? Quin esper para repetir el proceso con posterioridad en la Tierra? Recordis al jardinero? Hacer premeditadamente lo que se ha hecho en este sistema, volviendo casi a los inicios varias veces, precisa de una gran necesidad de obtener resultados, a pesar de lo dilatado de la escala temporal. Si este factor se desestima, una vez liberado el proceso, el introductor del cdigo se puede desentender durante periodos que engloban eones, ayudado por el impulso enorme que supone el instinto de creacin. No obstante, eso no implica que no haya un control, y en ocasiones incluso un reajuste, pero tambin nos habla de la capacidad temporal de supervivencia de la raza que nos mira. Cuando se llega a semejante estado evolutivo, una especie se convierte en lo ms parecido que podemos imaginar a un Dios. Quiz este fenmeno nos est mostrando los indicios claros de la presencia de al menos una cultura tan avanzada que est al margen de las cosas que a nosotros nos parecen importantes. Fjense en lo que pudieron hacer las entidades en nuestro planeta, llegando a la creacin del ser humano, con tan solo 250.000 aos de ventaja sobre nosotros, e imaginen el poder que puede llegar a tener un pueblo que tenga su origen evolutivo en estrellas que surgieran en los primeros estadios de la creacin de las galaxias, es decir, hace 13.000M de aos. Esta hipottica especie nos llevara casi todo ese enorme periodo evolutivo de ventaja, por lo que hablar de esferas de Dyson, anillos de Niven, manipulacin de estrellas, y remodelacin del Universo no puede ser en modo alguno descabellado. Una inteligencia tan vasta tiene necesariamente que estar en posesin de los principios que realmente mueven y animan al cosmos, al que sin duda, en gran medida, podran haber llegado a controlar en su rea de inters. Si esto les parece grandioso e inquietante, piensen que posiblemente no sea una nica raza la que ha conseguido esto, con lo cual an tenemos ms factores a tener en cuenta. Por tanto, la introduccin de los cdigos en los mundos fertilizados por panspermia debe obedecer a un criterio que no podemos imaginar, aunque nos esforzaremos en ello, a pesar de que todo puede ser tan confuso como la niebla en la noche.

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Estimamos que psicolgicamente solo alguien capaz de prolongar enormemente su capacidad de mantener el criterio de las cosas puede supervisar eventos de esta duracin, ya que el objetivo tiende a diluirse y cambiar conforme las pocas avanzan. Evidentemente, esta deduccin tiene el margen de error de nuestro pensamiento humano. Solo para quien desprecia totalmente la eternidad de las eras es factible el control de semejante enigma como es la evolucin de la vida. Iniciar el cdigo y seguirlo es inviable de otro modo, ya que la sucesin de acontecimientos propiciara en una raza sujeta a nuestras limitaciones la aparicin, tarde o temprano, del cansancio, y con l la prdida del control sobre las variables. Una vez ocurrido esto, el futuro de la obra sera incierto. Por ello, la entidad que est detrs del programa autntico, el que diversific la vida en Marte, y ms tarde en la Tierra, no tiene prisa, espera sin cansarse, atemporalmente e intentando no dejar rastros de su presencia, pero sin duda alguna est ah. Sembr el planeta rojo, el ms precoz dado que no ha tenido colisiones de formacin, como demuestra el hecho de que an hoy resulta ser un planetsimo original de aquellos 21 que conformaron el interior del sistema. Tras comprobar como el ambiente natural se haba expandido hasta llegar evolutivamente a un ser avanzado que controlaba su mundo, aquel al que llamamos el jardinero se fue a la espera de que otros planetas terminaran sus fases de consolidacin. Retorn muchos millones de aos ms tarde, y provoc la explosin cmbrica de la vida en la Tierra, nuestro particular big-bang biolgico, la verdadera clave del misterio. Tras cerciorarse de que el germen estaba correctamente implantado volvi a las estrellas, quizs a sembrar otras zonas del cosmos con lneas genticas parecidas a las de Marte y Tierra. Si esto es as, y en verdad est procediendo a una siembra, hemos de dar por sentado que la evolucin de la vida tiene que acabar en algo que sea la cosecha, y cuando llegue ese algo, el jardinero vendr a recoger los frutos. Esto puede ser maravilloso o inquietante, pero desde luego no debera dejarnos igual. A fuerza de fe, tendemos a pensar que una sper-raza como esta no puede estar dirigida por intenciones funestas para el hombre, pero a la hora de la verdad qu sera el hombre al lado de una sper-raza? Posiblemente algo importante, pero quizs, solo tal vez, un subproducto ms, carente de importancia. O acaso nosotros nos fijamos en las criaturas microscpicas que destruimos incesantemente cuando recolectamos el trigo? Ya llegamos a la conclusin anteriormente de que el objetivo final, la cosecha, no parece ser una especie concreta, dada la diversificacin impuesta por el cdigo, ni la inteligencia, que ms bien parece un escollo que salvar para llegar a un estado ms consciente. Para seguir a la bsqueda del objetivo hemos de analizar el fundamento del cdigo, orientados a encontrar alguna pista que nos ayude. Sobre su desarrollo original solo podemos especular. Notamos que el objetivo inicial sin duda fue desencadenar, mediante la implantacin de una lnea

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maestra de informacin gentica, una evolucin prevista y programada, que a modo de reaccin en cadena, fomentase la riqueza biolgica y la diversidad. Esta implantacin se llevara a cabo en planetas donde el bombardeo meterico hubiese sembrado los aminocidos esenciales, que actuaran de marcadores, de autnticos reclamos que convocaran la presencia de quien est capacitado para iniciar la segunda fase. Una vez all, la entidad efectuara la implantacin de las primeras clulas, diseadas para remodelar y regular el sistema pro-bitico. En el caso de la Tierra, estas clulas fueron las cianobacterias, que se encargaron de cambiar la atmsfera de cida a reductora mediante la fotosntesis. Solo cuando los estndares mnimos estuvieron establecidos, y la atmsfera y los ocanos se cargaron de oxgeno, se sembr el cdigo, liberando las primeras clulas eucariotas en los ocanos. A partir de ah, el reloj estaba en marcha. La vida en la Tierra haba aparecido, y su consecuencia sera la misteriosa cosecha final. Pero cmo se pudo disear el cdigo? Para ello, y deducindolo de la diversidad que vemos, tuvo que hacerse una biblioteca gentica general, un fabuloso compendio de los mapas y variaciones celulares, y establecer un criterio, una ley natural que controlara el modo en que fluiran en el medio creado mientras se adaptaban. Fue sin duda el momento en que fueron diseadas y escritas las reglas sobre las que se asienta la vida tal como la conocemos, y eso es un hito de trascendencia tan grande que no podemos medirla con palabras. Crear unas normas que fluyan en el Universo requiere de algo que ya presuponamos en estas entidades: el conocimiento exacto de las cosas. De cules? De todas. Con objeto de preservar la lgica entrpica del proceso, aquella que permitira la irradiacin de las familias, se determin de modo preciso el momento correcto en que una especie sucedera a la otra, y el estado de perfeccin necesario para ello, as como su puesto y necesidad en el equilibrio del conjunto, de modo que su desaparicin por inadaptacin llevase directamente a su sustitucin por otro tipo de caractersticas anlogas que ocupara su segmento. El organismo extinto por falta de viabilidad quedaba as descartado en poco tiempo, y no volva a reproducirse, motivo por el cual no es posible la marcha atrs en el programa. Toda la macro-secuencia resultante de este denso diseo de modelo natural, un prodigio de ingeniera gentica solo al alcance de una civilizacin establecida ampliamente en la fase 3 de Kardachev, fue cuidadosamente introducida en una codificacin oscura dentro de la cadena del ADN que conocemos, y ha llegado a nuestro mundo a travs de la biodiversidad de dos planetas distintos, demostrndonos uno de los supuestos bsicos, y es que la vida en ambos fue introducida de modo similar, lo cual implica a los mismos seres e intereses. El da que sepamos leer esos sectores oscuros donde se encuentra la biblioteca evolutiva, habremos encontrado algo parecido a la firma de nuestros padres, que, como no podra ser de otro modo, nos llegar en forma de una obra

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colosal que englobe profundamente a todos los campos de la ciencia, algo magistral y solo desarrollable mediante la utilizacin de los conocimientos adquiridos en los posiblemente miles de millones de aos que nos separan en calidad intelectual. Presuponemos que la raza lunar fue capaz de descifrar parte de ese secreto, y fruto de ello es la intensa manipulacin a que sometieron a montones de especies en este planeta, entre ellas la nuestra. Sin embargo, seguro que tambin ellos estn lejsimos de ver el final del luminoso camino. Pero siendo el objetivo inicial del cdigo la creacin y desarrollo de la vida, tan enorme y vasto cul era el final? Qu se buscaba con semejante obra? Qu hizo que civilizaciones capaces de crear y desmantelar supernovas se entregaran a una tarea tan especial? Se suceden las ideas. Desde nuestro puesto de observadores privilegiados, observamos una naturaleza que tiende a un punto que cada vez la acerca ms al infinito. El objetivo final del programa, el perseguido durante eones, no puede ser otro que superar la materia y hallar un estado evolutivo en comunin con el cosmos, y no pretendemos al decir esto que se nos confunda con autores que envuelven sus razonamientos dentro de una mstica que entendemos que tiende a enturbiar las cosas, y que ha propiciado repetidas veces la aparicin del antropocentrismo y de las religiones para explicar las cosas. Ese no es un camino vlido para la razn. Si al ente creador no le interesan las formas, los nutrientes o los derivados, qu persigue? Vemoslo desde este punto de vista. Es capaz de detonar supernovas para recolectar metales pesados y energa. De unir estrellas para crear campos de cultivo de todo tipo de radiaciones. De moverse por el cosmos sin limitaciones. De crear estructuras alrededor de los agujeros negros, y as indefinidamente. Por tanto, crear y cultivar la vida basada en el carbono para qu? No lo sabemos. Sin nimo de resultar doctrinales se nos viene a la cabeza aquella frase bblica que deca los caminos del Seor son inescrutables. Nosotros, en vista del enigma que supone esta disertacin, abogamos por que el objetivo importante de momento, el inmediato de la vida iniciada en la Tierra, es superar el escollo que supone el peligroso momento en que nos encontramos, en el que, teniendo los medios para saltar hacia adelante, nos empeamos en continuar un proceso de extincin que sabemos ya que se inici hace 15.000 aos, y desde luego, por nuestra causa. Esto nos da el dudoso privilegio de ser la primera especie conocida que ha sido capaz de tomar un papel determinante en su propio fin. Superar este estado es lo que busca la evolucin con insistencia, ya que el siguiente paso nos situar en un punto de mayor equilibrio con lo que nos rodea, y a buen seguro que el cambio de perspectiva nos impulsar con fuerza hacia la verdad. Sin embargo, tenemos motivos para creer que han sido muchas ya las veces que se ha dado el salto atrs llegado este momento, pues larga ha sido la trayectoria

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de la vida en el sistema. Sin duda los acontecimientos que se describen en libros como el Mahabharata narran fracasos a nivel humano, periodos relativamente cercanos de aniquilaciones a gran escala de civilizaciones completas, quizs mucho mas avanzadas que la nuestra. A eso, adems, hemos de sumar las circunstancias naturales catastrficas, que han supuesto, y probablemente supondrn, momentos fortuitos terribles para la vida. Del mismo modo, tambin creemos que esto ocurri muchas ms veces a lo largo del cosmos, pero estamos seguros de que, al final, la naturaleza se abre paso y logra su fin, aunque eso es algo que tiene mucho ms que ver con la fe que con la ciencia. Si nos atenemos a la posibilidad explicada y manifiesta de que seamos una especie acabada e implantada artificialmente, movindose en solitario por un gran escenario de creacin efectuado por entes que se parecen a nuestro concepto de Dios, a los cuales, posiblemente, no conoceremos jams, nos surge una pregunta Dado que ahora sabemos quin nos cre para ser una raza esclava, y que hemos descubierto que tambin ese creador fue creado en algn momento por alguien o algo mucho mas antiguo y superior: queda algn rastro del paso de aquel que conocemos como el jardinero, y que origin la explosin natural? Algn indicio del paso del ente que conocemos como el jardinero? Vamos a buscar la respuesta a esta pregunta en tres sitios inesperados. En Sudfrica se hallaron unas 200 esferas de metal incrustadas entre betas de pirofilita, en una mina cercana a Ottosdal, Transvaal. Son esferas perfectas de 1 a 6 cm (aunque tambin hay algunas elpticas) de una aleacin de acero y nquel, algunas de ellas con estras en su ecuador, en un nmero que vara de 1 a 3, y una marca circular en muchos casos por encima de l. Su manufactura, por tanto, es evidente, y la antigedad salta hasta unos tremendos 2.800M de aos, que es la edad en que se form el mineral que las envolva, una antiqusima roca de tipo metamrfico y origen volcnico. No hay lugar para el error. Se han encontrado dos tipos distintos, y ninguna se deja rayar por el acero. Unas son macizas y presentan inclusiones blancas, y las otras representan un paso adelante singular en el misterio, puesto que estn huecas, siendo el espesor de la corteza exterior de 5 mm. Al abrirse aparece un compuesto esponjoso que se volatiliza al contacto con el aire, y que presenta trazas de carbono, delatando la presencia de un componente orgnico que sin duda estuvo confinado en su interior. Recientes estudios efectuados por cientficos de la NASA han arrojado el sorprendente resultado de que la esfericidad en algunos casos es tan perfecta (alcanzando la milsima de pulgada) y el trazado de los surcos ecuatoriales tan preciso, que solo han podido ser construidas en laboratorios con gravedad cero y material muy avanzado. Ah queda eso.

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De forma casual, adems, se ha constatado que dan una vuelta completa de 360 cada 128 das, respondiendo a un ciclo que no ha podido ser identificado, motivo por el que tampoco podemos imaginar la fuerza que acta en ello. Tambin se hallaron otras muy parecidas en una mina de carbn en Most, Repblica Checa, pero por algn motivo estas siempre apuntan al Norte y tienen mayores impurezas en el acero. No obstante parece un dato interesante, pues nos habla de algn tipo de posible difusin geogrfica que posteriormente analizaremos.

Esto no lo hemos hecho nosotros, y su edad es de 2.800M de aos.

Si nos atenemos a los criterios establecidos del desarrollo de la vida en la Tierra, la poca en que aparecen estas misteriosas esferas coincide con uno de los momentos que hemos localizado en el albor de los tiempos en los cuales se produjo un milagro determinante y decisivo para la aparicin de las especies: la sbita irrupcin en escena de las cianobacterias y el inicio de la terraformacin planetaria. Es decir: la primera fase de intervencin exterior. Antes vimos que, por un motivo no determinado, en un lapso de tiempo considerable la atmsfera se torn de cida a reductora, todo ello fundamentado en la accin de estos microorganismos unicelulares, y eso posibilit toda la vida posterior basada en el oxgeno. Creemos que no fue, ni ms ni menos, que la puesta en funcionamiento de un magno plan que llega hasta hoy. Pues bien, en ese momento singular alguien cre las esferas, usando para ello procedimientos metalrgicos actuales y encerrando en su interior alguna forma de vida que con el tiempo dej sus restos al no poder salir al exterior, posiblemente al fallar el mecanismo previsto para su liberacin.

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LUNA Hablemos ahora de la Luna. Pocos somos conscientes de su importancia para el desarrollo de la vida en este planeta, pero la verdad es que sin ella esta nada habra podido salir de los ocanos y evolucionar. Esto es as porque la Tierra, de no estar nuestro satlite justo en el lugar que ocupa, sera una bola errtica y descontrolada, sin estaciones ni ciclo diario, con temperaturas extremas y atmsfera muy violenta, por lo que los pulsos temporales necesarios, y las condiciones ptimas para la vida, simplemente no se habran podido desarrollar. Por tanto, su importancia para nosotros es mucho mayor de lo que cabe imaginar, y tanto es as que su hipottica prdida repentina se traducira en una cadena de cataclismos que daran lugar al fin de nuestra civilizacin en poco tiempo y del sistema vital a largo plazo. Por tanto, queda clara la importancia trascendente de la hermosa esfera plateada que preside la noche, luminaria eterna que nos acompaa desde casi siempre. Adems, la Luna es un satlite verdaderamente irregular en lo que respecta a su tamao, dado que es inusualmente grande. De hecho, una de las teoras sobre su aparicin, la del atrapamiento orbital, es descartable precisamente por este hecho. Es tan enorme que es imposible que hubiese sido adquirida por nuestro planeta al pasar errtica cerca de este, por lo que se postularon otras dos teoras para su formacin que tampoco tuvieron xito. La primera es la de la fisin, que establece que debi separarse lentamente de la masa principal de nuestro planeta cuando este estaba fundido y giraba a gran velocidad. Si esto hubiese sido as, la Luna debera tener una constitucin y estructura similar a la terrestre, pero sabemos que eso no ocurre, por lo que la idea carece de validez. La otra es la teora de impacto, que establece que se form a raz de una colisin de un objeto de enormes proporciones con la Tierra, que arroj parte de su masa al espacio, la cual dio lugar posteriormente, por acrecin, al disco lunar. Sin embargo, la rotacin de la Tierra no encaja con esta teora, ya que debera ser mucho mayor en su velocidad a consecuencia de tan notable impacto, por lo que tampoco parece tener credibilidad. Tampoco los modelos informticos postulados por notables investigadores, entre ellos la astrofsica Robin Canupp, pasan con xito los interrogantes que genera esta espectacular teora, por lo que poco a poco vamos asistiendo a cmo se va diluyendo entre las conjeturas descartables. Por tanto, la verdad es que, pese a que la vemos a diario, a que tenemos muestras de su superficie tradas por las misiones Apolo, al esfuerzo de nuestros cientficos y ordenadores, no tenemos la mas remota idea de por que est la Luna ah, cmo apareci ni por qu. Se estima su edad en 4.000M de aos, aunque es una cifra que podra estirarse mas all sin mucho problema. Esta ignorancia, que podra ser algo hasta cierto punto normal, dado que quizs an nos falten datos para completar una teora con sentido, se vuelve extremadamente misteriosa cuando aparecen una serie de factores que arrojan sombras an mayores sobre el fenmeno. El primero es que su masa no es la que debiera, acorde con su gran tamao (la Tierra es solounas 3,5 veces mayor pero pesa 88 veces ms, siendo la relacin

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de masas extraordinariamente anmala). Ello se ha explicado por la posibilidad de que su ncleo, que debera contener grandes cantidades de hierro, sea de un dimetro mnimo, lo cual la aleja de paso como posible hija de nuestra esfera, de la que debera haber heredado uno de gran tamao, pero la verdad es que, incluso as, pesa excesivamente poco. El segundo, que en lugar de tener un centro gravitatorio nico irradiando desde el ncleo, como es lo normal, goza de varios focos de gravedad, muy superficiales y verdaderamente anmalos. Son los llamados mascones ( del trmino sajn mass concentrations, concentraciones de masa), que hacen que orbitarla sea algo bastante irregular para cualquier nave, cosa de la que dieron fe las misiones Apolo. Esto no es entendible en un cuerpo que, supuestamente, se ha formado en estado fundido, y en el que los metales pesados deberan haberse precipitado hacia su centro, proporcionando un tirn gravitatorio unificado. La nica posibilidad para que algo as ocurra es que la formacin de la Luna no haya pasado por una fundicin, lo cual es poco probable segn las teoras barajadas. Y el tercero y mas polmico, es que, en base a las mediciones tomadas por los equipos ssmicos situados en su superficie, a todos los efectos, la Luna suena como una campana y se comporta como un enorme cuerpo hueco, lo cual explicara tambin, de paso, el fenmeno de su masa irregularmente reducida, y la ausencia de un centro gravitatorio nico. Cuando un cuerpo colisiona contra ella, las ondas de muy baja frecuencia se mueven muy cerca de la superficie y no por el centro, que, a este efecto, no parece existir. El estado de vibracin resonante se prolonga durante horas o das, de un modo inherente a los cuerpos huecos. Adems, y por si fuera poco, contra todo pronstico el temblor se produce de un modo preciso, no aleatorio, justo como si el grado de deformacin estuviese meticulosamente programado para absorber la mayor parte de la energa cintica del choque en el instante de la colisin. Es, como en determinadas ocasiones han citado oficiosamente fuentes consultadas en la NASA, algo parecido a lo que ocurrira si nuestro satlite estuviese dotado de un sistema de amortiguacin interno, dispuestos en crculo y perpendiculares a un eje. Fascinante! La hiptesis de la Luna hueca est tomando carcter verosmil en los ltimos tiempos por las pruebas expuestas, entre otras, y ya hay amplios sectores cientficos dispuestos a admitirlo, an con la cautela debida, ya que da respuesta clara a los enigmas que se plantean. Pero hay una reticencia de mxima importancia, un escollo que salvar, que hace difcil para la mayora aceptar lo que las pruebas sealan: si la Luna, nuestra hermana en las alturas, inspiradora de muchos y locura de otros, resulta ser artificial, la existencia de un ser creador dotado de extraordinarias capacidades se torna imposible de encubrir, y estaramos abocados a reconocer la presencia de alguien ms ah fuera, auto-relegndonos consecuentemente a una categora inferior en el escalafn conocido de especies evolucionadas. Demasiado hueso que roer para el antropocentrismo que nos caracteriza! Lo fcil resulta mas factible, menos enrevesado y pernicioso, y lo fcil

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pasa por omitir u obviar las pruebas e insistir en teoras descafeinadas que no se sostienen ni explican para nada por qu la Luna est donde est cada noche. Pero si es hueca, obedece a una construccin completa, planeada desde cero, o es la consecuencia de un inslito vaciado masivo? Es difcil saber esto, pero en base a los datos obtenidos observamos singularidades que pueden orientarnos. Si se tratase de un cuerpo natural ahuecado mediante inmensas perforaciones, las cuales habran dado lugar a cavidades que no podemos ni tan siquiera imaginar, su corteza exterior se comportara de un modo quebradizo ante grandes impactos, del mismo modo que una cscara de huevo se rompe con facilidad ante una agresin externa. Pero eso, como demuestran los crteres superficiales, no ocurre. Al no tener una masa interior que ayudase a resistir la inmensa presin deberan abrirse inmensos agujeros que, al profundizar muchsimo en la corteza, incluso podran dejar al descubierto su interior hueco. Es ms, incluso se da el curioso fenmeno de que la penetracin resulta mnima, pese a la ausencia de atmsfera protectora. Dicho de otro modo, ningn crter lunar de los considerados gigantescos ha conseguido profundizar en la Luna del mismo modo que ha ocurrido en nuestro planeta. Por tanto, si se comporta como una esfera hueca, y sin embargo es capaz de resistir episodios de gran violencia con cierta holgura, cabe pensar que su construccin se efectu desde cero de acuerdo con un inmenso plan. Presumimos que la capa exterior, de no mas de 30 Km de profundidad, se sustenta sobre un entramado amortiguador que absorbe y disipa la energa cintica con enorme eficacia. Esta capa, y quizs el propio mecanismo, est compuesta masivamente de titanio, metal extraamente abundante en la superficie, posiblemente dispersado por las enormes deflagraciones habidas. No podemos ni debemos seguir negando lo innegable, porque las evidencias estn ah y cubren todos los campos. Y sobre los misteriosos mascones, qu podemos decir? Pensamos que posiblemente permitan centrar el controvertido asunto de mejor modo que ninguna otra prueba. Sabemos que son acumulaciones inslitas de masa, que tienen un fuerte poder gravitacional, que coinciden geogrficamente con los mares lunares, esas zonas oscurecidas caractersticas compuestas de lava fundida que no sabemos de donde procede, puesto que est demostrado que no lo hace desde el interior del astro. Por tanto, de dnde viene? La respuesta est clara: si no viene del interior, viene del exterior, pero el problema es que el espacio no es el mejor medio natural para la piedra fundida, debido a su extremadamente baja temperatura. Por tanto, todo ese torrente de lava, por extrao que suene, ha tenido que ser puesto ah artificialmente. Pero, para qu? No resulta factible pensar, por tanto, que toda esa piedra en fundicin haya podido ser esparcida para reparar daos en la coraza lunar que ya no son visibles? Pudiera ser que un gran proyecto de compactacin de parte de la estructura, deteriorada por gigantescos cataclismos, hubiese incluido el fraguado de magma, del mismo modo como nosotros hoy da vertemos hormign en los encofrados, restaurando as la solidez del conjunto? Lo que sugerimos es, ni ms ni menos, una tarea de reforma y puesta a punto que debi

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efectuarse hace millones de aos. Adems, resulta fcil ver que la densidad de crteres en estas zonas es muy inferior a la del resto del planeta, lo cual delata un origen muy posterior, mucho ms cercano a nosotros, y lejos de los inicios, lo cual, de paso, descarta la formacin de la lava como consecuencia de un nacimiento en caliente, que con toda probabilidad no existi.

Por tanto, tendramos los siguientes ponderables a tener en cuenta: 1.- Es necesaria para la estabilizacin del planeta Tierra. Sin ella seramos un cuerpo a la deriva, girando con el alocado movimiento de una peonza. La existencia de estaciones definidas y secuenciadas sera imposible. La consecuencia sera una variabilidad climtica extrema, acompaada de acontecimientos naturales de una brusquedad que desconocemos. 2.- Permite la regularidad de los relojes biolgicos, y por tanto propicia la vida. 3.- Su tamao y ubicacin son exactamente los que debera tener para esto. Ni ms ni menos. Presenta un eje descomunal para un satlite natural, ya que es un cuarto del de la Tierra, y adems su rbita es extremadamente circular, cuando lo natural es que fuese elptica. Dicho de otro modo, orbitalmente se comporta mas parecida a uno de nuestros satlites de comunicaciones que a un planeta, lo cual, una vez ms, apunta a un origen artificial.

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4.- Su nacimiento, datado en unos 4.000M de aos, sospechosa y cercanamente anterior a la aparicin de la vida en la Tierra (recordemos que las muestras mas antiguas, halladas por Rosing en Groenlandia, datan de hace 3.800M de aos) y a la manufacturacin de las esferas de Ottosdal, no es explicable en trminos astrofsicos. Ninguna de las teoras propuestas resulta vlida en el contexto anmalo de este satlite. 5.- Aunque contiene elementos propios de nuestro planeta, su constitucin descarta la formacin como hija de la Tierra. 6.- Su ncleo es dbil o inexistente, cuando debiera ser claro y pesado. 7.- Sus inexplicablemente mltiples centros de gravedad, los mascones, son aleatorios, superficiales y dispersos, muy anmalos, y coincidentes con los mares lunares, inmensas superficies de lava fundida de las que se desconoce su origen. 8.- Su masa es muy inferior a la que debera ser en un astro de su considerable tamao. 9.- A todos los efectos, suena y se comporta como una esfera hueca, persistiendo las vibraciones varias horas despus de los acontecimientos de impacto, y transmitiendo el sonido por las reas prximas a la corteza, y no por un centro que, a efectos ssmicos, no existe. 10.- No es redonda, y su curvatura es tan anmala que solo es explicable si el interior es hueco. Para ser as, la capa exterior, de unos 30 Km, tendra que estar compuesto en gran medida de un metal de gran dureza, y en este sentido se ha detectado una altsima concentracin de titanio. 11.- Los crteres de la superficie son anmalos, ya que pese al enorme tamao que presentan en ocasiones, su penetracin en la corteza es mnima. Hay cicatrices de 150 Km de dimetro que solo han profundizado 4, lo cual es una prueba de enorme calado sobre la planificada resistencia de la Luna. En condiciones normales, estos pozos deberan internarse docenas de kilmetros en el astro, sobre todo en ausencia de atmsfera y erosin. 12.- La densidad lunar es un 60 por ciento de la terrestre, lo cual es casi imposible, y delata un interior hueco. Algunos estudios de las capas superficiales sugieren que la Luna se form al revs que el resto de los planetas, es decir, de fuera hacia dentro, lo cual solo se explica en trminos de ingeniera, y no de naturaleza. Vistos estos 12 puntos, la nica respuesta fiable al enigma que supone la presencia de la Luna es que su origen sea artificial, producto de un vasto plan de ingeniera destinado a dotar a nuestro planeta de un estabilizador perpetuo, un mecanismo que permitiera el florecimiento de la vida de un modo natural y longevo.

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Esta afirmacin, que sin duda es espectacular, es en este momento de nuestras investigaciones y conjeturas la nica que satisface todas las premisas acorde con lo que verdaderamente sabemos de ella. Ya vimos en el captulo anterior como Dyson o Niven apostaban por la creacin artificial de mundos completos, diseados por avanzadsimas civilizaciones de fase 3, y aqu podramos tener el ejemplo ms cercano y documentado de ello. Un planetoide destinado a asegurar que la siembra hecha posteriormente por el jardinero se conviertiese en cosecha, en un mundo prspero y controlado, un autntico invernadero donde incluso el agua, elemento esencial para la biodiversidad all donde los haya, aparece en los tres estados, slido, lquido y gaseoso, sin mayor problema. Visto as, resulta evidente que alguien se tom muchsimo inters en preparar el camino a todo lo que hoy da vive en nuestro planeta. S, esto se complica, pero solo estamos en el principio de un largo razonamiento de final insospechado. Para continuar en la bsqueda de nuevos elementos que aadir, vamos a internarnos en el espacio cercano, viajando a un lugar donde vamos a encontrar otra extraa pista. JAPETO El 31 de diciembre de 2004, mientras buena parte del mundo celebraba el paso al siguiente ao, la sonda espacial Cassini se preparaba para una de sus muchas citas csmicas programadas. En esta ocasin le tocaba obtener datos de la sptima luna de Saturno, un pequeo cuerpo de 1500Km de dimetro, ms o menos la mitad de nuestro satlite, que orbita sobre el magnfico gigante anillado en 79 das, y cuyo nombre es Japeto. Este pequeo esferoide ha llamado la atencin repetidas veces por fenmenos singulares. Su descubridor, Jean Dominique Cassini, observ en 1671 un cuerpo de caractersticas singulares, que segua una rbita regular durante 39 das y de repente desapareca para volver 40 das ms tarde por el lugar exacto que le corresponda. Tras constatar repetidas veces el fenmeno, lleg a la conclusin de que haba localizado un satlite de Saturno de rbita sincrnica, como nuestra Luna, que tena el inconveniente de tener una cara excesivamente oscura para reflejar la luz. Mucho ms tarde, se pudieron constatar otras dos irregularidades a tener en cuenta. En primer lugar, su rbita era casi totalmente circular, cosa nada habitual, y la segunda que el plano sobre el que giraba estaba inclinado 15 respecto a la eclptica de Saturno, siendo el nico de sus 30 satlites que presentaba esta anomala, lo cual solo se poda deber a que no se haba originado del mismo modo que los dems. Al avanzar Japeto sobre la rbita presenta siempre su cara oscura al frente. La hiptesis de Cassini result correcta, y ese era el motivo de sus desapariciones

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temporales. Esto no es raro, pues sin ir ms lejos nuestra Luna tambin tiene una rotacin sincrnica, algo bastante comn. Cuando la sonda que lleva su nombre comenz a transmitir datos en la nochevieja de 2004, nadie esperaba lo que las posteriores investigaciones iban a ir revelando. 1.- Japeto no es esfrico. Es el nico de 33 satlites en torno a Saturno que no lo es, y esto lo sigue apartando del cuadro de planetoides originarios del gigante gaseoso. Lo sorprendente no es en s este hecho, ya que podemos encontrar diversas anomalas entendibles respecto a alteraciones de la esfericidad en cuerpos celestes, sino que los anlisis fotogrficos demuestran que presenta una estructura poligonal, concretamente de icosahedro regular truncado, en la que an se perciben aristas y vrtices, cosa indudablemente exclusiva de este cada vez ms singular cuerpo, y que denota una clara artificialidad. No tenemos constancia de nada igual en el Universo conocido. Por motivos astrofsicos bien sabidos, la forma final de los cuerpos compactados a partir de determinado dimetro es la esfera, ms o menos regular, debido a la accin de la gravedad, por lo que no cabe una anomala semejante. 2.- Presenta dos constituciones superficiales absolutamente diferentes. Una capa con gran albedo (capacidad de reflejar la luz) que es cruzada por un rea elipsoide oscura de muy bajo albedo, con proporcin 5 a 1, lo cual es mucho y explica los problemas de Cassini para mantenerlo enfocado en la lente de su telescopio. La zona oscura es mucho ms baja en nivel geogrfico que la blanca, denotando una erosin csmica ms pronunciada, posiblemente debida a que siempre avanza en el plano de vanguardia de la rbita, recibiendo la mayora de los microimpactos. La suma de estos y de gran cantidad de colisiones ms serias, habran dado lugar a una corteza sedimentaria que envuelve lo que debera

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ser, presumiendo su artificialidad, una gran estructura icosahdrica principal.

3.- La elipse oscura est comprendida entre dos grandes cuencas de impacto de las mismas dimensiones que se sitan en el ecuador del planeta. Las posibilidades de que esta geometra sea natural son escasas, aunque probables. 4.- Una gran e innatural muralla, compuesta de tres paredes paralelas de 18 Km de altura y 800 Km de longitud, divide la elipse oscura en dos mitades, cortando al planeta por su ecuador exacto. Aunque en la parte blanca no contina, hay indicios de que se extiende por debajo del nivel visual dando la vuelta al planeta, al cual divide con precisin quirgica. Sin duda se trata de una formacin sin precedentes ni explicacin natural posible, ya que su ubicacin, simetra, paralelismo y regularidad no son entendibles de modo fortuito, por no hablar de la enormidad del conjunto en un astro tan pequeo. En la zona oscura, por efecto de la abrasin exterior, estamos mucho ms cerca de la capa original del planeta, habiendo quedado prcticamente al descubierto la gran muralla en una planicie dominada por singulares y abundantes crteres de 5 y 6 lados, correspondindose con el patrn producido al excavar directamente sobre la retcula poligonal exterior, muy sedimentada.

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5.- El fenmeno de los crteres hexagonales solo es explicable si la corteza profunda est estructurada geomtricamente mediante un sistema de celdas poligonales, por ejemplo con vistas a absorber parte de la energa cintica de las colisiones tpicas de un astro sin atmsfera. Esto se corresponde con un diseo muy avanzado, destinado a amortiguar impactos catastrficos, aislando algo muy importante que debi existir en el interior del planeta. En la zona oscura, por encima del ecuador que representa la gran muralla, hay un crter que preside el conjunto, aunque el mayor est a su derecha, y provoc caones de 15 Km de altura. Curiosamente, aunque estos impactos fueron inmensos no dieron lugar a afluencia magmtica desde el interior, como ocurre con los famosos mares lunares, que son remanentes oscurecidos de enormes cuencas de lava que fluyeron rellenando los crteres abiertos. La nica razn de que no hayan perforado profundamente se debe a que la estructura poligonal interna se mostr slida al recibir los impactos, cosa para la que sin duda habra sido diseada en una labor de ingeniera sin precedentes.

6.- Japeto es idntico, conceptualmente, a algunas de las esferas de Ottosdal. Aunque esto puede ser coincidente, tengamos en cuenta que cuando estas bolitas estaban en la superficie terrestre, el extrao satlite de

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Saturno debi estar en su momento de mayor esplendor, y no poda haber, al igual que sucede hoy, muchas culturas capaces de hacer cosas as por nuestro sistema. Pensar en una relacin es inevitable, aunque reconocemos que arriesgado, pero hay que tener en cuenta que en los dos elementos conectados por la propuesta hay notoria manipulacin.

7.- La imagen radar de Japeto es confusa. La disposicin estructural geomtrica con ngulos precisos le confiere an hoy un grado sorprendentemente bajo de reflexin de las ondas emitidas. Se ha localizado hierro en la zona oscura, que parece haber sido utilizado como una pintura que pudo cubrir todo el planeta. En su origen, este cuerpo pudo pasar totalmente desapercibido, respondiendo a circunstancias fortuitas o voluntarias. 8.- La gran zona oscura est singularmente marcada con abundancia de restos de materia orgnica. Como dijeron representantes de la NASA una mezcla ntima de agua helada, carbono amorfo y un compuesto rico en nitrgeno, justo lo que quedara si un mundo con biosfera fuese incinerado por un cataclismo demoledor. 9.- La zona blanca est compuesta de un hielo muy inusual. Tiene tambin mucha materia orgnica, carbono, nitrgeno, hidrgeno y oxgeno, y la opinin ms general es que podra tratarse de un tipo de crudo, parecido al petrleo, producto de la descomposicin bacteriana. La verdad es que parece un sueo. Por un lado tenemos un planeta, el nuestro hace 4.000M de aos, que precisa de una rectificacin del entorno que permita la vida. Por otro tenemos unas esferas manufacturadas que ya estaban en la superficie en esa poca y que contuvieron material orgnico actualmente inidentificable, algunas de las cuales presentan un aspecto similar a escala al ms

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extrao cuerpo celeste que hemos visto. Tenemos la Luna, aparentemente hueca, pero con el peso necesario y situada en el lugar exacto para permitir el florecimiento de la vida. Y por otro tenemos ese cuerpo, Japeto, con indicios claros de artificialidad y de haber albergado algn tipo de sustancia basada en el carbono, con caractersticas indetectables por medio de radar, y estacionado en una alejada rbita, segura, cmoda e innatural, alrededor de Saturno. Podra existir relacin entre estos elementos? Fue Japeto la plataforma de la que se sirvieron los entes para planificar el proceso de siembra de la Tierra? Fue la Luna creada como el elemento estabilizador necesario para hacer de nuestro planeta un mundo gentil y regular? Creemos que s, que Japeto pudo ser diseado por una civilizacin avanzada que cultiv la vida, y fue usado como cabeza de puente, el laboratorio desde donde navegar a los frtiles mundos prximos en vas de desarrollo. Dos de esos mundos fueron Marte y la Tierra. En lo tocante a nuestro planeta, tras estabilizarlo con la creacin de un gran cuerpo orbital como es la Luna, proceso que dur alrededor de 200M de aos, modificaron su atmsfera utilizando millones de esferas contenedoras cargadas con cianobacterias, que fueron arrojadas sobre la superficie del globo terrqueo. Las que cayeron en el agua se abrieron y liberaron su carga, un diseo gentico que ya inclua ADN con todas las instrucciones necesarias para el desarrollo organizado de la vida de acuerdo con un gran plan. Las que cayeron en tierra firme permanecieron inalterables hasta hoy, y ahora aparecen en estratos de la poca en dos pases tan diferentes y alejados como Repblica Checa y Sudfrica, ambos sobre las aguas en aquellos tiempos lejanos. Si esto hubiese sido as de sencillo en sus lneas generales, todas las especies que hemos habitado este mundo seramos el resultado de un experimento creacionista de grandes dimensiones, pero que obedecera a necesidades tan extraas que no imaginamos ahora, entre otras cosas porque el final se habra dilatado tremendamente en el tiempo y se nos escapara. No, realmente creemos que una obra de tal dimensin como la que se sugiere tuvo que obedecer a un fin distinto. Nosotros vemos estas otras alternativas como posibles causas para desatar la transformacin que sufri la Tierra hace 2.800M. a) Experimentar con la vida en un gran medio a escala planetaria. b) Necesidad de terraformar un hbitat donde expandirse. c) Cumplimiento de premisas de gran calado, muy por encima de la capacidad de auto-decisin, pero que justifican la existencia y son inapelables. En el supuesto a hay ponderables que no indican esa direccin. Una raza capaz de iniciar esa enorme obra tiene que tener objetivos muy claros y alcanzables para justificar la magnitud de sus hechos, pues ella misma se habra visto sometida a una enorme evolucin a lo largo de la cual el plan original ira quedndose obsoleto y desvirtuado por el tiempo, e implicara un extraordinario desgaste. En ese punto nos habran abandonado por falta de inters, aunque el cdigo siguiese su camino, pero hacia dnde? Lo ms probable es que hubiesen detenido el experimento

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responsablemente, del mismo modo como hacen nuestros cientficos hoy da al concluir los suyos. Aunque se pueden hacer matizaciones, lo descartamos de momento por improbable. El supuesto b implica que Japeto habra sido un hogar temporal, bien para una raza con un planeta solar en crisis, o bien para una exterior que lo usara como puente hasta poder establecerse en planetas bien formados. No parece el caso, ni una raza de nuestro sistema podra haber tenido capacidad ni tiempo para desarrollar tecnologa de fase 3. Parece que el supuesto c es el ms favorable, y que el cdigo original, que se implant primero en Marte y despus en la Tierra, fue un diseo que obedeca a principios fundamentales de propagacin universal que desconocemos. Por tanto, la vida debe de abundar por el Universo, aunque si el jardinero es el creador que trae la semilla a los mundos que se activan mediante panspermia, nos surge un par de preguntas Quin dise el cdigo que origin al jardinero? Quin lo controla? NCLEO 3. ALGUIEN Hemos identificado, y damos por demostrada, la presencia de dos entidades diferentes que actan en momentos tan crticos en la historia de la vida como su propia aparicin en nuestro planeta y la del hombre como especie. Hay indicios arqueolgicos, literarios, paleontolgicos y genticos que lo corroboran, y es la nica manera de explicar lo que aqu verdaderamente sucedi. Pero hemos hallado un tercer nivel en estas intervenciones puntuales, y es el compuesto por indicios clarsimos de actividades pseudo-humanas a lo largo de las escalas geolgicas imposibles, es decir, aquellas en que no est constatada la presencia de nuestro orden biolgico, y adems con mucho. Les vamos a proporcionar algunas claves breves en torno a hallazgos contrastados, de las que deberan informarse para ir extrayendo sus propias conclusiones, y que muestran un pasado imposible segn los estndares reconocidos. Sean quienes sean que han dejado estas marcas o utensilios, hemos de tener claro que no fuimos nosotros. Empecemos con un objeto impresionante.

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Martillo de London, Texas, tambin conocido como martillo Kingoodie. Un tremendo dolor de cabeza para la paleontologa. Sus caractersticas lo hacen absolutamente imposible de falsificar, ya que el mango de madera est fosilizado y cristalizado, y la piedra arenisca de 140 a 400M de aos que lo envuelve est fundida con el metal de un modo que muestra que el martillo fue construido antes de que se formara la piedra. Adems, los anlisis espectroscpicos muestran que el acero de la cabeza tiene una pureza solo posible con la ms alta tecnologa, y que est construido con el doble de presin atmosfrica que la actual y en ausencia de radiacin ultravioleta, es decir, en un pasado remotsimo. Alguien construy esta pieza y no fuimos nosotros.

Un trilobite en la puntera y otro en el tacn.

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Sobre el trilobite se observan las marcas de las cintas que sujetaban la suela.

Detalle del trilobite del taln. Sin comentarios.

La huella Meister, encontrada en 1968 en Antelope Springs, Utah, USA, estaba en el corazn de una roca que fue abierta para buscar fsiles. Lo que impresiona en ella son dos cosas: una que es el rastro dejado en barro por la suela izquierda de una sandalia, en la que se distinguen perfectamente las marcas dejadas por las cintas de sujecin y el peso del taln. La segunda que bajo la huella hay dos trilobites pisados, y estos se extinguieron hace 250M de aos, es decir, durante la extincin prmico-trisica, lo cual es un indicativo claro de la antigedad del rastro. Tampoco hay falsificacin posible porque los estratos en que se hall datan claramente de una franja entre los 430 y los 480M de aos, y los anlisis radiolgicos no muestran signos de manipulacin.

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En Axel Heiberg, en pleno rtico canadiense, se hall un dedo humano fsil (identificado como DM93-083) en un estrato de piedra caliza de 110M de aos de antigedad. Tras someterlo a rayos x se constat que perteneci a una mujer de un tamao un 20% mayor de lo considerado normal actualmente. La ua est perfectamente conservada, pero lo que resulta ms impactante es que el hueso est ntidamente definido. Los rayos x muestran que ocupa toda la longitud del dedo, que tras ser seccionado mostr claramente las partes anatmicas correspondientes, incluyendo la mdula. La fosilizacin tuvo que ser muy rpida, dado que se han preservado las partes blandas y esto no es lo habitual. Evidentemente, tampoco es posible fosilizar dedos para producir falsificaciones.

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Un objeto ovoide peculiar descansa en los laboratorios de la Academia de Ciencias Rusa. Fue hallado en 1975, y pesa 600 gr. Tras datarse la capa sedimentaria que lo cubre se determin una edad de 10M de aos, pero lo mejor estaba por venir. Los anlisis radiogrficos mostraban una cavidad interior con forma de medio huevo y con densidad negativa. La nica explicacin es que el objeto sea un contenedor de antimateria, algo que no entra dentro de las posibilidades de nuestra tecnologa. Evidentemente, queda descartada la perforacin para estudiar el contenido del ncleo, pero los anlisis efectuados en los mejores laboratorios especializados ucranianos no dejan lugar a dudas. De los miles de ooparts (objetos fuera de su tiempo) que actualmente se contabilizan, les hemos sintetizado cinco casos nicos, claros y sin apasionamiento de ningn tipo, entre otras cosas porque no lo necesitan, ya que no solo estn verificados y autentificados por cientficos valientes (no para-cientficos, como algunos aducen) sino que adems, por mucho que a algunos les pese, estn ah. Es imposible imaginar qu pies hollaron el suelo, quin blanda un martillo en una atmsfera diferente, o, lo que an es ms inquietante, quin utilizaba

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contenedores de antimateria hace 10M de aos. Por motivos que ya hemos explicado, especialmente de tipo gentico, tenemos la certeza de que el hombre moderno surgi hace no ms de 250.000 aos en un lugar de frica, y que desde all irradi sus culturas por diferentes direcciones, hasta llegar a lo que somos hoy. Por tanto, estamos descartados como causantes de estos fenmenos expuestos con anterioridad. Si tambin sabemos que no nos hemos repetido como especie, siendo la evolucin de los homnidos, por contra, relativamente tarda, qu criatura dej estas piezas inexplicables? Sin duda, su presencia supone un reto, y nos obliga a pensar en un tercer estadio de intervencin, aunque es imposible saber por parte de quin. La misma cultura marciana, nuestros creadores, no estaban an en esa poca sobre la superficie de su planeta, con lo que hemos de descartarlos. Y si hacemos eso con lo que sin duda era la especie con capacidad interplanetaria ms antigua del Sistema Solar qu nos queda? Por otro lado, la entidad creadora del ADN original no parece la ms propensa a usar martillos o sandalias, eso, visto su potencial, est fuera de toda duda, as que hemos de mirar en una tercera y lgica direccin. La nica explicacin posible es que son muestras de colonizaciones planetarias del pasado remoto, efectuadas por otras razas extrasolares. Quizs, en sus viajes de sistema en sistema, hallaron nuestro mundo y establecieron colonias o expediciones de sondeo, nunca lo sabremos. Lo que s parece claro es que estuvieron y que su presencia tuvo que ser notoria, ya que el material fsil encontrado ocupa largas parcelas de tiempo y est notablemente separado. No es raro que estas expediciones fuesen recurrentes e incluso efectuadas por varias civilizaciones diferentes, pues nuestro planeta ha sido, sin duda, un mundo muy atractivo desde hace ms de 500M de aos. Para acabar con este apartado, y mostrarles que es muy probable la tremenda posibilidad de que enormes labores de adaptacin hayan sido efectuadas en nuestro planeta por trabajadores avanzados, les hablaremos de una piedra sobrecogedora. En la repblica ex-sovitica de Bachkirie, al pie de los Urales, el fsico y matemtico Alexander Chuvyrov se encuentra desde 1999 frente a uno de los enigmas mas intrigantes de los que tenemos constancia. Se trata de una losa, conocida como la piedra de Dashka, de 148 cm de altura, 106 de anchura y 16 de grosor. La primera caracterstica es que est formada por tres capas perfectamente definidas. Una primera de dolomita, con un espesor de 14 cm, la segunda de dipsido, con 18 mm, sobre la que se halla impresa, por medios desconocidos, una imagen tridimensional consistente en un mapa detallado de los Urales, recorrido por un intrincado sistema de irrigacin de grandes proporciones. La tercera capa es de porcelana de calcio, de 2 mm, y protege a la interior del contacto con los agentes atmosfricos, a fin de preservar la imagen en el excelente estado que nos ha llegado. La fabricacin, evidentemente artificial, se hizo con instrumental de precisin, en una escala de 1: 1.100 m. Un grupo de cartgrafos identific sin ninguna duda los diversos cauces de los Urales, el monte y la falla de Ufa, y varios accidentes

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geogrficos, llegando a la conclusin de que la reproduccin haba sido confeccionada mediante mediciones efectuadas por medios areos.

Siendo lo dicho verdaderamente impresionante, lo mas sorprendente viene ahora. En el mapa se distingue de modo ntido como desde los Urales se extiende por la regin un sistema de canales de 500 m de anchura con mltiples ramificaciones, incluyendo 12 embalses de 500 m de ancho, 10 Km de largo y 3 Km de profundidad. Para la creacin de semejante sistema, si lleg a existir, se ha calculado que debieron extraerse 1024 Km3 de tierra. No hay constancia de que semejante obra colosal se llevara a cabo, pero si tenemos el indicio sugerente de que el ro Belaya es considerado por muchos desde hace tiempo como un cauce artificial, por lo que pudiera ser el remanente de aquel trazado hidrulico que no sabemos por quin fue diseado ni para qu. Actualmente se estn realizando sondeos y cartografas subterrneas a fin de averiguar si los cursos acuticos presentes en la losa fueron realizados. El equipo que investiga la tremenda piedra de Dashka ha llegado a la conclusin de que el mapa fue trazado hace la friolera de 120M de aos, basndose para ello en el estudio de la roca y en datos magnticos que resultan muy fidedignos. Tuvo que formar parte de una losa mayor, de 340 cm x 340 cm, y se siguen buscando las piezas que faltan, pero lo que hay es ya de por si impresionante y arroja enormes interrogantes: quin estaba interesado en hacer un trazado hidrolgico tan

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inmenso? Para qu? Qu medios estaban a su disposicin? Lleg a ejecutarse el plan y a ponerse en funcionamiento? Aunque pueda parecer raro, solo podemos decirles que ah estn las pruebas, y que nosotros estamos abiertos a rectificar ante alguien que nos demuestre que todo se debe a un error, pero DESPUS DE LOS CREADORES Cuando exponamos con anterioridad la hiptesis respecto a los orgenes, llegbamos a la conclusin de que nuestros creadores directos, la raza evadida del fin de Marte, cesa todo indicio de actividad minera de modo sbito, pero cundo? Se han encontrado abundantes indicios de minas excavadas en el 35.000 a.J.C., 46.000 a.J.C. y 60.000 a.J.C. Por tanto hemos de tener claro que pudieron decretar el fin de las extracciones en algn momento en torno al 35.000 a.J.C. Vamos a adentrarnos en algunos indicios de civilizacin muy posterior a esa era, pero que nos revelan detalles sorprendentes.

Esta ciudad en Zimbabwe tiene caractersticas muy avanzadas. En su centro est esta estructura, cuyo fin se desconoce, y que recuerda vagamente a lo que aparece representado en las monedas de Biblos.

En Zimbabwe se hallan los restos de una ciudad trazada con una modernidad que resulta incomprensible. Los cientficos, atendiendo a esto, han decidido atribuir su construccin al 200 a.J.C., pero ninguno de los pueblos de la zona ha sabido dar un solo detalle sobre quin la construy o habit, a pesar de que sus tradiciones son mucho ms antiguas que esa fecha. Inquietante. En el centro de lo que parece una pequea zona descubierta se eleva al cielo un misterioso cono de piedra apilada con maestra que no tiene explicacin, pero que nos recuerda a lo que

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veamos representado en las monedas de Biblos. Ahora, demos un salto hasta Sudamrica. Esta pericia al cortar y unir bloques de granito en Sachsahuamn (Per) no tiene parangn en el presente. Adems, los arquelogos sostienen que semejantes prodigios fueron desarrollados por pueblos que no conocan el hierro! Pero han observado ustedes ese ngulo redondeado?

En Sachsahuamn el problema arquitectnico se acrecienta porque las piedras estn construidas de manera falsamente irregular. El enlace es tan slido, que no ha habido terremoto capaz de desestabilizarlas.

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Aqu todo est ms cerca de los lquidos que de los slidos. Las piedras se unen como si fueran mantequilla.

Sachsahuamn, un complejo megaltico que domina Cuzco, en Per, supone un reto descomunal a lo que se nos ensea. Aqu la manipulacin de la piedra lleg a su cenit ms increble, uniendo entre s bloques de granito de todos los tamaos y formas con tal precisin que parecen pegados. Si alguna vez la arquitectura pudo alcanzar el calificativo de lquida fue en este enclave. Resulta

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desproporcionado pensar que los incas hicieron este brutal entramado defensivo de triple muralla en zig-zag contra enemigos que solo disponan de ondas, flechas y lanzas. Frente a las imponentes murallas se encuentra una singular zona ptrea, cuyas laderas parecen haber sido peinadas mientras la roca permaneca blanda. El resultado es una misteriosa rampa natural, cuyo proceso de formacin no resulta explicable por medios tradicionales, pero que da la sensacin de que, de algn modo, toneladas de roca hubiesen sido fundidas hasta tomar la atormentada forma que hoy distinguimos. Es justo como si frente a la ciclpea barrera s hubiese desatado una tormenta de fuego inimaginable que licuase la piedra. Pero si creen que ya no se les puede asombrar mas, pasemos a otro lugar an ms mtico. EL INCOMPRENSIBLE TIAHUANACO

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Las cuatro imgenes que se muestran sobre estas lneas dan fe de una tcnica de corte de granito, diorita y andesita que no tiene explicacin sin maquinaria avanzada. Todo obedeca a un plan arquitectnico que se desarroll a la dcima de milmetro. Las uniones entre las piedras fueron efectuadas con algn tipo de grapa metlica. El bloque de granito de la izquierda presenta un corte tan recto y preciso en todas sus proporciones que solo pudo hacerse con medios avanzados. A intervalos regulares, unos taladros de perfeccin similar son visibles. Solo las brocas y hojas de diamante, controladas por maquinaria elctrica de altas revoluciones, pudo hacer esto, como han certificado especialistas actuales en manipulacin y perforacin. El mismo fenmeno aparece regularmente en los ms grandes monumentos egipcios, a miles de kilmetros.

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En el altiplano boliviano est Tiahuanaco, otro de los centros de divergencia entre la ciencia y la lgica. Estas ruinas fueron descubiertas por el espaol Cieza de Len en 1549, y cuando interrog por ellas a incas y aimars solo le respondieron cosas sorprendentes: que desconocan su edad o quin las habit, y que fueron hechas por una raza de gigantes en una sola noche, para ser posteriormente destruidas por los rayos del sol. Su situacin es muy anmala, pues est a casi 4.000 m de altitud, en una zona con muy poca densidad de oxgeno. Al este tiene una cadena montaosa de 5.000 m, y al oeste otra de 6.000, haciendo su situacin extremadamente irregular e incmoda para la vida humana, pero lo ms fascinante es que se ha hallado formando parte de su conjunto lo que parece ser un puerto de mar completamente definido.

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El recinto amurallado de Kalasasaya es la zona principal del complejo. A su lado estn el templo del gran dolo y el palacio de Putuni, entre otros, y dominando el conjunto los restos de lo que fue la pirmide de Akapana.

De lo que queda en pie, llama la atencin el acabado impecable de las piezas y la perfeccin geomtrica del trazado. Nada tiene desviaciones en este complejo, las lneas son rectas hasta el lmite, los ngulos perfectos, y para conseguirlo trajeron los bloques desde unos sorprendentes 80 Km de distancia, cortando la piedra, de tres densidades distintas, con maestra, y todo ello, por supuesto, y conforme a los cnones establecidos por los arquelogos, sin conocer la rueda ni el hierro. Todo en este enclave resulta enigmtico y casi ajeno a nuestro mundo. En medio del aire enrarecido que flota por el altiplano se extienden restos que denotan aspectos insospechados en un complejo verdaderamente viejo. Dos estilos de manipulacin de la piedra sobrecogen por su perfeccin: el primero, dedicado a milimetrar los muros que se han preservado en los entornos, dedicados, supuestamente, al culto. El segundo, que se aprecia sobre todo en el lugar derruido situado al suroeste, conocido como Puma-Punku, caracterizado por la extrema complejidad de sus formas y ngulos. Arthur Poznansky, ingeniero austriaco al mando de las primeras excavaciones, dej constancia de que el imponente rompecabezas, construido con muros dobles y diez puertas de acceso, descansaba sobre una base escalonada de cuatro plataformas ptreas. En el centro del conjunto se abra un gran agujero geomtrico, a manera de piscina, cuya finalidad nunca se ha llegado a comprender, pero que recientes estudios comienzan a catalogar como lugar donde se procesaron grandes cantidades de cobre y metales preciosos.

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Lejos de comprender su funcionalidad, ya que el conjunto aparece desplomado y casi desordenado (justo como habra quedado tras un expolio o destruccin aposta), observamos vaciados y taladros imposibles, conductos por los que discurra algo que no pudo ser agua, aristas tan perfectas que mas que esculpidas parecen hechas en un molde, copias en serie de piezas enormes, bloques de mas de 100 Tm esculpidos intrincadamente en todas sus caras. Un vasto nmero de piezas indudablemente diseado para encajar en un puzzle que no podemos ni tan siquiera imaginar,

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pero que requera del empleo de un ensamblado de perfeccin inverosmil, excesivamente avanzado como para obedecer a fines tradicionales. Aquellos remotos constructores necesitaban que la estructura de Puma-Punku fuese perfecta en grado superlativo, destinada a alojar o recibir algo pesado, que precisaba de mltiples anclajes, conductos perforados y superficies extraamente geomtricas y enrevesadas. Todo fue cosido y asegurado con piezas de hierro, que cruzaban de una piedra a otra a modo de grapas (hierro que supuestamente, recordemos, desconocan). Fue el Puma-Punku, tal vez, un lugar donde se fundieron metales para darles forma en moldes de granito, siendo el resultado piezas de precisin para fines insospechables?

Los cientficos, obviando el curioso dato de que las antiqusimas tradiciones de la zona no guardan recuerdo histrico del lugar en sus tradiciones, en contra de lo que usualmente ocurre, le atribuyen una edad de 3.500 a 4.000 aos, teniendo muy claro hasta unas supuestas etapas histricas, siempre en base a la constante manida de atribuir a los incas su edificacin, pero la orientacin hacia los solsticios que guarda su geometra, calculada al milmetro por un constructor mucho mas antiguo, habla de al menos 12.000 aos de antigedad, nica poca en que el Sol tocaba en su recorrido los puntos a los que sealan las piedras. Esa edad coincidira con lo defendido por la precipitadamente denostada leyenda aimar. Actualmente, este recorrido solar est muy desviado, por lo que los arquelogos, a fin de no dar su brazo a torcer, aseguran que el mismo pueblo que fue capaz de cortar y unir piedras multi-angulares de granito con infinita precisin, cometi un error importante de clculo. Vamos, que lo mejor que se les ocurre es que los constructores del gran Tiahuanaco eran unos chapuceros!

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Lo que s se nota en el emplazamiento es la presencia de dos culturas muy diferentes, al igual que ocurre en otros enclaves que veremos con posterioridad. Una se hace notar en la abundancia de formas animales, en un sencillo y marcado uso de la esttica, definitivamente inca, y la otra, la ms antigua, la de los autnticos creadores de Tiahuanaco, en el esplendor de una arquitectura de medidas milimtricas, que desafa a la lgica actual. Son muchos, desgraciadamente, los que se esfuerzan por confundir y no mostrar las profundas diferencias entre los dos pueblos que all manipularon la piedra, obviando la evidencia de que los incas, lo que hicieron en realidad, fue ocupar el lugar cuando ya llevaba milenios abandonado, y contaminando involuntariamente las pruebas tangibles. No hay constancia escrita ni leyendas sobre cual era el cometido de este extrao enclave, aunque parece demostrado que fue abandonado de manera repentina por motivos que se desconocen. Sin embargo, hay un elemento extraordinariamente anmalo y muy revelador que no es incluido en los estudios que se hacen al respecto. Es el de los mal llamados conductos de agua. Esta cultura tan precisa no fue capaz, siempre desde el punto de vista de los arquelogos, de darse cuenta de que era preferible perforar las canalizaciones de agua en la piedra de los basamentos, por lo que hizo unos maravillosamente acabados semitubos ensamblables de granito, de seccin semicircular, que colocaron al revs! Evidentemente esto no es lgico, y lo que se deduce es que esos tubos fueron diseados realmente bajo un concepto de movilidad, no para portar agua, como inocentemente se aduce, sino para tapar y aislar algo que discurra por su interior entre los edificios conducciones de energa? de combustible o datos?... Solo pregunto.

Los conductos de agua que no lo son. Con esta disposicin tenan mas un cometido aislante que de transporte de fluidos.

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Bromas e ironas aparte, lo cierto es que todo en esta pretrita ciudad andina nos suena similar en su esencia al complejo de lanzamiento de Baalbeck, solo que aqu, en lugar de amurallar un recinto para prevenir los peligros derivados de un despegue, se procedi a alejar la zona peligrosa de la habitada. Pensamos que la pirmide de Akapana debi hacer las funciones de plataforma de lanzamiento. Formada por siete terrazas superpuestas, con un permetro de 800 m en la base y una altura de 18, llama la atencin su cima, dispuesta como una plataforma lisa en la que hallamos una perforacin en su centro con salida libre hacia uno de los extremos, precisamente del modo necesario para canalizar los trridos gases de escape de una nave con combustible qumico. Hacia el extremo contrario a esta canalizacin de escape se extenda un rea despejada, suficiente para alojar una torre de lanzamiento, que se desplazaba hasta la posicin de despegue mediante una rampa doble. Una vez en la zona superior, el vehculo a punto de despegar quedara suspendido sobre el vaco, y se procedera al lanzamiento.

Si partimos de la base de que la pirmide de Akapana, por sus caractersticas y situacin, pudo ser el punto de partida de las naves, podemos imaginar que en Puma-Punku, a una distancia razonable, se encontraban los sistemas de generacin de energa, los probables depsitos de combustible, y las plantas de transformacin de los metales. Por los conductos y orificios debi circular un entramado de cables de gran capacidad y quizs tubos de transmisin de lquidos, lo cual nos da pie a aseverar lo anterior. Las extraas formas geomtricas del presunto palacio, excesivamente perfectas para ser meramente caprichosas, pudieron obedecer a la funcin de ser puntos de anclaje para estructuras de contencin que reposaron aisladas del suelo.

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Evidentemente, las especificaciones de estas eran de gran complejidad, lo cual hizo necesario un trabajo meticuloso de la piedra, que fue ensamblada formando un conjunto antissmico. Lo que reposaba sobre estas plataformas, cortadas y acopladas como si fueran de mantequilla, fue indudablemente no solo enrevesado, sino de una importancia tecnolgica suprema, muy alejada del culto religioso atribuido al conjunto. Por cierto: han observado que cuando los arquelogos albergan dudas sobre la funcin de un componente o lugar siempre le atribuyen motivos religiosos o mortuorios? Religin y muerte, la opcin favorita para justificar enigmas desequilibrantes Pero eso aqu no funciona. Y si a alguien le parece fuera de lugar que una raza sper desarrollada siguiese usando el granito en sus obras, que tenga muy en cuenta que posiblemente haya algo sobre la manipulacin de esta roca que an no hemos llegado a descubrir, algo que simplifique y d sencillez a su uso masivo, siendo un magnfico elemento de construccin, mucho ms poderoso que los que usamos en la era moderna. Numerosas leyendas hablan de la licuacin de la piedra, e incluso en ocasiones han aparecido personas que han sido capaces de lograrla, pero que por uno u otro motivo, misteriosamente no han revelado su secreto. A este respecto, a nosotros nos parece, visto lo anterior, y atenindonos a la lgica, que la rampa anteriormente vista, situada en los alrededores de Sachsahuamn, pudo ser en principio una montaa grantica geolgicamente normal, que, por algn procedimiento qumico, se transform al estado blando. De all se extrajo el granito en modo maleable (arrastrando algn tipo de contenedor por la ladera que se iba llenando, y de ah las marcas que dan forma al fenmeno), con el que se fraguaron las piedras en sus emplazamientos de las murallas. Por ello acuamos la expresin arquitectura lquida, cuyo resultado son unas uniones tan perfectas e insospechadas que hoy, en el estado natural de la piedra, son irreproducibles. Esto es tambin observable en Tiahuanaco y Egipto, donde incluso se han hallado restos de cabello y uas en el interior de los grandes bloques que forman la pirmide de Keops, lo cual es una prueba inequvoca, junto con su singularmente elevado contenido en agua, de que esos inmensos componentes ptreos fueron una vez una masa maleable. Si se analizara la humedad del interior de las piedras en Sachsahuamn y Tiahuanaco, sin duda daran el mismo resultado. Paciencia. Tambin en Bolivia, cerca de Santa Cruz, yace otro complejo arquitectnico singular del que pocos se atreven a insinuar lo que verdaderamente se adivina bajo su imponente trazado. FORTALEZA DE SAMAIPATA Samaipata, al igual que ocurre con Tiahuanaco, sorprende en muchos sentidos. Entre las montaas del sureste boliviano se levanta la forma majestuoso de una piedra arenisca nica con 12.000 m2 de superficie, que corona una montaa amable y de escasa altura donde hombres y dioses compartieron vivencias. El lugar fue ocupado y modificado por los incas justo antes de la conquista espaola, cuando

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ya haba sido abandonado haca milenios. La piedra, situada a 1.950 m sobre el nivel marino, tiene 250 x 60 m, est profusamente decorada con figuras animales, huecos y hornacinas, pero lo que sobrecoge est en su centro, y es por lo que la milenaria construccin fue reverenciada por los incas y convertida en lugar sagrado. Un pozo cuadrangular de unos 5 m de lado permanece excavado justo donde corona la cumbre, del mismo modo que hemos visto que sucede en la pirmide de Akapana, en Tiahuanaco. Hasta el, y desde la base, se dirigen dos canalizaciones profundas, de seccin cuadrada, muy regulares, y que recuerdan a unos rales. Los flanquean tres reas de calzada que han sido horadadas con formas romboides que se entrecruzan, posiblemente como mecanismo de agarre para posibilitar la traccin o el empuje de algo que tuviese que subir por la inclinada rampa hasta alcanzar el misterioso pozo superior. Sin duda, y eso lo supieron los incas, que reverenciaron el lugar y no alteraron la misteriosa plataforma, en Samaipata nos encontramos ante los restos de un complejo de lanzamiento antediluviano.

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Visto el recorrido que acabamos de efectuar por esta parte de Sudamrica, llegamos a la conclusin de que: 1. Los antiguos creadores de los enclaves manejaron la piedra de un modo que sugiere que en algn momento de su proceso esta pudo estar licuada, y que era posteriormente fraguada para darle forma, que adquira al solidificarse. De no ser as, la proeza arquitectnica es superlativa. 2. En Tiahuanaco y Samaipata se alzaron rampas de lanzamiento cuyo diseo obedeca a tecnologa anloga, por lo que cabe pensar en constructores comunes. 3. No sabemos la finalidad de estos lanzamientos, pero cabe suponer que en Tiahuanaco se efectuaron labores de metalurgia y transformacin del metal. Las reminiscencias con Baalbeck son notables. 4. La zona arrasada al fuego frente a las murallas de Sachsahuamn parece el resultado de un suceso de calor masivo extremadamente controlado. 5. Los incas tomaron estos enclaves largo tiempo despus de que hubiesen sido abandonados por sus creadores

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EGIPTO Y de Egipto qu vamos a hablar! La esfinge, a la que se le atribuyen unos 3.500 aos, presenta muestras de erosin lluviosa que hablan de ms de 10.000 aos de antigedad. Entre sus dos patas delanteras hay una enorme losa conmemorativa, donde se detalla sin lugar a dudas lo que parece ser una estructura inferior compartimentada, cosa que ha sido constatada mediante anlisis del subsuelo, aunque el gobierno egipcio no ha concedido los permisos para las excavaciones pertinentes, quizs porque ya han sido hechas hace tiempo.

Arriba a la izquierda, la esfinge tal como es representada en el diagrama de la estela de Tutmosis, ante su pecho. Se ve que descansa sobre un edificio, pero los arquelogos aducen que se trata del que tiene enfrente. Arriba a la derecha, extracto del anterior, donde se ven figuras dentro del edificio. Abajo, planos deducidos despus de las ltimas investigaciones del subsuelo.

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Adems, es visible la enorme desproporcin existente entre la cabeza y el resto del conjunto, que obedece a una talla posterior hasta darle el aspecto actual. O eso, o el arquitecto no tena la menor idea de las proporciones. Evidentemente, esto no debi de ser as, y el busto original tuvo que ser el de un gran, y por supuesto, proporcionado len. De hecho, su nivel de erosin es visiblemente inferior al mostrado por el resto del cuerpo, mostrando una remodelacin posterior evidente.

Por otro lado, tenemos el complejo de Keops, que se atribuye machaconamente a este faran usurpador, lo cual supone una de las mayores estafas culturales de la historia, un autntico atentado a nuestra herencia como seres humanos. Cualquiera que se preocupe de modo juicioso y documentado de estos edificios sabe que ni lo construy Keops, ni en ningn momento fue una tumba, ni se edific durante la IV dinasta, ni se hizo en solo 20 aos, ni se tendieron rampas de arena compactada para elevar los imposibles bloques, ni se hicieron solo con leos, cobre y trabajadores, ni casi nada de nada de lo que se nos ha contado. El sarcfago hallado en la cmara del rey ya estaba vaco y sin tapa cuando la pirmide de Keops fue abierta oficialmente. Lo que contuvo en su interior, fuera lo que fuese, era uno de los motivos que dieron lugar a este monumento increble. Ah!, el sarcfago que ven es de diorita (granito rojo) y su pulimento, segn los expertos consultados, tuvo que ser hecho con brocas de diamante a muy altas revoluciones.

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Aunque todo esto sea en s un gigantesco enigma, nos estremecemos al imaginar qu pudo haber dentro del magnfico sarcfago de granito rojo (nunca fue una momia), elaborado con una tcnica de corte y pulido que se nos escapa, cosa que tambin se puede decir del escaso resto de revestimiento calcreo que hay en el exterior, cuyo pulimento, una vez efectuados los anlisis pertinentes, super en su origen, sin ningn tipo de dudas, al que actualmente tienen las lentes del telescopio espacial Hubble. Impresionante! Por si esto fuera poco, las dimensiones interiores del sarcfago coinciden milimtricamente con las dadas en los textos sagrados al misterioso arca de la alianza que portaron los judos durante el xodo, justo como si hubiese sido un contenedor dedicado a protegerla del exterior. Volveremos ms tarde a Egipto. Desgraciadamente, la historia oficial est montada de modo que todo lo que les hemos mostrado carece de sitio, y especialmente en lo tocante a lo situado ms all de los 7.000 aos, que parece ser el ltimo margen al que los acadmicos estn dispuestos a acercarse. Non plus ultra! Cuando aparece el rastro de la primera alta civilizacin terrestre? Segn la historia oficial, hacia el 5000 a.J.C. Segn la no oficial, como mnimo en torno al 18000 a.J.C. Parece encajar con la edad atribuida a las civilizaciones antediluvianas! En la literatura Hind y en la tradicin egipcia, reflejada en el cnon de Turn, la poca atribuida al inicio de la civilizacin se sita en torno a los 36.000 aos. Herodoto habl de 27.000 aos, y Manetn de 28.000. Las tres cronologas nos apuntan claramente a un pasado en que los dioses que haban permanecido en la Tierra, sin duda alejados de los intereses que los trajeron, estuvieron mezclados entre los hombres, a los que sbitamente haban liberado de todo deber hacia ellos que no fuera la adoracin y el mantenimiento de sus niveles y estatus. Sin embargo, salta a la vista lo que podramos llamar un apagn histrico notable, el que va desde esos 5.000 aos que podemos encontrar en cualquier libro de texto hasta los 35.000 reflejados en los legados citados, y mucho ms hasta los 240.000 que llevamos como especie independiente sobre el planeta. Sin duda es tiempo ms que suficiente para el desarrollo de civilizaciones con todas sus etapas de constitucin, esplendor y ocaso. Las pruebas de que esto ocurri son evidentes, pues ah estn los restos de las culturas hind, sumeria y atlante, la ltima de las cuales es el embrin sobre el cual, posiblemente, se fundament la posterior civilizacin egipcia, nico legado que ha llegado a nuestros das, as como los misteriosos enclaves de Sachsahuamn, Angkor Wat, Tiahuanaco o Pascua. En Angkor, Camboya, estn los restos de la fastuosa cultura Khmer, que en el siglo XIII, cuando Pars apenas tena 30.000 habitantes, lleg a reunir un milln de personas en una amplsima y organizada zona cvica, cuyos palacios y proporciones sobrecogen.

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Pero lo que llama la atencin es que todo fue diseado conforme a un plan de regado y canalizacin de tamao descomunal, cuyo centro eran tres inmensas piscinas artificiales, dos de las cuales tenan unas medidas de 8 x 2 Km!. La cantidad de tierra que hubo que mover para profundizar una media de 30 m, sin maquinaria pesada, supera a las posibilidades de la poca, por lo que tenemos que suponer lo que parece evidente, y es que los arquitectos de Angkor eligieron el lugar precisamente porque esas fosas estaban ya all, y posiblemente desde tiempos inmemoriales. De hecho, no aparece ninguna alusin en esta cultura a la creacin de esas magnas obras, a pesar de que supondran un motivo de gran orgullo para cualquier pueblo. Nos encontramos, evidentemente, ante otro caso de ocupacin de enclaves ancestrales.

Nos acordamos en este momento de la piedra de Dashka y sus fastuosas representaciones de embalses y canales kilomtricos, y nos preguntamos si es posible que exista una conexin entre los constructores de la alejada Bachkirie y los de Camboya, en una poca remota en la que la proliferacin de megalmanos sistemas de irrigacin fuese algo factible y necesario. Seguiremos atentos a las pruebas, pero todo apunta a que realmente pudo ser as. Sin embargo, hay un nuevo punto de inters en el transcurso de las misteriosas eras ocultas: todas estas grandes civilizaciones llegan a su apogeo y sufren un colapso importante en algn momento ms all de la barrera de los 7.000 aos. En el caso hind, signific un paso atrs importantsimo, que se vio refrendado por algn tipo de conflicto de extrema crudeza que acab con toda su cultura. La Atlntida, en cambio, desapareci de la faz de la Tierra, pero no sin antes haber establecido un lugar seguro donde alojar todo lo referente a su existencia, que fue el embrin del Egipto clsico, donde ya se haban establecido colonias importantes. No obstante, ese legado an no ha aparecido o no se nos ha mostrado, aunque nos queda el insolente esplendor de sus grandes construcciones, imposibles para el posterior pueblo al que se atribuyen.

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Tanto en la tradicin sumeria, como en la hind o la egipcia, los dioses, que vivan entre los hombres, alojados en palacios en medio de las ciudades, se ponen a salvo, y el hombre queda diezmado gravemente. Esto es una constante perfectamente marcada en cada relato independiente. Si el devenir de los acontecimientos hubiese fluido de un modo normal, ese gran vaco detectado a partir de ese momento de crisis posiblemente no existira, y hoy no estaramos intentando reconstruir la protohistoria en base a textos antiguos, sino a travs de relatos cronolgicos bien documentados. Pero algo pas, y casi todos los registros se perdieron. Es muy dada la ciencia actual a desacreditar este mtodo de investigacin, ya que considera que est fundamentado en mitos sin contenido real. No obstante, precisamente en los tiempos que corren, deberan comenzar a replantearse tan severas y drsticas acusaciones, pues en base a esos mitos se estn obteniendo pruebas para desempolvar restos del pasado tan importantes como la ya constatada existencia de las guerreras amazonas (gracias a una frrea e inspirada Jeaninne Kimball), la existencia de Troya (gracias a un rico aficionado, loco y bohemio, llamado Schlieman), la de unas imposibles pirmides en Bosnia (gracias a otro aficionado llamado Semir Osmanagic), la de una Eva comn a toda nuestra raza, la torre de Babel, o el hallazgo de varias anclas de piedra de 12.000 aos en las inmediaciones del monte Ararat (gracias a un imparable Ron Wyat), que prueban la existencia de una antigua embarcacin de gran calado que buscaba fondear en un lugar que hoy est a 2.500 m sobre el nivel del mar, pero la lista se ampla constantemente. Poco a poco los mitos se van convirtiendo en realidad, adquiriendo fechas, nombres, situaciones hasta pasar la criba y convertirse en lo que muchas veces son: en historia. Pero son ya demasiadas las veces en que estos grandes avances no son efectuados gracias a las ciencias oficiales, muy reacias a mover los postulados establecidos, y que, en ms de una ocasin proceden intentando desacreditar y tapar los hallazgos, quedando posteriormente en el mayor de los ridculos, cuando se evidencia que, por todo el mundo, grupos de investigadores despiertos y ansiosos de conocimiento, inmunes a la desacreditacin y la amenaza, destapan el insospechado pasado sin el menor pudor. Con frecuencia, cuando se habla de los textos, leyendas o pinturas antiguas, se hace desde el punto de vista de quien considera que son puros ejercicios de imaginacin, sin un contenido de fondo suficiente, aduciendo que no hay pruebas, y olvidando manifiestamente que las tienen ante sus ojos. Sera interesante darse cuenta por otro lado de que la mayora de las veces, cuando aparecen las pruebas, lo que hacen es constatar lo que ya estaba transmitido, sin cambiar gran cosa lo establecido desde antiguo. Es importante reflejar aqu lo que era para el hombre primitivo escribir o pintar, y que no tiene nada que ver con lo que es hoy para nosotros. Para aquellos, cualquiera de los dos medios supona una valiossima forma de traspasar su saber, cultura, observaciones y, en general, cualquier acontecimiento relevante, a la posteridad. Esto en s era suficiente como para hacer de estos medios algo muy respetado, por lo que no haba sitio para la frivolidad, y mucho menos para la

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fantasa, a la que tanto se aduce para explicar lo imposible. Pensar as es apuntarse a la ignorancia, puesto que la ausencia de pruebas fsicas no implica su inexistencia. Solo hay que buscar, y lo ms importante, querer ver lo que se encuentra. Es curioso que los mismos que aducen que el eslabn perdido de nuestra cadena evolutiva, aunque no se ha encontrado, sin duda existe, digan que todo lo que los antiguos nos legaron de diversas formas culturales, y que no encaja en el esquema montado, son fantasas. Y a eso llaman establecer un criterio! La inmensa mayora de textos antiguos y pinturas reflejan la realidad vista y explicada del modo que nuestros antepasados entendan, casi siempre desprovista de artificios, y con la misma sinceridad que un nio. Para descubrir lo que se esconde tras esas muestras, solo hay que querer mirar. Pero es a partir de esa Edad Media cuando todo se llena de imgenes religiosas, demonios, criaturas mitolgicas desvirtuadas y dems, siempre sirviendo al fin mximo de fomentar la incultura y obediencia desde el estamento del poder, establecido mediante las figuras polticas o religiosas. Querer mirar profundamente en todas esas reliquias del pasado significa encontrar una gran barrera que divide en dos la historia no reconocida del hombre. Y es precisamente sobre aquella barrera donde de pronto los dioses cambian su forma de actuar para con nosotros y nos vemos inmersos en un cataclismo sin precedentes. De ello hay una gran cantidad de relatos en todo el mundo, y de todo el cmulo de mitos que creemos que no lo son, un fenmeno recurrente divide de modo notorio la historia que pretendemos descifrar. Se trata de una gran inundacin global, que dej impresa su raz en tradiciones, religiones y culturas alrededor del mundo. La fecha? Casi unnimemente el 10000 a.J.C. LA GRAN INUNDACIN Hay un documento egipcio antiguo singular que vamos a tener muy en cuenta. Se guarda en Turn y se trata de una lista de impuestos que tiene en su reverso algo que no tiene nada que ver con su cometido. Al parecer, el escriba que lo plasm encontr una fuente de informacin que consider de gran inters, y copi unos datos por detrs del papiro que tena a mano, como si no quisiera que se perdiese lo que haba hallado. El nombre que se le dio al documento, una vez descubierto, fue el de Canon de Turn, y en l han sido reflejados los nombres de los dioses que gobernaron el proto-Egipto durante 11.000 aos, denominados los Shemsu-Hor, y posteriormente los que lo hicieron en los siguientes 25.000, terminando con Menes, el primer faran de la primera dinasta. Esto es de mucho peso, y puede cambiar por si solo la historia escrita, pero claro, a pesar de estar autentificado arqueolgicamente y de ocupar un puesto preferente en un museo, los entendidos lo consideran fantasa. Lo que ocurre es que no encaja en ninguna cronologa, y asusta mucho. Estimamos que los dioses cuyos nombres aparecen en el canon, especialmente los datables en periodos ms all de los 12.000 aos, fueron en

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realidad los gobernantes de la Atlntida, dado que en los jeroglficos del templo de Dndera, ubicados en el techo de su sala hipstila, aparecen relatos precisos de cmo se inici una gran emigracin desde Atlantis hacia el Magreb, en la cual iba especialmente protegido el legado cultural, que sera guardado en el interior de las recin creadas pirmides, autnticas cmaras acorazadas del saber de un pueblo que luchaba contra su desaparicin. Esta expedicin estuvo comandada por Isis y Osiris, creadores del antiguo Egipto. El descubrimiento de este extraordinario legado se lo debemos a Albert Slosman, que en su obra El gran cataclismo, publicado en 1976, relat por vez primera la probable huda del perdido pueblo atlante hacia las tierras del Este, aportando pruebas veraces que siguen vindose reforzadas a medida que los descubrimientos se suceden.

En este impresionante bajorrelieve de Dndera aparecen varios detalles increbles, que nos proporcionan un cuadro claro de lo que sucedi algn da de hace 12.000 aos. Vemoslo por partes, porque supone una crnica fiel de lo que aconteci:

El fragmento expuesto muestra el inicio del jeroglfico. El relato nos cuenta en principio que los sabios descubrieron que un cometa (3) se iba a estrellar en un tiempo determinado contra el mar, seguramente cerca de la isla principal de la Atlntida. Los clculos demostraron que aquello producira una crecida de las aguas (5) y el reino se vera destruido y sumergido. Se hicieron los preparativos para una gran emigracin (13) usando las barcas sagradas (mandjit), y se pondra especial cuidado en preservar la cultura y el saber (11). La partida fue dirigida por la raza gobernante (6 y 7), a la cabeza de la cual estaban Isis y Osiris, que, herido de muerte, sera sucedido en las nuevas tierras por su hermano Tifn y posteriormente por su hijo Horus.

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Se transportaron animales (13), instrumentos especiales, para los que se usaron barcas exclusivas, lo cual muestra su importancia, (11) y alimentos. Llaman la atencin los extraos seres dentro de crculos (8 y 9).

En el tercer fragmento, que narra el final, aparecen ms seres en crculos (10), una inundacin de proporciones cataclsmicas, dado el nmero de lneas quebradas que componen el curso acutico inferior( una lnea = agua, dos lneas = aguas, tres lneas = crecida del Nilo, cuatro lneas = inundacin, cinco lneas = catstrofeen la imagen aparecen ocho lneas!) (5) y dos serpientes entrelazadas dentro de una gran caja, similar a la cadena de ADN (12), simbolizando el conocimiento. Al final del camino hay una singular pareja alada (2) que espera la llegada de la expedicin. Acababa de nacer un Egipto que desconocemos. Lo que hay claramente expresado en estos jeroglficos es la crnica casi de primera mano de cmo el planeta se vio sacudido por un terrible impacto hace 12.000 aos, y de como su cada en algn lugar del Atlntico dio lugar al hundimiento de la Atlntida y a una ola asesina que se extendi por el mundo. Probablemente la colisin fue mltiple, cosa que ya hemos visto reflejada en nuestro pasado repetidas veces, y eso provoc una convulsin de gran nivel. Lo analizaremos ms tarde. Ibn Abd Hokm, un historiador rabe del siglo IX, nos ha legado un texto muy revelador, seguramente recogido de otros mucho ms antiguos que no cita. El fragmento no tiene desperdicio:

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La mayor parte de los cronistas coinciden en atribuir la construccin de las pirmides a Saurid Ibn Sahuk, rey de Egipto, que vivi tres siglos antes del diluvio. Sintiose impulsado a ello al ver en un sueo que la Tierra, con sus habitantes, se haba trastornado, los hombres tumbados de bruces, las estrellas caan una sobre otra con horrible estruendo. En su turbacin no dijo nada de ello a los suyos. Habindose despertado con gran miedo, reuni a los principales sacerdotes de las principales provincias de Egipto, ciento treinta en total, cuyo jefe era Aclimn. Cuando les expuso el asunto, midieron la altura de las estrellas, y haciendo su vaticinio, predijeron un diluvio. El rey pregunt: alcanzar a nuestro pas? Respondieron: s, y lo destruir. Pero como an faltaba cierto nmero de aos para que acaeciese, orden construir, entre tanto, pirmides con cmaras abovedadas. Resulta incmodo darse cuenta del poco crdito que se les da a textos como el referido cuando no encajan en el marco que se quiere mantener a toda costa. Es evidente que aqu tenemos datos importantes: nombres, fechas, referencia a impactos mltiples, astronoma y arquitectura monumental, todo enlazado con una fluidez plena de lgica respecto a lo que pudo ocurrir. Pero, qu hay de veras en que esos edificios inmensos, las pirmides, son anteriores al diluvio? Generalmente, se atribuye la construccin de la Gran Pirmide al faran Keops, de la IV dinasta, lo cual descarta la suposicin anterior. Esto se basa en un hecho sorprendente: en una de las bvedas de descarga, inmediatamente por encima de la cmara del rey, aparece su firma en la forma tpica de la poca, un cartucho jeroglfico. Este pequeo trocito de roca grabada, entre millones de piedras sin la ms mnima inscripcin, ha sido suficiente para que una de las mayores maravillas arquitectnicas del mundo le sea atribuida con pelos y seales, montando alrededor de ella la explicacin a todo un imperio. De ah que se haya convertido en un autntico dogma histrico-arqueolgico, que es defendido a capa y espada, y a veces incluso con falta de tica, decoro y educacin, por diversos miembros de la academia egipcia Y ello a pesar de que las circunstancias en que el cartucho fue descubierto por Howard Vyse son mas que sospechosas, como comienza a ser bien sabido. A nosotros, la ausencia de escritura en semejante logro nos parece, como mnimo, inquietante. Los monumentos egipcios cuya datacin est clara y precisada, estn llenos de jeroglficos de sus orgullosos constructores, lo cual es muy normal. Nos parece que quien fuera que construyera la Gran Pirmide no quisiera dejar ms constancia de su talento que un escondido y mal dibujado sellito, es algo sorprendente y absurdo, fuera de lugar en la cultura egipcia. Si algn faran hizo esto, sus logros y hazaas estaran plasmados en cada sala con toda seguridad, mostrando detalladamente todo lo relacionado con el monumento. Por suerte, hay pruebas que aclaran de largo por qu, y que nos dicen lo que ya sabemos: que ningn faran de la IV dinasta est detrs de estos edificios.

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La estela de Inventario es un documento egipcio ancestral, en el que aparece la Gran Pirmide con el nombre de templo de Isis. Por supuesto, demuestra que estaba ya construida en la poca de Keops, y que era muy visitada por los gobernantes de la zona, que lo consideraban ya por entonces (sobre el 3000 a.J.C.) un monumento legado por los antepasados. Esto destruye cualquier intento de situar el complejo de Gizeh en la IV dinasta, y aporta explicacin a muchos misterios de la civilizacin egipcia, el ms importante de los cuales es el de la inexplicable involucin tecnolgica que sufri, caso de haber llegado a construir, como se les atribuye, las pirmides. En base a este principio involutivo, despus de los monumentos atribuidos a esta poca, todo el saber que supuestamente haba permitido desarrollar semejantes obras se diluy con rapidez, y eso no es coherente, pero s demostrable. No hay ms que mirar cun ridculas e imperfectas son todas las pirmides que se hacen a partir de ese momento, meras imitaciones de proporciones enanas respecto a los modelos de referencia, terminando con la instauracin de la ms que modesta mastaba como edificio final. La nica explicacin es la ms lgica, y que adems est escrita en los textos antiguos: que esos complejos ya existan y eran reverenciados desde muy antiguo. Sus constructores fueron los mismos que hicieron agujeros en las canteras de Assun con taladros 60 veces ms potentes que los actuales (medida aportada por especialistas actuales en manejo del granito), y los que cortaron la roca con sierras que lo hacan como si fuese cartn. No una entonces atrasada cultura de la edad de bronce. Esa no pudo acometer nada parecido a lo que aqu se trata. Adems, hay otro detalle revelador, una gran diferencia entre las estructuras piramidales ms importantes y el resto de los monumentos egipcios de todas las pocas que delata un origen absolutamente diferente: las primeras son edificios casi imposibles, majestuosos y colosales, un enigma en su construccin incluso para los ingenieros de la actualidad, mientras que los dems son explicables, previsibles y factibles. Se han preguntado alguna vez por qu, ahora que se han reconstruido zonas enteras a lo largo del Nilo, nunca se ha intentado hacer lo propio con ninguna de las grandes pirmides, a pesar de que son los monumentos ms importantes y visitados, con mucho, de Egipto? Seguro que ya tienen la respuesta. No se han reconstruido porque, an hoy, carecemos de medios tecnolgicos para ello. Pero si desproveemos a la cultura egipcia de sus monumentos de la IV dinasta, atribuyndolos a constructores ms capacitados, qu nos queda? Pues imaginamos que la verdad y nada mas que la verdad: un pueblo que no tuvo grandes avances tcnicos, matemticos, astronmicos (todo ello evidenciado solo en estos monumentos y sus excepcionales medidas) con una estratificacin social hermtica y atrasada, que no nos dej una literatura abundante o de gran riqueza, que lo fundament todo en el culto al faran y la muerte que no lleg siquiera a descubrir la perspectiva, como se ve constantemente en los jeroglficos A pesar de que se ha tenido a Egipto como cuna de un gran saber, estuvieron constantemente bebiendo de las fuentes griegas, que a su vez bebieron del saber hermtico antiguo que ellos atesoraban pero no entendan. No, sin los monumentos de la IV dinasta la

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gran cultura egipcia pierde todo el esplendor y buena parte de su encanto. Comprendemos que eso pueda afectar al orgullo de nacin del Egipto actual, pero Insistimos! Este pueblo no pudo ser el creador de monumentos que estn fundamentados en la perfeccin matemtica o astronmica! Por tanto, las pirmides ya existan cuando ellos las encontraron, y cuando intentaron construir rplicas fracasaron estrepitosamente (no hay mas que ver las tosqusimas construcciones menores que hay en Gizeh), llegando, tras estrellarse con la dursima realidad, al abandono de la idea. Vemos por tanto que, con respecto a lo que nos ocupa, no hubo involucin tecnolgica, ya que nunca llegaron a evolucionar de modo apreciable. Fin de la polmica. Citemos como piedra de toque que, de seguir las dataciones como estn, significara no solo que 20 aos antes de la construccin de la pirmide de Snefru los egipcios no saban construir estos monumentos, sino que 20 aos despus de la de Micerinos olvidaron totalmente los conocimientos adquiridos. Adems, los egipcios de la IV dinasta desconocan, y esto ya se repite con demasiada frecuencia, la rueda, el hierro, la plomada, y la astronoma, siendo sus nociones cientficas, como mucho, elementales, por tanto no pudieron ni tan siquiera soar con la simple orientacin del monumento, por nombrar una de las miles de referencias matemticas, geomtricas o astronmicas que fueron utilizadas para proporcionar la mole de piedra, y que podrn encontrar en mltiples escritos al respecto. En los medios y recursos empleados para la construccin, ni nos metemos, pero fjense solo en este dato extremadamente revelador: la pirmide principal, Keops, est formada por 2.600.000 bloques de unos 2,5 Tm de media. Si como afirma Herodoto (lo cual se tiene por un dogma), fue construida en 20 aos, en cada periodo anual se tuvieron que colocar 130.000 bloques, o lo que es lo mismo, 360 diarios. Si hacemos un calculo en base a 100.000 hombres, con un turno laboral doble de 12 horas, es decir, 50.000 constantes/24 horas al da/365 das al ao, el resultado es que durante los 20 aos atribuidos el arquitecto tuvo que organizar equipos capaces de seleccionar la piedra, cortarla, transportarla por agua y arena, izarla considerablemente, encajarla al milmetro, y sellarla con cemento rpido, todo ello sin conocer el hierro ni la rueda empleando solo 2 minutos por bloque! Demencial? Pues no se engaen; eso es lo que nos dicen los arquelogos. Sin embargo, llama la atencin que en este, como en tantos otros casos, no se haya llegado a dar carpetazo definitivo a la polmica por parte de los sectores ms conservadores mediante lo que sera una prueba definitiva: un test in situ, con los medios atribuidos a la poca, y desarrollado por ingenieros. Hablamos de la construccin de una estructura piramidal de medianas proporciones, quizs incluso de unas pocas hiladas. Pese a la tremenda crudeza que han mostrado en mltiples ocasiones contra todo aquel que dude de lo postulado, llegando incluso al ataque personal, no han sido capaces de mostrar al mundo lo equivocados que estamos todos los que discrepamos, despreciando lo que parece ser el arma ms poderosa con

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que cuentan. Y por qu, si la ira llega a cegarlos en ocasiones, no utilizan el medio ms eficaz para ridiculizarnos? Por una inusitada muestra de respeto? No. Es porque esa arma no existe. Saben que lo que defienden es absurdo e indemostrable, y por tanto la informacin que suministran es tendenciosa y falsa. No pueden acabar con las dudas y la bola cada vez se hace ms y ms grande. Si observamos el sentido matemtico de la pirmide, hemos de partir de las medidas tomadas por el ingeniero ingls Taylor, posteriormente confirmadas por los arquelogos Bevendelli, Piazzi, Smith, Moreaux y Noetling. Segn estas, la base mide 232,666 m de lado, la superficie edificada es de 53.000 m2, siendo la altura de 149 m, acumulando un peso aproximado de 6 millones de toneladas mtricas. Si trasladamos esas medidas a la cbala, y dividimos, por ejemplo, el lado por la mitad de la altura se obtiene la constante pi. Los meridianos y paralelos que determinan su posicin en la Tierra son los de mayor longitud posible, dividiendo a nuestro planeta en cuatro partes exactas. Dividiendo la base de la pirmide por el nmero de das del ao se obtiene 63,7 cm, una diezmillonsima parte de la mitad del dimetro terrestre, y volvindola a dividir por 25 da 2,548 cm, o lo que es lo mismo, una pulgada. La altura multiplicada por un milln da la media de nuestra distancia al Sol. El peso de la Tierra es un mltiplo exacto del de la pirmide. Trazando un meridiano sobre ella, las tierras emergidas se dividen en dos partes iguales. Los juegos de sombras marcas los inicios de los equinoccios y los solsticios. La distancia desde ella al Polo Norte es idntica a la que la separa del ncleo terrestre. Y mas, y mas, y mas Pero si, como suponemos, alguien muy avanzado dej este edificio que significa la firma de Keops hallada en la Gran Pirmide? Pues sencillamente que usurp su propiedad, y eso es muy notorio porque tras el exquisito y matemtico trabajo del arquitecto original se observan una serie de remodelaciones toscas que, esta vez s, son atribuibles a la manipulacin inducida por el faran que se quiso apoderar del edificio de los dioses. Herodoto recibi informacin precisa por parte de los escribas de cmo Keops fue odiado por su pueblo al haberse apropiado del sagrado templo de Isis, hasta el punto de que mucho despus de su muerte se inici una campaa de borrado histrico que casi consigui su objetivo. Todo lo relacionado con l o su reinado se elimin a conciencia, hasta el punto de que lo nico que nos queda de este faran pretencioso es una pequea estatuilla y su vergonzosa firma en la pirmide, pero, sospechosamente, eso es suficiente para que los arquelogos hayan montado su teora y la hayan teido de dogma a defender: para estos seores, a pesar de todas las evidencias, y de las singularsimas medidas reflejadas, las grandes pirmides se hicieron durante la cuarta dinasta, sin rueda ni hierro, y albergaron los cuerpos momificados de los faraones. Pero la verdad apunta a que todas estas magnficas construcciones, Keops, Kefrn, Micerinos y las dos pirmides de Dashur, fueron construidas alrededor de 2.000 aos antes del diluvio, remontndose por tanto su datacin a ms de 14.000 aos, como certific la comisin de energa atmica de Brasil al someter a estudios precisos diferentes rocas de la estructura. Esto s que es una medida fiable, y

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contradice todo lo mantenido por estos grupos dominantes que miran hacia otro lado sin ningn atisbo de rubor. S. Alguien hizo estas obras de ingeniera imposible justo antes de producirse un hecho catastrfico que cambiara la faz de la Tierra. Una prueba singular de la existencia de la gran pirmide durante el diluvio la aporta Manetn, que vivi en el siglo III a.J.C., siendo casi contemporneo de Beroso, y que escribi tres volmenes de historia egipcia de los que solo nos han llegado referencias aportadas por otros escritores, como Flavio Josefo, Julio Africano o Sincelo. Manetn afirma que en una zona elevada de este monumento, en pleno revestimiento calcreo, an poda verse en su poca la gruesa lnea sedimentaria que marcaba el lugar a donde haban llegado las aguas durante la enorme crecida. Otro detalle importantsimo que aporta este historiador, y que es refrendado por su colega rabe Abd Al Latif en el siglo XIII, es la misteriosa presencia en todo el revestimiento anaranjado de una extraa y hermosa escritura que no pudo ser descifrada. Esto es una anomala notable, ya que por aquel entonces los egipcios dominaban todas las formas de texto de la poca clsica, incluyendo, por supuesto, los estilos jeroglficos de sus antecesores, a pesar de lo cual no supieron interpretarla. Esto solo pudo ser posible, por tanto, si su origen no era del rea de influencia egipcia, por lo que podemos estar seguros de que algn tipo de conocimiento estaba impreso en la superficie de la Gran Pirmide, posiblemente relacionado con su autntica autora o cometido, pero por desgracia no ha llegado a nuestros das ningn resto para poder analizarlo, puesto que la inmensa mayora de esos bloques de caliza fueron desmantelados para edificar palacios en El Cairo. En la coleccin privada del padre Crespi, profundo estudioso de los pueblos antiguos, hay una pieza dorada en la que puede verse representada en bajorrelieve una pirmide de tipo indudablemente egipcio, con los bloques y el revestimiento perfectamente definidos. La figura est coronada por un sol escoltado por nueve planetas, y flanqueada por gatos, serpientes y elefantes, entre los que se abre paso una planta parecida a un helecho. Pero lo que llama poderosamente la atencin es que la pieza apareci en Sudamrica, lugar en el que las construcciones piramidales difirieron profundamente de las egipcias.

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Al pie de la enigmtica figura aparece un texto que an no ha podido ser traducido, y nos preguntamos si no ser la copia que alguien hizo de aquel que un da figur sobre la piedra caliza del exterior del gran monumento de Keops. La tradicin asiria de Nnive, por otro lado, sita tambin su construccin en esa poca en torno a 12.000 aos, y habla de ellas como de balizas para vuelos de altitud! Esto no es extrao si admitimos que hubiese alguien que las pudiese ver desde el aire, pues en sus orgenes tuvieron que ser algo maravilloso, un autntico placer para la vista. El recubrimiento de caliza pulida a espejo estaba pintado en color naranja brillante, y sus reflejos tuvieron que verse desde enormes distancias, como se denota del expresivo apodo por el que eran conocidas en el mundo rabe: las luces. En torno a ellas qued el germen de lo que sera el futuro Egipto, ya que, al descubrir la anomala que iba a terminar con su civilizacin, los atlantes decidieron trasladar y preservar toda su cultura a esta zona alejada del pas. Pero tambin en muchas otras partes del mundo hay tradiciones que hablan de cmo pequeos grupos humanos pudieron salvarse de la hecatombe que supuso el gran diluvio, por lo que nuestro No no fue el nico. Al parecer hubo un inters manifiesto por diversas entidades de poner a salvo especmenes y tribus a lo largo de todo el planeta. En la isla de la reina Carlota, en Alaska, existe una ancestral tribu, los haidan. Esta cultura antiqusima ha transmitido oralmente el saber desde tiempos inmemoriales, y tiene un muy curioso relato de cmo su pueblo fue salvado de la muerte. Dicen: En los das de la gran inundacin, el hombre de la cabeza de acero era el caudillo de todos los hombres, y muy amado por el pjaro del trueno, el dios del trueno y todos sus dioses. Cuando esa gran inundacin barri la faz de la Tierra, los dioses temieron por la vida del hombre de la cabeza de acero, al que cambiaron milagrosamente en un salmn de cabeza de acero. Durante los das de la inundacin, el transformado caudillo de los hombres vivi en las aguas del ro Nimpkisk. Recogi los maderos para su vivienda, pero hall que tena poca fuerza para construirla. Entonces, el pjaro del trueno apareci ante el hombre de la cabeza de acero con gran restallido y tronante fragor, y alzando su mscara de dios, revel un rostro humano al hombre de la cabeza de acero. Soy tan humano como t dijo el ave y te colocar los maderos de tu vivienda. Y permanecer aqu contigo para que instales tu tribu y ser tu protector para siempre. Seguidamente, con cuatro tronantes aleteos, el ave del trueno hizo aparecer a un grupo de guerreros que surgieron del retumbante ruido, completamente armados. Y ellos, con el hombre de la cabeza de acero, fueron el ncleo del cual se desarroll el pueblo haidan.

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Observen que el cronista presenta al hroe como el hombre de la cabeza de acero, no el hombre de la mscara, del tocado, casco o similares. De un modo u otro, gracias a su contacto con los dioses, que dominan el vuelo, sobrevive, usando curiosamente un medio submarino, llevando consigo a los haidan, a los cuales da un hogar y reubica. Tambin los aborgenes australianos perpetan el mito del diluvio: Karan, jefe de la tribu, dio alas a Warck y a Weik cuando el agua invadi los brazos del mar, cuando el mar ascendi y recubri el pas entero, las colinas, los rbolesen una palabra, todo. Hay que resaltar que los aborgenes son uno de esos pueblos verdaderamente antiguos, por lo que su depsito de conocimientos, condensado en vastas leyendas que hay que desentraar e interpretar, es una fuente notable de saber antiguo. En este prrafo que hemos visto nos hablan tambin de seres que escapan por el aire, a los que se les conceden alas por parte de las divinidades. El Libro de Dzyan es uno de los textos ms antiguos que se conocen, y sus originales permanecen ocultos en recnditos lugares del Himalaya. Tambin recoge este suceso, pero de una forma ms alarmante si cabe, ya que plasma el encuentro que tiene alguien conocido como el Gran Rey del Rostro Deslumbrante con sus hermanos en la Tierra, en espera de abandonar el planeta mientras an est seco: Entonces, durante una noche oscura, mientras el pueblo de la buena ley se hallaba ya a salvo del peligro de inundacin, el gran rey reuni a sus vasallos, escondi su rostro deslumbrante y llor. Cuando son la hora, los prncipes embarcaron en Vimaanas y siguieron a sus tribus a los pases del este y del norte, a frica y a Europa. Los mismos vimaanas de las sagas hindes, y una ms que misteriosa emigracin hacia frica y Europa. Quizs la atlante? Eran los mandjit o barcas sagradas los vimaanas a que se alude?Se refiere el texto al enclave recientemente descubierto en Visoko, Bosnia, donde se han hallado 9 pirmides de grandes proporciones, fechadas en 12.000 aos, cuando habla de una emigracin hacia Europa? Son estas magnas construcciones restos tambin del esfuerzo que hicieron los antiguos por preservar su cultura de un inmenso Apocalipsis? La pirmide de Vosocica, de 213 m de altura, est actualmente en fase de recuperacin arqueolgica, y supone todo un reto para los esquemas establecidos. Uno mas. Es an pronto para decirlo, pero de confirmarse el hallazgo, estaramos ante la evidencia de que hubo por aquel entonces un esfuerzo comn en regiones diferentes del mundo destinado a sobrevivir al diluvio. Lo que se deriva de ello es que hubo conocimiento exacto del fenmeno muchos aos antes de la tragedia, lo cual denota un gran conocimiento tcnico..

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En la Epopeya de Gilgamesh, el relato correspondiente es espeluznante y muy claro, quizs el ms documentado y revelador. En su bsqueda de la eternidad, el hroe conversa con Utnapischtim, un antiguo habitante de las llanuras mesopotmicas, al que le fue concedido salvarse del diluvio, consiguiendo por el favor de los dioses la vida eterna. Para ello, le conminan a construir un gran barco y a salvar a su familia y a todos los animales, en lo que sin duda fue el origen de la tradicin de No que, muy posteriormente, qued reflejada en el Gnesis bblico. La narracin del fatdico ltimo da que el superviviente transmite a Gilgamesh es impresionante: Al despuntar el alba suba por el horizonte una negra nube en la cual tronaba Adad, precedido de Shullat y de Hanis, heraldos divinos que surcaban las colinas y el pas. Jergal arranc los puntales de las compuertas celestes y Ninurta se emple en desbordar las presas de arriba, mientras los dioses infernales, blandiendo antorchas, incendiaban con su abrazo el pas entero. Adad despleg en el cielo su silencio de muerte, reduciendo a cenizas todo lo que haba sido luminoso. Destrozaron la Tierra como un puchero. El primer da que sopl la tempestad, tan furiosamente sopl que el anatema pas sobre los hombres como la guerra. Nadie vea ya a su compaero; las multitudes del cielo ya no eran discernibles en medio de tal tromba de agua. Los dioses estaban espantados a causa del diluvio. Dndose a la fuga, trepaban hasta lo ms alto del cielo, donde, como perros, permanecan apelotonados y acurrucados en el suelo...Durante seis das y siete noches vendavales, lluvias, huracanes y diluvio estuvieron golpeando la Tierra. Al sptimo da, tempestad, diluvio y hecatombe cesaron tras haber distribuido sus golpes al azar. El mar se calm y se tranquiliz, huracn y diluvio se interrumpieron. Mir alrededor: reinaba el silencio! Todos los hombres haban sido transformados de nuevo en arcilla, y la llanura lquida pareca una terraza. Aqu tenemos un relato de enorme claridad. Los cometas provocaron incendios gigantescos, seguidos de una gran oscuridad, en medio de la cual llegaron las olas y las lluvias torrenciales en un da de enorme destruccin. Hubo un momento en que todo era negrura, y los mismos seres creadores, que se refugiaron en la rbita, estaban aterrorizados ante la magnitud de lo que estaba aconteciendo. Los sumerios, pueblo al que pertenece la epopeya, no tuvieron la menor duda sobre la realidad histrica de la gran inundacin, ya que en sus listas de reyes, clasificaban a los soberanos de Mesopotamia en anteriores y posteriores al Diluvio Universal, de lo que dio fe el propio Hamurabi. En sus crnicas aparece una y otra vez reflejado este dato: Y entonces vino la gran inundacin y despus de sta descendieron los reyes del cielo.

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Las reminiscencias tibetanas tambin son especficas: Cuando la estrella Baal cay sobre el lugar en que hoy no existe ms que el cielo y el mar, las siete ciudades con sus puertas de oro y sus templos transparentes se estremecieron y fueron sacudidas como hojas por la tempestad. Entonces se elev de los palacios una cortina de fuego y humo. En la Biblia, Dios, enfadado con los hombres, manda una lluvia destructora, de la que solo se salvan No y su familia, junto con gran nmero de especies. Se rompieron todas las fuentes del abismo, se abrieron las cataratas del cielo, y estuvo lloviendo sobre la Tierra durante cuarenta das y cuarenta noches. En Asiria tambin existe una leyenda sobre el diluvio, que se parece mucho a la babilnica, de la cual, como el relato bblico, se nutri sin duda alguna. El hroe Gilgamesh es sustituido aqu por Izdubar, su antepasado, Utnapischtim, por HasisAdra o Xisuthros. En contraposicin a la Biblia, aqu la clera de los dioses no tiene nada que ver con la destruccin de toda la humanidad, sino solamente con la de la ciudad de Schuruppak, a medio camino entre Babilonia y Bagdad, situada en la actual colina de Abu-Habba. En el Libro de los Muertos egipcio, Ra expresa como l y Atn decidieron enviar sobre la Tierra un gran diluvio que exterminase a toda especie viviente. Los indios Cheyenne hablan de terremotos, erupciones inmensas, a las que sigui una inundacin en forma de olas que cubrieron la Tierra en ciclos repetidos. Despus de eso se hizo la noche y sobrevino un fro intenso. En China, el Libro de los Signos nos remite a una inundacin tan gigantesca que cubri las montaas ms altas. En el mismo pas, las tradiciones del pueblo de los Jao-dze cuentan que en plena inundacin las cordilleras parecan el mar. La descripcin de tal catstrofe es tambin encontrada en el VisuddhiMagga, texto budista sobre los ciclos del mundo. Cuando un ciclo del mundo es destruido por el viento se levanta al comienzo una gran nube destructora, aparece un fino polvo, luego un polvo grueso, luego arena fina, y luego arena gruesa. Luego ripio, piedras, hasta grandes rocas del tamao de poderosos rboles. El viento pone el terreno al revs. Extensas reas se quiebran y son lanzadas hacia arriba. Todas las mansiones de la Tierra son destruidas en grandes catstrofes cuando mundos se enfrentan con otros mundos.

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Los esquimales tambin hablan de la inundacin, que lleg en forma de agua que se deposit sobre las montaas, formando conos de hielo y glaciares. Tambin los hinuit, de Alaska, tienen una leyenda relativa a un diluvio que se extendi por toda la Tierra. Los navajos dan cuenta de un negro muro de agua que ocupaba el horizonte y termin en una gran inundacin. En el mismo sentido se expresan los choctaw. Los luiseos y los dakotas tienen relatos en trminos parecidos, y los chickasaws sostienen que el mundo fue destruido por el agua, pero que una familia con un ejemplar de cada especie animal se salvaron. Los chewong, en Malasia, tambin hablan del diluvio, y en Laos dan cuenta de un fin del mundo provocado por unos seres llamados thens, del que solo se salvaron tres hombres ilustres y sus mujeres a bordo de una embarcacin. Los karins, en Birmania, tambin se pronuncian de forma parecida, y en Vietnam precisan que se salvaron dos hermanos, hombre y mujer, junto con una pareja de cada ser vivo. Segn los griegos, otro pueblo de gran peso histrico, Zeus mand un diluvio para acabar con la cuarta humanidad, debido a sus excesos. Nosotros estaramos en la quinta. En la India es Man quien se salva, avisado por Vishn, que le envi un barco con instrucciones para que recogiera a todo ser viviente del reino animal que encontrara, as como las semillas de las plantas. Los celtas, al referirse al diluvio, hablan del Llyn-Llyn, trmino que se traduce como mar de mares, y que, una vez desbordado, ahog a las naciones. Los aztecas dicen en el texto conocido como Vaticano Latin Codex: La destruccin se produjo en forma de lluvias torrenciales e inundaciones. Las montaas desaparecieron y los hombres se transformaron en peces. Los mayas, otro pueblo esplendoroso: En el undcimo da, ahau katn, lleg la calamidad. Cay una lluvia violentsima y ceniza del cielo. En una sola y gran oleada las aguas del mar cayeron sobre la tierra, y el cielo se precipit. La tierra firme se hundi. No se puede expresar mas ntidamente el concepto de lo que sucede cuando un astro se precipita, especialmente cuando aduce de modo claro a

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cenizas desde el cielo y a una tsunami (dice literalmente una sola y gran oleada). Es notable como la forma de percibir el acontecimiento y sus consecuencias varan solo en funcin de la situacin geogrfica, demostrando que todos hablan del mismo hecho. El Popol-Vuh, libro ancestral de este pueblo, narra: Todo era ruina y destruccin, el mar se encaramaba a las alturas. Fue una gran inundacin. Las gentes perecan ahogadas en un lquido viscoso que caa desde el cielo. La faz de la Tierra se puso oscura y la lluvia pegajosa perduraba por das y noches. Arda una gran hoguera por encima de sus cabezas. Los chibchas, de Colombia, tambin conservan el recuerdo de una inundacin portentosa. En Ecuador seran dos hermanos los que se salvaron subiendo a una alta montaa, mientras que en Per una llama avis de la tragedia, sobreviniendo despus la noche y las aguas desbordadas. Tambin los araucanos y los yaman tienen tradiciones sobre el diluvio. El Manuscrito Quich perpetu el misterioso cuadro de la poblacin de Mjico pereciendo bajo la lluvia viscosa, probablemente producida por las abundantes cenizas al mezclarse con vapores y cidos: Descendi del cielo una lluvia bituminosa y de sustancia pegajosa. La tierra estaba oscura, y llova da y noche. Los hombres corran como enloquecidos en todas direcciones, trataban de trepar a los techos y las casas se desplomaban. Intentaban subir a los rboles, pero salan despedidos y caan lejos, y cuando trataron de escapar a las cavernas, estas se haban sbitamente cerrado. Los pueblos nrdicos hablan de un mar que se elevaba hasta el cielo entre tormentas apotesicas, en medio de un fro intenso, y de tres inviernos sin verano que vinieron a continuacin, volviendo a mostrarnos un ambiente de invierno nuclear, algo caractersticamente posterior, como ya sabemos, a una crisis de impacto. Los pueblos vogules, en Siberia, recuerdan una tormenta de nieve descomunal, que sepult el mundo hasta las cimas de las montaas. En el mismo sentido se expresan los indios chukchos, pueblo nmada del estrecho de Bring, y los indgenas ancestrales de Alaska y Tierra de Fuego. Y podramos seguir relatando testimonios documentales hasta la saciedad. Todos estos relatos tienen en comn el agua en proporciones descomunales, en estado lquido, helada o hirviente, la mayor parte de las veces en forma de grandes

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olas que se repetan cada cierto tiempo. Posteriormente llegaba el fro y una oscuridad sepulcral que envolva los cuatro puntos cardinales. El ltimo elemento en comn es el ms funesto para la raza humana, ya que todas las historias hablan, en esencia, del fin de la humanidad y de un nuevo comienzo. La verdad es que resulta un material de demasiado peso como para pensar en una fbula coincidente sin ms, y en aras a los ltimos descubrimientos y a las ms que estudiadas mecnicas de impacto de los cuerpos celestes, estamos en la seguridad de que realmente hubo tal inundacin, y de que marc decisivamente el camino del hombre en el planeta, anulando el trnsito desde las grandes civilizaciones ante-diluvianas a la actual. Es significativo comprobar sobre cuntos pases se encuentra extendido este episodio: en Asia existen 13 leyendas autnomas sobre el diluvio, en Europa 4, en frica 5, en Australia y las islas de los Mares del Sur 9, en Amrica un total de 37 (incluyendo la septentrional, central y meridional). Si a esto sumamos tradiciones y religiones, la cifra llega a casi 500 interpretaciones diferentes de lo que, sin duda alguna, tuvo que ser un acontecimiento real y devastador, capaz de alojarse en la raz protohistrica de la mayora de los pueblos. Cada una de estas interpretaciones estn perfectamente adaptadas y presentan enormes coincidencias en la base principal: una inundacin repentina que acab con el mundo antiguo y de la que muy pocos se salvaron. Esa dispersin mundial constituye en s misma una prueba irrefutable. Cuando, conforme a la corriente oficial, estos relatos eran considerados meros mitos (500 meros mitos por todo el mundo. Que extraordinaria oda a la imaginacin!), aparece de repente en las excavaciones efectuadas en la ciudad sumeria de Ur entre 1922 y 1929, dirigidas por el arquelogo ingls Woolley, una capa de arcilla de 7,5 m de espesor que, con toda seguridad, slo poda ser la consecuencia de una inundacin de gran magnitud. Haciendo clculos conservadores, llegaron a la conclusin de que para haberla depositado all el agua tuvo que haber alcanzado ocho metros de altura durante un largo tiempo, por lo menos en este lugar. No obstante, esto cambia notablemente con recientes mediciones, que hablan ms bien de enormes cantidades de agua arrastrando muchos sedimentos en poco tiempo. Esto significa que todo el territorio se encontr inundado en algn momento, desde los desiertos del Irak hasta la zona montaosa de Elaam, desde la antigua Babilonia hasta el Golfo Prsico. Las masas de agua habran inundado todos los pueblos y ciudades y solamente habran respetadas las mas altas elevaciones del terreno. Aunque posteriormente a los hallazgos de Wooley se haya descubierto que lo que desenterr era, en realidad, el testigo de de numerosas inundaciones de carcter local, sin duda sentaron la base para que la curiosidad cientfica por algo hasta entonces tan descabellado como el diluvio universal se desatara repentinamente. Es notorio hacer mencin de la gran cantidad de sedimentos marinos que se van encontrando en lugares anmalos en todo el planeta, y que parecen corresponder a una fecha en torno a 12.000 aos. Estos estratos se identifican como los que debi dejar el frente de las enormes olas, una vez que llegaron a su lmite final para iniciar

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el retroceso. Como testigo de ello est el cinturn de loess, una capa de limo negruzco que llega desde Francia a China, aportando una pista de hasta dnde se extendieron los ocanos, al menos en su ltima instancia. Tambin corroboran la hiptesis de una gran inundacin los nunca suficientemente explicados hallazgos de fsiles marinos en las altas cumbres (incluyendo los Himalayas), y la existencia de los ttricos lugares conocidos como fosas comunes. En estas autnticas tumbas colectivas, restos de animales de todos los tipos y tamaos, provenientes de zonas muy alejadas, reposan con sus huesos triturados y mezclados, de un modo que no es posible explicarlo sin imaginar una terrible fuerza que los arrastrara y los introdujera en los resquicios entre las rocas. La trituracin de los huesos muestra terrible violencia y presin, y el estudio detenido llega a la conclusin de que todos sufrieron una muerte traumtica, comn y repentina. En otros casos se nota como todas estas especies dispares se refugiaron en cuevas intentando huir del cataclismo, hasta que el agua los destruy. Se han encontrado por todo el mundo, y nunca se ha dado una explicacin mnimamente satisfactoria, porque todas sealaban en una direccin tab para la ciencia. Tampoco se entiende de modo coherente el hecho de que haya aparecido un cuerpo entero de mamut congelado de un modo que solo puede obedecer a un proceso rapidsimo e innatural. Tericamente, el animal estara pastando sin ms cuando de repente una tromba de nieve lo sepult desde arriba, no dndole tiempo ni a masticar los alimentos ni a caer derrumbado. Se mantuvo erguido, pese a que sufri una gran presin desde la vertical que le tritur varios de sus duros huesos, y en pocas horas se congel tan profundamente que ha llegado a nuestros das en excelente estado. Los alimentos que estaba ingiriendo eran de clima templado, lo cual marca un evidente cambio climtico en la zona hacia un ambiente glido. Tambin la existencia de numerosos yacimientos fsiles de animales en estratos sedimentarios donde no aparece una sola planta es muy llamativa, pues se produce lo que se llama un sistema biolgico incompleto, cosa imposible sin la existencia de una convulsin que decantase y agrupase la materia arrastrada segn su peso. Cuando las circunstancias son normales, junto a los restos de animales yacen muestras vegetales, que aportan datos sobre el clima, alimentacin, temperaturas, hbitats, etc., por lo que su ausencia resulta incmoda y poco lgica. Este fenmeno ha sido documentado en la piedra arenisca de tipo cococcino, muy presente en el Gran Can, as como en la formacin Morrison, al oeste de Estados Unidos. Ambas formaciones en s son extraordinariamente irregulares, ya que ocupan grandes extensiones que no parecen haberse formado con la lentitud natural caracterstica. La formacin Morrison cubre casi un milln de kilmetros cuadrados, con un espesor de 100 m estables. Los bloques petrificados de Chinle cubren 800.000 Km2, y la formacin Shinarump, al este de Estados Unidos, ocupa 250.000 Km2, con un espesor de 30 m. Tambin en la India se han hallado depsitos sedimentarios de mas de 20 Km de profundidad!. A todo esto hemos de sumar el

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hecho refutado de que el 75% de los sedimentos continentales en todo el mundo son de origen innegablemente marino, lo cual no es explicable desde las posiciones tradicionales. Adems, para evidenciar ms lo que realmente ocurri, estas capas sedimentarias no han sido en absoluto erosionadas, pese a que, segn los esquemas tradicionales, tendran que haber estado expuestas a los agentes externos durante millones de aos, lo cual demuestra que se depositaron de modo sbito formando lechos enormes. Por tanto, estos sedimentos son, ni ms ni menos, los restos de la inundacin mas grande que el mundo ha conocido. En los testigos de hielo extrados en la Antrtida y en Groenlandia conserva un registro detallado de las temperaturas en los ltimos miles de aos. muy notable un gran descenso registrado en torno al 10000 a.J.C., que denota episodio que tiene ms que ver con una situacin de invierno nuclear, ampliamente descrita en otros captulos, que con un lento proceso natural. se Es un ya

El escenario de impacto toma cuerpo si adems se tienen en cuenta las trazas existentes de una fina capa de sedimentos que se depositaron desde el cielo, correspondientes a las eyecciones desmedidas de las que estos acontecimientos destructivos vienen acompaados. El bosque petrificado de Wisconsin, en Estados Unidos, fue cubierto por enormes cantidades de agua hace 12.000 aos, que lo sometieron a presiones que posteriormente dieron lugar a su petrificacin, en combinacin con los sedimentos y altsimas temperaturas. Esta es una prueba de peso para la que no hay explicacin anloga. El final de la ltima glaciacin, datado en torno a 12.000 aos, tambin es, en parte, consecuencia directa de un gran acontecimiento que cambi la fisonoma marina y la distribucin de las corrientes, permitiendo al Gulf Stream baar las costas europeas. Esto solo es explicable mediante la existencia de enormes masas continentales que se hundieron en el mar. Pero sin duda, las pruebas ms impresionantes para demostrar un escenario de cataclismo se encuentran en los Andes. Una fina capa regular de sedimentos marinos recorre esta cordillera durante ms de 500 Km, aunque esto no tiene por qu ser noticia. El problema es su altitud, ya que est situada a 3.500 m sobre el actual nivel del mar, por lo que demuestran un enorme movimiento ascendente de, posiblemente, toda la zona oeste de Sudamrica. Las dataciones dan una fecha a esta

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capa de 12.000 aos, y demuestran que en esa poca hubo un acontecimiento en el centro del Atlntico de tal magnitud que hizo bascular al continente sobre su hipottico eje norte-sur, que estara colgado sobre el manto fundido. Algo ejerci sobre la parte ms oriental de la placa sudamericana semejante presin vertical que sta pivot como un balancn, dando lugar a una elevacin dramtica en el oeste a la vez que se produca un hundimiento en el este. Solo un tremendo impacto pudo ser el responsable de semejante vuelco. La convulsin generada, ms las cantidades de agua desplazada, debieron dar lugar a montaas ocenicas en forma de descomunales tsunamis, que recorrieron el mundo en 24 horas, por lo que verdaderamente los frentes de ocanos desbordados debieron ser muchos. Las ruinas de Tiahuanaco, en Bolivia, corroboran esta hiptesis, ya que no hay otra manera de explicar la existencia de un puerto marino a casi 4.000 m de altitud! Csare Emiliani, un brillante gelogo de la Universidad de Miami, lleg a la conclusin tras desarrollar extensos estudios de que la capa glaciar que cubra el norte de Estados Unidos se desplom bruscamente hace 12.000 aos, provocando por su propia cuenta un maremoto que debi llegar a todo el planeta. Sin duda, este solo fue el adelanto de una serie de enormes deshielos en un periodo corto, que dio lugar a una fase de crecidas singularmente dramticas. Tras esto, y una vez asimiladas las aguas desheladas, el mar se estableci 90 m por encima de su lmite anterior, por lo que no lleg a estar ya nunca ms a su nivel inicial. En colaboracin con la citada universidad, el Observatorio Lamont ha efectuado unos anlisis de las estructuras y sedimentos marinos en torno a la dorsal Mesoatlntica, otro de los nombres con que se conoce la profunda grieta tectnica que recorre todo el centro del Atlntico, llegando a la conclusin de que all el mar sufri un intenso calentamiento hace 11.600 aos. Tambin se ha constatado la delgadez de la corteza en la zona del Atlntico central, que parece haber sido el punto de impacto de un inmenso cuerpo. Los datos, como vemos, son abrumadores, y parecen converger

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cada vez ms para transformar en realidad lo que hasta ahora solo ha sido tenido en cuenta como una leyenda.

En la hermosa villa portuguesa de Carvoeiros tuvimos ocasin a finales del 2006 de hallar y documentar unas pruebas extraordinarias. Cubriendo los abruptos acantilados de la zona, donde el Atlntico ha estado golpeando sin cesar desde tiempos inmemoriales, yace una gruesa capa de restos orgnicos, consistentes en conchas de moluscos de todo tipo apelmazados de manera absolutamente anormal. La altura a la que descansa este estrato, a unos 40 m sobre el nivel marino, descarta de plano cualquier intento de explicar su presencia mediante el fragor de enormes tempestades. Justo bajo esa capa yace una fina franja rojiza, de apenas unos milmetros, que tambin surge justo por encima de la repentina y descolocada mortandad, extendindose a lo largo de muchos kilmetros, y que es bien visible sin necesidad de tiles sofisticados. All, la densidad del sedimento orgnico es tremenda, delatando un episodio de destruccin de gran magnitud, capaz de mover el cuerpo marino (este tipo de criaturas son de fondo costero) muy por encima de los acantilados, aportando alrededor de un metro de sedimento en muy poco tiempo. Curiosamente, las conchas no estn fosilizadas, pero s perfectamente integradas en la roca, delatando una antigedad enorme, pero no en trminos de millones de aos, sino de miles, como correspondera al lapso temporal que acota nuestra investigacin. Restos del diluvio? Creemos que s. Las inmensas olas debieron pasar sobre la calcinada capa rojiza, fundida ante temperaturas enormes, arrastrando todo hacia el interior de la pennsula ibrica. Cuando se retiraron, depositaron enormes cantidades de criaturas

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muertas relativamente pesadas sobre lo que ya entonces eran acantilados, y por encima de ellos una nueva capa de tierra quemada, delatando una sucesin de impactos mltiples aterradores y muy prximos entre s, tal como hemos venido defendiendo repetidamente. A este respecto tambin son muchos los restos de material gneo con caractersticas similares a los que se encuentran en los alrededores de las calderas volcnicas. Hemos de tener en cuenta que esta zona se halla a unos 3.000 Km de una de las reas principales de impacto de aquel acontecimiento aciago, la que se sita directamente sobre la actual dorsal atlntica, y que sepult de golpe a la Atlntida, por lo que el advenimiento de grandes olas de fuego y la precipitacin de material fundido tuvo que ser abundante previa y posteriormente a la llegada de las tsunamis. Esas piedras fueron enterradas en las capas de sedimentos que nos ocupan, y que hoy la erosin est sacando a la luz sin ningn pudor, mostrndonos a los ojos la magnitud de los acontecimientos que los formaron. Tambin es notable la presencia de conglomerados caticos, zonas solidificadas donde aparecen juntas pequeas piedras de muy distinta constitucin, que se mezclaron dentro de materia que despus se unific slidamente, dando lugar a rocas muy anmalas, propias, una vez ms, de los escenarios cercanos a grandes impactos cometarios. Por tanto, queda patente, teniendo en cuenta todo lo aportado, que una catstrofe de proporciones bblicas (nunca mejor dicho) se desat hace unos 12.000 aos por todo el globo terrqueo, de la que solo se salvaron escasas personas. Este es, sin duda, el punto de inflexin que marc el curso de la historia, borrando de golpe buena parte del pasado, y llevndola a un punto de inicio incierto. La humanidad, casi exterminada y agotada, no se sobrepuso hasta miles de aos despus, lo cual explica el periodo de oscuridad detectado. Simplemente, casi no estbamos. Lo dems, ya lo sabemos. ETAPAS PROTOHISTRICAS Visto todo lo anterior, y atendiendo a criterios de secuencialidad entre culturas ancestrales, tenemos tres periodos protohistricos claramente definidos:

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Periodo antediluviano, iniciado hace 230.000 aos y que se subdivide en la etapa de esclavitud, que dur hasta hace 36.000 aos, y la de convivencia entre dioses y hombres, que acaba hace 12.000 aos. Periodo post-diluviano, iniciado tras la extincin provocada por el diluvio, que dur hasta hace 7.000 aos. Periodo histrico, bien documentado, y que llega a nuestros das. De la etapa de esclavitud ya hemos hablado detenidamente, atenindonos al magnfico relato sumerio de la creacin del hombre. Ese mismo relato es sintetizado con posterioridad, y de l surge parte del relato bblico, especialmente en lo concerniente al Gnesis, en el que se ve ya una degradacin evidente de la informacin original. A travs de ello hemos analizado cmo las entidades deciden construir un trabajador sumiso y fuerte, y como lo dividen por colores atendiendo a sus caractersticas fsicas. Tambin hemos explicado por qu surgen los gigantes y otras criaturas ms experimentales, y especialmente el modo en que se producen las fusiones sexuales entre dioses y hombres, que dieron lugar a hbridos singulares que gobernaron las primeras ciudades. En plena fase de desarrollo, las entidades inician la civilizacin controlada de los ncleos humanos, hasta que, de repente, detienen todo el sistema industrial para el que el hombre haba sido creado y se dedican simplemente a habitar entre los asustados habitantes de las ciudades, a los que proporcionan una cultura amplia mediante un sistema de sacerdotes, que se hacen depositarios de la sabidura transmitida. Este es un momento singularmente importante, porque marca un cambio de tendencia que ms tarde ser explicado. Ese periodo de convivencia dur 24.000 aos, y es aqu cuando poco a poco aparecen los extintos reinos que se reflejan en las tradiciones ancestrales, muy especialmente la Atlntida, que florece tremendamente junto con el imperio Ario de la India, los Rama. Tambin hay indicios de una gran cultura que se asent en el oeste de Gobi. Tanto avanzaron en todos los rdenes estas culturas (recordemos que bajo la supervisin directa de las entidades), que comenzaron a expandirse y a competir entre s, lo cual dio lugar a guerras encarnizadas en las que se utiliz armamento atmico, como atestiguan diversos registros literarios y arqueolgicos. Posiblemente, como ya vimos, en el Ramayana est escondido el relato de la guerra que sostuvieron las siete ciudades Rishi del imperio Rama con la Atlntida, pero necesitaramos de ms datos para poder acreditarlo. Este maremgnum de guerras y destruccin desat confusin entre los creadores, que fueron conscientes de que haban puesto excesivo conocimiento y

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poder en manos de su ser creado, por lo que comenzaron a dudar de las decisiones tomadas. Saban que de seguir as, tarde o temprano se producira un holocausto nuclear de las mayores proporciones, que seguramente hara inhabitable el planeta durante milenios, cosa extraordinariamente peligrosa para ellos. En una conjura singular, las entidades toman una decisin prctica y carente de todo rastro de amor hacia su creacin, e inician un plan asesino para acabar con el estado de las cosas. Evidentemente, sus intereses estaban demasiado comprometidos, y la urgencia de la solucin final se palpa en el nerviosismo que se desprende de diversos textos: Voy a exterminar al hombre que cre de sobre la faz de la Tierra; y con los hombres, a los ganados, reptiles, y hasta las aves del cielo, pues me pesa haberlos hechoEl fin de toda carne ha llegado a mi presencia, pues est llena la Tierra de violencia a causa de los hombres, y voy a exterminarlos de la Tierra La Biblia. La ciudad de Shurupak, situada al borde del ufrates: vieja ciudad muy visitada por los dioses. Fue aqu donde planearon provocar el diluvioEnlil, sin embargo, en cuanto lleg vio el barco y mont en clera indignado contra los dioses. Uno se ha salvado pese a que no tena que haber ni un solo superviviente de la carnicera!Cmo pudiste inmisericorde decretar el diluvio Epopeya de Gilgamesh. Todo indica que ms que un crimen por accin lo pudo ser por omisin, ya que las secuencias transmitidas del da terrible encajan perfectamente con un impacto mltiple, uno al menos de cuyos focos estuvo en el Atlntico. Las entidades, perfectamente informadas de lo que iba a suceder, decidieron no hacer nada para salvar al hombre, al cual repudiaban ya de un modo firme pese a su importancia en la balanza de placer, y permitieron que se produjera un exterminio calculado, del que nicamente se salvaron unos pocos escogidos y algunos afortunados. Solo la civilizacin atlante fue consciente de lo que se avecinaba, y dispuso lo posible para evitar la desaparicin de todo su mundo. Para ello crearon cmaras ocultas en el ya existente complejo de Gizeh, en las que confinaron todo su saber e historia en lugares que, o no han sido encontrados, o nos han sido ocultados vergonzosamente por las autoridades actuales. Entonces, se produjo el cataclismo. Un enorme cuerpo, posiblemente de unos 10 12 Km de dimetro, se precipit contra el Atlntico central. Aunque su tamao descomunal, similar al de Chicxulub, tuvo que producir un inmenso crter, la presencia de la dorsal atlntica debi borrarlo hace mucho, debido a su expansin continua y al sobrecalentamiento recibido. Tras el impacto, la inmensa franja de fuego que corre por todo el ocano de norte a sur sin duda entr en erupcin, y el fondo marino sobre el que se cimentaba la Atlntida, al oeste, se liber y comenz a hundirse a no menos de 30 cm por minuto.

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Sudamrica, montada tambin sobre la misma placa pero en el lmite oeste, limitando con la de Nazca, cede y bascula, elevando a Tiahuanaco desde el nivel del mar hasta los 4.000 m que ocupa en la actualidad, y el continente de la Atlntida se hunde para siempre en algn lugar en torno a las Azores. Esto propici que la placa de Nazca comenzase a incrustarse bajo la sudamericana, lo cual ha seguido elevando los Andes desde entonces. La convulsin generada por el impacto, las explosiones eruptivas de la dorsal atlntica, la elevacin del flanco oeste de Sudamrica y el desprendimiento de enormes masas de hielo glaciar y antrtico, dieron lugar a una cadena de violentsimas olas que se abrieron paso repetidamente hacia tierra firme, precediendo a una larga noche y a una cada de temperaturas, acompaada por precipitaciones de muchsima agua, nieve en las zonas fras, y cenizas. Aunque el proceso alcanz su cenit en 24 horas, sin duda sus ecos se prolongaron durante meses o aos, ya que la cada secuencial de los muros de hielo pudo dar lugar a violentas crecidas durante mucho tiempo, que convulsionaron el mar y anegaron las tierras repetidas veces. Todo fue muy rpido e imparable, y las consecuencias desatadas por el impacto sobrepasaron con mucho sus posibilidades individuales. Fue como un castillo de naipes que se desmorona. Los mares ocuparon la tierra habitable de todo el planeta, entre el crepitar de grandes tormentas de fuego y huracanes poderosos. Las olas de varios kilmetros de altura pasaron por encima de las cordilleras, dejndolas cubiertas de restos marinos, y arrasando todo cuanto all haba antes de entonces. Solo los ms grandes edificios de piedra pudieron resistir el mpetu de semejantes acometidas, entre ellos las pirmides, Baalbeck, Monte Moriah, Sachsahuamn, Tiahuanaco Toda la arquitectura monumental, confeccionada con grandes bloques magnficamente ensamblados. En el Gilgamesh se nos dice Los Anunnaki se elevaron en el cielo con sus antorchas, indicando que, justo antes del acontecimiento, los dioses buscaron refugio en el exterior del planeta. Tras producirse el cataclismo, al cual las entidades asistieron desde la rbita, aparecen los grmenes del futuro Egipto, remanente calculado del imperio atlante, y los restos de la cultura Ind. Aunque la probable existencia del No bblico, como otras tantas leyendas, va tomando visos de verosimilitud, tuvieron que existir ms supervivientes de la hecatombe, posiblemente alertados por todo el planeta de la venida del anatema. Ron Wyat, uno de esos investigadores empeados contra viento y marea en desvelar los misterios antiguos, hizo en 1990 un sensacional descubrimiento en Turqua, que hasta el momento no ha sido refrendado por los acadmicos, a pesar de que las pruebas son ms que concluyentes y estn bien a la vista.

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UN GRAN BARCO EN LAS ALTURAS En las inmediaciones de un pueblo conocido como Aldea de los ocho, junto al Ararat, se hallaron los restos petrificados de una embarcacin depositada a 2.500 m sobre el nivel del mar hace 12.000 aos, hecho, ya de por si, extremadamente anmalo, dado que no hay grandes superficies acuticas en la zona que justifiquen su presencia. Est muy deteriorada por la erosin y los terremotos, a pesar de lo cual an resulta discernible la estructura, hasta tal punto de que incluso se han obtenido imgenes subterrneas de las cubiertas con resultados positivos. Tambin es notable el hallazgo de muchos remaches fosilizados en bronce. Wyat aduce al respecto que hay un pasaje en el Gnesis que hace mencin de un personaje misterioso llamado Tubal Can que era el artfice de la obra de hierro, bronce y cobre, sin que en el relato se explique el motivo por el que se hace alusin expresa a este detalle, para arrojar la tesis de que fueron muchos los involucrados en la odisea del arca. Este personaje es homenajeado cuando, a modo posiblemente de reverencia, Jafet, uno de los hijos de No, pone de nombre Tubal a unos de sus hijos. No resulta natural que reverenciemos a quien nos ha dado seguridad en das de muerte y dolor? En los relatos sumerios se hace mencin de dos personajes enigmticos, que podran ser el mismo, de modo muy expreso: Deduccin hecha de los tres mil seiscientos que se usaron para calafatear, el navegante tom por tanto seis mil doscientos en reserva. Para qu un navegante en una nave que fue diseada solo para mantenerse a flote? Que misterioso fin era el de este extrao personaje? El de supervisar la construccin de la nave, o el de llevarla, pilotarla, hasta la primera cima que surgira de las aguas, el monte Ararat? Esto implicara capacidades nuticas hasta ahora no atribuidas al arca, y la existencia de un muy preciso plan de navegacin. Me introduje pues en el barco y obtur la escotilla. A quien la cerr, Puzur Amurru, un barquero, le regal mi palacio con sus riquezas Se ha tenido por un hecho singular que Utnapischtim se complaciese en regalar propiedades a quien muy en breve iba a ser engullido por las aguas, algo sin duda cruel y fuera de lugar. Sin embargo esto tiene una explicacin si nos atenemos a la lgica, y somos conscientes de que lo que estaba haciendo en realidad era comprar los servicios del barquero para que le acompaase en la singladura, sobornndolo con tesoros y propiedades, a fin de que olvidase a los suyos a su suerte. Lo sorprendente de este prrafo es que, en la variante de las tablas aparecidas en Nnive, y que relatan el mismo fragmento, leemos: Al maestro del barco, a Puzur Amurru, el navegante, confi la estructura junto con sus contenidos.

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No resulta ahora mucho ms evidente lo que decamos con anterioridad? Parece que, a fin de cuentas, la embarcacin precisaba de un navegante, un piloto que la controlara, y ello solo puede significar que, efectivamente, hubo un objetivo ms all de mantenerla a flote, cosa que nos ha sido ocultada a travs de textos posteriores, cada vez ms degradados. No es de extraar que la figura del navegante haya desaparecido totalmente en el Gnesis bblico, vistas las dos versiones que hemos visto, y que ya, a pesar de su proximidad, comenzaban a camuflar al misterioso y trascendental personaje. Y esa figura es crtica, pues demuestra la existencia de un plan de gran envergadura destinado a salvar a unos pocos escogidos de entre toda la multitud! Adems, hemos de tener en cuenta que, junto con Utnapischtim (No) y su familia, se salvaron amigos, artesanos, animales, plantas, plata, oro y, por supuesto, una tripulacin, comandada por el renombrado Puzur Amurru. Este hecho, que se desprende de los textos sumerios, tambin fue omitido en la versin bblica, muy posterior en el tiempo y, como vemos, notablemente distorsionada en todo lo concerniente a los ms antiguos tiempos, aunque se hace un curioso eco de los acontecimientos. Tambin hemos de hacer hincapi en otro hecho asombroso, y que atae directamente al propio diseo del barco. Las instrucciones dadas a Utnapischtim eran de construir un cubo perfecto de 60 metros de lado, dividido en siete pisos y en nueve compartimentos por piso. Da detalles inequvocos de su botadura tal como debi ser, indicando que se sumergi en sus dos terceras partes, justo como ocurrira con una embarcacin de esas dimensiones y proporciones, una vez lastrada convenientemente en su fondo, aportando un excelente centro de gravedad. Y por si fuera poco, leemos: Coloqu en el exterior un timn, y dispuse todo lo necesario. Alguien duda que esta nave estuviera hecha para ser insumergible y navegar, atenindose a un concepto de diseo que no pudo ser conocido, segn la historia tradicional, hasta muchsimo despus? Su diseo hubiese permitido mantener la vertical incluso ante la llegada de enormes tsunamis, que hbilmente son descritas en esta lnea con una limpieza singular, hablndonos de algo rpido e inesperado, no de un aluvin de lluvias sostenidas: Repentinamente todo cambi y las aguas cubrieron las montaas en forma de un frente de batalla que pas sobre los hombres. Y si el barco estaba hecho para navegar hacia algn lugar, Cul era la fuerza motriz que lo impulsaba? Seguramente este detalle era bien conocido en su tiempo, pero ya fue mutilado de las versiones que nos han llegado, siendo todo un misterio, aunque sin duda hubo algn medio de empuje, habida cuenta de que existi un navegante, un timn y una ruta que cubrir, pues es absurdo pensar que se detuvo en las inmediaciones de la mayor cima, la zona de Ararat, por pura casualidad.

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Pero nada de esto tendra importancia ni sera digno de estudio de no tener pruebas contundentes. Para confirmar los hechos narrados, y demostrando que la nave petrificada descubierta por Wyat alguna vez naveg sobre la zona que hoy est a semejante altitud, hay esparcidos por la hipottica ruta enormes anclas de piedra, usadas para fondear en la poca antigua. Estas rocas permanecen con marcas de adoracin hechas por los cruzados, que las conocan en su tiempo como las anclas de No. Segn Wyat, fueron soltadas desde el arca cuando las aguas comenzaron a bajar, al modo comn de las antiguas embarcaciones, sondeando con objeto de encontrar una zona donde fondear hasta la bajada definitiva de las aguas. Sin duda es un hallazgo fuera de sitio, porque ningn barco de grandes dimensiones pudo llegar a este lugar tan disparatadamente alto sobre el nivel marino. Salvo el de No!

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Arriba: tres de las anclas de piedra halladas, y restos del arca con la seccin de lo que se desprende tras realizar un anlisis radar del subsuelo. Izquierda, uno de los remaches fosilizados. Abajo, trozo de madera fosilizada ensamblada por capas y lnea sedimentada donde aparecen fosilizadas (en rojo) algunas vigas de la estructura.

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LA REPOBLACIN TRAS EL DILUVIO Es justamente hace 7.000 aos, cuando se produce un fenmeno que trae de cabeza a los arquelogos de todo el mundo: la repentina aparicin de las civilizaciones. Algo tan aleatorio, disperso y raro que no se ha encontrado an una respuesta unnime para ello, y que resulta esencial para comprendernos como seres sociales. El problema estriba en que sencillamente no se sabe el motivo por el que las culturas nmadas se volvieron sedentarias y formaron grupos humanos con un fin comn, dotado, repentina y espontneamente, de jerarqua y leyes. Nosotros tenemos una idea de por qu se produjo este hecho singular, y tambin a raz de qu acontecimiento catastrfico se deriv el embrin de lo que somos hoy. Pero vayamos a este nuevo principio. Da la impresin de que, consternados por el nivel de destruccin que encontraron en la superficie cuando descendieron tras volver las aguas a los ocanos, las entidades desarrollaron un intenso plan de ayuda y apoyo a la repoblacin natural. Eso explicara la gran rapidez con que el planeta reverdeci tras el cataclismo en lo referente a especies vegetales y animales, que hubieron de expandirse de nuevo y multiplicarse en pocos miles de aos. Sin duda, hubo una re-implantacin selectiva de la que no ha quedado constancia, pero basta con hacer nmeros para darse cuenta de que la actual diversidad tuvo que ser apoyada en aquel tiempo de oscuridad para llegar a lo que es hoy. Si no es as, los clculos fallan, y, por consiguiente, nuestro entorno actual es la prueba de que existi semejante intervencin. Muy explcito y repetitivo es el Atra Hasis cuando se refiere a un suceso de extrema importancia que acontece tras la debacle. Es cuando dice: Y despus del diluvio, los reyes del cielo bajaron a la Tierra. Nos parece una frase muy indicativa de la importancia que se le dio al asunto, y de cmo no solo se produce el retorno de las entidades al planeta que

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haban abandonado horas antes del desastre, sino que vienen acompaados del mismsimo Anu, el soberano absoluto, a la cabeza de un aturdido grupo de seres que, de repente, se vean privados de recursos y sirvientes. Despus de miles de aos ejerciendo un control total sobre las sociedades, a las que haban permitido toda clase de atrocidades siempre que beneficiaran a sus creadores, los seres que determinaron nuestra separacin del rbol de los homnidos vieron como la naturaleza ms brutal barra del planeta la mayora de las especies, entre ellas al hombre. Un gran trabajo quedaba por delante para paliar los daos. Se cre una nueva base de operaciones en la ciudad sumeria de Kish, desde donde se coordin todo el plan de repoblacin. Lo ms llamativo de todo es que, una vez que hemos visto con gran detalle a lo largo de la primera mitad de este libro los acontecimientos que se derivan de toda gran extincin, y los mltiples restos estratigrficos que deja, no se haya encontrado nada parecido a una eliminacin masiva de especies correspondiente a este periodo de hace 12.000 aos. En principio esto invalidara la existencia de una inundacin global con carcter aniquilador, y ello ha sido muy usado por los detractores de este episodio. Efectivamente, la lgica inapelable dice que debiera haber un ancho rastro de vaco biolgico justo por encima de ese estrato, pero eso no ocurre. Solo hay capas enormes de barro (sedimentado por transporte y decantacin de enormes cantidades de agua), cinturones inexplicables de loess (marcando el lugar alcanzado por las olas y sus residuos), huellas de tsunamis apotesicas, osarios masivos en cuevas y gargantas (las fosas comunes), y gran cantidad de fsiles marinos en las cumbres (que solo de este modo pudieron estar alguna vez bajo el mar). Por tanto, parece que estemos ante una incongruencia manifiesta, dado que adems de mltiples pistas geolgicas, tenemos testigos de hielo antrtico cargados de cenizas, eliminacin de glaciares, cambios climticos radicales bien documentados datos todos que apuntan en una nica direccin, y, sin embargo, el fenmeno ms importante para determinar un holocausto global est ausente, ya que al parecer la vida prosigui en todo el mundo. Esto, en base a nuestros conocimientos, resulta imposible tras el escenario que hemos descrito. Pero en efecto, tanto geolgica como botnica o paleontolgicamente no existe ese vaci mas all de aquel fatdico momento, al menos mensurable, y este es el motivo por el que no se ha planteado de manera concluyente la existencia de un holocausto global, a pesar de lo que sin duda sealan todas las dems pruebas. Y sin embargo se produjo! Nada sobrevive a lo que hemos descrito salvo por circunstancias excepcionales, y dado que parece demostrada la existencia de un gran cataclismo que aneg la tierra hace 12.000 aos, consecuentemente tuvo que haber un brusco exterminio, y seguramente de un nivel tan considerable como el que marc la transicin del prmico al trisico, hace 250M de aos. Pudiera ser que la aniquilacin habida durante el diluvio llegase al 95 97% de las especies terrestres, lo cual es una cifra exorbitante, y eso tuvo que quedar refrendado en algn sitio. Adems si que sabemos que hubo una mortandad menor en los mares, que siempre

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ha sido atribuida a fenmenos de subida y bajada de nivel sobre los que nunca se han puesto de acuerdo los cientficos. Evidentemente ahora deducimos que se produjo una subida del nivel costero, y muy grande. Las estimaciones estn en torno a 250 m en pocos aos, que despus fueron bajando hasta unos 90 a medida que los polos volvan a cubrirse de hielo. Veamos esta comparativa, de la que se deduce la diferencia en el dibujo de las costas que debieron producirse tras el desastre: z z z z VOLUMEN DE AGUA OCENICA ANTES DEL DILUVIO: 1.846M DE Km3 VOLUMEN DE AGUA ACTUALMENTE: 2.036M DE Km3 SUPERFICIE DE LOS OCANOS ANTES DEL DILUVIO: 461M DE Km2 SUPERFICIE ACTUAL DE LOS OCANOS: 509M DE Km2

Por tanto, es evidente que el trastorno qued perfectamente registrado en los mares, que no solo cambiaron su geografa, sino que sufrieron una sutil extincin. Solo hay una explicacin vlida, por arriesgada que parezca, para que hasta ahora esta masacre haya pasado desapercibida en tierra firme, y es que haya sido geolgicamente borrada, lo cual se corresponde con las posibilidades y necesidades de las entidades. Un enorme y coordinado plan de repoblacin debi llevarse a cabo por todo el planeta, sembrando literalmente lo que posteriormente seran los nuevos bosques, selvas, praderas Del mismo modo, los escassimos animales supervivientes en diversas zonas fueron reubicados junto con los que haban viajado en las arcas de supervivencia, cuya tradicin globalizada demuestra que existieron. Sin duda, este esfuerzo fue colectivo, y apoyado por un nmero indeterminado de obreros que actuaron simultneamente en miles de lugares diferentes. Pero, llegados a este punto, no podemos pasar por alto una pregunta crtica, la que ha sido utilizada repetidamente para negar las posibilidades de la existencia de un diluvio universal: dnde estn los restos de los rboles y animales extintos? Sin duda, es una magnfica cuestin, y de muy difcil respuesta hasta ahora. Hoy podemos asegurar que los restos de la naturaleza antediluviana, desaparecida en unas horas terribles, se halla no solo en las fosas comunes y en depsitos sedimentarios mal datados, sino tambin en una sorprendente forma residual, producto de las ms altas presiones y temperaturas: el petrleo. Siempre se ha pensado que este combustible fsil es el producto del paso de millones de aos, pero recientes estudios muestran que, al menos en un porcentaje importante de las reservas, esto no es as. Hoy se sabe que el 90% del crudo se form repentinamente, atenindose a una secuencia de acontecimientos grandiosos que acabaron provocando una rpida transformacin desde la materia orgnica al fsil lquido. Esto es an mas notorio cuando vemos en un mapa que los mayores yacimientos se encuentran en las proximidades de las reas de impacto ms demoledoras. Sin duda, una parte de ese 90% del crudo, el de origen rpido, se gener hace 12.000 aos,

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cuando miles de billones de toneladas de materia orgnica fueron sometidos a cambios imposibles. Todo empez con el arrastre, por la accin de las olas, de enormes masas biolgicas, que contenan los restos de animales y plantas arrancados a la superficie. Al sucederse las convulsiones, estas masas quedaron enterradas bajo montaas de lodo, formando gruesas capas de sustrato. A lo largo del proceso, fueron sometidas a condiciones de extrema presin y temperatura, y el resultado final fue el petrleo, que ocup las bolsas dejadas tras la transformacin de slido a lquido. De este modo, la mayor parte de las huellas de la extincin, en lo que respecta a especies desaparecidas, fueron eliminadas justo de all donde debieran estar: en tierra firme. El crudo qued aislado en depsitos subterrneos, donde esper pacientemente a ser extrado como una valiosa fuente de energa, y hasta hoy no hemos sido capaces de establecer un nexo entre su abundancia y el gran diluvio. Las tareas de repoblacin continuaron, y tras desarrollarse la re-insercin de especies, el vaco de la superficie desapareci. Donde murieron leones aparecieron nuevos leones, donde cayeron abetos aparecieron nuevos abetos, y as sucesivamente. Todo lo que haba sido aislado y preservado en las arcas fue reinsertado, unas veces en el mismo lugar que ocup con anterioridad, la mayora en sitios distintos. Por tanto, no podemos establecer una lnea clara que permita ver un antes y un despus, como sucede con las otras extinciones. Solo desaparecieron aquellas especies que, por sus caractersticas especiales, no pudieron ser salvadas, entre las cuales tenemos a los mamuts o los tigres dientes de sable, por poner algn ejemplo, que se extinguieron definitivamente sin que sepamos el motivo exacto por el que se permiti que esto ocurriera. Despus de eso, las especies se multiplicaron con rapidez. Calculamos que la vida vegetal alcanz un estado ptimo de crecimiento en 250 300 aos, y que los cdigos impresos en el ADN provocaron un boom de la biodiversidad en menos de un milenio, tal como se supone que deben hacer tras una crisis de la vida. El cdigo, a travs de sus sensibles mecanismos de valoracin de la presin ambiental y del equilibrio de los ecosistemas que ya analizamos con anterioridad, se hizo, de algn modo, consciente de que los huecos detectados deban ser ocupados cuanto antes, y gener las condiciones ideales para un estallido natural. Muchas veces la vida ha exhibido su poder de irradiacin, y eso es porque la secuencia evolutiva se ha mostrado siempre slida y eficaz, posiblemente debido a la perfeccin del programa, fruto quizs de la experimentacin en un milln de mundos. En este escenario de re-implantacin a nivel mundial, estructurado y masivo, el periodo de 600 700 aos permitira la aparicin de muchas generaciones de fauna y flora, por lo que en ningn modo debe parecer excesivamente corto. La ubicacin geogrfica de nuevas especies en determinados lugares, atendiendo al nuevo esquema meteorolgico, explicara por qu gran parte de los bosques y sus habitantes sufren un gran cambio de caractersticas en ese lmite entre los 10.000 y 9.000 aos a.J.C., permutando sus componentes, fisonomas y ubicaciones. Fue casi una reordenacin de la naturaleza, una siembra que dio lugar a

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la gigantesca explosin de la vida que se expandi por toda la superficie con extraordinaria virulencia. El planeta entero tuvo que estar radiante hacia el 8500 a.J.C. En ese nuevo mundo post-diluviano, el ser humano fue introducido quirrgicamente, llevndolo a poblar zonas hasta entonces inhabitadas, como las polares o desrticas, y todo fue controlado desde Kish y Baalbeck. Las antiguas urbes sumerias fueron reedificadas sobre sus enclaves antiguos, ahora bajo muchos metros de barro solidificado, posiblemente respetando una geometra sagrada secular, como sugiere en sus obras Zechariah Sitchin. No se dej lugar sin repoblar, buscando las mayores posibilidades de desarrollo rpido. Al principio, fueron ncleos muy pequeos los que se iban formando, pero con el paso de las generaciones la densidad aument, y dio lugar a la aparicin de tribus, pueblos, ciudades, y as sucesivamente, hasta que se pudo restablecer un nmero mnimo de habitantes en todo el planeta que asegurase nuestra supervivencia y el buen provecho de las entidades. Un trabajo muy concienzudo y bien dirigido, sin duda. Mediante la introduccin de estimulantes afrodisacos, y la ausencia de guerras territoriales, las tasas de natalidad fueron elevadas, cimentadas en una inquietante cultura del ocio, que preceda a nuevos periodos donde no habra tanta calma. Como muestra de esto, en Per est Caral, un emplazamiento primitivo correspondiente a una de aquellas nuevas culturas iniciales, fechado en torno al 5.000 A.J.C., en el que se pudo constatar lo sealado. Contrariamente a lo defendido por los arquelogos, que postulaban que el inicio de las civilizaciones se debi a la aparicin de las guerras, esta ciudad se revela como un remanso de paz, carente de murallas o armas, y dotada ya de seis primitivas pirmides formando un cuadrngulo, en el centro del cual se extenda una gran plaza ajardinada con teatro, auditorio y centros ceremoniales. Pequeas vasijas con drogas, a base de hoja de coca, y sustancias destinadas a la potenciacin sexual, se han encontrado junto a flautas de huesos de cndor y otros exticos instrumentos musicales. Aqu, las entidades dieron a los hombres la premisa de multiplicarse con rapidez, mientras construan templos y cultivaban los campos, aunque su misteriosa alimentacin se fundamentara en peces que estaban a 30 Km de distancia, lo cual demuestra un inicio temprano del comercio. Con el discurrir del tiempo, seis zonas en todo el mundo mostraron un mayor crecimiento en cuanto a grado de civilizacin, y fueron las que dejaron los embriones que posteriormente formaran grandes entramados sociales: China, India, Egipto, Mesopotamia, Sudamrica y Centroamrica. Para estos hombres, de nuevo inmersos en la barbarie tras milenios de esplendor (que solo los escassimos supervivientes de la tragedia conocieron y divulgaron), el relato del diluvio y todo cuanto haba antes de l eran algo muy cercano, que fue celosamente transmitido de padres a hijos, dando lugar al origen de los escassimos registros que tenemos de los periodos antediluvianos. Al amparo de los poderosos dioses, a los cuales vean continuamente, sintieron tanto temor y reverencia, que la probable deformacin histrica no se produjo, por lo que su transmisin, miles de aos despus, hasta las primeras tablas de barro o piedra, conservaron la esencia real de lo que

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verdaderamente haba acontecido, a pesar del modo alegrico en el que, en la mayora de los casos, los hechos fueron narrados. Por eso es tan importante mirar esos textos desde el punto de vista de quien tiene entre sus manos un legado histrico de enorme trascendencia. El Mahabharata, que analizamos en profundidad en el captulo teora del jardinero, debi ser gestado en algn momento en torno al 7016 a.J.C., o lo que es lo mismo, 3.000 aos despus del diluvio, tal como se deduce de determinadas referencias astronmicas que permiten deducir esta fecha tan precisa. Por tanto, parece evidente que los hechos que narra son muy anteriores a este, posiblemente de una fecha alrededor del 17000 a.J.C., con lo que apoya definitivamente la existencia de un gran imperio hind, capacitado por enormes logros tecnolgicos, en la antigedad. Posiblemente, el mismo que sucumbi bajo la gran expansin atlante, de la que nos han llegado indicios claros. Alrededor del 6000 a.J.C. se inicia la transmisin de la Epopeya de Gilgamesh, que narra con posterioridad al diluvio las gestas del histrico hroe sumerio, que debieron producirse en torno al 7000 a.J.C., en medio de un mundo que se levantaba lentamente de entre los restos del diluvio. Tras detallarnos cmo era el espaciopuerto de Baalbeck, an activo cuando el lo visit, convierte la bsqueda de Utnapischtim (recordemos personaje superviviente al diluvio, de extraordinario parecido con No) en uno de los pilares en torno a los que se mueve la narracin. Gilgamesh se convierte en esta parte del texto en recopilador de la ms antigua y detallada historia del diluvio conocida, del cual aporta datos importantsimos y, a grosso modo, rigurosos, pues se corresponden con lo que hoy da sabemos respecto a la secuencia de acontecimientos que pudieron desarrollarse. La excepcional antigedad del relato, a solo 3.000 aos del evento, en los cuales la tradicin en la zona de Mesopotamia haba mantenido vivo el recuerdo, es un detalle a tener muy en consideracin, as como el hecho de que el propio hroe fuese an descendiente directo de un dios, lo cual indica que las entidades en este nuevo periodo seguan procreando con mujeres humanas, como hacan desde muy antiguo. En esos momentos, por tanto, haba presencia de las entidades entre las multitudes, por lo que la ayuda seguramente se produjo de modo directo. No olvidemos que nos necesitaban, de lo cual fueron conscientes seguramente cuando comenzaron a perder calidad de vida tras la gran mortandad. Fuimos diseados como sirvientes y tuvimos que seguir sindolo tras ser casi exterminados. Sin embargo, todo se desarroll bajo unas nuevas reglas. En la Biblia se produce una trascripcin casi literal de las escenas del diluvio que cuenta la Epopeya, aunque mutilada en detalles que ya entonces comenzaban a ser lejanos, y envuelta en un aire muchsimo mas mstico. En esa poca nuevas ciudades haban sido ya levantadas en Mesopotamia, donde sus habitantes encontraron los restos de palacios y ziggurats de antiguas

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dinastas, que haban resistido al embate de las aguas para ser finalmente enterrados por el desierto. Sabemos que estos enclaves llegaron a albergar miles de personas, lo cual indica una exitosa expansin que debi producirse, de modo similar y sincrnico, en todo el planeta. En Sudamrica, los incas encuentran ya abandonadas las ciudades antediluvianas (Tiahuanaco, Sachsahuamn, Samaipata) y comienzan a gestarse las leyendas, que an desconciertan a muchos, respecto a sus antiguos habitantes. En diversos lugares, especialmente en el inslito complejo de Caral, en Per, comienza una re-educacin por parte de emisarios culturales, interesadsimos en que se comience sobre todo la agricultura extensiva, especialmente de cereales, y la ganadera. Dos de estos entes fueron los populares Quetzalcoatl, que ense en Centroamrica al pueblo maya, y Viracocha y Orejona, que hicieron lo propio con los aimars y los incas, mucho ms al sur. Un proceso similar se dio en casi todo el mundo de modo sincrnico, demostrando la existencia de un plan preciso. Es de este modo como, de repente, en todas las tradiciones aparecen seres que vienen de las estrellas a mostrarnos el camino y transmitirnos sus conocimientos. Hay un hecho revelador que resulta demasiado importante como para no ser tenido en cuenta. Los ltimos estudios cientficos han demostrado que es ms que probable que las primeras zonas de cultivo puestas en produccin tras el diluvio estuviesen situadas en dificultosas y poco productivas reas de media montaa que rodean a los grandes llanos mesopotmicos. Casi todas las fciles y accesibles zonas bajas, llanos o valles, fueron apartados de las tareas agrcolas en su inicio, y ello solo pudo deberse al hecho revelador de que estos terrenos estuviesen an empantanados y fangosos. Los textos sumerios dicen de modo explcito que Enlil, despus de la hecatombe, fue el primero en plantar cereales en los terrenos de las colinas, y que hizo posible estos cultivos manteniendo a distancia las aguas de la inundacin, posiblemente creando sistemas de drenaje y presas. El nombre de estas tierras montaosas, al oriente de Sumer, era E-LAM (lugar donde germin la vegetacin), y Sumeria, en su traduccin mas antigua, significa literalmente tierra de los que vigilan. Tras el esfuerzo inicial de Enlil, Ninazu y Ninmada, sus ayudantes, extendieron los cultivos a las llanuras, para que con el tiempo Sumer, el pas que no conoca el grano, conociese el grano. Es en esta poca cuando el semicrculo montaoso de Oriente Prximo se convirti en una fuente constante de nuevos cereales, plantas, rboles, frutas, verduras y animales domesticados, hecho constatado y que no tiene explicacin acadmica razonable. A raz de los textos antiguos, sabemos que parte de esas semillas, las que no viajaron con No en su arca, permanecieron enterradas en cofres bien asegurados en el subsuelo de Baalbeck, en recintos especialmente acondicionados para resistir el embate de las olas sin deterioro. El acto de apertura de esos cofres se narra con

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grandilocuencia en los textos, pues su material supona grandes avances en la gentica, necesarios para la rpida dispersin de la agricultura eficaz. La brusca y coincidente difusin y expansin de la agricultura, la escritura, las matemticas, la astronoma, los calendarios, la metalurgia y la alfarera por todo el mundo son una prueba ms de que hubo un tronco comn, un autntico rbol civilizador que despleg sus ramas a lo largo y ancho del planeta, sembrndolo con unas caractersticas comunes que no tienen explicacin desde cualquier otro punto de vista. La generacin espontnea de sociedades similares en muchos lugares del mundo supone algo que va ms all de la mera casualidad. A modo de ejemplo, observemos las extraordinarias similitudes entre los sistemas de calendarizacin, y pensemos en qu fase de conocimientos estaban estas civilizaciones cuando los adquirieron. La razn nos dice que no pudieron desarrollarlos de modo tan similar por muchas causas, entre ellas porque quizs no tuvieron tiempo ni medios para establecer los periodos: MAYAS. o o DURACIN INICIAL DE SU AO SOLAR: 360,1245 DAS. LO DIVIDEN EN DIECIOCHO MESES DE 20 DAS. POR ALGN MOTIVO, Y A RAZ DE UN ACONTECIMIENTO NO DESCRITO, LE SUMAN 5 DAS, CONSIDERADOS NEFASTOS, AL TRMINO DEL LTIMO CICLO MENSUAL, QUEDANDO EN 365,2420 DAS.

EGIPCIOS. o o 360 DAS, DIVIDIDOS EN 12 MESES CON TRES GRUPOS DE 10 DAS CADA UNO. LE SUMAN DE REPENTE 5 DAS.

SUMERIOS Y BABILONIOS. o DIVIDAN EL AO EN TRES GRUPOS DE 120 DAS, SUMANDO EN TOTAL 360. AADEN 5 EN ALGN MOMENTO.

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ERA MODERNA. o LO CIFRAMOS CON NUESTROS SISTEMAS EN 365,2422 DAS. MS MODERNOS

Es extraordinariamente revelador el hecho de que de repente se utilicen 5 das adicionales en todos los grandes calendarios antiguos, que adems tienen unas horquillas de error sumamente despreciables. Esto solo puede ser debido a que, consecuentemente al cataclismo que provoc el diluvio, la traslacin terrestre se ralentiz, alargndose el ao. Esta coincidencia demuestra que hubo un modelo original anterior a este evento, que fue copiado o transmitido, y que precis de cambios para adecuarlo al nuevo cmputo en los diferentes pueblos. Lo nico que hicieron las nuevas culturas y civilizaciones fue adaptar los calendarios antiguos a la temporalizacin de las cosas del modo ms fcil, es decir, aadiendo das al ciclo. No procedieron a desmontarlo para intentar un ensamblado que, posiblemente, habra sido largusimo y problemtico, puesto que en el fondo, al ser un conocimiento donado y no adquirido, nunca haban entendido cmo lleg a ser desarrollado. Este detalle, unido a la extraordinaria precisin y coincidencia de los resultados respecto a la duracin del ao, obtenidos en lugares tan dispares del mundo, son una prueba concluyente de que hubo un foco de conocimiento cercano a estos pueblos, que desapareci hace 12.000 aos dejando rastros de su existencia, que fueron asimilados y transformados por los humanos recin llegados, y pertenecientes ya a una civilizacin posterior, la nuestra. Aunque la explicacin oficial siempre se ha basado en los vastos conocimientos astronmicos que se les atribuyen a los mayas, egipcios o sumerios, para confeccionar estas obras de precisin, la verdad es que es mucho ms lgico pensar que todos bebieron del mismo tronco comn, y que buena parte de ese terico saber no es ms que un reflejo mnimo del que hubo con anterioridad. En todos estos pueblos, esos conocimientos eran sagrados y venerados, lo cual solo es explicable porque no haban sido adquiridos con la experimentacin. De ese modo, era tal su importancia que solo podan tener carcter divino. Y efectivamente as era: uno de los hitos importantes que las entidades tuvieron que re-insertar fue mostrar la importancia de los ciclos en las cosechas, lo cual hubiese sido imposible sin el uso de la calendarizacin. Por tanto, llegamos al punto en el que de nuevo resulta evidente como todo obedeci a una intervencin global de gran nivel, destinada, en este caso, a sacar cuanto antes al hombre de la barbarie, a fin de que comenzase a ser eficaz y, sobre todo, rentable. Por las cuatro esquinas del mundo van asentndose los nuevos estados. En Egipto, los pueblos primitivos hallan las pirmides y la esfinge, y comienzan a rendirles culto, mientras se inicia una civilizacin basada en la muerte. En la India las ciudades del valle del Indo son repobladas por culturas muy inferiores a las que

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confeccionaron los planos originales. Solo los relatos ancestrales recogen indicios de aquellos que las idearon y murieron entre sus ruinas. En Zimbabwe aparecen los restos de Gran Zimbabwe, capital en torno a la que se desarrollaron las actividades mineras pretritas en la zona. Los nuevos asentamientos pierden toda referencia a su antigedad o funciones, y el olvido se cierne pronto sobre el pasado. Mientras tanto, los dioses se aseguraron una gran zona franca, bien delimitada y defendida, y libre, por tanto, de la presencia de los hombres. Su nombre fue TIL-MUN, que significa literalmente tierra de misiles! Su ubicacin, presumiblemente, comprenda toda la zona de Baalbek, aunque otros autores la situan en algn lugar de la pennsula del Sina. Toda la cordillera del Lbano y el Antilbano fueron declaradas zonas prohibidas, y en ellas se aplic la ley marcial. Es en estas tierras donde se desarrollaron muchos de los hechos narrados en la Epopeya de Gilgamesh. Pero la gran fase de re-educacin lleg a su fin. Desgraciadamente, son muchos los textos que se han perdido y que narraban detalles tremendos de esa poca oscura, y de los que solo nos han llegado fragmentos. En la Epopeya de Erra se describan, con lujo de detalles, los hechos relativos a un holocausto nuclear, propiciado por el fragor desenfrenado de algunos dioses enfrentados, dispuestos a aniquilarse entre s. La Epopeya de Etana, donde se busca la inmortalidad, al igual que ocurre con el texto de Gilgamesh. La Epopeya de Anzu, en la que los dioses se enfrentan a una terrible nave area. El Libro de los secretos de Toth, escrito de puo y letra por el propio dios. Los Escritos referentes al tiempo, del sabio antediluviano Adappa. El Libro de Enki, de carcter autobiogrfico, y dictado por el propio dios. El Libro de las guerras de Yahv, donde se da buena cuenta de las campaas de destruccin masiva iniciadas por la deidad bblica. Tambin citaremos el Libro de Jasher, el Libro de las generaciones de Adn, o el Libro de No, escrito por el hroe del diluvio. Todos incunables de gran valor, perdidos en la noche de los tiempos. A medida que discurre el tiempo y van apareciendo otros antiqusimos textos (Libro de Dzyan, Popol Vuh, Atra-Hasis, Enuma Elish) vamos viendo cmo los creadores desaparecen casi definitivamente de nuestra escena, dejndonos en plena soledad, y con una suma de leyes y conocimientos suficiente para seguir las pautas exigidas. Ese momento coordinado est tambin muy representado en todas las culturas anteriormente reseadas, con la imagen de la divinidad que se aleja un da, por cielo o mar, prometiendo volver. Es un hito comn que aparece en infinidad de tradiciones, y que hasta ahora ha carecido de sentido. De pronto, los dioses ya no viven en las antiqusimas ciudades sumerias ni en otros lugares conocidos, demostrando que la fase de repoblacin y restablecimiento de la agricultura y la ganadera haba concluido. Esto pudo ocurrir en torno al 5000 a.J.C., momento en que comienzan los registros histricos reconocidos. Una maniobra maestra! Tras haber influenciado decisivamente a todos los pueblos, desaparecen justo antes de dejar constancia histrica, lo cual demuestra

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la gran capacidad organizativa que las entidades tuvieron para llevar a cabo los primeros estadios del nuevo plan. Sin embargo, su desaparicin es aparente, solo un espejismo. La experiencia de incidir de modo directo en el hombre no haba sido buena antes del diluvio. En el futuro inmediato se limitaran a vigilar de cerca, pero sin mostrarse ni intervenir ms all de la introduccin en momentos precisos de determinadas normas sociales que les transmitiran el poder sobre los acontecimientos. Un plan, que bien pudo llamarse Mesinico, estaba en marcha, pero hasta llegar al momento cumbre, intervenciones puntuales seran necesarias para establecer un rumbo. Mientras tanto, haban conseguido, mediante la repoblacin natural dirigida y la re-educacin, que siguisemos alimentndolos y reverencindolos bajo montones de nombres y religiones arcaicas diferentes a lo largo de todo el mundo. Veamos cmo. EL PLAN MESINICO El camino escogido para la nueva forma de intervencin desde la sombra implicaba la eleccin de diversos grupos humanos entre los existentes, en los cuales se implantaran los sentimientos y deberes necesarios hacia los dioses (obediencia ciega, sumisin, multiplicacin, cultonada de pensamiento avanzado esta vez), y a los que se conducira poco a poco hacia una situacin de poder entre el resto de los pueblos de la poca y entorno geo-poltico, de modo que pudieran ser los que dominaran la esfera pblica de un modo razonable. Esto hara que la influencia de su credo fuese mxima, sin necesidad de aparecer continuamente. Para desarrollar esta tarea, se instauraran sistemas religiosos complejos, basados en lderes a los que seguir, entidades mesinicas capaces de arrastrar con sus enseanzas a grandes colectivos sociales. Esto, como vemos claramente hoy da, sin duda funcion, y por ello el hombre, como el perro, son las dos nicas criaturas de la Tierra que tienen la necesidad perentoria de someterse a un ente superior. Esto, por doloroso y terrible que suene, es as. En el caso del perro se debe a que es un animal que ha sido virtualmente creado y cruzado por nosotros a lo largo de miles de aos. En el caso nuestro, es evidente el motivo, y de ello deriva nuestra tendencia sumisa y religiosa. Ni siquiera el paso de 230.000 aos ha conseguido zafarnos de esta cuerda que nos ata, coartando no solo nuestra libertad, sino la capacidad de avanzar en el conocimiento con absoluta independencia. Cuantas veces asistimos a cmo los colectivos religiosos de cualquier confesin se resisten a la investigacin con embriones o clulas madre? Al aborto o la eutanasia? Al uso de medidas de contracepcin, pese a la propagacin de enfermedades terribles? A averiguar nuestros autnticos orgenes? A los estudios genticos? Estos movimientos siguen haciendo inconscientemente aquello para lo que fueron instaurados: reducir nuestra capacidad de progreso y mantenernos lejos de la realidad, que en ningn momento debemos ni tan siquiera imaginar, pues en ello va la seguridad de nuestros creadores. Eso, unido a la incapacidad manifiesta de los gobernantes para abordar los verdaderos problemas del mundo, comienza a ser el caldo de cultivo ideal para un

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futuro ms que incierto. No sabemos si la esfera geopoltica est en el estado que las entidades queran, pero lo cierto es que todo comenz del modo que ellos fijaron. Esta maniobra, despus del proceso de reactivacin de la especie humana, fue global, y llevada a cabo por diferentes y bien adiestrados dioses, que fueron esparciendo la semilla definitiva de la sumisin en las sociedades incipientes ms apropiadas a los fines perseguidos. De ah la sbita aparicin de la base de la mayora de las grandes religiones en una poca concreta y bien determinada, obedeciendo una vez ms a la existencia de un plan magnficamente coordinado y ejecutado. Volvemos a llamar la atencin sobre este hecho singular, ya que tanta coincidencia tiene que deberse forzosamente a un movimiento bien orquestado, no solo a instintos y figuraciones de pueblos primitivos que de repente imaginan a un ser superior por capricho y en sincrona. Nosotros vamos a ceirnos, para analizar e ilustrar esto, al blanco escogido en la zona mesopotmica, que ha resultado ser la que mayor influencia ha ejercido religiosamente en el resto del planeta, pero el modus operandi detectado en la globalidad de los pueblos es similar en lneas generales, salvando las peculiaridades propias de cada lugar o cultura. En algn momento, en cada punto socialmente importante del planeta, las entidades hubieron de optar por un colectivo al que guiar hacia el objetivo perseguido. En el caso de Oriente Medio se estim, atendiendo a criterios psicolgicos, que los ms agradecidos por el empuje que se les iba a transmitir, y consecuentemente los ms adecuados a una manipulacin anmica, seran aquellos que estuviesen bajo una gran opresin, y no es otro que ese el motivo por el que se escoge al pueblo israelita, que ya entonces estaba esclavizado largamente por el egipcio. Sin embargo, la resistencia de estos duros hombres hacia la conversin y sumisin fue total, a pesar de los continuos milagros de que eran testigos casi a diario, quiz motivada por las dudas que les suscitaba el haber sido liberados de una opresin que conocan para caer en otra ante la que estaban muchsimo ms indefensos. Por qu se escogi un pueblo esclavo de entre todos los poderosos que pululaban por la zona? Pues porque intentar hacer esto con un pueblo exitoso, poseedor ya de una situacin ventajosa en poltica, solo hubiese tenido consecuencias terribles en el futuro, ya que la psicologa hubiese tenido una evolucin muy desfavorable, absolutamente diferente y ms hostil que la conseguida en un pueblo esclavo que de repente es liberado. Lo que las entidades queran era exactamente eso: hombres sumisos y sufridos, que no tuvieran problemas de sometimiento, a los que poder inculcar unos mandatos y leyes tendenciosos y revestidos del carcter de la divinidad. Pero lo cierto es que, pese a este factor, el proceso de re-educacin con el que se proces a los elegidos exigi de 40 aos de exilio por el desierto, justo el tiempo suficiente para que una nueva generacin, nacida en el llamado temor de Dios, sustituyese ntegramente a aquella de sus padres, reticente y problemtica,

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que inici el xodo. Sin duda, fue mas fcil controlar a todos los que haban nacido ya directamente bajo el yugo de Yahv (la entidad encargada del control de las operaciones en este grupo humano), y que no conocan otra forma de vida, que a sus mas que confusos padres, supervivientes de momentos terribles que incluyeron autnticos asesinatos a sangre fra de familias enteras, como veremos. No es nuestra intencin herir con estas palabras la sensibilidad de nadie, pero quede claro que cuanto vamos a analizar est escrito en el Antiguo Testamento, y, por tanto, a disposicin de quien quiera investigarlo. No podemos ni queremos pasar por alto este importantsimo y controvertido asunto. A pesar de lo que pueda parecer, queremos dejar bien sentado nuestro respeto por todas las confesiones religiosas y por aquellos que las siguen, que no siempre entendern lo que pretendemos del modo que lo explicamos. Si hoy da fusemos testigos de las barbaries que segn los textos bblicos se cometieron por parte de Yahv durante aquella etapa contra el pueblo al que l mismo haba elegido, nos llevaramos las manos a la cabeza, pero al estar escrito todo en forma de palabras sagradas el misticismo inducido por las religiones hace de ello algo divino, meras demostraciones del poder de un Dios terrorfico al que, adems, hay que alabar, ensalzar, y lo que pocas veces se dice, alimentar. Nos parece de locos! Dejemos de lado los dogmas que nos ciegan los ojos. La verdad es que el xodo del pueblo israelita y todo lo que lo rode fu, en muchos momentos, una espantosa carnicera. Para lograr el fin previsto no se escatimaron esfuerzos por parte de los poderes en la sombra. Tngase en cuenta que para situar a Israel en un estatus dominante en la zona, los dioses desequilibraron a pueblos y naciones, en ocasiones exterminndolas sin posibilidad de defensa, y estableciendo unas reglas de guerra crueles e injustas. Nadie que se enfrentara al pueblo judo en aquella poca podra salir victorioso, con murallas o sin ellas. De un modo u otro, la ira del dios protector se mostrara inmisericorde y destructiva. Hay determinados momentos en los textos bblicos en los que Dios, en singular, se hace presente, adoptando diversas formas, pero siempre mostrando un inters manifiesto en influir a las personas elegidas en una direccin bien determinada. El hecho de que aparezca en singular no tiene una explicacin clara, pues el trmino original utilizado es Elohim, que es taxativamente plural. Es decir, que cada vez que en la Biblia se dice Dios, se debera traducir como los dioses, y esto no se ha hecho. Solo con este detalle, el significado del texto cambia muchsimo y comienza, adems, a verse de un modo claro la manipulacin a que han sido sometidos los escritos por parte de sus intrpretes, siempre bien ocupados en transmitir una larga sucesin de intereses que solo han contribuido a la desfiguracin total del mensaje original. El Dios bblico era plural, y eso, en una religin de carcter monotesta, resulta inadmisible, pero por fortuna la realidad es discernible e inapelable. Seguidamente, vamos a analizar algunos momentos de influencia extrema por parte de la entidad que se hizo llamar Yahv, pertenecientes mayoritariamente al

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cuerpo ms primitivo del Antiguo Testamento. Ello se debe a que las intervenciones directas se fueron eliminando a medida que el hombre avanzaba hacia el ao 0 de nuestra era, fecha en que sucedieron cosas asombrosas en las que an no vamos a entrar: Ciertamente, est Yahv en este lugar y yo no lo saba. Qu terrible es este lugar! No es sino la casa de Dios y la puerta de los cielos. Acabamos de resear es la sorprendente reaccin de Jacob tras la clebre visin de la rampa (nunca fue una escalera, como comnmente se aduce) por la que suban y bajaban los ngeles hacia algn punto en las alturas que se ha entendido como el cielo. Junto a l estaba Yahv, cuyas bendiciones no mitigaron el terror que el humano sinti. Esto es difcilmente explicable, ya que siempre se nos habla de que la presencia del supremo no puede provocar ms que regocijo en alguien justo, y Jacob suponemos, a tenor de lo escrito, que lo era. Veamos ahora la reaccin que tuvo Moiss en la famosa escena de la zarza ardiente. Yahv le dice: No te acerques. Quita las sandalias de tus pies, que el lugar en el que ests es tierra santa. Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob. Moiss se cubri el rostro, pues tema mirar a Dios . Esta visin tambin muestra el miedo en el humano al que se le transmiten las instrucciones referentes al inicio del xodo. El gesto instintivo del hombre no es otro que taparse la cara, en un signo claro de amedrentamiento. Est claro que la presencia de estas entidades inspiraba un profundo terror, y ello solo pudo ser debido a que se conocan sobradamente los actos que cometan en determinados momentos, y a que no eran en modo alguno benvolos y complacientes. Lejos de ello, los mandatos llegaban siempre de modo dictatorial inapelable. Adems, tngase en cuenta que solo se nos narra una nfima parte de lo que realmente suceda en el entorno, y que, posiblemente, lo peor haya sido filtrado y eliminado de las crnicas. Y de qu modo se presentaba Yahv ante los ojos de los israelitas? Durante el xodo, cuando los israelitas haban sido ya liberados de la esclavitud egipcia, este es el modo peculiar en que la entidad apareca constantemente a la vista de todo el pueblo: Iba Yahv delante de ellos. De da en columna de nube, para guiarlos en su camino, y de noche, en columna de fuego para alumbrarlos y que pudiesen as marchar, tanto de da como de noche . Del texto se desprende que la forma en que fue escoltado y resguardado el pueblo judo en su huida de Egipto fue bajo la proteccin de lo que pudo ser una inmensa nave cilndrica, como las que se han visto repetidas veces sobre los cielos del planeta. A pesar de ello, sorprendentemente los ejrcitos del faran no ceden en

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su empeo, e intentan acabar con Moiss y los suyos, lo cual solo se puede deber a que la existencia de naves surcando los cielos era algo familiar para todos. De no ser as, ello hubiese sido un elemento de disuasin que hubiese evitado la clebre matanza del Mar Rojo, que realmente se produjo, como demostr Ron Wyat, en el paso de Aqaba, y que diezm gravemente el nutrido y brillante ejrcito de Ramss. All, por una sorprendente y nica lengua de tierra que discurre a la escasa profundidad de 100 m, con una anchura de 900, y rodeada por fondos de 1.500, reposan miles de restos de carros y cuerpos de la poca propuesta en el relato bblico, como ha podido ser confirmado fehacientemente. Esta franja nunca ha estado en la superficie, como pudiera llegar a pensarse en algn momento. En el limo del fondo, un sendero, en el que las piedras han sido apartadas sorprendentemente a ambos lados por la mano del hombre, cruza los 12 Km que distan de una orilla a la otra. Supuestamente, esto fue hecho por el pueblo perseguido para el paso de sus vehculos, lo cual supone una evidencia que nos confirma uno de los ms sorprendentes pasajes de la Biblia y que ha sido argumentado con montones de explicaciones que van desde lo descabellado a lo pueril, olvidando aquella mxima de Sir Arthur Conan Doyle, creador del entraable Sherlock Holmes, que estableca que cuando todo lo probable ha sido descartado, lo improbable, por extrao que parezca, es lo que ha sucedido.

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Como suele pasar cuando se investigan los sucesos ms singulares detallados en los antiguos textos, en ningn momento se ha partido de la base de que, posiblemente, la escena pudiera haberse desarrollado de modo muy prximo a como se describe en el Antiguo Testamento, lo cual demostrara el carcter histrico de los textos antiguos, pese a que no podamos entender en toda su inmensidad lo que all ocurri. Es preferible argumentar ideas que hieren el cerebro antes que sellar el tema con un humilde no entiendo nada. Para colmo, el enclave descubierto por Wyat tambin se ajusta como un guante a lo relatado y a las necesidades geogrficas para que los elementos llegasen a coincidir, con una gran playa cercana, donde pudieran pernoctar los israelitas (visible en la foto satlite de arriba), un camino lleno de acantilados, por donde llegaron a lo que les pareci un callejn sin salida, y los restos de una gran fortaleza ms al norte, desde donde se desat el ataque egipcio. No haba manera lgica de que los fugitivos escogiesen este lugar de un modo aleatorio, de lo que deducimos que fueron hbilmente dirigidos hasta all por Yahv, con objeto de perpetrar uno de los mayores milagros de todos los tiempos. De un modo que no vamos a conjeturar, los 100 m de agua del extrao puente submarino permitieron el paso del pueblo israelita. Cuando el ejrcito egipcio lleg, se lanz por el mismo camino abierto en el mar, pero este de repente se cerr, y todos perecieron ahogados. Lo nico que queda por desvelar, que no es poco, es el modo en que las aguas del mar se abrieron tras aquel misterioso viento que sopl toda la noche. Lo dems est claro para quien se atreva a mirar lo que exponemos, de lo cual hay una muy abundante documentacin.

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Como prueba, y erigindose en testigos mudos del acontecimiento, a ambos lados se yerguen sendos monolitos conmemorativos, que se suponen colocados por Salomn en memoria de lo que all aconteci. Las palabras delatoras en ellos escritas, las cuales an se distinguen con esfuerzo, son Mizraim (Egipto), Salomn, Edom, muerte, faran, Moiss, y Yahv. El motivo por el que esto no ha salido a la opinin pblica como el excepcional hallazgo que es, solo puede deberse a la necesidad perentoria de mantener las cosas como estn, sin que nada perturbe el orden de las cosas. Por suerte, hoy da la informacin fluye con extraordinaria facilidad, y nada es tan fcilmente silenciable como antao.

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Sobrecogedora imagen de una nave gigantesca filmada sobre los cielos de Alemania en 1983. Toda posibilidad de trucaje ha sido descartada, por lo que su autentificacin es absoluta. Los anlisis efectuados en base a la descomposicin de la luz revelan una estructura metlica cilndrica, con un tamao de casi 4 Km! Pese a ello, se mantena en el aire con elegancia, a unos 20 Km, y volaba en un espectacular silencio. En un momento determinado aceler bruscamente y se elev a una velocidad impropia de su masa. Su apariencia es de una columna durante el da, y una columna de luz durante la noche, justo como la representacin que se da al Yahv que protega a los israelitas durante el xodo. Comprendemos a quien desesperadamente insista en que estas cosas son naves experimentales de las grandes potencias, pero Muy posiblemente una inmensa nave, como la que mostramos sobre estas lneas, fue la responsable del milagro, que de seguro es una manifestacin fsica de fuerzas que an no somos capaces de controlar, como el magnetismo o la gravitacin. Sin duda, ambos componentes forman parte de los sistemas de

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impulsin de estas maravillas volantes, a juzgar por el modo en que evolucionan y los efectos que en ocasiones se ha observado que transmiten a su alrededor. Esta presencia constante tuvo que surtir un efecto singular en la muchedumbre a la que protega, que la describieron en los trminos que familiarmente pudieron, pero no duden de que estaba ah cada vez que algo aconteca. Ms adelante, tras la llegada al mtico monte SINAB (cuya ubicacin, pese a los lugares presumidamente as llamados que existen, es una incgnita), leemos que Yahv exige a Moiss: Tu marcars al pueblo un lmite en torno, diciendo: guardaos de subir vosotros a la montaa y de tocar el lmite, porque quien tocare la montaa, morir. Est claro que la intencin de la entidad es entablar un contacto singular. Prosigue:Al tercer da, por la maana, hubo truenos y relmpagos, y una densa nube sobre la montaa, y un muy fuerte sonido de trompetas, y el pueblo temblaba en el campamento. Todo el Sina humeaba, pues haba descendido Yahv en medio de fuego y suba el humo como el humo de un horno. Moiss hablaba y Yahv le responda mediante el trueno . Qu es ese misterioso sonido de trompetas, que se repite numerosas veces a lo largo de la Biblia cuando aparecen las naves divinas? Quizs la resonancia de los grandes motores? O algn tipo de vibracin o efecto diseado para causar terror o admiracin? No lo sabemos, pero lo que s se desprende del texto es una gran propensin al miedo, un elemento necesario si pretendemos imponer un grado de fidelizacin que perdure. No en vano es uno de los fundamentos sobre los que se debe asentar un rgimen dictatorial, como bien supieron Mao, Franco o Htler, entre otros muchos. Adems, tambin sorprende el nfasis puesto en que nadie ms se acerque a la zona donde se va a producir el encuentro. En otro pasaje, donde la entidad revela claramente su condicin dictatorial, leemos: No tendrs otro Dios que a m. No te hars esculturas ni imagen alguna de lo que hay en lo alto de los cielos, ni en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierraYo soy Yahv, tu Dios, un Dios celoso que castiga en los hijos las iniquidades de los padres hasta la tercera y cuarta generacin de los que me odian. Estos trminos, empleados por alguien que es capaz de obrar prodigios inexplicables para el pueblo escogido, tuvo que hacer temblar las rodillas de ms de uno. Aqu se deja muy clara la amenaza sin tapujos para todo aquel que se atreva a dudar de quien habla. No hay opcin. Oponerse acarrea consecuencias que nadie desea, mxime cuando las terrorficas entidades hablan de hacer caer su venganza sobre hijos, nietos y biznietos. Quin, por mucho que lo desee, puede alzar la voz ante algo as? Pues a pesar de todo, los duros israelitas lo hicieron, y la respuesta fue tan terrible como se prometa.

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Como dijimos, esparcidos por el relato bblico hay frecuentes momentos en que aparecen indicios claros de gran crueldad hacia los hombres, la mayor parte de las veces contra los enemigos de Israel, a los que no se duda en masacrar de mil maneras, participando activa y decisivamente en los acontecimientos. Sin embargo, a veces esta crueldad divina se manifiesta tambin contra el pueblo elegido, al que sin que fuese consciente de ello, y sin que tuviese opcin en ningn momento, le privaron de todos los derechos: Aconteci que el pueblo se quej y lleg a odos de Yahv, y al orlo Yahv ardi en ira y encendi contra ellos un fuego que abras una de las alas del campamento . Extraa forma de predicar! Prcticamente en todo el ncleo del Antiguo Testamento aparece esta sorprendente imagen de un Dios egosta, interesado solo en hacer patente su poder y conseguir mediante la ignorancia aterrorizada del hombre su total sometimiento. Incluso en el trasfondo de los famosos Diez Mandamientos se ve un claro afn por introducir unas normas bsicas de convivencia y adoracin, pero nada referente a fomentar el conocimiento de las cosas ni a preguntarse por la verdad. Nada, cuando en la poca antediluviana haban cimentado tanto este apartado que incluso provocaron enfrentamientos basados en la escalada de armamentos que debieron ser terribles, como demuestran los restos evidenciados de explosiones nucleares protohistricas. De repente, sus mandatos son pueriles y simplistas, dedicados a fidelizarnos sin excitar nuestra curiosidad por averiguar el trasfondo de las cosas. Otro aspecto digno de tener en consideracin es el culto exigido a la sangre, en forma de holocaustos animales. Yahv establece en la Biblia unas reglas clarsimas al respecto, dejando muy patente su gusto por estas carniceras rituales y su enigmtica fragancia suave, expresin que nos pone los pelos de punta. Esta es

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una faceta inquietante que tiene escasa explicacin, pues incluso se da a los israelitas instrucciones extraordinariamente precisas de cmo habran de ser alimentadas las llamas cercanas al altar con la carne ofrendada, a fin de generar el olor perseguido, de lo cual se deduce que era un acto de extrema importancia. Tambin es notable que lo primero que hace No tras descender del arca es ofrecer un sacrificio ritual, y en la tradicin sumeria, Utnapischtim hace lo propio, generando una fragancia que acaba atrayendo a los dioses, que volaron extasiados a su alrededor. En Centroamrica y Sudamrica se lleg muchsimo ms lejos. Prcticamente todos los escenarios postdiluvianos fueron baados en sangre humana. Los rituales en los que se daba muerte a jvenes guerreros o bellas vrgenes eran frecuentes, por supuesto consagrndolos a los dioses creadores y civilizadores. Del mismo modo, la matanza ritual de los enemigos ha quedado profundamente marcada en los bajorrelieves y pinturas de los templos, en los que se ven escenas de descuartizamiento que contrastan con el alto nivel tcnico y cultural que se atribuye a estos pueblos y que nunca ha estado totalmente cimentado, salvo en aquellos conocimientos que les fueron revelados, y que ellos jams obtuvieron por su propia investigacin. Era tal el empeo por el culto sangriento que en el fragor de las frecuentes batallas se tena cuidado con no matar al enemigo, sino tan solo herirlo para despus inmolarlo en pblico. Indudablemente, la Biblia se muestra ms recatada en estos aspectos, pero no deja de mostrar una predileccin manifiesta por la sangre, si bien establece claramente que debe ser siempre de origen animal. Tambin vemos cmo el concepto de fe, que tanto desinters ha provocado entre los fieles de las diferentes religiones por el conocimiento de las cosas (para qu investigar, si la salvacin del alma segn las distintas iglesias pasa directamente sobre la obediencia, multiplicacin, y respeto) aparece con brusquedad, y est en la base de la oscuridad a la que se nos aboc, en aras de mantener la propia seguridad de aquellos que decidieron gobernar en la sombra; mientras mayor ignorancia arrastrsemos, menores posibilidades de emancipacin y adquisicin de conocimientos, ms sumisin e indefensin y mayor facilidad para orientar el futuro segn les conviniese. Si el principio introducido de fe hubiera seguido funcionando, como se ha intentado a travs de las estructuras eclesisticas montadas alrededor del plan principal, en muchos aspectos estaramos an con 500 aos de retraso respecto al presente, tal como vemos que sucede en determinados sistemas religiosos, donde el integrismo est haciendo estragos en la cultura, provocando una autntica involucin social de impredecibles consecuencias. Solo en el mundo occidental, donde la fe hace tiempo que entr en crisis, se han producido avances significativos en el conocimiento del Universo que nos rodea, y eso es exactamente lo que se pretenda evitar por parte de las entidades, quizs por el peligro que les supone que averigemos cierto tipo de verdades que quizs estn a la vuelta de la esquina. Es curioso que poco o nada tiene que ver la imagen que se desprende del terrible Dios bblico con la que de l se nos da posteriormente tras el mensaje de

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Jess, y eso forzosamente tiene que significar cosas, aunque no vamos a entrar en este libro a analizarlas. Veamos otro caso de inusitada e inesperada violencia: Los hijos de Arn, Nadab y Abi, tomaron cada uno un incensario, y poniendo fuego en ellos y echando incienso, presentaron ante Yahv un fuego extrao, cosa que no les haba sido ordenada. Entonces sali de ante Yahv un fuego que los abras, y murieron ante Yahv . Este hecho tambin es sorprendente, y no hay muestras en el resto del relato de arrepentimiento de ningn tipo ante lo que parece un error que cost la vida de dos muchachos. Es ms, la actitud tomada por los presentes es de sumisin y de precaucin, a fin de que nadie vuelva a molestar al iracundo, asustado y contundente Yahv! El comunicante se apresura a aclarar que lo que los jvenes mostraron (recordemos, incienso) era un fuego extrao a los ojos de Yahv, es decir, que de algn modo no fue reconocido y asust a la entidad o activ algn tipo de sistema de defensa en torno al altar. Tambin aclara para seguir justificando el asesinato que lo que haba sucedido era algo no ordenado, es decir, espontneo, seguramente una ofrenda en agradecimiento para la cual no fue seguido el protocolo estricto establecido, cosa que supuso un error que ambos jvenes pagaron con sus vidas. Observemos ahora estos mandatos que se dan al pueblo de Israel durante el xodo: No dejars con vida a la hechicera Entendemos por hechicera que el texto se refiere, de manera indirecta, a quien investiga la esencia de las cosas? A quien practica la ciencia, an en su forma primitiva? A quien poda cuestionar la divinidad de los dioses en base a los conocimientos adquiridos? El reo de bestialidad ser muertoEl que ofrezca sacrificios a los dioses (fuera de Yahv) ser exterminadoNo blasfemars contra Dios ni maldecirs a los prncipes de tu puebloNo diferirs la ofrenda de tu cosecha ni de tu vino nuevo; me dars al primognito de tus hijos. As hars con el primognito de tus vacas y tus ovejas; quedar siete das con su madre, y al octavo me lo dars A dnde era destinado el primognito una vez entregado? Cul era el objeto de tan gran ofrenda? Qu grado de control hay que tener sobre todo un pueblo para que accedan a algo semejante? No te acuerdes del nombre de dioses extraos, ni se oiga en tus labiosLlevars a la casa de Yahv, tu Dios, la primicia de los frutos de tu sueloAcata al ngel que te mande y escucha su voz,

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no le resistas, porque no perdonar vuestras rebeliones y porque lleva mi nombre. Todo en la lnea de lo que ya hemos sintetizado: obediencia ciega, adoracin y ofrendas alimenticias abundantes. En ningn momento del texto bblico se habla de lo que suceda con estos ofrecimientos que incluan carne, fruta, cereales y verduras, pero parece evidente que servan de alimento a las entidades que controlaban al pueblo, como sucedi en todas las dems religiones a lo largo y ancho del mundo. En otro expresivo pasaje, Yahv decreta el castigo para un hombre que es sorprendido y delatado recogiendo lea en sbado, da en que haba establecido el descanso obligatorio absoluto. Pleno de ira, dice: Sin remisin, que muera ese hombre! Que lo lapide el pueblo todo fuera del campamento!. Lo cual es un castigo desproporcionado para alguien cuyo nico pecado era buscar lea para calentarse o alimentarse. Tambin se ve ya el ambiente de ruindad conseguido en aquellos que delatan a una persona por algo tan nimio, algo tpico de los estados de opresin, donde el hombre acta como un lobo para el hombre. Pero esto no era mal visto por los directores del plan, pues generaba desunin, cosa que favoreca ampliamente a sus intereses. Vamos a otra escena pavorosa de aniquilacin. En un momento determinado surge una controversia con un hombre de la tribu de lev, llamado Cor, y sus doscientos cincuenta seguidores, que se quejan a Moiss y Aarn del trato de favor que a ambos les da Yahv. La solucin no da lugar a dudas: La gloria de Yahv se mostr a toda la asamblea: apartaos de esa turba, que voy a destruirla enseguidaRompiose el suelo debajo de ellos, abriose su boca, y se los trag a ellos, sus casas, y todos los partidarios de Cor con todo lo suyoTambin los doscientos cincuenta hombres que ofrecan el incienso fueron abrasados por un fuego de Yahv. Ms adelante, cuando el pueblo, indignado, se atreve a recriminar lo sucedido, ocurre lo siguiente: Quitaos de en medio de esa turba, que voy luego a destruirlaMoiss, conocedor ya del cariz que estaban tomando los acontecimientos, le dice a Aarn: corre a esa muchedumbre y expala, porque se ha encendido la ira de Yahv, y ha comenzado ya la mortandadAarn corre en un desesperado intento de evitar una nueva masacre, pero, desgraciadamente ya haban perecido en aquella mortandad catorce mil setecientos.

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Mltiples episodios de prepotencia criminal se suceden a lo largo de todo el relato bblico, siendo especialmente significativo el que da lugar a la destruccin de Sodoma y Gomorra. Aduciendo a su indeseado grado de depravacin y vileza, Yahv decide acabar con ambos enclaves en su integridad, incluyendo a todos sus habitantes, sin distincin alguna: Hizo Yahv llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de Yahv desde el cielo. Destruy estas ciudades y toda la hoya y cuantos hombres haba en ella y hasta las plantas de la tierra. Y todo porque tampoco gustaba el resultado de la nueva sociedad que se iba formando tras el cercano exterminio masivo que se haba producido durante el diluvio, siendo bien conocidos los que dieron lugar a la destruccin de Sodoma y Gomorra. Aduciendo su detestable grado de depravacin y vileza, Yahv decide acabar con ambos enclaves en su integridad, incluyendo a todos sus habitantes, sin distincin alguna: Hizo Yahv llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de Yahv desde el cielo. Destruy estas ciudades y toda la hoya y cuantos hombres haba en ella y hasta las plantas de la tierra. Y todo porque no gustaba el resultado de las nuevas ciudades que se iban formando. Parece imposible que estos sean los mismos dioses que posteriormente difundieron sus mensajes en boca de profetas e iluminados, pero todo apunta en esa direccin. Esto obedeci, sin duda, a un plan trazado a largo plazo, que permitira mantener intactos sus intereses el mayor tiempo posible. Vemos en estos pasajes extrados de las Sagradas Escrituras cmo es sometida a fuego y sangre la voluntad de un pueblo. El trabajo de presin psicolgica es concienzudo y eficaz, carente de cualquier tipo de aprecio por la vida humana, a la cual se domestica. Los elegidos para ser orientados son un pueblo esclavo, el judo, que ya sabe lo que es la opresin y la ira de un dueo poderoso, los egipcios, pese a lo cual oponen seria resistencia al ver el grado de crueldad con el que se extasiaba su nuevo y autoproclamado dios liberador. Bajo demostraciones de fuerza y habilidad, se les hace salir de Egipto, mostrndoles cmo los ejrcitos del faran son aniquilados con facilidad. A partir de ah, comienza una re-educacin, que se desarrolla a lo largo de la singladura de 40 aos por el desierto, en los cuales Yahv procede con justicia fiera y desmedida, siempre buscando sembrar el embrin de un pueblo que sea capaz de expandir un sistema de gobierno que le permitiera una situacin preponderante en un futuro en el que volveran a surgir potencias poderosas. Un dato interesantsimo que no queremos pasar por alto sobre la identidad unificada de los seres, que ha sido interpretado de diferente modo segn las zonas del mundo donde actuaran, nos lo aporta la genealoga de los dioses creadores. En la tradicin Sumeria, el gobernante supremo es Anu, padre de Enki y Enlil. En la India,

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contra todo pronstico, tambin aparece la figura de Anu, que aqu es el cuarto hijo de Yayati, un rey de la raza lunar, y sus descendientes son los Mlecchas. Esta coincidencia entre dos lneas jerrquicas bien documentadas supone mas bien una evidencia, y resulta reveladora, del mismo modo que lo es que las dos grandes religiones estn influenciadas por los mismos seres, que a la larga han conseguido su objetivo de controlar una porcin grande de la humanidad, aunque quizs no del modo que quisieran, especialmente en lo que respecta a la actual cultura occidental. No queremos terminar este apartado sin mostrarles otro detalle revelador sobre la verdadera identidad de estos dioses. Todos hemos visto las representaciones de imgenes tpicas de las diferentes religiones que inundan nuestros libros y altares, pero pocas veces habrn visto algo como lo que sigue. Es una imagen localizada por el investigador Zecharia Sitchin en las excavaciones de Dura, un enclave del 300 a.J.C., muy cercano a Mari, y que ha permanecido oculto bajo las arenas desrticas durante casi 2.000 aos. En ella se ve una antiqusima representacin del sacrificio de Abraham, y tiene detalles sorprendentes. Vemosla: Si se tiene cierto conocimiento elemental de las escrituras, no hace falta ser muy observador para darse cuenta de que abajo a la derecha est Abraham, dispuesto con su espada a sacrificar a su hijo, Isaac, que yace sobre un altar en el monte Moriah. Sin embargo algo sucede en esta escena. Es sabido que en el ltimo momento un ngel del seor par al determinado padre, relevndolo de tener que cumplir con tan dolorosa ofrenda. Eso se manifiesta claramente con la mano que aparece sobre Isaac, y que representa la intervencin divina. Pero lo llamativo y tremendo de esta pintura es el modo en que aparece el ngel, justo por encima de la figura de Abraham, y que es una de las pocas imgenes cercanas a la realidad de lo que vean estos profetas cada vez que eran abordados por entidades celestiales. Digan lo que digan los que quieran decir algo, la figura divina, claramente representada por la existencia de la mano de Dios, est suspendida en el aire en el interior de un objeto volador de aspecto cnico, perfectamente plasmado, en el que un prtico abierto permite ver a un misterioso ser, que est muy lejos del semblante comnmente atribuido a los ngeles. Pocas interpretaciones caben, si bien, lo ms notable es que la imagen est 2.000 aos ms cercana a los acontecimientos de lo que estamos hoy, con lo cual se nos antoja mucho ms fiel. Y lgica!

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Pero tenemos muchas imgenes de los dioses desde la ms lejana prehistoria, y ninguna desmerece. Todo lo que van a ver fue pintado en cuevas de todo el mundo por hombres que, en principio, no tenan el menor conocimiento de trajes de cuerpo entero, escafandras, guantes, botas, sistemas de respiracin, antenas o naves espaciales de tipo esfrico. Se deduce de ello que no pudo existir una contaminacin cultural que diese lugar a la tergiversacin de escenas, acentundose este hecho, adems, por la sencilla razn de que hubo distancias insalvables entre los diferentes artistas cavernarios. No hemos reparado en indicarles de dnde provienen ni cundo fueron hechos, porque verdaderamente creemos que ante lo que van a ver, esos datos sobran. Tengan solo en cuenta que son extremadamente antiguos:

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El llamado hombre de Uzbekistn apareci en el valle de Fergana, en Siberia. Arriba aparece en su concepcin original, y abajo en una interpretacin, hecha por Viatcheslaw Zaitsev, para la que sobran las palabras. Su antigedad estimada es de 12.000 aos, y lo que hay pocas veces est tan cercano a lo que se ve.

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Sorprendido? No tiene por qu estarlo si es consciente de que estas entidades visitan nuestro planeta desde mucho antes de que nosotros hubisemos nacido como especie (recuerdan el martillo de London, la huella Meister o el contenedor de antimateria de Ucrania?). Todas y cada una de esas representaciones rupestres muestran detalles anmalos, antenas, cascos, estrellas, extraas naves voladoras, alas, que apuntan en una direccin nica. No sabemos si los seres plasmados son nuestros creadores u otros viajeros que visitaron este mundo, pero lo que s est claro es que no somos nosotros y que prcticamente son dueos de grandes porciones del pasado. Adems, todas las imgenes representadas tienen un importante detalle en comn: fueron hechas por testigos que vieron algo tan impresionante que mereci ser plasmado de su propia mano en las cuevas. Uno de estos misteriosos seres, una de las razas mostradas, pudo ser la que nos hizo nacer como esclavos, la que nos aterroriz, viol y explot, la que dej que nos ahogramos entre las aguas desbordadas, y la que decidi influenciarnos mediante la creacin de un duro sistema religioso. Pero ya no nos acordamos porque las huellas se han diluido en exceso! Tracemos ahora una cronologa de los acontecimientos que nos llevaron a nuestra actual posicin en el planeta, con los datos que hemos extrado:

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240000 A.J.C. Colapso y deflagracin de V, planeta hasta entonces situado en el actual cinturn de asteroides, y destruccin del hbitat en Marte, que giraba a su alrededor, por el bombardeo meterico causado. Se efecta una evacuacin organizada de las entidades que habitaban Marte a instalaciones subterrneas construidas en la Luna, desde donde planifican el descenso a la Tierra para su colonizacin.

230000 A.J.C. Descenso a la Tierra de una avanzada de 50 entidades, en su mayora cientficos, con maquinaria robot. En el actual Irak, junto al ufrates, fundan E-Ri-Du, primera ciudad sobre nuestro planeta. Se inicia la construccin de Baalbeck, Monte Moriah y otras instalaciones de infraestructura. El objetivo era iniciar un gran despliegue de extraccin mineral y campos de cultivo, con suficiente apoyo logstico. Inicio del desarrollo de cultivos transgnicos en E-Din, una zona prxima al nacimiento de los ros Tigris y ufrates. Se efecta la introduccin en nuestro planeta de los cereales, y se da inicio a la minera en Ab-Zu, una zona en la actual Zimbabwe, extrayendo minerales pesados, entre ellos grandes cantidades de oro. Se procede a la creacin de rutas de transporte que confluan en Baalbeck y Monte Moriah, donde eran embarcados en cohetes rumbo a la rbita. All enlazaban con naves con acceso a la Luna. Motn de colonos en Ab-Zu, motivado porque las entidades no pudieron desarrollar trabajos pesados en nuestra atmsfera. Vista la imposibilidad de utilizar maquinaria robot en masa, se toma la decisin de crear un trabajador primitivo, un sirviente capaz de desarrollar el trabajo pesado. Se disea y realiza el trabajador primitivo en laboratorios situados en el sureste de frica. Para ello, se introduce ADN modificado de las entidades en un vulo de homnido, desarrollndose posteriormente en un vientre de entidad de gnero femenino. Se produce el nacimiento en 10 meses de El-Adn, un nio de raza negra, y se efecta una modificacin para generar a E-Va a partir de su ADN. Se lleva a cabo la clonacin de 7 parejas humanas bsicas a partir de la original, y se inicia la reproduccin sexual. Como consecuencia de todo ello, se induce la interrupcin por aceleracin de nuestro proceso evolutivo, y se nos aparta del rbol, pese a situarnos en su cumbre.

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Se procede a la educacin de los primeros trabajadores en E-Din, y posteriormente se da inicio al trabajo en los campos y se reanuda el de las minas, ya con mano de obra humana, lo cual supone el origen del mito de la expulsin del paraso. Se lleva a cabo la introduccin de la ganadera, y se crean los primeros asentamientos humanos. Se manipula el cdigo gentico para dar lugar a la creacin y separacin de las razas. Mientras tanto, se globalizan los cultivos y la minera, a fin de aumentar la produccin. Se procede a la creacin de una raza de gigantes de hasta 21 m de estatura para el trabajo en las minas. Una vez adiestrados, se encargaron de las faenas ms atroces, y su presencia, hasta ahora tenida por un mito, dej rastros comunes en todas las culturas del planeta. Hoy da ningn pueblo del mundo, por atrasado que est, habla de gigantes, a pesar de que se explican estos pasajes muchas veces atenindose a la fantasa desbordada y la ignorancia. Aparicin, a consecuencia de la experimentacin desmedida con las modificaciones, de los mutantes inducidos genticamente, lo cual supone el origen de seres mitolgicos como el sirrush, la quimera, las gorgonas, los centauros, etc. Estas criaturas fueron perseguidas y masacradas hasta su total extincin. Nacen, fruto de uniones sexuales entre los grigori y las mujeres, los primeros hbridos, cuya peculiaridad mas notable es su alta longevidad, lo cual fue sin duda uno de los motivos que ayudaron a que fuesen convirtindose en personajes importantes en los colectivos humanos. Posiblemente esta sea la base para poder explicar la longevidad de los patriarcas antediluvianos y la presencia de los extraos hroes antiguos. Estos genes longevos se fueron diluyendo con el paso de las generaciones. La cada en desgracia de los grigori por mostrar enseanzas prohibidas a los hombres da lugar al mito del ngel cado y de la manzana de Eva. Se inicia la introduccin de los conocimientos avanzados en la raza humana, a travs de los primeros sacerdotes y reyes, que fueron iniciados directamente por educadores que les versaron en los ms diversos conocimientos cientficos, convirtindolos en enseanzas religiosas con el paso del tiempo, que degeneraron hasta los saberes drudicos, alqumicos y dems deformaciones de lo que en principio fue un conocimiento slido.

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36000 A.J.C. Llega el fin de la poca de esclavitud, posiblemente porque los ndices de productividad son notables. Las entidades comienzan a vivir entre los hombres, ejerciendo un control directo de la sociedad, al amparo de gobernantes y sacerdotes.

30000 A.J.C. Se producen escisiones sociales que dan lugar a las primeras grandes civilizaciones humanas, una vez que el control de las entidades se redujo. Origen del imperio sumerio antediluviano, que se desarroll en Mesopotamia, y donde siguieron habitando las entidades en persona. Esto confiri al lugar cierto carcter de invulnerabilidad que le sirvi para mantenerse al margen de las futuras guerras de exterminio que asolaran el globo. Origen del imperio Rama, que se desarroll en la India y Pakistn, proveniente de los pueblos Nacales, llegados desde las zonas de cultivo y extraccin mineral del sudeste asitico. Inicio de los mitos sobre las tierras del este, que dieron a su vez lugar al mito de Mu, Lemuria o Gondwana. Origen de la misteriosa civilizacin de Gobi, proveniente de los Nacales del sudeste asitico, que emigraron hacia el noroeste. Origen del imperio atlante, que se desarrolla en una gran isla, actualmente sumergida en el centro del Atlntico, colonizada en su origen como campos de cultivo.

20000 A.J.C. Llega el auge tcnico y cultural de todos los imperios, inducido por los aportes de conocimientos de las entidades, las cuales participan directamente en la poltica a travs de emisarios y consejeros. Se inician periodos de enormes tensiones polticas.

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17000 A.J.C. Se producen en la India las guerras Narradas en el Mahabharata entre Kurus y Pandavas, en las que se us, posiblemente por primera vez en el planeta, armamento nuclear.

14000 A.J.C. Localizacin temporal de la probable guerra entre la Atlntida y el imperio Rama. Se produce el desembarco atlante en el valle del Indo, que los lleva a una derrota, por lo que inicia una humillante retirada. Como represalia desmedida, se decreta el exterminio nuclear radical del imperio Rama, y se produce la destruccin de Mohenjo Dharo y Harappa, entre otras ciudades ancestrales. Situacin temporal de una posible guerra interna que dio lugar al uso de armas nucleares en Mesopotamia. Se produce una guerra entre la Atlntida y la civilizacin de Gobi, que da lugar al Exterminio nuclear de esta civilizacin.

12000 A.J.C. Se hace uso de armas nucleares en Amrica, indicando una posible guerra interna en el imperio atlante. Se lleva a cabo la destruccin nuclear de los pueblos ancestrales que vivieron en la actual Escocia, posiblemente reductos de atlantes que se escindieron tras algn conflicto interno. Llega el fin de los enfrentamientos internos y se produce una expansin imperial atlante, dando lugar a un periodo de gran esplendor. Fruto de ello es la aparicin de Egipto, en donde se lleva a cabo la creacin de los monumentos atribuidos errneamente a la IV dinasta. Fundacin de Tiahuanaco y Sachsahuamn, ciudades creadas por el imperio atlante. Implantacin de la cultura en los pueblos antediluvianos de Amrica.

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10000 A.J.C. poca aproximada de un diluvio global por impacto celeste. Fin de la ltima glaciacin. Hundimiento de la Atlntida. Fin de toda la era protohistrica. Extincin masiva de todos los rdenes naturales y cambios en la configuracin geogrfica mundial. 9999 A.J.C. Se inicia la expansin territorial de los supervivientes a la tragedia, inmersos en un mundo devastado y sin recursos, donde haba perecido casi toda especie vegetal y cada animal. A todos los efectos, es un violento retorno a la edad de piedra.

9800 A.J.C. Las entidades, preocupadas por las implicaciones que para ellos iba a tener la catstrofe, vuelven a instalarse en la superficie, en Kish, e inician un plan de repoblacin global, que incluy todos los rdenes vitales, debido a las carencias que comenzaron a tener tras el diluvio. Fruto de sus trabajos, reinsertaron al hombre y las especies, y borraron, consecuentemente, todo resto paleontolgico de la gran extincin registrada. Para ello desplegaron gran cantidad de medios y tecnologa, cuyo resultado fue la recuperacin en tiempo rcord de la fauna y la flora mundial.

8000 A.J.C. Existencia detectada de los primeros ncleos civilizados tras el diluvio, que llegaron a tener ya miles de habitantes. Se produce en todo el mundo el contacto de los nuevos pueblos (aparecidos tras el diluvio) con los restos de ciudades y legados culturales de los antiguos pueblos (desaparecidos durante el diluvio). Ello ocasion la aparicin de las hasta ahora incomprensibles leyendas que rodean a ruinas fsicas consideradas por los pueblos ms antiguos de cada zona como restos de ciudades ms antiguas que el hombre, historias que son comunes a los cinco continentes. Algunas de estas ciudades son Tiahuanaco, Sachsahuamn, Angkor Wat, Ponapei, Mohenjo Dharo o Gran Zimbabwe.

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Las entidades inician una sistemtica y eficaz re-educacin cultural en todo el mundo, destinada a restablecer los cultivos, la ganadera y las ofrendas en el menor tiempo posible. Este es el origen de las leyendas sobre Viracocha, Quetzalcoatl, Oannes, y tantos personajes misteriosos que, a lo largo de todo el mundo, surgen envueltos en la divinidad, y desaparecen tras cumplir su tarea civilizadora, prometiendo volver.

7000 A.J.C. Se escribe el Mahabharata, mostrando la existencia de nuevas comunidades humanas en el valle del Indo. Probable ubicacin histrica de los hechos relatados en la Epopeya de Gilgamesh. En ellos se muestra que el espacio-puerto de Baalbeck an segua operativo en esta poca, y que los dioses tenan una zona apartada a la que se acceda a travs de un tnel de 120 Km.

6000 A.J.C. Probable inicio de plan Mesas, que implant a nivel global un cmulo de religiones con trasfondo comn. Su aparicin termin secuestrando la libertad del hombre para decidir su destino, imponiendo un sistema jerrquico basado en la existencia de dioses todo-poderosos y crueles, a los que haba que seguir sin preguntar y alabar mediante entregas de cosechas y rebaos. Al, Yahv, Manit son algunos de los cientos de nombres de las entidades que se encargaron de ejecutar el plan en las diferentes zonas del planeta. Sus enseanzas, aunque intoxicadas por el paso de los aos, son profundamente coincidentes, y han dado lugar a religiones bien diferenciadas y divergentes, pero profundamente unidas en los tres postulados bsicos: obediencia ciega, adoracin exclusiva de por vida, ignorancia por principio, y ofrenda de todo lo mejor que nuestro trabajo produzca. Se escribe la primera edicin de la Epopeya de Gilgamesh.

5000 A.J.C. Inicio histrico oficial de las primeras civilizaciones. Segn esta cronologa mundialmente aceptada, nada de lo anteriormente relatado ocurri.

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Vemos que es a partir del diluvio, una vez reconstruida la raza humana, en cientos de religiones de todo el mundo se habla de cmo los dioses prometen lo mejor al hombre, pero en base siempre a la total entrega por parte de este hacia su creador, convirtindose en un excelente mtodo para desposeernos de todo atisbo de alienacin, e intentando un ensamblamiento religioso que, pese a las apariencias, es comn. Un hombre libre, segn la experiencia obtenida por las entidades, es un peligro para el planeta, como ya haban presenciado muy de cerca, y por eso en el nuevo orden lo atan constantemente a travs de los invisibles lazos que imponen las religiones. Evidentemente, les iba mucho en ello, pues se tomaron enormes molestias en inculcarnos el edificio de su culto. Todo dirigido a dos objetivos principales: obtener alimento continuo por un lado, y protegerse a si mismos de las consecuencias de nuestra evolucin tecnolgica por el otro, que poda acabar de modo definitivo con el planeta, que ya entonces habitaban ms profundamente de lo que suponemos. Hasta ahora hemos visto cmo convivieron durante miles de aos (incluso tras el diluvio) con los hombres, mientras el grueso de su poblacin viva en inmensas instalaciones subterrneas en la Luna, pero hay indicios claros de que en algn momento acometieron de modo casi incgnito en nuestro planeta una de las mayores obras de ingeniera que podamos imaginar, y que cambi el futuro de todas las razas implicadas. Cuando Tolkien imagin en sus maravillosas obras literarias las inmensas galeras que los enanos haban construido bajo el Monte Moriah (les suena?) result tan misteriosamente proftico LOS TNELES Son globales las historias colectivizadas de grandes ciudades en el interior de la Tierra y de los tneles que las uniran, incluso por debajo de los ocanos. Si estas leyendas parten de realidades ocultas, si estas obras fueron construidas por las entidades, y al menos en aquellas fechas estuvieron habitadas, esto explicara la honda preocupacin que sentan ante lo que una raza descontrolada poda hacer con el entorno exterior, que inevitablemente acabara influyendo en el interior, sobre todo tras una posible guerra nuclear futura. Sera la raz perfecta para la existencia del plan mesinico. Tras haber estado al borde de la destruccin atmica colateral en el pasado, nuestros creadores no estaban dispuestos a que esto volviera a repetirse, por lo que actuaron en consecuencia elaborando el meticuloso entramado social que hemos visto, a fin de controlarnos mediante la religin y la fe. Vertebrar a las sociedades futuras con un sistema que estuviera por encima de las polticas y las individualidades era una bonita y elegante solucin, y han intentado llevarla hasta las ltimas consecuencias repetidas veces. Pensamos, y aportaremos datos, que gran parte de los trabajos a los que sometieron a los hombres durante la parte final del periodo de esclavitud, y muy

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especialmente a la raza modificada de gigantes, se desarrollaron en las profundidades de la corteza terrestre, no en las zonas mineras de Zimbabwe, ni en los yacimientos de uranio en Sudfrica, como era de esperar. Una de las explicaciones para ello es que en algn momento debieron encontrar inmensas oquedades muy por debajo del suelo que pisamos, las cuales estimaron suficientes para albergar a toda su raza si se las equipaba y comunicaba debidamente con el exterior, en un principio, y entre ellas con posterioridad. Su aislamiento del aire que respiramos permitira efectuar cualquier tipo de cambio atmosfrico que hiciese posible vivir a su poblacin sin necesidad de equipos adicionales, presurizando mediante compuertas hermticas o partes parcialmente inundadas todo el conjunto. El resultado final sera un entramado de mdulos independientes alrededor de las burbujas medio-ambientales donde se ubicaran las ciudades. Es coherente pensar que si todos sus esfuerzos se hubiesen destinado nicamente a avanzada minera profunda, no habra lugar para mostrar el inters evidenciado, mediante el sutil proceso de intoxicacin religiosa, en detener el avance humano. Les sera indiferente, pues en cualquier momento estaran a salvo fuera del planeta de las tribulaciones que tuvisemos en mente, tal como hicieron horas antes del diluvio. Pero tratndose de zonas habitables en las profundidades, donde alojar a millones de sus seres, la cosa cambia mucho, pues el aislamiento es relativo, debido sobre todo al discurrir de las aguas subterrneas. No podemos ni tan siquiera calcular cunta mano de obra debieron usar en desarrollar semejante creacin, si es que existe, pero a buen seguro que los esclavos se contaron por millones, a los que despus se encargaron sin vacilaciones de eliminar, a fin de preservar el secreto sobre la localizacin de los puntos de acceso al complejo. Este proyecto, a pesar de todo el personal y material que se emple, debi ocupar un periodo largusimo para completarse, sin duda miles de aos, por lo que, pese a los esfuerzos en contra, las fugas de informacin degeneraron en leyendas que llegaron muy alteradas y camufladas a nuestro tiempo. Vamos a leer citas textuales extradas literalmente de las obras impresas de algunos cientficos, estudiosos, pensadores o artistas que se han interesado por el tema, y que muestran como la preocupacin por este asunto trasciende ms all de las fronteras y las especialidades:

Robert Ernest Dickhoff Budista norteamericano. "Cuando hablamos del mundo interior, hemos de visualizar una gran ciudad subterrnea terminal que es una rama de una red de tneles subterrneos y subocenicos... La mayor parte de estos antiguos tneles tienen cerrada ahora su entrada... Las pocas entradas que quedan abiertas en la superficie se encuentran en el Tbet, Siberia,

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frica, Amrica del Norte y del Sur y en las islas remotas que fueron en un tiempo cimas montaosas de la Atlntida." "Los lamas tibetanos son de la opinin que en Amrica viven en cuevas de gran dimensin los supervivientes de una catstrofe que asol a la Atlntida, y que estas cavernas estn conectadas por medio de tneles con las del continente de Asia. Creen tambin que estas cavernas estn iluminadas por una luminiscencia verde que ayuda a la vida vegetal subterrnea y prolonga la vida humana." "Nadie debe subestimar la importancia, el valor, la existencia de estos tneles, especialmente de los que siguen abiertos para la utilizacin de quienes conocen su paradero... Por ellos, los esquimales viajaron desde Asia a Alaska y Canad. Afirmaron no haber utilizado el mtodo superficial de inmigracin tal como lo desearan los historiadores"

Louis Jacolliot Diplomtico francs. "Este mundo desconocido, del que ningn poder humano, incluso el actual, puede forzar a revelarlo, se conoce como templo interior. Quienes habitan all, poseen grandes poderes y tienen conocimiento de todos los asuntos del mundo. Pueden viajar de un lugar a otro por pasadizos que son tan antiguos como el reino mismo."

Nicholas Roerich Escritor y artista ruso nacido en san Petersburgo. "En los riscos que hay sobre Kurlyk surgen oscuras las entradas de las cuevas. Estas cuevas penetran grandes distancias: su profundidad no ha sido averiguada. Hay tambin pasadizos desde el Tbet, a travs de Kuen Lun, a travs de Altyntag, a travs de Tourfan; La realidad se ha convertido en un cuento de hadas." "No nos asombramos de encontrar en Mongolia muchos indicios de Shamballah, pues en estos pases las facultades psquicas estn muy desarrolladas... En todos los libros sobre Shamballah, en todas las leyendas verbales, aunque hablan del mismo lugar, la localizacin se describe en un lenguaje en su mayor parte simblico, casi indescifrable para el no iniciado."

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Dr. Raymond Bernard Bilogo norteamericano, investigador de las leyendas del mundo subterrneo. "En el mundo budista del Lejano Oriente, la creencia de un mundo subterrneo es universal y forma parte integral de la fe. Otra palabra sagrada entre los budistas es Shamballah, nombre de la capital del mundo subterrneo." "Se ha dicho que el interior de la Tierra lo recorre una red de tneles, que abundan especialmente en Amrica del Sur, y que estos tneles conducen a ciudades subterrneas en las inmensas cavidades de la tierra. El ms famoso de estos tneles es el "Camino de los incas", que segn se dice se extiende por varios cientos de kilmetros hacia el sur de Lima, a Cuzco, a Tiahuanaco, dirigindose hacia el desierto de Atacama en Chile. Otro ramal se dirige a Brasil, donde est conectado por tneles a la costa. Ah los tneles se sumergen en el fondo del ocano en direccin a la perdida Atlntida."

Marco Pesmarec Gelogo. "Un viejo tibetano que conoc en Mongolia me comunic: existe un mundo interior. Se extiende por todos los pasadizos subterrneos del mundo. He odo a un ilustrado Lama de China relatar que todas las cuevas subterrneas de Amrica estn habitadas por gente antigua que ha desaparecido bajo el suelo... T sabes que en los dos mayores ocanos del Oriente y Occidente hubo antiguamente dos continentes. Desaparecieron bajo el agua, pero sus pueblos fueron al reino subterrneo. En las cuevas existe una luz peculiar que permite crecer a los vegetales y da larga vida sin enfermedad a la gente."

Eric Norman Escritor "Entre los hindes hay una antigua leyenda que habla de una civilizacin de inmensa belleza que vive bajo Asia Central. Este mundo subterrneo est habitado por una raza de gente dorada que raramente se comunica con el mundo de la superficie. De vez en cuando viajan a nuestra tierra por medio de tneles que se extienden en muchas direcciones."

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"Los que creen en la teora de la tierra hueca afirman que los incas llevaron a un gran nmero de su pueblo, y la mayor parte de sus tesoros, a un tnel gigantesco que conduca al interior de la tierra."

Harold Wilkins. Periodista especializado en las leyendas de Amrica. "Los indios aztecas de Jalisco, Mxico, afirman que antiguas ruinas del sector, fueron en otro tiempo el hogar de un pueblo que era civilizado y benevolente. La ciudad muerta est sobre una meseta, y desde ella, en determinadas horas del da, llega un sonido extrao y vibrante, como un tamborileo" "Hay una tradicin del Oriente mstico, derivada quiz de los atlantes que abandonaron su patria antes del momento del terrible cataclismo, segn la cual, el templo catedral central de la antigua capital de la Atlntida, estaba cerrado por una bveda en la que llameaba un magnfico Sol Central de Oro. Los ltimos herederos de los restos de la civilizacin de la colonia imperial atlante de HyBrasil, en Sudamrica, los incas de Per, tenan un sol glorioso del ms puro oro que brillaba con verdadera refulgencia en las paredes del gran templo del Sol, en Cuzco. All fue donde, en 1530, las quillas de las carabelas y galeones de Don Francisco Pizarro tocaron las orillas de la costa peruana. Su brillo produca dolor en los ojos de quienes lo contemplaban... Pero cuando los conquistadores espaoles pusieron sus manos sobre esta civilizacin antigua, el glorioso Sol de Oro desapareci... Su paradero hasta hoy es un misterio" "Los indios apaches de Norteamrica dicen que sus antepasados remotos procedan de una gran isla de fuego en el ocano oriental, donde haba un gran puerto con una entrada arquitectnica en que las naves tenan que ser guiadas por sus pilotos. Se levant el dragn del fuego e hizo a sus antepasados huir de esa isla, que no puede ser otra que la vieja Atlntida de Platn. Finalmente, los apaches llegaron a las montaas de Tiahuanaco, donde se vieron obligados a buscar refugios en inmensos y antiguos tneles a travs de los cuales erraron durante aos llevando semillas y plantas de frutas."

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Francisco Antonio de Fuentes. Escritor espaol "La maravillosa estructura de tneles del pueblo de Puchuta, hechos con el ms firme y slido cemento, sigue recorriendo el interior de la tierra, por una distancia de nueve leguas (unos 50 Km) hasta el pueblo de Tecpan, en Guatemala. Es una prueba del poder de aquellos antiguos reyes y sus vasallos."

Carl Huni Naturalista norteamericano. "Se cree que los habitantes de las ciudades subterrneas derivan de los atlantes, quienes las construyeron originalmente, pero no se puede saber con certeza. El nombre de la cadena montaosa en donde estn estas ciudades subterrneas es Roncador, al noroeste de Mato Grosso. Quien vaya a buscar estas cavernas se juega la vida... Cuando estaba en Brasil escuch hablar mucho de estas cavernas, pero desist de investigar, mas porque o que las entradas a los tneles se hallaban celosamente guardadas."

Eric Von Daniken Escritor. "Juan Moricz, mi gua por el sistema de tneles en Ecuador, asegura que las largas y estrechas galeras tienen paredes acristaladas y que las grandes habitaciones fueron hechas por voladuras. El cuidado tcnico con que el sistema de tneles fue planificado queda demostrado por los pozos de ventilacin, que se producen con intervalos regulares."

Harold Bayley Historiador y escritor ingls. "La existencia de caminos subterrneos no parece ser infrecuente en frica, pues el capitn Grant, quien acompa al capitn Speke cuando ste explor el Nilo, nos habla de un tnel colosal excavado bajo el ro Kaoma. Grant pregunt a su gua nativo si haba visto algo semejante en otras zonas, y el gua contest: 'Este pas me

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recuerda lo que vi en el pas de Tanganika... Las rocas parecan colocadas por medios artificiales y los techos eran tan elevados que si se montaba en camellos no se poda tocar la parte superior."

Peter Kolosimo Escritor. "Se dice que un explorador del Amazonas haba entrado en un laberinto subterrneo iluminado como por un sol esmeralda." "Es extrao que este tipo de tneles se encuentren en casi todas las partes del mundo. Adems de Amrica del Sur, existen en California, Virginia, Hawai, pasando por Oceana y Asia, as como en Suecia, Checoslovaquia, las Baleares y Malta. Un enorme tnel de 48 kilmetros, que ha sido explorado, enlaza Espaa con Marruecos."

Como vemos, los relatos narrados y recopilados por estos investigadores coinciden en sealar una gigantesca red de tneles que se extiende por todo el planeta. Otros elementos a tomar en consideracin son:

1.- Que las galeras subterrneas, en muchos casos, estn iluminadas en un tono verdoso.

2.- Que las supuestas ciudades a donde se dirigen estn habitadas.

3.- Que estn conectadas entre s, formando una red global.

Ferdinand Ossendowsky, un pensador polaco, extrajo unas tradiciones de boca del prncipe mongol Chultun Beyli, el cual le hablaba de la existencia de enormes albergues subterrneos, iluminados por una luz similar a la solar, en los cuales los descendientes de una mtica raza, antiguamente instalados en la superficie, conservaban un gran nivel tcnico. Para alimentarse se servan de campos iluminados artificialmente de los cuales extraan todo tipo de alimentos. Para comunicarse entre los diferentes emplazamientos disponan de unos veloces vehculos que se movan por los tneles que hay en el subsuelo asitico.

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David Neel, una famosa exploradora del Tbet, cuenta como en una de sus expediciones conoci a un lama que le revel la existencia de un camino subterrneo que conduca a la morada de los dioses, que estaba situada en algn lugar bajo los desiertos y montaas de la provincia de Chinhai. En una ocasin le trajo como prueba una misteriosa flor azul que proceda de un entorno donde reinaban unas temperaturas de 40 grados bajo cero. Pese a ello, no se sigui investigando, aunque aos despus lo refiri en sus escritos. Cuando Pizarro conquist Per hace ms de 5 siglos, en su desenfrenado afn por hacer acopio de oro que mandar al imperio espaol, supo que las mayores reservas estaban almacenadas dentro de un tnel que comunicaba las dos grandes capitales del imperio inca, Cuzco y Lima. Nunca fue hallado, pues su secreto se lo llev a la tumba la mujer del denostado e injustamente humillado y masacrado rey Atahualpa, ltima receptora de la larga transmisin oral referente a la existencia de este lugar. La persistencia del mito de El Dorado, la mtica ciudad de oro, habla tambin de las reminiscencias de los enclaves luminosos que fueron repartidos por el interior de la Tierra. Actualmente, la recopilacin de datos e indicios es tan notoria y abundante que incluso se han encontrado algunas de las entradas, profusamente taponadas con miles de toneladas de rocas. La inmensa red de galeras recorrera toda la zona del altiplano, lugares extraos en la selva amaznica, frontera de Bolivia, enlazaran con el imperio maya en Mxico, y cruzando bajo el ocano, llegaran a la isla de Pascua, en pleno Pacfico, donde tambin se han hallado las entradas correspondientes. Segn la tradicin peruana ms antigua que se ha encontrado al respecto, estos pasadizos fueron obra, como no, de gigantes en un remotsimo pasado. Pero hay algo en las galeras de Pascua que resulta siniestro. A la vez que se ha constatado que penetran en el mar hasta que se hace imposible continuar por falta de oxgeno, en las cavernas adyacentes hay depsitos desproporcionados de huesos humanos, a los cuales no se les ha dado hasta el momento una explicacin satisfactoria, pues no hay constancia de que la zona haya sido un lugar de enterramiento para los antiguos habitantes de la isla. Son los restos de los esclavos que trabajaron sin descanso bajo el yugo de los dioses para construir esta parte de los tneles? De momento no lo sabremos, pero los habitantes de la isla rechazan haber enterrado en esas condiciones a sus antepasados. Adems, los famosos mohais (las grandes estatuas de piedra con efigie humana estilizada) miran contra todo pronstico hacia el interior de la isla, delatando que el motivo por el que fueron erigidos provena de algo acontecido e inesperado dentro de sus limitados confines. Quizs realmente an esperan a que alguien surja de los tneles. Por otra parte, estudios hechos con medios avanzados, establecen que la tcnica de excavacin y diseo empleada se asemeja a la existente en otras desembocaduras de los laberintos situadas en cuatro continentes alejados (Amrica, Europa, frica y Asia), as como determinadas figuras que han podido ser identificadas, y que guardan paralelismo con las de otros lugares demasiado remotos como para haber podido ejercer su influencia, atenindonos a las rutas establecidas

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en la antigedad. Si Pascua est o estuvo comunicado a travs de tneles subocenicos con el resto del mundo, estas influencias culturales parecen totalmente explicables. Tambin hay indicios y tradiciones de redes de tneles en las islas del Egeo, que segn estas se comunicaban entre s ya cuando la magnfica cultura griega llegaba a su cenit. De ah parte, tal vez, la leyenda del laberinto del minotauro, que debi ramificarse desde algn punto bajo la isla de Creta no encontrado an. No hay indicios de que se tratase del palacio de Cnossos, como sostienen muchos investigadores acostumbrados a buscar las explicaciones ms enrevesadas para todo lo que est envuelto en leyenda. Les aseguramos que los cretenses saban distinguir muy bien entre un laberinto subterrneo y un fastuoso y enorme palacio, y nos atrevemos a conjeturar conque es cuestin de tiempo que esos laberintos sean finalmente encontrados e incorporados de pleno derecho a la historia oficial, algo parecido a lo ocurrido con la hasta hace poco imposible Troya de Homero. En las Baleares tambin hay tradiciones al respecto que dicen que las islas estn intercomunicadas, y cuyo tnel hacia Ibiza continuaba posteriormente hasta Malta, donde volva a ramificarse. En pases tan dispares como Rusia, California, Hawai, o Suecia se citan leyendas ligadas a tradiciones antiqusimas. Incluso en Espaa se alude desde tiempos inmemoriales a una red de galeras que conectara bajo el estrecho con Marruecos (los 48 Km aducidos por Peter Kolosimo), y en casi la generalidad de casos, su existencia y construccin se atribuyen a gigantes de eras remotsimas, que desaparecieron rpidamente, una vez que hubieron concluido su trabajo. En la Epopeya de Gilgamesh, que tanto estamos analizando en diferentes momentos de este libro, el hroe se adentra en un tnel de 120 Km de longitud, custodiado por misteriosos hombres escorpin, al final del cual se encuentra una zona interior donde habitan seres divinos. El acceso estaba marcado por dos montaas gemelas, y desembocaba en un mar interior, tras el cual se extendan las zonas ocupadas por las entidades. En las leyendas caldeas se refieren a una raza que viva ms all de los glaciares que se extendan por buena parte del hemisferio norte hace 12.000 aos, a la cual se llegaba mediante un tnel que desembocaba en Mesopotamia, en algn punto junto al ufrates. Cuando la ltima glaciacin acab, estos seres, sometidos a un diluvio, optaron por refugiarse en el interior de la Tierra, donde fundaron ciudades extraordinarias, siendo esto un indicio claramente delator de lo que realmente sucedi. Los celtas hacen referencia a la mtica muralla de Gog y Magog, realizada en tiempos del rey Escnder, y que aislaba en la regin del Cucaso, al norte de Turqua e Irn, y tras una cordillera inaccesible de nieves perpetuas, a una civilizacin avanzada que dispona de algo conocido como la columna boreal, que serva para unir el cielo y la Tierra. Parece otra clara reminiscencia de una cultura

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que habit tras los muros de hielo anteriores al diluvio, y que tuvo algn medio fsico para realizar el trnsito Tierra-exterior. Las crnicas referentes a la mtica Thule, tan buscada por los nazis, la sitan en un entramado subterrneo al cual se accedera por enormes cuevas situadas en zonas estratgicas. Ya fueron muy buscadas por el rgimen hitleriano, aunque los resultados estn envueltos de misterio y leyenda. Las tradiciones sobre Shamballah y Shangri-Lah nos hablan de ciudades gobernadas por seres muy avanzados, depositarios del saber perdido, y que viven en valles inaccesibles del Tbet. Hoy da sabemos que esto no es as, pues los satlites han escaneado profusamente cada centmetro de suelo visible, pero nos preguntamos si sera descabellado, en funcin de los aportado por otras historias paralelas, abogar por una ubicacin subterrnea, que habra generado las leyendas que llegan a nuestros das. Una evidencia de peso respecto a la construccin de enormes agujeros de gusano en el interior de la corteza es la aportada por el descubrimiento de un tnel de alrededor de 1700 Km! existente entre el lago Vatter, en Suecia, y el lago Constanza, en la frontera germano-suizo-austriaca. La veracidad de este hallazgo sobrecoge, y si miran el mapa, vern asombrados que la galera de conexin discurre bajo el Bltico, atraviesa toda Alemania de norte a sur, y desemboca en el gran lago entre los Alpes. Por circunstancias obvias, hemos de descartar a la naturaleza como promotora de semejante y descomunal logro, por lo que forzosamente hemos de acudir a los misteriosos arquitectos del mundo antiguo para justificar su existencia. A esto hemos de aadir que el Vatter es un lago cargado de leyendas, debido a las misteriosas detonaciones que en ocasiones se oyen bajo sus aguas, as como a plidos reflejos que raras veces se dejan ver cerca de la superficie. La existencia de este tnel podra significar que algunas ciudades estn insertadas en un medio acutico, o bien que diversas galeras se habran inundado, accidental o artificialmente, dado que el taponamiento con agua es un buen sistema para aislar dos atmsferas de constitucin diferente. Los mayas crean que los cenotes de Yucatn, hermosos fosos acuticos que se internan en el manto calizo en medio de densas selvas, eran las entradas a un mundo interior. A sus pies practicaron rituales sangrientos como ofrenda, tirando despus los cadveres de los sacrificados al interior de los fosos. Se sabe que esos cenotes estn recorridos por galeras de grandes dimensiones que no han podido ser estudiadas, dado el peligro que representan al estar inundadas. En el Popol Vuh, el poema de la creacin maya, se habla de dos gemelos que entraron en el mundo interior a travs de una montaa, que conectaba con un tnel escondido al final del cual hay un lago.

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En la selva ecuatorial brasilea hay madereros que dan fe de haber entrado en lo que llaman sugestivamente bocas del metro del infierno, que desembocaban en simas donde haba restos de una antigua cultura. Al sur de Arequipa, en la regin de Mollendo, en Ylo, se encuentra una extraa inscripcin que segn la leyenda encierra la clave para la entrada a un tnel que llevara a donde reposa el tan buscado oro antiguo perdido. Tambin en Per se habla del tesoro de los tres picos, escondido en enormes cavernas y que pertenece directamente a los dioses. Esta triloga inseparable, dioses, oro y tneles, resulta excesivamente frecuente en la mitologa mundial. El cerro Uritorco es un pequeo montculo en Argentina que desde antiguo se supone habitado por seres peculiares. En ocasiones se oye y percibe el movimiento de pesadas puertas que se abren y se cierran, as como ruidos de engranajes, todo proveniente del subsuelo, y sin que se haya encontrado explicacin alguna para ello. Podemos ver, despus de lo relatado, que por todas las culturas, pases o religiones, por donde quiera que miremos, nos encontramos con referencias a la misteriosa existencia de entornos subterrneos. Esto no tendra que ser as, pues el hombre, incluso en sus pocas ms oscuras, no ha pasado de habitar en las zonas ms exteriores de grutas y cavernas. No tenemos tradicin ni necesidad, por consiguiente es fcil imaginar que tanta dispersin de un mismo evento no puede ser ms que un indicio de que hay un trasfondo de verdad que hay que interpretar e investigar. Son pocas las veces que se ha conseguido entrar en alguna de estas cuevas singulares, pero el testimonio de los que lo han conseguido nunca ha dejado de arrojar sorpresas. Desde tramos iluminados con una extraa luz verdosa, hasta misteriosos rumores de maquinaria pesada acercndose, pero siempre ha persistido el misterio, y hasta el da de hoy nadie ha conseguido llegar al fondo de estos pasadizos que, segn multitud de indicios, se llegan a internar bajo los mismsimos ocanos. Teniendo en cuenta la longitud total presumible de los trazados que discurren por todo el planeta (algo imposible de calcular, pero que con toda seguridad arrojara cifras elevadas), podemos asegurar que la cultura que la llev a cabo cont con maquinaria muchsimo ms avanzada que la que tenemos en la actualidad y, seguramente, abundantsima mano de obra. Basta fijarse en el trabajo, el coste y el tiempo que nos supone actualmente horadar tneles para el metro o lo que se tard en efectuar el trazado bajo el Canal de la Mancha, para imaginar la maquinaria de perforacin que hay que tener para realizar algo tan descomunal como lo que estas historias nos sugieren.

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Sin duda nos falta tecnologa, aunque parece ser que podemos estar en el principio de unos avances que, por fin, nos abrirn la puerta a la exploracin profunda del planeta, uno de los sueos ms antiguos del hombre. Recientemente han surgido proyectos avanzados de tuneladoras, como el que vemos abajo, que usara calor nuclear para fundir los sedimentos extrados desde el frontal de la perforacin, los cuales seran comprimidos en estado lquido y adheridos a las paredes tras la mquina, siendo el resultado un robusto, grande y perfecto tnel cilndrico de paredes cristalizadas, tras el cual no quedaran sedimentos de perforacin que evacuar. Lo curioso es que este fenmeno colateral de cristalizacin tambin ha sido reseado, como vimos en los testimonios anteriores, por algunos de los que han visitado estos tneles, siendo por tanto un indicio que apunta a que la tecnologa, una vez ms, est a punto de corroborar la leyenda. Hasta hoy no sabamos que este fuera el sistema para perforar sin lmite, ni tenamos la ms remota idea de lo que significaban esas paredes de cristal aducidas por algunos testigos, con lo cual el avance nos clarifica lo que vemos hasta la incredulidad. Este conocimiento de los medios de perforacin empleados nos permitira identificar los tneles que fueron hechos con mquinas, tremendamente perfectos y con aspecto de acabado al cemento o al cristal, y los efectuados con mano de obra esclava, mucho ms toscos y, seguramente, pertenecientes a las primeras etapas de perforacin, que bien pudieron comenzar hace ms de 200.000 aos.

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Por ello la pista apunta directamente a las entidades, la nica civilizacin que ha estado 250.000 aos por delante de nosotros en avances tcnicos, algo suficiente y necesario para poder acometer trabajos de ese nivel. Podemos asegurar que nadie ms, atendiendo al abanico de culturas que de un modo u otro han habitado esta Tierra, puede ser responsable de algo as. El motivo? El ya reseado de preservar su civilizacin en un lugar controlado y desde el que poder ejercer su dominio, de manera invisible a travs de las religiones, sobre el mundo exterior. Aislados por la roca y el hielo, las entidades han estado viviendo alejadas de los aconteceres de nuestras civilizaciones pretritas, a las que controlaban mediante emisarios que eran temidos y obedecidos. Mientras dirigan nuestras sociedades como un gran juego, el secreto sobre la ubicacin de su verdadero asentamiento estuvo bien guardado, pero no pudieron evitar que se conocieran los accesos a su mundo, que sin duda fueron recorridos en ocasiones por aventureros que revelaron lo que nos ha llegado camuflado en forma de leyendas. Tambin hemos de tener en cuenta un hecho inquietante que es silenciado por los mecanismos de nuestras sociedades, y que seguira siendo un indicio de que las entidades se siguen sirviendo de cierto nmero de mano de obra an en nuestros tiempos. Es bien conocido, aunque se mantenga en forma de leyenda urbana, que todos los das se producen desapariciones en el planeta sin explicacin. Muchsimas! El prototipo general es el de personas poco situadas y relacionadas, solitarias, de mediana edad, que de repente desaparecen sin causar alboroto, y de las cuales ya nunca se vuelve a saber. La polica en todo el mundo se encuentra con estos casos a diario, y segn el pas, la investigacin se cierra de forma ms o menos breve, dndolos por muertos o desaparecidos. Nada cambia en su entorno, y todo sigue funcionando porque son minuciosamente escogidos entre aquellos que pasan desapercibidos. Pero la verdad es que ellos ya no estn, y en poco tiempo son olvidados totalmente. Las cifras hablan de miles de casos mensuales en todo el

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planeta, y esto solo en los pases con capacidad para contabilizar este dato, por lo que seguramente el nmero dado es solo una fraccin de la realidad. Decimos esto porque pensamos que 15 20.000 personas al ao no desaparecen porque se pierden al ir por el peridico. Se podra estimar en ese el nmero necesario de humanos sacrificables para que los dioses puedan seguir manteniendo en funcionamiento su mundo? Si han desaparecido de la faz de la Tierra no es ms lgico pensar que posiblemente se encuentren dentro de ella que haciendo autostop? Seguramente hay respuestas, pero nadie las busca. Si las entidades fueron las responsables de la creacin del hombre. Si se dedicaron a influir y tomar parte en guerras de la protohistoria que acabaron en aniquilaciones de razas enteras; si por dejadez permitieron que llegsemos durante el diluvio a una crisis de casi-aniquilacin; si determinaron y efectuaron la reactivacin humana tras la catstrofe porque descubrieron lo necesarios que somos; si cambiaron de poltica hacia nosotros y nos escribieron unas tablas de la ley; si nos proporcionaron a un hijo de Dios a fin de establecer una gua en la distancia; si han mostrado constantemente un desprecio y una crueldad tan enorme con respecto a nosotros, su creacin, entonces qu nos espera de ellos ahora que la fe que exigen est en crisis y los arsenales no dejan de crecer, aumentando consecuentemente el nivel de amenaza para el planeta entero?

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CAPTULO XII.

LOS EQUIPOS DE VIGILANCIA DE LOS DIOSES


Que las entidades nos crearon para servirlas, visto todo lo anterior, es evidente. Que fueron protagonistas a lo largo de las fases ms oscuras de nuestra proto-historia, tambin. Que vieron cmo llegbamos al lmite de la extincin, y crearon nuevas reglas para controlarnos desde cierta distancia, por supuesto. Que tras llegar desde Marte y habitar en la Luna se internaron en el subsuelo, creando una inmensa red de tneles, parece evidente, pues son muchas las veces, como hemos visto, en que esto aparece referenciado en relatos apcrifos. Pero qu han previsto para defenderse mientras estn en el interior del planeta? Han podido dejar algn sistema externo de control que les permita repeler agresiones de todo tipo? Evidentemente, alguien capaz de desarrollar el plan que analizamos no pudo pasar por alto este punto importantsimo. Recientes descubrimientos nos dicen que en diversas partes del mundo operan instalaciones que no pueden ser explicadas desde el punto de vista humano, y que son plenamente operativas. No sabemos quin las construy ni a qu criterios obedecen, pero sabemos que funcionan con terrible poder. Nosotros hemos identificado una de ellas, y es la que vamos a analizar, aportando las pruebas suficientes como para que cada cual extraiga sus conclusiones. Para ello vamos a retrotraernos a un pasado relativamente cercano. En la magnfica maana del 30 de junio de 1908, a las 7 horas 17 minutos (0h, 17m, 11seg GMC) ocurri algo extraordinario en las inmediaciones del ro Podkamennaya Tunguska, una remota zona de Siberia. La localizacin exacta del lugar es 6055' N, 10157' E, muy cerca del caudaloso ro Yenisey y a unos 400 Km al noroeste del lago Baikal, el mayor del mundo. A esa hora, una explosin fenomenal, con ms de 2.000 veces la potencia combinada de las dos bombas nucleares lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaky, tuvo lugar a gran altura sobre un punto lleno de bosques y pantanos. Este evento, que no ha tenido igual en todo el siglo XX, caus una serie de anomalas caractersticas que se dejaron ver a grandes distancias, como: Una extraa incandescencia o fulgor en el cielo, que dur al menos diez das tras el suceso. Irradiacin intensa de luz y calor en las inmediaciones. Disfunciones en los instrumentos meteorolgicos. Temblores de tierra. Una onda de choque que dio dos veces la vuelta al mundo. Derribo concntrico de rboles en una superficie de 2.000 Km2. Desequilibrio en la estructura mineral del suelo afectado.

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Trazas evidentes de radioactividad en los anillos de los rboles y los testigos de hielo antrticos. Crecimiento acelerado y anmalo de la vegetacin. Enfriamiento global durante varios aos. A partir de la primera expedicin que se intern en la zona, a cargo del profesor sovitico Leonid Kulik, en 1927, han sido centenares las misiones que han desarrollado estudios de lo sucedido aquel plcido da en la taiga siberiana. Sin embargo, un siglo despus seguimos sin tener clara la secuencia de los hechos, aunque una revisin desarrollada por un joven y arriesgado cientfico, Valery Uvarov, miembro de la Academia de Ciencias de Mosc, en torno a todos los datos y declaraciones que obran en los archivos de la antigua URSS, est cerca de arrojar respuestas que requerirn mltiples explicaciones y que levantarn la polmica. En efecto, la cantidad de datos aportados por investigadores y cientficos de todo el mundo pueden ahora, por vez primera, ser combinados para analizar el singular fenmeno que nos ocupa. Para ello se van a tener en cuenta, adems, otros indicios, como las experiencias de ms de 3.000 testigos directos, de las cuales vamos a recoger un extenso muestrario, el Olonkho, texto pico secular de los Yakuts, la reconstruccin pormenorizada de la cronologa de los hechos y las consecuencias mensurables de las explosiones, as como otros acontecimientos similares documentados en otras pocas. Pero no sera posible avanzar sobre lo que otros han encontrado sin tener en cuenta algo asombroso, y que enlaza directamente con los creadores de los tneles. En una escabrosa y escondida zona conocida con el siniestro nombre de Valle de la Muerte, al noroeste de la extensa y tenebrosa zona siberiana de Yakutia, descansa desde tiempos inmemoriales lo que no se puede describir ms que como una muy antigua instalacin tecnolgica de tipo defensivo. Y cuando decimos antigua queremos decir verdaderamente milenaria, lo cual es algo asombroso. Mediante clculos efectuados con medios avanzados, que le permitieron determinar las trayectorias finales de los avistamientos que se produjeron en la zona, Uvarov lleg a la conclusin de que lo que ocurri en 1908 en Tunguska fue un acontecimiento de intercepcin de un cuerpo intruso de grandes proporciones, procedente del espacio exterior y con caractersticas de asteroide, por parte de un sistema defensivo terriblemente avanzado para nosotros, y cuya construccin, datacin y propsito es todo un misterio. Sin duda, sus desarrolladores muestran un poder tecnolgico que va mucho mas all de lo que actualmente somos capaces de imaginar. A esto hemos de aadirle que los acontecimientos se desarrollan en una zona tan extensa, inhspita e inaccesible que bien podra ser la ms remota de la Tierra, con la nica salvedad de los polos, claro est. Estratgicamente hablando, un punto excelente si la intencin es colocar algo que no pueda ser detectado.

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Una leyenda bien preservada de las tribus tunguses, habitantes ancestrales de la zona, cuentan algo asombroso respecto al advenimiento de algo que marc el curso de las eras: En un pasado remoto, ocurri que de repente todo se llen con una impenetrable oscuridad, y un ensordecedor bramido se extendi en la extraa noche. Un viento como no se haba visto antes se apoder de todo, y la tierra temblaba ante el rumor de incesantes y titnicos truenos. Desde el centro de una nube negra surgan rayos que taladraban el cielo en todas direcciones. Cuando, finalmente, todo se calm, un espectculo inslito estaba ante los ojos de todo quien se atreviera a mirar: en medio de la tierra quemada, brillando al Sol, se elevaba una estructura tan elevada que era visible desde muchos das en la distancia, de la cual surga un desagradable e incesante ruido que taladraba los tmpanos. En pocos das, todo el edificio comenz a desaparecer gradualmente en el suelo, muy poco a poco, hasta que ya no fue visible. Cuando los ms osados se acercaron, en el lugar que ocup la enorme estructura se abra un humeante y pestilente agujero vertical, al que se le dio el nombre de la sima sonriente. Esto qued plasmado en los textos Olonkho, y la trascendencia es enorme para entender lo que ocurre en esa zona, pues hay evidencias de misteriossimas estructuras metlicas que yacen semienterradas por el permafrost a lo largo de miles de kilmetros. La leyenda contina diciendo que al fondo de la sima que el fenmeno abri hay una ciudad con un sol tenue. En ocasiones, segn el relato, se ven flotando sobre el agujero lo que los nativos llaman ciudades flotantes, que seran grandes tapaderas que cierran el conjunto por su parte superior, a modo de una gran escotilla. Los valientes a los que la curiosidad llev a acercarse a la zona mientras estas cosas volaban no volvieron jams. Pero qu ocurri en 1908 en la taiga siberiana? La cronologa de lo sucedido en Tunguska debe empezar, forzosamente, por un fenmeno singular que se desarroll meses antes de la hora 0, cuando, divulgando una premonicin apocalptica, los shamanes o brujos de las tribus comenzaron a disuadir a sus adeptos de la llegada de algo que en un futuro cercano, segn sus visiones premonitorias, iba a acabar con el mundo. Misteriosamente, el eco de estas aseveraciones sorprendentes lleg de una punta a otra de la taiga en poco tiempo, provocando un singular y documentado xodo masivo desde Podkamennaya Tunguska hacia Nizhniaya Tunguska y ms lejos, en direccin al ro Lena, al este de la anunciada zona 0. En un ritual sin precedentes, y que es un claro ejemplo de anticipacin acertada a acontecimientos futuros, el gran Shamn de las tribus dijo ante sus adeptos en congregacin: Los progenitores advierten que tenemos que movernos de nuestros lugares tradicionales. Nadie permanecer all tras el mes de mayo y durante el mes de junio. Esto dicen los progenitores. La gente de arriba quiere visitar Duliay nadie debe presenciarlo

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Sin duda, el empleo de la palabra progenitor es sumamente reveladora, pues establece la base de que alguien vela por el destino de quien habla, que en ningn momento se refiere a dioses. Adems quines son la gente de arriba? Qu es Dulia? Poco a poco iremos atisbando lo que hay tras estas enigmticas frases, pero lo que de momento debemos tener claro es que de este modo singular, en un ambiente cargado de augurios terribles, se inicia el xodo de miles de personas desde la taiga hacia lugares seguros. Pero algo ocurre que hace este fenmeno de cohesin tribal an ms extrao. Coincidiendo con esta sbita emigracin desde los ncleos humanos, los animales salvajes comienzan a abandonar la zona en manadas, como si la advertencia hubiese tenido un carcter global y muy disuasorio. Los pjaros volaron largas distancias fuera de poca, los cisnes se fueron de los lagos e incluso los peces nadaron de manera sorprendente hasta emplazamientos muy lejanos, posiblemente alertados por los cambios que de algn modo estaban comenzando a producirse en la zona. No sabemos cmo funciona este instinto que nosotros no parecemos poseer, pero est claro que condiciona a las especies hasta un lmite inslito. Los ltimos estudios sugieren que podra deberse a trastornos del campo magntico. De este modo, decenas de miles de kilmetros cuadrados de taiga quedaron desprovistos en tiempo rcord de todo hlito de vida animal, lo cual no tiene precedente conocido. Las migraciones fueron tan tranquilas y relajadas que pareca que hubiesen sido largamente organizadas, pero no haba plan conocido para ello. Simplemente, tena que ser as, y todos los sensibilizados para la ocasin, hombres y animales, lo supieron a la vez. Solo escasas personas, que haban desatendido las predicciones de los shamanes, se negaron a dejar sus casas, as como un muy reducido y extrao nmero de renos, que pareci desatender misteriosamente la llamada de la naturaleza, quiz debido a trastornos de algn tipo. Sin duda, la enorme instalacin subterrnea que reposa en puntos indeterminados de Siberia tuvo mucho que ver en esto. Despus de interrogar a cazadores de montaa muy conocedores de la peligrosa y espectacular zona, y de examinar detenidamente los textos del Olonkho, Valery Uvarov sostiene que el entramado parece estar disperso por zonas de la taiga muy alejadas entre s, respondiendo a lo que podra ser entendido como un concepto estratgico que no sabemos a qu obedece, aunque sus resultados han sido ms que evidentes en varias ocasiones. Como funciona este mecanismo? Lo que se podra llamar sistema de armamento, segn lo que se desprende de numerosos relatos de testigos presenciales, se basa en la generacin de un campo de fuerza que se eleva y converge de forma concentrada en un nico punto a gran altura mediante algn tipo de energa electromagntica, dando lugar a una brillante esfera de plasma que crece e irradia energa mientras la columna de fuego que la alimenta cambia desde los colores blanco azulado al rojo intenso.

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El tamao de estas bolas de fuego es monstruoso, ya que segn los testimonios llegan a medir hasta 60 m de dimetro. Esto est constatado por muchos de los testigos del acontecimiento de 1908, que hablan de grandes bolas de luz que ocuparon los cielos desde aquella maana peculiar hasta el anochecer. Lo que resulta an ms llamativo es que estos cuerpos evolucionan en el aire con agilidad y rapidez, cambiando de direccin y llegando incluso a la detencin total, cosa imposible sin algn tipo de control preciso, por lo que el sistema funciona en modo inteligente, sin duda de ningn tipo. Hay una gran y reveladora anomala geofsica planetaria en las inmediaciones de esa extensa regin, llamada sin demasiada imaginacin anomala magntica del este de Siberia. Se sabe que el epicentro del fenmeno est situado en algn lugar a 3 000 Km de profundidad, lo cual hace suponer que la instalacin succiona la energa de esa parte del corazn terrestre, causando como efecto secundario tremendas fluctuaciones magnticas. Esto significara que esas columnas de fuego que alimentan bolas de plasma se nutren directamente de la energa que se crea en el interior de nuestro planeta, donde tienen sin duda una fuente inagotable de recursos. La gran emigracin de la fauna, iniciada con dos meses de anterioridad al evento de Tunguska, indica que la instalacin inici su actividad en ese tiempo, provocando alteraciones imperceptibles por nosotros pero s por los animales, que fueron alertados e iniciaron su inslita marcha. Esto pudo ser la primera fase de lo que posteriormente fue una inmensa operacin de intercepcin de elevadsimo nivel tcnico, que dio lugar al evento de 1908. Hoy da sabemos que cuando solo faltaban 10 das para el momento crtico, las misteriosas mquinas que habitan en el Valle de Muerte y otras zonas prximas iniciaron una fase de gran actividad. La lgica dice que pudo deberse a la puesta en funcionamiento de los mecanismos encargados de generar las inmensas cantidades de energa que seran necesarias para crear las esferas de plasma, lo cual dej su firma en forma de anomalas atmosfricas relacionadas con el incremento de tensin en el campo electromagntico de una amplia zona. Estas aberraciones fueron percibidas en observatorios de toda Europa, con lo que se puede seguir haciendo el seguimiento del fenmeno magntico con pruebas fidedignas. Fue tan enorme la actividad de la instalacin, que en esos das previos a la hora 0, el oeste de Siberia y muchos pases de Europa del este vieron cmo la oscuridad nocturna era reemplazada por una luz fantasmal, blanquecina, parecida a ciertos fenmenos que se dan en altas latitudes (la llamada noche blanca). Sin duda el campo magntico estaba comenzando a ser alterado, permitiendo la entrada de radiaciones hasta las altas capas, que fueron las responsables del fenmeno. Especialmente durante el crepsculo, nubes plateadas muy estrechas se estiraban a gran altitud en direccin esteoeste, como si estuviesen tensionadas entre dos polos invisibles. Al seguir acercndonos en el tiempo, vemos que un potente disturbio geomagntico fue registrado y documentado en la Universidad de Kiel, en Alemania, durante los tres das previos al evento, y finaliz en el preciso momento en que el objeto de Tunguska estall sobre la meseta central siberiana. Los datos son irrebatibles y estn

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perfectamente documentados. Esto demuestra que de algn modo hubo un periodo de intensa actividad energtica previa en las inmediaciones de Tunguska, lo cual descarta en principio que lo acontecido se tratase de un fenmeno de impacto de los que podramos llamar habituales. Finalmente, en la maana del 30 de junio de 1908, el terrible intruso para el que la instalacin haba estado preparndose penetr en la atmsfera terrestre a una velocidad en torno a 11 Km/seg. Su trayectoria, despus de constatarlo detenidamente con los abundantes relatos recogidos, era sureste-noroeste. Sin embargo, aqu se produce uno de los hechos ms singulares, y que dio lugar a confusiones que duran ya casi un siglo. Los diferentes testimonios recogen con exactitud varias rutas de vuelo, lo cual no es propio de cuerpos inanimados como asteroide o meteorito, motivo principal por el que se lleg a proponer que lo que entr realmente en nuestra atmsfera era una nave espacial con graves problemas, y que acab estallando (la hiptesis mantenida por Alexander Kazantzev). Tambin surgi posteriormente, al constatarse que hubo ms de un cuerpo sobre los cielos siberianos aquella maana, la teora de la confrontacin que mantena que lo que haba penetrado hasta las capas internas de nuestra atmsfera eran dos naves enzarzadas en un combate espectacular. Imaginativo, sin duda, pero muy alejado de la realidad. Sin embargo, un hecho llama poderosamente la atencin, y al parecer nadie ha querido detenerse en ello hasta ahora, ya que no encajaba en ninguna de las teoras propuestas: es el hecho singular de que todas las rutas marcadas confluan en un nico punto: la taiga, justo sobre Podkamennaya Tunguska, es decir, la zona 0. Demasiada coincidencia para que se tratase de un solo cuerpo, y una evidencia de peso para deducir que no solo fueron varios los elementos que volaron aquella maana sobre Siberia, sino que adems pareca haber un plan coordinado a gran escala. Por muchas vueltas que se le de, esto es as, y no hay otra explicacin posible. Veamos una cronologa desde diversas zonas en torno a los lugares crticos. 38 minutos antes del evento, en el Valle de la muerte se inici la fase final del largo proceso defensivo coordinado desde la instalacin: el ensamblado de las esferas de plasma. Esto se basa en el testimonio de testigos cuyo relato nunca se supo encasillar del modo correcto. En la mina Stepnovsky, situada cerca de la ciudad de Yuzhno-Yenisey, un terremoto breve se produce justo 30 minutos antes de la hora 0, 8 minutos despus de comenzar la cuenta atrs. Algo se agitaba a gran profundidad, y fue percibido en diversas zonas muy alejadas entre s. Sin duda una enorme maquinaria se estaba poniendo en marcha. Uno de los testigos, situado prximo a un pequeo lago, nos dej uno de los relatos ms sorprendentes de lo acaecido aquella maana increble, y que solamente ahora, al hacerse pblicos los inmensos volmenes de informacin recopilada, pueden tener interpretacin. Mirando a la tranquila superficie del lago, observ cmo de repente

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el agua comenz a temblar, y se inici algo parecido a un terremoto. Mientras un miedo aterrador, difcil de explicar, lo invade, un fenmeno an ms espectacular se produce ante sus ojos. El agua, con un rugido atronador, comienza a caer en una inmensa grieta que se forma en el fondo, y en pocos segundos toda la superficie inferior, antes subacutica, se muestra al cielo, mientras el testigo acierta a distinguir que los filos de la grieta formada presentan un aspecto artificial, como si ambas partes estuvieran dentadas para facilitar un seguro ensamblaje. Impulsado por un terror creciente, inicia una carrera frentica, ocultndose poco despus tras unos arbustos alejados, desde los que vuelve a mirar en un impulso de curiosidad ante lo desconocido. Lo que ve lo deja sin aliento: desde el fondo de la grieta, una gran columna de luz se eleva a considerable altura, y en su cumbre una esfera permanece ingrvida y refulgente mientras un tremendo rumor profundo hace temblar el aire y el suelo. Entonces, el testigo percibe que sus ropas estn siendo quemadas a fuego lento, y comienza a notar dolor en el rostro y las manos, por lo que se aleja histrico del lugar, salvando milagrosamente la vida pese a las mltiples quemaduras recibidas. Lo que no se saba en aquella poca de 1908 es que esos sucesos se corresponden con lo descrito en los antiqusimos textos Olonkho, que demuestran que este fenmeno no solo es misteriosamente tpico en el lugar, sino que se repite con regularidad manifiesta. En ellos se habla de un lugar llamado Tong Duurai, en el cual el Ottoamokh (agujero en el suelo) hace desembocar sus corrientes mediante columnas de luz que surgen desde un agujero de increble profundidad, conocido como las simas sonrientes. A partir de ah se generan fieros torbellinos que vuelan por el cielo. Concretamente, la leyenda dice que una gruesa columna de fuego asciende desde un agujero de hierro, al final de la cual surge una enorme bola de fuego que inicia el vuelo acompaada de un squito de torbellinos que pueden sembrar la destruccin en los alrededores en compaa de un sonido parecido a cuatro palmas del trueno en sucesin se eleva a una gran altura y surca el cielo, dejando tras de s una larga cola de fuego y humo. Entonces, una cadena de explosiones suena en la distancia. Es posible esto? Hay ms testigos que corroboren algo as? Sucedieron estos inexplicables fenmenos en 1908 en Siberia? Veamos algunos relatos presenciales. Un observador cualificado del fenmeno estaba en una estacin meteorolgica en Kirensk, a 460 Km de la zona 0. Su relato de los hechos, acreditado y fiable por su condicin de conocedor de los agentes atmosfricos, fue el que sigue: A las 7,15 de la maana, una columna incandescente apareci al noroeste. En su cresta tena una esfera de unos 8 m de dimetro, aunque esto es difcil de precisar, y tena en su conjunto forma de lanza. Cuando la columna desapareci, cinco breves y potentes bangs se oyeron, algo parecido a caonazos que se sucedieran muy rpidos pero perfectamente diferenciados entre si. Entonces apareci una nube densa en el lugar. 15 minutos ms tarde, el mismo tipo de bangs fueron odos de nuevo. Lo mismo ocurri otros 15 minutos despus. El encargado del ferry, un hombre observador,

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cont 14 bangs en tres grupos. Su faena es en la orilla del ro, y vio todo el fenmeno de principio a fin. Mucha gente vio la columna de fuego, pero los bangs fueron odos por un nmero an mayor. Sin duda es un relato bien temperado y armado. A 600 Km de la zona 0, en la estacin meteorolgica del ro kezhma, otro observador cientfico dej escrita esta anotacin: A las 7 de la maana, dos esferas gneas de enorme tamao aparecieron por el norte justo encima de enormes columnas de fuego; 4 minutos despus, desaparecieron. Tras la desaparicin, un ruido fuerte, similar al que produce el trueno, se hizo sentir. Esto termin en 5 minutos. Tras ello, se oyeron sonidos de explosiones, como disparos con enormes caones, que hicieron temblar las ventanas. Duraron dos minutos, y tras ellos se oy un crack, como un disparo de rifle. Eso ocurri pasados dos minutos, y a plena luz del da. Un testigo, situado en el pueblo de Kezhma, junto al ro Angara, tambin vio una de las misteriosas columnas de fuego, y dijo que el cuerpo esferoidal era de aspecto aparente relativamente mayor que el disco lunar, y que cruz frente al Sol, que estaba en ese momento 27 por encima del horizonte. Tambin hay constancia de una columna de fuego en los alrededores de Vitim, muy al sureste. Es de destacar que la formacin de las esferas tuvo que ser sin duda el momento de mayor intensidad energtica, como se deduce del hecho de que comenzaron a lanzar una extraordinaria luz blanca, parecida a la que se desprende de una soldadura elctrica. Esta comparacin aparece repetidas veces cuando se hace mencin al evento. Era tanta la intensidad de la luz, que algunos observadores tuvieron la impresin de que todo se oscureca a su alrededor, e incluso perda su color. Justo cuando el proceso de concentracin de energa acab, tanto las columnas de fuego como las esferas se tornaron de un rojo incandescente, disminuyendo considerablemente el brillo. En Vanavara hubo testigos que vieron lo siguiente: Al principio todo se ba de una luz roja, y se dej or un trueno. Ese tono rojizo estaba muy lejos de Vanavara. Cuando el meteoro cay, el to Axenov sali para mirar, y dijo que todo sobre el lugar de la explosin se volvi negro, despus rojoy despus lleg el trueno Otro testigo en el mismo lugar: Temprano, muy temprano en la maanaun poco ms arriba que el sol se produjo un estampido terrible. Todo el cielo estaba rojo, y no solo el cielo; todo estaba teido de ese color, el cielo y la tierra.

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Entonces se oy un poderoso trueno. Fue como una enorme campana, como gente golpeando una pieza de hierro Despus se repiti media hora ms tarde En ese mismo momento, otro avistamiento del meteoro se produca sobre el pueblo de Mironovo, situado en 58 14' N, 109 29' E, y de repente, por todas partes, aparecen las misteriosas esferas en vuelo. A 1.500 Km de la zona 0, en Alexandrovka (Altai sur), se observaron detalles vitales: Era un da clarode repente, una brillante esfera apareci en el cielo, que aument rpidamente de tamao y brillo. Volaba hacia el noroeste. Tena el tamao de la Luna, y solo brillaba; no deslumbraba. Por ello era fcil mirar su vuelo, que era muy rpido. La esfera dejaba tras de s un rastro de humo blanco mas ancho que ella. Al momento de aparecer la esfera, el pueblo entero fue alumbrado por una luz innatural que no irradiaba equilibradamente, sino de un modo parecido a fluctuaciones o relmpagos. No haba ruidos ni nada que se le pareciese, pero aquella luz pulsante me inspir bastante miedo y ansiedad. Otro testigo dijo: Cuando comenz el ruido, una bola resplandeciente apareci en el aire. Su aspecto era redondo y tena la mitad del tamao de la Luna. El color era azulado. Volaba muy rpido en una direccin que iba desde Filimonovo hacia Irkutsk. Dej un rastro de un azul plido, que se extendi por todo el recorrido, desvanecindose gradualmente. Finalmente se perdi tras la montaa sin desintegrarse. Soy incapaz de decir la duracin del fenmeno, pero fue muy corto. El cielo estaba muy claro. Al mismo tiempo, el vuelo de lo que se defini entonces como un cuerpo angelical se observ al sur del territorio de Krasnoyarsk, a 960 Km de la zona 0, pero movindose en otra trayectoria radicalmente distinta. Tambin sincronizado, otro objeto fue visto en la regin de NizhneyeIlimskoye, a 418 Km de la zona 0. Un tercer cuerpo simultneo a los dos anteriores vol sobre el pueblo de Preobrazhenka, en el bajo Tunguska. Se ha constatado que los tres objetos, muy separados entre ellos, iban sin embargo en una direccin nica en la que iban a confluir: las reas de deflagracin de Shiskov y Kulik y el crter Voronov. En Nizhne-Ilimsk se recogi la siguiente informacin: A las 7.20 am, se oy un enorme ruido mucho mayor que un trueno. Muchas casas temblaron desde los cimientos. Muchos

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habitantes de la ciudad dijeron que justo antes del estallido vieron algo parecido a un cilindro de fuego que volaba a mucha velocidad con direccin sur-noroeste. Inmediatamente despus se produjo la explosin, y el lugar que ocupaba el cuerpo ardiente en la distancia fue inundado con una gran bola de fuego que se convirti en humo. En Kezhma: O un sonido como el de caones de artillera. Sal corriendo al patio, que se abre al suroeste y al oeste. Todava se seguan oyendo los sonidos, y al suroeste, aproximadamente a la mitad de la altura entre el cenit y el horizonte, volaba una esfera roja. Los colores del arco iris se vean a sus lados y por detrs. Da la impresin de que ya se estaban produciendo las intercepciones mientras esta esfera an continuaba en vuelo. Veamos lo que vio alguien situado en el pueblo de Moga, en el Nizhniaya Tunguska, a 300 Km al este de la zona 0: Recuerdo bien aquel da. Tena 11 aos. Me levant temprano. La maana era tranquila y luminosa, sin nubes. Nuestra casa estaba en el mismo sitio que ahora, en la cima de la colina. Me puse a trabajar con la tijera, y de pronto un extrao sonido pareci llegar desde todas direcciones. Me qued petrificado mientras el estrpito iba en aumento. Sin embargo el cielo estaba claro y vaconada que se pudiera asociar con el estruendo, pero all estaba. Era como una tormentay segua creciendo, retumbando cada vez ms fuerte. De repente, un segundo sol apareci en el cielo. El nuestro estaba a mi espalda, y este nuevo brillaba ante mis ojos, por lo que no tena duda. No poda mirar: el resplandor era tan intenso que todo se volvi negro. Corr a la casa, y ese nuevo sol brillaba a travs de la ventana. La casa, como la mayora de las casas del norte ruso, tena sus ventanas orientadas al este y al sur. Una pequea ventana miraba al noroeste, y el nuevo sol brillaba a travs de ella, coloreando de rojo el muro blanco de la cocina. Ese brillo se mova de derecha a izquierda, hacia el este, y a la vez la luz de nuestro sol se colaba por las otras ventanas. Mir al sol que produca el fenmeno, y mis dientes castaeteaban de miedo. Nunca haba visto nada parecido, y el rugido segua en aumento, sin tregua. Mi abuelo estaba sentado y comenz a cantar una oracin. Me dijo: Stiopa, recemos. Reza todo lo que puedasest ocurriendoha venido (el Shamn haba estado avisando sobre el fin del mundo en los das previos), pero que rezar? Yo solo quera correr a algn sitio, y no haba sitio a donde ir el ruido estaba por todas partes, y una bola de fuego vena

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hacia nosotros. Me tir al suelo y comenc a arrastrarme por la cocina y entonces la esfera se par!... la esfera de fuego que apareci en un cielo claro y despejado se haba aproximado a la Tierra con un rugido creciente, su luz se haba vuelto tan intensa que era imposible mirarla. En un momento determinado, el terrible rugido se volvi un bramido continuo y la esfera se detuvo totalmente en el cielo, del mismo modo que el sol se detiene sobre el horizonte antes del atardecer. No podra decir cunto tiempo estuvo detenida, pero puedo asegurar que su inmovilidad resultaba tan impresionante que solo aumentaba la confusin en una mente humana anonadada. Aunque estaba aterrorizado, y no era capaz de asomarme a la ventana, la vea perfectamente desde el lugar en que estaba. Entonces, de repente, hubo un gran relmpago, y se fue en un instante. El sonido del trueno que se produjo fue tremendo, y todo en el suelo se sacudi. Yo estaba tirado en el suelo, y los cristales de la ventana cayeron a mi alrededor como si alguien los hubiera golpeado. De pronto pens en mi abuelo, y me levant de un salto, preocupado por su salud. Estaba asustado, y me gritaba: Stiopa, que era eso? Que era? Estaba blanco de miedo y sudaba intensamente me di cuenta de que el suelo segua temblando, aunque tambin lo hacan mis piernas. Era espeluznante! Nunca he podido comprender a dnde se fue aquel sol. Haba brillado solo un momento antes, y lo haba hecho de un modo tan intenso que las sombras se haban esfumado totalmente, anulando todo aspecto familiar en el entorno. Todo, desde la hierba a los cedros, parecan diferentes bajo aquella luz aterradora. Los colores se desvanecieron, as como el habitual aspecto amable del mundo. Todo haba dejado de existir durante esos instantes Este es un relato sobrecogedor, sin duda, y es el primero en el que se detalla claramente cmo el cuerpo se detiene totalmente antes de lanzarse a lo que debi ser su ruta final de intercepcin. Esto es imposible sin la accin de un control preciso y dirigido, revelando lo que ya sabemos: la existencia de un plan. Al mismo tiempo, en Kirensk, una bola roja de fuego avanzaba hacia el noroeste, movindose horizontalmente y parndose repetidas veces, de un modo que pareca un perro olfateando su presa. Sobre los rpidos de Mursky, junto a la ciudad de Boguchany, hubo un relmpago de luz azulada, tras el cual una bola de fuego mucho ms grande que el sol se lanz desde el sur, dejando una ancha y brillante estela en el cielo. Como vemos, se pueden diferenciar perfectamente los relatos que hablan de la creacin de las bolas de plasma y los que se refieren a su vuelo de bsqueda del

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objetivo. Finalmente, se produce la intercepcin, que tambin ha quedado perfectamente plasmada en los relatos de la poca: En la villa de Nizhne-Kerelinskoye, a 215 Km al norte de Kirensk, los habitantes vieron al noroeste, muy alto sobre el horizonte, un cuerpo brillando con una luz blanco-azulada de tan excepcional fuerza que resultaba imposible mantener la vista en l. Se movi lentamente hacia abajo durante diez minutos. Al llegar casi a la altura del bosque, el brillante fenmeno pareci fundirse. Una nube inmensa de humo negro se form en el lugar que haba ocupado, y un sonido terrible y muy fuerte, que no era un trueno, se extendi por todos lados, como si un ejrcito hubiese disparado sus caones. Todos los edificios se estremecieron, y al mismo tiempo rayos de fuego de formas errticas comenzaron a emerger de la nube. Como vemos, el fenmeno en este momento presenta peculiaridades importantes en cuanto a los efectos lumnicos y las consecuencias en el entorno. El momento final se vio en Vanavara como sigue: De repente, hacia el norte, el cielo se desparram y se volvi de fuego, a lo ancho y alto sobre los rboles del horizonte, y tiendo toda esa parte. Sent tanto calor que mi ropa pareca arder. Quera gritar y arrancrmela, pero en ese momento el cielo se cerr de golpe y se oy un tremendo estampido. Me tir al suelo. Cuando el cielo se abri, un viento caliente y desgarrador pas sobre las casas, dejando marcas en el suelo y daando los cultivos. Casi todos los cristales reventaron, y algunas rejas de hierro cayeron de sus marcos. Tambin en Semionov se sinti el calor, pero no hubo fenmeno luminoso. A 50 Km de la zona 0, la ropa se quem como a fuego lento. A sesenta, nadie pudo mantenerse en pie. A seiscientos el relmpago ceg al mismo sol es curioso cmo todos los hechos presentan pequeas diferencias que hablan de un trastorno general del entorno, cuyas consecuencias fueron extraordinariamente diferentes segn la zona en que se percibieran. Todos estos avistamientos estn confirmados, y son cientos, en cada caso, las personas que dejaron sus testimonios al respecto. Est claro, por tanto, que no todos los cuerpos que volaron aquella maana por la taiga fueron meteoritos, ya que, aunque las direcciones eran muy diferentes, y eso podra llegar a ocurrir, todas confluan milagrosamente en una zona muy pequea. Demostrando que se haba desarrollado la inmensa persecucin que presumamos! Hoy sabemos que esferas de plasma, generadas desde una instalacin que no hicimos nosotros, perseguan a una muy veloz presa, a la que esperaban pacientemente en el interior de la atmsfera hasta determinar con precisin una ruta de intercepcin.

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En el mapa siguiente aparecen algunas de las rutas localizadas. La del intruso es la que pasa sobre Mironovo:

Lo que verdaderamente sucedi es mucho ms impresionante que lo que hasta ahora se ha supuesto. Para empezar, el primer interceptor tom contacto con el intruso a las 7.17 h, en un punto entre Vanavara y Kirensk, denominado Shiskov. Despus de haberlo estado esperando, se lanz en una ruta final desde el noroeste y de arriba abajo, que lo llev a la colisin a una altitud de 10.000 m. Una parte del asteroide se desintegr, arrojando dos trozos menores que tocaron tierra, pero la otra sigui su curso, y sufri un triple impacto a las 7.19 h sobre la zona de Kulik, la que siempre se ha tenido por la legtima zona de impacto. Esta explosin, a 120 Km de distancia de la anterior, caus una gran ola de calor, que incendi la vegetacin en 25 Km a la redonda y liber abundante radiacin. Un trozo menor se desprendi y cay, y otro, muy disminuido y ralentizado tras cuatro impactos, sigui su curso hasta que 120 Km ms adelante, a las 7,24 h, fue abatido por otro interceptor sobre la zona de Voronov, dando lugar a un pequeo crter. Este proceso explica por qu han sido encontrados diferentes epicentros, en base a los rboles, que cayeron en direcciones no relacionadas hasta ahora. Adems, resulta ms clarificador respecto al hecho de que los testigos oyeron una enorme detonacin en primer lugar (la de Shiskov, que fue la que realmente fren y fragment al intruso) seguida minutos ms tarde de otra tambin grande (la destruccin del segundo cuerpo amenazante sobre la zona Kulik) junto a algo parecido a caonazos (la

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intercepcin del resto de los fragmentos y las cadas de los que llegaron a tierra). Por qu fueron odos ms caonazos durante casi media hora se responde apelando a la fuerte carga elctrica que recibi la atmsfera. Se estim que esta produjo resplandores y truenos durante al menos 15 minutos despus de cada colisin.

Parte de esto puede ser constatado con el testimonio de Yegor Ankudinov, habitante de Berezovo, en la regin de Irkutsk, que estaba talando pinos con su padre y su to: Era un da precioso. Acabbamos de tomar el desayuno y comenzamos a talar para seguir con la construccin de la nueva casa. De repente son un gran estallido desde algn lugar cercano. El suelo comenz a temblar, y las hojas se desprendieron de los rboles. Poco despus, hubo un segundo estallido; igual, pero lejano, muy lejano, en algn sitio hacia el norte En una carta del 28 de julio, el jefe de correos de Nizhne-Llimsk dej escrito: Por el noroeste descendi una bola de fuego en direccin esteoeste, que al acercarse a tierra se convirti en una estela de fuego y desapareci. Una nube apareci donde se haba perdido el meteoro. Algunos minutos despus, un fuerte sonido, parecido a muchos truenos, lleg por el aire, y lo siguieron ocho fuertes bangs, similares a caonazos. El ltimo fue especialmente fuerte, y se acompa de una especie de silbido y un temblor de tierra. El diario de Krasnoyarsk del 13 de julio recoge lo siguiente: A las 7 de la maana un ruido fue odo como si un fuerte viento se desatara. Inmediatamente despus hubo un terrible bang, acompaado por un temblor de tierra que hizo moverse a los edificios como si hubiesen sido sacudidos con una enorme piedra. Despus vino un segundo bang, igual de fuerte, y ms tarde un tercero ms dbil. En el tiempo que dur el evento hubo un peculiar

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rugido que pareca venir del suelo, como si diez trenes se nos acercaran al unsono. Entonces, por 5 6 minutos, son algo muy parecido a caones de artillera: 50 60 bangs muy cortos y a intervalos regulares que fueron perdiendo fuerza gradualmente. Un par de minutos antes de terminar este extrao ciclo, se volvieron a or otros seis grandes caonazos que hicieron temblar de nuevo el suelo

El testimonio de los hermanos Chuchancha y Chekaren, de la tribu Shaniagir resulta espeluznante porque estaban en la orilla del ro Avarkitty, cerca de uno de los epicentros. Supone un testimonio nico de alguien que sobrevive a un hecho descomunal: De repente son un fuerte trueno. Solo era el primero. El suelo comenz ms que a temblar a agitarse, como a saltar. Un viento fortsimo comenz a silbar y arranc nuestra tienda. Entonces vi una maravilla terrible: los rboles caan derribados a nuestro alrededor como tirados por una fuerza invisible, y todo comenzaba a arder. En un momento el aire se llen de humo y nuestros ojos escocany haca mucho calor, calor suficiente para matarnos.

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De pronto, sobre la colina que tenamos al frente, que haba perdido todos sus rboles, apareci algo muy brillantecomo si otro sol hubiese aparecidonos hizo cerrar los ojos, e inmediatamente se oy un terrible truenoera el segundo. En un momento de lucidez record que era una bonita maana solo unos momentos antes, sin nubesnuestro sol brillaba con fuerza y sin embargo aqu estaba este segundo sol! Despus de eso recuerdo que en algn sitio alejado se produjo un nuevo relmpago y otro trueno similar pero ms debilitado. Era el tercero. Otro viento surgi entre las cenizas humeantes y nos arrastr junto a los troncos cados. Veamos cmo todo estaba arrasado, entonces, mi hermano me dijo que mirara en la direccin que sealaba con su dedo. Vi una luz brillante, que de repente estall, produciendo un trueno mas pequeo que los anteriores, a pesar de que haba sido ms cercano. Despus se oyeron otro, y otro y otro cada vez ms lejos El siguiente relato tampoco tiene desperdicio. Es de Ivn Kurkagyr, un Tungs que sobrevivi de manera milagrosa al acontecimiento mientras toda su tribu pereca: La mayora de las tiendas estaban juntas, como era habitual. Por la maana, se oy un fuerte trueno. Era como el sonido de una tormenta increble, y de pronto golpe las tiendas y se las llev, junto con la gente, por los aires. Todos se encontraron de repente inmersos en los pantanos, sin saber cmo haban podido llegar all. Vieron cmo la tormenta se converta en un terrible fuego, que se extendi con rapidez. Uno de los hombres, cuya tienda haba quedado intacta en el campamento, record que todo su dinero estaba en una prenda bien guardada, por lo que, cruzando el ro, se lanz hacia la zona, sin reparar en el fuego. Mientras tanto, la gente se tiraba al ro, y el fuego pas sobre las aguas. A pesar de que estaban sumergidos, quem sus cabezas, y todos murieron Veamos ahora un testimonio sorprendente, y que ha tenido en vela a muchos cientficos para encontrar una explicacin. Multitud de testigos narraron como misteriosamente el cielo sobre la zona de los acontecimientos pareci volverse nocturno, mostrando incluso las estrellas, a pesar de que eran conscientes de que era pleno da. A. S. Kosolapova dijo: Yo tena 19 aos y estaba en la oficina de correos de Vanavara. Miraba al norte cuando de repente vi frente a m el cielo abierto totalmente, con todas sus estrellas, y despus una gran explosin. Nos asustamos y nos preguntamos por qu estaba el cielo abierto a plena luz del da. Entonces se cerr y comenzamos a or golpes, como caonazos

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Este fenmeno ha sido explicado como una distorsin en el espacio-tiempo, producida por el inmenso campo magntico que se gener en los alrededores de la zona donde se produjeron las intercepciones. Sin embargo, es difcil saber cmo pudo ocurrir algo as sin que afectara al planeta mismo aunque los relatos de multitud de testigos que observaron el fenmeno estn ah, y son coincidentes. Las investigaciones posteriores, hechas en la zona afectada directamente por las deflagraciones, llegaron a conclusiones extraordinarias respecto a las caractersticas del evento. Mientras ms cerca estaban del epicentro Kulik, el ms daado, ms rboles encontraban quemados por la onda lumnica, habiendo sitios que llegaban al 80%. Adems haba restos evidentes de radiacin. Era notorio que el meteorito fue fraccionado en la zona Shiskov y destruido en la Kulik, pero un trozo que escap dio lugar mucho ms all al crter Voronov, de 200 m de anchura y 20 de profundidad.

Curiosamente, muchos testigos afirman que vieron esferas azuladas sobrevolando pausadamente las zonas de impacto hasta el atardecer de aquel 30 de junio, en lo que sin duda fue un escaneo posterior a los hechos, inducido por la instalacin. Esto es un acontecimiento muy singular.

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Por tanto, el escenario se completa. No solo hubo un cuerpo meterico, que viaj a gran velocidad sin alterar su trayectoria, sino que tambin hubo como mnimo 5 esferas azuladas pulsantes, que se paraban, maniobrabany que buscaban al invasor para destruirlo, dejando un rastro, tambin azulado, que se desvaneca poco despus. Tras ser lanzadas desde sus bases, las esferas se ubicaron en zonas estratgicas. En determinado momento, y esto es corroborado por muchos testigos, incluso se detienen totalmente. Sin duda es en ese lapso cuando efectan los clculos ms precisos, ya que disponen de escassimo margen para actuar, y no cabe el error (un asteroide tarda muy pocos segundos en cruzar desde las capas altas de la atmsfera hasta el suelo). Entonces, con un rugido atronador, se lanzan a por su presa a una velocidad casi imposible, desapareciendo del campo visual de los testigos instantneamente. Solo unas extraas explosiones consecutivas, en nmero de cuatro por esfera, se oyen en la distancia y todo acaba. La diversidad de los testimonios en el caso Tunguska es algo que siempre ha confundido terriblemente a los investigadores del fenmeno. Unos vieron una brillante columna de fuego bajando desde las esferas gneas, hasta el punto de que lleg a parecer un brillante rbol coronado por una bola resplandeciente. Llegaron a verse varias de estas esferas desgarrando el cielo. Otros, en contra, insisten en que solo hubo un nico fenmeno que se movi de modo espasmdico. Pero en lo que todos coinciden es en que el movimiento de la misteriosa bola de fuego ces y que pareci flotar en el aire por un tiempo, mientras un rugido llenaba el ambiente. Tambin coinciden en que entonces se

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produjo un estallido, y todo sucedi a enorme velocidad entre bramidos y temblores del suelo. En un pasaje del Olonkho se puede leer algo que hace pensar que en el pasado tambin se produjeron estos fenmenos: Esparciendo una ventisca de piedra, haciendo al relmpago brillar, haciendo al cudruple trueno estallar, junto a l, Niurgun Bootur vuela inquebrantable. A una distancia de tres das de viaje puedes ver el humo elevarse como si fuese una seta. La tierra alrededor se cubre con polvo y ceniza. La espiral de humo, densa y negra, llega al cielo, oscureciendo al sol. Se desprende de la existencia de estos textos que el fenmeno es recurrente. En 1716 se fecha este sorprendente relato, de gran parecido con lo sucedido en Tunguska en 1908, que permaneca oculto en el archivo naval de la URSS: Al noreste creci sobre el horizonte una nube muy densa, afilada en la punta y ancha en su base. Creci tan rpido que en menos de tres minutos alcanz la mitad del cenit. Al mismo tiempo, por el noroeste, apareci un cometa muy brillante, que alcanz los 12 sobre el horizonte. Entonces otra nube negra creci en el norte, que pareci acercarse lentamente a la otra nube. Entre esas dos nubes, en el noreste, una luz brillante se form en la cumbre de una columna que no pareca cambiar de posicin, mientras una nube que se haba formado al oeste pareca ir al encuentro del cometa a tan gran velocidad que, al colisionar se produjo una enorme llamarada acompaada de ms humo, mientras el resplandor se extenda de noreste a oeste. Este humo ascendi 20 en el horizonte mientras los rayos de fuego lo interseccionaban constantemente en todas direcciones, como si en su interior se estuviese librando una batalla entre inmensos ejrcitos. El fenmeno continu todo un cuarto de hora de la forma ms deslumbrante, hasta que comenz a oscurecerse poco a poco, finalizando con la aparicin de multitud de brillantes dardos que alcanzaron 80 en el horizonte. A partir de ah, todas las extraas nubes que haban crecido desde el suelo se desvanecieron, y el cielo apareci claro y lleno de estrellas. Como se puede ver, guarda gran semejanza el acontecimiento relatado con lo que hemos visto que sucedi en 1908. Hay que resear, profundizando histricamente, que las leyendas Yakut contienen abundantes referencias a explosiones, torbellinos de fuego y lanzamientos de esferas de luz vomitadas desde un orificio que expulsa fuego y humo, el cual se cierra ruidosamente con una gran puerta metlica, al fondo de la cual se extiende un magnfico complejo subterrneo que estara habitado por un gigante llamado El extranjero asesino que perfor la Tierra y se ocult en las profundidades, destruyndolo todo a su alrededor con un tornado feroz. Los escassimos habitantes de la zona que han visto alguna de las partes de la instalacin que permanecen a

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descubierto estn muy afectados por la radiacin, y hablan de estructuras, inequvocamente metlicas, de difcil geometra. Veamos este asunto.

El Valle de la Muerte est, como vimos, al noroeste de Yakutia, en el valle del ro Viliuy. All hay una zona casi inalcanzable que conserva las marcas de un tremendo cataclismo que tuvo lugar hace unos 600 aos, y que derrib todo el bosque y esparci restos rocosos en cientos de kilmetros cuadrados. Distribuidas por esta rea hay misteriosos objetos de metal semienterrados en el permafrost, cuya presencia solo es revelada por pequeas zonas de abundante y anmala vegetacin.

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Geogrficamente, se trata de un lugar lleno de pantanos, que se alterna con una taiga casi imposible de cruzar, ocupando en total una superficie de 100.000 Km2. Los rumores sobre objetos y estructuras metlicas diseminadas por la zona estn presentes en los pueblos siberianos desde siempre.

El interior de estas construcciones de metal rojizo, tal como fueron descritas. Abajo su tamao original, en el que se ve que solo la parte superior era accesible un refugio?

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En 1936, un comerciante que haca la ruta entre Bodaibo y Annybar, muy al norte, en el mar de Laptev, penetr en una zona conocida tradicionalmente como Kheldyu (la casa de hierro). En un lugar inconcreto vio lo que pareca un arco rojizo que abra el paso a una empinada escalera de caracol. Al descender, encontr unas curiosas y pequeas cmaras abovedadas de metal, en las cuales pas la noche junto a sus compaeros, dndose cuenta de que, a pesar de la crudeza del clima siberiano, haca un extrao calor dentro del recinto, casi parecido al que se percibe en un da plcido de verano. Lo que no saba es que diversos cazadores que haban conocido el lugar y lo haban utilizado repetidas veces en el pasado haban fallecido al poco tiempo, extendindose la tradicin entre los Yakuts de que el lugar era tan malo que ni las bestias se acercaban. Los integrantes de esta expedicin comercial de 1936 enfermaron al poco tiempo, y algunos murieron.

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En 1938, a lo largo del ro Olguidakh (lugar donde yace un caldero), una expedicin geolgica lleg a un sitio donde haba semi-enterrada lo que pareca una semiesfera de un metal rojizo, muy suave, que presentaba un borde afilado extremadamente cortante. Las planchas que lo componan tendran unos dos centmetros de grosor, y pareca que lo que sobresala del suelo no era ms de un quinto de su dimetro. Lo que fuese, estaba clavado casi verticalmente, y no presentaba ningn punto de acceso. Una compuerta en desuso? En 1853, R. Maak, un explorador de la regin escribi: En Suntar, se me dijo que en la zona alta del ro Viliuy hay una corriente, llamada Algy Timirbit (el gran caldero hundido), que desemboca en el Viliuy. Cerca de sus orillas, en el bosque, hay un enorme caldero de cobre. Se desconoce su tamao, pues solo el anillo sobresale del suelo, pero muchos rboles crecen dentro de l. En el mismo sentido se pronunciaba N.D. Arkhipov, un estudioso de los Yakuts: Hay una antiqusima creencia que dice que en las zonas elevadas del Viliuy hay enterrados enormes calderos de bronce, llamados Olguis. Mikhail Koretsky, un botnico de Vadivostok, escribi en 1996: El Valle de la Muerte se extiende a lo largo de un ro que desemboca en el Viliuy. El caso, es que hay una cadena de valles a lo largo de sus zonas pantanosas. Durante las tres veces que estuve all tuve la oportunidad de ver siete de los misteriosos calderos citados por los Yakuts, y me dejaron perplejo por varios motivos. En primer lugar eran enormes, de unos 6 a 12 metros de dimetro. En segundo lugar no eran de cobre, como cuentan los relatos, sino de algn metal mucho ms raro, que no se dejaba rayar ni marcar de modo alguno. A pesar de lo duro de las condiciones, no haba signo alguno de oxidacin, y, en general, pareca que toda la superficie hubiese sido esmerilada o pulida el da anterior. No vimos nada que se pareciera a una entrada que llevara a cmaras en el interior, pero s que la vegetacin alrededor era inusualmente distinta, con especies raras, opulentas, de grandes hojas. Incluso la hierba tena tal tamao que era casi el doble de una persona, lo cual es inslito. Pasamos la noche dentro de uno de los misteriosos crculos de metal, supuestamente la parte superior de la estructura enterrada, y todo fue normal, no sintindose nadie mal, a pesar de lo que relataban las leyendas.

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Hasta que tres meses ms tarde, algunos miembros de la expedicin perdieron todo el cabello. Personalmente, desde entonces tengo unas extraas manchas en el lado izquierdo de mi cabeza. Pese a los esfuerzos realizados, no consegu traerme ningn trozo de los misteriosos calderos, pero s una piedra de aspecto inusual. Era una semiesfera perfecta, negra, de unos seis centmetros, y pareca muy pulida y suave. La encontr en la zona sobre uno de los calderos, y, aos despus, descubr que cortaba el cristal con mayor facilidad que el diamante. En 1933, un gua yakut dej escrito: Hacia 1923 descubr varios calderos absolutamente esfricos que sobresalan del suelo. Parecan recin hechos. Unos aos ms tarde volv a verlos y aparecan rotos y erosionados. Adems, se haban hundido considerablemente en el permafrost respecto a como los vi en principio. A. Gutenev y Y. Mikhailovsky, dos investigadores residentes en Mirny, informan que en 1971 un viejo cazador de la tribu Evenk dijo que en el rea comprendida entre los ros Niugun Bootur (campen radiante) y Atadarak (lugar del tridente), hay clavado en el suelo lo que solo puede ser descrito como un enorme tridente de metal, mientras que en la zona del ro Kheliugur (gente de hierro) hay una cueva de hierro en la cual habitan seres negros muy delgados de un nico ojo con ropas de metal. Se ofreci a guiar una expedicin a la zona, pero no se le dio credibilidad, muriendo al poco tiempo. En tiempos de Stalin, una de las misteriosas calderas fue, al parecer, tapada durante la construccin de una presa en el Viliuy. Tras drenar una zona pantanosa, apareci un objeto convexo de metal slido. Como los plazos acuciaban, las obras continuaron, y el caldero fue sepultado sin miramientos. Algunos ancianos dicen haber visitado un lugar llamado Tong Duurai, al pie de la corriente Ottoamokh (agujeros en el suelo), y que en la zona hay unas aberturas verticales de increble profundidad llamadas las simas sonrientes. Dicen las leyendas que aqu habita un terrible gigante que cada 6 7 siglos arrasa todo a su alrededor sirvindose de horribles bolas de fuego que se alejan en la distancia hasta estallar. De la suma de relatos y testimonios, se deduce que hay al menos dos tipos de edificios en el Valle de la Muerte. Unos seran esos extraos habitculos o casas metlicas, sin puertas ni ventanas, solo una espaciosa entrada en la parte ms alta. Algunos se han hundido en el permafrost, quedando visible algo parecido a un arco rojizo en la superficie. El otro tipo seran las extraas semiesferas que parecen ser compuertas de algo que se oculta debajo de ellas. Los Yakuts dicen que de estas compuertas ruidosas surge la columna de fuego que genera las bolas de plasma.

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En 1950, la URSS se fij en la extraordinaria baja densidad de poblacin de la zona, y la escogi para ensayar con armas nucleares, dando lugar a un episodio singular que solo en tiempos recientes ha trascendido. En una de las pruebas, en 1954, ocurri algo inslito. Un artefacto nuclear de poco ms de 10 Kt dio como resultado una explosin equivalente a 30 Mt, por lo que haba visto multiplicado su efecto en 3.000 veces ms de lo esperado. Las pruebas se suspendieron, y nunca se supo lo ocurrido, pero est claro que, o volaron algo en la superficie o el subsuelo cercano, o la bomba fue alimentada con algo que aument su capacidad destructiva. Hay un hecho singular que llama la atencin. En general, los mitos de las tribus de la zona presentaban antiguamente estas estructuras como algo amable y cooperador, respetable, pero no temible. Hasta que hace 600 aos algo fall! Como en otras ocasiones, el suelo se abri, la columna de fuego se form, y la brillante bola gnea apareci en su cresta, pero, lejos de elevarse por los cielos, estall all mismo con un estrpito descomunal, cogiendo por sorpresa a miles de confiados habitantes de la taiga. La tierra temblaba, y algunas fracturas en las montaas alcanzaron cien metros de profundidad entre horribles crujidos. Entonces, inmediatamente tras la explosin, un muro de fuego avanz a gran velocidad, reducindolo todo a cenizas. Sobre el se elevaba un enorme disco giratorio, que permaneca suspendido en el aire justo sobre la sima sonriente. En un radio de ms de 1.000 Km no qued nada con vida, y el concepto de las tribus locales sobre las buenas intenciones de este enigma cambi radicalmente. Recientemente esto ha sido confirmado. Diversos estudios efectuados en la extensa zona ponen en evidencia el preocupante hecho de que a intervalos regulares de 600-700 aos se produce una de estas destrucciones masivas en la zona del Valle de la Muerte, y no est muy claro el motivo. F. A. Fedoseyeva ha efectuado un estudio arqueolgico bien documentado, del que se desprende que la habitabilidad continua de la zona se extendi desde el 4000 a.J.C. al 1000, momento en que se producen abandonos peridicos del lugar con los intervalos regulares vistos con anterioridad. La fecha exacta de explosin mas antigua registrada histricamente es septiembre de 1380. Tambin los indicios de radioactividad son abundantes en la zona, en forma de anomalas fisiolgicas, mutaciones en las especies, plantas extraas, crecimiento desmesurado Es importante tener en cuenta que todos los relatos que han ledo fueron hechos por personas que no haban conocido nuestra poca, con sus explosiones nucleares, misiles o aviones de intercepcin. Eso hace que sus testimonios sean excepcionalmente valiosos, pues no estn influenciados para nada por lo que actualmente conocemos. Sin duda, el fenmeno de Tunguska en 1908 fue espectacular, pero para nada nico, por lo que tambin disponemos de puntos de vista de testigos que han visto fenmenos similares en nuestra poca. Hay al menos dos casos documentados que son muy interesantes. El 26 de febrero de 1984 un cuerpo cruz a una altura de 100 Km sobre las superficies heladas de Siberia. Los pasajeros de un autobs, en los alrededores de Mirny, vieron sorprendidos como muy lejos en direccin norte una delgada columna de fuego se

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elevaba hasta el cielo sufriendo varias transformaciones. Su color era rojo. Al mismo tiempo, unos pescadores en el ro Chona observaron hacia el norte, en la zona del Valle de la Muerte, dos enormes esferas brillantes que se elevaban velozmente hasta desaparecer sobre las nubes, a travs de las cuales se observaron resplandores durante algunos minutos. Finalmente, el blido estall a gran altura en el rea del ro Chulim, no produciendo daos ostensibles. Evidentemente fue cazado. Pero sin duda el episodio ms cercano se produjo en 2002. Un satlite americano de defensa localiz un meteorito de considerable tamao que caa hacia la zona de Bodaibo, con una inclinacin de 32. El hecho concluy con una gran explosin a 30 Km de altura. Antes de eso se haban producido las mismas anomalas observadas en Tunguska; emigracin de fauna, alteraciones geomagnticas Yevgeny Yarygin es un tcnico en la central elctrica de Muskovit, vio lo que sigue: Un resplandor apareci tras la ventana. Entonces vi una semiesfera brillante que se elevaba tras las colinas del sureste, emitiendo una luz muy blanca, similar a la de una soldadura elctrica. Mientras ascenda, vi que se apoyaba en una columna de luz, y todo comenz a volverse entre rojo y marrn. Unos pequeos rayos surgan de la semiesfera ascendente, y la luz lo inundaba todo sin excepcin. No pude ver que nada volase, porque el resplandor se hizo insoportable. Diez segundos despus todo termin. Entonces sal de las alambradas, y treinta segundos ms tarde comenz un trueno muy sostenido. Todo se mova, incluso mis rodillas. Tambin haba un sonido, como un bramido profundo, que vena desde la zona donde vi la columna de luz, pero el trueno vena del lado opuesto Ms testigos: Un fuerte viento y una luz increble aparecieron en el cielo. Era blanca, con un matiz verdoso, y tan brillante que te haca dao a los ojos, como ocurre con una soldadura. Justo entonces apareci una esfera brillante en vuelo en direccin a Maximikhi Algn tipo de objeto volaba desde el suroeste al noreste, pero no podra decir si era una esfera o no. Tena un reflejo turquesa a su alrededor, y quizs el tamao del disco lunar, dejando tras de s una estela rojiza como el color de una hoguera. Su ngulo aparente de cada era de 60, y la velocidad muy elevada. Mientras pas, pude acabar mi cigarrillo, y treinta segundos despus lleg un trueno, como el de una explosin distante. La luz era muy fuerte, y dur varios segundos. Entonces todo se volvi de un color rosado, que comenz a oscurecerse poco a poco

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hasta acabar en un rojo intensotuve la impresinno scomo si algo se estremeciera bajo el suelo. Despus las ventanas saltaron hechas aicos En Kropotkin, a 140 Km del lugar donde se supone que el blido fue desintegrado, un observador dijo: Mi perro llevaba media hora frentico sin razn aparente. Entonces omos un ruido extrao, como un Hummm. Dos o tres segundos ms tarde hubo un gran relmpago. Al principio blanco, despus azul, rojo y blanco otra vez. Tres minutos despus hubo una inmensa explosin, y toda la vajilla cay desde la mesa Tambin hay enorme abundancia de relatos que vieron esferas en vuelo. Unos pescadores en el ro Vitim: De pronto todo brillaba, y de las nubes surgi un objeto. La luz que desprenda era excesivamente brillante, y produca dao en los ojos. Volaba muy bajo, y su tamao era menor al de la Luna llena. Desprenda chispas, como rayos, y dejaba una larga estela. Durante el tiempo que dur su vuelo omos un sonido parecido a un murmullo. Aunque no vena hacia nosotros, pas cerca, ms al sur. Pas sobre el ro y desapareci tras las montaas. Uno o dos minutos ms tarde son en la distancia una especie de trueno que se repiti. No hubo onda expansiva ni temblor Valentina Leontyeva es guarda de seguridad en una instalacin aurfera: A las dos en punto una esfera en llamas cruz el cielo. Una cola fulgurante se extenda tras ella. Al principio me pregunt si sera una estrella, pero era demasiado grande. Despus de 10 segundos hubo una primera explosin, seguida de otra posterior. Mi puerta se abri Dos cazadores que pasaban la noche en el ro Vitim: Cuando la luz apareci, era tan intensa que nos tiramos al suelo. Cuando ces, omos una explosin grande, y despus dos ms pequeas Otro observador: Hubo un relmpago que dur dos o tres segundos, y era tan intenso que dolan los ojos. Corr fuera y todo estaba oscuro. Pocos segundos ms tarde, desde la distancia, ms all de las montaas, vino un triple eco. Los muros de mi casa crujieron. El ruido vino de la direccin de Vitimsky. Eran tres explosiones

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En Vitimsky, Alexander Sergy, jefe de administracin, escribi: Todo el mundo pudo ver una esfera con una estela. Las dimensiones aparentes eran menores a las de la Luna. Hubo un ruido creciente, que subi en intensidad hasta hacerse terrorfico. Entonces, 15 20 segundos ms tarde, quizs 30, hubo un relmpago y una explosin muy poderosa. Pensamos que deba tratarse de un desastre enorme, a pesar de que estbamos acostumbrados a or explosiones (es una zona minera). No hubo una onda expansiva, sino cinco o seis, que se transmitieron por aire y tierra Igual que ocurri en Tunguska, durante das las esferas estuvieron barriendo la zona y la ruta de entrada del meteorito. Pero, puede una esfera de plasma efectuar este tipo de maniobras? La verdad es que no. El plasma es un estado fsico de la materia, ms all del slido, lquido o gaseoso. Es una forma candente que alcanza temperaturas del orden de 100MC, lo cual es algo asombroso, y que requiere gran energa para conseguirlo. El nico modo de que estas esferas pudiesen tener algn medio de control pasa por que parte de su estructura sea definitivamente slida, y que est de algn modo aislada de la terrible temperatura que hay a su alrededor, capaz de fundirlo todo. En esta parte slida estara el mecanismo encargado de detectar al intruso y dirigir la esfera a su encuentro, como un trrido proyectil. Esto explicara sus colores cambiantes, pues seguramente el plasma estara contenido mediante un campo magntico de gran intensidad, que generara una amplia gama de colores cambiantes durante el trayecto. Esta fuerza sera capaz de utilizar la gravedad terrestre como medio de impulsin, por lo que las aceleraciones instantneas observadas en algunos casos estaran basadas en fenmenos de repulsin muy controlados y direccionales. Sea como sea, lo cierto es que la tecnologa que hay tras este sistema de intercepcin es sencillamente fabulosa, muchsimo ms avanzada de lo que alcanzaremos en el siglo XXI. Es por consiguiente una sabidura solo al alcance de los dioses, y su presencia dice claramente que estn aqu, que no se fueron, y que seguramente seguimos siendo para ellos una molestia, ms an cuando las tensiones mundiales son cada vez ms peligrosas, con multitud de armas de destruccin masiva en manos de gobernantes y dictadores. La historia se repite constantemente, incluso la que no est escrita, y son ya multitud de veces, como atestigua Valery Uvarov, las que el sistema defensivo oculto bajo el suelo de Siberia se ha activado como consecuencia de cambios y alteraciones en la esfera poltica mundial, lo cual solo puede significar una cosa: nos comienzan a tomar como una amenaza real, y eso puede traer consecuencias ms que inesperadas. El calendario maya, de 5125 aos, establece un final crtico del ciclo actual para el ao 2012, as como los hindes. Los cristianos estn cada vez ms convencidos de que estamos cerca del Armageddn, y as hasta docenas de predicciones apocalpticas que sitan unnimemente el final de nuestra civilizacin en los aos venideros.

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Es posible que todas estas creencias estn fundamentadas en una realidad inconsciente, en un reflejo de una cuenta atrs que sabemos que tiene un final prximo? Podra haber algn tipo de conexin de determinados individuos con el medio que les permitieran conocer de antemano semejantes catstrofes? Pudo ser revelado parte del plan original a hombres que escribieron sus augurios con informacin de primersima mano? Rob alguien en tiempos pretritos esa informacin a los confiados y prepotentes dioses? Es solo una informacin tendenciosa, filtrada para conseguir un profundo temor reverencial? O simplemente, pese al centenar de pruebas que hemos desarrollado, es una de las mayores alucinaciones colectivas de todos los tiempos? A este respecto, solo podemos decir que algo que resulta tan increble, asusta. Si es todo una falsedad, si los textos antiguos mienten, si las pinturas arcaicas son fantasas de mentes alucinadas, si los genetistas mienten, si los anlisis fsicos, qumicos y radioactivos mienten, si cualquiera puede manipular la piedra como hicieron los antepasados, si no existe ningn misterio en torno a Baalbeck, Tiahuanaco, la Gran Pirmide, E-Ri-Du, Marte o Japeto, si las esferas de Ottosdal son obra natural, si el martillo de London es una falsificacin, si las huellas de explosiones nucleares antiguas no son ms que fantasas, si el homo spiens no tiene ms de 50.000 aos, si las leyendas coincidentes alrededor del planeta en torno a hechos extraordinariamente concretos son casualidades o intoxicaciones, si nunca han existido los tneles, si el diluvio es una ficcinSi todo eso es una falacia, quizs deberamos ser valientes y atrevernos a abrir el contenedor esfrico de antimateria de Ucrania, porque seguro que como an no somos capaces de construir algo as, tambin sera falso. Desde luego habr que revisar detenidamente lo estudiado al respecto, pues es una apuesta valiente que puede acarrear consecuencias. Les aseguro que ms de uno ha rehusado tener el privilegio de demostrarnos cun equivocados estamos. Lo cierto es que, a estas alturas, no sabemos las respuestas a las preguntas planteadas, pero posiblemente en averiguarlas nos vaya la vida. Hemos de ser conscientes de que las entidades se aseguraron para que nos llegaran mensajes claros sobre un final de los das que sera precedido de grandes seales. Eso est incrustado profundamente en las religiones, en forma de Armageddn, Juicio Final, Fin de los Das Es su forma de decirnos os estamos viendo y estaremos all donde terminan los caminos. Lo que no sabemos es si estas seales habrn comenzado ya, justo cuando volvemos a tener la triste capacidad de destruir el planeta y no se atisba el ms mnimo inters en cambiar la situacin.

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Hemos hallado un pasado insospechado, vivimos un presente que es consecuencia de una larga epopeya, y posiblemente estemos asistiendo al momento en que algo est a punto de ocurrir. Podemos estar seguros de que habr un maana, pero no de quin lo ocupar, porque, despus de todo, quizs est preparndose ya nuestro relevo como civilizacin, del mismo modo que se propici el ejecutado hace 12.000 aos. Lo sabremos pronto? Es difcil pronunciarse. Sin duda eso corresponder conocerlo a aquellos que habiten la Tierra DESPUS DE NOSOTROS.

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CAPTULO 13.

CONCLUSIONES FINALES
Finalmente, querido lector, vamos a elaborar un ltimo cuadro de conclusiones que nos sirva como resumen de las argumentaciones generales expuestas en los captulos anteriores. La lectura de esta obra le habr llevado a volar sobre acontecimientos inslitos, que hemos pretendido documentar del mejor modo posible, con la esperanza de que una nueva luz se haya encendido en su interior que le permita ver ms all de lo que comnmente permanece como dogma inviolable, y que, en la mayora de las ocasiones, se derrumba por su propio peso como un castillo de naipes. No sabemos qu conclusiones habr extrado de lo que hemos expuesto, y de las teoras que con el mayor detalle hemos intentado desgranar, pero sean cuales sean nos damos por satisfechos si, en algn momento, hemos conseguido que mire los acontecimientos relacionados con la historia de la vida en nuestro planeta con ojos diferentes y crticamente abiertos. No nos asusta que esa crtica se centre en las ideas que exponemos, pero, por favor, sopesen la importancia extrema de las numerosas pruebas que aportamos para entender la maquinaria terrestre como un acontecimiento previsto y orquestado. Pero antes de eso, hablemos de Dios y de la portentosa realidad que hemos hallado. No siempre se encuentra uno con la trascendencia mirndote fijamente por detrs de cada lnea, pero les aseguramos que, cuando escribimos este texto que leen, sentimos exactamente eso. El desplome total del proyecto mesinico, la retirada sbita de la mscara de quien en verdad se esconde tras tan enorme empresa, lleva necesariamente al atesmo y la soledad. Una vez revelado el autntico rostro de aquel a quien seguimos tributando a travs de multitud de confesiones con nuestra bien incrustada fe, sentimos una tristeza inmensa, porque descubrimos de pronto el tamao de la manipulacin y el engao al que hemos sido sometidos. Sin embargo, la presencia de una fuerza extraordinaria que cambi el sistema solar para abrir paso a la vida, que cre planetas, como Japeto o la Luna, que cambi el entorno en nuestro globo para favorecer la llegada de la naturaleza, nos llena de ilusin y esperanza, porque el jardinero, ese que vuelve cada miles de siglos, encierra en su impronta todo el perfume de la divinidad que el otro, el esclavista, el carcelero, nuestro autntico, puntual y desconsiderado creador, ha perdido en el camino. La realidad es que nuestro Dios, al que idolatramos como divino y omnipotente, fue creado por el que es el autntico padre de nuestro entorno, aquel que liber todo el esplendor que vemos sin preocuparse por asegurar su adoracin eterna, ni tan siquiera de dejarnos leyes, escritos o gestas, en una actitud de magnificencia que resulta brillante ante la obra creada. Solo nuestros avances han hecho posible vislumbrar la capacidad de su mano e intuir su presencia. Su firma, la que no se ve, es grandiosa, y est en el ADN de cada especie, implantada como una

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exquisita sucesin de cdigos que son lo que realizaron, programadamente, el milagro de la vida. El Yahv de los cristianos, Viracocha de los pueblos americanos, Oannes de los sumerios, etc, el malvado e interesado, en definitiva, que promulg leyes, extermin ciudades y gobern despticamente, se sirvi del orden natural para crearnos de acuerdo con fines terrenales y nada elevados, adjudicndose la hazaa de subir a los cielos para mostrarnos una superioridad evidente, ese dios, no nos interesa, aunque nos duele. El segundo, en cambio, el esplndido arquitecto de los principios, el que cre y orden cuanto de vida hay en este planeta y que fue el padre de la gran raza marciana, ese dios si nos interesa. La raza marciana, aquella que un da lleg para apoderarse de los recursos terrestres del modo que fuera, programando nuestra aparicin a partir del simio para ser su obediente esclavo, y condenndonos a vagar al margen de la evolucin como una mquina descontrolada que destruye el portentoso logro que es el ecosistema terrestre, esa raza, tampoco nos interesa. Sabemos que habr crticas a semejantes afirmaciones, porque tocamos la fibra religiosa, bien implantada, del ser humano, pero no podemos callar. Somos responsables de esparcir estas palabras en todas direcciones, porque, sencillamente, nos hemos topado con el verdadero rostro, el oculto, del ser que adoramos bajo cientos de creencias, y nos ha parecido irascible, malvado, oscuro y manipulador, lleno de un aluvin de defectos similares a los nuestros, posiblemente haciendo realidad que fuimos hechos a su imagen y semejanza. Un resumen de conclusiones podra abarcar los siguientes puntos: 1.- Los cambios geolgicos en la Tierra han sido continuos y violentos. La uniformidad propuesta por Charles Lyel no ha existido jams, y cada convulsin, grande o pequea, ha afectado profundamente a todas las formas de vida existentes, mediante la transformacin del medio ambiente. Por tanto, las tcnicas de datacin tienen enormes posibilidades de estar asentadas sobre principios errneos, con lo cual el flujo temporal quedara en entredicho. 2.- El fenmeno de la panspermia parece ser un mecanismo de transmisin universal de los aminocidos contenidos en las nubes moleculares. Su llegada fortuita a determinados planetas produce la aparicin de los ms primitivos elementos para la vida, cuyo paso a la siguiente fase de desarrollo no es comprensible sin intervencin exterior. En la Tierra, este fenmeno aconteci hace 3.800M de aos en los mares. Las caractersticas del modo en que lo hizo apuntan clara y necesariamente a una intervencin exterior en dos fases:

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- Un primer estadio de adaptacin del planeta mediante cianobacterias, que no tienen origen explicable. El salto de los aminocidos a este pequeo cuerpo vivo permanece sin explicacin. - Tras la adaptacin del planeta se procede a la expansin de la vida mediante clulas eucariotas con ADN complejo, evolucionadas sin origen explicable. Es lo que, sospechosamente, siempre ha sido llamado el milagro de la vida ante la imposibilidad de hallar una explicacin acadmicamente correcta por una ciencia que no cree en los milagros, pero que no duda en sumergirse en contrasentidos y paradojas para justificar lo injustificable. Tres posibles indicios de la existencia de alguien en aquel pasado remotsimo que pudo detonar la evolucin, tanto en Marte como en la Tierra, son las esferas de Ottosdal, nuestra Luna, y el extrao satlite de Saturno, muy posiblemente artificial, Japeto. 3.- La evolucin de las especies es un evento programado inteligentemente, en base a variantes finitas de formas de vida. Esto implica un proceso de desarrollo de enormes proporciones por parte de la entidad que ide los cdigos, y denota un nivel tcnico inconmensurable. La aparicin de estas formas de vida es: Secuencial.- Hay una lgica en el modo en que las especies avanzan en sus capacidades adaptndose al entorno. Determinadas pautas en los cdigos permiten el salto de una especie a otra al cumplir premisas previamente programadas, pero de un modo ordenado y dirigido claramente, de manera que no se producen evoluciones imposibles o fuera de lugar. Mientras tanto, cualquier cambio que se produzca es de tipo horizontal, es decir, no implica el cambio de especie. Coordinada.- Parece haber un equilibrio en el nmero y tipo de especies que pueblan una zona, basndose en la cadena trfica. La desaparicin de un elemento implica la aparicin de su sustituto. No hay huecos, y las repoblaciones suelen ser rpidas y extremadamente eficaces, posiblemente basadas en la relacin de pesos globales entre predacin y vctimas. Inducida.- Aunque pudiera parecerlo, no hay aleatoriedad en el mecanismo evolutivo. Para ello hemos de mirar desde un punto de vista global, y vemos que toda la maquinaria avanza en una direccin precisa. A pesar de haberse visto sometida a destrucciones arrolladoras, la evolucin natural se ha sobrepuesto con evidente xito, y el fin que persigue est mucho ms lejos que lo que significa el logro de una especie o la consecucin de la inteligencia, que parece ser un simple escaln hacia el objetivo final. 3.- Las extinciones han sido peridicas. Se repiten invariablemente cada 31 + 1M de aos, obedeciendo a un ciclo propiciado por el entorno galctico. Detrs de

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este mecanismo puede haber diversos fenmenos que lo expliquen, pero lo que resulta evidente es que existe y es inapelable. Aunque tenemos registradas 5 grandes extinciones, la realidad es que tenemos indicios de otras 83 de menor intensidad, pero siempre crticas y decisivas para el rumbo final de la maquinaria. El fragor de los impactos y las crisis medio-ambientales causadas parecen ser la causa de estos posos de exterminio, que en ocasiones dejan sus secuelas durante millones de aos. 4.-El primer planeta que aloj vida en el Sistema Solar fue Marte. De ello hace 5.000M de aos, y se preserv dada la situacin privilegiada del pequeo astro. La Tierra, sometida a bombardeos terrorficos hasta hace 4.000M de aos, solo alcanz este logro hace 3.800M de aos, despus de que sobre ella se efectuaran gigantescas maniobras de estabilizacin (creacin de una gran Luna) y adaptacin qumica (conversin de la atmsfera), maravillas ambas claramente relacionadas con los intereses de una notable entidad creadora. 5.- Marte aloj una civilizacin avanzada hasta hace 240.000 aos. Tras un cataclismo, los supervivientes de su raza se refugiaron en nuestra Luna, donde construyeron enormes refugios subterrneos, y desde all ocuparon la Tierra mediante un plan perfectamente articulado y ejecutado que, posiblemente, llegue hasta nuestros das. 6.- La aparicin del hombre obedece a la necesidad, por parte de las entidades ocupantes, de mano de obra servil y eficaz. Fuimos diseados hace 230.000 aos en algn lugar de frica, cerca de la actual Zimbabwe, educados en Mesopotamia y ubicados por todo el mundo. La cronologa de estos hechos ha sido extrada de los textos ms antiguos de nuestra raza, y se corresponde con los ltimos avances cientficos, que demuestran cmo fuimos apartados bruscamente del rbol de los primates. Los textos e interpretaciones pictricas de estos supuestos mitos, leyendas y relatos ancestrales, son cada vez menos fantasiosos a medida que profundizamos en el conocimiento de las cosas, aportndonos una sorprendentemente fidedigna recreacin de cuanto aconteci en un pasado que ha sido borrado de nuestros registros. 7.- Al menos tres grandes imperios evolucionaron bajo el control directo de las entidades hasta hace 12.000 aos: el Rama en la India, el atlante, y la misteriosa civilizacin de Gobi. Hubo periodos de devastadoras guerras con armamento nuclear y una de esas potencias, la Atlntida, domin el mundo. En esta poca, las entidades comenzaron la construccin de tneles y ciudades subterrneas. 8.- Hace 12.000 aos se produjo una enorme inundacin planetaria, plasmada en tradiciones de todo el planeta, y que ha llegado a nosotros como el diluvio, que fue provocado por una cadena de impactos cometarios, dando lugar al

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fin de la ltima glaciacin y a una extincin de gran nivel. Las entidades abandonaron el planeta poco antes de producirse, para retornar nada ms estabilizarse la atmsfera, asegurndose previamente de la supervivencia de la naturaleza a bordo de un nmero reducido de embarcaciones alrededor de las cuales se han generado leyendas y tradiciones a todo lo ancho del mundo, entre las cuales estaban los mandjit atlantes, con los que arribaron al Magreb, y el arca de No. 9.- Una repoblacin planetaria fue ejecutada por las entidades de acuerdo con planes precisos, a fin de recuperar la naturaleza en tiempo rcord y de expandir de nuevo a la muy disminuida y golpeada raza humana, sus sirvientes. Al mismo tiempo, se produjo la ocupacin definitiva de los hbitats subterrneos, construidos durante miles de aos, por parte de estos ancestrales dioses. 10.- Las deidades de todas las culturas y religiones del planeta tienen un tronco y poca de accin comn, en base a un programa de control emocional que se ejerci de manera comn sobre el ser humano. De repente, y en total sincrona, aparecen, ensean a las nuevas culturas post-diluvianas a cultivar, les dan leyes tendenciosas, calendarios, conocimientos astronmicos y matemticos, se aseguran la adoracin perpetua, y desaparecen prometiendo volver. 11.- Todas las religiones estn encaminadas a mantenernos alejados de la realidad, y cumplen su funcin sin saber que han sido maravillosamente inducidas por entidades superiores que permanecen agazapadas tras un halo casi imperceptible. Esto es: - Que los que nos crearon para ser esclavos viven en enormes ciudades en el interior de la corteza del planeta. - Que nuestro papel es el de ser su sirviente avanzado, aquel que genere la riqueza y los alimentos sin producirles coste alguno. - Que no estn dispuestos a que esto deje de ser as. 12.- Una enorme instalacin defensiva permanece activa bajo una zona impenetrable de Siberia. Fue la responsable del memorable incidente de 1908 en Tunguska, y se activa cada vez con ms frecuencia durante nuestras continuas crisis polticas mundiales. 13.- Hay indicios ms que evidentes, en forma de restos manipulados de todo tipo y, en ocasiones, de alto nivel tecnolgico, de que en un pasado muy anterior a nuestra aparicin como especie el planeta fue hollado por seres que dejaron su impronta. Estas razas oscuras debieron aparecer bien con fines de estudio sistemtico de nuestro mundo o para asentarse, aunque, al parecer, no consiguieron

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esto ltimo de un modo perdurable. La autentificacin de estos restos arqueolgicos demostrara cientficamente la existencia de civilizaciones avanzadas, dotadas para el trnsito espacial, hace muchos millones de aos. 14.- . Aada aqu su propia conclusin. Muchas gracias por habernos dedicado una parte de su valioso tiempo.

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INDICE
PRLOGO . 5 INTRODUCCIN . 9 PRIMERA PARTE. TIERRA Y VIDA 13
CAPTULO I. LOS INICIOS Y LA MECNICA DE IMPACTO.

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ASTEROIDES.. 17 COMETAS . 18 IMPACTOS PLANETARIOS 21 SECUENCIA DE UN IMPACTO . 22 CAPTULO II. LAS DOS HIPERGLACIACIONES .. 31 CAPTULO III. LAS GRANDES EXTINCIONES DEL ORDOVCICO-SILRICO Y DEL DEVNICO FINAL .. 51 CAPTULO IV. LA CONJURA DEL CRETCICO .. 63 LAGARTOS TERRIBLES . CAPTULO V. EL APOCALIPSIS PRMICO CAPTULO VI. ENCUENTRO CERCANO

75 81 91

CAPTULO VII. EL NOMBRE ES LEGIN .. 99 CAPTULO VIII. EL PROBLEMA DE LAS DATACIONES . CAPTULO IX. ALGUNAS CONCLUSIONES ..

111 117

SEGUNDA PARTE. EL HOMBRE .. 121


CAPTULO X. LA TEORA DEL JARDINERO .. 123 POSIBLES LOGROS DE LAS SUPER-CIVILIZACIONES .. 125 BIG-BANG ... 131 EL UNIVERSO CUNTICO ... 133 JARDINERA Y EVOLUCIN .. 134 EL OBJETIVO DE LA EVOLUCIN 140 LA MAS ALTA TECNOLOGA EN LA ANTIGEDAD . 145 LA ARQUITECTURA INEXPLICABLE DE BAALBECK .. 158 IMPOSIBLES ... 161 CAPTULO XI. HISTORIA VERDADERA . 165

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NCLEO 1. EL ORIGEN DEL HOMBRE . 167 COLAPSO 168 LA EVACUACIN . 187 EL DESCENSO 191 EL EXTRAORDINARIO RELATO DE UN VIAJE NICO . 198 LA CUENTA ATRS HACIA EL HOMBRE 210 RECAPITULEMOS.. 227 NCLEO 2. EL ORIGEN DE LA VIDA 230 LUNA 236 JAPETO . 241 NCLEO 3. ALGUIEN 247 DESPUS DE LOS CREADORES . 254 EL INCOMPRENSIBLE TIAHUANACO .. 257 FORTALEZA DE SAMAIPATA 265 EGIPTO 268 LA GRAN INUNDACIN .. 273 ETAPAS PROTOHISTRICAS . 292 UN GRAN BARCO EN LAS ALTURAS ... 296 LA REPOBLACIN TRAS EL DILUVIO . 300 EL PLAN MESINICO ... 310 CRONOLOGA 331 LOS TNELES 337 CAPTULO XII. LOS EQUIPOS DE VIGILANCIA DE LOS DIOSES .. 351 CAPTULO XIII. CONCLUSIONES FINALES 381

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BIBLIOGRAFA
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