Escrutad
Escrutad
Escrutad
ESCRUTAD
A los consagrados y consagradas
que caminan tras los signos de Dios
Hacia el Ao de la Vida Consagrada
www.cmis-int.org
ESCRUTAD
A los consagrados y consagradas que
caminan tras los signos de Dios
Hacia el Ao de la Vida Consagrada
ndice
Queridos hermanos y hermanas ...................... 4
En xodo obediente ............................................ 7
A la Escucha ...................................................... 8
Como guiados por la nube ................................. 11
Memoria viva del xodo ................................. 13
Alegras y cansancios del camino .................. 17
En atenta vigilia ................................................ 23
A la Escucha ................................................ 24
La profeca de la vida conforme
al Evangelio ................................................... 28
El Evangelio, regla suprema .................... 30
Formacin: Evangelio y cultura ............... 33
La Profeca de la vigilancia ............................. 36
Unidos para escrutar el horizonte .......... 38
Una gua detrs del pueblo .................. 40
La mstica del encuentro ........................ 43
La profeca de la mediacin ........................... 49
En la encrucijada del mundo ................... 49
En el signo de lo pequeo ........................ 54
En coro en la statio orante ...................... 57
Para la Reflexin ........................................... 59
Las provocaciones del Papa Francisco ...... 60
Ave, mujer de la Nueva Alianza .................. 63
www.cmis-int.org
www.cmis-int.org
www.cmis-int.org
I. EN XODO OBEDIENTE
En todas lasetapas del camino,
cuando la nube se alzaba, alejndose de laMorada,
los israelitaslevantaban el campamento.
Si la nube no se alzaba, ellos no se movan,
hasta que la nube volva a hacerlo.
Porque durante el da, la nube delSeorestaba
sobre la Morada, y durante la noche, un fuego brillaba
en ella, a la vista de todo el pueblo de Israel.
Esto suceda en todas lasetapas delcamino.
xodo 40,36-38
A la escucha
2. La vida de fe no es simplemente algo que se posee,
sino un camino que conoce momentos luminosos y
tneles oscuros, horizontes abiertos y senderos tortuosos
e inciertos. Del misterioso abajamiento de Dios sobre
nuestras vidas y nuestras experiencias, segn las Escrituras,
nace el asombro y la alegra, don de Dios que llena la vida
de sentido y luz y se realiza plenamente en la salvacin
mesinica realizada por Cristo.
Antes de centrar nuestra atencin en el acontecimiento
conciliar y sus efectos nos dejamos orientar por un icono
bblico para hacer memoria viva y agradecida del kairs
postconciliar en los valores que lo inspiraron.
La gran epopeya del xodo del pueblo de la esclavitud
de Egipto hacia la Tierra prometida, se convierte en el icono
que recuerda nuestro moderno stop and go, la pausa y la
salida, la paciencia y la iniciativa. Las ltimas dcadas han
sido un periodo de altibajos, proyecciones y desilusiones,
exploraciones e introspecciones nostlgicas.
La tradicin interpretativa de la vida espiritual, estrechamente
conectada de diversas formas con la de la vida consagrada, a
menudo ha encontrado smbolos y metforas sugerentes en el
paradigma del xodo del pueblo de Israel de Egipto: la zarza
ardiente, el paso del mar, el camino en el desierto, la teofana
en el Sina, el miedo a la soledad, el don de la ley y la alianza,
la columna de nube y de fuego, el man, el agua de la roca, la
murmuracin y la nostalgia.
Retomemos el smbolo de la nube (en hebreo nn)6,
que guiaba misteriosamente el camino del pueblo: lo haca
6. La expresin anan est presente 87 veces en el Antiguo Testamento, de las cuales 20 en
el xodo y otras 20 en Nmeros. Slo una vez aparece la expresin columna de fuego y de
nube (Ex 14, 24); normalmente se dice columna de nube o bien columna de fuego. Las
dos expresiones describen la manifestacin de la presencia divina.
www.cmis-int.org
10
11
www.cmis-int.org
12
13
www.cmis-int.org
14
15
www.cmis-int.org
16
17
www.cmis-int.org
18
19
www.cmis-int.org
20
21
www.cmis-int.org
22
43. PABLO VI, Alocucin durante la ltima sesin pblica del Concilio Ecumnico Vaticano II,
Roma (7 de diciembre de 1965).
23
www.cmis-int.org
24
A la escucha
6. Buscamos ms luz en la simbologa bblica, pidiendo
inspiracin para el camino de profeca y de exploracin de
los nuevos horizontes de la vida consagrada que queremos
considerar en esta segunda parte.
La vida consagrada de hecho, por su naturaleza, est
intrnsecamente llamada a un servicio testimonial que la pone
como signum in Ecclesia44.
Se trata de una funcin propia de cada cristiano, pero en la
vida consagrada se caracteriza por la radicalidad de la sequela
Christi y por la prioridad de Dios, y al mismo tiempo por la
capacidad de vivir la misin evangelizadora de la Iglesia con
parresia y creatividad. Justamente san Juan Pablo II reafirm
que: El testimonio proftico [...] se manifiesta en la denuncia
de todo aquello que contradice la voluntad de Dios y en el
escudriar nuevos caminos de actuacin del Evangelio para la
construccin del Reino de Dios45.
En la tradicin patrstica, el modelo bblico de referencia
para la vida monstica es el profeta Elas: tanto por su
vida de soledad y de asceta, como por la pasin por la
alianza y la fidelidad a la ley del Seor, y por la audacia en
la defensa de los derechos de los pobres (cf. 1Re 17-19;
21). Lo ha recordado incluso la exhortacin apostlica Vita
consecrata, sosteniendo la naturaleza y funcin proftica de
la vida consagrada46. En la tradicin monstica, el manto que
simblicamente Elas dejo caer sobre Eliseo, en el momento
del rapto al cielo (cf. 2Re 2,13), ha sido interpretado como el
paso del espritu proftico del padre al discpulo y tambin
44. CONCILIO ECUMNICO VATICANO II, Constitucin dogmtica sobre la Iglesia Lumen
gentium, 44.
45. JUAN PABLO II, Exhort. Ap. postsinodal Vita consecrata (25 de marzo de 1996), 84.
46. Ibdem.
25
www.cmis-int.org
26
27
www.cmis-int.org
28
La profeca de la vida
conforme al Evangelio
7. El tiempo de gracia que estamos viviendo, con la
insistencia del papa Francisco de poner en el centro el Evangelio
y la esencialidad cristiana, es para los religiosos y las religiosas
29
www.cmis-int.org
30
31
www.cmis-int.org
32
33
www.cmis-int.org
34
35
www.cmis-int.org
36
La Profeca de la vigilancia
10. Como conclusin de las sesiones conciliares, el papa
Pablo VI con mirada proftica despeda a los obispos
reunidos en Roma, uniendo tradicin y futuro: En esta
asamblea universal, en este punto privilegiado del tiempo y del
espacio convergen a la vez el pasado, el presente y el porvenir.
El pasado, porque est aqu reunida la Iglesia de Cristo, con su
tradicin, su historia, sus concilios, sus doctores, sus santos.
77. Cf. BENEDICTO XVI, Carta Ap. en forma de motu proprio PortaFidei con la que se convoca
el Ao de la Fe (11 de de octubre de 2011), 15.
37
www.cmis-int.org
38
39
www.cmis-int.org
40
41
www.cmis-int.org
42
43
www.cmis-int.org
44
45
www.cmis-int.org
46
47
www.cmis-int.org
48
49
www.cmis-int.org
La profeca de la mediacin
14. Las familias religiosas nacieron para inspirar caminos
nuevos, para ofrecer recorridos impensables o responder
gilmente a necesidades humanas y del espritu. Puede
suceder que con el tiempo la institucionalizacin se cargue
de prescripciones que resultan anticuadas112 y las exigencias
sociales conviertan las respuestas evanglicas en respuestas
que se basan en una eficiencia y una racionalidad de empresa.
Puede suceder que la vida religiosa pierda la reputacin, la
audacia carismtica y la parresia evanglica, porque se sienta
atrada por luces extraas a su identidad.
El papa Francisco nos invita a la fidelidad creativa, a las
sorpresas de Dios: Jesucristo tambin puede romper los
esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo
y nos sorprende con su constante creatividad divina. Cada
vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura
original del Evangelio, brotan nuevos caminos, mtodos
creativos, otras formas de expresin, signos ms elocuentes,
palabras cargadas de renovado significado para el mundo
actual. En realidad, toda autntica accin evangelizadora es
siempre nueva113.
50
51
www.cmis-int.org
52
www.cmis-int.org
54
En el signo de lo pequeo
16. Continuamos nuestro viaje tejiendo mediaciones en el
signo humilde del Evangelio: no perdis nunca el impulso de
caminar por los caminos del mundo, la conciencia de caminar,
ir incluso con paso incierto o cojeando, es mejor que estar
parados, cerrados en las propias preguntas o en las propias
seguridades124.
Los iconos que hemos meditado de la nube que acompaaba
el xodo a las aventuras del profeta Elas nos revelan que el
Reino de Dios se manifiesta entre nosotros en el signo de lo
pequeo. Cremosle al Evangelio, que dice que el Reino de
Dios ya est presente en el mundo, y est desarrollndose
aqu y all, de diversas maneras: como la pequea semilla que
puede llegar a convertirse en una planta grande (cf. Mt 13,3132), como el puado de levadura, que fermenta una gran masa
(cf. Mt 13,33), y como la buena semilla que crece en medio
de la cizaa (cf. Mt 13,24-30), y siempre puede sorprendernos
gratamente125.
Quien se detiene en la referencia a s mismo, a menudo,
posee la imagen y se conoce slo a s mismo y su propio
horizonte. Quien se empequeece al margen puede intuir y
hacer crecer un mundo ms humilde y espiritual.
Los nuevos caminos de fe brotan hoy en lugares humildes,
en el signo de una Palabra que si se escucha y se vive lleva a la
123. A. SPADARO, Despierten al mundo!. Entrevista al papa Francisco con los Superiores
Generales, en La Civilt Cattolica, 165 (2014/I), 8.
124. Ibdem.
125. FRANCISCO, Exhort. Ap. Evangelii gaudium (24 de noviembre de 2013), 278.
55
www.cmis-int.org
56
57
www.cmis-int.org
59
www.cmis-int.org
III.PARA LA REFLEXIN
18. Las provocaciones
del Papa Francisco
Cuando el Seor quiere darnos una misin, quiere
darnos un trabajo, nos prepara para que lo hagamos bien,
precisamente como prepar a Elas. Lo importante no es
que l haya encontrado al Seor sino todo el recorrido para
llegar a la misin que el Seor te confa. Y precisamente sta
es la diferencia entre la misin apostlica que el Seor nos da
y el deber humano, honrado, bueno. Por lo tanto cuando el
Seor da una misin, nos hace siempre entrar en un proceso
de purificacin, un proceso de discernimiento, un proceso de
obediencia, un proceso de oracin135.
Son mansos, humildes? En esa comunidad hay luchas
entre ellos por el poder, peleas por la envidia? Se critica?
Entonces no van por la senda de Jesucristo. La paz en una
comunidad, en efecto, es una peculiaridad muy importante.
Tan importante porque el demonio trata de dividirnos, siempre.
Es el padre de la divisin; con la envidia, divide. Jess nos hace
ver este camino, el camino de la paz entre nosotros, del amor
entre nosotros136.
135. FRANCISCO, Meditacin en la capilla Domus Sanctae Marthae, Roma (13 de junio de
2014).
136. FRANCISCO, Meditacin en la capilla Domus Sanctae Marthae, Roma (29 de abril de
2014).
60
61
www.cmis-int.org
140. A. SPADARO, Entrevista al Papa Francisco, en La Civilt Cattolica III (2013), 449-477.
141. FRANCISCO, Discurso a los rectores y a los alumnos de los Colegios Pontificios y
Residencias sacerdotales de Roma, Roma (12 de mayo de 2014).
142. FRANCISCO, Discurso a los participantes al Captulo general de la Sociedad Salesiana
de san Juan Bosco (Salesianos), Roma (31 de marzo de 2014).
62
63
www.cmis-int.org
AVE, MUJER DE
LA NUEVA ALIANZA
19. Caminar siguiendo los signos de Dios significa
experimentar la alegra y el renovado entusiasmo del
encuentro con Cristo146, centro de la vida y fuente de las
decisiones y las obras147.
El encuentro con el Seor se renueva cada da en la alegra
del camino perseverante. Siempre en camino, con esa virtud
que es una virtud peregrina: la alegra!148.
El momento actual invoca la necesidad de vigilar:
Vigilancia. Es mirar el corazn. Debemos ser dueos de
nuestro corazn. Qu siente mi corazn? Qu busca? Qu
me ha hecho feliz hoy y qu no me ha hecho feliz? [] Esto
es conocer el estado de mi corazn, mi vida, cmo camino
en la senda del Seor. Porque, sin vigilancia, el corazn va
a todas partes; y la imaginacin viene detrs. No son cosas
antiguas, no son cosas superadas149.
El consagrado se vuelve memoria Dei, recuerda la accin
del Seor. El tiempo que se nos concede caminar detrs de
la nube nos pide perseverancia, ser fieles a escrutar en la
vigilia como si se viera lo invisible (Hb 11,27). Es el tiempo
de la nueva alianza. En los das del fragmento y del respiro
breve, como a Elas se nos pide velar, escrutar el cielo sin
146. Cf. BENEDICTO XVI, Carta Ap. en forma de motu proprio Porta Fidei con el que se inicia
el Ao de la Fe (11 de octubre de 2011), 2.
147. CONGREGACIN PARA LOS INSTITUTOS DE VIDA CONSAGRADA Y LAS SOCIEDADES
DE VIDA APOSTLICA, Instruccin, Caminar desde Cristo. Un renovado compromiso de la
vida consagrada en el Tercer Milenio (19 de mayo de 2002), 22.
148. FRANCISCO, Audiencia a los participantes al encuentro promovido por la Conferencia
Italiana de los Institutos Seculares, Roma (10 de mayo de 2014).
149. FRANCISCO, Discurso a los rectores y a los alumnos de los Colegios Pontificios y
Residencias sacerdotales de Roma, Roma (12 de mayo de 2014).
64
65
www.cmis-int.org
66
67