Decreto No. 65-96 Que Aprueba El Reglamento para La Ejecución de Las Multas Impuestas Por Los Tribunales A Personas Que Hayan Agotado Las Penas Privativas de Libertad
Decreto No. 65-96 Que Aprueba El Reglamento para La Ejecución de Las Multas Impuestas Por Los Tribunales A Personas Que Hayan Agotado Las Penas Privativas de Libertad
Decreto No. 65-96 Que Aprueba El Reglamento para La Ejecución de Las Multas Impuestas Por Los Tribunales A Personas Que Hayan Agotado Las Penas Privativas de Libertad
6596 que aprueba el Reglamento para la Ejecución de las Multas Impuestas por
los Tribunales a Personas que hayan Agotado las Penas Privativas de Libertad
G.O. 9919
JOAQUIN BALAGUER
Presidente de la República Dominicana
NUMERO: 6596
CONSIDERANDO: Que el decongestionamiento de las cárceles del país constituye
una permanente preocupación del Poder Ejecutivo;
VISTA la Ley No. 674 del 21 de abril de 1934, sobre Multas; los Artículos 78,
Acápite 9 de la Ley No. 821 del 21 de noviembre de 1927, sobre Organización Judicial; 2 de la Ley
No. 224 del 22 de junio de 1984, sobre Régimen Penitenciario; y 53 del Código Penal.
En ejercicio de las atribuciones que me confiere el Artículo 55 de la Constitución de
la República,
D E C R E T O:
Artículo 1. Se aprueba el siguiente Reglamento para la Ejecución de las Multas
Impuestas por los Tribunales a personas que hayan agotado las Penas Privativas de Libertad.
CONSIDERANDO: Que la pena de multa cuando ella se impone acompañada de
una pena privativa de libertad, constituye una medida fiscal que aspira procurar al Estado los
recursos para combatir el crimen;
CONSIDERANDO: Que de conformidad con la Ley 674, del 21 de abril de 1934,
sobre Procedimiento para el Pago y Cobro de las Multas, éstas se compensarán con prisión en caso
de insolvencia a razón de un día por cada peso, salvo previsto en otras leyes;
CONSIDERANDO: Que la referida disposición legal no impide sino que el contrario
manda a respetar lo que dispongan otras leyes al respecto en lo que toca a la ejecución de las multas
compensables a razón de un día por cada peso dejado de pagar en caso de insolvencia con un límite
de dos años de prisión correccional;
CONSIDERANDO: Que dentro de ese concepto el Artículo 53 del Código Penal
dispone que "Cuando las multas y las costas se pronunciaren a favor del fisco, si después de la
expiración de la pena, sea aflictiva o infamante, sea correccional, el condenado probare por las vías
de derecho su insolvencia, el tribunal ordenará su libertad";
Artículo 1. En caso de insolvencia demostrada de una persona condenada a pena
privativa de libertad y multa por la comisión de un crimen o delito, y cuando la misma haya
cumplido la totalidad de la pena privativa de libertad, podrá dispensársele del pago de la multa,
sobre solicitud formulada a tal efecto al tribunal que dictó la sentencia que impuso la multa en
último recurso, a través del Procurador General de la Corte de Apelación del Departamento.
a) una certificación de la Dirección General de Impuestos Sobre la Renta, en que se
haga constar los bienes, rentas o utilidades que el impetrante tenga en la República;
b) sendas certificaciones del Registrador de Títulos y del Conservador de Hipotecas
correspondientes, en que figuren los bienes o créditos registrados o inscritos en favor del solicitante;
c) una certificación expedida por el Juez de Paz del Municipio o del Distrito
Municipal del último domicilio del interesado, en que se compruebe su estado de indigencia y se
consigne que está en la imposibilidad de satisfacer el pago de la multa;
d) una declaración jurada del recluso ante el alcaide o administrador del
establecimiento penitenciario donde se encuentre, de que no dispone de bienes ni recursos para
satisfacer el pago de la multa.
Párrafo II: La presentación de la documentación indicada podrá ser dispensada en
cualquier caso en que se demuestre la imposibilidad de obtenerla, a juicio del Procurador General de
la Corte del Departamento. Asimismo este funcionario podrá admitir cualquier documentación
equivalente o satisfactoria.
Artículo 3. Corresponde a los Procuradores Generales de las Cortes de Apelación
formar el expediente correspondiente, y apoderar con su dictamen u opinión en cada caso, al
tribunal competente para estatuir.
Artículo 4. En todos los casos en que cualquier tribunal acoja el pedimento de
exoneración de la multa, corresponderá al Procurador General de la Corte de Apelación del
Departamento, dictar la orden de libertad correspondiente, haciendo consignar en la misma, los
motivos que la originan y los datos de la sentencia intervenida.
Artículo 5. El tribunal apoderado de la exoneración de la multa, deberá decidir en
Cámara de Consejo y su sentencia a este respecto no estará sujeta a ningún recurso.
Artículo 6. Cuando se trate de ciudadanos extranjeros condenados a prisión y multa
y que hayan agotado el término de la prisión, alegando su insolvencia para el pago de la multa, éstos
deberán presentar, no solo de la República Dominicana sino de su país de origen la documentación
equivalente a la determinada en el Artículo 2 del presente Reglamento. En estos casos se requerirá
por el Procurador General de la Corte de Apelación correspondiente, la opinión de la autoridad
consular dominicana en el país de que se trate, o en su defecto la opinión de la autoridad
diplomática dominicana en el mismo.
Artículo 7. En caso de que se comprobare con posterioridad que el recluso disponía
de recursos y que, en consecuencia la declaración jurada era falsa, se impondrá a este las penas
previstas en el Literal d) del Artículo 4 de la Ley (antigua Orden Ejecutiva 202), del 28 de agosto de
1918, sobre el Falso Testimonio. En ningún caso la multa a que resulte condenado por dicha
declaración falsa será inferior a la multa cuyo pago le fue dispensado. En todo caso, las previsiones
del Literal e) de dicho artículo y del Artículo 5 de la mencionada ley, serán aplicables.
Artículo 8. La previsión del artículo anterior cesará de ser aplicable cuando a partir
de la orden de libertad hayan transcurrido dos años.
Artículo 9. Las previsiones del presente Reglamento se aplicarán a todas las multas
aplicadas por los tribunales de la República.
Artículo 2. Comuníquese a la Suprema Corte de Justicia, la Procuraduría General de
la República, la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores, la Dirección General de Prisiones, la
Dirección General del Impuesto Sobre la Renta, al Registro de Títulos y al Conservador de
Hipotecas, para su estricto cumplimiento.
DADO en Santo Domingo de Guzmán, Distrito Nacional, Capital de la República
Dominicana, a los nueve (9) días del mes de febrero del año mil novecientos noventa y seis, año 152
de la Independencia y 133 de la Restauración.
Joaquín Balaguer