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DECh Numero 2 PDF

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El Diccionario Ejemplificado de Chilenismos y de otros usos diferenciales del espaol de Chile (DECh)

Autora. Sus autores principales son Flix Morales Pettorino (director) y Oscar Quiroz Mejas (investigador principal). El equipo que lo elabor bajo esta direccin super el centenar de personas, particularmente profesores y alumnos de la Universidad de Playa Ancha de Valparaso dependiente de la Universidad de Chile en los orgenes del proyecto (1962). Contenido material. Consta de un Estudio preliminar, publicado en 1983 por la Ed. Universitaria de Santiago de Chile, como consecuencia de haber obtenido sus autores el primer premio del Concurso Nacional del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, con ocasin del bicentenario del nacimiento de Andrs Bello; y de 4 volmenes publicados uno por ao entre 1984 y 1987 por la misma casa editorial. El Diccionario recibi en mayo de 1983 el premio Conde de Cartagena otorgado por la Real Academia Espaola. La obra de ms de 5.000 pgs., consta de unos 55.000 artculos que aumentarn a ms de 60.000 con la prxima aparicin del 5 volumen, en prensa, que suplementa, enmienda y actualiza los cuatro anteriores. Contenido contrastivo. El criterio para regular las entradas al DECh fue el de incorporar en l todo uso o acepcin que, adems de emplearse o de haberse empleado alguna vez en Chile, no perteneciera al empleo comn o general tal como lo registra la Real Academia sin ninguna marca dialectal en sus diccionarios oficiales. Cierto es que an no ha sido posible determinar con exactitud las reales dimensiones de este Espaol (o Panaespaol), comn a todos los pueblos de habla castellana; pero al menos, existen indicios que dan algn margen de seguridad, la tradicin multicentenaria e ininterrumpida de investigacin lexicogrfica que ostenta la RAE. Y como til complemento, al pie de cada artculo del DECh, cuando es viable, se anotan todas las referencias bibliogrficas pertinentes, a fin de orientar al lector respecto de la real vigencia y territorialidad de usos y acepciones en estudio. Como se trata de un Diccionario de tipo diferencial en relacin con el Espaol estandarizado, hay para cada uso de terminadas marcas contrastivas que indican el contraste entre ste y aqul.

Como se indica ms adelante, el punto de referencia para determinar estos contrastes es el Diccionario Oficial vigente de la RAH, sin perjuicio de los datos complementarios de otros lexicones u obras lexicogrficas del Espaol puestos al pie de cada artculo, que permiten orientar mejor al consultante. El primer caso es el del neologismo neto que se marca como (N) por no estar incorporado en el DRAE; v. gr.: carpero, inoperancia, radiopatrulla(s). Luego, se marca con asterisco (*) aquellos usos que implican un desplazamiento gramatical respecto de su referente. As, si se trata de una sustantivacin de un adjetivo, como el caso de albo, o, al revs, de la adjetivacin de un sustantivo, como choro, ra por el m. choro, de alteraciones en el gnero: alpaco por alpaca; de singularizacin: anda por andas; de una seudoprefijacin, abostezar por bostezar, de una seudoinfijacin: disparatear por disparatar, de un cambio de conjugacin: vertir por verter, de un uso pronominal por intr.: regresarse por regresar; de un cambio de gramema independiente: decir relacin con algo por decir relacin a algo; etc. Puede tratarse tambin de contraste de tipo fnico (f), como es el caso de las inversiones esotricas a que tanto recurren los delincuentes en su jerga coa, como dorima por marido y jermu por mujer. En este captulo tienen especial relevancia las apcopes tan comunes en el habla familiar, coma contestacin - contesta, cumpleao(s) - cumple, depravado - depra, depresin depre, director - dire, discoteca - disco, entretenido entrete, impecable - impeca, macanudo - maca, paisano paisa, penitenciara - peni, piticiego prepotencia o prepotente - prepo, presidente - presi, pretendiente - prete, profesor - pro fe, proletario - profeta, prostituta - prosti, secretario o secretaria - secre, sucursal - sucu, trolebs - trole, etc. Tambin se han observado diferencias de tipo grfico (g), sea en la ortografa de las letras: huaso por guaso o en la separacin de las palabras: cuatrojos por cuatro ojos. No faltan tampoco los contrastes de tipo lexemtico (I), en que la diferencia radica en el cambio de lexemas, como en botamanga por bocamanga, sacar de paciencia por sacar de quicio, visita de doctor por visita de mdico, etc. Por ltimo, estn los contrastes de significado, que pueden referirse a la extensin del concepto (c), como en anfibio y hermanable; o en la comprensin o notas esenciales del mismo (C), como en despegar (metfora); arturo (parafona) y copa (metonimia).

Estas marcas son naturalmente combinables, de acuerdo con la frmula:

Contenido diasistemtico. Este diccionario refleja, no slo las voces y acepciones de uso comn de Chile, sino los diversos usos del lxico en los distintos estratos socioculturales del pas adecuadamente clasificados. Y as, junto a formas populares, como am, benaiga!, custln, ipeary tracat, existen las corrientes en el habla de Chile, como mami, buena cosa!, cuestin, pitear y pila respectivamente, como sus variantes o sinnimos. Huelga agregar que el nivel culto de la comunicacin, aqu como en todas partes, es tambin bastante prolfico en la creacin de nuevas voces, usos y acepciones. Citemos por via de ejemplo, concientizar (distinto de concienciar peninsular), despolitizacin, inconducta, minusvlido, raquitismo, referencial, secutirizar, etc. Mas, esta perspectiva diastrtica no agota el contenido del DECh. Como quiera que la tarea no consista en otra cosa que en una incursin en el diasistema, cabe tambin considerar la posibilidad de la aplicacin de una perspectiva diatpica (dialectalismos dentro del pas), como lo son por ejemplo los indigenismos del Norte Grande Chile, en las cercanas de Per y Bolivia, como achoscha, planta que se come legumbre acullico, proporcin de hojas de coca anaco, falda aimara tpica; apacheta, altar de piedras para los caminantes; chacchar, mascar hojas de coca; etc.; o bien, de la regin que abarca desde la Frontera (Temuco) hasta Chilo, prdiga en mapuchismos tales como achuchuy! (interj. de malestar); achuiluncarse, encuclillarse, cancahua, piedra arenisca, cancato, cierto pez comestible; etc.; todo lo cual no impide la presencia de numerosos indigenismos en el habla general chilena, como los quechuismos, cacharpas, callana, chino, ccaro, guagua, guaraca, huasca, huincha, maltn, pucho, puna, guincha, quie, etc. y los araucanismos, la mayor parte de ellos de uso familiar o informal, como cahun, coila, contri, copucha, lancha, pin, pololo, poto, quiltro, quintral, trintre, tritre, trutro, ulpo, etc. Y para una mayor exactitud en las referencias diasistemticas, se precisa, en la mejor medida de lo posible, el campo de difusin del uso, v. gr.: paitoco (Norte Grande), apapayar (Norte Chico), pan francs (Centro), ayecahue (Frontera-Chilo), nutriar(Canales Magallanaes), cursiento (popular), groso (juvenil), sarraceno (histrico), presiembra (agrario), rebenque (campesino), faite (coa), ripiero (laboral), orsi (deportivo), aatar (hpico), petaleria (literario), oficha (ma

puche), managu (martimo), guachimn (portuario), arsenalear (mdico), sacho (pesquero), pirquinear (minero), cachucho (salitrero), alessandrismo (poltico), etc. Por otra parte, si el empleo se encuentra desusado u obsolescente, hay marcas ad hoc que as lo indican: negarle a alguien el agua y el fuego (desusado), picho caluga (poco usado). En ese ltimo caso, puede tratarse tambin de un uso o acepcin reciente, que estn pugnando por abrirse camino, como aballenarse, engordar demasiado, por ejemplo. En el plano diafsico cabe distinguir los usos neutros o formales (que obviamente no llevan indicacin alguna), de los informales o familiares ((am.) y ambos de los tabuizados por groseros, obscenos o por otra causa semejante (baj.). As, en el nombre del rgano viril podramos diferenciar un uso formal: miembro, de otro familias pirula y ambos de uno bajo o grosero, naturalmente tabuizado: pico. Respecto de estos ltimos usos, que en Chile, como en otras partes, son abundantisimos, cabra destacar la renuncia de la mayor parte de los diccionarios en boga para admitirlos. Pero dado el carcter cientfico que tiene la labor del lexicgrafo, no hay razn alguna para proceder en alguna forma sometido al tab social. Adems, la extensin del Espaol es hoy lo suficientemente grande y compleja como para que se requiera la informacin dialectal pertinente a fin de evitar bochornos. As, una voz como pico se estima como perfectamente natural en otros pases. El fenmeno contrario ocurre con el sustantivo polla, cierta lotera, que en la pennsula est algo vedado por aladir al miembro viril, Culo significa prcticamente lo mismo en Espaa y Chile, pero ac es trmino vitando y all, no. Coo no tiene en Chile la carga negativa que si posee en Espaa, ya que alude familiar y despectivamente tanto al ciudadano espaol como al amarrete, sin el contenido sexual, que si tiene en Espaa. Por ltimo, y sobre todo gracias al aflojamiento o destape en las costumbres, es comn la destabuizacin de ciertos usos, como huevn, por ejemplo, que en Chile suele usarse en ciertos medios, principalmente juveniles, sin el menor sentido de ofensa y como mero tratamiento familiar a personas de cualquier sexo o edad. Contenido en extranjerismos. Dadas las vinculaciones cada vez mayores entre la variopinta multitud de pueblos del planeta, y gracias al notable incremento cuantitativo y cualitativo de los medios de comunicacin, no es de extraar que an en un pas aparentemente tan alejado del resto del mundo como Chile, prosperen los extranjerismos del ms diverso origen, la mayor parte de los cuales no han logrado todava un reconocimiento oficial por las autoridades del idioma. Como es fcil suponer, cada nacin, con su circunstancia e idiosincrasia propia, posee una permeabilidad

mayor o menor, en todo caso diferente, para acoger o rechazar los impactos forneos que, lingsticamente hablando, la estn bombardeando de continuo. En este punto, gracias tal vez a nuestro carcter semiisleo, los extranjerismos abundan, y muy especialmente los de origen ingls, en una proporcin que consideramos superior al 90% respecto de cualquier otra lengua fornea. Segn nuestras observaciones, los extranjerismos suelen aparecer en Chile de cuatro maneras diferentes: Sic, o sea del mismo modo en que lo son, en trminos de significante y significado, en su lengua de origen. Esto ocurre naturalmente en la escritura, sea que se trate de peridicos o libros, sea que se aplique a cartas, anuncios, comunicaciones oficiales, computadores, etc. Es el caso de voces tales byte, camping, lite, hotdog, jogging, looking, marketing, show software, training, etc. Con una adaptacin ms o menos completa a la fona y grafa de nuestra lengua; bait, campin, lite o elit, jord, yoguin, luquin, mrquetin (cuando no marqueteo), chou, so(f)gear, scotch, treinin, etc. Con ciertas alteraciones semnticas que hacen olvidar su verdadero origen: Se te cay el cassette, La polola lo chute por tenorio, Hizo un chou para no salir a trabajar, Como el martes es feriado, haremos sandwich el lunes, etc. Con la creacin de nuevas voces totalmente castellanizadas a partir de la fornea originaria: asumir (presumir), chequeo, chipear, chuteadores, constatalale, crumiraje, esnobismo, faulero, laqueada, noqueador, picnique, tiquear, wikeneo, etc. Algunas en composicin: cchalas-nver, o frases: all right con papas fritas!, estar con la rler, patas de cow-boy, etc. Importancia del DECh. En primer trmino, cabe recordar que el lxico, con su multitud de voces, frases, locuciones, refranes, modismos y acepciones, le es vehculo natural de la comunicacin cotidiana y, en consecuencia, permanece en el tiempo como real vestigio de los hechos sociales y culturales propios del acontecer histrico de cada pueblo. Es as como todo estudio humanstico, incluyendo el trabajo del lexicgrafo, tiene como principal propsito la investigacin y preservacin de estas huellas que van dejando las comunidades humanasen su devenir a travs de los siglos. El cmulo de vestigios constituye una suerte de Gran Pirmide que permite reconstruir y recrear la real historia, tradicin e idiosincrasia de cada pueblo.

Naturalmente que debe tratarse de muestras que por su carcter multitudinario, en cantidad yen profundidad, sean lo suficientemente representativas, que se aplique un mtodo racional y objetivo apto para dar razones de sus decisiones, requisitos estos que creemos que el DECh cumple con relativa holgura. Por ltimo, en la obra en comento hay diversas innovaciones metodolgicas que vale la pena tomar en cuenta: la presentacin de los lemas cuya virtual barrita (/) permite distinguir las voces invariables de las variables y, dentro de estas, la parte que no vara y la que cambia conforme a los paradigmas de la Gramtica; las marcas contrastivas insertadas en un sistema de seis formas simples, de las cuales una (N) es solitaria y cinco, combinables (entre ellas, dos (C) y (c) alternantes); la ejemplificacin escrita y oral de cada uso y acepcin adecuadamente registrada en publicaciones y, subsidiariamente, en dilogos; la abundante bibliografa ad hoc (ms de 600 obras chilenas de literatura, folclor, ciencias, artes y tecnologa y cerca de un centenar de peridicos de las diversas regiones), el parntesis que marca opciones en el uso de la expresin en estudio, los corchetes enmarcadores de conjuntos sinonmicos, etc. Slo la crtica y el gran juez que es el tiempo dirn hasta qu punto algunas de estas innovaciones y propuestas lexicogrficas podrn ser acogidas en nuevos trabajos similares.

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