Causas de Los Fenomenos Meteorologicos
Causas de Los Fenomenos Meteorologicos
Causas de Los Fenomenos Meteorologicos
Los fenómenos meteorológicos más comunes son la lluvia o el viento. Pero existen otros
que sólo se producen en ciertas épocas como la nieve o que son más probables en ciertas
zonas geográficas como los huracanes.
Los fenómenos meteorológicos otorgan diversas características a los distintos puntos del
planeta de acuerdo su comportamiento a través de las distintas épocas del año.
Rayos
El rayo es una poderosa descarga electrostática natural, producida durante una tormenta
eléctrica. La descarga eléctrica precipitada del rayo es acompañada por la emisión de luz
(el relámpago), causada por el paso de corriente eléctrica que ioniza las moléculas de aire,
y por el sonido del trueno, desarrollado por la onda de choque. La electricidad (corriente
eléctrica) que pasa a través de la atmósfera calienta y expande rápidamente el aire,
produciendo el ruido característico del rayo; es decir, el trueno.
Generalmente, los rayos son producidos por partículas positivas por la tierra y negativas a
partir de nubes de desarrollo vertical llamadas cumulonimbos. Cuando un cumulonimbo
alcanza la tropopausa, las cargas positivas de la nube atraen a las cargas negativas,
causando un relámpago o rayo. Esto produce un efecto de ida y vuelta; se refiere a que al
subir las partículas instantáneamente regresan causando la visión de que los rayos bajan.
La disciplina que, dentro de la meteorología, estudia todo lo relacionado con los rayos se
denomina ceraunología.
Es la precipitación de agua que cae a la tierra desde las nubes, que son concentraciones
de vapor de agua, compuestas de diminutas gotas, que al condensarse forman otras más
grandes que se precipitan sobre la tierra.
La lluvia, en su caída, se distribuye de forma irregular: una parte será aprovechada para
las plantas, otra parte hará que los caudales de los ríos se incrementen por medio de los
barrancos y escorrentías que, a su vez aumentarán las reservas de pantanos y de
embalses y otra parte se infiltrará a través del suelo, y discurriendo por zonas de texturas
más o menos porosas formará corrientes subterráneas que irán a parar o bien a depósitos
naturales con paredes y fondos arcillosos y que constituirán los llamados yacimientos o
pozos naturales (algunas veces formando depósitos o acuíferos fósiles, cuando se trata de
agua acumulada durante períodos geológicos con un clima más lluvioso), o acabarán
desembocando en el mar. La última parte se evaporará antes de llegar a la superficie por
acción del calor.
La cantidad de lluvia que cae en un lugar se mide por los pluviómetros. La medición se
expresa en milímetros de agua y equivale al agua que se acumularía en una superficie
horizontal e impermeable de 1 metro cuadrado durante el tiempo que dure la
precipitación.
Por definición, las lluvias torrenciales son lluvias que pueden causar estragos como lo son
inundaciones repentinas, deslaves y otros daños materiales.
Nubosidad
La nubosidad es máxima en invierno y mínima en verano. Durante el día suele ser máxima
alrededor de las 14 horas, momento de máxima ascendencia del aire. Si se considera la
latitud, las zonas de máxima nubosidad están en la zona ecuatorial y entre los 60 y 70º,
las de mínima nubosidad hacia los 35º y las regiones polares.
Huracán
Se conoce como ojo del huracán al área de aire que circula en sentido descendente dentro
del centro y que suele encontrarse libre de nubes. Cabe destacar que la violencia del
viento hace que los huracanes puedan tener efectos destructivos y derrumbar ciudades
completas.
Tormenta
Una tormenta (del germánico común sturmaz que viene a significar "ruido" o "tumulto") es
un fenómeno caracterizado por la coexistencia próxima de dos o más masas de aire de
diferentes temperaturas. Este contraste asociado a los efectos físicos implicados
desemboca en una inestabilidad caracterizada por lluvias, vientos, relámpagos, truenos y
ocasionalmente granizos entre otros fenómenos meteorológicos.
El contraste térmico y otras propiedades de las masas de aire húmedo dan origen al
desarrollo de fuertes movimientos ascendentes y descendentes (convección) produciendo
una serie de efectos característicos, como fuertes lluvias y vientos en la superficie e
intensas descargas eléctricas. Esta actividad eléctrica se pone de manifiesto cuando se
alcanza la tensión de ruptura del aire, momento en el que se genera el rayo que da origen
a los fenómenos característicos de relámpago y trueno. La aparición de relámpagos
depende de factores tales como el grado de ionización atmosférico, además del tipo y la
concentración de la precipitación.
Las tormentas obtienen su energía de la liberación de calor latente que se produce en la
condensación del vapor del agua en las parcelas ascendentes de la tormenta.
Sequia
Si el fenómeno está ligado al lago central de agua existente en la zona para uso humano e
industrial hablamos de escasez de agua.
La causa principal de toda sequía es la falta de lluvias o precipitaciones, este fenómeno se
denomina sequía meteorológica y si perdura, deriva en una sequía hidrológica
caracterizada por la desigualdad entre la disponibilidad natural de agua y las demandas
naturales de agua. En casos extremos se puede llegar a la aridez.
La evapotranspiración
El déficit de la precipitación
Las sequías resultan de condiciones hídricas en las que prevalece la escasez de agua como
resultado de precipitaciones insuficientes en una serie de años sucesivos. La cantidad de
lluvia disminuye el promedio y en consecuencia se empobrecen las pasturas, disminuye el
rendimiento de los cultivos, falta agua para la gente y los animales.
Tornados
Entre los diferentes tipos de tornados están las trombas terrestres, los tornados de
vórtices múltiples y las trombas marinas. Éstas últimas se forman sobre cuerpos de agua,
conectándose a cúmulos y nubes de tormenta de mayor tamaño, pero se les considera
tornados porque presentan características similares a los que se forman en tierra, como su
corriente de aire en rotación en forma de embudo. Las trombas marinas por lo general son
clasificadas como tornados no-supercelulares que se forman sobre cuerpos de agua.
Los tornados son detectados a través de radares de impulsos Doppler, así como
visualmente por los cazadores de tormentas. Se les ha observado en todos los continentes
excepto en la Antártida. No obstante, la gran mayoría de los tornados del mundo se
producen en la región estadounidense conocida como Tornado Alley, aunque pueden
formarse prácticamente en cualquier parte de América del Norte. También ocurren
ocasionalmente en el centro-sur y este de Asia, norte y centro-este de Sudamérica, sur de
África, noroeste y sudeste de Europa, oeste y sudeste de Australia y en Nueva Zelanda.
Existen varias escalas diferentes para clasificar la fuerza de los tornados. La escala Fujita-
Pearson los evalúa según el daño causado, y ha sido reemplazada en algunos países por la
escala Fujita mejorada, una versión actualizada de la anterior. Un tornado F0 ó EF0, la
categoría más débil, causa daño a árboles pero no a estructuras. Un tornado F5 ó EF5, la
categoría más fuerte, arranca edificios de sus cimientos y puede producir deformaciones
estructurales significativas en rascacielos.[10] La escala TORRO va del T0 para tornados
extremadamente débiles al T11 para los tornados más fuertes que se conocen.[11]
También pueden analizarse datos obtenidos de radares Doppler y patrones de circulación
dejados en el suelo (marcas cicloidales) y usarse fotogrametría para determinar su
intensidad y asignar un rango.[12
Monzón
Estos vientos soplan desde el suroeste durante una mitad del año y del noreste durante la
otra. Por lo tanto, hay cambios estacionales que se observan claramente como vientos del
noreste que prevalecen durante el invierno en el subcontinente de la India y del suroeste
en el verano (ver Figuras 1a y 1b). Otros monzones ocurren en Australia y África.
Debido a una mejor comprensión de los monzones, la definición ahora denota sistemas
climáticos donde quiera que la humedad aumente dramáticamente en la estación cálida. El
caso mejor conocido es el monzón asiático, que afecta al sureste de Asia y al
subcontinente indio, pero también existe un clima monzónico en el norte de Australia,
África Occidental y otras partes (ver Figura 2). La presencia Norte a Sur de los Andes
impide la aparición de fenómenos similares tanto en América del Sur como del Norte.
El monzón es uno de los fenómenos climáticos más dramático en el planeta. Las grandes
superficies envueltas en los monzones y la gran escala del clima dentro de ellos sugieren
que los monzones juegan un papel significativo en la modulación del clima global. Cuando
ocurren fuertes precipitaciones monzónicas en una región, en las regiones opuestas se
presentan sequías.
Las heladas son frecuentes en el invierno, pero ocurren también en otoño y primavera,
conociéndose a las otoñales como heladas tempranas y a las primaverales como heladas
tardías. En estas dos estaciones las plantas tienen una gran sensibilidad a los descensos
bruscos de temperatura.
Efectos económicos
Entre las repercusiones sociales de los desastres, cabe mencionar la pérdida de vidas
humanas y sus medios de subsistencia, la interrupción de los servicios de salud y el riesgo
de enfermedades y epidemias. Las hambrunas son un claro ejemplo de un efecto social
causado por un desastre.
Por otra parte un desastre ocasiona el deterioro inmediato de la calidad de vida de las
personas, pues daña su capacidad de recuperación económica y social y les impide
retomar rápidamente su vida cotidiana.
Efectos ambientales
En este sentido, prevenir los riesgos es crucial y, aunque requiera un costo más elevado
en el presupuesto de planificación, este resulta ínfimo frente a los daños y gastos
ocasionados si no se llevan a cabo. Por eso, aunque la prevención debería insumir los
mayores esfuerzos físicos y monetarios, no es así en casi todos los países del mundo, ya
que el presupuesto más elevado está destinado a la reconstrucción.
La planificación debe tener en cuenta todas las actividades de prevención y mitigación de
un desastre, e incluir a todos los actores sociales: economistas, sociólogos, políticos,
geólogos, meteorólogos, asociaciones gubernamentales y no gubernamentales, etcétera.
• Previsión de los riesgos secundarios; por ejemplo, inundaciones causadas por la fractura
de un embalse como consecuencia de un sismo;
• Los medios de comunicación son muy importantes tanto para el alerta (sirenas, luces,
etcétera.) como para la difusión (radio, televisión, Internet) de la información para
organizar a la comunidad en el momento o reorganizarla después del desastre. Los
sistemas de alarma instalados en los países caribeños han reducido el número de víctimas
durante la estación de los huracanes.