Este documento discute la relatividad sociocultural de la sexualidad y los roles de género. Explica que las nociones de masculinidad y feminidad varían ampliamente entre culturas. Algunas culturas diferencian claramente los roles de hombres y mujeres, mientras que otras no establecen tales diferencias o incluso invierten los roles tradicionales. También señala que los patrones de conducta sexual considerados "naturales" dependen completamente del contexto sociocultural particular.
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Este documento discute la relatividad sociocultural de la sexualidad y los roles de género. Explica que las nociones de masculinidad y feminidad varían ampliamente entre culturas. Algunas culturas diferencian claramente los roles de hombres y mujeres, mientras que otras no establecen tales diferencias o incluso invierten los roles tradicionales. También señala que los patrones de conducta sexual considerados "naturales" dependen completamente del contexto sociocultural particular.
Este documento discute la relatividad sociocultural de la sexualidad y los roles de género. Explica que las nociones de masculinidad y feminidad varían ampliamente entre culturas. Algunas culturas diferencian claramente los roles de hombres y mujeres, mientras que otras no establecen tales diferencias o incluso invierten los roles tradicionales. También señala que los patrones de conducta sexual considerados "naturales" dependen completamente del contexto sociocultural particular.
Este documento discute la relatividad sociocultural de la sexualidad y los roles de género. Explica que las nociones de masculinidad y feminidad varían ampliamente entre culturas. Algunas culturas diferencian claramente los roles de hombres y mujeres, mientras que otras no establecen tales diferencias o incluso invierten los roles tradicionales. También señala que los patrones de conducta sexual considerados "naturales" dependen completamente del contexto sociocultural particular.
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RELATIVIDAD SOCIOCULTURAL DE LA SEXUALIDAD
Si, al estilo periodstico, preguntamos
al hombre de la calle, incluidos muchos de nuestros ms sobresalientes hombres de negocios, lderes polticos,. religiosos, cul es la conducta sexual natural o norma en el hombre, podemos esperar, sin riesgo de equivocarnos, una respuesta segura, clara, delimitada por patrones propios de su cultura y errada. Cul es el comportamiento propio de un hombre o de una mujer, cul la conducta sexual acorde con una supuesta ley natural! "a decencia y la ra#$n son interrogantes aparentemente %ciles de contestar para el hombre que desconoce la antropologa de la sexualidad, gracias a los esquemas mentales y emocionales en los que el proceso de sociali#aci$n encasilla a los individuos de una cultura determinada. & los hombres colombianos, por ejemplo, les parece lo ms natural del mundo besar a su padre, a los estadounidenses, en cambio, les parece un acto homosexual poco natural. 'odo individuo, al nacer, empie#a a ser moldeado por la cultura a trav(s de la %amilia. "a cultura es el conjunto de valores, actitudes y normas de conducta vigentes en una sociedad, transmitidas a trav(s de la educaci$n %amiliar y social. &l individuo se le in%unden creencias no s$lo religiosas y polticas, ,sino tambi(n sociales, acerca de lo que es adecuado en el comportamiento y lo que es decente, moral, propio del hombre, ,propio de una mujer, de un padre, ,de un je%e, de un hijo, etc. )l proceso por el cual un individuo adquiere las pautas de conducta aprobadas pro el grupo cultural se llama sociali#aci$n sexual o adquisici$n de las pautas de conducta sexual y de conducta masculino o %emenina, de acuerdo con los patrones aceptados y aprobados por el grupo o su grupo cultural al que pertenece. *n resultado natural de la sociali#aci$n es el etnocentrismos, o sea, el estar centrado en la propia cultura, la tendencia a creer con +rme#a que la conducta propia de su cultura es la buena, la correcta, la decente, la normal o natural y que, el patr$n de otras culturas obedece a que son raros, malos, degenerados, ,etc. )l etnocentrismo es el %ruto de la sociali#aci$n y de la ignorancia acerca de otras culturas. 'oda sociedad tiene como autode%ensa de su cultura, instituciones que mantienen y de+enden sus valores etnoc(ntricos, entre ellos se destacan el gobierno, las instituciones polticas, la religi$n y la iglesia, la escuela y la educaci$n %ormal. DIFERENCIAS CULTURALES EN LA SOCIALIZACIN Papel masculino y el emenino *no de los papales trascendentales de la sexualidad son los conceptos de masculinidad y %eminidad que condicional el modo de actuar, pensar y sentir de un individuo. &mamos y pensamos como hombre o como mujer seg,n el patr$n establecido. "a creencia popular es que el macho es macho, o sea, que el papel masculino, el modo de ser hombre es un patr$n ,nico. )ste es un concepto aut(nticamente etnoc(ntrico. "a antropologa, o el estudio comparativo de las culturas, demuestra claramente que el que es macho lo es a su manera, o sea, ,de acuerdo con el patr$n de su cultura y con cierto margen de amplitud para las di%erencias individuales. -sicamente podemos distinguir cuatro maneras de ser hombre o de ser mujer. "a primera distinci$n %undamental consiste en di%erenciar o no los papeles sexuales. &lgunas culturas di%erencian, como rasgos muy de+nidos, los papeles del hombre y la mujer no s$lo en cuanto a su conducta sexual %sica, sino en cuanto a su conducta social. *n ejemplo es nuestra cultura occidental, donde se concibe al hombre como relativamente agresivo, rudo, emprendedor y libre, mientras que a la mujer se le asigna un papel de sumisi$n, suavidad y pasividad. )l hombre santandereano de Colombia, seg,n .uti(rre# de /ineda 012345, se caracteri#a precisamente por la exageraci$n de los rasgos que implican rude#a, despreocupaci$n y agresividad. )l porte de armas es parte de su imagen varonil desde la temprana adolescencia6 tambi(n lo es el descuido en el vestir y la brusquedad y desenvoltura propia de sus ademanes. 7e su lenguaje est ausente el elogio y la adulaci$n 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. 1=11 y, en cambio, %orma parte los vocablos %uertes, las expresiones %rancas y directas. /or otra parte, su hombra se mide por su capacidad de inhibir los sentimientos, no expresa con demasiada e%usi$n ni p,blicamente sus angustias, penas, miedos, a%ectos. 7ebe expresar ms bien orgullo por los suyos, sobriedad y dominio en lo sexual y a%ectivo, tiene entera libertad para expresar la c$lera, la incon%ormidad, el reto. )s muy posible que esta imagen se haya atenuado en la ,ltima d(cada, especialmente en los sectores urbanos, pero de todas maneras ha sido un patr$n masculino sobresaliente. 7entro de las subculturas occidentales encontramos algunas di%erencias, pues algunas culturas, como la hispana, exageran algunos de los rasgos di%erenciales, mientras que otras tienden, particularmente en la era moderna, a minimi#arlas. 'al es el caso de las culturas anglosajonas. "a imagen de %eminidad tambi(n vara de acuerdo con las culturas. &s tenemos que entre los hispanos se considera a las mujeres estadounidenses como poco %emeninas, al tiempo que ellos consideran a nuestras mujeres de poca personalidad )n otras palabras, todas las mujeres son %emeninas, pero cada una de acuerdo con el patr$n de su cultura que parece extra>o a los otros. Sirva para ilustrar esto, otro ejemplo? entre los deportistas estadounidenses es com,n %elicitar al jugador que anota un punto con una palmada en la nalga, cosa que parece poco masculina, marica, a los ojos de los hispanos6 mientras entre nosotros se besan los %utbolistas triun%antes, cosa que parece queer 0una mariconada5 a los de norte. Curiosamente, para nuestro modo de pensar, hay otras culturas que di%erencian los papeles sexuales, pero invirti(ndolos seg,n nuestro modo de ver las cosas. "os Chambuli, de @ueva .uinea, del sexo %emenino son independientes, dominantes y con una personalidad estilo hombre de negocios mientras que los del sexo masculino son irresponsables, emocionalmente dependientes y sin papel de autoridad suprema en el hogar. )n 'aganga, Colombia, un pueblo de 4AA habitantes mesti#os pescadores, &licia de 8eichel 08eichelB 7ormatoC, 12D45 observaba en 12E2 que los siguientes rasgos masculinos y %emeninos eran inversos en relaci$n con la mayora de la cultura colombiana? 7e lo hombres se espera colaboraci$n, cohesi$n, generosidad, absoluto control de tendencias agresivas, honrade# y ecuanimidad %rente a todas las situaciones6 de las mujeres, en cambio, se espera agresividad y competencia, emotividad y celos, avaricia y murmuraci$n, egosmo y %alta de honrade#. /or otro lado, entre los indios Fogi de la Sierra @evada de Santa Garta, es al hombre a quien le compete tejer la mochila para transportar al reci(n nacido a la ceremonia religiosa de puri+caci$n en el ro. ;tras culturas moldean los sexos sin di%erenciarlos. )n tales casos la gente tiene un modo de ser, a secas, no un modo de ser masculino o %emenino. "os &rapeah, tambi(n de @ueva .uinea, ilustran muy bien este tipo de cultura. &ll, tanto el hombre como la mujer son suaves, cooperadores, nada agresivos y en asuntos del amor ninguno se considera seductor, sino arrastrado, elegido. "os padres advierten ms a los hijos hombres que a las hijas acerca de los peligros de dejarse hacer el amor. Seg,n nuestro molde ambos seran %emeninos. "a %alta de di%erenciaci$n del papel sexual puede contradecir nuestros patrones de otro modo? haciendo tanto al hombre como a la mujer rudos, agresivos, sexy, %altos de ternura, mutuamente descon+ados. 'al es el caso de los Gundugumor, vecinos de las culturas arriba mencionadas que seg,n nuestro esquema seran muy masculinos, tanto hombre como mujeres. )n el siguiente cuadro podemos resumir estos cuatro conceptos de masculinidad y %eminidad? 1. Se!os "ie#encia"os 1.1. Hombres? agresivos, emprendedores, independientes. Gujeres? sumisas, suaves, pasivas, a%ectuosas. 1.I. Hombres? dependientes, emocionalmente sumisos, sin autoridad. Gujeres? dominantes, impersonales, ejecutivas. I. Se!os no "ie#encia"os I.1. Hombre y mujer suaves, cooperadores, no agresivos. I.I. Gujer y hombre agresivos, rudos, violentos, no a%ectivos. 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. I=11 "os conceptos de masculinidad y %eminidad son relativos, en su totalidad, y en detalles de la conducta. /or ejemplo, muchos pueblos han considerado la belle#a como atributo exclusivo de la mujer6 sin embargo, (sta no es una norma universal. Hay culturas donde al hombre se le atribuye de modo casi exclusivo este rasgo. /or ejemplo, entre los habitantes de -aha ;riental, en una isla de la Gelancia, se considera que el hombre debe preocuparse por la belle#a ms que la mujer y se estima particularmente la cabellera del hombre, que se presta para ciertos peinados. &s pues, s$lo los hombres pueden usar Jores en el cabello y bandas per%umadas. )n la mayora de los pueblos naturales el hombre se engalana y adorna mucho ms que la mujer, llegando en algunas culturas a depilarse las cejas, las pesta>as y la barbilla o el bigote. "a cosm(tica est con %recuencia ms al servicio del hombre que de la mujer. )n nuestro concepto de masculinidad se incluye la creencia de que el hombre es ms sensual, de que tiene por naturale#a mayores necesidades sexuales y, por consiguiente, de que debe tener mayores libertades, hasta el punto de que no se castigan sus in+delidades. )sta actitud contrasta con la de los moradores de las islas -isogas, en @ueva .uinea, quienes consideran que la mujer puede tener sus libertades sexuales antes y despu(s del matrimonio, mientras que el adulterio en los hombres es inconcebible. "a autoridad y las lneas de parentesco son atribuidas en nuestra cultura patriarcal al hombre, como lo atestiguan nuestros apellidos. )n las sociedades matriarcales, como en las islas 'robrian, la mujer posee toda la autoridad %amiliar y s$lo a ella se atribuye el parentesco con el hijo6 la mayora de los ni>os crecen sin autoridad masculina debido al papel n+mo del padre de la %amilia. Situaci$n similar se da entre los Chorotis del .ran Choc$ en &m(rica del Sur. $ise!ualismo )n muchas culturas se considera como nota esencial de los papeles sexuales la exclusividad en las relaciones sexuales con el otro sexo. Sin embargo, hay culturas que prescriben o aprueban el bisexualismo o las relaciones coitales con ambos sexos. :arios pueblos naturales la consideran necesaria o aceptable como conducta simultnea o precedente de la heterosexual para todos los miembros del sexo masculino. "os -ataK, de Sumatra, prescriben la relaci$n homosexual entre muchachos y j$venes. "as relaciones se dan siempre entre parejas y no en grupo, pero pueden ser observadas, pues se dan en la casa de los muchachos a donde se traslada a vivir el p,ber. "as parejas homosexuales pueden cambiar de compa>eros en relaciones sucesivas temporales. "a relaci$n heterosexual, por el contrario, est enmarcada dentro de una gran rigide#. Se exige la virginidad absoluta, perderla es motivo de suicidio. @o se admiten relaciones extramaritales, ni divorcio. )n @ueva .uinea, los GarindB&min hombres y mujeres viven separados incluso despu(s del matrimonio. )n la casa de los hombres se acepta la masturbaci$n mutua y las relaciones homosexuales. )n contraposici$n a los -ataK, las relaciones heterosexuales se dan entre j$venes y solteros. "a nueva esposa debe copular con los amigos de su esposo antes de iniciar la copulaci$n con su amado. )ste sexo en grupo secuencial se da tambi(n en otras circunstancias, y las relaciones extramaritales son patrocinadas por el esposo para su mujer, aunque no se toleran relaciones secretas. )stas culturas prescriben la bisexualidad para los hombres, pero no para las mujeres y en ellas no se da la homosexualidad exclusiva. )n otras culturas de Gelanesia, bastante lejana geogr+camente de las anteriores, los ni>os viven desnudos hasta la pubertad y se les permiten los juegos sexuales en los primeros a>os. Sin embardo, desde los cuatro a>os de edad se di%erencia notoriamente la educaci$n de los ni>os de la de las ni>as. "os varones pueden dedicarse a las actividades bruscas en el aire libre, tocarse los genitales mutuamente, sin tocar los de las mujeres, etc.6 mientras que las ni>as deben permanecer al lado de su madre. ) n esta cultura hay un verdadero tab, que consiste en no tocar a personas del sexo opuesto, y se mantiene una separaci$n total de los sexos. .eneralmente no existen relaciones heterosexuales prematrimoniales, pero en cambio se estimula la masturbaci$n y se aceptan las relaciones homosexuales entre j$venes o entre adultos y j$venes. /or consiguiente, tambi(n se da el bisexualismo sin que se cono#ca el homosexualismo exclusivo. 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. L=11 Ac%i%u" con #espec%o a la se!uali"a" en ni&os y '()enes )l proceso de sociali#aci$n es de particular importancia en la in%ancia. 7urante este perodo se moldean los patrones de conducta y las actitudes que ms tarde sern di%ciles de alterar. "a conducta sexual de los adultos y sus actitudes, a%ectan el modo en que se educa sexualmente a los ni>os. /ara algunas sociedades resulta enteramente natural aceptar el hecho de que los ni>os tienen intereses sexuales y derecho a conocer su propia sexualidad y el uso que los adultos hacen de la genitalidad. /ara otras culturas es corrupci$n toda actitud permisiva, en cuanto a los intereses y curiosidad sexual de los ni>os y les niegan todo derecho a in%ormarse y satis%acerse sexualmente en el grado de sus necesidades. )n este sentido se pueden clasi+car las culturas como restrictivas, semi restrictivas y permisivas. )l grado de civili#aci$n o tecnologa de una cultura no est directamente relacionado con sus actitudes acerca de la sexualidad. "os ejemplos que encontramos en la escala de restricci$nBpermisividad ilustran muy bien este hecho. 7entro de las sociedades altamente restrictivas encontramos a los indios jbaros del )cuador, entre los cuales se prohben las relaciones ntimas entre ni>os y ni>as hasta pasada la ceremonia de iniciaci$n. 'ambi(n encontramos en este grupo a nuestra cultura occidental, en la cual se prohbe a los ni>os a toda acci$n sexual, se les amena#a con el in+erno y otros castigos en este mundo. &lgunas sociedades, como los :edda de Ceyln, llevan a extremos su actitud restrictiva, pues no permiten que un hombre hable con una mujer soltera, y si es sorprendido en el acto puede ser atacado por los %amiliares de la mujer. "os FMoma, de @ueva .uinea, no permiten que los ni>os se toquen, y si observan que un ni>o tiene el pene erecto se lo golpean con un palo. "os ni>os Fogi, en la Sierra @evada de Santa Garta, son %uertemente reprimidos en lo sexual, llegndoseles a in%undir verdadero recha#o hacia los genitales del sexo contrario. 7esde los primeros das se tratan con sumo cuidado los genitales de los ni>os y cuando estn ms grandecitos se les amena#a con que un animal se los va a comer si estn desnudos. &dems se les reprime toda mani%estaci$n sexual y la masturbaci$n es severamente castigada6 se exige a las ni>as que no miren a los hombres, porque ellos tienen pene, y a los ni>os se les in%unde desde muy peque>os la idea de que su %alo puede ser cortado con una cuchilla que hay dentro de la vagina de las ni>as. 7e los 3 a 1I a>os se vigila a,n ms la sexualidad de los ni>os y, son separados para dormir, por sexos. /or otro lado, se les deja en completa ignorancia acerca de la vida sexual de los adultos, la cual se practica %uera de la casa y en horas de la noche. 7entro de las sociedades semi restrictivas, las hay que toleran las promiscuidad, siempre y cuando se mantenga en secreto. &lgunos grupos de sociedades occidentales contemporneas se mueven hacia una actitud semi restrictiva, tal es el caso de los universitarios. en algunos aspectos particulares, &lemania ;ccidental es ilustrativa. &ll por ejemplo, se ha generali#ado la costumbre de ba>arse en las mismas playas, %amilias nudistas con %amilias que usan traje de ba>o, aceptando las pre%erencias de los otros sin separaciones o distinciones arbitrarias.
7entro de las sociedades permisivas encontramos tambi(n sociedades no contaminadas 0primitivas5 y sociedades modernas occidentales. /or ejemplo, entre los indios Hopi, de Colorado, y los Siriono, de -olivia, es %recuente que los padres masturben a sus ni>os6 los "epcha, de la 9ndia, creen que para que las ni>as maduren deben tener coitos, as que la masturbaci$n mutual y el juego sexual con remedo de coitos, es tolerado entre los ni>os. )sta no es la ,nica cultura con este tipo de tolerancia6 los trobianjeses de Gelanesia permiten hasta la estimulaci$n orogenital entre ni>os del sexo opuesto y del mismo sexo. )n el complejo negroide de la costa del pac+co colombiano, el orgullo y el (n%asis de la masculinidad se centran en los genitales. )l hombre vale por su condici$n %lica, sin que a ellas se asocien responsabilidades paternas o conyugales. 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. E=11 "a cultura se interesa mucho en los genitales masculinos y en despertar la sexualidad del var$n desde la in%ancia. Gadres y ni>eras contentan a los ni>os besndoles, acaricindoles y hasta estimulando oralmente los genitales. )n la adolescencia y en la pubertad se estimula la masturbaci$n como re%or#ante de la virilidad. "os ni>os aloreses se masturban libremente, los /ilag, de &rgentina, no tienen ning,n tab, contra el remedo de la actividad sexual de los adultos por parte de los ni>os, y se acepta la masturbaci$n p,blica entre ni>os y entre ni>as. Suecia es un caso especial de permisividad sexual en la cultura occidental contempornea. "a in%ormaci$n sexual se da en las escuelas, desde le Knder, y es %recuente ver campa>as p,blicas con a+ches, en televisi$n, etc., para que los j$venes usen condones en las relaciones sexuales premaritales, las cuales son ampliamente aceptadas. Concep%os "e )e#*+en,a y "e p#i)aci"a" Nu( es lo que debe producir vergOen#a en un hombre culto o civili#ado. )sta pregunta, para la cual hay respuestas muy %ciles desde el punto de vista etnoc(ntrico, necesariamente debe contestarse con un carcter de relatividad a la cultura. Contestada s, ser %cil responder otra cuesti$n muy importante? )s la vergOen#a acerca de los $rganos sexuales o de la actividad sexual algo natural e instintivo en el hombre! /or las descripciones siguientes, se ver que la respuesta ms apropiada es que la vergOen#a o pudor se aprende. )n la sociedad occidental, y particularmente en la latinoamericana, se considera que la sexualidad es un asunto absolutamente privado y se tacha de inmoralidad, indecente, etc., a quien haga mani%estaci$n p,blica de su sexualidad. Curiosamente, la inmoralidad, indecencia o las reacciones de vergOen#a estn condicionadas al sitio o circunstancia accidentales. )l biKini no es indecente en la playa, pero s en el parque. )s vergon#oso jugar %,tbol en pantaloncillos, pero no en pantaloneta cuya di%erencia a veces no es visible. )n nuestra sociedad nos e tolerara y sera motivo de escndalo, tener una relaci$n sexual delante de otras personas. )ntre los nativos de Pormosa, en cambio, se hace la relaci$n sexual al aire libre, siempre y cuando no hay ni>os presentes. )n 'aganga, Colombia, las relaciones sexuales se tienen muchas veces en el patio de la casa, a la vista de ni>os y adultos, sin ning,n sentido de vergOen#a. )n -aha ;riental, en la Gelanesia, es com,n tener coitos y masturbaciones delante de otras personas, sin causar conmoci$n alguna en los posibles espectadores. )l cuerpo y particularmente los genitales, que son motivo de vergOen#a en nuestra sociedad, son naturalmente vistos y utili#ados en otras sociedades. /or ejemplo, entre los "use y los 'iKopua, es costumbre que las mujeres inviten a los hombres al coito exponiendo sus $rganos genitales cuando lo deseen. )n la mayora de los pueblos a%ricanos la casa carece de habitaciones separadas y los ni>os, desde muy temprano, conocen las intimidades conyugales, de modo que no andan preguntando con ansiedad como los ni>os occidentales. "as gentes de &smat y &nyu, en @ueva .uinea, no solamente no usan ning,n cubrimiento en sus genitales, sino que, adems, utili#an la presentaci$n del pene erecto en circunstancias de especial excitaci$n social, como despedir a amigos %orasteros, dar una bienvenida o en casos de incendio o tempestades, etc,6 tambi(n se da esta misma exhibici$n %ormali#ada en algunas dan#as rituales, junto con actos de masturbaci$n, movimientos p(lvicos, etc. )ntre algunos indios sudamericanos, como los del Choc$, hombres, mujeres y ni>os duermen desnudos no s$lo en una misma habitaci$n, incluso debajo de una sola manta. )n esto no se di%erencian de los esquimales. Cuentan algunos veteranos de la guerra de Corea que los ni>os de algunas aldeas al ser descubiertos desnudos por los soldados occidentales, corran presurosos a vestirseQ de la cintura para arriba y volvan. )n /olinesia no existen las palabras obsceno, indecente, re%erente al sexo, pues esto no es considerado motivo de vergOen#a ya que all se considera que el amor sexual es la %uer#a de la vida y la esencia de la existencia. Guchos pueblos naturales reali#an dan#as er$ticas al desnudo, en las que simulan el coito o tocan con sus $rganos sexuales a su rey como un honor muy especial, o se inician orgas %estivas. )n el .(nesis, IEBI, &braham ordena jurar a su sirviente ms antiguo, 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. R=11 colocndole una mano sobre los genitales, tal como hoy se hace sobre el libro de los evangelios entre los cristianos. )n la sociedad colombiana empie#a a aceptarse que personas del mismo sexo permane#can desnudas en sitios comunes como ba>os turcos, desvestideros, etc.6 pero hacerlo delante de personas del otro sexo es imposible6 apenas se permite en el matrimonio y a duras penas en la relaci$n sexual de un modo restrictivo. /or eso no es extra>o que un colombiano cat$lico en los ba>os sauna de )stocolmo sienta una extra>a inclinaci$n a esconderse detrs de las cortinas, cuando se encuentra con las empleadas o masajistas. Si un latinoamericano visita a una %amilia en Pinlandia puede pensar que all las %amilias son degeneradas, pues no tienen pudor de recibir a la visita, todos los miembros de la %amilia, desnudos en el ba>o sauna, que no %alta en la mayora de los hogares. )n el &ma#onas, algunas mujeres de ciertos grupos (tnicos se consideran desnudas si no se adornan con un collar de dientes o huesos, pero no si estn ,nicamente con esta prenda. Sin embargo, en las islas ;Ma 8aha y ;Ma 8iKi, del archipi(lago de Salom$n, no se permite, por indecente, que los esposos se cojan de la mano, se dediquen mutuas sonrisas o se miren a%ectuosamente en p,blico. /ara un estadounidense resulta motivo para sonrojarse ver a un perro y una perra ejecutando un coito delante de un grupo %amiliar, mientras lo mismo resulta ino%ensivo para gentes de cultura rural hispana. /ara estadounidenses e hispanos, sin embargo, resulta vergon#osa la costumbre de las madres +lipinas de contentar a los ni>os llorones tocndoles los genitales. "a vergOen#a no est necesariamente relacionada con la sexualidad de modo pre%erente6 los -aKaris, del Gato .rosso, re+eren la vergOen#a al acto de comer6 hay que esconderse detrs de las matas para hacerlo y si uno encuentra a alguien comiendo debe desviar la vista y disculparse, si es el caso6 tal como hacemos nosotros con actos re%erentes a la sexualidad o a la evacuaci$n. 'ampoco tiene que ver la moralidad con el uso del vestido. )l estudio de las tribus a%ricanas permite observar que su moralidad disminuye en la medida en que usan ms ropas. &lgo de semejante puede observarse en los indios del .ran Choc$. "as muchachas que siguen la costumbre de su pueblo de mantener el busto al descubierto, no se entregan a los blancos, en cambio, aquellas que aprendieron la decencia europea cubri(ndose el pecho, son todas prostitutas. Co#%e'o o *alan%eo "a atracci$n de los sexos y los m(todos para ganarse un compa>ero sexual son un elemento decisivo en la conducta sexual. "as caractersticas que hacen a una mujer u hombre atractivo para los miembros del otro sexo son relativos a la cultura y no universales. /or ejemplo, mientras en la sociedad occidental contempornea la mujer delgada y con ciertas proporciones, 2AB3AB2A, es la ms atractiva, en la mayora de las culturas, incluyendo la 9ndia moderna, pre+eren a la mujer regordeta, como lo hi#o nuestra cultura en otras (pocas. /ara los sirionos de -olivia son especialmente atractivas las mujeres gordas con buena cantidad de grasa. /ara muchas culturas, el color y la %orma de los ojos es un %actor determinante de la belle#a de la mujer, pero en otras se da ms importancia a la con%ormaci$n de las orejas. "a mujer caderona es pre%erida por la mayora de las culturas, pero hay excepciones como SaKut de Siberia. "a %orma de los senos har a la mujer ms o menos atractiva, seg,n la sociedad donde se encuentran, pues se consideran como elemento de belle#a y atracci$n sexual desde los peque>os y puntudos hasta los grandes y colgantes. "os m(todos para atraer al compa>ero sexual y para expresar esa atracci$n varan enormemente de sociedad en sociedad. )ntre nosotros, la mujer trata de atraer mostrando sus atributos sexuales a trav(s de la ropa y los adornos, pero no atraera al hombre para una relaci$n si mostrara sus genitales abiertamente, o al menos atraera como prostituta, no como novia o esposa decente. )ntre los habitantes de las islas 'robriand se suele atraer al compa>ero sexual con ara>a#os, mordiscos, golpes e incluso heridas. "a m,sica y el canto en %orma de serenata, que tanto usan los colombianos y mexicanos como modo de atraer sexualmente o expresar cari>o y admiraci$n son desconocidos en otros pases de cultura hispana, como Chile y, por supuesto, en culturas anglosajonas. *n 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. 3=11 mismo regalo puede resultar positivamente signi+cativo o insultante seg,n la sociedad donde se haga. )s el caso de los cal#oncillos con cora#ones estampados, que normalmente regalan las novias norteamericanas a sus amados en el da de los novios y que en nuestro medio sera inconcebible. "a proposici$n verbal de coito de mujer a hombre o de hombre a mujer no se usa en nuestra cultura, sin de una manera muy velada e indirecta, aunque a veces muy bien entendida, por las partes interesadas. )n cambio, entre los "epcha, por ejemplo, la mujer lo solicita directa y llanamente. Sirva este ejemplo para ver qu( considera una cultura como apropiado en cuanto a la iniciativa. /ara algunas culturas las insinuaciones y propuestas corresponden al hombre, en otras a la mujer y no %altan los grupos en que se acepta que sean indistintamente de parte de cualquier individuo no importa su sexo. )n T%rica ;ccidental la iniciativa de pedir la mano corresponde a las muchachas, y pobre del hombre que reh,se la mano de ms de una mujer, ya no se casar nadie con (l. )ntre los guajiros colombianos se considera impropio de la mujer tomar la iniciativa sexual, excepto en el caso de las dan#as, en donde a un hombre se le considera obligado a tener relaciones sexuales con la mujer que llegare a tumbarlo de una #ancadilla. )ntre los .ur,, en Fenya, en la noche de bodas la mujer trata, por medio de magias y de su resistencia, lograr que el hombre sea impotente para ponerlo a prueba. "a novia se resiste a la penetraci$n. "os amigos del joven novio, por su parte, le ayudan a (ste a lograr la posici$n adecuada para e%ectuar la penetraci$n. "os hermanos de la novia, o los amigos del novio, pueden observar el coito hasta asegurarse de que se ha logrado. Gotivo de orgullo para una novia es resistir el mximo de das la penetraci$n por parte del esposo. )l hombre, por su parte, se enorgullece si logra vencer la resistencia y hace llorar a la mujer. )n la .uajira colombiana, el proceso para lograr una compa>era de matrimonio implica, prcticamente, la compra de la novia con ganado, dinero y joyas. )ntre los Fogi y los 'uKanos occidentales de Colombia, la compra de la novia se convierte en un matrimonio por servicios, pues el hombre debe trabajar en casa de los suegros por tiempo indeterminado. Fo#mas "e uni(n "as %ormas de uni$n o matrimonio presentan variedades muy interesantes. )l matrimonio que algunos grupos hippies propiciaron en los a>os setenta, consiste en la agrupaci$n de parejas que conviven en comunas y hacen intercambio de parejas para la relaci$n sexual, lo que en realidad no es una innovaci$n en la historia humana. "os Faingang del -rasil y algunos otros grupos australianos ya haban instituido el matrimonio de varios hombres con varias mujeres. "a poliandria o uni$n de una mujer con varios hombres, no es un sistema extra>o a todas la culturas. /or ejemplo, entre los 'oda de la 9ndia se permite que la mujer tenga varios esposos y amantes y, por consiguiente, se desconoce el concepto de adulterio. Situaci$n similar se da en la poblaci$n mesti#a de &tnque#, en la Sierra @evada de Santa Garta, Colombia. ;tra %orma de poliandria es el concubinato que se da en algunas #onas de Colombia, distanciadas pero con la caracterstica com,n de ser grandes propiedades. )n estos casos se acepta como una gran distinci$n el doble concubinato al aceptar todos que la mujer mantenga una relaci$n extramarital con el patr$n o con su hijo, etc. "a poliginia o el matrimonio de un hombre con varias mujeres es com,n en los pases rabes y lo %ue en algunos grupos religiosos de )stados *nidos. )n el Choc$, una regi$n de Colombia, es tambi(n una %orma corriente de uni$n, con la particularidad de que las mujeres en algunas ocasiones son las que trabajan para sostener al hombre. )n la .uajira colombiana es bastante %recuente la poliginia sorotal. )n las poblaciones indgenas colombianas existe una poliginia que est reservada al shaman, al curandero y similares. )n muchos casos la poliginia es sororal, o heredada por el hermano del di%undo o alg,n amigo especial. Con %recuencia, la primera mujer tiene la mayor jerarqua y poder de mando. )jemplos de esto lo encontramos entre los /anares, los /iaroas, los .uahibos y los Gotilones, grupos indgenas colombianos de poca aculturaci$n. 'ambi(n se encuentra la poliginia entre las clases populares del complejo negroide de las 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. D=11 costas colombianas. .eneralmente no supera a las dos mujeres y siempre se mantiene igualdad entre ellas. "a poliginia6 en estos ,ltimos grupos, constituye un importante %actor demostrativo de la masculinidad genital del hombre. Se destaca en estos grupos la convivencia no s$lo pac+ca, sino solidaria y amistosa de las mujeres que comparten el mismo var$n y las mismas pertenencias. "a monogamia, el tipo de uni$n sexual legal en toda la cultura occidental, se da de di%erentes maneras. /or una parte est la monogamia exclusivista perpetua, te$ricamente al menos, propia de nuestra cultura, en donde se pretende, y muchas veces se cumple, que un hombre y una mujer se unan de por vida en uni$n marital legal. Se pretende que esta uni$n debe perdura no importa cul sea su costo social. )xiste otra %orma de monogamia exclusiva, pero no perpetua, que permite la sucesi$n de matrimonios dentro de ciertas circunstancias. )ste tipo de uni$n que presupone la existencia jurdica o de pacto, es la ms com,n en las sociedades occidentales contemporneas. "a monogamia no exclusivista se da entre los esquimales, quienes prestan su esposa al hu(sped o intercambian esposas corrientemente. 7e las 14R sociedades estudiadas por Pord y -each 012D5, solamente I2, o sea el 1AU, son monogmicas. )n algunas sociedades la uni$n sexual es sumamente inestable. )s el caso de /olinesia, donde se desconocen los conceptos de adulterio, legitimidad, in+delidad y divorcio, y las uniones se desbaratan s$lo por la declaraci$n, de una de las partes, de cansancio. )n los grupos aborgenes de Colombia, el matrimonio no es indisoluble y se termina seg,n pautas culturales propias de cada grupo. )ntre los guajiros, la situaci$n de la mujer in+el se arregla cuando el amante la compra al marido. )l T%rica ;ccidental es un ejemplo en el que se observa que el matrimonio, para un grupo social, se considera degradante, pero no el tener amantes. 'al es el caso de las hijas de la %amilia real. )n algunas culturas, como los esquimales, se acostumbra el matrimonio por rapto, aunque (ste se hace con gusto y consentimiento de la muchacha, quien participa en su planeaci$n. Vntimamente relacionado con el concepto de matrimonio est el del incesto. "a mayora de las culturas tienen alg,n tab, al respecto y descali+can algunas uniones por incestuosas, pero el tipo de uniones descali+cadas depende de cada cultura. /or ejemplo, en nuestra cultura se considera inceso el matrimonio con la hermana mayor, pero no con la menor. &lgunas culturas que mantienen +rme el tab, del incesto, lo reali#an sin escr,pulos en ciertas orgas %estivas. )n la .recia de /ericles la ley permita el matrimonio entre hermanos por parte del padre. )n )gipto, en las %amilias de los %araones %ue una exigencia el matrimonio entre hermanos. )ntre los 'olemitas, una dinasta griega, se practic$ este tipo de matrimonio por ms de trescientos a>os. )l concepto de +delidad no est necesariamente ligado al de matrimonio en todas las sociedades, o se le concibe de modos muy di%erentes. )n Gadagascar se valora ms la %ertilidad que la +delidad, y una mujer con un hijo ilegtimo encuentra esposo ms %cilmente que una virgen. &ll tambi(n se acostumbra el matrimonio de prueba, como en cierto modo se acepta en Suecia, y un divorcio temporal llamado saodranto, para casos de ausencias largas de uno de los c$nyuges. Hay pueblos donde se acepta de muy buena gana a los ayudadores de procreaci$n. )n el Sudn y en otras partes, el hombre impotente o est(ril recibe gustoso la ayuda de otro hombre. Hay sociedades que conceden vacaciones a la esposa. "os Fassangas no limitan las libertades sexuales ni de hombres ni de mujeres casados. "os de T%rica ;riental presentan un %uerte contraste pues llegan al extremo de matar a la mujer ad,ltera y de multar al hombre in+el. Va#ie"a"es se!uales "o que la psiquiatra etnoc(ntrica, legtima heredera del dogmatismo moral, ha postulado como anormal, aberrante y patol$gico, resistira un estudio antropol$gico que permitiera clasi+car categ$ricamente una conducta como anormal en cualquier situaci$n, (poca o grupo humano! 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. 4=11 &l examinar las costumbres de los pueblos, observamos que dentro de sus valores est el de clasi+car como anormales las conductas que se salen de su patr$n cultural, sin que para ello haya criterios universales (tnicos. /or ejemplo, la pedo+lia, que es censurada %uertemente por la mayora de las culturas, es considerada no como perversi$n o delito en los "epcha del Himalaya, sino como una aventura interesante. "a masturbaci$n, que ha sido condenada hasta en privado dentro de la cultura occidental, ha sido practicada por ms del 2AU de los hombres, entre todos los discursos condenatorios y las negaciones de %achada. &dems de -aha ;riental, ya mencionada, podemos ilustrar el caso de grupos que toleran la masturbaci$n en p,blico, como los 'ilopia. )n el T%rica, lso 7ahom( y los @ama practican la masturbaci$n sin el secreto y sin el sentimiento de culpa con que muchas veces lo hacen los adolescentes de nuestra cultura. )l homosexualismo, visto con horror y que ha despertado actitudes negativas en caso toda la cultura occidental y en particular en la sociedad latinoamericana, es recha#ado por todas las culturas! @o siempre es recha#ado, sino que para algunas sociedades la conducta homosexual es considerada como un elemento decisivo para la masculinidad. )ntre los FeraKi, de @ueva .uinea, todo adolescente se inicia en la masculinidad estando un a>o al servicio de un hombre adulto como compa>ero pasivo para la relaci$n y, por supuesto, al terminar este perodo tendr (l a su propio joven con quien desempe>ar el papel activo. )sta costumbre es com,n a varios pueblos naturales. Gientras en una cultura se ocultan y niegan las experiencias homosexuales, entre los SiMans, del @orte de T%rica, se habla naturalmente de los amores con los muchachos y se considera raro el hombre que no reali#a el coito anal con otro hombre joven. 7e DD pueblos estudiados a este respecto por Pord y -each, E4 toleran como normal, en alguna %orma, la homosexualidad. "os -undus, sin embargo, se parecen mucho a un algo porcentaje de nuestra sociedad, pues p,blicamente desprecian al homosexual, mientras practican relaciones homosexuales en privado. )ntre los FuKuKuKu, de @ueva .uinea, la relaci$n homosexual orogenital es prescrita entre adolescente y j$venes, pues el ingerir el semen se estima como esencial para la %ortale#a, virilidad y crecimiento de la masculinidad adulta. )n Prancia, en bandas juveniles, se ha observado con %recuencia el sometimiento de los miembros de la banda al coito anal con su je%e, quien juega el papel dominante. @o hay violaci$n, sino una acci$n voluntaria en la que el joven busca apoyo y a%ecto de parte de su je%e. )n el otro extremo estn los -eduinos 8Mala del desierto n$rdico de &rabia, quienes condenan a muerte a cualquier hombre o mujer descubierto en actos homosexuales. 7entro de la cultura occidental encontramos tambi(n actitudes diversas hacia el ejercicio de la sexualidad entre personas del mismo sexo. )n culturas como la colombiana se les insulta verbalmente, y en ciertas ocasiones de hecho se les condena al ostracismo y al recha#o social y a veces hasta laboral6 aunque la actitud legal no es tan severa como la de otras sociedades. .rupos culturales como los pases bajos y escandinavos, por su parte, muestran mucho ms tolerancia social y legal hacia la conducta homosexual, y no es raro ver hombres cogidos de la mano en lugares p,blicos sin ser por ello burlados o perseguidos. ;tros pases europeos y, parcialmente )stados *nidos, se podran catalogar como sociedades en transici$n por lo que respecta a su actitud en relaciones con esta conducta. "egalmente se ha suprimido todo castigo al homosexual adulto y la sociedad, particularmente en los medios altos y universitarios, se ha hecho ms y ms tolerante. /or su parte los homosexuales mismos se estn mani%estando como grupo y de%endi(ndose, en agrupaciones propias, contra la discriminaci$n legal, poltica, laboral y social. *nas culturas inJexibles no encuentran ms que la actitud condenatoria y ostracista para con los individuos que se salen de ciertos patrones sexuales establecidos. ;tras, en cambio, crean un papel social que obviamente presupone aceptaci$n o tolerancia para con las variedades de la conducta sexual. &s es como los travestistas homosexuales, entre los 'anal de Gadagascar, desempe>an un papel %emenino, se dedican a los quehaceres dom(sticos y se convierten en una de las esposas de otro hombre, sin ser por ello alabados ni ridiculi#ados. & estos individuos se les designa con el hombre de sarambavy. 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. 2=11 ;tra situaci$n interesante es la de los shaman, entre los ChuKchee de Siberia. )l shaman es una +gura religiosa con gran poder y prestigio, que tiene una querida y a veces hijos y que, a su ve#, sirve de esposa a otro hombre casado con mujer. "os Foniag de &lasKa, por su parte, educan a ciertos ni>os para desempe>ar el papel %emenino y de adultos los dedican a esposas de los hombres ms importantes de la comunidad. "os 8eichelB7olmatoC 012D45 cuentan de la actitud de aceptaci$n que la poblaci$n mesti#a de &ritama, en la costa atlntica colombiana, tiene de los casos de travestismo que se presentan. )stas actitudes, por supuesto, chocan con nuestra cultura y sobre todo con las instituciones encargadas de de%ender los valores etnoc(ntricos. /ero para los SiMans, en el norte de T%rica, tambi(n etnocentrista, resulta igualmente raro e incomprensible que nuestros hombres no tengan o no con+esen relaciones homosexuales. Woo+lia, o relaci$n sexual con otras especies, tambi(n presenta variedades en el mbito de las culturas. Seg,n los estudios de Finsey, el EAU y el RAU de los campesinos estadounidenses participan alguna actividad sexual con animales. )n Colombia, seg,n el testimonio de varios antrop$logos, es com,n la relaci$n sexual de hombres con animales, en algunos sitios de la costa atlntica. "os 8eichelB7olmatoC 012D45, atestiguan que muchos in%ormadores en &ritama les con+rman la %recuencia de las relaciones sexuales de adolescentes y j$venes con animales. 'estimonio similar encontramos en .uti(rre# y /ineda, acerca de poblaciones de regiones costeras colombianas. )ntre los Fusaians se practican estas relaciones sin censura alguna. )n el /er, es tan com,n la relaci$n sexual con llamas que la ley ha llegado a prohibir que un pastor cuide solo un reba>o de estos animales. )stos pueblos, entre los cuales se encuentran los 'ruKeses, consideran la #oo+lia de mal gusto, pero no la castigan. )n el extremo de las actitudes de recha#o, encontramos a tribus de los "ango de *ganda que condenan a muerte a los hombres sorprendidos en actitudes sexuales con animales. "a violaci$n es com,n y aceptada en muchos grupos de @ueva .uinea, pues tanto hombres como mujeres creen que toda mujer que ande sola es una invitaci$n irresistible al coito. "a prostituci$n, tanto heterosexual como homosexual, se encuentra en muchos pueblos antiqusimos y contemporneos. )stas variedades de la conducta, en diversas culturas. son s$lo una ilustraci$n de la relatividad sociocultural del comportamiento sexual. /odramos mencionar ms diversidades en la prctica de la sexualidad de un pas a otro, de una clase social a otra, de una (poca a otra, de un tiempo relativamente corto a otro. "a lecci$n clara es que la humanidad posee capacidades de automodelar, seg,n sus propios patrones, la conducta sexual en di%erentes %ormas permanentemente cambiantes. CONCLUSIN Comparando las diversas culturas contemporneas y pasadas, las diversas (pocas de una misma cultura y los cambios de una d(cada a otra en una misma sociedad, se observa claramente que la conducta sexual humana est inJuenciada, por no decir condicionada, por el aprendi#aje social. "a sexualidad es aprendida y est notable y relativamente libre del control glandular u orgnico, a pesar de que su ejercicio presupone la estructura biol$gica. )l relativismo es obvio. @o hay leyes absolutas que determinen, seg,n la naturale#a biol$gica, las pautas sexuales de la conducta. "os patrones y las normas ms o menos arbitrarias y=o provenientes de %uer#as exteriores a la sexualidad misma, como la religi$n, la economa, etc., determinan y moldean el comportamiento sexual normal de un grupo humano. )s la cultura la responsable de muchas de las variedades que se con%orman en el comportamiento sexual de la especie humana. 7escartado une esquema ,nico y rgido de la conducta humana y dejado a un lado el criterio biol$gico se despierta una inquietud acerca de qu( es lo natural en el hombre y c$mo se de+ne la naturale#a humana. )s la ra#$n o el aspecto anat$micoB+siol$gico lo que determina la propiedad de una conducta! )s claro que lo natural en el hombre es aprender a moldear su conducta en una de las muchas posibles direcciones y, ms com,nmente, de acuerdo con el patr$n cultural prevaleciente en el grupo. Nue lo natural en el hombre es la con%ormaci$n de la 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. 1A=11 conducta mediante un proceso de enriquecimiento libre y creativo de la persona. *na conclusi$n l$gica es la necesidad de rede+nir el concepto de normalidad y la imposibilidad de hacerlo en t(rminos absolutos. &%ortunadamente, la posibilidad de intercomunicaciones %ciles auditivas y visuales permiten un intercambio vivo y rpido entre las culturas, intercambio que hace posible predecir el debilitamiento del etnocentrismo y el a+an#amiento del pluralismo y de la tolerancia de las diversidades. Hacia all creemos que marcha la sociedad humana. 'ambi(n se deduce del estudio comparativo de diversas culturas que sus patrones sexuales no son ndice de mayor o menor civili#aci$n. "as caractersticas puritanas o no de nuestra cultura, tanto lo que consideramos bueno como lo que consideramos malo, se encuentra en los pueblos naturales. /odemos resumir nuestras conclusiones de la siguiente manera? 1. @o hay ninguna conducta sexual universalmente prohibida. 'oda %orma de conducta sexual tiene aceptaci$n en alguna cultura. I. 'oda cultura tiene alguna prohibici$n sexual, prejuicio o tab,. L. "a conducta sexual humana est inJuenciada 0si no condicionada5 por el aprendi#aje social6 tal conducta es aprendida y est notablemente libre de controles exclusivamente biol$gicos o de ser determinada por lo que ha sido llamado la naturale#a. E. "o natural en el hombre, en la conducta sexual, es aprenderla, moldearla en una de muchas posibles direcciones y, ms com,nmente, de acuerdo con el patr$n cultural prevaleciente en su grupo, con alg,n grado de libertad y creatividad personal. R. )l concepto de normalidad no es de+nible en t(rminos absolutos. 3. "a identi+caci$n sexual 0masculinidadB%eminidad5 puede darse en muchas variedades, incluso con di%erentes normas en las relaciones intersexuales? secuenciales, m,ltiples, monogmicas, premaritales, extramaritales, homosexuales, bisexuales, heterosexuales, etc. D. "a aceptaci$n de un tipo determinado de conducta sexual depende del condicionamiento emocional y sociopsicol$gico existente dentro de un grupo cultural y no de una ley natural universal a la de los hombres, culturas, etc. 8)"&'9:97&7 S;C9;C*"'*8&" 7) "& S)<*&"97&7 pg. 11=11
Tesis - Homofobia, Religión e Iglesia Católica - Percepciones de Sacerdotes, Laicos y Actividades Acerca de La Emergencia de La Cuestión Homosexual en El Chile Actual - Tomás Cabrera Barrera - 2005