Z - Documentos Sobre Arte y Sociedad-1
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Arte y Sociedad
Varios Autores
Coordinado por Jos Luis Crespo Fajardo
Eumed.net
2013
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COORDINADOR Dr. Jos Luis Crespo Fajardo Consejo Cientfico: Dr. Pedro Ortuo Mengual. Universidad de Murcia (Espaa) Dra. Laura Vzquez Hutnik. Universidad de Buenos Aires (Argentina) Dr. Antonio Bautista Durn. Universidad de Sevilla (Espaa) Edita: Grupo de investigacin Eumed.net (SEJ 309), Universidad de Mlaga (Espaa) Coleccin: Biblioteca virtual de de Ciencias y Artes
Colabora: Facultad de Artes de la Universidad de Cuenca (Ecuador) Grupo de Investigacin Arte y Polticas de Identidad. Universidad de Murcia (Espaa)
ndice
Agradecimientos Proemio 9 Celia Riboulet Prlogo11 Atilio Doreste Presentacin 13 Jos Luis Crespo Fajardo 1. Documentacin, distribucin y desvo en las prcticas simblicas mediatizadas a principios del siglo XXI Loreto Alonso Atienza Documentacin Distribucin Desvo Notas Referencias bibliogrficas Referencias Imgenes 2. Del Opera House al Opera at Home. Entre la apertura social y la exploracin de nuevas vas estticas Juan Carlos Montoya Rubio 1. La pera en la era de la tecnologa 2. El saln de casa: nuevo patio de butacas 3. Experimentalismo y evolucin 4. Reflexiones finales Notas Referencias bibliogrficas
3. La tecnologa digital al servicio del anlisis y la visualizacin de la imagen. Estudio de las portadas de El Pas Semanal entre el 2000 y el 2010 Laura Corts Selva 1. Introduccin 2. Materiales y mtodos 3. Resultados y discusin 3.1. Tonalidad 3.2. Saturacin 3.3. Brillo 4. Conclusiones Notas Referencias bibliogrficas Pginas web 4. La ruina como atractor arquitectnico, esttico y potico (reflexin ingenua sobre una teora general del colapso) Juan Pedro Gmez Notas 5. Por qu la Publicidad usa el Arte para anunciar productos? Aida Mara de Vicente Domnguez 1. La presencia del arte en la publicidad 2. Teoras de Aparici, Fernndez Polanco y Asenjo 3. Teoras de Eguizbal, Berger y Jimnez Marn 4. Marcas: Arte y publicidad 5. Investigaciones: Efecto de transfusin del arte 6. Referencias bibliogrficas 6. El dibujante de prensa y su libertad de expresin Jos Luis Crespo Fajardo 1. Introduccin
2. Los excesos 3. Los caricaturistas como iniciadores de respuestas 4. El valor del dibujante Bibliografa 7. Promover el desarrollo de los servicios del sector turstico a travs de recorridos virtuales 360 Erika Rodrguez Espinosa Elizabeth Morante Bula 1. Introduccin 2. Fundamentos tericos 3. Herramientas para elaborar recorridos virtuales 360 4. Dispositivos para elaborar recorridos virtuales 360 5. Impacto de los r360 en el turismo 6. Conclusiones Referencias 8. Arte y poltica en el Ecuador actual Cecilia Surez Moreno Notas Bibliografa 9. Sistema de interaccin rudimentario y efectivo Agustn Linares Pedrero 1 Introduccin 2 Descripcin de la obra 3 Descripcin tcnica 3.1 Actuacin sobre el software 3.1.1 Actuacin sobre numLock 3.2 Actuacin sobre el hardware 4 Conclusiones Referencias
10. Teatro digital. potica y performatividad de los dispositivos multimedia y entornos web Cesare Angelo Aceti 1. Consideraciones sobre el teatro y lo digital. 2. La relacin entre el teatro e Internet. 3. Dimensiones del teatro digital. 4. Teatro off-line. 5. EVE de Peter Gabriel. 6. Puppet Motel de Laurie Anderson. 7. Teatro on-line. 8. Hamnet de los Hamnet Players. 9. Hibridaciones. 10. Twisted Pairs de George Coates Notas Bibliografa 11. Valie Export. La imagen femenina como crtica Ana Luca Ferrer Snchez Notas 12. Para quedarse de piedra. De la muerte y la (es)cultura rfica Jos Luis Corazn Ardura Notas Bibliografa 13. Actor y video: protagonistas de un mismo espectculo Renata Ferraz 1. Introduccin 2. Punto de principio 3. Este es el resumen de la historia 4. El proceso de creacin 5. Consideraciones finales Notas Referencias Bibliogrficas
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Agradecimientos
Primeramente, como coordinador de este libro colectivo, me gustara hacer llegar un expresivo agradecimiento a cada uno de los investigadores participantes, quienes han tenido el valor de confiar sus estudios a este proyecto tan osado de edicin ntegramente virtual y han sido pacientes a la hora de soportar el largo proceso de gestacin de la obra. Ahora podemos decir que, tras hacer frente a multitud de obstculos, de la realidad virtual hemos labrado una realidad tangible. Quisiera expresar tambin mi singular gratitud al grupo de Eumed.net, liderado por el profesor Juan Carlos Martnez Coll, as como a Lisette Villamizar, a Juan Jos Surez Arana y todo el personal de este sobresaliente equipo de investigacin de la Universidad de Mlaga. Para concluir, dedicar una mencin de reconocimiento a la Facultad de Artes de la Universidad de Cuenca, en Ecuador, y al grupo de investigacin Arte y Polticas de Identidad, de la Universidad de Murcia, liderado por el profesor Pedro Ortuo, rganos que amablemente colaboran en la difusin de la presente obra.
Proemio
CELIA RIBOULET Llenas de reflexiones varias, las brasas menudas del arte prenden el habitculo presente, va rescoldo algunas, con incendios otras. Cualesquiera nutren el calor de sus fuegos. El (des)propsito de la comunicacin encuentra desde siempre alguien que escucha, sucede un fuego que es diferente al calor, un yo digo diferente de un yo escucho; en esa polifona de imgenes, de llamas que se oyen, de luz que arde. El sol puesto sobre cabecita de alfiler y el tiempo que persigue todos los tiempos. El rigor intrnseco del artista no es aceptable como creacin, o si lo es. El pirmano no tiene excusa y si la tiene, bajo el color del arte. Amonedar su quehacer y sus linderos con la tecnologa, linderos o basamento?, la multiplicacin de las ascuas oda en ms lugares, ms y ms seres y del mismo soplo: fantstico pero no sobrenatural quin lo define? La experiencia va de la mano (del odo): la hiprbole de la decadencia. El trozo de pastel horneado que termina de enfriarse frente a un grupo de moscas. El fuego salvaje que cae del rayo. La doma del fuego y an el compartido, comunicado? Todo lo alumbra, todo lo toca, hasta la sobre-exposicin, a su manera, en paisajes mltiples, en ese campo organismo/entorno. Los ardores y el tacto, arte e inmediacin, son libertad y prisin porque al tocar se tocan, al arder se arden, se apagan acaso?, as ocurren ambos entre el video, la decoracin, la ruina, el texto, la ctedra, la conservacin, la liberacin o el sincretismo, indivisos e incendiarios; sobre las cenizas yace el fulgor incandescente de su nimo.
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Prlogo
ATILIO DORESTE ALONSO
A veces el arte y la sociedad no vienen de la mano tan fcilmente. Aquello que se ha venido a denominar el proceso de globalizacin cultural, y que parece ser amparado por la enorme red de relaciones globales, incide, quizs, en la cada vez ms distante brecha entre los valores materiales y espirituales. Frente a la posibilidad de que lo que hemos venido en llamar mundializacin (Renato Ortiz, 2004) devenga en vulgarizacin, podemos encontrar en los siguientes estudios las continuas contribuciones recogidas en este tipo de publicaciones. Construir soportes digitales por medio de estructuras estables que se vean incrementadas por estas investigaciones. Cada nodo, cada anlisis cultural, puede funcionar en esta arquitectura como correa de transmisin hacia la sociedad. Es as como podramos incidir en la antigua idea de Max Weber acerca de la construccin de una ciencia interpretativa en busca de significaciones. Sin embargo, no podemos olvidar la necesidad de arraigo en lo identitario, evitando aquellas entelequias progresivas que tienen que ver ms con una tendencia a vender una imagen de consumo fugaz de intercambio econmico. Entre los grandes valores de las nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin, como son la ligereza, la diversidad y la popularidad, podemos aportar la incorporacin, en nuestro medio, de diversos estudios bien asentados en su contexto sociocultural. Buenos son estos puntos de partida en los que podemos atender a diferentes anlisis de la obra de arte, as como a sus
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procesos dentro de una contextualizacin, y as, de este modo, poder dar algo de luz y comprender el papel presente del arte dentro de nuestra acelerada y mutante sociedad. Encontrar los sentidos, identificar los factores inmutables frente a los novedosos, favorecer el contacto con la realidad del constante presente, son aspectos para una buena lnea de trabajo editorial que merece ser fomentada.
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Presentacin
JOS LUIS CRESPO FAJARDO
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Documentacin, distribucin y desvo en las prcticas simblicas mediatizadas a principios del siglo XXI. 1
LORETO ALONSO ATIENZA
Resumen: Este artculo trata de plantear algunas de las problemticas de la creciente utilizacin de medios digitales y electrnicos en el mbito de las prcticas simblicas actuales, en las que englobamos tanto procedimientos artsticos como tcticas mediticas. Nos proponemos establecer, a partir de algunos ejemplos, guas de discusin sobre los procesos de documentacin de prcticas simblicas, de su distribucin en red y los modos activos de desvo al que la hegemona de los signos y el acelerado intercambio de los mismos, nos est invitando. La importancia creciente de la documentacin, distribucin y desvo sirve tambin para esbozar un posible cambio de paradigma en la produccin simblica, que afecta no solo al objeto artstico sino ms ampliamente a la idea de creatividad, as como a la nocin de autora y de pblico Palabras Clave : Documentacin, distribucin, desvo, convergencia tecnolgica, crowdsourcing, tactical media
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Algunas implicaciones de las prcticas artsticas, los desarrollos tecnolgicos y las industrias culturales. Es una discusin recurrente, confrontar la produccin artstica con los desarrollos tecnolgicos que estamos descubriendo en el contexto de las industrias culturales. Quin no se ha encontrado comparando la ltima obra de un artista de la escena internacional con un video annimo de youtube o la retransmisin de un macro concierto de rock? Las prcticas artsticas han formado parte tradicionalmente de la esfera de lo cultural y de la esfera de la tecnologa de cada tiempo, en nuestro tiempo, se encuentran englobadas en una industria cultural caracterizada por la convergencia entre los antiguos medios culturales (cine, televisin, etc.) y las tecnologas de la comunicacin electrnica (telfonos, computadoras, etc.). Esta produccin simblica actuando en una cultura de convergencia, ya no puede definirse completamente desde el mbito de la historia y la teora del arte, de la misma manera, que resulta difcil seguir entendiendo los fenmenos que ocurren en los medios de comunicacin exclusivamente desde el anlisis de la innovacin tecnolgica. En este escrito procuraremos lo ms posible mantenernos equidistantes de las dos tendencias, que en sus extremos se acercan a dos conocidas posturas deterministas, a saber, el determinismo cultural y el determinismo tecnolgico. La actual cultura de la convergencia entre los viejos y nuevos media (Jenkins, 2006) difumina los lmites entre las antiguas nociones de comunicacin y entretenimiento, las tecnologas y las culturas, de modo que los fenmenos en el
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campo de la informtica y la electrnica involucran, a veces, imprevisiblemente, al conjunto de las condiciones de la experiencia y modifican (o estn constantemente modificando) los marcos de actuacin poltica, esttica y vivencial. La convergencia, afecta tanto a las prcticas artsticas como las antiguamente llamadas culturas populares, muy difciles de distinguir hoy en da de las formas de lo meditico y de lo masificado. Partiendo de la crtica a las industrias culturales, como la plantearon los autores asociados a la Escuela de Frncfort, las industrias creativas contemporneas, parecen poner de relevancia el papel de la creatividad y de la produccin simblica en la sociedad. En este sentido, podra decirse que los modos en los que se organiza esta creatividad, ilustra una de las problemticas centrales de la situacin social y econmica de principios del siglo XXI, como es la transicin del paradigma productivo desde una economa basada en recursos materiales y finitos a otra cuyo motor principal es la generacin e intercambio de valores inmateriales, reproductibles y trasmisibles 2. As todas las figuras reconocibles, como el autor, el objeto artstico o las instituciones tradicionales, parecen estar en crisis y se impone la estetizacin difusa como ya comenz a analizar Jos Luis Brea 3, describiendo un espacio, el de la produccin simblica, en el que ya no distinguimos entre produccin, distribucin, reproduccin o exhibicin. Por otro lado, cabe destacar que las prcticas artsticas, siempre han tratado el intercambio entre estas dos condiciones material/ inmaterial, infraestructura/ superestructura, de manera
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que podramos pensar que se trata de uno de los mbitos ms comunes del trabajo tradicional de los artistas. La coincidencia de lugar entre los intereses empresariales y las propuestas simblicas en este panorama, se vuelve an ms significativa en relacin a aquellas prcticas creativas que utilizan medios de comunicacin e informacin masivos y que ensayan y se apropian de los medios tecnolgicos, muchas veces reinventndolos otras piratendolos o haciendo un uso tctico de la programacin que reinvente sus funciones. El advenimiento de una lgica industrial en la cultura, no requiere nicamente un diagnstico sino tambin una bsqueda urgente de posibilidades creativas que, precisamente por su relacin con lo hegemnico, pudiera servir como base de nuevos cuestionamientos crticos. Con este objetivo, sealamos en este escrito tres tipos de procesos de documentacin, de distribucin y de desvo, que se relacionarn con algunas problemticas y algunos ejemplos, stos, no pretenden ser muestras panormicas de la escena artstica, trabajo que correspondera ms a una visin curatorial de seleccin y clasificacin, se plantean ms bien como fenmenos significativos en los que se ponen en prctica problemticas que son resueltas en cada caso con imaginarios muy particulares. 1. Documentacin
Si el reproducir hace de los originales copias, el instalar hace de las copias, originales
Boris Groys (2008:182)
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Estamos asistiendo a la aparicin de mltiples tecnologas y modos de documentacin que plantean nuevas formas de documento y tambin nuevas ideas entorno a los archivos en los que estos documentos toman sentido. Frente a la idea de archivos monolticos tan propia de pocas anteriores, parecen imponerse archivos que estn en modificacin permanente, en constante actualizacin. Los documentos se organizan en bases de datos que permiten acceder a cualquier elemento sin necesidad de mantener una linealidad y tienden a almacenarse no tanto en papeles y objetos sino en puras configuraciones de cdigo, entidades inmateriales que resultan indefinidamente reproducibles, copindose sin perjuicio de la calidad. Esta infinita reproductibilidad de los archivos en soportes digitales, plantea muchas nuevas problemticas en relacin a sus usos, pues ms all de manipulaciones (manejo con las manos) la presencia de cdigos y dispositivos, y las continuas traducciones y mutaciones de los datos, convierten los elementos en procesos aparentemente sin fin. La situacin actual conlleva un cambio de procedimientos en las instituciones tradicionales, cada vez ms desbordadas al no poder hacer frente con la suficiente velocidad a la multitud de operaciones que se realizan de manera descentrada. Pocas instituciones son capaces de responder a la exigencia de esta continua actualizacin, pero la obsolescencia de las formas de los antiguos archivos, est influyendo sobre las prcticas simblicas en varios sentidos ms, como por ejemplo,
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el cambio de la materialidad de las obras a formatos digitales, o la aparicin de nuevos espacios de trabajo. Se trata de una cuestin de escalas, la gran productividad de archivos de imgenes, textos y sonidos que producen los medios digitales no puede materializarse desproblemticamente en los formatos tradicionales como es un cuadro, un grabado, una escultura, un libro o un disco. Como ilustra Anthony Antonellis en su obra Document (2012), en la que instala una impresora en el mbito de una exposicin en una galera, la mquina deba imprimir a todo color, cientos de imgenes, a todo color, obras de arte diseadas por el artista, el cual irnicamente plantea, que el coste de sus piezas, equivale a la compra de un coche de alta gama: Papel A4 contra un coche A4 (se refiere a un modelo de la marca Audi). Antonellis, hace cuentas con su propio trabajo, las imgenes en papel de sus numerosos dibujos se han vuelto un lujo demasiado caro. La pregunta que nos deja es: Debe lo digital mantenerse como tal? 4 Esta es slo la punta del iceberg de los retos que plantean las nuevas posibilidades de documentacin. Otras controversias, an ms complejas las encontramos alrededor del monumental proceso de digitalizacin de bibliotecas, museos, archivos especializados, etc. bienes culturales que estn siendo convertidos en bases de datos planteando situaciones inquietantes como es el caso del desarrollo de Google Books, que implica al mismo tiempo nos da acceso a una infinitud de documentos de cultura inimaginables slo unos meses atrs y tambin representa un proceso de privatizacin masivo de la documentacin, que dona el control a la empresa no slo sobre los contenidos, sino tambin sobre las forma sen la que estos se van a presentar y distribuir.
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La cuestin de la documentacin est siempre muy cercana al problema de la representacin Por qu y quin puede tomar la decisin de manifestarse en lugar de otro? Qu criterios se aplican? Con qu objetivos? Tanto los llamados estudios postcoloniales, como los estudios psicoanalticos proponen una revisin de los modos y epistemologas en los que se ha construido la documentacin, modos y formas conscientes e inconscientes, guardados en nuestros cuerpos y que han sido histricamente negadas por falta de documento. Es importante hacerse la pregunta, como nos plantea Suely Rolnik, sobre Qu polticas de deseo sirven de impulso a las diferentes iniciativas alrededor de archivos, a su surgimiento, sus modos de produccin, presentacin, circulacin y adquisicin? 5 A partir de poner en relevancia, las implicaciones del archivo, la autora, analiza y en parte denuncia, el proceso de documentacin contempornea de los movimientos artsticos de los aos sesenta y setenta, formas vivas, colectivas, multidisciplinares, que parecen estar siendo digeridas y neutralizadas a travs de polticas de archivo institucionales, que fetichizan no solo los objetos sino tambin la propia documentacin y los archivos de los artistas. El arte puede jugar un papel central en la creacin de documentos, ya no slo en relacin con los propios procesos de documentacin de obras de arte, sino como dispositivo de documentacin de la vida. Aunque sabemos poco del sentido de las pinturas encontradas en las cuevas prehistricas, es
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inevitable entender esos grafismos ya como un modo de documentar vida, comunidad o creencias. La capacidad del arte de documentar la vida por medio de una narracin determinada, siempre subjetiva y siempre inscrita en un contexto, contrasta con los fenmenos que determinan la actual situacin en la que imgenes, textos y sonidos flotan en Internet y en pantallas ms grandes o ms pequeas. Data que parecen no tener ya ni el ms mnimo lazo con un supuesto origen, ni tampoco el mnimo vnculo con un supuesto fin. Data sin tiempo, en el que se mezclan los archivos diferidos con l a tiempo real, encerrando un pasado y un futuro opacos, invisibilizados en la programacin, imgenes, sonidos y textos-clon, enmaraados en circuitos descomprometidos de cualquier narracin y de cualquier forma contextual. La documentacin artstica e insistimos que esto no solo se refiere a la documentacin de arte sino a la documentacin de procesos y experiencias, es para Boris Groys, una manera de reanimar un objeto o un fenmeno La documentacin inscribe la presencia de un objeto en la historia, le confiere a esa existencia una duracin vital y con ello le da al objeto vida como tal, independientemente de si ese objeto originariamente era vivo o no (2008:172-173 ) La accin de inscribir un objeto en la historia o en un contexto determinado, puede ser considerada una de las funciones principales de la produccin simblica en nuestros das, ante la que las prcticas reaccionan de muy diferentes formas.
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Una formulacin tpica del llamado arte digital es la visualizacin de datos, un recurso que se basa en la traduccin de datos en imgenes, sonidos, textos u acciones, a travs de la programacin informtica. Algunas de estas estticas reinscriben los datos en una realidad o idea determinada, dndole una nueva expresin. Un ejemplo lo constituye la obra de Jua n Manuel Escalante 34612 Hermenutica algortmica (2010) que aplica software informticos para generar unas coordenadas en las que hacer visibles algunos datos documentales de la violencia en Mxico, una "pieza de arte generativo que ilustra de manera grfica y sonora las ms de treinta y cuatro mil muertes relacionadas con el narcotrfico en Mxico entre 2009 y 2010" 6 Este trabajo parte de la estadstica pero llega a una solucin sonora y pictrica, que nos recuerda una mancha de sangre.
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Por otro lado, los desarrollos tcnicos electrnicos en las prcticas de archivo actuales facilitan la incursin de registros de experiencia, algunas en tiempo real. En este sentido, la documentacin a partir de los datos digitales puede tender a encarnarse, desde lo performtico de los cuerpos, individuales o colectivos. Desdibujando an ms las fronteras entre la obra de arte y sus procesos. Este es el caso de la accin realizada en la plaza mayor de Madrid por un grupo heterogneo de personas. Cada vez que los datos digitales de las Bolsas Internacionales, indicaban una subida de la "prima de riesgo" del estado espaol por encima de los 500 puntos, la gente bajaba a la plaza a hacer todo el ruido posible, algo, que podramos considerar muy cercano al Scrache y a las caceroladas que conocimos a partir de la crisis en Argentina. Podramos decir, como en el caso anterior que se trata de una visualizacin de datos a tiempo real, un recurso frecuente en las prcticas digitales, juegos de transcodificacin de los lenguajes, intensamente explotados tanto en la escena artstica como en los media. Aunque en este caso, los datos digitales a tiempo real que toman parte en esta accin, no estn modificados por ninguna programacin computacional extra, son los mismos participantes los que eligen su expresin y dan vida y voz al dato, podramos decir que entonan el dato en forma de un coro o una orquesta. El asunto de la documentacin en las prcticas simblicas actuales, queda tambin muy bien representado en la accin llevada a cabo el 9 de Mayo en decenas de puntos distribuidos por el Estado. Una accin colectiva y distribuida, organizada por el colectivo Gila, que con el ttulo toque a
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Bankia propona paralizar la actividad de las oficinas del Banco, Vamos a saturar la actividad de la sucursal, con toda la potencia de nuestra imaginacin. Desde preguntar exhaustivamente por todos los productos, hasta pasear al perro o sufrir una lipotimia en la oficina. La palabra clave es Cansinismo. En esta accin, adems del objetivo propio de la convocatoria, interferir la actividad regular del banco, se planteaban dos cuestiones importantes. Por un lado, se trataba de tender al riesgo cero. Esto es bueno para que todo el mundo pueda participar en la accin y por otro, de vis ibilizar el 99%. Estos objetivos, ponen en evidencia una vez ms, la importancia que tiene la documentacin en las prcticas simblicas, que actan en la escena meditica. Una accin como la de Toque a Bankia, puede colapsar la Banca por un da, pero su documentacin, difusin y discusin en los foros (http://foros.toqueabankia.net/), genera una corriente de opinin mucho ms duradera. Y esto lo hace a travs de la activacin de estrategias creativas, de performances, videos e instalaciones site specific y de un uso eficiente de los recursos mediticos y electrnicos. 7
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2. Distribucin
Lo que el objeto haba perdido en primer lugar era su estatus en apariencia inmutable, su slida promesa de producir valor de uso. Ahora los objetos se definan como totalmente efmeros, su mera funcin era la de desempear la labor temporal de generar valor de cambio
Buchloh, Benjamin (2006: 157)
En la economa cognitiva, el sistema distributivo se ha convertido en un dispositivo fundamental para establecen criterios de valoracin de las obras de arte. La difusin y la propaganda parecen haber sustituido al trabajo sobre el material, pero tambin a la venta como fenmenos de valoracin de las prcticas, es por su fama y no en su propiedad que tenemos acceso a los fenmenos artsticos. Y es en su conocimiento y su popularidad, que los valoramos. La promocin de las prcticas se extiende fuera del tradicional campo artstico, por el amplio espectro de las industrias creativas que unidas a las lgicas digitales y electrnicas estn promoviendo unas formas muy complejas de entendimiento del proceso de distribucin. De esta complejidad, vamos a citar aqu dos fenmenos significativos. Por un lado, la distribucin como potica creativa en s misma, ya no slo como una accin sobre productos terminados, sino como un elemento ms de la obra de arte, como ocurre en lo que podamos llamar escultura distribucional. Y por otro lado, la distribucin de la creacin en relacin a los agentes productores y receptores de la obra, que analizaremos a travs de los procesos de crowdsourcing.
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Benjamin Buchloh, se interesa por la produccin escultrica en la vida cotidiana, que encuentra en la obra de Gabriel Orozco (Buchloh, 2000: 66-103), el crtico, seala la importancia de la accin recolectora en obras como Turista maluco (1991), Gatos y sandas (1992) o Hasta encontrar otra Schwalbe amarilla (1995), en las que el objeto es asumido no ya por su estructura morfolgica o fenomenolgica sino por la capacidad de activar situaciones a travs de juegos de distribucin. En Hasta encontrar otra Schwalbe amarilla hay un elemento, que se repite, en el caso de esta obra, se trata de una motocicleta Schwalbe (apelada golondrina, se trata de un modelo especialmente simblico por su reminiscencia al pasado dividido de Alemania). Se repite porque se encuentra, es el artista el que la encuentra, distribuida por todo el espacio de la ciudad, el mismo artista conduce una, la operatoria que propone consiste en fotografiar su propia moto junto a cada otra moto del mismo modelo que encuentra en Berln. Por ltimo el artista, mediante una nota, invitaba a los propietarios de los vehculos a encontrarse todos juntos en el espacio exhibitivo 8. Para Buchloh (2000) estas propuestas presentan una nueva relacin con el espacio de intervencin que es reconstruido de fragmentos, de signos que intrincados en la cotidianidad establecen una nueva dimensin. En cierto sentido, prosiguen la estela del objet trouv, un objeto encontrado tan inmaterial que su forma no surge tanto de la accin de produccin o reproduccin de imgenes u objetos sino de la distribucin estratgica de lo dado. La escultura distribucional se implica, en este sentido, con la historia del arte del siglo XX en formaciones no-composicionales que se derivan explcitamente de los legados de Duchamp y el surrealismo ( 2000: 81)
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Los anlisis de Buchloh en torno a una prctica artstica surgida en los aos noventa, nos sirven para ejemplificar, la nueva dimensin que adquieren los espacios de distribucin, como estrategias de creacin en s mismos. En este sentido, las posibilidades conectivas que introducen los medios electrnicos, ha establecido una nueva geografa de distribucin no slo de las producciones realizadas en el tradicional sistema de autor, obra y exhibicin, pblico, sino principalmente nuevas formas de creatividad que se fundan en las lgicas distributivas de la red. La importancia de la distribucin en red, se hace muy evidente en relacin a la facilidad y velocidad de intercambiar, enviar o recibir un producto digital, pero adems, incorpora la posibilidad de dilogo o intercambio entre muchos con muchos y esta situacin plantea, en el campo artstico, un cambio de panorama. La geografa de la red, es inestable, aunque el crecimiento de individuos que participan es continuo. Como nos muestran los mapas de comunidades online, realizados por xkcd en 2007 y 2010, territorios enormes desaparecen y otros surgen de la nada, espacios sociales y de entretenimiento se fusionan y gigantescos Holdings de empresas dominan gran parte del territorio comunitario, incluso podramos incluir un mapa imaginario de 2013 y en los tres casos, pese a la diversidad de constituciones y los cambios de hegemonas, siempre encontraremos una tendencia general a la ampliacin de personas que forman estas comunidades.
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Desde el punto de vista de la creacin artstica, la ampliacin de agentes que potencian los desarrollos mediticos y digitales, invita a la redistribucin de los roles del artista/ creador y el pblico/ espectador, introduciendo modificaciones en las funciones de ambas figuras. El trmino crowdsourcing apareci por primera vez en 2006 en un artculo publicado en la revista Wire por Jeff Howe, que planteaba esta forma de accin fundamentalmente desde una dimensin social, poltica y econmica. A partir de entonces, el entusiasmo por las nuevas posibilidades de participacin, ha generado una copiosa bibliografa que ha celebrado la influencia de este modo productivo en los negocios, en el periodismo y sobre todo en las industrias creativas.
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La aplicacin de la colaboracin abierta distribuida, al mbito de la produccin simblica no puede desprenderse absolutamente de sus desarrollos en las industrias creativas y el mbito de la cultura de convergencia en la que se confunden actividades tradicionalmente consideradas artes, la publicidad y propaganda, la programacin informtica o actividades de entretenimiento. El fenmeno crowdsourcing o colaboracin abierta distribuida consiste, segn la Wikipedia (un ejemplo paradigmtico del crowdsourcing) en la externalizacin de tareas que tradicionalmente realizaba un empleado, a un grupo o comunidad, a travs de una convocatoria abierta 9. Hay dos aspectos que nos interesara destacar de esta definicin: Por un lado, la nocin de una convocatoria abierta y por lo tanto indefinida y por otro la idea de una accin conjunta pero que realizan agentes separados. El trabajo colectivo de esta colaboracin abierta distribuida no surge necesariamente de una comunidad que se identifica como tal, sino de las aportaciones de agentes distribuidos muy ampliamente y que no requieren tener conocimiento unos de otros, ni despliegan ningn otro vnculo que el que les une al trabajo en el que colaboran. Podemos calificar esta asociacin como grupo, pero an as, tampoco encontraremos en la mayora de los casos, una interaccin entre los miembros, que trascienda la mera participacin puntual. Se trata as, de un fenmeno de colaboracin de agentes que se desconocen. El lugar de encuentro de estos desconocidos es la red. Los agentes deben encontrarse en los mismos territorios
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mediticos Youtube, Istagram, Amazon, Vimeo, Twiter, Tumblr o Facebook entre otros, que se constituyen como mbitos de produccin pero tambin son los mbitos donde la distribucin de la produccin tiene lugar. As estos territorios electrnicos, se plantean como espacios de distribucin relevantes aunque los creadores sigan implicando el espacio de museos y galeras en la muestra de sus proyectos. Este es el caso de obras como las de la artista Natalie Bookchin en las que recopila videos encontrados en Internet en relacin a un tema particular, como el proyecto titulad o Now he is in public and everyone can see (2012) una instalacin en la que encontramos 18 pantallas con videos de Youtube en los que gente habla frente a sus webcams acerca de escndalos alrededor de algunos hombres afroamericanos (especialmente el caso de Tiger Woods). La instalacin presentada en Los ngeles Contemporary Exhibitions plantea, en este caso una concepcin, totalmente divergente de la distribucin habitual de los testimonios en red, generando una especie de reunin de los distintos agentes rodean literalmente al espectador. La presentacin conjunta de estas manifestaciones privadas, hechas pblicas en la red, se plante, segn la autora, como una especie de leccin de historia sobre el momento actual en el que la raza es un asunto problemtico, que estas siempre viendo desde una vista parcial que est cargada y politizada 10.
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La obra de Bookchin no se reconoce como un caso de crowdsourcing, como s lo presenta Aaron Koblin, director del programa de Google, Data Arts Team de San Francisco, quin tambin usa el recurso de la recopilacin de elementos generados por mltiples agentes para la elaboracin de sus proyectos. En su obra Ten thousand cents,(2012), Koblin compra a travs del portal de Amazon Mechanical Turk, imgenes coloreadas por cientos de trabajadores de la compaa, que previamente l ha propuesto con el fin de unir todos las contribuciones conformando un billete de 100 dlares 11. Este ejemplo es una buena muestra de cmo los fenmenos de colaboracin abierta distribuida, cada vez ms usuales, implican una reformulacin de la propia concepcin de acto creativo, que no por ello desarrolla una articulacin crtica, sino la celebracin desproblematizada de las condiciones contemporneas, sin
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ningn complejo de ampararse bajo la idea de creatividad e incluso de creatividad colectiva. Una infinidad de problemas y no solamente estticos, derivan de la situacin que se da en este tipo de trabajos creativos que apelan desde desarrollos colaborativos abiertos y distribuidos, al arte, el cine o los desarrollos colectivos de escritura. Podemos hacer una diferenciacin de algunos de estos casos a partir del diseo conceptual de las propuestas, dependiendo del grado de transparencia, con la que los colaboradores conocen el desarrollo y la idea de resultado del proceso en el que estn participando (Literat ,2012). Pero las problemticas no se terminan en la relacin entre el productorartista y los productores-colaboradores sino que implican a algunas otras contradicciones como el modelo de artista al que se aspira en cualquiera de los casos, la distribucin no slo del trabajo sino tambin del beneficio simblico, teraputico o econmico que se produce en la colaboracin, la reflexin sobre las plataformas que se estn habitando, la estipulacin de derechos y obligaciones entre los participantes, la experimentacin en el mbito de los modos de hacer y no slo de los diseos del producto. Uno de los mayores contrasentidos que encontramos en esta economa distributiva es su colisin con las antiguas y vigentes normativas de derechos sobre la propiedad intelectual. En el desplazamiento de valor de la produccin a la recepcin, los derechos propios de los autores se confrontan con los derechos propios de los receptores/ interpretantes/ partcipes y tambin coautores.
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La figura del prosumidor 12 distribuido puede ser totalmente reversible, plantea los problemas que hemos heredado todos los trabajadores asalariados y en concreto los trabajadores intelectuales y tambin propugna a un nuevo entendimiento del poder del consumidor en un contexto de medios electrnicos que nos arman y nos desarman simultneamente.
3. Desvo
El plagio es necesario. El progreso lo implica.
Aunque las actuales condiciones tecnolgicas facilitan la proliferacin de prcticas de desviacin de los signos en los media, es evidente que el uso de este recurso en las formas culturales, data de bastante tiempo atrs, siendo a finales de los aos cincuenta, cuando los miembros de la Internacional letrista plantearon el desvo como un elemento central a su concepcin de la creacin. Cualquier signo o palabra es susceptible de ser convertido en otra cosa, incluso en su opuesto (2002:48) escribieron Guy Debord y Gil J. Wolman en un artculo publicado en 1956 y titulado Modo de uso del desvo. Tanto las anticipaciones pre situacionistas de los letristas, como las propuestas de la Internacional situacionista y las prcticas post situacionistas hasta nuestros das, plantean la nocin de desvo como un elemento central de sus actuaciones, estas se refieren a desvos de las palabras, especialmente de los ttulos de novelas, canciones, desvo de las frases clebres y de lo monumental, desvos de las imgenes, sobretodo de las imgenes en
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movimiento y sonoras como en las pelculas realizadas por Guy Debord, desvo tambin en el espacio, siendo el urbanismo una de sus campos privilegiados de accin y desvo en la vida cotidiana, lo que ellos denominan ultra desvo y que tiene que ver con la generacin de contra seas y lenguajes secretos basados en gestos, actitudes, vestimentas y frmulas sociales comunes y corrientes pero que son resignificados por el grupo. Un ejemplo de estos modos de hacer, lo representan desde los aos noventa, los llamados tactical media qu e utilizaban el lenguaje publicitario el diseo y frmulas del entretenimiento, para subvertir los mensajes. El grupo llamado The Yesmen, ha hecho un uso reiterativo de la tergiversacin, en 1995 el grupo compr el dominio en red: www.gatt.org, en lo que constituy una apropiacin legal y legtima del nombre GATT (tratado comercial internacional), ttulo obsoleto de la Organizacin Mundial del Comercio (OMC), The Yesmen disearon la pgina con una esttica mimtica que se asemejaba con mucha verosimilitud a las pginas usuales de estas agencias oficiales. Ante esta confusin, representantes de empresas y lobbys empresariales, invitaron al colectivo a participar en sus eventos. El grupo de activistas acuda a estos foros en la prctica de lo que ellos mismos han denominado correcciones de identidad un modo de desvo en el que se usurpa la personalidad de los representantes de la Organizacin Mundial del Comercio. Esta prctica pretende, no slo la stira de los discursos y las ideas corporativas, sino que tambin constituyen una plataforma de publicidad de sus propias ideas, a travs del formato performance, la documentacin en video del mismo y su distribucin y difusin de la accin en red 13.
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En cierto sentido el xito de estas formas de hacer, tiene mucho que ver con la postura desacomplejada y positiva que reafirman, una forma de creacin carnavalesca y divertida que adems suele acompaarse de un uso muy eficiente de los recursos mediticos. En este panorama encontramos prcticas pensadas como juegos que cumplen y al mismo tiempo trampean sus propias reglas. Una de las formas ms interesantes de desvo pudiera ser aquel que inventa una estrategia por la cual se hace visible el cdigo. El desvo reacciona contra el desaparecer de los dispositivos, a travs de una pantomima busca franquear la invisibilidad en la que operan los agentes y las lgicas que modulan el sistema. Se trata de desnaturalizar el uso de ciertos lenguajes y la recepcin de ciertas ideas y as, conseguir poner en primer plano el secreto.
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Un ejemplo de estos intentos es la obra de Luis Grciga titulada Fibra ptima que se plantea dentro del ms estricto mbito exhibitivo, la 8 Bienal de Mercosur (Brasil). El trabajo, consiste en una operacin compleja que pone en juego los elementos contextuales del artista, de la institucin, de los involucrados y del pblico-espectador, para trasladar memorias digitales, dispositivos de almacenamientos de datos tambin llamados USB, desde la ciudad de La Habana a Portoalegre 14, escondidos tras la forma de una especie de esculturillas artesanales. Frente a las restricciones del acceso a Internet en Cuba, la estrategia de desvo se formula a partir de una instalacin artstica de los artefactos que adoptando una apariencia escultrica, desvan la atencin de la accin legalmente menos permitida, de intercambio de informacin a de fuera a dentro de la isla. Otro ejemplo de desvo, esta vez, en el mbito del espacio urbano, tuvo lugar en 2011 en La Plaza de Sol de Madrid, un espacio fsico real, tan fsico que representa el centro del centro, el Km. 0 del que parten todas las autopistas radiales que recorren el pas. La plaza de Sol se presenta como un espacio significativo mediticamente muy codiciado, adems del reloj, que atrae la atencin de millones de personas en la celebracin del nuevo ao, en ella se encuentra uno de los pocos espectaculares luminosos que an pueden verse dentro de la ciudad, como vestigio histrico, un anuncio del Brandy To Pepe.
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En este contexto, el recurso al desvo de plantea sobre una valla publicitaria que se encontraba cubriendo la totalidad de uno de los edificios de la plaza. En ella, la figura tumbada de la actriz Paz Vega promociona productos cosmticos para el cabello de la firma LOreal. Durante el tiempo de ocupacin de la plaza, esta manta de proporciones gigantescas se resemantiz con nuevas aportaciones entre las que me gustara destacar la conversin del nombre de la marca LOREAL que dio lugar al slogan DEMOCRACIA REAL manteniendo una dialctica visual y lingstica de contenidos que pueden leerse: Ms hidratacin Lucha en las calles Pelo mediterrneo No nos representan Control total People of Europe rise up, entre otras. Podemos considerar que este desvo del elemento publicitario por los movimientos sociales, obliga a participar a la imagen impuesta de la publicidad en una nueva imagen, el
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dispositivo visual de la propaganda ha sido ensamblado en el dispositivo social de la manifestacin, se activa en el Movimiento que parece haber entendido profundamente los nuevos juegos de desvo a los que nos invitan los medios en la sociedad actual. Los modos de desviar, as como las formas de documentacin y de distribucin que aqu hemos planteado, parten de un entendimiento de nuevas formas de poder relacionadas con los datos, la informacin, los lenguajes, las nuevas plataformas digitales y las redes electrnicas, ante las cuales, artistas y colectivos se enfrentan desde nuevas formas de contrapoder que no implican una salida de estos sistema sino precisamente un actuar desde los mismos, adecuando el uso de las herramientas. Partiendo de las condiciones actuales de una cultura de convergencia, hemos intentado en este escrito destacar algunas de las prcticas simblicas que estn haciendo un uso de herramientas provenientes tanto de las estrategias artsticas tradicionales como son el performance, la fotografa, el video o la pintura, como de los nuevos usos mediticos y masificados Confiamos, que la multitud de alternativas que se abren en los procesos de documentacin, distribucin y desvo, se configuren como campos de creacin y a veces de resistencia, en los que nada est dado por anticipado. Es por tanto, una cuestin por hacer, agenciarnos de ellos, producir la capacidad de darles el sentido que deseamos. Como nos recuerda Maurizio Lazzarato: Las tecnologas no valen sino por las fuerzas que se las apropian (2006: 162).
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Notas
1. Este escrito recoge algunas de las ideas expuestas en mi ponencia presentada Seminario Internacional de Arte y Tecnologa organizado por el Centro Multimedia, celebrado en el CENART el 13 de septiembre de 2012. Se basa tambin en una organizacin de conceptos desarrollados como materias para un proyecto de Maestra en Produccin simblica al que fui invitada por el Doctor Ramn Cabrera en el Instituto Superior de Arte de La Habana, en el que adems de los conceptos aqu sealados se analizan los dispositivos de entonacin, participacin y resistencia. Considero que este ensayo representa un espacio de confluencia entre las inquietudes sobre los modos de hacer en el arte a principios del siglo XXI que planteo en el libro Poticas de la produccin artstica a principios del siglo XXI. Distraccin, desobediencia, precariedad e invertebrados (http://editorialuaemex.org/libros.php) e inquietudes alrededor de la cultura electrnica en el mbito de los media. 2. La cuestin del cambio de paradigma en el llamado capitalismo cognitivo, no implica en ningn sentido, la eliminacin de los regimenes anteriores, la dependencia de materias primas y del dominio territorial, as como la las supervivencia de las formas de trabajo fordistas, prefordistas e incluso esclavistas, est ampliamente documentada en la actualidad. 3. Brea, Jos Luis "La estetizacin difusa de las sociedades actuales y la muerte tecnolgica del arte". Consultado en red el 01/04/13 en n http://alepharts.org/pens/estetiz.html 4. Declaraciones extradas de la pgina del autor: www.anthonyantonellis.com. Revisado el 01/04/13 5. "Archivomana" presentacin de Suely Rolnik en el 44th Congreso AICA, Asuncin, Paraguay, 17.10.11 Revisado el 01/04/13 en: http://www.aicaparaguay.com/?p=2240 6. Declaraciones extradas de la pgina del autor: www.realitat.com/34612. Revisado el 01/04/13 7. Ms informacin en: http://madrid.tomalaplaza.net/2013/05/09/minuto-aminuto-tocandoabankia/ 8. Finalmente, la obra deba exhibirse en la Neue National Galerie de Berlin y deba acabar con la reunin de todos los moteros encontrados, esta reunin no lleg a realizarse dentro del museo por deseo del comisario, as que el artista la organiz en el aparcamiento del museo. 9. Consultado en la Wikipedia en http://es.wikipedia.org/wiki/Crowdsourcing. Revisado el 01/04/13.
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10. Declaraciones extradas de la pgina de la autora: www.bookchin.net. Revisado el 01/04/13 11. Ms informacin sobre el proyecto en www.tenthousandcents.com. 12. Prosumidor hace referencia a la fusin del trmino productor y consumidor, propia de los nuevos desarrollos productivos en las economas del conocimiento en los que es frecuente encontrar dificultades para distinguir la generacin de valor en el consumo y en lo que propiamente seguimos denominando produccin. 13. Ms informacin sobre este colectivo, que es miembro tambin de Rtmark, en: www.theyesmen.com 14. Un trabajo anterior del mismo artista, Las huellas de mi deseo realizado durante los aos 2007 y 2008 tambin se plantea desde este uso del desvio que consista en la accin de exportacin e importacin de una video instalacin sonora que serva para traficar 30 pares de zapatos nuevos desde la ciudad de Tampa, EE.UU, hacia La Habana, Cuba. La transparencia en la presentacin de los datos recogidos en el contacto con los participantes, contrastaba con la invisibilidad de los zapatos y de la estrategia por la cual los zapatos viejos enviados desde Cuba eran sustituidos por nuevos que entregaban sus parientes y amigos en el Contemporay Art Museum de la University of South Florida durante la exposicin de arte latinoamericano titulada Homing Devices.
Referencias bibliogrficas
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Referencias Imgenes
Fig. 1 Fotografa de una de las imgenes de la obra en la exposicin en Centro Multimedia CENART Ciudad de Mxico. Fig. 2 Imgenes de Internet. Accin en la Plaza mayor de Madrid para la subida de la prima de riesgo espaola en las Bolsas Internacionales. "Toque a Bankia" En http://www.madrid.tomalaplaza.net /2012/05/16/cacerolada-la-prima-deriesgo-llega-a-500-volvemos-a-las-plazas/ y http://foros.toqueabankia.net/. Revisado el 01/04/13. Fig. 3 Mapa de comunidades online realizado por xkcd. Versin de 2007 y versin de 2010. Se encuentran en red en http://www.xkcd.com. Revisado el 01/04/13. Fig. 4 Imgenes de Internet del trabajo de Nathalie Bookchin titulado Now he is out in public and everybody can see Revisado el 01/04/13 en http:// bookchin.net Fig. 5 Documentacin del trabajo fibra ptima. Fotos del proceso y la instalacin en la Bienal de MERCOSUR. Portoalegre. Imgenes cedidas por el artista Luis Grciga. Ms informacin sobre su obra en http://vimeo.com/36811274. Revisado el 01/04/13. Fig. 6. Imagen de Internet. Vista de la Plaza de Sol de Madrid en 2011. Revisado el 01/04/13 en: http://www.publico.es/espana/377479/paz-vega-yheinrich-himmler-vigilan-la-acampada-elecciones2011
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Del Opera House al Opera at Home. Entre la apertura social y la exploracin de nuevas vas estticas
JUAN CARLOS MONTOYA RUBIO Resumen La era de la tecnologa ha hecho que los modos de promocin, aproximacin y consumo de la pera hayan evolucionado de forma anloga a otras manifestaciones musicales, tendentes a la ampliacin de un mercado tradicionalmente restringido. Para llegar a este punto han tenido que confluir el aludido desarrollo tecnolgico (resorte inexcusable para el cambio) con un inters por la captacin de audiencias y un viraje en la intrahistoria del gnero operstico el cual, bien por causa de la mencionada apertura bien por un proceso de modernizacin, sigue inmerso en el continuo modelado de sus fundamentos originarios. Palabras clave: pera, tecnologa, filmacin, audiovisual, visionado.
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1. La pera en la era de la tecnologa El gnero operstico est inmerso en un proceso de cambio que atae directamente al modo en que el pblico puede aproximarse a l. Como consecuencia de la eclosin de los nuevos modelos de transmisin inmediata de informacin en formato audiovisual y de la comparticin de materiales (especialmente a travs de portales de publicacin de audiovisuales), la pera ha visto multiplicada su capacidad para ser vista por un pblico ms amplio. Esa caracterstica, la cual
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per se supone una novedad diferencial orientada a forjar las prcticas que pueden ser observadas, se ensarta no obstante con otro aspecto notorio, la evolucin de una representacin musical que ya no slo es pensada para una audiencia que acude a un teatro, sino que puede ser generada para el disfrute fuera de ese marco espacial, a partir de grabaciones audiovisuales. Como consecuencia aledaa a este ltimo factor, en la actualidad se han ido configurando nuevas formas de visualizar y de relacionarse tanto con la pera como con los propios msicos, lo cual nos encamina linealmente a la diatriba de la experiencia musical y a la mediacin que provoca en ella el marco en que se origina (Cook, 1990). Adems, si las posibilidades de acceso a producciones dramticas ahora son evidentemente mayores, no lo es menos la de conocer y relacionarse con artistas, instrumentistas o cantantes, muy especialmente con los grandes divos/as que comnmente haban permanecido alejados de sus seguidores. Actualmente no es nada extrao encontrar todo tipo de materiales (entrevistas, fotografas, informacin profesional o personal) aportados por los propios protagonistas de las dramatizaciones musicales, quienes se esfuerzan por aparecer en redes sociales y en portales cibernticos para dar a conocer su trabajo pero tambin sus intereses y gustos. Por citar alguno de los casos ms representativos, nos remitimos al de la soprano Anna Netrebko, autntico icono y modelo de la cantante del siglo XXI: su pgina web no slo informa sobre aspectos de su vida profesional sino tambin sobre sus iniciativas e intereses y permite interactuar con ella, su perfil de Facebook incluye fotografas de su mbito ms familiar, en su MySpace se pueden disfrutar todo tipo de contenidos no slo en formato audio, sus vdeos en Youtube incluyen entrevistas informales con consejos, reflexiones personales, etc.
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Por su parte, en una direccin paralela es tambin posible constatar que el receptor del espectculo interacta con aquellos que desde sus propios contextos y diversas posiciones han compartido el recurso: charlas en la red sobre versiones, crticas ms o menos cidas y comentarios inocentes y mordaces enmarcan cada una de las peras que se encuentran en los portales de informacin y publicacin de audiovisuales sealados, con Youtube a la cabeza. Los hechos descritos, unido a la numerosa cantidad de versiones (especialmente de determinadas arias de obras concretas) hace que se pueda optar por un aprovechamiento hasta ahora desconocido, desde el plano ms meramente ldico al pedaggico (Montoya Rubio, 2008) Atendiendo pues a esta peculiaridad actual en lo referente a la elaboracin y experiencia de la pera, nos centramos en dos modelos especficos que beben de las particularidades descritas, como son las grabaciones teatrales y la pera filmada. En lo referente a las primeras hemos de sealar que el hecho de registrar en formato audiovisual las peras no supone novedad alguna, sino que este procedimiento viene desarrollndose desde hace dcadas, en origen para perpetuar representaciones histricas puestas en escena en teatros paradigmticos con cantantes no menos ilustres. Hoy en da es relativamente sencillo poder visionar fragmentos en los que se contemple a grandes mitos del pasado. Sirva como ejemplo la propia Maria Callas interpretando Tosca en Covent Garden en la dcada de los sesenta 1. Sin embargo, el paso de los aos ha hecho que las grabaciones hayan ganado en profundidad, con una variedad de detalles en los planos mucho mayores que, por un lado, sirven para mostrar las capacidades dramticas de los actores y que, por otro, comienzan a denotar estrategias propias
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de la cinematografa, haciendo que focalicemos la atencin en determinados ngulos o en elementos especficos dentro del escenario. Estas argucias a la hora de presentar la pera en forma de material audiovisual sirven, adems, para colaborar narrativamente con el plan estructural general, y es en ese parmetro donde reside gran parte de su atractivo. Entre los crecientes casos de este tipo de grabaciones resaltamos como ejemplo todava hoy rememorado la produccin de Tannhuser llevada a cabo por el director escnico David Alden para la pera Estatal de Baviera (1994), la cual en su obertura muestra pistas de lo que ser el desarrollo dramatrgico posterior y que, para una comprensin ms ntida en su versin audiovisual, detalla cada una de las subtramas y las evidencia a los ojos del espectador con planos concretos, si bien es cierto que an as se requiere de unas claves interpretativas que no todo el pblico ha de poseer apriorsticamente. La variante final de estos nuevos modelos viene representada por la pera filmada, la cual, al erigirse en el cambio ms radical, ha supuesto mayores controversias. Las implicaciones de esta vertiente operstica sern abordadas con ms detenimiento con posterioridad, al centrarnos en la experimentacin y evolucin del gnero. 2. El saln de casa: nuevo patio de butacas Las primeras grabaciones para televisin supusieron un punto de partida que tendi sostenidamente a la generalizacin cuando, aos despus, la irrupcin del DVD facilit un nuevo modelo de visionado operstico. Sin embargo, es sumamente interesante observar cmo el alojamiento de estas producciones en internet no slo ha multiplicado la difusin sino que ha propiciado que los hbitos de visionado se hayan modificado y
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pluralizado por completo. En todo caso este hecho en s, aunque facilita, no implica que se aumente el perfil de seguidores, ya que es preciso un plus promocional o de acercamiento informal que invite a aquellos que no se sienten cercanos al mundo de la pera en casa a transitarlo por la infinidad de vdeos ho y en da disponibles. Por otro lado, si como argumenta Cook (1998) los medios son trascendentales para otorgar significado a la experiencia musical, estamos ante unos contenidos en los que la mutacin hacia una novedosa forma de relacionarse con un espectculo visual y sonoro es evidente. Ms an, paradjicamente, en cuanto a capacitacin de un pblico que compare producciones, timbres de voz, caractersticas orquestales, etc., se puede hablar de la audiovisual como una experiencia mucho ms expansiva q ue la que se produce en el disfrute directo del espectculo, ya que existe una audiencia latente que rara vez puede acercarse a presenciar en directo una representacin operstica de nivel, porque aunque pueda parecer lo contrario los grandes focos en que se desarrollan estn muy delimitados espacialmente y, en ocasiones, puede hablarse de cierta atomizacin. Otro aspecto ciertamente interesante del consumo operstico fuera de los teatros, que suele pasar inadvertido en determinados anlisis, es el modo en que los distintos medios audiovisuales funcionan como correa de transmisin de la pera. Este acercamiento informal al que aludimos ha ido propicindose, sin esa intencin y de manera casi inconsciente, en las ltimas dcadas, a partir de las estrategias inducidas por la propia industria audiovisual. As, la penetracin de la esfera operstica en el gran pblico desde el cine no slo no es una ancdota actual sino que desde los orgenes de la propia
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cinematografa la pera tuvo una utilizacin destacada, como parte del conjunto audiovisual. En este sentido, tanto el cine como la televisin se han ocupado de que se produzca la penetracin de la pera en aquel que se considera a s mismo lego en la materia aunque, en realidad, no lo sea del todo sino que permanece en un estado de ignorancia reconfortante, que le hace asimilar melodas procedentes de determinadas peras y dotarlas un nuevo sentido a partir de la ilusin que provoca el compendio de lenguajes del audiovisual. A ese respecto Radigales (2012: 224) se pregunta por qu no hablar del uso de la msica operstica, ms all de lo diegtico, en otros formatos audiovisuales como las series de xito de televisin? para citar casos concretos como Los Soprano (David Chase, 19992007) o A dos metros bajo tierra (Alan Ball, 20012005). En esa lnea Marcia Citron (2010) rastrea con acierto vnculos de ida y vuelta entre cine y pera en largometrajes destacados. En realidad, esta dimensin psicolgica acta dentro de la banda sonora como referencia intergeneracional que empasta y otorga un sentido, habitualmente diferente al original, a sus apariciones. Al menos tan significativo como los dos ejemplos apuntados anteriormente es la presentacin casi obsesiva en Los Simpson (Matt Groening, 1989actualidad) del aria Vesti la Giubba, de Pagliacci (1892), obra seera de Leoncavallo, la cual tan pronto aparece en su contexto original, ilustrndose una representacin operstica, como pincelando determinados momentos de patetismo con frecuencia irnico dentro de diversos pasajes de la serie. Tal vez, el culmen de esta traslacin de contenidos se vea reflejada en el cortometraje Maggie Simpson: Un largo da de guardera (David Silverman, 2012), en el cual los paralelismos sonoros entre esta meloda y su referente en la serie juegan un papel fundamental para la comprensin precisa del mismo. En
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consecuencia, aunque informal, el acercamiento existe, de forma que queda por saber hasta qu punto ste puede ser trascendental o irrelevante para el acopio de un nuevo pblico. En esa lnea, la gestacin de peras filmadas, con su consabida promocin cinematogrfica, ha sido vista como un acicate a la aproximacin a la pera y, por consiguiente, como un medio hacia la ampliacin del mercado en busca de un pblico que no se senta familiarizado de acuerdo con la reflexin anterior, formalmente con la msica dramtica. 3. Experimentalismo y evolucin Como fue referido con anterioridad, la gran cantidad de grabaciones disponibles en la red han propiciado una nueva forma de interactuar con la pera ms tradicional la cual, en su sentido ms estricto, sera reacia incluso a la adopcin de los ya generalizados sobrettulos (De Frutos, 2011). Una de las obvias consecuencias ha sido la propagacin de ttulos que muestran un gran eclecticismo. A ello han colaborado, indudablemente, las proyecciones en cines, cuyos espacios forman parte de un nuevo plan que opta por dotarles de mayores funcionalidades. En la actualidad, sobre todo debido al empuje, aunque no exclusivo, del neoyorquino Metropolitan Opera House, es posible y creciente el visionado operstico en salas de cine (Lacasa Mas y Villanueva Benito, 2012), acercando as las potencialidades de un espectculo consolidado, pero muy anclado en hitos geogrficos concretos, a un pblico global. Sin embargo, existen otras tendencias que inciden tanto en la promocin de la pera como producto de consumo como en la bsqueda de vanguardistas vas expresivas. En este marco de promocin, experimentacin y modelado de nuevas formas se
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halla la pera filmada. El reto de plasmar cinematogrficamente aquello que ha surgido como un espectculo teatral posee evidentes dificultades que le hacen pendular entre lo audaz y lo imposible, entre la modernizacin en la versin y la ausencia de fidelidad al modelo original. As pues, el difcil empaste entre pera y cine, cuestin aparentemente irresoluble entre dos artes con curiosas y profundas semblanzas (Grover Friedlander, 2005), es y ser el centro de reflexiones tanto analticas como divulgativas. Marcia Citron (2000: 23) enfatiza que las relaciones entre una y otra manifestacin artstica han fluctuado entre momentos de dependencia y enriquecimiento pero, adems, incluso de competencia. Por tanto, resulta altamente interesante no olvidar que en el trasfondo de todo estamos ante un hecho que tiene un trasluz social, que atae tambin al modo en que un modelo artstico se hace accesible y es percibido. Resaltamos, en todo caso, que una de las caractersticas definitorias del resultado de la pera filmada es la novedad con respecto a las producciones pretritas (Parralejo Masa, 2009: 246), vista por cada cual desde el prisma esttico que considere. En este sentido, Jaume Radigales (2005a: 59) adverta del modo en que estas obras buscan su sitio entre lo que es un espectculo de masas el cine y el sesgo elitista que de manera reiterada se ha ido conformando en torno a la pera. Eliminada de la ecuacin o al menos mitigada la imposibilidad de acceder a las ms rutilantes representaciones opersticas (entindase no de manera fsica, sino virtualmente a travs del formato audiovisual), se abren nuevos modelos de acercamiento y relacin con el gnero. En esta vertiente tendente a la evolucin, ante todo es pertinente preguntarse qu aporta la cinematografa a la pera. Obviamente, estrategias como los fundidos, la duplicidad de
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imgenes en pantalla o el canto interno, aquel que se presenta cuando los personajes desarrollan su papel para s mismos, no son sino ardides diferenciadores de dos modelos artsticos con puntos en comn y notables contrastes. Urdir a partir de ello una estructura coherente, con la participacin de grandes referentes venidos del mundo de la pera, puede propiciar resultados significativamente alentadores (Radigales, 2009: 192). Posiblemente, al extremo de las innovaciones opersticas dentro de la filmacin se encuentra aquella que, adems de basarse en los cdigos venidos de la cinematografa, experimenta a travs de traducciones. Este hecho no es radicalmente original, ya que la historia de la pera se encarga de recordarnos constantemente que no estamos ante un gnero inmutable, al tiempo que se pueden hallar antiguos filmes de esta tipologa disponibles en la red 2. Sin embargo, s puede servir para apuntalar la teora por la cual la pera filmada responde a criterios de propagacin comercial, en tanto en cuanto se cumple el matiz de generalizacin tan necesario para estos fines, aunque qu duda cabe que asociada a esta hiptesis subyace la intencin de la innovacin formal, ms o menos coherente y razonada. Llegados a ese punto, el de la pertinencia o el acierto a la hora de abordar este formato operstico, tal vez sea adecuado plantearse si en esta franja temporal que va desde las primeras realizaciones de este tipo a la actualidad se est llevando a cabo un proceso de fragua de los cdigos de la pera filmada. As, es comn que el cine en general se entienda como una componenda en la cual la propia cinta y el espectador rubrican un pacto por el cual, ms all de la verosimilitud de la narracin, se acepten sus postulados cuando stos responden a unos cdigos inteligibles (Rodrguez Herrero, 2012: 294). Con ello, surge como posibilidad lgica que la incomprensin o el desdn con que sea
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vista la pera filmada dependa, en cierta medida, de la vuelta de tuerca que implica la forja de unos cdigos todava por ensamblarse en un contexto an ms irreal del que supone el cine en su sentido ms tradicional. El hecho de que las obras de arte actuales no puedan ser entendidas y valoradas sino como productos encajados en el devenir histrico (Fernndez de Rota y Monter, 1990: 56) hace por tanto ms dificultosa la justa estimacin de la pera filmada, a caballo entre dos manifestaciones artsticas con tintes y orgenes sumamente distantes, que haran complicado casar las ya clsicas teoras de Gorbman (1987) acerca de la inaudibilidad de la banda sonora en un medio en el que el vehculo expresivo primordial no es tanto el visual como el sonoro. Para salvar esas dificultades y desentraar la vala de producciones de pera filmada habra pues que apelar firmemente a la competencia con la que Kassabian (2001) capacita al espectador para amoldarse a uno u otro registro sonoro en funcin del modelo cinematogrfico al que se enfrente. En suma, como compendio de lenguajes, nos hallamos ante un producto que podr baremarse en funcin de su proximidad o lejana al ideal de obra de arte total surgido de la pera wagneriana y atisbado en algunas de estas realizaciones puntuales (Radigales, 2005b) que, de tanto en tanto, emergen entre los intersticios de la controvertida conjuncin artstica que es la pera filmada. 4. Reflexiones finales Que la pera, como espectculo visual y sonoro, ha sufrido un proceso de cambio en las ltimas dcadas es algo evidente. Ciertamente, se han multiplicado las versiones de algunos ttulos emblemticos y modificado su ambientacin para alojar a los personajes en pocas o contextos dispares, muy alejados de la concepcin inicial que compositor y libretista
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tuvieron. Esto, evidentemente, es mucho ms comn cuanto ms paradigmtica es la obra en cuestin. Por ejemplo, pensar en Don Giovanni supone ver plasmada mucha de la historiografa musical generada tras la muerte del propio Mozart: es posible estar ante un caballero con poderes casi sobrenaturales, un truhn al uso, un rufin desafortunado Exactamente igual sucedera con el resto de personajes, tan pronto Donna Anna podra estar perdidamente enamorada del protagonista (amante en ese caso) que, furibunda, luchara por ajusticiar a quien la forz y asesin vilmente a su padre. Ni que decir tiene que esos giros argumentales tienen su culmen imaginativo en el lugar en que se desarrollan: suburbios, bosques taciturnos o espacios plagados de simbolismo sustituyen a los tradicionales escenarios repletos de nobles y vasallos. Estos aspectos, no obstante, no pueden considerarse como modificaciones radicales en el devenir histrico del propio gnero. Son tantos los vaivenes, idas y venidas hacia puestas en escena modificadas, fragmentadas o diseccionadas en los siglos precedentes que, en esencia, lo acontecido hoy en da podra entenderse como un paso ms en ese largo caminar de un gnero que cuenta con ms de cuatrocientos aos de historia. Sin embargo, hay un hecho diferencial que dota de una significacin especfica a la pera en el momento actual. Bien sea en su formato de pera filmada bien sea a travs de grabaciones teatrales, cuyos orgenes estn anclados en el inicio de la cinematografa, se ha plasmado tanto una diversificacin del gnero como una penetracin silenciosa del mismo en los contextos ms dispares. Este aspecto, como hemos sealado, posee un carcter multiplicador, en el sentido de que posibilita el disfrute de un sinfn de producciones antes inaccesibles, pero adems apunta directamente a la significacin subjetiva que el espectador puede tener hacia la pera, en tanto en cuanto el
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medio transmisor ejerce un papel determinante en esta concepcin. As, el visionado en salas de cine o el que se lleva a cabo en internet comparten la capacidad de llevar fuera de su contexto a producciones determinadas pero, adems, incentiva otro tipo de vnculos, como puedan ser comentarios online, interaccin a travs de pginas web, etc. En todo caso, tras el entramado de caractersticas propias de la era tecnolgica que han perfilado los rasgos de la pera actual se encuentran, ineludiblemente, intereses comerciales. En este contexto, las grabaciones teatrales han compartido mercado con las peras filmadas. En estas ltimas se entremezcla ms vehementemente la cuestin comercial con la esttica, ya que si es evidente que los realizadores de la filmacin pretenden captar al mayor nmero de espectadores con fines obvios, no lo es menos que se estn amalgamando dos concepciones artsticas de difcil acomodo conjunto que dan como resultado una obra cuya caracterstica bsica es la novedad. Es complejo saber hasta qu punto las estrategias de promocin son el principal resorte en el modelado operstico o si, por otro lado, el carcter abierto y actitudinal de la Web 2.0 ha jugado un papel ms o menos decisivo del que se pueda intuir. As pues, en este marco de intensificacin de conexiones a nivel global es donde la pera va ganando adeptos al tiempo que genera nuevas propuestas, las cuales vienen a dar respuesta a intereses de todo tipo. Al respecto de estas modificaciones, no han de esperarse movimientos que generen efectos taumatrgicos. No slo las grabaciones sino tambin las peras filmadas cuentan con un gran nmero de ttulos y autores, reflejo de su registro desde varias dcadas atrs, en un proceso sostenido e incesante. El paso del tiempo servir para atestiguar si, en las grabaciones, los propsitos empresariales han
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convergido con las tendencias sociales y si las peras filmadas continan la senda de la experimentacin con magras expectativas o han conseguido interiorizar en el pblico los cdigos que permitan valorarlas y apreciarlas.
Notas
1. Fuente de referencia. http://www.youtube.com/watch?v=PcpQk-mUAR4 [Fecha de acceso 12III13] 2. Fuente de referencia. http://www.youtube.com/watch?v=FSBc772YP0o [Fecha de acceso 12III13]
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La tecnologa digital al servicio del anlisis y la visualizacin de la imagen. Estudio de las portadas de El Pas Semanal entre el 2000 y el 2010
LAURA CORTS SELVA Resumen: En un mundo en el que la tecnologa digital ocupa cada vez ms, un papel preponderante, se est incrementando el nmero de investigadores del mbito de las artes, las humanidades y las ciencias sociales que incorporan su empleo como herramienta metodolgica esencial para el ejercicio de sus investigaciones. La inmediatez y la exactitud con la que este tipo de herramienta es capaz de obtener datos sobre grandes cantidades de imgenes, ofrece un tipo de anlisis que complementa y enriquece al tradicional. Uno de los objetivos principales de este estudio consiste en exponer una metodologa que emplea herramientas digitales como mtodo de anlisis y de visualizacin de la colorimetra de la imagen. Posteriormente, se aplica la metodologa expuesta, al anlisis de todas las imgenes que han sido portada del suplemento dominical del peridico El Pas, desde el ao 2000 al 2010. Palabras clave: color, anlisis, estilo visual, visualizacin, humanidades digitales.
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1. Introduccin Es indudable que la introduccin y el desarrollo de la tecnologa digital ha supuesto un antes y un despus en la forma de acceder al conocimiento del mundo. Especficamente en el mbito de la investigacin, dicha tecnologa est cambiando de modo fundamental los procesos y los mtodos de anlisis tradicionales, transformando nuestra habilidad para usar y comprender informacin de manera diferente a como lo hacen las estructuras de conocimiento tradicionales 1. A pesar de la reticencia por parte de ciertos sectores ms conservadores, la introduccin de la tecnologa digital en el mbito de las humanidades en general, ha propiciado el nacimiento de lo que se ha denominado humanidades digitales o digital humanities 2 que alude a su capacidad para aprovechar la plasticidad de las formas digitales y a los nuevos modos de trabajar con representacin y mediacin, que permiten acercarse a la cultura de forma diferente. No obstante, desde la primera dcada del siglo XXI, la adopcin por parte de los investigadores del mbito de las humanidades, de las artes y de las ciencias sociales, de herramientas computacionales y de visualizacin se ha centrado fundamentalmente en el anlisis textual (literatura, eventos histricos o medios sociales) y datos espaciales (localizaciones de espacios, eventos o personas). El hecho de que los medios visuales hayan permanecido de alguna manera fuera de ese paradigma computacional ha provocado que en el ao 2007 se estableciera liderado por Lev Manovich el grupo de investigacin del Departamento de Artes Visuales de la Universidad de California. Los mtodos y tcnicas que desarrollan, cuya idea principal es el uso de la tecnologa digital para crear visualizaciones que permiten explorar grandes cantidades de imgenes (fotografas, comics, obra pictrica y
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antecedente
metodolgico
El grupo de Lev Manovich ha aplicado este tipo de mtodo a diversas investigaciones entre las que se encuentra el anlisis de la obra pictrica de Vincent Van Gogh, un milln de comics manga, cientos de horas de videojuegos y 130 videos del presidente Obama. Colaboran tambin con instituciones culturales interesadas en aplicar sus mtodos y herramientas a sus colecciones, como el Instituto de investigacin Getty, el museo de cine de Austria, el Instituto de sonido e imagen de los Pases Bajos y la agencia Magnum 4. Centrndonos en el mundo de la imagen, el mtodo tradicional de anlisis se ha basado en la detallada observacin de cada una de las obras de modo individual, lo que aunque permite observar cada una con detenimiento y explorarla libremente, implica el acceso a un nmero limitado o reducido de imgenes. Los resultados obtenidos de este tipo de anlisis pueden servir para ejemplificar tendencias a gran escala, pero no para establecer leyes generales. Para establecer criterios universales es necesario acceder a un conjunto notablemente superior de imgenes. Tambin es necesario tener en cuenta que el estudio cientfico de ciertas caractersticas estticas de las imgenes como el color, es difcil mediante el mtodo tradicional de observacin directa de la imagen, debido entre otras causas, a la naturaleza altamente subjetiva del mismo. El sentido de la vista no est preparado para clasificar los diferentes niveles de saturacin, de brillo o de tonalidades presentes en una imagen, y mucho menos en un conjunto muy superior de obras.
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El mtodo planteado en esta investigacin precisa de la digitalizacin previa de las imgenes, hecho que est presente en gran cantidad de pinacotecas, filmotecas y otro tipo de archivos, por lo que cada vez es ms sencillo acceder a grandes cantidades de objetos culturales que ya estn digitalizados 5. Los constantes desarrollos de la tecnologa digital han permitido que sea posible obtener de forma inmediata, objetiva y verificable, datos colorimtricos de un conjunto elevado de imgenes. Unido a la visualizacin, es posible la observacin y seguimiento de procesos culturales, sociales y polticos a gran escala 6. La visualizacin de la informacin ( information visualization or infoviz) implica en primer lugar, la traduccin del mundo en nmeros y posteriormente, la visualizacin de las relaciones entre esos nmeros. En contraste, la visualizacin de los productos audiovisuales (media visualization) implica la traduccin de un conjunto de imgenes en una nueva imagen 7. Este mtodo facilita la bsqueda de patrones de comportamiento de imgenes de todo tipo, ya sea de procedencia flmica, videogrfica o grfica. Es decir, resulta ms sencillo determinar qu imgenes suponen valores extremos o son excepciones en una obra completa, o descubrir agrupaciones (imgenes que son similares en contenido y en propiedades visuales), es decir permite comprender mejor las diferencias y similitudes entre ellas. Por lo tanto, proporciona una comprensin diferente y enriquecedora de las colecciones de imgenes y posibilita la realizacin de nuevos descubrimientos, ya que permite la creacin de diversas visualizaciones combinando no slo los resultados colorimtricos, sino otros datos que forman parte de las imgenes o que pueden ser
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aadidos por el investigador. Entre ellos, el ao de su creacin, el nombre de las imgenes, las palabras clave u otros datos que se pudieran obtener. Adems, como se conservan las imgenes originales, el mtodo posibilita el acercamiento de forma individual (close reading) y el alejamiento de las mismas (distant reading) para observar posibles tendencias generales en el conjunto 8. Los datos cuantitativos obtenidos y su visualizacin, no exime al investigador de interpretar los resultados, mostrando de ese modo su agudeza analtica. Es por tanto un mtodo que ana ambas metodologas: cuantitativa y cualitativa. La base cuantitativa obtenida permite un punto de partida riguroso para establecer un segundo nivel interpretativo o cualitativo. Este trabajo posee dos objetivos principales, en primer lugar presentar una herramienta metodolgica que permite mediante el empleo de un determinado software especfico obtener de modo automtico y con resultados objetivos, verificables y generalizables, datos relacionados con la colorimetra de la imagen. Adems, los resultados obtenidos permiten la creacin de diferentes visualizaciones en alta resolucin, con las que es posible demostrar visual y numricamente cmo es el tono, la saturacin y el brillo de un conjunto amplio de imgenes, as como su evolucin a lo largo de un periodo temporal. El segundo objetivo de carcter analtico surge de la aplicacin de la herramienta metodolgica expuesta, al anlisis de las portadas del El Pas Semanal, suplemento dominical de dicho peridico desde el ao 2000 al 2010. De las portadas se analizan los tres elementos fundamentales
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que conforman la colorimetra de la imagen (brillo, tono y saturacin) y su evolucin a lo largo de una dcada. Es necesario apuntar que esta investigacin se centra en el anlisis especfico del color de un conjunto amplio de imgenes. Por lo tanto, y aunque podra ser motivo de otro anlisis futuro, en este caso no se pretende dar respuesta a la relacin de los elementos formales con el contenido de las imgenes. 2. Materiales y mtodos Para acometer la presente investigacin se han utilizado diferentes tcnicas. Una primera fase de bsqueda y de reflexin documental para la construccin del marco terico, y una segunda fase en la que se aplica la metodologa creada por el equipo de Lev Manovich, al anlisis del color (tono, saturacin y brillo) de las portadas de El Pas Semanal desde el ao 2000 hasta el 2010. Dado que la unidad de anlisis de esta investigacin es la portada del citado suplemento durante una dcada, el total de imgenes que se van a analizar son 570 9. Aunque varan de un ao a otro, el total de imgenes de cada ao oscila entre 50 y 52 10. Existen multitud de programas especficos de tratamiento de la imagen entre los que se encuentra Photoshop. No obstante, se ha elegido ImageJ64 para la obtencin de los datos relativos al tono, la saturacin y el brillo de la imagen y para su posterior visualizacin, porque es una aplicacin libre que funciona tanto online como a travs de su descarga en cualquier ordenador en el que est
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instalado al menos Java 1.4. Disponible en sistemas operativos como Windows, Mac OS, Mac OS X y Linux, es capaz de mostrar, editar, analizar, procesar, guardar e imprimir imgenes de 8, 16 y 32 bits, y acepta multitud de formatos como TIFF, GIF, JPEG, BMP, DICOM, FITS y RAW. Adems, entre las ventajas que ofrece ImageJ64 se encuentra el hecho de que ha sido diseado con una arquitectura flexible que permite ampliarse a travs de macros o plugins de Java 11. De hecho, otra de las herramientas empleadas es Imageplot, un macro del citado programa capaz de crear visualizaciones en dos dimensiones y en alta resolucin de una coleccin muy amplia de imgenes. Aunque existen gran cantidad de mtodos de visualizacin de la imagen que se han multiplicado con el desarrollo y perfeccionamiento de software especfico 12, se ha elegido Imageplot por su sencillez y porque permite escalar las imgenes a cualquier tamao, as como organizarlas de diferentes maneras (segn la fecha, el contenido, las caractersticas visuales, etc.). Desarrollado por Software Studies Initiative, incluye macros adicionales como ImageMeasure, que permite obtener de modo automtico y en una tabla Excel, los datos numricos relativos al brillo, tono y saturacin de las imgenes 13. 3. Resultados y discusin Uno de los principales resultados obtenidos tras la observacin de cada una de las imgenes analizadas es la existencia de una gran mayora de fotografas (97%) frente a una minora de ilustraciones, ya sean dibujos o diseo (3%).
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3.1. Tonalidad En cuanto a la tonalidad media de las portadas del dominical de El Pas, la imagen 1 muestra su evolucin a lo largo de la dcada. El eje horizontal que representa el conjunto de portadas divididas en aos, ofrece una pequea separacin en negro entre cada ao para que las diferencias y similitudes entre las portadas sea ms evidente. El eje vertical muestra el tono medio dividido en tramos de 60, en una escala de 0 a 360 similar al crculo cromtico.
La imagen 1 revela que a lo largo de toda la dcada se mantiene con ms o menos regularidad, el empleo de una gama tonal similar. Este hecho se observa porque la mayora de las tonalidades se concentran entre los 0 y los 240. Existen excepciones como la portada del ao 2010, prcticamente magenta, compuesta exclusivamente por elementos tipogrficos, y dedicada a cien artistas del cine.
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En segundo lugar, se observa que en las portadas de los dos primeros aos existe una mayor diferencia entre los tonos dominantes, destacando los anaranjados y rojizos por un lado, y los azules por otro. Se evitan, por lo tanto, las tonalidades intermedias como la gama de los verdes. Esta caracterstica slo vuelve a repetirse en el ao 2005. 3.2. Saturacin Con respecto a la saturacin media de las portadas de El Pas Semanal, la imagen 2 muestra su evolucin a lo largo de la dcada. Tal y como se ha detallado en la imagen 1, el eje horizontal representa el conjunto de portadas divididas en aos y el eje vertical muestra la saturacin media en porcentajes de 10 en 10, en una escala de 0 a 100.
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La imagen 2 muestra en primer lugar, que a lo largo de la dcada, aunque existen portadas que suponen excepciones como la que se dedica a Almodvar en el ao 2007, la mayora no supera el 60% de saturacin media, destacando los niveles medios y bajos. Existen diferentes tendencias en cuanto al comportamiento de la saturacin media, tal y como revela la imagen 2. Por un lado, el primer ao parece poseer su propio estilo diferente al resto de aos, ya que aunque en el 2001 la saturacin desciende con respecto al anterior, comienza a ascender progresivamente hasta el 2007. Por lo tanto, esa sera la segunda tendencia. Hacia el final del 2007 se produce un descenso dramtico del nivel de la saturacin coincidiendo con un cambio en el diseo de la portada. Dicho nivel bajo se mantiene hasta el final de la dcada, lo que constituira la tercera tendencia. Otro de los aspectos relacionados con la saturacin es su ausencia, es decir la presencia de imgenes en blanco y negro (12%) frente a aquellas en color (88%). Estos datos obtenidos tras el anlisis individual de cada una de las obras muestra que aunque la mayora son en color el porcentaje de imgenes en blanco y negro de cada ao es el siguiente: en el 2000 (4%); en el 2001 (10%); en el 2002 (4%); en el 2003 (8%); en el 2004 (8%); en el 2005 (8%); en el 2006 (14%); en el 2007 (20%); en el 2008 (18%); en el 2009 (24%) ; y en el 2010 (14%). Aunque no constituye un objetivo especfico de esta investigacin, es interesante comprobar cmo la mayora de las imgenes en blanco y negro estn relacionadas con contenidos en los que estn presentes actores, cantantes, toreros, escritores, modelos, etc.
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3.3. Brillo Con respecto al brillo medio de las portadas del dominical de El Pas, la imagen 3 muestra su evolucin a lo largo de la dcada. Tal y como se ha detallado con anterioridad, el eje horizontal representa el conjunto de portadas divididas en aos, y el eje vertical muestra el brillo medio en porcentajes de 10 en 10, en una escala de 0 a 100.
La imagen 3 sugiere en primer lugar y de modo general, que el brillo medio de las portadas aumenta desde el primer ao al ltimo. Tambin se detecta que la mayora de las imgenes posee niveles bastante altos, ya que mayoritariamente se concentran en torno al 60%. En segundo lugar y detenindonos en cada ao, se observa que desde el 2000 hasta el 2006, la mayora de las imgenes se concentra en torno a un valor del brillo medio
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bastante similar. La diferencia estriba en que en el primer ao no existen apenas casos de portadas que alcancen niveles ms bajos de brillo, valores que s existen desde el ao 2002 hasta el 2010. A partir del 2007 se ampla la variedad de valores en torno al brillo medio, ya que aunque aumenta el nmero de imgenes con un brillo medio superior a los aos anteriores, tambin estn presentes otras con valores bajos e intermedios. 4. Conclusiones Este apartado se divide entre las conclusiones relativas a la metodologa empleada y aquellas relacionadas con el anlisis de las portadas del suplemento de El Pas desde el ao 2000 al 2010. Con respecto a la metodologa, una de las primeras conclusiones alude a la necesidad de incorporar la tecnologa digital como parte de los mtodos de anlisis de la imagen, ya sea fija (fotografas, ilustraciones, etc.) o en movimiento (video, cine, etc.). En segundo lugar, la metodologa utilizada permite obtener en tiempo real y de forma rigurosa, objetiva y verificable, datos cuantitativos en torno a la colorimetra (tono, saturacin y brillo) de un nmero elevado de imgenes, y traducirlos visualmente en un sistema de dos dimensiones. La alta resolucin de las imgenes proporcionada por el sistema de visualizacin, permite un segundo nivel de anlisis cualitativo a travs de la visin especfica de cada imagen, as como general del conjunto formado por las mismas. En cuanto a las conclusiones relativas al anlisis de las portadas del suplemento dominical de El Pas, en primer lugar
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destaca la clara preferencia del equipo de la revista por la imagen fotogrfica frente a la ilustracin. Con respecto a la tonalidad y de modo general se mantiene a lo largo de la dcada el empleo de una gama que evita el magenta. Las imgenes en blanco y negro, lejos de desaparecer de las portadas del suplemento, est presente a lo largo de toda la dcada, aumentando de modo notable, especialmente a partir del 2006-2007. Se destina de forma mayoritaria a aquellas imgenes a las que se les quiere dar un carcter artstico. Existe un estilo similar en relacin a la saturacin y al brillo medio de las imgenes, dividi en tres etapas: estilsticas: 2000, 2001-2006 y 2007-2010. En cuanto a las posibilidades que ofrece la metodologa expuesta y de cara a la realizacin de futuras investigaciones, en primer lugar sera interesante comprobar la relacin de los resultados colorimtricos obtenidos con el contenido de las imgenes o con el contexto histrico. Aunque se ha mostrado un pequeo ejemplo de la relacin del blanco y del negro con determinadas temticas, surgen preguntas como si existe una relacin entre el descenso drstico de la saturacin de la imagen con el comienzo de la crisis econmica en Espaa, a finales del verano del 2007. Otras posibilidades que ofrece el mtodo es la comparativa entre revistas similares, as como la posibilidad de aplicarlo en otro tipo de obras artsticas digitalizadas.
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Este mtodo, adems, permite la realizacin de visualizaciones interactivas, la posibilidad de que varias investigaciones trabajen y expongan en red sus resultados sobre diferentes estudios visuales.
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Notas
1. BERRY, David, The computational tur n: thinking about the digital humanities, Culture Machine, n 12 (2011), pp. 1-22. 2. S. SCHREIBMAN, R. SIEMANS y J. UNSWORTH, A Companion to Digital Humanities. London, Wiley-Blackwell, 2008; J. Schnapp & P. Presner, Digital Humanities Manifesto 2.0, 2 009, http://www.humanitiesblast.com/manifesto/Manifesto_V2.pdf (acceso: 29/05/2013); T. PRESNER, Digital Humanities 2.0: A Report on Knowledge, 2010, http://cnx.org/content/m34246/1.6/?format=pdf (acceso: 29/05/2013); N. K. HAYLES, How We Think: Transforming Power and Digital Technologies, en D. M. BERRY (ed.), Understanding the Digital Humanities. London, Palgrave, 2011. 3. http://lab.softwarestudies.com/2008/09/cultural-analytics.html (acceso: 01/03/2013) 4. L. MANOVICH, Media visualization: Visual Techniques for Exploring Large Media Collections, http://manovich.net/DOCS/media_visualization.2011.pdf, p. 7 (acceso: 28/05/2013) 5. Vase el ejemplo de El Museo del Prado: http://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/ o del British Film Institute: http://www.bfi.org.uk/archive-collections (acceso: 29/05/2013) 6. L. MANOVICH y J. DOUGLAS, Visualizing temporal patterns in visual media, 2009, http://softwarestudies.com/cultural_analytics/visualizing_temporal_patterns.p df (acceso: 01/03/2013) 7. L. MANOVICH, Media visualization ob. cit., p. 5 (acceso: 28/05/2013) 8. L. MANOVICH, Visualization Methods for Media Studies, http://softwarestudies.com/cultural_analytics/Manovich.Visualization_Metho ds_Media_Studies.pdf. p. 12 (acceso: 29/05/2013) 9. http://elpais.com/hemeroteca/el-pais-semanal/portadas/2013/03/17/ (acceso: 29/05/2013) 10. En los aos 2002 y 2003 (50 imgenes); en los aos 2000, 2004, 2006, 2007, 2009 y 2010 (51 imgenes); y en el ao 2005 (52 imgenes). 11. http://rsb.info.nih.gov/ij/docs/intro.html (acceso: 27/05/2013) 12. Vase N. YAU, Visualize This: The flowing Data Guide to Design, Visualization and Statistics. New Jersey, Wiley, 2011. 13. http://lab.softwarestudies.com/p/imageplot.html (acceso: 28/05/2013)
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La ruina como atractor arquitectnico, esttico y potico (reflexin ingenua sobre una teora general del colapso)
JUAN PEDRO GMEZ
Resumen: Se delimita el concepto de ruina desde los valores adquiridos a travs del tiempo en el mbito simblico, alegrico y artstico, relacionando a la ruina con los procesos de entropa y las resistencias neguentrpicas. La revisin de los delimitadores de belleza y fesmo en el tratamiento arquitectnico, esttico y potico de la destruccin y del colapso permite una aproximacin a las catstrofes, desplomes y hundimientos sociales en estrecha relacin con sus representaciones artstico-temporales. La incidencia inevitable de la ruina en la contemporaneidad y su reflejo dentro y fuera del arte, permite vislumbrar el perfil reflexivo de una teora esttica de las ruinas en el seno de una teora general del colapso. Palabras clave: Ruina, teora de la ruina, teora del colapso, atractor arquitectnico.
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En el lenguaje ordinario, familiar y coloquial, el concepto de ruina est ntimamente ligado a las expresiones destruccin, devastacin, desolacin, perdicin y decadencia. La nocin de ruina tiene, sin duda alguna, en el mbito de la comunicacin un halo eminentemente negativo, por lo que resulta evidente la preponderancia de connotaciones cuajadas de semas peyorativos. Sin embargo, es en el campo del smbolo y
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de la alegora en donde la palabra ruina adquiere, como no poda ser de otra manera, el rango potico que la cuestiona y enriquece. Ya sea con el relativismo esttico o con el rigor semitico, las ruinas manifiestan una inagotable potencialidad. No cabe duda de que el fragmentarismo afuncional al que alude Mukaovsky 1, tras el paso inexorable del tiempo, si no es arrasado, eliminado o reconvertido, tiende a sustituir la funcin pragmtica y originaria del emisor por la estimacin esttica del receptor. Entonces, lo incompleto, lo roto, lo mutilado, fracturado y descompuesto adquiere un nuevo estatus, sea por ausencia o por tendencia reconstructora. Frente al enigma del fragmento, surge la potica de la nostalgia, el atractivo reconstructivo y la imaginacin recreadora. El placer de lo armnico, el goce ante lo proporcional y concluso, la fruicin por lo acorde y concorde se desplazan, en la potica de la ruina, hacia el rea semntica del fesmo, desplazando los aspectos repulsivos y sustituyndolos por atributos eufricos y atractivos; muchos de ellos subsumidos en el inconsciente y justificados por razones complejas y plurales. Como recuerda Canogar 2, las visiones terrorficas de una Alemania en ruinas, tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, calaron de tal manera en el arquitecto y diseador industrial Ludwig Mies van der Rohe que algunas de sus obras ms representativas sea el caso del Seagram Building de Nueva York, en el 375, entre la calle n. 52 y la n. 53, Manhattan, Park Avenue no son ms que estilizaciones de aquellas ruinas de guerra. La cuestin fundamental radica, sin duda, en la determinacin de los mecanismos de atraccin, en la clarificacin de los motivos que, por ingenuidad o por perversin, hacen de lo decadente un trampoln hacia lo simblico.
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El contraste barroco ms absoluto, representado en la oposicin luz-tinieblas, bien-mal, orden-caos, eleva al mximo la posibilidad del dinamismo y de la tensin vital. La conmemoracin de lo efmero se desenvuelve en la entropa. Pero, frente al desorden catico, fsico y social, la neguentropa cultural puede reavivar y construir, a travs de un esfuerzo reparador, muchas veces encarnado en el principio constructor de lo esttico y potico. De alguna manera, toda metamorfosis y transformacin, ya sea fsica, social o psicolgica, conlleva un proceso de decadencia y destruccin, en el que lo nuevo, lo joven, se impone a lo antiguo, a lo viejo. Que subsista un nivel a travs del otro, que las claves genticas se trasladen o proyecten, que las caractersticas originarias se adapten, son cuestiones posteriores, pero siempre inmanentes, a todo proceso constructivo.
El efecto palimpsesto puede rastrearse, con mayor o menor intensidad, en las sucesivas transformaciones, como sucede en los estratos o niveles de Roma; sirvan de ejemplos o recordatorios concretos la Baslica y sub-baslica de San Clemente, las Catacumbas y la Domus Aurea de Nern. En casi todos los casos la ruina suele exhibir sus valores intrnsecos, tanto en la nobleza de su funcionalidad perdida como en la intensidad esttica regeneradora. Tragedias, catstrofes, desastres naturales, ecolgicos, sociales y blicos muy concretos e identificados desestabilizan, atemorizan y sobrecogen, pero el tratamiento arquitectnico, pictrico, escultrico o fotogrfico, les confieren una nueva categora en la que se delimita un espacio, se estabiliza un tiempo y se precisa una accin a travs de una materia fruto de las ideas constructivas del homo creator, para que, a travs de su creacin o re-creacin, se genere en la conciencia del receptor toda una serie de sensaciones. La excelencia de lo que fue, a travs de una valoracin histrica que fij los valores cannicos en el clasicismo grecolatino, se consagr de manera diferencial en el Quattrocento italiano. La palabra ruina, que viene del latn runa, de rure, caer, tena una aplicacin genrica a la construccin arquitectnica parcial o totalmente cada por falta de mantenimiento o por actos deliberados de destruccin. La pintura renacentista, de forma especial, fue consciente, sobre todo por la incorporacin de la perspectiva y la tridimensionalidad, del paisaje planificado en profundidad, de tal manera que, tras las representaciones arquitectnicas del momento, actuales y orgullo del ms exigente de los mecenazgos, podan vislumbrarse las obras del pasado que servan de modelo y a las cuales se les haca homenaje. Slo el
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derrumbamiento de lo que ayer fue modlico poda permitir la aparicin de nuevos modelos sobre un repositorio venerable y cargado de valores histricos. No obstante, lejos de lo que la ruina poda significar para los renacentistas, con sus connotaciones de respeto y modelizacin, asumidas en parte por los neoclsicos del siglo XVIII, en el siglo XIX y XX, adquieren valores perceptivos subjetivos y mucho ms personales, potenciados fundamentalmente por la visin del romanticismo. El proceso ir desde el misterio a la debilidad y caducidad de todo lo humano, en la mirada decimonnica, hasta una descarnada denuncia de la capacidad destructiva de los hombres. Junto a un indiscutible valor testimonial o notarial se dar tambin una sobrevaloracin de la escenografa y puesta en escena, como sucede en la pintura de Pannini, Robert y Magnasco. Las excavaciones de Herculano y de Pompeya, apoyadas por el rey Carlos VII de Npoles y III de Espaa, no son ajenas a Hubert Robert y a otros artistas de la poca. Los Baos romanos, el Puente del Gard, la Vista imaginaria de la Gran Galera del Louvre en ruinas, el Bao en la piscina, los Arcos en ruinas, la Tumba de Virgilio, son algunas obras de Robert, entre otras, inspiradas tanto en los renacentistas como en los nuevos descubrimientos arqueolgicos. Los grabados del veneciano Giovanni Battista Piranesi recogen las ruinas romanas con unas exageradas deformaciones y ciertas idealizaciones de fondo que influirn ms tarde en los romnticos. La belleza es muerte y destruccin, por lo que consecuentemente la ruina implica belleza en s misma, siempre en relacin respetuosa con su entorno contemporneo y rompiendo con las estilizaciones neoclsicas tradicionales. La arqueologa trgica de Piranesi se adelanta al romanticismo en su visin sublime.
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Con un atrevimiento artstico considerable, en el siglo XIX, Caspar David Friedrich se convierte en un autntico compositor pictrico, manipulando el paisaje e incluyendo en el mismo elementos ruinosos transportados de otros contextos espaciales con una novedosa interpretacin simblica.
Sin embargo, mucho antes, cerca todava de Claudio de Lorena (s. XVII), pero con la impronta tenebrista de Caravaggio, el misterioso y enigmtico Monsu Desiderio (Franois Nom y/o Didier Barra), despus de haber bebido de El Bosco y Brueghel, crea sus propios e irreales escenarios con representaciones urbanas en ruinas o en proceso de destruccin. Se trata de una obra importante, dispar, de tratamientos estilsticos y tcnicos desiguales, con aires metafsicos y un canto a la inestabilidad arquitectnica. La dinmica compositiva incide en la disposicin y representacin del proceso destructivo.
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La imaginacin onrica de las obras de Desiderio se desarrolla en un continuo memento mori del que no se escapan ni la grandeza ni el monumentalismo ni la belleza. La figura humana, cuando la hay, es siempre minscula y se encuentra en desventaja ante una naturaleza violenta y amenazante. Es imposible la fuga, es imposible ocultarse, todo son ecos de un inevitable vanitas vanitatis. El miedo y la fantasa desgarradora confluyen en lo apocalptico; silencio arquitectnico, amenaza de derrumbamiento, precipitacin ssmica, violencia del agua y violencia del fuego. Ms all de las representaciones paisajsticas y de las oscuridades de Desiderio parece atisbarse lo paganizante, lo primigenio y ancestral, siempre camuflado tras las formas clsicas y neogticas. Subyace la ineludible tristeza, el dolor, el miedo y el pnico ante la fuerza demoledora del tiempo camino a la extincin. El tratamiento artstico de lo feo, tan importante en el barroco y al que no es ajeno ni la pintura (Velzquez y sus bufones de la corte) ni la literatura (Quevedo y sus esplndidas caricaturas), tambin insiste en el derrumbe arquitectnico ligado al derrumbe econmico, tico y moral. Un buen ejemplo puede ser el soneto de Quevedo que comienza: Mir los muros de la patria ma, / si un tiempo fuertes ya desmoronados/ de la carrera de la edad cansados/ por quien caduca ya su valenta. Pero la obra firmada por Monsu Desiderio, fuese quien fuese quien se ocultase tras la firma, supera el tratamiento barroco al uso y resulta especialmente significativa, ya que evolutivamente queda encuadrada en una corriente tipolgica y, al mismo tiempo, es una adelantada en lo surreal.
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Desiderio es una verdadera isla en el tratamiento ruinoso del barroco, un apartado que, si bien recibi el legado temtico y los procedimientos tcnicos, no leg a su vez aquello que ms personal y diferente lo haca. nico, extrao, alienado, trgico y contradictorio se enfrenta a la eterna desolacin de forma solitaria y visionaria. Ya en el siglo XIX, sin el encanto visionario de Monsu Desiderio, pero con la fuerza apasionada de los romnticos, las ruinas se enclavan en la concepcin de la naturaleza ligada al largo y difuso devenir del tiempo. La atraccin de lo fugaz y el embrujo evanescente de lo efmero se adornan de sugerencias simblicas. Ruinas, muerte y desesperacin cubren todo una abanico de representaciones icnicas y literarias, dependientes del estado de nimo casi siempre depresivo del artista. En este momento la destruccin arquitectnica subraya la destruccin de lo cannico y normativo. Hasta finales de siglo el atractivo de las ruinas sigue funcionando de la misma manera, as, en 1889 Santiago Rusiol y Ramn Casas pasan tres semanas en el monasterio de Poblet estudiando y dibujando el recinto que se encuentra en estado de ruina; como fruto de esta experiencia surge la obra Tumbas de Poblet. En palabras del profesor Antoni Mar 3, la ruina es en definitiva el imposible retorno hacia atrs, y eso es lo que le otorga ese atractivo romntico tan intenso de cada libre, de caudal violento en punto de no retorno. El planteamiento idealista en la interpretacin y en la reconstruccin arqueolgica y arquitectnica permanece vigente durante un tiempo indefinido hasta las imposiciones cientficas contemporneas. Las suposiciones de Mara Gabriella Micale y las intuiciones de Franoise Frontisi-Ducroux, respecto a las reconstrucciones mesopotmicas y a las de los templos griegos respectivamente, no hacen sino ahondar en la idealizacin de
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quienes reconstruyen, casi siempre a capriccio, y en su particular concepcin esttica, inserta en unos contextos espaciales y temporales concretos de los que no pueden evadirse. Las visiones terrorficas de Monsu Desiderio encuentran, al fin, una coincidencia en la cruda realidad de los siglos XX y XXI. Parece incuestionable que todo lo que sube baja y que la verticalidad sucumbe y termina en horizontalidad: un atractor destructivo engulle todo lo que hay a su alrededor. En el tiempo presente, a la romntica belleza de lo efmero se superpone la visionaria terribilit de Desiderio, pero, sobre todo, la impronta brutal y definitiva de la accin destructora del ser humano. Imaginacin y realidad, sin lmites de separacin, se empapan de quebranto y ruina. Las fotografas de Yves Marchand y Romain Meffre, nos transportan a lugares desmantelados y abandonados como resultado de crisis econmicas de diverso tipo y de reconversiones tcnicas ("The Ruins of Detroit", "Eastern Industries", "Theaters"). En la justificacin introductoria del magnfico The Ruins of Detroit 4 se puede leer:
Ruins are the visible symbols and landmarks of our societies and their changes, small pieces of history in suspension. The state of ruin is temporary by nature, the volatile result of the end of an era and the fall of empires. This fragility, the time elapsed but even so running fast, lead us to watch them one very last time: being dismayed, or admiring, wondering about the permanence of things. Photography appeared to us as a modest way to keep a little bit of this ephemeral state.
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El desplome econmico, el crecimiento descontrolado, el derrumbe de las fbricas, la cada del imperio del motor y la emigracin llevan a una ciudad rica y esplendorosa como Detroit a convertirse en una autntica fantasmagora. A partir de los aos 50, la reubicacin de empresas en la periferia, el abandono del centro de la ciudad, la desindustrializacin y el xodo acelerado convergen para ir dejando a la ciudad en un estado de autntica momificacin.
Profetas actuales de la destruccin, Michael Ruppert, Robert Gleason, Nathan Hagens y John Cronin, denuncian las consecuencias del paro salvaje, de la crisis econmica, de los destrozos irrecuperables, del sistema financiero insostenible, del agotamiento de los recursos naturales, del colapso econmico, de la falta de agua y del cambio climtico, todo en una veloz carrera hacia la extincin. En el camino, los restos tecnolgicos y arquitectnicos van sembrando un panorama cada vez ms alarmante.
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Las fotografas y las pelculas se empapan de estas imgenes con una gran fuerza semitica. Ya no hace falta asomarse a una galera como las de Thomas Howard, Conde de Arundel, para advertir las ruinas romanas en un segundo plano de un lienzo de Paolo Verons o en la descarnada mostracin de los Marmora Arundeliana, ahora las ruinas estn por todas partes y los medios de comunicacin las ponen al alcance de todo el mundo. En una sociedad hiperestimulada, las impresiones destructivas de cualquier tipo no alcanzan los lmites de aguante emocional, sino ms bien son estos lmites los que se expanden para dar cabida a nuevas y ms intensas impresiones. As como tras lo bello se puede intuir lo siniestro, tras lo siniestro y con la distancia exigible se puede descubrir le plaisir des ruines. Las ruinas en el arte y en las concesiones arquitectnicas contemporneas funcionan como catalizadoras de lo sublime. Sobre los terrores del siglo XVIII se sigue elaborando el pensamiento arquitectnico del siglo XXI. Conservar la ruina es consagrarla como elemento de semiosis viva en el entorno urbanstico o paisajstico concreto; su accidentalidad la reconfigura y justifica. Por otra parte, hacer arquitectura es crear la obra para la ruina, destinarla a la entropa natural, por mucho que se dilate el proceso. La ruina reciclada como mero artefacto esttico tan slo adquiere estatus de trivialidad y capricho, sin embargo celebrar su contemplacin en s misma consigue las rentabilidades estticas, poticas y filosficas de una herencia cultural muy aquilatada.
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Asentada la ruina como categora esttica bien diferenciada, y con el marchamo novedoso de los siglos XX y XXI, no es de extraar la activacin de una exigencia arquitectnica previa que prevea el deterioro y el acabose, de manera que las formas y estructuras resultantes puedan defender la nobleza del origen e incardinarse con autonoma esttica en nuevos marcos paisajsticos y urbansticos. Resulta cuanto menos curioso que Albert Speer, el primer arquitecto del Tercer Reich, nada implicado en las ideas polticas del nazismo, en su teora Die Ruinenwerttheorie 5 entienda que la creacin de un edificio debe contemplar su eventual colapso y la esttica de su ruina. Perdurar en el tiempo, aunque sea bajo la forma de ruina, exige una aceptabilidad esttica que la prolongue con dignidad y transmita lo mejor de su espritu. Un planteamiento sugerente en la nueva arquitectura es la contemplacin del colapso en sus propias obras creativas. Una contemplacin que, lejos de la actitud morbosa intelectual, se fortalece en el pragmatismo de una perdurabilidad metamorfoseada y cargada de nuevos sentidos estticos, simblicos, urbansticos y paisajsticos; su descripcin es una meta muy atractiva. Otras manifestaciones o ramas del mismo rbol son la ruina como reliquia y suvenir (los fragmentos del muro de Berln), la ruina como objeto de culto (el Muro de las Lamentaciones), la ruina como resto histrico y motivo esotrico (Stonehenge, Teotihuacn, Tiahuanaco, Machu Picchu), la ruina como fondo de pintada subversiva o reclamatoria, la ruina como solar y descampado perifrico y la ruina como contexto en el que surge la novedad arquitectnica salvfica. Respecto a este ltimo punto, Joseba Zulaika 6 hace referencia al inevitable efecto Guggenheim que provoca el consabido Has estado en Bilbao? y reflexiona sobre el mismo de la siguiente forma:
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Haba escuchado que los legendarios Altos Hornos de Vizcaya, el emblema de la industria acerera, se haban cerrado. Pero nunca haba imaginado que los varios kilmetros de fbricas y fundiciones oxidadas, silenciosas, fantasmagricas se haban convertido en un espectculo tan singular de industria en ruinas, zonas urbanas degradadas y devastacin ecolgica. [... ... ...] En ocasiones, de forma ms siniestra, me senta como un voyeur, como alguien que tuviese que controlar la sensacin de disfrute y celebracin a causa de la enormidad de los cambios y de las ruinas. [... ... ...] La historia de dos museos -el Guggenheim y San Telmopresenta vivamente estas antinomias. San Telmo es el museo etnogrfico de San Sebastin, que contiene el legado arqueolgico y etnogrfico de Barandiarn, el hombre que, junto con su discpulo, el historiador social Julio Caro Baroja, encarna la antropologa clsica vasca. San Telmo sirvi de convento en el pasado, y ms tarde como dependencia militar, hasta que fue transformado en museo etnogrfico en la dcada de 1920. Durante los ltimos aos de la dcada de los noventa fue declarado en estado de ruina y tuvo que ser cerrado. [... ... ...] Las autoridades vascas no slo colocaron sus apuestas en la franquicia Guggenheim, sino que no parece importarles las ruinas de la antropologa. Han gastado cientos de miles de millones de pesetas en edificios espectaculares, pero fueron incapaces de recaudar los dos mil millones necesarios para la renovacin de San Telmo.
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Nada puede retratar mejor el trnsito de una cultura y de una sociedad que el reflejo residual de sus propias ruinas. La arquitectura ms ambiciosa, perfecta y valorada descubre su autntica verdad en la mostracin de sus ruinas. Sueos, fantasas y aspiraciones culminan en corolarios ruinosos. Las ruinas inundan los mbitos urbanos de alegora y significado puro, funcionando como correctivos de cualquier intento de construccin cosmolgica. Y, como muy acertadamente seala Zulaika, el uso crtico de las ruinas es liberador:
las ruinas liberan a los sujetos de la preocupacin por la perfeccin. Liberan a las artes de su preocupacin por el aura. Liberan a las sociedades de su preocupacin por el progreso y el espectculo. Autorizando estas nuevas visiones y nuevas libertades, las alegoras crticas pasan a ser los ms fuertes 7 antdotos contra el mito.
Al otro lado de la inmediatez, Chernbil, Fukushima, Yamada, Longbridge, centran de igual forma la atencin. Catstrofes nucleares, tsunamis, abandonos totales, terremotos, tornados, huracanes y volcanes actan tanto con intervencin humana como al margen del hombre, diseando sus propios y definidos mapas de ruinas. Pero, frente a la sensacin de desgracia natural, es la ruina del producto humano la que suele provocar un impacto psicolgico y simblico ms intenso, reconocible y cuestionable. En la actualidad, con el tratamiento fotogrfico y digital, las ruinas adquieren una renovada fortaleza que las proyecta ms all de su espacio inmediato, con un vigor que nunca hubieran podido esperar en el pasado otras manifestaciones artsticas como la pintura. Hoy, grupos de jvenes, profesionales y aficionados, se ven especialmente atrados por las ruinas y lugares abandonados. Estos jvenes constituyen crculos fotogrficos
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muy respetuosos, segn exigencias de sus propias normativas, para llevar a cabo incursiones, ciertamente romnticas, en espacios abandonados y ruinosos. Las pginas de Internet disponen de referencias distintas que permiten la aproximacin a los mismos. A nivel nacional, destacan el Club CELA, Una pausa en el tiempo, Abandonalia, La brjula de los abandonos, ltima visita, Lugares abandonados, Rincones prohibidos y Urbexcaching. Con mayor o menor calidad fotogrfica, son todas pginas de gran inters documental y testimonial. Es muy posible que, ya sea en grupos o de forma individual, vayan surgiendo y diferencindose poco a poco figuras que refinen las tomas fotogrficas y, en la pertinente seleccin documental, conformen un material de verdadero quilataje esttico y potico. A nivel internacional son de inters exposiciones y foros como Explo y Urbexforum, as como las referencias Forbidden Places, Opacity, Caela, Urban Ghosts, Past Glory, PhotoAddiction, Weburbanist, Infiltration y Dubtown entre otras. Estos exploradores urbanos de lugares abandonados, en sus safaris a lo acabado, renuevan a travs de la fotografa y del vdeo el significado de la ruina, otorgndole nuevos y plurales sentidos a travs de la mirada, de la composicin, del ngulo, de la escala, de la iluminacin, del color, del tono y del tratamiento posterior. Historiadores urbanos, exploradores de abandonos e infiltrados extremos, segn atinada diferenciacin de Javier Coria, constituyen unos grupos complejos que estimulan la conciencia sobre la ruina, la airean y la ponen al alcance de cualquier interesado, si no en direccionalidad o presencia fsica, que segn sus propias normas lo tienen prohibido, s a travs del procedimiento fotogrfico.
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El morbo, la fantasmagora, lo paranormal, el grafiterismo... son otros aspectos paralelos y cercanos pero, en modo alguno convergentes con lo anteriormente expuesto. Ms bien, podra decirse, manteniendo el lxico geomtrico, que se manifiestan divergentes. Los exploradores de ruinas y abandonos jams fuerzan una entrada, nunca rompen ni mueven ni sustraen. De igual forma, mantienen en secreto y preservan la ubicacin del lugar para salvarla en lo posible del vandalismo ocasional e intencionado.
En otro orden de cosas, la sutileza representativa se mueve en la esfera artstica a la bsqueda de nuevos perfiles con simulacros ruinosos. Alegoras, smbolos, emblemas y estampas se centran en la suplencia desde la perspicacia y con destellos de trascendencia. As, la imagen pictrica y fotogrfica puede emocionar, conmocionar y tambin sugerir de tal forma que el clasicismo apolneo se ponga en entredicho a travs del tratamiento potico de los reflejos, de las sugerencias imaginativas en los cristales de ventanales sucios y abandonados, en un autntico torbellino borgeano que incide de pleno en las capas psicolgicas ms profundas.
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Quiz una de las gracias de la representacin ar tstica de la ruina, que no de la ruina misma, sea el valor de reconocimiento y la fijacin de la misma durante un tiempo indefinido con aspiracin de superacin. Desde la lejana aceptacin de Plotino de lo inarmnico, de lo disforme e incorrecto como componente posible en el arte hasta el fesmo moderno y contemporneo, vuelto a catapultar por lo dionisaco de Nietzsche, lo demoledor transgrede el agrado para poner en cuestin la permisividad esttica de las vanguardias. Expresionismo, dadasmo, bad painting, abstraccin minimalista... repulsin, provocacin, reciclaje de detritus, abyeccin, corporeidad travestida, performance... son otras tantas facetas de la capacidad polmica y golpeadora del binomio arte-realidad. Goya, Ducham, Buuel, Gunther Von Hagens (con su muy provocadora plastinacin) pueden ser entendidos como transgresores de los lmites socialmente aceptables; superan o rompen las barreras de la belleza
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establecida, fracturan la hermosura y la perfeccin esperable. La ruina, lo ruinoso, la merma, el deterioro, intentan, con desaforado esfuerzo y feroz descaro readquirir la vitalidad perdida a travs de la nobleza que les permite el fingimiento del arte. En la modernidad, la ruina anticipada tambin es una forma de transferencia. Aunque Peter Brger, en su Teora de la vanguardia, all por 1974, expone que la vanguardia de posguerra, debido a su vana repeticin, se ha convertido en algo insustancial condenado al fracaso, el neovanguardismo americano ha insuflado nuevas fuerzas al desarrollo de un conceptualismo liberado de la belleza formal y ms centrado en la idea creativa. El concepto justifica la ruina liberada de su exigencia formal o liberada de la expectativa esttica e histrica de la misma. Ya no es necesaria la visin del pasado en una mirada retrospectiva, para contemplar la grandiosidad o la pertinencia de lo que fue, sino que es tambin una manera de concebir el porvenir. Adems, esta aceptacin esttica supone una invitacin a cuestionar definitivamente a Schiller, o deconstruirlo minuciosamente, en su asertiva afirmacin: la obra de arte reconcilia las leyes de la razn con los intereses de los sentidos. Los artistas Michael Tompert y Paul Fairchild se mueven en el campo de la destruccin, haciendo de la misma una ruina moderna, anticipada e intencionada. Frente al consumismo salvaje de productos Apple 8, estos artistas adoptan una postura de denuncia contra la dependencia y el fetichismo y optan por su destruccin a travs de disparos, trituraciones y fuego de soplete. En palabras de Tompert, "No se trata de la destruccin de los productos viejos. Se trata de nuestra relacin con el nuevo". Por otra parte, la destruccin de estos productos
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inmediatos y cercanos supone tambin la destruccin de la perfeccin, de la sacralizacin del objeto muy bien elaborado.
Las imgenes de arriba pertenecen a la exposicin 12LVE habida en San Francisco el 12 de noviembre de 2010. Doce aparatos de la marca Apple destruidos y convertidos en objeto de atraccin por su intencionalidad motivadora. La primera fotografa de la izquierda muestra un iPhone de 16GB destruido con una pistola de 9 mm Heckler & Kosch; la fotografa del centro exhibe un IPod Nano de 8GB arrollado por un tren diesel; la tercera fotografa presenta un IPad, 2010, destruido por las llamas de un soplete. Este arte digital, con fotografa de gran formato y detalle microscpico, presenta una excelente calidad. Al margen de las motivaciones personales (Tompert trabaj para la casa Apple desde 2002, en Cupertino, California, como diseador grfico de la empresa), lo cierto es que las sensaciones traumticas que producen estas imgenes
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fotogrficas a un pblico receptor que adora el juguete digital y que sigue paso a paso la evolucin de las marcas que lideran el mercado, son considerables. La constatacin de que tras la joya digital o juguete inevitable no hay ms que plstico, vidrio y metal es muy dura y al mismo tiempo chocante; la iconoclastia, consecuente. La grandeza y espiritualidad de la tecnologa se encarna en la objetualidad fsica destructible y perecedera. La terrible satisfaccin del arte radica en la mostracin de que el soporte de esa mquina cuasi divina, que miramos y admiramos a la manera del mstico que contempla el crucifijo sostenido en su mano en las representaciones barrocas, no es ms que el de cualquier objeto que nos rodea sometido al atractor de la ruina. Destripado el producto, se cae la imagen romntica y mgica del mismo. La duda becqueriana sobre si todo es vil materia, podredumbre y cieno queda contestada de inmediato, mientras la utopa de Apple se tambalea. Patente o latente, explcita o implcita, expuesta o camuflada, la ruina siempre nos acompaa. Como la rosa de Silesius que sin un porqu florece porque florece, la ruina emerge porque s, fruto de toda existencia, ajena a la razn y libre de la mirada. El sueo de la ruina individual y privada, la constatacin emotiva del legado desintegrado, sin condicionamientos, vaco en su relacin con la realidad y slo justificado por la subjetiva valoracin esttica, incurre implacable en la ruina y rutina de la propia cultura y civilizacin 9. La complejidad de las sociedades y su sobrecarga conducen a la merma de eficacia y reduccin del rendimiento. La contemplacin de nuevas formas energticas se impone en la teora y en la prctica, si bien las previsiones del aumento de
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complejidad y de la prdida de recursos ofrecen un panorama bastante negativo y difcil de controlar 10. Por ello, para algunos especialistas como Tainer, el colapso, aun teniendo consecuencias en las reas, econmica, artstica y literaria, is fundamentally a matter of the sociopolitical sphere 11. Por su parte, para el profesor Jared Diamond 12 la conjuncin de motivos concretos en espacios concretos, como sucedi en Europa, en Amrica y en frica con las armas, los grmenes y el acero, determinan su papel en pocas bien delimitadas. Para Diamond las condiciones medioambientales favorables de Eurasia actuaron en favor de los logros ms importantes de las civilizaciones humanas, imponindose de una forma o de otra en las culturas de los dems continentes. Conquistador-conquistado, destructor-destruido, son binomios que implican transformaciones del tipo or dencaosorden-caos, un tetramorfo dispuesto en bucle sin lmites que implica la disposicin de nuevas relaciones en el sistema interior de cada uno de los conceptos antinmicos. El concepto de colapso no supone, por tanto, la anulacin y la cada al vaco o a la nada, sino ms bien una suerte de transformacin. El significado de colapso se centra en la disminucin y paralizacin de una actividad o en la destruccin o ruina de un sistema. Procesualmente, al colapso suele suceder el desprendimiento y slo despus deviene la ruina. A su vez, la ruina puede mantenerse durante un tiempo indefinido y en una fase posterior se da el desvanecimiento. Tras la cada, una nueva piel se levanta sobre ruinosam et putridam pulverem y contina incansable el bucle del tetramorfo. El colapso econmico del Imperio Romano lleva a su ruina y sta sirve de abono y cimiento para una nueva situacin histrica; a su vez, los pueblos germnicos se desmoronan y, sobre sus ruinas se izan
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nuevas culturas. Las crisis ideolgicas tambin provocan el colapso interno de las creencias, y sobre stas se tejen otras distintas. Esta casi obviedad debe ahormar la enmarcacin de una teora general en la que se d cabida a la ruina con formulacin de principios fundamentales aplicables a todas las reas. Desde un punto de vista terico, una percepcin coherente, bien fundamentada y tabulada de la ruina 13 permite una visin ms autntica de la realidad y una visin creadora mucho ms rica. En el arte en general, y en la arquitectura en particular, el respaldo terico de la ruina, aunque en la actualidad sea informulado o responda a una formulacin difusa, fortalece la actuacin del creador. Al amparo terico, las patologas de cualquier obra pueden plantearse con ms posibilidades que las de un responsable mantenimiento controlado. Adems de material forense, las patologas, muy bien conjeturadas, se redireccionan hacia la ruina de la obra, haciendo que la misma sea pronosticada y prevenida. De esta accin resulta no slo la ralentizacin de la decadencia sino que sobreviene una novedosa visin reconvertidora muy en la lnea tecnolgico-urbana de la llamada smart city. Por todo ello, junto a las teoras especficas del colapso, propias de la mecnica cuntica, de la cosmologa y la astronoma, de la sociologa y la historia, de la economa y de la medicina oncolgica, se hace necesario el desarrollo de una teora sobre las ruinas y sus sentidos arquitectnicos, poticos, estticos, artsticos y antropolgicos, en el marco siempre seguro y riguroso de una teora general del colapso.
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Notas
1. MUKAOVSKY (1939): Funcin, norma y valor esttico como hechos sociales, en Escritos de esttica y semitica del arte, Barcelona, Ed. Gustavo Gili, 1977. 2. CANOGAR, Daniel: El placer de la ruina, Exit, Imagen&Cultura, 24 (Ruinas), Nov. 2006-Enero 2007, Ed. Rosa Olivares y Asociados, Madrid. 3. MAR, Antoni (1979): El entusiasmo y la quietud. Antologa del romanticismo alemn, Barcelona, Tusquets. 4. MARCHAND & MEFFRE (2010): The Ruins of Detroit, Steidl. 5. SPEER, Albert (1969): Memorias, Barcelona, Ed. Acantilado, 2001. 6. ZULAIKA, Joseba (2006 ): Las ruinas de la teora y la teora de las ruinas: sobre la conversin, en Revista de Antropologa Social, 15, pgs: 173-192: 174, 178, 180 7. Ibd. pg. 190. 8. En relacin con el producto, resulta de inters y puede consultarse KAHNEY, Leander (2004): The Cult of Mac, No Starch Press, Paperback edition, California, USA. 9. El aspecto biolgico de la ruina ya fue contemplado con anterioridad a Speer, por John RUSKIN, adalid del prerrafaelismo, en Las siete lmparas de la arquitectura, 1849; cfr. obra en Alta Fulla Editorial, Barcelona, 1997, 2000. 10. Cfr. TAINTER, Joseph. A (1998): The collapse of Complex Societies (New Studies in Archaeology), Cambridge University Press, reimp. 2000. 11. Ibd. pg. 4 12. DIAMOND, Jared (1997): Guns, Germs and Steel, W. W. Norton & Company, New York, London. En espaol: Armas, grmenes y acero, Madrid, Ed. Debate, 2004. 13. Aunque de inters jurdico, no hacemos aqu referencia al aspecto legal de las ruinas.- En Espaa, la regulacin estatal se contiene en la Ley del Suelo de 1976 y en el Reglamento de Gestin Urbanstica y contempla los aspectos de ruina tcnica, econmica, urbanstica, inminente, parcial y del Patrimonio histrico-artstico
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Resumen: La presencia del arte en la publicidad es una estrategia comercial utilizada por los creativos o publicitarios, que puede visualizarse con frecuencia en los anuncios. En el presente artculo se pretende dar a conocer los motivos por los que el sector publicitario recurre al arte. Tras consultar la bibliografa existente y extraer las teoras u opiniones vertidas por diferentes investigadores, dicha documentacin se complementa con los resultados cientficos obtenidos en diversos estudios que han desvelado que usar el arte visual en los objetos influye positivamente en la evaluacin del consumidor ante el producto. Palabras claves: publicidad, Historia del Arte, arte y publicidad, creatividad.
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1. La presencia del arte en la publicidad El sector publicitario recurre al arte de diferentes modos, formas o modalidades. Una estrategia, segn Roca (1998), que fue creada por los directores de arte para mejorar la publicidad, al considerar que poda ser una buena herramienta de venta. Reproducir piezas artsticas procedentes de la Historia del Arte es una de las variantes utilizadas. Un recurso que para
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algunos investigadores como Cruz (2001), permite la mediatizacin de estas obras, a travs de los distintos soportes desde donde promocionan los productos:
Los medios de comunicacin nos ofrecen la posibilidad de conocer la creacin artstica de diferentes maneras, debido a la utilizacin de nuevos soportes para la difusin de las diferentes manifestaciones artsticas; prensa, televisin, noticias, suplementos culturales, galeras, exposiciones nos proporcionan informacin de obras alejadas en el espacio y en el tiempo; y a las que podemos tener acceso gracias a la mediatizacin. (Cruz, 2001: 167)
Promocionar la pieza artstica, ofrecer contenidos de mayor calidad y permitir que la obra sea accesible a todo tipo de pblico, son algunos de los factores destacables por Romay:
Como ventajas podemos sealar la democratizacin del arte que permite que sea accesible a todo el pblico y no slo a una minora de lite como era en sus comienzos. En este sentido, la publicidad es una herramienta al servicio de la difusin del arte y de la cultura en general que llega a un pblico cada vez ms pblico gracias a la globalizacin. Otra ventaja es que si la publicidad utiliza el arte para comunicar ofrecer contenidos de mayor calidad, dejando de lado otras frmulas menos cuidadas. Adems de dar a conocer la marca o producto, tambin proporciona la obra de arte en cuestin. (Romay, 2003: 3)
Es as, que para algunos investigadores, la presencia de lo artstico en la publicidad, llega a cumplir funciones que van ms all de la estrictamente comercial. Pero por qu los creativos o publicitarios usan el arte para anunciar productos?
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2. Teoras de Aparici, Fernndez Polanco y Asenjo Aparici (1989, 61) considera que el sector publicitario recurre al arte porque ofrece la posibilidad del estatus, del prestigio as como reconocerse en cierta idea de lo bello . Mientras que Fernndez Polanco (1991) considera que se usa para pedirle prestado su aura, y as dignificarse y dignificar, y contagiar su dignidad al producto y al consumidor asegurarle su status. Quizs el motivo que explique por qu la publicidad recurre a esta estrategia para aportar determinados valores al objeto anunciado, sea debido a la actual similitud existente entre las caractersticas de los productos. Por ello, se recurre a valores extrnsecos que individualicen la marca. O bien, porque el producto lleve implcito valores vinculados con el arte. Y es que como expone Almela (2004, 5): hace tiempo que la publicidad dej de vender objetos. La publicidad vende el objeto como acceso a experiencias de potencia, libertad, seguridad, independencia, prestigio etc. Otros investigadores como Asenjo (1999) argumentan que esta estrategia comercial surge de la necesidad de encontrar imgenes que permitan a los publicitarios elaborar el briefing del anuncio:
Usar lo artstico para confeccionar imgenes y objetos publicitarios y de diseo proviene de la necesidad de encontrar imgenes adecuadas para establecer una comunicacin visual con sus destinatarios conforme a unos objetivos, requerimiento finalmente econmico, en una sociedad que conforme va alcanzando un nivel de consumo, demanda lo esttico (necesidad considerada de segundo orden) dentro de los difusos lmites de su vida cotidiana. (Asenjo, 1999: 53)
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3. Teoras de Eguizbal, Berger y Jimnez Marn Una contribucin significativa aportada a finales del s. XX es la ofrecida por Eguizbal (1999). La publicidad recurre al arte para justificar el elevado precio del producto anunciado: Cuando en publicidad se quiere justificar un precio exorbitado se recurre a la artisticidad, del objeto: este coche es muy caro porque no es un simple coche, es una obra de arte; y as con los perfumes, la ropa, los encendedores, etc . (Eguizbal, 1999: 33-34). Entre las teoras dadas a comienzo del siglo XXI es destacable la de Berger (2000, 149). La presencia de esculturas o pinturas se utilizan para aumentar la seduccin o la autoridad de sus propios mensajes. Y aade que la obra de arte tambin sugiere:
Una forma de dignidad incluso de sabidura, que es superior a cualquier vulgar inters material; un cuadro al leo pertenece a la herencia cultural; es un recordatorio de lo que significa ser un europeo culto. De ah que la obra de arte citada (y por eso es tan til para la publicidad) diga al mismo tiempo dos cosas casi contradictorias: denota riqueza y espiritualidad, e implica que la compra propuesta es un lujo y un valor cultural. (Berger, 2000: 152)
Recurrir a determinadas obras para trasladar el sentido de la pieza artstica a la actividad del producto anunciado, se considera otro de los motivos:
En las prcticas publicitarias es frecuente encontrar rupturas de la isotopa, cuyo objetivo es el de provocar un llamado de atencin, en cuanto es algo no esperado. As, cuando la agencia de publicidad Young & Rubicam acude a la obra La anunciacin de
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El Greco en un anuncio impreso de su propia agencia, no lo hacen de manera fortuta, sino que se pretende trasladar el sentido de esta obra a su propia actividad. As, en el texto un anuncio que har historia, se puede observar, por una parte, el concepto de anuncio, sagrado, que pasa a convertirse en anuncio publicitario; por otra, la palabra historia evoca la trascendencia de este hecho en la historia de la humanidad, la transformacin que provocar en la historia de una empresa un anuncio publicitario realizado por esta agencia. (Jimnez Marn, 2008: 160)
4. Marcas: Arte y publicidad Junto a las teoras expuestas anteriormente, significativas son tambin las aportaciones ofrecidas por Cavalli (2007):
Por aos, el arte era un mundo al que secretamente recurran los creativos de las agencias para buscar inspiracin, satisfacer su necesidad de bsqueda o simplemente ejercitar sus conexiones sinpticas () Los tiempos, por suerte, van cambiando. La necesidad urgente de las corporaciones de diferenciarse y revitalizarse va sintindose en toda la cadena biolgica de las organizaciones, y empiezan a producirse las primeras fisuras en las placas tectnicas del rechazo a lo artstico. Los departamentos comerciales, sus gerencias de marketing y sus agencias de publicidad comienzan a acercarse nuevamente al mundo de esos creadores, para generar propuestas que alcancen a un pblico deseoso de ser activado mediante ideas novedosas e impactantes. En nuestro pas, algunas marcas han decidido romper definitivamente los esquemas mentales del pasado y comenzar a experimentar con las combinaciones que surgen de acercar sus marcas a ese mundo. La unin o re-unin del arte con el marketing y su hija la publicidad ha comenzado.
En su artculo, El encuentro de dos mundos. Para diferenciarse las marcas recurren al arte, son destacables las
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declaraciones aportadas por Santiago Murray, Brand manager de Sedal: En el sptimo ao de ediciones limitadas de verano la marca necesitaba diferenciarse. Ah surgi la idea de utilizar al arte como un recurso emocional para potenciar este lanzamiento y abordar a nuestras consumidoras desde otro ngulo (Cavalli, 2007:prr..12). Y tambin las del director de grupo de cuentas y nuevos negocios de McCann Erickson Argentina, Ezequiel Arslanian, para quin el acercamiento entre marcas, marketing y artistas no es casual: Surgi de la necesidad de generar otro tipo de vnculos con el target (Cavalli, 2007: prr.22). O las declaraciones del director de asuntos pblicos y comunicaciones de Unilever, Jack Smart.
Para Jack Smart, director de asuntos pblicos y comunicaciones de Unilever, la asociacin de las marcas con el mundo del arte es un proceso natural. En un contexto de sobreexposicin y saturacin de comunicaciones por canales tradicionales, buscamos formas novedosas para diferenciar a nuestras marcas de sus competidoras, sorprender y generar vnculos desde lo emocional con sus usuarios. La asociacin con las expresiones artsticas son posibles en tiempos como el actual, en un contexto altamente competitivo, y en que las personas examinan las propuestas, buscando valor agregado`, a las virtudes de los productos. Cuando calidad y efectividad de un producto se dan por descontados, la lupa se pone en los, extras que aportan. Hace ya un tiempo, las marcas recurren al arte para reinventar su imagen y Unilever est entre las pioneras de esta tendencia, con ms de quince acciones vinculadas con alguna forma de expresin artstica. (Cavalli, 2007: prr 40).
5. Investigaciones: Efecto de transfusin del arte Si notables son las aportaciones ofrecidas desde diversos mbitos, relevantes son los estudios cientficos que demuestran que
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esta estrategia comercial, usar el arte visual en los objetos, influye positivamente en la evaluacin del consumidor ante el producto. Hagtvedt y Patrick (2008), en la universidad de Georgia, analizaron la influencia de la presencia del arte visual sobre la evaluacin de productos. Un trasvase que denominan efecto de transfusin del arte. En su investigacin realizaron tres estudios presentando productos de consumo en los contextos de embalaje, publicidad y diseo del producto. Unos estudios publicados en Art Infusion: The influence of visual art of the Perception and evaluation of consumer products (2008), en Journal of Marketing Research. El primer estudio se realiz durante un fin de semana en un restaurante. Cien personas participan en l pasndose por camareros. El estmulo era un juego de vajilla de plata mostrada en una caja aterciopelada, compuesta por: cuchara, tenedor, cucharilla y cuchillo. La cara delantera de una caja se decora con la pieza pictrica Terraza de Caf por la noche de Van Gogh (imagen arte), y otra caja con una fotografa de un caf por la noche (imagen no arte). Tras retirar el alimento se solicita la opinin de los comensales. Se les muestra la cara delantera de cada caja y despus la vajilla. Y los resultados indicaron que el producto asociado con la imagen arte fue percibido como considerablemente ms lujoso que cuando es asociado con la imagen no arte. La exposicin breve a una imagen de arte caus un excedente de percepciones de lujo, conduciendo a las evaluaciones favorables del producto. Un segundo estudio demostr que la influencia del arte visual no depende de lo que representa la obra en s, sino de las connotaciones generales de lujo asociadas a la obra artstica. En
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concreto, los resultados revelan que la presencia del arte influye favorablemente en la evaluacin del producto en comparacin con una imagen no-arte idnticamente emparejado en contenido. Y el tercer estudio pretenda desvelar si el efecto de la transfusin de arte es de contenido dependiente, es decir, que si se proyecta una imagen-arte positiva dar lugar a evaluaciones positivas, y una imagen-arte negativa a percepciones negativas. O bien, si es independiente, es decir, que las evaluaciones sern positivas independientemente de que la imagen-arte sea positiva o negativa. Los resultados indicaron que es de contenido independiente. Es as que los tres estudios indican que el fenmeno de la transfusin del arte influye en las percepciones sensoriales provocando una evaluacin ms positiva de aquellos productos que se asocian con el arte:
El arte connota excelencia, lujo y refinamiento. Y estas connotaciones se comunican a los productos que utilizan el arte en su publicidad, en opinin de Vanessa M. Patrick, coautora del estudio, realizado en la universidad de Georgia. Los investigadores denominan a este efecto efecto de transfusin del arte, que no deriva del contenido de la obra de arte, de lo que se muestra en ella, sino de las connotaciones generales que tiene el arte en s mismo. (La publicidad, 2008: prr. 2)
Referencias bibliogrficas
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1. Introduccin La historia del peridico es una constante lucha por ganar mayores cotas de libertad de expresin, una incesable pugna contra la censura y las leyes de prensa restrictivas usualmente impuestas por los estados para controlar la informacin. Sin embargo, por su cariz popular, los peridicos
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nunca han sido fciles de dominar. Hoy sigue habiendo dificultades para ejercer la crtica desde el dibujo de prensa. En nmeros pases se intimida a los caricaturistas con amenazas severas y acciones legales para que no puedas expresar opiniones de ndole poltica. Pero al menos vemos que en la mayora de los regmenes democrticos occidentales los gobernantes y polticos son ms proclives a aceptar otras opiniones. La represin se practica ms por editores y directivos de medios (de acuerdo a sus propios intereses particulares, polticos o econmicos) que por gobernantes. Y sobre todo en los ltimos tiempos hemos visto cmo debido a la presin de colectivos sociales y religiosos han surgido nuevas restricciones a la libertad de expresin. 2. Los excesos El humor de las vietas suele contener una fuerte carga de crtica ante cuestiones de actualidad, si bien debido a sus connotaciones humorsticas (y quiz a la reminiscencia a la infancia propia del dibujo) con la caricatura la stira adquiere un tono ms templado. Pese a todo, en ocasiones ciertas vietas llegan a cotas de expresin grfica ofensivas, soliviantando la sensibilidad de figuras polticas y motivando condenas, censuras y represiones al ejercicio de la libertad de expresin. En cualquier caso, las vietas de prensa, ya sean de espritu burlesco o incluso groseras, son un indicador inigualable del estado de madurez y liberalismo de una democracia, y su nivel de osada coopera en que los lmites de la libertad de prensa puedan expandirse. Evidentemente el cdigo deontolgico que se aplica al periodismo puede asimismo extrapolarse al contenido de las vietas. Pero para determinados casos, si se ha incurrido en un delito de ofensas lo justo es que se dirima en los tribunales, y si
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ha habido un exceso lo lgico es que se solucione con una peticin de disculpas pblica en el peridico. Hay casos donde las disculpas parecen no bastar. En 2005, cuando se publicaron unas caricaturas de Mahoma en el diario dans Jyllands Posten, se desencadenaron en diferentes partes del mundo violentas protestas por parte de radicales islmicos contra la poltica occidental, cobrndose un saldo de ms de un centenar de muertos. A pesar de que no aparece en el Corn, est explcitamente prohibido por unos hadith (textos islmicos) dibujar o crear imgenes de Mahoma. Y aunque la libertad de expresin est recogida en el artculo 19 de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos, en el mundo musulmn rigen cdigos como la Declaracin de los Derechos Humanos en el Islam, o la Declaracin Islmica Universal de los Derechos Humanos, que establecen el derecho fundamental de ordenar lo correcto y prohibir lo censurable. Principio en el que se apoyan los fundamentalistas para justificar sus abusos. En general los medios de comunicacin occidentales procuraron no reproducir las imgenes del profeta al informar de los hechos, con la intencin de evitar soliviantar a la comunidad islmica. Especialmente recriminado fue el dibujo que identificaba a Mahoma con el terrorismo al ponerle una bomba en el turbante. De diversas instituciones clam una llamada al respeto a las sensibilidades religiosas, proponiendo tcitamente restricciones a la libertad de expresin en pro del bienestar de la sociedad occidental. El peor anatema fue quiz culpar a los dibujantes de ofender al Islam, alegando que la libertad de expresin no deba ponerse al servicio de malintencionados y provocadores. Con argumentos as se daba legitimacin a la coercin violenta de fundamentalistas islmicos ante un dibujo.
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La libertad de expresin es un valor democrtico que slo puede ser determinado por las leyes de cada estado y no debe ser restringido para satisfacer a ninguna religin. El derecho a la informacin y la libertad de prensa no se basan en el respeto, sino en la tolerancia de las diferentes ideas y opiniones, las cuales no estamos obligados a compartir. As lo crey el semanario Charlie Hebdo, que republic y tradujo las caricaturas del peridico dans. Ante la denuncia formal de colectivos islamistas la justicia francesa consider que Charlie Hebdo estaba amparado por la libertad de expresin. Las caricaturas fueron tambin reproducidas otros medios internacionales, como el diario noruego Aftenposten, el francs France Soir, el italiano Libero A pesar de todo Charlie Hebdo recibe constantes amenazas y recientemente su sede ha sufrido graves daos tras ser atacada con ccteles molotov. De la misma forma, el dibujante dans que puso a Mahoma la bomba en el turbante, Kurt Westergaard, sufri un intento de asesinato. Otro caso es el del sueco Lars Vilks, que tras caricaturizar a Mahoma con cuerpo de perro vive con la certidumbre de que Al Qaeda ha puesto precio a su cabeza. Todo esto lleva a cuestionarse si en estas circunstancias vale la pena ejercer la libertad de expresin o es preferible la autocensura, la renuncia de las cotas de libertad alcanzadas en la cultura occidental. Hoy cualquier dibujante, perfectamente consciente de que un dibujo sobre Mahoma puede ser motivo de una fatwa o causar decenas de muertos, preferira no hacerlo. Para protestar contra las limitaciones de la libertad de expresin, recientemente se ha puesto en marcha una iniciativa que podra ofrecer una solucin alternativa: el Da de Dibujar a Mahoma. Surgi a raz de la censura impuesta en Estados Unidos al programa de dibujos animados South Park , tras amenazas de los radicales islamistas. As, desde abril de 2010
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se publican dibujos de Mahoma en Internet en la creencia de que si miles de dibujantes lo representan, los terroristas no podrn asesinarlos a todos y sus amenazas se harn cada vez menos realistas. Un tribunal de Pakistn como reaccin bloque quinientos mil portales virtuales, entre ellos Facebook, Youtube y Wikipedia. Jyllands Posten suscit el debate sobre la responsabilidad del dibujante, y demostr que el temor a las reacciones violentas de determinados colectivos induca a la autocensura. Quiz una cuestin de fondo subyazca en que las caricaturas se publicaron en un peridico de tirada nacional, ya que en revistas satricas como la espaola El Jueves o la mexicana El Chamuco habitualmente tienen cabida bromas excesivas y chistes abiertamente en contra de los valores burgueses y lo polticamente correcto sin que apenas haya resonancia social. El humor debe ser libre, pero dado el carcter ampliamente divulgativo de los peridicos, su nivel de atrevimiento suele contener una cierta dosis de responsabilidad, tratando de evitar, por ejemplo, bromas que induzcan a lecturas discriminatorias sobre determinados grupos sociales. A diferencia del peridico, ms formal y de gran alcance, una revista satrica goza de mayor libertad para desplegar un humor atrevido e inconformista. 3. Los caricaturistas como iniciadores de respuestas La caricatura de prensa es un instrumento de alto valor ideolgico que alcanza con fuerza a la opinin pblica gracias al poder de la imagen. El dibujo es un lenguaje internacional y su posibilidad de comprensin es global, por lo que el dibujante de prensa profesa un oficio capaz de rebasar todas las fronteras.
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Para los caricaturistas la crtica libre es sencillamente consustancial a su trabajo, y por ello la defienden activamente. Con espritu contestatario suelen tener especial cercana a las demandas sociales del pueblo. Un caso paradigmtico es el movimiento No+sangre, surgido en Mxico a raz de la guerra velada contra el narcotrfico que desde el 2006 lleva a cabo el estado, y que ha dejado un saldo de 30.000 muertos y altsimas cotas de inseguridad ciudadana. La campaa No+sangre fue iniciativa de un grupo de caricaturistas mexicanos capitaneados por Rius. Se basa ciertamente en la reaccin esperable de un dibujante, cuyo oficio se fundamenta en la libertad de expresar una primera respuesta ante los acontecimientos polticos y sociales. Los dibujantes de prensa han puesto sus obras a disposicin de todos para su reproduccin, y alientan a que se hagan carteles con el lema No+sangre, o Basta ya de sangre . En otras manifestaciones de protesta social, como las surgidas en las revoluciones de la Primavera rabe, en el Movimiento 15 M o en Occupy Wall Street, los dibujantes han sido elementos inspiradores. Por ejemplo Andrs Rbago, El Roto, se implic con el 15M y sus vietas reivindicativas para el peridico espaol El Pas se llegaron a utilizar para portadas, carteles, panfletos y para hacer gigantografas y exhibirlas en las manifestaciones. El caricaturista Carlos Lattuf, comprometido con estas causas de trascendencia global, se ha dedicado a generar dibujos que puedan asumir un papel activo durante los acontecimientos. Produce caricaturas que divulga en Internet como imgenes copyleft (sin derechos de autor), posibilitando que se empleen en todo tipo de publicaciones relacionadas con sucesos de actualidad. Imgenes suyas llegaron a utilizarse en pancartas durante las protestas egipcias contra el rgimen de Mubarak.
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Pancarta del No+Sangre, y vieta ampliada de El Roto en la Acampada Sol, del 15M
4. El valor del dibujante En ciertos pases con regmenes opresores articular en un dibujo lo que se piensa supone todo un riesgo. Se precisa gran valor para disentir o formular sentimientos de disconformidad poltica. La represin hacia el dibujante de prensa puede ser oficial o extraoficial. En el primer caso una vieta crtica sobre determinadas cuestiones puede suponer a su autor un proceso judicial, y en el segundo amenazas, agresiones fsicas o la muerte. Una estrategia de los gobiernos autoritarios es responsabilizar a los editores de las posibles injerencias en los contenidos, de manera que la censura estatal se sustituye por un sistema de autocensura interna. En la actualidad, diversas fundaciones pro defensa de la libertad de prensa denuncian las agresiones contra periodistas y dibujantes, aportando estadsticas y estudios reveladores. De los casos recientes, podemos referir el del caricaturista Zunar, quien utiliza la caricatura para denunciar la corrupcin y los abusos
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del gobierno de Malasia. Durante los ltimos doce aos ha estado bajo vigilancia, sometido a fuertes medidas de censura que ha sorteado con ingenio y creatividad. Cuando en 2010 fue detenido y prohibida la reproduccin de sus dibujos en todos los peridicos, Zunar lanz una recopilacin de sus caricaturas en forma de opsculo o folleto accesible para todo el pueblo. Sus libros han sido decomisados por el estado, que amenaza a los editores y vendedores que distribuyan sus obras. Sin embargo Zunar sigue resistiendo, convencido de que con la caricatura lucha contra la injusticia. Los dibujantes de prensa han sido los objetivos favoritos de los fundamentalistas y los dirigentes de estados rabes tirnicos. Un ejemplo representativo es el caso del dibujante palestino Nayi al-Ali, quien fue uno de los primeros caricaturistas rabes en tratar cuestiones polticas, resaltando en sus vietas la corrupcin, la falta de libertad, la pobreza y las malas gestiones de los cabecillas de la OLP. Todo esto le vali el exilio, hasta que en 1987 fue asesinado a tiros en Londres. En la actualidad otro caso similar es el del caricaturista palestino, Bahaa Boukhari, que ha llegado a afrontar penas de crcel por sus vietas crticas a Hamas. En Siria, donde la guerra civil se cobra muertos cada da, ejercer la caricatura poltica es una ocupacin cuanto menos temeraria. Sin embargo, el dibujante Ali Ferzat, activista proderechos humanos, critic con numerosas caricaturas al dictador Bachar El Asad. En 2011 sufri una brutal agresin por parte de comandos afines al rgimen, y en la paliza se ensaaron especialmente con sus dedos y brazos, amenazndole con cortarle las manos si continuaba dibujando. Las fotografas de Ali Ferzat hospitalizado dieron la vuelta al mundo y provocaron una intensa ola de solidaridad entre sus colegas. Su valenta fue
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reconocida con el Premio Reporteros sin Fronteras a la Libertad de Prensa, as como el galardn Gebran Tueni Award 2012, premio con el que la Asociacin Mundial de Peridicos y Editores de Noticias reconoce la valenta de los dibujantes de prensa.
Bibliografa
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Promover el desarrollo de los servicios del sector turstico a travs de recorridos virtuales 360
ERIKA RODRGUEZ ESPINOSA ELIZABETH MORANTE BULA Resumen: La tecnologa ofrece mltiples alternativas para reducir distancias, es as, como los recorridos virtuales 360 permiten representar espacios fsicos de inters de manera virtual. Estos son utilizados por museos, galeras y exposiciones alrededor del mundo para aumentar las visitas reales y contar con un factor innovador que permita enaltecer la imagen corporativa de una organizacin, apoyndola a ser competitiva en el mundo virtual. El siguiente documento pretende definir los conceptos y componentes principales que hacen parte de la creacin de los recorridos virtuales 360 para promover el desarrollo de los servicios del sector turstico. Palabras Claves: Arte, recorridos virtuales 360, sector turstico, servicios.
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1. Introduccin La tecnologa ha sido protagonista de grandes cambios, en campos como: los medios de comunicacin y transporte, adems ofrece amplias posibilidades de informacin a visitantes y viajeros, asimismo el sector turstico es uno de los sectores ms beneficiados, el cual encuentra en la tecnologa una estrategia para aumentar las visitas reales a travs de opciones virtuales, como las pginas web corporativas y promociones en
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redes sociales donde ofrecen sus servicios. Es por eso que los recorridos virtuales apoyan las estrategias de promocin para aumentar las visitas reales en museos, galeras y exposiciones, adems de convertirse en las secciones ms visitadas de un sitio web. Los recorridos virtuales 360 estn basados en un proceso sistmico de entradas procesos y salidas, representados respectivamente por: imgenes panormicas; formato, personalizacin y ubicacin de enlaces; y por ltimo la exportacin e implantacin. Se definen como la representacin de espacios fsicos inmersitos de manera virtual y permiten conocer de forma dinmica un sitio para obtener informacin sobre el lugar. El factor principal que interviene a la hora de promover el desarrollo adecuado de los servicios tursticos a travs de los recorridos virtuales 360es el desconocimiento de dispositivos y tecnologas para dar publicidad a una entidad, organizacin o empresa de forma virtual. A continuacin se pretende definir los conceptos y componentes principales que hacen parte de la creacin de los recorridos virtuales 360 para promover el desarrollo de los servicios del sector turstico. 2. Fundamentos tericos a. Recorridos Virtuales 360 Los recorridos virtuales 360 permiten representar espacios fsicos de inters de manera virtual, se fundamentan en la fotografa y tcnicas de personalizacin para mejorar la
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experiencia del usuario mediante componentes multimedia, as por ejemplo, msica, video, compartir, modelados 3D entre otros; hacen posible conocer un lugar antes o despus de estar en l, sin necesidad de movilizarse; abriendo camino a la promocin y exploracin de lugares para aumentar las visitas y fomentar el turismo. Un recorrido virtual evita el traslado a un sitio especfico, debido a factores econmicos, de distancia o tiempo. b. Imagen Panormica Una imagen panormica est compuesta por de una serie de fotografas 'unidas' mediante un software especfico. Las imgenes panormicas son el producto de un procedimiento llamado Stitching (Costura), que se utiliza para combinar imgenes, y producir una foto extensa. Existen distintos tipos de imgenes panormicas, las ms utilizadas son:
i.
ii. iii.
Panormica rectilnea: Este tipo de imgenes cuenta con una cobertura de 120 grados, es solo una imagen plana que no abarca 360 grados. Panormica cilndrica: cuenta con una cobertura de 360 grados que consta solo de vista alrededor. Panormica Esfrica: Es el paisaje ms completo y posee una cobertura de 360 x 180 grados, lo que genera una visin
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iv. c.
del rededor, arriba y abajo. Esto da la ilusin de tener un paisaje reflejado en una esfera. Panormica Cubica: Con una cubierta 360 x 360. Hot Spot Y Mapas Virtuales
Los hot spot son los puntos de enlaces a otro panorama, estos elementos son interactivos e invitan al usuario a recorrer el lugar. Los hot spot estn ubicados estratgicamente en un plano del sitio fotografiado llamado mapa virtual. Funcionan como gua para indicar la ubicacin y el sentido de la visita, es decir, se sincronizan para que coincidan con el sitio que se est observando. d. Servicios tursticos
Un servicio alcanza su nivel de excelencia cuando responde a las demandas del pblico. En el caso del sector turstico, donde lo principal que le queda al turista es el recuerdo de lo percibido, por tal razn y, segn es importante recordar que un cliente satisfecho transmitir su experiencia positiva a un mximo de cinco personas, mientras que uno insatisfecho puede llegar a comunicrselo a diecisis. e. Museos Tradicionales, Virtuales y Exposiciones
En primer lugar el museo se define como un recinto donde se exponen obras de arte, tambin son instituciones complejas que involucran, no solo colecciones sino menesteres educativos, exposiciones, movimientos comerciales entre otros, adems de ser considerados los guardianes de la memoria de la humanidad.
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En la actualidad hay dos tipos de museos: los que se aferran a una tradicin del pasado y los que con una perspectiva del futuro y sin renunciar a lo mejor de su pasado intenta evolucionar y caminar al comprar de la sociedad y su desarrollo. Un museo es un lugar y tiempo- de interconexin entre la coleccin y su comunidad. Tambin se considera museo, a aquellas instituciones de carcter permanente que adquieren, conservan, investigan, comunican y exhiben para fines de estudio, educacin y contemplacin conjuntos y colecciones de valor histrico, artstico, cientfico y tcnico o de cualquier otra naturaleza cultural. Los museos virtuales son un medio que ofrece al visitante un fcil acceso a las piezas y a la informacin que desea encontrar en diferentes temas artsticos y en diferentes museos. De hecho, son el nexo entre muchas colecciones digitalizadas y pueden ser utilizados como un recurso para organizar exposiciones individuales a la medida de las expectativas e intereses del usuario. Las exposiciones son consideradas como espacios fsicos o virtuales dedicados a la presentacin temporal de obras de arte, fotografa, imgenes, etctera; organizados por las explosiones actuales y exposiciones las prximas. 3. Herramientas para elaborar recorridos virtuales 360 A continuacin se describen las principales aplicaciones de escritorio, plataformas web y mviles para crear recorridos virtuales de 360.
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f. i.
Escritorio
KR PANO: Es un visor de imgenes panormicas y visitas virtuales interactivas de alto rendimiento. El visor est disponible en flash y HTML5. Est diseado para el uso en el interior de un navegador en el escritorio (Windows, Mac, Linux) y en los mviles / tabletas (iPhone, iPad, Android).
ii. EASY PANO: Es un programa que permite ensamblar y personalizar una visita virtual, consta de opciones de un mdulo de unin de fotografas individuales unidas mediante la tcnica Stitching, luego una seccin para la ubicacin de los puntos de enlace entre imgenes panormicas, un mdulo de personalizacin, que permite agregar, sonido video, ventanas emergentes de informacin, mapas de ubicacin del sitio y su ubicacin geogrfica, y por ltimo el modo de exportacin, disponible en varios formatos, como: flash, html o exe (ejecutable). g. Plataformas web
Google como pionero de las tecnologas desarrolladas en la web, propone las siguientes plataformas para la creacin y bsqueda de recorridos virtuales 360. i. GOOGLE STREET VIEW: Es una caracterstica de Google Maps y Google Earth que permite ver imgenes de 360 a nivel de calle. Este tipo de tecnologa en un principio solo se implement en Estados Unidos y se expandi en aos posteriores en pases europeos, asiticos, africanos, la Antrtida y Latinoamrica. Se puede navegar a travs del cursor del mouse, con las direccionales del teclado y teniendo una conexin a internet.
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ii. GOOGLE ART PROJECT: Es un repositorio digital web que presenta imgenes y visitas virtuales de museos y galeras alrededor del mundo, cuenta con ms de 1000 obras de arte online. Este proyecto se construy en base a las tecnologas utilizadas para el proyecto Google Street View, as por ejemplo, cmaras que toman fotos de 360 que permiten observar con detalle las galeras y museos fotografiados, adems, incluye un completo panel informativo sobre las obras que presenta, como: su artista, informarse ms sobre la obra pictrica y vincula videos a fines
h. i.
Mviles
DERMANDAR PANORAMA: Dermandar Panorama es una aplicacin para plataformas mviles que permite crear imgenes panormicas a partir de tomar una primera imagen y luego se rota el dispositivo hasta conseguir, un panorama completo. La aplicacin es capaz de capturar las imgenes a travs de dos partes de una esfera que al unirse, captura la imagen de forma automtica. Adems, muestra el grado del ngulo en el que est girando para hacer la panormica, sealando tambin si la ests tomando recta o por el contrario no sigue el mismo ngulo lineal. Y tiene diversas opciones para publicacin, asi por ejemplo, Facebook, Twitter, enviarlas por e-mail, o solo almacenarlas en el dispositivo. Dermandar Panorama es compatible con el iPhone, iPad y el iPod Touch.
ii. 360 PANORAMA: Se destaca por una vistosa interfaz en cuadrcula que sirve de gua para tomar las panormicas con la mayor precisin posible. Cuenta tambin con la posibilidad de compartir las creaciones por Internet y est presente tanto en Android (0,73 euros) como en iOS (0,79 euros). Metodologa Girar la cmara para captar la secuencia de las las imgenes se cosen. Finaliza y exponer la imagen panormica.
Caractersticas: Velocidad inmejorable, cada panorama es etiquetada GPS, con frente de una brjula, compartir en lnea, desde la aplicacin pblica en Facebook, Twitter y Correo electrnico, libre y seguro de almacenamiento panorama online: Sube panoramas a su cuenta occipital para el acceso desde cualquier PC de escritorio o navegador mvil en cualquier momento, elevacin automtica de la calidad. iii. PHOTAF PANORAMA: Presenta una interfaz bastante completa para la captura, la versin gratuita solo permite tomar panormicas con calidad media, mientras que para tener ms resolucin es necesario pasar a la aplicacin de pago.
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Metodologa Con el puntero del mouse en su defecto tocar la pantalla para iniciar el proceso.
El sensor de orientacin le indica hacia donde mover el telfono. Vuelve a pulsar para detener.
Cuando haya terminado, se mueve el telfono para ver la vista panormica completa mediante el uso de la brjula del telfono o la pantalla tctil. Caractersticas: Costura de la imagen automtico, creacin Panorama, cargar en web Photaf.com y verlo desde su computadora, compartir panormicas en Facebook, para ampliar pellizcar la pantalla, mover a SD, establecer como fondo de pantalla en vivo (versin Pro), modo HD (versin Pro), utilice la cmara en modo vertical (versin Pro), carpeta de exportacin a la galera, optimizado para Honeycomb - Obras en el Motorola
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Xoom, AsusTransformer, Samsung GalaxyTab 10.1, y el resto de tabletsHoneycomb. iv. 360: Permite crear y compartir imgenes panormicas de calidad profesional de 360 grados GRATIS Caractersticas: Sistema de captura totalmente automatizado, Las imgenes panormicas se pueden compartir y ver con el visor 3D o como imgenes planas Carga directa a Facebook y Twitter Comparte imgenes planas por correo electrnico, todas las imgenes panormicas se guardan localmente en la tarjeta del SD, geo-etiquetado automtico, Pulse 'Cerca' para ver imgenes panormicas de los alrededores de su ubicacin, opcin HD para obtener imgenes panormicas de alta resolucin. 4. Dispositivos para elaborar recorridos virtuales 360 i. i. Cmara
Canon EOS 60D: Canon EOS 60D puede utilizarse para crear fotos 360 con Panoweaver. Caractersticas: Sensor: CMOS de 18,00 MP, Tam. Sensor: 22,30 x 14,90 mm, Mx. res.: 5184 x 3456 p, Factor: 1,60x, Pantalla: TFT de 3,00 pulgadas.
ii.
La cmara PowerShot SX500 IS de 16 megapxeles incorpora un zoom ptico 30x de alta calidad en un cuerpo compacto muy fcil de utilizar. El IS Inteligente mantiene las
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capturas y los vdeos estables aunque se alcance el mximo de zoom. Caractersticas: Cmara compacta ultra zoom 30x con gran angular de 24 mm, 16 Megapxeles, IS Inteligente, Gran pantalla LCD de 7,5 cm (3,0"), El modo Smart Auto detecta 32 escenas, Vdeos HD (720p) con HDMI, Ayuda al Encuadre con Zoom, Filtros Creativos divertidos, Control totalmente Manual, Deteccin de la Cara. j. Lente
Las lentes de distancia focal amplias: el campo de visin ser amplio y tomar menos disparos requeridos para capturar una escena completa. i. Lente Popular: para la creacin de panoramas QTVR (Formato de archivo Realidad Virtual) con DSLR (cmaras rflex digitales) son 8mm Sigma, 10,5 mm de Nikon.
ii. Lentes Tokina: 10-17mm. Permiten crear un grado 360x180 panorama esfrico completa con tan poco como 3-4 disparos. iii. Lentes cine ojo de pez: Montura Canon, Lente 8mm gran angular cine - ojo de pez con 180 grados de ngulo de visin, caracterstica declicked abertura (El anillo del diafragma no hace click al cambiarlo) para la grabacin de vdeo fcil. Construido con 10 elementos en 7 grupos y protector de sol incorporado tipo ptalo. Funciona mejor con sensores de imagen de Canon APS-C. Aperature Seamless de T3.8-T22. Correa dentada en el foco para fcil instalacin del follow focus. Con un anillo conversor de fcil consecucin y
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bajo costo, se puede adaptar a cualquier otro tipo de montura Nikon, Sony y otros. k. Cabezal y Trpode
Cabezal rotacin nodal: Panormica rotador ayuda a disparar panoramas de alta calidad por posibilidad de definir la posicin de la cmara en el punto nodal y que tambin hara ms fcil el procesamiento de panorama y ms sistemtica. Es ms eficiente en la costura imgenes con Panoweaver. JTSRotator es un cabezal panormico fcil de usar pano que debe ser su prioridad seleccin. i. Nodal Ninja 3: Usos populares: Bienes Races, Viajes, Aficionado, Caminante, Amateur, Cmaras: Compact, telmetro, DSLR (w / lente pequea), Lentes: DSLR intercambiables sper gran ojo de pez hasta aprox. Distancia focal de 50 mm.
ii. Nodal Ninja 4 Series trpode panormico Heads: Usos populares: Paisaje, alta resolucin, HDR, Amateur - Pro Semi, Cmaras: DSLR de hasta medio formato Objetivos: tamaos ms populares de sper gran ojo de pez hasta aprox. Distancia focal de 100 mm. 5. Impacto de los r360 en el turismo l. Galeras Museos y Exposiciones Con R 360 (Estado del Arte) i. Ttulo: Los Museos Virtuales De Bellas Artes: Nuevos Instrumentos Para La Enseanza Aprendizaje De La Educacin Plstica Y Visual
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Objetivo: Analizar las caractersticas de un nuevo tipo de museo, as como las posibilidades que prestan de cara a la educacin, al tiempo que destacar algunos de los museos virtuales de bellas artes ms interesantes para la didctica de nuestra materia. Ao de Publicacin: 2009 ii. Ttulo: Museo Virtual De Adaptacin De Informtica Historia En Siberia Objetivo: Desarrollar Un Museo Virtual De Adaptacin Abierta De La Historia De La Informtica, En Siberia Ao de Publicacin: 2011 iii. Ttulo: ARtSENSE Augmented Reality Supported adaptive and personalized Experience in a museum based On processing real-time Sensor Events Objetivo: Crear De Un Prototipo Que Permita La Visita Personalizada A Los Museos Usando La Realidad Aumentada Ao de Publicacin: 2013 m. Informacin al Turista
La importancia de informacin en la calidad turstica, se presenta en forma audible en la que muchos casos se ofrecen grabaciones de los objetos presentados en un espacio especificado y segn la ubicacin geoespacial del visitante. Esto se da en forma presencial y virtual, tambin existen herramientas capaces de mostrar ventanas emergentes con informacin relacionada al contexto visitada, as como
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tambin, imgenes, figuras en 3D, y mensajes va mail a otros contactos. Todas estas tcnicas ofrecen un nivel interactivo y dinmico que atrae el inters por el sitio fotografiado, y es una de las formas ms concurrentes que el turista visita antes de planear un viaje, la informacin con respecto a su destino. n. Ventajas y desventajas
A continuacin se citan a rasgos generales las principales ventajas y desventajas que presenta la implementacin de recorridos virtuales de 360 para promover el desarrollo del servicio en el sector turstico: i. Ventajas Accesible desde cualquier dispositivo mvil o de escritorio que cuente con servicio a internet. Supone un factor de innovacin en organizaciones, empresas y entidades Aumenta las posibilidades de visitas reales. existentes en
Elimina aspectos de traslado y factores econmicos elevados a diferencia de un viaje real Logra crear un impacto a nivel Comercial como herramienta de mercadeo y ventas en los canales digitales
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Los recorridos virtuales abren grandes posibilidades de comunicacin estratgica para grandes hoteles, museos, etc., cualquier empresa puede mostrar de forma atractiva sus instalaciones y productos, con un impacto visual difcilmente alcanzable por otros medios. ii. Desventajas
Las posibles desventajas de implementar esta tecnologa radican en aspectos como: Las tcnicas de procesamiento de imgenes que necesitan en muchas ocasiones altos recursos de hardware y rendimiento, en particular en el sitio en el cual corren los programas o procesos. la reduccin de los viajes fsicos reducira los ingresos de las algunas organizaciones distantes de los grandes centros, que dependen del trfico de turistas para movilizar su economa. o. Aumento de visitas vs. visitas reales
Las visitas virtuales elevan el nivel de inters por el resto del contenido de un sitio web debido al gran atractivo visual y alto nivel de interactividad. Aumentan la permanencia del usuario en una pgina, y en consecuencia, la atraccin e inters por el lugar fotografiado. El usuario percibe el espacio con una vista inversiva, tal como es en la realidad desde cualquier computadora con acceso a Internet. Este es el gran atractivo, el de convidar al navegante con la posibilidad de realizar una visita virtual al lugar, con la sensacin de estar all.
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Porcentaje de Aumento de visitas de una Pgina Web. (Estudio realizado por el Semillero de Investigacin GITECSI: lnea de nuevas tecnologas, gracias a testimonios de portales web)
100,0% 90,0% 80,0% 70,0% 60,0% 50,0% 40,0% 30,0% 20,0% 10,0% 0,0%
Sin Recorrido
Con Recorrido
Figura. 6 Aumento De Visitas De Un Sitio Web Que Cuenta Con Un Recorrido Virtual
6. Conclusiones Los recorridos virtuales 360 facilitan el acceso desde cualquier parte del mundo, a cualquier hora, permiten consultar las distintas obras de un mismo autor alrededor del mundo. La combinacin de las herramientas y formatos del arte moderno mezclados con diferentes recursos multimedia, as por ejemplo, sonido, video, imgenes y movimiento, facilita el intercambio entre ideas y experiencias, adems de ofrecer actividades alternativas a las existentes en los museos tradicionales como chats, frums, liberando una tendencia a planificar una posible visita real.
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La implementacin de recorridos 360 en una el campo virtual les permite a los usuarios, tener una visin anticipada del lugar promocionado. La tendencia a promocionar y publicitar bienes y servicios en ambientes virtuales abre paso a las opciones de recorridos virtuales para promover el desarrollo del sector turstico, adems de aumentar la frecuencia de visitas desde otros lugares.
Referencias
V.G. TRINIDAD, B.S. EUSEBIO, Museos Y Comunicacin. Un Tiempo De Cambio. Madrid, 2011, P.122. C. M. JUAN JOS, Meditaciones Sobre El Museo Actual Y El Museo Web Mrida-Venezuela, 2003. M.P. JOSE, Los Recursos Educativos A Travs De Los Museos Virtuales. C. L. BENJAMIN, Servicios Tursticos. 2006. H. A. RHINA ZARAHY, R. C. CAROLINA MARIA, Sistema En Web De Generacin De Entornos Virtuales Para Recorridos De Espacios Abiertos Y Cerrados, Utilizando Procesamiento De Imgenes, Aplicado A La Universidad Don Bosco. Agosto de 2007. A. DANIELLE, C. MARLIA, Oferta Turstica Virtual Un Estudio Del Metaverso, Fortaleza, Cear - Brasil, 2012.
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El arte es lo contrario del silencio, constituyendo uno de los signos de esa complicidad, que nos liga a los hombres en nuestra lucha comn
-Albert Camus-
En cierto modo, cabe decir que somos como nios que se preguntan por la naturaleza del mundo, sin que quepa otra respuesta que construirlo
-Valeriano Bozal-
Los que suean de da son conscientes de muchas cosas que escapan a los que suean solo de noche
-Edgar Allan Poe-
Resumen: El arte contemporneo que se produce desde Ecuador ha tejido una especial relacin con lo poltico, buscando potenciar su poder emancipatorio, promotor de nuevas formas de vida, de otros mundos posibles, desde unas metforas tan sutiles como nuevas, que incorporan nuevas tecnologas, imgenes,
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investigaciones y teoras que dan cuenta de la presencia de nuevas estticas, dispuestas a incidir en el mundo y en la vida. Palabras clave: arte contemporneo, poltica, esttica, tica, Ecuador actual.
*****
El carcter de las relaciones entre las esferas poltica y esttica siempre ha estado marcado por el hirviente hierro del tiempo y el lugar donde se producen y se articulan; estos -espacio o lugar y tiempo o la poca- determinan las relaciones, porque involucran a todo cuanto nos rodea, hacemos o decimos; al mismo tiempo, tambin los sujetos influimos sobre el espacio y el tiempo de modo recproco, al punto de que no slo tenemos conciencia de la realidad sino que incluso podemos modificarla hasta cierto punto; es posible que ese sea el sentido de la famosa frase de Wittgenstein cuando escribi: los lmites de mi lenguaje son los lmites de mi mundo; por lo que slo podemos y debemos preguntarnos por las relaciones del arte con la poltica e incluso con la tica en espacios y tiempos concretos. De esta suerte, nos preguntaremos Cmo se ha producido la relacin entre arte y poltica en algunos momentos icnicos de la modernidad y posmodernidad en el Ecuador? Podemos decir que las relaciones entre el arte y la poltica son las mismas que en los revolucionarios aos treinta, en los aos subversivos sesenta o en las primeras dcadas del siglo XXI en el Ecuador? Qu ha cambiado desde entonces hasta ahora? Por qu se han producido esas mutaciones? A qu obedecen, qu carcter tienen, a qu responden esos cambios? Qu influencias han tenido o tendrn posiblemente en la cultura, en
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vida social, en las sensibilidades e imaginarios de las personas y los colectivos? Jacques Rancire 1 acierta al definir la poltica y lo poltico en los escenarios actuales al aproximarse al nuevo carcter de las relaciones del arte con la poltica en nuestros das, por lo que nos apoyaremos en sus reflexiones, de modo que algunos de sus conceptos sern decisivos para comprender mejor los fenmenos y procesos que nos proponemos estudiar aqu. Por ahora no vamos a comentar los contenidos de otro texto fundamental de Rancire, por su singular valor para nuestras bsquedas, por lo que deberemos aceptar lo que se ha dicho de l. As pues En El futuro de la Imagen (2007), Jacques Rancire argumenta que, a travs de la imagen, el arte y la poltica han estado siempre intrnsecamente ligados. Sobre la reflexin de una serie de movimientos artsticos, de cineastas como Godard y Breson, as como de filsofos, Michel Foucault, Gilles Deleuze, Theodor Adorno, Roland Barthes, Jean-Franois Lyotard y otros, Jacques Rancire afirma que los artistas y tericos a menudo sufren de msticas tendencias. Jacques Rancire cree que hay una eleccin audaz que se hizo en el arte, bien puede reforzar un movimiento hacia la democracia radical, o puede permanecer sumido en la mstica reaccionaria. Jacques Rancire argumenta contra la idea de que un acto revolucionario se encuentra dentro de la obra de arte en s, sino que argumenta que la revolucin es anterior a la obra de arte. Impulso revolucionario existe ms bien en la emancipacin de los trabajadores, en su oportunidad de ver una obra de arte frente al trabajo en s mismo. Jacques Rancire escribe que lo que ocurre en el rgimen esttico del arte es que los artistas crean objetos que escapan a su voluntad. 2
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Por ejemplo, es fundamental distinguir entre poltica y polica, cuyos correlatos en ingls son politic / police, lo que significa que es posible modificar la poltica desde la polica, asestando golpes a la legitimacin del poder y de los poderes:
Generalmente se le denomina poltica al conjunto de los procesos mediante los cuales se efectan la agregacin y el consentimiento de las colectividades, la organizacin de los poderes, la distribucin de los lugares y funciones, y los sistemas de legitimacin de esa distribucin. Propongo dar otro nombre a esta distribucin y a su sistema de legitimacin, 3 propongo llamarlo polica (...)
Luego de la poca en que todos los discursos se orientaron a denunciar el agotamiento del proyecto moderno, adviene el escepticismo postmoderno, que an no ha sido superado completamente pero, en buena medida, el arte est recuperando su capacidad de indignarse, comprometerse y lograr que los pblicos asuman otra actitud, por lo que el arte afortunadamente, el arte y los artistas responden a las diferentes formas de dominacin, inventando nuevas formas estticas acorde con las nuevas sensibilidades actuales, usando tecnologas avanzadas para ponerse en contacto con la gente alrededor del mundo, con la calle, fuera del museo, en la plaza pblica, en la red, etc. Dice Rancire: Pasado el tiempo de la denuncia del paradigma modernista y del escepticismo dominante en cuanto a los poderes subversivos del arte, se ve nuevamente afirmada, aqu y all, su vocacin de responder a las formas de la dominacin econmica, estatal e ideolgica. 4 Sin miedo a equivocarse, se podra afirmar que, en las actuales condiciones del sistema-mundo, hay una gran posibilidad y voluntad de re politizar el arte (que) se manifiesta as en estrategias y prcticas muy diversas. Esta diversidad no
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traduce solamente la variedad de los medios escogidos para alcanzar el mismo fin. se supone que el arte es poltico porque muestra los estigmas de la dominacin, o bien porque pone en ridculo los conos reinantes, o incluso porque sale de los lugares que le son propios para transformarse en prctica social, etc. (Rancire: 54). Una de las novedades del arte re politizado es que:
El problema no concierne entonces a la validez moral o poltica del mensaje transmitido por el dispositivo representativo. Concierne a ese dispositivo mismo. Su fisura deja aparecer que la eficacia del arte no consiste en transmitir mensajes, ofrecer modelos o contramodelos de comportamiento o ensear a descifrar las representaciones. Consiste antes que nada en disposiciones de los cuerpos, en recortes de espacios y de tiempos singulares que definen maneras de estar juntos o separados, frente a o en medio de, adentro o afuera, prximos o distantes. (Rancire: 57).
Es notorio que el arte contemporneo ha renunciado conscientemente a una inmediatez tica, cercana a un ejercicio casi litrgico, a la manera del sermn pastoral, a la moraleja de los clrigos -estamos conscientes del uso que damos a estos trminos religiosos, pues, en Ecuador y en buena parte de Amrica Latina, dada la gran influencia ideolgica de la Iglesia catlica, tanto la poltica como la esttica, en muchas ocasiones asumen estas formas cuyo efecto est reconocido socialmentePor pretender la alianza entre lo tico, esttico y poltico tampoco se trata de la operaci n architica. Architico en el sentido de que los pensamientos ya no son objeto de lecciones llevadas adelante por cuerpos e imgenes representados, sino que son encarnados directamente en comportamientos, en modos de ser de la comunidad. (Rancire: 58) 141
Lo que algunos tericos del arte han denominado proliferacin de lenguajes, abundancia de caminos expresivos o lenguajes, son conceptos poco apropiados para comprender la contemporaneidad del arte que vemos; por eso es definida por Rancire ms bien como disenso: Lo que yo entiendo por disenso no es el conflicto de las ideas o de los sentimientos. Es el conflicto de diversos regmenes de sensorialidad. Es en ello que el arte, en el rgimen de la separacin esttica, se encuentra tocando a la poltica. (Rancire: 61) Un disenso que supone, por una parte, el reconocimiento de la existencia de diferentes expresiones dentro de un rgimen esttico, donde algunos deben trabajar largas jornadas diarias y no pueden ir al teatro o al parque, mientras otros adems de poder hacer ambas cosas tienen incluso tiempo para tomar decisiones polticas en los espacios de poder, porque hasta son altamente remunerados por la comunidad para hacerlo. Ahora bien, una primera premisa que es necesario reconocer, esto es: volver a tenerla presente, es que, en Ecuador, e incluso en la mayora de pases latinoamericanos, por las especificidades del desarrollo del proyecto moderno, principalmente a travs de un Estado dbil con ausencia de polticas pblicas y con una construccin deforme de la nacin y
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la cultura, el arte han tenido a lo largo de su devenir histrico una marcada politizacin; la mayora de la produccin simblica, -ensayo, novela, cuento, filosofa, pintura, escultura, poesa y msica, incluso estas dos ltimas pese a su alto grado de abstraccin- ha tenido tambin funciones ancilares. 6 Mayoritariamente las artes, la literatura y la produccin cultural en su conjunto, han esgrimido una radical crtica del sistema, el poder y la dominacin, tanto como que la sociedad ha tomado conciencia de sus reflexiones y propuestas y ha incorporado algunas de ellas a su desarrollo; a modo de ejemplo, bstenos con recordar lo que ocurri entre 1930 y 1940 en el Ecuador, cuando narradores, pintores, poetas, actores, dramaturgos, grabadores, tuvieron una ntida postura ideolgica; muchos de ellos adems ejercan una militancia poltica y hasta partidista, que se recreaba estticamente en sus obras, con mayor o menor valor esttico, en un amplio abanico de formas expresivas que va desde un realismo social ortodoxo, el melodramatismo, hasta obras que, esgrimiendo fuerte crticas del status quo, alcanzan tambin un gran valor esttico y artstico, como el realismo abierto, por ejemplo. As, pues, si miramos, por ejemplo, la contribucin de Po Jaramillo Alvarado a travs de su ensayo titulado El indio ecuatoriano, publicado en 1922; la de El montubio ecuatoriano, de Jos de la Cuadra que apareci en 1937, tanto como la narrativa del grupo de Guayaquil, Joaqun Gallegos Lara, Aguilera Malta y del mismo De la Cuadra; la pintura de Camilo Egas (1889-1962), Eduardo Kigman (1913-1998) y Oswaldo Guayasamn (1919-1999), entre los aos treinta y cuarenta, advertimos que la cultura producida en Ecuador haba logrado derrotar el academicismo y el formalismo, piezas principales de la camisa de fuerza de la colonizacin cultural,
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dijo Agustn Cueva 7, y, adems, como si eso no fuese ya su aporte esttico fundamental, cumpla funciones ancilares, como por ejemplo, cuando logr una confluencia de tica, esttica y poltica en un solo acto; se haba producido esa convergencia extraordinaria de la intencin revolucionaria en arte y poltica.8 Son los aos de la fundacin de los partidos socialista y comunistas en el Ecuador, la promulgacin del primer cdigo de trabajo, la fundacin de las centrales obreras como la CTE y las primeras organizaciones indgenas como FEI, de la mano de dirigente obreros, campesinos e intelectuales, y adems el inicio del recorrido de un largo camino de reconocimiento de la igualdad de oportunidades y derechos, el comienzo de la superacin de la exclusin tnica, etc. Nos referimos a que la literatura, la pintura, el grabado, la msica, la poesa transformaron los imaginarios y el sensorium social que deba abrir paso a maneras realmente democrticas y humanas de estar en la vida y el mundo, proceso que ha tardado dcadas en tornarse una realidad, sin que est concluido realmente. Jacques Rancire acua una tesis definitiva en este sentido:
la lucha colectiva por la emancipaci n obrera no ha estado jams separada de una experiencia nueva de vida y de capacidad individuales, ganadas a la coaccin de los antiguos lazos comunitarios. La emancipacin social ha sido al mismo tiempo una emancipacin esttica, una ruptura con las maneras de sentir, de ver y de decir que caracterizaban la identidad obrera en el orden jerrquico antiguo. Esta solidaridad de lo social y de lo esttico, del descubrimiento de la individualidad
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para todos y del proyecto de colectividad libre ha constituido el corazn de la emancipacin obrera (Rancire, 2010: 39)
En esta etapa histrica y poltica del Ecuador republicano, la produccin cultural hace referencia a la emergencia de los sujetos subalternos, la fuerte de lucha de clases por la injusta estructura econmica, poltica y social, mientras la nacionalidades y etnias ancestrales, como indios y montubios, han sido explotadas econmicamente y dominadas cultural y polticamente a lo largo siglos, arrasando incluso con sus valores culturales y comunitarios. Del mismo modo, pero con otras formas estticas y nuevos conceptos polticos mediante conexiones y referencias nuevas, en los aos sesenta, el movimiento cultural parricida e iconoclasta de los Tsntsicos reductores de cabezas- puso en cuestin el Estado, a la cultura oficial, al poder, los partidos polticos, las estructuras sociales, etc. al criticar con acidez y severidad los valores trasnochados de una sociedad colonial que no se soportaba ms tiempo de pie 10. Tambin en las dcadas de los aos ochenta y noventa de siglo pasado, cuando la macha triunfal de la lgica cultural postmoderna haca su ingreso a la escena nacional y regional de la mano de los triunfos mundiales del neoliberalismo, en Inglaterra con la Mrs. Margaret Tatcher y en Estados Unidos con Ronald Reagan, las relaciones de la cultura, las artes y la poltica cambiaron radicalmente; en algunos casos, los productores culturales marcaron grandes distancias, en otros asumieron una indiferencia dolorosa e incluso cnica, ante el triunfo macabro del modelo neoliberal a escala nacional y mundial.
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Sin embargo, desde mediados de los aos noventa, como un delicado filamento que se abre paso entre las fracturas de las placas tectnicas de la lgica cultural del capitalismo tardo, empez a crecer otro discurso simblico, impulsor de nuevas formas de politicidad que han tenido estrecha relacin con las aspiraciones de las mujeres, los indgenas, los ecologistas, los movimientos de los cristianos vinculados a la teologa de la liberacin. Un poco ms tarde, ya desde los primeros aos del presente siglo, la produccin simblica y artstica, ha tomado con firmeza una clara posicin poltica relacionada con la defensa y el respeto de los derechos de las diversidades sexuales: a modo de ejemplo, mencionemos: la obra Erich et moi, de Santiago Reyes, nacido en Quito, Ecuador, 1980, exhibida en el marco de la Bienal de Cuenca, en abril de 2006, en un espacio pblico central y concurrido, denominado la Plaza de las Flores, al pie del Monasterio del Carmen, una orden de monjas de clausura a donde solo se puede ingresar con autorizacin arzobispal, a cien metros de la Plaza Central e igual distancia de la sede del gobierno municipal . La obra de Reyes, una fotografa impresa en formato de una valla publicitaria, por tanto, en grandes dimensiones para ser exhibida en espacio pblicos, es la imagen de dos jvenes, durmiendo, uno de ellos con la camiseta de la seleccin ecuatoriano de ftbol, y tomados de la mano, fue censurada por la administracin municipal, quien a travs de la direccin municipal de cultura expres que tomaron la decisin por temor a que los niitos piensen que estas cosas son normales, en un claro gesto de paternalismo y homofobia que fue afortunadamente censurado a nivel internacional. 11
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La denuncia de la contaminacin ambiental, las consecuencias del cambio climtico, la proteccin del medio ambiente, el respeto a la vida animal, etc., es decir, el surgimiento de nuevas cuestiones que brotan de las entraas del actual fase del sistema-mundo, demandan de los productores artsticos la bsqueda de nuevos dispositivos, la transformacin de sus discursos y prcticas artsticas, la modificacin de actitudes, conductas y valores, transformando los vnculos tradicionales con los pblicos, escogiendo otros lugares de exhibicin, el cuestionamiento o la prescindencia de los auspicios pblicos y/o privados, una reflexin profunda sobre el uso de los lenguajes artsticos sus artificiales fronteras, sus esencialismos decimonnicos- abriendo espacio a la produccin de lenguajes ms de nuestro tiempo como son las instalaciones, el body arte, vdeo arte, objetos artsticos, site specific, performance, creacin digital, medialab, nuevas tecnologas, en general, etc. porque tiene no slo otra forma de comunicar sino porque colocan los problemas de la comunidad de un modo diferente ante la mirada del espectador, con la finalidad de que ste piense y acte. Cuestionar los lenguajes no significa, como
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algunos pueden suponer, suprimir las expresiones que se manifiestan a travs de los lenguajes de la pintura, la escultura o la fotografa. Una exposicin icnica de esta afirmacin es la colectiva titulada Todo por un York, iniciada en el ao 2008, organizada por Xavier Blum y Carlos Vaca, y que rene 47 proyectos artsticos. 12
Precisamente uno de los organizadores de la convocatoria, Xavier Blum ha definido lo que podra ser lo fundamental de esta exposicin icnica, en tanto expresin del nuevo arte que se hace en el pas desde los aos 2000: En
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dilogo y contrapunto con lo acadmico, institucional, hegemnico, comunitario, emergente, concebimos instancias de legitimacin independiente del arte; dando cabida a propuestas contemporneas maduras y en desarrollo para potenciar el arte y su visibilidad en la arena de lo cultural (BLUM: 2011). En un escenario cultural que se caracteriza por lo que podramos llamar el grado Xerox de la cultura , como lo defini Roland Barthes, o marcado por la banalidad entendida como que, luego de que la modernidad europea descubri que la bsqueda de la verdad y el pensamiento crtico no estn exentos de falsificaciones y manejos del discurso desde el poder, por desgracia estamos dominados por la administracin de lo trivial (que) ha sucedido histricamente al suministro de lo real (Jos Luis Pardo:1989), de suerte que ya no slo los medios, sino incluso gran parte de la produccin cultural, simblica y el arte, considerado por Th. W. Adorno como playa ltima, han cedido su trincheras a los medios convirtindose ella tambin en gestores de la irrelevancia, contribuyendo a la falsificacin, en esta ocasin representada por la banalidad. Probablemente con marcada conciencia de este estado trgico de la cultura contempornea, la produccin artstica de Toms Ochoa (Cuenca) es extremadamente interesante, porque va de manera precisa y preciosa en direccin contraria a ese conformismo postmoderno de renunciar a la bsqueda de la verdad e instalarse en la ms pura banalidad.
El artista ecuatoriano Toms Ochoa exhibe en Quito luego de 10 aos de estancia en Europa. La muestra se inaugura en Arte Actual- FLACSO el 7 de Julio e incluye un video instalacin y pinturas en las cuales la pintura ha sido reemplazada por plvora. Bajo el ttulo Cineraria (Urna en la que se 149
depositan las cenizas de los muertos) Ochoa analiza las relaciones neo-coloniales y navega por la memoria colectiva del imperio. Esta travesa comienza con las ruinas que dej la transnacional estadounidense, South American Development Company en el pueblo minero de Portovelo a principios del siglo XX. La muestra se inicia con imgenes de gran formato trabajadas por el artista con una sofisticada tcnica en la cual la plvora encendida deja su rastro de fuego y cenizas sobre el soporte generando la imagen y redimensionando las fotogrficas de esa poca. El fuego hace surgir a la luz los rostros y las escenas perdidas de la explotacin minera. Esta muestra se completa con una instalacin de video simultneo en tres canales, con el propsito de recuperar historias y memorias suprimidas. En l se recogen los testimonios de tres mineros de la SAD Co. y se analizan sus estrategias de resistencia. Estas memorias de la explotacin se completan a su vez con un recorrido de una cmara subjetiva por los vestigios de la mina y por la escenificacin de algunas de las acciones que narran sus protagonistas. Tomado de: www.tomasochoa.com
Lo que ms debemos destacar de las imgenes de Cineraria es una persistente bsqueda de trabajar sobre la memoria y vincular ntimamente la esttica y poltica, sin renunciar a la produccin de formas artsticas de gran calidad ni perder de vista el horizonte poltico epocal, lo que se confirma con la inclusin precisamente de esta serie en el marco de la XI Bienal de Cuenca, (11-11-2011), con la curadura del madrileo Fernando Castro Flores, denominada Un meridiano inquietante, que fue expuesta en los espacios del Museo Pumapungo del Ministerio de Cultura del Ecuador, que hasta hace poco fue la sala de exhibiciones artsticas ms importante del Banco Central del Ecuador, en Cuenca.
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La ausencia de mencin y premiacin a la obra de Ochoa dej absortos a muchos, entre ellos quien escribe estas pginas, pues, la suya es una produccin artstica que navega contracorriente, en busca de la memoria de los seres annimos, como los mineros, explotados por una compaa transnacional, y al colocarlos en el presente, nada menos que utilizando las mismas fotografas tomadas por el gerente de la compaa minera pero en un contexto diferente, la convierten a travs de este gesto en un acontecimiento poltico, en una poca en que varios pases del continente se alistan a iniciar una nueva era extractivista de minerales a gran escala. Otra obra al extremo sugestiva, distinta, de resonancias singulares es Sinfnica Mocha de Saskia Caldern, comisariada por Katya Cazar y exhibida en la XI Bienal de Cuenca (2011), bajo el concepto de Atrabiliario, se exhibi en
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los espacios del Museo Municipal de Arte Moderno de Cuenca, aunque producida en 2009. La obra nos muestra una interesante combinacin de temas pre modernas, la esclavitud de los afro descendientes, sus ritos, el riesgo de la prdida de sus expresiones culturales; adecuadamente tejidos con cuestiones modernas como el valor y la importancia de la libertad, gracias a la apropiacin y reinterpretacin de una obra de Hndel en la construccin del dispositivo visual; se destacan el posicionamiento poltico y el gesto crtico al poner en entredicho los formatos tradicionales de las artes plsticas, mover su fronteras y convertir las imgenes visuales y sonoras en una advertencia; es una forma muy expresiva de revalorizar virtudes democrticas tan valiosas como la libertad en contextos polticos cada vez ms autoritarios. Saskia Caldern ya haba producido obra de esta naturaleza, por ejemplo, cuando canta un fragmento del himno de los Estados Unidos de Norteamrica, cuando se ha producido la segunda invasin norteamericana a Irak. Adems de la imagen que incluimos en las siguientes lneas, ofrecemos tambin el link del vdeo para un mejor conocimiento y apreciacin de la obra mencionada: http://vimeo.com/57547586 Otra obra artstica contempornea de gran inters en los territorios de nuestra temtica investigativa es el performance denominado El arte est muerto, 2009, concebido y ejecutado por Amaru Cholango, artista indgena residente en Alemania, fuera del programa oficial de la inauguracin de la X Bienal de Cuenca, pero nada menos que en el mismo escenario de su inauguracin, interrumpiendo de manera abrupta el acto protocolar, el discurso de orden de un viceministro del recientemente creado Ministerio de Cultura del Ecuador, ante
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una sala llena de invitados especiales, medios de comunicacin, cuerpo diplomtico, autoridades locales y nacionales, etc.
No menos importante y decisivo tanto en lo esttico como en lo poltico es el proyecto artstico de Pal Rosero, presentado en la XI Bienal de Cuenca, con el ttulo de Cuando t te hayas ido, nombre de un nostlgico pasillo ecuatoriano, que segn el propio Rosero persigue crear en el espectador, en los pblicos un cuestionamiento del concepto mismo de verdad y memoria histricas. Qu es la verdad/mentira? parece preguntarnos Rosero con sus dibujos producidos con las cenizas que deja la quema de un ejemplar del informe de la Comisin de la Verdad, creada para investigar crmenes de Estado, desapariciones, violencia, que sea capaz de impedir la repeticin
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del terrorismo de Estado, una de las pesadillas de la modernidad y por otro lado el ingreso en la escena artstica de imgenes de personajes afro descendientes, intentado superar la dicotoma indio/blanco, como que fuese la nica existente en la sociedad ecuatoriana. Cuando t te hayas ido, obtuvo el Premio Pars en la XI Bienal de Cuenca. 13
Pal Rosero: Cuando t te hayas ido. Instalacin reactiva, pelcula 16 mm-B&w-4:25, 4 dibujos con ceniza.
El manifiesto de la bondad, de Oscar Santilln 14 es un vdeo-instalacin cuyas imgenes, sin ningn texto escrito que las apoye, por lo mismo de gran poder y sugestin, narran el viaje o la romera que emprende el propio artista desde Cuenca hacia El Cajas, un parque natural de la zona andina austral del Ecuador, donde se encuentra lagunas, humedales y fuentes de agua vitales para los habitantes y la ciudad, y su retorno a un parque de Cuenca, luego de intensas horas de caminata, trayendo un solo bocado de agua, para convidrselo a las palomas de la plaza que, mueren literalmente de sed junto a una fuente que est completamente seca.
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Proyecto artstico poco comentado y peor tratado por jurados y crticos, con el peor de los silencios que es el olvido, y sin embargo bello, tanto que supera en mucho a algunos de los premios de esa edicin bienal en que particip, por su capacidad de conmover y persuadir, de vincular al espectador con la problemtica del agua, con la importancia de la vida de las aves, con el riesgo de la propia vida nuestra, si faltara el lquido vital. El mismo Santilln ha escrito en su declaracin de artista:
La segunda cuestin es una ms sutil, que me siento tentado a llamar "tica fenomenolgica", donde una accin fsica en el mundo es, en s mismo, una declaracin poltica. Dentro del mapa de mis deseos utpicos, hay un dispositivo capaz de llenar el vaco entre los relojes y calendarios, y una rebelin en la que los susurros multitud sus demandas. 15
En conclusin, pese a las graves limitaciones en que despliegan sus fuerzas el arte y los artistas en la actualidad, su compromiso con la vida, con la tica, la esttica y la poltica, entendidas de un modo diferente, sin dogmatismos ni falsificaciones, se estn produciendo obras artsticas con nuevos lenguajes que dejan ver investigaciones, bsquedas y sobre todo nuevas relaciones con los pblicos. Las relaciones entre arte y poltica se han transformado en un devenir singular en algunos momentos icnicos de la modernidad y posmodernidad en el Ecuador, respondiendo a los desafos de cada poca con creatividad. Las relaciones entre el arte y la poltica ya son las mismas que en los revolucionarios aos treinta, en los subversivos sesenta o en las primeras dcadas del siglo XXI en el Ecuador.
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Lo que ha cambiado, desde entonces hasta ahora, es precisamente la nueva articulacin entre tica, esttica y poltica, fruto de las nuevas formas que impone la globalizacin, la lgica cultural del capitalismo tardo, el surgimiento de nuevas cuestiones que interpelan a los seres humanos como el gnero, la etnia, el medio ambiente, etc. Estas mutaciones obedecen en gran parte a la presencia de las telecomunicaciones, la internet, en mercado mundial virtual, los viajes ms frecuentes y baratos, la migracin, que en conjunto configuran un nuevo imaginarium que no puede quedar sin interpelacin por parte de los artistas y el arte, que sienten necesidad de tomar partido por formas alternativas y crticas como respuestas a esos cambios. Estas nuevas formas artsticas tienen y tendrn poderosas influencia en la cultura, en vida social, en las sensibilidades e imaginarios de las personas y los colectivos, en tanto nos muestran otras maneras de estar en el mundo y en la vida, la presencia de otros valores distintos a los del mercado y el capital. Pero, acaso, lo ms importante de todo sea que estas nuevas formas artsticas expresan una poderosa resistencia a la lgica del capital, oponindole formas alternativas como la bondad, la solidaridad, el respeto, una ecologa social, en suma, lo que podra hacernos soar con un trnsito hacia una nueva humanidad. Son formas estticas con gran poder tico y poltico que no nos dejan indiferentes, por el contrario, nos conmueven y, al hacerlo, nos transforman.
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Notas
1. Jacques Rancire (nacido en 1940, en Argel) es profesor emrito de la Universidad de Pars (St. Denis) Se dio a conocer bajo la tutela de Louis Althusser cuando escribi con su mentor Para leer El Capital (1968). Despus de los acontecimientos calamitosos de mayo de 1968, rompi con Althusser en torno a la renuencia de su maestro para permitir la resistencia espontnea dentro de la revolucin. Rancire es conocido por su posicin a veces remota en el pensamiento francs contemporneo, porque sostiene el lema de que el humilde zapatero y el decano de la universidad son igual de inteligentes, Rancire ha comparado libremente las obras de luminarias tan conocidas como Platn, Aristteles, Gilles Deleuze y otros con pensadores relativamente desconocidos como Joseph Jacotot y Gauny. Cfr. Escuela Europea de Graduados, faculty, EEG. 2. Escuela Europea de Graduados: http://www.egs.edu 3. Jacques Rancire: 1996, El desacuerdo, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visin, p. 43. 4. Jacques Rancire: Paradojas del arte poltico, In: El espectador emancipado, Ed. Manantial, Buenos Aires, 2010. 5. Rancire se refiere a la paradoja que F. Schiller desarrolla en las Cartas sobre la educacin esttica del hombre, escritas en 1795. 6. En 1944, en su libro El deslinde, Alfonso Reyes llama a este resultado ancilaridad, porque a veces puede aparecer en la literatura un fragmento histrico ancilar; a veces, la historia adapta gala literario-semnticas de tipo ancilar. (1983:182). http://poligramas.univalle.edu.co/ficcionehistoria.htm Ancilar: el diccionario de la RAE define esta palabra as: sierva, esclava. 7. Agustn Cueva, Entre la ira y la esperanza, ensayos sobre la cultura nacional, Cuenca, Casa de la Cultura, 1981, p. 165. 8. Agustn Cueva, Ibd. p. 67. 9. Jacques Rancire escribe: hay que volver al sentido original de la palabra emancipacin: la salida de un estado de minoridad p. 45. 10. El movimiento tsntsico fue fundado por: Marco Muoz, Alfonso Murriagui, Simn Corral, Teodoro Murillo, Euler Granda y Ulises Estrella; posteriormente se incorporaran: Jos Ron, Agustn Cueva, Fernando Tinajero, Bolvar Echeverra, Ral Arias, Rafael Larrea, Humberto Vinueza, Francisco Proao Arandi, Ivn Egez, Abdn Ubidia, y Antonio Ordoez, lvaro San Flix, Luis Corral, Alejandro Moreano, Bolvar Echeverra, Leandro Katz, Jos Corral y Sonia Romo Verdesoto. 11. Cfr. http://www.thefileroom.org/documents/dyn/DisplayCase.cfm/id/1254
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12. Melina Wazhima Monn sostiene que la colectiva antes mencionada se ha caracterizado porque : se admite propuestas de pintura, fotografa, ilustracin, arte objeto, performance, instalacin, danza, teatro, msica, vdeo, animacin, arte sonoro,, arte en la red, arte y comunidad, etc. treinta y cuatro artistas, entre los que se cuenta algunos colectivos, han respondido a la convocatoria, y all se vienen los capitalinos, los cuencanos, y guayaquileos, los residentes del ancho mundo Todo por 1 Yorch es muestra de una corriente de propuestas generadas desde espacios artsticos independientes como el encuentro de Arte Urbano Al Zur-ich, de Quito que han apostado, ya desde hace aos, por la generacin de encuentros, residencias, festivales de arte contemporneo, con convocatorias abiertas y procesos de curadura, produccin, exposicin y relacin con el pblico, propias El valor del arte se pone en discusin. Crear una obra de a dlar, cuando se pagan ms de cien millones, por otras en el mercado mundial 47 proyectos que han participado hasta el momento y que baten con mucha diversidad desde lo ldico, emotivo, anecdtico o meramente comercial, hasta lo crtico, poltico, irnico o bello. 13. Pal Rosero Contreras, (Quito, 1982) artista multidisciplinario, gestor cultural, dj y miembro del colectivo Wash lavandera de arte. Actualmente trabaja entre Barcelona y Quito () Cuando t te hayas ido es un proyecto que se enfoca en la develacin de informacin poco conocida o secreta y utiliza varios bancos de datos como fuentes para construir las imgenes que componen la instalacin. En un primer momento y asumiendo la lectura de cables Wikileaks como si fuesen textos literarios, este proyecto parte de la seleccin de fragmentos que por su evocacin imagtica, sonora o sensorial, permiten su decodificacin hacia lenguajes de libre experimentacin. Posteriormente y tras el encuentro de un archivo fotogrfico sobre afro ecuatorianos (finales del siglo XIX - principios del siglo XX), la bsqueda se inclina sobre un intersticio de la historia visual del Ecuador que no ha sido contado: el lugar social del afro dentro de un pas sumido en el relato dicotmico del indio dominado por su antagonista forneo, enfatizando el hecho que hace tan solo unas tres dcadas muere la ltima esclava negra dentro del permetro cuencano. En tercera instancia, este trabajo se apropia del Informe Final de la Comisin de la Verdad como instrumento metafrico y lo incinera. Sus cenizas son la materia para el dibujo y el mecanismo para cuestionarse sobre lo circunstancial de la memoria. Qu acarrea la verdad que contiene este texto? Dnde estn los responsables de las desapariciones y torturas que se narran? Qu pas en dcadas anteriores a las que se centra la investigacin? Cfr. http://paulroserocontreras.blogspot.com/2011/11/cuando-tu-te-hayas-ido.html
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14. Oscar Santilln (1980, Milagro, Ecuador) vive y trabaja entre lugares. Recibi su MFA en escultura de la Virginia Commonwealth University, y ha asistido a residencias en Skowhegan y Seven Below. Ense en la Universidad de las Artes en Filadelfia, PA. Santilln recientemente se ha encargado de crear una obra para una exposicin en el Museo de Arte Carrillo Gil en la Ciudad de Mxico. Para este trabajo, con la ayuda de un mdium, se volver a crear el ltimo minuto del momento previsto de la muerte del comisario de la exposicin. Se ha desempeado en exposiciones individuales y colectivas en el Odeon Foundation (Bogot, Colombia), Vogt Gallery (Nueva York, EE.UU.), Marilia Razuk Galera (So Paolo, Brasil), Fundacin ICO (Madrid, Espaa), DPM Galera (Guayaquil, Ecuador), Center for Contemporary Art, sudeste.SECCA (EE.UU.), Museum of Latin American Art-MoLAA (Long Beach, EEUU.), Bienal de Cuenca (Ecuador), el Proyecto de Washington de la Bienal de Artes (EE.UU.), Caldera de Pierogi (NY, EE.UU.), entre otros espacios. Cfr. http://www.dpmgallery.com/oscar-santillan 15. http://oscarsantillan.blogspot.com/
Bibliografa
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Resumen Este artculo trata de exponer un sistema alternativo (y algo rudimentario) para establecer una comunicacin con el ordenador, en la que participan sensores muy simples, los cuales, mandan una seal que es interpretada por el ordenador (como pulsacin de tecla) para activar un comporatamiento multimedia. Contemplando la eficacia que requiere para su funcionamiento, a tal proposito se expone una instalacin artstica de caracter interactivo Move-on, en cuyos procesos se necesita disparar el uso de animacin fotogrfica y el encendido de unos focos. La instalacin establece una comunicacin con el espectador a travs del cuerpo, ms concretamente del movimiento de su propio cuerpo. Palabras clave: Interactividad, movimiento, arte, sensores, instalacin.
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1 Introduccin El arte asimila con rapidez todas las herramientas y tcnicas que van surgiendo a lo largo de la historia, desde la tecnologa de la emulsin del leo y el lienzo, que revolucion la pintura, haciendo que se pudiera pintar sobre tela enrollable y
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transportable, o la fotografa y el cine, que en un primer momento aparecen como un invento que procesa la imagen y ms tarde por la fuerza de su uso y experimentacin encuentra su propio lenguaje y soporte expresivo, convirtindose en toda una nueva disciplina. Desde la irrupcin del ordenador en el mundo del arte ya se han generado estticas propias como resultado de esta relacin y se ha incorporado como una herramienta ms en la produccin artstica por medio de la instalacin, la cual utiliza para su desarrollo diferentes medios expresivos, y en este caso los nuevos medios. Para establecer una comunicacin entre persona y ordenador existen muchos interfaces en el mercado y muchos protocolos de programacin, uno de los que ms est proliferando, a la hora de desarrollar proyectos e instalaciones de arte, es el uso de Arduino programado con Procesing, pero para el artista, a veces la programacin es un tema muy rido y complejo, an ms si cabe, si la idea de la obra requiere manejar varios videos y/o animaciones. Es por esto que se propone un sistema alternativo para la ejecucin de dichos proyectos. 2 Descripcin de la obra La idea a representar es que permanecer impasible nos hace envejecer conceptualmente y el estar activos, en accin, nos hace mejorar nuestras capacidades cognitivas y fsicas. La instalacin Move-on consiste en una proyeccin sobre una pared donde aparecen una sucesin rpida de fotografas de rostros de ambos sexos, puede apreciarse que los rostros que aparecen pertenecen a personas muy ancianas. A la vez a ambos lados y apoyados en el suelo existen unos focos de luz roja que parpadean cada segundo.
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Fig. 1. Esquema de representacin de la instalacin, compuesto por proyector, ordenador, circuito de teclado, 2 sensores conectados al teclado y 2 focos conectados a un rel conectado al teclado.
Cuando un espectador se coloca delante de la proyeccin si permanece inmvil no sucede nada, continua lo antes descrito en un bucle, pero cuando el espectador se desplaza lateralmente, interviene los sensores haciendo que se apaguen los focos rojos laterales, tambin los rostros de las personas van cambiando paulatinamente a personas de menor edad. Mediante accin y reaccin el espectador descubre que si se mantiene en movimiento las imgenes que se muestran van a cada vez ms joven hasta llegar a imgenes de bebes de menos de un ao; en el momento que deja de desplazarse y moverse los rostros se tornan a personas mayores de las que se estn exhibiendo, este proceso se da paulatinamente hasta llegar al bucle de las personas ms ancianas donde comienzan otra vez los focos a parpadear.
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3 Descripcin tcnica Est pieza se aborda actuando sobre el hardware y sobre el software, los cuales pasamos a describir por separado. 3.1 Actuacin sobre el software El software principal que se utiliza es Flash (Adobe, anteriormente de Macromedia), mediante cdigo ActionScript2, y la configuracin en capas y sobre la lnea de tiempo se distribuye los diferentes elementos. Esta pelcula flash, en concreto, se reproduce a una tasa de 18 frames por segundo. La animacin se realiza usando 13 grupos compuestos por 9 fotos cada uno, etiquetados de menor a mayor (en edad) a lo largo de la lnea de tiempo. Cada grupo tiene mayor edad que el anterior con ello se consigue que, el video avance, de forma natural, hacia la ancianidad (si no existe pulsacin de tecla). Una vez la reproduccin llega al grupo ms anciano (etiquetado en el primer fotograma de su grupo como 80ytantos) el video reproduce solo este grupo en bucle (este es el modo reposo en ausencia de estmulos) y se consigue colocando la siguiente instruccin AS2 en el ltimo fotograma del grupo etiquetado con el nombre 80ytantos: gotoAndPlay (80ytantos); Cada grupo tiene en otra capa, pero coincidiendo en el tiempo, un botn, con la siguiente programacin para la pulsacin de la tecla x: on(release, keyPress x) {gotoAndPlay ( el nombre de etiqueta anterior)} la
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De esta forma (pulsando la misma tecla) segn en el grupo en el que se encuentre la reproduccin correr hasta el grupo anterior; y si no hay pulsacin, la reproduccin continuar su marcha lgica hacia delante, hacia la (ancianidad). Ejemplo: si esta reproducindose el grupo etiquetado con 50ytantos, en caso de pulsacin de x la reproduccin saltar hasta el grupo 40ytantos y sucesivamente. Si no hay pulsacin de 50ytantos pasar al grupo 60ytantos y sucesivamente. Cada botn tiene su campo de accin limitado a solo dos fotogramas dentro de su grupo, de tal manera, que el paso de un grupo a otro sea gradual, pasando necesariamente sobre las 6 primeras fotos del bucle antes de poder cambiar a: anterior o siguiente. El reuma el cdigo ser el siguiente: Botn Acciones para Botn: on(release, keyPress "x") {gotoAndPlay ("80ytantos")} Botn Acciones para Botn: on(release, keyPress "x") {gotoAndPlay ("70ytantos")} Botn Acciones para Botn: on(release, keyPress "x") {gotoAndPlay ("60ytantos")}
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Botn Acciones para Botn: on(release, keyPress "x") {gotoAndPlay ("50ytantos")} Botn Acciones para Botn: on(release, keyPress "x") {gotoAndPlay ("40ytantos")} Botn Acciones para Botn: on(release, keyPress "x") {gotoAndPlay ("30ytantos")} As sucesivamente, segn cuantos grupos tengamos, tantos botones hay que realizar, a cada grupo de imgenes en bucle asignaremos un botn. En el primer fotograma introducimos esta lnea de cdigo para que la pieza comience directamente en el estado de reposo, en el ltimo bucle, Acciones para Frame 1: gotoAndPlay ("80ytantos"); Esta descripcin hace que la animacin a representar se comporte como necesitamos y como en un principio hemos descrito, ahora bien, necesitamos algo ms para poder conseguir una respuesta u actuacin del ordenador, lo que har que los focos se enciendan y apaguen en el estado de reposo de la obra.
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Por un lado debemos introducir en un nuevo cdigo AS2, y por otro debemos crear unos controladores ejecutables que hagan encender y apagar el LED del teclado correspondiente, en este caso, a numLock, aprovechando esa carga elctrica haremos activar un rel haciendo disparar (o no) la luz de los focos. 3.1.1 Actuacin sobre numLock Este cdigo programado en c++ simula la pulsacin de las teclas numLock y capsLock, mediante la que podemos encender y apagar el correspondiente LED del teclado. Se han creado dos ficheros ejecutables diferentes para cada tecla, uno para encender y otro para apagar el LED. Esto es necesario para poder ejecutar estas acciones desde cdigo Flash. A continuacin se muestra solo el cdigo creado para encender y apagar el LED numLock, ya que es prcticamente el mismo cdigo usado para el LED capsLock, nicamente habra que sustituir la constante VK_NUMLOCK por la constante VK_CAPITAL en el caso de necesitar ms tipos de actuadores: #include <windows.h> #include <WinAble.h> El siguiente cdigo activar el led de numLock y por ende activar un rel, al que est conectado poniendo en marcha los focos: //The following code checks the status of numLock: if the LED is on //then it is switched off, otherwise this code does nothing.
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int main( int argc, const char* argv[] ){ //Checks if 'numLock' is enabled. //The rest of the code is the same as in the first case. if ((GetKeyState(VK_NUMLOCK) & 0x0001)!=0){ INPUT keyInfo[2]; ::ZeroMemory(keyInfo, sizeof(keyInfo)); keyInfo[0].type = keyInfo[1].type INPUT_KEYBOARD; keyInfo[0].ki.wVk = keyInfo[1].ki.wVk VK_NUMLOCK; keyInfo[1].ki.dwFlags = KEYEVENTF_KEYUP; ::SendInput(2, keyInfo, sizeof(INPUT)); } }
= =
Este otro, en cambio, sirve para apagar el led de numLock y por ende desactivar el rel, apagando los focos: //The following code checks the status of 'numLock: if the LED is off //then it is switched on, otherwise this code does nothing. int main( int argc, const char* argv[] ){ //Checks if 'numLock' is disabled. if ((GetKeyState(VK_NUMLOCK) & 0x0001)==0){ //We need two keyboard actions: key down and key up INPUT keyInfo[2]; //Fills the INPUT structure with zeros. ::ZeroMemory(keyInfo, sizeof(keyInfo)); //Specifies that we are sending a keyboard input. keyInfo[0].type = keyInfo[1].type = INPUT_KEYBOARD; //Specifies the key we want to activate.
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keyInfo[0].ki.wVk = keyInfo[1].ki.wVk VK_NUMLOCK; //This is the second action, key up. keyInfo[1].ki.dwFlags = KEYEVENTF_KEYUP; //Finally the input is sent. ::SendInput(2, keyInfo, sizeof(INPUT)); } }
Una vez que ya tenemos compilados cada uno de estos programas en un ejecutable .exe, el paso siguiente consiste en ejecutar estos archivos desde el cdigo (ActionScript2) mediante la siguiente sentencia: fscommand("exec", "fileName.exe"); Desde Flash, para que todo funcione han de darse dos premisas, una que el proyecto Flash ha de exportarse como un ejecutable .exe; la otra es que los ficheros .exe creados de on-off han estar en una carpeta que debe llamarse fscommand, y esta carpeta ha de situarse en el mismo directorio que el ejecutable flash. 3.2 Actuacin sobre el hardware Una vez resuelta la parte de programacin pasamos a describir como ir conectado la entrada y salida de seal por medio del circuito interno de un teclado. Una vez hemos desmontado el teclado, en primer lugar debemos averiguar que 2 conexiones activan la simulacin de pulsacin de la tecla X, las conexiones se pueden identificar por la lnea de pins (vas por las que se conectan los vinilos de conexin) y consta de dos grupos, uno para cada filmina.
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Fig. 2. Conexiones de una de los filminas o vinilos, estas solo sirven para identificar los pins, no necesitamos conservarlas.
Fig. 3. Tabla de conexiones del circuito del teclado, (esta puede variar dependiendo del fabricante), aunque conviene hacer unas pruebas de tanteo y error, para descubrir que tecla es la que estamos activando 170
A nivel diferenciados:
electrnico
tenemos
tres
grupos
bien
GrupoA: Es el sensor, el cual introduce una seal on/off, ya sea por un sensor comercializado o por uno que desarrollemos (ver Fig.4.), en cualquiera de los casos puede llevar rel o puede llevar un transistor (suele ser del tipo 2N2222) para conducir la seal en caso de activacin del mismo, ya que la carga requerida es de baja intensidad. En Move-on existen 2 sensores y van conectados a los pins conectores de la tecla. GrupoB: Es el actuador, la seal que hace encender el LED (en este caso el de numLock) es aprovechada para activar la bobina de un rel, el cual har de interruptor para encender los focos. GrupoC: Es el circuito del teclado, al que se conectan, el grupoA y el grupoB, segn el siguiente esquema ilustrativo.
Fig. 4. Esquema de conexiones del circuito del teclado con los rels y sensores. 171
Fig. 5. Ejemplo del esquema de circuito para un sensor activado por la sombra, para el caso que nos ocupa. Segn la cantidad de luz recibida sobre el componente (R1) (foto-resistencia) este hace activar/desactivar un rel. Puede calibrarse por medio del (R2) (potencimetro de 50k). (Q1)= . 2N2222 y (D1)= 1N914.
4 Conclusiones A nuestro parecer, se cumple la idea de representar los conceptos marcados por la interaccin, por medio de este mtodo, aunque rudimentario, efectivo. Para la realizacin de esta instalacin artstica, segn lo expuesto, tan solo se requieren conocimientos bsicos en Flash (muchos artistas ya los tienen) y conocimientos bsicos de electrnica, (como funciona un rel) puesto que solo se usan los
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rels como conectores de entrada (para las teclas) y otros rels para la salida (conectados al led de numLock). La programacin en c++, entraa unos conocimientos en programacin algo ms complejos, pero solo se usa en caso de necesitar actuadores (que el ordenador ordene encender algn dispositivo, como un foco por ejemplo), ser entonces necesario utilizar los archivos en c++ on/off compilados en un .exe, para ahorrar ese paso, los archivos cuales podrn descargarse de Internet en la siguiente direccin: http://www.litiumlab.com/compilados/on-off.zip
Referencias
Howard Rheingold, Tools for Thought: The History and Future of MindExpanding Technology (The MIT Press; 2 Rev Sub edition, 2000) Bolter, J., & Grusin, R. (1999). Remediation: Understanding New Media: Mit Pr. Site official, http://processing.org Site especializado en ActionScript, http://www.actionscript.org Site de la revista digital Instructables, http://www.instructables.com/id/Hacking-a-USBKeyboard/step2/Trace-the-letters-back-to-the-pins/ Blog de Collective Thinking, http://thethoughttree.wordpress.com/2010/12/15/ Site de electrnica, http://www.electroniq.net/other-projects/detectors/lightdark-switch-activated-relay-circuits.html
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El arte, y el teatro en particular, siempre han sido influenciados por la tecnologa de su poca adoptando, segn la situacin, una relacin de dominio o de dependencia. La relacin entre el arte teatral y lo digital traduce la dimensin tecnolgica en una experiencia teatral viva, en una comunicacin potica y participativa, porque el teatro que utiliza
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la tecnologa para redefinir sus espacios puede contribuir a que sea comprensible lo posible, y experimentando lo posible se expande el campo de fenmenos con los cuales se pueden comprobar nuestras hiptesis y teoras sobre lo real. El captulo pretende trazar un mapa de este escenario y trae consigo la pregunta fundamental y fundante: cules son las posibilidades expresivas del teatro asociado a las nuevas tecnologas digitales? No es nuestro objetivo entrar en la lgica que ve contrapuestos apocalpticos e integrados en el estudio de los nuevos medios tecnolgicos. Nuestra conviccin es que existen realidades que pueden ser estudiadas tanto desde el punto de vista tecnolgico como desde el punto de vista teatral, y los dos territorios no estn as tan lejos, como podremos observar. 1. Consideraciones sobre el teatro y lo digital Definir normativamente qu es o qu no es el teatro, un fenmeno dinmico por naturaleza, es una tarea muy compleja y, tampoco, es el objetivo de este captulo. Se puede considerar el teatro como unas de las primeras formas expresivas que comenz a a reflexionar y a trabajar sobre el ser humano. Antonin Artaud nos habla de eso: [...] el teatro debe buscar con todos los medios una reafirmacin no slo de todos los aspectos del mundo objetivo y descriptivo exterior, sino del mundo interior, es decir del hombre metafsicamente considerado.1 El teatro siempre ha oscilado entre los extremos de la espontaneidad y de la estructura preestablecida por el texto literario. As que podemos decir que el teatro, movindose entre
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la dramaturgia (entendida como la organizacin de un todo formado) y la improvisacin (mitificada en los diversos perodos de la historia del teatro), es una realidad en constante redefinicin. Esta redefinicin ha envuelto todas sus fases histricas, hasta llegar al siglo veinte con unas reformas importantes, primero con las teoras de Stanislavsky, Copeau, Artaud y a continuacin, en la prctica del Living, las experiencias del happening, Brook, Grotowsky, Barba, as como con las nuevas formas en las que el compromiso social, poltico y tico fue todo un conjunto para la formacin de la persona. Un cierto tipo de teatro tambin se ha confrontado con los medios de comunicacin de su poca (como la televisin, la radio y el cine), considerndoles no slo como amplificadores o vehculos, sino intentando descubrir la nueva gramtica que llevaban. Es cierto que el hombre, frente a los medios tcnicos que redisean el proyecto humano, siente la necesidad de comparar los dispositivos que ha utilizado en su camino histrico para comprender lo que lo rodea y para poder imaginarse a s mismo en diferentes dimensiones. Que el elemento estructural del teatro sea la accin de un actor en un espacio delante de un pblico, es un hecho asumido. Sin embargo, hay quien habla de accin y quien de imitacin de la accin; una diferencia que aleja el teatro del mundo de los acontecimientos fsicos y declara una meta-funcin de la accin en un espacio teatral. Y es en esta dimensin trascendente que se configuran las posibles relaciones entre los dos elementos de la discusin: el espacio (o ms bien los espacios) del teatro y las
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oportunidades ofrecidas por las tecnologas digitales, es decir, el teatro que se contamina asumiendo en su interior los medios expresivos contemporneos y que deja entrever su cuerpo en otros medios. La convergencia desarrolla un proceso continuo de superficies expresivas, comunicativas e interactivas en las que la tecnologa, el hombre y el espacio, el tiempo, son todos elementos de un sistema/red de relaciones que participan de una accin en un determinado espacio. Interaccin entre mltiples agentes: humanos y digitales. Lo que el uso de la tecnologa puede hacer posible es la creacin de entornos reales de comunicacin interactiva, espacios en los que la palabra escrita (as como las imgenes y otras formas audiovisuales) traduce el pensamiento en accin. Como en el teatro! 2 Con este dato se puede concebir el uso de redes electrnicas como entornos en los que se puede poner en prctica nuevas formas de cooperacin cultural y educativa 3. Estas primeras reflexiones inducen a preguntarse por qu para el teatro se abrirn nuevas oportunidades y por qu el paradigma teatral puede representar la matriz originaria de las formas de representacin. Las formas de representacin, que han caracterizado la sociedad y la cultura occidental, se ven desafiadas por las tecnologas digitales, reforzadas por la retcula de relaciones/conexiones multiples y que hacen del teatro su base activa y fundante. El medium teatral, sntesis de diferentes formas de expresin, encuentra el ordenador, un medium sntesis de canales/formas diferentes de comunicacin.
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El teatro, desde siempre el lugar del espacio/tiempo compartido en la suspensin de la vida cotidiana, espacio de la realidad y la credulidad, puede ser el medium privilegiado de la representacin que reconstruye las antiguas tradiciones del drama: orquestar la accin, crear una relacin entre la escena y el pblico, simular situaciones y acontecimientos, provocar emociones compartidas colectivamente. Pensar el teatro como un medium puede llevar a considerar el ordenador como un medium (y no como una mquina): sntesis de mltiples lenguajes comunicativos y vehculo con ellos a travs de la escena o a travs del monitor. El teatro se convierte as en medio eficaz con y para las tecnologas cognitivas como son consideradas las de la era digital. El teatro como paradigma significa tambin su adaptacin conceptual dentro de otros campos relacionados con las actividades y el conocimiento humano: Arte y Ciencia convergen a travs de nuevas teoras y prcticas que se influencian recprocamente; una smosis donde los modelos cientficos enriquecen de manera exponencial las Artes y los procesos imaginativos influyen las Ciencias 4. 2. La relacin entre el teatro e Internet Es difcil circunscribir en un espacio especfico la relacin instaurada entre el ciberespacio y el teatro, en primer lugar por el potencial y las muchas funciones, posibilidades de usos y experimentaciones que se van presentando con este nuevo espacio, y luego por el acercamiento reciente del mundo del teatro, de quin se ocupa de teatro y de quin lo disfruta.
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Es posible observar cmo se esboz, a lo largo del siglo pasado, una relacin entre el teatro, la primera gran tecnologa de comunicacin 5 y las otras tecnologas. Que se trate de las vanguardias de principios del siglo XX, o de las primeras experiencias multimediales llevadas a cabo en los aos sesenta, o las performance del fin de milenio, es posible trazar los confines de una tendencia a contaminar el arte con las herramientas tecnolgicas de todos los tiempos, enriqueciendo el mensaje producido y filtrando el trabajo del actor sobre el escenario. Reflexionando sobre la relacin entre el teatro e Internet, observamos cmo hay muchas definiciones del trmino teatro, pero no sucede lo mismo con el trmino Internet. Internet, de acuerdo con las hiptesis del captulo, es el punto de convergencia de muchas instancias culturales y tecnolgicas en el campo de los media interactivos, y se dota de las potencialidades y aberturas de la comunicacin globalizada. Con Internet nos referimos a aquellas nuevas dimensiones en las que los tomos son sustituidos por los bits, expresando as una ecuacin en la que la tecnologa del ordenador se suma a las tecnologas de la comunicacin (radio, telfono, televisin, cine, etc.) y como denominador comn estn los soportes que subyacen a los sistemas de comunicacin y la mismas tecnologas utilizadas para crearlo. La idea de realizar experiencias en la Red que dan lugar al desarrollo terico y creativo de la mirada teatral se inscribe en una nueva horizontalidad de la comunicacin. Los nuevos media emancipan el lugar fsico de la comunicacin y ofrecen un
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espacio social: alcanzando un gran pblico (mucho mayor de lo recogido en el teatro), todava manteniendo (o creyendo de mantener!) las mismas prerrogativas de relacin. Adems, a travs de la experimentacin con los nuevos media, aplicada a contextos especficos de expresin, existe la posibilidad (para todos) de actuar de manera concreta sobre lo real y no slo en representacin ficticia, dando espacio a instancias desquiciadoras. Las nuevas tecnologas son emblemticas ya que amplifican los procesos de intercambio, los vuelven colectivos, asequibles y al mismo tiempo permiten personalizarlos 6. En este sentido se diferencian de las anteriores tecnologas generalistas, pero no las traicionan del todo: tambin en los nuevos medios nos enfrentamos a la puesta en escena de un simulacro corpreo, una figura fantasmal que refleja un cierto imaginario fantstico (y esto es la continuidad), slo que esta vez nos pertenece realmente, vive a travs de nosotros y no es impuesto desde arriba (y esto es la ruptura). En consecuencia, la transicin que estamos viviendo es la que nos ve cada vez protagonistas de la construccin de espacios culturales y sociales en los que nuestra sociedad se refleja caleidoscpicamente. Tenemos la oportunidad de pasar desde espectadores de imaginarios fantasmales a actores de imaginarios concretos, que pueden ser vividos personalmente a travs de experiencias psicomotoras inmateriales. Y estas experiencias pueden ser instauradas a travs de un estrecho vnculo con el mundo tecnolgico, que ahora impregna gran parte de nuestra vida cotidiana, facilitando la puesta en escena de prcticas fluctuantes e hbridas.
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El hecho de que la Red pueda realizar muchas funciones diferentes multiplica sus posibles usos por parte del mundo del teatro. Por un lado Internet puede ser utilizado para un propsito prctico, como inmenso archivo de informacin, como un nuevo medio para promover y difundir la cultura teatral, como una manera de establecer nuevas y ms inmediatas relaciones interpersonales y nuevas formas de conocimiento y formacin. Por otro lado, han nacido cuestiones tericas y experimentaciones prcticas sobre la posibilidad de crear productos artsticos a travs de la contaminacin entre el teatro e Internet. Gracias a Internet la difusin de la cultura teatral es mucho ms rpida e incluye la posibilidad de llegar a mucha ms gente, ofrecindoles una gran cantidad de material de diferentes tipos. Lo que aparece evidente es la voluntad, por parte de quien se ocupa de teatro, de crear un lugar donde los profesionales, estudiosos y el pblico puedan participar cada vez ms y puedan interaccionar con los dems. Un lugar donde encontrar nuevas maneras de comunicar y hablar sobre el teatro, crear nuevos impulsos y relaciones productivas. As como el advenimiento de las nuevas tecnologas digitales, de la comunicacin, su convergencia, y sobre todo el rpido desarrollo de la biotecnologa empuja al hombre a preguntarse acerca de los fundamentos de su existencia, de su ser un hombre, en un sentido fsico pero tambin gentico, histrico y espiritual, as ocurre para el teatro.
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Las realidades virtuales han superado tambin otro lmite epistemolgico y de la percepcin: es posible hacer experiencia dentro de estos espacios simulados, yendo mucho ms all de la visin. En este caso ocurre algo ms (y no menos, como muchos tienden a pensar), porque la virtualidad no quita la realidad, sino la aumenta y produce ms oportunidades. Como ha sido definida, es una realidad aumentada. La interactividad propia de los sistemas digitales relanza el principio activo de la teatralidad, la percepcin compartida: La interactividad digital hace evidente el flujo biunvoco, ida y vuelta, de las seales e imprime un sentido tal de la visin que la acerca muchsimo a la accin, exaltando la vitalidad orgnica de la comunicacin 7, y aqu se encuentra la gran diferencia, respecto a las otras formas de reproducibilidad audio-visual de una accin (cine, televisin, videos, etc.). Por ejemplo, cuando se navega en un CD-ROM, o mejor an en un video juego con una buena resolucin de feedback, hay una casi inmediata sincrona entre pensamiento y accin que se explicita con la rapidez de las respuestas a los clic del ratn o del joystick. Quien piensa que se pueda perder valores fsicos no percibe las sutiles modificaciones que produce la interaccin con los sistemas digitales, a partir de la extensin protsica del ratn: una extensin fsica y mental de nuestra interaccin con el ordenador. El rol de la interfaz-cuerpo se libera de los esquemas prospecticos para entrar dentro la visin, accionndola desde dentro 8. Aceptando la ampliacin de las funciones de nuestro cuerpo y de nuestra mente, podemos comprender el sentido real de la evolucin humana. Hoy, despus del gran intervalo mecanicista
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impuesto por la revolucin industrial, podemos lograr que haya de nuevo convergencia entre la historia del arte y la historia de las ciencias y tecnologas:[] mientras que histricamente las Artes y las Ciencias haban quedado en los extremos y profundamente sospechosa las unas con las otras, las nuevas tecnologas han proporcionado una interfaz por su mutua coexistencia 9. Ya no puede ser justificada la contradiccin hombremquina, debemos ir ms all, y la direccin no es la tecnologa avanzada, sino la interhumana. 3. Dimensiones del teatro digital El envolvimiento multi-sensorial de lo digital tiene una dimensin dramtica que supera el modelo representativo que ha caracterizado el pensamiento, el arte y la sociedad occidental desde la poca de los griegos hasta una comunicacin postsimblica. La realidad virtual es considerada, segn muchas personas, el futuro del teatro, por los puntos de contacto sustanciales, como la experiencia de un espacio compartido. Las tecnologas digitales han sido ya utilizadas en performances teatrales que se han desarrolado en tres dimensiones: off-line, on-line y hibridaciones. La dimensin off-line se refiere a todos los soportes y tecnologas desarrolladas para no ser usadas en la red: CDROM, Realidad Virtuales de tipo inmersivo o no, como por ejemplo, en las instalaciones. El mundo del offline permite, gracias a hardware y software dedicados, una mayor definicin de la interaccin con los tiempos de respuesta real time, parecidos a los tiempos de reaccin humana.
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La dimensin online se refiere al mundo de Internet, que se caracteriza por la distribucin de paquetes de informaciones en la red global, por lo general a travs de la red telefnica, o en los canales alternativos, para superar el problema de banda, cuello de botella de todo lo que podra transitar por Internet. Por lo que se refiere al campo de las hibridaciones, hay que sealar que las tecnologas clasificadas como online y aquellas offline se mueven rpidamente hacia la convergencia, y esto no slo en las experiencias artsticas (punta de la experimentacin tecnolgica), sino tambin en los desarrollos tecnolgicos de mercado. Los nuevos campos de investigacin son la interfaz con el mundo interno y externo y el nivel de autonoma y por lo tanto el nivel de interactividad permitido. El captulo ha tratado de presentar una panormica general de las experiencias de los artistas que han utilizado y experimentado los canales de comunicacin que permiten una performatividad tecnolgica de interaccin del flujo comunicativo de la Red. 4. Teatro off-line En la historia, cada innovacin tecnolgica ha dado origen a nuevos gneros que no haban podido existir anteriormente. El CD-ROM es quizs el ms conocido y frecuentado de los media off-line. Es un disco de slo lectura (Compact Disk Read Only Memory) diseado para el mercado de los usuarios de ordenadores. Se trata de un soporte fsico para el almacenamiento de datos que define su lmite en la cantidad de informaciones registradas.
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El soporte material ha conocido en estos aos un proceso de hibridacin con un espacio que tiene como caracterstica fundamental la infinitud y la inmaterialidad: el World Wide Web. Los puntos de contacto del Compact-Disc con el teatro, tratndose de una obra desarrollada con lenguajes multimediales e interactivos, puede ser el guin, ya que se trata de orquestar la accin del usuario, y en esto el teatro tiene siglos de experiencia. El CD-ROM tiene algunas caractersticas que han garantizado su xito y que necesitamos ordenar para evidenciar aquellas que diferencian el CD-ROM de los otros media tradicionales y de sus predecesores tecnolgicos. Son especificidades tcnicas que determinan, sin embargo, en el desarrollo cclico de feedback de todos los procesos cognitivos humanos, las peculiaridades del lenguaje. Estas son las aractersticas: la multimedialidad, la interactividad, la multidireccionalidad y el real-time. 5. EVE de Peter Gabriel Disear mundos compartibles es la intencin que est en la base de los mejores CD-ROM de autor y de algunos cyberjuegos que conciben la navegacin como una aventura inmersiva. Consideremos por ejemplo Peter Gabriel (foto n.1) que ha mostrado el camino para llenar de sentido el proyecto artstico de interactividad.
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Foto n.1. Peter Gabriel en un concierto de 1978 con la banda rock Genesis
Personaje eclctico de origen ingls, comenz su carrera como cantante de los Gnesis, una banda de rock progresivo en los aos 70, y continu con xito como solista. Peter Gabriel se embarc en el camino de la multimedialidad con la publicacin del CD-ROM interactivo titulado EVE. EVE no es un juego, no es un disco musical, no es una galera de arte ni tampoco una obra de divulgacin cientfica, pero en realidad es un poco de todo eso. Es una de las primeras obras multimedia interactivas en el campo artstico y contiene 80 minutos de video, 45 minutos de msica y veintidos mil fotografas para un viaje onrico que puede durar ms de 60 horas. Combina la msica, el lenguaje y el arte contemporneo en el juego, y permite que varios usuarios puedan mezclar y grabar pistas de msica y crear sus propios vdeos para acompaar la msica de Peter Gabriel.
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El tema central es representado por el tentativo simblico de la protagonista Eva de reanudarse el paraso perdido. Los avatares de los usuarios tienen que entrar en un Mundo nuevo, un hipottico paraso, pero una maleta se abre desparramando todos los objetos que contiene (foto n.2). El navegador virtual tiene que re-encontrarlos todos pasando a travs de varios escenarios que representan otros mundos. Cada objeto reencontrado pone a disposicin un sonido que permite componer numerosas versiones de las canciones ms famosas del autor. Si los objetos no vienen re-encontrados todos, no hay acceso a otros mundos y equivocndose con las acciones se llega a un rincn cerrado: las Ruinas. La difcil ascensin al paraso requiere el cruzamiento de cuatros mundos diversos, cada uno caracterizado por un motivo musical y por el estilo de un artista diferente.
EVEEvolutionary Virtual Environment, pero tambin EVE-lution y tambin EVE para EVA. Un juego de palabras que define la pretensin para un estudio sobre el ser humano, y para
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hacer esto Peter Gabriel se avala de la colaboracin de artistas, cientficos, psiclogos, psiquiatras, fsico e genetistas, periodistas y escritores, zologos y msico-terapeutas, antroplogos y estudiosos de religiones orientales, todos juntos para realizar un proyecto que animar las varias salas de EVE, para sugerir y estimular reflexiones. EVE es un gran mensaje para el hombre tecnolgico, para conjugar Arte, Msica y Tecnologa y desarrollar un nuevo mundo real de Fantasa al Poder. Este compact disc representa un paso significativo en la produccin multimedia y la razn de su originalidad est relacionada con el teatro concebido como principio activo de la teatralidad o de aquellas reas dramatrgicas que siguen todo el asunto de este captulo. 6. Puppet Motel de Laurie Anderson
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El uso de la tecnologa en el teatro no se debe slo a la voluntad y a la necesidad de mejorar y sostener la competencia que inevitablemente surge con la aparicin de otras formas de entretenimiento, sino tambin por la curiosidad de los artistas en aprovechar y experimentar todos los espacios, a nivel comunicativo y artstico, que a medida se presentan. Es difcil circunscribir dentro de los gneros y categoras a Laurie Anderson (Foto n.3), una de la ms brillantes performing artist internacional de los ltimos aos. Adems de ser un smbolo del rock, la Anderson es poeta, escritora, artista visual, escultora, inventora de instrumentos y objetos electrnicos, demostrando un talento polidrico, una originalidad muy rara y absolutamente extraordinaria. Una caracterstica de la obra de Laurie Anderson es el cctel de teatro, msica pop, accin e imgenes: elementos mezclados electrnicamente con el ordenador que dan origen a performance e instalaciones espectaculares. Con esta combinacin, nica en su gnero, de sofisticada tecnologa, imaginativos mundos pictricos, msica innovadora y textos de gran efecto, Laurie Anderson es una referencia en la escena del arte multimedia internacional. El lenguaje expresivo de Laurie Anderson es genial, como el uso en la escena de un violn digital o la bsqueda incesante sobre la voz que es su instrumento por excelencia y, de hecho se transforma constantemente: filtrada por el vocoder, escondida en miles efectos inquietantes o al contrario paradisiacos.
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Una de las grandes intuiciones de Laurie Anderson es haber integrado el espacio finito del CD-Rom con el espacio infinito de la Red/Internet, permitiendo a los usuarios descargar desde su sitio nuevos elementos y aadirlos al discurso autobiogrfico. Ella afirma: Una tarea ma como artista es la de establecer contactos con el publico 10. En 1995 realiz Puppet Motel, uno de los primeros CDROM interactivos aparecido en el mercado, como continuacin en un nuevo espacio de su investigacin autobiogrfica, cuyo hilo conductor son sus espectculos y el libro Nerve Bible publicado en el mismo perodo (foto n. 4). Colocando la utilizacin del CD-ROM en un flujo temporal (que equivale a lo de su vida) invita los usuarios al conocimiento de su obras de manera interactiva y da continuidad a la memoria de su carrera de artista. La estructura del CD-ROM utiliza una serie de habitaciones (en el motel hay 33) que contienen sonidos, historias, instrumentos hper-reales, e impresiones visuales idiosincrticas para crear modalidades y ambientes que el usuario visita y explora.
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Las metforas utilizadas para la interfaz son: Las 33 habitaciones con los captulos de la memoria de su carrera. El stano de los objetos. La autopista del tiempo.
La interfaz juega con metforas altamente simblicas, cuyo propsito es establecer una comunicacin emocional/simblica con los usuarios que atraviesan estos paisajes. Son imgenes poticas de gran impacto: el espacio de la memoria, su propia mitologa personal. A propsito de su CD-ROM Puppet Motel afirma: la cosa mas impresionante trabajando en este proyecto es que corresponde absolutamente a mi manera de pensar. Yo no pienso en trminos de narrativa o guin. Mi mente trabaja a travs de asociaciones, y esto es como Puppet Motel trabaja 11. La riqueza visual de Puppet Motel refleja un concepto primordial de la grfica y de la sofisticacin fotogrfica en las producciones de CD-ROM de artistas multimediales en este momento del desarrollo tecnolgico. 7. Teatro on-line El ciberespacio es lugar privilegiado de algunos proyectos de Teatro en Internet. El panorama mundial ya est lleno de estos campos de energa que se aplican sobre campos teatrales diferentes, que se mantienen unidos por campos elctricos/digital y reunidos a los cables de la red.
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Son los primeros balbuceos del lenguaje de una dimensin que descubre los contenidos y las posibles reas de significado que pueden circular a travs y dentro de s mismo. Una de estas experiencias online son las IRC-Internet Related Chat. Las IRC fueron creadas por Jarkko Oikarinen en 1988 y es un protocolo de comunicacin en tiempo real basado en texto, que permite debates entre dos o ms personas. Las conversaciones se desarrollan en los llamados canales de IRC, designados por nombres que habitualmente comienzan con el carcter # o & (todos los usuarios que se encuentran en un canal pueden comunicarse entre s, aunque no hayan tenido ningn contacto anterior). El IRC es popularmente utilizado para hablar, hacer amigos y reunir grupos de gente con los mismos gustos. Para ello, cualquier persona puede iniciar el canal especfico. El teatro tambin entra en juego, como modelo de este tipo de comunicacin donde cada persona, en la experiencia cotidiana del medio, se identifica con quien desea ser, en un juego de relacin que utiliza los nickname, los gender y la jerga tpica de este medium: la llamada IRC-ese. 8. Hamnet de los Hamnet Players Uno de los proyectos histricos para el entorno IRC es aquel iniciado por el grupo Hamnet Players, fundado en 1993 por el actor, autor y programador ingles Stuart Harris. Las performances de los Hamnet Players son una forma de teatro virtual, donde los participantes no se ven, pero cooperan para sostener un nico focus de atencin, esperando su turno e interviniendo.
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" HAMNET" ==== Shakespeare's play adapted for irc First performed 12 December 1993 20:00 GMT on #Hamnet copyright 1993 The Hamnet Players, San Diego, CA all enquiries to: hn2563@handsnet.org
________________________________________________________________________
/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\
++++++++THE HAMNET PLAYERS: ARTISTIC DIRECTOR: STUART HARRIS CYBERTURGE: GAYLE KIDDER ++++++++HAMNET: WRITTEN, PRODUCED & DIRECTED BY SIRRAH@CG57.ESNET.COM "EL_INGLES" ASSOCIATE PRODUCER............. HN2563@HANDSNET.ORG "MINOU" SET DESIGN..................... JIMVS@CG57.ESNET.COM "ZENDAR" UNIX SHELL ETC................. E&S SYSTEMS, SAN DIEGO ++++++++CAST IN ORDER OF APPEARANCE: AUDIENCE ..............."KYLE" CASSIDY@SATURN.ROWAN.EDU BACK-UP AUDIENCE ......."TRAMMIE" DAEMON@UVT.TUZVO.SK [SLOVAKIA] PROLOGUE ..............."PRESIDENT" TOMAZ@KANIN.ARNES.SI [SLOVENIA] SCENE .................."JUNTA" GRISHA@MIT.EDU [CAMBRIDGE] _ENTER ................."BEEKER" 471700@XAVIER.XU.EDU [CINCINNATI] HAMLET ................."EL_INGLES" SIRRAH@CG57.ESNET.COM [SAN DIEGO] GHOST .................."NIBBLES" EE3CMK@MIDGE.BATH.AC.UK BACK-UP GHOST .........."HANK" MANASTER@YU1.YU.EDU _EXIT .................."AC3W" AC3W@FARADAY.CLAS.VIRGINIA.EDU OPHELIA ................"KAREN" FSKMR2@ACAD2.ALASKA.EDU [FAIRBANKS] R_KRANTZ ..............."JONW" WOLFE@GBORO.ROWAN.EDU G_STERN ................"GEEKCHRUS" JERRY@COHO.HALCYON.COM QUEEN .................."FEM" FSMLC3@ACAD2.ALASKA.EDU [FAIRBANKS] PROMPTER ..............."TAUNESS" OAHVEN@DELTA.HUT.FI [FINLAND] POLONIUS ..............."BEEKER" 471700@XAVIER.XU.EDU KING ..................."SPARKEY" CS2CE@M10.HERTS.AC.UK [LONDON] LAERTES ................"FAN" PDAVIS@ACCESS.DIGEX.NET FORT_BRAS .............."SPBERG" SPBERG@TEAL.CSN.ORG [AURORA, CO] DRUM ..................."JCUSICK" JCUSICK@APOLLO.IT.LUC.EDU COLOURS ................ ATTNDTS ................ PLEASE CHECK
ALT.IRC
Foto n.5 Programa oficial de la performance virtual Hamnet realizada por el grupo Hamnet Players
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Las performances no tenan lugar en un teatro real, sino en un auditrium virtual, un canal especficamente diseado llamado: #hamnet. Despus del nombre del grupo utilizado por algunos experimentos en el teatro virtual los Hamnet Players realizaron su primera produccin: Hamnet. El estreno mundial de la pieza fue el 12 de diciembre de 1993 a las 20h00 (Foto n. 5). Ya en el nombre de la compaa (Hamnet es un parodia del famoso Hamlet de Shakespeare) estaba implcito la intencin irreverente del lenguaje utilizado para poner en escena (on-line) una obra que utilizaba la jerga, llena de insultos y palabras sexualmente explcitas, tpica de los canales de IRC. Hamnet consista en ochentas lneas de la versin del Hamlet que fue repetida en febrero del 1994 con Ian Taylor, de la Royal Shakespeare Company, como protagonista. La compaa tena un equipo de 19 personas y cuatro tcnicos. El rol principal fue conducido y dirigido por un seor con el apodo El ingles desde California, mientras que Ofelia fue conducida por KAren desde Alaska. Cada lnea del guin estaba numerada secuencialmente. Despus de la asignacin de roles por parte del equipo de produccin, los actores podan hacer sus intervenciones por email, con la mayor precisin posible dado que ninguna prueba o ensayo estaba permitido. Nadie, a parte el equipo de produccin, conoca el guin por entero hasta el momento en que se desarrollaba en la Red. De acuerdo con el concepto de teatro virtual, la produccin del guion fue presentado en tiempo real y realizado con incluso actores y publico, con todas las oportunidades de genialidad espontanea y de inminentes desastres que podan ocurrir.
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Desde un punto de vista tcnico el publico representado en la pantalla era una persona que utilizaba el apodo <audience> y escriba: clap, clap, clap. como primera lnea del guion y comentaba: hmmm., al final. Hay que destacar la dimensin ldica y didctica de estas experiencias y subrayar el hecho que, en las primeras producciones, los artistas dotados de inventiva, presentando sus lneas a travs del teclado, han encontrado no slo la manera de
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transmitir una emocin teatral, sino de adaptar (y tambin mejorar) sus lneas. El estreno de Hamnet fue interrumpido por un huracn que cort el acceso online de los autores del guion; la pieza tuvo que ser reiniciada despus que los autores se pudiesen reconectar va Taiwn. El desafo de mantener la atencin online era tan grande como en el espacio teatral convencional, pero quizs no as tanto como en un teatro al abierto. Los pioneros experimentos de los Hamnet Players son un ejemplo del xito en transferir todos los gneros a los nuevos medios, en este caso el gnero teatral de la parodia, desde el mundo real hasta Internet, adaptndose al proceso de globalizacin y de democratizacin de la cultura. Las performances de los Hamnet Players fueron caracterizadas por la contingencia y la intriga. No obstante estos dos factores la vulnerabilidad de la tecnologa y a la distraccin por otras conversaciones de los usuarios online determinaron una cada de estas experiencias que coincide con la popularizacin de otro tipo de redes, como la mensajera instantnea o las redes sociales. Las performance que los Hamnet Players han realizado hasta ahora son tres: el mencionado Hamnet, seguido por la siguiente Pcbeth: an IBM clon de Macbeth (foto n.6) y el ltimo: An IRC channel named Desire.
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9. Hibridaciones Las hibridaciones son el punto de convergencia de muchas investigaciones en el campo de los media interactivos y se caracterizan por un componente en vivo realizado por un pblico en una situacin real y por un pblico en una situacin virtual. Las hibridaciones son experiencias de multimedia interactiva y obligan a ampliar la concepcin de espectador y de su participacin activa, tanto en un espectculo que se define en una escena fsica, como en el interior de aquellas experiencias que tienen el teatro como su modelo declarado. Se injertan dinmicas espacio/temporales, y sobre todo participativas, cada vez ms complejas, que son la riqueza de esas experiencias. El valor se encuentra en los procesos de interaccin comunicativa entre el escenario, los actores y los espectadores: co-actores/coautores que intervienen en la red. 10. Twisted Pairs de George Coates Personaje eclctico con larga experiencia George Coates fue uno de los primeros en acercarse a las tecnologas y a utilizarlas en teatro. Despus de transferirse a San Francisco, en 1976, comenz su carrera como director de un tipo de experimentacin que expresa la idea de alternative dynamic drama de la que Coates se declara un pionero desde los aos 70. Hablamos de Coates en la seccin Hibridaciones en cuanto sus espectculos no slo hacen uso de la realidad virtual como escenario, sino la conexin permanente a Internet permite la coparticipacin los usuarios a travs de las proyecciones, detrs de los actores en los escenarios virtuales, de sus textos enviados on-line. Se crea un entorno hbrido real-virtual, online/offline jugado en un nico espacio -tiempo: un
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espectculo interactivo tecnolgico coparticipado. La realidad virtual no es inmersiva y se presenta como una nueva y dinmica escenografa en la que los actores tienen que actuar en real-time relacionndose a lo que sucede en el chromakey.
Foto n. 7. Esquema tecnco del sistema Live Max 4-D utilizado por George Coates en la performance digital Twisted Pairs
Para llevar el ciberespacio en la escena Coates elabor lo que se denomina un Soft Stage Set. Se trata de un estructura teatral que segn las necesidades soporta todas las formas de media: diapositivas, texto a cortina (como en las pantallas de los ordenadores), animaciones computerizada, pelcula con actores reales. Un escenario virtual en el que la accin en vivo puede ser mezclada en tiempo real con entornos 3D, Internet, etc.
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Construida durante muchos aos permite a los actores habitar un escenario tridimensional, y el pblico usa gafas polarizadas que dan la ilusin estereogrfica y tridimensional de un espacio volumtrico. La ventaja de este tipo de estructura es la posibilidad de cambios de escena rpidos que son de repente visualizados en el escenario a travs de un sistema: Live Max 4D. (foto n. 7) La experimentacin electrnica de Coates sigue una lnea de continuidad con las estructuras tradicionales de la escena. El ordenador y las tecnologas digitales entran en el teatro activamente como un elemento de mediacin: una escena computerizada. Eso no solo significa automatismos centralmente controlados de luces, sonidos, efectos especiales, sino tambin los desarrollos virtuales presuponen un diverso tipo de trabajo para los actores, muy similar a lo de la televisin. Uno de los grandes espectculos del grupo de teatro George Coates Performance Works es Twisted Pairs, cuya trama es tan multi-fragmentada como un viaje a travs de Internet. La protagonista, una mujer amish, encuentra un ordenador porttil que funciona con la luz del sol y encuentra varios personajes en sus newsgroups favoritos, personajes como Sister Justice cuya misin en la red es la de conectar a las personas con la misma disfuncin psicolgica. Luego conoce un navegador desconocido y solitario y en la huida se enfrenta a una organizacin para-meditica online que quiere convertirla en una estrella de la Red. Para escribir el texto han sido utilizados los mensajes de algunas mailing-list y la experiencia de los frecuentadores de newsgroups.
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Las caractersticas y los elementos de la investigacin son muchas: el texto improvisado, sin embargo, mediado por la experiencia de los participantes online al espectculo, antecede al momento escnico; unos trabajos preparatorios anteriores al acto. Esta performance hbrida tambin implica al espacio como uno de los protagonistas, un elemento que estructura la realizacin y que condiciona la accin en cuanto el dinamismo de los cambios permitidos por la tecnologa digital no slo se convierte en medio de transicin, sino apoyo del intercambio escnico actor-actor y actor-espectador. Una forma antigua que se desarrolla y, en los mejores ejemplos, se reconfigura de acuerdo con los nuevos medios de expresin que encuentra. El actor no acta en el espacio real, sino en el espacio virtual que actualiza la escena digital en el
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montaje final, visible con unas gafas especiales polarizadas. Cada personaje representa a una persona encontrada en un newsgroups en Internet (Foto n. 8) Ilusin de todos los sentidos pueden ser la clave para este tipo de teatro que, como toda la historia del teatro, no slo se basa en la suspensin de la credulidad, sino que tambin intenta engaar a la suspensin, ilusionando los sentidos. Creo, en conclusin, que la discusin en torno al tema del captulo est naciendo ahora y que es importante empezar a analizar las seales tericas y productivas, encontrar el lenguaje apropiado para observar lo que, a primera vista, parece algo confuso y frentico pero que, en realidad, comienza a tener seales de movimiento y de tendencia en la construccin de nuestro ser ciudadanos de la era digital. La unin entre el teatro y los medios de comunicacin era, es y ser una relacin prolfica basada en el trabajo sobre el actor (agente principal de la accin escnica) y sobre los procesos de comunicacin injertados por la digitalizacin. Este es el enriquecimiento de un patrimonio antiguo de siglos de experiencias que se actualiza en las tecnologas digitales.
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Notas
1. [] il teatro deve ricercare con tutti i mezzi una riaffermazione non soltanto di tutti gli aspetti del mondo oggettivo e descrittivo esterno, ma del mondo interiore, cio delluomo metafisicamente considerato, Artaud, A. Il teatro e il suo doppio. Torino, Giulio Einaudi Editore s.p.a., 1998, p. 207. 2. Infante afirma que el teatro nace como simulacin fsica de un estado mental, as que la virtualizacin digital puede ser concebida como su desarrollo especular, haciendo posible la simulacin mental de un espacio fsico. Cfr. Infante, C. Imparare giocando: Interattivit fra teatro e ipermedia. Torino, Ed. Bollati-Boringhieri, 2000, p. 165. 3. Ibidem, p. 56. 4. The arts and sciences converge through new approaches t o theory and practice that borrow from and feed each other, an osmosis where scientific models increasingly enrich the arts; and creative, imaginative processes influence the sciences, Dixon, S., Digital Performance: A History of New Media in Theater, Dance, Performance Art, and Installation. Cambridge, MA, USA. MIT Press, 2007, p. 150. 5. Cfr. Infante, C., op. cit., p. 102. 6. Cfr. McQuails, D., op. cit., p. 303. 7. McQuails, D., op. cit., p. 193. 8. Infante, C., op. cit. p. 175. 9. [] while historically the arts and sciences have remained polarized and deeply suspicious of one another, new computer technologies have become an interface for their mutual coexistence. Dixon, S., op. cit., p.170. 10. 1 One of my jobs as an artist is to make contact with the audience. Dixon, S., op. cit., p.107. 11. The most amazing thing about working on this project is that its absolutely the way I think. I dont think in terms of narrative or plot. My mind works through association, and thats how Puppet Motel works, Dixon, S., op. cit., p. 636.
Bibliografa
ARTAUD, A. Il teatro e il suo doppio. Torino, Giulio Einaudi Editore s.p.a., 1998. BROOK, P. Lo spazio vuoto. Roma, Bulzoni Editore, 1998.
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DIXON, S. Digital Performance: A History of New Media in Theater, Dance, Performance Art, and Installation. Cambridge, MA, USA: MIT Press, 2007. ECO, U. Lector in fabula. Bologna, Bompiani Editore, 2001. Sei passeggiate nei boschi narrativi. Bologna, Saggi Tascabili Bompiani, 1995. INFANTE, C. Imparare giocando: Interattivit fra teatro e ipermedia. Torino, Ed. Bollati-Boringhieri, 2000. LEVY, P. Cybercultura. Gli usi sociali delle nuove tecnologie. Milano, Feltrinelli, 1999. McLUHAN, M. Gli strumenti del comunicare. Milano, prima edizione Est, 1999. McQUAILS, D. Sociologia dei media. Bologna, Ed. Il Mulino, 1996. SNCHEZ, J. A. El teatro en el campo expandido en Quaderns porttils. Museu dArt Contemporani de Barcelona, n 16, 2007. WOLF, M. Gli effetti sociali dei media. Milano, Bompiani, 1990.
RECURSOS DIGITALES (ltima consultacin 3 febrero 2013). Gruppo di lavoro sulla comunicazione: http://www.strano.net/ Revista digital internacional Decoder: http://www.decoder.it Archivo multimedia de la Rai italiana: http://www.mediamente.rai.it/ Archivo multimedia Survival Research Laboratories: http://www.srl.org/ Archivo multimedia Tactical Media Crew: http://www.tmcrew.org/ Archivo multimedia Hacker Art: http://www.hackerart.org Archivio Piccolo Teatro di Milano: http://www.piccoloteatro.org Archivo multimedia Internet Relay Chat http://www.irc.org/ Web Site oficial de George Coates: http://www.georgecoates.org/ Archivo foto: http://consulate.smugmug.com/Portfolio/George-CoatesPerformance Biblioteca Universidad de Mlaga: http://site.ebrary.com/lib/bibliotecauma/ Museo de Arte Contemporanea de Barcelona: http://www.macba.es/
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Aparte de factores obvios (es mujer, artista y usa su obra y su propio cuerpo para tratar temas relacionados con la lucha feminista, como ella misma reconoce en una entrevista a Margret Eifler y Sandra Frieden1), resulta especialmente interesante el estudio del recorrido de Valie Export por su experiencia sobre cine (en el terreno de la enseanza y como escritora), sus conocimientos acerca del movimiento feminista y el hecho de que viviese su resurgir en primera persona (y como
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protagonista en el mbito de la creacin artstica, en el que empezaba a despuntar) all por los aos 60. Por tanto, su obra destaca por su grado de innovacin, su impacto en el espectador y por los temas que trataron en sus contenidos y cmo lo trataron. Por otra parte, adems de los factores personales y creativos inherentes a esta pionera del videoarte y la performance, resulta indudable cmo el contexto histrico, poltico y social en que se desenvuelve, determinan, en cierta medida, una mayor o menor radicalidad en su obra artstica. Austraca de nacimiento, Valie Export (n.1940), es una innovadora artista que lleva demostrando su talento en el mbito del arte en relacin con las nuevas tecnologas desde hace ya ms de treinta aos (fue miembro activo de la vanguardia austraca desde mediados de los aos sesenta), durante los cuales ha realizado numerosas performances 2. No obstante, su obra artstica incluye videoinstalaciones, lo que ella denomin cine expandido (expanded cinema), animaciones por ordenador, fotografa, esculturas e incluso algunas publicaciones sobre arte contemporneo. Sus primeras performances (algunas de ellas documentadas en vdeo y otras a travs de fotografas y otros componentes grficos como textos, esquemas o recortes de prensa) tienen como principal herramienta el cuerpo humano y, ms concretamente, el cuerpo de la propia artista y anan elementos como cine, vdeo, arquitectura, fotografa y espacios abiertos, entre otros. Resulta esencial conocer, al menos someramente, el contexto en el que se desarroll como mujer y, ms tarde, como artista, para valorar hasta qu punto influy en su obra. Educada en un convento hasta los catorce aos, Export pas a estudiar pintura, dibujo y diseo en la National School for Textile Industry de Viena, trabajando brevemente en la industria
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cinematogrfica como script, editora o extra ocasional. Casada y con dos hijos, posteriormente se divorciara y volvera a la escena artstica, en la que pronto destacara bajo el seudnimo por el que hoy se la conoce: Valie Export 3.
En uno de sus primeros trabajos, su rostro ocupaba con una fotografa (VALIE EXPORT-Smart Export, 1970) un paquete de cigarrillos cuyo logotipo haba sido manipulado y con una leyenda en latn y alemn Semper et ubique, Immer und Uberall (Siempre y ubicua), una forma de significarse como una mujer cuya impronta es fruto de su voluntad y no de la imagen sexista que la iconografa occidental construa de ellas. Su pose en la fotografa, mano en la cadera, pitillo en la boca y gesto altanero vena a decir Soy una mujer que se conduce como un hombre.
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En los aos 50 y durante buena parte de los 60, tras la catstrofe que haba supuesto la Segunda Guerra Mundial, y la configuracin de un nuevo panorama internacional, irrumpieron en el panorama artstico los accionistas vieneses (Hermann Nitsch, Gnter Brus, Otto Mhl, and Rudolf Schwarzkogler) quienes, a travs de sus performances, parecan incidir en el silencio histrico en el que decidi sumirse la sociedad austraca 4. Estos artistas (a los que se sum Valie), tomaban sus propios cuerpos como instrumentos artsticos y los exponan al dolor y al peligro en acciones que pretendan una confrontacin con esa complacencia y conformismo de la cultura austraca tras la guerra. Resulta curioso que, a diferencia de la radicalidad y la ruptura que suponan sus acciones, usadas como crtica feroz a la sociedad que los integraba, la visin que los accionistas proyectaban de las mujeres asuma parmetros claramente machistas, cuando no misginos. Por todo ello, la irrupcin de Valie Export en el panorama artstico viens resulta an ms rupturista que la huella masculina, y ms teniendo en cuenta que Export basara el grueso de su produccin creativa en analizar, desde la crtica, los medios de comunicacin con el fin de acabar con la visin patriarcal que aqullos promocionaban. Export, investig las formas en que las relaciones de poder inherentes a los medios de representacin catalogan y circunscriben una serie de estereotipos referentes a la mujer y al cuerpo de sta. Este inters y la crtica que de l se desprendera, relacionan a los proyectos de Export con tendencias inequvocamente feministas. De hecho, las primeras performances de guerrilla que Export llev a cabo se han convertido en un icono en la historia del arte feminista.
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En esta poca, mujeres artistas 5 como Adrian Piper, Lygia Clark, Carolee Schneemann, Maria Lassnig, Marina Abramovic y la propia Valie Export, rechazaron el medio pictrico y optaron por la performance, ya que consideraban que era una forma artstica no limitada por tradiciones restrictivas, ms abierta y experimental, permitindoles crear nuevos significados al carecer de contenidos preconcebidos. Leyeron a pioneras del pensamiento femenino como Virginia Woolf y Gertrude Stein: "Woolf era un ejemplo brillante del vnculo entre una sensibilidad femenina y una pulsin artstica creadora que lleva a modelos universales" , afirma Export 6. Merece la pena mencionar la accin Tapp- und TastKino (Touch Cinema), en espaol Cine tctil, llevada a cabo en diez ciudades europeas entre 1968 y 1971 (ver Apdo. 3.3., pg. 68). En este revolucionario trabajo, Export centra la atencin sobre el mundo cinematogrfico que, durante mucho tiempo, haba resultado un propulsor principal en la creacin de un buen nmero de estereotipos asociados a la mujer. En esta accin, su compaero Peter Weibel, invitaba megfono en mano y con aspecto de macarra 7 - a que cualquier transente se atreviese a introducir sus manos en el interior de una caja con cortinillas, que simulaba una sala de cine en miniatura y que la propia Export llevaba colocada alrededor de su torso, ocultando sus senos. Resultaba interesante el juego que se planteaba, ya que slo era posible tocar como ciego. Prohibido mirar. La mujer se mantena en conserva. Como en la mayora de las performances en la que existe un pblico activo y participativo, los resultados podan resultar imprevistos. Las reacciones de los espectadores (mayoritariamente hombres, como se puede apreciar en la imagen) eran un elemento clave en el desarrollo de la accin.
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Muchos fueron los que se acercaron, entre divertidos y curiosos, y bastantes menos los que osaron introducir las manos por la abertura que ofreca la caja para tocar los pechos desnudos de la artista, que permaneca con el rostro imperturbable, lejos de cualquier pose ertica o seductora.
Tras presentar esta accin en las calles de Viena y Mnich, se desarroll en otras ciudades europeas como Colonia, con la diferencia de que en esta ltima el altavoz estaba en manos de Valie Export y era su amiga Erika Mies quien portaba la caja. En palabras de la propia Valie: esta accin fue muy interesante, porque ramos dos mujeres y la gente se puso muy agresiva y crea que ramos prostitutas 8. Otra performance ineludible en la produccin artstica de Export es Aktionshose: Genitalpanik (Action Pants: Genital Panic), de 1969. Si hasta entonces en el mundo del arte y los
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medios de comunicacin las representaciones genitales eran elaboradas por y para los hombres, con esta obra (al igual que con las de otras compaeras artistas que iniciaron ese rupturismo) el sexo femenino se convirti ms que nunca en un campo de batalla para la prctica feminista del arte 9.
Imagen que documenta la accin Touch Cinema, de VALIE EXPORT. 2 presentacin. Primer Encuentro Europeo de Directores de Cine Independiente. Munich (1968)
En esta accin, Export, se present en un cine pornogrfico con una metralleta en la mano, con el pelo alborotado, luciendo una esclava en la mueca derecha y vestida con cazadora de cuero negra y unos pantalones con una abertura triangular a la altura del pubis que dejaba a la vista sus genitales. El exponer su sexo a la vista de los dems implicaba una oferta implcita de su rgano genital real ante ese pblico masculino
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que acuda a consumir algo irreal, en el sentido de no presente, en la oscuridad e intimidad de la sala cinematogrfica. Se enfatizaba ese sexo real frente a lo representado en las pelculas que estaban a punto de exhibirse, donde la mujer se suele mostrar como objeto pasivo o sometido al varn. Por si se desprendiesen pocos significados de esto, la artista se presenta, adems, con una metralleta, smbolo claramente flico que detenta el poder de quien lo porta y, tradicionalmente, asociado al campo de batalla y, por ende, al hombre. Export asuma, as, no slo un papel activo, sino de verdadero ejercicio de poder, muy alejado del cuerpo pasivo y sujeto al deseo masculino que los espectadores asistentes se disponan a consumir. De hecho, muchos de los asistentes huyeron rpidamente entre asustados y desconcertados.
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La propia Valie Export narra as la accin y los resultados a los que dio lugar:
Avanc lentamente sobre cada fila de butacas de cine, dando la cara a la gente. No me mova de un modo ertico. Avanzaba sobre cada hilera y el arma que llevaba apuntaba a las cabezas de los que quedaban en la fila de atrs. Tena miedo y no tena ni idea de lo que la gente poda llegar a hacer. A medida que avanzaba, cada hilera de gente se levantaba en silencio y se marchaba del cine. Fuera del contexto de la pelcula haba un modo completamente diferente para ellos de conectarse con ese 10 smbolo ertico particular .
Como afirma J. A. Ramrez puede tomarse esta obra como una especie de terrorismo sexual 11, a travs del que la artista denuncia de una forma directa e intimidadora el consumo de los gneros pornogrficos que fomentan una imagen pasiva, sumisa y burda de la mujer. Como aade el autor en una ingeniosa analoga: Se dira que Valie Export haba ejecutado una accin puritana, aunque sin pretenderlo expresamente, como si hubiera reeditado en versin feminista y masmeditica el viejo tema de la expulsin de los mercaderes del Templo. Tanto en Touch Cinema como en Genital Panic, Export centra la atencin del espectador en un punto similar: el elemento cinematogrfico. Ese cine que, como ya se haba apuntado, haba promovido, de alguna forma, unos estereotipos femeninos que an aparecen hoy bien arraigados en la sociedad. La accin Action Pants: Genital Panic (1969) de Valie Export, sera reformulada aos ms tarde (2005) por otra artista cuya obra est tambin inmersa en el uso del cuerpo femenino como instrumento de crtica, Marina Abramovic 12. En este caso, Abramovic, vestida de forma similar a Export, desarrolla la
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performance en la sala de un museo, subida a un escenario y sentada en una silla. Si bien es cierto que en su repeticin casi cuarenta aos despus, la performance en cuestin pierde parte de su significado al desarrollarse en un entorno completamente diferente, tambin lo es que sigue manteniendo su sentido crtico y genera una serie de asociaciones que cada espectador puede interpretar de forma diversa. Por ejemplo, sera plausible relacionar la re-performance de Abramovic con una crtica no slo al machismo, sino tambin a conceptos como la violencia. Observando, veremos el por qu: la artista entra en la sala de un museo y se dirige a una especie de pequeo escenario circular dispuesto para ella, se sienta en una silla, metralleta en mano, y abre las piernas dejando ver su pubis a travs del corte en la tela del pantaln, mientras observa con gesto serio a la audiencia 13. Una posible lectura a extraer sera el hecho de que, en una sala llena de personas, una mujer llame la atencin de todos los presentes, no tanto por situarse en una tarima o por llevar un arma de fuego, sino, y esto es lo ms revelador, por llevar un pantaln al que voluntariamente ha cortado la tela que cubrira el pubis con el fin de mostrarnos su rgano sexual. Si nos remitimos a la infancia de esta artista y al peso que, en otras obras ha dado ya a la guerra de su Yugoslavia natal, leeremos entre lneas una crtica a la violencia y a la hipocresa de la sociedad: como continuamente nos muestra la censura que, a da de hoy, an se ejerce en pases presumiblemente democrticos como Estados Unidos 14, sigue resultando ms llamativo, ms polmico y ms peligroso el que a una mujer se le vea un rgano genital en pblico a que esta misma porte una metralleta o cualquier otra arma. La sexualidad (y sobre todo si es femenina y es una mujer quien hace alarde de ella como agente activo -
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frente a su rol tradicionalmente pasivo-) sigue siendo ms peligrosa que la violencia (sea sta superficial o extrema).
Marina Abramovic. Re-Performance (como parte de sus Seven Easy Pieces) Aktionshose: Genitalpanik (2005). Guggenheim Museum, Nueva York.
Volviendo a Valie Export, antes de continuar analizando algunos de sus trabajos ms destacados, cabe mencionar el contraste existente entre el llamado cine con respecto a las acciones que lleva a cabo la artista: en las performances de Export, el cuerpo femenino no es preparado, empaquetado y vendido por directores y productores masculinos, sino que es controlado y ofrecido libremente por la mujer misma, desafiando, de entrada, la norma y los preceptos sociales tradicionales. Adems, la experiencia estndar en el cine en cuanto al cuerpo femenino es esencialmente voyeurstica, mientras que en las performances de Export, la audiencia tiene
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un contacto directo y tctil con la otra persona, en el caso de la mayor parte de las acciones de Export, con la propia artista, puesto que usa su propio cuerpo como material artstico y de comunicacin.
VALIE EXPORT (con Peter Weibel). Aus der Mappe der Hundigkeit (1968)
En 1969, hacia la misma poca en que realiza su fotografa con el paquete de cigarrillos y el logotipo de ste manipulado, y coincidiendo con la realizacin por parte de Gnter Brus de la accin Kunst und revolution 15, Export, disconforme con la misoginia que los accionistas vieneses venan demostrando, llev a cabo Aus der Mappe der Hundigkeit (Del archivo de la condicin canina) 16. En esta accin, Export camina por una zona comercial del centro de Viena llevando a su compaero, Peter Weibel, cogido con una
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correa al cuello, y avanzando a su lado a cuatro patas, como si fuera un perro. Algunas fotografas que se conservan resultan impagables, especialmente algunas en las que la artista apenas puede contener la risa ante las caras de asombro de los transentes a su paso, algunos, seguramente desconcertados y otros indignados ante lo que pareca una broma cruel en la que se denigraba al macho. De esta forma, Export plantea un radical cambio de roles masculino-femenino con respecto a las prcticas del accionismo viens en relacin a la mujer y, en general, con respecto a la imagen de ella que segua persistiendo en la sociedad en general 17. Mientras que el ansia por romper los lmites de lo sexual, social y culturalmente aceptable, la abolicin de los tabes y la predileccin por el cuerpo humano como herramienta de trabajo eran factores que unan a Valie Export con el grupo de los accionistas vieneses, los aspectos que los distinguen prcticamente desde el principio (y que harn que Export se desligue finalmente de ellos) son, segn apunta Roswitha Mueller 18, dos: - La inclusin de la tecnologa en el trabajo de Export. - La transformacin en el uso que los Accionistas hicieron del cuerpo femenino (las acciones cobraron tintes machistas cercanos, en algunos casos, a la misoginia; el abuso sobre el cuerpo femenino se perfil como una de las fantasas de destruccin preferidas por los Accionistas, en una poca en que la mujer, de por s, era vista como un objeto pasivo). Este tipo de prcticas provocaron la rebelin de muchas mujeres, que comenzaron a formular sus propias protestas (dirigidas, principalmente, a los miembros del citado grupo y a
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las prcticas que llevaban a cabo). Sin embargo, Valie Export, incluso en las acciones llevadas a cabo con Peter Weibel, no mostraba una concepcin explcitamente feminista, aunque hayan podido resultar un paso en dicha direccin en la medida en que subvierten los roles dominantes asignados a la mujer. En cuanto a los trabajos experimentales que llev a cabo Valie Export a partir de la dcada de 1960, sobresalen principalmente sus Expanded Movies (lo que se conoce como Cine Expandido), grupo de acciones o pequeos films que se caracterizan por su investigacin de la pelcula cinematogrfica como material y proceso. Estas concepciones no slo se relacionan con la seccin de cine independiente que despuntaba en los Estados Unidos y otros pases, sino tambin con el gran desarrollo de las vanguardias artsticas. El trmino Expanded Cinema estaba muy vinculado al movimiento Expanded Arts (Artes Expandidas), que experimentaba con las acciones y los happenings multimedia. Entre los ms destacables que la artista realiz, se cuentan: Abstract film no.1 (1967-1968): instalacin en la que la presencia de medios naturales, como el agua, la luz y los reflejos y el punto de partida tecnolgico, dan lugar a conexiones inesperadas (a la vez que esclarecedoras) con el arte minimalista, el land art y el arte povera. En Adjungierte Dislokationen (1973): el uso de dos cmaras atadas al cuerpo del artista y una tercera que documenta la performance, ofrecen un cine directo y fsico a travs de la interaccin entre el material, el actor y los espectadores. Syntagma (1984): pelcula donde el cuerpo, la imagen y el texto se dan la mano a travs de la experiencia flmica. Trata
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sobre lo objetivo y lo subjetivo, sobre la conciencia de uno mismo, y la percepcin de otros y transmitida por otros. La multiplicidad de capas que ofrece la obra obliga a releer todo el trabajo anterior de Export para ubicarlo de nuevo, entendiendo la necesidad de lucha poltica activa desde el feminismo de finales de los 60 y principios de los 70 pero, al mismo tiempo, observando matices y elementos crticos que podan pasar desapercibidos. Refirindose a su produccin artstica, Export declaraba en una entrevista:
Estuve desarrollando mi trabajo con varios medios vdeo, videoinstalacin, fotografa, films (incluyendo algunas pelculas de 16 milmetros, que eran ex presin de estados psquicos internos), y varias formas de cine expandido, cuestionando la idea de la realidad meditica; y ya he comenzado mi discusin con el cine comercial, a travs de la exploracin de materiales cinematogrficos y, en espacial, de conceptos antagnicos 19 como: ilusin/realidad, imagen/objeto() .
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Una ltima obra a destacar de Valie Export es Body Sign Action (1970), accin que queda documentada por una serie de fotografas que muestran el primer tatuaje de la artista, una liga en el muslo (el fetiche masculino hecho carne). Export, experimenta qu es una mujer marcada por un ornamento que ha aprisionado la imagen de la mujer reducindola a objeto sensual/sexual. Export rechaza, as, el estatus patriarcal de la feminidad pasiva. La artista es ella y ella es quien exhibe su cuerpo y quien lo marca. Y, para documentar la accin y romper tabes, no duda en mostrar impdicamente su vello pbico junto al muslo en el que aparece el tatuaje de la liga abrochada. Comenzara la batalla por romper las concepciones tradicionales en cuanto a los rganos sexuales femeninos, inspiradores de miedos y deseos a partes iguales 21. Tras todos los ejemplos vistos, se puede concluir que Valie Export ha sido una de las artistas pioneras en analizar las polticas de gnero a travs de su obra. Obra de contenido eminentemente conceptual que durante ms de 40 aos ha abordado temas como la identidad, el sexo y el cuerpo como modo de expresin y lenguaje, y todo ello desde una ptica principalmente femenina 22. Cine, performances, fotografa, vdeos, instalaciones o dibujos, reflejan el imaginario particular de la artista. A partir de la dcada de los sesenta, en que comienza a desarrollarse la obra de Export, as como la de otras artistas feministas y tericas que estudian la situacin de la mujer a nivel poltico, social e histrico, la construccin de la feminidad comenzaba a ser cuestionada, rompindose muchos de los esquemas lacanianos y tradicionalistas que pesaban sobre la mujer.
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As, gracias, en parte, a la obra de Valie Export 23, los trabajos de posteriores generaciones de mujeres artistas como Mona Hatoum, Gillian Wearing, Janine Antoni, Sam TaylorWood o Pipilotti Rist han encontrado una va abierta y otorgan un sentido nuevo a la cuestin sobre lo que las mujeres pueden ofrecer al arte y lo que el arte puede a su vez darles, la creacin de nuevas ideas que respondan a su sensibilidad y a sus deseos.
Notas
1. () desde sus comienzos como artista de performance a finales de los aos 60, el centro de su arte ha sido el cuerpo, especficamente el cuerpo femenino. Se define a s misma como feminista []. Extrado y traducido de: S. G. FRIEDEN, Gender and German cinema: feminist interventions. Vol. 1, Gender and representation in new German cinema. Oxford, Berg Publishers, 1993, p. 267.
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2. S. G. FRIEDEN, ob. cit., p. 256. 3. Nacida como Waltraud Hllinger, en 1967 cambi su nombre original para nacer artsticamente como VALIE EXPORT (pese a que la intencin de la artista es que fuese escrito siempre en letras capitales, el presente texto se ceir a las normas ortogrficas dictadas por la RAE y, por lo tanto, se usar en minsculas con la inicial en mayscula, como en el resto de casos en los que se mencionan nombres propios). Valie naci de la fusin de los nombres de su padre y de su marido y alude a la feminidad, mientras que para el apellido se apropi del nombre de una popular marca de cigarrillos (Export), atributo unvoco de virilidad. Con este gesto de autodeterminacin, la artista enfatizaba su presencia y su identidad en la escena del arte viens. 4. Dossiers Feministes (publicacin anual): VI Jornadas del Seminari d'Investigaci Feminista, Universitat Jaume I , Castell, (2002), pp. 76-77. 5. Export lleg incluso a redactar un manifiesto de las mujeres artistas: La posicin del arte en el movimiento de liberacin de las mujeres es la posicin de la mujer en el movimiento artstico. La historia de la mujer es la historia del hombre, porque el hombre ha definido la imagen de la mujer para ambos, hombre y mujer; el hombre crea y controla los medios sociales y de comunicacin, as como la ciencia y el arte, la palabra y la imagen, la moda y la arquitectura, el transporte social y la divisin del trabajo. Los hombres han proyectado su imagen de la mujer en dichos medios, y en consecuencia con esos patrones han hecho sombra a la mujer (). Extrado (y traducido) de: V. EXPORT. Womens Art: A Manifesto (March 1972), Neues Forum 228 (January 1973), p. 47. 6. Citado en un artculo del peridico digital El Pas, publicado el 17/01/2004 y consultado el 22/05/2009. Consulta en lnea: <http://www.elpais.com/articulo/arte/Valie/Export/mirada/resistente/elpbabar t/20040117elpbabart_1/Tes> 7. C. ILES. VALIE EXPORT: Body, Space, Splitting, Projection. En VALIE EXPORT. Ob/de + Con(Struction), Goldie Paley Gallery/Moore College of Art and Design, Philadelphia, 1999, p. 36. (Catlogo). 8. K. STILES. Corpora vilia, Valie Exports Body. En VALIE EXPORT . Ob/de + Con(Struction), Goldie Paley Gallery/Moore College of Art and Design, Philadelphia, 1999, p. 27. (Catlogo). 9. La representacin de los genitales femeninos en el arte y su uso por parte de las feministas como instrumento de lucha se convirti en objeto de estudio y de especulacin terica, ya que, al ser adoptado por estas creadoras desde una ptica diferente a la tradicional, se asociaron al tema implicaciones
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inditas hasta entonces. Vanse, por ejemplo, los trabajos de las artistas Pat Steir, Judy Chicago, Hannah Wilke y Joan Snyder, entre otras. 10. K. STILES, Uncorrupted Joy: International Art Actions. En Out of Actions: between Performance and the Object, 1949-1979, Thames and Hudson, London, 1998 , p. 266. (Catlogo). 11. J.A. RAMREZ. Corpus solus. Para un mapa del cuerpo en el arte contemporneo. Madrid, Ediciones Siruela, 2003, p. 299. 12. R. GOLDBERG. Performa: new visual art performance, New York, Performa, 2007, p. 117. 13. Para ms informacin, vase el documental Seven Easy Pieces (2007), dir.: Babette Mangolte, USA, DVD, 93 min. 14. Son conocidos por todos los mediticos y ya manidos ejemplos de la polmica creada por la escena de contenido lsbico en la que las cantantes pop Madona, Britney Spears y Christina Aguilera se besaban en la boca al final de una actuacin musical en los premios MTV 2003. Ms grave result la censura ejercida sobre las imgenes de la final de la Super Bowl (final de ftbol americano) del 2004 en que a la cantante Janet Jackson, durante la interpretacin del tema Rock Your Body, en compaa de Justin Timberlake, dej al descubierto uno de sus pechos. Lo que para unos fue una burda maniobra publicitaria y para otros un simple desliz, para la FCC (Comisin Federal de Comunicaciones de Estados Unidos) result ser un acto impdico merecedor de castigo: decidi imponer la mxima multa estipulada para estos casos (cerca de 400.000 euros) a la cadena encargada de la retransmisin, la CBS. Adems, resulta destacable que, de los dos cantantes, la peor parada fue Janet Jackson, pues la ABC, otra de las grandes cadenas de televisin norteamericanas, prescindi de sus servicios en una serie que estaba a punto de estrenar; y el lbum que public por entonces, Damita Jo (Virgin, 04), no cumpli las expectativas de ventas. Por el contrario, Justin Timberlake hizo fortuna en los Grammys apenas dos aos despus y contina, a da de hoy, su exitosa carrera en Hollywood. 15. Esta accin, en la que el accionista viens orinaba y se untaba con heces mientras entonaba el himno austraco le supuso el exilio de su pas, puesto que la represin policial en la Austria de la poca era considerable, como afirma Robert Fleck en: R. FLECK. Lactionnisme viennois en Hors limites. Lart et la vie. 19521994, Pars, Centre Georges Pompidou, 1994, pp. 19 6-207. 16. Para ampliar informacin, consltese: P. WEIBEL. Beyond art: a third culture : a comparative study in cultures, art, and science in 20th century Austria and Hungary, Springer Wien, New York, 2005, p. 150. (Catlogo).
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17. Hastiada del comportamiento ultramachista de los accionistas vieneses, Valie Export concibi acciones imaginativas y sorprendentes () la titulada Aus der Mappe der Hundigkeit (En el plano de lo canino), de 1969, Valie se paseaba por las calles del centro de Viena llevando a Weibel atado con una correa, como si fuera un perro obediente. Extrado de: J.V. ALIAGA. Arte y cuestiones de gnero. San Sebastin, Editorial NEREA, 2004, p. 70. 18. R. MUELLER. VALIE EXPORT: fragments of the imagination. Indiana university Press, Bloomington (USA), 1994 , p. xix (introduccin). 19. S. McDONALD. A Critical Cinema: Interviews with Independent Filmmakers, Universit y of California Press, 1998 , p. 255. 20. V. EXPORT. Erweitertes Kino als Erweiterte Wirklichkeit. Viena, s.f. (c.a. 1970), Gua de conferencia, Archivos V.E. (publicado en ingls por primera vez, Amsterdam, 1989). Transcrito y traducido del alemn por Susanne Schwinghammer-Kogler, para Edicione Loeil, Montreuil, 2003. 21. R. MUELLER. VALIE EXPORT: fragments, ob. cit., pp. 32-33. 22. El lenguaje del cuerpo intentara hablar desde un punto de vista femenino en un espacio de represin, intentando crear una nueva ptica femenina que implicase una relacin diferente con el espacio y el tiempo. Todo lo contrario a lo que, como se ha visto, experimentaron los Accionistas Vieneses, que en sus tcticas destructivas abusaban de las mujeres como una forma de liberacin sexual (masculina). En Espaa, unos aos ms tarde, se seguan los modelos estticos de la Fura dels Baus, que los sectores ms progresistas elogiaban sin tener en cuenta que estas prcticas misginas tendan a hacer de las mujeres vctimas al mismo tiempo consentidoras y resistentes. En cuanto comenzaron a darse este tipo de prcticas entre los accionistas vieneses, Valie Export, quien adems no vena del mundo de la pintura, como los accionistas y otros performers (Allan Kaprow, Jim Dine, Rauschenberg), no tard en distanciarse de las prcticas del grupo. Citado en un artculo del peridico digital El Pas, publicado el 17/01/2004 y consultado el 22/05/2009. Consulta en lnea: <http://elpais.com/diario/2004/01/17/babelia/1074297967_850215.html> 23. Desde el curso acadmico 1995/1996, Valie Export desarrolla, de forma paralela a su actividad artstica y a conferencias por todo el mundo, su labor como profesora de Performance multimedia en el Kunsthochschule fr Medien, en Colonia (Alemania).
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Resumen: El artculo es un extracto de la participacin del autor dentro de la Ctedra Juan Gris de la UCM, dedicada a la obra del artista latinoamericano Jorge Pineda. El tema central del texto reclama una relectura del sentido de la escultura en el arte actual. Como tcnica artstica, la escultura permanece en contacto e hibridacin con otras formas de arte. Y tambin, constituye una muestra de los acontecimientos que ocurren en la actualidad, en un sentido econmico o poltico. En segundo lugar, el artculo reflexiona acerca de la obra de una seleccin de escultores espaoles actuales. Palabras clave: Escultura, arte actual, hibridacin.
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Con la escultura ocurre como le pasaba a Guy de Maupassant con la Torre Eiffel, lugar vilipendiado en sus escritos en cuanto se le presentaba la ocasin. Todos los das acuda al restaurante all emplazado. Un da un camarero le pregunt que porqu iba si realmente le resultaba horrorosa, a lo que respondi: -Porque desde aqu no la veo. La escultura veremos que es un arte complicada y huidiza y no es del todo cierto que sea un arte inmvil. Si no que le pregunten a un escultor reconocible por todos, con ese nombre impronunciable Gutson Borglum, que no se le ocurri otra cosa que tallar una montaa para crear unos bustos. Quiz se olvid de que un
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edificio tiene unos cimientos y hemos de vestirnos por los pies. Los cimientos movedizos de la escultura actual hablan de esa radicalidad que habremos de buscar en el trato con lo vaco y lo mortal. La escultura deviene irnica y procaz, pero tambin muestra que sus lmites son su propia muerte. Ese peligro que acecha es la cada, la medida para una configuracin extrema de unos rostros que han ido envejeciendo como la poltica y la cultura. Al final, veremos cmo la escultura ser una prueba del desfondamiento y la prdida del equilibrio propios de las sociedades actuales. Esa radicalidad es precisamente el cuestionamiento de lo que sea escultura o no. Lo cierto es que un irnico, pero clasicista Salvador Dal lo advirti: lo mnimo que podemos pedir a una escultura es que est quieta. Quiz Alexander Calder no se sintiera comprendido en esta confabulacin contra su obra, pero hemos de decir que si atendemos a una radicalidad propia de la escultura, partiendo de las transformaciones que ha sufrido desde el siglo XX hasta llegar a la actualidad, se han producido cambios importantes, diluyendo los lmites de las artes en una especie de sinestsica operacin donde lo escultrico est relacionado con la pintura, la instalacin, lo puramente teatral o hasta la msica. Este devenir del objeto encontrado o no en el puro humo, traslada los intereses de la escultura por los materiales clsicos hacia los avances tcnicos, minando los cimientos estables que identificados o no con la afirmacin o prdida del pedestal, van a consolidar posturas radicales que, bien mirado, van a rechazar la abstraccin pura por un naturalismo asociado a lo clsico, sin olvidar un cierto expresionismo. Esta vuelta actual a la figuracin humana escultrica va a provocar un cambio que, de alguna manera, va a transformar la escultura en una proyeccin de la sociedad y de la propia creacin artstica. Quiere decir que la escultura que busca su radicalidad y su enraizamiento
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corresponde a la historia de una inquietud propia del artista contemporneo. Dedicarse a la escultura no significa ser escultor. En la actualidad veremos- muchos artistas producen escultura, pero ligada a otras prcticas como la fotografa, la pintura, el teatro, la arquitectura, el cine, etc. Entonces, el escultor ha de tomar una actitud que conduce a tratar las artes de una manera peculiar. En definitiva, la escultura no es precisamente un arte fcil porque en ella se presentan problemas espaciales. Tambin intuimos que la escultura es difcil para el terico, como definir claramente qu hace que un objeto lo sea. Qu hace que algo sea escultura? Es una cuestin de materia y forma, de aquello que no corresponde a la pintura o a la poesa? Es una cuestin puramente representativa de algo natural? Es la historia de los materiales? Qu hay de arquitectura y destruccin en ella? Porque etimolgicamente la palabra escultura se encuentra vinculada a la accin de esculpir y de rascar, pero tambin hace referencia a una culpa. La escultura parece ser una exculpacin o una inculpacin y debemos ver si es inocente o culpable. Porque si consideramos que no toda escultura es una estatua, ni toda estatua escultura, hemos de avisar que lo que propiamente le caracteriza no es cuestin de estatismo, equilibrio, ubicacin o distancia. En la palabra esttico se concilia el alejamiento, el desvo y la subsistencia, pero tambin seala hacia el xtasis, la composicin y, en definitiva, lo que caracteriza a la escultura: un silencio cinematogrfico, un dibujo erguido y en movimiento. La escultura acaba por establecer una relacin con el cine, el traje de Darth Vader encerrado en una vitrina acaba por superar al traje de Joseph Beuys. Es decir, ms importante que la aparente tridimensionalidad, es la capacidad escultrica de poner algo en pie despus de la demolicin. Ledo heideggerianamente, la estatua es un estar. La historia de la
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escultura es la historia del estar. A riesgo de ponernos estupendos con la etimologa, diremos que el latino stare se refera literalmente a ese estar en pie, firme, esto es, inmvil. Pero en esta imagen del Monumento al trabajador autnomo/autonmico donde se sita el artista contemporneo, vemos lo que puede quedar de la escultura. Un simple pedestal situado frente a la escultura de Velzquez en el Paseo del Prado donde se ha inscrito un graffiti donde se lee: el enemigo est dentro, disparad contra nosotros. Quiz sea un aviso a paseantes. Como decimos, en el arte contemporneo parece que la escultura no pueda quedarse quieta. Si ha llegado a convertirse en humo, tambin ha logrado devenir en peligrosas afirmaciones materiales. Es el caso de aquellas esculturas que devienen monumento funerario -nos acordamos ahora de Michael Heizero que directamente se consideran escultricas por su tamao extraordinario, es el caso de las obras de Claes Oldenburg. Lo que no tenemos claro es que una escultura radical sea realmente una escultura nueva. En realidad, hay diferencias, pero parece estar an dependiendo de una tradicin clasicista y realista. Figuracin humana, preocupacin en torno al pedestal, carcter conmemorativo o funerario. Una escultura es radical entonces porque va a encontrar que el suelo que pisa es an movedizo. Si sigue estando vinculada a la representacin, est siempre unida a la idea de pro statuarse, ponindose frente al espectador avisado. En ese sentido original, prostituirse, recordaba Baudelaire, es simplemente ponerse en pblico. Sealaremos, dicho sea de paso, que el crtico tiene expresiones contra la escultura: no es como la pintura y debe aspirar a ser como la carne. Indicando cmo est muy cerca de lo natural debido a que trabaja con la materia, Baudelaire afirma que de ah surge su realismo. Pero seala que lo ms importante es que la escultura debe conducir a un rodeo, a una torsin que implica su carcter rfico. Estamos avisados que si la miramos demasiado
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acabaremos petrificados. Como crtico le planteaba problemas, no deba tener mucho inters en un arte que condujera simplemente a una materializacin alegrica. Lo que s seal en un breve texto titulado Por qu es aburrida la escultura me perdone Jorge Pineda- es que el origen de la escultura se perda en la noche de los tiempos. Es un arte de caribeos. En ese sentido sarcstico, se refiere a aquellos que no aaden nada a la escultura ya que simplemente estn dispuestos a redondear la materia, ignorando que el fin del escultor no es rivalizar con los vaciados. En realidad, lo que parece afirmar es que la escultura es una mezcla prodigiosa de disimulos y de elecciones temticas dispuestas para crear algo real. La escultura desvela entonces su verdadera apariencia fantasmal, como ocurre en el caso de la obra de Jorge Pineda: la fantasmagora escribe Baudelaire- se ha extrado de la propia naturaleza (El artista, hombre de mundo, hombre de la multitud y nio). Entonces, para comprender que la escultura deviene radical hay que dar un rodeo, tomar distancia y cuidado. En el caso de propuestas escultricas como las que traemos hoy aqu, veremos si esa radicalidad no es sino buscar las races o fundamentos donde la escultura ha sufrido tantos cambios y, precisamente, ese buscar en sus orgenes es la constatacin de un naturalismo y expresionismo donde se quiere rechazar la abstraccin. Porque si la escultura es una representacin objetual peculiar que conduce a un extraamiento ms que al arrobamiento, hemos de decir que no se trata de representar. La escultura no es una imagen de nada, dira Adorno. Como vestirse por los pies, la obra de arte se organiza desde abajo. En ese sentido, siempre estar unida a una cierta presencia de la muerte y del vaco, considerando que la escultura es propiamente una reflexin en el vaco. Pero este carcter reflexivo y autnomo es como el propio
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rodeo de lo escrito. Y lleva ligada la reflexin sobre la situacin actual del arte y de la sociedad. Nunca es vulgar o banal: hasta el graffiti tiene su historia. Y de alguna manera, forma parte de esa escritura particular de la escultura propia del arte. Escribir es en ese sentido, como muestran los trazos de Jorge Pineda, un arte escultrico donde se puede identificar la tachadura con el raspado. El escultor como una figura infantil, careciendo de un habla lineal, volviendo al borrn en la pared. Extraa relacin de la escultura y la escritura. Aqu no importa ya el valor de los materiales, su ductilidad, su aspecto carnoso y marmreo. Se ha optado por un realismo pervertido. Esos procesos donde la tcnica es ms importante que el material, seala hacia esa capacidad de volverse contra s misma propiamente escultrica. Repetimos que tampoco debemos pensar en una radicalizacin de la escultura descubriendo temas clsicos como la correspondencia entre la figura y la forma, el tratamiento del vaco como aadido o como falta, su relacin con lo conmemorativo y lo monumental, su capacidad para ser objeto de consumo, sino comprobando sus argumentos para ser an posible como arte. Una escultura radical es una escultura de lo actual, una escritura que corresponde a un proceso que no es simplemente el hecho de que un sujeto est frente a un objeto. Hasta la escultura tratar de borrarse a s misma. Tambin la escultura actual se dice de muchas maneras, an cuando un cierto estilo juanmuozista sigue estando presente. El tratamiento del cuerpo conducir como veremos a que una escultura radical sea capaz de utilizar cadveres y muertos, artefactos y mquinas deseantes que contribuyen a que definitivamente la escultura ya no deba ser considerada como un objeto esttico, inerte y fro. La escultura puede plantear otro sentido de lo formal, ya no trata de convertirse en piedra, sino en hiperrealismo. Cabe la posibilidad de que realmente ya no haya
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un cuerpo estatuario, sino la constatacin de un vaco que transparenta su propia radicalidad. Seguimos pensando que en la escultura sobresale una cuestin pedestre porque tiene su base en los pies. En esa direccin, la escultura ha expandido el campo hasta una destruccin momentnea y monumental del espacio y del tiempo. En esa direccin, la escultura marca los lmites entre la cultura y una civilizacin decididamente abocada a vivir en una crisis latente e inestable. Se habla de que la escultura ha perdido su pedestal y en parte es cierto. El desarrollo de las respuestas que se han dado durante el siglo XX a estos problemas lleva a la escultura a una peripecia, esto es, a marcar sus lmites por medio de una expansin que ser la vuelta a s misma. As, la escultura propone una vuelta, no es algo quieto, sino inquietante. Por esa razn, hay que tener cuidado en esa distancia que logra presentarse como extraa a la realidad cotidiana. Porque la escultura trata de dirigirse contra s misma y deviene escultura porque es escritura. En ese movimiento es un arte del espacio, pero tambin pertenece al tiempo. En sus races, en el propio pedestal del pedestal, en esa zona de surgimiento y ereccin, en ese poner-ah, el arte escultrico se convierte en una presencia extraa. Dnde se sita la escultura? No es acaso la sensacin aparente de tranquilidad de su fundamento una sucesin infinita de niveles que acaban por conducir del autor a su obra? Por qu en la escultura se borra el autor? Porque la escultura se presenta como una fantasmagora. Una radicalidad que conduce finalmente a un uso escenogrfico y teatral. Por otro lado, como decamos, en la palabra esttico resuenan el desvo -el xtasis- y el alejamiento -la apostasa-. Porque en este desvo elptico alrededor de lo escultrico lo que caracteriza su estado radical es el retorno y su polimorfismo. Hubo tiempos en que sabamos que una escultura era aquello
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con lo que tropezbamos al ver una pintura. Pero ese tropiezo era un aviso a paseantes. A pesar de todo es un deslizamiento, ms en el caso de su importancia en el arte minimal, donde buena parte de sus postulados eran consecuencia de un aspecto escultrico y arquitectnico relacionado con un saber hacer a partir de las ruinas de una civilizacin crtica, como en el caso de Carl Andr. A pesar de las sarcsticas opiniones de Art & Language, cuando afirman que las esculturas de Donald Judd seran esplndidos alfileres de corbata, si fueran ms pequeos, hay que sealar el desarrollo continuo que Robert Smithson dedic a la escultura fascinado por el poder de lo artificial en el emplazamiento de lo natural. Una escultura que fue la espiral Jetty o la rampa de arena, pero aqu hay otra cosa, una reflexin sobre la situacin de un arte verdaderamente radical. A ras de suelo aparece un poco de tierra sobre un espejo. Robert Smithson entonces hace que la escultura hable consigo misma, reflejando todo lo que se ponga por delante. Un traje de Beuys, un mvil de Calder, las cajas Brillo de Warhol. De lo que se trata es de retener en una memoria fra y mercurial la escultura del presente. De lo que se trata es de intentar saber en dnde se enclava la obra de arte. Un espejo orientado hacia arriba, para que podamos mirar el abismo. Como decimos y volviendo a la cuestin escondida de los pies en los pies de la escultura, dejaremos caer, por ejemplo, el tratamiento que Luis Buuel mostr por ellos. Los pies de la estatua son capaces de desatar el lascivo deseo de los protagonistas de La edad de oro, cuando se disponen a besarla cegados por la avidez. Posteriormente, Buuel mostrara cmo esos pies heridos del anacoreta en el desierto se convierten en una escultura que se recorre de arriba hacia abajo. Pies que ya son la propia escultura que sostiene a un renegado Simn en el
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desierto. Entonces, se comprende que el apstata sea el que se aparta. Ah el pie es otro objeto de deseo. Una escultura que es ya un pie descubierto, similar a ese cuerpo material narrado por Ovidio, donde tras una metamorfosis de Venus, la diosa se transforma en una estatua de marfil que, debido al ardor de su creador Pigmalin, llega a ser una mujer de carne y hueso. Digamos de paso que Didi-Huberman en ese extraordinario ensayo sobre el arte titulado La pintura encarnada ha incidido en esa transformacin, sealando que Ovidio no quiere escribir la palabra statua porque es imposible. El caso es que la escultura se presenta como un problema rfico. No podemos mirar de frente ni a la escultura, ni al sol ni a la muerte. La escultura deviene como una presencia mortal, algo que pasa mientras va asentando sus pies. Podemos observar el pie de esta estatua, realmente un bajorrelieve. Es un pie de estatua que nos deja petrificados, como un rfico designio. Seguramente porque en esa transicin de diosa a cuerpo su forma se aparece como un fantasma. As, la escultura tambin se dirige hacia ese espacio liminar donde ya es fragmento. Al final, la escultura acaba por ser mrmol, como seala Didi-Huberman, un autntico fantasma metafrico. La escultura acaba por recobrar su cuerpo, un material destinado a las lpidas y a las conmemoraciones. Entonces, la escultura no puede estar quieta porque se apropia del desplazamiento propio de la muerte. Una trampa gradivosa, donde el espectador est ante el arte en especial, la escultura-, como ante una mujer que pasa advirtiendo de la amenaza y el deseo. Llegar a la escultura es saber si debemos comprenderla, a pesar de que nos conduzca a quedarnos de piedra. En este sentido, vamos a ver estos argumentos, a favor de una escultura capaz de soportar an la extraeza, en la obra de algunos artistas cuya radicalidad es la prueba de una escultura que se vuelve
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contra s misma en una suerte de potica iconoclasta, destructiva y deconstructiva. As, representan en buena medida esta presencia rfica y estructural de la muerte, una capacidad por recobrar una transversalidad propia de un arte radicalizado en su propia destruccin. La escultura en el caso de Jacobo Castellano tiene su origen en el dibujo. En sus inicios utiliz el punzamiento propio de esa escritura que relacionbamos con la escultura para realizar una obra cuyo eje era la memoria del castigo. Posteriormente, el descubrimiento de la tensin propia de los cuartos, las paredes de una casa familiar, se fueron convirtiendo en un tratamiento estructural del desastre que corresponde a ese desfondamiento de lo familiar. Una tensin que proviene de la utilizacin de materiales como el cuero, la fotografa, cuerdas o mantas a las que somete a un colgamiento amenazante que trata de buscar un orden en lo inhabitable. La escultura de Jacobo Castellano se dirige a una intimidad hermtica. A pesar de su formalidad en la que se trata de reconstruir las posibilidades de una escultura donde se evita el uso de materiales clsicos, la correspondencia entre sus elementos trata de marcar unos lmites que, en el caso de sus ltimas obras, obligan al merodeo propio de la memoria. Sus esculturas precisan un movimiento pausado y distante que a veces se convierte en un movimiento pendular, circular y profundo. Estructuras que no son sino una deconstruccin donde sutilmente se afirma una inestabilidad. Ese vaivn de objetos relacionados con su vida personal, situados en los intersticios formados por el hierro, el cuero o la grasa, sealan hacia esa condicin de la escultura que no encuentra ya su fundamento. La propia escultura es la demolicin de lo que nos sostiene. La presencia del olvido, la ausencia del extrao que somos, el paso del tiempo y la tensin propia de una conciencia inevitablemente daada, nos dirigen
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hacia una resistencia. Hacia donde se dirige propiamente su escultura es entonces un lugar difuso, tan cercano a la experiencia de la pared, como a la desaparicin de los cimientos slidos. Es entonces cuando lo Unheimlich es lo inhspito, cuando deviene lo familiar, hogareo, domstico, lo ntimo y, en contraposicin, lo secreto, clandestino, misterioso y mgico de la escultura, la ocultacin constante de un secreto. Por tanto, la escultura posee una apariencia real y otra fantasmal o metafsica. En este aspecto, las imgenes de Jacobo Castellano hacen presente una experiencia de lo inhspito. No es slo la suma de imgenes que se cuelgan desde una estructura de hierro, sino que plantean un sentido oculto, obligando al espectador a sentir esa amenaza como propia. Este movimiento giratorio que otorga la existencia de una vida ligada a lo muerte es donde podemos expresarnos a partir de una escultura rfica. Un giro que, como en un autmata siempre ficticio, sorprende el movimiento que le da vida. Un artista que, como ventrlocuo de s mismo, habla desde diferentes lugares, sabiendo que es el propio movimiento el que conduce a Jacobo Castellano a dirigirse, no tanto a los soportes, sino a lo que sostiene: una potica de la ausencia donde lo inhspito termina por destruir las imgenes. La relacin del arte con el capitalismo es uno de los principales temas tratados por Democracia. Si sus ltimos trabajos han estado vinculados a los procesos de demolicin, especialmente en su ltimo trabajo donde el tema de la destruccin de chabolas se entenda como una escenificacin del espectculo de la gentrificacin, dos piezas de carcter escultrico nos interesan ahora, mostrando la importancia del terror y la muerte desde la escultura. Bataille seal cmo la prohibicin de dar muerte tena sus excepciones en el duelo, la venganza y la guerra. Hasta la prohibicin tiene sus lmites. En este caso vemos un homenaje al terrorista suicida. A pesar que
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se trate la escultura con todo su clasicismo, donde una figura se asienta sobre un pedestal, mostrando sus pies por delante, lo que nos interesa tambin es el sentido de su leyenda: todos sois culpables, salvo yo. Una escultura con vocacin de monumento donde podemos identificar al terrorista con el propio artista. La escultura se convierte en una presencia incmoda. Es un objeto que se enfrenta al paseante, pero por qu est encima de una silla vestido con una chaqueta a punto de hacerse explotar y con ello a la propia escultura y al escultor en una metafrica autodestruccin? Una metfora al final, eso sea la esculturadel estado de la democracia, pero tambin de problemas verdaderamente universales, globales y crticos del estado de lo poltico. Bien mirado, sin dejar de tener presente el tema de esta obra, identificado con el asesinato y con su presencia en los medios de comunicacin, no deja de ser una presentacin directa de una escultura que vuelve sobre s misma. Podramos considerar que es una estatua yacente? Lo que s que est presente es un hiperrealismo de la crudeza que quiere buscar la calidad de lo esculpido a travs del uso del bronce, dirigindonos de una manera efectiva a la constatacin de que tambin la escultura es un engao y un trampantojo. E igualmente importante es el espacio donde est ubicada, entre la poltica y la captura fotogrfica. Esta vuelta a las races de la escultura proviene de la escenificacin de una muerte, pero sin mostrar el cuerpo. Si la tradicin ha hecho de la escultura un arte cadavrico, mostrando barrocos cristos lacerados o esqueletos en danza, en este caso la apropiacin tipo Christo nos ofrece una segunda lectura. La posibilidad de que esas marcas slo sea la presencia del vaciado de la propia democracia, mostrando que sus lmites son el cuestionamiento de su funcin poltica. En ese sentido la escultura nos conduce entonces hacia un clasicismo donde lo importante no es tanto la configuracin, cuanto continuar ligada a un modelo imitativo. La realidad del
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terrorismo y la radicalidad de la escultura en el espacio de la ciudad. Porque una sociedad de consumo, ms en estos tiempos, es una sociedad que compra. As, tambin la escultura se convierte en un bien de consumo. En la trayectoria de Chus Garca-Fraile ha sido constante el desplazamiento llevado a cabo en el discurso de la publicidad, en la afirmacin del carcter consumista y en el traslado a centros comerciales, cruceros hedonistas y destrucciones implacables o en ese smbolo de la destruccin que fue el incendio de la Torre Windsor de Madrid que en su caso se anunciaba como un lema proclive a lo comercial: Ya es primavera. Este carcter apropiacionista que ha llevado a cabo en su trabajo responde a una intencin mimtica que habla de la deconstruccin de los ideales propios de la sociedad del bienestar. El lujo que corresponde a lo que brilla termina por disolverse en forma de obra de arte y esa representacin queda duplicada en una metfora que habla del detrito y sus depsitos. En el caso de este cubismo irnico y procaz de Chus Garca-Fraile, el contenedor es una metfora de esa reproductibilidad tcnica donde lo importante es, ms que el aura individual, la repeticin de una diferencia cualitativa (un contenedor de basura de distintos colores) y cuantitativa (son quince elementos) cuya presencia nos hace pensar en un sinestsico ordenamiento de los desechos del capital que brillan, como el lujo, por su ausencia. Porque, como seala Adorno, el fetichismo de la obra de arte muestra una paradoja entre lo que necesitamos y queremos, entre lo que no necesitamos y desechamos. Algo por hacer en esa labor de acercamiento al presente que significa hablar de lo nuevo. Siguiendo una tradicin que desde la vanguardia permiti el uso de materiales alejados de lo lujoso, no era tanto continuar utilizando materiales propios de la escultura, sino encontrar en el propio
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diseo las bases estticas y esteticistas, donde Chus GarcaFraile alinea unos cubos de basura que indican la higiene y limpieza propias de un estado del bienestar. En este sentido, su trayectoria ha estado orientada al hallazgo de un espacio entre lo que est en el interior del capital y en el seno de las ciudades como espacios de construccin. Su reaccin como artista le ha llevado a modificar el tamao de los objetos, a descubrir los aspectos superficiales de una clase media dispuesta a disfrutar del confort del fin de semana que encontramos en el centro comercial, ya sea para pasar la tarde o para disfrutar de los productos de consumo cuya nica solucin parece ser la degradacin del hedonismo de la sociedad del bienestar. En esa espera donde la limpieza y el cuidado pertenecen a lo plstico, ah se muestra el espacio sin lugar del consumo y del reciclaje de lo escultrico. Porque como podemos apreciar ese instinto por la iconoclastia tambin est presente en la escultura Teresa Margolles ha vinculado la presencia de la muerte en sus acciones, ligadas a los asesinatos causados por el narcotrfico. Pero en el cuerpo de su escultura se encuentran trabajos como el vaciado de cuerpos de fetos o en esa inversin de lo escultrico que significa componer una estructura mediante la atadura de los hilos que cierran las heridas tras las autopsias realizados a asesinados. Tambin ha realizado una escultura literal, raspando las paredes, escribiendo algunos de los mandamientos propios de los crteles en la zona mejicana de Sinaloa, donde se calcula que en los ltimos aos han muerto unas 4500 personas, a razn de una docena diaria. En uno de ellos se lee una dura advertencia: ver, or y callar. Porque Teresa Margolles, a pesar de su potica abstraccin, siempre muestra como material la realidad del arte como un cadver. Sus materiales han sido la grasa proveniente de clnicas estticas, el agua utilizada para
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limpiar los cadveres con las que se hacan pompas perteneca a la morgue, sealando hacia la conciencia de que no estamos hablando de nada imaginario, sino de una constatacin real de lo muerto, comprendiendo la escultura en el lmite donde el cuerpo se destruye en cada individuo, en el fin de la sociedad. Esto es, en su propia abyeccin. En la actualidad ha presentado una obra que parece una subversin de la escultura. Reconstruyendo una joyera cuyos artculos estn compuestos por cadenas, brazaletes, pendientes o pulseras, a los que se han aadido cristales provenientes de los destrozos efectuados en 21 cadveres al ser asaltados en sus coches. Una obra plenamente funeraria como corresponde a la escultura ms clsica. Un cadver de escultura que se muestra realmente como una orfebrera del asesinato, uniendo ese brillo aurtico propio del arte a su destino mortal. Esa consideracin de la escultura como instalacin, le ha conducido a la conmemoracin del vaco que sealamos como propia de una escultura radical. Entre la orfebrera y los pedestales en donde, dicho sea de paso, resuena el carcter sacrificial de los aztecas, Teresa Margolles recoge ese vaco de los muertos y de sus cuerpos. Una recogida de materiales que le ha conducido hasta China para realizar una escultura de la desaparicin, la muerte y el desplazamiento. Si el campo de la escultura se ha expandido, en una obra mnima ha sugerido la idea de desequilibrio, sosteniendo una pequea astilla con una pequea pirmide dorada. En el siguiente caso radical, tampoco podemos obviar que la escultura actual igualmente muestra su antigua relacin con la pintura. En el caso de Enrique Marty, su acercamiento a la escultura proviene -cmo no nos habamos dado cuenta antesde la taxidermia. Una disecacin de personas que llevan ropa usada, creando una vivencia de lo siniestro. La violencia contra uno mismo y las caras enfermas son una muestra del teatro de la
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sociedad. Un expresionismo realista de la crudeza propia de las artes crticas. Su trabajo, esencialmente dedicado a la pintura, ha conducido a Enrique Marty a reunir en grandes instalaciones ambos espacios. Esta escultura ruinosa muestra de modo similar el proceso de nihilizacin de lo actual, cuando en la realidad vivimos la convivencia de la tortura y la muerte, junto a anuncios que prometen una vida mejor. Esos espacios de lo domstico donde la extraeza es la norma, muestran en estas figuraciones a personajes desnudos como un guiapo. Cuerpos de escultura con heridas y cicatrices, secreciones sospechosas, calcetines para cuidar los pies de una cultura que parece estar desorientada tras el naufragio. La escenografa de la escultura de Enrique Marty se propone realizar un hiperrealista retrato de la vida fragmentada y daada. Este espacio ttrico que ha servido para crear escenografas teatrales como en la obra de Anglica Lidell titulada Perro muerto en la tintorera: los muertos, tambin alberga una destruccin lenta de la vida cotidiana. Las vicisitudes familiares devienen en su caso en una descripcin precisa del aquel estado capitalista de la esquizofrenia descrito por Gilles Deleuze. Un cuerpo donde las manos ennegrecidas y los rostros inexpresivos ensean el decaimiento y el sangrado, una recuperacin del individuo cuyos nicos argumentos son la ereccin ridcula de sus pobres atributos, entre una tristeza enfermiza y la irona que Enrique Marty provoca sin impostacin. Esta presencia de lo humano como escultura reclama la atencin a su inestable conciencia. Como ser escultura y quedar definitivamente muertos, la aceptacin de una condicin humana clausurada por el mal de este siglo conduce a que esa ternura no sea sino una perversin de los valores. Suicidios, desaparecidos, hombres en pijama que parecen haber entrado en un mal sueo, la coincidencia de la vida cotidiana con la pesadilla lleva a Enrique Marty ha disecar al hombre mostrando cul es su verdadera condicin como ser errado,
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abandonado y definitivamente dbil ante lo que ha provocado en la prdida de un fundamento donde asentarnos. Esta capacidad de reunir lo trgico y lo cmico por medio de una parodia, es uno de los argumentos que nos hace pensar en que la escultura no sea al final sino una prueba del desfondamiento de la cultura, el propio disecado de los cuerpos casi convertidos en fantasma. Tambin Eugenio Merino ha conseguido reunir la irona con la poltica, partiendo de una imaginera sarcstica que invierte los valores tradicionales asociados al disfrute del ocio mediante una radicalizacin de los presupuestos de un realismo vinculado a la caricatura y a un humor tragicmico. A pesar de que su obra sea escultrica, al igual que en el caso estos artistas volvemos a advertir que estn realizadas por artistas que no son exclusivamente escultores. En este caso, ha de subrayarse que lo importante no es tanto la importancia de los materiales, sino su vinculacin con el cine, la publicidad y los efectos especiales. As en Eugenio Merino se concilia su pasin por las imgenes de los medios de comunicacin y la construccin de metforas escultricas que, ms que esculpidas han sido modeladas exactamente igual que si se tratara de dar forma a una idea. El propio artista ha sealado la importancia de construir a partir de un concepto que busca tanto en los peridicos, revistas o pelculas, como en Internet. Si ha sido capaz de disfrazar a un mono como darvinista capaz de hacer reventar todos los ideales de la evolucin, tambin ha mostrado por medio de la exageracin cmo las dictaduras son producto de una mentalidad medio muerta, medio viva. Un naturalismo basado en la fascinacin por una irona negra que juega con algunos arquetipos provenientes de la imaginera propia del estado del ocio, pero revertidos en una denuncia, ya desde el arte y la escultura, de la hipocresa propia
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de las compaas encargadas de sacarnos del aburrimiento para entretenernos. En ese sentido, el sarcasmo crtico ha hecho que Eugenio Merino haya sido capaz de convertir a Bambi en un trofeo de caza perfectamente acondicionado para alegrar nuestras casas. Mediante un naturalismo extremo, contina realizando un apropiacionismo de la industria del ocio, devolviendo a la sociedad sus productos con una buena dosis de mala leche y humor negro. Una escultura que viene a caricaturizar ciertos aspectos de la infancia por medio de una provocacin para adultos. Se trata de llegar a pervertir la espectacularidad del arte contemporneo por obras capaces de asumir su condicin artstica como bienes de consumo. Parafraseando a Jean-Luc Godard, Eugenio Merino no tratara de hacer arte poltico, sino polticamente. Con una malicia exquisita, su irona trasluce un inters por desmitificar a aquellos iconos que, a pesar de formar parte de nuestra vida desde la infancia, han sido modelos a seguir. Cuando el artista nos presenta un tercermundista Burt Simpson ofrecindonos la mano, estamos ante un procedimiento que da la vuelta a esos personajes, llevndoles hacia el mundo del arte contemporneo. Su planteamiento -que quiere situarse fuera del pop art como tal- est relacionado con un conceptualismo que, como decimos, trata de dirigirse hacia la escultura, la pintura o el dibujo. Esa animacin es ya una animadversin hacia la hipocresa porque ahora sabemos que esos personajes tambin viven, padecen y mueren como nosotros. Esta comprensin del arte entendida como juego esconde tambin la voluntad de hacer visible las paradojas del mundo global. Por ejemplo, Jorge Pineda busca estas races en la realidad de la Repblica Dominicana. Pero ms all estas figuras acompaados de sus tachaduras sugieren una relacin con la conformacin del mundo. Hacia dnde se dirigen estos nios?
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Por qu han quedado parados y cabizbajos? El mundo de la infancia es un elemento importante en la escultura de Jorge Pineda, porque la escritura de la infancia identificada con el castigo y el muro continan el silencio que conduce al in fans, es decir, a aquel que an carece de habla, a estrechar contactos con la experiencia de la pared. En verdad, la escultura de Jorge Pineda aparece casi siempre obsesionada contra el muro, como si a su travs se recibiera lo ensordecedor. El peligro que supone atravesar con la escultura a otro espacio es el cubrimiento de esa adivinacin del vaco. Una vinculacin de la escultura y su zona sombra configurada como una estancia con paredes surrealistas capaces de crear un lugar para el castigo y la inquietud. Esta recuperacin de la aceda y la melancola propia de los procesos de imaginacin. Tambin una representacin de autmatas a los que parece que ha detenido el tiempo y el espacio. En las figuras de Jorge Pineda se puede apreciar esa misma fascinacin baudelaireana por las muecas y la relacin fetichista que establecen los nios con los juguetes. Giorgio Agamben ha sealado en Estancias cmo Baudelaire describe a esos nios que tratan de ver el alma del juguete destruyndolos bien contra la pared o el suelo, sabiendo que despus seguirn preguntando dnde est ese alma inencontrable, esa sombra, es lo que est en la base de la creacin artstica: la relacin del sujeto con el objeto, de los sujetos con los objetos, del objeto con los sujetos. Un fetichismo que lleva a Agamben a relacionar con la lejana de las propios muecos. Ah surge el aislamiento encontrado en la pared. Este fetichismo propio de la escultura es probablemente su relacin con los objetos. El fetiche, como lo hecho, est vinculado a lo estatuario. Eran tambin objetos dejados en las tumbas, pero lo ms importante es que etimolgicamente el trmino no hace referencia para los griegos a una cosa slida y material, sino a una alegra exultante. Por eso afirma Agamben- la estatua, cuando es una figuracin
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humana, nos lleva a la confusin inquietante, no sabemos si estamos realmente ante otro sujeto o su fantasma. Carlos Rodrguez-Mndez es un artista que a travs de la escultura ha organizado una reflexin que le ha dirigido a otros mbitos como el video o un arte de accin, pero siempre bajo criterios vinculados a esta idea de una escultura rfica y semoviente. Su consideracin de una escultura adaptable a la tensin propiciada por los espacios donde expone, le llevan -al contrario que a Brancusi- a que su escultura sea una torsin del espacio donde se impone su reflexin tambin irnica frente a la posibilidad de encontrar una columna infinita. En sus acciones parece buscar los cimientos del arte escultrico con presupuestos cuyo origen debemos situar en el minimalismo norteamericano. La escultura es realmente un proyecto y un proceso donde el artista trata de evitar la forma cubriendo el espacio. Desde sus inicios Avelino Sala ha tramado una escultura del vaco por medio de dos medios escultricos: la inversin del vaciado y una relectura del ready-made. A lo largo de su trayectoria ha ido vinculando su obra a la actualidad de la postperformance, yuxtaponiendo la escultura, la pintura y la videocreacin en un espacio del vaco que determina la direccin potica de su labor. Un lugar neutro como el estado de angustia, la espera o el cansancio, le conducen a un tiempo como el que estamos viviendo. Utilizando la creacin de marcas publicitarias como Drama, Avelino Sala presenta una reflexin acerca de la aparente escisin entre el arte y el diseo, para hablar del lugar donde podemos distinguirlos, entre los objetos que poseen una utilidad en este caso, la prctica del surf o del ftbol- y los que son artificialmente intiles una tabla que se va a hundir con seguridad, un baln ardiendo-, pero que van a
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conducir a una experiencia del hundimiento del pensar. Es decir, se trata de marcar una diferencia entre los objetos, saber que lo que hace que algo sea arte est vinculado, ms que a su apariencia engaosa, al uso que hagamos de ello. La autocrtica le lleva a dirigirse a lugares inhspitos como una playa o a espacios de celebracin como las fuentes. Una reflexin que inici con las figuras que transparentaban el vaco, concretndose ahora en el ejercicio de una espera dramtica, el retorno de una realidad por venir, la muerte ajustada a una espera que concilia la rebelda con la paciencia. Si aqu nos vamos a ceir a tres obras que dan una idea clara de sus intereses como artista, sus preocupaciones estn en torno al nomadismo del artista, la relectura de lo monumental y la apropiacin en los medios de comunicacin de masas. Estas esculturas simblicas son un guila, una tabla de surf y un botellero duchampiano de plstico. En un principio su trabajo se orientaba hacia una escultura animal y simblica cuyo material empleado sorprenda por su ligereza: papel cello. Realizando esculturas transformadas en perros guardianes o en figuras humanas, su obra soportaba la herencia de un nuevo siglo, oportunamente situadas en acantilados, bosques o vertederos. El caso es que en su atencin a lo escultrico, Avelino Sala ha utilizado una estrategia que le ha llevado del vaco transparente a la constatacin del desfondamiento de los ideales. Una tabla de surf a la que ha desposedo de su valor de uso mediante un peso que excede con mucho cualquier intento por hacerla flotar. Una metfora del esfuerzo y de una lucha con momentos destructores, en esa apropiacin del trabajo del mito, va Hrcules o Ssifo. Y es que es esta apropiacin de la apropiacin lo que le condujo paradjicamente a una escultura con vocacin de impertinencia en un espacio como el artstico plenamente cegado por el falso lujo de lo nico: un objeto artstico barato, autnomo y repetible hasta el infinito.
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Para terminar decir que lo cierto es que la escultura tiene races que van hacia una esttica en destruccin. La escultura no deja de ser memoria donde habita el enemigo. Si caen los ideales, no debemos extraarnos entonces de que tambin lo haga el propio arte. Si no un reflejo de lo social y lo poltico, s una manera de presentar lo grotesco como situacin cotidiana. Quiz de la escultura slo queden los escombros, pero en cualquier caso en la actualidad existen ciertos artistas que, si bien proceden de campos diversos como la instalacin, la pintura, la accin poltica o lo teatral, entre sus intereses se encuentra la escultura, bien como memoria de los otros o como objeto meramente recordatorio, un hiperrealismo de la crueldad que es la busca de una estructura sencillamente devastada, decidida a encerrarse en s misma. Como anunciaba Piero Manzoni, un pedestal con todo el peso de una preocupacin mundana como zcalo del mundo. Terminar diciendo que ya sin soportes, ni fundamentos, comprobamos cmo el terreno donde la escultura da la vuelta a sus races zcalo al final es una pantufla-, poniendo sus pies en el vaco propiciado por una realidad convulsa.
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Notas:
1. Este texto corresponde a una conferencia dictada por el autor en la Ctedra Juan Gris de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, a 25 de Noviembre de 2008.
Bibliografa:
ADORNO, Theodor W., Teora Esttica, trad. Justo Navarro, Akal, 2005. ART & LANGUAGE. Escritos, Distrito Cuatro, 2005. DIDI-HUBERMAN, Georges, La pintura encarnada, Pre-Textos, 2001. MADERUELO, Javier, La prdida del pedestal, Antonio Machado Libros, 1994. SMITHSON, Robert, Escritos, Alias, 2000.
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Resumen: Este artculo es un relato del proceso de creacin del espectculo Up_rising que pretende cuestionar las posibilidades y transformaciones del trabajo del actor en dilogo con el equipo audiovisual. Partiendo de los instrumentos de anlisis formulados por autores como Jacques Rancire y Bertolt Brecht, busco cuestionar la naturalizacin raramente tematizada y, las modalidades de organizacin que se encuentran en las narrativas contemporneas; con el fin de fomentar formas insospechadas de entender y construir la escena teatral a travs del dispositivo digital. Palabras clave: Actor, creador, video artista, espacio, imagen, tiempo, teatro
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1. Introduccin El objetivo de este trabajo es discutir la forma en que los elementos que componen una narracin teatral adquieren ciertas posiciones y funciones actuales dentro de una jerarqua de valores que raras veces son cuestionados. Pienso aqu en referencia al video, que es la herramienta en cuestin a lo largo del camino de mi investigacin. A la luz de la obra de Rancire (2011), en el enderezar que l da a las imgenes, creo que no se puede explicar el tratamiento de vdeo de hoy en da simplemente observando su presencia o ausencia en la escena,
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como si una simple adicin fuera capaz de aclarar la identidad del teatro y lo que resulta en una jerarqua especfica de elementos. En resumen, mi problema es saber por qu el vdeo ha adquirido una funcin secundaria, meramente ilustrativa en los asuntos teatrales -aunque hay una presencia constante en las representaciones del vdeo en la contemporaneidad- y analizar los cambios realizados en el trabajo del actor por el enfrentamiento entre ste y el video. Desde el punto de vista emprico, la reflexin presentada en este trabajo se inici con el proceso de creacin del espectculo de video-teatro titulado Up_rising (subir en aumento o rebelin). Despus de trece aos trabajando principalmente como actriz en el teatro sent la necesidad de investigar las posibilidades del trabajo del actor-creador en dilogo con el vdeo. As que busqu, desde el principio de esta investigacin, la creacin de una obra que no se presentase como una suma de dos dispositivos artsticos distintos, sino como la formacin de un cuerpo, al mismo tiempo, unitario e hbrido, resultado de la confrontacin entre el actor-creador y la escena grabada. Como regla general, tendemos a considerar el problema de las relaciones entre la imagen grabada y la escena en vivo como un fenmeno bastante reciente. Si es correcto decir que, desde 1904, poco despus de la aparicin del cine, ya existan modos de interaccin entre las escenas grabadas y los espectculos teatrales, no podemos olvidar que el video es todava considerado como una herramienta secundaria en la elaboracin de la narracin teatral. Se ha generalizado decir que los recursos multimedia hacen parte de las representaciones teatrales contemporneas. A pesar de un sin nmero de posibilidades estticas presentes en la produccin artstica
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contempornea y el avance de las tecnologas que hacen que las funciones y los lugares para la imagen audiovisual y el cuerpo del actor sean cada vez ms difcil de fijar, es comn observar que en gran parte del teatro actual, la presencia del video como un elemento escnico se encuentra reducido a la categora de escenario o tiene una funcin superflua de narrador de una historia que ya est siendo contada por los actores. Cmo destac Bertolt Brecht en sus investigaciones sobre el teatro pico, a fin de proponer un teatro capaz de forjar mundos an impensados, es necesario extraar todo lo que nos parece ser natural (Brecht, 1957). De ah la razn de la pregunta que hice al principio del proceso: por qu el teatro actual, incluso en la cantidad de posibilidades de experimentacin, se presenta tan reacio a establecer nuevas jerarquas entre los componentes escnicos? En oposicin a esta tendencia, Up_rising se esfuerza por pensar en el video como un punto de partida para la creacin de un espectculo que valora, asimismo, al actor y al video. Este y aqul estn en el centro de la escena. Por lo tanto, este proyecto tiene como objetivo problematizar concepciones que persisten hoy en da, a pesar de la supuesta hibridez que componen los asuntos en el arte contemporneo. Es aqu donde consiguen todo su sentido las consideraciones que el investigador Greg Giesekam (2007: 8) teji sobre los trabajos que involucran a mltiples medios de comunicacin. Por un lado, estn los medios de produccin que se basan en la construccin de texto y caracteres, as como los que hacen uso del video como mero apoyo para la narrativa. Por otro lado, cuando hay relaciones de codependencia entre el material en directo y el grabado, se modifican sustancialmente las funciones de que son frecuentemente asignados. Segn Giesekam, este proceso se llama, a su vez, Intermedia. Lo que estoy intentando con la obra
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Up_rising es producir un trabajo Intermedia. Sin embargo, desde mi punto de vista, la pelea entre nomenclaturas est lejos de ser el problema central de mis investigaciones. Sobre todo porque lo que me interesa en el anlisis de teatro, as como otros entornos y supuestos estticos comunes entre el mundo del arte y otros mbitos sociales. En otras palabras, la manera en que pensamos y nos relacionamos con la creacin de jerarquas y fronteras en las artes se refiere tambin a un sin nmero de otras actividades que conforman el tejido social. 2. Punto de principio Eleg ser la directora de escena, del audiovisual y la actriz de la performance porque trato de crear una obra de arte que cruza el trabajo del actor-creador y del videoartista. La obra se encuentra en proceso de finalizacin. Los ensayos, que comenzaron en junio de 2012 en Lisboa, Portugal, tienen el objetivo de poner a la actriz en conversacin constante con el video. La idea de construir Up_rising tuvo la inspiracin inicial en la residencia artstica All_Ice, que hice en Londres durante los aos 2010 y 2011, y tuvo como lema inicial Alice in Wonderland y A travs del espejo, ambas escritas por Lewis Carroll. All ya haba iniciado algunos experimentos en los videos que fueron los resultados de las actuaciones realizadas en Londres y Liverpool. En aquel momento ya estaba pensando en producir una obra de vdeo-teatro. Ms de dos aos haban pasado cuando encontr en la obra de ficcin de Alan Lightman, titulada Eisnteins Dreams, un terreno frtil para la produccin eficaz de hbridos. En la novela de Lightman, los captulos se transforman en cuentos independientes, y en cada uno de ellos, el escritor crea otros mundos, donde los diferentes conceptos de tiempo dictan las reglas de cada historia. Lo que me interesa
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enormemente tanto en Carrol como en Lightman es la posibilidad de que los dos autores tienden a crear parmetros que contradicen el da a da y sientan las bases de un nuevo espacio de pensamiento. Decid, por lo tanto, construir una obra escnica de un concepto diferente del tiempo. En el captulo elegido para la puesta en escena, Lightman explica que, despus que se descubri que el tiempo pasa ms lentamente en los puntos ms distantes del centro de la tierra, la gente comenz a emigrar para la parte superior, a las montaas en busca de extender su juventud. Comenz un movimiento de cambio gigantesco a las alturas de la tierra. Aquellos que ya han nacido en lo alto, se jactaban de nunca haber cado, los que vivan abajo, luchaban incesantemente por un lugar en lo ms alto. El tiempo pas y la gente olvid por qu las alturas eran tan deseadas. Debido al aire poco denso han cambiado radicalmente su dieta, comiendo slo alimentos ligeros.
"Los aos pasaron y la gente termin tan ligera como el aire, con los huesos que sobresalen, envejecidos antes de tiempo"
(Lightman, 2009, p. 31-32).
3. Este es el resumen de la historia El primer paso para construir el espectculo fue definir lo que me gustara para asignar el video. Si mi meta era que el video fuera ms un personaje, la proyeccin debera tener importancia indispensable para la narracin. As que si por casualidad el video fuera sublimado, sera imposible contar la misma historia. Por lo tanto, la necesidad era crear dos personajes iniciales (Figura 1). Uno de ellos, que le decid llamar personaje-escnico, que es hecho de "carne y hueso" y est en el mismo espacio y tiempo que los espectadores; y el segundo el personaje-imagen, que sigue las reglas del dispositivo audiovisual del espacio-tiempo. Recuerde que el
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personaje-imagen no tiene que ser necesariamente la imagen de una persona, tambin puede ser, por ejemplo, el espacio, los objetos o sonidos en el video. En Up_Rising el personajeescnico se encuentra en el lugar de aquellos que no pertenecen al mundo de las alturas y, por lo tanto, trata por todos los medios, subir. Sin embargo, para pertenecer al mundo de arriba va a necesitar no slo llegar a la parte superior de la pared en la puesta en escena, sino tambin aprender a mantenerse en un lugar donde los lmites no estn restringidos a lo geogrfico. Dicho en otras palabras, desde que el mundo superior se representa por una proyeccin de vdeo en la pared trasera del espacio escnico, incluso cuando el personaje-escnico puede ascender fsicamente, o puede, por ejemplo, desde una escalera llegar a la parte superior de la pared, se da cuenta que no puede ser efectivamente parte de aquel mundo, ya que el personaje no es imagen. Este es el punto de reconocimiento de la no pertenencia, que yo creo que es el quid de la puesta en escena. Una vez que el personaje-escnico se reconoce como tal comienza un camino de intentos sin fin para convertirse en imagen. En este momento de la construccin escnica me valgo de caractersticas del dispositivo audiovisual. Si en los inicios del cine el personaje tena como destino inexorable el encarcelamiento en la pantalla, sin ninguna posibilidad de comunicacin con el mundo exterior, a partir de la segunda mitad del siglo XX, diferentes cineastas tienen la ardua tarea de liberar a los personajes de sus mundos de imgenes, iniciando, de ese modo, un dilogo con el mundo supuestamente real, por lo que se les permite, por ejemplo, ver y hablar directamente a la cmara y, en consecuencia, al espectador que est sentado en el cine. Por el contrario, Up_rising muestra un cambio en la relacin entre el mundo imaginario y el mundo supuestamente
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real: que el personaje-escnico no percibe el mundo por medio de la lente de la cmara, pero si a travs de la pantalla de proyeccin. Esta combinacin de teatralidad, juntamente con las posibilidades electrnicas del vdeo es testigo de mi compromiso de seguir dando el mismo valor que el actorcreador y el video artista. Sin embargo, no est aqu para afirmar la superioridad de una manera de utilizar el vdeo en la escena. Creo que proponiendo una ruptura en la jerarqua de los elementos que componen la escena es posible experimentar el potencial, hasta ahora insospechado, ofrecido por diferentes dispositivos.
Figura 1. Al principio de la performance, el personaje-escnico inconsciente de no ser imagen, mientras que el video interfiere todo el tiempo en su cuerpo y sus acciones. Up_rising. Ensayo abierto. Roundabout LX. Lisboa / Portugal. Foto: Edgar Oliv
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Regresando a la puesta en escena, pasado un tiempo, el personaje-escnico descubre que su sombra se puede disear e inicia una interaccin, aunque de manera limitada, lo que sucede dentro de la pantalla de proyeccin (Figura 2). Despus de muchos intentos, finalmente, el personaje-escnico puede convertirse en imagen por medio de una rebelin silenciosa, ya que las lneas existentes en el espectculo no salieron de la boca de la actriz, sino de una voz en off, supuestamente proveniente del narrador de la historia. Una vez dentro de la pantalla de proyeccin, la actriz est ahora duplicada. Sin embargo, los espectadores siguen reconocindola como personaje-escnico, ya que permanece en el palco, pero ahora tambin se ve como personaje-imagen, que se proyecta en la pared (Figura 3). Lo que haba sido hasta ahora un dilogo entre dos personajes diferentes, ahora es un monlogo a dos voces, o mejor, dos materias distintas, ya que ninguno de los dos personajes dice una palabra durante toda la performance. El personaje-escnico observa al personaje-imagen que acaba de aparecer en la pantalla. El ltimo pide ayuda para subir de la pantalla situada en la planta baja hasta la pantalla que est por encima de su cabeza, la misma pantalla que representa el ideal de la felicidad de la raza humana. El personaje-escnico se niega a ayudar, ya cansado de numerosos intentos fallidos. Pero el personaje-imagen persiste y puede en ltima instancia, por su cuenta, llegar a la cima. Lleg al mismo nivel de los habitantes del mundo que no le perteneca y, por lo tanto, al igual que ellos, su envejecimiento es prematuro. Despus de un tiempo, el personaje-imagen cae de la parte superior de pantalla de proyeccin, al igual que una fruta madura cae de un rbol, y se queda en la pantalla de proyeccin, que es a nivel del suelo, y luego desaparece. En el momento que el personaje-imagen desaparece, el personaje-escnico tambin cae al suelo, en la
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misma posicin que vemos al principio de la performance. Por lo tanto, Up_rising toma, una vez ms, un expediente audiovisual proponiendo un loop 1 en la accin, es decir, el pblico en ese momento, puede optar por salir del espacio escnico o quedarse y ver la historia repetirse innumerables veces, ya que es un espectculo que no sigue las reglas del tiempo del teatro, sino el tiempo audiovisual.
Figura 2. En uno de los muchos intentos de hacer la imagen, el personaje-escnico descubre que su sombra puede llegar a las alturas. Up_rising. Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Lisboa / Portugal. Foto: Renata Ferraz
4. El proceso de creacin Asist en diferentes grupos de teatro de la investigacin -entre ellos Canhoto Labortorio, Fudidos e Privilegiados, pera Seca e Corrosivo- adems de trabajar como coordinadora artstica y pedaggica en diferentes proyectos teatrales en la ciudad de So Paulo. Por esta razn, mi
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experiencia artstica y pedaggica ha estado siempre ligada a trabajar colectivamente. Al ingresar a la Maestra en Artes Multimedia me di cuenta de dos factores que, sin duda, interferan radicalmente en la forma como mi trabajo de actuacin se desarroll en este proyecto: la primera, ms evidente, fue el cambio de rea artstica, es decir, cambi mi bsqueda de teatro por el lenguaje cinematogrfico; la segunda fue la decisin de trabajar solamente en el creacin de la performance cruzando slo alianzas ocasionales con profesionales de reas especficas, incluyendo los trajes, la msica y la edicin de vdeo acercndome a la produccin de este trabajo mucho ms con el universo audiovisual que con aquellas experiencias de los grupos de investigacin teatrales. El espectculo habla de la pertenencia y de ser extranjero. Es un cruce entre la narrativa explicitada en Lightman y mi propia experiencia de ms de tres aos en situacin de migracin. Una actriz brasilea hablando de teatro en una Facultad de Bellas Artes Portuguesa es una manera de ser doblemente extranjero. Esta fue quizs la mayor de las dificultades, ya sea como actriz o como inmigrante, y, por tanto, el problema fue la responsabilidad de ayudar a encontrar el camino de la confrontacin entre el video y el trabajo de la actriz. Explico. Si bien es cierto que el oficio de actor depende de los vnculos establecidos con otros actores en el escenario, qu pensar cuando el otro actor de la escena es una imagen? De qu forma lidiar con el hecho de que los compaeros piensan el proceso desde el dispositivo audiovisual y no de forma teatral? He intentado, a veces, llevar propuestas escnicas que se discutirn en mis clases de la maestra. Nunca asist a un debate que fuera provocativo al punto de cambiar mi diseo escnico.
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Sin embargo, la profesora Susana Sousa Dias, reconocida directora de cine portugus, solicitaba mis ejercicios semanales audiovisuales vinculados a la historia de Lightman. En el camino, mis producciones de video se han vuelto muy relevantes. Al fin de un corto tiempo, me di cuenta de que debera concebir el espectculo desde la creacin del video. Por esta razn, desde la narrativa de Lightman cre el guin de las dos proyecciones (una pantalla en la planta baja y otra que se encuentra en la parte superior de la pared del espacio escnico). El siguiente paso fue rodar la secuencia de comandos y editar la proyeccin dual. Los videos fueron entregados a los msicos Felipe Ayres y Sara Vincente, que compusieron, respectivamente, la msica y el diseo de sonido. Es slo entonces que la actriz apareci en escena. A partir de las imgenes y la banda sonora, empec a crear puntuacin corporal, que no slo sigui lo que fue propuesto en el video, sino tambin, en muchos casos, ayud para cambiar las imgenes. Decid que el video era un trabajo cerrado a s mismo. De la misma manera que el video fue creado a partir de otra obra, Eisnteins Dreams por Alan Lightman, una puntuacin corporal fue creada en el video que se llama Confines. En ambos casos, vdeo y acciones fsicas mantienen parecido con el trabajo inicial. Como videoartista o actriz-creadora, no me refiero a armonizar las diferencias, sino en primer lugar crear un trabajo por contaminacin de dos lenguajes artsticos. Para comprender mejor la importancia del video para actuar sobre trabajo y viceversa, me apoy de nuevo en las investigaciones de Bertolt Brecht (1957, p.199):
() Cuando el personaje surge de los otros personajes de la obra, ya que su estructura ha sido objeto de numerosas intervenciones, el actor tendr que memorizar todas las 259
conjeturas de que el texto ha suscitado. Pero es principalmente debido al tratamiento que los otros personajes le dan que llega a conocer a su personaje mejor.
Por lo tanto, para crear el vdeo, haba modificado el texto de Lightman desde las necesidades del aparato audiovisual. Ms tarde, cuando cre la puntuacin corporal tambin propuse cambios en el video. Debido a esta construccin dinmica, el video fue modificado varias veces hasta que obtuve los resultados satisfactorios. Del mismo modo, se condicion la actuacin de la actriz, otras tantas veces, al tratamiento que el personaje-imagen dispensaba al personajeescnico. En cuanto a la propuesta audiovisual, intent producir un vdeo con las caractersticas que se asemejaban ms a las primeras producciones de cine. Las primeras pelculas realizadas estaban poco preocupadas por la construccin de narrativas. Mostraban, en primer lugar, paisajes, objetos y acciones cotidianas. Lo que aparece en el video Confines es lo que se encuentra fuera de la zona escnica, es el mundo al que el personaje-escnico no pertenece. En relacin al trabajo de actriz, debido a las acciones de creacin del video y la forma, que no cambia nada durante la prueba, en poco tiempo, casi sin previo aviso, ya tena una puntuacin corporal significativa. Pero entonces, lo que observ es que a veces era necesario otra accin, ms lenta o ms rpida, o el tiempo del video, luego, no segua la pauta de la construccin de la actriz. En estos momentos modificaba el video, aadiendo un plan o restando otro. Un rompecabezas donde el cuerpo de la actriz necesitaba ajustarse a la imagen, y viceversa.
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Figura 3. Al final de la performance, el personaje- escnico se convierte en personaje-imagen. Up_rising Roundabout LX. Lisboa / Portugal. Foto: Joo Rodrigues
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5. Consideraciones finales Si mi inquietud inicial fue darme cuenta de las posibilidades de crear nuevas jerarquas entre los componentes escnicos, asignar ms especficamente igual valor al actorcreador y al videoartista, concluyo este viaje con un trabajo que responde a esta demanda, pero que no abarca todas las potencialidades de dilogo entre el video y el teatro. Explico. Las imgenes de video son deliberadamente simples y generalmente en un solo plano, una caracterstica que tom prestado, a propsito, del lenguaje teatral. Uno de los pocos efectos fue creado con los cambios en el cuerpo de la actriz a travs de la proyeccin de imgenes en el vestuario y el cuerpo. No llegu a experimentar proyecciones en otros formatos, otros objetos, as como no llegu a trabajar con video mapping, que imagino podra traer nuevas posibilidades de interaccin entre el cuerpo y la imagen. Sin lugar a dudas, para empezar cualquier investigacin en este campo, se debe tener conocimiento de ambos dispositivos artsticos, porque slo as es posible cruzar las caractersticas de ambos y con eso hecho un trabajo se puede considerar verdaderamente hbrido. Lo primero de todo es encontrar el equilibrio entre el tiempo y el espacio de dos dispositivos que operan con diferentes lgicas. Crear nuevos tiempos y espacios para que los actores trabajen, as como nuevas jerarquas entre los componentes escnicos, parece un buen camino a seguir, tanto como actriz y video artista, como directora de escena.
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Notas
1. En audiovisual usamos la palabra loop para describir la secuencia de imgenes en el que el ltimo de los cuales da lugar a la primera sin ningn tipo de pausa para mostrar que el vdeo lleg a su fin.
Referencias Bibliogrficas
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Los autores
Celia Riboulet Terica francesa, inicia su trayectoria en el Departamento de Artes Visuales de la Universit de Toulouse II, Le Mirail. En la actualidad es profesora de la Universidad Autnoma del Estado de Mxico. Atilio Doreste Alonso Profesor Titular del departamento de Pintura y Escultura de la Universidad de La Laguna. Director del Grupo de Investigacin Interuniversitario TAC. Taller de Acciones Creativas. Loreto Alonso Atienza Doctora en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado en distintas universidades mexicanas. Colabora con el Instituto Superior de Arte de La Habana (ISA). Juan Carlos Montoya Rubio Profesor en la Universidad de Murcia. Diplomado en Magisterio (Educacin Musical), Licenciado en Historia y Ciencias de la Msica y Licenciado en Antropologa Social y Cultural. Laura Corts Selva Profesora Doctora de la Universidad Catlica San Antonio (Murcia). Licenciada en Comunicacin Audiovisual por la Universidad de Navarra y en direccin de fotografa cinematogrfica por la ESCAC de Catalua. Juan Pedro Gmez Doctor en Filosofa y Letras, ha ejercido la docencia como profesor universitario de Ciencias Sociales y de la Comunicacin y como catedrtico de Lengua y Literatura.
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Aida Mara de Vicente Domnguez: Doctora por la Universidad de Granada. Miembro del Grupo de Investigacin Estudios sobre Comunicacin y Sociedad de la Informacin. Jos Luis Crespo Fajardo Investigador posdoctoral en la Universidad de Oxford. Actualmente se encuentra vinculado al Programa Prometeo en la Universidad de Cuenca (Ecuador) Erika Rodrguez Espinosa Estudiante de Ingeniera de Sistema en la Fundacin Universitaria Tecnolgico Comfenalco, Cartagena (Colombia.) Integrante del Semillero de Investigacin Gitecsi. Elizabeth Morante Bula Estudiante de Tecnologa en Desarrollo de Sistemas de Informacin. Fundacin Universitaria Tecnolgico Comfenalco, Cartagena (Colombia). Integrante del Semillero de Investigacin Gitecsi. Cecilia Surez Moreno Profesora-investigadora de la Universidad de Cuenca (Ecuador) Directora del galardonado programa de investigacin sobre arte contemporneo en el Ecuador 2005-2010. Agustn Linares Pedrero Profesor de Arte electrnico en la Facultad de Bellas Artes de Mlaga, y profesor de Diseo y Medios Informticos en la universidad privada EADE, Mlaga. Cesare Angelo Aceti Licenciado en Ciencias y Tecnologas de la Comunicacin. Licenciado en Televisin, Cine y Produccin Multimedia. En la actualidad realiza el Mster en Desarrollos de la Cultura Artstica de la Universidad de Mlaga.
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Ana Luca Ferrer Snchez Licenciada en Publicidad y Relaciones Pblicas. Licenciada en Bellas Artes. Doctoranda por la Universidad de Mlaga. Jos Luis Corazn Ardura Doctor en Filosofa. Investigador Prometeo (SENESCYT) en la Universidad de Cuenca (Ecuador) Director del grupo curatorial COMMISSION y editor de Espaa e Iberoamrica de Cura Magazine. Renata Ferraz Licenciada en Educacin Artstica por la Universidade Estadual Paulista (Brasil). Actualmente realiza el Mster Arte Multimedia-Audiovisual en la Universidade de Lisboa
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