Unam - Medicina Legal
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NACIONAL
AUTONOMA DE
MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS
SUPERIORES “ZARAGOZA”
5º DIPLOMADO EN PSICOLOGIA
CRIMINAL
SEDE FES-ZARAGOZA
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5° DIPLOMADO EN
PSICOLOGÍA CRIMINAL
MODULO II
ASPECTO BÁSICOS DE
MEDICINA LEGAL
Marzo 2004
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MEDICINA LEGAL
INDICE
MUERTE 4
CADAVER 13
AUTOPSIA MEDICOLEGAL 22
LESIONES 39
CONTUSIONES 72
EXPLOSIONES 200
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MUERTE
Desde un punto de vista simplista, la muerte puede definirse como el fin de la vida. Sin
embargo, el anatomopatólogo distingue muerte somática y muerte celular; el médico
legista considera muerte aparente y muerte real; el jurista acepta, a falta de la prueba que
representa el cadáver, el criterio de presunción de muerte, y para todos, el avance
tecnológico de la medicina ha introducido el concepto clínico de muerte cerebral, también
llamada muerte neurológica (véase el cuadro 9.1).
ASPECTOS MÉDICOS
Para definir la muerte y considerar sus tipos conviene explicar el ciclo del oxígeno, como
mecanismo que mantiene la vida.
El mecanismo por el cual el oxígeno llega a los tejidos comprende cuatro niveles
orgánicos:
Muerte
b) Los pulmones que, por una parte, reciben el oxígeno que trae el aire inspirado y, por
otra, eliminan el bióxido de carbono y otros productos de desecho que son expelidos por
el aire espirado.
c) La sangre, por medio de los glóbulos rojos, se encarga de transportar el oxígeno a las
células de todos los tejidos, y de ellas toma el bióxido de carbono y los productos de
desecho.
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crónico persistente muerte
Muerte cerebral
Muerte
Muerte celular Muerte real Muerte
En efecto, la vida no se extingue al mismo tiempo en todos los tejidos. Así, los cilios del
epitelio respiratorio pueden conservar sus movimientos hasta por espacio de treinta horas,
y los espermatozoides durante cien horas. También puede observarse peristaltismo en los
intestinos de la persona que acaba de morir.
Por otra parte, durante las primeras horas del intervalo postmortem algunos tejidos
conservan la capacidad de reaccionar ante estímulos mecánicos, eléctricos y químicos,
condición ésta que se conoce como reacción supravital. Se utiliza en la determinación de
la hora de la muerte, como se explica en el capítulo 14.
Antes de la década de los sesenta, el paciente en ese estado vegetativo solamente tenía
la perspectiva de la muerte somática en cuanto cesara la actividad espontánea del
corazón y de los pulmones. A partir de entonces, gracias a la aparición de complejos
métodos de respiración y circulación artificiales, surgió la alternativa de la muerte cerebral.
Afecciones Porcentaje
Procesos vasculares, como hemorragias cerebromeníngeas o inundación 22.50
ventricular
Complicaciones neuroquirúrgicas del encéfalo o médula 21.25
Ruptura de neoformaciones vasculares, con hemorragia intracerebral o 16.25
inundación ventricular
Traumatismos craneoencefálicos 13.75
Eclampsia, accidentes broncoscópicos, etcétera 10.00
Procesos expansivos y compresivos intracraneanos 8.75
Colapso cardiorrespiratorio transoperatorio 5.00
Procesos encefalíticos 2.50
Los precursores de este concepto fueron Mollaret y Goulon, en 1959. La llamaron coma
sobrepasado y lo definieron como la "abolición total de las funciones de la vida de relación
y de las funciones de la vida vegetativa". Se le otorgó "una significación clínica" y una
"instancia última" (véase cuadro 9.2) .
Tiene significación clínica porque la sobrevida sólo es posible por medios artificiales como
los que se enumeran a continuación:
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b) Técnica de control de la circulación, como la perfusión de noradrenalina, que son
eficaces por tiempo limitado.
La muerte cerebral es un término introducido en la jerga médica a partir de los años 60,
del cual son sinónimos muerte neurológica y muerte encefálica. Puede definirse como "el
cese irreversible del funcionamiento del cerebro (incluyendo el tronco cerebral),
comprobado por normas aceptadas de la práctica médica, y en el cual la circulación y la
respiración solamente pueden mantenerse por medios artificiales o extraordinarios".
3. Ausencia de reflejos. Interesan no sólo los reflejos osteotendinosos, sino también los
reflejos profundos:
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Uno de ellos es la ausencia de circulación intracraneana. Para documentarla se ha
empleado la angiografía con medio de contraste y la angiografía por perfusión de material
radiactivo.
La tomografía computarizada con xenón es una técnica relativamente nueva que combina
la información anatómica de la tomografía con la medida de la circulación local del
cerebro (Darby, Yonas, Gur y Latchaw, 1987). Se obtiene una serie de imágenes durante
la inhalación de xenón estable, un gas radiopaco inerte y libremente difusible.
La muerte cerebral es una entidad de carácter artificial, creada por la tecnología médica,
con el propósito de mantener la oxigenación en órganos destinados a trasplante. El
periodo de muerte cerebral empieza en el momento en que es necesario recurrir a los
medios artificiales (extraordinarios, según algunos autores) para mantener la respiración
(respirador mecánico) y la circulación (noradrenalina o dopamina). Conviene verificar esta
condición mediante la prueba de la apnea, o sea la ausencia de respiración espontánea
durante la interrupción del respirador por tres minutos.
Debe recordarse el clásico caso de Karen Ann Quinlan, una muchacha estadounidense
de 21 años de edad que cayó en coma irreversible después de ingerir una mezcla de gin y
tranquilizantes durante una fiesta, celebrada el 14 de abril de 1975. Después de un
polémico trámite judicial, sus padres lograron que se desconectara el respirador mecánico
para dejarla morir. Sin embargo, la joven siguió respirando espontáneamente durante diez
años más hasta su muerte. Esto demostró que sufría daño cerebral severo con estado
vegetativo crónico persistente, y no una muerte neurológica como se creyó al principio.
El otro aspecto que se ha de tener en cuenta es la hora de la muerte que debe indicarse
en el certificado de defunción. Esa hora corresponde al momento en que fue necesario
recurrir a los medios extraordinarios para mantener la respiración y la circulación. A partir
de entonces se está ante un cadáver sometido a oxigenación de sus órganos, para fines
de trasplante.
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DIAGNÓSTICO DE MUERTE CEREBRAL EN NIÑOS
Se considera que el cerebro del niño es más resistente. Una indicación especial merecen
los recién nacidos, en quienes el criterio de muerte cerebral sólo puede establecerse
después de siete días de sufrido el traumatismo neurológico. Durante los primeros siete
días de vida es difícil establecer la causa probable de coma, e incierta la validez de las
pruebas de laboratorio. Estos problemas se acentúan en los prematuros.
Por estas razones, los criterios que se expondrán son aplicables sólo a lactantes y niños
hasta cinco años de edad.
Examen físico. Debe llevarse a cabo de modo cuidadoso a fin de determinar la falla de la
función cerebral.
b) Ausencia de la función del tronco cerebral, que se define a partir de los siguientes
datos:
e) Los resultados del examen han de permanecer consistentes con muerte cerebral
durante todo el periodo de observación y pruebas.
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tamaño de la cabeza del paciente). La prueba es confiable si se correlaciona con la
evaluación clínica y se emplea una técnica satisfactoria.
ASPECTOS MEDICOLEGALES
Al médico legista corresponde distinguir entre muerte aparente y muerte real. La muerte
aparente consiste en pérdida del conocimiento e inmovilidad, con actividad mínima o cese
transitorio de la circulación y de la respiración.
Signos del sistema nervioso central.. Incluyen pérdida del conocimiento, inmovilidad,
flacidez y blandura de los músculos, pérdida de los reflejos osteontendinosos y profundos
y relajación de los esfínteres. En la práctica interesa comprobar la ausencia de los reflejos
oculares con dilatación de las pupilas.
Signos del aparato circulatorio. Derivan del cese del funcionamiento del corazón.
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Ausencia de halo inflamatorio en quemadura. Para ello se aplica algún objeto
incandescente sobre el costado del tórax o la planta del pie. Si el individuo está muerto,
no se formará reborde inflamatorio en la zona de quemadura. Es el signo de Lancisi.
Ausencia de soplo nasal. Se comprueba por la falta de aliento que empañe una superficie
brillante colocada frente a los orificios de la nariz. Puede emplearse un espejo o el dorso
del tambor metálico del estetoscopio. Es el signo de Winslow.
Las similitudes y diferencias entre estado vegetativo, muerte cerebral y muerte real
pueden sintetizarse de la forma que se muestra en el cuadro 9.3.
ASPECTOS JURÍDICOS
La legislación civil de Costa Rica obliga a toda persona física a tener un nombre que la
identifique, y también le otorga el derecho de poseer su domicilio. Como tal se considera
el lugar donde ha establecido la sede principal de sus negocios e intereses, o a falta de
éstos, el lugar en que se halle.
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Si desaparece del domicilio se presume su ausencia. Sobre la posibilidad de que el
ausente haya fallecido, el derecho establece los siguientes períodos: a) presunción de
ausencia; b) declaración de ausencia, c) presunción de muerte, d) terminación de la
persona física.
Presunción de ausencia. Las medidas que han de tomarse son de carácter provisional
para resolver los problemas más urgentes, porque se supone que en cualquier momento
el individuo puede regresar o, al menos, tenerse noticias suyas.
Declaración de ausencia. Una vez transcurridos dos años a partir del día en que
desapareció o desde sus últimas noticias, cualquier interesado puede pedir tal
declaración.
Si hubiese dejado apoderado general, el plazo se extiende a diez años. En caso de que
las últimas noticias fuesen de grave enfermedad o peligro de muerte, los plazos
mencionados se reducirán a la mitad.
La reaparición del ausente o las noticias sobre su existencia traerán el cese de los efectos
de la declaración de ausencia.
Mediante esta declaración, los herederos entrarán en posesión definitiva de los bienes.
BIBLIOGRAFÍA
BONNET, E. F. P., Medicina legal, 2a. ed., López Libreros Editores, Buenos Aires, pág.
289, 1980.
12
MOLLARET, P. Y GOULON, M. "Le com dépasse", memoire preliminaire, Revue
Neurologies, 101(1):3-155, 1959.
13
CADAVER
La Ley General de Salud de México, en su artículo 314, define al cadáver como "el cuerpo
humano en el que se haya comprobado la pérdida de la vida".
Por su parte, el Código Civil de Costa Rica estipula en el artículo 18 que "la entidad jurí-
dica de la persona física termina con la muerte de ésta".
La palabra cadáver deriva del latín (caedere, caer). Son sinónimos las expresiones occiso
(del latín occis2rs, que muere violentamente), fallecido (fallere, morir) y difunto.
Una vez extinguida la vida, el cuerpo empieza a experimentar una serie de cambios que
se denominan fenómenos cadavéricos. Estos pueden clasificarse en dos tipos: tempranos
o inmediatos, y tardíos o mediatos.
ENFRIAMIENTO CADAVÉRICO
También llamado algor mortis, obedece al hecho de que el cadáver trata de igualar su
temperatura con la del medio circundante. Y si ésta es inferior a la temperatura corporal
(37°C o 99.6°F), el cuerpo empezará a enfriarse desde el momento en que se extingue la
vida.
La insolación, meningitis, tétanos, intoxicación por estricnina, tifus, cólera, intoxicación por
dinitrofenol constituyen anomalías. En estos casos, en vez de enfriarse el cadáver puede
experimentar aumento de su temperatura después de la muerte.
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DESHIDRATACIÓN CADAVÉRICA
Se debe a la pérdida de agua por evaporación. En los niños pequeños, a causa de la gran
proporción de agua en su cuerpo, puede manifestarse por un descenso de peso, a razón
de 8 gramos por kilogramo de peso, por día.
Fig. 10.2. Deshidratación cadavérica: signo de Sommer, que consiste en una mancha negra
en la superficie blanca de la esclerótica al adelgazarse por pérdida de líquido.
LIVIDECES CADAVÉRICAS
También conocidas como livor moros, son las manchas púrpuras en la piel del cadáver en
el nivel de las partes que quedan en declive. En los órganos internos constituyen la hi-
postasia visceral (fig. 10.3).
Fig. 10.3.Livideces cadavéricas , que son manchas purpúreas en la superficie del cadáver
A nivel de las partes declives, por distribución de la sangre de acuerdo con la ley de la
gravedad.
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Para comprobar si las livideces pueden modificarse, un recurso práctico consiste en
comprimirlas con el dedo pulgar. Si la zona presionada se aclara, las livideces son aún
modificables (fig. 10.4). Las livideces se deben a la acumulación de la sangre en el
cadáver, por simple gravedad. Mientras la sangre se mantenga líquida y dentro de los
capilares, se modifican con los cambios de posición.
Fig. 10.4. Livideces cadavéricas en codo, parte baja del muslo y piernas.
Las livideces están ausentes en las regiones donde hay obstáculo a la circulación. Por
esta razón, faltan en las regiones escapulares, glúteas, mamarias, etc., o en partes
ceñidas por la ropa. En las primeras, el obstáculo a la circulación se debe a la compresión
de la piel entre la saliencia ósea o la prominencia blanda y el plano duro en que descanse
el cadáver. En las otras partes se debe a la naturaleza apretada de la ropa interior.
RIGIDEZ CADAVÉRICA
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de los músculos flexores. En la musculatura lisa, origina la cutis anserina o "piel de
gallina", a causa de la retracción de los músculos piloerectores, y la rigidez del útero y la
vejiga.
Cronología. Empieza a las tres horas de la muerte; es completa entre doce y quince ho-
ras, y desaparece entre veinte y veinticuatro horas.
Progresión. Empieza por los músculos maseteros, orbicular de los párpados y otros
músculos de la cara; sigue por el cuello, tórax y miembros superiores. Finalmente, se
manifiesta en el abdomen y en los miembros inferiores.
La rigidez desaparece en el mismo orden citado; esto es, de cabeza a miembros infe-
riores. Su desaparición coincide con el inicio de la putrefacción. En este momento, la
proteína muscular se desnaturaliza y no puede mantener el estado de tiesura.
ESPASMO CADAVÉRICO
Fig. 10.6. Espasmo cadavérico: persistencia de la actitud que tenía el cuerpo o un segmento
del mismo en el momento de la muerte.
Fig. 10.7. Espasmo cadavérico: signo de gran valor en el diagnóstico de suicidio, como en
este caso en que la mano mantuvo empuñada el arma.
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FENÓMENOS CADAVÉRICOS TARDIOS DESTRUCTORES
AUTÓLISIS
Es la disolución de los tejidos por enzimas o fermentos propios de las células. En este
proceso no hay intervención de bacterias. Los principales ejemplos son:
2. En la vesícula biliar, el tono verdoso de toda la pared, que incluye el tejido hepático
adyacente, por imbibición de bilis.
PUTREFACCIÓN CADAVÉRICA
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En el niño y en el adulto, el proceso se inicia en la porción cecal del intestino grueso. En el
feto expulsado y en el recién nacido empieza por las fosas nasales y los ojos, porque las
bacterias son traídas por las moscas que se posan en estas regiones para depositar los
huevos.
Periodos. Los periodos de la putrefacción son: a) cromático (de una duración de horas); b)
enfisematoso (de días); c) colicuativo (de semanas), y d) de reducción esquelética (de
años).
Fig. 10.8. Mancha verdosa en cuadrante inferior derecho del abdomen. Es la primera
manifestación de la putrefacción cadavérica.
Fig. 10.9. Veteado venoso, que consiste en la visualización de la red de venas de la piel por
la hemoglobina transformada a causa de la putrefacción.
Fig. 10.11. Periodo colicuativo. La piel adquiere un aspecto acaramelado por la licuefacción.
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Aceleran la putrefacción. La obesidad, las enfermedades sépticas, la agonía prolongada,
los traumatismos extensos, el cadáver a la intemperie o expuesto al agua.
ANTROPOFAGIA CADAVÉRICA
Es la destrucción del cadáver debido a la acción de animales. Las moscas depositan sus
huevos alrededor de la nariz, la boca, el ano, etc. Más tarde se desarrollan las larvas, que
son muy voraces; le sigue la fase de pupa y finalmente se originan las moscas adultas
(fig. 10.12).
Los peces mutilan y devoran cadáveres sumergidos. Los peces pequeños tienen
predilección por el cartílago auricular, los párpados y los labios (fig. 10.14).
Fig. 10.14. Antropofagia cadavérica. Destrucción de partes blandas por la acción de peces.
Los cuervos, zopilotes y otras aves atacan los cadáveres abandonados a la intemperie, y
suelen devorar las partes blandas de la cara y de toda la cabeza (fig. 10.15).
Fig. 10.15. Antropofagia cadavérica. Partes blandas de la cara devoradas por aves.
MOMIFICACIÓN
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Condiciones. Las condiciones para su desarrollo son:
Como todos los procesos conservadores, puede desarrollarse desde el principio del
intervalo postmortem o por variaciones de las condiciones del ambiente, a continuación de
putrefacción incipiente, que se detiene para darle lugar.
Cronología. Aparece al cabo de un año del deceso. Se inicia en las partes expuestas
(cara, manos, pies) y se extiende luego al resto del cuerpo, incluyendo vísceras. Se
mantiene durante varios años.
ADIPOCIRA
Características. Aspecto céreo, untuoso (adipos: grasa, y tiros: cera), olor rancio, color
amarillo, pardo o combinación de ambos (variedades amarilla y etíope de Sein) (fig. 10.18) .
Estos tejidos son solubles en agua y en éter, y flotan en el agua; dan la reacción de
Benda de los ácidos grasos (tono azul verdoso con sulfato de cobre diluido).
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De manera análoga a la momificación, este proceso preserva las formas exteriores, y
hace posible años después la identificación y el diagnóstico de traumatismos.
En recién nacidos a término se han descrito casos a las seis semanas. En cambio, se
niega su desarrollo en fetos menores de siete meses, porque se considera que su grasa
no es apta para esta transformación.
CORIFICACIÓN
Es el aspecto de cuero recién curtido que adquiere la piel del cadáver. Fue descrita por
Dalla Volta (1935) en cadáveres inhumados en féretros de plomo o de zinc. Bonnet la
considera una forma incompleta de adipocira, tipo etíope o caoba.
Características. Desecación de todos los tejidos, olor a éteres, trasudado en el fondo del
féretro y conservación de las formas exteriores.
Cronología. Aparece entre el final del primer año y comienzo del segundo de fallecido.
BIBLIOGRAFÍA
BURTON, J. F., "Fallacies in the signs of death", Journal of Forensic Sciences, 19(3):529-
534, 1974.
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AUTOPSIA MADICOLEGAL
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Durante el siglo XIV, un médico holandés escribió que el Papa había ordenado abrir
cadáveres con similar propósito, en Avignon. Otros datos testimonian la práctica de
autopsias en Bologna, en la primera mitad del siglo XIV.
El médico florentino Antonio Benivieni (1440-1502) parece haber sido el primer facultativo
que solicitó permiso de los familiares para examinar cadáveres.
Se trataba de dos gemelas siamesas unidas por la región del ombligo, que murieron a los
ochos días de nacidas. El clérigo solicitó el examen para definir si había una o dos almas;
el cirujano Juan Camacho lo practicó, y al parecer resolvió el problema espiritual, aunque
la causa de la muerte siguió siendo desconocida.
En la Unión Soviética, durante la época del zar Pedro el Grande, durante el último decenio
del siglo XvIII se estableció la obligatoriedad de la autopsia en casos de muerte violenta.
AUTOPSIA MEDICOLEGAL
La autopsia medicolegal se caracteriza por sus objetivos y por los procedimientos que se
aplican para cumplirlos. Sus objetivos son:
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En ésta interesa fundamentalmente aclarar la causa de la muerte y la correlación con los
diagnósticos clínicos y el tratamiento instituido. Con cierta frecuencia se restringe al
examen de las vísceras, ante las presiones para que el cadáver sea entregado a los
familiares sin mayor demora.
Los casos en que es necesario practicarla pueden agruparse del siguiente modo:
Muertes violentas. Estas son: a) homicidios; b) suicidios, y c) accidentes (domésticos, de
tránsito y de trabajo).
Muertes misceláneas. Son las siguientes: a) muertes de madres con abortos sospechosos
de haber sido provocados; b) productos de abortos sospechosos; c) víctimas de infantici-
dio; d) muerte de personas detenidas en centros de corrección, policiales o prisiones; e)
muerte de personas que mantenían litigio por riesgos del trabajo, y f) cadáver sin identi-
ficar.
a) Atrición.
b) Descuartizamiento.
c) Carbonización.
d) Antropofagia cadavérica.
e) Putrefacción avanzada.
f)Cadáver no identificado.
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4. Fotografías de daños o signos especiales en las ropas. En ocasiones es recomendable
señalarlas con flechas de tamaño y color apropiados.
8. Muestra de cabello obtenida mediante tracción con pinzas o dedos. Para que incluya la
raíz.
Incisión en "T". Compuesta del trazo mediano que se extiende del pubis a la horquilla del
esternón, se prolonga transversalmente por una incisión que une ambos hombros.
Incisión en "Y". A partir de la horquilla esternal, prolonga el trazo mediano por dos
incisiones lineales divergentes que alcanzan cada una de las apófisis mastoideas
(eminencia ósea situada detrás de la oreja). Es útil para el estudio de los elementos
vasculonerviosos, óseos y cartilaginosos del cuello, en casos de estrangulación y
ahorcadura (fig. 11.1).
Incisión en "U". Consiste en dos ramas anterosuperic res a los lados del tronco, sobre la
línea axilas anterior. En el nivel de las espinas iliacas anterosuperiores, se unen mediante
una incisión transversal con ligera concavidad hacia arriba, que pasa por encima del
pubis. Aunque muy estética, es incómoda debido al pesado colgajo de tejidos blandos,
que deben reclinarse sobre la parte superior del cadáver para llevar a cabo el examen
interno.
Puede hacerse a través de los cartílagos costales, con bisturí o cuchillo, o a través de las
costillas, a lo largo de la línea medioclavicular, mediante una sierra eléctrica o un
costótomo.
Examen in situ
Antes de remover los órganos, conviene inspeccionar las cavidades y algunas regiones
del cuerpo, con el fin de establecer anomalías en la localización y posición, la presencia y
cuantía de líquidos o gases anormales, y los trayectos de armas blancas y de proyectiles
de arma de fuego.
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Fig. 11.2. Exposición del paquete vasculonervioso de cada lado del cuello. Nótese el colgajo
triangular de partes blandas reclinadas sobre el rostro del cadáver.
Examen del abdomen. Es útil para aclarar si un orificio del estómago corresponde a úl
cera o a perforación postmortem por autólisis, localizar el origen de una peritonitis aguda
difusa o diagnosticar la existencia de una torsión o de una invaginación de intestino. En
casos de infanticidio, conviene abrir esta cavidad en primer término, mediante una incisión
en la línea media hasta el apéndice xifoides del esternón, de modo que sea posible
establecer la altura de la cúpla del diafragma.
Examen del aparato genital femenino. Tiene por finalidad visualizar perforaciones
causadas por maniobras abortivas o el trayecto de lesiones penetrantes producidas por
cuerpos extraños, como a veces se observan en homicidios de mujeres violadas con
inusitada crueldad. También facilita esta inspección el diagnóstico de un embarazo
ectópico roto 0 la torsión de un quiste de ovario.
Las principales técnicas para retirar del cadáver los órganos toracoabdominales son las
siguientes:
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De este modo, primero se disecan las glándulas suprarrenales; luego los riñones, unidos
a la aorta abdominal por las arterias renales, y a la vejiga (y próstata) por los uréteres. De
forma análoga, se disecan los dos pulmones, que se mantienen unidos a los gruesos
bronquios, tráquea y laringe; el corazón, con el arco y la porción torácica de la aorta; el
estómago, con el esófago y el duodeno, y el útero, con las trompas y ovarios. El intestino
delgado y el grueso se disecan independientemente.
Examen. En las vísceras macizas, debe apreciarse el peso, la forma, el tamaño, el color y
el aspecto de la superficie exterior; mediante palpación se evalúa su consistencia; y al
cortarlo, las características internas.
Abertura. Hay una manera especial para abrir o seccionar cada órgano.
Corazón: por medio de cortes en "V", que se inician por la cara posterior, se abre en una
mitad derecha y otra izquierda. Suele hacerse con una tijera para intestino (enterótomo).
Para las cavidades derechas, luego de unir mediante un corte lineal las desembocaduras
de las venas cavas, se desciende junto al margen derecho del septum, al llegar al ápex se
dobla y se asciende de forma similar sobre la cara anterior, hasta seccionar la arteria
pulmonar. Para las cavidades izquierdas, se procede análogamente. De las venas
pulmonares, se desciende por la cara posterior a lo largo del margen izquierdo del
septum; al llegar al ápex se dobla hacia arriba por la cara anterior, se dibuja una curva
hacia la izquierda para introducirse en la aorta, que debe quedar abierta. Las coronarias
se seccionan transversalmente cada 5 mm.
Cuando se trata de pulmones no fijados, el corte se dirige desde el borde externo hacia el
hilio, sin seccionarlo. De este modo, el órgano puede abrirse como si fuera un libro. En
cada mitad se efectúan cortes paralelos.
Hígado: se hace descansar sobre su cara inferior, luego de haber removido la vesícula y
las vías biliares. Se secciona mediante cortes coronales de atrás hacia adelante,
hundiendo la hoja del cuchillo por la cara superior.
Páncreas: suele seccionarse con la hoja del cuchillo paralela a sus caras.
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Útero: se apoya en la cara posterior. Puede abrirse con un cuchillo que se desliza sobre
una sonda acanalada, la cual se introduce por el conducto cervical, hasta llegar al fondo,
que no se secciona para permitir abrir el órgano como si fuera un libro.
Otra forma es la sección en "Y"; se efectúa mediante una tijera que, introducida por el
conducto cervical, secciona la línea media de la pared anterior. Antes de alcanzar el fondo
se realizan dos cortes divergentes, uno hacia cada emergencia de las trompas de Falopio.
Esófago: conviene abrirlo a lo largo del borde izquierdo, para continuar la incisión en la
curvatura mayor del estómago.
Intestino delgado: conviene abrirlo con tijera especial, que se desliza sobre la inserción
del mesenterio.
Vejiga: se abre con tijera a lo largo de la línea media de su pared anterior, luego de haber
extraído con una jeringa la orina que contenga.
Laringe: se abre por la línea media de su cara posterior. Debe fracturarse la porción
cartilaginosa para extenderla en un solo plano. En caso de edema de glotis, conviene
tomar una fotografía de su extremo superior, colocando el órgano sin abrir en un
recipiente cilíndrico que lo sostenga en posición vertical.
Vesícula biliar: después de extraer su contenido líquido, se abre por uno de sus bordes.
En ocasiones conviene mantener intacto el cuello a fin de obtener un corte transversal.
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De la cabeza
Este examen comprende la incisión y repliegue del cuero o piel cabelluda, la abertura del
cráneo, la remoción del encéfalo y el despegamiento de la duramadre.
Suele hacerse de forma transversal, a lo largo de una línea que se inicia por encima de un
pabellón auricular y se extiende hasta el otro. Con bisturí se separan los tejidos blandos
del cráneo, se repliega la parte anterior sobre la frente y la posterior sobre el cuello, de
modo que la bóveda del cráneo quede al descubierto (fig. 11.4).
Fig. 11.4. Remoción del cuero cabelludo, mediante una incisión corona¡ de oreja a oreja, con
reclinación de un colgajo sobre el rostro y del otro sobre la parte posterior del cuello.
bóveda del cráneo. Conviene trazar angulaciones laterales, al menos con el objeto de
garantizar una posición fija al volver a cerrar la cabeza.
Esta etapa debe estar exclusivamente a cargo del médico. Mediante bisturí se despega la
duramadre de la bóveda, y se secciona la tienda del cerebelo, a lo largo de su inserción
en el hueso. En los compartimientos anterior y medio, se secciona periféricamente la
duramadre; se levanta el encéfalo que se sostiene con una mano, mientras se seccionan
nervios y vasos sanguíneos. Finalmente, se lo ibera al seccionar la médula espinal en la
parte alta de su porción cervical (fig. 11.5).
Fig. 11.5. Remoción del encéfalo mediante la sección de vasos sanguíneos, nervios y
médula espinal alta.
Despegamiento de la duramadre
La porción de duramadre que queda adherida a la base del cráneo debe removerse con
una pinza especial. Una vez cumplida esta operación, conviene percutir -según algunos-,
y realizar presiones en sentido antagónico -según otros-, a fin de descubrir fracturas.
Muestras histológicas
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Las muestras para histología pueden ser habituales y especiales.
Muestras habituales
a) Miocardio, muestra de cada ventrículo, que incluya válvula, y del septum en la porción
media, debajo de la inserción valvular, para que comprenda el sistema de conducción.
b) Pulmones, una muestra de cada uno, distinguida la del derecho por una forma
rectangular y la del izquierdo por una sección triangular.
c)Riñones, una muestra de cada uno, cortados de forma análoga a los pulmones.
d) Hígado,
e) Páncreas, muestra de cabeza y cola.
f)Bazo.
g) Aorta.
h) Esófago.
i) Estómago (curvatura menor).
j) Duodeno.
k) Intestino delgado.
l) Intestino grueso.
m) Vejiga.
n) Próstata (lóbulo posterior) o útero (cuello y fondo con endometrio).
o) Testículo u ovarios.
p) Encéfalo (primera frontal, núcleos grises e hipocampo).
Muestras especiales
a) Piel, que en orificios de entrada por herida de arma de fuego o por arma punzante debe
incluir la zona que rodea la lesión; en electrocución y fulguración, la marca eléctrica; en
contusiones, los bordes de la lesión con piel sana, para confirmar el origen antemortem.
Nada se ganaría con tomar las muestras lo antes posible, si no se fijan inmediatamente.
Se trata de evitar todo artificio postmortem, y esto alcanza su máxima importancia cuando
se trata de muestras para microscopia electrónica. En este caso, el fijador más empleado
es el glutaraldehído.
30
Para microscopia de luz, el fijador habitual es la solución de formaldehído al 10 % ,
conocida como formalina. Otros fijadores para estudios específicos son: el alcohol de 95°,
para glucógeno; y la congelación, para grasas y para enzimas.
Otras muestras habituales son la orina y el contenido gástrico. A partir de los estudios de
Coe, en 1972, se ha incorporado a ellas el humor vítreo extraído mediante jeringa, cuya
aguja se introduce horizontalmente por el ángulo externo del ojo, en el nivel de su
ecuador.
con espátula al rojo. En lo posible, debe utilizarse todo estudio bacteriológico realizado en
vida del paciente.
Un recurso adicional, con sus limitaciones obvias, es la unción de Gram para colorear
bacterias en tejidos.
Otras muestras
En Costa Rica, una prueba para asfixia por sumersión requiere muestra de sangre
extraída de cada ventrículo del corazón, mediante agujas y jeringas secas y separadas.
AUTOPSIAS ESPECIALES
Autopsia inmediata
Es aquella autopsia en que se obtienen las muestras de tejidos a los pocos minutos de
ocurrida la muerte somática, con fines de estudios funcionales y de ultraestructura; en una
fase posterior, se llevan a cabo los procedimientos convencionales de disección,
muestreo y fijación.
Autopsia posoperatoria
En este tipo de autopsia hay que tomar en cuenta los siguientes puntos:
31
2. Previamente, el patólogo debe familiarizarse con la nota operatoria, la historia clínica,
los exámenes de laboratorio y los estudios radiológicos.
3. Debe evitarse que las incisiones pasen a través de las heridas quirúrgicas, las cuales
se revisan por fuera y por dentro antes de seccionarlas. Ante una presunta dehiscencia
antemortem, la muestra debe orientarse adecuadamente para evaluar reacciones vitales.
4. Las fístulas se inyectan con medio de contraste coloreado para demostrar el trayecto
mediante radiografía y disección.
Autopsia pediátrica
1. El cráneo en fetos y recién nacidos debe abrirse mediante ventanas en cada hueso
parietal.
2. El tórax en lactantes debe abrise debajo del agua para demostrar neumotórax.
4. Las muestras mínimas para histología, según Potter y Craig, son: pulmones, hígado,
riñones, timo y cerebro.
En fetos y recién nacidos debe agregarse placenta, cordón umbilical y margen libre del
ligamento falciforme, con vena onfalomesentérica.
El virus, conocido como HIV, infecta selectivamente los linfocitos que se relacionan con la
respuesta inmunológica.
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Estado III. Linfadenopatía persistente generalizada durante un periodo de más de tres
meses. Puede acompañarse de fiebre, sudación nocturna, diarrea y pérdida de peso.
Aproximadamente el 30 % de los casos evolucionan hasta esta etapa, que culmina con la
muerte.
2. No permitir que se ingieran alimentos ni que se fume en la escena del hecho o durante
la autopsia.
4. Todas las muestras biológicas deben considerarse contaminadas y tratarse como tales.
33
dos situaciones en que erróneamente se puede considerar que se trata de una autopsia
blanca o negativa. Dichas situaciones son: defectos en el procedimiento de la autopsia, y
defectos en el diagnóstico de entidades de difícil apreciación.
2. Omisiones en el examen externo (por ejemplo, pasar por alto marcas de inyecciones en
caso de farmacodependencia).
3. Examen interno inadecuado (por ejemplo, no abrir bajo agua un corazón en caso de
embolismo gaseoso).
6. Patólogo sin capacitación en patología forense, la cual implica una disciplina de trabajo
diferente de la patología hospitalaria.
a) Concusión.
b) Luxación occipitoatloidea con lesión medular.
34
h) Sarcoidosis.
a)Hemorragia.
b) Infarto.
c) Infección.
d) Neoplasia.
PROTOCOLO DE AUTOPSIA
2. Examen externo.
3. Descripción de traumatismos.
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4. Examen interno.
5. Diagnósticos.
6. Causa de muerte.
7. Manera de muerte.
8. Exámenes de laboratorio.
9. Circunstancias de la muerte.
1. Encabezamiento. En que se indica el nombre del fallecido, fecha y hora del examen,
número de autopsia.
2. Verificar ante autoridad judicial el dinero, alhajas, documentos y otros objetos de valor
que porte el cuerpo.
36
3. E1 cadáver debe ser identificado por familiares, su representante legal o autoridad
judicial.
13. Secar las ropas que deben enviarse para la investigación de manchas.
14. Marcas de proyectiles y otras pruebas que deben enviarse a los laboratorios con
apego a los principios de cadena de custodia.
16. No anticipar juicio alguno del caso antes de valorar todos los elementos de juicio,
incluyendo los exámenes de laboratorio y de gabinete.
17. No olvidar las radiografías en casos de muertes ocasionadas por arma de fuego,
traumatismos de cráneo, carbonizados y accidentes de tránsito.
37
2. ¿Cuánto tiempo después de la muerte se realizó la autopsia?
13. ¿La versión de testigos o del imputado, puede explicarse mediante los hallazgos de
autopsia?
15. ¿Se tomaron fotografías, se realizaron dibujos y se ubicó con precisión cada
traumatismo?
17. ¿Es posible que la muerte fuese natural a pesar de que el agresor confiesa que quitó
la vida al aplicarle violencia?
BIBLIOGRAFÍA
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WEBER, O. L., FAZZINI, E. P. Y REAGAN, T. J., Autopsy Pathology Procedure and
Protocol, Thomas, Illinois, 1973.
39
LESIONES
Ambos criterios -médico y jurídico- pueden conciliarse si lesión se define como toda
alteración anatómica o funcional que una persona causa a otra, sin ánimo de matarla,
mediante el empleo de una fuerza exterior.
Por su parte, daño es definido como "el detrimento o menoscabo que por acción de otro
se recibe en la persona o en los bienes" (Cabanellas).
Para tipificar el acto humano antijurídico se habla de lesión, y para imponer al responsable
la obligación de reparar, se habla de daño. En lo que toca al orden de presentación, el
tema se expondrá de la siguiente manera: aspectos jurídicos de las lesiones, aspectos
medicolegales de las mismas, y evaluación del daño corporal.
ASPECTOS JURÍDICOS
HISTORIA
Las lesiones y los homicidios son los delitos más antiguos: surgieron cuando Caín blandió
una quijada de animal contra su hermano Abel.
La privación o expulsión de la paz se presentó como una fórmula destinada a terminar con
el estado de guerra a que equivalía el ejercicio de la venganza de la sangre. De este
modo, la venganza se limitó al infractor quien, al quedar excluido de la protección del
grupo social, podía ser muerto o esclavizado. En la antigua Roma se aplicó la privación
del agua y el fuego como una forma politizada dé la expulsión de la paz.
El Talión significó una limitación intensiva, pero no extensiva de la, pena. Partía de la
sentencia bíblica "vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por
pie", de manera que el mal inferido al imputado debía ser igual al delito.
40
La composición representó una nueva limitación de la venganza, al sustituirla por el pago
de dos precios. Con uno de ellos, el infractor cancelaba su deuda con el grupo ofendido
(precio del hombre), y con el otro lograba su readmisión al grupo social (precio de la paz).
Por su parte, los bárbaros distinguieron entre wunden (lesión propiamente dicha) y
lehmung (lesión que causa debilitamiento).
En nuestros tiempos, las lesiones provienen de dos situaciones que conmueven al mundo
occidental: una es la agresión de delincuentes profesionales que de este modo tratan de
despojar a sus víctimas de los objetos de valor
Los métodos utilizados para lesionar han cambiado a través de los tiempos, pero no sus
efectos, como tampoco la naturaleza agresiva del hombre.
DOCTRINA
"El delito de lesiones es un delito de daño que exige la producción de un perjuicio cierto,
real, efectivo y concreto" (Nogueira).
En palabras de Terán Lomas, "la acción constitutiva del delito es la de inferir una lesión a
otro. El núcleo del tipo es causar un daño, ya que el verbo utilizado es demasiado general
para representar la acción. No hay caracterización especial del sujeto activo. E1 sujeto
pasivo debe ser persona distinta del autor, ya que no está tipificada la autolesión". Y
41
agrega: "el resultado es el daño en el cuerpo o en la salud. Se trata en consecuencia, de
un delito material. Es igualmente un delito instantáneo".
No hay especificación en cuanto a los medios, lo que permite incluir los medios morales
que, como lo demostrara Carrara, son aptos tanto para cometer lesiones como para
realizar homicidios. Además, los medios pueden ser comisivos y omisivos.
Deben excluirse del concepto de lesión una torcedura de brazo sin consecuencias
posteriores, una sensación de calor o frío sin interioridades (Soler), y el corte de pelo,
barba o uñas (Aquino). Todas las formas de autoría y participación son posibles. Y como
delito de daño material, es posible la tentativa.
El criterio que distingue las lesiones en leves, graves y gravísimas es la severidad del
resultado. En opinión de Nerio Roas, dicho criterio tiene sentido objetivo y concreto. "Este
conjunto de situaciones está constituido por las medidas de gravedad y todas son de
orden rigurosamente médico y absolutamente objetivo".
Debido al adelanto que representó para su época, es digna de mención la formulación del
maestro mexicano Luis Hidalgo y Carpio, quien en 1871 definió como lesión a "toda
alteración de la salud".
LEGISLACIÓN DE COSTA RICA
El código penal vigente fue promulgado en 1971. Su principal propósito fue sustituir la
pena retributiva con el tratamiento del infractor y así propiciar la erradicación del delito por
medio de su prevención, como la prohíja la organización de las Naciones Unidas en su
sección de defensa social.
La tendencia del código costarricense es la de establecer con claridad las distintas figuras
42
penales, con base en el principio de la tipicidad. Esto garantiza al cidadano que no se
admitirá confusión entre hechos punibles y no punibles.
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d) Pérdida del uso de: un
c) Marca indeleble en el
órgano, un miembro, la
rostro
palabra, la capacidad de
engendrar o concebir
Prisión de 3 meses a un año
Prisión de 3 a 10 años Prisión de 1 a 6 años
o 50 días de multa
Las lesiones que incapacitan para el trabajo por menos de diez días, son lesiones
levísimas, y se consideran en el artículo 374 con una pena de tres a treinta días multa.
que, aun siendo curable, fuese tan incapacitante como una lesión grave.
ASPECTOS MEDICOLEGALES
CLASIFICACIÓN
Desde el punto de vista medicolegal, las lesiones se clasifican de acuerdo con la fuerza
exterior o energía (mecánica, térmica, eléctrica y química) que las produce:
Contusiones
Subcutáneas
Asfixias mecánicas
Quemaduras
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Por calor
Muerte por calor
2. Térmicas
Heladuras
Por frío
Muerte por frío
3. Eléctricas
Por electricidad atmosférica (fulguración)
MECANISMO DE ACCIÓN
Ec = __m v2__
2g
En sus efectos generales, la energía térmica daña centros vitales del sistema nervioso
central, y en sus efectos locales lesiona vasos sanguíneos y tegumentos.
45
La energía química actúa localmente en los tóxicos cáusticos, y en el caso de los tóxicos
sistémicos, una vez que se ha difundido por la circulación.
CARÁCTER ANTEMORTEM
A fin de determinar si una lesión fue producida cuando la víctima estaba viva, suelen
seguirse tres criterios: macróscopico, histológico e histoquímico.
En las hemorragias externas ocasionadas por heridas pueden darse dos situaciones de
excepción. Una es que se trate de una lesión producida después de la muerte y que
presente hemorragia porque fue causada en el intervalo inmediato o porque estaba en las
vecindades de livideces. Otra es que falta el sangrado, a pesar de tratarse de lesión
infligida en vida, porque el instrumento empleado era de gran finura, la hemorragia resultó
de arrancamiento, coexistió con otras hemorragias internas o con la suspensión
instántanea de la circulación a causa de choque traumático.
Coagulación de la sangre. Puede mantenerse hasta seis horas después de la muerte. Sin
embargo, la coagulación antemortem es más completa y se caracteriza por una mayor
adhesividad a los tejidos donde tiene lugar.
Esto puede verificarse mediante la prueba del lavado, que demuestra que al ser sometida
a la acción de un chorro fino de agua a baja presión la sangre coagulada antes de la
muerte no se desprende de los tejidos a los cuales está adherida; en cambio, el coágulo
postmortem se desprende completamente. La otra prueba es la unción del retículo de
fibrina efectuada por método histoquímicos como el de Weigert. El retículo será muy
aparente en las hemorragias vitales, y de escasos filamentos en la coagulación
postmortem.
Criterio histológico. Tiene como signo más confiable y práctico la infiltración de leucocitos.
Exigen un intervalo de sobrevida mínimo de cuatro a ocho horas después de producida la
lesión.
46
Criterio histoquímico. Se basa en las experiencias de Raekallio. Este autor finlandés
distinguió dos zonas en las heridas experimentales de piel: una central, de 200 a 500
micras, y con actividad decreciente del tejido conjuntivo; y otra periférica de 100 a 300
micras, donde la actividad enzimática, especialmente de fibroblastos, empieza a aumentar
de forma progresiva en un lapso que oscila entre una y ocho horas.
Ambas zonas son apreciables aún cinco días después de la muerte. Las enzimas
demostradas han sido esterasas, adenosintrifosfatasa, (aril) aminopeptidasa, fosfatasa
alcalina y fosfatasa ácida.
De una manera general, los criterios que permiten establecer el carácter antemortem de
una ,lesión son determinables:
Esto permite reducir a minutos el "periodo de incertidumbre" del que hablaba Tourdes en
el diagnóstico diferencial de heridas antemortem y postmortem.
EDAD DE LA LESIÓN
Las alteraciones histológicas en una lesión aparecen según una secuencia ordenada:
Hay pérdida progresiva de las características tintoriales del glucógeno, los ácidos
nucleicos y los mucopolisacáridos ácidos, proceso que alcanza su máximo a las 32 horas.
47
A la inversa de la zona central, después de una hora de producida la lesión empiezan a
aumentar las características tintoriales del glucógeno, ácidos nucleicos y
mucopolisacáridos ácidos.
c) En las heridas, durante las primeras 24 horas los bordes están adheridos por sangre
coagulada, y microscópicamente muestran congestión vascular e infiltración de leucocitos
polimorfonucleares.
g) A los 5 0 6 días aparecen fibrillas de tra yecto paralelo a los vasos sanguíneos.
h) En las lesiones con pérdida de sustancia, la reparación se hace por medio de tejido de
granulación.
Se distinguen dos tipos de reparación de heridas: por primera intención y por segunda
intención (por granulación).
Reparación por primera intención. Se produce en las heridas de bordes regulares, en las
que no hay infección, de manera que el coágulo de sangre sella el defecto. Debido a la
inflamación aguda de los márgenes aparecen leucocitos neutrófilos y macrófagos, los
cuales remueven los eritrocitos y el tejido necrótico. Los fibroblastos se extienden a través
de la malla de fibrina del coágulo, seguidos por vasos sanguíneos de nueva formación, y
se originan fibras colágenas. E1 epitelio se extiende desde los bordes y cubre el defecto.
En las heridas quirúrgicas, este proceso insume entre catorce y quince días.
Reparación por segunda intención. Es la que tiene lugar en heridas con gran pérdida de
tejido' ó en aquellas complicadas por infección. En estos casos, hay mayor cantidad de
tejido necrótico y otros restos para ser removidos, debe superarse la infección, y el tejido
de granulación que llena el defecto es más abundante. Este tejido tiene que formarse
lentamente a partir del fondo y los bordes de la herida; sobre él se formará el nuevo
epitelio.
48
gran número y tamaño durante la curación de quemaduras. Son comunes en la raza
negra.
Las cicatrices en el Derecho Penal. Cuando están ubicadas en el rostro pueden dar origen
a dos tipos de delitos: la marca indeleble y la deformación permanente.
Este periodo de seis meses para considerar si una lesión en la piel es una cicatriz
indeleble o, como la palabra lo indica, que no desaparece, ha sido observado en el
Departamento de Medicina legal debido a los términos perentorios a que debe ajustarse la
instrucción de los asuntos en el fuero penal. El intervalo ideal para evaluar una cicatriz, de
acuerdo con las normas de la cirugía reconstructiva, es de un año.
Para que una cicatriz constituya marca indeleble en el rostro debe llenar los siguientes
requisitos medicolegales:
Fig. 17.1. Marca indeleble en el rostro. Cicatrices queloides, por delante de la oreja derecha.
Por su relieve son muy visibles y alteran la armonía del rostro.
En cuanto a las condiciones para que una cicatriz constituya deformación permanente del
rostro, en orden decreciente de importancia, son las siguientes:
Fig. 17.2. Deformación permanente del rostro. Cicatrices que causan afeamiento. Una de
ellas, además, retrae el párpado superior.
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De acuerdo con la escuela italiana, la legislación de Costa Rica establece como límites
del rostro: por arriba, la línea de inserción habitual del cabello; por abajo, el plano
horizontal que roza el mentón, y a los lados incluye los pabellones de las orejas. Debido a
tres razones fundamentales, la posibilidad de tratamiento quirúrgico de una cicatriz en el
rostro no debe tenerse en cuenta para la calificación medicolegal:
Finalmente, debe aclararse que las cicatrices no son las únicas causas de marca
indeleble (sfregio, según la escuela napolitana) y de deformación permanente del rostro,
puesto que hay otro tipo de lesiones que sin afectar la integridad de la piel pueden originar
tales situaciones. Ejemplo de marca indeleble por medio de este mecanismo, es la lesión
del tabique de la nariz, que deja una asimetría de los orificios nasales, además del daño
funcional en la respiración (fig. 17.3). Otro ejemplo es la fractura cerrada del macizo facial,
cuya consecuencia es un pómulo hundido.
Fig. 17.3. Marca indeleble en el rostro. En este caso la piel quedó indemne. La armonía del
rostro está alterada por la desviación del tabique de la nariz, que dejó asimetría en sus
orificios.
Terán Lomas insiste en que el peligro debe ser real y resultar de un diagnóstico del perito
médico, y no de un mero pronóstico basado en suposiciones o sospechas. Debe fundarse
en lo que se ha producido, en la verificación de un hecho comprobado o comprobable.
De acuerdo con Nerio Roas, los médicos no deben limitarse a señalar que la herida,
debido a su localización, es peligrosa, sino que "necesitan resolver concretamente la
cuestión del peligro y dar las razones de su afirmación". Según Díaz, los datos
fundamentales deben buscarse en las funciones vitales de la circulación, la respiración y
el cerebro.
Como normas orientadoras generales para esta calificación medicolegal se pueden citar
las siguientes:
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3. Hemorragias cuantiosas. Son externas o internas. 4. Lesiones en individuos con estado
anterior que agrava las consecuencias de la lesión. Por ejemplo, la herida en el
hemofílico, quien a causa de su defecto en la coagulación puede desangrarse; o en el
diabético, que puede infectarse fácilmente y originar una septicemia.
4. Lesiones en individuos con estado anterior que agrava las consecuencias de la lesión.
Por ejemplo, la herida en el hemofílico, quien a causa de su defecto en la coagulación
puede desangrarse, o en el diabético, que puede infectarse fácilmente y originar una
septicemia.
LESIONES Y ALCOHOL
Hemorragia. Cuya cuantía depende del tipo de traumatismo y puede dar signos de
anemia aguda.
Infección. Puede ser directa e indirecta. Es directa cuando se debe a la acción del agente
traumático, que inocula bacterias o virus a través de la lesión que origina. Es indirecta
cuando la infección aparece por condiciones preexistentes en el paciente (diabetes
mellitus) o condiciones determinadas en éste por el traumatismo, como es el caso de la
llamada neumonía hipostática en los ancianos que deben permanecer inmovilizados a
causa de la lesión sufrida (un caso típico es la fractura de cadera).
51
choque cuando no se logra mantener un buen estado general en un paciente víctima de
trauma.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS
La víctima de lesiones tiene derecho a ser indemnizada (Simonín), de manera que el daño
es el factor constitutivo y determinante del deber jurídico de reparación (Fisher Hans).
"Ese requisito aparece como integrando la esencia de la responsabilidad civil. Puesto que
se trata de responsabilidad, hace falta, desde luego, que exista algo que reparar"
(Mazeaud y Tunc). Como Abdelnour-Granados expresa de modo muy concreto: "El deber
de reparación supone, siempre, la existencia de un daño".
Algunos autores definen el daño como "toda suerte de mal material o moral".
Para que el daño sea considerado "jurídicamente resarcible" debe reunir los siguientes
requisitos:
Hay tres clases de daños: daño material, daño corporal y daño moral. Cuando repercute
sobre las cosas se le llama daño material; si es sobre la integridad física, constituye daño
corporal, y cuando afecta el ámbito moral de la persona y , en consecuencia, presupone
"sufrimiento" (Antolíseí), se le llama daño moral.
Autores como Orgaz y Núñez comprenden como "daño material" tanto el material
propiamente dicho como el corporal. Se basan en el hecho de que daño material es aquel
que recae sobre el patrimonio, sea directamente en las cosas o bienes que lo componen,
sea indirectamente como consecuencia de un daño causado a la persona misma, en sus
derechos o facultades. En efecto, el daño corporal afecta el patrimonio porque el
damnificado debe hacer gastos para su curación, pago de medicamentos, hospital,
honorarios médicos, intervenciones quirúrgicas, etc. (AbdelnourGranados).
Por otra parte, si el damnificado ha sido incapacitado para sus labores habituales a causa
de la lesión sufrida, deja de percibir ganancias y, por consiguiente, sufre un perjuicio. Éste
se define como "la utilidad que se deja de percibir por el empleo o la función de la cosa, o
por no haberse podido dedicar el ofendido a sus ocupaciones" (Carlos Luis Pérez).
Las ganancias que se frustran son perjuicios y deben computarse como indemnización,
en criterio de Abdelnour-Granados.
La legislación de Costa Rica contempla las consecuencias civiles del hecho punible en el
artículo 103 del Código Penal: "Todo hecho punible tiene como consecuencia la
reparación civil, que será determinada en sentencia condenatoria; ésta ordenará:
52
1. La restitución de las cosas o en su defec to el pago del respectivo valor.
2. La reparación de todo daño; y la indemnización de los perjuicios causados tanto al
ofendido como a terceros; y
3. El comiso".
Por su parte, el Código de procedimientos civiles, en sus artículos 122 y 124, se refiere al
daño material, entendido como el material propiamente dicho y el corporal conjuntamente.
De acuerdo con el artículo 124, la reparación del daño material se hará mediante una
indemnización pecuniaria que se fija evaluando la entidad de todos los daños
patrimoniales causados con la acción u omisión punibles, por medio de peritos, y si ello
fuere imposible, en todo o en parte, al prudente arbitrio del juez.
"El juez tomará en cuenta: edad, sexo, ocupación, salario, consecuencias del hecho en la
vida del damnificado, porcentaje de incapacidad (parcial o total), valor de la cosa, gastos
hechos en su reparación, gastos hechos en la curación de lesiones, etcétera."
1. El daño moral stricto sensu, el daño moral puro, que no tiene repercusión alguna sobre
los bienes económicos del damnificado. Se limita al dolor, la angustia, la tristeza, sin que
la aflicción moral perjudique el patrimonio del lesionado. La jurisprudencia colombiana lo
ha denominado "daño subjetivo o de afección".
2. Daño moral objetivado, el cual tiene repercusión económica, "como el descrédito que
disminuye los negocios, los disgustos que
a) Teoría negativa integral (o absoluta), que niega, en todos los casos, la reparación del
daño moral.
b) Teoría o sistemas mixtos, que aunque la admitan en algunos casos, en realidad
representan formas disimuladas de la teoría negativa.
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En este sentido, el daño moral es resarcible mediante dinero, al igual que el daño
material, con lo que se pretende proporcionar al perjudicado una satisfacción que lo
compense por el perjuicio sufrido (Antolisei).
PERITACIÓN MEDICOLEGAL
Para los fines de la pericia, debe entenderse como sinónimo de daño a la integridad física.
Desde este punto de vista, el perito médico debe verificar tres elementos indispensables:
a) daño físico; b) trauma, y c) relación trauma-daño físico.
Daño físico
Recordemos, equivale a lesión o traumatismo. Como tal, está constituido por toda
alteración anatómica o funcional debida a una violencia exterior.
Sinistrosis. también llamada neurosis de renta, fue descrita por Brissaud como una
"especie de delirio fundado en una idea falsa de reivindicación". Se presenta en individuos
que sufren trastorno de personalidad, quienes mantienen o exageran los síntomas de la
afección que alegan sufrir -lo cual hacen a través de un mecanismo inconsciente-, para
ceder cuando se llega a una solución favorable a sus intereses.
Trauma
Naturaleza del trauma. En tiempo y circunstancias debe ser apropiado para causarla
lesión.
Naturaleza de la lesión. Debe ser tal que "por la observación y la experiencia permita
considerar como posibles los efectos del agente traumático". En torno de este punto, el
maestro francés indica: "el origen traumático de la afección puede ser evidente, posible,
dudoso o imposible".
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Concordancia de localización. El trauma puede lesionar de manera directa e inmediata, un
órgano o región del organismo. Sin embargo, debe tenerse en cuenta la posibilidad de
que el trauma cause sus efectos a distancia. Tal es el caso de la ruptura de intestino
ocasionada por una contusión sobre la pared abdominal, o el colapso pulmonar por un
trauma de tórax que fracturó costillas.
Debe exigirse que el órgano lesionado manifieste inmediatamente los efectos del trauma
(por ejemplo, sangre en la orina cuando se trata de una contusión de riñón) o que a
posteriori se pueda demostrar de manera fehaciente la acción del agente traumático.
La afección no existía antes del trauma. Esta condición es indispensable para eliminar la
coincidencia de hechos. Las posibilidades al respecto son:
a) El trauma exteriorizó una afección que ya existía, pero que se mantenía asintomática,
latente.
b) El trauma agravó una afección preexistente.
c) La afección preexistente fue el origen del daño físico. Como ejemplo puede citarse la
hemorragia cerebral que hace caer a la víctima debido a la pérdida de la conciencia que
produce, y de forma secundaria dar lugar a una lesión.
Exclusión de una causa extraña al trauma. Puede ocurrir que entre el hecho generador y
la lesión que en apariencia resultó, se interponga una afección intercurrente, extraña y
posterior al trauma.
Estos dos últimos requisitos que Simonin puntualiza se relacionan con el tema de la
concausa o concausalidad, la cual consiste en la reunión de dos o más causas en la
producción de un estado mórbido: una es la causa directa del daño, mientras que la otra
está representada por una, predisposición preexistente o por una complicación
sobreviviente.
55
agravándolo u ocasionando la muerte del ofendido. Es el caso de las infecciones, las
hemorragias y los tromboembolismos.
Concausa simultánea. Fue descrita por Hernainz Márquez (1945), quien pone como
ejemplo el caso de la persona que al caer se lesiona un tobillo a causa de la misma caída
y por el disparo de un revólver que lleva en un bolsillo. El autor admite que esta
circunstancia es excepcional.
Constituye la base del monto de la indemnización que el juez fijará. Para tal objetivo, el
perito médico debe cuantificar la gravedad de la lesión mediante: a) incapacidad temporal;
y b) incapacidad permanente.
Incapacidad temporal
La consolidación puede ser jurídica y también clínica. La consolidación jurídica tiene lugar
el día en que se establece la curación completa o, en su defecto, en el momento en que la
incapacidad temporal se convierte en permanente. En cambio, la consolidación clínica
corresponde a la curación o al momento en que el tratamiento se torna ineficaz.
Incapacidad permanente
que, por lo mismo, causa una disminución efectiva de la capacidad física de quien la
padece, comparada con el estado físico del ofendido antes de recibir el trauma.
56
Se comparan ambas cifras. Si predomina la cifra correspondiente a la reducción de la
capacidad específica, se toma como valor real de la incapacidad; si predomina la cifra de
la capacidad genérica, debe restarse en un valor proporcional a la verdadera reducción de
la capacidad específica.
LEGISLACIÓN PENAL
ARGENTINA
Articulo 89. Se impondrá prisión de un mes a un año al que causare a otro, en el cuerpo o
en la salud, un daño que no esté previsto en otra disposición de este código.
Artículo 90. Se impondrá reclusión o prisión de uno a seis años, si la lesión produjere una
debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una
dificultad permanente de la palabra, o si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le
hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una
deformación permanente del rostro.
Artículo 91. Se impondrá reclusión o prisión de tres a diez años, si la lesión produjere una
enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable, la inutilidad permanente
para el trabajo, la pérdida de un sentido, de un órgano, de un miembro, del uso de un
órgano o miembro, de la palabra o de la capacidad de engendrar o concebir.
COLOMBIA
Artículo 331. Lesiones. El que cause a otro daño en el cuerpo o en la salud, incurrirá en
las sanciones establecidas en los artículos siguientes:
Si pasare de treinta días sin exceder de noventa, la pena será de seis meses a tres años
de prisión y multa de un mil a cinco mil pesos.
Si pasare de noventa días, la pena será de dieciocho meses a cinco años de prisión y
multa de un mil a diez mil pesos.
transitoria de un órgano o miembro, la pena será de veinte meses a siete años de prisión
y multa de tres mil a doce mil pesos.
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Si fuere permanente, la pena será de dos años de prisión y multa de cinco mil a veinte mil
pesos.
Si fuere permanente, la pena será de tres a nueve años de prisión y multa de cinco mil a
treinta mil pesos.
La pena anterior se aumentará hasta en una tercera parte en caso de pérdida anatómica
del órgano o miembro.
Artículo 339. Circunstancias de agravación punitiva. Cuando con los hechos descritos en
los artículos anteriores, concurra alguna de las circunstancias señaladas en el artículo
324, las respectivas penas se aumentarán de una tercera parte a la mitad.
Artículo 340. Lesiones culposas. El que por culpa cause a otra alguna de las lesiones a
que se refieren los artículos anteriores incurrirá en la respectiva pena disminuida de las
cuatro quintas a las tres cuartas partes y en suspensión, por seis meses a tres años, del
ejercicio de la profesión, arte u oficio.
Artículo 342. Desistimiento del ofendido. Si la lesión sólo produjere incapacidad para
trabajar o enfermedad que no pase de treinta días, la acción penal se extinguirá a petición
del ofendido, excepto:
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Lesiones gravísimas
Artículo 123. Se impondrá prisión de tres a diez años, si la lesión causare una
enfermedad mental o física que produzca incapacidad permanente para el trabajo, la
pérdida de un sentido, de un órgano, de un miembro, del uso de un órgano, de un
miembro, del uso de un órgano o miembro de la palabra, de la capacidad de engendrar o
concebir.
Lesiones graves
Artículo 124. Se impondrá prisión de uno a seis años, si la lesión produjere una
debilitación persistente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o de una
función o si hubiere incapacitado al ofendido para dedicarse a sus ocupaciones habituales
por más de un mes o le hubiere dejado una marca indeleble en el rostro.
Lesiones leves
Artículo 125. Se impondrá prisión de tres meses a un año o hasta cincuenta días de
multa, al que causare a otro un daño en el cuerpo o en CUBA la salud, que determine una
incapacidad para el trabajo inferior a un mes y superior a diez días.
Circunstancias de calificación
Artículo 126. Si en el caso de los tres artículos anteriores concurriere alguna de las
circunstancias del homicidio calificado, la pena respectiva se aplicará en su límite máximo.
Circunstancias de atenuación
Lesiones culposas
Artículo 128. Se impondrá prisión hasta un año o hasta cien días multa al que causare
lesiones por culpa. Para la adecuación de la pena al responsable, el Tribunal deberá tener
en cuenta el grado de la culpa y el número de víctimas y magnitud de los daños
causados.
Lesiones consentidas
Artículo 129. No son punibles las lesiones que se produzcan al lesionado con su
consentimiento, cuando la acción tiene por fin beneficiar la salud de otros.
Contagio venéreo
59
Artículo 130. El que sabiendo que padece una enfermedad venérea, contagiare a otro,
será sancionado con prisión de uno a tres años. Este hecho sólo es perseguible a
instancia privada.
Artículo 325. 1. El que cause lesiones corporales graves o dañe gravemente la salud a
otro, incurre en sanción de privación de libertad de dos a ocho años.
2. Se consideran lesiones graves las que ponen en peligro inminente la vida de la víctima,
o dejan deformidad, incapacidad o cualquier otra secuela anatómica, fisiológica o
psíquica.
Artículo 326. El que ciegue, castre o inutilice para la procreación a otro, incurre en sanción
de privación de libertad de cinco a doce años.
Artículo 327. E1 que cause lesiones corporales o dañe la salud a otro que, aun cuando no
ponen en peligro la vida de la víctima, ni le dejan las secuelas señaladas en los artículos
325 y 326, requieren para su curación tratamiento médico, incurre en sanción de privación
de libertad de tres a nueve meses o multa de cien a doscientas setenta cuotas o ambas.
Artículo 328. 1. El que maltrate de obra a otro cuando las lesiones que cause no dejen
secuela ni necesiten asistencia médica, incurre en sanción de multa hasta cien cuotas.
CHILE
Artículo 395. El que maliciosamente castrare a otro será castigado con presidio mayor en
sus grados mínimo a medio.
Artículo 396. Cualquier otra mutilación de un miembro importante que deje al paciente en
la imposibilidad de valerse por sí mismo o de ejecutar las funciones naturales que antes
ejecutaba, hecha también con malicia, será penada con presidio menor en su grado
máximo a presidio mayor en su grado mínimo.
Artículo 397. El que hiriere, golpeare o maltratare de obra a otro, será castigado como reo
de lesiones graves:
1o. Con la pena de presidio mayor en su grado mínimo, si de resultas de las lesiones
queda el ofendido demente, inútil para el trabajo, impotente, impedido de algún miembro
importante o notablemente deforme.
2o. Con la de presidio menor en su grado medio, si las lesiones produjeren al ofendido
enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de treinta días.
60
Artículo 398. Las penas del artículo anterior son aplicables respectivamente al que
causare a otro alguna lesión grave, ya sea administrándole a sabiendas sustancias o
bebidas nocivas o abusando de su credulidad o flaqueza de espíritu.
Artículo 400. Si los hechos a que se refieren los anteriores artículos de este párrafo se
ejecutaren contra alguna de las personas que menciona el 390, o con cualquiera de las
circunstancias segunda, tercera y cuarta del número lo. del 391, las penas se aumentarán
en un grado.
Artículo 401. Las lesiones menos graves inferidas a guardadores, sacerdotes, maestros o
personas constituidas en dignidad o autoridad pública, serán castigadas siempre con
presidio o relegación menores en sus grados mínimos a medios.
Artículo 402. Si resultaren lesiones graves de una riña o pelea y no constare su autor,
pero sí los que causaron lesiones menos graves, se impondrán a todos éstos las penas
inmediatamente inferiores en grado a las que les hubieran correspondido por aquellas
lesiones.
No constando tampoco los que causaron lesiones menos graves, se impondrán las penas
inferiores en dos grados a los que aparezca que hicieron uso en la riña o pelea de armas
que pudieron causar esas lesiones graves.
Artículo 403. Cuando sólo hubieren resultado lesiones menos graves sin conocerse a los
autores de ellas, pero sí a los que hicieron uso de armas capaces de producirlas, se
impondrá a todos éstos las penas inmediatamente inferiores en grado a las que les
hubieran correspondido por tales lesiones.
En los casos de este artículo y del anterior, se estará a lo dispuesto en el 304 para la
aplicación de la pena.
ECUADOR
Artículo 463. El que hiriere o golpeare a otro, causándole una enfermedad o incapacidad
para el trabajo personal, que pase de tres días y no de ocho, será reprimido con prisión de
quince días a tres meses y multa de cuarenta a ochenta sucres.
Si concurre alguna de las circunstancias del artículo 450, las penas serán de prisión de
dos a seis meses y multa de cincuenta a cien sucres.
Artículo 464. Si los. golpes o heridas han causado una enfermedad o una incapacidad
para el trabajo personal, que pase de ocho días y no exceda de un mes, las penas serán
de prisión de dos meses a un año y multa de ochenta a doscientos sucres.
Si concurre alguna de las circunstancias del artículo 450, la prisión será de seis meses a
dos años, y la multa, de cien a trescientos sucres.
61
Artículo 465. Si los golpes o heridas han causado una enfermedad o incapacidad para el
trabajo que pase de treinta días y no exceda de noventa, las penas serán de prisión de
seis meses a dos años, y multa de cien a trescientos sucres.
En caso de concurrir alguna de las circunstancias del artículo 450, la prisión será de uno a
tres años y la multa de cien a cuatrocientos sucres.
Artículo 466. Si los golpes o heridas han causado una enfermedad o incapacidad para el
trabajo personal, que pase de noventa días, o una incapacidad permanente para los
trabajos a que hasta entonces se había dedicado habitualmente el ofendido, o una
enfermedad grave, o la pérdida de un órgano no principal, las penas serán de prisión de
uno a tres años y multa de cien a quinientos sucres.
En caso de concurrir alguna de las circunstancias del artículo 450, las penas serán de
prisión de dos a cinco años y multa de doscientos a ochocientos sucres.
Artículo 467. Las penas serán de prisión de dos a cinco años y multa de doscientos a
ochocientos sucres, si de los golpes o heridas ha resultado una enfermedad cierta o
probablemente incurable, o una incapacidad permanente para el trabajo, o una mutilación
grave, o la pérdida o inutilización de un órgano principal.
Las penas serán de reclusión menor de tres a seis años y multa de cien a mil sucres, si
concurre alguna de las circunstancias del artículo 450.
Artículo 468. Será reprimido con prisión de uno a seis meses y multa de ochenta a
doscientos sucres, el que hubiere causado a otro una enfermedad o incapacidad
transitoria para el trabajo personal, administrándole voluntariamente sustancias que
puedan alterar gravemente la salud.
Artículo 469. La pena será de prisión de dos a cinco años, cuando dichas sustancias
hubieren causado una enfermedad cierta o probablemente incurable, o una incapacidad
permanente para el trabajo personal, o la pérdida absoluta, o inutilización de un órgano.
Artículo 470. Cuando en riña o agresión en que tomaren parte más de dos personas,
resultaren heridas o lesiones, sin que constare quién o quiénes las causaron, se tendrá
por autores a todos los que ejercieron violencia sobre la persona del ofendido, y se
aplicará la pena de quince días a un año de prisión y multa de cincuenta a cien sucres.
Artículo 471. En los delitos mencionados en los artículos anteriores de este capítulo, si el
culpado ha cometido la infracción en la persona del padre o madre u otro ascendiente o
descendiente, en la del cónyuge o en la de un hermano, se aplicará la pena inmediata
superior.
Artículo 472. Es reo de heridas o lesiones inintencionales el que las ha causado por falta
de previsión o de precaución, y será reprimido con prisión de ocho días a tres meses y
multa de cuarenta a ochenta sucres, si el acto no estuviere más severamente castigado
como delito especial.
Artículo 473. En las circunstancias del artículo 462, cuando se trate de heridas o lesiones,
se estará a lo que allí se establece.
62
ESPAÑA
Artículo 418. El que de propósito castrare o esterilizare a otro será castigado con la pena
de reclusión menor.
Artículo 420. El que hiriere, golpeare o maltratare de obra a otro será castigado como reo
de lesiones graves:
1o. Con la pena de prisión mayor, si de resultas de las lesiones quedare el ofendido
imbécil, impotente o ciego.
2o. Con la de prisión menor y multa de 30.000 a 300.000 pesetas, si de resultas de las
lesiones el ofendido hubiere perdido un ojo 0 algún miembro principal, o hubiere quedado
impedido de él, o inutilizado para el trabajo a que hasta entonces se hubiere
habitualmente dedicado.
3o. Con la pena de prisión menor, si de resultas de las lesiones el ofendido hubiere
quedado deforme o perdido un miembro no principal, o quedado inutilizado de él, o
hubiere estado incapacitado para su trabajo habitual o enfermo por más de noventa días.
4o. Con la de arresto mayor y multa de 30.000 a 150.000 pesetas, si las lesiones
hubiesen producido al ofendido enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de
treinta días.
Si el hecho se ejecutare contra alguna de las personas que menciona el artículo 405 o
con alguna de las circunstancias señaladas en el artículo 406, las penas serán la de
reclusión menor, en el caso del número lo., de este artículo; la de prisión mayor y multa de
30 000 a 150 000 pesetas, en el caso del número 2o., la de prisión mayor, en el caso del
número 3o., y la de prisión menor en el caso del número 4o. del mismo.
Artículo 421. Las penas del artículo anterior son aplicables respectivamente, al que, sin
ánimo de matar, causare a otro alguna de las lesiones graves administrándole a
sabiendas sustancias o bebidas nocivas o abusando de su credulidad o flaqueza de
espíritu.
Artículo 422. Las lesiones no comprendidas en los artículos precedentes, que produzcan
al ofendido incapacidad para el trabajo por más de quince días o necesidad de asistencia
facultativa por igual tiempo, se reputarán menos graves y serán penadas con arresto
mayor o multa de 30 000 a 150 000 pesetas, según el prudente arbitrio del tribunal.
Cuando la lesión menos grave se causare con intención manifiesta de injuriar, o con
circunstancias ignominiosas, se impondrá, además del arresto mayor, una multa de 20
000 a 100 000 pesetas.
Artículo 423. Las lesiones menos graves inferidas a padres o ascendientes serán
castigadas siempre con prisión menor.
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En la misma pena incurrirá quien infiera dichas lesiones, o las comprendidas en el número
4o. del artículo 420, a su tutor, maestro o persona constituida en dignidad pública.
Artículo 424. Cuando en la riña tumultuaria, definida en el artículo 408, resultaren lesiones
graves, y no constare quiénes las hubieren causado, se impondrá la pena inmediatamente
inferior a la correspondiente a las lesiones causadas, a los que aparezcan haber ejercido
cualquier violencia en la persona del ofendido.
Artículo 425. El que se mutilare o el que prestare su consentimiento para ser mutilado,
con el fin de eximirse del servicio militar o de un servicio público de inexcusable
cumplimiento y fuere declarado exento de este servicio por efecto de la mutilación,
incurrirá en la pena de prisión menor.
Igual pena se impondrá al que con la finalidad y resultado antes previstos se causare a sí
mismo cualquier otra inutilidad o se la produjera a persona distinta con su consentimiento.
Artículo 426. Si la conducta penada en el artículo anterior hubiere sido mediante precio, la
pena será la inmediatamente superior a la señalada en dicho artículo.
Si el reo de este delito fuere padre, madre, cónyuge, hermano o cuñado del mutilado, la
pena será la de arresto mayor.
Artículo 427. Las penas señaladas en los artículos 420 a 422, en sus respectivos casos,
serán aplicables a las que por infracciones graves de las leyes o reglamentos de
seguridad e higiene y de trabajo ocasionen quebranto apreciable en la salud o en la
integridad física de los trabajadores.
GUATEMALA
Concepto
Artículo 144. Comete delito de lesiones quien, sin intención de matar, causare a otro daño
en el cuerpo o en la mente.
Lesiones específicas
Artículo 145. Quien, de propósito castrare o esterilizare, dejare ciego o mutilare a otra
persona, será sancionado con prisión de cinco a doce años.
Lesiones gravísimas
Artículo 146. Quien causare a otro lesión gravísima, será sancionado con prisión de tres a
diez años.
64
3o. Pérdida de un miembro principal o de su uso de la palabra..
Lesiones graves
Artículo 147. Quien causare a otro lesión grave, será sancionado con prisión de dos a
ocho años.
Lesiones leves
Artículo 148. Quien causare a otro lesión leve, será sancionado con prisión de seis meses
a tres años.
lo. Enfermedad o incapacidad para el trabajo por más de diez días, sin exceder de treinta.
Lesión en riña
Artículo 149. Cuando en riña tumultuaria se causaren lesiones, sin que pueda
determinarse el autor o autores de las mismas, se aplicará la pena correspondiente a las
lesiones, rebajada en una tercera parte, a quienes hubieren ejercido alguna violencia en la
persona del ofendido.
Lesiones culposas
Artículo 150. Quien causare lesiones por culpa, aun cuando sean varias las víctimas del
mismo hecho, será sancionado con prisión de tres meses a dos años.
65
Si el hecho se causare por piloto de transporte colectivo, la pena respectiva se aumentará
en una tercera parte.
Artículo 151. Quien, conociendo que padece de enfermedad venérea, expusiere a otro al
contagio, será sancionado con multa de cincuenta a trescientos quetzales.
MÉXICO
Artículo 289. A1 que infiera una lesión que no ponga en peligro la vida del ofendido y
tarde en sanar menos de quince días, se le impondrán de tres días a cuatro meses de
prisión, o multa de cinco a cincuenta pesos, o ambas sanciones, a juicio del juez. Si
tardare en sanar más de quince días se le impondrán de cuatro meses a dos años de
prisión y multa de cincuenta a cien pesos.
Las lesiones a las que se refiere la primera parte del párrafo anterior se perseguirán por
querella.
Artículo 290. Se impondrán de dos a cinco años de prisión y multa de cien a trescientos
pesos, al que infiera una lesión que deje al ofendido cicatriz en la cara, perpetuamente
notable.
Artículo 292. Se impondrán de cinco a ocho años de prisión al que infiera una lesión de la
que resulte una enfermedad segura o probablemente incurable, la inutilización completa o
la pérdida de un ojo, de un brazo, de una pierna o de un pie o de cualquier otro órgano;
cuando quede perjudicada para siempre cualquier función orgánica o cuando el ofendido
quede sordo, impotente o con una deformidad incorregible.
Se impondrán de seis a diez años de prisión al que infiera una lesión a consecuencia de
la cual resulte incapacidad permanente para trabajar, enajenación mental, la pérdida de la
vista o del habla o de las funciones sexuales.
Artículo 293. A1 que infiera lesiones que pongan en peligro la vida se le impondrán de tres
a seis años de prisión, sin perjuicio de las sanciones que le correspondan conforme a los
artículos anteriores.
66
Artículo 295. A1 que ejerciendo la patria potestad o la tutela infiera lesiones a los menores
o pupilos bajo su guarda, el juez podrá imponerle, además de la pena correspondiente a
las lesiones, suspensión o privación en el ejercicio de aquellos derechos.
Artículo 296. Cuando las lesiones se infieran por dos o más personas, se observarán las
reglas siguientes:
I. A cada uno de los responsables se les aplicarán las sanciones que procedan por las
lesiones que conste hubieren inferido;
II. A todos los que hubieren atacado al ofendido con armas a propósito para inferirle las
lesiones que recibió, si no constare quién o quiénes le infirieron las que presente o cuáles
heridas le infirieron, se les aplicará prisión hasta de cuatro años.
Artículo 297. Si las lesiones fueron inferidas en riña o en duelo, las sanciones señaladas
en los artículos que anteceden, podrán disminuirse hasta la mitad o hasta los cinco
sextos, según que se trate del provocado o del provocador, y, teniendo en cuenta la
mayor o menor importancia de la provocación y lo dispuesto en los artículos 51 y 52.
Artículo 298. Cuando concurra una sola de las circunstancias a que se refiere el artículo
315, se aumentará en un tercio la sanción que correspondería si la lesión fuere simple;
cuando concurran dos, se aumentará la sanción en una mitad, v si concurren más de dos
de las circunstancias dichas, se aumentará la pena en dos terceras partes.
Artículo 299. Cuando de los golpes o violencias a que se refiere el artículo 344 resultare
lesión, se observarán las reglas de acumulación.
Artículo 300. Si el ofendido fuere ascendiente del autor de una lesión, se aumentarán dos
años de prisión a la sanción que corresponda, con arreglo a los artículos que preceden.
Artículo 301. De las lesiones que a una persona cause algún animal bravío será
responsable el que con esa intención lo azuce o lo suelte o haga esto último por descuido.
HONDURAS
1. De tres a ocho años, quien causare a otro una lesión que le produjere una enfermedad
mental o corporal, cierta o probablemente incurable, la inutilidad permanente para el
trabajo, la pérdida de un sentido, de un órgano, de un miembro, del uso de un órgano o
miembro principal, de la palabra o de la capacidad para engendrar o concebir.
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2. De tres a seis años, si la lesión produjere una debilitación permanente de la salud, de
un sentido, de un órgano, de un miembro principal o una dificultad permanente de la
palabra o si hubiere inutilizado al ofendido para el trabajo por más de un mes o le hubiere
causado una deformación permanente en el rostro.
Artículo 136. Será penado con reclusión de seis meses a tres años, quien cause lesión
que no tenga ninguna de las consecuencias dañosas previstas en los tres artículos
anteriores, pero que determine en el ofendido enfermedad o incapacidad para el trabajo
por un término que pase de diez días sin exceder de treinta, le ocasione la pérdida o
inutilización de un miembro principal, o le deje cicatriz visible y permanente en el rostro.
Artículo 137. En el caso de lesiones causadas en riña tumultuaria, sin que pueda
determinarse el autor o autores de las mismas, se aplicará a cuantos hubieren ejercido
violencia en la víctima una pena rebajada en una tercera parte de la señalada por la ley a
las lesiones inferidas.
Artículo 138. Las lesiones culposas se penarán con reclusión de tres meses a dos años.
PANAMÁ
Artículo 135. El que, sin intención de matar, cause a otro un daño corporal o psíquico que
le incapacite por un tiempo que exceda de 20 días y no pase de 30, será sancionado con
40 a 100 días de multa.
Artículo 138. Si las lesiones descritas en los artículos anteriores causan la muerte de la
persona, la sanción será de tres a cinco años de prisión.
Artículo 139. El que por culpa cause a otro una lesión personal que produzca incapacidad
superior a treinta días, será sancionado con prisión de 6 meses a dos años o de 25 a 100
días de multa.
Artículo 140. Si a consecuencia de una riña tumultuaria resulta la muerte de alguien sin
que se determine quién o quiénes fueron los autores, serán sancionados con prisión de 3
a 6 años los que ejercieron violencia física sobre la víctima.
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Si del hecho resultan las lesiones descritas en el artículo 136, la sanción será de 10 a 50
días de multa; si fueren las de artículo 137, de 6 a un año y si fueren las previstas por el
artículo 138, la sanción de uno o dos años de prisión.
PERÚ
1o. Al que, intencionalmente, infiriese herida a una persona de manera que pusiere en
peligro la vida;
2o. Al que, intencionalmente, mutilare el cuerpo de una persona, uno de sus miembros u
órganos importantes o hiciere impropio para su función uno de sus miembros u órganos
importantes, o causare a una persona incapacidad de trabajo, invalidez o enfermedad
mental permanentes, o desfigurare a una persona de manera grave y permanente;
3o. Al que, intencionalmente, infiriese cualquier otro daño grave a la integridad corporal o
a la salud física o mental de una persona.
La pena será penintenciaría no mayor de cinco años, o prisión no mayor de cinco años ni
menor de un año, si la víctima hubiere muerto a consecuencia de la lesión y si el
delincuente pudo prever este resultado.
Artículo 167. Cuando el delincuente hubiere causado un resultado grave que no quiso
causar ni pudo prever, la pena podrá ser disminuida prudencialmente hasta la que
corresponda a la lesión que quiso inferir.
Artículo 168. El que por negligencia causare una lesión corporal que requiera asistencia
facultativa hasta por diez días o produzca impedimento de trabajo por igual tiempo, será
reprimido, por querella de parte, con prisión no mayor de dos años o multa de la renta de
tres a noventa días.
Si la lesión requiriese asistencia médica por más de diez días o causare impedimento de
trabajo igualmente por más de diez días o si, por negligencia, el delincuente hubiere
infringido un deber impuesto por su función, su profesión o su industria, el juzgamiento
será de oficio y la pena será de prisión no mayor de cinco años.
REPÚBLICA DOMINICANA
69
Artículo 309. E1 que voluntariamente infiere heridas, diere golpes, cometiere actos de
violencia o vías de hecho, si de ellos resultare al agraviado una enfermedad o
imposibilidad de dedicarse al trabajo durante más de veinte días, será castigado con la
pena de prisión de seis meses a dos años, y una multa de cien pesos. Podrá además
condenársele a la privación de los derechos mencionados en el artículo 42, durante un
año a lo menos, y cinco a lo más. Cuando las violencias arriba expresadas hayan
producido mutilación, amputación o privación del uso de un miembro, pérdida de la vista,
de un ojo, u otras enfermedades, se impondrá al culpable la pena de reclusión. Si las
heridas o los golpes inferidos voluntariamente han ocasionado la muerte del agraviado, la
pena será de trabajos públicos, aun cuando la intención del ofensor no haya sido causar
la muerte de aquél.
Artículo 311. Cuando una persona agraviada en la forma que se expresa en el artículo
309, resultare enferma e imposibilitada para dedicarse a su trabajo personal, durante no
menos de diez días ni más de veinte, a consecuencia de los golpes, heridas, violencias o
vías de hecho, el culpable sufrirá pena de prisión correccional de sesenta días a un año y
multa de seis a cien pesos.
Se confiere capacidad a los jueces de Paz para conocer y fallar de las infracciones
indicadas en el presente párrafo.
Párrafo III. Las circunstancias atenuantes del artículo 463 del Código Penal, son
aplicables a los casos previstos en este artículo.
Artículo 312. Si los golpes o las heridas de que tratan los tres artículos anteriores, han
sido inferidas por el agresor a sus padres legítimos, naturales o adoptivos, o a sus
ascendientes legítimos, se le impondrán las penas siguientes: si el delito cometido trae la
pena de prisión y multa, el culpable sufrirá la de reclusión; si trae señalada la de reclusión,
el delincuente será condenado a la detención, y si la pena que pronuncie la ley es la de
detención, el culpable sufrirá la de los trabajos públicos.
Artículo 313. Cuando los crímenes y delitos de que tratan esta y la anterior sección, se
cometan en reuniones sediciosas con rebelión o pillaje, se imputarán aquéllos a los jefes
autores instigadores y provocadores de dichas reuniones, rebeliones o pillajes, y
considerándolos culpables de los crímenes o delitos mencionados, serán condenados a
las mismas penas que se impongan a los que personalmente las hubieren cometido.
70
Artículo 314. El que fabrique o venda estoques, verdugillos o cualquiera clase de armas
prohibidas por la ley o por los reglamentos de administración pública, será castigado con
prisión de seis días a seis meses. El portador de esas armas, será castigado con multa de
diez a cien pesos. En ambos casos se ocuparán y confiscarán las armas, sin perjuicio de
penas más graves, si resultaren cómplices de los delitos que se hubieren cometido con
dichas armas.
VENEZUELA
Artículo 415. El que sin intención de matar, pero sí de causarle daño, haya ocasionado a
alguna persona un sufrimiento físico, un perjuicio a la salud o una perturbación en las
facultades intelectuales, será castigado con prisión de tres a doce meses.
Artículo 419. Si el delito previsto en el artículo 415 no sólo ha acarreado enfermedad que
necesite asistencia médica, sino que tampoco ha incapacitado a la persona ofendida para
dedicarse a sus negocios u ocupaciones habituales, la pena será de arresto de diez a
cuarenta v cinco días.
Artículo 421. Cuando en los casos previstos en los artículos que preceden excede el
hecho en sus consecuencias al fin que se propuso el culpable, la pena en ellos
establecida se disminuirá de una tercera parte a la mitad.
71
Artículo 422. El que por haber obrado con imprudencia o negligencia, o bien con impericia
en su profesión, arte o industria, o por inobservancia de los reglamentos, órdenes o
disciplinas, ocasione a otro algún daño en el cuerpo 0 en la salud, o alguna perturbación
en las facultades intelectuales, será castigado:
lo. Con arresto de cinco a cuarenta v cinco días o multa de cincuenta o quinientos
bolívares, en los casos especificados en los artículos 415 y 418, no pudiendo procederse
sino a instancia de parte.
2o. Con prisión de uno a doce meses o multa de ciento cincuenta a mil quinientos
bolívares, en los casos de los artículos 416 v 417.
3o. Con arresto de uno a cinco días o con multa de veinticinco bolívares, en los casos del
artículo 401, no debiendo procederse entonces sino a instancia de parte.
BIBLIOGRAFÍA
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1967.
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SIMONIN, C., Médicine Légale Judiciaire, 3a. ed., Maloine, París, 1962.
VÉLEZ-MARICONDE, A., Acción resarcitoria, la. ed., Editorial Córdoba, Argentina, 1965.
72
CONTUSIONES
Las contusiones son traumatismos producidos por cuerpos romos; es decir, cuerpos que
no tienen bordes cortantes. Constituyen el tipo de lesiones más frecuentes en la práctica
forense.
Los agentes contundentes pueden actuar por medio de los mecanismos de fricción,
presión, percusión y tracción.
Hay agentes específicos de defensa y ataque, como los guantes de boxeo, manos, pies,
dientes y uñas, y agentes ocasionales de defensa y ataque, como es el caso de los
martillos y empuñadoras de armas de fuego.
Las contusiones se agrupan en cuatro categorías: a) contusiones simples; b) contusiones
complejas; c) otros tipos de contusiones; y d) traumatismos craneoencefálicos.
CONTUSIONES SIMPLES
APERGAMINAMIENTO
El agente traumático actúa mediante fricción, que desprende el estrato córneo, capa ésta
que protege a la piel de la desecación. Como consecuencia, al romperse se derrama la
linfa, la cual coagula en la superficie y da el tono amarillento característico de esta lesión.
En el borde distal pueden observarse restos del tejido desprendido, que permiten
establecer el sentido en que se ejerció la fricción.
Fig. 18.2 apergamiento y escoriación, la fricción fue mas profunda en la parte de arriba cuya
tonalidad pardorrojiza por sangre desecada contrasta con la de abajo, pardusca y
apergaminada.
Fig. 18.3 erosión por cucarachas. Debe debe diferenciarse del apergaminamiento. La
destrucción epidérmica es similarmente superficial, aunque mas irregular.
ESCORIACIÓN
73
Es una lesión superficial de la piel, cubierta desangre fresca o en costra, y cuyo contorno
puede exhibir reacción inflamatoria (fig. 18.4). Suele observarse en partes expuestas que
tienen plano óseo subyacente.
Fig. 18.4 escoriación. Fricción que desprende capas mas profundas de epidermis, y en
ocasiones llega a dermis. Esta cubierta por sangre. En su contorno puede mostrar
inflamación.
Fig. 18.5. escoriación “en saltos” carácterísticas de la fase de arrastre de atropello por
vehículo automotor. La fricción se prodcuce en líneas o franjas que tienen epidermis
indemne intercalada.
Variante. Es el arañazo o estigma ungueal, que es una encoriación producida por las
uñas, las cuales actúan mediante presión y por deslizamiento. Esta variante de la
encoriación tiene una forma arqueada y delgada.
1. Arañazo corriente o lineal. Delgado, alargado y más o menos profundo, causado por el
borde de la uña deslizado en ángulo recto sobre la piel (fig. 18.6).
Fig. 18.6. escoriación por uñas o “arañazo lienal “. Es causado por el deslizamiento perpendicular
del borde de la uña.
Fig. 18.7. escoriación por uñas o “arañazo en banda“. Bordes rectilíneos con extremo inicial
convexo y terminal algo cóncavo.
Aspectos de medicina forense clínica. En especial deben señalarse tres en las escoria-
ciones en una persona viva:
1. Agente causal. Puede ser reproducido en la forma del arañazo u originar escoriaciones
características, como ocurre con las escoriaciones lineales del peatón arrollado por auto-
móvil y con los estigmas ungueales.
74
2. Antigüedad de la lesión. Puede establecerse por el aspecto y color de la sangre que la
recubre. Interesa describir si la costra es roja o es negruzca.
6. Puede contener indicios sobre el lugar del hecho (arena de la playa, hierba de jardín o
pequeñas piedras de la carretera).
EQUIMOSIS O CARDENAL
b) Circulación de la sangre.
d) Coagulación de la sangre.
Se trata de una lesión vital por excelencia. Como afirma Thoinot: "Una equimosis neta es
una prueba irrefutable de que la contusión tuvo lugar en vida".
El agente contundente actúa por presión, la cual debe ser muy grande en regiones en las
cuales la piel está firmemente adherida a un plano óseo, como es el caso de la piel
cabelluda. En cambio, en tejidos laxos como los párpados y los genitales externos, basta
con una ligera presión para formar extensas equimosis.
75
Al contrario de la escoriación, la equimosis no está necesariamente localizada en el punto
del impacto, ya que la sangre puede desplazarse desde tejidos profundos hasta alcanzar
la superficie. Esta movilización puede demorar su aparición en la piel.
Cuando hay cierta sobrevida y continúa la infiltración de sangre a través de los vasos
lesionados, la equimosis puede adquirir un tamaño mayor que el del agente causal.
76
1. Tonalidad. Se debe describir e indicar 4 si es igual en todas las lesiones o si, por el
contrario, hay variedad. Esta heterogeneidad confirma maltrato habitual en los síndromes
de niño y de mujer agredidos.
2. Forma. Puede reproducir al agente contundente. Así, las causadas por presión de los
dedos son circulares u ovales; en tanto que las ocasionadas por látigo están compuestas
de dos líneas paralelas, y las que se deben al paso de los neumáticos de un automóvil
dejan estampado el dibujo de sus tacos.
3. Dimensiones. Suelen ser mayores que el agente contundente debido al continuo aflujo
de sangre antes de la coagulación.
4. Predisposición. Del niño, del anciano, del obeso y del desnutrido a formar equimosis
aun cuando sufren un trauma mínimo.
3. Pueden ser poco notorias durante las primeras horas. Con frecuencia resaltan en un
segundo examen después de una noche de refrigeración del cadáver.
6. Fotografiar con criterio métrico las equimosis que reproducen el agente causal.
Fig. 18.11. Hematoma. Sangre extravasada que, además de mancha, forma relieve.
77
2. Bolsa sanguínea. Es un hematoma subcutáneo más grande. En la periferia la sangre
coagula y constituye un rodete duro, mientras la parte central se conserva blanda y
depresible. En regiones como la piel cabelluda esa condición puede confundirse con
fractura y hundimiento del cráneo.
Hemotórax, que ocupa el espacio pleural; esto es, entre la pared del tórax y el pulmón.
Los derrames sanguíneos pueden formarse en cualquier región del cuerpo. La sangre
extravasada puede resorberse u organizarse. Este último proceso consiste en la
proliferación de tejido fibroso, el cual perpetúa el abultamiento. En ocasiones hay
precipitación de sales de calcio, que le dan consistencia dura.
Los derrames linfáticos, que también se conocen como derrames de Morel-Lavallee, sólo
pueden formarse en áreas donde la piel es fácilmente deslizable sobre una aponeurosis
resistente, como la región dorsolumbar y la cara externa de los muslos. Estos derrames
se deben a la acción tangencial del agente contundente, la cual origina un espacio entre
la piel y la aponeurosis superficial. La linfa allí acumulada constituye una bolsa que fluctúa
y no crepita debido a que no está a tensión. Tampoco comunica coloración especial
alguna a la superficie cutánea.
78
1. En derrames superficiales: localización, forma, consistencia, dimensiones y tonalidad
de la piel.
HERIDA CONTUSA
Esta sobredistensión puede producirse por presión, percusión b tracción del agente
traumático. La presión a veces se ejerce desde afuera hacia adentro y en otras ocasiones
de adentro hacia afuera, como en el caso del fragmento de hueso que rompe la piel.
b) Las paredes son de superficie irregular y tienen fibras conjuntivas, filetes nerviosos
pequeños vasos sanguíneos que se extienden de una pared a otra, y constituyen los
puentes dérmicos.
La forma de la herida varía de acuerdo con la dirección del impacto. La herida lineal (fig.
18.13) corresponde a un impacto de dirección oblicua, que origina un desplazamiento
unidireccional de la energía cinética. En la herida curvilínea, el ápex de la convexidad
indica la dirección en que se aplicó la fuerza. La herida estrellada (fig. 18.14) corresponde
79
a un impacto de dirección vertical que provoca un desplazamiento radial, multidireccional,
de la energía.
1. La herida contusocortante tiene paredes planas, lisas, sin puentes dérmicos y de fondo
uniforme.
3. La herida punzante tiene un contorno que reproduce la sección del instrumento (por lo
común cilíndrico), a veces con anillo de contusión.
80
Fig. 18.16. Fractura conminuta. Huesos de la bóveda de cráneo divididos en numerosos
fragmentos.
Fig. 18.17. Fractura cerrada. Los extremos del hueso dividido quedan cubiertos por la piel
integra. Nótese el hundimiento de la mitad izquierda de la frente debida a pedrada.
Fig. 18.18. Fractura expuesta. Los fragmentos de hueso se asoman a través de la hérida de
la piel.
Si el daño óseo queda recubierto por piel íntegra se califica de fractura cerrada (fig.
18.17). En cambio, si los fragmentos de hueso rompen la piel, se denomina fractura
expuesta (fig. 18.18).
b) Impotencia funcional.
Aspectos de medicina forense clínica. Deben tenerse presentes en una persona viva que
sufre herida contusa, laceración o fractura, son:
4. Las laceraciones con hemorragia cuantiosa ponen en peligro la vida y justifican por lo
menos incapacidad temporal.
81
5. En fracturas debe contarse con estudio radiológico antes y después del tratamiento,
para su adecuada evaluación.
CONTUSIONES COMPLEJAS
MORDEDURA
Es una lesión de la piel producida por los dientes, éstos agentes actúan por medio de
presión y luego por tracción. En algunos casos, a la presión positiva se agrega la negativa
(succión).
82
les ha descrito en mejillas, orejas, tronco y miembros superiores, especialmente. En casos
de síndrome de niño agredido se han contado hasta nueve mordeduras.
Fig. 18.20. Mordedura erótica. Líneas de escoriación de posición radiada con área central de
sugilación.
Fig. 18.21. Mordedura de agresión. Marcas difusas, de escaso detalle, a veces con hérida
contusa.
3. Por autolesionismo. Las mordeduras siguen el patrón simple de dos líneas semilunares
de equimosis o escoriaciones, por lo común en antebrazos y manos de la víctima. La
impresión dejada por el borde incisal de los dientes del mordedor depende, entre otros
factores, de los siguientes:
2. Los gatos dejan marcas profundas de los dientes caninos, que suelen acompañarse de
arañazos.
3. Los caballos producen lesiones graves que se caracterizan por su forma: dos círculos
opuestos por su concavidad, con torsión de los tejidos atrapados.
1. Artritis piógena: aparece en mordeduras que afectan articulaciones (fig. 18.22) y que si
no se tratan de forma inmediata en medio hospitalario pueden originar osteomielitis y
rigidez articular.
Fig. 18.22. Mordedura a nivel de articulación. Puede originar artritis piógena, osteomielitis y
rigidez articular.
83
2. Septicemia: en mordeduras por caballos debido a la atrición.
Aspectos de medicina forense clínica. Deben atenderse en una persona viva que ha
sufrido una mordedura, son los siguientes:
APLASTAMIENTO
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Es la lesión producida por la acción convergente de dos agentes contundentes sobre
puntos antagónicos de la superficie de un segmento corporal. Por lo general, uno de los
agentes es inmóvil y debido a su mayor superficie actúa de apoyo, mientras el otro origina
la compresión a causa de su peso.
El aplastamiento suele ser de carácter accidental, y muchas veces, accidental laboral. Así,
se observa en un desprendimiento de la pared en una excavación o en un edificio en
construcción o en demolición; en el atropellamiento por vehículos de gran masa, como
camiones y ferrocarriles.
Fig. 18.24. Aplastamiento en la cabeza. Por ser una estructura rigida sufre fractura expuesta.
Aspectos de medicina forense clínica. Conviene observar en el caso de una persona viva
que haya sufrido aplastamiento, podrían resumirse como sigue:
1. Examen cuidadoso de la piel, con énfasis en las lesiones que reproduzcan el agente de
la compresión (por ejemplo, marcas de neumáticos de automóvil), y palpación para
determinar posible enfisema subcutáneo.
2. Estudio radiológico para establecer lesiones óseas, aire por ruptura de órganos huecos
y pulmones (neumoperitoneo y neumotórax).
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3. Lesiones óseas, las cuales se estudian mediante radiografías y por disección.
CAÍDA Y PRECIPITACIÓN
Las lesiones esqueléticas ocasionadas por la precipitación varían de acuerdo con la forma
en que la víctima recibe el impacto con el suelo:
Impacto estando sentado. Las alas menores del esfenoides y la apófisis crista galli del
etmoides se incrustan en el encéfalo.
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De los órganos internos restantes, la aorta y el hígado son particularmente vulnerables. La
aorta puede seccionarse a nivel de la unión del arco aórtico con la porción descendente,
en tanto que el hígado puede mostrar laceraciones en su parte central, pero con
indemnidad de la superficie.
Aspecto de medicina forense clínica. Conviene observar en una persona viva que ha
sufrido una caída son:
Fig. 18.26. Sitio de precipitación. Los puentes son lugares frecuentes desde los cuales se
lanzan los suicidas.
2. Examen externo de piel cabelluda y piel de los miembros, con el objeto de localizar
contusiones simples.
3. Exploración funcional del sistema nervioso central y del aparato locomotor, en especial.
2. Correlación de las lesiones con la altura, y el lugar del suceso, y especialmente con las
salientes ubicadas en el trayecto y en el suelo.
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7. Radiografías y disección para verificar fracturas.
En esta sección describiremos las contusiones cefálicas ocasionadas por martillo y las
contusiones con desprendimiento.
Fig. 18.27. Contusión por martillo en el craneo: lesión en terraza. Consiste en un triángulo de
hueso con fisuras arqueadas, escalonadas.
La concavidad de las fisuras está orientada hacia el lugar en que golpeó el borde del
martillo. Se debe al impacto tangencial de la herramienta.
Cabe destacar que la duramadre puede reproducir el contorno del agente traumático.
Etiología. La etiología de las contusiones cefálicas ocasionadas por martillo suele ser
homicida. Tal es el caso con que se ilustra éste tema. Se trata de una mujer que salió de
paseo con su novio durante un día domingo. E1 lunes fue hallado su cadáver con varios
impactos de martillo en el rostro y uno en la bóveda del cráneo. Menos frecuente es la
forma de muerte accidental, y excepcional la suicida.
Aspectos de medicina forense clínica. Deben tenerse en cuenta en el examen de una
persona que ha sobrevivido a un golpe de martillo en la cabeza, son los siguientes:
1. Información hospitalaria.
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2. Estudio radiológico comparativo.
1. Información hospitalaria.
2. Estudio radiológico. Si el sujeto fue sometido a neurocirugía, dicho estudio debe incluir
las radiografías de ingreso hospitalario.
Localizadas
89
E1 caso que se ilustra ocurrió en una fábrica de textiles. Una máquina atrapó la cabellera
de una trabajadora y le desprendió casi toda la piel cabelluda. Posteriormente, la mujer
debió someterse a injertos cutáneos.
Roas y Belbey dieron a conocer el caso de un obrero cuyos genitales externos quedaron
desprovistos de piel al ser traccionados con las ropas por una polea.
Decapitación. Es la separación de la cabeza del resto del cuerpo (del latín, capitis:
cabeza; de: partícula negativa).
El agente contundente actúa por presión ejercida sobre el cuello, el que, a su vez, está
apoyado en un plano duro (pavimento, vía férrea).
Generalizadas.
90
Fig. 18.30. Decapitación suicida. La víctima coloco su cuello sobre la vía ferrea ante la
proximidad del tren. Nótese la cabeza separada fuera del riel.
La acción del agente contundente se ejerce por presión y tracción. En realidad, podría
considerarse como un grado menor de descuartizamiento. Suele observarse en
accidentes de aviación y en atropellamientos ferroviarios.
Su etiología más frecuente es la accidental, y en menor incidencia la suicida y la
homicida, estas dos últimas por ferrocarril.
Su etiología más frecuente es la accidental, seguida por la suicida. Por lo común, se trata
de atropellamientos ferroviarios. En el caso de la figura 18.33, la víctima, en estado de
ebriedad, fue arrollada por el tren mientras caminaba por la vía férrea. Los segmentos de
su cuerpo quedaron esparcidos a lo largo de un kilómetro.
Fig. 18.33. Descuartizamiento. Hay separación completa entre los diferentes fragmentos del
cuerpo.
Diagnóstico diferencial. Debe hacerse con el descuartizamiento por arma blanca del tipo
contusocortante.
Los signos de mayor valor diagnóstico se encuentran en ropas y huesos. En las ropas se
observarán cortes lineales causados por el filo del arma; en los huesos habrá soluciones
de continuidad, con bordes lineales y paredes planas, o bien fracturas cuya superficie de
corte es plana.
Fig. 18.34. Esquema que muestra el mecanismo de los diferentes tipos de traumatismos
craneoencelfalicos. En el primer grupo, la cabeza esta inmóvil mientras el instrumento o
91
cuerpo traumatizante se desplaza contra ella. En el segundo grupo, la cabeza es comprimida
entre dos cuerpos traumatizantes que convergen hacía ella. En el tercer grupo, la cabeza es
la que se desplaza contra el objeto contundente que esta inmóvil, produciéndose las
lesiones llamadas “golpe-contragolpe”. (la flecha indica la dirección del golpe y la zona
sombreada el contragolpe en el encéfalo). (Modificado de Courville).
4. Diagnóstico radiológico para establecer la cuantía del daño corporal (en amputaciones).
5. Examen de los bordes de las lesiones, con el objeto de correlacionarlos con la historia,
la escena y los daños en las ropas.
TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS.
MECANISMO DE PRODUCCIÓN
92
b) Impacto de un instrumento con punta, de velocidad relativamente baja. El área en que
se descarga la energía cinética es un punto o una hendidura. El ejemplo más
característico es la herida de puñal.
c) Impacto de agente traumatizante con borde afilado. Produce una fractura lineal con
herida del encéfalo subyacente. Por ejemplo, la herida de hacha.
d) Penetración de un agente traumatizante pequeño, generalmente metálico, que se
desplaza a gran velocidad. En el caso de la herida ocasionada por disparo de proyectil de
arma de fuego.
2. Compresión del cráneo entre dos superficies relativamente anchas que tienden a
aproximarse entre sí:
a) Movimiento lento, pero progresivo, de las dos superficies. Por lo general, se produce un
hematoma subdural, como ocurre debido a la compresión de la cabeza del feto por las
cucharas del fórceps. b) La cabeza apoyada en una superficie fija, es comprimida por otra
superficie que se desplaza sobre ella. Se trata de aplastamiento cefálico, en el cual tanto
el cráneo como el encéfalo sufren lesiones severas. Un ejemplo lo constituye la fase de
aplastamiento en el atropello por vehículos automotores.
FRACTURAS DE CRÁNEO
En el feto, el cráneo constituye una membrana fibrosa, ya que los centros de osificación
aparecen a partir de la séptima semana de gestación. En el lactante, las fontanelas
contribuyen a protegerlo del trauma. La fontanela posterior persiste hasta la sexta
semana, y la fontanela anterior hasta el noveno a decimosexto mes.
En el adulto, el cráneo está conformado por una tabla externa y una interna, ambas de
hueso compacto, separadas por hueso esponjoso. Este hueso esponjoso intermedio está
atravesado por canales venosos.
Las fracturas de cráneo pueden ser de tres tipos: a) con hundimiento; b) lineales, y c) de
tipos específicos.
93
Fracturas con hundimiento. Resultan del impacto localizado de un objeto en movimiento
contra la bóveda del cráneo, de manera que el fragmento de hueso comprime las
estructuras subyacentes.
Fracturas lineales. Suelen resultar del impacto de la cabeza que se mueve contra un
objeto fijo, como puede ser el suelo. Se distinguen en fracturas verticales, transversales y
circunferenciales.
La arteria meníngea media con frecuencia resulta lacerada en las fracturas del hueso
parietal, y da origen a una hemorragia extradural.
Una fractura de la fosa media de la base del cráneo a menudo se extiende a la porción
petrosa del hueso temporal y se manifiesta por hemorragia a través del conducto auditivo
externo.
El estudio de las fracturas del cráneo debe incluir la percusión del hueso después de
desprender la duramadre. La percepción de crujido debe hacer pensar en la existencia de
discontinuidad en la estructura ósea.
En los niños, la reparación de las fracturas de cráneo se lleva a cabo por el proceso de
osificación íntermembranosa. En cambio, en los adultos tiene lugar por proliferación de
tejido fibroso, que eventualmente puede calcificarse. La ausencia de callo óseo protege al
encéfalo de la acción irritativa del relieve que un callo representa.
Traumatismos extracerebrales.
94
De acuerdo con su ubicación en las cubiertas meníngeas, duramadre y aracnoides, las
hemorragias dentro del cráneo se distinguen en epidurales o extradurales, subdurales,
subaracnoideas e intraventricular (fig. 18.35).
Fig. 18.35. Esquema para mostrar la posble distribución de las hemorragias dentro del
craneo.
Se presenta entre 1 a 3.1 % de los traumatismos craneales (Munro y Voris). Por lo común,
está asociada con fractura lineal que atraviesa los surcos de los vasos meníngeos en la
tabla interna del cráneo.
Otros orígenes del sangrado son las venas emisarias y los senos durales, especialmente
el sagital y los laterales. El seno sagital o longitudinal superior está expuesto a las
lesiones en fracturas que implican hundimiento de la línea media de la bóveda del cráneo.
Estas hemorragias se producen tanto en impactos de la cabeza contra el agente
traumático como en impacto de éste contra la cabeza inmóvil.
Hemorragia subdural
95
Un elevado porcentaje de casos de hemorragia subdural por sangrado venoso resulta de
venas comunicantes entre la aracnoides y la duramadre. El escaso espesor de la lámina
elástica y de las paredes fibrosas, así como la falta de fibras musculares, contribuyen a la
vulnerabilidad de dichas venas. Estos vasos son más frecuentes en la superficie dorsal
del lóbulo frontal, en el ápex del lóbulo temporal y en la región subtentorial.
La hemorragia subdural suele ser bilateral y la sangre tiende a acumularse en la base del
cráneo, especialmente en la fosa media. El sitio de la ruptura vascular es difícil de
localizar. En la mayoría de los casos, el sangrado es exiguo. Cuando hay compresión
mortal del cerebro, el deceso puede sobrevenir en pocas horas, aunque raramente antes
de la hora (Rowbotham).
Esta condición debe distinguirse de la hidrocefalia externa con agenesia del cerebro, del
derrame subdural posmeningítico, y de la colección loculada de líquido cefalorraquídeo en
el espacio subdural, causada por laceración de la membrana aracnoides.
Hemorragia subaracnoidea
Al contrario de las hemorragias epidural y subdural -que por lo general están asociadas
con trauma-, la hemorragia en el espacio aracnoideo suele relacionarse con ruptura de un
aneurisma, de un vaso esclerosado, de una trombosis vascular o, menos frecuentemente,
de una discrasia sanguínea.
96
En algunos casos, la presencia de sangre en el tronco cerebral y otras estructuras
basales puede ser una extensión, a través del foramen de Magendi, de una hemorragia
intraventricular.
Hemorragia intraventricular
Traumatismos intracerebrales
Son causados por instrumentos que deben perforar la piel, el hueso, la duramadre y las
leptomeninges para alcanzar el cerebro sea directamente o por medio de fragmentos
óseos.
Los instrumentos penetrantes pueden ser proyectiles de arma de fuego, arma blanca o un
agente contundente como una piedra descargada con energía.
Cuando la duramadre permanece íntegra, los traumatismos en el cerebro se llaman
contusiones, los cuales pueden agruparse en tres tipos: a) con hemorragia; b) con
necrosis, y c) con ruptura. También describiremos la concusión y las hemorragias
pontinas.
97
Se localizan en la cresta de la circunvolución, mientras los infartos suelen situarse en el
fondo. Este tipo de contusión se presenta como pequeñas hendiduras o agujeros
irregulares con paredes bien delineadas. Al corte, son triangulares; en su mayoría tienen
el vértice dirigido hacia la sustancia blanca, y los bordes definidos.
De tres a cinco horas después de producido el trauma, se observan como una zona más
pálida especialmente notoria en la sustancia gris. Al cabo de dos o tres días, el área es
tumefacta, húmeda y traslúcida. Con el tiempo, se vuelve opaca, blanquecina y se
reblandece hasta licuarse. De los márgenes proviene la fagocitosis del tejido necrótico, la
cual después de transcurridos tres meses aún es visible en el centro de la lesión.
Es el tipo dominante de contusión en los niños hasta la edad de cinco meses. Afecta la
sustancia blanca de las circunvoluciones frontales superiores, y los lóbulos orbitarios y
temporales. En el adulto, pueden observarse en el cuerpo calloso, en el caso de caídas
sobre la frente o la convexidad del cráneo.
Conclusión
Para Symonds (1961), la concusión depende "de una lesión difusa de las células y fibras
nerviosas sufrida en el momento del accidente".
Hemorragias pontinas
Las hemorragias primarias espontáneas, por lo común son únicas y ocupan un tercio 0 la
mitad de la sustancia, en tanto que las primarias traumáticas son numerosas y se
98
presentan en focos separados. Cuando hay sobrevida, pueden coalescer y parecerse a
las hemorragias espontáneas.
Estados postcontusionales
Hay casos en que la víctima de una contusión cerebral, después de haber actuado y
conversado en apariencia normalmente, es hallada inconsciente o muerta. Ese periodo de
actividad se llama periodo latente y durante su transcurso la víctima puede cometer actos
de violencia y otros delitos.
Los relatos o denuncias que efectúe durante ese intervalo deben tomarse con reservas,
porque a veces pueden ser falsos, al extremo que cuando el sujeto recupera
completamente la conciencia suele no recordarlos. En caso de amnesia postraumática
prolongada, debe sospecharse la posibilidad de hemorragia intracraneana (Mc Connell).
Symonds encontró pérdida del olfato (anosmia), usualmente bilateral, como una secuela
frecuente. Aunque menos comunes, también detectó la existencia de defectos visuales y
auditivos, hemiparesia y signos menores de daño piramidal, trastornos de la memoria y de
la percepción, claridad y agilidad del pensamiento.
PROBLEMAS MEDICOLEGALES
99
1. Para cada contusión debe seguirse el siguiente orden de descripción: localización, tipo,
forma, dimensiones, aspecto.
8. Si puede quedar cicatriz u otra forma de asimetría o afeamiento del rostro, indicar
nuevo reconocimiento a los seis meses para pronunciarse respecto de secuelas.
12. En la autopsia, relacionar las contusiones con la causa v forma de muerte, interpretar
los análisis toxicológicos y recolectar indicios en la ropa y en la superficie del cadáver.
100
5. ¿Son compatibles o se corresponden con los hechos denunciados?
11. ¿Las contusiones sufridas fueron causa de la muerte o ésta se debió a una condición
preexistente o a complicación sobrevenida?
12. ¿Qué papel desempeñaron los tóxicos presentes en el cuerpo de la víctima en lo que
toca a la precipitación de la muerte?
101
ACCIDENTES DE TRANSITO
Las muertes en las carreteras ocupan el tercer lugar en las estadísticas de países como
Costa Rica, lo cual significa que sólo están precedidas por las enfermedades
cardiovasculares y por el cáncer. En Inglaterra constituyen la causa de defunción más
frecuente en adultos de menos de cincuenta años de edad; el grupo etario de 20 a 25
años es el más afectado (Cullen, 1978).
Conservadoramente, se calcula en 300 mil las personas que mueren cada año en el
mundo como resultado de accidentes de tránsito. De esta cifra, por lo menos la mitad
corresponde a peatones. El porcentaje varía del 68 % en las estadísticas costarricenses,
al 19 % en las estadounidenses. Esta diferencia puede explicarse por la mayor población
peatonal en ese país latinoamericano en comparación con los Estados Unidos, donde
predomina el número de personas que conducen su propio automóvil.
VEHÍCULOS ATROPELLADORES
Fig. 20.1. Fase de choque. En un primer tiempo el peatón es golpeado por el parachoques
por debajo del centro de gravedad (subfase de impacto primario); de este modo pierde el
equilibrio y cae sobre el vehículo (subfase de impacto secundario).
102
d) Autovehículos de gran mole: son los camiones y traileres, con enorme peso, gran
velocidad y neumáticos en sus ruedas.
Fase de choque.
La víctima puede ser lanzada hacia adelante (movimiento de traslación) y también rotor
alrededor de su centro de gravedad (movimiento de rotación).
Cuando el impacto tiene lugar por debajo del centro de gravedad del peatón, sufrirá tanto
movimiento de traslación como de rotación, y la cabeza se moverá en dirección al
vehículo (fig. 20.1).
Cuando el impacto ocurre a nivel del centro de gravedad, el peatón sólo experimenta el
movimiento de traslación. Si el contacto se produce por encima del citado centro, se
trasmitirán igualmente los movimientos de traslación y de rotación, y la cabeza de la
víctima tenderá a alejarse del vehículo.
La lesión característica del impacto primario consiste en una contusión producida por el
parachoques del vehículo. Lo común es que sea una fractura transversa u oblicua
-cerrada o expuesta- de la tibia debido a angulación o por rotación de la pierna, o ambos
mecanismos a la vez. Se le conoce como fractura por parachoques (bumper fracture). Por
lo regular, las fracturas en la diáfisis de tibia y fíbula son simples, y las causadas por
impacto en la epífisis superior o partes proximales de la diáfisis suelen ser conminutas.
Una modalidad de fractura muy útil para reconstruir el mecanismo del impacto, es la
fractura triangular de la tibia (fig. 20.2). Tiene forma de triángulo, cuya base corresponde
al sitio de impacto y el vértice a la dirección que llevaba el vehículo atropellador. Si la
fractura es expuesta, la herida contusa estará en el lado opuesto al sitio del impacto.
Fig. 20.2. Fase de choque. Fractura triangular de la tibia originada en el impacto primario. Es
una cuña de hueso cuya base corresponde al punto de impacto y cuyo vértice señala la
dirección que llevaba el vehículo.
103
En estudios de Patrick y cols. se ha demostrado que en adultos jóvenes y sanos se
producen fracturas simples a velocidades de 25 Km./h, y fracturas múltiples a 40 Km./h.
Es de suponer que en individuos seniles con fragilidad ósea, esas fracturas pueden ocurrir
a velocidades menores.
El perito médico debe medir la distancia entre el talón y la lesión en cada pierna. En
aquella que estaba apoyada en el suelo en el momento del impacto, la lesión estará a
mayor altura que en la otra, que se hallaba levantada cuando el peatón fue atropellado.
El movimiento de un adulto atropellado por un automóvil común suele ser del tipo
traslación y rotación, con inclinación de la cabeza hacia el vehículo. En cambio, si la
velocidad es inferior a 19 Km./h, el peatón cae al suelo después del impacto primario.
Las lesiones de impacto secundario se deben al impacto sobre la cubierta del motor, el
marco del parabrisas, los guardafangos y los focos delanteros. Se localizan en el muslo,
la pelvis, la espalda y la cabeza; por lo común, consisten en las llamadas lesiones patrón,
es decir, lesiones que reproducen el agente que las causa. Así, puede tratarse de una
equimosis que reproduce la forma de un emblema o de una bisagra del vehículo o de una
herida contusa por el reborde de un espejo retrovisor (fig. 20.4).
Fig. 20.4. Subfase de impacto secundario. Herida contusa por delante de la oreja izquierda,
causada por el reborde de un espejo del guardafangos del jeep atropellador.
Las lesiones en la cabeza dependen del área del contacto. Dos tercios de los impactos de
la cabeza sobre la cubierta del motor no causan lesión alguna o sólo la producen de
carácter leve. Por el contrario, dos tercios de los golpes contra el marco del parabrisas
originan lesiones graves o mortales.
104
impacto, raramente se salva de ser lesionada. La forma de la fractura de la pelvis
recuerda el estallido de un anillo de madera, cuando se comprimen lados opuestos.
El impacto sobre los focos delanteros puede causar una lesión en la nalga o en la cara
lateral del muslo, que los franceses llaman décolement o despegamiento. Sus signos
externos son mínimos (escoriación o equimosis). A la palpación, se percibe fluctuación
subcutánea. Una incisión demostrará una bolsa de sangre entre la piel y la aponeurosis. A
veces, esa bolsa se abre y aloja fragmentos de vidrio y escamas de pintura de gran valor
identificador. También puede ser el origen de embolismo graso.
Fase de caída.
Después del impacto secundario, la víctima resbala de la cubierta del motor y cae en la
superficie de la vía pública (fig. 20.5). Esto ocurre cuando la velocidad del vehículo
oscilaba entre 40 y 50 Km/h y el impacto primario se produjo por debajo del centro de
gravedad del peatón.
Fig. 20.5. Fase de caída. Después de perder el equilibrio por el impacto por debajo de su
centro de gravedad, el peatón es lanzado hacía adelante, contra el suelo.
Cuando la velocidad del vehículo es superior a 50 Km./h, el peatón puede ser lanzado a
considerable altura y luego precipitarse sobre el techo o el baúl posterior del automóvil, o
sobre la vía pública, con el riesgo de que también lo atropelle otro vehículo que venga
atrás.
Fase de arrastre
Está relacionada con el impulso que el vehículo trasmite a la víctima durante la fase de
choque.
La energía cinética del vehículo hace que el peatón sea lanzado lejos del lugar del
choque. Esta distancia depende de la velocidad del vehículo en el momento del impacto y
del grado del frenamiento. La distancia está en relación directa con la velocidad, cuando
105
el vehículo frenó de forma enérgica o inmediata al impacto. En cambio, no se guarda esta
relación en los casos en que se frenó suavemente o no se frenó.
Las lesiones características se localizan en las partes expuestas del cuerpo. Consisten en
lesiones ocasionadas por la fricción de la piel sobre el suelo, y son encoriaciones lineales
que por alternar con zonas de epidermis indemne, algunos llaman escoriaciones en saltos
(fig. 20.7).
Una forma de aclarar si los traumatismos se deben al arrastre en la vía pública o al paso
del vehículo sobre el cadáver, consiste en examinar el polvo en las ropas. En la superficie
de la vía el polvo contiene partículas de tamaño desigual; en cambio, el polvo que deja la
parte inferior del vehículo es homogéneo porque está expuesto al golpe del viento, el cual
elimina las partículas más grandes.
Fig. 20.7. Fase de arrastre. Escoriaciones en la espalda al ser lanzado por el vehículo contra
el suelo.
Fase de aplastamiento
El vehículo tiende a pasar sobre la víctima si ésta queda en ángulo recto o cercano al
mismo en relación con su eje (fig. 20.8). En cambio, trata de apartarla de su trayecto si
está colocada en ángulo agudo (fig. 20.9).
Fig. 20.8. Fase de aplastamiento. Cuando el peatón está en el suelo perpendicularmente con
respecto al eje mayor vehículo los tramatismos suelen ser mas extensos y graves.
Fig. 20.9 Fase de aplastamiento. Cuando el peatón está en el suelo en posición oblicua con
respecto al eje mayor del vehículo, los traumatismos suelen ser menores.
Las lesiones tienen las características del aplastamiento. Es decir, cuando ocurre en
regiones de pared elástica como el tórax y el abdomen, la energía cinética es absorbida
por las estructuras profundas (laceraciones viscerales, fracturas de costillas, pelvis y
columna vertebral), mientras los traumatismos en la piel son mínimos. Por el contrarío, si
el aplastamiento tiene lugar sobre estructuras rígidas como la cabeza, se producen
fracturas expuestas con laceración y eventración del encéfalo (fig. 20-10).
Fig. 20.10. Fase de aplastamiento. En la cabeza suelen producirse fracturas expuestas por
su estructura rígida.
Fig. 20.11. Fase de aplastamiento. Las marcas de llantas en la piel suelen producir
equimosis que reproduce el dibujo de la banda de rodadura de las llantas. Para efectos
judiciales debe fotografiarse con patrón métrico.
106
permanece limpio por no haber sido tocado por la llanta que, al saltar por el aire, pasó
muy por encima. A bajas velocidades, la marca aparece en ambas vertientes de la
extremidad, porque la llanta la comprimió al subir por un lado y bajar por el lado opuesto.
Otro tipo de lesión que puede observarse en esta fase está constituido por las heridas
contusas en estrías, que aparecen en zonas donde la piel está levantada por un relieve
óseo, y el peso del vehículo la sobredistiende hasta superar su elasticidad. En la figura
20.12 se ilustra este tipo de lesión en la piel del cuello de un niño. Puede observarse
también en las regiones inguinocrurales y en la pared abdominal vecina.
Fig. 20.12. Fase de aplastamiento. Heridas contusas en estrias en la parte anterior del cuello
por la lesión de la llanta del vehículo atropellador:
La avulsión o despegamiento de una oreja se produce cuando una llanta pasa sobre la
cabeza de la víctima. La oreja es arrancada por la llanta en movimiento. Si ésta se
desplazaba de la cara hacia la parte posterior de la cabeza el despegamiento está en la
parte posterior de la oreja, cuando se la dobla y estira hacia adelante; en cambio, el
despegamiento es preauricular si la llanta se movía en sentido contrario. En el lado
opuesto de la cabeza que se apoya en el suelo, pueden encontrarse encoriaciones en la
mejilla y en los bordes de la oreja, mientras la piel por detrás de ésta aparece sana por
cuanto ha sido protegida por ella.
Entre las lesiones internas hay dos descritas por autores soviéticos que permiten
establecer la dirección que llevaba el vehículo atropellador.
Una es el signo de Vinokurova, que se basa en las rupturas arqueadas que se producen
en el hígado al pasar las llantas del vehículo sobre la pared anterior del abdomen. Por lo
común son dos o tres rupturas, paralelas entre sí; su convexidad señala la dirección del
vehículo.
ATROPELLAMIENTO FERROVIARIO
Defecto cuneiforme. Los tejidos son seccionados por la acción antagónica de las ruedas y
de la arista interna de la superficie de rodaje del riel (fig. 20.13). Tiene dos vertientes: una
ancha, que corresponde a la superficie que soportó la presión de la rueda, y otra angosta
(la mitad de aquélla), que corresponde a la superficie del cuerpo de la víctima que se
apoyó sobre el riel (fig. 20.14).
107
Fig. 20.13. Mecanismo del defecto “cuneiforme”. La comprensión de un segemento del
cuerpo de la víctima entre la rueda del coche ferroviario y la vía ferrea se combinan para
producir una sección en forma de cuña.
Fig. 20.14. Defecto cuneiforme. Nótese la forma de cuña de la fractura y la sección de los
tejidos de la pierna de un peatón víctima de atropello ferroviario.
Lesión en banda. También llamada banda se observa cuando no hay ruptura de la piel.
Tiene dos variedades: banda de enjugamiento y banda de presión.
Fig. 20.15. Atricción ferroviaria. Hombre que se lanzó al paso del tren. El cuerpo quedo
dividido a nivel de la cintura. Una franja de piel sobre el riel unía laxamente los dos
segmentos.
Fig. 20.16. Decapitación ferroviaria suicida. Esta mujer espero el paso del tren con el cuello
apoyado sobre la vía ferrea.
Diagnóstico de atropellamiento
Este diagnóstico puede basarse en los cuadros de traumatismos de Vicentiis, del Instituto
de Medicina Legal de Roma:
2. Graves lesiones esqueléticas del tronco. Las lesiones viscerales están ausentes, pero
hay fracturas de costillas y aun de columna vertebral. Se presentan en atropellamiento por
automóvil cuando la masa del vehículo es moderada y el efecto traumatizante se debe a
la velocidad.
108
3. Graves fracturas de cabeza, tronco y miembros con lesiones viscerales múltiples. Se
originan en el atropellamiento por vehículos de gran mole y alta velocidad, como es el
caso de camiones pesados y traileres.
En la autopsia, interesa para este propósito el examen de las ropas y de la piel. Los
indicios consisten en escamas de pintura (fig. 20.17), fragmentos de vidrio, tipo de
traumatismos, localización del impacto y marcas de llantas.
Fig. 20.17. Escena de atropello. Mujer joven atropellada por un autobús que al fallarle los
frenos se subió a la acera.
En el examen del vehículo sospechoso interesa correlacionar las partes salientes y los
daños con los traumatismos en la víctima. Asimismo, deben buscarse manchas de
sangre, pelos, tejidos humanos y fragmentos de ropa, especialmente en el parachoques y
en la parte inferior del vehículo. De éste, deben tomarse fotografías del frente, de la parte
trasera de los costados y de la parte inferior.
En el caso de ser cometido por un automóvil, el atropello accidental suele tener las cuatro
fases citadas. Puede faltar el choque y la caída cuando la víctima estaba tendida en la
vía, como es el caso de personas en estado de ebriedad. En el atropellamiento accidental
por bicicletas v motocicletas, generalmente sólo hay fases de choque y caída.
109
El atropellamiento homicida es raro y de difícil diagnóstico. Una excepción es el caso en
que el automovilista deliberadamente pasó por encima de la víctima de forma reiterada, y
la existencia de varias marcas de llantas permite que así se diagnostique en la autopsia.
En el caso de una persona que lanza su carro contra un enemigo que sorprende en medio
de la vía, los signos serán similares al atropellamiento accidental. En estos casos, la
investigación en la escena y el testimonio de testigos que presenciaron cuando el
automovilista se desvió de la línea recta para arrollar a la víctima, son los elementos con
que se fundamentará el diagnóstico.
Atropellamiento y alcohol
Se considera que cuando tiene desde 200 mg de alcohol cada 100 mililitros de sangre, el
peatón no está en condiciones de reaccionar ante un peligro inminente, como puede ser
un automóvil que se aproxima.
2. Para detenerse, el vehículo debe efectuar un trabajo (T) igual al valor de la energía
cinética que lleva.
E = T
Por su parte:
Igualando:
De donde:
O sea:
110
Igual a:
F = fuerza
g = gravedad
Los traumatismos que pueden sufrir los ocupantes de un vehículo son menos
sistematizables que los del peatón atropellado. En el automóvil, por ejemplo, los tres
principales factores causantes de traumatismos en sus ocupantes son la expulsión del
vehículo, el desplazamiento con impacto contra estructuras internas y la distorsión de la
cabina, con lesiones por impacto directo.
Nos referiremos a los traumatismos de los ocupantes, causados por el impacto contra las
estructuras internas del automóvil (fig. 20.18).
TRAUMATISMOS EN EL CONDUCTOR
Traumatismos en la cabeza
111
La frente puede mostrar fractura expuesta en la mitad izquierda, al ser proyectada contra
el ángulo formado por los marcos del parabrisas v de la puerta izquierda.
El rostro puede mostrar múltiples heridas cortantes al chocar con el cristal del parabrisas
(fig. 20-19). A partir de 1970, la empresa Corning Glass Work introdujo el tipo de vidrio
que al ser golpeado se desmenuza en pequeños fragmentos. Antiguamente, el parabrisas
se fracturaba en pedazos puntiagudos que llegaban a causar degüellos.
Fig. 20.19. Lesiones por el vidrio del parabrisas. Múltiples heridas incisas pequeñas en el rostro y
cuello. Se pueden observar en el conductor y en el acompañante del asiento delantero.
Traumatismos en el cuello
E n el cadáver, durante la autopsia debe seccionarse el arco posterior del atlas. Cabe
destacar que el empleo de respaldos altos, que alcanzan el del occipucio, al parecer ha
disminuido la incidencia de este tipo de lesión.
Traumatismos en el tórax
Estas lesiones pueden deberse al impacto sobre el volante o su eje. Constituyen una
frecuente causa de muerte inmediata. La lesión externa en el pecho puede ser mínima o
muy notoria, mientras que en otros casos está ausente. En nuestra experiencia, hemos
observado una equimosis semicircular en la piel de la mitad izquierda del pecho, la cual
corresponde a la mitad inferior del reborde del volante (fig. 20.20). En ocasiones, dicha
marcase extiende al brazo izquierdo.
La aorta puede tener una ruptura de la túnica íntima en forma de "V" o una sección
horizontal completa. Esta última suele ocurrir en el nivel del ligamento arterioso, residuo
del conducto arterioso, donde producen tracción las fuerzas hidráulicas de dirección
antagónica que se originan en el impacto. Mediante el uso del volante retráctil se pretende
disminuir este tipo de lesión.
112
Fig. 20.20. Identificación del conductor. Heridas contusas en la mitad izquierda de la frente
al golpearse contra el marco del parabrisas, y equimosis semicirculares en el lado izquierdo
del pecho por el impacto sobre el volante.
Las equimosis de la pared del corazón pueden originar trombosis coronaria traumática. La
distribución de la equimosis en la pared vascular y a su alrededor fundamenta el
diagnóstico. En un caso que hemos atendido, el conductor fue violentamente desplazado
contra la puerta izquierda del automóvil, el cual sufrió la embestida perpendicular de otro
vehículo sobre el costado derecho. Como consecuencia sufrió contusión precordial y en
brazo izquierdo. No tenía antecedentes de afección cardiovascular. A partir de ese
momento mostró dolor precordial y dificultad respiratoria. A los treinta días falleció. La
autopsia puso en evidencia una trombosis en la coronaria descendente anterior, sin
ateroesclerosis. El miocardio vecino presentaba algunos linfocitos. Como peritos
sostuvimos el carácter traumático de la afección, a pesar de la obvia oposición de la
compañía aseguradora. Otros conceptos relativos al traumatismo cardiaco se presentan
en el cuadro 20.1.
En otras ocasiones, los pulmones pueden ser separados parcialmente de los bronquios o
éstos lacerarse, con la hemorragia consiguiente. Con menor frecuencia puede ocurrir
laceración de las áreas centrales de uno o más lóbulos. La laceración se da tanto con
penetración de un fragmento de costilla fracturada como sin ella. La laceración en
ausencia de lesión penetrante es más común cuando el pulmón está adherido.
Traumatismos en abdomen
113
Por orden de frecuencia, se encuentran en hígado, bazo y riñones; en algunos casos se
observan en páncreas o en mesenterio.
La zona central del hígado suele ser la más frecuentemente dañada cuando el órgano se
comprime contra la columna vertebral. Si la cápsula se ha mantenido íntegra, la ruptura
puede producirse horas más tarde, cuando el hematoma ha crecido.
En lesiones severas del hígado es posible también la ruptura del diafragma, con la
consiguiente hernia de vísceras abdominales al tórax.
Traumatismos óseos
La fractura de los miembros superiores en cl nivel del tercio distal de los antebrazos
puede ocurrir en el 15 a 19 % de los conductores, debido a la actitud rígida con que éstos
se apoyan en el volante.
E1 ocupante del asiento delantero experimenta traumatismos similares a los que sufre el
conductor, con excepción de los debidos al volante o a su eje. En los miembros, las
contusiones semejantes a las de aquél se deben a la actitud instintiva que asume quien
tiene el adiestramiento psicomotor de conductor, aunque viaje como pasajero.
Los ocupantes del asiento trasero sufren contusiones en los miembros superiores y en el
lado correspondiente de la cabeza, al golpearse contra los costados del vehículo; en el
rostro al ser propulsados contra el respaldo del asiento delantero, y en el cuello al
bascular sobre su propio respaldo.
114
Faja abdominal o cinturón propiamente dicho. Puede causar lesiones intraabdominales,
de columna lumbar baja y de pelvis. Por lo general, consisten en contusiones en la pared
abdominal, que suelen dejar la impresión de la faja; laceración de intestino, especialmente
el grueso; laceración de mesenterio; lesión de columna lumbar ocasionada por la flexión
sobre el cinturón, que a veces resulta en separación horizontal del arco posterior de la
vértebra, incluyendo pedículos, láminas v apófisis. Suele ocurrir en el nivel de la región
lumbar media, y puede asociarse a fracturas de pelvis.
Faja de sostén del tórax superior o faja diagonal. Evita las lesiones por flexión descritas,
pero a su vez causa traumatismos torácicos, intraabdominales v en columna cervical. Se
ha asociado con lesiones de "latigazo" por hiperextensión-hiperflexión del cuello. Las
lesiones torácicas están confinadas a costillas, esternón v clavícula.
Faja de tres puntos. Es una combinación de la faja horizontal sobre abdomen y la faja
diagonal sobre tórax. Se le ha asociado con fracturas de clavícula, tórax v columna
vertebral alta, así como con lesiones intraabdominales.
Faja abdominal con doble arnés en los hombros. Se ha utilizado en aviones, donde la
combinación de fuerzas horizontales y verticales causan una verdadera estrangulación,
semejante a la judicial.
Faja abdominal con una bolsa de aire de soporte. No ha merecido una aplicación práctica.
"A pesar de la variedad y severidad de las lesiones descritas, raramente, si hay alguna, la
faja ha sido responsable por una lesión más severa de la que se habría sufrido si no se
llevase puesta" (Cullen).
De acuerdo con Horowitz y cols. (1987), para este fin es útil la presencia de fibras de la
ropa, pelos o sangre en el volante o en el compartimiento delantero del vehículo, así como
la impresión del pedal del acelerador o del freno en la suela de los zapatos (fig. 20.21).
Además, debe considerarse la lateralidad, tipo y extensión de las lesiones.
Fig. 20.21. Identificación del conductor: Impresión de los relieves del pedal del freno en la
suela del zapato.
Durante el vuelco que puede experimentar el vehículo, los ocupantes están expuestos a
múltiples heridas pequeñas causadas por los vidrios de las ventanas laterales. Estas
115
heridas se localizan en el dorso de la mano; en el conductor se encuentran en la mano
izquierda, y en el pasajero de adelante en la mano derecha.
Fig. 20.22. Muerte súbita al volante. Conductor que fue hallado muerto dentro del vehículo
estacionado. La autopsia demostró infarto de miocardio reciente como causa determinante,
e intoxicación alcohólica aguda como caisa contribuyente de la muerte.
116
Council, 39 estados y el Distrito de Columbia establecieron entre 1939 y 1964 que una
alcoholemia superior a 150 miligramos por cada cien mililitros de sangre indica que un
conductor "estaba bajo la influencia del alcohol" y, por lo tanto, no puede manejar su
vehículo.
En 1960, ambas organizaciones emitieron una nueva recomendación para bajar ese nivel
a 100 miligramos, fundamentada en experimentos que habían demostrado impedimento
para la conducción por encima de esa concentración. En 1965, la National Highway Traffic
Safety Administration hizo ver la conveniencia de ajustar las leyes estatales a ese criterio,
so pena de no otorgar ayuda federal para carreteras. La tendencia a descender la
alcoholemia permitida ha continuado. En 1972, el Committee on Alcohol and Drugs of the
National Safety Council sugirió llevarlo a 80 miligramos. Los estados de Idaho y Utah
fueron los primeros en incorporarlo a sus leyes.
2. La motocicleta tiene menos estabilidad que un vehículo de cuatro ruedas. Esto la hace
más propensa a resbalar.
117
ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS
Fig. 20.23. Muerte de motociclista. Fractura expuesta de cráneo con laceración cerebral en
un motociclista cuyo vehículo tuvo colisión con un jeep. Nótese el daño en el parabrisas y
las manchas de sangre en el marco del jeep.
En el 98% de los conductores, el* análisis de referencia reveló que la alcoholemia fue
superior a 150 mg %.
118
a) Escoriación lineal o herida contusa horizontal en la frente.
b) Escoriaciones lineales y paralelas en el rostro, en el nivel de la rama ascendente de la
mandíbula.
c) Fractura del hueso hioides.
d) Estrangulación, puesto que la víctima queda suspendida del casco por medio de las
fajas de sostén.
2. Examinar las ropas que vestía en el momento del atropellamiento, en busca de indicios
sobre el vehículo atropellador y el mecanismo del accidente.
4. Localizar los traumatismos de la fase de choque, medir su altura sobre los talones en
ambas piernas y describir su morfología.
10. Tomar muestras de cabellos en la autopsia para una eventual comparación con pelos
hallados en el vehículo atropellador.
12. Con base en la evolución de las lesiones en el peatón sobreviviente a los fenómenos
cadavéricos si muriera, establecer la hora aproximada del atropello.
TRAUMATOLOGÍA DE LOS
OCUPANTES DEL VEHÍCULO
119
5. En los pasajeros, ubicar y clasificar los traumatismos, a fin de descubrir si el verdadero
conductor está entre los sobrevivientes.
6. Tomar muestra de sangre y orina en pasajeros para los análisis ya indicados.
7. Pedir información de peritos en tránsito y peritos mecánicos con el objeto de
correlacionar mediante esos datos las conclusiones de autopsia y toxicología.
8. Descartar la posibilidad de traumatismos postmortem en los ocupantes, y de muerte
por un mecanismo ajeno al accidente de tránsito (como sería el caso de un explosivo).
9. Cuando el conductor haya sobrevivido, determinar si su agudeza visual y auditiva le
permiten manejar un vehículo.
TRAUMATOLOGÍA DEL
MOTOCICLISTA
120
11. Correlación de las lesiones con las fases del atropellamiento.
3. ¿El hecho se debió a factores tóxicos, cansancio, muerte súbita, suicidio u homicidio?
7. ¿Se descartó la posibilidad de que el conductor fuese muerto por otro medio, y su
cadáver colocado en el vehículo para disimular el homicidio?
10. ¿En caso de un conductor que sobrevivió, son su vista y audición aptas para
conducir?
7. ¿Se correlacionaron los resultados de toxicología con las circunstancias del accidente?
121
ACCIDENTES DE AVIACIÓN
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Fue Leonardo Da Vinci quien formuló los primeros diseños de aparatos voladores más
pesados que el aire. Estudió el vuelo de los pájaros, construyó alas y comprendió la
importancia de determinar el centro de gravedad. En el Código de vuelo de las aves
(1505) consignó todas sus ideas al respecto.
En 1810, George Cayley sentó las bases de la ciencia aeronáutica. Estudió y calculó las
fallas de las máquinas voladoras y reconoció el principio de producción de fuerzas sin
acumular pesos, que dio origen a los tirantes diagonales del biplano. Cayley diseñó
planeadores que volaban, pero que carecían de motores adecuados.
Otto Lillienthal fue el primer hombre que logró volar: desde lo alto de una colina se lanzó,
en un planeador, a una ladera.
Hiram Maxim tuvo el mérito de demostrar que mediante un motor se podía vencer la
resistencia del aire. Por su parte, Orville y Wilhur Wright, dos simples mecánicos, tras diez
años de esfuerzos realizaron el primer vuelo seguro y controlado, el cual tuvo lugar el 17
de diciembre de 1903, y sólo duró doce segundos. Los mecánicos Levasseur y Voisin
fundaron la primera fábrica de aviones del mundo.
En 1955, los estudios en torno a los accidentes de los aviones ingleses Comet abrieron
una nueva era de la patología de la aviación. Poco después se establecieron
departamentos de esta disciplina en el Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas, en
122
Washington, y en el Instituto de la Real Fuerza Aérea inglesa, en Halton. Posteriormente,
Canadá, Estados Unidos e Inglaterra constituyeron el Comité Conjunto de Patología de la
Aviación. Este grupo ha servido de base para el intercambio de información científica y la
divulgación de normas.
Por lo común, los médicos forenses se asignan al grupo Factores Humanos, cuyas
funciones principales son las siguientes:
EXAMEN DE LA ESCENA
Es fundamental la protección de la escena a fin de evitar que curiosos, periodistas y
familiares de las víctimas interfieran en el trabajo de los expertos (fig. 21.1).
Este mismo número se asigna a la bolsa en que se colocarán las pertenencias y los
restos de las víctimas que se enviarán a la morgue. Posteriormente se efectuará un
diagrama en el que figure la ubicación de cada bandera en la escena.
ORGANIZACIÓN MÉDICA
Facilidades para operaciones mortuorias.
Cuando se trate de lugares alejados de la ciudad, conviene disponer de camiones con
cámara de refrigeración; uno se destina a los restos identificados y otro a los restos por
identificar.
123
EXAMEN DE LOS CADÁVERES
A continuación se describen los pasos que se deben seguir en el examen de los
cadáveres:
1. Hasta completar su identificación, debe otorgarse un número a cada cadáver.
2. Los miembros o segmentos corporales aislados deben examinarse al final.
3. Cada cadáver debe ser desnudado para su inspección, y sus ropas y joyas deben
ponerse aparte y bajo custodia.
4. Los cadáveres de tripulantes deben ser sometidos a autopsia completa, que incluya
estudios radiológicos. Se tomarán muestras para determinar el grupo sanguíneo, alcohol,
monóxido de carbono, medicamentos, drogas de abuso y ácido láctico (niveles superiores
a 200 mg % son indicio de hipoxia).
5. Los cadáveres de pasajeros son objeto de examen externo con fines de identificación.
Sin embargo, cuando ésta se hace difícil, o se sospeche sabotaje como causa del
percance, es conveniente realizar autopsias completas de pasajeros para obtener más
indicios.
6. En general, en cada víctima debe aclararse:
a) Nombre.
b) Edad.
c) Sexo.
d) Raza.
e) Peso. Talla.
g) Color y estilo del cabello.
h) Color de los ojos,
i) Características de la piel (color, cicatrices, tatuajes, nevos, estigmas profesionales, etc.).
j) Historia médica, que incluya intervenciones quirúrgicas, fracturas, anomalías
congénitas, nombres y direcciones de médicos tratantes y de hospitales. Historia dental,
incluyendo nombres y dirección de odontólogos y laboratorios dentales.
1) Joyas que acostumbraba llevar la víctima. Ropa que la víctima usaba al abordar el
avión.
n) Calzado: número, estilo, color, fabricante.
o) Fotografías de la víctima, de frente y de perfil.
p) Marcas de fábrica y marcas de lavandería de sus ropas.
q) Huellas dactilares.
Fig. 21.3. Lesiones postmortem circulares debidas a la dispersión del combustible por la
explosión.
ASPECTOS TRAUMATOLÓGICOS
1. Quemaduras. Debidas a la intensidad con que arden los combustibles modernos (fig.
21.3).
2. Contusiones. Deben analizarse según la víctima haya sido expulsada del avión o, por el
contrario, atrapada dentro del fuselaje, aunque rescatada antes de iniciarse el fuego.
En el primer caso, la víctima sufrirá lesiones atribuibles a las fuerzas primarias del
choque, impactos de estructuras diferentes durante la expulsión e impactos secundarios
contra el suelo. Son lesiones múltiples, impredecibles, y debidas a mecanismos de
aceleración y desaceleración.
124
En el segundo caso, la víctima puede sufrir lesiones en la cabeza, columna vertebral y
miembros inferiores, las cuales suelen impedirle escapar de la cabina.
4. Contusiones torácicas. Las más frecuentes son las rupturas de corazón y de aorta. Se
explican por la compresión de dichos órganos entre el esternón y la columna vertebral
durante la flexión violenta, o a la sección del corazón en su unión con la aorta estática
durante la desaceleración de todo el cuerpo en el plano vertical.
La existencia de rupturas endocárdicas y endovasculares indican aumento de la presión
Circunstancias Traumatismos
Rodaje del avión por terreno escabroso fuera de la Quemaduras antemortem y ausencia de lesiones
pista mecánicas severas.
Lesiones severas en la cabeza, fracturas de
extremidades y columna vertebral, laceraciones de
Aterrizaje del avión fuera de la pista.
órganos internos, quemaduras postmortem y
ausencia de atrición
Fracturas múltiples de la base y la bóveda del
Precipitación del avión a baja velocidad en posición
cráneo con deformidad parcial de la cabeza,
invertida (capotaje) o invirtiénse al estrellarse
atrición y descuartizamiento.
Aterrizaje de ala en vuelo a poca velocidad v Quemaduras de conjuntos de piel y ropas con
escasa altura*. adherencia a partes del avión.
Avión que roza el suelo, se eleva y explota en el
Amputación traumática de extremidades, atrición y
aire.
descuartizamiento.
Descuartizamiento y aun fragmentos aislados de
Precipitación en picada. tejido.
125
Fracturas en sacabocados del macizo facial,
múltiples fracturas de bóveda y base del cráneo,
Precipitación en barrera o tirabuzón.
desarticulación de la pelvis y laceciones múltiples
en vísceras
Intento fallido de salir de la cabina o paracaídas Traumatismos múltiples con fracturas de pelvis y
que no se abrió. costillas, y atrición en extremidades.
En casos de destrucción del avión en el aire, las lesiones son semejantes. Fuente:
modificado de Alpatov. interna debido a compresión violenta de miembros inferiores y
abdomen, la cual actúa como factor adicional. Alpatov ha establecido una útil correlación
entre las circunstancias del accidente y el tipo de traumatismos en los tripulantes,
mediante la cual es posible reconstruir los hechos (véase cuadro 21.1)
CAUSAS HUMANAS
En ocasiones, cl accidente tiene origen en fallas del piloto, de manera que las causas
pueden ser toxicológicas v patológicas.
Causas toxicológicas. Destacan las intoxicaciones producidas por monóxido de carbono y
por etanol. El monóxido de carbono se origina en el incendio que sigue al impacto del
avión contra el suelo. En aviones pequeños, privados, puede inhalarse con intención
suicida, caso en el cual la nave se precipita desde baja altura. La intoxicación alcohólica
que también es causa de accidentes en aviones privados, no tiene importancia alguna en
la aviación comercial debido a las normas que regulan la actividad de los tripulantes.
Causas patológicas. La más importante es la enfermedad coronaria. En este sentido, la
costumbre de llevar dos pilotos en aviones comerciales constituye la mejor garantía de
seguridad. En los casos en que la citada afección fue la causa del accidente, cada uno de
los pilotos, estaba ocupado en tareas separadas, que impidieron que el otro pudiera
asumir a tiempo el control de la nave.
126
2. Ropas. Cuando los familiares suministran sus características, pueden ayudar a la
identificación.
3. joyas. La mayoría son resistentes al fuego v muchas tienen características personales.
. 4. Hallazgos médicos. Son especialmente útiles aquellos relacionados con
intervenciones quirúrgicas. Puede tratarse de una prótesis que permita efectuar un
estudio comparado mediante radiografías tomadas en vida del individuo.
Fig. 21.4. Sección de los maxilares para la identificación dental. En el maxilar inferior se
prescinde de la rama ascendente mediante un corte vertical por detrás del último molar. Del
maxilar superior sólo interesa el reborde alveolar junto con la apóisis palatina.
5. Tatuajes. Son valiosos cuando los familiares los reconocen. Con frecuencia están en la
dermis profunda, y esto permite visualizarlos mediante el raspado cuando la superficie de
la piel se encuentra alterada por el fuego.
6. Radiografías. Demuestran cuerpos radiopacos o alteraciones esqueléticas congénitas o
adquiridas que pueden identificar a una persona.
7. Identificación dental. Es quizá la más importante para la identificación de las víctimas
de accidentes de aviación. Lo pertinente al tema se expuso en el capítulo 7 (fig. 21.4).
S. Por exclusión. Constituye un recurso no recomendable. Implica un elevado riesgo en
incurrir en errores, sea porque el individuo cedió el boleto, como puede suceder en vuelos
nacionales; o porque intencionalmente ha pretendido que se le dé por muerto o por
desaparecido cuando él mismo provocó el siniestro (sabotaje o terrorismo).
9. Visual. Es el reconocimiento directo del cadáver por parte de familiares o amigos. Debe
documentarse y ser respaldado por un acta debidamente firmada por quien reconoce y
por testigos, e incluir la descripción de los elementos de juicio con que se realiza la
identificación. Tiene un margen de error.
127
ASFIXIAS MECANICAS
ASPECTOS GENERALES
La palabra asfixia proviene del griego (a, sin; sphizos, latido). Lacassagne la tradujo como
ausencia o falta de pulso. En la práctica, se emplea para expresar interferencia en la
función respiratoria.
Las asfixias químicas son causadas por tóxicos, como el monóxido de carbono, que al
unirse con la hemoglobina bloquea el transporte de oxígeno a los tejidos; los cianuros,
que interfieren en el aprovechamiento del oxígeno por parte de los tejidos; y los vapores
de ácidos, que inflaman las vías respiratorias o destruyen el tejido pulmonar.
En el examen del cadáver, tres signos clásicos orientan hacia el diagnóstico de muerte
por asfixia: a) cianosis; b) fluidez de la sangre, y c) manchas de Tardieu.
Cianosis. Es la tonalidad azulosa de los tegumentos, que se observa con mayor facilidad
en los labios y en las uñas. En el examen interno, se aprecia especialmente en los
órganos donde el lecho venoso y capilar está ingurgitado, como los pulmones, meninges,
hígado, bazo y riñones. Se debe a concentraciones de hemoglobina reducida, superiores
a cinco gramos por cada cien mililitros de sangre.
Liman (1867) las halló en casos de ahorcadura y de sumersión. Legroux, en 1877, por
encargo de la Sociedad de Medicina Legal de París, las estudió y llegó a la conclusión de
que sólo indican muerte rápida. Davis (1980), al restarles valor como signo de asfixia,
recuerda que manchas similares se observan en condiciones patológicas como
septicemias y diátesis hemorrágica.
128
Como mecanismo de la formación de estas petequias se ha invocado el estancamiento de
la sangre y la oxigenación deficiente los cuales, al dañar la pared de los capilares, dejan
salir la sangre.
ASPECTOS ESPECIALES
Las asfixias mecánicas se clasifican en cuatro tipos: a) por sumersión; b) por ahorcadura;
c) por estrangulación, y d) por sofocación (véase cuadro 22.1).
Incidencia. De acuerdo con la revisión que Jácome-Segovia (1984) efectúo con el material
del Departamento de Medicina Legal de Costa Rica, en este país la asfixia por sumersión
representa el 68.5 % de los casos de asfixia mecánica sometidos a autopsia medicolegal.
Dicho autor atribuye esa frecuencia a la riqueza hidrográfica de ese país centroamericano.
Fig. 22.2. Sumersión incompleta. Solamente la boca y la nariz están debajo del nivel líquido.
Epiléptica que sufrió convulsiones cuando recogía agua.
Fases clínicas. Antes de que sobrevenga la muerte, la víctima experimenta esta serie de
eventos:
129
laríngeos
Equimosis retrofaringea
Congestión esofágica debajo de la constricción
Ahorcadura
Nudo: típica o atípica Hongo de espuma
Suspensión; completa o incompleta Enfisema acuoso
Surco: duro o blando Manchas de Paltauf
Plancton en médula ósea o corazón
Dilución de la sangre en el corazón izquierdo
Estrangulación Surco completo y horizontal
Por medio de lazo o mano Estigmas ungueales
Fracturas laríngeas
Sofocación Marcas de mordazas en el rostro. Trapos en la boca.
Obturación de orificios Contusión de la mucosa labial
Obstrucción de vías Cuerpo extraño en las vías respiratorias
Compresión toracoabdominal Cianosis en cara y hombros
Sepultamiento Aplastamiento de tronco
Confinamiento Medio sólido en las vías respiratorias
Sudación
Desgaste de uñas
Deyecciones
Finalmente, otro factor que debe tenerse en cuenta es el orden en que se presenten las
insuficiencias respiratoria y cardiaca. Cuando el paro respiratorio precede a la falla del
corazón, como ocurre en la tercera parte de los ahogados, la respiración artificial
inmediata pueda tener éxito.
Síndrome postsumersión
130
En los casos mortales, en el estudio microscópico de los pulmones puede encontrarse:
a) Reacción descamativa, hemorragia e infiltración de leucocitos polimorfonucleares.
b) Neumonitis por aspiración, con formación de membrana hialina en los duetos
alveolares y reacción de cuerpo extraño a las partículas inhaladas.
c) Bronconeumonía o formación de abscesos en los pulmones.
Fisiopatología de la sumersión
El mecanismo de la asfixia por sumersión es algo más complejo que la simple obstrucción
mecánica de las vías respiratorias ocasionada por el líquido inhalado (Polson).
En la sumersión en agua dulce, debido a su bajo contenido de sal (alrededor del 0.5 %)
hay desplazamiento de líquido a la sangre, a través de la pared de los alvéolos
pulmonares. Esto origina aumento del volumen circulante (hiperuolemia), hincha y rompe
los glóbulos rojos (hemólisis), con liberación del potasio que contenían (hiperpotasemia).
En un periodo de dos a tres minutos, la sangre puede bajar su densidad en el 50 %
(hemodilución). De esta manera, el corazón sufrirá los efectos de la anoxia, hipervolemia,
hiperpotasemia e hiponatremia. De la sobrecarga que constituye el aumento de volumen
sanguíneo se origina el edema pulmonar, y de la anoxia y el exceso de potasio se
produce taquicardia y fibrilación ventricular. Aunque el corazón puede continuar latiendo
durante unos minutos después del rescate, se forma edema cerebral por anoxia, que es la
inmediata causa de la muerte en el término de tres a cinco minutos.
En la sumersión en agua salada o marina, cuya salinidad está por encima del 3 %, esta
marcada hipertonicidad produce el desplazamiento de líquido de la sangre hacia los
pulmones. Se origina así un edema pulmonar fulminante con hipovolemia progresiva. El
intercambio de electrolitos del agua de mar a la sangre tiene efectos adversos: aumento
de la viscosidad de la sangre (hemoconcentración) y del nivel de sodio (hipernatremia).
No hay hemólisis y la tensión arterial sistólica se mantiene durante algunos minutos. Hay,
sin embargo, anoxia miocárdica, choque y eventual paro del corazón, dentro de un
periodo que oscila entre ocho y doce minutos.
En términos generales, es posible afirmar que la sumersión en agua salada semeja más
la muerte por asfixia, y que debido a la hemoconcentración que produce es dos veces
más mortal que la sumersión en agua dulce.
Signos de sumersión
Fig. 22.3. “Hongo de espuma”. Bola de espuma que sale por boca y nariz.
Hongo de espuma. Es una bola de espuma blanca o rosada sobre la boca y la nariz (fig.
22.3). Se produce durante las inspiraciones agónicas. La entrada de líquido en las vías
respiratorias provoca la secreción de moco. La mezcla de aire, líquido, moco y, tal vez,
131
surfactante de los pulmones, da lugar a la formación de esta espuma (Manktelow y Hunt,
1967).
Piel y ropas húmedas. Puede revestir importancia cuando están humedecidas por un
material que no es propio del medio líquido en que se encontró el cadáver. Es el caso de
un cuerpo recubierto de lodo que es recuperado de una piscina de aguas cristalinas.
Fig. 22.5. Cutis anserina o “piel de gallina”, signo inespecíico que se debe a rigidez
cadavérica de músculos erectores de los pelos.
Contusiones simples. En la frente, dorso de las manos, rodilla y dorso de los pies. Se
forman cuando el cuerpo toca el fondo del medio de sumersión (fig. 22.6).
Fig. 22.6. Dibujo para señalar las regiones en que el cadáver de un ahogado puede mostrar
contusiones simples al tocar el fondo del medio de sumersión.
Signos internos
Espuma blanquecina. Se encuentra en todas las vías respiratorias (fig. 22.7). Se debe al
mismo mecanismo del hongo de espuma, que es su exteriorización. Puede estar
mezclada con lodo u otro material del medio líquido (cerveza, pintura, etc.).
Fig. 22.7. Espuma blanquecina en vías respiratoria. Nótese el aspecto turgente de los
pulmones por la mezcla del líquido y aire que constituye el “enfisema acouso de Brouardel”
132
Enfisema acuoso de Brouardel. Es el aspecto tumefacto, crepitante, pesado y con
abundante espuma que los pulmones muestran al corte. Su mecanismo es el mismo del
hongo y de la columna de espuma.
Hemorragias en la base del cráneo. Hay dos signos: la hemorragia temporal y la etmoidal.
Hemorragia etmoidal o signo de Vargas Alvarado (fig. 22.8). Fue descrito por nosotros en
1972. Inspirados en el trabajo de Niles, establecimos la hipótesis de que la entrada de
líquido por las fosas nasales podía inducir hemorragia en las celdillas de las láminas
cribosas del hueso etmoides, ubicado en el techo de dichas fosas. Se observa como una
mancha azulosa a cada lado de la apófisis crista galli, en el comportamiento anterior de la
base del cráneo.
Fig. 22.8. Hemorragia del hueso atmoides. Nótese la zona oscura en la línea media del
compartimiento anterior de la base del cráneo.
Deben también advertirse las limitaciones de estos signos. Una es que, a pesar de
tratarse de una sumersión, pueden faltar si existen procesos inflamatorios crónicos que
obstruyan el oído externo o las fosas nasales, respectivamente. La otra limitación es que
pierden valor cuando ha ocurrido un fuerte traumatismo craneano, porque en este caso no
es posible aclarar si la hemorragia ósea se debe a la sumersión o al trauma.
Pruebas de sumersión
133
En 1921, Gettler publicó el método de la determinación de la concentración de cloruros en
sangre tomada de cada una de las mitades del corazón; una diferencia de 25 mg/100 ml
indicaba sumersión.
En 1944, Moritz señaló que el magnesio era más confiable que los cloruros.
En 1941, Incze publicó la prueba de las diatomeas (plancton) que durante veinte años
mantuvo su validez como medio confiable para determinar muerte por sumersión. De
acuerdo con su hipótesis, si se verifica la presencia de esas algas en órganos como el
corazón, o en la médula de huesos largos como el fémur, se puede asumir que la, víctima
estaba viva al caer al agua, porque la circulación de la sangre las había transportado
hasta allí luego de atravesar la pared de los alvéolos pulmonares.
Como dichas algas tienen un caparazón de sílice, era posible calcinar el corazón, el riñón,
el hígado o la médula ósea, y encontrarlas para establecer el diagnóstico.
En 1963, Spitz y cols. cuestionaron esta prueba al demostrar que en el aire de Berlín
pululan las diatomeas y, por lo tanto, era factible que sin haberse ahogado, cualquier
barlinés las tuviese en su sangre.
También debe recordarse que algunos autores han asignado cierto valor forense al
contenido gástrico. Para ello habría que someterlo a un estudio químico y microscópico
comparativo con el medio líquido en que se encontró el cuerpo. Otros le atribuyen valor a
la ausencia de líquido en el estómago, porque la interpretan como signo de que la víctima
ya estaba muerta al sumergirse o que la muerte ocasionada por la sumersión fue rápida.
Problemas medicolegales
134
2. Establecer la causa de muerte. Tener en cuenta que en ocasiones personas
vagotónicas sufren reflejo cardioinhibidor con los primeros sorbos de agua. Aunque
algunos autores hablan de sumersión con pulmón seco, estos casos deben considerarse
como muerte sincopal y no como asfixia por sumersión.
3. Determinar la forma de muerte. Para sumersión accidental son útiles los antecedentes
de impericia para la natación, alimentos en inicio de digestión gástrica que demuestran
sumersión posprandial; amenazas o tentativas suicidas, autolesionismo para sumersión
suicida; lesiones por terceros, mordazas y ataduras, así como grandes pesos para
mantener a la víctima hundida, en la sumersión homicida.
Es la asfixia que se produce por la tracción del cuerpo de la víctima sobre un lazo que así
comprime el cuello y que pende de un punto fijo.
Al nudo que sostiene la cuerda lo denominamos nudo distal, y el que está cerca del cuello
nudo proximal. Este último puede ser fijo o corredizo.
Según la ubicación del nudo proximal, es típica la ahorcadura cuando dicho nudo se
encuentra sobre la línea media posterior del cuello (fig. 22.9). Todas las demás
localizaciones, lateral y debajo del mentón, corresponden a ahorcadura atípica (fig.
22.10).
Fig. 22.9. Ahorcadura típica. El nudo está en la línea media posterior al cuello.
Fig. 22.10. Ahorcadura atípica. El nudo esta por delante del ángulo de la mandibula.
135
Fig. 22.11. Ahorcadura con suspensión completa. Los pies de la víctima están distantes del
suelo.
Fig. 22.12. Ahorcadura con suspensión incompleta. La víctima está apoyada en el suelo y
solamente se reclinó para asfixiarse.
Fig. 22.15. Ahorcadura accidental autoerótica. Nótese el cuello protegido por una toalla:
Debido a la presión que la cuerda ejerce sobre la piel, el surco es duro si ha quedado una
marca profunda (fig. 22.13), y es surco blando cuando la marca es superficial y aun
deleble (fig. 22.14).
La forma homicida es rarísima y suele diagnosticarse por los otros medios de agresión
con que la víctima es reducida a la indefensión.
La ahorcadura judicial existió hasta hace algún tiempo en países como Inglaterra.
Desde un punto de vista preventivo, debe destacarse el estudio de Jordan y cols. (1987),
que ha demostrado que la ahorcadura suicida en las cárceles suele ocurrir poco después
de la detención, durante las primeras horas de la madrugada v en individuos que tienen
diversos grados de intoxicación alcohólica aguda.
Periodo mortal. La muerte, por lo común, ocurre dentro del término de cinco a ocho
minutos. En la ahorcadura judicial con precipitación, la muerte era instantánea debido a la
laceración de médula espinal, consecutiva a la fractura de la tercera y cuarta vértebras
cervicales, aunque el corazón podía seguir latiendo durante quince a veinte minutos
(Parikh).
Síndrome posahorcadura
136
Aparte del surco que puede ser visible por varios días, los sobrevivientes han mencionado
disfonía, disfagia, dolor en el cuello, paresias en miembros, vejiga y recto, confusión
mental, amnesia y bronconeumonía. En un raro caso del que Thomas y Klzcyskens
(1962) informan, una mujer de 63 años, neurótica, que fue descolgada oportunamente,
falleció quince días después de su tentativa a causa del daño cerebral que se originó
debido a la compresión de sus arterias carótidas durante la suspensión.
Fisiopatología de la ahorcadura
Las venas yugulares, las arterias carótidas las vías aéreas y los nervios vagos pueden ser
afectados.
Los efectos dependen sobre todo del grado de suspensión. Basta una fracción del peso
del cuerpo, en una posición semirreclinada, para ocluir los vasos sanguíneos del cuello y
la vía respiratoria.
Signos de ahorcadura
Son externos e internos. En los dos tipos, los signos de mayor importancia diagnóstica se
localizan en el cuello.
Signos externos
137
Fig. 22.16. Surco de ahorcadura, con dirección oblicua, fondo de apergaminado y bordes
congetivos.
Rostro. Suele ser pálido (ahorcado blanco) cuando se trata de un ahorcado simétrico,
como en el nudo de posición típica. En tal caso se comprimen por iguales las arterias y
venas de ambos lados del cuello, y se produce una isquemia cefálica. En cambio, si el
nudo es asimétrico se origina el rostro congestivo y cianótico del ahorcado azul. Es
importante la presencia de saliva en la comisura labial del lado opuesto al nudo, pues
constituye un signo antemortem que obedece a la estimulación de las glándulas salivales
por medio del nudo. La lengua puede estar saliente debido a la presión del lazo sobre su
base, en tanto que la cabeza se reclina hacia el lado opuesto al nudo.
Genitales externos. En las víctimas masculinas puede haber erección ocasionada por
congestión pasiva de los centros en la parte baja de la médula espinal. También es
posible observar la salida de semen debido a la relajación de los esfínteres (fig. 22.17).
Mitad inferior del cuerpo. Se distribuyen las livideces, por debajo del ombligo, incluyendo
las manos (fig. 22.18). A causa de la sobredistensión de la fuerza de gravedad pueden
romperse capilares y explicar las livideces en punteado, con zonas de extravasación
sanguínea.
Signos internos
Fig. 22.18. Livideces en un caso de ahorcadura por suspensión completa. Se extiende por
debajo del ombligo, incluyendo manos y miembros inferiores.
Óseos. Son raros y pueden consistir en fracturas del hueso hioides, de los cartílagos
tiroides y cricoides, y menos frecuentemente de las primeras vértebras cervicales. En la
ahorcadura judicial, en cambio, era frecuente la i fractura de la tercera y cuarta vértebras
cervicales y, a veces, de la segunda.
138
Laríngeos. Ruptura de cuerdas vocales (signo de Bonnet).
Problemas medicolegales
Para la accidental autoerótica, se observa cuello protegido, cadáver desnudo o con ropas
del sexo opuesto, y en ocasiones con aditamentos en los genitales; también suele haber
libros, dibujos o fotografías pornográficos.
139
Es la asfixia producida por la compresión del cuello mediante una cuerda que lo rodea,
por las manos del agresor o por objetos cilíndricos.
Fisiopatología de la estrangulación
Periodo mortal
Puede ser de segundos en la estrangulación por medio de lazo y hasta de veinte minutos
en la estrangulación manual de un adulto que opone resistencia.
En los casos de reflejos vagales inhibidores del corazón, la muerte puede ser instantánea.
140
Signos de estrangulación
Signos externos
Fig. 22.19. surco de estrangulación horizontal, completo y a nivel o por debajo de la “nuez
de Adán”.
Fig. 22.20. Estrangulñación a mano. Marca del pulgar sobre el lado derecho del cuello.
Lengua. Puede presentar como signo antemortem la mordedura, al ser proyectada entre
los dientes (signo de Zitkov). Este autor soviético insiste en el valor de la hemorragia en el
tejido conjuntivo papilar comprobada en el estudio microscópico, para verificar el carácter
antemortem de la lesión (fig. 22.22).
Fig. 22.21. Direccion de las marcas de dedos para establecer la posición del agresor con
respecto a la víctima: a) homicida frente a la víctima; b) marcas de dedos siguen la línea
oblicua hacía abajo y atrás; c) homicida detrás de la víctima; d) marcas de dedos siguen la
línea oblicua hacía abajo y adelante.
Signos internos
Fig. 22.22. Signo de Zitkov. Hemorragía en la punta de la lengua producida al ser proyrctada
entre los dientes durante la estrangulación.
141
Conviene destacar la importancia del hueso hioides. Es un hueso en forma de "U", que
consta de un cuerpo que tiene un cuerno mayor y un cuerno menor a cada lado. El cuerno
menor es una pequeña eminencia cónica situada en el ángulo de unión del cuerpo con
cuerno mayor (fig. 22.23).
Fig. 22.23. Anatomía del hueso hioides: a) cuerpo, b) asta menor, c) asta mayor.
Las lesiones más comunes del hioides son las fracturas. Pueden ocurrir en la
estrangulación, en la ahorcadura y en el aplastamiento del cuello ocasionado por un
vehículo automotor. Después de los cuarenta años el hueso está completamente osificado
y puede entonces fracturarse con facilidad.
142
4. Esta falta de fusión unilateral del cuerno mayor se observa en más de un tercio de las
mujeres. Puesto que en este sexo es más frecuente el homicidio por estrangulación
manual, el médico forense debe ser muy cuidadoso para no confundir con fractura lo que
en realidad es simplemente falta de fusión.
Problemas medicolegales
5. Identificar al autor de la estrangulación. Para ello pueden ser útiles las marcas de uñas
que muestra en el rostro, hombro derecho, dorso de los antebrazos hacia el borde radial,
y en dorso de las manos, especialmente sobre el pulgar y el índice (Härm y Raes, 1981).
143
La forma accidental se observa en recién nacidos, ebrios y epilépticos que se quedan
dormidos o inconscientes sobre objetos blandos (almohadas, colchones, etc.) en decúbito
ventral ("boca abajo").
Fig. 22.25. Asfixia por obturación de orificios respiratorios con la mano del agresor: lesiones
en labios de la víctima.
La asfixia es causada por un cuerpo extraño que se atora en las vías respiratorias.
b) En los adultos jóvenes y de mediana edad suelen ser alimentos poco masticados,
como fragmentos de carne (fig. 22.26).
Fig. 22.26. Asfixia por obturación de vías respíratorios por fragmento de carne poco
masticada.
144
La modalidad suicida se ha descrito en enfermos mentales, que se introducen pañuelos y
otras prendas.
Signos. Los signos de obstrucción respiratoria son los que se enumeran a continuación:
1. Signos generales de asfixia.
2. Cuerpo extraño en las vías respiratorias.
3. En ocasiones, inflamación aguda concomitante.
Sofocación por compresión toracoabdominal
La asfixia es causada por la inmovilización de la pared de tórax y abdomen debida al
agente que la comprime.
Etiología. La más frecuente es la accidental. Se ha observado en accidentes de trabajo
cuando un derrumbamiento deja al obrero con el tórax y el abdomen comprimidos por un
terraplén, por un tronco de árbol o por una enorme piedra.
En accidentes de tránsito, el conductor puede quedar comprimido entre el volante y el
respaldo de su asiento. En el caso con que se ilustra este tipo de asfixia, la víctima, quedó
prensada entre dos coches en una colisión ferroviaria.
Multitudes presas de pánico o que han perdido el equilibrio han aplastado a personas
atrapadas bajo su peso. Así, puede citarse el caso de un teatro de Sunderland, en 1883,
donde alguien gritó "fuego" y los niños que asistían a la función corrieron asustados, para
morir 202 de ellos asfixiados al encontrar cerradas las puertas de salida. Otra asfixia
masiva de este tipo ocurrió en 1896, en Moscú, durante las fiestas de coronación del zar,
cuando la disputa por la comida servida al público dio como resultado la muerte de 1 500
personas.
En nuestros tiempos, el fútbol ha dado origen a dos desastres de esta naturaleza. Uno
ocurrió en Ibrox Park, Escocia, en enero de 1971. Al finalizar un partido presenciado por
ochenta mil aficionados se produjo una avalancha hacia las salidas, se derrumbó una
barrera y resultaron asfixiadas 66 personas y centenares heridas. En 1964, en Lima, Perú,
también en un juego de fútbol 350 personas murieron con motivo de una estampida.
La etiología homicida es rara. Históricamente, 'se menciona el caso de los ingleses Burke
y Hale, quienes a principios del siglo XIX mataban a sus víctimas mediante este tipo de
asfixia, con el propósito de vender los cadáveres a los anfiteatros de anatomía de
Edimburgo.
145
Sofocación por carencia de aire respirable
Confinamiento
En el caso que ilustra este tema, se trataba de un niño retrasado mental que se encerró
en el compartimiento de un refrigerador abandonado. Su cuerpo fue hallado días después
en estado de putrefacción (fig. 22.28).
Fig. 22.28. Asfixia por confinamiento. Niño retrasado mental que se encerró accidentalmente
en el compartimiento de un refrigerador abandonado. Su cadáver fue hallado en
putrefacción.
Las bolsas de material plástico han servido para que los niños se asfixien accidentalmente
al meter en ellas sus cabezas. Pero también han sido el medio de asfixias accidentales
autoeróticas en adultos, que al buscar un estado de hipoxia con fines de placer introducen
la cabeza en la bolsa, la cual además cierran mediante una cuerda que la adapta al
cuello.
Mecanismo. Es mixto. Además del factor mecánico, intervienen aspectos químicos; por
ejemplo, el agotamiento de oxígeno y la acumulación de gases como el bióxido de
carbono.
Signos.
Los signos de confinamiento son los siguientes:
146
Etiología: la más frecuente es la accidental. Se trata de ebrios, epilépticos o niños que se
precipitan en silos para almacenar granos; o bien de personas sepultadas bajo
desprendimientos, aludes, etcétera.
Hemos tenido ocasión de estudiar casos de accidente de trabajo, en los cuales obreros
que laboran en excavaciones fueron sepultados completamente al derrumbarse uno de
los costados (fig. 22.29).
1. Ante todo, establecer que se trata de muerte por sumersión y no de cuerpo sin vida
lanzado al medio líquido.
147
4. Descartar muerte súbita a causa de enfermedad de arterias coronarias, corazón,
cerebro, aorta y pulmones, principalmente.
9. Raspar el reborde de la uña en busca de indicios que puedan correlacionarse con las
circunstancias del hecho.
3. Indicar que se descuelgue el cadáver sin deslizar la cuerda para evitar artificios en la
viga o rama.
5. Correlacionar la posición del nudo proximal con los cambios de color y volumen del
rostro.
10. Enfermedad incurable y mortal a corto plazo como motivación para el suicidio.
148
2. En la estrangulación por medio de lazo es preciso establecer el diagnóstico diferencial
con la ahorcadura (Bonnet). (Véase cuadro 22.2.)
149
ASFIXIA POR SUMERSIÓN
150
10. A pesar de la confesión del presunto homicida, ¿pudo deberse la muerte a causas
naturales?
11. ¿Coincide la hora de la muerte con la presencia del presunto homicida?
12. En el manejo de la obstrucción de vías respiratorias, ¿hubo impericia o negligencia
hospitalaria?
151
HERIDAS OCASIONADAS POR ARMA BLANCA
Las armas blancas suelen estar constituidas por tina lámina metálica, con filo en uno o
más bordes, y la cual puede tener un extremo agudo. En otros casos, consisten en un
objeto cilíndrico o prismático que posee un extremo puntiagudo.
E1 brillo metálico podía a veces confundirse con el color blanco, de ahí el adjetivo con que
se califica a estos instrumentos. Las lesiones que producen pueden distinguirse en:
heridas extendidas predominantemente en superficie, heridas extendidas
predominantemente en profundidad, y tipos particulares de heridas (cuadro 23.1).
Fig. 23.1. Herida incisa. Bordes lienales que se unen en una cola de entrada, corta y
profunda, y otra cola de sálida, larga y superficial.
HERIDAS INCISAS
Estas heridas se producen por el deslizamiento del borde afilado de instrumentos que por
lo general, tienen poco peso, como la hojilla de afeitar o un fragmento de vidrio. Por esta
razón, deben hundirse en el comienzo de la incisión, lo que origina la cola de entrada;
mientras que, por el contrario, son extraídos al finalizarla, y se explica así la cola de salida
(fig. 23.2).
Sin embargo, ocasionalmente estas heridas pueden ser producidas por un instrumento
pesado, como el machete, si actúa sólo por deslizamiento de su borde afilado. En este
caso, ambas colas suelen ser largas y de profundidad semejante (fig. 23.3).
Fig. 23.3. Herida incisa producida por machete. Ambas colas son largas y superficiales. Por el peso
del instrumento no es necesario hundirlo en la cola de entrada. Esta misma razón explica la
profundidad en la parte central de la herida, a lo cual contribuyó la convexidad propia de la espalda.
Por lo común, las heridas incisas son de carácter suicida. Como tales se les puede
encontrar en el cuello, pliegue de flexión del codo, superficie anterior del antebrazo y
superficie medial del tobillo (fig. 23.4).
Fig. 23.4. Herida incisa en la parte interna del tobillo. La localización de la cola de entrada
(abajo) y la de la cola de sálida (arriba) permitieron establecer el carácter suicida de la
lesión.
152
Heridas de vacilación. Constituyen una variedad de las heridas incisas. Expresan el
estado de titubeo o indecisión del suicida. Por lo regular, son heridas superficiales que
acompañan a la lesión mortal (fig. 23.5).
Fig. 23.5. Heridas de vacilación. Son superficiales y paralelas a la herida principal. Indican el
titubeo del autor.
HERIDAS CONTUSOCORTANTES
Constan de bordes, que se continúan por paredes, las cuales se unen en un fondo. Los
bordes son lineales y a menudo equimóticos. Las paredes son planas y lisas,
características que las diferencian de las heridas contusas. El fondo suele ser uniforme, y
cuando afecta el hueso reproduce la sección del instrumento (fig. 23.6).
Fig. 23.6. Herida contusocortante. Bordes lienales, equimoticos, paredes planas y fondo
regular, que puede afectar hueso.
153
Las armas causales actúan por el impacto de su peso y el deslizamiento de su filo (fig.
23.7). Debido a que tienen una hoja metálica larga (machete) o un mango largo de
madera (hacha), confieren a quien las blande la ventaja de la distancia. Esto las convierte
en armas de agresión.
Fig. 23.7. Mecanismo de acción de un instrumento contusocortante. Actúa por peso y luego
por deslizamiento.
Las heridas contusocortantes son frecuentes en las zonas bananeras de América Latina,
donde el machete es un instrumento de trabajo.
Cuando el corte oblicuo se realiza en una región convexa, es posible que se desprenda
un disco de tejidos blandos (fig. 23.9).
Fig. 23.9. Herida contusocortante “en disco”, por corte oblicuo, región convexa.
Son producidas durante los movimientos instintivos de la víctima, que trata de protegerse
de la agresión usando sus miembros.
Fig. 23.10. Herida de defensa entre los dos primeros dedos de la mano de la víctima.
Fig. 23.13. Hrida punzocortante. Bordes lienales que se unen en un extremo agudo y otro
extremo en escotadura. Su contorno asemeja un “pececito”
Fig. 23.14. Dibujo para mostrar la forma perpendicular a la piel en que el arma punzocortante
es hundida en el cuerpo de la víctima.
Fig. 23.15. Herida punzante en la línea media del pecho. Fue producida por una aguja para
obtener muestras de medula osea del esternon.
HERIDAS PUNZOCORTANTES
154
Constan de un orificio de entrada, un trayecto y, a veces, de un orificio de salida.
Orificio de entrada. Tiene bordes lineales, curvos, que se unen en un extremo agudo y
otro extremo obtuso, en forma de muesca o escotadura. Estas características recuerdan
el contorno de un pececito (fig. 23.13).
Estas heridas se infligen mediante instrumentos de hoja triangular con filo en uno o ambos
bordes, los cuales se unen en un extremo agudo. Tomados por el puño, con la hoja
debajo del borde cubital del antebrazo del agresor, se descargan con fuerza, de forma
más o menos perpendicular, sobre el cuerpo de la víctima (fig. 23.14). Penetran por la
separación sucesiva de tejidos.
Trayecto. De este modo se origina el trayecto, que puede constituir un conducto completo
o terminar en fondo de saco, cualquiera de ellos único o múltiple, según el número de
penetraciones sin que el arma se haya extraído totalmente.
Fig. 23.16. Herida punzante del caso anterior en su entrada al saco pericárdico, que
finalmente penetró en el corazón.
Por lo común, estas heridas son de carácter homicida (figs. 23.15 y 23.16). Entre los
instrumentos que las producen se cuentan el puñal, el cuchillo de punta (de cocina) y el
cortaplumas. Las heridas ocasionadas por tijeras constituyen una variedad de las
punzocortantes. Se caracterizan por la forma del orificio de entrada, que puede asumir
dos aspectos. Cuando se introducen las dos ramas cerradas, hay un orificio único, en
forma de ojal o de rombo, pero si se introducen las dos ramas abiertas, se originan dos
fisuras, a veces con una pequeña cola debida al borde cortante de cada rama. Las fisuras
de entrada son continuadas por trayectos divergentes, que en conjunto dibujan una "V"
invertida completa o incompleta, según se unan o no en el vértice (fig. 23.17).
Fig. 23.17. Herida por tijeras. Las dos ramas causan heridas de trayecto divergente en “V”
invertida.
HERIDAS PUNZANTES
155
Fig. 23.18. Mecanismo de acción de un instrumento punzante. Es asestado sobre el cuerpo
de la víctima en dirección perpendicular y va separando las fibras de los diferentes tejidos.
Las heridas punzantes son producidas por instrumentos de lámina de sección reducida,
carente de bordes cortantes, la cual termina en un extrema agudo.
Ejemplo de este tipo de instrumento son el punzón, el picahielo, una espina, una aguja de
tejer o los cuernos del ganado.
El problema medicolegal que suele presentar es que la lesión interna puede ser muy,
severa (perforación del corazón o de vasos importantes), mientras el orificio de entrada es
diminuto y puede pasar inadvertido, especialmente en regiones como la axila o el pliegue
submamario en mujeres obesas.
Son heridas en la parte anterior del cuello. Interesan las arterias y venas que corren a
cada lado; en ocasiones comprometen también la tráquea.
Fig. 23.19. Degüello suicida. La herida principal en el cuello muestra heridas superficiales de
vacilación o retomas.
En el degüello homicida, la herida suele ser más profunda y de dirección horizontal. Por lo
general secciona la tráquea (fig. 23.20). Son producidas por instrumentos punzocortantes
de hoja larga, o contusocortantes. Pueden acompañarse de heridas de defensa. A veces,
la muerte se debe a la inundación del pulmón por sangre broncoaspirada.
Fig. 23.20. Degüello homicida. Se caracteriza por la profundidad de la herida que alcanza
estructuras profundas del cuello, con la traquea.
La causa de muerte puede ser hemorragia, por bronquioaspiración de sangre que cae en
la tráquea por la presión arterial, o por embolia gaseosa al aspirar aire la presión negativa
de alguna vena yugular seccionada.
156
HERIDAS PASIONALES
PROBLEMAS MEDICOLEGALES
1. Diagnóstico de herida ocasionada por arma blanca. Las incisas, con sus Gulas suelen
no ofrecer problema diagnóstico, y tampoco las punzocortantes. Las contusocortantes
deben ser diferenciadas de las contusas. Hay que recordar que las primeras son de
paredes planas y lisas, mientras que las segundas tienen los llamados "puentes
dérmicos". Las heridas punzantes suelen confundirse con heridas por arma de fuego,
especialmente porque el orificio es circular y muestra anillo de contusión. El estudio
radiológico que no detecta partículas metálicas, al igual que la ausencia de pólvora y
humo, aclaran el diagnóstico (véase cuadro 23.1).
Fig. 23.21. Líneas de Filhos-Langer o de clivaje de la piel. Las heridas paralelas a estas
líneas coaptan facilmente sus brodes. Las heridas transversales a esas líneas se deforman
por separación de sus bordes.
En nuestra casuística solamente hay un caso de homicidio por herida incisa. Se trata de
un hombre que dormía cerca de una ventana. El homicida lo degolló con una hojilla de
afeitar mientras dormía, para lo cual introdujo el brazo a través de la ventana.
La herida punzocortante suele ser homicida, aunque con menos frecuencia es suicida.
157
La punzante, producida por medio de picahielo, ha sido clásicamente una herida
homicida. Tiene la gran ventaja de alcanzar órganos vitales a través de un orificio poco
perceptible. En un caso que atendimos, un esquizofrénico se suicidó con un clavo que
introdujo en el cerebro con la ayuda de una piedra.
d) Número de heridas: su elevado número como criterio de homicidio tiene valor cuando
se trata de heridas graves y distribuidas en diferentes regiones del cuerpo.
e) Daño en las ropas: el principio de que el suicida desnuda la región en que se va a
infligir la herida mortal ha sido criticado como una de las falacias de la patología forense,
por autores de prestigio como el colombiano César Augusto Giraldo.
Coincidimos con él en cuanto al valor absoluto de tal postulado. Sin embargo,
reconocemos siempre algún mérito como sugestivo de homicidio al hecho de que las
ropas estén seccionadas y haya coincidencia entre el daño que muestran y las heridas
mortales en la víctima.
Fig. 23.22. Caso de heridas producidas por la misma arma punzocortante, donde la variedad
de formas fue debida a la diferente dirección en que se seccionaron las líneas de Filhos-
Langer en cada región.
158
b) Artificios sobre aspectos métricos: se refieren al diagnóstico del ancho y del largo de la
hoja, especialmente en armas punzocortantes.
6. Identificación del agresor. Puede efectuarse a partir de alguna orientación que los
grupos sanguíneos proporcionen. Para el' conviene hacer una adecuada recolección de
indicios en la escena del hecho, en las ropas y en el cuerpo de la víctima. En ocasiones,
como se observa en los duelos con machete en algunas regiones de Costa Rica, el
agresor pudo haber resultado herido por el arma de la víctima, y las manchas que en ésta
se recogieron suelen constituir una prueba importante.
Fig. 23.23. La longitud de la herida puede ser mayor que el ancho de la hoja del arma
punzocortante. Esto ocurre cuando es desplazada a lo largo de la herida una vez hundida en
el cuerpo de la víctima.
Fig. 23.24. El trayecto del arma puede alcanzar planos mas profundos que la longitud de la
hoja. Esto ocurre en las heridas penetrantes cuando se hace presión en paredes elásticas
del cuerpo, como la pared anterior del abdomen.
159
SINOPSIS PARA EL ABOGADO
160
HERIDAS CAUSADAS POR ARMAS DE FUEGO
Las armas de fuego son instrumentos que disparan un proyectil por la acción de una carga
explosiva u otro medio de impulso, a través de un cilindro metálico.
Para fines medicoforenses interesan, en particular, las armas portáti1es, las cuales com-
prenden cinco categorías: las armas manuales; b) rifles; c) escopetas; d)
subametralladoras, y e) ametralladoras, También se explica el calibre y la munición.
ARMAS MANUALES
Pistolas de un solo tiro. Constan de una cámara integrada con el cañón. Esta arma debe
ser cargada manualmente para cada disparo.
Derringers. Constituyen una variante de las pistolas de un tiro. Son pequeñas armas de
bolsillo que tienen múltiples cañones, cada uno de los cuales se carga y dispara separada-
mente. La derringers tradicional tiene dos cañones.
Revólver. Es el tipo más empleado de arma manual. Debe su nombre a un cilindro giratorio
que contiene varias cámaras donde se alojan los proyectiles (fig. 24.1) El cilindro rota
mecánicamente y de forma sucesiva alinea cada cámara con el cañón y el disparador.
Fig. 24.1. Partes principales del revolver: Fig. 24. 2. Conte transversal del cañon para
a) revolver o mazorca; b) empuñadura; mostrar: a) crestas; b) valles; c) calibre.
b) c) gatillo; d) martillo.
Delante del cilindro está el cañón y detrás la empuñadura, que permite que el arma sea
sostenida por una mano.
En su superficie interna o anima, el cañón muestra hendiduras en espiral. que tienen por
finalidad comunicar al proyectil un movimiento de hélice que le da estabi1idad y precisión.
Dichas hendiduras comprenden crestas y valles (fig. 24.2), elementos ambos constituyen
las estrías (fig. 24.3) La abertura anterior del cañón se llama boca de fuego.
Fig. 24. 3 Anima o superficie interna Fig. 24. 4 Partes principales de la pistola:
del cañon para mostrar la dirección a) empuñadura; que aloja el cargador o
161
de las estrias. Magazine; b) gatillo; c) tope de recamara;
d) recámara.
FIG. 24.6 Carro deslizador con obturador (a y b); y carro deslizador con extractor(c).
El extractor es una especie de uña cuya función es extraer el casquillo percutido o el tiro
sin percutir. Lo primero se hace de forma automática, y lo segundo manualmente. Por su
parte, el eyector impulsa el casquillo percutido o el tiro sin percutir a través de la abertura
del carro deslizador.
Se llama armas semiatomáticas a aquellas en que es necesario oprimir el gatillo cada vez
que se desee disparar.
RIFLES
Son armas de cañón estriado. En los Estados Unidos, la ley exige una longitud mínima del
cañón de 16 pulgadas (40 centímetros, Los rifles deben apoyarse en el hombro para ser
disparados.
ESCOPETAS
Tienen un cañón liso y disparan perdigones. Las leyes estadounidenses exigen una
longitud mínima del cañón de 18 pulgadas (45 centímetros). Para ser disparadas, también
se apoyan en el hombro.
SUBAMETRALLADORAS
Son armas con capacidad de disparo automático. El cañón es estriado y disparan mu-
nición de pistola. Pueden apoyarse en el hombro o en la cadera para ser disparadas.
AMETRALLADORAS
Tienen capacidad de disparo automático completo. Emplean munición de rifle, que puede
suministrarse en fajas y, en algunas. en magazine. Por lo general. deben ser operadas
por una dotación de varias personas.
CALIBRE
Es el diámetro interno del cañón. medido de una cresta a otra.. Corresponde a su lumen
antes de grabar las estrías.
162
El sistema estadounidense emplea milésimas de pulgada. Tiene gran anarquía. El calibre
de Savage .303 dispara proyectiles de 308 milésimas pulgadas de diámetro mientras el
proyectil británico .303 tiene un diámetro de 312 milésimas de pulgada.
El sistema europeo sigue el sistema métrico y es más lógico. Expresa el diámetro del
proyectil y la longitud del cartucho en milímetros, e incluye una letra mayúscula que
identifica el tipo de cartucho. Así, el 7.62x54 mm R significa: 7.62 es el diámetro del
proyectil, 54 mm es la longitud del cartucho, con reborde que se expresa por la letra R.
Para casquillos con semirreborde se emplea SR; para los casquillos con pretina se agrupa
la B (belted). Los casquillos sin reborde no se designan con letra alguna. El término
magnum para munición de rifle se refiere a carga extrapoderosa en un proyectil, ya sea
por el empleo de mayor cantidad de pólvora o por el uso de un tipo diferente de ésta.
MUNICIÓN
Cartucho o casquillo
Por lo general se fabrican de latón (70de cobre y 30 % de cinc), y con menos frecuencia,
de acero. La principal función del cartucho es expandirse y sellar la cámara para evitar
que los gases escapen cuando el proyectil se dispara. En este momento, la presión de los
gases producidos por la combustión de la pólvora expande el cartucho contra las paredes
de la cámara.
El cartucho consta de cabeza (o base), bordes. cuerpo, cuello y boca (fig. 24.7).
FIG. 24.7 Casquillo: a) marca del percutor, b) cara de la cabeza donde marca el percutor, c)
marca del eyector; d) marcas del obturador.
1. Cartuchos con borde. Tienen una pestaña extractora mayor que el diámetro del
Casquillo: a) marca del percutor; b) cara de la cabeza donde marca el percutor; c) marca
del eyector; d) marcas del obturador, cuerpo del cartucho, la cual se designa mediante la
letra R al final del calibre,
2. Cartuchos con semiborde. Cuya pestaña extractora es también mayor que el diámetro
de! cuerpo del cartucho, pero tiene, además, un surco alrededor del cuerpo, enfrente de la
pestaña. En la designación métrica se emplea la letra SR.
3. Cartuchos sin borde. Tienen una pestaña extractora cuyo diámetro es igual al del cuerpo
del cartucho, también tienen un surco alrededor del cuerpo, frente a la pestaña. En el
sistema métrico no se emplea letra alguna para este tipo.
4. Cartuchos con cintura o rebajado. Tienen una pestaña extractora cuyo diámetro es
menor que el del casquillo. Hay un surco alrededor del cuerpo, frente a la pestaña. En la
designación métrica le corresponde RB.
163
5. Cartuchos encintados. Tienen un cinturón pronunciado. que circunda el cuerpo del
cartucho, frente al surco del cuerpo. El diámetro de la pestaña es imperceptible. Su
designación métrica es B.
En la cabeza del cartucho,, las fibras acostumbran estampar letras., números, símbolos y
marcas. Los cartuchos militares suelen incluir además el año de fabricación y el calibre,
aunque en época de guerra pueden prescindir de todo signo. Para la identificación del
arma, el cartucho puede mostrar marcas útiles, sobre todo en la cabeza y los bordes. Estos
signos corresponden al percutor, extractor y eyector y obturador (fig. 24.7)
Fulminantes
Hay dos tipos de fulminantes: Boxer y Berdan. Los cartuchos estadounidenses de per-
cusión central tienen fulminante Boxer. Este consiste en una copa de latón o metal dorado,
un perdigón con un explosivo sensible, un disco de cartón y un yunque de latón. El ful-
minante Boxer tiene un solo orificio de llama grande en el fondo del casquillo.
Pólvoras
Hasta fines del siglo XIX se empleó la pólvora negra. que era una mezcla de carbón, azufre
y nitrato de potasio. El carbón actuaba como combustible; el nitrato de potasio como
suministrador de oxígeno, y el azufre facilitaba la ignición. Al quemarse en condiciones
adecuadas, la pólvora negra produce el 44% del peso original en gases y el 56% en
residuos sólidos, que se manifiestan como humo blanco, denso.
La pólvora blanca, conocida como pólvora sin humo o pólvora piroxilada, tiene dos tipos
fundamentales: la nitroglicerina o dinamita y la nitrocelulosa o algodón pólvora.
Las pólvoras de nitroglicerina poseen una energía superior a las de nitrocelulosa. Sin
embargo, presentan el inconveniente de deteriorar rápidamente el cañón a causa de la
oxidación, el calor las grandes presiones.
164
Si se le aplican revestimientos especiales se logra que al principio se queme lentamente y
de forma rápida al final. El grafito se emplea como envoltura para eliminar la electricidad
estática facilitar el flujo de pólvora mientras se cargan los cartuchos. Los granos de pólvora
sin detonar tienen un tinte verde pálido.
Debido a las restricciones en la venta y depósito de pólvora negra, que tiene gran riesgo
explosivo, se desarrolló el “Pirodex" para las armas que sólo pueden emplear pólvora
negra. En realidad. es una variante “sintética” que ene alrededor tiene alrededor de 88% de
peso de pólvora negra. Es más segura y no está sometida a las restricciones de
aquéllahumo fue sintetizada por primera vez por el químico francés Veille, En 1884.
Mediante alcohol y éter redujo la nitrocelulosa o un coloide gelatinoso que podía enrollarse
en láminas y cortar en hojuelas. En 1887, Alfredo Nobel desarrolló una forma algo diferente.
En 1933. Winchester introdujo la pólvora en bolas, en la cual la nitrocelulosa. en vez de ser
coloidal está disuelta completamente, y al ser agitada constituye los granos de pólvora, que
pueden presentarse en discos, hojuelas o cilindros.
Mediante.
De una manera general, la bala o proyectil propiamente dicho consta de base, cuerpo,
ojiva, y nariz (fig. 24. 8).
Fig.24.8 Tiro o proyectil con a) base de cartucho, b) reborde del cartucho, c) cuello del
cartucho, d) boca del cartucho, e) base o cabeza de bala, f) cuerpo y ojiva de la bala, g) nariz
de la bala.
Proyectiles blindados. Tienen un núcleo de plomo o acero recubierto por metal dorado
(cobre y cinc), cobre-níquel, o aluminio. Su espesor varía entre 0.0165 y 0.030 pulgadas.
El blindaje puede ser completo o parcial. Este último tipo se observa en la munición de
rifle de alta velocidad empleado en cacería, y en las nuevas pistolas automáticas y
revólveres de alta velocidad.
En el proyectil disparado. las marcas útiles para identificar el arma están en las caras la-
terales del cuerpo. Esta superficie, que es lisa en el proyectil no usado, muestra estrías
después de que ha pasado ajustadamente por el cañón,
El médico que extrae un proyectil del cuerpo de la víctima debe evitar hacerlo con pinzas,
las cuales pueden alterar esas estrías. Posterormente es necesario que mediante un
objeto duro punzante estampe algún signo especial en la base, que le permita reconocer
165
el proyectil durante el desarrollo del juicio.
ASPECTOS DE BALÍSTICA
Dentro de ella, el estudio de las heridas puede considerarse como una subdivisión de la
balística terminal, que aborda los movimientos y efectos del Proyectil en los tejidos.
En virtud de su movimiento, un proyectil disparado por lila arma de fuego posee energía
cinética. Dicha energía depende ole su peso y de su velocidad:
En cambio, en el caso del proyectil de alta velocidad, conforme penetra en el cuerpo hay
un “chapoteo de cola” o lanzamiento hacia atrás de tejido lesionado. En un recorrido por el
cuerpo, el proyectil crea una cavidad temporal cuyo diámetro máximo puede ser hasta
treinta veces el diámetro del proyectil original. El diámetro mayor de esa cavidad sé pro-
duce en el lugar de promedio máximo de perdida de la enrgia cinética, Dicha cavidad
ondula durante 5 a 10 milisegundos antes de quedar reducida al trayecto permanente. En
los rifles de alta velocidad, la expansión de las paredes de la cavidad temporal es capaz
de causar severo daño. Se pueden desarrollar presiones de 100 a 200 atmósferas. que
lesionan vasos sanguíneos, nervios y órganos, a una distancia considerable del trayecto
del proyectil. Así pueden producirse fracturas sin que haya existido contacto directo entré
el hueso y el proyectil. En la herida alternan presiones positivas y negativas, con succión
de material extraño y bacterias en el nivel del orificio de entrada y del de salida.
166
consecuencia las cavidades temporal y permanente producidas en el hígado son más
grandes que las que se forman en el músculo. En el pulmón que tiene una densidad muy
baja ( de 0.4 a 0.5) y un elevado grado de elasticidad, se forma una pequeña cavidad
temporal, se forma muy poca destrucción de tejído.
La perdida de energía a lo largo del trayecto no es uniforme, las variaciones dependen del
trayecto del proyectil, o de los cambios en la densidad de los tejidos. Un aumento en la
pérdida de energía cinética se refleja en el agrandamiento del diámetro de la cavidad
temporal.
2. Angulo de desviación del proyectil en el momento del impacto. Como tal se define la
desviación del eje mayor del proyectil con respecto a su línea de vuelo: cuanto mayor sea
este ángulo con al chocar con el cuerpo, más grande será la perdida de energía.
4, Densidad, fuerza y elasticidad del tejido. A mayor densidad, más retardo y mayor la
pérdida de energía cinética. El aumento en la densidad aumenta la desviación, así como
el acortamiento del periodo de rotación. Todo ello conduce a un retardo mayor y a una
mayor pérdida de energía cinética.
La llama que producen los gases incandescentes tiene una longitud que oscila entre 2.5 y
5 cm en las armas manuales Sólo reviste importancia en los disparos de contacto y en los
167
efectuados a corta distancia.
Los gases producidos por ignición de la pólvora carecen de oxígeno. Al salir por la boca
de fuego a elevadas temperaturas reaccionan con el oxígeno de la atmósfera y producen
el llamado “destello del cañón”, que no debe confundirse con la llama.
FUNCIONES DEL
LABORÁTORIO
DE BALÍSTICA
7. Pruebas de la tensión del gatillo y del funcionamiento y seguridad general del arma
(son importantes para evitar disparos accidentales.
168
esta manera puede examinarse simultáneamente una porción de dos proyectiles o
cartuchos diferentes en un solo campo microscópico y determinar puntos de similitud y
diferencias entre ellos.
HERIDAS
Las lesiones producidas por los proyectiles que disparan las armas de fuego pueden dife-
renciarse en heridas por proyectil simple: y heridas por proyectil compuesto (perdigones
de escopeta). Se considera como una variante de las heridas por proyectil simple aquellas
por proyectil de alta velocidad.
HERIDAS POR
PROYECTIL SIMPLE
El proyectil simple produce ana herida que puede constar de: a) orificio de entrada:
b)trayecto y C) orificio de salida.
Orificio de entrada
Características generales
Son producidas por la acción mecánica del proyectil al perforar la piel. Comprenden: a)
orificio propiamente dicho b) anillo de enjugamiento. Y c) anillo de contusión. También se
explicaran otras características ( fig. 24.9.)
Resulta de la presión del proyectil sobre la superficie del cuerpo de víctima primero
deprime la piel “en dedo de guante” y luego la rompe al vencer su elasticidad.
La forma del orificio circular cuando el proyectil integro incide perpendicularmente, sobre
la piel, y alargado cuando lo hace en dirección oblicua. Si esta inclinación forma un ángulo
menor de 15° el proyectil no penetra en el cuerpo sino que sólo origina una excoriación o
una herida contusa superficial.
En ocasiones el proyectil puede entrar por un orificio o cavidad orgánica, como los
orificios nasales, el conducto auditivo, la boca, el recto o la vagina, se habla entonces de
orificio de entrada natural. (figs. 24.10 y 24.11)
Fig. 24.10 Orificio de entrada natural en conducto auditivo externo. En un caso de suicidio.
Hay orificio en forma estrellada con ahumamiento.
Fig. 24 12 Anillo de enjugamiento en manga de camisa. Disparo sobre el brazo derecho que
laceró el arco aórtico.
Anillo de enjugamiento
169
Circunda el orificio y tiene la forma de un reborde negruzco. Se debe al polvo y al
lubricante que el proyectil arrastra a su paso por la superficie interna (ánima) del cañón de
los cuales se enjuga la piel.
Este anillo puede estar ausente cuando el proyectil ha atravesado ropas en las que se
limpió antes de perforar la piel. En la figura 24.12 se ilustra dicha situación. El orificio de
entrada en el brazo derecho carecía del anillo en cuestión porque el proyectil se había
enjugado en la manga de la camisa.
Anillo de contusión
En la herida fresca, el anillo de contusión tiene un aspecto húmedo y carnoso (fig. 24.13).
Posteriormente se deseca y la herida se recubre con una costra pardo rojiza de sangre
coagulada.
El anillo puede ser concéntrico o excéntrico, de acuerdo con el ángulo formado por el
trayecto del proyectil al llegar a la piel. si lo hizo perpendicularmente, el anillo de contusión
será concéntrico pero si el proyectil penetró oblicuamente, el anillo resulta excéntrico , con
la zona más ancha del lado del cual procedía aquél.
Hacia la porción central, hay pérdida progresiva de células epiteliales, hasta quedar la piel
en papilas dérmicas en la zona que circunda al orificio propiamente dicho. En las heridas
producidas por disparos de contacto y de corta distancia existe además, ahumamiento en
este anillo. El anillo de enjugamiento y el anillo de contusión juntos constituyen el halo de
Fisco.
Esto significa un bisel a expensas de la tabla interna del cráneo en el nivel de la entrada, y
a expensas de la tabla externa en el nivel de la salida. También se le conoce como signo
de Bonnet y útil en el estudio de cadáveres que se encuentran en la fase de reducción
esquelética.
En cuanto a las fracturas provocadas por disparos en el cráneo, se considera que las ar-
mas de fuego suelen originarlas en la perforación de entrada fig, 24.14).
En lo que toca a las vísceras, se han descrito el halo hemorrágico en el pulmón (fig.
24.15 la laceración estrellada en el bazo (fig. 24.16 Ambos signos corresponden al lado
por el cual penetró el proyectil El primero consiste en un aro de sangre coagulada
170
alrededor de la perforación en la periferia del pulmón, El segundo, como su nombre lo
indica, es la laceración de líneas divergentes en el polo inferior del bazo.
Características especiales
Dependen de la distancia que media entre el arma y la víctima, y permiten agrupar los ori-
ficios de entrada en los siguientes tipos: a) orificio por disparo de contacto; b) orificio por
disparo de corta distancia c) orificio por disparo de distancia intermedia, d) orificio por
disparo de larga distancia, e) orificio por proyectiles de rebote.
Se produce cuando la boca del arma se sostiene contra la superficie del cuerpo en el mo-
mento del disparo. Este contacto puede ser firme, laxo, angulado e incompleto.
Contacto firme. La boca de fuego está de tal modo apoyada contra la piel que ésta tiende
a envolverla. Los bordes del orificio están chamuscados por los gases calientes de la
combustión y ennegrecidos por el humo.
Contacto laxo. La boca de fuego es sostenida sobre la piel con poca presión. De esta
manera, queda un espacio entre ambas que permite el depósito de humo alrededor del
orificio.
Contacto angulado. El cañón se apoya en ángulo agudo sobre la piel. En los puntos
donde no hay contacto completo, los gases y el humo se escapan, y así se produce un
ahumamiento excéntrico en torno al orificio.
Contacto incompleto. Es una variante del contacto anulación. Se presenta cuando la boca
de fuego se apoya en regiones del cuerpo que no son planas, como la cabeza. Por esta
razón, quedan puntos donde la boca de fuego y la piel están: separados. Esto permite el
escape de gases y la formación de una zona chamuscada en negrecida.
En todos los orificios de entrada producidos por disparos de contacto, el humo, las
partículas de pólvora, los vapores metálicos del proyectil, del fulminante y del casquillo,
así como el monóxido de carbono, se depositan a lo largo del trayecto. Todos aquellos
son poco frecuentes.
Otros signos de disparo de contacto se han descrito en las ropas, en la piel y en el todos
ellos son poco frecuentes.
En las ropas pueden encontrarse el signo del calcado de Bonnet, el signo del
deshilachamiento crucial de Nerio Rojas es el signo de la escarapela de Camilo Simonin.
Signo del calcado de Bonnet. Se observa cuando el disparo se efectuó sobre ropa de
trama laxa. En este caso, el humo reproduce la trama sobre otro plano profundo de ropas
e incluso sobre la misma piel (fig. 24.17).
Fig. 24.17. Signo del calcado de Bonnet. El ahumamiento calcó la trama del encaje del
sostén. Disparó de contacto en el pecho.
171
cruz que se hace en la ropa, y tiene los bordes ennegrecidos (fig. 24.18).
Fig. 24.18. Signo del “deshilachamiento crucial” de Nerio Rojas. La ropa está deshilachada
en forma de cruz con sus bordes ennegrecidos por el humo, en un disparo de contacto.
Según Bonnet. el anillo se debe al recalentamiento del cañón a causa del disparo, en
tanto Adelson lo atribuye que la onda explosiva se introduce debajo de la piel y la aplica
fuertemente y la aplica fuertemente contra la boca de fuego. En nuestra opinión lo
originan el término y el mecánico.
Fig. 24.20. Signo de orificio en “boca de mina” de Hofmann. Disparo de contacto sobre la
frente. La piel se desgarra en forma estrellada con los bordes ennegrecidos por el humo.
En esta región hay piel resistente que se encuentra muy unida al hueso. Los gases que
salen junto con el proyectil se introducen debajo de la piel, y al buscar una salida la
desgarran y ennegrecen.
No debe confundirse con un orificio de salida, del cual se diferencia por el ahumamiento y
las características de la fractura del cráneo, que están ausentes y son distintas en aquél.
En el cráneo se ha descrito el signo de Benassi. Consiste en un anillo negruzco de humo
en el epicráneo, alrededor de la perforación de entrada (fig.24.21). Julio Benassi, profesor
de medicina legal en la Universidad de Cagliari (Cerdeña) lo comunico en 1924, al hallarlo
en la región temporal (sien) del cráneo de en suicida que preparaba para pieza de museo.
Fig. 24.21 Signo de Benassi en la porción escamosa del hueso temporal. Circulo de
172
ahumamiento alrededor de la perforación de entrada en un disparo suicida de contacto en la
sien derecha.
Es aquel que se produce sin que la boca de fuego esté en contacto con la piel, pero tam-
poco muy alejada de ésta, de modo tal que impide la dispersión de los granos de pólvora
y del humo que salen junto con el proyectil.
Esta zona es más ancha que la observada en el orificio producido por el disparo de
contacto laxo.
Para establecer el diagnóstico diferencial resulta valiosa la superposición del tatuaje y del
ahumamiento en el área chamuscada, lo cual es característico de este tipo de orificio (fig.
24.22).
En este caso entre la boca de fuego del arma y la piel de la víctima media un espacio tal
que permite la formación del tatuaje de pólvora para fuera de la zona chamuscada.
Hay, pues, tres signos de valor medicolegal que han de considerarse: el tatuaje de pólvo-
ra, el ahumamiento y la quemadura.
El tatuaje constituye un fenómeno antemortem: indica que la víctima estaba viva cuando
recibió el disparo. En el caso de que las partículas de pólvora se hayan incrustado
después de la muerte, las marcas tendrán un tono amarillento o grisáceo.
Ahumamiento. Se manifiesta por una zona ennegrecida, por fuera del orificio propiamente
dicho. Se debe al depósito del humo que en el momento del disparo sale junto con las
173
partículas de pólvora y con el proyectil. Sólo ensucia superficialmente la piel y puede
desaparecer al manipular el cadáver (fig. 24.24). Por esta razón, se le ha llamado
seudotatuaje o falso tatuaje. Como el enjugamiento, puede quedar en las ropas
interpuestas, detalles éstos que hacen importante su observación en la escena de la
muerte y durante el examen del cuerpo al inicio de la autopsia.
Sólo presenta los signos correspondientes a la acción mecánica del proyectil al perforar la
piel; esto es, los signos generales de orificio de entrada.
En el caso del agua y de las superficies sólidas hay un ángulo crítico de impacto por de-
bajo del cual un proyectil que choca usualmente, rebotara en vez de penetrar. En el agua,
el ángulo de rebote es de dos o tres veces mayor que el ángulo de impacto. Por el
contrario, en las superficies sólidas el ángulo de rebote es generalmente menor que el
ángulo de impacto.
El orificio ce entrada producido por un proyectil que ha rebotado en superficie dura tiende
a ser más grande y de forma más irregular. Los bordes rasgados y el anillo de contusión
es grande e irregular (fig. 24. 25).
Fig. 24.25 Orificio de entrada por proyectil de rebote: a) el anillo de contusión es mas ancho
e irregular; b) piedra donde reboto el proyectil.
Se debe sospechar una lesión ocasionada: por rebote cuando se encuentre un orificio de
entrada irregular concomitante con una herida penetrante poco profunda, y se recupere
un proyectil aplanado y liso en uno de sus costados.
Se diferencian del tatuaje de pólvora porque las heridas son más grandes e irregulares
que las producidas por los granos de pólvora.
En ocasiones, un proyectil que sale del cuerpo choca con una superficie dura se aplana y
rebota en la ropa. DiMaio ha visto tres casos de este tipo. En dos de ellos la víctima
174
estaba apoyada en una pared de concreto, y en el tercero yacía sobre un piso del mismo
material. Este autor ha aplicado el análisis de partículas por medio de la microscopia
electrónica de la energía dispersa de rayos X (SEM-EDXA), en uno de los cuales la
presencia de partículas minerales sobre la nariz del proyectil permitió establecer que
había rebotado, en una chimenea antes de pentrar en la victima (DiMaio y Cols., 1987).
Trayecto
Es el recorrido del proyectil en el cuerpo de la victima. Por lo común, sigue una línea recta
que une el orificio de entrada con el de salida, o, en ausencia de este último con el lugar
en que se aloja el proyectil. Hay dos excepciones a esta regla, las desviaciones y las
migraciones.
Desviaciones
Consisten en alteraciones en la trayectoria del proyectil dentro del cuerpo, al chocar con
estructuras de mayor consistencia o densidad, como puede ser una costilla o una vér-
tebra. Son los llamados proyectiles circungirantes. En ocasiones, el trayecto puede formar
una “V” como si se devolviera después de la colisión.
Migraciones
Consisten en el traslado pasivo del proyectil por medio de la corriente sanguínea, cuando
penetra en un vaso. Este tipo de embolismo ocasionado por un proyectil ocurre
principalmente en la aorta y en la circulación pulmonar. DiMaio y DiMaio (1972) han
descrito un síndrome en el cual un proyectil que ha penetrado por el tórax o el abdomen
no es hallado mediante el estudio radiológico en la región correspondiente, y repentina-
mente se manifiestan enfriamiento y pérdida de pulso en uno de los miembros inferiores.
El proyectil que penetra en la aorta suele detenerse en la arteria femoral izquierda, debido
a la mayor verticalidad,
Dirección
Fig. 24.26. Dibujo para demostrar que la dirección del trayecto del proyectil dentro del
cuerpo de la víctima varía de acuerdo con la posición en que esta se encontraba al recibir el
disparo.
Orificio de salida
Si se lo compara con el orificio de entrada. sus características más frecuentes son las que
se citan a continuación: a) tamaño mayor; b)forma irregular; c) bordes evertidos; d)
ausencia de anillos de enjugamiento, y de contusión, y e) ausencia de tatuaje y
ahumamiento.
175
Tamaño
Por lo común, es más grande que el orificio de entrada, fenómeno que se explica
mediante dos razones principales: a) el movimiento giratorio que mantiene la estabilidad
del proyectil en el aire y el cual, al no ser efectivo dentro del cuerpo debido a la mayor
densidad de los tejidos, lo hace dar tumbos: y b) la deformación que experimenta en su
travesía corporal, que lo lleva a presentar una mayor superficie a la salida.
En cuanto a la relación con el diámetro del proyectil, debe advertirse que el orificio de
salida puede ser más pequeño a causa de la elasticidad de la piel.
Forma
El orificio de salida suele ser irregular (estrellado, semilunar, en hendidura, etc.) (fig.
24.27), Al igual que ocurre con el tamaño, la localizacion de la herida también puede influir
en su forma. En piel laxa, el orificio de salida tiende a ser pequeño y en forma de
hendidura; por el contrario, donde la piel esta ceñida a una superficie ósea (como es el
caso de la piel cabelluda), el orificio tiende a ser más grande y de forma irregular, a
menudo estrellada.
Fig. 24.27. Orificio de salida en forma de hendidura, detrás del pabellón de la oreja izquierda.
El proyectil entró por la mejilla derecha.
Debe recordarse que no existe correlacion entre la forma del orificio de salida y el tipo de
proyectil empleado.
Bordes
Los bordes evertidos; es decir, hacia afuera, corresponden a la ruptura de la piel al su-
perar el proyectil el limite de elasticidad de ésta,
En grado menor, el proyectil apenas alcanza producir una o dos hendiduras pequeñas
en la piel y permanece en el tejido subcutáneo. En grado extremo, conserva velocidad
sufíciente como para producir un orificio de salida.
De acuerdo con la energia cinetica el proyectil que ha emergido de la piel quedara atra-
pado en las ropas; las perfora y aun puede incrustarse en una pared.
Ausencia de anillos
176
Los granos de pólvora y el negro de humo agotan su energía cinetica en la piel, o a lo
sumo, en la parte inicial del trayecto.
Dicha velocidad sobrepasa los 1 000 metros por segundo, mientras los proyectiles de re-
vólver o de pistola oscilan entre 200 y 300 metros por segundo, y los rifles entre 600 y 700
metros por segundo.
De acuerdo con la distancia que media entre la boca de fuego y la víctima, estas heridas
se distinguen en: a) heridas por disparo de contacto; b) heridas por disparo de distancia
intermedia. y c) heridas por disparo de larga distancia.
En la cabeza, el orificio de entrada tiene la forma de una herida contusa irregular cuyas
ramificaciones irradian del punto de perforación, y que muestra ahumamiento y áreas
chamuscadas.
Las heridas de contacto en tórax y en abdomen son circulares y tienen bordes cha-
muscados por los gases calientes del disparo. Alrededor del orificio se dispersa el negro
de humo, cuya densidad es menor que en los disparos de la mayoría de las pistolas.
Con frecuencia hay impresión de la boca de fuego al aplicarse la piel contra ella, debido al
abombamiento que originan los gases.
Internamente, hay severo daño visceral y tinte rosado cereza de los músculos, lo cual
obedece a la formación de carboxihemoglobina.
En la cabeza, el daño mayor se origina en los huesos de gran espesor como el occipital,
que en los huesos delgados como el temporal.
177
Heridas por disparo de larga distancia
Cuando hay hueso subyacente se producen orificios de entrada muy irregulares, de forma
estrellada, que suelen requerir el diagnostico diferencial con orificios de contacto.
En el tronco, el orificio de entrada del disparo de larga distancia es muy parecido al que
originan los disparos de pistola. Las diferencias consisten en pequeñas fisuras que irra-
dian del orifico propiamente dicho y en el anillo de contusión, que puede ser mas angosto
o estar ausente en el disparo de rifle.
Tanto en el disparo de larga distancia como en el de distancia intermedia hay gran des-
trucción de órganos internos, que algunas veces llega a la licuefacción. En cuanto al
orificio de salida en tórax o en abdomen, su aspecto es independiente de la distancia del
disparo. En comparación con el orificio de entrada, el orificio de salida suele ser más
grande e irregular.
Bajo este titulo se estudiaran las heridas que producen los perdigones disparados por
escopetas.
Desde las postrimerías del siglo XIX hasta 1960. los proyectiles de escopeta conservaron
una estructura básica: un cilindro de cartón con una base metálica de latón, en la cual es-
taba el fulminante. Dentro del cilindro, en la parte inferior se hallaba la carga explosiva
(pólvora), separada de las pequeñas esferas de plomo (perdigones) mediante discos de
cartón (taco) (fig. 24.28).
A partir de 1960, la casa Remington introdujo el cartucho SP, que es un cilindro de po-
lietileno con una cabeza de latón revestido de acero, y una base de material semejante al
asbesto, moldeado bajo presión. En 1972, esa misma fábrica introdujo el cartucho de
plástico.
Desde 1961, la casa Federal codificó los colores de los cartuchos. En la actualidad, los de
calibre 12 son rojos. los 16 púrpura y los 20 amarillos. En este último calibre han coinci-
dido Remington y Winchester-Western. La importancia de este método radica en evitar el
empleo de munición errónea. En particular, es peligroso el uso de munición calibre 20 en
un arma calibre 12, ya que puede causar la explosión del cañón.
En las escopetas de caza, los calibres 12 y 16 son los más frecuentes. Calibres menores
como (20, 24 y 28) se emplean para cazar aves pequeñas, y los mayores (4, 8 y 10) para
aves acuáticas.
178
En el primer metro de distancia, los perdigones actúan como en proyectil simple. Puede
darse el contacto firme. el contacto laxo y el disparo de corta distancia.
El disparo de contacto en la cabeza producido por escopeta origina una de las heridas
mutilantes más seceras: hay atrición del cuero cabelludo, con fragmentación del cráneo
evisceración del encéfalo. La severidad de las lesiones se debe a la energía del disparo y
a la brusca expansión de los gases propulsores.
En el contacto firme, los bordes eran chamuscados y ennegrecidos a causa de los gases
calientes, pero no hay ahumamiento. La piel no sufre el efecto de estallido como ocurre en
les disparos en la cabeza, porque los gases se dispersan en los tejidos y cavidades
subyacentes. El orificio de entrada puede estar circundado por piel escoriada debido a
que los gases la abomban y adosan contra la boca de fuego del arma en el momento del
disparo.
En el contacto laxo y en el disparo de corta distancia hay una zona circular de ahuma-
miento, Conforme aumenta la distancia es mayor el ancho del ahumamiento. Aunque
menor su densidad. El depósito de humo se observa en disparos efectuados desde una
distancia aproximada de 30 cm.
El tejido muscular subyacente al orificio de entrada y en parte del trayecto tiene un tono
rosa cereza causado por la carboxihemoglobina formada por el monóxido de carbono, que
es uno de ms gases de la combustión de la pólvora.
DiMaío cita lesiones producidas por el carrucho o cilindro que, en disparos de corta dis-
tancia con municion moderna calibre 12, 16 y 20, puede dejar estampada en la piel una
cruz de Malta, con un orificio circular en el centro. Los brazos de la cruz se forman por la
escoriación que origina cada uno de los pétalos en que se abre en el aire el tipo plástico
de cilindro. Para ese autor, dichas marcas co-existen con el tatuaje de polvora. y las ha
observado en disparos efectuados a una distancia que oscila .305 y .915 m, A menores
distancias, puede encontrarse el cilindro dentro del cuerpo.
De acuerdo con Bonnet, para efectos prácticos el diámetro de esta dispersión equivale a
la longitud de la cabeza en disparos efectuados a 5 metros (le distancia: a la cabeza y el
cuello a los 10 metros; a la cabeza y la mitad superior del tórax a los 15 metros, y a la mi-
tad del cuerpo a los 25 metros (fig. 24 29).
179
cabeza y a la mitad superior del tórax, y a 25 m, a la mitad del cuerpo (Bonnet)
Dentro de este cono de dispersión. cada perdigón actúa como un proyectil independiente
produce su propio orificio de entrada con anillo de contusión y en las respectivas
distancias, tatuaje de polvora y ahumamiento.
En distancias menores, hay un orificio de entrada principal producido por el haz central de
perdigones, y a su alrededor orificios satélites caisados por perdigones perifericos (fig.
24.30)
Fig. 24.30. Orificio de entrada en disparo de escopeta de algo más de un metro. En torno al
orificio principal hay héridas satélites.
Fig. 24.31. Orificio de entrada en disparo de mayor distancia. Notése que cada perdigón
origina un orificio con anillo de contusión. Debajo del patrón métrico se aprecia la marca del
taco, como una escoriación circular.
El medico debe registrar, y si fuese posible, fotografiar con un patron metrico, el área
afectada por los perdigones. Esta informacion permitira que el técnico en balística
establesca con gran aproximacion la distancia a que fue realizado el disparo, Para ello
debe emplear el arma sospechosa y con el mismo tipo de munición, y disparar sobre
blancos colocados a diferentes distancias, hasta obtener una dispersión similar a la
verificada en la piel de la victima.
Las lesiones viscerales dependen de la distancia del disparo. En los disparas de contacto,
los perdigones y los gases casi desintegran los órganos. Conforme aumenta la distancia,
el efecto es similar al del proyectil simple de armas portátiles manuales.
En cuanto a los orificios de salida en el tronco, son poco frecuentes. La mayoría de los
perdigones agotan su energía dentro del cuerpo. Algunos quedan debajo de la piel, y
solamente en personas delgadas víctimas de disparos de contacto o de corta distancia es
posible observar heridas de salida en forma de hendiduras, producidas por perdigones
aislados.
SITUACIONES ESPECIALES
BLANCOS INTERMEDIOS
180
En cuanto al proyectil simple, pueden ocurrir varios cambios:
a) Fragmentos del blanco intermedio son propulsados fuera del trayecto del proyectil. Si la
víctima está cerca, algunos fragmentos pueden alcanzarla, incrustarse en ropas y piel y
originar un seudotatuaje.
c) Deformidad.
Los blancos intermedios más frecuentes en la práctica forense son los miembros
superiores y las puertas y ventanas de automoviles. Los vidrios pueden ser
desintegrados, y originarse fragmentos de plomo, blindaje y vidrio.
SEUDOTATUAJE
Los insectos que actúan sobre el cadáver producen lesiones con un patrón lineal que
corresponde al recorrido que siguen en la piel. Al desecarse, el líquido serosanguíneo
comunica a las mareas un tono pardo oscuro.
Al rasurar las arcas pobladas de pelos que han recibido un disparo, las hemorragias en
los folículos simulan un tatuaje, que es distinguible mediante un examen cuidadoso.
Cuando las heridas se han suturado, los puntos que dejan los hilos al ser retirados pue-
den confundirse con el tatuaje de pólvora.
SEUDOHUMAMIENTO
181
Laconfusion con el depósito de negro de humo puede originarla: el polvo empleado en
dactiloscopia. el grafito del lápiz que portaba la víctima, las partículas de asfalto des
prendidas por el disparo, y las hemorragias subcutáneas.
ESTUDIOS
COMPLEMENTARIOS
RADIOGRAFÍAS
El estudio radiológico de una victima de disparos por arma de fuego tiene los siguientes
objetivos:
b) Determinar su localización.
c) Recobrar fragmentos que hayan quedado en los tejidos cuando salió la masa principal
del proyectil.
d) Identificar el tipo de munición empleada antes de iniciar la autopsia.o como ùnico
método diagnóstico cuando no es posible practicarla.
e) Documentar el trayecto seguido por el proyectil.
ANALISIS DE RESIDUOS
El primer método empleado con tal propósito fue la llamada prueba de la parafína, creada
por un científico cubano, Gonzalo Iturrioz, en 1914. e introducida en los Estados Unidos
por un criminalista mexicano, Teodoro Gonzalez. en 1933.
Por medio de parafina fundida que se vertia sobre las manos del sospechoso de haber
disparado un arma de fuego, se recogían las particulas de pólvora. El guantelete así ob-
tenido se trataba con el reactivo de “Lunge’’ que es difenilamina ácido sulfurico. Se creía
que solo tenia los nitratos y nitritos derivados de la polvora. La realidad es que, además
de ellos reacionaba toda sustancia que posea propiedades oxidantes, como
permanganatos, cloratos. peroxidos, algunas sales férricas. etc. Por otra parte, la prueba
requería parafina y reactivos de óptima calidad, y que la practicara un tecnico de
experiencia. En 1967, la Aademi a Americana de Ciencias Forenses recomendó que se
abandonara en vista de su inespecificidad
En 1959, Harrison y Gilroy idearon otro metodo que basaba en la identificacion de bario,
antimonio y plomo originados en el fulminante. Mediante algodón humedecido en ácido
clorhidrico se recogian las particulas de las manos del sospechoso Seguidamente por
medio de yoduro de trufenilmetilarsonio se determinaba la presencia de antimonio, y con
rodizonato de sodio la de bario y plomo.
182
La prueba no llegó a difundirse debido a su limitada sensibilidad.
Los residuos se recogen de las manos del sospechoso, mediante hisopos de algodón
humedecido en acido clorhidrico, o en acido nitrico. Para la microscopia electronica se
emplea material adhesivo,
Según DiMaio. los resultados tienen valor cuando estan por encima de 35 ng para el am
timonio, de 15% ng. para el bario y de 800 ng para el plomo. No obstante, ambos métodos
tienen dos defectos: el elevado porcentaje de falsos positivos y la imposibilidad de aclarar
el origen de los elementos determinados.
183
b) En la piel, tatuaje de pólvora y ahumamiento, que están sobre la zona chamuscada que
circunda el orificio de entrada.
a) En la ropa, enjugamiento.
b) En la piel, orificio con anillos de enjugamiento y de contusión solamente.
Para determinar la dirección de disparo conviene prestar atención a los siguientes as-
pectos:
1. Orienta la forma del anillo de contusión y del tatuaje de pólvora, que varía de acuerdo
con el ángulo de incidencia del provectil sobre la piel.
a) Si se ubica en la parte anterior del tronco. señala que el agresor estaba frente a la
víctima,
b) Cuando se halla en la espalda, indica que el agresor se encontraba detrás,
c) De arriba hacia abajo o viceversa, demuestra que el agresor disparó desde un punto
elevado o al contrario, respectivamente, cuando se sabe que la víctima estaba en posición
vertical. Este aspecto de la orientación de un disparo siempre debe correlacionarse con la
posición que tenía la víctima en el momento de ser herida.
184
En el cráneo. Las fracturas producidas por el segundo disparo estarán interrumpidas por
las que originé el primero (Chavigny).
Otros criterios son más empíricos. Hay que tener en cuenta a lo siguiente:
a) Si hay dos heridas, una con hemorragia y otra casi exangüe, aquélla sera la primera.
b) De varias heridas, puede considerarse como última a la más grave (Piga).
GRADO DE SUPERVIVENCIA
Disparos antemortem vs
disparos postmortem
Los signos de herida ocasíonada por un disparo cuando la víctima aún estaba viva se
distinguen en macroscópicos microscópicos.
a) Anillo de contusión.
b) Hemorragia.
c) Sangre aspirada en pulmones.
d) Emholismo pulmonar.
b) Lesión de capilares vasos sanguíneos mayores, con escape de sangre hacia los tejidos
dañados, las cavidades naturales o hacia el exterior.
185
a) El desorden es indicie de lucha o de tentativa de huida de la victima: y debe orientar a
homicidio.
c) La ausencia del arma debe correlacionarse con el tipo de herida, de manera que
explique la posibilidad o imposibilidad de movimientos de sobrevida por parte de la
víctima, ya sea para guardarla o dejarla abandonada lejos del lugar donde murió.
e) Las notas suicidas deben someterse a detenido estudio grafoscópico y ser co-
rrelacionadas con otros datos del caso, antes de ser aceptadas como indicio de
autoeliminación.
Examen del cadáver. En el examen del cuerpo de la víctima es necesario observar los
aspectos que acontinuación se detallan.
b) Número de heridas mortales. Hasta dos pueden ser suicidas. Henios observado casos
en que la víctima se disparó en primer termino en la region precordial y luego en la región
temporal.
c) Dirección del trayecto. Si se observa de arriba hacia hacia abajo, prácticamente excluye
el suicidio, pero a la inversa es compatible con él. Este dato debe correlacionarse con la
posición de la vitcima en el momento de ecibir el disparo.
e) Caracteristicas del orificio de entrada. Los disparos suicidas suelen ser de contacto,
mientras que aquellos efectuados a corta distancia y larga distancia lo descartan.
Al igual que ocurre con otros aspectos, la correlación con la escena es fundamental. Se
han descrito casos en que un suicida montó un dispositivo que acciono a distancia.
f) Examen de las manos. En el suicida, puede haber salpicaduras de sangre en el dorso
de la mano que empuño el arma y ahumamiento o pólvora en la palma de la mano que
sostuvo el cañon (figs. 24.32 y 24.33).
Fig. 24.32. Signos en manos de suicidas. Salpicaduras de sangre en el dorso de la mano que
empuñó el arma.
Fig. 24.33. Signos en manos de suicida. Ahumamiento en la palma de la mano que sostuvo
el cañón aplicado a la sien derecha.
g) Otros signos como el espasmo cadavérico, que permite hallar el arma sostenida por la
186
mano rigida mientras el resto del cuerpo está aún flacido y tibio, son poco frecuentes. El
hecho de descubrirse la región, si el sujeto tenía ropas, debido a su rareza va
convirtiéndose más en mito que en signo confiable (Giraldo).
b) Examen del arma, el cual puede explicar la salida de hasta tres proyectiles seguidos
con un solo disparo, en un caso que inicialmente pudo confundirse con homicidio. En
nuestra experiencia, esto ocurrió en una ocasión debido a un defecto de fabricación del
arma, confirmado lo cual se pudo establecer la forma de muerte como suicida.
En otro caso, de un bolígrafo la victima fabricó una pistola rudimentaria calibre .22. Su
inseguro mecanismo hizo que se dispa rara accidentalmente mientras la manipulaba. En
la escena de la muerte, el proyectil atravesó la sábana de la cama antes de penetrar en la
parte media del pecho.
CUIDADOS EN LA AUTOPSIA
Spencer (1979) y Clark (1987) han señalado el peligro potencial que para el patólogo o
el médico forense representan las autopsias en que haya munición de artilleria en el ca-
dáver. Estos dispositivos deben ser siempre considerados “vivos” y capaces de explotar
en cualquier momento.
SINOPSIS PARA EL
MÉDICO
EN EL INDIVIDUO VIVO
1. Describir las características del orificio de entrada, forma y dimensiones del orificio
propiamente dicho y de los anillos.
187
9. Tratar de obtener las ropas que la víctima vestída al ser hospitalizada, y correlacionar
daños y lesiones.
EN EL CADÁVER
188
9. ¿Hubo secuelas?, ¿cual es su porcentaje?
10.¿Se detectó alguna condicion preexistente o complicación sobrevenida que influyera
en las incapacidades temporal y permanente?
11. ¿Hubo signos de algún otro tipo de trauma?
EN EL CADAVER
BIBLIOGRAFÍA
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military ordenance to the autopsy pathologist", Journal of Forensic Sciences, 32(3):793-
797, 1987.
COWAN, M. E. Y PURDON, P. L., "A study of the paraffin test", Journal of Forensic
Sciences, 12(1):19-36, 1967.
189
KRISHNAN, S. S., "Detection of gunshot residue on the hands by neutron activation and
atomic absorption analysis", Journal of Forensic Sciences, 19(4):789-797, 1974.
SYMBAS, P. N. Y HARLAFTIS, N., "Bullet emboli in the pulmonary and systemic arteries",
Ann. of Surgery, 185(3):656-659, 1977.
WHELEN, T., "Small arms design and ballistic", Small Arms Technical Publishing Co,
Georgetown, Carolina del Sur, 1946.
TRAUMA TERMICO.
190
El frío y el calor pueden tener efectos generales y efectos locales en el organismo hu-
mano.
Para fines medicoforenses conviene destacar el cadáver carbonizado como una variante
de los efectos locales del calor.
EFECTOS GENERALES
La hipotermia sistèmica se produce cuando el enfriamiento del cuerpo humano està por
debajo de 35°C. El mecanismo de muerte por hipotermia es el cese de la circulacion
usualmente precedido por la fibrilación ventricular. En la autopsia, los hallazgos internos
consisten en la dilatación de las cavidades derechas del corazón, congestión de la vena
cava, espuma sanguinolenta en traquea y bronquios: edema, congestión y hemorragia en
pulmones, y congestión de hígado y bazo. La mucosa del estómago puede presentar
pequeñas hemorragias y ulceraciones (ùlceras de Wischnewski) que indican estrés pa-
decido durante varias horas. El laboratorio puede registrar aumento de las catecolaminas
en orina. Con predominio de la adrenalina sobre la noradrenalina más de 0. 1 g/mI), que
se explica por la activación del sistema nervioso simpático debida al estrés que
representa el frio.
Con el nombre de desnudo paradójico. Wedin, Vanggaard y Hirvonen (1979) han descrito
una reacción agónica que el frío puede producir en algunas personas. Debido si la
repentína vasodilatación periférica, experimentan una desagradable sensación de calor
que las lleva al deseo irresistible de despojarse de sus ropas, para luego perder la
conciencia y morir. El cuadro tiene importancia para el diagnóstico diferencial medicolegal
ante el hallazgo de cadáveres desnudos, especialmente de mujeres, en época de frío
extremo y en quienes el examen no encuentra signos de la violencia sexual que la escena
sugeriría.
EFECTOS LOCALES
Los efectos locales del frío constituyen las heladuras (fig. 25.1), que pueden ser:
Fig. 25.1. Grados de heladura, de acuerdo con la profundidad. Las zonas ulceradas
corresponden a flictneas rotas (heladuras de segundo grado), y las zonas negruscas a
escaras (heladuras de tercer grado).
191
El mecanismo principal de estos trastornos es el traumatismo del endotelio capilar, que
permite la salida de líquido y la formación de edema, el cual puede conducir a la aparición
de vesículas en la superficie del cuerpo. Como consecuencia hay hemoconcentracion,
que origina la obturación de los vasos por trombos, y por este camino la necrosis
isquémica de las partes blandas (escaras).
Como se ha señalado la etiologia de las heladuras suele ser acidental. Durante la Primera
Guerra Mundial (1914-1918) se observo este tipo de gangrena en los soldados
destacados por periodos prolongados en las trincheras durante la epoca invernal. De ahí
el nombre de pie de trinchera con que se han denominado también dichas alteraciones.
EFECTOS GENERALES
La carga térmica resulta de la combinación del calor ambiente y del calor interno. El calor
ambiente procede del sol y sus efectos son influidos por la humedad del aire. Su longitud
de onda, la distribución espectral la reflexión y absorción del polvo y de las ropas, et-
cétera. Por el contrario, el calor interno es la cantidad de calor generado por la oxidación
de productos del metabolismo.
La excesiva exposición al calor puede causar un cuadro clínico conocido como insolacion
Comprende dos variedas que son el agotamiento por calor y la hiperpirexia por calor. La
primera se debe a la deshidratación y perdida de sal, mientras la segunda obedece a una
falla transitoria en los mecanismos termorreguladores (Ladellet, 1943).
Las condiciones predisponentes son: de la muerte por calor la edad (niños y ancianos).
los estados debilitantes. (tuberculosis, farmacodependericia, actividad muscular, las ropas
(gruesas y ceñidas) y la escacasa ingestión de liquido y sal.
192
La anatomía patológica de la muerte ocasionada por calor fue descrita por Chao y cols.
(1981). En lo fundamental consiste en una coagulación intramuscular diseminada. Los
hallazgos más llamativos en la autopsia son grandes áreas hemorrágícas del pulmón. El
cerebro aparece edematoso y congestivo, con petequias en la sustancia blanca. Puede
haber hemorragias en estómago, intestinos, miocardio, pelvis renal y suprarrenales. Mi-
croscópicarnente, hay microtrombos en los pequeños vasos de diversos organos y focos
de necrosis de células parenquimatosas.
EFECTOS LOCALES
Están constituidos por las quemaduras, las cuales se definen como traumatismos debidos
a la acción sobre el organismo humano de la llama, del calor radiante, de líquidos o vapo-
res a elevada temperatura y de Ios sólidos al rojo o en fusión.
Fig. 25.2. Grados de las quemaduras, de acuerdo con la profundidad: 1) eritema; 2) flictema;
3) escara y 4) carbonización.
193
El pronóstico de una persona que sufre quemaduras depende de la superficie y no de la
profundidad. Para calcular la superficie quemada es útil la llamada regla de los nueves,
que distribuye la superficie del cuerpo en los siguientes porcentajes: 9% a la cabeza. lo
mismo que a cada una de las extremidades superiores: 18% a cada una de las extremida-
des inferiores: para el tronco. 18% a la superficie anterior Y 18 a la superficie posterior.
1% al área genital.
Entre las quemaduras por distintos agentes se consideran los que actúan por medio de
mecanismos físicos, como es el caso de la llama, los gases en ignición, los vapores a
elevadas temperaturas, los liquidos hirbientes, y los sólidos al rojo. Cada uno de ellos
origina quemaduras con caracteristicas propias.
Llama y materias inflamables. Abrasan y carbonizan pelos, pero respetan areas ceñidas
por fajas, ligas, corpiños o cuellos (fig. 25.3). Las quemaduras son anchas, de superficie
irregular, con contorno geográfico. Muestran flictenas y a veces llegan a la carbonización;
El reborde es eritematoso.
Fig. 25.3. Quemadura por llama. La zona de piel a nivel de cinturón permació indemne.
Gases en ignición. Frecuentemente invaden las vias respiratorias superiores. Al igual que
la llama, pueden carbonizar pelos, pero respetan las partes cubiertas por ropas. Las
heridas son muy extensas y profundas. En el sentido literal, “cocinan a la victima
Liquidos hirvientes . Respetan los pelos y acentúan su efecto en las areas de ropa
ceñidas. Por correr de acuerdo con la gravedad, estas quemaduras tienen una forma
alargada y suelen ser poco profundas (fig. 25.4). Cuando se trata de niveles hirvientes, su
naturaleza viscosa agrava la quemadura debido a la adherencia a la piel.
Fig. 25.4. Quemadura por líquido caliente, poco profunda y en banda descendente.
Sólidos al rojo. Provocan quemaduras Iimitadas, que reproducen la forma del agente.
Pueden ser profundas e incluir pelos retorcidos, aunque no totalmente carbonizados.
En el 80% de los casos, las quemaduras constituyen accidentes domésticos. Los grupos
de alto riesgo los constituyen los niños cuyas edades oscilan entre uno y tres años, y los
adultos mayores de 65 años. Como accidente de trabajo, se observan en individuos entre
15 y 64 años, con una ligera prevalencia de hombres.
194
La etiologia suicida o inmolación es propia de algunos grupos raciales. En nuestra ca-
suística, se incluye el caso de un padre joven que sufría alteraciones emocionales y que
como reacción ante la infidelidad de la esposa se roció con gasolina él mismo se prendio
un cerillo que carbonizó a los dos cuerpos abrazados. En este caso el hombre cometió
suicidio y al mismo tiempo incurrió en homicidio de la hija.
Un caso más dramático de homicidio por quemaduras de llama fue el de un hombre que
“inmovilizó” a su esposa y sus hijos mediante los golpes que con un leño les propinó en la
cabeza. Luego los roció a todos, incluyéndose el, con liquido inflamable, para encender
las llamas con un cerillo que los mató a todos y destrullo la vivienda.
EL CADAVER CARBONIZADO
Los incendios de vehiciulos, casas y edificios merecen una investigación policial para
aclarar los siguientes aspectos:
MOTIVOS DELIBERADOS
CAUSAS DE INCENDIOS
Ante la realidad de un siniestro, es oobvio que existan las primeras condiciones, por lo
tanto la investigación relativa a la causa de la conflagración debe necesariamente dirigirse
a la tercera condición.
Causas químicas
195
menudo localizados, aislados e identificados después de un gran incendio.
Entre estas sustancias hay aceites no saturados, fósforo, metales alcalinos (litio, sodio.
potasio. cesio, rubidio), óxido de calcio, carburo de calcio, peróxido de hidrógeno, nitratos
y cloratos.
Mezclas peligrosas. Muchas veces se trata de sustancias que aisladas son inertes, pero
que combinadas con otras pueden constituir un riesgo de incendio. En este grupo pueden
mencionarse el (cloro, acetileno: glicerol, glicol y formaldehído con permanganatos;
bromato de potasio y ácido tioglicólico; nitrato de plata, magnesio y agua.
Causas eléctricas
Fallas técnicas en los componentes e instalaciones eléctricas, por sobrecarga de cable o
de equipo eléctrico, mal contacto y resistencia al contacto, cortocircuito parcial, arcos
eléctricos, falla en el funcionamiento de los dispositivos de seguridad. y errores humanos
(por ejemplo. estufas y calentadores eléctricos cubiertos por cortinas).
En concentraciones de 50 a 100 pmm es tolerable durante una hora por seres humanos.
En concentraciones de 1000 a 2 000 suelen ser peligrosas aun por breves periodos. En el
pulmón, el gas se combina con el agua y se reconstituye el ácido que destruye el pa-
rénquima. También suele irritar el miocardio.
196
Los vapores toxicos pueden producirse aun una hora después de extinguido el incendio
razón por la cual debe aconsejarse a los bomberos no despojarse de sus mascaras antes
de ese periodo.
2. ¿Medió de su parte alguna condición patológica o tóxica que pudo haberle impedido
escapar del incendio?
4, Identificación de la víctima.
Fig. 25.5. Signo de Montalti. Depósito de humo en las vías respiratorias. Indica que la víctima
estaba viva cuando se quemo.
Algunas veces dicha condición no sólo impidió que la víctima se pusiera a salvo, sino que
puede aun ser la causa de la conflagración. Tal el caso de la mujer que embriagadaza, se
acostó mientras todavía tenía el cigarrillo en la boca: al quedarse dormida, éste cayó
sobre la cama y produjo el incendio del cual la intoxicación alcohólica le impidió escapar.
En ocasiones ocasiones puede tratarse de un epiléptico que durante una convulsión
vuelca una lámpara de gas o un candelero, que inicia la conflagración que lo sorprende
inconsciente.
197
Esta interrogante exige del perito aclarar eveventualidades.
Este hematoma se produce cuando la cabeza ha estado expuesta a muy intenso calor por
llama. Algunas veces la bóveda del cráneo se destruye, y debido al calentamiento el en-
céfalo puede desbordarse y asumir una forma de gorro de cocinero.
Otros artificios que puede generar el fuego y que deben diferenciarse de lesiones produ-
cidas por arma blanca son las grietas de la piel en el nivel de los pliegues de flexión; las
amputaciones, que suelen originarse en el tercio medio de brazos y piernas, y la abertura
de tórax abdomen con salida de corazón e intestinos, mientras los pulmones tienden a
retraerse. El corazón, el útero y la vejiga son muy resistentes al calor.
Identificación de la víctima
La actitud, la fisonomia, la talla y la raza pueden ser notablemente alteradas por el fuego.
Fig. 25.6. Actitud de pugilista del cadáver carbnonizado por semifelxión de los miembros.
Fisonomía. También está alterada por el fuego. Las partes blandas de la cara y gran parte
del macizo facial son en ocasiones destruidos.
Raza. La piel adquiere una tonalidad pardo negruzca y consistencia acartonada. El color
original puede preservarse en la región axilar o en las zonas cubiertas por ropas ceñidas.
198
TIEMPO PARA DESTRUIR UN CUERPO
En un horno familiar, el cadáver de de un adulto se destruye en un lapso que oscila entre
15 y 40 horas, y el de un feto a termino entre 50 y 70 minutos (la mitad de ese periodo si
está descuartizado). En la cremación autorizada, con temperaturas de 800 a 1000°C, al
cabo de una hora y media el cadaver de un adulto se reduce a un kilo o kilo y medio de
cenizas, entre las cuales pueden identificarse algunos fragmentos oseós.
199
12. En cadáver carbonizado, tomar radiografias de todo el cuerpo para pesquisar
proyectiles de arma de fuego o deformidades esqueléticas que ayuden a la identificación.
200
EXPLOSIONES
EXPLOSIVOS
Explosivos de baja potencia. Deben estar confinados para producir una explosión al
deflagrarse; de lo contrario, su energía se disipa debido a la producción lenta de calor y
de presión. El ejemplo más conocido es la pólvora, que consiste en una mezcla de nitrato
de potasio, carbón y azufre. El nitrato de potasio suministra el oxígeno, y los otros dos
ingredientes el combustible. Su acción origina grandes fragmentos.
Los explosivos de alta potencia primarios. Son materiales muy sensibles. Cuando son
deflagrados detonan, de manera que se les usa como detonadores. Son ejemplo ful-
minantes de mercurio y la azida de plorno.
Los explosivos de alta potencia secuendarios. Son materiales menos sensibles, cuando
son deflagrados no explotan y a menudo no se queman bien. Para explotar deben recibir
una onda de choque generada por otro explosivo que se aplica como detonador. Como
ejemplo está la nitroglicerina, que es un líquido amarillento y viscoso. Debido a que es
muy inestable no se usa solo, con la nitrocelulosa forma un gel estable, que es la base de
todos los explosivos de nitroglicerina.
a) Iniciador o mecha.
b) Detonador o cebo.
c) Carga principal.
1. Según su presentación:
a) Bomba corriente.
b) Bomba disimulada.
c) Bomba oculta,
201
cartucho de dinamita, con una mecha y un detonador; la bomba tubo que consiste en un
tubo cargado de pólvora negra, al que se le adosan una rnecha y un cebo.
La bomba disimulada, corno su nombre lo indica, pasa inadvertida por cuanto puede
alojarse en una maleta o en un paquete. Tiene un mecanismo disparador que funciona
por medio de un impulso que se genera al aplicar o liberar la presión, o por un circuito de
efecto retardado que al cerrarse acciona el detonador eléctrico.
La bomba oculta puede ser uno de los tipos descritos; se esconde dentro de un recipiente
grande o en un automóvil.
a) Bomba incendiaria.
b) Bomba explosiva.
EFECTOS DE LA EXLOSIÓN
Los efectos de una explosión pueden dis tinguirse en los sIguIentes tipos: a) primarios b)
secundarios por los fragmentos sólidos c) terciarios por escombros y gases.
EFECTOS PRIMARIOS
Principios físicos
La explosiva aérea es una onda sonora de gran intensidad o presión acústica. que se di-
funde de forma concéntrica a partir del centro de la explosión. Su velocidad disminuye
hacía la periferia.
Las partículas de aire dentro de la onda explosiva producen también un viento expiosivo
que empuja en una dirección durante la fase de presión, y hala en otra dirección en la
202
fase de succión. Es viento suele ser fugaz y no se percibe. Sin embargo, en algunas oca-
siones puede desplazar objetos y aun derribar edificios, como ocurre cuando interbiene
otra fuerza llamada “ground shok”, es el caso de una bomba lanzada desde un avión que
penetra en la tierra para generar ondas similares a las de un terremoto.
Biofísica
Cuando una onda explosiva golpea la superficie de un cuerpo. parte se refleja, parte se
desvía y el resto es absorbido. La fracción absorbida sigue una vía compleja. En
órganos relativamente homogéneos como el corazón y otras vísceras sólidas pasa
sin mucha modificación. Los órganos que contienen aire, en cambio, son rnuy
vulnerables.
Daño de tejidos
Un síntoma importante es la sordera. que puede ser completa y con tinitus en el momento
de la explosión, para recuperarse horas después en algunos casos. La sordera residual
asume alguna de las tres formas siguientes:
2. Sordera de conducción. Afecta todas las frecuencias. Está asociada con ruptura de la
membrana del tímpano y algunas veces con dislocación de estructuras óseas del oído
medio. Cuando el tímpano es el único afectado, la recuperación de la audición es buena,
pero si los huesecillos están dañados, la recuperación sólo es posible por medios quirúr-
gicos.
203
Pulmón. Es dañado en la forma de hemorragia alveolar. Su severidad varia directamente
con el tamaño de la carga explosiva y la proximidad de la víctima al centro de la
explosión.
Cuando la hemorragia es severa, las vías respiratorias pueden estar llenas de sangre y
espuma, las cuales producen sofocación. Microscópicamente, la hemorragia puede verse
hasta en el intersticio, y en los bronquiolos entre el epitelio y la lámina propia; Tambien se
observa dilatación enfisematosa de algunos conductos alveolares y líquido de edema en
los alveolós.
Por otra parte. debe tenerse en cuenta, que no todas las herrorragias pulmonares que so-
brevienen después de una explosión se deben a la onda expiosiva aérea. Otras causas
son el traumatismo de torax ocasionado por fragmentos y restos solidos de la bomba y la
broncoaspiración de sangre.
Efectos sistémicos
En épocas de guerra, los efectos de este tipo de onda explosiva se observan en los tripu.-
lantes que deben abandonar un barco que fue torpedeado o en el cual detonó su propia
carga de explosivos.
Debido a los gases de la explosión, en el agua se forma una onda que se expande ex-
céntricamente.
La presión y la temperatura del agua es mayor hacia el centro. En aguas poco profundas
la onda es reflejada por el lecho, y la persona que flote en la superficie experimenta el
efecto directo y el efecto reflejo con un corto intervalo entre ambos.
Daño de tejidos. Se manifiesta en las vísceras que contienen aire, en la interfase de tran-
sición entre la pared y la cavidad, Las lesiones son constantes en el tracto gastrointestinal
204
y poco frecuentes en los pulmones. Cuando éstos son afectados, hay que suponer que
hubo presión transmitida desde el abdomen a través del diafragma.
En casos severos puede presentarse parálisis de los miembros inferiores, con recupera-
ción a la media hora.
Es aquella que se propaga a través de una estructura sólida, y afecta a quienes estén en
contacto con ella. La madera es un pobre conductor, mientras las estructuras metálicas de
tanques y barcos de guerra son magníficos conductores. De este modo, una persona pa-
rada sobre este tipo de instalaciones experimentará en los pies una sensación de golpe
por martillo de vapor. El pequeño desplazamiento debido a la aceleración inicial puede
causar fracturas expuestas en los pies, y la flexión y oscilación de toda la estructura me-
tálica siguiente, si alcanza gran magnitud, puede lanzar a la víctima a considerable dis-
tancia.
Las fracturas más comunes son las del calcáneo, astrágalo y epífisis inferiores de tibia y
fíbula. En la mitad de los casos, las fracturas son múltiples, conminutas y compuestas.
La piel en tobillos y pies muestra equimosis y, a veces, heridas contusas. La rodilla puede
luxarse y sufrir o no fratura. En este último caso, los vasos poplíteos se laceran o
trombosan. de manera que debe amputarse. Las fracturas de fémur y de pelvis son
menos comunes.
205
Una lesión tardía interesante es la necrosis aséptica de las superficies articulares de
miembros inferiores, producida por desprendimiento parcial del cartílado debido al impac-
to de la onda explosiva sólida,
Efectos sistémicos. Están representados por la pérdida del conocimiento que se observa
en muchas víctimas al producirse la explosión. En algunos se explica por la concusión
ocasionada por la onda explosiva transmitida hasta la columna vertebral; en otros, se
debe a lesión encefálica secundaria.
EFECTOS SECUNDARIOS
En las explosiones, las lesiones severas y la muerte suelen deberse al efecto secundario
que representan los fragmentos sólidos disparados en todas direcciones. A menudo, este
material procede del recipiente que contenía el explosivo, como la granada de mano cuyo
continente está diseñado para fragmentarse.
En bombas caseras se añaden clavos y otros materiales sólidos que al ser lanzados con
la fuerza que les comunica el explosivo, se convierten en múltiples proyectiles. Otros
materiales propulsados son tierra, madera, ladrillos o plasticos. En general, los proyectiles
de un explosivo siguen las reglas de la balística.
El daño de tejidos, por lo común, consiste en una lesión básica, la tríada de la explosión,
contusiones severas, tatuajes y quemaduras.
Lesión básica. Es causada por fragmentos sólidos, tiene una tonalidad morada, y la raíz
de sus componentes se conoce corno tríada de la explosión (fig. 26.1). Esta lesión
consiste en:
a) Equimosis.
b) Heridas punzantes.
e) Escoriaciones.
a)Heridas contusas.
b)Laceraciones de vísceras.
c)Atrición.
d)Amputaciones.
e)Descuartizamiento
Debido a su gran poder de penetración, los fragmentos sólidos de un explosivo suelen se-
guir trayectos de difícil diagnótico. Así, un fragmento que penetra por un costado izquierdo
del abdomen y lacera las vías biliares, puede pasar desapercibido para el médico y sobre-
venir más tarde la muerte a causa de una ritonitis biliar.
206
polvo es grande. Este tatuaje sólo es visible en las partes expuestas, característica que lo
diferencia de la triada de la explosicón, la cual puede observarse aun en partes cubiertas
porque los fragmentos sólidos que la originan tienen la capacidan de atravesar las ropas.
En las partes expuestas, la zona de triada puede estar oscurecida por el tatuaje.
Quemaduras. Pueden ser de dos tipos: por llama y por destello. Al explotar una bomba.
los gases resultantes alcanzan una ternperatura de hasta 3000°C.
Las quemaduras producidas por llama. Son poco uniformes. Tienen un característico con-
torno geográfico y en ocasiones llegan a la carbonización del cuerpo.
Las quemadas por destello. Se deben al calor radiante. cuyo efecto puede ser detenido
por elementos sólidos, como una pared, las ropas, especialmente las blancas. Este tipo
de quemadura afecta de manera más o menos uniforme un área, como la cara o un lado
de un miembro. La piel lesionada tiene aspecto seco, apergaminado, y una tonalidad
pardo rojiza.
Es poco probable que las bombas de alta potencia explosiva causen quemaduras. Ello
sólo ocurre en explosiones en lugares confomados. Una bomba de terrorismo urbano de
13.5 kilogramos puede originar una bola de fuego hasta los dieciocho metros. Al aire libre
este efecto se disipa de inmediato, pero en espacios cerrados con paredes sólidas el calor
se refleja sobre la víctima, al mismo tiempo que eleva la temperatura del aire.
EFECTOS TERCIARIOS
Estos efectos se deben a los escombros que se desploman sobre la víctima y a la inhala-
ción de gases tóxicos acumulados en el lugar. Los efectos mecánicos sólo pueden
apreciarse después de lavar el polvo de cemento y de ladrillo que suele recubrir el cuerpo
de la persona así atrapada. Se clasifican en:
Los efectos tóxicos se observan en las ciudades en las que el gas de uso doméstico se
suministra por medio de cañerias, que pueden experimentar fugas durante una explosión.
Sin embargo, la situación de mayor riesgo la constituven las explosiones en minas, donde
la mezcla de monóxido de carbono. bióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno pueden
causar muertes.
INVESTIGACIÓN MEDICOLEGAL
207
Fig. 26.2. Escena de explosión. La víctima ocupaba el asierto a a derecha del conductor
cuando explotó la bomba que llevaba sobre los muslos.
En el caso que se ilustra, la victima fue el propio terrorista, quien transportaba la bomba
en un automóvil (fig 26.2).
b) Buscar residuos para esto el área se divide en sectores y a cada uno de ellos lo
examina un grupo de expertos.
Las ropas deben envolverse con lámina de piástico, luego papel aluminio y finalmente en
bolsa de polietileno. Con el objeto de evitar el escape de gases explosivos.
Es necesario establecer:
a) Si sus lesiones corresponden a una explosión.
b) La ubicación respecto al centro de la explosión.
c) Lesiones debidas al efecto primario.
d) Lesiones debidas al efecto secundario.
208
e) Lesiones debidas al efecto terciario.
f) Causa de muerte.
g) Identificación
a) Las amputaciones de miembros superiores y de la parte media del tronco sugieren que
la bomba era transportada en las manos de la víctima. En casos severos, el explosivo
puede originar descuartizamiento.
Fig. 26.3. Genitales de la víctima del caso ilustrado en la figura 26.2. que fueron lanzados a
techo de un edificio situado en a calle de enfrente.
c) Las lesiones de mayor severidad en las piernas sugieren que la bomba se encontraba
en el suelo (Fig. 26.4.).
Fig. 26. 4. Lesiones en las piernas por efectos secundarios de la explosión. La victima
estaba de pie cuando estalló el explosivo que habia sido colocado en el suelo por un
terrorista.
En todos los casos, el perito debe ser muy prudente al emitir su opinión acerca de estos
aspectos, en vista de que algunas lesiones escapan a los principios expuestos.
1. La escena de una explosión debe ser inicialmente examinada por personal espe-
cializado explosivos, con el propósito de garantizar que no haya riesgo de nuevas
explosiones.
2. En segundo lugar, deben intervenir ingenieros que comprueben si las condiciones de
las estructuras dañadas no constituyen un riesgo adicional.
3. Solamente después de que dichos expertos hayan dado su aprobación, el médico y las
autoridades judiciales pueden proceder a la investigación en la escena del hecho.
209
4. Establecer los efectos en las víctimas de acuerdo con la clasificación que los distingue
en primarios, secundarios y terciarios.
7. Diferenciar los efectos terciarios de las contusiones severas, que pertenecen a los
efec-. tos secundarios
10. Hacer una descripción minuciosa acerca de la naturaleza, localización de las lesiones
externas, que permita establecer la relación topográfica entre la victima y el explosivo.
2. ¿Se tomaron las precauciones técnicas necesarias para garantizar la seguridad de los
funcionarios judiciales en la escena?
4, ¿El médico forense estableció en las víctimas los efectos primarios, secundarios y ter-
ciarios?
7. ¿Se embalaron las ropas que las víctimas vestían, cada una de la forma adecuada para
el análisis toxicológico?
BIBLIOGRAFÍA
210
MUERTE SOSPECHOSA
En contraposición con la muerte violenta, el médico legista debe resolver otro tipo de
defunción en la cual no hay traumatismos o, silos hay, son mínimos o dudosos para
explicar el deceso.
Desde una perspectiva judicial se puede considerar como muerte sospechosa, ya que es
la duda acerca de su naturaleza lo que la coloca en el ámbito del médico forense.
También cabe la denominación de muerte no violenta para este grupo, en vez de muerte
natural porque en la mayoría de los casos este es el resultado y no el motivo de la
autopsia.
En este grupo se incluyen la muerte súbita, la muerte por inanición, la muerte por
inhibición y la muerte por anafilaxia.
MUERTE SÚBITA
Desde el punto de vista anatomopatológico, se trata de muertes por causas naturales que
han cursado sintomáticas.
La muerte por causas naturales suele constituir de 60 a 70% de los casos de autopsia en
toda morgue judicial.
211
Abarca las siguientes entidades:
• Aterosclerosis coronaria.
• Enfermedad hipertensiva del corazón.
• Enfermedad de la válvula aórtica.
• Anomalías de la circulación coronaria.
• Otras enfermedades de la arteria coronaria, como la poli arteritis.
• Agrandamiento por cardiomiopatía.
• Algunas enfermedades congénitas del corazón.
En la enfermedad hipertensiva del corazón, este órgano puede alcanzar pesos de 500 a
700 gramos (límites normales: 360-380 gramos). Cuando la circulación coronaria normal
trata de suministrar sangre a una masa mayor de músculo, se produce un desequilibrio
entre oferta y demanda. La consecuencia es un daño difuso, especialmente en las zonas
medias e internas de la pared ventricular hipertrofiada.
b) Cardiomiopatía hipertrófica obstructiva. Fue descrita por primera vez en 1958, por el
patólogo forense londinés Donald Teare. La hipertrofia asimétrica del septum
interventricular obstruye parcialmente la cavidad del ventrículo izquierdo. En otros casos,
la hipertrofia también abarca la pared libre.
212
densa fibrosis del endocardio que puede obliterar parcialmente la cavidad del ventrículo
izquierdo.
Entre las cardiomiopatías, el tipo hipertrófico obstructivo es la que con mayor frecuencia
se asocia con muerte súbita. Se le conoce también como estenosis subaórtica idiopática,
hipertrofia asimétrica y estenosis seudoaórtica.
213
agentes simpaticomiméticos pueden desencadenar fibrilación ventricular. Sin embargo, el
criterio de mayor aceptación en la actualidad es que muchas de las muertes en asmáticos
se deben a un tratamiento inadecuado o tardío (DiMaio y DiMaio, 1989).
Entre los casos en los cuales el individuo es hallado sin vida y no hay historia sugestiva
de la causa de su muerte, están la trombosis y el infarto mesentéricos.
La anemia de célula falciforme puede ocasionar muerte súbita a raíz de- ejercicio físico a
gran altitud. Estas condiciones, debido a la desoxigenación y la hemoconcentración, pro-
ducen eritrocitos en forma de hoz, con los Fenómenos vaso oclusivos.
Durante el parto, el embolismo de líquido amniótico y la ruptura del útero son entidades
que deben tenerse en cuenta.
Beckwith la define como “la muerte súbita de un lactante o niño pequeño, que es ines-
perada por la historia, y en la cual un examen post mortem completo no logra demostrar
una causa de muerte adecuada”.
La entidad ha sido también llamada síndrome de muerte súbita del lactante, y conocida
como muerte en la cuna (“crib death”) o SIDS (“sudden infant death syndrome”).
Historia clínica. Se trata de niños que el día anterior a su muerte estaban bien o sólo
mostraban signos triviales (infección respiratoria o trastornos intestinales leves). Se le
214
acostó al anochecer y a la mañana siguiente fue hallado muerto; o bien, estaba en la
mañana sin malestar alguno y horas más tarde se le encontró sin vida en la cuna.
Causas.
En la actualidad se cree que estas muertes son causadas por la confluencia de varios
factores
Entre ellos se menciona el sueño que deprime el tallo cerebral e infecciones respiratorias
que reducen la oxigenación. Otros factores invocados son constitucionales como la
prematuridad de bajo peso; una deficiencia de magnesio (Caddell):
a) Predisposición. Paciente vagotónico, defunción que ocurre en las primeras horas del
día o durante el periodo posprandial.
215
Importancia medicolegal. Pueden plantearse dos eventualidades en especial:
En 1978, el maestro Joseph H. Davis, de Miami, planteó la situación en que una muerte
repentina de origen cardíaco puede considerarse homicidio, al menos dentro de la
legislación estadounidense.
En patología forense existe una verdadera encrucijada cuando una persona que ha
sufrido un traumatismo sufre, además, una enfermedad preexistente o que aparentemente
sobrevino con posterioridad al episodio de violencia.
Más que normas, es la experiencia del patólogo forense la que, en una ponderación de
circunstancias, asigna el verdadero valor a cada uno de estos factores en la producción
de la muerte.
Enfermedad coronaria. Puede ocurrir que la víctima sufría desde tiempo atrás la
aterosclerosis coronaria, o tratarse de un individuo sin antecedentes de enfermedad
cardiaca y quien a partir del traumatismo sufrido en el pecho durante la agresión física,
empezó a experimentar síntomas de afección coronaria.
Desde el punto de vista judicial, se plantea la pregunta: “¿Puede establecerse más allá de
toda duda razonable, si la víctima habría muerto en esta misma fecha si no hubiese
sufrido la agresión?”
Al respecto, la jurisprudencia inglesa establece que “un asaltante debe aceptar a sus
víctimas en la condición en que se encuentren”. Es decir, para establecer la acusación de
homicidio, es irrelevante que la víctima estuviera enferma o no, cuando la muerte resulta
de una acción ilícita en su contra. Por su parte, la posición de los defensores es tratar de
demostrar que la víctima sufría una enfermedad que podía de modo espontáneo causarle
la muerte en cualquier momento.
216
Cuando es posible demostrar que él ignoraba tal condición de su víctima, la concausa
puede ser alegada por la defensa para atenuar la gravedad de las consecuencias de la
agresión en caso contrario, se convierte en una agravante.
1. En el primer caso, luego de una colisión entre dos automóviles donde sólo hubo daños
materiales, uno de los conductores, muy alterado, telefoneó a su casa para pedir que uno
de los hijos viniese a recogerlo. Minutos después falleció en forma repentina. La autopsia
reveló una severa aterosclerosis coronaria, a la cual se le atribuyó la causa de la muerte,
que en su manera se estableció como natural.
Cuando el trombo embolismo ocurre una semana después del trauma y, además, el
estudio histológico demuestra una antigüedad mayor, queda claro entonces que no hay
relación alguna con el episodio traumático.
Al respecto debe recordarse que es en la zona de unión entre la pared de la vena con el
trombo, donde al examen microscópico se obtiene la mejor información acerca de la edad
de un trombo.
217
MUERTE POR INANICIÓN
Para un adulto con moderada actividad se requiere un mínimo de 2000 calorías. A partir
del descenso rápido del 40 % del peso corporal existe peligro para la vida. La privación de
alimentos sólidos puede causar la muerte entre 50 y 60 días, de acuerdo con el suministro
de agua. Cuando este líquido vital es suprimido, el deceso acontece en 10 días, y si el
ambiente es caluroso la defunción sobreviene en menor tiempo.
Los principales signos clínicos son los siguientes: adelgazamiento acentuado con pérdida
de panículo adiposo; piel seca, terrosa; palidez y edema por hipoproteinemia;
Pigmentación; resistencia disminuida a las infecciones, y diarrea. En su evolución clínica,
la víctima desarrolla apatía. Fatiga, poliuria, hipotermia, letargo y retardo mental: después
sobrevienen somnolencia, delirio, coma y muerte.
218
Mecanismos. Los mecanismos invocados pueden agruparse del modo siguiente:
Activación del sistema de complemento. Se generan así péptidos de bajo peso molecular
de C3 y C5 (anafilatoxinas C3a y C5a) los cuales pueden estimular directamente la
liberación de histamina de células cebadas y leucocitos basófilos. Se produce vasodila-
tación y aumento de la permeabilidad de los vasos.
Los mediadores primarios están en los gránulos de las células cebadas y 1os leucocitos
basófilos. Estos mediadores son histarnina (origina urticaria, angioedema, hipotensión,
bronco espasmo y vasoconstricción coronaria): factores quimiotácticos para neosinófilos
(ECF-A) y para neutrófilos (NCF-A); proteasas potentes neutrales que inician la
coagulación intravascular y generan otros mediadores inflamatorios; heparina
(anticoagulante que puede originar urticaria, fiebre, escalofríos y ocasionalmente
broncoespasmo).
Aspectos clínicos. Las manifestaciones clínicas se producen en las áreas donde hay
mayor concentración de células cebadas, como la piel, los pulmones y el tracto digestivo.
Así, se explican los signos más comunes (urticaria, edema de vías respiratorias, colapso
vascular, asma bronquial, dolor abdominal tipo cólico y diarrea). Los signos prodrómicos
son angustia, debilidad generalizada, prurito nasal, estornudos, “comezón en el paladar”,
“sensación rara en el estómago” o en el pecho.
En la actualidad se ha informado de nuevos síndromes de anafilaxia. Entre ellos se
incluye la anafilaxia inducida por ejercicio; por conservadores de alimentos; por aspirina;
corticosteroides, diálisis de sueros, y semen humano.
Los efectos mortales de la anafilaxia son el choque hipotensivo y la insuficiencia res-
piratoria por broncoespasmo.
Prevención. Los efectos adversos de la anafilaxia pueden prevenirse así:
219