Pereza Versus Vanidad

pereza versus vanidad
Pepa Mas Gisbert

Pepa Mas Gisbert
http://elnegrodemacguffin.blogspot.com
Ilustracin portada: Laura Sua
http://laurasua.blogspot.com
ISBN: 978-84-9981-991-4
DL: M-28758-2011
Impreso en Espaa / Printed in Spain
Impreso por Bubok Publishing

a mi padre,
que no podr cantar estos versos
echo tanto de menos tu voz

que ahuecaba los perezosos silencios
que amaneca siempre tierna
deslumbrando mi despertar
echo de menos la vibrante msica de tu
garganta
el mar que se oa en tu boca
ese reverberante eco de mi mirada
esa ternura declamada en prosa
echo de menos aquella temblorosa
que siempre sonrea
a la espera de lo que nunca se espera
que necesito ahogarme en mi tristeza
en perfecto pavlov
Mira mis manos, llevo un globo orondo y de un
rojo insultante que un mimo del parque, en
riguroso plata, me acaba de dar a cambio, y eso si
es una novedad, de dos euros perfectamente
desgastados por el uso. Estoy incmoda, una
mujer derecha con un globo en las manos, orondo
y de un rojo insultante que se mueve alegre
desafiando al aire, desafindome. Me siento en el
habitual banco para leer, pero libro y globo en las
manos son incompatibles. Lo ato con dos nudos
perfectamente hechos en el oxidado reposa
brazos del banco. Empiezo a leer, pero el alegre
movimiento del globo impide mi concentracin y
obliga mi recuerdo, siete aos, ojos enormes, otro
parque, otro banco, mi padre atando un globo en
el oxidado reposa brazos, explicando paciente,
enormemente paciente, la ciencia exacta de hacer
un perfecto nudo que repite para que mi atencin
no se disperse. Y en ese momento, en perfecto
pavlov, dos orondas lgrimas se posan en mi
alegre sonrisa.

La tibia pereza asciende por mi nuca y se enrosca
como una gargantilla en el cuello de mis ganas,
apretando con tanta fuerza que no sale la voz de
mis versos. Denostada vanidad, te imploro para
que acudas a mi reclamo. Necesito de ti para
emprender el camino del ausente poema, para
que recojas las palabras que bailotean desnudas
en el alfeizar de mi ventana y que la desidia me
impide cazar. Enfrntate a mi pereza, sedcela,
fllala, noquala, mantenla apartada el tiempo
necesario para que pueda escribir algo digno de
ser ledo y pagar el tributo que te debo.
la ebriedad de la orqudea
detengo mi mano
a un palmo de tu piel
me aburre que duermas
mientras compro insomnio
en cpula con la poesa
me haces rer porque ignoras
la suma del cuadrado de los catetos
me indigna que encojas los hombros
cuando nombro a Sabines
eres tan vano
contemplo tu belleza
de nocturno animal
de gimnstico sexo
proporcin exacta para mi vientre
el deseo recorre mis manos
quiero romper su urgencia
dejo caer la poesa bajo la cama
recorro el palmo que separa
nuestras diferencias
ya escribir maana
la ebriedad de la orqudea
piel adentro
nuestro coito es tiempo vaco
que quiero ganarle a tu encierro
un calabozo en el que su msero recuerdo
migra en tu terror a ser
quiero matar la muerte
que atenaza tu vientre
la realidad subterrnea de tu piel
que cavo con mi frgil dignidad
para que entre la luz
y mute tu ceguera
qu ms he de hacer
para que olvides?
ocurrencias mientras leo a Alejandra Pizarnik
la jaula deviene pjaro

Canto para que no canten ellos, los dueos del
silencio. Pero hace tanta soledad que las palabras
se suicidan y caen como cae el agua en mi
arcano sueo. Y las palabras son la clave, la llave
que abre nuestros cuerpos a la revelacin del
deseo y el deseo se hace rey de nuestra jaula que
se vuelve pjaro. Pero yo no s de pjaros y creo
que mi soledad debera tener alas para que en mi
garganta no buscaran asilo las palabras
mutiladas, danzantes como en la boca de un
mudo y salieran al sol negro para dorarse en el
mar que humedece las nicas por las que vale la
pena vivir. Antes del silencio mi ltima palabra fue
yo pero quera decir inocente y el mar se hizo
niebla.
10
a una mujer tendida en el suelo

veo tu blanca y rota silueta
tus rojas uas sin esmalte
el crdeno color que te maquilla
negra es la noche
oscuro tu amor
alguien levanta tu cuerpo
te arrulla una sirena azul
cien caballos te arrastran
sola queda la calle
sola ests t
11
la pequea historia del paraguas

olvidado
llueve
regreso en busca de un paraguas
que no recuerdo haber perdido
un paraguas que tu siempre olvidabas
en autobuses que nos llevaban a ninguna
parte
porque a ninguna parte queramos ir
pero un da fuiste tu el que te perdiste
en el tren de la ilusoria vanidad
ahora
cada paraguas olvidado
me recuerda que una vez dese ir a
ninguna parte
me recuerda que estoy sola
que estoy mejor sola
12
principio de incertidumbre
cierto es que despus de esta noche
amanecer
que solear en el caf de la maana
pero no lo es que al despertar ests
conmigo
ni si podr dormir, o soar,
cierto es que acabo de acariciarte
y que estoy desnuda
pero no se si tendr fro o calor
si vomitar o vendr el hambre a
devorarme
cierto es que arriesgar mi piel en esta
ofrenda
no hay ms remedio que la incertidumbre
pero sta no es tanta en las cicatrices de tu
espalda
ni en el sudor de mis ojos
13
Pero ahora te envo esta carta de lluvia

que te lleva un jinete de lluvia
por caminos acostumbrados a la lluvia
Jorge Teillier
carta de lluvia
escribirte es un parpadeo esquizofrnico
un duermevela agnico de la palabra
la carta que quiero enviarte
es un secreto escondido en lo ms
recndito de mi piel
late con mis dedos
y con mis uas muere
porque no quiere vivir
te enviar una carta de lluvia
emborronada y desfallecida
porque no se que quiero decirte
cuando llegue a ti
y te moje mi lgrima
quizs tu lo sepas
14
la sonrisa interina
De un tiempo a esta parte, una leve sonrisa
sobrevuela mi cuerpo y anochece en mi piel,
semeja repentina e indescifrable pero es el efecto
de la causa de mi espera como si tu llegada
invocara en mis labios la luz y una bombilla
prendiera detrs de mis ojos; la sonrisa se
esconde en mis manos esperando atraparte y
esconderte tras los visillos de mis prpados,
encerrarte en el agujero de mi desnuda oreja o en
los pequeos huecos entre los dedos de mis pies,
pero slo es tu aliento el que se acerca oliendo a
despedida, le pido a mi sonrisa que resista hasta
que la ligera brisa se beba el humo de tu cigarro y
escriba con l la palabra adis.
15
cancin para la nia que ser

amazona
vomitas la nada
abortas el abuso
tiemblas inmvil
mientras lames tus cicatrices
con agua putrefacta
malvives
sobrevives
lloras pesadillas
contemplas a la vida
vestida de abundancia
juras que algn da cabalgars
el caballo que monta
mientras tu inexistente inocencia
se vende al postor
16
transmtese el orgasmo
Son las 17:00 horas del da veinte del mes
de abril del ao en curso.
Madura el deseo en mi cuerpo de otoo
mientras fingimos amor temiendo
soledades.
Mientras follamos y no antes,
te sueo para embellecerte.
Embellceme y deshaz mi cuerpo en gotas
de ternura.
Una amapola surgida de tu vientre navega
por mis venas
y convierte en oro mi sangre.
A lo lejos canta Madeleine Peyroux su
Smile.
Tu sonrisa se hace nido de mis ganas
y una sorprendente alquimia
transmuta el aptico y vulnerable orgasmo
en silente estallido.
17
La liblula
intenta en vano posarse
sobre una brizna de hierba
Matsuo Bash
porfa en vano la liblula

la observo
testaruda intenta en vano posarse
sobre una brizna de hierba
que se mueve al comps
del aire que respiras
sin embargo yo podra
posarme en el filo de tu sonrisa
y hacer equilibrios en tu omplato
si quemara las naves de mi miedo
y contuviera el aliento
aqul que mueve la hierba
para que la liblula no se pose
18
desvaro en fro
hace fro
quizs solo tenga fro
porque mis pies desnudos
pisan el fro asfalto
de la fra noche
porque mi alma desnuda
siente el fro corazn
de tu fra mente
framente abandonada me siento
aterida por el fro que quizs no hace
hace fro
desvaro
19
eppur si muove
masticas tu alimento
tus venas pulsan
duermes sin compartir sueos
todo dice que ests vivo
pero si destripo tu entraa
si abro tu pecho
el corazn no se mueve
quiero matar al muerto que te habita
para que tu ventrculo cante
quiero ser dios
para resucitar al ausente futuro
20
la perplejidad constante
anso la calma agnica de la rutina
la esperpntica languidez del domingo
escucho atenta el parte meteorolgico
llover en Pars, aire fuerte en Roma
solear en la ventana de mi casa
la costumbre origina inslitos artificios
la placidez causa locura
mientras fuera de mis paredes
las balas de la miseria disparan
compro prodigios de fogueo
la perplejidad me manda seales de humo
que no s leer
escucho la radio
me preparo para lanzarme desde un
trampoln
intrpida y cauta
constante es la deriva del alma
embargada de sentido comn por aquello
que ignora
21

Te borrar con una esponja de vinagre,
con un poco de asco.
Carilda Oliver
esponja de vinagre
miles de hormigas picotean mi piel
buscando su dosis diaria
adictas al afecto efecto de tus manos
que esnifaban vorazmente
con fruicin
con dolor
con vergenza
pero tu exacto tacto ya no est
lo borr
araando fuertemente
con la esponja de mi dignidad maltrecha
asesinando por un momento mi debilidad
slo me resta esperar
que una a una
las hormigas ahtas de buscar
desaparezcan
una a una
una a una
una a una
.
22
hay das en que me siento

hay das en que me siento frtil
en que todo germina
tu silenciosa palabra se torna caricia
olvido lo que tu no olvidas
no escucho voces maledicentes
y paro una traicin que muda resignada
hay das en que me siento grcil
en que todo se mueve
mi silencioso corazn late
sobrevuelo los infieles tejados
bailo contigo aunque no ests
y danzo lujurias imaginadas
hay das en que me siento
hoy slo quiero dormir
23
ocurrencias mientras leo a Jaime Sabines
para hacer funcionar las estrellas

Para hacer funcionar las estrellas es necesario
apretar el botn azul, pero no encuentro el
puetero botn en ninguno de mis insomnios.
Espero sonmbula que la vida me de un recreo, la
noche es agria y como siempre, no tengo hambre.
Enciendo mi sangre para que se ponga en
movimiento mi mano, sta que lee y escribe
palabras que me hacen llorar. Escribo amor y
lloro, escribo reloj y lloro, escribo y lloro, escribo
poemas. Me creo poeta pero cuando voy por
lacalle nadie me reconoce, ningn rayo sale de
mis orejas, por la calle soy un peatn sorteando
otros poetas y este descubrimiento extraamente
me tranquiliza y parece que un frgil sueo me
invade. Me autoreceto una cucharada de luna
cada dos horas para que aleje la intoxicante
filosofa de que es intil vivir, no somos nadie,
pero es ms intil morir, a no ser que muriramos
slo una semana.
24
crece tu alma en mi voz

Atar tu poesa
con el aire de mi boca
dar a tus palabras
la entonacin debida
gritar tus versos
para que golpeen
susurrar tu poema
de enardecido amor
te han robado la lengua
para que no hables
pero tu alma crece en mi voz
hablar por ti
25
Caer es regresar,
caer es subir.....
....Amar es tener ojos en las yemas,
palpar el nudo en que se anudan
quietud y movimiento......
Octavio Paz
caer es regresar
caigo
mis zapatos queran suicidarse
y desat los cordones
una sucia gaviota
lleva en su pico mis gafas
el reflejo del sol en sus cristales
me hace parpadear
hay ceniza en el cielo
y colillas en la calzada
o es al revs?
26
caigo
me sostiene una liviana pluma
soy una liviana pluma
vuelo
en una ventana
una mujer cambia paales al infinito
un nio me lanza pompas de corazn
he de caer
se que as regresar a mi azotea
donde las yemas de mis dedos
volvern a tener ojos
para palpar la quietud y el movimiento
27
La soledad es slo
el peso de tu nombre en la memoria.
Irene Snchez Carrn
la soledad se nutre de memoria

te deshabita
desahucia tu alegra
pone en punto muerto los espejos
para robarte el helado de fresa
conjuga en vaco el verbo querer
con simulacros de vida
para que dialogues con el hasto
acunar a la memoria para que duerma
28
Variaciones sobre un texto de Carilda Oliver
una mujer escribe este poema

mientras coso un botn de una camisa
cargada de noches y das que la vida
separa
y gano sueos neurticos en el poker
apostando fichas que no tengo,
mientras tecleo cuatro letras
entrecomilladas
cargada con las armas de mis uas
pintadas
y pierdo el lucro cesante de mi cuerpo
manteniendo mi dieta de esperanza,
29
Cocinando una sopa de palabras

mientras leo a Pablo Ruoppolo
metforas de manos y pies

No resisto la tentacin de escribir metforas y lo
advierto porque si ests harto de poesa no debes
seguir leyendo. Pero lees. Hay palabras libres
encerradas en los libros y palabras alegres
empotradas entre adoquines. Algunas palabras
caen rotas del cielo y empapan mi alma trayendo
mensajes de aoranza, lavo mis manos en esa
agua salada de la palabra para recuperar mi
esencia, las recojo y construyo con ellas una isla
de palabras bonitas, de muchos adjetivos y pocos
verbos. Y de metforas.Quiero escribir
metforas sobre tus manos y tus pies pero solo
me vienen a la mente las que ya han sido escritas
por Neruda, pero tus manos y tus pies
30
permanecen ajenos al patetismo de esta poesa, y

lo nico que en realidad importa es que estn ah,
independientes de mis palabras. Me harto de la
bsqueda, ya no quiero poesas con rima que
amarren mis palabras, ni metonimias, ni poesa
formal, ni nada, poesa sin nada, poesa caduca,
solo quiero vomitar y escupir palabras para alejar
de mi esta paranoia, esta fijacin sobre tus manos
y tus pies. Y las retuerzo, las palabras, las aprieto,
las estrujo, intento combinarlas pero no puedo, no
quieren que agarre ningn pensamiento.
Aparecen las palabras calladas, la poesa muerta
y su reencarnacin en prosa, pero quiero terminar
esta poesa, y para eso, valgan las palabras ms
fras, vulgares, vacas y tontas: manos y pies.
31
mis prpados tu morada

implor tu ausencia
y albore sola
6:30 de la maana
ladra irascible el despertador
pero la noche demora en mis ojos
tercamente abrochados
hiciste de mis prpados tu morada
y no quieren amanecer
32
no es fcil ser chica de junio

mi cuerpo de papel
adherido a unos mugrientos cristales
contemplado por dos mocosos de plstico
que gritan pap no corras
mi manoseada foto
manchada de semen antiguo
a la espera de nuevas
y solitarias eyaculaciones
el gracioso de turno
que ha tintado mis dientes
y pintado de viruela
mi operado rostro
no es fcil ser chica de calendario
y mantener virgen la dignidad
33
lo infinitesimal
estos das
olvidado el rumor cotidiano
del trabajo
abandonada la rutina
por sabtico reposo
comprando vida en instantes
envasando poesa en frasco pequeo
redescubro el placer
de derramar mi curiosidad
en lo infinitesimal
34
supuesto prctico
dicen que la distancia ms corta entre dos

puntos
siempre est en obras
nos separa una delgada lnea
que finges atravesar
mi cario solo puede araar sombras
danzantes
el amor solitario no mueve montaas
intento rodear obstculos
y tu invisible pereza me lo impide
tan cerca est tu piel
tan lejos mi esperanza
la distancia ms corta entre nuestros
cuerpos
es el infinito
35
si me pides un bolero
si me pides el bolero que soaste
al recordar mi piel contra la tuya
perdidos en una nota
atados por un abrazo
te lo doy muy despacito
que cruce el invisible sendero
que nos separa
para que lo bailes
sin estar conmigo
para que lo bailes
como si estuvieras conmigo
te lo doy
e impregnada de su son
repito
te lo doy,
te lo doy
porque te quiero
36
Yo no s de pjaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debera tener alas.
Alejandra Pizarnik
tu desgana mi carencia
maldigo al dios
que no le dio alas a tu apata
y permite que musites las palabras
con la glida inocencia
del que no quiere convocarlas
y hace que salten de tus manos a mis ojos
estrellndose en mi rutinaria entrega
si supiera hara con mi voz
las alas sin peso de un gorrin
que picotear tu desgana
porque es ella la que me impide volar
haca el rutinario y solitario regocijo
37
tocar tu corazn,
soplar en l para que suene con ruido de sueos
del poema Barcarola de Pablo Neruda
te devolver el corazn
Vendiste tu corazn para no penar
tendiste al sol tus mil tristezas para que se
abrasaran
ofreciste al mar el alma
para que tus cien melancolas se fueran con
la marea
quisiste cortar de raz el cordn umbilical de
la vida,
por eso,
convoco a un aquelarre de versos
y de mi boca en trance fluyen las palabras
del poeta
tocar tu corazn,
soplar en l para que suene con ruido
de sueos
empear el mo para comprarlo
me convertir en Josu y detendr el sol
separar las olas y rescatar tu esencia
te devolver el corazn
38
vomitando vida
me dispar justo en el pecho

pero nac diferente
y donde deba haber estado el corazn
palpitaba un bosque de abedules
y era savia lo que flua de mis heridas
me dispar justo en el pecho
y al caer sobre la tierra mojada
de mi boca brot un reguero de hormigas
quera matarme y cre una reina
39
renacerme
maana me dirigir al mar
quiero que me cuente el hmedo secreto
que esconden sus vaivenes
me adentrar en su inslita calma
sumergir mi piel en la ebria espuma
borrar la palabra que llevo escrita
ese cerrado crculo del zodiaco
que me impide avanzar
y ese bautismo
me har renacer
40
sujetando la espera
sujeto fuerte el remo

de esta espera
ojo avizor al horizonte
fina lluvia moja mi rostro
achico el agua con tu boca
-tierra!- grita mi piel
y en ella tatuado
esta un arco iris
41
tu reflejo azul
la luz azul de una bombilla

te refleja en mi rostro
una sombra dibujada
una caricia que nunca
me han dado tus manos
siempre llenas de lejana
mantengo la luz siempre encendida
por miedo a que nunca ms
tu reflejo bese mi rostro
42
la palabra nafraga
la palabra naufraga en mi boca

la palabra miedo
no es lo mismo que el mismo miedo
aunque la mastiques con tus dientes
y la expulses con el aire
el miedo no desaparece
la palabra amor
no es lo mismo que el mismo amor
pero pienso atraparla con mi lengua
y absorberla con un suspiro
para que el amor aparezca
43
asustar al ruiseor
te pesan los brazos
ramas repletas de pjaros
pegados por el desaprensivo
tteres cados
sin su alma de varilla
esperando que alguien
que algo
corte los invisibles hilos
sacuda el rbol
y los ruiseores caigan
ni asustarlos puedes
te pesan los brazos
44
cita en el caf Pars

nos encontramos en el caf Pars
segn lo acordado
me dice su nombre
no quiero saberlo
cierro su boca
con alguna pregunta
de la que no quiero saber la respuesta
me da una rosa
que olvidar ms tarde
impaciente pido la cuenta
-nos vamos?prefiero su casa
cuando acabe el juego
no quiero quedarme
volver sola a la ma
a quitarme el maquillaje
no me hacen falta relojes
para saber la hora
me basta un espejo
que cuente el tiempo
no se si volver a llamarle
45
Oigo los sueos de la noche.

Y no hay sueo en la noche
Que no parezca ser mi propio sueo.
Efran Huerta
a los sueos me remito

no ests
porque dej de soarte
y ahora te busco
en el sueo recurrente de otros
que aferro como si fuera mo
para extraer de su invisible materia
la densidad de tu cuerpo
46
instantneas en fro
Ha llegado el fro que pareca el olvidado regalo
del invierno an por venir, el fro tiene miedo al
clido mar y nos ha estado vigilando desde la
azotea
del
rascacielos,
fotografindonos.
Guardar nuestras imgenes congeladas porque
quiere ser eterno como lo sern nuestros digitales
rostros. No sabe que la eternidad es slo un acto
de fe y l, en su monocroma piel, no es creyente.
Cuando se acerque y venga a manchar bajo cero
nuestros cuerpos, nos lo beberemos en taza con
dos terrones de llanto que disolveremos
lentamente, para que el fro y sus lgrimas de
hielo no vuelvan a ensuciar nuestras almas. Ha
llegado el fro. Iluso, cree que es eterno.
47
vericuetos
Divago entre verdades absolutas y nimiedades

cotidianas. Hoy escucho la radio, otra mujer ha
sido asesinada a pualadas, veinticinco, y mi
mente se detiene recordando la pulsera que ayer
perd en el metro. Cinco nios han muerto de una
enfermedad que erradicamos hace tiempo y me
entretengo limpiando las huellas de mis dedos en
la pantalla del ordenador. Me detengo en lo nimio
para que no me estalle la miseria universal en la
cabeza.
48
Aunque nada puede hacer volver la hora del esplendor en

la hierba, de la gloria en la flor, no hay que afligirse
porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo
William Wordsworth
tu hora de esplendor en la hierba

lees poesa
adoras las palabras que lees
esplendor, hierba, flor, recuerdo
pero maldices al poeta
ninguna belleza subsiste en tu memoria
porque ninguna belleza la habit nunca
lloras por el recuerdo que no tendrs
suspiras por la hermosura que quizs algn
da aparezca
te mereces tu hora de esplendor en la
hierba
rezas para que no llegue demasiado tarde
49
silueta negra en sbana blanca

me levanto
me asomo a la ventana
sigue lloviendo,
cuando vuelvo a la cama
me sorprende ver
tu cuerpo en ella,
silueta negra en sbana blanca
almohada en el suelo,
mi sexo rojo recuerda
tu flica ofrenda
mi sonrisa cae por tu espalda
rema en tus sudorosas lgrimas
no debo despertarte
pero soy mi propio Judas
me traicionar
no quiero que te pierdas en sueos
que eyacules miradas en otras islas
despierta y desafame,
hoy por primera vez
no quiero ganar
claudicar
no se pide permiso para vivir
50
te matar
bajar al infierno de la pesadumbre

al lugar donde te vistes de futuro
te atrapar la garganta
te convertir en humo
te encerrar en un frasco
de esencia violeta
bajar al averno de la tristeza
donde moras ufana
y te matar ....melancola
51
Quiero escribir, y el llanto no me deja,

pruebo a llorar, y no descanso tanto,
vuelvo a tomar la pluma, y vuelve el llanto,
todo me impide el bien, todo me aqueja.
Lope Flix de Vega y Carpio
la amnesia en la palabra
digo alegra
y no se lo que digo
porque la palabra revolotea en mi mente
sin significado
mojada en llanto
vapuleada en lgrima
digo tristeza
y no se lo que digo
porque el lloro no es metafrico descanso
las palabras han olvidado
su espritu en el retrete
el deseo troca en piel
y sta en herida
asfixiante amnesia de las palabras
que lo jode todo
52
travistiendo incertidumbres
a fuerza de cantar
mi risa trunca el espacio
conjugo porvenir
conjuro plpitos
abjuro laberintos
perjuro incertidumbres
soborno sombras
rompo equidistancias con lo inmvil
formulo mi vaivn
travisto mi miedo
a fuerza de cantar
soy el arquitecto de mi vida
53
variaciones sobre un texto de Teresa Aburto Uribe
mutatis mutandis
dices que nada cambia
otro golpe al despertador
repetido saludo al vecino
apretujones en el metro
el caf antes del trabajo
tecleo ante un viejo ordenador
apretujones en el metro
un plato sobre la mesa
la serie de moda en la tele
tu cama vaca,
dices que nada cambia
y el que no cambia eres t
54
y por fin lleg tu ausencia

nada el silencio en tus ojos
tu lgrima se disuelve en el aire
y respiro tu mentira en mi garganta
quietas las agujas del reloj
mudo el tacto de tus dedos
el ngel que pasa esta triste
reverbera el eco de tu ausencia
cuando te atreves y dices adis
suena el alba que me nace
cuando me atrevo y digo basta
por fin la noche baila
me sueo
quiero vivirme
55
Lo que eres me distrae de lo que dices.

Pedro Salinas
no eres lo que dices

Intento prestar atencin a tus palabras
cuando ejerces de poeta
escucho tus letanas de protector
que rie mi soberbia
me hablas con frases con sentido
para que entienda, pero no entiendo
ese no eres t
sino el que moja mi espalda
con labios hambrientos
el que tensa mi cuerpo
hasta ningn lmite
el que con suave gemido
silencia mi grito
56
excusatio non petita...

hablas en la mesa
me dices que no quieres hacerle dao
que si la dejas, sufrir
me repites en letana constante
que no la amas
que la costumbre construye al hombre
que bla, bla, bla
callo en mi cama
no digo nada
hace tiempo que no pido nada
mis preguntas son nada
y tu te empeas en excusarte
la dejar
no la quiero
te quiero
bla, bla, bla
tu todo y mi nada dicen lo mismo
57
as sea
mantener el equilibrio
sujetar la luna
soar espacios
brillar naranja en mar azul
ser tantas en una
ser una entre tantas
calzar "manolos" sobre la arena
pisar descalza en huella ajena
tener sed siempre
burlar mi sombra
bebrmela
58
me pides que te muerda

me pides que te muerda
y mis labios aprietan
tu encendida piel
me pides que te duela
y mis manos golpean
tu impenetrable rostro
me pides que te llueva
y lluvia de sudor
te humedece
me pides que te arae
y mis dedos rastrean
en tu espalda
me pides que te sienta
y mi garganta
te absorbe
pero no me pidas
que te quiera
porque no puedo
cuando llega el orgasmo
y el abandono
es cuando mas lejos
estoy de ti
59
escenario de una espera

una terraza
aromticas flores
un libro dejado caer
el mvil en las manos
el penetrante sonido de un mensaje
mi dedo impaciente pulsando la pantalla
letras blancas tintineado sobre fondo azul
me ha surgido un asunto
una silla de metal blanco con cojn a rayas
cojo el libro abandonado
sigo leyendo
un pensamiento quiz maana
un escenario
para una funcin diaria
60
Llamar amor a lo que t y yo hacemos

es cometer una sensiblera
indigna de nosotros, que an somos amantes......
No hacemos el amor, desvalijamos
con codicia nocturna en la casa del cuerpo.
Carlos MarzaL
husped de tu cuerpo
aunque le pese a alguien
alquilar tu cuerpo
ante notario sellar el contrato
por el que lo habitar
formalizar el documento
por el que naufragar en tu vientre
firmar con tinta indeleble
el arriendo de tu sexo
quiero ser tu husped
pactemos el orgasmo
61
liturgia del deseo

me muevo
gotas de ambarino sudor
bajan de mis senos
al ombligo
anunciando el nacimiento
de la liturgia del deseo
en mi desnudez de luna
se pierden caricias
y miradas como besos
iniciando una exploracin
que desde mi centro
cruza el rubicn de la lujuria
murmuro
entono palabras prohibidas
promesas demoradas
que en mi boca
saben a aguardiente
quemado con miel
que se desliza lentamente
de mis muslos a los tuyos
62
te miro
te vuelves transparente
porque vives en mis ojos
perdido queriendo perderte
ardiendo queriendo quemar
sediento queriendo morder
te toco
con un suave roce
se inicia un viaje
extrao y cotidiano a la vez
de aprendizaje del cuerpo,
cabes en mis manos
presuroso, presto
al delirio y a la fiebre
no existe nada ms
63
Con pasar mi mano

Por todo tu cuerpo.
Slo con eso.
Desprender luz
Cmo una estrella.
Cndida Gonzlez Cano
me metamorfoseas
la luz se desnuda
su traje de sombra
cubre mi piel
te miro
Gil de Biedma diciendo
que un cuerpo es el mejor amigo del
hombre
(y de la mujer)
balbuceas sueos
con las manos abiertas
64
esas manos
que esta noche han viajado
por mi nombre
perfilo tu hombro
paseo por el caracol de tu oreja
los tomos invisibles
esas motas luminosas de polvo
que emergen de ti
me traspasan
visten mi desnudez
me transforman en antorcha
adolescente antorcha
desprendo luz
65
st masticando tus recuerdos

Quiero acabar para siempre
con los amuletos que me traen tu recuerdo
esa foto que me hiciste sin permiso
un domingo por la maana
un domingo de junio
junio me trae tu recuerdo
un paraguas enorme
con el que nos resguardamos
un da lluvioso
en lluvioso noviembre
noviembre me trae tu recuerdo
66
dos caramelos de limn

recogidos en el cine
aquel da que tosimos
tras mojarnos por la lluvia de noviembre
quiero acabar para siempre
tiro la foto al retrete
tiro tres veces de la cadena
dejo olvidado concienzudamente
el paraguas en el autobs
no ir a objetos perdidos
mastico furiosamente los caramelos
hasta que se deshacen en mi boca
y trago el sobrante con decisin
quiero acabar para siempre
pero no se como masticar junio
ni noviembre
67
Pero la viuda dijo:

-Subamos al estudio de mi marido
Me pareci prodigioso que pudiramos los tres
habitar un verbo en comn: subamos.
Pablo de Sants en El enigma de Pars
habitar un mismo verbo

Quiero bailar
dices estar cansado
tarareo una cancin
tu voz enmudece
quieres subir a un tren
quiero sentarme en mi sof
te apetece pasear por el parque
tengo obsesin por ver una pelcula en
versin original
parece imposible que podamos los dos
habitar un mismo verbo
lo hacemos a veces
habitamos el mismo verbo
y es prodigioso
68
hgase el verso
trabajar el verso
convertirlo en carne
pecar
mutilar la palabra
transformarla en sexo
follar
pelear la prosa
encerrarla en jaulas
volar
no hay poema
sin pecado
sin pasin
sin vuelo
por eso pedid conmigo:
hgase el verso
69
Qu sera tu nombre sin ti?

Igual que la palabra rosa sin la rosa:
un ruido incomprensible, torpe, hueco.
ngel Gonzlez
tu nombre sin ti
pronuncio tu nombre
tres veces
suave
en grito
indiferente
pero tu nombre sin ti
no sabe a nada
es un susurro quedo
un trabalenguas indescifrable
que solo puedo traducir
en tu presencia
son hermosas las palabras
pero tu nombre sin ti
no es nada
70
deja que.
deja que acaricie con tu piel
que exhale mi grito en tu boca
que tu torso exude mis lgrimas
que anochezca con tus sueos
que mi reflejo sea tu sombra
que mi pulso desacelere en tu sien
que mi sangre fluya de tu arteria
que palpite con tu corazn
que vibre con tu orgasmo
deja que.
y cantar con tu enmudecida voz
71
hblame
haz que las vocales de tu historia
lleguen a mi
que hielen mi piel
con retazos del pasado
que calienten mi corazn
con el deseo presente
no importa lo que esas letras digan de ti
si no lo que con ellas me dices
porque siento
que forman una palabra
poderosa y frgil
y esa palabra hoy
es ma
72
el vendedor de ungentos
un entrechocar de dentadura postiza
me sali al encuentro
en cuanto traspas la puerta,
fui a comprar una pcima
un ungento para mi impaciencia,
la vergenza atenaz mi palabra
balbuce una miserable excusa
algo sobre aliviar el dolor de un amigo,
no era un anciano
pero sus ojos arrastraban mil aos
vio palpitar los cardenales en mi rostro
el aire encerrado en mi rota boca
me envolvi el veneno en un pequeo papel
me lo dio y dijo algo en voz muy baja:
hazle sufrir
73
infusin de amanecer
reposas sobre tu lecho de hierba
pareces dulcemente dormida
embelesada en un lejano sueo que no
existe
pero es la narctica valeriana del recuerdo
la que no te deja amanecer,
te traigo para amansar despertares
manzanilla que calme tus mariposas
organo para expulsar tus humores
calndula para cauterizar memorias
crcuma para los espasmos del alma
slo son placebos para tragarse una historia
pero es lo nico que puedo darte
74
oda a la berenjena
viniste desde un recndito huerto
mercadeaste con zanahorias
ofrecindote en cesta de mimbre,
has sido pesada en balanza pequea
vendida en solitario como una reina,
disfraz de Nazareno es tu piel
y al desnudar tu crdeno cuerpo
amanece tu blanca carne
que deposito sobre un aceitoso lecho
con tu squito de calabacines
que forman contigo un ejrcito invencible
que ser vencido en mi boca
disuelto en mi boca
digerido
transformado en sangre
vivido
75
por hoy se acabo la tinta

o casi un poema
las palabras de un poema

pisaron la mina de mi lpiz
y quedaron presas
en las negras jaulas
del cuadriculado papel
por hoy se acabo la tinta
otrora del calamar
devuelta a la cala
hundida en el mar
enterrada en cal
por amar
por hoy se acabo el poema
76
Si has llegado hasta aqu.......
GRACIAS
77
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