Sara Pain
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QU APRENDEMOS DE LOS NIOS QUE NO APRENDEN?1
Jos Antonio Barreiro2 "Lo mejor cuando se est triste - contest Merln, empezando a soplar y resoplar- es aprender. Puedes hacerte viejo y tembln, puedes pasarte toda la noche desvelado escuchando el desorden de tu cuerpo, puedes perder tu nico amor, ver el mundo devastado por malvados lunticos, o saber que tu honor est enfangado en las sentinas3 de las mentes ruines. Solo hay una salida en ese caso: aprender. Aprender por qu se mueve el mundo y qu lo mueve. Eso es lo nico que el pensamiento no puede agotar ni enajenar, lo que nunca le torturar , lo que nunca temer, lo que nunca le causar desconfianza, lo que ni en sueos podr lamentar. Eso es lo ms conveniente para ti: aprender. Considera todas las cosas que puedes aprender: ciencia pura, la nica pureza que existe. Puedes aprender astronoma en una vida, historia natural en tres, literatura en seis. Y puedes luego, tras haber agotado un milln de vidas en la biologa y en la medicina y la teosofa y la geografa y la historia y la economa, puedes , en fin, empezar a hacer una rueda de carreta con la madera adecuada, o pasar cincuenta aos iniciando el aprendizaje de la tcnica de derrotar en esgrima al adversario. Despus puedes empezar de nuevo con la matemticas, hasta que llegue el da, el momento, en que aprendas a arar. T. H. White4 A modo de resumen En este trabajo desarrollar bsicamente tres ideas: The once and future king
Parte del contenido de este trabajo pertenece al artculo: Trouver la dyscalculie ou dcouvrir le sujet Jos Antonio Barreiro, publicado en La Nouvelle Revue de lAIS Adaptation et intgration scolaires .N30. 2005. Pars. 2 Miembro de la Asociacin Psicoanaltica del Uruguay. Ren 1774 C.P.:11400, Tel:6013408. E-Mail. jjjabbb@adinet.com.uy. 3 Lugar lleno de inmundicias y mal olor. . Lugar donde abundan o de donde se propagan los vicios. 4 Terence Hanbury White (1906 -1964). Escritor britnico nacido en Bombay, India. "The Once and Future King", su obra cumbre, es conocida en espaol como "Camelot". Se trata de una serie de novelas que reescriban la obra de Thomas Malory (sg XV) sobre el Rey Arturo. Encontrado el manuscrito entre sus documentos fue publicado pstumamente en el ao 1977. Un alegato pacifista, contra los nacionalismos que solo saben librar batallas y contra el capitalismo que segn el autor es antinatural.
2 1) La necesidad de dar lugar a la subjetividad a la hora del diagnstico y tratamiento de las dificultades del aprendizaje. No es posible curar a un sujeto de un trastorno del que el sujeto est ausente 2) Las relaciones entre dos tipos de estructuras de pensamiento: una estructura cognitiva que da lugar al pensamiento objetivo y una estructura DRAMTICA que organiza la actividad simblica, ligada a la construccin del lenguaje, y que da lugar a la subjetividad. Ejemplo: Ernesto dice: Justito dijo Caete: catorce y tres diecisiete5 Es verdad o se equivoca? Otro ejemplo: el niito que se fue a la cama a regaadientes, al rato se le siente decir AUA!!. Desde la estructura cognitiva hace referencia al lquido elemento, desde la estructura dramtica o escenario dramtico, sus padres pensaran: qu bandido!, dndose cuenta de la fuerza de la artimaa de su hijo, de su deseo de compaa, etc.. 3) De qu modo las dificultades de aprendizaje son simbolizadas por el nio? Veremos a qu paradojas nos enfrenta esta pregunta. El no s porque vengo ayudaremos a convertirlo en vengo porque no s (Sara Pan, 1983, p.67).
Cul es el territorio de las dificultades de aprendizaje? O dicho de otro modo cuando hablamos de dificultades de aprendizaje a qu diversidad de situaciones nos estamos refiriendo? Quisiera distinguir cuatro vertientes (Lpez de Caiafa,C. 2006) que no son excluyentes ni exhaustivas: 1) Cuando se trata de una inhibicin o dficit en el desarrollo cognitivo. Aqu incluira lo que llamamos Organizaciones Deficitarias en su amplio espectro. 2) Cuando, en el marco de un desarrollo normal, aparece como expresin sintomtica vinculada a una conflictiva emocional. Aqu s valdran las preguntas: Qu deseo mueve el no aprender? De qu ansiedades se defiende el nio que no aprende? 3) Cuando se trata de una dis-funcin o trastorno especfico: DIS-lexia, DIS-fasia, DIS-praxia, DIS-atencin, DIS-calculia, DIS-grafia, DIS-ortografa, etc 4) Cuando se enmarca en un trastorno severo de la personalidad, lo que Bion ha denominado ataque al pensamiento. En gral. nos resulta un nio raro, sea por lo que dice o hace, con el que inicialmente nos cuesta sintonizar. Estudios actuales evidencian relaciones significativas entre problemas de aprendizaje y trastornos de la personalidad en los nios.6 Cmo pensamos las dificultades de aprendizaje hoy? Debemos reconocer que se trata de saberes que provienen de diversas disciplinas: pedagoga, psicologa, biologa, fonoaudiologa, etc. Los saberes disciplinarios no son piezas de un mismo puzzle que haya simplemente que colocar en su lugar para construir una unidad. Si se intenta forzar ese ajuste entre piezas es probable que se acabe teniendo que limar - para que encajen - algunas de las aristas ms
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El refrn dice con humor: Justito dijo Caete, catorce y dos, diecisiete R. Miss (2003) refiere a estudios epidemiolgicos en nios con dificultades de aprendizaje. De ellos 2/3 presentan psicopatologas sea de tipo neurtico o patologas lmites. Por su parte Gibello (1984), refirindose a las disfasias, seala la alta frecuencia con que se encuentran en estos nios trastornos psicticos. Preneron, Meljac, Netchine, (1994) hablando de dificultades en la lectura, describen la frecuencia de organizaciones y procedimientos marcados por la rigidez y la ausencia de flexibilidad en los procesos de pensamiento, tanto en el dominio de las estrategias cognitivas como en el del funcionamiento de la personalidad. Los nios, mayoritariamente varones, se situaban preponderantemente en un registro obsesivo.
3 agudas, creativas y originales de lo que cada saber aporta y de las preguntas que pueden construir entre s, o las que cada disciplina puede reformular al interior de sus fronteras (J.Gonalves da Cruz)7 Debemos tener en cuenta que ac no estamos ante hechos sino ante saberes. Goethe lo deca bellamente: La ms alta sabidura sera comprender que cada hecho es ya teora. Entonces sentados los tcnicos alrededor de una mesa para pensar en un nio, lo primero es descartar un saber hegemnico, para dar lugar a saberes parciales, contextuales que puedan convivir, sin someterse unos a los otros, sin limarse. Ese es el riesgo: limar la complejidad, no tolerar la incertidumbre fruto de la opacidad tras la que se oculta y emerge el sujeto, omitir al sujeto detrs de un rtulo. Como psicoanalista, reconozco el riesgo afortunado que se corre cuando se transita por las fronteras del psicoanlisis en compaa de autores diversos. Tambin tengo conciencia que mis reflexiones sobre problemas de aprendizaje, estn sesgadas por una experiencia clnica con nios cuyas dificultades se inscriben en un contexto ms amplio de trastornos de la personalidad. Estamos frente a nuestras dificultades de aprendizaje sobre los problemas del aprendizaje. Qu nos ensean los nios que no aprender? es el ttulo de un valioso libro escrito por Jean Bergs y otros (2003), que en francs suena mejor: Que nous apprennent les enfants qui napprennent pas? Cmo interviene el otro a la hora del diagnstico? Ernesto, es lento porque es acelerado. Los padres dicen que cmo tiene un Sndrome Disatencional con Hiperactividad, no aprende. El mdico, que es el que detenta el lugar del saber, presionado socialmente por dar un nombre a lo que le pasa al nio, supo diagnosticarlo y medicarlo con Ritalina. Tambin tiene una dislexia, que le dificulta comprender las tareas que se le proponen en clase. Dicen que tiene problemas de conducta porque este Sndrome le hace acelerado para todo, incluso para meter la pata. Mientras le tramitan tolerancias, los profesores le tienen cierta condescendencia porque tiene mucha cosa afectada. Pero qu le pasa a Ernesto? O mejor:qu tiene que ver el otro en lo que le pasa a Ernesto? Un diagnstico debe ser evolutivo, abierto, con reevaluaciones sucesivas para aprehender las posibilidades que el nio y su entorno vayan desplegando en el proceso, para ponderar lo acertado o no de los tratamientos propuestos. Hacer ms nfasis en el proceso singular de Ernesto que en el rtulo que se le asigne. El dficit del que el nio se supone portador, en general es medido objetivamente, por una batera de tests. Los psiclogos medimos el C.I., funciones visomotoras, a veces proponemos pruebas de Piaget, etc. Creo que sabemos poco de las dis-funciones: DIS-lexia, DIS-fasia, DISpraxia, DIS-atencin, DIS-calculia, DIS-grafia, DIS-ortografa, etc. Desde nuestra ignorancia, preferimos evitar considerar las dificultades cognitivas del nio ms all de los factores afectivos. Por eso, con frecuencia estampamos esa frase que, por clich, no dice casi nada: Rendimiento descendido por factores emocionales. Con el abordaje terminolgico inaugurado veinte aos atrs por el DSM-IV (Manual Diagnstico y Estadstico de los trastornos mentales, compilado por la American Psychiatric Association) la patologa declina en TRASTORNO y no ms en SINDROME. Las patologas se identifican por una lista de manifestaciones y es segn el nmero de ellas presentes en el paciente, que se establece el diagnstico. Esto a los franceses no les gusta nada. Oponen al DSM-IV la CFTMEA (Clasificacin Francesa de los Trastornos Mentales de la Infancia y Adolescencia) Pero los reagrupamientos clsicos de sntomas en grandes
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Jorge Gonalves da Cruz junto con la Psp. Alicia Fernndez dictaron el curso Cuestionado diagnstico de ADD/ADHD (TDA/THDA) Desatentos y/ o desatendidos?. Los contextos socio-culturales y la atencionalidad.(Septiembre, 2006)
4 sndromes, que han intentado una comprensin de los hechos observados en base a una estructura subyacente que d la impresin de coherencia y permita una lectura posible de la complejidad de la clnica, parecen hoy datar del siglo pasado. La Clasificacin Francesa, que es heredera de esta postura, entra en conflicto con el pragmatismo anglo-sajn del DSM-IV que impone la necesidad de un cdigo-catlogo que establezca con cierta claridad de qu se est hablando al nombrar cada patologa. Lo curioso es que este nuevo recorte de la clnica, pacificado por el ateoricismo y el pragmatismo, tuvo por efecto hacer renacer la vieja querella sobre la etiologa de los trastornos. Se puede renunciar a todo menos a comprender deca Virgilio. Por eso el riesgo de las nosografas en la infancia, es que prefieran la cristalizacin a la plasticidad, la coherencia comprensiva de ciertas constelaciones psquicas a la complejidad y heterogeneidad de nuevos conocimientos. Roger Miss (1975, p.169) nos previene de que: ...la clnica tiene que captar la originalidad de cada una de estas personas, ms que aislar a algunas de ellas por el hecho de ser originales .... Tal vez un indicio de la calidad de la enseanza impartida en un centro educativo, sea la diversidad de cursos de vida de sus ex-alumnos. La excesiva psiquiatrizacin-psicopatologizacin de la vida cotidiana, un nfasis desmedido en la normalidad, puede ir en desmedro de la tarea de educar, "hacer emerger" lo original en cada alumno. En el giro que da la Clasificacin Francesa de los Trastornos Mentales de la Infancia y Adolescencia (CFTMEA) de 1993 al ao 2000, de la denominacin de Trastornos Instrumentales a Trastornos Especficos del Aprendizaje se insina cierta apertura a no aislar a estas alteraciones en una zona perifrica de la personalidad. Una circular reveladora de la posicin compartida por los Ministerios de Salud y de Educacin de Francia del ao 2001 llama primarias a las alteraciones DIS (DIS-lexia, DIS-fasia, DIS-praxia, DISatencin, DIS-calculia, DIS-grafia, DIS-ortografa, etc.) en el sentido de disfuncin primaria: mecanismo bsico de procesamiento cognitivo, efecto del desarrollo sin incidencia del ambiente. Lo que le falla al nio habita dentro de l sin consideracin por lo intersubjetivo. Se ha trasladado de la periferia instrumental al centro primario, pero sigue siendo algo mudo, ajeno? Son los otros los que lo miden, lo medican, lo toleran. Estamos ante la paradoja de curar a un sujeto de un trastorno del que el sujeto est ausente. Diversos autores coinciden en que incluso en el campo de la medicin (donde las pruebas fijan para el diagnstico 2 aos de diferencia con sus congneres), no es posible aislar el factor DIS del factor relacional, etc. Evidencias provistas por neuroimgenes, ratifican el arraigo orgnico de varias DISFUNCIONES habindose identificado patrones especficos de expresin fisiolgica. As que no se trata de negar la existencia de un aspecto posiblemente fijo y hasta irreversible, sino que slo se podr dar cuenta de l intentando describir sus interrelaciones con las dems vertientes de la personalidad. Esa tendencia a aislar al factor DIS puro, ese teorizar merece ser pensada como el efecto del encuentro, siempre proyectivo, con lo desconocido en el otro.8 La perspectiva que slo considera lo que el nio carece, da lugar al paradigma del rompecabezas: pensar que a estos nios les falta algo figurado como un agujero en la cabeza, que tiene una forma similar a la pieza que les falta en el rompecabezas y que por eso no pueden terminar de armar. Las teoras acerca del aprendizaje, sea que pongan el acento en la actividad del nio (Piaget), en el lenguaje, o en la informacin y sus cdigos, etc., son insuficientes a la hora de la mediacin que le toca jugar al psicopedagogo, al fonoaudilogo, al psiclogo, etc.. Se ha descuidado el conocer los funcionamientos preservados, lo que EL NIO S PUEDE, que
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En los trastornos de DIS-funcin Atencional con Hiperactividad (ADHD) S.Bleichmar (2006,p.88) propone que retorna la hipocresa sexual de nuestra cultura que desconoce las relaciones entre la hiperactividad y la sobreexcitacin precoz a la cual son sometidos [los nios] a travs de los medios como de las diversas situaciones de la sexualidad adulta que se ven obligados a compartir en un estado de impreparacin tanto simblica como biolgica
5 permita tomar una estrategia de compensacin y vicariancias9. Pero el camino de las vicariancias difcilmente ser elucidado por una teora que slo reflexione sobre la estructura cognitiva. Habr que dar lugar a los afectos, a la dimensin subjetiva que viene del otro. Desde la dcada del 70 con Maud Mannoni, se ha ido incorporando la subjetividad a la reflexin terica sobre las dificultades cognitivas. Para Mannoni el nio deficiente mental era un sntoma del deseo materno sin consideracin hacia los factores orgnicos (genticos, neurofisiolgicos, etc.). Esta postura extrema plantea dificultades: - en la clnica, porque culpabiliza a la madre de las dificultades del hijo, y - en la teora, porque reduce el funcionamiento psquico de los nios con dificultades de aprendizaje a los mecanismos ya descriptos para la psicosis, sin describir mecanismos especficos. Cmo interviene el otro a la hora del tratamiento? Las propuestas de entrenamiento por parte de las tcnicas cognitivo-comportamentales, por ejemplo los programa de Entrenamiento de Funciones Ejecutivas (EFE), empleadas para nios como Ernesto con Dficit Atencional, me impresionan. No por su contenido que puede ser adecuado (protocolos de cuadernillos con secuencias de ejercicios a seguir, etc), sino porque parecen robotizar al nio ya que la subjetividad no est puesta en consideracin. Piaget en sus conversaciones con nios acerca de las conservaciones de sustancia, peso y volumen, prefera decirles: un nio me dijo que... y no un Sr. me dijo que..., porque el prestigio del adulto le agrega excesiva fuerza a la contrasugestin. Vemos a Piaget atento a lo que podramos llamar la interferencia transferencial del adulto sobre el pensamiento del nio. Claire Meljac (2000), es piagetiana pero se nutre de otras concepciones fuera del estructuralismo. Ella a diferencia de Piaget, relata cmo en su trabajo con Toms, un nio con problemas de clculo, aplica por el contrario una medida de fuerza, podramos decir casi bestial. Frente al algoritmo 23 19. Si tengo 3 y quito 9... dice Toms que slo puede resultar 6. Se establece una confrontacin en el terreno, ya no del razonamiento, sino del argumento de autoridad: Es as porque eso me lo dijo la maestra protesta el nio. Y Meljac ganada por la desesperacin, decide en ese mismo plano redoblar la apuesta: Toms, hay algo que siento que t no entiendes. Llamaremos a una gran matemtica. Y ah comienzan lo que ella llama el gran juego que concluir con la venida de una Sra. que saldar la cuestin con su autoridad. Y dice: En este dilogo imposible, es necesario que intervenga un poder exterior .10 De qu poder se trata? Estamos en el terreno de la fuerza, lo que escandalizara a ms de un pedagogo. Es que la relacin del sujeto con la verdad est doblemente determinada. Por una parte, como lo seala el matemtico Ren Guitart (2000), est la verdad de lo claro y distinto, como Descartes designa a la evidencia, verdad de la razn objetiva. (Yo ah pondra al argumento de conservacin del nio que dice, en los dilogos con Piaget, porque no agregaste ni quitaste nada). Verdad del hablar bien que es referencia AL objeto (agua, en el ejemplo inicial). Por otra parte la verdad del decir que est a un costado de lo que se cree comunicar. Modo singular de habitar el habla y que es referencia PARA el sujeto.11 Verdad
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Compensacin sera lo que hace el hombre de campo, que no sabe enumerar, cuando pone tantas piedras como ovejas en una bolsita y verifica que se conserve la correspondencia cuando llega con su majada (clculo, del latn: calculus=piedra). O el nio que, no sabiendo contar miles, separa 1432 en 14 y 32 para recordar una direccin 10 Meljac,C: l tena su propio pensamiento (esta palabra no existe en francs), por ejemplo le interesaba la Historia, por eso funcion bien traer a la Prof. cuyo pensamiento era valorado. (comunicacin personal) 11 La competencia (Chomsky) es el otro internalizado como un saber hablar (saber cmo se dice y qu se puede decir en cada caso) y la ejecucin la aplicacin de este saber a la construccin de un decir que, ms all de su contenido, supone un deseo de decir, de ser por la palabra. Quien habla mal, no slo no puede nombrar, no puede decir algo propio.
6 extraa, excntrica para el sujeto que emerge as escindido. Se trata de lo no sabido, reprimido, para Freud. Verdad movida por un poder que en el afecto muestra su intensidad e insistencia. En Toms la verdad parece insistir en el empecinamiento, es decir, con ms fuerza que argumento. Y la fuerza de la desesperacin de Meljac, sensible a dicho empecinamiento, es la piedra de toque que da lugar al cambio. Para que haya un APRENDIENTE se requiere no slo de una razn objetiva, sino de la oscura fuerza de conviccin del ENSEANTE. Lo transparente del conocimiento objetivo y lo opaco de la dramtica intersubjetiva, se requieren para delimitarse en una particular dialctica. Sin embargo donde menos se pensaba se reencuentran. Quien dice es evidente no emite tanto un juicio como que constata que un afecto acaba de tocar su entendimiento. De qu estar formado el afecto que le permita a Toms sentir la evidencia que precisa para seguir aprendiendo con Meljac el algoritmo de la sustraccin? El sentido tranquiliza al sujeto que tiene una certeza. Tener una certeza sin razn es inquietante, aunque sepamos que la certeza no puede sino carecer de razn, porque de lo contrario procedera claramente de una causa transparente. (R.Guitart, 2000, p.229) Piaget intent pobremente delimitar estos territorios. Para l las estructuras cognitivas se ocupan de la organizacin de la conducta, mientras que las afectivas de la energa que las mueve, de su motivacin. Lo cierto es que Piaget comparte con el cognitivismo la indiferencia en relacin al afecto, el contexto y la cultura. (Richelle) Sara Pan piagetiana y lacaniana, es decir, doblemente estructuralista - es referente de una importante corriente psicopedaggica argentina, a la que se afilia Alicia Fernndez. Sara Pan (1985,b, p7) a diferencia de Meljac, considera a estos dos conocimientos el cognitivo y el dramtico - excluyndose de un modo radical: Este sujeto - se refiere al nio que comete errores cognitivos - ... propone su verdad en el equvoco, de manera que no es cuestin de contraponer una dimensin del conocimiento y otra definida por su disfuncin o ausencia, sino de establecer la vigencia simultnea de dos conocimientos que se ignoran mutuamente, en tanto su conservacin como tales depende justamente de la profunda escisin que los hace extraos. Y en otro lugar dice:La ignorancia es posible gracias a la irreductibilidad absoluta de la estructura cognitiva y la estructura significante del pensamiento... y ...aunque ellas se influyen continua y mutuamente las leyes que rigen ambos sistemas son completamente diferentes.(id., p.131). Sin embargo por qu todo error cognitivo ha de considerarse como sntoma, con una verdad inconciente que lo sustente? Y si fuera tan radical la escisin de ambos conocimientos, el cognitivo y el dramtico, de qu le valdra a Toms la fuerza que toma de aquella Sra.? Hay saber inconsciente sin haber antes un saber concensuado establecido, que permita reconocer el carcter metafrico del funcionamiento del inconsciente? Una frase formulada antes y despus de los 6 aos, puede adquirir una dimensin completamente distinta, pues para que haya metfora tiene que haber una falta de pertinencia real de los trminos empleados que provoque el no-sentido necesario a cierta emergencia de sentido dice Sara Pan (id., p.132) y pone el ejemplo de una nia de menos de 4 aos, que define el pasto como el pelito del mundo, no poniendo ninguna distancia entre la prosa y la poesa, puesto que para ella el mundo es un gran ser viviente, y para un ser viviente tener pelos es algo comn. El pasto es el pelito del mundo12, no es como el pelito del mundo. Cielo, tu me miras dice un poema escrito por una alumna del maestro Jesualdo Sosa. La luz me ve para m dice un nio disfsico de 6 aos, ante una lmpara que lo encandila. En un caso el hablar bien permite un decir poticocreativo, que nos complace. El nio disfsico, en cambio, erra al hablar. Dice: La luz me ve para m en vez de La luz me ve a m. El uso de la preposicin PARA en vez de la preposicin A, produce un efecto fuerte de sentido. Efecto de redundancia inquietante, que nos interpela sobre la posicin del sujeto, para quien este decir es referencia.13 Una parte importante del trabajo con este nio ha sido la
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7 EXPANSIN o AMPLIFICACIN, de las escenas dramticas que l bosqueja pobremente debido a sus dificultades. Por ejemplo, siendo que no logra un DFH, hace unas rayas en el pizarrn y dice que es lluvia, entonces yo tomo una colchoneta y la ubico para cubrirnos de la lluvia y le digo: Uy!! nos vamos a mojar todos, propiciando una situacin de juego que lo entusiasma, AMPLIFICANDO la escena dramtica. Emilia Ferreiro y Juan Carlos Volnovich (1981) desde una perspectiva piagetiana - plantean la imposibilidad cognitiva de una nia de 5 aos para comprender las interpretaciones que le formula Arminda Aberastury en una entrevista de juego. Vygotsky, con su nocin de Zona de Desarrollo Prximo y en nuestro medio Jesualdo Sosa siguiendo la ley de penetrabilidad que indicara Vaz Ferreira y que lo llevaba a Sosa a leerles La Ilada a los escolares tal vez defenderan a Arminda Aberastury . Cmo influye la fuerza del saber del adulto fuerza que proviene del escenario dramtico, o en trminos psicoanalticos, de la transferencia? Meljac como Aberastury fuerzan las estructuras cognitivas desde las estructuras dramticas. Es entonces necesario pensar el trastorno de aprendizaje en sus relaciones con las operaciones metafricas a las que da lugar la actividad simblica. Cmo se relaciona la dificultad de aprendizaje del nio con sus dificultades para pensarse o significarse? En el caso del nio disfsico, es claro que el hablar mal afecta su posibilidad de decir-se. Y recprocamente: la actividad simblica que se despliega en el escenario ldico del vnculo teraputico cmo contribuye a mejorar las dificultades de un nio frente al aprendizaje? Puede hacer lugar a compensaciones y vicariancias paliando las dificultades cognitivas? Las dificultades de aprendizaje de un nio dislxico, no pueden ser consideradas slo como una disfuncin primaria, pero tampoco slo como sntoma producido por una activa ignorancia en el marco de una conflictiva neurtica. Hay quienes sostienen que los trastornos de lenguaje se deben a que en la familia hay un secreto, algo que no puede circular en la palabra, el nio que no tiene derecho de saber, etc..Yo discrepara inicialmente con esa posicin, no porque no pueda llegar a ser cierta, sino porque presupone todo un proceso de simbolizacin donde el sujeto ha logrado parcialmente apropiarse subjetivamente de su trastorno de lenguaje. Cuando digo simbolizacin me refiero a la SIMBOLIZACIN PRIMARIA, a la inscripcin inconciente que d lugar a la comunicacin intersubjetiva, al juego y al sueo. (Roussillon, 2001) Discrepara con la postura de S. Pain y de diversos autores franceses que presuponen la dificultad cognitiva ya subjetivada, ya apropiada y representada en una escena dramtica intersubjetiva, una escena jugable que hace referencia para el sujeto. Supone tambin cierto narcisismo terico el pensar al trastorno como sntoma reversible, asignndole un excesivo poder teraputico al propio instrumento terico psicoanaltico. Y sabemos que muchas dificultades perduran. Desde Freud, M.Klein, Lacan, la simbolizacin se lleva a cabo a partir de un corte, de una separacin. Se representa al objeto perdido y as el deseo se constituye como movimiento de re-encuentro. Se simboliza la falta, la carencia, la ausencia. Pero es a partir de Winnicott que algunos autores han sealado (Green, Golse, Roussillon) la necesaria calidad de la presencia del otro, de sus cuidados, de su buena compaa, como condicin para los procesos de simbolizacin. Para aprender a leer, para llegar a aceptar que hay un orden arbitrario de las letras, orden del lenguaje, se requiere previamente de la posibilidad de que el otro, el adulto que trasmite ese saber, se ofrezca tambin como inter-mediario - RE-MEDIADOR dir Meljac - entre el sujeto
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Cul es la verdad de este decir? Alguien hace algo PARA m (canta, baila, dibuja), ese algo no soy yo, pero me mira (toca, habla, etc) A m.. Si mira PARA m, tal vez lo inquietante sea que ese mirar le es tan ajeno que no logra constituirlo como sujeto. Cunto de su hablar mal nos lleva a poner entre parntesis la verdad de su decir? El decir refiere, rellena, oculta al sujeto que habla bien. A quien habla mal lo evidencia en su descarnada vacuidad.
8 y la arbitrariedad radical del lenguaje.14 Un otro suficientemente maleable como para presentarle el lenguaje de modo que prenda 15en el nio al decir de A.Green (1974, p.72; 1996, p.289) - como heredero de los primeros objetos transicionales en el sentido de Winnicott. Se trata de tomar en cuenta las necesidades narcisistas del Yo. Es decir, que el otroadulto amortige la radical alteridad del lenguaje, presente dicha alteridad con embriague, para seguir con la metfora automovilstica, gradualmente, de manera de resguardar los procesos de omnipotencia del nio. No deschavar su dependencia del otro (Golse, B. 2003), no resolver la paradoja de que el objeto-lenguaje es simultneamente creado y hallado.16 Esto no impide que el saber, para hacerse propio ha de dejar de ser privado, excediendo el territorio del vnculo dual en cuya dependencia se apuntalaba. En esto radica una gran .dificultad en nios con transferencias psicticas o no neurticas: poder reconocer un saber operatorio (Piaget) que se conserva por su reversibilidad, ms all de la fantasa omnipotente de destruccin que amenaza permanentemente a cualquier forma de conservacin en el psiquismo. Hasta llegar a poder decir con Lugones S que 5+5=10 pero me da una rabia!! Los griegos llamaban telos a la intencionalidad, la finalidad y anank a la necesidad, lo desorganizado, la roca, la inercia de la materia. En ese sentido quien habla mal pone en juego la anank la inercia que dificulta su decir, su telos, su intencionalidad. Platn deca que la anank, esa inercia de la materia, se opona al demiurgo, el creador, a la poiesis- la produccin potica. Ese decir original referencia para el sujeto - que nos identifica como personas. Estoy haciendo referencia a las necesidades de omnipotencia narcisista que se apuntalan en el otro y que son condicin para la simbolizacin. Ren Roussillon(1991) propone que lo que caracteriza a la neurosis es el conflicto: ese enfrentamiento entre dos movimientos psquicos opuestos. En tanto, lo que caracteriza al narcisismo es la paradoja . Quino nos propone un ejemplo de paradoja del narcisismo cuando Felipe - de Mafalda - se distrae pensando: Debo atender a la maestra, debo atender a la maestra El Yo empecinado en no transcurrir, atracado en su ensimismamiento narcisista. Con estos nios la tarea inicial consiste en crear un espacio virtual segn Winnicott donde ambos podamos habitar, sin decidir sobre las paradojas; donde necesariamente algo de ese lugar doloroso en que el nio se siente, estar presente pero suspendido. Ya s porque venimos aqu dice un nio en un grupo de dificultades de aprendizaje, porque somos te a ere a de o, alcanzando a nombrarse con una admirable presencia de nimo. Demostrando no ser tarado por ser capaz de deletrearlo, pero dando lugar a una paradoja: en la proposicin Yo soy tarado, el sujeto del enunciado, el yo dice una verdad sobre si mismo que no podr ser validada porque quien la dice el sujeto de la enunciacin carece de credibilidad por el hecho de ser tarado. Esta paradoja, desde el punto de vista lgico, es la misma que la del mentiroso, el que dice Yo miento. Se la conoce como la paradoja de Epimnides.17 Ya Cervantes la empleo para desconcierto de Sancho Panza y regocijo del lector de El Quijote. De ella derivan los aportes de Bertrand Russell. Esto que no deja de ser ingenioso, propone desde el punto de vista del narcisismo, una cuestin central. Un nio con dificultades de aprendizaje, estar en graves problemas hasta que no tenga cosas para ensearnos como persona interesante, cuando ponga en juego, justamente, sus problemas de
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No se aprende de la simple experiencia sobre las cosas si no hay un intermediario o un testigo confiable. A.Green: ... la obligacin de satisfacer un mnimo de condiciones para que la ilusin pueda prender y permitir prenderse a la realizacin de sus anhelos. 16 No se ensea a hablar, se aprende con el otro. El nio disfsico, para quien la evocacin de la palabra o la construccin gramatical son un esfuerzo permanente, est constantemente expuesto a ser humillado-deschavado en su dependencia del otro que le ensea a hablar. 17 Poeta filsofo del siglo VI A.C. a quien se le atribuye haber dormido durante cincuenta y siete aos. Epimnides haba afirmado: Todos los cretenses son unos mentirosos. Sabiendo que l mismo era cretense deca la verdad? He ah su paradoja.
9 aprendizaje. Porque el nio que est en la luna o en babia o al que no le entra nada, fcilmente creeremos que nada piensa, o que nada tiene para ensearnos. Es posible que el primer esbozo de narracin comience por hacernos sentir tarados a nosotros (mecanismo psquico primitivo de hacer sentir al otro lo que se ha sufrido pasivamente). Si todo anda bien el nio ir disponiendo de su saber para organizar el espacio compartido, sin tener que reclamar propiedad sobre l. Podr mostrar LO QUE S PUEDE, sus habilidades, alcanzando a narrar sus padeceres desde una postura activa. Har experiencia de los lugares de enseanteaprendiente, desplegando sus fantasas de poder al desplegar su saber. Hay una suerte de conviccin necesaria para ir al encuentro de estos nios: con qu nos sorprendern? Esa es nuestra primer actitud teraputica Para quin? Slo para el psicoterapeuta? Creo que tambin para el psicopedagogo, el fonoaudilogo, el docente, etc.. Los problemas de aprendizaje enfrentan al nio prematuramente con el no saber, donde algo de la castracin se realiza en incompetencia, mientras que los dems nios conservan sus pretensiones edpicas, ostentando el poder seductor del saber, el Yo sabo con que el nio chico reclama autonoma frente al adulto. Vale diferenciar que en algunos de estos nios est ms en juego su posicin de sujeto (con fallas en los procesos de simbolizacin), mientras que en otros el sujeto dice a travs de la dificultad de aprendizaje como sntoma. Inicialmente es necesario que la madre al bebe lo imagine pensando (Ciccone, 1997). Esto es asignarle sus pensamientos. Pero la opacidad, con la que el lenguaje verbal o no cubre al pensamiento, tendr que ir ganando terreno. El aua que demandaba aquel nio a la hora de dormir para convocar la presencia de alguno de sus padres, dejar de ser lo claro y distinto del lquido transparente (en la estructura cognitiva), para dar lugar a un juego de ausenciapresencia (en la estructura dramtica). Los padres, sabiendo que son maas, si son condescendientes le llevaran el vaso de agua, sin deschavar la arti-maa, de lo contrario le dirn que agua ni agua. ( S.Pan, 1983) Mauricio se destaca por su marcada torpeza motriz. En el grupo al que concurre en el Hospital se inhibe de jugar ya que los dems nios se ren de l. Despus de mucho tiempo accede a jugar a la pelota hacindose manifiestas sus dificultades. Pero finalmente logra disimular su torpeza mediante el uso del amague: cuando le erra a la pelota, vuelve a errar hacindonos creer que la primera vez tambin fue a propsito. Disfrutamos de ese juego donde el amague transforma la torpeza, que antes era muda, en posibilidad simblica que la representa y a la vez la disimula. Aunque l y los dems sabemos que la torpeza sigue estando, nadie la deschava. Con su habilidad para el amague, y cierta plasticidad de quienes le acompaan, Mauricio logra someterse - a sus limitaciones motrices - sin humillarse (S.Pain 1985(b) p.21) Es as que la dificultad se simboliza. Yo soy as, de no concentrarme y eso... es lo primero que nos dijo Ernesto, del que ya he hablado. Le gusta dibujar pero slo copia los objetos que encuentra en la caja de juego. Su pobreza imaginativa da idea de vaco, de un psiquismo achatado, de cabeza hueca? Pasado un tiempo, aprende a jugar al Truco, juego de baraja cuyas reglas son complejas y nada intuitivas. Juego de envite, de apuesta, donde la gracia est en el engao. Pero para eso hay que saber de manera clara y distinta contar los puntos de las cartas que se tienen (articulacin necesaria entre pensamiento lgico y dramtico). Ernesto a sus 11 aos, no sabe contar a partir de los signos numricos escritos en la baraja. Para sumar el valor de dos cartas enumera en voz alta con el dedo puesto sobre cada elemento. A pesar de sus dificultades aritmticas, lo entusiasman los refranes y dicharacheos de este juego. Alardea que me va a ganar, Sos papita pal Lolo,(no dice Papita pal Loro) Lolo su es hermanito menor.18 Finalmente incorporamos la ltima regla, la ms severa: el que se equivoca al contar los puntos, los tantos que haya
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Aunque no se trata de un lapsus, por ser una perturbacin producida cuando todava no ha adquirido el uso adecuado del dicho, el error no carece de significacin.
10 ganado van para el adversario. Un buen da, en que parece que se ha equivocado al contar, consigue que yo redoble mi apuesta hacindome creer que sus tantos iran para m. Logra engaarme premeditadamente. Disfruta del triunfo conquistado con legtima picarda. Yo quedo sorprendido, descolocado. l ocupa un lugar de poder entre nosotros, a partir de su saber, de su propio pensamiento, afectndome de una manera indita. Algo de sus dificultades aritmticas, parecen compensarse en el escenario ldico? Reencuentra el placer de pensar, de pensar lo que yo pensara, lo que le permite ejercer finalmente esa suerte de seduccin, ese arte del engao. Estos nios que muchas veces nos enfrentan a un silencio, un vaco, una falta de solicitacin libidinal, nos desafan en la tarea fundamental de construir con ellos un espacio de hospitalidad psquica, jugando, hablando, contando cuentos, etc.. Crear un vnculo habitable, hacer casa en lugar agreste, aunque no inhabitado y por eso mismo inquietante. Si es posible sobrellevar esa poca inicial, la tarea teraputica asistir al surgimiento-ocultamiento del sujeto tras de esos velos simblicos (la maa, el amague, el engao, etc), modos del fingir, que lo recrean como persona interesante. BIBLIOGRAFA BLEICHMAR, S (2006) Paradojas de la sexualidad masculina. Bs.As. Paidos. BERGS, J., BERGS-BOUNES, M. ET CALMETTES-JEAN, S. et al. (2003) Que nous apprennent les enfants qui napprennent pas? France, ditions rs. CABRERA,J. (2004) En la matemtica como en el arte... Revista Conversacin 68-72, Montevideo. CICCONE, A. (1997) Lclosion de la vie psychique. En Naissance et dveloppement de la vie psychique. rs, Pars. FERREIRO, E. y VOLNOVICH, J.C. (1981) Supuestos cognitivos en psicoterapia psicoanaltica de nios En DIATKINE, R et al. Problemas de la interpretacin en psicoanlisis de nios. Barcelona. Gedisa. FERREIRO, E., CASTORINA, J.A.,DOHL,M. y LERNER,D. (1996) Piaget-Vygotsky: contribuciones para replantear el debate. Bs.As., Paids. GIBELLO, B.(1984) A criana com disturbios de inteligncia Porto Alegre. Artes Mdicas (1987) GOLSE, B.(2003) Apprentissages et checs scolaiares:aspects psyychodynamiques. En: BERGS, J., BERGS-BOUNES, M. ET CALMETTES-JEAN, S. et al. Que nous apprennent les enfants qui napprennent pas? France, ditions rs. GONALVES DA CRUZ, J. Psicoanlisis y educacin http://www.epsiba.com/Psicoanalisis%20y%20educacion.doc GREEN, A (1972) De locuras privadas. Bs.As.. Amorrortu editores.(1994) GREEN, A. (1995) La Metapsicologa Revisitada. Bs.As,.Eudeba. (1996) GUITART, R. (2000) Evidence et tranget - Mathmatique, psychanalyse, Descartes et Freud, Collection Collge International de Philosophie, France. LPEZ DE CAIAFA,C. (2006) Cuando hace sntoma el aprendizaje. Indito MELJAC, C (2000) Accompagner dans ses dcouvertes mathmatiques un enfant IMC La nouvelle revue de lAIS, Adaptation et intgration scolaires 9, 21-30. Paris. MELJAC, C et VAN HOUT, A. (EDS) (2001) Troubles de calcul et dyscalculies chez lenfant. Paris, Ed.Masson. MISS, R. (1975) El nio deficiente mental. Bs.As. Amorrortu editores.
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Resumen Reflexin sobre tres aspectos de las dificultades de aprendizaje en nios: 1) El lugar del otro en el diagnstico y tratamiento de las dificultades de aprendizaje. 2) Las relaciones entre dos tipos de estructuras de pensamiento: una estructura cognitiva que da lugar al pensamiento objetivo y una estructura DRAMTICA que organiza la actividad simblica, que posibilita la construccin del lenguaje y que da lugar a la subjetividad. 3) Caminos hacia la simbolizacin de las dificultades de aprendizaje por parte del nio. Summary What do we learn about children that dont learn?
Reflection on three aspects of learning difficulties in children: 1) The others role in learning difficulties diagnosis and treatment. 2) The relationships between two kinds of thinking structures: a cognitive structure that gives rise to the objective thought and a DRAMATIC structure that organizes the symbolic activity, that makes possible the language conformation and gives rise to subjectivity. 3) Ways taken by children in order to symbolise their own learning difficulties.
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