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Ante Canas Debes Levantarte

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Ante canas debes levantarte, y tienes que mostrar consideracin a la persona del envejecido. (Levtico 19:32.

) Honra a tu padre y a tu madre. (Efesios 6:2; xodo 20:12.) No trates duramente a los ancianos. Exhrtalos, ms bien, como haras con tu padre. *...+ Trata a las ancianas como a madres. (1 Timoteo 5:1, 2, La Biblia interconfesional.) La hermosura de los jvenes es su poder, y el esplendor de los viejos es su canicie. (Pr 20:29.)
Respeto ante todo No importa si el abuelito que vive contigo es sordo, ha perdido el sentido de la vista o prcticamente se ha quedado sin memoria. Ms all de sus capacidades fsicas o mentales, es una persona que se merece todo el respeto del mundo y no es justo que sea tratado con desprecio o indiferencia. Aunque probablemente no se entere de que t eres quien lo est acariciando o preocupndose por su bienestar, desde que lo ests haciendo con amor y mucha ternura, le estars garantizando tranquilidad, compaa y una seguridad tremenda. No esperes hacer algo slo para que los dems lo noten; hazlo porque te nace desde lo ms profundo de tu corazn y quieres extenderle tu mano a quien lo necesite. Actitudes amorosas A los ancianos les encanta que los acompaen, que les conversen, que los hagan sentir vivos y felices. Promueve entre los miembros de tu familia el hecho de tenerlos en cuenta para todo, evitando cometer el error de pisotear sus derechos slo porque ya estn viejitos y no son productivos. Es importante que les tengan paciencia, que no les griten, que los ayuden cuando lo necesiten, que los abracen, que no los traten con desprecio ni con indiferencia; en conclusin, que los consideren tan dignos y merecedores de vivir como lo es el de quince, veinte 45 aos. Cuidado con las palabras Es probable que todos en casa estn de acuerdo con que hay que mantener a los ancianos en unas condiciones fsicas favorables, es decir, que tenga su cama, su alimentacin a tiempo, su ropa limpia, en fin; pero ms all de todas estas comodidades, es importante que se les hable con dignidad. El maltrato verbal es tan daino como el fsico y no hay derecho de que se culpe al anciano por su estado de salud. Resulta ms comn de lo que te imaginas el hecho de que se insulte a estos seres tan especiales porque no fueron capaces de controlar sus esfnteres, porque olvidaron algo o porque no pueden caminar un poco ms rpido. Procura erradicar de tu casa y de toda tu familia, este tipo de violencia tan denigrante.

El respeto a los ancianos. Primer precepto de la urbanidad.

Para vivir bien en el mundo es preciso no perder el respeto a nadie. Cada cual conserva el sentimiento de su propia dignidad, y el amor propio no sufre que le ofendan. No siempre se tiene bastante grandeza de alma para hacerse superior a un agravio. El orgullo ofendido perdona difcilmente una personalidad. Debemos, pues, vivir con mucho cuidado y tomar las mayores precauciones para no molestar ni desazonar a nadie. Tratarase con el ms justo y merecido desprecio al que olvidase su deber hasta el extremo de ultrajar al anciano, cuya debilidad y achaques le quitan todos los medios de repeler un insulto. Dbese mostrar mucha veneracin a los ancianos, cederles siempre el lugar reconocido por preferente y procurar no contradecirles jams. Cuando nos creamos con derecho de hacerles alguna observacin, guardemos una moderacin respetuosa, que lejos de indisponerlos contra nosotros, les inspire una dulce confianza y les empee a escucharnos favorablemente. Burlarse de un anciano es lo mismo que atropellarle, insultarle, y como el ofendido carece de fuerza para pedir satisfaccin, resulta que el opresor es un cobarde y qua falta a los primeros deberes de la justicia y de la Urbanidad. No hay duda que ciertos ancianos son regaones, colricos; pero esta falta es ms bien la edad que del individuo, y no nos exime de las atenciones generales a que son acreedores. Debemos mirarlos con un respeto semejante a aquel con que se mira a los robustos rboles, antiguos habitantes de la tierra, que adornan nuestros jardines, y que aun en su decaecimiento nos cubren de una benfica sombra. "Burlarse de un anciano es lo mismo que atropellarle e insultarle" El joven llegar tambin a aquella poca de la vida, en que muchos placeres, antes deseados, se nos hacen inspidos. Si entonces tiene el disgusto de verse el objeto de la burla de la generacin que le sucede qu amargura no le aguarda en sus ltimos das? Hasta hoy no hubo en el mundo nacin tan brbara ni gente tan indmita, dice el ilustrsimo Guevara, que entre ellos se prohibiese a Dios el servicio, ni al pobre el socorro, ni al viejo el acatamiento, porque son tres cosas en s tan esenciales y aun tan naturales, que de buena razn no haba menester ley que las ordenase, ni prncipe que las mandase. Los viejos en Roma tenan cinco notables privilegios, venidos a pobreza eran mantenidos por el erario pblico, ellos solos podan sentarse en los templos, traer anillos en los dedos, comer a puerta cerrada, y llevar hasta los pies la vestidura. Respetemos, pues, la ancianidad. Un da recogeremos el fruto del homenaje que le habremos tributado, y dejaremos el mundo bendiciendo a los jvenes virtuosos, que nos habrn hecho agradable la vida con sus obsequiosas atenciones.

Qu hacer para integrar a los ancianos en la vida cotidiana?

En primer lugar, trasmitir a la sociedad en su conjunto las necesidades de los viejos, qu piensan, cmo se sienten. Todos deberamos saber que es una situacin que nos va a llegar, no podemos seguir mirando a otro lado, y negarnos a nosotros mismos que nos acercamos, o que ya hemos llegado a la Tercera Edad. Es difcil, porque los intereses de mercado han instalado el mito de la juventud y han dictado que esa fase de nuestra vida, efmera por definicin, debe perdurar indefinidamente. Cada arruga es una herida que debemos ocultar, en lugar de la feliz constatacin de que seguimos viviendo, disfrutando de nuestro crecimiento personal y de otros placeres anteriormente desconocidos o insuficientemente valorados.

Una decisin personal


En realidad, qu es ser viejo? La mayora de las definiciones subrayan los aspectos deficitarios, negativos: la vulnerabilidad, la propensin a las enfermedades, la progresiva marginacin, el acercamiento de la muerte. El envejecimiento es un hecho ineludible, pero el considerarse agotado, en rgimen de bajas revoluciones y al margen de las cuestiones que afectan a la sociedad en su conjunto, es una opcin estrictamente individual. Cada persona decide paulatinamente, a veces por simple hasto, otras por convencimiento, que reducir drsticamente su ritmo vital, que no har deporte, ni aprender informtica, ni viajar, ni practicar el sexo En otras palabras, cada uno, en decisin personal e intransferible, establece cundo "es viejo para...". No es lo mismo un jubilado que sigue con sus paseos y acude regularmente a la piscina, sigue la actualidad leyendo diarios, frecuenta a sus amigos y familiares, va al cine o al teatro, juega al ajedrez, participa en un taller de escritura, milita y colabora en una ONG o partido poltico, que otro cuyas nicas actividades reseables son dormir, ver la TV, jugar a cartas y quejarse de sus enfermedades ante sus compaeros pensionistas.

Integrar a los mayores


En octubre de 1.999 se inaugur la conmemoracin del Ao de las Naciones Unidas de las Personas Mayores, bajo el lema "Una sociedad para todas las edades". Se trabaj para que se partiese de una sociedad con un "diseo para todos"; crear y producir pensando en todas las personas y tener en cuenta las necesidades o dificultades especficas de todas aquellos que no cuentan con toda la capacidad, autonoma o habilidad fsica, psquica o sensorial que se suponen habituales. Un diseo que debiera generalizarse en todos los mbitos de la vida cotidiana, pblica y privada. Pero este "diseo para todos" deber ser, ante todo, una filosofa basada en la igualdad de derechos de todas las personas. Ha de incluir adems una consulta previa a los posibles usuarios, ya que son stos quienes estn en mejores condiciones de sealar sus necesidades y las dificultades y limitaciones con las que se encuentran. Respeto, atencin y cario son los tres principios bsicos en la relacin con nuestros mayores. Respeto a su momento psicofsico, a su ritmo propio, a sus valores y concepciones, a sus comportamientos, a sus deseos y querencias, a su propia organizacin de la vida. Ello no implica estar de acuerdo siempre con ellos cosas y habra que distinguir dnde est la frontera entre lo que estos desencuentros afectan a la vida de los no mayores. El consenso es la frmula ms deseable. De todos modos, los mayores tienen derecho a elegir cmo quieren vivir, porque inmiscuirnos e imponer nuestros criterios equivale a un abuso de poder y a una falta de respeto a su libertad.

La atencin al anciano ser siempre desde una escucha abierta, positiva y sin juicios de valor ni prejuicios. Esta atencin lleva implcita la dedicacin de un cierto tiempo para escuchar cmo est esa persona mayor, cmo vive, qu quiere, qu le gusta, cmo percibe sus recuerdos y experiencias. Esta actitud es muy diferente a la de "oir las batallitas del abuelo". La escucha de la que hablamos es humana y est teida de aprecio, consideracin, cercana y acompaamiento. Ya en el ltimo de los tres principios citados, el cario debemos proporcionrselo a los mayores en grandes dosis, porque en esta edad se valora ms que nunca el afecto, la sensibilidad que dejamos escapar a menudo por la servidumbre que mostramos ante la seriedad, el trabajo, el sagrado concepto del deber, los prejuicios, la timidez y la vergenza. Pero no nos referimos a un cario ensimismado o oo, sino ms bien a ese cario que se trasmite a travs de ese inters por lo que les ocurre a nuestros mayores, por el respeto, la escucha, ese tiempo de dedicacin... y que se traduce en nuestros gestos, nuestra mirada, nuestro tono clido a la hora de dirigirnos a ellos. Y tambin, por qu no, el cario manifestado mediante la caricia: esa mano que se posa, que presiona, que agarra, ese abrazo que funde la distancia y ese beso que hace sentir que no se est solo y que se es querido y valorado.

Mucho dilogo
El dilogo y la solidaridad intergeneracional son los resortes insustituibles para promover el aprovechamiento de la riqueza cultural de las personas de edad avanzada y la mejora de su autoestima, adems de para sentar las bases de una ptima integracin de los mayores en la sociedad. Ser mayor no debe constituir un obstculo para ser feliz. El camino deseable sera ir hacia una envejecimiento saludable, porque hacernos mayores (cundo empezamos a ser realmente unos viejos, a los sesenta, a los setenta... y por qu?) no es sinnimo de enfermedad, y uno de los retos de nuestra poca es vivir ms, pero tambin mejor. Independientemente de la edad cronolgica de un individuo, su "inters por la vida" es el factor clave de la existencia y no slo depende de esa persona, sino tambin de las redes sociales en las que funciona su vida. Las relaciones con las personas mayores han de estar enmarcadas en ese principio de solidaridad e inters por lo que les ocurre. Hemos de aportar lo mejor de nosotros mismos y adquirir la destreza de transformar las dificultades en posibilidades de mejora. Esto es, en percibir los problemas como oportunidades y como medios de superarnos como personas. La madurez de la experiencia nos dice que las barreras que surgen a lo largo de la vida no pueden impedir nuestro desarrollo; al contrario, representan una invitacin a replantearnos los lmites de nuestra creatividad o como dira P. Freire a darnos cuenta de que somos seres en transformacin y no en adaptacin. A ser conscientes de lo devastador de los enfados y de las actitudes negativas y pesimistas.

Antecedentes La Constitucin aprobada en 2008 seala, en su artculo 36, que las personas adultas mayores recibirn atencin prioritaria y especializada en los mbitos pblico y privado, en especial en los campos de la inclusin social y econmica, y proteccin contra la violencia. El artculo 37 reza que el Estado le garantiza al grupo exoneracin del pago por costos notariales y registrales, de acuerdo con la ley, y el acceso a una vivienda que asegure una vida digna, con respeto a su opinin. Los derechos de las personas de la tercera edad son poco conocidos y ejercidos en el pas. Es

la conclusin a la que llegaron varias entidades que trabajan con el grupo en el pas y que esta semana participaron en una mesa redonda realizada en Guayaquil. Dicho acto fue parte de un programa que el Ministerio de Inclusin Econmica y Social (MIES) impulsa, a fin de promover polticas de proteccin integral para los derechos humanos de los adultos mayores. En la plenaria realizada antes de ayer, representantes del MIES, Servicio de Rentas Internas (SRI) y de las Asociaciones de Jubilados coincidieron en que en los lugares pblicos y privados, como Empresa Elctrica y bancos, donde se realizan trmites pblicos, se ve poca concurrencia del grupo vulnerable, pese a que en esos sitios pueden gozar de beneficios como descuentos. Por ejemplo, se plante que algunos adultos mayores de 65 aos de edad desconocen que estn exonerados de pagar el Impuesto del Valor Agregado (IVA), pago de facturas, descuentos en la cancelacin de la matrcula del vehculo de su propiedad, los cuales deben ser restituidos a travs del SRI; y que estn exentos de las prestaciones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas del Ecuador (ISSFA) y dems pensionistas. Alcira Rivera, una mujer de 65 aos de edad, es una de las integrantes de ese grupo etario, quien recin se entera de que tiene derechos como descuentos en los servicios pblicos. Ayer ella estuvo acompaada de su esposo para informarse de los beneficios que brinda la entidad. No saba que poda tener beneficios por entregar facturas al SRI. Tambin desconoca que me podan devolver el IVA por mis compras de medicinas, alimentacin, vestuario, dice Rivera Para ella, este ltimo derecho que tiene es favorable, ya que puede recuperar un poco del dinero invertido, sobre todo porque ni su esposo ni ella reciben la jubilacin del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Carmen Cucaln, de 67 aos de edad, quien hace poco conoci los descuentos que tienen los adultos mayores, seala que con asesora de una amiga pudo recuperar hasta US$ 120. Esto ayuda mucho porque cuando uno pasa por la tercera edad tiene la necesidad de comprar muchos remedios, menciona. Algunos adultos mayores de 65 aos de edad desconocen que estn exonerados de pagar el Impuesto al Valor Agregado Para Rivera y Cucaln, las instituciones pblicas y privadas deberan realizar campaas de difusin sobre la Ley del Anciano y de los beneficios que gozan pues, como ellas, todava hay ms adultos mayores que no saben sobre sus derechos. Sobre este tema, Elvis Rovayo, director regional (e) del SRI, asegura que todas las personas mayores a 65 aos de edad pueden acercarse hasta la dependencia con su cdula original e inscribirse en la base de datos. Ellos, afirma, son atendidos de forma inmediata al entregarles un turno especial para la consulta de los diversos temas. Con respecto a los beneficios que le corresponden al colectivo, indica Rovayo, existen tres: Rentas Internas, devolucin del IVA y descuentos en la matriculacin vehicular. Segn el artculo 14 de la Ley del Anciano, toda persona mayor de 65 aos de edad y con ingresos mensuales estimados en un mximo de cinco remuneraciones bsicas unificadas, o que tuviera un patrimonio que no exceda de quinientas remuneraciones bsicas unificadas, estar exonerada del pago de toda clase de impuestos fiscales y municipales. El funcionario explica que para el pago del Impuesto a la Renta existe una tabla para las personas naturales de US$ 8.910, mientras que para las personas de 65 aos de edad esta ltima fraccin se transforma en el doble de lo normal, siendo este un beneficio para el colectivo.

l explica que si ellos ganan US$ 17.820 no pagan el Impuesto a la Renta porque esa es la fraccin desgravada y de ah hacia abajo no paga nada. Pero, a partir de US$ 17.821, ya pagan el Impuesto a la Renta, todo esto de acuerdo a la Ley del Anciano. 896.407 personas de la tercera edad existen en el pas, segn las proyecciones del INEC. En ese sentido, ngel Medina, director de Gerontologa del MIES, seala que la institucin realiza campaas continuas para la promocin de los derechos de los ciudadanos, en especial de ese grupo etario. l espera que no slo se haga una reforma legal a la Ley del Anciano, sino que se enmarque en los nuevos preceptos constitucionales. De all que se hace un llamado para que en la construccin del anteproyecto de la Ley del Adulto Mayor participen activamente todos. El funcionario critica que, ms all de las exenciones tributarias, as como en el pago por el consumo de los servicios bsicos que se encuentran sealados en la Ley del Anciano, los derechos de los adultos mayores son desconocidos porque se encuentran dispersos en varios cuerpos legales y normativos, como son el Cdigo Civil y Penal, Ley Contra la Violencia a la Mujer y la Familia, Ley de Trnsito, entre otras normas. Resulta bastante difcil que el comn de los ecuatorianos y los adultos mayores conozcan a plenitud todos los derechos que nos protegen, aquello hace necesario codificarlos en un solo cuerpo legal que bien puede denominarse cdigo orgnico del adulto mayor, observa. El funcionario seala que el departamento que l dirige sigue recibiendo denuncias por vulneracin de los derechos a ese colectivo. Por la falta de observacin a la Ley del Anciano, acota. Pero, contina, las leyes que ms se violan son las relacionadas con el derecho de familia, aquellas como el Cdigo Civil, el cual establece que los hijos tenemos obligaciones con nuestros padres, inform Medina. (EMB) CARMEN CUCALN Beneficiaria del SRI Esto ayuda mucho porque cuando uno pasa por la tercera edad tiene la necesidad de comprar muchos remedios". NGEL MEDINA Director de Gerentologa deL MIES Se hace un llamado para que en la construccin del anteproyecto de la Ley del Adulto Mayor participen activamente todo

-. 1.2 El Adulto mayor en la Historia Es necesario conocer las concepciones y consideraciones que se han producido sobre la vejez a lo largo de la historia segn las culturas, porque todas estas aportaciones de pensadores, literatos y cientficos son los antecedentes del desarrollo de la investigacin posterior y especialmente del nacimiento de la Geriatra. No obstante, algunas aportaciones tambin pueden ser consideradas como antecedentes de la disciplina de la Gerontologa. En los relatos del Antiguo Testamento, la vejez es considerada de una forma

positiva y sublimatoria. Se destaca constantemente la dignidad y la sabidura de las personas mayores junto a las especiales cualidades de la vejez para cargos elevados. De esta manera, las personas mayores se convierten en ejemplo o modelo, as como en gua y enseanza. Podemos sealar: Respeta al anciano (Lv 19, 32), en la vejez seguirn dando fruto (Sal. 92 [91], 15), Le har disfrutar de larga vida, y le mostrar mi salvacin (Sal. 91[90], 16), promete el Seor. La cultura griega ofrece multitud de actitudes y cambios sobre los roles, atributos y expectativas acerca de las personas mayores a travs de los diferentes modelos culturales que jerarquizan las edades del individuo y las capacidades propias de cada edad. Fundamentalmente, destaca la concepcin platnica y la concepcin aristotlica que se diferencian en el sentido que otorgan a las personas mayores. Platn en la Repblica adopta una postura de mximo respeto por las vivencias de las personas mayores. Elogia a la vejez como etapa de la vida en la que las personas alcanzan la mxima prudencia, discrecin, sagacidad y juicio, y las ofrece en la comunidad funciones de gran divinidad y responsa-bilidad, directivas, administrativas y jurisdiccionales y superiores en estima social. Hace resaltar, sobre todo, los agentes individuales del envejecimiento, considera que las vivencias del final de la vida estn muy determinadas por la forma en la que se vive durante la juventud y en la adultez, y explica cmo habra que prepararse para la vejez. As pues, Platn es un antecedente de la visin positiva de la vejez, as como de la importancia de la prevencin y profilaxis. Por el contrario, Aristteles presenta una imagen ms negativa de la persona mayor. En su Retrica (libros II, XII, XIIIXIV, 3), destaca el afn de disputa en la edad avanzada e interpreta la compasin como una debilidad. La senectud, que es la cuarta y ltima etapa en la vida del hombre, equivale a deterioro y ruina. Es una etapa de debilidades, digna de compasin social e intil socialmente. Adems, las personas mayores son caracterizadas como desconfiadas, inconstantes, egostas y cnicas. En su escrito De generatione

animalium asocia la vejez con la enfermedad. Estas visiones antagnicas sobre la vejez de Platn y Aristteles van a ser continuadas y matizadas por diversos autores a lo largo de la historia del pensamiento humano. Son, adems, las responsables de muchos de los estereotipos tanto positivos como negativos presentes en la sociedad actual. Por otro lado, Cicern en su obra Cato Maior de senectute presenta una imagen positiva de la vejez. Incluye multitud de datos acerca de las modificaciones que experimenta la capacidad de rendimiento mental en las personas mayores y las ilustra con ejemplos individuales tomados de la historia griega y romana en los que se destacan los grandes hechos polticos, cientficos y artsticos llevados a cabo por personas de ms de 80 aos. Adems, valora a la persona mayor al destacar que debemos aproximarnos a ella con respeto y veneracin, no animados por el afn de ayuda, sentimientos de compasin, ni por prejuicios acerca de su capacidad de responsabilidad y rendimiento. La forma de envejecer depende en gran medida del rol de la persona mayor que determina la sociedad. A lo largo de la Edad Media son transmitidos y acentuados ciertos estereotipos asumidos de las tradiciones culturales del mundo griego. Destaca, por una parte, San Agustn que dignifica la visin cristiana de la persona mayor ya que de ella se espera un equilibrio emocional y la liberacin de las ataduras de los deleites mundanos, y por otra, Santo Toms de Aquino 15 que afianza el estereotipo aristotlico de la vejez como perodo decadente, fsica y moralmente, en el que las personas mayores estn marcadas por comportamientos de inters nicamente personal. En la poca renacentista, se rechaza lo senil y lo viejo, se evade el tema de la muerte, se da una imagen melanclica de la persona mayor e incluso se le atribuyen artimaas, brujeras y enredos. Se configura as un perfil renacentista mnimamente contrarrestado por la permanencia del estereotipo de la sabidura. En cambio, durante el perodo barroco adquieren la mxima actualidad y cultivo los temas del control de los vicios y pasiones, el perfeccionamiento

constante en la vida y en la vejez, y el problema de la muerte. Fueron muchos los grandes poetas y pensadores de tiempos pasados que se ocuparon muy a fondo del proceso de envejecimiento. As, por ejemplo, pueden destacarse autores como Shakespeare, Schopenhauer, Hlderlin y Humboldt que consideran la vejez no slo como una poca difcil sino tambin como una etapa de la vida que ofrece aspectos agradables. Estas aportaciones filosficas y otras reflexiones humanas relevantes acerca de la vejez son los antecedentes, principalmente, de la geriatra y constituyen la fase de arranque en la investigacin sobre el envejecimiento. Durante los siglos XVIII y XIX se realizaron una serie de trabajos sobre la vejez, sobre las modificaciones debidas a la misma y sus manifestaciones patolgicas especficas; aunque fue Nascher el primero que dio importancia al aspecto mdico social del problema. Streib (1967) le designa como el pionero de la medicina social. El aspecto ms relevante en esta etapa es la aparicin de la geriatra como disciplina. Nascher introdujo en 1909 el concepto de geriatra (geriatrics), paralelo al de pediatra (pediatrics), conquistando para la medicina un nuevo territorio. Por ello, ha sido considerado como el padre de la investigacin mdica de la vejez (Streib y Orbach, 1967, p. 615).

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