Una ventana al mundo invisible

1 octubre, 2012 Hctor de Maulen ( )

Escrito por: Hctor de Maulen ( )

La figura central es un mdium llamado Luis Martnez, un mestizo obeso y algo calvo, que cojea notoriamente debido a un reumatismo deformante. Desde 1939, fecha en la que se form lo que lvarez y lvarez ha denominado Crculo de Investigaciones Metapsquicas de Mxico, un notario da fe de los fenmenos que durante las reuniones ocurren en la oscuridad de la casa. Un ao antes de la visita de Calles, al trmino de una sesin en la que un nio movi algunos juguetes y el espritu gua del grupo la presencia que supuestamente diriga al crculo desde el ms all escribi en una pared la palabra Adelante, los miembros de la cadena haban firmado un acta en que se declaraban convencidos de la indudable existencia de seres distintos a los humanos. Hoy podemos decir francamente que no estamos solos, escribieron. Las sesiones, desde entonces, se llevaban a cabo una vez al mes, corran como leyenda secreta en los crculos polticos y literarios de Mxico. En julio de 1941, el gran perseguidor de la Iglesia acaba de volver al pas luego de cinco aos de exilio. Esa noche, en la casa de Tlalpan, encuentra a un grupo de personas que

hablan en voz baja y recuerdan fenmenos ocurridos en sesiones precedentes. Calles los mira con ojos fijos y entrecerrados. De pronto llega el mdium. Luis Martnez haba sido descubierto a los seis aos de edad por el director de un centro espiritista que operaba en la periferia urbana. Segn el antroplogo y lingista Gutierre Tibn, dorma el nio Luis Martnez en un cuarto oscuro, cuando algunos vecinos vieron danzar en el aire, alrededor de l, unos globitos luminosos. Con el permiso de la madre, y a cambio de algunos centavos, fue llevado a las sesiones que un grupo de espiritistas porfirianos realizaban en la calle de San Ciprin. Luisito dorma sin necesidad de que lo hipnotizaran y produca parciales materializaciones luminosas: velos que rozaban las caras de los asistentes, manos que los acariciaban, escribe Tibn. Con el tiempo, fue capaz de producir ectoplasmas: fantasmas gelatinosos, entidades fsicas que se parecen en todo a seres humanos, presencias tangibles que algunas veces hacan aportes (depositaban en manos de los asistentes fotos, lentes, flores, botes de perfume, objetos trados del ms all) y llegaban incluso al smmum de la fenomenologa parapsicolgica: comunicarse, no a travs de golpes, sino de voces directas. El ex senador lvarez y lvarez sube con el mdium al gabinete de parapsicologa, un cuarto con una sola puerta de acceso, en la que se hallan una mesita de centro, varias sillas para los miembros de la cadena y algunos juguetes por si vienen los nios. Mientras el ex senador hipnotiza a Luis Martnez, Calles y el resto de los participantes se lavan las manos; luego, entran compungidos, en fila india, al extrao templo del espiritismo. El mdium duerme en un silln, con la camisa arremangada. La puerta se cierra con llave. Se apaga la luz. Se espera en silencio a que ocurran los fenmenos. Segn el acta firmada aquella noche, no tardan en aparecer globos luminosos y fugaces. Al poco tiempo se materializa el espritu gua, a quien lvarez y lvarez llama el maestro Amajur. Gutierre Tibn lo describir despus: Tiene la tez morena, roma la nariz, y es de barba negra y puntiaguda. Sus ojos redondos, brillantes, con la crnea blanqusima, estn enteramente abiertos, pero la mirada es fija, como la de un sonmbulo. Amajur se acerca a Calles y le toca la cabeza. El ex presidente se estremece. Con turbacin incontrolable, mira cmo la presencia satura con un fluido luminoso una jarra de agua colocada en la mesita de centro. An ms: el ex presidente mira boquiabierto cmo la presencia vierte agua en un vaso, y se la da a beber. Calles toma tres tragos. El fantasma flota en la oscuridad: empua un ramo de floripondios, que alguien ha colocado en la mesita de centro, y deposita una flor en la bolsa del saco del general. La respiracin del mdium se hace anhelante. Una segunda presencia que se manifiesta en forma de luz verdosa, como de cristal de roca, atraviesa la habitacin y hace sonar en el aire un acorden de juguete. Cuando la sesin termina, Calles mira a los otros embelesado. Observa largamente el floripondio que colocaron en su saco. Lo mira y lo toca una y otra vez, como si no lo comprendiera. Ha sido cooptado.

El 23 de julio retorna a la casa de Tlalpan y pide a los espritus que lo curen de un ataque gripal. El maestro Amajur practica sobre su cuerpo algunos pases. A Calles lo embarga una sensacin sumamente agradable. Vuelve a la casa el 13 de agosto con un botelln de 30 litros de agua Electropura, y ruega al maestro que lo sature con sus fluidos lumnicos: se lleva el garrafn a su casa con la seguridad de haber hallado una fuente de salud, de purificacin, de juventud. El 27 de agosto, bajo los relmpagos de una tormenta, Amajur le frota las piernas con empeo y cario. Esa noche los nios se apoderan de objetos musicales dispuestos en la mesita de centro, y llenan de notas la habitacin. De la mano de Calles llegan a las sesiones su hija Hortensia, su hijo Rodolfo, su yerno Fernando. Todos deben contemplar aquellos prodigios. Con el tiempo invita a formar parte de la cadena al futuro presidente de la Repblica, Miguel Alemn, al secretario de Relaciones Exteriores de Manuel vila Camacho, Ezequiel Padilla, al ex candidato presidencial Juan Andreu Almazn, al escritor y ex rector universitario Balbino Dvalos, y al lder obrero Luis N. Morones. Todos ellos estampan su firma en las actas. El 5 de noviembre una presencia difusa se acerca al general insistentemente, y le deja entre las piernas un piano de juguete. A la sesin siguiente (noviembre 12), el fantasma de un nio pequeo, de facciones delicadas, le tira dos veces de los pantalones. Calles lo reconoce, con voz conmovida admite que se trata de un hijo suyo que haba desencarnado a los cinco o seis aos. El 17 de mayo de 1942, una noche en la que el mdium est especialmente inquieto, una presencia garrapatea unas letras en la oscuridad y coloca en manos del ex presidente el siguiente mensaje: Se nos ha colado un negrito. A. de la Paz. Las actas no explican si Plutarco Elas Calles entendi el significado de la comunicacin. Lo que s revelan es la forma en que el espiritismo se fue convirtiendo en la obsesin ms poderosa, la ruta que el Jefe Mximo extenu durante los cuatro aos que le restaban de vida. No le bastaban las sesiones: en la soledad de su casa, a travs de la ouija, segua contactando a los espritus. Uno de stos comenz a llamarlo mi amigo querido. Las presencias que la tabla convocaba a su alrededor le anticipaban lo que luego ocurrira en las sesiones: I.Manifestacin masculina, nueva. II.-Conjunto de nios, tomarn los juguetes y jugarn. III.-Dos nuevas manifestaciones tratarn de corporizarse y si hay fuerza y unificacin en la cadena, se lograr. Calles tomaba nota de todo, y al terminar la sesin mostraba a los participantes la hoja en la que haba apuntado las fases del programa. Miren. Todo se ha cumplido!, exclamaba. El 4 de febrero de 1943 una luz brillante envolvi al mdium, y lo hizo levitar a gran altura. El general mir maravillado aquel prodigio. De pronto, la respiracin de Luis Martnez se hizo afanosa. La luz brillante desapareci de golpe, como si el mdium hubiera sido abandonado. El pobre cay ruidosamente en el centro del crculo relata Tibn, se quejaba dolorosamente y sin embargo permaneca en estado de trance. El ambiente estaba lleno de entidades oscuras, que trataban de desahogar en el mdium su furor. Lo atraparon otra vez y lo arrojaron impetuosamente, como quien lanza un fardo, a los pies del general Calles. All siguieron maltratndolo, golpeando su cabeza contra el pavimento.

El crculo sola recibir la visita de una entidad turbada, intempestiva y ruidosa, a la que llamaban Botitas (el amigo querido de Calles). Pero una violencia as no la haban visto nunca. Calles no hizo comentarios. Mientras redactaban el acta permaneci silencioso, pensativo. La ltima vez que los miembros del grupo lo vieron con vida fue el 8 de agosto de 1945, en la Quinta Las Palmas, de Cuernavaca. De acuerdo con el acta firmada por los asistentes, el maestro Amajur se acerc al general, y le dijo: Dios me ha permitido venir a protegerte. Yo estar siempre contigo. El ex presidente muri dos meses ms tarde. No dej, sin embargo, de asistir a las sesiones. El 20 de mayo de 1947, en un ectoplasma, el grupo reconoci su fisonoma inconfundible. Calles salud con enrgicos abrazos y tosi ligeramente antes de hablar, como acostumbraba hacerlo en vida. Le dijo al general Jos Mara Tapia: General Tapia, hay que seguir adelante, sin desmayar, en estas doctrinas. Siempre adelante, como buen soldado. Regres una semana despus, y le dijo a su yerno: No olvides las recomendaciones que te hice cuando estaba en esa vida. Saludos a Tencha. Antes de desaparecer se lee en el acta, se detuvo a escuchar la msica que otra presencia arrancaba a un organillo. El 10 de junio de 1947, con la voz entrecortada por los sollozos, declar ante el crculo: Yo los quiero con el corazn, pero no con el que qued en una fosa en la tierra, sino con el corazn del espritu que nunca muere y con el que seguir protegiendo a ustedes. Las actas de aquellas sesiones, 107 en total, fueron recogidas por Gutierre Tibn en 1960 y publicadas bajo la forma de un libro que, hasta dnde s, no ha vuelto a editarse: Una ventana al mundo invisible. Guiado por estos o por otros fantasmas, hall un ejemplar en los anaqueles de una librera de viejo de la calle de Donceles. La solapa explica que el volumen contiene una fotografa lograda en junio de 1943, que muestra al maestro Amajur empuando una flor. Por desgracia, la fotografa fue arrancada. En mi ejemplar queda, sin embargo, el fantasma de alguien que escribi en la primera pgina el nombre de una mujer, y anot un telfono y una direccin en Los Cerritos, California. No me he atrevido a llamar. El libro ya es suficientemente delirante como para abrir otra ventana al mundo invisible. Hctor de Maulen. Escritor y periodista. Entre sus libros: La perfecta espiral, Marca de sangre y El secreto de la Noche Triste. 2012 Octubre.