Teresa Gisbert PDF
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33 1992
La cultura indgena sobrevivi a la conquista, a travs de su lengua, sus costumbres y su estructura conceptual, durante los tres siglos de virreinato, dentro de los esquemas impuestos por el nuevo sistema. La lengua no fue cambiada dada la
evidente desproporcin que haba entre hispano parlantes y habitantes de habla
quechua o aimara. Result mucho ms prctico para los conquistadores buscar doctrineros que estudiaran el idioma indgena, que intentar una castellanizacin de la
poblacin nativa. La cual, fuera de los yanaconas, estaba adscrita a sus doctrinas
respectivas, hecho que supone su permanencia en el ambiente rural primigenio. Su
traslado a las urbes para servir a la mita u otros sitios de trabajo se haca ubicndolos en rancheros o barrios de indios especficos, separados de la poblacin criolla
o espaola.
Otro es el caso de la religin que se trat de extirpar por considerarse
idoltrica, ste era el paso obligado para la cristianizacin tal como la entenda la intolerancia propia del siglo XVII. En el siglo XVI la inestabilidad propia de las guerras debidas, tanto al levantamiento de Manco II como las luchas entre los conquistadores, no permiti encarar el problema religioso en profundidad; ms, teniendo en cuenta que en este primer momento la ayuda indgena era absolutamente indispensable a los espaoles, no slo en las guerras sino como fuerza de trabajo y
como conocimiento del territorio incluyendo la entrega de minas que luego fueron
ampliamente explotadas. El problema plantea de manera terminante la Extirpacin
de laIdolatra, que despus de una serie de tentativas se resuelve, a partir de 1610,
en verdaderas campaas represivas.
El enfoque poltico que pudieran tener los indgenas, incluida su presunta participacin en el gobierno a travs de los sucesores de la dinasta incaica, abort con
la muerte de Tupac Amaru 1, aunque qued latente el anhelo -utpico- de volver al
incario. Es un problema que el gobierno espaol encara paulatinamente quitando
fuerza a los caciques y que aparentemente se resuelve en el siglo XVIII con los
castigos impuestos despus del fracaso de la rebelin de 178t.
Si bien la poblacin india en su integridad mantiene las costumbres y algunas
expresiones propias de su cultura, son sus dirigentes, los caciques, los depositarios
de las tradiciones, sobre todo despus de que se recluye a los "hechiceros" que eran
quienes tenan a su cargo la continuidad del antiguo culto prehispnico, acer52
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su parte central dos figuras mitolgicas Hrcules y Apolo, en el episodio en que Hrcules consulta a Apolo si debe matar o no a su hermano el rey Euristeo y asumir el
poder. El orculo aconseja al hroe sujetarse a Euristeo y dedicar sus esfuerzos al
mejoramiento espiritual. Es por ello que en el Renacimiento se consideraba a Hrcules modelo del caballero cristiano. En otras palabras, la alegora representa la sujecin hombre a la autoridad establecida, hecho que se rubrica en el mural del bap..,
tisterio donde el cacique y su mujer acompaan al emperador Enrique IV hincado
ante el Papa, escena conocida como "La humillacin de Canosa" . Esto supone que
la alianza de los caciques con el Reyes valedera siempre y cuando ste se sujete a la
autoridad de la Iglesia. Estamos ante el compromiso de los caciques con la corona
espaola en tanto sta sea la defensora de la fe. En un cuadro mandado a pintar por
Pumacahua para Urquillos existe el mismo postulado grfico a travs de la presencia del Reyy el Papa junto a Mara y existen otros ejemplos similares 3).
Hay otro aspecto que relaciona la alegora de Carabuco con las pinturas que encarga Pumacahua. El cacique de Chincheros se presenta como el Puma vencedor de
Tupac Amaru personificado en el dragn. En Carabuco ambos dioses, Hrcules y
Apolo como dioses de la luz, matan al lagarto y al dragn animales equiparables, en
la iconografa cristiana, a la serpiente. Por otra parte ambos estn asociados. a santos vencedores de saurios: San Jorge y San Miguel.
Amaru en quechua significa serpiente, para el catlico de los Siglos XVII y
XVIII, serpiente y dragn son lo mismo, ambos smbolos del demonio, por ellos es
que la composicin de Carabuco y las de Pumacahua, que a continuacin analizaremos, tienen un sentido de cruzada en favor de la fe, y en consecuencia de un estilo
de vida que los haba condicionado.
La alegora de Carabuco sobre Hrcules y Apolo, ms el Rey de hinojos ante el
Papa, eran conocidos, pero no se conoca otra parte de este conjunto recientemente
descubierta en una pred tapiada del baptisterio. Se trata de la representacin
dieciochesca del bautizo de Fernando Siani, primer cacique cristiano de la familia.
La pintura es del siglo XVIII y tiene la misma factura popular de las otras partes del
baptisterio; testifica el valor del compromiso cristiano que algunos caciques
asumieron en el siglo XVI ms all de sus posibilidades y ms all de la deuda
cultural con su propio pueblo. El cacique viste un lujoso uncu adornado con
tocapus, a la manera incaica y lleva el sol en el pecho. Esta pintura mural esexcepcional como testimonio histrico.
Aunque Pumacahua estuvo en el Alto Per su radio de accin se circunscribe al
Cuzco, de modo que su similitud con los Siani en el gusto por la alegora nos
muestra tan slo, rasgos comunes a los caciques educados en los Colegios de
jesuitas fundados especialmente para ellos, donde se les daba una formacin
humanista y se les inculcaba la fidelidad a la corona y a los principios cristianos.
Pumacahua manda pintar un importante mural en la iglesia de su pueblo, Chincheros, representando la batalla y consiguiente victoria que obtuvo sobre las tropas
de Tupac Amaru en 1781. En ella se ve al cacique triunfador. El mural hace par con
otro donde se muestra al cacique orante agradeciendo la victoria a la Patrona del
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pueblo, la Virgen de Monserrat [GISBERT 1980: 214 ss.]. El toque indgena est en la
personificacin de ambos caciques en la figura de los animales que los identifican el
puma para Puma-cahua y un dragn para amaru, palabra que significa serpiente.
Sierpe o dragn tenan un significado paralelo. Este smbolo lo reitera Pumacahua
varias veces, lo que indica que pese al acendrado hispanismo y occidentalizacin de
este caudillo no puede, y no quiere, olvidar al animal totmico que su nombre
representa.
La otra pintura donde Pumacahua .repite el smbolo es la existente en Urquillos, capilla de la que fue mecenas, donde hay un importante lienzo, estudiado
por David de Rojas [1984] el cual muestra no solo la victoria del caudillo sobre
Tupac Amaru sino toda su ideologa antes de que los tiempos amargaran su nimo y
le mostraran el error de su eleccin, pues aquellos a quienes tanto haba ayudado
fueron los mismos que lo ahorcaron.
El motivo central del lienzo de Urquillos es, nuevamente, el len y la sierpe,
repitiendo la alegora que est presente en el prtico de la Iglesia de Chincheros. Se
trata de una recoleccin franciscana patrocinada por Pumacahua en la que hay
varias escenas alusivas a la vida de Pumacahua. La composicin tiene un eje central
en el que estn, de arriba a abajo, el episodio de la Porcincula o aparicin de la
Virgen y Jess a San Francisco, advocacin que junto a la de Mara de los Angeles
es la patrocinante del Convento de Urquillos por ello debajo de la escena de la Porcincula est la Inmaculada rodeada de ngeles; a sus pies San Miguel luchando contra las fuerzas infernales personificadas por un dragn, ayudado por el len, de
manera que aqu en un contexto netamente religioso est nuevamente la antinomia
Pumacahua-Amaru en el smbolo len-sierpe. Debajo de las advocaciones patronales puede verse el pueblo de Urquillos con la recoleccin y una leyenda que dice:
"LA MILAGROSA Y ProdigioSA Na. S. Sta. MARIA de los Angeles de POrciunCULA VenerAda en el Conv.To de UrquillOS". Rojas supone que el lienzo fu pintado poco despus de 1781.
La composicin central corta transversalmente tres cenefas horizontales; en la
superior, a mano izquierda, hay dos escenas de la vida de San Francisco de Ass, la
primera muestra cuando la Virgen se aparece al Santo y le manda construir una
iglesia, clara alusin a la iglesia de Urquillos. La segunda muestra a San Francisco
revolcndose en unas zarzas para vencer la tentacin, est consolado por ngeles
que lo llevan a la presencia de Jess y Mara, en el episodio de "La Porcincula". En
el lado derecho superior del cuadro est la donante, que es una monja, presumiblemente Ignacia hija de Pumacahua; ella est retratada delante de un episodio que probablemente muestra la fundacin y toma de velo de las monjas del Convento de Urquillos. Ignacia era hermana mayor de Polonia que estaba casada con Fermn
Quispe Carlos Inca [ROJAS 1984: 55]. A continuacin hay un recuadro donde se han
pintado los barcos que trajeron de Espaa la imagen titular.
En la segunda cenefa pueden verse varios milagros locales, a mano derecha se
parafrasea la escena en que Cristo muestra a San Francisco, postrado en su lecho,
una sala de armas, quizs alude ala misin militar de Pumacahua como un designio
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divino, a continuacin una mujer india frente a la visin del Nio Jess (Juliana,
esposa de Pumacahua?). Finalmente, alIado de la Virgen de los Angeles se ha colocado al Obispo del Cuzco, Moscoso y Peralta, muy involucrado con la rebelin. Las
escenas de milagros se interrumpen en la parte central para dar paso a la Inmaculada; luego, a mano izquierda, hay. diez escenas con los milagros realizados
por la Virgen de los Angeles en el pueblo de Urquillos. A este nivel ya ambos lados
de la Virgen estn el Papa y el Rey de Espaa, Carlos IV, reiterando el tcito pacto
entre los caciques y la monarqua espaola mientras sta se sujete a la Iglesia,
postulado que tambin presenta la Alegora de la iglesia de Carabuco (Bolivia)
patrocinada por los caciques Siani.
Finalmente en la parte baja, flanqueando al pueblo de Urquillos se representa
la batalla en que las tropas de Pumacahua vencen a Tupac Amaru, con los retratos
de ambos caciques, tanto durante la batalla como en el momento del apresamiento.
A lado opuesto se ha pintado la llegada de la imagen a Urquillos, con la familia de
Pumacahua orante.
Este lienzo, muy similar en su composicin al mural de Chincheros: batalla y
familia orante a ambos lados de la Virgen, muestra el sentido mesinico de la lucha
de 1781. La relacin de los episodios blicos con la Virgen, la Vida de San Francisco
y los milagros, muestran el efecto de la educacin religiosa sobre los caciques, hecho
que explica su adhesin no tanto a la causa espaola sino al cristianismo que haban
adoptado. Ambos conceptos.estaban plsticamente relacionados a travs de la propaganda visual de su tiempo, la pintura, por ello son numerosos los lienzos que
muestran al rey de Espaa defendiendo la Eucarista o la Inmaculada, llegndose a
los inmensos cuadros que decoran los presbiterios de las Iglesias de Guaqui y Jess
de Machaca, donde la monarqua espaola se presenta como sustentante de estos
dogmas. Es claro que Guarachi, cacique de Machaca, retratado como donante en el
"Triunfo de la Eucarista" de su Iglesia alienta este punto de vista [GISBERT 1980:
75]. Tambin los Siani de Carabuco se involucran con el rey y el Papa. Otro tanto
ocurre aqu con Pumacahua, que en el lienzo, hace colocar, alIado de la Virgen, los
retratos del Papa y el monarca reinante: Carlos IV 4).
Ese espritu tan ligado a la religin es algo que los doctrineros inculcaron a lo
largo de siglos y aunque quedaran resabios y fuertes de las antiguas religiones, estas
quedaron como algo relacionado con las costumbres, tales como la ceremonia para
alejar el granizo que describe Guaman Poma [1980: 285] y que an perdura en la
Isla del Sol, o el culto a la Pachamama antes de la siembra y cuando se entierra un
sullu (feto de llama) en las casas. En fin, los ejemplos son innumerables pero hasta
hace muy pocos aos no se consideraban propiamente un culto sino una costumbre;
como tales fueron tolerados estos ritos y pervivieron junto a un catolicismo afecto a
las ceremonias extraas y vistosas, muy del gusto barroco. Por ello en las pinturas
que encargaba Pumacahua queda el smbolo totmico del Puma y la Serpiente junto
a la Virgen Mara; y por ello tambin, en el caso de los Siani, el cacique bautizado
no se desprende de la ropa e insignias propias de su condicin de Inca, como cacique ligado a esta dinasta.
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La forma como fue introducida la religin, si bien tuvo su lado duro en la "ex- .
tirpacin de idolatras" .busc una compensacin aceptando que los antiguos dioses
se transformaran en santos y penetraran en las Iglesias; tal es el caso de Tunupa y
San Bartolom, o el Illapay Santiago, por mencionarslo los casos ms conocidos
5)
Los doctrineros no dejaron pasar la ocasin de mostrar la inclusin de lo indgena en la nueva religin. El ejemplo ms claro es el cuadro de la "Adoracin de
los Reyes Magos a Jess Nio" Para los catlicos esta escena representa la participacin de los gentiles, los no cristianos, en la redencin de Jess; all se muestra
la participacin de todos los pueblos y todas las razas. Aunque est muy discutido el
nmero y nombre de los Reyes Magos a travs de las varias versiones de los
evangelios apcrifos [GISBERTI980: 77], en el siglo XVII se aceptaban slo tres Reyes,
un negro, un blanco y un cobrizo. Los jesuitas de Juli a travs del pintor Diego de la
Puente (activo entre 1630-1663) sustituyen al rey cobrizo por un Inca.
Se conocan dos cuadros de esta temtica existentes en pueblos del lago
Titicaca, llave y Juli [GISBERT 1980: 78] inspirados en una tabla de hacia 1505 existente en la Catedral de Viseu (Portugal) donde uno de los reyes magos es un indio
Tupi-Guaran de la zona de Paraguay 6). Los jesuitas sustituyen al guaran por un Inca. A estos cuadros hay que sumar un tercero descubierto recientemente en Arequipa 7). De manera que una temtica que pareca muy restringida adquiere vigencia
en una zona donde estaban activos caciques importantes como los Cari de Lupacas,
los Guarachi, los Siani y los caciques del Condesuyo (Condes). Estos lienzos
creaban un compromiso visual entre los indgenas y los nuevos dogmas.
La zona del lago Titicaca era el nexo obligado, y sin duda muy importante, entre Cusco-Potos. El trfico comercial era continuo pues Cuzco enviaba a Potos
coca, bayetas, azcar y obras de arte [ESCOBARI DE QUEREJAZU 1985: 33 ss. y 74 ss.]
manteniendo al mismo tiempo un trfico continuo con Lima. La Paz era una
ciudad-tambo y el paso obligado para todas las caravanas hacia el sur tanto desde
Lima como desde Cuzco. No es posible pensar que no exista una constancia plstica
de esta relacin.
Se dice que en el Convento de Urquillos haba una pintura mural representando. el Cerro de Potos, pero de ella no queda ms que un informe oral 8), lo que s
hemos encontrado es la representacin del Cerro de Potos y la ciudad de Lima
ligados por la figura de San Francisco Solano, santo franciscano que desde Lima viaj hasta las lejanas tierras de Tucumn. Solano sostiene eI.Nuevo Mundo sobre sus
hombros (No vis Orbis) y a sus pies hay dos angelitos que enlazan el Cerro de Potos
con la ciudad de Lima, identificados con sus respectivos letreros latinos. La pintura
fu hecha en Cuzco y est en el Coro de la Recoleta Franciscana de esa ciudad que
era punto intermedio entre Lima y Potos. Es uno de los pocos lienzos interesados
en el contexto urbano y geogrfico [MESA y GISBERT 1977: 306 ss.].
LOS GUARACHI y SU PATRIMONIO PICTORICO
Uno de los cacicazgos ms importantes del Collasuyo es el de la familia
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a. Los Incas estn retratados de cuerpo entero con el tipo de corona proveniente del grabado de Villanueva y Palomino (1748) [GISBERT 1980: fig.
119].
b . En la fila superior estn: Manco Capac, el escudo incaico y Mama Huaco.
Luego vienen las figuras de 12 Incas hasta Atahuallpa inclusive,duplicando
al nombre del sucesor de Pachacutec en Tupac Yupanqui y Tupac Inca
Yupanqui, como sucede en algunas listas 11).
c. Hay dos lecturas manuscritas a tinta sobre el lienzo con letra del siglo XIX.
La primera alude al origen de los indios mencionando los cuatro perodos
de la humanidad primigenia y al fundador de la familia Guarachi. La segunda explica'el origen de los Incas y aparicin de Manco Capac en una versin
muy conocida.
d. Las pinturas son neoclsicas y corresponden al siglo XIX, probablemente
fueron hechas hacia 1820, o despus, cuando ya no tena sentido colocar a
los reyes espaoles como continuadores de la dinasta incaica, pero cuando
an se pensaba en la posibilidad de reconstituir, de alguna manera, el Imperio de los Incas.
e. En la pintura mutilada del Museo de Brooklyn quedan los cuatro ltimos
Incas que responden a los nombres Tupac Yupanqui, Huayna Capac,
(H)Uascar Inga y Ataguallpa, a todos ellos se los titula "emperador" y
llevan la numeracin romana de XI, XII, XIII, y XIV respectivamente.
La leyenda alusiva a los Guarachi dice lo siguiente: Efigies de los Ingas o Reyes
del Per con su origen y serie. Algunos historiadores ponen antes de estos. seores
Ingas quatro Edades en que florecieron quatro Famos. capitanes ell Q HUari Viracocha Runa casado con Mama Huarmi el 2Q Huari Runa casado con Mama Pucullu
el 3Q Purun Runa casado con Mama Sisac el 4Q Auca Runa casado con Mama Panchiri Sisac. Otros cuentan pr sus nombres desde el Diluvio hasta el primer Inga ciento y quatro Reyes pr noticia de sus Quipos o Anales escritos o Firmados con udos
en hilos de varios colores. Uno de ellos el mejor (sic) pr su grandeza y' azaas fue
APO GUARACHI antecedente (sic) dependiente de los Ingas. Domin desde el
desaguadero hasta Charcas tuvo su Palacio en Hatun Quillacas.
Es muy significativa la mencin a los 104 reyes anteriores los Incas, lista que
figura en el libro de Montesinos, manuscrito indito cuando el cuadro se pint.
Segn este lienzo uno de estos reyes anteriores a los Incas es Apu Guarachi. En un
manuscrito, fechado en 1806 y existente en el Archivo de la Universidad de La Paz
[AOUIRRE 1978: 131 ss.] donde Jos Fernndez Guarachi presenta los mritos de su
familia se dice que: Apo Guarache "fue seor absoluto de todas estas provincias independientes y antecedente al dominio de los Incas Grandes" que" A la aparicin
del primer Inga Manco Capac en Paucartambo, Apo Guarache envi a dos hijos
.suyos, Copatiti y Llanquetiti ... habiendose vuelto al pueblo de Hatun-Quillacas y
Asanaques donde tuvo su palacio el dicho Apo Guarache ... "
Esta parte del manuscrito concuerda con la lectura del lienzo que habla del
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Palacio de Hatun Quillacas y de Apo Guarache como anterior a los Incas. Tan
grande concordancia y el estilo del cuadro nos hacen pensar que este lienzo recoge
parte del testimonio presentado por los Guarachi al Rey de Espaa, y quiz es copia
(adecundolo al tiempo) del cuadro perdido que figura en el testamento. Era usual
incluir pinturas en los testamentos tal se ve en los procesos contra Pumacahua y
Tupac Amaru, y en el expediente de los Betancur pretendientes del curacazgo de
Tupac Amaru. Se ve que los Guarachi mantenan viva la costumbre de poseer pinturas con la dinasta incaica a la cual se consideraban ligados, no slo por suponer
que su familia fue ms antigua sino por lazos de sangre a travs de tres siglos de colonia, pues se autotitulan descendientes de "Capac Yupanqui, Viracocha Inca, Maita
Capac y dems monarcas del Cuzco" [AOUIRRE 1978: 131 ss.].
Dinasta Incaica
Apo Guarache
Seor de Hatun-Quillaca
/
Copatiti
Seor de
. Quillacas
~
.~
(1600-1670)
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Mayor en la ciudad de Ntra Sra de La Paz ... por cuanto por averiguacin que he
hecho y otras diligencias me consta haber posedo Don Fernando Ajata Camaqui y
Don Martin Llanquetiti su hijo y nieto de los susodichos (caciques de Machaca?) y
como heredero unas casas y solar con su sitio, huerta y todo lo dems al anexo y concerniente que es arriba de la Rancheras de Caquiaviri, Calamarca y Machaca la
Grande y de tiempo inmemorial a esta parte haban estado en dicha posesin" [fs.
61-62].
Segn los mismos documentos en 1642 y 1644 el cacique Don Gabriel
Guarachi, sucesor de Don Gabriel Ajata Camaqui,fue nuevamente confirmado en
esa posesin [fs. 62-65]. En un documento de 1807, del mismo archivo, los caciques
Jacinto Roque Tarqui y Don Jacinto Roque, Ramos Ajata Camaqui piden amparo
de su posesin ante los intentos de invasin de parte del soldado Juan de Cceres. El
texto dice: "Por nosotros y a nombre de nuestra comunidad ante Usa, parecemos
y decimos: que por antigua adjudicacin y desde el establecimiento de estas
Amricas, poseemos como las dems comunidades en sitio de casa arriba del barrio
de'San Francisco en el lugar que llaman Viluyo destinada para la mansin y trnsito
de los indIOS de mita segn acreditan los documentos que presentamos ... " [fs. 66].
En respuesta a esta solicitud fue confirmada nuevamente la posesin de los comunarios de Jess de Machaca. Finalmente en 1919 el cacique de los doce ayllus de Jess
de Machaca Faustino Llanki Titi dirigi un memorial al Prefecto del Departamento
d La Paz en el que, se opona a la designacin de Lucio Estrada como Corregidor
de Jess de Machaca, aduciendo innumerables abusos contra los comunarios y en
particular por la venta fraudulenta de la casa de Viluyo. En 1920 los de Machaca
fueron despojados de este inmueble, del que queda la portada, recuperada de la
demolicin y colocada sobre la plaza de San Sebastiano
El documento permite seguir las vicisitudes de una propiedad indgena en el
rea urbana desde los lejanos tiempos del cacique Ajata Camaqui, sucesor dellegendario Apo Guarachi de Quillacas y de Llanquetiti, vencedor de los Collas. La propiedad, que se utilizaba 'como residencia de los caciques y de tambo para mitayos,
lleg muy mermada con slo un primer patio y la portada, situada sobre el callejn
Viluyo. Aunque la portada es relativamente modesta permite saber cmo eran las
casas de indgenas en tiempos coloniales, sin duda la corona real, que no poda usar
ningn espaol, por noble que fuese, era la insignia de los caciques del ColHw, por
lo menos en la zona de La Paz. La casa Viluyo detalladamente documentada gracias
a la acuciosidad de Silvia Rivera y a la identificacin de quien esto escribe, lo
testimonia. Ya indicamos que en Cuzco los caciques usan como insignia la mascaipacha o el casco incaico, en cambio en el Collao es frecuente utilizar la Corona Real.
En la ciudad de La Paz fuera del tambo Viluyo perteneciente a los Pacajes de
Machaca, existan otros que alojaban a los mitayos de Machaca la Grande (San Andrs de Machaca) Caquiaviri y Calamarca, todos ellos pertenecientes a la nacin
Pacaje, los cuales se ubicaron juntos, pero de los que no queda rastro. As mismo
existan otras residencias indgenas como las que seguramente poseyeron los dos
grandes caciques del valle donde se ~sent la ciudad, Otorongo y Quirquincho
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[SAlONES 1986: 287 ss.], nada sabemos del primero pero s queda el tambo de Quirquincho hoy convertido en Museo.
A la llegada de los espaoles, Quirquincho tena un tambo sobre el altiplano y
los espaoles obligaron a bajarlo a la hondonada, sobre el barrio de Churubamba,
donde exista un asentamiento indgena sobre el cual fund la ciudad de La Paz el
capitn Alonso de Mendoza el ao de 1548. El tambo es de dimensiones considerables y ostenta en su interior una arquera de piedra que tiene un arco mayor y
central con la corona real. Esta parte original se conserva, juntamente con la cruja
adyacente y frontera, partes que muestran en la planta alta huellas del incendio provocado por las tropas de Tupac Katari durante el asedio a la ciudad. Por estas
razones se puede afirmar que la estructura del Tambo Quirquincho es anterior a
1781, y ocupa el lugar asignado propio del cacique desde los tiempos de la conquista. La casa tiene las fachadas remodeladas, una parte en el siglo XIX y otra en
el siglo XX. A este tambo se han llevado partes de otros edificios de la ciudad, sin
embargo se conserva en su integridad y sin aditamentos la arcada interior y las crujas adyacentes [GISBERT 1987: 35 ss.].
Los Tambos de Viluyo y Quirquincho nos dan una idea de los blasones de las
casas de los caciques paceos .y de las residencias-tambo que servan, tanto para alojamiento de mitayos como para recibir a los indios que traen los productos de sus
tierras a vender en la ciudad. Los tambos son una institucin incaica que an conser"
va vigencia en la ciudad de La Paz, est en uso el Tambo de Santiago sobre la calle
Sagrnaga.
La Relacin de Luis Capoche (1545-1585) nos informa sobre los contingentes
indgenas que llegaban a Potos en calidad de mitayos. El Virrey Francisco de
Toledo, basndose en el servicio personal que los indgenas de Collasuyo prestaban
a los Incas, estableci un tributo de trabajo en nmero igual al que se le daba a
Huayna Capac, que era de 13,500 indios; estos, recolectados de las diferentes provincias deban dar trabajo obligatorio destinado a la extraccin de la plata en
Potos. Los mitayos se distribuan en tres grupos, el prmero con destino a los
socavones para la extraccin del mineral, el segundo a los ingenios donde se lo procesaba mediante amalgama de mercurio para lo que previamente se mola el mineral
mediante un sistema hidrulico; finalmente, un tercer grupo destinado al manteni~
miento de las lagunas. Todo esto responda a un sistema industrial ideado por los
asesores de Toledo sobre las bases de una tecnologa que haba empezado a desarrollarse 14). Se implantaron cerca de 130 ingenios con ruedas de maderas accionadas
por una corriente de agua, a estas se conectaban los mazos de molienda. El polvo
era procesado en buitrones, en caliente y fro (segn los casos) separndose la plata
del mineral.
La corriente de agua necesaria para mover tal cantidad de ingenios provena de
22 "lagunas" o represas construidas en las alturas de Caricari, aprovechando pequeas lagunas naturales y recogiendo las aguas de lluvia .. Estos embalses, construidos en base a gr.uesos muros de contencin de ms de 8 mts.de grosor, permitan
crear un potencial hidrulico considerable, controlado por compuertas que
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Caracaras
Charcas
Soras
Asanaques, Quillacas y Uruquillas
Carangas
Pacajes de Urcosuyo y Omasuyo
Lupacas
Collas de Urcosuyo y Omasuyo
Canas de Urcosuyo y Omasuyo
Canches de Urcosuyo y Omasuyo
Condes
En 1773 [GOLTE 1980: 75] ya no figuran los Condes, pero s los Chichas ms in-
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Colque haba prestado a la corona. Sobre la plaza del Cattu estaba la parroquia de
Carangas, nacin vecina de los Quillacas.
Cabe explicar que Juan Colque desciende de Apo Guarache por la rama de
Copatiti, emparentada con los Guarachi de Paajes.
La sucinta biografa de Juan Colque nos muestra el poder de ciertos caciques y
que todos ellos tenan residencia en la Villa Imperial. Hemos podido identificar la
casa de los Guarachi de Machaca (Pacajes), por estar indicada en su testamento la
ubicacin y por las caractersticas de su portada. Esta casa se encontraba cerca de
los ingenios de la Ribera.
.
Sera aventurado tratar de ubicar la residencia de los Guarachi de Quillacas,
pero es significativo el que cerca de San Sebastian, Iglesia construida por Juan Colque,quede una importante casa con balcn esquinero y portada, la cual tambin
ostenta un par de sirenas, como la casa de los Guarachi de Pacajes. La relacin en-:tre Pacajes y Quillacas era estrecha, pues Colque Guarachi de los Quillacas, que
tena el cargo de alcalde mayor de los naturales cuand,o fu a la conquista de los
Chichas, dej en su lugar a Juan Pacocuti, cacique de Machaca [ESPINOZA SORIANO
1981: 214].
Cerca del Convento de San Francisco hay dos portadas que teniendo blasones y
smbolos no acusan ningn elemento hispano. Se trata de la portada del Sol fechada
en 1781 y la portada de "Los leones". La primera tiene una cenefa de piedra tallada
que cubre jambas y dintel en forma continua, toda ella con decoracin floral
mestiza. El dintel est tratado como un arco polilobulado. Al centro campea el Sol
en forma muy visible y destacada, en las cartelas de las esquinas se lee la fecha ZRE
24 (24 de septiembre?) M{O DE 1781. La decoracin floral que emerge de dos jarrones contiene pjaros y una especie de serpientes. Esta casa no parece pertenecer a
ningn espaol, ni por su ubicacin, prxima a los barrios de indios entre la
plazuela del Rayo y el Ingenio de San Diego, ni por los elementos elegidos. Creemos
que puede tratarse de una de las tantas casas de caciques.
La casa del frente, que slo conserva la portada, muestra la concha de Santiago
en la parte central y sobre ella un piln flanqueado por dos leones coronados. Los
elementos elegidos recuerdan otra portada de los caciques, la de los Siani en
Carabuco.
Finalmente, entre la Merced yel ranchero de los Lupacas hay otra portada con
el smbolo del Sol en la parte central; est fechada.el 8 de diciembre de 1791. En las
jambas, en lugar de pjaros hay figuras femeninas tenantes que recuerdan las de la
portada de la Iglesia de Pomata, pueblo situado a orillas del lago Titicaca en zona
de Lupacas. Quiz esta casa perteneci a los caciques de Chucuito.
La zona, aunque prxima a la Plaza Mayor, era punto de concentracin de indgenas ya que una de las dos capillas externas de la Merced perteneca a los indios
mercaderes. Seguramentelos caciques colocaron sus residencias en la zona media entre la poblacin espaola y donde comenzaban tanto los barrios de indios, sus
capillas y la zona de trabajo adscrita a los ingenios. Ellos eran los intermediarios entre la administracin espaola y la poblacin nativa.
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paadas del Sol y la Luna. Aqu las esferas del cielo y los dos astros, estn en la
tercera portada, mayor en dimensiones; en ella encontramos el Sol y la Luna a ambos lados de la esfera del universo, flanqueada sta por dos leones. Todos estos
elementos ornamentales son propios de edificios destinados a indios. Esta tercera
portada tiene "puttis" coronados de conchas en lugar de ngeles, figuras tenantes entre follajera y un extraordinario juego de pilastras, usando en ellas el orden
salomnico de Rizzi 18). Esta tercera portada tambin parece responder a una
capilla. Las capillas paralelas en nmero doble y triple son frecuentes, tal es el caso
de la Merced de Potos con dos capillas flanqueando la Iglesia, una de ellas propiedad de los indios mercaderes.
Finalmente la portada central, da acceso al beaterio, decorada con pilastras
salomnicas colgantes pero carente de elementos simblicos.
, Este beaterio seguramente fue costeado por alguno de los poderosos caciques,
capitanes de mita, para recogimiento de las hijas, de los indgenas prominentes, es
uno de los monumentos ms significativos del estilo "barroco mestizo" 19).
Los edificios de Potos se caracterizan por su fuerza, pero en este beaterio hay
un aire diferente, es un barroco casi festivo, con su decoracin abundante y blanca
que recuerda algunos monumentos de Chuquisaca como la portada de la Iglesia de
las Mnicas y la iglesia de Piosera . En el departamento de Potos, tiene este mismo
estilo el Santuario de Manquiri, el cual se levanta sobre una pirmide artificial y
rememora, tanto por esta plataforma como por la decoracin de su portada, al
Templo de Jerusalen. Los elementos de su portada copian el "Santa Santorum" del
libro de Villalpando sobre el Templo Hierosolimitano, la plataforma responde al
grabado que'hace Caramuel (1678) de este mismo templo [GISBERT y MESA 1985: 6
ss.].
Pese a que el Santuario responde a un programa estrictamente ligado al
Templo de Jerusalen, tiene algunos elementos usuales en las Iglesias de indios de
Potos, tales como las sirenas y el sol y la luna (San Lorenzo de los Carangas,
Salinas de Yocalla y Beaterio). Este arte mestizo es producto de la alianza entre doctrinero y cacique. Hoy sabemos que Manquiri era una hacienda donde se encuentra
un Cristo Crucificado de gran devocin; esta hacienda perteneca los juandedianos
y fu comprada el 21 de julio de 1769 por el capitn de mita Don Diego Henao por
la suma de 3,500 pesos 20). Quien dirigi y en parte pag la construccin de la iglesia
fu el Dr. Juan de Dios Balanza, cura propio de Chu1chucani, parroquia de la cual
dependa Manquiri. Balanza era abogado por la Real Audiencia, toma posesin de
Chulchucanien 1780 hasta 1802. Dada la pequeez de la parroquia de Manquiri se
traslada all y decide construir un templo, emulando la Iglesia de Chu1chucani que
tambin se alza sobre una plataforma y tiene una extraa portada en base a pilastras
abalaustradas serlianas. Chu1chucani; fue construida por el cura Alberto Illanes
Caamao antecesor de Balanza [MARCO DORTA 1952: 241-242].
Balanza eleva el Santuario de Manquiri sobre una plataforma mayor y ms
espectacular que la de Chu1chucani. Comienza la obra en 1782 poniendo de su
peculio 4,000 pesos, que en 1786 agradece el Obispo San Alberto al hacer la visita
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pastoral; cuenta, adems, con los bolos de los kajchas, mitayos de Potos que
organizan tres romeras, al ao. Tambin se recolectan fondos en los partidos de
Chichas y Cinti, es posible que el cacique Henao o sus descendientes tuvieran que
ver con estas colectas entre mitayos y gente de Chichas 21).
La obra fue concluida por el cura Jos Mariano Enrquez que se hace cargo de
la parroquia de Manquiri en 1803 por traslado de su antecesor (a l se deben los
retablos, el plpito y el coro): Su administracin dura hasta '1830 en que es
trasladado a San Lzaro de Chuquisaca, Iglesia a l que se le construy un atrio tambin sobre plataforma eh 1790, similar a los de Chulchucani y Manquiri [GISBERT y
MESA 1985: 85].
Las tres iglesias: Manquiri y Chulchucani en Potos, y San Lzaro en Chuquisaca, responden a una misma inte~cin, elevar el atrio por medio de una
plataforma imitando el templo de Salomn. La Iglesia de San Lzaro era antigua
(siglo XVI) y mantuvo su estructura, pero las de Chulchucani y Manquiri responden
a la arquitectura barroca, con la salvedad de que Manquiri dependiente del cacique
Henao incluye en la decoracin el Sol y la Luna, colocados en el intrads del arco
que proteje la portada, ms dos sirenas prximas a las torres. Sol, luna y sirenas son
invariantes de la decoracin mestiza desde el lago Titicaca hasta Potos. Son los caciques los que reiterativamente usan estos elementos ,que los identifican' culturalmente
y que rememoran sus antiguos dioses [GISBERT 1980: 60 ss.].
EL ARTE TEXTIL
Harold Vethey sugiri hace muchos aos que la decoracin "mestiza" de las
Iglesias barrocas del Altiplano tena a los textiles como medios de difusin temtica.
Creemos con l, que los tejidos tan importantes en la sociedad andina [MURRA
1978: 107 ss.] fueron trados y llevados por los caciques y los mitayos de sus pueblos
de origen a Potosi establecindose as un centro de intercambio cultural.
Hoy sabemos que muchos dioses prehispnicos pasaron a la decoracin barroca de las Iglesias tal como ocurre con el mono, adorado como sustentante de los
edificios, el puma, el sol (inti) y la luna (quilla) y las sirenas, Quesintuu y Umantuu,
criaturas del dios acutico Copacabana y funestas amantes del ,dios Tunupa.
Sabemos tambin que la Pachamama se materializ en obras pictricas al igual que
el propio Tunupa quien sobrevivi en apariencia de apstol de Cristo, y el dios del
rayo Illapa que llega. hasta nosotros a travs de innumerables esculturas bajo la
apariencia de Santiago Apstol. Otras divinidades fueron tratadas con la lgica formal pre-conquista, pero tan slo pervivieron en los textiles de regiones apartadas
como ,Leque y Potolo, manteniese en ellos la visin radiogrfica (un ser dentro de
otro) a la manera de los textiles de Paracas. As mismo hay zonas (Cala-cala cerca
de Chanyanta) donde elrayo an tiene la forma de una serpiente celeste y donde los
seres representados son criaturas mticas que estn compuestas por. varios animales
a un tiempo, algunas de estas criaturas se forman sobre un esquema antropomorfo;
tal lgica compositiva, ajena al espritu occidental, es propia de Tiahllanaco y
Chavn. Los tejidos de Leque y Potolo, responden igualmente a este' espritu
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ca. Es posible que hubieran pertenecido a Juan Guarache (muere en 1560) que fue el
ltimo de la familia que ostent, por privilegio especial, el ttulo de Inca. Su hijo
Juan Colque Guarachi, totalmente hispanizado y avencidado en Potos tena sus
bienes en esta ciudad, pero seguramente las insignias de la familia quedaron en el
lugar de origen, las cuales fueron guardadas por los descendientes. Las piezas
merecen un estudio ms detallado.
En el Museo de Brooklyn existe un acsu o vestido femenino de singular importancia. Como todas las piezas de este tipo tiene dos cenefas diferentes, una superior
que queda sobre los hombros y una inferior decorando el ruedo bajo de la falda, ambas tejidas con la tcnica de tapiz. Estilsticamente este acsu corresponde al llamado
estilo de transicin. La ,cenefa superior se decora con elementos diversos como aves,
rboles, serpientes, mariposas, etc.; la cenefa baja tiene dos guardas con motivos
cruciformes compuestos por cuadrados ydos filas de tocapus, al centro hay varios
recuadros donde alternan sirenas danzantes con figuras femeninas. Entre los
recuadros hay elementos vegetales muy estilizados que denuncian una influencia
huari.
Aqu nuevamente encontramos la sirena, elemento tpico del "arte mestizo"
sobre todo en la zona del lago Titicaca~ Es frecuente que decore tejidos de transicin, sobre todo tapices 24) pero nunca se haba encontrado en un acsu como el del
Museo de Brooklyn.
Es posible que este acsu proceda de la zona del lago Titicaca donde hubo un importante centro textil, en Millerea donde los lupacas y otros pueblos del Collao
trabajaban para los Incas, y que luego fueron recogidos por los frailes dominicos
quienes crearon all un centro de produccin de tapices [GISBERT et al. 1987: 156].
Finalmente en el mismo Museo hay una alfombra virreinal, que estudiamos
anteriormente por presentar elementos relacionados con la arquitectura mestiza en'
las portadas de las Iglesias del lago Titicaca [GISBERT et al. 1987: figs. 380-383]. La
alfombra tiene sirenas como motivo central y varios recuadros con monos, guilas
bicfalas y leones, los que se encuentran en Iglesias como Puno, Pomata y Juli.
Estudiada con detencin vemos que se trata de una alfombra nupcial, como la de
Santa Catalina de Cuzco, que tiene una pareja al centro, varios Incas en torno y la
alcachofa considerada smbolo de la fertilidad [GISBERT et al. 1987: 312 ss.]. En la
alfombra de Brooklyn tenemos la pareja en la parte central baja, entre dos guilas
bicfalas coronadas. El hombre lleva un uncu indgena sobre su traje espaol y una
.vara de mando, de manera que creemos se tratade un cacique. Las sirenas ligadas a
la msica, armonizan con los recuadros donde distinguimos dos parejas, el hombre
con la guitarra y la mujer bailando, con un pauelo en la mano (cueca?). Los
monos, parecen tambin ser monos msicos, pues llevan a su boca una especie de
trompeta. La fertilidad, alusiva al matrimonio, estara aqu representada por las
granadas.
Sin duda el arte ,textil fue el vehculo que cacique e indgenas en general
utilizaron, no slo para expresarse sino para trasmitir la cultura de su mundo
ideolgico sumergido dentro del sistema colonial.
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de Capoche; las dems fueron ubicadas por Thierry Saignes en su trabajo de archivo,
agradezco su informacin.
Informe del arq. Luis Prado encargado de la restauracin de las obras de Potos por
UNESCO.
P~a "hombre verde, ver Luks [1973: 195], quien lo identifica con "mascaronesgrotescos" de ascendencia europea. Es elemento usado frecuentemente en la decoracin
andina.
Fray Juan Ricci, en su Tratado de la Pintura (hacia 1600) crea un orden salomnico no
slo en las columnas sino extensivo a las pilastras y otros elementos arquitectnicos.
Para barroco mestizo, ver Mesa y Gisbert [1977: 23 ss].
Informe documental presentado por el seor Celestino Cerrudo, en base a los archivos
de la Hacienda Manquiri ellO de noviembre-de 1977 (poligrafiado) al Director del Archivo de la Moneda de Potos, seor Edgar Valda, quien me lo di a conocer. Para l
mis- agradecimientos.
Archivo de la Moneda (Potos), Informe sobre la Hacienda Manquiri.
Para los textiles de Puqui, ver Okland [1981].
Para los estilos textiles Leque, Potolo y Qero ver Gisbert et al. [1987: 217, 227 y 264].
Tapiz del Museo de Boston publicado en Gisbert et al. [1987: fig. 361].
LAMINAS
Fig. 1 Escudo de armas del cadquede Urubamba (Cuzco), coronado con el casco incaico.
Fig. 2 _Bautismo del cacique Fernando Siani. Baptisterio de la Iglesia de Carabuco (Dept.
de La Paz, Bolivia). Pintura mural de hacia 1768, que rememora un hecho de tiempos de la conquista.
Fig. 3 El emperador de hinojos ante el Papa (La humillacin de Canosa). Acompaan la
escena el cacique Agustn Siani y su esposa. El episodio muestra que los caciques
estn al lado del Emperador (o rey) siempre y cuando ste acate los "designios
divinos que emanan de la Iglesia. Mural en el Baptisterio de Carabuco (Dept. de La
Paz, Bolivia).
Fig. 4 Coro de la Iglesia de Carabuco, escena que muestra a Hrcules consultando al
orculo de Delfos (Apolo) quien aconseja al hroe acatar la autoridad de su hermano, el rey Euristeo, y dedicar sus esfuerzos al ejercicio dela virtud. Aqu, como
en la escena del Baptisterio se seala que el hroe (Hrcules, smbolo del caballero
cristiano) debe acatar la autoridad instituida y escuchar los designios divinos.
Fig. 5 Coro de la Iglesia de Carabuco. San Jorge matando al dragn. Escena que hace par
con San Miguel, tambin matando al dragn infernal,; ambos santos se. muestran
como matadores de saurios y acompaan a Hrcules y Apolo que, a su vez, se
caracterizan por matar a la Hidra de Lerna (Hrcules) y al lagarto (Apolo). Se incide sobre hroes mitolgicos y cristianos; que dan muerte a saurios, smbolo del
mal y la oscuridad.
Fig. 6 Alegora del Puma y la Sierpe (Pumacahua y Tupac Amaru). Pintura existente en la
recoleccin de Urquillos (Cuzco, Per), con una alegora central que mueSlra al
Puma (smbolo del cacique Pumacahua) dando muerte al dragn (smbolo de
Tupac Amaru).
Columna Central:
1. "La Porcincula", aparicin de Jess y Mara a San Francisco.
2. Ntra. Sra. de Los Angeles.
3. San MigueL
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Fig. 28 Potos. Una de las tres portadas del Beaterio de Indias (Se incluye dibujo).
Fig. 29 Portada del Beaterio de Jess de Machaca, mandado a construir por el cacique Jos
Fernndez Guarachi en el siglo XVIII.
Fig. 30 Vista del Santuario de Manquiri, cerca de Potos, el cual se levanta sobre una
plataforma imitando al Templo que Salomn construy en Jerusaln. La hacienda
de Manquiri, perteneca al cacique Henao. Dibujo del arq. J. Andrs Rojo.
Fig. 31 Potos. Vista del Santuario de Manquiri.
Fig. 32 Portada de la Iglesia de Manquiri. La alternancia de querubines y palmas se inspira
en el "Santa Santorum" del Templo de Jerusaln. En el intrads del arco estn
representados el sol y la luna (Se incluye dibujo).
Fig. 33 Chuspa proveniente de Quillacas, dividida en cuatro sectores, en la parte baja la
representacin del "hombre cndor", tejida con la tcnica de tapiz.
Fig. 34 "El hombre cndor", en un tejido de la cultura Gentilar (Arica, Chile).
Fig. 35 Tari proveniente de Quillacas, tejido con tcnica de tapiz, sus motivos recuerdan los
"textiles de transicin".
Fig. 36 Acsu (vestido femenino) cuya cenefa superior responde al llamado "estilo de transicin", la cenefa inferior se decora con sirenas. Museo Brooklyn, New York.
Fig. 37 Detalle de la figura anterior.
Fig. 38 Alfombra. decorada con elementos del "estilo mestizo", como sirenas, monos,
guila bicfala y otros. Al pie, una pareja, el hombre usa "uncu" (camisa incaica) y
lleva bastn de mando, por lo que se puede suponer que se trata de un cacique.
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A : Patio
B : Tienda
C : Dormitorio
D : Depsito
E : Zagun
F : Panadera
G: Sala
H : Corredor
1 : Pasillo
J : Comedor
K : Cocina
L : Vivienda
M: Horno
N: W.c.
O : N o mensurado
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