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Cultura79 Entrevista A Cerutti

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m a y o - a g o s t o

1 9 9 7
Fragmentos de las novelas ineditas de
Manlio Argueta y Marco Antonio Flores
Homenaje a Roberto Armijo
El discurso de Wislawa Zsymborska,
Premio Nobel de Literatura 1996
Entrevista a Horacio Cerutti Guldberg:
El pensamiento filosofico en Latinoamerica
CULTURA
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Ministra de Educacion
Cecilia Gallardo de Cano
Viceministra de Educacion
Abigail Castro de Perez
Presidente de CONCULTURA
Roberto Galicia
Director revista CULTURA
Horacio Castellanos Moya
No . 7 9 . Ma y o- a gos t o 1 9 9 7
Diseno: Tania Mata Parducci. Correspondencia y canje: 17 Ave. Sur No . 430, San Salvador, El
Salvador, Centroamerica. Los editores no responden por originales no solicitados. Se autoriza la
reproduccion de los articulos, siempre y cuando se cite la fuente, excepto aquellos tomados de otras
publicaciones.
Ensayos
Entrevista
Especial
Premio Nobel de Literatura 1996:
La permanencia del <<No se>>
Por Wislawa Szyrnborska
Magnitudes del Jibaro
Por Adolfo Castanon
Ea conexion mexicana en la independencia de
Centroamerica
Por Gilberto Aguilar Aviles
Horacio Cerutti Guldberg:
El pensamiento filosofico en Latinoamerica
Por Victor Flores Garcia
Homenaje a Roberto Armijo
El legado poetico
(Notas de lectura a los Poemas europeos)
Por Carlos Cortes
Los Poemas de Ninguna Parte
Ruben Dario: ciudadano del idioma
Poesia
Narrativa
Comentarios
Tinta Fresca
El rio de Jose Luis Rivas
Siglo de Ogro
Por Manlio Argueta
De muerte natural
Por Marco Antonio Flores
Correrias de cortesanos
Por Horacio Castellanos Moya
En las habitaciones de Orion
Por Miguel Huezo Mixco
Sedicion y seduccion en Amor de jade
Por Rafael Lara Martina
Intertextualidad, transgresion y subversion
Por Rima de Vallbona
Tres voces, tres ambitos
Por Luis Alvarenga
Premi o Nobel de
Li t er at ur a 1996:
La per manenci a de l No se
Wislawa Szymborska
La poeta polaca Wislawa Szymborska obtuvo el Premio Nobel de
Literatura 1996. El hecho de que la Academia Sueca escogiera de
nuevo a la poesia fue noticia grata para muchos. Reproducimos
aqui el magnifico discurso pronunciado por Szymborska en la
ceremonia de entrega del galardon.
D
icen que la primera frase de cualquier discurso es siempre la
mas dificil. Bueno, eso sucede conmigo. Pero siento que las
frases por venir -la tercera, la sexta, la decima, y asi, hasta la ultima
linea- seran igual de dificiles, considerando que tengo que hablar
de poesia.
He dicho muy poco sobre el tema, en efecto, nada. Y cuando he
expresado algo, siempre he tenido la sospecha furtiva de que no lo
hago muy bien. Es por eso que mi ponencia sera breve. Es mas facil
tolerar la imperfeccion en pequenas dosis.
Los poetas contemporaneos son escepticos y dudosos, especial-
mente de si mismos.
Renuentes, confiesan ser poetas, como si se sintieran avergonza-
dos de ello. Pero en estos tiempos clamorosos es mas facil reconocer
nuestros errores (sobre todo si vienen atractivamente envueltos),
que reconocer nuestros aciertos, dado que estos permanecen escon-
didos y uno nunca cree en ellos. Solo cuando los poetas tienen que
llenar una solicitud, o hablar con extranos, no pueden ocultar su
- W h
~rofesi on. Prefieren generalizar con el termino comun de escritor,
o remplazar el de poeta. con el nombre de cualquier trabajo que
realicen aparte de escribir.
Burocratas y pasajeros de autobus responden incredulos y alar-
mados al descubrir que estan tratando con un poeta. Pienso que con
los filosofos ocurre algo semejante.
Aunque todavia ellos ostentan una mejor posicion. Pueden
embellecer su oficio con un titulo oficial. Maestro en filosofia: suena
mucho mas respetable. Pero no existen maestros en
Los poet as cont em-
por aneos s on
poesia.
Eso significaria, despues de todo, que la poesia
1
es un trabajo que requiere estudios especializados,
mi s mos .
es cept i cos y dudos os ,
es peci al ment e de s i
fica, en este caso, que no es suficiente llenar pagi-
nas, incluso con la mas exquisita poesia, en orden
de convertirse en poeta. El elemento decisivo es una cedula con un
sello oficial impreso.
Recordemos al orgullo de la poesia rusa, que seria Premio Nobel,
Joseph Brodsky, quien fue una vez confinado, precisamente, al exi-
lio interior. Lo llamaban parasito por no tener un certificado ofi-
cial que le concediera el derecho de ser poeta.
Hace algunos anos tuve el honor y el placer de conocer a
Brodsky en persona. Not e que, de todos los poetas que he cono-
cido, era el unico que disfrutaba de llamarse a si mismo poeta. Lo
pronunciaba sin inhibiciones. Todo lo contrario: l o decia con una
libertad desafiante. Esto debio ser, me parece, porque recordaba las
injustas humillaciones que experimento en su juventud.
En paises mas afortunados, donde la dignidad humana no es agre-
dida tan facilmente, los poetas anhelan, por supuesto, ser publicados,
leidos y entendidos, pero hacen poco, si acaso, para ponerse por
encima del vulgo y de lo rutinario. No hace mucho tiempo, en las pri-
meras decadas de este siglo, que los poetas se esforzaban por escandali-
zarnos con su vestir extravagante y su comportamiento excentrico.
Pero todo esto era por el mero gusto de exhibirse en publico.
Siempre llegaba el momento en que los poetas tenian que cerrar
la puerta detras de si, despojarse de su ropa, de sus galas y otras
parafernalias poeticas y enfrentar -silenciosamente, esperando
pacientes- la todavia en blanco hoja de papel.
- W h
. -
examenes frecuentes, articulos teoricos con biblio-
grafia y notas al pie de pagina y, finalmente, diplo-
mas conferidos ceremoniosamente. Lo que signi-
Revista Cultura 79
Al final, esto es lo que verdaderamente vale.
No es accidental que los filmes sobre las vidas de los grandes
cientificos y artistas se produzcan en grandes cantidades.
Los mas ambiciosos directores buscan reproducir convincente-
mente el proceso creativo que conduce a importantes descubrimien-
tos cientificos, o al emerger de obras maestras. Se pueden represen-
tar ciertos tipos de trabajo cientifico con cierto exito. Laboratorios,
diversos instrumentos, elaborar maquinaria casi animada; tales esce-
nas pueden mantener el interes de la audiencia por un rato.
Y aquellos momentos de incertidumbre un experi-
mento que se repite por milesima vez, con alguna pequena modifi-
cacion, finalmente anunciar el resultado deseado?- pueden resultar
bastante dramaticos. Las peliculas sobre los pintores, pueden ser
espectaculares, al recrear cada fase de una evolucion exitosa en la
pintura, desde la primera pincelada hasta el ultimo trazo.
Y la musica se enriquece en las cintas sobre compositores: las pri-
meras notas de la melodia que resuenan en los oidos de los musicos
finalmente emergen con un trabajo maduro en forma sinfonica.
Claro que todo esto es ingenuo y no explica el extrano estado men-
tal vulgarmente conocido como inspiracion, pero por lo menos hay
algo que observar y escuchar. Pero los poetas son los peores. Su tra-
bajo es desesperanzadoramente no fotogenico. Alguien sentado en
un sofa, inmovil, mirando hacia el techo o la pared. De vez en
cuando esta persona escribe varias lineas, para quince minutos des-
pues tacharlas, transcurre una hora mas, durante la cual no pasa
nada. (Quien podria soportar ver este tipo de cosas?
He mencionado la inspiracion. Los poetas contemporaneos res-
ponden evasivamente cuando se les pregunta lo que eso significa y si
es que existe. No es que no hayan conocido la bendicion de este
impulso interno; sencillamente no es facil de explicar algo que uno
mismo no entiende. Cuando me lo han preguntado he sido tambien
evasiva. Pero mi respuesta es: wLa inspiracion no es privilegio exclu-
sivo de los poetas o artistas. Existe, ha existido y siempre existira
un cierto grupo de personas quienes son visitadas por la inspiracion.
Esta hecha de todos aquellos quienes han elegido su trabajo y lo
hacen con amor e imaginacion. Puede incluir doctores, maestros o
jardineros. Podria enumerar por lo menos cien profesiones mas. Su
trabajo se convierte en una aventura permanente mientras se las
arreglen para mantenerse descubriendo nuevos retos. Las dificulta-
des y las decepciones nunca disminuyen su curiosidad. Un enjambre
- W h
de nuevos cuestionamientos emerge de cada problema resuelto. Lo
que sea la inspiracion, nace de un continuo No se*. No hay
muchas de estas personas. La mayoria de los habitantes de este pla-
neta trabajan solo para salir del paso. Trabajan porque tienen que
hacerlo. No eligieron este o aquel trabajo por pasion; las circunstan-
cias de su vida, hicieron la eleccion. Trabajo no amado, trabajo abu-
rrido, trabajo solamente valorado porque otros ni siquiera lo tienen.
Esta es una de las mas crueles de las miserias humanas, y no se avi-
zoran hasta ahora signos de que el proximo siglo se produzca algun
cambio positivo.
Asi que niego a los poetas el monopolio de la inspiracion, aun-
que los sigo considerando como un grupo de afortunados y privile-
giados.
A estas alturas, algunas dudas habran surgido en la audiencia.
Toda clase de dictadores, tiranos, torturadores, fanaticos y demago-
gos luchan por conseguir el poder con algunos cuantos slogans
escandalosos, y tambien disfrutan su trabajo. Tambien desarrollan
sus tareas con creativo fervor. En efecto, ellos si saben, y lo que
saben es suficiente de una vez por todas. No quieren saber nada
mas, puesto que la fuerza de sus argumentos podria verse dismi-
nuida. Pero el conocimiento que no conduce a nuevas preguntas
pronto perece. Falta mantener la temperatura que se requiere para
estar vivo. En los casos mas extremos, bien conocidos por la historia
antigua y moderna, incluso representan una amenaza mortal para la
sociedad.
I
Es por eso que doy tan alta estima a esa pequenisima frase de
i
No se. Es pequena, pero vuela sobre alas poderosas. Amplia nues-
tra vida e incluye espacios dentro de nosotros, tanto como los creci-
mientos externos en que nuestro pequenisimo mundo esta suspen-
1 dido.
Si Isaac Newton nunca hubiera dicho No se, las manzanas de
su pequeno huerto habrian caido al piso como granizos, y lo mas
que hubiera pasado es que se hubiera agachado a recogerlas y devo-
rado gustoso. Si mi compatriota Marie Sklodowska-Curie no
hubiera dicho No se, probablemente habria terminado ensenando
quimica en una escuela privada para senoritas de buena familia, y
habria consumado sus dias desempenando tan respetable trabajo.
Pero ella continuo repitiendose No se, y estas palabras la llevaron
I
no solo una vez sino dos, a Estocolmo, donde los espiritus incansa-
bles e inquietos son recompensados con el Premio Nobel.
- W h
Revista Cultura 79
Los poetas, si son autenticos, deben tambien repetirse *No se.
Cada poema marca el esfuerzo de responder esta afirmacion; pero
tan pronto como el ultimo punto golpea la pagina, el poeta
comienza a dudar, comienza a darse cuenta de que esta particular
respuesta era pura improvisacion, absolutamente inadecuada. Asi
que los poetas persisten en su intento y, tarde o temprano, los resul-
tados de su insatisfaccion son apresados por los historiadores litera-
rios en un clip gigantesco para ser llamados obras.
Algunas veces sueno con una situacion imposible que pueda vol-
verse realidad. Imagino con audacia que tengo la oportunidad de
conversar con el Eclesiastes o Predicador, el autor de ese conmove-
dor lamento contra la vanidad de todos los esfuerzos humanos.
Hago una reverencia ante el, porque es uno de los grandes poetas,
por lo menos para mi. Despues lo tomo de la
mano: No hay nada nuevo bajo el sol, eso es lo
que escribiste, Eclesiastes. Pero tu, tu persona, eran
1 LOS poetas, si son
nuevos bajo el sol. Y el poema que creaste, es tam- 1 a U t en t ic OS , de be n
antes que tu no pudieron leer tu poema. Y 4 cipres
No se.
bajo el que estas sentado no ha crecido desde el 1
principio del tiempo. Se convirtio en un ser distinto que ocupa el
lugar de otro cipres similar al tuyo, pero no exactamente el mismo.
Y, Eclesiastes, tambien me gustaria preguntar: (En que cosa
nueva bajo el sol estas planeando trabajar ahora? {Un nuevo corn-
plemento para pensar lo que ya expresaste?
2 O quizas estas tentado a contradecir algunos de tus pensamien-
tos? En tus primeros trabajos mencionaste la alegria, tal si se
esta escapando? tu nuevo poema nuevo bajo el sol sera
sobre la alegria? tomado notas ya? algunos borrado-
res? Dudo que digas: Ya lo he escrito todo, no tengo nada que ana-
d i r ~. No hay poeta en el mundo que pueda decir esto, mucho menos
un gran poeta como tu.
El mundo, a pesar de lo que pensemos cuando estamos aterrori-
zados por su vastedad y nuestra impotencia, amargados por su indi-
ferencia hacia el sufrimiento de la gente, animales y plantas ((por
que estamos tan seguros de que las plantas no sienten dolor?), lo que
sea que pensemos de su extension, penetrada por los rayos de las
estrellas, de los planetas que apenas descubrimos, planetas ya muer-
- W h
bien nuevo bajo el sol, desde que nadie lo escribio
antes que tu. Y todos tus lectores son tambien nue-
vos bajo el sol, dado que aquellos que vivieron
l ambi en r e pe t i r s e l a
pequeni si ma frase
tos, que siguen muertos, simplemente no lo sabemos. No importa lo
que pensemos de su inconmensurable teatro, para el que tenemos
boletos reservados, boletos cuya vida es risiblemente breve, limitada
por dos fechas arbitrarias. No importa lo que pensemos sobre este
mundo, es asombroso.
Pero asombroso es un epiteto que esconde una trampa logica.
Despues de todo, nos asombramos de cosas que se desvian de una
norma universalmente conocida, de una obviedad con la que hemos
crecido. Pero el punto es que no hay tal mundo obvio. Nuestro
asombro existe y no se basa en una comparacion con algo mas.
Concedido en el mundo cotidiano en que no paramos de exami-
nar cada palabra, todos usamos palabras como: mundo ordinario,
ala vida comun y corriente, curso ordinario de los acontecimien-
tos. Pero en el lenguaje de la poesia donde cada palabra es medida,
nada es comun y corriente. Ni una sola piedra, ni una sola nube
encima de ella. Ni un solo dia, ni una sola noche despues de el. Y
por encima de todo, ni una sola existencia, ni la existencia de nadie
en este mundo. Parece que los poetas siempre tendran un trabajo
hecho a su medida. 4
Li t e r a t ur a hi s pa noa me r i c a na c o n t e mp o r a n e a
Magni t udes del J i bar o
Adolfo Castanon
Los generos breves en la literatura hispanoamericana no han sido
estudiados con suficiente atencion. El mexicano Adolfo Castanon
-ensayista y gerente editorial del Fondo de Cultura Economica-
se refiere al desarrollo de estos generos, en los que la concentracion
y la miniaturizacion son componentes vitales.
a la memoria de Jose Bianco
T
radicionalmente la brevedad ha sido patrimonio de la sabiduria
y el consejo popular -los proverbios biblicos, los versiculos
del Coran; los Refranes que dicen las viejas junto al fuego. La conci-
sion se hermana con la profundidad. Cuando no se asociaron a la
sabiduria, las formas breves se vincularon a la risa: entremeses,
divertimentos, apologos, anecdotas, burlas, letanias parodicas. La
retorica clasica es en l o substancial una retorica forense, una
maquina de armar causas y hace aparecer el lenguaje de la causa y
de sus circunstancias pero no el lenguaje del hombre o la persona
del orador, para citar a Ciceron. En cambio, la estetica de la breve-
dad operara de una forma muy distinta: no por acumulaciones, ela-
boraciones y previsiones largamente preparadas, sino por sorpresas
y novedades y buscando hacer aparecer el lenguaje del individuo.
Por esta razon, la brevedad y la sorpresa afloraran como una este-
tica despues del Renacimiento -a pesar de haber existido desde
- W h
siempre- y estaran asociadas de diversas formas a la estetica de la
innovacion y el cambio, prosperaran como diferencia, en el sentido
aritmetico, en los margenes de la preceptiva. La diferencia, la sor-
presa, la brevedad, el lenguaje del hombre se dan al final de un ciclo.
En el prologo a las Cartas privadas de emigrantes espanoles a las
Indias en los siglos XVI y XVII recopiladas por Enrique Otte, el
critico mexicano Jose Luis Martinez hace ver el hecho asombroso de
que los primeros colonizadores espanoles reduzcan en sus cartas
.
privadas la vision del nuevo continente a terminos
En Hispanoamerica' en
el siglo XI X e l len-
cultura y la imaginacion critica de la tierra que han
perdido, como es el caso del mexicano Francisco Javier Clavijero.
De hecho, esa invencion americana de America esta estrechamente
ligada a los movimientos que dentro y fuera del continente se dan
para desarticular o reformar el imperio espanol, como bien ha mos-
trado David Brading en Orbe indiano. Esta idea resulta central para
comprender por que en la America liberal los generos breves son
por fuerza perifericos a un proceso cultural que ya desde antes de la
Independencia pasa por la legitimacion y la consagracion de la vio-
lencia colonizadora o emancipadora. Estamos todavia en el reino
del lenguaje de la causa o del discurso doctrinario, y la inventiva
literaria propiamente dicha aparece como algo marginal a este pro-
ceso. Por lo menos eso podria concluir quien comparara la diversa
fortuna critica de dos libros de un mismo autor, Domingo Faustino
Sarmiento: el Facundo y los Recuerdos de Provincia; los dos forman
parte de la historia de la literatura hispanoamericana; sin embargo,
el primero ha tenido una gran influencia en la historia de la litera-
tura y de las ideas en la medida en que ha dado forma a una causa
americana: la discusion entre civilizacion y barbarie, mientras que
los Recuerdos han sido menos consultados aunque en ellos se de
una invencion mas rica y una innovacion mas radical del lenguaje a
traves de un conjunto monumental de textos en si mismos breves.
Podrian multiplicarse los ejemplos de esta situacion en la que
tiende a confundirse la historia de las ideas sobre literatura nacional
E!!!
-
de administracion e intendencia. No hablan de si
mismos ni del paisaje que los rodea. La invencion
de America desde America es algo posterior, y esa
guaje de la c a u s a
priva sobr e e l l en-
guaj e del i n d i v i d u o .
conciencia colectiva del ser y vivir americano, esa
curiosidad hacia nosotros mismos se dara ya muy
tardiamente en el siglo XVIII cuando, con la expul-
sion de los jesuitas, estos se apoderen a traves de la
Revista Cultura 79
con la historia de las formas literarias locales especificas: el argen-
tino Esteban Echeverria, regular ~ol emi s t a y buen cuentista, o el
mexicano Altamirano, brillante ensayista pero novelista mediano,
aparecen en nuestros panteones mas bien en funcion de sus escritu-
ras doctrinarias. En el siglo XIX entonces veremos que el lenguaje
de la causa priva sobre el lenguaje del individuo, el costumbrismo
pide construcciones ~r of usas, la historia exige una novela historica,
las independencias, la industria y el gobierno nacientes son paralelos
a una literatura todavia lastrada de un academicismo a veces irrisorio
(como el de Pesado que en sus Aztecas busca la influencia de
Horacio en Nezahualcoyotl), y la originalidad se empieza a dar a
traves de las formas breves y aun humoristicas como es el caso del
mexicano Guillermo Prieto y sus letrillas ociosas. En esos contextos
no sera extrano que el cubano Jose de la Luz Caballero ocupe un
lugar modesto en nuestra memoria a pesar de ser uno de los prime-
ros autores de aforismos en America y de haber sido el unico hispa-
noamericano que viajo exprofeso a Alemania para conocer a
Goethe. Tampoco sera extrano que el uruguayo Javier de Viana
tenga tan poco sitio en nuestras antologias a pesar de ser uno de los
renovadores del cuento breve en el XIX o que el venezolano Jose
Antonio Ramos Sucre, autor de algunos de los poemas en prosa mas
rigurosos e inventivos de la lengua, sea un nombre poco practicado
por las antologias de la poesia hispanoamericana. En los casos de
Jose de la Luz Caballero y de Ramos Sucre tambien opera un factor
que afecta a ciertos generos breves como el aforismo y el poema en
prosa: su caracter fronterizo, anfibio los hace ser descartados de tex-
tos didacticos y antologias, y existen por el momento pocas antolo-
gias del poema en prosa y del aforismo en Hispanoamerica.
Asi, de las cronicas de Jose Marti y Ruben Dario a las de Julian
del Casal y Manuel Gutierrez Najera, los generos breves y las musas
menores estaran asociados al cambio y la innovacion. Esos generos
representaran para el escritor un espacio de experimentacion, un
laboratorio donde ensayar procedimientos que se utilizaran mas
adelante o donde poner a prueba concentrada los metodos utiliza-
dos previamente. El diario -por ejemplo los del venezolano Rufino
Blanco Fombona o el del mexicano Federico Gamboa-, los cua-
dernos de notas y todas las variedades de la conversacion escrita
-las Charlas literarias de Lucio V. Mansilla, los Testimonios de
Victoria Ocampo, las cronicas de Lezama, los ensayos de Novo, los
Textos para Cachacos~ de Gabriel Garcia Marquez, las resenas y
- W h
apuntes de Cortazar en La vuelta al mundo y Ultimo Rownd o bien
las cartas, la correspondencia explicitamente concebida como labo-
ratorio literario entre Alfonso Reyes y Pedro Henriquez Urena o
las diversas correspondencias con que los escritores de Con-
temporaneos afinaron su poetica colectiva. Esta practica del genero
menor como espacio para la experimentacion puede seguirse en el
interior de obras de diverso genero, pero en la narrativa cobra una
singular importancia. Piensese sino en los casos Jose Balza,
Guillermo Cabrera Infante o de Juan Garcia Ponce que han ensa-
yado en los generos cortos asuntos o tecnicas que luego retomaran
en obras mas ambiciosas. En el caso de Carlos Fuentes veremos
operarse un proceso contrario: la brevedad de libros como Agua
quemada o El naranjo parece darse como una prueba critica, un
riguroso procedimiento de saldos y vigencias propias donde el
autor, confrontado a la reescritura sintetica de sus propios textos,
los hace pasar por la prueba de fuego de la miniaturizacion (por
ejemplo el paso que va de Cristobal nonato al cuento Apolo en
Acapul co~ de El Naranjo). Ese terreno de lo experimental es tam-
bien el campo de una Nueva inestabilidad como la llamo Severo
Sarduy, el espacio de una indecision o suspension metodica que pre-
supone la brevedad en la medida en que exige un continuo, ince-
sante recomienzo, un inicio plural: la historia de Cobra pudo haber
sido otra, haber empezado en otro tiempo y en otro lugar.
Pero la brevedad en si jes un genero o una categoria literaria? El
lector de El deslinde de Alfonso Reyes tiene derecho a preguntar-
selo, sobre todo porque las musas menores resultan esenciales para
la literatura ya que ellas velan por la minucia, el polvo, los verdade-
ros dioses de la vida y de las letras, segun Reyes. (Cuales son los
generos naturalmente breves como el aforismo o el epigrama?
{Cuales lo son en forma derivada como los poemas novelescos del
mexicano Gabriel Zaid? generos son menores y breves
como el poema en prosa?; jcuales son menores aunque no sean
materialmente breves -por ejemplo el Diario o las Cartas?
por fin son breves sin ser menores -como el soneto o el ensayo?
Estas preguntas apuntan a constatar un hecho: la riqueza de una
literatura como la latinoamericana se ha producido contra un paisaje
de fondo especifico que desde el punto de vista de la clasificacion
editorial no siempre resulta sencillo cernir.
En el sigo XX la preocupacion por la brevedad y la concision se
da en funcion de una critica al gigantismo cultural que es identifi-
- W h
Revista Cultura 79
cado como un sinonimo de barbarie. Ya desde El tamano de mi 1
esperanza (libro escrito en 1926 pero solo reeditado hasta 1993)
Jorge Luis Borges promueve una campana de suspicacia contra los
generos torrenciales desde la idea de que la literatura criolla no tiene
que ser necesariamente una literatura hipertrofiada. El desalino, la
copiosa facilidad, la supersticiosa generosidad de los sinonimos, la
complicidad con la estupidez a traves del matrimonio con los luga-
res comunes son contrarios a toda invencion literaria y auguran en
ultima instancia una hipocrita deshonestidad, una etica maliciosa. 1
La conciencia de la forma breve se dara como una reaccion instintiva
ante la palabreria. "Nuestra realidad vital -dice- es grandiosa y
nuestra realidad pensada es mendiga". Pensar la realidad honesta-
mente pasa por pensarla sin falsas grandezas, pasa por una critica del
lenguaje y sus falsificaciones ya sean nostalgicas o
progresistas. En este contexto, Borges narrara el
caso del filologo aficionado que descubrio que las
!
La conciencia de las
1-
palabras registradas por el Diccionario de la 1 . f ormas breves se dara
censo que un hablista hispanico -pregunta 1 pal abreri a.
-
Academia Espanola eran casi sesenta mil y que las
del correspondiente diccionario frances eran
treinta mil solamente. ( Qui er e decir acaso este
Borges- tiene "30,000 representaciones mas que
un frances"? Mas alla, la politica literaria anti-inflacionaria que pro-
movera Borges desde entonces sostiene que del mismo modo que la
riqueza de un idioma esta menos en el caudal de voces de su lexico
que en la inteligencia, imaginacion y honestidad de su uso, la gran-
deza de una literatura o de una obra no sabria medirse exclusiva-
mente por el numero de sus paginas, por el tamano, sino por la
correspondencia y la justicia entre lo real y lo pensado, entre vida e
imaginacion. Esta economia literaria planteada por el joven Borges
de 1926 desembocara algunos anos mas tarde en l o que Italo
Calvlno ha llamado refiriendose a Borges, en el capitulo que le
dedica en su libro jPor que leer a los clasicos?, "la literatura elevada
al cuadrado" que aspira a "una maxima concentracion de significa-
dos en la brevedad de sus textos". Concentracion y convergencia de
planos y de tiempos que construyen una literatura profunda o
caracterizada por una pluralidad de lecturas posibles, por una multi-
plicacion de espacios desde el interior del texto, de forma que en
Borges la brevedad queda asociada paradojica pero necesariamente a
una amplitud de horizontes que es la unica que puede dar cuenta de
- W h
como una reacci on
i nst i nt i va ant e la
esa ciudad, Buenos Aires, "que mas que una ciudad es un pais".
Retengamos entonces que en la economia de la literatura breve se
encuentran en accion dos procesos convergentes: la concentracion y
la miniaturizacion y que ambos presuponen ademas de una actitud
ante la creacion y ante los generos literarios, "una politica de
idioma" para seguirlo diciendo con la voz de Borges. La concentra-
cion es agudamente percibida por quienes han intentado formular
una poetica de la escritura breve como una condicion mineral. Dice
el poeta peruano Emilio Adolfo Westphalen: "Concebir pensamien-
tos de piedra - que se echen al agua y formen ondas-, que se arro-
jen al vidrio y lo destrocen". O bien Octavio Paz, refiriendose a
Arreola: "Piedra labrada por la escritura, piedra que habla". La
miniaturizacion por su parte tambien puede asociarse a objetos: las
cerillas en el mexicano Julio Torri o los insectos, por ejemplo las
moscas del guatemalteco Augusto Monterroso o los invertebrados
de Pablo Soler.
Uno de los aut ore~i spanoameri canos que hicieron de la prac-
tica del texto breve el fundamento de una literatura es Alfonso
Reyes. Su obra, una de las mas vastas de la literatura hispanoameri-
cana (con veintiseis tomos de Obras Completas y otros tantos de
correspondencia), esta hecha de pequenos ensayos, alcances, glosas,
fragmentos, briznas, retratos, cronicas, miniaturas. La aparatosa
arquitectura de sus obras esconde la invencion de un lenguaje que le
permitio escribir ensayos de tres lineas, novelas de una pagina y
aproximarse a la tradicion clasica espanola y europea con una
curiosa soltura. En Reyes la concentracion pierde la rigidez del
estado mineral y se abre a una palabra hecha polvo que puede
cubrirlo todo -historia, geografia, teoria literaria, vida personal-
con una mirada de gigante que transforma por ejemplo un capitulo
de historia literaria, en una observacion de microbiologia. Pero en la
obra de Alfonso Reyes sobresale cierta practica de la experiencia
concentrada: el ejercicio de la miniaturizacion inspirado, entre otras
fuentes, en la lectura atenta del Gaspard de la lVuit de Aloysius
Bertrand, el texto fundador del poema en prosa en Francia y a traves
de ahi uno de los libros mas influyentes en la historia del desarrollo
de los generos breves en Hispanoamerica. concentrar en
unas cuantas paginas lo que a Berna1 Diaz, al Conqui st ador
Anonimo, a Hernan Cortes y a Prescott les ha tomado volumenes?
La respuesta de Reyes es de una maravillosa sencillez: basta viajar
por dentro de las ilustraciones y estampas de una recopilacion ita-
- W h
Revista Cultura 79
liana del XVI -la de Ramusio- de los cronistas del Des-
cubrimiento y Conquista, embarcarse en aquellos "barcos diminu-
tos (que) se deslizan por una raya que cruza el mar". La de Reyes es
-son sus palabras- "una imaginacion como la de Stevenson, capaz
de sonar La isla del tesoro ante una cartografia ..." La miniaturiza-
cion es un procedimiento complejo y resulta no solo de la concen-
tracion, la elision y la alusion, sino de un conjunto de conductas
imaginativas entre las que cabe resaltar aqui una cierta forma de la
enumeracion donde cada elemento es en si mismo un cuadro lleno
de animada vida. Hay que comprender, como dice Gast on
Bachelard en La poetica del espacio, que en las virtudes dinamicas de
la miniatura los valores se concentran y se pasa a una logica donde
se busca hacer "vivir lo que hay de grande en lo pequeno" y donde
el sujeto mismo queda expuesto a un proceso de disminucion. No
sera entonces extrano que los libros del entomologo frances J. H.
Fabre sean tan apreciados por Alfonso Reyes quien, junto con otros
artistas de la vanguardia, digamos Luis Bunuel, hizo de el un autor
emblematico. La miniaturizacion, ese devenir imperceptiblemente
pequeno que Gilles Deleuze y Felix Guattari reconocen como uno
de los rasgos de la literatura menor practicada por Franz Kafka (cf.
Gregorio Samsa) es tambien un procedimiento practicado por otros
escritores. Recordemos a dos, tambien lectores de Gaspar de la
noche (1842): a Genaro Estrada en su Visionario de la Ntreva Espana
y a Julio Torri. Este ultimo, para no mencionarlo sin la compania de
un ejemplo, concentra en una pagina de su poema en prosa La
Feria las voces y atmosferas que a su vez desarrollara Arreola en la
novela del mismo titulo que es a su vez una sintesis del costum-
brismo rural latinoamericano. La leccion de Viana, de Borges y de
Arreola esta plenamente asimilada en los ensayos y cuentos de
Alejandro Rossi quien ha encontrado formas originales de reescribir
y contar, des-contandolos, la historia y el orden cotidiano latinoa-
mericanos.
El chileno Jose Santos Gonzales Vera, el peruano Luis Loayza,
los cubanos Eliseo Diego y Guillermo Cabrera Infante, el guatemal-
teco Augusto Monterroso, el nicaraguense Ernesto Mejia Sanchez,
el colombiano Oscar Collazos, la uruguaya Ida Vitale, el mexicano
Salvador Elizondo, son tambien exponentes de esta estrategia que
cine la historia a las vidas minimas para emplear la expresion de
Gonzales Vera. En lo minimo, la historia se reescribe o se recons-
truye como sucede en los casos d8 Xego, y los argentinos
Jose Bianco, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo. Una investiga-
cion sobre las relaciones entre los generos breves y la literatura fan-
tastica en Hispanoamerica nos llevaria a conclusiones paralelas a las
enunciadas por Roger Caillois en el prologo a su Antologia de la
literatura fantastica y hasta cierto punto puede ser plausible asociar
el realismo y el naturalismo a las formas extensas y la innovacion y
la invencion a las formas breves e intensas. En el poema corto - d i c e
Octavio Paz- "apenas si hay desarrollo", "la variedad se sacrifica a
expensas de la unidad" y "llamese jarcha, hai-ku, epigrama, chu-che,
copla se omiten los antecedentes y la mayoria de las circunstancias
que son la causa o el objeto del canto". La epica, la filosofia, la reli-
gion son propias del poema extenso, mientras que la forma breve en
poesia, aunque omita las circunstancias, suele ser circunstancial,
digalo si no la tradicion clasica del poema funerario o la literatura
epigramatica (por cierto, una linea interesante de investigacion nos
llevaria a estudiar las diversas imitaciones que de la Antologia griega
y de los epigramas latinos se han hecho en Hispanoamerica como
por ejemplo las del mexicano Jose Emilio Pacheco o las del nicara-
guense Ernesto Cardenal). Ot ra caracteristica de la forma breve,
segun Octavio Paz, es su reticencia o inaptitud para la composicion.
Pero esto que puede ser cierto para la poesia instantanea de los
mexicanos Tablada o Pellicer no lo es necesariamente para la de
Gabriel Zaid o el colombiano Giovanni Quessep. De hecho, la
estrategia de la miniaturizacion es, sobre todo, un procedimiento de
composicion.
Las diversas ideas acerca de la brevedad en la literatura nos con-
ducen a "una idea de la literatura -para citar a Calvino en su
ensayo sobre Borges- como un mundo construido y gobernado
por el intelecto", una idea de la palabra concebida como acto. Pero
si el unico acto que esta verdaderamente al alcance del hombre es el
suicidio como lo sabian Novalis y entre nosotros, Jorge Cuesta y
Jose Antonio Ramos Sucre, una literatura deseosa de definirse en
cuanto acto solo puede definirse en relacion con su propio suicidio,
el silencio. Esto explicaria la importancia de las alusiones, omisio-
nes, enunciados implicitos y sobre todo de los blancos en los gene-
ros breves. Los espacios en blanco transforman el espacio en escri-
tura, prefiguran el vacio e invitan al lector a una comunicacion que
pasa y pausa por la higiene del silencio. +
/ Publicado ariginalmenie en lo revisia Vuelto y repoducido con auiorizaci6n de su aviar
La conexi on mexi cana
en l a i ndependenci a
de Cent r oamer i ca
Gilberto Aguilor Aviles
/ En la independencia de Centroamenca se enfrentaron dos elites
con visiones antagonicas: los conservadores que querian
1 anexionane al imperio de Iturbide en Mexico y los republicanos
1 que proclamaban la independencia total del istmo. El historiador
1 Aguilar Aviles presenta un enfoque sugerente sobre este proceso.
i
"El imperio mexicano (...) volviendo los ojos a la ilustrada y bella
Guatemala, conocio la necesidad de asociarla a su gloria (...) El reino de
Guatemala estaba en cierto modo separado del de Mexico (...) pero
siendo el segundo el que daba su importancia al primero (...) sus mutuos
intereses exigen su reuni on baj o el plan que se adopt e de comun
acuerdo en las Cortes."
Fragmento de k cana
del 1" de octubre de 1821 de Agrrstin
de Iturbide a Gabino Gainza.
N
o fueron estrechos los vinculos historicos entre la Nueva
Espana y esta region centroamericana a la que los orgullosos
criollos llamaron el Reino de Guatemala. A la misma Espana colo-
nial no le convenia propiciar alianzas en sus vastas posesiones, sino
mas bien, acentuar diferencias y rivalidades y resaltar demarcacio-
nes. Fueron los promotores de las independencias quienes perci-
. .
bieron las ventajas ( acercamientos, ya fueran de caracter tac
E!!!! -
tic0 para combatir al enemigo comun -la antigua Madre Patria-
o para propiciar integraciones, casi siempre utopicas. Las luchas de
Bolivar tal vez sean la maxima manifestacion de esta ultima
corriente.
No obstante su relativa separacion, es indudable que la Nueva
Espana por su misma proximidad, extension y notable poder eco-
--
y
nomico, politico y militar ejercia alguna influen-
Nuest ros pri meros
mome nt os i nde-
pendi ent es f uer on
domi nados por la
conexi on mexi cana.
cia sobre Centroamerica, a la cual socorria para
subsanar -como se diria hoy- sus problemas de
deficit fiscal por los ultimos anos de la vida colo-
nial.
En esta oportunidad quiero referirme a un pro-
ceso de intensa aproximacion que se oper o en
aquellos tiempos entre Nueva Espana y el reino
-1
de Guatemala, proceso durante el cual la primera
i nt ent o sacar ventaja de lo que el General Iturbide expreso sin
tapujos: era Mexico el que daba importancia a Guatemala. Deseo
comentar lo que podriamos llamar la conexion mexicana en la
independencia centroamericana. Se que el tema no es de la simpa-
tia general. Acostumbrados como estamos a interpretar los hechos
historicos como extremadamente locales, no resulta grato recono-
cer que ot r o -el de mas alla- metiera sus manos en nuestros
asuntos. Sin embargo, me propongo destacar que esta conexion
fue real y fuerte. Tal reconocimiento, por supuesto, no disminuye
el meri t o de las figuras centroamericanas que lucharon por la
emancipacion. Solo trato de reconocer las coyunturas, las circuns-
tancias contextuales y las razones de geopolitica. El hecho de que
posteriormente nuestra region se encaminara por posiciones mas
autonomistas de caracter republicano, no descarta el que por la
influencia de una de las poderosas corrientes politicas de aquel
entonces -la conservadora monarquista- nuestros primeros
momentos independientes fueron dominados por la susodicha
conexion mexicana.
Cuando don Gabino Gainza envia el Acta de Independencia a las
otras ciudades del antiguo Reino, la acompana de un Manifiesto en
el cual dice claramente:
"Resono en la Nueva Espana la voz de independencia, y los ecos se
oyeron al momento en Guatemala; se encendio entonces el deseo que
jamis se habia apagado; pero los guatemaltecos, pacificos siempre y
tranquilos, esperaban que los de Mexico llegasen a su ultimo termino."
- W h
Revista Cultura 79
Hago estas evocaciones en el marco de los actos que preceden a
la celebracion de los 450 anos de la elevacion de nuestra querida San
Salvador al rango de ciudad. Pues bien, fue esta San Salvador la que
a los 276 anos de su dignificacion citadina intento neutralizar esa
conexion mexicana por medio de la resistencia militar, pero sobre
todo, por la fuerza de intensos alegatos morales y juridicos que,
lamentablemente nuestros jovenes y ciudadanos en general poco
conocen. Saturada casi siempre la historia oficial por las versiones
simplistas y por los estereotipos divulgados, muy poca atencion se
ha prestado a las corrientes de pensamiento como elementos que
configuran la dinamica del devenir. Y fue precisamente un ilustre
hijo de San Salvador, el Presbitero y Doctor Jose Matias Delgado, el
portavoz de aquellas ideas opositoras a la intromision mexicana. El
pensamiento de nuestro Procer tenia una gran fuerza moral y poli-
tica, que cobra mayores relieves en la medida en que reconocemos
que el mantenia su posicion autonomista cuando casi toda la opi-
nion centroamericana estaba en la linea contraria, es decir, a favor de
la union con Mexico. En aquellas dramaticas circunstancias debe-
mos recordar tambien a Juan Vicente Villacorta, quien promovio la
resistencia de San Vicente al pacto de union.
Aunque no me referire en este trabajo a la guerra de San Salvador
contra la anexion, por su especial significacion quisiera aludir a la
carta que el Jefe Villacorta dirigio a Gainza en la creencia de que la
capital estaba dispuesta a resistir la agresion mexicana. Ofrece en
aquella misiva que disponga el gobierno central de los recursos
financieros existentes en el Montepio del Anil para comprar armas y
recomienda que, en un caso extremo, se refugie el gobierno en San
Salvador que, en ultima instancia, seria el unico asilo seguro. Sirva
esta digresion para reflexionar acerca de como nuestras pocas rique-
zas que pudieron haber promovido el desarrollo humano y econo-
mico, se gastaron, desde nuestros primeros momentos en guerras y
conflictos.
Por supuesto que en la region hubo otras figuras liberales que
repudiaron aquella corriente anexionista; entre ellos se destacaron el
Doctor Pedro Molina; Francisco de J. Cordova y el vehemente Jose
Francisco Barrundia. Creo que el pensamiento de Barrundia y el del
Padre Delgado deberian constituir un capitulo especial de la historia
nacional.
Dadas las distancias centroamericanas y los accidentes geografi-
cos, resulta sorprendente la rapidez fue promovido el Plan
1 Peccaini Leton0 ss
rdiete o lo intenso
propagando iiurbidista en
San Salvador en w libro Lo
vduniod del pueMo en lo
ernonowcion de El
Sobovodor, Direccion de
Publicaciones, San
Sabdor. 1972
de Iguala en la region, plan que vino a constituir el eje de la cone-
xion mexicana. El citado pacto fue firmado el 24 de febrero de 1821.
Es decir, en apenas ocho meses los promotores de Iturbide lo habian
vendido en Centroamerica, desde Guatemala hasta la lejana
Cartago, que fue de las mas radicales iturbidistas, Creo que en nues-
tra historia falta todavia ese capitulo sobre como se movieron los
agentes mexicanos en nuestras ciudades para dar la buena nueva de
un plan conciliatorio de independencia. Esa penetracion se inicio
mucho antes de que don Jose de Onate llegara oficialmente como
representante de Iturbide a Guatemala el 27 de noviembre de 1821 a
proponer la union con Mexico.
Es probable que las primeras embestidas del Plan de Iguala
hayan sido marcadamente publicitarias y diplomaticas. Se cuenta
que en San Salvador hubo pintas en las paredes a favor de
Iturbide'. Posteriormente vinieron las presiones militares en las ciu-
dades guatemaltecas mas cercanas al territorio mexicano. Me refiero
a Ciudad Real, Comitan y Tuxtla, ayuntamientos de la provincia
centroamericana de Chiapas, que proclamaron su Independencia
dias antes que la capital. Con su presion precipitaron la celebre
junta de notables del 15 de septiembre de 1821. Las ciudades chiapa-
necas inequivocamente, proclamaron una independencia ya a la
mexicana y se desligaron para siempre de lo que fue el Reino de
Guatemala.
Despues de esa casi ocupacion militar de Chiapas, los dias subsi-
guientes fueron revelando a bastantes centroamericanos ciertas wir-
tudes del Plan de Iguala. La aristocracia de Guatemala -el antiguo
y poderoso grupo de los grandes comerciantes- temia mucho una
independencia revolucionaria, republicana, de tonalidad jacobina;
pero si aceptaban una emancipacion que, de alguna manera, mantu-
viera el orden politico-social y economico tradicional. Era la tipica
actitud que en la actual jerga politica llaman gatopardismo y que se
refleja en la famosa frase de la novela de Lampedusa: "Es necesario
que las cosas cambien para que sigan igual". Desplazar la lealtad de
una corte espanola demasiado democratizada por la Constitucion a
una corte mexicana que podria mantener privilegios y el status quo
era la gran posibilidad que ofrecia a muchos centroamericanos con-
servadores el Plan de Iguala de Iturbide. Bien se sabia, pero asi-
mismo bien se disimulaba, el hecho de que la invitacion a Fernando
VI1 o a alguno de sus hijos al trono mexicano era una artimana para
encubrir una gazmona lealtad a la monarquia, y que, a la postre, la
E!!!
-
Revista Cultura 79
corona estaba destinada al hombre fuerte del movimiento igualista:
Agustin de Iturbide. El hombre de los siglos.
Por fin quedo claro que ni Fernando VI1 ni sus parientes ven-
drian a gobernar el imperio mexicano. Iturbide fue coronado empe-
rador el 21 de mayo de 1822. Y, precisamente un diputado guate-
malteco, Jose Lanuza, lanzo la mocion en el Congreso Imperial.
Lanuza, al informar al Ayuntamiento de ,
Guatemala, expresa con orgullo: "La mayor gloria
que yo podria esperar fue la dulce satisfaccion de
haber tenido parte en elevar al trono al sin igual
septiembre que dejaba a un fut uro Congreso
"decidir el punto de independencia, y fijar, en caso de acordarla, la
forma de gobierno". El Acta inmortal, pues, dejo un cabo suelto ...
Hay testimonios de que cuando se consumo la union con
Mexico, personajes importantes de la politica de la capital estuvie-
ron prestos a pedir prebendas, empleos y hasta limosnas jugosas a
Iturbide. Tal es el caso de la carta del marques Mariano de Aycinena
en la que le imploraba al emperador una pension vitalicia por estar
arruinadas sus hacienda$.
La corriente imperialista, igualista, iturbidista o anexionista
-se le llama de varias maneras- era, en el ano de 1821, como bien
lo dice nuestro eminente historiador Don Jorge Larde y Larin, una
tercera fuerza que se fue configurando entre el conservatismo radi-
cal (autonomista o espanolista) y el liberalismo republicand.
De alguna manera, aquella propuesta mexicana era un plan. Los
proceres liberales no tenian un plan o proyecto politico en concreto;
el otro partido mucho menos. Tal vez Jose Cecilio del Valle esbo-
zaba alguno en sus extensos articulos de El amigo de la patria, pero
mas a nivel retorico. El de Iguala era tangible y, segun como se viera,
ofrecia esperanzas a las partes encontradas. Es evidente que la pri-
mera garantia (religion catolica exclusivamente) tranquilizaba al sec-
tor clerical mas conservador; la segunda (independencia bajo una
corona americana) seguramente no convencia al sector liberal, pero,
al menos, era aceptable por los mas moderados de estos; pero fue la
tercera garantia (Union, o sea igualdad, de espanoles y americanos)
la que creaba una mayor esperanza tanto en el criollismo conserva-
- W h
Los proceres liberales
n O t e ni a n plan 0
hombre de los siglos". Si esto no es indicio de la
conexion mexicana, no se que podria serlo.
Entonces quedaron claros los alcances de aque-
Ila sutileza del articulo segundo del acta del 15 de
Lo corta de Don
Moriano de Aycineno o
Iiurbide lo incluye Don
Virgilio Rodriguez bekb
en su notable libro
idedcgias de lo
indqoendencio, EWCA,
Son Jose, 197 1 Tambien
b comenb el ouior del
pesenie habl o en el
oAculo *Un marques pide
Iimosno-. en el libro De
tiempos y hombres
proyecto pol i t i co en
c o n c r e t o ; el ot ro par-
t ido, mu c h o menos.
Lorde y Larin, Jorge,
*Independencia de
Cenhcamerico.. en Revisb
Analisis, No 8. Son
Soivodor. agosb de
1988
1 dor como en los espanoles peninsulares de viejo cuno, que, a decir
; verdad, ya no tenian confianza en una Espana demasiado liberal.
De ahi que por el atractivo de la tercera garantia aquella tercera
fuerza del Plan de Iguala venia a convertirse -si el distinguido
' maestro Larde y Larin me ~e r mi t e hacer esta derivacion- en una
real .primera fuerza. En efecto, la Independencia se veia venir; y si
llegaba, las elites criollas que habian detentado el poder economico
i y social durante la postrera colonia, asi como la legion de funciona-
: rios y empleados del regimen administrativo y militar espanol, pre-
1 ferian una independencia que conservara el orden de cosas y no una
1 que desencadenara un proceso revolucionario al modo frances.
i Estos dos grupos, probablemente hacian mayoria. La otra fuerza en
1 contienda fue, evidentemente, la de los de tendencia republicana,
1 fuerte intelectualmente, integrada tambien por criollos partidarios
1 de una Independencia de mayor amplitud.
1 Solo por disimulo etnocentrista hemos vivido ignorando otra
i realidad historica: El tremendo poder belico que tenian las fuerzas
1 del Plan de Iguala. No olvidemos que el Ejercito nTrigarantew (es
/ decir, protector de las tres garantias) era el resultado de la union de
! las fuerzas revolucionarias de don Vicente Guerrero y el no menos
1 poderoso ejercito realista de Iturbide, quien, con astuto oportu-
i
nismo, habia logrado aquella alianza contra su mismo Virrey. Por
' precario que fuera aquel equilibrio entre el republicanismo de
I Guerrero y las ambiciones de Iturbide, al menos por aquellos meses,
i
1 era fuerza temible y unificada que poco a poco iba cercando a la ciu-
1 dad de Mexico. No es necesario ser un estratega militar para pensar
i que ante el proximo triunfo sobre el ultimo gran reducto militar de
! la Nueva Espana, era de imperiosa necesidad para los aliados ase-
I gurarse de que no pudiera venir una reaccion revanchista espanola
i desde la frontera sur. Con todo y que el Reino de Guatemala no fue
un bastion militar en toda la historia colonial, en comparacion con
la Nueva Espana, ninguna precaucion salia sobrando. De ahi que los
1 igualistas recurrieron a la propaganda politica de su formula en
: aquel .reino. presa del nerviosismo entonces, sobre todo, sabiendo
!
; que tal formula era atractiva aun para los espanoles y nobletes de
i Guatemala que hubieran quedado a ~ r a ~ a d o s en las criticas circuns-
1 tancias de un imperio espanol que se desmoronaba. Pero, por las
dudas, a la presion diplomatica y politica, los mexicanos agregaron
I la presion militar. Podriamos conjeturar, aunque esto hiera nuestro
I nacionalismo, que la Centro America de entonces, aun con el apoyo
- W h
Revista Cultura 79
de la agonizante administracion espanola, no hubiera podido levan-
tar en aquellos tiempos, una fuerza militar capaz de contener a los
temibles atrigarantes*. Estas no son especulaciones mias.
Recordemos que en esos dias ya habia dos periodicos en Guatemala
y uno de ellos, El Editor Constitucional del Dr. Molina (que habia
cambiado su nombre por el de El Genio de la Libertad), sin disimu-
lado nerviosismo, publicaba semanalmente las proezas de las tropas
mexicanas y la eventualidad 'de que estas invadieran a Guatemala.
De hecho ya la habian invadido si recordamos que tres ciudades
guatemaltecas de la Provincia de Chiapas (Comitan, Ciudad Real y
Tuxtla) estaban por jurar una independencia inclinada al iturbi-
dismo. Veamos breves citas de noticias en el Periodico del Dr.
Molina:
27 de agosto de 1821
"A Puebla se estrecha el sitio y se espera para su rendicion la llegada
del Excmo. senor Iturbide con 20,000 hombres. El comercio de
Mexico prendio al Excmo. senor Virrey, conde del Venadito, y le
obligo a renunciar al mando (...)"
3 de septiembre de 1821
"Mexico, Veracruz y Durango son los unicos puntos que restan por
tomar al ejercito de las Tres Garantias (...) Eli4::ico ya esta sitiado por
el grupo del ejercito del senor Iturbide que va su revolucion a qui-
tarle todos los recursos (...)"
14 de septiembre de 1821.
"Un batallon de los independientes de Oaxaca vino sobre
Tehuantepec a hacerle jurar la independencia, segun se verifico.
Los gobernantes (locales) habian resistido esta determinacion (...)
La capital y provincia de Ciudad Real de Chiapas (Guatemala) la ha
jurado con paz y mucho jubilo y sin efusion de sangre (...) Se dice
que hay en Mexico una division de cinco mil hombr es con el
mismo objeto para Guatemala...". (Los enfasis son nuestros)
Ante esta sucesion de eventos belico-politicos derivados del
Plan de Iguala ( no es razonable pensar que la Junta de Notables
convocada precipitadamente de la tarde del 14 para la manana del
15 de septiembre fuera -ademas de buscar un objetivo indepen-
dentista- un intento desesperado de los proceres republicanos por
hacer abortar una inminente ocupacion militar por las fuerzas itur-
bidistas.
Hemos examinado cuidadosamente el otro periodico, El amigo
de la patria, de Jose Cecilio del Va&- -- -LIS numeros de agosto,
septiembre y noviembre (se interrumpio por mas de un mes despues
del 15 de septiembre) y solo encontramos un extrano silencio alre-
dedor de la cuestion mexicana, lo cual sugiere que el grupo refor-
1 mista intelectual liderado por Valle preferia no precipitar opinion
1 sobre este grave asunto.
1
La toniCa de algunas proclamas y juramentos con motivo de la
1 llegada del Acta de Independencia a otras ciudades del istmo refleja
1 una diversidad de interpretaciones de aquel suceso y una actitud
1 , pro-mekcana, mas que d i sentimientbs nacionales.
- -
las provi nci as cent ro-
1
dejar en claro el viejo antiguatemalismo que habia
Lo unico que unia a
Tambien se percibe en los citados pronunciamien-
tos, si no un rechazo, un cierto recelo que podria
el odio a Guatemala.
1
tiempo-S de la ~ o l o n i a era el odi oa Guatemala' A
ameri canas en l a
'poca de la era
Facio Brenes. Rodrigo.
l o Federacion Cenhc-
americono. ESAPAC, San
Jose. 1965
acumulado historicamente algunas provincias con
relacion a la capital. Por algo dice don Rodrigo
Facio que lo unico que unia a las provincias en los
los Actos de los
oyunbmimtos
miroamericanos con
motivo de recibir el OCIO
de Independencia del 15
de septiembre de 182 1 se
enwenhon -sin
comentario alguno- en el
libro del distinguido
histociadoc guopernalteco
Agush'n Eshodo Monroy,
Hombres, fechas y
documentos de lo Patrio,
Editorial Pineda Ibarro,
Guoiemala, 1977.
pesar de las dificultades de comunicacion de enton-
ces, el Plan de Iguala de Iturbide, pues, habia contaminado a toda la
region, al grado de que algunos ayuntamientos aprovecharon los
sucesos del 15 de septiembre de 1821 como una ocasion oportuna
para decirle a la antigua capital que actuarian segun sus convenien-
cias. Y una forma de mostrar tal distanciamiento era incluir en sus
proclamas expresiones de adhesion a Mexico. Al menos esto ocurrio
en los primeros momentos, aunque con el paso de los dias las distin-
tas ciudades siguieran otros alineamientos de los cuales no me ocu-
pare en este trabajo.
Quiero demostrar, mediante citas de estos documentos, como se
manifiesta la influencia mexicana en algunos ayuntamientos que van
recibiendo el acta de GuatemalaJ.
Comayagua (Honduras). Aqui se recibio el Acta de
Independencia en la manana del 28 de septiembre de 1821. Reunidos
los personajes de rigor, acuerdan jurar la independencia de
Comayagua a condicion de que ha de quedar unicamente sujeta al
gobierno que se establezca en esta America Septentrional. Es indu-
dable que por America Septentrional entienden lo que fue la Nueva
Espana, hecho que se percibe en la frase siguiente: "Que la religion
que han de reconocer todos los habitantes de esta provincia sea la
catolica que profesamos; y por rey en la capital de Mexico, el senor
Don Fernando VI1 o en su defecto a uno de los serenisimos senores
infantes, con la precisa condicion y reciproca fraternidad que debe
- W h
Revista Cultura 79
haber entre espanoles, americanos y europeos". Este parrafo es una
copia del mismo Plan de Iguala.
Leon (Nicaragua y Costa Rica). El acta de los nublados,. Esta
ultima palabra fue la figura poetica que usaron los leoneses para
manifestar su confusion, recelos y dudas con relacion al llama-
miento de Guatemala. Reconocen que si Guatemala se ha erigido
soberana, Leon no se siente sometida a la capital y se declara inde-
pendiente de Espana "hasta tanto se aclaren los nublados del diu y
pueda obrar esta Provincia con arreglo a lo que exigen sus empenos
religiosos y verdaderos intereses".
Nicoya (Nicaragua y Costa Rica). El ayuntamiento de Nicoya
fue mas explicito en sus simpatias por Mexico en su juramento del
26 de octubre de 1821, fecha en la que ya habia entrado triunfante a
Mexico Agustin de Iturbide (27 de septiembre). El articulo lo de su
pronunciamiento dice:
"Que se proclame y jure publica y solemnemente la Independencia
absoluta del gobierno espanol, en los mismos terminos que la propone
el senor General Don Agustin de Iturbide y bajo los auspicios del
ejercito imperial protector de las tres garantias, segun como lo expresa
en el articulo cuarto que dice: sera su emperador el senor Don Fernando
P, y no presentandose este en Mexico dentro d;! ;C..nino que las Cortes
senalaren, seran llamados en su caso el serenisimo senor Infante Don
Carlos ( ... )".
Cart ago (Costa Rica). Los cartagineses supieron leer las entreli-
neas del Acta de los Nublados y el 29 de octubre de 1821 dicen sin
tapujos lo siguiente:
"En la ciudad de Cartago (...) con premisas de las plausibles noticias de
haberse jurado en la capita1.de Mexico y en la provincia de Nicaragua,
juntos en cabildo abierto [acordamos] la Independencia del Gobierno
espanol y baj o el pl an que adopt e el Imperi o Mexicano (...) Que
absolutamente se observara la Constitucion de leyes que promulgue el
Imperio Mexicano. Es el firme concepto de que en la adopcion de este
plan consiste la felicidad y verdaderos intereses de esta provincia".
Mucho mas sutil, aunque no menos anexionista, fue el juramento
de San Salvador el 21 de septiembre. Esta proclama esta llena de her-
mosas frases como aquella que califica al Acta de Guatemala como
"monumento sagrado de nuestra libertad". Esta exaltacion podria
hacer creer al lector distraido que San Salvador se abrazaba a una
- W h
6 Mi articulo en
referencia se Rbla
*Pueblo, elites y
circunsbncios en la
hisiocia*. Revisia Analisis
iV 1 1 , noviembre 1988.
Son Salvador. La replica
de Peccorini se titula 40s
pueblos enardecidos no
necesitan elites ni las
siguen*, Revista Analisis
NP 12. Son Salvador.
diciembre 1988.
causa emancipadora republicana; pero mas adelante, el documento
dice que "juran guardar la independencia y ser fieles a la monar-
quia americana". podria ser esta monarquia sino la que se
gestaba en Mexico? Es inequivoco que el grupo dominante en San
Salvador, bajo la direccion del Intendente accidental Barriere y su
parroco Jose Ignacio Zaldana, esperaba la noticia de la
Independencia como una oportunidad para anexarse a Mexico. Pero
habia otro grupo: el de los viejos luchadores republicanos: Arce,
Lara, Rodriguez, que se oponian a la maniobra anexionista. Ellos
fueron reducidos a prision por quienes tenian la sarten por el
mango. Poco se ha ocupado la ingenua historia que divulgamos en
cada aniversario patrio de este gran cisma con el que se inicio nues-
tra vida nacional. Perdonaran ustedes la frase pero nuestras primeras
campanadas fueron la celebracion de un cambio de amo. Fue la lle-
gada del Padre Delgado, en comision de la Junta de Guatemala, la
que invirtio el orden de cosas en San Salvador y el grupo del Padre
Zaldana fue desplazado. Pero estos hechos generaron odios irrecon-
ciliables e iniciaron nuestra fragmentacion nacional.
Uno de los autores que mas ha estudiado esta situacion es
Francisco Peccorini Letona, quien no oculta sus simpatias por el
grupo anexionista, y su repudio por el Padre Delgado, a quien cali-
fica de abusivo de la sabia decision del pueblo.
Peccorini, en efecto, sostiene que el pueblo llano era masivamente
iturbidista y no unicamente la elite. Cuando yo intente en un arti-
culo postular que aquella agitacion respondio mas bien a una lucha
de las dos elites que protagonizaron los hechos, el ilustre intelec-
tual me propino una furiosa reprimenda, acusandome de demeritar
a un pueblo noble que, segun el, deliraba por Agustin de Iturbide6
La posicion iturbidista de los politicos de San Salvador queda
plenamente demostrada cuando la Regencia del Imperio Mexicano
comenzo a premiar a sus aliados. El 17 de octubre de 1822, aquel
organismo emite una resolucion concediendo a Pedro Barriere el
titulo de Oi dor Honorario de la Audiencia de Guatemala, por su
actuacion en los dias de la proclamacion de la Independencia.
Resulta curioso como aquellas gentes pagaban sus facturas politicas
con titulos honorificos en un organismo puramente espanol que
estaba a punto de desaparecer.
De las citas anteriores se podria deducir que para apreciables sec-
tores de opinion de entonces, las emancipaciones de la Nueva
Espana y el Reino de Guatemala eran cuestiones consustanciales. La
E!!!
-
Revista Cultura 79
l
actitud que tambien se refleja en las actas y pronunciamientos de los 1
. -
ayuntamientos centroamericanos citados podria
sugerir, en una primera interpretacion, un cierto
desaire de las provincias a la capital. Sin embargo,
tambien podriamos aventurar la hipotesis de que,
por lo menos un buen sector politico de la capital
-el partido aristocratico, como lo llamaron algu-
nos historiadores- a lo mejor estaba esperando
La di vi si on del
cri ol l i smo en aquel
ent onces e s t a bi en
document ado en l a
este movimiento de simpatia hacia Mexico. 1 hi st ori a.
Como sabemos, la anexion a Mexico fue acor-
dada por la Junta de Guatemala, despues de dos borrascosas sesio-
nes el 5 de enero de 1822.
El c a s o d e San S a l v a d o r
po pul a r o l uc ha d e e l i t e s ?
P
robablemente, mas que de lucha popular en favor del imperio
mexicano -o en favor de las formulas republicanas- podria
hablarse de una lucha de dos elites rivales: criollos mas espanoles
conservadores, confrontados con criollos republicanos (solo los
ultimos son proceres segun el pensar popular).
La gran division del criollismo en aquel entonces esta bien docu-
mentado en la historia, por lo que no necesito demostrarlo. Mas por lo
curioso, cito frases de un extranisimo documento que escribio en Paris
el guatemalteco Manuel Ortiz Urmela 30 anos despues de estas luchas.
"En Cent ro America, de consiguiente la anarqui a criolla, que fue la
caracteristica de todas las antiguas colonias espanolas al independizarse
i...) t uvo por inmediata conseciiencia la division y fragmentacion
nacionales, a extremo el mas doloroso y patetico a que no llegaron las
demas colonias (...) el error no menos caro de la Independencia fue la
division en dos irreconciliables de la clase criolla el cual pudo y
debio haber sido evitado (...) el origen y causa de toda aquella singular
locura explica como el odio insensato entre los criollos se fue voiviendo
espantable a medida que la patria - c u y a sombra todos veian a traves de
sus pasiones- iba haciendo mayor su cosecha de desgracias'.
La extensa cita anterior -que solo confirma por un testigo de
1850 el ya conocido divisionismo entre la cupula criolla- me per-
mitira postular una hipotesis alternativa a la de Peccorini: probable-
- W h
' El oriiculo del senor
Orhz Urrvelo es
comentado por Don
Virgilio Rodriguez Beteta
en un hobqo sobre el
hlibustero Wolker sin
referencia editorial
k o , Gaeiono,
Te& del gobierno
mente no fue el pueblo, entendido como masas populares -segun la
terminologia actual- el apasionado por el iturbidismo, sino la elite
conservadora (criollos, espanoles y espanoletes) a la que por una
casualidad del destino le toco estar en el poder en los dias en que
nos llego el Acta de Independencia desde Guatemala. No pretendo
demeritar a la colectividad popular, sino simplemente reconocer,
con el sociologo italiano G. Mosca, la fuerte influencia que ejercen
las elites dirigentes:
"Es mas bien dificil d i c e Mosca- admitir como un hecho natural que
las minorias manden a las mayorias; pero la explicacion esta en el hecho
de que la minoria esta organizada (...) resulta de que la lucha se entablo
siempre entre la minoria dirigente y otra *minoria* de la mayoria
dirigida (. . .) y a este objeto, se encontro con frecuencia en condiciones
mas favorable la que atacaba que la que defendiag.
Se nos hace dificil admitir que el pueblo masivo deliraba por
Iturbide a pesar de que Peccorini documenta bien la amplia propa-
ganda que se hacia el Plan de Iguala en Centroamerica. Quiza lo que
ocurria era que la gente de los barrios de la ciudad -" ja donde vas,
Vicente?"- en el marco del vacio dejado por el Padre Delgado,
quien era Diputado en Guatemala, atendio la convocatoria de quie-
nes en ese 21 de septiembre de 1821 tenian la sarten por el mango: es
decir Pedro Barriere, el Intendente; el Padre Jose Ignacio Zaldana, el
parroco que llenaba el hueco del titular Delgado; el senor Juan Jose
Viteri, Director de Correos; el senor Jose Rossi, comandante militar
de la ciudad; el Br. Crisanto Salazar, Coadjutor; y los vecinos, dis-
tinguidos senores Valdevellano y Castriciones.
Barriere, el Padre Zaldana, Viteri y Rossi eran, a no dudarlo,
miembros de la elite criolla que preferia una Independencia mode-
rada bajo el imperio mexicano que quiza les conservaria sus posi-
ciones. Algunos de ellos, como bien lo revela Peccorini, tenian ene-
mistades personales con la familia Delgado. Ellos tenian que hacer
lo posible por hacer jurar al pueblo "ser fieles a la monarquia ame-
ricana", como dice el Acta de San Salvador, que los distraidos salva-
doreiios no leemos con cuidado. Y el pueblo, al son de campanas y
cohetes juro. Pueblo cohetero al fin y al cabo, en donde el petardo
suele decidir el voto.
Es probable que el mestizo urbano -tipico del San Salvador de
entonces- haya tenido sus simpatias iturbidistas, consecuencia de
la propaganda. Pero eso no da para afirmar que el pueblo era impe-
- W h
Revista Cultura 79
rialista* de corazon, porque de aquellos debates muy poco sabian
los sectores mas apartados. El doctor A. D. Marroquin siempre se
preguntaba sobre que pensarian aquellos humildes indigenas de
Panchimalco que entraron con sus pequenos cacaxtles y canastos al
mercado de la ciudad cuando oyeron la acuetiazon y las campanas
del cabildo el mismo 5 de noviembre de 181 1. pensarian aque-
llas ~panchitas* de las vivas al futuro imperio, o de los jmueras!
que Arce, Rodriguez y Lara tambien ya estarian lanzando en alguna
parte de la ciudad el ano 21 ?
Retomando el asunto -y ya para concluir un tema que no tiene
fin- el regocijo iturbidista de San Salvador pronto tuvo un giro
inesperado. El vacio del Padre Delgado no era total: aqui estaban
sus deudos M. J. Arce, Domi ngo Ant oni o de Lara y J. Manuel
Rodriguez (la otra elite de tipo republicano), quienes contraatacaron
al grupo de Barriere y al Padre Zaldana. Pronto fueron hechos pri-
sioneros los proceres, pues Rossi tenia las escopetas. ..
Aun en su vejez, el General Arce se dolia de esta vejacion a quie-
nes t ant o habian luchado por la Independencia. Pero el Padre
Delgado venia designado por la Junta de Guatemala y le dio vuelta a
la situacion: puso en libertad a los ilustres republicanos en Santa
Ana y saco del territorio a Barrlere, al Padre Zaldana y a su grupo.
Estos sexiliados, como les llama Peccorini, se encargaron de regar
todo el veneno posible contra el Padre Delgado. Sobre estos ultimos
aspectos, el libro de Peccorini hace un excelente aporte historico,
pues al incluir las declaraciones del Padre Zaldana -de ser bstas
veraces completamente- revelan que el regimen de emergencia
del P. Delgado y los proceres desato cierta violencia institucionali-
zada -no se por que me deslizo hacia la terminologia moderna-
contra el grupo conservador. Otros autores creen que el exilio del
Padre Zaldana y con el muchos curas de la Provincia, fue una
maniobra del mismo Arzobispo Casaus y Torres para exhibir al
regimen del Padre Delgado como verdugo de los verdaderos catoli-
cos de la provincia. Todo esto tiene que seguirse investigando.
El apasionante capitulo de la anexion a Mexko tiene que ser exa-
minado en su contexto mas amplio. Comprendamos que no fue una
1
accion abusiva y prepotente de una gran nacion que surgia en el 1
septentrion* -para usar el termino popular de aquellos dias- con- i
tra una debil Centroamerica en gestacion, sino mas bien un movi-
miento expansionista de mutuo interes entre los sectores conserva-
dores de linea aristocratica de ambas regiones. No debe verse ya
E!!!
-
l
1 como una infamia de Iturbide. Con seguridad, en el Mexico de
I
I aquellos tensos dias de 1821 habia amplios sectores que o eran indi-
1 ferentes a la corriente expansionista, o, incluso, estaban contra ella.
1 El insigne procer de Metapan, Juan de Dios Mayorga, diputado por
' Chiquimula y comisionado de San Salvador ante el Congreso
1 Mexicano dijo un elocuente discurso en aquel organismo, en cuyo
texto califico de inmoral y arbitraria la pretension
del emperador de anexar Centroamerica. Y
La anexi on f ue un
Mayorga fue aclamado por algunos diputados
acer cami ent o ent re 1 mexicanos.
los partidarios del
vi ej o orden cuando
Tan fuertes eran el partido aristocratico de
Mexico como el del antiguo Reino de Guatemala.
La anexion fue un acercamiento entre los partida-
Espana se renovaba.
]
rios del viejo orden, cuando la misma Espana se
Algunos bcetos del
pensomienio de Don
Lucos Aiomon y de Don
Jose Maria Luis Moro son
exominodos por Enrique
Klauze en su omenisimo
obto Siglo de caudrllos,
Fondo de Cultura
Economico. Mexico.
1994
2
renovaba. Aquellos hacian causa comun presas del
panico al jacobismo y creyendo -o al menos alegando- que sin
monarquia las nuevas naciones caerian en el caos y la anarquia. Pero
la corriente liberal republicana tambien era poderosa. Prueba de ello
es que Iturbide cayo pront o abatido por el soberano Congreso
Mexicano que declaro viciosa de origen* su eleccion como empera-
dor. Y una de las primeras acciones legales de dicho congreso fue
dejar libre a Centroamerica y respetar su voluntad.
La temprana historia de Mexico revela que ambas corrientes,
conservadora y liberal, continuaron en dramatica pugna. Una de sus
grandes victimas, fue el propio Iturbide, el pobre hombre de los
siglos quien apenas duro un ano mas: murio fusilado en Padilla, el
19 de julio de 1824. Grandes adalides del pensamiento alimentaron
intelectualmente esas ideologias en aquella nacion mas desarrollada
culturalmente que la Centroamerica naciente. Don Lucas Alaman
fue el cerebro de los conservadores; don Jose Maria Luis Mora, el de
los liberalesg. Entre nosotros tenemos que investigar mas la historia
de las ideas politicas, porque aparte de las proclamas de nuestros
primeros lideres y caudillos, no abundan los escritos como los de
los insignes mexicanos. En Mexico aquel conflicto de ideas y pode-
res produjo la llamada guerra de reforma, uno de cuyos capitulos
mas heroicos y a la vez mas crueles fue aquel en el que ocurrio la
muerte de ese pobre hombre que se llamo Maximiliano de Austria.
Para gran infortunio nuestro, ese conflicto llego a ser intermi-
tente en Centoamerica; lleno de belicosidad, pero con escaso conte-
nido intelectual. Carrera y Morazan son solo dos puntos extremos
- W h
Revista Cultura 79
en una prolongada conflagracion. En el Septentrion., Mexico se
salvo aun con grandes vicisitudes. En el mas estrategico y privile-
giado istmo del mundo, las cosas fueron peor. Pronto quedo demos-
trado que el problema no era Mexico, porque ya libres de Mexico
no hubo avenimiento alguno entre las dos fuerzas en pugna y el
resultado fue la fragmentacion y la imposibilidad de construir aquel
gran proyecto historico de nacion que se llamo Republica Federal
de Centroamerica. +
12 de septiembre de 1995
Hor aci o Cerut t i Gul dber g:
El pensami ent o f i l osof i co
Por: Victor Flores Garcia
Victor Flores Garcia, periodista salvadoreno, graduado en el Col egi o de Estudios
Latinoamericanos de la Facultad de Filosofia y Letras de la UNAM y comunicologo posgra-
duado en la School of Social Sciences de la City Universiv, Londres, Inglaterra.
E!!!
-
A
cademico renombrado, aut or de
varios libros sobre el pensamiento
filosofico en Hispanoamerica, exco-
ordi nador del Col egi o de Estudios Lati-
noamericanos de la Facultad de Filosofia y
aborda extensamente en esta entrevista los
diversos momentos del pensamiento filosofico
y su relacion con el acont ecer hi st ori co en
Latinoamerica.
Tematicas como la redefinicion y validez
Letras de la UNAM, el del pensamiento utopico, el
argentino Hor aci o Cer ut t i rnodus operandi historico del
Gul derb es un filosofo con quehacer filosofico, los orige-
un pensamiento agudo, pale- nes de las ideas neoliberales y
mico, propositivo. Su obse- el papel de la critica, ent r e
sion es el desarrollo de las otras, son tratadas con pro-
ideas -en especial filosofi- fundi dad por el filosofo
cas- en Latinoamerica.
Graduado en universida- Cerutti se refiere tambien
des de Argentina y Ecuador, a algunos maestros del pensa-
becario de postdoctorado por A miento hispanoamericano, en
la Fundacion ~Alexander von especial a Jose Gaos, Jose
Humboldtw en Nuremberg y Vasconcelos y Augusto Sala-
Berlin, Cer ut t i Gul dber g
Leer, hablar y escribir, son tres momen-
tos de un ejercicio intelectual perma-
nente. Es valido comenzar la reflexion
filosofica en America Latina preguntan-
dose se lee, como se escribe,
como se habla?
Eso es algo que yo aprendi en el magisterio de
la filosofia, pues me fui dando cuenta que ense-
nar filosofia era en cierto sentido semejante a
ensenar una segunda lengua. Siempre comienzo
mis cursos universitarios diciendo a los estu-
diantes que vamos a aprender a leer, hablar y
escribir de nuevo en otro nivel. Porque hay un
problema incluso de lexico en la filosofia.
Siempre pongo algo en el pizarron para apanta-
llarles: la formula de la teoria de la relatividad
E=mc2. Comenzamos ahi pero no sabemos en
que clase estamos. Y comenzamos a tratar de
discernir que entendemos por masa. Jamas voy
a conocer que significa esa formula si por masa
entiendo la masa de la tortilla o del pan. En una
clase de fisica o matematica jamas se nos ocu-
rriria pensar que estamos hablando de la masa
de la tortilla. Todo el mundo sabe que la pala-
bra es la misma pero el concepto es distinto. En
cambio, en filosofia eso suele no ocurrir por-
que el lenguaje basico que se usa para la filoso-
fia es mas o menos el mismo lexico que se usa
para la vida cotidiana. Por eso todo el mundo
se ve tentado a hablar de filosofia, creyendo
que esta entendiendo de que se habla, porque
cree que las palabras que se estan usando las
esta entendiendo y resulta que no esta enten-
diendo nada.
esa una provocacion socratica para
hacer hablar filosoficamente a los hom-
bres comunes?
Si, porque, para la manera en que yo trabajo,
este ejercicio se agudiza por la exigencia de
E!!!
-
que verdaderamente debe haber dialogo y par-
ticipacion del interlocutor.
puede extrapolar al interlocutor del
discurso fiiosoflco desde el horizonte del
magisterio?
Claro que si, porque eso tiene que ver con una
conviccion mia muy grande que fui adqui-
riendo sobre la marcha, aunque despues me he
dado cuenta que la tenia clara desde el primer
dia que comprendi que habia que hacer filoso-
fia, como vocacion: que la filosofia es un que-
hacer publico. La filosofia, la docencia en
general y la docencia de la filosofia en particu-
lar, son un quehacer publico. Cuando uno esta
pensando en el salon de clase tiene que estar
pensando como horizonte mayor en la sacie-
dad completa, en el mismo sentido de la peda-
gogia que tenia Simon Rodriguez, el maestro
de Bolivar.
publicidad de la reflexion fiiosoflca
tiene conexion con el temor de que esta
caiga en campos estriles?
Por supuesto, hay siempre el peligro de caer
en la trivializacion o en el discurso de barri-
cada.
se da esa suerte de esterilizacion
del discurso fdosofico entre nosotros?
En America Latina se da en dos niveles: en
aquellos que tienen una tendencia a hacer una
reflexion latinoamericanista es muy facil que
se caiga en la trivializacion, en la mera glosa, o
en la pura ideologizacion de hacer un discurso
de barricada. Y en el caso de los que trabajan
en una posicion academicista tambien hay un
bloqueo y una evasion de la realidad porque es
hablar solamente refugiados en un lenguaje
tecnico, sin decir nada que sea relevante en
Revista Cultura 79
terminos de la vida publica. Eso es eludir la
dimension politica de la filosofia.
Una parte central de tu pensamiento es
afirmar que esa dimension politica es
distinta de acuerdo con el locus donde se
situa el filosofo para pensar, crear, pro-
ducir, emitir y retroalimentar un dis-
curso. opem esa seleccion racio-
nal del lugar desde donde y hacia donde
se fflosofa?
El problema es que en principio uno no puede
elegir. Uno no elige donde nacer. No elige ni
siquiera nacer. Uno de repente aparece situado
en un cierto lugar. Yo creo que el problema
seria tomar conciencia de eso. Es decir, yo estoy
situado, aqui estoy, naci en esta familia, en este
sector social, con estas caracteristicas culturales,
Ctnicas, nacionales, genericas, etc. A partir de
ahi se comienza a hacer el planteamiento. Seria
como una dimension no elegida. Lo que yo
puedo hacer es asumirla y hacerla explicita.
Despues de eso se pueden dar decisiones.
despues?
Yo pienso que si, no se si sera consciente ese
proceso, eso no te lo puedo decir. Pero, por
ejemplo, es obvio que en America Latina hay
muchos que se han desclasado, vienen de la
burguesia y han apostado por los intereses de
los campesinos y los proletarios, para decirlo
en esos terminos. Tambien es muy posible, en
un esfuerzo consciente, siendo varon pensar o
acercarse a la perspectiva de la mujer. Pero
esos son esfuerzos ulteriores.
Aparece una conexion entre esa situacio-
nalidad con la responsabilidad de los
intelectuales. subyacente a la
conciencia de su realidad historica la
necesidad del compromiso frente esas
determinaciones? Pareceria que no hay
escapatoria, o por lo menos otra salida
no seria admitida en terminos niosoficos.
Para mi no seria admisible, porque aqui si hay
algo que me preocupa mucho. Uno es indivi-
duo en una colectividad, sin esa colectividad no
existe la posibilidad de ser individuo.
Individuo y colectividad son dos caras de la
misma moneda. Decir esto quiere decir, para lo
que me estas preguntando, que uno tiene posi-
bilidades de acceder a la reflexion filosofica
porque hay una sociedad, una colectividad que
te lo permite. Y lo pondria casi asi: en el fondo
uno adquiere una deuda con la sociedad. Para
mi, sinceramente, fue un gran privilegio poder
estudiar filosofia, que hubiera quienes me
pudieran introducir en ese campo, que tuviera
la oportunidad de hacerlo, que existiera una
institucion, una facultad donde poderlo hacer,
donde existieran los libros, donde alguien me
explicara: "ve por aqui, ve por allan. Al mismo
tiempo descubri un mundo fascinante. Pense
que ese mundo no podia ser solo para mi, ese
mundo tiene que ser un mundo que yo debo
hacer accesible a otros. 0, de otra manera, este
es un bien demasiado fantastico para que
quede en pocas manos.
Tu dijiste en un texto para la celebracion
de las cincuenta ediciones de Cuadernos
Americanos en su nueva Cpoca que no
habia posibilidad de petmanaer diados
y que se debi asumir responsabiudades,
Esa declaracion esta hecha de cara a una
realidad constituida por censura, auto-
censura, silencio interior, o evasiones &
la razon. las condiciones para
arriesgar una opinion eficaz?
Lo que pasa es que en el fondo, sin pretensio-
nes ni nada por el estilo, hay en mi una especie
de talante utopico. Generalmente cito a Jose
Vasconcelos, quien dice que el utopista es un
pesimista de la realidad y un optimista del
ideal. Y otra cosa que me encanta citar es de
Herbert Marcuse, quien dice que se piensa
por necesidad. No se piensa asi no mas. Esa
necesidad de pensar y ese pesimismo
quieren decir?: que hay una especie de repug-
nancia, de asco frente a situaciones que se
hacen intolerables, algo que historicamente se
ha definido de varias maneras. Otros hablaron
de dolor de mundo, como los romanticos ale-
manes; de injusticia estructural hemos
hablado en America Latina. Hay una situa-
cion de desorden que no es solo racional-
mente inaceptable, sino que resulta inacepta-
ble vivencialmente, que pega en las entranas,
que uno no puede vivir en esas condiciones.
Una vez en Ecuador me propusieron ir de
vacaciones a una playa que se llama
Esmeralda. Me decian que era el unico pueblo
de negros libres en America, porque alli enca-
llo un barco de negros que sobrevivieron y se
hicieron un pueblo independiente. Llegarnos a
la playa y el pueblo era una inmensa ciudad
lacustre en la miseria mas espantosa que te
puedas imaginar. Y uno podia estar ahi
t omando el sol, comiendo un sandwich y
tomando algo con la gente muriendo al lado.
A eso me refiero.
Frente a este cinismo del mundo contem-
poraneo, a esas lacras humanas, a la into-
lerancia e individualismo como actitud
contemporanea de las personas, jcual es
la funcion de la filosofia?
Lo que no se puede hacer es renunciar al
esfuerzo racional, a eso yo apuesto a muerte.
Hay que hacer un esfuerzo racional para saber
que esta pasando. Eso no presupone nada, ni
presupone que los hombre son buenos y se
comportan como malos, o que son malos y
que habria que hacerlos buenos. Es decir, yo
no tengo ninguna intencion moralizante sino
una gran curiosidad e inquietud para saber
como es que esto funciona y le apuesto (tam-
bien puede existir una apuesta utopista) a que
entendiendo lo que pasa se puede intentar
corregirlo, donde aparece otra vez la metafora
de diagnostico y terapia. Y eso es muy peli-
groso pero ahi esta la apuesta.
Esa constatacion negativa ya ha tenido
otras respuestas. podrian ser las
desviaciones racionales en que habrian
incurrido otras percepciones de esta
vision pesimista?
La tipica i de~l o~i zaci on de naturalizar eso, o
hacer metafisica sobre eso como decias antes.
Yo creo que eso es una realidad historica. Yo
no creo que las cosas estan como estan por una
inercia mistica definida por los dioses. Yo sim-
plemente creo que se han tomado decisiones
historicas que las han puesto asi y creo que se
pueden tomar otras decisiones que las lleven
por otro lado y que se pueden modificar. Hay
una historicidad de la realidad.
esa historicidad de la realidad la que
produce el pensar utopico o puede oge-
rar al reves?
Por supuesto que siempre la prioridad es la
realidad, o el pensamiento en tanto que es un
fenomeno real.
Segun una de tus definiciones preferidas,
utopia es el hacer posible colectivamente
lo que aparenta ser imposible o lo factica-
mente posible en los marcos dados.
Revista Cultura 79
1Camo podria el pensamiento utdpico
caer en la critica de ser utopico por
imposible?
Claro, esa ha sido siempre la critica conserva-
dora al pensamiento utopico. Han dicho
siempre que habia que ser arealista,. Ser rea-
lista, en politica, significa no proponerse
imposibles.
Realpolitik es un ejemplo de admi-
sion aprioristica del statu quo?
Exactamente, por eso es conservadora, con-
servar lo que esta como esta. Y cuanto mas
hacer gatopardismo <no?: aparentar que se
cambia un poquito para que todo quede de la
misma manera. Yo creo que ese es el pro-
blema fundamental: lo posible es posible
dentro de cierto marco, dentro de ciertos
codigos y condicionamientos. Pero,
pasa si cambiamos las reglas del juego?
pasa si me salgo del marco y pruebo intentar
hacer lo que me dicen que es imposible y
resulta que es posible? En el fondo nos quie-
ren hacer creer en imposibilidades facticas,
tecnicas, y resulta que en el fondo son inter-
dicciones morales. Es la idea de la imposi-
cion del padre al hijo: "si sales a la puerta
viene el coco y te llevaw. Resulta que salgo a
la puerta, no me come el coco y ya me
empece a liberar.
idea de liberarse esta conectada con
la idea de futuro en el pensamiento ut&
pko?
Si, pero tambien hay futuro en el pensamiento
conservador. Nada mas que este tiene la ilu-
sion de que el futuro sea igual que el presente
y el pasado, o lo menos diferente posible.
~Cuai es la diferenda del futuro utopista?
Estamos hablando de un futuro que de verdad
pueda ser alternativa. Que no sea manana solo
porque siempre habra manana, sino porque
vamos a hacer un manana distinto, con otras
realidades.
Tu defines lo alternativo como 'un
ambito de cruces de peregrinos y exiija-
dosw'. que le asignas centraudad a
un pensamiento que anaaria por ahi
vagando, formandose, extrayendo ideas
de otros pensamientos, eclectico, que de
repente vuelve a encontrarse en este
ambito de cruces de discursos que consti-
tuyen lo altemativol
No recuerdo en que contexto l o dije, pero
puedo decirte que es una expresion metafo-
rica del viaje y el peregrinar, del exilio, de la
perdida del lugar originario, que puede ser la
perdida del utero materno, de la casa o de la
patria. La uso para decir que en el fondo no
hay una propiedad sobre el pensamiento,
sino que lo tomas prestado. Ademas no hay
ninguna estabilidad, no existe nada que no
sea provisorio, estamos en transito y tam-
poco podemos pronunciar la palabra defini-
tiva. Eso hay que asumirlo, no se trata de
hacer metafisica ni nada por el estilo, es sim-
plemente una constatacion de que la historia
es asi.
En ese e n t r e c d e n t o de peregrinos o,
si me permites, de discuftos, encuentas
que vivimos el "fin del reinado de los
sabios, de los tecnocratas, del clero, de
' Ver Cen&Gdbg, Haacio, E- de Uiopia 1 y 11, Tduca. Universidad Auionxna del Esiodo de Mxico, 1989; De wia
Cmqm de ubpra Illj. Bo@, universidod h k d , 1989.
E!!!
-
los miiitaresw*. dejado realmente de
reinar?, sustitutos o, mas aun, son
posibles o deseables los sustitutos?
De nuevo no me acuerdo del contexto, pero me
da la impresion que quise decir que la autoridad
de las especializaciones o de estos roles sociales
especializados han sido puestos en cuestion.
Por supuesto que "fin" no quiere decir que se
hayan terminado. Por supuesto que siguen
teniendo un poder y un poder inmenso, quiza
como nunca en la historia de la humanidad.
llegado entonces a su fLn el deseo de
que exlstan?
Exactamente, la gente no quiere eso. Eso tiene
que ver con el cambio en la percepcion de lo
utopico en el mundo clasico y el mundo con-
temporaneo.
decir que la utopia contempora-
nea es anti-renacentista o, mas aun,
anti-plat6nica3
Asi es, porque si lees, por ejemplo, La
Republica de Platon (escrita en la Grecia anti-
gua) o la Utopia de Tomas Moro (escrita en el
renacimiento ingles), t e encuentras con que
ese mundo es invivible. Nadie podria vivir en
ese mundo reglamentado geometricamente,
en una ciudad donde habria hasta quien te
tocara una campanita para hacer el amor. Si
uno tratara de enunciar el deseo contempora-
neo preguntarias jcual es?: es la menor regla-
mentacion, romper con disciplinas impuestas,
romper con censuras, romper con caminos
trillados. Si alguien me dice ir por un lado, me
voy por otro para buscar algo nuevo. La uto-
pia contemporanea no seria el mundo organi-
zado, reglamentado y regimentado sino al
contrario, seria un mundo donde habria
mayor espacio de libertad.
esta utopia contemporanea, anti-
rregiamentaci6n, antidefinkiones, antiu-
mites, ser utilizada para la justificacion
del discurso neoliberal, imponiendo la
ausencia de reglamentacion economica
en el orden mundial?
No solo el discurso neoliberal la utiliza, ha
estado siendo utilizada siempre. Por ejemplo, el
consumo, la publicidad no se entenderia sin ese
ideal de lo contemporaneo. La publicidad te
dice: sea distinto, compre una camisa marca tal,
de la que hay cinco millones de ejemplares
iguales. Es la ilusion de convencerte de que se
logra libertad consumiendo sin limites. Ahi es
donde mas se juega esta idea; permanentemente
en todo sistema, y en especial en el capitalismo,
en forma realmente eximia: se esta manejando
la idea de libertad que viene del liberalismo
basada en la ilusion de que el individuo va a
poder zafarse de las ataduras, porque supone
que el individuo decide y es el centro.
Filosofia y utopia
En tu critica al ideal contemporiineo
el nucleo de la Teoria Critica de
la primera Escuela de Frankfurt de la
sociedad de masas, de la sociedad de con-
sumo?
Es probable, no lo se, porque mis relaciones
con la Escuela de Frankfurt han sido muy tor-
mentosas.
w l d b e c g , b o c i o , $in o renocimienb del pensor vkjpico?.. Cuadernos Americonos, Nuevo Epoca. Edicion Especial. No. 50. Vd 2.
MormAbril 1995, hn8xico. U W .
Revista Cultura 79
Su aliento se percibe en tu trabajo.
fue tu relacion?
Por supuesto, es un leerlos y releerlos, darles
vuelta para un lado y para otro. Pero en el 68
yo estaba convencido de la posicion refor-
mista de la Escuela de Frankfurt y me resul-
taba intolerable su lectura. Hay, si, un libro
que me parecio hermosisimo de Guran
Terbon, donde hizo la critica de la Escuela de
Frankfurt. Y el ~ 6 8 ~ se puede entender como
la culminacion de la influencia de Frankfurt y
el parricidio con esa escuela que vivi desde
Argentina.
Cuando hiciste tu posdoctorado en
Alemania, encontraste de esa tiadi-
d6n teorica?
No me sirvio absolutamente para nada.
retomaste nada util de esa reflexion?
No, para mi no.
Pero en el nucleo de aquel diagnostico
pesimista y a la vez propositivo utopico,
que emerge de esa constatacion de lo
negativo, esta la nocion de puticipacion
como nuevo pamQpa.
Si, en la participacion que debe ser publica,
por lo tanto politica.
llegaste a esa constatacion?
Por ahi lo escribi y no me daba cuenta todavia.
Creo que para quien haya vivido la experiencia
participar en la accion colectiva, er? la forma
que sea, no hay droga que pueda suplantar eso.
es eso?: en el fondo es poder participar
en el ejercicio del poder, entendido como
poder hacer, que es un poder hacer colectivo,
no individual. Toda obra colectiva hecha por
actos individuales es una obra de arte para mi.
E!!!
-
~Quieres decir crear un acontrapoder~,
cuyas regias de comprensi6n, segun tus
i k , escapan a la comprension comun?
que nueva comprension nablas?
Primero debo decirte que la nocion de contra-
poder no me termina de convencer. La he
usado probando porque en el fondo no hay un
contrapoder. Lo que existe es el ejercicio del
poder por un lado y por otro. Date cuenta que
los que tienen el monopolio del poder lo tie-
nen porque se lo concedemos. El poder no
sale del aire, sino que sale de nosotros, de
todos y cada uno. Lo curioso es como unos
pueden hacer uso de ese poder y otros no,
como unos pueden ejercerlo para someter a
otros, e incluso es mas curioso todavia como
algunos aceptan someterse. Eso si me parece
una cuestion fundamental en la historia de
America Latina. Podemos hablar de dictadu-
ras y todo eso, pero las dictaduras no fusilaron
a todos, fusilaron y reprimieron a algunos,
aunque a veces fueran porcentajes altos. El
punto es que los otros, las mayorias, callaron.
Miraban, pero no decian nada, o volteaban
hacia ot ro lado. Eso si me influyo en
Alemania. No la Escuela de Frankfurt; sino
ver los campos de concentracion y ver como
funciona la sociedad alemana. que
nadie sabia nada? Eso estaba a la vista de
todos, pero todos hicieron como no saber
nada, mejor no meterse, no participar.
Ahi veo la conexion con los maestros
frankfurtianos, una coincidencia hasta
con el ejemplo utilizado (el nazlsmo, las
guerras mundiales) para ilustrar la crisis
del tacionalismo mademo.
Si, pero no fueron solo ellos, es tambien
Bertolt Brecht, es el expresionismo aleman y
es tambien haber leido mucho la tradicion aie-
mana. Creo que tambien tiene que ver con
deformaciones de la educacion. En Argentina
la gennanofilia era fuertisima, entonces ser un
filosofo profesional que se respetase signifi-
caba que habia que leer aleman algun dia e ir a
Alemania algun dia. No solo eso, algun dia
habia que ganarse la beca de la Fundacion
Humboldt. A lo mejor yo estuve 15 anos pre-
parandome para ganarme esa beca. En la for-
macion que yo recibi leer filosofia en ingles
era casi una superficialidad, a menos que se
tratara de un (John) Locke, de un (Francis)
Bacon. Habia que leer en griego, en latin, en
aleman y en frances.
otros autores puedes mencionar
como parte de tus fuentes clasicas?
Hay un problema fundamental ahi, en mi caso,
tal vez por temperamento hay una rebeldia
natural. Yo no puedo decir que sigo el pensa-
miento de tal o cual. Lo sigo por un rato, y al
rato me canso y como que la cabeza me va mas
rapido y no tengo que estar con eso todo el
tiempo. Pero al mismo tiempo me he hecho
una autodisciplina para tratar de responder
siempre desde la tradicion latinoamericana.
Comprendo que ahi entra con vigor la
intencion utopica de pensar desde nues-
tra America. encaras, despues de
20 anos de estudios sobre la utopia, esa
sentencia posmoderna que asegura que
la utopia es una victima mas de una mo-
dernidad tecnocratica o irracionaiista, o
que, si acaso, es una reiiquia del pasado ?
En el Congreso de Americanistas en
Estocolrnd presente estas ideas. Primero, uto-
pia se entiende de muchas maneras. Si estamos
pensando en las obras del genero utopico, se
hace muy dificil la platica sobre el tema. Creo
que ademas de ese nivel y del uso cotidiano del
termino, debe pensarse la utopia como una
dimension de la realidad historica. Y como una
dimension incluso de la realidad. Claro que ahi
estoy tocando tesis ontologicas, lo se; pero no
me queda otra opcion, porque creo que la rea-
lidad es asi. Y todo me lleva a pensar que la
racionalidad humana tambien funciona asi.
ser utopico que no puede despren-
derse de la reaiidad historica?
No estoy hablando de consideraciones antro-
pologicas que hablan de la necesidad del ser
humano de pensar en un mundo futuro. No,
no, no. Hay una estructura de lo utopico que
es constitutivo de la realidad historica.
esa estructura seria aun mayor que el
mismo pensar utopico?
Por supuesto. Seria la dimension utopica ope-
rante en la historia o la dimension utopica de
la historicidad.
es esa operacion?
Es la tension que hay entre la realidad y el
ideal. El ideal es tambien, por supuesto, una
forma de realidad. Pero el mito del progreso lo
que nos dice es que esta tension entre realidad
y el ideal, es decir, entre la realidad y esa otra
parte de la realidad que llamamos ideal, se
cubre con el avance cientifico tecnologico.
2Obiiga esta atirmacion a vohrer sobre la
realidad de nuestras utopias anteriores?
Claro, volvamos a las utopias escritas, a los
textos utopicos, no a Tomas Moro, sino a las
Revistu Cultura 79
maravillosas utopias escritas en America por
anarquistas y socialistas a principios de siglo.
Son de una ingenuidad fantastica. Ellos te
dicen que el dia que podamos desplazar nues-
ma imagen y nuestra voz a distancia, el mundo
sera otro, o que desplazarnos por el aire resol-
veria muchos problemas. Es decir todo lo que
ya tenemos, desde el punto de vista de instru-
mentos tecnicos. Todos pensaban que la vida
humana quedaria transfigurada.
podemos decir ahora de ese pro-
Ipieso?
Ademas de lo dicho, de que mucho de ese
progreso tecnologico ha convertido este
mundo en un infierno, en una catastrofe eco-
logica y el resto que sabemos, podemos decir
mas aun. Uno puede decir, por ejemplo que
tiene razon (Karl) Popper al decir que los que
se proponen construir un paraiso en la tierra
terminan por construir un infierno en la tie-
rra. Yo digo si, eso es cierto. Si l o que yo
quiero hacer es acercar la realidad al ideal, for-
zar la realidad para ponerla cerca del ideal,
construyo un monstruo. El ejemplo que mas
me gusta dar es con relacion a la pareja: si qui-
sieras que tu companera fuera Kim Basinger,
y literalmente quieres que sea asi, debes cor-
tar, quitar por aqui y arrancar por alla.
Terminas haciendo un Frankenstein...
iClaro!Por eso querer hacer el paraiso en la tie-
rra, querer que tu realidad se acomode a la idea,
seria moverse en direccion de esa idea de pro-
greso que es nefasta, es una alternativa con la
que se identifica la mayoria del genero utopico.
entonces una alternativa?
La dimension utopica de la realidad no nece-
sariamente se identifica con esa alternativa. Se
puede identificar con la idea de encarnar el
ideal: es decir, se que no puedo alcanzar el
ideal completo pero puedo avanzar reali-
zando, en el sentido mas fuerte del termino,
que es haciendo efectivo el ideal de la realidad.
No voy a tener a Kirn Basinger sino a un ser
humano concreto, pero evidentemente que va
siendo otra cosa, va floreciendo y mostrando
facetas maravillosas. Y, si eres capaz de ver y
admirar como va ese proceso, es fabuloso
otra metafora de tu idea de lo ut6pko
como bisagra^, como una mediacibn de
lo real insoportable y lo ideai deseable?
Asi es; como lo descubri? Me costo
veinte anos darme cuenta de esto.
entonces un problema epistemolo-
gico de poner la utopia fuera de la reali-
dad o contrapuesta a ella, en la esfera de
lo ideal?
El problema es epistemologico en cuanto
estmctura de la utopia. La utopia como obra
literaria, por ejemplo, en Tomas Moro con-
tiene dos partes. La primera es un diagnostico,
usando la metafora clinica, de la realidad exis-
tente: la Inglaterra de su epoca. La segunda
parte es la descripcion del estado de salud que
habrian encontrado en America, que es el fin,
y la terapia, es decir los medios que habria que
tomar. Ahora bien, han hecho los inter-
pretes del genero utopico?, por ejemplo
(Federico) Engels: explicar como el diagnos-
tico de los utopistas no es cientifico. Entonces
lo que hacen las utopias es proponer una serie
de curiosidades, inventos tecnicos, ocurrencias
que nunca se podran realizar efectivamente en
la realidad, es imposible. Pero esta opinion de
Engels separa estos dos niveles y dice que la
utopia es algo diferente. hacen los estu-
dios literarios del genero utopico? Te dicen:
"Mire los utopistas construyen mundos idea-
les", o que se yo. Pero uno puede, si sabe leer
entre lineas, descubrir que aquellos estan
haciendo una critica muy profunda de la reali-
dad de su tiempo. Entonces esta es la parte red-
mente utopica, porque siempre los estudios del
genero utopico estan senalando como utopico
lo que no es utopico. Y lo que yo vengo a decir
es: lo unico que es utopico es la conexion entre
diagnostico y terapia. La utopia no es una u otra
parte: no es ni la parte de critica a la realidad ni
la propuesta alternativa solamente. Utopica es la
relacion, la bisagra, entre la realidad y el ideal.
Detengamonos en el ambito del cuagnos-
tico, en la constatacidn de un mundo
injusto y en peligro de extinguirse por
hacionalldades que te llevan a concluir
que hay 'un horaciano carpe diem que
recorre nuestro momento espiritual y lo
llena en todas sus dimensionesw4.
Ese carpe diem, ese goza tu dia, tiene dos
interpretaciones, una interpretacion es la
experiencia cotidiana de la juventud contem-
poranea: "Hoy puedo hacer mi pachanga,
estar bien sin las consecuencias de manana,
absorber todo hoy, sin nada que esperar, pero
tampoco sin nada por que sacrificarn.
Es el famoso 'no hay futurow de los jdve-
nes europeos. habria otro signlfi-
cado positivo, en el sentido de vivir ple-
namente en funci6n de aigo?
Si, pero es un sentido distinto, donde por
ejemplo me gusta citar la pelicula Sociedad de
los poetas muertos.
Tal vez sea mas cotidiana la primera
dimensidn negativa de vivir en el desen-
neno.
Si, vive con desenfreno, goza tu dia y no te
preocupes por nada, ni te sacrifiques por nada.
Si tienes hijos, el se las tendra que arreglar, si
habra naturaleza o no, no seria mi problema,
yo disfruto lo que tengo hoy. Esto tiene que
ver con la nocion de responsabilidad de la que
hablabamos antes.
Ese carpe diem contemporaneo abre las
puertas a la evasidn del presente que lo
provoca hay del lado propositivo?
Lo que hay es un esfuerzo por asumir, lo mas
que se pueda, de la forma mas rigurosa posible,
la historicidad. Y, ademas, por eso surgio en
los setenta una larga polemica sobre la idea de
Hegel respecto de America: de que la filosofia
estaria representada por el ave de Minerva, la
lechuza o el buho, que levanta su vuelo al atar-
decer. La idea es que primero viene el suceso
historico y despues el filosofo lo legitima.
Primero viene Napoleon y despues viene
Hegel para decir que lo que ocurrio esta bien.
Tambien es la fflosofm representada por
un ser que come carrona, un depredador.
Es un depredador. Como Hegel, quien dice
que un filosofo no hace profecias, y como
America todavia no es, no le corresponderia
una filosofia, porque lo que es no es un ser que
esta siendo sino algo que ya ha sido. Ya paso la
revolucion francesa ahora viene la filosofia.
reflexidn sobre lo putrefsrco, lo que
se desompone?
Exactamente, pero ademas es una posicion con-
Revista Cultura 79
servadora, que tiene que ver con la metafora de
la noche, porque es un ave de la noche, que le
da a la filosofia una connotacionpost festwm,
paso la fiesta y el filosofo piensa en calma, sin la
pasion. Ya paso el coito, ahora reflexionamos
sobre eso, reflexiona sobre lo hecho. Frente a
eso, a un maestro muy querido, Amr o Roig, se
le ocurrio que se debia hacer una filosofia del
amanecer o matinal en lugar de hacer una filo-
sofia del atardecer, o de la noche, y puso como
simbolo de la filosofia a la calandria, porque el
filosofo latinoamericano deberia preocuparse
del futuro. Y pense que habia algo que no che-
caba, porque pasabamos del pasado ai futuro, y
me di cuenta que en el unico tiempo en el que
podemos resolver el problema es en el presente.
En el presente se decide como se recupera el
pasado y como se construye el futuro. Y ahi se
me ocurrio proponer el colibri. que el
colibrii: porque a mi me encantan los colibris y
supongo que salen al mediodia. Algunos bur-
lescamente han hablando de uornitologia de la
liberacion* y creo que eso es no entender de
que se trata el asunto.
Si desde este presente tenemos que recu-
perar el pasado, lqu6 hacer con la tradi-
cion occidental: devorarla, superarla,
Incorporarla o que?
Usarla, simplemente. Es nuestra. Es tan nues-
tra como cualquier otro conocimiento. Que
bueno que tenemos esto.
Volvamos a la idea de la utopia como una
realidad abierta y dinamica. Es original
tu nocion de utopia como =antidoto. con-
tra el aburrimiento y el hastio.
Si, pero me gustaria precisar los terminos, es
el reconocimiento de lo utopico o la practica
de la dimension utopica de la historia el anti-
doto contra el aburrimiento. Porque las uto-
pias del genero utopico son lo mas aburrido
que hay.
Frente a ese aburrimiento habria una
nocion de goce. es esa nocion de
goce?
El goce siempre esta relacionado con poder
hacer, con realizar, crear, consumar el acto.
Para mi el coito Yrtemcptrts es lo que me parece
fatal. Estoy usando esa metafora para estudiar
porque creo que hay una dialectica interrupta
en America Latina, pero ese es otro tema.
Redondeemos esta parte hablando de las
cosas que estaban en tu cabeza en los dias
que escribiste Presagio y tbpica del des-
cuotimtento.5 era el objetivo & ese
texto escntto?
En realidad ese texto reune un conjunto de
textos hechos durante muchos anos. Yo no me
habia dado cuenta hasta que los junte y relci,
vi que tenian una cierta coherencia. Eso me ha
pasado con muchos otros trabajos y a veces
ocurre por necesidades de publicacion, que en
este caso coincidio con que querian hacer una
coleccion dedicada al quinto centenario (del
arribo de Cristobal Colon). Me ofrecieron
publicar algo y pense que podia reunir estos
trabajos. Vi que habia una cierta coherencia en
la reflexion sobre la utopia, por un lado. Por
otro lado, estaba toda la discusion sobre el
quinto centenario. Se me ocurrio que no habia
por que seguir dandole vueltas al tema del
quinto centenario, en terminos de que si habia
sido historicamente un descubrimiento o no,
todo lo que se discutio en aquel momento. Sino
que lo que habia que hacer era enfocar, episte-
mologicamente, es decir desde el punto de vista
del proceso de conocimiento, que significa des-
cubrir y que hace uno en el acto de descubrir,
que se muestra, que se oculta. Escribi que en el
fondo ese proceso epi st em~l o~i co estaba por
debajo de toda la discusion historiografica.
Algunos de los articulos reunidos ahi se refieren
a eso, al presagio y topica del descubrimiento.
que alude aqui la nocion de topica?
Alude a que America fue el topos de la utopia,
que es otro capitulo del asunto.
son los principales contrastes de
cara a otros intentos que trataron de
explicarse el mismo fenomeno historico,
O'Gorman, Paz y otros?
Basicamente, en toda esa polemica lo que se
trataba de discutir era (que habia pasado?
sido una invasion, conquista, encon-
tronazo, invencion o lo que fuera? Para mi
mucho mas importante era saber que proceso
de conocimiento se dio en aquel aconteci-
miento historico y en lo que vino despues. Y
ahi me di cuenta, por ejemplo, de que la per-
cepcion estaba en juego. De que hay un modo
de percibir la realidad que condiciona, por
supuesto, el conocimiento, pero que tiene
tambien raices culturales e historicas.
estaria resolviendo otra vez el pro-
blema del pensar a traves de la situacio-
nalidad del pensamiento o del pensador?
Si, si. Es que en el fondo, si yo tuviera que
resumirla en unas palabras, la preocupacion
mia es una interrogante: jcomo colocarnos en
posicion de producir un conocimiento que sea
adecuado y pertinente para dar cuenta de la
realidad y para permitirnos transformarla? Ese
es todo mi problema. A eso llamo un enfoque
epistemologico del asunto.
una filosofia de
nuest ra Ameri ca?
Estamos en el corazon de nuestro pro-
blema. En esta parte voy a utilizar un
resumen de tu trabajo sobre el axioma de
pensar la reaiidad historica, desde nues-
tra historia, critica y creadoramente6,
presentado a la Universidad de Varsovia.
Es evidente que nos situamos de cara a
una tradicion Nosofica y de cara a inte-
rrogaciones filosoficas que estan conteni-
das en ciertas tradiciones. a que
t di ci on y frente a cuales preguntas fflo-
soflcas estas planteando este pensar la
reaiidad historica?
La gran preocupacion latinoamericana desde
los anos cuarenta para aca es responder si esta-
mos en presencia o no, si existe o no una filo-
sofia latinoamericana. Es frente a toda esa tra-
dicion que incluye numerosos debates, discu-
siones, exposiciones, tesis, argumentos, etc.,
que yo trato de colocarme para dar un paso
cualitativo hacia adelante.
describes ese paso?
Ese paso es dejar de preguntar si existe o no
una filosofia latinoamericana, y mas bien darle
un giro a la interrogacion y preguntar como es
CmbGddberg, Horocio, ~~C6mo Llosdor desde nuesho America?.. Docvnenios de Trabajo, Centro de Esiudios latinaim-m,
uniirenidad de Vonovio, Pdonio, m, 1995.
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posible producir un conocimiento o pensa-
miento que tenga esas caracteristicas de una
filosofia o un filosofar latinoamericanos. Por
otro lado, tambien es sacar la cuestion del
ambito donde se le ve como producto cultural
terminado, llamado filosofia, y en su lugar
ponerse adentro del proceso de filosofar. Ese
es el punto exacto donde nos colocamos.
Entiendo que ahi existe una deiibemda y
muy consciente toma de postura frente a
lo que Jose Gaos propuso: volver a pen-
sar, desde su raiz, la forma en que se
piensa y se aproxima a esta realidad. Tu
senalas que seria una cobardia intelec-
tual no intentar explorar ese lugar teo-
rico que ha anticipado Gaos.
Claro, lo que pasa es que yo venia haciendo
este esfuerzo y de pronto me encuentro frente
al texto de Gaos. Y pienso: esto que digo ya lo
habia visto Gaos. Nada mas que no se habia
advertido lo que estaba diciendo realmente.
que desde esos anos en que Gaos
escribe se habia ignorado la posibilidad
de replantearse las raices mismas del
pensar y no se habii hecho?
No, siempre se trato de hacer, pero se trato
de hacer en el sentido que te decia antes, pre-
guntandose sobre la existencia o no de la
filosofia y abordandola como un producto
cultural terminado. Mientras que mi idea es
que, en lugar de hacer eso, y antes que pre-
guntarnos sobre la existencia de una filoso-
fia, preguntemos por sus condiciones de
posibilidad. En lugar de preguntar si existe,
preguntemos por el como, partiendo de la
base de que efectivamente existe, pues histo-
ricamente, no cabe la menor duda, hay algo
que parece ser eso.
eso llamas definir la fflosofui por su
modus operandi?
Exactamente, veamos como operar con esto y
no preguntemos por el producto cultural ter-
minado, sino introduzcamonos a hacer la
experiencia del proceso de pensar. Ahora,
claro que eso complica la vida, porque
implica trabajar al mismo tiempo con un
nivel filosofico y un nivel metafilosofico. Es
decir, estar filosofando y al mismo tiempo
estar filosofando sobre ese filosofar. Eso le da
dificultad a la cosa y tambien la vuelve apa-
sionante.
Estariamos ya metidos en el desafio de
Gaos, dispuestos a cumpiir con la tarea
filosbfica, ya no en plano prospectivo.
estarian mas cerca de cometer
esa cobardia intelectual de no entrarle a
esta tarea?
Yo me refiero a mi mismo. Podria cometerla
yo si, habiendome dado cuenta de lo que se
puede hacer asi, no lo hiciera. O si, habien-
dome dando cuenta, no explorara esa posibi-
lidad. Ahora bien, el que no se ha dado
cuenta no tiene que dar cuenta de ninguna
cobardia porque no sabe ni de que se trata.
Percibo en ti un interes marcado por
poner fln a la practica teorica de un pen-
samiento que tenia por delante la actitud
program&ica o predominantemente prm
Por supuesto.
Me parece central tu afirmacion de que se
acabo la discusion de si es posible o no la
fflosofii para ahora entrarle a ver lo que
hay y como ha ocurrido. Es plantear un
parteaguas historico del pensar latinoa-
mericano. Es l o mas atrevido que yo
alurnzo a d&ectar en tu propuesta
Estoy consciente de eso. Eso me hace temblar,
pero no voy a dejar de seguir adelante. Sabes
que este argumento es parte del borrador de
un texto que pude armar en Costa Rica, como
catedratico visitante en un curso de doctorado
en la Universidad Nacional en Heredia, la
idea viene de muy atras.
te comenzaste a dar cuenta?
En el fondo, yo no te podria decir cuando
empece a darme cuenta de esto. Porque yo
creo que siempre me di cuenta, pero no me
daba cuenta del todo. Hay una anecdota que
es fundamental y narro en el prologo que
estoy haciendo para ese libro. Y es que en rea-
lidad yo estaba intentando hacer durante
varios anos un libro sobre Gaos (el filosofo
espanol trasterrado a America), un intento
que inicie desde que vivia en el Ecuador (en
los anos setenta). Me ocurrio un fenomeno
muy extrano con Gaos, a quien nunca conoci
sino a quien un dia llegue a leer muy desorde-
nadamente. Resulta que yo hacia un gran
esfuerzo personal por llegar a ciertas cosas;
pero despues leia en Gaos lo mismo. Con otro
lenguaje, Gaos estaba diciendo lo mismo. Me
ocurrio, una vez, dos veces, veinte veces.
Entonces pense: cuando? Al final dije:
hay que hacer un libro sobre Gaos. Pero el
libro no salia. Y hablaba con amigos que me
preguntaban por el libro. Pasaba el tiempo. Y
pensaba que no salia porque no tenia tiempo
para trabajar o yo no tenia la suficiente disci-
plina para ponerme a escribir, o lo que fuera.
te diste cuenta?
Resulta que un dia me di cuenta de por que no
podia escribir ese libro. Yo no podia escribir
el libro sobre Gaos porque le estaba pidiendo
peras al olmo. Yo queria sacar de Gaos esta
otra cosa. Esta otra cosa era mia, era reflexion
mia que no estaba en Gaos. Cuando me di
cuenta que era posible plantear esto asi, quede
liberado. El libro de Gaos lo hare, pero ya
solo como un estudio sobre su obra.
quienes te encontraste, cuaies fan-
tasmas fueron tus interlocutores?
Cuentame de ese otro camino que no
estaba en Gaos.
Bueno, siempre era el problema de como tener
un instrumento filosofico que permitiera dar
cuenta de la realidad e impulsar transforma-
ciones de la realidad. Y el momento en que
pude formular esta idea, de que en el fondo se
trataba de estos tres momentos filosoficos, lo
tengo en un papelito escrito, el dia que lo pude
escribir no se donde estaba, pero lo escribi y
dije: !Aqui esta la clave del asunto! Y lo
comence a probar.
te produjo ese descubrimiento?
iUh!, estaba como un loco, hasta ahora sigo
enloquecido con esto. Porque ademas es un
hilo que venia desde muy atras.
dice ese papeiito?
Dice exactamente lo que hemos estado
hablando: pensar la realidad a partir de la pro-
pia historia critica y creadoramente. Fue lo
primero que me di cuenta.
Lo dices como si se tratara de una tevela-
cion.
No, revelacion no. Es solo que pude formular
algo de lo que no me daba cuenta. Lo mas
importante es que me di cuenta de que no era
Gaos el problema. El problema era yo, el pro-
Revista Cultura 79
blema era que de mi pudiera salir esa refle-
xion, armarla y que funcionara. Y la comence
a probar. La primera vez que la use la arme
para que me entendieran chavitos de la prepa.
Y me entendieron y dije: jchin!, parece que
esto funciona. Despues me fui a Estados
Unidos a exponerlo a colegas filosofos en
ingles y me entendian, les gustaba, me discu-
tian y dije: jchin! parece que si funciona.
Luego me fui a un Congreso de
Latinoamericanistas en Polonia, y someti a
discusion ese primer articulo. Las huellas de
este trabajo de preparacion es un libro que
esta en prensa, resultado de pequenos traba-
jos, que se llama Memoria comprometida que
esta a punto de publicarse en Costa Rica.
.
Desmenucemos esa idea filosofica:
implicaciones tiene comprometerse a
pensar la realidad a partir de la propia
historia criticamente?
Antes digamos algo sobre pensar la realidad:
me interesa decir dos cosas. Primero yo me
puse mis propias reglas de trabajo: una, siem-
pre que pueda recurrir a Ia tradicion latinoa-
mericana, es decir a autores latinoamericanos,
para apoyarme e ilustrar mis ideas, lo hare. Si
no encuentro ahi, echare mano de lo que sea.
4Wetner Heisenberg, por ejemplo, sus
ideas sobre las consecuencias en la
modeiacion del pensar, del principio de
indetefminacion e incertidumbre?
Si, que es mas bien (Gaston) Bachelard
leyendo a Heisenberg.
Es un problema en el arranque del pen-
sar?
Claro, porque el principio de indeterminacion
te dice que para conocer el electron tengo que
E!!!
-
modificarlo. Y aqui es lo mismo. Para conocer
el pensamiento tengo que modificarlo y para
conocer la realidad la modifico, porque el pen-
sar tambien forma parte de la realidad.
fue tu segunda premisa de trabajo?
La segunda regla de conocimiento fue expresar
las cosas con buen estilo y accesible. No refu-
giarme en la jerga especializada, no escribir
para filosofos, sino para un publico mas
amplio.
la tentacion de escribir como poli-
tico?
No. Escribir como filosofo. Creo que Ortega
y Gasset decia que la elegancia del filosofo era
escribir haciendose comprender. Y no escribir
dificil, siempre que no sea necesario porque a
veces lo es. Aquellos tres momentos del filoso-
far son respuesta a una pregunta. La pregunta
clave dice: {como es posible filosofar desde
America Latina?, pero con un pequeno matiz:
no se pregunta por la posibilidad a priori, se
pregunta por la posibilidad a posteriori, por-
que en medio la historia esta trabajando. Es
evidente, como dato del problema, que ha
habido reflexion filosofica entre nosotros.
Entonces mi pregunta es <como esta reflexion
filosofica ha sido posible? Cuando te pones a
observar eso encuentras lo siguiente: Hay en la
respuesta tres momentos pero ninguno de los
tres momentos es completamente escindible
de los demas. Para poder hablar de la realidad
tenemos que tomar en cuenta la d11:iension
historica y tomar en cuenta el aspecto critico y
creativo. O sea critica y creativamente vamos a
reflexionar sobre la historia para saber que es
la realidad. Pero eso se podia decir de cada
uno de los.tres momentos, eso es lo que da
gran dificultad al argumento.
aunque parezca evidente, para
@ pe- la reawad?
No es invento mio. Si lees la tradicion, abru-
madoramente, hegemonicamente, desde los
nahuas hasta nuestros dias, lo que podria-
mos llamar filosofia estrictamente, en sen-
tido academico, o pensamiento, o pensa-
mi'ento politico, o ensayo, con la mayor
amplitud que le quieras dar, siempre, siem-
pre te vas a encontrar con lo mismo a cada
paso. Y ten van a decir: "de lo que se trata es
que hay que pensar la realidad", "si hacemos
una filosofia es para entender nuestra reali-
dad", "queremos saber de que realidad se
trata", etc. Entonces el problema no esta en
proponerse ese punto que parece evidente,
eso es lo que la historia me trae hasta mi. El
problema esta en preguntarse como vamos a
pensar la realidad.
raz6n reflexionando sobre si misma
como la constituci6n misma del filoso-
far?
Si, pero no reflexionando sobre si misma en
el sentido de que sea su propio objeto. Su
objeto es pensar la realidad, pero tiene que
saber primero como opera. Por eso mi
ultimo libro se llamaria Filosofar desde nues-
tra America. Y como subtitulo:
aproximacion a su modus operandi*. Es
decir como procede. Y aca lo que hay que
saber es como procede la realidad historica,
social, cultural, esa es la realidad que nos
interesa, sin que eso excluya otras realidades,
cosmicas, subjetivas, todas las que quieras,
pero privilegiadamente es aquella realidad.
Ahi es donde me viene muy bien lo que dice
(Ignacio) Ellacuria7 sobre la realidad histo-
rica, la inteligencia sentiente y todo eso, pero
no me caso con los supuestos que hay en esa
tesis ni con toda la argumentacion que hay.
Coincido en ese punto. es el problema
real?: No basta con decir que hay que pensar
la realidad, sino que el problema real es que
hay un gran obstaculo epistemologico a ven-
cer -una categoria que tomo de Bachelard:
uobstaculo epistemologico a vencer*- en
cada uno de esta partes o capitulos de la argu-
mentacion que impide trabajar racional-
mente. Pienso que lo impide algo que llamo
una ilusion de la transparencia, es decir la ilu-
sion de que alguien pueda acceder en forma
inmediata a la realidad, alguien o algo: un
sujeto, una razon, una inteligencia, o un espi-
ritu o un que se yo. Lo tremendo de esa tesis
es que es el fundamento de todos los dogma-
tismos. Porque si yo soy el que puedo pene-
trar la realidad, yo soy el que tiene la verdad
en la mano. Y si soy el que tiene la verdad y
tu no la tienes, entonces lo unico que puedes
hacer es atenerte a las consecuencias.
que es un asunto muy terrible?.
Lleva a consecuencias catastroficas.
Lo interesante es que en el pensamiento lati-
noamericano siempre se ha afirmado la necesi-
dad de pensar la realidad pero nunca se ha
hecho el trabajo de esclarecer como se hace,
aunque hay inicios de esto en la teologia de la
liberacion, por ejemplo.
No puedo evitar pensar en aquella idea
que u t W Ellacuria, tomada del Nosofo
vasco Xabier Zubiri: la nocion de inteli-
' El kui a, Ignacio, Filosdia de b real& hisb5rka. Son Sdvodor, El Solwdot, UCA Editm-es, 1992. Asesi do iunb a &os cinco sacerdotes
iesvitas en nwiembre de 1989.
Revista Cultura 79
gencia sentiente como mediacion en ese
pensar la realidad. Por la construccion
que hace Zubiri desde lo biologico hasta
lo sodal y lo historico, ese camino que
recorre la inteligencia historica sen-
tiente, da un instrumento para
poder explicar el modus operandi del
peosar?
Hay algo que voy a decir en el prologo a tu
libro sobre Ellacuriat: es que a su libro pos-
tumo, y en general a toda la obra que ter-
mina en ese libro, no se le ha hecho justicia,
porque la obra de Ellacuria es quiza una de
las obras mas importantes que se ha escrito
en todo el siglo XX en America Latina en
materia de filosofia. Pero para mi hay un
problema con esa nocion: Zubiri hace un
gran esfuerzo en el sentido que rompe con la
concepcion de una razon que estaria desco-
nectada de los sentidos, del sentimiento o de
algunas dimensiones de lo humano. No
habria sentimiento e inteligencia o, final-
mente, razon, sino esta combinacion de esta
razon o inteligencia sentiente, que es muy
bonito la forma que usa las formas nomina-
tivas del verbo.
No es el individuo sentiente, sino una
inteligencia historica que trabaja en
forma sentiente.
Claro, no hay un antropomorfismo o antro-
pologia en el sentido de la antropologia filo-
sofica clasica, sino el deseo de explicarse
cabalmente como funciona la inteligencia. Y
no puede funcionar divorciada de los sentidos
o del sentimiento, aunque hay otras formas de
decirlo.
Hace recordar la nocion de sentipensa-
miento de Eduardo Galeano.
Tambien la idea de combinar el hemisferio
izquierdo con el derecho, para combinar lo que
tenemos de femenino y masculino, rompiendo
con la exclusion de genero que dice que la mujer
no tiene aptitudes para razonar sino para sentir.
Hasta ahi vamos muy bien. El problema es que
el trabajo de Zubiri y Ellacuria esta muy bien
elaborado desde la dimension argumentativa;
pero faltan otras dimensiones, por ejemplo,
queda el inconsciente?, (donde queda la
mediacion del lenguaje?, la relacion del
filosofo y la filosofia con el poder y sobre todo
con el Estado?
Pero son temas presentes en los trabajos
deEhcuriayzubiri.
Claro que lo estan, ellos saben que estan ahi.
Pero su discurso es tan estetico y tan bien
armado desde el nivel argumentativo, que se
pierde la fuerza de las otras mediaciones y eso es
lo que a mi me gustaria recuperar. Esto no son
ideas mias sino que lo ves operando en la reali-
dad. Cuando uno estudia el proceso de dcsarro-
110 filosofico en America Latina te das cuenta
que las relaciones de los filosofos con el poder,
sobre todo con el Estado, son fundamentaes. Si
el Estado los reprime y hay produccion a pesar
de todo, la produccion adquiere ciertas caracte-
risticas, como exilio interior o subjetivismo vol-
cado hacia el lado de la estetica Pero si el Estado
apoya aparece alguien como Vasconcelos, que
es un genio, no cabe duda; pero cuya actividad
tiene un impacto brutal, que puede hacer lo que
quiere, puede reformar el sistema educativo
mexicano, impulsar el musalismo mexicano y se
da el lujo de decir lo que le da la gana, porque
esta pudiendo hacer. Por eso, cuando el Estado
se le echa en contra, cambia toda su posicion e
incluso pierde creatividad.
Retomemos el problema de la situaciona-
lidad del filosofo a partir del segundo
momento: pensar a partir de la propia
historia
Habiendo vencido el obstaculo epistemolo-
gico de la ilusion de la transparencia, podemos
seguir adelante. En este segundo momento
hay otro obstaculo: el anti-modelo hegemo-
nico paradigmatico, para ponerlo mas ironico,
de hacer historia de la filosofia presente en la
mayor parte de las obras de historia de la filo-
sofia latinoamericana que uno pueda leer.
Creo que la segunda mitad del siglo XX se
inicia a nivel politico en 1959 con la revolu-
cion cubana, y a nivel filosofico con el libro
2 Existe una filosofia de nuestra america? de
Augusto Salazar Bondi, donde esta disenado
ese obstaculo epistemologico. Esta en el pri-
mer capitulo de su libro. que me meto
con el? Porque la obra de Salazar Bondi es
admirable pero el obstaculo epistemologico
esta ahi.
ia propuesta de Salazar Bondi es estable-
cer una condicion de todo cambio inte-
lectual, que es cambiar previamente la
cultura y la sociedad en la que se sus-
tenta ese pensamiento. como se puede
hacer antes?
No se puede. Ese es el gran problema. En el
fondo lo que nos viene a decir es que la unica
forma que tenemos para llegar a tener una filo-
sofia autentica entre nosotros es haciendo una
revolucion. Entonces la pregunta es elemental:
que filosofia vamos a hacer la revolucion?
-1
Es como el problema de precedencia entre el
huevo o la gallina. Ese no es el verdadero pro-
blema, es ahi donde se han quedado todos sus
criticos. El problema epistemologico esta en el
origen de su pensar en las primeras paginas de
su libro: en el fondo lo que ocurre es que la
filosofia nos llega a nosotros como un producto
hecho, importado. Somos puramente recepto-
res de ese fenomeno cultural y entonces siem-
pre ese fenomeno permanece ajeno a nosotros.
Por eso, en el fondo, lo que hemos hecho en
toda nuestra historia hasta llegar a los maestros
de Salazar Bondi y el mismo, a mediados de
este siglo, es pensar como que todo se mueve
para llegar a ese fenomeno cultural, como lo ha
hecho Hegel y lo han hecho todos. Lo que se
habia hecho es copiar y deformar lo que se ges-
taba en otras partes del mundo. Ese gran
esquema de hacer historia de la filosofia, con
muchos detalles, en los que no tendria caso que
yo entrara en este momento, es el que obstacu-
liza el trabajo de reflexion. Porque resulta
entonces que no tenemos memoria historico-
filosofica, no ha habido un pasado de reflexion
propia y si no la ha habido es como empezar de
cero y no se puede empezar de cero a filosofar.
La funcion l i beradora de l a cri t i ca
y la creaci on fi l osofi ca
Despues de los dos momentos primeros,
pensar la realidad y hacerlo desde la gru-
pia historia, llegariamos al tercer
momento filosofico: el de la funcion de la
critica. critica, si todo el pensa-
miento latinoamericano ha pretendido
ser critico? encontraria especifi-
cidad nuestra critica?
En una parte de su obraJose Gaos lo dice.
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Llevo dos anos buscando donde lo lei y no lo
puedo encontrar.
dP-0 QUe que &e?
Estoy seguro que Gaos lo dice, porque lo lei
literalmente. Dice que la obra filosofica no
termina cuando un libro esta publicado, sino
que culmina en la critica. Ese es el problema
que nos ha faltado resolver. Siempre se ha
dicho que no nos leemos entre nosotros por-
que no parece relevante. El asunto es que yo
no te otorgue a ti, por un sinfin de razones, la
condicion de interlocutor. Yo si discuto con
Habermas, o discuto con Platon o discuto con
Marx, con Victor, quien es Victor? Lo
que no nos damos cuenta es que haciendo eso,
primero, yo mismo me estoy descalificando,
pero tambien estamos bloqueando la posibili-
dad de gestar juntos un pensamiento. Si l o
podemos gestar juntos, entonces yo puedo
decir que efectivamente la critica es la que cul-
mina N obra, pero solamente se realiza como
critica si permite mi creatividad. Y tu haces lo
mismo, N critica va a terminar mi obra que se
quedaria inconclusa sin ella, y tu te podrias
quedar en la pura critica si no culminas con la
creatividad. Por eso mi mayor homenaje a
Augusto Salazar Bondi es hacerle su critica,
con la apuesta de que ojala yo pudiera dar un
paso mas creando lo que falta. Pero sol o
puedo hacerlo desde la critica. Ahi si seria
reconocernos metidos en una tradicion cultu-
ral, y que vale la pena valorarnos. Eso no
quiere decir que yo desconozca a Habermas.
Es mis, hay pruebas de que una de las tradi-
ciones intelectuales mas abiertas al conoci-
miento de las otras producciones intelectuales
de otras culturas es la que se hace en lengua
castellana. Tu dime cualquier trabajo de filo-
sofia de un autor en lengua castellana y veras
que no se va a atrever a no citar alemanes,
ingleses, franceses, italianos, etc. Un frances si
se atreve, un frances a lo mejor te lee a Hegel
en las versiones francesas. Cuando estuve en
Alemania tres anos (a finales de los 70), la pro-
duccion de (Michael) Foucault llevaba mas de
10 anos y Foucault era un don nadie en
Alemania. Solo discutian entre eilos.
creatividad puede surgir de esa cri-
tica?
La critica debe hacerse para volver a crear y
volver a meternos en la realidad. Debe ser pri-
mero una creacion intelectual y conceptual y
en segundo lugar politica. Donde el objetivo
es siempre el mismo: como es posible hacer
factible filosofar desde nuestra America elimi-
nando los obstaculos que lo impiden.
A ti te interesa el tema de la eficacia del
pensamiento fflosofico. Tiene que ver
con la funcion del fflosofo como intelec-
tual, con la nocion de responsabiiidad y
con la idea de la f f l os of i como quehacer
pubiko. es posible definir y escla-
recer que topicos nos hacen ponemos de
cara a la reaiidad?
En el primer momento nos pusimos frente a
algo que parecia un tema, la utopia, y nos
dimos cuenta que era una dimension constitu-
tiva de la razon y de la historia; en la segunda
parte tratamos de definir como podemos f i o-
sofar y ser filosofos, y ahora veremos como
enfrentar ciertos problemas de la realidad.
qu6 elegir el escenario de lo politico,
tan problemiitico para cualquier pensa-
miento, donde los riesgos de ideologiza-
cion y de terminar haciendo cualquier
cosa menos nlosofia son mayores?
Hace casi 20 anos, colegas y amigos muy esti-
mados empezaban la critica al neoliberalismo;
a pesar de que hice trabajos, di seminarios,
estudie obras fundamentales del neolibera-
lismo, siempre pensaba que era una ideologia
tan imbecil y tan poco elaborada y simplista,
parecido en algunos sentidos al simplismo del
nazismo, que se vendria abajo en cualquier
momento. es posible, con ingredientes
tan elementales, que sea factible armar algo
que puede ser tan destructivo, como lo fue el
nazismo? Sin embargo, este pensamiento neo-
liberal o neoconservador tiene la pretension
de ser un pensamiento unico hegemonico y
ser identificado con la realidad; una descrip-
cion de realidad que ademas aparenta no ser
ideologia. Lo que hace es bloquear t odo mi
proyecto intelectual, se me pone enfrente
como un gran obstaculo y no queda ot ro
remedio que enfrentarlo; porque al mismo
tiempo es la negacion de mi proyecto intelec-
tual, pues justamente de lo que se trata es de
hacer un pensamiento que permita modificar
la realidad. Este pensamiento esta modifi-
cando la realidad en beneficio de unos pocos,
no en beneficio de las mayorias.
proyecto seria crear un pensamiento
autonomo que no puede existir en la cir-
cunstancia marcada por la ideologia neo-
liberal?
Eso es. Hay una cosa muy curiosa: nombrame
un solo teorico del neoliberalismo latinoame-
ricano ...
decir que todos son repetido-
res?
Todos son buenos o pesimos aplicadores, para
decirlo despectivamente, porque no son teori-
cos del neoliberalismo.
Entonces, quien hay que dialogar,
quien es el otro en esta ieflexlon critica?
Esa es una cosa muy delicada. En primer lugar
hay que dialogar con el corazon teorico del
neoliberalismo.
lo conaguran?
Por ejemplo, Von Hayeck, ' Von Misses,
Milton Fridman, Karl Popper.
tan determinante es la anecdota de
la famosa reunion en Suiza de estos aute
res?
En un trabajo de Perry Anderson, *Post-neo-
liberalismo, las politicas sociales y el Estado
democratico,, lo explica: comencemos -
dice- con los origenes de lo que puede definir
al neoliberalismo como fenomeno distinto del
ciclo liberalismo clasico del siglo pasado, nace
despues de la segunda guerra mundial en la
region de Europa y Norteamerica donde
imperaba el capitalismo. Fue una reaccion
politica y teorica vehemente contra el estado
intervencionista y de bienestar. Su texto de
origen, El camino de la servidumbre de
Friedrich Von Hayeck, escrito en 1944, es un
ataque apasionado y un mensaje drastico: "a
pesar de sus buenas intenciones, la socialde-
mocracia alemana conduce al mismo desastre
del nazismo aleman, una servidumbre
modernan. Tres anos despues, en 1947, en el
momento de la posguerra cuando las bases del
Estado de bienestar se construian no sola-
mente en Inglaterra sino tambien en otros pai-
ses, Von Hayeck convoco a aquellos que com-
partian su orientacion ideologica a reunion en
una pequena estacion de montana en Mont
Pelerin, en Suiza: entre los participantes esta-
ban no solo adversarios firmes del Estado de
bienestar europeo sino tambien enemigos
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ferreos del New Derl americano: Milton
Friedman, Karl Popper, Leonel Robins,
Ludving Von Misses, Walter Oiken, Walter
Likman, Mijail Pelangui, Salvador de
Madariaga, entre otros. Asi se fundo la sacie-
dad de Mont Pelerin, una especie de franco-
masoneria neoliberal, altamente dedicada y
organizada con reuniones internacionales
cada dos anos: su proposito era combatir el
keynesianismo y el solidarismo reinante y
preparar las bases para ot ro tipo de capita-
lismo duro y libre de reglas.
hacer una fflomfm autonoma
en un escenario social marcado por el
neoliberalismo es posible dialogando
con ese primer niicleo duro?
No solo contra ese primer nucleo, porque en
el neoliberalismo reinante existe una red
difusa, que donde mejor se expresa es en la
retorica politica de nuestras elites gobernan-
tes.
en la periferia de una ondas
reproductoras similares a las que se for-
man al tirar una piedra a un estanque?
Alguien me decia que yo estaba usando la
metafora de los circulos concentricos de
Lakatos. Puede ser, no me acordaba de eso.
Pero se ha dicho que los pensamientos
contemporaneos circulan en grandes
nucleos teoricos, sobre todo en las
medio9 especialhdos.
Pero yo me di cuenta de esto mientras estu-
diaba la filosofia de la liberacion en los anos
70. Hay un nucleo duro de las teorias y hay
ademas lo que llame imagen de divulgacion de
las teorias. A veces son tan importantes unas
como otras.
un ejemplo para expresar la idea de
pensamiento como producto social histo-
rico?
Por supuesto, que ejerce una funci on en el
entorno social.
ese un maaus operandi del producto
historico iiamado pensamiento equis?
Si. Y lo que cuestionamos es la idea de que el
pensamiento es una superestructura prescindi-
ble. Yo creo que haber pensado con la meta-
fora de la relacion base-superestructura
durante anos fue nefasto.
Hay quienes se inclinan a pensar que el
pensamiento tiene sus propias reglas y
que representaciones de la d d a d o lo
simbolico pueden, en una perspectiva
extrema, llegar a ser independientes o
autonomas.
No. Lo que pasa es que si mi tesis es cierta,
acerca de que no se debe caer en la ilusion de
la transparencia, no hay forma de acceder a la
realidad que no sea a traves del simbolismo.
La unica forma que tenemos de acceder a la
realidad es a traves del lenguaje, del concepto,
de la argumentacion, de la imagen.
en America huna in~locutores
no-reproductores que trabajen con len-
guaje authtico propio? esa tia-
dicion o volvemos a dialogar con otros
que son repetidores, a encontrar al otro
fuera de nuestro entorno?
No. Lo que pasa es que estamos peleando, por
un lado, contra ese interlocutor, que a veces es
externo, pero por otro lado en el nivel del pen-
samiento de divulgacion los interlocutores son
internos, nuestras elites gobernantes, intelec-
males . -. que participan de el.
La publicidad de ese dialogo se daria en
interlocucion con las elites intelectuales
y politicas gobernantes, como prioridad.
quedan las mayorias?
Si, se da ese dialogo, pero no solamente asi. En
primer lugar, las mayorias son las que estan ges-
tando las posibilidades de ver las limitaciones de
este pensamiento. Es que su realidad no entra
en el analisis neoliberal. Y aqui es perfectamente
valido lo que deciamos antes: es la misma reali-
dad la que nos esta mostrando que este pensa-
miento no sirve, salvo que pensemos como los
dogmaticos que dicen: "peor para la realidad".
dogmatico el pensamiento neoliberal?
Claro, los neoliberales piensan eso. Por eso, si
creen necesario un genocidio o seguir con el
genocidio, claro que siguen. En segundo lugar
esta la cuestion semiotica. Lo que pasa es que
hay que saber leer a nuestros autores, el origen
de una revolucion semiotica esta en nuestro
siglo XIX. Y por eso hemos impulsado algunos
estudios en ese sentido, para saber que hay una
nueva semiotica en la obra de Andres Bello, de
Simon Rodriguez, en la obra de Simon Bolivar.
decir que hay una forma de
hacer fflosofm al tratar de establecer las
representaciones y significaciones de
una terminologia tan ambigua como el
discurso neoiiberai? hacer fdosofia
desenmascarar la ideologizacion de ese
lenguaje desde su terminologia, para no
hacer mera critica politica o critica socio-
logica?
Si. Y hacerla desde la confrontacion con la
realidad, desde las experiencias de las mayo-
rias y los nuevos movimientos sociales que es
una complejidad que hay que incorporar. Lo
interesante es que si somos coherentes con lo
E!!!
-
que veniamos diciendo, esa critica no puede
ser solo critica, sino tiene que ser creacion de
la alternativa. Y esa es mi apuesta.
problematizar solo el lenguaje?
Ya no. Porque el problema no es solo de pala-
bras, y el problema no es de lenguaje, no es
Von Hayeck y los demas. El problema nuestro
es como explicar la realidad de una manera
mas adecuada que permita impulsar politicas
mas generosas.
Tu critica al neoliberalismo seria, por
ejemplo, el rescate de la tan manida
idea de democracia en una circunstan-
cia nuestra, donde al final no sabemos
lo que estamos diciendo con esa pala-
bra.
En este momento escribo un texto sobre los
riesgos de la democracia. Se deben seguir algu-
nas estrategias para aproximarse al problema.
En primer lugar, los teoricos de la democracia
en ningun momento se refieren a los antece-
dentes de la demanda por la democracia y la
teorizacion sobre la democracia que hay en
America Latina. Por ejemplo, supongo que
nunca se ha oido hablar de Rodo como un
autor que sea antecedente en este debate. O se
ha mezquinado la discusion con otros autores
latinoamericanos tan interesantes. Ese es un
camino: como rescatamos nuestra propia tra-
dicion de demanda por la democracia. Porque
esa demanda no es una cuestion que nazca
entre nosotros por el neoliberalismo o porque
la cultura anglosajona nos influye, !por favor!
otra vez de la necesidad de histe
rizar el concepto?
Exactamente, tenemos que historizar, ver
como hay una experiencia de demanda y
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reclamo por la democracia en la propia tradi-
cion latinoamericana. En segundo lugar, hay
un riesgo en la democracia muy cierto - que
en otros sentidos y procurando mantenerse en
el poder lo han planteado algunos gobernan-
tes en la Cumbre Iberoamericana de
Madrid-: pienso que si el 50% aproximada-
mente, si no mas, esta en la pobreza y lo que
quiere es que se le solucione su situacion, que
se satisfagan sus necesidades y demandas, si la
democracia no las satisface y las resuelve otra
cosa, (como se puede llamar esa otra cosa
entre nosotros?: lo primero en lo que pensa-
mos es en dictadura militar, o cualquier otra
forma de autoritarismo que incluye al caudi-
Ilismo. ( Que i mport a el regimen si lo que
importa es solucionar el problema? El gran
riesgo que se corre aqui y corren los aprendi-
ces de brujos que juegan con esta cosa de
seguir apretando, seguir explotando, seguir
estrujando la gente y llevarla al limite del
paroxismo, es que se esta deteriorando la ima-
gen misma de la democracia. Porque cuando
se pasa de las dictaduras a la democracia se
pasa porque ya no se soportan las dictaduras
en muchas regiones de America Latina; pero
porque existe la demanda de resolver los pro-
blemas. Y si la democracia no los soluciona, la
democracia se va a ir al carajo junto con estos
aprendices de brujo. Se estan llevando la
democracia entre las patas.
Una de las consecuencias seria la idea
neoiiberai de democracia sin Estado,
parece posible?
Es imposible, pero tambien es imposible
democracia sin participacion. O es imposible
con todos estos circulos viciosos que encon-
tramos en la argumentacion: para que haya
verdadera democracia tiene que haber una cul-
tura democratica. como va a haber verda-
dera democracia si los ciudadanos no pueden
participar y si la escuela no les da la posibili-
dad de una educacion politica, no de educa-
cion civica sino participativa, que desde t u
club de estudiante, por ejemplo, te hagas cargo
de tu realidad, t e puedas hacer responsable,
puedas ejercer un cierto poder, puedas decidir
algo, puedas hacer algo? Si no lo puedes hacer,
que estamos hablando? +
Homenaj e
ROBERTO
ARMI JO
Roberto Armijo murio en Paris el pasado 24 de mano. Nacido en
Chalatenango en diciembre de 193 7, iba a cumplir sus 60 anos.
Poeta, ensayista, dramaturgo y novelista, Annijo pertenecio al
grupo de escritores salvadorenos que se dio a conocer a mediados &
la decada de los 50, entre los que destacan Roque Dalton, Manlio
Argueta y Jose Roberto Cea. Radicado en la capital francesa desde
1970, profesor de literatura latinoamericana de la Universidad de
Nanterre, Armijo jiecuento a los grandes escritores de la lengua
castellana radicados en aquella urbe, como Miguel Angel Asturias,
Julio Cortazar y Alfredo Bryce Echenique. No es gratuito afirmar
que Armijo fue elprincipal embajador de la literatura salvadorena
en el ultimo cuarto del siglo XX. Su obra, sin embargo, apenas
comienza a ser conocida. A manera de homenaje, en este numero de
Cultura (revista en la que Armijo colaboro asiduamente en la
decada de los 60), publicamos un ensayo sobre la poesia de Armijo,
una copia facsimil de algunos de los poemas escritos en el Hospital
de la Cite y un ensayo inedito de Annijo sobre el poeta a quien mas
admiro, Ruben Dario.
Revista Cultura 79
El l egado poet i co
Notas de l ect ura a l os Poemas eur opeos
Carlos Cortes
Pero escribi y me muero por mi cuenta,
porque escribi porque escribi estoy vivo.
Enrique Lihn
i relacion con Roberto Armijo ha sido *una antologia
de antologias*. Entre el Poeta y yo ha habido siempre,
interpuesta, una antologia. Lo conoci en Madrid, en
1985, cuando el ya era uno de los agrandes* del
Encuentro Hispanoamericano de Jovenes Creadores. Centroamerica
estaba, en ese momento, por suerte y por desgracia, en el centro del
mundo. Nos dimos la mano porque yo andaba bajo el brazo su her-
mosa Poesia contemporanea de Centro America, publicada dos anos
antes en colaboracion con el poeta hondureno Rigoberto Paredes y
que probablemente sera reeditada en Barcelona. Entonces yo le preste
un libro que acababa de salir de imprenta, Lar amas de la luz: ant oh
gia de la poesia contemporanea de la America Central del poeta costa-
rricense Alfonso Chase, donde, obviamente, Armijo figura en el lugar
privilegiado que merece, y nunca logre que me lo devolviera. Ya se lo
pedire en el purgatorio al que vamos los escritores.
En 1994, ya en Paris, nos reconocimos y planeamos una muestra
*postguerra fria y caliente* de poesia centroamericana, que nunca
llevamos a cabo. Una especie de *paisaje poetico despues de la bata-
lla*. Al ano siguiente, la Editorial Universitaria Centroamericana
(EDUCA) y la Union Europea llevaron a cabo el festival cultural
amer rica Central hoy en Bruselas y por razones de la burocracia
Carlos Cortes, escritor costarricense, tuvo a su cargo la organizacion general de la obra de
Armijo y la edicion de la antologia Poemas europeos, publicada por EDUCA, que presenta
una seleccion de la poesia del escritor salvadoreno desde su llegada a Paris, en 1970.
-1
europea, que son mas fuertes que las razones del corazon centroa-
mericano, Armijo no fue invitado. En el encuentro intervinieron
algunos de sus contemporaneos mas importantes, como Manlio
Argueta, pero a Armijo no le llego la invitacion. Entonces, como
una forma de remediar aquel olvido intolerable, que lo amargo
durante algunos meses, yo le solicite, en nombre de ~ebas t i an
Vaquerano, el director de EDUCA, buen amigo y excelente editor,
una antologia general de su obra. El Poeta acepto la propuesta, pero
- -
nunca realizo h encomienda. {Por que?
Casi dos anos despues, en diciembre de 1996, mi esposa Maria y yo
1
Hasta el di a de su
muer t e, Armi j o
encarno el mito del
poeta l at i noameri cano
en Pari s.
llamamos a Armijo para proponerle que
hiciera el tomo dedicado a El Salvador
para la coleccion de antologias de poesia
latinoamericana que publica la fundacion
suiza Patino. El editor tenia urgencia de
publicar antes de 1998 los volumenes
dedicados a Centroamerica porque la
inminente realizacion del programa Les
A
Belles Etrangeres, que realizara en
noviembre de 1997 el Ministerio de Cultura de Francia, habia puesto
de nuevo de moda la literatura centroamericana. Pero ya Roberto
estaba en el hospital y durante los tres meses siguientes su vida se con-
sumiria en tareas mas urgentes y necesarias: su propia obra.
La bus queda d e una t r adi ci on
H
asta el dia de su muerte, el 24 de marzo de 1997, nueve meses
antes de cumplir los 60 anos, Roberto Armijo encarno con sus
excesos y esplendores el mito del poeta latinoamericano en Paris.
Toda su vida se sintio heredero de una tradicion que sabia compartii
con sus grandes maestros -Dario, Huidobro y Vallejo, entre otros
parisinos del nuevo mundo-, y se esforzo por sentirse digno de este
compromiso vital y estetico que no lo abandono jamas, por lo que
probablemente sea el ultimo gran poeta latinoamericano en morir en
Paris, la ciudad de las palabras. Fue uno de los escritores centroameri-
canos mas importantes de este siglo y ejercio multiples oficios litera-
rios: fue un brillante ensayista, un narrador de vuelo lirico y un dra-
maturgo incendiario, pero el centro de toda aquella pasion intermina-
ble, su verdadera pasion, fue la poesia. Fue un maestro del realismo
E!!!
-
Revista Culhira 79
coloquial latinoamericano y uno de los principales representantes de
una generacion de poetas que va del argentino ~Juancitom - c o mo lo
llamaba Roberto- Gelman a Tono Cisneros, pasando por Roque
Dalton y Jose Emilio Pacheco. Armijo es, cabalmente, contempora-
neo de esta comunidad de poetas que realiza una sintesis entre la poe-
sia de vanguardia, el descubrimiento de la vida cotidiana, la violenta
irrupcion de la conciencia politica y la ironia del feroz desencanto.
Pero, hasta 1996, del Poeta podia decirse lo mismo que del nica-
raguense Carlos Martinez Rivas: La importancia de su obra crece
con cada libro que no publica. Despues de 1970, cuando el exilio
trastoco el ambito natural de influencia y recepcion de su obra, la
poesia de Armijo permanecio practicamente inedita. Y, no solo ine-
dita, sino dispersa, parcialmente extraviada y desarticulada. Tareas
urgentes, como la revolucion salvadorena y la crisis centroameri-
cana, su precaria situacion en Francia y su propia fragilidad - e n la
que se mezclaban el pudor, la pureza, un rigor casi maniatico por el
verso perfecto y el temor a ser mal interpretado por los suyos- le
habian negado o le habian hecho negarse a si mismo la posibilidad
de ver su obra integramente publicada y congruentemente organi-
zada, como se me hizo evidente cuando en enero de 1997 participe
en la consolidacion del fondo Roberto Armijo*.
Se daba asi la aparente contradiccion, que sustentaba el mito que
yo conoci del Poeta en Centroamerica - e l mito del escritor latino-
americano en Paris-, quien a la par de ser uno de los grandes poe-
tas latinoamericanos de su generacion, querido y admirado por
todos, frecuentado por la mayoria y antologado en toda suerte de
compilaciones y publicaciones, era casi completamente desconocido
desde un punto de vista literario. Desde esta admiracion hacia el,
ciega, si se quiere, o mas bien intuida -porque hasta 1996 yo igno-
raba la dimension y trascendencia de su obra-, nos habiamos dado
la mano por primera vez, siendo yo un timido poeta joven, en
Madrid, en 1985, y el un gran maestro de la memoria, disfrazado de
barbudo chaman africano, mezcla de Abraham, Marx y Zapata.
La enfermedad llego entonces, en el ultimo trimestre de 1996,
trastocandolo todo, cuando el ~Ulises, criollo -imagen recurrente
en Armijo- habia decidido volver a su Itaca campesina -Itacatlan,
la bautizaria y o - despues de un largo periplo por tierras descono-
cidas. Como en el poema en el que Ezra Pound se reconcilia con su
tradicion, Roberto exclamo: !Esta bien, que haya comercio entre
nosotros! Habia pasado el verano europeo en El Salvador y volvio a
- W h
Paris con sus tres libros mas recientes en curso de publicacion -Li-
bro de sonetos, Cuando se enciendan las lamparas y Parajes de la
luna y la sangre-, algo desconocido en sus 40 anos de vida literaria.
Proyectaba reunir sus ensayos en varios tomos y reintegrarse poco a
poco al mundo cultural de Centroamerica, nunca como un viajero
impertinente que asombra con las invenciones de Occidente a sus
amigos provincianos -nada mas alejado de su espiritu, el mismo un
provinciano universal-, sino como el hijo prodigo de regreso que
carga de regalos a su familia y que no quiere nada a cambio; nada,
salvo un lugar en la mesa y el pan de la palabra en comun.
El orden cont ra la muerte
E
1 ala de la muerte que se poso con sana sobre su hombro, en el
duro diciembre de 1996, modifico el tempo de aquella progre-
siva repatriacion que es facil de adivinar en su poesia ultima. Como
dice el gran vanguardista costarricense Max Jimenez: Refrescar la
memoria con la muerte es el principio de la felicidad,. Y sus ultimos
meses fueron de una feliz fugacidad iluminada por la muerte. La
intuicion del abismo, que Armijo ya presentia en sus magistrales
sonetos, escritos anos antes, y que llega a precisar con asombroso
don de profecia en el soneto final (Cuando yo muera y pronto
lega el diaJel verde estallara y Abril de nuevo...,), lo hizo estructu-
rar su obra poetica en un todo coherente contra la muerte.
En diciembre de 1996, ya enfermo en una cama del Hopital de la
Cite, fue cuando decidimos desenterrar el proyecto de una antologia
mayor, para EDUCA que lo haria reinsertarse en un circulo de urnaes-
uos contemporaneos, al que legitimamente pertenecia: Monterroso,
Cardenal, Sosa, Claribel Alegria, Isaac Felipe Azofeifa, Argueta, Sergio
Ram'rez ... Vuelvo entonces a mi pregunta: que el Poeta se habia
negado a hacer el mismo la seleccion, dos anos antes? Creo que ahora
estoy en disposicion de intentar responder a esta cuestion.
Armijo tenia temor de enfrentarse al uespejo de tinta que era su
propia obra. Como yo descubri entre enero y marzo de 1997, reali-
zar una antologia no es tanto reunir una coleccion de poemas sino,
sobre todo, darle una racionalidad y una forma, un orden al flujo
permanente y revuelto de la existencia. Una antologia es una suma y
una resta, un recuento, un inventario de pasiones y decepciones que
E!!!
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Revista Cultura 79
compone un rostro trazado de arrugas, de lineas de vida y de
muerte, de imagenes, de uno mismo. Sospecho que Armijo estaba
dominado por una suerte de estetica de la decepcion* desde el
tiempo de su maravilloso El pastor de las equivocaciones y que, en la
vecindad de sus 60 anos, con las tripas hechas un puno, no deseaba
asomarse a aquel espejo de tinta* que habia sido el rio de su vida.
Este trago amargo, que fue, al final, gozoso, fue apurado en un ins-
tante debido a la urgencia que impuso la muerte.
En sus ultimos meses, Roberto vivio en el filo de la navaja entre la
conciencia absoluta y la ingenuidad. Nunca supo que se iba a morir
cuando llegara la primavera, pero tuvo la conciencia plena de las
- -
palabras y de su destino ultimo.
Finalmente, la caracteristica que recorre
toda su obra poetica es esa conciencia tra-
gica de si misma y de su imposibilidad de
autorrealizarse: la utopia, la edad de oro,
la revolucion. Pero Armijo dispuso todo
*como si supiera*. Y encontro las excusas
-
adecuadas para permitir que, sin admitir
En los ultimos meses,
Roberto vi vi o en el filo
de 1 , nava,a ent re l a
conciencia absol ut a y
la ingenuidad.
directamente el inminente final, la disper-
sion de sus dias y de sus noches se convirtiera en el todo coherente y
excepcional que es, desde mi punto de vista, su legado literario.
En este aspecto hay que ser muy especificos: el verdadero testa-
mento poetico de Roberto Armijo no son tanto sus hermosos wulti-
mos poemas*, escritos entre el Hopital de la Cite y su apartamento
en Montmartre -y que el mismo bautizo como Los poemas de nin-
guna parte- sino la estmcturacion de su obra como un todo orga-
nico, coherente y esencial contra la muerte. La herencia literaria de
Roberto Armijo es la unidad inteligible de su escritura en su bien
trenzada totalidad, reunida en un sistema poetico complejo, a la vez
autonomo e independiente, pero al mismo tiempo inseparable de su
odisea politica y vital.
Su obra condensa una geografia, una epoca, un hombre -que
recordare como el mas puro de cuantos he conocido- y una qui-
mera: la palabra poetica, la profecia de la imagen historica. El sentido
de la palabra en la historia. Lo que Roberto Armijo quiso decir
durante toda su vida y toda su muerte es que solo la palabra, la
memoria, el testimonio, la historia, redimen al hombre de su condi-
cion efimera. En el fondo, su poesia es un anhelo de historicidad cen-
trada en el espacio-tiempo centroamericano: es tanto un viaje al pais
- W h
de la pureza -la infancia, el Cuzcatlan ancestral y la comunidad de
los justos- como una inmersion en la tradicion poetica occidental
4 e los sonetos a las odas- en una busqueda del orden perdido.
Solo la palabra ordena el caos y vuelve inteligible el infierno coti-
diano. La palabra contra la muerte, contra el tiempo, contra el
olvido - q u e puede ocultar 30 mil muertos o un asesinato atroz.
Los t rabaj os y los di as
L
a (antologia mayor de Armijo, Poemas europeos, que inaugura
una nueva coleccion de poesia en EDUCA, no es tanto una selec-
cion de poemas como un atlas del itinerario vital y estetico de Roberto
Armijo. En los tres meses que dispusimos antes de que llegara la pri-
mavera negra que se llevo al Poeta, la responsabilidad que se imponia
era triple: 1. Consolidar su legado y disponerlo para la edicion; 2.
Buscar esa racionalidad que el tiempo borra, ubicando con un criterio
de temporalidad evolutiva las etapas de su poesia; 3. Y ordenar la obra
existente en unidades independientes dentro de un todo, tal y como
originalmente habian sido concebidas, fijando un texto definitivo%,
de acuerdo a la voluntad final del Poeta, que sirviera de sustento no
solo a la publicacion inmediata sino como base para descifrar, en el
futuro, lo que podriamos llamar la genetica textual de su obra.
Evidentemente, esta tarea se realizo en colaboracion con el propio
Poeta, pero tambien gracias al devoto celo que durante 20 anos man-
tuvo su hermano, William Armijo -a ratos contra su propio her-
man-, en preservar los textos originales. Sin el, a quien Roberto lla-
maba el cancerbero de mi poesia, hubiera sido imposible rescatar
muchos de los libros anteriores a la decada de 1990, y que son indis-
pensables para comprender el lento y conciente desarrollo formal <
ideologico de Annijo y para hacer transparente, a la postre, la extraor-
dinaria coherencia de su voluntad de estilo y de una obra que, en su
consistencia, ha sobrevivido a la dispersion natural del desorden del
espiritu.
Como entendera facilmente cualquier escritor, era indispensable
fijar y consolidar el texto, porque con el paso del tiempo se mezcla-
ban no solo los borradores sino tambien las diferentes versiones de
un mismo escrito. Como se trataba de obras ineditas, era imposible
aplicar un criterio basado en las ediciones anteriores. Ademas, como
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Revista Cultura 79
es tipico en cualquier escritor, Roberto habia pasado poemas de un
libro a otro o habia utilizado poemas de uno como si fueran borra-
dores o versiones preliminares de otro libro en proceso. A veces los
manuscritos presentaban correcciones a mano o superpuestas al
texto mecanografiado que solo el propio Poeta podia, evidente-
mente, dilucidar y a la vez decidir.
De todo este proceso de arqueologia literaria,, que no dudo en
describir como maravilloso, el mas sorprendido fue Roberto Arrnijo.
Creo que la vida le dio una oportunidad que muy pocos autores tie-
nen: ver y rever toda su obra a la luz de una conciencia poetica extre-
madamente desarrollada. Asi que, sin tratarse de hecho de aediciones
criticas, la constitucion de su fondo literario permite afirmar que las
publicaciones que Roberto autorizo son uediciones concientes*,
para llamarlas de alguna manera, donde todos los elementos formales
de que se nutren obedecen de un modo estricto a su voluntad de
estilo y no al azar editorial o a una inteligencia ajena a la suya.
De entrada, el primer criterio que se impuso fue separar su litera-
tura -quiza arbitrariamente, pero obedeciendo a su deseo- en dos
grandes etapas: la obra salvadorena (1958-1970) y el periodo pari-
sino (1970-1997) o lo que el mismo llamo mis poemas europeosn,
apelando no solo a una experiencia de la ciudad de Paris, sino
extendida a sus viajes por el continente y sobre todo a su experien-
cia general en contacto con la cultura europea.
En este sentido, Armijo vacilo en titular uEl regreso del Ulises
criollo a su ultimo y quiza mejor libro, Cuando se enciendan las
kimparas, y ampliar este titulo a todos los poemas europeos. Pero
no es una eleccion casual. El titulo Ulises criollo esta tomado del
titulo del primer tomo de la autobiografia espiritual y filosofica del
genial ensayista mexicano Jose Vasconcelos (1882-1959)- que
Roberto conocia tan bien. Tanto como conocia y reconocia esa
uedad de oro del pensamiento latinoamericano que va de Jose
Enrique Rodo a Alfonso Reyes, pasando por Jose Carlos
Mariategui, Ezequiel Martinez Estrada, Pedro y Max Henriquez
Urena y Mariano Picon-Salas, y cuyas referencias abundan en la
poesia y sobre todo en la ensayistica de Armijo.
El Ulises criollo es la imagen que ganara su ultima decada de cre-
acion, porque de alguna manera habia resuelto esa contradiccion
esencial del exilio: Pero me matan si me quedo, pero me muero si
me voy, volviendo a su uItacatlan de la unica manera en la que
podia volver.
Entonces, las dos grandes partes de su evolucion permiten clasi-
ficar su obra poetica de la siguiente manera:
1
OBRA SALVADORENA
(segun fecha de publicacion o de
escritura)
La noche ciega al corazon que
canta (1958)
Elegtas (1 965)
Seis poemas y una elegh (1966)
La vigdia del ciego (1 966)
De aqui en adelante (1967, con
otros autores, poemas de Fabula
de una despedida,)
Obras perdidas (o parcialmente
publicadas en antologias y revis-
tas)
Fabula de una despedida (1 966)
Carne de suenos (1967)
La edad de la colera (1967)
11
OBRA EUROPEA
(segun fecha de escritura)
Obras perdidas
Poemas en prosa (primera mitad
de la decada de 1970)
(varios poernarios mas, sin titulo
definitivo, extraviados)
Manuscritos conservados
Los anos dificiles (1971 -1976,
incluye el ciclo uCarnet de via-
jes)
Poemas de viajes (1971-1 976,
fundidos en Los anos dificrles
y poemas individuales incluidos
en Poemas europeos como
parte de este libro)
Hacia mi pais van mis pasos
(1971 -1976, posteriormente fun-
dido en Los anos d;f;ciles y en El
pastor de las equivocaciones)
Homenajes y otros poemas (1973-
1978, solo se conservan borrado-
res)
Homenajes y estelas, 11 (1981 -
1984, segunda parte de
Homenajes)
El pastor de las equivocaciones
(1 984-1 987, original incompleto)
Parajes de la luna y la sangre
(1 990-1 994)
El libro de las grandes odas
(1 990-1 995)
El libro de los sonetos (1990-1995)
Cuando se enciendan las lampa-
ras [El regreso del Ulises criollo]
(1 995-1 996)
Los poemas de ninguna parte
[Hopital de la Cite] (diciembre
1996 - marzo 1997)
Revista Cuhura 79
El exilio y el reino, entre viajes y homenajes
E
sa imagen recurriente del Ulises criollo recorre de una punta
a la otra su obra europea, desgarrada entre la realidad del exilio
y la presencia anhelante del reino perdido, entre los viajes exteriores
y los homenajes interiores, que se funden, ambos dos, en la tradi-
cion occidental. El reino perseguido de Armijo es multiple:
Cuzcatlan, la patria natural de Chalatenango, El Salvador, pero tam-
bien la poesia como expresion esencial de la cultura humana y de la
palabra que suena su propia redencion.
Ya en Los anos dificiles es evidente la escision, la hendidura, la
herida del exilio y de la separacion a que lo obliga esta inmersion
ureente en una cultura a un mismo
cion, la puerta a una buscada cultura uni-
1 es la exploracion de
versal, pero tambien la negacion de estos
valores: el exilio, el destierro, la policia, la
burocracia, el absurdo de las distancias.
una t erri t ori al i dad,
de una ci udadani a de
(Que mas evidente cuando ya el Poeta,
lo vi vo.
herido de muerte, llama a sus ultimos
escritos Los poemas de ninguna parte, en referencia al hospital?
Pero la muerte es, para el, *ninguna parte, porque toda su obra es
la exploracion de una territorialidad, de una ciudadania de lo vivo.
Los anos dificiles expresan muy bien el ambito contradictorio de
un poeta que busca, a pesar de la voragine contemporanea, un lugar
para cantar. Durante el proceso de consolidacion del texto de los
Poemas europeos, Roberto recupero el manuscrito azul de Los
anos dificiles: una maltrecha copia en carbon, en desvaido papel
azul, con uno de sus primeros poemarios de Paris. Este libro con-
tiene ya las matrices de toda su obra posterior: lamentaciones, remi-
niscencias, paradojas, homenajes, interrogaciones y satiras. De esta
primitiva unidad saldran los ciclos de los Homenajes - que sera
una constante a lo largo de su obra europea hasta llegar a los poe-
mas mayores del Libro de las grandes odas- y muchos de los
nudos tematicos que se desarrollaran en las decadas siguientes: la
dificil cotidianeidad, la nostalgia por el orden natural -la madre, el
padre, los hijos abandonados, el hijo muerto-, los ritos de la sole-
dad, el proceso salvadoreno, el sentido historico de la escritura, la
devastacion del tiempo.
En esta obra inicial Armijo desarrollara el diario de un poeta
extranjero en Paris y deambulara, desde las calles del exilio frances,
por el universo de sus obsesiones y pasiones, en un juego de fusion
con las cosas elementales del orden natural o del orden de lo esen-
cial -la infancia, la casa, la vida cotidiana, el amor nuestro de cada
dia- o del orden de la cultura -la literatura clasica, la poesia lati-
noamericana-, pero tambien de repulsion y exclusion ante la Gran
Equivocacion, con la que responde tanto armado de ternura y de
ingenuidad, como de ironia y de humor.
Para quien se enfrente con el conjunto de su obra, se haran evi-
dentes seis caracteristicas principales:
1. El rigor de una escritura conciente de si misma
La obra de Roberto Armijo es intencion pura, sin aditamentos
accesorios o casualidades. Es el resultado de una operacion de des-
velamiento de la conciencia propia ejercido con prudencia y dedica-
cion durante decadas. Su obra, de una exquisita complejidad con-
ceptual y estilistica, me recuerda la frase de Juan Ramon Jimenez:
A mi me dieron el premio Nobel por los espacios. Los silencios,
las comas, las pausas, las referencias eruditas, nada es casual en
Armijo. Todo responde a una suma significativa.
2. La busqueda de la tradicion
Su vida y su obra resumen el arco de extension de la poesia cen-
troamericana durante un siglo, desde Ruben Dario hasta Roque
Dalton, y al mismo tiempo el intento por insertarse en el gran movi-
miento de vanguardia que inician Salomon de la Selva - ot r o cen-
troamericano-, Huidobro y Vallejo. Su obra es un proyecto de
renovacion de la tradicion: una poesia escindida entre Paris y la
patria de la infancia, la vanguardia y la revolucion, el destierro y el
reino, la nostalgia y la utopia. Pero es tambien una encrucijada de
multiples tradiciones. En Paris, Armijo vivio a galope entre una
generacion de uclasicos -fue amigo intimo de Miguel Angel
Asturias- y su propia generacion de contemporaneos -su pro-
verbial amistad con Cortazar- y este caracter fronterizo se exten-
dio no solo a toda la poesia en castellano sino tambien a la cultura
occidental en general.
3. La estructuracion de su obra en grandes ciclos o
series poeticas (en vez de poemas individuales)
Arrnijo es un poeta de largo aliento y de busquedas largas, como
lo demuestran sus grandes poemas -el Canto a Ruben Dario y el
Requiem a un poeta*, de los Homenajes- que anteceden las odas
E!!!
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Revista Cultura 79
de sus ultimos anos. Su primer gran libro de madurez -inedito hasta
ahora como unidad-, El pastor de las equivocaciones es, son en reali-
dad tres poemas: uno sobre el exilio, 0th sobre la patria y otro sobre
Nicaragua, el otro reino de lo posible, hermano del suyo. Su obra
europea puede estmcturarse, a su vez, en tres etapas: los duros anos
de aprendizaje y descubrimiento -cent rados en los Homenajes-.
los anos de la lucha y de la decepcion -El 1
pastor de las equivocaciones- y los anos
del regreso. Homenaje, etimologica-
mente quiere decir uva sal lo^: los homena-
-a Vallejo, que aun conserva el titulo de
I
*homenaje,, a Mariategui, a Louis Armstrong, a Charles Chaplin y a
Ruben Dario- son odas, son semillas -*Semillas para una oda a
Jose Carlos Mariateguim-, son cantos de reconciliacion, de integra-
cion en una tradicion que ahora reconocera como propia. Ya en De
aqui en adelante se recoge un largo poema A Juan Sebastian Bach~
que anuncia sus odas a Armstrong, el musico, y a Chaplin, el payaso.
4. La palabra del exilio y de la historia
Su llegada a Francia, en 1970, y su exilio obligado y luego asu-
mido, poco despues, marcaron su vida para siempre y su obra se
reconvierte en la escision, en la desgarradura del destierro, y la
imposibilidad de juntar las dos partes udel sueno, que es la vida.
Armijo evoluciona, entonces, de la pequena patria, de Chala-
tenango hasta una preocupacion por la continuidad historica del
mundo. El exilio es el extranamiento de todo lo conocido, la sor-
presa y la anoranza, lo insolito y extranjero, pero tambien la cons-
truccion de un espacio nuevo amurallado de palabras y de remem-
branza~. La palabra se construira en la memoria y la poesia sera el
lugar del reencuentro con las cosas amadas, pero tambien con los
venenos del destierro: *Fuera de la escrituralel mundo no l o
conozco o A los cincuenta y cinco anos/de dichas y desencan-
tos/en el mismo cuarto de la palabra,, dice en Cuando se enciendan
las lamparas. El primer poema de Parajes de la luna y la sangre se
inicia asi: La cabeza inventa un terruno que solo yo conozco* y
continua mas adelante: Solo el llamado de la poesia me salva/Me
permite viajar a la tierra del mito y la fabula,.
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Armi j o es un poet a de
l argo al i ent o y de b us-
jes son unt o reconocimiento como sumi-
sion a .una tradicion dolorosamente apren-
dida, que lo aleja de El Salvador, durante
los anos setenta. Los *homenajes, finales
quedas l ar gas como lo
demuest ra su uCant o
a RU ben Da ri o .
5. La nostalgia del orden natural
Armijo acepta la contradiccion esencial de la Historia -y de su
historia personal-, pero a la vez presiente que todo es una uequi-
vocacion y que el, el Poeta, que justamente parte de esa herida his-
torica para afirmarse, es el pastor de las equivocaciones. El hom-
bre que tiene por mision cuidar, guardar, pastorear, guiar ese error
monumental que es la Historia es el Poeta. Pero esa responsabilidad
convierte al Poeta en una figura institucional, en un buen pastor a
cargo de su rebano, lo cual es inaceptable para Armijo, quien
siempre rechaza el tranquilo y mediocre orden burgues: Nuestra
hermandad no tiene ni tendra un templohn jardin donde brille el
arbol del bienhna silla de caoba en la Academia de la Lenguahna
coleccion de nuestras obras con letras de oro, dice en El pastor de
las equivocaciones.
6. La distancia
La extraneza ante el mundo ajeno produce tanto la maravilla
como el espanto en el poeta extranjero. Armijo pasara de llamarse
poeta extranjero a pastor de las equivocaciones y mas tarde a
Ulises criollo, a viajero del desencanto que vuelve a su Itacatlan
amparado a unas cuantas imagenes visuales y sonoras: un padre que
oteaba las estrellas, una madre que repasaba la piel de la Tierra, un
hijo perdido bajo las piedras, un poeta enamorado de sus contradic-
ciones. La paradoja y el absurdo se resolveran en los anos noventa
en un regreso al orden natural de la memoria, de la patria y de la
infancia, pero tambien en la ironica lucidez y el humor desacraliza-
dor que le sirven al poeta para componer sus grandes y pequenas
odas que son, mas bien, aanti-odas. Odas en las que el Poeta nunca
renuncia a la distancia critica, a la satira feroz y al escepticismo
lucido. Ante la extraneza del mundo se impone el exilio de si
mismo, la distancia, la critica, la ironia acida y el humor candido
como antidotos ante la descomposicion de la realidad. El humor es
tambien un espejo que a la vez produce un distanciamiento y un
acercamiento y que permite hablar con Ruben Dario de lejos y de
cerca (aArturo Ambrogi encuentra a Dario en el puerto de Acajutla
cuando enfermo regresa a morir a Nicaragua), viajar por el tiempo
de la fabula o regresar al perdido pais de la pureza. La distancia es,
sin embargo, igualmente la lucidez ante el paso del tiempo (la poli-
lla, como la llamara obsesivamente desde los anos setenta) o lo que
es lo mismo: la muerte, presencia deslumbrante y voraz en el Libro
de los sonetos, asi como en otros de sus ultimos libros.
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Revista Cultura 79
La odisea del Ulises criollo
L
os Poemas europeos permiten develar la notable consistencia y
coherencia internas de la obra lirica de Roberto Armijo. Ese es su
gran legado poetico. El Ulises criollo es la imagen del viajero de si
mismo que vuelve desde su exilio -desde su propio extranamiento,
desde su escepticismo- a la casa de las palabras. El poeta contempo-
raneo, nos quiere decir Arrnijo, es el *profeta de las equivocaciones* y
el pastor de la equivocacion*, aunque su odisea europea de casi 30
anos lo conduzca mas cerca de la incertidumbre que de la verdad.
*El Ulises criollo no es, evidentemente, un heroe, ni siquiera un
anti-heroe. Su tragedia es del orden del lenguaje y de su opacidad: es
un poeta. Redomado lenguarazltu cabecita de estopalno vale
nada,, dice en Elpastor de las equivocaciones. Pero la lucidez ante la
complejidad de lo real no lo hace renunciar al sentido ultimo de la
palabra, como se hace evidente en el celebre poema XXXIII de este
mismo libro y que es uno de los grandes testimonios de un poeta
contemporaneo frente a un siglo dominado por el terror y el
espanto: Yo escribo para morir lucido/cabalgando mi caballo de
maderamo escribo para ulular como el lobo que bajo la nievelaban-
dona el bosque1Yo escribo con mi corazon que alzo como un
fanallen este tiempo de tinieblas*.
La consolidacion del fondo literario de Roberto Arrnijo permitira
no solo la paulatina recuperacion de su obra salvadorena sino una
mejor comprension y articulacion de la obra europea, porque ambas
son partes de una misma unidad de voluntad y de sentido.
Armijo fue un poeta a la vez totalizador y fragmentario, un
poeta de sonetos -empezo su vida literaria escribiendolos en su
adolescencia- y de odas, de grandes y de pequenos temas, de
patrias tanto chicas Xhalatenango, la infancia, la familia, la casa-
como inmensas -la lengua castellana, la poesia occidental,
Latinoamerica, el apocalipsis de la modernidad- y es en esta
dimension al mismo tiempo plural y univoca, complicada y simple,
en que debe de ser aceptado y entendido.
Al morir, Armijo, al borde de sus 60 anos y despues de casi cuatro
decadas de creacion literaria, habitaba el espacio de su propia ambicion
de gran poeta. Durante su ultimo lustro, que fue de una considerable
productividad, completo el ciclo con un nuevo libro de sonetos donde
profetiza su muerte; elaboro cinco de los poemas mayores* que com-
prenderian su libro, segun el mismo, mas importante, El libro de las
E!!!
-
grandes oah; y realizo en dos tomos su biografia ideologica y poetica:
los Parajes de la luna y la sangre - e 1 origen, la violencia, la lucha- y
C~ a n d o se enciendan las k-imparas -1 regreso, el final de la jornada,
la reconciliacion. se encienden las lamparas? Cuando llega la
noche, cuando el hombre llega de vuelta de la faena al espacio intimo.
Entonces, el ciclo de la jornada se cierra. El titulo de Roberto tambien
,
me recuerda la frase de Hegel: *El buho de
l la casa esta encendida.
El libro de las grandes odas, que el ambicionaba construir como
una summa de toda su obra, opuesta a la pomposa himnica neru-
diana, cifra tematicamente sus obsesiones mas cercanas: los funda-
dores de la tradicion poetica continental (Dario, Vallejo), el humor
redentor (Chaplin), el pensamiento revolucionario (Mariategui) y el
orden universal expresado en la musica (Armstrong). N o t uvo
tiempo de completar dos odas mas, una dedicada a Huidobro - que
completaria el ciclo de la vanguardia- y otra consagrada a Jose
Marti -uno de los creadores del pensamiento americano-. Armijo
habitaba en estas referencias er udi t as~ como en si mismo, lo que
convertia su erudicion en algo completamente natural y organico.
El Poeta no era un erudito sino un intelectual integral, como se
apreciara cabalmente cuando se publiquen los varios tomos de su
bien documentada ensayistica, que trazan una verdadera historia de
las ideas y de las literaturas de Latinoamerica.
Sus obras desaparecidas - dur a nt e allanamientos y decomisos
policiacos ocurridos en la decada de 1970- del periodo salvadoreno
pueden ser parcialmente reconstniidas a traves de los fragmentos ais-
lados que se publicaron en las revistas Casa de las Americas, Alero y
La Prensa Literaria de Nicaragua. Muchos poemas de Fabula de una
despedida, Carne de suenos y La edad de la colera han sido usalva-
dos, como decia el mismo Armijo, en antologias de Sergio Ramirez,
Roberto Cea, Alfonso Chase y numerosas compilaciones latinoame-
ricanas, asi como en la antologia De aqui en adelante - edi t ada por
Argueta, Armijo, Canales, Cea y Quijada Urias en 1967. Estas obras
E!!!
-
Armi j o ambi ci onaba
const rui r El libro de
1 a grande o d a c o m o
un a u mm a d e l o a u
obra poetica.
Minerva volo al anochecer*. El momento
de la inteligencia llega cuando el ruido de
la urgencia se ha agotado. Se enciendan las
lamparas, igualmente, cuando esperamos
al ido que vuelve a la casa, que reencuentra
el entorno familiar. Encendemos las lim-
paras para darle la bienvenida, para decir:
Rd s t a Cultura 79
merecen reinsertarse en el flujo principal de su caudalosa corriente
poetica, asi como la poesia anterior a 1966. Lo mismo puede decirse
de la necesaria reunion de su teatro escrito -y, por desgracia parcial-
mente inedito- antes del exilio de 1970.
Asi la obra salvadorena se reunira con la esplendida obra europea
de Armijo y una completara a la otra, porque el Poeta es siempre
uno y el mismo y en toda su obra es apreciable la ausencia de artifi-
cialidad o de elementos ajenos, externos a la tradicion que habia
hecho propia. Armijo era un poeta de amigos,, de amistades, de
cercanias, de relaciones, de afinidades: su poesia es un dialogo per-
manente con la gran poesia universal en el que se integran las refe-
rencias, las glosas y las influencias mas variables, que la enriquecen
siempre con una mirada renovadora sobre la realidad compleja y
caotica que nos ha tocado vivir.
Arrnijo es, en este sentido, un poeta contemporaneo. Su vacio, su
contradiccion esencial es la contemporaneidad universalmente asu-
mida. Sus pasiones, sus obsesiones, a veces reverdecidas con la fres-
cura agraria del campo centroamericano y de sus olores y sonidos
- e n una enciclopedia de la fauna y la flora salvadorenas-, nacen
de esta hendidura, de este faltante, del caracter incompleto, non ter-
minato, del mundo moderno en d e s ~ ~ ~ ~ i ~ o s i c i o n . Por eso, el Poeta,
nuestro pastor de las equivocacionesn, lucido e ironico, insistia en
ver el mundo con los ojos abiertos y sobre todo con los ojos ima-
ginarios,. La realidad hay que imaginarla para entenderla mejor, no
como una descripcion plana, -adjetivo que en Armijo parecia
resumir no la uantipoesiam sino la uno-poesia,, la ausencia de poie-
sis- de la realidad fisica, sino como un sistema de composicion
simbolica.
El lector descubrira en Poemas europeos un secreto a voces que
ocultan los amigos de Roberto Armijo: que el mito del poeta latino-
americano en Paris era encarnado por un gran poeta. Un poeta
capaz de resumir el universo en un soneto y de partir de una oda
hasta el cosmos de su intimidad. Esa es su gran verdad final: l o
pequeno y lo inconmensurable tienen la misma trascendencia. Lo
intimo, lo privado, estan al lado de lo publico, de lo politico. Como
el mismo dice en Parajes ... : Yo le hablo al geranio sin verlo despues
de 20 anos/Yo congrego el frijol rojo el chile verde la cebolla/y asi
voy me digo repartido unidola todo tipo de frutos de la tierra,. +
Paris, 2 de mayo de 1997
E s p e c i a l
Revista Cultura 79
Revista Cultura 79
E s p e c i a l I
Revista Cultura 79
Ruben Dar i o,
ci udadano del i di oma
Roberto Armiio
uando se reflexiona sobre el fenomeno Ruben Dario, y
se admira su obra escrita en verso y prosa, sorprende su
fuerza y su misterio, y nos pasma que un hombre que
apenas sobrepaso los 49 anos, nos haya legado una pro-
duccion motivadora de variadas exploraciones. Aventura espiritual
sin parangon en la historia de la lirica hispanica, ya por vasta y
potente, ya excepcional por su revolucionaria impronta, ya porten-
tosa por la riqueza inagotable de sus recursos de estilo y originali-
dad.
Para nosotros, poetas nacidos en Centro America, paises ignora-
dos en el mundo descubierto por Colon, la obra de Dario nos des-
lumbra y nos ensena secretos insondables del alma humana que la
palabra salva del olvido. La irradiacion de esos secretos perturba y
nos acicatea a sentir con pasion el armonioso universo del gran nica-
raguense.
Que el cisne, ave emblematica de su vision poetica, nos guie con
la interrogacion de su cuello, en nuestra arriesgada aventura.
Lo primero que despierta nuestra curiosidad en la poesia de
Ruben Dario es la rara perfeccion de su verso desde temprana
epoca. Su poder de asimilacion genial que en aparente espontanei-
dad vuelve poesia argumentos y temas que expresan los momentos
de evolucion del poeta. La lucidez que domina, y le advierte los
peligros y riesgos, y el innegable olfato para seleccionar los motivos
y el material tecnico para realizarlos. En su etapa de formacion es
evidente al primer vistazo, el dominio milagroso de numerosas for-
mas de versificacion que revelan las pautas del poeta adolescente
- W h
por incursionar los veneros de la tradicion lirica espanola. Gimnasia
intelectual, avivada por la tension de un espiritu alerta e incon-
forme. Sensacion de asfixia en el clima de moldes empobrecidos por
la retorica y la pereza mental. El paisaje poetico de Espana y
America, lo intuia nublado, solo apenas el solitario astro de un
Gustavo Adolfo Becquer en la noche desierta de siglo y medio de
,
estratificacion del idioma. Como ameri-
Dari o sospecho desde
I
cano, vivia el descontento del imperio de
una retorica heredada del neoclasicismo
de la t radi ci on.
t emprano su s i t uaci on
de mest i zo, SU papel
de acept ador cri t i co
1
Dario no sentia aplastante la tradicion
y de un romanticismo que habia agotado
sus posibilidades de invencion y expre-
sion. Es pertinente subrayar que por el
hecho de ser un latinoamericano, Ruben
I
centenaria del espanol, y producto de
una cultura en formacion, sospecho desde temprano su particular
situacion de mestizo, efecto valioso para ubicar su papel como acep-
tador critico de la tradicion. Despojado de los tabues y prejuicios
que pesan sobremanera en el poeta espanol, que al sentir y escudri-
nar su historia literaria, se siente prisionero de su pasado.
Este rasgo particular de su genio, avivado por un juicio lucido
que anima una insaciable curiosidad, lo impulso desde muy joven a
explorar las diversas epocas de la tradicion poetica espanola, aven-
tura que lo fortalecio para aduenarse de los secretos del idioma. Y
sobre todo, para adquirir conciencia del empobrecimiento de una
poesia que en el concierto de las lenguas europeas habia alcanzado
alturas excepcionales en la constelacion de poetas de la envergadura
de Garcilaso, Fray Luis de Leon, San Juan de la Cruz, Gongora,
Lope de Vega y Quevedo. Muertos estos grandes genios del idioma,
la poesia espanola habia caido en el pozo de un estancamiento deso-
lador. hacer entonces? Continuar con las sendas trilladas y
conocidas, o empenarse por abrirse caminos. esta entonces
la clave para los nuevos rumbos que intuia? realizar para insu-
flar energia a la palabra gastada por la rigidez, la pereza y el lugar
comun? Desentranar y ubicar el momento, sopesando las causas,
adivinando las razones varias de la decadencia, es necesario para
examinar el papel revolucionario que el autor de Prosas Profanas y
--
Revista Cultura 79
Cantos de vida y esperanza, encarno en la historia de nuestra lirica.
Solo asi podremos encuadrar en forma adecuada su personalidad
que por la dimension de sus hallazgos despierta nuestra perplejidad.
Cuando se estudia a Ruben Dario, advertimos un temblor ine-
dito que ilumina su palabra. Adivinamos su posible modelo, o sim-
plemente, reconocemos sus deudas, pero joh fuerza de su genio!
Algo nuevo conmociona y crea con el lector una complicidad, o un
rechazo. Nunca la indiferencia o la duda.
Este elemento nuevo es digno de subrayar que aparece como
dimanador de visiones que cargan de significados que nunca traicio-
nan el genio del idioma; al contrario, juega como un elemento vitali-
zador que revoluciona desde el interior la tradicion y que desde
fuera introduce modificaciones trascendentales.
que cuando leemos a Dario, inmediatamente el brillo y ele-
gancia de su arte se imponen? por que avasalla el embrujo de su
don musical que a manera de soplo luminoso ennoblece su poesia?
por que logra con el lector crear con facilidad un nexo afectivo, o
simplemente una complicidad, o en el ultimo de los casos, un acopio
de reflexiones? Si parte de su obra no reluce actual por ocultar pro-
positos que han muerto con su epoca, siempre constatamos que. un
temblor original nos vuelve interesante el texto. Este temblor alado
y personal persiste a lo largo y ancho de su obra.
Para que un poeta realice a plenitud su obra, no solo requiere de
innegables dotes personales. Es importante para su desarrollo el
clima propicio. Pueden ser factores de orden historico, o cambios
de sensibilidad o mutaciones que experimenta el idioma. Que el
poeta animado por estos factores logre en un determinado
momento tener conciencia de estos fenomenos, y se aplique tesone-
ramente a asimilarlos y filtrarlos para construir su mundo, aparece
solo como don del genio. al examinar en verso y
prosa, la extensa produccion de Ruben Dario, elementos que nos
permiten externar la hipotesis que el autor de Cantos de vida y espe-
ranza fue sensible a estos cambios? en alguna medida la
vision lirica del Dario adolescente, del artista maduro y del poeta
otonal? implicaciones tienen en su maciza elaboracion de una
obra revolucionaria a nivel del idioma, de la sensibilidad y la emo-
cion de la epoca? Contestar estas preguntas es esencial para resolver
- W h
los enigmas que todavia preocupan a los criticos de Dario y del
Modernismo. Nosotros pretenderemos tenerlos presentes para
mejor orientarnos en nuestra aventura.
fue la epoca en que vivio Ruben Dario? fue el con-
texto historico que percibimos en sus textos? era el estado de
la poesia escrita en castellano cuando Ruben Dario, en su Nicaragua
natal, en Centro America, Chile y la Argentina, comienza su tarea
liberadora? El arbol para brindar sus frutos y fortalecerse requiere
de tierra fertil y de clima benigno. El poeta como el arbol tienen
parecido destino.
Lo primero que tenemos que recalcar cuando leemos al Dario
adolescente es su vivacidad de pensamiento. Se advierte nutrio ya de
copiosas lecturas en mezcla heterogenea. Estudios de los clasicos
griegos, latinos y de la tradicion espanola. Conocimiento pasmoso
de autores neoclasicos y romanticos. Poetas de Espana y America.
Soltura en el verso y la prosa, aunque cenidos al tono de lo apren-
dido e intuido en la tradicion del idioma. Cuando en 1882, en San
Salvador, conoce a Francisco Gavidia, perspectivas ineditas vislum-
bra. Lecturas de poesia francesa sobre todo* Su trabajo de periodista
lo lleva a efimeros compromisos politicos con los mandatarios de
turno. Situacion que todavia en Centro America es el destino casi
obligado del hombre de letras. Lo interesante de subrayar en esta
etapa de nuestro poeta es una lucidez agitada por el descontento y
una inquietud que asoma y vibra, inclusive en aquellos textos que
uno adivina ser productos de lo ocasional y pasajero. Sin embargo,
aires de ideas nuevas se insinuan, irradiando intuiciones y alum-
brando preocupaciones; son como atisbos del adolescente genial.
La Centro America rural, atrasada, encharcada en perpetuas gue-
rras fratricidas, lo acongoja, lo ahoga. El empeno por realizarse, lo
anima y lo obliga a despedirse del terruno. Tal vez en otras tierras
pueda desarrollarse y formarse mejor, ya que Centro America ais-
lada de los centros de cultura, esta hundida en la ignorancia, entur-
biada por los odios politicos y el fanatismo religioso. La hostilidad
del medio asfixia el talento y reduce a desencanto los propositos
' Sobre esto eiopa de uario, consuliar Mox Henriquez Ureno, Breve hisioria del modernismo, 1962 Y mi libro Francisco Govidia,
Odma de su Genio. Minisierto de Educocion. Direccion Generol de Publicaciones Son Solvodor. El Solvodor, C A , 1965
- W h
Revista Cultura 79
animados por la mas solida voluntad. Centro America vive como
apartada de los acontecimientos de la hora, y pesa sobre los animos
y las aspiraciones el rudo lastre del pasado colonial. El ambiente
negativo lo impulsa a dejar su tierra natal. El poeta adolescente viaja
a Chile.
Su etapa en Chile es clave para explicarse la evolucion prodigiosa
de su lengua. El autor de Epistolas y poemas, libro dejado e.n prensa
en Nicaragua, recoge el acento de su obra empapada en las diversas
y variadas fuentes de poesia espanola. Cuando publica Abrojos y
Rimas, su instrumento expresivo surge
,
aligerado, y su estilo mas castigado y
sobrio. El dejo oratorio a lo Quintana,
1 La et apa chilena del
miento eficaz de su palabra en busqueda de SU l engua.
de una personal intencion de estilo. Su
trabajo de periodista lo mantiene alerta y acorde con los aconteci-
mientos de Chile y del mundo; alcanza a encontrar el tiempo nece-
sario y las amistades propicias para avivar sus incentivos de cultura
y ejercitar sus ambiciones. El contacto con la literatura francesa, y
sobre todo, con el arte europeo, afianza y decide sus gustos.
Simultaneamente a Rimas y Abrojos, Dario escribe Azul, libro
llamado a hacer epoca en la historia de nuestra lirica. En la rima
XIV, aparece ya este color simbolico de su intuicion del mundo.
El ave azul del sueco
sobre mi frente pasa
asoma en su .Canto Epico a las Glorias
de Chile*; pieza de compromiso. Sin
embargo, en su vision poetica algo se
depura, se aclara, y toma sentido: el trata-
Lo revolucionario en Azul, esencialmente es la prosa. El verso
sobresale apenas animado por un vago lirismo. El poeta aparece
cenido a una lengua concisa, mesurada. El aliento inedito se desen-
vuelve airoso en el romance o la silva de estirpe tradicional. En las
sucesivas ediciones de Azul el poeta incorpora nuevos textos, toca-
dos ya por la versificacion renovadora. elemento de epoca
impregna el verso y la prosa de este libro revolucionario? Don Juan
Valera supo decirlo con su habitual elegancia castiza: "Si el libro,
-1
poet a ni caraguense e s
c l av e para expl i carse
la evol uci on prodi gi osa
impreso en Valparaiso este ano de 1888, no estuviese en muy buen
castellano, lo mismo podria ser de un autor frances, que de un ita-
liano, que de un turco o de un griego". El libro esta impregnado de
espiritu cosmopolita. Hasta el nombre y apellido del autor, verdade-
ros o contrahechos y fingidos, hacen que el cosmopolitismo resalte
mas. Ruben es judaico, y persa es Dario; de suerte que "por los
nombres no parece sino que usted quiere ser o es de todos los pai-
ses, castas y tribus". Ese cosmopolitismo descubierto por el ojo cer-
tero del autor de Pepita Jimenez, sera caracteristico del futuro poeta
de Prosas profanas, de Cantos de vida y esperanza, Los raros y Las
tierras solares. Espiritu del mestizo de sangre y cultura con ansiosas
preocupaciones intelectuales de caracter universal. Este rasgo inte-
lectual tan marcado en los poetas contemporaneos de Dario, revela
sustancialmente un prurito espiritual por abarcar un ambito de
creacion mas acorde con los rumbos de su tiempo, de gran sacudi-
miento de energias y de ejercicios mentales que cuestionan las ideas
recibidas y los sistemas sociales y filosoficos que habian sustentado
el establecimiento del mundo de la burguesia y las fatigadas clases
aristocraticas.
El espaldarazo de Don Juan Valera afianzo el prestigio de Ruben
Dario. Regresa a Centro America y nombrado miembro de la dele-
gacion nicaraguense a la celebracion del cuarto centenario, viaja a
Espana. El poeta realiza su sueno: conocer Europa. En Madrid
visita a Campoamor, a Castelar, a Nunez de Arce. Conoce a Don
Marcelino Menendez y Pelayo, a Zorrilla. Visita a Valera, y se rela-
ciona con los poetas jovenes de la hora. Escribe Portico, con
dedicatoria manuscrita a Menendez Pelayo, de Madrid, 3 de octu-
bre de 1892, en el ejemplar ya impreso de En tropel, de Salvador
Rueda, que lleva fecha del ano siguiente; Elogio de la seguidilla,
Friso, dedicado a Maurice du Plessis; invitado lee en memorable
ceremonia su composicion Colon, textos todos ellos estremeci-
dos por las rafagas de un sentimiento y forma de decir, de expresar
sus incentivos de belleza, que impresionan y conmocionan el
ambiente enrarecido y gris de la poesia momificada de la epoca.
Regresa a Centro America, y aprovecha cuando llega a Cartagena,
~ol ombi a, un encuentro con Rafael Nunez, el brillante intelectual y
hombre de Estado, ex presidente de Colombia. Este, le promete
- W h
Revista Cultura 79
nombrarlo Consul General en Buenos Aires, Argentina. Regresa a
Nicaragua. Estadia en Leon y Managua. Hechos tristes acaecen
entristeciendole la vida. Muerte de Stella, su esposa, en San Salvador.
Infortunada pagina amorosa que termina en casamiento forzoso en
Managua. Salida a Panama. Aqui recibe noticias positivas del ofreci-
miento de Rafael Nunez. Le adelantan varios meses de honorarios,
y viaja a Nueva York, donde conoce a Marti, y se embarca despues
para Francia. Llega a Paris y conoce a Verlaine. Y Enrique Gomez
Carrillo lo pone en contacto con poetas del ambiente simbolista. De
esa epoca data su amistad con el autor de Ifigenia y poeta del
Pelerin passionne. Trenza gran amistad con Maurice du Plessis,
quien le dedica La derniire promenade, en le Feu sacre, 1924. Viaja a
Buenos Aires, y se incorpora a la redaccion de La Nacion. Estadia
deslumbradora para el autor de Azul. Buenos Aires vive su apogeo
de gran cosmopolis. El proceso de formacion de la nacion argentina,
se entrana como una vehemente, admirativa experiencia en su bus-
queda intelectual. En Buenos Aires se impregna hasta los tuetanos
de cosmopolitismo con un desenfado y libre criterio, que se plasma
en articulos, ensayos y poemas de una inusitada originalidad y luci-
dez. Se vuelve un ciudadano del mundo. Un poeta que presiente que
esta sobre cualquier pasion o pedestre historia provinciana. Sus lec-
turas, sus conocimientos, se matizan. Su criterio se afianza. Su inte-
ligencia se acrisola. Pasma el acopio y avidez de sus pasatiempos y
exigencias. Su vitalidad es ~roverbial y ha sido elogiada y fanatizada
por sus biografos. Lo notable es comprobar lo perspicaz y alado de
su talento. Lo apasionado y seguro de su trayecto. El periodismo lo
mantiene al tanto del acontecer en el mundo. Lo abona. Lo fertiliza.
El mestizo genial vislumbra caminos insospechados, y la situacion
es propicia para comprender que ha pasado el momento del escritor
dividido entre sus quehaceres intimos y sus responsabilidades socia-
les. El descontento individual es patente. Comprensible, ademas. La
organizacion de la nacion argentina, conmovida por el aluvion
inmigratorio ha traumatizado el organismo entero del pais. La coti-
d h i d a d es asfixiante, pero a Ia par de la exaltacion del capitalismo
dependiente implementado por la clase rectora, aires ineditos sopLn
incontenibles, y la sociedad colonial desaparece en la agitacion y
revuelta exigencia de la hora. Pareceria que el poeta, autor de P~~~~~
profanas, viviera al margen de los acontecimientos. Nada revela
c ~a ndo se conoce y se estudia su obra en verso y prosa, actimd que
nos permita creerlo. Al contrarin- encontramos y admiramos
bos luminosos que demuestran su sensibilidad abierta a todo tipo de
estimulos. La epoca se introduce y merodea en repartidos hilos de
agua en su obra y preocupaciones. Que la acepte, la rechace, o sim-
plemente decida capearla como sea, desde el digno puesto de poeta,
es necesario valorarlo, registrarlo, y sobre todo, subrayarlo, ya que
inicia un cambio de personalidad en la vida y en la funcion del
poeta.
El ano 1896 es capital en la errante existencia de nuestro poeta.
Publica en Buenos Aires, Prosas profanas.
Trataremos en forma suscinta de captar rapidamente los confu-
sos y agitados acontecimientos historicos y culturales que evidente-
mente influyeron en Dario. Permitanme la solucion facil del recua-
dro para mejor ubicar el contexto. La particular experiencia argen-
tina es indudablemente decisiva. Buenos Aires, en el lapso de 25
,
anos, se ha convertido en una ciudad
peri odi smo fert i l i za
la poesia de Dari o, tal
populosa. Hombres de todas las razas
encontraron asilo, trabajo y prosperidad
en la tierra de Sarmiento. Ha y un
como s e advi er t e en
Su l uci do l i br o E 'p ana
cont empor an' ea
ambiente cultural de prestigio.
Desarrollo del teatro, de la opera, del
periodismo, de la literatura nacional. La
economia de la joven nacion alcanza su
apogeo con su integracion en el mercado
mundial. La clase patricia se aliena cada vez mas con su proyecto
politico y economico. Se enriquece en forma acelerada, y a la vez,
abre las puertas al capital ingles y europeo. Hay la apariencia de un
colosal ritmo laboral para todos. Solamente el argentino de las tie-
rras profundas se desespera y se siente como exiliado en su propia
patria. En el plano continental, las oligarquias han orientado sus
politicas a la creacion de republicas liberales que controlan ferrea-
mente. Ha pasado el periodo de las guerras civiles endemicas, y
parece que se acerca un proceso de estabilidad que se ejercita princi-
palmente con la dictadura civil o militar. En el horizonte signos
amenazadores se descubren con las intrigas diplomaticas y presio-
nes politicas que inicia en la zona del Caribe, los Estados Unidos.
En Cuba, los patriotas guiados por Jose Marti, luchan contra el
yugo espanol. La guerra es dura y sangrienta. En 1895, muere Jose
E!!!
-
Revista Cultura 79
Marti. En 1898, estalla la guerra de Cuba. Espana es vencida por los
Estados Unidos, y pierde sus ultimas colonias. Desastre que fue
resentido por los pueblos latinoamericanos como la fuente de futu-
ras desgracias y peligros inminentes. La intelectualidad progresista
reacciono, olvidando antiguos agravios. Sus vinculos con Espana
son fuertes, y aunque le achacan su ceguera, se identifican con las
horas tragicas y de pesadumbre que vive la patria de Cervantes, de
Lope de Vega y Calderon. Dario, publica en La Nacion, un vibrante
articulo *El triunfo de Caliban*, de insospechable trascendencia. El
musculo recio y demoledor de un pensamiento vigoroso marca con
fuego ardiente las mejillas rubicundas del barbaro. Su fe por la civi-
lizacion latina se fortifica. Enviado por La Nacion como correspon-
sal, encomendado para registrar y escribir sobre la actualidad des-
pues de la derrota, Dario vuelve a Espana. Llega a Madrid los pri-
meros dias de 1899. Sus cronicas incisivas forman su lucido libro
Espana contemporanea (1901), muestra de su altisima calidad perio-
distica. Habla de politica, de asuntos de sociedad, del estado de las
artes y las letras, y refleja con inquisiciones de variada preocupa-
cion, las especiales interrogaciones que el poeta considera necesarias
de externar sobre el destino y futuro de la patria del Cid. El perio-
dismo fertiliza su poesia, y aureolado por el prestigio de Azul,
Prosas profanas, y Los raros, se convierte en maestro de la juventud
poetica. Su influencia es enorme. Revisa por esta epoca sus juicios
sobre las letras de la Peninsula, y comprueba el estancamiento, el
torpor de la tradicion en prosa y verso. Sin embargo, hoy mas que
nunca se entrega al estudio, a la exploracion de las absconditas
corrientes de una lengua procer, rama noble del tronco latino. Sus
incursiones se adentran con precision en los predios reconditos de
la poesia, y de sus viajes regresa enriquecido, acrisolando su verso, y
haciendo avanzar con seguridad el dominio de su lengua que abarca
espacios fabulosos. Sus lecturas de poetas de otras lenguas europeas,
lo empapan de universalidad, y seguro domina con amplitud el ins-
trumento de su expresion que se carga de estremecimiento, de
inquietud y misterio. El experimentador y consumado artifice
atempera su temperamento y va como alucinado en busqueda de un
estilo mas diafano y sobrecogido. El eco de subterraneas ansias y
confusos conflictos lo tornan meditativo, parecido fenomeno sufren
otros poetas en distintas lenguas, y que, como Dario, cabalgan entre
dos siglos. El siglo XIX ha dado el espectaculo del fracaso de
muchos ideales, y en el marco de un capitalismo arrollador, de un
- W h
progreso desenfrenado, y del estallido de precipitados sistemas filo-
soficos y multiples ideologias, el hombre reacciona como acorra-
lado. Igual suerte le ha tocado al artista, y sobre todo, el poeta. Al
sonador. La democracia burguesa ritualiza el individualismo en su
funcion economica, despreciando los valores del espiritu. La cultura
se oficializa. El Arte se prostituye. Este malestar es evidente, y en
las aguas oscuras y precipitadas del final de siglo, un cambio de sen-
sibilidad denota el espiritu de una nueva epoca literaria y artistica.
La musica contamina los pulsos y quiebres de una nueva poesia, y
parecida fertilizacion se advierte en la pintura. Estas circunstancias
nutren al poeta que apenas ha cumplido los treinta anos y registra
finamente los pulsos de la crisis que se avecina.
Este cambio de sensibilidad es primordial para entender en su
maxima ampl i t ud la renovacion en ~r o f u n d i d a d y al t ura que
Ruben Dario realiza fecundando el idioma con sus exploraciones
de literaturas extranjeras y las incursiones en los hondos manan-
tiales de nuestra lengua. Una autentica revolucion que solo puede
equipararse a la que igualmente efectuo Garcilaso de la Vega en el
siglo XVI. Todavia en la poesia escrita en castellano, despues de
su muerte en 1916, se adivinan los ecos de composiciones como la
Oda a Roosevel t , Lo fatal, .Epistola a la senora de
Lugones*, Tut ecot zi mi , .Vision, I nt er mezzo tropical*,
~ Tr i p t i c o de Ni caragua, Cant o a la Argentina,
Metenpsicosis, A Colon. Versos de Otono*, .La gran cos-
mopolis*, (<El coloquio de los centauros, .Responso a Verlaine*,
Los nocturnos, Salutacion a Leonardo., Salutacion del opti-
mista*, Cant o de esperanza*, .La dul zura del angelus*,
Cancion de Ot ono en primavera,,, Los nocturnos, los sonetos
de Trebol, Filosofia., uCarne, *Celeste carne de la mujer*,
Mel ancol i a, Augur i os, Caracol., Sonet o aut umnal al
Mar ques de Bradominm, Alla lejos, ~Hel i os w, .Desde la
pampa*, Poema del otono y otros poemas, registrando en mul-
tiplicacion exploratoria y sutil, la expansion de una gama emocio-
nal visionaria por su intuicion y ejecucion de temas ricos por su
trascendencia vital y espiritual. El idioma adquiere matices no
ensayados jamas en castellano y por su variada efusion y teclado,
la versificacion se extiende, resucitando metros de estirpe primi-
tiva, renancentista, barroca y clasica. En todas estas composicio-
nes de rara perfeccion, el idioma se contamina de influencias
beneficiosas que no transgreden su genio; al contrario, lo ilumi-
- W h
Revista Cultura 79
nan; abonan su subsuelo linguistico poniendo a sonar y brillar
palabras recogidas en los hontanares de la lengua, y otras de casta,
y otras mas, de lenguas hermanas como el frances.
Cierta critica que ejercita coordenadas ideologicas, empecinada y
estrecha, irresponsable y festinada, todavia externa juicios sin funda-
mento, desvirtuando con su perspectiva tenida de sectarismo, esta
dimension colosal realizada por Ruben
,
Dario cuando apenas ha cum&ido los 38
anos. La sintesis de su vision universalista
ha ganado en profundidad y trascenden-
tia, y SU renovacion no Solo marca 11 poe-
sia de la epoca; tambien afirma preocupa-
ciones, en el pulso de misteriosos presa-
Dari o encarna el alma
ameri cana y, por su
rnagistra 1 domi ni o de
l a lengua, el alma del
gios de la hora. El poeta de Cantos de idioma.
vida y esperanza como lo expresara
genialmente en el primer poema de este libro maravilloso, brilla por
su sinceridad, por el dominio airoso de su lengua, y sobre todo, por
el hondo cauce de una emocion acorde con el espiritu de la epoca.
podria a estas alturas negarle primacia al lirico que ha
avanzado de la composicion magistral por la forma, a un hontanar
de acento meditativo, transido por los temblores del misterio, del
entendimiento acicateado por ansias intelectuales removidas por el
suelto torrente de lo historico? El mestizo hambriento de universa-
lidad como sin quererlo, buceando en las aguas absconditas de la
vida contemporanea, sale a la luz del nuevo siglo, avizorando en el
horizonte signos de tormenta, y muy compenetrado del espiritu
del siglo XIX, camina a tientas en el laberintico, inicial siglo XX.
Mas que nunca, encarna Ruben Dario, en estas horas de su madu-
rez creadora, el alma americana, y por magistral dominio de la len-
gua, el alma del idioma. La renovacion es aplaudida en Espana,
Europa y America. Por la intensidad y expansion de su aventura, el
nicaraguense universal, simboliza el patrimonio original de lo ame-
ricano, en lo que tiene de mestizo; sintesis de una sensibilidad ine-
dita, que incrusta el Nuevo Mundo con su coloreado castellano, en
el tronco comun de la Romania. En esta forma la articulacion de
America a la cultura del mundo, sobrepasa fronteras y patrias chi-
cas. Gracias a el, aparecemos adultos y dignos de consideracion
como entidad de cultura, de sensibilidad que comparte cierta uni-
dad de civilizacion, y la diferencia de una particular vision de las
cosas y del mundo.
E s p e c i a l
Ignacio Luzan, ~ubl i ca en Zaragoza, en 1737, la poetica, impo-
niendo el largo reinado del neoclasicismo en la poesia espanola.
Invoca la estricta sobriedad en metros y estrofas, perdiendo ejerci-
cio y consideracion las formas tradicionales tan brillantemente estu-
diadas por Pedro Henriquez Urena. La vertiente caudalosa de la
poesia espanola es rigurosamente encauzada por estrechos cauces.
El habla oscurece su luminosidad, y se enrarece el giro coloquial,
que apenas suspira en la obra de los fabulistas. La imposicion de la
lengua escrita y los modelos estrechos de la Poetica de Aristoteles,
los italianos Benio y Robortello, y los franceses Le Bossue y Dacier,
inspiran las preceptivas y disciplinas literarias. Influencia nefasta
que esterilizo la lirica, menguo la fuerza del teatro, y excepcional-
mente salvo Leandro de Moratin, en lenguaje dramatico, al ensayar
una admirable prosa que no tuvo seguidores. Reflejando la decaden-
cia de Espana como nacion imperial, parece que las letras caen en un
pozo de postracion. La aventura romantica, sirvio para filtrar aires
renovadores; sin embargo, con la muerte de Larra, y el desapareci-
miento prematuro de Becquer, la prosa y la poesia, viven como aje-
nas al cambio del mundo. Es cier:: l ue Zorrilla y Espronceda sur-
gen como dos altisimas personalidades del genio lirico espanol, pero
no realizan ambos ninguna aventura que renueve la tradicion.
Ensayaron los metros conocidos y se cineron con espiritu conserva-
dor, en cuanto al uso y despliegue de formas de la tradicion. No hay
en el siglo XIX una figura que pueda citarse para hombrear con
poetas como Keats, Heine, Hugo, Leopardo o Puskin. Es decir, en
cuanto encarnadores del genio de sus propias lenguas y revolucio-
narios en cuanto a la vision de su universo poetico. Sin lugar a dudas
las condiciones historicas no fueron ~r o ~i c i a s para nutrir las aspira-
ciones y busquedas de los poetas espanoles del siglo XIX. Larra,
singular talento y dueno de un estilo castigado y lucido, habia gri-
tado que escribir en Espana era llorar. Becquer, apenas pasado los 30
anos, muere consumido por la miseria y la enfermedad. podia
hacerse para remover las aguas vivas del habla que habia dado al
mundo de la poesia universal a poetas como Garcilaso, San Juan de
la Cruz, Fray Luis de Leon, Gongora, Lope de Vega, Calderon y
Quevedo? Estos nombres estelares cifraban con intensidad lo que
Espana en los planos de la cultura habia aportado a la civilizacion
occidental. En el concierto de las literaturas europeas, Espana con-
! ! ! !
-
Revista Cultura 79
taba con un teatro nacional de brillo y pujanza admirables; una
copiosa vertiente de poesia popular en los monumentos del
Romancero y las gestas epicas acrisoladas en textos como El Cid;
una riquisima veta novelistica de raiz: hundida en los tillos del alma
castellana, y que se resuelve en la portentosa obra cervantina. Ruben
Dario es consciente del pasado glorioso de una literatura que se pre-
cia de un Calderon y un Cervantes, dignos de equipararse a un
Dante, a un Shakespeare, a un Goethe. (Y que veia? ( Que pano-
rama escrutaban sus ojos? La extinguida, enrarecida y empobrecida
vena del idioma. Cualquiera podra arguir que habia un
Campoamor, un Nunez de Arce. Nunca Dario menosprecio la obra
de estos distinguidos maestros. Sin embargo, i habia en sus poemas
el halito de acentos nuevos? !NO! Continuaban repitiendo las voces
de lo conocido. El desasosiego del joven autor de Azul se adivina
. . .
cuando incursionamos sus producciones iniciales en verso y prosa.
El encuentro con Francisco Gavidia es capital. Ambos estudian, tra-
ducen poetas franceses; y como muy bien han subrayado Enrique
Anderson Imben y Pedro Henriquez Urena, y reconocio Dario en
su Autobwgrafra, la amistad del salvadoreno fue clave para el descu-
brimiento de la melodia del alejandrino frances.
El contacto con Victor Hugo, admiracion que acompano a Dario
a lo largo de su vida, lo estimulo a extender y profundizar su cono-
cimiento de la literatura francesa en un momento privilegiado de
florecimiento y auge de las voces parnasianas y simbolistas. Y como
muy bien lo ha dicho Ezra Pound, nada podra entenderse de la poe-
sia contemporanea sin el aliento revolucionario del simbolismo
frances, que permitio la obra de poetas organizadores de un instru-
mento capaz de registrar las sutilezas y emociones cambiantes del
momento. Todas las orientaciones de la poesia actual, en cuanto
valoracion y sopeso del verso, se adivinan en los textos de un Jules
Laforgue, un Tristan Corbikre, incorporando los matices del habla
cotidiana, y cargando la palabra de una energia original. Inclusive en
los poetas simbolistas menores, su estudio ofrece el abigarrado
muestrario de singulares exploraciones de la metrica y el vocabula-
rio. El estremecimiento nuevo que Victor Hugo advirtio en
Baudelaire, permitio un ensanchamiento de la interioridad del verso
como inflamable materia que alumbra los socavones de la condicion
humana, y que logra la comprension de una era borrascosa.
Despues vendran los Rimbaud, los Verlaine, los Lautreamont, y
coronando esta pleyade insigne, el cabalistico y esoterico Mallarme.
- W h
E s p e c i a l
Limitariamos el periplo de Dario, al circunscribirlo unicamente a
la poesia francesa. Su genio busco el contacto de todas las literaturas
ant i g~as y modernas, y percibio rapidamente la importancia de un
Poe, de un Whitman, como portadores de notas enriquecedoras de la
poesia contemporanea. Sus lecturas de poetas ingleses, italianos, por-
tugueses, junto al estudio de los latinos y clasicos griegos, son valio-
,
sas para explicarse la modificacion que
El genio de Ruben 1
Dario introduce en la tradicion lirica en
castellano. fecundando la vision ~oet i ca
Dario busco contacto
1 con giros y matices qu; remo-
moder nas .
con t odas las literatu-
ras ant i guas y
1
muros de hierro de una tradicion ernpo-
zan la lengua, y abren poderosamente las
valvulas para dejar en libre y liberador
torrente, el verbo enclaustrado en los
zada. causas fueron las que motiva-
ron los hallazgos de Dario? (Podriamos constatarlas? Al comienzo
de este ensayo remarcabamos las condiciones que fertilizan el genio
de un poeta de un fuerte temperamento asirnilador y revolucionario,
para lograr renovar desde el interior las agotadas energias de la tradi-
cion, modificandola desde el exterior, manteniendo limpido el espi-
ritu de la lengua. Veamos que rumLc 2: propicio para mejor registrar
la indudable proeza de Dario. Tendremos que significar que estado
de poesia encontro, y que rutas otros poetas americanos habian ensa-
yado, y que le dejaron trazas, brechas, atisbos, giros que integro,
aprovecho para su intima necesidad de arte. Aqui, es pertinente des-
cubrir el oro puro que fortifico la sintesis de su idioma.
El especial aliento que anima los productos espirituales de las
letras latinoamericanas, ha sido un rasgo reconocido y observado
desde la epoca colonial. Las artes y las letras de estirpe peninsular al
volcarse y alimentar los frutos del genio americano, son retocadas y
conmovidas por un gesto original que ensena el tiemblo de un tem-
peramento que remueve una sensibilidad distinta, aligerada por la
soltura y el colorido de primores virginales. Se entremezclan la ino-
cencia, el candor de una pristina evocacion de las cosas, que sobrepa-
san el lastre, la pesadez del pasado. Inclusive en los azarosos y terri-
bles anos de la conquista, aquellos hombres de recio y raro caracter
caen bajo el embrujo de un mundo que despierta en ellos la estupe-
E!!!
-
Revista Cultura 79
faccion. La sensibilidad medieval del conquistador, imbuida de reli-
giosidad y fanatismo, se arrebata y se abandona en el frenesi de un
sortilegio que no se explica. Este asombro se constata no solo en
aquellos que pasaron por las universidades y habian obtenido cierta
dosis de cultura y humanidades como Cortes; tambien lo percatamos
en el hombre simple, en el soldado que apenas tenia conciencia de su
aventura como Berna1 Diaz. Este escorzo que contornea el sello de
nuestro patrimonio cultural, lo encontramos en la era colonial, y se
convierte en giro y sedimento de una textura del lenguaje que modi-
fica el acento de las palabras e insufla savia nueva al idioma. Basta
que cite tres nombres ilustres de las letras coloniales para reconocer
la originalidad de nuestras letras. En la prosa, el Inca Garcilaso; Sor
Juana Ines de la Cruz, en la poesia; y en el teatro, Ruiz de Alarcon.
No podemos entretenermos con el debido y espacioso examen
sobre los rasgos que nos unen y nos diferencian del artista y escritor
peninsular. El clima asfixiante del pasado, en nosotros no ha jugado
el mismo papel. El peculiar proceso de nuestra formacion social y
cultural, ha liberado germenes idiosincrasicos que han constituido
abono para nuestro mestizaje. No somos europeos, ni indios, ni
negros; somos todo eso, y mas. Por el idioma estamos incorporados
a una entidad de cultura, rama del tronco ilustre de la Romania. Por
la lengua nos vinculamos a un mundo cultural de vieja prosapia, y
nunca podriamos desdenar este hecho, olvidandolo, al ubicar el
ansia de universalidad de un Andres Bello, un Juan Montalvo, un
Jose Marti, un Ruben Dario. Con este antecedente prototipico de
nuestro temperamento, tendriamos que citar rapidamente los escri-
tores que han, en alguna medida, realizado aportaciones en nuestras
letras, y que ayudaron a clarificar el paisaje, a limpiar y abrir la
senda que mas tarde continuaria el autor de Cantos de vida y espe-
ranza. Es factible entonces someramente dedicarnos a escoger a
aquellos hombres de pensamiento que cooperaron a desbrozar el
terreno. Mirarlos en cuanto a trabajadores del espiritu y que en su
tiempo se percataron de las necesidades de una alteridad que se con-
sumara en obra del espiritu. Por su importancia, don Andres Bello
es el ejemplo clasico. Sabio y portentoso en todo'. En el area estricta
del quehacer literario es digno mencionar a Juan Montalvo como un
precursor de fuerza admirable. Consumado artifice de la prosa que
nutrido en los clasicos libera de su rigidez la prosa de la epoca. En
Luis k, Andres &lb, pdihco culbrol y funcion socio1 dependiente Ediciones Araucaria. Madrid, 198 1
- W h
sus grandes libros encontramos ya el palpitar de un decir que pre-
moniza a los excelsos prosistas del periodo modernista. Papel prefe-
rente por su apostolado y su excepcional figura, es Jose Mani, lumi-
noso y poeta de elevada espiritualidad. Jose Marti introduce ritmos
desconocidos en su escritura, y lleva la prosa a tesituras incompara-
bles. Fuerza, sensibilidad, primores en los detalles y las sentencias,
sentido de lo historico; todo eso y mas adivinamos en su extensa y
copiosa afirmacion como escritor americano. Su muerte prematura
fue una perdida irreparableJ.
Manuel Gutierrez Najera, valioso como prosista y poeta. De
estilo acendrado y fluida imaginacion. El discreto rumor de sus
versos de meditadas palabras, y su prosa de ritmo apretado, tan
limpida e inconfundible. Salvador Diaz Miron, poeta, dueno de
una concision que se concreta en Lasca. Julian del Casal, cubano
como Mani, autor de impecables sonetos y muerto muy joven. Y el
colombiano Jose Asuncion Silva, autor del celebre Nocturno;
aparecen como las personalidades sobresalientes, necesarias de citar
obligadamente para situar en su justa medida el estado de la poesia
que encontro Ruben Dario. Todos ellos aportaron variadas notas
que cooperaron a modelar un cuerpo de poesia que se distinguia
por el aporte de palpitaciones impregnadas de acentos y fulgores
ineditos. Todos ellos, en alguna forma, supieron interpretar los
temblores de su tiempo, y empapados de otras literaturas, humede-
cieron de colorido las palabras, insuflandoles connotaciones y rit-
mos nuevos.
Para explicarse la renovacion creada por Ruben Dario es valido
insistir en la coyuntura historica que le toco vivir; primordial subra-
yar el agotamiento extremo y penuria que sufria la poesia de su
epoca, y el presentimiento que advertia de un cambio en las varias
disciplinas espirituales. Su experiencia personal en Buenos Aires es
capital. Vive la hora propicia de formacion de la unidad nacional, y
su clarividencia se afina y eleva abiertamente energias originales que
electrizan el ambiente. Mezcla de instinto, de lucidez, y capacidad
3 Ru& br i o, exribi6 dos memorables
ensayos sobre Madi El primero opareci6
en lar raros, el segundo -Jose Madi.
poelo., b r i o lo dio a conocer en capitulas
- h
separados en el diario La Nocion de
Buenos Aires Y se lmPrimio Por vez Pri
mera en volumen ,unto con el ciiado cap1
tulo de Los roros y una selerrion de versos
de Marti en un tomo de lo cdecc16n Ldiput,
Editorial FranccllberclAmericana. Paris,
1926
Revista Cultura 79
para percatarse adivinando agilmente las intuiciones y matices para
realizar en objeto estetico, los estimulos y motivaciones que asaltan
y esperan a un poeta de su genio.
El hecho historico de integracion de nuestros paises al mer-
cado internacional, conocido como el pacto colonial, es basico
para entender la liberacion de necesidades y aspiraciones urgentes
que precipitaron a nuestros pueblos, conducidos por lideres
representantes de las oligarquias, a fragmentar el equilibrio entre
el mundo rural, tipico de la sociedad
.
un cuadro reciente de vida que com-
1
plica y subvi ert e los valores tradicionales. Y en el caso d e la
Argentina, la transformacion fue vertiginosa, y en un cuarto de
siglo, Buenos Aires s e convierte en una de las capitales mas
impresionantes de America Latina. *La Gran Cosmopolis*, la
llamo Dario. Vinculada con los centros culturales europeos y
envuelta en una agitada vida de rlqueza y comercio, que permitio
al intelectual centroamericano finalizar su proceso de formacion.
Ot r o hecho de notar y resaltar, fue el fijamiento del lenguaje
escrito, producto del enquilosamiento, de la perversion de la len-
gua, corrompida por el lugar comun, por la ausencia de inven-
cion, y por el ejercicio que le ha inyectado una sociedad que cada
vez se aleja de la poesia. En este espacio enrarecido por la cos-
tumbre, el poeta de genio descubre los sintomas de la enfermedad
del lenguaje, y se percata del abismo que lo separa del quehacer
lirico conocido; se esfuerza entonces por impregnar de salud y de
invencion su propio lenguaje. Tener conciencia de esta mutacion
necesaria, abonado por las exigencias oportunas de una sociedad
en trance de cambio, aparecen como las constantes validas para
nutrir la revolucion susceptible a realizar un poeta de genio. Es
aqui donde debemos ver las otras motivaciones en el interior de la
vertiente misma del idioma, remontandose a los veneros primiti-
vos, a las edades preciaras de creacion de esta, apropiandose criti-
camente de los valores legitiinos de esta tradicion.
- W h
surgida de la colonia, y el mundo
urbano que emergia en el cuadro de las
relaciones que imponia el capitalismo
dependiente. La vida cotidiana en exce-
siva pujanza enciende de clamores y
urgencias el habla, y la expansion acele-
rada, explosiva de las ciudades, muestra
-
Para explicarse l a
renovaci on cr eada por
~~~i ~ es val i do insistir
e n l a coyunt ura hi st o-
ri ca que l e t oco vi vi r.
En Azul, el poeta no avanza directivas, ni sondea en ansia
explosiva y variante, el teclado expresivo. Se retiene. Se conforma
a iluminar, a iniciar los atisbos que en deslumbramiento y expan-
sion excepcional, plasma en Prosas profanas, libro unico, en
cuanto a la esplendida gama de ensayos, de buceos relampaguean-
tes del futuro de la expresion poetica, que cuajara despues de su
muerte, en resplandeciente cosecha. Cualquier poema de Prosas
profanas, reivindica la vetusta, venerable tradicion lirica caste-
llana. Su admirable soneto a Berceo, es espiga escogida en el
terreno siempre uberrimo de una herencia ennoblecida por el
tiempo.
Amo t u delicioso alejandrino
como el de Hugo, espiritu de Espana;
este vale una copa de champana
como aquel vale *un vaso de bon vinos.
Mas a uno y otro pajaro divino
la primitiva carcel es extrana;
el barrote maltrata, el grillo dana;
que vuelo y libertad son su destino.
Asiprocuro en la luz resalte
t u antiguo verso, cuyas alas doro
y hago brillar con mi moderno esmalte;
tiene la libertad con el decoro
y vuelve, como al puno el gerifalte,
trayendo del azul rimas de oro.
Es pertinente registrar en esta ocasion ciertas palabras de
Dario, iluminadoras para desentranar aspectos notables de su des-
tino literario; el tan apartado, aislado de centros de irradiacion de
las modas o de fabricacion de modelos. En pagina desconocida,
rescatada por Jaime Torres Bodet, y apenas citada por Edelberto
Torres, Dario dice, en discurso memorable, a su regreso en 1907 a
Nicaragua: Existe un florecimiento que toda la juventud, tanto
de la cara, grande y querida madre Espana, como de toda nuestra
America, me atribuye. Voy por la primera vez a decir la verdad de
esta circunstancia.
Revista Cultura 79
Yo vine en un momento en que era preciso mi intervencion en el
porvenir del pensamiento espanol de America. Yo soy un instru-
mento del Supremo Destino; y bien pude nacer en Madrid, Corte de
los Alfonsos; en Buenos Aires, tierra de Mitre; en Bogota o Caracas,
el que nacio en la humilde Metapa nicaraguense'.
En estas frases sinceras adivinamos la conviccion que a lo largo
de los anos fue convirtiendose en una
,
idea central en Dario: ser siempre res-
~ons a bl e con su destino de Doeta aue
1 El poeta no es prisio-
- -
entendimiento, vuelven al hombre 1 con S U l engua.
;xige sangre y corazon coroaar
camino dificil. Jamas faltar a ese llamado.
Jamas manchar con groserias y bajezas
ese destino, que por caminos del azar y el
tocado por la Providencia a soportarlo, a
'
vivirlo a plenitud, y realizarlo con sangre y carne, como dones que
expresan el enigma de la vida y la trascendencia del misterio. Por
eso el poeta no es prisionero de tierra, region o pais, el se cree y se
siente unicamete comprometido con su lengua, librado unicamente
a permitirse el ensueno de saberse entranablemente ligado con el
idioma, su autentica, fiel y unica patria. Entonces uno se explica su
desden aparente por el contorno historico.
Aquellos que no han captado la honda vibracion de su pensa-
miento, que por pereza intelectual o desden o por simple estulticia
fijan con ligereza su vision del mundo, repitiendo lugares comunes,
externan juicios caprichosos nutridos de sectarismo, o tenidos de
pasion, de ignorancia y prejuicios.
En los ultimos anos, este aspecto vital de Ruben Dario ha sido
nero de t i er r a. regi on
o pais, el se cree y se
si ent e compr omet i do
visto con seriedad y sensibilidad por criticos que un criterio perspi-
caz guia para dilucidar y encuadrar seriamente el nucleo abigarrado
de pensares y visiones que a lo largo de su existencia, fueron en el
autor de Cantos de vida y esperanza, asideros, sostenes, andamios
para su alma triste.
Ruben Dario es el poeta que sobrepasa con aliento vital y sensi-
bilidad genial, una epoca que reverbera de iniciativas humanas, frag-
mentada en progresos del cuerpo y el espiritu. La lengua sufre, se
altera, como instrumento simple de la comunicacion, y como objeto
de cristalizacion de esta comunicacion. El chisporroteo multiple de
Jaime Torres Bcdet, Anlologio de Ruben Dorio, Cdeccitm BiMiotecn Americana. Fondo de C h Econ6mica. &ico, 1966.
- W h
inquietudes y necesidades, prefiguran tiemblos y modulos nuevos.
(Como atraviesan estos palpitares la urdimble del habla que se rea-
liza en escritura? (Que sobresaltos despiertan las palabras de la
tribu, envolviendonos en asombro y goce estetico y en meditaciones
sobrecogedoras actuales por su validez. Razon tuvo Jose Moreno
Villa, al prorrumpir efusivamente en su ensayo Terminos caracteris-
ticos en Ruben Dario. Y llega la hora de este centauro archipode-
ros0 que irrumpe en la poesia hispanica, mortalmente aletargada y
anquilosada, promoviendo un fragor desconcertante para los viejos
incomprensivos y un entusiasmo fructifero en la juventud
sedienta*. Hoy, al releer su obra, se tiene la conviccion de que nin-
gun poeta espanol antiguo ni moderno le alcanza en altura, en
amplitud y variedad, en fuerza expresiva, en calidad verbal, en sabor
y luz, en color y misterio. Todo el vocabulario vivo de nuestros dias
esta en el, y maravillosamente manejado. Nadie colmo de nuevas
riquezas el habla lirica como el. Se le puede llamar Centauro, por su
impetu, pero tambien Titan, Volcan, Huracan y Aquilon.
Con un alma volcanica entre la dura vida
Aquilon y huracan sufrio mi corazon,
y de mi mente mueven la cimera encendida
huracan y Aquilon.
Todas las fuerzas cosmicas confluyen en el, incluyendo las mas
sutiles. Porque tanto fue poeta de lira, es decir, de alta cancion llena
de exclamaciones, como poeta de flauta o de voz insinuante, vaga,
doliente, con hiperestesica suavidad.
bruma y tono menor -poda la flauta!
Y Aurora, hija del sol -i toda la lira!
Eminencia bifronte, por mirar hacia Victor Hugo y hacia
Verlaine, por cultivar lo indigena y lo europeo, por sumirse en la
antiguedad y en la vida palpitante del dia, dio lugar a dos lineas poe-
ticas en Espana, que, aunque no se lo deban todo a el, le deben
mucho. Una muy formalista y cuidadosa de la virtud fonetica y pre-
i
ciosa de la palabra, dentro de la cual estarian Valle Inclan, Manuel
1
Machado y Perez de Ayala; otra, mas espiritual, honda y elevada;
1
donde podriamos reunir a Antonio Machado, Juan Ramon Jimenez
y los poetas posteriores incluidos en la primera antologia de
Gerardo Diego; linea que nos entronca con el romantico Becquer y
1 con San Juan de la Cruz. NO acabamos nunca de descubrir la varie-
E!!!
-
Revista Cultura 79
dad y profundidad de sus exploraciones que esclarecen su lucidez y
tacto para lograr soltura y naturalidad. Virtud maxima de su excep-
cional genio lirico. Dario sabe ocultar el artificio, y su poema res-
plandece banado por luces y ritmos que vigorizan las palabras y
adquieren vitalidad y viveza. Jorge Luis Borges tiene absoluta razon
al afirmar: uCuando un poeta como Dario ha pasado por una litera-
tura, todo en ella cambia. No importa nuestro juicio personal, no
importan aversiones o preferencias, casi no importa que lo hayamos
leido. Una transformacion misteriosa, inasible y sutil ha tenido
lugar sin que lo sepamos. El lenguaje es otro. Y Alfonso Reyes
expresa: El grande nombre de Dario significa toda una era de la
poesia espanola al mismo titulo, por lo menos, que Garcilaso. Han
de pasar siglos para que la arcilla humana pueda organizar otra torre
de igual grandeza. En su obra pueden distinguirse tres epocas prin-
cipales: los origenes, en torno al libro Azul; el rubendenismo en
torno al libro Prosas profanas (con) la musica erudita de violines y
sonatinas y los bajos relieves mitologicos y, por ultimo, la gran
musica discordante en torno al libro Cantos de vida y esperanza,
que no tiene ya imitadores. En este punto domina una de las mas.
claras alturas de la poesia. El era, mas que toda la lira, toda la
orquesta.
Impresiona el constante apetito experimental de Dario, al ensan-
char en forma inusitada el caudal metrico del idioma. Resucito
metros que el anquilosamiento habia desterrado. Metros anteriores
a la reforma de Garcilaso, y les insuflo vivacidad, elegancia y pres-
teza. El notable ensayo de Pedro Henriquez Urena sobre el endeca-
silabo y sobre los Dezires, Layes y Canciones, muestran a plenitud,
la ilimitada curiosidad de DarioJ.
Y llegamos entonces al pensamiento central de Dario: intuicion
de saberse o sentirse instrumento del Supremo Destino para realizar
su intervencion en el pensamiento espanol en America. Manera afi-
nada de indicarnos nuestra pertenencia a la patria del idioma, apor-
tando tiemblos nuevos, visiones coloreadas y pristinas que perrniti-
ran a un instrumento gastado renovarse, volviendo a veneros siem-
pre prodigos de universalidad por el entronque que el idioma de
America tiene con el pasado glorioso de la Romania. Y esta intui-
cion que aparece ya en el Dario de Azul, esencialmente en su
soneto revolucionario Venus, advierte una linea de conducta
espiritual y mental que atraviesa su obra entera, y que fragmenta en
irradiaciones misteriosas que implican su sensibilidad y su
entendimiento. Y que dibujan en cuerpo entero su personalidad de
mestizo, inquieto, sensual y meditativo. Valores de temperamento
que expresan parte esencial de su cosmovision, que entremezcla al
hombre natural con el hombre compli-
'
fruto de exigencias que escapan a todo
tipo de historicismo rigido, y que expresan influencias que surgie-
ron motivadas por el malestar de conciencia de los espiritus mas
avisados con el tiempo que les toco vivir. Es cierto que nuestro
poeta no es ajeno al entorno que vivio, inclusive en Prosasprofa-
nas l o americano se insinua, y lo toco tambien en Azul; sin
embargo, sus preferencias son otras, y estas tampoco son capri-
chosas. Es una reaccion legitima, vehemente, de protesta. En otros
paises de Europa, poetas de igual o parecido malestar, se sienten
urgidos por incorporar elementos que cuestionan el sistema de
ideas imperantes, o que contradicen la cultura ritualizada de las
clases burguesas o aristocraticas que controlan el poder. Lo
importante en Dario es advertir que realiza un cambio revolucio-
nario sin precedentes por la mira de sus alcances, por la trascen-
dencia de sus renovaciones. Proeza que evidencia una personali-
dad atenta a los acontecimientos, y que desdena el materialismo
vulgar de su tiempo, que cierra y comprime el espacio para el ejer-
cicio del intelecto y el arte. Este sentimiento en Dario aparece cada
vez mas apremiante y asfixiante. Sentimiento que no lo deja en
paz, y lo empuja a visiones esotericas, que relampaguean en poe-
mas cargados de magia y desesperacion.
Y podriamos granar en sus libros, si esa fuera nuestra intencion,
paso a paso esa gradual busqueda de un asidero, de un soporte evi-
dente que le permita darle orientacion y sentido a su vida. Sin
embargo, subrayamos por su trascendencia y repercusion en su
concepcion del mundo, el halito religioso que anima su verso, y lo
E!!!
-
Lo i mpor t ant e en
Da r i o e s adver t i r que
real i za un cambi o
l uc i ona ri o por l u
mi ra de S U S al cances.
cado, sensacion que adivinamos en su
vida y su obra. De ahi la suspicacia que
recorre sus juicios, y se externa en sus
poemas, contra las instituciones y con-
tra su epoca. Y que lo valora y lo situa
porque encarna un pensamiento incor-
porado a una corriente cosmopolita,
Revista Cultura 79
conforta en los instantes de abatimiento. Claro, en un talento con-
tradictorio como el de Dario, el sedimento religioso es conmovido
por una sensibilidad agoniosa, que entremezcla la naturaleza y la
razon. El poeta no es ajeno a saberes, a pensares nutridos de filoso-
fia y logica, pero su temperamento ahinca en suelo feraz, y entre el
hombre natural y el complicado, se plantea su lucha, su busqueda.
Salia al mundo, y sus ojos veian un paisaje caotico, enrarecido y
brutal. Entonces volvia a encerrarse en si mismo, y le daba sentido
al universo, embriagandose en la musica que le deparaban las pala-
bras, que se volvian el instrumento privilegiado para darle a su
labor de poeta un destino en el caos del cosmos. Y cuando a su
alrededor, el horizonte social se enrarecia, el poeta afincaba mas su
salvacion en el canto, a sabiendas de que era una voz en el desierto.
Intuicion que amarga, que enlaza el corazon a un continuo marti-
rio:
Hermano, t u que tienes la luz, dime la mia.
Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.
Voy bajo tempestades y tormentas
ciego de ensueno y loco de armonia.
Ese es mi mal. Sonar. La poesia
es la camisa ferrea de milpuntas ment as
que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas
dejan caer las gotas de mi melancolia.
Y asi i oy, ciego y l oc ~, por este mundo amargo;
a veces me parece que el camino es muy largo,
y a veces que es muy corto...
Y este titubeo de aliento y agonia,
cargo lleno de penas lo que apenas soporto.
No oyes caer las gotas de mi melancolia?
Esta nota de sinceridad, despojada de cuidados y simulacion nos
pinta al hombre autentico, que sufre, suena, trabaja y canta, y que
consciente de su vocacion, que la vive a plenitud, se sabe -por
razones ajenas a su querer- perdido, desamparado. Esta queja tan
desgarradora, expresada en un lenguaje eficaz, instantaneamente
crea un dialogo con el lector, y adivinamos la zozobra, la inquie-
tante preocupacion metafisica del poeta. Preocupacion que se insi-
- W h
nua subterranea en sus libros de la epoca centroamericana, de Chile
y la Argentina, y que continuara regando y humedeciendo los espa-
cios abiertos y cerrados de su poesia. Y entre la exaltacion de los
sentidos, y el recogimiento de la culpa, va trenzandose a lo largo de
sus 49 anos el drama de la vida de Ruben Dario.
XI I I
Fijemos ahora el complejo material del andamiaje de la obra por-
tentosa del autor de Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y espe-
ranza, tratando en alguna medida en el vasto oleaje de su canto, de
insinuar los elementos que animaron y nutrieron su animo, su entu-
siasmo cosmico. Subrayemos como basico su catolicismo. Jamas
Dario abandono la religion aprendida en Leon provinciana de
Nicaragua. Catolicismo que el poeta gusto de senalar siempre. Lo
interesante es advertir la importancia que Dario le dio a este senti-
miento religioso que identifico con una tradicion venerable y uni-
versalista. Que lleno sus ensuenos de artista y sus exigencias intelec-
tuales. Cuando Dario invoca su latinidad, piensa automaticamente
en Roma como centro del mundo y como eje de una vision de tota-
lidad que incorporo las vetustas tradiciones griegas y latinas, al
patrimonio de la cultura universal. Y es aqui entonces donde orgu-
lloso incorpora lo americano como parte de ese orden armonico de
cultura y lenguaje, sin olvidarse !claro! de su particularidad de hom-
bre de un continente que en alguna forma sufrio un desgarro con la
irrupcion de la conquista, que desgajo civilizaciones que como
poeta intuia admirables y misteriosas. En Prosas profanas, con prosa
caracteristica de sus mejores momentos recalco: en mi sangre
alguna gota de sangre de Africa, o de indio chorotega o nagran-
dano? Pudiera ser, a despecho de mis manos de marques; mas he
aqui que vereis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales,
visiones de paises lejanos o imposibles: !que quereis!, yo detesto la
vida y el tiempo en que me toco nacer; y a un presidente de
Republica, no podre saludarle en el idioma en que te cantaria a ti,
ioh Halagabal!, de cuya corte - o r o , seda, mamol- me acuerdo en
suenos ...
(Si hay poesia en nuestra America, ella esta en las cosas viejas: en
Palenque y Utatlan, en el indio legendario y el inca sensual y fino, y
en el gran Moctezuma de la silla de oro. Lo demas es tuyo, demo-
crata Walt Whitman.)~.
E!!!
-
Revista Cultura 79
Para rubricar con lucida concision:
Buenos Aires: Cosmopolis.
Y perplejo exclamar: *ri Y manana!
Y senalar: *El abuelo espanol de barba blanca me senala
una serie de retratos ilustres: 'Este -me dice- es el gran
don Miguel de Ceruantes Saavedra, genio y manco; este es
Lope de Vega, este Garcilaso, este Quintana P. Yo le pre-
gunto por el noble Gracian, por Teresa la Santa, por el bravo
Gongora y el mas fuerte de todos, don Francisco de
Quevedo y Villegas. !Despues exclamo: iShakespeare!
iDante! iHugo ... ! (Y en mi interior: i Verlaine! ... !),
!Que USO admirable de la litote! escritor en lengua caste-
llana concreta en parrafos apretados de significacion universal en
lineas tan lucidas y afiladas una cosmovision espiritual como la
que externa el joven Dari o? Parrafos afiebrados de lucidez,
redondeados por un juicio asombroso. El poeta aparece dueno de
sus intenciones, vigilante de sus ensuenos y cuidadoso de sus
caprichos. Lo admirable es certificar que esta ansia se convertira
en objetivo para la estructura de su mundo poetico. Subrayo: esta
ansia que? significaria, me pregunto, no atender en
Ruben Dario una preocupacion que goza de atributos complejos,
atributos que se confunden, se entremezclan como productos de
una mente nada amansada por un metodo, corregida por una edu-
cacion? Quien olvide al Dario cercano mas a la naturaleza y se
confunda o se desoriente por el refinado instrumento verbal que
edifica su mito, admirara sin remedio el resplandor de la forma, y
no explorara los rios luminosos que riegan y rebalsan milagrosa-
mente esa forma. Y aqui, entonces, irremediablemente topamos
con el misterio de la creacion, de la sensibilidad que incluso a cie-
gas ordena por el milagro de la palabra, una realidad traspasada
por la magia y la musica, permeada por el entendimiento y
banada por la gracia que cae de parajes donde reina el milagro y el
sortilegio.
XIV
Y el milagro y la gracia, y el estudio como soporte, como anda-
mio, reconocemos en la obra insuperable del nicaraguense universal,
que nutrido de libros y filosofia. modelo un edificio verbal de
E!!!
-
E s e c i a l 1
eterna hermosura que recama y aligera la lengua de los Garcilaso,
los Cervantes y Calderones. En el fragmento citado, palabras que
vibran forjando su intuicion del mundo, concreta maravillosamente
su estetica; y podriamos, paso a paso, seguir y explorar en sus gran-
des textos, publicados despues de Prosas profanas, el hincapie que
el principe del idioma realizo para cenirse al ideal de arte que
impulso su vida errante, y que le dio sentido y armonia a sus horas
de exilio, cuando la zozobra de una pena metafisica lo tortura, y las
miserias de lo cotidiano muerden y amargan. Lo interesante es
comprobar como el poeta filtra en agua de montana las congojas
turbias de la hora, las exigencias tristes del minuto, que al fuego
intenso de su instinto creador, reconvierte en objetos de insinuante
belleza. Cuando pienso en el Dario de la vida cotidiana que pintan
sus amigos, un Dario sonambulico y meditativo, sobrio de palabras
y sonrisas, comprendo el misterio de comunicacion automatico que
el poeta crea con el lector. La vivacidad, la idea acrisolada que hiere
y perturba, el ligero humor que como oasis de distanciamiento y
frescura surge sorprendiendo por su originalidad, fueron patrimo-
nio de su genio que arranco tonos o dibujo apuntes sorprendentes
por su modernidad. En su Responso a Verlainem, despues de una
tirada resonante de musica, detiene como al descuido el soplo, y
escribe:
que se humedezca el aspero hocico de la fiera,
de amor, si pasa por alli.
Y aquellos versos rememorados por Pedro Henriquez Urena, en
su ensayo sobre Ruben Dario (1905) advirtiendo la genialidad de la
vena humoristica del autor de Prosas profanas, cuando escribio en
un retrato suyo dedicado A Lola Soriano de Turciosm, medio Rer-
mana del poeta:
Este viajero que ves,
es tu hermano enante, pues
aun suspira y aun existe;
no como lo conociste,
sino como ahora es:
viejo, feo, gordo y triste.
Pero siempre su amor consumado por las figuras ilustres que
dieron lustre y prestigio al idioma, y que confortan y alivian sus
sufrimientos. Siempre -en mis momentos dificiles, recuerdo
E!!!
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Revista Cultura 79
aquel soneto maravilloso de Dario de Cantos de vi da y espe-
ranza:
Horas de pesadumbre y de tristeza
paso en mi soledad pero Cervantes
es buen amigo. Endulza mis instantes
asperos, y reposa mi cabeza.
El es la vida y la naturaleza,
regala un yelmo de oros y diamantes
a mis suenos errantes.
Es para mi. suspira, rie y reza.
Cristiano y amoroso caballero
parla como un arroyo rristalino.
!Asi le admiro y quiero,
viendo como el destino
hace que regocije al mundo entero
la tristeza inmortal de ser divino!
Y que decir de sus piezas removidas por un pulso esoterico,
que divague en parajes de alucinacior ;- que desciende y toca el
cuerpo y hiere el espiritu, dejandonos confundidos y perplejos.
Estas composiciones que despojan la expresion de giros rebusca-
dos y las conmueve un t ono ligeramente hablado, recogido en
palabras de la conversacion, por la profundidad de su buceo, y
por el bullente nucleo de analogias y asociaciones que concitan,
aparecen como tesituras en la obra de Dario, y como notas
sobresalientes de la poesia en castellano de todos los tiempos.
Versos que ilumina una energia sobrenatural, y que resuenan
como los oleajes de un mar que oculto mueve nuestros suspiros,
y quiebra con sus altibajos nuestros pensares y proyectos. Pocas
veces, el castellano ha adquirido alturas como las alcanzadas por
Dario en poemas memorables de Cantos de vida y esperanza,
que trasplantan con galanura y sinceridad, el resplandor de su
vision.
iHelws! t u triunfo es ese,
pese a las sombras, pese
a la noche, y al miedo, y a la livida Envidia.
Tu pasas, y la sombra, y el dano y la desidia,
y la negra pereza, hermana de la rerte,
1 E s p e c i a l
y el alacran del odio que su ponzona vierte,
y Satan y todo, emperador de las tinieblas,
se hunden, caen. Y haces el alba rosa, y pueblas
de amor y de virtud las humanas conciencias,
riegas todas las artes, brindas todas las ciencias;
los castillos de la maldad derrumbas,
abres todos los nidos, cierras todas las tumbas,
y sobre los vapores del tenebroso Abismo,
pintas la Aurora, el Oriflama de Dios mismo.
jHeliosl Portaestandarte
de Dios, padre del Arte,
la paz es imposible, mas el amor eterno.
Danos siempre el anhelo de la vida,
y una chispa sagrada de tu antorcba encendida,
con que esquivar podamos la entrada del infierno.
Que sientan las naciones
el volar de t u carro, que hallen los corazones
humanos, en el brillo de tu carro, esperanza;
que del alma-Quijote y el cuerpo-Sancho Panza
vuele una psique cierta a la un dad del sueno;
que hallen las ansius grandes de este vivirpequeno
una realizacion invisible y suprema;
jHelios! jQue no nos mate t u llama que nos quema!
Gl oM hacia ti del corazon de las manzanas,
de los calices blancos de los lirios,
y del amor que manas
hecho de dulces fuegos y divinos martirios,
y del volcan inmenso,
y del hueso minusculo,
y del ritmo que pienso,
y del ritmo que vibra en el corpusculo
y del Oriente intenso
y de la melodih del rrepusculo.
jOh, ruido divino!
Pasa sobre la cruz del palacio que duerme,
y sobre el alma inerme
de quien no sabe nada. No turbes el destino.
joh ruido sonoro!
Revista Cultura 79
El hombre, la nacion, el continente, el mundo,
aguardan la virtud de tu carro fecundo,
icochero azul que riges los caballos de oro!
Esta cuerda como un escorzo reiterado resuena y embruja las
obsesiones y preocupaciones del Dario joven, del poeta adulto y del
hombre otonal. Se vislumbra oculta en la escoria de sus primeros
poemas importantes, tensa y remueve rapidamente su intuicion,
antes de su etapa revolucionaria y transformadora de su diccion y
escritura, para aparecer en su soneto Venus, y saltar en un inte-
rrogno ambiguo que adivinamos en El salmo de la pluma, para
explayarse despues en murmullo y caudal, en Prosas profanas, para
desnudarse fascinantes en la seccion Anforas de Epicurom.
Despues se suelta, derramandose como
un rio anchuroso que no dejara jamas de
caracterizar al Dario de la madurez. Esta
linea de perdurable hermosura por su
significacion y misterio, brinda al Dario
mas subyugador y brillante por la gama y
profundidad de sus emociones, analogias
e incentivos. El lenguaje en sus manoa
Na d a hay, en verso
c a s t e l l a n o , que vaya
mas lejos que el mejor
Ruben Dario.: Pere
Ginferrer.
adquiere dimensiones que presto el juicio
L
de Ginferrer para avalar el mio. Dice el gran poeta catalan: El genio
expresivo que en los mejores poemas o versos de Ruben Dario se
manifiesta es tan altamente inexplicable como el que sustenta los
mas celebrados pasajes de Dante o Shakespeare; no ha producido
una obra de'conjunto comparable a la de estos, pero si ha dado,
como ellos, lineas y paginas que se situan en el limite de lo accesible
a la expresion literaria. Nada hay, en verso castellano, que vaya mas
lejos que el mejor Ruben6.
Ya en Azul, junto a un soneto de giro tan inusitado y contempo-
raneo para la epoca, que transcribire por su importancia, ya que
encuadra y modula una linea que brotara sensual y rotunda en
Prosas profanas, y que Pedro Henriquez Urena por sus rasgos mun-
danos y cosmopolitas bautizo como la linea frivola de Dario,
entendiendola como expresion de un arte cuidadosamente elabo-
rado. Arte del esmalte, del objeto de lujo y la moda. Este soneto
De invierno, tan celebrado por Sanin Cano, muestra la vena de
modernidad que nunca abandono tambien a Dario, y que surge,
inclusive en los periodos de verso reconcentrado y meditativo.
Oigamos a Dario:
En invernales horas, mirad a Carolina.
Medio apelotonada, descansa en el sillon,
envuelta con su abrigo de marta cibelina
y no lejos del fuego que brilla en el salon.
El fino angora blanco junto a ella se reclina,
rozando con su hocico la falda de Alen Von,
no lejos de las jarras de porcelana china
que medio oculta un biombo de seda del Japon.
Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueno;
entro, sin hacer ruido; dejo.mi abrigo gric;
voy a besar su rostro, rosado y halagueno
como una rosa roja que fuera flor de lis.
Abre los ojos, mirame con su mirar risueno,
y en tanto cae la nieve del cielo de Pani.
En vano, en anos de estudio y curiosidad, he buscado con ahinco
en poetas de la epoca, poema o versos de tan declarado clima
moderno como este hermoso ejemplo de originalidad poetica. El
poeta nicaraguense asimila en forma y estilo ambientes que desco-
noce, y que escruta gracias a su poderoso olfato intelectual y gusto.
Sin embargo, entre mezclado a este dejo jubiloso, aflora esa subterra-
nea oleada agonista y misteriosa. En su soneto Venus, concentra y
explaya en forma y contenido al poeta genial que remozara la tradi-
cion lirica castellana, y fundara una nueva expresion, y renovara el
patrimonio de una lengua milenaria. Oigamos la voz del poeta:
En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufriu.
En busca de quietud, baje al fresco y callado jardin.
En el oscuro cielo, Venus bella temblando lucia,
como incrustado en ebano un dorado y divino jazmin.
A mi alma enamorada, una reina orientalparecia
que esperaba a su amante, bajo el techo de su cama&,
o que, llevada en hombros, la profunda extension recowh,
triunfante y lumul :estada sobre un palenquin.
h
Revista Cultura 79
i Oh reina rubia! -dajefe-, mi alma quiere dejar su
crisalida
y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar;
y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz palida,
y en siderales extasis no dejarte un momento de amar*,
El aire de la noche refrescaba la atmosfera cdlida.
Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar.
XVI
Ahora, rapidamente por la necesidad de remarcar el asunto
que se distingue sobresaliente en la vision del mundo de Dario,
forzosamente recorro a citar composiciones que por su trascen-
dencia se vuelven obligadas de transcribir. Basta escoger de
Prosas profanas, por la inquietante insinuacion del misterio, para
ubicar como prototipico el agonismo que nunca dejo de aflorar y
residir como terca raiz en los instantes cuando la lectura superfi-
cial podria suponer al poeta abandonado gratuitamente al juego
verbal y la nota ligera. No necesito insistir en *Las anforas de
Epicuro* para rubricar mi acierto. En *Yo persigo una forma,
dice Dario:
Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo,
boton de pensamiento que busca ser la rosa;
se anuncia con un beso que en mis labios se posa
al abrazo imposible de la Venus de Milo.
Adornan verdes palmas el blanco peristilo;
los astros me han predicho la vision de la Diosa;
y en mi alma reposa la luz, como reposa
el ave de la luna sobre un lago tranquilo.
Y no hallo sino la palabra que huye,
la iniciacion melodica que de l af i ut af l uye
y la barca del sueno que en el espacio boga;
y bajo la ventana de mi bella dunniente,
el sollozo continuo del chorro & la fuente
y el cuello del gran cisne blanco que me interroga.
Y centro aqui mi juicio, para exaltar y valorar la maxima nota
de su concepcion del mundo trando los elementos y
emblemas que estructuraron su vision. El cisne, ave aristocratica
que se convierte en correlato para expresar asociaciones y analogias,
aparece nimbado por una sintesis que deparara un desarrollo evi-
dente en la poetica de Dano. No solo sugiere el enigma en la varia-
ble gama de ecos y topicos. Insinua tambien, la sensualidad que
invoca su simbolo, y repercute como un objeto de una metafisica
elaborada por el poeta para darle sustento a su vida de creador.
Pareceria que el emblema desaparece para darle cabida a una reali-
dad de pura belleza que teje y desteje el poeta a lo largo de su bus-
queda apasionada. Y junto al cisne, Venus, como obsesion y divisa.
iY que decir de la cruz! iDe la luz! ... Simbolos para el Dario reli-
gioso que identifico con los evangelios. !Con la Biblia! ... Amalgama
maravillosa para pintar su personalidad, siempre acicateada, hosti-
gada por sus sentidos en guerra y su alma que envuelta en la musica
de los numeros quisiera volar hacia los astros. El poeta que canta a
Leda, al ruisenor, al sol, a la rosa, a la lira, fiel a si mismo dijo en el
poema XV de Cant os de vtda y esperanza:
i Oh, miseria de toda lucha por lo finito!
es como el ala de la mariposa
nuestro brazo que deja el pensamiento escrito.
Nuestra infancia vale la rosa,
el relampago nuestro mirar,
y el ritmo que en el pecho
nuestro corazon mueve,
es un ritmo de onda de mar,
o un caer de copo de nieve,
o el cantar
del ruisenor,
que dura lo que dura el perfumar
de SU hermana la flor.
i Oh, miseria de toda lucha por lo finito!
El alma que se advierte sencilla y mira claramente la gracia
pura de la l uz cara a cara,
como el boton de rosa, como la coccinella,
esa alma es la que al fondo del infinito vuela.
El alma que ha olvidado la admiracion, que sufre
en la melancolia agria, olorosa a azufre,
de envidiar malamente y duramente, anida
en un nido de topos. Es manca. Esta tullida.
i Oh, miseria de toda lucha por lo finito!
E!!!
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Revista Cultura 79
Y recalco entreverado el caudal persistente de la tradicion
ocultista, que toco fuerte en el animo de la mayoria de los poetas
excepcionales de la epoca, en varias y diversas literaturas, y que
se explica por la angustia existencia1 de la hora, y por la zozobra
intelectual que repercutio en las mentes mas lucidas por el desvio
y atajos imprevistos que los mitos y utopias progresistas habian
llevado a los pueblos. Dario sobresale, se distingue de cualquier
poeta contemporaneo suyo, que escriba en cualquier lengua, por
el t emper ament o l i mpi o de complicaciones y refi nami ent os
racionalistas, y por el peculiar instante de postracion del caste-
llano, que esperaba, no obstante, la senda entrevista por precur-
sores, una personalidad que expresara una variedad de atributos
de orden subjetivo, que entremezclara en un feliz resultado el
genio y el estudio, la perspicacia y la gracia. Solo encuentro en
Yeats igual fuerza y misterio, posiblemente por ser ambos poetas
nacidos en paises perifericos, lo que les
permi t i o -sin duda- mirar la tradi-
ci on de su lengua desde un angul o
favorable, y remontar hacia el pasado la
mirada escrutadora y eficaz, para adivi-
nar y sent i r en pr opor ci ones que
adquieren la dimension de un autentico
descubrimiento el cambio de sensibili-
Dario sobresal e, se
di st i ngue de cual qui er
o e a o e mp o a e o
q u e e S ri a e n
cual qui er l engua.
dad y musica que i nt r oducen el len-
guaje, que despues de ellos, filtra voces que invade el genio mati-
nal de la lengua.
De ahi, la impronta inusitada de Ruben Dario, que permite
parangonar10 con poetas que en situaciones tan especiales d e la
historia, fueron decisivos para avanzar y fundar y cambiar las
perspectivas de una literatura, y Pedro Henriquez Urena, taxati-
vamente lo retrato en su obra admirable Las corrientes literarias
en la America hispanica, subrayando: .Despues de 1896, en que
publico (en Buenos Aires) Prosas profanas, mas todavia despues
de 1905, en que publico (en Madrid) Cantos de vida y esperanza,
Ruben Dario fue considerado como el mas alto poeta del i4ioma
desde la muerte de Quevedo. Hacia 1920 se inicio la inevitable
reaccion en su contra, pero, sea cual fuere el juicio definitivo que
merezca su obra, su influencia ha sido tan duradera y penetrante
como la de Garcilaso, Lope, Gongora, Calderon o Becquer. De
cualquier poema escrito en espanol puede decirse con precision
E!!!
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E s p e c i a l
si se escribio antes o despues de el. Sus admiradores sintieron la
fascinacion de sus imagenes llenas de color, su riqueza de alusio-
nes literarias, su felicidad verbal, y la infinita variedad, flexibili-
dad y destreza ritmica de su verso, en la que sobrepasa a cual-
quier ot ro poeta de nuestro idioma y se iguala a Swinburne en
ingles. Sus detractores le reprochan su preciosismo, su amor
excesivo por el mundo externo - e n lo
que se asemeja a Gongora-, y le
uni verso
1 hallan falto de una rica intimidad como
de Dario exige cualida- 1 la de Garcilaso o Becquer, de una hon-
b r i r un m un d o n u e v o . 1 anos mozos pudo superficial;
de s de ment e y cora-
zon, es como descu-
-
pero posteriormente, en algunos de los
Cantos de vida y esperanza y en el Poema de otono*, llego a
alcanzar la intensidad de la desesperacion. Estos poemas al
menos, no dejan duda acerca de su grandeza. Habia dado al
idioma su mas florida poesia, igual a la de Gongora en su juven-
tud, diole tambien, en su madurez, su poesia mas amarga compa-
rable a la vejez de Quevedo.
Explorar el universo poetico de Ruben Dario, exige cualida-
des de mente y corazon. Es como el descubrimiento de un
mundo nuevo, en que engarzados a filigrana, nudo, apreton y
abrazo, se abren bajo la luz del sol los deltas de rios ignorados, y
revuelan espuma de oceanos que no se encuentran en cualquier
geografia. La tierra esta ahi, delicada y revuelta, confusa y reco-
gida, estrechando sus valles, soltando sus llanuras. Entre el mon-
ton de piedras hay piramides mayas y ruinas incas, y soliviado
por el dulzor de la hierba en la colina, frente al mar de Homero,
se descubre el templo griego. Sobre la cabeza entonces de la
esfinge vuela la paloma de Venus, y en el fondo del paisaje se alza
la cruz de nuestro destino. Ese que sella a los poetas, que Vallejo
recordaba en sus momentos de poesia, invocando al Dario de las
Americas celestes:
dura filosofica como la de Fray Luis de
Leon o Quevedo. Su vida emocional
fue ciertamente estrecha, y durante sus
Mis ojos, espantos han visto;
tal ha sido mi triste suerte;
cual la de mi Senor Jesucristo,
mi alma esta triste hasta la muerte.
E!!!
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Revista Cultura 79
Hombre malvado y hombre listo
en mi enemigo se convierte;
cual la de mi Senor Jesucristo,
mi alma esta triste hasta la muerte.
Desde que soy, desde que existo,
mi pobre alma armonias vierte.
Cual la de mi Seiior Jesucristo
mi alma esta triste hasta la muerte. +
Jose Luis Ri vas
Jose Luis Rivas (1 950,
Veracruz, Mexico) es
poeta y traductor. Ha
ganado importantes pre
mios como el aRamon
Lopez Velarde,. Entre
sus libros destaca luz de
mar abierto (Editorial
Vuelta, 1992). Ha tradu-
cido las poesias comple
tas de T. S. Eliot, Saint
John Perse, Arthur
Rirnbaud y Derek
Walcott.
RIO
La memoria es una especie de cumplimiento,
una renovacion
- e s mas: una intuicion:
. los espacios
que abre son lugares nuevos. ..
Ninguna derrota
es nada mas derrota:
el mundo que abre es siempre
un lugar antes insospechado.
Un mundo perdido es un mundo
que nos llama a lugares ineditos:
ninguna blancura
(perdida) es tan blanca
como la memoria de la blancura.
William Carlos Williams
(Traduccion de Octavio Paz)
El sin cesar pide el olor pide el sabor pide el color
de un cuerpo de mujer
Su elasticidad
Su mentira
Lo que en su nacarada carne castamente se rie de la
[muerte
Pierre Jean Jouve
Era claro en extremo:
por la angosta ribera
yo no podia dar un paso alante
(tampoco desandar lo caminado)
porque los dos me hablaban a la vez
porque los dos me balaban en sentido contrario:
madre y rio.
Revista Cultura 79
No digas que olvidaste
esto y aun aquello.
No hagas como que nadie te conoce.
Estas prendido aqui
en lo hondo de mis ojos
por fieles a@leres.
No p o d h negarlo
Ademas ;que podrias tu ocultarme?
(Mi madre terminaba acordandome conmigo:
Sgr un trompo zumbador
madera de naranjo
lleuada al torbellino primero por un tomo)
Y aunque yo comprendia
que nada iba a quedar de aquello
(O que, en caso remoto,
si eso pasaba,
se& del todo diferente)
tambien era muy claro
que ya nadie podia
tomar aquel sitio.
Y eran mudas en tanto
esas palabras
que ahora esoibo aqui.
Mi madre apretaba mas el paso
y las parvadas de papanes
que aquella tarde vi
nublar el sol a ratos
vuelan ahora en una bandada
tan rala
que el silencio expectante
les cede su rincon
en este aparte.
El rio vigoroso
aflojaba su garra
clavandome los ojos
Y pronto la ribera con sus chozas
l y sus palos de humo
pardeaba como un gato.
Mi prima agonizaba
sobre un catre de lona.
Un curandero negro
le chupaba un tobillo.
Ya no tiene remedio
Eso dice el doctor
-siseabu muy quedo tia Chagiiita-
Solo nos queda esta esperanza.
Y el hechicero negro
lavaba aquella herida
y luego la sorbiu con delicia
lo mtsmo que a un ostion abierto.
Yo me mor h de celos muy negros.
La tarde se entregaba
al igual que Regina.
Me sentia muy enfermo y sollozaba.
Con sus ojos enormes
mi madre me pedia compostura.
Por la ventana
reptaba el lento ofidio de las aguas
Revista Cultura 79
( Y lo odie entonces porque
tambien era una vibora
de prieta lluvia
tirada de la cola
desde lo alto del monte).
Entre sufridas hierbas
el hueledenoche
abria con la brisa
u n postigo a su aroma
con vista al otro lado de la tapia
tapizada de madreselvas
copas de oro
y un manto de la virgen.
De antiguo
de muy antiguo
vino u n trazo en el polvo.
Vino u n dibujo
en un vidrio opacado por el vaho.
Vino algo que Lehizo la tenue bocanada
del mundo en sus albores.
Luego un viento colado
deshizo mi marasmo.
Y cuando abri los ojos
(ocupando el lugar del curandero
que t uvo que apartarse de mi prima
u n momento)
me hallaba yo
de hinojos junto al catre.
Senti la mano presta de mi mad.re
asiendome
de la pretina
levantandome en vilo
ante la herida de Regina:
rosada cauri
El olor de un galan de noche
(viejo chocho)
barria con escoba de palmas
el corredor en sombras.
Musica apaciguante
se adueno de la casa
y las pisadas del brujo
(que volvia del patio
por la crujiente grava)
me hicieron implorar
como tal vez nunca mas vuelva a hacerlo.
Luego de u n rato
por el ovalo gris de la ventana
la luna escualida
se fue engastando al marco
sesgada por su sombra.
(Su luz amarillo la luna del chinero
barnizo la repisa con su bucaro
y luego se poso en el nacar de u n dije.)
Cruzo la pieza
la rafaga del gato
y cayo el cortinero
como telon de luto.
Revista Cultura 79
Esa noche volvimos en silencio.
En la ribera
quedaban las orejas aguzadas
de dos horquetas
sin el tiznado alambre
que antes vimos dar vueltas
ahumando un robalo.
Como las rezanderas
La Penita empezaba
su vela en escorada bajamar
con el pn'mer sereno.
Cual acordeon de plata
salpicante manjua
acordonaba aquel rio obcecado
que me hala todavia
con escarnosas aguas
cerca de aquel tobillo
picado de culebra.
Si gl o de Ogr o
BIO- NO- VELA CIRCULAR
Manlio Argueta
ay dos imagenes fundamentales en mis pri meros ,
recuerdos de nino. He dejado que flameen sus ban-
derolas en prolongado sueno para reavivarlos en esta
ocasion
escribo cuando llega un momento en que las interioridades
dejan de pertenecer al escritor. Incluye pequenas perversidades;
hechos que recorren la inocencia o forman parte del sueno ideal
la fuerza de rememoracion hace que las confesiones tengan
mas del poeta que del narrador
en todo caso es momento de no delimitar lo ilimitable. Poesia-
prosa, poema-novela, confesion-ficcion, memoria-ensayo, nave-
gan en las mismas aguas. Inocencia y maldad igual ninez y poesia,
por eso podemos afirmar que no hay poetas enteramente bonda-
dosos ni realistas sino poetas de la verdad, aunque esta sea inven-
tada; y por ello el poema es considerado como reducto maligno o
expresion radical que se revierte en una especie de delito contra la
sociedad
Manlio Argueta ( 1 935) ha publicado cinco novelas. Ganador de importantes premios
internacionales, su obra ha sido traducida a varios idiomas. Presentamos los primeros capitulos
de su ultima novela, que pronto sacara a la luz la Direccion de Publicaciones e Impresos.
- W h
Revista Cultura 79
el escritor-poeta dice cosas a sabiendas que perjudica el ritmo
cotidiano de la vida o no es poeta; te cagas en la tuya y en la del
vecino, pero no por puro gusto sino para beneficio de los que aun
ignoras ya sea porque no han nacido o porque viven en mundos
desconocidos
el poeta es historia, el narrador la escribe
todo lo que le ocurre en la vida se trastroca en poesia y, por
tanto, es verdad irreal que significa verdad irreverente, increible,
registros mentales se funden con los suenos si se cuenta con ape-
nas tres anos y medio
edad punto de partida que Alfonso Trece ha memorizado por
un fundamental acontecimiento, fue cuando nos trasladamos a
casa propia donde, medio siglo despues aun vive mi madre,
situada en las cercanias del barrio mas conmovedor de San
Miguel: Milagro de la Paz; a pocos metros de la calle de La
Amargura y del estadio municipal
he revisado la fecha de ese traslado, que recuerdo muy bien.
Tengo tres anos y medio, demasiado minima para pensar que se
existe, pero lo suficiente para saber que la edad de la razon des-
cansa en la primera memoria
recuerdo la tragica muerte de mi perro mascota, el primer
muerto en mi vida
aunque mas que mascotas los perros son guardianes de familias
solitarias que se definen con sencillez y simplicidad: perro colo-
cho, por decir pelo ensortijado; de color blanco; se llamaba
Muneco
tanto el animal como yo, estamos limitados para no salir a la
calle, para ello mis cinco mujeres se aseguran colocando la
baranda de madera en la puerta
la muerte de Muneco ocurrio porque aprendi el truco de subir
la baranda y pasar por debajo; la segunda vez que lo hice, el perro
se escapo
habia aprovechado que una de mis mujeres me dejo solo
cuando se iba a banar debajo del palo de mango, en el centro del
patio; Muneco dio un salto desde las gradas y luego siguio hacia
la casa de enfrente para caer directamente bajo las llantas del qui-
zas unico carro que habia en San Miguel y que posiblemente era
primera vez que circulaba por esa calle empedrada, al final de la
Sexta Calle Poniente.
Muneco se saco la loteria al reves. Alfonso Trece Duque llora.
(Pau al 13)
Matar un chucho es como matar a un cristiano, es el unico
guardian de los pobres, sus ladridos dan la senal cuando un'des-
conocido invade la casa; son los primeros que agobizan cuando
los criminales asaltan al grupo familiar. Por eso hacen papel de
nagual o mastines. Lloran con uno en caso de quedar vivos. Solo
les falta hablar y que nos digan sus sentimientos y pesares. Si
morirnos, algo de nosct-s queda en ellos y lo mismo si ellos
mueren, nosotros quedamos sepultados en vida.
Nuestra casa-cuarto-habitacion-a-la-calle quedaba a unos cien
metros del hospital de tuberculosos, denominado simplemente
el pabellon, parte del hospital general, pero separado de este
por la Calle de la Amargura, ahora Novena Avenida Sur; en la
esquina formada con la calle del Cementerio; para la mayoria de
gentes, segun recuerdo las expresiones de mis mujeres, &el pabe-
l l o n ~ es casa infierno. De altas paredes y orbitas de calavera en
lugar de ventanas, donde se colocaban mis ojos para observar el
interior de muertos vivientes.
Herminia, una de mis mujeres que me cuido desde la, infancia
hasta la adolescencia, me sube en sus hombros para poder espiar
por las orbitas-ventanas y le cuento lo que veo.
-Decime, (que ves, Alfonso Trece?
-Veo a una mujer vestida de blanco, sin pies, camina deslizan-
- W h
Revista Cultura 79
dose en el aire. -Herminia me bajaba rapido y la oia decir ave
maria purisima, mientras se tapaba la nariz con su delantal.
Pero cuando pasaba con cualquier otra de mis mujeres mayo-
res, no me soltaban de sus manos, se hacian al otro lado de la calle
y se persignaban mientras se cubrian nariz y boca con un
panuelo.
En el pabellon iban a terminar los enfermos de tuberculosis,
una especie de camara de la muerte. Segun mis mujeres nadie salia
vivo de ahi, por eso me habian indicado que nunca debia pasar cerca
del lugar, porque estaba habitado por fantasmas; una de mis mujeres
les llamaba cadaveres con vida, y eso era lo que mas temor daba;
un concepto que me confundia pero no por ello apagaba mi curiosi-
dad, queria ver los muertos vivientes, pues los muertos-muertos
yacian bajo tierra en el cementerio, situado a dos cuadras de mi casa.
La prohibicion no tenia efecto cuando Herminia me llevaba a pasear
al cement eri 4e me inculcaba el temor a los muertos-vivos y rendir
veneracion a los muertos verdaderos.
Los cadaveres se deslizan en el aire, los Av i n o hablar no se
que cosas, lo percibo a traves del movimiento de los labios. En ese
entonces tenia la conviccion que la diferencia entre los vivos y los
muertos era que estos ultimos no reian ni tenian voz. Sonrio y
hablo, luego existo. Por eso pensaba que dormir era un modo de
acostumbrarse a agonizar todas la noches.
(Pasa al 6)
Tres o cuatro anos mas tarde volvi a pasar por mi propia
cuenta por el pabellon. Casi toda mi infancia vivi en los alrede-
dores del hospital y del cementerio.
-Si nos toca la muerte estamos a un paso de los doctores, a
dos del cementerio y a tres de la morgue - deci a Herminia.
"Residiamos en esa zona porque era el unico lugar modesto
que estaba a la altura de mis bolsillos y de los de tu abuela", dice en
E!!!
-
el presente mi madre. "Las que mas trabajabamos era t u abuela y
yo, habia que prepararse para la prole futura y ayudar a los herma-
nos varones que habian quedado en Usulutan"; apoyar ademas a las
otras cinco mujeres: Herminia, Lastenia, Elvecia y Ena, esta apenas
habia cumplido ocho meses.
En realidad sentia temor de pasar por el pabellon, pero otra
vez bajo mi propia responsabilidad de siete anos lo hice en com-
pania de mis amigos Leonel Estrada y Alfredo Sanchez.
Caminamos por los salientes de la pared hasta llegar a una ven-
tana-orbita-de-calavera. Nos asimos de los barrotes y flexiona-
mos el cuerpo hacia arriba, para atisbar el infierno. En esas aven-
turas nos damos cuenta cuando estan operando porque es la unica
ocasion que las luces del barrio se encienden en horas del dia,
luces pispileantes que hacen temblar ante la conmocion de saber
que a alguien le estan escudrinando la muerte dentro del cuerpo.
L
Asi me di cuenta la hora precisa que operaban a Crista de los
OJOS.
"En estos momentos .,i: mama esta en la mesa de operaciones,
pero no t e preocupes Alfonso Trece", dice abuela quien ha lle-
gado a cuidarnos al meson ~Ceciliam. La familia vive ya en casas
separadas. Abuela en casa propi a y nosot ros en el meson,
donde arrendamos una pieza a orilla de calle, esquina opuesta a la
casa de dona Margarita Alvarado, donde vivimos por primera vez
luego de la separacion familiar.
Cuando la madre se fue de donde abuela, la senora Alvarado le
habia ofrecido un cuarto semi destruido, por el cual no le cobraria
renta, pues habia sido espacio para encerrar a los puercos y en esos
momentos estaba desocupado. Con su gran sentido del humor, que
conserva a sus noventa y un anos, la madre se echa a reir cuando le
recuerdo esto.
Ella lo confirma:
-La nina Margarita Alvarado nos dio posada, un cuarto de
adobe sin repellar, ennegrecido por el hollin pues antes de ser
porqueriza fue cocina de lena.
-1
Revista Cultura 79
Interrumpo:
-Habia un horcon de gancho que sostenia el techo, pense
que se nos podria vinir encima -le digo, para dar fuerza a mis
recuerdos de edades aciagas.
-Eso no es nada -me responde sin dejar de reir- cuando
nos acostamos, la cama se hundio en el piso lleno de agua. -Se
siente orgullosa de haber sobrevivido y no dejarnos padecer ham-
bre y haberme enviado a la escuela, inclusive al kinder. Viviendo
en la porqueriza fui al unico kinder de San Miguel, el Dolores
Souzaw.
La casa de la senora Alvarado es ahora la casa renovada,
moderna, de esquina, donde esta la funeraria Guatemala. Como
se podra advertir andamos siempre emparentados con casa de
muertos.
(Pasa al 120)
El bombillo esta encendido a las once de la manana, miro sus
parpados que ~ i s ~ i l e a n como si fuesen el pulso tembloroso de los
cirujanos. Sus intermitencias son un golpe al corazon de un nino.
Tambien veo los ojos negros y rasgados de Lastenia abuela, mujer
mayor de las cinco. De ella he heredado sus ojos adormilados
como expresando tristeza profunda, pero solo significa que se
puede mor i r a edad temprana, como ocurriria con la-abuela.
Observo ahora en su fotografia oval, despues de cincuenta anos
de muerta, su piel aindiada, falda larga que llega a los tobillos,
color de medio luto, desde que se dejo de su marido y se fue de
Usulutan a San Miguel: flores negras sobre un fondo blanco o al
reves, flores blancas sobre tela negra, fibra de algodon; chancletas
de lona azul y suela de cuero de cerdo, tipo calzado chino, aun-
que eran hechas por artesanos de San Miguel. Tenia un pequeno
lunar en uno de los parpados superiores; ojos cafe claro. La mejor
cualidad de ella era que le daba importancia a mis interrogantes
de ni no mayor aunque a veces me sentia celoso de mi pri ma
Margo. "Calmate, Alfonso T. -decia mi abuela- lo que pasa es
- W h
que con tu prima Margo tenemos muchas cosas en comun porque
somos mujeres".
A mi edad no lograba comprender la diferencia. Pero los celos
se me olvidaban cuando me llevaba a comprar a la pequena tienda
de barrio, donde veia unos pequenos folletitos con caratula a
colores y ella me decia que eran cuentos de hadas que Crista -la
madre- se los habia contado. Hada me sonaba a fantasma. Pero
atine un poco que la madre sabia cosas que la abuela desconocia:
cuentos de hadas, por ejemplo.
En esos momentos yo solo podia admirar los colores de los
libritos a traves de la vidriera; pero me presento como su nieto a
los propietarios, Francisco Estrada el padre de Leonel, mi amigo
de infancia, y su esposa Elena. Creo que ese matrimonio fue mi
primera amistad con personas mayores, aunque a veces dona
Elena no podia evitar cierta sorna hacia el nino, por mi manera de
hablar, pues mi pronunciacion era diferente a los de h edad; aun-
que yo no le daba mucha trascendencia. Nada mas es un
recuerdo. Me hacia repetir lo que yo le pedia a la abuela, para
poder escuchar mi voz aninada.
(Pasa al 11 8)
Las hadas y lo ogros eran para mi como los fantasmas que
conoci a los tres anos en el hospital de tuberculosos. Conoci tam-
bien un hada de verdad, aunque para mi era angel desnudo, se lla-
maba Rosita, con la feliz diferencia que a esta la podia tocar con
mis dedos y ella se dejaba como si estuviera posando para que la
dibujara en mi memoria; angel nina, contrastaba su imagen con
los tuberculosos que'eran medio vivos o medio muertos, no se
sabe; Rosita era llena de gracia como el Ave Maria. No se si llego
del aire, pero era signo de vida a diferencia con los fantasmas que
veia en la casona de ventanas tetricas, que me daba el conoci-
miento de la desnutricion y del hambre reflejada en los ojos aje-
nos. Me llamaba la atencion que en las calles habia visto seres
semejantes y que quizas debian estar encerrados, {por que tener-
les miedo? Desde entonces, pese a la educacion familiar, ningun
- W h
Revista Cultura 79
fantasma me atemorizaria y veria a los seres murientes como per-
sonas a quienes debia interpretar su idioma de pobrezas.
(Rosita vestia de blanco y rosado, casi siempre luciendo una
flor de papel en el pelo). A los siete anos hice la travesura de ale-
jarme dos cuadras con Leonel y Alfredo para ir a espiar al interior
del pabellon, para satisfacer la curiosidad frustrada de mis tres
anos, cuando me subia en los hombros de Herminia para ver y no
ver por las ventanas, contraviniendo las disposiciones de la abuela
de no acercase al lugar. "Estan medio muertos, hay que tener cui-
dado, ni siquiera verlos porque contaminan", resonaban sus pala-
bras. (Los muertos-vivos son terribles, Rosita era bella).
Herminia preguntaba:
miras, Alfonso T. Duque?
Respondo:
-Unos k o r e s y senoras que no tienen pies. -Caminaban
sin tocar el suelo, como si volasen.
"La tuberculosis es mortal", dice con enfasis mi abuela.
-Tu abuela exagera -replica Herminia- con una vez que
pasemos no nos vamos a contagiar. -De caracter siempre rebelde
y con tendencias a la subversion; en todo caso, ella tambien que-
ria curiosear a los medio vivos; .de temperamento dificil, cuando
se enojaba asumia papel de empleada domestica y mis mujeres
eran sus patrones. Asi se rebelaba ante la abuela o la madre.
Realmente, con Herminia habia un vinculo familiar. En todo caso
siempre vivio en el circulo de la familia como hija de crianza de
mi abuela, ayudando a los quehaceres de la casa y mas tarde
dando proteccion, en todo lo que se le requeria, a los hijos de las
hijas de la abuela, incluyendome a mi. Cuando nino mayor me
cocinaba los garrobos y tacuazines que yo mismo cazaba. La
madre Crista nunca quiso comer ni cocinar ese tipo de manjares,
de modo que el banquete me lo daba con Herminia, sus dos hijos,
Miguel y Ocar, y un sobrino bajo su tutela: Herminio. (A Rosita
solamente la recuerdo a mis tres anos y medio en esa casa de la
E!!!
-
calle de la Amargura y a los siete cuando estoy sentado en las gra-
das del hospital San Juan de Dios)-. Ella hace mas grandes las
cosas de como son de verdad.
(Pasa al 50)
Me he encontrado con Herminia al regresar a mi pais despues
de veintiun anos de ausencia. Tengo mas de cincuenta y cinco
anos y ella tendra setenta y cinco. No he perdido la imagen que
siempre tuve en mi memoria: blanca como la leche, pequena de
estatura y ojos amarillos.
"Dur ant e la guerra casi siempre vino de visita, ahora nos
encontramos mas seguido porque su hijo se saco la loteria y lo
primero que hizo fue comprar un carro", dice la madre haciendo
alusion a Herminia y a su hijo Miguel. Esta no sabia que yo visi-
taria a la madre, de manera que fue una coincidencia el encuentro,
luego de cuarenta anos de no vernos. Su reaccion de aparente
ausencia de emociones no es extrano en ella. Me saluda sin'emoti-
vidad, sin comentarios: estas, Alfonso?". Y luego se le
acaban las palabras. Siempre fue asi: parca, inexpresiva, de apa-
riencia fria, aunque de corazon sano y generoso.
Herrninia no pierde su temperamento inescrutable, casi podria
decirse despojada de sensibleria externa, su saludo es como si nos
hubiesemos visto el dia anterior. Es parte de la mujer-patria, signo
vital de mi pais que casi no existe y que abandone tantos anos
para salvar mi vida y poder escribir algun dia l o que nunca pude
en mis anos de joven. Nunca la vi enferma, nunca descansando, ni
tomando vacaciones o de paseos en algun lugar, ni siquiera nos
quiso acompanar cuando la madre nos llevo a conocer el mar para
que no nos contaran mentiras. Ni siquiera visitaba la iglesia, aun-
que pude darme cuenta que tenia quejadumbre de silencios, lo
que la hacia reaccionar contra ella misma, su unico defecto.,
Al fin se anima a hablar: "Con ni mama hablamos siempre de
vos, yo siempre pense que estabas muerto y que ella me enga-
naba", dice con su sonrisa de anciana, voz pausada, proverbial,
india blanca, sabia, recatada en su humildad, no ha guardado
amarguras ni resentimientos. Fuerzas escondida le han permitido
E!!!
-
Revista Cultura 79
sobrevivir luchas contra las enfermedades, guerra, dol ores y
pobrezas.
(Pasa a 3)
Por la tarde Herminia me lleva al cementerio, la parte corres-
pondiente a los pobres, mas extenso y humedo que la parte
donde estaban sepultados los ricos dividido solo por un cerco
de piedras de volcan. Herminia me llevaba tomado de las manos
para que no me fueran a raptar los ladrones de ninos. Me gustaba
ese lugar por su clima especial. La calle penetra hasta el fondo del
cementerio de los pobres, a los lados hay hileras de amates cuyas
ramas entrelazadas forman un techo resplandeciente de hojas
electricas, por eso atraen a los rayos; tambien hay flores de clave-
llina, que crecen de un arbol siempre desnudo de hojas, una flor
sin petalos y formada por cientos de hilos rosados, sus estambres
estan envueltos por cepalos rojos, a manera de copa de vino; sus
flores son como las escobillas que usan los barberos para pasar el
jabon por la cara.
Es un tesoro tener la clavellina pues permite inventarse varios
juegos con sus hilos, flor que nunca mas en mi vida he visto a no
ser en el cementerio de San Miguel. Al finalizar ese recorrido, ya
de ret orno, hacemos parada en la seccion de los ricos*, SUS
sepulcros blancos y. adornados con angeles de marmol; a veces
recubiertos con azulejos italianos que contemplamos sorprendi-
dos por su apariencia de cristal. Una arquitectura que solo habia
visto en esos sepulcros. Admiro las criptas barrocas, especie de
capillas reducidas, con sus marmoles frios retando el tiempo. A
diferencia de las casas que conozco, paredes de adobe, techo de
varas y tejas rojas de barro cocido.
En los paseos participa Miguel, el hijo mayor de Herminia,
que lleva en sus brazos, tres anos menor que yo. Mas tarde com-
partimos una ninez de juegos de grandeza y fantasias. Nos dispu-
tabamos las cosas mas nimias. Eramos como hermanos aunque a
veces se comportaba posesivo con sus cosas que nunca eran de
mayor valor a no ser el que le dabamos nosotros a nivel de caren-
cias: una hoja de nance o de amate que tuviera coloracion llama-
tiva, una piedra con un punt i t o brillante que nos parecia plata
E!!!
-
incrustada, un estambre de clavellina, un bot on de hueso; un
pedazo de vidrio o de loza china (que les llamamos guiste y chi-
guiste, respectivamente); una semilla de forma rara, una corcho-
lata; a veces una canica o un pedazo de madera. Lo que fuese con
tal de decir que era pertenencia nuestra. Los tesoros ocultos,
parte de nuestra cotidianidad, valiosos en la imaginacion de ninos
no interesados en vivir sino en sonar, aunque nos fuera dificil
establecer la diferencia.
(Pasa al 110)
Tuve aficion por los animales, aunque no siempre para el bien de
ellos, pues los garrobos y las iguanas eran mis victimas cotidianas,
les abria el vientre para sacarles sus huevos, si eran hembras; si eran
machos, me los guisaba Herminia. A las hembras, luego de sacarles
sus sartas de huevos, las cosia, las curaba con ceniza y lo iba a dejar
a sus cuevas para que siguieran viviendo. Los huevos los comemos
en salsa de alguaiste. Creo que no tuve amor por los garrobos ni por
los gatos. Pero tengo preferencia con los perros. Siempre hubo un
perro en casa. El deceso de Muneco me dejo la rara sensacion de lo
que significa el limite entre la vida y la muerte. La respuesta de mi
memoria fue tardia al escribir a los veinte anos un poema, que perdi
y apenas recuerdo el primer verso. Nunca revele a mis mujeres que
yo habia levantado la baranda. Desde entonces aprenderia a apre-
hender el valor de los silencios y la importancia de saber adminis-
trarlos con sabiduria; para la literatura es fundamental. Necesite
escribir poemas para pagar las deudas de infancia, entre ellas el acci-
dente de Muneco o el amor efimero de Rosita.
Las mujeres lloran bajo mi contemplacion la muerte del perro.
Yo me mantengo sereno quizas para ocultar la propia culpa. Mi
memoria se borra cuando reparo anos despues que no soy el
menor de la familia, cuando ya vivimos en casa de la abuela, en la
Calle Colon, juntos con tia Lastenia y su hija Margo, Elvecia, la
madre Crista y su hija recien nacida, Ena, la mas chica de la fami-
lia de mujeres en ese entonces; casi al mismo tiempo naceria el
hijo de Herminia, Miguel; luego vendrian los primos Ennio, Ever,
Noel y las hermanas Ena, Nerith, Antonia y Narcedalia.
- W h
Revista Cultura 79
Tanto tiempo ha pasado desde esos tres anos y medio, tengo la
fotografia exacta en mis ojos, prolongacion de la memoria: la casa de
enfrente, pintada de azul y blanco y un pequeno corredorcito, a ori-
lla de calle, bordeado por un balcon de media altura con barrotes de
madera torneada. Nada de eso existe ahora, solo la calle y mis cir-
cunstancias. El pabellon de tuberculosos di o paso a un edificio
moderno en los anos noventa de este siglo, con cristales y mampos-
teria; nada que ver con muerte ni con los muertos vivos por la
tuberculosis. Muchos, o todos, son polvo enamorado en la huesera
del cementerio, ahi donde nos llevaba Herminia a su hijo Miguel y a
mi a espiar los muertos de verdad; en un foso bordeado por una
constniccion que parece campanario; aunque nunca vemos nada por
la oscuridad que hay en su interior, el techo no deja entrar la luz del
dia, percibimos extranas fosforescencias.
Conversando con la madre, medio siglo despues, a mi retorno de
mi prolongada emigracion en Costa Rica, sobre la muerte de
Muneco, me dice que no recuerda nada, que quizas nunca tuvimos
ese perro; y que yo debo poseer una gran memoria para describir
los detalles. Me lo dice a mi, que apenas puedo decir un verso de los
mios de memoria, ni siquiera es completo el unico verso que
recuerdo de Elegia a un perron; que segun el poeta Roque Dalton
es de mis grandes poemas, escrito a los veinte anos y perdido en una
de mis tantas emigraciones forzosas. "O quizas forma parte de tus
suenosn, dice mi madre mientras percibo por la radio a Kur t
Cobain, el poeta maldito de Nirvana que se suicido a los 27 anos.
La interrumpo para preguntarle que si le gusta esa musica y me dice
que si; aunque no la entiende la prefiere a esas bayuncadas que solo
hablan de meterla y sacarla mas, mas y mas, o hacer el amor con
diez al mismo tiempo: "Falta de inteligencia de esa Alejandra", pro-
testa. "No me explico por que tiene que bajarse los calzones i ense-
nar sus tatuajes en la torta y en el culo". Le resulta dificil entender el
mundo actual, insiste. Prefiere oir musica en ingles, aunque dicen
que tiene mucho del diablo: "Por lo menos asi no me doy cuenta de
lo que significan las palabras". La conversacion sobre la muerte de
Muneco queda en segundo plano ante la fuerza del sistema nervioso
electronico. La escucho con admiracion y respeto, sin contradecirla
en nada; despues de tantos anos de separacion es agradable ser todo
oidos ante la voz de Crista.
(Pasa al 11 6)
La madre puede decir a los noventa anos los poemas que se
aprendio con exactitud entre los doce o quince; ademas de los
poemas, puede recitar las lecciones en prosa contenidas en los
relatos del libro Mantilla. Lecturas que nunca volvio a tener des-
pues de su adolescencia. Quizas por eso le es posible sentir el
ritmo y otro tipo de sonidos de Cobain y Bono aunque no com-
prenda el significado de las palabras que los acompanan.
"Ademas, que otra cosa voy a oir si no tengo donde escoger". Le
replico que no la estoy recriminando, solo que me parece sor-
prendente que escuche esa musica; que la electronica es una
extension de los sentidos; otro poder basado en la posesion de
nuestros sentimientos. Aunque esto ultimo no se lo digo.
Le insisto, pero ella me ratifica. No recuerda nada de lo del
perro y me explica que los largos poemas puede decirlos a sus
noventa anos porque se los grabo para siempre; sabia que no vol-
veria a tocar un libro despues de los dieciseis anos, al dedicarse a
trabajar con su madre y convertir despues en realidad su sueno de
tener un hijo. Perros podemos tener muchos. Poeta solo uno.
"Imaginate, en nuestro arbol familiar de mil anos solo tenemos
un poeta" -reparo que no ha perdido la lucidez de sus anos jove-
nes cuando educo al grupo familiar ofreciendo con su memoria el
producto de sus lecturas poeticas y morales. Ella es la unica per-
sona que con orgullo me corona con el titulo de poeta. "A lo
mejor lo herede de algun tatarabuelo sacerdote poeta indigena",
le digo en broma. Afirma Tarquino Argueta que cuando la madre
tenia doce anos reunia a todos los hermanos, pues ella era la
mayor, para leer Maria el Hada del Bosque. "Leia con tanta emo-
cion que nos hacia llorar; ademas, para que le prestaramos aten-
cion nos hacia preguntas sobre la obra. Adquirio esas costumbres
de su padre -agrega- Adolfo Duque, hombre rico; y nos lo
quiso transmitir a nosotros que eramos pobres y sin posibilidades
de saber nada de literatura a esa edad".
(Pasa al 38)
Revista Cultura 79
La madre no recuerda, o no quiere recordar, las imagenes que
yo habia pa r da do desde mis tres anos. Lo cual indica que uno
fija en su mente lo que considera significativo. Aunque lo que ella
conservo fuese tan importante, pues las declamaciones intimas
para el hijo permitieron el primer contacto con la poesia, esa poe-
sia narrativa -no olvidemos que desde Homer o es narrativa y
compromet i da consigo mismo para l ograr calidad y con l os
demas para vencer el tiempo- de los anos veinte, sentimental y
recreadora de felicidad y de lagrimas, como lo es toda literatura
segun decir de Borges, para citar a un maestro negado. O a
Octavio Paz, maestro controvertido, quien afirma que la poesia es
vida e historia a la vez.
"Cada quien tiene sus imagenes propias, la tuya es visual: el
salto letal de tu perro Muneco; la mia son los versos, el sonido de
las rimas y lo que dice el poema", explica desde su silla de inva-
lida mientras el unico poeta en mil anos, dentro de la familia, des-
cansa a su lado en la hamaca miguelena, despues de tanto tiempo
ausente de la casa familiar. "Te prefiero en el exilio antes que
muerto, Alfonso Trece", dice.
La minima tragedia hace aflorar mis sentimientos con mayor
fuerza, volviendose quizas resentimientos: hipersensibilidad por
lo que se ama y se pierde, que seria irrecuperable si no fuera por
la literatura que nos da la posibilidad de redimir seres perdidos,
rescatar la edad dorada que se califica con acrimonia como
hechos del pasado pero que siguen si endo presentes por
muchos anos y a lo cual deberiamos llevar de la mano a la manera
de excursion, j o incursion? a todos los seres vivos. Lo necesita-
mos. Los fastos estan escritos en el papel de los periodicos y en el
aire, se trata de rebuscarlos, sacudirles el polvo, revelarlos como
una fotografia para prolongar el recuento de la memoria. Pero
esta claro, los resentimientos tambien hacen la poesia. +
De muer t e na t ur a l
Marco Antonio Flores
us ojos de hielo, fijos, reflejando la ~a nt a l l a que titila
brillante enfrente. Impavida, pero con las pupilas cente-
lleando con las imagenes. Tus facciones de piedra, labra-
das en la angustia de los anos. Bajo tus ojos, bolsas azu-
ladas ornadas por las patas de gallo. Tus ojos rojos: la cruda te esta
matando. Hace dos dias cumpliste treinta y cinco anos, casi un
siglo; desde entonces estas bebiendo. Tu cuello grueso y tus mejillas
descolgandose. Por la pantalla pasan raudas Hinds, Nivea, Pond's,
Crema Humectante; figuras bellas y jovenes anuncian jabones, cre-
mas, lociones, que hacen recuperar la juventud. Te pasas la mano
por abajo de la barbilla: voy a hacerme la cirugia plastica, pensas. El
aparato titila. Tus labios como que estuvieran llenos de goma. Los
senos te' han crecido, han engordado, pero aun flotan. Diariamente
los pones al agua muy fria y haces ejercicios para mantenerlos
duros. {Para que, pensas?
Estas desparramada en un sillon grande, de cuero. Tu cintura,
grasosa, se contrae buscando la forma del sillon; recostas en sus bra-
zos los tuyos, rollizos pero aun redondos y suaves. La bata los tapa.
Tus manos languidas; pensas: como las divas de los tangos: una
boquilla de nacar en la mano, un chorro de humo que se esparce
lento, un cheslon de pana y lejos un sonido: "fumando espero al
hombre que yo quiero". Pero vos ya no queres a ninguno, todo se
Marco Antonio Flores (Guatemala, 1937), ha publicado varios libros de poesia y tres
novelas: Los companeros, En el filo y Los muchachos de antes. Presentamos un fragmento de
su novela inedita las batallas perdidas
ie la editorial Alfaguara publicara este ano.
SWh .
Revista Cultura 79
seco dentro, t u amor es el dinero. Tus manos languidas terminan,
una, en un vaso lleno de uisqui, sin hielo y sin nada; la otra, en un
control automatico de television. Tus piernas, sin su antigua armo-
nia, descansan sobre un taburete que esta delante del sillon. Las ori-
llas de la bata se arrastran por el suelo. Sos la imagen de la hueva, de
la cruda, de la angustia.
Vos pensas que sos la imagen del exito, de la comodidad, de la
realizacion. Lograste tus anhelos, un apartamento montado con
lujo, alfombrado, que acaricia tus pies; amueblado con muebles de
epoca, carisimos; un carro ultimo modelo en el garaje del edificio.
Toda tu vida fue un camino accidentado a esto parecido a la felici-
dad. Recordas a tus hermanos amontonados en un cuarto, recordas
sus ronquidos y sus pedos, recordas tu insomnio esperando el grito
de los gallos cuando el sol se levanta entre las montanas que rodean
la ciudad donde naciste. Cuando la cima del Cerro del Carmen se
comenzaba a dorar te dormitabas un rato. Sorbes un largo trago de
uisqui que quema tu garganta; cerras los ojos. La luz vibrante y gri-
sacea deja de reflejarse en tu retina. Descansas. Suspiras. Pensas en
el Buick ultimo modelo que compraste para t u cumpleanos.
Las imagenes en la television vibran y accionas el control, tus
ojos se fijan a la pantalla, aparecen y desaparecen figuras. Tu mano
es poderosa, domina el mundo que te rodea, a su mandato se mueve
el universo, se recompone, se torna de colores, los sucesos saltan de
un lugar a otro, de un pais a otro. El dinero lo puede todo. Los apa-
ratos automaticos estan en todos los rincones de tu casa, hasta tu
marido es un muneco que se mueve al accionar de tus manos. Por la
manana, entras al carro, metes la llave en el encendido y un con-
junto de complicados engranajes inician un ronroneo lento, acei-
tado, cadencioso; luego accionas la palanca de velocidades, pones
primera, y mas de cien caballos de fuerza se ponen en marcha bajo
t u mando; encendes el aparato de radio y el universo se llena de
musica: sos la creadora de tu comodidad. Las calles de Los Angeles
se vuelven de algodon, das vuelta al volante, cambias velocidades,
volas hacia tu oficina. Ahi se destrozan tus suenos de poder. Tus
manos se vuelven dependientes, asalariadas, que despues de seis o
siete horas de contar billetes estan asperas, resecas, agrietadas, los
billetes las han carcomido, esa inmensa cantidad que pasa diaria-
mente por tus manos y desearias robar para comprar mas y mas
cosas, para no carecer de nada, para no volver a pasar un dia como el
de tus quince anos, cuando tu madre tuvo que reparar un vestido
- W h
viejo para que pudieras celebrarlo. El trago de uisqui cae al esto-
mago y sube a la cabeza con la colera. Das un golpe con el vaso con-
t ra el costado del sillon y un poco de licor se derrama sobre la
alfombra. La pantalla titila:
"{Por que todo el mundo te admira? ... Porque uso Lux, el per-
fume de las estrellas, el jabon de crema con perfume frances, el
jabon que usa Brigite Bardot ... Lux, el secreto de tu atraccion perso-
nal". {Poseeras atraccion ~er sonal ? Usas el espejo lo necesario, has
perdido la coqueteria, ya no te importa pst arl e a alguien, la seque-
dad te llena. Ya olvidaste las caricias y los halagos de los hombres
que amaste o que te amaron. Habran envejecido todos: tu profesor
del INCA, aquel muchacho con el que ibas a casarte, el otro con el
que huiste a La Habana; todos tendran mas de cuarenta anos y jala-
ran la retahila de patojos y luciran la cabeza canosa y la barriga pro-
minente, y lloraran al lado de una mujer que tendra que aguantarles
su neurastenia y se lamentaran y pediran perdon y estaran empo-
brecidos.
Tu mano tiembla, tus dedos han engordado, tu anillo de matri-
monio aprieta, hasta la herida, tu dedo anular. Parecen garras de
enano aferradas al recipiente de cristal cortado. Tu mano tiembla y
se mueve el liquido adentro del vaso. Tus nervios nunca estan quie-
tos, las manos engarrotadas, los dedos prensando el vaso, los brazos
tensos, los dientes apretados, las encias doloridas. Cuando lo notas
te vas relajando, pero sin sentirlo estas tensa al instante. Solo hasta
que han pasado tres o cuatro vasos de uisqui por tu garganta, los
musculos se te distienden y el aparato de television se queda zum-
bando sin que nadie le de ordenes. Entonces llega la paz y la mullida
alfombra agrega una mancha a tu itinerario. Esa es tu paz.
Tu mano acciona el control, las imagenes cambian.
"Para la mujer con una nueva forma de vida, agresiva, fogosa ...
Charlie para la mujer que sabe, que conoce, siente y ama... Charlie
es un aroma sensual lleno de sorpresas como tu ... Charlie es un sen-
timiento libre que te identifica ... para la mujer liberada Charlie de
Revlon ... Revlon, la fragancia mas original."
Estas llena de sorpresas, sos sensual, sos libre, sos feliz, tenes
abundancia, podes emborracharte, es tu dinero, sos feliz, tenes obli-
gacion de serlo, te ha costado tanto, lo contrario seria negar la razon
de estar aqui, de tener este comodo apartamento, de tener ese ele-
gante y mullido amueblado de sala, de tener esa cocina y ese bano
automatizados, niquelados y azulejeados, de tener ese inmenso apa-
- W h
Revista Cultura 79
rato de television a todo color, de tener ese Buick ultimo modelo, de
tener esos vestidos que te hacen parecer y sentir sensual, hermosa,
liberada, mucha mujer en las reuniones intimas de los empleados del
banco. Sos agresiva y sensual, liberada, pero te sentis vacia, con el
cuerpo en el aire.
(En que momento te quedaste con el cuerpo en el aire sin poder
asentar los pies sobre la tierra? (Fue cuando tu padre los abandono?
(Fue cuando abortaste y quedaste esteril? (Fue cuando abandonaste
al padre de ese hijo nonato y oiste sus carcajadas mientras te ibas
para siempre? (Fue cuando la sangre salia de tus venas trozadas y la
muerte se alojaba en tu cerebro? (Fue cuando huiste de la revolu-
cion sin mirar atras y el avion aterrizo en el aeropuerto de Los
Angeles? cuando el auto en la autopista de entrada a Nueva
York empezo a dar vueltas hasta deshacer contra un trailer y t u
marido quedo semiinvalido y despues comenzo a consumir la
droga? (Desde cuando estas asi, vacia, idiotizada, sin poder asentar
definitivamente los pies en la tierra?
(Las figuras se deforman, se esferizan, como vistas a traves de un
recipiente con agua: pasan, cambian, retorne?, ninguna se fija en la
pantalla. La mujer, de unos treinta y ocho anos, sentada en un sillon
frente a un televisor a colores, oprime sin soltarlo el boton de cambio
de un aparato de control automatico: pasan sin detenerse los diversos
canales por la pantalla dejando una estela de colores que no llegan a
fijarse en la retina: gran angular.)
Tu padre sale del televisor en blanco y negro, esta igual a hace
veinte anos, su voz no ha cambiado, sus manos asperas pero delica-
das cuando te acaricia, se sienta a tu lado y pasa su mano sobre tu
cabeza /ya tenes canas y tan joven que sos, mijita/ y te habla; le son-
reis, lo miras con ternura, queriendo refugiarte entre sus brazos, la
luz del televisor lo ilumina/ no tomes tanto, te va a hacer mal/, pone
la mano sobre tu cuello, su calor tampoco ha cambiado, ni su voz,
solo vos has cambiado. Operas el control y cambias de canal, el
desaparece y una voz diferente invade el recinto. Bebes todo el con-
tenido del vaso. Tus manos ya no tiemblan.
"En Estados Unidos se procesan los mas finos tabacos ... Estados
Unidos, un pais dinamico, lleno de vida, de ritmo, de color, el pais
de los buenos tabacos donde triunfo Baronet."
El triunfo, el exito, el bienestar y la riqueza, todo eso has logrado
aqui. Sos feliz porque no sos miserable, podes comprar hasta
saciarte, viajar, comer como nunca lo hiciste; ya no pasas hambre
E!!!
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como cuando salias por las mananas a estudiar con el estomago
vacio /Baronet presenta aaaa... su artista exclusivo: Andi Uiliams:
reeed rouses for eii bluuu Leidi, turu tururu rurururu zzzz, coros y
orquesta/ y caminabas por las faldas del Cerro del Carmen y luego
la primera calle que se alargaba hasta el parque Isabel la Catolica;
tus botas rojas pateando las hojas de los arbolones que estaban ya
rompiendo la banqueta con sus raices y tu estomago haciendo rui-
dos del hambre; todavia debias esperar cinco horas para comer en el
instituto donde t u madrina, que era la directora, t e regalaba el
almuerzo /nobodi els ... ai lovs yu estils, ai jad t u bi yu. El vaso
quedo vacio, vas a tener que levantarte para llenarlo de uisqui som-
zin espeshial de nuevo. No te decidis. Cerras los ojos y apretas el
vaso. /ai cantstop lovin yu/ Oi s lejos la cancion pero en espanol
/jamas te olvidare, te lo puedo jurar, jamas me cansare por ti de llo-
rar/ que te recuerda cuando tenias diecisiete anos /jamas te olvidarel
el huracan dobla los arboles quejidos de mujer cuando esta pariendo
la casa donde estan refugiados gimiendo en sus cimientos el agua
bajando de las lomas y vos aterrorizada porque va a morir lejos de
t u pais y de tus padres y de el que te espera en La Habana y las
lomas cuajadas de agua y d torrente rugiendo y bajando y el hura-
can levantandote haciendote flotar y el te toma de la mano y te hace
bajar y comienza a bajar corriendo del cerro y tus piernas pequeni-
tas no logran seguir sus zancadas y sus manos asperas corre mijita y
el Cerro del Carmen crece y el agua corre mas rapido y tus pies ato-
randose en el lodo y tus botas que pesan y te arrastran al fondo del
mar y no podes abrir la boca para gritar jamas te olvidare y tu padre
te suelta y empezas a dar vueltas dentro del carro y encima de la
tuya su cabeza rubia y su boca aullando y el carro sigue dando vuel-
tas hasta estrellarse en el camion que viene en el otro carril y en una
vuelta el cuello se te quiebra y sentis sed y la garganta apretada y vas
a gritar y en la pantalla de la television pasa el noticiero.
Te quedaste dormida con la cabeza doblada sobre el sillon, el
vaso cayo vacio a la alfombra. Sentis reseca la boca. Qui en sabe
cuanto tiempo dormiste. Te duele la nuca. Terminan las noticias y el
canal cierra su transmision. La pantalla titila blanca, sin imagenes.
Decidis levantarte para llenar de nuevo el vaso pero tus piernas
estan acalambradas y te pesan. Te sentis sucia. Deberias banarte.
Antes de irte al banco pasas casi una hora en el bano limpiandote el
sudor nocturno y acicalandote hasta en el mas pequeno detalle.
Durante ese tiempo tu marido debe bajar cojeando a lavar tu carro
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Revista Cultura 79
que debe salir impecable del edificio. Sos muy limpia. Para todo. Te
es indiferente. Cuando te mira con esa mirada perruna sin hablar
sentis odio por el. Casi no hablan. Cuando insiste en hacer el amor,
mientras termina pensas a cuanto ascendera lo de las horas extras de
esta semana, que vas a comprar con ello, y el moviendose encima.
Cuando acaba te invade el asco y te vas a banar durante un largo
rato. Bajo la regadera caliente sentis que te limpias hasta de t u
pasado. Con el se acentuo el asco que has tenido por el sexo desde
nina. Siempre que te acostas con un hombre cerras los ojos y lo
dejas hacer sin participar, como si fueras una muneca de goma que
sirve para eso. Como antenoche, que ya borracha sentiste al hombre
que se movia encima y que jadeaba como animal y reconociste final-
mente a N jefe que llenaba de saliva tu cuello y trataba de meter la
lengua entre tu boca y penetraba fuerte y acompasado y vos desean-
do que terminara pronto para irte a tomar otro trago.
Tenes que levantarte para llenar el vaso y alcanzar el control
automatico que rodo lejos del sillon. No atinas a moverte. Te relajas
y dejas descansar las manos sobre tu sexo: cuando los hombres ya
no te produjeron ninguna pasion ni ningun gozo te masturbaste,
pero un dia entro tu marido mientras lo hacias con los ojos cerra-
dos, te fuiste con un grito delgado y largo que se somato en las ven-
tanas, luego te relajaste y abriste los ojos, lo viste con los ojos agua-
dos y una gran lastima que le lastimaba la cara. Desde ese dia ni eso
te produce placer. Te levantas, recoges el vaso y el automatico y
cambias de canal.
La mujer se levanta, camina descalza sobre la alfombra mullida,
la bata suelta flota, sus nalgas se contonean; engorda, su cintura se
ensancha, el pelo le cae en mechones sobre su espalda, su andar es
pesado y bamboleante. Eructa.
Tu estomago esta lleno de aire, no has comido en todo el dia. Al
despertar tiraste la sabana, sobresaltada, lo buscaste a tu lado pero
no habia llegado a dormir. Un eructo acido te hizo sentarte, bajaste
los pies de la cama, los metiste en las pantuflas y cuando ibas para el
bano recordaste que era sabado y regresaste a acostarte (la mujer
abre un anaquel de madera, saca una botella llena de un liquido
dorado, la destapa, echa un poco en el vaso, la tapa, la guarda, saca
un trozo de hielo, lo echa, el cristal tintinea), largaste un suspiro
interminable, cerraste los ojos y recorriste con una sonrisa t u
camino diario, cuando el carro, tosiendo, se desliza por la pequena
cuesta de Marino hasta llegar a Vermont, al doblar a la izquierda se
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abre la calzada y se llena de autos, de humo y de ruidos; pones la
radio, recostas la cabeza, tu cuerpo aun relajado busca en el asiento
la ubicacion adecuada; llegas a Pico Boulevard y te invade el sobre-
salto, te detenes en el semaforo y nis sentidos se alertan, doblas a la
derecha, el asiento ya quema tus nalgas, tomas el volante con las dos
manos, sube tu tension, te aventas entre el trafico intenso, comenzas
a maldecir el dia, la rutina, el sudor de tus manos, contas uno a uno
cuarenta minutos de tortura; a tus costados revientan bocinas, gri-
tos, zumbido de motores, humo, hedor, cerras la ventanilla, pones el
aire acondicionado, subis el volumen del radio y ya no pensas.
Estas de nuevo sentada, el aparato lleno de imagenes, t u boca
dando un pequeno sorbo. Te recostas en el sillon. Te sentis comoda.
No hay nada como esa sensacion de sentirte duena de todo lo que te
rodea, hasta de las personas que te acompanan. Nadie puede morti-
ficarte en este momento, estk en tus posesiones. El apartamento
costo caro, pero lo terminaste de pagar despues de diez anos y ahora
sos la duena de tu mundo. Sorbes despacio del vaso y sentis que el
trago te llena el cuerpo de calor. Miras el aparato. Una playa solea-
da, blanca, y un velero, en el fondo unas montanas verdes iguales a
las de t u pais; si no hubieras logrado huir estuvieras muerta; cuando
llegaste no sabias ingles, no tenias permiso de trabajo ni papeles,
anduviste bajo de agua, viviendo de sueldos miserables, vagaste casi
dos anos sola, hasta que te casaste con ese tejano tranquilo. Si no
hubiera sido el accidente, pensas. Ya no sabes que fue la revolucion
para vos. Quizas un cumulo de tonterias que sustituye tu frustra-
cion y tu soledad en La Habana, o un torbellino que te envolvio y te
metiste a el para matar la soledad y satisfacer las exigencias de los
cubanos. Miras de nuevo el aparato y no comprendes lo que esta
sucediendo en el. Por poco dejas tu vida en aquella aventura. Pero
ahora todo encaja, las piezas caen justas en su lugar. Bebes un largo
trago. Te refresca.
"Buble Up tu risa, Buble Up tu llanto, Buble Up tu quebradura,
todo es Buble Up".
El manantial se abre y refresca el ambiente, pareciera que sale del
aparato y bana tus pies que deslizas por la alfombra, el televisor se
llena de personas que toman gaseosas, pasas el vaso frio por tu meji-
lla, la sensacion de frescura que salio de la pantalla se prolonga a los
vasos capilares de tu cara que se distiende cuando pasa sobre ella el
cristal frio. Acomodas las nalgas y bebes, luego te pasas la bata por
la cara para secartela, miras el televisor, un auto huye de otro y sue-
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Revista Cultura 79
nan varios disparos; cambias de canal y tomas otro trago, el licor se
esta acabando y todavia no hace ningun efecto, empezas a aburrirte,
el dia ha caminado muy despacio, deseas que vuelva tu marido para
hablar con alguien, aunque sea con el, aunque sea por un momento
porque te aburre pronto; no te importa si vive o muere, o donde
pasa la noche, o con quien anda. Solo en la oficina estas tranquila, al
salir de ahi no sabes para donde agarrar. No tenes a quien amar, no
tuviste un hijo que te acompanara, jamas podras volver a sentir las
patadas de un nino en tu vientre. No supiste a que hora quedo vacio
el vaso. Vas a tener que levantarte de nuevo. Pero ya hizo su efecto,
tu cuerpo esta adormecido y tu cerebro euforico. Ya no te interesa
que vuelva tu marido, sabes que algun dia va a desaparecer para
siempre, el odia al mundo mas que vos, no ama a nadie, no soporta a
nadie, la invalidez lo acabo; se mueve como un sonambulo y te roba
para comprar la droga. Lo necesitas para que te acompane pero
cuando llega hasta su olor te molesta; quiza tu olor tambien le desa-
grade, estas en el umbral de la gordura sin retorno, los anos han ido
destruyendo y has de tener olores desagradables. Levantas la orilla
de la bata y oles. Sentis el golpe de la hedentina a sudor. Has de
heder a meados tambien. Y la boca ha de apestarte. Quiza sea mejor
morir joven:Quizas el ser humano no pasaria por esta angustia de
irse viendo envejecer dia con dia. No queres levantarte y mirarte en
un espejo. No lograste morir joven ni intentando suicidarte ni en la
guerra, ahora solo te queda morir de muerte natural en una cama,
vieja enferma, hedionda, de cirrosis o de angustia.
Estas desconcertada y dispuesta a no seguir pensando estupide-
ces. Sos joven, fuerte, bonita, y tenes a N alcance todo lo que desees.
Tenes un carro ultimo modelo y unas nalgas duras y tus compane-
ros en la oficina te miran con deseo y haces el amor cuando te da la
gana y con quien te da la gana y todo esto que te rodea te da una
intensa felicidad, y tenes ese aparato inmenso lleno de palabras, de
sonidos, de imagenes de todo tipo, hombres guapos, mujeres bellas,
intensas historias que te hacen compania y te dan una tranquilidad
inagotable. Y de tus ojos salen dos lagrimones que escurren por tus
mejillas sin que las sintas.
Miras fijamente el aparato pero no entendes que pasa adentro.
Solo aceptas que ese sonido de la voz humana que sale de ahi llena
tu casa de humanidad, y que las figuras que estan ahi ocupan el
lugar de personas amadas que no te estorban, solo te hacen una
constante compania. Los sonidos llenan tu vida, las voces ocultan tu
- W h
soledad: en la oficina, a la hora del lunch, las voces de tus compane-
ros llenan tu vida de aventuras; los comentarios, las risas, los cuen-
tos, forman una coraza a tu alrededor, te alimentan contra el silencio
de plantarte frente a la ventanilla atenta a los billetes, a su denomi-
nacion, a sus figuras, a la cantidad consignada en los numeros, a los
cheques, a las firmas, a los clientes, a sus exigencias, a sus insinua-
ciones. Las horas pasan lentas y los billetes pronto. Casi no hablas
entonces. Pero cuando termina la jornada te haces acompanar por
alguien a un bar cercano y mientras tomas el primer martini conver-
sas incansablemente con el companero o companera de la oficina
que ha aceptado hablar con vos. Ahi desbordas todas las palabras
que has acumulado durante todo el dia y ellas salen a borbotones.
De cuando en cuando la velada termina en un motel con un compa-
nero, al que llegan ambos a hnblar y a hacerse compania, despues de
hacer el amor terminan hablando de sus respectivos conyuges, luego
te acompana a tu carro y al dia siguiente ninguno lo recuerda.
Tenes hambre, m estomago grune, el aire se mueve por tus intes-
tinos, pero no atinas a levantarte. El vaso esta vacio. Quiza quede
alguna comida de ayer, algunas papas fritas que deben estar duras y
frias; podrias hacer cafe y preparar una hamburguesa, hay suficiente
carne. Tu boca se llena de saliva pero no te levantas. Estas sonolienta
y de pensar en la tarea te arrepentis de tu hambre. Mejor que el aire
siga viajando en los intestinos. Pero el verdadero problema es .el
otro trago. Vas a tener que levantarte. Sorbes el resto que queda en
el fondo del vaso y te levantas de golpe. Sacas la botella y regresas
con ella al sillon. No vas a volver a levantarte por un trago.
Estas reinstalada. El hambre se te quitara con dos buenos tragos.
Te empinas la botella y luego te servis en el vaso. Estas atontada.
Cerras los ojos y te recostas en el sillon. La television zumba, esta
en blanco. De muy adentro te viene un ritmo monotono que no
ubicas, que esta oculto en lo mas hondo de tu memoria. La cadencia
de la melodia se une a una imagen borrosa en la que la grama tupida
y mojada cubre tus zapatos nuevos, brillantes, de charol, mientras
das vueltas al compas de esa musica. Es como sentirte nina de
nuevo, ligada y protegida a quienes te amaron. Vas hundiendote en
el recuerdo, en sus imagenes, mientras danzan imaginariamente al
compas de esa musica que no logras captar en su totalidad. Tu
cabeza cae sobre tu pecho y dormitas.
"Unete a la gente, a la gente Pepsi ... con la gente Pepsi tu eres tu
y yo soy soy yo ... Unete a lo nuevo, con el sabor de Pepsi ..."
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Revista Cultura 79
Estas sola. No amas a nadie. La tarde murio; tambien la noche, y
vos refugiada en tu concha de seguridad no arriesgas nada. El unico
peligro que te acecha es la vejez porque con ella seras inservible para
tu trabajo. tiempo te queda? Dentro de cinco anos tendras
cuarenta y tu cuerpo se habra terminado de deteriorar. Tus dedos
estan tensos sobre el vaso, aprietan, un poco de liquido se derrama y
resbala sobre tu piel haciendo resaltar tus venas del dorso de t u
mano. Tus dedos se aferran desesperados y llevan repetidamente el
vaso hacia tu boca. Cuando se vacia volves a llenarlo. Has perdido el
control de tus movimientos y el licor resbala a momentos por tus
comisuras; te limpias con la manga de la bata. Cuando acabas la
botella y el vaso esta casi vacio fijas la vista en la pantalla y te miras:
vos estas ahi: la misma nariz, la misma boca, los ojos identicos; estas
adentro del televisor con un vaso en la mano y de la boca sale un
hilo de liquido; tus ojos te miran desde la pantalla, tu boca te insulta
desde ahi; accionas el control pero tu imagen sigue fija en el cristal y
ves que una gran tristeza la esta invadiendo, te esta invadiendo, el
vaso se vacia alli enfrente, sentis que la habitacion empieza a dar
vueltas, te ves adentro del aparato como te vas recostando sobre el
respaldo del sillon, el vaso resbala de t u mano y de la de ella y se van
dormitando. +
Cor r er i as de cor t esanos
Por: Horacio Castellanos Moya
1. El ve r ano rus o.
E
xhausta, con los nervios molidos y la
policia napoleonica a sus talones, Ma-
dame de Stael cruzo la frontera rusa el
14 de julio de 1812. La fecha le impresiono por
su simbolismo: 23 anos despues de la toma de
La Bastilla se cerraba para mi el ciclo de la
historia de la Revolucion de Francia, escribi-
ria mas tarde. Tenia 46 anos de edad; habia
escapado sigilosamente de su propiedad suiza
en Coppet el 23 de mayo y en esas siete sema-
nas -acompanada de sus dos hijos y de su
recien estrenado marido Alberto de Rocca-
cruzo Austria y la Galitzia polaca en un coche
a todo galope. Respetada en los salones de las
principales cortes europeas, hija de un famoso
banquero y politico (Jacques Necker) de Luis
XVI y escritora de renombre, Madame de
Stael cometio empero el unico error irreme-
diable para una intelectual cortesana de esa
epoca: enemistarse con Napoleon Bonaparte.
Dos temperamentos fuertes, dos vanidades
extremas, dos seductores susceptibles: Na-
poleon y Germana Necker (este era su nom-
bre de soltera) estaban hechos para detestarse
el uno al otro. El desprecio del general victo-
rioso hacia la escritora se convirtio en una cre-
ciente inquina por parte de esta hacia aquel. La
primera parte de las memorias de Madame de
Stael, tituladas Diez anos de destierro, esta
dedicada precisamente a su aversion hacia
Bonaparte. Se trata, por supuesto, de la histo-
ria de la victima, de la escritora indefensa ante
la colera del tirano, de ot ro episodio.de esa
larga confrontacion entre el intelectual y el
poder despotico.
La relacion pasional de Madame de Stael
con Benjamin Constant, opositor a Bonaparte,
fue el primer motivo que llevo a que el inmi-
nente emperador hostigara y terminara
enviando al destierro a la escritora. Tampoco
fue ajeno a esta discordia el hecho de que el
concurrido salon de Madame de Stael en Paris
-desde la infancia ha sido la conversacion
mi mayor placer, afirma en sus memorias-
sirviera como nido de conspiracion cont ra
Bonaparte.
Un juicio inicial de la escritora marcara la
pauta del libro: La unica especie de criatura
humana que (Napoleon) no alcanza a com-
Horacio Castellanos Moya ( 1 957) ha publicado cuatro libros de relatos, dos novelas y una
recopilacion de ensayos. Obtuvo el Premio Nacional c Novela de la Universidad
Centroamericana (UCA) en 1988.
Revista Cultura 79
prender es la de quienes siguen una opinion
con sinceridad, cualesquiera que puedan ser
las consecuencias. Y de ahi en adelante el
tono sera mas beligerante: No tolera que en
todo el universo, ni para dirigir los imperios,
ni para los detalles de la vida casera, exista una
voluntad que no dependa de la suya*. A pro-
posito del asesinato del duque de Enghien,
dice que Bonaparte, al
extrana, y que Bonaparte descubrio con gran
sagacidad, es que los franceses, tan rapidos en
la percepcion del ridiculo, se ponen muy
gozosos en ridiculo, si con ello su vanidad se
sacia de algun modo. Su queja contra las
aventuras conquistadoras de Bonaparte se
generaliza: Es inaudita la facilidad con que al
pueblo mas espiritual de la tierra se le hace
tomar por estandarte de
llenar la condicion del
crimen, puesta en lugar
de la condicion de ser
propietario, exigida en
otros paises, daba la certi-
dumbre de que no servi-
guerra una tonterian. Pero
l os franceses# los
ella misma se explica esa
apet i t os de 1 a m 0 r pro-
facilidad: ~Bonaparte que-
pi o pueden mas que
ria deslumbrar a los fran-
ceses; y lo logro.
l as exi genci as del
Alejada de Paris, de
ria nunca a los borbo- caract er: M. de Stael.
nesw; pero advierte: ya
va siendo hora de ensenarle que tambien la
virtud es viril, y mas viril que el crimen con
toda su audacia.
Madame de Stael destaca la desproporcion
de fuerzas entre los dos adversarios: No
puede uno figurarse lo que es un hombre a la
cabeza de un millon de soldados y con mil
millones de renta, dueno de todas las prisiones
de Europa, con los reyes por carceleros y con
la imprenta a su disposicion, mientras los
oprimidos apenas disponen del regazo de la
amistad para quejarse*. Y sobre ese mismo
hombre se pregunta: es su patria? La
tierra que le acata sumisa. (Cuales sus conciu-
dadanos? Los esclavos que obedecen sus orde-
nes.
Y es que el encumbramiento de Napoleon
no hubiera sido posible sin la complicidad del
pueblo frances. Madame de Stael parece cono-
cer a profundidad las debilidades de sus com-
patriotas y enfila contra ellas: En los france-
ses, los apetitos del amor propio pueden mas
que las exigencias del caracter. Una cosa
sus intrigas y de sus place-
res, de aquellos escritores
que antes frecuentaron su salon -esos filo-
sofos que encuentran siempre motivos filan-
tropicos para estar bien con el poder-,
Madame de Stael se siente sola, desprotegida,
pues ninguno de sus amigos -ni Talleyrand,
ni Fouche, ni siquiera Jose Bonaparte- puede
hacer nada contra la inquina del emperador.
Lo que la mantiene, lo que le da fuerza, es la
espera de su obra De Alemania, que ya ha sido
aprobada por la censura y se encuentra en
talleres. Entonces se produce el zarpazo artero
del emperador: cuando los 10 mil ejemplares
de la obra ya estan impresos y listos para la
venta, la policia napoleonica los decomisa,
ordena su destruccion y le concede a la autora
tres dias para abandonar Francia.
Madame de Stael se derrumbo: saber que
iban a machacar toda la edicion y que tenia
que separarme de los amigos que sostenian mi
animo, me hizo llorar*. Decide exiliarse en
Inglaterra (su patria adoptivan), pero Na-
poleon lo sabe gracias a su red de confidentes
(espian la desgracia, unico objeto que se pre-
senta a sus ojos*) y le cierra los puertos y las
rutas de facil acceso a la isla. Es cuando la
escritora decide partir hacia Viena, luego cruza
Galitzia y arriba a la front era rusa. Pero la
sombra de Bonaparte es casi tangible: sus tro-
pas siguen una rut a semejante al iniciar en
junio su frustrada conquista de Rusia.
Pese a la fatiga -a mitad de camino sufri
un at aque de nervios- y al miedo de ser
alcanzada por las huestes de su enemigo,
Madame de Stael mantiene una lucidez que le
permite hacer un retrato impecable de la Rusia
de Alejandro. *Lo que los ingleses llaman con-
fort y nosotros comodidades, es apenas cono-
cido en Rusia, dice al salir de Kiev. Y cuando
esta a punt o de llegar a Moscu afirma: Lo
caracteristico de este pueblo es un no se que de
gigantesco en todos los ordenes; en nada pue-
den aplicarsele las dimensiones ordinarias. La
audacia y la imaginacion de los rusos no tienen
limites; todo en ellos es colosal mas bien que
proporcionado, audaz mas bien que reflexivo,
y si no logran su fin es porque lo rebasan.
El paisaje ruso la impresiona, pero mas la
cultura, las costumbres. El silencio ruso es
cosa extraordinaria; versa unicamente sobre
aquello que les inspira vivo interes (...) su con-
versacion prueba tan solo su cortesia; jamas
descubre sus sentimientos y opiniones, se
lamenta la locuaz parisina. Y en seguida los
retrata con t razo conciso: impetuosos y
reservados al mismo tiempo, mas capaces de
pasion que de amistad, mas altivos que delica-
dos, mas devotos que virtuosos, mas valientes
que caballerescos, y de tal modo violentos en
sus deseos, que nada les detiene cuando se
trata de saciarlos,,.
En Moscu, Madame de Stael reflexiona
sobre el retraso de los rusos en el terreno cul-
tural. La poesia, la elocuencia, la literatura no
E!!!
-
existen en Rusia; el lujo, el ~o d e r i o y el valor
son los principales objetos del orgullo y de la
ambicion; todas las otras maneras de distin-
guirse parecen aun vanas y afeminadas a esta
nacion, dice cuando quien seria el fundador
de la literatura rusa, Alexander Pushkin, era
un mozalbete de trece anos. Madame de Stael
recuerda la famosa frase de Diderot -Los
rusos se pudren antes de madurar- y atri-
buye este estado de cosas a la educacion: En
Rusia hay una gran escasez de hombres ins-
truidos, en cualquier ramo de que se traten, de
ahi que *su capacidad de meditacion es hasta
ahora muy escasa.
Al llegar a San Petesburgo, la escritora
francesa profundiza en sus observaciones cul-
turales y las asocia con la situacion politica.
Dice: Los rusos, como t odos los pueblos
sometidos al despotismo, son mas capaces de
disimulo que de reflexion. Y mas adelante
explica: El caracter de los rusos es tan apa-
sionado, que las ideas, a poco abstractas que
sean, no gustan; solo les divierten los hechos;
aun no han tenido tiempo ni gusto para redu-
cir los hechos a ideas generales,,. La perspec-
tiva es descarnada, aunque no pierda el recato:
los rusos intentan sobreponerse por la rapi-
dez al tiempo y al espacio; pero el tiempo solo
conserva lo que el mismo funda, y las bellas
artes, aunque tengan por primera fuente la
inspiracion, no pueden prescindir del trabajo
reflexivo.
Una vez en San Petesburgo, Madame de
Stael es conducida a la corte, donde conoce a
la familia real y al emperador Alejandro,
quien en un momento de la conversacion le
dice: No soy mas que un accidente ventu-
roso. Entonces, la escritora, sorprendida,
piensa: !Cuanta virtud necesita un despota
para ser juez del despotismo!. Y a partir de
Revista Cultura 79
ahi, sus opiniones sobre la cultura politica de
los rusos son filosas. Lo que mas llama su
atencion es la habilidad para la conspiracion
que conduce al crimen: Los mismos cortesa-
nos que no se atreven a decir a su amo la mas
inocente verdad, saben conspirar contra el; un
disimulo profundo acompana necesariamente
a ese genero de revolucion politica, pues hay
que seguir colmando de
respeto al mismo que se
intenta asesinar. El re-
cuerdo del asesinato del
emperador Pablo 1 (per-
petrado once anos atras)
aun permea la vision de la
cesas resulta en ese momento incontenible. La
escritora critica al general ruso De Tolly y se
atreve a una recomendacion: el arte militar
que conviene a los rusos es el ataque. Hacerlos
retroceder, aunque sea por un calculo discreto
y bien fundado, es enfriar en ellos la impetuo-
sidad que constituye su fuerza.
Pero Germana Necker va de paso; su des-
tino es Inglaterra. A fines
Madame de St ael pre-
di ce el f l oreci mi ent o
de l a l i t erat ura rusa
que s e pr oduci r a
de septiembre se embarca
en San Petesburgo con
rumbo hacia Finlandia
-lo infinito es tan terri-
ble apuestros ojos como
~lacentero al alma*, pien-
escritora francesa: se re- medi o si gl o despues. sa en alta mar-, luego se
fiere a unas instituciones
en las que hay que contar con el crimen como
contrapeso del poder.
El poder de los militares es absoluto. En
Rusia es noble todo lo que posee un grado
militar, lo que explica que en ese momento
los rusos unicamente hayan atenido hombres
de genio en la carrera militar; en las demas
artes solo son imitadores; bien es verdad que
la imprenta tampoco entro en Rusia hasta hace
ciento veinte anos. Por eso no hay que per-
der las esperanzas. La propia Madame de Stael
predice ese florecimiento de la literatura rusa
que se producira medio siglo despues: arriba-
ran al genio en las bellas artes, y sobre todo en
la literatura, cuando encuentren el modo de
expresar con el lenguaje su natural verdadero,
del mismo modo que lo expresan con sus
acciones.
Mientras Madame de Stael se empapa de la
vida rusa, las tropas napoleonicas y las del
emperador Alejandro pelean fieramente. Los
resultados de las batallas llegan prontamente a
San Petesburgo. El empuje de las tropas fran-
E!!!
-
establecera en Estocolmo
(donde escribira parte de sus memorias) y
ocho meses mas tarde alcanzara Londres. Su
vision de la sociedad rusa la sintetiza en una
frase: una administracion defectuosa, una
civilizacion reciente y unas instituciones des-
poticasa. Y el demonio del que huye no solo
tiene un nombre, sino que se repite a traves de
los siglos: la empresa de la monarquia univer-
sal, el mas temible azote que puede amenazar a
la especie humana.
2. Pi e r nas de hombre. .
C.
incuenta y nueve anos antes de la tra-
vesia de Madame de Stael, un renom-
brado escritor frances que abando-
naba apresuradamente la corte del rey de
Prusia, era detenido en la ciudad de Francfort,
despojado de parte de sus pertenencias y man-
tenido durante doce dias en un humillante
arresto domiciliario. Era el inicio del verano
de 1753 y el fin de la estadia de Voltaire en la
corte de Federico 11.
Lo que habia comenzado como una rela-
cion de halagos mutuos, de admiracion reci-
proca y de una constante invitacion por parte
del rey a que el escritor formara parte de su
sequito, terminaba de una manera bochornosa.
La orden de Federico era detener a Voltaire
porque este se habia apoderado de la poesia
del rey; la verdad es que se trataba de un
ultimo desquite. El escri-
Federico, luego de la muerte de la marquesa-
se inicio en 1750 y termino tres anos despues.
Una frase l a~i dar i a escrita con motivo de
su salida hacia Berlin describe los primeros
cincuenta anos de la vida de Voltaire y la fragi-
lidad de las expectativas que lo acompanaban:
Era mi destino correr de un rey para otra,
aunque amaba mi libertad con idolatria
La revelacion de las
t or, cont rat ado para co-
rregir los poemas del mo-
narca, se dedicaba tras
Vol t ai re aborda l as
inclinaciones sexuales
costumbres sexuales de
Federico quiza haya sido
el mayor atrevimiento de
bambalinas a burlarse de de Federi co desear- Voltaire en sus Memorias.
ellos -o al menos ese era A proposi t o de las insis-
el chisme que habia Ile-
a a m e l e )
con i -
tentes invitaciones del rey,
gado a los oi dos de Fe- deraci ones moral es. Voltaire escribe: Ya le
derico.
Voltaire se refiere a su relacion con
Federico en parte de su correspondencia y en
ot ros escritos, pero tambien dejo inedito un
breve texto (apenas unas 70 paginas impresas),
titulado Memorias de la vida de Voltaire escri-
tus por el mismo, el cual, dedicado casi com-
pletamente a contar su relacion con el rey de
Prusia, evidencia que este no se equivocaba al
temer la maledicencia del escritor.
La correspondencia entre ambos comenzo
en agosto de 1736; Federico asumio el trono
en 1740 y persistio en su invitacion a que
Voltaire se instalara en la corte prusiana; este
se excusaba bajo el argumento de que no podia
abandonar a su amante, la marquesa du
Chatelet. Voltaire visito al rey dos veces en
1740. Un tercer encuentro, en condiciones
peculiares, se produjo en 1743: Voltaire fue a
Berlin como agente secreto con la mision de
averiguar si el rey de Prusia ayudaria a Francia
en su guerra contra Austria e Inglaterra. La
mas larga estadia de Voltaire en territorio pru-
siano -una vez que accedio a ser empleado de
E!!!
-
habia notificado yo que
me era imposible establecerme en su corte;
que anteponia la amistad a la ambicion; que
estaba ligado a la marquesa du Chatelet, y que,
filosofo por filosofo, preferia una dama a un
rey. Aunque no le p s t a b a n las mujeres,
Federico aprobaba mi franqueza..
Voltaire aborda las inclinaciones sexuales
de Federico descarnadamente, sin considera-
ciones morales, con una ironia que por
momentos roza la sorna. Cuenta que cuando
este aun era principe, su padre, el entonces rey
Federico Guillermo -un verdadero vandalo,
que en todo su reinado solo penso en amonto-
nar dinero y en sostener, con el menor gasto
posible, las mejores tropas de Europa- lo
encerro en una fortaleza con un soldado a su
servicio. El soldado, joven, guapo, bien for-
mado y que tocaba la flauta, sirvio de ma; de
una manera para divertir al preso. Tantas
bellas cualidades labraron despues su fortuna.
Lo he conocido ayuda de camara y primer
ministro al mismo tiempo, con toda la inso-
lencia que esos dos cargos infunden,,.
Revista Cultura 79
Voltaire asegura que Federico no tenia
vocacion para el bello sexo*. Y que una vez en
el trono, como mas bien gustaba de los hom-
bres guapos, pero no de los hombres gran-
des*, destino al llamado regimiento de gigan-
tes -la unidad de combate preferida de
Federico Guillermo- para servir como laca-
yos de la reina.
Voltaire describe con
detalle la rutina cotidiana
del rey en las primeras
horas del dia: Vestido y
calzado Su Majestad, el
estoico concedia unos
instantes a la secta de
dia mientras permanece en Berlin. Sabe que su
relacion con el rey esta basada en la vanidad, la
seduccion, el ditirambo mutuo. Me trataba
de hombre divino; yo le trataba de Salomon.
Los epitetos no nos costaban nada. Algunas de
esas insulseces se han impreso en la coleccion
de mis obras; por fortuna, no han impreso ni
la trigesima parte. Esta consciente, ademas,
de que Federico conside-
Excrement os de l a
l i t erat ura, l l amaba
Voltaire a los colegas
que en Pari s i nt ri ga-
raba que sus versos y su
prosa eran muy superiores
a mi prosa y a mis versos,
ateniendose al fondo de
las cosas; pero creia que,
respecto de las formas,
Epicuro; mandaba llamar b a n en S U con t ra . podia yo, en calidad de
a dos o tres favoritos,
tenientes de su regimiento, o pajes, o cadetes.
Tomaban cafe. Aquel a quien arrojaba el
panuelo quedabase con el rey medio cuarto de
hora. Las cosas no llegaban nunca a los Ulti-
mos extremos, ya que el principe, en vida de
su padre, salio muy mal parado de sus amores
pasajeros y no menos mal curado. No podia
desempenar el primer papel; tenia que conten-
tarse con los segundos*. En seguida, como si
no hubiese sido suficientemente explicito,
Voltaire afirma: Concluidas estas diversiones
de colegiales, los asuntos de Estado ocupaban
su atencion,. Y mas adelante suelta, casi con
un guino, la siguiente frase: el rey tocaba la
flauta como un artista consumado*.
La unica mujer de la que Federico estuvo
un poco enamorado* en presencia de
Voltaire fue una bailarina de origen vene-
ciano, llamada La Barberina; el entusiasmo del
monarca se debia a que ella tenia piernas de
hombre, gracias a lo cual le pagaba mas que a
tres ministros de Estado juntos.
Voltaire en ningun momento baja la p a r -
academico, limar un poco
sus escritos; no hubo seduccion ni lisonja que
no empleara para no hacerme ir a su lado*. No
cuesta imaginar el rictus de desprecio de
Voltaire mientras corregia a solas los versos
del monarca.
Pero formar parte de una corte encabezada
por un rey poeta y musico tambien tenia sus
ventajas. Las comidas eran filosoficas. Cual-
quiera que llegase de improviso y nos oyera
hubiera creido, al ver aquel cuadro, oir a los
siete sabios de Grecia en un burdel. Jamas en
ningun lugar del mundo se ha hablado con
tanta libertad de las supersticiones humanas ni
se las ha tratado con mas burla ni desprecio. A
Dios se lo respetaba; pero no perdonabamos a
ninguno de los que en nombre suyo han enga-
nado a los hombres*.
La otra ventaja para Voltaire consistia en el
jugoso salario que le pagaba Federico. Y es
que para el escritor frances su libertad estaba
intimamente ligada con su situacion econo-
mica. Dice al respecto: He preferido siempre
a todo la libertad. Pocos escritores proceden
asi. La mayor parte son pobres; la pobreza
enerva el animo; un filosofo en la corte cae en
igual esclavitud que el primer dignatario pala-
tino*. La certeza de esta conviccion resplan-
dece mas adelante: A fuerza de ver literatos
pobres y despreciados, pense hace mucho
tie'mpo que no era cosa de aumentar su
numero*. Por eso invirtio su dinero en Suiza,
lejos de los dominios del rey prusiano.
Voltaire asegura que cayo en desgracia con
Federico a causa de una calumnia de Mau-
pertius, presidente de la Academia de Berlin,
qui en habria cont ado al rey que el escritor
frances consideraba malos sus versos. El des-
precio que Voltaire muestra hacia sus criticos
contemporaneos solo es comparable a la envi-
dia y las intrigas de estos contra aquel. Los
llama -a sus colegas franceses- excremen-
t os de la literatura*. Y una vez que sale de
Prusia decide establecerse en su propiedad de
Ginebra, lejos de Paris, donde prevalecen la
locura y el encono por querellas pueriles*.
Locura como la que llevo al cardenal de
Tencin, obi spo de Lyon, a creer que podria
reconciliar a los reyes de Francia y de Prusia,
contando como intermediario con Voltaire (a
quien el clerigo habia hostigado en Lyon). La
negociacion termino en un fiasco, para satis-
faccion de Voltaire, y para desgracia del carde-
nal, quien *a los quince dias murio de pesa-
d u mb r e ~ . Sobre este caso el filosofo refle-
xiona: nunca he comprendido bien que uno
se muera de pesar, ni como un ministro o un
cardenal viejo, que tienen el alma tan dura,
conservan, no obstante, sensibilidad suficiente
para que un sinsabor pequeno los hiera de
muerte: mi proposito habia sido burlarme de
el, mortificarle, pero no darle muerte.
La correspondencia ent re Voltaire y
Federico cont i nuo pese al incidente de
Francfort y a que nunca volvieron a encon-
trarse. Cuando el rey prusiano se debatia a
punto de ser derrotado por las tropas france-
sas y autriacas, escribio a Voltaire revelandole
su decision de suicidarse. Este le aconsejo que
abriera negociaciones. Pero al final el genio
militar de Federico se impuso. Y Voltaire
concluye, sin rencor: No hubo mas remedio
entonces que perdonarle sus versos, sus bur-
las, sus picardihuelas y hasta sus pecados con-
tra el sexo femenino. Todos los defectos del
hombre desaparecieron ante la gloria del
h' eroe.
Los editores de las Memorias de la vi da
de Voltaire escritas por el mismo aseguran
que Federico alcanzo a leerlas y que pare-
cio insensible a lo que habia en ellas de inju-
rioso, si n duda porque su razon le hi zo
comprender que los dardos lanzados contra
su avaricia, su dureza y sus pret ensi ones
poeticas -reaccion de un sent i mi ent o de
venganza cont ra el- dan mayor peso a lo
que en la misma obra se dice acerca de su
genio y de su valor.
-Stael, Madame: Diez anos de destierro (Memorias). Editora Espasa-Culpe, coleccion Austral, Argentina, 1947,
214 pags. Traduccion de Manuel Azana.
-Voltaire: Memorias de la vida de Voltaire escritas por el mismo. En Voltaire y Diderot, Obras escogidas. Clasicos
Jackson, Mexico, 1963. Seleccion de Jose Bianco; version revisada por Jose Blanes.
En l a s habi t aci ones
de Or i on
Por: Miguel Huezo Mixco
1 mart es 8 de agost o de
1978, Tina Jolas telefonea
de urgencia: Rene Char ha
suf r i do u n grave i nfart o. Al lla-
mado concurre Jean Penard, quien
lo encuentra en situacion delicada.
"Nunca l o habia vi st o en este
estado, y me conmueve mucho",
escribe en los apuntes que tomo de
manera minuciosa despues de cada
uno de sus encuentros con Char,
el poet a a qui en Al ber t Camus
consi der o ya en 1959 "nuest r o
mayor poeta vivo", y a su libro
Fur or y misterio, como "lo mas
sorprendente que la poesia fran-
Penard. Jeon
Encuentros
con Rene Chor
Edicions Alfons
El Magnanim, IVEI,
Valencia, 1995
174 pp
Jean Penard, di pl omat i co de
carrera y un apasionado de la poe-
sia, establecio su primer encuentro
con Char a mediados de 1954,
cuando el poeta tenia 47 anos, y a
part i r de ese moment o se cultivo
ent re ambos una amistad que se
prolongaria hasta la muert e de
Char, treinta y cuatro anos despues.
"Casi desde el principio -apunta-
le dije que tomaba nota de nuestras
conversaciones, pri mero en mi
cabeza y despues sobr e el papel,
pero no para sacar el mas minimo
partido, sino para intentar salvar de
la muerte todo lo que pudiera". Para
cesa nos ha ofreci do desde las entonces, Rene Char era u n mi t o
Iluminaciones de Ri mbaud y Alcoholes de vivo a quien se rendia homenajes, a los que
Apollinaire"*. I este correspondia hurano.
' Carnus. Alberto .Prologo- Reproducido en El desnudo perdido. Ediciones Hiperion. Madrid 1995
Miguel Huezo Mixco (San Salvador, 1954), poeta, critico y editor. Entre sus poemarios se
cuentan Una boca entrando en el mundo, El pozo del tirador, Tres pajaros de un tiro y
Memorias del cazador furtivo. Tambien ha publicado el libro ensayistico l a casa en llamas.
- W h
sando las caracteristicas mucha di s cr es i on. tipo de asociacion deter-
Del medio millar de paginas anotadas des-
pues de cada uno de aquellos encuentros,
algunos espaciados por anos, que tuvieron
lugar ent re el 12 de julio de 1954 y el 20 de
agosto de 1987, Penard hi zo una pudorosa
seleccion que vio la luz en 1991. Cuatro anos
mas tarde, este libro se conoce en castellano
publicado por la Generalitat Valenciana.
El retrato que surge de
de la entrevista conven-
cional, al hombre excentrico y complejo que
fue Char, rodeado de sus libros, su perro -
cuya muerte, de acuerdo con Penard, habria
l ament ado mas que la de algunos de sus
conocidos-, sus pinturas y sus objetos queri-
dos; indagado en diversas facetas: la del
rebelde que jamas dejo de vivir su experiencia
en la Resistencia armada, al lado del critico
al final, sufrio la disipacion de las energias de
aquella welite moral*. Char vivio t odo ese
periodo con intensidad y a menudo con
amargura.
Posteriormente a la generacion de los
ultimos clasicos* franceses (Proust, Valery,
Gide) y una vez se hubo escanciado el cere-
monial y los habitos alborotados del surrea-
lismo, en el panorama de
acido e intransigente y al hombre por sobre
t odo sensible, al que ~robabl ement e era mas
facil escuchar y admirar que llegarlo a querer.
Dije "pudorosa seleccion" la realizada por
Penard, porque, de manera deliberada, el autor
destruyo centenares de paginas emborronadas
con sus notas para proteger las confidencias
que Char le hizo sobre su vida privada, sus
opiniones en materia politica y en relacion a
los protagonistas de una de las generaciones
mas brillantes de la literatura de este siglo: la
que sorprendio al mundo con los desplantes
imaginativos del surrealismo, que peleo cora-
judamente contra la maquinaria de Hitler, que
despues de 1944 protagonizo la Liberacion y,
E!!!
-
la lectura de estos la post guerra aparece un
Encuentros con Rene
Char ci ment o un
grupo de poetas mayores:
Char es sorprendent e. enorme pr es t i gi o, Henri Michaux, Jacques
Tenemos frent e a noso- en l a Prevert, Francis Ponge y
tros, en la intimidad de Rene Char. De manera
sus habitaciones, reba-
escena publ i ca con
coincidente y sin ningun
minada, emprenden la
busqueda de un lenguaje diferente a los meca-
nismos poeticos usados por el movimiento
surrealista.
Para el cada vez mas numeroso circulo de
los lectores en idioma espanol de la poesia de
Char, Penard, sin traicionar su admiracion por
el poeta provenzal, y sin disminuir en nada la
nuestra, se aleja de todo intento de mistifica-
cion. Solo intentando mirar este libro desde la
perspectiva de la clase intelectual francesa, es
posible explicarse la actitud puntillosa con la
que el diplomatico Penard nos i nt roduce a
esas intimidades.
Pero la personalidad de Char pecha muy
bien las rafagas del aire contemporaneo.
Dent ro del relativo aislamiento en el que
vivio, alternando sus estancias en Les Busclats
con sus residencias en Paris, y a medida que la
admiracion y el reconocimiento de su obra se
iba afirmando mas alla del ambito de la lengua
francesa -en 1982 se encontro entre los fina-
listas a ganar el Nobel de Literatura, y conocio
en vida la publicacion de sus Obras completar
Revista Cultura 79
en 1983, en la prestigiosa Biblioteca de la
Pleiade-, Char cimento un enorme prestigio,
manejandose en la escena ~ubl i ca con mucha
discresion, proyectando un encanto que el
supo calcular. "Rene Char -advierte
Penard- reservo a cada uno y cada una de
nosotros una faceta de si mismo, sabiendo per-
fectamente a quien se dirigia, con una capaci-
dad de mimetismo realmente prodigiosa. De
esta manera marco su terreno y se mantuvo
intocablen. Un ser complicado, multiforme y a
menudo polemico, sin lo cual, como dice el
autor, no hubiera sido nunca el admirable
poeta que fue. "Creo -anade- que nunca
consiguio dominar realmente sus complejida-
des, de no ser a traves de la escrituran.
Polemica, ademas de enigmatica, la amistad de
este jefe de guerrillas y alto poeta con el filo-
sofo pronazi Martin Heidegger, rector de la
universidad de Friburgo, quien llego a ser uno
de sus personajes mas respetados. "Digame
usted, Jean, no comete un error? -ar-
gumenta-. Yo, usted, todo el mundo tiene los
suyos. Pero lo que nos distingue de muchos,
es que nunca seremos aves de rapinan.
Char nacio en la aldea provental de LB Isle-
sur-Sorgue en el ano 1907. Pasa sus primeros
anos en la propiedad familiar de Nevons, en la
zona pre alpina. Jorge Riechmann, uno de sus
mejores conocedores en lengua espanola,
senala que en la raiz de Char estan siempre
una tierra -la Provenza mediterranea-, un
rio - e l Sorgue- y un viento -el mistral- 2.
En 1925, Rene Char va a Marsella y asiste a
una escuela de comercio. A los 21 anos
publico a su cuenta una primera edicion de sus
poemas, que el mismo se encargaria posterior-
mente de hacer desaparecer. Envia un ejemplar
de su libro Arsenal a Paul Eluard quien acude
para traerlo al Paris del surrealismo. En los
anos 30, Char participa en luchas politicas
oponiendose a las Ligas de la extrema derecha
francesa. Y en 1934, luego de publicar su cele-
bre libro El martillo sin dueno, rompe violen-
tamente con el surrelismo y regresa a
Provenza. En 1940, su nombre aparece con-
fundido con otros muchos en la antologia De
Baudalire al suwealismo, de Marcel Raymond.
La madurez de su voz propia surge r el am~a-
gueante con la publicacion en 1946 de Las
hojas de Hipnos (su primera traduccion al
espanol es de 1973).
Cuando ocurre la invasion hitleriana de
Francia, convertido en el capitan Alexandre,
Char jefea un punado de maquis en las monta-
nas de Basses-Alpes. Su libro Las hojas de hip-
nos, que lo dedico a Camus, es el cuaderno de
notas de un hombre comprometido ante todo
ic.. la liberacion espiritual, que se encarna en
los combates de la Resistencia. Aqui se herma-
nan una vez mas el poema como hecho objeti-
vado a traves de la escritura, y la poesia como
la experiencia vital, que tienen como fronteras
la concentracion interior y los abismos del
silencio.
La epoca del maquis, precisamente, es una
de las evocaciones permanentes de Char en
sus conversaciones. Un hecho en especial le
atormenta: la muerte del joven poeta Roger
Bernard, capturado y fusilado por 10's SS
nazis. Pero las suyas no son pesadillas: "Me
vuelve a hablar -anota Penard en agosto de
1975- de la suerte que tuvo, durant e su
juventud y durante la Resistencia, de vivir con
hombres *transparentes, tan admirables por
su simplicidad como por su nobleza". Es la
Riechmann, Jorge- *Re& Char: la poesia como resiskincia., en l o palabra en archipielago, Ediciones Hiperion, Madrid 1996.
E!!!
-
misma certeza que en Furor y misterio, le lleva
a decir: "Adoptados por lo abierto, pulimen-
tados hasta hacernos invisibles, eramos una
victoria que nunca tendria fin"'. Comple-
mentariamente, considera que "la ~ol i t i ca
estropea ineluctablemente a los hombres, por
muy modestos y simpaticos que hayan
podido ser en sus origenes".
Educado para saber
mos recurrir y solicitar clarividencian4.
No es Char, pues, un poeta anclado en la
nostalgia de los anos del fuego. En su prologo
a la edicion de Lapal abra en archipielago,
escribe Riechman: "Pertenece Char a ese
punado de resistentes (...) que, en epocas de
1 falsificacion e hipnosis generalizadas, se empe-
cinan en preservar la lucidez y mantener
abierto el dialogo acerca
escuchar los signos de la
naturaleza, no solo es
Un ser complicado,
habil para percibir los
leves estremecimientos
de la vida. A los 70 anos
parece conocer los de su
muerte. "Jean -le dice-,
mul t i forme y pole-
mico, sin lo cual no
hubi era sido el admi-
rable poeta que fue.
me da miedo morirme.
Pero entiendame. No me da miedo morir. Me
da miedo morir en la inconveniencia, en la
indignidadn. En 1982, aquejado por la enfer-
medad, sin una brizna de pesar, Char insisL, ;
su interlocutor en algo que ya le ha dicho
anos atras: "Aqui, en el cajon derecho de mi
mesa, tengo mi Colt de la Resistencia. El dia
que me sienta perdido, ya se lo que hare. Lo
hare yo solo, al igual que lo hice yo solo para
otrosD.
"La poesia de Char -escribio Camus-
habita precisamente el relampago, y no solo
en sentido figurado. El hombre y el artista,
que caminan al mismo paso, se templaron
ayer en la lucha contra el totalitarismo hitle-
riano, hoy en la denuncia de los nihilismos
contrarios y complices que desagarran nues-
tro mundo (...) Podemos estar seguros: es a
obras como esta a las que en el futuro podre-
3 El texto corresponde al poema *Los primeros instantes. del libro
Furor y misterio.
4 Camus, en el texio citado.
de las dimensiones esen-
ciales de la condicion
humana: libertad, amor,
creacion, trabajo"'. Los
Encuentros ... estan salpi-
cados de sus preocupacio-
nes en torno a los proble-
mas del mundo contem-
poraneo: el terrorismo, el narcotrafico y
especialmente la proliferacion de armas atomi-
cas. Aunque el tema esta ausente en los apun-
de Penard, es conocido que Char, casi
cumplidos sus sesenta anos, participo en la
movilizacion contra la instalacion de una pla-
taforma de misiles, y que Picasso ilustro su
poema Punto Omega, -posteriormente
recogido en El desnudo perdido con el titulo
Ruina de Albiom- para el cartel emblema-
tic0 del movimiento anti-nuclear.
El poeta que alguna vez escribio: "Nuestro
sueno era un lobo entre dos ataquesn6, tam-
bien solia ser turbulento. Penard nunca sabe
de que humor va a encontrarlo. En las visperas
del ano nuevo de 1980, Char tiene 73 anos,
Penard lo encuentra de borrasca: "Desde el
principio siento que Rene esta igual que el
tiempo desapacible de hoy. Ataques extrema-
5 Reichmann, en el bido citado.
6 El texto proviene del poema *Huesped y amom, del libro El des.
nudo perdido. Traduccion de Jorge Riechmann.
Revista Cultura 79
damente violentos contra aquel o contra aque- 1 despues de la Liberacion. Como sabemos, las
lla que le toca de cerca. En varias ocasiones ( relaciones de De Gaulle con los movimientos
consigo no caer en la sima de los condena- 1 nes a la resistencia, transmitidas por radio
llega literalmente a rugir. iA pesar de mi
mutismo, me escapo por los pelos del ciclon y
-
dos! ". 1 desde Londres, parecian basarse mas en la
de la Resistencia durante sus anos de exilio
estuvieron llenas de tensiones. Sus exhortacio-
Malraux y Jorge Luis 1 se entrevistaron con el en
Algunos de los blancos favoritos de su cri-
tica fueron Paul Vaiery, Louis Aragon, Andre
Borges. De Valery dice 1941, el general se mostro
que en su obra no hubo
Cha r mant uv o una
sorprendi do del surgi-
resistencia desde el extranjero que en la propia
Francia. Cuando representantes de los maquis
jamasunaverdaderaaven- act i t ud cri t i ca haci a
tura: "Gustaba a una
v a l e r y , ~ ~ l ~ ~ ~ ~ ,
cierta burguesia y con ella
le bastaba en la medida en
Aragon y Jorge Luis
que le daba a si mismo la
Borges.
ocasion de ser inteligente
(...) Fue para esa sociedad y para esa epoca un
tranquilizante excepcional"; Malraux: un
impostor que consiguio hacerse pasar por un
heroe de la guerra espanola; Borges, un escri-
t or con talento pero inutil: "Llego mucho
tiempo despues de Kafka, que lo habia dicho
todo de golpe". Mira con desconfianza el pen-
samiento de Cioran: "el pesimismo absoluto
no es necesariamente autentico cuando per-
dura como forma de escritura". Desprecia a
Consuelo Suncin y sus tropelias en propor-
cion inversa a su admiracion por Saint-
Exupery. Al lamentar la muerte temprana de
este, exclama: "Quiza mejor que fuera asi.
Habria sido muy desdichado en el mundo de
pos-guerra". Pero entre los artistas, a quien
aborrece profundamente es a Aragon, uno de
los jefes surrealistas, "heraldo del estali-
nismo", al que acusa de hostilizar a Paul
Nizan y de tener responsabilidad en el suici-
dio de Rene Crevel.
El ot ro es el ex presidente Charles De
Gaulle, la figura clave de la politica francesa
E!!!
-
miento espontaneo de una
Resistencia en territorio
frances. La tarde del 25 de
agosto de 1944, cuando
De Gaulle entro triunfal a
la liberada ciudad de
Paris, lo primero que hizo fue desairar a la
dirigencia de la Resistencia, yendo directa-
mente a saludar al ejercito y la policia. Si bien
1 ~ . apuntes de Penard no refieren estos
hechos, la historia debio estar en la mente de
Char cuando le reprocha: "Durante cuatro
anos, mientras nosotros corriamos tantos ries-
gos, el nunca puso sus pies en Francia. Es
cierto que no era facil ... Pero nosotros lo
esperabamos".
Pero no todo es invectiva: Albert Camus y
el pintor George de La Tour se encuentran
entre el apretado circulo no solo de sus ami-
gos sino de sus personajes amados; admira al
novelista Joseph Conrad y al poeta antillano
Aime Cesaire. Y admira y ama mujeres como
Tina Jolas, una de sus mas autorizadas exege-
tas, e Yvonne Zervos, considerada la mujer
que ejercio una influencia tan duradera como
intensa en la vida y la obta del poeta. En su
primer encuentro, Char puso ante Penard la
foto de una mujer "ofreciendo su gracia mas
carnaln. "Me dijo simplemente: '!Ay! !El
bello fruto, el bello el gigante cazador, en torno
anos, me habla con elaboro su poema Aromas
nina", apunta cazadores, constituye uno de los personajes
se identifico. Para los
bilidad de intuir, mas que griegos, aquel gigante
conocer, el universo per- picado en el talon por un
sonal en el que se produ-
Orion, el gi gant e caza-
escorpion enviado por la
jeron las obras de la etapa
dor, const i t uye uno de vengativadiosaAurora,se
abismal del poeta, algu-
los personaj es con los
convirtio en la mayor y
nas de las cuales ya han mas hermosa de las cons-
sido vertidas al caste- q u e si e mp re e i d e i- telaciones del firmamento.
llano, como El desnudo fico Char. El destino de Char parece
perdido, Aromas cazado- I ser el mismo del mitico
;es e ZnmedUvMles de Van Gogh, que trasun- 1 cazador: es la alegoria de una existencia cos-
tan fidelidad a su espiritu rebelde, a la geogra- 1 mica y su perseguidor. A las habitaciones de
fia y la mitologia de su origen mediterraneo. 1 Orion nos hacen entrar con sigilo estos
Pero no solo a esta mitologia, sino a otra mas 1 Encwenrros. +
Char, Ren6:
- Lac bojos de Hipnos, Visor de Poesia, Madrid, 1973. Traduccion de Eduon Simons.
- Furor y mutrrioy Visor de poesia, Madnd 1979. Traduccion ustelkana de Santiago Gonzakz Noriega y Catalina
Gauego Beuter.
- Atomas cazdores, Monte Avda Editores, Caracas 1982. Traduccion de Luis Alberto Crespo.
- Lapcrlabra en ambipulago, E&es Hiperion, Madrid 1996. Traduccion y notas de Jorge Riechmann.
- El desnvdo perddo, E h e s Hiperion, Madrid 1991. Traduccion y notas de Jorge Riechmann.
- Znmedirrciones de Van Gogb, Universidad Nacional Autonoma de Mexico, Mexico. 1993. Version parafrastica
de GuiUenno Rousset y Philippe Cheron.
Picon, Gaetan:
- Panorama de la literatura fiancesa actual. Ediciones Guadamama, Madrid, 1918. Traduccion de Juan Gich.
Wilktison, Jamcs:
- La resistencia intelectual m Europa Fondo de Cultura Economica, Mexico, 1989. Traduccion de Juan Jose
UhiUIL
Sedi ci on y seducci on
e n Amor de j ade
Por: Rafael Lara Martinez
Calisto. En esto veo Melibea, la grandeza
de Dios.
Mclibca. que, Calisto?
Calisto. En dar poder a natura que de tan
perfecta hermosura te dotasse, y hazer a
mi, inmerito, tanta merced que verte
alcangasse [...] Por cierto, los gloriosos
santos que se deleytan en la vision divina
no gozan mas que yo agora en el acata-
miento tuyo [...] si Dios me diesse en el
cielo la siUa sobre sus santos, no lo ternia
por tanta felicidad.
Mclibea. Pues, ;aun mas ygual galardon te
dare yo, si perseveras!
[.-1
Calisto. Celestina [es] sabia y buena maes-
tra de estos negocios.
Fernando de Rojas
:flfrwt'(
cion inherente a la literatura latinoa-
mericana casi desde sus inicios:
A partir de mediados del siglo XIX [...] uno
encuentra titulos que sugieren y parecen
prometer novelas sobre mujeres: Amalia,
Maria, Dona Barbara (cuyo personaje del
titulo es uno de los pocos personajes feme-
$
- ninos notables), La traicion de Rita
Raudales. Walter
Hayworth, El beso de la mujer araiia y
Amor de jade Edi-
otras. Paradojicamente, todos esos titulos
torial Clasicos Rox-
son nombres falsos; en definitiva todas [es=
sil. San Salvador,
1996 249 pp
novelas] no llegan a centrarse en la protago-
nista prometida y vuelcan, en cambio, su
Ir was ~femeninew to always wonder abour love.
G. B.
E
n su l i bro The Lost Rib. Female
Characters in the Spanish-American
Novel (1985), la feminista norteameri-
cana Sharon Magnarelli senala una contradic-
atencion en un personaje masculino que se
vuelve el verdadero protagonista.
Si acaso resulta dificil atribuirle esa discre-
pancia al Corpus de la narrativa salvadorena,
esto se debe a que, en su mayoria, los persona-
jes femeninos se hallan relegados a un segundo
plano. Casi toda heroina gira alrededor del
heroe masculino principal. En verdad, a
excepcion de Una vi da en el cine (1922) de
Rafael Lara Martinez, academico, investigador y critico literario. Ha publicado extensos estw
dios sobre Francisco Gavidia, Salarrue y Roque Dalton. Actualmente radica en Nuevo
Mexico, Estados Unidos.
Alberto Masferrer y de varias novelas de 1 jade (1496) de Walter Raudales se vuelve tanto
tar un dialogo ent re los
miembros de diferente
sexo. Si los hombres solo
Manlio Argueta, la mujer parece hallarse con-
finada al silencio.
Es cierto que existen voces femeninas de
peso, tal como la novelistica de Claribel
Alegria y la de Yolanda C. Martinez o algu-
nas novelas testimoniales de los ultimos anos;
empero esta toma de la palabra, me parece,
aun resulta reacia a acep-
crean personajes mascu-
mas radical. En verdad, por vez primera en la
narrativa salvadorena un escritor se atreve a
desafiar uno de sus presupuestos fundamenta-
les, al crearse un alter-ego femenino. Raudales
se identifica hasta tal punt o con la heroina
principal, Rosina del Mar, que bien podria
reclamarla a ella como doble del escritor. Si
sumamos a esa sedicion en
linos, mientras las muje-
res se ocupan exclusiva-
La muj er parece
hallarse confinada al
si l enci o como verso-
naje en la actual lite-
contra del homoerotismo
imperante en nuestra
narrativa, el placer mismo
del texto, esto es, la seduc-
cion del lector, a traves de
una prosa limpida y
mente de los femeninos, r at ur a s al vador ena. fluida, a mi entender,
esta tendencia se encarga
de deslindar, a mi juicio, un espacio artistico
homoerotico.
En ni ngun moment o este termino lo
entiendo como sinonimo de homosexualidad.
En el caso de los narradores hombres se trata
de la creacion de un espacio de sensibilidad o
de estetica puramente masculina, de la cual la
mujer se halla a menudo excluida, o bien rele-
gada a un segundo plano narrativo. En gene-
ral, la mujer es una falta o vacio. Y prosi-
guiendo la sugerencia de Magnarelli, "esta
ausencia ha sido una condicion necesaria para
escribir, narrar y leer". La mujer es entonces
la pagina en blanco, "el vacio" y la ausencia
indispensable para que el escritor venga a
rellenarla con su labor de escritura. El dialogo
que toda narrativa presupone se limita a con-
vidar a personajes masculinos exclusivos, esto
es, una buena parte de la narrativa nacional
sigue aun ahora dominada por una sensibili-
dad homoerotica.
Es frente a este arraigado sentimiento de
exclusion femenina que la novela Amor de
Amor de jade se convierte
asi en un verdadero hito dentro de las letras
salvadorenas.
Para lograr comprender la propuesta lite-
raria de Raudales, me propongo desglosar tres
problematicas que me suscito su lectura, a
saber: lo que para el significa el hecho de escri-
bir, es decir, la poetica que sustenta la novela,
el tema central que lo entiendo como el
comercio y liberacion de la palabra y del
deseo, asi como por ultimo, el lugar del lector
o, lo que es lo mismo, el caracter truncado de
la novela.
Esta indagacion habra de ayudarme a
entender la manera en que Amor de jade se
inserta dentro de una de las corrientes mas
clasicas de la literatura espanola y latinoame-
ricana. Pienso en especifico en lo que el escri-
t or cubano-americano Robert o Gonzalez
Echevarria denomina Celestina's Brood.
Continuities of the Baroque in Spanish and
Latin American Literature (1993). Esto es,
juzgo que Amor de jade se inscribe dentro de
la tradicion inaugurada por el boom de la
Revista Cultura 79
literatura latinoamericana. Tal como lo
demuestra Gonzalez Echevarria, a partir de la
novela Aura (1962) y Tema Nostra (1975) del
mexicano Carlos Fuentes, La increible y triste
historia de la candida Erendira y su abuela
desalmada (1972), del colombiano Gabriel
Garcia Marquez, Cobra (1972) del cubano
Severo Sarduy y ahora Amor de jade, La
Celestina (1499) ha llegado a convertirse en
usimbolo de continuidad, entre el siglo de
oro espanol y la literatura latinoamericana
reciente.
Es este rescate del aclasico mas suprimido
de la literatura espanola, lo que hace del
boom, y particularmente de Amor de jade,
un movimiento literario tanto mas subver-
sivo. De tal suerte, prosigue Gonzalez
Echevarria, los hispanoamericanos han reba-
sado a los mismos espanoles, reconociendo a
un ancestro denegado por siglos: la
Celestina. La obra de Raudales quedara asi, a
mis ojos, definida como perteneciendo a ala
progenie,, o mejor aun, a la mara (gang) (de
la Celestina,. Es en este juego entre tradi-
cion hispanoamericana y novedad salvado-
rena el sitio en el cual se arraiga, a mi enten-
der, su valor inipalable.
La heroina principal Rosina del Mar es casi
una huerfana*. Abandonada por su madre, de
quien existen diversos rumores contradicto-
rios en cuanto a su paradero, al igual que la
candida Erendira, se cria con su abuela
Adriana Encarnacion. Empero, ahora la abuela
es compasiva y educa a la nina a imagen de su
deseo. El espacio de la casa y el jardin repre-
sentan un clasico locus amoenus, lugar en el
cual se forja la escritura poetica y el caracter
de la protagonista. Asi, mientras en la casa se
halla resumida la completa historia de la plas-
tica nacional reciente, en el jardin proliferan
flores y pajaros exoticos.
Este ambiente en el cual crece la nina es
tanto mas relevante cuanto que le concede un
hondo caracter o sensibilidad artistica. Sera
esta compresion, que hereda de la abuela, la
que habra de capacitarla en su papel de alter-
ego del poeta. En efecto, no solo la represen-
tacion pictorica, al diluirse en el mundo coti-
diano, acaba si no suplantando lo real, al
menos confundiendose con el; mas aun, paja-
ros y flores se vuelven los primeros interlocu-
tores de Rosina del Mar.
Hablaba con las flores [...] platiundo con las flores
[...] escaparon los pajaros [que]
volaban a ras de su cuerpo haciendole cosquillas.
N o dejaban la costumbre de saludar a las flores y
hablarles.
La sobreabundancia e incluso el dialogo
con esa fauna y flora natural se entronca
tanto con una tradicion occidental del flori-
legio o, en griego, del Antho-Logos, es decir
de la palabra o tratado de las flores, asi como
con una tradicion nahuatl, tal como nos la
han revelado los trabajos ahora clasicos del
historiador mexicano Miguel Leon-Portilla.
Desde La filosofia nahuatl(1956) hasta Los
antiguos mexicanos (1 961), Leon-Portilla ha
insistido en que un alegado espiritual del
Mexico Antiguo* ha sido ver en flores y
' No deberia pasar desapercibido el
he& de qm su evoque uno con
wi,jdo de los -b: .es mas fk,l
enconbar r m s el mor.. ese
,,,,&ho de .peque,j,, rosa dd
no
evocara que ello encarno el unico resquicio
de ubpio hen~e o lo actual crisis etico* o
bien *perdida del sentido., o decir de
Eliseo Orhz Ruiz en su reseno sobre el libto
l a uIop;o continiio.. . (1 996) de Felix Ullw,
publicado en lo revisb Tendencias de
diciembte 1 W ~ o 1 9 9 7 .
cantos lo unico verdadero en la tierra*. Zn
xochitl in cuicatl, Flor y Canto, regando
flores y criando pajaros [= autores del
canto], a decir de Raudales, es el diafrasismo
nahuatl que sintetiza el hecho poetico como
obra de un conocimiento .intuitivo. Y al igual
que en el mundo prehispanico antiguo, ese
*habla[r] con las flores [= anthos o xochitll*
sera el acto que forjara el *Rostro y
Corazon* de la poeta.
Un nuevo diafrasismo oin ixtli in yolotl,
(Rostro y Corazon*, conforman la ~fi sono-
mia moral y [el] principio dinamico de[l] ser
humano*. Lo que ahora llamamos identidad,
(Rostro y Corazon*, deriva de ese conoci-
miento intuitivo que es la poesia. En la novela,
se trata de un Logos o (platica* con flores y
pajaros en el idilico jardin de la abuela. Es esta
experiencia con lo que los nahuas concebian
como la materialidad de la poesia, el unico
camino para decir lo verdadero en la tierra*, lo
que le otorga a la protagonista una arraigada
identidad de poeta, antes incluso de volverse
Celestina, es decir, comerciante de la palabra y
cuerpo entre los hombres.
Si el rostro o semblante representa una
ufisonomia moral* estatica, el corazon
(yollotl) aparece como &centro energetico del
cual proviene ala accion* humana.
Recordemos que la raiz nahuatl yollotl se
halla et i m~l o~i car nent e relacionada a ollin,
movimiento, de tal suerte que corazon signi-
fica (el dinamismo del ser humano que busca
y anhela*. En la novela en especifico, el dije
en forma de corazon juega el papel las falsas
mercadurias* que utiliza la Celestina, las cua-
les ponen en movimiento el comercio sexual y
linguistico en la sociedad salvadorena. Mas
aun, a traves de ese comercio con el deseo, uel
amuleto de jade* permite que Flor y Canto,
lease, que la escritura poetica se engendre de
manera espontanea.
las aves [= los autora del canto] se alcbrcstaron y las
flores [= xochitl o anthos ]
despertaba abriendose de par en par sin importar la
hora.
En momento alguno pretendo que
Raudales haya utilizado, de manera explicita,
la teoria poetica nahuatl en la escritura de la
novela; antes bien, lo que me interesa recalcar
no es tanto la confluencia intuitiva con ese
pensamiento antiguo sino, ante todo, servirme
de la teoria nahuatl para ilustrar el caracter
.puramente autorreferencial del texto de la
novela. Es a esto que llamo la poetica, es
decir, el hecho de que el primer referente de la
escritura sea la escritura misma. Se trata de
una escritura cuya primera reflexion es el sig-
nificado mismo del hecho de escribir.
Es este sentido, Rosina del Mar es el ver-
dadero doble del poeta; es Walter Raudales
mismo quien se concibe como habiendo reci-
bido un *ideal educativo nahuatl: rostro
sabio y corazon firme como la priedra*. Y a
sabiendas de que el concepto nahuatl de lo
verdadero, neltiliztli, deriva de la palabra
acimiento, fundamento*, nelhuayotl, lo que
el dialogo con las flores y los pajaros le ense-
nan es que solo a traves de la poesia, del arte,
sera posible inquirir sobre la verdad de
cosas y* humanos.
Quizas la figura mas patente de esta
indole puramente reversible de la escritura
novelesca sea el Pajaro Espino*. Si, dije, el
pajaro es al autor del canto, jno sera entonces
que su acto de autoinmolarse, al clavarse en
una espina alarga y afilada*, y *envolver su
agonia en [el] canto [= el poema] mas bello,,
no sea sino un remedo simbolico de una
Revista Cultura 79
vision romantica del papel del poeta? Y ( arte de la poesia.
como toda coincidencia convida a la razon, 1 Habre de volver a esta funcion de casa y
nuestro gran *poeta nacional*, Alfredo 1 jardin como biblioteca, es decir, archivo de
Espino' sella, a mi juicio, un ideal 1 Por el momento, .baste anticipar que si
Espino (1900-1928), pone fin a sus dias de
igual manera. *El secreto del 'Pajaro [=
dorico de poesia, vigente incluso en la obra 1 coleccion de flora y fauna avicola representa
Flor y Canto, a la hora de comentar el lugar
del lector en el final inacabado de la novela.
Libertad (1 970-1 991)2. en poeta, resulta logico, a
De acuerdo a un postu-
proyecto
todas luces, que el final
de poetas guerrilleras, tal como Larga trenza
lado tradicional, 'la poe- de Raudales no se
el origen del movimiento narrativo del texto
sia' es 'areteia', es decir,
agota con la descrip-
culminacion de una
nobleza fundamentada en
cion de la casa-jardin
[...] juramentos para la COmO arca O museo.
de amor (1994) de Amada e iniciacion de la heroina
inmolacionm.
A fin de cuentas, casa y jardin de la abuela
debo concebirlos como laboratorio donde se
experimenta con la creacion poetica, es decir
con la crianza de ira xochitl in mk t l , de la Flor
y el Canto. Este caracter puramente literario
de ese recinto o locus amoenus deriva, a mi
juicio tambien, de la tarea principal de la
abuela. Se trata de una maestra que inicia a la
nina, como mencione, en el arte de la poesia y
que la cria a imagen y semejanza de su deseo.
Esta labor de iniciacion artistica a traves de
la ensenanza del Ars Poetica, Flor y Canto,
me impulsa a preguntarme si para rendirle
honor a la abuela no habria de invertir su
nombre de pila. Adriana Encarnacion seria
entonces la Encarnacion de Ariadna, esto es,
la figura mitica que le obsequia un hilo con-
ductor a la poeta para que logre salir victo-
riosa de su enfrentamiento con el laberinto
del idioma. La abuela es una maestra en el
de la novela se corres-
ponda con la destruccion
del laboratorio de pro-
duccion artistico. La
extincion de Flor y
Canto es el tragico final
del texto de la novela, logica tan implacable
como sostener que el fin de la vida es la
muerte.
Ahora bien, la reflexion que la novela nos
ofrece sobre la escritura no se agota con la
descripcion de la casa-jardin como arca o
museo del arte. El proyecto escritura1 de
Raudales es aun mas ambicioso. Un epigrafe
introductorio nos aclara un supuesto origen
oral del texto de la novela: ala tradicion oral
cuenta*. Sin embargo, esta supuesta recrea-
cion escrita de la oralidad se ve de inmediato
desmentida al remitirla, en ese mismo epi-
grafe, al recuerdo.
nadie, tan siquiera uno, de los que aun sobreviven y
recuerdan esos dias de llanto. dolor y guerra nego
nunca la veracidad de la leyenda.
En verdad, si la novela pretendiese ser una
mera transcripcion de lo oral no hubiera reba-
Poro , o aplicacih de esie d6sico ideal d6rico tradicional o la poesia cornpometica, dase: #Del espcio pdtiu, guerrillero. Amodo
Libertad y Alfonso Hem6ndez*. en mi libro l o Axmenb enhe l os monos !en prensal.
E!!!
-
sado las estrechas convenciones de un rea-
lismo testimonial, cuya vocacion es mas
pedagogica y politica que literaria. Asi, alli
donde el testimonio mantiene una relacion
univoca entre dicho y escrito, Raudales esta-
blece.una corrrelacion polivalente entre pala-
bra y letra. Aunque en varias ocasiones apele
a una supuesta ((tradicion oral*, a la postre
acaba sometiendola a un principio de inde-
terminacion. Esto es, el hecho de que existan
varias versiones orales de un mismo aconte-
cimiento pasado termina por desacreditar
cualquiera de ellas, supeditando la verdad
testimonial o, si se prefiere, la relacion uni-
voca entre palabra y acontecer, a un postu-
lado de incertidumbre. Cito tres instancias:
Algunos opinan fundo [la madre de Rosina del Mar]
un movimiento clandestino [...] pero otros aseguran
haberla visto irse al pais del norte.
Inventaron cuentos fantasticos [...] cada vecino tenia
[= contaba] una historia inventada sobre ella [= la
abuela].
Circularon miles de historias y leyendas.
Al doblegar lo oral al a indecision de mul-
tiples versiones contradictorias, Raudales
hace estallar la logica de correspondencia
directa entre dicho y acontecimiento, el cual
regula el realismo de la novela testimonial de
la decada pasada. Toda version oral unica
queda relativizada y, en consecuencia, si la
novela fuese la transcripcion de una palabra
acabaria situando su modelo de escritura en
*el jardin de los senderos que se bifurcan*.
Descalificada entonces toda posible trans-
cripcion testimonial univoca de lo oral, queda
por analizar la mediacion del recuerdo. A mi
juicio, sera su arbitraje la intervencion que
vendra a enriquecer la idea que modula la
escritura del texto en cuanto bifurcacion de
versiones encontradas. Esta arca de la memo-
ria es la que parece iniciar la narracion histo-
rica que la nina recibe de la abuela:
Adriana Encarnacion, como buscando en un baul, se
sumergia en sus recuerdos.
Es la idea del recuerdo como inscripcion o
huella y no en tanto cuento o narracion oral,
la que juzgo esencial para entender el pro-
yecto escritura1 de Raudales en su integridad.
No en vano,
lo que no se recuerda es como si no se hubiese
vivido,
afirma con conviccion la abuela. El problema
reside ahora en saber que es lo que uno
recuerda, ya que la memoria es selectiva. Y en
esa misma pagina en la cual se consigna la
identidad entre recuerdo y vivencia, se nos
informa que la escritura es el unico medio de
recordar:
Queriendo recordarlo, hizo la lista de los hombres
que la habian besado.
Bien me atreveria a jugar con la palabra
recordar, cuyo cognado ingles record significa
registro o documento, para otorgarle a esa
correlacion entre vivencia preterita e inscrip-
cion un sentido pleno. En consecuencia, el
recuerdo es la huella escrita, el acta o, dicho de
otra manera la vivencia esta filtrada por la
letra. Recordar es recording. La abuela afirma
asi la primacia de lo escrito sobre la palabra.
Una mediacion literaria empana toda escritura
de la historia, lo que Raudales llama ala
leyenda. No existe, por tanto, restitucion
posible del pasado sin interferencia de lo
escrito, es decir, de un modelo clasico de lite-
ratura. Asi, la referencia primaria de la novela
Revista Culhrra 79
no es lo real, sino una previa escritura que
hubo de antecederle. Toda escritura es una re-
escritura de un escrito anterior. El modelo de
Amor de jade se halla, a mi juicio, en el desor-
denado *diario de Rosina del Mar:
En un hueco oculto en un ladrillo falso en el piso,
guardaba sus secretos, un punado de papeles escritos
en cualquier parte, sobre toda clase de hojas sueltas.
en servilletas de mesa, en cuadernos escolares, en fac-
turas: eran paiabras dichas por alguien [...] recuerdo
de hechos interesantes [...] No llevaba diario orde-
nado, pero ahi estaban escritos con su propia letra,
los momentos mis Lnpostantes de su vida. Relatos
breves de acontecimientos inolvidables, desde el dia
que la abuela le narro la importancia de escribir solo
para una sus locuras.
De su abuela, Rosina del Mar aprendio esa costum-
bre de anotar en papelitos, en libretas diminutas, o en
donde fuera, apuntes de amor.
La novela se concibe como un collage; per-
cibe el pasado a traves de *retazos, trozos,
pedazos,. La idea de multiples fragmentos o
rompecabezas que deben recomponerse para
conformar un todo, que como habre de anali-
zar luego queda a la postre inacabado, es el
*modelo para armar, &e Raudales mismo se
atribuye como ejemplar. El ideal de la obra es
*la cita que se re-cita..
A primera vista, este procedimiento puede
parecernos trivial, ya que rayaria en el plagio.
Raudales seria una especie de *Pierre Menard,
autor del Quijote,, empecinado en llevar a
cabo una tarea imposible y comica; sin
embargo, no por ello menos ardua. Empero,
esta labor de coleccion ya no solo de Flor y
Canto, sino tambien *de un punado de papeles
escritos., senala el verdadero empeno poetico
de Rosina del Mar. Para quienes desconfian de
la metafora, Flor y Canto, exigiendole al
idioma un apego sustancial a lo literal que
E!!!
-
siempre le ha sido ajeno, el diario deberia
entonces eliminar toda sospecha en cuanto a
la primera vocacion de la heroina. Es una
coleccionista de la palabra escrita, una archi-
vista, recorder del recuerdo y de la palabra
ajena.
Asi rescata los desechos del pasado, a tra-
ves de astillas y cabos sueltos que a ella le
corresponde hilvanar en un todo unico. No
obstante, puesto que el fragmento sin con-
texto y la cita dispersa representan la materia
prima de la escritura novelesca, su composi-
cion no debe jamas traicionar esa materialidad
creando una ilusion de totalidad acabada.
Rosina del Mar prosigue asi un procedimiento
de *montaje surrealista,, el cual se vuelve afin
al ideal de escritura que mantenia el filosofo
aleman Walter Benjamin (1892-1940), tal
como este ha sido descrito por Hamah Arent
en la introduccion al libro Illuminations
(1 968).
La pasion cenuai de Benjamin [es] coleccionar citas
[...] El ideal de Benjamin [es] producir una obra que
consista integramente de citas.
(Acaso en los albores del siglo XXI no
toda palabra ha sido ya proferida y usada con
anterioridad, hasta el cansancio, y por tanto lo
unico que nos queda, al intentar escribir, es
re-citar a los clasicos?
Hilvanar retazos propios y ajenos, some-
ter la escritura al tachon -*con lapiz labial
habia tachado ya el nombre de Eduardo
Amor*- o a la correccion desmesurada y, en
fin, escribir no solo una autobiografia sino
tambien recopilar la experiencia ajena -*PO-
des escribir mis historias*- he ahi un pro-
yecto que rebasa la idea de un simple diario
para llegar a convertirse en la novela Amor de
jade. Al cabo, Rosina del Mar es una verda-
dera poeta ya que su labor consiste en ser
coleccionista de palabras, dichos y archivos
de la memoria: Flor y Canto. Y como a decir
de Benjamin el pasado no se puede transmitir
sino solo citar, la coleccionista rompe con la
tradicion, al tiempo que aredime los objetos*
recolectados, mas alla de su valor de uso utili-
tario. Asi llega a otorgar-
nos a los salvadorenos, en esta epoca de la
post-guerra, una maxima semejante? Y en ver-
dad, en un mundo desprovisto de la monu-
mentalidad heroica que el testimonio solia
aleccionar en sus lectores, y en un universo
social que ha puesto en crisis la cultura de
martires de la decada de los ochenta, resulta a
todas luces ~erturbador que la nueva novela se
ocupe de narrar la epica de
les un valor intrinseco. una comerciante con el
Acaso esta redencion* Lapr ot agoni s t ahac e cuer p~yconl a~al abr ade
delapalabraescrita,dela U S O del cent r o ener- los humanos. Empero,
3 El popd que la liierotura habta de iugor en
h b r uno sospecho criiica &e d mitico
texio fundador de El Sakdor contememporu
neo 4 0 s Acuerdos de P a z de 1992-
Raudoles lo adora en d capiiulo X>O(VII. Pl
tiempo que 'miks y miks de personas' cde
braban 'la firma de la p z , lo obuda delo
e m p r 'o todos los' poetas o ames del
Canb.
los miles de pajaros abrieron de sombra o
los asislenks y convirtieron d cido en ui
especiocdo de mhples cobres [...] los pap
ros ouiom&amente cogoron o b multitd
[...] b cagado se les pehifid l...] les h
Flor y Canto, sea la uto-
get i CO del Se r humano
por ventura otra
pia poetica de Rosina del alternativa frente al desca-
Mar. para hacer ci rcul ar labro de la utopia y al
En cuanto al comer- cuerpos y l enguaj es. desencantamiento del
impositb despendeda a p u r de los mdir
pks lavodas [. . .] Los dados iwieron que
acostumbrarse o convivir con la mancha
blanco. Y b r m muriendo uno o uno de hir
ieza y mdoncolia inexplicables. Loextrano
de las muertes es que todos mon'on maldi-
ciendo al amor, desconfiando de la p z y
negando su exisiencio
De bl werte. quienes quedoron marcados
por el producb final de los poetas 4 axue
menta u obro complebs- anias de la desinie
grocion de Floc y Conio, reciben cmo heren-
cia la duda sNo ser6 entonces que a la lite
roturo le corresponda ahora cuestionar pcr
cio y liberacion del de-
seo, la protagonista hace uso del centro ener-
getico del ser humano - e l corazon, que apa-
rece en la novela como un dije chino de
jade- para poner en circulacion cuerpos y
lenguaje. Al igual que la Celestina, su papel
consiste en ser el agente de restauracion
social y de continuidad. Alli reside quizas el
mayor escandalo. Si, de acuerdo a la tesis de la
critica en boga, el autor de La Celestina,
Fernando de Rojas les enseno a los espanoles
ea vivir sin ideales [...] en un mundo sin sen-
tido*, sera que Raudales intenta inculcar-
medio de una 'mancha blonca' d mita hwi&
dor de lo nocionolidad sokdoreno d?
mundo politicd?
Rosina del Mar es una Celestina, en cuanto
que ella se ocupa del comercio sexual y lin-
guistico entre los humanos4. Veamos como
esto sucede. La cuestion corporal me parece
mas evidente que la idiomatica. Asi, su propo-
sito explicito -su mision y vocacion casi reli-
giosa- es el de seducir, a quienes detentan
el poder politico, militar y religioso para que
lleguen a firmar los Acuerdo de Paz. Ella se
vuelve un punto neutro o centro magnetico
hacia el cual convergen los contrarios. Es en
el capitulo XVII que se opera en Rosina la
Dejo abierm lo cuestiai & esioblecer
laros o conaciones miticdihafias enhe dos
personajes femeninos prominenies de nuesha
pisaje cultural. Pienso en 4 posible v i d
entre lo Celestina y lo Cihwnobo. En que
medido Rosina del Mar represenb la foceb
positiva y hermosa de la Cihwnaba, que no
llega iamb a h a n s f a m en su antonimo.
es olgo que no puedo aun resdver.
Revista Cultura 79
conversion que la transforma en Celestina,
esto es, en intermediaria en el dialogo por la
paz. Y si bien es cierto que esa empresa o
mision de entregar su cuerpo -incluso a la
sodomia si esto fuese necesario para la restau-
racion del pais- puede parecernos bastante
noble, tres capitulos antes de reconocer su
vocacion, ha suscitado ya la liberacion nacio-
nal del deseo y la reconciliacion de los opues-
tos. Todo ello lo logra gracias al comercio
corporal.
Entonces ocurrio el milagro [...] Los ahi presentes
tuvieron una transformacion inesperada L...] sentian
que el mo r fluia [...] Todos se mezclaron [...] Luego
las mujeres se tomaban de la mano de otras mujeres y
se acariciaban con ternura sin importarla los decires.
Desaparecieron en el encanto las normas, las prohibi-
ciones eclesiaies. Nadie estaba frente a nadie, simple-
mente amaban. Hombres poseian a hombres. ancia-
nos disfrutaban la piel tersa de los jovenes. mucha-
chos con viejos. Cada uno vivia su propio extasis.
Encuentro en este *autentico carnaval uno
de los momentos culminantes de la sedicion
que Raudales nos propone en la novela. En
efecto, hay aqui una reflexion en torno al pro-
blema de la identidad sexual, en el marco de un
regimen de represion social apenas insinuado.
Aunque en momento alguno el autor llega a
desarrollar esta wcontorsion de generos en
toda su dimension, lo cierto es que si apunta
hacia la inauguracion de una tematica repri-
mida, que la literatura salvadorena ha pasado
por alto hasta ahora. Me refiero a la falta de una
narrativa homosexual, gay y lesbiana. Esto es,
hace falta que nos cuestionemos en torno a los
papeles .sexuales en cuanto construcciones
socio-culturales, hasta cierto punto arbitrarias y
poco naturales, asi como en cuanto a los meca-
nismos ucosmeticos~ necesarios para la fijacion
E!!!
-
de dichos ~ a ~ e l e s . Y como la vivencia del
pasado es aquello que se recuerda y archiva, la
ausencia de una escritura homosexual, mascu-
lina y femenina, acaba por convertirnos a todos
en miembros de la secta del Fenix*.
Nadie comento lo ocurrido, todos lo recordaban
pero actuaban como si hubiesen llegado al acuerdo
de vivir como si no hubiese sucedido absoluta-
mente nada.
A decir de Jorge Luis Borges, somos
hombres del Secreto [...] sin un libro
sagrado* que registre nuestro intimo deseo.
De tal suerte, para Rosina del Mar es su
propio cuerpo el que se vuelve uel verdadero
mediador, y el que facilita la comunicacion
entre los opuestos. Asi, de manera sucesiva
ella se dedica a seducir a las figuras politicas,
religiosas y militares mas prominentes del
pais, hasta alcanzar su proposito de restaurar
la paz. Prosiguiendo de cerca la propuesta de
Gonzalez Echevarria en torno a La Celestina,
esta serie de amorios, que se hacen y desha-
cen, le otorga a la novela la arecursividad de la
imagen poetica.. Sin embargo, a la vez, dado
que el cuerpo se ha dotado de una funcion
mediadora, sera la materialidad, lease la
maternidad misma de la mujer el sosten
ultimo de la escritura. Es en ella que acaba
inscribiendose y firmando la paz.
El simbolo mas obvio de ua Acuerdo de
Paz que se consigna sobre el cuerpo mismo
de la heroina es, sin lugar a dudas, el nino
que wnace a la misma hora* en que los dos
ultimos amantes de Rosina -el general
Salomon de Leon y el Comandante guerri-
llero Bejamin Buenaventura- deciden fir-
mar la paz. Lo que juzgo sumamente intere-
sante de esta coincidencia de los opuestos no
es tanto que Rosina no llegue a saber de
quien es el nino:
no supo de quien era en verdad. En sus papeles per-
sonales secretos anoto el dia cuando decidio quitarse
el aparato intrauterino, pero olvido apuntar con
quien estuvo ese dia y los subsi yientes.
De todas maneras, si ambos bandos firma-
ron la paz, el nino consignaria la reconcilia-
cion de los contrarios. Y Rosina en cuanto
nueva Celestina,
esta[ria] compuesta de [las] figuras que habitan el
origen de la escritura y de la literatura [...]
encarna[ria] un suplemento por medio del cual el
lenguaje, la logica, la razon y el logos
cobran existencia. Antes bien, lo que me
resulta sorprendente es la parodia que
Raudales nos ofrece del texto fundador de El
Salvador contemporaneo: los Acuerdos de
Paz de 1992. En efecto, si nino y Acuerdos
son al cabo el trazado de un mismo acto de
escritura, la tinta que recubre el sosten -pa-
gina en blanco o cuerpo de Rosina- posee
multiples referentes.
Es el semen de ambos lideres militares
esparcido en el sexo de la mujer; es tambien
las comentadas de sudor, de Rosina a la hora
misma del parto, es decir, de la firma de los
Acuerdos. Y ademas es el chorro de orines
de ambos jefes quienes
viendose mutuamente el miembro [= la pluma con la
cual se firma la paz] pensaron en Rosina del Mar [y]
entonces decidieron [...] fumar y pasaron a la sala.
Al fin y al cabo, ya no solo es el cuerpo de
la mujer el que sirve de apoyo a la escritura
E!!!
-
masculina, sino tambien el falo que deja inscrita
alli la ley. Rosina, la mujer, es el lenguaje; es la
que hace posible que se escriba el texto funda-
dor de El Salvador contemporaneo. Rosina,
quien representa a la Madre del Logos, ha
hecho del cuerpo el asiento mismo del contrato
social.
Por ultimo, me queda por comentar el
lugar del lector y el final inconcluso de la
novela. En verdad, Amor de jade bien hubiera
podido terminar en el capitulo XXXVI,
cuando al dia siguiente de la firma Rosina
decide abandonar al General, contraer nupcias
con el Comandante guerrillero y bautizar a su
hijo con el nombre de Benjamin Buena-
ventura Segundo*. De haber sido asi, la sedi-
cion que la novela nos propone se hubiera
replegado a una convencion romantica tradi-
cional. De acuerdo a ese canon retorico cla-
sico, todos los elementos narrativos apuntan
hacia un final que se sustenta sobre un princi-
pio de clasificacion. Y por supuesto, para la
mujer en una sociedad tradicional, uno de los
actos clasificatorios mas tipicos es el matrimo-
nio. Esto es, ser ala esposa del Comandante*.
En una narracion de corte finalista todo
acontecimiento narrado adquiere su significa-
cion propia en la medida en que se encadene y
contribuya a la construccion de un final unico.
Hay una vocacion normativa y un sentido del
final que regulan la secuencia de los hechos
narrados. Sin embargo, tal como en la narrativa
de Horacio Castellanos Moya, en Raudales no
existe un sentido del final. Antes bien, la con-
clusion resulta irrelevante. Lo que prevalece es
el proceso abierto de la narracion misma. El
texto de la novela se halla sometido asi a un
principio de indeterminacion, esto es, a un
patron de inestabilidad. Es por ello que el final
es hasta cierto punto arbitrario.
Revista Cultura 79
Es un juego de multiples entradas hacia lo
indeterminado aquello que los ultimos tres
capitulos dejan abierto. Y este mecanismo en
forma de crucero se logra gracias a SU
FINAL, y Mi final,, a
El final de la novela -Mi final- son los
*despojos, de la palabra, la supresion de Flor
y Canto. No en vano, cuando la abuela se
entera de los amorios secretos de su nieta a
traves de los periodicos,
dos instancias que remiten destruye el jardin, las flo-
a distintos sujetos del
Los ultimos t res' capi -
res, los pajaros e incluso
habla. La primera reco-
t ul os dej an abi er t o un
los escritos de Rosina.
noce la necesidad de dejar
j y e g O de mul t i pl es
La biblioteca de Babel,,
toda obra incompleta, ya en la cual se forja la persa'-
que el arte culmina siem-
ent radas hacia l o
nalidad poetica y artistica
pre en el espectador. Y, en i ndet ermi nado. de la heroina, acaba hecha
ese sentido, es en el acto
de lectura y de interpretacion de la novela que
esta llega a completarse. Raudales remeda a su
personaje principal, al intentar seducir al lec-
tor para que este se incorpore y participe en el
proceso de escritura de lo que, a mi juicio,
deberia ser un segundo volumen de esta fabu-
losa novelaJ.
La segunda instancia utiliza el recurso
puramente autorreferencial de la novela. De
tal suerte, puesto que la escritura posee un
caracter especular ya que, dije, se trata de una
escritura que reflexiona sobre el hecho de
escribir, el final de la novela es la extincion de
la imaginacion poetica del escritor mismo.
Roque Dalton (1 935- 1975) la llamaba
Doradas Cenizas del Fenix
pero del Fenix de los Ingenios
[-1
paiabra que se daintegra y se desintegra
r.-1
'despojos despojos.
Esb brea de un -do v d m me
pece Imb m6s urgenle a ~ a n b que Racina
se a cm d Comandanle y no cwi quien
&m d primer w mo . En dedo, si
.Rosira h PQ pmera vezen w d a
un verdadero orgasmo om ei general y
quedo e n a r ~ ~ ~ a b de por vi&-, mieniras
trizas.
descifro cada frase de los papeles secretos de Rosinr,
uno a uno les prendio fuego y solthdolos ai aire, el
viento los llevaba y los desaparecia
Estrangulo algunas aves de la calera. Extrajo de la
jaula secreta el ultimo pajaro espino y lo lanzo al
aire.
Destruyo las ultimas flora que quedaban.
El final que Raudales nos propone de la
novela es la extincion o la destruccion de Flor
y Canto. La logica del espejo que rige la escri-
tura no podria haber sido mas implacable. El
fin es la decadencia de la imaginacion poetica
misma. 0, para usar la imagen roqueana, es el
momento en el que el poeta necesita autoin-
molarse para volver a crearse, utilizando las
cenizas, los despojos, de su mascara poetica
precedente. El silencio del poeta es el final
logico de la escritura:
El pajaro [= el poeta] espino regreso [...] Adriana
Encarnacion lo sujeto mas fuerte [...] l o enterro de
que m el Cunandanie hoce *el amar como
animal*, ano habia de eniregomos eso
humani mci erotim & lo sexual, por un
bdo, y su ~~ 'animal', por el &o,
un posible W i b h o de su r da c i i
mcribl?
Ademos. en b medido en que cmcibo en b
E!!!
-
muerie d Unico final de b vida, mienras
Rovdaksmhqamalodoaiodossusperu,
mies principales -e indvso asi, d como 81
mismo decbra 'lo(s] puede wor m fm
bm[s]'- a mi juw, b noda le prmeb
dleaaelhoambdemtegudovdu
men.
pecho en l a espina mi s grande y gruesa. Pero el
pajaro no canto [...] murio en silencio.
La muerte de Flor y Canto, el fallecimiento
silencioso del poeta: no otro podria ser el tra-
gico sino de la escritura. Ante todo, Amor de
jade es una novela sobre el origen de la escritura
y sobre la extincion de la imaginacion poetica.
En que medida Raudales podra recupe-
rarse, esto es, renacer cual ave Fenix de los
despojos sacrificiales que la abuela le propi-
cio a Flor y Canto, es algo que solo el
tiempo y quizas el apoyo institucional para
continuar su obra podran aclararnos. Por mi
parte, no puedo sino quedar en espera de
tener en mis manos un segundo volumen que
narre las nuevas experiencias de esta reencar-
nacion salvadorena de Nuestra Progenitora:
La Celestina, la Madre del Logos. +
I nt er t ext ual i dad,
t r a ns gr e s i on y
Por: Rima de Vallbona
La risa carnavalesca [...] construye su propio
mundo en oposicion al mundo oficial, su
propia iglesia, versus la iglesia oficial, su pro-
pio estado versus el estado oficial. [...] Junto
con la universidad de la risa medieval, hay
que recalcar otra notable peculiaridad: su
indisoluble y esencial relacion con la libertad.
Es de observar que esta risa es absolutamente
inoficial, pero, sin embargo, esta legalizada.
Mikhail Bakhtin
renovador, regenerador, transgresivo
- -
" ( t LI ,
S QC- I 1 1
y subversivo. Ademas, encarna un
rechazo a todo lo inmortal y lo com-
pl et o y por l o mi smo, t ambi en un
rechazo a la autoridad, la tradicion y
i
las costumbres3.
Para resumir el aserto contenido
Ko"on zoblah
en ese ensayo mio, en las narraciones
JOrge~Acuore'as
de Kat t an Zablah se observan los
socarronas
Ediciones Rondo, siguientes elementos carnavalescos:
Rima de Vallbona, academica costarricense radicada en Estados Unidos. Ha publicado
numerosos ensayos sobre literatura centroamericana. Actualmente labora en la Universiv of
St. Thomas, en Houston, Texas.
Re al i s mo g r o t e s c o
Barcelona,
1983 174 pp
1. La estructura narrativa que sigue
E
n mi ensayo t i t ul ado la norma de los fabliaux medievales.
*Humor carnavalesco en los Son cuentos con unidad propia, pero
cuentos del salvadoreno Jorge Kattan
Zablahn efectue un detallado analisis para
probar que el humor de Kattan Zablah esta
sat urado del espi ri t u carnavalesco2. Este,
segun Mikhael Bakhtin, se expresa por medio
del realismo grotesco. La risa carnavalesca es
una valvula de escape para las pasiones del
vulgo. Por tanto, tiene a la vez un caracter
entrelazados por los personajes, el medio
ambiente, el autor implicito unas veces, otras,
el narrador y la ubicacion en Cojontepeque.
2. El mundo visto al reves, es ot ro ingre-
diente del realismo grotesco propio del car-
naval como festejo que libera de normas
impuestas por el sistema politico-social impe-
rante.
y la situacion, la abun- extension, a las del mundo
dancia de superlativos
El espi ri t u carnava-
hispanico.
absolutos, antitesis, l e s c ~ no se relaciona 2. La estructura del
hi ~er bol es y lenguaje
uni cament e con l a ejemplo o cuento dentro
3. La exageracion o proceso mitificador
hiperbolico que subraya la vision del mundo
al reves.
4. Las amplias libertades linguisticas.
Entre ellas senalo Isolde J. Jordan la despro-
porcion entre el vocablo
coloquial en el que no
faltan las palabras erudi-
En relacion con los primeros, estos ultimos
cuentos tienen algunos cambios que interesa
senalar:
1. Entre bromas y situaciones irrisorias se
incrementa la critica ironico-satirica a las reali-
dades salvadorenas y, por
fi est a, sino con una
de un cuento, es de obser-
var que remite a la inter-
2 Rima de VaUbona. #Humor c n m k
en los wenb dd &doreha Jorge Konirn
tas4; a esto se pueden forma de prot est a. textualidad intencional, la
Zohlon*. Cmlmcio, Universiiy of Norihem
Cdorado, Ge$ey 2 (1 W 1): 14955.
T a m k en Tak de Letos (Universidcd
Centoomericma Jd Sime6n C h . El
Sakdor) 140 (marmbril 1 W 1) .
agregar los adjetivos y
adverbios que en ocasiones se vuelven humo-
risticos neologismos semanticos.
El Corpus que abarcara el presente estudio
comprende algunos de los ultimos cuentos de
Kattan Zablah, a saber: *La fragil naturaleza
humanam, aLa infalibilidad de la sibila*, *De la
magnanimidad de Dios, ilibranos, Luzbell- ,
*Castillos en el aire*. Estos cuatro relatos han
sido publicados en diversas revistas literarias, y
como otros anteriores, son cuentos ligeros y
escritos para divertir. No obstante, lo jocoso e
insubstancial constituye solo una apariencia,
pues es obvio que requieren un nivel profundo
de lectura y un conocimiento de la historia y de
las realidades que motivan la burla, para acer-
carse al sentido que entranan.
cual subraya la critica iro-
nico-satirica antes mencionada.
E 1 e S p i r i t u c a r n a v a 1 e S c o
y l a c r i t i c a p o l i t i c o S o c i al
S preciso tener en cuenta que el espi-
r,
ritu carnavalesco bakhtiniano no se
relaciona solo con la fiesta anterior a
la cuaresma, sino a una forma de protesta que
entrana la critica a la linea aoficialw de la poli-
tica cultural de un pais. De ahi que el contexto
historico-politico se hace necesario en este
tipo de analisis. Asi, en la base de este esnidio
esta el *ideologema*, el cual asimila lo ideolo-
gico a lo semiotico, y por ende, las estructuras
Revista Cultura 79
sociales a las estructuras textuales5 En el ideo-
logema cada significado es tambien necesaria-
mente un significantes. Aqui el mito desem-
pena un papel deformador del significado sin
negar la historia. Enajena, al transformar la
Historia en Naturaleza eterna; ademas, tiende
a fabricar falsas generalizaciones, segun
Malcuzynski7 (P. 23).
Tal lectura de los cuentos de Kattan Zablah
pone al descubierto una vision artistica del
mundo en la que predomina la inconformidad
con las diversas realidades que capta a lo largo
de los textos. Estas, atacadas con amena joco-
sidad, son, entre otras: la indigencia cultural de
El Salvador y en general de nuestros pueblos;
su poca capacidad administrativa; el egoismo,
la avaricia y engreimiento de muchos; la falsa
piedad y equivocada vocacion religiosa de
otros; la hipocresia de algunos; la supersticion
como remora al progreso de los pueblos his-
panicos; su abulia y ominosa resignacion; la
estulticia que el autor llama *la fragil natura-
leza humana*, entre otras.
Aunque continuan en la linea del realismo
grotesco, es interesante observar que en los
cuentos de este estudio se perciben unos lige-
ros cambios en relacion con los anteriores. El
mas obvio es que desaparece el autor. Este
entraba y salia de un cuento a otro siempre
disfrazado como Yirish El-Kattan, autor de
*un cuento escrito en arabe que contiene
grandes verdades, o como el Mago Kattanas o
como un tal Nattak que traia *consejos para
casos desesperados*. La presencia del autor
disfrazado presta a los textos un debil hilo
novelesco, caracteristico de las narraciones
medievales.
En los ultimos cuentos, al autor lo susti-
tuye en general *don Macario Carcamo, el
celebre cronista oficial de Cojontepeque y de
las aldeas circunvecinasm8. Aqui don Macario
ejerce la misma funcion de Patronio, quien
aconsejaba al Conde Lucanor en el libro del
Infante don Juan Manuel. Patronio es el con-
sejero serio, formal, circunspecto, parsimo-
nioso, sabio y culto por excelencia. Sin
embargo, a diferencia de esta imagen seria del
consejero castellano, en los cuentos de Kattan
Zablah, ya solo en el nombre, Macario
Carcamo, simbolicamente asoman el mito
deformante y la parodia. Segun Bakhtin, los
nombres propios en los textos del realismo
grotesco atienden a alcanzar limites de elogio
y abuso (Bakhtin: p. 461), lo cual ocurre
e---
.-... bien en los nombres que llevan los prota-
gonistas de Kattan Zablah:
En sentido serio y positivo y hasta laudato-
rio, *Macario, de origen griego, significa *ben-
dito, referido al que tiene todo lo necesario y es
feliz*; ademas, hace pensar en San Macario de
Egipto o El Antiguo, quien vivio durante el
siglo IV despues de Cristo y escribio cincuenta
Homilkzs y siete Opusculos asceticos.
En contraste, el apellido Carcamo se aso-
cia con carcamal. En Corominas aparece
*Carcamo que se emplea tambien en el doble
sentido de *carrona y viejo achacoso, de
donde se deriva el termino moderno de ucar-
camal*, que significa *vejestorio, persona vieja
y achacosa*. En America, segun Corominas,
se ha afianzado una variante, acarcaman*, que
en Peru alude a un *extranjero de poco viso,
fullero, basto y tosco*; en Cuba, *persona de
muchas pretensiones y poco merito*.
La critica a la linea oficial de la politica cul-
tural del pais es obvia en La fragil naturaleza
humana.9, texto en el que se plantea una situa-
cion que apunta a la realidad historico-politica
de El Salvador: en el marco narrativo cuenta el
narrador que despues de doce anos de
cruenta lucha, no quedaba ningun sobreviviente que
pudiera jactarse de haber salido ileso de aquel devas-
tador maremagnum. Habia sido una contienda en la
que cada uno de los ciudadanos tenia algo que
lamentar; sea la muerte o las lesiones de algun
pariente o amigo o. simplemente, daiios de caracter
matecid. (p. 194)
Al cabo de dos meses de haberse firmil:
los Acuerdos de Paz y pasada la euforia colec-
tiva comenta el narrador que el jolgorio de los
comienzos fue *reemplazado por una sensa-
cion indefinida que empezaba a revestir la
forma de un desgano, [...] un verdadero estre-
nimiento animico* (p. 194). Esto lleva al
alcalde a convocar al pueblo y preguntar que
les pasa. Con la consabida actitud abulica de
nuestras gentes, deciden que no vale la pena
*quebrarse la cabeza* buscando una solucion,
cuando ahi esta don Macario Carcamo, quien
lo puede hacer por ellos. Entra *el octogena-
rio cronista, perfumado y almibarado por la
lisonja, y se pone a leer un relato que hallo
*en una vieja gaceta capitalina* para ayudarlos
a salir de tan peligroso estado.
El ejemplo que les lee, trata de un campe-
sino que por mucho tiempo vive obsesionado
tratando de tapar, en vana tarea *digna de
Sisifo*, una gotera que lo mortifica cada vez
que llueve. Una y otra vez la tapa y una y otra
vez vuelve a aparecer. Sin embargo, llega el dia
en que la gotera desaparece para siempre.
Entonces, despues de su euforia del principio,
el campesino esta aturdido como si le hubieran
quitado una parte del cuerpo o algo muy suyo,
y es que *sin que el mismo se hubiera perca-
tado, su existencia [...] giraba en torno a la serie
de mortificantes ruidos [de la gotera] y a las
diversas maneras de eliminarlos, de desterrarlos
permanentemente de su vida* (p. 196).
Dominado por su perturbacion mental, *se
desintereso no solo por su aseo personal sino
que, incluso, iiego a desatender sus cultivos* (p.
196). Una tarde de copiosa lluvia, *como pose-
ido del demonio* se puso a taladrar agujeros en
19s tejas de su vivienda. Entonces *los vecinos
se quedaron con la inequivoca impresion de
que don Arnulfo era ahora, deveras, un hombre
feliz* (p. 197). Ese atardecer, despues de escu-
char el relato de la gotera, cada habitante de
Cojontepeque asentia que le habian dado una
complicada y espeluznante tarea: la de inventar
un buen pretexto que pudiera servir para iniciar
otra guerra civil o, por lo menos, un sonado
golpecito de estado* (p. 197).
Una lectura a dos niveles de este cuento,
nos lleva a establecer varias relaciones: lo
social y filosofico nos remite al titulo del
texto, *La fragil naturaleza humana* y a la
negativa conclusion, expresada por el mismo
narrador del cuento, de que *el hombre no es
mas que una contradiccion ambulante, un ser
Revista Cultura 79
engendrado por error o descuido de las deida-
des, una genuina aberracion* (p. 196).
Tambien en el nivel socio-politico, nos
remite a la historia de El Salvador: despues de
las guerras de la independencia, durante el resto
del siglo XIX la historia registra largos periodos
de turbulencia alternados con conflictos arma-
dos contra los paises circunvecinos. Durante el
En *La infalibilidad de la sibila*, el senor
presidente va a visitar a Na Tomasa Barillas,
cuya fama *ha rebasado ya las estrechas
fronteras del pais* por la exactitud de sus
predicciones. El alto dignatario le pide con-
sejo porque piensa *invadir una nacion
vecina*. Na Tomasa le responde: *!Si lo
hace, su Excelencia, destruira usted un gran
siglo XX hay inestabilidad I pais*. Tal como lo pre-
politica debido a fraudes dijo la sibila, el senor
electorales. En especial, a
La critica a la linea
presidente *termino des-
partir de 1977, con la elec- oficial de la politica truyendo un gran pais: el
cion declarada fraudulenta
u l t u ra 1 de pa is es
suyo propio* (p. 3). No
del General Carlos solo pone en relieve la
Humberto Romero, la obvi a en al gunos torpe soberbia de nues-
situacion se deterioro a tal c U e lt t O S .
punto que se produjeron
en las calles asesinatos efectuados tanto por los
izquierdistas como por los de derechas. La vio-
lencia continuo y se intensifico, de manera que
entre 1979 y 1983, en solo cuatro anos, habian
muerto 35.000 civiles, y en los doce anos de gue-
rra civil, mas de 75,000 perdieron la vida.
Guerrilleros de la izquierda causaron algunas de
esas muertes, pero la mayoria se les atribuye a
las escuadrones de la muerte de las derechas. No
fue sino hasta 1992, bajo la jefatura de Cristiani,
que un tratado de paz concluyo con la guerra
civil de El Salvador.*o
Dos minicuentos mas recientes de este
autor, La infalibilidad de la sibilaJ1 y De la
magnanimidad de Dios, ilibranos, Luzbel!*I2
relacionados con el mismo tema dan la impre-
sion de ser parte integrante del anterior; ade-
mas, con jocosidad ponen en evidencia las tra-
gicas consecuencias de toda guerra:
tros mandatarios, sino
tambien satiriza la cos-
tumbre de algunos de ellos de consultar
asuntos peliagudos de sus respectivos paises
con nigromantes, adivinos, brujos y echado-
ras de cartas.
De la magnanimidad de Dios, ilibranos,
Luzbel!~ es otra version del tema de las conse-
cuencias de la guerra y de la voluble y *fragil
naturaleza humana*: cansado el Todopoderoso
de escuchar las plegarias no solo del pueblo de
Cojontepeque, sino tambien de la nacion
entera, les concede sus peticiones: pone fin a la
guerra y les otorga la paz. Con esta, tambien
les concede los ruegos suyos de que regresen al
pais sus hermanos del alma que ya suman casi
la mitad de la poblacion total*. Dios no ha
acabado de satisfacer sus suplicas, cuando el
pueblo entero comienza a importunar a Dios
con una nueva plegaria para que no permita
que regrese al pais ni siquiera un solo de
] hermanos expatriados, (p. 15). Esta
nueva suplica la justificaban en el hecho de que
los giros bancarios
que con religiosidad enviaban [los exiliados] a su
querido ternino, se habian convertido, impcrcepti-
blemente y sin proponerselo, en el sosten econo-
mico de la otra mitad de la ciudadania que nunca
logro o intento abandonar el suelo patrio durante el
prolongado periodo belico. (p. 15)
El narrador cincuenton remata el mini-
cuento cuando comprende por fin *las sor-
prendentes, sapientisimas y admonitorias pala-
bras, que su tia le revelo de nino: *!Muchacho,
ten mucho cuidado con lo que le pidas al cielo,
porque Dios es capaz de concedertelo!* (p. 15).
La i nt ert ext ual i dad
c ar naval e s c a como me di o de
t r ans gr e s i on y s ubvers i on
demas, a diferencia de Patronio, los
consejos de don Macario van dirigi-
dos a la totalidad del pueblo con
ejemplos que el extrae de las cronicas, de la
gaceta y de la tradicion oral. Con esto don
Macario proporciona soluciones narrativas
que se definen como estructuras orientales, de
las que provienen las del cuento dentro del
cuento y el debil hilo novelesco, propio del
Medioevo. Esta variedad de documentos usa-
dos por don Macario remite a las relaciones
intertextuales de la carnavalizacion a las cua-
l = Iris M. Zavala. 4akhtin Versus the
Postmodern., Saciowiticism: 59-60.
l4 Julio Ricci, los mareados
(Montevideo: Monte Sexto, 1987: 9-1 8):
les en otro tiempo se les considero como el
estudio de las fuentes literarias. Recordar que
el realismo grotesco sostiene que todo proceso
intertextual es en realidad una parodia en la
que semanticamente se establece una relacion
mas compleja; esta implica la puesta en ridi-
culo de costumbres, ideologias y lenguaje pri-
vativo del sistema vigente. En dicha relacion,
los textos son el uno para el otro mutuamente
dependientes y generativos. Iris M. Zavala
explica que politicamente hablando, *la carna-
valizacion literaria emerge como necesidad de
una revolucion cultural que incluye la re-edu-
cacion de las diversas clases sociales.I3
En *La fragil naturaleza humana, podria
establecerse una relacion intertextual con *La
cuestionable eficacia de la paz,, satira menipea
del uruguayo Julio Ricci, en la que, segun el
narrador, *La guerra en realidad era una cosa
entretenida*. Despues de estudiar estadisticas,
queda rematado el cuento de Ricci con la
siguiente conclusion: *circulo un halito de
duda. No se sabia bien si la paz seria benefi-
ciosa. O sea, si la guerra habia madurado sufi-
cientemente a los hombres y a las mujeres. La
paz era todavia un problema."
Ejemplo incluido en *La fragil naturaleza
humana* tiene tambien relacion intertextual
con otro cuento de Kattan Zablah: *Los
mapaches.lJ Se trata de un relato indepen-
diente, o sea que no esta utilizado como ejem-
plo dentro de otro texto; sin embargo, entre
risas y burlas capta con hondura como los seres
humanos dependemos muchas veces de lo que
1 1 y 18 respeciivamente.
Jorge Kanbn Zoblah, 40s mopoches.,
Acuarelas socorronas (Barcelona:
Ediciones Ronda, 19831: 2 1-32. Este
E!!!
-
cuento fue incluido tambien en un texto
docente paro estudiantes del C. B. U. ,
titulado lecturas guiados - Textos literarios
y no literarios (Monievideo: Editorial A.
Monteverde y Cia. S. A,, 1995): 7 - 9.
Revista Cultura 79
mas creemos detestar. En Los mapachesm se
entreveran la situacion politica del pais -sobre
todo el estado de corrupcion de los gobernantes
y la explotacion a las clases no privilegiadas que
sistematicamente practican los de arriba- con
la obsesion del campesino Venancio, quien vivia
desesperado porque los malditos mapaches le
amargaban la vida abriendo zanjas en el cesped
(p. 24). Al cabo de innumerables tentativas de
deshacerse de los intrusos, al fin logran el y su
esposa eliminarlos. Entonces, despues de unos
cuantos dias de jubilo, una melancolia cronica
se apodero de ambos ancianos, pues aquella
continua incertidumbre de que no vinieran los
animales a cavar el surco era el unico alimento
quimerico con que ambos se habian nutrido
durante anos. No logrando llenar aquel
vacio*, los dos envejecieron y acabaron
muriendo en el jardin, muy cerca de la zanja que
antes abrian los mapaches (pp. 30 y 31 - 32).
Kattan Zablah me explico en conversacion
telefonica que cuando escribio Los mapa-
ches hace unos veinte anos no conocia a Julio
Ricci ni sus cuentos. Esta afirmacion lleva a
concluir que nuestra literatura se ha hecho eco
de la dolorosa y absurda realidad de que los
seres humanos y los pueblos nuestros no pue-
den vivir en paz. Al contemplar el tragico
panorama internacional de guerras, huelgas
violentas, crimenes, revoluciones, fusilamien-
tos injustificados, actos terroristas que presen-
tan hoy en dia los medios de comunicacion, se
hace obvia la universalidad de la narrativa de
Kattan Zablah: son cuentos que trascienden el
reducido espacio pueblerino de Cojontepeque,
para incluir a todo El Salvador y acabar con-
notando una fragil naturaleza humana, que
abunda en el Continente Americano igual que
en el mundo entero.
Castillos en el aireJ6 representa un nuevo
acercamiento a la fabula de los suenos trunca-
dos de la lechera divulgada por La Fontaine.
La intertextualidad de este tema se remonta a
muy lejanos tiempos: una de las mas antiguas
versiones se conserva en El Patchatantra de la
India con el titulo de La olla rota; aqui el
texto trata de un brahman que recibe una olla
llena de arroz y en su entusiasmo, despues de
grandes suenos provenientes de la posible
venta del arroz, rompe la olla. Pasa a Las mil y
una noches con el titulo de Historia del
quinto hermano del barberos; en este cuento,
un barbero gasta toda su herencia en objetos
de cristal, hace grandes planes con las ganan-
cias que pretende conseguir, pero en su arre-
bato, da una patada y rompe toda la cristaleria;
en esta version se castiga el orgullo y la sober-
bia. En el siglo XIV El Conde Lucanor recoge
este tema en el Enxemplo VII, De lo que con-
tescio a una mujer que1 dezia dona Truhana*,
donde el actante es ya una mujer; los suenos de
esta giran alrededor de una olla de miel que
lleva al mercado. En el siglo XVIII, La
lechera y el cantaro de leche* de La Fontaine,
recoge el asunto de nuevo y lo populariza. En
este mismo siglo, Felix Maria Samaniego da,
otra version en lengua espanola en su fabula 11,
La lechera.
Castillos en el aire trata de una humilde
mujer, Florinda, quien va a la cantina a traer
a su marido borracho, con la suerte de que a
don Saturnino, el cantinero, se le cae un billete
16~orge W n Zaiduh, *Castillos en el
I
Revi* de la Direccion de Artes, Minisierio
aparecen en d presente ensayo pcovienen de
aire., lebs de hes kgentino), 20 de Educacion [El Sabadoc), 3 [diciembre, esto ultimo revisto.
[mazo de 1989): 5056) Tamhb en - 1993): 24.27. LOS cihx de d e wenb que
E!!!
-
I
de la Loteria Nacional; disimuladamente, ella
recoge (aquella posibilidad de llegar a ser
rica, y comienza a imaginar (los jugosos
beneficios que le podria acarrear el furtivo
billete* (p. 24). De divagacion en divagacion
concluye que las riquezas proceden del demo-
nio y se dice a si misma: *!Con razon [...] por
alla, en los Estados Unidos, los ricos les deja-
ban sus fortunas a los gatos! !Claro, pa'no
causarles tantas desgracias a sus seres queri-
dos!. Entonces corre a la cantina a devolverle
el billete a don Saturnino hablando para si
misma: *!Que se joda don Saturnino! !Ese
viejo de porqueria si se merece la mala suerte
de ganarse el premio
(p. 27).
Hay en este cuento salvadoreno una desvia-
cion radical de la moraleja tradicional hacia un
remate cultural, el cual subraya el temor que la
iglesia catolica ha venido inculcando en los feli-
greses al hacer hincapie en que la posesion de
riquezas engendra las acechanzas del demonio.
El remate del cuento no es la unica desvia-
cion del tema original, ya que, siguiendo el
espiritu carnavalesco que conjuga la intertex-
tualidad con la subversion politico-social, la
intencion de (Castillos en el aire, deja de ser
moral para tornarse en una polivalente critica
de la realidad salvadorena en particular, pero
tambien hispanoamericana: en primer lugar
repite la consabida historia del representante
de la clase baja obrera y pequeno empresario
del mundo hispanico, Jacinto, el marido,
dueno de una pequena carniceria, quien se
gasta el dinero en borracheras y francachelas y
no satisface debidamente las basicas necesida-
des domesticas. A continuacion, son los sue-
nos de Florinda los que exponen el ataque a
las siguientes situaciones culturales:
1. Contra los contratistas abusivos y sin-
verguenzas que cobran excesivas sumas por el
E!!!
-
transporte de mercancias de los habitantes del
pueblo (p. 25).
2. Contra *todos los dirigentes politicos
regionales y nacionales, para los que Florinda
desea construir una escuela modelo donde
aprenderian la *ilogica, entreverada y compli-
cadisima arte de no robar y de no mandar a
apalear y a violar a las mujeres y a las hijas de
sus enemigos ideologicos, (p. 25).
3. Contra los ministros de la iglesia, que
encarna el utruculento del parroco, don
Agustin Garfio, archiconocido por su apetito
desmedido por los bienes materiales,. Este,
para salvar a Florinda del peligro que entranan
las riquezas, le ofreceria la salvacion de su
alma *siempre y cuando buena parte de su
fornina la dedicara a decir misas y a comprar
bulas e indulgencias (p. 26).
4. Contra los negocios sucios de los diri-
gentes politicos del pueblo, como
el alcalde municipal, don Everardo Salazar, hombre
de afiladas unas [... quien] la compelcrir, sin lugar a
duda, a invertir su dinero en negocios turbios, une
nazindola, para el caso que rehusara, con decretar
una ordenanza que autorizaria la construccion de
una ancha y pintoresca carretera que pasaria en
medio de la carniceria de su marido. Este alcalde,
cuatrero de gran notoriedad, pero protegido por la
ley debido a su aito puesto y a su condicion socid, la
forzariq en resumidas cuentas, a asociarse con el en
el asunto de robar cabezas de ganado bovino, por-
cino y b a r y a proporcionarle suficiente dinero para
comprar un camion de dimensiones desmesuradas
que serviria de matadero clandestino movil, donde
los animales malhabidos serian destazados y cuya
carne seria vendida, luego, en el establecimiento de
Jacinto. Y no estimaba Florinda muy aventurado el
afirmar que el desalmado de don Everardo la obliga;
ria, ademas, a que le ayudara economicamente para
poder hacerles mejoras a los dos burdeles de su pro-
piedad. Y de todos estos negocios inmorales -ba-
rrunto- seguramente que a ella apenas le tocaria un
miserable tres por ciento de las utilidades (p. 27).
Revista Cultura 79
5. Cont ra los maridos borrachines a
tiempo completo, que maltratan y abusan de
sus mujeres dandoles rpuntapies y coscorro-
nes* (p. 27).
Otra subversion al modelo tradicionai, ya se
dijo, lo constituye el remate del cuento, ya que
el lugar de un accidente que destruye la fuente
de los suenos, Florinda, la protagonista, renun-
cia voluntariamente a sus
cado. Por tanto, se trata de textos que no
aceptan ni dogmas, ni autoritarismo, ni una
seriedad univoca y que use oponen a lo termi-
nado y pulido, a toda pomposidad, a cual-
quier solucion prefabricada en la esfera del
pensamiento*, como puntualizo Bakhtin al
referirse a la imagen rabelaisiana (Bakhtin: p.
3). Por lo mismo, para apreciarlos se requiere
renunciar a las muchas
fantasias despues de sope-
sar las tan nefastas posibles
Se t rat a de t ext os que
de que ganara el premio
mayor de la loteria.
seri edad univoca, ni
En conclusion, en los pomposida
cuentos analizados se
observa la intertextualidad como otro ele-
mento del realismo grotesco que subraya,
como en muchos otros de Kattan Zablah, una
marcada inconformidad con las realidades his-
panoamericanas. La intertextualidad, fuente
del humor carnavalesco, es el arma de ataque a
las irregularidades y a los abusos de los pode-
res politicos y religiosos.
En general, la obra de Kattan Zablah,
cumple tambien con la ambivalencia a la cual
se asocia el proceso de transformacion bus-
demandas de los conven-
cionalismos literarios.
Tambien hay que verlos a
la luz de una larga y justi-
ficada tradicion literaria
de protesta en
I
. . Hispanoamerica, desde
Fray Bartolome de Las
Casas hasta nuestros dias. Esta protesta la
sustentan las deplorables, injustas y absurdas
realidades imperantes en nuestro continente
desde la epoca colonial. Y porque son tam-
bien realidades patentes en el mundo entero,
esos textos cobran un sentido muy universal.
Desviandose de la tradicion de protesta en
nuestro continente, el autor subvierte el tono
polemico de denuncia, transgrede los limites
del genero y efectua un ataque carnavalesco
en el que el mundo es visto al reves. +
Tr es voces, t res ambi t os
Por: Luis Alvarenga
Sta es una nueva epoca
en la Coleccion Poe-
s i a ~ de la Direccion de
Publicaciones. Asi lo atestigua
el nuevo formato de la misma.
Durant e anos conocimos
aquellos ejemplares de la
Coleccion, con su caracteris-
tica pasta de color blanco.
Ahora, las portadas y las hojas
Escobar, Francixo AndrBi. Sdomenk
ww ver. Direccib de Publiwciones e
Impresos, Cd. Pmi a 5 1, San
Salwdor, 1997. 167 pp
h i j o , Roberb. Cwndo se enciendon
las Iomponis. Direccion de
Publim~ones e Impesos, Cd. Poesia
52, San SaMor , 1997. 129 pp.
Alegria, &nM. Umbrales. Direcci6n
& PuMicociones e Impresos, Cd. Poe
sia 53. San Sakdor, 1997, 100 pp.
de guarda vienen en colores. Es, sin duda,
tarea dificil crear el perfil de una coleccion
de libros. Mas aun es lograrlo de una manera
que agrade a los ojos e incite a la lectura,
pero que tambien, como en este caso, este en
consonancia con la dignidad que ha tenido
*Poesia* en sus epocas anteriores. Esta.
nueva epoca d e la Coleccion Poesia lo ha
logrado. Y en ella ha jugado un decisivo
papel, hay que admitirlo, el trabajo de Tania
Mata Parducci, quien es una verdadera
artista de la diagramacion.
La nueva etapa de la *Coleccion Poesia
se abre con tres obras: Solamente una vez , de
Francisco Andres Escobar, Premio de
Cultura 1995; Cuando se
enciendan las lamparas, escrita
por el recientemente fallecido
Roberto Armijo y Umbrales,
cuya autora es la poeta y
novelista Claribel Alegria. Lo
que sigue son las impresiones
que me dejan estos libros.
Uno de los escritores a los que mi genera-
cion debe mucho es Francisco Andres
Escobar. Cuando, a finales de los anos
ochenta, los miembros del ahora extinto Taller
Literario Xibalba queriamos una opinion
serena sobre nuestro trabajo, buscabamos a
Escobar. Con sus recomendaciones juiciosas,
Francisco nos daba aliento para perseverar en
el oficio poetico.
Solamente una v e z reune la produccion
poetica dispersa de Escobar, desde su poema-
rio Peticion y ofrenda, publicado por UCA
Editores, hasta sus trabajos publicados en pla-
Luis Alvarenga, poeta salvadoreno nacido en 1969. Ha publicado una plaquette de poesia
bajo el titulo de Otras guerras ( 1 9951.
Revista Cultura 79
quemes. Puede decirse que no es una poesia de
tono mayor, pero ello no niega que en ella
podemos encontrar autenticidad. La autenti-
cidad es un requisito ineludible para la verda-
dera poesia. Esta exige del poeta que pugne
por expresar sus verdades mas hondas, aun las
mas dolorosas. Es eso lo que se encuentra en
este volumen: un poeta que nos revela lo mas
intimo de su ser.
entregar la poesia a la divinidad no es, para el
poeta, otra cosa que brindarla a los hombres y
las mujeres que le rodean.
Las ultimas dos secciones del poemario
expresan el dolor por las victimas de la guerra,
con un especial enfasis en los jesuitas asesina-
dos en 1989. La desesperacion y la impotencia
campean aqui. Estos versos recuerdan, por su
tono, a Duelo ceremonial
Solamente una vez
tiene cuatro partes:
Cuestiones familiares,
En Armi j o se encuen-
t ra, no la sombra, sino
por la violencia de David
Escobar Galindo.
En estos versos, el
Ofertorio de silencio,
l a presenci a de Luis de
poeta da fe de SU sufri-
Realitas y Martirio en la miento infantil, de las
arboleda. Gongora pasedndose sombras amables que lo
La parte denominada Y escondi endose. cobijaron en el momento
Cuestiones familiares se
abre con los poemas *Bendicion de la Nana*,
(Agnus Dei*, (Volky*, *Peticion y Ofrenda,
y aMonologo interior frente a mi hijo*. Los
motivos de estos poemas se remiten a sus cari-
nos cotidianos. Por ejemplo, mientras
(Bendicion de la Nana*, como su nombre lo
indica, esta dedicado a laninera que cuido al
poeta durante su infancia, uAgnus Dei* es la
huella del padre. Bajo el nombre de ~Volky:. se
encuentran versos dedicados a un automovil.
Otra manera de abordar el tema amoroso
puede encontrarse en Ofertorio de silencio, una
de las secciones mejor logradas del libro. Es el
oficio de escritor visto como una vocacion reli-
giosa, dicho sea esto en el mejor sentido de la
expresion. Como vocacion: es decir, como
entrega El poeta entrega su trabajo a la divini-
dad en que deposita su fe. Cree que no hay
expresion de amor mas aita que esa. (Tuyo es el
gran amor con que labro mis letras J con que al
rostro pequeno mis verdades entrego,/ con que
al mirar la luz faz y manos destiendo J con que
en la oscuridad espero por tu Verbo*. Pero
E!!!
-
necesario, de la dureza
encontrada de la mano del padre y del amor al
hijo. Pero tambien nos habla del pais, de su
esperanza marchita por la muerte de quienes
hicieron de la verdad su profesion.
Se me ocurre decir que la poesia de
Francisco Andres es catolica. Lo es, no tanto
por la confesion religiosa del autor, sino por
los motivos religiosos que se suceden en el
transcurso de los versos y por la estructura del
libro, que recuerda las partes de la ckbmcion
cristiana. Salvo (Volky:. -poema que no me
parece tan afortunado como el resto- el con-
junto de la obra, pese a haber sido escrito en
epocas distintas, mantiene una atmosfera de
eucaristia. El merito de este libro es dar fe de
un sentimiento de amor fraterno hacia la
humanidad y hacia lo divino, que vienen
siendo la misma cosa.
2
Paul Vdery lamentaba la virtud inexiaten-
cia de los poetas que, alejados de la prisa por
publicar, se consagraran a escribir sus versos, a
corregirlos y a escribirlos una y otra vez: Por
lo demas -escribe en un articulo sobre El
cementerio marino- no puedo releer, en
general, nada que yo haya escrito sin pensar
que hubiera hecho algo muy diferente, si
alguna intervencion ajena u otra circunstancia
cualquiera no hubiera roto el encanto de no
acabarla. Solo amo el trabajo del trabjo, los
comienzos no me gustan, y siempre considero
perfectible lo realizado de primer intento*.
Si el viejo Valery hubiera vivido lo sufi-
ciente, no habria tenido la necesidad de salir de
Paris para constatar que, felizmente, Roberto
Armijo era uno de esos raros y pacientes orfe-
bres de la poesia.
Escribo esto en un dia nublado, luego de
saber que Armijo muriera en Paris sin agua-
cero y en un Domingo de Ramos del cual pro-
bablemente tuvo memoria. Para Roberto, el
oficio de escritor no debia tomarse a la ligera.
Armijo entendia la literatura como una especie
de sacerdocio, al cual el poeta debia consagrar
todas sus energias humanas y sobrehumanas.
Tambien entendia el oficio literario como una
actividad que debia conjugar talento con disci-
plina y autocritica.
Escribo lo anterior y, de ninguna manera,
puedo recordar a Roberto con el ceno adusto
y el aire severo de domine academico. Lo
recuerdo, mas bien, sonriendo con su pequeno
hijo en la tarde que fuimos a buscarlo con
Alvaro Dario Lara a casa de su suegro, en el
primer viaje que el poeta hiciera a El Salvador
despues de la firma de los Acuerdos de Paz.
El libro Cuando se enciendan las lamparas
es un largo y bello poema. En el, Armijo
encuentra el universo mirando las estrellas
desde su Chalatenango natal. El poema se
nutre, crece, abrevando de muchas fuentes: del
E!!!
-
hijo y la esposa inmolados en la guerra, de los
personajes mitologicos de la antigua Grecia y
de los cuentos escuchados en la infancia. En el
se encuentra, no la sombra, sino la presencia
de don Luis de Gongora paseandose y escon-
diendose.
Es una suerte de Cuaderno de un retorno
alpais natal, de alucinado viaje por los labe-
rintos del alma, la imaginacion y la historia
para recuperar la patria que esta lejos. Dicen
que la muerte sorprendio al poeta dictandole
versos a su esposa desde su lecho. Yo lo creo,
en virtud de esa sed de ampliar su propio
mundo que el tenia. En uno de sus versos
afirma: *Fuera de la escritura1 el mundo no lo
conozco. Si, talvez no sea conocer el mundo
ese transito diario entre la Universidad de
Nanterre, la casa colmada de libros hermosos
y las calles bulliciosas de San Salvador. Pero el
poeta dice: fuera de la escritura, y en el poema
se abren cientos de mundos ante nuestros
ojos.
Con todo, no se trata de un texto limitada-
mente autobiografico. Vuelvo a Valery: Si el
autor se conoce demasiado ... ocurre con
el placer?, con la literatura*. La brecha
entre la vida personal del poeta y su creacion
es la que llena la literatura autentica. De ahi la
vulgaridad de esa tendencia a publicar noticias
de la vida pedestre, conyugal y municipal de
las y los artistas, sobre todo si ya han falle-
cido. sentia triste Armijo en su exilio pari-
sien? La nostalgia del paisito, al
fondo de su alma? Silencio. El poeta dice: Yo
soy el gran triunfador1 En los reinos mios no
se pone el sol / No existen los verbos/ que
crecen como hierbas perniciosas (...) Voy con-
tento de mi mismo1 al ponerme el traje de los
doctorados1 hablandole a la luna1 pienso en el
sol1 Esa es mi costumbre*.
Revista Cultura 79
mente, tanto en su existencia diaria como en 1 nir que abre el amor. Bien vista, la vida seria
Una de las cosas que hace a un poeta
importante es esa capacidad de vivir intensa-
Campbell. Ambas son una incitacion a un
exodo, que traera un buen porvenir, el porve-
la bienvenida al poeta errante. Comienzan a 1 durante anos.
sus versos. Intensidad profunda: vida: luz.
Porque las lamparas no se encienden para dar
alumbrar cuando el poeta es ese aheroe de los De su vida, de su exodo, es que habla
triunfos de la pluma*, como libro. Un exodo que empieza
declara: *...proso en Paris al descubrir su vocacion
ese exodo, ese dejar la casa paterna para fundar
una tierra nueva despues de haber caminado
estos versos/ En ellos me
propongo cambiar cielos
grises/ por estrellas/
Crear mundos de amor en
este mundo de lobos*.
Claribel nos dice que el
descubri mi ent o de l a
poesia le abrio los
umbral es de una vi da
3 mas pl ena.
Umbrales es el titulo del mas reciente libro
de Claribel Alegria. Esta dedicado a su falle-
cido esposo, el escritor Darwin Flakoll, a
quien le debe tanto la literatura testimonial
latinoamericana, gracias a los libros que escri-
biera con Claribel. Retazos de nuestra historia
se hubieran convertido en jirones de aire de no
haber mediado esa valiosa labor de uBud*.
Empero, Flakoll sigue siendo un desconocido.
Fuera de las obras en comun con su esposa y
de los relativamente escasos datos biograficos
que se conocen, este escritor norteamericano
permanece como un enigma. Eligio vivir a la
sombra, tan grande era su modestia, conven-
cido, quiza, de que la obra es lo unico que per-
manece. Fue esa misma modestia la que lo
llevo a declinar el privilegio de traducir a su
amigo Julio Cortazar. !Que gran escritor ha
pasado a nuestro lado y aun no nos hemos
dado cuenta! Sin embargo, hace falta que en
America Latina lo conozcamos mas.
El libro comienza con dos citas, una extrai-
da del Genesis y la otra, escrita por Joseph
E!!!
-
poetica: (Antes de mi par-
tida/ mi padre/ con los
ojos nublados/ me susu-
r r o al oido: "no volve-
ras"/ me dijo/ y me
entrego un estuche/
forrado en terciopelo/ con
una pluma fuente/ entre el
saten/ "Es tu espada/ princesau./ prin-
cesa?/ No/ eso yo lo invente/ deberia haberlo
dich,/ porque en ese momento/ me senti
Deirdre/ de las desdichas,.
Pero, quien escribe poesia vive mas de una
existencia. La autora nos esta diciendo que el
descubrimiento de la poesia le abrio los
umbrales de una vida mas plena. Asi, el libro
es tambien un rio. Es evidente la predileccion
que tiene Claribel por el simbolo del rio, ale-
goria suprema de la vida. Uno de sus libros
que data de 1988 se llama Y este poema rio.
Escribi: la predileccion que la poeta tiene por
el simbolo. Debi haber escrito: la predileccion
que el simbolo tiene por la poeta: que a
mi me eligieron?*, pregunta a las palabras que
la siguen en forma de mariposas.
En el poema Merlin, el hechicero inmortal
le dibuja un pajarillo renco, y le dice a
Claribel: *"Es como tun/ me dijo/ "si apren-
des a volar/ vas a morir mejorn. Es decir: si
llegas a ser poeta. El poeta es el aprendiz de
volador nos acordamos cuan poeticas
eran esas primeras formas humanas de volar
antes que viniera el avion: el armazon simu-
lando dos enormes pero livianas extendidas, el
hombre tomando impulso con las piernas
antes de llegar al borde del acantilado, luego el
vacio y los palacios del aire?).
Sus manos de poeta sabia dan con una ver-
dad profunda: es inutil perseguir al poema,
materia huidiza. Cada vez que esta a punto de
atrapar al poema, este se desvanece, implaca-
ble: *...los cinco sentidos/ me quemaban/ me
inflamaban de amor/ me disparaban./ Crei
alcanzar con ellos/ la poesia/ pero volo/ volo*.
Y el rio sigue su curso, legandole encuentros y
tristezas, amores y conmociones profundas.
Rilke es su poeta tutelar, segun consta en
los primeros versos del poemario. Claribel
probablemente hallo en los libros del poeta
checo la constatacion de que su destino era la
poesia. En Umbrales, ella dice no alcanzar l a
poesia, si, pero porque es poeta persiste en
buscarla, aunque esto no parezca sensato.
Pero la poeta es Icaro persiguiendo al Sol: lo
que importa es la busqueda, el ascenso, el pri-
mero sueno.
Claribel constata la profunda ironia que
representa el ser poeta en la larga noche del
mundo. Sus ojos ven conmovidos el tiempo
inutil de la muerte. Los dos ultimos poemas
del li'bro ( aoj o de cuervo, y *La mariposa*)
tienen por eso mismo un tono especialmente
amargo. En ellos hay una pregunta implicita:
ante el dolor profundo, dolor personal, dolor
del mundo, que sirve la poesia? La poesia
no puede cambiar la tristeza del mundo, nos
estaria diciendo Claribel. Y con un soplo
aparta de si, como caliz amargo, a la poesia
que viene a entregarsele a plenitud. Pero la
poesia queda con la poeta, porque, en el
!,--do, siempre estuvo con elia. +
I
Luz negra
* I
Alvaro Menen Desleal
-- -
L- 2
Menen Desleal. Alvaro luz Negro
Direccion de Publicaciones e Impresos,
Coleccion Teatro, Vol 6, Noveno edi-
cion, San Solvodor, 1997 l 30 pp
P
ese a los anos transcurri-
dos desde que fuera lau-
reada con el Premio
Hispanoamericano de
Teatro, Luz negra conserva
su vigencia y valores. Lo
prueba el hecho de que lle-
gue a su novena edicion
solamente bajo esta casa edi-
tora, alcanzando un tiraje
superior a los 50 mil ejem-
plares, sin contar al menos
otras 23 ediciones autoriza-
das en distintas capitales del
mundo. Alvaro Menen
Desleal (Santa Ana 1931) ha
publicado mas de una
docena de titulos en diversos
generos; destaca especial-
mente como cuentista de
ciencia ficcion.
Waldo ChavezVelasco
Chavez Velasco, Waldo El sombrero de
otono Direccion de Publicaciones e
Impresos, Coleccion Teatro, Vol 10. Son
Salvador, 1997 104 pp
E
Sta comedia, que
recuerda el estilo y los
recursos del teatro ingles de
Priestleys, recibida con
enorme simpatia por el
publico nacional, bien puede
ser considerada como una de
las piezas mas importantes
del teatro salvadoreno de
nuestros dias. Su autor, el
escritor Waldo Chavez
Velasco (San Salvador,
1932), ha publicado las pie-
zas Fabrica de suenos (1957)
y El Zipttin (1960); en el
genero narrativo ha publi-
cado Cuentos de hoy y de
manana (obra ganadora del
Certamen Nacional de
Cultura 1962) y Cuentos
medioevales (1 991
- m
Mosquera Irurita. Tito Paginas colom-
bionos. Direccion de Publicociones e
Impresos. Biblioteca Popular. Vol 44,
San Salvador, 1997, 342 pp
u
n libro que muestra la
amplitud y profundidad
de la cultura y la literatura de
un pais hermanado con El
Salvador por diversas afuen-
tes. A ese secular hermana-
miento se une ahora el nom-
bre de Tito Mosquera, quien
durante su estancia en El
Salvador como diplomatico
se dio a la tarea de hacer vivir
entre nosotros, semana a
semana, con singular rigor y
bien dotada pluma, una gale-
ria de voces y perfiles colom-
bianos: desde poetas como
Jose Asuncion Silva, narrado-
res de la talla de Garcia
Marquez y gramaticos como
Rufino J. Cuervo, hasta ora-
dores como Eliecer Gaitan.
Poesia
Pueblo
Monterroso, Jose Roberto. Poesia
Pueblo. Direccion de Publicaciones e
Impresos, San Salvador, 1997. 123
PP.
?
ose Roberto Monterrosa
nacio en San Vicente en
945 y reside en
Zacatecoluca dedicado
desde hace mas de veinte
anos a una prolifica labor
de difusion cultural. Sus
poemas han sido publicados
en periodicos, revistas y
libros antologicos. En la
introduccion de estos poe-
mas, Androski Flamenco
apunta: La dialectica de la
poesia de Monterrosa es
laconica, llena de infinitas
sustancias, juega con el
pensamiento a fondo; se
vuelve versatil y compli-
cada (...) Monterrosa es, a
mi juicio, un poeta y un
pintor por nacimiento.
Armiio, Roberto Poemas europeos (onfo-
logia). Editorial Universitaria
Ceniroamericana (EDUCA], San Jose,
Costa Rica, 1997, 194 pp.
E
Sta antologia recoge lo
mejor de la produccion
poetica de Roberto Armijo
(El Salvador 1937-Francia
1997) durante su larga per-
manencia en Europa. Se
trata de poesia altamente
depurada, exacta en el uso
del lenguaje y la emocion
que exige el genero, en la
que el autor logra sintetizar
sus busquedas esteticas con
una vision mas universal, de
gran profundidad en las
evocaciones nacionales. La
seleccion y el prologo fue-
ron realizados por Carlos
Cortes, prestigioso escritor
costarricense, quien trabajo
intensamente junto a
Armijo.
VolleCastillo, Julio. Requiem en Costilla
del Oro Anama ediciones, Managua,
Nicaragua, 1996, 3 14 pp.
E
Sta es la novela de la
epoca en que fue fun-
dada Nicaragua, el relato de
hazanas y crueldades, trai-
ciones y monstruosidades,
acontecimientos historicos
tan increibles que parecen
- -
pura ficcion, ficcion que
parece relacion historica.
Historia, tambien, de un
hombre cuyo caudillismo
sirviera, a lo largo de cuatro
siglos, de prototipo para
gobernantes nicaraguenses:
Pedro Arias de Avila, lla-
mado I'edrarias Davila. Julio
Valle-Castillo (Masaya,
1952) logra recrear un
mundo que es una parabola
de la politica sufrida en las
latitudes latinoamericanas.
Esta edicion consta de 800 ejemplares. Se
termino de imprimir el dia 4 de julio de 1997
en los talleres de la Direccion de Publicaciones
e Impresos de CONCULTURA. San Salvador,
El Salvador, C.A.
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DE EL SALVADOR

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