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Crónicas de 12 Personas y de Sus Viajes Por Jujuy y Salta

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Crónicas de 12 personas y de sus viajes por Jujuy y Salta

Día 0 Despedida de todos + Llegada a Jujuy

Hoy, lunes, después del colegio, y de armar el bolso, fuimos al aeropuerto. Allí, nos
despedimos de nuestras familias, para partir hacia nuestro destino premeditado desde hace
ya casi 6 meses, Jujuy. Mientras avanzábamos hacia la puerta donde íbamos a abordar,
nos estábamos dando cuenta que todo lo que estuvimos haciendo estos últimos meses,
para iniciar el voluntariado, iba a comenzar. Tanta preparación ya estaba por rendir su
fruto, pero primero, tendríamos que llegar allá, y veríamos como nosotros 12, Brian, Sergio,
Marian, Eric, Javi, Santi, Maxi, Tato, Herni, Fabián, Gaby y yo nos desempeñábamos.
Abordamos el avión alrededor de las 7, y alrededor de las 7 y media despegó. Fue algo
nuevo, ya que varios de nosotros no habíamos viajado nunca en avión. Disfrutamos de la
vista del despegue, entre otras cosas. Finalmente, alrededor de las 9, llegamos a Salta.
Ahí, agarramos nuestros bolsos, subimos a nuestra combi pre contratada, y partimos
camino a salta. En el viaje, lo único que pudimos hacer era dormir, ya que en general
estábamos cansados, y mucho paisaje no se podía apreciar, al ser de noche.
Alrededor de las 11, 11 y media, llegamos al barrio de Malvinas, donde conocimos a
Graciela, la chica que cuidaba de la casa donde íbamos a instalarnos por estos días. Acto
seguido, entramos, cenamos empanadas, acomodamos bolsos, y fuimos a dormir, ya que
mañana empezaba el diagnóstico para empezar a trabajar.

Día 1 Bienvenidos a Jujuy + Pacha Mama

A desgracia nuestra, tuvimos que levantarnos temprano, a las 7 de la mañana.


Desayunamos, charlamos un rato, para partir a las 8 y media para el colegio en el que
íbamos a iniciar nuestro trabajo.
Una vez allí, nos recibieron los chicos de primaria, los maestros, y la vicedirectora del
colegio. Tenían una cara deslumbrante, como si estuvieran contentos de vernos. Nos
recibieron y nos dieron una muy grata bienvenida, Nos leyeron unas cartas, y finalmente
fueron para las aulas. Acto seguido, nosotros también fuimos a trabajar.
Al llegar a la sala de computación, vimos el estado en que estaba todo. 17 maquinas,
viejas, instaladas por los chicos del año pasado, 2 con Windows XP, el resto con 98, sin
conexión de red. Decidimos dividir las tareas, y empezar a trabajar. Desembalamos todas
las maquinas que habíamos traído, y empezamos primero a rotular a las 17 maquinas
anteriores, con sus datos, para luego cambiarlas por las nuevas.
No habrá pasado ni dos horas, cuando nos llamaron para ir y presenciar un viejo ritual
indígena, el ritual de la Pacha Mama. Este está basado en la madre tierra, el cual consistía
en el tirar agua, alcohol, y otras cosas a un pozo cavado previamente. Esto tenía que
realizarse en agosto (nosotros realizándolo el 31 de agosto) para obtener un buen año.
Además de esto, conocimos a varios de los chicos de primaria con quienes hicimos el
ritual, quienes eran chicos de cuarto grado, si no me equivoco. Al terminar el ritual,
continuamos trabajando en las salas de computación, mientras otros se dedicaban al audio.
Ya un rato antes de irnos a almorzar, alrededor de las 12:30, hacía ya un lindo calorcito,
alrededor de 30 grados. Mientras trabajábamos, nos volvieron a llamar, esta vez porque el
canal 4 de Jujuy quería hacernos una entrevista. Salimos, y le dejamos la charla a Fabián.
El les conto de nuestro objetivo, de el instalar el nuevo equipo, de poner todo en red, y de
instalar una sala de audio y video, además de darle al patio de jardín un sistema de audio.
Al terminar, continuamos con nuestro trabajo, hasta el punto que no supimos como seguir,
por cuestiones de la red.
A la 1, nos llamaron para almorzar. Aprovechamos para descansar, y charlar un rato.
Cuando terminamos de almorzar, seguimos con nuestro trabajo. Un rato más tarde, llegó
Gustavo, el encargado de la sala de computación, que vino a darnos una mano. Con él,
decidimos cambiar el hub por un switch, además de verificar si los cables de red estaban
en buen estado.
Un rato después de eso, vino el diario local de Jujuy, el Tribuno, a hacernos una
entrevista para una nota del diario. Nuevamente, les contamos nuestro objetivo, entre otras
cosas, para poder seguir trabajando.
Finalmente, termino el día cuando nos volvieron a llamar a las 6, para darnos una
bienvenida los chicos de primaria de turno tarde. Nos dieron regalos, y cartulinas, aunque
solo habíamos llegado ese día. Acto seguido, partimos a la casa, para bañarnos, descansar
un rato, y luego volver al colegio para cenar. Agradecimos a la cocinera, y disfrutamos de
una deliciosa comida.
Ya con el estomago contento, volvimos para la casa para descansar. La disposición de
los cuartos había sido la siguiente, Sergio, Brian, Eric y Fabián abajo, Herni, Javi, Marian y
Maxi en uno de los cuartos de arriba, y en el otro Gabriel, Tato, Santi y yo. Procedimos a
descansar.

Día 2 Largo día de trabajo + “Te cabe el headshot gil”

Como de costumbre, nos levantamos temprano, desayunamos, y fuimos para el colegio.


Este día, el trabajo fue bastante rutinario, sin interrupciones, ni nada de eso. Al llegar,
seguimos instalando las computadoras, instalaron el switch, y conectamos las
computadoras en red. Además, llevamos computadoras hacia vicedirección, dirección y
sala de maestros. Santi le instalo la impresora a la de sala de maestros, mientras que en
vicedirección le instalamos los drivers de audio y video, mientras otros agujereaban e
instalaban parlantes en la sala de audio y en el patio de jardín. Paramos solo para
almorzar, y después, llego Gustavo, quien nos indico como ponerles IP a las computadoras
y ponerlas en red. Hecho esto, conseguimos internet en todas las maquinas, le instalamos
internet también a la PC de vicedirección, y a la de sala de maestros. Cuando se acercaban
las 6, decidimos quedarnos e instalar el CS en las 10 mejores pcs, para pasar el rato.
Ya a las 9, decidimos darle pausa, e ir a cenar a la sala de audio. Estuvimos charlando
respecto a cómo nos agradecían, como los chicos nos venían a ver, como lo querían al
profe Santi, entre otras cosas. Después de almorzar, seguimos con el CS, rato largo, hasta
eso de las 12. Nos fuimos del colegio, para la casa, para dormir un rato, ya que mañana
vamos a conocer a los chicos del la Salle de Paraná.

Día 3 “Ya casi estamos” + Encuentro lasallano

Hoy costo más que de costumbre levantarse, le echo la culpa a los ronquidos de Gaby (?)
pero bueno, como de costumbre levantarnos, desayunar, ir al colegio, como de costumbre,
saludar a los chicos de primaria, etc. Mientras Sergio, tato, Eric, Fabi y Gaby se
encargaban del audio, el resto nos pusimos a optimizar las computadoras. Javi estaba
tratando de revivir una de las computadoras, mientras que el resto seguía mis indicaciones
para instalar bien los drivers de las pcs. Le instalamos impresora a vicedirección, pero no
conseguimos que anduviera… En general, eso fue lo que hicimos de trabajo todo el día.
Alrededor de las 11, nos llamaron para conocer a los chicos de pastoral de Jujuy, y a los
de Paraná que llegaron hoy al colegio. Nos contaron sus experiencias, sus vivencias, nos
dimos cuenta que la gente de Paraná son bastante buenos, y que la gente de Jujuy tiene
otra manera de ver las cosas comparados con nosotros. Eso si, sinceramente hablando,
hubo algunas actitudes que estuvieron medio… no sé, raras? Escuchamos hablar de un
himno lasallano, y algunas de las madres y profesoras tenían una cara de caretas terribles
que detonaba una actitud que mucho no me gusto… Pero bueno, los estudiantes de
Paraná eran todos buenos chicos, macanudos, que hacían un viaje por todo Jujuy haciendo
voluntariados, aunque igual se iban a ir a Bariloche al otro año.
Los chicos de Jujuy nos contaron cosas respecto al asentamiento, y conocimos a dos de
las madres que viven en el asentamiento. Nos contaron de sus vidas, de su supervivencia,
y de los distintos intentos de la policía por sacarlos de ahí. Después, nos fueron mostrando
videos, entre otras cosas. Al terminar la reunión, una de las chicas nos dijo que iban a salir
hoy a la noche, todos los del la Salle de Jujuy, y los de Paraná, y preguntaron si no
queríamos ir. La cosa se complicaba un poco, ya que teníamos cena con los hermanos
Genaro y Walter, pero les dimos el sí. Después de esto, fuimos a seguir trabajando.
Al terminar de trabajar, y mover varias de las maquinas viejas que habíamos sacado, nos
fuimos yendo en tandas a bañarnos, para después comer con los hermanos. Ellos llegaron
a las 10, y de ahí nos fuimos a cenar. Nos contaron del tema del colegio, del asentamiento,
y demás cosas del lugar. Alrededor de las 11 y media, salimos del colegio para ir al lugar
de encuentro vía taxi, una especie de boliche bar llamado Baco, donde nos esperaba Mario
y Beto, dos de los chicos del la Salle de Jujuy, el resto, y las chicas los chicos de Paraná.
Allí, la pasamos de lo mejor, bailando rato largo, disfrutando de la noche, blah blah.
Resumido, espectacular. Salimos de ahí a la 1 y media, porque al día siguiente teníamos
que terminar de trabajar. Nos tomamos los taxis, y volvimos para la casa a dormir.

Día 4 Despedida del colegio + Salamanca

Al despertarnos temprano, caímos en que era nuestro último día de trabajo. Nos habían
dicho de ir temprano al colegio, nosotros sin saber que nos esperaba. Al llegar, a las 8, nos
llevaron a la sala de maestros, donde nos tenían preparado un desayuno completo,
mientras nos agradecían por nuestro trabajo.
Después de esto, fuimos a terminar los detalles, terminar de instalar drivers, el proyector,
y el resto del audio. Terminamos instalando 2 parlantes y 1 proyector en la sala de audio, 4
parlantes en el patio de jardín, junto con otras 3 maquinas para jardín, maquinas en
coordinación, pastoral, vicedirección + impresora, dirección + impresora, sala de maestros
+ impresora, y 21 maquinas en la sala de computación con Windows XP funcional, y con el
CS desinstalado, y con todos los drivers.
Mientras estábamos terminando, alrededor de las 11 y media, nos volvieron a llamar para
el patio. Nosotros no teníamos idea para que, hasta que llegamos y vimos que estaba toda
primaria ahí, y 12 sillas en el frente, como si fueran a hacer un acto. Nos indicaron que
fuéramos a las sillas, desde donde presenciamos un hermoso acto dedicado a nosotros,
chicos de primaria bailando folklore, además de entregarnos más laminas, tarjetas… Yo no
podía creerlo… Estaban haciendo tanto por nosotros, que nada más les instalamos unas
cuantas cosas… Aceptamos todo muy felices, además de que la directora nos recitara un
poema. Luego de esa maravilla, aún asombrados, fuimos para la sala de audio, donde nos
esperaba otra sorpresa. El staff estaba ahí, preparados para mostrarnos un power point en
el que mostraban fotos que nos fueron sacando, además de otras frases. Fue algo muy
emotivo. Agradecimos al staff, y almorzamos. Después de esto, continuamos trabajando en
otras cosas que necesitasen. A la hora de entrada de los chicos del turno tarde, nos
hicieron otra despedida, en la que nos hicieron tomar un agua de un río, para que volvamos
a Jujuy. Después de esta emotiva despedida, fuimos a seguir con lo nuestro. A mí me
dieron la tarea de ayudar con un power point que era dedicado a una de las profesoras. Las
chicas que me pidieron ayuda estuvieron muy agradecidas, por una simple cosa que hice
que no costaba demasiado, fue algo que, no sé porque, se grabó en mi mente.
Después de terminar en el colegio, nos volvimos a la casa, para armar los bolsos, y salir
a recorrer el asentamiento con Mario. Al pasar por allí, vimos el estado en el que estaba
todo, Gaby y Fabi nos contaron de el cómo creció todo en el último año. Vimos lo
carenciado y precario que era todo, pero vimos también el cómo iba progresando. Mientras
caminábamos, llegamos a una orilla de un río. Acá, Fabián nos dedicó un discurso, que nos
emociono a todos. Acto seguido, abrazo grupal, y marchamos para la casa, donde nos
estaba esperando la combi que nos llevaría al hotel.
En el camino, vimos la carroza que iba a usarse para el desfile del día del estudiante, y
nos contaron respecto a ella. También, nos encontraron los chicos de primaria del turno
tarde, y nos vinieron a saludar, a despedir, y a hacer la terrible pregunta de “¿te vas a
quedar?”, “¿cuando vuelven?” y nosotros nos sentimos un tanto tristes por el hecho de que
no los íbamos a ver por un tiempo.
Continuamos camino, Javi y Maxi se quedaron atrás, el resto llego a la casa. En un
momento, llega Brian, que también se habían quedado atrás, gritando que los otros dos
estaban en el medio de una pelea separando. A continuación, vamos todo corriendo para
ver en que se habían metido, para enterarnos que era una pelea entre dos chicas.
Consolamos un rato a la chica lastimada, y volvimos a la casa, donde el flaco de la combi
ya nos estaba esperando hace rato. Cargamos las cosas, y nos fuimos para el hostal.
Una vez allá, repartimos los cuartos, nos bañamos, y nos fuimos a comer a una parrilla a
tenedor libre. De ahí, fuimos a Salamanca, un bar-karaoke que nos había indicado Mario,
para salir después. Estuvimos charlando un rato, cantando otro rato, y ya alrededor de las
3, nos volvimos para el hotel para descansar. Mañana íbamos a empezar con las
actividades del viaje.

Día 5 Adrenalina + Aventura subterránea

Costo increíblemente levantarse hoy, ya que al acostarse a las 4, complica el hecho de


levantarse a las 8… Pero bueno, nos levantamos, fuimos a desayunar, y mientras
desayunábamos, lo conocimos a nuestro guía y conductor, Adrian.
Después de desayunar, partimos en la combi a la localidad de Palpalá, al cerro Zapla,
para iniciar nuestra aventura.
Estuvimos viajando alrededor de 1 hora, 1 hora y media, mientras Adrian nos contaba la
historia de la localidad industrial de Palpalá, y de su pasado como centro de producción
metalúrgica.
Al llegar al cerro, nos recibieron 2 personas en el centro de actividades y restaurante,
Cesar y Darío. Ellos iban a ser nuestros guías por el día, e instructores en nuestras
actividades. Habiendo llegado a las 11, nos dirigimos al primer lugar donde nos esperaba el
inicio de las actividades.
Primero, llegamos a un lugar con unos cables yendo de un árbol a otro, donde íbamos a
practicar puente colgante. Fuimos divididos en grupos de 4, y estuvimos alrededor de 1
hora para terminar. Fue una sensación bastante nueva, el vértigo, el cómo se movían los
cables, entre otras cosas.
Después de esto, fuimos a un lugar, donde había una especie de acantilado, donde
practicaríamos rapel. Los guías procedieron a explicar las técnicas, mientras nosotros nos
equipábamos de arneses, y cascos. Cada uno bajaría dos veces, por ese acantilado de 12
metros. Fabián decidió no bajar, y a Santiago le bajo la presión, por lo que fuimos 10 los
que practicamos la actividad.
Al terminar, nos dirigimos nuevamente al centro, donde nos esperaba el almuerzo.
Después de almorzar, nos relajamos, descansamos, y meditamos hasta eso de las 3.
Acto seguido, nos llevaron en la camioneta cerca del lugar donde practicamos rapel, para
volver a contarnos en detalle la historia de Palpalá, y sobre la mina del cerro Zapla. Al
contarnos sobre la mina, nos informaron también que íbamos a recorrer el primer piso de
esta. Ya informados respecto al tema, nos llevaron al centro de minería, donde estaban los
baños, casilleros, y demás cosas de los antiguos mineros. Después de esto, seguimos
camino hacia la mina.
Al llegar a nuestro destino, vimos como era por fuera, la humedad que se sentía adentro
de esta, y el cómo el frío salía a través de la reja. Nos informaron que la mina tenía 275
metros de profundidad, y varios kilómetros en túneles. Al ser una mina que estaba
abandonada, parecía salida de una película de terror, con escenarios de los que podría
salir cualquier tipo de ser malformado.
La mina fue construida en los años 30, con un equipo impresionante para su época, pero
por distintas razones, fue deteriorándose. Fueron distintos ladrones, que se fueron robando
la maquinaria por partes. Mientras nos contaban esto, también nos mostraron una ilusión
óptica, la cual mostraba a unas raíces de arboles como estalactitas, en el camino a la
salida.
Finalmente, al salir de la mina, fuimos al último lugar, donde practicaríamos tirolesa, la
actividad faltante. Nos equipamos, nos tiramos, y terminaron las actividades.
Adrian tenía una pelota, por lo que se pusieron a jugar un 25 mientras el resto se tiraba
por tirolesa. Después de esto, nos fuimos de vuelta para el hotel, donde nuevamente nos
bañamos y preparamos para ir a comer.
Fuimos a un restaurante de familia, llamado Ruta 9. La comida era buena, pero el lugar
dejaba un par de cosas que desear. Al terminar de cenar, buscamos un logar donde jugar
un rato al pool, pero sin éxito, nos volvimos para el hostal, para dormir un buen rato.

Día 6 Ilusiones ópticas + Póker

En nuestro segundo día de excursión, tuvimos que levantarnos temprano nuevamente,


para llegar bien a las salinas. Al ser domingo, Adrian tenía franco, y nos presentaron al guía
por el día, Gabriel.
Empezamos el recorrido alrededor de las 9, iniciando un viaje en camioneta de alrededor
de 2 o 3 horas. Parábamos cada tanto para sacar fotos al paisaje, el cual era una cosa
impresionante, que te dejaba sin palabras del asombro, el cómo las montañas se
mezclaban con el cielo en ciertos puntos, la combinación de colores que había, el cerro de
7 colores, todo.
Cuando estábamos cerca de Purmamarca, nos bajamos de la camioneta, para seguir a
pie a través de un camino por las montañas. El paisaje, la vista, era increíble. Caminamos
entre las montañas, hasta que llegamos a Purmamarca. Acá, vimos la feria, y fuimos
viendo en que lugares nos convenía comprar regalos, ropa, entre otras cosas. Después de
mirar un tiempo, encontramos la camioneta, subimos, y seguimos viaje hacia las Salinas.
Mientras estábamos subiendo hacia una de las partes más altas, se empezó a parar el
motor. ¿La Causa? El vigía (una especie de aparato) hacía parar al motor porque tenía la
temperatura muy alta, supuestamente, aunque la camioneta marcara otra cosa. Bajamos,
esperamos un rato, volvimos a subir, fuimos cerca de Purmamarca, para conseguir señal,
así Gabriel llamaba para preguntar que hacer respecto a eso. ¿La solución? Parar cada
tanto por 5 a 10 minutos, y seguir.
Después de 2 horas de viaje, y paradas cada tanto, llegamos a las salinas, y pasamos
estas para ir al pueblo de las salinas. Allí, comimos en una de las casas estofado de llama,
y volvimos a las salinas, donde sacamos fotos al paisaje, a las salinas en sí, y donde
Gabriel y Fabián nos mostraron como sacar fotos que engañaban la vista, haciendo
parecer muy lejos a gente que estaba a 5 metros. Sacamos todo tipo de fotos, y fuimos
después para un lugar donde vendían todo tipo de artesanías hechas con sal. Mientras
nosotros mirábamos las cosas de ahí, Maxi se encargaba de chamullar charlaba con tres
chicas de 27 a 30 años.
Finalmente, volvimos para el hostal, donde, como de costumbre, nos bañamos y
preparamos para ir a cenar. Como estábamos algo cansados, y nos atacaba la vagancia,
decidimos ir a la rotisería que estaba a media cuadra del hostal, Doña Rosa, y al volver,
hacer una partida de póker.
En Doña Rosa, pedimos pizza y empanadas, y luego se complico cuando quisimos volver
a pedir. Tenían mal los pedidos, traían empanadas equivocadas, pero bueno, nosotros,
cansados, comíamos lo que nos traían, que por suerte, era bastante rico.
Volvimos al hostal, después de cenar. Fabián nos dijo que teníamos que quedarnos como
muy tarde hasta la 1 con el póker, y sin más, se fue a dormir, junto con otros que no iban a
jugar. La partida termino con Marian y yo como finalistas, y decidimos cortar ahí, ya que
ambos teníamos prácticamente la misma cantidad de plata, y si seguíamos, se iba a
alargar mucho. Acto seguido, fuimos a dormir.
NOTA FINAL DEL DÍA:
Gabriel: -A continuación veremos un tipo de vegetación RAAALAAA.
Marian: -¿Qué es rala?
Gabriel: -Cuando vos vez a una chica petiza, plana, chiquita, baja, le decís “vos sos una
chica RAAAALAAAA”
Fabián: -Herni es ralo.
(Risas)

Día 7 2800 3800 metros de altura + Café Irlandés

Como de costumbre, nos levantamos temprano, desayunamos, nos encontramos con


Adrian, y salimos para Tumbaya, donde íbamos a realizar el trekking. Al pasar cerca de
Tumbaya, subieron nuestros guías, Agustina y Diego, quienes nos iban a acompañar en
nuestro trekking.
Cuando llegamos cerca de donde íbamos a empezar, bajamos, y Adrian fue para
Tumbaya, para comprarnos pan, fiambre, mayonesa, y muchas, repito, muchas botellas de
agua. Después de dejarnos las cosas, Adrian se fue camino a Purmamarca con la
camioneta, mientras nosotros iniciábamos nuestro recorrido.
Comenzamos a las 11: 30. Una hora más tarde, a las 12: 30, realizamos el ritual de la
pacha mama, para que tuviéramos un buen viaje. A partir de ahí, fue caminar. Desde 2000
metros de altura hasta los 3800. Al llegar a la cima, almorzamos, y comenzamos a bajar
por el otro lado, hasta llegar a Purmamarca. En el camino, hubo fotos, descansos, charlas,
y demás cosas.
Antes de llegar a Purmamarca, rezamos y agradecimos porque tuvimos un buen viaje, y
Agustina y Diego nos agradecieron por lo que hicimos en el colegio de Malvinas. Acto
seguido, momento emotivo, y seguimos nuestro camino.
Allá, en Purmamarca, llegamos a las 4: 45, y hasta las 6, realizamos compras. Después,
volvimos al hotel, donde hicimos lo de siempre.
En un principio, decidimos ir al tenedor libre de la otra noche, pero cuando llegamos,
estaba cerrado. Acto seguido, decidimos ir al Chung King. Ahí, nos recibieron muy bien, y
comimos mejor. Incluso decidimos ir ahí la noche siguiente.
Después de eso, uno esperaría irse a dormir al hostal, pero no. Fuimos a tomarnos un
café, café irlandés, tuvimos charlas raras, mientras Sergio le dejaba el cel. de Maxi a la
moza. De ahí, para el hostal, que al día siguiente nos tocaba el ultimo día de turismo en
Jujuy, y necesitábamos dormir.

Día 8 Paseo por Humahuaca + Chung King (bis)

Hoy, tuvimos que levantarnos más temprano que antes, para poder agregar una actividad
más a la excursión. Por esto, nos levantamos a las 7. Salimos del hotel a las 8, partiendo
camino a Tilcara, para conocer el pucará de este, que es un antiguo y restaurado pueblo
indígena, de los incas.
Al llegar, lo recorrimos, vimos las viviendas, los corrales, el altar donde realizaban los
ritos, el mirador, y el monumento dedicado a aquellos que descubrieron estas ruinas.
Adrian nos explicaba mientras nosotros tratábamos de escucharlos, ya que algunos se
distraían por el cansancio causado por el trekking del día anterior.
Acto seguido, nos llevó hasta Humahuaca, donde sacamos fotos a la famosa quebrada, y
vimos salir al santo Francisco Solanas, a las 12 (era una imagen, claro está). Después,
vimos la iglesia de Humahuaca, y fuimos a comer. De ahí, salimos a comprar por
Humahuaca.
Ya a eso de las 2 y media estábamos todos juntos, con la mercancía comprada para
partir. Por lo tanto, volvimos para Tilcara, donde vimos la iglesia de ahí, y nos contaron
varias cosas de ahí.
Cuando estábamos saliendo de Tilcara, Fabián se dio cuenta que había olvidado la
cámara en Humahuaca, así que decidimos volver para ver si la podíamos encontrar.
Desgraciadamente, no hubo suerte, y continuamos viaje sin la cámara. Fabián estaba un
tanto triste por la cámara, pero después de hablar con su mujer, se sintió mejor.
Siguiendo camino, llegamos a Terma de Reyes, un lindo lugar donde íbamos a relajarnos
completamente. Después del día de trekking, las termas vinieron como anillo al dedo, y fue
algo calmante, relajante, tranquilizante, etc. Luego de un rato ahí, decidimos salir y volver al
hostal, que teníamos que armar los bolsos, y prepararnos como de costumbre para ir al
Chung King.
Fuimos, comimos, volvimos al hostal, algunos durmieron, otros se pusieron a charlar con
un belga llamado Carlos, que era un tipo macanudo, que sabía bastante, hablaba 6
idiomas, estaba haciendo la tesis, casado con hijos, y por sobre todo, chamuyero, entre
otras cosas.

Día 9 Partida de Jujuy + Maldita bola 8!

Hoy nos tuvimos que levantar aún más temprano, a las 5 y media sonó la alarma para
poder salir de Jujuy a las 7, y llegar al lugar donde haríamos rafting a las 10, 11.
Desayunamos, cargamos las cosas, nos despedimos de Jujuy, y partimos camino a Salta,
para hacer nuestra última actividad.
La mayoría del trayecto fue dormir, aunque nos atrasamos en un momento por el tráfico,
llegando a salta a eso de las 9, parando en una YPF para recargar provisiones. De ahí, al
estar llegando tarde, fuimos directamente al lugar donde íbamos a practicar rafting, en vez
de ir al hostal.
El viaje al rafting fue más de lo mismo, disfrutar del maravilloso paisaje alrededor nuestro,
o dormitar en nuestro medio de transporte. Llegamos al lugar a las 11 am, bajamos de la
camioneta, para tener que subirnos a otra que nos llevaría al lugar donde haríamos rafting.
Después de viajar otro rato más, llegamos, nos equipamos con salvavidas, casco y remo.
Acto seguido, nos dieron una leve explicación de la técnica, y zarpamos a navegar 11
kilómetros por el Río Juramento.
Pasamos por 9 rápidos, 7 de nivel 2, 2 de nivel 3. Fue algo que nos refresco, mientras
disfrutábamos del paisaje y la adrenalina. Estábamos divididos en dos grupos, uno en cada
balsa. En una, estaban Brian, Javi, Marian, Herni, Maxi y Fabián, mientras que en la otra
estábamos Santiago, Tato, Sergio, Eric, Gabriel y yo, y además de nosotros, navegó una
tercera balsa en la que viajaban una pareja de ingleses, y tres paraguayos. Al final del
recorrido, decidimos abandonar la balsa, y nadar hasta la orilla, por más o menos 500
metros.
Una vez que llegamos a la orilla, nos secamos un poco bajo el sol, y subimos a la combi,
camino al lugar donde estaba la combi de Adrian, en la que estaban nuestras cosas para
secarnos, cambiarnos, etc. Al llegar, nos tomamos una ducha rápida, cambio de ropa, y
partimos al lugar donde almorzaríamos.
Al llegar, compartimos mesa con los dos ingleses, (cuyos nombres desgraciadamente no
recuerdo) quienes nos contaron de sus vacaciones por Argentina a Adrian y a mí. Nos
contaron que vivían cerca de Manchester, y que ambos estudiaron temas relacionados con
criminología, la chica habiendo estudiado sociología criminalista y el joven informática
criminalística. Estaban de paseo por Argentina, pasando por Bs. As., Mendoza, ahora en
Salta, y en unos días iban a ir a Bolivia. Claro está, ni siquiera hablaban en castellano, pero
por suerte, nosotros entendíamos bien inglés.
Luego de almorzar, comprar un CD con las fotos del rafting, y despedirnos, fuimos al
hotel, para acomodarnos de una buena vez. Al llegar allí, descansamos un rato, vimos otro
poco de TV, y salimos para la plaza para recorrer y pasear un poco, comprar otro par de
cosas más, etc. Al terminar las compras, nos disponíamos a volver al hostal, cuando
Fabián nos dijo que no había apuro, y nos hizo sentar en la plaza. Ahí, nos pusimos a
hablar del viaje en general, del cómo se nos estaba terminando, y demás reflexiones. Fue
un momento muy emotivo, en el que varios rompieron en llanto. Al terminar, nos abrazamos
todos entre sí, y fuimos camino al hostal, para prepararnos a ir a comer.
A la noche, fuimos a un restaurante, donde pedimos pizza por metro, pidiendo 4 metros
de pizza. Comimos bien, rico y bastante barato. Acto seguido, salimos a buscar un lindo
lugar donde salir. Mientras tanto, Marian cumplió oficialmente 18, al ser 0:00 del 9/09.
Tratamos de entrar en un boliche llamado XXI, que parecía espectacular, pero, cuando
tratamos de pasar, ya habían cerrado puertas y no dejaban pasar a nadie. Seguimos
camino, recorriendo, hasta que llegamos a un lugar donde se podía jugar al pool y al
bowling. Por supuesto, una vez adentro, compramos fichas para el pool, y empezamos a
jugar. Nuestro equipo, Santi, Herni y yo, desgraciadamente, perdió el primer partido por 3
faltas, y perdimos el segundo porque Herni metió la bola 8 antes de tiempo. Igual, la
pasamos bien, mientras Tato dormía en una de las mesas. Al terminársenos las fichas,
salimos de ahí, camino al Hostal. En el camino, nos perdimos, nos desorientamos, nos
volvimos a ubicar, y pudimos llegar al hostal a las casi 3 de la mañana. Al llegar, directo a
dormir.

Día 10 Cumple Marian + Viaje de vuelta

Finalmente, un día que nos pudimos levantar un poco más tarde, a las 8, pero para
bañarnos. A las 9, fuimos a desayunar, le cantamos el feliz cumpleaños a Marian, comimos
la torta que este había comprado ayer en la feria, y fuimos a acomodar los bolsos. Acto
seguido, Adrian fue a buscar la camioneta, y cuando volvió nosotros cargamos los bolsos.
De ahí, fuimos al aeropuerto para despachar nuestros bolsos. Ahí, nos dimos cuenta de
algo cómico, los sensores infrarrojos no me detectan. ¿Cómo nos dimos cuenta? Al
acercarme a la puerta, no se me abría, le tuve que pedir ayuda a uno de los chicos para
que se abriera… En fin, despachamos los bolsos, ya nos estábamos por ir, cuando nos
dimos cuenta que faltaba Brian. Lo fuimos a buscar, y lo encontró Fabián camino al baño.
Una vez que lo tiramos en la combi, salimos a pasear por Salta, en la camioneta. Vimos
monumentos, edificios, el cabildo, y demás cosas, desde la combi.
Después de recorrer, fuimos a Doña Salta a comer, donde muchos pidieron locro, el resto
pastas. Se comió bien, pero era caro comparado con Chung King. Después de esto, fuimos
caminando a la Catedral, donde vimos distintas cosas, imágenes de santos, de la virgen,
etc. Al salir de ahí, fuimos hacia un museo histórico de Salta. Acá, Adrian nos conto
también la historia de Salta, entre otras cosas. Al salir, unas señoras nos pararon para
saber si estábamos interesados en firmar por una campaña para ilegalizar el paco.
Firmamos, y nos volvimos a la combi.
De ahí, nos fuimos a la cima de un cerro, donde había una estación de teleféricos. Gaby
estaba muy cansado, así que el resto bajamos por el teleférico, mientras la combi fue por
donde vino. Nos dividimos en grupos, subimos, y bajamos. Estuvo bueno, había una buena
vista, entre otras cosas. ¿Adrenalina? Zero, nula, por ende: pocos lo disfrutaron.
Al bajar, lo esperamos a Adrian, y fuimos a realizar las últimas compras. Yo preferí
dormir, ya que estaba seco en plata. A eso de las 6, seguían comprando, y Santi había
comprado una canasta de abuela para guardar el resto de sus cosas, lo cual fue
demasiado cómico (Imaginarse un flaco de 1,90 de alto, llevando equipaje en una canasta
con colores rosa y violeta). A eso de las 7 y media, partimos para el aeropuerto, ya con
todo comprado, mates para profesores, bolsos para guardar cosas, etc.
Al llegar, nos despedimos de Adrian, hicimos el check in, y después de esperar,
decidimos salir del aeropuerto, porque Fabián había pedido fiambre y pan para hacer
sanguches antes de viajar. Al terminar de comer, entramos y esperamos a que nos
llamaran. Después de LARGO tiempo, pudimos pasar, para tener que seguir esperando…
Finalmente, a las 22:20 abordamos al avión. Le dimos una última despedida a Salta,
mientras el avión despegaba. Durante el viaje, unos miraban películas, el resto dormía.
Después del viaje, ya abajo, recogimos nuestros respectivos bolsos, y salimos a donde
nos esperaban nuestras respectivas familias. Nos despedimos con un “Nos vemos el
lunes”, y cada uno partió camino a su casa, pues el viaje en avión nos había dejado a todos
cansados.

Día Final Final de nuestro viaje + Comienzo de algo nuevo

Cada uno está en sus respectivas casas, y estoy seguro que mientras está en facebook,
MSN, escuchando música, o simplemente saliendo afuera a pasear, está pensando en lo
vivido estos últimos días. Jujuy fue, como estuvimos hablando allá, algo único. Cuando nos
recibieron con ese cantito al mejor estilo “porque es un buen compañero”, sentimos que ya
nos agradecían por cosas que ni siquiera habíamos empezado a hacer. Pensábamos que
les debíamos cosas, de tanto que nos agradecieron. Pensábamos “no es mucho lo que
hicimos”, ellos nos dieron su apoyo, nos recibieron, nos vinieron a saludar, los chicos se
nos tiraron encima… Eran todas cosas a las que no estábamos acostumbrados, tantas
muestras de cariño por algo que íbamos a hacer. Después, el acto que nos dedicaron, que
llevó tanto tiempo… tanta gente para moverlos y que saliera perfecto, solamente para
nosotros… Cosas como esas quedaron grabadas en nuestras mentes, el irnos de Jujuy nos
deja un leve dolor por no poder ver a los chicos, pero nos deja con una sensación nueva, la
de haber realizado un bien, ¿no? Esa sensación de ayudar al otro cuando lo necesita, sin
nada a cambio… El ver como reaccionaron por nuestra ayuda, fue algo jamás
experimentado. Solo sé que, allá no se cansaban de decir gracias por cada cosa que
hacíamos, por más chico que fuera, estaban contentos. Estoy eternamente agradecido con
ellos porque, además me enseñaron a valorar a quienes tengo a mí alrededor, a mis seres
queridos, a valorar la vida en sí, y a valorarme a mí mismo. Este viaje no solo me ayudo a
descubrir el cómo ayudar a otro, me ayudo a descubrirme no solo a mí mismo, sino al resto
de los chicos. Todos son únicos a su manera, todos te ayudan de distintas formas, de
manera tal que en este viaje, el grupo creció fuera del título de curso, y llego a algo ya tan
íntimo como una familia. Las charlas que tuvimos con los guías del trekking, que nos
decían que gente como nosotros ya son muy difíciles de encontrar… Este tipo de personas
esta en lo profundo de cada uno, es una cuestión de redescubrirse, porque haciendo un
bien, uno se siente bien con uno mismo, y con el que ayudo. Mientras hablábamos con
Gabriel y Fabián en la plaza… Nos decían que este viaje no terminaba acá, porque,
aunque no volvamos a Jujuy en un tiempo, ya fuimos tocados por su encanto, por su buena
voluntad, y esta bondad, esta necesidad de ayudar al otro, ya fue generada, y es algo que
hay que alimentar, para poder sentirse bien con uno mismo. Esto es lo nuevo que creció en
cada uno. Unos ya lo tenían dentro, otros la generaron por esta experiencia, pero lo que
sabemos, es que hay que ayudar a esta bondad a crecer, a no dejar en el pasado esta
experiencia que vivimos, usarla para seguir viviendo, seguir adelante con nuestras vidas,
como mejores estudiantes, mejores personas, como una mejor comunidad de amigos.
Esto inicio como un viaje de estudios, y sigue como un viaje de vida que nunca termina.
¿Cómo sigue? Siguiendo este aprendizaje del cómo ayudar al otro, como estar bien, como
no desear el mal ajeno, iniciaríamos el camino del hombre bueno, alguien ausente en
general hoy en día, pero todo podría comenzar con el simple hecho de cumplir con una
vieja promesa realizada allá en Jujuy: “Vamos a volver. No importa cuando, donde, vamos
a volver acá a Jujuy. No sé si será con ustedes, esperemos que sea con ustedes, pero este
viaje no puede terminar acá. Es más, no termina acá. Es solo el comienzo de una nueva
aventura llamada vida.”

Gracias por la molestia de leerse esto, se les desea feliz día, y sigan adelante, que la vida
nunca para.
Nacho, Dante, Klammer;
Ignacio Ezequiel Miauro, Estudiante de 3 EL

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