Uso Sostenible de Manglares America Central
Uso Sostenible de Manglares America Central
Uso Sostenible de Manglares America Central
por
Nstor Windevoxhel-Lora1
y
Alejandro Imbach2
Amrica Central es una regin de gran importancia biogeogrfica dado que sirve de
puente entre las zonas norte y sur del continente, y que est ubicada entre el Ocano
Pacfico y el Mar Caribe. Se encuentran en la misma innumerables ecosistemas y
humedales costeros, sobre todo manglares y arrecifes de coral. Estos ecosistemas figuran
entre los ms productivos del mundo (Day et al, 1989); como tales, no slo tienen un
elevado valor ecolgico sino que contribuyen en forma significativa a las economas
regionales.
No hay en la regin estudios exhaustivos que permitan determinar la extensin de los
manglares de la regin, ni el patrn de cambio del mismo. La mayora de los informes
nacionales y regionales presentan variaciones por lo cual no es posible tener un valor
preciso de la misma.
Se ha estimado (Rodrguez y Windevoxhel, 1995) que
Centroamrica (incluyendo Belice y Panam) tiene unas 566,900 hectreas de manglares
de las cuales, al menos 342,137 hectreas de cobertura boscosa excluyendo otros
componentes del ecosistema son reportadas para el Pacfico (Jimnez, 1994). La tabla 1
muestra las principales zonas de manglares y su extensin por pas de la regin.
Se estima que slo el 7% de los bosques naturales que subsisten en Amrica Central son
manglares. Estos constituyen uno de los ecosistemas ms representativos que se
encuentran en las zonas costeras protegidas en la regin. Debido a la disminucin
acelerada de los bosques tropicales de Amrica Central, sobre todo de bosques secos, los
manglares se han convertido en la actualidad en una fuente importante de recursos que
permiten satisfacer las necesidades bsicas de las familias que viven en las zonas
costeras o cerca de las mismas. En algunas reas costeras secas del Pacfico, las
comunidades satisfacen entre el 40 y el 90% de sus necesidades energticas gracias a la
lea obtenida de los manglares.
Coordinador Area de Conservacin de Humedales y Zonas Costeras para Mesoamrica. UICN/ORMA. P.O.Box 1160-2150,
Moravia, Costa Rica. E-mail: nwindevo@ uicn.icr.co.cr
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Responsable dela Red Latinoamericana de Estrategias de Conservacin UICN/ORMA P.O.Box 1160-2150 Moravia, Costa Rica.
PAS
REA DE 3
MANGLAR
REA EN EL
PACIFICO4
BEL
GUA
11,500
16,000
------15,344
HON
145,800
45,988
E.S.
26,8005
35,500
NIC.
155,000
39,310
C.R.
41,0006
41,292
PAN
170,800
164,968
TOTAL
566,900
342,137
ZONAS MAS
IMPORTANTES
Ro Belice
Manchn Guamuchal
Punta Manabique
Golfo de Fonseca
Mosquitia.
Baha de Jiquilisco
Golfo de Fonseca
Barra de Santiago
Estero real
Laguna de Perlas
Rio San Juan
Trraba-Sierpe
Golfo de Nicoya
Tortuguero
Golfo de San Miguel
Golfo de Chiriqu
Baha de Panam
Bocas del Toro
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EXISTEN
PROYECTOS?
?
Si
Si
Si
Si
Si
Si
-----
Los manglares proveen las necesidades bsicas en alimento (peces, flora y fauna y
mariscos), recursos forestales (lea, madera, postes y carbn), recursos no maderables
(tanino, miel), y tambin una flora y fauna silvestres abundantes para uso indirecto o
directo (turismo, recreo). Los manglares de Amrica Central tambin desempean
funciones ecolgicas importantes y proveen servicios importantes a las economa local y
nacional, tales como agua potable, agua para regado y apoyo para actividades externas.
Aparte de las investigaciones biolgicas realizadas, los ecosistemas de manglares no
recibieron mucha atencin en la regin sino hasta finales de la dcada de los 80, cuando
la UICN cre un Programa Regional de Humedales para llamar la atencin acerca de la
situacin de los manglares y promover la investigacin, el uso sostenible, la capacitacin y
la difusin y otras actividades que buscan la conservacin de estos valiosos ecosistemas.
3
4
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Uso de otras especies para el mismo uso o para otros, como en Trraba-Sierpe, Costa
Rica, donde se promueve la Pelliciera rhizophorae para madera para construccin, o
en Peitas y Estero Real, Nicaragua, donde se fomenta el empleo de la Avicennia
spp. y de la Laguncularia spp. para obtener carbn.
Empleo de otros recursos para aliviar la presin sobre unas pocas especies. Se
encuentran ejemplos de este enfoque en Nicaragua, donde por tres aos se ha venido
experimentando con la produccin de miel en bosques de manglar con resultados
alentadores, o el cultivo de iguanas verdes (Iguana iguana ) para venderlas en el
mercado internacional de animales domsticos, y como carne y piel a nivel local. La
produccin de la iguana verde todava se est validando debido a las bruscas
fluctuaciones de precio y a los costos variables de las diferentes prcticas de manejo,
lo cual ha hecho que las operaciones hayan resultado provechosas en algunos lugares
e infructuosas en otros.
Otra alternativa que se ha puesto a prueba con xito en Nicaragua ha sido la produccin
de artesana utilizando conchas. Esta es una actividad complementaria que provee una
fuente de ingresos para mujeres y nios.
Otras alternativas como la produccin de sal, la produccin de tanino y la pesca artesanal
a lo largo de la costa y en calas de manglares no han resultado para nada provechosas en
Nicaragua. En las actividades de pesca, esto se debi a la depreciacin del equipo (botes,
motores, redes, instrumentos de pesca).
5
de
la
de
en
tamao o abundancia, sin embargo existen muy pocos estudios que cuantitativamente
demuestren estos cambios.
ASPECTOS SOCIOECONMICOS
Aunque existen algunos estudios aislados acerca de estas cuestiones y algunos captulos
sobre este tema en publicaciones recientes (Jimnez, 1994; Suman (ed), 1994), no se ha
realizado un anlisis comprensivo y debidamente investigado de la socioeconoma de los
ecosistemas de manglares. Es indiscutible que, a pesar de las limitaciones mencionadas,
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Carbn vegetal. El mercado de carbn vegetal vara de pas a pas. En Costa Rica y
Panam, se emplea el carbn vegetal sobre todo para fines recreativos (barbacoas) y
algunos industriales (panaderas artesanales, restaurantes de parrilladas, etc.). En estos
pases el mercado es de temporada (bajo en la estacin lluviosa, elevado en la seca). Hay
mucha competencia con el carbn hecho de maderas duras. El carbn de manglar rojo se
considera como de calidad superior en este mercado. En los otros pases se utiliza el
carbn vegetal en un nmero reducido de hogares para cocinar (la lea para combustible
es la principal fuente de energa domstica), y en algunas industrias para cocinar y teir
(i.e., tabaco en Nicaragua). Se enfrenta a una fuerte competencia con el carbn hecho de
maderas forestales de tierra firme. A pesar de los estudios que el CATIE ha realizado en
Nicaragua y que demuestran que la produccin de carbn vegetal es ms lucrativa que la
produccin de lea para combustible, los leadores la rechazan por razn de que les
pagan la lea para combustible el mismo da laboral, mientras que en el caso del carbn
vegetal deben esperar una semana antes de recibir ningn dinero. Se nos inform
personalmente de situaciones parecidas en otros pases. En Panam (Chame) y Costa
Rica (Trraba-Sierpe) la produccin de lea para combustible es muy baja; la actividad se
centra en la produccin de carbn vegetal, lo cual es probable que refleje una mejor
situacin organizacional de los grupos locales que habran conseguido una cierta
capacidad financiera para cubrir el perodo de obtencin del carbn vegetal.
Tanino. Hay mercado, pero el tanino de los manglares no ha resultado ser competitivo. No
hay ninguna curtidura en la regin que est utilizando actualmente tanino de manglar.
Miel. El mercado es variable. Se prefiere generalmente la miel procedente de zonas del
interior ya que la producida en las zonas costeras tiene un sabor algo salado. Las
experiencias realizadas en Cuba muestran que hace falta un manejo ms sofisticado para
obtener buena calidad, como por ejemplo reubicar sucesivamente las colmenas en
manglares y bosques en tierra firme sobre una base estacional.
Artesana de conchas. Se ha probado slo en Nicaragua. Existe un mercado atractivo en
cuanto a precio, pero pequeo en cuanto a cantidad de piezas que se piden.
Estas descripciones de los mercados muestran slo con qu facilidad se pueden vender
los productos obtenidos de los manglares. La cuestin de precios se ve muy influida por
las largas cadenas de intermediarios que se sitan en los canales de mercadeo de estos
productos. Esta situacin se presenta en todas las reas de frontera agrcola, que tienen
niveles bajos de organizacin local, bajos niveles de ingresos y dificultades de acceso.
En los pocos casos en que los grupos locales estn en condiciones de mercadear sus
productos ms cerca del nivel del consumidor en la cadena de mercadeo, reciben buenos
ingresos (mayores que en actividades agrcolas anlogas). Un buen ejemplo de esta ltima
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prximos a Len, Nicaragua, y Directrices que produjo un equipo apoyado por Barbier,
Constanza y Twiley durante 1991 con la participacin del CATIE y de la UICN. Barton
(1995) trabaj en este aspecto en Costa Rica.
d) Tierra y reparto
En general, todos los manglares en Amrica Central son por ley propiedad del Estado.
Por lo tanto, la propiedad no es un factor que refuerce o estimule el inters por el uso
sostenible de los manglares en el largo plazo.
Hasta ahora, los diferentes pases manejan estas reas otorgando permisos para extraer
alguna cantidad de producto y recaudando los derechos correspondientes. Se han
otorgado algunas concesiones de bosques a mediano plazo a modo de prueba, como en
Trraba-Sierpe (Costa Rica), donde Coopemangle recibi una concesin de 200-ha por un
perodo de 10 aos. Otros pases, como Nicaragua, Guatemala y Panam, tambin
estn considerando la concesin de bosques como mecanismo aceptable para promover
el uso sostenible. Todas las actividades que llevan a la conversin de manglares para
otros usos se manejan por medio de permisos..
Un aspecto que merece la pena subrayar por cuanto ha venido adquiriendo importancia
durante los dos ltimos aos es la elaboracin de esquemas ms amplios de manejo para
ayudar a las instituciones nacionales a manejar mejor las reas de manglares. Costa Rica
est trabajando en una Estrategia Nacional de Humedales con la participacin de todas las
instituciones que tienen relacin con ecosistemas de manglares y con la asistencia
tcnica de la UICN.
En Nicaragua, se completar a comienzos de 1998 la implementacin de una Estrategia
de Manejo para el Estero Real (el rea ms grande de manglar de todo el pas), y
desembocar en un Plan General de Manejo. En el futuro, este ejercicio se extender a
todos los manglares de la costa del Pacfico en Nicaragua. El paso siguiente ser la
preparacin de Planes de Regulacin para cada uno de los manglares en la costa a fin de
fijar cuotas mximas de extraccin para cada rea. Esto permitir ejercer un mayor control
desde un punto de vista de manejo sostenible. En un principio, estos esquemas slo
involucrarn a los bosques de manglar, pero no a las otras especies que se utilizan
(peces, camarn, cangrejos, etc.). Esta actividad la coordinada el Proyecto de Manglares
del CATIE, con el apoyo tcnico de la UICN, servir como un primer paso para la
promocin de esquemas de derecho de posesin sobre los recursos del manglar
orientados a fomentar el inters de las comunidades por su aprovechamiento en el largo
plazo, y por tanto en su conservacin.
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ASPECTOS CULTURALES
a) Papel de los conocimientos tradicionales en el manejo de los recursos naturales
No es posible hablar de conocimiento tradicional en el caso de los manglares de
Centroamrica. La mayor parte de la poblacin actual lleg a estas zonas en los ltimos
40 aos, tiempo insuficiente para que se haya dado una coevolucin de prcticas de
manejo y de respuestas en el ecosistema. Es obvio que las personas que viven en los
manglares han desarrollado una serie de habilidades para extraer recursos y para manejar
adecuadamente las diferentes variables naturales que rigen los ciclos en los manglares
(estaciones, mareas, etc.), pero estas habilidades no pueden todava considerarse como
conocimiento tradicional en el sentido de que todava no han alcanzado un estado de
equilibrio entre la intervencin humana y la conservacin de ecosistemas naturales.
Por las mismas razones alegadas no existen percepciones filosficas y culturales acerca
del uso de recursos. Sin embargo, si bien la mayor parte de los valores que poseen las
personas que habitan en los manglares de Amrica Central no han cambiado desde que
llegaron, estn surgiendo algunas caractersticas nuevas que difieren de la conducta
campesina habitual en la regin, de stas las mas importantes son las siguientes:
Las actividades estn altamente monetizadas, siendo actividades comunes como el
trueque y el autoconsumo inexistentes. Esto es sorprendentemente diferente de las
actividades campesinas, en las que son bastante comunes tanto el autoconsumo
como el trueque. En este sentido el manglar es como un banco de recursos donde
con la mnima inversin (principalmente mano de obra) se extrae un mximo
beneficio monetario.
Los productos se cambian rpidamente por dinero. La mayor parte de las personas
que extraen recursos de los manglares exigen el pago inmediato. Una vez ms,
esto es diferente del comportamiento del campesino, que suele dedicar mucho
tiempo y trabajo a la preparacin de la tierra, a sembrar, a cuidar de la cosecha, a
recogerla, a realizar algunos procesos como trillar o pelar, a veces a almacenar por
un tiempo, y finalmente a vender. En este sentido, el campesino no tiene un sentido
de futuro y de planificar que estn ausentes en quienes viven en los manglares,
donde la tendencia es al extractivismo.
Ausencia de acumulacin. La cantidad del producto extrado es la totalidad de lo que
hay que vender para cubrir las necesidades cotidianas. Si se da un excedente, no se
guarda sino que se utiliza para tomarse algunos das de descanso hasta que se
vuelve a necesitar dinero.
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ASPECTOS INSTITUCIONALES
a) Derechos de acceso, tenencia o propiedad de los recursos renovables
La experiencia de campo ha mostrado que resulta casi imposible promover el uso
sostenible de los recursos naturales si no se garantiza a la gente local alguna tenencia o
derechos de acceso. Las instituciones gubernamentales responsables del manejo de los
manglares no han tratado adecuadamente esta cuestin. La consecuencia es que la
mayora de las reas de manglar en Amrica Central siguen siendo tierras pblicas, con
todos los problemas y dificultades correspondientes para su uso y conservacin
adecuados que se han documentado ampliamente en todo el mundo.
Como se ha mencionado antes, hay slo una experiencia de concesin de bosques en
manglares (Coopemangle en Costa Rica), en la que se otorgaron derechos al producto
pero no a la tierra. Todas las dems concesiones se otorgan para convertir los manglares
a otros usos (acuicultura, produccin de sal, construccin de infraestructura, ect.). En
Panam y Guatemala se han dado tambin algunos casos de permisos de extraccin. En
ellos, los habitantes del lugar son propietarios de los productos que extraen, y el Estado se
limita a cobrar impuestos sobre los productos.
No hay sistemas de cuotas para garantizar a un nivel mnimo que las cosechas no sean
mayores que la regeneracin y nadie es directamente responsable por el mantenimiento
de la productividad del ecosistema. Tampoco existen regulaciones para mantener dentro
de ciertos lmites la cantidad de personas dedicadas a la extraccin. La nica regulacin
que busca una cierta forma de uso sostenible es el tamao mnimo de cosecha que se
defini para la Anadara tuberculosa y la A.similis en Costa Rica. Debera mencionarse
que el Proyecto de Manglares del CATIE est tratando de establecer concesiones de
bosques en el Estero Real, Nicaragua.
b) Polticas y legislacin gubernamentales que rigen el uso de recursos renovables
En casi toda Centroamrica la ley establece que no se pueden usar los manglares. En
general. En casi todos los pases esta explcitamente prohibida la extraccin del mangle
rojo Rhizophora mangle. Sin embargo, es un hecho que estos rboles se usan
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intensamente, particularmente en los pases mas pobres de la regin. Por tanto, parece no
existir polticas claras (en el sentido de metas bien definidas) en relacin con los
ecosistemas de manglares aparte de las que se refieren a reas protegidas en las que hay
manglares. La Estrategia Nacional de Humedales de Costa Rica y el nuevo reglamento de
la ley forestal de Guatemala son probablemente los primeros adelantos verdaderos en la
regin hacia la elaboracin de polticas de manglares.
En todos los pases, las regulaciones para el manejo de bosques son las mismas que se
utilizan para los bosques de tierra firme, excepto unos pocos casos en Costa Rica y
Guatemala, donde se publicaron regulaciones especficas para manglares. Las
concesiones de bosques son el elemento clave en la legislacin de Costa Rica, aunque la
nueva ley forestal eliminara esta posibilidad para el caso de comunidades locales. La Ley
de Conservacin de Humedales que elaboraron conjuntamente el MINAE y la UICN servir
para garantizar las regulaciones para el uso sostenible de los manglares.
En Guatemala, la Oficina Forestal (DIGEBOS ahora INAB) permite el comanejo de los
recursos de los manglares. En este programa, las comunidades pueden utilizar rboles de
manglar para fines de agricultura de subsistencia y para la construccin y mejoras de
viviendas. Los participantes firman un contrato en el que muestran su conformidad a
reforestar una rea de manglar con el apoyo y supervisin de los extensionistas de
DIGEBOS. El trabajo lo realizan grupos de beneficiarios, y no slo brinda una oportunidad
para el intercambio social, sino que constituye un mtodo de educacin medioambiental en
servicio.
En todos los pases, las regulaciones para el manejo de bosques son las mismas que se
utilizan para los bosques de tierra firme, excepto unos pocos casos en Costa Rica y
Guatemala, donde se publicaron regulaciones especficas para manglares. Las concesiones
de bosques son el elemento clave en la legislacin. Un par de ejemplos ilustrarn este punto:
Los planes de manejo forestal en Nicaragua exigen que todos los rboles que vayan a ser
cortados deben estar visiblemente marcados con pintura, cinta de color, etc. Esta prctica
es comn en bosques donde se cortan menos de 100 rboles por hectrea y su dimetro
es normalmente mayor de 40 cm. Pero es completamente inaplicable en bosques de
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manglar, donde la tala implica lea para combustible o pequeos troncos de dimetros de
menos de 10 cm. y donde se cortan quinientos o ms ejes (no troncos) por hectrea. El
anlisis econmico que ha realizado Olafo de CATIE mostr que el costo de marcar los
rboles para cumplir con los planes de manejo forestal hacen que la operacin resulte
improductiva.
Un ltimo problema no menos importante en cuanto a legislacin es la coincidencia de
jurisdiccin entre varias entidades legales responsables de las reas de manglares.
Normalmente la legislacin acerca de bosques, zonas costeras, agua, pesca y reas
protegidas incluye regulaciones coincidentes, en conflicto unas con otras y a veces hasta
contradictorias, sobre el uso de los manglares. La confusin que generan situaciones as
conduce a un vaco legislativo en el que todo se permite, o bien conduce a que se hagan
cumplir localmente medidas muy arbitrarias sin ningn sustento legal.
claridad, valor y liderazgo que grandes presupuestos. Vale la pena en este sentido
mencionar una vez ms los esfuerzos actuales de Costa Rica (Estrategia Nacional de
Humedales) y Nicaragua (Estrategia de Manejo del Estero Real ).
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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
1. Se pueden resumir como sigue las conclusiones bsicas acerca del uso sostenible de
los manglares en Amrica Central:
2. Los manglares son ecosistemas ricos y productivos que se estn usando en forma
intensiva en Amrica Central en los pases septentrionales de la regin (Guatemala,
Honduras, El Salvador y Nicaragua).
3. Las poblaciones de varias especies de manglar se estn deteriorando, sin embargo se
requieren estudios y mayores pruebas cientficas de ello.
4. La productividad de los manglares y de sus especies forestales debe entenderse mejor
si se desea mejorar la planificacin para el uso sostenible de los mismos.
5. Se necesitan polticas para promover el uso sostenible de los recursos de manglares, y
tambin incentivos para asegurar que se implementarn dichas polticas.
6. Las comunidades no se interesarn por el uso sostenible a no ser que tengan acceso a
los recursos de los manglares.
7. El uso de los recursos de los manglares es una necesidad social y econmica. Como
tal, la sostenibilidad de semejante uso debe ser un proceso permanente sometido a
pruebas en el terreno con participacin de las comunidades.
8. Dada la falta de conocimientos tradicionales o culturales del uso de los manglares en
Mesoamrica, deben promoverse la capacitacin y el intercambio de ideas en todos los
niveles, pero sobre todo en las comunidades usuarias.
9. Finalmente, el manejo experimental de los manglares por parte de las comunidades
requiere un monitoreo estrecho con el fin de desarrollar tcnicas de manejo y principios
para el uso sostenible.
Recomendaciones principales:
1. A pesar de los problemas descritos antes, el uso sostenible sigue pareciendo una meta
alcanzable en ecosistemas de manglares y por tanto, deberan intensificarse los
esfuerzos en esta rea.
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BIBLIOGRAFA CONSULTADA
Abrego F.C. 1994. Situacin de los bsques salados en El
Salvador. In El Ecosistema de Manglar en Amrica Latina
y la cuenca del Caribe: su manejo y conservacin. Edit por.
Suman D.. Miami: Universidad de Miami, Rosentiel School
of Marine and Atmospheric Science. P. 115-124
Jimnez, J.A. 1994. Los Manglares del Pacfico de Centroamri_
ca. Heredia, C.R.:EFUNA
Pizarro,F.; Angulo, H.
la Costa Pacfica
en Amrica Latina
vacin. Edit. Por
enstiel School of
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