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A Traves de Las Puertas de La Llave de Plata

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A travs de las puertas de la llave de plata E. Hoffmann Price y H. P.

Lovecraft I En una inmensa sala de paredes ornadas con tapices de extraas figuras y suelo cubierto con alfombras de Bouk ara de extraordinaria manufactura e incre!ble antig"edad# se allaban cuatro ombres sentados en torno a una mesa atestada de documentos. En los rincones de unos tr!podes de ierro for$ado %ue un negro de avan&ad!sima edad y oscura librea alimentaba de cuando en cuando# emanaban los ipn'ticos perfumes del ol!bano# mientras en un nic o profundo# a uno de los lados# lat!a acompasado un extrao relo$ en forma de ata(d# cuya esfera estaba adornada de enigm)ticos $erogl!ficos# y cuyas cuatro manecillas no giraban de acuerdo con ning(n sistema cronol'gico de este planeta. Era una estancia turbadora y extraa# pero muy en consonancia con las actividades %ue se desarrollaban en ella. Por%ue all!# en la residencia de *ueva +rleans del m!stico# matem)tico y orientalista m)s grande de este continente# se estaba ventilando el reparto de la erencia de un sabio# m!stico# escritor y soador no menos eminente# %ue cuatro aos antes ab!a desaparecido de este mundo. ,andolp -arter# %ue durante toda su vida ab!a tratado de sustraerse al tedio y a las limitaciones de la realidad ordinaria evocando paisa$es de ensueo y fabulosos accesos a otras dimensiones# desapareci' del mundo de los ombres el . de octubre de /012# a la edad de cincuenta y cuatro aos. 3u carrera ab!a sido extraa y solitaria# y ab!a %uienes supon!an# por sus extravagantes novelas# %ue ab!an debido sucederle cosas a(n m)s extraas %ue las %ue se conoc!an de l. 3u asociaci'n con Harley 4arren# el m!stico de -arolina del 3ur cuyos estudios sobre la primitiva lengua naakal de los sacerdotes imalayos tan atroces consecuencias tuvieron# fue muy !ntima. Efectivamente# -arter ab!a sido %uien 5una noc e enlo%uecedora y terrible# en un antiguo cementerio5 vio descender a 4arren a la cripta (meda y salitrosa de la %ue nunca regres'. -arter viv!a en Boston# pero todos sus antepasados proced!an de esa regi'n montaosa y agreste %ue se extiende tras la vetusta ciudad de Ark am# llena de leyendas y bru$er!as. 6 fue all!# entre esos montes antiguos# preados de misterio# donde# finalmente# ab!a desaparecido l tambin. Parks# su vie$o criado# %ue muri' a principios de /078# se ab!a referido a cierto cofrecillo de madera extraamente arom)tica# cubierto de orribles adornos %ue ab!a encontrado en el desv)n# a un pergamino indescifrable# y a una llave de plata labrada con raros dibu$os %ue conten!a la ar%ueta. En torno a estos ob$etos# el propio -arter ab!a mantenido

correspondencia con otras personas. -arter# seg(n di$o# le ab!a contado %ue esta llave proven!a de sus antepasados y %ue le ayudar!a a abrir las puertas de su infancia perdida# y de extraas dimensiones y fant)sticas regiones %ue asta entonces ab!a visitado s'lo en sueos vagos# fugaces y evanescentes. 9n d!a# finalmente# -arter ab!a cogido el cofrecillo con su contenido# y se ab!a marc ado en su coc e para no volver m)s. :)s tarde ab!an encontrado el coc e al borde de una carretera vie$a y cubierta de yerba %ue# a espaldas de la desolada ciudad de Ark am# atraviesa las colinas %ue abitaron un d!a los antepasados de -arter# de cuya gran residencia s'lo %ueda el s'tano ruinoso# abierto de cara al cielo. En un bos%uecillo de olmos inmensos ab!a desaparecido en /.2/ otro de los -arter# no muy le$os de la casita medio derruida donde la bru$a ;oody <o=ler preparaba sus abominables pociones# tiempo atr)s. En />01# la regi'n ab!a sido coloni&ada por gentes %ue u!an de la ca&a de bru$as de 3alem# y a(n a ora conserva una fama vagamente siniestra# aun%ue debida a unos ec os dif!ciles de determinar. Edmund -arter ab!a logrado uir $usto a tiempo del :onte de las Horcas# adonde le %uer!an llevar sus conciudadanos# pero todav!a corr!an muc os rumores acerca de sus ec i&os y bru$er!as. ?6 a ora# al parecer# su (nico descendiente ab!a ido a reunirse con l@ En el coc e ab!an encontrado el cofrecillo de orribles relieves y fragante madera# as! como el pergamino indescifrable. La llave de plata no estaba. 3e supone %ue -arter se la ab!a llevado consigo. 6 no se ten!an referencias del caso. La polic!a de Boston ab!a dic o %ue las vigas derrumbadas de la vie$a morada de los -arter mostraban cierto desorden# y alguien ab!a encontrado un pauelo en la siniestra ladera rocosa cubierta de )rboles %ue se eleva detr)s de las ruinas# no le$os de la terrible caverna llamada de las 3erpientes. <ue entonces cuando las leyendas %ue corr!an por la regi'n sobre la -averna de las 3erpientes cobraron renovada vitalidad. Los campesinos volvieron a ablar en vo& ba$a de las pr)cticas imp!as a las %ue el vie$o Edmund -arter el bru$o se ab!a entregado en a%uella orrible gruta# a lo %ue a ora ven!a a aadirse la extraordinaria afici'n %ue el propio ,andolp -arter ab!a mostrado de nio por ese lugar. Aurante la infancia de -arter# la venerable mansi'n se ab!a mantenido en pie# con su anticuada tec umbre de cuatro vertientes# abitada s'lo por su t!o abuelo - ristop er. El la ab!a visitado con frecuencia# y ab!a ablado de modo especial sobre la -averna de las 3erpientes. Las gentes recordaban %ue m)s de una ve& se ab!a referido a una grieta %ue ab!a en un rinc'n ignorado de la cueva# y ac!an c)balas sobre el cambio %ue ab!a experimentado a ra!& de un d!a %ue pas' entero dentro de la caverna# a los nueve aos de edad. Esto ab!a sucedido en octubre# y desde entonces parec!a aber ad%uirido una inusitada facultad de predecir acontecimientos futuros.

La noc e en %ue desapareci' -arter# ab!a llovido# y nadie pudo encontrar la menor uella de los pasos %ue dio al ba$ar del coc e. En el interior de la -averna de las 3erpientes se ab!a formado un barro l!%uido y viscoso# debido a las grandes filtraciones de agua. 3'lo los r(sticos ignorantes murmuraron sobre ciertas uellas %ue ab!an cre!do descubrir en el sitio donde los grandes olmos sobresal!an por encima de la carretera y en la siniestra pendiente pr'xima a la -averna de las 3erpientes donde ab!a sido encontrado el pauelo. Pero# B%uin iba a acer caso de a%uellos rumores# seg(n los cuales esas uellas eran idnticas a las %ue de$aban las botas de puntera cuadrada %ue ab!a usado ,andolp -arter cuando era nioC Esa istoria era tan insensata como a%uella otra de %ue ab!an visto las uellas inconfundibles de las botas de Ben$ia -orey# %ue seg(n dec!an iban al encuentro de las uellas pe%ueas de la carretera. El vie$o Ben$ia -orey ab!a sido el criado del seor -arter cuando ,andolp era muy $oven# pero ac!a treinta aos %ue ab!a muerto. Aebieron ser esos rumores 5aadidos a las manifestaciones %ue el propio -arter ab!a ec o a Parks y a otros sobre su suposici'n de %ue la labrada llave de plata le ayudar!a a abrir las puertas de su perdida infancia5 los %ue indu$eron a ciertos investigadores ocultistas a declarar %ue el desaparecido ab!a conseguido dar la vuelta a la marc a del tiempo# regresando# a travs de cincuenta y cuatro aos# a ese d!a de octubre de /227 en %ue# siendo nio# ab!a permanecido tantas oras en la -averna de las 3erpientes. 3osten!an %ue# cuando sali' a%uella noc e de la cueva# -arter ab!a logrado de alg(n modo via$ar asta /012 y volver. BAcaso no sab!a despus las cosas %ue abr!an de suceder m)s tardeC 6 no obstante# $am)s se ab!a referido a suceso alguno posterior a /012. 9no de estos sabios 5un vie$o excntrico de Providence# , ode Dsland# %ue ab!a mantenido una larga y estrec a correspondencia con -arter ten!a una teor!a a(n m)s complicadaE dec!a %ue no s'lo ab!a regresado a la nie&# sino %ue ab!a alcan&ado un grado de liberaci'n a(n mayor# pudiendo recorrer a ora a capric o los paisa$es prism)ticos de sus sueos infantiles. Fras aber sufrido una extraa visi'n# este ombre public' un relato sobre la desaparici'n de -arter# en el %ue insinuaba la posibilidad de %ue ste ocupase el trono de 'palo de Dlek5 Gad# fabulosa ciudad de innumerables torreones# asentada en lo alto de los acantilados de cristal %ue dominan ese mar crepuscular en %ue los gnorri# barbudas criaturas provistas de aletas natatorias# construyen sus singulares laberintos. <ue este anciano# 4ard P illips# %uien m)s enrgicamente se opuso al reparto de los bienes de -arter entre sus erederos 5todos ellos primos le$anos5 alegando %ue ste a(n segu!a con vida en otra dimensi'n del tiempo# y %ue muy bien podr!a ser %ue regresara un d!a. -ontra este argumento se al&' uno de los primos# Ernest H. Aspin=all# de - icago# die& aos

mayor %ue -arter# %ue era un abogado experto y combativo como un $oven cuando se trataba de batallas forenses. Aurante cuatro aos la contienda ab!a sido furiosaI pero la ora del reparto ab!a sonado# y esta inmensa y extraa sala de *ueva +rleans iba a ser el escenario del acuerdo. La casa pertenec!a al albacea testamentario de -arter para los asuntos literarios y financierosE el distinguido erudito en misterios y antig"edades orientales# Etienne5Laurent de :arigny# de ascendencia criolla. -arter ab!a conocido a Ae :arigny durante la guerra# cuando ambos serv!an en la Legi'n Extran$era francesa# y en seguida se sinti' atra!do por l a causa de la similitud de gustos y pareceres. -uando# durante un memorable permiso colectivo# el erudito y $oven criollo condu$o al )vido soador bostoniano a Bayona# en el sur de <rancia# y le ense' ciertos secretos terribles %ue ocultaban las tenebrosas criptas inmemoriales excavadas ba$o esa ciudad milenaria y enc ida de misterios# la amistad entre ambos %ued' sellada para siempre. El testamento de -arter nombraba como albacea a Ae :arigny# y a ora este estudioso infatigable presid!a de mala gana el reparto de la erencia. Era un triste deber para l por%ue# como le pasaba al vie$o excntrico de , ode Dsland# tampoco l cre!a %ue -arter ubiera muerto. Pero# B%u peso pod!an tener los sueos de dos m!sticos frente a la r!gida ciencia mundanaC En a%uella extraa abitaci'n del vie$o barrio francs# se ab!an sentado en torno a la mesa unos ombres %ue pretend!an tener alg(n inters en el asunto. La reuni'n se ab!a anunciado# como es de rigor en estos casos# en los peri'dicos de las ciudades donde se supon!a %ue pudiera vivir alguno de los erederos de -arter. 3in embargo# s'lo ab!a all! cuatro personas reunidas escuc ando el tic5tac singular de a%uel relo$ en forma de ata(d %ue no marcaba ninguna ora terrestre# y el rumor cristalino de la fuente del patio %ue se ve!a a travs de las cortinas. A medida %ue pasaban las oras lentamente# los semblantes de los cuatro se iban borrando tras el umo ondulante de los tr!podes %ue cada ve& parec!an necesitar menos los cuidados de a%uel vie$o negro de furtivos movimientos y creciente nerviosidad. Los presentes eran el propio Etienne de :arigny# ombre en$uto de cuerpo# moreno# elegante# de grandes bigotes y aspecto $ovenI Aspin=all# representante de los erederos# de cabellos blancos y rostro apopltico# rolli&o# y con enormes patillasI P illips# el m!stico de Providence# flaco# de pelo gris# nari& larga# cara afeitada y cargado de espaldasI el cuarto era de edad indefinida# delgado# rostro moreno y barbudo# absolutamente impasible# tocado de un turbante %ue denotaba su elevada casta bra m)nica. 3us o$os eran negros como la noc e# llenos de fuego# casi sin iris# y parec!a mirar desde un abismo situado muy por detr)s de su rostro. 3e ab!a presentado a s! mismo como el swami - andraputra# un adepto

venido de Benars con cierta informaci'n de suma importancia. Fanto Ae :arigny como P illips 5%ue ab!an mantenido correspondencia con l5 ab!an reconocido inmediatamente la autenticidad de sus pretensiones esotricas. 3u vo& ten!a un acento singular# un tanto for&ado# ueco# met)lico# como si el empleo del ingls resultara dif!cil a sus 'rganos vocalesI no obstante# su lengua$e era tan fluido# correcto y natural como el de cual%uier anglosa$'n. 3u indumentaria general era europea# pero las ropas le %uedaban flo$as y le ca!an extraordinariamente mal# lo cual# sumado a su barba negra y espesa# su turbante oriental y sus blancos mitones# le daba un aire de ex'tica excentricidad. Ae :arigny# manoseando el pergamino allado en el coc e de -arter# dec!aE 5*o# no e podido descifrar una sola letra del pergamino. El seor P illips# a%u! presente# tambin a desistido. El coronel - urc =ard afirma %ue no se trata de la lengua naakal# y %ue no tiene el menor parecido con los $erogl!ficos de las ma&as de guerra de la Dsla de Pascua. Los relieves del cofre# en cambio# recuerdan muc !simo a las esculturas de la Dsla de Pascua. Jue yo recuerde# lo m)s parecido a estos caracteres del pergamino Kobserven c'mo todas las letras parecen colgar de las l!neas ori&ontalesL es la caligraf!a de un libro %ue pose!a el malogrado Harley 4arren. Le acababa de llegar de la Dndia# precisamente cuando -arter y yo ab!amos ido a visitarle# en /0/0# y no %uiso decirnos de %u se trataba. Aseguraba %ue era me$or %ue no supiramos nada# y nos dio a entender %ue acaso su origen fuera extraterrestre. 3e lo llev' consigo a%uel d!a de diciembre en %ue ba$' a la cripta del antiguo cementerio# pero ni l ni su libro volvieron a la superficie otra ve&. Hace alg(n tiempo le envi a%u!# a nuestro amigo el swami - andraputra# el dibu$o de alguna de a%uellas letras# ec o de memoria# y una fotocopia del manuscrito de -arter. El cree %ue podr) aportar alguna lu& sobre tales caracteres despus de reali&ar ciertas investigaciones y consultas. En cuanto a la llave# -arter me envi' una fotograf!a. 3us extraos arabescos no son letras# pero parece como si perteneciesen a la misma tradici'n cultural %ue el pergamino. -arter dec!a siempre %ue estaba a punto de resolver el misterio# aun%ue nunca lleg' a darme detalles. 9na ve& casi se puso potico ablando de todo este asunto. A%uella antigua llave de plata# seg(n dec!a# abrir!a las sucesivas puertas %ue impiden nuestro libre caminar por los imponentes corredores del espacio y del tiempo# asta el mismo conf!n %ue ning(n ombre a traspasado $am)s desde %ue 3 addad# empleando su genio terrible# construy' y ocult' en las arenas de la ptrea Arabia las prodigiosas c(pulas y los incontables alminares de Drem# la ciudad de los mil pilares. 3eg(n escribi' -arter# an regresado santones ambrientos y n'madas enlo%uecidos por la sed# para ablar de su p'rtico monumental y de la mano esculpida sobre la clave del arcoI pero ning(n ombre lo a cru&ado y a vuelto despus para decirnos %ue sus uellas atestiguan su paso por las arenas del interior. -arter supon!a %ue la llave era precisamente lo %ue la mano cicl'pea intentaba agarrar en vano. Lo %ue no sabemos es por %u ra&'n no se llev' -arter el

pergamino lo mismo %ue la llave. Fal ve& lo olvidar!a# o %ui&) se abstuvo al recordar %ue su amigo llevaba consigo un libro de parecidos caracteres al descender a la cripta# y no regres'. + sencillamente# puede %ue no tuviera nada %ue ver con la empresa %ue l pretend!a llevar a cabo. Al interrumpirse Ae :arigny# el anciano seor P illips di$o con vo& )spera y c illonaE 53'lo podemos conocer los vagabundeos de -arter por nuestros propios sueos. 6o e estado en lugares muy extraos en mis sueos# y e o!do cosas muy raras y significativas en 9lt ar# al otro lado del r!o 3kai. Parece %ue el pergamino no deb!a de acerle falta# ya %ue -arter# lo %ue pretend!a era regresar al mundo de los sueos de su nie&# y a ora es rey de Dlek5Gad. El seor Aspin=all se puso a(n m)s apopltico y farfull'E 5BPor %u no acen %ue se calle ese vie$o locoC 6a emos tenido bastantes tonter!as de ese tipo. El problema a ora es acer el reparto# y ya es ora de %ue nos pongamos a ello. Por primera ve& abl' el swami - andraputra con su vo& singularmente met)lica y le$anaE 53eores# en todo este asunto ay algo m)s de lo %ue ustedes piensan. El seor Aspin=all no ace bien en burlarse de la veracidad de los sueos. El seor P illips tiene una idea incompleta de la cuesti'n# %ui&) por%ue no a soado lo suficiente. Por mi parte# e soado muc !simo. En la Dndia soamos todos muc o# y sta parece ser tambin la costumbre de los -arter. 9sted# seor Aspin=all# es primo suyo por parte de madre# y por lo tanto no es -arter. :is propios sueos# y algunas otras fuentes de informaci'n# me an revelado ciertas cosas %ue todav!a siguen oscuras para ustedes. Por e$emplo# ,andolp -arter de$' olvidado ese pergamino %ue no pudo descifrar# pero le abr!a sido muy conveniente llev)rselo. -omo ven ustedes# e llegado a enterarme de muc as cosas %ue le sucedieron a -arter desde %ue# ace cuatro aos# en el atardecer del siete de octubre# abandon' su coc e y se fue con la llave de plata. Aspin=all solt' una risotada# pero los dem)s %uedaron en suspenso# presos de un renovado inters. El umo de los tr!podes aumentaba# y el tic5tac extravagante de a%uel relo$ en forma de ata(d pareci' convertirse en los puntos y rayas de alg(n mensa$e telegr)fico remoto y terrible# procedente de los espacios exteriores. El ind( se ec ' acia atr)s# cerr' los o$os casi por completo y sigui' ablando en su tono ligeramente for&ado# aun%ue con fluide&. 6 a medida %ue ablaba# fue tomando forma ante su auditorio el cuadro de lo %ue ab!a sucedido a ,andolp -arter. II

MLas colinas %ue se extienden m)s all) de la ciudad de Ark am est)n impregnadas de extraa magia por algo# %ui&)# %ue el vie$o ec icero Edmund -arter invocar!a de las estrellas# o %ue ar!a emerger de las m)s profundas criptas de la tierra# cuando se refugi' en a%uellos para$es al uir de 3alem en />01. Fan pronto como ,andolp -arter volvi' a las colinas# comprendi' %ue se encontraba cerca de las puertas %ue s'lo unos pocos ombres temerarios y execrados an logrado abrir a travs de las tit)nicas murallas %ue separan el mundo y lo absoluto. Present!a %ue a%u! y a ora podr!a poner en pr)ctica con xito el mensa$e# descifrado meses antes# %ue se ocultaba en los arabescos de a%uella enmo ecida e incre!blemente antigua llave de plata. A ora sab!a c'mo acerla girar y c'mo al&arla ba$o los rayos del sol poniente# y %u f'rmulas ceremoniales deb!an entonarse en el vac!o# al dar la novena y (ltima vuelta. En un lugar tan pr'ximo al vrtice transdimensional y a la puerta m!stica# era imposible %ue la llave fallara en la misi'n para la %ue ab!a sido creada. Era seguro %ue -arter descansar!a a%uella noc e de su perdida nie&# por la %ue nunca ab!a de$ado de suspirar. N3ali' del coc e con la llave en el bolsillo# y camin' cuesta arriba por la serpeante carretera# adentr)ndose en el cora&'n de a%uella comarca embru$ada y sombr!a. -ru&' las tapias de piedra cubiertas de enredadera# el bos%ue de )rboles amena&adores y rama$e retorcido# el uerto abandonado# la gran$a desierta de rotas ventanas abiertas# y las ruinas sin nombre. A la ora del crep(sculo# cuando las le$anas agu$as de campanario de Hingsport reluc!an con resplandores ro$i&os# sac' la llave# le dio las vueltas necesarias y enton' las f'rmulas re%ueridas. 3'lo m)s adelante se dio cuenta de la prontitud con %ue surti' efecto este ritual. NLuego# en la creciente oscuridad del crep(sculo# oy' una vo& del pasadoE la del vie$o Ben$ia -orey# el criado de su t!o abuelo. B*o ac!a treinta aos %ue ab!a muerto Ben$ia C BPero treinta aos a partir de %u fec aC BEn %u ao estaba a oraC BA'nde ab!a estadoC BJu ten!a de raro %ue Ben$ia le estuviera llamando oy# . de octubre de /277C BAcaso no llevaba fuera de casa muc o m)s rato de lo %ue t!a :art a le ten!a dic oC BJu llave era esta %ue llevaba en el bolsillo de la blusa# en ve& del pe%ueo cat)logo %ue le regalara su padre al cumplir los nueve aosC B*o la ab!a encontrado en el desv)n de casaC BAtravesar!a el p'rtico %ue sus o$os perspicaces ab!an descubierto entre las rocas desgarradas del fondo de a%uella cueva interior %ue se abr!a tras la -averna de las 3erpientesC Fodo el mundo relacionaba ese lugar con Edmund -arter el ec icero. La gente no %uer!a pasar por all!I nadie m)s %ue l ab!a descubierto la grieta de la roca# ni se ab!a escurrido por ella asta la gran c)mara interior donde se encontraba el port'n. BJu manos abr!an tallado la roca viva formando como un p'rtico de temploC BJui&) las del vie$o

Edmund# el ec icero# o acaso las de otros seres invocados por l y %ue actuaban ba$o su mandatoC NA%uella noc e# el pe%ueo ,andolp cen' con t!o - ris y t!a :art a en el vie$o caser'n del enorme te$ado. NA la maana siguiente se levant' temprano# cru&' el uerto de man&anos# y se intern' por la arboleda de arriba# donde estaba oculta la -averna de las 3erpientes# tenebrosa y amena&ante# entre grotescos e inc ados robles. 3ent!a en su interior una insospec ada ansiedad# y ni si%uiera se dio cuenta de %ue se le ab!a ca!do el pauelo# al registrarse el bolsillo para ver si tra!a la llave. 3e desli&' a travs del negro orificio con intrpida seguridad# alumbr)ndose el camino con las cerillas %ue ab!a cogido del cuarto de estar. 9n momento despus# se ab!a colado a travs de la grieta de la roca# y se allaba en la inmensa gruta interior# cuya rocosa pared final recordaba la forma de un p'rtico labrado intencionadamente en la piedra. All! permaneci' en pie# ante la pared (meda y goteante# silencioso# aterrado# encendiendo cerilla tras cerilla mientras la contemplaba. BA%uella prominencia %ue emerg!a de la clave del arco ser!a acaso la gigantesca mano esculpidaC Entonces sac' la llave# i&o ciertos movimientos y enton' determinados c)nticos cuyo origen recordaba confusamente. BHabr!a olvidado algo C El s'lo sab!a %ue deseaba cru&ar la barrera %ue le separaba de las regiones ilimitadas de sus sueos# de los abismos donde todas las dimensiones se disuelven en lo absoluto. III N,esulta dif!cil explicar con palabras lo %ue sucedi' entonces. <ue una sucesi'n de parado$as# de contradicciones# de anomal!as %ue no tienen cabida en la vida vigil# pero %ue llenan nuestros sueos m)s fant)sticos# donde se aceptan como cosa corriente# asta %ue regresamos a nuestro mundo ob$etivo# estrec o# r!gido# encorsetado por los principios de una l'gica tridimensional.N Al proseguir su relato# el ind( tuvo %ue evitar muc os escollos para no dar la impresi'n de delirios triviales y pueriles# en ve& de transmitir la experiencia de un ombre trasladado a su nie& a travs de los aos. El seor Aspin=all# disgustado# dio un bufido y de$' pr)cticamente de escuc ar. MEl ritual de la llave de plata# tal como lo ab!a llevado a cabo ,andolp -arter en a%uella cueva tenebrosa y oculta en el interior de otra cueva# tuvo un resultado inmediato. Aesde el primer movimiento# desde la primera s!laba %ue ab!a pronunciado# sinti' el aura de una extraa y pavorosa mutaci'n. 3u percepci'n del espacio y del tiempo experiment' un

trastorno profund!simo y perdi' las nociones %ue conocemos nosotros como movimiento y duraci'n. Dmperceptiblemente# conceptos tales como el de edad o el de locali&aci'n espacial de$aron de tener significado alguno. El d!a anterior# ,andolp -arter ab!a saltado milagrosamente un abismo de aos. A ora no ab!a ya diferencia alguna entre nio y ombre. 3'lo exist!a la entidad ,andolp -arter# dotada de cierta cantidad de im)genes %ue ab!an perdido ya toda conexi'n con las escenas terrestres y las circunstancias con %ue ab!an sido ad%uiridas. Poco antes estaba en el interior de una caverna# en cuya pared del fondo parec!an destacarse vagamente los tra&os de un arco monstruoso y de una mano gigantesca esculpida. A ora no ab!a ya ni caverna ni ausencia de caverna# ni paredes ni ausencia de paredes. Hab!a un fluir de sensaciones no tanto visuales como cerebrales# en medio de las cuales la entidad %ue era ,andolp -arter captaba y arc ivaba todo lo %ue su esp!ritu percib!a# aun sin tener clara conciencia de c'mo tales impresiones llegaban asta l. N-uando ubo concluido el ritual# -arter se dio cuenta de %ue no se allaba en ninguna regi'n descrita por los ge'grafos de la Fierra# ni en poca alguna cuya fec a pudieran determinar los istoriadores. 3in embargo# lo %u estaba sucediendo le era en cierto modo familiar. En los misteriosos fragmentos pnak'ticos figuraban alusiones a procesos an)logos y# una ve& descifrados los s!mbolos grabados en la llave de plata# todo un cap!tulo del Necronomicon, obra del )rabe loco Abdul Al a&red# ab!a ad%uirido significado. Acababa de abrir una puerta. *o se trataba de la 9ltima Puerta# desde luego# sino de la %ue daba acceso# desde el tiempo terrenal# a a%uella extensi'n de la Fierra situada fuera del tiempo# en la %ue# a su ve&# se alla la 9ltima Puerta. Esta comunica con los pavorosos misterios del Gac!o <inal %ue se extiende m)s all) de todos los mundos# de todos los universos y de toda la materia. NAnte ella abr!a un ;u!a verdaderamente terrible# un ;u!a %ue ab!a morado en la Fierra ace millones de aos# cuando la existencia del ombre ni si%uiera pod!a imaginarse# cuando formas ya olvidadas pululaban por el planeta cubierto todav!a de vapores# construyendo extraas ciudades entre cuyas ruinas reto&aron m)s tarde los primeros mam!feros. -arter recordaba la manera vaga con %ue el abominable Necronomicon describ!a a este ;u!aE Y hay quienes se han atrevido a asomarse al otro lado del Velo, y a aceptarle a El como gua 5 ab!a escrito el )rabe loco5 mas habran dado muestras de mayor prudencia no aceptando trato alguno con El; porque est en el !ibro de "hoth cu n terrible es el precio de una simple mirada# Y aquellos que entraren no podr n volver $am s, porque en los espacios in%initos que transcienden nuestro mundo e&isten %ormas tenebrosas que atrapan y envuelven# !a Entidad que %luct'a en la noche, y la (alignidad capa) de desa%iar al

*igno +rquetpico, y la ,orda que vigila el portal secreto de cada tumba y medra con lo que se %orma en los moradores de -sta## todos estos ,orrores son in%eriores al del que guarda el umbral, al de E*E que guiar al temerario, m s all de todos los mundos, hasta el +bismo de los devoradores innominados# .orque E! es /0(1 +"2"+ 34!, El ( s +ntiguo, nombre que el escriba traduce por E! 5E !+ V45+ .16!6N7+5+8# NEn medio del caos# sus recuerdos y su imaginaci'n presentaron ante l confusas im)genes de perfiles inciertosI pero -arter sab!a %ue no ten!an consistencia# puesto %ue s'lo eran proyecciones de su propia mente. Pero tambin se daba cuenta de %ue esas im)genes no ab!an aparecido en su conciencia por a&ar# sino m)s bien a causa de la realidad inmensa# inefable y sin dimensiones %ue le rodeaba# la cual se esfor&aba por expresarse en los (nicos s!mbolos %ue l pod!a comprender. *ing(n esp!ritu de la Fierra es capa& de captar directamente 5sino s'lo por s!mbolos5 las formas indecibles %ue se entrela&an en los tortuosos abismos exteriores al tiempo y a las dimensiones %ue conocemos. NAelante de -arter se despleg' una vaporosa formaci'n de siluetas y de escenas confusas %ue le sugirieron de alg(n modo las eras primordiales de la Fierra# sepultadas en un pasado de millones y millones de aos. :onstruosas formas de vida se mov!an con lentitud a travs de escenarios fant)sticos como $am)s an aparecido ni en los m)s delirantes sueos del ombre# en medio de vegetaciones incre!bles# de acantilados# de montaas y de edificios distintos en todo a los %ue el ombre construye. Hab!a ciudades ba$o el mar# y estaban abitadasI y ab!a torres %ue se al&aban en los desiertos# y de ellas despegaban globos y cilindros# y tambin criaturas aladas# y regresaban a ellas despus de cru&ar los espacios. -arter ve!a todo esto# aun%ue las im)genes no guardaban clara relaci'n entre s!# ni tampoco con l. 6 l mismo no pose!a forma ni posici'n estables# sino s'lo vagas intuiciones de forma y posici'n proporcionadas por su imaginaci'n en continuo movimiento. N-arter abr!a deseado encontrar regiones encantadas de sus sueos infantiles# donde las galeras navegaban curso arriba por el r!o +ukranos y cru&aban las doradas agu$as de F ran# donde las caravanas de elefantes vagaban por las $unglas perfumadas de Hle# m)s all) de los palacios olvidados de columnas de marfil %ue duermen intactos y fascinantes ba$o la luna. Pero# intoxicado por visiones m)s vastas y profundas# apenas si sab!a a ora lo %ue buscaba. En su mente despertaron pensamientos de infinito y blasfemo atrevimientoI y comprendi' %ue se enfrentar!a al Femible ;u!a sin temor# y %ue le preguntar!a cosas monstruosas y terribles. NAe pronto# el cambiante corte$o de impresiones pareci' fi$arse. Hab!a grandes masas de enormes rocas erguidas# cubiertas de unos relieves extraos e incomprensibles %ue se

ordenaban seg(n las leyes de alguna geometr!a ignorada e invertida. La lu& se filtraba de un cielo de color indeterminado# tomaba direcciones desconcertantes y contradictorias# y# casi como un ser dotado de intencionalidad# $ugaba por encima de algo %ue parec!a una especie de semic!rculo de pedestales exagonales cubiertos de $erogl!ficos gigantescos y coronados por unas formas veladas e indefinidas. NHab!a# adem)s# otra figura %ue no ocupaba ning(n pedestal# sino %ue parec!a cernerse o flotar sobre la vaporosa superficie ori&ontal %ue parec!a ser el suelo. *o ten!a silueta estable# pero adoptaba formas fugaces %ue suger!an remoto antepasado del ombre o acaso alg(n ser %ue ubiese seguido una evoluci'n paralela a la umana. 3u tamao# sin embargo# era aproximadamente el de la mitad de un ombre normal. -omo las figuras de los pedestales# parec!a pesadamente embo&ado en una especie de te$ido de color neutro. -arter no descubri' en el te$ido ninguna abertura para mirar. Pero sin duda no la necesitaba la criatura embo&ada# ya %ue deb!a pertenecer a una clase de seres de estructuras y facultades totalmente a$enas al mundo f!sico %ue conocemos. N9n momento despus# -arter comprob' %ue as! era# en efecto# ya %ue la 3ilueta ab!a ablado directamente a su esp!ritu sin recurrir a ning(n lengua$e ni emitir un solo sonido. 6 aun%ue el nombre con %ue se dio a conocer era pavoroso y terrible# ,andolp -arter no se de$' vencer por el miedo. Al contrario# contest' sin emplear tampoco ning(n sonido ni lengua$e# y le rindi' el omena$e %ue ab!a aprendido del Necronomicon. Por%ue esta silueta era nada menos %ue la de A%uel ante %uien a temblado el mundo entero desde %ue Lomar emergi' de las aguas y los Hi$os de las Brumas de <uego ab!an ba$ado a la Fierra para ensearle al ombre la 3abidur!a Ar%uet!pica. Era# en efecto# el espantoso ;u!a y ;uardi)n del 9mbralE 9:, AF5A4DL# El :)s Antiguo# cuyo nombre a traducido el escriba por EL AE LA GDAA P,+L+*;AAA. NEl ;u!a estaba enterado# puesto %ue El todo lo sabe# del via$e y la llegada de -arter# y tambin de %ue ste buscador de sueos y secretos se manten!a sin miedo ante su presencia. Ae El no irradiaba orror ni malignidad alguna# y -arter comen&' a preguntarse si las alusiones orrendas y blasfemas del )rabe loco no obedecer!an a la envidia y al deseo $am)s cumplido de aber ec o lo %ue l estaba a punto de reali&ar. + acaso el ;u!a reservase su orror y su malignidad para a%uellos %ue le tem!an. -omo la comunicaci'n telep)tica continuaba# -arter acab' finalmente por interpretar el mensa$e en forma de palabrasE N3oy# en efecto# ese :)s Antiguo %ue t( sabes 5di$o el ;u!a5. Los Primigenios y 6o te emos estado esperando. Aun%ue as tardado muc o# te doy la bienvenida. Fienes la llave y as abierto la Primera Puerta. A ora tienes %ue atravesar la 9ltima Puerta# %ue ya est)

preparada para tu prueba. 3i tienes miedo# no debes seguir. Fodav!a puedes regresar sin peligro donde viniste Pero si decides proseguir... O NHubo un silencio ominoso# pero la irradiaci'n segu!a siendo amistosa. -arter no dud' un segundo# por%ue ard!a en deseos de seguir adelante. N-ontinuar replic' # y te acepto como ;u!a.O NAl recibir esta respuesta# el ;u!a pareci' acer un gesto# a $u&gar por los movimientos del te$ido en %ue se allaba embo&ado# %ue pod!an obedecer al ec o de aber levantado un bra&o. Aespus i&o otra seal# y gracias a sus conocimientos de lo oculto# -arter entendi' %ue estaba muy cerca de la 9ltima Puerta. La lu& ad%uiri' entonces una coloraci'n inexplicable y las siluetas de los pedestales exagonales se icieron m)s definidas. Al perfilarse m)s# tomaron un mayor parecido con el ombre# aun%ue -arter sab!a %ue no pod!an ser ombres. 3obre sus cabe&as tapadas llevaban unas mitras altas de inciertos colores %ue recordaban extraamente a las de las abominables figuras talladas por alg(n escultor olvidado a lo largo de los barrancos rocosos de cierta montaa inmensa y pro ibida de Fartaria. Entre los repliegues de sus tupidos velos aparec!an unos cetros largos cuyos pomos esculpidos representaban un misterio grotesco y arcaico. N-arter adivin' %uines eran y de d'nde proven!an# as! como a Juin serv!anI y tambin sospec aba cu)l era el precio de su servicio. .Pero a(n se consideraba dic oso# por%ue en una aventura tan extraordinaria# podr!a aprender todos los secretos del universo. La condenaci'n 5se di$o5 es s'lo una palabra %ue circula entre a%uellos cuya ceguera les lleva a condenar a todos los %ue ven# aun%ue sea con un solo o$o. 3e asombraba de la inmensa variedad de %uienes ablaban sin ton ni son de los perversos Primigenios# como si Ellos pudieran abandonar sus sueos eternos para desatar su c'lera sobre la umanidad. Esto ser!a tan absurdo 5pens'5 como imaginar un mamut ensa)ndose con una lombri&N. NLuego las figuras de los pedestales exagonales le saludaron inclinando sus extraos cetros esculpidos e irradiando un mensa$e telep)tico %ue l entendi'E NFe saludamos a ti# El :)s AntiguoI y a ti# ,andolp -arter# %ue por tu audacia te as convertido en uno de los nuestros. N-arter vio entonces %ue ab!a un pedestal vac!o %ue# con un gesto# El :)s Antiguo le indic' %ue estaba reservado para l. 6 vio tambin otro pedestal# m)s alto %ue los dem)s# en el centro de la fila 5%ue no era semic!rculo# ni elipse# ni par)bola# ni iprbola5 %ue formaban todos ellos. PEste debe ser el trono del propio ;u!aO# pens'. -aminando y subiendo de manera singular e indefinible# -arter fue a ocupar su sitio# y al acerlo# vio %ue el ;u!a se ab!a sentado tambin.

N;radualmente y como entre brumas# fue distinguiendo un ob$eto %ue El :)s Antiguo sosten!a entre los pliegues para %ue lo vieran# o lo captaran con un sentido e%uivalente# sus embo&ados compaeros. Era una gran esfera# o algo parecido# de un metal oscuramente iridiscenteI y al mostrarla el ;u!a# una sorda e intensa impresi9n de sonido comen&' a latir como un pulso %ue no se parec!a a ning(n ritmo de la Fierra. Era algo as! como un c)ntico# o lo %ue una imaginaci'n umana podr!a aber interpretado como tal. Luego# el ob$eto parecido a una esfera comen&' a ad%uirir luminosidad# igual %ue si brillara con una lu& fr!a y puls)til de color indefinible# y -arter comprob' %ue sus destellos se acompasaban con el ritmo extrao de los c)nticos. Entonces# todas las siluetas mitradas de los pedestales iniciaron un singular balanceo# siguiendo el mismo ritmo inexplicable# mientras los nimbos de una lu& indefinible 5seme$ante a la de la esfera5 envolv!an sus cubiertas cabe&as. El ind( interrumpi' su relato y mir' con curiosidad el relo$ de forma de ata(d# con su esfera cubierta de $erogl!ficos y sus cuatro manecillas# cuyo tic5tac desconcertante segu!a un ritmo a$eno a la Fierra. N5A usted# seor Ae :arigny 5di$o s(bitamente a su sabio anfitri'n5 no es preciso ablarle del ritmo particularmente extrao %ue segu!an las embo&adas siluetas de los pedestales exagonales con sus c)nticos y balanceos. Adem)s de -arter# es usted el (nico en Amrica %ue a sentido alguna premonici'n de la Aimensi'n Exterior. 3upongo %ue este relo$ se lo enviar!a el yogui de %uien sol!a ablar el pobre Harvey 4arren# el vidente %ue dec!a aber sido el (nico %ue ab!a estado en 6ian5Ho# escondido reducto de la anti%u!sima Leng# llev)ndose ciertas cosas de a%uella ciudad pavorosa y pro ibida. :e pregunto %u ob$etos delicados conocer) usted de all). 3i mis sueos y lecturas no me engaan# esa ciudad fue construida por %uienes conoc!an bastante bien la Primera Entrada. Pero seguir mi relato. NPor (ltimo 5prosigui' el swami5 el balanceo y los c)nticos cesaron# los nimbos fosforescentes %ue rodeaban sus cabe&as# a ora ca!das e inm'viles# palidecieron y las figuras se undieron extraamente en sus pedestales. La esfera# no obstante# continu' palpitando con inexplicable lu&. -arter comprendi' %ue los Primigenios dorm!an de nuevo como cuando los viera por primera ve&# y se pregunt' de %u sueos c'smicos les abr!a sacado su llegada. Lentamente# fue abrindose camino en su esp!ritu el autntico sentido de esos c)nticos extraosE ab!a sido un ritual de iniciaci'n# y El :)s Antiguo ab!a cantado para inducir en sus -ompaeros una nueva categor!a de sueo cuyos ensueos permitieran abrir la 9ltima Puerta para pasar la cual la llave de plata serv!a de pasaporte. 6 comprendi' %ue en lo m)s ondo de ese sueo profundo# los Primigenios contemplaban las insondables inmensidades de las infinitas dimensiones exteriores# y %ue as! cumpl!an lo %ue su presencia les ab!a exigido. El ;u!a no compart!a este sueo# sino %ue parec!a seguir d)ndoles instrucciones mediante una irradiaci'n sutil y sin palabras. 3in duda les impon!a

las im)genes de a%uello %ue %uer!a %ue soaran sus -ompaerosI y -arter comprendi' %ue cuando cada Primigenio soase el sueo ordenado# nacer!a el germen de una manifestaci'n visible para sus o$os terrestres. -uando los sueos de todas las 3iluetas se fundieran en una unidad# surgir!a esta manifestaci'n# y todo lo %ue l desease se materiali&ar!a mediante concentraci'n. El ab!a visto cosas parecidas en la FierraE en la Dndia# donde la voluntad de un c!rculo de adeptos# combinada y proyectada# puede acer %ue un pensamiento tome sustancia tangibleI y en la arcaica AtlaanQt# de la %ue muy pocos se atreven a ablar. N-arter no sab!a a ciencia cierta en %u consist!a la 9ltima Puerta# ni c'mo deb!a atravesarlaI pero se sinti' invadido por un sentimiento de tensa expectaci'n. Fen!a conciencia de poseer alguna clase de corporeidad y de llevar la llave fatal en la mano. Las masas descollantes de roca %ue se al&aban frente a l parec!an como una muralla informe# acia el centro de la cual se sent!an sus o$os irresistiblemente atra!dos. 6 entonces# de s(bito# sinti' %ue la irradiaci'n mental del :)s Antiguo ab!a de$ado de fluir. NPor primera ve& se dio cuenta de lo absurdo y terrible %ue puede ser el silencio mental y f!sico. Aurante las primeras fases de su aventura percib!a a(n cierto ritmo# %ue acaso no fuera sino el latido le$ano y secreto de la extensi'n tridimensional de la Fierra. Pero# a ora# la %uietud del abismo parec!a aberlo inmovili&ado todo. A pesar de su conciencia de poseer un cuerpo f!sico# no consigui' o!r su propia respiraci'n. El resplandor de la esfera de P9mr at5Fa=ilO se ab!a %uedado inm'vil y petrificado. 9n alo imponente# m)s resplandeciente a(n %ue los nimbos %ue rodearon las cabe&as de las 3iluetas# brillaba aterradoramente en torno al cr)neo amorta$ado del espantoso ;u!a. N9n vrtigo infinito invadi' a -arter# cuyo sentimiento de orientaci'n ab!a desaparecido por completo. Las luces extraas parec!an poseer la calidad de la m)s impenetrable negrura acumulada sobre las mismas tinieblas. En torno a los Primigenios# tan solitarios sobre sus tronos exagonales# reinaba una atm'sfera de la m)s pasmosa le$an!a. Luego se sinti' arrebatado acia unas profundidades inconmensurables# notando sobre su rostro los efluvios de un c)lido perfume. Era como si flotara en un mar t'rrido y ro$i&o# un mar de vino embriagador cuyas olas espumosas rompieran contra unas costas de bronce incandescente. 9n gran temor le invadi' al vislumbrar a%uella vasta extensi'n marina cuyo olea$e romp!a en costas le$anas. Pero el tiempo del silencio ab!a terminadoE las olas le ablaban con un lengua$e sin sonidos ni palabras articuladasE /El2,ombre2:ue2;onoce2!a2Verdad est m s all del bien y del mal 5entonaba una vo& %ue no era vo&5. El ,ombre2:ue2;onoce2!a2Verdad ha comprendido la identidad de lo

0no y el "odo# El2,ombre2:ue2;onoce2!a2Verdad ha comprendido que la 4lusi9n es la 1ealidad 0nica y que la *ustancia es la 7ran 4mpostora#8 N6 entonces# en a%uellas elevadas construcciones rocosas acia las cuales se sent!an sus o$os atra!dos tan irresistiblemente# apareci' el perfil tit)nico de un arco seme$ante al %ue recordaba aber visto ac!a muc !simo tiempo en a%uella cueva oculta en el interior de otra cueva# en la le$ana e irreal superficie de la Fierra tridimensional. N3e dio cuenta de %ue ab!a utili&ado la llave de plata# de %ue la ab!a movido instintivamente# sin previo aprendi&a$e# de acuerdo con un ritual muy seme$ante al %ue le sirvi' para abrir la Primera Puerta. A ora comprendi' %ue a%uel mar rosado y embriagador %ue lam!a sus me$illas no era sino la masa impenetrable de la s'lida muralla# %ue se disolv!a ante su con$uro y ante el v'rtice en %ue se ab!an concentrado los pensamientos de los Primigenios. ;uiado a(n por una instintiva y ciega determinaci'n sigui' avan&ando en el vac!o...# y atraves' la 9ltima Puerta. IV NLa progresi'n de ,andolp -arter a travs de a%uel cicl'peo espesor de muralla era como un vertiginoso precipitarse a travs de los insondables abismos interestelares. 3ent!a# a una gran distancia# el olea$e triunfante y celeste de dul&ura mortalI despus# un batir de alas enormes y como el gor$eo o murmullo de unos seres ignorados en la Fierra y en el sistema solar. :ir' acia atr)s# y vio# no una entrada s'lo# sino una multitud de puertas# en algunas de las cuales clamaban ciertas <ormas %ue l procur' no recordar. N6# de repente# experiment' un terror m)s grande a(n %ue el %ue le produ$eron a%uellas <ormas# un terror del %ue no pod!a sustraerse por%ue radicaba en l mismo. Al traspasar la Primera Puerta# ab!a perdido algo de su propia consistencia# sumindose en dudas sobre la forma de su cuerpo y su afinidad con los ob$etos brumosos y difusos %ue le rodeabanI sin embargo# no se ab!a alterado su sentido de la propia unidad. Hab!a seguido siendo ,andolp -arter# un punto fi$o en el caos polidimensional. A ora# una ve& cru&ada la 9ltima Puerta# se dio cuenta# en un instante de miedo ani%uilador# de %ue no era una persona# sino muc as personas a la ve&. N3e encontraba en muc os lugares al mismo tiempo. En la Fierra# a siete de octubre de mil oc ocientos oc enta y tres# un nio llamado ,andolp abandonaba la -averna de las 3erpientes# sal!a a la lu& apacible de la tarde# ba$aba corriendo la ladera rocosa# cru&aba el

uerto de man&anos retorcidos y entraba en casa de t!o - ristop er# situada en las colinas de Ark amI y no obstante# en ese mismo momento# %ue sin saber c'mo tambin pertenec!a a primeros de mil novecientos veintioc o# una sombra vaga %ue tambin era ,andolp -arter se allaba sentada sobre un pedestal entre los Primigenios# en la prolongaci'n tridimensional de la Fierra. Al mismo tiempo# ab!a un tercer ,andolp -arter# en el amorfo e ignorado abismo del cosmos %ue se extiende m)s all) de la 9ltima Puerta. 6 en otras &onas# en un caos de escenas cuya infinita multiplicidad y monstruosa diversidad le arrastraban al borde de la locura# ab!a una ilimitada confusi'n de seres %ue eran tan l mismo como la manifestaci'n espacial %ue a ora se allaba al otro lado de la 9ltima Puerta. NHab!a docenas de -arter en cada poca conocida o supuesta de la istoria de la Fierra# y en a%uellas edades del planeta# a(n m)s remotas# %ue escapan a todo conocimiento y con$etura. Los ab!a ba$o forma umana y no umana# vertebrada e invertebrada# dotada de conciencia y desprovista de ella# animal y vegetal. 6 m)s a(n los ab!a %ue no ten!an nada en com(n con la vida terrestre# %ue se agitaban de manera repugnante en otros planetas# sistemas# galaxias y continuos c'smicos. Ge!a esporas de vida eterna %ue vagaban de mundo en mundo# de universo en universo# y todas eran igualmente l mismo. Alguna de estas visiones le recordaba ciertos sueos 5confusos y v!vidos a la ve&# fugaces y duraderos5 %ue ab!a tenido durante muc os aos desde %ue comen&' a soarI y algunas de ellas le resultaban pasmosas# fascinantes# casi orriblemente familiares# lo cual era inexplicable seg(n la l'gica terrestre. NAnte esta experiencia# ,andolp -arter se sinti' pose!do por un supremo orrorI orror %ue ni si%uiera pudo sospec ar a%uella noc e espantosa en %ue dos ombres se aventuraron# ba$o la luna menguante# en cierta necr'polis orrenda y antigua# de la %ue s'lo uno de ellos pudo regresar. *i la muerte# ni la fatalidad# ni la ansiedad pueden producir la insoportable desesperaci'n %ue resulta de perder la propia identidad. 3umergirse en la nada supone caer en un olvido apacibleI pero tener conciencia de existir y saber# no obstante# %ue ya no se es un ser definido# distinto de los dem)s seres# %ue ya no se posee la propia mismidad# es la indecible culminaci'n del orror y de la angustia. N3ab!a %ue en Boston ab!a existido un ,andolp -arter# pero no estaba seguro de si l 5el fragmento componente de la entidad %ue a ora se allaba al otro lado de la 9ltima Puerta5 ab!a sido se o alg(n otro. 3u yo ab!a sido ani%uiladoI y no obstante# l 5si es %ue efectivamente pod!a# ante a%uella absoluta falta de existencia individual# decir -l con entera propiedad5 ten!a conciencia de ser igualmente una legi'n de yos. Era como si su cuerpo se ubiese transformado repentinamente en una de esas efigies de bra&os y cabe&as m(ltiples

%ue se adoran en los templos de la Dndia# y contemplase el conglomerado resultante de un atolondrado intento de distinguir su cuerpo original de dic as reproducciones# si es %ue realmente K?%u idea ma$estuosa@L haba un original distinto de las infinitas encarnaciones. NEn medio de estas espantosas reflexiones# el fragmento de ,andolp -arter %ue ab!a atravesado la 9ltima Puerta fue arrebatado de lo %ue parec!a el colmo del orror para ir a parar a los negros abismos de otro orror a(n m)s profundo# %ue esta ve& proced!a del exterior. Era una fuer&a personal %ue s(bitamente apareci' frente a l# envolvindole# penetr)ndole# invadindole. Adem)s de poseer presencia concreta# parec!a tambin formar parte de l mismo y coexistir asimismo con todo tiempo y todo espacio. *o ubo imagen visual alguna# pero la sensaci'n de entidad y la orrible idea de una combinaci'n de los conceptos de locali&aci'n# identidad e infinidad# le causaron un terror parali&ante %ue superaba cual%uier experiencia %ue las personalidades de -arter fueran capaces de soportar en sus existencias. N<rente a este espantoso prodigio# el fragmento -arter olvid' la prdida de su identidad. Ante l 5y dentro de l5 resplandec!a una entidad %ue era Fodo5en59no y 9no5en5Fodo# a la ve& ilimitada e infinitamente idntica a s! misma. *o pertenec!a a un solo continuo espacio temporal# sino %ue formaba parte de la misma esencia animada del torbellino ca'tico de la vida y del serI del (ltimo# del absoluto torbellino de confines y %ue rebasa tanto el campo de la fantas!a como el de la matem)tica. Era# seguramente# A%uel a %uien en algunos cultos secretos de la Fierra daban el nombre de Yog2*othoth# y entre otros adoraban con nombres distintosI A%uel a %uien los crust)ceos de 6uggot llaman El5del5:)s5All)# prostern)ndose ante l# y los seres vaporosos de la nebulosa espiral representan con un signo intraducible. Pero# en un instante de clarividencia# el fragmento -arter comprendi' cu)n triviales y fraccionarias son todas estas concepciones. N6 entonces# el 3er se dirigi' al fragmento -arter mediante unos efluvios prodigiosos %ue er!an# %uemaban y ensordec!an mediante una concentraci'n de energ!a %ue consum!a al %ue la recib!a# con su insospec able violencia# y %ue pose!a un ritmo extraterrestre seme$ante al extrao balanceo de los Primigenios y al parpadeo de las monstruosas luces de a%uella turbadora regi'n situada detr)s de la Primera Puerta. Era como si los soles y los mundos y los universos se ubieran concentrado en un punto cuya verdadera posici'n espacial se ubieran propuesto ani%uilar con un impacto de irresistible furia. Pero# en medio de un terror inmenso# se aten(an otros terrores menoresE pareci' como si a%uellas oleadas aislasen de alguna manera al -arter %ue estaba :)s5All)5de5la5Puerta59ltima de toda la infinita multiplicidad de los dem)s -arter# lo cual le restituy'# por as! decir# cierto sentimiento de identidad. Pronto fue capa& de empe&ar a traducir a%uellos efluvios en

formas ling"!sticas por l conocidas# y disminuyeron sus sensaciones de orror y opresi'n. El espanto se convirti' en sagrado pavor# y lo %ue le ab!a parecido diab'lico y blasfemo# ad%uiri' a ora la apariencia de una rna$estad inefable. N,andolp -arter 5parec!a decir5# mis manifestaciones en la extensi'n de tu planeta# %ue son los Primigenios# te an enviado a m! por%ue# aun cuando pod!as aber regresado a las regiones menores del sueo %ue perdiste con tu infancia# sin embargo# as al&ado el vuelo acia m)s grandes y m)s nobles an elos e intereses. Aeseabas navegar por el +ukranos# buscar las olvidadas ciudades de marfil de Hled# el pa!s de las or%u!deas# y ocupar el trono de 'palo de Dlek5Gad# cuyas torres fabulosas e innumerables c(pulas se elevan poderosas acia una (nica estrella ro$a %ue brilla en un firmamento extrao a tu Fierra y a toda la materia. A ora# despus de aber atravesado las dos Puertas# deseas cosas m)s elevadas a(n. *o uyes como un nio de una visi'n desagradable a un sueo placentero# sino %ue te sumerges como un ombre en el (ltimo y m)s rec'ndito de los secretos %ue yace detr)s de todas las visiones y de todos los sueos. NLo %ue deseas es de mi complacenciaI y yo estoy dispuesto a concederte lo %ue s'lo e otorgado once veces a seres de tu planetaI y de ellas# cinco a los %ue t( llamas ombres# o a seres parecidos al ombre. Estoy dispuesto # a mostrarte el 9ltimo :isterio# cuya contemplaci'n ani%uila a los dbiles de esp!ritu. Pero antes de contemplar el primero y (ltimo de los misterios# todav!a eres libre de regresar# si %uieres# por las dos Puertas# por%ue el Gelo a(n no te a sido retirado de los o$osN. V MLa brusca interrupci'n de a%uellas ondas sumi' a -arter en el silencio fr!o y espantoso de una absoluta desolaci'n. Por todos lados sent!a el agobio de la ilimitada inmensidad del vac!o. 3in embargo# sab!a %ue el 3er estaba a(n all!. Aespus# formul' mentalmente las palabras cuyo significado deseaba transmitir al vac!oE NPAcepto. *o retroceder.O NLas ondas brotaron nuevamente# y -arter entendi' %ue el 3er le ab!a o!do. 6 entonces eman' de a%uel Esp!ritu ilimitado una corriente de sabidur!a y comprensi'n %ue abri' ante l ori&ontes nuevos y le prepar' para contemplar una visi'n del cosmos %ue $am)s abr!a esperado llegar a tener. Le explic' cu)n infantil y estrec a es la noci'n de un mundo tridimensional# y %u infinidad de direcciones existen adem)s de las conocidas de aba$o5 arriba# delante5detr)s y derec a5i&%uierda. Le mostr' la pe%uee& uera y presuntuosa de

los dioses de la Fierra# con sus me&%uinos intereses umanos y sus odios# c'leras# amores y vanidades ruines# sus apetencias de onores y sacrificios# y sus exigencias de %ue se les tribute una fe contraria a toda ra&'n y naturale&a. NLa mayor parte de estas revelaciones se traduc!an por s! mismas en palabras ante -arter# pero en cambio le llegaban otras a travs de otros sentidos. Jui&) con la vista# o tal ve& con la imaginaci'n# se daba cuenta de %ue se allaba en una regi'n cuyas dimensiones eran a$enas a las %ue el o$o y el entendimiento umano pueden concebir. En las sombras de lo %ue al principio ab!a sido como una concentraci'n de poder# y luego como un vac!o ilimitado# percib!a a ora un torbellino de fuer&as creadoras %ue aturd!an sus sentidos. Aesde alg(n punto de vista inconcebiblemente elevado# domin' un panorama de formas prodigiosas cuyas m(ltiples dimensiones rebasaban cual%uier idea de ser# tamao y contorno %ue su entendimiento ubiera podido concebir asta entonces# a pesar de aber consagrado su vida al estudio de lo misterioso y lo oculto. Empe&aba a comprender vagamente por %u pod!a existir a un tiempo un nio llamado ,andolp -arter en una casa de campo de Ark am en el ao mil oc ocientos oc enta y tres# una forma brumosa sobre un pedestal exagonal al otro lado de la Primera Puerta# el fragmento %ue a ora se allaba ante la Presencia del abismo ilimitado# y todos los dem)s -arter %ue percib!a su imaginaci'n o sus sentidos. NLuego# las ondas m)s intensas trataron de aumentar su capacidad de comprensi'n# a$ust)ndole a la multiforme entidad de la %ue el fragmento %ue actualmente era su yo constitu!a una parte infinitesimal. Le icieron saber %ue cada figura espacial no es m)s %ue el resultado de la intersecci'n# en un plano# de una figura correspondiente %ue posee adem)s otra dimensi'n# como el cuadrado resulta de la secci'n de un cubo# o el c!rculo de la de una esfera. El cubo y la esfera# con sus tres dimensiones# corresponden a su ve& a la secci'n de otras figuras de cuatro dimensiones# %ue los ombres conocen s'lo por sueos y con$eturasI y stas a su ve&# son secci'n de otras figuras de cinco dimensiones# y as! sucesivamente# asta remontarse a la inalcan&able infinitud ar%uet!pica. El mundo de los ombres y de los dioses umanos es tan s'lo una fase infinitesimal de un ser infinitsimoE la fase tridimensional de la pe%uea totalidad %ue termina en la Primera Puerta# donde P9mr at5Fa=il dicta sus sueos a los PrimigeniosO. Aun%ue los ombres la proclamen como (nica y autntica realidad# y tac en de irreal todo pensamiento sobre la existencia de un universo original de dimensiones m(ltiples# la verdad consiste en todo lo contrario. Lo %ue llamamos sustancia y realidad es sombra e ilusi'n# y lo %ue llamamos sombra e ilusi'n es sustancia y realidad.

NEl tiempo 5siguieron inform)ndole a%uellas ondas5 es inm'vil y no tiene principio ni fin. Es err'neo considerarlo como movimiento y causa de todo cambio. En realidad# el tiempo en s! mismo es una ilusi'n# por%ue# a excepci'n de la visi'n estrec a de los seres de dimensiones limitadas# no existen cosas tales como pasado# presente y futuro. Los ombres comprenden el tiempo en tanto %ue significa cambioI a ora bien# el cambio tambin es una ilusi'n. Fodo lo %ue fue# es y ser)# existe simult)neamente. NEstas revelaciones llegaban a -arter con tan sobrenatural solemnidad %ue le imped!an toda duda. Aun cuando casi escapasen a su comprensi'n# sent!a %ue eran ciertas a la lu& de a%uella realidad c'smica final %ue desmiente toda perspectiva parcial y toda visi'n estrec aI por su parte# ab!a a ondado en las m)s profundas cuestiones filos'ficas como para liberarse de la servidumbre %ue impone toda concepci'n fragmentaria y parcelada. BAcaso no se ab!a basado todo este via$e al trasmundo en una convicci'n de la irrealidad de lo fragmentario y parcial C NFras un silencio impresionante# las ondas continuaron dicindole %ue lo %ue los abitantes de las regiones de menos dimensiones llaman cambio# no es m)s %ue una simple funci'n de sus conciencias# las cuales contemplan el mundo desde diversos )ngulos c'smicos. Las <iguras %ue se obtienen al seccionar un cono parecen variar seg(n el )ngulo del plano %ue lo secciona# engendrando el c!rculo# la elipse# la par)bola o la iprbola# sin %ue el cono experimente cambio algunoI y del mismo modo# los aspectos locales de una realidad inmutable e infinita parecen cambiar con el )ngulo c'smico de observaci'n. Los dbiles seres de los mundos inferiores son esclavos de esta diversidad de )ngulos de conciencia# ya %ue# aparte alguna rara excepci'n# no llegan a dominarlos. 3'lo unos pocos seres versados en materias pro ibidas an logrado una !nfima parte de ese dominio# con%uistando de este modo el tiempo y el cambio. Pero las entidades %ue abitan m)s all) de las Puertas dominan todos los )ngulos. 6 pueden contemplar a voluntad# ya las mir!adas de facetas distintas del cosmos en su forma fragmentaria y sometida al cambio# ya la inmutable totalidad no deformada por perspectiva alguna. NLas ondas callaron otra ve&# y -arter empe&' a comprender vagamente# preso de terror# el (ltimo sentido de a%uella prdida de la individualidad %ue al principio le ab!a orrori&ado. 3u intuici'n fue articulando los datos de las distintas revelaciones# acerc)ndose m)s y m)s a la comprensi'n del misterio. -omprendi' %ue gran parte de esta espantosa revelaci'n 5la divisi'n de su yo en millares de duplicados terrestres5 abr!a podido llegar a revel)rsele al atravesar la Primera Puerta# si la magia de P9mr at5Fa=ilO no lo ubiera impedido con el fin de %ue pudiera utili&ar con precisi'n la llave de plata para abrir la 9ltima Puerta. Aeseoso de una mayor claridad# emiti' ondas telep)ticas para preguntar m)s detalles sobre la

relaci'n entre sus m(ltiples manifestacionesE entre el fragmento %ue ab!a traspasado la 9ltima Puerta# el %ue a(n se al&aba sobre el pedestal exagonal detr)s de la Primera Puerta# el nio de mil oc ocientos oc enta y tres# el ombre de mil novecientos veintioc o# las diversas formas primitivas de vida %ue constitu!an sus antepasados y %ue ab!an ido configurando su ego# y los abominables abitantes de remot!simas edades y universos perdidos %ue en su primer destello de percepci'n absoluta ab!a identificado consigo mismo. Poco a poco# las ondas del 3er surgieron como respuesta# tratando de esclarecer lo %ue casi estaba fuera de la comprensi'n umana. NFodas las estirpes de los seres pertenecientes a dimensiones limitadas prosiguieron las ondas y todas las fases evolutivas de cada uno de esos seres# son meras manifestaciones de un ser ar%uet!pico y eterno. -ada ser aislado 5 i$o# padre# abuelo# y as! sucesivamente5 y cada fase evolutiva de un mismo ser 5nio# muc ac o# $oven# ombre5 es tan s'lo una de las infinitas facetas de ese mismo ser ar%uet!pico y eterno# originada por una variaci'n del )ngulo de la conciencia5plano %ue lo corta. ,andolp -arter en todas sus edades# ,andolp -arter y todos sus antepasados# umanos y pre umanos# terrestres y preterrestres# no son sino meras facetas de un P-arterO (ltimo y eterno# exterior al espacio y al tiempo# proyecciones fantasmales diferenciadas (nicamente por el )ngulo con %ue el plano de la conciencia ab!a incidido en cada caso sobre el ar%uetipo eterno. N9na ligera modificaci'n del )ngulo podr!a convertir al sabio de oy en nio de ayerI a ,andolp -arter en Edmund -arter# el bru$o %ue uy' de 3alem a las montaas de Ark am en mil seiscientos noventa y dos# o en Pickman -arter# %ue emple' extraos procedimientos para rec a&ar a las ordas mongolas de AustraliaI al -arter umano en una de a%uellas entidades primordiales %ue abitaron en la arcaica Hyperborea y adoraron al negro y pastoso Fsat oggua# despus de uir de Hyt amil# el planeta doble %ue un d!a gir' en torno a ArcturusI al -arter terrestre en un antepasado remot!simo y rudimentario# morador del propio Hyt amil# o incluso en las criaturas a(n m)s remotas de las transgal)cticas 3tronti# o en una conciencia etrea y tetradimensional de un continuo espacio5temporal a(n m)s antiguo# o en una mente vegetal del futuro# abitante de un cometa radiactivo de 'rbita inconcebible. 6 as! sucesivamente en infinitos ciclos c'smicos. NLos ar%uetipos 5vibraron las ondas5# son los pobladores del 9ltimo AbismoI son informes# inefables# y en los mundos inferiores apenas los vislumbran# unos pocos soadores. Por encima de todos ellos est) el mismo ser %ue comunica estas revelaciones# el cual, en verdad, es $ustamente el arquetipo del propio ;arter . El insaciable deseo de -arter y de todos sus antepasados por descubrir los secretos c'smicos era el resultado natural de la

procedencia del propio Ar%uetipo 3upremo. En cada mundo# todos los grandes ec iceros# todos los grandes pensadores# todos los grandes artistas# son facetas de El. N-asi desfallecido de pavor# pero exultante a la ve& de una alegr!a terrible# la conciencia de ,andolp -arter rindi' omena$e a a%uella Entidad trascendente de la cual derivaba. 6 como de nuevo cesaron las ondas# medit' en el silencio imponente# pensando en extraos tributos# en cuestiones a(n m)s extraas# y en ruegos a(n mayores. Pero a su cerebro ofuscado flu!an contradictoriamente im)genes de paisa$es ins'litos y revelaciones imprevistas. 3e le ocurri' %ue# si a%uellos descubrimientos eran realmente ciertos# podr!a visitar corporalmente todas a%uellas edades infinitamente le$anas y a%uellas regiones del universo %ue asta entonces s'lo conoc!a en sueos. Le bastar!a con poseer el poder m)gico de cambiar el )ngulo del plano de su conciencia. B6 no le proporcionar!a esa magia la llave de plataC B*o ab!a transformado al principio a un ombre de mil novecientos veintioc o en un nio de mil oc ocientos oc enta y tres# y despus en algo absolutamente exterior al tiempo y al espacioC Era fant)stico# pero a pesar de su aparente falta de corporeidad# sab!a %ue ten!a a(n la llave consigo. N:ientras duraba el silencio# ,andolp -arter emiti' los pensamientos y dudas %ue le asaltaban. 3ab!a %ue# en este abismo final# se allaba situado en un punto e%uidistante de cada una de las facetas de su ar%uetipo# umanas o no umanas# terrestres o extraterrestres# gal)cticas o transgal)cticasI y sent!a una curiosidad febril por conocer las otras facetas de su ser# especialmente las m)s ale$adas en tiempo y lugar del ao terrestre de mil novecientos veintioc o# o las %ue m)s le ab!an obsesionado en sueos durante su vida. 3e daba cuenta de %ue su Entidad ar%uet!pica pod!a enviarle corporalmente# si %uer!a# a cual%uiera de esas fases de vida pasadas y le$anas con s'lo modificar el plano de incidencia de su psi%ue. 6 as!# pese a las maravillas %ue ab!a presenciado# ard!a en deseos de experimentar ese otro prodigio de caminar# en carne y ueso# por los escenarios incre!bles y grotescos %ue sus visiones nocturnas le ab!an mostrado de manera fragmentaria. N3in pretenderlo deliberadamente# estaba rogando a la Presencia %ue le trasladara a un mundo fant)stico y crepuscular cuyos cinco soles multicolores# ignoradas constelaciones# barrancos sombr!os y vertiginosos abitados por seres con garras y ocico de tapir# extraas torres met)licas# inexplicables t(neles y misteriosos cilindros flotantes# se ab!a desli&ado una y otra ve& en sus sueos. Present!a vagamente %ue a%uel mundo era el %ue sin duda estar!a m)s en contacto con los dem)s universos# y an elaba explorar a fondo los paisa$es %ue tan s'lo ab!a vislumbrado# y navegar por los espacios acia a%uellos mundos a(n m)s remotos con los %ue traficaban los abitantes de &arpas y ocico de tapir. *o ab!a tiempo

para el temor. -omo en todas las crisis de su ins'lita vida# una aguda curiosidad c'smica se impon!a por encima de toda otra consideraci'n. N-uando las ondas reanudaron sus espantosas vibraciones# -arter entendi' %ue su terrible petici'n ab!a sido escuc ada. El 3er le abl' de los tenebrosos abismos %ue tendr!a %ue atravesar# de la desconocida estrella %u!ntuple de cierta galaxia insospec ada en torno a la cual gira ese mundo extrao# y de los orribles moradores de madrigueras contra los %ue perpetuamente luc a la ra&a de garras y ocico. Le abl' tambin de c'mo el )ngulo del plano de su conciencia y la relaci'n existente entre este )ngulo y las coordenadas espacio5 temporales del mundo deseado deb!an inclinarse simult)neamente con el fin de acer retornar a ese mundo a%uella faceta de -arter %ue ya ab!a abitado all!. NLa Presencia le aconse$' %ue conservara los s!mbolos# por si alguna ve& deseaba regresar de a%uel mundo remoto y a$eno %ue ab!a escogido# y l replic' con una afirmaci'n impaciente# pues sent!a %ue la llave de plata segu!a en su poder# y sab!a %ue en ella estaban grabados dic os s!mbolos# ya %ue con ella ab!a logrado inclinar a la ve& su plano personal y el universal cuando regres' a mil oc ocientos oc enta y tres. 6 entonces el 3er# comprendiendo su impaciencia# le i&o saber %ue estaba dispuesto a llevar a cabo la monstruosa transposici'n. Las ondas cesaron bruscamente y sobrevino un instante de tensa %uietud# de espantosa e inenarrable expectaci'n. NLuego# sin previo aviso# percibi' un &umbido y un batir de tambores %ue fueron en aumento asta convertirse en un tronar aterrador. 9na ve& m)s se sinti' -arter en el punto focal de una intensa concentraci'n de energ!a %ue le abrasaba# %ue le destro&aba# %ue le desintegraba con a%uel ritmo insoportable del espacio exterior %ue ya iba conociendo. 6 sin embargo# no sab!a exactamente si tal energ!a era el fuego irresistible de una estrella fulgurante o el fr!o petrificador del abismo final. Ante l brotaron fran$as y rayos de color enteramente a$enos a cual%uier espectro luminoso de nuestro universo# tren&)ndose y entrela&)ndose mientras cobraba conciencia de ir despla&)ndose a una prodigiosa velocidad. 6 muy fuga&mente# vislumbr' una figura solitaria sentada sobre un trono de apariencia exagonal. VI El ind( interrumpi' su relato y observ' %ue Ae :arigny y P illips le miraban absortos. Aspin=all pretend!a ignorarle y manten!a los o$os ostensiblemente fi$os en los papeles %ue ten!a ante s!. El ritmo extrao del relo$ en forma de ata(d tom' un sentido nuevo y

ominoso# en tanto %ue las va aradas de los tr!podes excesivamente recargados se entrela&aban componiendo siluetas fant)sticas e inexplicables# combin)ndose de manera in%uietante con las grotescas figuras de las tapicer!as movidas por el viento. El vie$o negro %ue los ab!a llenado se ab!a ido# tal ve& por%ue la tensi'n creciente %ue reinaba le ab!a asustado. El orador reanud' el mon'logo con su lengua$e traba$oso y fluido# despus de una ligera vacilaci'n. 5MFodo esto les abr) parecido dif!cil de creer 5di$o5# pero a(n m)s incre!ble les van a parecer las cosas materiales y tangibles %ue vienen a continuaci'n. Esa es nuestra forma de proceder. Lo maravilloso resulta doblemente incre!ble al trasladarlo de las regiones vagas de los sueos posibles a este mundo tridimensional. *o me extender muc o en ello por%ue resultar!a una istoria muy distinta. 3'lo les contar lo %ue estrictamente deben saber. N-arter# despus de a%uel torbellino de extraa y policroma cadencia# crey' allarse por un momento en uno de sus sueos m)s antiguos y reiterativos. -omo tantas veces en sus vagabundeos on!ricos# se encontraba a ora entre multitudes de seres con &arpas y ocico# y caminaba por las calles de un laberinto met)lico inexplicablemente construido# ba$o los fulgores de una lu& solar de variados coloresI y al mirar acia aba$o# vio %ue su cuerpo era como el de los dem)sE rugoso# parcialmente cubierto de escamas y articulado de manera singular# muy seme$ante al de un insecto# aun%ue recordaba rudimentariamente la forma umana. A(n llevaba consigo la llave de plata# pero a ora la su$etaba con una &arpa repugnante. N9n momento despus desapareci' la sensaci'n de estar soando# y se encontr' m)s como si acabara de despertar. El abismo (ltimo# el 3er# la entidad llamada ,andolp -arter y perteneciente a una absurda y remota ra&a a(n no nacida en %uin sabe %u mundo futuro# formaban parte de los sueos %ue insistentemente visitaban al ec icero Rkauba# abitante del planeta 6addit . Eran sueos tan persistentes %ue obstaculi&aban el cumplimiento de sus deberes# consistentes en preparar ec i&os para mantener a los dholes en sus madrigueras# y llegaban a confundirse con sus recuerdos de mir!adas de mundos %ue ab!a visitado con su envoltura de lu&. 6 a ora parec!an m)s reales %ue nunca. Esta llave de plata %ue ten!a en su &arpa derec a# imagen exacta de una %ue ab!a soado# no indicaba nada bueno. Aeb!a descansar y reflexionar# y consultar las tablillas de * ing para ver %u deb!a acer. 3ubi' a un muro de metal por un calle$'n apartado de los lugares de gran afluencia# entr' en su aposento y se acerc' a los estantes donde se apilaban las tablillas grabadas. N3iete fracciones de d!a m)s tarde# Rkauba se acuclill' en su prisma# sobrecogido y desesperado# por%ue la verdad %ue. acababa de descubrir le ab!a abierto un nuevo caudal

de vivencias. *unca m)s volver!a a conocer la pa& de ser una unidad. Efectivamente# en todo tiempo y espacio se ver!a desdobladoE Rkauba# el ec icero de 6addit # disgustado por la idea de %ue en el futuro ser!a un repugnante mam!fero de la Fierra llamado -arter# cosa %ue por otra parte ya ab!a sidoI y ,andolp -arter# de la ciudad terrestre de Boston# %ue temblaba de terror ante a%uella criatura de &arpas y ocico %ue ab!a sido l en el pasado y en la %ue se ab!a convertido nuevamente. NAurante las unidades de tiempo %ue transcurrieron en 6addit 5gra&n' el swami, cuya vo& traba$osa empe&aba a dar muestras de cansancio5 sucedieron cosas %ue constituyen en s! otra istoria y no pueden relatarse en cuatro palabras. Hubo expediciones a 3tronti# y a :t ura# y a Hat # y a otros mundos de las veintioc o galaxias accesibles a las envolturas luminosas de las criaturas de 6addit # y via$es de ida y vuelta a travs de millones y millones de aos# reali&ados con ayuda de la llave de plata y de otros muc os s!mbolos %ue los ec iceros de 6addit conoc!an. Hubo luc as tremendas con los p)lidos y viscosos dholes %ue moran en las madrigueras de a%uel minado planeta. Hubo pavorosas sesiones de estudio en bibliotecas donde se acumulaba una ingente masa de sabidur!a recogida de die& mil mundos vivos o muertos. Hubo violentas discusiones con otros esp!ritus de 6addit # incluso con el del Arc iantiguo Buo. Rkauba no confes' a nadie lo %ue le ab!a sucedido a su personalidad# pero cuando en l predominaba el fragmento ,andolp -arter# se dedicaba frenticamente a estudiar todos los medios posibles para regresar a la Fierra# y a la umana forma# y practicaba desesperadamente el lengua$e umano con sus extraos 'rganos vocales tan poco aptos para ello. NEl fragmento -arter no tard' en comprobar con orror %ue la llave de plata no serv!a para regresar a la forma umana. 3eg(n dedu$o demasiado tarde de cosas %ue recordaba# de sus propios sueos y de la sabidur!a de 6addit # esta llave ab!a sido for$ada en Hyperborea# en la Fierra# y s'lo ten!a poder sobre los )ngulos de conciencia de los seres umanos. *o obstante# pod!a cambiar el )ngulo planetario y enviar a su poseedor a travs del tiempo sin %ue su cuerpo sufriera mutaci'n alguna. Hab!a un ec i&o adicional %ue confer!a a la llave ilimitados poderes# de los %ue de otro modo carec!aI pero este ec i&o tambin ab!a sido descubierto por el ombre en sus inalcan&ables regiones del espacio# y $am)s podr!a ser reproducido por los ec iceros de 6addit . 3e allaba escrito en el pergamino indescifrable %ue acompaaba a la llave de plata en su cofrecillo de orribles adornos# y -arter se lamentaba amargamente de abrselo olvidado. El 3er a ora inaccesible del abismo ya le ab!a advertido %ue deb!a conservar los s!mbolos# y sin duda ab!a cre!do %ue no le faltaba ninguno.

NA medida %ue el tiempo pasaba# se esfor&aba en a ondar m)s y m)s en la monstruosa ciencia de 6addit # con ob$eto de allar un medio para regresar al abismo de la Entidad omnipotente. -on sus nuevos conocimientos# podr!a aber sacado muc o provec o del enigm)tico pergaminoI pero ese otro poder# en las circunstancias presentes# era pura iron!a. Hab!a ocasiones# sin embargo# en %ue predominaba la faceta Rkauba# y entonces se esfor&aba por borrar los turbadores recuerdos de -arter %ue tanto le angustiaban. NAs! transcurrieron per!odos de tiempo m)s largos de lo %ue el cerebro umano puede concebir# ya %ue los seres de 6addit mueren tras prolongados ciclos biol'gicos. Aespus de muc os centenares de revoluciones# el fragmento -arter se fue imponiendo sobre el fragmento Rkauba# y se pas' grandes per!odos calculando la distancia espacial y temporal %ue abr!a entre 6addit y la Fierra abitada por los ombres. Las cifras eran inconcebibles 5incalculables millones de aos lu&5 pero la sabidur!a inmemorial de 6addit permiti' a -arter comprender todas estas cosas. E$ercit' su poder de orientarse en sueos acia la Fierra# y aprendi' muc as cosas acerca de nuestro planeta %ue $am)s ab!a sabido antes. Pero no pod!a soar con la f'rmula del pergamino %ue necesitaba. N<inalmente concibi' un plan insensato para uir de 6addit y empe&' a prepararlo tan pronto como descubri' una droga para mantener perpetuamente aletargado al fragmento Rkauba# sin por ello anestesiar los recuerdos y conocimientos de ste. Pens' %ue sus c)lculos le permitir!an reali&ar un via$e en una de las envolturas luminosas# como ning(n ser de 6addit lo ab!a reali&ado $am)sE un via$e corporal, a travs de innumerables millones de aos de incre!bles extensiones gal)cticas# asta el sistema solar y la Fierra misma. 9na ve& en la Fierra# aun%ue encarnado en un ser de &arpas y ocico# podr!a encontrar de alg(n modo el pergamino de extraos $erogl!ficos %ue ab!a de$ado en su coc e abandonado en Ark am# y descifrarloI y con su ayuda# y la de la llave# recuperar su aspecto terrestre normal. N*o ignoraba los peligros de la empresa. 3ab!a %ue cuando inclinara el )ngulo planetario acia el per!odo re%uerido Kcosa imposible de acer durante su velo& trayectoria por el espacioL# 6addit ser!a un mundo muerto# dominado por los triunfantes dholes# y %ue su uida en la envoltura luminosa estar!a expuesta a graves eventualidades. 3ab!a asimismo %ue abr!a de suspender su vida# a la manera de un iniciado# para soportar un via$e de millones de aos a travs de abismos insondables. 6 sab!a tambin %ue 5en caso de rematar con xito el via$e5 deber!a inmuni&arse contra las bacterias y dem)s condiciones terrestres ostiles a un cuerpo de 6addit . Adem)s# deber!a adoptar alg(n medio de fingir la forma umana de los abitantes de la Fierra# asta %ue lograra encontrar y descifrar el pergamino# y recuperar de verdad esa forma. En caso contrario# ser!a descubierto probablemente por las

gentes %ue le matar!an# orrori&adas ante una criatura %ue les resultaba inconcebible. 6 deber!a llevar consigo algo de oro 5f)cil de obtener en 6addit 5 para desenvolverse durante su b(s%ueda. NLos planes de -arter se fueron reali&ando lentamente. 3e provey' de una envoltura luminosa de dure&a excepcional# capa& de soportar tanto una prodigiosa transici'n temporal como un vuelo sin igual a travs del espacio. -omprob' todos los c)lculos y orient' una y otra ve& sus sueos acia la Fierra# tratando de aproximarse lo m)s posible a mil novecientos veintioc o. Practic' la suspensi'n de las funciones vitales. Aescubri' los agentes bactericidas %ue necesitaba y logr' calcular la fuer&a de gravedad a la cual deb!a acostumbrarse. :odel' con gran abilidad una m)scara de cera y confeccion' un atuendo %ue le permitiera desenvolverse entre los ombres como un ser umano normal y corriente# e invent' un ec i&o doblemente poderoso con el %ue podr!a contener a los dholes en el momento de su partida del negro y consumido planeta 6addit de inconcebible futuro. Fuvo tambin la precauci'n de acerse con una buena provisi'n de drogas 5imposibles de obtener en la Fierra5 para mantener aletargado al fragmento Rkauba# asta poder despo$arse del cuerpo de 6addit I y tampoco de$' de acer acopio de una pe%uea reserva de oro para utili&arlo en la Fierra. NEl d!a de la partida estaba ec o un mar de dudas y recelos. 3ubi' a la plataforma de lan&amiento con el pretexto de trasladarse a la triple estrella *yt on# y se meti' en la envoltura de brillante metal. Fen!a el sitio $usto para llevar a cabo el ritual de la llave de plata y comen&' a e$ecutarlo mientras se elevaba lentamente la envoltura. 3e origin' un torbellino aterrador# se oscureci' la lu& del d!a y sinti' un dolor pun&ante e intolerable. El cosmos pareci' tambalearse como gobernado por un dios loco# y en la negrura del firmamento dan&aron constelaciones nuevas. NDnmediatamente# -arter sinti' un nuevo e%uilibrio. El fr!o de los abismos interestelares corro!a el exterior de su envoltura# y pudo observar desde su interior %ue flotaba libremente en el espacio. El edificio de metal del %ue acababa de despegar se ab!a undido en ruinas aos antes. Por deba$o de l# el suelo estaba plagado de gigantescos dholesI y mientras los miraba# uno de ellos se incorpor' varios centenares de pies y tendi' acia l una extremidad blancu&ca y viscosa. Pero sus ec i&os surtieron efecto y un momento despus se ale$aba de 6addit sin aber sido alcan&ado. VII

NEn a%uella rara abitaci'n de *ueva +rleans# de la %ue ab!a uido instintivamente el vie$o criado negro# la vo& del swami - andraputra se i&o a(n m)s roncaE 5N3eores 5continu'5# no voy a pedirles %ue crean estas cosas asta %ue no les aya mostrado una prueba irrefutable. :ientras tanto# cuando les able de los millares de a<os de lu), de los millares de a<os de tiempo, y de los billones de kil9metros %ue ,andolp -arter emple' en cru&ar los espacios en su cuerpo abominable e in umano# protegido por una envoltura de metal electroactivo# pueden considerarlo como pura fantas!a. -arter ab!a regulado cuidadosamente la duraci'n de su suspensi'n vital# disponiendo %ue sta concluyera pocos aos antes de aterri&ar en la Fierra en mil novecientos veintioc o. N*unca olvidar) ese despertar. ,ecuerden# seores# %ue antes de provocarse a%uel letargo de millones de siglos# haba vvido conscientemente durante miles de a<os terrestres en medio de los prodigios e&tra<os y horribles de Yaddith# 3inti' la intensa mordedura del fr!o# cesaron los sueos amena&adores# y se asom' por los portillos de la envoltura. Las estrellas# las constelaciones# las nebulosas# se desparramaban por todo el firmamento... Y, %inalmente, sus contornos adoptaron la ma$estad de las constelaciones de la "ierra que -l conoca# NAlg(n d!a podr) contarse su descenso al sistema solar. Gio Hynart y 6uggot en el borde# paso muy cerca de *eptuno y vislumbr' los infernales ongos blancu&cos %ue ensucian la superficie# descubri' cierto secreto inenarrable a su paso por las nieblas de S(piter# vio el orror %ue mora en uno de sus satlites# y contempl' las ruinas cicl'peas esparcidas sobre el disco ro$i&o de :arte. Al aproximarse a la Fierra# la vio como un tenue creciente %ue aumentaba de tamao de manera alarmante. Aflo$' la velocidad# aun%ue la emoci'n de regresar le impulsara a no perder ni un instante. Pero no pretendo contarles esas sensaciones tal como yo las e sabido del propio -arter. NBienI finalmente# -arter se mantuvo inm'vil en las capas superiores de la atm'sfera terrestre# en espera de %ue la lu& del d!a iluminase el emisferio occidental. Juer!a tomar tierra en el mismo lugar de donde ab!a partidoE cerca de la -averna de las 3erpientes# en los montes de Ark am. 3i alguno de ustedes a estado fuera de su ogar durante muc o tiempo 5y s %ue uno de ustedes s! lo a estado5# %ue calcule lo %ue le tuvo %ue emocionar la visi'n de las ondulantes colinas de *ueva Dnglaterra# de los grandes olmos y los uertos de )rboles nudosos y vie$os cercados de piedra. NAl despuntar el d!a# tom' tierra en el prado extiende m)s aba$o de la antigua propiedad de los -arter# y se alegr' de poderlo acer en el silencio y la soledad. Era otoo# lo mismo %ue

cuando parti'# y el perfume de las colinas fue como un b)lsamo para su esp!ritu. 3e las arregl' para subir la envoltura por la ladera# asta el bos%ue# y ocultarla en la -averna de las 3erpientesI pero no consigui' acerla pasar por la grieta asta la cueva interior. All! mismo cubri' su cuerpo extrao con las ropas umanas y la m)scara de cera. La envoltura %ued' en a%uel lugar durante un ao# asta %ue ciertas circunstancias le obligaron a buscarle otro escondite. N3e fue andando a Ark am# lo cual le sirvi' para acostumbrarse a mane$ar su cuerpo en posturas umanas y en las condiciones ambientales de la Fierra# y entr' en un banco para cambiar el oro por dinero. Hi&o tambin ciertas indagaciones acindose pasar por un extran$ero %ue ignoraba el ingls# y descubri' %ue estaba en mil novecientos treinta# s'lo dos aos despus de la poca a la %ue ab!a pretendido llegar. N*aturalmente# su situaci'n era orrible. Le era imposible dar a conocer su identidad# estaba for&ado a vivir en guardia en todo momento# ten!a ciertas dificultades respecto a la alimentaci'n# y necesitaba disponer de su droga extraa para mantener aletargado el fragmento Rkauba. Por todo ello se daba cuenta de %ue deb!a actuar con la mayor rapide& posible. :arc ' a Boston y tom' una abitaci'n en el ruinoso barrio de 4est End# donde pudo vivir sin grandes gastos y en el m)s oscuro anonimato# y comen&' inmediatamente a acer indagaciones sobre los bienes y efectos de ,andolp -arter. <ue entonces cuando se enter' de lo ansioso %ue estaba el seor Aspin=all# a%u! presente# por efectuar el reparto de la erencia# y supo con cu)nta valent!a se empeaban el seor Ae :arigny y el seor P illips en conservarla intacta. NEl ind( i&o una reverencia# pero su rostro barbudo# ate&ado e impasible no manifest' expresi'n alguna. 5NPor medios indirectos 5prosigui'5# -arter consigui' al fin una copia del pergamino perdido# y comen&' el penoso traba$o de descifrarlo. -elebro poder decir %ue e tenido la satisfacci'n de ayudarle en este traba$oI por%ue efectivamente# recurri' muy pronto a m!# y por mediaci'n m!a entr' en contacto con otros m!sticos repartidos por el mundo. :e fui a vivir con l a Boston# en un psimo tugurio de - ambers 3treet. En cuanto al pergamino# me compla&co en poder sacar de dudas al seor Ae :arigny. Perm!tame %ue le diga %ue la lengua en %ue est)n escritos estos $erogl!ficos no es naacal# sino rOlye iana# idioma %ue fue tra!do a la Fierra# ace innumerables eras geol'gicas# por los descendientes de -t ul u. *aturalmente# se trata de la traducci'n de un original yperb'reo# millones de aos m)s antiguo# escrito en la primordial lengua Fsat 5yo.

NHi&o falta m)s tiempo para traducirlo de lo %ue -arter ab!a calculado# pero en ning(n momento se dio por vencido. A principios de este ao i&o grandes progresos gracias a un libro %ue le tra$eron del *epal# y no cabe duda de %ue lo lograr) antes %ue pase muc o tiempo. Aesgraciadamente# sin embargo# a surgido una dificultad. 3e le a terminado la droga %ue mantiene aletargado al fragmento Rkauba. Pero esta calamidad no es tan grande como l tem!a. La personalidad de -arter domina cada ve& m)s en ese cuerpo# y cuando Rkauba logra alcan&ar cierta preponderancia# cosa %ue sucede durante per!odos cada ve& m)s breves y s'lo cuando experimenta alguna inusitada excitaci'n# se suele %uedar demasiado confundido para contrarrestar el traba$o de -arter. *o puede encontrar la envoltura de metal# %ue podr!a llevarle de regreso a 6addit I una ve& estuvo a punto de encontrarla# pero -arter# aprovec ando %ue el fragmento Rkauba ab!a vuelto a sumirse en su letargo# la escondi' en otro lugar. El (nico dao %ue a ec o Rkauba a sido asustar a unas cuantas personas y dar origen a ciertos rumores terror!ficos %ue an circulado entre los polacos y los lituanos del barrio de 4est End# de Boston. Hasta el momento# no a llegado a estropear del todo el cuidadoso disfra& preparado por el fragmento -arter# aun%ue a veces lo arro$a de tal manera# %ue a tenido %ue recomponerlo por algunos sitios. 6o e visto lo %ue ay deba$o de ese disfra&... y no resulta agradable de ver. NHace un mes# -arter ley' el anuncio de esta reuni'n# y comprendi' %ue deb!a actuar r)pidamente para salvar sus bienes. *o pod!a esperar a terminar de descifrar el pergamino y recobrar su forma umana. Por esta ra&'n# me a enviado# para %ue yo act(e en su nombre. N3eores# yo les aseguro formalmente %ue ,andolp -arter no a muertoI %ue se alla temporalmente en una situaci'n excepcional# pero %ue dentro de dos o tres meses a lo sumo podr) presentarse en su verdadera forma# y exigir la restituci'n de sus bienes. Estoy dispuesto a presentarles pruebas de ello si es necesario. Por lo tanto# les ruego %ue suspendan esta reuni'n por tiempo indefinidoN. VIII Ae :arigny y P illips se %uedaron mirando al ind( como ipnoti&ados# mientras Aspin=all emit!a una serie de gruidos y resoplidos. Por fin# el mal umor del vie$o abogado estall' en una furia incontenible# y dio un pueta&o en la mesa con su mano de inc adas venas apoplticas. -uando pudo ablar# parec!a m)s bien %ue ladrabaE 5B-u)nto tiempo ay %ue soportar esta payasadaC Llevo una ora escuc ando a este loco# a este impostor TUV# y a ora tiene la desfac ate& de decir %ue -arter est) vivo...#. ?y de pedir %ue se aplace la distribuci'n de la erencia sin una ra&'n $ustificada@ BPor %u no ec a a la

calle a este brib'n# Ae :arignyC BPretende usted %ue nos de$emos tomar el pelo por un c arlat)n o un ma$aderoC Ae :arigny# sereno# al&' la mano con sosiegoE 5,eflexionemos con calma. Esta istoria es muy singular y ay en ella algunas cosas %ue yo# como ocultista no del todo ignorante# considero muy le$os de ser imposible. Adem)s# desde mil novecientos treinta e venido recibiendo cartas del swami %ue concuerdan con el relato. Al interrumpirse# el vie$o seor P illips aventur'E 5El swami - andraputra a ablado de pruebas. A m! tambin me parece %ue ay cosas muy significativas en esta istoria# y tambin yo e recibido muc as cartas del swami %ue lo confirman. Pero algunas de estas declaraciones parecen excesivas. B*o nos puede usted mostrar alguna prueba tangibleC -on el rostro impasible# el swami sac' un ob$eto del bolsillo de sus ropa$es olgados 6 contest' con su vo& roncaE 5Aun%ue ninguno de ustedes aya visto $am)s la llave de plata# el seor Ae :arigny y el seor P illips s! la an visto en fotograf!a. =!es resulta entonces esto %amiliar> *erviosamente# coloc' sobre la mesa# con su enorme mano enfundada en blancos mitones# una pesada llave de plata enmo ecida# de unos doce o trece cent!metros de largo# de una artesan!a ex'tica y absolutamente desconocida# y cubierta de punta a punta por $erogl!ficos sumamente extraos. Ae :arigny y P illips de$aron escapar una exclamaci'n. 5?Eso es@ 5exclam' Ae :arigny5. La fotograf!a no miente. ?*o puede aber error@ Pero Aspin=all ya ab!a soltado su respuestaE 5?Locos@ BJu prueba esoC ?3i esa es la llave %ue realmente perteneci' a mi primo# este extran$ero# este condenado negro# tendr) %ue explicarnos c'mo a venido a parar a sus manos@ ,andolp -arter desapareci' con esa llave ace cuatro aos. B-'mo sabemos %ue no se la rob' y le asesin' despusC :i primo estaba medio c iflado y ten!a relaci'n con gente m)s c iflada a(n. Gamos a ver# negroE Bde d'nde as sacado esa llaveC BHas matado a ,andolp -arterC El semblante del swami, normalmente tran%uilo# no se inmut'I pero sus undidos o$os negros llamearon peligrosamente en el fondo de sus 'rbitas y abl' con gran dificultad. 5Le ruego %ue se domine# seor Aspin=all. Hay otra clase de prueba %ue podra ensearles# pero el efecto %ue les causar!a no ser!a agradable. 3eamos ra&onables. A%u! tengo algunos papeles %ue evidentemente an sido escritos en mil novecientos treinta# y con letra inconfundible de ,andolp -arter. 3ac' con torpe&a un gran sobre del interior de sus olgadas vestiduras y se lo tendi' al furioso apoderado# mientras Ae :arigny y P illips presenciaban la escena ec os un mar de confusiones# y con una incipiente sensaci'n de terror insuperable.

5La escritura# por supuesto# es casi ilegible# pero recuerde %ue ,andolp -arter no tiene en la actualidad las manos bien adaptadas para la escritura umana. Aspin=all o$e' los papelesI estaba visiblemente perple$o# pero no cambi' de actitud. En la estancia reinaba una tensa excitaci'n y un temor apenas reprimido. El ritmo extrao del relo$ en forma de ata(d resultaba completamente diab'lico para Ae :arigny y P illips# pero al abogado no parec!a impresionarle en absoluto. Aspin=all abl' otra ve&E 5Esto parece una falsificaci'n muy bien ec a. 6 si no lo es# puede %ue ,andolp -arter se encuentre en poder de alg(n desaprensivo %ue lo tenga secuestrado. 3'lo cabe acer una cosaE arrestar a este impostor. Ae :arigny# B%uiere usted telefonear a la polic!aC 5Aguarde todav!a 5contest' el anfitri'n5. *o considero necesario %ue intervenga la polic!a en este caso. Fengo una idea. 3eor Aspin=all# este caballero ind( es un ocultista de verdadero talento %ue afirma estar en !ntima comunicaci'n con ,andolp -arter. B3e %uedar!a usted satisfec o si contestara a ciertas preguntas cuya respuesta s'lo podr!a conocer alguien %ue estuviera en estrec o contacto con lC -ono&co a -arter y puedo acer preguntas de esta !ndole. Perm!tame traer un libro %ue# seg(n creo# podr) servirnos de prueba. 3e dirigi' acia la puerta para ir a la biblioteca# y P illips# perple$o# le sigui' ma%uinalmente. Aspin=all permaneci' en su sitio escrutando con atenci'n al ind( %ue estaba sentado frente a l# con su rostro impasible. Ae repente# cuando - andraputra recog!a con torpe&a la llave y se la guardaba en el bolsillo# el abogado solt' un grito guturalE 5?A # cielos# ya lo entiendo@ Este brib'n est) disfra&ado. A m! no me ace creer %ue es un indio del Asia. Esa cara... ?*o es una cara# es una m scara@ La idea me la a debido dar su istoria# pero es verdad. *o la mueve por nada# y el turbante y la barba le ocultan los bordes. ?Este tipo es un vulgar criminal@ *i si%uiera es extran$ero. :e e venido dando cuenta por su manera de ablar. 6 miren esos mitones. 3abe %ue puede de$ar uellas dactilares. ?:aldita sea# se la voy a arrancar@... 5?Alto@ 5la vo& ronca y extraa del swami denotaba un terror ultraterreno5 le e dic o que haba otra %orma de probarle lo que digo, si era necesario# y le advert! %ue no me provocara. Este vie$o entrometido tiene ra&'nE no soy un indio de verdad # Este rostro es una m scara, pero el que hay deba$o no es humano . 9stedes tambin lo an sospec ado# me e dado cuenta ace unos minutos. *o resultar!a nada agradable %ue me %uitara la

m)scara. A$alo estar# Ernest. Ae todos modos tengo %ue dec!rtelo yaE yo soy 1andolph ;arter# *adie se movi'. Aspin=all solt' un gruido e i&o un gesto vago. Ae :arigny y P illips# desde el otro extremo de la abitaci'n# ve!an el congestionado rostro del vie$o y la espalda de la figura con turbante %ue se al&aba ante l. En el anormal latido del relo$ ab!a algo espantoso# y el umo de los tr!podes y las figuras de los tapices parec!an moverse al son de una dan&a macabra. El abogado# fuera de s!# rompi' el silencioE 5?*oI no eres mi primo# ladr'n... no me asustar)s@ Fus ra&ones tendr)s para no %uerer %ue te veamos la cara. 3eguramente por%ue sabemos %uin eres. ?<uera esa m)scara@ Al abalan&arse contra l# el swami le agarr' la mano con las suyas# enfundadas en los mitones# y emiti' un extrao grito# me&cla de dolor y sorpresa. Ae :arigny %uiso interponerse entre los dos# pero se detuvo desconcertado cuando el grito de protesta del falso ind( se transform' en una especie de &umbido o rec inamiento inexplicable. Aspin=all ten!a el rostro congestionado y enfurecido# y lan&' su mano libre a la espesa barba de su oponente. Esta ve& consigui' cogerla# y de un tir'n frentico# desprendi' del turbante el rostro de cera# %ue %ued' colgando de la mano del abogado. En el mismo instante# Aspin=all de$' escapar un grito a ogado y P illips y Ae :arigny vieron %ue su cara se contra!a en la convulsi'n m)s salva$e# en la m)s espantosa mueca de orror %ue nunca vieran en rostro umano. Entre tanto# el falso swami ab!a soltado su otra mano y se ab!a %uedado de pie# como atontado# emitiendo una serie de ruidos entrecortados de lo m)s incomprensible. Luego# la figura del turbante se acurruc' en una postura muy poco umana y comen&' a arrastrarse de manera singular acia el relo$ en forma de ata(d# %ue segu!a marcando un ritmo c'smico anormal. 3u cara descubierta estaba en ese momento vuelta acia otro lado# y Ae :arigny y P illips no pod!an ver lo %ue el abogado ab!a puesto al descubierto. -entraron su atenci'n en Aspin=all# %ue se ab!a desplomado en el suelo. El encanto se ab!a roto... Pero cuando se acercaron al vie$o# estaba muerto. Al volverse r)pidamente acia el swami# %ue retroced!a resollando# Ae :arigny vio c'mo de uno de sus bra&os colgantes se desprend!a un enorme mit'n blanco. Las va aradas del ol!bano eran espesas# y todo lo %ue logr' ver de la mano descubierta fue una cosa larga y negra. Antes %ue el criollo pudiera llegar asta la figura %ue retroced!a# el anciano seor P illips le retuvo por el ombro. 5?*o@ 5susurr'5. *o sabemos con %u nos vamos a enfrentar. La otra faceta# ya sabe# Rkauba# el ec icero de 6addit ...

La figura del turbante ab!a llegado $unto al extrao relo$# y los dos ombres presenciaron a travs de la umareda c'mo una &arpa negra manipulaba en la alargada puerta cubierta de $erogl!ficos. A%uella manipulaci'n produ$o un extrao golpeteo. Luego# la figura entr' en la ca$a de forma de ata(d y cerr' la tapa despus. Ae :arigny no pudo contenerse# pero cuando se acerc' y abri' el relo$# estaba vac!o. 3egu!a palpitando con el ritmo c'smico y misterioso %ue subyace en todos los accesos del xtasis m!stico. En el suelo ab!an %uedado un enorme mit'n blanco y un ombre muerto con una m)scara en su mano crispadaI ni un solo rastro m)s. Franscurri' un ao# y no se oy' ablar m)s de ,andolp -arter. 3us bienes siguen intactos a(n. Las seas de Boston# desde donde un tal Mswami - andraputraN ab!a enviado informaci'n a diversos m!sticos entre los aos /078 y /071# correspond!an al domicilio de un extrao ind(# pero ste se ab!a ausentado poco antes de la reuni'n de *ueva +rle)ns# y no se le volvi' a ver desde entonces. Era# al parecer# un individuo moreno# inexpresivo y con barba. El dueo de la casa cree %ue la m)scara de color oscuro %ue le mostraron se parece muc !simo a l. 3in embargo# $am)s se sospec ' %ue ubiera relaci'n alguna entre el desaparecido ind( y las pesadillescas apariciones sobre las %ue tanto murmuraban los eslavos del barrio. Las colinas de Ark am fueron registradas en busca de la Menvoltura met)licaN# pero sin resultado. 3in embargo# un empleado del <irst *ational Bank de Ark am recuerda %ue en octubre de /078# un extran$ero con turbante cambi' por dinero cierta cantidad de barras de oro. Ae :arigny y P illips no saben %u pensar del caso. Aespus de todo# B%u pruebas ay sobre lC 9n relato# una llave %ue pod!a aber sido imitada de una de las fotograf!as %ue -arter ab!a distribuido en /012# algunos documentos... *inguna de estas pruebas era concluyente. Hab!a un extran$ero enmascarado# pero# Bviv!a alguien %ue ubiera visto lo %ue ocultaba la m)scaraC En medio de la tensi'n nerviosa y del umo del ol!bano# a%uella desaparici'n en el interior del relo$ pod!a muy bien explicarse como una alucinaci'n sufrida por ambos. Los ind(es conocen muc os secretos de la ipnosis. La ra&'n proclama %ue el swami era un criminal %ue ab!a tratado de apoderarse de la erencia de ,andolp -arter. Pero la autopsia dec!a %ue Aspin=all ab!a muerto de un ata%ue. B<ue s9lo un arrebato de c'lera lo %ue provoc' el desenlaceC Hay ciertos detalles en esa istoria... En una inmensa estancia con tapices de extraas figuras y ambiente impregnado por el umo del ol!bano# Etienne5Laurent de :arigny se sienta a menudo a escuc ar el ritmo an'malo de ese relo$ en forma de ata(d# cubierto de extraos $erogl!ficos.

TUV A%u! Aspin=all ace un $uego de palabras entre %aker, impostor y %akir# como religioso mendicante ind( K*. del F.L.

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