Sermón Del Polvo
Sermón Del Polvo
Sermón Del Polvo
Leonardo Castellani.
La polilla y el gorgojo son las miserias de esta vida; el ladrn es la muerte, y el tesoro es lo
que buscamos y deseamos, nuestro ideal y nuestro ltimo fin.
El mundo moderno ha exaltado demasiado al hombre y lo ha deprimido demasiado; lo ha
adulado y lo ha calumniado, y alternativamente contra la Iglesia, que le dice: T eres polvo
, le dice: T eres un semidis, y despus le dice: T eres una podredumbre. El mundo
miente, y es condicin de mentirosos tener que corregir una mentira con otra mentira ms
grande. El siglo de la filosofa del superhombre es el siglo de la filosofa del pesimismo; el siglo
del confort y de los placeres es el siglo del bolchevismo y del pauperismo; y el siglo de los
grandes hallazgos cientficos, el siglo de las grandes miserias morales; el siglo pacifista es el
siglo de la Gran Guerra; el siglo de las luces es el siglo de la ignorancia religiosa.
Yo hojeo nuestras revistas,
universidades Y qu veo?
nuestros
peridicos,
oigo
nuestros doctores
y nuestras
Contra el Gran Ladrn nocturno ninguno puede. A todos espera, a todos alcanza, a todos
vence. Ha vencido la Hermosura, el Poder, las Riquezas, las Naciones y la Fama: vamos a
juntar a todo el mundo contra l, a ver si lo vence. Mueren los individuos, pero queda la
especie; mueren los hombres, pero permanece el gnero humano; mueren las naciones, pero
queda el Mundo. El Mundo contra la Muerte.
Seores, mirad qu es el Mundo. Nosotros somos hormigas al lado de todo el mundo, de los
mares, de las montaas y de las estrellas. Los millones y millones de hombres con sus
riquezas y sus posesiones, sus inventos; las maravillas del arte, de las letras, de la ciencia; los
monumentos, las vas de comunicacin, las mquinas; las grandes organizaciones y las grandes
edificaciones eternas; el trabajo de siglos acumulado pacientemente para hacer una torre que
llega hasta el cielo.
El Mundo Universo contra la Muerte. La Muerte lo toca, y qu sucede? Sabemos lo que
suceder hasta en sus menores detalles. El sol se oscurece, la luna se pone de color de
sangre, las estrellas caen del cielo como higos maduros, el mar se pone a dar bramidos, los
hombres todos reunidos para hacer la guerra a Dios y su Cristo huyen despavoridos; y en
medio de la tribulacin ms grande que ha habido desde el principio de los siglos y despus de
una tremenda aunque breve agona, este mundo pas y toda su gloria se convirti en nada.
Seores, es menester decirlo: en el siglo del progreso indefinido, de la evolucin creadora, en
que muchos hombres, cansados de esperar la Segunda Venida del Cristo, dijeron: No viene
ms y dormitaron y durmieron.
Lo que la razn sospecha, la fe nos lo asegura: este Mundo, que tuvo principio, tendr
tambin fin. No sabemos el da ni la hora, pero sabemos que tenemos que vivir vigilantes. No
sabemos si falta mucho todava, pero sabemos que vendr el Gran Ladrn cuando menos lo
esperan.
Os he hecho un gran espectculo de desolacin y de ruinas; he tomado la Muerte y he
reducido a polvo la carne del hombre, las obras del hombre y el mundo todo del hombre.
Sobre este montn de ruinas, qu queda, sino la tristeza y la desesperacin? As es, seores,
si fusemos filsofos pesimistas; pero somos hijos de la Iglesia; no somos cultores de la
muerte, sino hijos de la Vida.
El autor del Libro del Eclesiasts, inspirado por el Espritu Santo, despus de haber mostrado
amargamente la vanidad de las cosas terrenas, no concluye, seores, la desesperacin, sino
que concluye la moderacin.
Despus de haber recorrido la vanidad de los placeres que dan hasto, la vanidad de la ciencia
que aumenta el sufrimiento, la vanidad de las riquezas, del poder, del nombre, de la fama, de
la hermosura, el autor sacro irrumpe en conclusiones de sentido comn, de moderacin y de
templanza. Hay que despreciar todo lo caduco, hay que usar moderadamente de la vida, hay
que usar tambin templadamente de los placeres y alivios que la hacen serena y llevadera, y
sobre todo hay que temer a Dios, cumplir sus mandamientos y recordar su juicio. Teme a
Dios y observa sus mandamientos, porque esto es todo el hombre.
Es curioso que no dice: Cumple los mandamientos de Dios, porque eso es el alma del
hombre. El cuerpo es polvo; cumple los mandamientos para salvar tu alma. No, seores:
Cumple los mandamientos, porque eso es todo el hombre, cuerpo y alma. Seores, el que
se salva, salva su cuerpo y su alma: enva su alma al cielo y enva el montn de polvo de su
cuerpo a la tierra, como semilla de resurreccin.
Hombre verdaderamente sabio, prudente y juicioso, seores, el que se salva. No nos est
prohibido desear riquezas, sino desear riquezas mentirosas. Cmo se pueden asegurar las
riquezas contra un ladrn? Mandndolas a la caja de seguridad. Ese es el consejo de Cristo:
por medio de la limosna, enviad vuestras riquezas donde no hay ladrones, para que all os
esperen.
Cmo se puede asegurar el grano de trigo contra el gorgojo? Hay que sembrarlo. Es el
consejo de Cristo: Si el grano se hunde en la tierra y muere, despus brota y hace grande
fruto.
As nuestros cuerpos, hundidos por la humillacin, deshechos por la mortificacin, pulverizados
por la muerte, brotarn un da
con nueva vida y florecern como rosas bajo el sol de la
Inmortalidad.
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STAT VERITAS