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POR LOS AUTORES DE DE POLLO PARA EL ALMA

JACK CANFIELD VICTOR HANSEN

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DINO
"UNA DE LAS MEJORES LECCIONES QUE PUEDE UNO APRENDER es a pedir lo que uno quiere. Canfield y Hansen le ensean cmo". -JOHN GRAY, autor de LOS HOMBRES SON DE MARTE, LAS MUJERES SON DE VENUS

Introduccin
Una vez, en una tierra muy lejana, un muchacho desaliado estaba sentado en la tierra contemplando la maltratada lmpara que sostena entre susrodillas. Sucia, vieja yabollada, no obstante bella en alguna forma, la lmpara se calent cuando la toc. Aladino pas los dedos sobre una inscripcin que haba en uno de sus costados, que por el polvo adherido apenas si se poda leer, escupi en la manga de su camisa y frot la lmpara; entonces pudo leer las siguientes palabras: Pide y te ser dado. No haba terminado de leer, cuando pareci que la lmpara

se estremeca y giraba en susmanos. Sinti un hormigueo en la piel y los pelos en la nuca se le erizaron. Aladino escuch
una resonante voz que pareca provenir de todos los rincones de la plaza.

"Quin eres t y por qu me has llamador

I Ipolvo que rodeaba los tobillos de Aladino se elev en forma de lorbellino y envolvi su pequea figura. Loscolores del arco irisse cntemolinoron ante susojos y sinti como si volase hacia el cielo. "Dnde estoy y qu me est suceaierido?", grit Aladino.

"Estsconmigo, el Genio, porque me llamaste", dijo la voz. "Estoy aqu para responder a todas tus preguntas y para ayudarfe a obtener todo lo que desees".

"Slo deseo que se me reconozca por lo que en verdad soy. Parezco un pobre vagabundo; sin embargo, lo que s es que yo soy en verdad el Prncipe. Si solamente la gente pudiera vetto.

EL FACTOR ALADlNO

IN !!(UUULLlUN

entonces todas las riquezas del reino seran tnias", contest Aladino. "En verdad deseas que los dems reconozcan pregunt el GenIo.

tu realeza?",

"S, v ms".

"Entonces tus deseos son rdenes para m. Sintate a mis pies, muchacho, mientras entretejo un cuento de prodigio y xito sobre cmo aprender a pedir lo que uno quiere en la vida. Traje a muchos amigos conmigo que van a compartir sus historias. Mira la lmpara con atencin, hijo, y observa cmo se desarrolfo nuestro cuento de transformacln*.

Mienfras no supe que poda pedir lo que quera. viv sin saberlo en estado de resignacin. En silencio acept no ser una molestia o un fastidio. jams imponerme a los dems. jams quitarle su tiempo a nadie y por ningn motivo ser una "peste". Al inicio de nuestro matrimonio, mi esposa Georgia y yo nos hicimos de una cabaa para vacacionar en un lago cercano al oeste de Massachusetts. Como la casa se encontraba en la ladera de una colina, nos estacionbamos en el camino, arriba de la casa, y bajbamos algunas escalinatas que daban a la puerta de la cocina. Como estbamos a muchas millas de la ciudad, cada vez que bamos de compras nos abastecamos de comida y provisiones, lo que daba como resultado unas diez bolsas o ms de mercanca par viaje. Cuando llegbamos a casa. yo bajaba las bolsas mientras Georgia desempacaba las provisiones y las acomodaba en su lugar. En el subconsciente siempre resent la situacin. Mientras yo suba y bajaba lo que me pareca una interminable escalinata. Georgia slo tena el sencillo trabajo de sacar las cosas de las bolsas y guardarlas. En especial lo resenta cuando llova o

nevaba. Este patrn y mi resentimiento se prolongaron durante muchos aos. Un da, en un seminario para enriquecer el matrimonio. se nos pidi que anotsemos y compartisemos cualquier resentimiento que tuviramos. Yo coment mi eterna irritacin por haber sido siempre la "mula de carga" en nuestra relacin al tratarse de las provisiones y los largos tramos de escalinata. Lo respuesto de mi esposo cambi mi vida poro siempre. Respondi: "iMira! Jams pens que te desagradara el arreglo. Por qu nunca dijiste nada? Me habra gustado ayudarte a cargar , las bolsas. Todo lo que debiste hacer era pedirlo". Todo lo que deba hacer era pedirlo? Era tan sencillo? Por qu nunca pens en ello? Sencillamente no se me ocurri. Pero. por qu? De pronto se me vinieron un sinnmero de escenas retrospectivas de momentos en que hubiera querido ayuda en mi vida y que tuve miedo de pednto. En lo escuela desee pedir a mis maestros que no fueran tan rpido y repitieron algunas cosas. pero tem que se me considerara estpido. Durante la secundaria. en mi trabajo de verano. quise pedir a mis compaeros que me ayudaran a levantar un gran atado de musgo que tena que mover. pero tem que me llamaran nclenque por necesitar ayuda . E.)la escuela quise pedirle a un muchacho que me mostrara cmo haca ciertos acordes con la guitarra. pero tem no aprenderlos con rapidez y que l se molestara conmigo por hacerle perder su tiempo. Me llegu a conformar con menos de lo mejor de todo. con asientos mediocres en los juegos y. en los restaurantes, con asientos en las corrientes de aire. Jams regres lo comida fro o mal preparada. Me conformaba con habitaciones mediocres en los hoteles y rehu el consejo cuanOpude haber subido a primera clase. Aceptaba una mano de bra burda y un desempeo deficiente. Me compraba ropa ue no me quedaba bien y en ocasiones zapatos demasiado Justados ("No se preocupe, se agrandan"). Tema regresar o ambiar regalos que no me gustaban y raro vez. si lo llegu hacer, le ped a un vendedor que me ayudara a encontrar lo ue buscaba. I da que dej la casa poro ir a la universidad. mi padrastro ,no extendi un billete de veinte dlares y me dijo: "Si alguna VOl necesitas uno mono ayuda. busca al final de tu propio brezo". Elmensaje implcito era: ..Ahora eres independiente. Se uoone que eres autosuficiente. No vuelvas a pedimos nada",

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Los dieciocho

EL FACTOR ALADINO

aos anteriores mi madre, mi podre y mi padras-

tro no cesaron de decrme: "Si alguno vez te ves en problemas, ni creas que te voy o ayudar". "Qu quieres de m? iNo s!" "Crees que el dinero crece en los rboles?" "Quin crees que soy, Rockefeller?" "Dejo de pedir, no quiero volver o or hablar de eso'. "iNo hagas tontos preguntas tontos!" "Lo respuesto es no, as que dejo de molestarme". "Dejo o tu madre en paz, tuvo un da muy difcil". "Dije no yeso es todo" . Hice menos dinero del que me corresponda, rea de chistes que no comprenda y jams levant lo mono en clase. Acept demasiados cosos sin cuestionarios y me morda lo lengua cuando quera hacer uno cito paro salir. Miraba mucho tiempo los cosos que quera, pero raro vez los obtena. Esofue mi vida, uno vida de conformarme con menos de lo que quera. menos de lo que mereca, menos de lo mejor y menos de lo que era posible.

PARTE 1

EL FACTOR ALADINO

Pide, y se te dar; busca, y hall ars; toca, y se te abrir. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que toca se le abrir.
Mateo 7:7-8

Jack Canfield

"Jack narr esta historia, Aladino, para ilustrar las cinco barreras ms Importantes que nos impiden pedir lo que queremos. Primera, la Ignorancia lo atrap. No saba que poda pedir y lo sencillo que era. Segunda, una creencia errnea lo despist. Pens que si su esposa lo amaba, automticamente sabra lo que quera y se lo ofrecera. Tercera, el temor llevaba las riendas, no Jock. Tema recibir una respuesta negativa con la consiguien te humillacin. Cuarta, su orgullo se interpuso en su camino y contribuy a que creciera $U resentimiento hacia las personas de su vida. Y quinta, con una autoestima baja no se senta digno de pedir y recibir la ayuda que necesitaba y mereca. "Estascinco barreras son eslabones de una cadena que impide que uno pida lo que quiere. Mientras uno no rompa estos eslabones y escape del cautiverio que crean, no puede ser libre para satisfacer sussueos".

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LAS CINCO BARRERAS QUE SE INTERPONEN PARA PEDIR:
Las principales razones por las que no pedimos lo que queremos

1. IGNORANCIA
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Se cuenta una historia de un ladrn que, en tiempos remotos, rob un esplndido abrigo. Estaba confeccionado con los materiales ms finos, y botones de oro y plata. Cuando regres con sus amigos despus de haber vendido el abrigo a un comerciante en el mercado, su amigo ms cercano le pregunt en cunto lo haba vendido. "En cien piezas de plata", fue la respuesta. "Pretendes hacerme creer que slo recibiste cien piezas de plata por ese esplndido abrigo?", inquiri el amigo. "Existe un nmero mayor que cien?", pregunt el ladrn.

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Muchos de nosotros no sabemos qu pedir; ya sea porque no sabemos lo que nos es asequible pues jams hemos tado expuestos a ello, o que estamos tan poco relacional10S con nosotros mismos, que ya no somos capaces de
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LAS CINCO

BARRERAS

QUE SE INTERPONEN

PARA PEDIR

percibir nuestras necesidades y carencias reales. Somos ya tan torpes que simplemente no nos percatamos de nuestros anhelos y deseos naturales; ya no sabemos lo que en verdad queremos. La mayora no sabemos cmo pedir. Jams aprendimos la tecnologa para hacer una peticin con buenos resultados. En nuestros hogares no vimos que se pusieran en prctica estas eficaces habilidades de comunicacin, como tampoco nos las ensearon en la escuela o en el trabajo. No sabemos a quin pedir y cundo pedir; no aprendimos a identificar frmulas idneas que transmitan lo que pedimos, se trate deunabrazo, un sabio consejo o una orden para algo que estamos vendiendo. y jams aprendimos a leer las seales no verbales que la gente nos enva y que nos indican "estoy contigo" o "ahora no".
El temor siempre brota de la ignorancia.
Ralph Waldo Emcrson

siquiera sabe que existe. por lo que pedirlo est absolutamente fuera de nuestra realidad. Ojal que en algn momento alguien nos mostrara un plato de pasta. leyera uno al respecto u oyera hablar de l lo suficiente como para que se tornara real y ya no fuese slo una fantasa; entonces podra uno comenzar a pensar: "iOye. yo quiero de esa pasta".

Barbara De Angelis, doctora en filosofa, creadora de Making Love Work; autora de Real Momcnt s No sabemos lo que realmente necesitamos y queremos

No sabemos lo que es asequible y posible

asi nadie reconoce sus necesidades y deseos reales porue de nios una y otra vez se nos ignor, rechaz o avcronz por expresarlos. Tal vez se nos critic, reprimi y idiculiz por pedir abierta e insistentemente lo que queramos, por lo que nos pareci ms seguro y menos doloroso no hacerla. Sencillamente enterramos nuestros deseos. La expresin de nuestros deseos pudo haber amenazado o avergonzado a nuestros padres o, de alguna manera, hnberlos hecho sentir incmodos. Tal vez ponan en duIn sus valores, normas o creencias. Quiz pedamos cosas UC a ellos de nios les fueron negadas y en el subconscien, 6C sentan agraviados porque nosotros nos atrevamos
pudirlas.

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Muchos no sabamos que se poda comprar una casa sin pagar de inmediato hasta que lemos los libros de Robert Allen; no sabamos que se poda solicitar una tasa de inters ms baja en las tarjetas de crdito y obtenerla hasta que escuchamos hablar a Charles Givens; no sabamos que sin costo adicional se poda pedir un mejor auto que el rentado, o un mejor cuarto de hotel por la tarifa ms econmica, hasta que alguien nos dijo que se poda. Si nuestros padres no nos ensearon, si no 10 aprendimos en la escuela y jams en la vida se nos dio el ejemplo, cmo se supone que deberamos sabcrlo?
Cuando uno est acostumbrado a recibir slo una pieza de pan como toda comida no se da cuenta de que puede pedir un plato de pasta. Uno nunca ha visto un plato de pasta. ni

Nuestras peticiones de nios pudieron haber revivido reprimido por no haber visto satisfechas las nccelindes de su propia niez. Incluso pudieron sentirse ofendldos simplemente porque ramos nios, y posiblemente 1\(11.* privaron de ciertas cosas como una manera de castialguien por su pasado que proyectaban en nosotros mplcmente teman la crtica de sus vecinos o familiares 11' "echar a perder" a su hijo, por no ser rgidos o por ser musiado indulgentes o tolerantes. I'U cual fuere la causa, el efecto final fue que dejamos de ulr lo que queramos porque era demasiado doloroso. ,'n fcil mantenernos en estado de impasibilidad y fll1tn. Con el tiempo, "Qu quieres hacer por la noche?" 1""'41 respuestas como "No s" o "Me da igual".

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LAS CINCO BARRERAS QUE SE INTERPONEN PARA PEDIR

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Cuando se nos pregunta qu queremos, sencillamente no sabemos lo que queremos.

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De dnde vienen estas creencias?

No sabemos cmo pedir

En casa no se nos mostr o se nos instruy sobre cmo pedir algo clara y directamente. Pocas escuelas ofrecen cursos sobre el arte de la comunicacin para pedir en forma eficaz. Lo que casi todos vimos una y otra vez fueron regaos, gemidos, lamentos, quejas y reclamos. Vimos insinuaciones, indirectas y peticiones vagas, pero muy rara vez la comunicacin directa de necesidades, carencias y deseos. Sinunca nos ensearon a comunicar nuestras vivencias, es muy difcil sacarles provecho e integrarlas en nuestras vidas. No fue lo que alguien haya dicho. Fue slo que mi padre jams en su vida pidi algo. Nunca lo vi pedir algo. No hubo ejemplo en mi casa, por lo que crec pensando que un hombre deba ser totalmente autosuficiente.

Nacemos con un banco de datos vaco que ser programado. Muchos estamos impedidos para pedir y obtener lo que queremos por las creencias limitantes y negativas que hemos tornado de nuestros padres, maestros, iglesias, congneres y medios de comunicacin. Este condicionamiento cultural y familiar nos puede embotar, incluso paralizar. Se nos ha enseado que es mejor dar que recibir; que si en verdad se me amara, no tendra la necesidad de pedir, y que necesitar es una debilidad. Hemos aprendido por nuestros fracasos y experiencias traumticas en la vida que si no quiere uno demasiado, no habr decepciones; no esperes demasiado de hombres corno tu padre, y es ms seguro mantener la boca cerrada y parecer un tonto, que abrirla y despertar dudas.
Nuestros padres nos programan
Mis padres me condicionaron para que no pidiera. Recuerdo que mi abuela acostumbraba darme dinero y cuando me lo daba, se supona que en alguna forma yo deba resistirme. Era parte del juego. Mis padres me decan, "no aceptes dinero de tus obuelos", y mis abuelos respondan, "no, no, trnolo", Por fuera uno dice "no, no", y por dentro uno lo desea. Los abuelos me lo ponan en la manga o en la espalda y al final les deca, "Bueno, est bien". As era el juego. Recuerdo que un da fui a casa de mi abuela, y en vista de que siempre me haba dado dinero, le dije: "Abuela, me das dinero?" Me mir y respondi: "Ilm. inuncc pidas dinero!" Me sent confundido. Era yo an pequeo y me pareci sensato que siellos me queran dar dinero y yo lo quera lo poda pedir. Pero haba esta tica, esta moralidad tcita que indicaba que los nios eran seres subordinados, a los que se vea pero no se escuchaba. Creo que no nos tomaban mucho en cuenta.

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1I De nia nunca vi que alguna mujer pidiera lo que quera. Mi madre jams expres un deseo. En la niez no tuve ningn modelo slido del papel femenino. No conoc a muchas mujeres de xito a mi alrededor.

Ron Hulnick, Autor de Financial Freedom in B Minutes a Day

Barbara De Angelis, doctora en filosofa, creadora de Making Love Work autora de Real Moments

2. CREENCIAS LIMIT ANTES E IMPRECISAS La segunda barrera para pedir lo que queremos son las creencias limitantes y negativas que se nos programaron en el subconsciente y que ahora controlan silenciosamente todos nuestros actos.
Todo lo que somos es resultado de lo que hemos pensado.
Dhammapada

Tim J>iering

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El hombre es lo que cree.
Antn Chejov

Muchos crecimos en hogares donde se ignoraba, se haca mofa, se daba por descartado o no se tomaba en cuenta lo

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que uno quera. Nuestras necesidades y deseos no eran importantes. No se nos daba a elegir o se nos preguntaba 10 gue preferamos, ni se nos concedan nuestras peticiones. Eramos ciudadanos de segunda clase que debamos comer 10 que se nos pona enfrente, usar 10 que se nos indicaba y hablar cuando se nos diriga la palabra. Vea si alguna de estas frases le traen reminiscencias de su niez, o lo que es todava peor, de su propia actitud como padre. Deja de molestarme con tus gemidos y preguntas. Deja de acosar a tu mam. Deja a tu abuela en paz. No quiero or hablar de eso. Ahorita no tengo tiempo para eso. No, otra vez t! Ahora qu quieres? Eres tan egosta. En lo nico que piensas es en ti mismo. Nunca consideras las necesidades de los dems, slo las tuyas. O como yo digo o a la calle, seorita! En tanto vivas en mi casa seguirs mis reglas. Si no te gusta vivir aqu, te puedes ir cuando quieras. Si no puedes decir algo agradable, mejor no digas nada. Cuando quiera tu opinin, te la pido. Aprate, tenemos mucho qu hacer hoy. No me importa lo que quieres. Cllate y haz lo que se te dice. Si cierras la boca y haces lo que se te dice, todo saldr bien. Haz lo que se te dice!
La escuela nos programa

las pblicas, si muestras inters y le pides al maestro que te explique algo, se te acusa de "convenenciero". Se te dice que hagas el trabajo solo, y que recibir ayuda o colaborar con otros es trampa. Muy pronto aprendemos que no est bien hacer preguntas estpidas, que el maestro nos echar una mirada fulminante y que los compaeros se reirn o te mirarn molestos. Por lo que muchos simplemente nos abrimos paso como podemos o de plano desistimos.
No se ubicaba en la escuela. lse sent en un escritorio caf cuadrado igual que los otros escritorios cafs cuadrados y pens que debera ser rojo. y su saln era un saln caf cuadrado, igual que todos los dems salones, y era estrecho y cerrado, destartalado. Odiaba coger el lpiz y el gis, con el brazo rgido y los pies planos en el piso, bajo la insistente mirada de la maestra. y entonces tena que escribir nmeros, y no era cualquier cosa. Eran peor que las letras, que podan significar algo si se ponan juntas ... Los nmeros eran rgidos y cuadrados y l los odiaba. La maestra vino y habl con l. Le dijo que usara una corbata como los dems muchachos. l respondi que no le gustaban y ella le contest que no importaba. Despus de eso dibujaron. Y l pint todo amarillo, que era omo senta respecto a la maana. Y era hermoso. La maestra vino y mir su dibujo. "Qu es esto?", pregunt. ~<.Porqu no dibujas algo como el dibujo de Ken? No es nlto?H Demasiadas preguntas. Despus de eso, su madre le compr una corbata y siempre 1)ln16aviones y naves espaciales como todos los dems.

Extracto de: "Sobre la escuela", un poema que se entreg a un maestro de ingls de 120. grado en Regina, Saskatchewan. Aunque no se sabe si el estudiante mismo lo escribi, se sabe que se suicid dos semanas ms tarde.

aedios de comunicacin nos programan pus de aos de televisin, los hombres han aprend111''''

En la escuela, si le pides ayuda al profesor, te dicen que eres "barbero" o "el consentido del profesor". En muchas eSCUl'

ser un verdadero hombre significa sufrir en silencio,

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ser macho, malvado y jams expresar vulnerabilidad o necesidades profundas. Los hombres aprenden a ocultar el desagrado emocional de controlar su dolor, sus deseos o sus necesidades reales mediante un comentario chistoso o reprimindolos. Esta imagen de hombre rudo con la que se identifican los hombres interfiere con el hecho de pedir ayuda y apoyo a los dems.

Nuestros mdicos nos programan

Nuestra preparacin religiosa nos condiciona

A temprana edad aprendemos que el mdico es Dios. Tenemos que hacer lo que el mdico dice. El mdico no tiene tiempo para tus tontas preguntas. Slo sigue la dieta que te dio, por favor. No cuestiones las recetas, el diagnstico o el tratamiento. Esperamos en sus consultorios durante horas sin cuestionar por qu no aprenden a programar sus consultas mejor. Pagamos por un mal servicio y a menudo padecemos sus actitudes arrogantes. Somos ignorantes. Ellos s saben. Slo haz lo que se te dice y no preguntes.
No hace mucho. uno joven madre llev o urgencias o su pequeo de dos aos y medio con uno temperatura de 41DC. El personal de emergencia colm o lo madre y le explicaron que o muchos nios les sube lo temperatura. que no se alarmara. Le dijeron que si el nio no estaba mejor por lo maana. entonces consultora o su mdico. Lo mujer regres o su coso afligido pero consider que se trotaba de expertos en medicino y que no deba hacer ms preguntas sobre el bienestar de su beb. Permaneci despierto gran parte de lo noche con su beb. y o los seis de lo maana le not algo que pareca uno contusin boja el brazo. Revis con ms atencin todo su cuerpo y de inmediato lo llev o otro hospital de urgencias porque yo estaba amoratado casi todo su cuerpecito. En este hospital le hicieron un minucioso examen y le informaron que su precioso nio no pasara el da. Tena meningitis

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La doctrina eclesistica, los pastores y predicadores, los evangelistas por televisin y la literatura religiosa condicionan nuestras creencias respecto a pedir lo que queremos.
Hay ms felicidad en dar que en recibir.
Hechos 20:35

Se me educ poro que fuero santo. Mi madre iba o entrar 01 convento, pero se cas y dio o su primer hijo. o m. o lo Virgen Mora y o su madre. Se me consagr y ofreci como un cordero en sacrificio. Se trotaba de ofrecer mi vida entero. Por lo tonto nunca pude pedir poro m. pues se supona que yo estaba poro ayudar o los pobres olmos en el purgatorio y o los nios que moran de hombre en Vietnam o o quien estuviese herido. hambriento o sin hogar en aquel momento. Se supona que debamos ayudar o los dems y no pedir paro nosotros. Se me ense que querer algo poro m era egosmo. que no haba suficiente paro todos. que no esperase mucho. Siempre me tena que asegurar de que todos los dems tuviesen algo antes de que yo tuviera algo. En lo juventud. mi esperanzo era morir joven y ser uno nio mrtir; entonces. por fin. mis podes me amaran. Se me ense que uno recibe su galardn en lo prximo vida. que no lo obtiene en sto. sa fue mi experiencia sobre el enfoque de lo iglesia: no puedes pedir paro ti. debes entregarte y ayudar o los dems. Casi me muero de asma por no pedir lo que quera.

-Marianne

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neumocccica, enfermedad que suele atacar a nios muy pequeos y que se puede tratar si se detecta a tiempo. Nadie puede asegurar si el pequeo se hubiera podido salvar, pero es una pregunta que tal vez ella se haga por el resto de su vida.

ms romance, atencin, afecto o ayuda en la cocina, tendr que pedido.

En el mundo no hay sensibilidad Se ignor su peticin de No Mensaje.
Fortune Cookie

Heather McNamara
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ALGUNAS DE LAS CREENCIAS LIMIT ANTES MS COMUNES

Si en verdad me amaras, yo no tendra que pedir

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Una de las frases que se oyen con ms frecuencia entre las parejas es: "Si en verdad me amaras, yo no tendra que pedir". Bien, pues no es cierto. Realmente es posible que alguien lo ame a uno y no sepa lo que uno quiere. No necesariamente van las dos cosas de la mano. Esta romntica creencia de que si alguien nos ama conocer intuitiva y anticipadamente todas nuestras necesidades ha generado grandes decepciones e infelicidad. Advertencia: A menos que se haya casado con un autntico squico, no es muy probable que su pareja sepa lo que usted quiere a menos que usted tenga el valor y la inteligencia de pedido con claridad. As como el genio de la lmpara no le puede conceder a Aladino un deseo a menos que ste le diga lo que quiere, su cnyuge o amante no le podr satisfacer sus deseos si no sabe cules son. Si desea

Como la mayor de diez hijos en una familia catlica irlandesa, . desde muy pequea se me educ a ser responsable. Tena yo seis aos, cuando mi mam nos llev a mis hermanas y a m a Vermont a visitar a mi ta. Yo iba en el asiento trasero con mis tres hermanas. La ms pequea, de dos meses de edad, no poda respirar bien. Le ped a mi madre que detuviera el auto, pero no lo hizo. Le dije: "Algo le sucede a Diana". Contest, como siempre, "Ya se le posor", Cuando llegamos a casa de mi ta, Diana estaba muerta. No importaba lo que yo pidiera: detn el auto, detn la carrera de ratas, deja de tener hijos, no dejes que la iglesia catlica diga que es inmoral que mi madre use pldoras anticonceptivas, no dejes que mi padre quiera vivir como los ricos. escchame, mame. prstame atencin, dedcame tiempo; jams reciba lo que peda. Despus de un tiempo dej de pedir. Despus de algunos aos tambin tuve problemas respiratorios, una asma mortal. Necesit diez aos de tratamiento para detener el asma y comenzar a pedir lo que quera.

Marianne R.
Un padre y su pequeo hijo salieron a pasear una tarde. El pequeo le pregunt cmo corra la electricidad por el alambre tendido entre los postes. "No s", respondi el padre. "Jams supe mucho sobre electricidad". Unas cuadras ms adelante, el muchacho le pregunt de dnde surgan los rayos y truenos. "A decir verdad", confes el padre, "yo mismo nunca lo comprend muy bien". El muchacho sigui haciendo preguntas a lo largo de todo I paseo, pero el padre no pudo aclarar ninguna. Por ltimo. al cercarse a la casa, pregunt el hijo: "Papi, no te importa que te haya hecho tantas preguntas ...?" 'Claro que no", respondi el padre. "De qu otra forma vas aprender?" Speakers Sourcebook Il

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Claro que tarde o temprano, si el padre no busca las respuestas, el hijo deja de hacer preguntas. Desaparece la curiosidad y el deseo de aprender.

Mi xito va a despojar a alguien.

Lo que creo que sucedi es que cada vez que yo deseaba algo siempre apareca la sensacin de que en alguna forma el que yo recibiera algo dejaba a otro sin eso. Necesit mucho tiempo para aprender que el universo no funciona as.

Jane

Blueslein

pus no nos podamos deshacer. Aprendemos de nios que con el cachorro llegan las responsabilidades; hay que darle de comer y sacarlo a pasear. Sipido un hombre y lo obtengo, puede resultar un violador, y si me caso con l. no me podr deshacer de l por el resto de mi vida. Si pido que me transfieran, tal vez no me guste el nuevo lugar tanto como el actual. As que mejor no pido. Recuerdo el momento exacto de mi vida cuando me di cuenta de que tena la habilidad de visualizar cosas. pedirlas y obtenerlas. Tendramos unos quince aos cuando me dije: 'Puedo tener lo que pida". Y me asust la idea porque me haban dicho que uno tena que ser muy cuidadoso con lo que pidiera porque lo poda obtener y volverse en realidad infeliz. Desde ese momento me dio miedo pedir cosas porque me haba dado cuenta de que poda pedir lo que quisiera. pero tema pedir algo. obtenerlo y ser terriblemente infeliz.

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Muchos pensamos que no hay suficiente tiempo, dinero, comida o atencin para todos. Creemos que si recibimos lo que queremos de algn modo vamos a impedir que otros reciban lo que necesitan. Suponemos que si queremos algo y lo recibimos, habr menos a disposicin de los dems. Suponemos que no hay suficiente comida para' alimentar a todos, por lo que es mejor que no comamos ms de lo que nos corresponde. Suponemos que debemos aguantar un trabajo aburrido en un sitio que nos desagrada porque tenemos la suerte de por lo menos tener trabajo. Si dejamos ste quiz no encontremos otro.
Si recibo lo que quiero, eso me har infeliz Si un hombre pudiese tener la mitad de lo que desea, tendra el doble de problemas. Benjamin Franklin Ten cuidado con lo que pides porque se te puede cumplir.
Frase comn entre los padres
El mito ms comn es que si pedimos lo que queremos y lo obtenemos, podemos pedir algo equivocado de lo que des-

Kay Walburger

3. TEMOR
Slo la mente puede producir temor.
Un curso de milagros

orno resultado de las experiencias embarazosas, dolo)HaS y negativas de nuestra niez, nos da miedo participar, nos da miedo ir tras de esas cosas que en verdad queremos deseamos. Tememos que se nos vulnere, lastime o recha, parecer tontos o desprestigiarnos. Como resultado de los miedos, nos hacemos pasivos. Nos conformamos con menos de lo que en realidad queremos y estamos a juicio de [ulenes reciben lo que nosotros queremos. No tenemos el valor de pedir o la autodisciplina de crear. Terminamos usundo toda nuestra energa para protegemos contra los mtasmas que hemos creado en nuestra mente en lugar de IIAlIr dicha energa para crear lo que queremos.

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Temor al rechazo Quiero que vengas a mi casa y no quiero. Eres tan importante, pero nuestra puerta tiene un hoyo. y mi mam no tiene un rico pastel para servir. Quiero que vengas a mi casa, maestra, pero no quiero. Mi hermano mastica con la boca abierta y mi pap a veces eructa. Quisiera poder confiar en ti, maestra, para invitarte a mi casa.
A\bert Callum"

Estando en secundaria, durante mucho tiempo estuve enamorado de una muchacha muy bonita. Se trataba de la muchacha ms hermosa e interesante de toda la escuela. Me intimidaba tanto, que en su presencia casi no poda hablar. Un par de aos ms tarde me la encontr y me dijo que yo haba sido su gran amor y que se mora por que le pidiera salir conmigo. Desperdici dos aos de mi vida por mi temor. Cuando finalmente le ped que saliramos. me dijo: "El problema con ustedes, los hombres, es que siempre se rechazan antes de darnos a nosotras, las mujeres, la oportunidad de hacerla. Ustedes se dicen no antes de que nosotras lo hagamos. Deberan ser ms osodos", John Tay\or

Que se burlaran de m, humillacin y rechazo. ser inoportuno, no s si alguna vez realmente pens que alguien aceptara salir conmigo. Que no era lo suficientemente bueno.

Michae\ Hesse

emor a parecer tonto

Para muchos, el temor que nos paraliza es: "Si pido lo que uiero parecer un tonto y entonces la gente no me querr".
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En la escuela jams hice preguntas, n: ped consejo. ni le ped 01 maestro que fuera ms despacio porque entonces uno pareclo tonto. Jams ped: "Por favor ms despacio, no s de qu st hoblcndo". Tim Picring

El miedo avasallador ms poderoso que nos frena par) pedir lo que queremos es el temor al rechazo.
Hombre en un bar: Qu tendra que darle por un besito? Mujer: Cloroformo.

Comenc a preguntarme: De qu tengo miedo realmente?" Cada vez que me apareca esa sensacin de impotencia, de que en ninguna situacin me iba a atrever. Tema el rechazo y el rechazo apareca con cien caras diferentes, esto es, que nunca era lo bastante bueno, que jams lo hara en la forma correcta o que la gente se reira de m. El temor nmero uno era el miedo al rechazo. y en aquella poca TEMORen mi vida significaba 'Olvdalo y huye". Stan Dalc

Otra cosa de la que tena miedo era pedir ayuda a los maestros, ya que se me consideraba dotado. Por lo tanto, nsaba que se supona que yo saba todo y que si levantaba mano, entonces no estaba realmente dotado. Con mucha cuencia tuve grandes problemas acadmicos porque no dio levantar la mano ni preguntar.

Hanoch McCarty
nclllamente no puedo hablar con mi mam. Temo pedirle lUO hablemos incluso de esto porque temo que se enoje con111100 O que no comprenda. Temo pedirle ayuda a los maestros

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con la tarea porque pensarn que soy tonto. Temo levantar la mano en clase y pedir que se me aclare algo porque los compaeros pensarn que soy retrasado, y tal vez tambin el maestro y entonces obtendr una calificacin ms baja. No quiero parecer tonto. Temo pedir a mis compaeros que me ayuden con la tarea, porque entonces parecer que los necesito y ellos usarn esto en mi contra.

senta perdido. Tema preguntar: "Qu significa esa palabra?", o "POdra explicar eso otra vez?" Jack Canfield

Temor a ser impotente

Pedirle algo a alguien te hace vulnerable. En cierta forma. significa que te pueden herir al negarte las cosas que quieres. No me gusta darle a nadie ese tipo de poder sobre m.

Estudiante

de secundaria

11;

11'

Me encontraba en un retiro de diez das para meditar, y como a los siete das de estar ah. a cada participante se le hizo una entrevista personal para asegurarse de que seguamos en nuestro sano juicio. Todo el retiro se llevaba a cabo en silencio, sin contacto visual ni plticas, sin escribir un diario ni leer. Slo meditar, caminar, comer y dormir. Recuerdo que el instructor me pregunt cmo me iba. Respond: "Creo que me estoy volviendo loco. Todo lo que en alguna vez cre ya no tiene sentido. Ya no estoy seguro de que lo que alguna vez pens que era realidad, en verdad lo sea". Pens que me iba a decir: "Est bien, vaya a comer algo de carne y retrese. Mire algo de televisin, ponga los pies en la tierra, o algo parecido". En cambio contest: "Muy bien". Me asombr. Pens: "Cmo puede estar eso muy bien?" Continu: "De cualquier forma, la mayor parte de lo que cree no es verdad. Uno tiene que liberarse de todas las ideas preconcebidas para poder realmente tomar conciencia de lo que en verdad hay. Todas sus creencias se estn diluyendo para que pueda entrar a un espacio de conciencia pura". Dej la entrevista sintiendo que la cabeza me daba vueltas. Sal a la terraza de la gran mansin georgiana en la que estbamos y abrac esta enorme columna como para aferrarme a la querida vida. Me senta como si ya no estuviese seguro de nada, como en un estado de "No s". Entonces me lleg este enorme flujo de recuerdos de pocas de mi vida en que no era bien visto no saber, como cuando mi pap me pregunt: "Dnde est el martillo?" C'No s"). "Mejor vas sabiendo, maldita sea. t fuiste el ltimo que lo us". No era bueno no saber. Recuerdo mi primer ao de profesor, cuando los estudiantes me hacan preguntas y yo no saba las respuestas. No era correcto no saber, por lo que comenc a simular, a pretender que saba, a pretender que haba ledo libros que no haba ledo, a rer de chistes que no comprenda, a aseverar con la cabeza como si comprendiera cuando me

Kevin Smith

Temor a la humillacin

De nios, a muchos se nos humill, se nos hizo sentir vergenza y embarazo por preguntar. En algunos salones de clase el simple hecho de levantar la mano para pedir permiso para ir al bao puede ser una experiencia humillante.
"Tienes que ir a hacer del uno o del dos?" "Tienes que ira lafuerza?" " Ests seguro de que no te puedes aguantar?" "Te urge?"

Temor al castigo
Fui una de las personas ms temerosas en la faz de este planeta. Mi madre me golpeaba si peda cualquier cosa. Sola gritarme: "Qu te pasa? Eres idiota o qu?; sa era su respuesta favorita. Se me castigaba por todo y por nada. Mi padre casi no estaba en casa, as que a l no le poda pedir nada, y cuando lo haca, siempre tema or "iNo'" "No" era lo ms devastador que alguien me poda decir porque necesitaba de todo mi valor para darme nimos y atreverme a pedir algo. No importaba lo que pidiese. Pedir significaba que era egosta, eglatra, egocntrico, puras cosas negativas. La letana de ataques para rebajarme y ponerme en mi lugar fue profunda. Con el tiempo me fue ms sencillo no pedir o andar con rodeos Que pedir con franqueza lo que quera. A los ocho aos de edad, mi madre ya era virtuosa del violn n Rusia. Una noche, cuando practicaba para un concierto, su adrastro lleg borracho, tom su violn y lo destroz contra la

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pared. Algo se rompi en su interior y mi madre tom la decisin de odiar a todos los hombres. Veinte aos ms tarde, cuando se supona que iba a ser una madre que amara y alimentara a sus hijos y a su marido, sencillamente no pudo. La nia que haba en su interior maldeca, condenaba, reprobaba y odiaba a todos los hombres, incluso a m. su propio hijo. Stan Date

Cuando mi amigo tena ocho aos, le dijo su padre: "Regresa el bote al agua". Torci y da el bote porque su padre olvid darle un montn de instrucciones: cmo encender el carro. cmo conducirlo para mantener el boje derecho, etc. Y mi amigo no pregunt, porque en su familia se golpeaba por no saber. Pedir informacin se castigaba con violencia y se completaba con un comentario como: "Ya una vez te dije cmo encender el auto". KeJle Apene

Cuando se junta todo esto y se sienta uno a pensar que deseara decirle a su marido: "Necesito ms atencin", las palabras se te atrancan en la garganta, no importa lo preparada que est, no importa qu tan fuerte o agresiva seas, qu tanto puedas comentario con otras personas. Hay miles de aos de programacin que gritan: "No, no lo digas. Si lo dices, te van a sacar a patadas de la cueva y te quedars sola y te comern los lobos, porque hay muchas otras mujeres de donde vienes que te pueden sustituir".

Brbara De Angelis, doctora en filosofa, creadora de Making Love Work; autora de Real Moments

Temor a verse obligado de por vida

Algunas personas temen que si le piden a alguien lo que quieren, se van a ver comprometidas con ellas de por vida.
da ped que si podan pasar la noche en casa de un amigo nuestros dos hijos aunque slo haba sido invitado uno. Los padres aceptaron. Despus, estos mismos padres salieron a festejar su aniversario y me pidieron si sus hijas podan pasar la noche en nuestra casa. Cuando regresaron, me trajeron un regalo. Ahora me siento obligada a lIevarles un regalo y temo que este ciclo contine, verme yo obligada con ellos y despus ellos conmigo y as eternamente. Patty Hansen

Temor al abandono
las mujeres se les dice que pedir, querer o anhelar algo es caracterstica masculina. Esalgo agresivo, no receptivo. "No seas tan insistente, no seas tan exigente. No es femenino, no es bonito. Te van a decir vulgar o marimacho". As que se nos ensea a no pedir y a tomar lo que se nos da. Este es el enemigo nmero uno de todas las mujeres en cualquier nivel de su vida: emocional. fsico, sexual y financiero Cualquier mujer puede narrar ms de una historia sobre querer algo y no pedirlo o sobre aceptar algo que era menos de lo que quera. Es en verdad triste y a los hombres les suele costar trabajo comprender nuestro dolor. Por ejemplo, un individuo le reprocha a su mujer: ..Por qu no simplemente me lo pides? Por qu tienes que preocuparte y tratar de imaginarte lo que yo pienso?" Los hombres no comprenden lo que es ser ciudadano de segunda clase. Si consideramos que las mujeres ni siquiera poda votar hace unos cien aos; si consideramos que a las mujeres todava no se les remunera su trabajo como a los hombres; que todava hay niveles de autoridad que las mujeres no pueden alcanzar en el mundo de los negocios, con frecuencia existe una fuerte conciencia en todas las mujeres que dice: 'Soy diferente: soy inferior. Se me considera inferior. No puedo y no debo pedir, y si lo hago, vaya pagarlo caro".

Un

4. BAJA AUTO ESTIMA egn estudios recientes, slo uno de cada tres individuos tiene una elevada autoestima.' "Mire a su derecha y ahora su izquierda; slo uno de ustedes est bien", es la norma ue usamos en nuestros seminarios. Uno de cada tres! ufrimos de una epidemia general de baja autoestima. Casi ninguno de nosotros se siente digno de amor, felicid y satisfaccin y adecuado para forjar el tipo de vida ue quiere. Padecemos complejos de inferioridad, culpabilidad neurtica y falta de confianza en nosotros mismos. orno resultado, no creemos que nuestras necesidades y

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deseos sean importantes y que vale la pena conseguirlos. Nos volvemos dependientes de nuestra creencia de que las necesidades de los dems son ms importantes que las propias, en especial las necesidades de los hombres, nuestros hijos, nuestros padres en edad avanzada, nuestro jefe, los pobres y los necesitados. Sacrificamos nuestra propia satisfaccin en el altar del cuidado de otros.

propias necesidades y deseos. No me senta digno de seguir disfrutando del placer de la vida ya que ninguno de mis hombres pudo hacerlo. Se pidi omitir el nombre

Creo que el temor a no ser digno es el mayor obstculo para que la gente pida lo que quiere. Cuando uno sabe que es digno, es fcil pedir. Diane Loomans

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Con que alguien me quisiera me sentira feliz
Antes, si le gustaba yo a alguien, automticamente tena relaciones con l por el solo hecho de que l me quisiera. Ni siquiera me preguntaba: "Puedo conseguir algo mejor?", o Qu quiero yo?" Mejor pensaba: "Excelente, alguien quiere estar conmigo". sta es definitivamente la razn de que me haya casado una y otra vez cuando tena veintitantos aos. Cuando mi primer esposo me pidi que nos casramos. ni siquiera estaba enamorada de l. No me pregunt si era la persona idnea para m, jams me pregunt nada. Simplemente lo acept porque alguien me quera. En el trabajo contrataba a la gente porque ellos queran estar cerca de m. Jams me pregunt: "Tienen capacidad? Son inteligentes? Pueden hacer un buen trabajo? Me agradan?" Slo saba que ellos me queran . Todo esto me cost mucho dolor y desilusin. Barb ara De Angelis

Creo que cada vez que una mujer pide lo que quiere, entra en guerra con miles de aos de programacin gentica. Esalgo genticamente arraigado en lo ms profundo de nuestro ser. Proviene de que las mujeres tenemos la sensacin de ser unas intiles cuando estamos solas, de no podemos mantener por nosotras mismas, de que como mujeres alguien se aprovechar de nosotras y que, por lo tanto, necesitamos atamos a lo que sea, pero que sea ms poderoso que nosotras; un hombre. el trabajo, un amigo. no importa qu. Necesitamos atamos a algo fuera de nosotras para sentimos seguras. Y como no queremos arriesgar nuestra seguridad. esto es. nuestra sobrevivencia. mejor no pedimos. Barbara De Angclis

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1"

Sensacin de no ser digno

Durante la Segunda Guerra Mundial, dirig una compaa de hombres en la zona del ro Rin. Despus de una terrible batalla que dur tres das, me percat de que yo era el nico sobreviviente. Perd a todos los hombres de mi tropa. Estaba devastado. stoseran los hombres de los que yo era responsable y todos estaban muertos. Por qu slo yo tena que sobrevivir? Me sent un total fracasado. Me sent culpable de vivir cuando todos los dems haban muerto. Cuando regres a Miami, me corr una parranda de tres das y despus me un al Monasterio Benedictino, satisfaciendo mis

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la mujeres norteamericanas de origen africano estn quince veces ms propensas a adquirir SIDA que sus contrapartes blancas. En estudios realizados con esta poblacin. fue evidente la relacin entre la auto estima y el cuidado de s mismas. A una mujer se le pregunt si siempre usaba condn cuando tena relaciones sexuales. Respondi que no porque se trataba de la relacin con su hombre y que de ningn modo poda pedirle interponer algo entre ambos y adems. cualquier cosa que l tuviese (quizs hasta enfermedades que se transmiten sexualmente), era suyo tambin. As, de alguna manera para ella era ms importante tener una relacin que su propia vida. El miedo era otro factor. Senta que no le poda pedir hacer algo que la protegiera porque podra molestarse y golpearla. Otra de las participantes. una mujer de casi cincuenta aos, rompi en lgrimas al ser entrevistada. Cuando se le pregunt por qu lloraba, contest: "sta es la primera vez en mi vida que alguien se ha preocupado por preguntarme lo que pienso o lo que siento acerca de algo". Era obvio que estaba profundamente conmovida porque valorbamos suopinin. Despus de

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todo, ms de cuarenta aos es mucho tiempo para ser menospreciada. Frank Siccone

Mis necesidades no son importantes No quiero que te metas en problemas por m. Pero s610 si no te molesta. No quiero darte ms trabajo.

Cuando no obtenemos lo que queremos de la gente importante para nuestra vida, a menudo suponemos que lo que queremos no tiene importancia. De hecho, nos vamos al otro extremo, a un estado de codependencia pues creemos que las necesidades y deseos de otros son ms importantes que los nuestros. As que no volvemos a pedir nada.
No s cuntas veces mi ex marido me pregunt qu quera para mi cumpleaos y despus de decrselo, me traa algo diferente. Cuando le preguntaba: "Qu te hizo decidir darme esto en lugar de lo que yo quera?", responda: 'Pens que usaras ms ste". Patty Aubcry ift!,
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suceso de una serie en que recibira casi lo que peda, pero no completamente. Lo que sucedi despus de esto, fue que durante aos, si iba de compras, aun cuando encontrara lo que quera, me quedaba con lo que le segua de menor calidad. Si buscaba un televisar, encontraba el que quera, pero me quedaba con el que le segua ms abajo. Si buscaba ropa, jams compraba exactamente lo que quera. Porque en mi forma de pensar era afortunada de tener algo. Una de las reglas de la familia era "no quieras". He tratado de encontrar de dnde proviene eso y creo que el tener padres que crecieron en la pobreza me hizo sentir afortunada de tener algo. "Tienes suerte de que no sea peor, afortunada por esto, afortunada por aquello, deberas estar agradecida, etctera. Estoslo me dio el mensaje de que yo no era digna de recibir lo que realmente quera, que en verdad no mereca recibir lo mejor. jane Bluestein

En vista de que mi padre rara vez estaba cerca y de que haca muchas promesas que nunca cumpla, mi experiencia fue que si uno pide, se decepciona. Asque no pidas y toma lo que puedas. Para m era algo superior a una conciencia de escasez. Era conciencia de desesperacin. Era" A m me tocan las sobras del universo'. Barbara De Angclis

No lo valgo
Recuerdo que alguna vez necesit un juego de maletas, Mi padre estaba en el negocio de muebles y conoca a mucha gente de tiendas, as que me pregunt qu quera. Le dije que haba visto un juego azul marca American Tourister que me haba encantado. Sali y regres a casa con un juego de equipaje verde marca Crown. Las mismas piezas, el mismo tipo, pero no era lo que le haba pedida, Le haba dicho lo que quera, y termin recibiendo algo inferior. Era un poco ms barato. Cuando le dije "Es muy bonito, pero yo quera los American Touristersen azul", recib un tremendo sermn sobre lo afortunada que era de tener un juego de maletas. "Hay mucha gente que tiene que llevar sus cosas en costales". se fue su argumento. Me di cuenta de que se era un

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ti,:'

Recuerdo la primera vez que ped 500 dlares de honorarios como conferenciante. Literalmente tuve que tomar un trago de agua para que saliera de mi boca. La mujer que me contrat xclam: "Perfecto, est bien". S610 la mir y me dijo: "No pens que le bamos a decir que l. verdad?" Pens: "Soy tan transparente?" Continu: "Es ue usted vale los 500 dlares". jane B1uestcin

Itemor de que el rechazo confirme alguna creencia

undamente arraigada respecto a m mismo S.ORGULLO

ichos, en especial los hombres, nos quedamos presos en tro orgullo. Somos demasiado arrogantes como para

,Wr que necesitamos algo o a alguien. No nos dctcne-

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LA VIDA frENE LA MANERA DE REFORZAR fODO LO QUE PEORVALORO DE M MI5MO! )

-Reprinted

by perrnission

DI Nalional

Forum. lnc.

"Porque mi programacin gentica me impide detenerme a pedirquese me oriente, por eso!"

mos a pedir que se nos oriente, aconseje o ayude. Estamos convencidos de que necesitamos hacerlo todo nosotros mismos, por lo general a la perfeccin, y al primer intento, o nos arriesgamos a perder el respeto, la amistad y nuestro propio sentido de suficiencia.
No poda uno simplemente decir "Oiga, seor, [me podra ayudar?" No! Eso te habra desinflado!
Clark Cable a Claudette Colbert en lt Happened One Night'

Segu buscando el sealamiento que haba anotado. Finalmente encontr la seal del lado izquierdo del camino, no del derecho, como se me haba indicado. En ese momento "me di por vencido" y me dirig a un pequeo casero; le pregunt a un hombre que trabajaba con un martillo. No tena idea de lo que le peda, ya que l slo hablaba espaol y yo slo ingls. No obstante, de algn modo nos comunicamos tiotsies, horsies y me seal el camino. Para entonces mi esposa echaba humo. "Por qu no les preguntaste a los dueos de la cuadra?" , me inquiri. Comenoba a dudar en serio si la encontrara y ya estbamos retrasados. Me di vuelta en un camino de tierra que pareca promisorio y "iHe aqu!", ah estaba la cuadra. "Ves", le dije a mi esposa, "es que t no tienes fe en m. Yo saba que poda encontrarlo SOlo'. Le demostr que tena la razn, pero cul fue el precio ue tuve que pagar por ello? la hermosa maana con mi familia se convirti en una asodilla. Mi esposa se enoj conmigo y loshijos lloraron. lo ms fcil hubiera sido decirle al dueo de la cuadra cuando hice las rOservaciones: "Lo siento, puede indicarme ms claramente I comino? No conozco la zona. Me puede repetir qu tan toJos est?" Pero esto implicaba admitir que necesitaba ms yudo de la que ya haba recibido y mi orgullo no me lo hubiera po/mitido. Mark Victor Hansen

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Lit

OdiO pedir que se me oriente. Escomo admitir que no s lo que estoy haciendo. Me imagino que con slo buscarle un rato, al poco tiempo le atino. Jeff Aubery

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Mi familia y yo fuimos de vacaciones a Sedona, Arzono. y decidimos montar a caballo. Telefonee a la cuadra para hacer las reservaciones y para que me indicaran cmo llegar. Me dieron pocas indicaciones, pero me imagin que poda de algn modo encontrar el lugar. Al salir de la ciudad me pregunt mi esposa si me iba a detener y llamar al establo de nuevo para que me orientaran mejor. Sihaca eso parecera incompetente e incapacitado, por lo que me negu y segu adelante. A medida que recorramos lo que nos pareci kilmetros y kilmetros mi esposa se iba poniendo ms inquieta e irritada.

!for preguntar dos veces que perderse una vez.

Proverbio dans

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Temo parecer menos dbil y necesitado

Supongo que en muchos casos prefiero no pedir. Soy hombre, ex infante de marina, un tipo grande y fuerte ya veces pienso: Por qu necesito que otros me ovuden?" Como le sucede a mucha gente, me gusta ms dar que recibir porque no quiero sentirme obligado por recibir. Me quem y qued cuatro aos y medio paralizado. En esta situacin, es prcticamente imposible no depender de otros para algunas cosas. A veces es muy duro admitir que uno no puede hacer todo lo que los dems s pueden. Creo que a la mayora de la gente le gusta ayudar a las "personas oiscopocitcdos". Lo que necesitan comprender es cunta independencia se le quita a la otra persona cuando sta est capacitada para hacer el trabajo pero no se le da la oportunidad. Yo les aconsejo que miren, que pregunten, escuchen y despus ayuden. W. Mitchell

Comenc con un pequeo restaurante hace unos siete aos, pero a los dos aos quebr. En realidad nunca consegu el decorado que quera y jams tuvimos el dinero para la publicidad que necesitbamos. Supongo que habra podido pedirle a mi pap que me prestara el dinero que necesitaba, pero en aquel momento mi ego se interpuso. Quera probar que lo poda conseguir solo, pero lo que en verdad prob fue que necesitaba ms ayuda de la que ped. Steve Parker

Un seor est parado en la cola para tomar el autobs y atrs de l est un Joven que le dice: "Perdone, tiene fuego?H El viejo responde un tanto molesto: "No, no tengoH. Eljoven piensa: "Pero no me vayas a matar", y le pide fuego a otra persona. Poco tiempo despus, el tipo de ms edad enciende un cigarrillo, por lo que el joven le reclama: "Oiga, por qu me dijo que no tena cerillas cuando es obvio que slos tiene?" El viejo le contesta: "Mire, si le hubiese dado fuego, usted y' yo probablemente habramos comenzado a platicar. Y si hubisemos comenzado a platicar, tal vez habramos terminado sentndonos juntos en el autobs. Y si nos hubisemos sentado juntos en el autobs, habramos terminado platicando de nuestras cosas. Usted se ve un buen tipo y quizs habra comenzado a agradarme. Yentonces probablemente lo habra invitado a bajarse en mi parada y venir a cenar a mi casa. Y si usted viniera a cenar a mi casa, tal vez conocera a mi hija. Y si usted conociera a mi hija, tal vez saldra con ella. Y siusted saliera con ella, quin sabe, una cosa lleva a otra, tal vez terminara casndose con ella y yo no quiero que ella se case con alguien que no puede comprarse un encendedor".

Hanoch McCarty

Se nos programa en el orgullo

[Agallas!

Se supone que los hombres tienen todo, que no necesitan a nadie, que tienen confianza en smismos, por lo que no pueden mostrar que tienen una necesidad, ya que pedir lo que quieres implica que no lo tienes. Pedir implica necesitar, necesitar implica debilidad y debilidad implica que no eres hombre Por lo tanto. si pido, no soy hombre. Barbara De Angclis

Agallas! !Orgullo! !Orgullo! Lealtad! Lealtad! Uno, dos, tres, cuatro, Cuerpos de la Marina de Estados Unidos.
Estrofa de una marcha de los Cuerpos de la Marina

Temor a que la gente me juzgue por no tenerlo todava

Hanoch Mcf.arty nos relata el siguiente chiste que su madre sola contar todo el tiempo. Ilustra el punto de tener miedo dl' preguntar porque en alguna forma expone nuestras limita ciones.

Bn la milicia, la norma es, no pidas ayuda, no seas quisquilloso, no pidas un trato especial. En la pelcula A Few Good n vemos a un infante de marina muerto en su cama rque una dolencia le impidi ir al paso del resto de las paso

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Recuerdo en los Cuerpos de Infantera o esos coroneles o comandantes que suelen decir: "Oigan. sitienen algn problema, mi puerto est abierto. pueden entrar". Pero si entras con un problema. significo que eres dbil. En lo Marino se sobreentiende que "Lo tomos y lo resuelves t solo. No me vengas o chillar. Estodo tuyo. No pidas ayudo. Tienes que estar capacitado paro acabar con l t solo", Tim Piering

destruye cualquier posibilidad de pedir ayudo. Mi padre fue un hombre que se hizo solo y que sobrevivi o lo Depresin sin ayudo. Su lema era que uno no pide ayudo porque le hace o uno parecer vulnerable. y si eres vulnerable y lo gente ve que no eres perfecto. te lastiman. Jane Bluestein

"iAhr, dijo Aladino, "Ahora entiendo por qu no he pedido lo que quiero. As que si comienzo a pedir lo que quiero, qu cambios sufrir mi vida:

Se supone que somos capaces de imaginrnoslo sin ayuda

Esta creencia de que somos capaces de imaginrnoslo sin ayuda, es algo tan arraigado en nuestra cultura que cuando compramos una videocasetera, la instalamos sin leer el manual de instrucciones. Slo vemos el manual como ltimo recurso si no logramos que funcione. Por qu ser que casi todas las videocaseteras tienen un 12:00 parpadeando en el panel de control? Ni siquiera somos capaces de ver en el manual cmo programar el reloj. Slo consultamos el manual de nuestras computadoras cuando hemos agotado todas las dems posibilidades. Somos una nacin de solitarios y autosuficientes, consumidores del "hgalo usted mismo", entrenados a sufrir estoicamente y en silencio hasta el final. Esta creencia se ha infiltrado tanto en nuestra cultura que en muchos vecindarios ha llegado a ser un estigma pedir apoyo emocional y psicolgico. El hecho de que el senador Thomas Eagleton de Missouri buscara en una ocasin ayuda psicolgica le cost la nominacin demcrata pa ra vicepresidente en 1972.Se supona que si alguna vez ha ba buscado ayuda de este tipo, no se poda confiar en qUl' fuera estable y competente bajo presin. Por qu nuestro seguro y los programas de salud del pas no cubren los cuidados a la salud mental? Creemos que las verdaderapersonas, en especial los hombres, sencillamente se lo tr.i gan y manejan la situacin solos.
En mi familia haba la increble presin de tener que estar siempre "bien". verse bien. ser perfecto y no cometer errores. Esto