Sinaloa El caleidoscopio del narcotrfico

2 diciembre, 2009 Judith Valenzuela El narcotrfico hace tiempo que dej de ser una actividad delictiva encapsulada para convertirse en un fenmeno expansivo que permea los tejidos econmico, social y cultural. Que abarca desde las ventas de autos hasta los valores y aspiraciones de los jvenes, pasando por los gneros musicales. Pero como Midas vuelto pesadilla, todo lo que toca el narco erosiona la seguridad, carcome a las instituciones pblicas y engulle la convivencia armnica. Este reportaje es una mirada en movimiento de ese animal salvaje y mutante que es el narco. Dicen que en Sinaloa se mueve mucho dinero. Y es que la abundancia se percibe en sus lujosas residencias, restaurantes, bares, casinos y tiendas departamentales. La riqueza se muestra en cifras con la adquisicin de 13 mil autos nuevos cada ao, incluidos los BMW, Cadillac, Lincoln, Subaru, Mercedes Benz, Audi, Volvo y Porsche, agencias que se han instalado en la capital del estado en los ltimos cinco aos. Culiacn es la ciudad del pas donde se adquieren ms Pick up, en especial las de lujo como Cheyenne, Lobo y ms recientemente las Hummer, camionetas tipo militar que cuestan casi un milln de pesos y que transitan por la sierra y las calles calientes de este lugar. El auge econmico pas ya la factura. Parte del costo social es la violencia, que se intensifica al ritmo de la disputa entre las mafias del narcotrfico por el control de los espacios y rutas de acceso a los mercados de las drogas. Secuestros, torturas, homicidios, drogadiccin, delincuencia, amenazas y muertes a periodistas han llegado al punto ms lgido en la historia del estado. Durante los dos ltimos meses han sido asesinadas cuatro personas al da, mujeres y nios incluidos. Tal parece que las reglas de honor entre narcotraficantes han cambiado y la lucha se vuelve ms encarnizada. Los nmeros hablan por s mismos: 742 personas ejecutadas durante 2007 y 632 de enero a julio de este ao.1 Tradicionalmente, las rias entre bandas tenan lugar en despoblado, pero hoy los ajustes de cuentas se dan en zonas cntricas y sitios concurridos. Luego de la reunin del gabinete de Seguridad Nacional celebrada en mayo pasado en esta ciudad, se anunci una operacin conjunta de lucha contra el narcotrfico. Dos mil 723 elementos federales entre soldados, policas, marinos y elementos de la PGR llegaron con el objetivo de frenar el incremento de la violencia en la zona. Pero las acciones produjeron el efecto contrario. En vez de disminuir, los asesinatos aumentaron para convertir los meses de mayo, junio y julio en los ms sangrientos de los ltimos 15 aos, con 120, 133 y 147 ejecuciones, respectivamente.2

El narcotrfico ha hecho florecer el mercado negro de armas y debido a que las ramificaciones de las bandas se extienden e involucran a ms sujetos, las acciones delictivas estn fuera de control. A estas alturas, algunos sicarios trabajan por cuenta propia. Y asesinar a alguien se ha vuelto fcil y barato. Fcil por la impunidad que reina y barato porque la vida de una persona puede costar cinco mil pesos sin el menor miramiento. Muchos estn dentro del negocio de la droga: campesinos serranos que trabajan en la siembra y cosecha de amapola y marihuana, transportistas, burreros y mulas que llevan el cargamento hasta la frontera norte del pas; puchadores que venden la mercanca a domicilio o en las llamadas narcotienditas, sicarios que matan a sueldo, empresarios que levantan millonarios negocios para el lavado de dinero, policas convertidos en guardaespaldas de los capos, y hasta militares de altos mandos que mantienen una estrecha relacin con las principales cabezas del narcotrfico. Tambin la droga canta y danza en la letra y msica de la tambora. Los narcocorridos se escuchan en las casas, los autos, el cementerio y ante la capilla de Jess Malverde, santo protector de los narcotraficantes. Y han servido para construir una identidad simblica que muchos quieren compartir. Ahora Sinaloa no slo produce y exporta droga. Tambin la consume. Los ndices de drogadiccin se incrementaron hasta situarse por encima de la media nacional por el uso de marihuana, herona y la sustancia sinttica llamada cristal. El estado dej de ser slo el puente de paso de la cocana hacia Estados Unidos. Ahora se oferta aqu y ha desplazado, junto con el cristal, al producto regional (marihuana y herona). Por otro lado, Sinaloa concentra la ms alta tasa de delitos del fuero federal. Durante 2006, el 81% de stos fueron en materia de narcticos y portacin de armas de uso exclusivo del ejrcito, convirtindola en la segunda entidad federativa en delitos contra la salud y la tercera en homicidio por arma de fuego.3 El procurador general de la Repblica, Eduardo Medina Mora, admite que Sinaloa se ha convertido en el principal foco de preocupacin para las autoridades federales por ser el estado en el que desde 2007 se ha registrado el mayor ndice de violencia en Mxico.4 Tambin la prensa tiene un pagar de elevada cifra que saldar. A partir de 2006 despuntaron los ataques a periodistas, que van desde agresiones fsicas y verbales hasta muertes o desapariciones. Aqu el periodismo de investigacin no existe, porque ahondar en el tema es tocar altos mandos y los reporteros no confan en las autoridades dedicadas a la procuracin de justicia. La violencia que genera el trfico de drogas ilcitas propicia un ambiente de desconfianza, incertidumbre e intranquilidad en la poblacin. En ese sentido, el Estado no cumple con brindar seguridad. Hasta el momento, los planes del combate al crimen organizado de los gobiernos estatal y federal han sido cclicos. Inician con firmeza cuando ocurren crmenes que impactan socialmente y se desvanecen en lo que se acallan las voces de sectores sociales, polticos, empresariales e industriales que protestan por la violencia.

Cada ao las autoridades de justicia anuncian con bombo y platillo operativos contra el narcotrfico: Plan Piloto de Seguridad Pblica Contra la Delincuencia, Mxico Seguro, Sierra Madre, Operativo Culiacn-Navolato. Llegan a la capital sinaloense cientos de elementos policiacos y militares, perros entrenados, helicpteros, avionetas y camiones. Resurge el patrullaje en las calles, los retenes en cruceros estratgicos, el decomiso de droga y los cateos en residencias y narcotienditas. La respuesta del narcotrfico siempre es la misma. Ms violencia. Aparte de las ejecuciones entre grupos rivales, la consigna es actuar en contra de las instituciones de seguridad pblica. Exhiben su fuerza en emboscadas, enfrentamientos, mantas con frases intimidantes en lugares pblicos y amenazas de bombas. Confirman su poder con la ejecucin, en lo que va del ao, de 71 policas de todos los niveles, 56 de ellos en los ltimos tres meses. El reto, pues, es evidente. Desde el inicio del operativo nacional contra la inseguridad se han realizado cuatro marchas ciudadanas por la paz por la principal avenida de Culiacn, en donde familiares de vctimas de la violencia, lderes sociales, defensores de derechos humanos, catedrticos y ciudadanos portan mantas y pancartas con leyendas que exigen la salida del gobernador Jess Aguilar Padilla. Los crteles de la droga Sinaloa es cuna de narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Miguel ngel Flix Gallardo, Hctor El Gero Palma, Ernesto Don Neto Fonseca Carrillo y Joaqun El Chapo Guzmn. Aqu nacieron tambin los hermanos Arellano Flix (jefes del Crtel de Tijuana) y Amado Carrillo Fuentes El Seor de los Cielos, todos pioneros de las mafias mexicanas de la droga. Un informe de la Procuradura General de la Repblica (PGR) revel que en Mxico operan siete crteles de la droga: el de Sinaloa (al mando de Joaqun El Chapo Guzmn e Ismael El Mayo Zambada), el de Tijuana (liderado por los hermanos Arellano Flix), el del Golfo (de Osiel Crdenas Guilln), el de Ciudad Jurez (a cargo de los hermanos Carrillo Fuentes), el de Los Valencia (en Jalisco, Michoacn y Colima), el grupo de Los Daz Parada (en Oaxaca) y el de Los Amezcua Contreras (en Michoacn). Segn el informe, estos grupos enfrentan un proceso de reestructuracin, lo que ha generado un enfrentamiento por el control de los territorios. Tambin los ha obligado a formar alianzas para garantizar su permanencia en el trfico de narcticos y revestir los embates de sus enemigos que se traducen en una ola de violencia. Siembra y transportacin Histricamente, la siembra de enervantes se ha ubicado en el llamado tringulo dorado, formado por los estados de Durango, Sinaloa y Chihuahua, sierra accidentada de caadas profundas y difcil acceso. El sistema agrcola est a la vanguardia: semilla, crditos, fertilizantes, estudios tcnicos y equipo para la recoleccin, empacado y almacenamiento

del producto. ste se distribuye a travs de sofisticados equipos de transportacin terrestre, area y martima. Por tierra, los tres mil kilmetros de frontera entre Mxico y Estados Unidos es una larga zona donde los cargamentos, ante el pesado trfico vehicular, son ms difciles de identificar que en aeropuertos o aduanas martimas. La mercanca pasa por la frontera en automviles con amortiguadores de aire que soportan hasta 400 kilos de droga, o en trileres de empresas comerciales de comida que son capaces de transportar de cinco a seis toneladas. O hay quienes intentan con algunos gramos de cocana escondida en la suela de los zapatos, o entre los paales del nio recin nacido. A comienzos de los aos ochenta empez la tecnificacin y expansin del narcotrfico. Se utilizaron avionetas Cessna y Turbo Commander que, a pesar de ser lentas y con capacidad de carga reducida, permitan aterrizar en pistas clandestinas, cortas y abruptas, trazadas en ranchos, desiertos o en medio de la sierra. Los aviones provenientes de Sudamrica hacen escala en algn estado del sureste mexicano y luego en Sinaloa para llegar a Estados Unidos. La transportacin va martima con ms de 600 kilmetros de costa sinaloense sigue siendo la ms eficaz para los contrabandistas de droga. Cuando la pesca de camarn dej de ser rentable en la entidad, hace 13 aos, cientos de pescadores se prestaron a transportar droga en sus lanchas hacia playas desiertas de Baja California. Muchos pescadores ganaron dinero fcil. Y aunque la mayora fue a prisin, otros an corren el riesgo. En la ruta del Pacfico, buques cargueros llegan frente a las costas de Mazatln y, sin tocar puerto, trasladan la cocana a lanchas rpidas que la llevan a tierra firme. El auge econmico Para Guillermo Ibarra Escobar, investigador de la Facultad de Estudios Internacionales y Polticas Pblicas de la Universidad Autnoma de Sinaloa (UAS), el narcotrfico tiene igual o ms poder econmico que los dueos de las grandes firmas sinaloenses que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores. Lo expone en nmeros: durante 2007, el Producto Interno Bruto (PIB) en Sinaloa represent 17 mil millones de dlares, de los cuales tres mil millones (el 18%) fueron fruto del narcotrfico, cifra equivalente a la generada por las actividades agrcolas, pesqueras, ganaderas y silvcolas juntas. Esta cantidad supera la derrama econmica del comercio y la manufactura, y representa casi el doble de las ganancias obtenidas por las exportaciones. El economista seala la existencia de una industria de lavado de dinero escandalosa, que no est siendo investigada ni combatida, y no descarta que algunos funcionarios bancarios, pequeos y grandes empresarios, uno que otro funcionario pblico y jefes policiacos, estn involucrados directa o indirectamente en este lavado. El catedrtico coincide con dirigentes empresariales sinaloenses, en el sentido de que las acciones del combate al narcotrfico desatarn una severa recesin econmica que afectar

gravemente la economa estatal. Slo durante el mes de mayo, el comercio sufri una baja del 15% y el sector restaurantero cay en un 40%. Ms all de consideraciones morales y legales, el narcotrfico proporciona ingresos econmicos a los pobladores de la sierra. Se explica porque el kilo de goma de opio, pagado en la zona de cultivo, tiene un valor de ms de 30 mil pesos, pero en la frontera norte alcanza alrededor de 30 mil dlares. Una hectrea produce ocho kilos de goma.5 En el municipio serrano de Cosal, alrededor del 60% de los ingresos de la economa proviene de la emigracin, y el restante 40% del narcotrfico y de las actividades primarias. Al llegar los periodos de siembra de marihuana y cultivo de amapola, familias enteras se van a trabajar en la labor.6 La narcocultura La han denominado narcocultura. Y est metida hasta los huesos en los hombres y mujeres jvenes de significativos y diversos grupos de la poblacin sinaloense. En su ensayo Sinaloa, una sociedad demediada, Ronaldo Gonzlez Valds la describe como una hbrida construccin simblica de la realidad que consagra a los narcotraficantes como hroes, lderes, jefes deseados de un significativo grupo de la poblacin. Gonzlez Valds explica cmo los modos del narcotrfico se infiltraron en la vida social a travs del lenguaje, las formas de vestir y de mostrarse ante los dems. Lo atribuye a un cambio en la percepcin de una iconografa familiar, cultural, histrica y cvica que ha dejado a dos o tres generaciones [] en la orfandad cvica y moral. La narcocultura ha hecho florecer toda una industria orientada a la satisfaccin de nuevos clientes que compran con fines valorativos. Eso explica la proliferacin de zonas residenciales, escuelas privadas, servicios mdicos y nuevos espacios comerciales y de servicios para el consumo suntuario (agencias de autos, restaurantes, casinos y bares de lujo, tiendas de ropa y clnicas de belleza). En Culiacn es comn ver a jvenes vestidos con ropa de marca, alhajas y gorras adornadas con piedras de cristal, quemando llanta en lujosos autos a las afueras de las preparatorias y facultades universitarias. Les llaman buchones y pueden llegar con flores, vino, msica en vivo y pistola fajada al cinto. Protegidos por sus parientes, se ufanan de su dinero y poder ante la mirada de todos. Otra estampa es la de adolescentes jugando arrancones en autos del ao, al filo de la medianoche, por las avenidas largas, delineadas y poco transitadas de la ciudad. La oportunidad de ganar dinero fcil hace que algunos jvenes se involucren en el negocio de las drogas, mientras que muchas adolescentes, ms que aspirar a un mejor nivel cultural, se sienten orgullosas de tener una relacin sentimental con personas involucradas en el narcotrfico.

La narcocultura ha calado fuerte en la mentalidad de muchos adolescentes al grado de que hay una aspiracin a pertenecer a los crteles por el hecho de que les proporcionen un auto de lujo, armas, dinero y droga. Los jvenes son reclutados para cuidar residencias, llevar pequeos cargamentos hacia Estados Unidos o, en el peor de los casos, como sicarios, para ejecutar a los enemigos de sus patrones. Tambin son alistados como puchadores para vender droga al menudeo. Los narcocorridos La gran demanda de drogas y la ventaja estratgica de los cultivos del noroeste mexicano consolidaron de manera definitiva el poder de los traficantes sinaloenses. No es extrao entonces que surgieran composiciones populares para ventilar las odiseas, tica, esttica y mitos de los narcotraficantes. Los narcocorridos fueron el vehculo para dar a conocer a un pblico ms amplio una versin diferente a la oficial, de la historia de los traficantes de drogas. 7 Los corridos hablan del mundo del narcotrfico en un lenguaje simple, directo y comprensible por un gran nmero de gente con escaso capital escolar, habitantes de regiones que producen y transportan droga y, por consiguiente, ms cercanos, por sus vivencias diarias, a las historias descritas en este gnero musical, pero pronto trascendieron las barreras geogrficas, de clase y estticas.8 El mito de Malverde En algunos de los corridos de traficantes, el bandido-hroe convive an con el traficantehroe y a veces se confunden. Un ejemplo palpable lo tenemos en Culiacn. A escasos metros de la Unidad Administrativa de Gobierno se encuentra la capilla de Jess Malverde, el bandido generoso convertido en el santo protector de los narcotraficantes. La historia de esta nima milagrosa se remonta al tiempo de la dictadura porfirista. Segn las leyendas populares, Jess Jurez Mazo fue un bandolero que asaltaba a los ricos y comparta el botn con los pobres. Su fama creci cuando rob en las casas de las familias ms prsperas de la ciudad. Fue ahorcado un 3 de mayo de 1909. El cuerpo permaneci colgado por varios das con un aviso de crcel a quien se atreviera a enterrarlo. Cuentan que un arriero le pidi ayuda para encontrar unas mulas extraviadas. Y como le cumpli, el hombre baj el cuerpo y le coloc piedras alrededor y encima (no lo enterr obedeciendo la prohibicin). El hecho se difundi y la gente comenz a visitar la tumba para pedirle favores. La ciudad creci alrededor de la cruz y los creyentes en Malverde aumentaron. En los aos setenta se decidi derrumbar la cruz para darle paso a la modernidad con la construccin de la Unidad Administrativa de Gobierno. Contaba Eligio Gonzlez Len, cuidador de la capilla durante ms de 30 aos, que poderosos buldzer limpiaban y emparejaban los terrenos, pero al llegar a la cruz, misteriosamente se descomponan.

Ante la inminente destruccin de la tumba, una comisin de feligreses de Malverde se reuni con el entonces gobernador Alfonso Caldern, quien dispuso un terreno cercano a unos 100 metros de la tumba original para la colocacin de otra cruz, que luego se convirti en capilla. Ah, el busto de Malverde se aprecia rodeado de flores, veladoras e imgenes de la Virgen de Guadalupe, San Judas Tadeo y la Santa Muerte. Sobre Malverde se han escrito libros, reportajes, pelculas y guiones teatrales. Los testimonios de favores concedidos se muestran en fotografas y placas de metal que cubren las paredes de la capilla. El pueblo ha creado un culto a su figura que ha trascendido el mbito regional y nacional, para llegar a Estados Unidos, Centroamrica y Europa. En algn momento de su existencia, que coincide con el repunte y desarrollo acelerado del mercado de las drogas en Estados Unidos, los traficantes ms creyentes lo adoptaron como protector espiritual. Un patrono de origen local y popular, como ellos, con ms puntos en comn desde su perspectiva que los de la iglesia catlica, resea un estudio de Luis Astorga. Y tan es as que las serenatas, con alegres notas de la tambora, se escuchan casi a diario en la capilla. Malverde es hoy, a pesar de muchos sinaloenses, un icono que identifica a Culiacn. Y ms que eso, un mito que cada vez sorprende ms a propios y extraos. El pacto maldito Segn relatan los ms viejos, hubo un tiempo en que el negocio de las drogas en Sinaloa fue totalmente legal. Dicen que las amapolas eran plantas de ornato en los jardines de las casas y en los bulevares de Culiacn, y que la siembra comercial de esta planta fue financiada por Estados Unidos. Segn el testimonio del socilogo Ral Valenzuela Lugo, 9 el narcotrfico se intensific a finales de los aos treinta y principios de los cuarenta del siglo pasado en la regin de Badiraguato. Los pobladores ms antiguos de esa zona serrana aseguran que existi un acuerdo secreto suscrito por Mxico y Estados Unidos para la siembra de amapola y la produccin de adormidera. Y que los nietos de aquellos campesinos que aprendieron a cultivarla, extraer su ltex y producir el opio, de la mano del Pentgono, son hoy los poderosos jefes de los principales crteles de la droga en el pas. En su libro Tierra Blanca, el escritor Lenidas Alfaro escribe que en 1939, con la Segunda Guerra Mundial en plena intensidad, Hitler orden cerrar las puertas de Marruecos y Turqua, pases que producan y abastecan de goma de opio a Estados Unidos. La goma serva para elaborar algunos medicamentos necesarios en los frentes de guerra. Ante esta situacin, el gobierno gringo firm un convenio con el gobierno mexicano para sembrar amapola. Valenzuela Lugo encontr que en el ejercicio del narcotrfico intervinieron factores geogrficos, econmicos, sociales y psicolgicos. Por una parte, Badiraguato se eligi por su accidentada topografa y clima apropiado para los cultivos. Por otra, la falta de trabajo hizo que los habitantes del lugar se aventuraran a trabajar en los cultivos. Adems, la gente obraba de buena fe, pues crea legal el negocio.

Una cosa es cierta: Sinaloa era ya en los aos cuarenta el principal productor de adormidera y el centro del negocio del opio en el pas. Desde entonces, Culiacn ha sido bautizada por los propios medios de informacin como El ombligo del narcotrfico y Un Chicago con gnsteres de huarache, y a Sinaloa como La cuna del narcotrfico mexicano y La pequea Colombia. Badiraguato A 68 aos de distancia, Badiraguato an conserva el fuero. Ms todava, se ha ganado a pulso la fama de ser la cuna de los actuales capos del narcotrfico en Mxico. En la carretera rumbo a El Sitio, pequeo poblado localizado a 15 kilmetros del municipio, se levantan capillas que son prototipos de pequeas mansiones de mrmol y cantera rosada, coronadas con ngeles, crucifijos y cpulas de cristal. Jardines con flores rodean estas magnficas edificaciones situadas en medio del rido y agreste terreno de la sierra. Dentro hay confortables sillones de descanso frente el altar, en el que permanece la fotografa del fallecido, en medio de flores, botes de cerveza, botellas de vino, veladoras e imgenes religiosas, incluida la de Jess Malverde. Estos pequeos castillos familiares guardan los restos de hombres que han hecho historia por su poder y dinero, y son emblema de lo que ha sido el lucrativo negocio de la droga en Sinaloa. La carretera que une a estas dos poblaciones tiene una particularidad. Fue construida hace 15 aos por un hombre originario de los alrededores, con dinero propio, a fin de conducir hasta su rancho con ms comodidad. El camino no tiene sealamientos viales porque, segn los pobladores, su coterrneo que dicen era un narco pesado, no quiso dar facilidades de trnsito a sus perseguidores, en caso de haberlos. Y no haba necesidad de aviso alguno cuando l y su gente conocan el trayecto como la palma de su mano. Complicidad interinstitucional Casos de complicidad entre gobierno y narcotrfico hay muchos por estas tierras. El ltimo gran caso fue el del comandante Jess Gutirrez Rebollo, ex comisionado del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, quien protega al narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, apodado El Seor de los Cielos y jefe del Crtel de Jurez. El ex comandante de la V Regin Militar, acusado de realizar operativos antinarcticos en contra del Crtel de Tijuana y torturar a detenidos, a fin de beneficiar a sus protegidos, fue sentenciado por los delitos de acopio y transportacin de armas y abuso de autoridad. El militar haba sido promovido como zar antidrogas de Mxico en diciembre de 1996. Dos meses despus, la Secretara de la Defensa Nacional (Sedena) anunci que el general haba traicionado a la institucin militar y atentado contra la seguridad nacional, al brindar proteccin, durante varios aos, a uno de los principales barones de la droga. En Sinaloa hay evidencias de que militares juegan un papel importante dentro del crimen organizado. En noviembre de 2004, un comando armado de 200 efectivos del ejrcito, a

bordo de ocho helicpteros, aterriz en el poblado El Vallecito, municipio de Badiraguato. La propiedad se encuentra a 15 minutos del rancho La Tuna, del cual es originario El Chapo Guzmn. Luego de deslizarse de las aeronaves por cuerdas de una altura de 40 metros, los soldados interrogaron y torturaron a cuatro de los encargados del rancho, catearon el inmueble sin orden judicial, recorrieron los caminos aledaos a bordo de dos camionetas sacadas de la bodega del rancho, para luego hacerlas volar con explosivos. Sin embargo, el mando militar en Mxico neg haber realizado tal accin. Das despus aparecieron en internet fotografas de Joaqun El Chapo Guzmn y sus ms cercanos colaboradores, ofreciendo recompensa a quien proporcionara datos de su paradero. Al parecer, las fotos eran recientes y se presume fueron extradas por los militares del rancho cateado, quienes actuaron haciendo su trabajo, pero bajo las rdenes del Crtel de Jurez, liderado por los hermanos Carrillo. Pero si se presume que grupos militares estn al servicio del narcotrfico, los cuerpos policiacos del estado no dejan la menor duda. En septiembre de 2004 asesinaron a ocho personas en el estacionamiento de un cine de Culiacn. Uno de los acribillados era Rodolfo Carrillo Fuentes, apodado El Nio de Oro, uno de los operadores del Crtel de Jurez. Tambin fue herido uno de sus guardaespaldas, Pedro Prez Lpez, quien result ser comandante de la Polica Ministerial del estado, a quien el entonces gobernador Juan Milln Lizrraga haba calificado pblicamente como comandante eficaz, buen elemento, y hombre exitoso que logr combatir al crimen organizado. Minutos despus se gener un intenso enfrentamiento entre policas y sicarios, en donde murieron cinco gatilleros. Al da siguiente se encontraron tres cadveres ms de los presuntos asesinos apilados en la caja de una camioneta blindada. Uno de los ejecutados era ex comandante de la Polica Ministerial del estado. Las vctimas estaban atadas de pies y manos, con huellas de tortura y con el tiro de gracia. La respuesta de los sectores polticos y sociales de Sinaloa fue inmediata. Dirigentes agrcolas y empresariales, partidos polticos, asociaciones civiles y hasta la Iglesia, exigieron al ex gobernador Juan Milln parar la violencia en el estado. En medio del escndalo renunciaron a sus cargos de director y subdirector de la Polica Ministerial, Jess Antonio Aguilar iguez y Martiniano Vizcarra Burgos, respectivamente, para no entorpecer las pesquisas que la PGR realizaba sobre el caso. Luego de la investigacin (incluido el cateo de 18 residencias de Aguilar iguez), la Procuradura federal confirm la implicacin de los agentes con la organizacin de los Carrillo Fuentes. Cuando quisieron aprehenderlos ya se haban ido. Imitando la actitud de sus jefes, 60 elementos de la Polica Ministerial renunciaron y huyeron antes de que el agua les llegara al cuello. Hasta la fecha nadie de ellos ha sido capturado. Bien lo acept en la dcada de los noventa el gobierno mexicano: el 80% de la polica del pas no es de fiar.

Entrevistado sobre el hecho, el entonces gobernador Milln Lizrraga dijo que en todo el pas est ocurriendo un reacomodo y se estn recrudeciendo los enfrentamientos entre narcotraficantes, por lo que sin lugar a duda el crimen de Carrillo Fuentes tendr sus secuelas. Y tena razn. Las venganzas desataron ejecuciones, incluidas las de Miguel ngel Beltrn Lugo El Ceja Gera y Arturo Guzmn Loera El Pollo (hermano menor de El Chapo Guzmn), en la prisin de mxima seguridad de La Palma. La Operacin Cndor La Operacin Cndor fue la mayor campaa antidroga realizada en el pas. Se implement en 1975 con la participacin de ms de 10 mil soldados del ejrcito mexicano. Su llegada fue espectacular: mientras desfilaban por la principal avenida de la capital tres batallones del ejrcito, grupos de paracaidistas descendan en pleno centro de Culiacn. La Operacin Cndor trajo consigo xodo masivo de campesinos serranos hacia las ciudades y cientos de casos de tortura y violacin de los derechos humanos. Los soldados patrullaban las calles y los helicpteros sobrevolaban la ciudad en forma constante. Aunque centenares de residencias fueron cateadas en colonias como Tierra Blanca y Chapultepec, ningn narcotraficante importante fue detenido. La mayora de las personas enviadas a prisin eran simples peones. A raz de la Operacin Cndor, los lderes del trfico de drogas se trasladaron a Guadalajara. Ms que un castigo por haberlos sacado de su territorio de origen, el cambio de cuartel les implic mayores beneficios en trminos de infraestructura, posibilidades de inversin y de lavado de dinero. A vuelta de 15 aos, los narcotraficantes y las drogas estaban de nuevo en las calles de Sinaloa. Los contrabandistas regresaron con la ventaja de haber extendido sus negocios a otras partes del pas y al extranjero. Y cada mes, cada semana, cada da, hay aqu ms hallazgos de cuerpos encobijados, atados, torturados y con el tiro de gracia. Legalizacin Hay quienes consideran que el disparado consumo de drogas y el incremento de la violencia generada por el narcotrfico se deben no a la falta de inters en combatirla, sino a su ilegalidad. Uno de los primeros personajes que habl en Mxico sobre la legalizacin de ciertas drogas y propuso la resolucin del problema de la violencia desde esta perspectiva fue el doctor Leopoldo Salazar Viniegra, principal autoridad encargada de asuntos de drogas del gobierno mexicano en los aos 1938-1939. Funcionario del Departamento de Salubridad, el mdico realiz investigaciones sobre la marihuana y concluy que su consumo no produca efectos peores que los del tabaco y mucho menos provocaba actos criminales como los que se le adjudicaban. Propuso crear hospitales subvencionados por el Estado para el tratamiento de los adictos y proporcionarles droga bajo vigilancia y control mdico y a precios de costo. Afirm que esas medidas alejaran a los adictos de las actividades criminales y simultneamente

provocaran el desinters de los traficantes por un negocio que ya no sera rentable. Las ideas del doctor Salazar no eran del agrado de las autoridades estadunidenses, para quienes los adictos eran primero criminales y luego enfermos. El entonces titular de la Oficina Federal de Narcticos de Estados Unidos, Harry Anslinger, refut las tesis del doctor Salazar y advirti el peligro que representaba una persona con esas ideas. Fue destituido en 1939, pero en 1940 el gobierno mexicano aprob un nuevo Reglamento General de Toxicomanas, que inclua sus propuestas. En respuesta, Estados Unidos decret un embargo de medicamentos narcticos contra nuestro pas, que sera levantado una vez que suspendiera el Reglamento. Las drogas de uso mdico importadas por Mxico de pases europeos pasaban de manera obligada por Estados Unidos. Mxico no tena autorizacin de la Liga de las Naciones para producir sus propios medicamentos de las plantas que se cultivaban aqu, pues la siembra y comercializacin eran ilegales. El gobierno mexicano cedi ante la presin poltica y comercial, suspendi el Reglamento y abandon su propia estrategia, innovadora y avanzada para esa poca. A partir de entonces, el tema de la legalizacin de la marihuana no se volvi a tocar en el pas. Pero hoy regresa a la mesa de debates. Ya no es un murmullo sino un discurso activo en muchas partes de Mxico. Varios acadmicos notables, como el analista de narcotrfico Jorge Chabat, se han pronunciado en favor de la legalizacin (o cuando menos de la despenalizacin de su uso). El ex canciller Jorge Castaeda escribi para su columna en Newsweek: Qu sentido tiene invertir cientos de millones de dlares en la lucha contra las drogas, hundiendo a los pases en la guerra civil, fortaleciendo a la guerrilla y desatando la violencia y la corrupcin en sociedades enteras, si los lderes de Estados Unidos pueden desprenderse tan a la ligera de cualquier cuestionamiento sobre uso de drogas entre sus juventudes? As las cosas, el narcotrfico tiene muchas aristas, que repercuten en la vida econmica, poltica, social y cultural de Sinaloa. NOTAS: 1 Segn fuentes de la Procuradura General de Justicia del Estado de Sinaloa y archivos del peridico El Debate. 2 El Debate de Culiacn, Sin., del viernes 1 de agosto de 2008. 3 De acuerdo a estadsticas judiciales en materia penal del Instituto Nacional de Estadstica, Geografa e Informtica (INEGI) y datos citados por la Comisin de Seguridad Pblica de la LX Legislatura del Senado de la Repblica, durante un dictamen presentado el 11 de diciembre de 2007. 4 Entrevista en el peridico Noroeste publicada el 1 de julio de 2008.

5 Estudio Sinaloa: narcotrfico, violencia y emigracin de Arturo Lizrraga Hernndez, investigador de la Universidad Autnoma de Sinaloa, Mxico. 6 dem. 7 De acuerdo al libro Los corridos de traficantes de drogas en Mxico y Colombia, de Luis Astorga. 8 dem. 9 En su artculo El cultivo del opio en Badiraguato. Slo en lnea.