SIN FRENOS Paula Serranita
SIN FRENOS Paula Serranita
SIN FRENOS Paula Serranita
PRLOGO
Los seres humanos somos los seres ms estpidos que existen sobre la faz de la tierra.
Somos el tipo de ser que tropieza tres veces con la misma piedra.
Y cuatro
Y ms de cuatro.
Somos orgullosos, envidiosos y egostas.
Quin no ha tenido todo y ha deseado no tener ms? Quin no ha deseado tener carencia de algo
cuando estaba pleno?
S, somos imperfectos.
Quin no ha caminado de la mano de su pareja, feliz, enamorado, y ha visto otra pareja cogida
de la mano y ha sentido envidia?
Envidia
Envidia de que?
De que esa persona tambin sea feliz? De que su mano estaba ligeramente ms asida a la de su
pareja?
Quin no ha peleado con su pareja, su familia, un amigo, y no ha tenido el valor para perdonar?
Tantas noches recordando su ausencia Por orgullo.
Solamente por orgullo.
CAPTULO 1
Y sin embargo Silvia se senta vaca. Senta como todo se derrumbaba a su alrededor y
necesitaba salir, andar sola.
Desde que tenan 18 aos, Silvia y Sonia ya bromeaban con la idea de tener hijos juntas, de que
nombres les pondran, de su primer piso, del perro
Desde el curso en que Silvia ingres en medicina, Sonia, que an estudiaba 2 de bachillerato por
haber repetido cursos, era una bala perdida.
Era una buena chica, pero no se esforzaba, no estudiaba, no trabajaba, no pegaba palo al agua.
Y Silvia se cans. Y su amor se fue gastando. Y aunque ella fuera que sustentaba la relacin, los
besos, las risas de Sonia, el amor que le profesaba, era suficiente.
Pero ya no. Silvia quera tener una vida tranquila. Tener hijos, distribuir las tareas de casa como
cualquier otra pareja. No quera tener una nia pequea a su cargo. Y Sonia, por muy mayor que
pareciera, y por 28 aos que tuviera, no saba cuidar de si misma. No trabajaba. Ni estudiaba. No
comprenda a Silvia cuando ella llegaba cansada de trabajar y slo quera dormir.
Impona sus deseos ante los de Silvia. Se pasaba el da vagueando, saliendo y entrando y por las
noches, cuando Silvia volva derrotada, Sonia se iba de fiesta para despus volver tarde y ebria y
hacerle el amor a Silvia sin su pleno consentimiento.
Silvia se planteaba si de verdad quera esto. No poda tener nada serio. No poda pensar en tener
nada con ella.
Y sin embargo ah estaba. Sentada en el suelo, mirando por la ventana, plantendose de nuevo su
vida, cuando saba que no hara nada por cambiarla.
Sonia despert y la busc. Y Silvia, como buena amante, se acerc a su cama para responder a sus
deseos, con una triste sombra cruzando su mirada.
CAPTULO 2
A decir verdad Silvia no haba pasado muy buena noche. Despus de estar toda la noche
pensando en que hacer con Sonia, no haba sacado nada en claro.
Pens en ella e imagin que estara durmiendo a pata suelta hasta las 12.
Un rato despus, Pepa entr en el laboratorio para entregar las pruebas recogidas del ltimo caso.
Pepa: Silvia Digo Inspectora Castro .-Dijo con cierto rintintn.- Aqu tiene las pruebas
recogidas durante la inspeccin en casa del sospechoso.
Silvia mir incrdula la bolsa que le traa Pepa.
Silvia: Papel higinico? -Y miro a Pepa, que se encogi de hombros.- Me estas diciendo que
trais por nica prueba un rollo de papel higinico y usado?
Pepa: (Sopes la idea) Si.
Silvia: Pero a ver Tu como te explicas que en un caso de una desaparicin, registris la casa y
me traigas un rollo de papel higinico?
Pepa: Pues no s, Silvia, no s, era la prueba ms convincente.
Silvia: Joder, Pero es que no haba ni fotos, ni papeles, ni un diario, ni siquiera el disco duro del
ordenador de la menor?
Pepa: Pues no s Silvia, yo soy una mandada, a mi me han pedido que te traiga el puto rollo de
papel de vter y yo lo traigo.
Silvia: Y adems que clase de persona guarda el papel usado?
Pepa: (Mirndola muy seria) Hay gente puerca en esta vida Silvia -Y solt una carcajada.Silvia: No, si ya
Pepa: No todas somos princesitas como t -Dijo sonrindole.-
Silvia no contest y sac el rollo de papel higinico de la bolsa. Nunca haba visto nada en Pepa
que le llamase la atencin, ni siquiera como una amiga.
Era guapa, si, pero tambin muy chula, y como deca su padre, una despotenciada.
Pepa: Por cierto Vas a venir esta noche a cenar? Pregunt sin dejar de sonrer.Silvia: Eem? Hacindose la despistada.- Ah no, no creo que pueda.
Pepa: Vaya -Dijo verdaderamente desilusionada.- Otra vez ser.
Silvia: Si, otra vez ser.
20:47 PM
Silvia entraba por la puerta de su casa justo en el instante en el que Sonia se le abalanzaba
encima.
Silvia: So Sonia..?
Sonia: Cario te he echado tanto de menos
Silvia: Sonia me viste al medioda. Dijo extraada.Sonia: Ya pero echaba de menos tu olor Tu piel -Dijo empezando a acariciarla.Silvia: Ya, ya pero tenemos que hacer la cena -Dijo despegndosela cariosamente.Sonia: No Silvia Quiero empezar por el postre -Dijo comindosela con los ojos.Silvia: Cario, te prometo que despus, de verdad. Pero primero djame reposar los pies un
poco
Sonia: Ya los reposars despus -Dijo mirndola con deseo y alzndola en sus brazos.Silvia: En serio Sonia No, eso si que no, no me hagas cosquillas! Dijo riendo ya en la cama.Sonia: Ah no? No quieres cosquillas? No te preocupes Si eso ser lo de menos preciosa
Y Sonia se lanz a atacar su cuello y a besarla apasionadamente, mientras Silvia se debata entre
el placer que sus besos le causaban y el cansancio y las pocas ganas que tena.
Silvia: Sonia Sonia en serio Estoy cansada, por favor
Sonia: No tienes porque moverte. Dijo sacndole la camiseta.Silvia: Sonia, ya en serio, para. Dijo ms seria.Sonia: Si en el fondo no quieres que pare Eeeh? Dijo sonriendo.Silvia: Si, si quiero Sonia. Por favor, para.
Lola: Bueno, bueno a ver Se puede saber porque nadie se come los pimientos? Sara, cario,
hazle un sitio ah a Mariano, que se est comiendo con los ojos el jamn
Paco: Bueno, bueno, antes de comer, creo que sera buena idea darle a mi hermanita el regalo de
su 28 cumpleaos
Pepa: oohh no haca falta nada Paco -dijo sonriendo y besando a su hermano.Rita: Que lo abra, que lo abraa!
Pepa: Va, va que tenis menos paciencia que la karateka del Vipp Express
Abri el regalo y se encontr un lbum de fotos familiar, con fotos suyas, de Paco, de sus padres,
de su sobrina
Rita: Ay si si! Que desde que tuve a la zagalica me muevo ms bien poco -Dijo mirando a su
marido.- Eh Jos Luis?
Povedilla la mir algo confuso sin terminar de entender la indirecta.
Una vez en el local, mientras las chicas bailaban, Silvia estaba en la barra preguntndose porque
habra accedido a venir.
Silvia: (pensando) no s que hago aqu, no tengo ni idea No tendra que haber venido Si es
que tienen razn, tengo menos ritmo que Que una seta era? Y Pepa (dijo mirndola) no se
porque me ha estado convenciendo, si da igual que yo est o no est. Da igual que yo est o no, sea
en el sitio que sea
Pepa: Que pasa pelirroja? .-Dijo sacando de sus ensoaciones a Silvia y sentndose a su lado.Silvia: Nada.
Pepa: Te veo un poco mustia Mal de amores? Dijo regalndole una de sus mejores sonrisas.Silvia: No te importa.
Pepa: Ey que si estas mosqueada no tienes que pagarlo conmigo
Silvia: No es eso, no lo entenderas. Dijo volviendo la vista a su vaso.Pepa: A lo mejor si me lo explicas si.
Silvia: No. No lo entenderas.
Pepa mir con compasin la tristeza en los ojos de Silvia e intent romper un poco el hielo.
Pepa: Oye! No me has trado regalo de cumpleaos!
Silvia levant la vista y la mir con cara de sorpresa.
Silvia: Tena? Yo yo tena que?
Pepa: Es broma pelirroja, con que ests tu, es suficiente regalo. Dijo mirndola fijamente.Silvia se qued mirndola y ni ella misma entendi nada de lo que pas a continuacin.
Una Sonia alterada y nerviosa se abra paso hacia ella, apartando a su paso todo lo que
encontraba.
A estas alturas Pepa ya haba observado el nerviosismo de la pelirroja y haba fijado su vista en la
tal Sonia.
Sonia: Silvia! Silvia! Gritaba, abrindose paso entre la gente.Pepa se aparto a tiempo, antes de que la arrasara.
Silvia: Se puede saber que haces? Dijo mirndola seria cuando estuvo a su altura.Sonia: Silvia... yo... yo ests aqu estaba preocupada mi amor -Dijo cogindola de los brazos
y haciendo un intento por besarla, que Silvia rechaz.Silvia: Soniano te lo voy a decir otra vez Qu coo haces?
Sonia: Vmonos Silvia, vamos, djame explicarte
Silvia: Explicarme? Explicarme que? Qu discutimos y no tienes otra cosa mejor que hacer
que buscarme y venir a montarme el numerito delante de todos, en un pub? Dijo alterndose por
momentos.-
1 HORA MS TARDE
Y de esta guisa, riendo y chocndose la mano, encontr Sonia a Silvia y Pepa cuando sala de la
enfermera.
Sonia: Silvia
Silvia: (sin mirarla a la cara y framente.) Qu?
Sonia: Nos vamos a casa?
Silvia no dijo nada. Se levant y sinti como Pepa le apretaba el hombro en seal de apoyo. Su
hermana y Sara la miraron y Silvia se vio incapaz de sostenerles la mirada. Sac las llaves del
coche del bolso y se fue seguida de Sonia, cabizbaja.
Y como imaginarlo como imaginar que querra echar a volar y esconderme donde nadie me
pudiera encontrar
Donde ella no est. Donde no me haga dao ni su presencia, ni su ausencia.
Como ha cambiado todo antes era mi vida, la razn por la que me despertaba todas las
maanas y ahora no es ms que la persona que duerme en mi cama. La persona que se come
mis tostadas en el desayuno y usurpa mi ducha.
Cundo muri el amor? Cundo se acab la pasin que sentamos la una por la otra? Cundo
se perdi el respeto?
Cundo quise echarla de mi vida, volar lejos, lejos de ella?
Y si, es egosta, muy egosta, pero no puedo, no puedo cargar con ella. No puedo engaarla, no
puedo engaarme, no debo.
No la quiero, es cierto, no puedo estar con ella. No debo.
Y ella tampoco.
Sonia apareci por el umbral de la puerta. La conversacin con Silvia despus de llegar del
hospital le dejo claro que la pelirroja no la quera con ella.
Sonia: Hola
Silvia: Buenos das -Hizo una pausa.- Has descansado?
Sonia: BuenoSi
Una nueva pausa.
Sonia: Silvia sobre lo de anoche
Silvia: Sonia no voy a cambiar de opinin. igual fui muy brusca, lo s. Pero no he cambiado
de opinin.
Sonia: Si es por lo de anoche en el pub
Silvia: No, Sonia, no. No es eso. Yo yo no puedo ms Sonia Y no puedo mentirte. No puedo
llegar a casa y besarte como si nada. No puedo abrazarme contigo en el silln cuando no lo siento.
Ni hacer el amor contigo cuando no quiero. No puedo Sonia.
Sonia: Me ir si es lo que quieres Silvia. Pero no podr olvidarte, no podr. He consagrado mi vida
entera a ti. A verte despertar, a verte sonrer. A besarte, a mirarte dormir desnuda en mi cama.
No puedo olvidar eso.
Silvia dej escapar una lgrima que rod por su mejilla y Sonia se acerc, haciendo ademn de
secarla.
Silvia: No. Dijo cerrando los ojos.- No, Sonia. Vete, por favor.
Sonia: Nunca te olvidar, Silvia, nunca.
2 das ms tarde, una amiga de Sonia, con cara de muy malas pulgas, llam al timbre de casa de
Silvia para recoger las cosas de su amiga.
Silvia: Ahora si que tengo espacio en el armario -Dijo una vez se encontr sola.-
Pero los das pasan como se pasa un suspiro y 2 semanas despus. Silvia slo sala de su casa para
ir a trabajar y comprar lo necesario.
Lola: (al telfono) Silvita hija Por qu no vienes a cenar con nosotros esta noche? Vienen
todos
Silvia: no, Lola, de verdad, es que pensaba acostarme pronto
Lola: Silvia no puedes estar as s que la echas de menos, pero tu decidiste que era lo mejor
Silvia: no-Cortndola secamente.- No la echo de menos. Es una nueva etapa de mi vida, solo eso.
Y quiero estar sola. Dijo secndose las lgrimas que le bajaban por las mejillas.Lola: Silvia, ven a casa y charlamos un rato.
Silvia: otro da Lola, de verdad. Que os divirtis. Y colg.-
Ella. Ella que haba sido su sonrisa durante casi 10 aos. Su clavo ardiendo. Su va de escape.
Silvia senta ahora como en realidad estaba sola en el mundo, sin su presencia, se hunda.
Y era as. Se haba atado tanto a ella, intentando arreglar lo que no tena ya arreglo que no tena
nadie que la escuchara a las 3 de la madrugada cuando lloraba porque se senta sola. Nadie a
quien abrazar. Nadie a quien decirle que tena miedo. Tanto, tanto miedo de estar sola, de que
nunca ms pudiera recuperar la sonrisa.
Y se arrepenta. Se arrepenta por las noches de haber echado a Sonia de su vida. Se arrepenta
porque ahora la casa se le haca grande y el silencio, su peor pesadilla.
Todo, por ser honesta. Porque como deca la cancin, porque el amor cuando no muere mata,
porque amores que matan nunca mueren. Y como seguir con aquello, si la mataba por dentro.
Como seguir, si la estaba matando. Como seguir, si el amor muri.
Y como un rayo de luz, como algo predestinado, el timbre son. Y una Pepa cabizbaja se aposent
en el umbral de su puerta.
Pepa: se puede? Dijo tmidamente.Silvia asinti con la cabeza y no fue capaz de pronuncia palabra cuando se abraz llorando a la
chica, algo asombrada. La morena cerr la puerta y se sent en el silln de esa casa desconocida
para ella, con Silvia colgada de su cuello, llorando desconsoladamente.
Pepa: sshh, sshh ya est. Ya est pelirroja Dijo esbozando una tmida sonrisa.- ya pas.
Silvia: Yo Pe... Pepa Lo... Lo sientoYo -Hablando atropelladamente.Pepa: no importa, no importa, Silvia.-Secndole las lgrimas.- Estoy Aqu. Llora lo que te haga
falta. Estoy contigo. Le habl, cogindola de la cara y mrandola fijamente a los ojos.Silvia: Es que es que yo
CAPTULO 4: LA HISTORIA
Pero no pudo seguir hablando, porque un nuevo sollozo sali de su garganta y se abrazo a Pepa en
un intento de desahogar toda su rabia contenida, todo su miedo, toda su pena, su soledad.Cuando
los sollozos de Silvia cesaron, se mantuvieron as algunos minutos ms. Pepa no llegaba a terminar
de comprender que es lo que pasaba Saba que Silvia haba roto con Sonia, pero si ella era la
que haba roto Por qu ella estaba tan afectada? Y como si la pelirroja supiera lo que pensaba, la
respuesta lleg automtica.
Silvia: Sabes? Tiene gracia -Dijo an pegada a su hombro y sin romper el abrazo.- Era ella la
que estaba atada a mi. La que no podra vivir sin m. Y mrame ahora. Soy yo la que no soporta
un segundo sin su presencia.
Pepa: Silvia las rupturas sean como sean siempre son difciles.
Silvia: Cuando la conoc se convirti en mi mejor amiga. -Dijo sin hacer caso de lo que le haba
dicho la morena.- Y sabes yo yo nunca pens en ella como algo ms. Me gustaba estar con ella.
Pepa: No tienes porqu contrmelo si no quieres -dijo.Silvia: Quiero. Quiero hacerlo. Nadie sabe que pas realmente entre nosotras, ni porque empez
todo. Nunca tuve valor para contarlo, ni a quien contarlo.
Pepa: En ese caso, soy toda odos.
Sonia tena un pisito en la playa, en Alicante. Tras ser su amiga durante dos aos, y viendo que en
verano me pasaba el da encerrada en casa cuando ella no estaba, mi padre me permita veranear
con ella algunas temporadas.
En una de esas, un verano en el que ambas contbamos 15 aos, salimos con una barquita de
plstico a dar una vuelta por el mar.
Yo no saba remar con la barca as que me dediqu a tumbarme al poco sol que quedaba ya a las 7
de la tarde y dej que Sonia remara. Yo slo la observaba.
Estuvimos hablando durante todo el trayecto y cuando Sonia dej de remar, cerca del espign y ya
casi al lmite de las boyas, las sombrillas se vean como hormigas a mis ojos.
Se tumb a mi lado en la barca y estuvimos charlando. En una de estas, ella me dice que tengo una
pestaa en la cara, que pida un deseo.
Yo obedezco y ella me dice:
-Que has pedido?
-Eso no se dice si no, no se cumple-Dije.-Venga, vaaa, porfiiii porfiii -Me rog ponindome carita de nia pequea y cogindome la
mano.-No s, no s Que pediste t aquel da?.-le dije recordando un da que ella tena una pestaa y
yo se la quit, no hace mucho.-Aahh. Era una chorrada -dijo azorada.-Vaaa, venga, dame una pista y yo te doy una -dije.-No s-dijo y la mir.- esta bien pues lo mo es muy difcil de cumplir -dijo.-Pues lo mo tambin
-Lo mo es algo casi irreal
-Y lo mo ya ni te cuento -dije.-
-No s porqu me da que es lo mismo -dije.Casi habamos llegado a la orilla y el sol casi se haba puesto. Eran ya cerca de las nueve.
Al final me hizo una pregunta que desencaden todo.
-Me has dicho alguna vez esto?
-El que? Mi deseo?-Pregunt.-Si. -dijo ella.-Pensndolo framente si
-Me lo puedes repetir?.-dijo.-No -dije yo.-Venga,Que es? .-pregunt ya angustiada.-Que te quiero. Solt de repente e instintivamente cerr los ojos para no ver su reaccin.O una suave risa a mi lado mientras en el mar no se oa nada apenas. Mi corazn bombeaba con
fuerza. Tuve miedo de que ella pudiera escucharlo.
-Pues, si, era lo mismo
Nos miramos un instante en la barca, sonriendo y
Y llegamos a la orilla.
All nos esperaban nuestras amigas, ya mosqueadas por nuestro largo paseo en el mar.
Aquella noche, una vez nos despedimos de nuestras amigas a eso de las 1 de la maana, y con la
casa en penumbra y silencio, llegamos a su habitacin. Pero haba compaa. Una de nuestras
amigas, siempre en medio, se quedaba a dormir un par de noches en su casa.
No tumbamos en la cama, pero como tenamos que hablar bajito a veces ni nos escuchbamos,
entonces me sent en mi cama y apoy la cabeza en la cama de Sonia.
-Sbete.
-Qu?-Dije.-Que te subas aqu, as no estamos hablando fuerte que despertamos a esta-Dijo.A mi no me hizo falta mucho ms para acceder.
Sub a su cama y ped que me dejara la parte que pegaba a la pared. Empezamos a hablar y
cuando me di cuenta estaba apoyada sobre su pecho acaricindole el pelo.
En ese momento no le daba importancia, pero ahora al recordar los gestos, los movimientos, las
palabras me parece increble que eso pudiera haber pasado. Recuerdo vagamente haberme
subido encima de Sonia, besarle el cuello, tocarle el pelo, respirarla
-Tienes sueo? -Despus de repetrselo 30 veces.-No -Dijo.-Seguro?
-Si, si bueno un poco -Dijo casi durmindose al movimiento de mi mano en su pelo.-Va, me bajo.-(a mi cama)-No, no, si da igual -Dijo medio dormida.Sonre en la oscuridad. Entonces omos un ruido que provena de arriba. Los muelles de la cama.
En la oscuridad nos miramos con cara de terror y el ver un pie bajando por el lateral de la cama
tuve 5 segundos para pensar.
A ver, no pasa nada solo estoy con mi mejor amiga hablando en la cama encima suya
acaricindole el pelo y con mi boca en su cuello vale, si que pasa
No se como lo hice, es mas, jurara que Sonia tambin me ayudo, pero con una habilidad
asombrosa me tire a mi cama en plan tortilla y tal como ca (boca abajo, espatarrada, como si
hubiera cado desde el 3 piso) me hice la dormida. Nuestra amiga, Ana, sali de la habitacin y fue
al bao. Cuando cerr la puerta volv a sentir mi corazn latir.
Sonia me mir desde arriba partindose de risa.
-Qu? Estas bien?
-Si, si -Dije con cara de cansancio.-Jajaja, va cario, buenas noches.
-Buenas noches-Dije.Fue cerrar la boca y aparecer Ana otra vez por la puerta. Cuando subi a la litera quit mi
posicin espatarrada y volv a mi posicin para dormir.
A la maana siguiente despert y mire a la cama de Sonia. Ya no estaba all. Anduve en la cama
un buen rato pensando. Al final opt por levantarme y vi que an haba poca luz en la casa. Eran
las 9. Primer da de verano que cometa la desfachatez de madrugar.
Me asom a la terraza y la vi sentada en la silla de mimbre, con el mvil en las manos, jugando.
Hice aparicin en la terraza con mi pijama de ositos, que no seducira ni a los muertos, algo
grande para mi tamao, y mi larga melena de rizos rojos. Cerr la puerta corrediza de la terraza
tras de m.
-Buenoooo! La bella durmiente! .-Dijo riendo.- Que te pasa te encuentras mal? .-Dijo
hacindome sitio a su lado.-Yo? Porque? -Dije extraada.-Has madrugado! -Dijo riendo ms fuerte.
-Ja ja ja Que graciosa! .-Puse cara de molestia fingida.-Si, si mira como me viene Te has visto el pelo? .-Dijo tocndomelo y enredando el dedo en
un rizo.-Pues no, no -Dije acomodndome el pijama. Tena la vaga sensacin de que la camiseta
andaba un poco fuera de su lugar.-Jajajaja Como has dormido eh? Dijo.-Bien bien-Dije algo aturdida. La luz del sol de la playa ya empezaba a daarme los ojos.Ella me mir con cara de no creerme.
-Si, si, bien, slo que bueno me qued pensando un poco y eso -Dije.- Y t que?
-Yo bien, bien
Aquel da en la playa fue sin duda de los mejores. Por la tarde, Ana consigui ponerse un tampn.
Cosa que Sonia y yo, tumbadas en la cama, vimos asombroso, ms viniendo de ella.
-Jope no se como puedes intentarlo mira que yo lo intento veces y no me entra -Dije.-A mi tampoco ta ser que no me lo meto bien o algo -Dijo Sonia.Empec a descojonarme por el comentario.
-Joder el tampn, el tampn, guarra -Dijo riendo conmigo.-
-Ya, ya en serio que no entra ta. Lo he intentado con todos los tampones, de todas las posturas Marta frunci el ceo con cara de guasa y yo la mire sonriendo sin hacerle caso.- No s tengo
que tener el agujero taponado o algo que se yo
-Jajajjajaa Como vas a tener el agujero taponado bestia? Dijo Sonia riendo.- Que no, que no te
lo meters bien
-Igual tardo algo eh? Dijo Ana casi intentando convencerse a si misma.-Bueno, bueno, no pasa nada! Dijo Sonia.Ana ya se iba y Sonia tomaba su posicin para empezar su ataque
-Pero es que
-Ana joder que tardes lo que quieras venga ya que si no, no bajamos Ostia! Dijo alterada.Yo slo me parta de risa.
-Vale, vale -Dijo y se fue.Yo segua partindome de risa.
-Tu que? Tanto rerte? Eeeh?? Te vas a cagar
Y empez su ataque de cosquillas.
-No, no, noooo! No por favoooor! Para, para, paraaa! Grite.-No chilles tanto, que los vecinos se piensan otra cosa... Dijo rindose y con tono de guasa.-!Aaaah paraaaa! Segu chillando mendome de la risa.-Va, va, paro pero dame un beso -Dijo.-Los que quieras. Dije riendo.-Lo consegu! .-Dijo Ana.-Ahh Que bieen! .-Dijo Sonia (Con cara de vaya por dios)
A la maana siguiente despert ms tarde. Y ella ya no estaba abajo. Mire a la cama de Ana y
segua durmiendo, como de costumbre.
Fui a la terraza y all estaba Sonia. Y su padre. Desayunando.
-Buenos das. Dije muy contenta.- Qu tal?
-Bien, bien, aqu a la fresca. Dijo el padre de Sonia.Ella me mir con una media sonrisa y unos ojos penetrantes.
-Que pasa? Pregunt.-Nada.
-Buenos das no? Dije.-Buenos das.
No esperaba que me diera un beso delante de su padre, pero si un poco ms de entusiasmo.
No habr dormido bien
-Que te pasa? Dije a su lado.-Nada de verdad. Dijo esbozando una sonrisa que yo correspond.-Sonia que te pasa? Pregunt otra vez.-Nada, nada en serio.-Mir a su padre.- Como te diste cuenta de eso Silvia?
-De que? Pregunt.-De que -Hizo una mueca y yo la entend..-Ta aqu no que esta -Sealando a su padre.-Esta medio sordo. Contest.-Que no ta -Dije.-Que si, que no te escucha
-A ver pues no se supongo que de eso te das cuenta No? No se pasa y ya est. Cuando quieres
a alguien no paras de pensar en esa persona y quieres estar con esa persona y no dejarla ir y
bueno abrazarla, besarla yo que se -Dije azorada-Hummm -Dijo.-Que es? Pregunt sin rodeos.-
Pero el tiempo me dio la razn. Y tras 2 aos de relaciones abocadas al fracaso y besos furtivos en
los baos del instituto, recorrindonos la piel, mordindonos los labios, no dejando escapar un
suspiro la una de la otra
Tras dos aos de sufrimiento, en los que me tuvo de segundo plato, en los que beba los vientos por
ella y ella lo saba
Tras conseguir olvidarla despus de convertirme en mi peor espectro,
Tras vagabundear meditabunda por los pasillos, sola, sin nadie que me siguiera, triste
Silvia: Me prometi llevarme a Disneyland Sabes? Dijo sonriendo amargamente.Pepa: (Con lgrimas en los ojos) Fue fue tu primer amor
Silvia: mi nico amor. Y lo nico que me ata ya a ella son los recuerdos.
CAPTULO 5
Silvia: Me prometi llevarme a Disneyland Sabes? Dijo sonriendo amargamente.Pepa: (Con lgrimas en los ojos) Fue fue tu primer amor
Silvia: mi nico amor. Y lo nico que me ata ya a ella son los recuerdos.
Pepa se qued callada. No saba que decir. Vea tanto dolor en los ojos de Silvia, tanta aoranza y
tantas ganas de salir adelante, sin embargo.
Silvia: Todo empez cuando dej de estudiar. Yo... yo no tuve valor para decirle las cosas en su
momento. No tuve valor para dejarla, despus de que lo haba dado todo por m. Saba que deba
hacerlo, pero no lo hice. Lo dej pasar.
Pepa: Esas cosas no se piensan en ese momento
Silvia: Si, pero yo saba que no mejorara. Y ahora mira. Ella destrozada y yo Yo la echo de
menos.
Pepa: pero
Silvia: (interrumpindola) Sabes que pasa? Que soy tan especial, soy tan rara que se que no
encontrar a nadie que me soporte como lo haca ella. No encontrar a nadie que me aguante, que
me entienda como lo haca ella.
Pepa: Silvia tu no
Silvia: No, no, es as. Me conozco.
Pepa: Pero Silvia yo no te veo
Silvia: (volviendo a interrumpirla) Bah, vamos a dejarlo, Si? Dijo sonriendo y levantndose.Te hace una pizza?
Pepa: eeem
Silvia: Un chino?
Pepa: Yo es que creo que tendra que irme a casa Silvia
Silvia: Ah no, no. Te quedas a cenar. Despus de que te he contado mi vida, ahora tendrs que
pagarme contndome t la tuya No?
20 minutos despus, la comida estaba en la mesa de Silvia, que miraba riendo a una Pepa
pelendose con los palillos.
Silvia: Quieres cubiertos? Deca riendo.Pepa: Que no, que no. Que esto sale como que me llamo Pepa Miranda.
Silvia: Bueno, cuando quieras empezar a comer me avisas y voy por un tenedor -Deca
sonrindole.Pepa: Ves! Dijo triunfante.- Lo consegu!
Silvia: Vaya, mira que bien!
Pepa: Ay, ay, ay que se cae! Se le cay el arroz en el mantel- Mierda!
Silvia: jajajajajajaajaj Te lo dije, te lo dije!
Pepa: Pero es que tu ves normal que los chinos estos se coman cada puetero grano de arroz con
dos palos? Deca mirando con incomprensin los dos palillos.Silvia: ajajjajajajaja a lo mejor ellos no ven normales nuestros tenedores
Pepa: ellos no, pero yo si, as que si no te importa.
Silvia: ahora mismo vengo Dijo yndose a la cocina a por tenedores, muerta de risa.-
Silvia: (cerrando la puerta, apoyada en ella y mordindose el labio) Con que pelirroja eh? Dijo
para si misma.Pepa: (al otro lado de la puerta) Volver pelirroja, volver -Dijo sonriendo.-
CAPITULO 6
3 SEMANAS DESPUS
Silvia empezaba a llevar una vida ms o menos normal. Sala de vez en cuando, iba a trabajar,
coma con la familia, rea, sonrea
Sara y Lola, en un intento por hacerle ms amena su vida de soltera le haban regalado una
cobaya de pelos punkis a la que Sara se empe en llamar Picachu.
Y aunque la cobaya no haca mucha compaa, Silvia empezaba a levantar cabeza.
Sonia se haba perdido del mapa para ella. Despus de darle toques, mandarle mensajes y dejarle
grabaciones en el contestador que nunca fueron contestadas, Silvia desisti.
Echaba de menos a Sonia, pero no poda sentirse toda su vida culpable por romper con alguien
con quien no estaba bien.
Claro, que eso le llevo su tiempo comprenderlo.
En cuanto a Pepa La morena era cada vez ms amiga de Silvia. Y tena que reconocer que
comer con ella en un chino pona de buen humor a cualquiera.
Una maana de sbado, Silvia sali de compras. Lola se haba empeado en acompaarla, pero
ella insisti en ir sola.
A veces una necesita estar sola.
Iba a entrar en el probador de una de las tiendas cuando sali la chica que lo ocupaba.
Era Pepa.
Silvia: perdn yo Pepa?
Pepa: Silvia! Qu tal? Qu haces aqu?
Silvia: uuum Comprar ropa?
Pepa: Uy si, que tonta ejejje.
Silvia: perdona, pensaba que habas terminado en el probador
Pepa: si, si de hecho he acabado, puedes pasar. Vas a algn sitio luego?
Silvia: pues pensaba mirarme unos zapatos peeero -Mira el reloj.- Son las 1 y media, as que
esto estar poco rato ms abierto
Pepa: perfecto, pues te invito a comer.
Silvia: no, no Pepa
Pepa: Que si coo! Que te invito a comer!
Silvia: En un chino? Mirndola y rindose slo de pensarlo.Pepa: No en un chino no Me sale el arroz por las orejas ya -Dijo con los ojos en blanco..
Silvia: Vale, valee -Dijo riendo y entrando al probador.-
Pepa: Oye pelirroja Que estoy en el probador de al lado, es que he visto una camiseta de la que
me he encaprichado
Silvia: Vale, vale yo ya salgo
Cuando Silvia sali, le dio tiempo a pagar y darse una vuelta ms. Le daba palo acercarse a Pepa
y decirle que se diera prisa, pero la dependienta la miraba con una cara muy rara y al final se
decidi
a
hacerlo.
Silvia: Pepa que bueno esto estas ya?
Pepa no contestaba.
Silvia: Pepa?
Pepa: (dentro del probador) Joooo Tengo un problema
Silvia: (respirando y soltando todo el aire de golpe) Dios, Pepa, pens que te haba dado un aire
ah dentro Que problema tienes?
Pepa: Mira
Y dicho esto, abri el probador e invito a pasar a Silvia.
Silvia: Bien Cual es el? Dios, Pepa -Dijo sin poder evitar que se le quedaran los ojos de
plato.Pepa: tu tambin lo ves, verdad?
Silvia: el El que?
Pepa: el escote.
Silvia: Oh si, es vertiginoso.
Pepa: No! No lo relleno esto es un suplicio Porqueeee, Porque no desarrollara yo ms las
pechugas? -Dijo ponindose las manos en la cabeza.Silvia: Pepa ests perfecta
Pepa: No relleno la camiseta, ni aunque me meta calcetines como en el instituto
Silvia: Pepa, pero eso tiene solucin.
Pepa: si, corporacin dermoesttica
Silvia: No mira. Y se acerc a ella.- Con un sujetador de color negro de los que llevan abajo
relleno que sube el pecho Dijo poniendo las manos debajo de su pecho y subindoselo.- y bien
ajustado en la parte de atrs. Dijo estirando la espalda del sujetador.- Todo arreglado.
Sonri.Pepa: si Pero y que hacemos con el canal de Corinto?
Silvia: El canal de Corinto? Sin quitar an las manos.Pepa: vamos el canalillo que ms que canalillo parece el Canal de Corinto se abre un
abismo insalvable entre las dos parece que estn peleadas -Dijo y suspir, bajando la cabeza.Silvia: Ese es el canal de Corinto? Dijo riendo.- Eso con un buen sujetador, tiene arreglo. Uno
que tenga el relleno abajo y sea de tu talla de espalda. Qu te parece?
Pepa: Que no tienen remedio. Vmonos anda
Silvia: Y la camiseta?
Pepa: No No me la llevo -Dijo algo entristecida.Silvia: Cmo que no? Pero Pepa si te queda genial -Dijo ya saliendo del probador.Dependienta: Disculpen seoritas tendran que ir marchndose es que tengo que cerrar
Pepa: ahora mismo, muchas gracias.
Pepa: es que no me quedaba bien, Silvia. Que se le va a hacer. Una, que es guapa, pero todo no se
puede tener. dice echando el pelo hacia atrs con glamour.Silvia: Loreal, porque yo lo valgo ajajajjaaj Dijo imitndola.Pepa le sac la lengua.
Silvia: ah Con que esas no? Nada seorita saque usted la lengua, que ya hablaremos -Dijo
hacindose la ofendida, hasta que ambas no pudieron aguantar ms la risa y estallaron en
carcajadas.Silvia: No, en serio. Te quedaba bien Pepa, adems no se que complejo con el pecho
Pepa: Lo tengo desde siempre Silvia y ahora no se me va a quitar -Dijo algo avergonzada y
agachando la cabeza.Silvia: Pero es que no entiendo el porqu si Tu tienes-Dijo mirndola directamente y
sealando su pecho.- Vamos que -Dijo titubeando.- Que tienes un buen par de
Pepa: De ojos? De ojos dices? Si, ya lo s, son preciosos. dijo sonrindole.Silvia: anda tonta -Bebiendo vino.Pepa: Silvia
Silvia: Ummm? -Soltando la copa.Pepa: Gracias -Sonrindole algo azorada.Silvia: Gracias? Gracias porque?
Pepa: Por haberme alegrado el da.
Silvia correspondi a la sonrisa de la morena y fue entonces cuando una brillante idea pas por su
cabeza
Sonri entre malvola e ilusionada y empez a maquinar su plan.
CAPITULO 7
Silvia se despidi de Pepa al salir del restaurante, alegando que tena que pasarse por casa de una
amiga.
Pero la realidad era muy distinta.
Pepa haba ayudado a Silvia a olvidarse un poco de su estado sentimental, y sobretodo, a darle
compaa, a hacerla rer y ver que la vida, no se acababa en donde la dej a los 17 aos.
Entr en la tienda donde haban estado por la maana y pregunt a la dependienta por la
camiseta que haba visto Pepa.
Dependienta: Lo siento seorita pero esta misma tarde se ha llevado otra persona la camiseta
Silvia: No tiene ms?
Dependienta: Era la ltima talla bueno si. Hay una XXL
Silvia: Me la puede ensear? Dijo resignada.Dependienta: Aqu mismo la tiene.
Silvia: (mirndola) uff que va, que va Ni a Moby Dick le queda esto bien -Dijo bajito.Djelo. Muchas gracias de todas formas.
Dependienta: Lo siento seorita
Silvia sali algo deprimida de la tienda. Su plan haba fallado. Pensaba comprarle la camiseta a
Pepa y darle una sorpresa. Pero ya, era difcil.
Caminaba camino a su casa cuando la vio.
En un escaparate, puesta sobre un maniqu de color tostado, luca la camiseta.
La pelirroja se acerc al escaparate y se qued all pegada, como los niso pequeos cuando
observan un jugiete nuevo.
Era negra, con un escote vertigionoso, como bien haba descrito Silvia, y tan slo se diferenciaba
de la camiseta que a Pepa le haba gustado en un pequeo detalle a la espalda, un agujerito que
mostraba algo de espalda y una pequea flor de color blanco en una esquina de la camiseta.
Silvia entr a la tienda como alma que lleva el diablo y pregunt por ella. La dependienta se la
ense y Silvia decidi entrar al probador y probrsela.
Comprob que, efectivamente, le quedaba grande de talla y algo justa de pecho. Si, esa era la talla
de Pepa.
Pag la camiseta con una sonrisa en la cara y despus se dirigi a Womens Secret.
(NOTA DE LA AUTORA: Viva la publicidad subliminaaal!! xD)
No saba a ciencia cierta la talla de sujetador de Pepa, pero por lo que haba podido comprobar,
usara una 85 pequea as que pregunto a la dependienta y se dej asesorar por ella.
Sali del establecimiento con un bonito sujetador negro, con algo de encajes, que no dejaba nada a
la imaginacin y que hara un escote tan sugerente como le haba dicho a Pepa.
Muy ilusionada se acerc a comprar papel de regalo y decidi comprar algo que no sola comprar
a menudo y que era un poco diferente para un regalo. Chucheras.
Muchas, muchas chucheras. Compr tantas chuches, que la bolsa de la camiseta no tena nada
que envidiar a la bolsa de las golosinas.
Al llegar a casa fue directamente al saln con todo. Envolvi la camiseta y el sujetador con esmero
y lo puso dentro de una bolsa bonita con las chucheras.
Ilusionada, no pudo esperar a cenar y que le entrara sueo. As que se fue a la cama con algo de
nervios y esper al da siguiente.
D. Lorenzo: A ver seores seriedad. Bien esta noche habr un concierto en el palacio de
deportes de Madrid.
Aitor: Ostias! Y tenemos entradas?
D. Lorenzo: A ver agente por favor -Dijo con los ojos en blanco.- Recordad que no
queremos llamar la atencin, tan slo habr 2 agentes infiltrados en el concierto. Hizo una
pausa.- Creemos que alguien del equipo de organizacin del palacio de deportes pasa
estupefacientes a los jvenes que se encuentran all y luego estos los venden a altos precios.
Mir a los agentes de la sala.
Entonces a Pepa, se le ocurri una idea que hara que la pelirroja le dedicara la mejor de sus
sonrisas.
APTULO 8: I Surrender
Silvia: Dios, dios, amo a Laura Pausini, me encanta Laura Pausini!! Mariano, djame
infiltrarme a mi en tu lugar por favor!
D. Lorenzo: (que haba entrado al escuchar el grito de Silvia) No, porque te conozco y te
emocionars. Lo ves desde el furgn.
Silvia: Joder de verdad vaya asco trabajar de polica eh. Dijo triste y saliendo de la sala.-
Entonces a Pepa, se le ocurri una idea que hara que la pelirroja le dedicara la mejor de sus
sonrisas.
Mariano y Paco se acercaron al puesto de mazorcas y tanto ellos como las chicas y Povedilla en el
furgn, pudieron comprobar que la ta echaba algo raro a la mazorca
Pepa: Coo Paco! Las mazorcas!-Dijo sealando la pantalla donde vea la imagen de su hermano
y Mariano.
Paco: Ya lo veo!
Paco se acerc y ante la atenta mirada de la dependienta cogi una mazorca y la olisque. Luego le
arranc literalmente de las manos el bote del que echaba ese polvo blanco y tambin lo olisque.
Paco: Es droga. Dijo.Mujer: Qu droga ni que nio muerto! Si es azcar
Paco: Azcar, azcar en la mazorca? Anda Tire usted Y t tambin.
Se dispusieron a arrestar a la mujer del puesto y a su hijo, un chaval con pintas de mala gente.
Mariano: Queda usted detenida por -Pedo.- Por hacer que me este cagando
Mujer: Perdone? Con cara de mirar un perro verde.Paco: Que queda detenida por posesin y suministro de estupefacientes.
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Povedilla: (respirando hondo) bueno por fin aunque vaya revuelo se ha montado en la puerta
del concierto
Silvia: Y yo haberme perdido el concierto por esta panda -Dice cruzando los brazos.Pepa la mira con una sonrisa traviesa en la cara y tras volver a pensarlo unos instantes, la coge del
brazo.
Pepa: Ven pelirroja. Dice y la arrastra fuera del furgn.Silvia: Qu haces Pepa? Dnde vamos?
Pepa: Sgueme la corriente. Le dice antes de llegar a los guardas de seguridad de la puerta.Polica.
Guardia: Comisaria?
Pepa: San Antonio, Subinspectora Mara Jos Miranda.
Guardia: Pase. Y mirando con malas pulgas a Silvia dice- Y ella?
Silvia: Inspectora Silvia Castro.
Guardia: Documentacin?
Silvia: Mierda Pepa! Me la he dejado en el coche Voy a El coche? Dnde est el coche!!?
Dice alterada.Pepa: Mierda -dice susurrando.- Corre pelirroja!
Y arrastra a Silvia de la mano por todo el recinto, con el guarda pisndoles los talones y consiguen
perderlo de vista metindose entre la muchedumbre.
Chica: Eeeh!! T! no te cueles!
Pepa: Polica -dice enseando la placa.-
Silvia: Pepa Ests loca -Dice rindose.Pepa: Polica -Dice enseando la placa a otro.Chico: Y a m que? Chulo.Pepa: Te apetece pasarte la noche en el calabozo? Dice ensendole una parte de las esposas.Chico: Pase, pase
CAPTULO 9:
Silvia disfrut del concierto como una enana. Pepa la miraba y no paraba de sonrer viendo como
la pelirroja rea, cantaba, saltaba
L.Pausini: bien, bien ahora un poco de tranquilidad no? Esta cancin Se la dedico a todos
aquellos y aquellas Que han esperado con paciencia el amor, y que cuando parece todo
perdido les llega. Gui un ojo y los acordes de Mi Respuesta comenzaron a sonar.-
Pepa: Miranda llamando a costillita, Me recibes? Qu tal por ah arriba? Dijo muerta de risa.Silvia: (muerta de risa y sujetndose como poda) Costillita?
Pepa: Me estas clavando algo y quiero pensar que son las costillas
Silvia: umm Te refieres al cinturn al mvil en le bolsillo, a la pistola o a las costillas?
Pepa: Djalo mejor no te muevas -Dijo riendo.- Qu, se ve como en los rascacielos de Nueva
York?
Silvia: nunca he estado en Nueva York pero s, se ve genial
Pepa: eeeh!! Laura! Estamos aqu! Dijo chillando y levantando las manos de la pelirroja.-
Pepa: vamos corre! Dijo cogindola de la mano y separndose bruscamente.Silvia: Qu pasa? Algo fastidiada por el corte.- Es que eres como cenicienta, que a las 12 se
rompe el hechizo o qu?
Pepa: (riendo por la ocurrencia de la pelirroja) No, no Es que ha llegado tu sorpresa.
Y la arrastr hacia los camerinos traseros y le dijo que esperara en una esquina. Silvia observaba
como hablaba con otro guarda y le enseaba la placa y un papel en blanco. La morena hizo un
gesto a Silvia, sealndose que se acercara y cuando lo hizo, le dijo:
Pepa: no s si te gustar. Pero valdr la pena ver tu cara. Acaricindole la mejilla y dejando a
Silvia extasiada.La puerta del camerino se abri y ante sus ojos apareci la mismsima Laura Pausini, en carne y
hueso, sentada sobre un sof blanco y mostrndoles una amplia sonrisa.
Silvia miraba con incomprensin a Pepa y abra la boca intentando articular palabras, pero tal y
como la abra, la cerraba otra vez.
Pepa: Qu pasa pelirroja? No te lo esperabas, eh? Deca cogindola del brazo y sonrindole.Vamos, vamos a sentarnos -Deca arrastrando a Silvia con ella hacia el silln que la Pausini les
ofreca.L.Pausini: Silvia Me han dicho que te ha gustado mucho el concierto -Sonriendo.Silvia, como una nia pequea, miraba con cara de susto y todava sin poder hablar.
Pepa: No, si al final le habr dao un aire o algo
Silvia: Yo... Yo Me encanta tu msica, Dios, eres mi dolo -Deca rojsima.Pepa se rea de ver a Silvia en esa situacin y la cantante intentaba mostrarse comprensiva ante
ese arranque.
L.Pausini: Vaya sorpresn te han dado, Eh? Tu novia debe de quererte mucho
Pepa miraba con cara de pker y la de Silvia no era para menos.
Silvia: No es mi
L.Pausini: (interrumpindola y hablando con uno de sus agentes) Perdonarme, tengo que irme, ya,
ya estn taponando la puerta de atrs del recinto (dijo y puso cara de ) Pero antes Ven,
Silvia, vamos a tiranos una foto y te voy a dar un regalito
Las chicas se tiraron una foto con Laura y Silvia sali an con cara de shock del camerino con una
camiseta y un CD firmado por Laura Pausini y dedicado nica y exclusivamente a ella. Adems de
dos besos de la cantante.
Pepa: Pelirroja Qu pasa? No te ha gustado la sorpresa?
Silvia: Pepa me ha encantado, pero no entiendo como
Pepa: Una, que tiene sus contactos -Dijo acicalndose las uas.-
Pepa sali del bao y se dirigi tmidamente al saln, donde estaba Silvia. La pelirroja subi la
vista poco a poco
Sus piernas sus caderas su cintura sus manos su pecho su cuello su rostro.
Silvia: Pepa ests. Dios estas guapsima
Pepa: sabes? Tenas razn Puede que crecieran un poco con ayuda -Dijo mirndose el
escote.- Y vaya ayuda
Silvia: Si vaya ayuda -Dijo y se acerc peligrosamente a Pepa, que la miraba con cara de no
entender nada.-
Silvia acerc su boca a la de Pepa y dej un sutil beso en sus labios. Un roce, un leve roce, que
provoc que ambas sintieran ms sed de la otra.
Se miraron a los ojos con el deseo en sus pupilas y la pelirroja volvi a besar a la chica con un
desenfreno que no haba sentido nunca.
Pepa corresponda a ese beso con ganas, posando sus manos en la cintura de la pelirroja. Intent
separarse para poder hablar, pero Silvia slo dejaba el mnimo espacio para respirar entre las
dos.
Pepa: (balbuceando y con los ojos entrecerrados) YoYo -Dijo y se rindi a los besos de la
pelirroja en su cuelloSilvia: Shh Djame, djame besarte
Pepa no aguant ms y apret con todas sus fuerzas el cuerpo de la pelirroja contra el suyo. Se
besaban con ternura, con pasin, con deseo. El cuello, los labios, las mejillas
Sus cuerpos eran un ir y venir de manos y labios deslizndose por cada centmetro de sus pieles
Al sentir el aliento y la respiracin de la pelirroja ah abajo, Pepa dej escapar un sonoro gemido.
Entonces Silvia volvi a trepar por su cuerpo y se tumb encima de ella despojndose antes de su
tanga e intentando abarcar todo el cuerpo de la morena.
La bes con pasin, un beso hmedo. Sus lenguas se encontraron y sus manos empezaron a trazar
caminos inesperados por sus ms ntimos rincones.
Con una rodilla de las que tena entrelazadas con las piernas de Pepa, Silvia presion el sexo de la
morena que gimi en su odo y consigui que la cosa se calentara ms an.
Ya no poda esperar ms. Baj hasta su sexo y lami con devocin todo lo que encontr a su paso.
Frot su cltoris mientras lama sus pezones y acariciaba su abdomen.
Aquello iba a reventar, ninguna poda esperar ms y la estancia se llenaba de gemidos
6 HORAS DESPUS
La luz y el ruido de la calle la despertaron. Pestae varias veces y se frot los ojos, intentando
ordenar lo ms rpidamente posible los acontecimientos que se sucedieron anoche.
Lo recordaba todo algo borroso, como si hubiera estado borracha.
Y lo estaba. Borracha de deseo.
A su lado dorma ella, tan dcil, tan tranquila
CAPTULO 12:
No quera hacer ningn movimiento para no despertarla, aunque por la hora que era, deberan
empezar a levantarse. A las 11 deban estar en comisara y eran las 9 de la maana.
Observ su cuerpo tostado recostado de lado. Las sbanas blancas marcaban sus curvas bien
definidas y dejaban constancia de su calmada y pausada respiracin.
La subinspectora se removi entre sueos y se dio la vuelta, dejando descubierto su torso bien
formado y su abdomen liso.
Silvia la mir y esboz una media sonrisa ante la cara de desorientacin de la morena.
Pepa: Silvia... Dijo medio dormida y con los ojos an cerrados.Silvia: Estoy aqu
Pepa: (abriendo los ojos) Yo Que Qu hora es?
Silvia: Las 9, deberamos ir pensando en levantarnos
Pepa: (ms despierta) Que Por qu ests? Hizo una pausa, mirando su desnudez y dijo-:
Oh Dios
Silvia: Pepa yo -Dijo algo cohibida.Pepa: (tapndose con la sbana) No, no Silvia soy yo quien tiene que
Silvia: No Pepa yo Yo me pas, estuve demasiado lanzada y
Pepa: Coo pelirroja! Djame hablar! Dijo levantando el tono de voz.Silvia se call, levant la cabeza y se tap tambin con la sbana.
Pepa: Yo yo siento lo de anoche no no deb haber dejado que la cosa llegara tan lejos
Silvia: fue culpa de las dos
Pepa: Ya Silvia, pero pero siento lo que te hice te cort ah
Silvia: hombre, no te voy a negar que no me cortaste todo el rollo -Pepa la mir con los ojos
como platos.- Pero que si, que fue un error
Pepa: Totalmente y yo... yo no estaba segura
Silvia: Que si, que no pasa nada
6 HORAS ANTES
Ya no poda esperar ms. Baj hasta su sexo y lami con devocin todo lo que encontr a su paso.
Frot su cltoris mientras lama sus pezones y acariciaba su abdomen.
Silvia aument el ritmo a la par que respiraba fuertemente en el odo de su amante, que, no
pudiendo controlarse emita gemidos audibles a bastante distancia.
Pepa: Silvia
Silvia no escuchaba, no hablaba, slo responda a los deseos que el cuerpo de la morena y su
propio cuerpo le pedan.
Pepa: Silvia Silvia Para. Intent controlar su respiracin.-Para por favor
Silvia sali de su ensoacin y se par secamente.
Pepa: Silvia yo -Dijo incorporndose.- yo Yo no
Silvia: Shh -Dijo y trep por su cuerpo.- No pasa nada -Hizo ademn de besarla, pero la
morena se apart.Pepa: yo Silvia yo nunca he estado con una mujer y
Silvia: no digas ms -Dijo mostrando cierto tono de desilusin y sentndose a su lado en la
cama.Pepa: Yo no quiero que saques conclusiones precipitadas ambas estbamos faltas de -Dijo
cortndose.Silvia: De sexo vaya.
Pepa: si, exactamente Y bueno yo no no quiero que te confundas yo a mi no me no
me gustas Silvia.
Silvia: No te preocupes Pepa, ha sido una tontera no s ni porque lo he hecho -Dijo
pasndose la mano por la frente.- Estaba confusa Pepa.
Pepa: no importa. Hizo una pausa.- Pero vaya, que llego a ser lesbiana y te hago de todo aqu
mismo pelirroja -Dijo riendo.Silvia: (correspondiendo a su risa) Si claro, Y quien me quita a mi ahora le subidn?
Pepa: Vamos, el calentn(dijo estallando en carcajadas)
Silvia: si, tu rete, rete
Silvia: Quieres desayunar? Dijo sonriendo.Pepa: Uuum Tienes nocilla? Dijo poniendo las manos a modo de ruego.Silvia: Buenoo Slo porque eres t.
As, las chicas descubrieron que el pellejo que Silvia haba visto en el papel higinico,
corresponda con el adn de un pelo encontrado en el otro rollo.
Silvia: Esto lo ha tocado la misma persona.
Pepa: Vamos a tu seor padre a informarle.
Silvia: Pepaa
Pepa: Digo A su estimadsimo y cojonudo Don Lorenzo.
Silvia: (riendo) anda tira
Cuando el turno acab y don Lorenzo fue informado, Silvia se dispona a marchar a casa.
1 hora ms tarde, Sara, de la mano de Lucas, Aitor, Quique, Curtis y Gonzalo, babeando por las
esquinas, Pepa, con la camiseta y el sujetador que Silvia le regal, y Silvia, intentando no babear
ella tambin, entraban a la nueva discoteca.
Curtis: Coo como est esto
Gonzalo: Joder Si que hay gente aqu metida
Pepa: Medio Madrid por lo menos
Las chicas fueron a la barra a pedir mientras los chicos se paseaban visualizando gnero
Sara: Veo yo a estos muy sueltos
Pepa: djalos son como animalillos los tienes encerrados, los sacas y tienen que defogar
Sara: Y tu Silvia? Por qu no vas a visualizar gnero? Dijo riendo.Silvia: Porque no soy as de cerda Yo miro, pero con disimulo. Dijo y ri con Sara.Pepa: Vaya, vaya con la pelirroja -Dijo y ri tambin.- Cuidaito Sara, que como la dejemos
suelta
Sara: Oye! Que es mi ta! Dijo y le peg un manotazo en el brazo a Pepa.Pepa: toma! Y yo tambin! Defindeme Silviaaa Silvia?
Pero Silvia ya no hablaba. Miraba a un punto fijo y abra la boca y la cerraba por momentos.
Sara: Silvia Esa no es?
Silvia: Si, Sarita, Si. An mirando al mismo punto.Sara: Y se est metiendo.?
CAPTULO 14:
Pero lo que a Silvia haba dejado impactada no era el hecho de ver a Sonia, sino que esta estaba
pasndose de todo y bailando cuan gog de discoteca, medio despelotada, con otra chica a la que le
coma la boca desesperadamente. Y esa chica no era otra que una de las amigas que Silvia y Sonia
tenan en comn.
Sin mediar palabra, se acerc como alma que lleva el diablo sin que nadie pudiera pararla.
Pepa: Silvia!
Gonzalo: Silvia espera!
Pero Silvia no hizo caso y se acerc a la chica que le coma la boca a Sonia. Le dio un par de
golpecitos con el dedo ndice en el hombro y dijo:
Silvia: Que? Divertida la noche eh?
Patri: Coo Silvia! Qu tal? Dijo e hizo ademn de darle dos besos.Silvia: Eres gilipoyas? Patri la mir.- No, no, dime, Eres gilipoyas o te lo haces?
Patri: Pero tu estas loca? Se te va la olla? A Sonia.- Est de psiquitrico.
Silvia: No, las de psiquitrico sois vosotras Tu qu? Tan dolida, y ahora me cambias por lo
primero que pasa No? Dijo a Sonia.Sonia: Anda Silvita cllate y djanos -Dijo muy colocada y le volvi a comer toda la boca a
Patri.Silvia: Y t que? Dijo a Patri.- No me lo esperaba de ti, de ti no. Dijo muy dolida.- Qu coo
habis tomado?
Sonia: Mira Silvia, bonita, Por qu no te vas con tus amiguitos y te pides un zumito de pia, eh?
Dijo y se acerc a ella en plan chula.Silvia: Sonia aprtate y deja de vacilarme
Patri: Vacilarte? Le vas a vacilar t a mi churri niata? Dijo en actitud amenazante.Silvia: Tu que? Dijo mirndola con incomprensin.Sonia: Pero tu que te crees, que slo follaba contigo? Y empez a rerse contagiando a Patri.Ests muy equivocada Silvia No eras la nica en mi vida.
Silvia se acerc a Sonia y le propin un soberano bofetn.
Sonia: Pero que te pasa, ests imbcil o que? Dijo y le devolvi la torta.
Silvia respondi al nuevo bofetn con otro ms fuerte que el anterior y Patri colabor llamando a
sus amigas para que vinieran a rendirle cuentas a la pelirroja.
Gonzalo, Aitor, Pepa y los dems se acercaron a Silvia e intentaron separarla de Sonia, que le
pegaba con ayuda de otra chica rubia, mientras alrededor se arremolinaba la gente.
Pepa: Silvia, Silvia -Silvia segua a lo suyo.- Silvia coo! Dijo y se meti en el crculo que se
haba formado dispuesta a llevrsela.Sonia: (parando y con la nariz ensangrentada) Hombre Si est aqu Rambo -refirindose a
Pepa.- Y ha trado a los hermanos calatrava! Dijo mirando a Aitor y Gonzalo.- Qu pasa
Silvita, no sabes defenderte t solita?
Pepa sujetaba a Silvia que miraba con profundo odio y rabia a aquella mujer con la que no hace
mucho comparti ms que cama.
Chica 1: Sonia! Mtele una somanta palos que se entere de lo que es bueno!
Chica 2: Pgale, pgale!
Sonia: (riendo) Djala, si es que siempre ha sido una floja en todo -remarc esta ltima
palabra y ri al ver como Silvia se escapaba de los brazos de Pepa y volva dispuesta a zurrarle.Sara: Joder Gonzalo, sacarla de ah!
Gonzalo: Pepa, tira, vamos a sacarla, que la funden.
Pepa: Silvia ya, ya, se acab Venga -Dijo haciendo ademn de cogerla.Silvia: que me dejes, que me dejes!
Patri: Djala, Si es que quiere ms marcha -Dijo riendo.-
Pepa no se lo pens dos veces, la cogi cuan saco de patatas y la sac de la discoteca mientras
Silvia berreaba y le pegaba puetazos en la espalda.
Pepa la baj y la cogi firmemente de los hombros.
Pepa: Silvia
Silvia: Hijas de puta, hijas de puta! Dijo con rabia y mirando hacia dentro del local.Pepa: Silvia
Silvia: No os murierais!
Pepa: Silvia! Deca mirndola fijamente.Silvia: os acordaris, os acordaris de hoy y de mi! Gilipoyas! Anormales!-Hizo una pausa y
bajando el tono de voz y empezando a sollozar dijo-: Me habis destrozado la vida
Pepa: Ay, Silvia -Dijo y la abraz.Silvia se abraz a Pepa y llorando en su hombro le dijo:
Silvia: Por qu, porque? Qu les he hecho Pepa?
Pero Pepa no contest.
Silvia: No s que.. que he hecho. Yo slo intent hacer las cosas lo mejor que pude Y ahora
mira. No slo mi exnovia, sino tambin todas aquellas a las que crea mis amigas, vienen, me
zurran, se ren de mi y encima se acuestan con ella.
Pepa: Bueno Silvia eso no sabes si
Silvia: Si, Pepa, Si. Dijo cortndola.- Ahora entiendo porque Sonia llegaba tan tarde a casa y
tena tantos mensajes de Patri, y de bea -Solloz.-no quiero No quiero saber cuantas veces se
habrn acostado en nuestra cama
Pepa slo la escuchaba intentando reconfortarla algo.
Silvia: Y sabes? Al final de los aos, te das cuenta. De que, como deca mi hermana, es mejor
tener 1 amigo, 1 amigo de verdad. Que 5 con los que salir todas las noches. Porque ese amigo de
verdad estar siempre ah, en lo bueno y en lo malo. Y te escuchar cuando ests mal, y reir
contigo cuando ests bien. Se hizo un silencio.- Y nunca se acostar con tu novia.
Pepa estrech el abrazo.
Silvia: Me quiero morir Pepa, me quiero morir -Dijo y llor ms fuerte.Pepa se separ un poco de ella y la mir a los ojos.
Pepa: No digas tonteras Silvia.
Silvia: No son tonteras mira el numerito que he montado, mira como he terminado y a saber
como las habr dejado a ellas. Una de las que crea mi mejor amiga se acostaba con mi ex novia, la
cual me confiesa entre ostias que se acostaba con otras mientras estaba conmigo, y mientras, mis
otras amigas animndola a que me zurre. Y todo esto ocurre mientras yo me senta culpable por
haberla dejado.
Pepa: Hombre, un poco heavy si que es -Dijo y le sec las lgrimas.- Pero la vida es demasiado
bonita para desperdiciarla amargndote con estas cosas Silvia
Silvia: Sabes? Si alguna vez decido suicidarme -Pepa la mir con cara de asesinarla.- No, no en
serio, escchame. Si alguna vez decido suicidarme Me tirar a un ro.
Pepa: A un ro?
Silvia: Si, porque los ros van al mar, y all empieza y acaba todo. A lo mejor as, empieza una
nueva vida mejor.
Pepa: Que cosas tienes Silvia: Eso y que las sirenitas estn muy buenas! Quin sabe si me encuentro con una? Dijo
sonriendo.Pepa: (contagindose de su sonrisa) Anda, boba, vmonos, que tendramos que ir a curarte eso.
Silvia: Llvame a mi casa, por favor -Volviendo a tener esa tristeza en la mirada.Pepa: Voy a avisar a los dems y nos vamos, Vale?
Silvia asinti con la cabeza y Pepa le dio un tierno beso en la mejilla.
CAPTULO 15
Pepa: (contagindose de su sonrisa) Anda, boba, vmonos, que tendramos que ir a curarte eso.
Silvia: Llvame a mi casa, por favor -Volviendo a tener esa tristeza en la mirada.Pepa: Voy a avisar a los dems y nos vamos, Vale?
Silvia asinti con la cabeza y Pepa le dio un tierno beso en la mejilla.
Pepa acompa a su casa a Silvia y una vez all y sacado el botiqun se dispuso a curar a Silvia.
Silvia: Ay, ay ayyy! Se quej.Pepa: Joder y eso que la seorita es mdico -Dijo susurrando, muy concentrada en su
trabajo.-
Silvia: No soy mdico soy foren aaay! Se volvi a quejar.Pepa: Por Dios pelirroja, ni que te estuviera matando -Hizo una pausa y continu.- Esto ya
est
Silvia: Bueno Voy a ducharme entonces
Pepa: (que o entendi como una indirecta para que se fuera) Bueno yo yo me voy.
Silvia: No hace falta, si quieres qudate.
Pepa sopes la oferta de la pelirroja.
Pepa: No, no en serio. Me voy a casa, tienes que descansar. Dijo levantndose con una sonrisa.Silvia: Como quieras -Dijo algo desilusionada.Pepa: Tienes miedo?
Silvia: Miedo? No, no
Pepa: Entonces?
Silvia: No, no s pens que nada, es igual. Dijo y se levant dispuesta a ir al bao.- Hasta
maana, Pepa.
Pepa: Maana trabajas no?
Silvia: Si, entro a las cuatro, pero a las 10 ya estoy fuera.
Pepa: Umm vale, vale. Me paso a recogerte y cenamos? Dijo sonriendo.Silvia: No s Pepa no tengo muchas ganas
Pepa: (Ahora desilusionada ella) Ah bueno como quieras. Hasta maana.
Y se march.
..
Pepa se haba pasado toda la maana buscando el sitio donde iba a ir esa noche. Quera que fuera
algo que Silvia recordara, y aunque no estaba segura de si querra ir, saba que si la convenca le
terminara gustando.
Pepa: Dos personas, todo incluido.
Dependienta: Hora?
Las investigaciones que Silvia y Pepa haban hecho sobre el caso del papel higinico les haba
llevado a al busca y captura de un delincuente con un perfil muy curioso.
Iban ya por tres nias desaparecidas, todas de una edad y constitucin similar y con una
caracterstica comn.
Todas estaban haciendo sus necesidades cuando fueron secuestradas.
Adems, en la casa de la tercera nia secuestrada se encontr un papel arrugado y descolorido de
lo que pareca publicidad de un almacn de muebles.
Tras las pertinentes investigaciones tenan un presunto secuestrador, pero no su localizacin. As
que esa noche don Lorenzo inform que al da siguiente se montara un operativo con dos
furgones camuflados haciendo guardia en puntos diferentes del polgono industrial, cerca de uno
de los posibles almacenes.
A las nueve y media pasadas de esa noche, alguien llam a la puerta del laboratorio.
Pepa: Toc, toc! Dijo haciendo que tocaba a la puerta.Silvia: (sonriendo) Anda pasa, boba.
Pepa: Te queda mucho?
Silvia: No, no. Estaba acabando ya, Por?
Pepa: Pens que querras salir conmigo -Dijo acercndose.Silvia: Pepa te dije que no tena muchas ganas
Pepa: Pero si no es a cenar!
Silvia: Ah no?
Pepa: No, es una sorpresa. Pero te tienes que dar prisa.
Silvia: (gratamente intrigada) Uum De acuerdo.
..
Silvia: Se puede saber donde me llevas? Pregunt a Pepa, que conduca en silencio.Como respuesta obtuvo la sonrisa de Pepa.
Silvia: No me lo vas a decir verdad?
Pepa neg con la cabeza.
Pepa: ya queda poco
10 minutos despus, Pepa aparcaba el coche.
Silvia: Ya?
Pepa: Baje usted seorita y Voil!
Silvia abri la boca y quiso decir algo, pero no le dio tiempo.
Pepa: Vamos! Que llegamos tarde!
Pepa arrastr a Silvia del brazo hacia los baos rabes y entreg su pase a la dependienta.
Dependienta: Los vestuarios a la izquierda.
Pepa: Gracias.
Y ante la atnita mirada de Pepa, Silvia se comenz a desvestir all como si nada.
Pepa: Sil. Silvia. -Dijo tragando.- All hay cabinas, si no quieres desvestirte aqu as
Silvia: Ah, da igual, aqu se desviste todo el mundo. Dijo y sigui.Pepa: Yo.. yo mejor me voy a una cabina de esas que -Se atranc y Silvia la mir.- Que que
tengo un cuerpo muy feo -Dijo y se meti roja como un tomate en una de las cabinas.Silvia: (riendo y mirando hacia la cabina para que pepa la escuchara) Eso es lo que tu crees
CAPTULO 16
Muerta de vergenza y roja a ms no poder, Pepa se tap la cara dentro del vestidor. Tena la
tentacin de mirar por una rendija de la cortina hacia fuera y volver a ver el cuerpo desnudo de
Silvia
Pepa: (pensando) Joder, joder que me pasa. es una ta Pepa, por favor -Puso los ojos en
blanco.- Llevas mucho sin un polvo
Silvia: Pepa? Ests ya, o tengo que abrir la cortina? Dijo carcajendose.Pepa: (subindose las bragas del bikini como si se le fuera la vida en ello) No, no! Ya estoy!
Y fue a abrir el probador, pero se percat a tiempo de que no se haba puesto la parte de arriba y
volvi a cerrar rpidamente.
Silvia: Ey! Qu haces? Dijo acercndose a la cortina.Pepa: Silvia, por lo que ms quieras, no abras.
Silvia: (riendo) Por qu no?
Pepa: Porque no me he terminado de vestir
Silvia: anda yaa! Dijo y abri de un manotazo la cortina del vestidor, descubriendo a una
Pepa que por momentos se pona ms roja y desanudando los lazos del bikini para colocrselo.Silvia: (chifl) Vaya vaya -Dijo admirando el torso desnudo de Pepa.Las chicas que se encontraban all rieron por lo bajo.
Pepa: Joder Silvia! Y se tap.- Crtate un poco no?!
Silvia: Bah ni que no te las hubiera visto nunca -Dijo.- adems Tiene o no tiene buenas
tetas?-Dijo dirigindose a tres chicas que estaban secndose el pelo y vistindose.Chica 1: Hombre las tiene bien puestas -DijoChica 2: (riendo) Si, si, yo lo reitero.
Pepa: Joder Silvia! Quieres cerrar de una puta vez ya la cortina?! Dirigindose a las chicas.Y vosotras no miris tanto coo!
Silvia: Anda, anda, deja, yo te lo ato -Dijo y entr a la cortina con ella y le arrebat el bikini de
las manos.- Ves? tampoco es tan difcil desatar el nudo.
Pepa: Teniendo en cuenta que lo desataba con 4 tas mirndome las tetas .- Dijo algo
malhumorada.Silvia: Aanda No te enfades -Le acarici la cara.- Date la vuelta.
Pepa se dio la vuelta y se coloc a espaldas de la pelirroja. Silvia le coloc el bikini en el torso
desnudo, recorriendo suavemente con sus manos los costados de la morena.
Silvia: (pensando) Que piel tan suave Uum y que que par de de tetas joder Creo que
aquella noche no me fij bien
Pepa: (pensando) Joder que vergenza he pasado y anda que esta, que ni se cortaba en mirar
a lo mejor me estoy volviendo loca, igual no me miraba con ningn fin pervertido si, eso es, me
miraba como quien mira un cuadro feo con pena. Si, si, es eso. Que manos tan suaves
Y como si adivinara sus pensamientos, Silvia le habl:
..
Pepa no estaba muy segura de que le pasaba con Silvia, pero tena la necesidad irracional, la
urgencia, de ver a la pelirroja todos los das, de llamarla cuando no vena a trabajar, de estar con
ella, en las comidas, en las cenas, por las tardes
Quizs por eso haba decidido regalarle aquella sesin de spa. Tena que hacer lo que fuera por
pasar un rato con ella, por ayudarla en lo que fuera, por no verla sufrir como aquel da con Sonia.
Pero sin embargo Cuando Silvia se acercaba y su corazn se desbocaba, algo le deca que eso no
era lo que ella quera. La pelirroja enturbiaba sus sentimientos y no le dejaba sacar a la luz que
quera realmente de ella.
Y aunque deba reconocer que senta deseos de tocarla, de acariciarla y le gustaba que la halagara,
saba tambin que eso no era lo que quera completamente.
Despus del numerito del probador, se metieron en la primera piscina que encontraron sin decir
nada, cada una con sus propios pensamientos.
Silvia: (pensando) Joder, la he cagado, mrala si ni me mira Mierda pero si es que no s
porque me ha tenido que salir la vena burra Pero desde luego que es que esta buena -Dijo
mirndola de reojo.- Ya, ya vale Silvia. Si, ya se que pasa. Mucho tiempo sin un polvo.
Pepa: (pensando) Vale, no pasa nada, ha sido un beso inocente, un beso normal, como el que te
puede dar cualquier otra persona y el comentario bueno es una ta.. y le gustan las tas
Es normal que tire piropos no? Justo en ese momento su corazn comenz a latir desbocado al
ver que la pelirroja se levantaba y se meta debajo de un chorro en el centro de la piscina.- Vale,
vale tranquila. Hagamos como si nada hubiera pasado. Acta con normalidad
Pepa: Silvia! Vamos a aquella piscina! Dijo sonriendo y levantndose.Silvia: (pensando) Coo! Pero no estaba molesta? Vaya pues por como sonre parece que
no
Silvia: Voy!
Pepa: (pensando) Pero, pero Que haces!? Que has dicho!? Dios, dios la voy a liar
Silvia: (subiendo la cabeza y mirndola sin dejar de abrazarla) Hombre Alguna se me ocurre
CAPTULO 17
Pepa: (pensando) Dios, dios, dios ahora si que si, la he liado -Silvia se acerc
provocadoramente a ella.- Dios, Dios, Porque no puedo moverme?
La pelirroja rode su cuello con los brazos y apoy su frente contra la de Pepa.
Fueron apenas segundos, pero pareca una eternidad. Pepa se debata entre el apartar a Silvia y
dejarla que siguiera acercndose
Pero Silvia no tena otra intencin que jugar un poco con ella.
As que cuando Pepa, absorta completamente en sus pensamientos, se despist, Silvia solt los
lazos de su bikini y con una sonrisa malvola, se despeg del cuerpo de pepa llevndose con ella el
bikini.
Pepa: Pero que coo!?
Silvia: Ssh Calla, que hay que estar calladitos. Dijo poniendo un dedo en la boca.Pepa: Silvia, dame eso, ya.
Silvia: No, no, no si lo quieres cgelo -Dijo y sali disparada de la piscina hacia otra.-
Pepa sali corriendo detrs de ella intentando taparse, Pero Silvia fue ms rpida y corri dando
la vuelta a columna y la pill por detrs.
Como si la estuviera esposando, cogi sus muecas y las agarr con fuerza en su espalda.
Silvia: Queda usted detenida, seorita Miranda, por no ensear las tetas. Dijo aguantando la
risa.Pepa: Por no ensear las tetas? Y esto que es? Dijo algo fastidiada.Silvia: Por haberse resistido
Pepa: Ah, genial ahora me arrestan por no ensear las tetas, flipa -Dijo y resopl.- Cundo
piensas devolverme el bikini?
Silvia: Dentro de un ratito me prometes que si te suelto vas a venir conmigo a la piscina sin
resistencia y sin pedirme el bikini?
Silvia: (rompiendo el hielo) EEm bueno quee nos metemos en el agua? Que me estoy
quedando helada
E instantneamente Pepa baj la vista hacia su torso donde, efectivamente, se poda notar
perfectamente la temperatura corporal de la pelirroja.
La morena estall en una carcajada.
Silvia: Joder, que pasa? Dijo incmoda.Pepa: Nada, nada pelirroja -Dijo riendo.- vamos a la piscina anda
Y cuando Silvia pas a su lado en direccin a la alberca, dijo a su odo:
Pepa: (susurrando) Ten cuidado, que si te descuidas, rayas cristales -Dijo y estall en una
sonora carcajada.Silvia: (con la boca abierta) La madre que
Despus del masaje, se quedaron tan calmadas y tan descansadas que no tuvieron ni ganas de
hacer mas jueguecitos como el del bikini.
Salieron del spa cerca de las 12 de la noche y Pepa conduci hasta casa de Silvia en silencio.
Empezaba a pensar que lo que le pasaba con Silvia no era algo muy normal. La quera como
amiga muchsimo, se haba convertido en una persona muy importante en su vida. Pero desde
hasta hace poco, el incidente en casa de Silvia, cuando aquella noche casi se acuestan, le pareca
una tontera.
Ahora empezaba a encontrar razones del porqu paso aquello. Cada vez que Silvia la tocaba, le
insinuaba, la miraba senta una sensacin rara en el estmago. Por una parte de nervios, de
incertidumbre, por otra de represin. Se senta bien, la halagaba, pero a la vez la situacin la
incomodaba.
Y no era ella, Silvia, la que la incomodaba, si no lo nuevo de todo aquello, las ganas que se
adueaban de ella, pidindole a gritos y en silencio a Silvia que se acercara ms a ella.
Silvia se removi en el asiento, bostezando, con los ojos cerrados, y pregunt si poda coger su
chaqueta.
Pepa: tienes fro? Cgela.
10 minutos ms tarde Pepa apagaba el motor del coche dispuesta a dejar a Silvia en su casa.
Pepa: Silvia ya -La mir y sonri al ver la tierna escena.Silvia dormida hecha un pequeo ovillo en el asiento del copiloto, abrazaba la manga de la
chaqueta de Pepa, que se haba colocado sobre los hombros.
Daba pena despertarla, y Pepa se hubiera quedado un rato ms mirndola, pero entonces acerc
muy suavemente su mano y, primero con la punta de los dedos, temerosa, y poco despus con la
mano, acarici la mejilla de la pelirroja.
Pepa: Silvia Princesa hemos llegado.
Silvia se removi y abri ligeramente los ojos.
Silvia: Que sueo -Dijo susurrando, medio dormida.Pepa: Venga, vamos a casa y duermes. Y deposit un suave beso en su mejilla.Silvia sonri ante ese beso cuando Pepa sali y rode el coche para abrir su puerta.
Pepa: Vamos seorita, su cama la espera.
Silvia acept la mano que Pepa le ofreci y sali con pasos algo torpes hacia el portal de casa.
Pepa: Bueno pues yo ya me voy.
Silvia: Qudate -Y pareca un ruego, una splica.Pepa: Bueno Silvia es que debera irme a casa
Silvia: Es tarde Y estars cansada tambin.
Y la mir. La mir con unos ojos rebosantes de ternura, de ruego, a los que ya no poda resistirse.
Pepa: Esta bien -Dijo y cerr el coche para acompaar a la pelirroja.Entraron al ascensor sin dirigirse una palabra y mirando a sus pies.
Pepa: Sigues teniendo fro? Dijo al verla an con su chaqueta.Silvia: S algo.
Pepa: Bueno... ahora a la camita y arreglado. Y acercndose a ella le apret los hombros,
intentando transmitirle algo de calor.-
Entraron a casa de Silvia y, como si no hubiese cado hasta ahora, Pepa pregunt algo alarmada
por dentro:
Pepa: Pelirroja Dnde voy a dormir?
Silvia: En mi cama.
Y se le cay el mundo al suelo.
Pepa: (pensando) Dios, no, no en su cama no Que no Que estoy muy loca y a saber que me
hace esta mientras duermo adems que que yo no duermo con ninguna mujer
Silvia: Espera que traiga las mantas parra el sof. Y un pijama para ti.
Pepa: Sof? Dijo sin hacer caso del tema pijama.Silvia: Si, yo dormir en el sof. Dijo yndose a la habitacin.Pepa: Ah no, eso si que no.
Silvia: Por qu no?
Pepa: Porque es tu casa, y tu duermes en tu cama, y yo que soy la invitada, en el sof.
Silvia: Porque tu lo digas. Volvi, le tendi el pijama a Pepa y empez a preparar el sof.Pepa: Si, y adems, tu ests reventada, as que venga, a dormir, a la cama. Dijo seria y le
arrebat a Silvia de las manos las mantas para colocarlas ella.-
El sof era cmodo, haba que admitirlo. No tanto como una cama, pero estaba lo suficientemente
lejos de Silvia, lo cual le permita a Pepa una noche ms de tregua, una noche ms para ordenar su
cabeza.
Una noche ms para darle respuestas a todos sus porqus, al porqu le segua el juego, al porqu
responda con indirectas, al porqu Silvia pona su mundo del revs.
An as, estaba intranquila. El hecho de que Silvia durmiera tan slo unos metros y una pared
ms all de ella provocaba en ella un cierto cosquilleo. Y aunque no saba, ni quera saber por el
momento, a que se deba ese cosquilleo, lo cierto es que se senta bien.
Silvia tampoco poda conciliar el sueo. Tena fro, y la cama pareca demasiado grande. Como
todas estas noches atrs.
Durmiendo en una esquina de ella, se senta indefensa, desprotegida. Y por ms que se cubra con
las mantas y el edredn, no consegua conciliar el sueo.
Pensaba en Pepa y en todo lo que haba echo por ella. Desde la pelea con Sonia, hasta el
enfrentamiento del otro da y el spa de hoy, pasando por las noches de consuelo, Pepa haba echo
por ella mucho ms de lo que haba echo Sonia en los ltimos aos. Le haba demostrado que le
importaba. Y saba que sera una amiga para toda la vida.
Una amiga? Entonces porque la miraba de esa forma? Por qu soaba con verla enrojecer a
sus halagos, porque deseaba abrazarla, tocar su piel?
Estaba confusa, demasiado confusa, y esa confusin haca que un pequeo pellizco de un no se
qu se instalara en su pecho, no dejndole respirar, e invitndola a llorar.
Una amiga, tan slo una amiga.
Silvia: (pensando) Las amigas duermen juntas?
Pens ese aspecto un momento y, sin saber de donde haba sacado el impulso, sali de la
habitacin con un camisn descolorido y que le quedaba grande.
Despacio, en silencio, se acerc hasta el sof donde dorma la morena y se agach de cuclillas a su
lado.
Silvia: (susurrando) Pepa? Pepa, ests despierta?
Pepa no se movi, casi no respir, intent hacerse la dormida. Pero saba que la pelirroja segua
ah, acercndose cada vez ms y no pudo negarse a su subconsciente.
Pepa: Si -Se volvi hacia ella.- Ests bien?
Silvia: Si es slo que -Se cort y enrojeci.- Que que tengo fro y -Respir hondo.- Vente
comigo a dormir
Pepa se incorpor en la cama y la mir en penumbra. No estaba segura, pero poda asegurar que
la chica se haba puesto roja.
Pepa: No s yo -Dubitativa.Silvia: Por favor -Le pidi con lo que a la morena le parecieron lgrimas en los ojos.Pepa: Silvia que? Dijo preocupada.Silvia: Por favor Pepa. Duerme conmigo
Y ante el silencio de la morena, Silvia se levant con la cabeza agachada y se dispuso a marcharse
otra vez a su habitacin.
Pepa se levant y se acerc a ella. La agarr por el brazo y le hizo darse la vuelta para mirarla.
Pepa: Dormir contigo.
La pelirroja la mir con infinito agradecimiento y la abraz estrechamente.
Pepa: Pero no me vayas a meter mano eh? Que te conozco. Dijo riendo, intentando que la
pelirroja tambin lo hiciera.Silvia: Trato hecho.-Dijo sonriendo en el hombro de Pepa.-
CAPTULO 18
Cuando despert se sinti reconfortada. El cuerpo de Pepa emanaba bastante calor, pero an as
no se encontraba incmoda.
El brazo de la morena se encontraba entrelazado a su cintura, tal y como lo haba colocado
cuando se durmieron. Pareca que no se haban movido en toda la noche.
Quiso moverse un poco, para estirar algo los msculos, ya que los notaba algo entumecidos, pero
no quera despertarla. Su respiracin pausada y lenta denotaba que an dorma. Intent taparse
un poco ms con la sbana, cuando los visillos de la ventana ondearon a la pequea ventolera,
pero si tiraba de la sbana, despertara a Pepa.
Silvia suspir hondo y largo y se acomod un poco ms entre el cuerpo de la chica, intentando que
le transmitiera algo ms de calor.
Fue en ese momento cuando not que no se encontraba del todo bien. Tena fro, ms fro de lo
normal, y un malestar general la invada.
El sonido de un fuerte estornudo le hizo asegurarse de que su diagnstico era cierto. Estaba
resfriada.
Pepa: (susurrando y con los ojos cerrados) Para ser una princesa estornudas como un
camionero
Silvia: Puuuf lo siento, Te he despertado? Y deshizo el abrazo y se dio la vuelta para mirarla.Pepa: no importa, ya era hora. Abri los ojos.- Aaay Pero no te separes, que estaba muy
calentita -Dijo y volvi a abrazarla.Silvia: yo es queBueno Pepa quee. Tendra que ir haciendo el desayuno -Dijo nerviosa y
zafndose de la morena.Pero cuando iba a levantarse de la cama, sentada sobre el borde, le sobrevino otro estornudo como
el anterior y una tos que pareca provenir del pecho.
Pepa: (sentndose en la cama) Uff Pelirroja Me parece a mi que te has resfriado un poco Dijo y se coloc a su espalda.Silvia: que va, esto se me pasa a m enseguida
Pepa: (tocndole la frente) Silvia, estas ardiendo. Dijo preocupada.Silvia: Que va, que va, si es normal, yo tengo la temperatura muy alta Voy a hacer el desa -Se
levant pero se mare y se volvi a sentar en la cama.Pepa: Anda, tmbate ah, que yo si que te voy a hacer el desayuno y a llamar al mdico.
Silvia: Pepa, soy mdico.
Pepa: Bueno pues tiene la seorita doctora termmetros en casa?
Silvia: en el mueble del saln, el 3 cajn.
Pepa se acerc a por el termmetro y mientras se lo dej a Silvia para que se lo pusiera le prepar
un caf y cogi unas galletas que tena por la cocina. Llev aquello a la habitacin y se sent en la
cama.
Pepa: Qu? Cunta fiebre tienes?
Silvia: Ninguna ves? si era una chorrada
Pero Silvia estaba deseando que Pepa se fuera de all, no porque no estuviera a gusto, si no porque
no quera confundir ms a Pepa, no quera hacer nada de lo que ms tarde se pudiera arrepentir.
Pepa: a ver -Cogi el termmetro.- Sers mdico-Dijo.- Pero para el csi desde luego no
vales Sabes que los termmetros guardan la ltima temperatura registrada? La mir con una
media sonrisa.Silvia: Mierda! Dijo y se dej caer en la almohada.Pepa: Silvia, tienes muchsima fiebre, tienes 38 y medio te duele algo?
Silvia: Aparte de la cabeza la garganta.
Pepa: Qu te compro?
Silvia: Pepa, es un resfriado, unas simples anginas
Pepa: Que mala paciente eres -Y ri.Silvia (riendo con ella) un poco pero ay!
Pepa: Qu?
15 minutos ms tarde apareci por el umbral de la puerta con una bolsa de la farmacia y
vociferando como si vendiera tomates en el mercadillo:
Pepa: (acercndose a ella) Ibuprofeno de 600 para la nia guapa -Silvia la mir sonriendo.Augmentine de 800 para la pelirroja -Silvia ri.- Ambrosol para las mocosilla -Silvia levant
las cejas an con la sonrisa en la cara.- Y -Se acerc a su cara.- Un besito para que la princesa
se ponga buena. Y bes su mejilla.Silvia: Gracias Pepa
Pepa: No hay de que pelirroja, necesitas algo ms?
Silvia: No, no. No necesito nada ms. Si quieres te puedes marchar.
Pepa: Me ests echando? Dijo poniendo una mano en la frente, teatrera.Silvia: No bueno si No No s si quieres irte
Pepa: a ver pelirroja, aclrate -Ri.Silvia: Que vamos que que tienes tu vida, que no tienes porque estar aqu.
Pepa: Pero yo quiero quedarme a cuidarte.
Silvia: no quiero obligarte
Pepa: No me estas obligando Lo hago porque quiero.
Se miraron largamente a los ojos. Pero antes de que sus pensamientos volvieran a divagar otra
vez, Pepa rompi el silencio.
Pepa: Puedo quedarme?
Silvia: claro claro que puedes pero no quiero contagiarte nada
Pepa: A mi? j! No suees yo nac con un clamoxil debajo del brazo, guapa.
Silvia ri ante la ocurrencia de Pepa y le lanz la almohada.
Silvia haba pasado la maana medio bien, pero al llegar la tarde, despus de comer, y cuando las
medicinas empezaron a cesar su efecto, la fiebre volvi a subirle.
Pepa, a su lado en la cama le tocaba la frente cada dos minutos, preguntndose si sera
conveniente ir al mdico o dejarla estar.
Silvia: (susurrando) Pepa por ms que me toques la frente no va a bajar
Pepa: Joer pelirroja es que no me gusta verte as
Silvia: Talvez deberas irte a casa
Pepa: Por qu? Te molesto? Dijo algo enfadada.Silvia: No es slo que este no es tu sitio, tu tienes tu casa.
Pepa: Vamos, que me estas echando. Enfadada.Silvia: (volvindose para mirarla) No es eso Pepa Es que no s no es buen momento para
hablar.
Pepa: Me da igual, quiero que me lo digas.
Silvia: Pepa, no me encuentro bien y
Pepa: (interrumpindola) Me da igual que no te encuentres bien. Primero me dices que duerma
contigo, luego me dejas que me quede y te cuide y ahora me dices que es mejor que me vaya, no te
entiendo Silvia.
Silvia: joder Pepa, ni yo, ni yo lo entiendo! Dijo alzando el volumen.- No s que me pasa, Vale?
No lo s y no lo quiero saber, no quiero sufrir, as que por favor, vete y djame en paz. Y se dio la
vuelta y tap su cara con ambas manos.Pepa se levant de la cama y se dirigi hacia la puerta. Pero cuando escuch llorar bajito, muy
bajito a Silvia, se rindi. No poda. No poda irse as y dejarla llorando.
Y sabiendo que al rendirse as, se renda tambin a lo que senta, se acerc y la abraz por la
espalda como por la noche.
Pepa: Silvia -cogi su hombro suavemente y tir de el hacia atrs, haciendo que Silvia la
mirara.- Por favor -Y la mir a los ojos.Silvia: Pepa es que yo yo -Volvi a llorar e intent taparse, pero Pepa le cogi las manos.- Yo
no s que me pasa contigo no s que es llevo desde que te conoc intentando convencerme de
que eres mi amiga, slo mi amiga pero yo yo no puedo -Y llor ms fuerte.Pepa sinti una mezcla de alivio y nerviosismo por dentro. Su corazn y su cabeza se debatan
entre el alivio de decirle que a ella le pasaba lo mismo o el nerviosismo de tener que pararle los
pies.
Pero todos sabemos, que siempre gana el corazn.
Pepa: shhhh Ya, ya princesa. Puso un dedo sobre sus labios.- no tienes que decir nada ms
Silvia: (ms calmada) si, si tengo que decir porque no puedo Pepa, no puedo -Suspir.- no
puedo mirarte sin evitar que me gustes, no puedo tocarte sin evitar sentir un escalofro y yo yo
no soy as yo no me pongo a llorar por estas cosas pero es que -Comenz a llorar otra vez.- Es
que no s porque lloro
Pepa: Pues yo s lo se porque estas tontona, ests penosa tienes mucha fiebre, Silvia, y te
encuentras mal
Silvia: si, pero es que no quiero perderte Pepa no quiero! Lanz un sollozo al aire.Pepa: Y no lo hars princesa, no lo hars
Y acercndose lentamente a ella y secando sus lgrimas con sus dedos, junt sus labios con los de
ella muy despacio, casi rozndolos, casi sin tocarlos, temblando.
CAPTULO 19
Silvia se haba quedado paralizada. En un primer momento no poda responder al beso, no era
capaz de acortar la distancia que separaba sus dos cuerpos, tan slo unidos por un leve roce, un
leve suspiro.
Pero en cuanto los labios de Pepa tocaron tmidamente los suyos, se rindi a todo, se rindi a la
evidencia, a sus labios, a ella
Le correspondi al beso, lento, pausado. Acarici sus labios con infinita ternura en un beso que
dur lo que pareca una eternidad.
A su alrededor, el mundo se detena. No haba dudas, no haba preguntas, no haba tiempo. Y
tampoco espacio.
Silvia acort la distancia que las separaba y abraz la cintura de la morena, atrayndola
suavemente hacia ella. Las manos de Pepa sujetaron con delicadeza la cabeza de Silvia, en un
intento por beber ms de ella.
Silvia se separ dulcemente de Pepa, acaricindole la cara, an con las mejillas mojadas por las
lgrimas. Junt su frente con la suya y la mir a los ojos profundamente.
Pepa: (susurrando) Silvia yo
Silvia: (susurrando tambin) Shh No, no digas nada por favor. No me digas nada -Dijo y
volvi a acercarse a su boca pero Pepa lo impidi..Pepa: Silvia yo... yo no no s -Silvia la miraba con la desilusin cruzando sus ojos.- Yo no s
que me pasa contigoEs como si mi mente me dictara una cos y mi corazn otra
Pepa: Silvia yo
Silvia: (interrumpindola) No, Pepa, no. No puedes llegar, hacerme sonrer de nuevo, dejar que
tenga ganas de besarte, de quererte Besarme, y decirme esto. No puedes.
Pepa: Silvia yo no quise, yo lo que quera
Silvia: (interrumpindola otra vez) Ya, ya s lo que queras. Aclararte. Si aqu yo soy el comodn
de todas. Dijo molesta.Pepa: No, Silvia, te confundes -Ms seria.Silvia: Me confundo no? Vale, genial, primero vienes, me calientas una noche, luego vienes y me
dejas pillada, despus me besas y ahora me dices esto, eso no es experimentar No? No, claro que
no, me lo he inventado yo -Dijo muy molesta.Pepa: No entiendes una mierda. No tienes ni puta idea. Dijo con lgrimas en los ojos y se levant
dispuesta a irse.Silvia: La que no entiende una mierda eres t, que no ves ms que a tu ombligo, sin saber si hars
dao o no a las personas. Dijo dolida y sin mirarla.-
Haban pasado ya 3 horas desde que se haba ido dando un portazo de casa de Silvia. Desde
entonces haba deambulado por las calles de Madrid, intentando encontrar en alguna esquina
algn resquicio de algo que la hiciera volver a casa de Silvia.
Pero no tena motivos.
Qu le deca? Que le gustaba, que le atraa, pero que no poda? Qu no poda estar con ella?
Pepa: (pensando) Y porque no puedo? Si me gusta yo le gusto Qu problema hay? Pas
una mano por su cabeza.- Pues claro! Eso es! Se levant enrgicamente.- Tengo que volver,
tengo que volver a su casa y decirle que lo siento
Silvia se haba metido en la ducha intentando que su fiebre bajara y sus dudas se disiparan pero
no haba conseguido ninguna de las dos cosas.
Silvia: (pensando) Soy una estpida, una estpida no deb de haberle dicho eso est
confundida y yo no hago ms que complicarle las cosas
Debera hablar con ella y -sali de la ducha.- y decirle que que lo siento que -Se mir al
espejo y con un hondo suspiro dijo en un susurro.- Que estaba equivocada, que no me gusta, que
tan slo me confund.
No quiero, no quiero volver a sufrir de nuevo, no despus de esto. No voy a pasar por lo mismo
que pas hace 12 aos, no ahora. No sabe lo que quiere, y yo no se lo voy a aclarar.
Y con las lgrimas corriendo por sus mejillas y resbalando por su barbilla se dirigi al dormitorio,
con la determinacin de sacar a Pepa Miranda de su cabeza y ahorrarle a ella ms sufrimiento.
..
Pepa corra hacia casa de Silvia como alma que lleva el diablo, preparndose el discurso que le
dira a Silvia en cuanto abriera la puerta.
Pepa: Silvia lo siento, yo yo quiero estar contigo y No, no. Eso no Silvia, lo he
pensando y No, no tampoco mejor Silvia, quiero estar contigo, me da igual lo dems
y Si, si eso est mejor
Se arm de valenta y llam al timbre de abajo.
Pero nadie contest y aquellos segundos de incertidumbre la mataban. Volvi a llamar. Pero nadie
contest.
Y otra vez. Pero Silvia no abri.
Y pens que talvez le haba pasado algo, as que subi arriba y volvi a llamar., obteniendo por
respuesta un silencio sepulcral.
La luz del pasillo se apag y Pepa se acerc para encenderla otra vez y justo cuando iba a volver a
pulsar el timbre, se le pas por la cabeza que podra estar dormida.
Pepa: (pensando) Mejor mejor hablamos maana -Y desilusionada, se march a casa.-
Montoya: As que, ya sabis, t, Curtis, y Aitor a un furgn en la salida trasera del almacn. Y t
Silvia Silvia?
Silvia: (con un sonoro estornudo) Si, si, dime Gonzalo-Volvi a estornudar.-
Gonzalo: Tu no ests para operativos-Dijo tachando algo en un papel.Silvia: Qu si, que si! que yo estoy perfectamente.
Silvia: (pensando) Y as me olvido de mis problemas
Gonzalo: Bien en ese caso irs con Mariano en otro furgn que est Mariano? Dnde
est mariano?
Paco: Perdone inspector Pero Mariano se encuentra un poco indispuesto -Gonzalo lo mir
arqueando las cejas.- digamos que comi algo en mal estado y bueno que no creo que el furgn
este acondicionado a sus necesidades nunca mejor empleada la expresin -Gonzalo lo mir
con cara de asco.Gonzalo: En ese caso A ver -Resopl mirando el papel.- Silvia irs en el furgn con Miranda.Silvia: De acuerdo.
Paco: Conmigo? No, no, conmigo no Yo tengo un caso asignado ya
Gonzalo: No, contigo no Paco, con Pepa. Voy a informarla del cambio. Dijo saliendo.Silvia se qued blanca y abri los ojos como platos.
Silvia: no! No! Dijo levantndose de la silla y todos los presentes la miraron, incluido
Montoya.- Pepa Pepa no creo que pueda venir
Gonzalo: Bueno, de eso me encargo yo. Dijo algo molesto y sali.-
Tras ser informada Pepa del caso, sali en busca de Silvia, feliz porque podran pasar la noche en
el furgn y podran hablar tranquilamente de lo ocurrido la noche pasada.
Pepa: Silvia! Dijo entrando al laboratorio.- Que Gonzalo me ha dicho que
Silvia: No sabes llamar a las puertas? Dijo sin mirarla.Pepa: (cortada) Si, pero yo pens que
Silvia: Qu quieres Pepa? Tengo trabajo. Dijo muy borde y sin mirarla an.Pepa: Nada Yo ya me iba. Respondi en el mismo tono y sali del laboratorio pegando otro
portazo.Silvia se apoy contra el mostrador del laboratorio, hundiendo la cabeza entre sus brazos y
aguantando un sollozo que amenazaba con salir.
CAPTULO 20
Se debati entre la idea de volver al laboratorio y pedirle una explicacin a Silvia o dejarla y
hablar con ella ms tarde en el operativo. Silvia pareca enfadada, muy enfadada y ella no
entenda el porque.
As que, conociendo los genes Castro y en particular a Silvia, decidi hablar con ella ms tarde en
el operativo.
Pepa haba ido dispuesta a entablar una conversacin medida y meditada de antes con Silvia. Pero
la pelirroja no estaba por la labor de facilitarle las cosas.
Pepa: Pelirro -Silvia la mir de reojo con cara de muy malas pulgas.- Silvia Quieres? Dijo
ofrecindole de su bolsa de ganchitos.- (Nota de la autora: Larga vida a Amanda! xDD)
Silvia: Me ves cara de querer esas porqueras? Dijo mirndola muy mal.Pepa: (muy cortada) Eem.. no, no ya veo que no
Pepa: (pensando) Joder, vale, la cagu, pero tampoco es plan de ponerse as -La mira de reojo.Joder con la pelirroja vaya genio se gasta mejor mejor no le digo nada ms No no!
Que coo! A Pepa Miranda no la intimida ni Dios!
Pepa: Silvia! -Dijo muy decidida.- Yo Quiero hablar contigo.
Silvia: (mirando el monitor y sin prestarle mucha atencin) Ah bien De que te apetece hablar?
Deportes, cine, poligamia, homofobia?
Pepa pas por alto la ltima palabra mencionada por la pelirroja e hizo el visto bueno.
Pepa: No. De ti y de m.
Silvia: Ah bien, de tu homofobia entonces. Dijo distrada mirando el monitor.Pepa: Joder Silvia! Quieres mirarme ya?
Silvia la mir y le aguant la mirada de rabia unos segundos.
Silvia: Yy y! Se trab, se puso las manos en la cabeza y chill-: Y t porque coo me haces
caso?! Eh? Me lo explicas?!
Pepa: Joder, no, Si ahora habr que descifrarte! Tienes complejo de jeroglfico o naciste ya as?
Silvia: Djame ya, djame vivir, Pepa! Que desde que llegaste tengo esto Sealndose la cabeza.echando humo.
Pepa: Y yo que culpa tengo?! Explot levantndose.Silvia: (levantndose tambin) Que es por tu culpa, joder! Por tu puta culpa, que no paro de
pensar en ti, no puedo hacer otra cosa que no sea eso! Revent y se arrepinti al instante.Pepa esboz una tmida media sonrisa. Todo qued en silencio.
Silvia: Qu? Ahora te res? Te hace gracia?
Pepa: Ests loca -Dijo sonriendo.- Pero eres mi loca favorita -Dijo acercndose a ella.Silvia la mir, no poda moverse, no poda pensar. Saba que eso no era lo que quera, no poda
dejar que Pepa la besara y volviera a rendirse
Se separ de ella bruscamente y cuando Pepa iba a preguntar, el micrfono habl.
Curtis: Silvia?
Como un resorte, Silvia peg un bote y se acerc al micrfono, borrando la esperanza de Pepa.
Silvia: Dime Curtis.
Curtis: Vamos a entrar.
Silvia: Cmo que vais a entrar? Estis locos?
Curtis: He llamado a Montoya, se acerca aqu con refuerzos, por si acaso. El sospechoso acaba de
salir hacia una caseta al otro lado de la finca.
Silvia: Curtis, no podis ir solos, es muy peligroso
Pepa: Voy con vosotros, Curtis.
Silvia la mir con la boca abierta y dijo:
Silvia: Pero Estis locos o qu?!
Curtis: Pepa estamos en la trasera.
Y ya no se escuch nada ms.
Silvia: Y ser verdad que vas. Dijo a Pepa.Pepa: (dolida) Si. Vienes o te quedas?
Silvia: Yo me quedo, alguien tendr que mantener la cabeza en este operativo. Borde.Pepa: Muy bien, que te diviertas entonces Dijo y sali cerrando el furgn.Silvia suspir y se reclin en el asiento.
Pepa: Y por cierto! Dijo abriendo la puerta otra vez.Silvia la mir con cara interrogante.
Pepa: Las patatas son mas! Y se march muy digna ella.Silvia, con todo, no pudo ms que esbozar una media sonrisa y mirar la bolsa de patatas que haba
dejado en el asiento.
Todo estaba oscuro, muy oscuro. El aire ola a humedad y a suciedad, que se notaba en las
esquinas y en el polvo que cubra todos aquellos muebles, protegidos por un plstico.
Busc cautelosamente, camuflndose tras los muebles, cuando vio que sus dos compaeros
tambin haban decidido entrar con ella.
Hizo un gesto con la cabeza para indicarles que seguan avanzando y tras unas grandes cajas las
encontraron.
Tres nias, las tres en ropa interior y atadas y amordazadas en el suelo. Tenan pinta de estar
deshidratadas y desnutridas.
Una de las nias comenz a mover su cabeza y a emitir pequeos grititos para captar la atencin
de los chicos, pero Pepa puso un dedo en la boca hacindola callar.
Pepa: (susurrando) Curtis, vigila la salida, Aitor, aydame a desatarlas.
Se acercaron y en cuanto las desataron, las nias se abrazaron a ellos como si se les fuera la vida
en ello.
Aitor avanz hacia la salida, escoltando a dos, pero Pepa se qued atrs desatando a la ltima.
Entonces todo sucedi muy rpido. Se oy un disparo y Aitor y Pepa se miraron con el miedo en
los ojos.
Hombre: Cabrones! S que estis ah!
Aitor murmur un mierda! casi imperceptible y esperaron.
Pepa confiaba en que los refuerzos pedidos por Curtis hubieran llegado pronto y en que Silvia
hubiera escuchado todo a travs del micrfono de Aitor.
Pero no haba rastro ni de los refuerzos, ni de Curtis, ni de Silvia. As que sabiendo que casi se
expondra a un suicidio inmediato, indic a Aitor que corriera con las nias en cuanto ella saliera
y, sin dar tiempo de reaccionar a su compaero, rod hacindose visible al secuestrador y grit:
!Alto, polica!
Aitor corri hacia la salida trasera con las nias mientras que el secuestrador lanzaba un disparo
al aire y el aire se estremeca.
Hombre: Puta!
Y como alma que lleva el demonio, corri frentico hacia Pepa que slo tuvo tiempo de tirarse tras
una de las cajas.
Los refuerzos de Montoya llegaron entonces, con el a la cabeza y apuntaron al secuestrador por
varios frentes.
Montoya: Sultala. Estas perdido. Dijo apuntndole a la cabeza.Hombre: Hijos de Puta! E hizo ademn de abalanzarse a Montoya, pero Pepa lo desequilibr
con una patada y el la apret ms fuerte del cuello.Pepa gimi.
Montoya: Que la sueltes he dicho!
Hombre: Dejadme Quiero morirme -Dijo y se derrumb llorando, sin soltar a Pepa.Pepa: SuSultame... De verdad Tranquilo -Dijo intentando apartarle el brazo.Hombre: Que te calles Puta!
Uno de los policas de Montoya susurr que estaba loco, pero loco de verdad, se notaba a la legua
que el to padeca algn tipo de trastorno psiquitrico por su falta de sincronizacin al hablar, su
potenciada agresividad y su brusca bipolaridad.
Silvia saba que algo no iba bien y haba acudido corriendo hacia el interior del almacn, pero ni
Curtis, que no haba sufrido dao alguno, ni Aitor, la dejaron pasar.
Silvia: Qu ha pasado?
Aitor: Silvia, est Montoya con los chicos. Mir a una de las nias.- Tiene muy mala pinta
Curtis: Deberamos darle algo de comer
Silvia: Las patatas!
Hombre: Dejadme que me vaya quiero morirme -Y volvi a sollozar.Montoya: Tranquilo escchame. Vas a soltar a esta polica y te vamos a dejar, de acuerdo?
Hombre: No me vais a dejar! Apret a Pepa ms fuerte del cuello, ya le costaba respirar.)
Montoya: (respirando rpidamente) Si, tranquilo, por favor. De verdad. Sultala.
Hombre: Cabrones! Dijo y dispar sin saber muy bien a donde.-
Silvia se dio la vuelta justo en el momento en el que oy un disparo y sali corriendo con intencin
de entrar. Curtis y Aitor se miraron con la duda cruzando su semblante y le pararon los pies a
Silvia.
El secuestrador estaba muy asustado. Temblaba y lloraba a la misma vez. Haba soltado a Pepa
como si quemara, en cuanto vio que de su cuerpo sala sangre a borbotones.
Hombre: No! No! Yo no!
Pero uno de los hombres de Montoya aprovech ese instante para cogerlo y arrestarlo.
El resto de los minutos pasaron demasiado rpido. Gonzalo intentaba taponar la herida del
costado de Pepa, mientras que Silvia, Aitor y Curtis se acercaban corriendo y asustados.
Se oy una sirena y las lgrimas de Silvia rodaron por sus mejillas, mezcla de miedo y
arrepentimiento.
CAPTULO 21
Haban pasado ya dos horas desde el disparo en el almacn.
En la sala de espera de un hospital se arremolinaba la mitad de la comisara de San Antonio.
Curtis, Aitor, (ya atendidos de sus rasguos y cortes) Montoya, Mariano (atacando la mquina de
chocolatinas) Paco, Lola, Sara, Silvia
Se mascaba un ambiente de tensin y silencio, tan slo cortado por el ruido que haca Mariano al
masticar.
Silvia empezaba a mirarlo con cara de muy malas pulgas.
Mariano: Qu-Quieres? Con la boca llena.Silvia: No, gracias. Con mala cara y volviendo a esconder su cara entre sus manos.Mariano: Tma, mfujer, fe te ve fpeocupada. Dijo tragando sin masticar.Silvia: No, Mariano, no, gracias.
Mariano: Oye, y t porque ests aqu?
Silvia: Porqu ests tu? Dijo molesta.Mariano: ah no se, yo he venido donde todos, y encima haba comida...
Curtis: Es cierto ests t muy preocupada -Dijo Curtis mirndola intrigado y rascndose la
barbilla.Silvia: Joder que pasa, que aqu hay que dar explicaciones por todo!?
Alguien iba a responder, pero la puerta de quirfano se abri.
En cuanto el mdico sali del quirfano con los guantes manchados de sangre, Paco se abalanz
sobre el, pauelo en mano, rogando que hubiera salvado a su hermana.
Doctor: Seor Miranda tranquilcese Su hermana est perfectamente. La herida no era
profunda. Hemos extrado la bala y la hemos sedado. En breve pasar a planta y entonces podr
verla.
Paco: Le gusta a usted el jamn, doctor -Le agarr de la bata y le mir la tablilla.- Snchez?
Doctor: Seor Miranda por favor
Paco: No, no, que tengo yo un conocido que le voy a traer un jamn el pozo que se va a chupar
usted los dedos
Lola: Paco, por Dios -Y se lo llev sonriendo al doctor a modo de disculpa.-
En cuanto supieron que Pepa estaba bien, todos los presentes se fueron disipando.
Tan slo permanecan en la sala Lola, Paco, Sara, Silvia y Montoya, que tras ser insistido por Lola
para que se fuera a descansar, tambin lo hizo.
Lola: Silvia vete t tambin
Silvia: No, Lola, yo me espero.
Paco: Silvia, si tu hermana tiene razn, vete a descansar, has estado de operativo y
Silvia: Pero yo no tengo que trabajar maana, yo me quedo y se acab. Dijo seca.Paco: Dios mo, que genio se gasta tu hermana ltimamente -Dijo en el odo de Lola.-
Paco pas a ver a Pepa, pero an estaba dormida. Hizo gestos a las chicas para que pasaran y
estas lo hicieron muy callandito.
Pero Silvia se qued en la puerta. Se senta fuera de lugar. All estaba la familia de Pepa,
preocupados por ella mientras ella haba discutido con ella por una tontera y haba rechazado
bruscamente sus disculpas.
Y haba estado a punto de perderla. A punto de no poder escuchar sus disculpas y de no poder
pedirle perdn nunca ms.
Se march corriendo de all dejando a Lola, Paco y Sara patidifusos.
..
Haca dos das que pepa estaba en el hospital. Seguramente le daran el alta en breve y entonces si
que no tendra escapatoria.
No haba ido a visitarla desde que aquella noche sali corriendo, temiendo darse cuenta de que
haba estado preocupada por ella.
Su casa estaba hecha una pocilga los platos sin fregar, el bol de patatas de la cena de ayer en el
saln, los rollos de papel higinico acabados an en el bao, la cama sin hacer
Y ella con el maquillaje corrido, los ojos hinchados, en bata y sin peinar.
En su mvil se acumulaban las llamadas perdidas y los mensajes de Lola, Sarita y su padre y su
timbre a veces quera fundirse.
Lola saba que Silvia estaba ah, que no le haba pasado nada, pero no quera presionarla. Saba
desde la noche que la vio salir corriendo de la habitacin del hospital que algo raro pasaba entre
su cuada y ella.
Pero aunque saba que algo raro pasaba, no era capaz de decirle la verdad a Pepa. Y cuando esta
pregunt preocupada por Silvia, Lola le dijo que se haba ido a descansar. Al igual que ayer, y
antes de ayer.
Pero ya estaba bien la broma, y Silvia tena que despertarse de su letargo, as que ni corta ni
perezosa. Lola pidi a su hija que la ayudara a forzar la cerradura de Silvia y entraron en su casa.
Ola a cerrado, a comida pasada y poco aire fresco.
(nota de la autora: Que corra el aireee, Silviaaa porcachonaa! xDD (Lo siento, no me he podido
aguantar xDD))
Sara: Joder mam, aqu huele a choto -Dijo tapndose la nariz.Lola: Y que lo digas Sara Tu ta debe estar pasando por esa etapa en la que los nios no quieren
ducharse
Sara: Pues yo creo que se ha quedado estancada en esa etapa
Lola: Silviaa! Venga, a la ducha!
Silvia estaba hecha un ovillo en la cama tal cual estaba hace 3 o 4 horas.
Lola: Pero hermana por Dios Qu haces?
Silvia: Djame Lola
Lola: Silvia -Dijo acercndose.- Tienes que Dios! Apestas!
Silvia la mir con cara de matarla.
Silvia: Gracias, yo tambin te quiero.
Sara se ri por lo bajo e intent colaborar en la situacin.
Sara: Tita Quee Digo yo que est muy bien el retiro eem.. Espiritual este que tienes
Pero que Algn da Eh? Algn da y no queremos presionarte deberas ducharte y salir
al aire
Lola: Que retiro espiritual ni que nio muerto?! Silvia, que eau d alcantarilla esta pasado de
moda vamos a la ducha! Arrastrndola al bao.Sara: Si y el eau dmofet tambin -Dijo tapndose la nariz.-
Mientras Lola se cercioraba de que Silvia se duchaba y bien duchada, Sara abri las ventanas de
casa e intent adecentar un poco el piso.
Sara: Tita que digo yo que vale que no quieras fregar los platos pero tienes lavavajillas
Tan complicado era pulsar el botn?
Lola: Deja a tu ta Sarita, que tiene que explicarnos muchas cosas por lo que veo
Silvia: Lola yo
Sara: T
Silvia: Yo
Sara: T
Lola: Joder dejadlo ya!
Silvia: Me escondo de Pepa.
Lola: Ah! Bueno! Entonces todo aclarado! Qu pasa, que has vuelto a tu niez?
Sara: Y has cogido la mana de no ducharte
Silvia: que no joder! Que me escondo de ella porque no quiero que
Lola: Qu, qu? Dijo intuyendo la respuesta.Silvia: Lola es complicado Yo a mi me gusta Pepa o eso creo y a ella tambin le gusto
yo y y me escondo.
Lola: Tcate.
Sara: Joder mam no le des ideas!
Lola y Silvia miraron a Sara con la boca abierta.
Sara: Aah que era una expresin. Jajajajajajaja que tonta estoy. Dijo rascndose la
cabeza.-
Silvia: Lola, tu hija esta muy salida -Dijo negando con la cabeza.Lola: No estamos hablando de eso Por qu te escondes de Pepa?
Silvia: Porque no quiero que me guste. Lola la mira dudosa.- es que se que me har dao
Lola. Ella nunca ha estado con una mujer y no tengo ganas de volver a pasar por eso
Lola: Pero ya no eres una cra Silvia. Y deberas asumir ciertos riesgos, porque a veces, los riesgos,
son mejores que el quedarse aqu sentada esperando a ver que pasa. Merece la pena quedarse
quieta por el posible dao, o arriesgar y quizs no sufrirlo?
Entonces, Silvia esboz una tmida sonrisa.
CAPTULO 22
Pepa responda al beso efusivo de la pelirroja sorprendida por su actitud.
Se besaban con pasin, con anhelo, con ganas de ms.
La morena quiso pararla, en parte porque necesitaba respirar, en parte porque quera saber que
le haba hecho a Silvia venir de esa forma.
Pepa: Shh, shh, shh Qu pasa? Dijo separndose de ella.Silvia: Qu pasa de que?
Pepa: Y ese cambio de opinin? Dijo sonriendo.Silvia: Pues que lo pens y
Pepa: Que te atrancas pelirroja -Dijo riendo.Silvia: Que si te hubiera pasado algo no se que hubiera hecho Pepa
Y la morena la mir con dulzura largamente y se fundi con ella en un estrecho abrazo.
Se haba despertado tarde, para no variar. El despertador haba tenido que sonar ya 2 veces para
avisarle de que llegaba tarde al trabajo.
Abri los ojos y murmur:
Silvia: Pepa.
No pensaba en otra cosa, nada que no fuera Pepa. Desde que el da anterior la haba besado y
haban hablado, y se haban vuelto a besar no pensaba en otra cosa que no fuera su sonrisa, su
forma de hablar, sus gestos
Esboz una media sonrisa y se frot los ojos, an tumbada en la cama.
Dud en llamar a su padre y decirle que se encontraba an resfriada o algo por el estilo, con tal de
escaquearse e ir a ver a Pepa, y se sinti como los nios cuando fingen estar enfermos para no ir al
colegio.
Pero finalmente, se decidi a ir, no poda faltar a su trabajo. Y cuanto antes saliera, antes podra
ir a ver a la morena al hospital.
Al llegar a la comisara, sin desayunar y acelerada, Rita la inform de que su padre la esperaba en
el despacho y le dio unas palmaditas en el hombro a modo de nimo, cosa que la desorient.
Silvia: Qu pasa pap? Rita me ha dicho que -Call y mir a la silla ocupada.- Qu coo hace
aqu? Dijo cabreada.D.Lorenzo: Hija sintate
Silvia: No, no, me lo explicas, Qu cojones hace aqu, en tu despacho?
D.Lorenzo: Silvia, por favor -La mir gravemente y le pidi amabilidad con la mirada.Silvia de mala gana se sent en la silla, evitando rozar siquiera a la acompaante de Don Lorenzo.
Don Lorenzo sali tras ella y le dijo que se relajara, que slo sera por un tiempo, pero Silvia no
atenda a razones, tena que hablar con Pepa, tena que explicrselo
D.Lorenzo: Silvia tan slo yo, Montoya y otros dos agentes sabrn que estis all
Silvia: Pero Pap! Y Lola, y Sara, y Paco?
D.Lorenzo: Silvita, hija, por favor, no compliques ms las cosas si sale bien, en una semana
estars en casa. Dir que te has marchado de viaje.
Silvia: Locos, como putas cabras estis! Dijo y sali a punto de llorar de la comisara.-
Corri endemoniada con el coche hasta llegar al hospital, aparc de mala manera y ni se par a
esperar a la gente del ascensor, dio al botn rpido y corri hacia la habitacin donde estaba
hospitalizada Pepa Miranda.
Silvia: Pepa! Dijo abriendo de golpe la puerta.Paco: Hija, por dios, que susto
Pepa: Hola Silvia -Dijo con una sonrisa de tonta.Paco: Que yo me voy a ir yendo que tengo trabajo o algo as, creo. Dijo y se march
rpidamente muy rojo.Silvia segua parada en la puerta.
Pepa: Paco!
Paco: Si hermana? Dijo volvindose, an algo rojo.Pepa: La chaqueta
Paco: Coo, la chaqueta! La recogi.- Ale, ale, hacer lo que tengis que hacer, digo. Hablar,
hablar mucho eh?
Pepa ri por lo baj e hizo un gesto a la pelirroja para que se acercara cuando su hermano cerr
la puerta.
Pepa: Pelirroja que no muerdo Al menos no por ahora -Y le gui un ojo.Silvia esboz una sonrisa cansada y se acerc a ella.
Pepa: Sabes de que tengo ganas? Dijo cuando la rode con sus brazos.Silvia: De qu?
Pepa: De estar toooda la noche tirada contigo en el silln dndote besitos aqu -Y le bes el
cuello.- Y aqu -Y le bes la mejilla.- Y aqu tambin -Y bes primero sus comisuras y luego
deposit un pequeo pico en sus labios.Silvia: Pepa -Respir algo acelerada.- Pepa. yo Tengo que decirte una cosa
Pepa: Qu pasa, pasa algo? Dijo separndose para mirarla.Silvia: Me me tengo que ir
Silvia: (pensando) no puedo, no puedo engaarla
Pepa: Qu? Dnde?
Silvia: No no te lo puedo decir Pepa pero volver muy pronto, en en 1 semana, dos
semanas como mucho estar aqu
Pepa: Pero Silvia Qu pasa, es por mi?
Silvia: No, Pepa es trabajo. Es por trabajo. Dijo no muy convencida.Pepa: Silvia ests bien?
Silvia: Si, de verdad, Pepa, te prometo te prometo que te llamar todos los das Vale?
Pepa: O yo, yo te llamo
Silvia: !No! Recordando que quizs no pueda tener su telfono.- yo te llamar
Pepa: Pero Silvia
Silvia: No, Pepa, por favor, no lo hagas ms difcil, te lo pido -Dijo y se separ suavemente de
ella.Pepa: Silvia
Silvia: Pepa bsame, bsame, por favor -Y son como una splica.La morena la estrech entre sus brazos y la bes infinitamente, acariciando sus rizos, su cara, sus
manos, su espalda
Silvia no quera que el beso acabara, sabra que tendra que irse en un acopio de voluntad, se
separ con dificultad de Pepa y la mir a los ojos, como queriendo pedirle perdn.
Pepa la bes otra vez y la vio marcharse de all con la mirada perdida, la cabeza gacha y los ojos
rojos.
Silvia: (susurrando) Pepa
La morena la mir.
Silvia: (sin emitir sonido, slo vocalizando) Te Quiero
Y con todo el dolor de su corazn se fue sin saber la respuesta de Pepa.
CAPTULO 23
Montoya: Bueno pues aqu tenis de todo para al menos tres o cuatro das Si necesitis algo
os dejar un telfono desde donde llamar. Los agentes Linares y Arias estarn abajo en todo
momento y se turnarn con otros agentes... Suspir al ver a Silvia y aadi dirigindose a ella-:
Silvia, slo sern unos das, hasta que encontremos a la banda.
Silvia: Gonzalo, Me ests intentando decir que vais a encontrar a una de las mayores banda de
narcotraficantes en unos das? Dijo mirndolo incrdula.Montoya: Bueno nunca se sabe Silvia Puede que slo sena unos das
Silvia: O semanas! Y que pretendis, que me quede aqu encerrada con esta puta loca?!
Montoya: Silvia por favor no ser mucho tiempo, es por tu bien. Si el peligro pasa, podrs
volver a casa
Silvia: Cojonudo! Dijo y se meti en una de las habitaciones pegando un portazo.Gonzalo: Sonia -La mir largamente y con un atisbo de descortesa sus ojos.- Aqu tienes el
telfono, si necesitis algo, llamis. Dijo muy seco y se march.Sonia cogi el telfono que le tendi Gonzalo y lo dej sobre la mesa. Solt las cosas en el pequeo
saloncito del piso y se acerc a la habitacin donde se haba encerrado Silvia.
Respir profundo antes de entrar y abriendo la puerta con voz dulce dijo:
Sonia: Silvia
Silvia estaba tumbada sobre la cama con la cabeza debajo de la almohada, pero no estaba
llorando, tena demasiada rabia como para llorar.
Sonia: Silvia por favor
Se dio la vuelta y se sent bruscamente sobre la cama.
Silvia: Sabes llamar a las puertas, di, sabes? Sonia abri la boca.- No, no, mejor cllate, cllate y
vete, vete de una puta vez.
Sonia: Silvia, escchame
Silvia: Qu te escuche?! Que te escuche dices?! me has jodido la vida, es que no s como lo
haces, pero siempre que abres esa puta boca es para joderle la vida a alguien!
Sonia: Joder Silvia! Tenemos que estar aqu metidas mucho tiempo, as que, al menos, vamos a
intentar aguantarnos, No crees? Te parece buena idea? Dijo en tono amable y mirndola.Silvia: No, no! Tengo una idea mejor! Sonia la mir interesada.- PORQU NO TE
CALLAS??!! Dijo y volvi a meter la cabeza debajo de la almohada.Pero Sonia no solamente no se call, sino que se acerc a ella, pero antes de que Pudiera siquiera
sentarse en la cama, Silvia se levant y con una mirada que cortaba el aire, la agarr de los
hombros y la zarande.
Silvia: Es que no entiendes lo que quiere decir que me dejes vivir?!
Sonia: Silvia, por favor, djame explicarte -Dijo sujetndola de las muecas.-
Silvia: Qu? Qu me quieres explicar? De muy mala gana.Sonia: Yo estaba en una fiesta y me emborracharon y
Silvia: Tcate! No, si ahora es que te emborracharon! Tu eras as de gilipoyas de antes o es que
ahora esnifas pegamento en tus ratos libres?! Iba a dejar que Sonia hablara pero se arrepinti y
dijo-: No, no, mejor no me lo digas, que no quiero saber ni lo que te metes
Sonia: Pero que yo no me meto nada! Qu te crees que soy?!
Silvia: Aparte de gilipoyas y drogata una puta, eso es lo que eres, una puta!
Sonia: Pero que dices, ests loca, ests loca?! No, en serio, dime, Estas loca?
Silvia: Mira, djame en paz vete y procura que no nos crucemos en el pasillo. Dijo ms
calmada y metindose debajo del edredn y la almohada.Sonia: Silvia, por favor, djame acabar -Calmada y suplicante.Silvia: Estoy cansada, djame en paz, Sonia.
Sonia: T vers, Silvia, pero te advierto que nos vamos a tener que llevar bien. Adems, te
recuerdo, que no hace mucho, ramos pareja.
Silvia: No me lo recuerdes, ni me lo recuerdes! Dijo volvindose a sentar en la cama.Sonia sali de la habitacin, pero antes de cerrar la puerta dijo:
Sonia: Yo s que an me quieres, y no voy a parar hasta conquistarte otra vez.
Al llegar las siete de la tarde aproximadamente, y cuando el sol empezaba a ponerse, Silvia quiso
llamar a Pepa.
Sali al saln a por el telfono que Gonzalo les haba dejado y encontr a sonia viendo la
televisin.
Sonia: Vas a llamar a Gonzalo?
Silvia: No. Y se fue alejando hacia su habitacin de nuevo.Sonia: Entonces a quien vas a llamar?
Silvia: Y a ti que coo te importa?
Sonia: Ese telfono es de las dos.
Silvia: Muy bien, llama t a quien quieras.
Sonia: Vas a llamar a esa, Verdad?
Silvia no contest y se limit a marcharse otra vez. Sonia se levant del silln y la sujet del brazo.
Sonia: Vas a llamarla, a esa puta, Verdad? Dijo agarrndola fuerte.Silvia: (intentando soltarse) No es ninguna puta! Dijo enfurecida.- Y a ti que coo te importa!?
Sonia: (ri amargamente) As que era eso. Por eso estabas fastidiada de tener que venirte aqu.
Estas con ella. Dijo sin poder crerselo.En la garganta de Silvia empezaba a formarse un nudo que pronto se desatara en llanto, por la
rabia contenida.
Sonia: No me lo puedo creer. Dijo y gritndole en la cara le dijo-: Qu pasa? Qu folla mejor
que yo?!
Silvia: Que me sueltes, Sonia!
Sonia: No, no, contesta, que pasa. Te da ms de lo que daba yo?! Dijo histrica y sin soltar an
a Silvia.Silvia: Que me dejes en paz! Y se solt en un arrebato de furia, hacindose dao en el brazo.Cerr la puerta del dormitorio y atranc la puerta con una silla.
Y entonces, comenz a llorar.
Una vez se hubo calmado decidi llamar a Pepa. Tena miedo de salir fuera de la habitacin
despus de haber visto a Sonia tan agresiva, as que se mentaliz a que tendra que estar un buen
rato all metida.
Marc, suspir y espero.
Pepa: Buenas tardes pelirroja. Dijo muy animada.Su corazn dio un vuelco al escuchar su voz.
Silvia: Hola guapa. Cmo ests?
Pepa: Bien, aunque la enfermera esta me ha trado hoy una merienda que vaya asco!
Silvia: (riendo al escucharla) Por qu?
Pepa: Porque eran unas galletas de esas desnatadas
Silvia: No sern sin grasa?
Pepa: Si, bueno, eso, desnatadas, o sin grasa, como prefieras, un asco, vaya.
Silvia: (riendo) Y slo eso?
Pepa: No, y un vaso de leche desnatada, y esa si que era desnatada de verdad.
Silvia: Bueno, ha pasado el mdico?
Pepa: Si, y me ha dicho que estoy como una rosa, y que como soy una pesada, en 2 o 3 das estoy
fuera.
Silvia se entristeci al pensar que ella no podra estar cuando Pepa saliera del hospital.
Pepa: Qu pasa pelirroja?
Silvia: Nada que que no creo que pueda estar cuando salgas del hospital
Pepa: No importa! En cuanto vuelvas me tendrs metida en tu casa a todas horas, y en el
laboratorio, y en tu cama mierda!
Silvia: (riendo ante la ocurrencia de la morena) Qu? En mi cama tambin?
Pepa: eeem bueno -Muy avergonzada.- No no, es que se me ha cruzado un cable y
Silvia: Ah, no vas a estar metida en mi cama No?
Pepa: Yo eehh
Silvia: No te preocupes, ya me meto yo en la tuya.
Pepa se qued callada y luego solt una risotada.
Silvia: Qu pasa, te res? Dijo algo cortada.Pepa: Si que vas lanzada pelirroja
Silvia: Oye que la que primero se ha querido meter en mi cama has sido t.
Pepa: Noo! meeeck! Error! Ha sido una interferencia
Silvia: Interferencia? Te voy a dar yo a ti interferencia
Pepa: Oye Silvia, que que tengo que colgar, que viene la enfermera a sacarme sangre -Dijo y
bajito aadi-: Me va a dejar sin sangre tanto sacar, cojones.
Silvia: Anda, no seas quejica. Maana te llamo, Vale?
Pepa: Vale guapa. Que descanses.
Silvia: Y t
Y se quedaron calladas, ambas, colgadas del telfono, sin saber muy bien que decir.
Pepa y Silvia: Que
Pepa: Uy! Dime, dime.
Silvia: no, dime t.
Pepa: No, si es una tontera
Silvia: Da igual, lo mo tambin
Pepa: Ah -Dijo algo desilusionada.- Nada, que te cuides
Silvia: Y t, t tambin
Pepa: Un beso
Silvia: Otro
Y colgaron el telfono, arrepintindose por momentos de no haberse dicho lo que pensaban.
Los das haban pasado rpido en San Antonio y ya haca tres das desde que Sonia y Silvia
estaban en el piso franco.
Al principio las cosas iban mal, pero despus de mltiples discusiones, la una se termin cansando
de la otra y cuando se cruzaban para ir al bao o a la cocina, no se dirigan la palabra, se
limitaban a mirarse, Silvia con odio, Sonia con splica, y a gesticularse lo bsico.
Pepa, que haba salido del hospital y tena baja para dos semanas, pasaba por la comisara en
busca de su hermano, para ir a comer juntos.
Busc a su hermano por todas partes pero no lo encontr, hasta que Povedilla le dijo que estaba
en el despacho de Don Lorenzo.
Pepa esper pacientemente, pero al no ver movimiento ni escuchar ruido alguno, supuso que no
habra nadie en el despacho.
Iba a llamar a la puerta, peor record que Don Lorenzo se malhumoraba mucho si entraban en su
despacho sin una buena razn, as que se peg a la puerta e intent escuchar si haba alguien
dentro.
D.Lorenzo: Paco tenemos que encontrarlos y te necesito a ti. Se que eres uno de mis mejores
agentes y confo en que todo saldr bien.
Paco: No se preocupe, Don Lorenzo, todo ir bien. Se escucharon como unas palmaditas.D.Lorenzo: Yo yo no tengo la cabeza como para otra cosa -Su voz sonaba cansada.- Yo slo
puedo pensar que mi hija est con Sonia y -Suspir e hizo acopio de voluntad para ponerse
profesional.- Y tu eres un buen agente.
Se hizo un silencio en el que Don Lorenzo mir con orgullo a su yerno.
D.Lorenzo: Bueno -Dijo levantndose.- Gonzalo te dar todas las instrucciones del caso y la
informacin recogida hasta ahora, De acuerdo?
Paco: De acuerdo don Lorenzo y nimo. Dijo esbozando una sonrisa a modo de apoyo y abri
la puerta del despacho.-
Pepa se separ rpidamente de la puerta del despacho y se qued blanca mirando a Paco. Haba
escuchado todo.
Paco: Hombre Pepa! Me buscabas pa comer no?
Pepa: Ee no, no. Que al final no puedo Paco.
Paco: Ah bueno, pues ya est. La mir.- Te pasa algo Pepa?
Pepa: No, nada
Paco: Te encuentras bien, te duele algo hermana? Preocupado y tocndole el brazo.Pepa: No, nada paco, de verdad, luego nos vemos. Dijo y se march casi corriendo.-
Pepa: (pensando) Pero como no va a estar con ella Si yo Si yo no tengo nada nada que
ofrecerle nunca he estado con una mujer, nunca he besado a una mujer nunca le he hecho el
amor a una mujer -Comenz a llorar.Yo no puedo ofrecerle nada y lo peor -Se mir a los ojos en el espejo.- lo peor es que
Pepa: La quiero.
El telfono son y no hizo falta que mirara la pantalla para saber quien era.
Se derrumb frente al espejo y dej caer la toalla que cubra su cuerpo.
El nombre de Silvia parpadeaba en la pantalla.
CAPTULO 24
Silvia llevaba dos das intentando contactar con Pepa sin obtener respuesta, y eso se notaba en el
ambiente.
Estaba ms nerviosa, ms insoportable, y aunque Sonia y ella no cruzaban palabra alguna, a no
ser que fuera necesario, la castaa empezaba a notar el nerviosismo de Silvia.
Sonia: Qu cojones te pasa? Pregunt cuando Silvia cruz el saln por tercera vez en 10
minutos.Silvia: Nada.
Sonia: Ya. Qu pasa? Llevas mucho sin meterte en la cama con tu amiguita no?
Silvia: Cllate.
Sonia: no, dime, Es eso? Si estamos de buen rollo Silvia
Silvia: Murete. Dijo y se volvi a meter en su habitacin.-
Haba adoptado a modo de pestillo una silla que haba en la habitacin y con ella atrancaba la
puerta, pero ltimamente no sola hacerlo, ya que Sonia no se molestaba en entrar en su
habitacin.
Por otra parte, Pepa llevaba los dos das, despus de que saliera del hospital, aptica, sumida en
un estado de indiferencia con todo que tena preocupados ya a algunos de sus familiares.
Lola, que saba que a Pepa le pasaba algo con Silvia, no quiso meterse, pero despus de que su
cuada no hiciera acto de presencia ni en su casa ni en el bar y su marido le dijera que estaba muy
rara, decidi presentarse en su casa y llevrsela a comer.
Pepa: Lola, no tenas que haber venido, si es que -suspir.- No tengo hambre.Lola: Pepa, a mi no me engaas. Es por Silvia, verdad? Dijo entrando al bar.Pepa: (asombrada) Yo Bueno Lola yo no
Lola: Pepa s lo que te pasa. Mi hermana habl conmigo.
Pepa la miraba asombrada y no le salan las palabras.
Lola: Mira Pepa -La cogi de la mano.- Yo s que tu nunca has estado con una mujer -Pepa
baj la cabeza y pensamientos se agolparon en su cabeza, hacindola recordar porqu estaba as.Pero eso a mi hermana no le importa, Pepa ella quiere estar contigo y y yo no estoy aqu
para convencerte. Pero si tu tambin quieres estar con ella, deberas decrselo cuando vuelvas.
Pepa: No es eso Lola -dijo negando con la cabeza.Lola: Entonces? Pepa se mantuvo callada.- Cuntamelo, Pepa.
Pepa: Lola antes de que tu hermana se fuera De viaje -Hizo nfasis en esa palabra y mir a
Lola levantando las cejas.- Vino a verme al hospital
Lola la miraba asintiendo.
Pepa: Y me bes. Hizo una pausa.- Y me dijo que no sabra que habra hecho si me hubiera
pasado algo
Lola: (sonriendo) Ves, si es que lo saba
Pepa: (interrumpindola) Pero al da siguiente vino y me dijo que se iba de viaje Y te puedo
asegurar que estaba muy cariosa -Dijo enrojecindose.Lola: Pero Pepa no te preocupes, si mi hermana dentro de dos o tres das ya est aqu
Pepa: No, Lola, no. Se ha ido con Sonia.
Lola: Anda Pepa, no digas tonteras.
Pero al ver que la cara de Pepa no era de guasa, sino ms bien de tristeza y decepcin dijo:
Lola: De dnde te has sacado eso?
Pepa: Escuche a mi hermano y a tu padre hablando. Y tu padre dijo que Silvia estaba con Sonia
Lola: Cmo? No, no es posible Pepa, mi padre dijo que estaba de viaje Cmo los escuchaste?
Pepa se enrojeci y avergonzada dijo:
Pepa: Me pegu en la puerta
Lola: Pepa!
Pepa: No era con esa intencin! Quera ver si haba alguien en el despacho y al escuchar hablar a
Paco y Don Lorenzo pues
Lola: Pero Pepa no puede ser. Y mi padre lo sabe? Hablar con l.
Pepa: Djalo Lola, yo yo no tengo ganas ya. Dijo levantndose.Lola: Pero Pepa -intentando retenerla.Pepa: Me voy Lola De verdad -Dijo mirndola con los ojos cansados.Lola: Te llamar despus. Dijo y levantndose la bes en la frente.-
Se debata entre decirle a Pepa lo que haba hablado con su padre o callarse hasta que Silvia
volviera.
Saba que si le deca a Pepa la verdad, se volvera loca e intentara ir a buscar a Silvia. Y eso
adems de peligroso, no podra traer ninguna consecuencia buena.
Pero si no le deca la verdad, Pepa pensara que Silvia se haba ido con Sonia, antes de haber
empezado siquiera una relacin con ella.
Y saba que eso, ser rechazada por Silvia, mataba a Pepa.
Sonia: Silvia, vas a cenar? Dijo pegando tocando en su puerta.Silvia: no, no tengo hambre.
Silvia escuch los pasos de Sonia alejarse por el pasillo y slo entonces dej de estar en tensin y se
asom a la ventana a mirar el paisaje poblado de Madrid.
Llevaba dos das sin saber de Pepa y eso la preocupaba, saba que algo iba mal. No haba
contestado a sus mensajes, ni a sus llamadas, ni a sus splicas en el contestador.
Quizs Pepa se haba arrepentido de todo, quizs ya no quera estar con ella, quizs se haba
equivocado
Entonces, vibr el telfono, y como una posesa, se lanz literalmente al aparato.
Era un mensaje.
Respir profundamente un par de veces antes de ver el mensaje, mentalizndose a que no deba de
ilusionarse, quizs era un mensaje de estos de propaganda
Pero no, esta vez s, era un mensaje de Pepa.
Despus de la conversacin con Lola, an tena ms claro que haba sido un gran error por su
parte ilusionarse pensando que quizs podra tener algo con Silvia.
Ahora que se haba decidido, ahora que no tena miedo.
Ahora que saba que quera estar con ella, ahora que le daba igual lo que dijeran, ahora que
quera besarla y poseerla, tenerla entre sus brazos y dormir abrazada a su espalda, ahora, llegaba
Sonia.
Y no la culpaba. No culpaba el hecho de que Silvia se fuera con ella. Al fin y al cabo, era mucho
ms que ella.
Era su novia, su compaera durante tantos aos la mujer por la que lloraba Silvia cuando la
consolaba y la nica persona que conoca el sabor de su piel.
Y ella ella no era ms que otra ms. Y ni siquiera eso, porque an no haba llegado a ser nada
para la pelirroja.
Se haba quedado a las puertas, a las puertas de tocar el cielo y de ser su refugio en las noches
fras.
Y llorando, sec sus lgrimas antes de que volvieran a correr por sus mejillas otras nuevas, y mir
la fotografa que tena entre sus manos.
Acarici con las yemas de los dedos la cara de Silvia en el papel, y evoc su cara de ilusin cuando
se encontr enfrente de Laura Pausini.
Y record su beso.
Y la noche de locura que casi tuvieron.
Y la calidez de su abrazo.
Y el ltimo beso que le dio.
Tir la fotografa al suelo y un sonoro estruendo se hizo en la sala.
Mir respirando agitadamente el marco destrozado ante sus pies y la fotografa cubierta de
cristales donde Laura Pausini posaba sonriente con ellas dos.
Lola se haba dado la prisa suficiente en cerrar el bar antes de las once para ir rpidamente a casa
de Pepa y contarle lo ocurrido.
Despus de mucho divagar, decidi que contarle a la morena la verdad, era la mejor opcin, pues
saba lo cabezona que era y no iba a escuchar las razones que Silvia le diera a su vuelta.
Sabiendo que ira a buscarla, haba procurado que su marido mantuviera la boca cerrada para no
decirle a Pepa donde estaba el piso.
Y por supuesto su padre y Montoya, no abriran la boca.
Qu poda perder?
Se precipit por las calles de Madrid y cruz la plaza que estaba delante de casa de Pepa
corriendo.
Llamo al timbre y esper.
Pepa cogi el mvil sin pensar, sin pararse a meditar, y an llorando y contemplando la fotografa
en el suelo, escribi un mensaje que envi a Silvia, sin detenerse en mirar los doce mensajes que se
acumulaban en su bandeja de entrada.
Silvia empez a respirar emocionadsima al ver el mensaje de Pepa y cerr los ojos mientras se
abra, apretndolos y deseando que Pepa le dijera algo que hiciera saltar su corazn
Olvida todo lo que ha pasado, no puedo con esto Silvia
Se qued mirando la pantalla sin poder reaccionar, estaba ponindose ms blanca por momentos
y en su corazn se haba formado un pequeo pellizco que no saba si salir o no.
Y no me llames, no me busques, porque no me vas a encontrar
Pero sali y llor, llor como nunca, fuerte, de forma ruidosa, suspirando, hipando, y tir el
telfono contra la pared, rompindose y dejando de sonar para siempre.
CAPTULO 25
Sonia haba escuchado el estruendo que provena del cuarto de Silvia y se haba asustado.
Pero despus de pegarse a la puerta y escucharla llorar, se cercior de que Silvia no saldra en un
buen rato.
Volvi al saln y abri la bolsa.
Por fin volva a ser ella.
..
Lola llevaba 10 minutos en la puerta de Pepa sin obtener respuesta alguna por parte de esta.
Finalmente decidi subir y aporrearle la puerta de casa.
Llam a uno de los porterillos del edificio y despus de varios intentos fallidos por parte de una
abuela y un par de marujas histricas que preguntaban por su identidad, le abrieron.
Aporre la puerta de Pepa insistentemente, hasta que la morena, desesperada porque cesaran los
ruidos, abri la puerta.
Apareci con ropa de estar en casa, unos pantalones cortos y una camiseta de tirantes vieja y
desgastada. El pelo recogido en una coleta y alborotado y los ojos hinchados y con rastro de
lgrimas.
Lola: Pepa! Pero que?
Pepa: Pasa.
Y Lola cerr la puerta tras de s, siguiendo a Pepa hacia el saln.
Lola: Qu te pasa? Dijo alterada y cogindola de los hombros.Y vio la fotografa. Nunca la haba visto, pero si supo de la experiencia del concierto. Mir a Pepa
con un brillo de comprensin en los ojos y entonces record la razn de su visita.
Lola: Pepa! Silvia te quiere!
Pepa: Joder es que no vas a cansarte de insistir? Que est con Sonia-Dijo metiendo la cabeza
entre las manos.Lola: No, Pepa no! Escchame! Dijo agarrndola de la cara y haciendo que la mirara.- Me vas
a escuchar?
Dos horas despus, y con los ojos como pelotas de tenis, Silvia sali de la habitacin, con la
intencin de comer algo.
Sonia estaba en el silln tirada, como de costumbre.
Sonia: Ya se te ha pasado la perra?
Silvia no contest.
Sonia: Qu, se ha follado a otra?
Silvia: Cllate.
Sonia se levant y se tambale un poco, pero Silvia, que no la miraba, no se percat.
Sonia: Ay, Silvita, Silvita -Hizo ademn de abrazarla.Silvia: djame en paz. Quitndosela de encima bruscamente.Sonia: Me ests empujando?
Silvia: Si, Sonia, si, que no entiendes las cosas, No tienes ni puta idea!
Sonia: Necesitas un polvo.
Silvia: No! Necesito que te vayas, que te pierdas, que te esfumes! Por tu culpa estoy aqu! y yo
-Se acord del mensaje de Pepa e hizo ademn de volver a llorar.Sonia: Nah, esas penas son menores Silvia -Dijo y se acerc a ella.-
Silvia: joder Sonia, es que no lo entiendes?! Quitndosela otra vez de encima.Sonia: si yo se que no te resistes -E intent besarla.Silvia se retir de Sonia como si quemara y le dijo:
Silvia: Que me dejes en paz! Que te pierdas Sonia! Dijo haciendo un gesto con la mano,
sealndole la puerta.Pero Sonia no desisti y se acerc a ella otra vez, cogindola fuerte por la cintura, a lo que Silvia
respondi escupindole en la cara.
Sonia not como inconscientemente su agresividad aumentaba y necesitaba drogarse otra vez.
Sonia: Puta! Dijo y le peg un bofetn a Silvia.Silvia se alej de ella con la mano en la cara, sorprendida por su actitud y corri a su habitacin.
Pero Sonia era ms rpida y lleg a la habitacin al mismo tiempo que ella, sin que a Silvia le
diera tiempo de atrancar la puerta.
Haciendo uso de su mayor fuerza, Sonia consigui detener la puerta que Silvia intentaba cerrar y
entr en la habitacin con una agresividad nunca vista.
Sonia: Puta! Eres una jodida puta!
Silvia: Sonia, por favor, tranquilzate y hablamos. Dijo asustada y retrocediendo hacia atrs.Sonia: (acercndose a ella peligrosamente) Qu, que pasa?! Qu la nia se asusta? Y no puede
venir su prncipe a rescatarla? Dijo irnicamente y acercndose lentamente.- Ah no! Perdona!
Qu es una princesa, y encima no sabe follar! dijo y ri con sorna.Silvia: (conteniendo la rabia y cerrando los ojos) Sonia, por favor
Sonia: Si quieres estar con esa puta, vete con ella Pero antes Antes t vas a ser ma. Dijo y
ri cogiendo a Silvia por los hombros.-
..
Pepa: Lola! Dijo levantndose.- Yo! Dios! Dijo y empez a dar vueltas por la habitacin
con las manos sobre la cabeza.Lola: Qu pasa Pepa?
Pepa: Que le envi un mensaje a Silvia! Yo pensaba que estaba con Sonia y
Sonia agarr a Silvia, haciendo caso omiso a sus gritos y sus splicas y la tir sobre la cama.
Silvia intentaba deshacerse de ella tirndole del pelo, pataleando pero Sonia haba inmovilizado
sus muecas y se haba sentado sobre sus piernas.
Sonia: Qu, ya no lloras no?
Silvia: Sonia, por favor, sultame
Sonia: no, no, no -Dijo y bes con fuerza sus labios.- Voy a recuperarte, lo voy a conseguir
Silvia chill, volvi a patalear y cuando Sonia dej un camino de besos en su cuello intent hacerla
entrar en razn.
Silvia: Sonia, Sonia, para por favor, escchame. Si quieres, podemos intentarlo otra vez, Si? Pero
no as, as no, por favor
Sonia: Que no me engaes puta! Dijo y volvi a abofetearla.- No vas a volver conmigo, lo s!
Silvia: Sonia podemos hablarlo, yo
Pero call cuando Sonia, que se haba deshecho de la camiseta, la amordazaba con ella,
manteniendo inmovilizadas sus manos.
Histrica y totalmente fuera de s, Pepa saba que algo no iba bien, y Lola, que conoca a su
hermana, tambin lo saba.
Llamaron a Gonzalo, que les dijo que no se preocuparan, que haba dos agentes en la puerta y que
el mismo en cuanto acabara el turno, pasara personalmente a revisar el piso.
Pero Pepa no poda esperar y seguida por Lola, fue a la comisara a buscar a su hermano, y como
si de un preso se tratara, le hizo confesar la direccin del piso franco.
Not como no slo su agresividad incrementaba, sino tambin su deseo sexual, a medida que
quitaba prendas a Silvia, que rendida, se dej hacer entre lgrimas.
Sonia besaba su cuello, manoseaba sus pechos, se restregaba contra ella Se haba desnudado
completamente y la haba despojado de toda su ropa, dejndole slo la ropa interior.
Le arranc literalmente el sujetador, dejando a la vista el torso desnudo de la pelirroja, que ya no
lloraba, miraba a un punto fijo intentando no sentir las embestidas, besos y succiones que Sonia
propinaba a su cuerpo.
Sonia mordi uno de sus pezones con fuerza, con rabia, y escuch con satisfaccin como Silvia
gema de dolor y se retorca ante sus ojos.
Ri y se precipit, totalmente excitada hacia el tanga de la pelirroja.
Sonia volvi a abofetearla y a propinarle varios puetazos, pero cuando quiso volver a poseerla,
Silvia dio una patada con todas sus fuerzas entre las piernas de Sonia, consiguiendo salir de la
cama y corriendo hacia la puerta.
Sonia cay de boca sobre la cama, retorcindose a causa del dolor de las agresiones de la pelirroja.
Pero percatndose de que la pelirroja haba salido de la habitacin, se levant como pudo y con
gran agresividad, corri.
Lola: Por favor, Pepa, si te has empeado en ir, al menos conduce despacio -Dijo Lola agarrada
al asiento del copiloto.Pepa haba salido disparada hacia el coche despus de que su hermano le revelara el paradero de
Silvia, pero Lola no haba dejado que fuera sola, as que se ofreci a acompaarla.
Claro, que ella pensaba que sera una aventura algo ms tranquilita.
Lola: Pepa, Pepa! Que te pasas! Es por ah!
Pepa: (observando la calle) Lola Me puedes decir porque no hay aqu ni un puto coche?
Lola: Yo que se Pepa, yo no se que clase de vecinos viven aqu, a lo mejor no tienen
Pepa: (interrumpindola) No, no. No hay ningn coche, y por tanto, no hay ningn polica.
Lola: Cmo que no hay ningn polica? Dijo entre extraada y asustada.Pepa: Joder Lola! Que aqu tendran que estar dos agentes vigilando el piso! Y no hay nadie!
Lola: Dios!
Pepa: Ahora mismo llamo a Gonzalo y le pido explicaciones
A pesar de que sali corriendo, a Silvia le dio tiempo de ver los restos de herona sobre la mesa y el
resto de la sustancia, que estaba dentro de la bolsita de plstico.
Not a Sonia salir estruendosamente de la habitacin y sin importarle estar como Dios la trajo al
mundo, abri la puerta de la calle, torpemente, girando la llave lo ms rpido posible, pero Sonia
le segua los talones.
Consigui abrir la puerta con el corazn a punto de salrsele del pecho y la cerr con fuerza tras
de s.
Bajo por las escaleras, tropezndose, quemndose las manos con la barandilla, saltando los
escalones de tres en tres
Pero entonces un coche pas por la calle, y aparc justo delante de ellas.
Lola: Mira, ves como si haba coches? Si ya saba yo que
Pepa: Cllate Lola!
Lola puso una mano sobre su boca, abriendo grande los ojos y Pepa intent afinar el odo para
escuchar.
Del coche sali un hombre con muy mala pinta y muy demacrado.
Pepa: Esto no me gusta nada Lola Lola? Se volvi para mirar a su cuada.- No te preocupes
Lola, en seguida llegar Gonzalo, y adems me he trado la pistola, por si las moscas Eh? Dijo
sonriendo a su cuada.- Lola? Lola, joder que te pasa?
Lola estaba inmvil, an con la mano sobre la boca, mirando hacia el coche y abriendo los ojos
cada vez ms.
Pepa sigui su mirada y observ el motivo por el cual Lola estaba tan asustada.
Los tres hombres que haban salido del coche iban equipados con una pistola cada uno, la cual
cargaron antes de dirigirse al portal del piso franco.
Silvia baj hasta el ltimo piso, haciendo una salida triunfal en el rellano del portal, cayndose y
rodando cuan croqueta por los ltimos cuatro escalones.
Dolorida y respirando fuerte, hizo ademn de precipitarse hasta la puerta, pero una Sonia
totalmente enfurecida y con los ojos rojos se lanz hacia ella, volviendo a tumbarla en el fro suelo
del portal y forcejeando con ella.
Fue en ese momento, mientras Sonia iba ganando la batalla contra Silvia, cuando uno de los tres
hombres, seguido de sus otros dos compaeros, irrumpi en el portal, sorprendiendo a las dos
chicas, que forcejeaban sin piedad desnudas.
..
Lola: Pepa! Que han entrado, que han entrado! Dijo zarandendola.Pepa: Voy a dar aviso urgente a Gonzalo.
Y as lo hizo, asegurndole este que en 5 minutos estaban all.
..
Hombre 1: Quizs, puedas prestarnos otro tipo de servicio -Dijo sonriendo maliciosamente.Sonia: Yo no presto ningn servicio. Dijo muy digna.Hombre 1: Ya lo creo que si -Dijo y se acerc.Sonia qued paralizada por el miedo, una de las pocas veces en su vida.
El hombre le apunt a la cabeza con la pistola y la hizo levantarse de encima de Silvia, que era
incapaz de pronunciar palabra.
Hombre 2: Jefe! Y la pelirroja?
Hombre 1: um -Dijo mirndola.- Parece que tambin puede hacernos pasar un buen rato sopes la idea unos instantes.- Llvatela, si as lo deseas.
Pero cuando el hombre se acerc y agarr a Silvia del brazo, mirndola de una forma muy sucia,
Silvia se resisti y forceje con el, escupindole y gritndole.
Hombre 1: T. Chasque los dedos y el hombre 3 se acerc a sujetar a Sonia.- Djame a mi -Le
dijo al hombre 2, que sujetaba a Silvia.- Qu le pasa a la pelirrojita? Tienes ganas de marcha
eh? Dijo y la manose mientras el otro la sujetaba.Sonia: que la sueltes! Dijo enfurecida.-
..
Lola: no podemos esperar! Pepa, por favor, dime que no les va a pasar nada
Pepa: Lola! Djame pensar, djame pensar! Esperaremos a Gonzalo.
Lola: Ahora si quieres esperarlo!
Pepa: Joder Lola, que no se puede ir por la vida de indiana Jones
Entonces un disparo y un grito desgarrador que cortaba el aire, le hizo olvidar lo ltimo que dijo y
sali en direccin al portal cargando su mgnum.
S, Pepa Miranda si puede ir por la vida de Indiana Jones.
...
El disparo haba rozado la sien de Sonia. Por unos milmetros no haba dado en el blanco.
Sonia y Silvia se miraban, respirando aceleradamente y olvidando por unos instantes que se
estaban odiando por lo ocurrido anteriormente.
Hombre 1: brete de piernas! Grit a Sonia que apret ms sus piernas.- Que te abras de
piernas, hija de puta! Grit en su cara.Sonia, mirando al suelo, separ sus piernas y cerrando los ojos esper lo que tuviera que venir.
Hombre 1: Y t tambin gilipoyas! Dijo mirando a Silvia.- Qu miras?! Que te abras de
piernas!
Silvia sinti terror de pensar lo que vendra si se abra de piernas. Nunca, ningn hombre la haba
tocado, jams.
Gonzalo llegaba con una unidad y varios agentes al piso franco, alertado por Pepa y Lola y por
varios vecinos que haban llamado, asustados por los gritos y un disparo.
Lola sali a su encuentro desesperada y muy nerviosa, rogndole que hiciera algo, y que su
hermana poda estar en peligro.
.....
Hombre 1: Eres sorda o gilipoyas?! y se acerc a Silvia con intencin de abrir sus piernas.Pepa: Gilipoyas tu puta madre! Grit apuntando con la mgnum al jefe.Sonia mir entre aliviada y cabreada a Pepa. No saba si tena alegra porque hubiera detenido al
hombre que intentaba violarla o un odio irremediable porque estuviera all para salvar a la
pelirroja.
Hombre 1: Como dispares, mueres. Dijo apuntndola a la cabeza, al igual que sus otros dos
hombres.Silvia la miraba, respirando muy fuerte y haciendo amplios movimientos con el sube y baja de su
pecho.
Pepa: Tranquila princesa, estoy aqu.
Sonia dio un bufido de desaprobacin y la mir con rencor.
Hombre 1: Vaya, que la putita tiene otra amiguita -Dijo mirando a Silvia de forma que
resultaba asquerosa.Hombre 3: Jefe! una para cada uno! Dijo emocionado.Hombre 2: Me pido la pelirroja! Dijo tambin emocionado.Hombre 1: que os callis! Buf.- Habr de todas para todos -Sonriendo.Fue entonces cuando Sonia, en un atisbo de lucidez mental, aprovech para quitarle la pistola al
hombre 3, que la segua sujetando.
Pero en lugar de apuntar a alguno de sus agresores, apunt con la pistola a la cabeza de Pepa.
Sonia: Hija de puta, me la has quitado.-Dijo refirindose a Silvia.-
Entonces Gonzalo hizo aparicin con dos de sus agentes a su lado y el resto detrs.
Gonzalo: Todas las jodidas armas al suelo! Grit.Pero la nica que hizo caso y se arrepinti fue Sonia, que solt el arma.
Gonzalo: Deslzala hasta aqu. Vio que no haca caso.- YA!
Y Sonia as lo hizo.
Gonzalo: Bien, quedan dos, las putas armas.
Hombre 1: crees que un polica de mierda nos va a asustar?
Gonzalo: a lo mejor yo no, pero ellos s. Dijo y entonces por las escaleras bajaron 3 agentes ms
apuntndoles.- Estis perdidos, entregar las armas y todo ser ms fcil.
El hombre 2 as lo hizo, obviando la mirada de rencor que su jefe le dedicaba.
Gonzalo: Toms, ests perdido -Dijo hablndole al jefe de la banda.El jefe de la banda intent correr hacia la salida, pero Pepa apunt a su sien, pegando la pistola
contra ella, al tiempo que dos agentes lo apuntaban por la espalda y otro de ellos lo esposaba.
Con una mirada altiva y de dignidad dijo:
Toms (hombre 1): Os matar hijos de puta, os matar! Dijo con un grito ensordecedor que
retumb en todo el portal.Silvia se arroj literalmente a los brazos de Pepa que baj la mgnum y abraz a la pelirroja,
mirando a Sonia con el mayor odio posible.
Dos agentes esposaron a los otros dos hombres y cuando pensaba que iba a irse de rositas,
Gonzalo agarr a Sonia de las muecas y la espos contra la pared.
Gonzalo: Sonia Aguerre, quedas detenida por vinculacin con drogas y estupefacientes.
Sonia no dijo nada, tan slo mir a Pepa, con la pelirroja todava temblando entre sus brazos y
escupi al suelo cuando pas por su lado.
Pepa: Ya pas, ya paso princesa -Dijo besando su cabeza y acaricindole el pelo.-
Lola: Silvia, Silvia! Dijo abrazando a su hermana y arrancndola de los brazos de Pepa.- Mi
vida, ests bien! Dijo recorrindole la cara con sus manos.- Pero! Si ests desnuda! Dijo
mirando de arriba abajo a Silvia.Silvia: Lola -Baj la cabeza.- creo que no es un buen momento para explicar porque estoy
Pepa: No, no es buen momento -Interrumpindola.Y acercndose a Lola y Silvia, tir ligeramente del hombro de Silvia para darle la vuelta y
abrazarla otra vez.
Los vecinos empezaban a preguntar a uno de los policas que estaba en el coche tomando pruebas.
Y tambin empezaban a arremolinarse en el rellano de la escalera.
Lola: Toma Silvia -Dijo y se quit la chaqueta para ofrecrsela a su hermana.Silvia cubri su cuerpo con la chaqueta y entonces uno de los policas se acerc a ellas.
Polica: Inspectora Castro debera acudir a comisara a interponer la denuncia y a declarar
Silvia: Qu? No, no por favor, no Dijo mirando a Pepa, como intentando que la salvara.Pepa: Arias, maana mismo ir a comisara a denunciar, por hoy es suficiente. Dijo tajante, y
antes de que pudiera replicar, aadi-: Yo hablar con el inspector Montoya.
Se dirigieron las tres al coche de Pepa, Silvia de copiloto, y Lola detrs.
Lola: Silvia hija ma y esos moratones Vamos, vamos al hospital -Dijo apremiando a Pepa.Silvia: Por favor -cerr los ojos.- Lola, djame ir a mi casa a dormir, te lo pido
Pepa: Lola, djala que -Pero su cuada la interrumpi.Lola: Silvia, tienes que ir a que un mdico te mire
Silvia: Soy mdico -Habl pero Lola no escuch.Lola: ...esos moratones, porque quizs haga falta que te echen algo ah, a saber que te habrn echo
esos
Silvia: Lola joder! Grit y provoc que todo el coche se quedara en absoluto silencio.- Quiero
irme a mi puta casa descansar y a olvidarme de todo! !Te vale ya!?
Lola no dijo nada, suspir, mir a su cuada con preocupacin y se recost en el asiento.
Silvia: Y por favor Dijo ms calmada.- Maana declarar, har lo que haga falta, pero ahora
quiero irme a mi casa. Por favor. Y dijo esto ltimo mirando a Pepa.-
Pasaron el resto del trayecto en silencio. Lola segua preocupada por Silvia, pero respetaba su
postura. Pepa conduca y miraba de reojo a Silvia, que tena la mirada perdida en algn punto de
la carretera.
Pepa habl, y not como si tuviera la lengua tiesa como una zapatilla, como si llevara dos horas sin
hablar, y no los diez minutos que llevaba callada.
Pepa: Lola, te dejo a ti primero, me pilla de paso. Y lo dijo sin opcin a rplicas por parte de su
cuada.Lola abri la boca pero mir por el espejo del coche a su cuada con una mirada desafiante,
queriendo advertirle que hiciera caso, as que se limit a asentir.
Cuando Pepa apag el motor y Lola baj del coche, toc a la ventanilla de Silvia para que abriera.
Lola: Silvia, llmame maana Vale mi vida? Dijo apretndole la mano.Silvia: Maana hablamos Lola. Dijo y se atisb un amago de media sonrisa.Lola: Hasta maana Pepa. Haciendo un gesto con la mano.Pepa: Hasta maana cuada.
Encendi otra vez el motor y puso rumbo a casa de Silvia sin decir nada. El silencio era incmodo,
una mezcla entre las emociones vividas y lo que iba a pasar a partir de ahora.
Silvia: Sabes? Dijo al cabo de un rato y con un hilito de voz.- He pasado tanto, tanto miedo
que me resulta increble todo lo que ha pasado -Mirando al frente con la mirada perdida.- Es
es como una pesadilla-Dijo esto ltimo mirndola.Pepa: Silvia
Silvia: Como como ha podido hacerlo, Pepa -Llorando.- Me me iba a -Call y no pudo
seguir.Pepa sigui con la vista fija en la carretera, pero el odio cruz su cara y su mandbula empez a
contraerse imaginando la clase de barbaridades que habra pasado Silvia.
Pepa: Silvia -Suspir y la mir unos instantes.- Dime, por favor -Intentando relajar el tono de
voz.- Dime que te ha hecho esa cerda
Silvia: Pepa yo no no no me hizo nada, no no pudo.
Pepa: Dime que no te ha tocado. Dijo con odio.- Por favor, dime que no te ha tocado, Silvia.
Silvia: (respir hondo y lo solt) Intent violarme
Pepa apret la mandbula y las manos contra el volante, peg un volantazo para girar por las
calles y cont mentalmente hasta 10.
Silvia la miraba asustada, tema que se enfadara con ella.
Silvia: Pepa, por favor no, no te enfades conmigo yo no -gimote.Pepa aparc el coche, apag el motor, se quit el cinturn y la mir directamente a los ojos,
levantando su barbilla.
Pepa: Silvia Me ests diciendo que esa asquerosa intent violarte, Y piensas que me voy a
cabrear contigo? De verdad piensas eso? Dijo duramente.Silvia: Pepa pero -Llor, enterrando la cara entre sus manos.Pepa la abraz fuertemente.
Silvia: Quera, quera decirte donde estaba, pero no me dejaron -Dijo llorando.Pepa: Silvia, eso es lo de menos ahora -Dijo apretndola contra ella.Silvia: Por favor, Pepa, no me dejes sola No me dejes sola esta noche, por favor -Le rog,
mirndola a los ojos, envueltos de lgrimas.Pepa: No pienso dejarte sola nunca nunca ms Silvia -y volvi a abrazarla.-
Subieron al ascensor abrazadas, muy pegadas la una a la otra, como si no pudieran separarse.
Silvia: Pepa! No tengo llaves
Pepa: Pero yo s -Dijo y sac las llaves del piso de Silvia.Silvia: Pero cmo?
Pepa: Lola. Se limit a contestar.Entraron al piso abrazadas an, y como si lo hubieran premeditado de antes, se dirigieron al bao
sin hablar.
Pepa abri el grifo de la baera y dej que se llenara, mientras acariciaba el rostro de Silvia, la
miraba hasta gastarla, la besaba con el alma.
http://www.youtube.com/watch?v=p3j3MBQTeHU
Y como si no hicieran falta respuestas ni palabras, Silvia la mir, dicindole todo lo que senta por
dentro con una sola, con una simple mirada.
Y se introdujeron en la baera de la mano, mirndose a los ojos, calmadas.
Sec cada centmetro de su piel, desenred su larga melena roja con esmero, observndose en el
espejo la imagen de ambas, y entonces
S, la vio sonrer.
Y ella tambin lo hizo.
Pepa: (susurrando) Sabes? Estamos de foto -Colocando la cabeza en su hombro,
abrazndola por la cintura, por la espalda.-
Silvia: (susurrando tambin) No creo que fuera muy buena idea estamos desnudas
Pepa: (mirndola embelesada) Estas preciosa
Silvia: No me mires as, que me da vergenza -Dijo roja.Pepa: Vaya, ahora a la princesita le da vergenza -Dijo riendo.Silvia se cubri con la toalla que haba cado a sus pies ante la atenta mirada de Pepa, riendo.
Silvia: Qu? Pepa la miraba negando con la cabeza.Pepa: Que eres la cosa ms bonita que he visto en mi vida -Se acerc a ella.- Y que me temo La cogi de la mano.- Que no puedo vivir sin ti
Silvia no dijo nada, slo la bes con dulzura, sintiendo la calidez de sus labios, su suavidad, el
amor que desprenda.
Cuando se separaron Pepa abri el armario sin decir nada, y sac de ah el botiqun. Silvia saba
que iba a curarla y quiso pararla, pero ella no le dej decir nada.
Silvia senta que con cada beso que le daba, con cada caricia, con cada mirada iba borrando
todos los rasguos que pudiera guardar.
Iba borrando todos sus malos momentos convirtindolos en el mejor tesoro para guardar,
cerrando sus heridas para abrir su corazn.
Pepa: (susurrando) Quiero quiero que te olvides de todas las heridas que has tenido antes, de
todo el dolor que has sufrido quiero borrar todo eso -Dijo limpiando una de sus heridas.Silvia le cogi la mano con la que curaba su herida y la apart de su muslo.
Silvia: (Susurrando tambin) Pues entonces -Dijo mirndola a los ojos, muy cerca.- Entonces
bsame no pares de besarme esta noche mame esta noche, Pepa mame
Pepa: Esta noche y el resto de mi vida
Y besndola y alzndola en brazos cuan princesa encantada, una puerta se cerr.
Porque las heridas, cuando no se cierran duelen, y aunque el tiempo pase, quedan grabadas a
fuego sin saberlo, sin saber que algn da saldrn a la luz, removern nuestro mundo, abrirn las
cajas polvorientas
Y cuando se cierren, cerraremos esa caja, enterraremos un recuerdo para siempre, aunque duela,
aunque queme
Subi hasta su cuello y lo bes, lo roz con suavidad con la punta de su nariz, dejando a su paso
pequeos mordiscos y succiones que hacan que tanto ella como Silvia sintieran escalofros
recorriendo su cuerpo.
Dej caer su cuerpo completamente sobre el de ella, comprobando lo placentero de ese contacto y
volvi a encadenar su boca con la de ella.
Tena miedo, miedo de no saber hacerlo, de no saber complacer a Silvia.
Vergenza, vergenza de mostrar su cuerpo, y de ver como reaccionara al estar tan cerca del de
Silvia.
Silvia: (susurrando entrecortada) Pepa Pepa
Pepa: uuuum?
Silvia: Que te has quedado inmvil
En efecto, Silvia haba seguido besndola, y ella haba dejado de dar rdenes a sus labios, y sus
preocupaciones haban acaparado el 99% de su cuerpo.
Silvia: Te pasa algo? Temerosa.Pepa: no, no yo no
Silvia: Pepa -Dijo sentndose sobre la cama.- No tienes porque hacer nada si no ests preparada
y yo
Pepa: (interrumpindola) No, no, no. No es eso, Silvia. Y mirndola a los ojos aadi-: Nunca he
estado con una mujer y yo tengo tengo miedo de que
Silvia le sonri tierna.
Silvia: Pepa
Pepa: Es que yo despus de lo de Sonia yo
Silvia: Pepa, Sabes una cosa?
Pepa: Qu?
Silvia: Que quiero hacer el amor contigo, y que me da igual si sabes o no sabes, si has estado con
una mujer o no. Yo slo quiero que me hagas el amor, a tu manera, como quieras Pero quiero
sentir tu cuerpo junto al mo, que tus caricias me estremezcan y que me beses hasta agotarnos y
vibrar contigo cuando me toques Quiero hacer el amor contigo, Pepa
Pepa no dijo nada, la bes, enredando su lengua con la de ella acariciando su cuello, enredando
sus piernas.
Delicadamente y sin romper el beso, despoj a Silvia de su toalla y sinti su cuerpo tibio debajo
suya.
Y entonces se le olvid la vergenza, el miedo a no saber hacerlo, a no hacerlo bien.
Y cuando Silvia despoj a Pepa de su toalla, dejando a la vista su largo cuerpo, sus cuerpos se
acercaron, como si de un imn se tratase, mezclando la piel tostada de la morena con la piel blanca
de la pelirroja.
Sus cuerpos rodaban, enredndose, atndose, sus miradas hablaban, desendose a cada instante
ms.
Pepa se posicion entre sus piernas, besando el vientre de la pelirroja y admirando su cuerpo
desnudo, enrojecindola de la vergenza.
Silvia: No me mires as
Pepa: Eres Eres preciosa, Silvia -Dijo comindosela con los ojos.Acarici sus senos, bes su ombligo, rod por sus muslos, estremecindola.
Cuando deposit un suave y hmedo beso en la parte interna de su muslo, pudo escuchar la
respiracin agitada de Silvia, pidindole ms.
Acarici sutilmente el centro de la pelirroja, notando como aquello la quemaba. Lami sus muslos,
roz su sexo y volvi a trepar por su cuerpo, frotando su cuerpo contra el de ella, escuchando en
su oreja los gemidos ahogados de Silvia, que le peda ms.
La pelirroja la cogi bruscamente de la cabeza, atrayndola hacia ella, besndola con fuerza, con
autntica vehemencia.
Pepa empuj la rodilla contra su entrepierna, callando un gemido con otro beso frentico, para
despus volver a recorrerla entera.
Lami su sexo, observando los movimientos plvicos de la pelirroja, que intentaba profundizar el
contacto y tena la respiracin cada vez ms acelerada.
Pero Silvia estaba desesperndose de ver que no terminaba lo que haba empezado.
Ahora frotaba con dos de sus dedos su cltoris, parando de vez en cuando para volver a besar su
abdomen.
El delirio y desenfreno se apoderaban de ella, intentando abarcar con sus manos todo lo posible,
grabar su piel, grabar su olor, sus besos
Mir a Silvia, casi como en una demanda de permisin y por toda respuesta obtuvo su mirada
desesperada, anhelante, deseosa
Y as se senta ella tambin. Estaba deseosa de poseerla, deseaba poseerla de verdad, que se
estremeciera entre sus brazos hasta el lmite, hacerla tocar el cielo
Introdujo dos de sus dedos en el cuerpo de Silvia, movindolos en una cadencia regular al
principio, agitada despus, cuando los fuertes y prolongados gemidos de la pelirroja la avisaron de
que ella no aguantara mucho ms.
Bes su cuello, excitndose ms de lo que estaba ya, ante el contacto de su pecho contra el de
Silvia, y cuando pens que su mano no aguantara ms el ritmo, un gemido, detonante de aquella
pasin, irrumpi en la habitacin y reson en su odo.
Noto como su cuerpo debajo del de ella, se arqueaba, se retorca, vibraba y palpitaba, respirando
agitadamente.
Clavando sus uas en su espalda morena, dejando araazos a su paso por su piel.
Bes su frente y acarici su mejilla rosada, pero la pelirroja no se content con ese contacto, y
cuando abri los ojos, ms brillantes que nunca, la bes con total devocin.
Silvia: Eso es hacer el amor.
CAPTULO 30:
Haba soado con ella.
Con su pelo, con su risa
Haba soado que por fin la sacaban de ese piso donde estaba con Sonia y que se lanzaba a sus
brazos y se la coma a besos.
Como esos besos que le daba, que hacan que olvidara donde estaba, quien era y que estaba
besndola una mujer.
Porque una vez se acercaba, todo daba igual.
Y volva a sentir esas mariposas en el estmago, y esas ganas de salir corriendo, de gritar, de
saltar
Y
hasta
la
primavera
So con sus manos, con su piel, con su olor
pareca
florecer
an
ms.
El olor que an poda sentir tan cerca de ella como si fuera real, como si estuviera ah con ella.
Sus manos, que parecan tocarla, acariciarla, suaves, tan fras
Sus besos sus labios clidos, dulces
Dnde ests Silvia, dnde ests?
..
Pepa: Silvia Donde estas -Deca balbuceando y dormida.Silvia: Ssh estoy aqu
..
Silvia: Ser dormilona la ta Pepa Pepa -Dijo acaricindole la nuca.- Pepa, despierta
Pepa: (Pensando medio dormida) Que graciosa, que me despierte dice, despus de la juerga de
anoche Vaya marcha tiene esta
Sinti sus labios en su espalda, besando con delicadeza su piel y erizndole hasta los pelillos de la
nuca.
Extasiada por ese bienestar se dej caer otra vez en los brazos de Morfeo, pero el desvelo le vino
rpido.
La pelirroja acarici con su mano la cintura de Pepa, bajando cada vez ms, al tiempo que
depositaba besos sobre el cuello y hombros de esta.
Pepa: (Ms despierta que dormida ya) Ay Dios Ay Dios que est entrando en territorio
salvaje
Mordindose el labio y aguantndose las ganas de ms, Silvia se atrevi a deslizar sus manos por
el pecho de Pepa.
Silvia: Pepa cario -Dijo con voz lastimera.-
Pepa: (ya despierta pero hacindose la dormida) Vaya esta! Que me est metiendo mano! Uum
Esta quiere guerra. Vaya que si quiere guerrase ve que no tuvo bastante con anoche. Pues
se va a quedar con las ganas
Pero el plan de Pepa tena muchas grietas y no cont con que la pelirroja haba aprendido la
noche anterior como provocarla hasta el lmite.
..
Silvia: Si yo s que ests despierta -Dijo zalamera, acercndose a su cuello.Con su mano jug con uno de los pezones de la morena, provocando que se irguiera.
Entonces, sin pensrselo dos veces y con una sonrisa pcara en el rostro, meti la mano entre las
piernas entreabiertas de la morena y ejerci una sbita presin sobre su sexo.
Pepa dio un respingo y abri la boca sorprendida, pero la pelirroja no capt ese gesto.
..
Pepa: La Ostia con la pelirroja! Como para fiarte de ella.! Uum Pero no me va a
engatusar tan fcilmente Por favor! Que yo soy Pepa Mir
Not su presencia en la entrada de su vagina, con intencin de usurparla.
Silvia: Vaya vaya La seorita no estar despierta, pero su cuerpo s -Dijo refirindose a la
excitacin que denotaba el cuerpo de la morena.Y entonces introdujo sin darle tiempo a reaccionar, dos de sus dedos, movindolos rpidamente y
en crculos irregulares.
Como un resorte, la morena decidi acabar con su farsa, y se volte dejando abajo a Silvia, que la
miraba riendo.
Silvia: Ya saba yo que estabas despierta -Ri.Pepa: Si, si tu sabes mucho -Dijo y la bes.Silvia hizo ademn de terminar lo que haba empezado, pero Pepa atrap sus manos y las dej
tras su cabeza, impidindole usarlas.
Pepa: No, no, no No quera jugar la princesita? Vamos a jugar -Dijo y resbal sus labios
entreabiertos por el cuello y el pecho la pelirroja.Antes de que pudiera protestar, la call con un beso.
Mordi sus excitados pezones y baj por su vientre, pero cuando se despist un segundo, ella ya
haba ganado ventaja, incorporndose y besando su cuello, hacindola perder concentracin.
Silvia mordi su oreja y pase su lengua por toda la oreja, hacindola desfallecer.
Y cuando la tuvo a su merced, volvi a ocupar su sitio y terminar lo que haba empezado.
Silvia: Yo quera jugar Pero contigo -Dijo con su rodilla embisti suavemente en su
entrepierna.Pepa: Sil. via.
Silvia: Pero si no hemos empezado apenas! Exclam.Y cuando baj hacia abajo y lami los pliegues de sus muslos, supo que la estaba llevando al
lmite.
Lami su sexo, humedecindolo ms an y provocando un prolongado gemido de la morena.
Jug con su lengua en l, estimulando su cltoris, que se ergua ya hinchado, y respondiendo a los
deseos fervientes que el cuerpo de Pepa le peda.
Cuando supo que estaba a punto de llegar al orgasmo, y sus gemidos se hicieron ms largos y
prolongados, par en seco, an a sabiendas de que podra haber acabado con toda la excitacin
acumulada hasta el momento.
Pepa la mir con unos ojos asesinos y pens que no poda haberla dejado con el calentn.
Pero lejos de aquello, la pelirroja la mir sonriente, mordindose el labio, conteniendo su deseo, y
cuando su amante menos lo esperaba, la penetr con su lengua.
Escuch el tremendo gemido de la morena como si la tuviera en su oreja y comenz a mover su
lengua en crculos dentro de ella.
Hacia arriba, hacia abajo, izquierda, al centro, derecha
Pero no terminaba de explosionar.
Pepa, con la respiracin muy agitada intentaba decirle como hacerlo.
Pepa: M ms. Ms rpi
Pero antes de que hubiera terminado, Silvia saba lo que tena que hacer.
Y moviendo su lengua rpidamente dentro de su cuerpo, a la vez que con la mano estimulaba su
cltoris, consigui que Pepa explosionara en un grandioso orgasmo que retumb en la habitacin.
An con las ltimas sacudidas del orgasmo, Pepa se aferr a las sbanas mientras Silvia iba poco a
poco descendiendo el ritmo marcado.
Se tumb a su lado, mirndola a los ojos y la morena, an respirando entrecortadamente y
mirndola con una sonrisa muy pervertida dijo:
Y riendo, la pelirroja se dej hacer por aquella morena de metro 80 que se abalanzaba hacia su
cuerpo con una ardiente mirada de deseo.
Pepa (sentndose tambin en la cama) Esta bien, no la vers. De verdad. Dijo mirndola con
fijeza.- Te lo prometo.
Silvia sonri y la abraz.
Silvia: Pepa Me das un beso?
Pepa: Uno y los que quieras guapa
Una hora despus, las chicas entraban por la puerta de la comisara de San Antonio.
Rita: Ay ay ay! Zagalica! Qu te ha pasado, ests bien?
Silvia: Si, bien, gracias Rita.
Rita: ay ay! Ser desgracia!
Pepa hizo un gesto a Rita para que se callara y abraz a la pelirroja de la cintura.
Rita: Por ah te estaba buscando as un seor alto, encorbatao
Un inspector que se acerc a ellas.
Inspector: Disculpe, Seorita Castro?
Silvia: Si, soy yo.
Inspector: Encantado. Le estrech la mano.- Soy el inspector Jimnez, de la comisara del otro
distrito Ver la seorita Sonia Aguerre tena interpuestas varias denuncias en nuestra
comisara y despus de lo ocurrido creemos que lo ms conveniente, dada su relacin con la
acusada, es que viniera usted a declarar al juicio por trfico de drogas.
Silvia: Qu?
Inspector: Si, ver, lo que intento decirle es que requerimos su colaboracin para
Silvia: No, no. No me ha entendido. El inspector la mir con cara de incomprensin.- Mi....
Suspira y mira hacia abajo.- Exnovia me da una paliza, luego me involucra en un caso de trfico
de drogas a cargo de la banda de narcos ms buscada de Espaa, despus intenta violarme Y
ahora usted espera que yo vaya a declarar sobre el juicio de trfico de drogas, slo porque es mi
expareja?
Inspector: Bueno no, yo lo que quera
Silvia: No, no. Usted no quiere nada. Porque yo ahora mismo, voy a interponer una denuncia por
intento de violacin a la seorita acusada y me voy a olvidar de este asunto. Queda claro? Dijo
tajante y tirando de Pepa para delante.Inspector: (Volvindose) Me parece que no ha entendido, seorita Castro, usted tiene que
colaborar con el caso o
D.Lorenzo: O nada.-Dijo haciendo entrada en la escena.- Porque la seorita Castro no va a
declarar en ningn juicio que no sea de su incumbencia. Muy cortante.- Y si tiene que hacer
declaraciones sobre el caso de trfico, las har aqu, en esta comisara, y bajo mi responsabilidad.
Dijo y se acerc a Pepa y Silvia.D:Lorenzo: Vamos hija -Dijo empujndola suavemente por el hombro y mirando con muy mala
cara al inspector.-
Gonzalo: Silvia s que esto no es fcil. Pero tienes que contarme todo lo que pas desde que
llegaste al piso franco.
Silvia se encontraba en una de las salas de la comisara, caf en mano, relatndole a Gonzalo lo
sucedido.
Detrs, tras la cristalera, se encontraban Don Lorenzo y Pepa, observando cada movimiento,
escuchando cada palabra.
D.Lorenzo: Miranda -Dijo sin mirarla, apoyado sobre la mesa, con la mirada fija en el interior
de la sala.- Creo que debo darle las gracias por salvarle la vida a mi hija
Pepa: No tiene que darme las gracias, Don Lorenzo
D:Lorenzo: Mire. M Jos Ir al grano.-Ahora si la mir fijamente.- Las he observado, a
usted y a mi hija. Y s s que hay algo ms entre las dos.
Pepa: Don Lorenzo, yo
D.Lorenzo: No, no. No me tiene que decir nada, Miranda. Pero yo si le dir algo. Dijo y bajo el
volumen.- Que le agradezca que le haya salvado la vida a mi hija, no quiere decir que me guste
verla con ella, porque mi hija no va a estar con ninguna mujer ms, ni con usted, ni con ninguna.
Dijo y se march de la sala.Pepa, an con el corazn latindole con fuerza, se incorpor e intent prestar atencin a la
conversacin de Gonzalo y Silvia.
Pepa, que estaba fuera escuchando toda la conversacin, aguantaba su rabia y su odio, intentando
no mezclarse en la declaracin, pero cuando vio a su pelirroja llorar, no pudo aguantar, no lo
pudo evitar.
Con la respiracin agitada y las lgrimas corriendo por sus mejillas, Silvia lo miraba a los ojos,
esperando que le dijera algo.
Gonzalo la mir con la boca abierta, no poda creerse que de verdad le hubieran hecho eso
Entonces mir a Pepa, con intencin de que interviniera, pero Pepa no deca nada.
Su mandbula estaba contrada, sus ojos cerrados, apretados, intentando que no se escaparan las
lgrimas que amenzaban con salir.
Silvia: (algo ms calmada) El resto ya lo sabes.
Entonces Gonzalo mir a Pepa fijamente, sin poder evitar sorprenderse por las lgrimas que
surcaban la cara de la morena, que permaneca de pie, quieta, con los ojos cerrados.
Silvia depar en la vista de Gonzalo y se volvi hacia ella.
Silvia: Pepa!
Se lanz a sus brazos, intentando encontrar en ellos el calor que necesitaba, hundiendo su cabeza
en su pecho y rodendola con los brazos. Pepa acarici su pelo y la abraz por la cintura.
Y entonces, abriendo los ojos, dejando escapar sus lgrimas, y mirando a Gonzalo fijamente, dijo
con dureza:
Pepa: Voy a matarla. Voy a matar a esa hija de puta.
CAPTULO 32:
Y se abalanz sobre ella sin que nada ni nadie pudiera pararla.
Silvia: Pepa! PEPA!
Gonzalo, que haba escuchado los gritos y Paco, que tambin andaba por all, acudieron a separar
a Pepa que agarraba a Sonia del cuello.
Pepa: Reptelo, reptelo si tienes coo, hija de puta!
Sonia: Que si has aprendido ya a follar o tengo que ir yo a
Pepa: Tu?!! !Te voy a dar una somanta palos que vas a ver si puedes abrir la boca otra vez!
Sonia: ay pepita, pepita si yo solo quera follarme a la princesita Es as como la llamas no? Y
que le doliera tanto que no quisiera follar contigo en la vida
Pepa: ME CAGO EN TU!
Paco: Pepa, Pepa! No hagas ninguna tontera que te la juegas, por favor.
Pepa no pensaba soltarla, pero encontr a su paso la mirada de Silvia, rogndole con los ojos que
la dejara en paz, que volviera con ella y se tranquilizara.
Y as lo hizo.
Sin mediar palabra, solt el cuello de la camiseta de Sonia y le dirigi una mirada altiva y de
desprecio absoluto.
Se acerc a Silvia, sin mirar a su hermano ni atender a los gritos de Don Lorenzo, que desde el
pasillo de arriba los insultaba a todos, y atrayndola de la cintura y bajo su atenta mirada, la bes.
Sus lenguas jugaban y sus bocas se abran para recibir los labios de la otra. Fue un beso corto,
pero profundo, muy profundo.
La comisara entera pareci enmudecer, y la rabia de Sonia, aumentar.
Se separaron y pegaron sus frentes, an abrazadas.
Pepa: (susurrando) Vmonos de aqu
Silvia: (susurrando tambin) Si, por favor
Se cogieron de la mano y salieron de la comisara sin que el vuelo de una mosca las interrumpiera.
Todos se mantuvieron en silencio sin poder pronunciar una palabra.
..
Silvia: Pepa Dnde vamos tiene playa? Dijo adormilada y recostada en el asiento. Eran las 8.Pepa: Si, aunque a una media hora.
Silvia: Huum Deduzco que es a Andaluca
Pepa: Increble!
Silvia: Lo he ledo en el cartel
Pepa: me lo he imaginado -Dijo hacindole una carantoa.-
Pepa: Slo te dir. Que donde vamos hay muchas mezquitas. Y sonri.Silvia: Muchas mezquitas?
no
tenas
-Dijo
juguetona.-
Pepa: Pues me parece que el sueo se te va a pasar rpido pelirroja Estamos llegando. Dijo
ampliando su sonrisa.Silvia: Aqu?!! Dijo mirando al cartel sin creerlo.- Siempre he querido venir aqu! Dijo
ilusionada.Pepa: Ah si? Vaya, me alegro. Ya vers que hotel tan bonito tenemos, tiene unas vistas
Silvia: Dos habitaciones dices no?
Pepa: Dos? Emm yo -Titube, quizs haba ido demasiado deprisa.Silvia: Pepa! Que es broma No te dejara dormir en la habitacin de al lado ni borracha
Pepa: Si es que yo lo valgo -Y se frot los nudillos contra el cuello de la camisa.-
..
Durante todo el camino, Silvia fue observando maravillada el recorrido que hacan, mirando por
la ventana, abrindola y respirando el aire, raro, distinto al de Madrid
Pepa: Preprate pelirroja, que por fin, aunque no te lo creas, vamos a bajar del coche. Riendo.Silvia: Oh Dios! No me lo puedo creer! Abri la puerta y puso los pies en el suelo.- Dios! Esto
es orgsmico! Dijo estirando los brazos y respirando hondo.Pepa: (muerta de risa) Si, si, orgsmico eso es lo que dirs luego cuando.
Silvia: Cundo qu? Sin saber como, Silvia se haba acercado a ella y la tena agarrada por el
cuello de la camisa.-
Pepa: Eemm cuando pruebes la comida que -Se puso roja como un tomate.Silvia: Pues vaya pensaba que era otra cosa -Dijo soltndola y hacindose la ofendida.Pepa: Anda ven aqu pelirroja -Dijo y le plant un beso en mitad del aparcamiento, sin
profundizar demasiado el contacto, pero manteniendo los cuerpos muy pegados.Silvia: As no s si podr esperar a la comida -Dijo irnica.Pepa: Seguro que si los postres son buenos -Pcara.Silvia: Eso espero, porque quiero uno grande, bien grande -Dijo y cogindola de la mano
salieron del aparcamiento.-
EL hotel estaba en la parte ms alta de la ciudad. Desde el se podan contemplar las vistas de
todos los edificios, de sus montaas, su horizonte
El hotel Palace, que as se llamaba, tena la tpica fachada de palacio rabe y en su interior se
poda observar el lujo de uno de los mejores, sino el mejor, hotel de la ciudad.
Silvia: Dios, Pepa Es -Dijo mirando asombrada una gran lmpara de araa que colgaba en el
hall.Pepa: Asombroso, Verdad?
Silvia: Es impresionante. Dijo acercndose de su mano a recepcin.Pepa: Buenas noches, ver hice una reserva para el da de hoy.
Recepcionista: Su nombre por favor?
Pepa: Mara Jos Miranda.
Recepcionista: Mara Jos Miranda -Clique con el ratn.- Una suite luxury superior. ltima
planta Con desayuno no es as? La mir.Pepa: Si, as es, todo correcto.
Recepcionista: Perfecto seorita entonces le doy ahora mismo su llave -Dijo mientras la
coga.- Aqu tiene, Suite 5, ltima planta. Aqu tienen unos planos de la ciudad, de las rutas, los
restaurantes Y cualquier cosa que deseen preguntar, disponen de un telfono en la suite.
Pepa: Muchas gracias. Sonri a la chica.- Hasta luego.
http://www.youtube.com/watch?v=ZlPOExyzO48
Pero cuando Pepa abri la puerta de la habitacin, la mirada de Silvia se pos en otra parte.
Silvia: Oh Dios! Dijo con la boca abierta y entrando despacio.- Esto es Es -Mirando a Pepa.Es maravilloso Pepa
Pepa cerr la puerta, se acerc a ella y la abraz por la cintura desde detrs.
Pepa: te gusta? Dijo en su oreja y balancendose junto a ella.Silvia: Me encanta
La habitacin dispona de una cama de matrimonio inmensa, enorme. Una televisin de plasma en
la pared, enfrente de la cama. Un bao con una baera grandsima y un pequeo saloncito con
sillones estilo rabe y una mesita y sillas, terraza con vistas a la ciudad y un jacuzzi en ella.
Se asomaron a la terraza, an abrazadas, mirando las vistas, sintiendo la brisa en sus caras.
Pepa: Sabes que ests guapsima as? Dijo mirndola embelesada.Silvia: As, como?
Pepa: As -le acarici la mejilla.- con tu carita de sueo -Silvia sonri.- El aire dndote en el
pelo y despeinada -Toc su melena roja.- Me encantas
Silvia: Y t a mi -Dijo y la abraz.Pepa: Oye -dijo y se separ de ella.- Yo no estoy guapa despeinada?
Silvia: T? Preciosa, ests preciosa
Pepa: Ser que en Granada me vuelvo ms guapa Modestia aparte -Dijo haciendo rer a
Silvia.Silvia bes su cuello, depositando pequeos besos en l y cogindola de la cara, mantenindola
muy cerca, le dijo:
Silvia: Te confieso una cosa? -Dijo mordindose el labio.Pepa: Dime.
Silvia: Siempre he querido hacerlo en un jacuzzi
Y antes de que pudiera darse cuenta, Silvia haba acabado dentro del jacuzzi con la ropa,
mientras Pepa desde arriba y seca, la miraba muerta de risa.
Silvia: Tu si que sabes como bajar la libido -Dijo fastidiada.Pepa: Venga pelirroja no te enfades
Silvia: No Pepa, djame en paz -Dijo mosqueada y saliendo del jacuzzi.Pepa supo entonces que la haba cagado. Silvia le haba confiado un deseo y ella haba respondido
tirndola hacia el jacuzzi con la ropa y rindose de ella s, quizs se haba pasado y ahora
Silvia: al agua!
Silvia haba empujado a Pepa hacia el jacuzzi tambin con la ropa y ahora era ella la que estaba
muerta de risa.
Pepa: Joder Silvia! Y yo pensando que estabas enfadada y que
Pero call al ver como la pelirroja entraba al jacuzzi despojndose de la camiseta mojada.
Silvia: Quizs. Deberas quitarte la camiseta hoy no es el da de las camisetas mojadas
Sabes?
Pepa: Gracias por la informacin -Dijo mirando con la boca abierta a Silvia, que se desnudaba
ante sus ojos.Silvia: Qu pasa? No te vas a mover? Dijo acercndose a ella y con el sujetador an puesto
pero desabrochado.- No te preocupes, ya te quito yo la ropa
Y a horcajadas, se sent encima de ella y la dej en sujetador, lanzando la camiseta empapada
fuera de la baera.
Silvia: Qu pasa? Lamiendo su cuello.- Es que no te gusto? Deslizando su mano entre sus
pantalones.Pepa: Silvia por Dios -Entrecerrando los ojos.- Como me dices eso
Silvia: Entonces bsame, no pares de besarme Pepa porque -Call al sentir sus labios.Pepa: Calla ya por Dios -Dijo y volvi a cogerla del cuello para besarla ms profundamente.Termin de quitarle el sujetador y ella misma se quito el suyo. Los pantalones volaron al instante
y la ropa interior, tambin empapada, plane hasta cerca de la cama.
Silvia baj su mano hasta la entrepierna de Pepa, apretando y acariciando a la misma vez.
Pepa: Uumm -Se retorca.Silvia: UUm Que pasa? Esto esta mojadito eeh
30 MINUTOS DESPUS
Pepa: Silvia por Dios, que son casi las 11 me rugen las tripas
Silvia se haba metido en la ducha haca ya casi media hora y no sala por supuesto no haba
permitido que Pepa entrara con ella, porque saba que entonces no saldran hasta la maana
siguiente.
Silvia: Ya voy, ya voy -Se escuch el pestillo abrindose.Pepa: Voy bajando a preguntarle a la recepcionista a ver donde podemos cenar
Silvia: Te ha gustado la recepcionista eh? saliendo.Pepa: (Con la boca abierta) Pero ms me gustas t
Estaba guapsima. Con un vestido rojo muy informal, casi de ir a la playa, tipo hippie, el pelo
suelto y mojado y unas sandalias de dedo negras.
Pepa: Mira que me gustas desnuda, pero as, estas preciosa -Dijo acercndose a ella.Silvia: Tu tambin me gustas ms en pelotas -Ri.Pepa: Vamos, princesa. Dijo y le tendi el brazo para salir de la habitacin.-
Siguiendo las indicaciones de la recepcionista, llegaron hasta la plaza del campillo, en obras, como
toda Granada.
(NOTA DE LA AUTORA: Es una mierda andar con todo en obras, lo juro xDD)
La plaza, a pesar de ser casi las 11 de la noche, estaba llena de gente. Haba grupos de jvenes
jugando con unas cariocas, parejas paseando, nios con helados
El restaurante que haba dicho la chica era exactamente as. Pequeo, muy pequeo, pero
acogedor.
Tan pequeo que las escaleras slo las podan subir de uno en uno y con cuidadito.
Silvia: mira Pepa!
Seal las paredes, cubiertas de adornos de cermica y mscaras pintadas. Casi no se vea pared,
todo estaba lleno de figuritas.
La mesa donde las situaron estaba al lado de una ventana llena de macetas, en el segundo piso.
Pepa: Es precioso
Silvia: Me encantan las figuritas
Pepa: Pues a mi no, porque como me levante, les doy.
Silvia: Pues no te levantes
Pepa: Es que -Se acerc a ella.- Quera darte un besito
Silvia: Haberlo dicho antes -Dijo y le dio un pequeo pico.Camarero: Eemm Qu van a tomar las seoritas?
Silvia: uum una pizza tropical y T que quieres Pepa?
Pepa: (Roja como un tomate) Unos unos raviolis marineros
Camarero: Bien -Tomando nota.- Y de beber?
Pepa: Un vino de
Silvia: Nah, deja deja Yo quiero una fanta de naranja
Pepa: Em -Bloqueada.- Bien, pues una. Una coca cola
Camarero: Enseguida se lo traigo.
Pepa: Anda que yo que iba a invitarte, con todo el despliegue de lujos, con vinito y helado y
todo
Silvia: eh, que el helado si lo quiero!
Pepa: Ah el helado si no?
Silvia: Pepa que sabes que pasa si bebemos -Ri.-
Pepa: Dios, no puedo ms -Tocndose la barriga.Silvia: Qu no? Si est buensimo! Dijo devorando otro trozo de pizza.Pepa: Dios pelirroja sale ms a cuenta comprarte un traje que invitarte a cenar -LA mir
incrdula.Silvia: Hay que reponer fuerzas
Pepa: Ya Ostias! Se par.- Has odo eso?
Silvia: El que?
Pepa: El trueno Silvia!
Silvia: Yo no he odo -Se par tambin.Pepa: Dime que eso no es llover. Mir por la ventana.Silvia: Como llueve!
Pepa: Dios mo
Silvia: Pide la cuenta, antes de que llueva, corre.
A la salida del restaurante el suelo era un completo charco y la plaza estaba desierta. Granizaba
agua muy fuerte y los rayos y truenos se sucedan.
Pepa: Y yo me pregunto Dnde coo estn los morillos que venden paraguas los das como
hoy?
Silvia: A cubierto
Pepa: No me extraa. Pelirroja tenemos que correr. Mir sus chanclas.- Sbete.
Entre risas y empapadas como nunca llegaron a la recepcin del hotel, donde Pepa baj a Silvia.
Recepcionista: Est lloviendo?! Dijo muy sorprendida.Pepa: Que vaa Slo un poco. Cara de gotita cayendo.Recepcionista: Vaya, si vais hechas unas sopas
Silvia: Y tanto
Recepcionista: mirad, ah tenis el ascensor, subid y cambiaros porque vaya si estis mojadas
Senta como le faltaba el aire, su respiracin iba fallando y el oxgeno no llegaba a sus pulmones
Senta algo no muy pesado en su cara, taponando su nariz y boca
..
Silvia: (Jadeando desesperada) Me ahogo, me ahogo! -Despertando y abriendo los ojos asustada.Pepa: (muy adormilada) Silvia? la mir abriendo ms los ojos.- Ostias Silvia!
Se levant corriendo y se sent a su lado en la cama.
Pepa: Ests bien? Asustada.Silvia a su lado se coga la garganta con las manos y respiraba alterada, mirndola con los ojos
muy abiertos.
Pepa: Silvia, ests bien?
Silvia: No me lo puedo creer
Pepa: Qu pasa? An asustada y acaricindole la mejilla.Silvia: (mirando al infinito y cogiendo an su garganta) He estado a punto de morir ahogada por
una teta. Puso los ojos como platos.Pepa estall en una sonora carcajada.
Silvia: De que te res? No ha tenido gracia siempre pens que tener una teta cerca de mi boca
sera un sueo, no una pesadilla joder!
Pepa segua desternillndose de la risa, revolcndose por la cama.
Pepa: Ahora vas a tener Tetafobia! Volvi a rer.Silvia: (con cara de malas pulgas y despeinada) Tu que decas, que las tenas pequeitas no? La
ostia pequeitas! Si me iba a ahogar! Hizo una pausa y respir.- Y por cierto Que haca una
teta tuya en mi cara?
Pepa la mir con cara de pker.
Pepa: Ests de coa no? Levantando la ceja.Silvia: No vamos que que si que s lo que haca una teta tuya cerca ma pero
estbamos durmiendo!
Pepa: Ay yo que s! Sera la postura!
Silvia: (interrumpindola) enferma, he estado enferma. Mir a Pepa para que le siguiera la
corriente.Recepcionista: Vaya! Sorprendida.- haberlo dicho! hubiramos llamado a alguien!
Silvia: No, no, si ya lo tengo controlado, me da bastante a menudo -Cogi a Pepa.- Vmonos
Pepa muchas gracias eh?!
Recepcionista: No, no, espera! Pero mujer que me has dejado preocupada Ests medicada,
tienes receta, o algo, necesitas un mdico? Qu es, Resfriado, sinusitis, anginas?
Silvia: No, no de verdad no es nada de eso si es que.
Recepcionista: Otitis, cefaleas, migraas, hipertensin?
Silvia: (entre dientes a Pepa) Joder, Esta ta que? Se ha empollado el vademecum entero?
Recepcionista: Ay mujer, te voy a dar el nmero de un mdico amigo mo que
Silvia: No, no de verdad, si es que es una enfermedad muy rara, en serio. Ale vmonos, tenemos
prisa. Tir de Pepa.Recepcionista: Rara? Es contagiosa?!
Pepa: (Harta de la tontera) Tetafobia, tetafobia tiene! Estall.La recepcionista se qued con el telfono en una mano y el papel en otra mirndola perpleja.
Recepcionista: Vaya si si que es raro
Pepa: Ea, pues eso, que tenemos prisa. Gracias por el mapa. Adis!
Ya ms alejadas, Pepa y Silvia caminaban de la mano intentando averiguar por donde se llegaba
al centro.
Silvia:
Y
cmo
dices
Pepa: Segn el plano y las calles Zaidn.
que
se
llama
este
barrio?
Llegaron a una zona algo ms comercial y con gente que iba y vena de trabajar, de los bancos que
haba por all
Pepa: Perdone -Dijo a una seora.- Me podra decir como se llega al centro?
Seora: Si, mira. Seal en el mapa y en el paisaje.- vas por aquella calle de all, todo recto y
llegaras a los alminares, que es una calle bastante concurrida. Si sigues andando recto pasaras por
un puente de piedra y llegaras a la carrera de la virgen, all est la iglesia de la virgen de las
angustias. Y el corte ingls. Y ya a partir de ah puede considerarse centro.
Pepa: muchas gracias!
Silvia: Dios, as da gusto
Pepa: Pues a mi me han cado bien aquellos de la ventana
Silvia: Pues a mi no
Pepa: Claro, porque el de la ventana me quera llevar al huerto...
Silvia: Al huerto, al coche y lo que hiciera falta, Ser desgraciado!
Pepa: cuidao, que se te va a pegar el hablaaa!
Zona del zaidn-Vergeles. (mi escuela de msica, para ser ms exactos xDD)
Siguiendo las indicaciones llegaron a alminares. La calle tena tiendas, bancos, cafeteras y si
seguan andando, llegaban al puente de piedra que la seora haba mencionado.
Pepa: mira! Si hay puestecillos y todo!
Silvia: Dios da gracias a que no estamos de servicio
Pepa: J! El top-manta! Voy a comprar un CD
Silvia: Ni se te ocurra. La cogi del brazo y la mir censurndola con la mirada.Pepa: joooeerr vale, vale mira Silvia! Dijo asomndose al ro.- peces!
Silvia: a ver! Mir.- Eehh Pepa Yo creo que no son peces
Pepa: Qu es si no?
Silvia: Mierda
Pepa: Pero hacen burbujitas!
Silvia: La mierda hace burbujitas
Pepa: La ma no
Silvia: Joder Pepa, la suciedad no la de t! buaaah! que asco!
Pepa: A que ahora te pongo ms? Dijo levantando la ceja.Silvia: Has roto todo el romanticismo
Pidieron a una pareja que pasaba por all que les tirara una foto en el puente de la mierda, como
lo bautiz Pepa y continuaron su recorrido.
Una vez fuera y en la misma puerta de la iglesia la atrajo de la cintura y la bes con pasin,
enredando sus dedos en su pelo.
Tan concentradas estaban, que apenas sintieron una luz que las cegaba. Silvia, separndose de
Pepa mir el origen de esa luz.
Dos chicos, un chico y una chica, la miraban avergonzados.
Silvia: Qu?
CONTINUAR
Pepa: Hombre, Por fin! La fuente esa es la de la plaza que esta cerca de las tiendas!
Silvia: Aleluya
Pepa: Venga Silvia, que ya mismo llegamos a las tiendas
Y as fue. En un par de calles ms entraron a la calle alhndiga y puentezuelas, peatonales y llenas
de tiendas.
Silvia: mira! Pepa! Mira esa tienda!
Pepa: qu..?
Miraron por los estantes y perchas sin encontrar nada muy interesante. Pero cuando Pepa se
despist la pelirroja fue a una de las perchas a echarle un ojo a algo que le haba gustado.
La tienda no era muy grande, pero consigui despistar a Pepa y baj corriendo a caja para pagar
y meterse la compra en el bolso antes de que Pepa la viera.
Estaba detrs de unas perchas metiendo lo que haba comprado en el bolso, cuando la morena
baj de la planta de arriba, intrigada por su desaparicin.
Pepa: Pelirroja, dnde te habas metido?
Silvia: Eemm! Nada! Vamos, o has visto algo?
Pepa: Que va, que va, no esta hecha para mi esta tienda
Silvia: anda, vamos tonta.
Pepa compr unas sandalias y Silvia unos pantalones bombachos, adems de bolsitas de t y
dems.
Los morillos de las tiendas miraban a Silvia, que se senta algo intimidaba y terminaba cambiando
de tienda.
Silvia: Joder -Dijo bufando.-
Pepa: Es que nunca han visto una pelirroja tan guapa -Sonri embobada.Silvia: claro, seguro que es eso.
Seguan mirando y Silvia se senta cada vez ms incomoda, llevando a Pepa cada vez ms rpido a
travs de la calle.
Pepa: Che, che, che que creo que todava no nos hemos apuntado a ninguna maratn -La
mir atrevidamente a la salida de la calle.Silvia: dios, los de por aqu sois siempre as?
Pepa: los andaluces? Ri.- No, slo yo y los morillos -Y acarici su pelo.Entonces, mirando atrs, donde toda la calle se ergua, dijo:
Pepa: Joderos que yo me la tiro por las noches! Y riendo a ms no poder, tir de Silvia
corriendo hacia una plaza.Silvia: Pepaaaaaa! Grit escandalizada.Pepa: Qu pasa, acaso es mentira pelirroja? Pregunt riendo.Silvia: Nooo pero -Se sent en un banco.- con que lo sepamos nosotras basta
Pepa: uumm que ganas tengo de irme al hoteeel -Dijo y la bes largamente.-
Comieron en plaza nueva y despus de descansar un rato en la plaza, volvieron a las teteras para
probar uno de los ts, al fin y al cabo, les daba tiempo todava.
ALCAICERA DE GRANADA
Tras salir de la tetera, y siendo ya casi las 7 de la tarde, subieron al albaicn por el paseo de los
tristes, admirando la vista de la Alhambra a su derecha.
Dieron una vuelta por el barrio y llegaron al mirador de San Nicols, que como siempre, estaba
lleno de gente.
Pepa: Dios ms puestecillos no -Dijo resignndose a que Silvia la arrastrara a ellos.Vieron atardecer en el mirador, escuchando la msica que un gitano del barrio, afincado en
aquella plaza desde haca aos, tocaba con su guitarra.
Pepa sac la cmara y retrataba la vista desde el sitio. Tambin sac unas cuantas fotos a Silvia,
que intentaba esconderse del objetivo.
Silvia: Espera, vamos a pedirle a alguien que nos tire una foto -Dijo y mir alrededor.- Perdona,
Podras hacernos una foto? Dijo tocndole la espalda a un chico.Chico: Claro que -Se dio la vuelta.- No! no puede ser!
Silvia: t otra vez?
Chica: Qu pasa Javi?
Silvia subi a su espalda y entre risas y tonteras bajaron un par de calles y llegaron al hotel.
Y entrando en la habitacin reparti besos por toda su geografa, sin dejarla reposar siquiera en
la cama
Pepa: Ves? Dijo besando su cuello y escote.- Es que es verte y se me olvida hasta el afrodisaco
Silvia: Espera espera -Se separ de ella.- Esprame aqu, que tengo una sorpresita para ti
Pepa: Silvia por dios, ahora no no me dejes as -Y la mir suplicndole con la mirada que
terminara de arrancarle la ropa.Silvia: No te preocupes -Regres y mordi su oreja.- Ahora vuelvo
Y alejndose hacia el bao contoneando las caderas, la dejo sentada en la cama como una olla a
presin
Silvia le arrancaba la camiseta entre besos feroces mientras intentaba ella intentaba desatar el
maldito picardas.
Pepa: Dios! Qu pasa, tienes que decir abracadabra o algo asi para que se desate? Dijo
desesperada.Silvia: Es ms fcil que todo eso -Y se levant y se sent sobre Pepa.Y acto seguido comenz ella misma a desatarse el picardas ante la atenta mirada de Pepa, con la
boca abierta. Debajo no llevaba nada, tan slo el pequeo tanga, que enseaba ms que insinuar.
Pepa hizo ademn de tocarla, de acariciarla, pero Silvia no se lo permiti, y tumbndola del todo y
quedando ella sentada boca arriba, se deshizo de sus pantalones y de su tanga con ellos.
Subi desde sus codos hasta sus manos, sujetando las manos de la morena detrs de su cabeza y se
inclin para besarla.
Pero no un beso profundo como Pepa quera, no. Un roce, un simple roce, que la calent an ms.
Arranc el sujetador de la morena y termin de quitarse el picardas. Se tumb encima de ella
rozando con suavidad todo su cuerpo y aprovech para moder el lbulo de su oreja.
Pepa: Sil
Silvia: SSshh!! Que mana de hablar eh? Dijo y volvi a rozarla.Pepa: Pero es que
Silvia: Queeeee?
Pepa: Que me ests clavando la rodilla. Dijo dolorida.Silvia: ay, mierda! Dijo y se levant enseguida.Pero ese movimiento vino de chiripa a Pepa, que aprovech para cogerla por la cintura y
tumbarla en la cama, aposentndose esta vez ella encima.
Pepa: Vaya, vaya ahora quien tiene el mandoo?
Silvia ri y se dej hacer por la morena, que repartiendo besos por todo su abdomen, comenzaba a
bajar el pequeo tanga poquito a poco. Bajando un poco y besando sus labios, bajando otro poco y
mordiendo sus pezones, bajando un poco ms y lamiendo su cuello
Silvia: Por dios Pepa juega otro da, pero qutamelo, qutamelo ya
Pepa: Sus deseos son rdenes princesa
Y salvajemente arranc la pequea prenda y se lanz a devorar su cuerpo.
Pase su lengua por su cuello, sus pezones, sus orejas, su ombligo bes sus labios, sin dejarla
respirar, sus muslos not su humedad, su calor
Sin pensarlo ms introdujo su lengua entre sus sexo. Buce entre sus piernas y aument el ritmo
guiada por los prolongados gemidos que Silvia emita.
Silvia por su parte se abandon a ella, se dej hacer. Empuj con su mano la cabeza de la morena
y sinti su cuerpo estremecer y convulsionar cuando le sobrevino el maravilloso orgasmo.
Se inclin quedando sentada por la fuerza de este, y cuando sus msculos empezaron a relajarse,
volvi a caer en peso sobre el colchn.
Pepa: Oye oye Que te he dicho que no te iba a dejar dormir -Dijo levantndola y besando sus
labios.Silvia sonri y dej que Pepa la sentara sobre sus piernas. All sentada la bes y acarici su pelo
hasta que su respiracin comenz a normalizarse.
Tan ensimismada estaba haciendo cosquillas en la espalda de la pelirroja que sin que se diera
cuenta, Silvia col una mano entre sus piernas.
Silvia: Uum
Pepa: Qu? A su espalda y roja como un tomate.Silvia: Que tu tampoco vas a poder dormir -Dijo y comenz un sendero de besos y caricias por
su cuerpo.Llegaron casi a la vez y se dejaron caer sentadas la una sobre la otra sobre el colchn, derrotadas,
sudadas, agitadas.
Pepa: No tienes hambre? Pregunt cuando consigui calmarse.Silvia: Otra vez Dijo abriendo los ojos.Pepa: No tonta hambre de verdad
Silvia: Ah que lo otro no es hambre de verdad -Dijo pasando un dedo por su pecho.Pepa: Joder, eres una tigresa en la cama eh pelirroja -Y besndola, volvi a la carga.Estaba concentrada recorrindola de nuevo cuando sus tripas rugieron.
Pepa: Princesa ests para comerte pero creo que tengo hambre de verdad
Silvia: No empieces lo que no puedas terminar -Dijo pcara y se levant a por el telfono.Pepa: Silvia Si te paseas as por la habitacin por mucha hambre que tenga me aguantar.
Silvia: Me temo que te aguantars. Yo tambin tengo hambre. Y se sent en la cama.Pepa detrs de ella besaba su espalda provocndole cosquillas.
Silvia: Pepaa para -Deca riendo.- Eem? Si, si. Contestaba al telfono.- Queramos saber si
podran subirnos algo de comer. Esper.- Si, si. Eso est bien. Muchas gracias.
Silvia: Ya viene tu comida, seorita hambrienta.
Pepa: Gracias mi tigresa -Hizo el sonido y una especie de gesto de zarpazo.-
En los 15 minutos que tard la comida, a Pepa le dio tiempo a acabar lo que haba empezado con
su pelirroja y a aprenderse de memoria unas cuantas pecas de su espalda.
Entonces, llamaron al timbre.
Silvia: Voy yo.
Pepa: As?! Dijo escandalizada, mirndola desnuda.Silvia: No tonta -Dijo y se puso una bata.Aun as, Pepa no se quedo muy conforme.
Al abrir la puerta, all estaba.
Recepcionista: Su comida si gusta puede -La mir.- andaa! Si eres t!
Silvia: EEmm si jejeje que casualidad -Dijo sonriendo falsamente.Recepcionista: Oye que te quera preguntar yo la enfermedad esta que tienes t Que
sntomas tiene? Es que yo anoche so con una teta y bueno la verdad es que
Silvia: (cortndola) Eem nada nada, es una tontera. Solo pesadillas y eso ya sabes. Cogiendo
el carrito y cerrando la puerta.- Muchas gracias!
Pero la recepcionista se col en su habitacin antes de que pudiera darse cuenta y se diriga a la
cama.
Pepa: (destapndose y yendo hacia la puerta) Pelirroja que!aaaaaah! Y se tap como pudo sus
partes vergonzosas.Recepcionista: andaaa! Si tu tambin ests aquii! La mir.- Que haces Qu haces en bolas?
Silvia acudi dejando el carrito en el pasillo, al observar la mirada que la recepcionista diriga al
cuerpo desnudo de pepa, que ya se haba cubierto de la sbana blanca.
Silvia: Follar, follar. Estbamos follando, Te vale?
Recepcionista: Eemm vaya yo esto No habr interrumpido no?
Pepa: No mujer si ya habamos terminado -Silvia la mir con muy mala cara.- Bueno.. eem
casi.
Recepcionista: Cmo se pude casi terminar de follar? Pregunt despistada.Silvia: nosotras si podemos! empujndola.- Ale, gracias por la cena Eh rica? Ya te devolvemos
el carrito. Dijo abriendo la puerta y empujndola hacia fuera.Recepcionista: Ya pero
Silvia: Que si que si, hasta maana!
Y le cerr la puerta en los morros.
Mir alrededor y descubri la ropa tirada por el suelo de la habitacin, la bandeja de la cena que
nunca terminaron y las sbanas hechas un revoltijo a sus pies, fruto de una noche de pasin.
Escuch su respiracin, pausada, lenta. Y su corazn, latiendo fuertemente en su pecho.
Acarici su pelo. Ese pelo que la volva loca, que le encantaba tocar. Aspir su olor.
Observ sus pecas. Repartidas por toda su geografa, persuadindola a besarlas.
Y su boca. Qu boca. Con sus dedos acarici su labio inferior dulcemente, intentando no
despertarla.
Y supo entonces, que le daba igual todo lo dems. Quera despertar todos los das as.
Con Silvia entre sus brazos.
Y una lgrima tmida escap por sus mejillas y termin su recorrido en el cabello de Silvia.
Sonri, y bes la frente de la pelirroja.
Silvia: Ya quieres guerra otra vez? Dijo susurrando y muy dormida.Pepa volvi a sonrer y acarici su espalda.
Silvia: Uum -Dijo recostndose ms entre los brazos de Pepa.- Qu gustito -Suspir.- Yo
quiero despertarme todos los das as
Pepa: An no es de da
Silvia: Da igual Si me despiertas as me da igual que sea de da o de noche -Dijo y levant su
cabeza para mirar a Pepa.- Pepa? Ests llorando?
Pepa neg con la cabeza.
Silvia: s, si estas llorando. Baj la cabeza.- Pepa si es porque vamos demasiado r
Pepa: (la cort) Silvia -Segua hablando.- Sil -La cogi de las mejillas e hizo que la mirara.No, no me arrepiento de nada.
Silvia: Entonces?
Pepa: Sabes? Siempre he tenido he tenido miedo a enamorarme. Pero no enamorarme y que se
me pase no. He tenido miedo a enamorarme de verdad. A querer estar con esa persona siempre,
toda mi vida, por el resto de mis das.
Comer con ella, ducharme con ella, ir de compras, tener una casa, hijos, perro Y ahora ahora
llegas t y y tengo miedo Silvia tengo miedo de que algn da te canses de mi y decidas
empezar tu vida por otro lado, sin mi
Porque es que Silvia Te quiero te quiero tanto -Y baj su cabeza dejando entrever
lgrimas.Silvia: Mi vida -Secndole las lgrimas.- Eso eso no va a pasar Y sabes porque? No dej
que le contestara.- Porque nunca en mi vida haba estado tan enamorada de alguien Sentir que
alguien te toca y se te sale el corazn. Que te abraza y te mueres porque te bese que te besa y no
quieres que se separe que te hace el amor y estaras toda la vida as.
Porque yo estara toda la vida as. Desnuda, en tu cama, entre tus brazos comindonos a besos
Pepa neg.
Pepa: Voy a darte muchos muchos -Y la subi hasta su altura.Silvia: Pues ya puedes empezar -Y se lanz a sus labios.-
Entraron en la Alhambra y visitaron todos los palacios que pudieron y exposiciones que haba.
Palacio de Carlos V
Generalife
.................................................
Al salir, pasaron por un restaurante al que ya le haba echado el ojo Pepa antes y entraron.
Pepa: Qu vas a pedir pelirroja?
Silvia: Umm no s djame ver
Camarero: Qu les sirvo seoritas?
Pepa: Mario?
Mario ( camarero): Pepa?
Pepa se levant y abraz efusivamente al camarero, y este a ella. Silvia los miraba sin comprender.
Pepa: Diosss! Cuanto tiempo! Estas. Lo mir de arriba abajo, gesto que no pas desapercibido
para Silvia.- Estas guapsimo chiquillo
Mario: tu tampoco estas mal morena Qu taal? cmo por aqu?
Pepa: De viajecito que hemos venido
Mario: Oye que bien, que tenemos que hablar de mucho
Pepa: S, si mira, esta noche trabajas?
Silvia: Quin era? Muy seca.Pepa: ufff! Un amigo de Sevilla que ya ves t, me acuerdo yo que siempre quera venirse a
Granada pero no me esperaba yo encontrrmela por aqu, vaya sorpresa!
Silvia: Ya
Pepa: Qu pasa Silvia?
Silvia: joder pepa, que que pasa? Que te encuentras con un to que no conozco, no nos presentas,
le das un pico
Pepa: Ey ey, que el pico ha sido sin querer pelirroja
Silvia: Ya pepa pero no s
Pepa: Qu no sabes pelirroja?
Silvia: Joder! Que ni nos has presentado si quiera
Pepa: No ha habido oportunidad
Silvia: Venga ya no me jodas Pepa
Pepa: Joder Silvia, te vas a poner siempre as cuando me encuentre con un amigo?
..
Llevaba dos horas dando vueltas por Granada, intentando ordenar sus ideas. Intentando
encontrar la forma de arreglar las cosas con Silvia.
No tena razn, no tena motivos para haberse puesto as con ella. Bien era cierto que no los haba
presentado,
pero
tambin
tena
su
motivo.
Quera a la pelirroja, con toda su alma. Pero an no estaba preparada para gritarlo al mundo. No
se senta segura nunca haba estado con una mujer y ms con esa mujer. Porque Silvia no era
cualquier mujer.
Senta miedo, no a la reaccin de la gente, porque le daba igual.
Pero tena que acostumbrarse a andar con ella de la mano, a presentarla como su novia y a pasar
de las miradas de sorpresa ante tal revelacin.
Saba que Silvia la esperara, pero tena miedo de perderla por su estupidez.
An as, reconoca su error de no haberlos presentado.
Pero no entenda su postura desmesurada.
..
Silvia se haba metido en la habitacin, y despus de darse una ducha larga, sali a la terraza.
Llor. Llor porque no entenda como esa mujer se haba podido convertir en su eje en tan poco
tiempo.
Despus de Sonia nunca pens volver a enamorarse. O querer. Porque hasta que no conoci a
Pepa no conoci lo que era querer de verdad.
Silvia: Perdone?
Recepcionista: (Saliendo de debajo del mostrador) Si!
Silvia: me ha llamado?
Silvia tena los ojos rojos e hinchados y haba bajado con la primera ropa de andar por casa que
haba encontrado.
Recepcionista: S es por el tema de eem -No se haba preparado nada.- La enfermedad
esta
Silvia: Y los cojones!
Recepcionista: No se enfade seorita es que estoy muy preocupada veo tetas por todas
partes
Silvia: Pues cojonudo! Haciendo ademn de irse.Recepcionista: No, espere! Es que no s que me pasa pero sueo con ellas a todas horas y y
no s -Empezaba a acabrsele la imaginacin.Silvia: Y usted se ha planteado el ser lesbiana? No lo digo porque si ve tetas por todas partes y
suea con ellas. Lo veo negro eh?
Recepcionista: Si verdad? Eso pienso yo pero claro mi novio me dice que.
Silvia: Ah! Que tiene novio.
Recepcionista: Bueno un rollete que no viene a que y tetas veo muchas tetas muchas
Silvia: manda cojones. Se da la vuelta dispuesta a irse muy cabreada.Recepcionista: Pero espere!
La cama, llena de ptalos de rosa, las mesitas con jarrones de rosas y el jacuzzi con flores
flotando
Y as pasan la noche, recorriendo sus cuerpos a besos, a mordiscos suaves, a respiraciones que
suenan a te quieros, a caricias sutiles
Para terminar exhalando el ltimo suspiro en labios de la otra, pudiendo morir en ese mismo
instante.
Pepa: Me muero por saber que piensa tu padre de toso esto pelirroja -Dice sonriendo.Silvia: Qu va a decir? Ya est acostumbrado a que su hija se fije en mujeres
Pepa: Pero yo no soy cualquier mujer -Chula y guindole un ojo.Silvia: Anda, anda no hagas payasadas, que quiero llegar viva a casa -Dice tocndole el
hombro para que se centre.-
Haban salido del hotel hace aproximadamente una hora y quedaban otras cuatro de viaje.
Silvia: Yo creo que a la recepcionista le ha dado pena
Pepa: Ya lo creo despus de descubrir que ramos novias y despus del tinglado de anoche nos
ha tomado cario
Silvia: Tena los ojos de bolilla.
La mir y ambas soltaron una carcajada.
..
Se revolvi en el asiento y abri un ojo. Se descoloc por completo cuando intent averiguar donde
se encontraba.
Estaban en una gasolinera a la altura de no tena ni zorra idea.
Pepa apareca en ese momento saliendo de la tienda de la gasolinera con una bolsa.
Pepa: Buenos das preciosa. Dijo sonriendo entrando al coche.- Te has dormido.
Silvia: Uff perdona, te habrs aburrido un montn
Pepa: Que va, iba escuchando msica bajito. Le ense la bolsa.- Quieres galletas?
Silvia asinti sonriendo.
Fueron todo el camino hablando de cosas banales, entre guios y sonrisas. Ya no era igual que el
resto de das. Porque ayer todo haba cambiado. Y no haba vuelta atrs, porque ahora ambas
saban lo que queran y saban lo vulnerables que eran la una a la otra.
Porque ante todo, se queran.
Silvia: S
Pepa: Parece que aqu hace menos calor -Mirando a travs de la ventanilla cerrada.Silvia: Pepa
Pepa: O quizs all haca demasiado
Silvia: Qudate conmigo
Pepa: Qu?
Silvia: S -azorada.- No s yo.
Pepa: Tu que? Sonriendo.Silvia: Me he acostumbrado a dormir contigo y ahora ahora no creo que pueda dormir sola
Pepa: Pero no s Silvia yo
Silvia: (la mir seria) No quiero quedarme sola en casa, me recuerda demasiado a
Pepa: Shh ni la nombres. Bes su frente.- Ahora estamos t y yo. De acuerdo?
Silvia asinti.
Silvia: entonces?
Pepa: (riendo) no me vas a dejar descansar en toda la noche verdad?
Silvia: (riendo tambin) Que si No soy tan insaciable como piensas
Silvia: Huele a barbacoa -Dice riendo.Pepa: Calla, calla! Desesperada cogiendo las tostadas.- Desde luego que tostadora ms rara tienes
pelirroja La pongo una vez y no se tuestan, la pongo otra vez y se queman -Tendindole un
plato.- Aqu tiene la princesa.
Silvia: y mi beso de buenos das?
Pepa: uuummm -Acercndose.- Aqu.
La besa suave, lento, saboreando sus labios. Silvia suelta el plato en la encimera y la sujeta de las
caderas mientras Pepa sube sus manos a su pelo y acaricia su cuello. El beso se torna ms
apasionado.
La sbana que tapaba a Silvia, cae, y Pepa para el beso.
Silvia: qu?
Pepa: Que me ests provocando
Silvia: Se ha cado sola
Pepa: Ya -mordindose el labio.Silvia: S lo juro.
Pepa: aja -Besando su cuello.-
Silvia: de de verdad Pepa -Suspirando.Pepa: S, s -bajando por su clavcula entre besos.Silvia: Pepa venga, vamos vamos a desayunar -ejerciendo un leve esfuerzo sobre sus
hombros.Pepa: Yo ya estoy desayunando
Y besa uno de sus pezones, estremecindola entera y debilitndola al punto de temblarle las
piernas.
Pepa, que se da cuenta, la sujeta fuerte por la espalda y contina mordiendo sus pezones, cada vez
ms duros.
Silvia: Pepaa -Suspirando.La morena la coge en brazos y la lleva en volandas hasta el sof, quedndose encima suya,
mirndola intensamente mientras que sus manos la recorren entera.
Silvia intenta contener un gemido que se forma en su garganta.
Pepa: Si quieres paro -Besndola.- y desayuno otra cosa -Mordiendo su oreja.Silvia: Uuumm
Pepa: eh? Quieres que pare? Bajando la mano hacia sus muslos.Silvia: uum no -Consigue decir entre jadeos.- Pero yo tambin quiero desayunar
Y dicho esto consigue revolverse en el silln y darse la vuelta, quedando encima de Pepa.
Acaricia su abdomen por encima de la camiseta y besa su cuello.
Silvia: Ves? Este desayuno est mejor -Y deja un beso hmedo en la parte baja de su cuello.La despoja de su camiseta y acaricia con la nariz su torso, desde sus labios a su ombligo. Pepa
empieza ya a jadear fuerte cuando ella le arranca la ropa interior, sintiendo su calor y su
excitacin.
Lame su ombligo con la lengua relajada, hmeda.
Pepa: uumPelirroja -Con los ojos cerrados.Vuelve a su boca y la besa ardiente, con pasin, jugando con su lengua, recorriendo su boca
Pepa le da la vuelta y es ahora ella la que se sita encima de ella. Besa su cuello, su pecho, su
ombligo y acaricia la parte interna de sus muslos, guiada por los gemidos de Silvia, cada vez ms
fuertes.
Silvia: Pepa -Suspira.Juega con sus dedos cerca de su sexo, volvindola loca.
Silvia: Pepa.no aguanto ms -Entre jadeos.Y mientras Pepa la besa frentica, introduce dos dedos dentro de ella. Y antes de perder la
cordura del todo, Silvia tambin entra dentro de ella.
El saln es testigo de un coro de jadeos, gemidos, suspiros y respiraciones en coro, las dos a la vez.
Silvia: PePepa.
Pepa: No aguanto, no aguanto. Jadea cada vez ms fuerte.Silvia: Esp.
Pero es demasiado tarde, contra todo pronstico, los dedos de Pepa profundizan el contacto,
hacindola temblar y disparando un gran gemido que vuelve loca a su amante, acabando como
ella.
La nota an vibrar encima de ella, jadeando con la boca entreabierta sobre sus labios,
impregnndola de su aliento. Silvia acaricia su espalda, ayudndola a tranquilizar su respiracin.
Pepa: Vaya desayuno eh?
Silvia: Se habrn quedado las tostadas tiesas
Pepa: Pero ha merecido la pena, reconcelo -Pcara.Silvia: Cuando quieras repetimos -Besndola.-
Pepa: Pero es que estaba muy agustito -Apretndose contra ella.- Y no me has dejado dormir
esta noche -Sonrindole pcara.Silvia: Ya dormiremos por la noche -Sonre maliciosa.Pepa: ah, pero que vamos a dormir juntan Sonre.Silvia: Eem bueno no, yo si no quieres -Atropellada.Pepa se para y con ella, para a Silvia. La coge de las mejillas.
Pepa: Si quiero. No podra dormir sola sin ti a mi lado.
Silvia sonre y piensa que tal vez
No. No quiere asustarla.
Entran a la comisara y Rita se les abalanza, llenndolas de besos y preguntndoles por sus das de
descanso.
Silvia: Pues yo me voy al laboratorio
Pepa: Y yo a ver que tengo por ah -Dice poniendo los ojos en blanco.Silvia: te veo luego? Susurrando.Pepa: (susurrando tambin) En cuanto tenga un ratito me escapo a darte un beso
Y regalndole una gran sonrisa se va al laboratorio, esperando ansiosa ese ratito.
En la comisara se nota un ambiente distinto. Todos se miran, las miran, disimulan, susurran
despus del beso antes de salir de la comisara, quedo claro que Pepa y Silvia eran algo ms que
amigas. Y como no, se convirtieron en la comidilla.
Montoya se acerca a la mesa de Pepa, que mira entretenida uno de los ltimos casos, leyndolo
varias veces, porque tiene la cabeza en otra parte.
Gonzalo: Pepa quee que digo yo
Pepa: uum?
Gonzalo: Que -Susurrando.- Que con Silvia Con Silvia bien no?
Pepa levanta la vista del informe y se vuelve a mirarlo.
Pepa: Qu quieres saber? Chula.-
Gonzalo: (azorado) Qu? No, no yo nada era slo una pregunta y bueno que como se os
ve bien y estis siempre juntas y eso y yo pues pens que
En ese momento, Pepa ve a Silvia por el pasillo de arriba, en lo que parece la direccin al
despacho de su padre.
La pelirroja la descubre mirndola y le guia un ojo sonriendo.
Pepa: Pues s Gonzalo. Mirndola an.- S. Estamos juntas. Sonre orgullosa.Gonzalo: (correspondindole la sonrisa) Y yo me alegro. Me alegro mucho.
Silvia: se puede?
D.Lorenzo: Claro hija, pasa. -Se levanta y la abraza- cmo ests?
Silvia: Bien, pap, bien. Sonre.D.Lorenzo: Ya te veo. Suspira.- Tienes otro color en la cara
Silvia asiente y se sienta delante de l.
Silvia: Pap yo
D.Lorenzo: No, no hija -Negando con la mano.- No me tienes que explicar nada. S que
Miranda y t estis juntas y bueno sabes que no es de mi agrado hija.
Silvia: lo s pap pero
D.Lorenzo: (interrumpindola) Pero me ha demostrado en estos meses mucho ms que que
Sonia en todos estos aos.
La hija del comisario cierra los ojos y suspira.
D.Lorenzo: Y si a ti te hace feliz pues me aguantar.
Silvia: Muy feliz. -Sonre y se levanta a abrazar a su padre.- Gracias pap
D.Lorenzo: Eso si! Nada de escenitas lsbicas en mi comisara
Y poniendo los ojos en blanco y con una gran sonrisa, sale por la puerta negando con la cabeza.
.................................................
Pepa ya no aguanta ms. Lleva dos horas sentada en el escritorio intentando concentrarse en otra
cosa que no sea el recuerdo de los labios y el cuerpo de Silvia esa maana.
Decide hacerle una visitita al laboratorio, a ver si despeja la mente.
Pepa: Qu tal guapa? Acercndose a ella.Silvia: (dndose la vuelta) Hola. Sonriendo.- Cmo tu por aqu?
Pepa: No poda ms necesitaba darte un beso -Y acto seguido la besa.Silvia: slo uno? Con carita inocente.Pepa: Y los que quieras
Y sigue besndola, subiendo otra vez la temperatura.
Silvia: Sabes? parando el beso.- He hablado con mi padre.
Pepa: Oh dios. Separndose ms de ella.- Y me va a colgar del palo mayor, no?
Silvia: No. Se lo ha tomado muy bien. Dice que le agradas, pero que si me haces feliz
Pepa: Ah Y te hago feliz? Volviendo a acercarse.Silvia: Mucho -Ya en sus labios.Sin poder resistirlo mucho tiempo ms, sus labios, como dos imanes vuelven a encontrarse, las
manos empiezan a cobrar vida propia.
Y as, recostadas en la encimera, comindose a besos es como las encuentra Don Lorenzo.
D.Lorenzo: Silvia que. Se queda blanco ante la escena.Silvia y Pepa paran pero se quedan en la misma posicin mirando la puerta.
D.Lorenzo: a estas escenitas me refera! Gritando.- Cojones, tpese Miranda, tpese que le
estoy viendo todo el sostn! Niega con la cabeza.- Despotenciadas!
Y cierra la puerta a tiempo de escuchar las risas de las chicas y los comentarios jocosos de los
compaeros.
Pepa: Bueno, y tu que? Tanta risa -A Silvia.Silvia: Reconoce que ha tenido gracia.
Pepa: S mucha. Ahora tu padre si que me odia.
Silvia: anda calla, y termina lo que has empezado
Pepa se va y deja a Silvia un tanto mosca en su casa. Se dirige a la joyera en la que vio hace das
un collar del que se enamor.
En realidad haba visto el collar hace bastante tiempo, y pens en Silvia. Pero por aquel entonces
Silvia y ella an no estaban juntas, y das despus pas lo de Sonia
Pero ahora ahora saba que era el momento, as que sin pensarlo entra y lo compra, sin
preocuparse apenas de lo que pueda valer.
Sale a la calle y observa feliz a la gente que pasa. Parece mentira, pero se siente feliz, siente ganas
de correr, de gritar, de sonrer
Entra a una tienda de juguetes y compra el oso ms grande que encuentra
Y cuando vuelve a salir, piensa que la gente la mira porque va sonriendo como una idiota, sin
reparar en que puede que sea porque el oso mide casi como ella.
Luego sale direccin a casa de Silvia, pero para antes en su casa a coger algo de ropa, piensa
quedarse en casa de Silvia hasta que la eche.
Pepa: S es que vers -Saca el oso de la esquina donde lo tiene escondido.- Lo encontr y pens
en ti
Silvia abre mucho la boca y sonre ilusionada como una nia cuando Pepa le tiende el oso.
Silvia: Pero Pepa
Pepa: S, si ya lo s, es muy grande el ms grande -La mira.- Es que as cuando no
duerma contigo, te podrs abrazar a l -Baja un poco la cabeza, avergonzada.Y Silvia cogindola de la mano, la hace pasar a la casa, arrastrando el oso, ms grande que ella.
Silvia: te hace gracia? Borde.Pepa: S. La mira y la coge de la barbilla.- Cmo voy a querer dejarlo?
Silvia: No s
Pepa: (niega con la cabeza) Lo que quera decirte es que yo no s que somos -Le da un
pequeo pico.- Y por si quedaba alguna duda quiero que hagamos las cosas bien.
Silvia la mira sin entender, entonces ella la hace bajarse de sus piernas y rebusca algo en su bolso.
Aparta al oso del silln y la hace sentarse a su lado, muy pegada a ella.
Pepa: Hace tiempo vi esto y me acord de ti. Saca una cajita y se la tiende.- Y bueno yo yo
quera aprovechar y -Se sonroja un poco.- Y pedirte que
Silvia: Si quiero
Pepa: Qu? Algo acojonada.Silvia: Que si quiero -Aguantando la risa sin que Pepa lo note.Pepa: Yo yo. Te iba a pedir que que si quieres ser mi novia
Silvia: Ya lo s. Sonre segura y re.Pepa: Qu? Joder que susto -Sonre con ella.- An no te voy a pedir que te cases conmigo
pelirroja todava es un poco pronto -La besa.- Entonces?
Silvia: Claro que quiero tonta -Y la vuelve a besar.Pepa: Pues quiero darte esto -Abre la cajita y le hace un gesto para que se retire el pelo.- Para
que cuando no est, recuerdes que te llevo conmigo. Le coloca en el cuello una cadena con un
pequeo colgante de corazn, con un grabado detrs.Silvia sonre y la abraza.
Silvia: Y si te hubiera dicho que no?
Pepa: Supongo que me habra cagado en tu padre.
Ren juntas y as, abrazadas como estaban y repartiendo besos en cada esquina, llegan a la
habitacin, rindindose al deseo, otra noche ms.
Lleva das pensndolo. En realidad no se atreve, pero tras lo de anoche, se cree segura para
hacerlo. En realidad, no hay mucha diferencia de ahora.
Sonre y repasa con sus dedos su geografa. Su pelo, su frente, sus mejillas. Sus labios, donde
deposita un suave beso.
Y su vista se clava en las sbanas, que marcan sus curvas desnudas, que la incitan a tocarlas.
Pepa va desperezndose a la par que abre un poco los ojos y observa a la pelirroja acariciando su
cuerpo desnudo por encima de las sbanas.
Pepa: Pelirroja -Con voz soolienta.- Como tu padre supiera que me sobeteas a estas horas te
colgaba del palo mayor
Silvia: No, correccin. Como mi padre supiera lo que me hiciste anoche, te colgaba del palo
mayor. Aade con una sonrisa pcara.Pepa: Ya -Se incorpora un poco y la atrae hacia si.- Acaso tienes quejas?
Silvia: Ninguna, ninguna
Pepa: Tenamos que celebrar nuestra noche de novias.
Silvia: noche de novias? Re.Pepa: Qu pasa?
Silvia: Eso no existe, Pepa.
Pepa: claro que si, la hemos inventado nosotras. La besa.- Y vaya invento -Mordindose el
labio.Silvia: anda, anda no me les, que tengo que ir a la comisara
Pepa: Aay pelirroja Con lo agustito que se est aqu -Volviendo a tumbarla encima.Silvia: S, pero yo me voy a la ducha -La mira.- Y tiene entrada libre
Pepa se incorpora de un salto.
Pepa: Me pido primera y nica acompaante!
No sabes el desahogo que tengo ahora, estaba que me suba por las paredes, gracias por
hacrmelo morena, vales para todo.
Esta tarde si quieres quedamos y lo repetimos, maana tengo cena
Trete el juguetito, que si no, no podemos entretenernos
Se qued ms blanca de lo que ya estaba, cogi el mvil con fuerza y sali a buscar a Pepa, hecha
una furia.
Ahora si que la haba cagado.
Se qued ms blanca de lo que ya estaba, cogi el mvil con fuerza y sali a buscar a Pepa, hecha
una furia.
Se encontr a Pepa despidindose del chico del que deba haberle hablado Rita, con un beso que,
lejos de lo que a Silvia pudiera parecerle, tan slo era en la mejilla.
La morena puso cara sorprendida al verla, pero se acerco con una sonrisa dispuesta a soltarle un
beso.
Pepa: Hola preciosa
Sin embargo, antes de que pudiera hacer nada, Silvia le haba cruzado la cara.
Pepa: Pero que!? Se toca dolorida la mejilla.- Qu coo haces Silvia!?
Silvia: Toma. Le tiende muy enfadada.- Tu mierda de mensajes. Y se vuelve dispuesta a irse.Pepa: Pero Silvia! Abre el mvil y mira los mensajes.-
No sabes el desahogo que tengo ahora, estaba que me suba por las paredes, gracias por
hacrmelo morena, vales para todo.
Esta tarde si quieres quedamos y lo repetimos, maana tengo cena
Trete el juguetito, que si no, no podemos entretenernos
El nio no se ha comido todo el potito que le has hecho, pero seguro que si lo hubiera hecho yo no
habra comido nada. Al final la cena es esta noche, le dejar el cro a mi hermana. El juguetito
treselo maana, que si no, ya sabes que no se entretiene.
Silvia se haba arrepentido profundamente de lo que le haba dicho a Pepa, pero no poda evitar
tener esa duda permanente con ella.
Vale, Pepa la quera, estaba claro. Y s, la haba cagado, pero tambin tena miedo de pensar que
tendra que competir con multitud de hombres que babeaban por ella.
Miro el osito, que ms que osito era un osazo, regalo de Pepa y sonri, negando con la cabeza por
su gran estupidez.
Pepa se haba marchado a casa tras acabar el turno de mala gana, preocupada y cabreada a la vez
por la discusin con Silvia. Decidi esta vez no buscarla, estaba cansada, estaba harta de sus celos
innecesarios. Cuntas veces ms le tendra que demostrar lo que la quera?
Sin pensrselo mucho sali a la calle, as, tal cual, casi sin peinarse, sin arreglar. Si me quiere, me
querr con estas pintas de oso panda vagabundo
Se dirigi a su casa y llam al timbre. No obtuvo respuesta.
Volvi a llamar.
Seguro que se haba cabreado y ahora no quera hablar con ella
Volvi a insistir, sin obtener respuesta.
Al final, cansada y por desistir, llam prolongadamente otra vez.
Esta vez, si obtuvo respuesta.
-Quin?
Silvia: Pepa!
-Pepa?
Silvia: Pepa breme
-Pero como te voy a abrir, desalmada, que seguro quieres robarme!
Silvia: Pero que? Pepa, eres t?
-Qu Pepa ni Pepe, que yo soy Eufrasia!
Silvia: oohh perdn me he me he equivocado.
No sabe si por vergenza o porque el impulso que la haba llevado a llamar a casa de Pepa se
haba pasado, pero al final, desisti y se sent en un banco cercano al portal.
Rompi a llorar, sin saber que hacer, si llamar o no, si irse a casa
Al cabo de un rato, Pepa baj la basura y tena intencin de acercarse al chino de la esquina a por
algo de comer, pero un matojo de pelos pelirrojos agazapados en un banco, llam su atencin.
Se acerc y cuando no tuvo duda de que era ella, se sent a su lado.
Pepa: Silvia
Levant la cabeza y la mir con los ojos tristes, cagados de arrepentimiento. Y todo el cabreo,
rabia todos los planes que Pepa Miranda haba hecho, se fueron por la puerta de atrs.
Silvia: Pepa -Gimoteando con un hilo de voz.- Lo siento lo siento, de verdad lo siento -Se
abraz a ella llorando.Pepa la abraz y beso su cabeza, esperando a que se le pasase.
Silvia: Perdname, de verdad, es slo que tengo miedo, tengo miedo de que me dejes porque,
porque
Pepa: Es que no puedes vivir con ese miedo constante, Silvia. Yo no te voy a dejar, Es que no
sabes lo que te quiero?
Silvia: Pero esta maana
Pepa: Esta maana me ha dolido que desconfiaras de m. Me ha dolido mucho, Silvia.
La pelirroja no sabe que decir y tan slo baja la cabeza, dejando que nuevas lgrimas bajen por su
cara.
Pepa: No puedes ser tan celosa Silvia.
Silvia: Lo s, lo s pero
Pepa: Pero que?
Silvia: El hecho de que tu bueno que tu hayas estado antes con chicos me inquieta
porque quizs pienses que son mejores que yo y en
Pepa: Silvia -Con ternura, cogindole la mejilla.- Si estoy contigo es por algo. no crees?
Silvia: s
Pepa: Y porque crees t que es? Sonrindole.Silvia: No s
Pepa: No lo sabes?
Silvia neg, sonriendo tambin.
Pepa: Pues porque te quiero preciosa
Y se abraza a ella con fuerza, para dejar un beso hmedo y cargado de deseo en sus labios.
Pepa: Desde luego, somos especialistas en dar espectculos callejeros Eh?
Silvia: S, la verdad -Riendo.-
Y con ella de la mano sube hasta su casa, desnudndola con la mirada, devorndola con los ojos,
para, una vez dentro, desnudarse mutuamente y sentir en cada beso un escalofro de placer y
ternura, erizando la piel, sorbiendo los poros, besando cicatrices, haciendo cosquillas con el pelo,
acariciando los labios, saboreando la humedad
Y as, juntas, tocar el cielo.
Silvia: Joder, Pepa, ya podras haberme dicho que hiciera ms sitio en el armario
Pepa: Para que? Si ya no voy a entrar -Riendo.Silvia: Imbcil. Riendo con ella.- No me refera a eso. Lo digo por todos tus cacharros.
Pepa: oye oye, no hay tantas cosas. adems, que si no te gusta me vuelvo a mi casita y santas
pascuas -Dndose la vuelta.Silvia: Che, che, che. Cogindola por la cintura.- Yo no he dicho nada de eso. Besndola
lentamente.Pepa: Uumm pelirroja -Separndose de ella con esfuerzo.- Que quedan tres cajas ms y no
acabamos -Yendo hacia la puerta.Silvia: Corta rollos -Entre dientes.Pepa: Te he odo!
Ante ellas, que estaban acurrucadas en el sof, se amontonaban cajas y mas cajas entreabiertas de
ropa, libros, zapatos, discos
Silvia: Bueno -Mirndola.- Ahora queda colocarlo. Ri.Pepa: Aaay si pero eso maana princesa por favor -Mirndola suplicante.- Tenemos el da
libre, lo haremos maana
Silvia: Esta bien -Besndola.- Vamos a cenar?
Pepa neg con la cabeza.
Silvia: No?
Pepa: No. Yo quiero otra cosa -Y se acerc peligrosamente a sus labios.Silvia: Ya
Pepa: Tenemos que celebrar nuestra vida en comn!
Silvia: Claro -Dejndose besar.Pepa: Y que vamos a compartir todo -Besando sus sienes.Silvia: Ajam
Pepa: Los desayunos -Acariciando su mandbula con su nariz.- Las duchas -Riendo
suavemente y besndola lentamente.- La misma cama -Deslizando sus manos por su espalda,
dentro de la camiseta.Silvia: S, si, claro -Respirando algo agitada.Pepa: Y tambin tenemos que celebrar nuestros casi cuatro meses juntas -Subindole la
camiseta.-
Silvia: S -Suspirando.Pepa: Y me debes muchos besos que no me has dado pelirroja -Besando su pecho, que se mova
descontrolado arriba y abajo.Silvia: Cllate ya -Dice agarrando su cabeza y besndola profundamente.-
Y se deja hacer, deja que le quite la camiseta, que ya le estorba, le impide que la toque, que la
roce, que la bese quedando en sujetador a su merced, debajo suya, debajo de sus caricias y su
piel
Silvia se deshace tambin de la camiseta de la morena, mandndola con la suya a donde quiera
que est. Acaricia lentamente con la yema de los dedos su pecho tambin agitado y deposita un
beso hmedo a sus labios entreabiertos que la llaman
Y se deja ir, mientras que Pepa la besa, dejando un camino de besos desde sus labios a su
abdomen, ponindole la piel de gallina, erizndole los poros, provocando miles de puntitos en su
piel, una sensacin placentera la de sus labios besando su piel, quitndole el fro que le
producen sus manos al pasar, excitndola
Pepa no aguanta ms y decide deshacerse de su sujetador, demandando las caricias de Silvia por
su torso desnudo, que hace caso encantada, volvindola an ms loca de lo que ya est.
Hace que se incorpore y se deshace tambin del sostn de Silvia, bajando lentamente y entre
suspiros los tirantes, mientras ella la mira a los ojos rogndole por un beso
Termina de quitarle la prenda, descubriendo su pecho llamndola, clamndola
La besa urgentemente, sintiendo su piel contra la de ella y sus manos recorriendo su espalda
Y es que slo verla debajo de su cuerpo, a su merced, murindose de placer tan slo por haberla
desnudado vuelve loca a Pepa.
Pepa besa su cuello con devocin, entregndose a cada suspiro de Silvia, que respira en su odo
y presiente que no le har falta comprobarlo para saber que est cada vez ms excitada.
Acaricia sus costados y con delicadeza desliza entre sus dientes sus pezones ya erectos,
provocndole un gemido ahogado y alguna que otra marca en la espalda
Rodea con la lengua su ombligo, rodeando su vientre que sube y baja, agitado por sus besos
Y la deja ir, retirando con urgencia su ltima prenda, sin xito, porque Pepa no la deja tocarla
aqu ella marca el ritmo, y va a ser lento
Silvia: Pe pa Por Favor -Suspirando, terriblemente encendida.Pepa: No, no -Negando.- Aqu mando yo y esto -Posando las manos en sus propias caderas
y metiendo las manos por su ropa interior.- Se queda donde est -Tumbndose sobre ella y
mordindole una oreja.Silvia: Uuum. Mordindose los labios.- Como me pone que te pongas as
Pepa: Ms te va a poner esto -Susurra en su odo, y sin que Silvia apenas se percate, comienza a
retirar su ropa interior con los dientes, dejando besos a cada centmetro de sus caderas.Silvia ya no habla arquea la espalda suspirando hondo y agarrndose fuertemente del silln
Y Pepa sonre porque lo saba saba que la encontrara as la mira a los ojos y sonre
maliciosamente.
Silvia: (Respirando con dificultad) No me mires as Es por tu culpa
Pero la morena no le responde, y la siente besando sus muslos, dejando besos hmedos por cada
resquicio de su piel
Y la reclama, la necesita y como si ella lo supiera, retira su ropa interior y se tumba a lo largo
de toda ella, cubrindola con su cuerpo y besndola
Cuanto ms rpido quera Silvia, ms lento lo haca ella
Le concede el deseo de que sus lenguas jueguen, porque tambin lo desea, porque si no lo hace se
va a volver loca de necesidad
Y lento, va resbalando por su cuerpo, primero con su cuerpo y luego con su boca para dejar que
su nariz y sus manos terminen de recorrerla
Repta hasta su sexo y con la mano abierta lo acaricia un gemido sale desde la garganta de su
amante, deseosa por tenerla dentro de ella.
Sube una mano y acaricia su garganta, mientras su lengua se desliza entre sus piernas
Nota en la palma de su mano las cuerdas vocales movindose y el aire pasando por su garganta
cuando un nuevo gemido resuena en la estancia
Se retira de su sexo y deja un dedo entre sus piernas, tocndola levemente, para que sepa que est
all
Silvia cree que se va a desmayar, hace tiempo que hiperventila, presa de la excitacin. Y mueve
sus caderas, desesperada, por sentir el contacto de su amante
Pepa introduce un dedo lento
Muy, muy lento
Y siente como nuevos gemidos llenan la habitacin y como ella misma no va a aguantar ms
Mueve despacio el dedo dentro de ella, llamndola con el, observndola arquear su espalda,
contemplando sus pezones erguidos, escalando la cumbre de su torso
Su melena pelirroja se derrama por el silln, cayendo sobre su pecho agitado.
Con urgencia sale de su sexo y se tumba sobre ella, besndola profundamente, dejando que su
lengua inunde la suya, ahogando los gemidos que le provoca el tan slo roce de su piel
Coge una mano de Silvia y la lleva hasta su centro, urgindole, rogndole que calme su sed
Y en cuanto la mano de Silvia se mueve frentica, llevada tambin por el propio deseo de ella,
dentro de ella, se deja ir en un gran orgasmo, estallando en un gemido que es ahogado por los
labios de su pelirroja
Se deja caer en su pecho, derrotada, recuperando la normalidad, sin olvidar que ha dejado un
trabajo a medio hacer
La besa despacio y vuelve a introducir un dedo dentro de ella, lento, pero algo ms rpido que
antes sabe que no aguanta ms
Sus caderas la hipnotizan, movindose en crculos, clamndole por ms
Silvia: P... e pa -Y parece un ruego desesperado.-
Decide acabar con su tortura y aumenta la presin metiendo otro dedo, mientras su pulgar juega
con su cltoris a ratos, compartindolo con su boca
Sus manos agarran la espalda morena de su amante, clavndole las uas, mientras gime por que
aumente el ritmo
Y as lo hace, sintiendo todo su cuerpo blanco pegado al suyo, sus uas en su espalda toda ella a
punto de estallar
Y en el momento en que sus dedos hacen ms presin y viran ms rpido, Silvia se estira y encoge,
sintiendo todo su cuerpo en movimiento, escalofros de placer y fro desde su columna hasta sus
pies
Y un gran grito que explota en el odo de Pepa, clavndole sus uas en la espalda y sus dientes en
su hombro
Y se deja abrazar por ella, que la sostiene en vilo, mientras intenta respirar y exhala un ltimo
suspiro de placer, aferrndose a ella
Apoya la cabeza en su hombro, mientras Pepa le acaricia el pelo dulcemente, sonriendo por
tenerla desnuda entre sus brazos
Pepa: Te quiero pelirroja
Pero Silvia no le contesta, la besa estremecida por la verdad de sus palabras y el cario que le
demuestra
UN AO DESPUS.
Su pelo, ms largo que antes, cae sobre su espalda y el colchn, rompiendo el azul de las sbanas.
La morena la abraza por la cintura y entrelaza una de sus piernas con las de ella, subiendo uno de
sus brazos y acariciando su blanca espalda.
Lleva despierta un rato, pero prefiere verla dormir a despertarla y recibir sus besos
Sin embargo el despertador rompe el momento.
Pepa: Mierda -Dice apagndolo.Silvia: uumm
Se despereza y vuelve a recostarse sobre su pecho.
Silvia: Tengo fro -Dice an con los ojos cerrados y voz soolienta.Pepa agarra la colcha que reposa mitad en el suelo, mitad en el colchn, y las cubre a ambas,
abrazando ms estrechamente a la pelirroja.
Silvia: Me quedaba as toda la vida -Estrechando el abrazo.Pepa: Y yo -Besndole la cabeza.- Pero me temo que hay que moverse tendramos que
preparar algunas cosas
Silvia parece acordarse de repente, porque se desvela del todo y se incorpora como un resorte del
pecho de Pepa.
Silvia: Dios! La mira.- La boda!
Pepa: S, la boda. Riendo.- Anda que si se te olvida
Pepa: Pelirroja.... Que yo s que las princesas se hacen de rogar, pero es que llegamos tarde...
Y en efecto, llegaban tarde. Pepa haba hecho el desayuno, recogido la cocina, duchado y vestido
en un momento, sin que a Silvia le hubiera dado tiempo siquiera de ducharse y maquillarse.
Pepa: Pelirroja, que sepas que si tardas tanto el da de nuestra boda, no me caso contigo. -Dijo
riendo.-
Silvia: Ya vaaaa....
En el momento en que sali, ataviada con un vestido azul de gasa y el pelo con el flequillo
ligeramente recogido, Pepa se olvid de llegar tarde y de todo lo dems.
Pepa: Estas... preciosa. -Dijo mirndola de arriba a abajo.Silvia: Vaya, yo puedo decir lo mismo... -Dijo acercndose insinuante a Pepa, que llevaba un
provocador vestido rojo.-
Flashback
El gran da haba llegado, por fin se iban a dar el si quiero delante de todos, iban a demostrar que
su amor iba ms all de un capricho tonto.
Pero eso era exactamente lo que ellas no queran. Ellas queran una boda sencilla,con su gente, y lo
dems... sobraba.
Pepe ase despert temprano esa maana, haba dormido fatal. No saba porque, pero se haba
olido desde el principio que la que tendra que irse de casa para dormir separadas era ella. Y as
termino, en la cama nido del cuarto de Sara.
Sara: !Taaa! !Que es tu boda! -Dijo echndose encima de ella, despertndola an ms.Pepa: Calla nia, que no he dormido una mierda, ahora a ver que noche de bodas le doy yo a tu
ta.. -La mir acusadora.- Toda la puta noche con el mvil y los mensajitoss... !Dile a Lucas que
vuela ya, le va a salir ms rentable! -Dije levantndome de un salto y saliendo de la habitacin.-
S, vaya humor. Vaya humor de perros. No tena ninguna gana de pasar por la vicara. Lo peor
era el cmo se lo explicaba a Silvia.
...............................
la boda se celebrara al aire libre, en unos jardines destinados a celebrar bodas civiles. Esperando
a Silvia, pudo verla entrar del brazo de su padre, preciosa, tan blanca, tan bonita, andando como
si volara... y con una sonrisa triste en el rostro.
Los cientos de invitados que deban de haber all la miraban pasar sonrientes, felicitndola y
dicindole lo guapsima que estaba...
Llego hasta su altura y le sonri algo forzada y acarici su mano. Por momentos se arrepentan, se
arrepentan porque esa no era la boda que ellas queran.... ellas no queran una boda con cientos
de invitados y un convite con jardines... ellas queran una boda las dos solas, con su familia ms
allegada, con nadie ms por testigo de lo muchsimo que se queran...
Concejal: Si alguien conoce algn impedimento para que esta unin no proceda... que hable
ahora.
Nada, silencio. Alguna tos proveniente de alguno de los cientos de primos de Silvia, a los que
seguramente ni conocera.
Concejal: Bien... en ese caso... Silvia Castro... Quieres a Mara Jos Miranda por esposa?
Silvia la mir un instante corto, muy corto, intentando aparentar normalidad. Despus mir la
explanada, llena de gente... Su padre a su lado, carraspe.
Silvia: Si.... Si quiero...
Concejal: Y t.... Mara Jos Miranda... Aceptas a Silvia Castro como esposa?
Pepa la mir, intentando que subiera la mirada, pero Silvia permaneca con la cabeza gacha. Pepa
levant la cabeza y suspir hondo.
Pepa: No.
Una sorpresa se hizo en los invitados y Silvia a su lado subi la cara completamente anulada.
Concejal: Perdn? -Flipando en colores.Pepa: Que no. -Dijo con chulera.D.Lorenzo: Pero que coo dice, despotenciada? Es usted anormal de carrito o qu? -Dijo
susurrando alterado.Paco se tapaba la boca con el pauelo, mirando asustado a su hermana.
Pepa: Que no. Que no me caso. -Solt la mano de Silvia y cogindole la barbilla la oblig a mirarla
a la cara.- Porque yo quiero que el da que me case, mi princesa sonra. -Sonri a Silvia.- Y quiero
verla entrar con ese brillo en los ojos que tiene cuando est conmigo. -Silvia, que empezaba a
comprender, sonri ampliamente.- Y yo eso... Don Lorenzo... -Mirndolo.- No lo he visto hoy.
Pepa: As que... -Cogiendo a Silvia de la mano, se dio la vuelta hacia los invitados, gritando.Gracias por venir, pero hoy no me caso!
Y dicho esto sali a correr con Silvia de la mano por toda la explanada, gritando y riendo.
Los invitados, el concejal, Don Lorenzo y Paco se quedaron compuestos y sin novias, as que, ante
la sospechosa ausencia de ellas, de las que no supieron hasta el da siguiente, se fueron al convite.
(Fin de Flashback)
...................................
Pepa: S, pero no me digas que no nos lo pasamos bien ese da... -Pcara, intentando besarla.Menuda noche de no bodas.... -Dijo riendo.- As cancelaba yo una boda todos los das...
Silvia: (apartndose riendo) S... muy bien, pero hoy no podemos...
Pepa: Pufff.... -Separndose bruscamente.- Si es que mira que me cuesta irme y no arrancarte ese
vestido que llevas puesto... -Resoplando.Silvia: Si vamos a la boda... luego podrs hacerlo...
Pepa: Dnde dices que es la boda? -Cambiando de opinin rpidamente.Silvia:(riendo) Si no lo sabes t... Mario es tu amigo, no el mo...
Pepa: Pues marchando, que yo quiero volver pronto, tenemos trabajo que hacer...
Silvia: Que trabajo? -Riendo.Pepa: Qu? no lo recuerdas? -Hacindose la ofendida.- Tenemos que batir el rcord de horas
haciendo el amor!
Silvia: (riendo y negando con la cabeza) Que tonta eres... -Besndola.CAPTULO 47: A nuestro ritmo
Despierta y observa a su alrededor. Se descubre desnuda, tapada por el cuerpo de Pepa en una
habitacin de hotel. La ventana de la habitacin le muestra la estampa de una calle hmeda por la
lluvia de la noche. No se oye nada. Tan slo un pequeo ruido proveniente de la gente que pasea
por la calle, turistas, gente del pueblo.
Ya ms acostumbrada a la luz, abre ms los ojos y sonre al recordar la locura que han hecho.
Pepa se remueve en sueos y entreabre los labios, casi en una imperceptible invitacin a que la
bese. Invitacin que no pudo resistir.
Pepa: uumm. Acomodndose a su cuerpo.Silvia: Buenos das -Susurrando.- Cmo has dormido?
Pepa: T que crees? Soolienta.- Adems -incorporndose, algo ms despierta.- Si no me has
dejado dormir!
Silvia: Ts, ts, ts -Mandndola callar.- Yo en ningn momento te prohib que te durmieras
Pepa: S, pero estabas como para que no me durmiera -Mordindose el labio pcara.- Poorque
vaya
noche
-Dice
sonrindole
seductora.Silvia re y se estira con Pepa sobre su pecho, bostezando.
Pepa: Ya veo yo que aqu la seorita tambin ha dormido bien
Silvia: De seorita nada que ya soy seora -Dice sonriente y fijando la vista en su mano.-
Pepa
corresponde
a
su
sonrisa
Silvia: Pepa Nos van a matar -Re nerviosa.-
toma
su
mano,
besndola.
Pepa: Bah, no exageres pelirroja tu padre querr trincharme como a un pavo en Navidad
pero creo que lo superar. Silvia an la mira preocupada.- Adems, an nos queda un da aqu
no pensemos en eso Vale?
Silvia: Pero Pepa es que imagnate la cara que se le puede quedar cuando se lo soltemos
Pepa: Deja de darle vueltas a la cabecita -rascndole la cabeza.- Que la de las dudas era yo
Silvia: Si es que emborrachas y no respondo -Sonri.Pepa: Ey, ey! Que yo no te emborrache! Lo hiciste porque quisiste o o no? Algo
temerosa.Silvia: Que tonteras tienes claro que lo hice porque quise y adems -La besa
profundamente.- No se me habra ocurrido una situacin mejor -Vuelve a besarla.- Y sabes
una cosa?
Pepa: Qu? Mirndola embobada.Silvia: Que te quiero
Pepa: Y yo pelirroja y yo -Volviendo a recostarse sobre ella.-
.
Madrid, 2 das despus, cena en los cachis.
D.Lorenzo: Qu, queeeee?!
Pepa: Pues pues eso Don Lorenzo -Con miedo.D.Lorenzo: Pero vosotras sois anormales o qu?!
Lola: Pap, tampoco es para tanto -Ayudndolas.D.Lorenzo: Qu no es para tanto, hija? Qu no es para tanto!?
Los comensales apretaron los ojos del grito y Pepa apret ms fuerte la mano que tena cogida a
Silvia. Paco, con su pauelo en la boca, tema por la vida de su hermana.
D.Lorenzo: Dices que no es para tanto?! Lo que han hecho este par de anormales no tiene
nombre!
Rita: Hombre D.Lorenzo yo una cosilla le voy a decir ha sido mu bonito Eh? Mu bonito, lo
que han hecho las zagalicas
D.Lorenzo: Bonitos mis santos cojones! Este par de anormales montan la de dios porque se casan,
la anormal de Miranda cancela la boda porque hay muchos invitados Poniendo tonito.Pepa: Don Lorenzo eso no fue -Calla, porque Silvia la aprieta la mano.D.Lorenzo: Les doy el puente libre porque soy un suegro moderno, o no lo soy? Pregunta a
Paco.Paco: Claro, claro Don Lorenzo... modernsimo es usted
D.Lorenzo: Pues eso -ms calmado.- les doy el puente libre -Vuelve a gritar.- Y me vienen
con estas! Que se han casado, se han casado este par de anormales en un pueblo perdido!
Pepa: Perdido, perdido no esta Don Lorenzo
D.Lorenzo: Y sin decirnos nada! Es que no, no tenis perdn, al infierno que vais a ir, ya
seguro!
Pepa: Yo ya tena el billete ganado -Al odo de Silvia.D.Lorenzo: Mirandaa!
Paco/Pepa: Si!
D.Lorenzo: Paco, usted no, imbcil, su hermana
Pepa: S, don Lorenzo -Con miedo.D.Lorenzo: Lo que ha hecho no tiene perdn -Suspira y se relaja.- Pero menos perdn tiene que
no nos invite a un vinito, Encima que me ha convertido en su suegro!
Pepa sonre aliviada, y en este gesto la acompaa Silvia, que a su lado, aprieta la mano de Pepa.
D.Lorenzo: No os riis cojones! Que no se me ha olvidado el enfado! Con muy mala cara.Miranda!
Pepa: Si!
ms
tarde
Pepa: la que qu, princesa? La interrumpe, besndola en el cuello.Silvia: Nada aqu, hablando de cosillas
Pepa: Ya -Mirando a su cuada, que hace un gesto con la cabeza.-
Rita, elegantemente, se desplaza de banqueta hacia la izquierda, dejndole la suya libre a Pepa,
que se sita frente a Silvia, subindole la barbilla para que la mire a la cara.
Pepa: Qu pasa princesa? Le acaricia la cara.Silvia: Nada
Pepa: Silvia
Silvia: He estado en el mdico
Pepa: Aj.
Silvia: Y bueno me me ha hecho pruebas y esas cosas
Pepa: (Que ya saba por donde iban los tiros) Aj.
Silvia: Y bueno ya ya s que no lo hemos decidido del todo ni nada pero le pregunt por
la posibilidad de que yo me quedara -Baja la cabeza.- eso.
Pepa: Qu..? Preguntndole dulcemente.Silvia: Pues emb. Embarazada -Pepa le sonre pero ella no la deja hablar.- Ya, ya ya s
que no quedamos en nada, ni lo hablamos del todo, ni ninguna otra cosa pero yo tena la
curiosidad y bueno es slo que
Pepa: Silvia, Silvia -Parndola.- Ya est. Est bien. Vale?
Silvia: Pero es que no lo hemos hablado ni
Pepa: Pues lo hablamos ahora. Silvia la mira sorprendida.- Qu dices, lo hablamos?
Silvia: Pero que vamos que vamos a hablar si
Pepa: (volvindola a interrumpir) T quieres tener un hijo?
Silvia: Yo pues yo. Sin saber que decir.- Tu t quieres? Preguntando temerosa.-
Pepa: Contigo?
Silvia: (noqueada por la pregunta) Pupues claro No?
Pepa: Es lo que ms deseo. Sonre, mirndola a los ojos.Silvia corresponde a su sonrisa, sin saber que decir, est emocionada a la par que asustada y
preocupada.
Pepa: Sabes? Nunca me he planteado esto pero creo que ser madre de un beb pelirrojo
sera lo que mas querra en este momento. Sonre y le da un pico.- Entonces, que? Qu te ha
dicho el mdico?
A Silvia se le borra la sonrisa de golpe.
Silvia: Pues -Baja la cabeza.- Que va a ser difcil.
Pepa: El que?
Silvia: Que tengamos un beb pelirrojo
Pepa: Por mi como si es calvito
Silvia: No, Pepa -Niega con la cabeza y Pepa atisba lgrimas en sus ojos.- Que no creo que
pueda
quedarme
embarazada.
Pepa: Por qu no?
Pepa, que ha estado sujetndole la barbilla todo el rato, nota como su mano se moja por las
lgrimas que derrama.
Pepa: Pero No es imposible, no?
Silvia: Hay un porcentaje de un 62% de que eso pase
Pepa: Pero nos queda el 36 restante No?
Silvia: (Sonriendo entre lgrimas y levantando la cabeza) No
Pepa: Toma ya! Pues mejor an! Re haciendo rer a Silvia tambin.- O no quieres intentarlo?
Silvia la mira a los ojos, plantendoselo.
Pepa: No quieres intentarlo princesa?
Silvia: (Sonriendo finalmente) S, quiero intentarlo.
Pepa: Silvia, si vas as de nerviosa, seguramente no podr ni inseminarte -LE dijo cogindola de
las mejillas.Silvia: Aay Pepa -Resoplando.Pepa: A ver, a ver. Qu pasa? Se sorprende porque Silvia se echa sus brazos desesperada.Silvia: No s Tengo un cmulo de sensaciones que no s -Rompe a llorar.- Estoy nerviosa,
asustada, emocionada Tengo miedo de que salga mal, pero tambin de que salga bien
Pepa: Shh pelirroja que todava no tienes las hormonas en revolucin, deja los llantos para
despus. Sonri, intentando quitarle parte del nerviosismo.-
Mdico: No te pongas nerviosa Silvia, es un momentito de nada -Volviendo a acercar la cnula.Silvia: Ya, ya, si lo s -Mordindose el labio, preocupada.- Puuffff
Mdico: Mira, vamos a hacer una cosa. Me salgo un rato y t mientras, te relajas. Vale? Dijo
levantndose. - Ella asinti.- Cuando ests lista me avisis.
Pepa: Qu pasa princesa? Dijo, una vez sali el mdico.Silvia: No puedo Pepa, no puedo -Llorando entre sus brazos.Pepa: Shhh. La estrech contra ella y bes su cabeza.- no puedes qu?
Silvia: No s, me pongo nerviosa -Dijo separndose de ella.- Pienso que me est metiendo Volvi a gimotear.Pepa: Pero Pero Sil -asombrada.- Cario, es una cnula un tubito chiquitito. Ya est
Silvia: S, pero no consigo relajarme -Volvi a abrazarse.Pepa: Y que podemos hacer para que te relajes y dejes de tener los msculos en tensin?
Silvia: No s -Suspir desesperada.- Yo slo me relajo contigo -Musit abrazada a su cuello.Pepa: Eso es -Murmur.Silvia: Qu?
Pepa: Ahora vengo princesa, tengo una idea
Silvia: Pepa! Pero qu?
Mdico: espera que compruebe todo -Dijo toqueteando los monitores.Pepa: No, si al final me va a molar a mi esto de inseminar -Sonri alegre a la pelirroja que la
miraba an algo asustada.Silvia: Pepa, por Dios -Suspirando.Doctor: Vale, listo. Sonri.- A ver -Tendindole la cnula.- Introdcela suavemente -Viendo
como lo haca concentrada.- Despacio, despacio.
Ante la incursin dentro de ella de un objeto extrao, Silvia dio un pequeo respingo e hizo
ademn de volver a contraerse. Pepa que ya lo prevena, la advirti:
Pepa: Silvia Reljate -Par el movimiento y la mir.- No te va a doler
Mdico: No entiendo por qu -Murmur para si mismo.- No tenis sexo con penetracin?
Tanto Silvia como Pepa volvieron la cara alucinadas, parando esta ltima, de nuevo, el
movimiento de su mano.
Pepa: Eem -Titubeando y contestando por Silvia, que estaba del color de su pelo.- S Pero
bueno no s
Silvia: S -Contest con la cabeza bajada, sin levantarla, muerta de vergenza.- Pero es un poco
diferente -Dijo algo irnica.- No estamos en una consulta, ni en una camilla, ni con ms
personas, ni con agujas y parches, ni pensando en si saldr bien o mal
Mdico: Bueno, bueno, disculpara la pregunta, me ha resultado extrao el hecho de que te
pusieras tan nerviosa y bueno -Mir a Pepa.- ya est, ya est! Mir a Silvia.- Ya tienes la
cnula dentro.
Pepa: Ves? Al final te distrajiste. Le sonri.-
Mdico: Vale, ahora aprieta ah. Dijo sealando.- Eso es, aprieta despacio pero sin parar,
hasta que se vace todo.
Silvia: Ay!
Pepa: Te duele?
Silvia: No es que est un poco fro -Sonri avergonzada.-
Pepa termin de vaciar todo el contenido de la cnula y la retir con cuidado de no tocar
demasiado la pared vaginal, por miedo a que se contrajera y lo expulsara.
Mdico: Pues esto ya est -Sonri a ambas.- En un ratito os aviso y os podis ir, De acuerdo?
Ambas asintieron y esperaron a que el doctor se marchara y las dejara solas. Pepa se acerc a la
camilla y abraz fuertemente a la pelirroja.
Pepa: Ves como no ha sido para tanto -Bes su hombro.Silvia: Pero es porque lo has hecho t -le contest pegada a su pecho.Pepa: Soy la mejor inseminadora del mundo, no me lo niegues -Dijo sonrindole.Silvia: S. Correspondiendo esa sonrisa.Un largo beso cort la conversacin durante unos minutos
..
Despus de salir de la clnica fueron a cenar al chino, en parte por celebracin, en parte por no
hacer cena.
Pepa: Venga, vete a la cama, tienes que estar molida -Dijo cerrando la puerta de casa.Silvia: Pero si no he hecho nada
Pepa: Slo de los nervios que llevabas
Silvia: Al sof Si? Pregunt inocente.Pepa: Al sof. Le dio una guantada cariosa en el culo.- Voy a ducharme y vuelvo.
Una vez duchada y con una camiseta de tirantes y las bragas se acerc al silln donde reposaba
Silvia cambiando de canal.
Pepa: qu, hay algo? Sentndose a su lado, con intencin de acurrucarse con ella.Silvia: Realmente no -Soltando el mando y echndose sobre Pepa.Pepa se abraz a su cintura y dej que el aroma del pelo de su mujer llenara su nariz, mientras
senta su corazn bombear contra su abdomen.
Pepa: Noto latir tu corazn Ests nerviosa, Verdad? Acaricindole el pelo.Silvia: Tu no? Subiendo la vista para verla mejor.Pepa: Mucho Pero no es bueno que ests tan nerviosa
Silvia: Pepa -Movindose para mirarla a la cara.- Es que slo hay un 38% y
Pepa: Shhh -Poniendo sus dedos sobre su boca.- Cundo hemos credo t y yo en las
probabilidades? No haba probabilidades de que me enamorara de ti y mrame Sonri.- Me
tienes loca -Robndole un beso y una sonrisa.- No haba probabilidades de que t y yo
estuviramos juntas y mranos. No haba probabilidades de que nos casramos y mranos.
De verdad crees en las probabilidades?
Silvia: No -Negando sonriente.- Te las sabes todas, eh?
Pepa: Pues an me s otra ms -Sonri.Silvia: Cul?
Pepa: La probabilidad exacta de que esta noche voy a dormir como nunca con mi mujer y mi
futuro hijo entre mis brazos -Le sonri tierna.Silvia: Pepa -Con un deje de tristeza.Pepa: He dicho con mi mujer y mi futuro hijo, y no precisamente en un silln. As que -Se
levant llevndola consigo en brazos.Silvia: Pepa!
Pepa: Disfrute del carrusel, seora de Miranda, estamos llegando a su destino. -Sonre y termina
reventando en risas cuando la deja sobre la cama.-
Silvia se acomoda en la cama y deja que Pepa tambin lo haga, apagan la luz.
Pepa: Eh, che, che, che -Atrayendo a Silvia por la cintura.- He dicho con mi mujer y mi futuro
hijo entre mis brazos no a medio metro -La besa.- Buenas noches preciosa. Suspira
acomodndose con ella.-
Lleg a casa sobre las nueve de la noche. Despus del da que haba tenido lo que ms le apeteca
era llegar a casa y tumbarse en el silln abrazada por su mujer.
Silvia: ya estoy aqu!
Pepa: Hola preciosa! Dijo desde la cocina.Silvia: Qu haces? Soltando las llaves y el bolso y yendo hacia la cocina.Se acerc hasta ella y desde detrs la abraz, oliendo su pelo.
Pepa: Uum -Sonri y gir la cara, esperando un beso.- Pues la cena.
Silvia: Aah Y que cocinas? Besando su cuello.Pepa: Berenjenas rellenas -Deja la cuchara y se da la vuelta.- Que se que te gustan
Le da un leve beso en los labios.
Pepa: Qu te pasa? Le acaricia las mejillas.- Tienes mala cara
Silvia: No s no me encuentro muy bien tengo el estmago revuelto
Pepa baja sus manos hasta su cintura y la acaricia.
Pepa: Has pasado muchos nervios esta semana.. demasiadas emociones juntas, no crees?
Mirndola tierna.Silvia: Ya pero no s, no es eso
Pepa: Entonces?
Silvia: He devuelto un par de veces en comisara -Pepa la mira preocupada.- Pero ya estoy
mejor de verdad. Besndola.Pepa: Pues entonces nada de berenjenas -Volviendo a los fogones.Silvia: Ay que si Pepa! Que yo estoy bien, de verdad
Pepa: Seguro?
Silvia: Que sii. Voy a ducharme y ahora vengo a ayudarte. Si?
Pepa: Vaale guapa.
Pero la cara de Silvia cambi completamente y en cuanto destap el queso, el olor que este
desprenda le hizo volver a tener nuseas.
Pepa: Silvia? Silvia, que te pasa?
Pero no le dio tiempo a decir nada porque sali corriendo al bao.
Pepa fue tras ella y esper con cara de sufrimiento a que su mujer terminara de echar todo.
Pepa: Silvia No estas bien -Dijo quitndole el sudor y el pelo de la frente.- Vamos al mdico
Silvia: No, Pepa
Pepa: Pero Silvia cario has vomitado varias veces ya -apoyndola contra su pecho, as
como estaban, sentadas en el suelo.- Esto tiene que vrtelo alguien y si es algn efecto
secundario de...?
Silvia: Pepa soy mdico. Cortndola.Pepa: Pero no tienes los medios suficientes en casa como para saber que tienes. Besndole el
pelo.Silvia: S.
Pepa: S? Sorprendida.Silvia: Pepa yo -Lo pens mejor.- Es una indigestin.
Pepa: Una indigestin?
Silvia: S.
Silvia: No s Pepa -Bajando la cabeza y jugando con la mano de su esposa.- Tengo el estmago
revuelto, las hormonas descontroladas.
Pepa: Eso si que es verdad -Dijo riendo.Silvia: Y y no he vuelto a sangrar
Pepa: Qu? por qu no me lo habas dicho?
Silvia: Porque no pens que pasara esto el mdico dijo que me bajara el periodo y -Baj la
cabeza.- Y que sera prcticamente imposible que me quedara embarazada -Y se dio cuenta
entonces de que no poda ser verdad, no poda estarlo- Pero no. No Pepa -Dijo bajando la
cabeza.Pepa: Princesa -Bes su mano.- Tu crees que estas embarazada?
Silvia: yo -La mir casi suplicndole que la creyera.- Pepa! Yo s que es prcticamente
imposible Pero es que tengo un plpito De verdad. Solloz.Pepa: Mi amor a mi no me tienes que convencer Si tu lo crees es que lo ests o no?
Silvia: Pero Pepa.. yo yo no quiero llevarme otra desilusin
Pepa: Silvia -Cogindole la cara con las manos.- Maana vamos a la farmacia y compramos un
test de embarazo. S?
Silvia: Pepa yo
Pepa: shh -Poniendo un dedo en sus labios.- Si tu lo crees yo lo creo. Y la bes.- Y ahora a
dormir. Cogindola en brazos.- Tienes que estar reventada.
Pepa sinti tal ternura que no pudo ms que besarla infinitamente y acariciar su tripa mientras le
susurraba palabras dulces.
Pepa: Claro que s mi vida Nuestro garbancito est ahy va a ser un garbancito pelirrojo
precioso
Silvia: O no
Pepa: S. Y va a ser el garbancito ms guapo -Sonri enternecida con la idea.Silvia: Pepa -dndose la vuelta.- Pepa Yo si no estoy embarazada
Pepa: Silvia no
Silvia: Si no estoy embarazada me muero Pepa -lgrimas empezaron a salir de sus ojos.- Yo
quiero Yo quiero tener un hijo contigo
Pepa: Silvia Si no podemos tener hijos as, hay otros mtodos
Silvia: Pero yo quiero tener un hijo contigo Pepa Y que me crezca la tripa y tu me la toques y
que cuando nazca estemos las dos llorando a moco tendido y
Pepa: Shhh Princesa, escchame. Ests embarazada, lo s. Lo siento -La bes secando sus
lgrimas.- Y maana mismo vamos a por el test y te lo haces. Vale?
Silvia asinti.
Pepa: Vamos a dormir pelirroja as llegar maana antes -Acomodndose a su espalda.- Te
quiero Silvia -cerrando los ojos.Silvia: Y yo Pepa -con los ojos cerrados tambin.Pepa: Y a ti tambin garbancito -Sonri acariciando su barriga.-
A la maana siguiente se despert sola en la cama. Tante con su mano en el lado en el que se
supone debera estar Pepa y lo encontr vaco. Y fro.
Algo ms despierta ya levant la vista y observ la habitacin. Ni rastro de ella. Cubrindose con
la sbana, iba a levantarse de la cama para buscarla cuando la puerta se abri.
Pepa: No, no! Entrando con una gran bandeja.- No te muevas -Llegando a la cama y
depositando la bandeja.- Quiero desayunar con mi mujer en la cama
Silvia sonri y sonri al ver la camiseta de publicidad que llevaba Pepa puesta.
Silvia: Toldos Hermanos Martnez? Ri.Pepa: aaaay ya estamos con la coa! Se quit la camiseta.- Pues ala, ya no hay camiseta! Dijo
quedando en bragas, como Silvia.Silvia: y esto que es? Mirando la bandeja.Pepa: Un test de embarazo. Dijo observando su reaccin atentamente.Silvia: Pepa yo
Pepa: Silvia, algn da tendremos que enterarnos
Silvia: Pero yo ya no tengo nuseas
Pepa: Pero no tiene nada que ver y lo sabes. La acus con el dedo.- Hztelo. Hztelo y
desayunamos.
Silvia: No Pepa no quiero amargarme el desayuno -Cogiendo la taza de caf.Pepa: Silvia por favor -Quitndole de las manos la taza.-Yo tambin estoy nerviosa necesito
saberlo
Silvia: Yo tambin se me va a salir el corazn del pecho -Llevando la mano de Pepa hasta su
pecho.- Pepa abrzame
Pepa: Dios mo creo que nunca haba estado tan nerviosa pelirroja
Silvia: nunca? levantando la vista hacia ella.Pepa: S, el da que te bes por primera vez nuestra primera vez Pero eran nervios distintos
Pepa: S.
Silvia: S que? Gimoteando.Pepa: Que ests embarazada princesa -Sonriendo a ms no poder.Silvia: Qu? Separando la cara de su pecho.Pepa: Que s Silvia -Mirndola a los ojos y llorando con ella.Silvia coge el test y lo mira. Mira el folleto. Y vuelve a mirar el predictor. Mira a Pepa y la abraza
fuertemente.
Pepa: Ests embarazada mi vida. Estas embarazada!
Silvia: Pepa -Se separa y la mira.- Vamos a tener un hijo. Vamos a ser mams -Asimilando la
idea.Pepa: S princesa vamos a tener un hijo -La destapa y acaricia su tripa.- un garbancito.
Silvia: bueno pero pero esto no es fiable 100%... Dice secndose las lgrimas.- Tenemos que ir
al mdico y hacer unos anlisis y
Pepa: Y nada Silvia, porque ests embarazada, y ya est -La abraza.Silvia: el lunes vamos al gineclogo -Sonriendo.Pepa: Vale. Sonriendo con ella.Silvia: Pepa Soy tan feliz
Silvia recibi a Sabina encantada y empez a hacerle moneras para que riera. Pepa la miraba
embobada con los ojos brillantes.
Silvia: Qu me miras? Riendo.Pepa: (susurrando) Sabes?
Silvia la mir expectante.
Pepa: Vas a ser la mejor mam del mundo
Silvia le dedic una gran sonrisa a su mujer y la bes fugazmente.
D.Lorenzo: Jodeeer! Ya de tan buena maana sobando a mi hija Miranda!
Pepa: Don Lorenzo, ha sido ella! Sealndola.- Ha empezado ella!
Llegaron el resto de comensales y cuando Lola se sent en la mesa supo que algo se coca entre su
hermana y Pepa. Tanta miradita, tanta sonrisa, tanto roce
Pero cuando a mitad de la comida las nuseas maaneras que se haba perdido Silvia, volvieron,
se qued muchsimo ms mosca.
Silvia apret la mano de Pepa, que la mir preocupada. Estaba blanca, muy blanca, y antes de que
pudiera decirle nada, sali escopetada al bao.
Lola y Rita, que estaban enfrente y al lado, respectivamente, se miraron con el ceo fruncido.
Lola: Pepa que?
Pepa: Me disculpis un momento -Levantndose y yendo al bao con Silvia.-
..
Lola: Y el postre -Trayendo una bandeja.Mariano: Qu es Lola, que es? Tirndose literalmente encima.Lola: Requesn Mariano
Mariano: Aaaaay que hambree
Paco: Por Dios todo el da comiendo, como una puta aspiradora es este hombre
Lola empez a servir los platos.
Silvia: No Lola a mi no me eches
Lola: Como que no! Con lo que te gusta
Silvia: Buenopero chame muy poco solo por probarlo
Pero por poco que fuera, al probarlo y sentir el sabor y el olor, volvi a correr al bao.
D.Lorenzo: Qu pasa?
Rita: Na comisario la chiquilla, que tiene una indigestin que no vea usted
El bullicio volvi a la mesa y cuando Silvia volvi del bao, tambalendose y ms blanca que una
pared, Lola no pudo aguantarse.
Lola: Hermana Tu estas segura que esto es una indigestin? Susurrando.Silvia: Ay que si Lola -Echada sobre el hombro de Pepa, mientras esta le acariciaba la cabeza.Pero Rita se fij en un detalle que nadie ms haba visto. La mano de Silvia, entrelazada con la de
Pepa, y posada en su bajo vientre, acaricindolo, bajo la mesa.
Rita: Ay Seor! Susurr.Pepa: Qu pasa?
Rita: Chiquilina -Mirando a Silvia bajo la atenta mirada de Lola y Pepa.- Que tu ests.! haciendo gesto de embarazo.Silvia mir a Pepa, que no pudo contener una sonrisa.
Lola: (Abriendo la boca) No!
Silvia: S, Lola s -Sonriendo.Lola: aaaay no me digas! Muy contenta.- Pero pero si t no!
Silvia: Ya pero parece que el mdico no estaba en lo cierto -Mira a Pepa con devocin y esta
asiente.Rita: ay que alegra que esto tenemos que!
Pepa: Che! shhh! Hablando bajito.- No queramos decir nada an -Cogiendo la mano de
Silvia.- No hasta que no vayamos el lunes al mdico
Pepa: (volviendo a tumbarla sobre ella) CheeeQue yo no he dicho que no me guste -volviendo
a besarla.-
Estuvieron unos minutos besndose y acaricindose entre risas y sonrisas, pero cuando Pepa mir
el reloj, puso fin a todo aquello.
Pepa: Pelirroja tenemos que irnos
Silvia: Pepaaa
Pepa: Venga princesa que esta noche te lo compenso
Silvia: (mordindose el labio y susurrndole en el odo) En ese caso me muero porque llegue esta
noche
Y seguidamente salt de la cama hacia la ducha.
Pepa: Pero! Pelirroja! Ven aqu que te vas a cagar!
Doctor: Pasen, sintense. Tomaron asiento.- Bueno Silvia He de decir que estoy gratamente
sorprendido ante la visita. Mira el ordenador.- Segn tengo aqu te hiciste un test de embarazo
tras unos das de malestar y sali positivo. No es as?
Silvia: As es.
Doctor: Bueno me alegra mucho pensar que he podido equivocarme y que puedes estar
embarazada pero tambin tengo que advertirte que en ocasiones los test no son fiables y
pueden dar u margen de error
Pepa: por eso hemos venido a visitarlo.
Doctor: Bien hecho. Tecleando.- As que tienes nuseas Vmitos?
Silvia: S. A menudo.
Doctor: en que momento del da?
Silvia: a la hora de comer, en la siesta, por la noche
Doctor: bien y el periodo?
Silvia: tengo un retraso de dos semanas bueno, eso creo Desde que desde que me
insemin se supone que tendra que haberme bajado un par de das ms tarde, No es as?
Doctor: S. Y no te ha venido?
Silvia: No as que desde que me vino la ltima vez, hace como 5 semanas, nada
Doctor: Bien apetito?
Pepa ri y Silvia se puso roja.
El Doctor, que capt por donde iban los tiros aclar sonriendo:
Doctor: No esa clase de apetito
Pepa: Que tambin auch! Recibi un codazo por parte de Silvia.Silvia: Bastante, pero luego como y tengo nuseas.
Doctor: Con que frecuencia va al bao?
Silvia: la normal, suelo ir siempre muy a menudo.
Doctor: y sueo?
Pepa: (se apresur a contestar esa pregunta) Se puede quedar dormida hasta de pie
Dcotor: Bien Silvia vamos a ver Lo ms probable es que efectivamente ests embarazada
pero tambin es muy, muy probable que el feto no se haya asentado correctamente y ya sabes
que pasa en esos casos
Silvia asinti apesadumbrada.
Pepa: Cmo de probable es que?
Doctor: (mirndola con gravedad) Muy, muy probable.
Las chicas cambiaron la ilusin de sus rostros por la incertidumbre y la tristeza.
Doctor: Bien, pues vamos a pasar a la camilla -Suspir.- a ver como est eso.
Levant la camiseta de Silvia y ech gel sobre su abdomen. Silvia apretaba fuerte la mano de
Pepa, rezando porque estuviera todo bien. Y la morena, a su lado miraba todo atentamente.
Doctor: Encendamos esto pues
Silvia se mordi el labio, nerviosa y mir a Pepa, intentando encontrar la tranquilidad, pero ella
estaba peor an.
Doctor: uum
Silvia: Qu pasa doctor? Con miedo.No contest.
Pepa: Doctor Nos va decir que pasa? Conteniendo la respiracin.- Por favor.
Doctor: Veris chicas
Silvia apret la mano de Pepa y no pudo contener las lgrimas que se le escapan.
Doctor: Es es algo impresionante en mis 15 aos de carrera no me haba pasado nada igual
Silvia -mirndola.- S que te dije que sera difcil que pudieras tener hijos, que no podras
concebir en tu tero -suspir.- Pero me equivoqu. Admiti.- Ests embarazada ests
embarazada de dos semanas aproximadamente y -Sorprendido.- Y el feto esta perfectamente
asentado en el tero.
Pepa solt todo el aire de golpe y Silvia sonri llorando, abrazando a Pepa.
Silvia: doctor! Pero Pero. Pero est bien tiene.. tiene. Algo? atropellndose.Doctor: Est perfectamente -asombrado.- Pero vamos a hacer un par de pruebas ms
Despus de recetarle las pastillas pertinentes, recomendarle que se lo tomara con tranquilidad y
darles la enhorabuena, el doctor las despidi hasta la prxima cita, que sera dentro de dos
semanas.
Entraron a los cachis de la mano, regalndose miradas y sonrisas que no pasaron desapercibidas
por Lola. No le hizo falta preguntar ms, la cara de su hermana y su cuada ya deca todo.
Sali de detrs de la barra y sin mediar palabra, se acerc a Silvia y la abraz fuerte.
Lola: todo bien? Sonriendo.Silvia: (asintiendo) Perfectamente. Mira a Pepa.Pepa: (susurrando) Vamos a tener un garbancito -Estrechando a Silvia por la cintura.Lola: aaaay que ilusin, un sobrino!
Silvia: O sobrina
Lola: Qu es, que es?
Pepa: Lola, que est de dos semanas
Lola: Bueno, bueno! Y cuando pensis anunciarlo?
Pepa: (mirando a Silvia y asintiendo) Qu tal en la cena de cumpleaos de Paco?
Lola: el mircoles?
Silvia: Es buena idea.
Lola: Seguro que estar contentsimo de ser to
Pepa: Ya me lo imagino
Lola: Venga, venga, que os invito a merendar!
Pepa: uuyy, me apunto! Soltando a Silvia.- Pelirroja, o vienes o me como la tuyaaa!
Silvia: Pepa. De verdad era necesario comprar todos esos libros? Abriendo la puerta de casa.Pepa: S, necesitamos estar documentadas
Silvia: (riendo) Pepa, pero si has comprado !Hola aqu estoy! Eso no nos documenta
Pepa: Pero yo necesito saber cosas del embarazo! Protest cerrando la puerta a sus espaldas.Silvia la mir y se la encontr apoyada en la puerta cerrada poniendo morros.
Silvia: Esta bien, esta bien si tu te quieres documentar pues te documentas -Sonri.- Vale?
Pepa: Vale. Sonri con ella.- Tienes hambre?
Silvia: Acabamos de cenar
Pepa: No s, lo mismo tienes antojos raros
Silvia: Por el momento no -Riendo.- Bueno s
Pepa: ah si?
Silvia: Tengo un antojo -Acercndose.Pepa: Qu antojo.? Un poco asustada.Silvia: Tengo antojo -Se acerca hasta llegar a sus labios y susurrando le dice-: De ti
Y se enredan en un lo de piernas y brazos que las lleva hasta la cama, para caer sobre ella,
despacio, con cuidado
Y se besan suave, rozndose la piel, quemndose con sus alientos, estremecindose a cada paso, a
cada caricia
Como la primera vez
Y se encuentran de una manera nueva, dulce, cuidadosa, tierna conscientes de que ahora son
tres, y no dos
Piernas entrelazadas, brazos acariciando, pechos pegados, frentes sudorosas, cuerpos calientes,
mojados, excitados
Para llegar con un solo toque al grito final, dando rienda suelta a toda la tensin contenida
Pepa: Te quiero te quiero Silvia -An con la respiracin agitada, besndola, sobre ella.Silvia: Bsame Pepa -Y sin esperar contestacin se lanza a su boca.Y otra vez ms calor, ms suspiros, ms besos, ms caricias, ms gemidos
Pepa coge la sbana y tira de ella hacia arriba, desenredndola del lo de piernas y cubriendo a
Silvia, que an tiembla bajo ella.
Pasan unos minutos ms as. Tan slo acaricindose los brazos, mirndose a los ojos, depositando
pequeos y cortos besos en los labios
Pepa la mira embelesada, perdida en sus ojos, acariciando su rostro y sin decir nada.
Silvia: En qu piensas? Pregunta susurrante.Pepa: En que me has hecho la mujer ms feliz del mundo -Responde sincera, mirndola a los
ojos.Silvia empaa sus ojos y la besa largamente, sorprendindose al separarse, de notar los labios de
Pepa salados. Estaba llorando.
Silvia: Pero Pepa Qu?
Pero ella no la deja terminar y la abraza fuerte, besndole la cara.
Pepa: Soy tan feliz, Silvia nunca nunca cre que esto me hiciera feliz -Mirndola a los ojos.Pero pensar que voy a tener un hijo contigo que vamos a tener un beb -Sonre.- Me hace tan,
tan feliz
Silvia: Sabes lo que me hace a mi feliz? Acariciando su mejilla.Pepa: Qu?
Silvia: Tenerte aqu conmigo, querindome-Le coge la mano.- Y tener aqu a nuestro
garbancito Sonre.- Con nosotras
Pepa: Bueno aqu del todo no esta -Sonre.Silvia: Bueno, ahora es su forma de estar -Le corresponde la sonrisa.Y se hace un silencio en el que ambas, con la mano en el vientre de Silvia, se miran largamente.
Silvia: Te amo Pepa -La besa.- Y no me cansar de repetrtelo
Pepa: Y yo mi vida
Lola: Bueno! Ya era hora! Dice gesticulando.Pepa: Joder cuada, tu hermana que tiene unas vomitonas matutinas, vespertinas, de media
maana, de media tarde. Dice acariciando la mejilla de su mujer.Lola: Ay cario mo te encuentras bien? Dice cogindole la mano a Silvia.Silvia: S pero a mi estas pastillas no me han hecho nada
Pepa: Maana volvemos a tener cita con el mdico, a ver si le receta otra cosa
Lola: Bueno -Mueve comprensiva la cabeza.- entonces podrs cenar lo que hay, cario?
Silvia: Qu hay?
Lola: Pues chuletas de las que le gustan a Paco ya sabes es que era su cumpleaos.
Silvia: s, si. Yo creo que s, no le vamos a estropear al pobre el cumpleaos -Mira a su mujer.Pepa: Venga, vamos padentro, que hay que darle el regalito al cumpleaero. La besa en la
cabeza y mira a Lola con cara preocupada por el estado de Silvia.-
Paco: Ay Pepa! La mira.- No tendras no tendrais Mira a Silvia.- Que haberme trado
nada -Dice emocionado y las abraza.- no puede ser!
Pepa: S.
Paco: Ay dios, ay dios!
Mariano: Qu es, Paco? Se asoma.Paco: una suscripcin para los partidos del canal plus, durante toda la liga! Las mira
emocionado.- ay ay que alegra!
Mariano: Pues digo yo que podrais haberos pegado el lujo y regalar un jamoncito, que a nadie
se le ha ocurrido
Silvia: Calla, Mariano, no hables de jamn por dios
Mariano: Porque no? Hombre, que a mi los callos me gustan mucho, pero el jamn me gusta mas
y Silvia?
Pepa: Me disculpis un segundo.? Sale corriendo tras de Silvia.Paco: y a estas que les pasa?
Lola: Nada, nada, a comer, venga, ir sentndose
Pepa: Cario Quieres que nos vayamos? Les damos la noticia, explicamos que pasa y nos
vamos a casa a descansar, quieres? Cogindola de la cintura tras esperar a que se limpie.Silvia: No, no es el cumpleaos de Paco, no vamos a fastidirselo Pepa Si esto se me pasa, en
seguida que coma un poco
Pepa: seguro? Mirndola con gravedad.Silvia: Seguro. Asiente sonriendo.-
En mitad de la comida, Pepa mir a Silvia, y sta, afirmndole con la cabeza, le apret la mano.
Pepa supo entonces que era el momento. Se levant con Silvia de la mano y golpe el vaso con una
cuchara.
Pepa: Un momento por favor.
Un jbilo general reson en la mesa, tan slo interrumpido por la pregunta de Paco.
Paco: Pero como.?
D.Lorenzo: Ser adoptado, un nio de esos hawaianos claro, as se van ellas a recogerlo, sin
currar, ah todo el da dale que te pego, dale que te pego
Silvia: pap!
D.Lorenzo: Que yo lo voy a querer igual hija pero que los nios espaoles tambin estn muy
necesitados, que nos olvidamos de lo nuestro
Povedilla: tiene usted razn, Don Lorenzo, que hasta nuestros productos made in spain estn de
capa cada
Mariano: s, si, mire usted Iberia que ahora se fusiona con la empresa esa de aviones inglesa
no, si al final nos metern terroristas en los aviones
D.lorenzo: una vergenza que es esto! una vergenza! Este pas cada vez ms se va a pique y
Paco: que razn tiene usted don Lorenzo
Lola: Por favor! estamos tontos o qu? Los cuatro hombres la miran.- Que es suyo, que est
embarazada necios!
D.lorenzo: Qu? La mira.- Es Es de verdad, hija?
D.Lorenzo no dice nada se levanta y va despacio hacia su hija, y cuando llega a su altura, la
abraza fuertemente. Pepa discretamente se aleja un poco para dejarles intimidad y .se encuentra
cara a cara con su hermano, que la abraza tambin.
Paco: Ay Pepita que nunca me hubiera imaginado yo que tu fueras a ser madre
Pepa: las Castro hermano, que nos atontan -Sonre.Paco: un sobrino! Ay que alegra Pepa, un sobrino!
Pepa: O sobrina
Paco: No, no, tiene que ser sobrino, ya lo estoy viendo, conmigo Viendo los partidos del canal
plus! Imagina emocionado.-
D.Lorenzo: hija me alegro mucho -Le dice abrazndola an.- Un nieto aunque sea con la
cabra loca de Miranda
Silvia: Pap!
D.Lorenzo de repente parece caer en la cuenta y empieza a hacer preguntas atropelladamente.
D.Lorenzo: Cmo lo llevas, est todo bien? Miranda te estar cuidando. No? Comes bien
hija?
Pepa: no se preocupe, don Lorenzo, que su hija est divinamente, y la cuido como a una reina
a que si princesa? Le guia un ojo.D.Lorenzo: Eso espero! Que quiero un nieto sano y cuerdo! Me escucha Miranda? Cuerdo!
Tras las felicitaciones y los besos a las futuras mams, Pepa y Silvia se marcharon a casa a
descansar. Maana tenan cita con el mdico y tenan que reposar.
Mdico: Bueno esto est muy bien Silvia -Dice revisndola.- Las nuseas imagino que se te
habrn pasado ya, no?
Silvia: s, pero los mareos no me los quita nadie.
Mdico: No te preocupes. Lo nico, que ests un poco baja de peso deberas engordar algo.
Comes bien?
Silvia mira a Pepa como buscando su aprobacin y contesta al doctor.
Silvia: S vamos, que como igual que siempre, incluso algo ms
Mdico: antojos?
Pepa: De helado -Sonre.Mdico: Bueno -Re.- Entonces os va a salir golosa la criatura
Silvia: Ha visto lo que es?
Mdico: Ests de ms de tres meses el sexo ya est definido pero es muy pequeo an, y
adems esta cosita no quiere mostrarse -Alude sealando con la cabeza el poco abultado vientre
de Silvia.- Esperemos que en la prxima visita se deje ver
Pepa: Puede hacer vida normal, doctor?
Mdico: Si, si por supuesto. Pero con moderacin. La jornada la tienes reducida?
Se desvela de repente, al notar fro el lado izquierdo de su cama. Silvia no est. Mira alrededor de
la cama, para ver si anda por la habitacin, pero nada. Entonces ve luz a travs de la puerta
entornada.
En bragas como est, sale al pasillo y sigue la luz. Es la cocina.
Pepa: Silvia? Ests bien? Descubrindola en la cocina.- Otro ataque de hambre a las 4 de la
maana? Re.Pero Silvia se da la vuelta, con mala cara y un paquete en las manos.
Silvia: No es que no poda dormir tengo un dolor de tripa
Pepa: (acercndose a ella) Pero qu es? El estmago o el beb? Te encuentras bien? Te llevo
al hospital? Saliendo disparada casi literalmente a vestirse.Silvia: Pepa, Pepa tranquila. Estoy bien. Sonre dbilmente.- Me encontraba un poco
revuelta supongo que querr dar guerra -Refirindose al beb.- Me hago la manzanilla y
vuelvo a la cama. Empujndola para que vuelva a dormir.Pepa: No, no, nada de eso. Vete a la cama, yo te hago la manzanilla.
Silvia: Pepa que no, que -Calla, ponindose la mano en el vientre, cada vez le duele ms.Pepa: a la cama. Sin opcin a rplica.-
Unos minutos ms tarde Pepa vuelve con la taza en la mano y Silvia al orla, se da la vuelta y se
incorpora para sentarse sobre la cama.
Silvia: Gracias cario. Haciendo ademn para coger la taza.Pero Pepa se lo impide.
Pepa: Silvia -Mirndola asustada.- No te muevas -Haciendo pausa en cada una de las
palabras.Silvia: Qu? Qu que pasa Pepa? Asustada tambin.Pepa: Ests sangrando Silvia
Silvia mira y comprueba que Pepa tiene razn.
Silvia: Pepa -Mirndola asustada.Pepa: Tranquila, tranquila no te muevas. Hablndole despacio.- Voy a llamar al mdico Dejando la taza en la mesilla.Silvia: Pepa. Gimoteando.- Pepa. Negando con la cabeza.Pepa: Sssh tranquila, tranquila -Le bes la frente suspirando para s.- No va a ser nada Silvia,
llamamos y vers que no es nada.
Llama y cuando el mdico le pregunta que es lo que pasa y ella responde, envan inmediatamente
a la ambulancia a su casa.
Pepa: Vienen ya. Volviendo a la habitacin.
Le sonre intentando tranquilizarla, pero la cara de dolor de Silvia, le paraliza la expresin.
Pepa: Qu pasa Silvia? Acercndose muy preocupada.Silvia: (Respira entrecortadamente) Me duele Pepa -Suelta aire.- Me duele que -Aprieta los
ojos.- Me duele que te mueres
Pepa: Joder, joder -Murmura.- Tranquila Sil, respira, Dnde te duele?
Silvia: Todo -Suelta aire.- Es como si empujara
Pepa: Como va a empujar!
Silvia: Joder que s!
Quince minutos ms tarde, que parecieron una eternidad, el samur llega a su casa, dispuestos a
llevrsela.
Mdico: Tiene contracciones, esta de parto.
Pepa: Queee? Alucinada.-
Le haba costado trabajo separarse de ella, pero no le haban dejado entrar a la sala. Silvia le rog
que no llamara a nadie, porque pasara lo que pasara, no haran ms que atosigarla.
Dando vueltas por la sala de espera, con un caf entre las manos, y ante la atenta mirada de varias
personas ms que haba en la sala, escuch las puertas abrirse y apareci una doctora.
Antes de que se lanzara a preguntarle, habl ella.
Doctora: Familiares de Silvia Castro?
Pepa: Yo, yo! soy yo! Histrica.- Doctora, doctora que
Doctora: Tranquilcese. Haciendo un gesto con las manos.- Todo esta bien. Pepa solt todo el
aire de golpe.- Hemos logrado controlar las contracciones y los niveles de oxitocina han bajado lo
suficiente. La hemorragia tambin ha sido controlada, y aunque est bien, deber de pasar esta
noche en observacin.
Pepa: puedo pasar a verla?
Doctora: acompeme.
Cuando lleg a la habitacin la doctora las dej solas cerrando la puerta. La vio en la cama,
pareca tan pequeita ms de lo normal. Estaba blanca, con apariencia dbil y sueros y
monitores puestos. En cuanto la vio sonri dbilmente. Se acerc y bes prolongadamente su
frente suspirando.
Pepa: Cario -Acarici su cara mirndola embelesada.Silvia cerr los ojos para sentir esa caricia de la mano de Pepa y el nuevo beso que esta dej sobre
su sien.
Pepa: Ests bien? Apartndole el pelo de la cara.Silvia: S. Todo est bien. Sonri.- Que miedo he pasado, Pepa
Pepa: Y yo mi vida -Acaricia su mejilla.- Nuestro garbancito va a ser impaciente -Sonri.Silvia: S -Riendo.Pepa: Sabes Silvia?
Silvia la mir, cuando la llamaba tan as y por su nombre es que era algo de serio. Pepa suspir
antes de hablar, y la mir a los ojos, a punto de llorar.
Pepa: Hoy hoy me dado cuenta de lo que os quiero -Y baj su mano desde la mejilla hasta el
ombligo, pasando por el cuello y el pecho.Silvia sonri y se inclin para besarla, borrando restos de sus lgrimas.
Silvia: No llores
Pepa: Es que si si os hubiera perdido yo
Silvia: Shhh -Vuelve a besarla.-No ha pasado nada Todo est en su sitio -Esboza una
sonrisa cansada y lleva su mano junto a la de Pepa, haciendo caricias en el pequeo vientre.-
Pepa: S, como se nota que es hijo mo. Ri.Silvia: (sonriendo) Pues se ve que con tanto movimiento, ha dejado de ensear el culete -Hizo
una pausa.- Y me han dicho lo que es.
Pepa: (Sonriendo ilusionada) Y que es?
Silvia: Una nia -Ilusionada.Pepa: Una nia! Ampli su sonrisa todo lo que pudo.- Una princesita! La bes efusivamente.Y seguro que tan guapa, tan guapa como t
Silvia: Eso ya no me lo han dicho -Ri.-