Enseñando Con Las TIC
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EDUCATIVA EN EL AULA
Enseando
con las TIC
HUGO M. CASTELLANO
INTEGRACIN DE LA TECNOLOGA
EDUCATIVA EN EL AULA
Enseando
con las TIC
Hugo M. Castellano
Hugo M. Castellano
Integracin de la Tecnologa
Educativa en el Aula
Enseando con las TIC
Hugo M. Castellano
Directora General
Susana de Luque
Coordinadora de Marketing
y Produccin
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Edicin
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Castellano, Hugo M.
Integracin de la Tecnologa Educativa en el Aula
Enseando con las TIC
1a ed. - Buenos Aires,
Cengage Learning Argentina, 2011.
340 p.; 18,5x23,5 cm.
ISBN ELECTRNICO 978-987-1486-52-6
1. Tecnologa Educativa. 2. Enseanza Superior.
I. Ttulo.
CDD 004.071 1
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ndice
Acerca del autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I
Prlogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . III
Captulo 2 La capacitacin
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69
107
169
ndice
WEBQUESTS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194
Mini WebQuests . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
Pgina de recursos (hotlist) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
Cuaderno de recortes (scrapbook) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
Caceras o bsquedas del tesoro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
PROYECTOS TELEMTICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201
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Hugo M. Castellano
Prlogo
Preparar un libro sobre la integracin de las tecnologas de la informacin y la comunicacin (TIC) al trabajo diario de escuelas y docentes supone, primero que nada, definir claramente quines sern sus destinatarios. Este problema, en apariencia sencillo, de inmediato da
origen a una serie de interrogantes que poco a poco van desnudando la profunda complejidad
de la cuestin de fondo: cmo construir una nueva relacin entre los educadores, su profesin
y la tecnologa, en tiempos de cambio permanente y acelerado.
En efecto: si dirigimos la atencin hacia aquellos docentes que todava no manejan los
recursos informticos (y consecuentemente no los aplican en el aula), cabe preguntarse cmo
han llegado hasta aqu sin rendirse ante la evidencia o las presiones. Tuvieron oportunidad,
recursos e incentivos y no los aprovecharon? Alguien les permiti desaprovecharlos? Es probable que un libro como ste no les interese. Carecen an de recursos, incentivos y oportunidades? Entonces este libro les resultar superfluo. En cualquier caso, la mera existencia de grandes
sectores del magisterio que todava no tienen acceso a los recursos tecnolgicos ms modernos,
o que tenindolo no han sido preparados ni motivados para usarlos, es muestra cabal de la ineficacia y las inconsistencias del propio sistema educativo en el que se desenvuelven (una cuestin que difcilmente podr corregir este libro, ni cien como l).
En cambio, si el foco se pone en dar impulso a aquellos maestros y profesores que ya han
comenzado a trabajar con TIC y necesitan ideas y consejos, la tarea pronto se revela harto complicada. A qu especialistas dirigiremos la atencin? La profesin docente se extiende en mltiples niveles, involucra muy variadas disciplinas y atiende a poblaciones de lo ms diversas. No
es lo mismo satisfacer los requerimientos de la maestra jardinera que los del profesor de secundaria; para el docente de Matemtica la tecnologa informtica tiene una cercana muy distinta de la que puede sentir quien ensea Arte, Historia o Literatura, y ciertamente no valen para
ellos las mismas sugerencias, ni se les puede hablar en el mismo tono si realmente se pretende
sintonizar con sus necesidades.
Todo esto sin contar con el horizonte en permanente fuga de la tecnologa contempornea,
y la vastedad de medios, contenidos y materiales que ofrece Internet. Qu expectativa de vida
III
IV
Captulo 1
Modelos de incorporacin
e integracin tecnolgica
DEFINICIONES Y PRINCIPIOS PARA EL ANLISIS
Un modelo de integracin tecnolgica es una respuesta global y caracterstica al problema
de introducir materialmente los recursos informticos en la escuela, con la finalidad de transformar los procesos de enseanza y aprendizaje adecundolos a la actualidad tecnolgica y a
las prcticas sociales y culturales contemporneas.
Antes de entrar de lleno en la cuestin de los modelos de incorporacin tecnolgica, hagamos un parntesis para dejar sentadas las bases y los principios a los que nos ceiremos durante esta exposicin y los captulos subsiguientes.
En el transcurso de muchas discusiones sobre el rol de las tecnologas de la informacin en
el mbito educativo suelen presentarse en forma apresurada conceptos que, de haber sido aislados y definidos convenientemente, hubieran aportado mayor claridad al debate.
Por ejemplo, es muy comn que no se distinga acabadamente entre incorporar e integrar. En tanto la incorporacin puede limitarse a la mera instalacin de artefactos o la puesta
en disponibilidad de recursos mediados por la tecnologa, una integracin supone la fusin de
diversos elementos para producir una sntesis novedosa; esto es, algo distinto, original y superador de lo que exista previamente.
Vistos de este modo, los trminos no son sinnimos, sino que representan momentos sucesivos de un proceso: primero se incorpora la tecnologa, luego se la integra.
Pero no es sencillo especificar de antemano cmo se espera que sea esa integracin. Es
improbable que alguien pueda predecir cmo ser esa sntesis, constituida por elementos muy
dinmicos, e inmersa en el vertiginoso avance de la tecnologa. A la hora de planificar estrategias para la integracin entre tecnologa y currcula, por ejemplo, muchos docentes encuentran
que la integracin es como el horizonte, que siempre est a la misma distancia del caminante.
De un modo anlogo, suelen intentarse peridicos balances sobre los efectos de la computadora en el aprendizaje, olvidando que la computadora es un objeto en continua evolucin
y que las percepciones, expectativas y sentimientos que nos genera dependen invariablemente del estado del arte tecnolgico, que es efmero y hace difcil la repeticin de experiencias
1
Captulo 1
o en los primeros grados de la primaria, cuando los nios todava no son capaces de pensar
lgicamente sobre proposiciones abstractas, ni
saben sistemticamente verificar hiptesis? 1 Por
otra parte, nadie osara postergar un objetivo
de tamaa importancia hasta los ltimos aos
de la universidad, cuando probablemente sea
muy tarde para erradicar creencias, prejuicios
y vicios del razonamiento, pero s hay quienes
se atreven a sugerirlo junto con otros igualmente inapropiados para los planes de estudio de los primeros grados.
Convengamos en que toda organizacin
escolar o sistema educativo es un intento por
acoplar una burocracia acadmica al desarrollo cognitivo, intelectual y emocional de los
nios y los jvenes, compartimentando lo que
es naturalmente continuo. El alumno aprende todos los das, pero lo examinamos por captulos. La ley de la gravedad rige a toda hora,
pero slo la estudiamos entre timbre y timbre.
Ningn ser humano es bueno o malo, honesto
o mentiroso, pacfico o agresivo todo el tiempo
y sin matices. Esta percepcin binaria y maniquesta nunca debera ser aplicable a las perso- En el afn por justicar el uso de tecnologa innas, pero a los maestros cada tanto se nos exi- formtica en la escuela, muchas veces se incurre
en generalizaciones. Entre las ms comunes se
ge definir, categorizar y encasillar a nuestros encuentra la que sostiene que las computadoras
alumnos, obligndonos a ignorar la riqusima desarrollan el pensamiento crtico y razonamiento
e infinita variedad de sus comportamientos y lgico. Seguramente, pero slo si esas operaciones
mentales son posibles en el marco del desarrollo
sus personalidades.
La necesidad social, administrativa y po- cognitivo de la persona. Entretanto, la exposicin
indiscriminada de nios muy pequeos a los artefacltica de sistematizar y estructurar la educacin tos tecnolgicos no ha sido debidamente estudiada
es perfectamente entendible, pero deben evi- y siempre debe asumirse con la debida prudencia.
tarse los extremos de la personalizacin y la
masificacin, dos tentaciones muy comunes cuando intervienen las
tecnologas, que comercialmente se muestran como herramientas para exaltar la individualidad, y al mismo tiempo buscan posicionarse
como conos generacionales, como el blue jean o la msica disco.
Nada en pedagoga es aplicable a todos los individuos sin algn
grado de personalizacin y, por otro lado, no existira la educacin sis1
ste es el estadio de las operaciones formales, que segn J. Piaget ( 1973) se alcanza recin
a los 11 aos.
Captulo 1
Con variadas configuraciones (en U, en E, incluso se han visto algunas en L, y hasta en I 3) trataron de acomodar el recin llegado equipamiento informtico a la realidad del saln de clases tradicional que los planificadores escolares haban concebido en el siglo
XIX: una habitacin rectangular con amplias ventanas a la derecha de
la pizarra y del escritorio del profesor, convenientemente dispuestas para derramar abundante iluminacin sobre los cuadernos de una mayora de estudiantes diestros.
La eleccin del aula donde se iba a instalar el laboratorio de informtica casi siempre recaa en un cuarto que ya se vena usando como
depsito o que directamente no estaba en uso corriente. Por supuesto,
nadie almacena trastos viejos en el mejor saln de clases de la escuela,
ni en el ms amplio, ni en el mejor orientado, y mucho menos se deja
uno de esos sin utilizar. Por lgica, entonces, este lugar tiene serias limitaciones arquitectnicas o funcionales.
Tambin sucedi que como era natural El formato ms corriente de aula de informtica
en colegios concebidos hace muchas dcadas presenta una inquietante similitud con espacios
para otra realidad tecnolgica estos salones concebidos para el trabajo mecnico y tedioso
carecan de un tendido elctrico adecuado, y antes que para el aprendizaje colaborativo, dincomo la iluminacin direccional que tan bien mico y graticante que dice promover la pedagoga
contempornea.
serva a los nios sentados en sus pupitres ahora competa con la luz que emanaba de los monitores (porque sin importar el modo en que se los distribua siempre
algunos quedaban de espaldas y otros de frente o de costado respecto
de las ventanas), hubo que instalar de apuro cortinas, cables, tomacorrientes y luminarias.
Mientras esto suceda, las autoridades escolares tomaron nota de
que las computadoras y sus perifricos haban sido pensados para apoyarse sobre mesas, y que tambin iba a ser conveniente procurar sillas
para los estudiantes. En muchos casos se recurri a mobiliario ocioso; en otros, a soluciones comerciales pensadas para ambientes hogareos, y los menos se procuraron muebles especficamente diseados para ambientes escolares (aunque no para artefactos informticos, ya que
no exista todava un mercado para dichos productos).
Por supuesto, una vez ms se comprob aquello de que la escuela
es un mbito donde prima la variedad. Y en una escuela no hay fuente
de variedad ms grande que los propios alumnos, que vienen, como ya
hemos dicho, en diversas edades, tamaos, formas y colores, al punto
que los de los primeros grados rpidamente comenzaron a sufrir dolores de cuello y fatiga ocular, y los de los ltimos fueron acosados por
3
Una solucin minimalista que consiste en un largo pasillo sin ventanas, con las computadoras
contra la pared, y al nal una mesita para el maestro.
desplazamientos cervicales y espaldas doloridas, todo a causa de asientos diseados para el usuario promedio, o simplemente mal diseados.
Hubo, por cierto, muchas instituciones que tenan instalaciones
ms modernas, y all la adaptacin result menos traumtica. Pero por
regla general, y al no existir experiencia previa ni estndares tcnicos que
sirvieran de gua, las aulas de computacin devinieron en un popurr de
confusas soluciones, plagadas de vicios y peligros, sobre todo elctricos.
Al cabo de unos pocos aos se volvi evidente
que lo nico que tena de modelo el laMuchos envidiaran un aula bien equipada y espaboratorio
de informtica, es decir su esencia,
ciosa como sta, pero es muy probable que esos
cables colgando desordenadamente en espacios
era ser un cuarto con computadoras dentro, y
dedicados al trnsito de las personas estn violando
una dinmica de acceso a los recursos basada
muchas normas de seguridad, poniendo en riesgo
en un sistema de turnos.
a los alumnos y a los equipos. Las autoridades
El humor y la irona que utilizamos para
escolares deben comenzar a tener en cuenta estos
describir este popular modo de incorporar la
aspectos, as como la ergonoma de aparatos y
espacios destinados a los estudiantes.
tecnologa en las escuelas no nos impide atestiguar sobre su manifiesta utilidad en las primeras etapas de la tecnificacin educativa, y
la ternura con que muchos educadores recordamos los tiempos vividos en aquellas aulas.
Sera muy injusto acusar a los primeros
implementadores por carecer de cdigos arquitectnicos, estndares elctricos o por ignorancia de los principios de la ergonoma. No eran
tiempos en los que estos asuntos se discutieran
en los corrillos educativos ni en los pasillos ministeriales. Las prioridades y las urgencias eran
otras. Pero tambin es cierto que con el paso
del tiempo hubo muchos que comenzaron a reclamar por la mejora y el ordenamiento de este
modelo de incorporacin tecnolgica. No obstante, las regulaciones y los estndares, donde
los hubo, jams pasaron de tener aplicacin en reas muy reducidas, a
lo sumo provinciales o distritales.
Estudiemos ahora la dinmica de funcionamiento de un laboratorio de informtica. En su forma ms ortodoxa se lo ha diseado para acomodar a dos o tres alumnos por puesto de trabajo, de modo que en una
escuela primaria tpica, donde los grados contienen un nmero igualmente tpico de alumnos, diez o doce computadoras bastan (y veinte
son un lujo que no muchas escuelas podan darse en las ltimas dcadas del siglo pasado, sobre todo en los sistemas pblicos de enseanza).
Captulo 1
En algunos pases, como en la Argentina, este lmite est jado por ley.
Este clculo, que de antemano a muchos les parece ingenuo, siempre termina sorprendiendo,
porque la percepcin que tiene la gente y sobre todo algunos funcionarios, polticos y periodistas a la vista de un aula llena de computadoras es que los alumnos reciben en ella una
exposicin muy completa a las nuevas tecnologas. No es as, y como se ver ms adelante
hay mtodos mucho ms ecientes para aumentar el tiempo de acceso con recursos limitados, a condicin de despojarse de prejuicios a la hora de elegir un modelo de incorporacin
de tecnologas.
Para profundizar algunos de los conceptos vertidos hasta aqu sobre este modelo, as como
los que siguen, recomendamos un trabajo ya clsico: El laboratorio de Informtica. Roles,
actividades y posibilidades de integracin, una investigacin hecha en 2001 por docentes de
la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata, cuyos
alcances y conclusiones son representativos de toda Hispanoamrica, y que est disponible
para su descarga en http://161.67.140.29/iecom/index.php/IECom/article/viewFile/139/132
El trmino omtica remite al concepto de ocina automtica que se populariz hacia nes de
la dcada de 1970, cuando empezaron a comercializarse los primeros ordenadores personales.
Hablamos de cuando los procesadores eran de 8 bits, y las PC XT dominaban la escena con
sus monitores mbar.
Captulo 1
10
la urgencia que tuvo la escuela por recurrir a profesionales de la informtica y analistas de sistemas para conducir los laboratorios escolares. La pregunta que siempre se hace en este punto del relato, y que en
aquellos tiempos muy pocos se atrevan a formular en voz alta, es por
qu la escuela avanz en la incorporacin de una tecnologa a la que se
quiso dar sentido pedaggico, sin esperar a que surgiera una masa crtica de docentes entrenados en sus particularidades y unos objetivos
didcticos especficos a alcanzar con su uso.
La realidad es que la escuela de entonces trat de dar respuesta a
una fuerte presin social, industrial y gubernamental, fundada en la
percepcin pero no en la evidencia de que aquellas novedosas computadoras personales, cuyo precio caa en picada mes a mes, iban a tener un enorme valor estratgico para la economa, estaban destinadas
a revolucionar el desarrollo en todas las reas de la industria, la economa y el trabajo, y eventualmente produciran un impacto de envergadura en la cultura y en la educacin, transformando por completo a las
sociedades que se sumaran al proceso y relegando a las dems. Ya bastante ventaja tenan los pases centrales en el terreno tecnolgico como
para demorar por tiempo indeterminado la entrada de la computadora a los sistemas educativos de nuestra regin.
Por cierto, algunas de esas anticipaciones eran tan obvias que nadie se hubiera atrevido a apostar en su contra. A lo sumo poda discutirse si llegaran en diez o en veinte aos, no ms que eso. Pero en lo
que respecta a la influencia de la computadora en el campo cultural,
aun no estaba claro si el gran pblico iba a aceptar esas mquinas con
las que todava no se podan hacer cosas verdaderamente interesantes,
cuyos sistemas operativos parecan diseados para criptlogos, y que
despertaban tanto grandes prejuicios como exageradas expectativas 10.
Sin embargo, algunos indicios hacan pensar que el poder de
las computadoras para almacenar increbles cantidades de datos, y la
constante mejora en las velocidades de procesamiento, iban a permitir
concretar, por lo menos en el mediano plazo, el antiguo sueo de la
biblioteca universal. Que el acceso a semejante recurso llegara a ser
considerado un derecho humano 11, y que la informacin all contenida pudiese estar efectivamente al alcance de todos a un costo despreciable, como cualquier servicio pblico, eso s era un tema exclusivo de
futurlogos optimistas y escritores de ciencia ficcin.
10
Hoy nos parece ingenuo, pero mucho se hablaba entonces sobre que las computadoras
reemplazaran a los maestros. Otros suponan que las computadoras personales eran como
las del cine y la televisin, capaces de responder a cualquier pregunta con una voz metlica,
y al enterarse de cules eran, realmente, las limitaciones de aquellas primitivas mquinas,
se daban a ridiculizar la tecnologa y a pronosticarles un futuro muy negro.
11
Ver http://www.ebizlatam.com/news/123/ARTICLE/11874/2010-07-09.html
12
13
LOGO es un lenguaje de programacin creado en 1967 por Daniel G. Bobrow, Wally Feurzeig,
Seymour Papert y Cynthia Solomon, con nes educativos. Su caracterstica ms conocida es
la tortuga, un cursor que puede ser comandado a travs de rdenes sencillas, que permite
a lo nios utilizar la matemtica como material de construccin para crear diseos, animaciones, msica, juegos y simulaciones entre otras cosas. El lenguaje LOGO ha sido utilizado
en mltiples implementaciones; una de las ms difundidas es MicroMundos .
14
15
Captulo 1
11
12
Si bien un importante
nmero de docentes e instituciones adhirieron a la propuesta de Logo, ms y ms
se volcaron paulatinamente
a utilizar aquellos programas
comerciales sin ningn valor
didctico, cuyos objetivos curriculares estaban por debajo
de cualquier mnimo, y cuyo
nico propsito pareca ser justificar el uso del parque informtico escolar en tareas superficialmente divertidas para los
alumnos, pero vacas de significado pedaggico.
La contradiccin se ve
aumentada
si
volvemos
a considerar la arquiUna implementacin contempornea de Logo, Turtle
tectura del aula de computacin ms corrienArt, es parte de la batera de actividades incluida
te: aquella en la que las mquinas se ubican
en las laptops XO, del programa OLPC (One Laptop
per Child) inspirado por Nicholas Negroponte, del
en la periferia y los alumnos dan la espalda al
MIT Media Lab. Esta aplicacin utiliza los elementos
centro de la habitacin (espacio reservado pade programacin visual de Scratch (http://scratch.
ra que el maestro deambule sin conseguir la
mit.edu/).
atencin de nadie).
Cuando los primeros docentes comenzaron a notar que en ese mbito les resultaba imposible representar el mismo rol que en el aula, esto
es, a estar de frente a sus alumnos dominndolos con un solo golpe de
vista, se justific el nuevo formato de aula como un espacio ideal para
expresar los viejos anhelos constructivistas de una educacin centrada en el alumno, en la que el profesor daba paso al facilitador casi un par del estudiante en un proceso donde enseanza y aprendizaje eran intercambiables y el docente dejaba de ser dueo y seor de la
informacin y el conocimiento.
El aula de computacin relegaba al docente a un plano menor. El
alumno tena el mando de su propia computadora (aun compartindola
con uno o dos compaeros) y no estaba obligado a seguir otro ritmo que
el propio en las tareas que se le encomendaban, si quera. El ambiente pareca propicio para cristalizar el aprendizaje autogestionado y colaborativo pero en las pantallas titilaban los incipientes ensayos del software
educativo y el edutainment 16, con personajes de historieta que atajaban
sandas para acopiar unas monedas virtuales y as permitir que el alum16
Captulo 3
70
Proyecto proviene del latn proicio, cuyo signicado es lanzar algo hacia adelante.
Captulo 3
Fuente: http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-85906_archivo_pdf.pdf
Para una muy completa enumeracin de las teoras conocidas, ver Learning Theories:
http://www.emtech.net/learning_theories.htm (en ingls).
71
72
Pozo, Juan Ignacio (1989), Teoras cognitivas del aprendizaje, Morata, Madrid.
Not, Louis: La enseanza dialogante: hacia una educacin en segunda persona, Herder, 1992,
ISBN 84-254-1769-4.
factible y evaluable. Estos tres requisitos son naturalmente indispensables en cualquier obra humana que aspire a un mnimo de trascendencia, pero son crticos en educacin, muy particularmente cuando
pretendemos una transformacin de la escuela a travs de la integracin con las nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin.
El por qu es muy sencillo de explicar.
t
t
t
Captulo 3
73
74
los docentes en una situacin de inferioridad, y creen carecer de argumentos para oponerse.
Si la escuela sostiene un modelo pedaggico constructivista, por
ejemplo, el mismo paradigma deber aplicarse al manejo y administracin de los recursos informticos, rechazando, por ejemplo, el uso de
software de neto corte conductista. Si la escuela, en cambio, adhiriera a
la teora asociacionista del aprendizaje, conceptos como el de instruccin asistida por computadora o el software para ejercitacin y evaluacin automtica seran perfectamente aceptables dentro de la planificacin cotidiana. La necesidad de coherencia entre el modelo pedaggico
y la incorporacin de recursos tie todas las decisiones, incluso las relacionadas con la adquisicin de equipamiento, como veremos enseguida.
EL MODELO TECNOLGICO
En toda institucin educativa que se proponga incorporar tecnologas de la informacin y la comunicacin la primera tarea ser elaborar un exhaustivo listado de todo lo relacionado con las mismas, teniendo en cuenta los condicionamientos a los que est sujeta la escuela.
Por ejemplo, deber darse respuesta a las siguientes cuestiones:
t
Compras de equipamiento: Qu es provisto por la administracin central en forma regular? Qu planes de mantenimiento y actualizacin del parque informtico estn planeados para el corriente ao, o para perodos ms extensos? Qu grado
de libertad tiene la escuela para modificar o alterar el equipamiento o la infraestructura asociada? De qu recursos puede
disponer la escuela para inversiones propias?
Insumos y soporte tcnico: Los insumos relacionados con el
parque informtico son provistos por la autoridad central, se recibe un subsidio para mantenimiento, o deben solventarse con
fondos propios de la escuela? Quin brinda soporte tcnico
al equipamiento tecnolgico? Es eficiente el soporte tcnico?
Servicios informticos: Quin provee Internet a la escuela?
Puede mejorarse el servicio? Quin le brinda servicios de pginas webs, blogs, correo electrnico, archivado de documentos
digitales, distribucin de contenido multimedial (streaming), bases de datos, buscadores, plataformas de e-learning, wikis, editores en lnea, y otros similares? Hay regulaciones oficiales al
respecto, o la escuela puede acceder libremente a servicios de
terceros, gratuitos o comerciales? Quin administra esos servicios? Se hace en forma centralizada, o hay personal en la escuela dedicado a ello? Hay una red local en la escuela? Es su-
Las respuestas a estas preguntas, y a muchas otras que lgicamente surgirn a lo largo del anlisis, configurarn una descripcin detallada de lo que la escuela tiene, lo que le falta y cmo podr conseguirlo,
y de aquello que definitivamente est fuera de su alcance. Este mapa
de situacin ser muy til para tener informada a la comunidad educativa y ayudar en la toma de decisiones.
En paralelo, la escuela debera hacer un prolijo inventario de los
recursos aplicables a su modelo tecnolgico, tanto de hardware como
de software, sin olvidar lo ms valioso, que son los recursos humanos.
Una encuesta sencilla servir para determinar cul es el grado de alfabetizacin informtica y experiencia en el uso pedaggico de las nuevas tecnologas de cada uno de los docentes.
Sobre el modelo tecnolgico impuesto por las autoridades centrales, que seguramente lo habr, la escuela deber decidir
a) cmo implementarlo eficaz y eficientemente, o
b) cmo adaptarlo o superarlo (si es que le est permitido, y cuenta con los recursos suficientes).
En este punto conviene detenernos a definir algunos principios
rectores que podran incluirse en el PEI si es que no hay lineamientos
oficiales explcitos. Damos los siguientes a modo de ejemplo:
t
Captulo 3
75
76
En cuanto a las razones y al modo de disponer de los recursos tecnolgicos dentro de la escuela, he aqu otro listado indicativo de criterios que podran quedar registrados en el PEI:
t
Utilidad: los recursos tecnolgicos que se incorporen a la escuela deben tener utilidad demostrada en lo pedaggico, o para la gestin acadmica y administrativa.
Seguridad: los recursos tecnolgicos deben instalarse respetando estrictamente las normas de seguridad establecidas (donde
no las haya, podr recurrirse a ejemplos tomados de otros pases y sus reglamentaciones).
Ergonoma: los recursos tecnolgicos y el mobiliario asociado
deben contemplar la diversidad de usuarios a los que van dirigidos, procurando dar una respuesta ergonmica lo ms amplia que sea posible.
Accesibilidad: los recursos tecnolgicos escolares debern ofrecer, en todo lo que sea posible, alternativas para alumnos con
necesidades especiales.
Legalidad: los recursos tecnolgicos, en particular el software
y los contenidos accesibles a travs de medios digitales o redes
informticas, deben incorporarse respetando la propiedad y los
derechos de autor.
Ubicuidad: los recursos tecnolgicos deben tender a ocupar todos los espacios escolares del modo ms natural que sea posible. Lo deseable es que estn a disposicin de docentes y alumnos all donde se los necesite, cuando se los necesite, y no que
haya que ir a buscarlos o pedir turno para hacer uso de ellos.
As llegamos a la descripcin del modelo tecnolgico propiamente dicho, el cual no ser puro, sino una mezcla eclctica de recursos. Se
presume aqu que la incorporacin de tecnologas es sumativa, es decir que, por ejemplo, la presencia de computadoras en las aulas no implica el desmantelamiento de la vieja sala de computacin ni supone
privar a la biblioteca de sus recursos informticos.
Hay cuatro espacios principales 6 dentro de una escuela tpica donde normalmente intervienen las tecnologas de la informacin y la comunicacin:
1.
2.
3.
4.
Por lo tanto, y como ya explicamos en el primer captulo, hay diversas formas de distribuir el parque informtico en estos espacios: slo en el laboratorio, repartindolo entre el laboratorio y la biblioteca, o equipando adems algunas aulas, o todas. Existen tambin los
laboratorios mviles, que llevan una computadora al pupitre de cada estudiante por una o dos horas de clase, y finalmente es posible que
cada alumno reciba una computadora personal, para usarla en el colegio y en el hogar.
All donde la cantidad de alumnos por computadora se acerque al
promedio de alumnos por aula, los modelos tecnolgicos respondern
a los formatos tradicionales que hemos descripto en el primer captulo.
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Cabe agregar aqu muchos otros mbitos, como la sala de profesores, los salones de Plstica o Msica, las ocinas de los jefes de departamento, el gabinete de Psicopedagoga, y
as podramos continuar con todas las dependencias escolares. En benecio de la claridad,
estos espacios pueden agruparse como direccin acadmica y sector administrativo o
simplemente aulas, segn corresponda.
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dem.
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No obstante, y aunque parezca una obviedad innecesaria, cabe recordar que ninguna norma escolar puede estar por encima de las disposiciones de un ministerio o una secretara de educacin, y menos an
contradecir las leyes del pas.
Sin embargo, muchos docentes y no pocos padres creen que el libre acceso a la informacin que propicia Internet y las actividades que
facilitan las tecnologas de la comunicacin estn por encima de cualquier legislacin, incluso fuera del poder de polica de los organismos
oficiales o internacionales. Peor an, existe una preocupante creencia
de que en Internet lo ilegal se vuelve permitido, como por ejemplo el
plagio o la piratera, y es especialmente grave la actitud indolente de
los nios y los jvenes que en las redes sociales exponen su seguridad y
su intimidad, o la de otros, sin medir consecuencias.
Ante esto, invariablemente surgen los partidarios del control absoluto enfrentados a los defensores de la libertad sin lmites. Es comn
que en las reuniones de padres se encienda el debate entre quienes piensan que limitar el acceso a la informacin es un acto indebido de censura y aquellos que estn dispuestos a aceptar un control casi policial
de los contenidos, divisin que tarde o temprano llegar a las aulas de
primaria cuando algunos nios traten de acceder a lo que se les prohbe en el hogar o critiquen a otros que tienen todo permitido. En la secundaria, por otra parte, sobran motivos de preocupacin, porque la
subcultura juvenil tiene una impronta transgresora que aprovecha cualquier indecisin adulta.
Ningn docente podr eludir estos temas a poco que se involucre
con las nuevas tecnologas, no importa el nivel en el que ensee o su
especialidad, y es imprescindible que la institucin escolar defina sin
ambigedades su poltica tecnolgica, incluyendo los aspectos axiolgicos, para dar el necesario respaldo a la accin cotidiana de sus maestros y profesores.
Algo nuevo bajo el sol?
Al considerar el modo en que la tecnologa pone en jaque los valores establecidos, mucha gente no alcanza a percibir que las nuevas tecnologas no dan origen a nuevos delitos o transgresiones, sino que simplemente ofrecen un nuevo medio de expresin a los delincuentes.
Es cierto que las leyes no han avanzado con la rapidez requerida,
pero lo nico que finalmente hacen los legisladores es tipificar las infracciones tradicionales en atencin a los nuevos recursos informticos, dando cuenta, en todo caso, de la existencia de nuevos modos de
perpetrar antiguos delitos.
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