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GT71 - PonenciaFARIÑA

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Entre la teora general y los datos: las teoras de rango medio en el Anlisis Reticular de Discurso

Juan Ignacio Faria FFyL (UBA) xanignacio@hotmail.com / www.antropocaos.com.ar UBACyT F 155 - Grupo Antropocaos Introduccin
El estudio del discurso se ha vuelto, desde hace algunas dcadas, central en las diferentes ciencias sociales. En un espectro muy amplio, diferentes teoras y disciplinas otorgan diversos puntos de vista, sobre la base del acuerdo en la importancia que reviste para el estudio de lo social. En nuestro caso, el grupo se encuentra explorando las posibilidades de un abordaje novedoso en trminos metodolgicos, el Anlisis Reticular del Discurso, que busca aplicar el potencial analtico del Anlisis de Redes Sociales al estudio de la produccin discursiva. Sin embargo, toda metodologa supone un marco terico en que desarrollarse. El objetivo en este trabajo es justamente dar cuenta de ese marco terico que gua nuestras exploraciones. Para ello tomamos como eje la idea de la necesidad de una articulacin entre una teora general, en nuestro caso sobre la ideologa, y diferentes teoras de rango medio, aportes tericos ms especficos que brinden dispositivos analticos ms detallados. A continuacin, entonces, repasaremos el recorrido terico que va desde la teora de la ideologa de van Dijk, con sus fortalezas y debilidades, a la teora de Argumentacin en la lengua y la teora de la Narrativa, proponiendo hiptesis puntuales para su articulacin en funcin del aprovechamiento del ARD como herramienta metodolgica. Este trabajo tambin tiene el objetivo de brindar un marco general para la exposicin de los trabajos de los dems compaeros del grupo de ARD, que presentarn diferentes aplicaciones metodolgicas valindose del marco terico que aqu se presenta.

La teora general: van Dijk


El marco terico general que el grupo emplea se basa en la propuesta socio-cognitiva de la ideologa de Teun van Dijk (1999). En un rea de estudio muy transitada desde varias disciplinas, el autor comienza por demarcar su planteo separndose de la tradicin terica de la ideologa que, desde el marxismo, postula diversas formas de entenderla aunque manteniendo una nocin relacionada con la falsa conciencia, el ocultamiento de la realidad poltica y econmica de alienacin, etc. Estas lecturas relacionadas con la dominacin y el

poder encuentran una reelaboracin particular en Gramsci y su teora de la hegemona. Sin embargo, van Dijk intenta postular una concepcin ms general de la ideologa, segn una tendencia que se va perfilando en la segunda mitad del siglo XX, en torno a la idea de sistema de creencias.

Podra decirse que la potencia mayor que muestra esta teora radica en que vincula dos dimensiones del fenmeno ideolgico que tradicionalmente han sido priorizadas una en detrimento de la otra, la cognitiva y la social, a travs de la interfase del discurso. Intentando superar aquella dicotoma, van Dijk propone un esbozo terico segn el cual la ideologa no es un fenmeno inherentemente cognitivo, social o discursivo, sino que al menos implica las tres cosas al mismo tiempo siendo este ltimo la interfaz que vincula la estructura social y la cognicin social (1999: 21). Ser tarea de la teora eminentemente multidisciplinaria aclarar los alcances de esta afirmacin y las particularidades de la articulacin entre esos tres niveles. La materia prima de la ideologa es de orden cognitivo, pero ella solo puede tener lugar y se constituye como tal en el marco de un grupo social y se manifiesta fundamentalmente, o de manera ms patente, en el orden del discurso. Siguiendo, entonces, el desarrollo lgico de la teora en nuestra exposicin vamos a sintetizar el esquema terico dando cuenta de su dimensin cognitiva, social y la forma en que el discurso articula ambos.

Lo primero que es necesario definir en un enfoque de la dimensin cognitiva de la ideologa es de qu se constituye, cules son sus componentes. Estas unidades mnimas de la cognicin son las creencias, definidas como los productos del pensar y radicados en la memoria. Ahora bien, las creencias que importan para la definicin de la ideologa son cierto tipo de creencias, o mejor dicho, las que renen una serie de caractersticas. En primer lugar pueden clasificarse segn sean personales, cuando pertenecen a un solo individuo y no son compartidas necesariamente por otros, o sociales cuando son compartidas por un grupo de individuos. En segundo lugar, pueden ser particulares, es decir, referidas a un episodio particular y un contexto, o pueden ser generales, abstractas y desligadas del contexto. Por ltimo, las creencias pueden ser fcticas, referidas a lo que creemos que sucede, es verdadero o falso, o pueden ser evaluativos, o sea, opiniones que expresan determinados estados de nimo frente a las cosas sin importancia de su estatuto de verdad.

En otro orden de cosas, tambin debe establecerse la distincin entre creencias culturales y grupales. Las primeras son aquellas que comparten todos los miembros de una cultura o 2

sociedad mientras que las segundas slo son compartidas al nivel de un grupo dentro de esa sociedad. Esta diferencia resulta crucial a la hora de definir los criterios que gobiernan la distincin anterior (creencias fcticas/evaluativas). Es decir, el criterio que define la distincin entre el carcter fctico y evaluativo de una creencia es el consenso a determinado nivel de organizacin, sea grupal o cultural. As, aquellas creencias que resultan fcticas al nivel del grupo suelen ser evaluativas a nivel cultural ya que no son compartidas por otros grupos que componen esa cultura.

En sntesis, la ideologa es un sistema de creencias sociales generales y abstractas que corresponden a un grupo social y que sirven de base a creencias fcticas (conocimiento) y evaluativas (opiniones y actitudes) especficas de ese grupo. Al introducir la categora de representaciones sociales el autor las define como cualquier conjunto organizado de esas creencias socialmente compartidas (conocimiento y opiniones/actitudes), a los que la ideologa sirve de base. Es decir, la ideologa es un sistema de creencias sociales, generales y abstractas que sirve de base a las representaciones sociales (1999: 89).

Partiendo de que la ideologa, como el lenguaje, se encuentra en el equilibrio entre una estructura estable y cierta flexibilidad relativa al contexto, las estructuras cognitivas fundamentales de las representaciones sociales a los que la ideologa sirve de base son: esquemas, guiones y estructuras de la actitud. Por un lado, de una larga tradicin en el campo de la psicologa cognitiva, el concepto de esquema viene a dar cuenta de la representacin mental que los sujetos hacen de los objetos, acontecimientos, personas, etc. Es decir, se trata de los modelos mentales que permiten la representacin del mundo real, y que forman parte de cualquier sistema de creencias. Por otro lado, el concepto de guin refiere a situaciones y secuencias de interaccin social en la que tienen lugar ciertos roles, temporalidades, lugares y prcticas que son compartidas por los sujetos de forma tpica y estndar. Esto supone la existencia previa de un conocimiento compartido de cmo se desenvuelven esas secuencias, organizado de manera tal que puede ser transmitido. Paralelamente tambin existen

estructuras propias de las creencias evaluativas. Las opiniones y actitudes se sirven de criterios y categoras que permiten la evaluacin, y estos tienen su origen en los objetivos, intereses y caractersticas culturales de los miembros del grupo.

Una vez definidas las representaciones sociales y sus estructuras, es hora de revisar lo que les da sustento, o sea, la ideologa y sus estructuras. Para caracterizar la estructura de la ideologa 3

van Dijk plantea que el elemento que resulta de mayor importancia es la dimensin representativa de un esquema de grupo, ms que de una matriz argumentativa o narrativa. Es decir, lo que en principio define la estructura de la ideologa es la construccin de un esquema del propio grupo en contraposicin a otros grupos de la sociedad. En este sentido las categoras que la constituyen son: pertenencia, actividades, objetivos, valores/normas, posicin/relaciones de grupo y recursos. De la interaccin de estos diversos criterios surge la estructura particular de la ideologa, es decir, su contenido especfico. La caracterizacin especfica de la estructura de la ideologa estar dada por una ponderacin de estos aspectos en que uno se impone a los dems, sin que el resto desaparezca. No debera pasarse por alto que van Dijk no especifica de qu tipo de recursos se est hablando, por lo que permite introducir en el esquema una dimensin material adems de la de los recursos simblicos fundamental en lo que significa el posicionamiento ideolgico de los grupos.

Definido el plano de la cognicin individual, las creencias, y el plano de la cognicin social, las representaciones sociales y la ideologa, surge el problema de cmo se vinculan estos dos niveles. Esto se da a travs del concepto de modelo mental, el cual es la representacin de acontecimientos su interpretacin subjetiva que tiene lugar en la memoria episdica al momento de la experiencia. Es decir, todo aquello que el sujeto sabe, siente y cree acerca de una situacin o un conjunto de eventos conforma un modelo mental de estos. Para nuestros fines nos importan la nocin de modelo de acontecimiento y la de modelo de contexto. Podramos decir que los modelos de acontecimiento en un sentido amplio dan lugar a la semntica del discurso, a lo que decimos acerca de ciertos hechos, mientras que los modelos de contexto regulan cmo lo decimos en funcin de la situacin de habla especfica. Finalmente, el punto crtico acerca de cmo se vincula una instancia social y una individual por decirlo grosso modo se da a travs de estos elementos: existe un ida y vuelta entre las representaciones sociales y los modelos de acontecimiento y contexto que intervienen en los actos de discurso. En un sentido que podramos llamar de abajo a arriba esos modelos son generalizados hasta conformar una creencia o un sistema de creencias, mientras que en un sentido de arriba abajo son aplicados y actualizados cada vez que influyen en un evento discursivo particular. Este camino, fundamentalmente en el sentido de arriba abajo, permite dilucidar los elementos de una ideologa que se estn proyectando en el discurso, como as tambin dar cuenta de los procesos de cambio en los sistemas de creencias y en los modelos mentales de los actores. En palabras del autor lo importante, por ahora, es que contamos con los instrumentos tericos para describir tales procesos, especialmente para analizar lo que 4

pasa entre las prcticas sociales, el discurso y las ideologas (1999: 118).

Una vez definida la pata cognitiva de la teora, pasamos a la parte que se corresponde con la dimensin social de la ideologa. En este sentido, debe quedar claro que como reitera suficientemente el autor si bien son las circunstancias materiales las que definen objetivamente la existencia de un colectivo de sujetos, son las representaciones sociales que los miembros de ste compartan, lo que define su constitucin como grupo social. Lo social sera, entonces, una entidad emergente de la interaccin entre los individuos que componen el colectivo. Esta clara toma de posicin en un debate fundamental que atraviesa a las ciencias sociales desde siempre, no puede ser soslayada. Siguiendo en la definicin de las condiciones en las que cabe hablar de un grupo pasible de ostentar una ideologa, resulta tambin clave la presencia de un conflicto, entendido como una necesaria distincin del grupo en relacin con otros grupos a partir de la disputa de recursos de ndole material o simblica; elemento ste constitutivo tambin de la identidad. Este concepto central de conflicto social, est entendido en trminos generales como aquella situacin en la cual un grupo es favorecido por sobre otro en la interaccin social. Finalmente, las categoras enumeradas para dar cuenta de los esquemas de las ideologas pertenencia, actividades, objetivos, valores/normas, posicin/relaciones de grupo y recursos sirven tambin a la hora de demarcar el perfil de un grupo social. Adaptadas a la dinmica social esas categoras implican quines son, qu hacen, qu quieren, en qu creen, dnde se ubican, qu tienen y qu no.

Entrando de lleno en la caracterizacin de la dimensin social de la ideologa, van Dijk se concentra en lo que llama las relaciones de grupo. Dentro de esta vasta rea, resalta la definicin de poder, que es entendido como un tipo particular de relacin social entre grupos en su costado relacionado con el control. Cabe destacar que el poder no implica en este recorte solamente su costado negativo, el abuso de poder que denomina dominacin. Existe, asimismo, un costado positivo entendido como el ejercicio consensuado del poder en un grupo por parte de uno o varios lderes.

Otro elemento central en esta parte del desarrollo es la que tiene que ver con las instituciones. Estas son, fundamentalmente, la contrapartida prctica de las ideologas, en la medida en que stas organizan la cognicin del grupo y aquellas organizan las prcticas sociales del grupo. Sin embargo, al mismo tiempo, en la medida en que organizan prcticas las instituciones inevitablemente cumplen un papel de reproduccin ideolgica y esto resulta de suma 5

importancia para la teora.

Por ltimo, debemos introducir el elemento que nos permite abordar la ideologa, definida ya en trminos cognitivos y sociales: el discurso. Van Dijk sostiene que se trata de una interfaz que permite el acceso a los sistemas de creencias que, si bien pueden ser tratados a travs de otros soportes las prcticas, sin ir ms lejos, encuentran en el discurso una formulacin muchas veces ms explcita. Podramos agregar en este punto que, adems, las disciplinas que se ocupan del discurso han logrado un gran desarrollo en lo que a dispositivos analticos refiere.

El primer paso ser, entonces, definir discurso. El autor deliberadamente da una definicin vaga, tensionada entre una nocin estrecha relacionada con la conversacin y una definicin amplia entendida como gneros y dispositivos culturales que caracterizan una poca. As, el discurso es entendido fundamentalmente como un acto comunicativo especfico (1999: 246). Para buscar una aproximacin menos ambigua hay que remontarse a la tradicin del Anlisis Crtico del Discurso a la que pertenece van Dijk1. Podramos decir que se trata de una concepcin del discurso que no se agota en la dimensin estructural de la lengua en tanto cdigo sino que articula la dimensin contextual y socio-poltica en que se produce.

Siguiendo esta tensin, las categoras que pueden distinguirse para dar cuenta del discurso en su dimensin estructural son el estilo lxico, las proposiciones en tanto estructuras semnticas la coherencia local y las macroestructuras semnticas, las relaciones proposicionales, las estructuras retricas, la pragmtica, estrategias de interaccin, etc.

En cuanto a la dimensin interaccional, el concepto central es el de contexto, que en nuestro caso importa en tanto lo es para los hablantes. En funcin de las categoras definidas en la primera parte, podemos llamarlos modelos de contexto. De nuevo, es en este nivel que se tiende un puente entre las creencias socialmente compartidas y la instancia individual del acto de produccin de discurso. Concretamente en la construccin de un modelo intervienen un esquema general sobre la situacin, modelos anteriores activados, creencias personales generales, creencias sociales sobre eventos comunicativos, partes previas del discurso, partes previas del texto, etc. Las categoras que definen las distintas dimensiones del contexto son la

Ver van Dijk 1993.

de dominio, gnero, funciones, intencin, propsito, temporalidad, circunstancias, soportes, roles. En cuanto a los actores es fundamental definir los roles que desarrollan, su afiliacin, pertenencias, etc.

Esta presentacin apretada de los elementos que nos permiten caracterizar el discurso en sus dos dimensiones interactuantes una focalizada en el producto del discurso y otra en el contexto nos permite pasar a la parte que completa el esquema terico de van Dijk, a saber, la vinculacin entre el discurso y la cognicin, tal como fue caracterizada en la primera parte. El autor sostiene que en la produccin del discurso intervienen tres mdulos. El mdulo pragmtico define los actos de habla, la estilstica y la retrica, todo aquello relacionado con el modelo de contexto, en tanto se va retroalimentando segn ste vara. El mdulo semntico es aqul que define las macroestructuras semnticas que se seleccionan para intervenir en el discurso, en funcin de lo establecido por el mdulo pragmtico. Por ltimo el mdulo de formulacin retoma a los dos anteriores para producir estructuras de significacin en funcin de la sintaxis de la lengua; as las estructuras semnticas se proyectan en estructuras sintcticas. Cul es el papel de la ideologa en este proceso? En la medida en que interviene en la construccin de los modelos de acontecimiento, de contexto, etc. las creencias que forman parte de la ideologa quedan impresas en el input del mdulo semntico y de formulacin y as quedan plasmadas en el discurso.

En este punto vale la pena volver la mirada sobre las estructuras del discurso enumeradas ms arriba, a fin de puntualizar en qu medida se relacionan con la ideologa a la hora de la produccin del discurso. Es necesario, no obstante, tener en cuenta las restricciones del contexto que pueden pasar, por ejemplo, por el tipo de evento comunicativo o los roles de los participantes. Estos aspectos deben ser tenidos en cuenta antes y mientras se desarrolla un anlisis de las estructuras ideolgicas del discurso ya que son determinantes en su produccin. En primer lugar, las macroestructuras semnticas son uno de los terrenos fundamentales en que se inscribe lo ideolgico, en tanto suelen ser clave en la construccin de modelos de acontecimiento (es decir, lo que pas). Los significados locales, unidades menores de significacin en el discurso, son donde mayormente se incorporan las creencias ideolgicas, en aspectos como lo que se enfatiza o se suprime; el nivel de detalle empleado; lo que se explicita o permanece implcito; la coherencia en secuencias de causa/efecto, ejemplos, contrastes, etc.; y la lexicalizacin. El esquema que adopta el discurso, as como el estilo lexical y gramatical, tambin puede estar determinado por las creencias. Las estructuras 7

retricas son fundamentales, por su parte, en la medida en que estn dirigidas a producir un efecto puntual en los modelos mentales que suscita el discurso en el receptor. Lo mismo sucede con las estrategias de conversacin que producen lo propio en el plano de la interaccin.

Fortalezas, lmites y desafos A despecho de su quizs excesiva simplificacin, creemos haber dejado un esquema claro y completo de la teora planteada por van Dijk. Es momento, entonces, de hablar de sus puntos fuertes y sus debilidades.

En primer lugar, consideramos que cumple con una de las funciones elementales de una teora de largo alcance en ciencias sociales, a saber, su aspiracin de generalidad. Al menos en antropologa, los ltimos aos han visto una proliferacin de estudios que reivindican el particularismo y renuncian a establecer un mnimo de generalizacin. Contrariamente, y ms cercano a nuestros principios epistemolgicos, van Dijk recorta un rango aunque amplio de fenmenos y pretende dar cuenta de ellos intentando alcanzar un modelo general operativo. En segundo lugar, su propuesta muestra otro aspecto que es destacable en unta teora general, como ser la articulacin de 3 niveles de agregacin diferentes. Esto es siempre un problema en ciencias sociales y van Dijk esboza un esquema articulado y coherente de por dnde pasan las relaciones entre cognicin, interaccin y discurso. Al mismo tiempo, y consciente de las limitaciones de su esbozo, el autor no deja de repetir (1999: 344) que el suyo es un intento modesto de demarcar un campo de estudio interdisciplinario y sealar unos cuantos lineamientos generales.

Ahora bien, en funcin de lo establecido ms arriba, una teora general como la expuesta aqu necesita ser articulada con teoras de un alcance menor y una precisin mayor. En este sentido, inevitablemente la exposicin de van Dijk deja al descubierto vacos que nos corresponder a nosotros llenar. Concretamente, cada una de las tres dimensiones puestas en juego en la teora debe ser complejizada, puesta en dilogo con otras tradiciones y testeada en su operatividad para la investigacin emprica. Plantearemos a continuacin algunas lneas en este sentido.

En lo que tiene que ver con la dimensin cognitiva, podramos decir que a partir de la explosin de la ciencia cognitiva en las ltimas dcadas, es necesario discutir los conceptos 8

que tienen lugar en el planteo de van Dijk. La memoria, el planteo conexionista en relacin a las creencias, la definicin de los mdulos que intervienen en la produccin de discurso, etc. son temas que merecen ser ahondados y sobre los que la bibliografa abunda. En cuanto a la teora social, podramos decir que es el punto ms dbil en el esquema de van Dijk. Tanto la sociologa como la antropologa, discusiones como la de la relacin entre agentes y estructura, poder, dominacin, identidad y conflicto, tienen mucho que ofrecer a la hora de actualizar el armado conceptual que la teora propone. Finalmente, en cuanto al discurso el panorama no es diferente. Si bien cuenta con la ventaja de brindar una perspectiva general que aborda el fenmeno en su completa dimensin, el planteo original merece ser cotejado, discutido y ahondado en relacin con los fuertes debates y las corrientes bien constituidas que pueblan el campo del anlisis del discurso, la lingstica, etc.

En sntesis, van Dijk nos brinda una posibilidad de dilogo terico, de complementar su esquema con los debates y entramados conceptuales que cada una de las disciplinas que entrelaza presentan, de contextualizar la teora en los diversos campos disciplinares que atraviesa. En alguna medida ste es el camino que, empezando por la dimensin de anlisis del discurso, el grupo de ARD de Antropocaos se encuentra realizando, a partir del estmulo que representa una herramienta metodolgica potente como el Anlisis Reticular del Discurso. Esbozaremos los lineamientos de una discusin entre algunas teoras ya clsicas en el plano del anlisis del discurso y la teora de la ideologa de van Dijk, con la intencin de robustecerla integrando teoras de un alcance intermedio que la complejicen a la vez que la hagan ms operativa.

Teoras de rango medio


La idea original de teora de rango medio es presentada por Merton en Teora y estructura social (1949). En el debate de entonces, en plena hegemona del paradigma parsonsiano en la academia norteamericana, la propuesta de Merton buscaba dar salida a la tensin histrica entre empirismo y racionalismo, que oportunamente se presentaba en torno a la validez de grandes construcciones tericas abstractas como la teora funcionalista en sociologa. En este debate Merton introduce la nocin de una teora que mediara en trminos de producir una generalizacin, es decir, establecer un grado de abstraccin en la formulacin recortando un conjunto de aspectos delimitados de la realidad social, pero que pudiera ser sostenido en base

a una robusta evidencia emprica.

En nuestro caso, sin embargo, tomamos la idea de rango medio en un sentido diferente. Especficamente, ms que reconciliar racionalismo y empirismo, se trata de ganar en riqueza analtica enriqueciendo con esquemas conceptuales ms finos, un esquema conceptual ms general2. Es decir, la teora de van Dijk plantea fundamentalmente una serie de relaciones entre campos que a su vez se limita a esbozar (lo ideolgico en funcin de lo social, lo cognitivo, lo discursivo), pero esto en un plano necesariamente general y abstracto que no admite una aplicacin emprica directa. No obstante, en la medida en que en tal esquema entran en juego diferentes disciplinas, pero sobre todo niveles fenomnicos distintos, establecer esas relaciones es en s mismo un aporte importante. De ah la necesidad de complementar a ese esquema las discusiones que se dan hacia adentro de cada uno de los campos que articula y postular una definicin especfica de lo cognitivo, lo social y lo discursivo que contribuya y retroalimente la definicin de lo ideolgico. A estas teoras ms puntuales s les es exigible la mayor precisin en la definicin de sus unidades de anlisis y las variables que las definen. De esta forma, la caracterizacin general de lo ideolgico se ve enriquecida por dispositivos tericos de mayor precisin conceptual y ms riqueza operativa.

La distincin entre teora y metodologa tiende a hacerse difusa en algunos contextos, o mejor dicho, a determinados niveles3. Justamente, en el plano de estas teoras ms especficas que incorporamos en nuestro marco terico general es menester establecer un recorte relacionado con el tipo de insumo con que se trabaja. Entrando de lleno en el terreno pantanoso de una discusin clsica en las disciplinas relacionadas con el lenguaje, nosotros debemos establecer que nuestros insumos (y entindase aqu la forma en que construimos nuestros datos en relacin con cierta problemtica definida tericamente4), son textuales. Es decir, nosotros nos concentramos, por las particularidades de nuestras temticas y enfoque terico, en el discurso en su dimensin de producto textual antes que en su dimensin de prctica o realizacin5. La

En estas propuestas asumimos una definicin de teora como una red de conceptos antes que como un conjunto de axiomas, segn la definicin de la llamada teora estructuralista de la ciencia. Ver Schweizer 1998. Ver Samaja 1999 Ibd. Especficamente para el marco metodolgico de abordaje de contenidos que utilizamos ver Krippendorf 1990. 5 Ver la distincin que establece van Dijk (1999: 246). Las formas de referir a esta dicotoma y de resolverla vara segn los distintos marcos tericos y hasta las disciplinas. El planteo de van Dijk, al provenir de la tradicin de anlisis crtico del discurso (vase van Dijk 1993), da cuenta de ambas dimensiones. Sin embargo,
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eleccin de las teoras que planteamos a continuacin refleja en parte este recorte de ndole metodolgico ya que ambas se concentran en el producto textual del acto discursivo. Dentro de los lineamientos dados por van Dijk para el anlisis del discurso comenzamos por indagar dos aspectos fundamentales: la lexicalizacin y las macroestructuras semnticas en relacin con los modelos de acontecimiento.

Teora de la Argumentacin Por razones de extensin vamos a concentrarnos directamente en los puntos de la Teora de la Argumentacin en la Lengua que nos permiten articular con nuestro marco general, antes que hacer un recorrido general por el planteo6.

En primer lugar conviene destacar que la teora tiene una filiacin estructuralista, lo que implica un abordaje del problema de la argumentacin desde el lenguaje mismo, atendiendo a sus diversos niveles, pero sin atender deliberadamente a estructuras externas, la realidad a la que refiere o el contexto en el que se produce la enunciacin. Es decir, es estrictamente una teora de la argumentacin en la lengua.

La teora parte de establecer que la lengua es por naturaleza argumentativa antes que informativa o descriptiva y que en el plano semntico debe diferenciarse sentido y significacin, siendo el segundo una serie de instrucciones acerca de cmo asociar el primero a cierto enunciado. Un enunciado est en relacin con un segundo enunciado, implcito o explcito, que completa el sentido de lo que se est queriendo decir. Esa relacin entre dos trminos constituye un topos, bajo determinadas caractersticas. En primer lugar, es universal en el sentido de que es aceptado por la comunidad lingstica de la que locutor y alocutario forman parte. En segundo lugar, es general en tanto vale para la situacin especfica de habla y para otras muchas que le son anlogas. Por ltimo, es gradual ya que establece una relacin gradual entre dos entidades que son en s propias graduales. Aqu la idea de gradualidad no tiene que ver con una relacin de correspondencia grado-a-grado entre esos dos predicados, sino a que admite diversos niveles de fuerza en su aplicacin. Cada topos tiene dos formas tpicas, cada una de ellas con su forma positiva y negativa. En el siguiente ejemplo, tomado

queremos remarcar que el abordaje del discurso como producto textual o proceso de interaccin social es una distincin vlida en trminos analticos y la ponderacin de ella es potestad del investigador. No obstante, huelga aclarar que el fenmeno es en s mismo ambas cosas y tantas otras y no deben confundirse los tipos lgicos: lo que el investigador establece analticamente y lo que el fenmeno es. Ver Bateson 1981. 6 Para un recorrido sucinto y completo de la teora ver Garca Negroni 1998.

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de Garca Negroni (1998), donde ambos trminos estn asertados: FT1: Est lindo, vayamos a la playa! FT2: No est lindo, no vayamos a la playa. en ambos casos el topos es el mismo, siendo los metapredicados estar lindo e ir a la playa. A su vez, cada forma tpica de las presentadas podra tener su contraria:

FT1: Est lindo, no vayamos a la playa FT2: No est lindo, (pero) vayamos a la playa. El carcter argumentativo implcito de los enunciados se manifiesta tambin en el plano lexical. Las palabras no remiten entonces a un significado objetivo, sino que en funcin de la estructura tpica en que se encadenan adquieren un sentido y no otro. En definitiva, las palabras son en s mismas haces de topos que en su encadenamiento habilitan ciertos discursos sobre lo que designan. Esto supone la distincin entre topos intrnsecos, aquellos que se ubican en el plano lexical y que ya suponen un rango de discursos pasibles de ser asociados al enunciado, y topos extrnsecos, que son aquellos al nivel del enunciado.

La articulacin de estos postulados con una teora de la ideologa se manifiesta en este punto en torno a la idea de aprehensin argumentativa. Recordando que una de las caractersticas del topos es su carcter compartido, este concepto hace hincapi en el recorte que el locutor realiza de la realidad al momento de estructurar ciertos encadenamientos tpicos (y no otros) tanto a nivel del enunciado como al nivel lexical. Esto no significa una correspondencia directa entre un enunciado y una cierta representacin, sino ms bien un rango de lineamientos que nos permiten deslindar la direccionalidad del sentido a partir del enunciado.

La hiptesis que podramos arriesgar a esta altura y que subyace a esta articulacin es que ahondando en la estructura misma del discurso, en el plano del enunciado y del lxico, es posible acceder a unidades de sentido con valor argumentativo, las formas tpicas, que bien pueden tomarse como constituyentes de una determinada representacin social, es decir, a enunciaciones de creencia. As como los topos cumplen una funcin anloga a la de los axiomas en un sistema formal (Garca Negroni 1998: 29), puestos en la estructura cognitiva de las creencias definida por van Dijk, pueden ser postulados como las creencias fcticas y evaluativas que constituyen una determinada representacin social o, incluso, la ideologa

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segn el orden de la realidad al que refieran. Las sucesivas implementaciones de este armado conceptual darn cuenta de la validez de esta hiptesis.

En este punto surge la posibilidad de utilizar el ARD como herramienta para representar y analizar formalmente el discurso en trminos de encadenamientos tpicos. Los diferentes parmetros de anlisis de redes nos pueden ayudar a testear hiptesis especficas en torno a la idea de que desde el plano del lxico hasta el de las macroestructuras de la produccin discursiva interviene lo ideolgico. Ya que el desarrollo concreto del ARD no es el tema de esta ponencia, diremos por ahora que la teora de la Argumentacin en la Lengua por un lado entronca en la teora general sobre la ideologa a partir de la idea de aprehensin argumentativa, y por el otro nos provee de una matriz de unidades de anlisis y variables que sirven de insumo metodolgico del ARD7.

Teora de la narrativa La teora de la narrativa nos presenta una forma simple y exhaustiva de abordar insumos textuales, tomados como textos narrativos. Es decir, nos brinda los elementos analticos para estudiar el aspecto narrativo de un texto. Una primera distincin, postulada por Bal (2001), pasa por establecer los tres niveles intervinientes en esta perspectiva. En un sentido de abstraccin de menos a ms, en primer lugar se encuentra el texto narrativo, siendo cualquier texto en el que un agente relata una narracin. En segundo lugar, dicha narracin implica la representacin de una historia, siendo esta la forma especfica en que se presenta una estructura fundamental de acontecimientos que se relacionan en trminos lgicos y cronolgicos que son causados o experimentados por unos actores. Este es el tercer elemento, la fbula (2001: 13). De este modo, una determinada fbula el ncleo central de hechos y actores se puede representar de diversas formas especficas en diferentes historias, las cuales se plasman en un texto narrativo. Bal insiste en la necesidad de tener en claro la distincin anterior de forma tal de no confundir atributos de cada nivel, ya que es a partir de esto que se estructura el abordaje narrativo. Para cada uno de estos niveles se despliega un sistema de categoras de anlisis y variables que permite dar cuenta de l, al mismo tiempo que se estipulan las relaciones entre ellos. Antes que desarrollar en detalle este esquema donde destacan las nociones de acontecimiento, actor, lugar, narrador, etc. iremos directamente al aporte que ste puede significar en trminos del estudio de lo ideolgico en

Para otras aplicaciones de ARD y Teora de la Argumentacin en la Lengua ver Mart 2000.

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textos narrativos.

En nuestro caso encontramos varias lneas de aplicacin al estudio de la ideologa en la propuesta de van Dijk, teniendo en cuenta que trabajamos con insumos textuales (entrevistas, notas periodsticas, letras de canciones, etc.). Podramos postular a modo de hiptesis una simetra entre el concepto de fbula como lo emplea Bal, y la idea de modelo de acontecimiento, central en el planteo de van Dijk. Esa convergencia conceptual se manifiesta en que en ambos conceptos la idea central es la de una forma abstracta de representacin de acciones y experiencias de ciertos actores, por parte del sujeto. Esta representacin abstracta, el modelo, se plasma luego en una historia, es decir, una forma concreta de representacin de ese modelo, con un grado de abstraccin menor y atenta a cuestiones relativas al contexto. Finalmente, la forma en que podemos abordar esto no es sino un determinado texto narrativo. De esta manera, podemos complementar los dos esquemas conceptuales: el ncleo ms abstracto la fbula o el modelo de acontecimiento es plasmado en una historia cuya especificidad se desprende del contexto (recordemos que en el planteo de van Dijk la produccin de discurso de articula a partir de 3 mdulos, siendo el mdulo pragmtico el que regula lo que se dice en funcin del contexto). El esquema analtico de Bal nos permite, entonces, abordar desde el texto narrativo la historia que representa y, a partir de esta, reconstruir el modelo de acontecimiento que la sustenta. As logramos establecer un trayecto de anlisis desde el texto narrativo al elemento ideolgico que encarna.

Nuevamente, esta teora tomada como teora de rango medio organiza el abordaje de lo ideolgico desde un registro emprico determinado. En un movimiento doble, se ubica como dispositivo analtico que nos permite dar cuenta de los modelos de acontecimiento que el enunciador est poniendo en juego desde el aspecto narrativo de un texto y nos suministra las especficas unidades de anlisis y variables que se requieren en trminos metodolgicos para su estudio.

A modo de conclusin
En las pginas precedentes hemos recorrido el marco terico que orienta nuestras exploraciones en el campo an novedoso del ARD. Esperamos haber dado una semblanza completa de nuestra concepcin de la ideologa a partir de la teora de van Dijk y confiamos en haber rescatado sus fortalezas as como haber planteado sus debilidades, tomadas como desafos en torno a la posibilidad de articular otras teoras. En ese sentido, hemos planteado 14

algunas hiptesis para aprovechar el potencial de la teora de la Argumentacin en la Lengua y la teora de la Narrativa en el estudio de lo ideolgico. Con la seguridad de que surgirn nuevas ideas y preguntas, ser en el trabajo que estamos realizando como equipo de investigacin y que seguiremos adelante, donde se podrn encontrar respuestas al interrogante sobre su productividad y rigor cientfico, as como la utilidad del conocimiento que nos procuren.

Especficamente, creemos haber esbozado interesantes lineamientos para enriquecer el marco general. La nocin de teora de rango medio ha guiado este trabajo pudiendo emplazar las teoras propuestas entre la descripcin de grandes fenmenos el nivel de la ideologa, la cognicin, el discurso y la descripcin minuciosa de fenmenos relativos al discurso, cada una con su especfico recorte. Este doble movimiento de articulacin con la teora general y de descripcin minuciosa de un aspecto del fenmeno que ella aborda, es lo que hemos buscado poner de manifiesto. Como resultado, queda un dispositivo analtico de gran riqueza del que se sirve el ARD para sumar en posibilidades de tratamiento formal de los insumos lingsticos.

Bibliografa citada

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