QUIROMANCIA

PLANETA-AGOSTINI

NDICE
Te leo la mano, chiquillo? De la quiromancia a la quirologa Un arte que viene de antiguo La importancia del estudio de la mano Los elementos de la mano Los dedos El pulgar Los dems dedos Las uas La palma Los montes Los llanos Las lneas La lnea de la vida La lnea del corazn La lnea de la cabeza Las lneas secundarias Otras lneas y rasgos Leer la mano

TE LEO LA MANO, CHIQUILLO?

La vieja gitana toma nuestra mano, le da la vuelta, con la palma hacia arriba, y la examina atentamente. Su sucio dedo recorre las lneas que la surcan, palpa las ligeras protuberancias carnosas, examina los dedos, da de nuevo la vuelta a la mano, observa nuestras uas. Murmura palabras que nos suenan cabalsticas: la lnea de la vida, el llano de Marte, el monte de Venus, el dedo de Jpiter... Luego hace su prediccin: Nuestra vida ser larga pero accidentada; correremos aventuras, hallaremos nuestro amor en circunstancias difciles, ser un amor que no durar mucho; riquezas?, s, pero con sudores; n ada nos ser fcil... Mientras habla, su dedo recorre de nuevo nuestra palma, seala un lugar, luego otro, como si leyera en ellos lo que nos est diciendo. Y, de hecho, lo lee. Para quien sabe interpretarla, la mano humana es un libro abierto donde se puede leer no slo quines somos y lo que somos, sino tambin lo que nos depara nuestro futuro. Por supuesto, puede que la vieja gitana que nos est leyendo la buenaventura est trabajando solamente sobre una ciencia infusa, que ha heredado de sus antepasados, de generacin en generacin, a travs de deformaciones de un antiguo significado. Sabe que debe halagar en cierto modo a su cliente para conseguir un buen pago: nunca presentarle un futuro excesivamente esplendoroso para no despertar sospechas, pero tampoco un futuro ttrico o deprimente, aunque vea una lnea de la vida demasiado corta o una inminente separacin en la lnea del matrimonio. Pero, en el fondo, est practicando un arte muy antiguo que hoy en da tiene caractersticas de ciencia: la quirologa, con todas sus derivaciones.

DE LA QUIROMANCIA A LA QUIROLOGA
Hay cuatro palabras clave relativas a la mano y su significado, y que forman las llamadas quirociencias, las ciencias de la mano. La ms conocida es, evidentemente, quiromancia. Procedente del griego (keir, mano, y manteia, adivinacin), designa la lectura, a travs de las lneas y signos que aparecen en la palma de la mano, del pasado, presente y futuro del propietario de esa mano. La quirologa, por su parte (del griego keir, mano, y logos, entender), tiene una curiosa historia. Originalmente era considerada tan slo como el arte de hablar y hacerse entender con las manos: en otras palabras, el lenguaje de los sordos o de aquellos que no queran ser odos por los dems. Sin embargo, aunque manteniendo an este significado, lo ha ampliado, hasta el punto de que hoy se entiende por quirologa el estudio en general de la mano, desde un punto de vista quiromntico, para extraer de ella sus distintos significados ocultos. Segn muchos autores, quirologa y quiromancia son hoy prcticamente sinnimos; sin embargo, hay una diferencia fundamental entre las dos palabras: la quirologa se dedica al estudio de la mano per se, mientras que podramos definir la quiromancia como el estudio prctico de la mano, con fines adivinatorios. La tercera palabra, la quirognoma (del griego kier, mano, y gnosis, conocimiento), es en realidad una parte de la quirologa: se ocupa explcitamente del estudio analtico de las formas, caractersticas y dimensiones de la mano, a fin de extraer de ellas el carcter de su propietario. Finalmente, y a un nivel mucho menos conocido y ms elevado, cabe citar la quirosofa, que, de un modo paralelo a la filosofa, se ocupa de interpretar la naturaleza mstica o trascendente de la persona a travs de las caractersticas peculiares de su mano.

UN ARTE QUE VIENE DE ANTIGUO

De dnde procede la quiromancia? Como todas las artes adivinatorias, su historia viene de muy antiguo, y sus orgenes se emparentan con los de la astronoma y las matemticas. Se tienen indicios de que la quiromancia se practicaba ya en la India, Mesopotamia, Egipto, China e India, e incluso entre las poblaciones de la Amrica precolombina. Sin embargo, la quiromancia antigua era ms bien quirosfica: su finalidad no era adivinar el futuro, sino que haba en ella un componente mstico, y muchas veces tambin curativo. En el Vasishtha, un antiguo texto vdico que data de 2000 aos a.C., se menciona ya este arte, que era muy difundido y respetado. La propia Biblia la cita tambin: Ello ser como seal sobre tu mano y como memorial ante tus ojos, para que la ley de Yahv sea en tu boca, porque con mano fuerte te ha sacado Yahv de Egipto (xodo, 13-9); En la mano de toda la humanidad pone [Yahv] un sello, de suerte que todos los hombres conozcan su obra (Job, 37-7). En China se han hallado textos quiromnticos anteriores al siglo IV a.C., que parecen hacer referencia a otros muy anteriores an, desgraciadamente perdidos. El origen de la quiromancia es pues oriental. Lleg a Europa a travs de la Grecia clsica y sus contactos con Oriente y sobre todo con Egipto, como atestiguan algunos textos de Aristteles y otros contemporneos suyos. En ese punto se inici su vertiente adivinatoria, puesto que los griegos mostraban una gran inclinacin a todo lo oracular. De ah, el conocimiento pas a Roma, que bebi abundantemente en las fuentes griegas. La descomposicin del imperio romano trajo consigo la decadencia de todo el esplendor alcanzado por las civilizaciones antiguas, dando paso a la tenebrosidad de las edades oscuras. Durante la Edad Media, los gitanos, ese extrao pueblo de origen incierto que se extendi en su vagabundear por toda Europa, fueron prcticamente los nicos que mantuvieron encendida la llama de la quiromancia, junto con la de otras artes tan secretas como prohibidas por la estricta e intolerante iglesia Catlica de la poca. Evidentemente, eso trajo consigo una profunda degradacin de la antigua ciencia, que perdi buena parte, por no decir la totalidad, de su naturaleza mstica y filosfica, convirtindose en un mero instrumento de adivinacin. Habra que esperar a los siglos XIV-XV para ver el renacer de la quirologa. El primer texto impreso de quiromancia que se conserva fue publicado en 1475, aunque se supone que fue escrito algunas dcadas antes: el Die Kunst Chiromantie, de Johann Hortlich. A partir de entonces, el inters por esa disciplina fue creciendo paulatinamente, no slo a nivel esotrico, sino tambin y sobre todo a nivel cientfico. Aparecen obras de quiromancia que tratan de sus aspectos filosficos, medicinales y adivinatorios. El Renacimiento, con su inters hacia todo lo nuevo y sorprendente, se ocupa profusamente de ella, e incluso la imprenta del Vaticano traduce un antiguo texto griego sobre el tema. Los grandes ocultistas, como Heinrich Cornelius Agrippa y su contemporneo Paracelso, se ocupan de ella tambin. En la corte francesa la quiromancia se pone de moda, e incluso Napolen tiene a su servicio una famosa quiromntica, Marie-Anne le Normand. En el siglo XIX la quirologa adquiere carta de dignidad, al empezar a ser estudiada desde un punto de vista cientifco. Casimir D'Arpentigny, que fue oficial del ejrcito de Napolen, es la figura ms sobresaliente de esta poca, y es considerado como el creador de la quirognoma; su obra Les mysteres de la main, aparecida en 1859 con un enorme xito de pblico, sienta las bases de la quirologa como ciencia. A partir de entonces, el desarrollo moderno de la quiromancia ha seguido dos caminos distintos y paralelos: por un lado, la quiromancia mstica y adivinatoria; por el otro, la quirologa o quiromancia cientfica. De la quirologa se deriv, gracias a los trabajos pioneros de Sir Francis Galton, el estudio de las huellas dactilares, hoy de amplsimo uso en todo el mundo. El doctor William Behan sent las bases de la aplicacin de la quirologa en medicina. La doctora Charlotte Wolff hizo lo mismo con la psicologa. En la actualidad, la quiromancia es utilizada no slo para leer la personalidad y el futuro de una persona, sino tambin como apoyo para diagnsticos mdicos, localizacin de traumas psiquitricos, etc.

LA IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA MANO

Porque hemos descubierto que nuestro cuerpo es un todo, y que cada una de sus partes est enlazada con todas los dems. Y, al igual que la acupuntura y la digitopuntura actan sobre determinadas zonas externas para influir en otras zonas internas de nuestro organismo, tambin en la mano hallamos reflejadas a flor de piel todas las dems partes del cuerpo. No hemos de olvidar que las manos son nuestro elemento ms mvil, ms accesible; es lgico que en ellas se refleje todo lo dems. As, las manos tienen una serie de caractersticas importantes que se relacionan con todo el resto de nuestro ser. Por ejemplo, existe la teora de que la mano izquierda de un nio se corresponde hereditariamente con la mano izquierda de su madre, mientras que la derecha se corresponde con la mano derecha de su padre. Tambin la mano izquierda est relacionada con nuestros rasgos genticos y subconscientes, mientras que la derecha refleja nuestras relaciones con el mundo exterior. La mano izquierda es el pasado; la derecha, el futuro. La mano izquierda es pasiva, mientras que la derecha es activa (excepto, por supuesto, en las personas zurdas, en las que es al revs). La forma de la mano tambin es importante. D'Arpentigny las clasific en siete tipos, que se mantienen an hoy en da: 1) elemental; musculosa, ancha y de piel gruesa, con dedos amplios y cortos: corresponde a personas equilibradas, prcticas y de reacciones tranquilas.

2) espatulada; con los dedos anchos en sus extremos: pertenece a personas que poseen una gran confianza en s mismas, instintivas, independientes, materialistas, vanidosas y a veces egostas. 3) psquica; alargada, tanto en la palma como en los dedos: seala a una persona soadora, poco prctica, de gran imaginacin, pero que puede conseguir un gran xito si sigue el camino adecuado. 4) cuadrada; llamada tambin prctica, tiene una forma eminentemente cuadrada o rectangular: pertenece a personas ordenadas, equilibradas, que lo basan todo en el mtodo y la precisin; poseen iniciativa y empuje, y son francas hasta el punto de crearse problemas con su franqueza. 5) nudosa o filosfica; caracterizada por el engrosamiento de las articulaciones de los dedos; revela tendencia a la filosofa y a las tareas intelectuales; profundidad del pensamiento por encima de la accin. 6) cnica; es la mano de los artistas, un intermedio entre la mano cuadrada y la elemental, en la que la palma forma, de abajo arriba, una especie de cono: corresponde a las personas intuitivas, imaginativas, amantes de la belleza y la poesa, activas y trabajadoras, con una clara tendencia hacia las artes. 7) mixta; con los dedos desplazados hacia el centro de la mano y forma ligeramente redondeada; es frecuente en actores, artistas y publicitarios, personas de gran sensibilidad y emotividad, que en general no son tan superficiales como parecen. A esta clasificacin se han superpuesto otras, reduciendo su nmero a cinco o incluso cuatro, o aumentndolo para aadir otras caractersticas, hasta el punto de que casi cada autor hace su propia subdivisin, ms o menos numerosa: elemental, prensil, tctil y psquica; ancha, estrecha, cnica, cuadrada y en esptula..., pero siempre, en general, sobre la base citada.

Otro elemento importante en el estudio de la mano es la calidad de la piel: fina y suave, o spera y callosa. Evidentemente, la primera es reflejo de un trabajo intelectual, mientras que la segunda demuestra una preponderancia del trabajo manual. Otro es el color: una mano muy blanca indica un carcter egosta y reservado, dominado por los deseos materiales; si es rosada, seala a una persona activa, expansiva y pasional; si es amarillenta, su propietario es cerebral y muy racional. El tamao seala tambin sus caractersticas especiales: grande, minuciosidad; pequea, concrecin; larga, concentracin; corta, impulsividad; ancha, dinamismo; estrecha, inercia. La temperatura: clida, generosidad y falta de previsin; fra, egosmo y falta de inters. El grado de humedad: hmeda, emotividad; seca, dominio de s mismo, pero a veces falta de reflexin. Pero stos, naturalmente, son slo detalles preliminares, el examen primero, conjunto y somero de la mano. La quirologa va mucho ms lejos: descompone la mano en sus distintos elementos y los estudia por separado, para luego volver a conjuntarlos y emitir el juicio global.

LOS ELEMENTOS DE LA MANO

Si apoyamos una mano sobre la mesa, con la palma hacia arriba, y la examinamos fijamente, podremos dividirla fcilmente en cuatro partes. Trazando una lnea vertical y otra horizontal por su centro, obtendremos cuatro cuadrantes, que se corresponden a otros tantos elementos de la persona. Los dos cuadrantes superiores se refieren a la zona activa, mientras que los inferiores se refieren a la pasiva; los dos orientados al dedo pulgar son la zona externa, mientras que los dos orientados al dedo meique constituyen la zona interna. El cuadrante superior de la parte correspondiente al dedo pulgar refleja la ambicin y la voluntad, mientras que el inferior pertenece a los

instintos e impulsos; el superior del otro lado muestra las emociones y comunicaciones, mientras que el inferior corresponde a la abstraccin y la introversin. La mano esta formada por dos partes claramente diferenciadas: la palma y los dedos. La palma corresponde a la parte orgnica del individuo; los dedos a la espiritual. Por ello, cuando los dedos dominan en el conjunto de la mano, se dice que la persona es predominantemente espiritual, mientras que si es el resto de la mano lo que predomina, dicha persona es esencialmente orgnica. Aunque estamos acostumbrados a que la lectura de la mano se haga casi exclusivamente sobre la palma, y concretamente sobre las lneas o pliegues que la surcan, la quirologa va mucho mas all de ello. De hecho, para un estudio completo de la mano, tan importante, o ms incluso, que la palma, son los dedos. As que es preciso examinarlos primero con atencin. LOS DEDOS El estudio de los dedos de la mano constituye uno de los apartados ms apasionantes y difciles de la quirologa, precisamente por su multiplicidad de formas y caractersticas y por el hecho de que estas no estn muchas veces bien definidas, por lo que es fcil caer en ocasiones en el error. En quiromancia se considera que no tenemos cinco dedos, sino cuatro y el pulgar, que es contemplado como un dedo aparte. En su conjunto, los dedos poseen una serie de caractersticas que hay que tener siempre en cuenta. Una de ellas es su flexibilidad. Apoyando las yemas de los dedos sobre la superficie de una mesa y apretando hacia abajo, veremos hasta qu punto podemos flexionarlos y doblar la mano; esto mismo podemos hacerlo sujetando las yemas de los dedos con la otra mano y presionando hacia atrs. Una flexibilidad acusada indica a una persona dotada de gran sentido comn, y si esta flexibilidad se presenta adems en todas las articulaciones de los dedos seala una actitud libre de prejuicios y una notable sensibilidad artstica. Su longitud es otro elemento a tener en cuenta. La longitud de los dedos se mide con respecto a la de la palma, contando esta desde el arranque del dedo medio hasta la articulacin de la mueca. Si la longitud de los dedos es superior a un 80% de la de la palma, se consideran dedos largos; si es inferior, cortos. Los dedos largos, si son adems delgados, sealan preponderancia de lo ideal sobre lo material, mientras que si son gruesos indican un idealismo ms realista, que tiene en cuenta tambin las cosas materiales. Los dedos cortos y gruesos indican carencia de idealismo, predominio de las cosas y las satisfacciones materiales; cuando son delgados sealan dominio sobre los dems, cualidades de liderazgo. Por otra parte, los dedos pueden ser rectos o torcidos. Los primeros indican a personas que se hallan satisfechas consigo mismas, mientras que los segundos sealan a personas propensas a hallar dificultades..., o incluso a crerselas. Las protuberancias que a veces se forman en las articulaciones de nuestros dedos se llaman nudos (de ah la palabra nudillos); si estos nudos son protuberantes (la caracterstica mano nudosa de D'Arpentigny) sealan a una persona reflexiva, prudente. Si, por el contrario, los dedos son lisos, reflejan a una persona intuitiva, ms dada a actuar por instinto que por razonamiento, y generalmente de naturaleza artstica. Los nudos pueden hallarse en la primera articulacin (la superior) o la segunda (la inferior). En el primer caso se habla de nudos filosficos: la persona es minuciosa, desconfiada, poco amante de lo nuevo, arraigada en sus creencias. En el segundo caso tenemos nudos de orden: la persona es ordenada, posee buena memoria, tiene su vida bien reglamentada. Un tercer caso, muy poco frecuente, es cuando los nudos se sitan por encima de la primera articulacin, casi en el extremo del dedo. Tenemos entonces los nudos del sentido prctico: la persona es eminentemente racional, practica en todos sus aspectos. Finalmente, los dedos pueden analizarse tambin por su terminacin. La punta de los dedos puede ser afilada, cnica, cuadrada o espatulada. Evidentemente, no es necesario mencionar las caractersticas propias de cada caso. Los dedos de punta afilada suelen ser en general de por s delgados y largos, y su remate no hace ms que reforzar las tendencias hacia lo ideal y lo espiritual por encima de lo real y lo material; los dedos de punta cnica pertenecen a personas inteligentes, con espritu critico y notable sentido del humor; suelen tener profesiones liberales e intelectuales o artsticas; los dedos de punta cuadrada corresponden a personas eminentemente prcticas, disciplinadas, metdicas, en las que predomina el sentido comn; los dedos espatulados, finalmente, aparecen en las personas hiperactivas, inquietas, amantes de los viajes y de emprender nuevas aventuras, muchas veces incapaces de terminar un trabajo antes de iniciar el siguiente. Por supuesto, todas estas caractersticas pueden hallarse claramente reflejadas en nuestros dedos, pero tambin aparecer de una forma ms o menos solapada. Hay dedos que no corresponden exactamente a ninguno de estos tipos reseados; es entonces misin del quirlogo ver cul es el rasgo dominante, teniendo en cuenta, por supuesto, que una mayor o menor acentuacin incidir en las caractersticas del tipo de persona que reflejan. Veamos ahora los dedos uno por uno. EL PULGAR Quirolgicamente, el pulgar es un dedo aparte, que es considerado de forma independiente de los otros cuatro. En primer lugar, no tiene tres huesos (falange, falangina y falangeta), sino dos. Es, junto con el meique, el dedo ms corto de la mano, pero ocupa una posicin inferior con respecto a este y es mucho ms grueso. Y,

evidentemente, su cualidad de ser oponible a los otros cuatro lo convierte en el ms importante de la mano: sin este rasgo anatmico fundamental, el hombre no sera hoy lo que es, ya que no dispondra de la cualidad ms importante que lo distingue de la mayora de animales: el poder asir todo tipo de objetos. Una serie de caractersticas particulares, adems de las mencionadas ms arriba para todos los dedos en general, distinguen los diversos tipos de pulgares de la mano. Una de las ms importantes es el ngulo que puede formar con el resto de la mano cuando lo abrimos al mximo. Generalmente, este ngulo suele ser de 90 con respecto al dedo ndice. Esta caracterstica suele indicar a una persona segura de s misma, poco influenciable por los dems. Si el ngulo mximo es menor de 90, la persona suele ser sugestionable, y se deja influir y convencer fcilmente. Por supuesto, cuanto menor sea el ngulo, ms influenciable ser la persona. Otra caracterstica es la longitud. Su longitud ideal dentro de la mano es la misma que la del dedo meique; en este caso, seala a una persona equilibrada; un pulgar largo indica a una persona dominante, mientras que el pulgar corto es propio de los caracteres dbiles. Esta caracterstica, sin embargo, queda supeditada a las dems propias del dedo, sobre todo la forma de su punta. Otra caracterstica digna de tener en cuenta es su mayor o menor altura con respecto al resto de la mano. Si la raz del pulgar es baja (lo normal es que, con la mano cerrada, la punta del pulgar coincida con el centro de la primera falange del ndice), la palma de la mano ser amplia y abierta; si es alta (es decir, si la punta del pulgar llega hasta la primera articulacin del ndice o incluso ms arriba), la palma ser ms bien corta. En el primer caso tenemos a una persona comunicativa, que confa en los dems; en el segundo nos hallamos ante una persona desconfiada, egosta e incluso egocentrista. Y enumeremos finalmente otro atributo revelador: su flexibilidad, no slo hacia dentro sino tambin hacia fuera. Si el pulgar se muestra rgido, es decir, no se puede doblar hacia fuera mas all de una lnea recta, evidencia un temperamento conservador, tenaz, arraigado a sus principios y difcil de hacer cambiar. Por el contrario, si se puede doblar hacia fuera formando un arco, seala a una persona complaciente, dispuesta en todo momento a acomodarse a los dems. El dedo pulgar es importante en quirologa tanto por s mismo como por ser un elemento corrector de los significados de los dems dedos, que en algunos aspectos quedan supeditados a l. LOS DEMS DEDOS Los dedos de la mano reciben en quirologa nombres alegricos que los identifican con antiguos dioses y tambin con el Zodaco. As, el pulgar es el dedo de Venus, el ndice el dedo de Jpiter, el medio el dedo de Saturno, el anular el dedo de Apolo o del Sol, y el meique el dedo de Mercurio. Estos nombres, evidentemente, tienen que ver con su simbologa, aunque en gran parte se trate de una simbologa esotrica e inicitica; muchos quiromnticos utilizan estos nombres solamente para dar mayor belleza y espectacularidad a su vocabulario. El dedo ndice es aquel con el que sealamos, y de ah su nombre; se conoce tambin como el dedo de Jpiter. Se le atribuyen las caractersticas de las altas dignidades, los sentimientos religiosos, la ambicin. Est fuertemente ligado al pulgar, no slo por su inmediatez, y las caractersticas de este pueden hacer cambiar su significado. Si el ndice es largo, seala dominacin, orgullo, ambicin reprimida; si es corto, ambicin violenta y desenfrenada; si es grueso, ambicin hacia los apetitos materiales; si es delgado, incapacidad de realizar los deseos; si su punta es cnica y el dedo carece de nudos, una gran capacidad de adaptacin; si tiene nudos, problemas en realizar esa adaptacin. Mdicamente, ofrece valiosas informaciones sobre el hgado, el bazo y las dolencias reumticas. El dedo medio es el dedo ms largo de la mano y el que ocupa la posicin central, y de ah su nombre; se le conoce tambin como el dedo de Saturno. Por su posicin, se le considera como el dedo del equilibrio entre la introversin y la extroversin, entre el conciente y el subconciente. Si es largo, seala tendencia hacia lo cientfico, capacidad de anlisis; si es corto, una mente superficial; si es grueso, tendencia a lo prctico y materialista; si es delgado, a la incredulidad y al sufrimiento; si es liso, espontaneidad e inspiracin; si es nudoso, meticulosidad y tendencia a lo prctico; si se inclina hacia el anular, tendencia hacia el arte y la artesana; si lo hace hacia el ndice, realismo, con un toque idealista. Mdicamente, ofrece valiosas informaciones sobre los intestinos. El dedo anular recibe este nombre porque es el dedo donde normalmente se llevan los anillos; se le conoce tambin como el dedo de Apolo o del Sol. Expresa las capacidades creativas, la inspiracin hacia lo bello, la espontaneidad, el idealismo. Si est bien formado y encaja armnicamente con el resto de la mano, seala solidez emotiva; si es largo, energa, voluntad y espritu observador; si es corto, tendencia a la vulgaridad; si adems de corto es grueso, tendencia a la autocompasin; si es liso, inspiracin artstica; si es nudoso, orden y mtodo; si tiende a inclinarse hacia el dedo medio, dificultades entre lo que se desea y el sentido del deber; si lo hace hacia el meique, una motivacin monetaria en las inclinaciones artsticas. Mdicamente, ofrece valiosas informaciones sobre los trastornos cardacos. El dedo meique, finalmente, es el ms pequeo de la mano, y de ah su nombre; aunque su longitud es normalmente la misma que el pulgar, es mucho ms delgado, y por supuesto carece de su movilidad; se le conoce tambin como el dedo de Mercurio. Quirolgicamente es el segundo dedo ms importante despus del pulgar, pese a su aparente insignificancia. Expresa todas las relaciones emotivas no cubiertas por el anular: las

relaciones con los dems, las relaciones familiares, y sobre todo las relaciones sexuales. Si es largo, tiende a replegarse sobre s mismo, y eso mismo es lo que indica con respecto a la persona, que se retrae en s misma y desarrolla a menudo un amor hacia el estudio y la investigacin; si es corto, seala poco sentido prctico, carencia de voluntad, necesidad de apoyarse en otra persona; si es grueso, v ulgaridad con tendencias a la mentira; si es liso, espritu cientfico y racional; si tiende a inclinarse hacia el dedo anular, susceptibilidad, propensin a decir pequeas mentiras; si adems es nudoso, esas mentiras pueden ser autnticos engaos; si la tendencia es a inclinarse hacia el otro lado, separndose del resto de la mano, problemas de clara naturaleza sexual. Mdicamente ofrece valiosas informaciones sobre los riones, la vejiga y el aparato reproductor. LAS UAS El remate de nuestras manos lo constituyen las uas, esas superficies crneas a las que no damos mayor importancia que la peridica molestia de tener que recortarlas. Se calcula que las uas tardan en renovarse totalmente de 100 a 150 das, variando segn los distintos dedos y, evidentemente, segn la naturaleza de cada persona. Quirolgicamente, pueden aportar datos importantes al estudio general de la mano.

Las uas pueden tener gran variedad de formas, pero bsicamente podemos agruparlas segn sus caractersticas. Se considera que la ua ideal es la que tiene una longitud de la mitad de la ultima falange, la falangeta, que es la que la contiene, y una anchura de tres cuartas partes su largo; su color ha de ser rosado bastante intenso, con una pequea luna o lunula en su parte inferior, claramente diferenciada. Pero, por supuesto, este modelo es muy poco frecuente. As pues, segn las variaciones sobre este estndar ideal, tenemos uas grandes (1), que ocupan prcticamente toda la anchura del dedo, y pequeas (2), cuando dejan ver a ambos lados una amplio reborde de carne; uas anchas (3), cuando son ms anchas que largas, y estrechas (4), en el caso inverso. Las uas cuadradas (5) son aquellas que, teniendo la longitud de la ua ideal, son ms anchas de lo que les corresponde, o que, teniendo su anchura, son menos largas, en cuyo caso son denominadas cuadradas pequeas (6). Segn su forma, pueden ser almendradas (7) o avellanadas (8), segn recuerden esas dos frutas. Vista de perfil, la ua ideal parece casi recta, apenas ligeramente convexa (9). Sin embargo, en algunas ocasiones puede, ser convexa (10), cuando la curva hacia fuera es mucho ms pronunciada, cncava (11), cuando es a la inversa, encorvada o adunca (12), cuando la convexidad es tal que llega a tener forma de garra. Aparte su forma, las uas pueden presentar otras caractersticas. Aunque generalmente las uas se presentan lisas y uniformes, en ellas pueden presentarse, por defectos de su crecimiento, surcos horizontales o verticales. Igualmente, en su superficie pueden aparecer manchas blancas, como pequeos lunares. Todas estas caractersticas de las uas tienen su significado. As, por ejemplo, las uas cuadradas indican un carcter colrico y pasional, aunque susceptible de ser dominado; las cuadradas pequeas son evidencia de fanatismo e intolerancia, que se acenta cuanto ms intenso sea su color; las uas almendradas reflejan elegancia y sensibilidad; cuando su forma es de avellana, sealan tendencia a la racionalidad, a buscar el sentido prctico de la vida, y la persona que las posee suele ser de naturaleza intelectual, con una mente lgica y coherente, con la razn dominando siempre por encima de los impulsos. Mdicamente, las uas son tambin reveladoras: unas uas cuadradas indican propensin a problemas de tipo circulatorio; las cuadradas pequeas reflejan trastornos sexuales, que a menudo se manifiestan como celos incontrolados; las almendradas pueden indicar trastornos endocrinos, sobre todo en las mujeres; las uas aduncas o en forma de garra son sntoma de fuerte impulsividad y alteraciones nerviosas; las convexas reflejan

tendencia a la bebida como medio de evasin. Otras caractersticas son tambin mdicamente importantes: las uas quebradizas indican falta de calcio; las que muestran surcos horizontales reflejan exceso de alimentos y medicinas; si los surcos son verticales (llamados muchas veces canales) sealan insuficiencia de la glndula tiroides y alteraciones del metabolismo; cuando presentan manchas blancas son indicio de alteraciones del sistema nervioso. Segn algunos autores, las uas de los distintos dedos reflejan el estado de salud de diferentes rganos y componentes del cuerpo. As, las uas del ndice estn relacionadas con el hgado, las del medio con el sistema seo, las del anular con los sistemas cardiovascular y renal, y las del meique con el sistema nervioso. Otros aspectos secundarios son tambin reflejo de la personalidad. Unas uas rodas sealan irritabilidad y lascivia; si generalmente se llevan cortas, indican impulsividad, nerviosismo e irritabilidad; si son largas, reflexividad y reserva; si adems son estrechas, tendencia al misticismo. La presencia de lunulas bien diferenciadas (que generalmente suelen desaparecer casi por completo en los adultos) es seal de buena circulacin sangunea, pero tambin, si son muy marcadas, exceso de tensin. Su coloracin tiene que ver casi exclusivamente con el sistema circulatorio: si es rosada, indica buena circulacin; en cambio, si su color es de un rojo intenso o morado, es sntoma de mala circulacin. Las uas de tonalidad amarillenta sealan problemas hepticos. A nivel de adivinacin, la ua puede dividirse en tres partes, correspondientes a sus perodos de crecimiento. El tercio superior nos remite al pasado inmediato, su tercio central seala el presente, mientras que su tercio inferior refleja lo que ocurrir durante las prximas cuatro se-manas. LA PALMA Puede que el lector se halle sorprendido, y quizs incluso desconcertado, ante esta especie de largo prembulo a la lectura de la mano. En general, todos los quiromnticos parecen limitarse slo al estudio de la palma de la mano, como si esto fuera lo nico importante. Evidentemente, no es as. Un buen quiromntico examinar primero los dedos, los palpar, los observar atentamente: estos le dirn las caractersticas principales de la persona que tiene delante, lo cual le ofrecer una primera aproximacin al sujeto; luego, el examen de la palma le permitir profundizar su estudio. Dentro de la palma de la mano hay numerosos elementos que requieren la atencin del quiromntico. Sin embargo, los ms importantes son tres: los montes, los llanos y las lneas. A ellos vamos a dedicarnos principalmente. LOS MONTES Los montes constituyen las zonas de la palma de la mano que forman unas carnosidades protuberantes que, en mayor o menor grado, podemos pellizcar. Si examinamos nuestra mano y vamos pellizcando los lugares correspondientes a medida que los vamos examinando, nos resultar extremadamente fcil localizarlos. Los dos montes ms importantes son los de Venus y de la Luna. El primero se halla situado debajo mismo del dedo pulgar, y es la carnosidad ms abultada de la palma. El de la Luna se halla diametralmente opuesto, debajo del dedo meique, casi en el filo de la mano, cerca de la mueca. A continuacin hay cuatro ms, situados inmediatamente debajo de los cuatro dedos quiromnticos: los montes de Jpiter, Saturno, Apolo o el Sol y Mercurio, correspondientes a los cuatro dedos del mismo nombre: ndice, medio, anular y meique. Debajo de los montes de Jpiter y Mercurio y encima de los de Venus y la Luna, a media distancia entre ellos, se hallan los dos montes restantes: el de Marte-positivo y el de Marte-negativo. Vamos a examinarlos todos ellos con mayor profundidad. El monte de Venus corresponde a lo que, en anatoma, se conoce como la eminencia tenar de la mano: la protuberancia carnosa que recubre el metacarpo del dedo pulgar. Es indicativo de la vivacidad fsica, la sensualidad y el apego familiar de la persona. Por ello, cuando es amplio y carnoso, seala una gran energa, que incluso, segn se vea apoyado o no por otros signos, puede llegar a la brutalidad.

Cuando es pequeo o flccido, indica carencias sexuales. Si se halla surcado por numerosas lneas, refleja una intensa vida social y amorosa: a medida que estas lneas van disminuyendo, disminuye tambin esa intensidad. Un monte de Venus sin lneas seala una vida apacible, tranquila y moderada, dedicacin a un nico amor. El monte de Venus est claramente diferenciado en dos partes, la superior y la inferior; la superior es la espiritual, y la inferior la carnal. La concentracin de lneas en la parte superior indica una tendencia a la actividad espiritual, mientras que si se concentran en la inferior esta actividad se basa eminentemente en los placeres de la carne. Una serie de marcas en el monte de Venus son reveladoras en muy distintos sentidos. Si las lneas forman como una estrella, sealan un amor nico pero desgraciado: la separacin o la muerte de la pareja; si forman una cruz, prdida de seres queridos; si esta cruz est en su parte superior, fama y fortuna; si es un cuadrado, soltera prolongada; un tringulo, amor por dinero; un crculo, honestidad en el amor. Si las lneas se presentan difusas y poco delimitadas, significan desrdenes en general y tendencias lujuriosas. El monte de la Luna est diametralmente opuesto al monte de Venus, en el lugar que en anatoma se conoce como eminencia hipotenar. Es indicativo de las capacidades imaginativas y fantasiosas de la persona. Es pues el monte de la sensibilidad, del mismo modo que el monte de Venus lo era de la carnalidad. Su importancia radica en que expresa el equilibrio existente entre la realidad objetiva y la fantasa en la mente de la persona. Su estudio, por tanto, se presenta a menudo muy difcil, a menos que sus caractersticas estn muy marcadas.

Si el monte de la Luna est muy desarrollado indica amor a la naturaleza; si se orienta hacia abajo, una profunda sensibilidad musical; si las lneas que lo surcan son verticales, sealan claridad de inteligencia; si horizontales, desequilibrios en la imaginacin; si aparece una cruz, falta de sentido comn y espritu crtico; si es una estrella, obstculos; un tringulo expresa sabidura, inclinacin al misticismo; un entramado, temor al porvenir; si las lneas son estriadas, indican a una persona influenciable.

El monte de Jpiter es el primero situado debajo de los cuatro dedos quiromnticos, el ndice. Es indicativo de la personalidad conciente ante la vida y los dems. Cuanto ms prominente sea, ms fuerte ser esa personalidad. Si su cima apunta hacia el dedo anular, expresa un eminente sentido prctico; si apunta hacia fuera de la mano, por encima del dedo pulgar, ambicin e inclinacin a la aventura; si apunta hacia abajo, servicio hacia los dems, no por desinters sino para hacerse necesario.

Si las lneas que lo cruzan forman una cruz, sealan una unin o un matrimonio feliz; si es un tringulo, triunfo por mritos propios; una estrella, problemas y dificultades; un crculo, capacidad de comunicarse con los dems; un cuadrado, despotismo. Cuando las lneas que lo cruzan son verticales, significan triunfo y fortuna; si son horizontales, problemas y contrariedades. Si las lneas son desordenadas, sealan muchos contratiempos en el mbito social. El monte de Saturno se halla debajo del dedo medio, y refleja las mismas caractersticas que este: el equilibrio entre introversin y extroversin, la naturaleza de las relaciones de la persona con el mundo social que le rodea. La mayor o menor prominencia del monte seala la intensidad de estas relaciones. Si la cima se dirige hacia arriba, hacia el dedo, indica capacidad de buenas relaciones sociales, xito en las empresas y los negocios; si se dirige hacia abajo, esta capacidad se ve disminuida hasta casi desaparecer; si apunta hacia el dedo anular, su significado es claramente negativo. Cuando el monte carece de signos distintivos, seala circunstancias favorables; si muestra una horquilla, altibajos; un crculo, suerte; una cruz, supersticin e hipocondra; un enrejado, incapacidad de resolver los problemas. Si las lneas son verticales, indican una vida tranquila y equilibrada. El monte de Apolo o del Sol se sita debajo del dedo anular. Es el monte de la emotividad y, sobre todo, de la creatividad, principalmente en el plano artstico. A menudo se ve eclipsado por los dos montes adyacentes, el de Saturno y el de Mercurio, lo que a veces hace difcil su lectura. Una horquilla en l es evidencia de cualidades artsticas notables, aunque a veces solo latentes a causa de la pereza; una estrella evidencia xito en el trabajo y la vida, sobre todo si se ha elegido la profesin adecuada; una cruz, lo contrario: problemas y dificultades; un triangulo, inclinacin hacia la ciencia del arte; un crculo, promesa de xito total; un enrejado, pocas cualidades artsticas. Si las lneas son verticales, sealan xito en la profesin; si son horizontales, problemas y obstculos. El monte de Mercurio se halla situado bajo el dedo meique, y refleja las tendencias no contempladas en el monte de Apolo, sobre todo las cientficas, comerciales y practicas. Si la cima del monte se halla dirigida hacia fuera de la mano, todas estas tendencias, sobre todo la ultima, se ven realzadas. Si el monte es liso, seala pureza de estas tendencias; si es abultado, xito en lo que se emprenda; si es plano, problemas y dificultades; las cruces o lneas verticales indican un freno en los negocios; dos lneas transversales sealan tendencias cientficas, principalmente abstractas, pero si estn acompaadas por un nudo en la primera articulacin el inters se decanta hacia las ciencias aplicadas; un cuadrado, tendencia y aptitud hacia el comercio; un tringulo, habilidad y erudicin hacia el camino escogido; una estrella, propensin a engaar o incluso estafar a los dems. Los montes de Marte, finalmente, se hallan situados a ambos lados de la mano, entre, respectivamente, el monte de Venus y el de Jpiter (Marte positivo) y el monte de la Luna y el de Mercurio (Marte negativo).

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Nos informan respectivamente de los valores fsicos y morales de la persona, y reciben el mismo nombre ya que su vinculacin es muy estrecha. En general, el monte de Marte positivo refleja a la persona racional, mientras que el negativo seala a la persona intuitiva. Hay que tenerlos en cuenta siempre a la vez, ya que uno influye en el otro. Un monte de Marte positivo dbil y poco pronunciado frente a un monte de Marte negativo fuerte seala a una persona que acta por razonamiento antes que por intuicin, y viceversa. Cuando el monte de Marte positivo muestra numerosas lneas, evidencia un fuerte espritu de lucha; si forman un cuadrado, es sntoma de violencia. LOS LLANOS Del mismo modo que los montes forman las protuberancias de la palma de la mano, los llanos constituyen los huecos o valles englobados por estas protuberancias. Son dos: el llano de Marte y el llano de Neptuno. El llano de Marte es el hueco que forma el centro de la palma de la mano, un valle que generalmente est atravesado por la mayor parte de las lneas fundamentales y algunas de las secundarias. Su significado se obtiene del tacto y por la configuracin de las lneas que lo cruzan. El tacto nos permite dilucidar si su grosor es escaso y blando o recio y consistente. En el primer caso, la persona posee un carcter dbil e inseguro, fuertemente influenciable. En el segundo, el carcter es recio y fuerte como la misma palma, se trata de alguien capaz de hacer valer sus derechos y opiniones. Las lneas que lo cruzan son significativas tambin. Si son numerosas, son indicio de irritabilidad; si en esa zona aparece un cuadrado, seala violencia; si aparece una cruz, directamente debajo del monte de Saturno (el dedo medio), inclinacin a la mstica; una estrella seala dulzura de carcter y posibilidades de ser desgraciado a causa de los dems. El llano de Neptuno se halla inmediatamente debajo del anterior, casi junto a la mueca, delimitado entre los montes de Venus y de la Luna. Su importancia es escasa, a menos que est cruzado por numerosas lneas regulares y se muestre recio a la presin, en cuyo caso seala a una persona persuasiva y de ideas firmes, capaz de convencer a los dems. Las lneas Y llegamos a las lneas. Este es el eje central de toda la quiromancia, o al menos su elemento ms popular. Decir leer la mano es sobreentender inmediatamente leer las lneas de la mano. Sin embargo, un buen quirlogo acudir a ellas slo al final, despus de haber examinado todos los dems elementos vistos hasta aqu, que son los que le permitirn hacerse una idea clara de la persona que tiene delante antes de iniciar su lectura. Luego, las lneas de la mano acabarn de perfilar esta lectura, proporcionando un cuadro completo. Antiguamente se crea que las lneas de la mano eran la huella remanente de las anteriores reencarnaciones del individuo. Teoras ms modernas (y ms cientficas) apuntan que las lneas de la mano son el resultado de la actividad cerebral de cada individuo, transmitida por el sistema nervioso, y que por lo tanto engloban en ellas todas las caractersticas de nuestro ser. Algunas teoras distinguen las lneas de las manos en dos grupos: las genticas y las ambientales. Las primeras son aquellas que aparecen ya al nacer, y que son siempre las tres calificadas como fundamentales, aunque en ocasiones pueden aadirse otras. Las lneas ambientales son aquellas que van apareciendo a lo largo del transcurso de nuestra vida, y que son resultado de nuestro propio devenir. Algunas aparecen y quedan fijas en nuestras manos, otras aparecen y desaparecen segn nuestro estado emocional del momento. En consecuencia, pues, podemos subdividir las lneas de nuestra mano en dos grandes grupos: las fundamentales y las secundarias. Las fundamentales son tres, y corresponden las tres a lneas genticas: son la de la vida, la de la cabeza y la del corazn. Merecen un examen pormenorizado.

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LA LNEA DE LA VIDA Es la lnea ms importante de nuestra mano, y por supuesto la ms conocida. Forma una gran curva que arranca entre el pulgar y el ndice, descendiendo hacia la mueca, delimitando con su trazo el monte de Venus. La lnea de la vida ideal es aquella que se inicia debajo mismo del monte de Jpiter (el dedo ndice) y traza una curva amplia y elegante hasta el centro mismo de la mano, descendiendo luego hasta el borde de la mueca, donde se confunde con el arranque de las lneas que marcan esta (rascetas). Debe trazar su camino sin ninguna interrupcin, sin verse cortada por otras lneas, y ser poco profunda y de un color rosado ligeramente ms intenso que el resto de la mano.

Una persona que ostente una lnea de la vida de estas caractersticas puras es completamente sana, equilibrada, vital. Pero, por supuesto, estos casos son raros. La lnea de la vida es la lnea de la mano que ofrece ms variaciones, y por lo tanto la ms importante para el estudio quiromntico. La primera variacin aparece ya en su mismo punto de arranque. Si se inicia en el centro mismo del espacio existente entre el ndice y el pulgar, refleja a una persona equilibrada pero susceptible de dejarse influenciar por los dems. Si su arranque se halla ms arriba, cerca del monte de Jpiter, corresponde a una personalidad fuerte, a menudo ambiciosa. Si en cambio se halla ms abajo, cerca del monte de Venus, refleja una personalidad introvertida, proclive al aislamiento. Su final es otro indicio importante. Cuando rodea totalmente el monte de Venus, marcando sus limites hasta la primera rasceta de la mueca, evidencia a una persona hogarea; si en cambio termina en el centro mismo de la palma, indica a una persona amante de los viajes y las aventuras. Cuando, cerca de su final, se ramifica en las dos direcciones, seala un intermedio entre los dos caracteres: la persona ama los viajes, pero la aoranza de su hogar se deja sentir pronto cuando est lejos de casa. El recorrido en s de la lnea de la vida es lo que presenta ms variaciones. Cuando es regular e ininterrumpida, nos hallamos ante una persona objetiva, capaz de evaluar serenamente todos los acontecimientos. Si adems est profundamente marcada, con un color rosa intenso, su carcter es ms bien agresivo, incluso violento. Si es larga, fina y poco marcada, evidencia una gran sensibilidad nerviosa, que puede traducirse en un frecuente stress. Si aparece interrumpida por una fractura clara e inconfundible (este rasgo aparece ya en el nacimiento), seala un peligro grave para la vida, ya sea por enfermedad o por accidente; el lugar dentro de la lnea donde se produzca la interrupcin indica la datacin del suceso; sin embargo, si la fractura se halla rodeada por un cuadrado o un rectngulo, la enfermedad o el accidente, aunque grave, no ser fatal. Cuando la lnea de la vida se halla cruzada por barras transversales, ya sea una o varias, seala momentos de ansiedad, preocupacin o inseguridad; si en vez de barras son puntos, indica enfermedades de escasa duracin, cuya gravedad queda sealada por las caractersticas d el punto. Su ubicacin a lo largo de la lnea mostrar el momento de la vida en que se producir el percance. Si el recorrido de la lnea de la vida muestra algunos desdoblamientos transitorios (quiromnticamente llamados islas), stos reflejan perodos crticos, generalmente enfermedades, incapaces sin embargo de hacer peligrar la vida. Si estos desdoblamientos o islas no son longitudinales, sino transversales, indican dificultades no de salud, sino econmicas o familiares; en estos casos hay que tener e n cuenta, para una exacta interpretacin, su orientacin hacia los distintos montes y su situacin dentro de la longitud de la lnea. Cuando el desdoblamiento es slo uno, pero muy largo, es evidencia de una prolongada dificultad o de un trauma duradero, q ue puede llegar a hacerse crnico o afectar la personalidad si se aprecian adems barras transversales, sobre todo al final de la isla. Algunos de los signos que aparecen en el monte de Venus pueden alcanzar la lnea de la vida, afectndola. Cuando es un tringulo o una cruz, evidencia un acontecimiento negativo que muchas veces est ms all del control del individuo. Si es un enrejado, significa una disminucin de su entusiasmo, de su carga vital, que afectar a distintos elementos de su vida (trabajo, afectos, vida sexual) segn el lugar de la lnea donde aparezca.

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La lnea de la vida puede mostrar tambin ramificaciones: pequeas lneas, casi capilares, que hay que observar con mucha atencin. Sealan problemas o contrariedades a lo largo de la vida. Su situacin dentro de la lnea nos indicar si son los problemas propios de la pubertad (cuando se hallan situados al principio) o de otras pocas de la vida. Su orientacin seala sus caractersticas especiales. Otros signos particulares dan nuevos significados a la lnea de la vida. Si la lnea aparece desdoblada en toda su longitud (sobre todo en las dos manos) indica gran bienestar fsico y econmico; si en su arranque aparece una cruz, se presentarn dificultades a lo largo de la vida, pero no insuperables; si la cruz aparece al final, la muerte ser tranquila y agradable, tras una vida de felicidad. LA LNEA DEL CORAZN Se halla situada en la parte superior de la palma, inmediatamente por debajo de los montes de Mercurio, Apolo o el Sol, Saturno y, a veces, incluso el de Jpiter.

Refleja los sentimientos de la persona, su emotividad, sus estados de nimo, sus relaciones afectivas y, por supuesto, sexuales. Mdicamente, como su nombre bien indica, esta ligada al corazn. Es una de las lneas fundamentales, pero a veces (aunque raramente) puede estar muy poco sealada, fundirse con la de la cabeza o incluso desaparecer. Su arranque se halla en el filo de la mano, debajo del monte de Mercurio (el dedo meique), y se prolonga de forma casi horizontal hasta la zona del monte de Jpiter (el dedo ndice). La lnea del corazn ideal es aquella que sigue un recorrido en el cual la distancia entre ella y la base de los dedos medio, anular y meique es idntica a la longitud de las falangetas de estos dedos, y forma una ligera curva, ininterrumpida y poco pronunciada, en la palma, de un color rosado ligeramente intenso. La persona que cumple estos requisitos es emotivamente equilibrada, de reacciones controladas y apetencias sexuales normales. Este caso, sin embargo, es bastante raro, por lo que adquieren peculiar importancia las diferencias. La primera de ellas corresponde a su altura. Si la lnea del corazn est ms cerca de los dedos que lo indicado para la lnea ideal, la emotividad se halla exacerbada, mientras que si la distancia es mayor nos hallamos ante una persona de sentimientos fros y controlados. La segunda se refiere a su recorrido. Puede ser recta, paralela a la lnea de la cabeza que se ver a continuacin, y ms o menos prxima a ella; refleja entonces un temperamento fro y cerebral, pero gracias a lo cual la amistad o el amor, cuando se producen, son excepcionalmente fuertes e intensos. Puede ser tambin cncava, inclinada en una curva hacia arriba, hacia los dedos; es el caso ms frecuente, y refleja una mayor intensidad emotiva, que ser ms o menos acentuada segn lo pronunciado de la curva. Finalmente puede ser convexa, es decir, formar una curva que se incline progresivamente hacia abajo; en este caso refleja una fuerte atenuacin de la emotividad, motivada generalmente por un trauma psquico o incluso psicofsico, cuya naturaleza quedar reflejada por los dems componentes de la mano. El tercer elemento reside en su terminacin. As como su inicio en el mismo filo de la mano generalmente slo puede variar en su altura, como hemos visto, su final puede presentar numerosas variaciones. Puede ser muy larga o muy corta. Puede llegar hasta casi el otro extremo de la mano, ms all del monte de Jpiter (dedo ndice); en este caso, si atraviesa el monte de Jpiter, refleja un temperamento posesivo, celoso, muchas veces egosta de los bienes materiales, aunque no avariento; si pasa por debajo del monte de Jpiter en vez de atravesarlo, el sentido de la posesin y los celos se extienden a todas las personas que le rodean, amigos, socios e incluso conocidos, en un intento de asentar su lugar en la sociedad. Si termina en el monte de Jpiter, el significado cambia completamente, reflejando una afectividad intensa pero equilibrada. Si se detiene entre los montes de Jpiter y Saturno (dedos ndice y medio), evidencia a una persona entusiasta, honesta, ideolgica y poco prctica, capaz de sacrificarse por los dems. Si el final se localiza bajo el monte de Saturno (dedo medio), refleja una gran inquietud sentimental y una gran incertidumbre a la hora de tomar decisiones, lo

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que conduce a numerosas decepciones; es un caso muy frecuente. Cuando termina bajo el monte de Apolo o del Sol (dedo anular), caso bastante raro, lo excepcionalmente corto de la lnea apunta a una sorprendente pobreza de espritu y a una incapacidad casi absoluta de establecer relaciones con los dems; este tipo de personas se encierran profundamente en s mismas, y en muchas ocasiones necesitan atencin mdica y psiquitrica. El cuarto elemento lo constituyen sus ramificaciones. Son el exponente de los intereses, las preferencias y las tendencias de la persona. Estas ramificaciones pueden ser ascendentes o descendentes; las primeras son claramente positivas, mientras que las segundas son negativas. En las ramificaciones ascendentes, las ms comunes son las orientadas hacia el monte de Jpiter (dedo ndice): los sentimientos, entonces, se ven teidos y enturbiados por un espritu prctico, incluso ambicioso. Si en cambio se orientan hacia el monte de Apolo o el Sol (dedo anular), los sentimientos se ven idealizados. Una orientacin hacia el monte de Saturno (dedo medio), indica que la afectividad se ve asaltada por las indecisiones y las dudas, que finalmente pueden ser vencidas con tenacidad. La orientacin hacia el monte de Mercurio (dedo meique), finalmente, exacerba la orientacin hacia Jpiter: los sentimientos quedan casi completamente anulados por la materialidad, aunque en ocasiones reflejan tambin perturbaciones sexuales. Las ramificaciones descendentes, dirigidas hacia la lnea de la cabeza, suelen atemperar la emotividad reflejada por la propia lnea, anteponindole una racionalidad que la hace disminuir negativamente. Normalmente reflejan fracasos o dificultades, ya sea por separacin o muerte de la pareja, o por incapacidad de llevar adelante una relacin. En estos casos, slo la fuerza de voluntad de la persona podr conseguir superar, en algunas ocasiones, los problemas. Otras marcas especiales sealan tambin significados importantes. Si la lnea presenta una o varias islas, indica problemas cardacos que hay que tener en cuenta. Si en cambio esta islas son tan numerosas que la lnea forma en realidad una trenza, son reflejo de una profunda inestabilidad emotiva. La aparicin de barras no suele sealar ms que problemas emotivos transitorios, mientras que si son puntos detectan perturbaciones ms intensas o duraderas. Si la lnea est cruzada por un entramado, seala trastornos circulatorios. Si se trata de una estrella, pueden producirse daos importantes en el corazn; si es una cruz, el significado es el mismo que el anterior si se halla en la primera mitad de la lnea; si se halla en la segunda, refleja la prdida de un ser querido, ya sea por muerte o por abandono. LA LNEA DE LA CABEZA Se halla por encima de la lnea de la vida y por debajo de la lnea del corazn.

Nace en el centro del espacio entre el ndice y el pulgar, y cruza transversalmente la palma hasta el otro extrerno de la mano, donde llega muy raras veces. Su nombre indica claramente su interpretacin, relacionada con todo lo relativo al raciocinio: concentracin, sugestionabilidad, comprensin, reaccin a los estmulos, etc. Su forma ideal la hace partir por encima de la lnea de la vida, separada de ella, inmediatamente por debajo del monte de Jpiter (dedo ndice). Su recorrido es ligeramente curvado hacia abajo, y termina limpiamente entre el monte de la Luna y el monte de Marte negativo. Una lnea de estas caractersticas refleja u na personalidad excepcionalmente equilibrada a nivel intelectual, comprensible, sensible e inteligente. Pero, por supuesto, como en las lneas anteriores, este caso ideal es muy raro. Lo ms frecuente es que se produzcan mltiples e intensas variaciones. La primera de ellas reside en su propio arranque. Uno de los casos ms frecuentes es que las lneas de la cabeza y de la vida tengan un arranque comn; esto corresponde a personas fuertemente sensibles y emotivas pero a menudo incapaces de controlarse, por lo que se irritan fcilmente, a veces incluso con violencia, por las cuestiones ms nimias. Cuanto ms tramo de las dos lneas sea comn, adems, ms indicio es del tiempo que la persona en cuestin ha vivido sometida a la influencia de su ambiente familiar, cosa que ha condicionado su vida, reduciendo e incluso anulando su personalidad.

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Si las lneas de la cabeza y de la vida inician su andadura de forma independiente, pero muy juntas, esto refleja una suavizacin del caso anterior, que se har ms grande cuanto mayor sea la separacin, aumentando al mismo tiempo la seguridad en s mismo y la personalidad. Cuanto ms separadas estn las dos lneas, mayor ser tambin el egocentrismo del individuo. Estas caractersticas vienen reforzadas o atemperadas segn la forma y disposicin de las uas. Un caso particular, que aunque raro se produce algunas veces, es cuando la lnea de la cabeza empieza por debajo de la lnea de la vida y cruza esta en un punto determinado de su recorrido. La persona con esta caracterstica se revela como profundamente tmida sin quererlo, en lucha constante contra su propia timidez. Cuando aparece en manos femeninas, revela una lucha por superar su estatus de mujer, adoptando actitudes masculinas en el trabajo e incluso en la familia y en ocasiones tergiversando su propio rol. El recorrido es el segundo elemento a tener en cuenta. Si la lnea es recta, sin una curva pronunciada, aunque no horizontal sino ligeramente apuntando hacia abajo, indica dureza, escasa sensibilidad, realismo exacerbado, predominio de la fra lgica sobre los sentimientos, incluso en el campo sexual. En cambio, si la lnea es curva, las anteriores caractersticas se ven suavizadas, en mayor medida cuanto ms pronunciado sea el arco. Finalmente, si la lnea es incierta, es decir no sigue un trazo uniforme sino ms o menos ondulado e incluso discontinuo, seala dependencia de las opiniones de los dems y carencia de personalidad propia. La longitud de la lnea de la cabeza es otro dato interesante, y est directamente relacionado con la calidad y la intensidad de la inteligencia. Una lnea de la cabeza corta, que no supere el monte de Saturno (dedo medio), es indicio de una inteligencia dbil o limitada a unos aspectos muy determinados de su vida o sus intereses. Una lnea de la cabeza de longitud media, que llegue hasta el monte de Apolo o el Sol (dedo anular), es el caso ms frecuente, y refleja una inteligencia de tipo medio, capaz de comprender los problemas de los dems pero siempre pasndolos por el tamiz de sus propias evaluaciones e intereses; si la lnea, adems, es recta, seala una aptitud especial para los negocios: el autntico tiburn. Una lnea de la cabeza larga, finalmente, que rebase el monte de Apolo y llegue incluso hasta el otro borde de la mano, muestra una inteligencia profunda, intuitiva y comprensiva, que tendr xito o no en la vida; y esto es importante analizarlo, segn lo que reflejen los dems datos de la mano. La orientacin, en la lnea de la cabeza, es tambin un elemento importante de anlisis. Independientemente de su mayor o menor curvatura, a la que nos hemos referido antes, hay que tener en cuenta su inclinacin. Si la lnea de la cabeza sigue un trazado horizontal, la inteligencia de la persona se revela como eminentemente prctica, no brillante, pero si racional. Si se orienta hacia arriba, sin alcanzar la lnea del corazn pero acercndose a ella, refleja una mentalidad fra y calculadora, que prescinde por completo de los sentimientos ajenos. En cambio, si se orienta hacia abajo, indica la intromisin de una cierta fantasa en la racionalidad. Si la lnea es recta, la razn prevalecer casi siempre, aunque no podr ahogar por completo la imaginacin; si la lnea es curva, el elemento imaginacin puede conducir a altas cotas de creatividad, que pueden llegar incluso a la genialidad. En cuanto a su terminacin, la lnea de la cabeza ofrece distintas variantes. Cuando termina limpiamente, indica concentracin y en muchas ocasiones introversin. Si, por el contrario, se difumina en su extremo, refleja insatisfacciones que afectan la actitud, y que pueden ser tanto laborales como afectivas, o incluso enfermedades o disputas. Cuando la lnea del corazn se bifurca en su final, cosa bastante frecuente, seala a personas de inteligencia no muy profunda pero s brillante, capaces de ver el mundo tal como es o como ellos desean. Si esta bifurcacin es muy amplia, el sentido anterior se invierte; la fantasa domina, y la necesidad de ver el mundo tal como uno desea impide verlo tal como es, creando una irrealidad que conduce a la confusin. Otros aspectos de la lnea de la cabeza ofrecen nuevos indicios de interpretacin. Si es estrecha pero profunda, seala un deseo de conocer nuevas cosas, aunque muchas veces los resultados sean estriles. Si por el contrario es ancha y poco profunda, refleja al gran conversador, al hombre social, pero carente de profundidad intelectual. Una lnea delgada, en cambio, indica una enorme sensibilidad y capacidad intelectual. Si esta lnea delgada se desdobla, seala poca capacidad de concentracin, memoria frgil e incluso inmadurez. Si la lnea es discontinua muestra escasa capacidad intelectiva, retraso mental. La aparicin de islas en la lnea de la cabeza es sntoma de agotamiento, que puede llegar a ser crnico si la isla es fina y larga. La presencia de puntos seala preocupaciones, que pueden ser pasajeras si los puntos aparecen y desaparecen. Las barras indican lo mismo que los puntos, pero con menor intensidad, a menos que sean muy pronunciadas. Los enrejados son sntoma de falta de concentracin. En algunas ocasiones, poco frecuentes, la lnea de la cabeza se funde, totalmente o en parte, no con la lnea de la vida sino con la del corazn. En estos casos seala tendencia a la violencia, pero tambin obcecacin hacia un fin determinado, cuya meta hay que alcanzar a toda costa; este fin puede ser material, en cuyo caso no se reparara en medios, ni siquiera la violencia fsica, pero tambin puede ser espiritual, en cuyo caso puede llegar a producirse una sublimacin. LAS LNEAS SECUNDARIAS Adems de estas tres lneas fundamentales, hay en la lectura de la mano otras lneas secundarias cuyo entramado configura nuestra palma. De entre todas ellas destaca una, que algunos autores consideran como una lnea fundamental menor: la lnea del destino.

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La lnea del destino es una lnea problemtica, ya que muchas veces no aparece y, cuando lo hace, es de una forma tan variada que muchas veces su interpretacin resulta difcil. No pertenece a las lneas genticas, sino que aparece ms tarde. Tampoco hay unanimidad en su nombre, ya que se la llama tambin lnea de la fortuna, de los hados, de Saturno. En general, sigue ms o menos la lnea divisoria que separa las partes externa e interna de la mano, y por ello se la considera como la que separa las partes consciente e inconsciente del individuo, lo racional de lo irracional, y en consecuencia la que refleja el buen o mal uso que ha hecho una persona de los bienes que le ha dado la naturaleza. Por ello es considerada como la lnea del libre albedro, la que refleja la libertad de accin del individuo, su adaptacin al medio ambiente. Su principal utilidad es precisamente el acabar de perfilar y definir (e incluso modificar) las lecturas que se han hecho de las tres lneas anteriores. La lnea del destino ideal es aquella que arranca, de abajo arriba, entre los montes de Venus y de la Luna, en el llano de Neptuno, y asciende por el llano de Marte, cruzando las lneas de la cabeza y del corazn, hasta terminar en el monte de Saturno (dedo medio).

Ha de estar claramente sealada, ser continua, fina, rosada, y prcticamente vertical, con pequeas ramificaciones a derecha e izquierda que hagan que en su conjunto se parezca a una espiga de trigo. Evidentemente, como en los casos anteriores, esta lnea ideal se presenta muy raras veces, y cuando lo hace refleja una personalidad muy especial, la del tpico hombre que se ha hecho a s mismo, que no se ha dejado influir por lo que le rodeaba sino que ha sido l quien ha influido en lo dems. En la realidad sus variaciones suelen ser muchas, empezando por el hecho de que casi en un cincuenta por ciento de los casos no aparece en la mano o es simplemente inidentificable. Cuando lo es, hay que tener en cuenta en primer lugar su arranque. Si se inicia en el monte de Venus, con lo que en su recorrido cruza la lnea de la vida, caso que es el ms frecuente, seala apego a la familia, que puede prolongarse durante toda la vida, como en el caso de continuar un negocio familiar recibido de los padres. Si nace directamente de la lnea de la vida, fundida a ella, indica tambin apego a la familia, pero aqu las circunstancias han obligado u obligarn al sujeto a separarse del ncleo familiar, emprendiendo su camino en solitario. Si la lnea arranca de forma independiente, pero luego se une a la lnea de la vida para volver a separarse de nuevo despus, el apego a la familia adquiere otra significacin, esta vez negativa: la familia se interpone en la vida de la persona, ya sea por motivos ideolgicos o materiales; es preciso apelar a una gran voluntad para desprenderse de este lastre, que puede arruinar toda una vida. Si la lnea del destino empieza en el monte de la Luna, sin tocar en ningn momento la lnea de la vida, seala que el sujeto ser capaz de escapar desde un principio de la influencia de la familia, aunque exista, y seguir su propia vida. En resumen, cuanto ms cerca est el arranque de la lnea del destino de la lnea de la vida, ms poderoso ser en influjo de la familia, y ms difcil resultar desprenderse de l. El final de la lnea del destino ofrece casi tantas opciones como su inicio. Lo normal es que termine en el monte de Saturno (dedo medio), y este es efectivamente el caso ms frecuente; entonces, refleja que se ha conseguido o se conseguir lo que se desea: llegar a las metas anheladas, trabajar en lo que a uno realmente le gusta, cumplir con los deseos ms profundos. Si la lnea se desva hasta morir en el monte de Jpiter (dedo ndice), seala que la persona es capaz de sacrificarlo todo, familia, amigos, sentimientos, con tal de alcanzar la meta que se ha trazado, y que generalmente implica poder: poltica, negocios. Si en cambio se desva hacia el monte de Apolo o el Sol (dedo anular), existe el mismo anhelo de sacrificarlo todo, pero en esta ocasin las metas son artsticas, y el sacrificio no se refiere generalmente a los dems, sino a uno mismo. Muchas veces, la lnea del destino se muestra ms breve en su recorrido. Si empieza en el llano de Marte y se interrumpe junto a la lnea de la cabeza, seala al elemento precoz, al nio prodigio, cuya carrera se ver interrumpida sin embargo en la adolescencia. Si su recorrido no es uniforme, sino que muestra interrupciones, indica tropiezos en la consecucin de las metas. Si esta interrupcin produce un desdoblamiento de la lnea, significa cambio de la carrera o profesin del sujeto, pero por voluntad propia. Si adems se produce una isla, seala que el cambio en la carrera no es motivado por el convencimiento, sino por agentes externos:

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habladuras de los dems, cuestiones monetarias, etc. Puede ser provisional, pero tambin puede convertirse en definitivo. Si la lnea del destino se detiene y desaparece al cruzar la lnea de la cabeza, seala que esta interrupcin de las metas es originada por el propio individuo, por su racionalizacin de lo que tiene ante s para ganar y perder; mientras que si la detencin se produce en la lnea del corazn, las causas son puramente emotivas: escrpulos morales, una nueva relacin sentimental. Otra lnea secundaria importante es la lnea del Sol (1), llamada as porque generalmente finaliza en el monte de Apolo o del Sol. Se la conoce tambin como la lnea de la intuicin o de la creatividad o del xito. Idealmente, nace en el llano de Neptuno y avanza en lnea recta hasta el monte de Apolo (dedo anular), en cuyo caso refleja una personalidad capaz de obtener un xito fcil y duradero. Pero esto, por supuesto, es muy raro, y lo ms probable es que se produzcan innumerables variaciones. As, si nace en el monte de Venus (cruzando la lnea de la vida) o en la misma lnea de la vida, indica que este xito corresponde al mundo de las artes, mientras que si nace en el monte de la Luna corresponde al mundo del espectculo. Una lnea corta y que empiece muy arriba evidenciar un xito tardo o difcil de conseguir, mientras que la existencia de un cuadrado en su parte inferior sealar obstculos al inicio de la carrera. La presencia de islas seala altibajos en el xito, mientras que las cruces, estrellas y barras significan contratiempos, que acabarn siendo superados. La lnea de Mercurio (2) es la que se dirige generalmente hacia el monte de Mercurio (dedo meique). Se la conoce tambin como lnea de la salud, de la intuicin, de los negocios, o lnea heptica, pues mdicamente est relacionada con el hgado. Idealmente nace del llano de Neptuno y se dirige en ngulo hacia arriba hasta el monte de Mercurio, rozando los montes de la Luna y el Marte negativo y cruzando las lneas de la cabeza y del corazn. El afortunado poseedor de esta lnea ideal (por supuesto, muy rara) goza de un equilibrio perfecto entre las cualidades intelectuales y fsicas. En la realidad, las cosas no son tan sencillas, porque las variaciones de la lnea de Mercurio son muchas y numerosas. En primer lugar tenemos las variaciones en su arranque. Si empieza en el monte de Venus, cortando la lnea de la vida, seala como en otras ocasiones que el peso de la familia influye fuertemente en el sujeto.

Si nace junto a la lnea de la vida, pero sin cruzarla, la influencia de la familia se presenta en la forma de la obligacin moral que siente el sujeto hacia ella y que lo ata; sin embargo, esta dependencia ser slo pasajera. Cuando, en cambio, la lnea a rranca del monte de la Luna, seala lgica, coherencia y gran poder de sntesis, cualidades propias de escritores y conferenciantes. La lnea de Mercurio suele caracterizarse por numerosas interrupciones. Cuando aparecen islas, significa hipocondra, temor a enfermar; si estas islas estn al principio de la lnea, sealan dormir poco (no insomnio) y a veces sonambulismo. Si su trazado presenta interrupciones, evidencia problemas de salud que interfieren con las actividades. Si no es firme sino serpenteante, advierte que los problemas de salud son importantes, duraderos, y pueden convertirse en crnicos. Si est cruzada por barras, indica dificultades intelectuales; si lo est por estrellas, cruces y/o puntos, puede significar esterilidad, tanto en el hombre como en la mujer. OTRAS LNEAS Y RASGOS Por supuesto, el examen de las posibles lneas y rasgos de la mano podra prolongarse casi hasta el infinito, y basta observar nuestra propia palma para comprobarlo. Sin embargo, aparte las ya descritas, todas las dems lneas poseen una relevancia secundaria, y muchas veces tienen importancia solamente en relacin con otras lneas, para confirmar, reforzar o atenuar el significado de estas, y en numerosas manos ni siquiera aparecen.

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Sealemos sin embargo tres ms, que tienen relacin entre s por lo que significan: La lnea del matrimonio (3) o de la convivencia est formada en realidad por dos o incluso tres lneas, de muy corta longitud, situadas en el filo exterior de la mano, debajo del dedo meique, en el monte de Mercurio. De ellas (si hay varias), la ms marcada indica el matrimonio en s, mientras que las dems, si aparecen, sealan las relaciones preconyugales y extraconyugales. Si hay una sola lnea, muestra evidentemente fidelidad en el matrimonio; si es recta y sin ramificar, indica comprensin y avenencia; si hay una segunda lnea, evidencia una relacin extra-matrimonial; si esta segunda lnea es ms larga o ms intensa, la relacin extraconyugal puede destruir el matrimonio. Si aparece una barra cruzando la lnea del matrimonio, si esta se curva hacia la base del meique o aparece una isla, el matrimonio tendr dificultades. Si aparecen ramificaciones descendentes, disgustos; si son ascendentes, el amor a los hijos se impondr al amor de los cnyugues. Un hecho curioso a destacar es que la datacin del matrimonio, en esta lnea, no la seala la longitud de la lnea en s (la cual indica la duracin del matrimonio en s), sino su mayor o menor proximidad a la base del dedo meique: cuanto ms alejada de l, a ms temprana edad se producir la unin. La lnea de los hijos (4) se halla junto a la lnea del matrimonio, pero independiente de ella. En realidad son varias lneas (tantas como hijos) que descienden de la base del dedo meique (en realidad casi siempre entre el dedo meique y el anular). Tericamente, las lneas ms fuertes sealan a los hijos y las ms dbiles a las hijas, pero esto es engaoso, puesto que las lneas reflejan el carcter antes que el sexo, y una hija de carcter fuerte puede aparecer como hijo, mientras que un hijo de carcter dbil puede aparecer como hija. Suelen ser lneas a menudo difciles de localizar, y de complicada interpretacin por su escaso recorrido. La lnea de la viudedad (5), finalmente, es una prolongacin capilar de la lnea del matrimonio, que desciende hacia el centro de la mano. Slo tiene dos aspectos: si la muerte del cnyuge produce un profundo dolor, la lnea desciende ms all de la lnea del corazn y alcanza la lnea de la cabeza, donde termina en un punto claramente distinguible; si la muerte del cnyuge produce escaso dolor, la lnea se limita a descender hacia la lnea del corazn, sin alcanzarla, en un recorrido breve. Hay que sealar que si la viudedad se produce tras una separacin del matrimonio, la lnea del matrimonio presentar una interrupcin antes de la lnea capilar de la viudedad, indicativa de este rompimiento. Otros muchos rasgos y lneas surcan las palmas de nuestras manos. Se han mencionado ya las rascetas, las lneas que sealan la articulacin de la mueca. Generalmente son dos o tres, aunque quiromnticamente la importante es siempre la primera. Cuando va de lado a lado de la mueca, formando un ligero arco bien definido, seala equilibrio fsico, un cuerpo mantenido en forma; s i presenta interrupciones, indica descuido fsico, indulgencia a los pequeos placeres mundanos. Las dems rascetas, cuando se presentan, pueden reforzar o atenuar lo expresado por la primera. Los anillos son otro elemento accesorio que no siempre est presente en la mano, y que sirve para reforzar, atenuar o modificar el significado de las dems lneas. Son seis: El anillo de Salomn (a) se halla debajo del dedo ndice, sobre el monte de Jpiter. Su presencia es signo de sabidura, intuicin, objetividad, prudencia y sentido comn. A veces se desdobla, lo cual refuerza su significado. El anillo de Saturno (b) rodea la base del dedo anular. Como el propio dedo, se considera un signo intermedio entre lo inconsciente y lo consciente, y es signo de inestabilidad emotiva.

A veces suele aparecer espordicamente, cuando el individuo se halla sometido a dudas y tensiones, para desaparecer cuando estas se han solucionado.

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El anillo de Venus (c) abarca dos montes, los de los dedos medio y anular. Su presencia refuerza la emotividad y la creatividad, y tambin la actividad sexual, de ah su nombre. El anillo de Marte (d) rodea el monte de Venus, siguiendo un camino paralelo a la lnea de la vida. Indica vitalidad: capacidad de recuperarse de una enfermedad, de enfrentarse a las dificultades, de aceptar los sacrificios sin desanimarse. El anillo de la familia (e) se sita en la articulacin inferior del dedo pulgar. Es el anillo ms frecuente, y suele estar formado por dos o tres lneas entrelazadas formando una cadena. Seala apego a la familia, responsabilidad ante ella, voluntad de defenderla ante todo. El anillo del celibato (f), finalmente, llamado tambin anillo de Mercurio, rodea la base del dedo meique, a partir de su unin con el dedo anular, aunque sin llegar casi nunca al otro lado del dedo. Seala independencia en el celibato, deseo de no comprometerse sino de libar de flor en flor, de poder cambiar de pareja sin problemas cada vez que uno lo considere necesario.

LEER LA MANO
Todo lo dicho hasta aqu nos permite hacernos una idea bastante clara de lo que es la mano y lo que significa, mucho ms all del decir la buenaventura de la gitana. La mano es un reflejo de todo nuestro ser, no slo fsico sino tambin psquico. Y, dentro de sus lneas genticas, en ella se halla reflejado no slo nuestro yo y nuestro pasado, sino tambin la proyeccin de nuestro futuro. Es por eso que la lectura de la mano es un asunto terriblemente serio, que no puede ser tomado a la ligera. Leer la mano a una persona de setenta aos, por ejemplo, puede parecer que no es asunto comprometido, puesto que la mayor parte de la vida se halla ya a sus espaldas; leer la mano de un joven de veinte, en cambio, s tiene trascendencia, puesto que la mayor parte de su futuro se abre an ante el. Hemos de estar atentos. Una correcta lectura de la mano empieza siempre, primero, por delimitar las caractersticas, tanto fsicas como psquicas, del individuo: su estado fsico (no hemos de olvidar que la mano refleja tambin el estado del resto del cuerpo), su carcter, sus virtudes y sus defectos. Evidentemente, hay que examinar las dos manos, pues no todos los rasgos son idnticos en ellas, y sus diferencias son tan reveladoras como sus similitudes. No hay que olvidar lo que se dijo anteriormente acerca de las distintas caractersticas de las manos, y tampoco de preguntarle al sujeto si es diestro o zurdo. Este primer examen nos ser proporcionado por los significados de los rasgos generales, la forma de la mano, los dedos, las caractersticas de la palma y los montes. Una vez dilucidado esto, las lneas y los dems rasgos de la mano nos indicarn sus proyecciones de futuro. Pero atencin: no caigamos en el mismo error que los que creen ciegamente en las predicciones de la vieja gitana. La lectura de la mano no nos dir nunca cosas como si nos casaremos con una mujer rubia y virtuosa o con un hombre apuesto y rico. No nos dir tampoco si ganaremos o no a la lotera, y mucho menos el nmero que saldr premiado; de otro modo todos seramos ricos. La quiromancia puede decirnos aproximadamente si y cuando nos casaremos, si tendremos hijos, si nuestra vida discurrir por cauces fciles o difciles, si tenemos que cuidar nuestro organismo y qu partes en particular. Las lneas de la mano son tambin como una escala temporal, en la que los distintos elementos se hallan situados en su momento determinado. La lnea de la vida, por ejemplo, suele dividirse en ocho partes, y cada parte representa un decenio; pero, evidentemente, cualquier suceso reflejado en un punto determinado no puede situarse con una precisin de meses ni mucho menos das. La lectura de la mano, como todos los sistemas de adivinacin en general, parte de nuestro yo para reflejar nuestro futuro. En ltimo trmino, somos nosotros quienes debemos forjar este futuro, y la autntica adivinacin no es ms que un auxiliar que nos ayuda a hacerlo. La lectura de la mano es otro mtodo de conocer lo que nos depara el porvenir, que al mismo tiempo nos ofrece otros datos valiosos sobre nosotros mismos, nuestro cuerpo y nuestro espritu. Querer exigirle ms es puro autoengao, pura ilusin. Es, de nuevo, el cuento de la gitana.

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