El documento expresa repetidamente la opinión del autor de que opinar es necesario. Aunque a veces opina sin fundamento, el autor enfatiza que opina con criterio sobre temas diversos como la política y la sociedad. Finalmente, el autor concluye que opinar es su actividad favorita.
El documento expresa repetidamente la opinión del autor de que opinar es necesario. Aunque a veces opina sin fundamento, el autor enfatiza que opina con criterio sobre temas diversos como la política y la sociedad. Finalmente, el autor concluye que opinar es su actividad favorita.
El documento expresa repetidamente la opinión del autor de que opinar es necesario. Aunque a veces opina sin fundamento, el autor enfatiza que opina con criterio sobre temas diversos como la política y la sociedad. Finalmente, el autor concluye que opinar es su actividad favorita.
El documento expresa repetidamente la opinión del autor de que opinar es necesario. Aunque a veces opina sin fundamento, el autor enfatiza que opina con criterio sobre temas diversos como la política y la sociedad. Finalmente, el autor concluye que opinar es su actividad favorita.
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Yo opino
Aha Aha Aha
Yo opino, que opinar es necesario, Porque tengo inteligencia, y por eso siempre opino. Yo opino que si opino un pensamiento que me venga a la cabeza hago critica social. Yo opino de lo humano y lo divino Y a veces digo con tino mi opinin es opinar. Yo opino que el gobierno est en lo cierto y tambin equivocado dependiendo de qu lado. Yo opino Aha, yo opino Mmmmm Yo opino Aha, yo opino Aha Yo opino con criterio y elocuencia y jams pido clemencia si me acusan de demencia. Yo opino porque leo bien los diarios Y los leo diario a diario para seguir opinando. Yo opino sin saber leer ni escribo Nunca s de lo que opino pero soy buen opinante. Yo opino con respeto a su persona Y mi vida yo dara defendiendo su opinin. Yo opino mmm yo opino Aha Yo opino Aha, yo opino Aha Yo opino!!! Eso opino.
31 minutos
Los cuentos de hadas no son inocentes
Quisiera demostrar a continuacin, cmo los cuentos infantiles han reforzado los estereotipos de lo masculino y lo femenino a lo largo del tiempo. Atributos tales como el coraje, la imaginacin, la iniciativa, la astucia, el herosmo, la solidaridad con sus congneres y la capacidad de utilizar la violencia (ya sea en defensa propia, como para conseguir determinado fin), ha sido siempre monopolio de los varones. Las mujeres, en cambio, deben conformarse con la abnegacin, el sometimiento, la mansedumbre, la rivalidad con las otras mujeres, la fragilidad y hasta el servilismo. Ser ama de casa es la nica ocupacin a la que puede aspirar la mujer que protagonice cualquiera de estos cuentos, sin importar que sea reina o plebeya. El personaje masculino, en cambio, realiza toda clase de tareas, desde gobernar el reino hasta cortar lea. Como si esto fuera poco, se le recompensa la iniciativa y el espritu de aventura con poder y riquezas, mientras que la mujer, por su abnegacin y sometimiento, recibe como nico premio el matrimonio. Se puede elegir entre una amplia gama de atributos para la descripcin del hroe del cuento, mientras que para describir a la herona solo se puede optar por estos dos: joven y bella. Tanto el personaje de Blanca Nieves como el de la Caperucita y la Bella Durmiente, no saben valerse por s mismas. Blanca Nieves inicialmente es salvada por el leador de buen corazn, que se niega a cumplir las rdenes de la madrastra. Ms tarde ser rescatada nuevamente por los siete enanitos. El personaje de la madrastra, por otro lado, ilustra no solo la clebre rivalidad entre mujeres, sino tambin el hecho de que, al menos en la ficcin, una mujer solo puede ser activa e independiente si es malvada. En los cuentos de hadas hay muy pocas heronas que sean inteligentes o audaces, tal como lo es, por ejemplo, la protagonista de La Bella y la Bestia (la cual sin embargo, an siendo inteligente, destaca ms que nada por belleza, tal como lo indica el ttulo mismo del cuento). Algunas son irremediablemente bobas, como la Bella Durmiente, que insiste en tocar el huso de la rueca que la matar, o que en el mejor de los casos la sumir en un largo sueo. Otras incluso llegan a ser miopes: Caperucita, para no ir ms lejos, cree que el lobo en camisn es su abuela, mientras que Blanca Nieves es incapaz de ver que la viejecita que le ofrece la manzana es su madrastra disfrazada tratando de envenenarla. Detrs de toda desgracia, hay una mujer que la provoca. La madre de Caperucita no sabe cuidar a su hija, las hadas pierden de vista a la Bella Durmiente, etc. Pero a los padres (varones) se los exime de cualquier culpa: demasiado ocupados estn con cuestiones de Estado o con su propio trabajo. Y cuando finalmente cometen un acto de maldad, es porque una mala mujer los ha influenciado. Los varones de los cuentos son juzgados con gran benevolencia, a excepcin de Barba Azul y el ogro de Pulgarcito. El astuto Gato con Botas miente, roba y mata, con tal de conseguir un reino para su amo. Pulgarcito tambin roba y mata. Nadie se lo reprocha: es el hroe triunfal. El valiente, el audaz, el capaz del gesto heroico para salvar a las bellas damas de las garras de los lobos, madrastras y barbas azules, es siempre un varn. La bella Durmiente fue dormida por el huso de la bruja y despertaba, aos ms tarde, por el beso del prncipe. El prncipe caza, monta y explora, mientras la herona permanece bella y dormida. Se podra seguir dando ejemplos, pero creo que ya se ha dado una idea de la misoginia implcita en los cuentos que van formando las personalidades de nuestras hijas y nuestros hijos. Todo esto habr servido de algo si los padres toman conciencia y comienzan a contarle a sus hijos alguno de esos mismos cuentos, pero con los cambios necesarios. De esa manera la nia podr verse a s misma como poseedora no solo de ternura y afecto, sino tambin de inteligencia, audacia, imaginacin y solidaridad. Y su hijo ser consciente de que no solo puede ser inteligente, audaz y solidario, sino tambin tierno y afectuoso. Natalia Garbagnatti
Los cuentos de hadas y los estereotipos
Estoy de acuerdo con lo expuesto por Natalia Garbagnatti en su artculo sobre los estereotipos masculino y femenino presentes en los cuentos de hadas. No obstante, discrepo de su recomendacin a favor de la censura. No creo que ella comprenda la utilidad de estos ejemplos de discriminacin. Hace mucho tiempo que los folkloristas concuerdan en que los cuentos de hadas, al igual que los mitos y leyendas antiguas, representan las emociones y preocupaciones subconscientes, cuando no los verdaderos sucesos histricos de las culturas antiguas. El sexismo dentro de los cuentos de hadas indica claramente que la discriminacin sexual exista en las sociedades que producan estas historias. Considerando los ejemplos sexismo presentes en estos relatos, cabe deducir que la discriminacin sexual debe haber sido un elemento importante en la sociedad antigua. Pero eso no significa que los padres contemporneos deban censurar estos cuentos. Al contrario, los padres deberan leer los cuentos de hadas a sus nios, pero luego explicarles la falsedad de los estereotipos que aparecen en cada uno de ellos. Los cuentos de hadas no solo son muy interesantes y emotivos, sino que adems pueden ser ramas muy eficaces para combatir la propagacin de falsedades, tales como la superioridad del hombre sobre la mujer. Podrn explicarles por qu estos estereotipos ya no operan y que tales descripciones se basan en la ignorancia. Los nios en general tienen confianza en sus padres y creern sus explicaciones. Por supuesto que el propsito principal de los cuentos de hadas no es sealar el sexismo. Pero contienen la materia prima que los padres inteligentes podrn usar para ensear a sus nios valiosas lecciones sobre los efectos dainos de la discriminacin sexual. Natalia Garbagnatti reconoce el sexismo en los cuentos antiguos y sugiere que los padres los censuren. Si bien es verdad que los ejemplos de los estereotipos sexuales en los cuentos de hadas son un problema, la censura solo lo encubre. Mientras que, si reconocemos la discriminacin de los cuentos abiertamente, podremos sacar de ella una importante ventaja. Guadalupe Valds, Alejandra Bentez y otros, Composicin, proceso y sntesis, Nueva York: Random House, 1989. (Adaptacin).