La instalación "Sin título" de Luis Camnitzer para la Documenta 11 presenta un espacio que recrea una celda de prisión, generando tensión entre lo visual y lo sonoro. Camnitzer busca que la obra se aleje de lo referencial para que el público pueda comprenderla sin necesidad de contexto previo. A través de elementos como el ventilador y el sonido de banderas flameando en un espacio delimitado, la obra plantea una reflexión sobre el encierro y la cárcel.
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La instalación "Sin título" de Luis Camnitzer para la Documenta 11 presenta un espacio que recrea una celda de prisión, generando tensión entre lo visual y lo sonoro. Camnitzer busca que la obra se aleje de lo referencial para que el público pueda comprenderla sin necesidad de contexto previo. A través de elementos como el ventilador y el sonido de banderas flameando en un espacio delimitado, la obra plantea una reflexión sobre el encierro y la cárcel.
La instalación "Sin título" de Luis Camnitzer para la Documenta 11 presenta un espacio que recrea una celda de prisión, generando tensión entre lo visual y lo sonoro. Camnitzer busca que la obra se aleje de lo referencial para que el público pueda comprenderla sin necesidad de contexto previo. A través de elementos como el ventilador y el sonido de banderas flameando en un espacio delimitado, la obra plantea una reflexión sobre el encierro y la cárcel.
La instalación "Sin título" de Luis Camnitzer para la Documenta 11 presenta un espacio que recrea una celda de prisión, generando tensión entre lo visual y lo sonoro. Camnitzer busca que la obra se aleje de lo referencial para que el público pueda comprenderla sin necesidad de contexto previo. A través de elementos como el ventilador y el sonido de banderas flameando en un espacio delimitado, la obra plantea una reflexión sobre el encierro y la cárcel.
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Anlisis semitico de una obra de cruce
por Carolina Amaro
Obra: Sin ttulo 2001-2002 por Luis Camnitzer. Instalacin para la Documenta 11 Kassel, 2002.
Camnitzer, Luis. Sin ttulo, 2001-2002. Instalacin, 2a sala. Luis Camnitzer fue convocado para la Documenta 11 de Kassel por los curadores, quienes le pidieron que presentara Serie de la tortura uruguaya de 1983, como obra histrica, adems de una obra nueva. Esta instalacin constituy la nueva obra del artista, que segua en la Documenta a la primera obra convocada. Una descripcin objetiva de la obra sera la siguiente: Pese al ventilador, y el sonido del flamear de banderas, el aire de la sala parece no circular: la toalla cubierta de cemento permanece inmvil. Mientras que desde esta perspectiva la imagen que se ve en la puerta es un cielo con nubes, sta se transforma en una pared de concreto desde otro ngulo 1
Si bien no podemos apreciarlo en la imagen ni existen registros audiovisuales de la obra, sabemos que un recurso clave de esta instalacin es el sonido. Teniendo en cuenta esto, podemos decir que se trata de una obra de cruce de
1 Anon., 2002. Luis Camnitzer, s.l.: s.n lenguajes en donde se articulan el lenguaje visual y el sonoro. Si bien se trata de una instalacin materialmente casi minimalista, el sonido de flamear de banderas aporta una informacin perceptiva que cambia la lgica de lo visual. Analizar en profundidad esta relacin ms adelante, pero podramos decir que introduce uno de los ejes de tensin en la obra, que se percibe constantemente en base a contradicciones y dicotomas, dadas por el permanente cambio de foco que realizamos como espectadores en los dos lenguajes expresivos que utiliza. Para adentrarnos en el marco enunciativo, es necesario destacar la labor de Luis Camnitzer y su trayectoria como artista, docente, crtico y curador de arte. Nacido en Alemania en 1937, emigr con sus padres a Uruguay a los 14 meses. Vive en Nueva York desde 1964 y es actualmente Profesor Emrito de la Universidad del Estado de Nueva York. Nos encontramos frente a un artista internacional que ha hecho las veces de historiador y crtico de arte, pedagogo, polemista, comisario de exposiciones, editor, entre otras cosas. Respaldado por una trayectoria de ms de cinco dcadas y con una obra muy prolfera, no ha dejado nunca de intentar crear obras abiertas en las que incluye el humor, la irona y tambin la reflexin filosfica, lo revolucionario, el escepticismo y lo pedaggico. Es un artista que no ha dejado nunca de lado la reflexin sobre el arte mismo y sus funciones, oscilaciones, tensiones y compromisos del artista latinoamericano en el contexto internacional. Camnitzer nos invita constantemente a entender las obras del arte latinoamericano como eventos contaminados de realidad, donde se ponga nfasis en el dinamismo del contexto, promoviendo as una relacin de intercambio constante con el exterior. Segn l mismo, le interesa la efectividad de la obra como desencadenador de procesos 2 y el arte como una forma de comunicar y dejar entrever esos procesos, que responden a instancias de crisis o que requieren una ruptura. l utiliza estos conceptos para desarrollar un arte que se centra muchas veces en el despojo de recursos plsticos o visuales, pero se aleja del arte conceptual hegemnico en tanto
2 Camnitzer, L., 2013. Luis Camnitzer: Ya no basta con hacer cuadritos [Entrevista] (14 Mayo 2013) este despojo no constituye una mero planteamiento formal, sino la marca de un proceso creativo consecuente con su postura ideolgica, para el que utiliza los mecanismos que cree ms eficientes. Esta obra presentada en la Documenta estuvo dirigida en su contexto original a los asistentes de la bienal, en general personas que asistieron al lugar sabiendo que se encontraban en una exposicin artstica. Este pblico tiene la particularidad de ser un pblico internacional, habituales consumidores o espectadores de arte, inscriptos en el contexto hegemnico que representa este evento, con una trayectoria por s mismo. Pero en sus obras Camnitzer pretende salirse de la necesidad de lo referencial para que el pblico logre abordarlas con facilidad y no necesite de referentes previos para comprenderlas. Es as que nos encontramos con una obra que no requiere demasiadas competencias lingsticas y paralingsticas, ni tampoco competencias culturales precisas. Podemos sealar, en esta clasificacin de competencias segn Kerbrat-Orechioni (1986), que la competencia ideolgica en cierta medida se hace necesaria en tanto el artista parece hablarnos desde una postura sobre el encierro y la crcel, que el espectador puede comenzar a percibir desde la exposicin en la sala anterior de Serie de la tortura uruguaya. Camnitzer se decide por la instalacin para concretar esta obra que se le encarga para la Documenta 11. Las instalaciones como intervenciones en el espacio han sido uno de los ejes del arte contemporneo. Este tipo de obra permite una relacin de temporalidad que se vincula ms bien con la instalacin de un espacio real/actual que, como apunta Moraza (1995:9), inscribe a la obra en la virtualidad al pasar al plano de la contemplacin expandida. Estas morfologas efmeras y transitables, fueron tomadas por el arte conceptual como una forma idnea para sus planteamientos artsticos. Aqu nos hallamos ante una obra que es una instalacin y de carcter conceptual, pero un conceptualismo ligado a lo latinoamericano, que se aleja del arte conceptual estadounidense. ste ltimo funcion ms que nada como un proceso de depuracin formal y que termin constituyendo un estilo, a partir de que en la dcada de los 60 los artistas comenzaron a preocuparse por el lenguaje dentro de las artes visuales, la idea y la definicin de arte. El conceptualismo en Latinoamrica se adentr ms que nada en la devaluacin del objeto, desplazando el inters en la materialidad del objeto artstico a los conceptos y procesos de la obra, para generar estrategias comunicativas. Es as que podemos hablar de un conceptualismo poltico- ideolgico. Segn el propio Camnitzer a la periferia no le importaba las cuestiones estilsticas, por lo tanto, produjo estrategias conceptualistas que subrayaban la comunicacin 3
El enunciado en el discurso de esta obra habla de un espacio de confinamiento o reclusin recreando una situacin virtual de celda-prisin. Camnitzer presenta un espacio congelado, transitable, con diferentes calidades de un espacio reclusivo. La enunciacin comienza con un espacio de introduccin interpretativa, en la primera sala, a travs de la muestra de fotos relacionadas con la tortura en un rgimen totalitario y contina con la puesta en acto de otras operaciones que ayudan a dilucidar el sentido. Percibir la organizacin del espacio constituye uno de estos mecanismos de abordaje interpretativo. La ubicacin del ventilador en un rincn, la toalla arriba, la abertura al frente, delimita un espacio para ser recorrido. La disposicin de los elementos visuales tiene una relacin triangular como elementos compositivos de inters que son perceptibles a travs de la visin (ventilador, toalla, recuadro de cielo). Existe un espacio auditivo, que provoca determinadas sensaciones en el espectador y se relaciona de una manera antittica con lo visual. El espacio sensorial est dado por la sonoridad y por el recorrido, tanto visual como espacial del espectador dentro de los lmites de la obra. Por su carcter de instalacin, la obra presenta un espacio fctico, que permite un recorrido actual cada vez y un espacio virtual, en tanto propone una relacin visual y corporal con un espacio-otro (Schultz 1988). Segn Schultz, la
3 Camnitzer, L., 2008. Didctica de la liberacin. Arte conceptualista latinoamericano. Montevideo: Casa editorial HUM, CCE y CCEBA instalacin implica por parte del artista de un acto de fundacin, que comienza en la mirada investigadora de quien se propone fundar un hbitat en un espacio 4
Otro de los elementos propios de la instalacin, que juega un rol importante en la obra, es el manejo de la temporalidad. Como introduca anteriormente, el sonido y el movimiento del ventilador le otorgan una dimensin temporal confusa a la obra. El carcter dectico que deriva del recorrido actual que puede hacer el espectador se diluye en la confrontacin de un sonido que no corresponde o corresponde slo en parte con lo que se est viendo. Me interesa particularmente el abordaje de la semitica social de Eliseo Vern para continuar con el anlisis de la obra. Este autor seala la importancia de las condiciones en donde se producen y recepcionan los discursos sociales, en tanto establecen determinaciones que definen las restricciones en su generacin o presentacin (Vern 1993, 127). Para Vern, un corpus discursivo no puede ser analizado en s mismo sino en relacin a estas condiciones previas y posteriores al objeto o discurso. Del mismo modo, estos productos de anlisis no estn ni dentro ni fuera del discurso, sino que son parte de ellos. Estas producciones de sentido son infinitas y se vuelven unas sobre otras cada vez. Las condiciones de produccin de esta obra en particular, tienen que ver con caractersticas propias del tipo de obra que suele crear Camnitzer. Cabe presumir que est esbozando un llamado a la reflexin sobre un espacio particular que l dispone y determina a travs de los elementos que instala. Como seala Vern (1993:138), entre las condiciones productivas de un discurso hay siempre otros discursos, y en este caso se deja entrever el discurso sobre la dictadura y la represin, que ya vena introducido con la otra muestra. Asimismo podramos hablar de un discurso previo del artista respecto a su postura frente al arte. La semiosis social le otorga importancia al contexto en estas instancias productivas o generadoras del discurso. El hecho de que sepamos cmo aborda Luis Camnitzer los temas que proponen sus obras no puede hacerse a un lado. Por lo tanto, ante la posibilidad de presentar una obra
4 Schultz, Margarita. 1988. Presentacin. Revista Heterongnesis. [En lnea] julio de 1988. http://www.heterogenesis.com/Heterogenesis-2/Textos/hcas/h24/Presentacion.html. en un evento artstico importante como es la Documenta, seguramente nos est hablando desde su instalacin de algo ms que un espacio de confinamiento casi literal. Nos est mostrando de manera potica las prisiones no fsicas con las que convivimos a diario y, por qu no, evidenciando en un evento artstico la prisin del artista en tanto evasin de las convenciones, de las rupturas, los estereotipos y la presin ante la originalidad. Siguiendo con la propuesta de Vern, este anlisis de las condiciones de produccin establece las reglas de una gramtica discursiva que comporta una funcin social ideolgica (Vern 1993, 135). Pero esta descripcin de lo ideolgico como modo de organizar las ideas (e incluso otros discursos previos no contemplados en este trabajo) no garantizan que ese contenido ideolgico sea el mismo en la instancia de recepcin, ya que un mismo discurso puede producir efectos diferentes en contextos histricos diferentes () un mismo discurso puede tener efectos diferentes en diferentes "zonas" de una sociedad 5 . En cuanto a las condiciones de reconocimiento de la obra, podemos hablar de la materialidad de la obra en tanto presenta elementos cotidianos y reconocibles por la mayora de los espectadores pero descontextualizados y yuxtapuestos de manera aparentemente ilgica en un espacio transitable. Sin embargo una de las condiciones de recepcin ms importante, que tambin est ligada a las condiciones de produccin, es el rol de la Documenta en el arte contemporneo. Surgida en 1955, comenz con el objetivo de acercar el arte a la gente, y en ese entonces albergaba el trabajo de artistas fuera del circuito hegemnico, el arte degenerado, que hoy se considera moderno. Actualmente funciona como una de las principales exhibiciones de arte contemporneo que conserva el cariz inclusivo de artistas por fuera del canon hegemnico, con nfasis en la produccin crtica y curatorial. Especialmente la Documenta 11, en que se inscribe esta obra, se busc una crtica al post- colonialismo, que dio como resultado la participacin de muchos artistas de la periferia.
5 Vern, E., 1993. Semiosis social. Fragmentos de una teora de la discursividad. Barcelona: Gedisa editorial, pg 137 Esta gramtica de recepcin se inscribe en una funcin social de poder (Vern 1993, 135-136) en tanto el texto (la obra) est participando de este fenmeno del mundo del arte. Camnitzer habla del poder que se adquiere cuantas ms veces se expone, y cmo ese poder le otorga mayor visibilidad a la obra y a la vez ms poder, que el artista busca utilizar para llegar a ms gente con lo que tiene para decir. 6 Tambin podemos analizar la funcin del poder en tanto se utiliza un contexto expositivo con una fuerte carga ideolgica, para establecer cuestionamientos sobre el mismo, al plantear una reflexin acerca de las imaginarias prisiones del artista. Para Vern, la instancia del discurso propiamente dicho opera desde la funcin social de lectura y aquellas operaciones de asignacin de sentido que establecen una relacin confusa entre las condiciones de produccin y las propiedades significantes del objeto o discurso, son llamadas marcas (Vern 1993, 135-137). Podramos reconocer estas marcas como sintagmas en trminos de Barthes (2003:289). La toalla con cemento, el ventilador en movimiento, la abertura o puerta que muestra el cielo. Tambin podramos designar sintagma al rincn, utilizado como recurso compositivo que modifica cualitativamente el espacio. Son marcas ya que por s mismas no guardan una relacin directa aparente con las condiciones de produccin antes mencionadas. En cambio, cuando se establece claramente esta relacin entre condiciones de produccin y generacin de sentido, Vern habla de huellas en la superficie discursiva. Estas huellas podramos entenderlas, nuevamente en trminos barthesianos, como paradigmas. Es as que de acuerdo con el anlisis anterior sobre la produccin del discurso, la obra dialoga con el paradigma de la prisin (real o metafrica) y con la tensin que generan los mecanismos de evasin de esa realidad de encierro. Hasta aqu he establecido diferentes bsquedas de sentido a travs el anlisis del contexto de produccin y exposicin de esta obra de Camnitzer, pero para adentrarme en el sentido de la obra en tanto materialidad plstica, me parece pertinente el abordaje de la semitica tensiva. Es entonces necesario
6 Camnitzer, L., 2002. Luis Camnitzer: Entrevista, detalles [Entrevista] (7 junio 2002). dinmico sonido recuadro de cielo instalacin ventilador toalla encierro/celda esttico no dinmico no esttico determinar una categora semntica que ponga en tensin los mltiples sentidos que propone la obra (Pietroforte 2011).
A partir de este esquema greimassiano podemos ver algunas relaciones de tensin que operan en funcin de la categora semntica dinmico/esttico. Tomando la divisin que hace Hjemslev ente el plano de la expresin y el plano del contenido, podemos analizar estas tensiones a partir de las diferentes informaciones sensoriales. En el plano expresivo de lo visual, percibimos el ventilador realizando lo dinmico y la toalla con cemento realizando el trmino esttico. Estos dos objetos interactan entre s generando una nueva tensin ya que la toalla que cuelga de una cuerda no responde a la relacin obvia de causa-efecto que esperamos percibir. De este modo aparece una desarticulacin del topoi (Vilches 1984, 38) que tenemos asociado a la relacin del viento con el movimiento de una tela. Es difcil seguir el anlisis propuesto por Pietroforte (2011) de la tonicidad por esta contradiccin en las relaciones de causa-efecto, que le aporta a la obra un sentido de espacio ilusorio y tramposo. La expresividad sonora realiza claramente el trmino dinmico, mientras que en el plano del contenido la referencialidad a las banderas flameando traslucen un sentido de libertad. Si en la expresividad visual aparece una desarticulacin del topoi, percibimos esa relacin de verdad doxa a travs del sonido: se ve el ventilador en funcionamiento y se escuchan banderas flameando. Nuevamente esta tensin conduce hacia un sentido potico del espacio transitable de la instalacin como lugar de simulacro. Estas operaciones de sentido provocan una sensacin comn que podemos asociar con la sinestesia (Parret 1995). Existe una comunicacin confusa entre los datos de los diferentes sentidos, al establecerse una transposicin de lo que el espectador percibe a travs de sus distintas competencias sensoriales. Escucha lo que no ve, ve lo que no siente. Estas situaciones de percepcin, confusas y contradictorias, pueden dar lugar a una nueva categora semntica: realidad/alucinacin. El espacio de la instalacin propone un lugar de confinamiento o prisin a travs de estas relaciones tensionales entre los objetos. El rincn y la delimitacin de la instalacin as como la materialidad de los objetos evidencian lo real, mientras que la sinestesia generada por las contradicciones en los universos perceptivos pone de manifiesto un mbito de alucinacin, que se refuerza por la construccin en un mundo-otro en el plano visual a travs de la abertura al cielo. Segn la categora semntica anterior, en el plano de la expresin realiza tanto el trmino dinmico como esttico, ya que si bien es una imagen fija, su visibilidad vara segn el punto de vista. En el plano del contenido, esta imagen dialoga tensivamente en esta categora de realidad/alucinacin en tanto el cielo puede funcionar como una abstraccin simblica de libertad. El sonido de las banderas movidas por el aire refuerza esta idea ilusoria de libertad. Camnitzer pretende desconectar al espectador de las relaciones lgicas entre sus diversas competencias perceptivas. Propone la reflexin acerca de un lugar metafrico con caractersticas reclusivas y una ilusin de escape a esta condicin. El artista habla de la prisin fsica, especialmente del prisionero poltico que alucina para tratar de escapar y falla 7 y plantea esta falla tambin en el universo de, por ejemplo, el artista que falla al alucinar con querer interpretar el arte, dentro de la prisin que le imponen las convenciones sociales. Deja el discurso abierto no slo a interpretaciones sino a la resolucin de un conflicto con el que el espectador debe enfrentarse perceptiva e interpretativamente.
7 Camnitzer, L., 2002. Luis Camnitzer: Entrevista, detalles [Interview] (7 junio 2002). A la prisin de carcter metafrico pueden asignrsele diferentes sentidos segn qu sea para cada quin una instancia de reclusin o crcel, pero siempre poniendo nfasis en lo contradictorio, confuso o tramposo que resulta este estado de prisin, con la inminencia de fallar constantemente a los intentos de escape.
Bibliografa Barthes, Roland. 2003. La imaginacin del signo. En Ensayos crticos. Buenos Aires: Seix Barral. Camnitzer, Luis. 2008. Didctica de la liberacin. Arte conceptualista latinoamericano. Montevideo: Casa editorial HUM, CCE y CCEBA. Camnitzer, Luis, entrevista de Gerhard Haupt y Pat Binder. 2002. Luis Camnitzer: Entrevista, detalles (7 de junio). ltimo acceso: julio de 2014. http://universes-in-universe.de/car/documenta/11/bhf/s-camnitzer-2.htm. Camnitzer, Luis, entrevista de Rodrigo Alarcn L. 2013. Luis Camnitzer: Ya no basta con hacer cuadritos (14 de Mayo). http://radio.uchile.cl/2013/05/14/luis-camnitzer-ya-no-basta-con-hacer-cuadritos. 2002. Documenta 11 - Luis Camnitzer. http://universes-in- universe.de/car/documenta/11/bhf/s-camnitzer-zoom2.htm. Kerbrat-Orecchioni, Catherine. 1986. La enunciacin: De la subjetividad en el lenguaje. Buenos Aires: Edicial Moraza, J.L., 1995.Otra territorialidad (instalaciones, asentamientos, demarcaciones, espacios). Parret, Herman. 1995. De las semitica a la esttica. Enunciacin, sensacin, pasiones. Buenos Aires: Edicial. Pietroforte, Antonio Vicente. 2011. Anlise do texto visual. A construcao da imagem. San Pablo: Editora Contexto. Schultz, Margarita. 1988. Presentacin. Revista Heterongnesis. julio. ltimo acceso: julio de 2014. http://www.heterogenesis.com/Heterogenesis- 2/Textos/hcas/h24/Presentacion.html. Vern, Eliseo. 1993. Semiosis social. Fragmentos de una teora de la discursividad. Barcelona: Gedisa editorial. Vilches, Lorenzo. 1984. La lectura de la imagen. Prensa, cine y televisin. Buenos Aires: Paids.