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    Deleuze Rostro

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    Juan Carlos Gorlier
    El documento analiza la naturaleza del rostro humano. Explica que el rostro no está contenido en la cabeza sino impreso sobre ella, y funciona como una máquina productora de signos que individualizan y comunican roles sociales. Además, señala que nadie nace con un rostro propio sino que se les asigna uno culturalmente preexistente, y que existen momentos en que la máquina del rostro deja de operar y la persona pierde su individualidad. Finalmente, discute cómo los bordes del rostro separan lo interior de lo exterior a través

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    Deleuze Rostro

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    El documento analiza la naturaleza del rostro humano. Explica que el rostro no está contenido en la cabeza sino impreso sobre ella, y funciona como una máquina productora de signos que individualizan y comunican roles sociales. Además, señala que nadie nace con un rostro propio sino que se les asigna uno culturalmente preexistente, y que existen momentos en que la máquina del rostro deja de operar y la persona pierde su individualidad. Finalmente, discute cómo los bordes del rostro separan lo interior de lo exterior a través

    Descripción original:

    breve ensayo sobre la nocion de rostridad en gilles deleuze

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    El documento analiza la naturaleza del rostro humano. Explica que el rostro no está contenido en la cabeza sino impreso sobre ella, y funciona como una máquina productora de signos que individualizan y comunican roles sociales. Además, señala que nadie nace con un rostro propio sino que se les asigna uno culturalmente preexistente, y que existen momentos en que la máquina del rostro deja de operar y la persona pierde su individualidad. Finalmente, discute cómo los bordes del rostro separan lo interior de lo exterior a través

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    ROSTRO la tte est comprise dans le corps, mais pas le visage Gilles Deleuze y Felix Guattari1

    El rostro no est en la cabeza, est impreso sobre ella. Visto desde un primer plano, se convierte en una superficie lisa, animada por una multiplicidad de pequeos movimientos expresivos. Es una mquina productora de signos. Los signos individualizan, manifiestan roles sociales y aseguran la comunicacin.2 En lugar de palabras sobre una pgina en blanco, expresiones sobre la piel del rostro: es posible leer un rostro como quien lee un texto. Nadie nace con un rostro propio; le calzan uno que ya estaba en circulacin.3 Hay momentos excepcionales en que la mquina deja de operar. El rostro se desdibuja, el ser humano deja de ser tal, renuncia a su rol social, cae en una mudez absoluta y pierde su individualidad.4 No hay nada ms desnudo que un rostro expuesto a una mirada tan cercana que comienza a palparlo. Una mirada tctil revela una desnudez mucho mayor que la del cuerpo, una inhumanidad mucho ms grande que la inhumanidad de los animales.5 Entre paisaje y rostro hay una complicidad estrecha: una fachada resquebrajada recuerda un rostro envejecido. No hay rostro que no envuelva un paisaje desconocido; no hay paisaje que no est poblado por un rostro soado.6 El rostro exterioriza lo interior a travs de los bordes. Los bordes separan y unen lo exterior a lo interior, la superficie lisa a los agujeros negros. Sin bordes, los ojos perderan la mirada, convirtindose en una piel sin profundidad. La mirada no est en los ojos, se expresa a travs de ellos.7 No hay muro blanco sin agujeros negros, no hay agujeros negros sin muro blanco. El agujero negro est bordeado e incluso rebordeado; el borde tiene por efecto hacer brotar la mirada desde un fondo sin fondo. El agujero negro nunca est en las pupilas, siempre est en el interior del borde y los ojos siempre en el interior de los agujeros.8

    A veces irrumpe algo difcil de interpretar, que parece escapar a la disciplina del rostro. Pliegues o despliegues, ojos sobresalidos, prpados abultados; signos desconocida que indican que el cuerpo se resiste a ser el envoltorio de una interioridad. Qu es un tic? Es la batalla interminable entre un rasgo facial que intenta escapar del rostro y el rostro mismo, que se cierra sobre ese rasgo, lo vuelve a atrapar y le bloquea la fuga.9

    la cabeza est comprendida en el cuerpo, el rostro no Deleuze, Gilles y Guattari, Felix (1980). Visageit. En Capitalisme et schizophrenie tome 2: Mille plateaux Paris: Minuit: 205-234: 208. 2 Deleuze, Gilles (1983). Cinema-1: L'Image-mouvement. Paris: Minuit: 99 versin ingls, captulo 6.3. 3 Deleuze y Guattari, 1980: 217. 4 Deleuze, 1983: 99. 5 Deleuze, Gilles (1983). Cinema-1: L'Image-mouvement. Paris: Minuit: 99 versin ingls, captulo 6.3. 6 Deleuze y Guattari, 1980: 212 7 Deleuze y Guattari, 1980: 210. 8 Deleuze y Guattari, 1980: 226. 9 Deleuze y Guattari, 1980: 230.

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