Manual Apoyo Formacion Competencias Parentales
Manual Apoyo Formacion Competencias Parentales
Manual Apoyo Formacion Competencias Parentales
ISBN : 978-956-326-024-3 Registro propiedad intelectual N: 183287 Santiago de Chile Mayo, 2009 Unidad Responsable: Desarrollo Programtico y Fortalecimiento Institucional, Secretara Ejecutiva del Sistema de Proteccin Social. Felipe Estay Barrera Patricia Jara Male Mirtha Mora San Martn Con la colaboracin de Galerna Consultores: Domingo Asn Salazar Jorge Barudy Labrn Csar Gonzlez Moris Claudio Montero Urrutia Nadia Poblete Hernndez Diseo: GONZALO BRITO BARRIOS Ilustraciones: AURELIO LAMAS GERMAIN Programa Abriendo Caminos Chile Solidario 2009 Secretara Ejecutiva del Sistema de Proteccin Social MIDEPLAN
Prlogo Introduccin Captulo I: Antecedentes Tericos y Contextuales 1. Enfoque Sistmico - Comunicacional 1.1. Intervencin Familiar desde un Enfoque Sistmico 1.2. Rol de los Consejeros Familiares 1.3. Actitudes a Evitar en el Marco de Situaciones de Malos Tratos 1.4. La Familia como Sujetos que Re-Conocen sus Comportamientos 1.5. El Diagnstico desde el Discurso Familiar 1.6. Problematizacin de la Intervencin en Competencias Parentales 1.7. El Sentido de la Intervencin 2. Competencias Parentales 2.1. Las Capacidades Parentales 2.2. Las Habilidades Parentales 3. Familias Vulnerables y Resiliencia 4. Contextos de Riesgo: Realidad Delincuencial y Carcelaria 5. Eje Articulador de la Intervencin: El Inters Superior del Nio Captulo II: Diagnstico de Competencias Parentales 1. Estrategias de Diagnstico 1.1. Foco Diagnstico 1.2. Perspectivas Diagnsticas
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1.3. Destrezas Profesionales Requeridas por parte del Consejero Familiar 1.4. Trabajo en Equipo: Reuniones Tcnicas 2. Fases del Diagnstico 2.1. Ordenamiento y Revisin de la Informacin disponible del Cuidador y la Familia 2.2. El Primer Encuentro 2.3. Historial de intervenciones de la Familia 2.4. Exploracin de Antecedentes Familiares y Personales 2.5. Evaluacin de Competencias Parentales 2.6. Sntesis y Conclusin Diagnstica Captulo III: Intervencin en Competencias Parentales 1. Aproximacin al Modelo de trabajo con Adultos Significativos 2. Construccin en Equipo del Plan de Intervencin 3. Desarrollo del Plan de Intervencin 4. Estrategias Diferenciadas de Intervencin 4.1. Promocin de Competencias Parentales 4.2. Apoyo en el desarrollo de Competencias Parentales 4.3. Rehabilitacin de Competencias Parentales 5. Abordaje de Competencias Parentales 5.1. Orientaciones generales para el desarrollo de actividades y sesiones 5.2. Fortalecimiento de Capacidades Parentales 5.3. Desarrollo de Habilidades Parentales 6. Finalizacin del Proceso de Intervencin
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Capitulo IV: Monitoreo y Evaluacin 1. El Monitoreo como Seguimiento y Apoyo 1.1. Monitoreo del Proceso de Diagnstico 1.2. Monitoreo del Plan de Intervencin 1.3. Monitoreo del Trabajo en Equipo 1.4. Instrumentos a Utilizar 2. La Evaluacin del Proceso de Intervencin 2.1. Cmo evaluar los cambios en las prcticas parentales? 2.2. Cmo evaluar la intervencin profesional? 2.3. Ficha de Monitoreo y Evaluacin Captulo V: Implicancias ticas para el Consejero Familiar 1. Consideraciones Preliminares 2. Relevancia del Trabajo de Equipo 3. Autoanlisis y Autocuidado 4. Conclusiones abiertas a lo tico Captulo VI: Anexos Anexos Captulo I: Complementos Tericos Anexos Captulo II: Batera Diagnstica Anexos Captulo III: Instrumentos de Apoyo para la Intervencin Captulo VII: Glosario de Conceptos Relevantes Captulo VIII: Bibliografa
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CARTA DE BIENVENIDA
La vocacin esencial de un sistema de proteccin social es velar por las condiciones de bienestar de las poblaciones que se encuentran en los extremos del ciclo de la vida. Buena parte de este empeo ha quedado claramente reflejada en el notable impulso que ha asumido la poltica de proteccin social a la primera infancia, Chile Crece Contigo, ya institucionalizada en ley de la Repblica. Y, qu duda cabe, la preocupacin por la proteccin a la vejez ha motivado aspectos muy destacables de la reforma previsional, otro pilar estratgico de la poltica gubernamental de proteccin social. Sin embargo, la proteccin a las personas desde la gestacin y durante sus primeros pasos y, las acciones dirigidas a la proteccin de los adultos y adultas mayores, constituyen ejes estratgicos que obligan igualmente a ocuparse de los otros grupos de la poblacin. La relacin entre las distintas etapas del ciclo de vida constituye una evidencia incontrarrestable: as como el apego maternal temprano, la construccin de vnculos seguros y la estimulacin inicial afectiva y psicomotora influirn significativamente sobre la probabilidad de acumular capital humano a lo largo de la vida, un desarrollo infantil en buenas condiciones, con acceso a recursos y en entornos protegidos, auguran una vida adulta saludable. Sin duda, en ese proceso hay una enorme franja de la vida, donde la combinacin de factores de riesgo y los factores protectores del desarrollo, pueden hacer la diferencia entre una trayectoria que alcance el mximo de su potencial posible y, una trayectoria vital limitada. Por esa razn, una poltica de proteccin social debe estar fuertemente orientada a generar instrumentos especficos de apoyo y acompaamiento para las personas, de acuerdo a la etapa de la vida en que se encuentren y, de acuerdo a sus necesidades e intereses. En este marco, no cabe duda que la influencia de los entornos familiar y comunitario sobre el desarrollo de los nios y los jvenes es fundamental, tanto para proveerles las condiciones que necesitan para crecer y desarrollarse, como para aportarles pautas y modelos que les permitan fortalecer su aprendizaje social. La separacin forzosa de los integrantes de la familia, como la que se produce por efecto de la encarcelacin de una persona, perturba las condiciones del sistema familiar para cumplir cabalmente con su tarea principal, que es la de proveer cuidados a los miembros ms vulnerables, en este caso sus nios. Es ah donde la tarea del sistema de proteccin social adquiere especial relevancia, en varios sentidos. En primer lugar, es deber de la poltica de proteccin social acercar a las familias ms desprotegidas, a los servicios sociales que requieren para restituir su funcionamiento como sistema relacional bsico. Si por alguna razn, los instrumentos que estn en teora disponibles para ellos, no resultan pertinentes o no son accesibles para esas familias, entonces es necesaria la apertura de nuevos
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
En segundo lugar, la conversacin con las familias y sus integrantes no es menor, porque de ello depende que tanto los profesionales que prestan servicios en este escenario de proteccin social, como sus destinatarios, comprendan efectivamente de qu se tratan los procesos a los que son invitados a participar, qu rol cumplen las distintas intervenciones, qu se espera que cada programa o beneficio les aporte y, sobre todo, cul es su propio rol dentro de ese articulado. En relacin a esto, no hay que olvidar que una de las caractersticas que hace distintivo al sistema de proteccin social chileno, es que desde sus inicios ha puesto nfasis en la corresponsabilidad, es decir, que el Estado cumpla con su obligacin de velar por el bienestar de las personas y, stas se hagan parte activa en el proceso de mejoramiento de sus condiciones de vida. Desde este punto de vista, el Programa Caminos, dirigido principalmente a los nios, utiliza una estrategia de intervencin familiar. El propsito? Ayudar a las familias a que cuenten con las condiciones bsicas que necesitan para cumplir con su rol natural de proveer proteccin y cuidados a sus nios. Esta no es una tarea fcil, menos en contextos de alto riesgo psicosocial o de crisis familiar. Pero, qu necesita una familia para cumplir eficazmente con su rol? Desde el punto de vista de las condiciones bsicas de bienestar, requiere de una base material mnima sobre la cual sus integrantes puedan cumplir las funciones que les corresponden, cada cual en su rol y de acuerdo a la etapa del ciclo de vida en que se encuentre. Desde el punto de vista sistmico, se requiere de competencias que permitan generar capacidad de control parental, para tomar buenas decisiones, para construir vnculos saludables y seguros, para establecer lmites, para motivar, para cuidar y, sobre todo, para nutrir afectivamente el desarrollo biolgico e intelectual de sus integrantes ms jvenes. Por esta razn, el Programa Abriendo Caminos de Chile Solidario ha hecho una apuesta estratgica: acompaar a las familias, a partir de Consejeros Familiares especialmente orientados al apoyo de representantes familiares, jefes y jefas de hogar que, asumiendo el rol de cuidadores principales de los nios, requieren orientacin y recursos para cumplir con ese propsito. Y, junto a ellos, los Tutores infanto juveniles, profesionales y educadores destinados especficamente a trabajar con los nios en la construccin de habilidades para la vida. El aporte a la formacin de competencias parentales para el cuidado y buen trato de los nios, forma parte de la esencia del apoyo psicosocial que entregan los programas de acceso de Chile Solidario. Motivar a los adultos a superar las crisis en la perspectiva de privilegiar a todo evento el desarrollo saludable e integrado de sus nios, es una estrategia concreta para apoyar a la familia y facilitar el cumplimiento de su corresponsabilidad. Con esta expectativa, este manual de apoyo a la formacin de competencias parentales, se constituye en una herramienta ms de soporte a la intervencin de los equipos psicosociales, que da a da acompaan a las familias, abriendo caminos con ellas. Vernica Silva Villalobos Secretaria Ejecutiva Sistema de Proteccin Social
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espacios para su incorporacin. Esta es precisamente la tarea de los programas de apoyo psicosocial de Chile Solidario, que actan como puentes entre las familias y las personas ms excluidas o con mayores necesidades de apoyo dedicado, y los programas y servicios de la red social. El Programa Abriendo Caminos cumple tambin este propsito: contactar a los nios cuyas familias han pasado o estn pasando por la experiencia de la separacin forzosa producto del cumplimiento de penas privativas de libertad.
PRLOGO
Introducir este Manual estando presente en su contenido, me permite en primer lugar agradecer a sus autores y a MIDEPLAN institucin que lo ha promovido por el reconocimiento hacia mi prctica, investigaciones y conocimientos en el terreno de la promocin de los buenos tratos infantiles, a travs de la evaluacin y el apoyo de las competencias parentales. Estar asociado a la publicacin de este manual que tiene como objetivo ser un instrumento para abordar el fenmeno de la parentalidad en uno de los contextos sociales de mayor vulnerabilidad y/o riesgo social para los nios y nias, es una excelente nueva oportunidad para que mis investigaciones, resultado de mi quehacer profesional, se transformen en solidaridad real con sus madres, padres y por ende con ellos. Ser solidario con hombres y mujeres que por haber crecido en ambientes familiares caracterizados por carencias afectivas y educativas, as como por la existencia de diferentes tipos de malos tratos, no tuvieron la oportunidad de aprender a ser padres y madres competentes y respetuosos de sus hijos e hijas, no slo es una actitud inspirada en un compromiso con la justicia social, sino que es un imperativo profundamente profesional. Este Manual es un instrumento gua para los y las profesionales, que en este programa ejercen como Consejeros Familiares y Tutores, puedan fortalecer su capacidad de abordar las vivencias y sufrimientos de hijos e hijas cuyas madres o padres estn privados de libertad, considerando que el sub-sistema fundamental para garantizar el bienestar y el desarrollo sano de estos nios es el parental. Por esta razn, el contenido de este Manual entrega elementos tericos y prcticos, para que los Consejeros Familiares puedan evaluar las competencias parentales no slo de los padres y madres biolgicos, sino de cualquier otro adulto, que durante lo que dura la separacin por el encarcelamiento, juega el papel de cuidador o cuidadora de los nios.
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En la medida que los sujetos centrales de este programa son los nios y las nias, evaluar las competencias parentales de los adultos responsables de su crianza, es una forma de recopilar la informacin necesaria para decidir cul es el mejor contexto familiar para garantizar los buenos tratos a los que todos los nios y nias tiene derecho. En este mismo sentido, slo a partir de una evaluacin adecuada del funcionamiento parental, se podr ayudar a los responsables de la proteccin de estos nios y nias a tomar las medidas que garanticen que estos nios y nias tengan el mximo de oportunidades para desarrollarse sanamente. Por esta razn, este manual entrega tambin herramientas para promover, apoyar o rehabilitar las competencias parentales de todas y todos aquellos adultos que pueden ejercer una parentalidad social. Ofrecer un contexto de buenos tratos permanente, a travs de una parentalidad adecuada, que garantice el bienestar, la salud y el desarrollo sano de los nios y de las nias es la forma ms coherente de llevar a la prctica la Convencin Internacional de los derechos de los nios y las nias. Desde una perspectiva cientfica las investigaciones sobre la organizacin, el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso, realizadas en estos ltimos 20 aos han demostrado que los cuidados y los buenos tratos que los adultos dedican a sus bebs y a sus hijos e hijas, juegan un papel fundamental en la maduracin y el desarrollo del cerebro. Existen suficientes datos cientficos para afirmar que el funcionamiento de la mente depende del funcionamiento del cerebro. A su vez el buen o mal funcionamiento del cerebro, por ende, de la mente depende en gran parte de la calidad de las relaciones interpersonales, ofrecidas por las madres y los padres u otros cuidadores a los nios y nias, especialmente en la infancia temprana. Los buenos tratos y, ms particularmente, los cuidados, la estimulacin y la proteccin que reciben los nios y las nias en el transcurso de sus tres primeros aos de vida, son determinantes para la configuracin de un cerebro sano con capacidad para responder a todos los retos de una existencia infantil y, ms tarde, a los de una vida adulta, entre estos, la capacidad de ejercer una parentalidad adecuada y competente.
De todas las especies mamferas los bebs humanos son los que nacen ms inmaduros y necesitan que sus madres y sus padres se ocupen de ellos por largos periodos. Este es quizs, el precio que la especie humana tuvo que pagar cuando el proceso evolutivo permiti el desarrollo de la corteza cerebral, esa parte del cerebro que no tienen los otros mamferos y que es responsable del salto cualitativo de la que se desprende la capacidad humana de representarse la realidad a travs del pensamiento simblico. Desde otro punto de vista, esto explica el aumento considerable de la circunferencia craneana lo que tendr sus consecuencias en el momento del parto. Si el desarrollo del cerebro humano se completara en el interior del tero, como pasa con los otros mamferos, cuando termina el perodo de gestacin, la cabeza llegara a alcanzar tal tamao que el beb humano tendra que vivir el resto de sus das en el vientre materno. Dicho de otra manera, si el parto se produjera en el momento que el cerebro haya alcanzado un desarrollo que permitiera ms autonoma al beb, por ejemplo, a los dos aos, ste nacera con un cerebro ms maduro, pero el parto sera inviable. En resumen, el cerebro inmaduro del beb es el precio que se tiene que pagar para poder nacer. Desde el punto de vista del objetivo de este manual, es importante insistir que es esta inmadurez la que condiciona la extrema dependencia de los bebs y los nios y nias en general, de las atenciones cuidadoras y protectoras de los adultos. Estas son totalmente necesarias para sobrevivir, crecer y desarrollarse. En esta perspectiva, el ejercicio de una parentalidad suficientemente sana y competente es fundamental para los nios y las nias. Por lo que los contextos sociales y familiares que condicionan las conductas delictivas de los padres y los periodos de separacin, consecuencia de la encarcelacin de uno o de los dos padres, son factores que limitan la existencia o el ejercicio de esta parentalidad sana y competente.
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El hecho que las cras de los mamferos nazcan inmaduras explica que durante das, semanas o aos como es el caso de las humanas necesitan ser cuidados, protegidos y educados por sus progenitores y si estos no tienen las capacidades necesarias, slo el cuidado de otros animales de la manada, tribu o comunidad en el caso de los humanos, pueden evitar su deterioro e incluso la muerte.
Por lo anterior, el buen trato, es decir, los cuidados, la comunicacin, la estimulacin y la educacin de los bebs y los nios en general, son responsables del crecimiento y la maduracin del cerebro. Estos factores provenientes del entorno, permiten no slo la maduracin neuronal, sino el desarrollo de sus dendritas y axones, con lo que establecern contactos o sinapsis con otras neuronas para ir configurando las reas funcionales responsables del funcionamiento de los diferentes aspectos de la mente. A medida que las interconexiones se van instalando, bajo la influencia del entorno, las diversas ramificaciones se irn recubriendo de una substancia llamada mielina, capa aislante que recubre las prolongaciones neuronales. Esta substancia, es responsable de asegurar la calidad de la transmisin nerviosa y, en resumen, la posibilidad de realizar funciones cada vez ms complejas. El proceso descrito se conoce como auto-organizacin cerebral y es lo que permitir a los nios la integracin de diferentes modos de procesamiento de la informacin resultado de las experiencias positivas o negativas que se derivan de las relaciones interpersonales con sus padres y dems miembros de su familia. La auto-organizacin del cerebro y en consecuencia la de la mente, es el objetivo central del desarrollo psquico infantil integral y las competencias de los padres y madres su motor. Diversas investigaciones muestran cmo las atenciones y los contactos fsicos que los bebs reciben de los adultos de su entorno, son muy importantes para el desarrollo del cerebro. Los nios y las nias tienen necesidades de sentir caricias, de ser tocados, de estar en brazos de sus padres, no nicamente para satisfacer una necesidad psicolgica fundamental: establecer vnculos, sino tambin, para permitir la finalizacin de la maduracin del cerebro (N.R. Rygaard, 2005). Es por eso que se tiene que considerar la desnutricin y la negligencia afectiva y educativa como una de las peores formas de maltrato a los nios y las nias (J. Barudy, 1997). Otras investigaciones han demostrado igualmente que el elemento ms destructivo, para la maduracin precoz del sistema nervioso central, es la ausencia de estimulacin tctil. N. R. Rygaard (2005) hace referencia a los trabajos de Reide (1979), el cual demostr con experiencias de laboratorio hechas con chimpancs, que las caricias maternales seguidas de una separacin de corta duracin, por ejemplo 14 das, llevan en el transcurso del primer ao de vida, a una perturbacin crnica de los ritmos cerebrales y de otras funciones del cerebro. El investigador observ signos de disfunciones
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cerebrales con electroencefalogramas anormales, as como respiracin anormal, trastornos del sueo, ritmos cardacos anormales, y todo esto de forma continuada, a pesar de recuperar la presencia de la madre y parecer tranquilizarse. El maltrato sufrido a una edad temprana puede tener efectos negativos duraderos en el desarrollo y las funciones del cerebro infantil, sobre todo cuando el sistema social no les ofrece a los nios y nias la proteccin necesaria, acompaada de programas teraputicos destinados a la rehabilitacin parental y/o a la reparacin del dao sufrido por los nios. Por otra parte, si adems existe maltrato fsico, psicolgico o sexual contra el nio o la nia durante el crtico tiempo de formacin en que su cerebro se est esculpiendo gracias a la experiencia relacional, el estrs consecuencia de estos malos tratos puede dejar una impronta indeleble en la estructura cerebral y en sus funciones. Otras investigaciones nos muestran alteraciones en el desarrollo del sistema lmbico o cerebro emocional, resultados de las carencias afectivas y el estrs. El sistema lmbico corresponde a las zonas cerebrales donde se efecta la gestin de funciones vitales tales como: el comportamiento emocional, la alimentacin, la agresividad y la sexualidad. Cuando un pequeo chimpanc es abandonado durante un corto perodo, o an peor, si el perodo es largo, el desarrollo de las dendritas y, lgicamente, de las sinapsis se encuentra gravemente retardado en el sistema lmbico (Heath, 1975; Bryan, 1989). Eso posiblemente quiere decir que las redes de comunicacin interna, formadas por interconexiones de dendritas y de axones, no se desarrollan normalmente cuando los bebs son abandonados por su madre y no reciben atenciones sustitutorias de cualidad equivalente. Los cientficos estn convencidos de que todo lo que se ha visto en chimpancs se puede aplicar a los humanos, ya que las similitudes entre unos y otros, a lo referente a la maduracin y el desarrollo del sistema nervioso central, son numerosas, particularmente en todo lo que tiene que ver con el sistema lmbico. Las consecuencias de un crecimiento menor de dendritas provocadas por un abandono afectivo precoz son probablemente que la red neurolgica interna, entre las diferentes zonas funcionales del cerebro, resulta imprecisa e inestable. Otra observacin importante, sealada por las ltimas investigaciones, nos indica que las redes cerebrales del cortex pre frontal
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modulan las respuestas emocionales y las pulsiones agresivas y sexuales al poner en relacin el cerebro emocional o sistema lmbico con las zonas superiores del cerebro, o corteza cerebral. Esto permite la regulacin de las emociones y las pulsiones a travs de los pensamientos, la capacidad de reflexionar, hacer proyectos y transformar en lenguaje verbal lo que se siente y se desea. Los cientficos estn de acuerdo que el buen funcionamiento de los lbulos pre frontales es una garanta para modular las conductas. Tenemos suficientes datos para poder afirmar que una buena organizacin y buen funcionamiento de esta zona cerebral dependen de los cuidados, la estimulacin y la ausencia de estrs, es decir de los buenos tratos en la infancia, sobre todo en la infancia temprana. Hoy en da est cientficamente demostrado que los malos tratos a los nios y nias por el estrs que provocan, imprimen sus efectos sobre la actividad y el desarrollo de las estructuras cerebrales, hasta el punto de alterar las capacidades intelectuales y psicolgicas, as como los comportamientos afectivos y relacionales. La experimentacin animal ha permitido conocer el mecanismo cerebral de respuesta al estrs. As, Meaney y Plotsky (C. Bonnier, 2006), experimentando con ratas, han demostrado cmo, en condiciones normales hay un 5% de cortisol libre y el 95% de cortisol asociado a protenas (Corticoid-Binding-Globulin o C. B. G.). Pero frente a una situacin de estrs, el cerebro produce un aumento de la produccin de cortisol, sustancia necesaria para producir las hormonas que participan en las respuestas normales al estrs. Si el estrs es muy importante y perdura demasiado tiempo como pasa en las situaciones de maltrato infantil, la produccin de C. B. G. es excesiva y hay un aumento elevado de cortisol libre. Eso tiene como consecuencia una inundacin txica de cortisol al cerebro, lo que conlleva daos importantes, sobretodo en la regin del hipocampo, estructura microscpica del sistema lmbico que tiene un papel fundamental para memorizar las experiencias afectivas. El exceso de cortisol provoca una atrofia de las clulas nerviosas de esta regin cerebral del beb, que comporta un dficit de la memoria de experiencias relacionales afectivas, fundamentos de la seguridad de base que caracteriza los vnculos seguros. El riesgo de desarrollar trastornos afectivos est garantizado si el estrs persiste. La experimentacin animal nos permite saber que los vnculos caracterizados por el buen trato de la madre o substituta hacia un beb, reducen significativamente las tasas de cortisol y, a la in-
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versa, el estrs provocado por el abandono afectivo de la madre incrementa definitivamente esta tasa. Tambin est suficientemente documentada la afirmacin que los estmulos afectivos, psicolgicos y sociales dainos, como, por ejemplo, el estrs, son capaces de influenciar la expresin de los genes, es decir, pueden contribuir a la activacin de genes dormidos y, en consecuencia, favorecer la aparicin de determinados rasgos negativos de la personalidad o enfermedades genticamente determinadas (N. R. Rygaard, 2005). Este conjunto de datos nos ilustra sobre la evidencia de su incompatibilidad con la idea de un cerebro que se desarrolla al margen de influencias del entorno material, humano y social. De ah la importancia que le da este manual a contribuir a una mejora de las capacidades parentales, en la medida que el entorno interpersonal creado por estos u otros cuidadores es el entorno ms fundamental para los nios. Lo que resulta evidente es que sin los cuidados de un adulto competente, el cerebro de un nio se atrofia como lo revelan las imgenes de los scanners del cerebro de nios privados de alimentos y afecto. Otras de las ideas que fundamentan la existencia de este manual es que las bases fundamentales de los comportamientos constructivos de los nios y nias y ms tarde de los adolescentes y adultos, consigo mismos y con los dems incluidos la conyugalidad y la parentalidad se adquieren tambin a travs de las relaciones bien tratantes con, por lo menos un cuidador competente. En la mayora de los casos, en nuestra sociedad se trata de la madre o de una substituta maternal. Aunque todas las investigaciones muestran que los hombres poseen todos los recursos biolgicos para hacerlo, es necesario primero un cambio en sus representaciones culturales derivadas de su socializacin patriarcal, para participar en los cuidados cotidianos que el beb y los nios pequeos necesitan. Los padres y madres biolgicas criados en ambientes familiares y sociales suficientemente cuidadores y bien tratantes, al desarrollar las capacidades bsicas para criar un hijo o una hija, son la primera y ms fundamental fuente de crianza y educacin para sus hijos. Si esto no ha ocurrido y al contrario, la vida de los padres en
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sus infancias y adolescencias se ha caracterizado por experiencias de malos tratos infantiles, pobreza, violencia y exclusin social existen grandes posibilidades de que estos no hayan desarrollado capacidades parentales y, como consecuencia, no sepan cuidar y educar a sus hijos e hijas, pudiendo adems agredirles fsicamente y/o sexualmente. Esto no es un determinismo absoluto, pues una proteccin adecuada y el apoyo de la resiliencia infantil pueden en muchos casos cambiar el curso de estas historias. Este manual y sobre todo el programa que lo utilizar como instrumento, debe ser considerado tambin como un aporte para el desarrollo de esta resiliencia infantil. Como una forma de ilustrar la importancia de los cuidados y la estimulacin en el desarrollo de la mente, nos referimos a los resultados de diferentes investigaciones que han mostrado el papel y la importancia del mecer a un beb como estmulo para la maduracin cerebral. Este, que comienza cuando el beb est en el tero y contina con el mecimiento de los recin nacidos y los lactantes, constituye una accin fundamental para el correcto desarrollo del cerebro, en especial del cerebelo. Este ltimo es el que modula la produccin de dos neurotransmisores: la noradrenalina y la dopamina. Ambas hormonas se encuentran anormalmente aumentadas en los nios abandonados carentes de afecto y de cuidados, lo que explica la hiperactividad, los comportamientos violentos que estos nios y nias presentan, las adicciones futuras y los comportamientos delictuales en la adolescencia y en la adultez. Otras investigaciones han demostrado que la ausencia de contacto y la falta de cuidados hacen que el cerebro produzca ms adrenalina, lo que tambin predispone a comportamientos ms impulsivos y agresivos. En la medida que muchos de estos nios y nias, futuros padres o madres crecen en contextos familiares violentos, sus propios comportamientos agresivos les facilitan la adaptacin al entorno. Esto crea una dramtica paradoja: mientras menos cuidados y protegidos estn los nios y las nias, ms agresivos tendrn que ser para sobrevivir. Desde un punto de vista cientfico, resulta evidente que la calidad de la especie humana podra mejorar si todos los nios del mundo recibieran los cuidados, el amor, el respeto y la educacin que merecen. La mayor leccin que hemos aprendido de nuestras prcticas e investigaciones sobre el cerebro, es que los comportamientos humanos y entre ellos los comportamientos violentos son el resultado de una interaccin entre el cerebro y su entorno. Desgraciadamen-
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El contenido de este manual no slo entrega argumentos tericos para profundizar acerca de la importancia de una parentalidad competente para el desarrollo infantil, sino que tambin ayuda a comprender cmo los contextos humanos injustos, violentos y carenciales pueden provocar dao en nios y jvenes. Esto no slo ayuda a comprender el origen social de los comportamientos violentos y/o delictuales de sus padres o madres, sino que adems brinda pistas para intentar, con el esfuerzo de muchos y muchas, ofrecer posibilidades a estos padres a rehabilitarse como tales. Los protagonistas del modelo de intervencin propuesto por este manual son los nios y nias, sus cuidadores, los Consejeros Familiares y Tutores, operadores de este programa. Los principales protagonista son los nios y nias que nacieron en familias donde alguno de sus padres, por diversas circunstancias, estn privados de libertad. Esta separacin familiar, puede provocar variados grados de sufrimiento en nios y nias, entre otros: trastornos del apego, problemas de conducta y dificultades de aprendizaje, lo que a menudo los somete al riesgo de la estigmatizacin social y la marginalidad, privndoles de una proteccin infantil adecuada y de factores resilientes para superar el impacto de sus condiciones de vida desfavorables. Los cuidadores y las cuidadoras son el segundo grupo de personajes principales de este Manual, quines asumen el cuidado de nios y nias, pudiendo o no ser familiares biolgicos de los mismos. En este sentido, el modelo explicativo integral, incorporado en el manual, ayuda a considerar que los padres y madres de estos nios y jvenes, son seres humanos que han cometido delitos, por lo tanto ellos no son sus delitos. Por otra parte, al considerar que en la mayora de los casos sus prcticas son el resultado en gran parte de una historia de injusticias familiares y sociales, este Manual es tambin un intento por parte del Estado y la sociedad chilena de contribuir a reparar estas injusticias, travs de una atencin especial y especializada de los hijos e hijas de estos adultos. Los otros protagonistas a quienes est dirigido este Manual son los profesionales que desde el trabajo social, la psicologa o la pedagoga pueden suministrar los aportes necesarios a estos nios y nias, as como a sus cuidadores, para promover una parenta-
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te, son an muchos los adultos incluso pertenecientes a sectores acadmicos o profesionales de la infancia que por ignorancia o ideologa, niegan esta evidencia.
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lidad suficientemente adecuada que ofrezca nuevas posibilidades a nios y nias para lograr un desarrollo sano y comportamientos sociales responsables con ellos mismos y su comunidad. Las mismas investigaciones sobre el desarrollo del cerebro han mostrado que a pesar del dao provocado en los hijos por las incompetencias de sus progenitores, el cerebro infantil tiene una plasticidad estructural, por lo que nuevas experiencias de cuidado, proteccin y educacin, pueden estimular la emergencia de nuevos circuitos cerebrales y recuperar as funciones daadas o perdidas. El apoyo o la rehabilitacin de la parentalidad biolgica, as como el ofrecer un medio de vida alternativo a los nios a travs de la adopcin, el acogimiento familiar o el ingreso en un hogar familiarizante, cuando esto no se puede lograr, son intervenciones que reparan y promueven nuevas formas de funcionamiento de la mente infantil, que a su vez reducen el impacto destructor de la violencia y los malos tratos en estos nios y jvenes. Esto es factible si existe por lo menos una persona que los trate con amor y respeto incondicional. Estas personas, en el caso de este programa- los Consejeros Familiares y Tutores- podrn a travs de una relacin estructurada y coherente, en alianza con los cuidadores cuando es posible, facilitar experiencias resilientes, de tal manera que los nios y nias integren en su funcionamiento personal que el mundo no es slo agresin, carencias y violencia, sino que el respeto, el afecto, la no violencia y el buen trato son posibilidades reales y alcanzables. Si bien es cierto que ste no es un Manual que de una manera explcita tiene como objetivo promover la resiliencia parental o infantil, esto est implcito en su finalidad, as como del Programa que forma parte. La resiliencia humana o capacidad para superar las consecuencias de las experiencias difciles incluso traumticas, transformndolas en formas constructivas para enfrentar las adversidades y los nuevos desafos del vivir, tendr una posibilidad de desarrollase, en los beneficiarios de este Programa, porque el diseo de este Manual est orientado a promover en los y las Consejeros Familiares y Tutores sus capacidades a crear entornos afectivos y de buen trato para todos los protagonistas. La neurociencia ha demostrado que la organizacin y el funcionamiento del cerebro humano dependen no slo del mapa gentico de cada sujeto, sino tambin de sus interacciones con el entorno familiar y social en que le toca vivir. Por tanto, los contextos donde los nios y nias se desarrollan, son determinantes para el funcionamiento de sus mentes.
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
Es en este rgano complejo, poderoso, pero sumamente dependiente de los entornos humanos para su desarrollo y conservacin, que se produce la mente humana. La mente es la fuente de todas las actividades humanas y entre otras del conjunto de comportamientos que permiten la parentalidad o la marentalidad. Esta capacidad de cuidar, criar, proteger, educar y socializar a los hijos e hijas es una de las funciones ms fundamentalmente humanas que existe, depende del funcionamiento del cerebro, por lo tanto, de las mentes de los padres y de las madres. Los resultados de las investigaciones de la neurociencia han puesto en evidencia que la organizacin del cerebro infantil, su funcionamiento y su desarrollo depende de los cuidados y la estimulacin que los nios y nias reciben, incluso ya antes de nacer. Por lo tanto, la mente infantil y que luego ser la mente de un adulto, emerge del interfaz entre las experiencias de relacin de un nio con sus progenitores o cuidadores y la estructura y funcionamiento de su cerebro. En otras palabras, la mente infantil emerge de la actividad cerebral, cuya estructura y funcin estn directamente modeladas por la experiencia interpersonal. Por esta razn, hemos querido incluir en esta introduccin, una explicacin de cmo la mente de los padres surge a partir de sus cerebros modelados por los procesos de relaciones interpersonales que han conocido a lo largo de sus vidas. Esto desde antes y durante el tiempo en que han ejercido la funcin parental. Lo que son como padres o madres y lo que hacen depende de estos procesos. Sus competencias o incompetencias son el resultado de relaciones con las personas significativas de su vida, que han modelado sus formas de ser padres. Por otra parte, en estas constataciones se fundamentan nuestras convicciones, de que siempre es posible influenciar la mente y por tanto el cerebro con nuevas experiencias, esto es lo que intenta ofrecer este Manual, en tanto gua para que profesionales ayuden a cuidadores, padres y madres, a fortalecer sus competencias parentales y a aquellos que no han podido desarrollar estas competencias a tener una oportunidad de adquirirlas.
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El cerebro es la parte del organismo que permite que los seres humanos seamos capaces de sentir, movernos, aprender, memorizar, pensar, hablar, amar, vivir en pareja, cuidar a los hijos, tener conciencia de nosotros mismos y de lo que nos rodea, planificar el futuro y reflexionar ticamente. Pero al mismo tiempo, es la parte del cuerpo responsable que algunas personas roben, agredan a otras, engaen, maltraten a los hijos o a su cnyuge.
A pesar de estos descubrimientos, que la mente y entre otros la conducta y las competencias parentales resultan de la interaccin de las personas con su entorno, pasarn muchos aos antes que esto se integre como una verdad cientfica en la cultura. Estos descubrimientos implican un cambio epistemolgico fundamental en el terreno de las ciencias humanas, equivalente a los que los descubrimientos de Coprnico, Newton, Darwin o Einstein, trajeron en el campo de las ciencias exactas. El gran desafo para las sociedades humanas ser la integracin de estos nuevos conocimientos, en la comprensin de la naturaleza humana y de los diferentes comportamientos que las personas producen. Cuando esto ocurra, la mayora de los seres humanos podr compartir con nosotros que en el origen de todos los comportamientos humanos, est presente la forma en que el nio o nia, que se transformar en adulto, han sido bien o maltratados en sus familias y sus sistemas sociales, tales como la escuela, su ciudad, la sociedad en general. En lo que se refiere a los hijos e hijas de padres o madres privados de libertad, los hallazgos cientficos nos permiten afirmar con toda seguridad que un hijo o hija de un padre o una madre involucrada en actividades delictivas, no tiene por qu ser un nuevo delincuente. El riesgo de estigmatizacin ser superado cuando exista la conviccin en la sociedad y en los poderes pblicos que ofrecindoles a estos nios y nias los recursos parentales y sociales para que se desarrollen sanamente, se habr estimulado su resiliencia, y por ende, la superacin de la posibilidad de un destino delictual. Este Manual, parte de una poltica de Estado, es un signo esperanzador de que cambios importantes se estn operando en la sociedad chilena. Finalmente, estudiar la parentalidad evaluando sus cualidades y las consecuencias sobre los hijos, implica ser conscientes que, como toda actividad humana, en esta funcin contribuyen significativamente los factores genticos y constitucionales de los padres, pero tambin y de una manera fundamental las experiencias de vida que han modelado el desarrollo del cerebro y de la mente. Estas visiones lejos de culpabilizar a los padres les hacen responsables de lo que son, pero se les reconoce tambin que hacen lo que hacen porque estn modelados por sus propias historias infantiles. Evaluar sus competencias es una manera de establecer de qu manera la forma que tratan a sus hijos est modelando el desarrollo cerebral y consecuentemente la mente de estos. Esto para organizar la ayuda a sus hijos y tambin a ellos mismos para
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Prlogo
que tengan la posibilidad de adquirir las competencias y habilidades que sus experiencias anteriores no permitieron. A la luz de nuestra prctica e investigaciones, podemos afirmar con toda seguridad que no slo facilitarn la reparacin de los daos sufridos por estos nios y jvenes, sino que adems, al transformarse en fuentes de resiliencia, podrn hacer realidad este maravilloso postulado: Una infancia infeliz no determina siempre la vida adulta. Slo el valor teraputico del amor, la educacin y la solidaridad pueden cambiar el curso de una historia infantil y una adolescencia enrarecida por el abandono afectivo, la violencia y el abuso. Jorge Barudy
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Introduccin
El Sistema de Proteccin Social Chile Solidario, es el componente de la poltica de Proteccin Social que se dedica a la atencin de familias y personas que se encuentran en situacin de vulnerabilidad, buscando promover su incorporacin a las redes sociales y su acceso a mejores condiciones de vida. En este sentido, el abordaje de problemticas asociadas a condiciones psicosociales de desarrollo de nios, nias y sus familias, constituye un aspecto fundamental de la estrategia de proteccin social. Siendo una de las reas mas urgentes aquella que se caracteriza por el entrecruce dramtico y vital, del desarrollo de nios y jvenes, en el seno de barrios y familias vulneradas en sus derechos, donde los procesos de exclusin y las dificultades de acceso a procesos de integracin, generan espacios de patologas sociales, que implican circuitos de marginacin y desarraigo. El Programa Abriendo Caminos, constituye una respuesta a esta necesidad, articulando un sistema especializado de consejeras familiares y tutoras infanto-juveniles. La emergencia democrtica y el llamado de atencin de las Polticas de Infancia y Proteccin Social, que propone e instala este Programa, basado en el fortalecimiento restablecimiento de la parentalidad y en especifico de las competencias parentales, representa un cable a tierra que conecta con uno de los problemas reales de ms impacto en Chile, el de nios y nias que crecen sin apoyo ni cuidados suficientes, al margen incluso de afectos. El abordaje de esta realidad era y es necesario y ello tiene que basarse en una programacin que tenga una calidad base de experiencia y evidencia demostrable. Esto es precisamente lo que ha intentado este Manual, el que es puesto a disposicin de los usuarios con gran esperanza de lograr ser parte de este esfuerzo por mejorar las condiciones de vida de nios, nias y familias.
Programa Abriendo Caminos Chile Solidario
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Modificar condiciones afectivas y sociales que son claves en el desarrollo y maduracin, en una sociedad como la chilena es un objetivo prioritario. Lograrlo implica adquirir un compromiso de trabajo de largo plazo, intentando incidir en reas bsicas de una causalidad social compleja. El texto ofrece est perspectiva multidisciplinaria y tambin multisectorial, para acercarse a las races de estos procesos. Quienes usen el manual, podrn desde el, profundizar en el conocimiento de significados y funciones de la parentalidad en condiciones sociales crticas. Mediante tcnicas y procedimientos calificados se entregan modelos de accin profesional y tcnica, formas de relaciones y de generacin de asociabilidad colaborativa, de motivar y evaluar. Todas estas responden a perspectivas situadas fuertemente en el espacio social que ocupan estas familias. Conocer mejor a estos usuarios finales, abrirse a sus visiones y a los cambios que se requieren, es desde, el punto de vista del manual, una base adecuada de trabajo para que en el futuro se produzca en nuestra sociedad una relacin ms responsable con nios, nias y jvenes. Propiciar este compromiso es lo que se plantea en sus diversos captulos. El capitulo I, nos entrega una visin de sntesis del panorama actual de la visin de competencias parentales, y su limitacin y crisis en personas privadas de libertad y sometidas a procesos judiciales. El capitulo II, ofrece un amplio panorama de procedimientos y tcnicas en sus respectivos componentes de paliacin y anlisis, detallando los pasos a seguir y las limitaciones o restricciones que tiene el caso y la aplicacin de alguna de ellas. Se destaca la variedad de procedimientos para cada nivel, desde lo individual a lo grupal. El capitulo III, propone un aspecto central del trabajo directo: como responder a la necesidad de un proceso de cambio co-gestionado. Este capitulo entrega antecedentes sobre temas claros, como el manejo de tensiones y conflictos, la sociabilidad, el planteamiento de expectativas realistas, el significado de los rasgos y valores en el vinculo filial.
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Otros aspectos como flexibilidad, adaptacin o condiciones difciles, tolerancia y capacidad de surgir son tambin destacados. Los temas de seguimiento y monitoreo son parte del capitulo IV, que incorpora una mirada que sita la relacin en un contexto de intervencin, el efecto que se busca es el cambio, este objetivo de cambio en contextos de vulnerabilidad, es el objetivo a conseguir y estabilizar. Lo cual se presenta como una necesidad de recurrir a contextos sociales ms amplios, escuela, vecindad, organizaciones, instituciones. Si bien el capitulo IV, propone un eje de carcter intergrupal, el capitulo V, plantea el significativo campo de lo tico en este tipo de intervenciones, destacando aspectos y dimensiones que se deben considerar y proponer adems, para el logro de prcticas efectivas, el cuidado de equipos y el autocuidado. El texto ofrece finalmente anexos con material de apoyo tericoprctico, sugerencias bibliogrficas, un glosario de trminos claves a este campo de accin y otras ayudas significativas para los profesionales y tcnicos. Con un profundo inters en el rea de derechos sociales, en la formacin de justicia social y la generacin de procesos de ciudadana activa, que es el fin superior de este Programa, queremos que todos y todas que se impliquen en esta prctica puedan hacer uso efectivo de este manual y ayudar a transformarlo y mejorarlo. Equipo Ejecutor
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Son tambin importantes las propuestas acerca de cmo acercarse a necesidades afectivas de lata demanda en el crecimiento infantil, el manejo de la libertad y auto desafos, como un reto. Las soluciones racionales de frustracin y agresin.
char y escucharse en el feedback. En este sentido, es necesario anteponer a la teora una praxiologa donde el Consejero Familiar sea capaz, en primer lugar, de visualizar los sufrimientos invisibles de los nios. El enfoque Sistmico-Comunicacional de la intervencin es simplemente una modalidad de acercamiento, abordaje y tratamiento de las significaciones, explicaciones y prcticas en torno al maltrato, abandono o negligencia parental. Lo central, es el proceso conversacional en base a una observacin y escucha activa del Consejero con el sistema familiar respecto a los tratos y cuidados que se le brindan al nio o nia.
En esta direccin, segn Watzlawick (1997) lo relevante es observar que la comunicacin implica considerar no slo el nivel semntico de una comunicacin (nivel digital), sino tambin el emisor, el receptor, el entendimiento de un mensaje, la interaccin, la puntuacin de las secuencias comunicacionales entre los participantes, etc. (Nivel analgico). En definitiva, es desde la escucha de las voces del fenmeno que cada parte del sistema, es decir, cada miembro de la familia, tiene posibilidades de reconocer su propio lugar y su forma de enlazarse al otro al interior del tejido familiar. Las posibilidades que ofrecen el escuchar al otro y escucharse a s mismo se traducen, en el marco de toda intervencin, en un afectar intelectivamente los niveles de recursividad1 que operan sobre la situacin problemtica. Las voces de cada integrante de la familia se someten a la escucha atenta por parte de los dems miembros de la familia, cuestin que en sentido abstracto promueve reflexiones en torno a lo dicho y lo no dicho. La intervencin, en su bsqueda de re-construir el espacio familiar y garantizar el bienestar psico-social de los y las nias, ha de generar una causalidad circular en torno no slo a las palabras, sino tambin a los silencios y a los intersticios comunicacionales. El silencio puede utilizarse como una herramienta reguladora, ya que introduce un tipo de informacin sin forma respecto de las conductas de cada miembro. Detenerse en los silencios es un modo de escuchar la profundidad de los efectos que las conductas provocan en cada uno de los miembros de la familia. Palabras y silencios hacen patente la interdependencia de los miembros del sistema.
Por niveles de recursividad entendemos, desde la ciberntica de segundo orden, que el comportamiento global del sistema afecta a otros elementos de su entorno y a su vez es afectado por estos. En este sentido, es importante considerar en el anlisis de toda situacin familiar las circunstancias sociales y econmicas que afectan los comportamientos de la familia y sus respectivos miembros.
de interpretar su propia realidad desde una perspectiva crtica, an ms cuando los profesionales a cargo de la intervencin reivindican la confianza en la comunicacin y el intercambio de posiciones.
El modo de intervencin propuesto, en su despliegue ha de constituir una nueva forma de conceptuar los comportamientos de cada familia, sin embargo, como ya se seal, estas nuevas definiciones han de evidenciarse como el resultado del entrecruzamiento de los relatos singulares de cada uno de los miembros. Dicho esto, la aplicacin de los principios bsicos de la ciberntica, permiten una intervencin que releva la importancia del carcter circular de la causalidad de la comunicacin. Es decir, cada familia se distingue por aquellos mensajes que en su interior circulan, generando con ello pautas especificas de interaccin entre sus miembros. Estas interacciones dan cuenta de la familia como un conjunto, donde los comportamientos de unos causan en las otras diversas reacciones, y as de modo sucesivo. Por tanto, las relaciones familiares positivas o negativas dependen de dicha circularidad. Estos efectos pragmticos de la comunicacin, en virtud de lo sealado, se presentan, en no pocas oportunidades, como el o los sntomas que impiden la clausura de la retroalimentacin negativa entre los miembros de la familia.
Es competencia de los Consejeros Familiares resaltar los efectos pragmticos de la comunicacin, ya sea como retroalimentacin positiva o bien como retroalimentacin negativa.
Estos sntomas se presentan bajo la forma de un mensaje comunicacional, de ah que la intervencin del sistema tenga por objetivo modificar los patrones interaccinales (formas cotidianas de relacin de la familia) que mantienen vigentes los comportamientos repetitivos que impiden una retroalimentacin positiva que redefina la organizacin familiar. Permitir a las familias encontrarse frente a frente con sus modos de enfrentar la realidad cotidiana patrones interaccinales, en especial con aquellos que generan tensiones entre sus miembros, es un primer paso para modificar aquellos comportamientos que impiden una sana comunicacin entre las partes de la familia.
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Es funcin del Consejero Familiar promover espacios de construccin de nuevos patrones interaccinales y contener emocionalmente a los miembros de la familia durante el proceso.
La transformacin de estos patrones slo es posible en la medida en que el Consejero Familiar facilite un cuestionamiento a las convenciones socioculturales aceptadas a priori y como normales por el grupo familiar.
cin avance por un camino donde se use una semntica preventiva de los procesos de diabolizacin o de victimizacin secundaria, sin que ello se convierta en una actitud permisiva ante prcticas negligentes y abusivas. Siguiendo a Barudy, lo relevante es que ni el problema ni las partes en juego se reduzcan en una semntica de polos antagnicos (victimas versus victimarios), puesto que ello slo fortalece la distancia comunicacional y la profundizacin de definiciones que traban el develamiento de las fuentes del problema. El camino de la intervencin Sistmico-Comunicacional se fragua en el acompaamiento de los protagonistas y la recuperacin de la memoria histrica, por tanto, su objetivo est en co-construir, desde la voz del fenmeno, narrativas que expliquen los sentidos del sufrimiento y las causas de este. Al hablar y develar las verdades del sistema, los integrantes descubren su propia posicin subjetiva en relacin a la organizacin y dinmica familiar, cuestin que por lo dems, les permite abrirse ante la posicin del otro y reconocer que los problemas del sistema son de responsabilidad compartida. En el caso de esta intervencin y considerando las caractersticas de las familias vulnerables,2 el foco central deben ser los nios y las nias, ya que ellos son los sujetos ms desprovistos de herramientas y de poder para enfrentar los conflictos familiares. No obstante, es necesario reiterar que la mirada aqu propuesta ha de observar el sistema en su totalidad, razn por la cual la observacin ha de extenderse a la mayor cantidad de miembros posibles del ncleo familiar y su entorno ms cercano.
2 A propsito de la diversidad de vulnerabilidades ver en este captulo el apartado en torno a Familias Vulnerables y Resiliencia.
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En virtud de lo sealado, sern los relatos y la observacin del nio o nia, su familia y la red de conversaciones, lo que permitir a los profesionales connotar la alarma especfica que resuena desde la intimidad del sistema y dimensionar la gravedad del problema y sus repercusiones fcticas ms inmediatas.
Abordar y explorar en la red de conversaciones familiares implica por parte del Consejero Familiar asumir una escucha activa de la estructuracin discursiva de los mensajes y sus contenidos, puesto que all radica una de las posibilidades de rastrear tanto las competencias como incompetencias parentales de padres, madres o cuidadores.
trar trabajo o cesar el consumo de drogas, como condicin para no establecer procedimientos vinculados a medidas de proteccin vinculadas al nio o nia. b. La identificacin negativa con los padres o cuidadores. Estas vivencias son a menudo responsables del riesgo de una amplificacin de las incompetencias de los padres con posibilidades en los casos ms extremos de la existencia de una diabolizacin. Esto puede conducir a medidas precipitadas que pueden resultar dainas para el nio o nia y/o a no motivar a los padres o cuidadores a participar en un proceso de rehabilitacin, fortalecimiento o apoyo parental. Incluso, en los casos ms graves, se corre el riesgo de influenciar negativamente la vinculacin de los nios con sus padres o cuidadores. Una identificacin con los nios en contra de sus padres o cuidadores. El dolor de los nios maltratados, sobre todo cuando son pequeos provoca una reaccin emocional de tristeza, rabia e indignacin en cualquier profesional que trabaje en este campo. Esta reaccin emocional puede ser considerada legtima e incluso til para la intervencin cuando sta es emptica con la realidad del nio. Esto implica que los profesionales consideren la complejidad de la situacin, en la que emergieron los malos tratos y sobre todo la necesidad y el derecho que tienen los nios a mantener una vinculacin con los que les dieron la vida. Cuando esta reaccin emocional es de piedad o de compasin excesiva y no emptica con el nio, las necesidades y sus vnculos pasan a un segundo plano porque son reemplazados por estrategias de salvacin y/o castigos hacia sus padres o cuidadores. Esta postura puede que resuelva el desajuste emocional del profesional, pero perjudica una vez ms a los nios, minimizando la importancia de sus padres o cuidadores y la pertenencia a una familia para su desarrollo. Una actitud negativa y culpabilizante hacia los nios. Los conflictos que conllevan los diferentes niveles de intervencin para proteger a los nios, puede que conduzca a algunos profesionales a olvidar que muchos nios viven aos en situaciones de malos tratos antes que sean detectados y se les intente ayudar. En esos contextos, ellos no tienen otra alternativa que sobrevivir adaptndose al abuso de poder y a la violencia. Cuando no reciben una ayuda precoz y eficaz, pueden desarrollar estrategias de autodefensa como agredir a
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En ocasiones los nios no slo son maltratados, descuidados, abusados, sino que adems deberan agradecer a sus padres y cuidadores por el dao que le hacen y para colmo, asumir la culpa de lo que les ocurre. En esta dinmica, las vctimas pueden sufrir un verdadero proceso de lavado de cerebro cuyo contenido puede resumirse en las formulaciones siguientes: te amamos, te maltratamos, es normal, cllate, si te hacemos dao es por tu culpa, adems es por tu bien. Esto puede llevar a que determinados profesionales, no sean capaces de traducir esos trastornos como mensajes desesperados de sufrimiento y refuercen la designacin familiar y social, que son ellos los que hacen sufrir a sus padres o cuidadores y no el contrario. Es probable que estas representaciones se expresen o tomen la forma de consejos hostiles y punitivos a los padres o cuidadores, camuflados por discursos pseudo cientficos, como la necesidad de lmites o la restauracin de la autoridad. Esta actitud esconde muchas veces una dificultad personal de los profesionales para manejar sus propias emociones y en diferenciar el manejo del caso de sus vivencias, ideologas o creencias.
los dems o agredirse, o presentar comportamientos disruptivos, dificultades de aprendizaje, precocidad o promiscuidad sexual, etc., y/o cuando son mayores maltratar a su pareja y/o a sus propios hijos. El dao producido por los malos tratos no slo se refiere a los diferentes traumatismos que el nio sufre, sino tambin a obstculos importantes en sus procesos de crecimiento y desarrollo como buenas personas.
De este modo, los relatos de los nios y nias, sus padres o figuras significativas actan como el material de la intervencin que permite develar los efectos de la comunicacin, tanto sobre receptores como sobre los emisores de x mensaje. En este marco, los daos y sntomas que afloran bajo la estructura de un modo relacional o interaccional mal tratante, no son otra cosa ms que una transferencia de informacin psicopatolgica donde la nocin de bienestar ha quedado distorsionada. Por tanto, basta con que un miembro de la familia distorsione, en su fuero interno, las significaciones de bienestar y cuidado de los suyos para que todo el sistema familia se vea afectado. Es importante recordar que la totalidad es una propiedad caracterstica de todo sistema, cuestin por la cual las diferentes partes del sistema (miembros de la familia) estn siempre interrelacionados de tal modo que cualquier comportamiento, actitud y/o conducta provoca reacciones en todas las partes y en el sistema en su totalidad. De este modo, los daos y sntomas no operan nunca como meros atributos individuales. La causalidad circular disemina, a travs de la retroalimentacin, los daos, los que se convierten en patrones de interaccin que circulan retroalimentando continuamente el mismo proceso que les dio origen.
La intervencin es, en su condicin de instrumento orientado a discontinuar las malas prcticas parentales, una posibilidad de comunicar la cultura del buen trato, a travs de desacuerdos y cuestionamientos respecto de los abusos y la violencia que se da al interior de algunas familias. Durante la intervencin, los Consejeros Familiares deben motivar continuamente a los integrantes del sistema familiar y transmitir su confianza en el xito de las posibilidades de cambio.
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Subsistemas a nivel familiar. Conyugal Parental: madre/padre o cuidador nio; Fraternal: hermano hermana La existencia de subsistemas produce a nivel de organizacin familiar fronteras o lmites internos que dividen la estructura de las familias. La nocin de lmite apunta a las reglas que definen las caractersticas de cada subsistema. En consecuencia, su identificacin adquiere gran importancia para los Consejeros, ya que les permite abordar y comprender los roles, las funciones, la jerarqua y el modo especfico de operar de cada miembro de la familia.4
Hay que tener en cuenta en el marco del diagnstico y de la intervencin, que el individuo pertenece a diferentes subsistemas y sistemas, en los cuales posee diversos roles y niveles de poder que inciden directamente en su comportamiento y en sus competencias parentales. Por lo cual, se debe buscar tener la mayor cantidad de antecedentes de cada caso para lograr una caracterizacin lo ms completa posible de los padres, cuidador, nio y familia; para la elaboracin de una evaluacin acabada y un plan de trabajo oportuno y pertinente.
En el Capitulo 2 y 3 en torno al Diagnstico e Intervencin se plantean instrumentos especficos en relacin al tema de los lmites y a las caractersticas de la estructura y del funcionamiento familiar.
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La importancia y relevancia de la intervencin, ms all de las evaluaciones diagnsticas y de los planes generales y especficos de accin, se produce cuando padres, madres o cuidadores, se enfrentan emocionalmente con su desempeo y son capaces de evaluarse a s mismos en relacin a las necesidades de sus hijos o nios a cargo.
Es responsabilidad del consejero comunicar siempre las incompetencias observadas y permitir a los padres o cuidadores reflexionar y hacerse cargo de ellas.
La alianza entre los profesionales y los padres o cuidadores, es aquello que permite concretar este proceso de evaluacin. Cabe destacar, adems, que esta alianza es posible slo s los profesionales no despliegan juicios morales condenatorios sobre el desempeo de los padres o cuidadores, no significando ello que se obvien las incompetencias parentales y los malos tratos acaecidos sobre los nios y nias.
As como la intervencin afecta al sistema y a sus subsistemas, es prudente que en ocasiones el tratamiento considere tratar a los subsistemas por separado, incluso ms, en algunas oportunidades, lo prudente es intervenir y trabajar con un enfoque individual sistmico. Este tipo de resguardo se utiliza con el fin de proteger a los miembros de la familia que son susceptibles de ser manipulados por quienes sustentan el poder en su interior y son responsables de los abusos y de la violencia. La estrategia individual sistmica consiste en facilitar procesos reparatorios de los mltiples traumatismos de las vctimas y ayudarles al mismo tiempo a crear nuevas formas de familiarizacin con aquellos miembros de la familia que se impliquen en los procesos de rehabilitacin (Barudy, 2001). La intervencin, en el sentido recin descrito, asume como parte de su proyecto la re-familiarizacin, motivo por el cual considera como recurso, a los miembros de la familia que actan de un modo acogedor para con los nios mal tratados. En algunas circunstancias, pueden contemplarse tambin personas significativas del barrio o de los establecimientos educacionales.
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2.
3.
Facilitar y potenciar las capacidades de resiliencia de los nios. Los Consejeros Familiares deben aportar apoyo afectivo e instrumental a los nios y nias, adems de generar un espacio adecuado para, a partir de sus recursos y fortalezas, transformar constructivamente las situaciones vividas.
Asimismo, el tratamiento en su lgica sistmica ha de encargarse de la rehabilitacin de las prcticas abusivas para contribuir a modificar los circuitos de violencia (Barudy, J; Op. Cit; 2001). En sntesis, los mecanismos de la intervencin han de desarrollar un manto que proteja a los nios de su propio sufrimiento, puesto que en no pocas oportunidades estos se traducen en conductas agresivas o autolesivas, comportamientos disruptivos, trastornos disociativos, dificultades de aprendizaje, precocidad o promiscuidad sexual, entre otros (Barudy, J. y Dantagnan, M., 2005). En este sentido, el enfoque Sistmico - Comunicacional, prioriza en la intervencin: 1. 2. 3. La necesidad de introducir cambios en el funcionamiento global del sistema y la organizacin familiar. Evitar la perpetuacin de los comportamientos abusivos y sus justificaciones discursivo-morales. Romper y discontinuar la incorporacin progresiva y acrtica de comportamientos y creencias implcita y explcitamente violentas. Tratar los trastornos de apegos y los traumatismos infantiles producto de relaciones patolgicamente constituidas.
Se denomina iatrognico a toda alteracin del estado del paciente producida por quien esta cargo de la ejecucin de la intervencin. Cf. Diccionario de la Real Academia de la Lengua Espaola.
4.
Prevenir y contrarrestar el dao iatrognico5 de las intervenciones de proteccin tardas o inadecuadas. Los daos iatrognicos son aquellos que han sido provocados por los interventores o bien por el tratamiento o las intervenciones (ya sea por una mala planificacin, un cierre mal trabajado o negligencias de todo tipo). En consecuencia, es responsabilidad del Consejero Familiar analizar continuamente los efectos de su intervencin tanto en forma como en contenido.
5.
Desnaturalizar la legitimidad de los malos tratos. Frenar lo que Leonor Walker denomina el sndrome de indefensin aprendida6 (Walter, citado en Perrone, R y Martine, 1998). Impedir la repeticin de patrones de conducta indeseados, o en palabras de Ravazzola (1998), permitir a los protagonistas que no ven que no ven poder observar y analizar sus conductas en relacin a los dems, entre otros tantos objetivos.
6.
7.
Finalmente, hay que sealar que la eleccin del enfoque Sistmico Comunicacional responde a la necesidad de un modelo de tratamiento holstico que pueda enfrentar la causalidad circular de la violencia, el abuso y el abandono. Por lo dems, este es un enfoque sencillo, pero por sobretodo prctico. A partir de l es factible provocar cambios a corto plazo y en circunstancias altamente adversas. Desde el punto de vista de la teora de la tcnica, tenemos que en el enfoque Sistmico - Comunicacional prevalece la idea de terapia breve, centrando la intervencin en dos dimensiones: en lo que las familias hacen y en lo que dicen y relatan de ellas. Adems, este enfoque permite una suerte de descentramiento de la figura del Consejero facilitando al sistema familiar y, por supuesto, a sus miembros hacerse responsables de los cambios teraputicos necesarios para el despliegue de un vnculo afectivo sano y bien tratante.
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Quien ejecuta la intervencin, est obligado a aprender y adentrarse en los cdigos de cada familia, priorizando la accin por sobre una verbalizacin excesiva de su parte.
Al Consejero debe importarle tanto los relatos y discursos enunciados por las familias, como los comportamientos comunicacionales, los gestos y las reacciones entre sus integrantes.
Este sndrome se caracteriza por una disposicin de los miembros ms vulnerables de la familia a escuchar argumentos en que son descalificados, o bien, a reconocer fcilmente errores no cometidos y faltas mnimas como si fueran graves, y a asumir culpas frente a acusaciones injustas.
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2. Competencias Parentales
En palabras de Maryorie Dantagnan y Jorge Barudy (2007), las competencias parentales corresponden a la definicin de las capacidades prcticas de los padres, para cuidar, proteger y educar a sus hijos, asegurndoles un desarrollo sano. En este sentido, las competencias parentales estn asociadas a la parentalidad social, por ello las competencias parentales pueden ser desarrolladas por adultos significativos an cuando no sean progenitores de los nios. Parentalidad Biolgica y Patentabilidad Social De acuerdo con Barudy, las competencias parentales se asocian con la parentalidad social, y por lo tanto, se diferencian de la parentalidad biolgica. En muchos casos los padres pueden asumir la parentalidad social como una extensin de la biolgica. Sin embargo, existen padres que a pesar de que engendraron hijos, poseen incompetencias parentales que provocan carencias y daos en los nios. No obstante, y a pesar de las complejas consecuencias que pueden provocar las incompetencias parentales en los nios, stas pueden ser compensadas a travs de otras figuras significativas (cuidadores), responsables de una parentalidad social que procure satisfacer de manera integral las necesidades de los nios.
En funcin de facilitar la comprensin de las competencias parentales a continuacin presentamos una breve descripcin de sus principales componentes: Competencias Parentales Las Capacidades Parentales Las Habilidades Parentales Capacidad de apego Funcin Nutriente Empata Funcin Socializadora Modelos de Crianza Funcin Educativa Capacidad de participar en redes sociales y utilizar recursos comunitarios.
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b)
La empata: tiene que ver con la capacidad de los padres de sintonizar con el mundo interno de sus hijos, reconocer las manifestaciones emocionales y gestuales que denotan estados de nimo y necesidades, lo que favorece el desarrollo de mecanismos de respuesta adecuados a las necesidades de los nios. Los modelos de crianza: son modelos culturales que se transmiten de generacin en generacin, que tienen relacin con los procesos de aprendizajes que desarrollan los padres con sus hijos, vinculados con la proteccin, educacin y satisfaccin de necesidades. La capacidad de participar en redes sociales y de utilizar los recursos comunitarios: la parentalidad es una prctica social,
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Se puede considerar los recursos institucionales como una fuente central para el apoyo de la vida familiar. Diversas investigaciones (Aebi, 1990) han relevado cmo la ausencia de redes institucionales de apoyo a la familia constituyen un factor central para explicar conflictos relacionados con las denominadas familias disociadas (ausencia de un progenitor por divorcio, separacin o abandono de hogar).
a. Funcin Nutriente: Esta funcin se relaciona con experiencias sensoriales y emocionales que permiten por un lado, construir un apego seguro y por otro, percibir el mundo familiar como un espacio seguro. Tanto lo sensorial como lo emocional, permiten el desarrollo de un vnculo de apego entre progenitores y progenie, sin embargo, ello requiere, para hacer efectivo el reconocimiento mutuo, que los canales de comunicacin sensorial no sean en ningn caso obturados, de lo contrario se quiebra el normal proceso emocional de familiarizacin. La experiencia carcelaria, por ejemplo, es uno de los mayores obstculos que impide el normal proceso emocional de familiarizacin, ya que rompe la integridad de los canales de comunicacin sensorial dejando, en los nios, negativas impresiones de la experiencia familiar en su memoria. Estas impresiones, posteriormente y a lo largo del desarrollo del nio, son huellas difciles de borrar que moldean invisiblemente las conductas sociales de estos nios y nias. Las deficiencias en el cumplimiento de la funcin nutriente afectan
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que requiere conformar redes de apoyo, que fortalezcan y proporcionen recursos para la vida familiar. En este sentido, la existencia de redes familiares, sociales e institucionales, as como el reconocimiento y validacin de stas por padres y cuidadores, constituyen un elemento significativo en el desarrollo de una parentalidad bientratante.
la constitucin de un apego seguro, disminuyndose las posibilidades de empata entre progenitores y progenie. Por apego seguro entendemos una vinculacin sana entre los nios y sus figuras de apego. Esta experiencia es el fundamento de una seguridad de base, que permite al nio poder hacer frente a los desafos de adaptacin a los diferentes cambios que implica el crecer. Aunque la experiencia de apego haya sido deficiente en la familia, es posible, hasta cierto punto, repararla ofreciendo una relacin de calidad y de este modo, contribuir al desarrollo de capacidades resilientes.
Ahora bien, cabe la posibilidad de que en ausencia de los padres biolgicos, alguna persona pueda actuar como una figura parental de sustitucin, no obstante, esta figura tambin ha de proporcionar adecuados aportes afectivos, sociales, ticos, culturales y materiales, facilitando de este modo, un efectivo proceso de maduracin biolgica, psicolgica y social para el nio. Intervenir en contextos donde la funcin nutriente se encuentra disminuida, o en el peor de los casos anulada, requiere como ya hemos dejado entrever un enfoque que adems de su condicin social sistmico/comunicacional ha de ser biopsicosocial. Todos los seres humanos son sistemas complejos, compuestos por diferentes elementos tanto biolgicos, psquicos, como sociales, por lo tanto, no se puede comprender lo humano a travs de la tradicional dicotoma mente cuerpo, sino ms bien como una organizacin que integra: clula - rgano - sistema de rganos - organismo - grupo - organizacin - sociedad.
Si consideramos que los lmites forman parte de la estructura y organizacin familiar generan subsistemas, tambin se hace necesario comprender que estos lmites en su sana expresin permiten una asimetra de poder y competencias entre los adultos y los nios. Esta asimetra es, precisamente, la que permite definir que una madre o un padre deben cuidar de sus hijos. Si, por el contrario, la asimetra es insana, nos encontramos ante manifestaciones de abuso y violencia.
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Otra posibilidad es que en las intervenciones los profesionales se encuentren con madres y padres, o bien sus sustitutos (por lo general abuelos/as, tos o hermanos/as mayores), que si bien cuentan con la disposicin adecuada para hacerse cargo de los nios no encuentran en su medio ambiente natural el mnimo de nutrientes para cumplir con la funcin parental que se les ha asignado, o que ellos por voluntad han adquirido. Producto de situaciones como la descrita es que se generan mensajes comunicacionales cargados de impotencia, frustracin y desesperanza, los cuales al ser transmitidos a los nios, moldean sus conductas futuras. Las capacidades de resiliencia de los nios y nias dependern, en consecuencia, de las capacidades de resiliencia de sus padres o sus sustitutos (Barudy, J; 2000). Se entiende por resiliencia la interaccin de factores o recursos personales y sociales que producen distintas respuestas ante los conflictos, como tambin, la potenciacin de otras fuerzas personales y sociales con que las personas y comunidades enfrentan de manera satisfactoria su realidad.
La buena crianza depende en gran medida de una experiencia emocional que genere un apego seguro y una capacidad de empata entre padres/madres e hijos. El apego y la empata son componentes fundamentales de la parentalidad y de los buenos tratos intrafamiliares. Siguiendo a Barudy sabemos que un componente fundamental del apego es la impronta. Se entiende que la impronta es el proceso de modelado del cerebro del beb, proceso que depende de la doble exigencia de sus determinantes genticos y de las presiones de su medio facilitando al nio adquirir neurolgicamente una sensibilidad nueva y singular al mundo que percibe. La impronta, en consecuencia, es uno proceso vital para el desarrollo de la resiliencia, ya que esta sensibilidad permite al nio incorporar en su memoria las caractersticas sensoriales de su madre. Es decir, la promocin de la funcin nutriente es uno de los ele Programa Abriendo Caminos Chile Solidario
mentos que fortalece las capacidades de resiliencia otorgando a los nios mayores posibilidades de sobrevivencia fsica y emocional. Impronta: Vnculo que se establece entre un ser vivo y el primer objeto con el que se relaciona.
En esta lnea, Boris Cyrulnik ha sealado que la impronta es la primera etapa y el primer elemento para el desarrollo de un apego seguro. El beneficio a mediano y largo plazo de un buen modelado del cerebro del nio ser la preferencia sexual de ste por personas que evoquen sensorialmente las caractersticas de aquellos que incardinen la imagen que est grabada en su memoria. Asimismo, cabe destacar que el desarrollo de una buena impronta permite a los nios verse a s mismo en un ambiente seguro en el que pueden proseguir todos los aprendizajes necesarios para su desarrollo. Como seala Barudy: el nio o la nia entra a la vida sana a travs de la puerta del apego seguro, por consiguiente, promover competencias parentales sanas es prioridad en el orden de cualquier intervencin familiar. Por el contrario, cuando el mundo del nio esta signado por una carencia de aportes nutritivos y de cuidados, adems de estar inundado de experiencias violentas, toda la informacin proveniente del entorno adquiere la forma emocional de un contenido agresivo. Por supuesto que los efectos se muestran en un excesivo miedo al medio y a la adopcin de un sin fin de inseguridades que entorpecen una vinculacin segura a sus figuras de apego, por lo dems, se entorpecen los aprendizajes y se frena el desarrollo emocional y social del nio. La violencia y los abusos reducen la fuerza de la impronta, mientras que un clima de respeto y cuidados la aumenta. Es importante destacar que la intervencin familiar sistmica aborda el problema de la reduccin de la fuerza de la impronta, puesto que es posible intervenir y promover la reconstruccin de las competencias parentales. Permitir a los nios y nias enfrentar las experiencias y emociones desagradables inscritas en sus memorias es sano para la recomposicin de su desarrollo, no obstante, es imperioso que tambin los causantes de abusos y maltratos tengan la capacidad de percatarse de sus errores y remediarlos.
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Esta funcin es vital en el proceso de construccin de las improntas que marcan la memoria, pues, es a partir de ella el nio inicia el viaje de la construccin de su concepto de s mismo. El concepto de s mismo es una imagen que la persona va construyendo de s como resultado de un proceso social, es decir, la construccin del s mismo depende en gran medida de la mirada que el otro tiene de la persona. Siguiendo a Berger & Luckman (1986), este proceso podra describirse del siguiente modo: la persona internaliza su mundo social, externalizando su propio ser. La intervencin, en virtud de esta dialctica de la construccin del s mismo, ha de ser invertida, es decir, ante una internalizacin de un mundo cotidiano marcado por la violencia y el abuso, es necesario permitir la restitucin de una externalizacin del ser positiva y resiliente. No slo los padres son responsables de recuperar un habla y una comunicacin con mensajes incondicionales de afecto y de respeto, sino ante todo, son los propios nios quienes deben legitimar para s una imagen que infunde respeto y cario. Esto quiere decir que la intervencin juega un papel fundamental en el desmantelamiento de un autoconcepto negativo y en la constitucin de un nuevo proceso de estructuracin o rectificacin de los rasgos de personalidad del nio. Dicho esto, hay que comprender que los rasgos de la personalidad se mantienen unidos en el autoconcepto y se ven afectados por l, sin embargo, estas cualidades especficas pueden ser afectadas y recuperadas positivamente cuando la intervencin se dirige al contexto que permite y consolida rasgos negativos. En otras palabras, la intervencin individual sistmica no ha de operar slo en el individuo sino ms en el contexto que facilita la introyeccin de ciertos rasgos. Priorizar una intervencin sistemtica del contexto, es trabajar sobre las reacciones ante las frustraciones, los modos de afrontar los problemas, las conductas agresivas y defensivas y la comunicacin natural o de retraimiento en presencia de otros.
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b. Funcin socializadora: segundo elemento para el desarrollo de competencias parentales adecuadas, dice relacin, por una parte, con la contribucin de los padres a la construccin del concepto de s mismo o identidad de sus hijos, por otra parte, corresponde a la facilitacin de experiencias relacionales que sirvan como modelos de aprendizaje para vivir de una forma respetuosa, adaptada y armnica en la sociedad (Barudy, J. y Dantagnan, M.; Op.cit.).
Contraponer a los estilos parentales deficientes estrategias de fomento de nuevas y renovadas capacidades de crianza permite, en la mayora de los casos, que los nios estabilicen la percepcin de s mismos a partir del desarrollo de rasgos positivos, como la capacidad de evaluarse en forma realista, tener confianza en s mismo y una autoestima elevada. Lo contrario desarrolla inferioridad e incapacidad, inseguridad y carencia de confianza en s mismo. Esto produce malas adaptaciones personales y sociales. No hay que olvidar que la formacin de la identidad del nio o de la nia depende de las evaluaciones que de estos tienen sus otros significativos, es decir, siguiendo la lgica de Rogers el autoconcepto es la reunin de las ideas que la persona tiene de s respecto a las ideas que otras personas tienen de l. A raz de esta dialctica sabemos que lo que una madre o padre siente, piensa o hace por sus hijos y la forma en que lo comunica tendr un impacto significativo en la forma que una nia o nio se concibe a s mismo. Estos mensajes estn en estrecha relacin con lo que el nio va a sentir con respecto a s mismo. As el autoconcepto, refleja cmo una madre o un padre se sienten en presencia de un hijo o de una hija y cmo se lo transmiten. Esto a su vez es internalizado por el nio, pudiendo llegar a sentir acerca de s mismo como otros sienten acerca de l, y estos sentimientos son trados ante cada nueva experiencia. En sntesis, la funcin socializadora es una de las habilidades parentales con mayor trascendencia para la formacin del nio, puesto que de ella depende qu caminos y qu rasgos sern los que definirn la identidad futura de nios y nias.
c) Funcin Educativa: Entre ms herramientas culturales tengan los padres, mayor influencia moralmente positiva tendrn sobre sus hijos. Este es quizs uno de los problemas estructurales ms complejos de abordar en contextos familiares donde los riesgos y las expresiones de vulnerabilidad son mayores. El tipo de educacin que reciba un nio, determina el tipo de acceso al mundo social de ste. Por razones obvias, sabemos que depender del tipo de educacin y formacin, las posibilidades que tendr el nio o la nia de pertenecer a uno u otro tejido social. En pala-
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La educacin de un nio o una nia depende, entonces, de los procesos relacionales, an ms, dependen del tipo de vinculacin emocional entre padres e hijos. Como lo han sealado Berger y Cyrulnik en ocasiones distintas los nios y las nias aprenden para alguien. La intervencin de los consejeros familiares, en virtud de lo ya sealado, debe contemplar al menos cuatro contenidos bsicos de los procesos educativos, esto siempre en miras de fomentar mejores competencias parentales en las familias ms vulnerables. Estos contenidos son altamente relevantes para el desarrollo de las intervenciones, establecindose su reconocimiento y promocin como competencias bsicas de trabajo. Pueden resumirse del siguiente modo: 1. El afecto: cuando el cario, la ternura estn presentes, esto refleja un modelo educativo nutridor y bien tratante, en cambio, cuando stas estn ausentes o con ambivalencias, estamos en el dominio de los malos tratos. La comunicacin: si los padres se comunican con sus hijos en un ambiente de escucha mutua, respeto y empata, pero manteniendo una jerarqua de competencias, nos encontramos en un dominio educativo bientratante. En cambio, el uso permanente de la imposicin arbitraria de ideas, sentimientos y conductas, o el polo opuesto, es decir, ceder siempre a lo que los hijos opinan o piden, distraerles cambiando de tema o engandoles, es un reflejo de una incapacidad educativa. Estas dos modalidades de comunicacin estn presentes en situaciones de malos tratos fsicos y psicolgicos. El apoyo en los procesos de desarrollo y las exigencias de madurez: los nios y las nias no slo necesitan nutrientes para crecer y desarrollarse, requieren a dems de estmulos de los adultos significativos. Los padres son aquellos que en este aspecto no slo ofrecen apoyo, sino adems retos para estimular los logros de sus hijos. El reconocimiento y la grati-
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bras de Barudy (2005), es en el marco de estas pertenencias que el nio o la nia se preparan para colaborar en la co-construccin del bienestar comn. En este sentido, la integracin de las normas, reglas, leyes y tabes que permiten el respeto de la integridad de las personas, incluyendo la de los mismos nios, en las dinmicas sociales, es uno de los logros de una parentalidad competente.
ficacin por estos logros tambin estn presentes. En el caso contrario, se bloquea o perturba el crecimiento y el desarrollo de los nios, con comportamientos y discursos negligentes o que subestiman las capacidades de los nios. a) El control: Los nios necesitan de la ayuda de los adultos significativos para aprender a modular sus emociones, o en otras palabras, a desarrollar una inteligencia emocional (Goleman D. 1996). La modulacin de las emociones est directamente relacionada con aprender a controlar la impulsividad de los comportamientos que pueden presentarse cuando se desea algo, o ante la frustracin por no tener lo que se quiere. La adquisicin de un locus de control interno es posible, en la medida en que primero se conoce la experiencia de autorregulacin a travs de fuerzas de control externos. Barudy seala que en el caso de la parentalidad competente as como en la enseanza y el trabajo educativo de este mismo estilo, el control se ejerce de una manera educativa. Esto quiere decir que los adultos facilitan en cada oportunidad lo que les parece favorable, espacios de conversacin o de reflexin sobre las vivencias emocionales, las formas de controlar las emociones, as como las formas adaptativas y adecuadas de comportarse cuando se producen transgresiones. La repeticin de las faltas van acompaadas de una reflexin sobre los efectos de las mismas, para s mismo y los dems, as como el sentido de los castigos y los actos reparativos (Barudy, J. y Dartagnan, M; 2007).
Los cuatro puntos descritos son de suma relevancia para la promocin de competencias parentales bien tratantes. Sin embargo, quisiramos insistir en el punto nmero cuatro. Cuando se presenta un estilo vinculante en el que existe abuso y violencia, esto puede explicarse por una completa ausencia de control por parte de los padres, es decir, cuando estos no logran controlar sus frustraciones y las manifiestan de un modo agresivo contra sus seres queridos. Promover un estilo bien tratante depende de un ejercicio responsable de la autoridad, y ello implica gestos, comportamientos y discursos ptimos para enfrentar los desafos de su entorno. En otras palabras, la dominancia del carcter se basa en el respeto mutuo, de tal manera que los nios y adolescentes sean considerados segn su edad y posibilidades como actores co-participantes de los procesos familiares y sociales en los que estn inmersos.
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tar las barreras imaginarias y simblicas que se interponen entre los miembros de la familia y un estilo de vida saludable. De este modo, la carencia cultural es uno de los factores que acrecienta la vulnerabilidad de una familia y, por tanto, sus miembros buscan fuera de ella la proteccin que ella debiera brindarles. Una descripcin sucinta de las familias vulnerables podra describirse como el quiebre de un espacio (familiar) de accin en el que se definen las dimensiones ms bsicas de la seguridad humana (Cf. Arriagada, I.; 2001). Por tanto, no ha de extraarnos que sea en pocas de crisis de los valores y de los metarrelatos que las personas requieran de mayores espacios de proteccin ante los problemas de la vida cotidiana, sin embargo, es precisamente ante estas circunstancias que la familia se enfrenta a la siguiente paradoja: en palabras de Arriagada (2001) la familia por una parte, es refugio y contencin frente a las condiciones cambiantes y que generan inseguridad en el mundo laboral (desempleo, bajos salarios); de la salud (drogadiccin, enfermedad y muerte); de la educacin (exclusin) y de la violencia (delictual). Al mismo tiempo, las modificaciones en el tiempo y el efecto que provocan las tensiones externas junto con las relaciones al interior de las propias familias pueden detonar tambin fuentes importantes de inseguridad interna: cambios de estado civil (separacin, divorcio), migraciones y violencia intrafamiliar, entre otras. Desde esa perspectiva, entendemos que las crisis tensionan la estructura familiar, puesto que por una parte es la estructura nuclear ms afectada por las crisis, pero al mismo tiempo, es la institucin de socorro por excelencia de los ciudadanos, es decir, acta como un refugio. Una variable que ha afectado a las familias, y por ende, las ha vuelto ms vulnerables, en especial en el quintil ms pobre, es lo que suele denominarse como la multiplicacin de variedades de familias (mono-parentales, reconstituidas, sin ncleo, con jefaturas femeninas, extendidas y compuestas, entre otras). Ahora bien, las nuevas configuraciones familiares no explican por s solas el problema de la vulnerabilidad. Si bien los investigadores sealan que no hay causalidad directa y temporal entre el grado de vulnerabilidad y pobreza, si es posible desde la estadstica observar una correlacin importante entre ingresos del hogar y estructura familiar.7
7 El anlisis de la encuesta CASEN en el perodo 1990-2006 muestra mayor porcentaje de hogares indigentes y pobres en aquellos con mujeres jefas de hogar. Resultados CASEN 2006, MIDEPLAN.
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Las familias vulnerables, entonces, pueden serlo por precariedad material o precariedad de capital simblico, no obstante, ambas falencias por lo general son indisociables.
Un ejemplo de esto es: con el advenimiento de plazas laborales para mujeres, muchos hogares han incrementado sus ingresos, disminuyendo aparentemente su vulnerabilidad econmica (a menos que a mayores ingresos se realicen ms gastos), no obstante, la ausencia de ambos padres genera un vaco para los hijos, generando, posiblemente, otro tipo de vulnerabilidad. En trminos generales, las familias vulnerables son aquellas que se ven afectadas por los acelerados cambios sociales, econmicos y culturales, no pudiendo proteger sus relaciones internas, es decir, las mentalidades y prcticas sociales, la coexistencia de lo nuevo (pretensiones de autonoma, la reduccin de la maternidad, la dependencia econmica, los imperativos del consumo, el cuestionamiento a los fundamentos morales y sexuales, entre otros) con lo viejo (dependencia subjetiva, mantenimiento de la divisin del trabajo domstico, imposicin de las normas y reglamentaciones morales). Una estrategia para enfrentar las vulnerabilidades actuales, puede encontrarse en el concepto de resiliencia. Lo primero que habra que decir es que la resiliencia no est ligada a la fortaleza o debilidad constitucional de las personas, sino que su comprensin incluye una reflexin respecto de cmo las distintas personas se ven afectadas por los estmulos estresantes, o bien sobre cmo reaccionan frente a stos. La nocin de resiliencia es un aporte a la intervencin social-comunitaria ya que resalta los aspectos positivos de las personas que se encuentran en condiciones adversas, pero a su vez, resalta las posibilidades reales de que estas situaciones sean superadas. La resiliencia es una actitud y una proposicin ante la adversidad, por tanto, es una suerte de germen de esperanza que facilita a las
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En esta misma direccin hay quienes sostienen que existe una correlacin estadstica entre vulnerabilidad y el cambio en el papel de las mujeres, sin embargo, esta correlacin no considera otras variables explicativas. El problema de las correlaciones estadsticas es que si bien permiten que nos representemos el problema de una determinada forma, olvida otras.
personas recuperarse de situaciones complejas. En otras palabras, podramos sealar que es una especie de esperanza activa y no pasiva, no espera la resolucin de los conflictos sino que se encarga de darles soluciones a partir de las herramientas propias que el sujeto encuentra a mano. Enfrentar, entonces, de un modo efectivo los eventos y circunstancias de la vida que golpean severamente a las familias, forma parte de una capacidad de superacin. Este concepto nos indica que las personas tienen la capacidad de recuperarse de los eventos traumticos que pudieran deformar y/o tratar de anular su voluntad. Ahora bien, al igual que las vulnerabilidades, la resiliencia se caracteriza por un conjunto de procesos sociales e intra-psquicos que posibilitan a cualquier persona a tener una vida sana en un medio insano. En virtud de su condicin social e intra-psquica, la resiliencia es un proceso interactivo, el cual se ve fortalecido en la medida en que quienes rodean una persona estn dispuestas a enfrentar los desafos a los que la vida los somete. Cabe destacar que la resiliencia es, en consecuencia, una afortunada combinacin de atributos personales, familiares, sociales y culturales, esto es, son disposiciones reflexivas que permiten a las personas combinar diversos factores con el fin de afrontar y superar los problemas y la adversidad. Otra dimensin de la resiliencia es que opera y resulta de las competencias y/o habilidades comunicacionales tanto de una persona como de un grupo de personas. Importa destacar que la resiliencia en ningn caso puede ser entendida ni asumida como una especie de factor de invulnerabilidad. La resiliencia es la fuerza que posibilita a las personas a enfrentarse a sus propias condiciones de vulnerabilidad. No opera como un escudo que evita a la persona sentirse afectada por ciertos eventos violentos y desagradables. Contrariamente a la idea de un escudo protector, la resiliencia opera ms bien como una espada que buscar abrir nuevas rutas ante los atolladeros de la vida, como son por ejemplo, la experiencia carcelaria, la pobreza, la falta de oportunidades, el desempleo, entre otros tantos sntomas de una sociedad subjetivamente enferma.
La realidad de un progenitor encarcelado puede provocar la dispersin del grupo familiar en diferentes hogares de la red familiar extensa, agravar las condiciones de precariedad econmica de la familia, generar desequilibrios emocionales en los integrantes del grupo y, dependiendo de las caractersticas del delito, el eti quetamiento y estigmatizacin de la familia. En este contexto, los nios son tambin vctimas de la actividad delictiva del progenitor encarcelado, ms an si consideramos, en un contexto de agudizacin de las condiciones de precariedad de la familia, las palabras de Bustelo (2005): En el caso de los nios/ as y adolescentes no hay ms que una simple y transparente constatacin: la mayora de los nios son pobres y la mayora de los pobres son nios. Al mismo tiempo, el eventual contacto de los nios con la realidad institucional jurdico-carcelaria, ya sea acompaando al progenitor libre a dependencias judiciales o en las visitas a la unidad penal donde se encuentra el encarcelado, provoca una victimizacin secundaria necesaria de abordar y al mismo tiempo difcil de limitar, por la disyuntiva familiar de mantener un vnculo sistemtico con el
8 Para entender las causas de las infracciones de ley es necesario estudiar los procesos por los cuales una persona se inicia en el comportamiento y se mantiene en l o bien lo abandona. Farrington describi un conjunto de signos de mal pronstico que podran ser ya diagnosticados en edades relativamente tempranas y que pueden servir de base para proponer estrategias preventivas. Estos signos de mal pronstico son los siguientes: Presencia de conducta antisocial infantil que incluya agresividad, impulsividad, problemtica escolar. Baja capacidad intelectual y, en consecuencia, bajos logros escolares. Presencia de delincuencia familiar, con padres con condenas, hermanos mayores delincuentes y con problemas de conducta. Pobreza familiar, con escasos ingresos, familias excesivamente numerosas, desempleo, malas condiciones de vivienda. Mtodos de educacin y crianza no apropiados, con disciplina violenta, pobre supervisin, conflictos entre los padres, separacin conyugal En Trayectorias de Vida de Jvenes Infractores de Ley, Decio Mettifogo y Rodrigo Seplveda, Serie Estudios CESC, 2005.
tuacin que afecta particularmente el desarrollo de nios y nias, transformndose en un factor de riesgo y estresor de gran complejidad para la dinmica familiar.8
padre encarcelado o evitar el contacto con el espacio carcelario. En muchos sentidos, concretos y simblicos, la familia tambin cumple condena. As mismo, respecto de la crcel existen variadas aproximaciones, se puede leer como aquella institucin total que protege al cuerpo social de sujetos que por diversas circunstancias han acometido en el prisma o juicio de un determinado orden legal, infracciones, que indeseadas por una parte de la sociedad (no necesariamente mayoritaria), provocan daos a las personas, a la propiedad o el orden social normativo o simblico. Otra mirada es aquella que concibe a la crcel como un entramado de interacciones sociales que constituyen lo que se define como interaccin dramtica, en la que los sujetos asumen personajes y la interaccin se transforma una forma de ceremonial fundada en determinadas expectativas sociales. Los contenidos de este ceremonial son entendidos como las acciones inmediatas de la interaccin que aseguran la permanencia fsica de la persona (lo rutinario), as como expresiones de un si mismo que aseguran tal reproduccin (el sentido). Estas ltimas interacciones constituyen fuentes de identidad. Por ejemplo ir al bao o comer pueden ser vistas como interacciones inmediatas, en cambio un juego de palabras con la autoridad, una agresin o autoagresin, pueden ser vistas como expresiones de un si mismo, un sujeto. En sntesis la crcel como institucin constituye un escenario en que determinados personajes asumen roles. Juego de roles de los cuales los familiares no estn ajenos, de hecho el rol de la visita es de gran relevancia para el interno y constituye una presin latente o evidente para el ncleo ms cercano (cnyuge, madre e hijos), en funcin de mantener dicho vnculo.
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El ejercicio disciplinario sera una forma de poder fundada en una tcnica. Se trata de una forma de economa social, constituida por mecanismos que operan sujetos sobre objetos y sobre otros sujetos, desde los cuales se aseguran ciertas relaciones de dominio o poder. La crcel es una instancia en que se ejerce poder sobre la base de la violencia, entendindola no como una agresin continua o una relacin de violencia continua. Este poder, en palabras de Foucault, de manera extrema, constrie y prohbe de modo absoluto; con todo, siempre es una manera de actuar sobre un sujeto actuante o sobre sujetos actuantes, en tanto que actan o son susceptibles de actuar. No obstante, a pesar de la sobredeterminacin que ejerce la crcel sobre los sujetos, queda all un excedente de libertad, que la difiere de la esclavitud. Los distintos enfoques sobre las relaciones e interacciones sociales, reconocen la existencia de la institucin y de sujetos. Podramos hablar de estructura y sujetos (Menndez, 2000). Se trata entonces de que hay un territorio, un espacio un hbitat y por otro lado personas, grupos que estn all y realizan su trabajo cotidiano. Para tales efectos, en la crcel hay un orden econmico o administrativo; rutinas, rondas de vigilantes, estadstica, alimentacin, entre otras, que exige un tipo de interaccin social determinada; en este caso coercitiva de unos sobre otros. Pero simultneamente a esta economa material, se despliega una economa o trabajo simblico; reproduccin y produccin de signos y smbolos que producen comunicacin, identidad, prestigio, narraciones, etc. Este trabajo de simbolizacin o de identidad podemos definirlo como la dimensin cultural de la crcel, en la medida que constituye el sistema de signos y smbolos que da sentidos y hace que determinadas formas de comunicacin entre los grupos e intergrupales
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Otra lectura es aquella que conceptualiza a la crcel como una institucin que al servicio de una hegemona poltica y cultural, adquiere histricamente una relativa autonoma y autorreproduccin y su funcin esencial es disciplinar. Disciplinar se puede entender como aquella tcnica en que se coloca en juego recursos materiales y simblicos para conducir las conductas de los sujetos. Conforma con otras instituciones esta funcin, con la diferencia de que en la crcel el castigo fsico es naturalizado. De ah el concepto de pena (Foucault, 1990).
sean eficaces. Cunto de esta economa simblica es el reflejo de las dinmicas y contradicciones sociales? y cules asumen all, una construccin social nica, que a su vez se irradia a la estructura social y familiar? Estas interrogantes son necesarias de abordar, ya que si bien el foco de la intervencin del Consejero Familiar es el nio y el adulto significativo que esta a su cargo, la presencia del familiar encarcelado es constante, aunque dicha presencia se diluya o desdibuje con el tiempo. Igualmente las caractersticas reseadas del universo carcelario, implican que los criterios de evaluacin al interior de las unidades penales no sean coincidentes, en muchos casos, con las necesidades de las familias. La buena conducta de un interno segn los criterios del personal penitenciario, no tiene necesariamente un correlato similar con su rol en el grupo familiar.
De ah la importancia de incorporar al padre o madre encarcelado en el proceso de diagnstico y reconstruccin de la historia familiar, ya que la intervencin a realizar no puede obviar o simplificar el hecho de que en algn momento stos recuperarn su libertad, siendo relevante una prescripcin en torno a como evitar que su reincorporacin al grupo familiar se transforme en un factor de riesgo o desestabilizador para la dinmica familiar.
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Lo anterior lleva a que a partir de esta confusin conceptual, se implementen medidas contraproducentes o contrapuestas, segn a la visin institucional y/o profesional que las determine. Entendiendo dicho principio desde una triple funcin, que se articula y complementa: Como garanta, debido a que toda decisin que concierne al nio debe considerar fundamentalmente sus derechos. Como norma orientadora, que no slo obliga a los legisladores sino a todas las instituciones pblicas y privadas, incluyendo a la familia;
En este sentido, hay que considerar que la intervencin a realizar por los Consejeros Familiares y Tutores debe estar claramente sustentada en el principio del Inters Superior del Nio como eje central para sopesar las decisiones y acciones a realizar con los nios y sus familias.
Como norma de interpretacin y de resolucin de conflictos, cuando se produce un conflicto entre derechos. Por ello, en la medida que todo nio tiene el derecho de crecer con su familia biolgica y slo cuando este derecho se confronta con otros, en razn de la triple funcin del inters superior, se puede determinar la separacin del nio de su familia de origen. En este sentido, es deber del Estado brindar apoyo a los padres para que cumplan adecuadamente sus roles, pero debe tambin garantizar a los nios que su crianza y educacin se dirija hacia el logro de la autonoma en el ejercicio de sus derechos. As, ...los roles parentales no son derechos absolutos, ni meramente poderes/deberes, son derechos limitados por los derechos de los propios nios, es decir, por su inters superior... (Cillero, M.; 2007).
lia como un elemento ordenador de la intervencin relacionada con nios y nias, sin embargo para una mayora de los actores institucionales vinculados a la promocin y reparacin de derechos de infancia, dicho concepto es considerado vago, confuso y ambiguo (SENAME- Galerna Consultores, 2008)
Captulo II:
1. Estrategias de Diagnstico
Etimolgicamente la palabra diagnstico proviene del griego y tiene dos races, dia, que significa a travs de, por y gignoskein, que significa conocer, as diagnstico significa conocer a travs de. De esta manera, el diagnstico, en relacin a los nios y sus familias, se entiende como el proceso mediante el cual conoceremos las caractersticas de contexto, las interacciones de los actores familiares, las competencias parentales de los cuidadores1 y los factores de proteccin y de riesgo asociados a la crianza de los nios. De este modo, la elaboracin de un buen diagnstico, significar una base slida y consistente que facilitar las decisiones a la hora de intervenir y escoger los cursos de accin ms pertinentes y necesarios para cada caso en particular. Por ejemplo, como se expuso en el capitulo anterior, cuando un integrante de la familia (principalmente una figura parental) es encarcelado o penalizado con alguna medida de privacin de libertad, se desencadenan diversas situaciones psicosociales de riesgo para nios y nias, las cuales se multiplican y profundizan si el cuidador a cargo carece de las capacidades y habilidades para aportar cuidados y proteccin a los nios y adems posee dificultades para entregarles los contenidos necesarios que permitan, al nio o nia, integrar en sus biografas, el por qu su o sus progenitores estn privados de libertad. En este caso, el impacto negativo de la privacin o condicionalidad de libertad de uno o ms adultos significativos, en la familia y particularmente en el desarrollo y bienestar
1 En el presente manual entenderemos por cuidador al adulto significativo familiar o no familiar encargado directamente del cuidado del nio, entendiendo que en la prctica, caso a caso, se identificar a dicho cuidador con la figura de la madre, padre, abuelo, etc. As mismo, la descripcin de las etapas de diagnstico se resean en forma genrica, pero se debera profundizar en determinados puntos de acuerdo a la realidad prctica de quin asume la figura de cuidador, por ejemplo si el cuidador de un nio es otro no familiar, la reconstruccin de la historia familiar debera considerar algunos nfasis especficos en torno a por qu el nio no vive con alguien de su familia biolgica.
de nios y nias, se expresa principalmente en la reduccin de las oportunidades que tienen a disposicin para generar e incrementar sus posibilidades de desarrollo individual y social. Desde esta perspectiva se estn redefiniendo las situaciones de malos tratos infantiles, al considerarlos como consecuencia de la incapacidad o incompetencia de los adultos de brindar buenos tratos a los nios. Es decir, desde esta posicin, los malos tratos infantiles emergen cuando no existen recursos suficientes para asegurar los buenos tratos que cualquier nio se merece. El hablar de buen trato nos conduce al bienestar infantil, el cual se entiende como el resultado que resume el cmulo de aportes, situaciones y experiencias que garantizan el desarrollo sano e integral de un nio o una nia. Por ello, la etapa diagnstica, en el marco de este manual, esencialmente implica el abordaje y entendimiento de las competencias parentales del cuidador y las consecuencias que sus prcticas tienen en el nio/a, teniendo como teln de fondo la relacin-interaccin familiar, considerando su historia y las caractersticas particulares de la situacin actual. Las fases y procedimientos que se plantean buscan identificar y evaluar los recursos existentes en los adultos (competencias parentales) y su relacin con el nio/a, identificando las situaciones de riesgo y vulneracin que se puedan estar viviendo. En algunos casos y considerando la diferenciacin de los riesgos, necesidades y caractersticas de los nios a partir de la etapa del ciclo vital en cual se encuentren, se han propuesto instrumentos diferenciados acordes a las condiciones y caractersticas de cada etapa.
La realizacin de un diagnstico detallado y completo, permitir optar por los cursos de accin ms pertinentes y eficaces a partir de la realidad de cada caso y as asegurar la calidad de la intervencin posterior.
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En el caso de las familias que tienen un integrante privado de libertad, viven una situacin que puede entenderse como de una complejidad agregada, vinculada al reajuste que sufren las relaciones intrafamiliares y extrafamiliares. Podramos decir que la reclusin de uno de sus miembros genera un cambio bidimensional en la familia, que intenta adaptarse a este nuevo escenario: por un lado en su estructura y por otro en su funcionamiento. Quien se hace cargo del nio/a, que relacin se mantiene con el adulto preso, como se organizan los roles familiares, etc. El foco de diagnstico se entiende como la estructura compleja de significados, relaciones e interacciones a observar y evaluar en el marco del diagnstico. Para el caso de este manual y en relacin a los objetivos perseguidos, este debe estar conformado al menos por la triada: Nio - Cuidador - Adulto significativo privado de libertad
A nivel terico, existen diversas conceptualizaciones de familia,2 lo que responde a la complejidad que implica el definir un objeto que es esencialmente dinmico, es decir, que cambia constantemente a medida que avanza en su ciclo vital: sus miembros crecen, maduran, la abandonan y envejecen, con ello cambian las necesidades, intereses, tipos de apoyo y cuidado que requieren.
Diagnstico Tradicional
Por diagnstico tradicional, se entiende al que se basa en un paradigma lineal tipo causa-efecto para evaluar los fenmenos. Desde esta perspectiva, las vulneraciones y los riesgos que pudiese presentar el nio se vincularan casi exclusivamente con las incapacidades que presenta su cuidador, con lo cual, el cuidador es el problema y slo en l habra que centrar el diagnstico y la intervencin. As, este tipo de diagnstico, se centra en un individuo, con lo cual hay que explorar y buscar las explicaciones en su vida interior, tomando al contexto slo como referencia. En este marco y utilizando el paradigma tradicional-lineal, el diagnstico se centrara en los siguientes aspectos: Se examinara al cuidador en profundidad: a travs de entrevistas, test psicolgicos, observacin conductual, etc. Se buscara identificar ciertos signos y conductas desadaptativas en relacin a sus competencias parentales. Se elaborara un informe diagnstico en relacin a las competencias parentales considerando el rea emocional, intelectual y conductual. Se finalizara con una sntesis que permitiera clasificar la calidad del cuidador a partir de los anlisis anteriores. Por su parte, el anlisis a realizar podra ser el siguiente: A partir de un anlisis causal se considerara al cuidador y a sus competencias parentales como algo que slo se vincula con su particular conformacin intra-psquica. De esta manera, se visualizara a las competencias parentales como un efecto de alguna causa interna y se entendera que modificndola, sus competencias y habilidades parentales se desarrollaran o mejoraran. El cuidador sera el nico foco de atencin, observacin y evaluacin sin considerar sus interacciones o el contexto. Como se aprecia, desde esta perspectiva, se obtiene slo una visin esttica y acotada de la situacin total y no facilita visualizar
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El diagnstico sistmico/comunicacional coloca su nfasis en la totalidad, en la exploracin del individuo en relacin directa con su contexto. Se basa en un paradigma que centra su mirada en la retroalimentacin y en la interaccin, de ah sus diversas denominaciones: circular, sistmico, ciberntico o ecolgico. Desde este paradigma, hay que visualizar al cuidador y su relacin con el nio en contexto, insertos en un espacio fsico y temporal especifico e interactuando con una red social ms amplia. Sintticamente, el modelo plantea que las carencias o incompetencias parentales estn en relacin con mltiples factores, la historia vital del cuidador, factores familiares transgeneracionales, la dinmica familiar actual y pasada, la relacin con el entorno sociocultural, entre otros. De esta manera, el abordaje sistmico de las capacidades y habilidades parentales nos obliga a ampliar el campo perceptual y de anlisis, a la familia y sus relaciones e interacciones. El proceso diagnstico propuesto, busca contextualizar el tema de las competencias - incompetencias parentales, para ello se debe conocer cmo han sido y cmo son las relaciones entre el nio/a, el cuidador y/o padres, la institucionalidad, el entorno comunitario y la familia en general.
ni comprender los complejos procesos de retroalimentacin ni las dinmicas relacionales que estn operando en la familia. Por ello, se propone desarrollar un proceso de diagnstico que pueda dar cuenta de la complejidad de la realidad familiar y, al mismo tiempo, entregar elementos significativos y orientadores de la intervencin profesional a realizar. A partir de lo anterior, se sugiere desarrollar un diagnstico estructurado desde la perspectiva sistmico comunicacional.
De esta manera, es posible observar cmo, para evaluar las competencias parentales a travs de este diagnstico, se debe considerar tanto al cuidador y sus caractersticas propias, como evaluar sus competencias en relacin al nio/a y a la red social de la cual forma parte. Algunos aspectos del diagnstico sistmico a tener en cuenta son los siguientes: Las competencias parentales no se vinculan solamente con caractersticas propias del cuidador, sino que con la red de relaciones pasadas y actuales en la cual el cuidador y el nio/a se inscriben. Hay que visualizar la red de relaciones en las cuales estn insertos el nio, el adulto privado de libertad y el cuidador. Observar y describir los tipos de relaciones y vinculaciones que se dan entre el nio, el adulto privado de libertad y el cuidador. Es importante conocer los roles asignados a cada integrante del grupo familiar. Conocer la etapa del ciclo vital en la cual se encuentra la familia. Identificar y describir el contexto social y cultural en el cual se inserta la familia. Como vemos, el paradigma sistmico permite ir ms all de la conducta individual, y logra explicaciones que trascienden el modelo causa-efecto que es limitado y limitante en la perspectiva de la intervencin social. En el marco del programa Caminos se propone utilizar este tipo de diagnstico, ya que permite obtener mayor informacin contextualizada y guiar una intervencin ms pertinente y eficiente en relacin a la evaluacin y fortalecimiento de las competencias parentales.
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Cabe destacar que estas no se derivan slo de los niveles de instruccin del individuo, sino que tambin, y en gran medida, de los aprendizajes obtenidos a travs de sus experiencias de vida y profesionales previas. Considerando las situaciones que ha de enfrentar y el contexto en el cual se deber desenvolver el Consejero Familiar en su quehacer diario, las competencias profesionales requeridas se han dividido en destrezas centrales y destrezas secundarias. Esta distincin se fundamenta en tres consideraciones bsicas: a) no se puede esperar que un profesional rena en forma individual todas las habilidades y conocimientos necesarios para una intervencin de alta complejidad; b) en este contexto, el equipo profesional cobra especial relevancia, tanto para el fortalecimiento y desarrollo de las capacidades (autocapacitacin, capacitacin por profesionales externos), como para el apoyo, complemento y articulacin creativa de las diversas destrezas y conocimientos de sus integrantes (trabajo colaborativo, anlisis crtico de la prctica profesional); c) es insoslayable la necesidad de que los Consejeros Familiares cuenten con un piso de destrezas y conocimientos de entrada para ejercer adecuadamente su rol (asociada a las denominadas destrezas centrales). Repertorio de Destrezas Centrales Actitud no discriminadora hacia las familias a partir estereotipos vinculados a condiciones de vulnerabilidad (pobreza, delincuencia y drogadiccin.) Autoreflexividad permanente en relacin a sus prcticas y a su quehacer en general. Capacidad de responsabilizarse por la intervencin a partir de un compromiso efectivo con el nio y su familia. Saber escuchar, ser acogedor, receptivo y emptico. Iniciativa, autonoma y creatividad para resolver problemticas emergentes. Manejo de un lenguaje claro y directo que promueva una correcta comprensin de los mensajes por parte del cuidador y el nio/a.
co y planificar y guiar la intervencin. Estas competencias o capacidades van ms all del conocimiento tcnico ligado al saber y al saber hacer, engloba tambin un conjunto de actitudes personales y un repertorio de habilidades consideradas como necesarias para su desempeo ptimo.
Conocimiento de la oferta local de servicios de la red pblica que realizan prestaciones vinculadas a los requerimientos de las familias y los nios. Conocer las competencias de las distintas instituciones vinculada al sistema judicial nacional. Saber desenvolverse en contextos de precariedad y trabajar con familias o grupos vulnerables. Conocer los requisitos, garantas y oportunidades para el acceso de las familias, a beneficios y prestaciones disponibles en la red social. Tener conocimientos en el mbito de la proteccin infantil y la vulneracin de derechos. Capacidad de trabajo en equipo.
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Reunin Tcnica de Equipo de Consejeros Familiares, participan 5 profesionales (dos psiclogas, dos trabajadoras sociales y 1 profesor de filosofa). Una profesional Consejera Familiar, titulada hace 1 ao de psicloga (24 aos edad, soltera sin hijos), presenta el siguiente caso: Est en proceso de diagnstico de la situacin de Cristopher de 3 aos de edad, ha realizado una visita domiciliaria, en la cual ha conversado con el abuelo paterno del nio y su actual pareja. Pedro de 47 aos es abuelo de Cristopher, vive con su actual pareja Carolina de 35 aos, de la relacin no han nacido hijos. Pedro tuvo tres hijos con su anterior pareja, siendo la mayor Dayana de 22 aos, quien esta recluida cumpliendo una condena de 5 aos y 1 da por homicidio simple, as mismo tena mltiples causas anteriores siendo menor de edad, por abandono de hogar, vagancia y comercio sexual. Pedro se hace cargo del nieto desde la detencin de la hija, hace un ao y medio, a pesar de que no mantena contacto con ella, ya que la abuela materna seal no estar en condiciones de hacerse cargo del nio. Cristopher despus de un ao y medio, se refiere a Pedro y Carolina, como pap y mam. A su vez, Dayana por su edad y buena conducta, obtuvo el beneficio de salida de fin de semana (paso previo a la salida controlada al medio libre y la solicitud de libertad condicional), sealando que su principal motivacin para cambiar su estilo de vida es retomar el contacto con su hijo y vivir con l. Sin embargo, Pedro le ha negado la posibilidad de que mantenga contacto con Cristopher. As mismo, el abuelo paterno muestra desconfianza frente a la profesional y no mucho inters en participar del programa, ya que lo siente como una amenaza y piensa que le quieren quitar el nio para entregrselo a la madre, que segn sus palabras es una loca sin vuelta. La profesional informante seala que el nio se observa sper bien, que los cuidadores se muestran cariosos y preocupados y que el nio esta bien integrado a la familia, de hecho destaca que se abraza a Carolina, a quien llama mam y que le dice pap a Pedro. Segn su opinin habra que evitar el contacto de la madre biolgica con el nio y orientar al abuelo para que adopte al nio.
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El profesor de filosofa y una trabajadora social, estn de acuerdo con la opinin de la profesional informante y sealan que es muy difcil que una persona con la trayectoria vital de Dayana pueda cambiar y que, en todo caso, el riesgo de dao para el nio es muy alto. Por lo que habra que concentrarse en fortalecer las competencias parentales de los actuales cuidadores. Por su parte, las otras profesionales (una trabajadora social y una psicloga), sealan que es muy apresurada la evaluacin de la situacin, slo a partir de una visita domiciliaria y sin haber conversado con la madre del nio. El resto del equipo seala que para qu conversar con la madre del nio, si ella esta presa, hay que centrarse en los adultos que actualmente cuidan al nio. La psicloga y la trabajadora social, retrucan que para lograr una mirada integral de la situacin y en funcin del inters superior del nio, no se puede obviar que la madre biolgica existe y estara haciendo esfuerzos por acercarse al nio. Adems fortalecer las competencias parentales no significara transformar al abuelo del nio, en su padre. Del mismo modo, habra que evaluar las razones de fondo de la pareja, ya que al no tener hijos, pueden tratar de invalidar a la madre biolgica para apropiarse del nio. As mismo, hacen notar que Pedro no manifiesta mayor preocupacin por Dayana, ni por sus otros hijos. Cmo podramos despejar esta situacin? Qu pasos deberamos seguir? A continuacin se propone una serie de fases en funcin de lograr articular un adecuado diagnstico de la situacin del nio. Los instrumentos gua propuestos se orientan a evaluar la situacin del nio o nia y las competencias parentales del cuidador, pero igualmente pueden utilizarse para evaluar las competencias de los padres en conflicto con la justicia.
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Las fases e instrumentos de diagnstico se basan en la Gua de Valoracin de las Competencias Parentales a travs de la Observacin Participante, Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan, IFIV, versin enero 2005.
Una tensin permanente en la intervencin profesional es la resultante de lo que se debe hacer v/s lo que se puede hacer, considerando tiempo, recursos, exigencias institucionales, etc. Sin embargo, no es extrao constatar que muchas situaciones complejas vividas por nios y nias, se podran haber evitado con una oportuna rectificacin de apreciaciones diagnsticas erradas, que se van reproduciendo a partir de un primer informe basado, por ejemplo, en slo una entrevista clnica, descontextualizada del entorno familiar y sociocultural del informado.
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
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su vida y de su relacin con el nio, y la del Consejero Familiar la de guiarlo en este proceso que apunta a fortalecer sus competencias como cuidador. Cierre del primer encuentro: Para fortalecer el pacto y el vnculo Consejero - cuidador en construccin, se recomienda repasar con ste los aspectos que fueron abordados y los objetivos del primer encuentro, motivndolo a tener una participacin activa en el proceso que se desarrollar.
Se considera relevante que el Primer Encuentro se realice en el domicilio del nio y su familia. Siendo parte del sello distintivo del Programa privilegiar el espacio familiar y comunitario.
Se recomienda contrastar y completar la informacin contenida en el instrumento gua nmero 1 de la batera diagnstica.
Se recomienda al Consejero Familiar no utilizar en su relacin con las familias rotulaciones o etiquetas institucionales recogidas en el marco de esta exploracin, centralmente para evitar el fenmeno de profecas autocumplidas en relacin a ciertas problemticas o a la baja adherencia y efectividad de las intervenciones.
Un aspecto relevante de esta fase del diagnstico es conocer las percepciones y evaluaciones que realiza el mismo cuidador respecto a estas intervenciones, aspectos positivos, impacto, resultados,
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Resulta central trabajar constantemente el tema motivacional en la primera etapa del proceso.
Se sugiere indagar en la situacin del nio frente a la red institucional, verificar su participacin y permanencia en el sistema escolar, vinculacin con sistema de salud (controles nio sano, vacunas, nutricin, entre otros); participacin en programas de promocin, prevencin o reparacin; indagar sobre los espacios socioeducativos en los cuales se ha desenvuelto, etc. Se sugiere ver batera diagnstica y completar instrumento gua nmero 2.
metodologas y actividades ms valoradas, etc., ya que de esta manera se obtienen luces respecto a los caminos ms eficientes a seguir en el curso de esta intervencin.
Propuesta de reas y secuencia de indagacin: Antecedentes familiares: Se debe lograr visualizar, a travs de esta bsqueda de informacin, al cuidador y al nio inserto en una familia concreta con determinados miembros y determinadas caractersticas. Es central el indagar sobre la familia de origen del cuidador para identificar ciertas situaciones o aspectos que pueden estar afectando hoy sus competencias parentales y su relacin con el nio. Se recomienda ver batera diagnstica y aplicar instrumento gua nmero 3. Antecedentes personales: Se debe buscar visualizar al cuidador en diferentes espacios de su vida y examinar sus prcticas y caractersticas personales que pueden tener una influencia importante en el trato que le da al nio/a. Se sugiere ver batera diagnstica y aplicar instrumento gua nmero 4. Antecedentes histricos a nivel personal y familiar: Se debe buscar visualizar al cuidador en diferentes momentos de su vida e identificar y caracterizar a sus figuras significativas. Intentando completar lo ms posible la informacin familiar, se
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Se propone ver batera diagnstica y aplicar instrumento gua nmero 3. Abordar los antecedentes mdicos, psiquitricos y eventuales comportamientos crimingenos de la familia y del cuidador.
Se sugiere no hablar de un fin o cierre para la etapa diagnstica. Principalmente porque se entiende como un proceso evaluativo permanentemente abierto, que debe irse enriqueciendo y retroalimentando constantemente a partir del acceso a nueva informacin sobre el nio, los padres y/o cuidadores y la familia en general.
Se recomienda ver batera diagnstica y aplicar instrumento gua nmero 5 y 6. Al finalizar esta etapa y con toda la informacin recopilada, se recomienda se complete el instrumento de sntesis preliminar, gua nmero 7.
En caso de situaciones problemticas emergentes o imprevistas para el nio detectadas por el Consejero Familiar, se sugiere contener, delimitar el problema, indagar en la situacin, presentar el caso al equipo tcnico y evaluar posibles medidas a tomar.
Como se seal en el capitulo anterior, las competencias parentales corresponden a la definicin de las capacidades prcticas de los padres para cuidar, proteger y educar a sus hijos, asegurndoles un desarrollo sano; y cuyo origen est determinado por factores biolgicos y hereditarios, pero que a la vez son moduladas por las experiencias vitales e influidas por la cultura y los contextos sociales.
A continuacin se plantean una serie de tcnicas y procedimientos cuya aplicacin permite evaluar las competencias parentales fundamentales. Si bien, en trminos metodolgicos la evaluacin se plantea a nivel de cada una de las competencias parentales, se debe considerar que en la realidad estas se presentan como un
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debe indagar en las edades de los miembros de su familia nuclear y extensa y en sus caractersticas personales principales. Se debe hacer un esfuerzo por construir una idea acerca de la atmsfera prevaleciente en su hogar.
todo interrelacionado. Al finalizar el proceso diagnstico, se debe lograr establecer una imagen global e integral de las competencias parentales del cuidador. En esta fase se incluyen momentos de observacin directa de la interaccin cuidador - nio, en los cuales ser posible acceder a una gran cantidad de informacin, la cual probablemente supere los lmites de los instrumentos gua planteados, a partir de lo cual se sugiere aprovechar al mximo los apartados finales de observaciones y/o comentarios de cada herramienta. De todas maneras, como ya se seal, se recomienda llevar un archivo personal de observaciones de cada caso, tipo cuaderno de registro. En funcin del desarrollo de esta fase diagnstica se adjunta en el captulo Anexos una Batera Diagnstica con diversas guas y pautas de trabajo diferenciadas por actor y considerando las caractersticas y necesidades particulares de los nios/as de acuerdo a su desarrollo evolutivo. Para facilitar el sentido pedaggico del manual, se desarrollar esta fase del diagnstico utilizando como ejemplo slo las pautas elaboradas para nios y nias de una determinada edad, los instrumentos vinculados a cada capacidad y habilidad parental del resto de etapas de desarrollo se encuentra en el apartado de anexos. Como ya se seal en el captulo anterior, las competencias de los cuidadores para proteger y educar a los nios promoviendo su desarrollo sano se organizan en base a capacidades y habilidades parentales. A continuacin se retoman sintticamente los contenidos abordados en el captulo 1 en relacin a las competencias parentales y se presentan los instrumentos asociados a la evaluacin de cada capacidad y habilidad.
Componente 1: Capacidades Parentales Las capacidades parentales se conforman a partir de la articulacin de factores biolgicos y hereditarios y su interaccin con las experiencias vitales y el contexto sociocultural de desarrollo de los progenitores o cuidadores de un nio. Las capacidades parentales fundamentales son: Capacidad de Apegarse a los Hijos: La capacidad de Apegarse a los Hijos, se relaciona con el conjunto de recursos emotivos, cognitivos y conductuales que el cuidador posee para apegarse afectivamente respondiendo a las necesidades del nio o nia. Los tipos de apego son: apego seguro, apego inseguro evitativo, apego inseguro ansioso ambivalente y apego desorganizado. A continuacin se presentan una serie de instrumentos para evaluar esta capacidad de los padres o cuidadores de apegarse a los nios.
Instrumento Gua N 8 B para Evaluar la Capacidad del Padre o Cuidador de Apegarse al Nio o Nia de 1 a 2 aos y medio Metodologa: El instrumento de examen ser la observacin directa de la relacin del cuidador con el nio dirigiendo nuestra atencin a los comportamientos infantiles frente a diferentes situaciones creadas por el Consejero Familiar. Para esto se observar el comportamiento de los nios en situaciones que pueden se asimiladas a la situacin extraa propuesta por Ainsworth y Bell (1970). Lo observado ser comparado con una lista de premisas propuestas y el resultado permitir hacerse una idea de la calidad del apego y por ende el tipo de relacin cuidador - nio. Los diferentes pasos de este examen tienen como eje la observacin participante de las reacciones de los nios a sus cuidadores, en una situacin donde stos se sientan cmodos. Se debe realizar como mnimas dos sesiones de observacin, para evitar sacar conclusiones de situaciones atpicas. Se sugiere reunir en un lugar adecuado al nio con el cuidador/a y el consejero familiar (idealmente espacio institucional de trabajo del Consejero Familiar: sala de juegos, sala de entrevistas y/o sala de espejos). Las fases e instrucciones que a continuacin se enuncian son validas para las evaluaciones de la relacin cuidador/a con nios y/o nias de 1 a dos aos y medio. Para hacer ms accesible y didctico el texto se opt por incluir slo este instrumento, el resto se encuentra en el apartado de anexos vinculados a este capitulo. Fases del examen: 1. Antes de la separacin: encuentro de todos los participantes
En el primer momento se renen todos los implicados para permitir que el nio se adapte a la situacin, se hacen las primeras observaciones sobre la relacin entre el nio y su cuidador, la relacin con el extrao (Consejero Familiar) y con el entorno (capacidad de exploracin). A continuacin, se eligen y subrayan las descripciones propuestas en los cuadros que mejor coincidan con lo observado.
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2.
El momento de la separacin:
Se solicita al cuidador/a abandonar la sala dejando al nio, slo con el Consejero Familiar. Se observan las reacciones del nio en el momento de la partida. 3. El momento del retorno del cuidador (donde todos se reencuentran):
Como en la primera fase, en esta segunda y tercera tambin se eligen las descripciones propuestas que mejor correspondan con lo observado. Nota: Antes de concluir un resultado definitivo se debe repetir por lo menos una vez ms el examen, de preferencia otro da, para estar seguro que las descripciones de los comportamientos elegidos correspondan realmente al modo corriente de interaccin cuidador - nio/a. Resulta til el comparar las observaciones con las de otros observadores vlidos, por ejemplo, otro miembro del equipo profesional. Instrucciones: En los cuadros que siguen se proponen diferentes descripciones de comportamientos posibles que pueden caracterizar la interaccin entre el cuidador/a y el nio/a. Estos comportamientos han sido agrupados en cuatro grupos (I, II, III, IV). El o la Consejera Familiar deben marcar con una cruz las descripciones que les parezcan las ms coincidentes con sus observaciones. Sumando el nmero de descripciones seleccionadas en cada seccin se obtiene aquella que al contar con el nmero ms elevado de descripciones marcadas, indica el modelo predominante de relacin cuidador - nios/as. Se comparan los resultados con lo descrito al final de los cuadros.
Valoracin de la calidad de la relacin de los cuidadores con nios de edades comprendidas entre 1 ao y 2 aos y medio
Consejero/a Familiar:
Grupo I
Grupo II
El nio parece preocupado por lo que hace su cuidador/a, y explora poco su entorno. El nio se pega a su cuidador/a y es incapaz de despegarse de l, incluso poco a poco. Ignora o rechaza al Consejero/a Familiar, o se aleja de l. El nio presenta comportamientos inmaduros y/o regresivos en presencia de su cuidador(a).
El cuidador/a y el nio/a estn relajados y cmodos el uno con el otro. Parecen sentir algo singular el uno por el otro. El nio explora libremente su entorno, mirando de vez en cuando a su cuidador(a). El nio solicita activamente apoyo y consuelo de su cuidador cuando est contrariado. El nio pide y le gustan los contactos fsicos con su cuidador/a. El nio es ms sociable con su cuidador/a que con el Consejero/a Familiar. El nio busca con preferencia ayuda de su cuidador/a que del Consejero Familiar. El nio reacciona con inters a las seales del Consejero Familiar, pero antes mira o se acerca a su cuidador/a.
Total Grupo II:
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
El nio/a muestra inquietud o llama a su cuidador/a si este se aleja, pero si se acerca lo rechaza. En medio de un acceso de clera o de llantos, el nio/a se queda inmvil y/o impide que se le acerquen. Los comportamientos del nio/a son hiperactivos y caticos, evitando el contacto por momentos o pudiendo ser invasivos. El nio/a se sienta impasiblemente en las rodillas de su cuidador/a largo tiempo, evitando el contacto visual e ignorando sus gestos amistosos. El nio/a desva frecuentemente la mirada cuando su cuidador/a se dirige a el/ella, si este insiste el nio puede reaccionar de una forma imprevisible.
El nio muestra poca atencin a su cuidador/a y/o presenta signos evidentes de temerle. Se aleja rpidamente de su cuidador/a, explorando el entorno, Como si no tuviera miedo de nada. El nio se muestra ms sociable con el Consejero/a Familiar que con su cuidador/a. El nio se muestra extremadamente abierto con el Consejero/a Familiar buscando y gustndole los contactos fsicos con l o ella, pero no as con su cuidador/a. Busca principalmente ayuda del Consejero/a Familiar en lugar de hacerlo de su cuidador/a.
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Valoracin de la calidad de la relacin de los cuidadores con nios de edades comprendidas entre 1 ao y 2 aos y medio
Consejero/a Familiar:
Grupo I
Grupo II
El nio/a se inquieta, llora o se enoja al presentir la partida de su cuidador. Cuanto este parte, el nio/a busca a su cuidador/a con signos desesperados. El nio/a puede llorar sin consuelo mostrando signos de rabia, miedo e impotencia El llanto del nio/a aumenta cuando el Consejero/a Familiar intenta consolarlo.
Si el nio/a se inquieta busca espontneamente el contacto con su cuidador/a buscando seguridad y explicaciones.
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
El nio/a parece relajado y presenta ms inters en lo que pasa en la sala despus de la partida de su cuidador/a.
Cuando el cuidador/a se va, el nio/a se asla. Puede mantenerse as, aunque parezca que tiene miedo o est contrariado. El nio/a puede acercarse al Consejero/a Familiar, pero de repente se detiene y/o comienza una rabieta. O bien se muestra postrado y deprimido, mantenindose a distancia. El nio/a puede distraerse slo y luego de un largo periodo de juego donde el nio pareca satisfecho, de repente llora, o muestra una mezcla de rabia y de pena sin motivo aparente. El nio/a se acerca al Consejero/a Familiar, para alejarse antes de tocarlo sin motivo aparente.
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Valoracin de la calidad de la relacin de los cuidadores con nios de edades comprendidas entre 1 ao y 2 aos y medio
Consejero/a Familiar:
Grupo I
Grupo II
La reaccin del nio/a es ambivalente a la vuelta de su cuidador/a. Tiende los brazos, pero si el cuidador/a lo toma, el nio quiere bajarse. Se apega a su cuidador/a al tiempo que le empuja o rechaza. El nio/a es incapaz de consolarse a pesar de que su cuidador/a ha vuelto y/o rechaza ser consolado manifestando signos evidentes de rabia.
Si el nio/a mostr pena en el momento de la separacin, ahora esta alegre y en contacto con su cuidador/a que ha vuelto.
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
1. Signos de Petrificacin. El nio/a interrumpe su actividad normal o su comportamiento agitado y se queda inmvil durante 20 segundos o ms (no se mueve y/o su rostro se muestra vaco y/o fijo).
2. Signos visibles y directos de desconfianza. Muestra desconfianza y miedo intenso a la vuelta de su cuidador/a, cuando le llama o se le acerca. Muestra de temor en el rostro cuando su cuidador/a lo toma en sus brazos. Huye de su cuidador/a cuando ste vuelve. Su actitud es de hipervigilancia y de alerta permanente, sobre todo si ste/a se coloca detrs de l. 3. Signos de desorganizacin y desorientacin. Presenta sus brazos al consejero/a familiar para que lo tome cuando su cuidador/a vuelve. Se tapa la cara o coloca sus manos cerca o delante de su rostro. Acompaa a su cuidador/a a la puerta, sonriendo como si se despidiera. Reacciones afectivas confusas, desordenadas, (se aleja, re, llora, est confuso, se acerca). Total Grupo IV:
94
2.
3.
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Puede ser que algunos nios confrontados a este modo de vinculacin no manifestarn trastornos importantes, aunque la mayora de ellos presentarn diferentes formas de sufrimiento infantil, manifestado en: comportamientos agresivos y provocadores, dificultades de aprendizaje, retrasos del desarrollo y dificultades de relacin. Una mayora de puntos para el grupo IV: Si la mayora de las observaciones coinciden con los postulados de la columna cuatro, estamos en presencia de un modo de relacin adulto - nio/a catico y desorganizado, que corresponde a lo que ha sido descrito como: apego desorganizado. La existencia de este tipo de patrn supone que los cuidadores presentan problemas graves en la relacin con los nios/ as, seguramente los descuidan y/o les maltratan fsicamente y/o psicolgicamente. Por lo tanto, este tipo de apego es un indicador de incompetencia parental severa y lo ms probable crnica. Todos los nios vctimas de este tipo de apego presentan trastornos importantes en su desarrollo, as como diferentes manifestaciones actuales de sufrimiento. Estos nios corresponden generalmente a cuidadores que a su vez presentan mltiples problemas y carencias, y que su vez conforman familias multiproblemticas y multicarenciales. Son estos nios los atendidos frecuentemente por los servicios de proteccin infantil. Cuando son detectados tardamente y/o ayudados inadecuadamente presentarn problemas afectivos, de aprendizaje, comportamentales y relacionales crnicos y graves, que en muchas ocasiones y sobre todo en la pre-adolescencia y en la adolescencia, se expresarn por trastornos psicopatolgicos severos (depresin, psicosis, consumo de drogas, sociopatas, psicopatas, perversiones sexuales, etc.).
4.
Este modo de apego es un indicador de dificultades e incompetencias en el ejercicio de la funcin parental. Los cuidadores presentan en estos casos grados moderados y a veces severos de incompetencia parental, a menudo de evolucin crnica.
Resultados de la Valoracin:
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar: Total de Puntos Obtenidos Grupo Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Puntaje
Comentarios: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
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Empata: Como ya se plante, la Empata es la capacidad de percibir las vivencias internas de los nios a travs de la comprensin de sus expresiones emocionales y gestuales con las que manifiestan sus necesidades. Los cuidadores con esta capacidad pueden sintonizar con el mundo interno de sus nios y responder adecuadamente a sus necesidades. A continuacin presentamos una gua diseada en funcin de la evaluacin de la capacidad emptica del cuidador(a) a travs del examen de su impulsividad y de su capacidad de controlarse. Instrumento Gua N 9 Metodologa: Esta rea pretende evaluar la capacidad de control del cuidador en lo que se refiere a sus emociones, pulsiones e impulsos en presencia del nio. La lista de preguntas presentadas a continuacin, estn destinadas a explorar su capacidad de controlarse en el contexto de una relacin con un nio, as como sus habilidades para manejar la tensin y el estrs inherentes al desempeo de las funciones parentales. Los cuidadores con poca capacidad de controlarse, tienen tendencia a explotar, o a pasar al acto en una situacin de tensin o estrs. Su falta de empata y sus escasas habilidades para manejar las emociones que la situacin les provoca, les conducen a encontrar una salida inmediata a lo que les molesta. Por ejemplo, cuando un nio pequeo llora y el cuidador no soporta su llanto, en vez de intentar comprender por qu el nio llora y proponer una solucin al problema que lo hace llorar, le pega o lo amenaza para hacerle callar. Sus dificultades le impide tambin pensar en pedir ayuda a alguien para encontrar otra alternativa que la de actuar con violencia. Esta falta de control est muy a menudo asociada a malos tratos fsicos y psicolgicos. Instrucciones: Este instrumento comprende nueve situaciones a explorar mediante preguntas que el Consejero Familiar debe responder, en base a la informacin que recoge de la observacin y del dilogo con el
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o la cuidadora. Las preguntas ponen el acento en la o las reacciones racionales o irracionales de los cuidadores cuando se sienten molestados por el nio o la nia. Adems, orientan a explorar si el adulto puede o no contar con el apoyo de otro adulto en su entorno inmediato que le ayude o podra ayudarle a controlarse. O al contrario, si sus dificultades estn en relacin con la presencia de otro adulto que aumenta su irritacin. Las preguntas pueden parecer simples, pero el Consejero deber adaptarlas y usar su creatividad para escoger la modalidad ms pertinente para obtener la informacin en cada caso. El plantear las preguntas directamente no siempre es la mejor frmula, por lo que se propone al profesional crear situaciones que le permitan observar el comportamiento parental en vivo y/o de preguntar a travs de ejemplos o situaciones tipos.
Instrumento de Observacin
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar: Marque la que estima se aproxima ms a la realidad de la relacin Nio/a - Cuidador/a
Generalmente
A Veces
Nunca
1. El adulto se siente a menudo desbordado, a punto de explotar o de pasar al acto violento (golpear, agredir, etc.) 2. Cuando el adulto est molesto con el nio/a acta de una forma automtica sin reflexionar 3. El adulto es capaz de reconocer sus sentimientos antes de actuar 4. El adulto puede considerar la posibilidad que alguien le ayude antes de actuar 5. El adulto puede considerar diferentes alternativas de solucin para lo que lo perturba antes de actuar 6. El adulto puede contar, de una manera regular, con alguien que le ayude o le apoye cuando lo necesite para mantener el control (cnyuge, sus padres, sus hijos mayores, amigo/a, trabajador social) 7. El adulto se relaciona con alguien en su vida cotidiana que le irrita y por su presencia o sus actuaciones le hace disminuir sus capacidades de controlarse 8. El adulto participa de una relacin permanente en donde su cnyuge se descontrola regularmente arrastrndolo a l, quien tambin pierde el control 9. Cuando el adulto est molesto o tenso por el comportamiento de uno o de varios de sus cercanos en qu medida el cuidador se paraliza siendo incapaz de enfrentarse a la situacin?
No Se
Preguntas
Raramente
Siempre
Comentarios y Observaciones:
_____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ Conclusiones: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ Discusin de los resultados: a. Las preguntas 1), 2), 3), 4) estn destinadas a hacerse una idea del tiempo que pasa entre el estmulo que molesta al adulto y el momento que responde impulsivamente. La respuesta es un indicador de su capacidad para controlarse, es decir, del tiempo que se da para mentalizar la situacin, reconocer sus emociones y elaborar la respuesta ms adecuada para enfrentar el problema que provoca su molestia. Si la forma de reaccionar corresponde a lo enunciado en las alternativas 1) y 2) podemos estar en presencia de un adulto con muy pocas capacidades de control, con poca empata y con un riesgo de hacer dao al nio/a. Si los comportamientos de los adultos corresponden a las premisas 3), 4), 5), estamos en presencia de un cuidador/a con capacidad control y por lo tanto, con empata y capacidad educadora. Las preguntas 6), 7), 8), exploran la presencia o ausencia de apoyo social, a travs de personas que pueden ayudar
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
b.
101
c.
Si lo observado corresponde al postulado 9), estamos en presencia probablemente de un cuidador/a que se paraliza en situaciones de problema o de conflictos con el nio o la nia. Es probable que corresponda a un adulto con recursos empticos, pero carente de modelos de actuacin, es decir, se paraliza porque no sabe cmo hacer frente a los problemas y/o tiene miedo de daar al nio/a, como consecuencia de su propia historia de maltrato. A diferencia de los cuidadores impulsivos donde el origen de sus problemas es la falta de empata, estos cuidadores presentan ms posibilidades de cambio si se les proporciona la ayuda necesaria. Modelos de Crianza:
Los modelos de Crianza se vinculan con el saber responder a las demandas de cuidados del nio, protegerle y educarle, son el resultado de complejos procesos de aprendizaje que se realizan en la familia de origen y tambin en las redes sociales primarias, influidos por la cultura y las condiciones sociales de las personas. Se transmiten de generacin en generacin como fenmenos culturales; las formas de percibir y comprender las necesidades de los nios estn incluidas implcita o explcitamente, lo mismo que la respuesta para satisfacer necesidades y maneras de proteccin y educacin. A continuacin presentamos una gua de observacin que permite evaluar las caractersticas de los modelos de crianza desarrollados por el cuidador.
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o empeorar el control de los impulsos. Si lo observado corresponde a lo postulado en 6), estamos en presencia de un cuidador/a que posee recursos relacionales que le ayudan a controlarse en caso de conflictos o dificultades con el nio/a. La capacidad de pedir ayuda y encontrarla para evitar daar a alguien, es un buen indicador de habilidades relacionales y por ende, de habilidades parentales. No es el caso si lo observado corresponde al postulado 7). Si corresponde al postulado 8) podemos afirmar que estamos confrontados probablemente con alguien con pocas capacidades a enfrentar el estrs relacional, con riesgos de dejarse contaminar por las reacciones de los otros y perder el control daando, as, al nio/a. Esta situacin est presente a menudo, por ejemplo, cuando existe un conflicto de pareja.
Responda escogiendo la alternativa que responda mayormente a lo que usted ha observado en la relacin cuidador/a - nio/a:
Generalmente Raramente
A Veces
Nunca
El adulto se muestra amable y afectuoso con el nio El adulto se interesa poco en el nio El adulto est generalmente irritable con el nio El adulto muestra hostilidad y/o agresividad con el nio El adulto rechaza al nio El adulto es generalmente muy crtico en relacin al nio El adulto muestra las cualidades positivas del nio El adulto es exigente con el nio y/o lo humilla El adulto tiene expectativas rgidas, irracionales y/o inapropiadas para la edad del nio El adulto establece lmites apropiados al nio El adulto mantiene los lmites fijados El adulto corrige a los nios si estos transgreden los lmites y las normas con sus conductas El adulto es flexible a la hora de reaccionar frente al nio El adulto negocia con xito con el nio/a El adulto ayuda al nio/a a afrontar las consecuencias de sus actos de una manera coherente El adulto engaa al nio/a a la hora de resolver un conflicto o una dificultad El adulto proporciona explicaciones adaptadas a la edad del nio/a en relacin a las consecuencias de sus actos El adulto tiene una profunda conviccin de que es fundamental castigar fsicamente a los nios para educarles
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No Se
Observaciones
Siempre
Comentarios y Observaciones: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ Discusin de los Resultados Las respuestas a todas las observaciones van a entregar informacin acerca del modelo de crianza que el cuidador transmite al nio o nia, sin embargo, se recomienda prestar especial atencin a las alternativas de los polos: siempre - generalmente y raramente nunca y contrastar esta informacin con los contenidos entregados al respecto en el marco del captulo 1.
Capacidad de Participar en Redes Sociales y de Utilizar los Recursos Comunitarios La capacidad de participar en redes sociales y de utilizar los recursos comunitarios es una capacidad fundamental y necesaria para el ejercicio de la parentalidad. Se refiere a la capacidad de pedir, aportar y recibir ayuda de redes familiares y sociales, incluso de las redes institucionales y profesionales cuyos fines son la promocin de la salud y el bienestar infantil. A travs de los siguientes instrumentos, se evala la presencia o ausencia de fuentes de apoyo social para la parentalidad, tanto en la familia de origen como en la red social cercana (amigos, vecinos, compaeros/as de trabajo), como en la red familiar nuclear (cnyuge, hijos, hermanos), como en la familia extensa (abuelos, tos, primos, hermanos/as, etc.). Esta seccin pretende examinar dos componentes fundamentales de la participacin y fuentes de apoyo: 11 A: La participacin de los cuidadores en su red social natural, incluyendo su familia extensa. 11 B: La participacin en la red institucional y la relacin de los cuidadores con sta. Metodologa El ejercicio de una parentalidad suficientemente adecuada est tambin condicionada por las posibilidades que tengan los padres de participar en redes sociales donde puedan recibir y aportar a sus miembros tanto ayuda material como apoyo psico-socioemocional. Por lo tanto, un modelo integral de bienestar infantil, debe integrar la idea que un nio en su familia y sta en la colectividad, podrn evolucionar sanamente si pertenecen a una comunidad capaz de aportar recursos para satisfacer las necesidades de los nios al mismo tiempo que sostiene y apoya los recursos parentales de las familias (Barudy, J. 1998,1999). As, por ejemplo, cuando los apoyos sociales, ya sean materiales o psico-socioafectivos, estn suficientemente presentes, stos pueden servir para manejar el estrs y la tensin que enfrentan los padres. Si una familia no dispone de apoyos sociales, ya sea por su dinmica interna o por la pobreza material y/o humana del entorno en que vive, o no est en condiciones de utilizar los apoyos
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Por otra parte, diversas experiencias e investigaciones han permitido descubrir la estrecha relacin que existe entre malos tratos infantiles y la falta de apoyo social. En general, los cuidadores que maltratan a sus nios estn insertos en redes familiares y sociales empobrecidas y disfuncionales. Sus relaciones con su entorno pueden ser caticas, o al contrario, rgidas y estereotipadas. De esta manera, el instrumento que se propone, busca exploraren el cuerpo social y familiar de los cuidadores. Se trata de evaluar la presencia o ausencia de fuentes de apoyo social para la parentalidad, tanto en la familia de origen como en la red social cercana (amigos, vecinos, compaeros/as de trabajo), como en la red familiar nuclear (cnyuge, hijos, hermanos), como en la familia extensa (abuelos, tos, primos, hermanos/as, etc.). Este instrumento, por lo tanto, evala la disponibilidad de apoyos sociales y comunitarios y la capacidad de los cuidadores de recurrir y apoyarse en estas fuentes y al mismo tiempo de participar en ellas para dar apoyo a otras familias. En parte se evala la capacidad de los adultos a participar en dinmicas de autoayuda. Ciertas familias muestran una marcada tendencia a la desconfianza y a la hostilidad frente a sus vecinos y a los profesionales de las instituciones sociales. Otras, al contrario, se aprovechan en extremo de todo lo que se les pueda aportar esta relacin, pero sin ser capaces de retribuir con reconocimiento o aportes concretos. Es importante a la hora del examen que el Consejero Familiar tenga presente que estas reacciones pueden ser crnicas, es decir, una forma de funcionamiento familiar resultado de una transmisin transgeneracional o actual, consecuencia de una situacin de crisis por acumulacin de factores de estrs. En este sentido, es importante leer las informaciones recogidas a travs de este instrumento a la luz de las obtenidas en el examen de los niveles de cooperacin de los cuidadores con la red institucional.
disponibles, le faltar un importante piso base para hacer frente a los problemas y aliviar tensiones ms crnicas.
Se recomienda comenzar la indagacin a travs de la utilizacin de situaciones hipotticas. A continuacin se presentan algunos casos atendiendo a la informacin que se busca recolectar en los tres primeros cuadros: Cuadro 1: Tiene alguna relacin con sus vecinos?, y con los integrantes de su familia extensa, conoce algn grupo de ayuda o asistencial de su comunidad?, conoce al presidente de la junta de vecinos?. Cuadro 2: Si tuviese que realizar un tramite, con quin podra dejar al nio?: miembros de la familia extensa, vecinos, amigos, etc., Si en su casa surgiera una emergencia y necesitase la ayuda de alguien, a quin acudira?, a quin le solicitara apoyo?: miembros de la familia extensa, vecinos, amigos, grupo religioso, junta de vecinos Cuadro 3: En su relacin con el nio y en su rol como cuidador/a, se siente apoyado por alguien?, en qu lo ayuda su familia, sus vecinos, etc.?, en qu lo ayudan?, Cmo? 1. Marque con una cruz las fuentes, grupos o personas disponibles para el cuidador o cuidadora:
S No N/S
Fuentes de apoyo social disponibles para los cuidadores Familia extensa Amigos Vecinos Grupos sociales (religiosos, clubs, centros de tiempo libre, etc.) Grupos de autoayuda Otros (precisar):
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Comentarios: Sealar lo que crea pertinente para la evaluacin. _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ 2. Marque con una cruz las fuentes, grupos o personas que el cuidador solicita apoyo o ayuda:
S No N/S
Grupos o redes a los cuales el cuidador/a solicita apoyo Familia extensa Amigos Vecinos Grupos sociales (religiosos, clubs, centros de tiempo libre, etc.) Grupos de autoayuda Otros (precisar):
Comentarios: Sealar lo que crea pertinente para la evaluacin. _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
3.
Marque con una cruz las fuentes, grupos o personas que el cuidador siente que lo apoyan verdaderamente en su rol:
S No N/S
Influencias positivas sobre los nios y/o sobre las competencias parentales Familia extensa Amigos Vecinos Grupos sociales (religiosos, clubs, centros de tiempo libre, etc.) Grupos de autoayuda Otros (precisar):
Comentarios: Sealar lo que crea pertinente para la evaluacin. _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ 4. Seale de que manera las diferentes fuentes de apoyo social influyen positivamente (las marcadas S en el punto 3) en los esfuerzos de los cuidadores, o al contrario, la manera que las diferentes fuentes (marcadas No en el punto 3) influyen de una manera negativa. Familia Extensa Influencias positivas Influencias negativas
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Influencias positivas
Influencias negativas
Grupos sociales (religiosos, culturales, deportivos, etc.) Influencias positivas Influencias negativas
Amigos/as
Conclusiones:
_____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ Observaciones acerca del anlisis de la informacin: 1. No basta con que el cuidador reconozca determinadas fuentes de apoyo disponibles, tiene que saber cmo hacer uso de ellas en el contexto del cumplimiento de su rol parental. Si bien la cantidad de las fuentes reconocidas por el cuidador es relevante, lo central el tipo y calidad de relacin que se llega a establecer. Es relevante evaluar tanto los recursos materiales como los psico - socioafectivos que el cuidador puede obtener de las fuentes que reconoce y a las cuales acude o en las cuales participa.
2.
3.
111
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
Utilizar la siguiente nomenclatura: 1 = 2 = 3 = 4 = 5 = Generalmente poco cooperativo/a A veces poco cooperativo/a Cooperativo/a Muy cooperativo/a No se sabe
Para los fines de este examen se entiende por un comportamiento poco cooperativo con las instituciones sociales a aquellos caracterizados por: a. b. c. d. Conflictos frecuentes Exigencias extremas Sumisin exagerada Rompimientos repetidos de acuerdos y contratos
Indicar en caso de 1. generalmente poco cooperativo y 2. a veces poco cooperativo en qu consiste la falta de cooperacin en la columna especificaciones. Revisar la actitud de cada cuidador en relacin a las siguientes instituciones sealadas.
Instrumento Gua N 11 B Examen de los niveles de cooperacin de los cuidadores con la red institucional
Institucin Trabajo (OMIL, Oficina Municipal de Intermediacin Laboral, Centro de Capacitacin) Establecimientos Educacionales Programas Municipales de Apoyo Social Servicio de Proteccin de Infancia Polica de Investigaciones Servicios de Salud (consultorios, policlnicos, hospitales) Centro de Salud Mental (COSAM CESFAM) Chile Solidario (Programa Puente, otros) Carabineros de Chile (Plan 24 horas, DIPROFAM, otros) Otro:
Niveles de Cooperacin
113
Observaciones acerca del anlisis de la informacin: 1. Se sugiere en los casos en los cuales se presente como generalmente poco cooperativo o a veces poco cooperativo, indagar y explorar en las razones y justificaciones dadas por el cuidador. Se recomienda para los casos en los cuales el cuidador se presente como cooperativo con las instituciones sociales, tambin indagar en sus razones y explicaciones, intentando captar los motivos y valores que gatillan esta accin. Si bien la relacin que el cuidador establece con las distintas instituciones sociales influyen de una u otra manera en su rol parental y en el bienestar del nio, resulta fundamental indagar en profundidad acerca de su vinculacin con los servicios de salud, establecimientos educacionales y servicios de proteccin de la infancia. Visualizar si el cuidador es capaz de visualizar los impactos de su cooperacin o no cooperacin en la situacin del nio y en el ejercicio de su rol parental.
2.
3.
4.
Como ya se plante, estas se asocian con la plasticidad de los cuidadores, que les permite dar una respuesta adecuada y pertinente a las necesidades de sus hijos de una forma singular, de acuerdo con sus fases de desarrollo. Como ya se seal en el capitulo 1, las habilidades parentales son: Funcin Nutriente, Funcin Socializadora y Funcin Educativa. La Funcin Nutriente La funcin nutriente consiste en proporcionar los aportes necesarios para asegurar la vida y el crecimiento de los nios. A continuacin, se presenta un instrumento gua para explorar y evaluar las competencias del cuidador en relacin a esta habilidad.
Cabe destacar que los instrumentos gua, son como su nombre lo indica, una gua, por lo cual tanto en el proceso de diagnstico como a lo largo de la intervencin es fundamental la aplicacin del criterio del profesional y del equipo tcnico, para que se opte por el curso de accin ms adecuado a la realidad especfica de cada familia.
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Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
Alimentacin adecuada Vestimenta adecuada Alojamiento adecuado Cuidados mdicos adecuados Higiene adecuada Seguridad adecuada Si el nio/a tiene necesidades especiales, se le proporcionan los cuidados adecuados Comentarios (Se deben distinguir aspectos asociados a negligencia del cuidador, de factores estructurales como cesanta, pobreza, entorno sociocomunitario vulnerable): _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
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Instrumento Gua N 12 Examen de la capacidad de satisfacer las necesidades bsicas de los nios
Observaciones particulares:
_____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ La Funcin Socializadora y Educativa La funcin socializadora, se refiere a que el o la cuidadora son fuentes fundamentales que permiten a los menores el desarrollo de un autoconcepto o identidad. Por otra parte, la educativa hace referencia a que los padres deben garantizar el aprendizaje de los modelos de conducta necesarios para que los menores sean capaces de convivir, primero en la familia y luego en la sociedad, respetndose a s mismos y a los dems. En cuanto a la evaluacin de la funcin socializadora se sugiere completar el instrumento gua N 13 y en relacin a la funcin educativa el instrumento gua N 14:
A Veces
Nunca
El adulto esta atento a las necesidades del nio y responde de manera adecuada Al adulto estimula al nio a que explore su entorno El adulto conoce los gustos del nio El adulto se muestra intransigente y poco dialogante con el nio El adulto tiende a conversar con el nio frente a sus interrogantes y problemticas emergentes La comunicacin cuidador - nio es expedita y abierta En las relaciones nio - cuidador, las mentiras y engaos son habituales No existe confianza entre el cuidador y el nio Existen un desconocimiento por parte del cuidador de muchas actividades y gustos del nio Existe un inters manifiesto del adulto por saber las actividades y conocer los gustos del nio El cuidador motiva y apoya al nio para que desarrolle actividades de crecimiento humano y social Las conductas del cuidador en relacin al nio estn acordes a su etapa de desarrollo
No Se
Preguntas
Raramente
Siempre
Instrumento Gua N 14 Examen de la capacidad de los cuidadores en ejercicio de funcin educativa (Para de nios mayores de dos aos)
Generalmente
A Veces
Nunca
El adulto conoce las necesidades intelectuales del nio en lo que se refiere a su edad y a su estado de desarrollo El adulto procura una estimulacin intelectual adecuada al nio El adulto intenta estimular adecuadamente el lenguaje del nio El adulto proporciona a los nios materiales para sus actividades y fomenta sus actividades cognitivas El adulto reconoce las dificultades intelectuales y/o de aprendizaje del lenguaje del nio El adulto tiene capacidad para proporcionar y/o obtener ayuda para estimular cognitivamente al nio El adulto tiene recursos para facilitar el desarrollo del lenguaje o para apoyar al nio en sus problemas escolares Asiste a las reuniones de padres convocadas por los maestros de los nios Hace caso de las indicaciones o mensajes enviados desde la escuela Se preocupa de los deberes escolares del nio, apoyndole y/o pidiendo ayuda si es necesario
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No Se
Observaciones
Raramente
Siempre
La informacin recopilada debera permitir obtener conclusiones significativas en funcin de dichos objetivos. Presentacin de los Resultados Como se pudo apreciar a lo largo de este capitulo, el instrumento de evaluacin fundamental es la observacin participante desarrollada por el Consejero Familiar, por lo tanto, la fuente principal de informacin es su experiencia en relacin a lo observado. Dado que sus observaciones son cotejadas con otras fuentes de informacin y con la observacin de otras personas (integrantes del equipo profesional), stas son vlidas y operacionales para los objetivos del presente manual. Como la finalidad de la evaluacin es contribuir al bienestar infantil a travs de la promocin de buenos tratos, se propone la siguiente formula para presentar los resultados. A. B. C. D. E. Situacin muy preocupante para el nio Situacin preocupante para el nio Situacin parcialmente preocupante para el nio Situacin no preocupante: cuidadores con recursos suficientes Informaciones contradictorias y poco concluyentes
Esta escala o nomenclatura deber ser utilizada para comunicar el resultado final del diagnstico, el cual ser una apreciacin del conjunto de los resultados obtenidos previamente. A) SITUACION MUY PREOCUPANTE PARA EL NIO
Esta situacin corresponde a la informacin que indica que el cuidador presenta una incompetencia parental severa y crnica. Es decir, las diferentes valoraciones indican que existe para el nio, uno o ms de los siguientes factores agresivos: 1. Un riesgo real para la seguridad del nio en la actualidad, que se expresa por malos tratos fsicos, negligencia grave y/o violencia psicolgica y sexual. Deficiencias severas en el ejercicio de la parentalidad caracterizadas por incapacidad y obstculos mayores por parte del cuidador para relacionarse con el nio y asegurarle la satisfaccin de sus necesidades y un desarrollo sano. Factores relevantes que afectan negativamente la salud mental del nio en su vida actual. En lo que se refiere a los cuidadores, los resultados muestran que stos presenta un cmulo de caractersticas individuales, actitudes y comportamientos que influencian negativamente sus competencias parentales; adems muestra que estos cuidadores se relacionan muy mal con su red social y que existen pocas posibilidades de una mejora significativa a mediano plazo.
2.
3. 4.
Ejes para la intervencin A nivel de la intervencin, es importante reconocer si el cuidador evaluado, pertenece a uno de estos dos grupos de cuidadores, segn su capacidad de establecer una relacin teraputica y aprovechar la ayuda profesional: a. Cuidadores que son permeables a las ayudas profesionales y capaces de establecer una alianza y un trabajo en conjunto, con los cuales se puede esperar una recuperabilidad parcial de sus competencias parentales. Cuidadores que son impermeables a las ayudas profesionales e incapaces de establecer una alianza y un trabajo en
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
b.
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En estos casos se trata de estructurar un programa a largo plazo que debera estar constituido por lo menos con los proyectos siguientes: 1. 2. Un proyecto socio-educativo para el aprendizaje de una parentalidad suficientemente adecuada. Un proyecto de tutelaje y apoyo permanente de la familia por parte de los Consejeros Familiares con el objetivo de complementar a los cuidadores en el ejercicio de la parentalidad (Lezana J. M. 1999). Un proyecto de acogimiento institucional y/o familiar de los nios, mientras se desarrolle el proyecto socio - educativo del cuidador. ste debe ser mantenido en el tiempo como recurso complementario a la vida familiar en momentos de crisis o como lugar de vida permanente asociado con visitas del cuidador. Un proyecto reparatorio de apoyo para los nios. Las experiencias infantiles resultado de las incompetencias parentales que se expresan por los diferentes tipos de malos tratos, deben ser considerados como traumatismos para los nios, por lo tanto, es necesario ofrecerles una ayuda psicosocial como complemento al trabajo educativo y al de estimulacin, con tal de recuperar un desarrollo infantil normal. Programas teraputicos para los cuidadores. Como ya hemos sealado al estudiar las caractersticas individuales del cuidador, las incompetencias parentales son una de las expresiones ms dramticas de historias de vida de adultos que acumulan en su infancia y adolescencia experiencias de negligencia, malos tratos fsicos, separaciones y rupturas, as como abusos psicolgicos y sexuales. A estas experiencias traumticas en el rea familiar, se suma que la mayora de ellos fueron vctimas de la indiferencia social que no permiti que fueran detectados como nios maltratados y desprotegidos como ahora se intenta hacer con el nio/a a su cargo.
3.
4.
5.
conjunto. Con ellos se debera considerar la hiptesis de que presentan una incompetencia parental irreversible.
El ofrecer recursos teraputicos mediante derivacin a estos cuidadores y/o padres, no es solamente una necesidad en funcin de los derechos de los nios a gozar de una parentalidad sana, sino tambin es un derecho que tienen estos adultos, considerando la deuda social que se tiene con ellos por no haberles ayudado cuando nios. b. Cuidadores impermeables a la ayuda profesional
En estas situaciones hay que evaluar concretamente la salida del nio de ese hogar. Resulta preponderante el realizar algn tipo de accin por el nio aqu y ahora. Se sugiere, para evitar situaciones de indefinicin institucional y reducir los periodos de inestabilidad del nio, que el Consejero Familiar y el equipo profesional asuma el desarrollo de las diversas acciones y coordinaciones necesarias para aclarar y determinar la situacin de nio, las acompae y monitoree el tiempo que sea necesario, manteniendo a los nios involucrados y vigentes como beneficiarios del Programa. Para este segundo grupo, la intervencin debe centrarse en los proyectos que a continuacin se detallan: 1. Proyectos de acompaamiento de los cuidadores y/o padres para mantener la vinculacin con el nio/a a travs de visitas y prevenir el traumatismo del abandono. Cuando las visitas sean contraindicadas o no se produzcan por dificultades del cuidador, es importante co-construir con los nios un relato sobre su historia familiar y una explicacin sobre el por qu de su situacin, que lo libere del peso de la confusin y de la culpabilidad. Este proyecto debe mantenerse en el tiempo y en l deben implicarse todos aquellos que jugarn un rol sustitutivo de la funcin parental (educadores de centros, padres de acogida, etc.). Programas de Acogida Familiar, Cuidados Personales del nio por algn integrante de familia extendida o incorporacin a Programas de Adopcin, de no existir posibilidades de colocacin con familiares biolgicos.6 Por ello, una vez constatada la irrecuperabilidad de las competencias parentales, el desafo es ofrecer a los nios una parentalidad
Las estadsticas del Servicio Nacional de Menores muestran que las posibilidades de adopcin se concentran en nios menores de cuatro aos, lo que implica que los mayores, en caso de no contar con familia extensa habilitada para cuidarlos, deban permanecer durante largos perodos de tiempo institucionalizados.
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
2.
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3.
Programas de apoyo teraputicos para los nios con una doble finalidad: a. b. La reparacin del dao provocado por sus experiencias de maltrato familiar e institucional. Un acompaamiento que les permita equilibrarse en esta complicada situacin de doble o mltiples pertenencias (a su familia biolgica, centro de acogida, padres de acogida, familias, amigos, etc.). As como elaborar las separaciones y facilitar los procesos de duelo tanto de las prdidas reales, como de los proyectos imaginarios que los nios elaboran.
social permanente, capaz de reconocer la importancia de los vnculos biolgicos determinados por la consanguinidad y la herencia, no slo la biolgica, sino la narrativa. Las personas que pueden jugar este papel son miembros de la familia extensa, padres de acogida o profesionales de centros de acogida y padres adoptivos. Se trata de ofrecer a los nios los cuidados parentales de personas que puedan ofrecerles lo necesario para asegurarles un desarrollo sano, a travs de una pragmtica parental que satisfaga sus necesidades y que al mismo tiempo, respete su pertenencia biolgica a otra historia. Estos padres sociales son complementarios a los padres biolgicos y para poder cumplir su funcin, deben ofrecerse como figuras de apego familiarizantes. Esto quiere decir que debern ser capaces de vincularse realmente con los nios, ser capaces de ofrecer una relacin de apego de calidad y a largo plazo, que signifique un compromiso con el futuro de estos nios.
B.
Esta situacin corresponde a aquella en que las informaciones recolectadas llevan a concluir que el cuidador presenta grados moderados de incompetencias parentales y que se presentan en formas peridicas. En general y sobre todo en los perodos de descompensacin, la situacin familiar est caracterizada por: 1. Riesgos moderados para la seguridad de los nios en el presente. En los momentos de descompensacin del cuidador o de la familia, estos pueden maltratar fsicamente al nio, descuidarles o someterlos a diferentes grados de violencia psicolgica. Deficiencias moderadas en el ejercicio de la parentalidad, que pueden agravarse en los perodos de descompensacin (crisis conyugal, alcoholismo, descompensacin psiquitrica, etc.) al punto que las necesidades bsicas de los nios no son aseguradas, con el riesgo de trastornos en su desarrollo. Riesgos moderados para la salud mental de los nios. En relacin a los cuidadores, estos presentan una cantidad significativa de caractersticas individuales, actitudes y comportamientos que les impiden ejercer plenamente sus funciones parentales. Esto puede agravarse en los perodos de descompensacin. Pero a diferencia de los cuidadores del primer grupo, estos presentan mejores relaciones con sus redes naturales, tanto familia extensa como su red social, adems presentan actitudes ms abiertas hacia la ayuda profesional y tienen recursos para establecer un trabajo conjunto. Por lo tanto, son cuidadores abiertos y colaboradores con las intervenciones de ayuda, pero que presentan una tendencia a vinculaciones de dependencia crnica con servicios y profesionales para poder ejercer la funcin parental. Con intervenciones apropiadas pueden adquirir niveles adecuados de autonoma, pero siempre necesitan apoyo exterior, sobre todo en los perodos de descompensacin.
2.
3. 4.
5.
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Contenidos de la intervencin Las familias que tienen un integrante con las caractersticas enumeradas requieren un programa con proyectos similares al del grupo que presentaba incompetencias severas y crnicas, pero que son permeables a la ayuda profesional. La duracin de estos programas es variable, pero siempre en una perspectiva de mediano y largo plazo (al menos 1 ao de intervencin profesional) Programa de intervencin: 1. Proyecto socio-educativo para una parentalidad competente. 2. Un proyecto de acompaamiento familiar de apoyo a la parentalidad a travs de los Consejeros Familiares especialmente en los periodos de descompensacin. Acogimientos peridicos y temporales de los nios, sobre todo en periodos de descompensacin del cuidador (acogimiento familiar y/o institucional) o para prevenir las descompensaciones. Apoyo teraputico para los nios para la reparacin del dao sufrido en la misma ptica de lo anunciado anteriormente, pero sumndole un nuevo eje de trabajo que facilite a los nios comprender los problemas de su cuidador, para que entiendan el por qu estos pueden ser competentes slo cuando estn compensados. Atencin medico psiquitrica para el cuidador. Las finalidades de apoyo teraputico para estos cuidadores son las mismas que las enunciadas para los grupos anteriores, pero sumndole un tratamiento psiquitrico especfico para los trastornos mentales de estos cuidadores.
3.
4.
5.
C.
Aqu la informacin aportada permite formular como hiptesis, que existen factores preocupantes en una o varias de las reas evaluadas, que pueden dificultar la parentalidad y/o una situacin de crisis familiar que compromete las competencias parentales de los cuidadores. En los dos casos podramos hablar de familias con cuidadores transitoriamente incompetentes, que conservan niveles importantes de autonoma para el ejercicio de la parentalidad y que slo son dependientes en momentos de crisis. Estos cuidadores estn insertos en redes sociales y familiares suficientemente sanas y cuando lo necesitan, estn abiertos a colaborar con los profesionales y organismos de ayuda. En relacin a los nios, en primer lugar no conocen grandes riesgos para su seguridad. Segundo, los cuidadores tienen una capacidad para relacionarse con los nios y llegan a satisfacer sus necesidades. Tercero, no existen riesgos para la salud mental de estos nios. Mientras ms numerosos sean los factores preocupantes y/o ms intensa sea la crisis familiar, mayor deber ser la prudencia del Consejero Familiar, pudiendo ser necesario la realizacin de nuevas evaluaciones, para disipar dudas y/o verificar si realmente la parentalidad ejercida es capaz de responder y satisfacer las necesidades de los nios y promover su desarrollo sano. Contenidos de la intervencin para familias con cuidadores transitoriamente incompetentes: Estos cuidadores necesitan y tienen derecho a un programa en el que se consideren por lo menos los siguientes proyectos: 1. Proyecto de apoyo a la parentalidad. Se trata de apoyar a los cuidadores a superar las dificultades y problemas que le dificultan una parentalidad suficientemente competente. O en el caso de una situacin de crisis (acumulacin de estresores intrafamiliares debido a la separacin de la pareja, encarcelamiento de un integrante de la familia, cesanta, enfermedad grave de un hijo, etc.), aportar apoyo socio-afectivo y material para que puedan mantener o recuperar sus competencias parentales. Un ejemplo de apoyo pueden ser la ayuda
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
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2.
Proyectos de apoyo a la familia. Dirigidos a fortalecer el equilibrio familiar o a recuperarlo si ste se ha perdido. Esto a travs de aportes como, por ejemplo, el del Consejero Familiar y de los recursos del entorno, aportando apoyo social, y en tanto observador participante, garantizar el buen trato a los nios. Proyecto de Acogimiento temporal de los nios. Este acogimiento tiene como objetivo garantizar a los nios los cuidados que necesitan y la proteccin mientras dura la crisis (por ejemplo familiares o vecinos que se hagan cargo del nio momentneamente, mientras se supera la crisis). Al mismo tiempo, descargar temporalmente a los cuidadores de las tareas parentales, para que puedan destinar toda su energa y sus recursos a superar la crisis y encontrar una solucin a sus problemas. Proyecto de acogimiento teraputico para los nios. A diferencia de las situaciones descritas anteriormente, aqu se trata de proporcionar apoyo psicolgico mientras dure la crisis familiar. Esto para que los nios puedan ser ayudados a comprender lo que est pasando en su contexto familiar y puedan simbolizar la realidad, elaborando las dificultades sin sentimientos de culpa o de desamparo (evaluar oferta programtica a nivel local, por ejemplo Programas de Intervencin Breve dependientes de instituciones colaboradoras de SENAME).
3.
4.
de los Consejeros familiares en trminos de acompaamiento psicosocial y referencia asistida a programas sociales y/o de grupos de autoayuda (talleres grupales con pares).
D.
En este caso el proceso de diagnstico ha permitido constatar que el cuidador posee competencias parentales suficientemente adecuadas para ejercer la parentalidad de una forma autnoma, pero en interdependencia con los miembros que conforman su red social. Los resultados no tienen porqu ser totalmente perfectos, ya que ellos sealarn cules son los recursos manifiestos de estos cuidadores para ocuparse de los nios y cules son los puntos ms dbiles que pueden, sobre todo en momentos de estrs, obstaculizar la funcin parental. En este sentido, la intervencin profesional debe enfocarse en fortalecer dichas capacidades y entregar herramientas que faciliten la superacin de eventuales nudos crticos en el desarrollo familiar, particularmente aquellas asociadas al desarrollo evolutivo de los nios (por ejemplo crisis asociadas a la adolescencia), a contextos sociocomunitarios vulnerables y a situaciones inesperadas que afecten el equilibrio familiar (cesanta, enfermedad grave de un integrante de la familia, encarcelamiento de uno de los padres, embarazo adolescente, etc.). Se recomienda realizar un catastro de la oferta institucional y social local, promoviendo la incorporacin de la familia en actividades deportivas, socioculturales y de promocin de derechos de infancia. E. INFORMACIONES CONTRADICTORIAS Y POCO CONCLUYENTES
Si los resultados son contradictorios y confusos es probable que no se haya podido obtener informacin pertinente y suficiente para la evaluacin. Esto puede ocurrir porque la situacin en s misma es compleja y ambigua, porque la relacin entablada con los involucrados est atravesada por temas de manipulacin y encubrimiento y/o porque el profesional adolece de limitaciones en sus destrezas para afrontar casos de alta complejidad. Sin embargo, una correcta aplicacin de los instrumentos gua, a partir del establecimiento de una relacin pertinente del Consejero Familiar con el cuidador y la familia, debera permitir visualizar
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Es probable que esta situacin se de en relacin a algunas competencias parentales especficas, cuando ocurre en todas, es factible que al Consejero Familiar no haya podido crear las condiciones relacionales pertinentes para obtener la informacin necesaria.
El plan de intervencin debe ser eminentemente flexible y capaz de actualizarse cada vez que se va accediendo a nueva informacin y se va logrando una comprensin ms acabada del cuidador y de su relacin con el nio.
En todos estos casos, se sugiere repetir la aplicacin de los instrumentos gua contenidos en este manual, pero esta vez, a cargo de otro profesional del equipo y a la vez, problematizar la situacin al interior del equipo profesional de trabajo en funcin de fortalecer el aprendizaje de sus miembros y en particular del profesional informante.
Finalmente, se sugiere aplicar el siguiente instrumento gua nmero 15. Este facilita la sntesis de la informacin ya recopilada y el desarrollo de la conclusin diagnstica. La experiencia profesional ha demostrado que para muchos nios, se suman a sus traumatismos familiares otros provocados por las intervenciones profesionales inadecuadas. Nos referimos aqu, por ejemplo, a la deteccin tarda del sufrimiento, a la demora en la toma de medidas para proteger a los nios, a las rupturas de vnculos resultado de un internamiento intempestivo, sin preparacin ni acompaamiento posterior. Esto ltimo es parte de lo que se ha llamado el sndrome del peloteo, que corresponde a los cambios abruptos del lugar de vida del nio/a provocados, por ejemplo, por razones administrativas o por exagerada identificacin con los discursos adultocntricos de los cuidadores y/o padres o sencillamente por falta de integracin en los Servicios de Proteccin de instrumentos que, como los propuestos en este manual, permiten fijar criterios tcnicos para tomar las medidas de proteccin evitando el subjetivismo de la ignorancia.
estos fenmenos antes de concluir el proceso, en cuyo caso, se sugiere confrontar al cuidador con esta realidad.
Instrumento Gua N 15 Sntesis Diagnstica Este instrumento, debera ayudar al Consejero Familiar a enumerar cules son las debilidades y cules son los recursos potenciales que posee el adulto como cuidador del nio. Adems debe permitir establecer hiptesis sobre la gravedad de las incompetencias o incapacidades que presentan los cuidadores, as como su pronstico de reversibilidad. Se sugiere que las conclusiones diagnsticas se construyan a partir de la valoracin del proceso diagnstico por el equipo profesional del programa en el marco de una reunin tcnica de sntesis diagnstica.
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Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
Responder SI, NO Discutible en relacin a cada mbito sealado de las capacidades y habilidades parentales del cuidador.
mbito Capacidad de responder a las necesidades de base de sus nios (de salud, alimenticias, etc.) Capacidad de responder a las necesidades especiales de sus nios (socializacin, intelectuales, etc.) Es afectuoso/a y sensible con los nios Asume un rol parental adecuado Tiene una actitud positiva hacia el nio Tiene capacidad para ver al nio como un sujeto diferente a l, con sus propios intereses, gustos y habilidades. Muestra una capacidad de juicio y una destreza adecuada (en su relacin con el nio, en el manejo de conflictos, situaciones estresantes, etc.,) Es competente en su funcin de educador Es flexible y polivalente en sus competencias en lo que se refiere a la educacin del nio Instrumentos a consultar 7 11 12 S No Discutible
7 11 13 14 4 7 8 10 789 78 10 13 79 10 13
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7 8 10 13 14 4 7 8 10
A partir de la aplicacin de la batera diagnstica, las conclusiones del equipo profesional en relacin a la situacin del nio son: Situacin Pesquisada Situacin muy preocupante para el nio Situacin preocupante para el nio Situacin parcialmente preocupante para el nio Situacin no preocupante: cuidadores con recursos suficientes Informaciones contradictorias y poco concluyentes Comentarios que complementan la conclusin diagnstica: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
En relacin a los dems integrantes de la familia (considerando si existiesen adultos privados de libertad)
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Captulo III:
realidad que implica la ausencia de un padre o madre, por lo tanto, ste es vivenciado como un momento de crisis, donde cambia la estructura y el funcionamiento del sistema. Un segundo momento, podra caracterizarse por una suerte de obtencin de homeostasis, entendida sta como el resultado de acciones que permiten mantener una relativa constancia en las dinmicas familiares. Este momento, no necesariamente implica una atenuacin de los problemas, sino que puede asociarse a la construccin de un equilibrio basado en las caractersticas de un integrante familiar, de quin depende todo el sistema, en consecuencia, el equilibrio conseguido puede ser precario y frgil. Asimismo, habr familias donde el o la integrante recluida pronto se reincorporar a la familia, por lo que el sistema nuevamente tendr que alterar su dinmica de roles, momento que puede ser vivenciado como una nueva crisis a nivel familiar. Ligado a lo anterior, emerge en el sistema familiar una nueva relacin entre el o la cuidadora y el nio. Tanto el adulto que asume las funciones parentales, como el nio o la nia a cargo, deben construir una nueva relacin, que si bien puede estar precedida por un vnculo cercano y afectuoso, deber asumir dinmicas, que pueden en un algn momento generar tensiones y/o conflictos. Otro elemento relevante a considerar en el proceso de intervencin, se refiere a la relacin de los nios con sus padres recluidos. En este sentido, tanto el profesional como el cuidador deben plantearse, a la luz del inters superior del nio, si es pertinente y bueno para los nios mantener de alguna manera el contacto con el padre o madre, qu tipo de efectos provocara en el nio visitar al padre o a la madre en situacin de crcel, qu efectos provocara un alejamiento total con uno de sus padres, qu le genera al cuidador, cules son las reacciones del padre o madre recluido, etc. Estos factores abordados durante el proceso diagnstico requieren ser integrados en la intervencin, dado que al anudarse a la situacin actual del nio o la nia, influyen de manera relevante en las posibilidades que puede tener el accionar profesional. El actuar profesional se despliega en la interaccin entre el Consejero Familiar y el cuidador. En esta relacin, influyen distintos aspectos que al igual que los factores y caractersticas contextuales, inciden en la intervencin. Es importante, entonces, sealar algunos puntos a considerar por el profesional:
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El Consejero Familiar debe desempearse en dos planos, uno ms bien simtrico que facilita el desarrollo y la preservacin de un ambiente cercano y emptico, y otro ms bien asimtrico, que permite establecer lmites necesarios para trabajar ciertas prcticas parentales. En ambos planos, el profesional debe evitar por un lado, una identificacin exagerada con los cuidadores que lleve a minimizar los efectos que tiene el ejercicio de su funcin y por otro, debe evitar desenvolverse con actitudes arrogantes que por ejemplo, infantilicen al sujeto. Por ello, resulta necesario que el consejero este muy atento a su actuar, dado que este puede abrir el camino hacia al cambio, como as tambin generar resistencias que obstaculicen el proceso. Tomando en cuenta lo sealado anteriormente, se considera fundamental que el consejero tenga presente los siguientes aspectos: Respeto incondicional hacia la persona y sus derechos, independientes del juicio que se pueda tener en torno a sus prcticas. Esto implica adems, comprender que el actuar de un adulto, en gran medida, es consecuencia de su historia de vida, de sus experiencias infantiles y de las figuras significativas que tuvo. Todos los cuidadores poseen recursos que han construido y desplegado frente a las circunstancias que les tocado enfrentar, por lo tanto, esos recursos deben ser identificados por el profesional y considerados en la intervencin. Lo anterior, implica rescatar la experiencia de vida como fuente de aprendizaje. Todo lo sealado configura un contexto de intervencin que es la base desde la cual se debe construir un plan de intervencin adecuado a las necesidades reales y concretas de las familias y particularmente, pertinente a los requerimientos de los nios.
Los elementos subjetivos que inciden en el proceso, como por ejemplo concepciones previas en torno a la familia, a las funciones parentales, a la pobreza y vulnerabilidad, entre otras ideas y creencias. La existencia de estos elementos, no debiera mermar la posibilidad de construir un posicionamiento lo ms neutral posible sin perder empata ni cercana con el sujeto.
rea de desarrollo
Existir y permanecer El nio se aprecia vital vivo y con buena El nio se aprecia limpio y con vestimenta salud adecuada El nio no presenta signos de desnutricin El nio no presenta signos de obesidad El nio se aprecia energtico, no pasivo, ni fatigado Vivir en un ambiente que permita una actividad fsica y recreativa sana Poseer condiciones higinicas adecuadas. Espacio no hacinado El cuidador proyecta seguridad y capacidad de proteccin. El cuidador demuestra preocupacin ante los problemas que puede tener el nio
FISIOLGICA
El cuidador asiste a los controles peridicos con el nio En caso de manifestar algn sntoma de enfermedad, el cuidador otorga la asistencia necesaria.
AFECTIVA
rea de desarrollo
Necesidad de vnculos afectivos profundos que permitan el desarrollo de sentirse parte de la familia
rea de desarrollo
COGNITIVA
Necesidad de estimulacin El adulto permite el juego espontneo El adulto permite al nio participar en actividades de grupo El cuidador promueve su autonoma, pero identifica cuando el nio lo necesita El cuidador no trata de controlar excesivamente al nio y no bloquea sus iniciativas Manifiestan apoyo y alegra por los esfuerzos y logros obtenidos por el nio
Necesidad de Refuerzo
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SOCIAL
VALRICA
rea de desarrollo
Necesidad de comunicacin
Necesidad de conocer las normas familiares y sociales e integrar el sentido de las mismas
Interiorizar las reglas sociales mediante valores positivos como el respeto, la justicia, la tolerancia, la solidaridad, altruismo social y la ayuda mutua
Los contenidos explicitados en esta tabla fueron extrados de Barudy, J.- Dantagnan, M., Los buenos tratos a la infancia. Parentalidad, apego y resiliencia, Gedisa Editorial, Barcelona, 2007, pp. 61-75.
Profundizando en las caractersticas de la dinmica conversacional propuesta se puede especificar lo siguiente: Importancia de la escucha activa: esto implica no slo estar atento o atenta al relato como informacin, sino que tambin debe identificar las contradicciones, las inconsistencias, justificaciones, que pueden ser elementos centrales a considerar en la intervencin, dado que pueden ser intertextualidades donde se evidencien ciertas concepciones que avalen malos tratos. Adems, la escucha activa, supone tambin fijar la mirada no slo en el contenido sino en la forma en que se expresa ese contenido, es decir, las coherencias o contradicciones que puede presentar el decir con el cmo se dice. La necesidad de realizar sealamientos: Este recurso consiste en plantear un enunciado, en el momento oportuno, que facilite al otro confrontar afirmaciones opuestas explicitadas en su propio discurso, develar creencias a la base de afirmaciones, negaciones, verdades, etc., permitiendo as, establecer un cuestionamiento que no es fijado por el o la consejera, ms bien, a travs del sealamiento el propio cuidador/a es capaz de elaborarlo. En este sentido, el profesional es un facilitador, que genera contextos y promueve las condiciones que permitan al adulto reflexionar en torno a sus prcticas. La utilidad de las interpretaciones: Es necesario, en algunos momentos entregar interpretaciones que expliquen el cmo se asocian determinados elementos, de manera de clarificar al otro dicha relacin. Tomando en consideracin lo anterior, se puede instalar una comprensin de la intervencin como un proceso flexible, adaptable, centrado en el bienestar de los nios y las nias y ejecutado por un consejero que acta como facilitador, que estimula la reflexin, la toma de conciencia de los cuidadores y las familias, buscando generar nuevas concepciones que impliquen a su vez, prcticas distintas, que inciden tanto en la relacin del adulto significativo con el nio, como en todo el sistema familiar.
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Existen diferencias significativas cuando la intervencin est dirigida a cuidadores que poseen prcticas parentales bien-tratantes y cuando los beneficiarios tienen dificultades para asumir su funcin parental. As, en situaciones no preocupantes, el trabajo es de tipo preventivo y promocional, es decir, la intervencin principalmente buscar potenciar los recursos ya existentes a nivel individual y familiar y en consecuencia, el trabajo con toda la familia podr ser ms frecuente y necesario, que slo el trabajo individual. Cuando, la intervencin va dirigida a cuidadores y familias que presentan mayores dificultades para vincularse sanamente con el nio o con la nia, se recomienda un mayor abordaje individual de las problemticas existente, lo anterior no descarta el trabajo con el grupo familiar, ms bien, existe la necesidad de generar climas y espacios que permitan un alto nivel de conexin del cuidador con sus experiencias personales, y por lo tanto, que faciliten la reflexin y el anlisis. En definitiva se proponen tres estrategias asociadas a los posibles resultados diagnsticos: Diagnstico Situacin no preocupante Situacin parcialmente preocupante Situacin preocupante Situacin muy preocupante Estrategia Promocin de Competencias Parentales Apoyo en el desarrollo de Competencias Parentales Rehabilitacin de Competencias Parentales Rehabilitacin de Competencias Parentales
Las explicaciones y sugerencias de cada estrategia, que a continuacin se presentan, se ejemplificaran a travs de distinta situaciones. Importante es sealar, que dichos ejemplos y sus respectivas justificaciones, son una gua para las intervenciones que los
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de manera focalizada. Las diferencias en las estrategias, se explicitan en las temticas a trabajar, en los objetivos, y en los resultados esperados, pero adems, esta diferenciacin de estrategias se vincula con distintos setting (espacio relacional donde se desarrolla la intervencin), con tiempos de intervencin diversos y en trminos ms especficos, con los sujetos beneficiarios.
consejeros deban realizar, en consecuencia, las sugerencias planteadas deben matizarse con las caractersticas especificas de cada situacin real.
Este tipo de estrategia posee un carcter ms bien preventivo, lo que supone que an cuando el contexto en el cual se desarrolla el nio o nia presenta factores de riesgo, cuentan con cuidadores relativamente competentes en el ejercicio de su funcin. En este sentido, la intervencin se centra en potenciar las habilidades y capacidades existentes. Se sugiere para este tipo de estrategia, una intervencin de al menos seis meses con encuentros quincenales.
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Momentos
Comprender las caractersticas de las competencias parentales que poseen los cuidadores y sus consecuencias en el proceso de desarrollo del nio o nia Identificar las necesidades del nio/a de acuerdo a su estadio de desarrollo Fortalecer el desarrollo de estrategias basadas en el buen trato para la resolucin de conflictos Fortalecer la conexin con las redes sociales de apoyo Tabla de necesidades por rea de desarrollo Actividades Propuestas para el fortalecimiento de competencias parentales: N 6, 7
Pautas de observacin utilizadas en el proceso diagnstico Actividades Propuestas para el fortalecimiento de competencias parentales: N 1, 3, 4
El cuidador o cuidadora toma conciencia de la relevancia de las competencias parentales en el desarrollo del nio y/o nia El o la cuidadora identifica conductas, comportamientos, pertinentes y necesarios al estadio de desarrollo del nio/a
2do.Momento: Identificacin del estadio de desarrollo del nio y/o nia y sus necesidades
Estadios de desarrollo. Necesidades afectivas, fisiolgicas, cognitivas, sociales, valores Funciones y tareas de adulto significativo
Se espera que el cuidador reconozca las distintas instancias de apoyo que existen y evale su utilidad en el momento actual
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Ejemplo: Guillermo tiene 42 aos y cumple una condena de 10 aos por robos con intimidacin. Ha estado preso intermitentemente desde los 15 aos. El mximo lapso que ha estado en libertad fue el de los 7 aos previos a esta condena. Desde hace 3 meses tiene el beneficio de la salida dominical y egresa dentro de 1 ao. Tiene 5 hijos, los dos mayores de su primera relacin relativamente estable de pareja, la que inici a los 19 aos de edad. Ellos son Fernando, de 23 aos quien est recluido por robo hace uno; y Francisco de 19 aos. Fernando se cri desde muy pequeo con su abuela paterna, y Guillermo, si bien lo visitaba frecuentemente, dice que se arrepiente enormemente de no haberle entregado ms cario, ms afecto y preocupacin. Le regalaba zapatillas, juguetes, muchas cosas materiales compradas con las ganancias de los robos. Por su parte, la relacin con su hijo Francisco es prcticamente nula. Cuando naci, la relacin con la madre de los nios estaba destrozada y Francisco fue criado por otro hombre. La segunda relacin de pareja, que a diferencia de la primera s refiere como significativa, dur casi 20 aos y se termin hace uno. De dicha relacin nacieron 3 hijos, Antonia de 18, Rodrigo de 15 y Gabriel, de 7 aos. La relacin de Guillermo con Antonia se vino a desarrollar cuando ella tena 3 aos, pues l estuvo preso durante el embarazo y primeros aos de la nia. Guillermo tiene una relacin de tipo ms adulta, ella le cuenta sus asuntos y l la aconseja. A los 15 aos, Antonia tuvo un hijo con una pareja que an conserva, pero debi dejar el colegio. l la ve como una mujer grande, madura y decidida, un apoyo para l tambin. Por su parte, la relacin con Rodrigo es radicalmente distinta. l estuvo presente en el embarazo de su mujer, asisti al parto y comparti los primeros 6 aos de la vida del nio. Durante todo ese tiempo l tuvo una buena situacin econmica en actividades legales, pues Guillermo es emprendedor y gener buenas fuentes de insumos econmicos. Dice que esta cercana, el haberlo seguido desde el vientre
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Finalmente, la relacin con Gabriel es muy desafiante para Guillermo, quien no ha estado presente en ninguno de los momentos significativos de su desarrollo. De hecho, Gabriel es fruto de una visita conyugal. Se ha acercado a su hijo de a poco, ahora que sale a su casa todos los domingos, Guillermo dice que lo est conociendo, que es distinto a los dems, que tiene una personalidad fuerte, que no se queda callado y que cree que en el futuro, le va a hacer salir canas verdes. Actualmente, ya no tiene relacin de pareja con la madre de sus tres hijos menores. Guillermo dice que ella es una excelente mam, que ha sabido ganarse sus pesos legalmente y que es un buen ejemplo para sus hijos. Con esto, l est tranquilo. Justificacin de la estrategia de intervencin: de acuerdo a estos antecedentes se puede postular la existencia de competencias parentales, en el caso de la madre, adecuadas y que responden a los requerimientos y necesidades de los nios. Sin embargo, existe un aspecto conflictivo y este se relaciona con la vinculacin padre -hijos. Considerando las temticas, objetivos, instrumentos y resultados presentados en el cuadro resumen de la estrategia, a continuacin se incorporan otros elementos asociados particularmente a esta situacin:
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materno y haberlo recibido en sus brazos cuando naci, ver sus primeros pasos, ensearle a hablar, jugar con l, hacerlo dormir en las noches, etc. crearon un vnculo especial muy intenso y distinto al que tiene con sus otros hijos. Actualmente Rodrigo est en 2do medio, le va muy bien en el colegio, es responsable, no se ha metido en problemas asociados a consumo de drogas o alcohol y tiene buena comunicacin con sus padres.
Momentos
Posibilidad 2do.Momento: y consecuencias Identificacin del estadio de distintas opciones de desarrollo del nio y/o en torno a la vinculacin nia y sus necesidades padre-hijo
2. 3.
Se sugiere que este tipo de intervenciones se desarrollen en 6 meses como mnimo, reunindose cuidador y consejero una vez a la semana, dependiendo esa frecuencia de los avances que se puedan ir obteniendo durante el proceso.
Momentos
Competencias 2do. Momento: y habilidades Trabajo por competencia parentales o habilidad parental y metodologa de desarrollo
Pedro de 40 aos es abuelo de Cristopher de 3 aos de edad, vive con su actual pareja Carolina de 35 aos, de la relacin no han nacido hijos. Pedro tuvo tres hijos con su anterior pareja, siendo la mayor Dayana de 19 aos, quien esta presa cumpliendo una condena de 5 aos y 1 da por homicidio simple, as mismo tena mltiples causas anteriores como menor, por abandono de hogar, vagancia y comercio sexual. Pedro se hace cargo del nieto desde la detencin de la hija, hace un ao y medio, a pesar de que no mantena contacto con ella. El nio despus de un ao y medio, se refiere a Pedro y Carolina, como pap y mam. A su vez, Dayana por su edad y buena conducta, obtuvo el beneficio de salida de fin de semana (paso previa a la salida controlada al medio libre y la solicitud de libertad condicional), sealando que su principal motivacin para cambiar su estilo de vida es retomar el contacto con su hijo y vivir con l. Sin embargo, Pedro le ha negado la posibilidad de que mantenga contacto con Cristopher. Justificacin de la estrategia de intervencin: Si bien estamos frente a una situacin compleja, dada la relacin conflictiva entre Pedro y su hija Dayana, los antecedentes que se poseen muestran que los cuidados y las necesidades de Cristopher han sido satisfechos adecuadamente por su abuelo durante este ao y medio. No obstante, la situacin de bienestar del nio, es relativamente frgil, dado la posicin que ha tomado Pedro en relacin al contacto de Dayana con su hijo. En este contexto la estrategia de intervencin recomendada posee las siguientes caractersticas:
Ejemplo
Momentos
En esta situacin particular, se incorpora un trabajo en torno a la relacin de Pedro con su hija y su nieto
En esta situacin es relevante evidenciar las consecuencias que puede tener para el nio el conflicto del abuelo con su madre. En esta situacin es relevante considerar las posibilidades reales de ayuda entre Dayana y su familia, pensando principalmente en el bienestar del nio
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Este proceso socioeducativo, requiere mayor tiempo que las anteriores intervenciones, por lo que se plantea una intervencin de 8 meses como mnimo, reunindose cuidador y consejero una vez a la semana.
Momentos
Historia de vida Malos tratos Elementos de la historia que se reiteran en la relacin con el nio
El adulto toma conciencia Genograma de la incidencia de su propia Lnea de Vida personal historia en la relacin que Lnea de vida familiar mantiene actualmente con el nio
Promover la toma de conciencia, su posibilidad de resignificar las historias de vida y elaborar sus sufrimientos, e identificar las figuras significativas de su historia infantil Enfatizar la importancia de la existencia de apego seguro. Promover el desarrollo de la empata Favorecer la discusin en torno a las creencias, modelos de crianza y estilo educativo que tiene el cuidador o cuidadora Identificacin de las redes familiares y comunitarias y cmo pueden responder a las necesidades actuales Ecomapa Actividad Propuesta para el fortalecimiento de las competencias parentales N 5
El cuidador concreta su Actividades propuestas deseo de cambio a travs para el fortalecimiento de del inicio de un proceso de competencia parentales desarrollo y aprendizaje de N 1, 2, 3, 4, 6, 7, 8 competencias parentales
El cuidador es capaz de identificar en qu aspectos necesita apoyo y adems, logra visualizar quienes pueden apoyarlo
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Ejemplo Maryorie tiene 23 aos, es soltera, adicta a la pasta base, integrante de una familia altamente disfuncional. Tiene 7 hermanos, de 3 padres distintos, todos los cuales han estado en conflicto con la ley, han consumido drogas y consumen alcohol en forma problemtica. Hay antecedentes de violencia sexual en la infancia y adolescencia de las hermanas, por parte de tos y vecinos. Todos viven en distintas comunas, dos de ellos estn recluidos. Maryorie tiene enseanza bsica incompleta, nunca ha trabajado y hasta antes de entrar en la crcel se dedicaba casi nicamente a robar. Actualmente cumple una condena de 5 aos por robo con intimidacin. Es la primera vez que est en una crcel, habiendo estado antes en centros de Proteccin a la Infancia. Maryorie qued embarazada a los 17 aos, en un momento de su vida en que consuma mucho alcohol y pasta base. Nunca ha querido revelar la identidad del padre de su hija, Estefany, quien actualmente tiene 5 aos y vive con su abuela materna, Nelly, la madre de Maryorie. Nelly decidi irse a vivir a una pequea ciudad del norte, con su pareja y nieta, con el objetivo de criar a la nia lejos de la influencia de las drogas y delincuencia. Estefany cree que su madre est trabajando en un lugar lejano. Maryorie no ha compartido mucho tiempo con su hija, la cual tena dos meses cuando ella comenz a cumplir condena de crcel, quedando al cuidado de su abuela materna. Maryorie slo sabe de su hija por comunicaciones con su madre, quien teme que una vez que recupere su libertad, le quite a la nia. La familia tiene una situacin econmica sumamente precaria. Justificacin de la estrategia de intervencin: Esta situacin posee elementos generacionales importantes lo que se puede asociar con una transmisin intergeneracional del tipo de apego. Lo anterior supone abordar:
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La historia de Nelly en tanto hija y madre. La introyeccin (internalizacin de una figura externa) construida por la madre en torno a la hija y los sentimientos asociados. La necesidad y pertinencia de establecer contactos entre Nelly- Marjorie y Estefany. Es relevante considerar que existen elementos de gnero presentes en la historia y en la cultura familiar lo que supone un abordaje de las concepciones en torno a lo femenino.
Momentos
Elementos de las historias que se reiteran en la relaciones hijasmadres. Caracterizacin de la actual relacin entre Nelly y Maryorie
Posibilidades de vinculacin con Maryorie, tomando como eje central Analizar las posibilidades el bienestar de la nia. de vinculacin entre Realizar un acercaNelly su hija nieta. miento y evaluacin de la vinculacin afectiva de Marjorie con su hija.
Nelly concreta acciones en pos de mejorar la calidad de vida de Estafany, lo que inclu Actividad propuesta para el fortalecimiento de ye evaluar y despejar competencia parentales la posibilidad de retomar N 8 contactos entre la nieta y Marjorie la relacin de sta con su madre La cuidadora es capaz Visita a distintas insde desarrollar estrategias que permitan mejorar Particularmente se Identificar posibilidades que tancias de la red permitan desarrollar estrategias que cuenten con la situacin econmica evala la posibilidad de familiar, as como identificar enfrentar la situacin eco- de mejoramiento de la situacin programas adecuados las instancias de la red que nmica desfavorable econmica. para enfrentar las carencias econmicas pueden apoyar el desarrollo de dichas actividades.
Es probable que emerjan ciertas resistencias hacia la intervencin, las que se pueden manifestar, por ejemplo, en las siguientes acciones u omisiones: llegar tarde; cuestionar aspectos de la intervencin, no responder ante algunas preguntas, quedarse en silencio, etc. Frente a estas situaciones, se sugiere que el consejero las evidencie en el momento, preguntando el por qu: por qu ests llegando tarde?, te desagrada venir?, por qu me cuestionas?, qu es lo que te molesta? Es importante permitir que el adulto conceptualice su malestar, su inquietud con el fin de superar esas resistencias, que si no son abordadas pueden obstaculizar severamente el proceso e incluso pueden provocar el abandono de la intervencin. El cierre de las sesiones debe intencionar que el cuidador o la cuidadora se retire sin temticas pendientes, sin preguntas o inquietudes que puedan perturbarlo. En este sentido, se recomienda consultar sobre las sensaciones que el cuidador ha sentido durante el desarrollo de la actividad. Finalmente, lo importante es que el cuidador termine con sentimientos de agrado y optimismo, desarrollando un compromiso con la intervencin.
En consecuencia, y considerando lo anterior, se propone el siguiente abordaje de las competencias parentales tomando como base las caractersticas fundamentales de stas: Capacidades Parentales y Habilidades Parentales
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Caractersticas: Vinculacin afectiva entre el nio o la nia y el adulto significativo Gestos y palabras acogedoras hacia el nia/o Aceptacin del nio/a Disponibilidad permanente del adulto significativo ante los requerimientos y necesidades del nio/a Posibilitar la exploracin Criterios transversales a considerar en la intervencin: La capacidad de apego se puede trabajar a travs de la identificacin del estilo comunicativo del adulto hacia el nio/a, identificando los mensajes que se entregan e indagando en las prcticas afectivas, el contacto corporal, en la autonoma del nio/a frente al cuidador y en los temores existentes tanto en el adulto como en el nio. Criterios especficos a considerar en la intervencin: En estrategias de promocin de competencias parentales se recomienda trabajar la capacidad de apego a la luz de las prcticas actuales desarrolladas por el cuidador, por lo que en las actividades propuestas, el consejero deber profundizar en la identificacin de actitudes, comportamientos, mensajes, asociados al tipo de apego desarrollado. En el caso de estrategias de apoyo y rehabilitacin, se sugiere trabajar esta capacidad primero desde la historia de vida del cuidador, por lo que el consejero deber profundizar en las temticas asociadas a las experiencias de malos tratos probablemente vividos por el cuidador. Posteriormente, se propone reflexionar en torno a las prcticas actuales.
Actividades Propuestas
Actividad N 1: Metfora del barco - faro para la exposicin de la teora del apego Objetivo: Enfatizar la importancia de establecer un vnculo seguro entre adulto significativo - nio/a. Descripcin: 1. Se inicia la actividad exponiendo la teora del apego a travs de la metfora del barco y el faro. El detalle del relato de la metfora se entrega en el material de trabajo 1 que se presenta en la siguiente pgina. El o la consejera deber dar nfasis a la representacin simblica del barco como un nio/a y al faro el adulto significativo. Luego se hacen las siguientes preguntas a los participantes.
2.
Qu debera hacer el faro para que?: El barco sepa que siempre que quiera puede acercarse y estar junto a l El barco pueda explorar el entorno, ir lejos, sin tener miedo El barco sepa que si hay temporal el faro lo proteger
Conectar esta experiencia del barco, con la vivencia del nio o nia en la realidad, Qu debera hacer el adulto para que el nio nia? 3. Siempre que lo necesite puede acercarse y estar junto a l o ella (afecto/estima valoracin) Pueda explorar el entorno, ir lejos, sin tener miedo. (disponibilidad / accesibilidad / respuesta adecuada a las demandas) Si siente temor sepa que l (cuidador) lo proteger (aceptacin/ proteccin) Establecer acciones concretas que puede realizar el cuidador para acercarse ms al nio o nia, tratando de construir un vnculo de mayor confianza, cercana y seguridad. Importante es, que el consejero en conjunto con el cuidador evalen la pertinencia y las reales posibilidades de llevar a cabo las acciones prometidas.
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4.
5.
Cerrar indagando en las sensaciones y en las percepciones que el cuidador ha desarrollado durante la actividad. Preguntar si existe alguna inquietud y finalmente, recordar los aspectos ms relevantes que surgieron a partir de la actividad.
Un nio cuando nace es como un barco a la deriva. No sabe donde ir ni donde buscar para obtener lo que necesita. El barco empieza a hacer seales de humo para saber si tiene alguien cerca que lo pueda ayudar a conseguir lo que necesita. De repente ve una luz potente que lo gua. El barco la sigue hasta que llega muy cerca de ella y ve el puerto. Aqu se puede atar y ya no se siente solo, ni tiene miedo, se siente seguro. Al barco le gustara saber que hay en el mar, si hay otros barcos, cmo son Tiene mucha curiosidad! Pero tiene miedo de irse y no volver a encontrar este sitio donde se siente tan bien. Al cabo de un tiempo el barco se da cuenta que la luz del faro permanece prendida y piensa que puede desatarse del puerto e ir a explorar su entorno porque sabe que la luz del faro no se apagar. Sabe que siguiendo a esta luz siempre podr volver a estar cerca del puerto. As que esto es lo que hace, se suelta y sale para conocer tantas y tantas cosas que an no ha visto nunca. Y no siente miedo! Se atreve a buscar en lugares escondidos para aprender ms y ms, ya que para l nunca es suficiente. l sabe que si un da quiere estar cerca del puerto, slo tiene que seguir a la luz del faro, y si algn da llega una tormenta esta lo proteger.
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Escribir en una especie de lista de cotejos, las acciones comprometidas para evaluarlas en las siguientes sesiones mientras sea pertinente.
Actividad N 2: Tarjetas de Roles Objetivos: Reflexionar sobre la forma de actuar del adulto y la relacin de esta con el desarrollo de la vinculacin Comprender qu siente un nio/a que hace una demanda y no le es resuelta Descripcin: 1. En esta actividad se trabajarn distintos aspectos necesarios para que se desarrolle o se mejore la relacin de apego entre el cuidado o cuidadora y el nio o nia. Los aspectos son los siguientes: a. b. c. d. 2. Disponibilidad Sensibilidad Valoracin Gua
El Consejero Familiar lee cuatro situaciones (material de trabajo 2 que se presentan en la siguiente pgina), en las cuales se describe una situacin donde se presenta una demanda de un nio/a y una respuesta de la madre. En todas ellas la demanda del nio/a no es atendida por distintas razones: porque la madre o el adulto a cargo no est disponible; porque no tiene la suficiente sensibilidad para captar lo que le est pasando al nio/a; porque no se valora al nio/a cmo persona que es; porque no se gua al nio/a en sus dudas o curiosidades; o porque no puede empatizar con el nio/a y no lo apoya. Luego de leer y explicar las situaciones, el o la profesional realizar las siguientes preguntas, tratando de discutir las situaciones expuestas: a. b. c. d. Qu debiera hacer el nio/a, en estas situaciones? Qu piensas del adulto? Por qu reaccionar as? Te identificas en algo con ese adulto? En nada? Por qu? Cmo crees que actuar el nio o nia la prxima vez que se encuentre en la misma situacin teniendo en cuenta esta experiencia? Por qu?
3.
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e. f. 4.
Al responder la ltima pregunta se espera que el adulto se de cuenta que aquello necesario para potenciar el vnculo es lo contrario que se presenta en cada situacin. Se pide que escriba o relate cmo l actuara en cada situacin. El o la consejera cierra la actividad, leyendo lo escrito y haciendo hincapi en las caractersticas fundamentales de una actitud parental que favorece el desarrollo de un apego seguro.
5.
Situacin N 2. (Sensibilidad) CUIDADORA: Es tarde. Apaga la luz y duerme NIA: No tengo sueo CUIDADORA: Tienes que hacerlo, maana debes levantarte temprano NIA: No quiero dormir, no puedo dormir CUIDADORA (speramente): Apaga esa luz inmediatamente! NIA: nunca voy a dormir CUIDADORA (apaga la luz del dormitorio) NIA (sollozando): No apagues la luz. Sal de aqu. No me voy a dormir! Te odio!
Es necesario ocultar problemas? tiene derecho el nio a conocer las dificultades o problemticas que debe enfrentar sus padres, la familia, etc.? De qu otra forma podra actuar el adulto frente a la misma situacin o demanda del nio/a? Para qu?
Situacin N 3 (Valoracin) HIJO: Mam quiero que me expliques por qu el pap est detenido, qu hizo, por qu? No entiendo nada MADRE: T no entenderas, no es necesario que sepas, eres muy pequeo para comprender, lo importante es que tu pap te quiere mucho y eso es lo nico que importa.
Situacin N 4 (Gua) La profesora mand a casa una nota explicando que el comportamiento del nio en las ltimas semanas se ha caracterizado por ser violento, decir frecuentemente groseras, no tomar atencin en clases, etc. TIO (hablando con un tono de voz fuerte al nio): Y t, que te crees?, crees que est bien, esto que dice la profesora? Por qu ests comportndote as? Ya hay suficientes problemas en la casa, para que t ms encima vengas con esto. NIO: Pero To, es que yo me aburro en el colegio, no me puedo concentrar, y con mis compaeros me llevo mal porque me molestan mucho. TIO (enojado): No tienes nada que explicarme, con esto es suficiente, se acabaron las salidas con tus amigos, ellos deben ser las malas juntas.
171
b.
Empata:
Caractersticas: Comprensin de las manifestaciones emocionales y gestuales de los nios/as. Comprensin del lenguaje en que el nio/a expresa sus necesidades Percibir el mundo y las vivencias internas del nio/a Criterios transversales a considerar en la intervencin: Esta capacidad parental se puede trabajar a travs de la visualizacin del nio o nia como un sujeto que posee caractersticas y necesidades particulares, distintas a las que puede poseer un adulto. Visualizar las necesidades del nio, implica trabajar previamente las caractersticas y necesidades vivenciadas por el adulto durante su infancia. Revisar ese tiempo pasado, ayudar a sensibilizarlo con la situacin. Criterios especficos a considerar en la intervencin: En situaciones no preocupantes y parcialmente preocupantes, es recomendable en la medida de lo posible, trabajar la empata en actividades asociadas, con el nio y el cuidador en conjunto, con la finalidad de potenciar la relacin a travs del reconocimiento de la prctica de esta capacidad en la cotidianidad. A travs de la observacin directa y del registro de la misma dinmica relacional, es importante entonces, develar con posterioridad o en el mismo momento del trabajo en conjunto, las incongruencias del actuar con el desarrollo de esta competencia parental. En situaciones preocupantes y muy preocupantes, se sugiere trabajar con el cuidador las actividades elaboradas, profundizando en las dificultades que puede presentar en el reconocimiento del nio o nia, como un sujeto con necesidades particulares. Esto implica, que el consejero debe buscar espacios e intersticios que le permitan mostrar al nio o nia como un ser particular, por ejemplo sealar los momentos discursivos donde el adulto anule (no considere, atene la relevancia o simplemente no mencione) al nio.
Actividades Propuestas
Actividad N 3: Identificacin de emociones Objetivos: Promover el desarrollo de estrategias que les permitan a los adultos responsables reconocer sus emociones y las de los nios/as. Reflexionar y experimentar sobre la modulacin y expresin de sus emociones. Descripcin: 1. Se le solicita al adulto que recuerde alguna situacin familiar cotidiana, en la relacin con sus hijos, o el nio/a a cargo. En la representacin, deben haber sentido mucha rabia o descontrol, donde se reconozcan sobrepasados. El puede escribir esta situacin o relatarla. Se comenta la situacin, el consejero trata de profundizar algunos elementos que tienen relacin con las emociones que emergieron en ese momento a travs de preguntas cmo: Qu es lo que ms te molesto? Por qu crees que te molesto tanto aquello? Qu te ayudaba a sentir cada vez ms rabia? En ese momento pudiste pensar cmo se sentan las personas que participaron en tu recuerdo? Ahora, en este momento, consideras que tu enojo fue justificado o ms bien encuentras que fue desmedido? Por qu?
2.
Sugerencias para apoyar esta actividad: En esta sesin tambin el o la consejera, puede trabajar siguiendo la siguiente intervencin si se cree oportuno: Detectar seales corporales: Identificar sntomas de la ira a travs de las seales de nuestro cuerpo. Dar importancia a las seales de nuestro cuerpo como portadoras de informacin sobre nuestros pensamientos y sentimientos. 1. El o la cuidadora recibe una lmina (material de apoyo que se presenta a continuacin) donde aparece una silueta, en
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Preguntas que guan este ejercicio: Qu es la rabia? Qu sntomas fsicos tienes? Qu sntomas fsicos tienen las otras personas? La rabia (por ejemplo) tiene siempre la misma intensidad? (ejemplo de un termmetro; ensear a hablar de la emocin en una puntuacin de 0 a 10.)
2.
Cierre de la actividad: Dada que esta sesin implica una conexin con emociones, es fundamental que el consejero seale la importancia de hacer conciente las manifestaciones emocionales para poder reconocerlas y manejarlas de acuerdo a las situaciones. Esto no implica impedir su manifestacin, sino que estas sean coherentes a las causas de su emergencia. Indagar en la utilidad que le otorga el cuidador o cuidadora a esta sesin, en la existencia de dudas, preguntas, etc.
ella marca las zonas corporales donde, segn su experiencia, se expresa la rabia u otra emocin bsica.
Silueta 1
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c.
Modelos de Crianza:
Caractersticas Los modelos de crianza se transmiten de generacin en generacin Los modelos de crianza son expresiones de la cultura familiar, en la que pueden estar avalados los malos tratos. Pueden existir modelos de crianza autoritarios, permisivos, sobreprotectores o democrticos. Pueden existir naturalizacin de ciertas incompetencias parentales. Criterios transversales a considerar en la intervencin: Es importante tener claro, que trabajar las competencias parentales ligadas a los modelos de crianza, implica intervenir creencias arraigadas en las prcticas cotidianas de la vida familiar, como por ejemplo: los nios no deben hablar durante la comida, no participar en conversaciones de adultos, mantener siempre las puertas de los dormitorios abiertas, etc. No obstante, esta misma cotidianidad permite un claro abordaje socioeducativo. Criterios especficos a considerar en la intervencin: Se recomienda, en el caso de estrategias de promocin en el desarrollo de competencias parentales, trabajar con el ncleo familiar, con la finalidad de evidenciar las prcticas ligadas al modelo de crianza que impera en el sistema, identificando en conjunto los aspectos positivos y negativos de estas prcticas. En el caso de estrategias de apoyo y rehabilitacin de competencias parentales, se sugiere trabajar algunos encuentros slo con el cuidador, con el objetivo de generar instancias de cuestionamientos de las prcticas inadecuadas.
Actividad Propuesta
Actividad N 4 Nuestras Creencias Objetivos: - Discutir sobre las creencias que existen en la cultura familiar del adulto responsable, en relacin con los modelos de crianza (autoritarios, sobreprotectores, permisivos o democrticos). Descripcin: 1. Se presentan las tarjetas (material de trabajo 4 que se presenta en la siguiente pgina) que muestran diferentes creencias escritas para poder discutir cuales coinciden con sus modelos de crianza y cuales no. El o la cuidadora seleccionar las tarjetas que reflejen sus creencias en torno a la crianza. El o la consejera profundizar en cada una de las tarjetas seleccionadas, solicitando al adulto ejemplos de cada tarjeta seleccionada. El consejero o la consejera puede incentivar y promover la profundizacin a travs de preguntas que se le puede hacer a los participantes tales como: Cmo acta una persona que s posee dicha creencia con un nio o nia? Cmo se podra dar cuenta mi hijo o hija de que yo tengo esta creencia? Cmo me ayuda en la crianza de mis hijos esta creencia? El o la consejera, manifestar las caractersticas fundamentales del modelo de crianza que evidencia la seleccin realizada por el adulto (prcticas autoritario, permisivas, negligentes, etc.). Finalmente, se conversar la necesidad y la posibilidad de cambio, tratando de identificar los obstculos y los facilitadores con los que se cuenta.
2. 3. 4.
5.
Material de trabajo N 4 Creencias: La opinin de los nios no es importante. Es muy importante seguir siempre las opiniones de los nios para satisfacerlos.
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No se puede reprimir a los nios, se los tiene que dejar actuar libremente y espontneamente. Es necesario estructurar todos los momentos de los hijos para que no acten inadecuadamente. Los nios se aburren si juegan solos. Es necesario que los padres trabajen intensamente para sacar adelante a la familia aunque se pierdan tiempo de compartir con ella. No es necesaria la autoridad para que el nio sepa que camino tiene que escoger. En la primera infancia los nios/as no responden a las correcciones, se tiene que esperar a que sean mayores para corregir sus conductas. Hay nios que son intrnsecamente malos y desobediente. No es necesario poner lmites desde que los nios son pequeos, porque si la familia no consigue corregir las conductas inadecuadas de los hijos ya lo har ms adelante la sociedad. Los hijos son de los padres, y ellos son los nicos que saben como criarlos. rbol que crece torcido, nunca su tronco endereza. Es una contradiccin querer mucho a los hijos y exigirles. Es necesario dejar que los nios/as puedan satisfacer su curiosidad, preguntando y conociendo cosas nuevas. Se puede exigir al nio/a sin hacerle dao. Es importante que nuestros hijos/as sepan que los queremos, pero que no por esta razn pueden hacer todo lo que desean.
d.
Caractersticas - - Facultad de pedir, aportar y recibir ayuda de redes familiares, sociales e institucionales Reconocer las limitaciones individuales existentes y las posibilidades que otros pueden ofrecer para mitigar sus consecuencias.
Criterios transversales a considerar en la intervencin: Es importante considerar que el desarrollo de esta capacidad parental es sustantiva para el cambio y transformacin positiva de la relacin entre el cuidador y el nio, tiene directa relacin con el desarrollo de resiliencia, dado que sta puede emerger o potenciarse por medio de las interrelaciones con personas, grupos y organismos existentes en el entorno cercano Criterios especficos a considerar en la intervencin: Se propone, en las tres estrategias de intervencin, trabajar esta capacidad con toda la familia, de manera que sea el sistema en general el que aporte informacin sobre las redes y las posibilidades de apoyo que se puede encontrar.
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Actividad Propuesta Actividad N 5: Construccin de una constelacin de red de apoyo Objetivo: Destacar la importancia de desarrollar y participar en redes de apoyo social e institucional Descripcin: 1. Al cuidador se la hace entrega de una hoja con una constelacin (dibujo de la estructura familiar) dibujada en el centro, en la que aparecen todas las posibles relaciones que se dan al interior de la familiar. Posteriormente se le hace entrega de fichas de colores adhesivas: verdes para representar a las personas, azules para representar a las instituciones o centros de apoyo. Luego construir su constelacin pegando los adhesivos de colores ms cerca o ms lejos del centro, segn el nivel de apoyo sentido hacia ellos o ellas. Una vez finalizada la creacin individual, se comentar el trabajo final. El consejero puede guiar el dilogo con preguntas cmo: Qu hace que este miembro est ms cerca del centro? Qu hace que est ms lejos? En que te ayudan las personas o instituciones que estn cerca de ti en la constelacin? Posteriormente se les hace entrega de adhesivos color naranja para indicar miembros o instituciones de la red que le gustara aadir. Es importante hacer hincapi en identificar miembros de la red que efectivamente puedan ser integrados, redes reales de probable apoyo frente a las necesidades especficas de cada uno. Cmo lo haras para cambiarlo? Si se considera importante ampliar la red de apoyo, el o la consejera puede preguntar cmo lo haras para lograr ampliar tu constelacin? Qu deberas hacer para mantener esta red de constelaciones?
2.
3.
4. 5.
6.
181
Cierre de actividad: El consejero o la consejera debe recalcar la importancia de conocer las redes institucionales y cmo stas pueden ser instancias de apoyo al enfrentar ciertas problemticas o dificultades. Resulta relevante indicar que tanto las personas como las instituciones u organizaciones apoyan el desarrollo de estrategias de resolucin, pero que finalmente quien resuelve es el adulto.
Caractersticas Los nios/as necesitan de aportes materiales, afectivos, sociales, ticos y culturales brindados por cuidadores adultos para terminar sus procesos de maduracin biolgica, psicolgica y social. Slo se puede construir autonoma, cuando el nio o la nia tuvo una madre, un padre, un adulto significativo que le entreg con seguridad lo necesario para su proceso de maduracin y madurez. Criterios transversales a considerar en la intervencin: Es importante tener claro que el desarrollo del ser humano no slo necesita nutrientes alimenticios, sino tambin afectivos. As, una familia que carece de recursos econmicos puede tener dificultades para satisfacer las necesidades de alimentacin de sus nios, sin embargo, pueden aportar gran cantidad de nutrientes afectivos y por lo tanto, la situacin de riesgo de los nios sera menor y posible de enfrentar. No obstante, cuando existe falta de afecto y de contacto, se podra estar frente a una situacin ms compleja. Por ejemplo, experiencias de negligencia y de violencia, provocan en los nios una gran inseguridad frente al mundo, volvindose ste amenazante, por lo que su desenvolvimiento en distintos contextos puede estar mediado por esa inseguridad, generando conflictos de adaptacin, de establecimiento de relaciones, etc. Criterios especficos a considerar en la intervencin: Dada las caractersticas de esta funcin, se sugiere trabajar siempre de manera individual, con el fin de abordar aspectos ms profundos, que en algunos casos no poco frecuentes, dado los contextos de vulnerabilidad estarn ligados a lo que se puede denominar desnutricin afectiva, condicin que tiende a negarse, reprimirse o bloquearse, por sus connotaciones negativas. No obstante, es importante en el caso de cuidadores resilientes ante este tipo de experiencias, destacar las estrategias que lograron desplegar durante su trayectoria vital que facilitaron la superacin de dicha condicin.
Actividad Propuesta
Actividad N 6: Dibujando al nio y a la nia Objetivo: Describir las caractersticas de los nios y nias en base a las distintas etapas del desarrollo. Descripcin: 1. 2. Entregarle al cuidador el dibujo de una silueta de un nio o una nia. Pedirle que coja un lpiz de color diferente y que vaya escribiendo en las distintas partes del cuerpo, cmo es el nio o nia del que se ha hecho cargo: DESARROLLO MOTOR (FINO Y GRUESO) Dentro de las piernas se escribe: Que puede hacer con sus piernas, con su cuerpo? Qu habilidades tiene? Qu actividad puede hacer? Qu manualidades puede hacer? DESARROLLO EMOCIONAL Dentro del tronco se escribe: Qu hace cuando se enfada o esta triste? Qu crees que siente? Entiende sus emociones? Entiende las emociones de los dems? DESARROLLO SOCIAL Dentro de los brazos se escribe: Cmo se relaciona? Cmo se relaciona con familiares y personas ajenas a la familia? COGNITIVO Y LINGUISTICO Dentro de la cabeza se escribe: Qu puede hacer con la cabeza? Qu memoriza? Qu sabe decir? Reconoce letras? De qu temas le gusta hablar? Qu le genera curiosidad?
3.
Durante la actividad, mientras el cuidador o cuidadora va describiendo las caractersticas de sus hijos/as segn su desarrollo motor, cognitivo, emocional y social, el consejero puede
183
4.
Seguidamente, se le pedir que escriba fuera de la silueta del nio/a cuales son sus necesidades segn el mbito: fsico, cognitivo, afectivo y social. Se preguntar: Alrededor de las piernas las necesidades fsicas: Qu crees que son las necesidades bsicas para que el nio pueda hacer las actividades diarias? Qu crees que necesita el nio para desarrollarse fsicamente? Alrededor del tronco las necesidades afectivas: Qu crees que necesita para sentirse bien y ser feliz? Qu crees que necesita para aprender a reconocer sus emociones y las de los dems? Qu crees que necesita para aprender a regular sus emociones? Alrededor de los brazos las necesidades sociales: Qu crees que necesita para poder relacionarse adecuadamente con sus compaeros? Qu crees que necesita para aprender a relacionarse con los adultos? Alrededor de la cabeza las necesidades cognitivas: Qu crees que necesita para aprender a hablar, a leer, escribir, estudiar?
Ideas para apoyar el desarrollo de la actividad El siguiente esquema presenta las necesidades de los nios y las nias segn el mbito: fsico, afectivo, social y cognitivo. Esta informacin puede ser utilizada para apoyar a las participantes en la parte de la actividad en que detectan las necesidades de sus hijos/ as. Necesidades fsicas: Necesidad de proteccin, actividad fsica y juego, alimentacin, higiene, salud, sueo. Necesidades afectivas: Necesidad de vnculo, de aceptacin, de ser importante por el otro. Necesidades sociales: Necesidad de comunicacin, consideracin, de estructura.
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hacer aportaciones dando las caractersticas de la etapa evolutiva del nio/a que se est hablando.
Necesidades cognitivas: Necesidad de estimulacin, experimentacin, refuerzo. 5. Cierre de actividad: en esta actividad es importante que el consejero pregunte al cuidador cules han sido los aprendizajes obtenidos una vez realizados los ejercicios, qu rescata, en qu le ayudan estos aprendizajes en su funcin parental. Funcin Socializadora
b.
Caractersticas: - La funcin socializadora tiene relacin con la forma en que los adultos incidimos en la construccin del autoconcepto e identidad en los nios - Los nios y nias se informan sobre s mismos a partir de las personas significativas para sus vidas. Criterios transversales a considerar en la intervencin: El lenguaje, los mensajes, el contenido y la forma cmo se entregan, es fundamental en la construccin del autoconcepto. En este sentido, la intervencin tendr que profundizar en la imagen que posee el adulto del nio, cmo proyecta esa imagen hacia el entorno y las creencias que conlleva en torno a las virtudes, defectos, que poseera el nio. Criterios especficos a considerar en la intervencin: Es importante, en el caso de estrategias de promocin y apoyo, trabajar con el cuidador las actividades planificadas, pero tambin, realizar algunas entrevistas, en el caso que sea posible, con el nio o con la nia, con el objetivo de indagar en su autoconcepcin. En estrategias de rehabilitacin de competencias parentales, se sugiere, trabajar elementos de la autoimagen del cuidador, potenciar el desarrollo de introyecciones positivas, para posteriormente trabajar la imagen que del nio ha construido el adulto.
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Actividad Propuesta Actividad N 7: Reconociendo a Objetivos: Destacar la importancia del cuidador en la construccin del autoconcepto Identificar mensajes reiterativos en la relacin del cuidador con el nio.
Descripcin: 1. 2. 3. 4. En primer lugar se presentan diversas fotografas y recortes, de distintos nios, en diversas situaciones. Seguidamente se pide al cuidador que elija las que asocia ms con el nio o nia a cargo. Luego y para desarrollar una conversacin, el consejero pregunta: Por qu asocias esta fotografa con el nio? Cul es la caracterstica central de su comportamiento? Por qu crees que es as? Le genera algn problema? Cmo incides t en la construccin de esa imagen? Cierre de la actividad: El consejero incentiva al cuidador o la cuidadora en torno a reflexionar sobre los cambios fundamentales que deben realizar para mejorar la relacin con el nio o nia.
Actividad N 8: Cmo somos? Objetivo: Conocer la percepcin que los cuidadores tienen del nio o nia. Conocer las representaciones parentales de los cuidadores. Descripcin: La presente actividad consiste en conocer y reflexionar sobre las percepciones que los cuidadores tienen de los nios a cargo, adems de las representaciones que tienen ellos de la paternidad. Los consejeros tienen la opcin de realizar las tres partes de la actividad (Descripcin del nio/a; Descripcin de ellos mismos cmo cuidadores; Afectos ligados a las representaciones) o bien puede escoger una o dos segn las necesidades del cuidador o la familia detectadas, y, tambin puede desarrollarla en ms de un encuentro. Para desarrollar la actividad se pueden seguir las indicaciones que siguen: Descripcin del nio/a: 1. 2. Se reparten las fichas de registro 1 de la actividad. Se da la indicacin siguiente: a. b. 3. Puede describirme como es el nio o nia a cargo? Qu clase de beb o nio/a es l?
Seguidamente tienen que escribir los adjetivos con las cuales describen a los nios a la lista numerada que hay a la ficha de registro 1 que a continuacin se presenta. A continuacin los consejeros debern ayudar a los cuidadores si no consiguen dar 5 adjetivos. Lo pueden hacer siguiendo las siguientes indicaciones. a. b. Ha pensado con todas las descripciones buenas y malas? Se ha olvidado alguna?
4.
5.
187
6.
7.
Seguidamente se propone a los cuidadores que hagan una descripcin anecdtica del nio. Se consigue indicando que ilustren uno o dos adjetivos que han propuesto de su hijo/a a travs de una ancdota que haya sucedido tan reciente como sea posible.
Descripcin del cuidador 1. Se reparten las fichas de registro 3. Esta segunda parte de la actividad es igual que la primera, pero en lugar de describir a los nios se describirn a si mismos. Para llevar a cabo esta parte de la actividad se puede dar la siguiente indicacin: a. b. 3. Puede describirme la clase de adulto y cuidador que es? Cmo se describira como cuidador?
2.
Seguidamente ellos tienen que escribir los adjetivos con las cuales se describen a la lista numerada que hay a la ficha de registro 3. A continuacin los consejeros debern ayudar a los cuidadores que no consiguen dar 5 adjetivos. Lo pueden hacer siguiendo las siguientes indicaciones. a. b. Ha pensado con todas las descripciones buenas y malas? Se ha olvidado alguna?
4.
5. 6.
Estos adjetivos se escriben a la ficha de registro 3. Se entrega seguidamente la lista de caractersticas parentales (ficha de registro 4) donde tienen que aadir los adjetivos antes propuestos y escribir el opuesto en el otro lado de la lista. Una vez la lista est completa, ellas debern marcar la lnea que separa los adjetivos de sus opuestos segn en que grado se identifica mejor.
Se entrega seguidamente la lista de rasgos personales del nio/a (ficha de registro 2) donde tienen que aadir los adjetivos que antes han propuesto y escribir el opuesto en el otro lado de la lista. Una vez que la lista este completa, ellas debern marcar la lnea que separa los adjetivos de sus opuestos de acuerdo al grado de identificacin que asocia al nio/a.
7.
Seguidamente se propone que hagan una descripcin anecdtica de ellos como cuidadores. Se consigue indicando que ilustren uno o dos adjetivos que han propuesto travs de una ancdota que haya sucedido tan reciente como sea posible.
Afectos ligados a las representaciones: Para conocer los afectos y emociones que producen las representaciones que los cuidadores tienen de los nios a cargo y de s mismos se realizarn los siguientes ejercicios. 1. El cuidador identificar las emociones que le producen las representaciones que tiene del nio y de s mismo. Lo puede hacer siguiendo las indicaciones siguientes: a. b. Todas sienten emociones distintas en mi situacin. Cuales son las tres emociones mas fuertes que piensa que ha tenido hacia el nio o la nia? (Escriba las emociones a la ficha de registro 5).
2.
Con la finalidad de obtener una evaluacin detallada de estas emociones los consejeros pueden entregar una lista de distintas emociones, indicando: a. b. A la lista que les entregamos hay distintas emociones que la mayora de las personas sienten de vez en cuando. Especifica la intensidad de la emocin cuando piensas o ests con el nio o la nia. Las emociones se enuncian en la ficha de registro 6.
Cierre de la actividad: El consejero o la consejera, dependiendo de si realiza una sola actividad o desarrollar todas en varias sesiones, deber cerrar los encuentros. En el primer caso es importante preguntar que le pareci el ejercicio, que dificultades tuvo y cules son los aprendizajes obtenidos. En el segundo caso es relevante recordar realizar un pequeo resumen de lo realizado y adelantar brevemente lo que se trabajar la prxima sesin.
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Material de trabajo N 8 Ficha de registro 1 Lista de descriptores del nio/a. Espontnea. 1. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 2. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 3. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 4. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 5. ___________________________________________________ _____________________________________________________ Lista de descriptores del nio/a. Con ayuda. 1. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 2. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 3. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 4. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 5. ___________________________________________________ _____________________________________________________
Ficha de registro 2
Rasgos personales del nio/a: Inactivo Agresivo Replegado sobre s mismos Atrevido Alegre Difcil Guapo No inteligente Receptivo Distante Independiente Miedoso Vivo Despreocupado Afectuoso Activo Pacfico Sociable Tmido Triste Fcil Feo Inteligente No receptivo Caluroso Dependiente Confiado Apagado Atento Poco afectuoso
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Ficha de registro 3 Lista de descriptores del adulto como cuidador. Espontnea. 1. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 2. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 3. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 4. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 5. ___________________________________________________ _____________________________________________________ Lista de descriptores de el mismo como cuidador. Con ayuda. 1. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 2. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 3. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 4. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 5. ___________________________________________________ _____________________________________________________
Ficha de registro 4
Rasgos personales del cuidador: Poco afectuoso Tolerante Miedoso Disponible Cuidador muy implicado Impaciente Autoritario Serio Controlador Satisfecho con su rol Rol fcil Ficha de registro 5 Afectos unidos a las representaciones: 1. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 2. ___________________________________________________ _____________________________________________________ 3. ___________________________________________________ _____________________________________________________ Afectuoso Intolerante Confiado No disponible Despreocupado Paciente Permisivo Alegre Que deja hacer Insatisfecho con su rol Rol difcil
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Ficha de registro 6 Afectos: Alegra: No del todo ........................................................................... Mucho Tristeza: No del todo ........................................................................... Mucho Ansiedad: No del todo ........................................................................... Mucho Curiosidad: No del todo ........................................................................... Mucho Clera: No del todo ........................................................................... Mucho Culpabilidad: No del todo ........................................................................... Mucho Orgullo: No del todo ........................................................................... Mucho Vergenza: No del todo ........................................................................... Mucho Agotamiento: No del todo ........................................................................... Mucho Equilibrio entre emociones: Emociones positivas ..................................... Emociones negativas
c.
Funcin Educativa
Caractersticas A travs de la educacin los nios acceden al mundo social. Educar implica la existencia de una vinculacin afectiva. La forma de comunicacin tambin es relevantes, as como el apoyo que pueden brindar los adultos en los proceso de desarrollo y de modulacin emocional y conductual. Criterios transversales a considerar en la intervencin: El desarrollo de un nuevo proceso educativo en el adulto cuidador, como es el de este tipo de intervencin, le permitir adquirir herramientas que facilitan su funcin educativa con el nio. Ver la relacin de otra forma, su propio rol desde otra perspectiva, y sentirse apoyado en este proceso de cambio, le ayudar a sentir que tiene cosas que entregar. Criterios especficos a considerar en la intervencin: Se sugiere, en el caso de las tres estrategias, desarrollar el trabajo con el grupo familiar, de manera de proyectar e intervenir en las prcticas comunicativas, en el establecimiento e internalizacin de normas o en la flexibilidad de stas, entre otros aspectos relevantes de esta funcin.
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Objetivo: Visualizar a travs de un mapa individual las propias fortalezas y debilidades para satisfacer las necesidades de los nios/as. Descripcin: 1. Se solicita al cuidador que en su hoja pinte en diferentes colores las partes del cuerpo de la silueta segn si siente que ha logrado satisfacer la necesidad de su hijo o hija. Las partes del cuerpo tienen el mismo significado que en la actividad nmero 6. La cabeza representa las necesidades cognitivas; el tronco las necesidades afectivas; los brazos las necesidades sociales; y las piernas las necesidades fsicas. Se pintar las partes del cuerpo segn el grado de facilidaddificultad que el cuidador percibe en la satisfaccin de cada necesidad: Verde: Si considera que ha logrado satisfacer la necesidad del nio o nia con facilidad. Amarillo: Si tienen dificultades para satisfacer la necesidad del nio o nia, pero lo pueden conseguir. Rojo: Si tienen dificultades que les impiden satisfacer la necesidad. Posteriormente, el consejero solicita que el cuidador comparta lo elaborado. Luego, el consejero solicitar que identifique cules han sido los factores que han incidido en la no satisfaccin de las necesidades del nio, cules han facilitado la respuesta. Identificar en conjunto, si los factores obstaculizadores pueden modificarse, atenuarse o se pueden contrarrestar. Cerrar el encuentro con una revisin de los aspectos trabajados y los desafos que implican.
2.
3. 4.
5. 6.
197
Sugerencia de actividades de cierre: Como ya se plante es necesario considerar alrededor de 4 encuentros previos al trmino definitivo de la intervencin. A continuacin se describirn sugerencias en torno a las temticas a trabajar en cada una de estos encuentros: Primera Sesin de Cierre: Se recomienda realizarla slo con el cuidador o la cuidadora, con el fin de revisar detalladamente el diagnstico establecido previo a la intervencin, los objetivos propuestos y cmo se fueron cumpliendo, las dificultades que se presentaron y sus formas de resolucin, etc. Es relevante permitir que esta evaluacin primeramente sea expresada por el cuidador, para que posteriormente el consejero entregue los elementos que considere relevante compartir. Segunda Sesin de Cierre: Se sugiere realizar un cierre con la familia y el nio o nia a cargo. Se puede establecer un dilogo familiar a partir de las actividades que resultaron ser ms significativas para el grupo familiar, sealar los cambios observados, los aprendizajes, etc. Tercera Sesin: Nuevamente se realiza un encuentro entre el consejero y el cuidador con el fin de revisar la sesin anterior y abordar aspectos pendientes como el posterior monitoreo, en qu consiste, para qu es necesario, etc. ltima Sesin: Preferentemente, se pueden reunir a varios cuidadores que estn finalizando la intervencin, en un ambiente clido y acogedor, con el fin de compartir sus experiencias. Se sugiere disear actividades de reconocimiento para cada uno de los cuidadores y las cuidadoras
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En los captulos anteriores se present una aproximacin terica a la temtica de las competencias parentales y su abordaje en contextos de vulnerabilidad, as mismo se desarroll una propuesta de diagnstico e intervencin que intenta lograr una mirada integral de los nios, nias y sus cuidadores. A continuacin se abordan dos procesos relevantes para el logro de los objetivos de la intervencin en competencias parentales, a desarrollar por los Consejeros Familiares: El Monitoreo y la Evaluacin
1.
El monitoreo es el procedimiento mediante el cual la intervencin o ejecucin de un plan puede asegurar en un plazo determinado su eficiencia y eficacia a travs de la identificacin de sus logros y debilidades, en consecuencia se toman medidas correctivas para optimizar los resultados esperados. Entre los propsitos principales del monitoreo est el establecer los grados de avance de las metas establecidas1 para rectificar diferencias y realizar los ajustes necesarios. Al mismo tiempo el monitoreo constituye un proceso de apoyo a la intervencin, ya que permite visualizar nudos crticos, obstaculizadores y facilitadores, adems de necesidades de los equipos de trabajo. El seguimiento se debe realizar sobre: el proceso de diagnstico, los planes de intervencin y la articulacin del equipo de trabajo.
Condiciones Mnimas propuestas para el nio/a y para la familia de acuerdo a las normas tcnicas del programa en ejecucin (Caminos, Puente u otros)
Se relaciona con monitorear la secuencia lgica del proceso de diagnstico, considerando que si bien las fases propuestas son flexibles, en funcin de adaptarse a las caractersticas de cada caso en particular, es necesario establecer una secuencia lgica que permita optimizar el proceso, an cuando no se cuente, por ejemplo, con toda la informacin previa o se considere necesario obviar la utilizacin de algunas de las herramientas de la batera diagnstica propuesta. Contexto del proceso de diagnstico Considera la valoracin de las condiciones de incorporacin del nio/a y sus cuidadores al programa, que pueden incidir en un proceso diagnstico ms o menos expedito. En este sentido, se busca reconocer aquellos factores contextuales a tener en cuenta al momento de la planificacin del proceso, como por ejemplo condiciones laborales del cuidador/a, caractersticas del sector de residencia de la familia, condiciones de cumplimiento de condena de adulto significativo, entre otros. Plazos de ejecucin Si bien es importante adecuar el proceso a las caractersticas de la familia (padres) o de los cuidadores; el diagnstico de entrada de las competencias parentales del cuidador/a, no puede extenderse en forma indefinida, ya que las conclusiones del mismo son la base de la intervencin a desarrollar y debe dar cuenta de la situacin de bienestar del nio/a. Por ello es importante que el equipo profesional logre por una parte distribuir en forma coherente la carga de trabajo de los/as profesionales y priorizar adecuadamente las diversas actividades y acciones asociadas al proceso, y por otra, cuantificar los plazos mnimos-mximos que delimitan la ejecucin de la intervencin.
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As el seguimiento de la intervencin en las situaciones consideradas muy preocupantes o preocupantes para el nio/a, debe ser ms intensivo que en las situaciones ms favorables, ya que la complejidad de la intervencin, as como los riesgos para el nio/a sern ms altos y las exigencias para el Consejero Familiar, tambin mayores. Resultados esperados La intervencin puede estar enfocada en la promocin, apoyo o rehabilitacin de competencias parentales, correspondiendo a cada estrategia determinados resultados en funcin de fortalecer las competencias parentales de cuidadores/as y con ello el bienestar de los nios/as.
Es fundamental que el Consejero Familiar pueda, a travs del trabajo con cuidadores y cuidadoras, sopesar las herramientas tcnicas y relacionales ms eficaces para el logro de los objetivos propuestos, alcanzando un grado de reflexin respecto de su actuar tratando de no reproducir mecnicamente las actividades sugeridas en el manual.
El seguimiento del desarrollo del plan de intervencin debe dar luces al equipo en torno a las actividades o acciones que dinamizan el proceso de intervencin y aquellas que pueden eventualmente obstaculizarlo o incluso burocratizarlo. Considerando que el plan de intervencin es una gua flexible que debe incorporar los elementos emergentes durante el proceso, lo que puede implicar cambios en los objetivos y resultados esperados.
Identificacin de recursos y apoyos en la familia extensa o en la red El seguimiento del plan de intervencin debe considerar y verificar el estado de avance de aquellas actividades asociadas al reconocimiento y valoracin de recursos en la familia extensa y en la red comunitaria, esto es particularmente relevante en las situaciones de incompetencia parental grave, ya que una de las acciones posiblemente necesarias de realizar sea la reubicacin temporal o permanente del nio/a.
Programa Abriendo Caminos Chile Solidario
En este sentido, si se considera que las estrategias de intervencin son diferenciadas en funcin de las situaciones pesquisadas en cada caso, el monitoreo tambin debera recoger dicha diferenciacin.
Reconocer y establecer redes comunitarias permite a su vez sostener y fortalecer en el tiempo los cuidados que requiere la infancia, entregando apoyo, contencin, informacin y resguardo a las familias. Es primordial entonces que se establezcan vnculos constantes con: Familiares Escuelas OPD Consultorios Organizaciones sociales locales. Comisaras del sector Entre otros Reconocer la importancia de los recursos y apoyos presentes tanto en la familia extensa como en la red comunitaria e institucional ms cercana al nio y su familia, constituye un factor transversal en las estrategias de intervencin. Necesidades de derivacin Durante el desarrollo de la intervencin el Consejero Familiar puede enfrentarse a diversas necesidades de derivacin de integrantes de la familia, ya sea por necesidades de atencin especializada en salud mental, intermediacin laboral, insercin educacional o asesora jurdica, entre otras. De ah que el profesional debe jerarquizar y priorizar las acciones a realizar, que pueden tener desde caractersticas informativas hasta una referencia asistida a determinado programa o institucin. Es fundamental que la derivacin sea realizada en forma oportuna, considerando adems las posibilidades de derivacin interna dentro del programa.
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Plazos de la intervencin Dependiendo de la estrategia a desarrollar la duracin del proceso interventivo puede variar de seis a ocho meses (tiempos referenciales que pueden ampliarse o acotarse en funcin del logro de los objetivos propuestos). En este punto el seguimiento debe apuntar a establecer hitos temporales en el proceso, considerando los objetivos propuestos y la periodicidad de contactos con el grupo familiar.
En este punto el monitoreo debe permitir determinar temticas especficas de capacitacin en funcin de fortalecer el proceso de intervencin y la capacidad de respuesta de los Consejeros Familiares, a partir del anlisis de la prctica realizada y las caractersticas de los sujetos de intervencin. As mismo, el seguimiento debe reconocer las necesidades de autocuidado del equipo, evaluando colectivamente el nivel de desgaste y agotamiento de sus integrantes, a fin de generar estrategias preventivas y reparatorias.
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La evaluacin de la intervencin en trminos de procesos desarrollados y resultados logrados es fundamental para lograr determinar la pertinencia, eficacia, eficiencia e impacto del programa, considerando como eje central de dicha evaluacin la valoracin de la situacin de nios y nias al momento de su egreso. En este sentido, la evaluacin considera la valoracin de los avances, logros y dificultades presentes en el desarrollo de los planes de intervencin ejecutados por los Consejeros Familiares. As, la evaluacin corresponder tambin a una reflexin acerca de la accin, un anlisis de la prctica profesional desarrollada. Finalmente, el proceso evaluativo debera poder determinar tres aspectos: Efectividad de la intervencin para lograr las metas propuestas Capacidad para realizar la intervencin Concordancia entre la intervencin realizada y la prevista o planificada.
cin, considerando que la dinmica de trabajo del Consejero Familiar debera permitirle establecer un vnculo sistemtico con la familia. En este sentido, la observacin participante como herramienta de evaluacin puede considerar la planificacin de visitas domiciliarias sin una fecha precisa, se puede informar al cuidador que durante la semana se le visitar, como una forma de limitar el efecto condicionador en la cotidianeidad que supone la presencia del profesional. El desafo para el Consejero Familiar es lograr manejar los aspectos subjetivos de la observacin. Los puntos siguientes facilitan dicho empeo, adems de enfatizar la relevancia de la reflexin en el equipo de trabajo para la valoracin de los logros y fracasos en el proceso de intervencin. La verificacin y triangulacin de informacin En general, tanto en el proceso de diagnstico como de intervencin, es importante verificar la veracidad de la informacin entregada por el cuidador/a. Esto en el proceso de evaluacin es igualmente significativo, particularmente en los casos de diagnstico negativo. Por ejemplo, si un acuerdo relevante del proceso de intervencin se relaciona con la asistencia del cuidador a un programa ambulatorio de rehabilitacin en consumo de drogas, es necesario verificar dicha asistencia con la institucin, an cuando el cuidador seale que asiste regularmente. Igualmente, si durante el proceso diagnstico el grupo familiar es reconocido por vecinos e instituciones cercanas (escuela, consultorio) como particularmente violento o de mal vivir, es relevante durante la evaluacin apreciar si existe algn cambio en dicha percepcin.
Este proceso de verificacin y triangulacin debe realizarse con prudencia y evitando estigmatizar y poner en riesgo el vnculo con el cuidador/a o la familia. As mismo, no dar por hecho que los profesionales de otros programas o instituciones sern igualmente prudentes en el manejo de la informacin, sino que explicitarlo claramente.
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Se sugiere una nueva aplicacin de algunos de los instrumentos de la batera diagnstica, en particular los de observacin y aquellos relacionados con el anlisis de las vivencias del Consejero Familiar en su interaccin con el cuidador, esto con el fin de lograr determinar la existencia de cambios significativos en comparacin a su aplicacin inicial. Igualmente til es la revisin de la ficha de sntesis diagnstica (Instrumento Gua N 15). Este ejercicio debera permitirnos, junto con las acciones anteriores, determinar si el proceso de intervencin ha posibilitado algn cambio positivo en relacin a la conclusin diagnstica inicial y al logro de los objetivos de la estrategia de intervencin.
Anlisis de prcticas profesionales En el espacio de las reuniones de equipo se pueden generar estrategias de anlisis y autoanlisis de las prcticas profesionales, en funcin de supervisar y acompaar la labor del Consejero Familiar en forma colectiva. Una estrategia puede ser la presentacin de casos por cada consejero y el reconocimiento de prcticas comunes y diversas de abordaje de las situaciones descritas. Donde el fortalecimiento de la prctica profesional surge al momento de analizar los problemas que deben abordar y sus formas de resolverlos, los procesos reflexivos utilizados en la intervencin y el develamiento de los esquemas implcitos que estn a la base de sus actuaciones, es decir realizar un proceso de aprendizaje experiencial. Adems se debe considerar la realizacin de acciones de evaluacin con las familias, para que los sujetos involucrados en la intervencin tengan la posibilidad de dar cuenta de su valoracin de la participacin en el programa y del vnculo establecido con el Consejero Familiar. As mismo, un criterio relevante para la evaluacin de los procesos desarrollados por el equipo de trabajo, tiene relacin con reconocer y evitar la reproduccin de malos tratos hacia la infancia desde los equipos profesionales. Al momento de analizar las prcticas del equipo se debe sopesar la presencia de algunas de estas carencias o dificultades:
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Generacin de comunidades de aprendizaje Finalmente, una interesante experiencia formativa y evaluativa son las comunidades de aprendizaje,2 donde profesionales de diversos programas e instituciones reflexionan en torno a problemas, desafos y metodologas comunes de trabajo. En el caso del Programa Caminos se sugiere la articulacin de comunidades de aprendizaje (pueden utilizar modalidades mixtas presenciales y a distancia) entre los diversos equipos vinculados a su implementacin, a fin de intercambiar experiencias en torno al desarrollo prctico del programa, identificar problemticas recurrentes, definir temticas de autoformacin y capacitacin y desarrollar propuestas para adecuar y fortalecer las directrices de ejecucin del mismo.
Experiencias prcticas relevantes son la Comunidad de Aprendizaje Programa Puente - FLACSO y la plataforma Aprendiendo Juntos: Comunidad de Aprendizaje para la Proteccin Social.
Deteccin tarda de situaciones de malos tratos intrafamiliares. Prolongacin excesiva del proceso diagnstico. Demora e incoherencia en las medidas de proteccin propuestas para aquellos nios y nias que las requeran. Derivaciones apresuradas y sin un adecuado acompaamiento. Falta de vnculos afectivos e implicacin relacional de los Consejeros Familiares con los nios y nias. Dificultades para sentir empata por el sufrimiento de los nios y las nias o su polo antagnico sobreidentificacin y sobreproteccin. Ausencia de espacios de reflexin en torno a las prcticas y las representaciones de los profesionales en relacin a familia, pobreza, buenos tratos o conductas antisociales.
El monitoreo propuesto busca generar un registro ordenado del proceso, de los avances y dificultades de la intervencin, promoviendo la adopcin de las medidas necesarias para facilitar el logro los resultados propuestos.
Diagnstico
Sntesis Diagnstica
Fecha Resultados Esperados Fecha Elaboracin Asociados a los Momentos Elaboracin de Intervencin
Monitoreo 1
Monitoreo 2
Monitoreo 3
Reevaluacin (Al final del plan de intervencin, nueva evaluacin completa de las capacidades y habilidades parentales, considerando las opciones competente/ En desarrollo/Sin resultados. Volver a aplicar instrumentos del diagnstico. Posibilidades: Resultados Logrados - Proceso Exitoso / Necesidad de Continuar la Intervencin / No se Observan Resultados ni es posible establecer un pronostico favorable) Modelos de Crianza Capacidad de Participar en Redes Funcin Nutriente Funcin Socializadora Funcin Educativa
Apego
Empata
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1. Consideraciones Preliminares
Si los filsofos dialogaran con los profesionales de las ciencias sociales sobre el carcter praxiolgico de las acciones asociadas a la intervencin profesional, es casi seguro que ellos nos indicaran lo siguiente: pensar, es hacer una tirada de dados. Si bien la existencia de un modelo pre-configurado de intervencin facilita el despliegue lgico de nuestras acciones, es necesario reconocer que los procedimientos pre-establecidos borran u obvian la singularidad de cada caso. En este sentido, las estrategias de intervencin olvidan el carcter singular de los problemas que han de enfrentar, especialmente cuando estos problemas son diagnosticados como generales o universales, un ejemplo de esto es la violencia intrafamiliar, si bien es un fenmeno determinable conceptualmente, por ende, pesquisable y categorizable, existen ciertos elementos que en sus expresiones siempre evadirn nuestras definiciones. De ah que todo profesional de las ciencias sociales, ya sea quienes provienen de las humanidades, educacin, psicologa, o del rea del trabajo social y la orientacin familiar, cuando actan en relacin a la dimensin praxiolgica, tengan siempre que evaluar cada caso a partir de sus coordenadas particulares, y por tanto, aproximarse ticamente a las definiciones que desde el problema o fenmeno surjan. ste se abordar dependiendo de la situacin y en consecuencia, ms all de las determinaciones procedimentales pre-establecidas, su accin se relaciona con la capacidad de pensar la intervencin al modo de una estrategia que se ingenia en la medida en que se despliega. Desde una concepcin de estas reas, se sabe que toda intervencin se presenta como una praxis y un entrar en aquello que ha sido definido como problema, en otras palabras, la intervencin social es un dispositivo de ingreso que persigue transformaciones en el mbito de las relaciones sociales y humanas, ya sean estas privadas o pblicas. Desde esta tradicin, claramente el intervenir encuentra su esencia en la alteracin de las relaciones y, en virtud de ello, se desplie Programa Abriendo Caminos Chile Solidario
ga bajo el rtulo de la transformacin y la reconfiguracin de lo negativo en positivo. Sin embargo, la deficiencia tanto tica como tcnica es suponer, dichas transformaciones y reconfiguraciones, desde aquello que los propios interventores definen y trazan como objetivo de su praxis interventiva, esto es, a partir de sus prejuicios caractegorizantes.1 La concepcin caractegorizante de la intervencin, ha implicado que ella misma se despliegue como un dispositivo categorial que trabaja desde una matriz rgida, positiva y estructurante. De este modo, la intervencin responde ms a los preceptos morales del interventor en desmedro de un acontecimiento tico-reflexivo por parte de quienes viven y encarnan el problema a resolver. En otras palabras, lo caractegorizante opera como una gran categora que desconoce en su propio despliegue las caractersticas intrnsecas del grupo que interviene. Al moverse a partir de conceptos a-priori (vulnerables, excluidos, marginales, carenciados, etc.) no se permite que la diferencia que se interviene pueda expresar ella misma sus propias codificaciones y significaciones, incorporndolas al interior de sus bordes clasificatorios y negndole la posibilidad de que esta diferencia pueda ser un agente que se exprese como alteridad radical (Levinas, E. 1993), es decir, dejando ver la amplitud y caractersticas de la diferencia. La intervencin, entonces, es una categora cientfica, que, a propsito de sus propias definiciones, no permite que se manifiesten las articulaciones propias del fenmeno intervenido. A propsito de los elementos ya sealados, este captulo tiene por objetivo establecer y reinstalar la discusin respecto de lo que busca la intervencin en relacin a las implicancias ticas para el consejero familiar. Dicho esto, parece necesario considerar que este tipo de prcticas y metodologas caractegorizantes deben replantearse en la posibilidad de su propia apertura hacia un otro distinto; otro que no quiere ser clasificado, categorizado ni bordeado, sino ms bien reconocido desde lo que l entiende y percibe de s mismo.
La caractegorizacin y lo caractegorizante, son neologismos que nos permiten, metonmicamente, condensar la caracterizacin y categorizacin usual de los cientistas sociales en su despliegue interpretativo. Despliegue que, finalmente, contamina la escena a intervenir e impide a los intervenidos recordar y reelaborar sus propias vivencias a partir de su propio proceso de re-interpretacin de su experiencia.
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
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En este sentido, lo que se pretende esbozar es menos una tica de la intervencin y ms el libre advenimiento de intervenciones ticas. Pretender una tica de la intervencin implicara actuar a partir de una serie de definiciones pre-configuradas por los que debera transitar la intervencin, quedando lo tico como despliegue de un saber cosificado (Jameson, 2002, pg. 15) reducido a un callejn sin salida donde el profesional que cumpla el rol de consejeria familiar, no considera la facticidad del fenmeno y solo se deja guiar por preceptos construidos desde las estadsticas epidemiolgicas. En oposicin al procedimiento descrito es posible una intervencin tica en la medida en que la propia dinmica de la intervencin dependa del rumbo de los acontecimientos que con-forman el problema. De este modo, la intervencin independientemente de su enfoque conceptual parte de la irreductibilidad de lo emprico. Esto es, hacer hablar al fenmeno la marginalidad, la exclusin, la violencia intrafamiliar, la desercin escolar o la vulnerabilidad es un llamado a salirse de toda queja y conducir al fenmeno hacia un camino de interrogacin sobre sus propios presupuestos. Interesa destacar que este camino es, por tanto, contra-fctico. En sntesis, este camino tico no pre-determinado es una de las pocas posibilidades de formular preguntas desde lo fctico como experiencia de la prctica interventiva de los consejeros familiares. Una intervencin, pensada desde el trabajo que realizan los consejeros familiares tiende a volverse compleja debido a las dificultades para posicionarse desde una perspectiva crtica y reconstructiva en la accin profesional, sobre todo en el trabajo con temticas conflictuadas como lo son las competencias parentales en familias vulnerables.
En consecuencia, la intervencin puede desplegarse como una in-vasin o bien como una estrategia en apertura, es decir, abierta a la diferencia.
La condicin de posibilidad de intervenciones ticas slo es posible si, en este caso particular, el consejero familiar realiza un giro hacia el acontecimiento, es decir, posibilita el habla del fenmeno. En este sentido, es importante considerar que este giro hacia el acontecimiento es un modo de reflexionar ticamente sobre aquello que define y re-define los contornos del problema a intervenir. Asimismo, cabe destacar que el ir interpretando el fenmeno a partir de sus propias voces facilita al equipo reconocer la distancia existente entre ellos y la realidad que intervienen, es decir, promueve el despliegue de un trabajo de equipo orientado, en s mismo, a su cuidado en la medida en que este se percata que la intervencin no es slo de su responsabilidad, sino que es, primordialmente, responsabilidad de quien vive y define su propia realidad.
Es as como dentro de las caractersticas principales del trabajo en equipo, entendido desde la perspectiva psicosocial, encontramos aquello que dice relacin con el enfrentamiento permanente de situaciones nuevas, los procedimientos an nuevos y ambiguos (en algunos aspectos todava) sobre las temticas de abordaje a problemticas de alta complejidad y la urgencia en la toma de decisiones que comprometen la idoneidad y efectividad de las intervenciones propuestas. De esta manera surge la necesidad de generar permanentemente las condiciones para un trabajo de equipo donde prevalecen relaciones de horizontalidad, canales de comunicacin operativos y reflexivos, la colaboracin en la toma de decisin y amplitud de miradas en el diagnstico y abordaje interventivo de las diferentes problemticas relevadas. Lo anteriormente sealado tiene que ver con una dimensin del trabajo de equipo que representa una de las principales variables en los indicadores de logro en el cumplimiento de la tarea o actividad desarrollada, y es lo que dice relacin con el cuidado y la salud de los equipos (Arn, 2004). En virtud de lo sealado es que podemos apreciar, por ejemplo, que una gestin deficiente del trabajo en equipo puede afectar la salud del equipo por el fenmeno del Burnout2 que aparece en muchas reas de trabajo, especialmente en aquellas en que hay relacin directa con las personas, como es el caso de asistentes sociales, trabajadores de la salud mental, consejeros familiares y que suponen una fuerte vocacin en los profesionales que poco a poco se ve afectada por la desilusin la cual reemplaza la visin idealista de la tarea emprendida.
2 Freudenberg define el Burnout como un estado de fatiga o frustracin que aparece como resultado de la devocin a una causa, a un estilo de vida o a una relacin que no produce las recompensas esperadas (Freudenberg, H. Staff burnout. Journal of Social Issues, 30(1), 159-165 vol 12 (1) 5/22 -1974).
cilitadores tales como: liderazgo participativo, responsabilidad compartida, comunidad de propsitos, visin de futuro, buena comunicacin, concentracin en la tarea y respuesta rpida, entre otros. El complemento de ambos niveles de operatividad de los equipos de trabajo, revela variables que influyen directamente en la viabilidad de las acciones de intervencin y el cumplimiento de objetivos programticos a nivel de usuarios.
As pues, el cuidado de los equipos es responsabilidad de los niveles directivos y de las instituciones, se refiere a crear y asegurar condiciones de trabajo que transmitan un mensaje de preocupacin y cuidado de la institucin por sus equipos de trabajo y los operadores sociales. Algunos de estos factores protectores se refieren a las condiciones mnimas de seguridad en relacin al desempeo laboral, otras se refieren a los estilos de liderazgo y a los estilos de supervisin en los lugares de trabajo. En trminos especficos, para los equipos de trabajo de este mbito resulta esencial la generacin de espacios protegidos para la explicitacin y resolucin de los problemas surgidos al interior de los equipos. Otro elemento importante en este tema, tiene que ver con estilos de supervisin protectores y fortalecedores de los propios recursos. Este es un estilo de supervisin que no genere desconfianza y permita el vaciamiento y la autoexposicin de los profesionales a propsito de las personas atendidas. Los estilos ms persecutorios de supervisin, generan desconfianza y desaprovechamiento de los espacios naturales de vaciamiento para el equipo. As mismo, un aspecto esencial para resguardar la salud de los equipos de trabajo multidisciplinarios, es compartir la responsabilidad de las decisiones complejas y resolutorias que debe tomar cada miembro del equipo. El desgaste que implica tomar la responsabilidad en este tipo de decisiones que tienen alguna probabilidad de tener resultados conflictivos en trminos de la intervencin, puede amortiguarse cuando es todo el equipo quien asume la responsabilidad por las consecuencias de la decisin. Finalmente, se puede establecer la relevancia del trabajo de equipos condicionada por dos dimensiones contingentes del mbito social: la coordinacin de los equipos de trabajos en sus dinmicas de relacin interna para con los usuarios; y la preocupacin permanente por el cuidado y salud de los propios equipos; ambos aspectos constituyen una modalidad de trabajo y de aprendizaje para las instituciones que est cobrando cada vez ms importancia a causa de sus ventajas tanto el plano motivacional como social, de los profesionales y trabajadores que intervienen en las reas de desarrollo personal y social del ser humano.
3. Autoanlisis y Autocuidado
Es un error argumentar que las interrogantes ticas pueden ser evitadas por una correcta tcnica; de la misma manera que es un error confundir lo que es bsicamente un asunto de transferencia, con los asuntos ticos (Holmes y Lindley, 1989)
Cuando se reflexiona sobre tica, la primera tarea radica en tomar conciencia de cuales son los problemas o cuestiones de la prctica, es decir, todas aquellas situaciones a las cuales nos enfrentamos en el desarrollo del trabajo, que ponen en juego nuestros valores ticos. Visto de esta manera es necesario preguntarse por dos cosas principales: 1. 2. Qu significa ser profesional Qu significa la tica desde el mbito profesional
Para responder a estos cuestionamientos debemos trasladarnos al origen de las palabras profesin y tica. Profesin proviene del latn professio, lo cual significa: confesin pblica, promesa o consagracin; en las lenguas romanas profesin se utiliz para definir a las personas que ejercen determinada actividad humana con dedicacin y consagracin total. Sin embargo, en la poca moderna la sociologa defini profesin como: Un cuerpo coherente de conocimientos especficos que usa una teora unificadora aceptada ampliamente por sus miembros; que les permite poseer capacidades y tcnicas particulares basadas en esos conocimientos; hacindolos acreedores de un prestigio social reconocido; generando as, expectativas explicitas de confiabilidad moral; que se expresan en un Cdigo de tica (Franca-Tarrag, 1996, pg. 17).
tica, por su parte, proviene del griego Ethos, definido inicialmente por Homero como morada o lugar donde habitan los hombres y los animales y que posteriormente Aristteles le otorga un segundo sentido, entendindolo como Hbito, carcter o modo de ser que el hombre va incorporando a lo largo de su existencia. El ethos al entenderse como un hbito, como un modo de ser, trata de una creacin genuina y necesaria del hombre, pues ste desde el momento en que se organiza en sociedad, siente la necesidad imperiosa de crear reglas para regular su comportamiento y permitir modelar as, su carcter. El uso que se ha generalizado en sociologa es el de punto de partida de las ideas, las que conforman el carcter de determinado sistema o escuela de pensamiento, en definitiva ethos es el conjunto de actitudes vividas por los profesionales, y la tradicin propia de interpretacin de cual es la forma correcta de comportarse en la relacin profesional con las personas (op.cit, pag18). As, podemos decir, que la tica profesional radica principalmente en la forma, el hbito o la manera en la cual una persona que posee mayores y reconocidos conocimientos respectos de sus pares, se conduce con ellos de manera correcta y coherente segn sea su responsabilidad en la actividad humana que desempea. Si nos ubicamos en el mbito de los profesionales que trabajan en reas como, educacin, psicologa, trabajo social y orientacin familiar, encontramos un trmino llamado Psicotica, el cual, alude directamente a los dilemas ticos (que se dan en las acciones de intervencin o de ayuda en las reas profesionales que trabajan con la subjetividad de all la denominacin de Psicotica) de la relacin que se establece entre el trabajador, ya sea ste, asistente social, psiclogo o consejero familiar, y la persona con quien se esta trabajando. Este trmino define al cdigo de tica profesional como una organizacin sistemtica del ethos profesional, es decir, de las responsabilidades morales que provienen del rol social del trabajador y de las expectativas que las personas tienen derecho a exigir en la relacin con quien desempee dicho rol. Este ethos profesional en relacin con el rol social, esta sujeto a ciertos puntos bsicos que permiten establecerlo como tal, estos puntos bsicos son:
1.
2.
los principios ticos, imperativos que la raza humana acepta como medios para lograr el valor ltimo, por ejemplo: el principio de autonoma (capacidad de autogobernarse), el de beneficencia (primero que nada, no daar) y el de justicia (no hay igualdad de oportunidades sino hay igualdad de condiciones) (dem), basndose en estos principios la persona puede desarrollarse con plenitud como ser humano. las normas morales, son las acciones que se deben o no realizar en pos de alcanzar el principio tico. Existen tres principales normas morales: la veracidad (el deber de decir lo que la persona tiene derecho a saber), la fidelidad (cumplimiento del acuerdo entre dos personas regido bajo el principio de no perjudicar y como canalizacin del principio de autonoma) y la confiabilidad.
3.
Cabe entonces preguntarse Qu escenario tico bsico debera exigirse para que un trabajador sea considerado idneo de ejercer un rol de consejera? (op.cit). Ser profesional que trabaja en reas del desarrollo humano en la sociedad implica, mas all de aplicar tcnicas o instrumentos, ser una persona afectivamente capaz de interactuar sanamente con un otro promoviendo siempre que ste logre alcanzar su desarrollo pleno como ser humano. De esta manera y a la par con esta reflexin, este captulo ha tenido por objetivo establecer y reinstalar la discusin respecto de lo que busca la intervencin en relacin a las implicancias ticas para el consejero familiar. En esta direccin, se considera vital que el consejero familiar pueda preguntarse lo siguiente: hasta qu punto su accin como consejero familiar trabaja bajo valores, principios y normas morales que contribuyen a la plenitud del desarrollo de cualquier ser humano, sin caer en el deseo de alcanzar uno por sobre otro? Para responder a esta pregunta es necesario plantearse un cuestionamiento personal, que permita auto-reconocerse en la labor. Autoreconocerse, corresponde a una reflexin personal que nos permite llegar establecer cierta claridad acerca de la propia personalidad que nos lleva a tomar cierto tipo de decisiones y no otras frente a diversas situaciones que podemos llegar a enfrentar.
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los valores ticos, los cuales son aspiraciones del hombre por alcanzar su plenitud como ser humano, por ejemplo, el valor ltimo y principal de tomar a la persona humana siempre como fin y nunca como medio para lograr otra cosa que no sea su propio perfeccionamiento como persona.
Hay que aprender precisamente el libre flujo de las ocurrencias y las relaciones de pensamiento (Thomas, 1974), quien aprenda a plantearse preguntas hasta llegar a los lmites del significado filosfico y teolgico de esas palabras, empieza a preparar las sendas que conducen a ellas. Las preguntas o cuestionamientos deben ayudar a meditar y ha recordar si han de buscarse en uno u otro campo, hasta ahora no atendidos, las causas de las tensiones, los conflictos o las preocupaciones. El simple consejo de atender todas las cosas poco claras en la propia vida y su contorno para formularla en preguntas ayuda considerablemente al autoreconocimiento, las respuestas que pueda dar otro no tienen la misma importancia ni significado como aquellas que plantea y escribe uno mismo. En el transcurso del autoanlisis se encuentran respuestas satisfactorias para uno mismo en la mayora de las preguntas, lo cual contribuye considerablemente a la mejora personal frente al trabajo. Un ejemplo del cuestionario bsico de autoconocimiento puede ser el siguiente: Cuestionario Preguntas sobre Mi angustia y Mi profesin El siguiente cuestionario se entrega como una gua bsica para que el/la profesional se interrogue en torno a su actuar profesional, busca facilitar un proceso autoreflexivo individual que puede y debe ser ampliado hacia el anlisis grupal del equipo de trabajo, en torno a las decisiones, opciones metodolgicas y dilemas ticos que cotidianamente deben enfrentar. Se parte por reconocer que en el mbito de intervencin de los consejeros familiares siempre existir un frgil equilibrio entre las exigencias institucionales, de las familias y del entorno social, que puede provocar diversos niveles de desgaste y angustia en el profesional. El desafo del equipo de trabajo es lograr limitar dicho desgaste y potenciar la respuesta colectiva del mismo, articulando creativamente sus capacidades tcnicas y humanas. En este sentido, se sugiere contestar las preguntas del cuestionario a partir de su contrastacin con aquellas situaciones, a juicio del consejero familiar, ms complejas de abordar en su ejercicio profesional. (Puede ser una situacin o conflicto que se repite en muchas familias o las caractersticas complejas de un caso en particular)
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Cuestionario Preguntas sobre Mi angustia y Mi profesin 1. Puede verse ya, en el tratamiento llevado a cabo hasta ahora, y por las tensiones enumeradas, la causa decisiva de mis sentimientos de angustia? En caso negativo, que otras causa puede haber? Puede deducirse, de la auto descripcin efectuada hasta ahora, la causa de: a. b. 4. Mi mala disposicin a la comunicacin. Mi falta de confianza en mi mismo y mi falta de decisin.
2. 3.
Es posible explicar la contradiccin entre el inters por la intervencin, anteriormente muy despierto, y mi desinters actual por ella? Es posible que se haya originado el desinters a causa de conflictos psquicos, que empezaron a brotar en el ejercicio la profesin? Puede determinar de que clase son estos conflictos y como pueden abordarse? Hay una explicacin para mi estado continuo de soar y mi desinters en dejar ese estado? De dnde viene la susceptibilidad y el sentimiento de ser atacado personalmente, cuando se critica objetivamente mi trabajo? Qu causa tiene la poca capacidad de memoria y la inhibicin frente a mis superiores? Tienen estas angustias una relacin con angustias no superadas asociadas a mi historia de vida? Qu otras causas pueden originar un continuo sentimiento de desgano?
5.
6. 7. 8.
9. 10. 11.
Las conclusiones a las que llegue el/la profesional luego de reflexionar en torno a las preguntas propuestas facilitar el reconocimiento del nivel de desgaste o angustia asociado al ejercicio profesional, desde un continuo de bajo nivel de desgaste a un nivel alto o preocupante, que debera considerar apoyo tanto desde el equipo de trabajo como por parte de un profesional externo. As mismo, los resultados del autoanlisis deberan considerarse desde un punto de vista preventivo, as, si el nivel de desgaste es bajo o limitado, determinar que debera hacer el/la profesional y el equipo para que dicha situacin se proyecte en el tiempo y, por el contrario, si la situacin es preocupante que alternativas de accin se considera factible de implementar en trminos individuales y grupales.
Una segundo aspecto, se relaciona con la estrategia, que intenta garantizar el trnsito del diseo ideal a la particularidad concreta y actual que enfrentamos, as la solucin creada por el Programa de Intervencin, adems de socialmente deseable se hace viable y realizable. Lo central es aqu la realidad social concreta. La competencia clave es reconocerla, distinguirla. Comprenderla y saber manejarla. En tercer lugar existen aspectos valorativos y estos deben asumirse al modo de dilemas valorativos. Desde el inicio guan y regulan; definen elementos positivos para fijar objetivos y evaluar. En consecuencia, nos indican las fortalezas y lmites de la intervencin. En un nivel concreto, significan premios o repudios a la conducta del profesional. Las habilidades claves son: capacidad de clarificar, deliberar y elaborar juicios tcnicos desde perspectivas relacionales y ticas. Estos elementos se integran en las intervenciones donde se conectan estrategias con tcnica; una depende de la otra y viceversa. La convergencia entre estrategia y tcnica hace evidente la relacin del proceso que se da en trminos ticos y tcticos. Por ejemplo, puede un impulso valorativo inclinar la accin hacia un punto excesivamente idealista, que desatiende la viabilidad del plan y que finalmente genera la frecuente fatiga crnica (burn-out) de los interventores.
Una primer aspecto, constituido por lo tcnico, el componente instrumental (detallado en captulos anteriores), destinado a revisar como aplicar conocimientos y mtodos para efectuar actos. Se basa en el conocimiento sistemtico y en criterios de valor para seleccionar objetivos. Para el profesional, esta rea exige competencias de previsin y proyeccin.
El acumular experiencias a partir del anlisis de errores, permitir incorporar ms fcilmente adecuaciones entre diseo y estrategias, lograr dosificacin del esfuerzo y revisin estratgica de realismo para mantener el impulso de la accin. Por lo cual habr siempre reajustes desde la visin inicial, que incluye el planteamiento tico y la demanda institucional programtica, esta flexibilidad y autorevisin es parte integral del proceso interventivo, uno debe olvidar que al fin, la accin de intervencin debe combinar valores ideales con efectos reales. Finalmente, se debe tambin plantear la relevancia tica, con tal de que el profesional alcance y se esfuerce en temas de autonoma metodolgica. Como consecuencia de su actuar funcional con confidencialidad y respeto hacia los interlocutores, no podr acceder a consejos, en un tiempo inmediato. Habr cuestiones que deber responder desde sus criterios, y all deber integrar operativamente sus conocimientos, con premisas tico-sociales. Este acto profesional, como toda accin humana es una relacin con otros y un acto tico, sujeto A y sujeto DE tica. Lo bsico de ello est presente en los siguientes elementos valorativos: Libertad, cada parte ha de hacerse responsable de elegir y tomar decisiones. Intencionalidad, hay una clara disposicin a ayudar al otro, esto juega un rol fundamental para aclarar la identidad de ese otro y la mejor forma de ayudarlo. El otro. Su presencia como destino de la accin lo hace responsable de sus efectos. En este caso son otros, concretos, diferenciados y especficos. La responsabilidad. Se debe responder por las acciones y opciones, a fin de responder al uso del poder (tcnica e influencia)
Deriva de esta parte final, una cuestin relacionada a los lmites de la preocupacin tica del interventor. Esta se relaciona a las restricciones de la libertad de opcin y accin del interventor, al carcter de la dependencia de la institucin correspondiente, al poder del gremio respectivo, la estructura social y el sistema poltico. Todo esto es, sin duda, complementario pero en ltimo trmino lo definitivo es que el interventor es responsable de sus acciones y las consecuencias de ella.
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En sntesis, en cada ocasin debemos tener en cuenta la autoevaluacin y el componente tico que desde ella permiten al profesional adecuarse al fenmeno a partir de su propia habla. Finalmente, es posible dar mayor solvencia tica a la intervencin si consideramos dispositivos reflexivos extra-institucionales. Estos dispositivos han de facilitar a los profesionales rutas de interpretacin que permitan destrabar los atolladeros de la intervencin. Ejemplos de estos dispositivos son la participacin en grupos de estudios, la supervisin con profesionales de mayor trayectoria y experticia y, por ltimo, la utilizacin de bitcoras personales que sirvan como material de sistematizacin.
El papel de los elementos externos, la base cientfica que fundamenta el acto, el contexto social complejo y dinmico, la clave para entender, incluso una relativa institucionalizacin de lo humano y sus dependencias externas, son aspectos a considerar, pero, sin embargo esta situacin acrecienta la responsabilidad exigible al interventor, en este caso, el consejero familiar, aun cuando matizan o difuminan algunos aspectos de esta responsabilidad.
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Las Caractersticas de la Parentalidad Bientratante La relacin entre necesidades infantiles y competencias parentales responde al principio de la Teora General de Sistemas conocida como la equifinalidad (Watzlawick, P., Beavin J., Jackson D, 1981). Esto quiere decir que idnticos resultados pueden ser el resultado de sistemas y dinmicas diferentes. Es decir, todos pueden producir los mismos cuidados de calidad y asegurar el buen trato que un nio o nia necesita para crecer sano. Lo decisivo est en la naturaleza de las relaciones. Por lo cual, un cuidador competente debe poder ofrecer contextos relacionales basados en: a. Una disponibilidad mltiple y el ofrecer a los nios y nias una diversidad de experiencias en espacios diferenciados a nivel de: Espacios afectivos que permitan a los nios ser sujetos de una relacin. Estos espacios, son posibles cuando los padres y cuidadores poseen capacidades de apego con los nios y, como consecuencia de esto, la empata necesaria para entender el lenguaje a travs de las cuales stos expresan sus necesidades. Espacios ntimos, el hijo o la hija es confirmado como una persona singular. Son espacios de intercambio donde sus rasgos, atributos y capacidades son reforzados, y donde se promueve la exploracin y su desarrollo. Espacios ldicos, las madres, padres y/o cuidadores que son capaces de jugar con los nios, aparte de facilitar vivencias gratificantes, permiten desarrollar procesos de aprendizaje vinculados al desarrollo del imaginario y de la racionalidad, que en definitiva le facilitan al nio o nia la comprensin y adaptacin a su medio.
en condiciones de pobreza y de exclusin social. La existencia de una relacin permanentemente afectuosa con uno o ambos padres, una disciplina consistente e inductiva, as como un funcionamiento cotidiano con rutinas y rituales que estructuran la dimensin espacial y temporal de la vivencia de los hijos, refuerzan las posibilidades de resiliencia (Balegno L.,y col. 2001, Rodrguez C., y col., 2003, Amar J., 2003).
Los espacios de aprendizaje, los nios se van haciendo sujetos sociales estimulados por lo que ven. En edades ms tempranas, los nios aprenden ms de lo que el adulto hace que de lo que dice; ms tarde, el acceso al pensamiento simblico y a la palabra agrega la posibilidad de aprender de lo que el otro dice. Los padres competentes son la mayora del tiempo congruentes. Es importante insistir que los nios aprenden para ellos mismos, pero tambin para otros, de all, la importancia de la calidad de las relaciones. Uno de los desafos actuales de la parentalidad bientratante, es que los hijos no solamente adquieran conocimientos, sino que piensen y analicen crticamente las contradicciones y las injusticias de su sociedad. Esto, para que encuentren un sentido a sus vidas en la lucha por la justicia, la paz y la solidaridad.
b. Estabilidad: los componentes de la parentalidad sana y bientratante es ofrecerle a los nios y nias una continuidad a largo plazo de relaciones que aseguren no slo sus cuidados, sino tambin la proteccin para preservarles de los riesgos del entorno. Los padres y las madres que, consecuentes con sus opciones afectivas de adultos, se permiten experimentar variadas formas de conyugalidad, pero que quieren tratar bien a sus hijos, tienen la obligacin de encontrar nuevas formas y rituales para asegurarles esta disponibilidad. Esto, tanto en la cantidad del tiempo destinada a sus hijos, como en la calidad de la relacin en los momentos que estn con ellos. Accesibilidad un adulto significativo para un nio o nia debera estar siempre accesible, lo que implica presencia y disponibilidad. Perspicacia: la capacidad para percibir y mostrar alegra y satisfaccin por los cambios con que los hijos muestran el progreso de su desarrollo. Eficacia: la estimulacin adecuada por parte de sus cuidadores para poder desarrollarse sanamente. Coherencia: sean capaces de ofrecer un sentido coherente a sus actuaciones. La bsqueda de sentido es uno de los motores con el que los nios ingresan en el mundo de los significados de los actos, comportamientos y discurso de los dems. Al integrar estos significados los nios le dan sentido a sus propios comportamientos.
d.
e. f.
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3.
a.
Las relaciones adulto-nios son siempre personalizadas, afectivas y respetuosas. En ellas se reconocen los derechos y deberes de los padres y de los hijos, manteniendo siempre que la responsabilidad de los cuidados, la educacin y la proteccin la tienen los adultos. Las representaciones de los nios y nias corresponden a imgenes positivas de ellos, de tal manera que sus atributos y logros despiertan admiracin, gratificacin y placer a los adultos. Las expectativas de las conductas de los nios y nias son constructivas, es decir, se confia en sus posibilidades y se espera que se comporten adecuadamente. Si esto no ocurre se analizan las transgresiones considerando los contextos y las circunstancias en donde ellas ocurrieron. Se aceptan y se respetan las diferencias entre los nios, incluyendo sobre todo la diversidad de gnero, edad y singularidades ligadas a minusvalas u otros problemas. En el caso de los sistemas institucionales, se respeta y valora la diversidad tnica y cultural. El intercambio comunicacional es una caracterstica relevante de este modelo de buen trato y las conversaciones se organizan espontaneamente y permiten abordar todos los aspectos. El control de los comportamientos se ejerce a travs de intervenciones inductivas consistentes. Cuando las sanciones son necesarias, stas son respetuosas, claras y razonables. Por ltimo, el ejercicio de la funcin educativa con las caractersticas descritas se ejerce en un sistema familiar o institucional nutridor donde existe una jeraqua clara y explicita. Por lo tanto, la atribucin de roles y funciones estn claramente definidas, siendo al mismo tiempo flexible para hacer frente a los desafios familiares. En este contexto, las normas, reglas y leyes que modulan los comportamientos son enseadas en el marco de relaciones afectuosas y stas son permanentemente recordadas y reforzadas a travs de conversaciones cotidianas y significativas.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
b. c.
d.
e.
f.
g.
h. i. j.
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k.
l.
El nio o la nia tiene una importancia trascendental en la vida del cuidador y por esto son capaces de respetar sus procesos de diferenciacin, acompandoles en los momentos de progreso y de regresin. Manifestaciones de un Apego Seguro en Nios y Nias entre Ocho Meses y Cinco aos como Indicadores de Buenos Tratos Busca el consuelo del cuidador o cuidadora cuando se siente en peligro, estresado o perdido. El nio es capaz de acoger a un desconocido y de interactuar con l, pero prefiere a su cuidador. Se interesa en juegos y/o actividades en presencia o no del cuidador. No presenta comportamientos de miedo ni de hipervigilancia o de estado de alerta. Es fundamentalmente feliz y sano y le gusta estar en relacin con otros adultos y con sus iguales. El nio protesta cuando se le separa de la figura de apego, pero recupera fcilmente su equilibrio cuando se encuentra en un medio de buenos tratos. Puede reaccionar enfadndose cuando el cuidador se va o manifiesta sus quejas. Manifiesta alegra cuando vuelve o, si la ausencia se prolonga, muestra su enfado (ignora o rechaza el contacto fsico durante perodos cortos). Manifiesta con lloros, sonrisas, vocalizaciones, palabras, etc. su deseo de proximidad o de contacto fsico con su cuidador.
5.
a. b. c. d. e. f.
g. h.
i.
Los cuidadores no sustituyen al nio o nia ni les dejan solos por el xito profesional, ni por el poseer bienes materiales, ni por sus aficiones deportivas.
Interaccin social: Permitirles a los nios o nias espacios en los cuales puedan compartir y establecer relaciones con sus pares, es parte fundamental de su desarrollo personal, el espacio del juego que se crea a travs de las relaciones que establece son fuentes de aprendizaje constante, ya que les es ms fcil seguir un modelo que sienten como un igual. Necesidades: Es deber de los cuidadores buscar los caminos ms adecuados que les permitan satisfacer las necesidades del nio o nia, considerando que no slo el responder a sus necesidades biolgicas bsicas permite desarrollar una buena tarea en este mbito, tambin hay necesidades psicolgicas que requieren de una constante compaa y apoyo carioso, estar disponibles el nio entrega sensaciones de seguridad que les permiten enfrentarse de mejor manera al mundo exterior. Estmulo: El estimulo es un factor que esta relacionado directamente con el desarrollo cognitivo, es decir, con el intelecto. Un nio cuyo cuidador (o cuidadora) se preocupe de incentivarlo y acompaarlo a realizar o a vivir nuevas experiencias, provoca en ellos una mejor disposicin a la hora de enfrenta situaciones nuevas potenciando su creatividad e intelecto. Reconocimiento: Reconocer las cosas que hace un nio es simplemente hacerlo visible, el reconocer provoca en ellos la sensacin de aceptacin mejorando la integracin emocional. Validar al nio o nia es un gesto de amor con una gran carga afectiva que les indica lo importantes que son para el cuidador.
nuevas tareas con una actitud positiva respecto del resultado que obtendr. A su vez, cuando las experiencias fueran de fracaso, es nuestro deber volver a incentivar y apoyar la bsqueda de posibles soluciones potenciando capacidades que quizs aun no ha logrado identificar.
Seguridad y proteccin:
Crecer en un ambiente en el cual los nios y nias se siente acogidos, protegidos y respaldados por sus cuidadores genera en ellos la seguridad necesaria para explorar por si solos el mundo externo, en cambio los nios y nias que crecen en un ambiente en el cual se siente desprotegidos y poco queridos experimentaran el mundo con desconfianza e intranquilidad, optando por encerrarse en si mismos y no interactuar con su entorno. Etiquetas: La etapa preescolar es una etapa muy inestable en la vida de nuestros hijos (en el sentido de los cambios constantes que experimentan), esto muchas veces provoca que padres y cuidadores se sientan sobrepasados y desconcertados por conductas que no logran manejar de los nios, como por ejemplo, pataletas, negativas constantes, rechazos etc. Estas situaciones tpicas de la etapa preescolar promueven muchas veces el etiquetar al nio o nia segn sea su conducta. Las etiquetas, particularmente las negativas, corresponden a mensajes con mucha carga significativa para nuestros hijos, sobre todo en esta etapa en la que el concepto de si mismos se construye a partir de la opinin que los otros, en especial la de sus padres o cuidadores, tengan de l. Etiquetar a un nio como flojo(a), desordenado(a) o porfiado(a) puede provocar: 1. que la imagen de si mismo se construya con estas caractersticas obligndolo a cumplir el rol que la etiqueta le otorga y 2. que cada vez que el cumpla con este rol ser reafirmada esta etiqueta, conformando un circulo vicioso difcil de romper. Por ejemplo, si cada vez que desordena, se le dice eres un desordenado, slo estamos reafirmando que lo es, lo cual no cambiara la conducta que deseamos modificar, siendo an ms daino para su imagen el hacer este comentario a un otro externo o de manera pblica, ya que el nio experimentar una sensacin de rechazo por parte de sus cuidadores por no lograr cumplir con las expectativas que tienen de l. Hay que tener cuidado con no depositar en ellos las problemticas familiares, ya que muchas veces los nios problema se trasforman en neutralizadores de problemas familiares ya que se dirige la atencin de las situaciones problema en ellos. Es aconsejable entonces que si deseamos modificar conductas no caigamos en etiquetar, sino que tratemos de buscar en conjunto con los nios soluciones a estas situaciones complejas.
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
Oposicionismo: Esta es una fase dentro de la etapa preescolar que puede manifestarse a partir de los 2 aos y medio y durar hasta los tres aos y medio o un poco mas, se caracteriza por ser la etapa en la cual los nios utilizan con mayor frecuencia la palabra No como respuesta a las ordenes, peticiones o sugerencias que hacen los padres o cuidadores. Este No es la primera experiencia que tienen los nios acerca de ser independientes respecto de sus padres, decir No significa imponer sus propios deseos frente a los deseos de los dems. Este nuevo descubrimiento radica en que el nio o nia descubre un Yo que es un Yo diferente a los dems y que puede oponerse a los otros, se trasforma en un ejercicio constante para el aplicar esta nueva habilidad de oponerse y manifestar sus propios deseos, como por ejemplo, vestirse slo y elegir su propia ropa, rechazar algn alimento que no le guste, no querer ir a ciertos lugares, etc. Si bien es una etapa difcil es importante saber sobrellevarla para lograr que el nio o nia consiga desarrollar autonoma e independencia y no se convierta en un ser sumiso. Como cuidadores, respetar la opocisin a ciertas cosas que manifiesten los nios o nias y brindar un ambiente familiar en el cual la oposicin del nio no se transforme en un conflicto grave y permanente, es una tarea necesaria, puesto que de lo contrario, se daar la relacin vincular cuidador-nio en el futuro, brindar un ambiente el en cual se anule y reprima toda manifestacin de oposicionismo slo provocar que el nio se convierta en una persona sin opinin propia, propenso a hacer las cosas que los dems le dicen o esperan de l, truncando su desarrollo personal. Dentro de esta etapa debemos tener mucho cuidado tambien con la auotodeclaracion de incompetencia frente al nio, declarar por ejemplo yo ya no puedo ms con esta niita, le otorga a los nios el poder de oponerse con mayor intensidad haciendo difcil el invertir esta situacin. Dependencia versus autonoma: Alrededor de los tres o cuatros aos el nio manifiesta deseos de hacer cosas por si slo, explorar el mundo de forma autnoma, pero siempre sabiendo donde se encuentran sus padres o cuidadores en caso de necesitar ayuda.
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El proceso de la autonoma en los nios debe darse de forma paulatina, dejarlos solos sin ninguna explicacin o simplemente desaparecer durante periodos extensos provoca que los nios y nias desarrollen intensos niveles de angustia, por lo cual, es aconsejable hacer de estas separaciones un proceso donde se les explique el por qu se les dejar solos y que slo ser un momento corto. De manera paulatina estas separaciones se pueden hacer por periodos de tiempo ms amplios. El desarrollo de la autonoma consta tambin de plantearle al nio que se confa en su capacidad de resolver conflictos, permitindole explorar en posibles soluciones que al momento de encontrarlas es bueno que sean reconocidas y validadas. Caso contrario es cuando padres o cuidadores fomentan la dependencia del nio cayendo en situaciones que slo logran hacer sentir inseguro al nio o nia de sus propias habilidades para resolver un conflicto. Decirles como hacer las cosas para lograr solucionar un problema tampoco es un factor que estimule la autonoma puesto que cada vez que enfrente una situacin problema necesitara recurrir a otro que le diga como hacerlo. Otra forma de anular el desarrollo de la autonomia se encuentra en familias muy sobreprotectoras, las cuales transmiten a los nios que el mundo exterior es demasiado peligroso, idea que provoca en los nios miedos a explorar el mundo exterior porque sienten que sino estn siempre los cuidadores junto a ellos, algo malo les puede suceder. Un nio que desarrolla la capacidad de explorar y resolver conflictos por si mismo podr enfrentar de mejor manera en el futuro la vida adulta, en cambio un nio al que le evitaron o resolvieron las situaciones conflictivas se convertir en una adulto inseguro y dependiente de otros. Es entonces importante considerar siempre la frase de Jean Piaget toda ayuda innecesaria retrasa el desarrollo infantil. El miedo: El miedo es una sensacin desagradable y muchas veces paralizante, durante la etapa preescolar esta sensacin se manifiesta cuando lo nios desarrollan una mayor capacidad de percibir estmulos del medio y comprenden mejor algunas situaciones de peligro, sin embargo y a pesar de ser tan desagradable el miedo, es una emocin adaptativa. Cuando los padres o cuidadores se enfrentan a este tipo de situaciones es recomendable lograr junto con el nio o nia la verbalizaManual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
Sin embargo, hay que poner atencin a ciertos sntomas que los nios manifiestan cuando el miedo se convierte en un factor estresante que comienza a limitar su desarrollo y les producen estados de mucha ansiedad, estos son: Actitud hipervigilante Reacciones de sobresalto frente a estmulos que no son tan intensos Insomnio Pesadillas y sueos perturbadores Pensamientos perturbadores Dificultad para concentrarse
No hay que olvidar tambin que estas manifestaciones de ansiedad se adquieren a traves de comportamientos que han visto en padres o cuidadores, por ejemplo: Ser excesivamente ansiosos Proporcionar ambientes de violencia en casa Situaciones de abandono Exposicin a contenidos violentos Separaciones prolongadas de los padres.
Frustracin y comportamiento violento: Como cuidadores, se debe tener presente que a cada momento se esta siendo visto como modelos a seguir por el nio o nia, las conductas que manifiesten frente a ciertas situaciones principalmente derivan de lo que ellos han visto en sus adultos significativos. En el caso de las experiencias de frustracin es importante observar como el nio o nia reacciona cuando algo en lo que ha puesto energa, tiempo y dedicacin no resulta como el o ella espera y se descontrola tomando actitudes agresivas para demostrar su enojo. Cuando estas situaciones se presentan, el rol que desempean los cuidadores es fundamental, reaccionar a las pataletas o a las conductas agresivas con ms agresin y descontrol por no lograr que los nios se calmen, slo provocar que la pataleta sea aun mayor y se repita en la mayora de las ocasiones en las que experimenten el fracaso o las negativas. Es aconsejable, en estos casos,
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cin de sus temores, es decir, que logre describir que siente y cual es la causa de ese miedo, de esta manera y a travs de la conversacin nos es ms fcil hacerles ver que a lo que temen no es tan terrorfico como ellos piensan.
responder de manera serena, sin negar que existe un problema, pero demostrando que se puede llegar a una solucin de manera tranquila. Otro factor importante es no cortar la emocin del nio ni forzarlo a calmarse, sino que esperar a que la rabia pase y luego con calma conversar el tema, siempre hacindole ver que esa no es una buena forma de solucionar el problema y que a veces las cosas no salen como uno espera. Las reacciones frente a estos episodios de frustracin hay que mantenerlas controladas y darles un atajo y encauce tempranamente, un nio que se acostumbre a estas expresiones desarrollar comportamientos violentos que pueden llegar a la agresin fsica hacia sus pares, cuidadores u otros. Por lo tanto, el rol del cuidador debe ir orientado en que el nio perciba compresin y apoyo cuando se enfrenta a una dificultad, con el objetivo de lograr que las actitudes agresivas no sean necesarias para demostrar rabia o frustacion sino que pueda manifestar estas emociones con otra actitud. Propiciarle un ambiente familiar en el cual el dialogo y la conversacin sean los medios validos que se utilizan en la familia para enfrentar problemticas, tambin es una buena herramienta que ayudara a controlar estas conductas, un ambiente en el cual los gritos, los golpes o las agresiones verbales sean las formas de comunicacin entre los miembros de la familia slo agudizara las conductas agresivas en los nios.
a.
Observacin
La observacin esta relacionada con el reparo que deben tener los padres o cuidadores respecto de las cosas buenas que identifican en sus hijos/as o nios/as a cargo, en conjunto con la manifestacin verbal de las mismas. Igualmente debe ser utilizada por el Consejero Familiar en el desarrollo de su intervencin profesional. La capacidad de observar a los nios/as es una herramienta necesaria que los padres y cuidadores deben tener en consideracin, puesto que a travs de ella y de su gran carga significativa se desarrolla la construccin de imagen personal del nio o nia, considerando a la vez que una observacin cargada de aspectos positivos repercute en la conducta que el nio o nia desarrollar. Por ultimo, cuando hacen de la observacin un ejercicio constante, los padres y cuidadores desarrollan una herramienta que les permite identificar tempranamente conductas que puedan trasformarse en problemticas, ya que pueden delimitar mejor a travs de lo que observan la conducta-problema que el nio o nia esta presentado. b. Registro
Junto con la observacin es importante tambin el registrar las conductas, hbitos o acciones que los nios/as realicen, este registrar permite a los padres, cuidadores o al Consejero Familiar ordenar las observaciones que hacen y les entrega un escenario ms adecuado en el cual reaccionar, ya que muchas veces reaccionan slo frente a la situacin puntual, lo que puede agravar la situacin. Con un registro podran determinar varios aspectos del problema, permitiendo que a la vez la solucin que pensemos para estas situaciones sea de mayor acertividad. Esta herramienta permite contrarrestar lo que se observa de los nios y nias en sus conductas respecto de la situacin-problema y lo que verbalizan de las misma, muchas veces los nios y nias, y sobre todo los pequeos, no encuentran las palabras para comunicar lo que sienten o la causa de su molestia que conlleva a estas conductas-problema, siendo as el registro una importante fuente de informacin.
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II.
EXPRESIONES INTERACTIVAS Y SISTMICAS EN LA COTIDIANEIDAD DE LAS HABILIDADES PARENTALES A CONSIDERAR POR LOS CONSEJEROS FAMILIARES
c.
Aceptacin
Observar y registrar si bien son dos herramientas que nos permiten establecer una buena respuesta frente a situaciones con los nios/ as, aceptar es una parte fundamental de sta. No podemos olvidar de ayudar a los padres o cuidadores de comprender que todos lo seres humanos somos distintos por lo tanto cada nio o nia tambin lo es, esperar entonces que los intereses, las reacciones, las necesidades o las demostraciones sean iguales en todos los nios es ilusorio y del mismo modo, lo es pensar que la misma forma de educar a un nio puede servir para educar al otro. Aceptar las diferencias permite que el nio o nia comience a construir un espacio propio en el cual establece cdigos y limites que necesariamente deben ser respetados, si los cuidadores lo aceptan ser ms fcil a la vez que los nios acepten tambin los limites que se les establezcan. Este concepto de aceptacin se relaciona con el respeto, respeto por el nio como individuo particular y respeto del nio por su grupo familiar. Un ejemplo claro de aceptacin es considerar las ideas que tengan los nios respecto de temas cotidianos o aceptar opiniones sobre decisiones familiares. Esto le permite desarrollarse individualmente, pero a la vez entender que son parte de un grupo mayor que los quiere porque considera y acepta tal como son. d. Espacios
Dentro de un grupo familiar los espacios fsicos que se habitan son fundamentales al momento de convivir juntos. Situacin particularmente compleja en situaciones de pobreza y vulnerabilidad social, donde las condiciones de habitabilidad son las ms de las veces limitadas y precarias. Es importante que cada miembro del grupo familiar sienta y considere como propio algn espacio especifico del hogar, en el cual se rodee de los objetos que ms le gusten y que lo hagan sentir cmodo y que a la vez sea respetado por los dems miembros de la familia, una manera de demostrar respeto por los espacios individuales es ensear a los nios/as a tocar siempre la puerta antes de ingresar a alguna habitacin (el problema es que en muchas casas de familias pobres a veces ni siquiera hay puertas). Si los cuidadores necesitan un espacio propio que sea respetado como tal, los nios/as tambin lo necesitan, sin embargo no hay que olvidar que cada miembro compone un grupo familiar, por lo cual adems de construir estos espacios individuales es necesario
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e.
Participacin familiar
La participacion si bien tiene que ver con incluir a todos los miembros del grupo familiar en la toma de decisiones, tambin tiene relacin con el tipo de involucramiento que se establece entre los miembros del grupo familiar. Es decir, cada uno realiza diferentes actividades que demandan diferentes esfuerzos y tiempos, lo cual es respetable, sin embargo hay que considerar que si estas actividades absorben la mayora de nuestro tiempo pueden provocar el alejamiento de los dems y nos encerramos en nosotros mismos, visualizando slo nuestros problemas y nuestras necesidades, olvidando problemas y necesidades que los otros puedan tener en las cuales nuestro apoyo y presencia es requerida. Un ejemplo clsico es el de los padres y madres que trabajan todo el da y al llegar a su hogar slo quieren estar tranquilos y solos, mientras que sus hijos quieren verlos para jugar. En estos casos es recomendable hacer una pausa y mirar como estamos participando en la familia, anotar nuestras actividades y distribuir nuestro tiempo considerando a la familia como nuestra actividad ms importante. Lo mismo ocurre con los nios sobreagendados, los cuales tienen tantas actividades que tampoco pueden disfrutar del espacio familiar porque estn agotados y slo quieren estar tranquilos y descansar, casos en los cuales los tiempos de los padres estn determinados segn las actividades de sus hijos, por lo cual tampoco existe un goce pleno del espacio familiar. Es importante para cada grupo familiar determinar como actividad ms importante a la familia y distribuir en conjunto las actividades en pos de fortalecerla. f. Diversidad familiar
El tipo de participacion de los miembros respecto de su grupo familiar determina a la vez el tipo de familia que llegan a conformar. Existen tres tipos tericos y ms caractersticos de familia: la familia democrtica, la familia autoritaria y la familia desorganizada, multicarencial y multiproblemtica. La familia democrtica se caracteriza por aceptar y considerar las opiniones, deseos y necesidades de cada uno de sus miembros, es una ambiente familiar flexible en el cual la comunicacin es uno de
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construir en conjunto un espacio en el cual se puedan reunir y compartir en familia. En este sentido, es importante que los Consejeros Familiares evaluen las condiciones de habitabilidad de los grupos familiares incorporados al programa y las alternativas de apoyo posibles de movilizar para mejorarlas.
sus pilares fundamentales, el poder no recae en una sola persona sino que es compartido. La familia autoritaria se caracteriza por tener una cabeza al mando, la cual decide por todos y los dems slo deben obedecer. La comunicacin es precaria y las relaciones entre los miembros son rgidas, con muchos limites. La familia desorganizada, multicarenciada y multiproblematica. A diferencias de las anteriores, en este tipo de familia la estructura formal casi no existe, los miembros interactuan entre si en medio de una gran desorganizacin, en un caos relacional en donde existe una confusin de roles, tares y funciones, las fronteras familiares casi no existen, las relaciones con el entorno social son disfuncionales y en general los ms dbiles son abusados por los ms fuertes. A menudo existen diferentes manifestaciones de violencia familiar y los hijos e hijas conocen procesos traumaticos crnicos y severos, maltrato fsico, carencias afectivas y/o abusos sexuales y sicolgicos. Sus sufrimientos se traducen en forma temprana por trastornos conductuales, desercin escolar y un modelo de apego reactivo severo de tipo desoraganizado y/o por comportamientos transgresivos. Estos nios si no son protegidos tempranamente y adecuadamente, tienen una gran posibilidad de encontrarse al final de la niez y en la adolescencia, en circuitos ligados a infractores de ley (sobre todo si uno o ambos padres han tenido problemas con la justicia). Cada una de estas familias llega a construir determinados tipos de nios o nias, en la primera si bien se construye un sujeto reflexivo, sociable, seguro de si mismo tambin produce nios o nias a los cuales les cuesta aceptar normas y reglas, mientras que en el caso contrario encontramos nios sometidos, inseguros, pero obedientes. Una familia debe lograr un nivel de normas establecidas y respetadas por todos, manteniendo siempre la comunicacin y la reflexin entre sus miembros, lo que se busca entonces es la construccin de sujetos con pensamiento autnomo a travs de un dialogo reflexivo. g. Valoracin
Este es un concepto muy importante a considerar, ya que la valoracin personal que la familia le otorga a cada uno de sus miembros se relaciona directamente con el desarrollo de la autoestima y de la construccin de imagen personal.
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La valoracin esta relacionada con la observacin (concepto que se vio anteriormente), lo que observamos y decimos de nuestros hijos tiene una carga afectiva importante la cual puede provocar en los nios un sentimiento de rechazo o aceptacin que a su vez produce sensaciones de seguridad o inseguridad en ellos, sensaciones que los constituirn como sujetos en el futuro. En la medida que los nios crecen los padres caemos en la dinmica de exigir y criticar a nuestros hijos especialmente en el mbito acadmico, lo que conlleva a establecer relaciones tensas y lejanas provocando que se refugien en grupos en los cuales encuentren la valoracin que necesitan, esto sucede especialmente con los adolescentes. h. Autoestima
El desarrollo de la autoestima proviene de las experiencias y aprendizajes que las nias y nios experimenten, el xito o fracaso en dichas experiencias se relaciona directamente con la imagen personal y la autoestima que el nio comienza a construir. La expectativas que ponemos en nuestros hijos al encomendarles alguna tarea deben estar acordes a las cualidades que estos posean, sobreexigirles o encomendarles tareas muy difciles de resolver slo lograr que el nio o nia se sienta incapaz de desarrollar la actividad y generalice esta sensacin de incapacidad en todas las reas de su desarrollo. Es importante adems considerar que resaltar lo que le falto para desarrollar la tarea es igualmente nocivo para su autoestima, es aconsejable rescatar lo positivo y reforzar las reas en las cuales el nio siente que es ms dbil. Las crticas se aconseja hacerlas dentro de un ambiente reflexivo en el cual el nio pueda identificarlas por el mismo y no que le sean impuestas. De esta manera potenciaremos el alcance exitoso de metas que sean provenientes del entorno como impuestas por ellos mismos, es en definitiva potenciar el creer en si mismo.
Los nios y nias cuando son pequeos construyen su imagen personal a travs de lo que sus padres dicen sobre ellos, no tienen la capacidad de criticar ni de contradecir lo que se esta diciendo, por lo cual se miran a si mismo y se muestra al mundo tal como se les ha dicho que son. As, por ejemplo, un nio que escucha a sus padres decir que es bueno y amable reforzara esa conducta al igual que otro que escuche que es malo y flojo.
251
Los nios y nias con una imagen positiva de si mismos tienden a ser sociables, amables, de buen genio, tolerantes, seguros, con buen sentido del humor, mientras que los nios con una imagen negativa de si mismos se caracterizan por ser nios tristes, agresivos, solitarios, crticos, se sienten feos y no queridos por el entorno al cual rechazan.
Antecedentes del nio y sus familia Adulto Significativo Privado de libertad Delito cometido Pena Nombre del Nio Edad del Nio Nombre del Cuidador Edad del Cuidador Parentesco del Cuidador con el Nio Integrantes del Grupo Familiar Antecedentes del Adulto Privado de Libertad
Fecha:
Consejero/a Familiar:
Institucin
Intervencin Realizada
Cometarios y observaciones (incongruencias entre las evaluacin institucional y del cuidador, aspectos y elementos positivos y negativos sealados por el cuidador a partir de sus experiencias previas de intervencin, caractersticas del cuidador y de la familia sealadas por las instituciones)
Incongruencias
Caractersticas de la Familia segn las Instituciones (enfatizar informacin sobre los nios y adolescentes de la familia)
254
Instrumento Gua N 3
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar: Entrevista: Preguntas Facilitadoras Antecedentes Histricos Personales y Familiares: Mencione tres palabras que describan la relacin con su madre cuando Ud. era pequeo: (Palabras elegidas) Mencione tres palabras que describan la relacin con su madre cuando Ud. era pequeo: (Palabras elegidas) Porqu eligi estas palabras:
Mencione tres palabras que describan la relacin con su padre cuando Ud. era pequeo: (Palabras elegidas) Porqu eligi estas palabras:
Tiene Ud. recuerdos de que le hayan pegado si se portaba mal o cometa errores? Quin le pegaba? Cmo le pegaba?
No
No
Cree usted que el hecho de que le hayan pegado cuando nio(a), le ha ayudado en algo en la vida?
255
Le ayuda ahora en la educacin de sus hijos? Le internaron en alguna institucin de proteccin (hogar de menores) cuando era nio/a?
S S
No No
Cmo le afecta en su vida adulta la experiencia de haber vivido siempre con su familia?
Perdi o fue separado de alguien que Ud. S quera mucho cundo era nio/a? Cundo era nio/a se senta amado/a? Cree que sus padres queran que no naciera? Piensa Ud. que sus padres se daban cuenta de que Ud. era un nio/a con sentimientos y necesidades propias? Sus padres se preocupaban que usted fuera a la escuela y estudiara? S S S
No No No No
No
Como cree usted que todo lo que me acaba de contar le afecta en su vida actual de pareja y en la relacin con el nio?
No
Instrumento Gua N 4
Tabla de Indagacin Recursos Personales que Influencian las Habilidades Parentales Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar: Marcar con una cruz los comportamientos que coinciden con lo observado en el cuidador, usando: S, No o NS (no se sabe) S a. Organizada/o b. Reflexivo/a c. Flexible d. Capaz de resolver problemas e. Habilidades para comunicar f. Habilidades para negociar g. Comprensivo(a) h. Con deseos de cambiar para resolver sus problemas i. Decidido(a) j. Autocontrol k. Humor estable l. Optimista m. Sentido del humor n. Responsable Comentarios del Consejero/a Familiar sobre la manera en que las caractersticas encontradas (marcados SI) influencian las competencias parentales: No N/S
257
Instrumento Gua N 5 Trastornos Mentales y problemas de Comportamiento que afectan las Competencias Parentales
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
Marcar con una cruz los comportamientos que coinciden con lo observado en el cuidador. Usar: S, No o NS (no se sabe)
Depresin Constantemente desdichado(a), triste, slo(a), abatido Aptico(a), encerrado(a) en s mismo(a) Cansancio y prdida de energa Prdida de motivacin y entusiasmo Trastornos del sueo Mal apetito y prdida de peso Piensa o habla de suicidio Sentimiento de culpa intenso y persistente Tentativas de suicidio Ideas suicidas a repeticin Sentimientos de impotencia y de desamparo S No N/S
Comentarios: cmo los problemas detectados (marcados SI), afectan la competencia parental: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
No
N/S
Cambios repetidos y marcados del humor Irritabilidad creciente Agitacin Anormalmente eufrico Comentarios: cmo los trastornos detectados (Marcados SI) afectan las competencias parentales del cuidador: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
Ansiedad S No N/S
Ansiedad generalizada Permanentemente inquieto(a) Obsesiones, rumiaciones Comportamientos compulsivos o existencia de rituales Preocupaciones anormalmente fuertes Crisis de pnico Fobias: miedos absurdos o inquietudes fijas Claustrofobia: pnico en los espacios cerrados Agarofobia: pnico en los espacios abiertos No puede abandonar su casa sin entrar en pnico
259
Crisis de clera Prdida de control debido a la rabia Violencia verbal Violencia fsica Comentarios: cmo los trastornos detectados (marcados SI) afectan las competencias parentales del cuidador: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
Superioridad y perfeccionismo
No
N/S
Crticas constantes y exageradas hacia los dems Expectativas excesivas y rgidas en relacin a s mismo y a los dems Dominante y controlador(a) Susceptible, hipersensible a las crticas
Comentarios: cmo los trastornos detectados (marcados SI) afectan las competencias parentales del cuidador:
Comentarios: cmo los trastornos detectados (Marcados SI) afectan las competencias parentales del cuidador: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
No
N/S
Abuso de alcohol (bebedor/a excesivo/a sin dependencia orgnica) Alcohlico/a: dependencia orgnica Dependencia a medicamentos (ansiolticos, codena, Rohypnol, otros) Dependencia a drogas suaves Dependencia a drogas duras Antecedentes familiares de alcoholismo o de toxicomanas Comentarios: cmo los problemas detectados (Marcados SI) afectan las competencias parentales: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
261
Ser perseguido(a) Que los dems hablan de l o ella Ser espiado/a Recibir mensajes especiales Recibir rdenes de fuentes inverosmiles y misteriosas Poseer poderes grandiosos Or voces que los otros no pueden escuchar Ver cosas que los otros no pueden ver Comentarios: cmo los trastornos detectados (Marcados SI) afectan las competencias parentales del cuidador/a: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
Trastornos de juicio
No
N/S
Indecisin extrema Repeticin de decisiones intiles e inapropiadas Falta de decisiones tiles e imprescindibles Juicios e hiptesis ilgicos a propsito de las intenciones de un nio o de los nios.
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Ideas delirantes, alucinaciones y/o delirio de persecucin Conviccin exagerada e inalterable de:
No
N/S
Comentarios: cmo los trastornos detectados (Marcados SI) afectan la competencia parental del cuidador/a: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
Sntomas fsicos o neurolgicos suplementarios S No N/S
Hambre permanente Anorexia (prdida significativa de peso, cese de la menstruacin) Bulimia (ingestin excesiva de los alimentos con vmitos repetidos) Desmayos, prdida de conciencia Crisis convulsivas Amnesia, trastornos de memoria Comentarios: cmo los trastornos detectados (Marcados SI) afectan las competencias parentales del cuidador/a: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
263
Relaciones interpersonales intensas, pasionales de corta duracin, inestables Incapacidad de mantener relaciones amables Intensamente egocntrico(a) y manipulador(a) Utiliza a los dems sin ningn respeto Autoestima muy baja Necesidad insaciable de afecto y atencin Incapacidad de reconocer sus propias emociones y sentimientos Dependiente y pasivo(a) frente a los dems Exageradamente independiente de los otros Comentarios: cmo los trastornos detectados (Marcados SI)afectan las competencias parentales del cuidador/a: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
No
N/S
Ausencia aparente de inteligencia Comprensin limitada Incapacidad de predecir los acontecimientos y preveer los peligros Capacidad limitada para aprender Juicio limitado Otras caractersticas a sealar
No
N/S
Comentarios: cmo los trastornos detectados afectan la competencia parental del cuidador/a: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
265
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
Indagar existencia de denuncias judiciales, medidas autelares y/o incorporacin a programas de apoyo psicosocial
Evaluacin de la situacin por el cuidador (conciencia de dao, minimizacin de las conductas, arrepentimiento, negacin, motivacin al cambio)
Antecedentes Criminolgicos: Existencia de condenas anteriores o vigentes, procesos judiciales pendientes, quebrantamientos de condena.
Tipo de Delitos y Habitualidad (reincidencia legal y criminolgica, edad de inicio actividad delictiva, caractersticas de las vctimas, vinculacin con pares delincuenciales)
Cumpliendo a la fecha de entrevista con: beneficio intrapenitenciario, libertad condicional, medida alternativa a la reclusin o eliminando antecedentes prontuariales (DL 409). De ser positiva la respuesta indagar lugar de cumplimiento y existencia de apoyo psicosocial por profesionales penitenciarios.
Valoracin y evaluacin de historial delictivo por parte del cuidador (conciencia de delito, juicio crtico, negacin, minimizacin, motivacin al cambio)
Instrumento Gua N 7
Conociendo ahora un poco mejor al cuidador, en qu medida le parece capaz de establecer vnculos positivos con el nio:
Muy Capaz Medianamente Capaz Poco Capaz Lo ignoro
269
Instrumento Gua N 8 A Examen de la calidad de las relaciones de cuidadores con bebs de 0 a 1 ao.
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
rea 1: Examen de los estados de vigilia y las reacciones a la estimulacin del beb La falta de inters o de reaccin a una estimulacin que podra ser normal para un beb de das o de algunas semanas, puede ser un ndice de una relacin gravemente perturbada entre el cuidador y el beb. Parmetros a observar El beb no muestra casi ningn inters o reaccin a su entorno Cuando est acostado se mantiene inmvil, parece desinteresado y desconectado de lo que le rodea No explora su cuerpo ni su entorno rea 2: El seguimiento visual La capacidad de un beb de seguir con la mirada los movimientos de un adulto es una de las primeras manifestaciones conductuales de sus capacidades relacionales. La existencia de este comportamiento depende de los procesos madurativos del beb, as como de la presencia de un cuidador que interacta frecuentemente y adecuadamente con el pequeo/a.
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No
N/S
Cuando el beb participa de una relacin suficientemente sana, la capacidad de seguir con la mirada al adulto que interacta con l o con ella est cada vez ms presente a medida que se acerca a su primer ao de vida. Parmetros a observar El beb evita seguir visualmente al adulto que le cuida El beb evita seguir visualmente a cualquier adulto rea 3: Desviar la mirada Todos los bebs desvan a veces la mirada, aun en los casos que exista una buena relacin con sus cuidadores. Los cuidadores competentes aprovechan este cambio para adaptar sus interacciones con el beb. Cuando el desviar la mirada se transforma en algo permanente, esto puede ser revelador de trastornos de la relacin de los cuidadores con el beb. Parmetros a observar El beb desva la mirada cada vez que el cuidador entra en su campo visual El beb desva la mirada cada vez que cualquier persona entra en su campo visual S No N/S S No N/S
rea 4: Ofrecer los brazos para que lo tomen El beb tiende los brazos para que lo tomen a partir de los 6 meses. Este comportamiento da informacin sobre el desarrollo de la capacidad del beb para reconocer a su cuidador, de la calidad del apego existente, as como de la capacidad de l para responder de una forma adecuada a las demandas del beb. Es importante observar no slo lo que pasa en el momento, sino tambin que hace el nio o nia antes de ofrecer sus brazos. La ausencia de esta conducta es un indicador de un trastorno severo de la relacin cuidador - nio.
271
rea 5: La existencia de signos de sufrimiento y de miedo del beb en presencia del cuidador/a Es un indicador de un trastorno importante de la relacin de los cuidadores con el beb. Es importante anotar el contexto en el cual estas reacciones se observan: Parmetros a observar El beb muestra signos evidentes de tensin y de miedo en presencia del cuidador/a El beb muestra signos evidentes de tensin y de miedo en presencia de cualquier adulto S No N/S
rea 6: Ausencia de vocalizacin espontnea o de reaccin espontnea o de reaccin a la vocalizacin de otras personas Un estmulo sonoro humano deber llamar la atencin de un beb a partir de la primera semana de vida, siempre que ste no tenga hambre, no est cansado o molesto por otra causa. Por otra parte, los bebs comienzan a balbucear y a veces gritar espontneamente a partir del segundo mes de vida. Estas vocalizaciones son raramente espontneas durante el primer mes, pero a partir del tercer mes son cada vez ms frecuentes y en respuesta a los estmulos de los dems. La ausencia de vocalizaciones una vez descartada la sordera, es un indicador importante de la existencia de un trastorno del desarrollo del beb, lo ms probable por falta de estimulacin de sus cuidadores.
Parmetros a observar El beb ofrece sus brazos al cuidador/a para que le tome El beb ofrece los brazos al consejero/a para que lo tome El beb se arrima al adulto que lo toma
No
N/S
Parmetros a observar El beb reacciona a los estmulos sonoros (no existe sordera) El beb reacciona a las vocalizaciones de su cuidador/a El beb reacciona a las vocalizaciones de otras personas El beb vocaliza espontneamente
No
N/S
Comentario: A partir de los diferentes aspectos examinados, cules son las conclusiones a propsito de los niveles de estrs y de inseguridad que existen entre los cuidadores y el beb? _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ Instrumento Gua N 8 B Metodologa: El instrumento de examen ser la observacin directa de la relacin del cuidador con el nio dirigiendo nuestra atencin a los comportamientos infantiles frente a diferentes situaciones creadas por el consejero familiar. Para esto se observar el comportamiento de los nios en situaciones que pueden se asimiladas a la situacin extraa propuesta por Ainsworth y Bell (1970) Lo observado ser comparado con una lista de premisas propuestas y el resultado permitir hacerse una idea de la calidad del apego y por ende el tipo de relacin cuidador - nio. Los diferentes pasos de este examen tienen como eje la observacin participante de las reacciones de los nios a sus cuidadores, en una situacin donde stos se sientan cmodos. Se debe realizar como mnimas dos sesiones de observacin, para evitar sacar conclusiones de situaciones atpicas. Se sugiere reunir en un lugar adecuado al nio con el cuidador/a y el consejero familiar. (idealmente espacio institucional de trabajo del Consejero Familiar: sala de juegos, sala de entrevistas y/o sala de espejos).
273
En el primer momento se renen todos los implicados para permitir que el nio se adapte a la situacin, se hacen las primeras observaciones sobre la relacin entre el nio y su cuidador, la relacin con el extrao (consejero familiar) y con el entorno (capacidad de exploracin). Se eligen y subrayan las descripciones propuestas en los cuadros que mejor coincidan con lo observado. 2. El momento de la separacin:
Se solicita al cuidador/a abandonar la sala dejando al nio, solo con el consejero familiar. Se observan las reacciones del nio en el momento de la partida. 3. El momento del retorno del cuidador (donde todos se reencuentran):
Como en la primera fase, en esta segunda y tercera tambin se eligen las descripciones propuestas que mejor correspondan con lo observado. Nota: Antes de concluir un resultado definitivo se debe repetir por lo menos una vez ms el examen, de preferencia otro da, para estar seguro que las descripciones de los comportamientos elegidos correspondan realmente al modo corriente de interaccin cuidador nio/a. Resulta til el comparar las observaciones con las de otros observadores vlidos, por ejemplo, otro miembro del equipo profesional. Instrucciones: En los cuadros que siguen se proponen diferentes descripciones de comportamientos posibles que pueden caracterizar la interaccin entre el cuidador/a y el nio/a. Estos comportamientos han sido agrupados en cuatro grupos (I,II,III,IV). El o la consejera familiar deben marcar con una cruz las descripciones que les parezcan las ms coincidentes con sus observaciones. Sumando el nmero de descripciones seleccionadas en cada seccin se obtiene aquella que al contar con el nmero ms elevado de descripciones marcadas, indica el modelo predominante de relacin cuidador - nios/as. Se comparan los resultados con lo descrito al final de los cuadros.
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Valoracin de la calidad de la relacin de los cuidadores con nios de edades comprendidas entre 1 ao y 2 aos y medio
Consejero/a Familiar:
Grupo I
Grupo II
El nio parece preocupado por lo que hace su cuidador/a, y explora poco su entorno. El nio se pega a su cuidador/a y es incapaz de despegarse de l, incluso poco a poco. Ignora o rechaza al Consejero/a Familiar, o se aleja de l. El nio presenta comportamientos inmaduros y/o regresivos en presencia de su cuidador(a).
El cuidador/a y el nio/a estn relajados y cmodos el uno con el otro. Parecen sentir algo singular el uno por el otro. El nio explora libremente su entorno, mirando de vez en cuando a su cuidador(a). El nio solicita activamente apoyo y consuelo de su cuidador cuando est contrariado. El nio pide y le gustan los contactos fsicos con su cuidador/a. El nio es ms sociable con su cuidador/a que con el Consejero/a Familiar. El nio busca con preferencia ayuda de su cuidador/a que del Consejero Familiar. El nio reacciona con inters a las seales del Consejero Familiar, pero antes mira o se acerca a su cuidador/a.
Total Grupo II:
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
El nio/a muestra inquietud o llama a su cuidador/a si este se aleja, pero si se acerca lo rechaza. En medio de un acceso de clera o de llantos, el nio/a se queda inmvil y/o impide que se le acerquen. Los comportamientos del nio/a son hiperactivos y caticos, evitando el contacto por momentos o pudiendo ser invasivos. El nio/a se sienta impasiblemente en las rodillas de su cuidador/a largo tiempo, evitando el contacto visual e ignorando sus gestos amistosos. El nio/a desva frecuentemente la mirada cuando su cuidador/a se dirige a el/ella, si este insiste el nio puede reaccionar de una forma imprevisible.
El nio muestra poca atencin a su cuidador/a y/o presenta signos evidentes de temerle. Se aleja rpidamente de su cuidador/a, explorando el entorno, Como si no tuviera miedo de nada. El nio se muestra ms sociable con el Consejero/a Familiar que con su cuidador/a. El nio se muestra extremadamente abierto con el Consejero/a Familiar buscando y gustndole los contactos fsicos con l o ella, pero no as con su cuidador/a. Busca principalmente ayuda del Consejero/a Familiar en lugar de hacerlo de su cuidador/a.
276
Valoracin de la calidad de la relacin de los cuidadores con nios de edades comprendidas entre 1 ao y 2 aos y medio
Consejero/a Familiar:
Grupo I
Grupo II
El nio/a se inquieta, llora o se enoja al presentir la partida de su cuidador. Cuanto este parte, el nio/a busca a su cuidador/a con signos desesperados. El nio/a puede llorar sin consuelo mostrando signos de rabia, miedo e impotencia El llanto del nio/a aumenta cuando el Consejero/a Familiar intenta consolarlo.
Si el nio/a se inquieta busca espontneamente el contacto con su cuidador/a buscando seguridad y explicaciones.
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
El nio/a parece relajado y presenta ms inters en lo que pasa en la sala despus de la partida de su cuidador/a.
Cuando el cuidador/a se va, el nio/a se asla. Puede mantenerse as, aunque parezca que tiene miedo o est contrariado. El nio/a puede acercarse al Consejero/a Familiar, pero de repente se detiene y/o comienza una rabieta. O bien se muestra postrado y deprimido, mantenindose a distancia. El nio/a puede distraerse slo y luego de un largo periodo de juego donde el nio pareca satisfecho, de repente llora, o muestra una mezcla de rabia y de pena sin motivo aparente. El nio/a se acerca al Consejero/a Familiar, para alejarse antes de tocarlo sin motivo aparente.
278
Valoracin de la calidad de la relacin de los cuidadores con nios de edades comprendidas entre 1 ao y 2 aos y medio
Consejero/a Familiar:
Grupo I
Grupo II
La reaccin del nio/a es ambivalente a la vuelta de su cuidador/a. Tiende los brazos, pero si el cuidador/a lo toma, el nio quiere bajarse. Se apega a su cuidador/a al tiempo que le empuja o rechaza. El nio/a es incapaz de consolarse a pesar de que su cuidador/a ha vuelto y/o rechaza ser consolado manifestando signos evidentes de rabia.
Si el nio/a mostr pena en el momento de la separacin, ahora esta alegre y en contacto con su cuidador/a que ha vuelto.
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
1. Signos de Petrificacin. El nio/a interrumpe su actividad normal o su comportamiento agitado y se queda inmvil durante 20 segundos o ms (no se mueve y/o su rostro se muestra vaco y/o fijo).
2. Signos visibles y directos de desconfianza. Muestra desconfianza y miedo intenso a la vuelta de su cuidador/a, cuando le llama o se le acerca. Muestra de temor en el rostro cuando su cuidador/a lo toma en sus brazos. Huye de su cuidador/a cuando ste vuelve. Su actitud es de hipervigilancia y de alerta permanente, sobre todo si ste/a se coloca detrs de l. 3. Signos de desorganizacin y desorientacin. Presenta sus brazos al consejero/a familiar para que lo tome cuando su cuidador/a vuelve. Se tapa la cara o coloca sus manos cerca o delante de su rostro. Acompaa a su cuidador/a a la puerta, sonriendo como si se despidiera. Reacciones afectivas confusas, desordenadas, (se aleja, re, llora, est confuso, se acerca). Total Grupo IV:
280
1.
Una mayora de puntos para el grupo I: si la mayora de las observaciones corresponden a lo enunciado en la columna I esto indica con muchas probabilidades que el tipo de vinculacin entre los padres o cuidadores corresponda a lo que hemos llamado: apego seguro. Esto supone una relacin cuidador- nio/a positiva y por lo tanto un indicador de competencias parentales suficientemente adecuadas, de las que resultar un desarrollo suficientemente sano para el nio/a. Una mayora de puntos para el grupo II: si la mayora de las observaciones corresponden a lo enunciado en la columna II, esto indica que el tipo de vinculacin ms probable sea la que hemos denominado: apego inseguro ansioso-ambivalente. Esto supone que el o los cuidadores han estado con mucha frecuencia preocupados, ansiosos, as como presentan dificultades para manejar la agresividad y/o presentan trastornos depresivos. Por estas y otras razones es probable que hayan sometido al nio/a a momentos de separacin. Esto ha contaminado sus relaciones con los nios y por lo tanto, afectado negativamente la constitucin de los vnculos de apego de estos. En este caso la relacin es menos sana porque conlleva ms riesgo de tensiones para el nio y por ende de trastornos de su desarrollo. Los cuidadores involucrados en este tipo de apego pueden presentar problemas en el ejercicio de su funcin parental. Ellos pueden presentar grados moderados de incompetencia parental en general y en forma transitoria. Los nios vctimas de este tipo de apego inseguro ansiosoambivalente no presentarn todos problemas graves pero, un porcentaje podr presentar una tendencia a comportamientos ansiosos y/o de oposicin con sus padres o adultos de su entorno, as como presentar una cierta ambivalencia con ellos. Una mayora de puntos para el grupo III: si la mayora de las observaciones coinciden con los postulados de la columna tres estamos en presencia de un: apego inseguro evitativo. Esto significa probablemente que los cuidadores han descuidado gravemente y crnicamente al nio/a, lo que ha llevado a estos a replegarse sobre s mismo y desarrollar un modelo relacional caracterizado por el miedo y la desconfianza. Adems, se puede suponer la existencia constante de tensiones en las relaciones familiares, con una alta probabilidad de violencia conyugal y/o de maltrato fsico y psicolgico de los nios/as.
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
2.
3.
281
4.
Una mayora de puntos para el grupo IV: si la mayora de las observaciones coinciden con los postulados de la columna cuatro, estamos en presencia de un modo de relacin adulto - nio/a catico y desorganizado que corresponde a lo que ha sido descrito como: apego desorganizado. La existencia de este tipo de patrn supone que los cuidadores presentan problemas graves en la relacin con los nios/ as, seguramente los descuidan y/o les maltratan fsicamente y/o psicolgicamente. Por lo tanto, este tipo de apego es un indicador de incompetencia parental severa y lo ms probable crnica. Todos los nios vctimas de este tipo de apego presentan trastornos importantes en su desarrollo as como diferentes manifestaciones actuales de sufrimiento. Estos nios corresponden generalmente a cuidadores que a su vez presentan mltiples problemas y carencias y que su vez conforman familias multiproblemticas y multicarenciales. Son estos nios los atendidos frecuentemente por los servicios de proteccin infantil y cuando son detectados tardamente y/o ayudados inadecuadamente presentarn problemas afectivos, de aprendizaje, comportamentales y relacionales crnicos y graves, que en muchas ocasiones y sobre todo en la pre-adolescencia y en la adolescencia se expresarn por trastornos psicopatolgicos severos (depresin, psicosis, consumo de drogas, sociopatas, psicopatas, perversiones sexuales, etc.).
Este modo de apego es un indicador de dificultades e incompetencias en el ejercicio de la funcin parental. Los cuidadores presentan en estos casos grados moderados y a veces severos de incompetencia parental, a menudo de evolucin crnica. Puede ser que algunos nios confrontados a este modo de vinculacin no manifestarn trastornos importantes, pero la mayora de ellos presentaran diferentes formas de sufrimiento infantil manifestado por entre otros: comportamientos agresivos y provocadores, dificultades de aprendizaje, retrasos del desarrollo y dificultades de relacin.
Resultados de la Valoracin:
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar: Total de Puntos Obtenidos Grupo Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Puntaje
Comentarios: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ Instrumento Gua N 8 C Valoracin de la calidad de la relacin de los cuidadores con nios de edades comprendidas entre 2 aos y medio y cinco aos. Metodologa: El instrumento de examen ser la observacin directa de la relacin del cuidador con el nio/a dirigiendo nuestra atencin a aquellos comportamientos infantiles que por su contenido nos pueden permitir evaluar la calidad de los aportes que los cuidadores entregan a los nios/as, que por sus edades estn adquiriendo niveles progresivos de autonoma. Las diferentes etapas de este examen tienen tambin como eje la observacin participante dirigiendo la atencin a los comportamientos que presentan los nios en las interacciones naturales con el cuidador. La observacin deber permitir evaluar la capacidad del cuidador/a a asegurar una relacin de apego estable y de cali-
283
Para organizar la observacin se propone el examen de cinco reas relacionales: a. La regulacin de la distancia: es decir la forma en que el nio define la relacin con su cuidador, para mantenerse junto a ellos, al mismo tiempo que se permite explorar el mundo que le rodea. La orientacin del cuerpo: se trata de observar como el nio utiliza su cuerpo para asegurarse una relacin de proximidad con su cuidador, o al contrario para protegerse a travs de la postura corporal de una probable amenaza de este/a. El contenido y la forma de los dilogos de los nios con su cuidador: el cmo y el contenido de los dilogos espontneos de los nios con su cuidador/a son indicadores tiles para evaluar la seguridad y confianza que los cuidadores estn aportando a los nios. El clima o ambiente emocional: ste es un indicador importante de la tendencia general de los cuidadores a tratar bien a los nios/as o al contrario, el hacerles dao. El ambiente emocional, nos seala la tendencia al afinamiento o al desafinamiento afectivo existente entre los cuidadores y los nios/as. Las reacciones del nio en el reencuentro con su cuidador/a despus de momentos de separacin: stas indican el grado de seguridad de base que el cuidador/a ha podido o no procurar al nio/a a partir de sus competencias .
b.
c.
d.
e.
Instrucciones: En los cuadros que siguen se proponen diferentes descripciones de comportamientos posibles que pueden caracterizar la interaccin entre el cuidador y el nio/a. Estos comportamientos han sido agrupados en cuatro grupos (I,II,III,IV). El consejero familiar deben marcar con una cruz las descripciones que le parezcan las ms coincidentes con sus observaciones. Sumando el nmero de descripciones seleccionadas en cada seccin se obtiene aquella que al contar con el nmero ms elevado de descripciones marcadas, indica el modelo predominante de relacin cuidador - nio/a. Se comparan los resultados con lo descrito al final de los cuadros.
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dad a los nios, a lo largo del tiempo. En otras palabras evaluar la plasticidad estructural de los cuidadores, es decir las formas como stos se adaptan a los cambios que se van produciendo por el crecimiento de los nios y el desarrollo de mayor autonoma.
Valoracin de la calidad de la relacin entre los cuidadores y nios/as entre 2 aos y medio y 5 aos.
Consejero/a Familiar:
Grupo I
Grupo II
El nio/a se relaciona de una forma ambivalente con su cuidador, por momentos los invade y por otros los rechaza. El nio/a, se demora en obedecer o hace lo contrario de lo que le pide su cuidador/a. El nio/a se muestra al principio alejado del consejero familiar, para luego repetir el mismo patrn que con su cuidador/a.
Total Grupo II:
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
El nio/a se mantiene casi en permanencia alejado de su cuidador/a. El nio/a se muestra reticente para acercarse a su cuidador cuando le llama. El nio/a se acerca a ellos bajo amenaza y con miedo. El nio/a se acerca a su cuidador/a por motivos interesados (por ejemplo si ste le ofrece un chocolate). El nio/a se acerca con ms facilidad al consejero/a familiar que a su cuidador/a.
El nio/a presenta un modelo de relacin inestable y cambiante, puede acercarse y alejarse de su cuidador sin motivo aparente. El nio/a se muestra indiferente a la proximidad y al contacto. El nio/a se acerca a su cuidador/a de una forma hostil y dominadora. El nio/a provoca y hostiga frecuentemente a su cuidador/a. Ausencia de timidez incluso con personas desconocidas. El nio/a casi nunca reclama a su cuidador/a si tiene alguna dificultad, como puede ser arreglar un juguete o si se le pierde algo. El nio/a se las arregla slo en caso de necesidad y/dificultad. Total Grupo IV:
286
Valoracin de la calidad de la relacin entre los cuidadores y nios/as entre dos aos y medio y cinco aos.
Consejero/a Familiar:
Grupo I
Grupo II
La orientacin del cuerpo del nio/a puede oscilar segn las circunstancia, desde una evitacin moderada de su cuidador/a hasta una inclinacin permanente hacia l o ella.
El nio/a se inclina hacia su cuidador/a cuando ste interacta directamente con l/ella.
Cuando la ocasin se presenta, el nio/a puede disponer su cuerpo para quedar cara a cara, muy cercano a su cuidador/a.
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
Aunque el nio/a se encuentra cara a cara con su cuidador/a, l o ella orientan su cuerpo en todos los sentidos menos en direccin a la de ellos.
Con la orientacin de su cuerpo, el nio/a muestra que elude la mayor parte del tiempo a su cuidador/a.
Cuando est frente a su cuidador/a, el cuerpo del nio/a se orienta hacia ellos para responder a sus demandas.
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Valoracin de la calidad de la relacin entre los cuidadores y nios/as entre dos aos y medio y cinco aos
Consejero/a Familiar:
Grupo I
El nio/a inicia y mantiene una interaccin a travs del lenguaje corporal (gestos, actitudes,) y la palabra. Sus palabras son personales, naturales, a veces ntimas. Invita a su cuidador/a a incorporarse al dilogo que sostiene con otros nios o adultos. El nio/a en los dilogos con sus cuidadores muestra inters por las actividades, pensamientos y sentimientos de stos. El nio/a habla con facilidad de su mundo imaginario y de sus fantasas con sus padres y/o cuidador/a.
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
El nio/a habla y gesticula muy poco en presencia de su cuidador/a. El nio/a comienza raramente el dilogo con su cuidador. Cuando el nio/a se atreve a contar algo a sus padres o cuidador/a sus palabras son impersonales y a menudo desprovistas de afectos. El nio/a casi nunca le pide a su cuidador/a que le cuente un cuento o que juegue con l o con ella. El nio/a nunca habla de sus fantasas y deseos con sus padres o cuidado/a ni comparte su mundo imaginario.
El nio/a dialoga con su cuidador/a usando palabras y gestos inadecuados para su edad. Sus dilogos son amenazantes, culpabilizadores y/o dominantes. El nio/a presenta una tendencia a rechazar el dilogo con su cuidador. En ocasiones el nio/a se presenta exageradamente hablador. A menudo hablan en monlogos. No se interesan por el contenido ni los afectos expresados por su cuidador. El discurso y los gestos del nio/a cuando habla con su cuidador/a aparecen como incoherentes e incongruentes. El nio/a comparte sus fantasas, pero stas son extraas, tenebrosas y/o desorganizadas. Total Grupo IV:
290
Valoracin de la calidad de la relacin entre los cuidadores y nios/as entre dos aos y medio y cinco aos
Consejero/a Familiar:
Grupo I
Grupo II
El clima emocional entre cuidadores y nio/a tiende hacia los extremos. Por momentos existe una armona casi idlica, en otros la tensin relacional es enorme. El nio/a est irritable, negativo y presenta berrinches o pataletas. El nio/a presenta una falsa alegra, sus sonrisas parecen artificiales, destinadas a contentar a sus cuidadores. El nio/a en presencia de su cuidador est a menudo en estado de alerta como si temiera ser abandonado por stos. Total Grupo II:
Cuando los nios estn con su cuidador se respira un ambiente emocional agradable y sano. Los afectos circulan libremente, el ambiente no es ni muy animado, pero tampoco apagado. El ambiente es calmado y confortable. Los afectos de los nios estn en concordancia con los de sus cuidadores. Los desacuerdos entre los nios y los cuidadores se negocian con un mnimo de contrariedad.
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
Los afectos del nio/a no corresponden a aquellos del cuidador/a. El nio/a acta como si buscara mejorar el ambiente y el humor de su cuidador/a. El nio/a hace lo posible por alegrar el ambiente o a enfriarlo con un comportamiento negativo. El nio/a es hostil como si intentara dominar y/o castigar a sus cuidadores. El nio/a se muestra inquieto, excitado, provocador, por lo que el ambiente es tenso y confuso. El nio/a est depresivo, confuso y/o receloso.
El clima emocional es tenso y fro. En presencia de su cuidador el nio/a es desconfiado y est a la defensiva. El nio/a intenta controlar por todos los medios la expresin de sus afectos. Si el cuidador/a le fuerza el contacto, el nio/a puede reaccionar con nerviosismo (risas, agitacin,), como si no se sintiera cmodo. El ambiente emocional mejora cuando el nio/a no est en presencia de sus padres.
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Valoracin de la calidad de la relacin entre los cuidadores y nios/as entre dos aos y medio y cinco aos
Consejero/a Familiar:
5. Las reacciones de los nios en el reencuentro con su cuidador/a despus de una separacin
Grupo I
El nio/a acoge a su cuidador/a con alegra manifiesta. El nio/a se muestra interesado y contento con lo que su cuidador le dice o trae. El nio/a cuenta espontneamente a su cuidador/a lo que ha hecho durante su ausencia. Si su cuidador debe irse de nuevo el nio/a presenta signos de tristeza, pero se calma si el o la cuidadora se queda con l/ella y le explican el por qu y cundo volver.
Total Grupo I:
Grupo III
Grupo IV
El nio/a se excita, presentando comportamientos disruptivos, caticos e incoherentes en el momento del contacto con el cuidador/a que vuelve. El nio/a se retrae, se encierra en s mismo y/o no habla. El nio/a se comporta como si su cuidador/a que vuelven o que lo visitan son unos desconocidos. El nio/a no cambia sus comportamientos si su cuidador vuelve a partir.
Pasa un buen rato antes que el nio/a mire a su cuidador/a despus de volver a verle. El nio/a parece asustado desde la vuelta del cuidador/a. El nio/a parece petrificado desde la vuelta del cuidador/a. Los movimientos del nio/a se mantienen en un nivel mnimo desde la vuelta del cuidador/a. El nio/a interacta con el consejero familiar como buscando su proteccin. El nio/a parece mucho ms relajado si su cuidador/a vuelven a partir.
294
1.
Una mayora de puntos para el grupo I: si la mayora de las observaciones corresponden a lo enunciado en la columna I esto indica con muchas probabilidades que el tipo de vinculacin entre el cuidador/a corresponda a lo que hemos llamado: apego seguro. Esto supone una relacin cuidador- nio/a positiva y por lo tanto un indicador de competencias parentales suficientemente adecuadas, de las que resultar un desarrollo suficientemente sano para el nio/a. Una mayora de puntos para el grupo II: si la mayora de las observaciones corresponden a lo enunciado en la columna II, esto indica que el tipo de vinculacin ms probable sea la que hemos denominado: apego inseguro ansioso-ambivalente. Esto supone que el cuidador/a ha estado con mucha frecuencia preocupado, ansioso, as como presenta dificultades para manejar la agresividad y/o presenta trastornos depresivos. Por estas y otras razones es probable que hayan sometido a los nios/as a momentos de separacin. Esto ha contaminado sus relaciones con el nio/a y por lo tanto, afectado negativamente la constitucin de los vnculos de apego de estos. En este caso la relacin es menos sana porque conlleva ms riesgo de tensiones para el nio, y por ende de trastornos de su desarrollo. Los cuidadores involucrados en este tipo de apego pueden presentar problemas en el ejercicio de su funcin parental. Ellos pueden presentar grados moderados de incompetencia parental en general y en forma transitoria. Los nios vctimas de este tipo de apego inseguro ansioso-ambivalente no presentarn todos problemas graves pero, un porcentaje podr presentar una tendencia a comportamientos ansiosos y/o de oposicin con sus cuidadores o adultos de su entorno, as como presentar una cierta ambivalencia con ellos. Una mayora de puntos para el grupo III: si la mayora de las observaciones coinciden con los postulados de la columna tres estamos en presencia de un: apego inseguro evitativo. Esto significa probablemente que el o la cuidadora ha descuidado gravemente y crnicamente al nio/a, lo que ha llevado a que estos se replieguen sobre s mismo y desarrollen un modelo relacional caracterizado por el miedo y la desconfianza. Adems, se puede suponer la existencia constante de tensiones en las relaciones familiares, con una alta probabilidad de violencia conyugal y/o de maltrato fsico y psicolgico del nio/a.
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
2.
3.
295
Puede ser que algunos nios confrontados a este modo de vinculacin no manifestarn trastornos importantes, pero la mayora de ellos presentaran diferentes formas de sufrimiento infantil manifestado, entre otros, por: comportamientos agresivos y provocadores, dificultades de aprendizaje, retrasos del desarrollo y dificultades de relacin. Una mayora de puntos para el grupo IV: si la mayora de las observaciones coinciden con los postulados de la columna cuatro, estamos en presencia de un modo de relacin adulto - nio/a catico y desorganizado que corresponde a lo que ha sido descrito como: apego desorganizado. La existencia de este tipo de patrn supone que el o la cuidadora presenta problemas graves en la relacin con el o la nia, seguramente los descuidan y/o les maltratan fsicamente y/o sexualmente y/o psicolgicamente. Por lo tanto, este tipo de apego es un indicador de incompetencia parental severa y lo ms probable crnica. Todos los nios vctimas de este tipo de apego presentan trastornos importantes en su desarrollo as como diferentes manifestaciones actuales de sufrimiento. Estos nios corresponden a generalmente a cuidadores que a su vez presentan mltiples problemas y carencias y que su vez conforman familias multiproblemticas y multicarenciales. Son estos nios los atendidos frecuentemente por los servicios de proteccin infantil y cuando son detectados tardamente y/o ayudados inadecuadamente presentarn problemas afectivos, de aprendizaje, comportamentales y relacionales crnicos y graves, que en muchas ocasiones y sobre todo en la pre-adolescencia y en la adolescencia se expresarn por trastornos psicopatolgicos severos (depresin, psicosis, consumo de drogas, sociopatas, psicopatas, perversiones sexuales, etc.).
4.
Este modo de apego es un indicador de dificultades e incompetencias en el ejercicio de la funcin parental. Los cuidadores presentan en estos casos grados moderados y a veces severos de incompetencia parental, a menudo de evolucin crnica.
Resultados de la Valoracin:
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
Total de Puntos Obtenidos Grupo Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Puntaje
Comentarios: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
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Instrumento Gua N 8 D Valoracin de la calidad de la relacin de los cuidadores con nios mayores de cinco aos Introduccin: A partir de los cuatro o cinco aos, las caractersticas predominantes de las relaciones entre los nios y sus cuidadores, estn a menudo influenciadas por un conjunto de actitudes y comportamientos resultado de las interacciones cotidianas que se han producido durante aos entre los diferentes miembros de la familia. Las modalidades de adaptacin del nio/a a las diferentes situaciones de malos tratos es un ejemplo de los factores que pueden determinar el contenido aparente de las relaciones familiares. Por ejemplo, un nio de cinco aos o ms puede querer estar con su cuidador/a, a pesar que stos lo han maltratado gravemente. Esto debe entenderse ms bien como una manifestacin de sus necesidades de apego y pertenencia y en ningn caso, como un indicador de competencia parental. Para tratar de examinar el contenido real de la calidad de la relacin que los cuidadores ofrecen a los nios mayores de cinco aos, propondremos una lista de preguntas destinadas a facilitar un proceso de conversacin con los nios, para explorar las vivencias de stos hacia sus cuidadores. Es importante que el consejero/a familiar recuerde siempre que la finalidad de este manual es ser un instrumento que facilite realizar una evaluacin e intervencin de forma estructurada y coherente en relacin a las competencias parentales de los cuidadores. Por lo tanto, los resultados obtenidos con estas listas de preguntas son solamente una aproximacin a la vivencia del nio o de la nia, con relacin a su cuidador/a en un momento determinado y en un contexto determinado. La informacin obtenida sumada a otras, nos permite acercarnos al mundo del nio protegindonos del riesgo de nuestras interpretaciones adultocntricas. Como todos los instrumentos que forman parte de este manual, esta lista de preguntas es una herramienta que nos ayuda a plantear hiptesis que deben ser comparadas con otras informaciones, que el resto de los instrumentos gua nos entregan. Por ltimo, debemos recordar que los nios se encuentran por su situacin, en una posicin de inestabilidad, por lo que pueden cambiar a menudo sus sentimientos en relacin de sus cuidadores,
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segn sus expectativas, ilusiones, mentiras de sus cuidadores e incluso de los profesionales, presiones de todo tipo, etc. El consejero/a familiar debe tener siempre en cuenta que los nios pueden haber vivido durante aos bajo las amenazas de sus progenitores y/o cuidadores que les obligaban a guardar silencio y mantener en secreto lo que pasaba en la familia, al mismo tiempo que, a travs de los mensajes acusadores y culpabilizantes, les hacan responsables y culpables de los malos tratos. Metodologa: La metodologa del examen consiste en presentar al nio/a una serie de preguntas donde ste/a debe elegir en diferentes situaciones a las personas que l considera estn ms cerca de l, tanto desde un punto de vista positivo como negativo. Las respuestas aisladas no permiten concluir con absoluta certeza la vivencia real del nio hacia esas personas, sino que nos da pistas para nuestras hiptesis. Nunca insistiremos demasiado sobre la necesidad que el consejero familiar comprenda y conozca las dificultades relacionales en que los nios se pueden encontrar. Esto implica una formacin y un trabajo personal para aceptar el horror invisible e impensable de los diferentes tipos de maltrato, as como de las diferentes manifestaciones del sufrimiento infantil provocado por estas experiencias. El nio/a slo tendr posibilidades de acercarse a la realidad de lo vivido si se les ofrece una relacin de seguridad basada en la autenticidad, la empata y el respeto. En esta parte del examen como en todas las otras, los resultados dependen de la calidad de la relacin que el consejero es capaz de ofrecer as como de la posibilidad de contar con el tiempo necesario para este examen. Por esto el examen debe realizarse al menos en dos ocasiones diferentes. Instrucciones: Esta parte del examen tiene como objetivo explorar la calidad y la fuerza del vnculo de nios de cinco aos o ms con sus diversos cuidadores y/o progenitores, pero tambin con otros miembros de su familia y/o vecinos, educadores, animadores de tiempo libre etc. Para este efecto se ofrecern al nio/a una lista de preguntas que deber responder siguiendo el procedimiento siguiente:
1. 2. 3.
Pregunte al nio quin forma parte de su familia. Asegrese que ningn integrante sea excluido. Explique al nio/a que se le har una serie de preguntas que deber responder con el nombre de uno de los adultos ya anotados. Presentar como ejemplo: si yo te pidiera que me digas quien dice las cosas ms divertidas, quien diras t que es: tu mam, tu pap, tu to, el pololo de tu mam, tu abuela, la mam de la familia de acogida, etc. Como sugerencia para prevenir el cansancio y el aburrimiento de los nios se puede usar pequeos muecos que representen a los cuidadores ms significativos (pap, mam, abuela, madre sustituta, educador, etc.). Haga al nio/a las diferentes preguntas propuestas siguiendo el modelo sealado. Las preguntas precedidas por un nmero estn dirigidas a obtener informacin sobre la calidad de la relacin. Las preguntas precedidas por una letra estn destinadas a provocar una discontinuidad en el interrogatorio para prevenir que el nio/a responda mecnicamente. Agrupe las respuestas obtenidas. Anote los resultados e interprtelos con las precauciones sealadas en la introduccin.
4.
5. 6.
Valoracin de la calidad de la relacin de los cuidadores con nios mayores de cinco aos
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
Valoracin de las relaciones familiares a. b. Quin es al que le gusta ms escuchar radio en tu casa? Quin tiene el pelo ms largo en tu familia? 1. Con quien te gustara jugar? 2. Quin no sabe lo que ms te gusta comer? 3. Con quien te sientes bien? 4. Quin te da pena cuando lo ves? 5. Con quien te dan ganas de estar cuando estas triste y no te sientes bien? 6. De quin te gustara vengarte si pudieras? 7. Quin es el ms amable? 8. Quin es el que te escucha cuando t tienes alguna cosa que decir? Quin es el ms fuerte en tu familia? 9. Quin te da pena? 10. Quin se enoja contigo? 11. A quin le gusta hacer cosas contigo? 12. Quin no te quiere? 13. Si tu debieras memorizar una poesa difcil para la escuela, quien se tomara el tiempo de ayudarte? 14. A quin te gustara ver no tan seguido? Quin no toma t en tu familia? 15. Quin est demasiado ocupado para jugar contigo? 16. Quin respeta las promesas que te hace? 17. Con quin te diviertes ms? 18. Quin te da ms rabia? 19. Quin se queja de ti? 20. Quin te hace feliz? 21. Quin te gusta mucho? 22. Con quin te gustara jugar?
c.
d.
301
e.
f.
Quin mira ms la televisin en tu familia? 31. A quin no le gusta abrazarte? 32. Cundo tienes problemas con tus tareas A quin le puedes pedir que te ayude? 33. Cundo alguna cosa t molesta A quin puedes t dirigirte? 34. Quin te da miedo? 35. Quin debera dejarte tranquilo? 36. Cundo tienes miedo, por ejemplo si tienes una pesadilla (sueos malos) A quin le cuentas? 37. Quin t molesta mucho? 38. Con quin te gustara pasar juntos mucho tiempo? Quin es el ms hablador en tu familia? A quin le gustan ms los dulces en tu casa?
g. h.
Tabla Resumen:
Resultados Cuidador Pap Mam Abuela Educador Otros Sentimientos Positivos Sentimientos Negativos
A quin le gustan mucho el ftbol en tu familia? 23. Quin no es amable contigo? 24. Con quin te sientes seguro? 25. Quin se fija en ti? 26. Quin no sabe nunca como t te sientes? 27. Quin es la persona que te explica mejor las cosas? 28. Quin te gustara que te acostara y te arropara antes de dormir? 29. Quin no te quiere? 30. Quin no te ayuda cuando lo necesitas?
Instrumento Gua N 9 Evaluacin de la capacidad emptica del cuidador(a) a travs del examen de su impulsividad y de su capacidad de controlarse Metodologa: Esta rea pretende evaluar la capacidad de control del cuidador en lo que se refiere a sus emociones, pulsiones e impulsos en presencia del nio/a. La lista de preguntas presentadas a continuacin, estn destinadas a explorar su capacidad de controlarse en el contexto de una relacin con un nio, as como sus habilidades para manejar la tensin y el estrs inherentes al desempeo de las funciones parentales. Los cuidadores con poca capacidad de controlarse tienen tendencia a explotar, o a pasar al acto en una situacin de tensin o estrs. Su falta de empata y sus escasas habilidades para manejar las emociones que la situacin les provoca, les conducen a encontrar una salida inmediata a lo que les molesta. Por esta razn, por ejemplo, cuando un nio pequeo llora y el cuidador no soporta su llanto, en vez de intentar comprender por qu el nio llora y proponer una solucin al problema que lo hace llorar, le pega o lo amenaza para hacerle callar. Sus dificultades le impide tambin pensar en pedir ayuda a alguien para encontrar otra alternativa que la de actuar con violencia. Esta falta de control est muy a menudo asociada a malos tratos fsicos y psicolgicos. Instrucciones: Este instrumento comprende nueve situaciones a explorar mediante preguntas que el consejero familiar debe responder, con base en la informacin que recoge de la observacin y del dilogo con el o la cuidadora. Las preguntas ponen el acento en la o las reacciones racionales o irracionales de los cuidadores cuando se sienten molestados por el o la nia. Adems, orientan a explorar si el adulto puede o no contar con el apoyo de otro adulto en su entorno inmediato que le ayude o podra ayudarle a controlarse. O al contrario, si sus dificultades a controlarse estn en relacin con la presencia de otro adulto que aumenta su irritacin. Las preguntas pueden parecer simples, pero el consejero deber usar su creatividad para obtener la informacin. El plantear las preguntas directamente no siempre es la mejor frmula, por lo que se propone al profesional crear situaciones que le permitan observar el comportamiento parental en vivo y/o de preguntar a travs de ejemplos o situaciones tipos.
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
Instrumento de Observacin
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
Siempre
A Veces
Nunca
El adulto se siente a menudo desbordado, a punto de explotar o de pasar al acto Cuando el adulto est molesto con el nio/a acta de una forma automtica sin reflexionar El adulto es capaz de reconocer sus sentimientos antes de actuar El adulto puede considerar la posibilidad que alguien le ayude antes de actuar El adulto puede considerar diferentes alternativas de solucin para lo que lo perturba antes de actuar El adulto puede contar de una manera regular con alguien que le ayude o le apoye cuando lo necesite para mantener el control (cnyuge, sus padres, sus hijos mayores, amigo/a, trabajador social) El adulto se relaciona con alguien en su vida cotidiana que le irrita y por su presencia o sus actuaciones le hace disminuir sus capacidades de controlarse El adulto participa de una relacin permanente en donde su cnyuge se descontrola regularmente arrastrndolo a l, quien tambin pierde el control Cuando el adulto est molesto o tenso por el comportamiento de uno o de varios de sus cercanos en qu medida el cuidador se paraliza siendo incapaz de enfrentarse a la situacin?
Programa Abriendo Caminos Chile Solidario
No Se
Observaciones
Raramente
Comentarios y Conclusiones:
_____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ Discusin de los resultados: El objetivo de las preguntas 1), 2), 3), 4) estn destinadas a hacerse una idea del tiempo que pasa entre el estmulo que molesta al adulto y el momento que responde impulsivamente. La respuesta es un indicador de su capacidad para controlarse, es decir, del tiempo que se da para mentalizar la situacin, reconocer sus emociones y elaborar la respuesta ms adecuada para enfrentar el problema que provoca su molestia. Si la forma de reaccionar corresponde a lo enunciado en las alternativas 1) y 2) podemos estar en presencia de un adulto con muy pocas capacidades de control, con poca empata y con un riesgo de hacer dao al nio/a. Si los comportamientos de los adultos corresponden a las premisas 3), 4), 5), estamos en presencia de un cuidador/a con capacidad control y, por tanto, con empata y capacidad educadora. Las preguntas 6), 7), 8), exploran la presencia o ausencia de apoyo social, a travs de personas que pueden ayudar o empeorar el control de los impulsos. Si lo observado corresponde a lo postulado en 6), estamos en presencia de un cuidador/a que posee recursos relacionales que le ayudan a controlarse en caso de conflictos o dificultades con el nio/a. La capacidad de pedir ayuda y encontrarla para evitar daar a alguien es un buen indicador de habilidades relacionales y, por ende, de habilidades parentales. No es el caso si lo observado corresponde al postulado 7). Si corresponde al postulado 8) podemos afirmar que estamos
305
Si lo observado corresponde al postulado 9), estamos en presencia probablemente de un cuidador/a que se paraliza en situaciones de problema o de conflictos con el o la nia. Es probable que corresponda a un adulto con recursos empticos, pero carente de modelos de actuacin, es decir, se paraliza porque no sabe cmo hacer frente a los problemas y/o tiene miedo de daar al nio/a, como consecuencia de su propia historia de maltrato. A diferencia de los cuidadores impulsivos donde el origen de sus problemas es la falta de empata, estos cuidadores presentan ms posibilidades de cambio si se les proporciona la ayuda necesaria.
confrontados probablemente con alguien con pocas capacidades a enfrentar el estrs relacional, con riesgos de dejarse contaminar por las reacciones de los otros y perder el control daando, as, al nio/a. Esta situacin est presente a menudo, por ejemplo, cuando existe un conflicto de pareja.
Instrumento Gua N 10 Observacin y Evaluacin de los Modelos de Crianza Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar: El consejero debe responder eligiendo una de las formulas propuesta:
Generalmente
Siempre
A Veces
Nunca
El adulto se muestra amable y afectuoso con el nio/a El adulto se interesa poco en el nio/a El adulto est generalmente irritable con el nio/a El adulto muestra hostilidad y/o agresividad con el nio/a El adulto rechaza al nio El adulto es generalmente muy crtico en relacin al nio/a El adulto muestra las cualidades positivas del nio/a El adulto es exigente con el nio/a y/o lo humilla El adulto tiene expectativas rgidas, irracionales y/o inapropiadas para la edad del nio/a El adulto establece lmites apropiados al nio/a El adulto mantiene los lmites fijados El adulto corrige a los nios si estos transgreden los lmites y las normas con sus conductas El adulto es flexible a la hora de reaccionar frente al nio El adulto negocia con xito con el nio/a El adulto ayuda al nio/a a afrontar las consecuencias de sus actos de una manera coherente El adulto engaa al nio/a a la hora de resolver un conflicto o una dificultad El adulto proporciona explicaciones adaptadas a la edad del nio/a en relacin a las consecuencias de sus actos El adulto tiene una profunda conviccin de que es fundamental castigar fsicamente a los nios para educarles
307
No Se
Observaciones
Raramente
Instrumentos Gua N 11 Evaluacin Fuentes de Apoyo Social A travs de estos instrumentos, se evala la presencia o ausencia de fuentes de apoyo social para la parentalidad, tanto en la familia de origen como en la red social cercana (amigos, vecinos, compaeros/as de trabajo), como en la red familiar nuclear (cnyuge, hijos, hermanos), como en la familia extensa (abuelos, tos, primos, hermanos/as, etc.). Esta seccin pretende examinar dos componentes fundamentales de la participacin y fuentes de apoyo: 11 A: La participacin de los cuidadores en su red social natural, incluyendo su familia extensa. 11 B: La participacin en la red institucional y la relacin de los cuidadores con sta.
1. Fuentes de apoyo social disponibles para los cuidadores Familia extensa Amigos Vecinos Grupos sociales (religiosos, clubs, centros de tiempo libre, etc.) Grupos de autoayuda Otros (precisar): S No N/S
Comentarios: Sealar lo que crea pertinente para la evaluacin. _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
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Familia extensa Amigos Vecinos Grupos sociales (religiosos, clubs, centros de tiempo libre, etc.) Grupos de autoayuda Otros (precisar):
Comentarios: Sealar lo que crea pertinente para la evaluacin. _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
No
N/S
3. Influencias positivas sobre los nios y/o sobre las competencias parentales Familia extensa Amigos Vecinos Grupos sociales (religiosos, clubs, centros de tiempo libre, etc.) Grupos de autoayuda Otros (precisar):
No
N/S
Comentarios: Sealar lo que crea pertinente para la evaluacin. _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ 4. Sealar de qu manera las diferentes fuentes de apoyo social influyen positivamente (las marcadas S en el punto 3) en los esfuerzos de los cuidadores, o al contrario, la manera que las diferentes fuentes (marcadas No en el punto 3) influyen de una manera negativa) Familia Extensa Influencias positivas Influencias negativas
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Influencias positivas
Influencias negativas
Grupos sociales (religiosos, culturales, deportivos, etc.) Influencias positivas Influencias negativas
Amigos/as
Conclusiones:
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
Utilizar la siguiente nomenclatura: 1 = Generalmente poco cooperativo/a 2 = A veces poco cooperativo/a 3 = Cooperativo/a 4 = Muy cooperativo/a 5 = No se sabe Para los fines de este examen se entiende por un comportamiento poco cooperativo con las instituciones sociales aquellos caracterizados por: Conflictos frecuentes Exigencias extremas Sumisin exagerada Rompimientos repetidos de acuerdos y contratos
Indicar en caso de 1. generalmente poco cooperativo y 2. a veces poco cooperativo en qu consiste la falta de cooperacin en la columna especificaciones.
Instrumento Gua N 11 B Examen de los niveles de cooperacin de los padres con la red institucional
Instrumento Gua N 11 B Examen de los niveles de cooperacin de los padres con la red institucional Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar: Utilizar la siguiente nomenclatura: 1 = Generalmente poco cooperativo/a 2 = A veces poco cooperativo/a 3 = Cooperativo/a 4 = Muy cooperativo/a 5 = No se sabe Para los fines de este examen se entiende por un comportamiento poco cooperativo con las instituciones sociales aquellos caracterizados por: Conflictos frecuentes Exigencias extremas Sumisin exagerada Rompimientos repetidos de acuerdos y contratos
Indicar en caso de 1. generalmente poco cooperativo y 2. a veces poco cooperativo en qu consiste la falta de cooperacin en la columna especificaciones.
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Institucin
Niveles de Cooperacin
Trabajo Escuela Servicios Sociales Servicio de Proteccin Polica Servicios de Salud Centro de Salud Mental Otro:
Instrumento Gua N 12 Examen de la Capacidad de Satisfacer las Necesidades Bsicas de los Nios Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar: Responder con SI, NO D (discutible), a cada punto.
S No Discutible
Alimentacin adecuada Vestimenta adecuada Alojamiento adecuado Cuidados mdicos adecuados Higiene adecuada Seguridad adecuada Si el nio/a tiene necesidades especiales, se le proporcionan los cuidados adecuados Comentarios (Se deben distinguir aspectos asociados a negligencia del cuidador, de factores estructurales como cesanta, pobreza, entorno sociocomunitario vulnerable): _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
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Instrumento Gua N 13 Examen de la Capacidad de los Cuidadores para Socializar a los Nios Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar: El consejero frente a cada afirmacin debe elegir la opcin que le parezca ms pertinente al caso:
Generalmente
Siempre
A Veces
Nunca
El adulto esta atento a las necesidades del nio y responde de manera adecuada Al adulto estimula al nio a que explore su entorno El adulto conoce los gustos del nio El adulto se muestra intransigente y poco dialogante con el nio El adulto tiende a conversar con el nio frente a sus interrogantes y problemticas emergentes La comunicacin cuidador - nio es expedita y abierta En las relaciones nio - cuidador, las mentiras y engaos son habituales No existe confianza entre el cuidador y el nio Existen un desconocimiento por parte del cuidador de muchas actividades y gustos del nio Existe un inters manifiesto del adulto por saber las actividades y conocer los gustos del nio El cuidador motiva y apoya al nio para que desarrolle actividades de crecimiento humano y social Las conductas del cuidador en relacin al nio estn acordes a su etapa de desarrollo
319
No Se
Observaciones
Raramente
Instrumento Gua N 14
Observacin y Examen de las Habilidades Parentales para Satisfacer las Necesidades Intelectuales y Educativas de Nios mayores de dos aos
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
El consejero/a debe optar por la alternativa que crea que se aproxima ms a la realidad del caso que esta observando y evaluando.
Generalmente
Siempre
A Veces
Nunca
El adulto conoce las necesidades intelectuales del nio en lo que se refiere a su edad y a su estado de desarrollo El adulto procura una estimulacin intelectual adecuada al nio El adulto intenta estimular adecuadamente el lenguaje del nio El adulto proporciona a los nios materiales para sus actividades y fomenta sus actividades cognitivas El adulto reconoce las dificultades intelectuales y/o de aprendizaje del lenguaje del nio El adulto tiene capacidad para proporcionar y/o obtener ayuda para estimular cognitivamente al nio El adulto tiene recursos para facilitar el desarrollo del lenguaje o para apoyar al nio en sus problemas escolares Asiste a las reuniones de padres convocadas por los maestros de los nios Hace caso de las indicaciones o mensajes enviados desde la escuela Se preocupa de los deberes escolares del nio, apoyndole y/o pidiendo ayuda si es necesario
321
No Se
Observaciones
Raramente
Instrumento Gua N 15
Resumen de los recursos o carencias de los cuidadores para establecer un pronstico Este instrumento, debera ayudar al consejero familiar a enumerar cules son las debilidades y cuales son los recursos potenciales que posee el adulto como cuidador del nio. Adems de permitir establecer hiptesis sobre la gravedad de las incompetencias o incapacidades que presentan los cuidadores, as como su pronstico de reversibilidad. Se sugiere que las conclusiones diagnsticas se construyan a partir de la valoracin del proceso de diagnstico por el equipo profesional del programa en el marco de una reunin tcnica de sntesis diagnstica.
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Responder SI, NO Discutible en relacin a cada mbito sealado de las capacidades y habilidades parentales del cuidador.
mbito Capacidad de responder a las necesidades de base de sus nios Capacidad de responder a las necesidades especiales de sus nios Es afectuoso/a y sensible Asume un rol parental adecuado Tiene una actitud positiva hacia el nio Tiene capacidad para ver al nio como un sujeto diferente Muestra una capacidad de juicio y una destreza adecuada Es competente en su funcin de educador Es flexible y polivalente en sus competencias en lo que se refiere a la educacin del nio Instrumentos a consultar 7 11 12 7 11 13 14 4 7 8 10 789 78 10 13 79 10 13 579 7 8 10 13 14 4 7 8 10 S No Discutible
Nombre del Nio/a: Fecha: Nombre del Cuidador: Parentesco con el Nio/a: Consejero/a Familiar:
A partir de la aplicacin de la batera diagnstica, las conclusiones del equipo profesional en relacin a la situacin del nio es: Situacin Pesquisada Situacin muy preocupante para el nio Situacin preocupante para el nio Situacin parcialmente preocupante para el nio Situacin no preocupante: cuidadores con recursos suficientes Informaciones contradictorias y poco concluyentes Comentarios que complementan la conclusin diagnstica: _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________ _____________________________________________________
En relacin a los dems integrantes de la familia (considerando si existiesen adultos privados de libertad)
1.
Genograma1
Se sugiere utilizar este instrumento, principalmente en las estrategias de apoyo y rehabilitacin de competencias parentales. Su uso facilita el dilogo sobre la historia de vida del sujeto. Si bien, es el consejero quien va graficando el genograma, es importante que el cuidador comprenda lo que se est haciendo, cul es la finalidad y utilidad de este trabajo.
El GENOGRAMA es una representacin grfica de una constelacin familiar generacional (por lo menos tres generaciones), que registra informacin sobre los miembros de esa familia y sus relaciones. Su estructura en forma de rbol proporciona una rpida mirada de las complejas relaciones familiares y es una rica fuente de hiptesis sobre cmo un problema individual puede estar relacionado con el contexto familiar y su evolucin a travs en el tiempo. El genograma bsico tiene smbolos estandarizados tanto para el sexo de la persona como para las relaciones generacionales. Para cada miembro se registra: nombre, fecha de nacimiento, problemas de salud, oficio o profesin, escolaridad, factores de riesgo y protectores. Estos datos son relativamente estables. Elaborar un genograma supone tres niveles: A. B. C. Trazado de la ESTRUCTURA familiar. REGISTRO de la informacin sobre la familia. Descripcin de las RELACIONES familiares.
A. Trazado de la estructura familiar. La base es la descripcin grfica de cmo diferentes miembros de una familia estn biolgica y legalmente ligados entre s de una generacin a otra. Este trazado es la construccin de figuras que representan personas y lneas que describen sus relaciones.
1 Extrado de Manual de Apoyo a la Implementacin del Modelo de Atencin Integral con Enfoque Familiar y Comunitario en Establecimientos de Atencin Primaria, Subsecretara de Redes Asistenciales Divisin de Atencin Primaria, Departamento de Diseo y Gestin de APS, 2008.
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
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Los smbolos que se utilizan para la construccin de los genogramas. Cada miembro est representado por un cuadrado si es varn o un crculo si es mujer. El caso ndice es representado con doble lnea en el cuadrado o crculo. En este caso el nio o nia a cargo Para una persona fallecida se coloca una X dentro del cuadrado o crculo. Las figuras en el pasado distante (ms all de tres generaciones), no se marcan ya que estn presumiblemente muertas. Los embarazos, abortos y partos de un feto muerto se indican por los siguientes smbolos. a. Embarazo: Tringulo b. Parto de un feto muerto: Cuadrado o crculo con una cruz en su interior c. Aborto espontneo: Circulo negro d. Aborto provocado: Cruz Las relaciones biolgicas y legales entre los miembros de las familias se representan por lneas que conectan a dichos miembros. Si una pareja convive pero no estn casados se utiliza una lnea de puntos. Las barras inclinadas significan una interrupcin del matrimonio: una barra para la separacin y dos para el divorcio. Los matrimonios mltiples pueden representarse de la siguiente manera: - Un marido con varias esposas: Se une el actual matrimonio con una lnea recta y los anteriores con una lnea que tangencialmente es cortada por otras dos. - Cada cnyuge tuvo varios consortes: Se une el actualmente matrimonio con una lnea recta y los anteriores matrimonios se unen con lneas rectas que tangencialmente son cortadas por otras dos. Si una pareja tiene varios hijos, la figura de cada hijo se coloca conectada a la lnea que une a la pareja. Los hijos se van situando de izquierda a derecha desde el mayor al ms joven. Se utiliza una lnea de puntos para conectar un nio adoptado a la lnea de los padres. Los hijos mellizos se representan por la conexin de dos lneas convergentes a la lnea de los padres. Para indicar los miembros de la familia que viven en el hogar inmediato, se utiliza una lnea punteada para englobar a los miembros que convenga.
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b.
Una vez que se ha trazado la estructura familiar podemos comenzar a agregar informacin sobre la familia: Informacin demogrfica: Incluye edades, fechas de los nacimientos y muertes, ocupaciones y nivel cultural. Se ponen en el interior del crculo (mujeres) o cuadrado (hombres) la edad. Si han fallecido adems se cruzaran interiormente con una cruz. Sucesos familiares crticos: Incluyen cambios de relaciones, migraciones, fracasos, y xitos. Estos dan un sentido de continuidad histrica de la familia. Los hechos crticos de la vida estn registrados en el margen del genograma o, si fuera necesario, en una hoja separada. Descripcin de las relaciones familiares.
c.
El tercer nivel en la construccin del genograma comprende el trazado de las relaciones entre los miembros de una familia. Dichas descripciones estn basadas en el informe diagnstico y en observaciones directas. Se utilizan distintos tipos de lneas para simbolizar los diferentes tipos de relaciones entre dos miembros de la familia. Como las pautas vinculares pueden ser bastantes complejas, resulta a menudo til representarlas en un genograma aparte. A continuacin se expone la representacin grfica de distintos tipos de relaciones: Fusionados o Muy Unidos: Tres lneas paralelas. Unidos: Dos lneas paralelas. Distantes: Una lnea. Apartados: Una lnea cortada tangencialmente por otra lnea. Conflictivos: Una lnea quebrada que une a los dos individuos. Fusionados Conflictivos: Tres lneas paralelas que en su interior contiene una lnea quebrada.
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3.
Lnea de Vida Familiar: es un mtodo grfico en el que se enfatizan los eventos ms importantes en la vida de una familia y su situacin de salud.
Este instrumento es complementario al genograma, y puede utilizarse cuando se requiera repasar de manera ms general la historia familiar, se sugiere utilizarlo en estrategias de promocin de competencias parentales. Ejemplo de lnea de vida familiar. 1980 Pedro y Juana se conocen en la fbrica 1981 Matrimonio civil. Viven de allegados en terreno de padres de Pedro 1982 Nace Francisco 1982 Casamiento por Iglesia Catlica 1987 Nace Claudia. Sndrome bronquial obstructivo a repeticin. 1990 Queda viuda Rosa, madre de Juana, y se van a vivir con ella. 1991 Pedro desarrolla lcera duodenal 1992 Consultas repetidas de Juana 1992 Pedro comienza con problemas con el alcohol 1995 Francisco presenta problemas de conducta en el colegio Cmo empezarlo? Cules son los hechos que usted recuerda y que ms le han marcado en su vida como familia.
333
3. APGAR Familiar
Cuestionario auto administrado de cinco preguntas cerradas. Refleja la percepcin del adulto sobre el estado funcional de su familia, da una visin rpida y panormica de los componentes de la funcin familiar y sirve para distintos tipos de familia. Existe buena cohesin entre puntajes bajos y presencia de problemas relacionales. Es de fcil aplicacin e interpretacin y requiere poco tiempo. Es importante recordar que el Apgar no mide la funcionalidad familiar, sino el grado de satisfaccin que tiene el cuidador o cuidadora con respecto al funcionamiento familiar. El instrumento mide con sus preguntas en el orden la adaptabilidad, la participacin, el desarrollo, la capacidad de resolucin y la afectividad. A. P. Adaptabilidad: capacidad de utilizar recursos intra y extrafamiliares para resolver problemas o situaciones de crisis. Participacin: capacidad de compartir los problemas y de comunicarse para explorar frmulas de resolucin de stos. Cooperacin en las responsabilidades del mantenimiento familiar y en la toma de decisiones.
G. (Growth) Desarrollo o gradiente de crecimiento: capacidad de apoyar y asesorar en las distintas etapas del ciclo vital familiar, permitiendo la individuacin y separacin de los miembros de la familia. A. Afectividad: capacidad de experimentar cario y preocupacin por cada miembro de la familia y de demostrar distintas emociones como amor, pena o rabia. Capacidad de resolucin: capacidad de instrumentalizar los elementos anteriores, entendida como compromiso de dedicar tiempo y atender necesidades fsicas y emocionales de los dems miembros, generalmente asociable al compromiso de compartir ingresos y espacios.
R.
Casi nunca 0
A veces 1
Casi siempre 2
Ests satisfecho con la ayuda que recibes de tu familia cuando tienes un problema? Conversan entre ustedes los problemas que tienen en la casa? Las decisiones importantes se toman en conjunto en la famlia? Los fines de semana son compartidos por todos en la casa? Sientes que tu familia te quiere?
Cada pregunta se punta de 0 a 2. En que 0 equivale a casi nunca, 1 a a veces y 2 a casi siempre, obtenindose un ndice final entre 0 y 10. Categoras de funcionalidad familiar: Familias altamente funcionales (7 a 10 ptos) Familias moderadamente funcionales (4 a 6 ptos) y Familias severamente disfuncionales (0 a 3 ptos). Los resultados obtenidos a travs la percepcin de una persona no constituye un diagnstico de la familia, ya que cada persona tiene una percepcin particular del funcionamiento de su familia. Solamente establece una alerta para explorar en profundidad.
335
Se sugiere utilizar este instrumento con la finalidad de evaluar a la familia peridicamente, puede contestarse a mediados de la intervencin y al final. Tambin se encuentra adecuado, aplicarlo a otros miembros del grupo familiar de manera de contrastar la informacin.
4.
Ecomapa
Este instrumento, se recomienda trabajarlo en familia, tanto en estrategias de promocin, apoyo como en las de rehabilitacin. Caractersticas del instrumento: Indica si algunas personas tienen buenas relaciones con elementos externos a su familia. Determina si la familia en conjunto o algunos de sus componentes estn aislados de aquellas fuentes de recreacin, de apoyo educativo, econmico, social. Seala las interacciones de la familia y de cada uno de sus miembros con los sistemas que lo rodean. Permite identificar posibles motivos de estrs o conflicto. Sugiere recursos a movilizar en momentos de crisis.
Modo de utilizacin: A partir del Genograma Familiar, se grafican interacciones intra y extrafamiliares establecidas con personas, organizaciones y/o instituciones en las distintas reas o sectores de funcionamiento. Sealando el tipo de interaccin establecida de la siguiente manera: Interaccin Fuerte: Interaccin Fusionada: Interaccin Dbil: Interaccin Conflictiva: Interaccin Estresante: Flujo de Recursos:
Su anlisis permite cotejar con la persona esta percepcin la que puede ser comparada con APGAR efectuados a otros integrantes de la familia.
337
Afecto Incondicional: Proceso de entrega de carios y cuidados permanente y sin restricciones hacia los nios o nias. Fundamental para su desarrollo en la primera infancia y en la etapa preescolar.
Anulacin: Utilizar una palabra, un acto o idea con el objetivo de borrar otro que resulta inaceptable. Autoconcepto: Imagen que la persona va construyendo de s como resultado de su proceso de interaccin con su medio social. Autoestima: Opinin emocional en base a la autovaloracin de uno mismo, de la propia personalidad, de las actitudes y de las habilidades, que son los aspectos que constituyen la base de la identidad personal. La autoestima se construye desde la infancia y depende de la forma de relacin con las personas significativas, principalmente los padres o cuidadores. Axiomtica: principios admitidos que constituyen el fundamento del modelo. Constelacin familiar: Grfica que representa la estructura familiar. Contratransferencia: Concepto propio del psicoanlisis. En la relacin entre profesional y sujeto de atencin acontecen dos dinmicas a nivel inconsciente: transferencia y contratransferencia, ambas tienen relacin con la reactualizacin de la historia personal que produce tanto el sujeto de atencin como el profesional. La primera alude a los desplazamientos y proyecciones que el sujeto de atencin inconscientemente vuelca en el profesional y que por lo tanto evidencia elementos reprimidos en su historia. La contratransferencia, se refiere a las emociones, reacciones inconscientes que le acontecen al terapeuta o profesional y que tienen un efecto en la intervencin, por ello es necesario hacer conscientes estas reacciones para que su incidencia no sea contraproducente. Para hacer conciente la contratransferencia es necesario supervisar las sesiones con
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otros profesionales, que puedan apreciar la intervencin desde afuera y as evidenciar las dificultades e inconvenientes que difcilmente pueden ser estimadas por el profesional directamente involucrado en la intervencin. Cuidador: Adulto significativo familiar o no familiar encargado directamente del cuidado del nio, en la prctica y segn el caso, puede ser la madre, padre, abuelo, etc. Diabolizacin: Tendencia extrema a visualizar amplificadamente a los padres o cuidadores de nios o nias maltratadas de manera negativa. Disponibilidad Mltiple: Cualidad del cuidador competente vinculada con el ofrecer a los nios y nias diversidad de experiencias en espacios afectivos, ntimos, ldicos, de aprendizaje. Empata: Esfuerzo complejo de ponerse afectiva y psicolgicamente en el lugar del otro sin perder la propia identidad, excluyendo juicios valricos o morales. Encuadre: Serie de reglas y normas establecidas al inicio de la intervencin y que tienen como objetivo establecer un marco preciso dentro del cual se desarrolla el proceso. Epistemolgico: Dimensin filosfica vinculada a la produccin de conocimiento y a las formas de comprensin y acercamiento a un fenmeno u objeto. Escucha Activa: Habilidad que permite participar en un dilogo entendiendo la comunicacin desde el punto de vista de quien habla y escuchar no slo lo que la persona est expresando directamente, sino tambin los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se est diciendo. Estadios de desarrollo: Concepto creado por Jean Piaget. Se utiliza preferentemente a etapa. Etapa es un concepto poco dinmico en pos de comprender el desarrollo humano, por ello, resulta ms acertado hablar de estadio, ste permite comprender el proceso de desarrollo en distintos momentos interrelacionados. Estabilidad: Componente de la parentalidad sana y bientratante que permite ofrecerle a los nios o nias una continuidad a largo plazo de relaciones que aseguren no slo sus cuidados,
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Exgeno: Causas, informacin, presiones que se forma en el exterior del sistema y que actan sobre l. Familia: Todo grupo de personas unido entre s por vnculos de consanguinidad, filiacin (biolgica o adoptiva) y de alianza afectiva, sean producto del matrimonio o de uniones de hecho. Familia Nuclear: Grupo familiar conformado por los progenitores, usualmente padre y madre y sus hijos. Familia Extensa: Familia conformada por una pareja o uno de sus miembros, con hijos, pero adems con otros integrantes, como abuelos/as , tos/as, primos. Familia Autoritaria: Modelo de familia caracterizada por tener una cabeza al mando la cual decide por todos y los dems solo deben obedecer. La comunicacin es precaria y las relaciones entre los miembros son rgidas, con muchos limites. Familia Democrtica: Modelo de familia caracterizada por aceptar y considerar las opiniones, deseos y necesidades de cada uno de sus miembros, es una ambiente familiar flexible en el cual la comunicacin es uno de sus pilares fundamentales, el poder no recae en una sola persona sino que es compartido. Familia Desorganizada: tambin denominada como multicarenciada y multiproblemtica. A diferencias de las anteriores, en este tipo de familia la estructura formal casi no existe, los miembros interactan entre si en medio de una gran desorganizacin, en un caos relacional en donde existe una confusin de roles, tares y funciones, las fronteras familiares casi no existen, las relaciones con el entorno social son disfuncionales y en general los mas dbiles son abusados por los mas fuertes. Feedback: Retroalimentacin, conjunto de reacciones o respuestas que elaboran y manifiestan los participantes de una interaccin influyndose mutuamente. Funcin Educativa: Habilidad parental influenciada por el tiempo y la cultura vinculada a los procesos de enseanza y aprendizaje de modelos de conducta hacia los nios o nias.
Funcin Nutriente: Habilidad parental vinculada a los aportes alimentarios, los estmulos y la comunicacin afectiva necesarios para asegurar la vida, el crecimiento y el desarrollo afectivo de los hijos. Funcin Socializadora: Habilidad parental relacionada con la contribucin de los padres a la construccin del concepto de s mismo o identidad de los hijos. Homeostasis: Concepto sistmico que se refiere a las acciones que emprende un sistema en este caso familiar para mantener una dinmica permanente y constante. Introyeccin: Mecanismo psquico que permite integrar a nivel inconsciente figuras significativas. Esta internalizacin puede estar mediada por mecanismos defensivos como la idealizacin o la negacin, por lo que es una construccin psquica que no slo depende de la experiencia real del sujeto, sino tambin de los recursos que posee ste y cmo estos recursos inciden en el proceso de incorporacin. Observacin participante: Proceso de observacin activa utilizada en las ciencias sociales en donde el investigador se acerca y comparte sistemticamente con los sujetos su contexto, experiencia y vida cotidiana, para conocer directamente su propia realidad desde una posicin de mayor cercana psicolgica y horizontalidad. Paradigma: Modelo o patrn en cualquier disciplina cientfica. Son un conjunto de conocimientos y creencias que forman una visin del mundo (cosmovisin), en torno a una teora hegemnica en determinado periodo histrico. Parentalidad: Corresponde a la capacidad prctica que posee una madre o un padre para atender las necesidades de sus hijos, asegurar su proteccin, educarle y facilitar su proceso de socializacin. Parentalidad Bientratante: Estilo parental centrado en las necesidades de los nios y nias, ejerciendo una autoridad afectuosa caracterizada por la empata y la dominancia, entendiendo esta ltima a partir de su definicin en la etiologa animal como comportamientos ritualizados, a travs del cual los adultos mantienen su dominio en una manada (Barudy J. 1998, 1999), lo cual en la familia humana, se produce a travs
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Patrones Interaccionales: Caractersticas del sistema que trascienden las cualidades individuales de sus integrantes y que determinan sus relaciones internas y externas. Pragmtica de la Comunicacin: Conjunto de factores, normas y circunstancias contextuales que regulan las comunicaciones, interacciones y sus efectos y significados. Praxiolgico: Ms vinculado con la prctica que con la teora. Dimensin de la realidad y del comportamiento humano vinculada a la ejecucin de ciertas actividades y desempeos que persiguen una determinada meta o fin. Profeca Autocumplida: O autorrealizada, es una prediccin que, una vez hecha, es en s misma la causa de que se haga realidad. Recursividad: Proceso que hace referencia a la introduccin de los resultados de las operaciones de un sistema en l mismo. Resiliencia: Capacidad y habilidad ligada a un conjunto de procesos psquicos y sociales y a los recursos y condiciones del nio, del ambiente familiar y del contexto sociocultural que le permiten afrontar y salir fortalecido a experiencias adversas y dolorosas. Resistencia: Acciones del adulto cuidador, inconscientes, que obstaculizan el proceso de intervencin. Retroalimentacin Positiva: Tipo de retroalimentacin en la cual la informacin proveniente de la interaccin hace cambiar o modificar determinadas acciones y relaciones. Retroalimentacin Negativa: Tipo de retroalimentacin en la cual la informacin proveniente de la interaccin hace que el sistema tienda a la estabilidad y al mantenimiento de sus acciones y relaciones.
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de gestos, comportamientos y discursos. Es lo que permite ver a la familia como un espacio de seguridad y de proteccin. Pero sobre todo como fuente del aprendizaje necesario para enfrentar los desafos de su entorno, de tal manera que los nios y los jvenes son considerados segn su edad y posibilidades como actores y actrices co-participantes de los procesos familiares y sociales en los que estn inmersos.
Setting: Espacio en el que se desarrolla la relacin entre cuidador y consejero. Posee reglas especficas (horario de inicio y trmino, lugar donde se desarrollar el encuentro o sesin, acuerdos en torno a suspensiones de encuentros y/o retrasos, entre otros) establecidas en el encuadre, que buscan situar la intervencin dentro de un contexto ptimo. Sndrome de Burn-Out: es el resultado de una prolongada exposicin a estrs laboral, emocional e interpersonal que aparecen en el desempeo de un trabajo determinado. Afecta a personas cuya profesin implica una relacin con otros, cuando el eje del trabajo es el apoyo y la ayuda ante los problemas. En este sndrome hay una experiencia de agotamiento fsico y emocional que se expresa en conductas y actitudes. Sndrome del Peloteo: Proceso daino experimentado por nios y/o nias a raz de cambios abruptos de su lugar de vida como consecuencia de intervenciones inadecuadas provocadas por descoordinaciones institucionales y/o por la inexistencia de criterios tcnicos compartidos para abordar y tratar las problemticas de infancia. Sistema: Conjunto de elementos en interaccin dinmica en el que el estado de cada elemento est determinado por el estado de cada uno de los dems que lo configuran. Terapeuta: En este manual se entiende como terapeuta, en un sentido amplio, a cualquier profesional de las ciencias sociales, salud, educacin o justicia comprometido/a en mejorar las condiciones de vida de sus semejantes. Victimizacin Secundaria: Proceso posterior a las experiencias dolorosas vividas por las victimas determinada por una reaccin defectuosa de su entorno social y de las instancias asistenciales y de control social que agravan la experiencia de victimizacin. Vulnerabilidad: Se refiere a la presencia de condiciones que limitan la capacidad de una persona para desenvolverse con autonoma y procurarse los medios de subsistencia necesarios para su desarrollo, sin depender de ayuda externa.
HUgHES, D. (1997). Facilitating Developmental Attachment: The Road to Emocional Recovery and Behavioral Change in Foster Care and Adopted Children. Oxford: Jason Aronson Book. PERRONE, R., MARTINE, N. (1998). Violencia y abusos sexuales en la familia. Argentina: Editorial Paids. RAvAZZOLA, M. (1998). Historias infames: los maltratos en las relaciones. Argentina: Editorial Paids. RYgAARD, N. (2008). El nio abandonado. Gua para el tratamiento de los trastornos del apego. Espaa: Editorial Gedisa. SAN JUAN G. (1996). Intervencin Psicosocial. Elementos de Programacin y Evaluacin Socialmente Eficaces. Espaa: Anthropos. SIEgEL, D. (2007). La Mente en Desarrollo: cmo interactan las relaciones y el cerebro para modelar nuestro ser. Espaa: Editorial Desclee De Brouwer.
Artculos:
CILLERO, M. (2007). El Inters Superior del Nio en el Marco de la Convencin Internacional sobre Derechos del Nio. Justicia y Derechos del Nio N 9. UNICEF.
Ponencias y Conferencias:
ARRIAgADA, I. (2001, junio). Familias vulnerables o vulnerabilidad de las familias? Ponencia presentada en el Seminario Internacional Las diferentes expresiones de la vulnerabilidad social en Amrica latina y el Caribe. Santiago de Chile. BARUDY, J. (2001, noviembre). El tratamiento de familias en donde se producen abusos y malos tratos infantiles. Conferencia presentada en las primeras jornadas de trabajo sobre el tratamiento en situaciones de malos tratos y abuso en la infancia. Mallorca, Espaa. BUSTOS, G. (2008). Vulnerables pero resistentes: escenarios de las juventudes. Ponencia presentada en el Instituto de Estudios Pblicos, Universidad de Chile, Diplomado Jvenes Infractores de Ley, Programas de intervencin y prevencin. Santiago de Chile.
Manual de Apoyo para la Formacin de Competencias Parentales
Material no publicado:
BARUDY, J., DANTAgNAN, M. (2005). Gua de valoracin de las competencias parentales a travs de la observacin participante (Manuscrito no publicado). Instituto de Formacin, Investigacin e Intervencin sobre la Violencia Familiar y sus Consecuencias. ltima versin.