Poemas Por Eduardo Chirinos
Poemas Por Eduardo Chirinos
Poemas Por Eduardo Chirinos
Eduardo Chirinos
SIETE VISIONES
(Sobre un grabado al aguafuerte de Kevin Wright)
1
Seis nios juegan a la ronda en el claro del bosque. Tres nios
y tres nias juegan a la ronda en un patio de escuela. Nadie hay en
el patio de escuela. Nadie hay en el claro del bosque. Olvidados
del mundo tres nios y tres nias juegan a la ronda en el claro del
bosque. Mientras el lobo est.
2
Sentado sobre la hierba un nio mira jugar a la ronda. El nio
tiene un libro abierto. El libro es azul. El nio no tiene cara. El
libro est sobre hierba. Los rboles escuchan el canto de los nios
sin cara. La hierba oscurece las pginas del libro. Los mandiles de
los nios que juegan junto al nio sin cara.
3
El libro canta la cancin de los nios sin cara. Canta canciones
azules. Cuando canta se agitan las hojas al viento. Las hojas azu-
les del libro azul. Las trenzas azules de las nias sin cara.
4
Olvidados del mundo seis nios juegan en el patio. El patio es
gris. La campana que anuncia el final del recreo es gris. El lobo
que mira jugar a la ronda es gris.
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5
Las ramas no dejan ver la casita del rbol. La hiedra cubre el
tronco sin ramas. Los dems rboles tienen ramas. Los nios que
juegan tienen ramas. El libro que cuenta la historia del nio sin
cara. El nio sin cara es mi padre. Est escrito en la pupila del
lobo. En la hiedra que cubre el tronco sin ramas.
6
Nadie sabe la historia del nio sin cara. Se perdi en las hojas
del libro azul. Seis nios azules juegan a la ronda. Un lobo los
contempla. As es el juego en el claro del bosque. Los rboles agi-
tan sus ramas. Escuchan el canto de los nios sin cara.
7
La historia est escrita en la pupila del lobo. En las trenzas azu-
les de las nias sin cara. Nadie sabe la historia del libro azul. El
libro conduce a la casita del rbol. Al tronco quemado y vuelto a
florecer. El viento canta la cancin del lobo. Sus colmillos azules
sobre el nio sin cara.
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TRES LECCIONES DE BIOLOGA
1
(Raphus cucullatus)
Lujo costoso las alas. Alrededor no
haba fieras, el clima era agradable,
no enfrentbamos peligro alguno.
Para qu volar? Nuestros antepasados
eran palomas que llegaron de Oriente.
Tal vez pasaban aqu los inviernos
y luego retornaban. O simplemente
las trajo el viento y decidieron quedarse.
Desde hace milenios habitamos
esta isla. Aqu criamos nuestros
pollos, aqu aumentamos de tamao,
aqu nos olvidamos de volar. Y lo
pagamos caro. Lujo costoso las alas.
En dos siglos nos borraron de la tierra.
Nadie se acuerda de nosotros.
2
(Balaena mysticetus)
Nostalgia del mar. De la llanura
que ninguna montaa duele, que
ningn accidente estorba. Quin
fue nuestro padre?, quin abandon
tierra firme y se olvid de andar?
Nadie ha visto nunca nuestras patas
(las tenemos bien ocultas en el cuerpo)
y galopamos en el agua ondulando
la espina dorsal de arriba abajo,
como lo hacen los caballos. Un da
nuestro padre, acaso un hipoptamo,
tuvo nostalgia del mar. Y volvi
a la llanura que ninguna montaa
duele, que ningn accidente estorba.
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3
{Ornythorynchus anatinus)
He vuelto locos a cientficos y poetas,
he puesto de cabeza a los filsofos,
ningn naturalista supo bien qu
hacer conmigo. Un cruce de pjaro
y serpiente, dijeron. Un pastiche
de mamfero con ave. Nunca entend
por qu tanto revuelo. Al otro lado
del mar cientos de animales pululan
con retazos de mi especie. He sido
generoso, son ellos quienes deberan
estar agradecidos. Mi nica rareza
es vivir lejos. Si me hubieran visto
jugar en el arroyo de su casa,
cmo veran los cientficos un
pato, un castor, una serpiente?
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