La Divina Sinfonia
La Divina Sinfonia
La Divina Sinfonia
DIVINA
SINFONÍA
Por
GAYLE WOOLSON
Escuchemos la sinfonía que conferirá vida
al hombre… entonces recibiremos un nuevo
espíritu, llegaremos a ser iluminados… y se
desarrollarán las potencialidades internas de
la vida.
Abdu’l-Bahá on Divine Philosopy, p. 77
INDICE
Prólogo
1. Krishna
2. Abraham
3. Moisés
4: Zoroastro
5: Buda
6: Jesucristo
7: Muhammad
8: El Báb
9: Bahá'u'lláh
Bibliografía
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Prologo
HINDUISMO:
“Este es el mayor deber: no hagas a otros aquello que, si se hace a ti, te
causaría dolor.”
(Mahabharata 5:1517)
JUDAÍSMO:
“… amarás a tu prójimo como a ti mismo.
(Biblia, Levítico 19:18)
ZOROASTRIANISMO:
“… es buena solamente aquella naturaleza que no haría a otro lo que no
es bueno para sí misma.”
(Dadistan-i-Dinik XCIV, 5)
BUDISMO:
“Que uno diga tales palabras que no causarían dolor a sí mismo ni
herirían a otros; tales palabras están en verdad bien dichas.”
(The Sutta-Nipata, p. 73. no. 2 en The Sacred Books of the East, vol. 10)
CRISTIANISMO:
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con
vosotros, así también haced vosotros con ellos…”
Biblia, Mateo 7:12
ISLAMISMO:
“Verdaderamente, Dios ordena la justicia y hacer el bien…”
Corán, 16:92
FE BAHAI:
“(El verdadero buscador) No debiera desear a otros lo que no desea para
sí mismo, no prometer lo que no ha de cumplir.”
Kitáb-i-Íqán p. 122
LOS MENSAJEROS
Capítulo I
KRISHNA
(circa 3000 a.C.)
Armonía y paz:
No hay sabiduría para el hombre sin armonía; y sin armonía no hay
contemplación, no puede haber paz; y sin paz ¿puede haber regocijo?
(2:66)
La pureza de mente:
Benditos aquellos que son puros de mente, pues a ellos se ha dado la
sabiduría de Dios.
(p. 243)
Capítulo II
ABRAHAM
(circa 1800 a. C.)
Capítulo III
MOISÉS
(1500 a.C.)
ZOROASTRO
(circa 1000 a.C.)
Coser remiendo sobre remiendo es mejor que mendigar ropa de los ricos.
BUDA
(566 a.C.)
Muchos no saben que estamos aquí en este mundo para vivir en armonía.
Quienes saben esto no pelean los unos contra los otros.
(Extracto de 1.6)
Y así, como una bella flor que tiene color y también tiene perfume, son
las bellas palabras fructuosas del hombre que habla y hace lo que dice.
(Extracto de 4.52)
JESUCRISTO
(Año 1)
Jesús nació en Belén, Judea, cumpliéndose así varias profecías del Antiguo
Testamento que anunciaban la venida de un Mesías. Este hecho inicia la
cronología de la Era cristiana, cuyo calendario es actualmente el más
difundido.35 Se cumplió, además, la promesa del profeta menor Isaías que
dice: “… He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo…” (Isaías
7:14), puesto que Jesús nació de madre virgen por obra del Espíritu Santo.
“Su Santidad Cristo fue un personaje único y singular, nacido del linaje
de Israel”, dijo 'Abdu'l-Bahá.
En aquellos días reinaba en Judea el rey Herodes. Unos magos, habiendo
visto una nueva estrella en el cielo y entendiendo que significaba que había
nacido un Salvador, fueron a Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el Rey
de los judíos? Porque hemos visto Su estrella en el oriente y venimos a
adorarle”. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó y toda Jerusalén con él
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos y les dijo que cuando
hallaran al niño se lo hicieran saber, para que él también fuera a adorarlo.
Los magos, después de hallar al Niño con Maria (Su madre), Le rindieron
homenaje y, en vez de volver a Herodes, regresaron por otro camino
porque entendieron que el rey no tenía buenas intenciones. (Mateo 2:1-12)
José, el esposo de Maria, al haber sido avisado en un sueño de que Herodes
tenía intención de buscar al Niño para matarlo, huyó con Él y Su madre a
Egipto. Al saberse burlado por los magos, Herodes mandó matar a todos
los niños menores de dos años que había en Belén y sus alrededores.
Después de muerto Herodes, José fue guiado por sueños para que llevara a
su familia hacia la región de Galilea. Se establecieron en la ciudad de
Nazaret donde Jesús pasó la mayor pare de Su vida. (Mateo 2:13-23)
El Corán, el Libro Sagrado del Profeta Muhammad, relata que Cristo habló
cuando era apenas un recién nacido. En el libro 16, sura 19, versículos 29 a
31, dice que, en conversación con Su familia, “Maria les mostró al Niño
con el dedo a fin de que lo interrogasen. ‘¿Cómo’ - dijeron - ‘hablaremos a
un Niño en la cuna?’ ‘Yo soy el servidor de Dios - les dijo Jesús -, Él Me
ha dado el Libro y Me ha constituido Profeta…’”36
La familia de Jesús seguía la religión judía; eran sencillos pero
profundamente religiosos. Jesús asistía con Su familia a los servicios de la
sinagoga y sabía de memoria largos pasajes de las Escrituras judías.
“Y el Niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de
Dios era sobre Él.” cuando tenía doce años estuvo en el templo de
Jerusalén “… sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y
preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de Su
inteligencia y de Sus respuestas”. (Lucas 2:40, 46-47)
Jesús no tuvo educación escolar. Su sabiduría fue divinamente inspirada.
Los Mensajeros Divinos reciben Su conocimiento directamente de Dios y
no necesitan maestros humanos.
Como la familia de Jesús era pobre, trabajó de carpintero con José durante
Su juventud. Se caracterizó siempre por una maravillosa pureza y profunda
devoción. Desde niño demostró extraordinario interés por los asuntos
religiosos. Tenía una inteligencia aguda y era sensible a las condiciones
sociales del pueblo.
En aquellos días vino Juan el Bautista predicando al desierto de Judea y,
por mandato divino, preparaba el camino para el nuevo Mesías que pronto
habría de manifestarse. Pedía a la gente que se arrepintiera de sus pecados
como preparación para ese gran acontecimiento, y los bautizaba en el río
Jordán como símbolo de la purificación por medio del arrepentimiento.
Logró atraer a gente de toda Palestina; escuchaban sus ardientes prédicas
de alto contenido ético y gran sentido de urgencia. Dijo: “Yo a la verdad os
bautizo en agua para arrepentimiento; pero Él que viene tras de mi, cuyo
calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; Él os
bautizará en Espíritu Santo y fuego”. (Mateo 3:11) Entre los que fueron
bautizados por él, figuraba Jesús. “Como Cristo deseaba que esta
institución de Juan fuese puesta en práctica por todos en esa época, Él
mismo Se sometió a ella para despertar al pueblo y para consumar la ley de
la religión anterior. Aunque la ablución del arrepentimiento era una
institución de Juan, en realidad, ella era practicada en el pasado en la
religión de Dios.
“Cristo no tenía necesidad del bautismo, pero como en ese tiempo esta
era una acción bien vista y loable, y un signo de las buenas nuevas del
Reino, por tanto, Él lo confirmó. Sin embargo, luego dijo que el
verdadero bautismo no es con el agua material, sino que es preciso que
sea con el espíritu y el agua.”37
Finalmente, Juan el Bautista fue arrestado y decapitado. Pero dejó tras de sí
a muchos seguidores leales que esperaron al prometido Mesías.
Jesús inició Su misión divina a los treinta años, cuando el Espíritu de Dios
descendió sobre Él simbolizando una paloma. “Y hubo una Voz de los
cielos, que decía: ‘Este es Mi Hijo amado, en Quien tengo
complacencia.’” (Mateo 3:17) Después de esto Jesús fue llamado “Cristo”,
es decir, “Él Que Dios ha escogido” o “el Ungido”.
Como primer paso, Cristo fue al desierto por cuarenta días y cuarenta
noches. Durante este período ayunó. En los tres años que siguieron, los de
Su ministerio, llevó una vida agitada pero hermosísima por su pureza,
radiante de amor y resplandeciente en las más tiernas cualidades del
corazón. Elevaba a las almas con Sus sublimes Enseñanzas, transformaba
muchas vidas con la iluminación de Su santidad y realizaba numerosas
obras buenas.
Empezó Su ministerio en Galilea (Palestina) y escogió a Capernaum como
sede. Al principio hablaba en las sinagogas; pero cuando aumentó la
multitud de personas que lo escuchaban comenzó a predicar en plazas y
campos. “Y se admiraban de Su doctrina; porque les enseñaba como
Quien tiene autoridad…” (Marcos 1:22) Además realizaba muchas
curaciones y milagros. “… viendo la señal que Jesús había hecho,
dijeron: ‘Este verdaderamente es el Profeta que había de venir al
mundo’”. (Juan 6:14) Su popularidad se acrecentó de tal manera que la
gente vino a Él desde todas direcciones. Cristo recorrió Palestina realizando
Su obra divina y difundiendo Su sublimes Enseñanzas para la purificación
de los corazones de los males mundanos, como la ira, el orgullo, la mentira,
la hipocresía, el fraude, el egoísmo, los celos, el odio, etc. Predicó
Enseñanzas de valor eterno: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los
que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os
ultrajan y persiguen…”. (Mateo 5:44) La Regla de Oro que dio Jesús dice:
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con
vosotros, así también haced vosotros con ellos…” (Mateo 7:12)
En Su bellísimo Sermón de la montaña declara:
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los
Cielos.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos
serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de
Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
(Mateo 5:3-10)
Estas y otras muchas Enseñanzas de belleza y sabiduría inmortales llenan el
Evangelio, las Sagradas Escrituras del cristianismo.
Jesús hablaba a gente sencilla en lenguaje sencillo acerca de los asuntos
esenciales de la religión, e ilustraba Sus Enseñazas con ejemplos en
relación a la naturaleza y la vida humana. Muchas de Sus más profundas
lecciones fueron dadas en forma de parábola.
Desde los comienzos de Su misión hasta el fin de Su vida enseñó acerca de
la realidad de Dios, Quien lo envió, y de Su propia relación con Él. Enseñó
que Dios es una Personalidad moral, soberana e invisible que rige el
universo, el Espíritu motriz tras el curso de la historia, un Ser trascendental,
absolutamente recto y justo pero, a la vez un Dios misericordioso,
perdonador y amoroso que interviene en los asuntos humanos. Jesucristo se
refirió a Si mismo como el Enviado de Dios, de Quien dijo que es más
grande que Él: “El Padre es mayor que Yo” (Juan 14:28); “Mi doctrina
no es Mía , sino de Aquel que Me envió (Juan 7:16); “No puedo hacer
nada por Mí mismo; según oigo, así juzgo; y Mi juicio es justo porque no
busco Mi voluntad sino la Voluntad del que Me envió, la del Padre”
(Juan 5:30); “Porque Yo no he hablado por Mi propia cuenta; el Padre
Me envió. Él Me dio mandamiento de lo que he de decir y de lo que he de
hablar” (Juan 12:49).
El furor de excitación e interés que despertaban los viajes y prédicas de
Jesucristo y Su santidad transformadora, atrajeron la atención de los
fariseos y sacerdotes judíos de Jerusalén, que enviaron investigadores para
espiar a Jesucristo y rendir un informe. El informe fue adverso. Luego
enviaron a escogidos sacerdotes y fariseos para enfrentar a Jesucristo y
oponérsele. Lo que más les molestaba era la libertad con que Jesucristo
interpretaba las leyes y enseñanzas de Moisés sin necesitad de seguir la
tradición de la gente. Argumentaban que Él iba en contra de la Revelación
de Dios, que contradecía a Moisés y desviaba al pueblo.
Los enemigos de Jesucristo intensificaron los ataques y amenazas contra Su
vida. Él sabía que esta oposición culminaría con Su muerte. Finalmente fue
condenado a la cruz, acusado de blasfemia porque decía ser el Hijo de
Dios. Jesucristo fue crucificado a los treinta y tres años de edad, entre dos
ladrones y con una corona de espinas en Su cabeza, después de haber sido
injuriado y maltratado. Dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que
hacen.” (Lucas 23:24)
Jesucristo profetizó que en otra época volvería a la tierra. Habló al respecto
en dos formas: en primera y en tercera persona. Se expresó como si Él
mismo fuera a volver, y también como si otra Manifestación del Espíritu de
Dios (o Espíritu de la Verdad) habría de venir. Dijo: “Habéis oíd como Yo
os he dicho: ‘Voy y vengo a vosotros. (Juan 14:28) Aun tengo muchas
cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero, cuando
venga el Espíritu de Verdad, Él os guiará a toda Verdad; porque no
hablará por Su propia cuenta sino que hablará todo lo que oyere, y os
hará saber las cosas que habrán de venir.’” (Juan 16: 12-13)
“Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y
arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como un ladrón, y no
sabrás a qué hora vendré sobre ti.” (Apocalipsis 3:3)
El retorno de Cristo a la tierra quiere decir, entonces, el retorno de la
misma Divinidad, del mismo Espíritu de Dios, en otro cuerpo y con otro
Nombre. Se advierte también que hay que estar alertas porque Su retorno
no va a ser espectacular ni ostentoso, sino callado “como ladrón en la
noche”.
Los discípulos de Jesucristo le pidieron que indicara las señales que
identicarían este acontecimiento, diciendo: “Dinos, ¿Cuándo serán estas
cosas, y qué señal habrá de Tu venida, del fin del mundo?” (Mateo 24:3)
Jesucristo les indicó varias señales, dos de las cuales se relacionan con
visiones del profeta menor Daniel, donde le fueron reveladas en forma
simbólica las dos fechas históricas de 1844 y 1863 d.C.38
La Biblia relata que, después de que Cristo fue al mundo celestial, reveló a
San Juan por medio de un ángel el conocimiento que Dios le había dado
sobre cosas que debían suceder en el futuro (Apocalipsis 1:1). Se le dio a
entender que una maravillosa civilizaron se establecería en la tierra en un
ciclo venidero. Es decir, el desarrollo de excelsas facetas de la vida humana
que redundarían en un gran adelanto para toda la humanidad. Se refirió a
esa civilización en esto términos simbólicos: “un cielo nuevo y una tierra
nueva” y “la santa ciudad, la nueva Jerusalén” que descendería “del
cielo, de Dios” (Apocalipsis 21:1,2).
La interpretación de estas profecías dada en las Enseñanzas bahá'ís es la
siguiente: “Esto es lo que en la Biblia se quiere decir con ‘el descenso de
la Nueva Jerusalén’. La Jerusalén celestial no es otra cosa que la
civilización divina… Debe ser y será organizada, y la unidad de la
humanidad será un hecho visible. La humanidad entonces se reunirá
como una sola. Las diversas religiones serán unidas, y las diversas razas
serán conocidas como una sola raza. Oriente y Occidente se unirán, y la
bandera de la paz internacional será desplegada. El mundo por fin
logrará la paz, y las igualdades y derechos del hombre se establecerán”.39
Esto es el reflejo del prometido Reino de Dios en la tierra. (Mateo 6:10)
En Apocalipsis 3:12, se refiere otra vez a la simbólica “nueva Jerusalén”
de esta manera: “Al que venciere… escribiré sobre él el Nombre de Dios y
el Nombre de la Ciudad de Mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual
desciende del cielo, de Dios, y Mi Nombre nuevo.”
En cuanto a los aspectos nuevos que habrían de distinguir la gran
civilización universal venidera, fue revelado en Apocalipsis 21:5 lo
siguiente: “Y el que estaba sentado en el trono dijo: ‘He aquí, Yo hago
nuevas todas las cosas.’” Las cosas nuevas “que han de venir”, en
palabras de Jesucristo, están asociadas con el advenimiento de la nueva
Manifestación del “Espíritu de la Verdad” (Juan 16:12-13). Con seguridad
se puede afirmar que tendrá un nuevo Nombre. Habrá nuevas Enseñanzas,
una nueva Era, una renovación mundial, una perspectiva universal de la
vida de la humanidad, un arte de vivir con dimensión global, elevación
espiritual y moral, y un nuevo espíritu de hermandad, unión y paz entre
todos los pueblos, religiones y razas del mundo.
Esto figura entre las facetas básicas de lo que Jesucristo anunció cuando
dijo que el Prometido de Dios “guiará a toda verdad”, o sea, el Plan de
Dios completo para el Reino divino, o la nueva Civilización espiritual
mundial en la tierra.
Cuando una vez alguien preguntó a 'Abdu'l-Bahá quién era Jesucristo,
contestó: “Jesucristo fue una Manifestación de Dios. Todo lo relacionado
con Él pertenecía a Dios. Conocerlo a Él era conocerle a Dios. Tenerlo a
Él era tener a Dios. Obedecerlo a Él era obedecer a Dios. Él fue la fuente
de todas las virtudes divinas. En Él se manifestaban todas las cualidades
celestiales y por Él la luz del Sol de la Realidad fue reflejada al mundo.
Por medio de este Espejo, la energía de Dios fue transmitida al mundo.
Todo el disco del Sol de la Realidad fue reflejado en Él.”
Afirmó Shoghi Effendi, Guardián de la Fe bahá'í: “En cuanto a la posición
de la Cristiandad, sea dicho, sin vacilación ni ambigüedad, que se
reconoce incondicionalmente su origen divino, se afirma decididamente
la condición de Hijo y la Divinidad de Jesucristo, se acepta plenamente la
inspiración divina del Evangelio, se confiesa la realidad del Misterio de
la Inmaculada concepción de la Virgen Maria y se sostiene y defiende la
primacía de Pedro, el Príncipe de los Apóstoles. El Fundador de la Fe
cristiana es designado por Bahá'u'lláh como el “Espíritu de Dios”, es
proclamado como Aquel Quien “apareció del hálito del Espíritu Santo”,
y es ensalzado como la “Esencia del Espíritu”. Su madre es descripta
como “esa bellísima figura, velada e inmortal”, y la posición de su Hijo
es elogiada como una “posición que ha sido exaltada por encima de las
imaginaciones de todos los que habitan la tierra”, en tanto que Pedro es
reconocido como aquel de cuya boca ha hecho Dios que fluyan los
“misterios de la sabiduría y la expresión”. “Has de saber” - ha testificado
además Bahá'u'lláh - “cuando el Hijo del Hombre rindió Su alma a
Dios, toda la creación lloró con gran llanto. Sin embargo, al sacrificarse
a Sí mismo, una nueva capacidad fue infundada en todas las cosas
creadas. Sus efectos, de los cuales dan testimonio los pueblos de la tierra,
están manifiestos ahora ante ti. La más amplia sabiduría que los eruditos
hayan expresado, los más profundos conocimientos que mente alguna
haya descifrado, las obras de arte que las más diestras manos hayan
producido, la influencia ejercida por los más poderosos de los
gobernantes, no son sino manifestaciones de la fuerza vivificadora
liberada por Su resplandeciente y trascendente Espíritu, que todo lo
penetra. Atestiguamos que cuando Él vino al mundo, derramó el
esplendor de Su gloria sobre todo lo creado. Por Él, el leproso sanó de la
lepra de la perversidad y la ignorancia. Por Él fueron curados el impuro
y el descarriado. Mediante Su poder, nacido de Dios Todopoderoso, los
ojos del ciego fueron abiertos y el alma del pecador, santificada… Es Él
Quien purificó al mundo. Bendito el hombre que con la faz radiante de
luz se ha vuelto a Él.”40
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Capítulo VII
MUHAMMAD
(622 d.C.)
EL BÁB
(1844 d.C.)
Paraíso e Infierno
El Paraíso y el Infierno son condiciones espirituales o estados del alma y
uno puede estar en un estado de paraíso o infierno mientras todavía esté en
este mundo o estando en el venidero. El Paraíso es el goce de la unión con
Dios y la adquisición de perfecciones espirituales; es el reconocimiento del
Mensajero de Dios y la práctica de Sus Enseñanzas. El Infierno es el
sufrimiento producido en el alma cuando se priva de adquirir perfecciones
espirituales y se aleja de Dios; es la aflicción del remordimiento causado
por sus propios actos malvados, privándose así de un rango elevado en el
mundo venidero. En la vida después de la muerte, el progreso del alma
hacia la perfección no tiene límites.
El prometido Día de Dios
“En verdad os digo, inmensamente exaltado es este Día por encima de los
días de los Apóstoles de la antigüedad. No. ¡Inconmensurablemente es la
diferencia! Sois los testigos del Alba del prometido Día de Dios.”53
Pureza de carácter
“Purgad vuestros corazones de todo deseo mundano y dejad que las
virtudes angelicales sean vuestro adorno.”54
Motivos puros unidos a acciones buenas
“Los días en que la vana adoración era considerada suficiente han
llegado a su fin. Ha llegado la hora cuando nada sino el motivo más
puro, apoyado por acciones de inmaculada pureza, puede ascender al
trono del Altísimo y ser aceptado por Él.”55
La grandeza de la Nueva Era
“El secreto del Día por venir se encuentra oculto ahora. No puede ser ni
divulgado ni medido. El niño recién nacido en ese Día sobrepasa al más
sabio y venerable de los hombres de ahora y el más humilde e iletrado de
ese período sobrepasará en comprensión al más erudito y consumado
teólogo de esta edad.”56
Adoración de Dios
“Adora a Dios, de tal modo que si la recompensa fuera el fuego, no se
alteraría tu adoración por Él. Si adoras a Dios por miedo, esta adoración
es indigna de traspasar el Umbral de la Santidad de Dios… Así también
si tus ojos se fijan en el Paraíso y Le adoras con esa esperanza, estas
asociando a la creación de Dios con Él.”57
El venidero Nuevo Orden Mundial
El nuevo y esplendido Orden Mundial que establecerá el prometido
Mensajero de Dios por medio de Sus Enseñazas, unirá en una sola familia a
todas las razas, religiones, naciones y clases sociales, culminando en la
Edad de Oro para toda la humanidad. El Báb elogió el alto rango destinado
por Dios para las personas que apoyaran este Nuevo Orden Mundial.
El prometido Mensajero de Dios
Es extraordinario y asombroso que fuera el Báb Quien revelara el nombre
del prometido Mensajero de Dios. Él hizo este anuncio profético:
“Bienaventurado es aquel que fija su mirada sobre el Orden de
Bahá'u'lláh, y da gracias a su Señor. Porque con seguridad, Él será
manifestado. Dios lo ha ordenado irrevocablemente en el Bayán.”58
El Báb declaró: “Entre todos los tributos que Yo he hecho a Aquel que
vendrá después de Mi, el mayor es éste: Mi confesión escrita de que
ninguna de Mis palabras puede describirlo a Él adecuadamente, ni
ninguna referencia acerca de Él, en Mi Libro el Bayán, puede hacer
justicia a Su Causa.”59
BAHÁ'U'LLÁH
(1863 d.C.)
Evolución de la Religión
Todos los Mensajeros han sido los Portavoces y los Canales de la invisible
Divinidad. Todos reflejan la misma Luz de Dios. Ellos no están en lucha,
compitiendo los Unos a los Otros, sino que han venido con Una Misión
común: adelantar cada vez más, en forma progresiva, la civilización del
género humano y la espiritualización del alma, y conducir a toda la
humanidad hacia un glorioso destino común que será el logro de la unidad
mundial, la concordia y la paz universal. Son como diferentes lámparas en
las cuales brilla la misma Luz Divina. En otras palabras, siendo Dios Uno,
Su religión es una, y todos los Mensajeros la han enseñado en diferentes
etapas evolutivas.
Revelación Progresiva
Orden Mundial
¡Oh Hijo del Espíritu! Mi primer consejo es éste: Posee un corazón puro,
bondadoso y radiante, para que sea tuya una soberanía antigua,
imperecedera y sempiterna.
(Palabras Ocultas p. 27)
Sois los frutos de un solo árbol y las hojas de una misma rama. Proceded
el uno hacia el otro con el mayor amor y armonía, con amistad y
compañerismo… Tan potente es la luz de la unidad que puede iluminar
la tierra entera… Esta meta supera a todas las aspiraciones.
(Pasajes de los escritos de Bahá'u'lláh, p. 232)
Callar las faltas de los demás, rogar por ellos y ayudarles por medio de la
bondad a corregir sus defectos. Ver siempre el lado bueno y no el lado
malo. Si un hombre tiene diez cualidades buenas y una mala, considerad
las diez y olvidad esta única; y si un hombre tiene diez cualidades malas y
una buena, considerad esta única y olvidad las diez. Que no nos
permitimos decir una palabra hiriente de otro aun cuando ese otro fuese
nuestro enemigo.
('Abdu'l-Bahá, Bahá'u'lláh y la Nueva Era, p. 115)
Una vida casta y santa debe ser el principio que gobierne el proceder y la
conducta de todos los bahá'ís, tanto en sus relaciones sociales con los
miembros de su comunidad, como en su contacto con el mundo entero.
Tal vida casta y santa, con sus implicaciones de modestia, pureza,
templanza, decencia y buena predisposición, comprende no menos que el
ejercicio de la moderación en todo lo que concierne a la vestimenta, el
lenguaje, el entretenimiento y todos los pasatiempos artísticos y literarios.
Ella exige la vigilancia diaria en el control nuestros deseos carnales o
inclinaciones corruptas. Requiere el abandono de una conducta frívola,
con su excesivo apega a los placeres triviales, con frecuencia
erróneamente dirigidos. Requiere la total abstinencia de toda bebida
alcohólica, de opio y de drogas adictivas similares. Condena la
prostitución del arte y la literatura, las prácticas del nudismo y el de
concubinato, la infidelidad en las relaciones matrimoniales y toda forma
de promiscuidad, de fácil intimidad y de vicios sexuales. Esta no puede
tolerar ninguna avenencia con las teorías, las normas, los hábitos y los
excesos de una época decadente. Por el contrario, debe demostrar por
medio de la fuerza dinámica de su ejemplo, el carácter pernicioso de tales
teorías, la falsead de tales normas, la frivolidad de tales demandas, la
perversidad de tales hábitos y el carácter sacrílego de tales excesos.
La pureza y la castidad han sido y aún son los mejores ornamentos para
las siervas de Dios. ¡Dios es Mi testigo! El esplendor de la luz de la
castidad derrama su brillo sobre los mundos del espíritu y su fragancia se
difunde aun hasta el Más Exaltado Paraíso.
Dios en verdad ha hecho que la castidad sea una corona para las cabezas
de Sus siervas. Grande es la gloria de aquella sierva que ha alcanzado
esta alta posición.
Nosotros, en verdad, hemos decretado en Nuestro Libro un premio
hermoso y generoso para todo aquel que se aparte de la maldad y que
lleve una vida casta y devota. Él es, en verdad, el Gran Dador, el Todo
Generoso.
En verdad, contemplamos vuestras acciones. Si percibimos de éstas el
dulce perfume de la pureza y de la santidad, muy ciertamente os
bendeciremos.
(El Advenimiento de la Justicia Divina, p. 47, 50-51)
El Fuego Divino
La Dirección de la Fe Bahá'í
Legado Divino
Opiniones de Celebridades
Epílogo
¡La luz es buena en cualquier lámpara en que esté brillando! ¡Una rosa
es atractiva en cualquier jardín donde florezca! ¡Una estrella tiene el
mismo esplendor, ya sea que brille desde oriente o desde
occidente!¡Libraos del prejuicio…!
(La Sabiduría de 'Abdu'l-Bahá, p. 140)
Las religiones son muchas, pero la realidad de la religión es una; los días
son muchos; pero el sol es uno. Las fuentes son muchas pero el
manantial es uno. Las ramas son muchas, pero el árbol es uno.
(La Promulgación de la Paz Universal, p. 145)
… desde “el principio que no tuvo principio”, los Profetas del Dios Único
e Incognoscible, incluyendo al mismo Bahá'u'lláh, fueron todos
comisionados como canales de la Gracia de Dios, exponentes de Su
unidad, espejos de Su luz y reveladores de Su designio, para revelar a la
humanidad una medida cada vez mayor de Su Verdad, de Su Voluntad
inescrutable y de Su divina Guía, y han de continuar dispensando
todavía, hasta “el fin que no tiene fin”, mayores y más potentes
revelaciones de Su gloria, y Su poder sin límites.
(Shoghi Effendi, Dispensación de Bahá'u'lláh, p. 39)
Estando así cerrada la puerta del conocimiento del Antiguo de los Días a
la faz de todos los seres, la Fuente de gracia infinita ha hecho… que del
reino del espíritu aparezcan aquellas luminosas Joyas de Santidad en la
noble forma del templo humano, y sean reveladas a todos los hombres a
fin de que comuniquen al mundo los misterios del Ser inmutable y
hablen de las sutilezas de Su Esencia imperecedera. Estos Espejos
santificados, estas Auroras de antigua gloria son todos y cada uno los
Exponentes en la tierra de Aquel Quien es el Astro central del universo:
Su Esencia y Propósito último. De Él proceden Su conocimiento y poder;
de Él proviene Su soberanía. La belleza de Su semblante es solamente un
reflejo de Su imagen; Su revelación, un signo de Su gloria inmortal.
Ellos son los Tesoros del conocimiento divino y los Depósitos de la
sabiduría celestial. A través de Ellos se transmite una gracia que es
infinita y por Ellos se revela la luz que jamás palidece.
(Kitáb-i-Íqán, p. 68)
1
Kitáb-i-Íqán, Libro de la Certeza, p. 77
2
Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh, p. 191
3
George Townshend, The Promise of All Ages, p. 69
4
La Sabiduría de 'Abdu'l-Bahá, p. 140
5
La Dispensación de Bahá'u'lláh, p. 38
6
Ibíd., p. 39
7
George Townshend, The Promise of All Ages. P. 30
8
Respuestas a Algunas Preguntas, p. 13
9
Star of the West, vol. 16, p. 401
10
El libro: 'Abdu'l-Bahá, por H.M.Balyuzi, p. 141
11
La Sabiduría de 'Abdu'l-Bahá, p. 25
12
Srimad Bhagavatam, vol. II, p. 654
13
Vishnu Purana, p. 388
14
El Corán, 16:121
15
Respuestas a Algunas Preguntas, p. 16
16
Ibíd.,
17
Los Rompedores del Alba, p. 119
18
, Ibíd. p.16
19
Ibíd., p. 17
20
La Promulgación de la Paz Universal, p. 418
21
Ibíd., p. 418
22
Respuestas a Algunas Preguntas, p. 17
23
La Promulgación de la Paz Universal, p. 418
24
Respuestas a Algunas Preguntas, p. 19
25
Cristo y Bahá'u'lláh, cap. 2,4 y 10
26
Respuestas a Algunas Preguntas, cap. 10
27
The Sacred Books of the East, vol. 47, p.138
28
The Sacred Books of the East, vol. 47. 119
29
Dios Pasa, p. 91
30
Zend-Avesta, The Sacred Books of the East, vol. 23, p. 308
31
Asvaghosa, The Buddhacarita, Canto I, p. 2, no. 3
32
The Sacred Books of the East, vol. 11, p. 186
33
Dios Pasa, p.90
34
La Promulgación de la Paz Universal, p. 400
35
Jesucristo habría nacido en el año 749 de Roma, aunque el cálculo hecho en el siglo VI por el monje
Dionisio, y sobre el cual descansa la cronología cristiana, coloca equivocadamente dicho nacimiento en el
año 754. (Nota del editor)
36
El Corán, p. 416
37
Respuestas a Algunas Preguntas, p. 114
38
Estas fechas están mencionadas en el Capítulo III sobre Moisés y explicadas en el Capítulo VIII sobre
el Báb.
39
La Promulgación de la Paz Universal, p. 117
40
El Día Prometido Ha Llegado, p. 166
41
Transliterado del árabe; la castellanización, “Mahoma”, es erróneo porque tergiversa fonéticamente el
significado del nombre. (nota del editor)
42
Deriva de “Mahoma”, por consiguiente es una denominación errónea. (nota del editor)
43
Respuestas a Algunas Preguntas, p. 31
44
Tablas del Plan Divino, p. 54. Cf. Corán 39:69
45
Tablas de Bahá'u'lláh, p. 137; Selección de los Escritos de 'Abdu'l-Bahá, p. 13
46
Repuestas a Algunas Preguntas, p. 51
47
Los Rompedores del Alba, p. 106
48
La Dispensaron de Bahá'u'lláh, p. 8
49
Los Rompedores del Alba, p. 108
50
Ibíd., p. 484
51
Bahá'u'lláh y la Nueva Era, p. 28
52
Ibíd., p. 28
53
Los Rompedores del Alba, p. 118
54
Ibíd.
55
Ibíd.
56
Ibíd. p. 119
57
Bahá'u'lláh y la Nueva Era, p. 31
58
Dios Pasa, p. 25
59
, La Dispensación de Bahá'u'lláh, p.12
60
, Respuestas a Algunas Preguntas, p. 198
61
, El Día Prometido Ha Llegado, p. VI
62
Dios Pasa, p. 90
63
Los Rompedores del Alba, p. 55
64
H.M.Balyuzi, Bahá'u'lláh, p.9
65
Bahá'u'lláh y la Nueva Era, p.36
66
La Promulgación de la Paz Universal, p. 28
67
Respuestas a Algunas Preguntas, p. 189
68
Bahá'u'lláh y la Nueva Era, p. 36
69
, Prescripción para Vivir, p. 170
70
Bahá'u'lláh y la Nueva Era, p. 42
71
World Religions and the Hope of Peace, p. 143
72
Los Rompedores del Alba, p. 143
73
Epístola al Hijo del Lobo, p. 20
74
El Día Prometido Ha Llegado, p. 171
75
Ibíd., p. 188
76
Messages to the Bahá'í World, p. 155
77
Dios Pasa, p. 96
78
Ibíd., p. 97
79
Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh, p. 49
80
Dios Pasa, p. 125
81
Ibíd., p.128
82
Ibíd., p. 128
83
Los Rompedores de Alba, p. 139
84
Dios Pasa, p. 128
85
Ibíd., p. 89
86
El Día Prometido Ha Llegado, p. 179
87
Shoghi Effendi, “Bahá'í News”, no. 85, julio 1934 p. 1
88
Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh, p. 231
89
Bahá'u'lláh y la Nueva Era, p. 169
90
La Dispensación de Bahá'u'lláh, p. 34
91
Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh, p. 230
92
Bahá'u'lláh y la Nueva Era, p. 384
93
Respuestas a Algunas Preguntas, p. 81
94
El Día Prometido Ha Llegado, p. 23
95
La Dispensación de Bahá'u'lláh, p. 88
96
El Día Prometido Ha Llegado, p. 177
97
La Promulgación de la Paz Universal, p. 447
98
El Advenimiento de la Justicia Divina, p. 112
99
Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh, p. 131, 67
100
Ibíd., p. 175
101
Ibíd., p. 130
102
Ibíd., p. 140
103
Ibíd., p. 133
104
Ibíd., p. 264
105
Epístola al Hijo del Lobo, p. 53
106
Según Shoghi Effendi, el “9” es el dígito más alto. Además “9” es el valor de “Bahá” en el sistema de
valores numéricos del alfabeto arábigo. El Templo tiene nueve lados debido a la asociación del “9” con la
perfección, la unidad y la palabra “Bahá”. (Directrices del Guardián, p. 105)
107
Oraciones y Meditaciones de Bahá'u'lláh, p. 119
108
La Dispensación de Bahá'u'lláh, p. 54
109
Dios Pasa, p. 279
110
La Dispensación de Bahá'u'lláh, p. 58
111
Ibíd., p. 57
112
La Perla Inapreciable, p. 2
113
Ibíd., p. 98
114
Ibíd., p. 155
115
Ibíd., p. 96, 193
116
Shoghi Effendi, p. 6
117
Ibíd., p. 11
118
Dios Pasa, p. 96
119
Ibid., p. 101
120
The Bahá’í World, vol. XII, p. 633