22 Puericultura Del Nino en Edad Preescolar
22 Puericultura Del Nino en Edad Preescolar
22 Puericultura Del Nino en Edad Preescolar
Editorial
A pesar de que se repite permanentemente que los efectos de las prcticas de crianza no pueden entenderse como una ecuacin: si se hace esto, suceder aquello, es comn que los adultos esperen resultados determinados de una prctica de crianza y se duelan porque los nios con quienes se intent esto o aquello, sean de tal o cual modo que no les guste. Por el contrario, la crianza, entendida como parte de la aventura de la vida, tiene en todos sus aspectos no en balde, aventura significa contingencia, riesgo, la posibilidad de que los resultados de lo que se quiere sucedan o no sucedan. Las prcticas de crianza estn dirigidas a que los nios se transformen en personas, pues no nacen sindolo. La esperanza de todo buen puericultor, y recurdese que todos los adultos lo son, es que el resultado de la crianza sea el de buenas personas, buenos ciudadanos. En el discurrir de las prcticas de crianza, los nios, que como los adultos, son por naturaleza vulnerables, tienen que afrontar numerosos factores de riesgo de distinta intensidad, desde los campos biolgico, psicolgico y social, en el mbito de lo personal, lo familiar y lo colectivo. Estos factores, entre los que se pueden mencionar entre muchsimos otros, la muerte de un familiar querido, la violencia en el entorno inmediato, la separacin de los padres, la falta de afecto o la prdida de un juguete, desencadenan en los nios una reaccin de ajuste. En la medida en que los nios, su familia y su medio social estn dotados de buenas posibilidades de controlar estas influencias tendientes al desajuste, la reaccin ser benfica, es decir, tendiente a la formacin de una buena persona. Pero si estos factores inductores de estrs, y por lo tanto perturbadores del proceso de crianza, actan por mucho tiempo, sin la concurrencia de factores protectores suficientemente efectivos, se podra producir un trastorno de ajuste, manifestado con distintos sntomas, que muchas veces, ni los padres ni los pediatras relacionan con los fenmenos inductores de estrs. La puericultura cientfica es la encargada de analizar las prcticas de crianza y sugerir cules son las ms adecuadas para lograr la formacin de esos buenos ciudadanos, es decir, de plantear excelentes factores protectores que permitan controlar los inevitables factores de riesgo. El discurso cientfico que rene estas propuestas de crianza, es llamado de diferentes maneras, segn quienes lo planteen. En el caso del Grupo de
Puericultura de la Universidad de Antioquia, este discurso se ha plasmado en la recomendacin de acompaamiento inteligente y afectuoso a los nios en su aventura de la vida, de tal modo que puedan construir armnica y eficazmente seis metas de desarrollo: autoestima, autonoma, creatividad, felicidad, solidaridad y salud. Cuando se menciona acompaamiento inteligente y afectuoso, se hace referencia a la necesidad de que los adultos conozcan muy bien las etapas de crecimiento y desarrollo por las que atraviesan los nios y las prcticas de crianza prevalentes en el medio en que estos se cran. El mtodo que se propone en este discurso es el del intercambio de saberes con personas dedicadas a la puericultura cientfica, las que a su vez se benefician del conocimiento de las prcticas empricas de las personas con las que hacen el intercambio, todo al servicio del fin ltimo como ciudadanos: ser agentes de cambio social.
El bao diario les proporciona satisfaccin; se debe dejar que lo hagan solos y ayudarles para limpiar algunas zonas como orejas, cuello, codos y rodillas. El lavado de manos antes de cada comida y despus de usar el sanitario les previene infecciones y parasitismo intestinal. El cepillado de dientes, inmediatamente despus de cada comida, es el requisito para mantener una buena salud oral; a esta edad hay que colaborarles y ensearles a usar el cepillo, la seda dental y el revelador de placa bacteriana. Es necesario insistir en que si los nios observan que sus adultos significativos no tienen un ritual de cumplimiento estricto en relacin con sus hbitos higinicos, les quedar ms difcil el aprendizaje de tales hbitos. El control de esfnteres El control de esfnteres, es decir, que los nios aprendan a orinar miccin y defecar en momentos y sitios aceptados culturalmente y no en sus ropas y sus camas, puede adquirir connotaciones de un verdadero dolor de cabeza en la crianza si no se tienen en cuenta algunas consideraciones sobre este proceso, que se insiste, es fundamentalmente cultural. Entre los dieciocho y los veinticuatro meses no antes se inicia la educacin para el control de esfnteres. La madurez neurolgica, motriz y social que tienen los nios a esta edad, los han preparado para este aprendizaje. Cuando se empiece este proceso, es aconsejable quitarles el paal durante el da, para que los nios sientan la sensacin de orinar y defecar y aprendan a avisar que tienen esta necesidad. Cuando esto suceda, los adultos deben actuar con tranquilidad y afecto, indicndole el sitio de la casa destinado para orinar y defecar, el cual debe ser siempre el cuarto de bao. En este sitio de la casa se deben hacer los ajustes necesarios para la comodidad de los nios en esta edad; por ejemplo, en lo relacionado con el control del esfnter anal, la bacinilla debe ser cmoda, de tal manera que puedan estar en la posicin fisiolgica para defecar, esto es, con las plantas de los pies apoyadas en el suelo y las piernas contra el abdomen. La miccin y la defecacin deben ser siempre en el cuarto de bao y no es recomendable trasladar la bacinilla a otro sitio de la casa para que los nios orinen o defequen. Una recomendacin importante es que los adultos no se deben ofuscar, ni mucho menos, regaar a los nios en proceso de aprendizaje de control de los esfnteres, por los fracasos", pues si bien, es cierto que con rigidez se logran efectos inmediatos, quedan cicatrices que a veces se manifiestan en ciertos modos de comportamiento en la edad adulta, tales como la personalidad obsesiva en relacin con el aseo personal. Lo ideal, y valga la pena la insistencia, es que los nios aprendan a controlar sus esfnteres por sensacin y no a retener por temor y miedo. El sueo
Los nios en edad preescolar tienen un patrn de sueo bien establecido, por lo general duermen toda la noche y a veces hacen una siesta diurna. Si es posible, debe haber una habitacin para ellos o, al menos, una compartida con un hermano, pero en camas separadas. Los padres deben establecer un horario adecuado, de tal forma que los nios puedan tener las horas que necesitan de sueo y as el despertar ser espontneo en la maana, preparndose entonces para otra jornada de juego y aprendizaje. La habitacin de los nios debe ser bien ventilada, acogedora y segura, con un sitio para poner sus juguetes. Los terrores nocturnos son frecuentes a esta edad; los padres deben tranquilizar a los nios que los tienen y brindarles seguridad. No es aconsejable que los nios se pasen a dormir a la cama de los padres ni que sean pasados dormidos de la cama de los padres a su propia cama, pues se crea desconfianza en la relacin. Lo aconsejable es que se acompae a los nios, sin acostarse con ellos, hasta cuando se duerman; esto se debe hacer disciplinadamente, cuantas veces sea necesario en la noche, y es un buen momento para compartir historias contadas o ledas con ellos. La alimentacin Los nios en edad preescolar tienen un apetito variable: unos das ingieren gran cantidad de comida, otros menos y otros muy poca; los padres deben respetar los nios y no obligarlos a comer en horas impropias ni en cantidad exagerada. La alimentacin de los nios preescolares debe ser balanceada y suficiente para cubrir sus requerimientos nutricionales. Se les deben ofrecer cinco comidas al da: el desayuno, un refrigerio en la maana, el almuerzo, un refrigerio en la tarde y la cena. El desayuno, almuerzo y cena deben contener los nutrientes bsicos: agua, protenas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales; adems, fibra. Los refrigerios no necesitan aportar todos los nutrientes; su funcin es proporcionarles energa para continuar las actividades propias de la edad. A los nios se les debe ensear a comer siempre en el sitio dispuesto para tal fin en la casa, usualmente el comedor. No es aconsejable que los nios ni tampoco los adultos coman desordenadamente en lo relacionado con sitios u horarios; por ejemplo, es una psima prctica permitir o inducir a que los nios coman cuando ven televisin. La disciplina En la edad preescolar se empiezan a hacer propias las normas que permiten la convivencia. Son los adultos cercanos al nio, especialmente los padres, los que tienen la responsabilidad ineludible de ensear estas normas.
La edad preescolar es la poca en la que los nios suelen reaccionar violentamente con pataletas cuando sus deseos no son satisfechos de inmediato. No es aconsejable que los padres, generalmente por miedo a la rabieta, les proporcionen lo que piden con violencia, ni que reaccionen agresivamente ante la pataleta, porque ambos mensajes son perjudiciales; el primero les ensea que con violencia se obtienen cosas, y el segundo, que ante la agresividad se debe responder violentamente. Ante las pataletas el adulto debe decirle a los nios con seriedad y firmeza en la voz, sin gritarles ni agredirlos que de esa manera no los atendern; poco a poco, con una conducta consistente por parte del adulto, los nios aprenden que as no se obtiene la atencin de los padres o de los adultos significativos. En el proceso de construccin de normas, es necesario que los padres sean consistentes en su posicin y que los actos que deben ser reprobados lo sean siempre, as como darle la aprobacin a aquellos que requieren. Los padres deben ponerse de acuerdo para no desautorizarse delante de los nios, pues esto perjudica notablemente la relacin y le impide aprender la norma que se pretende inculcar. El jardn infantil El ingreso al jardn infantil debe hacerse preferentemente alrededor de los tres aos; en esta poca, los nios son capaces de permanecer ms tiempo separados de sus padres, sin temor a perderlos y de compartir con otros nios de su misma edad. Adems, tienen cierta capacidad de controlar esfnteres y un buen lenguaje para expresar sus deseos y necesidades, lo que contribuye a que el tiempo que pasan en el jardn sea placentero y estimulante de su desarrollo social, motor, emocional y cognoscitivo. Al elegir el jardn infantil se debe obrar con la suficiente responsabilidad, de tal modo que sea el mejor en lo relacionado con su ubicacin, sus instalaciones, sus programas y el personal que los lleva a cabo. Es un anlisis que no se debe obviar por ningn motivo. La llegada al jardn infantil debe ser una tarea mancomunada entre la institucin y los padres, de tal modo que a los nios se les garantice una adaptacin placentera y gradual, con el fin de que se pueda lograr la finalidad fundamental de este proceso, cual es la de acompaarlos en esta importante etapa de su socializacin.
Lecturas recomendadas Bastidas M. Puericultura del nio en edad preescolar. En: Posada ., Gmez, JF, Ramrez, H. El nio sano. Medelln, U. de A., 1997, pp. 319-332. Gessel A. Los nios de uno a cuatro aos. Barcelona, Paids, 1987. Garca E, Del Rosario J, Prez J, Unturbe J, Bosch J. V. Biologa, psicologa y sociologa del nio en edad preescolar. 6a. ed., Barcelona, Ceac, 1985.