116 Reglas de Oro para La Vida Cotidiana
116 Reglas de Oro para La Vida Cotidiana
116 Reglas de Oro para La Vida Cotidiana
(1900-1986), filsofo y pedagogo francs de origen blgaro considerado por muchos un gran Maestro Espiritual, que nos muestra en un lenguaje sencillo cmo circular mejor por los caminos de la vida. Se trata de 116 consejos muy variados que tratan temas desde la alimentacin y la respiracin hasta y cuya lectura y reflexin nos puede aportar mucha paz. El librito est editado por Ediciones Prosveta. Y estos son las 116 reglas de oro para la vida cotidiana:
Reglas de oro para la vida cotidiana es un librito de Omraam Mikhal Anvanhov (1900-1986), filsofo y pedagogo francs de origen blgaro considerado por muchos un gran Maestro Espiritual, que nos muestra en un lenguaje sencillo cmo circular mejor por los caminos de la vida. Se trata de 116 consejos muy variados que tratan temas desde la alimentacin y la respiracin hasta y cuya lectura y reflexin nos puede aportar mucha paz. El librito est editado por Ediciones Prosveta.
Y estos son las 116 reglas de oro para la vida cotidiana: 1. 2. 3. 4. El bien ms precioso: la vida Conciliad la vida material y la vida espiritual Consagrad la vida a un fin sublime La vida cotidiana: una materia que el espritu debe transformar 5. 6. 7. 8. 9. La nutricin considerada como un yoga La respiracin Cmo recuperar vuestras energas El amor nos vuelve infatigables El progreso tcnico libera al hombre para el trabajo espiritual 10. Arreglad vuestra morada interna 11. El mundo externo es un reflejo de vuestro mundo interno 12. Preparad el futuro viviendo bien el presente 13. Saboread plenamente el presente (sobre el poder de vivir el da de hoy) 14. La importancia del comienzo 15. Vigilad siempre el primer movimiento 16. Tomad conciencia de vuestros hbitos mentales 17. Atencin y vigilancia 18. Atenerse a una direccin espiritual 19. Insistid ms en la prctica que en la teora 20. Preferid las cualidades morales al talento 21. Estad contentos con vuestra suerte y descontentos con vosotros mismos 22. El trabajo espiritual nunca queda sin resultados 23. La regeneracin de nuestros cuerpos fsico, astral y mental 24. Buscad cada da vuestro alimento espiritual 25. Revisad peridicamente vuestra vida 26. Conciliad el fin y los medios 27. Corregid rpidamente vuestros errores 28. Cerrad la puerta a las entidades inferiores (sobre las debilidades y las trangresiones) 29. Las ideas determinan los actos 30. Nuestros esfuerzos cuentan ms que los resultados 31. Aceptad los fracasos 32. La imaginacin como mtodo de trabajo sobre s mismo 33. La msica, soporte del trabajo espiritual 34. La influencia benfica de una colectividad espiritual 35. No os basis ms que en vuestro trabajo
36. Vivid poticamente 37. Conoceos perfectamente para obrar bien 38. Entrad con buen pie 39. Evitad manifestar vuestro descontento 40. Salid al encuentro de los dems con recipientes llenos 41. La mano, instrumento de comunicacin y de intercambio 42. Que vuestra mirada irradie la vida divina 43. No contis vuestras preocupaciones y vuestras penas 44. Evitad criticar La palabra positiva 45. Sed prudentes con vuestras palabras 46. Toda promesa es un lazo 47. La palabra mgica 48. El contacto vivo con la naturaleza 49. No elijis lo ms fcil, sino lo que sirva para vuestra evolucin 50. Progresamos gracias a lo que se nos resiste 51. No evitis los esfuerzos y las responsabilidades 52. Las excusas no son suficientes, es necesario reparar nuestros errores 53. La inteligencia se desarrolla con las dificultades 54. Una clave para cada problema 55. No os apesadumbris ante los sinsabores de la vida 56. El sufrimiento es un aviso 57. Dad las gracias por las pruebas 58. Las pruebas nos obligan a utilizar nuestros propios recursos 59. Pensad que los sufrimientos son pasajeros 60. Para soportar las dificultades, mirad hacia lo alto 61. El mtodo de sonrer 62. El mtodo del amor 63. La leccin de la ostra perlfera 64. Sabed compartir vuestra felicidad 65. Ejercicio de control en las relaciones
66. Solucionad los problemas mediante el amor y no mediante la fuerza 67. Aprended a ir ms all de la ley de la justicia 68. Sed capaces de gestos desinteresados 69. Utilizad vuestra simpata para recobrar el nimo, y vuestra antipata para fortaleceros 70. La utilidad de los enemigos 71. Transformad el mal 72. Los verdaderos enemigos estn en nosotros 73. Despertad el bien en los dems 74. Vivid con amor 75. Asemejaos a la fuente 76. El cielo nos ha dado riquezas para que sepamos mostrarnos generosos 77. Olvidad a vuestros enemigos y pensad en vuestros amigos 78. Fortaleceos frente a las crticas 79. Sabed poneros en el lugar de los dems 80. Algunos consejos respecto a los nios 81. El poder de la palabra desinteresada 82. Profundizad una verdad antes de hablar 83. Comenzad por ser juiciosos vosotros mismos 84. El sol, modelo de perfeccin 85. El secreto de la verdadera psicologa 86. Ms all de lo que aparentan los seres, buscad su alma y su espritu 87. Amad sin daar a los dems 88. Amad sin daaros 89. Yendo a enriquecernos junto a Dios podemos ayudar a las criaturas (sobre no perder el Norte por cosas mundanas) 90. La circulacin del amor 91. El amor lleva en si mismo su recompensa 92. El que sabe abrirse a los dems no conoce la soledad 93. Solo la presencia divina puede colmar verdaderamente el alma humana 94. La travesa del desierto
95. La pureza permite el contacto con el mundo divino 96. El Cielo responde a las seales luminosas 97. La clave de la felicidad: la gratitud 98. Saber escapar del mal 99. El refugio ms seguro: la oracin 100. 101. 102. Revivid las alegras espirituales Permaneced inquebrantables Sabed reconocer si una persona ejerce una
buena influencia sobre vosotros 103. 104. 105. Abros a las influencias benficas La influencia de las creaciones artsticas Utilizad los objetos conscientemente y con
amor 106. 107. Consagrad los lugares y los objetos Dejamos huellas por todas partes donde
indeseables 111. 112. La consagracin a los espritus luminosos Poneos al servicio del cielo para beneficiaros
de su proteccin 113. 114. 115. 116. Un verdadero talismn La mejor proteccin: el aura Vuestro punto de equilibrio: el Seor Consagrad a Dios vuestro corazn (sobre