Este documento resume la relación entre la literatura y los dioses a lo largo de la historia. Menciona cómo los dioses eran figuras prominentes en la literatura antigua pero fueron adoptados de diferentes formas por los movimientos literarios posteriores como los románticos y simbolistas. También explora cómo los dioses fueron representados en la pintura y cómo autores como Nietzsche y otros intentaron revivir los mitos antiguos en su obra.
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Este documento resume la relación entre la literatura y los dioses a lo largo de la historia. Menciona cómo los dioses eran figuras prominentes en la literatura antigua pero fueron adoptados de diferentes formas por los movimientos literarios posteriores como los románticos y simbolistas. También explora cómo los dioses fueron representados en la pintura y cómo autores como Nietzsche y otros intentaron revivir los mitos antiguos en su obra.
Este documento resume la relación entre la literatura y los dioses a lo largo de la historia. Menciona cómo los dioses eran figuras prominentes en la literatura antigua pero fueron adoptados de diferentes formas por los movimientos literarios posteriores como los románticos y simbolistas. También explora cómo los dioses fueron representados en la pintura y cómo autores como Nietzsche y otros intentaron revivir los mitos antiguos en su obra.
Este documento resume la relación entre la literatura y los dioses a lo largo de la historia. Menciona cómo los dioses eran figuras prominentes en la literatura antigua pero fueron adoptados de diferentes formas por los movimientos literarios posteriores como los románticos y simbolistas. También explora cómo los dioses fueron representados en la pintura y cómo autores como Nietzsche y otros intentaron revivir los mitos antiguos en su obra.
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ROBERTO CALASSO
La literatura y los dioses
Los dioses son huspedes huidizos de la literatura. La mercurialidad es anuncio de los dioses, pero tambin la seal de su carcter e!anescente. Litur"ia En la poes#a moderna el uso de los dioses es considerado como un hbito literario. $%a& Oileo reconoce, por su 'orma de andar, a (oseid)n enmascarado de Calcante s)lo con !erlo caminar de espaldas* lo reconoce ++por los pies, por las piernas,,. Esto 'orma parte cuando los dioses eran un acontecimiento, una aparici)n s-bita. Antes de .eus sol#an mostrarse, pero despus de l s)lo en!iaba a otros ol#mpicos a la palestra* /ermes, Atenea, Apolo. Enargs es el terminus technicus de la epi'an#a di!ina* ad0eti!o 1ue contiene en s) el resplandor del blanco, args, pero 1ue acabar por desi"nar una pura e indudable ++e!idencia,,. Esa especie de ++e!idencia,, 1ue, ms tarde, ser#an heredada por la poes#a. El lin"2ista 3acob 4ac5erna"el en la len"ua "rie"a no e&iste !ocati!o para thes, ++dios,,. Thes tiene ante todo un sentido predicativo: designacin algo que sucede. ++desi"nar un acontecimiento* Es thes,,. Este acontecimiento 1ue se desi"na con la palabra thes. theos desi"naba a a1uellos 1ue eran abandonados por los propios dioses, 1uienes se sustra#an a todo comercio con los mortales, no a a1uellos 1ue no cre#an en dios. 6enri 6eine es de los poetas melancolicos % burlescos. 7e i"ual manera lo 'ue Baudelaire. 88. A9:AS ;E<TALES La mani'estaci)n de los dioses es intermitente. Ab% 4arbur" llama ++ola mnmica,, la e&pansi)n % los re'lu0os de los dioses E!entuales sacudidas de la memoria 1ue "olpean a una ci!ilizaci)n en la relaci)n con su pasado, a1uella parte del pasado occidental 1ue est habitada por los dioses de 9recia. <e"romantes en su 'orma de abordar el pasado A partir de los Orti Oricellari de la =lorencia de principios del si"lo >? @'recuentados por =icino, (oliziano % BotticelliA hasta el presente, todo es una sucesi)n de "olpes % ca#das. La cota ms pro'unda de la ola se da tal !ez en cierto momento del si"lo >?88 en =rancia. Con 'recuencia los dioses pa"anos e&isten en papel como ale"or#as morales, personi'icaciones, prosopope%as % otras destrezas e&tra#das del arsenal de la ret)rica. Lar"amente embridados % reducidos a eu'emismos en los te&tos literarios, los dioses, en cambio, tienen en la pintura su desen'renado espacio. 9racias a su mudez, 1ue le permite ser inmoral sin declararlo, la ima"en pict)rica pudo restituir a los dioses un simulacro de sus apariciones 'ascinantes % terror#'icas. Botticelli, 9io!anni Bellini, 9uido Reni, Bernini, (oussin, Rembrandt, Saraceni, =urini, 7ossi, Tiepolo. A los lar"o de casi cuatro si"los, stos son nuestros dioses* silenciosos % radiantes desde las pinacotecas, los 0ardines, los ocultos "abinetes. Si 1uitramos las representaciones de los dioses pa"anos en la pintura desde el si"lo >? al >?888, se crear#a una !or"ine central, un !ac#o, % el desarrollo del arte en esos si"los aparecer#a como al"o incone&o % es1uizoide. <in'as 1uienes 'ormaron durante si"los la cuadrilla ms 'iel acompaaba la metamor'osis de los estilos. Anunciadas por primera !ez en el si"lo >? 'lorentino. Las nin'as son los heraldos de una 'orma de la consciencia, acaso la ms anti"ua, % se"uramente la ms arries"ada* la posesi)n. Nmphe si"ni'ica ++muchacha preparada para casarse,, % ++!enero de a"ua,,. Cada uno de estos si"ni'icados es la !aina del otro. Acercarse a una <in'a si"ni'ica ser presa, 1uedar pose#do de al"o, sumer"irse en un elemento blando % m)!il 1ue puede re!elarse, con i"ual probabilidad, "lorioso o 'unesto. Nymphleptos ++cauti!o de las <in'as,, <ada es ms terrible ni ms precioso 1ue el saber 1ue pro!iene de las <in'as. <in'as es la estremecida, oscilante, centelleante materia mental de la 1ue estn hechos los simulacros, los edola.
Es la materia misma de la literatura. Lolita, de <abo5o!, historia de un nymphleptos, ++cazador encantado,,, 1ue entra en el reino de las <in'as. Lolita es una <in'a 1ue !a"abundea entre los moteles del ;iddle 4est, ++un "enio inmortal dis'razado de nia, de un modo tal 1ue los nymphleptoi s)lo pueden esco"er entre ser considerados criminales o psic)patas, como el pro'esor 6umbert 6umbert.
Las incursiones en la tierra de los dioses tienen 1ue !er con la atracci)n por la <in'as con ms 'recuencia 1ue por los hombres. <in'a es el mdium en el 1ue se encuentran los dioses % los hombres a'ortunados.
Leopardi dice 1ue ha% una ++a'ectaci)n % 'icci)n brbara,,, una "rosera impostura simulando ser italianos anti"uos, % disimulando lo m&imo posible la condici)n de italianos modernos. <o s)lo para el #mpetu romntico hacia las ++'bulas anti"uas,, sino para toda la posterior "estualidad !erbal de los parnasianos % simbolistas, 1ue apelaban a los dioses para disimular su !erdadera naturaleza. 888. 8<C8( (ARO78A Las ideas se !uel!an estticas, es decir, mitol)"icas. ++Comunidad,, no da ms 1ue una !ersi)n atenuada de ++pueblo+,,.
(ara <ietzsche el mito puede encerar en una unidad todo un mo!imiento de ci!ilizaci)n. =riedrich Schele"el 'ue siempre un 'ormidable estrate"a de la literatura. Su "enio se aprecia en la combinaci)n de #mpetu % ambi"2edad, con la 1ue sabe iluminar una cierta direcci)n, de0ando en la sombra a todas las dems. (rocede con aliento noble pero con conceptos cada !ez ms !a"os. Schele"e* un "esto de apropiaci)n, por el cual toda la mitolo"#a 1uedaba bruscamente incorporada a la poes#a. Los dioses %a no ser#an material inerte, e&tra#do del almacn de la ret)rica, utilizable sobre todo para los ata!#os % 'astos neoclsicos, sino la propia 'uente de la sustancia literaria. Los romnticos nunca lle"ar#an a Oriente, pero se con!ertir#an en el Oriente de Europa. El Oriente en sentido literal se"u#a estando mu% le0os % era obser!ado con prudencia. Romnticos* ++nue!a mitolo"#a,,, en el abrupto blo1ue de un pensamiento 'ebril e&iste una aparente doblez cada !ez 1ue se hablaba de los dioses, de mitos % mitolo"#a entre los primeros romnticos. B.Aen trminos puramente literariosC los dioses % su te0ido mitol)"ico se o'rec#an como una enorme ebullici)n de material literaria, como si las 'ormas disecadas por las Luces, anhelaran alber"ar emisarios di!inos, %a no como comparsas ocasionales sino en la plenitud de sus poderes. D.A e!ocar a los dioses si"ni'icaba tambin e!ocar a la comunidad 1ue celebrar su culto. 7ioniso 'ue el -ltimo en incorporarse al OlimpoC e&tran0ero, oriental, disol!ente, 7ioniso puso un pie en Alemania tras una lar"a ausencia de Europa, 1ue se remontaba a los tiempos de la =lorencia de (ico % de =icino, de (olizaino % Botticelli, cuando hab#as sido adorado como dios de los misterios % del delirio di!ino. La Alemania de comienzos del si"lo >8>, en la 1ue ?oss, ilustre traductor homrico, interpretaba las ++or"#as nocturnas,, de 7ioniso como ++ale"res entretenimientos,,. El ++dios del ade!enimiento,,, 7ioniso, debe !ol!er a la clandestinidad cuando apenas acaba de lle"ar. =riedrich Creuzer en BEFE publica 7ion%sus, donde dice 1ue su di'usi)n ha sido mu% !asta. A"re"aba un homena0e a la summa dionisiaca de <ono, 1ue %ac#a cubierta de suciedad % detritos. 8nsinuaba 1ue al nombre de 7ioniso se un#a, desde la anti"2edad, una con0ura occidental para conculcar, a tra!s de l, todas las potencias del Oriente.
Bacho'en 'ue el mpas a"udo % persistente de los descubridores de 7ioniso, puesto 1ue 'ue c)mplice no s)lo de Oriente sino adems de la soberan#a 'emenina. En <ietzsche los dioses reaparecen con una intensidad comparable a la de 6Glderlin. Se da cierto pathos, como la entiende Arist)teles, ++no se debe aprender sino su'rir una emoci)n % alcanzar un cierto estado,,. ;isterio -ltimo de Eleusis* la doble mirada 1ue diri"e 6ades a Core, la doncella 1ue es la pupila, la mirada 1ue obser!a a 1uien mira @% encierra toda conciencia secreta. (ara <ietzsche el mito renacer#a en la m-sica, en 4a"ner. La m-sica habr#a sido e l#1uido amni)tico necesario para desarrollar un oscuro proceso, "racias al cual ser#amos capaces de !ol!er a ++sentir m#ticamente,,. (or los aos de El nacimiento de la tra"edia, <ietzsche corr#a el ries"o de caer en la trampa de 'antasear con una comunidad 'utura % nacional detrs de la super'icie abi"arrada de los mitos. El Estado contra la cultura, pero en una re"eneraci)n pero "uiada por Alemania.
8?. EL:C:BRAC8O<ES 7E :< ASES8<O E< SER8E (odr#a considerrsele a 8sidore Lucien 7ucasse, conocdo con el seud)nimo de Lautramont, como un "rado cero, un secreto nadir del sil"o >8>. (ublica Los cantos de ;aldoror. ;uri) a los DH aos. (aul ?erlaine poeta, amante de Arthur Rimbaud, ami"o de Stphane ;allarm. (erteneciente al mo!imiento simbolista. Los cantos de ;aldoror se sustenta sobre el principio de someterlo todo al sarcasmo. Es decir, no s)lo el inmenso lastre de la poca 1ue hab#a 'a!orecido el triun'o del rid#culo, sino tambin la obra de a1uellos 1ue hab#an atacado crudamente el rid#culo* Baudelaire, por e0emplo, 1ue ser de'inido como ++el morboso amante de la ?enus hotentota,,, aun1ue con toda probabilidad era su poeta predilecto, el antecedente inmediato de Lautramont mismo. ++Chupatintas 'unestos* Sand, Balzac, Ale&andre 7umas, ;usset, 7u Terrail, =!al, =laubert, Baudelaire, Leconte % la Grve des orgerons,,
El satanismo romntico ten#a un punto dbil, su timidez, se"-n Lautramont. En el romanticismo ne"ro, los "enios del mal sol#an entretenerse en la descripci)n del detalle. Lautramont se toma el satanismo al pie de de la letra. :tiliza de todo el material elaborado por la literatura 1ue por entonces sonaba moderna @romntica, satnica o ")ticaA pero e&acerbndolo, lle!ndolo a su e&tremo de manera 1ue lo desautorizaba con un "esto imperturbable, reprimiendo cuidadosamente una risa sard)nica. Iu&tapuso, % a !eces amal"am) con toda 'rialdad, esa literatura, e&altada % ambiciosa, 1ue hab#a tocado sus cimas con B%ron % Baudelaire, % la !asta literatura para camareras % seoras, con toda su "azmoer#a % 'lorituras sentimentales. La parodia es el principio motor de toda la obra de Lautramont, por1ue en lo 1ue a este escritor se re'iere nada es 'cil de probar.