Kraken
Kraken
Kraken
Guillamon Pujol
Su aspecto es el de un calamar gigante y algunos han llegado a nombrarlo
el rey del mar, ya que solo su cuerpo, sin tentáculos, mide 3 metros. Sus
tentáculos, duros como acero y húmedos como una toalla de piscina
usada, pueden llegar a torcer el más resistente de los barcos o crear el
mayor de los remolinos acuáticos en pocos segundos.
A demás tiene un gigantesco y redondo ojo con el que puede ver debajo
del agua. El iris y la pupila ocupan toda su superficie y no dejan espacio
para nada más.
Su cuerpo luce diferentes cicatrices terroríficas que han dejado el paso
del tiempo y las armas de los pocos valientes que han osado atacarlo y
defenderse ante su inminente muerte.
Como todos los calamares, tiene la boca bajo la cabeza, donde empiezan
los tentáculos. Su boca es como un hoyo gigante en medio de la nada, sin
fin ni salida.
Bajo esa máscara de maldad y horror, se esconde un animal
normal que solo se preocupa por su supervivencia. La fama
que tiene de monstruo asesino gigantesco que hunde los
barcos le atormenta porque él no quiere hacer daño a las
embarcaciones ni a la tripulación.
Por culpa de su inmenso tamaño comparable con el de una
montaña, sus tentáculos largos y húmedos le obligan a que a
la hora de sumergirse bajo las profundidades del oscuro mar,
choquen y se muevan nerviosamente como serpientes
moviéndose rápidamente entre las piedras, haciendo que los
barcos que estén encima de él se hundan con sus sacudidas de
tentáculos.
Es cariñoso y agradable, por eso siempre se acerca tanto a los
barcos.
Y aquí concluye nuestra presentación.