Manifiesto de Los Cinco (1957)
Manifiesto de Los Cinco (1957)
Manifiesto de Los Cinco (1957)
Después de dos reuniones, en que se acordó la redacción de un manifiesto al país, y del examen
de la ponencia que tuvo que ser modificada en varios aspectos, los cinco sectores de Oposición que
tienen representación en la comisión congresional aprobaron una declaración del tenor siguiente:
Al pueblo de Cuba
Nunca es inútil la sangre que se derrama por la libertad, pero nuestro deber es salvar a la
juventud de una muerte que no se esta traduciendo en victoria revolucionaria y salvarla de ser dominada
por el odio que la baldaria para su gran tarea de reconstruir y alzar la Republica.
A la paz no le faltará nuestro esfuerzo. Por ella luchamos ardorosamente. Sin embargo, la paz no
depende de nosotros; fundamentalmente esta en manos de régimen que, si bien ha dictado algunas
medidas electorales aceptables, mantiene un clima de opresión que asfixia la tarea política. Son ciertas, y
venimos a ratificarlas las denuncias presentadas por nuestros delegados a la Comisión de Sufragio y
Libertades Publicas: Luis Conte Agüero, Juan Amador Rodríguez, Néstor Carbonell, Antonio Cejas y
Diario de la Marina
Año CXXV – Numero 136 La Habana, Martes 11 Junio 1957
Antes ese panorama de incomprensión y de desastre no cejamos los que tenemos consciencia de
gran bien que la hacemos a Cuba. Permanecemos en la Comisión Interparlamentaria denunciando,
combatiendo, enfrentándonos al desenfreno y al terror y ajustando nuestra conducta a la aspiración
firmísima de devolverles a los cubanos el derecho de elegir libremente sus gobernantes, convencidos de
que nues-
(finaliza en la pagina 14-B)
tro deber esta allí y de que al final nuestro esfuerzo será premiado con el total reconocimiento y
solidaridad del pueblo.
Nos preocupan el presente y el porvenir porque queremos salir de fuerza para entrar en la
democracia y el orden civilizado, no en la tiranía absoluta o en la anarquía desesperada. Nos interesa que
este Gobierno abandone el poder por la voluntad mayoritaria del pueblo y que se instaure un sistema de
democracia plena que proteja celosamente la vida humana, el orden institucional, el principio de
autoridad y la dignidad de todos los cubanos. Cuba gana con la legitimidad del poder, con la entrega
incruenta del Gobierno al pueblo victorioso. De no lograrse esos objetivos cardinales, Cuba se perdería
en la violencia implacable, en la dictadura total o en revanchismo obcecado y sangriento.
Para evitar esas desgracias nos reunimos: para rendir con firmeza e inteligencia la jornada de la
libertad, nos unimos. Así lo proclamamos los que nos hemos juntado del lado del deber para abrirle al
pueblo los caminos democráticos que procura frente a los gobernantes que protagonizan una ambición
perpetua. Al insistir en nuestra exhortación a un alto al fuego y al cese de la violencia, al reafirmar
nuestra apelación a una paz honrosa sin indignidades ni claudicaciones y que devuelva a la ciudadanía la
soberanía usurpada, declaramos que Cuba tiene derecho a esperar mejores días y que los hombres
públicos estamos en la obligación de darnos a ese propósito superior.
Dr. Emilio Ochoa Ochoa, Partido del Puebla Cubano; Dr. Carlos Márquez Sterling, Movimiento
Ortodoxia Libre; José Pardo Llada, Partido Nacionalista Revolucionario; Porfirio Pendas Garra, Defensa
Constitucional; Amalio Fiallo, Movimiento de Liberación Radical.