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Desarrollo Endógeno y Transnacionales

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CARLOS EZ G.

/ DESARROLLO ENDGENO Y EMPRESAS TRANSNACIONALES EN LA GLOBALIZACIN / 37-48


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Aldea Mundo Revista sobre Fronteras e Integracin Ao 11, No. 20 / Mayo 2006 ISNN 1316-6727 Depsito Legal 1996-02TA-3
Carlos ez G.*
DESARROLLO ENDGENO
Y EMPRESAS TRANSNACIONALES
EN LA GLOBALIZACIN
El artculo particulariza el sistema productivo de desarrollo endgeno y su relacin con las empresas
transnacionales (ETN) dentro del proceso de globalizacin econmica que stas impulsan. Las
transnacionales contrastan con la lgica del desarrollo endgeno, ya que pueden eliminar, gracias a su
eficacia tcnica y a la difusin de productos, a la pequea empresa y al taller artesanal, clulas del
desarrollo endgeno. Se argumenta que la globalizacin encierra una dialctica de cara al desarrollo
endgeno: lo desafa a travs de la ETN (transnacionalizacin) y, paralelamente, puede apoyarlo a travs
de la difusin de iniciativas propias de otras localidades.
Palabras Claves:
desarrollo, endgeno, globalizacin, empresa, comunidades, Estado.
Abstract:
The article particularizes the productive system of endogenous development and its relationship with
transnational firms (TNF) in the framework of the process of economic globalization that they promote.
Transnational firms contradict the logic of endogenous development, since the small firms and the
handmade can be eliminated because of the TNFs technical efficiency and the diffusion of products,
handmade shop, core of endogenous development. The paper argues that globalization comprises a
structural dialectics to face endogenous development: this is challenged by TNF (Transnationalization)
and, by the same token, it can be supported by the diffusion of local initiatives.
Key words:
endogenous, development, globalization, company, communities, State.
Endogenous Development and Transnational Firms into the Globalization
1. INTRODUCCIN
l desarrollo endgeno persigue
constituirse en un subsistema
econmico alternativo al sistema de
capitalismo de Estado que ha
configurado la actividad productiva
venezolana a partir de la dcada de los treinta del
siglo veinte. Aun cuando, a nuestro entender, la
economa poltica y la epistemologa econmica no
han generado una suficientemente madura
caracterizacin del desarrollo endgeno, puede
catalogarse ste como un subsistema porque pretende
crear nuevas relaciones sociales de produccin
dentro de una economa plenamente abierta a la
influencia de los elementos propulsores del
capitalismo inversor global. Esto ltimo a pesar de
que hoy da en Venezuela, se administra una poltica
econmica de cambios controlados, la cual, al
mismo tiempo, parece ser la ms apropiada para
apoyar un proceso de desarrollo desde adentro.
La globalizacin consiste en un proceso que
entre sus cualidades, transmite por todos los rincones
del mundo las propiedades que tiene el capitalismo
contemporneo para generar excedentes econmicos
destinados a un grupo de grandes empresas
originarias de pases del Primer Mundo
industrializado. A pari passu con los instrumentos
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de propagacin de esta globalizacin
(medios y vas de comunicacin,
instituciones polticas y econmicas,
r el aci ones de pr oducci n
preferentemente crematsticas)
tambin se diseminan formas de
organizacin socio-productiva que
responden a necesidades locales,
pero que en otras comunidades
pueden servir de expresin de sus
capacidades acumuladas a travs de
siglos de interaccin con el ambiente
y sus recursos. De esta forma, se
desea expresar que el desarrollo
endgeno se nutre de experiencias
emplazadas en distintas realidades
espaciales e institucionales pero que
llegan a ser adaptadas a un tiempo
y espacio particular.
Este artculo tiene por objetivo
describir la relacin que se presenta
en Venezuela entre desarrollo
endgeno y l as Empresas
Transnacionales (ETN) en el marco
de la globalizacin, persiguiendo
proponer nuevas formas de insercin
de estas empresas dentro de las
economas locales, papel que hasta
la actualidad se ha concentrado en
impulsar el proceso de globalizacin
para su beneficio. El objetivo se
lleva a cabo caracterizando, en
primer lugar, las instituciones
econmicas que estn involucradas
en el proceso de desarrollo
endgeno. Posteriormente, se
detallan las propiedades que
tericamente debe poseer un proceso
de desarrollo local y las influencias
que recibe del modelo econmico
globalizador, para luego comentar
las oportunidades que se le presentan
a los diferentes agentes econmicos
comprometidos con el desarrollo
endgeno, como prembulo a la
revisin de experiencias de
desarrollo instrumentadas en otras
latitudes, pero que pueden ser
asimilables por las regiones y actores
venezolanos.
2. MARCO INSTITUCIONAL DEL
PROCESO DE TRANSNACIONA-
LIZACIN
Las ETN conforman el vehculo
propagador del subproceso de la
globalizacin conocido como
globalismo, es decir, la dimensin
econmica del proceso que apuesta
por una ideologa a favor del
dominio del mercado mundial o del
liberalismo, haciendo que aqul
sustituya al quehacer poltico
(Gonzlez Rabanal, 2003: 6),
conduciendo al control de los
excedentes econmico-financieros
generados en cada pas o regin por
un grupo de empresas oriundas de
los pases del Primer Mundo. A su
vez, dentro del globalismo se
destaca la transnacionalizacin,
pr oces o que per mi t e l a
deslocalizacin de la produccin ya
que sta se va desarrollando en
diferentes territorios de modo que
es posible concluir procesos de
subcontratacin con el fin de
a pr ove c ha r l a s ve nt a j a s
comparativas (Gonzlez Rabanal,
2003: 7).
La dinmica de la globalizacin
econmica que actualmente se
despliega tiene como motivacin
fundamental una decreciente
rentabilidad del capital, causada por
una disminucin de la productividad
de las economas ms desarrolladas.
Los adelantos conseguidos en la
productividad haban permitido,
despus de la Segunda Guerra
Mundial, una cierta distribucin del
producto social entre capital, trabajo
y Estado. Para aumentar de manera
acelerada su acumulacin, el capital
ha tenido que desarrollar dos
estrategias principales (Houtart,
2001):
1- Reducir la parte del trabajo
en el producto social, lo que se
realiz por una verdadera ofensiva
contra el trabajo: reduccin del
sal ari o real , desregul aci n,
deslocalizaciones, disminucin del
seguro social, debilitamiento de las
organizaciones laborales.
2- Disminuir la participacin del
Estado como redistribuidor de
riquezas y rbitro social, lo que se
hizo por las olas de privatizacin,
no solamente de los sectores
econmicos, sino tambin de los
servicios pblicos, con las polticas
de austeridad impuestas por las
organi zaci ones f i nanci er as
internacionales, en particular el
Fondo Monetario Internacional
(FMI).
Es en tal contexto que la poltica
de imposicin de una ideologa
nica que rige a la globalizacin,
se si r ve de l as Empr esas
Transnacionales como medio de
propagacin de las exigenciasde
ndole material que los Estados
neocolonialistasdel primer mundo
buscan imponer a los gobiernos,
organizaciones de la sociedad civil,
consumidores y lites locales con
los objetivos de incrementar las
ganancias del capital internacional
y de generar un mayor volumen de
l i qui dez para l os mercados
financieros.
Debe enfat i zarse que l a
globalizacin no se circunscribe a
una perspectiva econmico-
financiera, y dentro de ella, no slo
se relaciona con el modelo
econmico neoliberal. Aun cuando
a menudo en este trabajo se
mencione a la globalizacin desde
este enfoque, ella ha producido no
solamente una interconexin
comercial y financiera sino,
igualmente, conexiones de tipo
cultural, poltico, tecnolgico y
religioso. La globalizacin tiene
efectos sobre las relaciones sociales
de los habitantes del globo
(Rodner, 2001: 31).
Una empresa transnacional
puede defi ni rse como una
compaa matriz que instala, al
momento de invertir de manera
directa, filiales en varios pases
diseminados geogrficamente y
cuyas actividades paralelas son
planificadas y controladas por la
casa mat ri z dent ro de una
perspectiva global [Viloria (1998),
citado por Bolvar (2002: 27)].
Aunque varios autores han tratado
de aclarar cundo una firma
nacional se convierte en una
Empresa Transnacional, algunos
han propuesto que al poseer tan solo
una subsidiaria en otro pas diferente
a aquel donde posee su casa
originaria, debe considerarse como
ETN. Otros han considerado que
para calificar como transnacional,
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una compa a debe t ener
subsidiarias en seis (6) o ms pases
(Bolvar, 2002). Ms importante que
esta discusin es apreciar la filosofa
y estrategias de las ETN.
La organizacin de la ETN se
contrapone tanto a la forma
tradicional de insercin en la
actividad econmica que han
desplegado los gobiernos centrales
de las naciones latinoamericanas,
como a la organizacin del
desarrollo endgeno: se caracteriza
por una planificacin a largo plazo
y alta capacidad de adaptacin
(diversificacin de productos y
servicios) y basada en la utilizacin
de los recursos naturales de los
pases en desarrollo, se prolonga
mediante la absorcin de recursos
humanosola integracinen elsistema
de la empresade procedimientos
complejos (Reiffers, Cartapanis,
Experton y Fuguet, 1982: 62) que
no permiten el ingreso de los factores
cul t ur al es y l ocal es ms
representativos de cada regin.
Frente a esta situacin, el Estado
venezolano interviene en las
relaciones de produccin de una
manera distinta a la forma tradicional
como lo haca dentro de una
economa capitalista, un papel que
se resuma a actuar como polica al
servicio del empresario y de represor
de los derechos del trabajador:
() las relaciones laborales,
tanto en el lugar de trabajo
como en l a pol t i ca, se
conducan de acuerdo con
ciertas reglas. Algunas de estas
reglas fueron definidas por la
costumbre, pero las ms
i m p o r t a n t e s f u e r o n
promulgadas por el gobierno y
defendidas por la fuerza de ste.
(), l as l eyes est at al es
prohiban o restringan las
formas de auto-organizacin
asociadas con el paro laboral,
de la misma forma en que
r e s t r i n g a n a c c i o n e s
secundarias a travs de las
cuales los obreros trataron de
reforzar el poder de la huelga.
Mientras que un Estado
formalmente democrtico no
gozaba de la autoridad que
otorgaba el derecho divino de
mando, si adquira algo
parecido () por medio de
rituales de legitimacin tales
como procesos electorales o el
monopolio sobre el ejercicio
legtimo de la fuerza coercitiva
(Piven y Cloward, 2002: 17).
Aun cuando el ejecutivo
nacional hoy da tambin ejerce un
papel acrecentado como empleador,
al mismo tiempo, impulsa las
i ni ci at i vas pr opi as de l as
comunidades o de grupos de
desempleados que intentan suplir
los mercados locales con sus
productos o servicios, procurando
generar un mayor ingreso familiar
y deslastrando al Estado de una
fraccin de la poblacin que
demanda atencin del sector
pblico. Se producen nuevas formas
de organizacin de los sistemas
productivos, de los modos de trabajo
y de las estructuras de consumo,
estimuladas por el gobierno central,
orientadas a formar nuevos
productores ms cercanos a su
comunidad o municipio y muy
di f er ent es a aquel l as que
caracterizaban la historia del
capitalismo venezolano desde 1900.
Por otro lado, la transformacin
de las relaciones de produccin
i nt ernas que comprende l a
globalizacin, genera igualmente
presiones sobre la composicin del
mercado de trabajo en lo que
respecta al binomio tecnologa
capacidad de generar empleo, dando
como resultado que a la par de un
posible incremento de productividad
por la introduccin de nuevas
tcnicas y procedimientos a travs
de las ETN, se incrementa el
desempl eo en det ermi nados
sectores, provocando una migracin
de desocupados hacia el sector
terciario, pese a que el incremento
de empleos en este ltimo no haya
sido suficiente para absorber todos
los puestos perdidos en los dems
sectores (Baltar, 2000).
Habida cuenta que la tecnologa
qui t a a l t r a ba j a dor s u
independencia para convertirlo en
un asalariado (Reiffers et al., 1982:
24), la gran empresa transnacional
puede desplazar mediante la
competencia a la pequea empresa
y al taller de artesana, clula del
desarrollo endgeno, ya que su
eficacia tcnica es de un grado
mucho mayor y por medio de la
publicidad y propaganda difunde
una gama de nuevos productos.
Debido a esto el proceso de
intercambio globalizado debe ser
monitoreado en el sentido de
impedir el desplazamiento de la
industria nacional por productos
extranjeros que se basan en el uso
de tecnologas que pueden resultar
de dudosa confiabilidad en cuanto
al cuido del medio ambiente y del
cumplimiento de las normas
reguladoras que buscan proteger la
salud y las condiciones de trabajo,
adems de una alta capacidad de
gasto publicitario que sugestiona
el gasto hacia el consumo
suntuario.
Como se ha comentado, a los
Estados nacionales se les presenta
el problema de enfrentar la
propagacin del empleo precario,
es decir, de aquel que no genera
gravamen sobre el capital porque
no requiere prestaciones sociales
y que se acepta porque es preferible
tener este empleo que no tener
ninguno: estar mnimamente
incluido en el sistema social sera
preferible a la exclusin (Baltar,
2000). Sin embargo, ambas formas
irradian tensiones en el tejido social;
ahora, tambin el subempleo genera
problemas a la ETN, ya que debe
procurar un ingreso que produzca
bi enest ar para l a masa de
trabajadores, lo que significa
mantener el mercado consumidor
que alimenta la velocidad de
expansin capitalista y que, por lo
tanto, impulsa la globalizacin.
De esta forma, puede apreciarse,
debido a sus contradicciones
inherentes, que la globalizacin a
travs del instrumento de la ETN,
se convierte en un desafo a la puesta
en prctica de una poltica de
desarrollo desde adentro que no slo
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enfatiza en la necesidad de lograr
un crecimiento econmico material,
sino que debe estar ligada a la
propagaci n de l os val ores
tradicionales del venezolano, al
desarrollo sustentable y con equidad,
dentro de un modelo de acumulacin
global que se encuentra en crisis por
la anarqua financiera y en medio
del cual, precisamente, la ETN
resulta uno de los perjudicados. Esto
demandar un benchmarking de
lo local hacia lo global para una
participacin ciudadana radical ()
Un control ciudadano sobre el
manejoy orientacin de los medios
de produccin a nivel local, nacional
y mundial es inevitable para
desarrollar una economa en funcin
de la vida misma (Dierckxsens,
2004: 4).
En medio de ese control
ciudadano el Estado puede ejercer
un determinante papel, puesto que
aun cuando el poder de las ETN es
enorme, estas se encuentran
enraizadas en el Estado-nacin y
siguen dependiendo de tales
gobiernos para obtener subsidios y
exenciones fiscales. () los
gobiernos nacionales son los que
establecen las reglas y reducen los
riesgos del comercio y la inversin
internacionales (Piven y Cloward,
2002: 23). En consecuencia, tienen
el poder de exi gi r mej ores
condiciones de trabajo, transferencia
de tecnologas, generacin de
conocimientos aplicados al medio
ambiente y a las necesidades locales,
a cambio de las prerrogativas
mencionadas supra; ello podra
aplicarse a potenciar el desarrollo
endgeno, en paralelo al avance de
la empresa transnacional a la
conquista del mercado.
Las necesidades de fuentes
alternativas (y tradicionales) de
energa, extraccin de insumos para
la biotecnologa y la explotacin de
fuentes de agua, generan presiones
al i nt eri or de l as naci ones
latinoamericanas y del Tercer
Mundo por parte de las ETN, por lo
que los gobiernos centrales y locales
deben estar atentos a la posibilidad
de contrarrestar una indeseable
penetracin fornea (y el avance de
sus subsidiarias o asociadas
nacionales) con un proceso
caracterizado de la siguiente forma:
El desarrollo endgeno busca
l a sat i sf acci n de l as
necesi dades bsi cas, l a
participacin de la comunidad,
la proteccin del ambiente y la
localizacin de la comunidad
en un espacio determinado.
Busca que los procesos locales
y globales se complementen.
Su meta es el desarrollo en el
nivel local, de la comunidad,
pero que trascienda hacia
arriba, hacia la economa del
pas, hacia el mundo (MCI,
2004: 4).
Ya que toda regin est sometida
a unos i mpul sos ext er nos
transmitidos por las empresas
transnacionales, que tienden a
incorporarla a una divisin
internacional del trabajo configurada
por los grandes poderes polticos y
econmicos, y afectan el Estado
social de la nacin, la organizacin
productiva y el consumo, resulta
sumamente complicado escapar de
la fuerza econmica, sociocultural
y poltica de las ETN: ellas
conforman el nico y real imperio
del siglo XXI. Est demostrado que
las ETN utilizan a menudo los
espacios territoriales de los pases
en desarrollo como mercados,
acabando por modificar los modos
de vida para facilitar la venta de sus
productos (Reiffers et al., 1982).
Por ello, que las polticas de
desarrollo desde adentro deben
procurar atraer a las grandes
empresas, mediante los mecanismos
de impuestos y reglamentaciones,
hacia el espacio econmico local
que se debe estimular, y no a la
inversa: la situacin en la cual la
ETN ocupa los espacios urbanos y
rurales y propaga patrones de
comportamiento ajustados a su
lgica de acumulacin (Figura 1).
Con respecto al Estado-nacin,
la organizacin del desarrollo
endgeno se enmarca dentro de una
iniciativa de reconstruccin de la
identidad nacional, severamente
golpeada por la globalizacin, ya
que sta persigue separar al Estado
de su base de sustentacin
tradicional: los sectores medios
ur banos , l os t r abaj ador es
organi zados y l os sect ores
capitalistas internos (Castells, 2005).
Al adoptar programas de ajuste
macr oeconmi co de si gno
neoliberal, el Estado fue forzado a
abandonar ese punto de apoyo
mltiple. En la actualidad, a
comienzos del siglo XXI, su
estrategia social y econmica exige
recuperar esa base de sustentacin
y agregar nuevos coincidentes, aun
cuando aquellos que se vieron
beneficiados por el anterior estado
Figura 1
Proceso de reforzamiento de los valores de la globalizacin
Fuente: Elaboracin propia.
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de cosas (partidos polticos
corrompidos junto a burcratas
operadores del clientelismo,
centrales obreras no representativas
y cierta clase capitalista conectada
con el globalismo como importadora
de bienes de lujo) lgicamente, no
se motiven a plegarse a la idea de
formar una nueva identidad ms
nacionalista en lo social, cultural y
poltico.
Y no puede ser catalogado este
intento como de revolucin
socialista, ya que tomando una idea
de Castells (2005), de nuevo el
renovado poder de construccin de
identidades se impone al gran
proyecto histrico del racionalismo
liberal o marxista de superacin de
las identidades. En palabras de Mas
Herrera (2005: 89):
El desarrollo endgeno no es
una ideologa circunscrita a una
doctrina poltica ni a ningn
paradigma poltico especfico.
No se trata de un modelo
comunista, liberal, capitalista,
neomarxista o socialista ()
Por s er un f enmeno
ambivalente, el desarrollo
endgeno como construccin
humana es permeable para
asumir, crear, tomar ideas y
fundamentos diversos de
plataformas polticas dismiles.
Y el funci onami ent o de
desarrollos endgenos puede asistir
a esa reconstruccin de identidades
a partir del instante en que las
e mp r e s a s , c o o p e r a t i v a s ,
trabajadores, ciudadanos y gobiernos
se comprometan con el nuevo
funcionamiento de la economa
local, el cual:
Slo puede explicarse por la
fuerte relacin que se establece
en los distritos entre empresa,
cul t ur a y t er r i t or i o. El
sentimiento de pertenecer a una
comunidad local diferenciada
est tan fuertemente arraigado
que se sobrepone al sentimiento
de clase, lo que altera las
relaciones industriales e
interfiere y limita los
conflictos sociales locales
(Vzquez Barquero, 1999:
40).
Propulsando el crecimiento
econmico y el mejoramiento de
las condiciones de vida de los
hogares, para lo que es esencial
transmitir a travs de la escuela y
los medios de comunicacin
masivos valores como: confianza,
colaboracin, tica, responsabilidad,
arraigo, ahorro, inventiva, propios
del desarrollo endgeno.
3. PARTICULARIZACIN DEL
MODELO DE DESARROLLO
ENDGENO
Para Romero (2002), la idea central
que domina el tema del desarrollo
endgeno bajo el enfoque de la
dimensin territorial en las
estrategias econmicas, es que el
sistema productivo de las ciudades
y las regiones crece y se transforma
utilizando el potencial de desarrollo
existente en el territorio, mediante
las inversiones que realizan las
empresas y los agentes pblicos,
bajo el control creciente de la
comunidad local. En la prctica, el
desarrollo endgeno bajo este
enfoque supone siempre la creacin
de institucionalidad para focalizar
las potencialidades de desarrollo
local, que permitan explotar
espacios de oportunidades a travs
de la activacin de redes de
cooperacin entre varios socios
( empr esas, congl omer ados
territoriales, universidades y centros
de investigacin).
Se deduce de lo anterior que el
desarrollo endgeno puede
enmarcarse dentro de una economa
mixta, como un modelo de
acumulacin donde el sector pblico
intercambia esfuerzos con el sector
privado, ms all de la meta racional
del inversionista de generar
beneficios con rpido retorno; antes
bien, un proceso de desarrollo
endgeno debe buscar un balance
social realmente rendidor para todos
l os i nvol ucrados di rect a e
indirectamente.
Al interior de este proceso deben
ser consideradas las relaciones de
produccin que han de darse entre
las empresas locales y las familias
como poseedoras de la fuerza de
trabajo y de otros factores
product i vos. Para Vzquez
Barquero (1999: 61), dentro de la
teora de desarrollo endgeno uno
de los elementos que explican la
acumulacin en las economas
locales consiste en su capacidad
para utilizar los recursos humanos
con niveles de salarios relativamente
ms bajos:
La existencia de formas de
trabajo flexible (como el trabajo
a domicilio, el trabajo temporal
o el trabajo informal), la
ut i l i zaci n del t r abaj o
femenino, la difusin del
c o o p e r a t i v i s mo y e l
c o mp o r t a mi e n t o n o
reivindicativo de los sindicatos
( con t r abaj ador es muy
integrados en la cultura local)
permiten mantener unos costes
del trabajo relativamente bajos,
lo que hace que la tasa de
beneficio de las empresas
locales pueda situarse a unos
niveles que favorecen los
procesos de acumulacin en el
mbito local.
Esto ltimo debe interpretarse
en el sentido de que la generacin
de excedentes en las localidades
fluye principalmente en el medio
local y regional, a travs de la
constitucin de cooperativas,
empresas familiares y empresas no
constituidas en sociedad donde la
figura del ingreso mixto (aquel
ingreso donde se mezclan sueldos
y utilidades) prevalece y las
pequeas y medianas empresas son
propiedad de familias locales o de
la regin, lo que motiva la
colaboracin, el altruismo y la
solidaridad en aras de generar
beneficios socioeconmicos para
todos los sujetos. De no ser el caso,
slo se dara la acumulacin
capitalista tradicional.
Varios han sido los estudiosos
que han visualizado una serie de
obstculos al modelo. Vzquez
(1999: 47), cita a Amin y Robins
(1990) y Harrison (1994), quienes
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argumentan que el modelo de
desarrollo endgeno no tiene
capacidad para responder a los
cambios sociales e institucionales
del mercado (aquellos que ya se han
aludido). Segn ellos, en un mundo
cuyo modo de desarrollo tiende a
globalizarse y en el que existen
grandes fuerzas que tienden a la
concentracin e integracin, los
sistemas productivos locales
tendran, por tanto, un futuro
limitado.
En este punto debe destacarse
que existe tanto a nivel del mundo
acadmico como en el plano
poltico-ideolgico interno una
diatriba acerca del poder del
desarrollo endgeno como reductor
de la dependencia econmica de los
pases en vas de desarrollo. Existen
quienes tildan al desarrollo
endgeno como una variante de las
r el aci ones capi t al i s t as de
produccin, incapaz de disminuir la
exclusin de las riquezas del pas
que padecen las grandes mayoras
y hasta los que lo califican como un
desaguisado populista producto de
la ideologa revolucionaria criolla
(Garca, 2005), financiado con los
recursos de unos precios del petrleo
en constante aumento.
Vzquez Barquero (2000), uno
de los estudiosos ms importantes
del desarrollo endgeno, enfatiza en
la naturaleza de este proceso:
Las respuestas a los desafos de
la globalizacin son limitadas
y se pueden sintetizar en dos
estrategias bsicas: o se pone
en marcha una estrategia de
desarrollo exgeno y de
atraccin de inversiones
externas, en la que compiten las
ciudades y regiones entre s
(juego de suma cero), o se pone
en marcha una estrategia de
desarrollo econmico local que
cree las condiciones para el
surgimiento de iniciativas
locales e intente una solucin
de los problemas locales (juego
de suma positiva).
Una forma errada de concebir la
globalizacin establece un modelo
contrario al desarrollo endgeno:
persigue la propagacin del modelo
econmico clsico de dejar hacer,
dejar pasar que slo encuentra
viable la acumulacin de excedentes
por el capitalista, dejando una
mnima fraccin del ingreso
nacional a los sectores obreros y
desempleados y procura impedir
que en los procesos polticos de
decisin se tomen en cuenta factores
nacionales y locales que irrumpan
negativamente en los procesos de
internacionalizacin de la economa
del pas (Flores y Maria, 1999).
Desde tres dcadas atrs se
hacen esfuerzos de precisin del
concepto de desarrollo endgeno;
un grupo de reflexin convocado
por la Organizacin de las Naciones
Unidas para la Educacin, la Ciencia
y la Cultura (Unesco) en 1975,
afirmaba que los problemas de la
supervivencia de la humanidad son
indisociables de los del desarrollo,
por tanto: proceder percibir un
ms all del desarrollo econmico,
y b u s c a r u n a s o l u c i n
socioeconmica ptima y global en
beneficio de toda la humanidad
(Reiffers et al., 1982: 36). No cabe
duda, entonces, de que los
elementos culturales, polticos e
histricos que confluyen en un
espacio territorial dado, contribuyen
a l a det ermi naci n de l as
posibilidades de crecimiento
econmico o de desarrollo social
en sentido amplio. As entendido,
el desarrollo endgeno es un
concepto doble: a la vez econmico
y sociocultural.
Siguiendo a Vzquez Barquero
(2005), la conceptualizacin del
desarrollo endgeno surge a
principios de los aos ochenta, como
consecuencia de la confluencia de
dos lneas de investigacin: una que
siguiendo las teoras tradicionales
del desarrollo expuestas hasta los
aos sesenta (como la del gran
i mpul so), propone que l as
economas externas estimulan el
crecimiento de la productividad; y
otra, de carcter emprico, que
incorpora las investigaciones de los
aos setenta y ochenta sobre la
di nmi ca de l os si st emas
productivos locales.
En todo caso, el concepto de
desarrollo endgeno que debe
emplearse implica un doble
significado: es el fruto de una
convergencia entre una concepcin
del desarrollo y una concepcin de
la cultura. Aquella ampliaba su
campo al completar la dimensin
econmica con aspectos sociales y
culturales mientras sta segua un
proceso del mismo tipo y se abra
a las dimensiones socioeconmicas
(Reiffers et al., 1982: 41). Sin
embargo, como bien lo establece la
profesora Mas Herrera (2005: 71),
el desarrollo endgeno no es,
nicamente, una construccin
terica:
Se conci be como una
posibilidad de accin concreta
que busca alcanzar un futuro
previamente establecido para
u n a c o mu n i d a d , c o n
singularidades particulares. Las
teoras intentan orientar y
explicar el fenmeno, pero de
ninguna manera se constituyen
en determinantes para la accin.
Por tanto, el desempeo del
desarrollo endgeno no slo se
ve afectado por la lgica de la
ci enci a econmi ca, si no
tambin por la lgica de otras
dinmicas insertas () en una
determinada colectividad.
An ms all, el concepto de
desarrollo endgeno se refiere no
slo a factores econmicos, sino
que incluye a las instituciones y
mecanismos de regulacin que
caracterizan a cada territorio y
estimulan la utilizacin eficiente de
los recursos propios. Se avanza en
la senda del desarrollo endgeno
cuando la forma de organizacin de
la produccin, los cdigos de
conducta de la poblacin, las
estructuras sociales y familiares, la
cultura y la capacidad de ahorro e
inversin interna de las empresas y
la sociedad local, eventualmente
apoyados por las inversiones
externas pblicas y privadas,
propician una nueva dinmica
CARLOS EZ G. / DESARROLLO ENDGENO Y EMPRESAS TRANSNACIONALES EN LA GLOBALIZACIN / 37-48
43
econmica que incremente la
eficacia de los factores productivos
locales (Vzquez Barquero, 2005),
logrando un mayor bienestar para
las familias y conservando, en la
medida de lo realizable, las
caractersticas del medio ambiente
donde se sustentan las actividades
econmicas y culturales.
Resulta importante discernir un
momento sobre la diferencia entre
crecimiento endgeno y desarrollo
endgeno. El crecimiento endgeno
apunta a una elevacin del indicador
ingreso por habitante por medio de
polticas econmicas que estimulen
la tasa de ahorro interno y
simultneamente incrementen la
productividad total de los factores
(parmetro A), es decir, el nivel de
eficiencia de la economa, aun
cuando es apreciable la dificultad
para comprobar empricamente la
relacin entre polticas especficas
(fiscales, monetarias, comerciales)
y crecimiento (Rosende, 2000).
Aqu, factores antes considerados
exgenos en la determinacin del
crecimiento (como capital humano,
conoci mi ent o, i nformaci n,
investigacin y desarrollo), pasan a
ser considerados como endgenos,
lo cual desde el punto de vista
regional o local, abre un amplio
conjunto de opciones de accin
dirigidas a la promocin del
desarrollo.
El desarrollo endgeno implica
un sistema complejo que a partir de
esas acciones que signifiquen el
punto de partida del crecimiento
endgeno de las regiones, persiga
satisfacer las necesidades y
demandas de una comunidad a
travs de la participacin activa de
esa poblacin local. Como bien
apunta Vzquez Barquero (1999),
no se trata tanto de mejorar la
posicin del sistema productivo local
en la divisin internacional o
nacional del trabajo como de lograr
el bienestar econmico, social y
cultural de la comunidad local en
su conjunto. La estrategia de
desarrollo se propone, adems de
desarrollar los aspectos productivos
(agrarios, industriales, de servicios),
potenciar tambin las dimensiones
sociales y culturales que afectan al
bienestar de la sociedad, lo cual
conduce a diferentes senderos de
desarrollo.
De tal manera que el desarrollo
endgeno, dentro de las presiones
globalizadoras (uniformadoras) de
la economa internacional, juega un
papel dinamizador del sistema
econmico, buscando convertirse
en el substituto del modelo
capitalista exgeno aplicado en los
pases del Tercer Mundo. En
palabras de Utria (2004: 2), queda
sentada la naturaleza de un modelo
alternativo que podra ser el del
desar r ol l o endgeno que
actualmente intenta fomentarse en
Venezuela y varias naciones
subdesarrolladas y an en algunas
partes del mundo industrializado:
No pocos acadmicos y
polticos estn convencidos de
que pueden acondicionar y
aconductar el modelo
socioeconmico y poltico de
la globalizacin mediante
aj ust es y r ef or mas
sectoriales sin modificar o
sustituir el sistema, que es el
capitalista. No obstante, la
experiencia latinoamericana
ensea con creces que esto no
es posible y que todos estos
intentos resultan cosmticos y
fugaces. La solucin de fondo
es el surgimiento de un nuevo
s i s t e ma e c onmi c o y
sociopoltico esencialmente
humanista comprometido en la
bsqueda del bien comn, la
equi dad y el desarrol l o
sostenido de la sociedad y la
economa y el progreso material
y espiritual de toda la sociedad.
Para ello, sin embargo, los
planificadores del desarrollo
nacional deben tener muy en claro
que la intencin del proceso de
transnacionalizacin, es incorporar
los sistemas productivos nacionales
a un sistema econmico mundial en
el cual las ETN encuentran su
espaci o de reproducci n y
pot enci aci n del excedent e
econmico. Este proceso de
asi mi l aci n de l as fuerzas
productivas locales persigue
imponer una divisin internacional
del trabajo que arrastra como
cuadriga un conjunto de valores
forneos propulsores de un
consumismo que motoriza la
obtencin de utilidades por la ETN.
As, las ETN se convierten en el
elemento constitutivo central del
sistema mundial, debindose a ellas
los principales impulsos externos
que afectan al estado social de una
nacin (Reiffers et al., 1982).
Respecto al consumismo,
Martnez Gonzlez-Tablas (2000),
llama la atencin sobre el hecho de
que la globalizacin comporta
informacin, formas de vida ms
sofi st i cadas, propuest as de
referentes culturales, ideolgicos y
de valores que arrastran un efecto
imitacin tanto entre individuos
afines como dismiles, con efectos
deformadores que pueden llegar a
perversos. El Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) (1998: 65) llama la
atencin sobre el hecho de que:
Las presiones del gasto
competitivo y del aumento del
nivel social del consumo se
mantienen, con tendencias
inquietantes que sealan que el
consumo de bienes de lujo
aumenta ms rpidamente que
el consumo de bi enes
necesarios, y el poder social
del consumo l l eva a l a
exclusin ms bien que a la
inclusin.
Este es uno de los desafos ms
s er i os pr ocedent es de l a
globalizacin que enfrenta el
desarrollo endgeno y da por
entendido que los procesos de
desarrollo endgeno se hacen
difciles de iniciar y mantener sin
un esfuerzo de solidificacin y
propagaci n de l os val ores
culturales y del conocimiento que
poseen las instituciones culturales,
soci al es y econmi cas que
desempean sus actividades a nivel
de las regiones y en el territorio
CARLOS EZ G. / DESARROLLO ENDGENO Y EMPRESAS TRANSNACIONALES EN LA GLOBALIZACIN / 37-48
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nacional.
4. OP ORT U N I D AD ES D E
I NTERCAMBI O DENTRO DEL
PROCESO DE GLOBALIZACIN
Debe hacerse notar que el
gobierno venezolano ha venido
fomentando una serie de programas
y proyectos con el objetivo de que
en el mediano plazo alcancen a
incrementar el desarrollo de las
localidades, algunos de ellos son los
llamados ncleos de desarrollo
endgeno, de l os que se
desenvuelven en el estado Zulia 24
de esos ncleos, los cuales cuentan
con Bs. 15 millardos para su
financiamiento por la Corporacin
para el Desarrollo del estado Zulia
(Corpozulia)ms Bs.19 millardos
por parte de la Corporacin
Venezolana del Petrleo. En total
Bs. 34 millardos en el ao 2005
[US$ 16.037.700] (Gutirrez, 2005).
Algunos de ellos pueden
si gni fi car oport uni dades de
intervencin para determinadas
ETN, sobre todo en aquellos
municipios petroleros o de amplias
potencialidades agropecuarias, por
lo que tal posibilidad debe ser
adaptada a las necesidades de los
sistemas productivos locales a travs
de est rat egi as que generen
intercambio de tecnologas, de
capital humano y otras que aporten
externalidades positivas a la
comunidad, como la construccin
de infraestructura urbana y vas de
penetracin hacia las zonas agrcolas
o aportes a la construccin de
escuelas a cambio de exoneraciones
de i mpuest os muni ci pal es.
En este orden de ideas, Martnez
Gonzlez-Tablas (2000: 175), cita
el World Investment Report de la
Organizacin de las Naciones
Unidas para el Comercio y el
De s a r r o l l o ( UNC TAD)
correspondiente a 1998 que las
grandes empresas han tratadode
incrementar su flexibilidad y
deapalancar sus inversiones en I+D
a travs de acuerdos conotras
e m p r e s a s . ( . . . ) U n a d e
lasmanifestacionesdeestaevolucin
es la tendencia a que los acuerdos
predominantes sean de intercambio
y no de mera cesin de tecnologa.
De manera que las localidades
deben apoyarse en las universidades
estatales, las empresas pblicas e
institutos de investigacin del
Estado para ofrecer productos de
innovacin y avances tecnolgicos
a ser aplicados por las empresas
forneas en centros de produccin
locales o de similares caractersticas
en otras reas de penetracin, a
cambio de la transferencia de
tecnologas aplicadas a sectores
claves dentro de las regiones.
Por ejemplo, en visita a una
cooperativa agrcola de la subregin
zuliana de Perij se constat que el
principal nudo crtico que enfrenta
la iniciativa de desarrollo endgeno
radica en las posibilidades de
produccin dentro del pas de bienes
de capital (procesadoras, plantas
industriales) de alto nivel de eficacia
y productividad, que permitan
incrementar el valor agregado de
cada ncleo de desarrollo endgeno.
Dado esto, la solucin puede
consistir en invitar a la empresa
fornea (en este caso puntual
ubicada en Brasil), a compartir su
di seo t ecnol gi co con l os
investigadores nacionales a cambio
de la generacin de similares
maquinarias adaptables a ambas
regiones, y que no represente un
mayor costo adicional. Esto
involucrara a las universidades,
institutos tecnolgicos y empresas
privadas, a los ministerios de las
reas implicadas y al Estado
venezolano como ente sobre el cual
descanse la mayor parte del
financiamiento a este tipo de
investigacin y desarrollo de
tecnologas (I+D) (Figura 2).
Tal complejo de interacciones
motivadas por el objetivo de
desarrollar cultural y socio-
econmicamente las localidades
puede ser formalmente establecido
por medio de los Sistemas
Locales de Innovacin. Mori-
Koening y Yoguel (1998), definen
un sistema local de innovacin
como una agr upaci n de
i nst i t uci ones di st i nt as que
contribuyen de manera individual
y conjunta al desarrollo y difusin
de tecnologas. Estos sistemas
persiguen crear condiciones para el
desarrollo productivo basndose en
el conocimiento y la inteligencia,
teniendo entre sus actores a las
empresas que conforman la
estructura econmica de una regin,
las universidades, el gobierno local,
el mercado laboral, la comunidad,
l o s e mp r e n d e d o r e s , l a
infraestructura y las fuentes de
financiamiento (Salas, Aguilar y
Susunaga, 2005).
Esto conduce a la necesidad de
impulsar en la regin de Zulia y en
las dems del pas los sistemas
regionales de innovacin, puesto
Figura 2
Actores de la produccin endgena
Fuente: Elaboracin propia.
CARLOS EZ G. / DESARROLLO ENDGENO Y EMPRESAS TRANSNACIONALES EN LA GLOBALIZACIN / 37-48
45
que los actores mencionados estn
presentes pero tiene que formalizarse
una estrecha vinculacin entre ellos
en el marco de la Ley Orgnica de
Ciencia, Tecnologa e Innovacin.
Tambin debe agregarse a las ETN
que se desenvuelven en el sistema
econmico local, por lo antes
comentado en el sentido de que estas
transnacionales estn interesadas en
la generacin de nuevos procesos
tecnolgicos y de bienes de capital
con ml t i pl es apl i caci ones
espaciales. La actuacin del Estado
no se limitara a formular polticas
e implantarlas de manera vertical
sino a promover la participacin de
todos en la construccin conjunta
de polticas dirigidas hacia la funcin
cientfica, siempre promoviendo la
participacin del sector privado en
el financiamiento y desarrollo de las
actividades de ciencia y tecnologa
necesarias para ingresar en la
sociedad del conocimiento con
criterios de equidad social (Lafuente
y Genatios, 2005).
Vzquez Barquero (1999), al
comentar las caractersticas de las
redes hace mencin a que stas
pueden darse entre empresas, y entre
empresas y otros actores, cuyo
contenido puede referirse a bienes
mat er i al es, i nf or maci n o
tecnologa. Segn sus apreciaciones,
el contexto en el que se genera el
emprendi mi ent o permi t e al
empresario local (la mayor parte de
ellos microempresarios), fortalecer
sus relaciones con el entorno externo
(eventualmente, global), debido,
entre otras razones, a que el contexto
local le proporciona los recursos y
las relaciones necesarias para el
desarrollo de la produccin. Adems,
reduce el grado de incertidumbre
que caracteriza a la actividad
empresarial y proporciona a los
empresarios y gestores la autoestima
que necesitan para tomar los riesgos
que llevan consigo los proyectos.
De manera que los emprendimientos
locales pueden aprovechar en su
intercambio con las ETN las
experiencias de mercadeo, de
desarrollo de servicios y de mtodos
de rendicin de cuentas que stas
han perfeccionado.
5. EXPERI ENCI AS I NTERNA-
CIONALES DE DESARROLLO
ENDGENO ASIMILABLES EN
VENEZUELA
An, cuando cada territorio
nacional presenta caractersticas de
todo tipo que pueden favorecer o
desestimar el proceso de desarrollo
endgeno, y que cada regin puede
diferenciarse en tal sentido de otras
pertenecientes al mismo pas o a
aquellas ubicadas ms all de la
frontera con un pas vecino, resulta
interesante mencionar ciertas
iniciativas que podran extrapolarse
a nuestras comunidades. Ello es as
puesto que, en medio de la
expansin del capitalismo, pueden
existir sistemas econmicos
di s t i ngui bl es en es paci os
determinados con sus propios
valores e instituciones que no se
amol dan al papel que l a
globalizacin y las ETN les tiene
reservado. Ms all de que
respondan en grandes rasgos al
sistema econmico capitalista,
concomitantemente puedan estar
tambin presentes variables y
r el aci ones pr oveni ent es o
determinadas por otros espacios; es
decir, aceptando la posibilidad de
intersecciones entre distintos niveles
sistmicos: local, regional, estatal,
mundial (Martnez Gonzlez-
Tablas, 1999).
Uno de estos sistemas es el
representado por los distritos
industriales (redes de empresas),
los cuales tienen un carcter
estratgico en la mejora de la
productividad de los sistemas
econmicos locales. Ellos surgieron
en Europa como un grupo de
pequeas empresas que se
especializaban en la produccin de
un mismo tipo de bien utilizando
tecnologas y diseos que se haban
introducido, poco a poco, en el
sistema productivo local como
consecuencia de los buenos
resultados de su comercializacin,
las empresas vendan en los
me r c a d o s n a c i o n a l e s e
internacionales y la red de empresas
localizadas en pequeas ciudades
se enraizaba en la cultura y tradicin
artesana de la localidad (Vzquez,
1999).
Es t as agr upaci ones de
empresas, est n dedi cadas
preferentemente a una actividad
manufact urera det ermi nada,
localizadas en una zona geogrfica
rel at i vament e pequea, que
producen para los mismos mercados
finales y que comparten un conjunto
de valores y conocimientos, creando
as un entorno cultural especfico.
En las regiones italianas de Toscana
y Emilia Romagna conforman un
importante ncleo de desarrollo
endgeno y se pueden encontrar
fenmenos similares en Jutlandia
Occidental (Dinamarca), el Valls
Or i ent al ( Es paa) , Baden
Wurttenberg (Alemania) e incluso
en Norteamrica y Japn; aunque
fuera de Italia estas experiencias
se sitan ms bien a nivel de
regiones que de reas pequeas muy
delimitadas (Farinelli, 1999).
Los ncleos de desarrollo
endgenos que se han instalado en
Venezuela en los ltimos meses
persiguen este ejemplo de los
originarios distritos industriales, por
lo que los sistemas locales de
innovacin deben asesorarlos en la
bsqueda de mercados ms amplios
o en la introduccin de nuevas
f or mas de pr oducci n y
comercializacin.
Los centros de desarrollo
empresarial (CDE), constituyen una
forma concreta de impulsar la
actividad productiva de las pequeas
y medianas empresas a nivel de las
ciudades. Tal es el caso del CDE de
Antioquia (Colombia), cuya
finalidad es la de incentivar a los
emprendedores a capacitarse, y
di nami zar un mer cado de
consultoras y servicios de carcter
no financiero para las pequeas
empresas que antes no exista.
Actualmente, hay ms de 400
empresas vinculadas y alrededor de
unos 150 consultores locales
integrando diferentes equipos de
trabajo que realizan visitas de
promocin y, posteriormente,
CARLOS EZ G. / DESARROLLO ENDGENO Y EMPRESAS TRANSNACIONALES EN LA GLOBALIZACIN / 37-48
46
estudios de situacin para conocer
cules son los sntomas y problemas
que tienen las empresas. El
empresario elige quin realizar el
trabajo de acuerdo al currculo y la
experiencia.
Un aspecto muy importante en
esta etapa de intermediacin es el
valor agregado que le da el centro
al trabajo de consultora. El CDE
de Antioquia hace un seguimiento
cotidiano de todas y cada una de las
actuaciones de los consultores y de
los compromisos que hay entre ellos
y l as empresas. Todas l as
instituciones participantes han
aprendido de este proceso. Tanto el
sector acadmico, como el sector
productivo, el sector pblico y el
Banco Interamericano de Desarrollo
(responsable por parte de los fondos
indispensables para motorizar este
trabajo), han capitalizado esta
experiencia de integracin para el
desarrollo productivo local (Barriga,
1999).
Esta experiencia es digna de
seguirse en las pequeas y medianas
ciudades como elemento reductor
del desempleo de profesionales
cualificados y generador de valor
agregado en el sector de servicios,
pudiendo extender sus asesoras a
las empresas forneas que deseen
conocer algunos mercados ms
pequeos pero con niveles de
ingreso per cpita superiores al
promedio nacional.
Muchas otras experiencias
latinoamericanas innovadoras y
propulsoras del desarrollo desde
adentro podran analizarse, ms por
razones de espacio y por poseer
caractersticas que se podran
reproducir en Venezuela o en el
Estado Zulia, slo se mencionan la
Corporacin de Fomento de la
Produccin de Chile, la Central
Apcola de Treinta y Tres (Uruguay),
(Elgue, 1999). El ncleo endgeno
del Eje Muscar, en el Estado
Monagas donde 12 cooperativas
organizadas generan 15.600 empleos
directos mediante la explotacin
agrcola (maz, hortalizas, bamb y
otros), pecuaria e industrial (planta
pr oces ador a de al i ment os
concent rados y una pl ant a
beneficiadora de pollos en un corto
plazo) (Herrera, 2005), es un
ejemplo de que los modelos de
aprovechamiento sustentable y
sostenible de recursos reportan
beneficios de toda ndole a los
municipios.
6. CONCLUSIONES
Los modelos de desarrollo
endgeno r equi er en de l a
participacin de todos los actores
soci al es y econmi cos que
desempean su actividad en un
espacio local determinado. Las
opciones por las que pueden
participar los productores, los
gobiernos, los desempleados,
cooperativas, consumidores y hasta
las empresas transnacionales son
diversas, sin embargo, para
mantener e incrementar el valor
agregado de la produccin es
esenci al l a gener aci n de
tecnologas vernculas pero que,
simultneamente, puedan adaptarse
a distintos entornos ambientales y
culturales, ya que slo as puede
darse el salto adelante del desarrollo
endgeno: una situacin objetivo
en la cual las localidades y regiones
superan el estrecho mercado local
y exportan sus productos a clientes
ubicados en las regiones adyacentes,
a los centros urbanos ms grandes
del pas o a hacia el mercado
internacional.
La generacin de I+D y el
posterior intercambio de tecnologas
ha de descansar en el financiamiento
estatal a las inversiones en capital
humano que sean capaces de
proponer nuevas formas de producir
bienes y de generar servicios que
preserven l a bi odi versi dad,
conserven el medio ambiente y
protejan los grupos humanos
excluidos tradicionalmente, al
mismo tiempo que aprovechen los
todava ingentes recursos naturales
en funcin de crear riqueza y un
excedente econmico que pueda ser
mej or di st ri bui do ent re l os
habitantes de las localidades y del
pas. El Estado, adems de prestar
a poyo f i na nc i e r o a l os
microemprendimientos enmarcado
en la Ley de Ciencia y Tecnologa,
deben definir las polticas que guen
la mancomunidad de esfuerzos para
impulsar las iniciativas de desarrollo
endgeno.
Ms all del desafo que
representa la ETN por su manera
de explotar los recursos y de
estimular el consumo individual de
bienes suntuarios, puede convertirse
en un factor dinamizador del
desarrollo interno desde el momento
en que se regule su actividad
extractiva y se creen condiciones
para acoplar sus prcticas al
desarrollo sostenible, estipulando
impuestos y transferencias dirigidos
a compartir sus utilidades con las
zonas donde l abor an. La
presentacin de un balance social
por estas corporaciones y su
discusin en foros comunales como
l os Cons ej os Local es de
Planificacin Pblica constituira
un adelanto en la direccin de lograr
acuerdos con estas empresas
extranjeras que beneficien a las
comuni dades y su ent orno.
El papel de las comunidades
organi zadas es i gual ment e
primordial para avanzar hacia el
des ar r ol l o i nt egr al ; como
supervisores de la gestin pblica
(funcin que hoy les consagra la
constitucin de la Repblica
Bolivariana de Venezuela), pueden
extender la contralora social hacia
las empresas locales, las ETN, los
bancos, las universidades y todas
las fuerzas productivas involucradas
en el desarrollo sustentable. La
transmisin de los valores propios
del desarrollo endgeno es una
funcin ineludible no slo al Estado
a travs de las escuelas y sus medios
de difusin masiva, sino de las
propias comunidades que deben
asumir que este proceso deriva en
su beneficio.
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E-mail:
caag33@hotmail.com
Fecha de Recepcin:
2 de febrero de 2006.
Fecha de Aprobacin:
28 de abril de 2006.

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