Vivir El Perdón - Fichas - Web
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Lo he visto y me libero
Liberarme del programa
Enfoquedeconciencia|www.escueladelperdon.org
He visto el programa dentro de m. Regreso aqu y ahora. Elijo paz y sonro en mi inocencia. Lo he visto y me libero. Yo no soy eso. Esto que veo no puede ser de otra manera. Pero mi percepcin puede cambiar, pues est en mi mente. Elijo cambiar mi percepcin. Permanezco atento a mis pensamientos de conicto. Y, si los veo aparecer, celebro darme cuenta. Lo he visto y me libero. Me libero del programa.
Siento enfado, me han ofendido, estoy dolido. Estoy preocupado, tengo miedo, desconfo. Me siento mal conmigo mismo, siento culpa, me siento errneo. Ante esta situacin, sea la que sea, qu elijo?: paz o conicto? Respiro y me digo internamente: Elijo paz ahora. Dejo a un lado todo el asunto, todo el entramado de pensamiento de dolor, suelto toda la historia y me repito lentamente: Elijo paz. Y espero a sentirla, respirando y repitiendo muy lentamente: Elijo paz. Siento el efecto de mi eleccin. Agradezco reconocer esta libertad interna y poder ejercerla.
Siento una emocin. Ya no tengo que preguntarme su causa. Si me siento mal, es que percibo incorrectamente. Es una proyeccin desde la culpa inconsciente. Si es sufrimiento, es culpa. Si es culpa, es falso. Es un programa. Lo he visto y me libero. Siento rabia, dolor, temor o culpa; si es tenso, es culpa. Si es culpa, es falso. Elijo paz ahora.
El ataque no tiene sentido. La culpa no sirve para aprender. El sufrimiento no es necesario para crecer. El miedo no nos mantiene preparados. Yo soy comprensin, me niego a jugar con la locura. Renuncio al sufrimiento, mi mximo objetivo es la paz. El ataque no tiene sentido. Yo soy comprensin, en la luz es evidente. Basta de locura y sufrimiento. Renuncio a volver a hacerme dao. No necesito sufrir, no necesito culpar, no necesito temer. El ataque no tiene sentido.
Yo siento
Aceptar el sentir
Prcticainterna|www.escueladelperdon.org
Soltar expectativas
Me libero y te libero
Prcticainterna|www.escueladelperdon.org
Entra en relajacin, respira suavemente y, despus, imagina que ests delante de la otra persona. Visualzalo tranquilo, mirndote y escuchando atentamente lo que le tienes que decir. Ahora, di en voz alta de un modo suave pero decidido cada una de las siguientes frases como si te dirigieras directamente a l o ella. Despus de cada frase, inspira profundamente y siente. Deja mucho espacio entre una y otra. Me libero de toda expectativa sobre ti. No espero nada de ti. Te libero y me libero. No quiero que me trates de ningn modo, no quiero que me hables de ninguna forma. S t mismo. No deseo que cambies. No espero que digas nada, ni que pienses nada, ni que sientas nada. Renuncio a toda exigencia sobre ti. No necesito nada de ti, pues te acepto tal cual eres. Reptelas de nuevo todas, lentamente, dejando suciente espacio como para sentir entre cada una de las frases. Qudate unos minutos en silencio acompaando a tu sentir.
Sensibilzate a cualquier emocin en el mismo momento de sentirla. Hazte presente en ella, haz que la luz de tu conciencia ilumine tu sentir. Detente a honrar tu sentir, cualquiera que sea. Siente tu tristeza, hnrala. Siente tu miedo, siente tu ansiedad, siente tu dolor. Todo ello est llamando tu atencin. Abandona todo pensamiento y enfoca tu conciencia en el interior. Deja de dar nombre a tus sentimientos. Di simplemente: Yo siento, y respira. Hazlo sin pensar, entrega toda tu conciencia a esta experiencia. Di: Yo siento, y entrgate a sentir en tu cuerpo todo lo que hay. Deja que se extienda. El sentir es vida pura aprisionada por ideas, el sentir es tu hijo al que atiendes en silencio. Respira y enfcate en tu interior todo el tiempo que tu sentir te pida. Abrzalo y permite plenamente que suceda. Si, ocasionalmente, surge llanto, djalo uir sin interferencias. Hazlo en cualquier momento en el que puedas sentir, date cuenta con total presencia de esa energa. Qudate ah mientras respiras y no permitas que tu mente elabore historias. Ahora no es el momento de pensar cmo pas o porqu: acepta tu sentir y acepta el sentir del otro. Di simplemente: Yo siento, respira profundamente y deja que se extienda el sentir.
La causa de lo que siento est en mi subconsciente. Si me siento mal, es porque percibo mal. Renuncio al victimismo. Abandono la proyeccin. Ahora tomo el poder. Soy responsable de lo que siento; porque la causa de lo que siento est en m. Todo el conicto est en mi mente. Renuncio a culpar a nadie por lo que siento. Atacar mentalmente no tiene sentido. El ataque no es mi naturaleza. Renuncio al ataque, pues solo me hace sufrir. No hay causas fuera de m. Nadie me ha hecho nada. Todo el conicto est en mi mente. Todo sufrimiento es culpa, y la culpa es falsa. Perdonar esto para, as, verlo de otra manera. En silencio recuerdo: Soy inocente. Elijo paz ahora.
No intentar cambiar su mente mediante el ataque. En este momento, no puede hacer nada distinto de lo que hace. Ve lo que ve. Siente lo que siente. Es consciente de lo que es consciente. Es inocente de su inconsciencia. Un programa la rige, hasta que ella decida mirar mas all. Ahora lo decido yo. Ella no es eso. Renuncio a culparla por lo que siento. Lo he visto. Es un programa. Renuncio a mi ataque mental. Ella es lo mismo que yo, amor y comprensin, y no lo que veo. Renuncio a la inconsciencia. No intentar cambiar a mi semejante mediante el ataque. En este momento, no puede hacer nada distinto de lo que hace. Elijo perdonar. Elijo paz.
No s
Humildad
Enfoquedeconciencia|www.escueladelperdon.org
La decisin de perdonar
Elijo ver amor
Enfoquedeconciencia|www.escueladelperdon.org
Prcticainterna|www.escueladelperdon.org
En cuanto percibas que ests atacando, juzgando o rechazando a alguien, toma conciencia del juicio que hay en tu mente: X es... o X me hace.... Observa el juicio afuera (tercera persona: l) y, despus, psalo de tercera a primera persona. Permanece atento a tu interior para descubrir, intuitivamente, un aspecto similar de culpa que hay en tu mente, sobre tu propio personaje, aunque lo sientas con otra forma, tiempo o grado. Toma conciencia del juicio similar que, inconscientemente, haces sobre tu propio personaje (primera persona: yo). No permitas que este ejercicio se convierta en una investigacin o un juicio sobre ti mismo. En cualquier momento en que encuentres al investigador hacindote creer que realmente eres culpable, aplica el no s. Presta atencin para detectar si te sorprendes haciendo planes para portarte de una manera distinta. Lo que importa es que has descubierto el aspecto de culpa, no el aspecto en s. Pues si es culpa, es falso. Abandona las estrategias de correccin de tu personaje. Este es un ejercicio de conciencia. Si te enredas en el intento de programar un comportamiento correcto, es muy probable que la culpa te atrape. Cntrate en tomar conciencia. Siempre, cierra el ejercicio en silencio, aplicando el enfoque Lo he visto y me libero.
Cuando ests absorto en dudas, en anticipaciones, en juegos, y sobre todo en mitad de un conflicto, entrnate en este ejercicio limpiador. Simplemente, di no s, respira y suelta toda la importancia de las ilusiones mentales. No sabemos, nunca hemos sabido, ni nunca sabremos si nos basamos en la mente programada. Tu personaje vive de pensamientos heredados de otros que no saban, la cultura se fundamenta en suposiciones. No supongas, di firmemente: no s. No adivines, di sencillamente: no s. No dudes. Librate de la confusin reconociendo que no sabes. No fabriques historias y culebrones, di no s y vuelve al ahora, el nico momento que comparte tu realidad. No tienes porqu saber! No tienes porqu comprender! Usa el pensamiento de las formas solo para las formas, operaciones prcticas y materiales, para los trmites de lo cotidiano. No le permitas decidir en tu comprensin profunda de la vida ni en las relaciones humanas. Librate de las ilusiones de tu aparente conocimiento. Deja espacio para que aflore la autntica inteligencia. Di no s y brete a saber de verdad. nete a la vida en sus decisiones, se una con ella. Cuando la verdadera inteligencia te visite, no tendrs duda y sabrs.
Reljate, respira y dedica un momento a sentir el silencio. Luego, di muy lentamente las frases siguientes, dejando tiempo despus de cada una de ellas para respirar profundamente y sentir. Elijo ver a X absolutamente limpio de toda mancha. Puede ser que ahora mismo no lo sienta as, pero, sin duda, quiero sentir a X totalmente inocente. Elijo verlo absolutamente inocente. Deseo sentir a X completamente inofensivo, como si no fuera ninguna amenaza para nadie. Es mi voluntad percibirlo sin ningn temor. Elijo sentir a X desde una total paz y aceptacin. Quiero verlo con los ojos del amor. Deseo ver la comprensin en X. Es mi voluntad ser aceptacin. Finalmente, respira y pon toda tu conciencia en el sentir. No importa que en ese momento no puedas ver as a esa persona. S consciente de tu profundo deseo de que as sea.
Contemplo la proyeccin: en todo momento, el conicto que aparece brota desde mi interior. Las personas me representan, las relaciones me mueven, el sentir me experimenta: todo est en mi mente. Abandono la proyeccin, dejo la lucha de las sombras, renuncio al juicio de las formas. Regreso al mundo de las causas. En mi subconsciente est el conicto. Solo una idea lo encierra y yo tengo la llave. El conicto est en mi mente y el poder tambin. Todo est en mi mente.
Acepto la sanacin
Elijo amanecer
Enfoquedeconciencia|www.escueladelperdon.org
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Tensin, ansiedad culpa, juicio miedo, preocupacin incluso prisa o necesidad Mi nio me avisa, estoy derrochando mi atencin en lo falso. Una gran piedra, aparentemente slida y real est frente a m, porque la sujeto firmemente con mis manos: mi atencin la sostiene. Cre que en el sufrimiento estaba mi salvacin. Ahora miro a mi interior y nace la luz en m. Acepto la sanacin. Elijo amanecer. Recibo a la luz en mi interior con gratitud. Solo mis propias creencias me estaban afectando. Ahora siento la liberacin. Te lo doy todo ahora. Acepto la sanacin.
Siento la emocin, el conicto est en mi mente. No estoy en paz, mi percepcin es incorrecta. Pido ayuda, elijo cambiar mi percepcin. Estoy decidido a ver de otra manera. Te lo doy todo ahora, pues no s nada. Te entrego mi mente. Deseo ver belleza, decido ser feliz. Elijo paz, quiero ver con los ojos del amor. Pido ayuda, elijo cambiar mi percepcin, estoy decidido a ver de otra manera.
Ante cualquier perturbacin, recuerdo la verdad y lo dejo en manos de la paz. Lo dejo en manos de la paz. Y lo suelto. En silencio disfruto de la verdad. Me hago a un lado y soy uno con lo que la vida quiere. Ante una situacin que temo enfrentar, le hablo al Ser: No s qu es lo que tengo que hacer ni qu tengo que decir. No s qu es mejor ni peor. Suelto el control y me hago a un lado, pues solo soy un instrumento tuyo. Lo dejo en manos de la paz. Elijo la paz y su desapego, el sosiego de la verdad. Te dejo pasar. Siento el espacio que se abre dentro de m. Comparto mi rumbo con la paz. Descanso en el Ser. Elijo conscientemente la paz en este proceso. Si siento rabia o decepcin, lo dejo en manos de la paz. Si siento pesar, prdida o soledad, lo dejo en manos de la paz. Si siento preocupacin o desconanza, lo dejo en manos de la paz. Si siento dolor, lo dejo en manos de la paz. Si tengo dudas o confusin, lo dejo en manos de la paz. Dejo que por m uya el Espritu. Abro espacio para la gracia en mi vida. No tengo por qu ir solo en este viaje. Lo dejo en manos de la paz.
Nunca he controlado nada. Nunca controlo nada. Nunca controlar nada. Renuncio al control. Es una ilusin. Confo en la vida. Todo pas como pas. Y ya pas. Lo dems es fantasa, forcejeo y resistencia. Me libero de la culpa. Me libero de la resistencia. Me libero del miedo. Me libero del control. Renuncio a la creencia en el caos. La libertad es interior, reside en lo profundo de mi mente, en el mundo de las causas. En el mundo de los efectos, la libertad de los cuerpos es pura ilusin. Me libero del control. No pudo ser de otra manera. No puede ser de otra manera. No podr ser de otra manera, sino como es.
Perdn impersonal
Elijo ver belleza
Prcticainterna|www.escueladelperdon.org
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En cualquier momento, tmate unos pocos minutos para practicar el perdn con personas desconocidas. Contmplalas y observa tu interior. Utiliza tu gua emocional para comprobar si surgen seales de juicio, pequeas emociones, micropensamientos de clasicacin, asociaciones con el pasado, fugaces seales de rechazo o condena en tu mente hacia las personas, ya sea por su apariencia, aspecto, gesto, movimiento, actitud, etctera. Sientes una sutil tensin interna en esta percepcin formal? Toma conciencia de este estado mental. Entonces, cierra los ojos un instante y di para tus adentros: Elijo ver belleza. Elijo ver amor. Respira, siente tu decisin y reptela: Elijo ver belleza. Elijo ver amor. Cuando ests preparado, abre los ojos y, ahora, permtete ver en cada rostro ms all de su apariencia externa, para sentir su esencia. Represntala como una luz. Visualzala en su corazn, en su rostro o rodendolo, si lo preeres. Reconoce, interiormente, que cada persona tiene una naturaleza pacca, amorosa y sabia. Ahora, repite lenta y silenciosamente, dejando espacio entre cada frase para sentir: Te veo, te reconozco como lo que eres. Eres amor. Honro tu presencia. Yo soy t, t eres yo. Somos lo mismo. Puedes terminar, una vez que has llegado a este estado, diciendo interiormente a cada rostro un suave: Te amo. Gracias.
Sintate, relaja todo el cuerpo y comienza con este proceso ante cualquier circunstancia de conicto o prdida de paz. Yo siento: acepto mi sentir. Todo el conicto est en mi mente: abandono la proyeccin y reconozco que el conicto se debe a una interpretacin en mi mente, una percepcin incorrecta. No s: desmonto todos los juicios programados uno a uno sobre la persona o la situacin a perdonar, diciendo no s a cada uno de ellos, segn aparecen en mi mente. Elijo cambiar mi percepcin: deseo ver belleza, deseo ser feliz. Elijo la paz, elijo ver con los ojos del amor. Pido ayuda, elijo cambiar mi percepcin, estoy decidido a ver de otra manera. Entrego mi mente. Me dejo en manos del Ser. Acepto la sanacin: acepto lo que es. Entro en sintona con la aceptacin de mi experiencia de vida tal y como es, o del suceso conictivo tal como pas. Cierra el ejercicio meditativo sintonizando con el agradecimiento. Di lentamente gracias varias veces, permitindote sentir.
Abandona todo pensamiento operativo por un momento y, mirando o visualizando a otra persona, di interiormente estas frases con lentitud, sintiendo profundamente el espacio de la conciencia entre ellas: Eres conciencia. Soy conciencia. Somos lo mismo. Te veo. Respira y siente. Permite que cambie tu estado de conciencia poco a poco. Eres amor. Soy amor. Somos amor. Te amo. Finalmente, cierra este ejercicio con las siguientes frases: Solo siento agradecimiento por ti. Te dejo ser, pues eres amor. Gracias.