Instructorado de Meditación

Meditar es ser fuente de alivio para el mundo entero

Puede que te preguntes cuál es la mejor manera de ayudar a la sociedad y cómo

puedes saber que lo que estás haciendo es auténtico y positivo. La única
respuesta es el ahora. La forma de relajarse o de relajar la mente en el ahora es
mediante la práctica de la meditación. En la meditación empleas un enfoque
imparcial. Dejas que las cosas sean tal como son, sin juzgarlas, y de ese modo tú
mismo aprender a ser.
Chogyam Trungpa Rinpoche

Bienvenido al maravilloso viaje hacia el interior del ser que experimentaremos en

este Instructorado de Meditación.

Introducción
En la antigüedad, el desarrollo material era equilibrado con las leyes de la
naturaleza e iba a la par con el desarrollo espiritual, sin embargo el transcurrir del
tiempo nos ha hecho testigos de que actualmente, la generalidad de las personas
se ha olvidado de los principios básicos y ha centrado su vida en una desmedida
carrera hacia la obtención de posesiones materiales, que al final solo producen un
sentimiento de insatisfacción y profundo vacío.

En este constante proceso de búsqueda de la satisfacción y bienestar en el

afuera, vamos descuidando quienes realmente somos en esencia y nos sobre
identificamos con aspectos relativos que no tienen una consistencia profunda con
quienes realmente somos.

Para ello es fundamental comprender que además del cuerpo físico, con el que
generalmente nos encontramos identificados, también poseemos un cuerpo sutil
(formado por nuestra energía pránica, nuestra mente/emociones e intelecto (y
nuestro cuerpo causal (álmico). Cuando estos cuerpos están en armonía todo en
nuestro interior vive de forma íntegra y nos relacionamos con el mundo que nos
rodea y con lo divino de una forma conectada y profunda.

Ahora bien, la experiencia humana está llena de sucesos imprevisibles, de

alegrías y tristezas, de éxitos y de fracasos. En nuestra existencia no podremos
huir de estas experiencias. Son parte de nuestro estar en este mundo y el
aprendizaje es aprender a aceptarlo.

¡Oh, hijo de Kuntī!, la aparición temporal de la felicidad y la aflicción, y su

desaparición a su debido tiempo, es como la aparición y desaparición de las
estaciones del invierno y el verano. Todo ello tiene su origen en la percepción de
los sentidos, (…) y uno debe aprender a tolerarlo sin perturbarse.
Bhagavad Gita, 2.14

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Así también, Buda nos instruyó acerca de cómo en este mundo tendremos que
lidiar con el dolor. El dolor y la ausencia de dolor son parte de existir, son parte
inevitable de nuestra existencia humana, como lo es el placer. Sin embargo, con lo
que si podemos intentar lidiar, a través de la meditación, es con el sufrimiento
generado a partir de ese dolor, ya que intentar indefinidamente dejar de sufrir,
ocupándonos de circunstancias exteriores, solo nos llevará a seguir sufriendo.

La constante insatisfacción nos lleva a estar continuamente descontentos con la

realidad de la condición humana que estamos experimentando, viviendo
contrariados, sin comprender que lo agradable y lo desagradable son parte
inherente a la existencia.

Tenemos una fuerte tendencia a buscar sensaciones positivas que lo llene todo
Cuando surge algún tipo de dolor, desagradable, incómodo, inseguro, queremos
escapar de él, queremos evitarlo, justamente porque no terminamos de hacernos
a la idea de que es parte de la existencia.

El punto es que por más que nos esforcemos, cuando ya cubrimos las
necesidades básicas de nuestra existencia (tecno, alimento y seguridad), todo lo
que podamos incrementar por sobre eso no se reflejará proporcionalmente el nivel
de bienestar que registremos. Es así como mientras más sofistiquemos la
satisfacción de nuestras necesidades básicas es posible que experimentemos un
decrecimiento de nuestra “felicidad” ya que está va a estar supeditada a las
expectativas que hayamos puesto sobre el esfuerzo que hemos hecho.

La raíz de este sufrimiento y de la búsqueda constante de satisfactores externos

es la mente, o más bien, la falta de entrenamiento mental para ver las cosas
realmente como son, y el escaso fortalecimiento de nuestro intelecto para que
cultive en nuestra mente una claridad y calma interior.

Para aquel que ha conquistado la mente, esta es el mejor de los amigos; pero
para aquel que no lo ha hecho, la mente permanecerá como su peor enemigo.
Bhagavad Gita, 6.6

Es así como la meditación surge como un proceso constante para entrenarnos,

amorosamente, en poder apartar la atención de condiciones y circunstancias que,
cuando nos sobre identificamos con ellas, fragmentan y nublan nuestra
percepción.

La meditación se transforma en una puerta a una forma de ver el mundo en que

no estemos todo el tiempo categorizando las cosas como buenas o malas,
poniéndoles etiquetas y definiendo según nuestra limitada capacidad lo que es
correcto o incorrecto. Este es un patrón muy habitual en nosotros y al que nuestra
mente está tenazmente acostumbrada.

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La mente es inquieta, turbulenta, obstinada y muy fuerte, ¡oh, Kṛṣṇa!, y someterla,

creo yo, es más difícil que controlar el viento.
Bhagavad Gita, 6.34

Es así como la meditación se convierte en una aliada que nos ayuda a despertar
completamente a nuestra vida, tal y como esta es, y abrir el corazón y la mente a
las dificultades y alegrías que nos proporciona.

Ahora bien, el propósito de la meditación no es sentirnos bien siempre, todo el

tiempo. Es posible, y seguro sucederá, que durante la práctica nos sintamos
inquietos, con dolor, cansados, por momentos desanimados, anhelantes, etc.,
pero con el paso del tiempo, poco a poco, con paciencia y constancia, la práctica
irá llevándonos a un estadio de mayor serenidad e imperturbabilidad y podremos
experimentar la felicidad genuina, esa felicidad alejada de la felicidad hedonista o
centrada en el afuera.

La práctica de meditación nos dará la oportunidad para mantener una atención

abierta y compasiva hacia todo lo que ocurre, pudiendo desarrollar la comprensión
y aceptación de todo lo que está llegando a nuestra vida. Nos mantendrá más
flexibles y tolerantes al presente.

Sea lo que sea lo que el momento presente contenga, acéptalo como si lo

hubieras elegido.
Eckhart Tolle.

La meditación también, nos brindará una visión clara imparcial, que no juzga, que
se limita a observar, a ver cada más claramente los pensamientos y emociones
que llegan. Vas así también, viéndote con más claridad a ti mismo y los patrones
recurrentes que limitan tu vida. Te vas acercando y conociéndote cada vez más,
profundizando en la comprensión que tienes de ti.

A través de la práctica de meditación también lograremos estar más presentes. Lo

más importante que podemos darle a los demás es nuestra presencia. Al practicar
meditación podemos estar realmente para los otros, apreciando el tiempo que
compartimos con los otros. Esto nos permitirá estar más atentos a los que nos
rodean y a generar vínculos más reales y profundos.

Podremos también disfrutar mucho más de los detalles de nuestra vida, de cada
pequeño regalo que llega y que en ocasiones por estar distraídos no vemos y nos
permitirnos sumirnos en una visión parcial y muy limitada de la realidad que nos
rodea.

La meditación también nos ayudará a escuchar más nítidamente nuestro corazón

y saber hacia donde queremos ir. Lograremos tener una perspectiva más amplia
de las cosas y un mayor discernimiento.

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Aspectos a Considerar en la Meditación

Cuando emprendemos el maravilloso camino de enseñar a meditar a otros nos

encontramos con el desafío de afrontar si uno mismo ha alcanzado las
realizaciones que comparte éste arte ancestral, de lo que implica meditar, de lo
que se obtiene al lograrlo y si realmente estoy capacitado para enseñar a las
personas que me rodean o se acerquen a mí a meditar.

Sabemos que para lograr la meditación debemos pasar por diferentes estados de
purificación y de avance en los que nos afrontaremos nada mas y nada menos
que con nosotros mismos.

Muchas veces pensamos que meditar implica que tengamos la capacidad de

mantener la espalda recta durante una o dos horas o que logremos un estado de
perfecta concentración en poco tiempo, o que para lograrla debemos someternos
a una rígida disciplina que es aburrida o muy intensa. Para desmitificar la práctica
podemos enumerar un listado de puntos principales sobre que implica meditar en
esencia:

1. Meditación no es un solo estilo. Meditación no es budismo, hinduismo ni

cristianismo. Meditar es un deber del ser humano que ha despertado.

Man Manasa Seva: Poner la mente al servicio del alma.

2. Debemos sacar afuera todo prejuicio y preconcepto, aceptar nuestra

pequeñez, aceptando lo que no sabemos y vaciando nuestro equipaje por
completo para empezar una nueva etapa una y otra vez. Tener una
mentalidad amplia nos ayudará a captar el mensaje esencial detrás de las
palabras y estructuras.

3. Entender que no somos éste cuerpo, que somos almas que trascienden
todo concepto burdo y sutil y que es la realidad espiritual la última y mas
elevada meta a alcanzar.

4. Recordar que cada experiencia en meditación es única e irrepetible. No

deseamos recrear o volver a sentir lo mismo que experimentamos
anteriormente si no que aceptamos lo que venga y mantenemos nuestra
constancia en la práctica, sintamos placer o aflicción.

5. Enseñar a meditar es aprender a meditar uno mismo, autodiciplinarse,

controlar nuestros impulsos, ser paciente y constante. Nuestras
realizaciones las podremos compartir naturalmente en la medida en que
meditar se vuelva un estilo de vida. Caminar, comer, comunicar,
relacionarme, pensar, planificar, decidir, orar, creer, hacer y amar son
diferentes tipos de meditación.

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6. Ser unidad de alivio. Somos seres destinados a servir. Todo lo que

aprendamos debemos ponerlo al servicio. Nuestro ser se complacerá por
completo cuando aprenda a amar desinteresadamente.

7. Redescubrirnos a nosotros mismos desde la inocencia, desde el no

prejuicio, desde la óptica de la fe, desde el amor y la compasión. Renacer
una y otra vez más. Permitirnos aceptar nuevas estructuras para abandonar
las pasadas.

8. Mantener una actitud de humildad y sinceridad profunda.

9. Entender que concentrar y controlar mi mente no será un proceso fácil, si no

una tarea de por vidas, por ende; la lentitud aliada a la determinación
ganarán la carrera.

10. Se indagador y entusiasta. Estar siempre dispuesto a profundizar en el

conocimiento espiritual, a preguntar favorablemente y a aplicar estas
enseñanzas en tu vida práctica, con el fin de lograr un desarrollo integral. La
sinceridad, la amplitud mental y el entusiasmo llevarán al estudiante a
volverse consciente de su conexión con la verdad, consigo mismo, su
familia, sociedad y el medio ambiente.

Que meditar te vuelva una persona más feliz, compasiva, bondadosa y amorosa.
Si tu meditación te vuelve frío, soberbio, indiferente y distante de los demás, es
mejor buscar otra forma de práctica que te vincule con las necesidades reales de
la humanidad; la sencillez, el cariño, la aceptación; la unión en la diversidad.

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Algunas recomendaciones para la práctica

1. Respecto de la postura de meditación privilegia una postura de sentado,

con la espalda recta (sin soporte), con la pelvis neutra, las costillas bajas y
los brazos relajados buscando que los codos cuelguen cómodos debajo de
los hombros.

2. Usa una altura para el sacro. Eso te permitirá que tu columna se alargue,
que la espalda permanezca más recta y que as articulaciones de tus rodillas
y caderas no se fuercen.

3. Busca que tu cuerpo esté activo pero confortable. Busca el relajo dentro de
la postura. Y una vez que arrancas meditando, permítete estar con la
incomodidad que aparecerá, ya que siempre va a surgir algo externo que
lleve tu mente fuera de la meditación.

4. Si ninguna de estas posiciones aún te resulta confortable, puedes probar a

una posición recostado o bien a apoyar la columna en un respaldo, pero
intentando siempre mantener tu columna larga y el pecho y abdomen
espacioso para recibir el prana.

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Sadhana

Sadhana es aquella práctica que da a la mente y al cuerpo una disciplina para

expresar el divino amor infinito dentro de uno mismo. Es una disciplina personal
mediante la cual energizamos y equilibramos nuestro cuerpo y limpiamos la
mente, el inconsciente y las impurezas que cubren nuestro corazón impidiendo
nuestro desarrollo espiritual.

Sadhana es también una práctica espiritual en la que nos enfrentamos a las

tendencias de nuestra mente y de nuestro ego y, desde el amor, las invitamos a
entrar en las dimensiones del alma, el espíritu y la intuición.

En esencia, Sadhana es un proceso de refinamiento, de desarrollo y de maestría.

En este sentido, hay formas ilimitadas y técnicas para crear la experiencia que
llamamos Sadhana.

Sadhana es el enriquecimiento de uno mismo. No es algo que se haga para

agradar a alguien o para conseguir algo. El Sadhana es un proceso personal que
saca lo mejor de ti.

El objetivo del Sadhana es despertar el Ser, el alma y llevarla a las dimensiones

de existencia mas puras y trascendentales. Sadhana reúne la experiencia de tu
conciencia y de tu propósito en un solo momento. Sadhana trae nuestra dimensión
infinita y la de nuestra existencia a nuestra experiencia cotidiana, nutriendo y
alimentando nuestro espíritu con crecimiento amoroso y consciente.

Para entender qué es el Sadhana hay que entender que toda práctica requiere
un combustible, así como mantener un auto requiere aceite y nafta, mantener
una casa requiere dinero y trabajo, de la misma manera avanzar espiritualmente
requiere tiempo y energía. Predispongámonos a invertir especial energía y
atención a éste tan importante cultivo de meditación que estamos realizando en
éste tiempo y espacio.

En un principio, el esfuerzo consciente del Sadhana parece una actividad

negativa. Impone la disciplina eliminando otras actividades. Hace que te
confrontes con las muchas anuencias que resisten tu esfuerzo de ser constante. Si
encuentras resistencia ahora, generalmente son la combinación de apegos y
adicciones que se rehúsan a ser abandonados por hábitos superiores. Es decir, es
el cambio de nuestros paradigmas, en el que abandonamos el gusto inferior para
saborear el gusto superior.

Te confrontas con una cuestión básica: ¿Estás dispuesto a actuar y pensar

en tu más alta consciencia, o quieres conservar tu vieja identidad ? Si lo elegido
es el Ser Superior, Sadhana viene siendo la felicidad y saltarás de alegría cada
día para practicar. Si esperas para decidirte te podrías dormir en un esfuerzo por
evitar el compromiso.

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Otro obstáculo en esta etapa, es sentir que ya lo has logrado, puesto que algún
pequeño avance has logrado. Es exactamente como subir una montaña, cuando
llegas a una meseta alta, tu impulso es acampar y mirar hacia los valles de abajo.
Quieres comer las frutas ricas que están ahí y descansar de la fuerte subida.

Pero el esperar demasiado hace que los músculos se aflojen hasta que te olvides
por qué querías subir. Sabes que lo que hay por delante es más duro, más
estrecho y más frío que lo que hayas logrado, y te resistes a dar el último paso.

Así es subir a las alturas del ser. Cuando hemos practicado suficiente para
confirmar una actividad, nos relajamos. Llegamos a Sadhana, pero nos dormimos.
Recitamos nuestros Mantras, pero sentimos a veces que las palabras son
mecánicas porque perdemos el contacto con nuestros motivos originales. Esto es
parte de la limpieza subconsciente, de las motivaciones e intenciones.

En algún punto de todo ésto, podrías dejar de sentir motivación para hacer lo que
estás haciendo. Es entonces que el hábito del Sadhana y el mantener nuestros
ideales es esencial. El pensamiento del deber y del compromiso pueden ser en
estos momentos tu única razón para continuar. Pero si eres constante en este
tiempo obscuro, podrás alcanzar nuevas fuentes de energía y fuerza dentro de ti
mismo.

Adquiriendo un gusto natural por éste nuevo estado de conciencia mas elevado y
puro que ya no es motivado por la inercia, la pereza ni el temor. Tú construyes una
dependencia en el divino infinito y nunca mas necesitarás una motivación externa
para actuar.

Tener paciencia, entusiasmo, seriedad y constancia son requerimientos

necesarios para la práctica de meditación, así como cuando uno va al colegio o a
la Universidad y después de un tiempo invertido en ello uno nota las cualidades y
virtudes adquiridas, de la misma manera en la práctica de la meditación nosotros
mismos experimentaremos grandes cambios y realizaciones al actuar como
vehículos que llegarán a las altas cumbres del éxito y la felicidad si le damos buen
combustible (Sadhana) a nuestro Ser.

"Mi enseñanza no es una filosofía. Es el resultado de experiencia directa. Mi

enseñanza es un medio de practicar, no algo a lo que aferrarse o motivo de
adoración. Mi enseñanza es como una balsa que permite cruzar el río. Sólo un
tonto llevaría la balsa de vuelta después de haber llegado y alcanzado la otra orilla
de la liberación”.
Buddha

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