Gerineldo Nº 15 2013
Gerineldo Nº 15 2013
Gerineldo Nº 15 2013
Donativo: 1 euro
GERINELDO PUBLICACIN DIDCTICA DE FOLCLORE N 15 CURSO 2013-14 IES RO JCAR MADRIGUERAS (ALBACETE) DTO. DE GRIEGO DEL IES RO JCAR Y TALLER DE FOLCLORE
COORDINACIN Y MONTAJE: Alfredo Alcahut Utiel por el Departamento de Griego y la Biblioteca del IES Ro Jcar. PATROCINA: AMPA SAN ISIDRO. COLABORADORES EN ESTE NMERO: Marisa Racionero, Enrique Jos Montero Prez, Rubn Garca Juncos, Mara Pardo Utiel, Alberto Garca Monteagudo, Jaime Escobar Utiel, Luis Escobar Utiel Julio F. Gonzlez, Juan Francisco Valera Jimnez, Csar Garca Martnez, Jorge Garca Martnez, Hctor Carretero Milla, Daniel Denia Serrano, Enrique Fuentes Ballesteros, Jorge Callejas Garrido, Jorge Garca Garca, Julio Jimnez Ballesteros y Matilde Ruiprez Cabaero Ernestina y Tesifonte Monteagudo Cantos , Fabin Armero Garca y Aurora Fernndez Bentez, Francisco Cuesta Gmez, Crescencia Jimnez Heras, Nieves y Francisco Garca Roldn, Jess y Antonio Garca Tobarra, Fabiano Escobar, Luis Cuesta, Jos Joaqun Martnez Martnez, Fabrilo Rodiel Collado, Jorge Plaza Sez, Paco Garca Torres, Herminia Utiel Leal, Maximiliana Martnez Garca, Josefina Garca, Victoria Talavera, M Luisa Merino Azor, Jos Cabaero Fuentes, Jos Pereira Llanes, Mara Landete, Salvador Pardo Villanueva, Eduardo Carrasco Monteagudo y otros muchos que no figuran aqu y a los que damos las gracias. EDITORIAL: Presentamos en este nmero una mezcla de temas: adelantamos un proyecto de investigacin en el que un grupo de jvenes alumnos del IES Ro Jcar lleva trabajando dos cursos: el de las cuevas usadas como fresquera y bodega durante siglos. Despus avanzamos algunos contenidos de una prxima publicacin comarcal dedicada a los topnimos, algo poco estudiado y muy interesante. Por ltimo nos ocupamos de una discutida celebracin que es tradicional en muchos lugares: la fiesta de los quintos. Adems tenemos nuestras secciones de folclore, documentacin y vocabulario, faltara ms. Agradecemos a todos los que han colaborado para que este nmero vea la luz, en especial a la generosa colaboracin de AMPA San Isidro del IES Ro Jcar, sin la cual sera imposible mantener estas humildes pginas con un euro de simblico donativo.
CUEVAS
Desde el ao pasado un grupo de alumnos del IES Ro Jcar viene trabajando en torno a una realidad muy poco conocida y de la que apenas se sabe nada ni se han hecho estudios: las cuevas, pero no las cuevas de champin ni las cuevas-vivienda, sino las cuevas que antiguamente se usaban como bodega o fresquera en nuestros pueblos, y de las que an conservamos valiosos ejemplos. Aunque parezca mentira no hemos encontrado bibliografa al respecto, por lo que este trabajo de investigacin se ha de asentar forzosamente sobre bases muy arriesgadas, el sentido comn, la informacin que nos aporten y el tratamiento razonado y riguroso de los datos. CUEVAS EN EL QUIJOTE Como curiosidad, baste decir que el Quijote, en la segunda parte, aparece una referencia a este tipo de cuevas, si bien los ilustradores no parecen haberlo comprendido. Cap. XVIII De lo que sucedi a don Quijote en el castillo o casa del Caballero del Verde Gabn, con otras cosas extravagantes Hall don Quijote ser la casa de don Diego de Miranda ancha como de aldea; las armas, empero, aunque de piedra tosca, encima de la puerta de la calle; la bodega, en el patio; la cueva, en el portal, y muchas tinajas a la redonda, que, por ser del Toboso, le renovaron las memorias de su encantada y transformada Dulcinea; TIPO GENERAL DE CUEVA El tipo de cueva que estamos aqu estudiando es el que se haca en las casas y que serva de fresquera, bodega de vino y de agua fresca y almacn para conservar. Se excavaba antes que la propia casa, porque as la tierra extrada era aprovechada para hacer las tapias. Deba tener siempre ventilacin, ya fuera mediante una ventana a la calle, a un patio o a una puerta con malla que daba a una alacena o cocina. Esta ventilacin tena un interesante efecto de regularizacin de la temperatura, pues impeda que esta bajase de los 10 grados en invierno y que subiese de los 24 en verano, pues la temperatura de las cuevas suele estar en torno a los 16-17 grados. ltimamente han tenido "mala fama" como generadora de las humedades, pero esto se debe a que, por ser tan antiguas, muchas casas que tenan cueva desde el siglo XVI, XVII o XVIII, al ser partidas en los siglo XIX y XX, se ha tapado parte de la cueva y se ha cerrado la ventilacin de las mismas, lo que ha provocado la aparicin de humedades. Esto, sumado a la aparicin de los frigorficos y congeladores ha hecho que hayan cado prcticamente en desuso. Como nota interesante, cabe destacar que en lugares como Madrigueras, en los que el agua puede estar somera, algunas cuevas cuentan con una red de desage situada a unos 11 metros de profundidad que parece ser que comunican con un pozo antiguo situado en medio de la plaza.
MAHORA
SITUACIN (CALLE, N, ETC.) c/ Virgen 14, enfrente de la iglesia. UTLIZACIN (PARA QU SERVA, ETC.) Para mantener los alimentos frescos. CUNDO SE HIZO? Hace ms de 300 aos. Haba una casas, la casa de los Urrea, con blasn nobiliario, que se dividi en siete partes. Solo desde una se accede a la cueva. Un tal Pedro Urrea es conocido por donar a la iglesia un cuadro de san Pascual bailn en el s. XVIII. QUIN LA HIZO? No se sabe. DATOS: DIMENSIONES, PROFUNDIDAD, OBJETOS QUE CONTIENE... Est a 7m. de profundidad y tiene 26 m. de largo. En la parte inferior el piso est a una altura de dos m. por encima del suelo original, como se deduce de un arco situado a unos 60 cm. sobre el suelo y formado por un sillar en forma de arco de medio punto rebajado. por se accede precariamente a una galera llena de escombros que se continua y a unas escaleras. POSIBILIDAD DE ACCESO: S. OBSERVACIONES: Tiene dos respiraderos, uno a la calle y otros al tejado. FOTOS
MOTILLEJA
FICHA DE ENCUESTA SOBRE CUEVASCOLABORADOR: Juan Francisco Valera Jimnez INFORMANTE: Francisco Cuesta Gmez
DATOS DE LA CUEVA SITUACIN (CALLE, N, ETC.) Travesa Real n 2 UTLIZACIN (PARA QU SERVA, ETC.) Despensa, sin tinajas, Est arreglada. Estaba de barro. 2m de altura. Baja a unos 45 m de profundidad CUNDO SE HIZO? No se sabe. QUIN LA HIZO? No se sabe. DATOS: DIMENSIONES, PROFUNDIDAD, OBJETOS QUE CONTIENE... Despensa, sin tinajas, Est arreglada. Estaba de barro. 2m de altura. Baja a unos 45 m de profundidad POSIBILIDAD DE ACCESO S FOTOS SOBRE LA CUEVA
TIPOS DE TOPNIMOS
El proceso por el cual una ciudad, pueblo, aldea, lugar o paraje adquiere un nombre puede ser muy complejo, y en l intervienen factores geogrficos, lingsticos, histricos, ideolgicos o culturales,. as, siguiendo al profesor Jairo J. Garca Snchez, distinguiremos: OROTOPNIMOS: son aquellos que hacen referencia a algn accidente del terreno, como "nava", "valle", etc: Navas de Jorquera, Valdeganga, Ribera de Cubas, etc. FITOTOPNIMOS: hacen referencia a la vegetacin, v. gr. Olmeda, Casas del Olmo, Tomelloso, etc. ZOOTOPNIMOS: incluyen una alusin a la fauna: Mota del Cuervo, La Buitrera, Las Zorreras, ... HIDROTOPNIMOS: son nombres que apuntan a la presencia de agua: Fuentealbilla, Pozorrubio, Cenizate (la acea de Zaide), por ejemplo. TOPNIMOS REFERIDOS A RUINAS O EDIFICIOS: Un topnimo muy conocido es el de Villares, que da noticia de un poblamiento anterior. TOPNIMOS DESCRIPTIVOS: pueden indicar el color (Pearrubia,o pea rojiza, Montalvos, monte blanco), la forma (Pozohondo), etc. ODOTOPNIMOS: hacen referencia a algn camino o va: Calzada de Vergara, por ejemplo. ANTROPOTPONIMOS: son aquellos que incluyen nombres de persona: Casas Ibez, Pozo-Lorente, Villavaliente, etc. HAGIOTOPNIMOS: algunos lugares o poblaciones han tomado en algn momento el nombre de un santo: San Juan de Villamalea, San Antn, Consolacin, Santa Ana... TOPNIMOS REFERIDOS AL ORGIEN O PROCEDENCIA: algunas localidades mantienen nombres que dejan traslucir el origen de sus pobladores: Gascones, Navarros, etc. Adems hay que aadir que los topnimos pueden cambiar por varios motivos: 1. Evolucin lingstica: la propia evolucin natural hace que, por ejemplo, *Fontealbella evolucione a Fuentealbilla. 2. Adecuacin al sistema fonolgico de otra lengua: as el ibrico Ikalesken es transcrito en latn como Egelaxta.
3. Hibridacin: a veces dos lenguas conviven un tiempo producindose situaciones de bilingismo que explican topnimos mixtos como Villamalea (del latn villa y el rabe maleha, hermosa). Otras veces un nombre diminutivo como el rabe alqosair "castillejo" recibe a su vez un sufijo diminutivo romance, resultando una forma hbrida Alcozarejos. 4. Etimologa popular: el cambio de una lengua por otra en un espacio no muy prolongado hace que a veces un nombre sea mal interpretado: as el rabe magrid (caera) es relacionado con madroo, en el caso de Madrid, o con Madrigueras, en el lugar homnimo. Del mismo modo la forma en lengua rabe Yelista, que procede del latn Egelaxta, acaba convirtindose en Iniesta, por analoga con la voz castellana homfona con la que , en realidad no tiene ninguna relacin
QUINTOS
Vamos a hablar de una tradicin cuestionada pero vigente en algunos lugares, como es la de los quintos. Durante los siglos XIX y XX los jvenes que marchaban a hacer el servicio militar podan acabar en medio de una terrible guerra colonial en Cuba, Filipinas o Marruecos. Por eso, para compensar esta calamidad, se organizaba una despedida en forma de fiesta para recaudar fondos a fin de ayudar al mozo. A su vuelta, se agradeca el regreso mediante la participacin en actos de culto o en procesiones tradicionales. La mudanza de los tiempos ha acabado con el servicio militar obligatoria, pero no faltan quienes apuestan por mantener esta tradicin o festejo. MADRIGUERAS La tradicin de los quintos en Madrigueras se celebra la primera semana entera de febrero. Los quintos, vestidos con ropas viejas, se renen en la plaza, tiran una traca y van a almorzar a las casas de las quintas. Luego pasan el da por el pueblo con licencia para hacer cosas que en otro da no se les permitiran. Muchas personas cercanas les dan dinero. Al llegar el sbado se despiden con una hoguera en la plaza y colocan la bandera. Sus familias preparan o encargan unas tortadas de quinto que van repartiendo por sus familiares y allegados a partir del domingo. Este mismo da los quintos del ao siguiente, llamados los de la albore, salen a su vez de la misma manera. Muchos aspectos de esta tradicin han ido cambiando: las quintas se han incorporado a la celebracin, muchos no llevan ropas viejas sino compradas exprofeso, en vez de ir a las casas de las quintas pasan el da en los pubes, no salen tantos das, etc..
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CENIZATE
Los quintos en Cenizate salen durante una semana. Los quintos van cantando canciones y por las tardes van a merendar a las casas de las quintar. Los van acompaando de unos msicos que son bien pagados por el riesgo que conllevan.
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MAHORA
Los quintos en Mahora van pidiendo vestidos de militar por las calles. Salen el 1 de enero, un sbado antes de Carnaval, el da de Carnaval, y en Semana Santa, el Sbado de Gloria. Arrancan un pino del campo y lo plantan en el pueblo. Preparan arcos de ramas por los que pasan los santos.. El Domingo de Resurreccin, por la maana muy temprano con Procesin del Encuentro. Los quintos (entrantes y salientes) durante esta noche preparan las denominadas "albricias", que son ramos de flores que se ofrecen a la Virgen. Los quintos de ese ao sacan al Resucitado, y los del ao anterior sacan a la Virgen.
NAVAS DE JORQUERA
En Navas de Jorquera los quintos participan en una de las ms hermosas tradiciones que se conservan, las de los mayos. Ya sabemos que los mayos, que se cantan el da treinta de abril por la noche a las muchachas a las que se corteja y tambin, en una versin ms respetuosa, a la Virgen, en la puerta de alguna ermita o iglesia. En las Navas de Jorquera los quintos son partcipes destacados de esta tradicin.
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Dgame, buen caballero, a mi marido vio usted? -Dme las seas, seora, le dir si yo lo vi. -Mi marido es alto y rubio alto y rubio como usted en la espada lleva el nombre y se llamaba Manuel. -S seora, yo lo he visto, su marido muerto fue; por orden del capitn lo ha matado un dragons y me ha dado la sea que me case con usted. -Diez aos lo he esperado otro tanto esperar y si a los diez ya no viene de monja me vestir y los hijos que me quedan en un convento pondr. -Calla, calla Isabelita calla, calla, mi mujer conversando con tu esposo sin poderlo conocer. La siguiente versin fue recogida en La Ahumada, Tarifa, Cdiz, por Ana M Martnez y Juan Ignacio Prez, siendo al informante Candelaria Ibez Atanasio. Tambin presenta este romance una rima en - con alguna irregularidad al final. Estando una coronela en la puerta del cuartel esperando que saliera el teniente coronel. -Salga usted, seor teniente, que quiero hablar con usted, que si ha visto a mi marido en la guerra alguna vez. -Seora, d usted las seas. Su marido cmo es? -Mi marido es alto y rubio, alto y rubio como usted, y en la punta de la lanza lleva un pauelo francs que lo bord cuando nia, cuando nia lo bord y otro que le estoy bordando y otro que le bordar. -Por la sea que usted ha dado ese hombre ya muri, ayer tarde lo enterr, y puso en el testamento que me case con usted. -No lo permitan los dioses ni la Virgen Isabel, que cuatro hijos que tengo, a dnde los echar? El varoncito que tengo ir a la guerra tambin porque all muri su padre y all que muera l tambin. Una nia ir con doa Carmen y otra con doa Isabel y la ms chica que tengo con ella me quedar pa que me friegue y me barra y me haga de comer y le d una vuelta al palacio
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cuando sea menester. Siete aos lo he esperado y otros siete esperar, si a los catorce no viene a monja me meter. -Calla, palomita, calla, calla, palomita, amor, que tus hijos tienen padre y tu marido soy yo. La siguiente versin aparece publicada como cancin infantil. Estaba la Catalina Sentada bajo un laurel Mirando la frescura De las aguas al caer De pronto paso un soldado Y lo hizo detener "Detngase usted soldado Que una pregunta le quiero hacer" "Usted ha visto a mi marido En la guerra alguna vez?" "Yo no he visto a su marido Ni tampoco se quien es" "Mi marido es alto y rubio Y buenmozo como usted Y en la punta de su espada Lleva escrito San Andrs" Por los datos que me ha dado Su marido muerto es Y me ha dejado dicho Que me case con usted. Eso s que no lo hago Eso s que no lo har He esperado siete aos Y otros siete esperar Si a los catorce aos no viene A un convento yo me ir Y a mis dos hijas mujeres Conmigo las llevar Y a mis dos hijos varones a la patria entregar Calla, calla, Catalina Calla, calla de una vez Ests hablando con tu marido Que no supiste reconocer... As termina esta historia de una infeliz mujer que estaba hablando con su marido y que no poda reconocer...
Por ltimo tenemos esta versin, publicada en el n 5, que fue recogida en su da en Madrigueras, donde fue dicha por Consuelo Carretero (n. 1934). Tambin conserva la rima en -. -Quince aos llevo enferma y mi marido en la guerra a usted vengo a preguntarle por si lo conociera. Mi marido es alto y rubio, alto y rubio como usted, y en la punta de la espada lleva un pauelo bords que bord siendo nia, siendo nia lo bord, y otro que le estoy bordando y otro que le bordar. -Por las seas que ust ha dado, su marido muerto es y en el testamento dice que me case con usted. -Eso s que no lo hago, eso s que no lo har; quince aos llevo enferma y otros quince esperar, y si a los treinta no viene de monja me he de meter. -Y esos dos hijos que tienes, paloma, qu vas a hacer? -Uno lo llevo al convento para que lo enseen a leer y otro lo llevo con mis padres para que cuiden de l. -Abre esos ojos, paloma, brelos y mrame, que me has guardado la honra, como primera mujer. Como vemos, cuatro versiones de muy distintos lugares, alteradas por el tiempo, pero que conservan la mtrica y tema original con bastante fidelidad
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EL FUEGO
Este poema que nos ocupa nos ha sido trasmitido por Justa Leal, de Madrigueras. Aunque nos ha llegado con el aspecto de un romance, la estructura mtrica no lo manifiesta, pues tiene una estructura bastante libre que combina octoslabos y hexaslabos. Dos novios que por la noche se ponen a hablar de amores y la luna los alumbra son las cositas mejores. Campanas tocan a fuego, y el fuego dnde ser Ser en la plaza del Carmen? O en la de la Catedral? Ser en la plaza de san Francisco? O en qu placeta ser? Djame, nia, que vaya, que yo me quiero enterar. No vayas, moreno de mi corazn, ni plazas ni calles, ni por callejn, que el fuego lo tienes muy cerca de ti, s que, morenito, me abraso por ti. Corriendo van los bomberos, corriendo por la ciudad unos van con escaleras, y con bombas los dems. Jess y qu humo! Jess, y qu tos! Jess, y qu humo, y qu vlgame Dios!
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EL BURLN BURLADO
Santiago Valera Lpez, nacido en Madrigueras en 1912 y fallecido en la misma localidad en 2001, fue autor de unas poesas donde con gracia y soltura relata ancdotas y cuentos basados a veces en hechos reales. Vamos a enterarnos de una a la que llam El burln burlado". Este poema tiene rima asonante en los versos pares, octoslabos los ms, al estilo del romancero. Paseando por las calles de una hermosa poblacin pregonaba fuertemente un eficaz laador. Cuando oy que llamaba desde la fragua un seor y volvindose deprisa entonces el cndido laador. "Pase por favor", le dice este herrero tan burln, "laar el yunque quera" y este pone su atencin viendo que se trataba de burla con intencin. Le contest el laador sin demostrar sus enojos, "Pngamelo usted en remojo y cuando de vuelta venga si est bien remojado, yo le aseguro, seor, que el yunque ser laado. Yo no soy entendedor porque de hierro no entiendo, pero s de laador y en eso yo me defiendo."
CORAZN CAMBIADO
Ahora vamos con otra graciosa poesa de Santiago Valera que tiene toda la pinta de estar basada en una ancdota que ocurri realmente. En cuanto a la rima alterna la tpica del romance (-a-a) con la de la cuarteta (abab) y la de la redondilla (abba). Mal se encontraba Manuel, tena muchas dolencias, a pesar de no saber tena sus experiencias. Como fue pasando el tiempo ya no pudo resistir, la familia le aconsejan que as no puede vivir. Lo llevaron a Albacete para que el Doctor lo viera. "Est de mala manera", as les dijo l. Preguntan dnde le duele y este hace su afirmacin: "Aqu en el lado derecho, debe ser el corazn". "Seor, no tiene razn, sabr que en el lado izquierdo tenemos el corazn, en eso no estoy de acuerdo. "No me doy por satisfecho y lo encuentro muy absurdo, porque yo como soy zurdo lo tengo en el lado derecho."
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TRANSCRIPCIN DE TEXTOS
A la gentileza de M Teresa Vergara y Manuel castillo debemos la conservacin de este documentos sobre prcticas de enterramiento en la iglesia de Madrigueras en el siglo XVIII, antes de que el edificio quedase tal y como est ahora. Una informacin muy interesante, por cierto.
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Pobreza de la iglesia y en fe de ello lo fir m D. Juan Garrido Cutanda En esta Villa de Madrigueras en siete das del mes de julio de mil setecientos se tenta y cinco aos muri una nia llama da Ysabel Mara hija legitima de Dn. Joseph de los Paos y d Cathalia Cle mente naturales y vecinos de esta dicha Villa, la qual se enterro en esta Ygle sia Parroquial de los Santos Apostoles San Pedro y San Pablo en la Capilla de San Juan Bautista en la que por derecho le tocaba, y en fe de ello le firma D. Juan Garrido Cutanda
Ysabel mara, hija de Dn. Joseph de los Paos y D Catha lina Clemente X nia X con casa No tiene derechos la Yglea
Cathalina Basilia hija de Juan Garcia y de Josefa Ortiz X nia Derechos de Yglea 1 Rompto 1-17 to Acog 3-17 Suma 5- 27
En esta Villa de Madrigueras en once da del mes de julio de mil sete cientos setenta y cinco aos muri una nia cuios nombres eran Cathalina Ba silia hija legitima de Juan Garcia na tural del lugar de Mahora y de Jose fa Ortiz natural de esta dicha Villa de madrigueras y en la que van diez nos; Cuia nia se enterro en esta yglesia Parroquial de los Santos
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Otros hablantes optaron por la solucin de romancear la forma eliminando la pronunciacin esdrjula: -ismo. esta opcin se dio en el siglo XV entre hablantes de clase media. cuando los judos fueron expulsados de Espaa el castellano todava no se haba decidido al uso de esa terminacin. Por eso el sefard actual emplea muncho grande en lugar de grandsimo. No obstante el judeoespaol de Constantinopla, la actual Estambul, donde se supone que habitaran los judos ms distinguidos, por ser la antigua capital romana y luego otomana, emplean -ismo: "Mi hija est kontentisma". Sobre este tema Rafael Lapesa afirma:
Sin embargo a lo largo de los siglos XVII y XVIII se fue generalizando este uso, hasta hacerse normal y correcto, con lo que la solucin antigua -ismo ha quedado, por as decirlo, degrada al mbito rstico o vulgar. En nuestras hablas locales est bastante extendido en todos los pueblos, aunque es bastante caracterstico de Madrigueras. Actualmente, empero, est en franca regresin. Un ejemplo que hallamos en un libro es este: "Tu madre, hermoso, es muy buenisma, pero le ha dao por ah". Adis, lvaro Miguela del Burgo. J Es esta una letra singular que lleva mucha historia detrs. Es de las pocas letras que usamos que no conocan los romanos, pues se trata de la evolucin de la letra i, llamada con el nombre griego de iota, que pas a pronunciarse ms o menos como nuestra actual y. Esta situacin se mantiene en casi todos los idiomas modernos, salvo el castellano, lengua en la que el fonema representado por la j se ensordeci en el siglo XVI, confundindose con el sonido que representaba la x para, finalmente, evolucionar al sonido actual. Esto se tradujo en que hijo y dixo se pronunciasen como hoy da. En el rea dialectal manchega, en el siglo XV la s ante c y q se pronunciaba x, como muy bien se ve en La Celestina de Fernando de Rojas: caxco, moxca Esa x tambin ha evolucionado a j, como se oye en nuestros actuales cajco y mojca. Este fenmeno parece ser debido a la accin del sustrato mozrabe. Como vemos, hay mucha historia en esta letra. Ms de lo que paece. Jabals: variante vulgar por jabal, frecuentemente nombrado como gorrino jabals. Jabliegue: forma recortada por enjalbiegue, es decir, accin de enjablegar o blanquear una fachada.
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Jalar: comer en acepcin vulgar, procedente del lenguaje de jerga, concretametne del cal o idioma propio de los gitanos, de origen indio. Segn Coriminas eswtara emparentado con el snscrito khala l come. Decan que no tenan hambre, pero entre los tres se jalaron el pan entero y la fuente de tajs de longaniza. Jamagosa-o: Pesado, espeso, difcil de digerir: "Esta tortada de sabor est buena, pero me est un poco jamagosa. Jama: Abreviacin expresiva y familiar de hija ma, empleada muchas veces como interjeccin: Ay, jama, qu cosas ms feas que tiene una que ver! Japorala: jefa, en sentido un tanto despectivo. Proviene de caporala, una forma vulgar italiana, pero en su pronunciacin toscana, dialecto en el que la c- inicial se aspira. Esta palabra, como otras muchas, se tom en el siglo XX por los mltiples contactos que hubo entre italianos y gentes de nuestras tierras, sobre todo en la emigracin a Francia, Italia y Alemania. Cuando se acercaba la japorala, nadie deca ni mu. Jariz: lagar, es decir, lugar de la casa en el que se pisa la uva. Es una voz de orige n rabe. Al fondo del patio est el jariz y la bodega. Jarana: Bulla, fiesta y diversin. Se documenta en el siglo XVII como harana en el Per. Parce ser una voz quichua harana que indicaba una accin para no pagar lo perdido en el juego. Se tratara, pues, de una palabra nacida en un ambiente de juego y diversin. Se largaron los tres de jarana y las mujeres esperndolos pa cenar. Jaranero. Persona a la que mucho le gusta la jarana. El hijo grande les ha salo muy jaranero, el otro paece ms formal. Jara-o: rubio. En algunos lugares solo pervive ya como mote: "Me ha contao el Jaro que se ha ido a ver a un familiar esta tarde y no va a poder venir." Jarca: Conjunto de personas diversas y desordenadas. Se suele decir de manera despectiva. Se present con la cu, el cuao, la suegra, y toa la jarca de guachos. Jareta: Dobladillo que se hace en la ropa para introducir una cinta, goma o cordn, que sirve para fruncir la tela. Tambin es un dobladillo cosido con un pespunte cercano al doblez, que se hace en algunas prendas como adorno. Procede este vocablo del rabe vulgar arta, que significa cinta o trenzado. En las mangas les he hecho yo unas jaretas y le han quedao la mar de aparentes. Jarrar: Variante vulgar por desgarrar, cuya pronunciacin coloquial dialectal se acerca ejjarrar, voz de la que a su vez, por un falso corte de palabras sale esta forma citada. Por ejemplo, en una expresin como la rama se ejjarra en pronunciacin rpida se oye la rama se jarra, por lo que el hablante recrea la palabra jarrar. En el turbin que hubo en Albacete se jarraron muchismas ramas de rboles de los parques y paseos. Tambin se emplea en lugar de rasgar, en el sentido de romper a viva fuera telas, papeles, etc. Se ha ido a jugar y ha traido la camisa jarr. Jarro: rastra o sarmiento largo que se deja en la cepa y que tiene muchas uvas. Le ha dejao a cada cepa dos jarros. Como sea ao de uva, van a coger en cada cepa un cuevanillo. Jars/Jers: variantes vulgar por jersey. Se trata de una prenda conocida pro este nombre ingls, procedente de la isla de Jersey. Te has puesto el jers al revs.
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Jenares: pcaro, tunantes. Voz familiar. Pezote, dominante, jenares, que no dejas parar a tus hermanicos. Jergn: Camastro o cama muy humilde. La palabra viene, a su vez, de jerga, tela gruesa y basta, voz antigua comn a todos los diosas romnicos: castellano sarga, francs sargue, rumano sarica, palabras estas que aluden a diferentes tipos de tela. La j inicial delata un origen mozrabe. Como no tienen cama se arreglan con un jergn. Jerigonza/jirigonza/ciringoza: forma de hablar oscura o enrevesada. Tipo de teatrillo bailado o de baile complicado. Procede, con muchos cambios, del antiguo occitano gergons. Estas son, estas son, estas son las jeringonzas del fraile, que el que no las baile se marche a la calle Aprovechamos para adjuntar estas imgenes de nuestro grupo La Romana, uno de los que con ms ahnco intenta en nuestra regin conservar el valioso legado de nuestras tradiciones.
Seguiremos, Dios mediante. RECOMENDAMOS: NGEL CARRASCO SOTOS: La palabra y el silencio. CALERO LPEZ DE AYALA, J. L. (1995). Vocabulario dialectal de la Mancha Conquense: Estudio etnolingstico de la regin. Cuenca, Diputacin Provincial. CHACN BERRUGA, T. (1981). El Habla de La Roda de La Mancha: Contribucin al Estudio del Habla Manchega. Albacete, IEA- CSIC. COROMINAS, JOAN Breve diccionario etimolgico de la lengua castellana. Madrid. Gredos. SERNA PREZ, J. S. (1983). As Habla La Mancha (2 ed.). Villarrobledo, Cervantes. JAVIER CULLAR TRTOLA Y PEDRO PARDO DOMINGO, PEDRO: Refranes y dichos en La Manchuela, La cocina tradicional de La Manchuela, Agricultura tradicional en La Manchuela. ECHEVARRA BRAVO, P. (1951). Cancionero Musical Popular Manchego. Madrid, CSIC. Revistas Zahora, Arquitectura de Madrigueras y comarca, Cuadernos de Mitologa y Zenizate.