LA PREDESTINACION Y EL LIBRO DE LA VIDA

A l, por quien somos herederos, elegidos de antemano segn el previo designio del que realiza todo conforme a la decisin de su voluntad

Efesios 1:11

ETIMOLOGIA Y PRESENTACION La palabra predestinacin proviene de la palabra griega proorizo, que significa determinar anticipadamente. En latn el vocablo que define la predestinacin es praedestinare. Muchas personas se muestran en desacuerdo hacia la doctrina de la predestinacin, a pesar de ser una enseanza bblica. La clave es entender lo que bblicamente significa la predestinacin. La objecin ms comn a la predestinacin es que es injusta; que todos los seres humanos deberan estar predeterminados por Dios a la salvacin. Como veremos en este estudio, hay varios factores que inciden directamente en esta decisin divina. DEFINICION La predestinacin es una doctrina religiosa bajo la cual se relaciona el principio y el destino de las cosas. En particular, la predestinacin concierne a la decisin de Dios para crear y gobernar la creacin y su evolucin, as como el punto hasta el cual las decisiones de Dios determinan lo que ser del destino de grupos e individuos. Segn la Enciclopedia Catlica, la predestinacin es un decreto divino por el que Dios, debido a su infalible presciencia del futuro, ha elegido y ordenado desde la eternidad todos los eventos que ocurren en el tiempo, especialmente los que proceden directamente o al menos estn influidos por la libre voluntad de la persona humana. Tomada

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en este sentido general, predestinacin coincide claramente con Divina Providencia y con el gobierno del mundo. La teologa restringe el trmino a esos decretos divinos que hacen referencia al fin sobrenatural de los seres racionales, especialmente del ser humano. Considerando que no todos los hombres logran su fin sobrenatural en el cielo, sino que hay muchos eternamente perdidos por su propia culpa, debe haber una doble predestinacin: al cielo para todos los que mueren en estado de gracia, o a las penas del infierno para todos los que parten en pecado o con el descontento de Dios. Sin embargo es lgico pensar que el trmino predestinacin se reserva para el decreto divino de la felicidad de los elegidos. LA PREDESTINACION DE LOS ELEGIDOS Empezaremos con una pregunta: el mrito natural del hombre ejerce alguna influencia en la eleccin divina a la gracia y a la gloria? Si recordamos el dogma de la absoluta gratuidad de la gracia cristiana, nuestra respuesta debe ser totalmente negativa. A la pregunta sobre si la predestinacin divina no toma en consideracin las buenas obras sobrenaturales, la Iglesia contesta con la doctrina de que el cielo no es dado a los elegidos por un pacto de Dios puramente arbitrario, sino que es tambin el premio a los mritos personales de los justificados. Los que buscan la razn de la predestinacin solamente en las buenas obras naturales del hombre, evidentemente cometen un error de juicio sobre la naturaleza del cielo cristiano, que es un destino totalmente sobrenatural. En realidad el dogma catlico sobre la predestinacin ve la felicidad eterna como la obra de Dios y su gracia, y tambin como el fruto del premio a las acciones meritorias de los predestinados. Pablo de Tarso dice explcitamente: Por lo dems, sabemos que en todas las cosas

interviene de aquellos que han sido llamados segn su designio. Pues a los que de antemano conoci, tambin los predestin a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera El el primognito entre muchos hermanos. Y a los que predestin, a esos tambin los llam; ya los que llam, a esos tambin los justific. A los que justific, a esos tambin los glorific" (Romanos 8:28-30).
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Adems del pre-conocimiento y la pre-ordenacin eternos, el Apstol Pablo menciona varios pasos en la predestinacin: vocacin, justificacin y glorificacin. Esta creencia ha sido fielmente preservada por la Tradicin a lo largo de los siglos, especialmente desde la poca de Agustn de Hipona. San Pablo deca al respecto: Por tanto,

hermanos, poned el mayor empeo en afianzar vuestra vocacin y vuestra eleccin (2. Pedro 1:10). Y Agustn de Hipona fue ms directo en este sentido: Si no ests predestinado, acta de manera que lo ests (Obras completas de San Agustn XXXV).

En realidad no sabemos si estamos incluidos entre los predestinados o no lo estamos. Todo lo que podemos decir es: slo Dios lo sabe. Pero el Concilio de Trento (siglo XVI) promulg el siguiente canon: Si

alguien dijera que el hombre regenerado y justificado est obligado por fe a creer que est entre el nmero de los predestinados, sea anatema (Sesin VI, canon XV). En verdad una presuncin de este tipo
no slo es irracional, sino tambin contrario a las Sagradas Escrituras:

Cierto que mi conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado. Mi juez es el Seor (1. Corintios 4:4).

La objecin ms comn hecha a la doctrina de la predestinacin es que es injusta. Por qu Dios escogera a ciertas personas y a otras no? El punto ms importante que debemos recordar es que ninguno de nosotros merecemos ser salvados porque todos hemos pecado y todos merecemos el castigo eterno. Sin embargo Dios, generosamente, decidi salvar a muchos de nosotros. Dios no est siendo injusto con aquellos que no eligi, porque ellos reciben lo que merecen. El hecho de que Dios fuera clemente con algunos, no lo hace injusto para los otros. La Biblia dice que todos tenemos la libertad de elegir; todo lo que tenemos que hacer es creer en Jess y seremos salvos: Porque, si

confiesas con tu boca que Jess es el Seor y crees en tu corazn que Dios le resucit de entre los muertos, sers salvo (Romanos 10:9). La
Biblia nunca describe a Dios rechazando a quien cree en l, o alejando a alguien que le haya estado buscando: Desde all buscars a Yahv,

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tu Dios, y le encontrars si lo buscas con todo tu corazn y con toda tu alma (Deuteronomio 4:29).

De alguna manera, en los misterios de Dios la predestinacin trabaja mano a mano con la persona que es conducida por Dios: Nadie

puede venir a mi si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitar el ltimo da (Juan 6:44). Dios predestina a quien ser
salvado, y debemos elegir a Cristo para dicha salvacin. Ambos factores son igualmente verdaderos. TEORIA DE LA PREDESTINACION POST PRAEVISA MERITA

Ante todo debemos indicar que el trmino post praevisa merita significa despus de los mritos y en relacin a dichos mritos. Jams debemos pensar en obtener algn premio o gracia antes de merecerlo. Si creemos en merecer la gracia antes de nuestros mritos, descuidaremos nuestros actos, que son los que podran hacernos merecedores del mrito o premio. Lo anterior nos lo confirma san Ignacio de Loyola al decirnos: No

debemos hablar mucho de la predestinacin por va de costumbre; mas si en alguna manera y algunas veces se hablare, as hable que el pueblo menudo no venga en error alguno, como a veces suele, diciendo: si tengo que ser salvo o condenado, ya est determinado, y por mi bien hacer o mal no puede ser ya otra cosa; y con esto entorpeciendo, se descuidan en las obras que conducen a la salud y provecho espiritual de sus nimas (Ejercicios Espirituales, regla 15).

Esta teora de la predestinacin post praevisa merita fue defendida tanto por Alberto Magno (siglo XII) como por Francisco de Sales (siglo XVII), diciendo de ella que era la opinin ms verdadera y ms atractiva. Difiere de la predestinacin ante praevisa merita o antes de obtener los mritos en dos puntos: primero, asume una predestinacin hipottica a la gloria; y en segundo lugar, no revierte la sucesin de gracia y gloria en los dos rdenes de la eterna intencin y de la ejecucin en el tiempo. Si el propio Dios quisiera aclararnos lo dicho anteriormente, con seguridad dira: Justamente como en el tiempo, la felicidad eterna

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depende del mrito como condicin, as Yo planifiqu el cielo desde toda la eternidad, solamente para el mrito previsto. Solamente por

razn del infalible pre-conocimiento de estos mritos, sos y no otros se salvarn. Por el contrario es que el fuego eterno del infierno slo pudo haber sido preparado desde toda la eternidad para el pecado y el demrito; es decir, para la negacin de la caridad cristiana. EL CONCILIO DE TRENTO Y LA PREDESTINACION En primer lugar debemos indicar que el Concilio de Trento se celebr durante 18 aos, desde 1545 hasta 1563, en la ciudad de Trento, Italia, inicindose bajo el papado de Pablo III, sigui bajo los de Julio III, Marcelo IV y Pablo IV, finalizando con Po IV. El tema principal que se abord fue el nuevo estilo de la Iglesia, tanto la reforma como la contra reforma, con todos los temas que ello abarca. Para enfatizar cun misteriosa e inaccesible es la eleccin divina, el Concilio de Trento llama a la predestinacin misterio oculto. Que la predestinacin es un misterio sublime est claro; no slo por el hecho de que las profundidades del consejo divino no pueden ser ni imaginadas, sino en lo desigual de la eleccin divina. Aunque sea correcta la respuesta de que Judas fue hacia la perdicin por su libre voluntad, mientras que Pedro cooper fielmente con la gracia de la conversin que se le ofreca, esto no aclara el enigma ya que podemos seguir preguntndonos: Por qu Dios no le dio a Judas la misma gracia eficaz que le dio a Pedro, cuya blasfema negacin del Seor era un pecado no menos grave que el de Judas? A esta cuestin la nica respuesta razonable es la es la palabra de San Agustn: Los juicios de Dios son inescrutables (De la predestinacin de los santos). EL LIBRO DE LA VIDA El conocimiento previo inerrable de Dios y el pre-ordenamiento se designa en la Biblia con la figura del Libro de la Vida. Este libro es una lista que contiene los nombres de todos los elegidos. El Libro de la Vida es una expresin usada tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, pero con acepciones diferentes.
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En los comentarios al texto del xodo, cuando Moiss le pide a Yahv que le quite del Libro, se considera que en dicho Libro de la Vida se inscriben los que estn en vida, en contraposicin a los que mueren o que ya estn muertos, ya que es innegable la intencin de Moiss de pedir la muerte para s mismo en este relato: Pero ahora! si quieres

perdonar su pecado. Si no, brrame del libro que has escrito

(xodo

Tambin parece ser esta la interpretacin del texto del libro de los Salmos, donde el salmista pide que sus enemigos sean borrados del Libro de la Vida: Aade culpa a su culpa, no tengan acceso a tu

justicia; sean borrados del libro de la vida, no sean inscritos con los justos (Salmo 69:28-29).

Los judos eran muy dados a hacer genealogas donde se colocaban documentalmente la pertenencia o el rango de los miembros del pueblo de Israel. Esto serva de prueba, e incluso a veces condicionaba la ciudadana, tal como consta en Nehemas 7:61-64. De ah la creencia de que exista un Libro de la Vida a modo de registro celestial, el cual contiene la lista de los que pertenecen a Dios. Finalmente, en el libro de Daniel se habla del Libro de la Vida como el registro de quienes se salvarn: En aquel tiempo surgir Miguel, el

gran Prncipe que se ocupa de tu pueblo. Sern tiempos difciles como no los habr habido desde que existen las naciones hasta este momento. Entonces se salvar tu pueblo; todos los inscritos en el Libro
(Daniel 12:1).

Con el sentido de quienes se salvan y han vencido al mal es recogido en el Nuevo Testamento en varios textos. Uno de ellos est en la carta de Pablo a los Filipenses: Tambin te ruego a ti, Scigo, compaero

mo, que las ayudes, ya que lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y dems colaboradores mos, cuyos nombres estn en el Libro de la Vida (Filipenses 4:3).
Y las alusiones ms concretas se encuentran en varias partes del Apocalipsis:

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El vencedor ser as revestido de blancas vestiduras y no borrar su nombre del libro de la vida, sino que me declarar por l delante de mi Padre y de sus ngeles (Apocalipsis 3:5). Y la adorarn todos los habitantes de la tierra cuyo nombre no est inscrito, desde la creacin del mundo, en el libro de la vida del Cordero degollado (Apocalipsis 13:8). Los habitantes de la tierra, cuyo nombre no fue inscrito desde la creacin del mundo en el libro dela vida, se maravillarn al ver que la Bestia era y ya no es, pero que reaparecer
(Apocalipsis 17:8).

Y vi a los muertos, grandes y pequeos, de pie delante del trono; fueron abiertos unos libros, y luego se abri otro libro, que es el de la vida; y los muertos fueron juzgados segn lo escrito en los libros, conforme a sus obras (Apocalipsis 20:11-12). Nada profano entrar en ella, ni los que cometen abominacin y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apocalipsis 21:27).
Se dice que el Cordero es quien posee el Libro de la Vida, de ah que en numerosas iconografas se represente a Cristo llevando el Libro. Es una imagen usada ampliamente, muestra de ello es esta cita bblica:

Pero no os alegris de que los espritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombres estn inscritos en los cielos (Lucas 10:20).

Una vez analizados los textos anteriores no nos debe quedar duda de que un nombre ser borrado sin misericordia del Libro de la Vida cuando un cristiano se hunda en la infidelidad o en el atesmo, y muera en pecado. CONCLUSION
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Definitivamente el ser humano puede aceptar o rechazar la salvacin que Dios le ofrece.
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Hay preguntas que estn de moda hoy en da, difundidas principalmente por sectas y grupos religiosos fundamentalistas, tales como: Est escrito mi destino? Tiene razn de ser esforzarse en la prctica de la vida cristiana? Estar predestinado a condenarme o a salvarme? Importa lo que yo haga o deje de hacer en la vida? Estas preguntas no son nuevas ya que podemos encontrarlas en la historia del cristianismo desde el siglo XVI, cuando surgi el cisma con Lutero y Calvino, lo cual dio origen al protestantismo. Desde entonces las sectas nacidas de esta separacin han propagado doctrinas con bases poco slidas en la fe. La Iglesia Catlica, fiel al mensaje de Cristo, no niega la doctrina de la predestinacin, sino que nos la recuerda constantemente. Esta predestinacin, apoyada en numerosos textos bblicos, consiste en que Dios nos ha designado para ser felices a su lado. Nos ha creado para salvarnos para la vida eterna y para el amor sin fin. De cada uno de nosotros depende poder acceder a esa gracia divina. Uno de los atributos de Dios es la bondad, por lo cual l no puede ser cruel y arbitrario y crear a los hombres para la condenacin o la salvacin, segn su capricho. Cristo nos ense que Dios es nuestro Padre y que quiere que todos los hombres se salven. Junto a este misterio de la misericordia divina encontramos el misterio de la libertad humana. Dios crea al hombre con inteligencia y voluntad y, adems, como un ser libre. El hombre, por su propia libertad, decide aceptar o rechazar voluntariamente la salvacin que Dios le ofrece. Tal como dice el Catecismo Catlico en su numeral 1036, las afirmaciones de la Escritura y las enseanzas de la Iglesia son un llamado a la responsabilidad con la que el hombre debe hacer uso de su libertad en relacin con su destino eterno.

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Dios no predestina a nadie al infierno. Para que esto suceda es necesaria una aversin voluntaria a Dios, y la persistencia en el pecado hasta el fin de sus das. Por todo esto, dejaremos que las creencias anti-bblicas dirijan nuestro destino, o tomaremos las riendas de nuestra propia vida encaminndola a la predestinacin de ser felices en el cielo, por los siglos de los siglos? La decisin es nicamente de cada uno de nosotros.

Y t, Daniel, guarda estas palabras y sella el libro hasta el momento final. Muchos lo consultarn y aumentarn su saber

(Daniel 12:4)

BIBLIOGRAFIA Enciclopedia Catlica Biblia de Jerusaln Catecismo Catlico De la predestinacin de los santos La predestinacin La predestinacin La tica protestante y el espritu del capitalismo GLOSARIO ABOMINACION ANATEMA ATEISMO AVERSION CANON Accin y efecto de abominar o condenar y maldecir a alguien o algo por considerarlo malo o perjudicial. Maldicin o imprecacin. Opinin o doctrina del ateo, quien niega la existencia de Dios. Rechazo frente a alguien o algo. Regla o precepto.
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Descle de Brower 2. Edicin Agustn de Hipona Francis Ferrier Ignacio Alonzo Carias Max Weber

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CISMA DEMERITO ETIMOLOGIA FUNDAMENTALISMO HIPOTETICA INERRABLE PRESCIENCIA

Divisin o separacin en el seno de una iglesia o religin. Falto de mrito. Origen de las palabras y razn de su existencia y de su significado. Creencia religiosa basada en una interpretacin literal de la Biblia. Relativo a la hiptesis o suposicin de algo posible o imposible para sacar de ello una consecuencia. Que no se puede errar o equivocarse. Conocimiento de las cosas futuras.

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