El Lenguage de Los Gestos.
El Lenguage de Los Gestos.
El Lenguage de Los Gestos.
A la hora de analizar este tipo de lenguaje corporal hay que tener en cuenta
varios factores. Uno de ellos, y fundamental, es el hecho de que todos los
gestos no tienen el mismo valor en las distintas culturas o en distintos lugares
del mundo. Pongamos por ejemplo el gesto de realizar un círculo uniendo los
dedos pulgar e índice: en Estados Unidos significa “OK”, “correcto”; en Francia
significa cero o nulo, y en Japón simboliza el dinero, una moneda.
Vamos ahora analizar los tres ámbitos en los que se divide y estudia la
comunicación no verbal. Estos son: Kinesia, paralingüística y proxémica.
• Kinesia: Trata sobre la comunicación no verbal expresada a través de
los distintos movimientos del cuerpo.
- Los gestos: Existe un tipo de gestos, llamados “emblemas”, que pueden ser
fácilmente reconocidos porque, sencillamente, significan palabras. Pongamos
por ejemplo el gesto de mover la cabeza de un lado a otro, que todos
entendemos como un “no” más o menos rotundo, o aquel de agitar una mano
en señal de despedida. Otro tipo de gestos son los llamados “ilustradores”, que
no significan o están íntimamente asociados a una palabra, sino que la
acompañan.
o Las manos:
Las manos en los bolsillos con los pulgares hacia fuera es un estado de
contención; la persona está intentando disimular una actitud dominante o de
superioridad. Curiosamente, este gesto suele ir acompañado de un balanceo
sobre los pies, que invita a la impresión de tener mayor estatura.
También es gesto de superioridad mantener las manos cogidas detrás de la
espalda; es claro indicador de arrogancia.
La persona de pie y con las manos en las caderas está indicando que está
preparada para la acción; es una actitud combativa.
o Los brazos:
o Las piernas:
La postura de colocar las piernas encima de una mesa indica defensa del
propio territorio, superioridad, actitud dominante.
o La cabeza:
Sólo cuando dos personas se miran directamente a los ojos existe una base
real de comunicación, pero pueden existir miradas variantes dependiendo de la
relación entre esas personas y el tipo de comunicación que se entabla entre
ellas.
Para entablar una buena relación con otra persona, se le debe mirar a los ojos
entre un 60% y un 70% del tiempo. Todo lo menos de este intervalo, implica
evitar la mirada del otro y, por tanto, ciertas dosis de ocultamiento y
deshonestidad.
Si la relación entre los interlocutores está limitada al ámbito profesional o de
negocios, es mejor evitar una mirada directa, que pudiera intimidar al otro o
mostrar un exceso de confianza; por tanto, es más correcto imaginar un
triángulo en la frente de la otra persona y dirigir a él nuestra mirada, lo cual
crea una sensación de seriedad y franqueza.
La mirada social cae un poco más abajo; el triángulo abarca desde los ojos
hasta la boca del interlocutor, creando una atmósfera agradable.
Por último, la mirada íntima, hace un recorrido más amplio, desde los ojos
hasta el mentón y, desde allí, hacia otras partes del cuerpo.
La mirada, el movimiento de los ojos, además de proporcionar una gran
cantidad de información sobre el otro, refleja una amplia gama de expresiones
y sentimientos humanos.
- El ritmo: Se refiere a la fluidez verbal que tiene una persona. Puede ser lento
o entrecortado, el cual implica una huida de la comunicación y un rechazo al
contacto social, siendo, por el contrario, un ritmo fluido, ligero, modulado y
animado condicionante de una buena comunicación y de un deseo de
contacto interpersonal.
Sandra Mª Cerro
Grafóloga