Tribus Urbanas
Tribus Urbanas
Tribus Urbanas
CUMBIA
JUVENTUD ALTEA EN BUSCA DE IDENTIDAD
CARRERA : PSICOLOGA
NIVEL
1ER. SEMESTRE
MATERIA
SOCIOLOGA
TITULO
DOCENTE
INTEGRANTES:
INDICE 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 1.1 FORMULACION DEL PROBLEMA 1.2 DELIMITACION DEL PROBLEMA A INVESTIGAR 1.3 CONTEXTO GEOGRAFICO 2. OBJETIVO DE INVESTIGACION 2.1 OBJETIVO GENERAL 2.2 OBJETIVO ESPECIFICO 3. ALCANCES ACADEMICOS Y SOCIALES DE LA INVESTIGACION 3.1 JUSTIFICACION SOCIOOGICA 3.2 JUSTIFICACION SOCIAL 3.3 JUSTIFIVACION ACADEMICA 4. MARCO TEORICO CONCEPTUAL DE LA INVESTIGACION 4.1 ESCUELA SOCIOLOGICA DE RESPALDO 4.1.1. ESCUELA DE CHICAGO 4.1.2. ESCUELA IBERICA Y MEXICANA.CULTURAS JUVENILES 4.2. ENFOQUE TEORICO 4.2.1 LA SOCIEDAD Y EL INDIVIDUO 4.2.2. CLASES SOCIALES 4.2.3. JOVENES DE CLASES POPULARES 4.2.4. TRIBUS URBANAS 4.2.5. QUE ES UNA TRIBU URBANA 4.2.6. CUMBIA COMO TRIBU URBANA EN EL ALTO
AGRADECIMIENTOS
A nuestro Lic. Jos Luis RodrguezChacn, por la confianza en nuestra capacidad de realizar este trabajo y la ayuda desinteresada en cada consulta que le hicimos. Muchas Gracias Lic. Jos Luis RodrguezChacn.
INTRODUCCION Llama la atencin el desarrollo de las tribus urbanas en nuestra ciudad, ya que de cierta manera afecta la tranquilidad ciudadana, porque cada tribu tiene diferentes hbitos los cuales en distintas zonas de la ciudad no son aceptadas, y surgen diversos enfrentamientos a causa de un pensamiento social que afecta el desarrollo socio-cultural e influye en el pensamiento, actitud y crecimiento de los menores, se pretende conocer ms a fondo las tribus urbanas, como se desarrollan y cmo se comportan.
El presente trabajo se enmarca en la disyuntiva que presentan las distintas expresiones juveniles para la cultura hegemnica establecida. Dichas manifestaciones poseen una marcada tencin entre las perspectivas arraigadas en las tradiciones aceptadas en trminos formales y las concepciones modernas que sirvan para configurar una visin respecto de las sociedades actuales. Cuando se escucha hablar de tribus urbanas muchos piensanen jvenes pandilleros, que visten de forma diferente a lo convencional es decir ropa exageradamente grande, ropa de color negro, cabellos y cortes extravagantes, y que participan en concursos de baile de televisin como sbados populares y protagonizan peleas callejeras. La sociedad que piensa que solo son pandilleros y el perjuicio deja de lado la opinin y la forma de pensar que tienen estos jvenes. Estos jvenes muestran actitudes que la sociedad en su conjunto los estigmatizan obligndolos a crear grupos con una forma de pensar y buscando su propia comunidad para buscar la solidaridad para hacer frente a esta discriminacin y mostrar un estilo de vida propia. 1.1 formulacin del problema
La cumbia, como tribu urbana, para los jvenes paceos que se desarrollan en el contexto de la modernidad, se constituye como identidad difusa o proporcionan parmetros ideolgicos que les ayuda a comprender la realidad desde una postura crtica?
1.2
El tema de la investigacin se delimita en los jvenes que forman parte de las tribus urbanas en la zona de Villa Dolores, plaza Obelisco. 1.3 Contexto geogrfico
El contexto de la investigacin est en Villa Dolores ciudad de El Alto. Ciudad habitada por inmigrantes de pueblos aledaos. Adolescentes entre 13 y 18 aos. 2. Objetivo general. Delimitar si la cumbia como tribu urbana otorga parmetros ideolgicos que les sirvan de base para lograr una crtica respecto de los contenidos culturales y sus manifestaciones en el contexto moderno. 2.2 Objetivos especficos. Determinar si el sentido de pertenencia a dicha tribus contribuye de alguna forma a la conformacin de un sentido de identidad. Establecer si los jvenes alteos pertenecientes o proclives a pertenecer a una tribu urbana desarrollan una actitud crtica frente a los contenidos culturales y la sociedad en general. Explorar el proceso de identidad que construyen jvenes que pertenecen a las tribus urbanas ubicando por qu junto con sus posibles incidencias en lo social. Identificar la relacin entre una posible identidad y una representacin social a fin con una construccin social.
3. Alcances acadmicos y sociales de la investigacin. 3.1 Justificacin sociolgica. El presente trabajo de investigacin busca entender la simbologa, cdigos, ideales de las tribus urbanas, lograr conocer emplazamientos dentro de la ciudad, como contribuyen sus espacios y otorgan una cualidad a suelo. Es as que por medio de conocimiento dejar de lado el perjuicio que encierra y rechaza este grupo de la sociedad. 3.2 Justificacin social. Debido a los acontecimientos ocurridos en diferentes zonas de la ciudad de El Alto, donde se enfrentan a diferentes grupos, surge una preocupacin por correr la interaccin de los grupos urbanos juveniles alteos. Al igual que por identificar los factores que promueven la intolerancia y la no aceptacin de la diversidad.
3.3 Justificacin Acadmica. El trabajo tiene un valor importante para la vida acadmica de quienes realizaron el trabajo y de aquellos que continuaran y tomaran como base en el presente trabajo para investigar y comprender que las tribus urbanas no son pandillas. Adems como personas nos ayudara a entender y saber manejar situaciones en las que nos encontremos con estos adolescentes que se identifican con esta tribu. 4. Marco terico Conceptual de la investigacin. 4.1 Escuela Sociologa de respaldo. 4.1.1. Escuela de chicago. La escuela de chicago nos entrega la primera perspectiva para estudiar a los distintos grupos sociales, gestndose su visin en los estudios de las pandillas estadunidenses de comienzos del siglo XX. De esta forma la autora nos seala que: Estas lecturas muestran a la escuela chicago como la primera escuela en formalizar los estudios sociolgicos, sembrando una mirada de no hacer a la ciencia social desde el exterior de los actores,sino una mirada independiente de los actores. Sin embargo, esta mirada no rescata la perspectiva de los sujetos como su palabra y su vida subjetiva, si no, los ve como actores plurales y/o colectivos. Arces T 1996) Aun cuando esta perspectiva es funcional para la poca, la principal dificultad se refleja en que no comprende la subjetividad de los individuos, sino que ms se centra en el actuar colectivo de los grupos sociales. 4.1.2. Escuela Ibrica y mexicana: Culturas Juveniles. De forma ms cercana, Derivada de la escuela Ibrica Y Mexicana, Arce nos define el concepto de cultura juvenil como una forma de expresin juvenil colectiva que tiene como espacio comn la creacin de estilos comunes: Feixa define a las culturas juveniles como un espacio donde las experiencias sociales de los jvenes son expresadas colectivamente mediante la construccin de estilos de vida distintivos, localizados fundamentalmente en el tiempo libre o en espacios intersticiales de la vida institucional (Feixa en Arce, t. 1996) Feixa nos seala que estas culturas juveniles poseen espacios y tiempos que les sirven para construir bases identitarias distintivas y diferenciadores de la vida interinstitucional. Prez Islas (1996) entiende las culturas juveniles como una praxis subalterna que se caracteriza por contar con eso que les permite enfrentarse a las concepciones prcticas y oficiales de la cotidianidad. Venezuela (1997), hasta el momento no ha dado una definicin exacta pero hace un acertado recorrido sobre el concepto de joven y juventud.
Por ultimo Urtega (1993) indica que las culturas juveniles son identidades que se expresan y se construyen en tiempos y espacios de ocio determinados y disimiles. Toda esta escuela coincide en entender a la cultura juvenil como un concepto que no puede ser englobado ni determinado por las posturas biologicistas y funcionalistas de la juventud, sino ms bien como un proceso en continuo movimiento. 4.2 Enfoque Terico. 4.2.1. La Sociedad y el Individuo. Moscovivi (1973) presenta una propuesta terica con la cual intenta acercarse a una psicologa social que no se encuentre en la lgica del sujeto-objeto Y consiga hacer un una lectura de la realidad social sin desligar al individuo y la sociedad. De esta aproximacin resulta una primera frmula en la MOSCOVICI, habla de una psicologa social como ciencia del conflicto entre el individuo y la sociedad que se conjugan posteriormente cuando refiere como objeto central de la psicosociologa todos los fenmenos relacionados con la ideologa y la comunicacin. Si bien es cierto cuando se habla de sociedad se piensa en la reunin de una multitud de individuos unidos por alguna razn, que no se aparte aquello de cada sujeto imprime a esto que se evidencia como masa o colectivo, el aporte de Moscovici da lugar a la realidad del individuo que no es paralela a la realidad social, sino que hace parte de esta. En esta discusin sobre aquello que se comparte en el grupo social Moscovici(1984, introduce el concepto de representaciones sociales y toma el aporte de Durkhein sobre la representaciones colectivas, llegando a una definicin de las representaciones sociales como aquellas que constituyen sistemas cognitivos en los que es posible reconocer la presencia de estereotipos, opiniones, creencias, valores, y normas que suelen tener una orientacin actitudinal positiva o negativa, En otros de sus trabajos Moscovici (1973) apunta: Las representaciones sociales se constituyen a su vez, como sistemas de cdigos, valores, lgicas clasificatorias, principios interpretativos y orientadores de las prcticas, que definen la llamada conciencia colectiva, la cual rige con fuerza normativa en tanto instituye los lmites y las posibilidades de la forma en que las mujeres y los hombres actan en el mundo. Son estas representaciones las que dan forma a esta realidad mitad fsica y mitad imaginaria que es la realidad social. Estos aportes permiten acercarse a la representacin social del Otaku, en tanto plantea al individuo inscrito en el marco de una cultura y la aparicin de grupos en los que construyen representaciones sociales que dan cuenta de las imgenes, smbolos, valores, juicios e ideas asociadas a estas, que suponen un foco de inters para la psicologa social y la psicologa general.
4.2.2. Clases Sociales. La concepcin de estas clases sociales de la que partimos es la marxista, ya que consideramos que es la ms acertada para analizar las relaciones conflictivas entre condiciones socioeconmicas del sistema social en el que vivimos y que luchan por alcanzar el poder, esos sectores de la poblacin son denominados clases sociales y en este sistema capitalista las clases antagnicas son la burguesa y el proletariado, sin embargo estas dos clases no son las nicas en la sociedad, existen la clase media, los pequeos comerciantes, los artesanos, los campesinos con pequeas parcelas que son clases que luchan por no quedar en peores condiciones, entonces les queda unirse a una de las dos clases. En este sentido lo que definimos como clases populares son estas clases, que sobre la base de una resistencia y sus instancias de poder sacan a relucir su desigualdad en el acceso a los bienes materiales y simblicos en la produccin. 4.2.3. Jvenes de Clases Populares. Para definir la juventud de clases populares usaremos los acertados conceptos de Mario Margulis y Marcelo Urresti que nos dan la base para definir la condicin de los jvenes, y nos plantean que: No existe una nica juventud: en la ciudad moderna las juventudes son mltiples. Variando de la relacin a caractersticas de clase, el lugar donde viven y la generacin a la que pertenecen y adems la diversidad, el pluralismo y el estallido cultural de los ltimos aos se manifiestan privilegiadamente entre los jvenes que ofrecen un panorama sumamente variado y mvil que abarca sus comportamientos, referencias identitarias, lenguajes y formas de sociabilidad. Juventud es un significante complejo que contiene en su intimidad las mltiples modalidades que llevan a procesar socialmente la condicin de edad, tomando en cuenta la diferenciacin social, la insercin de la familia y en otras instituciones, el gnero, el barrio o el micro-cultura grupal. Este concepto primario nos lleva a otros elementos constitutivos como una construccin social basada en la consideracin de los jvenes como una generacin que tiene elementos en comn pero que al mismo tiempo, comparta como caracterstica comn el tiempo libre o moratoria social pero con particularidades entre ambos. Muchos jvenes de clases populares (y tambin adultos) que gozan de abundante tiempo libre: se trata del tiempo disponible en virtud de la falta de trabajo, que aqueja intensamente a los sectores. Este tiempo libre no puede confundirse con el que surge de la moratoria social: no es tiempo legitimo para el goce y la ligereza, es tiempo de culpa y de congoja, es tiempo de impotencia, una circunstancia desdichada que empuja hacia la marginalidad, la delincuencia o la desesperacin. Esta visin contradice la tradicional visin que nos plantea la juventud como una etapa de gracia en la cual se puede estudiar o pasar el tiempo sin necesidad de
trabajar o depender de los padres, lo cual no es as en los jvenes de clases populares y mucho ms aun entre las mujeres de origen popular, muy al contrario de las elites y clases medias que tienen la opcin de estudiar en su etapa de moratoria social. En el caso bolivianoestas condiciones de pobreza se ven reflejadas en la cultura poltica de la poblacin juvenil principalmente popular, cuando tienen una visin negativa de las instituciones democrticas, los procesos electoralesy la adscripcin ideolgica a los partidos Polticos y Otro tipo de organizaciones sociales (Torren, 2002: 14). 4 . 2 . 4 . T ri b u s u r b a n a s . Primero definamos las dos palabras> Tribu que significa agrupacin en la se dividen distintos polos primitivos y Urbano: que es al go r elativo a la ciudad. Es por ello q u e p od e m o s d e c ir que Tribus urbanas: Son agrupaciones juveniles que se identifican mediante la vestimenta y los cdigos verbales, gestuales y ticos. Se conoce como tribuna a la sub cultura que nace y se desarrolla en el ambiente de una ciudad. Existen diferentes definiciones d e tribu urbana, pero el autor norteamericano EthanWatters la define como un grupo de individuos solteros que tienen inters en comn, este grupo goza de un mismo estilo de v i d a o q u e d i s f r u t a n d e l a s a c t i v i d a d e s mientras se asocian. En la actualidad estas tr ibus son c o n s i d e r a d a s c o m o u n a d e a s manifestaciones ms 1,ueles,es considerada como una forma de expresin d o n d e s e a d m i t e l a i n t e r a c c i n d e l a t r i b u d e , f o r m a d i r e c t a c o n las personas de l a c o n d i c i n y c o n l o s : i n d i v i d u o s d e l e x t e r i o r , gener almente Pr evalece en sentido de pensamiento y deper tenencia ya que seidentific an con determinadas tendencias e s t as pueden variar ,desdela msica hasta una identi ficacin poltica o ideologa. Las personas que se integran a las tribus, generalmente estos j venes buscan encontrarse consigo mismo y con un grupo que llene los vacos efectivos en le usualmente los jvenes de tribus caen en la drogadiccin el al holismo, la violencia, la delincuencia, la prostitucin, se convierten en personas que alteran las n ormas sociales de orden pblico .Tomando en cuenta las subculturas, estas son mscomunes en las grandes ciudades y centro comerciales, en este caso haciendo enfoque en El Salvador, ya que el gran tamao de la ciudad y su complejidad le da una sensacin al joven, de aislamiento o de alineacin. Este asilamiento conduce generalmente formar tribus urbanas en los cuales los miembros que integran estn unidosbajo un conjunto de
caractersticas, m o d a s , p e n s a m i e n t o s e i n t e r e s e s c o m u n e s q u e t o d o s e s t o s e n u n c o n j u n t o llevan a un fenmeno negativo en los jvenes. Segn opiniones de crticos, aseguran que estas tr i bus es la bsqueda de los jvenes de hoy en da por aquella identidad tan inmediata Si el joven le gusta la rustical moda, entre otras cosas, y se integra a un grupo que , posee los mismos intereses, est se sentir identificado tanto con sus moda, sus smbolos y llegara a odiar los intereses opuestos a los de l, lo que llevara este a la violencia. Para terminar, Arce nos seala la definicin que aparece respecto del neologismo creado por Maffesoli: Tribus Urbanas, y nos seala que: En un primer lugar, Maffesoli (2004), con su libro El Tiempo de las tribus, habla de la existencia de nuevos grupos juveniles que se renen alrededor del nomadismo y de un sentido de pertenencia. Para el autor, el normadismo es la posibilidad de la sublevacin, es el salir de s, es, en el fondo, poner acento en todos los aspectos lcidos, en los aspectos festivos, en un hedonismo latente, un corporeismoxarcebado. Mientras el sentido de pertenencia es la conciencia de s , no ms la identidad cerrada y encerrada en s misma, sexual, ideolgica y profesionalmente, yo sigo mi propia ley y s, mi ley es otro quien me la da, quien me la indica (Maffesoli, 2004 b: 38). Tanto el normadismo como la falta de pertenencia para Maffesoli son parte de la metfora del tribalismo. (Maffesoli en Arce, T. 1996) En este sentido Maffesoli hace referencia a la sociedad postmoderna y las implicancias que esta tiene en los jvenes y sus relaciones sociales. Maffesoli (2004, 2004b) plantea que los jvenes se encuentran en un proceso de individualizacin donde lo nico importante son ellos mismos, pero, a su vez, existe la necesidad de, socializar, crendose un narcisismo de grupo, que se entiende como la continua adulacin grupa! y la cotidianidad (Maffesoli, 2004). Para el autor la tribu urbana es un grupo transitorio y con gusto por la visibilidad. (Maffesoli en Arce, T. 1996)
4.2.5. Qu es una Tribu Urbana. Tomando en cuenta lo que nos dice Zarzuri, R., et al (s.d.) P o d e r n o s caracterizar a las tribus urbanas como:
Tribu Urbana corno conjunto de pautas especificas sub -culturales en las que el j o v e n r e a f i r m a s u i m a g e n , e s t e p r o c e s o i n v o l u c r a u n n i v e l s i g n i f i c a t i v o d e compromiso personal. La Tribu Urbana funciona como un micro- mitologa, una pequea gran historia, un micro- relato que contribuye en la construccin de identidad y que provee a los
sujetos de un esquema comportamental que permite romper el anonimato. La Tribu Urbana supone un conjunto de juc5os, rituales y c d i g o s representacionales les que un individuo, corriente no conoce o no maneja. Estos patrones suponen la transgresin a las regias socialmente instituidas. El proceso de trivializacin supone toda una apropiacin de s m b o l o s y mscaras irreverentes que reafirman la pertenencia grupal. La mayora de las Tribus Urbanas constituyen en s mismas un v i r t u a l dispositivo discursivo de disidencia (la subcultura ,) y desestabilizacin delorden adulto, dominante o hegemnico. El look menos convencional lleva en s mismo una actitud de resistencia a la sociedad, pudiendo incluso expresarse violenta o agresivamente. La relacin de pertenencia es globalizante, abarcando a veces la existencia completa de todas las dimensiones de la vida de los sujetos. En este sentido, su juega un proceso de responsabilizaran personal de las acciones. Segn lo que nos seala Maffesoli M 2004 las tribus urbanas poseen una definicin que se enmarca en el contexto histrico en el que se generanEn este sentido, el individuo, que nos grafica Maffesoli tiene una caracterstica particular dentro del contexto postmoderno, ya que su banalidad le llevara a buscar formas nuevas de relacionarse y para ello deber buscar indicios de identificacin en circunstancias que anteriormente no hablan sido previstas. Pero es una banalidad sobre lo cual es necesario regresar, porque me parece que es sobre ella en la cual descansa el artificio que est en proceso de establecerse entre eso que digo, eso vivo y eso que pienso. 4.2.6 Tribus urbanas en la Paz. Son los pases vecinos, como argentina, Per, chile principalmente los pases que han exportado esta subcultura hasta Bolivia, siguen Estados Unidos, Mxico, Jamaica, Japn los que lideran las modasy estticas juveniles. La influencia de la televisin, con programas dedicadas a estos grupos, despierta la curiosidad y la creatividad, permitiendo que chicas y chicos adopten ciertas tendencias o finalmente creen en nuevas modas triviales con nombres tan interesantes como sorprendentes. En la Ciudad de El Alto las tribus urbanas se concentran en calles,
gradas y esquinas, as mismo se ubican en las plazas y parques, espacios identificados como lugares de territorializacion nocturna del espacio pblico por parte de los jvenes. Para el presente estudio nos centraremos en la Plaza Obelisco y sus alrededores. Los Cumbieros, Pertenecen a la tribu urbana ms popular, exportada a Bolivia desde la Argentina Mxico como influencia de la cumbia villera y de la cumbia mexicana derivada en tecno cumbia. Conocidos desde los aos 60 alcanzaron mayor popularidad al inicio del ao 2000. A diferencia de la tradicional cumbia colombiana y la cumbia mexicana propiamente dichas, la cumbia villera naci en las villas miseria de la capital argentina, el ritmo es parecido a la cumbia argentina, pero la letra de sus canciones son vulgares de provocacin, similar al lenguaje que utilizan los jvenes marginados que se identifican con los versos alusivos a la droga, alcohol, sexo, vida nocturna, delincuenc ia y violencia, en Bolivia se la conoce como msica CHICHA. Este gnero se populariz alrededor de los aos 2000, 2001, aos de una extrema crisis econmica y decadencia social en Argentina. A diferencia de los grupos de rock, las bandas de cumbia villera no suelen hacer recitales multitudinarios, sino que tocan en "bailantas" (especie de discoteca dedicada a la "msica tropical"). De sta manera, se hizo popular en los sectores pendencieros y de escasa educacin de la sociedad argentina. Ya que tena gran llegada en estos grupos, empresas discogrficas inescrupulosas vieron su oportunidad; promocionando la creacin de nuevas bandas para obtener ganancias con la venta de discos cada vez ms improvisados y de baja calidad tanto artstica como cultural, que te nan como nico objetivo la venta a los sectores marginados, quienes se identificaban plenamente con ste lenguaje ms vulgar y simple. Este subgnero ingresa al corazn de Sudamrica a finales del 2000, con la irrupcin en el mercado de los grupos: Flor d e Piedra, Damas Gratis, Mala Fama y Yerba Brava; pero llega a su auge el 2004 con los grupos La Base Musical, Supermerk2, Amrica Brass (de Bolivia) y otros, gracias a las recopilaciones de xitos de Cumbia Andina de los 80. Para el ao 2005 impacta en el mercado "La Iguana Mary", con su
primicia "Esa guacha" que rpidamente se convierte en el xito de temporada, el ritmo y los registros de esta obra inspiran al grupo Amrica Brass para lanzar su siguiente propuesta titulada "A qu volviste" (creacin del g rupo peruano "Los Puntos del Amor"), que es asimilada en un mediano plazo por los artistas bolivianos que ejecutan este ritmo, posteriormente la mayora de estos grupos lanzan primicias con un estilo muy similar a Amrica Brass, de los que destacan Sigmas de Bolivia, Diego Soria, Pura Sangre, Expreso y David Castro (ex - vocalista de Amrica Brass y el Grupo Los Brother's). A partir del ao 2006, en Bolivia este subgnero se dividi en dos corrientes una la "Clsica Cumbia Villera Argentina" y el "Villero Paceo" o tambin conocido popularmente como "Villero Chicha", que surgi a raz de la fusin del primero con la Cumbia Surea. David Castro es un cantante boliviano nacido en la ciudad de La Paz que form parte de dos grupos cumbieros Los Brothers y Amric a Brass. Se hizo conocer junto a su grupo a mediados de la dcada de los aos 90, ya que entre una de sus canciones que ms xito tuvo en el mundo de la msica tropical fue "Aoranzas", tema que habla sobre la problemtica situacin migratoria de boliviano s hacia otros pases. Si bien este tema musical lo han declarado como himno de inmigrantes refugiados. Entre otras canciones que se hizo conocer tambin con su banda fueron "Gracias por tu amor", "Dime", "Que bien se ve", "Dime" y entre otros.Aos despus se separ de su grupo y se lanz como solista incursionando en el gnero de la cumbia villera, hacindose conocer con un tema musical titulado "Tanto amor. Y tambin como "nunca la olvidar" . Pese a todo, trata de estar el mayor tiempo posible con su fami lia y sus amigos. David Castro es un tipo como cualquier otro. Carioso, amigable, que gusta del deporte, especialmente el ftbol, como todos, asegura.Y la msica, no puede negar que esa es su principal pasin. De nio bailaba y cantaba frente a un espejo utilizando un cepillo como micrfono, revela. Comenz desde abajo. Yo era, al principio, el chico de los recados. Tocaba la guitarra, pero tambin traa y llevaba cosas, ya que era el ms chango en el mariachi que me inici. Cuando este grupo se desintegr, mi hermano y otros jvenes formamos el mariachi Gaviln. Era una voz ms, hasta que un da me probaron para cantar
algunas composiciones de Leo Dan, ah comenzaron a cambiar las cosas. Poco tiempo despus fue invitado a formar parte de la agrupacin tropical Los Br others. Fue en esta etapa, alrededor de 1995 y 1996, cuando su fama increment. Tambin fue el tiempo en el que nacieron los pasos de baile que le ganaran la admiracin y la imitacin de los ms pequeos. Te dir un secreto, yo no me invent esos pasos, simplemente mantuve abiertos mis ojos. Cuando voy a una fiesta siempre observo a los bailarines. Uno de ellos, al menos, se destaca en los pasos, ms que los dems, si ese estilo me agrada y es novedoso, lo adapto y lo aado a mi repertorio, confes el ar tista. En uno de sus pocos contratos en Tarija descubri que la gente no participaba en su concierto con tanto entusiasmo como con la amplificacin de la cumbia villera de Argentina. Entonces, me dije, el problema no soy yo, es el ritmo. Y estamos hablando de una movida que naci en las villas ms pobres de Argentina. Fue popularizado por las barras bravas, por lo que al principio estaban llenas de insultos y vulgaridades. Grupos como Supermer K2 cambiaron la temtica y la letra de las canciones. Adapt sus viejas canciones al ritmo, compuso temas como Luna y No me olvidars, las promocion, pegaron muy bien, y ahora a David Castro le llueven nuevamente los contratos. Sin embargo, est consciente de que las vacas flacas pueden volver cualquier momento. Lo que hoy en da es posible identificar como cumbia argentina rene a un conjunto bastante amplio que incluyen variaciones regionales o estilsticas hay cumbia nortea, peruana, santafecina, santiaguea, cuartetera (ligada estilsticamente al cuarteto cordobs), grupera o mexicana y romntica (Cragnolini 1998: 299) y cumbia show, tradicional y villera, (Prez 2004: 11), as como media docena de variaciones identificables al interior de esta ltima. Este gnero, a simple vista tan amplio, es a su vez reagrupa do en un conjunto mayor: la bailanta. Bailanta define, para una lectura casi exclusivamente no nativa (de los medios, de algunos analistas y del sentido comn dominante), a un conjunto de gneros musicales y a los espacios adonde es ejecutada y bailada , as como adjetiva la esttica, los productos y las personas que adhieren al mismo. Esta misma mirada la caracteriza como grotesca, humorstica, picaresca (Elbaum 1994: 194), vulgar, chabacana y poco creativa (Cragnolini 1998: 295). Una
lectura ms afn a la nativa, particularmente presente al interior de esa seccin especfica del mercado, define a lo que los otros llaman bailanta como msica tropical, que incluye, junto con la cumbia, ritmos heterogneos y no necesariamente tropicales como el cuarteto cordobs y el chamam. El mercado tropical, que aparece con fuerza hacia mediados de los aos 80, en los 90 ya haba generado una amplia red de produccin y difusin en especial a partir de dos sellos discogrficos (Leader y Magenta), programas de te levisin y de radio (muchos en FMs barriales o truchas) y publicaciones especializadas, a los que se suman, actualmente, varios sitios de, Internet. A finales de los 90, frente a esta cumbia denominada romntica o comercial, otra aparece y reclama pa ra s el orgullo de llamarse villera. La cumbia villera surge en un contexto histrico en el cual se consolidan transformaciones estructurales donde conviven los resabios de una Argentina considerada el pas ms desarrollado de Latinoamrica definido, a grandes rasgos, por el nivel de desarrollo econmico, las tasas de educacin formal, el acceso a la salud pblica, la politizacin de gran parte de la poblacin y una tendencia de modificaciones sociales que, segn la literatura (cf. Filmus, 1999) llevaba 25 aos, pero que en los 90 adquiri una velocidad y una profundidad sin precedentes. En la dcada del 90, el aumento de los ndi ces de desempleo, la cada del salario real, la legislacin de flexibilizacin laboral, la desactivacin de los servicios estatales de salud y retiro, el crecimiento de la economa informal, entre otros, result en el empobrecimiento de parte de las clases medias y la cada de las perspectivas de ascenso social va educacin y empleo para las clases populares (cf. Minujin & Kesler 1995; Beccaria & Lopez 1997; Merklen 2000; Feijo 2001). En este contexto, se consolidaron otros medios de subsistencia como alt ernativas viables al empleo, a partir de algunas acciones paliativas del Estado bolsas de alimentos para familias, subsidios de desempleo en los intersticios del mercado changastrabajos eventuales, ofrecimiento o imposicin, de servicios, algunas ex periencias de intercambio sin la mediacin del dinero y una faja de actividades ms o meno s ilcitas, que van de mendigar al robo y el trfico de drogas. Hacia fines del 2002, la economa informal en Argentina llegaba al 50% del PBI, mientras que el 40% de los asalariados no estaba registrado y la utilizacin de servicios bancarios (cheques, tarjetas de crdito y dbito) haba bajado a los menores niveles de la dcada del 80 y la desmonetizacin se haba visto agravada con la utilizacin de
diferentes tipos de bonos (federales y provinciales) y todo tipo de vales como si fueran circulante de curso legal. Es en el cruce entre el mundo popular de la cumbia y este contexto sociolgico que la cumbia villera comienza a tocar. Rechazado por las grabadoras del medio tropical, Pablo Lescano, sealado como el creador de la cumbia villera, ahorra dinero para pagar el estudio y, con una edicin pirata graba, en Agosto de 1999, el primer CD del grupo Flor de Piedra. En la misma poca, otros grupos aparecen: Yerba Brava, Guachn. Un tiempo despus, el propio Lescano liderara Damas G ratis, tambin de su creacin . El 2000 vio surgir a Los Pibes Chorros, Meta Guacha, El Indio, Mala Fama. Y en el transcurso de 2001, nacen Bajo Palabra, Dany y la Roka, Sipaganboy. En a lgunos meses, la cumbia villera se convirti en un xito comercial inesperado: vendieron cerca de 300 mil CDs (cf. Iglesias, 2001) lo que representa un 25% del mercado discogrfico argentino, segn datos de las compaas grabadoras, sin contar las ediciones piratas que constituiran el 50% de las ventas (cf. Colonna, 2001) y realizaron decenas de shows semanales, entre presentaciones en bailes populares y programas de televisin. La cumbia villera no maquilla los rasgos de la pobreza. Los retoma, los tematiza y hace de ellos un ideal esttico.En las letras y en el estilo, la cumbia villera adopta la esttica que ya ha sido avanzada por el rock chabn. Los enfrentamientos con la polica, el consumo de drogas y alcohol, la sociabilidad masculina en la esqu ina, ya aparecan en las letras de grupos como Viejas Locas y 2 Minutos (cf. Semn & Vila 2002) y de Bersuit Vergarabat (cf. Citro 2000), as como la crtica a las imposiciones de la moda, a travs del uso de una indumentaria ms cotidiana que espectacul ar: remeras, jeans, zapatillas, conjuntos deportivos, de marcas famosas falsificadas, comprados en las ferias libres en las cercanas de las estaciones de tren. Si es verdad que el trabajo no perdi por completo su valoracin positiva, en la cumbia villera el acento est puesto en el ocio, en el consumo o en el robo, como estrategias en un contexto donde el trabajo dej de ser el eje de la masculinidad:Del baile me vengo, ay, qu pedo [borrachera] tengo!/ No puedo caminar de tanto jalar. [Inhalar cocana]/ Estoy re cantina [en este caso la voz refiere al turbacin por abstinencia que lo pone en situacin de armar bardo protestar-], no tengo vitamina [cocana]./ Yo quiero tomar vitamina, yo quiero tomar vitamina./ Me compro una bolsa y estoy pila, pila.[energizado] (Damas Gratis, Quiero vitamina, Damas Gratis, 2000)
Aquel que impera en la cumbia villera es un tiempo ajeno a la disciplina de la escuela y el trabajo: no administrado, la sucesin de las noches y las maanas y de los das de la semana no regu lan ni diferencian el descanso de la actividad. Al contrario, ms que el reloj o el calendario, es el efecto de las drogas y el alcohol cuyo consumo se efecta a cualquier hora y en cualquier da el que demarca el lmite entre la vigilia y el sueo. As , los villeros se presentan como dueos del tiempo, donde cualquier da puede ser disfrutado, pues no hay un trabajo que ordene la semana: Suena la cumbia/ y los tambores/ todo el villerio est de fiesta,/ traigan el vino, mucha cerveza/ que el da es nue stro y hoy se festeja./ Como no hay monedas/ ni una changuita/ encima llueve, me quedo en casa,/ pon una cumbia colombianita/ que la acompaa el ruido de las chapas. (Cumbia Chapa, Meta Guacha Lona, Cartn y Chapa, 2000) La jarra segua pasando de boca en boca,/ y mareados seguimos tomando, de esta jarra loca./ Empezamos a ver, dibujitos animados/ y todo el baile qued... Descontrolado!!!!/Salten todos, de la cabeza,/ salten todos,/ pint el descontrol. (Flor de Piedra, La jarra loca, La banda ms loca, 1999) Por otro, el consumo de drogas y alcohol es parte importante en la construccin de una cierta idea de virilidad, en cuanto supone la virtud de tener aguante para hacerlo y en la medida en que, en el consumo colectivo, definen un espacio de sociabilidad masculina. El aguante, trmino acuado en la jerga de las hinchadas de ftbol, define el valor central del mundo de los pibes. Refiere al coraje, al valor y a la resistencia fsica y moral. Es una arenga, un grito de guerra y una exigencia. Tener aguante es no retroceder, no huir, no quejarse. Es soportar el dolor y aquello que lo provoca. Es aceptar las afrontas, aun cuando se est en inferioridad de condiciones. Las peleas en los bailes o en el barrio, la participacin en acciones de riesgo (como ir a robar armado) y el consumo de drogas y alcohol son situaciones donde el aguante y, por consiguiente, la virilidad, son puestos a prueba. En este sentido, beber solo es propio de ratn (mezquino, egosta) o de alguien que no fue lo suficie ntemente hombre para aguantar los efectos del alcohol y de las drogas y se vici, dejando de tomar parte del ocio colectivo, del descontrol entre amigos, convirtindose en un signo de feminizacin.
La presentacin frecuente del uso de armas en las canc iones tiene un sentido especfico. Esta puede ser leda como la tentativa retrica de construir o presentar el carcter corriente de un modelo de masculinidad que antes era extraordinario por ser ilegal (en algn momento, en los sectores populares de Arge ntina esa visin normativa estuvo ms extendida). Un hombre de verdad ahora debe estar preparado para un tiroteo con la polica, con otros habitantes de la villa, o con el posible objeto de robo. Para un hombre de verdad la muerte es una alternativa p osible, la cima de la valenta que se exprime en un grito de afirmacin y resistencia: Aguante los pibes chorros! En las letras, el dinero aparece de dos maneras. En una lectura ms tradicional, su papel como mediador de las relaciones sociales es cuestionado. Y, desde una mirada ms reciente, aparece en su mnima denominacin, desligado del trabajo. En una lectura que ya se ha verificado en otros gneros populares[12], el dinero puede ser obtenido de las mujeres: Ella es diferente a las dems/ us a tarjeta y celular/ me compra ropa de la mejor/ y hasta lo vicio ella me banc/ Y ahora ests, ests como quers/ tirado en la cama tomando vino/ jugando a las cartas con tus amigos/ gastndote la guita [plata] que ella te dio (Yerba Brava, El manteni do, Cumbia Villera, 1999) En la misma lnea, el dinero pertenece a las capas superiores, que lo llevan a la villa a cambio de drogas: Crea que con guita lo compraba todo/ (...) Odiaba los villeros, los negros le daban asco/ Una cumbia jams sonara en s u auto/ Concheto [ajustado a la norma, rico, careta, straight] arrepentido/ vos sos un flor de mulo [subordinado en general, derivado del vocablo que designa al preso subordinado al servicio del jefe de un pabelln en la crcel]/ ahora tus billetes/ te los mets en el culo/(...)Trat de seducirla/ Blanca no le dio cabida/ Pens que con su guita todo poda/ Te equivocaste macho/ concheto arrepentido/ conquistar a una villera/ tu sucia guita no ha podido (Bajo palabra, Concheto arrepentido, Bajo Palab ra, 2001) As, se verifica el cuestionamiento del papel y del valor del dinero en las relaciones sociales: ste no compra la amistad, no gana el amor de una mujer, no hace de nadie un hombre de verdad. Dentro de esta lectura, el dinero corrompe los valor es villeros (que, por
definicin, son ajenos a l), haciendo que se vuelvan conchetos. En sus letras, la cumbia villera revela matices que la femineidad, en general, y la sexualidad femenina, en particular, actualmente expresa. Partiendo de la representa cin de la mujer que los sujetos poticos villeros realizan, es posible comenzar a pensar que existen cambios en el rol femenino en las relaciones de pareja y, por lo tanto, en un modelo de familia que, segn la bibliografa sobre grupos populares, es defi nido como jerrquico, holista y tradicional. El papel activo de la mujer nos pone frente al desafo de repensar la configuracin implicada de familia en los sectores populares. Enamorar a una muchacha virtuosa, casarse y tener hijos con ella, no parece ser el horizonte deseado por los pibes, por lo menos segn lo que aparece en las letras de la cumbia villera. Lo que para ellas se plantea es, al mismo tiempo, una definicin ms tradicional del papel de la mujer en su relacin con el hombre y una reevaluaci n de la sexualidad femenina, desplegada tanto por los sujetos poticos villeros como por las propias mujeres.En la cumbia villera, la mujer aparece, desde esa perspectiva, como prostituta Ay, Andrea! vos s que sos ligera/ Ay, Andrea, qu astuta [puta] que sos/ Ay, Andrea! te gusta la fija [el pene]/ Ay Andrea! qu astuta que sos/ Si pinta [aparece] una cumbia, revoleas tus caderas/ Si pintan los tragos, vos perds el control/ Si pintan los pibes, revoleas tu cartera/ Y si pinta la guita, nunca decs que no. (Los Pibes Chorros, Andrea, Las manos arriba, 2001) La novedad que la cumbia villera expone radica en los matices que, junto a ella y sin negarla por completo, esa representacin plantea. Precisamente, el papel activo de la mujer en las relaciones sexuales. Ella ya no espera el cortejo del hombre, es duea de su deseo y, si cambia de compaeros sexuales, lo hace en la bsqueda de placer: T bailas de minifalda, qu risa que me da porque se te ve la tanga ./ No puedes esperar que te lleven de la mano, que te inviten a un hotel./ No lo hace por dinero, solo lo hace por placer. (Damas Gratis, Se te ve la tanga, Damas Gratis, 2000) La mujer, como sujeto activo de deseo y de la relacin sexual, debe ser entendida dentro de un contexto donde comienza a ser valorada la mujer sexualmente experimentada: Yo las quiero turras, vivas (...) me gustan as, aunque me tenga que bancar las consecuencias. (P. Lescano, IN: Dillon 2001:2)
Segn Francisco Romano Labate, due o y escritor de las letras de Meta Guacha , La mujer ha cambiado su rol en la sociedad, antes tena un rol inmaculado y en realidad haca de todo y el hombre sufra. Desde Gardel para ac los hombres somos cornudos, bueno, ahora se la tienen que bancar. Porque ahora disfrutan del engao y ya nadie quiere vrgenes, ahora cuanta ms experiencia sexual, mejor. La cumbia villera es ms testimonial, es ver la realidad de la villa, las vivencias. Son cosas que les pasan a los dems y que uno aprovecha para ir rescatando algunas letras. (Yerba Brava, IN: http://ciudadtropical.con.ar/reportajes.asp?not=356, bajado 03/02/02) La cumbia villera, en este fragmento, se presenta como una crnica de lo que ocurre en los barrios pobres de Buenos Aires, dando cuenta de la marginalidad a la que estn condenados los negros villeros. De forma similar a lo que L. Vianna (1998) seala en los sambas de Bezerra da Silva, la categora de negro no es necesariamente atribuida a aquellos de cuya piel es oscura (no -blancos). Al contrario, [la] identidad de negro vctima de la exclusin y el prejuicio se confunde con la de pueblo excluido de los mecanismos de justicia social. (Vianna 1998: 48). En el caso argentino, parece imperar una identificacin con el pueblo de la narrativa populista en las definiciones que ellos hacen de s mismos, donde la pobreza es situacional, no elegida y es, sobre todo, digna. Es, en este sentido, una pobreza opuesta a la lgica villera, analizada hasta ahora. 5. Procedimiento metodolgico de la inve stigacin 5.1 mtodo de trabajo La metodologa propuesta para la investigacin es el mtodo etnogrfico. 5.2. Tcnicas de trabajo La observacin, dividida en dos etapas interrelacionadas entre s: Observacin a distancia: representa el proceso perceptivo visual sin intervencin activa de investigadores en determinado hecho social. Observacin participante: implica un proceso interactivo de los
investigadores en el hecho social observado. La entrevista. Como tcnica de aproximacin en las emociones percepciones y subjetividades de los actores ser realizada de forma no estandarizada sino ms bien guiadas por ideas claves que se introducirn a la interaccin verbal con los informes
5.3 herramientas de aplicacin metodolgicas. La herramienta aplicada es el grupo focal, como experiencia sirvi de herramienta que ha permitido recoger ideas respecto del tema planteado. En este caso el propsito fue dilucidar cuales eran las apreciaciones que tenan los jvenes respecto de lo que considera la cumbia como tribu urbana y cules son sus valores que ellos podan ver representados en estas. 6. Cuerpo o contenido de la investigacin. 6.1. Anlisis de lo observado con los conceptos de la aplicacin tcnicas. Las calles, plazas y esquinas son los ejemplos ms concurrentes del espacio pblico urbano, estos lugares constituyen en el espacio urbano que es planificado, construido y usado siguiendo tanto la necesidades de los vecinos como tambin respondiendo a las planificaciones provenientes de las esferas administrativas de lo urbano, es este espacio el que constituye uno de los referentes de apropiacin ms importantes dentro de la poblacin tradicionalmente urbana como dentro de aquellas que recin llegan a la urbe ( los inmigrantes ). CONCLUSION De acuerdo a la investigacin realizada acerca de las diferentes causas que Influyen subjetivamente en el comportamiento de la cumbia como tribus urbana, se llega a la conclusin que muchas de sus actitudes y formas de ver la vida, se ven reflejadas con su religin, poltica, moda o educacin. A pesar de que son grupos supuestamente enfocados en lo que quieren, son personas muy influenciables, muchos de sus actos son realizados por hacer parte de un grupo social o simplemente por demostrarle a un grupo de amigos hasta qu punto son capaz de llegar con el fin de demostrar algo que no son. Se puede observar que son grupos capaces de ayudar o por el contrario hacer Cierto dao a la sociedad, eso dependiendo de qu razones los impulsa a realizar dichos actos. Son personas que les gusta estar en contra de las reglas que rigen nuestra Sociedad, pero a pesar de esto son tribus con una mentalidad diferente, ven un Mundo mejor aunque no siempre hagan buenos actos para llegar a este propsito. Muchas personas tienen una visin diferente sobre estas tribus los juzgan sin Saber su condicin pero en realidad solo son personas que quieren vivir diferente y verle un lado bueno a la vida.
Sin embargo muchos de los entrevistados ni siquiera saban de dnde provena la cumbia. Algunos dijeron que se fueron a vivir a Argentina de nios y esta influencia fue trada de all, a parte porque les recuerda el lugar donde crecieron. La mayora de los entrevistados tambin eran aculturizados, diciendo que la Argentina tiene mejor cultura que la nuestra Lamentablemente no pudimos medir el grado de violencia, porque como pudimos ver en el marco terico, esta tribu tiene mucha influencia de violencia y sobre todo el dedicarse al alcohol y drogas. Sin embargo en varias de los encuentros entre pandillas y aun en los enfrentamientos entre hinchas en medio de estos se puede detectar a villeros por su manera de vestir y actuar. El villero es provocativo, incitador y no tiene miedo ya que se considera fuerte y le gusta hacerse respetar. Estudiando un poco la cultura Argentina tambin observamos un lenguaje muy atrevido y vulgar, el cual tambin es copiado por nuestros adolescentes. A diferencia de la cultura Argentina con la nuestra, somos un pas an conservador, amamos la familia nos dedicamos a ella, aun se vive con los padres hasta que uno se casa. Sin embargo en la cultura Argentina la familia es desplazada a un segundo plano dando importancia al trabajo y a la necesidad econmica, es ms importante poseer que fomentar valores morales. Nuestra cultura se ocupa de ser alguien en la vida de poder tener una profesin y adquirir un buen lugar dentro de la sociedad, los argentinos no le dan tanta importancia ya que hasta su mismo sistema de educacin es malo y uno puede arrastrar materias aun despus de haber salido de colegio. Creemos que es tambin por esta razn, la migracin de los padres a pases vecinos como la Argentina, influyen en la aculturalizacin ya que la mayora de los encuestados como mencionamos antes tienen a los papas viviendo all por trabajo y ellos fueron a visitarlos o a vivir por un tiempo all con ellos. Tambin su retorno al pas se debe a lo mencionado antes que sus papas no pudieron dedicarles ms tiempo y los estaban descuidando y prefirieron andarlos de vuelta ac con sus abuelos o familiares o el otro papa, ya que no pudieron guiarlos debido a la influencia de la sociedad en la Argentina. La aculturalizacion tambin es por los programas de televisin y gracias al cable e incluso a canales de televisin boliviana que transmiten shows Argentinos en los que se puede ver la cumbia villera y esto afecto a nuestros adolescentes que estn en busca de una identidad. Creemos que debemos dar ms importancia a las necesidades que tienen nuestros adolescentes y poder fomentar nuestra cultura que es rica y saludable para evitar adquieran una de afuera, no porque solo est mal sino porque lamentablemente nuestros adolescentes aun no tienen la madurez necesaria para poder manejar sus instintos, adems tenemos que vimos que al adquirir una tribu urbana no solo se
adquiere el gusto musical, sino los fundamentos que estos traen consigo, en este caso, la violencia, adicciones y desvalorizacin de la mujer. Fomentemos nuestra cultura y guiemos a los adolescentes a crear identidades bolivianas.
Bibliografa
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LpezLlanes Alex Ailones conformacin de la identidad cultural de grupos juveniles de elite la paz 2002.
Fabiola te vuelvo a escribir los detalles del informe. Primero es una investigacin de informacin parecido a una tesina. Despues nos hizo falta completar la metodologa por la cual llegamos a las concusiones y presentar los datos conseguidos. Nos falta la encuesta por favor invntate una para que coincida con las conlcusiones y tambin porcentajes en una torta o en barras y tiene que estar un cuadro con las variables independientes y dependientes para poder realizar la conclusin. Y las preguntas de la encuesta. Por favor todas las correcciones que estn en el documento que Mirta te entrego tambin tienen que estar al pie de la letra. Despuesoara las diapositivas solamente 9 porque la 10 sera nuestra caratula. En al 1 la pregunta de trabajo y la direccin que tomamos. 2 los objetivos general y especifico. 3 y 4 Marco teorico. 5y6 resultados. 7y8 recomendaciones y conclusiones. Asi debern ir las diapositivas solo somos 6 personas para exponer y tenemos un mximo de 20 minutos. Por favor muchas gracias y disculpa las molestias.