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Acto 9 de Julio 20

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ACTO 9 DE JULIO 2011. PALABRAS PARA INICIAR: Buenas tardes a todos.

El prximo sbado se cumplir un nuevo aniversario de aquel 9 de Julio de 1816, da en que un grupo de personas en un lugarcito de nuestro pas, llamado Tucumn, anunci que el Pueblo Argentino era libre e independiente para gobernarse. No fue fcil, pero el profundo sentimiento de libertad y la fuerza de muchos argentinos, hicieron que este sueo se hiciera realidad. Nosotros tambin como protagonistas del hoy, festejamos este acontecimiento. ENTRADA DE BANDERAS: Recibimos respetuosamente a nuestra Bandera de Ceremonia. Portada por: Abanderado: 1 escolta: 2 escolta: HIMNO NACIONAL: Las estrofas de nuestro Himno Nacional expresan el sentimiento de un pueblo que como ayer, est dispuesto a defender su identidad y su soberana. Nos disponemos a entonar con respeto y entusiasmo nuestro Himno Nacional Argentino. PALABRAS ALUSIVAS (DISCURSO) Todo tiene un significado, una razn, un fundamento; nuestra independencia fue un trabajo de todos. Para recordar cmo cada uno de nosotros da sentido y reafirma la libertad ganada en aquellos aos, nos dirigir la palabra el Prof............

PALABRAS DEL EQUIPO DIRECTIVO: Escuchamos con atencin a RETIRO DE LAS BANDERAS: Nuestra Bandera es testigo especial de nuestra independencia. Agradecemos su presencia y despedimos a todas las banderas respetuosamente con nuestro aplauso.

DESPEDIDA: Patria adems de ser la porcin de territorio en la que se ha nacido es el fruto del esfuerzo de los hombres que le dieron nacimiento, de los que la hicieron crecer y de cada uno de nosotros que tenemos el deber de valorarla y mantenerla libre e independiente da a da. MUCHAS GRACIAS Y FELICES VACACIONES. PALABRAS ALUSIVAS (DISCURSO) Una vez ms la Patria, surgiendo del origen mismo de su nacionalidad, conmemora un nuevo aniversario de su gloriosa independencia. Una vez ms los acordes marciales del himno le brindaron su saludo reverente. Flamea hoy en todos los cielos del pas la bandera celeste y blanca, y desde all, del Tucumn oloroso a azares, llegan las clarinadas de gloria que lo hicieron inmortal. Ciento noventa aos han transcurrido desde aquel da en que, en la humilde y tosca casona, ocurri un hecho trascendente que se constituy en la piedra fundamental de nuestra vida, de hombres libres, ya desde entonces priv nuestro sentido de autenticidad frente a Amrica toda, frente al mundo. Nos sabamos un pas independiente, con nuestras propias ideas, nuestro esfuerzo nico, y una personalidad que iba creciendo al mismo tiempo que crecan los caminos, que se levantaban las fbricas, que se elevaban las universidades, que se sembraban las pampas y los valles y se explotaban las nuestras minas. Todas las razas que pisaron desde ese momento el suelo virgen, se identificaron con nosotros y los ideales se fundieron, porque eran principios de confraternidad, porque la paz y la unin eran la base slida sobre la que ellos se cimentaban, y tambin quizs porque algo congnito y misterioso, ancestral e instintivo, nos atraan desde siglos para que compartiramos nuestras culturas, las fundiramos en una sola, que se fortificara adquiriendo alas a travs del tiempo, y se formara as un nuevo ser, el ser argentino. Y San Martn pudo entonces apaciguar sus ansias en el sueo definitivo, Belgrano y Gemes y todos aquellos que con la albura de sus doctrinas dieron la albura de sus vidas. Surgieron luego otros prceres ms pequeos, casi insignificantes, extraos en todo el mbito de la Patria y solo conocidos en su reducido contorno geogrfico, seres de carne y hueso que nos dieron el ejemplo de haber sabido cumplir noble y alegremente con su funcin, por ms infinita que fuera, en la iglesia, en el taller, en la escuela, en el comercio, en el campo. Ellos nos abrieron a machetes la brecha para que nuestro camino no se viera forzado por tantas dificultades. Sigamos su ejemplo. Reconozcamos humildemente que todo lo que hoy gozamos es producto del sacrificio de nuestros abuelos de sangre y espritu.

Tratemos de vivir nuestra independencia con creciente responsabilidad, resaltando los valores que habitan en nuestro interior y que dudan a veces en salir a la luz, oscurecidos por los antivalores que parecen brillar ms Toda la patria es en este da un solo grito de alegra, un solo rezo, una nica cancin. Es que hoy la palabra independencia adquiere sonoridades extraordinarias y se agiganta ante nuestros ojos y sentidos, porque avanzaron aos desde su realizacin y sin embargo se mantiene fuerte y segura. Hoy, el esfuerzo de cada uno de nosotros amasa, renueva, riega y revive la Libertad legada y grita por recuperar aquello que parece estar perdido. Todos, el nativo, y el extranjero, el adolescente y el adulto, recordemos en esta fecha gloriosa que tenemos el sagrado deber de contribuir con nuestro esfuerzo a la grandeza de la Patria, siguiendo el trayecto abnegado de aquellos que elaboraron nuestra Libertad, a fin de que la Republica Argentina se levante como faro luminoso, pleno de paz y trabajo para los habitantes de este suelo, y de amor y fraternidad para todos los hombres del mundo.

PALABRAS PARA EL DIA DE LA INDEPENDENCIA El Congreso de Tucumn, convocado bajo un signo conservador, declar el 9 de Julio de 1816 la independencia poltica de estas tierras. Fue la medida ms audaz del proceso revolucionario iniciado en 1810. Las paradojas de la historia probaron que los conservadores de 1816 realizaron la tarea que no pudieron llevar a cabo los revolucionarios de 1813. Para ms de un historiador, la declaracin de la Independencia se pareci ms a una fuga hacia adelante que a un acto realizado en condiciones sociales y polticas ideales. A decir verdad, la declaracin de la Independencia se efectiviz en el momento ms difcil de la revolucin. Para 1816 la nica revolucin que se sostena en el continente hispanoamericano era la de las Provincias Unidas del Ro de la Plata. Desde Mxico hasta Bolivia, con Chile incluido, todo haba cado en manos de los espaoles. La "restauracin" pareca no ser slo un fenmeno europeo. Desde el retorno de Fernando VII al trono de Espaa, los movimientos revolucionarios fueron derrotados por los ejrcitos realistas o por las despiadadas guerras civiles. Como dir un congresal en una de la sesiones previas: "Estamos solos", una afirmacin certera que incluye el hecho cierto y lamentable de que al momento de iniciar el Congreso sus sesiones no estaban presentes las provincias del Litoral dirigidas por Artigas. O sea que a la soledad haba que sumarle la fractura poltica que amenazaba con extenderse hacia Buenos Aires. A este panorama desalentador haba que sumarle la probable y temible invasin prevista por Fernando VII. En ese escenario de deserciones, humillaciones y derrotas slo dos pequeas luces titilaban en la soledad de Amrica latina: el Congreso de Tucumn y el Ejrcito libertador que San Martn organizaba en Mendoza.

En los primeros das de julio, se realiz una sesin secreta en la que los congresales escucharon el informe de Manuel Belgrano que acababa de llegar de Europa. El creador de la Bandera describi la situacin en el Viejo Mundo y las dificultades que se avizoraban. Es muy probable que all se haya tomado la determinacin de proclamar la Independencia en la sesin oficial convocada para el 9 de Julio. Digamos que a los patriotas no les qued otra alternativa que hacer lo que hicieron. Para 1816 la revolucin era un proceso irreversible; la alternativa de un acuerdo con alguna potencia extranjera, Gran Bretaa por ejemplo, haba sido descartada por unanimidad, incluso por el propio embajador britnico. Por otra parte, desde Cuyo, San Martn presionaba a travs de sus diputados amigos para que se diera el gran paso. Para el jefe del Ejrcito no era lo mismo llegar a Chile dirigiendo las tropas de un pas independiente que hacerlo a la cabeza de un grupo de agitadores alzados en armas contra las autoridades constituidas. En ese contexto difcil, cargado de incertidumbres y recelos, se declar la Independencia, no slo de Espaa y su rey, sino de cualquier otra dominacin extranjera, un agregado preciso que se transformaba en un programa hacia el futuro, y adverta hacia el pasado sobre la posible repeticin de experiencias de muy mala memoria. Si algo caracteriz fuertemente a los seis aos transcurridos entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816, fue la necesidad sentida por el pueblo de las entonces llamadas Provincial del Ro de la Plata, de intercambiar opiniones y participar en vistas a construir el modelo de pas deseado. En la actualidad, los argentinos no estamos -coyunturalmente hablando-, en una situacin muy distinta de la de aquellos aos. Desde 1816 hasta el presente pasaron 192 aos, a lo largo de los cuales hemos seguido buscando ese modelo nacional anhelado. Hoy, estrenando un nuevo gobierno, parecera que estos afanes cobran un renovado espritu, a juzgar por los mensajes que recibimos a travs de los medios de comunicacin. Personalmente he escuchado muchos discursos, declaraciones y comentarios. Pero tambin he mirado a mi alrededor en el da a day siento que muchos de nosotros no entendemos o no queremos entender el significado de ser ciudadanos, libres e independientes. Veo que no siempre hay concordancia entre lo que decimos y lo que hacemos. Es como si no supiramos hacernos cargo de nuestras responsabilidades como ciudadanos, como hombres y mujeres libres. Siel ser ciudadanos, el ser libres, el ser independientes implica responsabilidades. Es cierto que cada uno de nosotros ha sido hecho para la plenitud del ser. Pero para la plenitud del ser DE TODOS, por eso tenemos la responsabilidad de no vivir indiferentes ante el dolor, no podemos dejar que nadie quede a un costado de la vida, marginado de su dignidad.

Es cierto tambin que todos somos libres de expresar nuestras opiniones, de manifestarnos, de protestar, de transitar, somos libres para ejercer nuestros derechos, por eso tenemos la responsabilidad de respetar las opiniones de los otros, de recordar que todos pueden tener algo importante que decir; tenemos la responsabilidad de no caer en la descalificacin de todo, en la constante siembra de sospecha que hace cundir la desconfianza y la perplejidad; tenemos la responsabilidad de defender las ideas por la razn, por el dilogo y no por la violencia, ni fsica ni verbal; tenemos la responsabilidad de pensar antes de hablar; la responsabilidad de respetar la diversidad, entendiendo que cada uno de nosotros es un ser nico e irrepetible, todos y cada uno con capacidades diferentes. Mucho ms podra decir, pero creo que sera bueno terminar pidindoles que se tomen un minuto cada da para reflexionar sobre el valor de nuestra independencia y sobre el ejercicio de la libertad. No atentemos nosotros mismos contra ellos. Construyamos nuestra propia identidad como pas y no seamos una extensin de otros, no dependamos de grupos, no nos uniformemos, no tratemos de ser todos iguales, ejerzamos responsablemente de nuestra libertad, que no sea necesario el control de otros para lograr el cumplimiento de nuestras responsabilidades y por sobre todas las cosas, apostemos a la educacin, porque un pueblo poco formado es un pueblo fcilmente manipulable. Muchas gracias.

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