Alcalá, Raúl, Controversias Conceptuales...
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La m i 6 n cl5sica dt racionalidad cuenta con algunos supuestos cpe dtimamente han sido colocados sobre el tapete de las discusioaes. k s d e 10s posrnodernos muy posmos hasta 10s lpvisionistas (pospositivistas) de la filosofia de la cienua y la episternologia, en la s e p n da mitad del sigIo XX, han estado discutiendo conceptos que s kae bian asociado a la racionalidad, tales como universalidad, verdad, objetividad, necesidad, mttodo, etcetera. La noci6n dAsica de racionalidad, parte de la idea de que es posible la adquisidhn de conocimiento objetivo, lo que a su vez presupone la existencia de la realidad; para poder garantimr este c o n k miento y ponerlo fuera del alcance de la duda se requiem contar con un conjunto de reglas apmpiadas, coma las de la Ibgica, y de su aplicacibn corrects, es deck, de un mktodo. Ahora bien, todo sujeto raciond que apIiquc comctarnente las reglas para resolver m problema, necesariarnense IlegarA a la misma espuesta que 10s o m , De aqui se sigue y e el m6codo gmantiza la universalidad dtl conocimiento. la necesidad del resultado y su univocidad. Esto es lo que permite escribir el termino RacionaEidad con R ma~dscula. Antes de seguir adeIante conviene rnendonar las dm acepciones de mz&nque acepta Le6n Olivg. En primer lugar, tenemos gue el thmino "raz6n"se aplica a una capatidad o habilidad que tienen 10s seres bumanas, lo que les pemite conoces su entorno natural y social. En segundo lugar, se torna "razbn"comofundamn& para aceptar o rechazar mencias, elegr fines o cursos de acci6n. Con base en esto, OlivC puede sostener que "la capacidad cpe llamarnos razBn es la que permite a 10s seres hurnanos de m e y hueso tener cremcim ): evaluar 10s bdarnentos que tengan en faum o en contra de esas creencias"." es
Lehn Olive, "Racionalidad, objetividad y verdad", en Racn*didad Itmwa, p. 91.
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prmisamente esto a lo que UamarA racionalidad: a1 ejercicio apropiado de la m 6 n al hacer elecciones de fines apropiados. Distinguir entre razSn y racionalidad permite a OFiv4 aceptar la afirmaci6n 9 u e pmviene de Mosterin- de que esta dltima no es una facultad sino un mitodo, de tal manera que muchas acdones humanas pueden ser mlfficadas de rationales, otras de irradonales, pero tambiPn hay muchas que no pueden str catalogadas ni de rationales ni de irracionales (por ejemplo, dar un paseo con mi perm). Olive puede ser pensado como un caso ejemplar de 10s epistem6logos a 10s que nos hernos seferido, en tanto somete a critica la universalidad y el mCtodo corno alga asociado a la racionatidad, y refornula las nociones de objctividad y verdad. La nocibn cl5sica de racionaIidad tornaba el t6rmino "objetivo" como un calificativo que se aplicaba a 10s hechos que tenian una existencia "red",independiente de 10s seres humanos, e incluso de que hesen pmposicionalmente expresados o no, En este sentido, un hecho objetivo no tiene porque ser intersubjetivo. Pero tarnbih es posible aplicar el tCmino "objetivan a las razones, y es este segundo sentido eI que desamIla OlivC. Para 61, no basta con tener razones para aceptar una creencia como autintjco conocimienta, s requiert! que Sean & m a s ramna, pem e &stas s61o se reconocen cuando se comparte la rnisma comunidad episthica y con el10 el rnisrna marco conceptual, de d manera que '"podemos entender la o@diuidad como aceptabilidad racional en condiciones r e a l m a e existmtes para m a comunidad epi~tkrnica".~ que Lo esto quiere decis es que a1 pretender sostener la creencia en un hecho objetivo (que no es intersubjetivo, pues tal hecho ni siquiera requiere de la existencia humana para ser objetivo, por ejemplo, que 10s dinosaurios se extinpieron hace 250 millones de afios debido a Ia caida de un meteorito en las costas de Yucat5n), necesito dar razones objet-ivas, aceptables para aalquier sujeto de la comunidad
mente ligado a F no6611 mcionalidad, en tanto 10s seres humanos a de se verr en Ia necesidad de ejercer su raz6n (como habilidad)y exarninar las mones (como fundamento) para sostener sus creencias. En manto a Ia noci6n de verdad, precisa de la aceptaci6n de un realism0 interno y de marco conceprual. De manera m y sesumida, puesto que este concept0 lo veremos mpliamente en otra secci611, el realismo interno no nieg-a la existencia de la reahdad independient t de todo ser humano, lo que sostiene es que no hay una manera i~nica describir esa realidad, cpe sea la comcta, sino que puede de haber diferentes descripciones guc sean correctas, es decir, diversos mundos, y que Cstos dependen del marc0 conceptual que estP en la base Be la descripci~jn, tal manera que el mundo no est4 prwiade mente estructurado, sin0 que se Ee estructura desde el marco conceptual. Por ello, y a diferencia de la mncepcibn de " h d o objetivo",el realismo interno sostiene que 10s objetos y 10s hechos no son independientes de 10s rnarcos conceptuales. Con esto se abandona la noci6n de verdad como cornspandencia, pues Qta supone un 6nico mundo essrucrurado en si mismo. Peso In anterior no implica abandonar la verdad, sino m6s bien concebirla de otsa manera:
rneollo del realism intgrno: 30s enunciados verdaderos proposiciones, etcktera) son adecuados a Ia realidad en virtud de que 10s hechos que describen realmente existen, pem existen en relaci6n con un rnalro conceptual peninente. En el mundo real, independiente del marc0 conceptual, no existe en si misma ninguna entidad que sea el hecho gue hace verdadera Ia proposicidn (que comsponda con la proposisidbn).Cada marc0 conceptual "recorta" eI mundo real de manera que misten hechos que hacen vedaderas ciertas proposicioncs.'
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epistCmica y por tanto intersubjetivas (por ejemplo, argumentar en &or de la irnportanda de 10s huesos de dinosaurios y deI a d i s i s de 10s d t e r e s en 10s mares de la peninsula de YucatPn, para sosrener la afumaci6n anterior, etcetera). Fs este dItimo sentido de objetividad el que defiende Olive, alegando adem5s que es este el que est6 intima-
Pero adem& sostiene que si una proposicibn "P" es verdadera dentro de un marso conceptual, prese~arA verdad en cudquier su o m marco en el que la propoaici6n pueda ser expresada con el misrno s i w c a d o . Por eso Ia verdad, a diferencia de-la objetividad, es
tir el relativismo, como Rescher sostiene. Como ya vimos, ante la alternativa o absolutismo con monismo o plumlismo con relativismo, Rescher se inclina por este ~Iltimo i i preocuparse demasiado por las s consecuencias reIativistas. Olivk, en cambio, tiende hacia el pluralisrno p m intenta mitar el relativismo modificando sustanciahente las nociones de verdad y objetividad. En cierto sentido 10s dos pretenden rechazar el universalismo dentro de la racionalidad, concibiendo a 6 t a con r mincscula. Lo que quisimos hacer plausible en Ia discusibn anterior h e dar una visibn de 10s pmblemas que se nrscitan en las discusiones actuales sobre racionalidad desde el punto de vista de la epistemologia y la flosofia de la ciencia de nuestros dias, poniendo Lnfasis en que la nod611 de racionalidad se encuentra en un fuerte proceso de revisihn, pero no es la 6nica manera en la que se estA llevando a mbo dicha revisi6n. Pasemos pues a otro punto de vista. Los asi llamados posmodernos no se han dedicado directamente a 1 esmdio de Ia racionalidad, sin embargo, en sus esaitos y en mlacibn con oms temas, se han referido a la nocibn que estamos mmndo, conside~ndola como m a herenda de la modernidad. Es asi como Vat h o , aI criticas la idea de la historia --sosteniendo que no puede 6sta ser concebida como una entidad unitaria como pretendia la modernjdad, sin0 m9s bien lo que existe son im5genes del pasado que se pmponen desde dtversos puntos de vista-, y tomando en cuenta la irrupu6n de 10s medios de comunicaci6n actuales, sostiene la desaparid6n de la idea de una racionalidad central.de la historia, y el swghiento, posibilitado por 10s rnedios de comunicaci6n, de una rnultiplicidad de radonalidades locales.11 Esto no quiere decir caer en la irracionalidad, siio sostener la manifestaci6n de un reconocimiento de las difexnuas, de una phrahdad, y consecuentemente eI abandono de un cenrro alrededor del cual se r d e n y ordenam 10s acontecimientos. En este sentido, tambih 10s posmodmos abogan por el abandono de la Racionalidad (con rnaytisda) y rescatan las rracionaIidades (con minfisda}, pero, a diferencia de oms corrientes como las anteriormente presentadas, ellos se apartan de 10s lineamientos de la moderl 1 Cf. Gianni Vattimo, "Fosrnodernidad: Curia swiedad transparence?",en Gianni Valttimo et ol., En lorno a la #osmoderndnd, p. 17.
nidad y con ello de la btlsqueda de un fundamento ljltimo y abandonan todo tip0 de universalidad. h anterior se hace patente en la obra de Richard Rorty, quien ha puesto en entredicho a la epistemologia como btisqueda de fundamentos, sosteniendo que 6sta parte de la idea de la existencia de un terreno comb, que permite lograr acuerdos enm 10s sera humanos, y que esto precisamente es la maondidad. Tal terreno cornfin se ha entendido dgunas veces como algo externo a nosotros 4 1 mvndo del ser-, otras veces como algo interno -nuemas propias mentes como un ejercicio para encontrar la verdad-, o bien en el terreno del lenguaje +orno escperna universal. de todo posible contenido. Suponiendo que negar la existencia de este terreno c o m ~ n negar la raes donalidad, y como consemencia, caer en el relativismo. Para Rorty, negar Ia existencia de este terreno comz'm no es darle acceso a la irracionalidad, como se puede observar en la siguiente uta:
Si negamos que hayan fundamentos que sirVan como base comiin parajuzgar las pretensiones de conocimiento, parece ponerse en peIigro la idea del fil6sofo como guardi4n de la raciondidad. En un sentido m5.s general, si decimos que no existe la epistemologia y que no es posible encontrarle un sustituto, por ejernplo, en Ia psicologia ernpirica o en la filosofia del lenguaje, puede dar la impresibn de que decimos que no existe lo que se Llama m e r d o y desacuerdo radond. l2
Lo que rechaza Rorty es la idea de la epistemologia como supem'sor cultural, como otorgindose eI papel de conocedor de1 contexto bltirno, de1 terreno comfm que todos deben compartir. EI se indina m5s por el papel del fil6sofo como zntmdiario socrdtico entre varios dismrsos, que mis que compartir un terreno c o m h quieren conservar una conversaci6n en la que nmca se pierde la esperansa de Ilegar a un acuerdo. Esto pt-edsamente es 10 que permire l entrada a la a hermeneutica. No es abandonar el conmimiento, sino mantener una idea hermeneutica de conocimiento".
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Korty, LajZoso&
las nociones de tradici6n y relativismo). Son b fil6sofos 10s que ties nen que ponerse a remar a contracorrienze, a abandonar la c6moda posici6n $el conformismo y cornprometerse con una critic. creativa. Por otro lado, tomando en cuenta el capitulo anterior, si queremos vivir en la tolerancia, se hace necesario un mmbio de concepci6n sobre la racionalidad, pues una racionalidad a priori 3 0 permite la tole1 rancia debido a su rigidez. hi, la mcionalidad contextual es la que posibilita, de alguna manera, el rnantenimiento de la tolerancia. Sin embargo, tanto la nocibn de tolerancia como la de racionalidad (con rninfiscda) precisan, como se hace clam en 10s estudos anteriores, de la aceptad6n del didogo...
hay gue apuntar que la tolerancia no es la condescendenda, sho, mAs bien, la d m d 6 n de 10s argumentos del om, p r o , desde hego, esto no i m p h a su acqtacibn, aunque es posible que en al@n momento s tenga que ceder en dgh punro, porque la tolerane cia sf impIica la aceptacibn de opiniones no cornpartidas. Ya dijimos que la persona razonable evaltia E s argurnentos a su o disposicibn para p d e r tomar uaa decisibn, de ta1 manem que ista est5 basada en razones, en buenas razones; sin embargo, tal waluaci6n descansa en valores cornunitarios, Esto no podria ser de otra manem porque lo que se tjene son argurnentos que pueden tener la rnisma plausibilidad pero que de a l p n a rnanera se relacionan con aspectos valomtivos, pues la persona mzonable toma una decisi6n si tuacionalmente. Regresando a Luis Villoro, pem ahora en su obra de 1982,6podemos decir que e carnpo de la razonabilidad se m i f i e s t a en el munl do de h sabiduria. Recordernos que el sabio obtiene sus ensefianzasa partir de experiencias vividas, que se basa en creencias mas o menos razonables y fundadas, y no por la aplicaci6n de teorlas, por eso puede decir y e las verdades de sabiduria, "'Auque no se fimden en razones universalmente cornpartidas, la mperiencia personal que las sustenta basta para croncederles una seguridad, a menudo mAs firme que cualquierjustificaci6n objetiva, sobre todo cuando se refieen a ternas de importancia vital para el h~rnbre".~tambjtn en el Ambito Y de la sabiduriajuegan un importante papel 10s valores, pues es precisamente el valor el que guia aI sabio para la etecddn de 10s fines y de 10s medios. Esto no quiere decis que la actibisidad cientifjca este exenra de valores, sino, m5s bien, que 5u canocimiento no es par-te de la dencia, sino de Ia sabidurfa. Pero tanto la dencia como la sabiduria son formas de conocirniento necesarias para la especie. Aqui no pode-mos desarmllar a pIenitud las ideas de Villoro em lo concemiente a la diferencia entre el conocimiento del sabio y- d conocimiento cientifico, sin embargo, podemos preguntarnos: ?hay algo de sabiduria, entendida tsta mmo asentada en argtmentos razonavoces. h n q u e
bles, denm del conmimiento cientifico, y en particular dentro de la pdctica cientifica? Yo aeo que si. Ve6moslo. Si acepramos las dos fomas de conocimientoque djstingue Vdloro, entonces podemos sostener que 10s argumentos razonables mantienen un papel heudstico denm de la ciencia, que sirven como guia de h astividad cientifica pero, desde luego, no la fundarnentan. Incluso podemos aceptar que la racionalidad general permire el desamIlo de ias teorias en el periodo que h h n llama de ciencia normal, pero no es suficiente cuando se trata de la elmci6n de teon'as. Los argumentos razonables juegan un papel importante, sobre todo en 10s ptriodos que Kuhn cita corno periodos de ciencia extraordinaria, en 10s que surge una serie de teorias alternativas y e obPigan a1 cientifico a tornar una decisi611,es decir, a una elecci6n de teorb. Lo que Kuhn sostiene en su artn'culo "Objetividad,juicios de valor y elecci6n de ~eoria"~que 10s aiterios de elsccibn, que sus crfticos nomes bran objetivos -precisi6n, coherenda, amphtud, sirnplicidad y fecundidad-, por un lado nunca son suficientes para Ia eleccibn, de tal rnanera que esta da cabida a una parte subjetiva que uene y e ver con la biografia y la persondidad del cientifico, y por el o m , m L que criterios deben ser considerados como valores que tienen una arnplia influencia en las decisiones; en palabras de Kuhn:
ciones particulares, dm hombres compromeddos profundamente con 10s mismos ualores tomardn, a pesar de ello, decisiones diferentes. Pem tal diferencia de remltado no debiem sugerir que 10s valores cornpartidos por 10s cientificos tienen menos impormcia m'tica que sus decisiones o que el desamllo de la empresa en la cual partiupan. Valores como la precisibn, la coherenciay la amplitud pueden resultar ambiguos a1 aplimlos, canto indvidual como colectivamente; esto es, pueden no ser la base suficiente para un algoritrno de elecci6n compartida. Rro si especifican mucho: lo que cada cientificr, debe tomar en cuenta para Uegar a