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Tomás Segovia de Eso Se Trata - JEP - Revista Proceso

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Revista Proceso Toms Segovia (1927-2011): De eso se trata

Jos Emilio Pacheco 14 de noviembre de 2011 Sin comentarios Reportaje Especial

Toms Segovia, escritor. Foto: Refugio Ruz MXICO, D.F. (Proceso).- Para probar la maestra verbal de Toms Segovia con la concisin de un twitt y la rotundidad de una inscripcin romana en mrmol, Juan Villoro eligi el acierto magistral de traducir To be or not to be: that is the question como De eso se trata. Ahora de lo que se trata es de abarcar lo inabarcable y hacer justicia en la medida humilde de una nota a Toms Segovia. Habra que organizar en vez de los homenajes funerarios convencionales un simposio en que se hablara desde luego de su admirable poesa pero tambin del gran ensayista de Actitudes, Trilla de asuntos, Sextante, Contracorrientes, Cuaderno inoportuno (que incluye el indispensable Elogio del oficio), Potica y proftica, Cartas cabales, Resistencia, Alegatorio y Digo yo, aparecido ya en este 2011. Tambin es necesario situar al narrador de una breve novela precursora, Primavera muda (1954), y de otra final en forma de epstolas: Cartas de un jubilado (2010). Y en modo alguno olvidar al cuentista de Trizadero, Personajes mirando una nube y Otro invierno. Quedara pendiente su contribucin al teatro: Zamora bajo los astros, obra en verso que transcurre en la Espaa de 1027, y muchas traducciones sobre todo de Las relaciones peligrosas. Los cuadernos del caf y el blog para todos Ninguna poca literaria mexicana tan bien documentada fotogrficamente como el medio siglo. Del archivo que nos dej Ricardo Salazar muy bien se puede extraer un lbum llamado Escritores y artistas de los 50 y los 60. En l tal vez estar una imagen arquetpica de aquel momento: en la primera mesa, junto a la vidriera del Caf Chufas, el joven poeta que escribe toda la tarde en una cuaderno: al mismo tiempo ntimo taller de poesa, diario, libro de notas, agenda, directorio telefnico, inventario de ingresos y egresos. (Los primeros eternamente exiguos.)

Al fondo del caf los exiliados siguen librando a gritos la guerra de Espaa. El joven no participa en las discusiones pero en modo alguno es ajeno a nada. Cualquiera puede llegar hasta su mesa y la interrupcin ser bienvenida. l deja la pluma y sigue gustosamente la conversacin. Lejos de sentirse incomodado, necesita en torno suyo la conversacin, la polmica y el rumor de la vida que transcurre dentro y en torno del caf lleno de humo y estruendo. Se acab el humo, termin el estruendo con la muerte de los duelistas verbales y el Caf Chufas situado en Lpez y Avenida Jurez desapareci como casi toda la zona y casi media ciudad bajo el terremoto de 1985. Sin embargo el poeta no se qued en su nicho de aquel pasado. Medio siglo despus, desde Madrid, supo servirse de los medios que nadie hubiera previsto en los tiempos que fotografi Ricardo Salazar: mantuvo su propio blog, extensin electrnica a la vez del cuaderno de notas ensimismado y de la charla abierta a todos; imprimi sus propios poemas e hizo libros libres cosidos a mano para, en franca crtica al mercado, regalrselos a sus amigos y a quienes se interesaran por ellos. Como se dice en El cartero de Neruda, la poesa slo es de quien la necesita. Igual que en tantos otros campos, Segovia concili lo inconciliable: la pantalla y la impresora que convierten a quien sepa utilizarlos en editor virtual y ubicuo, y el sueo de los poetas en aquella poca lejana: tener una imprentita como la de Manuel Altolaguirre que permitiera hacer pliegos sueltos y ediciones minoritarias para la poesa excluida del orbe comercial. La pgina y la pantalla En los dos ltimos aos lo privado se ha hecho pblico. A los Diarios de Alfonso Reyes y Salvador Elizondo sigue El tiempo en los brazos de Segovia, cuaderno de notas primero publicado a mano por l y su excepcional esposa Mara Luisa Capella en El Taller del Poeta y luego por la editorial Pre-Textos de Valencia. Abarca los aos 1950-83. Por desgracia los tomos correspondientes a 1967-77 y 1978-91 fueron robados en Washington. Quiz dentro de algunos aos aparezcan en una subasta. El tomo final, 1984-2011, hasta ahora slo est disponible en internet y desde luego puede consultarse de manera gratuita. As como la red de redes acab con todo, en primer trmino con la propiedad privada literaria y los derechos de autor, result de manera extraa y sorprendente el campo de luz y silencio dialogante en que hoy florece la poesa. Arraigar en la errancia A semejanza del arte mismo que tan diestramente practic desde la adolescencia hasta los das finales de su vida, el lugar de Segovia fue el no-lugar. Hijo del siglo, producto de la guerra, el exilio, el nuevo pas, el regreso a la tierra natal, la errancia eterna y el nomadismo como estilo de vida, la obra de Segovia encontr su arraigo en el desarraigo, su pertenencia en la no-pertenencia. Cuando uno siente soy de aqu, alguien invariablemente responde: no, t no eres de los nuestros. La patria es el lenguaje? S y no porque en cuanto abro la boca todo el mundo

percibe que vengo de otro lugar y de otro tiempo. Entonces la nica patria es la poesa y la poesa no miente. La precariedad es tambin su propia y misteriosa riqueza. Segovia no quera que lo llamaran exiliado. l se deca desarraigado en el sentido literal de arrancado de sus races. El sitio de Madrid obliga al nio a refugiarse en Valencia, donde haba nacido por azar en 1927, y an sin salir de Espaa el madrileito es extranjero ante los nios valencianos. Poco despus en Pars se vuelve todava ms extrao y ajeno entre los franceses. Pero all escribe en espaol sus primeros textos y adquiere la lengua que ser el punto de partida en el camino que lo llevar a convertirse en el mximo traductor del idioma espaol. El joven que inici su carrera en este mbito con Sentimiento del tiempo de Giuseppe Ungaretti la culminar en el nuevo siglo con las Obras completas de Grard de Nerval y la mejor versin existente de Hamlet, una hazaa que a lo largo de tres siglos se intent en nuestra lengua desde el neoclsico Leandro Fernndez de Moratn en el siglo XVIII. Generaciones y semblanzas Si el pasado slo es asible y comprensible mediante el relato, el flujo incesante de nacimientos y muertes exige tentativas de organizar el caos. De all el concepto de generaciones importado de Alemania por Jos Ortega y Gasset y la idea norteamericana de las dcadas. A ellas habra que sumar el cmputo mexicano por sexenios. As en el sistema mtrico sexenal los escritores del cardenismo seran muy distintos a los del alemanismo y no se pare de contar. El poeta espaol Toms Segovia pertenece a la generacin de los nacidos entre 1920 y 1930 y por tanto es contemporneo de ngel Gonzlez, Jos Manuel Caballero Bonald y Jos ngel Valente. El poeta mexicano Toms Segovia se inscribe con todo derecho y naturalidad en la generacin de 1950 y es de la misma poca que Rubn Bonifaz Nuo, Jorge Hernndez Campos, Jaime Sabines, Rosario Castellanos y Enriqueta Ochoa. Segn el cmputo puntual de Eduardo Hurtado, con Eduardo Lizalde (1929) comienza extracronolgicamente la otra generacin, la de quienes llegaron al mundo entre 1930 y 1940. Segovia ser el puente que liga a estos de aquellos en el espacio breve y trgico de la segunda Revista Mexicana de Literatura y la Casa del Lago. l se marcha a Uruguay y deja la direccin a Juan Vicente Melo y la revista a Juan Garca Ponce. Si la generacin mexicana del 50 fue sobre todo la de los dramaturgos (Emilio Carballido, Luisa Josefina Hernndez, Sergio Magaa), la posterior, encabezada por Carlos Fuentes (1928), result en primer trmino la de los novelistas. Una vez ms la poesa qued fuera de foco, borrosa y disminuida en el naciente mundo meditico. Sin embargo, los contemporneos espaoles de Segovia nadan en un ocano de crtica acadmica y periodstica. Hay libros generacionales, antologas, grandes estudios de conjunto y sobre cada uno de ellos. Casi nada de esto existe para Segovia y sus coetneos mexicanos.

El sitio del no-lugar En la Revista de la Universidad de Mxico (noviembre 2011) Pablo Espinosa deplora que en Mxico no exista la crtica de poesa. Se pregunta: Y por qu, entonces, si la poesa es la hermana gemela de la msica, existen crticos de msica y no as de poesa? Hasta donde llega es a la crtica literaria. Por qu un crtico de literatura por igual analiza una novela, que un libro de cuentos que un poemario? Pero crtica de poesa, como tal, no existe. No al menos como s existen, en nmero y reconocimiento creciente, los crticos de msica, de artes plsticas, de danza. Cada vez ms arrinconadas y jibarizadas entre las hazaas de nuestras nicas estrellas, las que adornan e infaman los espectculos y los deportes, subsisten columnas de teatro, cine y televisin. No hay ninguna de poesa. Nuestras publicaciones han desterrado el mnimo espacio que hasta hace poco y a semejanza de la prensa inglesa destinaban a los versos. Ao con ao las escuelas y facultades de letras arrojan al precario mercado multitudes de jvenes y muchachas que podran hacer estupendas notas sobre la poesa que se escribe con una abundancia y una calidad nunca vistas en Mxico. Uno buscar casi en vano crtica de estos jvenes sobre sus contemporneos los nuevos poetas. Ms difcil aun ser increblemente hallar reseas de la Poesa (1943-1997), tomo de 800 pginas que por excepcin ha alcanzado tres ediciones. En l se contienen libros esenciales como Luz de aqu, que tambin caso nico ha merecido una edicin facsimilar en 2005; El sol y su eco, Historias y poemas donde figuran los dos poemas ms difundidos de Segovia: Dime mujer y Besos; Anagnrisis, quiz la obra mayor de Segovia; Figura y melodas en donde est la Visita a un oratorio arcaico, coleccin reservada de sonetos votivos que constituyen la expresin ms intensa y explcita del erotismo en la poesa mexicana y culminan con la mayor destreza formal, la apertura o el destape que heroicamente iniciaron Manuel M. Flores en el siglo XIX y Efrn Rebolledo a comienzos del XX. El tiempo creador y destructor Compilaciones de esta naturaleza suelen ser la suma y el balance final de una vida consagrada contra todos los obstculos a la poesa. Tambin por desgracia se vuelven un cenotafio, es decir un monumento del que est ausente el cadver. Como la danza y el deporte, escribir poemas parece, segn deca Teognis cinco siglos antes de Cristo, la flor de juventud que pasa. Hay muy pocos autores capaces de legarnos en sus poemas el fruto de todas las estaciones de la vida. Lejos de quedarse en el mausoleo y guardar silencio, Segovia inici en la vejez hostil a la poesa la etapa ms fecunda de su vida. Entre 1995 y 2011 public cerca de 20 libros. Tuvo la incomparable suerte de encontrar para ellos editores como Ana Mara Jaramillo y Jos Mara Espinasa en Ediciones sin Nombre y Manuel Borrs en la indispensable casa valenciana Pre-Textos. As aparecieron en sucesin Fiel imagen, La inmortal, Misma juventud, Salir con vida, Da tras da, Llegar, Siempre todava, Aluvial y Estuario. Queda an por publicarse el libro Rastreos que es, como varios de los anteriores, un homenaje a Mara Luisa Capella.

Ser en vano buscar en nuestra prensa cultural ecos a esta labor nica y sorprendente. Una muestra de esta situacin ocurri en la Feria de Guadalajara en 1985 cuando el gran poeta acababa de obtener el ltimo premio Juan Rulfo. En una sala diminuta haba una sesin Amigos de Toms Segovia. ramos ms los panelistas que el pblico. Atrs de nosotros, en la sala principal, miles de personas asistan a un dilogo entre Mario Vargas Llosa y Enrique Krauze. Roco Gonzlez piensa que est bien as. No se imagina un Chicharito para la poesa ni ganancias de millones de euros o de dlares por los libros. Qu otro arte es tan libre y soberano y puede rerse de las presiones y de la carrera de ratas y de ratings? A pesar de esta nula visibilidad y escasa resonancia la poesa sin duda tiene un pblico. Ese pblico invisible y misterioso, no la crtica ni los innumerables premios es el que ha consagrado la obra viva y radiante de Toms Segovia. (JEP)

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