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Uso de Collarin

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EL USO DEL

COLLARIN
El manejo del paciente con TRM debe situarse en el
contexto del manejo global del politraumatizado; este
presenta una lesión de columna hasta que no se
demuestre lo contrario, sobre todo si hay alteración
de conciencia.
Se deben utilizar maniobras y técnicas adecuadas de
movilización-inmovilización vertebral en los
pacientes atrapados, en la extracción de los mismos,
en la retirada del casco o en el desplazamiento a lugar
más seguro donde colocar al paciente correctamente,
para continuar su asistencia.
Muchas víctimas con TRM sufren daño neurológico o
empeoramiento por un deficiente manejo
prehospitalario en dos aspectos:
 Movilización-inmovilización inadecuadas.

 Hipoxia e hipotensión mantenidas y no tratadas


adecuadamente.
El objetivo del uso del collarín es la fijación de toda la
columna con diferentes procedimientos que irán
introduciéndose simultáneamente al tratamiento de
otras lesiones. Primero debe colocarse al paciente
decúbito supino sobre plano duro y en posición
neutra, con el eje cabeza-cuello-tronco-extremidades
alineado, aplicando discreta tracción axial en el
cuello, manteniéndolo también en posición neutra y
evitando cualquier movimiento del mismo.
Mientras tanto, otra persona coloca el collarín cervical
retirando ropas y pelos que puedan impedir un buen
ajuste. Es importante realizar una inspección y
palpación cuidadosa de la región cervical antes de
inmovilizarla para poder detectar lesiones y valorar
las venas yugulares externas, pulsos carotídeos,
tráquea y cartílagos laríngeos.
Técnica de preparar y recoger a un accidentado para su
posterior manejo, movilización y/o traslado, teniendo en
cuenta su estado y posibles lesiones, para no agravarlo
más y no causarle más daños de los que ya tenía en el
propio accidente.
FINES DE LA INMOVILIZACIÓN:
 Evitar el dolor: mínimo dolor posible evitando así el
estado de shock .
 Disminuir la iatrogenia: posibles lesiones vasculares y/o
neurológicas, y cubrir las heridas.
 Mejorar la comodidad del paciente y del personal
sanitario.
I.- COLLARINES CERVICALES.
Sirven para inmovilizar la columna a nivel cervical,
con el fin de evitar lesiones a nivel de la médula
espinal, tanto en la recogida como en el
transporte y en la realización de radiografías.
Indicaciones: en el politraumatizado siempre es
una prioridad y se realiza simultáneamente al
manejo de la vía aérea, por las consecuencias que
puede tener una lesión vertebral con
manipulación incorrecta.
II.- INMOVILIZADOR DE COLUMNA
VERTEBRAL. DISPOSITIVO (FERNO –
KED).
Indicaciones: para la inmovilización de columna
tanto cervical como torácica e incluso lumbar,
durante la extracción de víctimas del interior de
vehículos, e inmovilización de miembros
inferiores.
 INMOVILIZACIÓN CORRECTA . PARA ELLO
COLOCAMOS UN COLLARIN CERVICAL
 MANTENER CON COLLARIN PARA EL
TRASLADO
 MOVILIZAR AL PACIENTE EN BLOQUE
 UTILIZACIÓN DE TABLA LARGA PARA SU
TRASPORTE
 NO RETIRARLO HASTA QUE SE COMPRUEBE
QUE NO HAY LESIÓN CERVICAL
 Es importante observar la radiografía lateral de columna
cervical.
 Los collarines cervicales más eficaces son de apoyo
mentoniano, tipo Philadelphia, Pueden dificultar la
palpación del pulso carotídeo, excepto en los que tienen
un orificio cervical anterior.
 No impiden eficazmente los movimientos de rotación
 deben ser complementada con la colocación a ambos
lados de la cabeza de un elemento de contención (existen
soportes laterales diseñados) pueden ser útil sacos de
arena o frascos de sueroterapia debidamente protegidos.
1.Tracción cervical.
 El primer reanimador, a la cabeza del paciente,
colocará sus manos firmemente sobre el cráneo, con las
palmas de las manos a los lados de la cabeza, y situando
la punta del segundo y tercer dedos bajo la mandíbula,
realizará una suave, firme y continua tracción
longitudinal de la cabeza. Si la cabeza estuviera rotada
.se girará lentamente hasta que quede alineada con el
resto del cuerpo.
La tracción cervical no se debe suspender hasta que
se coloque el collarín, para evitar los
movimientos de la columna.
2. Colocación del collarín. Desde uno de los lados,
el segundo reanimador deslizará la lengüeta más
larga del collarín bajo el cuello del paciente.
Después ajustará la parte delantera del mismo al
mentón del paciente (si el collarín es de apoyo
mentoniano).
Confirmará que la altura del collarín no permita
realizar movimientos de flexoextensión y, por
último, cerrará el collarín en el lateral opuesto al
que empezó.
La asistencia al politraumatizado debe comenzar en el lugar
del accidente. El traslado debe ser rápido con,
inmovilización del raquis y de los miembros ante la
imposibilidad de conocer con exactitud la existencia de
lesiones óseas. Pero situaciones de peligro para los
propios asistentes y pacientes (riesgos de incendio,
explosión, intoxicaciones, etc.) requieren acortar tiempos
utilizados en alguna o en todas las acciones que se
realizan en la fase prehospitalaria, evitando
inmovilizaciones que si buenas resultan muy laboriosas.
1.- Exploración visual u observación del paciente en
general: deformidades, coloración, heridas.
2.- Palpación para comprobar: temperatura, crepitación,
dolor, deformidades y pulsos periféricos.
3.- Alineación: mediante una tracción suave pero firme y
mantenida en la dirección del eje del miembro.
4.- Inmovilización: Es probablemente el acto primordial de
la asistencia ortopédica al politraumatizado.
5.-Estudio radiológico: en un servicio de Urgencias y
tratamiento definitivo
Técnica de colocación
Se necesitan dos personas al menos:
Una que realice la tracción del cuello en sentido
longitudinal al paciente alineando la cabeza con
el cuello y el tronco en posición neutra según eje
y la otra que coloque el collarín.
Tras la colocación de un collarín cervical hemos de
controlar al paciente (obnubilado, TCE
moderado....).
Existen diferentes tipos de collarines
cervicales, pero ante todo deben tener el
tamaño apropiado para el cuello del
paciente, ya que los que son demasiado
pequeños pueden permitir la flexión,
además de originar compresiones y
molestias al paciente, y aquellos muy
holgados son totalmente inefectivos.
1.- BLANDOS o DE ALERTA: son de espuma, eran los
más utilizados, pero inmovilizan mal.
2.- SEMIRRIGIDOS de THOMAS.
3.-RÍGIDOS tipo PHILADELFIA o DE
INMOVILIZACIÓN COMPLETA: técnicamente más
difíciles de colocar, son los que mejor inmovilizan y evitan
la flexo-extensión cervical.
4.- DE VACÍO: muy útiles en luxaciones vertebrales.
Collarín Semirigido Tipo Thomas Fijo
Es utilizado para la columna cervical en
extensión o flexión o neutral, flexible
acolchado, y con un sistema de cierre de
velcro, este modelo se vende considerando
la altura del cuello del paciente.
Es utilizado para la columna cervical en
extensión o flexión o neutral, flexible
acolchado, y con un sistema de cierre de
velcro, este modelo es regulable en la altura
del cuello.
Es utilizado para la columna cervical en
extensión o flexión o neutral, forrado en
manga de rib de algodón y cuenta con cierre
de velcro, este modelo se vende
considerando la altura del cuello del
paciente.
Es utilizado para la columna cervical en
extensión o flexión o neutral, cuenta con un
refuerzo interno de plastazote de 6 u 8 m .m.
para dar mayor soporte, acolchado, forrado
en manga de rib de algodón y cuenta con
cierre de velcro, este modelo se vende
considerando la altura del cuello del
paciente.
Es utilizado para la columna cervical en
extensión o flexión o neutral, es flexible
acolchado, y con un sistema de cierre de
velcro, este modelo es regulable en la altura
del cuello, provee apoyo mentoniano y
apoyo occipital.
Es utilizado para la columna cervical en extensión o
flexión o neutral, es fabricado en polietileno
flexible acolchado , y un sistema de cierre de
velcro, este modelo es regulable en la altura del
cuello, provee apoyo mentoniano y apoyo
occipital el sistema de sujeción es mediante
barras anteriores y posteriores que son regulables.
La base de sustentación, se extiende sobre la base
escapular.
Soporte cervical dorsal alto se utiliza en fracturas
de la columna cervical alta. La base de apoyo
se extiende desde adelante, hacia atrás desde el
mentón a la cabeza pasando por el maxilar
inferior , la apófisis mastoidea y el occipital.
Inmoviliza la totalidad de la columna cervical,
sobre todo bloquea los movimientos rotatorios
occipito - atloideo y flexo extensión
intermedios.
Este es un soporte con una efectiva inmovilización
la característica principal son los refuerzos
ventral y dorsal así como los huecos de
ventilación con correas de velcro permitiendo un
ajuste a lo ancho.
Es una superficie plana, rectangular y rígida de madera,
o de material plástico radiotransparente, usada para
completar la inmovilización espinal evitando que el
resto de la columna bascule en torno al raquis cervical.
El paciente se fija a la misma con cintas en la frente y
mentón para fijar la cabeza, en los hombros para la
inmovilización de tórax (algo más libre que el resto
para no limitar los movimientos respiratorios), y en la
pelvis, muslos y rodillas. Se debe recordar que la
posición neutra del cuello deja un hueco entre el
occipucio y la tabla, que facilita la extensión del
mismo, por lo que se debe rellenar y almohadillar.
 La colocación del paciente sobre la tabla
puede llevarse a cabo de diferentes formas;
la técnica de volteo puede resultar peligrosa
y requiere al menos 4 personas entrenadas,
por lo que es preferible usar la camilla de
"cuchara" o "tijera", que consta de dos
piezas que se articulan entre sí y un sistema
telescópico para adaptarse a diferentes
longitudes, y cuya colocación solo requiere
un mínimo volteo para introducir las palas
debajo de la víctima.
Por lo tanto, solo se realizará el volteo cuando no
se disponga de ella, y es obligatoria una
persona encargada exclusivamente de
mantener la cabeza y el cuello en posición
neutra durante la maniobra, y al menos tres
más, dos para el tronco y las extremidades, y
el coordinador de la misma, que además de
sincronizar los movimientos será el encargado
de colocar la tabla e inspeccionar la espalda
mientras lo hacen.
 Desde la posición de sentado, la inmovilización
comienza con la fijación en posición neutra de la
cabeza por detrás del paciente, aplicando tracción
cervical, mientras otra persona coloca el collarín.
Sin dejar de sujetarla, se introduce la tabla espinal
entre el respaldo del asiento y el paciente, que se
inclinará ligeramente hacia delante de forma
coordinada y manteniendo el eje cabeza-cuello-
tronco.
Posteriormente se establecen fijaciones a la tabla con
cintas en la frente, mentón, tórax y pelvis.
 Se realiza sobre la tabla espinal o la camilla de tijera, tras
comprobar que las correas de fijación están
correctamente colocadas y cerradas, coordinando todos
los movimientos y evitando siempre maniobras bruscas e
inadecuadas.
Con la camilla preparada fuera de la ambulancia, se
realizará el cambio, fijando nuevamente al paciente con
las correas de la misma antes de introducirlo para su
traslado. Antes de iniciar la marcha se acolcharán las
zonas de presión y se asegurarán las correas de forma
que el paciente forme un bloque con la camilla y ésta con
la ambulancia.
 Otra opción es el uso del colchón de vacío sobre la
camilla de la ambulancia. Es una estructura rellena
de material aislante a la que se le aplica una bomba
para hacerle el vacío y transformarla en un soporte
rígido con la forma que nosotros queramos, puesto
que es moldeable y adaptable a todas las curvaturas
del cuerpo. Sus ventajas son mayor facilidad para
colocar al paciente decúbito lateral en caso de
vómitos y buena amortiguación de las vibraciones
del vehículo gracias a su relleno de material
aislante. Pero a pesar de su rigidez puede sufrir
arqueamientos, por lo que hay que colocar debajo
tabla, camilla de tijera o sobre la camilla de la
ambulancia.
Uno de los eventos más frecuentes durante el proceso
asistencial de estos pacientes, pero particularmente
durante la primera atención y el traslado es la
aparición de vómitos.
Como norma básica y fundamental, nunca se
lateralizará el cuello cuando el paciente vomita.
Cuando ello ocurre y no está aún fijado a ningún
soporte, se realizará volteo en bloque para colocarlo
en decúbito lateral, como se ha expuesto
anteriormente. El paciente fijado se volteará
formando bloque con la tabla espinal, la camilla de
tijera o el colchón de vacío.
Otras medidas que se pueden aplicar son presión
cricoidea, limpieza manual de la cavidad oral y
orofaringe o la aspiración con sonda conectada al
succionador del equipo portátil o de la ambulancia,
no deberán sustituir o retrasar el aislamiento
definitivo de la vía aérea cuando exista riesgo de
broncoaspiración, independientemente de que
puedan existir otras indicaciones como depresión del
nivel de conciencia o insuficiencia respiratoria.
 A la llegada del equipo al hospital hay que realizar
una nueva transferencia del paciente hasta la camilla
en la que se va a manejar dentro del área de
emergencias. Idealmente se debería disponer de un
equipo intercambiable con el de la ambulancia.
 Se continuarán aplicando las medidas de inmovilización
y de apoyo vital que se hayan instaurado previamente
(siempre que sean correctas), y además se realizarán el
estudio radiológico y los tratamientos específicos.
 Los pacientes que llegan al hospital sin haber tenido una
mínima atención prehospitalaria conlleva el que todos
los procedimientos de movilización-inmovilización
vertebral tengan que ser adoptados en primera instancia
en el área de urgencias .
 El manejo inicial de estos pacientes en la sala de
emergencias dependerá del nivel de la asistencia
prehospitalaria prestada, y el ABC + collarín se
modificará en función de las técnicas y tratamientos
aplicados con anterioridad.
 Durante la fase de estabilización y reevaluación se
podrán realizar radiografías anteroposterior de
tórax y lateral de cuello, así como ecografía
abdominal si se considera indicada, con aparatos
portátiles en la sala de emergencias. Los pacientes
inestables que requieran cirugía abdominal o
torácica urgentes solo se dispondrá, de la placa
lateral de cuello y de los datos que nos pueda
aportar la de tórax sobre la columna dorsal .
 El paciente estable puede trasladarse a sala de rayos
para completar su estudio, manteniendo las medidas
de movilización e inmovilización durante su
transporte: collarín y férulas laterales, fijación segura
a la camilla de traslados y utilización de la camilla de
tijera y/o tabla espinal larga para pasarlo a la mesa de
rayos y viceversa. A los pacientes agitados es
imprescindible mantenerlos adecuadamente sedados
y analgesiados para evitar movimientos
incontrolados de la columna vertebral y conseguir un
estudio radiológico de calidad, evitando repeticiones
del mismo que incrementan el riesgo de lesión al
requerir nuevos traslados y movilizaciones. 
Solo se retirarán estos dispositivos cuando se
descarte completamente la existencia de TRM, y
esto solamente ocurre cuando se dan todas las
condiciones siguientes:
- El paciente está consciente y colaborador.
- No existen síntomas ni signos de TRM ni otras
lesiones que puedan enmascararlo.
- El estudio radiológico completo es normal.
Es conveniente recordar que la permeabilidad de la vía
aérea es una prioridad vital, y que de nada sirve una
inmovilización perfecta y un manejo escrupuloso si
el paciente fallece o sufre encefalopatía grave por
hipoxia severa secundaria a un inadecuado o tardío
control de la misma, sobre todo teniendo en cuenta
que también existía la posibilidad de que no fuera
portador de TRM.
 El uso de la cánula orofaríngea de Guedel puede
complementar la elevación del mentón, pero no la
sustituye por completo ni garantiza el mantenimiento de
la permeabilidad de la vía aérea. Su colocación no
requiere manipulación del cuello, pero debe evitarse en
pacientes con suficiente nivel de conciencia para no
tolerarla, ya que pueden producirse náuseas y vómitos,
que además del riesgo conocido de broncoaspiración,
pueden provocar movimientos bruscos del cuello.
 La intubación orotraqueal (IOT) es la más utilizada
y en manos expertas es segura y rápida. Incluso con
la técnica más depurada, se requiere una mínima
extensión del cuello y el manejo correcto de la
sedación y, si es necesaria, de la relajación
muscular del paciente, en cuyo caso se aconseja el
uso de relajantes no despolarizantes como el
bromuro de vecuronio.
 Debe realizarse con el collarín puesto, lo que en
principio no debe suponer un gran problema, salvo
que concurran otras circunstancias. En caso
necesario puede retirarse transitoriamente para
intubar al paciente, actuando cuidadosamente,
mientras otra persona mantiene el cuello traccionado
e inmovilizado.
En todo politraumatizado con hipotensión y
bradicardia se debe sospechar lesión medular por
encima de D5, especialmente si no hay signos de
vasoconstricción periférica y siempre que se haya
descartado hipoxia severa. En cualquier caso, debe
ser tratado inicialmente como un shock
hemorrágico con administración de cristaloides a
través de dos vías venosas periféricas de grueso
calibre para expandir moderadamente el volumen
circulante y adecuarlo al lecho vascular.
GRACIAS

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