Catesismo Mayor
Catesismo Mayor
Catesismo Mayor
1. Sal. 86.9: Todas las naciones que hiciste vendrn y adorarn delante de ti, Seor, y glorificarn tu
nombre. Ro. 11.36: Porque de l, y por l, y para l, son todas las cosas A l sea la gloria por los siglos. Amn.
1 Co. 6.20: Porque habis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espritu, los cuales son de Dios. 1 Co. 10.31: Si, pues, comis o bebis, o hacis otra cosa, hacedlo todo para
la gloria de Dios.
2. Sal. 73.24-28: Me has guiado segn tu consejo, y despus me recibirs en gloria. A quin tengo yo en los
cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazn desfallecen; mas la roca de mi corazn
y mi porcin es de Dios para siempre. Porque he aqu, los que se alejan de ti perecern; T destruirs a todo
aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a m, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehov Dios mi espe-
ranza, para contar todas tus obras. Jn. 17.21-23: para que todos sean uno; como t, oh Padre, en m, y yo en
ti, que tambin ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que t me enviaste. La gloria que me diste,
yo les he dado, para que sean uno, as como nosotros somos uno. Yo en ellos, y t en m, para que sean perfectos
en unidad, para que el mundo conozca que t me enviaste, y que los has amado a ellos como tambin a m me
has amado. Cf. Sal. 16.5-11; Ap. 21.3-4.
3. Ro. 1.19-20: Porque lo que de Dios se conoce le es manifiesto, pues Dios se lo manifest. Porque las
cosas invisibles de l, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creacin del mundo, siendo
entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Sal. 19.1-3: Los cielos cuentan la
gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un da emite palabra a otro da, y una noche a otra
noche declara sabidura. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oda su voz. Hch. 17.28: Porque en l vivimos, y nos
movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas tambin han dicho: Porque linaje suyo somos.
4. Is. 59.21: Y este ser mi pacto con ellos, dijo Jehov: El Espritu mo que est sobre ti, y mis palabras
que puse en tu boca, no faltarn de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo
Jehov, desde ahora y para siempre. 1 Co. 1.20-21: Dnde est el sabio? Dnde est el escriba? Dnde est
el disputador de este siglo? No ha enloquecido Dios la sabidura del mundo? Pues ya que en la sabidura de
Dios, el mundo no conoci a Dios mediante la sabidura, agrad a Dios salvar a los creyentes por la locura de
la predicacin. 1 Co. 2.9-10: Antes bien, como est escrito: Cosas que ojo no vio, ni odo oy, ni han subido
en corazn de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos la revel a nosotros
por el Espritu; porque el Espritu todo lo escudria, aun lo profundo de Dios. 2 Ti. 3.15-17: y que desde
la niez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvacin por la fe que es
en Cristo Jess. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redargir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
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5. 2 Ti. 3.16: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redargir, para corregir, para
instruir en justicia. 2 P. 1.19-21: Tenemos tambin la palabra proftica ms segura, a la cual hacis bien en estar
atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el da esclarezca y el lucero de la maana
salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profeca de la Escritura es de interpreta-
cin privada, porque nunca la profeca fue trada por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios
hablaron siendo inspirados por el Espritu Santo. Cf. Gn. 2.24; Mt. 19.4-5; 2 P. 3.2, 15-16.
6. Is. 8.20: A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. Lc.
16.29, 31: Y Abraham le dijo: A Moiss y a los profetas tienen; iganlos Mas Abraham le dijo: Si no oyen a
Moiss y a los profetas, tampoco se persuadirn aunque alguno se levantare de los muertos. Gl. 1.8-9: Mas si
aun nosotros, o un ngel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
Como antes hemos dicho, tambin ahora lo repito: Si alguno os predica otro evangelio del que habis recibido,
sea anatema. Ef. 2.20: edificados sobre el fundamento de los apstoles y profetas, siendo la principal piedra
del ngulo Jesucristo mismo. 2 Ti. 3.15-16: y que desde la niez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales
te pueden hacer sabio para la salvacin por la fe que es en Cristo Jess. Toda la Escritura es inspirada por Dios,
y til para ensear, para redargir, para corregir, para instruir en justicia. Ap. 22.18-19: Yo testifico a todo
aquel que oye las palabras de la profeca de este libro: Si alguno aadiere a estas cosas, Dios traer sobre l las
plagas que estn escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profeca, Dios quitar
su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que estn escritas en este libro. Cf. Dt. 4.2.
7. Sal. 119.18, 129: Abre mis ojos, y mirar las maravillas de tu ley. [] Maravillosos son tus testimonios; por
tanto, los ha guardado mi alma.Os. 8.12: Le escrib las grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosa extraa.
1 Co. 2.6-7, 13: Sin embargo, hablamos sabidura entre los que han alcanzado madurez; y sabidura, no de este
siglo, ni de los prncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabidura de Dios en misterio, la sabidura
oculta, la cual Dios predestin antes de los siglos para nuestra gloria: lo cual tambin hablamos, no con palabras
enseadas por sabidura humana, sino con las que ensea el Espritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
8. Sal. 12.6: Las palabras de Jehov son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, purificada
siete veces. Sal. 119.140: Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo.
9. Hch. 26.22: Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el da de hoy, dando testimonio
a pequeos y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moiss dijeron que haban de
suceder. Cf. Lc. 24.27; Hch. 10.43.
10. Ro. 3.19, 27: Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que estn bajo la ley, para que toda
boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; Donde, pues, est la jactancia? que excluida.
Por cul ley? Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Cf. Ro. 16.25-27; 2 Co. 3.6-11.
11. Sal. 19.7-9: La ley de Jehov es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehov es fiel, que hace
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sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehov son rectos, que alegran el corazn; El precepto de Jehov es puro,
que alumbra los ojos. El temor de Jehov es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehov son
verdad, todos justos. Hch. 18.28: Porque con gran vehemencia refutaba pblicamente a los judos, demos-
trando por las Escrituras que Jess era el Cristo. Hch 20.32: Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la
palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia a todos los santificados. Ro. 15.4:
Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y
la consolacin de las Escrituras, tengamos esperanza. He. 4.12: Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y ms
cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espritu, las coyunturas y los tutanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del corazn. Stg. 1.18: El, de su voluntad, nos hizo nacer por
la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
12. Jn 16.13-14: Pero cuando venga el Espritu de verdad, l os guiar a toda la verdad; porque no hablar
por su propia cuenta, sino que hablar todo lo que oyere, y os har saber las cosas que habrn de venir. l me
glorificar; porque tomar de lo mo, y os lo har saber. Jn 20.31: Pero stas se han escrito para que creis
que Jess es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengis vida en su nombre. 1 Jn 2.20, 27: Pero
vosotros tenis la uncin del Santo, y conocis todas las cosas Pero la uncin que vosotros recibisteis de l
permanece en vosotros, y no tenis necesidad que nadie os ensee; as como la uncin misma os ensea todas
las cosas, y es verdadera, y no es mentira, segn ella os ha enseado, permaneced en l.
13. 2 Ti 1.13: Retn la forma de las sanas palabras que de m oste, en la fe y amor que es en Cristo Jess.
Cf. Gn.1.1; Ex. 34.5-7; Dt. 10.12-13; Jn. 20.31; Hch. 16.30-31. 2 Ti. 3.15-17.
14. Ex. 34.6-7: Y pasando Jehov por delante de l, proclam: Jehov! Jehov! fuerte, misericordioso y
piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la
iniquidad, la rebelin y el pecado, y que de ningn modo tendr por inocente al malvado; que visita la iniquidad
de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generacin. Jn. 4.24: Dios
es Espritu; y los que le adoran, en espritu y en verdad es necesario que adoren. He. 11.6: Pero sin fe es impo-
sible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de
los que le buscan. Cf. Is. 40.18, 21-23, 25, 28.
15. Dt. 6.4-6 (cf. 1 Co. 8.4, 6): Oye, Israel: Jehov nuestro Dios, Jehov uno es. Y amars a Jehov tu Dios de
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todo tu corazn, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarn sobre
tu corazn. Mt. 3.16-17: Y Jess, despus que fue bautizado, subi luego del agua; y he aqu los cielos le
fueron abiertos, y vio al Espritu de Dios que descenda como paloma, y vena sobre l. Y hubo una voz [] que
deca: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Cf. Mt. 28.19-20; 2 Co. 13.14.
16. Hch. 15.14-15, 17: Simn ha contado cmo Dios visit por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos
pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como est escrito: [] dice el Seor,
que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. Is. 46.9-10.
17. Hch. 4.27-28: Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jess, a quien
ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo
haban antes determinado y que sucediera.
18. Jn. 4.24: Dios es Espritu; y los que le adoran, en espritu y en verdad es necesario que adoren.
19. Ex. 3.14: Y respondi Dios a Moiss: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: As dirs a los hijos de Israel: Yo soy me
envi a vosotros. Job 11.7-9: Descubrirs t los secretos de Dios? Llegars t a la perfeccin del Todopoderoso?
Es ms alta que los cielos; qu hars? Es ms profunda que Seol; Cmo la conocers? Su dimensin es ms
extensa que la tierra, y ms ancha que el mar. Cf. Sal. 145.3; 147.5.
20. Hch. 7.2: Y l dijo: Varones hermanos y padres, od: El Dios de la gloria apareci a nuestro padre
Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Harn.
21. 1 Ti. 6.15: la cual a su tiempo mostrar el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes y Seor de
seores.
22. Mt. 5.48: Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que est en los cielos es perfecto.
23. Gn. 17.1: Era Abraham de edad de noventa y nueve aos, cuando le apareci Jehov y le dijo: Yo soy el
Dios Todopoderoso; anda delante de m y se perfecto. Ex. 3.14: Y respondi Dios a Moiss: YO SOY EL QUE
SOY. Y dijo: As dirs a los hijos de Israel: Yo soy me envi a vosotros. Cf. Ro. 11.35-36.
24. Sal. 90.2: Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo,
t eres Dios. Cf. Dt. 33.27.
25. Ml. 3.6: Porque yo Jehov no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habis sido consumados. Stg. 1.17:
Toda buena ddiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces en cual no hay mudanza,
ni sombra de variacin.
26. 1 R. 8.27: Pero Es verdad que Dios morar sobre la tierra? He aqu que los cielos, los cielos de los cielos,
no te pueden contener; cunto menos esta cosa que yo he edificado?. Cf. Sal. 145.3; Ro. 11.34.
27. Sal. 139.1-13: Oh Jehov, t me has examinado y conocido. [] Porque t formaste mis entraas; t
me hiciste en el vientre de mi madre.
28. Ap. 4.8: Acercaos a Dios, y l se acercar a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de
doble nimo, purificad vuestros corazones. Cf. Gn. 17.1; Mt. 19.26.
29. He. 4.13: Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas estn
desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Sal. 147.5: Grande es el Seor nuestro
y de mucho poder; y su entendimiento es infinito.
30. Ro. 16.27: Al nico y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amn. Cf. Ro. 11.33-34.
31. Is. 6.3: Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehov de los ejrcitos; toda la tierra est
llena de su gloria. Ap. 15.4: Quin no te temer, oh Seor y glorificar tu nombre? pues solo t eres santo;
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P.10. Cules son las propiedades personales de las tres personas que
hay en la Divinidad?
R. Es propio del Padre engendrar al Hijo,36 y es propio del Hijo ser
engendrado por el Padre,37 y es propio del Espritu Santo proceder del Padre
y del Hijo desde toda la eternidad.38
por lo cual todas las naciones vendrn y te adorarn, porque tus juicios se han manifestado. Cf. 1 P. 1.15-16.
32. Dt. 32.4: El es la roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y
sin ninguna iniquidad en l; es justo y recto. Cf. Ro. 3.5, 26.
33. Ex. 34.6: Y pasando Jehov por delante de l, proclam: Jehov! Jehov! fuerte, misericordioso y
piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad. Cf. Dt. 32.4; Sal. 117.2.
34. Dt. 6.4: Oye, Israel: Jehov nuestro Dios, Jehov uno es. Jer. 10.10: Mas Jehov es el Dios verdadero;
l es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, Y las naciones no pueden sufrir su indignacin. 1 Co. 8.4,
6: Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los dolos, sabemos que un dolo nada es en el mundo, y que
no hay ms que un Dios Para nosotros, sin embargo, slo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las
cosas, y nosotros somos para l; y un Seor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por
medio de l. Cf. Is. 45.21-22; 44.6; Jn. 17.3; 1 Ts. 1.9; 1 Jn. 5.20.
35. Mt. 3.16-17: Y Jess, despus que fue bautizado, subi luego del agua; y he aqu los cielos le fueron
abiertos, y vio al Espritu de Dios que descenda como paloma, y vena sobre l. Y hubo una voz de los cielos,
que deca: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Mt. 28.19: Por tanto, id, y haced discpulos a
todas las naciones, bautizndolos en nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo. 2 Co. 13.14: La gracia
del Seor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunin del Espritu Santo sean con todos vosotros. Amn. Jn.
10.30: Yo y el Padre uno somos. Cf. Sal. 45.6; Jn. 1.1; 10.30; 17.5; Hch. 5.3-4; Ro. 9.5; Col. 2.9; He. 1.8-9.
36. He. 1.5-6, 8: Porque A cul de los ngeles dijo Dios jams: Mi Hijo eres t, yo te he engendrado hoy,
y otra vez: Yo ser a l Padre, y l me ser a m Hijo? Y otra vez, cuando introduce al primognito en el mundo
dice: Adrenle todos los ngeles de Dios Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de
equidad es el cetro de tu reino.
37. Jn. 1.14, 18: Y aquel Verbo fue hecho carne y habit entre nosotros ( y vimos su gloria, gloria como del
unignito del Padre), lleno de gracia y de verdad A Dios nadie le vio jams; el unignito Hijo, que est en el
ceno del Padre, l le ha dado ha conocer.
38. Jn. 15.26: Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviar del Padre, el Espritu de verdad, el cual
procede del Padre, l dar testimonio acerca de m. Gl. 4.6: Y por cuanto sois hijos, Dios envi a vuestros
corazones el Espritu de su Hijo, el cual clama: Abba, Padre!
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P.11. Cmo se manifiesta que el Hijo y el Espritu Santo son iguales con
el Padre?
R. Las Escrituras manifiestan que el Hijo y el Espritu Santo son
iguales con el Padre, atribuyndoles nombres, 39 atributos,40 obras 41 y
adoracin,42 que solamente pertenecen a Dios.
39. Is. 6.3, 5, 8: Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehov de los ejrcitos; toda la
tierra est llena de su gloria Entonces dije: Ay de m! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de
labios, y habitando en medio del pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehov de los ejr-
citos Despus o la voz del Seor, que deca: A quin enviar, y quin ir por nosotros? Entonces respond yo:
Heme aqu, envame a m. Jn. 12.41: Isaas dijo esto cuando vio su gloria, y habl acerca de l. Hch. 28.25:
Y como no estuviesen de acuerdo entre s, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habl el Espritu Santo
por medio del profeta Isaas a nuestros padres, diciendo:.Cf. Hch. 5.3-4; 1 Jn. 5.20.
40. Is 9.6: Porque un nio nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamar
su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Prncipe de paz. Jn 1.1: En el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Jn 2.24-25: Pero Jess mismo no se fiaba de ellos, porque
conoca a todos, y no tena necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues l saba lo que haba
en el hombre. Cf. 1 Co 2.10-11.
41. Col. 1.16: Porque en l fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos, y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio
de l y para l. Gn. 1.2: Y la tierra estaba desordenada y vaca, [] y el Espritu de Dios se mova sobre la
faz de las aguas.
42. Mt. 28.19: Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espritu Santo. 2 Co. 13.14: La gracia del Seor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunin
del Espritu Santo sean con todos vosotros. Amn.
43. Ro. 9.14-15, 18: Qu, pues, diremos? Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moiss
dice: tendr misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadecer del que yo me compadezca De
manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer endurece. Ro. 11.33: Oh profun-
didad de las riquezas de la sabidura y de la ciencia de Dios! Cun insondables son sus juicios, e inescrutables
sus caminos!. Ef. 1.11: En l asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al prop-
sito del que hace todas las cosas segn el designio de su voluntad. Cf. Is. 45.6-7.
44. Sal. 33.11: El consejo de Jehov permanecer para siempre; Los pensamientos de su corazn por todas
las generaciones. Ro. 9.22-23: Y qu, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soport
con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destruccin, y para hacer notorias las riquezas de su gloria,
las mostr para con los vasos de misericordia que l prepar de antemano para gloria. Ef. 1.4, 11: segn
nos escogi en l antes de la fundacin del mundo, para que fusemos santos y sin mancha delante de l En
l asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propsito del que hace todas las cosas
segn el designio de su voluntad. Cf. Is. 14.24; Hch. 2.23; 4.27-28.
P.13 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 165
45. 1 Ti. 5.21: Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, y de sus ngeles escogidos, que guardes
estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad.
46. Ef. 1.4-6: Segn nos escogi en l antes de la fundacin del mundo, para que fusemos santos y
sin mancha delante de l, en amor habindonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, segn el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo
aceptos en el Amado. 2 Ts. 2.13-14: Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros,
hermanos amados por el Seor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvacin, mediante la
santificacin por el Espritu y la fe en la verdad, a lo cual os llam mediante nuestro evangelio, para alcanzar la
gloria de nuestro Seor Jesucristo. Cf. Ef. 2.10; 1 P. 1.2.
47. Mt. 11.25-26: En aquel tiempo respondiendo Jess, dijo: Te alabo, Padre, Seor del cielo y de la tierra,
porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los nios. S, Padre, porque as te
agrad. Ro. 9.17-18, 21-22: Porque la Escritura dice a Faran: Para esto mismo te he levantado, para mostrar
en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer endurece O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer
de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? Y qu, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer
notorio su poder, soport con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destruccin. 2 Ti. 2.20:
Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino tambin de madera y de barro;
y uno son para usos honrosos, y otros para usos viles. 1 P. 2.8: Y: Piedra te tropiezo, y roca que hace caer,
porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron tambin destinados. Jud. 4: Porque
algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes haban sido destinados para esta conde-
nacin, hombres impos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el nico sobe-
rano, y a nuestro Seor Jesucristo.
48. Ef. 1.11: En l asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propsito del que
166 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.16
hace todas las cosas segn el designio de su voluntad. Cf. Sal. 148.8; Is. 40.12-31; Dn. 4.35; Hch. 4.24-28; Ap. 4.11.
49. He. 11.3: Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que
lo que se ve fue hecho de lo que no se vea. Pr. 16.4: Todas las cosa ha hecho Jehov para s mismo, Y aun el
impo para el da malo. Cf. Gn 1.1-31; Sal. 33.6, 9; Ro. 11.36; Ap. 4.11.
50. Col 1.16: Porque en l fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sea principados, sean potestades; todo fue creado por medio
de l y para l.
51. Sal. 104.4: El que hace a los vientos sus mensajeros, y a las llamas de fuego sus ministros.
52. Mt. 22.30: Porque en la resurreccin ni se casarn ni se darn en casamiento, sino sern como los ngeles
de Dios en el cielo. Lc. 20.36.
53. Mt. 25.31: Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ngeles con l, entonces
se sentar en su trono de gloria.
54. 2 S. 14.17: Tu sierva, pues, dice: Sea ahora de consuelo la respuesta de mi seor el rey, es como un ngel
de mi Seor para discernir entre lo bueno y lo malo. As Jehov tu Dios sea contigo. Mt. 24.36: Pero del da
y la hora nadie sabe, ni aun los ngeles de los cielos sino slo mi Padre.
55. 2 Ts. 1.7: y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Seor
Jess desde el cielo con los ngeles de su poder.
56. Sal. 103.20-21: Bendecid a Jehov, vosotros sus ngeles, poderosos en fortaleza, que ejecutis su palabra,
obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehov, vosotros todos sus ejrcitos, ministros suyos, que hacis
su voluntad. Cf. Sal. 91.11-12.
57. 2 P. 2.4: Porque si Dios no perdon a los ngeles que pecaron, sino que arrojndolos al infierno los
entreg a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;
58. Gn. 1.27: Y cre Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo cre; varn y hembra los cre. Cf.
Mt. 19.4.
59. Gn. 2.7: Entonces Jehov Dios form al hombre del polvo de la tierra, y sopl en su nariz aliento de
vida, y fue el hombre un ser viviente.
60. Gn. 2.22: Y de la costilla que Jehov Dios tom del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
61. Gn. 2.7: Entonces Jehov Dios form al hombre del polvo de la tierra, y sopl en su nariz aliento de
vida, y fue el hombre un ser viviente. Job 35.11: Que nos ensea ms que a las bestias de la tierra, y nos hace
sabios ms que a las aves del cielo?. Ec. 12.7: y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espritu vuelva a
Dios que lo dio. Mt. 10.28: Y no temis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed ms
bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Lc. 23.43: Entonces Jess le dijo: De cierto
P.18 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 167
tando y ordenando dicho estado, y todos los pecados de ellos, para su propia
gloria;76 y estableci al resto de los ngeles en santidad y felicidad,77 emplen-
dolos,78 segn su voluntad, en la administracin de su poder, misericordia
y justicia.79
Abraham. 2 P. 2.4: Porque si Dios no perdon a los ngeles que pecaron, sino que arrojndoles al infierno
los entreg a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio. Jud. 6: Y a los ngeles que no guardaron
su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para
el juicio del gran da. Cf. Jn. 8.44.
76. Job 1.12: Dijo Jehov a Satans: He aqu, todo lo que tiene est en tu mano; solamente no pongas tu
mano sobre l. Y sali Satans de delante de Jehov. Mt. 8.31: Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos
echas fuera, permtenos ir a aquel hato de cerdos. Cf. Lc. 10.17.
77. Mr. 8.38: Porque el que se avergonzare de m y de mis palabras en esta generacin adltera y pecadora,
el Hijo del Hombre se avergonzar tambin de l, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ngeles.
1 Ti. 5.21: Te encarezco delante de Dios y del Seor Jesucristo, y de sus ngeles escogidos, que guardes estas
cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad. H. 12.22: sino que os habis acercado al monte de
Sin, a la Ciudad del Dios vivo, Jerusaln la celestial, a la compaa de muchos millares de ngeles
78. Sal. 104.4: El que hace a los vientos sus mensajeros, y a las flamas de fuego sus ministros. Cf. Sal. 103.20.
79. 2 R. 19.35: Y aconteci que aquella misma noche sali el ngel de Jehov, y mat en el campamento
de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la maana, he aqu que todo era cuerpos
de muertos. He. 1.14: No son todos espritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que sern
herederos de la salvacin?
80. Gn. 2.8, 15-16: Y Jehov Dios plant un huero en Edn, al oriente; y puso all al hombre que haba
formado Tom, pues, Jehov Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edn, para que lo labrar y lo guar-
dase. Y mand Jehov Dios al hombre, diciendo: De todo rbol del huerto podrs comer.
81. Gn. 1.28: Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y seo-
read en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
82. Gn. 2.18: Y dijo Jehov Dios: No es bueno que el hombre est solo; le har ayuda idnea para l. Cf.
Mt. 19.3-9; Ef. 5.31.
83. Gn. 1.26-31: Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;
[] Y cre Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo cre; varn y hembra los cre. Y los bendijo Dios,
[] Y vio Dios todo lo que haba hecho, y he aqu que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la maana el
da sexta. Gn. 3.8: Y oyeron la voz de Jehov Dios que se paseaba en el huerto, al aire del da; y el hombre y
su mujer se escondieron de la presencia de Jehov Dios entre los rboles del huerto.
84. Gn. 2.3: Y bendijo Dios al da sptimo, y lo santific, porque en l repos de toda la obra que haba
P.21 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 169
hecho en la creacin.
85. Gl. 3.12: y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivir por ellas. Ro. 10.5:
Porque de la justicia que es por la ley Moiss escribe as: El hombre que haga estas cosas, vivir por ellas.
86. Gn. 2.9: Y Jehov Dios hizo nacer de la tierra todo rbol delicioso a la vista, y bueno para comer; tambin
el rbol de vida en medio del huerto, y el rbol de la ciencia del bien y del mal.
87. Gn. 2.17: mas del rbol de la ciencia del bien y del mal no comers; porque el da que de l comieres,
ciertamente morirs. Cf. Stg. 2.10.
88. Gn. 3.6-8, 13: Y vio la mujer que el rbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y rbol
codiciable para alcanzar la sabidura; y tom de su fruto, y comi; y tambin a su marido, el cual comi as como
ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas
de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehov Dios que se paseaba en el huerto, al aire del da;
y hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehov Dios entre los rboles del huerto. [] Entonces
Jehov Dios dijo a la mujer: Qu es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me enga, y com. Ec.
7.29: He aqu, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perver-
siones. 2 Co. 11.3: Y esto mismo os escrib, para que cuando llegue no tenga tristeza de parte de aqeullos de
quienes me debiera gozar; confiando en vosotros todos que mi gozo es el de todos vosotros.
89. Hch. 17.26: Porque en l vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas
tambin han dicho: Porque linaje suyo somos.
90. Gn. 2.16-17: Y mand Jehov Dios al hombre, diciendo: De todo rbol del huerto podrs comer; mas
del rbol de la ciencia del bien y del mal no comers; porque el da que de l comieres, ciertamente morirs.
Ro. 5.12, 20: Por tanto, como el pecado entr en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, as la
muerte pas a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Pero la ley se introdujo para que el pecado abun-
dase; mas cuando el pecado abund, sobreabund la gracia. Cf. 1 Co 15.21-22; Stg. 2.10.
170 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.24
y miseria.91
P.24. Qu es el pecado?
R. El pecado es toda falta de conformidad con la ley de Dios,
o la transgresin de la misma, la cual fue dada como norma a la cria-
tura racional.92
91. Ro. 5.12: Por tanto, como el pecado entr en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, as la
muerte pas a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Ro. 3.23: por cuanto todos pecaron, y estn
destituidos de la gloria de Dios. Cf. Gn. 3.16-19; Ef. 2.1.
92. Jn. 3.4: Todo aquel que comete pecado, infringe tambin la ley; pues el pecado es infraccin de la
ley. Gl. 3.10, 12: Porque todos los que dependen de las obras de la ley estn bajo maldicin, pues escrito est:
Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas y la ley
no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivir por ellas. Cf. Lv. 5.17; Stg. 4.17.
93. Ro. 5.12, 19: Por tanto, como el pecado entr en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte,
as la muerte pas a todos los hombres, por cuanto todos pecaron Porque as como por la desobediencia de
un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, as tambin por la obediencia de uno, los muchos sern
constituidos justos.
94. Gn. 6.5: Y vio Jehov que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los
pensamientos del corazn de ellos era de continuo solamente el mal. Ro. 3.10-19: Como est dicho: No hay
justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron
intiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua
engaan. Veneno de spides hay debajo de sus labios; Su boca est llena de maldicin y de amargura. Sus pies
se apresuran para derramar sangre: Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de
paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que estn
bajo la ley, para que toda se cierre y todo el mundo quede bajo juicio de Dios. Ro. 5.6: Porque Cristo, cuando
aun ramos dbiles, a su tiempo muri por los impos. Ro. 8.7-8: Por cuanto los designios de la carne son
enemistad contra Dios, porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven segn la carne
no pueden agradar a Dios. Ef. 2.1-3: Y l os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos
y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al prncipe
de la potestad del aire, el espritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales tambin todos
nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensa-
mientos, y ramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los dems.
95. Mt. 15.19: Porque del corazn salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
P.26 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 171
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Stg. 1.14-15: sino que cada uno es tentado,
cuando de su propia concupiscencia es atrado y seducido. Entonces la concupiscencia, despus que ha conce-
bido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Cf. Sal. 53.1-3.
96. Job 14.4: Quin har limpio a lo inmundo? Nadie. Job 15.14: Qu cosa es el hombre para que sea
limpio, Y para que se justifique el nacido de mujer?. Sal. 51.5: He aqu, en maldad he sido formado; Y en pecado
me concibi mi madre. Jn. 3.6: Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espritu, Espritu es.
97. Gn. 3.8, 10, 24: Y oyeron la voz de Jehov Dios que se paseaba en el huerto, al aire del da; y el hombre
y su mujer se escondieron de la presencia de Jehov Dios entre los rboles del huerto Y l respondi: O tu
voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escond Echo, pues, fuera al hombre, y puso al
oriente del Edn querubines, y una espada encendida que se revolva por todos los lados, para guardar el camino
del rbol de la vida. Cf. Jn. 8.34, 42, 44; Ef. 2.12.
98. Ef. 2.2-3: en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al
prncipe de la potestad del aire, el espritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales tambin
todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los
pensamientos, y ramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los dems. Ef. 5.6: Nadie os engae con
palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. Cf. Jn. 3.36; Ro. 1.18.
99. 2 Ti. 2.26: y escapen del lazo del diablo, en que estn cautivos a voluntad de l.
100. Gn. 2.17: mas del rbol de la ciencia del bien y del mal no comers; porque el da que de l comieres,
ciertamente morirs. Lm. 3.39: Por qu se lamenta el hombre viviente? Lamntese el hombre en su pecado.
Mt. 25.41, 46: Entonces dir tambin a los de la izquierda: Apartaos de m, malditos, al fuego eterno prepa-
rado para el diablo y sus ngeles. E irn stos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. Ro. 6.23: Porque la
paga del pecado es muerte, mas la ddiva de Dios es vida eterna en Cristo Jess Seor nuestro. Jud. 7: Como
Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aqullos, habiendo fornicado
e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
101. Ef. 4.18: Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en
ellos hay, por la dureza de su corazn.
102. Ro. 1.28: Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entreg a una mente reprobada,
para hacer cosas que no convienen.
172 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.29
103. 2 Ts. 2.11: Por esto Dios les enva un poder engaoso, para que crean la mentira.
104. Ro. 2.5: Pero por tu dureza y por tu corazn no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el da de
la ira y de la revelacin del justo juicio de Dios.
105. Gn. 4.13: Y dijo Can a Jehov: Grande es mi castigo para ser soportado. Is. 33.14: Los pecadores se
asombraron en Sin, espanto sobrecogi a los hipcritas. Quin de nosotros morar con el fuego consumidor?
Quin de nosotros habitar con las llamas eternas?. Mt. 27.4: diciendo: Yo he pecado entregando sangre
inocente. Mas ellos dijeron: Qu nos importa a nosotros? All t!
106. Ro. 1.26: Por esto Dios los entreg a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso
natural por el que es contra naturaleza.
107. Gn. 3.17: Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del rbol de que te
mand diciendo: No comers de l; maldita ser la tierra por tu causa; con dolor comers de ella toda tu vida.
108. Dt. 28.15, 68: Pero acontecer, si no oyeres la voz de Jehov tu Dios, para procurar cumplir todos sus
mandamientos y sus estatutos que yo te ntimo hoy, que vendrn sobre ti todas estas maldiciones, y te alcan-
zarn Y Jehov te har volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca ms volvers; y all
seris vendidos a vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habr quin os compre.
109. Ro. 6.21, 23: Pero qu fruto tenais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzis? Porque el
fin de ellas es muerte. Porque la paga del pecado es muerte, mas la ddiva de Dios es vida eterna en Cristo Jess
Seor nuestro.
110. 2 Ts. 1.9: Porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cmo os conver-
tisteis de los dolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero. Mr. 9.43-44: Si tu mano te fuere ocasin de
caer, crtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede
ser apagado, donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. Lc. 16.24: Entonces l, dando
voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de m, y enva a Lzaro para que moje la punta de su dedo en agua,
y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Cf. Mt. 25.41, 46; Jn. 3.36; Ap. 14.11.
111. 1 Ts. 5.9: Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvacin por medio de nuestro
Seor Jesucristo.
112. Gl. 3.10, 12: Porque todos los que dependen de las obras de la ley estn bajo maldicin, pues escrito
est: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas y
P.31 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 173
la ley no es de fe, sino que dice: el que hiciere estas cosas vivir por ellas. Cf. Gn. 3.17; Ro. 5.12, 15.
113. Ro. 3.20-22: Ya que por las obras de la ley ningn ser humano ser justificado delante de l; porque por
medio de la ley es el conocimiento del pecado. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios,
testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen
en l. Porque no hay diferencia. Gl. 3.21: Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera;
Porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. Tit. 3.4-7: Pero cuando se
manifest la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salv, no por obras de justicia
que nosotros hubiramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneracin y por la renova-
cin en el Espritu Santo, el cual derram por nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que
justificados por su gracia, vinisemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
114. Is. 53.10, 11: Con todo eso, Jehov quiso quebrantarlo, sujetndole a padecimiento. Cuando haya puesto
su vida para expiacin por el pecado, ver linaje, vivir por largos das, y la voluntad de Jehov ser en su mano
prosperada. Ver el fruto de la afliccin de su alma, y quedara satisfecho; por su conocimiento justificar mi siervo
justo a muchos, y llevar las iniquidades de ellos. Ro 5.15-21: Pero el don no fue como la transgresin; porque si
por la transgresin de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho ms para los muchos la gracia y el don
de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pec;
porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenacin, pero el don vino a causa de muchas
transgresiones para justificacin. Pues si por la transgresin de uno solo rein la muerte, mucho ms reinarn en
vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia. As que, como por
la transgresin de uno vino la condenacin a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino
a todos los hombres la justificacin de vida. Porque as como por la desobediencia de un hombre los muchos
fueron constituidos pecadores, as tambin por la obediencia de uno, los muchos sern constituidos justos. Pero la
ley se introdujo para que el pecado abundase, mas cuando el pecado abund, sobreabund la gracia; para que as
como el pecado rein para muerte, as tambin la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo,
Seor nuestro. Gl. 3.16: Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las
simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.
115. Gn. 3.15: Y pondr hostilidad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia ella; l te
herir en la cabeza, y tu le herirs en el taln (traduccin propia del traductor). Is. 42.6: Yo Jehov te he llamado
en justicia, y te sostendr por la mano; te guardar y te pondr por pacto al pueblo, por luz de las naciones. Jn.
6.27: Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo
del Hombre os dar; porque a ste seal Dios el Padre.
116. Jn. 5.11-12: Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida est en su Hijo. El
que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
174 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.33
117. Jn. 3.16: Porque de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, para que todo
aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Jn. 1.12: Mas a todos los que le recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad se ser hechos hijos de Dios.
118. Pr. 1.23: Volveos a mi reprensin; He aqu yo derramar mi Espritu sobre vosotros, Y os har saber
mis palabras.
119. 2 Co. 4.13: Pero teniendo el mismo espritu de fe, conforme a lo que est escrito: Cre por lo cual habl,
nosotros tambin creemos, por lo cual tambin hablamos. Cf. 1 Co. 12.3, 9; Ef. 2.8-10; 2 P. 1.1.
120. Gl. 5.22-23: Mas el fruto del Espritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, manse-
dumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
121. Ez. 36.27: Y pondr dentro de vosotros mi Espritu, y har que andis en mis estatutos, y guardis mis
preceptos, y los pongis por obra. Cf. Ef. 2.10.
122. Stg. 2.18, 22: Pero alguno dir: T tienes fe, y yo tengo obras. Mustrame tu fe sin tus obras, y yo te
mostrar mi fe por mis obras No ves que la fe actu juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccion
por las obras?
123. 2 Cor. 5.14-15: Porque el amor de Cristo nos constrie, pensando esto: que si uno muri por todos,
luego todos murieron; y por todos muri, para que los que viven, ya no vivan para s, sino para aquel que muri
y resucit por ellos.
124. Ef. 2.10: Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jess para buenas obras, las cuales Dios prepar
de antemano para que anduvisemos en ellas. Cf. Tit. 2.14.
125. 2 Co. 3.6-9: el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de letra, sino
del Espritu; por que de letra mata, mas el Espritu vivifica. Y si el ministerio de muerte grabado con letras en
piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moiss a causa de la
gloria de su rostro, la cual haba de perecer, cmo no ser mas bien con gloria el ministerio del Espritu? Porque
si el ministerio de condenacin fue con gloria, mucho mas abundar en gloria el ministerio de justificacin.
126. Ro. 15.8: Pues os digo, que Cristo Jess vino a ser siervo de la circuncisin para mostrar la verdad de
Dios, para confirmar las promesas hechas a los Padres.
127. Hch. 3.20, 24: y l enve a Jesucristo, que os fue antes anunciado; Y todos los profetas desde Samuel
en adelante, cuantos han hablado, tambin han anunciado estos das.
P.35 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 175
128. He. 10.1: Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas
, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada ao, hacer perfectos a los que se
acercan. Cf. Lv. 1-7.
129. Ro. 4.11: Y recibi la circuncisin como seal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando an
incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que tambin a ellos la fe les
sea contada por justicia.
130. 1 Co. 5.7: Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.
131. He. 9.13: Porque si la sangre de los toros y de los machos cabros, y las cenizas de la becerra rociadas a
los inmundos, santifican para la purificacin de la carne.
132. Gl. 3.7-9, 14: Sabed, por tanto que los que son de fe stos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo
que Dios haba de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En
ti sern benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham para
que en Cristo Jess la bendicin de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibisemos la
promesa del Espritu.
133. Mr. 16.15: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
134. Mt. 28.19-20: Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espritu Santo; ensendoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu
yo estar con vosotros todos los das hasta el fin del mundo. Amn.
135. 1 Co. 11.23-25: Porque yo recib del Seor lo que tambin os he enseado: Que el Seor Jess la noche
que fue entregado, tom pan; y habiendo dado gracias lo parti y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por
vosotros es partido; haced esto en memoria de m. Asimismo tom tambin la copa, despus de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis en memoria de
m. Cf. Mt. 26.28.
136. Mt. 28.19: Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espritu Santo. 2 Co. 3.6-18: el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo
pacto, no de letra, sino del Espritu; porque la letra mata, mas el Espritu vivifica.. He. 8.6, 10-11: Pero ahora
tanto mejor ministerio es el suyo, cuando es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
Por lo cual, este es el pacto que har con la casa de Israel Despus de aquellos das, dice el Seor: Pondr mis
leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazn las escribir; Y ser por ellos de Dios, Y ellos me sern a m por
pueblo; y ninguno ensear a su prjimo, ni ninguno a su hermano, diciendo; Conoce al Seor; porque todos
me conocern, desde el menor hasta el mayor de ellos.
176 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.36
137. 1 Ti. 2.5: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
Cf. Jn. 14.6; Hch. 4.12.
138. Jn. 1.1, 14: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios Y aquel Verbo
fue hecho carne y habit entre nosotros ( y vimos su gloria, gloria como del unignito hijo del Padre), lleno de
gracia y de verdad. Jn. 10.30: Yo y el Padre uno somos. Fil. 2.6: el cual, siendo en forma de Dios, no
estim el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. Cf. Sal. 2.7; Mt. 3.17; 17.5.
139. Gl. 4.4: Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envi a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley.
140. Lc. 1.35: Respondiendo el ngel, le dijo: El Espritu Santo vendr sobre ti, y el poder del Altsimo te
cubrir con su sombra; por lo cual tambin el Santo Ser que nacer, ser llamado Hijo de Dios. Ro. 9.5:
de quienes son los patriarcas, y de los cuales, segn la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas,
bendito por los siglos. Amn. Col. 2.9: porque en l habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.
He. 7.24-25: mas ste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede
tambin salvar perpetuamente a los que por l se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
141. Mt. 26.38: Entonces Jess les dijo: Mi alma est muy triste, hasta la muerte; quedaos aqu, y velad
conmigo. Jn. 1.14: Y aquel Verbo fue hecho carne y habit entre nosotros ( y vimos su gloria, gloria como
del unignito hijo del Padre), lleno de gracia y de verdad.
142. Lc. 1.27, 31, 35, 42: a una virgen desposada con un varn que se llamaba Jos, de la casa de David; y
el nombre de la virgen era Mara Y ahora, concebirs en tu vientre, y dars a luz un hijo, y llamars su nombre
Jess Respondiendo el ngel, le dijo: el Espritu Santo vendr sobre ti, y el poder del Altsimo te cubrir con
su sombra; por lo cual tambin el Santo Ser que nacer , ser llamado Hijo de Dios y exclam a gran voz, y
dijo: Bendita t entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. Gl. 4.4: pero cuando vino el cumpli-
miento del tiempo, Dios envi a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley.
143. He. 4.15: Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo segn nuestra semejanza, pero sin pecado. He. 7.26: que no tiene nece-
sidad cada da, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego
por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofrecindose a s mismo.
P.39 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 177
144. Hch. 2.24-25: al cual Dios levant, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese
retenido por ella. Porque David dice de l: Vea al Seor siempre delante de m; Porque est a mi diestra, no ser
conmovido. Ro. 1.4: que fue declarado Hijo de Dios con poder, segn el Espritu de santidad, por la resu-
rreccin de entre los muertos. Ro. 4.25: el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para
nuestra justificacin. He. 9.14: Cunto ms la sangre de Cristo, el cual mediante el Espritu eterno se ofreci
a s mismo sin mancha a Dios, limpiar vuestras conciencias de obras muertas para que sirvis al Dios vivo?.
145. Hch. 20.28: Por tanto, mirad por vosotros, y por todo rebao en que el Espritu Santo os ha puesto
por obispos, para apacentar la iglesia del Seor, la cual l gan por su propia sangre. He. 9.14: Cunto ms
la sangre de Cristo, el cual mediante el Espritu eterno se ofreci a s mismo sin mancha a Dios, limpiar vues-
tras conciencias de obras muertas para que sirvis al Dios vivo?. He. 7.25-28: por lo cual puede tambin
salvar perpetuamente a los que por l se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos, porque tal
sumo sacerdote nos convena: santo, inocente, sin manchas, apartado de los pecadores y hecho ms sublime
que los cielos; que no tiene necesidad cada da, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios
por sus propios pecados, y luego por los del pueblo. Porque esto lo hizo una vez para siempre, ofrecindose a s
mismo. Porque la ley constituye sumos sacerdotes a dbiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior
a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.
146. Ro. 3.24-26: Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redencin que es en Cristo
Jess, a quien Dios puso como propiciacin por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia,
a fin de que l sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jess.
147. Ef. 1.6: para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo en el Amado. Mt. 3.17: Y hubo
una voz de los cielos, que deca: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
148. Tit. 2.13, 24: aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestacin gloriosa de nuestro gran
Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a s mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar
para s un pueblo propio, celoso de buenas obras.
149. Gl. 4.6: aun Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
150. Lc. 1.68-69, 71, 74: Bendito el Seor Dios de Israel, Que ha visitado y redimido a su pueblo, Y nos
levant un poderos Salvador En la casa de David su siervo, Salvacin de nuestros enemigos, y de la mano de
todos los que nos aborrecieron; Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviramos.
151. He. 5.8-9: Y aunque era Hijo, por lo que padeci aprendi la obediencia; y habiendo sido perfeccionado,
vino a ser autor de eterna salvacin para todos los que le obedecen. He. 9.11-15: pero estando ya presente
Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el ms amplio y ms perfecto tabernculo, no hecho de
manos, es decir, no de esta creacin, y no por sangre de machos cabros ni de becerros, sino por su propia sangre,
entr una vez para siempre en el Lugar Santsimo, habiendo obtenido eterna redencin. Porque si la sangre de
los toros y de los machos cabros, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purifi-
cacin de la carne, cunto ms la sangre de Cristo, el cual mediante el Espritu eterno se ofreci a s mismo sin
manchas a Dios, limpiar vuestras conciencias de obras muertas para que sirvis al Dios vivo? As que, por eso
es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisin de las transgresiones que haba
178 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.40
Sal. 45.7: has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungi Dios, el Dios tuyo, con leo de
alegra ms que a tus compaeros.
162. Mt. 28.18-20: y Jess se acerc y les habl diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra. Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espritu Santo; ensendoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu yo estoy con voso-
tros todos los das, hasta el fin del mundo. Amn. Jn. 6.27: Trabajad, no por la comida que perece, sino por la
comida que a vida eterna permane ce, la cual el Hijo del Hombre os dar; porque a ste seal Dios el Padre.
163. Lc. 4.18, 21: El Espritu del Seor est sobre m, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazn; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los
ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; Y comenz a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante
de vosotros. Hch. 3.21-22: a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restau-
racin de todas las cosas, de que habl Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
Porque Moiss dijo a los padres: El Seor vuestro Dios os levantar profeta de entre vuestros hermanos, como
a m; a l oiris en todas las cosas que os hable.
164. He. 4.14-15: Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspas los cielos, Jess el Hijo de
Dios, retengamos nuestra profesin. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de
nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo segn nuestra semejanza, pero sin pecado. He. 5.5-7:
As tampoco Cristo se glorific a s mismo hacindose sumo sacerdote, sino el que le dijo: T eres mi Hijo,
Yo te he engendrado hoy. Como tambin dice en otro lugar: T eres sacerdote para siempre, Segn el orden de
Melquisedec. Y Cristo, en los das de su carne, ofreciendo ruegos y splicas con gran clamor y lgrimas al que le
poda librar de la muerte, fue odo a causa de su temor reverente.
165. Sal. 2.6: Pero yo he puesto mi rey Sobre Sin, mi santo monte. Is. 9.6-7: Tambin su amor y su odio
y su envidia fenecieron ya; y nunca ms tendrn parte en todo lo que se hace debajo del sol. Anda, y come tu pan
con gozo, y bebe tu vino con alegre corazn; porque tus obras ya son agradables a Dios. Mt. 21.5: Decid a la
hija de Sin: He aqu, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de
carga. Fil. 2.8-11: y estando en la condicin de hombre, se humill a s mismo, hacindose obediente hasta
la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios tambin le exalt hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre, para que en el nombre de Jess se doble toda rodilla de los que estn en los cielos, y en la tierra, y
debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Seor, para gloria de Dios Padre.
166. Jn. 1.18: A Dios nadie le vio jams; el unignito Hijo, que est en el seno del Padre, l le ha dado a
conocer.
167. 2 P. 1.10-12: Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligen-
temente indagaron acerca de esta salvacin, escudriando qu persona y qu tiempo indicaba el Espritu de
Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendran
tras ellos. A stos se les revel que no para s mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os
son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espritu Santo enviado del cielo; cosas en las
cuales anhelan mirar los ngeles.
180 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.44
168. He. 1.1-2: Dios, habiendo hablado de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
en estos postreros das nos ha hablado por el Hijo, a quien constituy heredero de todo, y por quien asimismo
hizo el universo.
169. Jn. 15.15: Ya no os llamar siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su seor; pero os he llamado
amigos, porque todas las cosas que o de mi Padre, os las he dado a conocer.
170. Jn. 20.31: Pero stas se han escrito para que creis que Jess es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que
creyendo, tengis vida en su nombre. Hch. 20.32: Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su
gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. Ef. 4.11-13: Y l mismo
constituy a unos, apstoles; a otros profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar
a los santos para la obra del ministerio, para la edificacin de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la
fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varn perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
171. He. 9.14, 28: Cunto ms la sangre de Cristo, el cual mediante el Espritu eterno se ofreci a s mismo
sin mancha a Dios, limpiar vuestras conciencias de obras muertas para que sirvis al Dios vivo? as tambin
Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecer por segunda vez, sin relacin
con el pecado, para salvar a los que le esperan.
172. He. 2.17: Por lo cual deba ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel
sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
173. He. 7.25: Por lo cual puede tambin salvar perpetuamente a los que por l se acercan a Dios, viviendo
siempre para interceder por ellos.
174. Is. 4.4-5: cuando el Seor lave las inmundicias de las hijas de Sin, y limpie la sangre de Jerusaln
de en medio de ella, con espritu de juicio y con espritu de devastacin. Y crear Jehov sobre toda la morada
del monte de Sin, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de da, y de noche resplandor
de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habr un dosel. Hch. 15.14-16: Simn ha contado cmo
Dios visit por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las
palabras de los profetas, como est escrito: Despus de esto volver Y reedificar el tabernculo de David, que
est cado; Y reparar sus ruinas, Y lo volver a levantar. Cf. Gn. 49.10; Sal. 110.3:
175. Is 33.22: Porque Jehov es nuestro juez, Jehov es nuestro legislador, Jehov es nuestro Rey; l mismo
nos salvar.
176. Mt. 18.17-18: Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publi-
cano. De cierto os digo que todo lo que atis en la tierra, ser atado en el cielo; y todo lo que desatis en la tierra,
P.46 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 181
ser desatado en el cielo. 1 Co. 5.4-5: En el nombre de nuestro Seor Jesucristo, reunidos vosotros y mi esp-
ritu, con el poder de nuestro Seor Jesucristo, el tal sea entregado a Satans para destruccin de la carne, a fin
de que el espritu sea salvo en el da del Seor Jess.
177. Hch. 5.31: A ste, Dios ha exaltado con su diestra por Prncipe y Salvador, para dar a Israel arrepenti-
miento y perdn de pecados.
178. Ap. 22.12: He aqu yo vengo pronto, y mi galardn conmigo, para recompensar a cada uno segn sea
su obra.
179. Ap. 3.19: Yo reprendo y castigo a todos los que amo; s, pues, celoso, y arrepintete.
180. Is. 63.9: En toda angustia de ellos l fue angustiado, y el ngel de su faz los salv; en su amor y en su
clemencia los redimi, y los trajo, y los levant todos los das de la antigedad.
181. Sal. 110.1-7: Jehov dijo a mi Seor: Sintate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado
de tus pies. Jehov enviar desde Sin la vara de tu poder; domina en medio de tus enemigos. Tu pueblo se te
ofrecer voluntariamente en el da de tu poder, en la hermosura de la santidad. Desde el seno de la aurora tienes
t el roco de tu juventud. Jur Jehov, y no se arrepentir: T eres sacerdote para siempre segn el orden de
Melquisedec. El Seor est a tu diestra; quebrantar a los reyes en el da de su ira. Juzgar entre las naciones,
las llenar de cadveres; quebrantar las cabezas en muchas tierras. Del arroyo beber en el camino, por lo cual
levantar la cabeza. 1 Co. 15.25: Porque preciso es que l reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos
debajo de sus pies.
182. Ro. 14.10-11: Pero t, Por qu juzgas a tu hermano? O t tambin, por qu menosprecias a tu hermano?
Por qu todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito esta: Vivo yo, dice el Seor, que ante
m se doblara toda rodilla, Y toda lengua confesar a Dios.
183. Ro. 8.28: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propsito son llamados.
184. 2 Ts 1.8-9: Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Seor, no slo en Macedonia
y Acaya, sino que tambin en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos
necesidad de hablar nada; porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cmo
os convertisteis de los dolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero. Sal 2.8-9: Pdeme, y te dar por
herencia las naciones, y como posesin tuya los confines de la tierra. los quebrantars con vara de hierro; como
vasija de alfarero los desmenuzars.
185. Lc. 1.31: Y ahora, concebirs en tu vientre, y dars a luz un hijo, y llamars su nombre JESS. Hch.
2.24: el cual Dios levant, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por
182 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.47
ella. 2 Co. 8.9: porque ya conocis la gracia de nuestro Seor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo
pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. Fil. 2.6-8: el cual, siendo en
forma de Dios, no estim el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despoj a s mismo, tomando
forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condicin de hombre, se humill a s mismo,
hacindose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
186. Lc. 2.7: Y dio a luz a su hijo primognito, y lo envolvi en paales, y lo acost en un pesebre, porque
no haba lugar para ellos en el mesn. Jn. 1.14, 18: Y aquel Verbo fue hecho carne, y habit entre nosotros ( y
vimos su gloria, gloria como el unignito del Padre), lleno de gracia y de verdad A Dios nadie le vio jams; el
unignito Hijo, que est en el seno del Padre, l le ha dado a conocer. Gl. 4.4: Pero cuando vino el cumpli-
miento del tiempo, Dios envi a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley.
187. Gl. 4.4: Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envi a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley.
188. Mt. 5.17: No pensis que he venido para abrogar la ley o los profetas, no he venido para abrogar, sino
para cumplir. Ro. 5.19: porque as como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron consti-
tuidos pecadores, as tambin por la obediencia de uno, los muchos sern constituidos justos.
189. Sal. 22.6: Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
He. 12.2-3: puestos los ojos en Jess, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de
l sufri la cruz, menospreciando el oprobio, y se sent a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que
sufri tal contradiccin de pecadores contra s mismo, para que vuestro nimo no se canse hasta desmayar.
190. Mt. 4.1-12: Entonces Jess fue llevado por el Espritu al desierto, para ser tentado por el Diablo. Cuando
Jess oy que Juan estaba preso, volvi a Galilea. Lc. 4.13: Y cuando el diablo hubo acabado toda tenta-
cin, se apart de l por tiempo.
191. Is. 3.13-14: El SEOR se levanta para contender, est en pie para juzgar a los pueblos. El SEOR
entra en juicio con los ancianos de su pueblo y con sus prncipes: Pues vosotros habis devorado la via,
el despojo del pobre est en vuestras casas. He. 2.17-18: Por tanto, tena que ser hecho semejante a sus
hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas que a Dios
ataen, para hacer propiciacin por los pecados del pueblo. Pues por cuanto l mismo fue tentado en el
sufrimiento, es poderoso para socorrer a los que son tentados. He. 4.15: Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como
nosotros, pero sin pecado.
P.49 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 183
192. Mt. 27.4: diciendo. Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: Qu nos importa
a nosotros? All t!
193. Mt. 26.56: Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos
los discpulos, dejndole, huyeron.
194. Is. 53.2-3: Subir cual renuevo delante de l, y como raz de tierra seca; no hay parecer en l, ni hermo-
sura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombre, varn de
dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de l el rostro, fue menospreciado, y no lo esti-
mamos.
195. Mt. 27.26-50: Entonces les solt a Barrabs; y habiendo azotado a Jess, le entreg para ser crucificado.
Mas Jess, habiendo otra vez clamado a gran voz, entreg el espritu... Jn 19.34: Pero uno de los soldados le
abri el costado con una lanza, y al instante sali sangre y agua.
196. Mt. 27.46: Y estando en agona, oraba ms intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre
que caan hasta la tierra. Lc. 22.44: Cerca de la hora novena, Jess clam a gran voz, diciendo: El, El, lama
sabactani? Esto es: Dios mo, Dios mo, por qu me has desamparado?
197. Is. 53.10: Con todo eso, Jehov quiso quebrantarlo, sujetndole a padecimiento. Cuando haya puesto
su vida en expiacin por el pecado, ver linaje, vivir por largos das, y la voluntad de Jehov ser en su mano
prosperada.
198. Gl. 3.13: Cristo nos redimi de la maldicin de la ley, hecho por nosotros maldicin (porque est
escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero). Fil. 2.8: y estando en la condicin de hombre, se
humill a s mismo, hacindose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. He. 12.2: Puestos los ojos en
Jess, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de l sufri la cruz, menospreciando el
oprobio, y se sent a la diestra del trono de Dios.
199. 1 Co. 15.3-4: porque primeramente os he enseado lo que asimismo recib: Que Cristo muri por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado. y que resucit al tercer da, conforme a las
Escrituras.
200. Sal. 16.10: Porque no dejars mi alma en el Seol, ni permitirs que tu santo vea corrupcin. Mt. 12.40:
Porque como estuvo Jons en el vientre del gran pez tres das y tres noches, as estar el Hijo del Hombre en
el corazn de la tierra tres das y tres noches. Hch. 2.24-27, 31: al cual Dios levant, sueltos los dolores de
184 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.51
la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. Porque David dice de l: Vea al Seor siempre
delante de m; Porque est a mi diestra, no ser conmovido. Por lo cual mi corazn se alegr, y se goz mi lengua,
Y aun mi carne descansar en esperanza; Porque no dejars mi alma en el Hades, Ni permitirs que tu Santo vea
corrupcin. Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenars de gozo con tu presencia. vindolo antes,
habl de la resurreccin de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupcin. Ro. 6.9:
abiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseorea ms de l.
201. 1 Co. 15.4: y que fue sepultado, y que resucit al tercer da, conforme a las Escrituras.
202. Mr. 16.19: Y el Seor, despus que les habl, fue recibido arriba en el cielo, y se sent a la diestra de
Dios.
203. Ef. 1.20: la cul oper en Cristo, resucitndole de los muertos y sentndole a su diestra en los
lugares celestiales.
204. Hch. 1.11: los cuales tambin les dijeron: Varones galileos, por qu estis mirando al cielo? Este
mismo Jess, que ha sido tomado de vosotros al cielo, as vendr como le habis visto ir al cielo. Hch. 17.31:
Por cuanto ha establecido un da en el cual juzgar al mundo con justicia, por aquel varn quien design, dando
fe a todos con haberle levantado de los muertos.
205. Hch. 2.24, 27: al cual Dios levant, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que
fuese retenido por ella. Porque no dejars mi alma en el Hades, Ni permitirs que tu Santo vea corrupcin.
206. Lc. 24.39: Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espritu no tiene
carne ni huesos, como veis que yo tengo.
207. Ro. 4.9: Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisin, o tambin para los de la
incircuncisin? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. Ap. 1.18: y el que vivo, y
estuve muerto; mas he aqu que vivo por los siglos de los siglos, amn. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
208. Jn. 10.18: Nadie me la quita, sino que yo de m mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo
poder para volverla a tomar. Este mandamiento recib de mi Padre.
209. Ro. 1.4: que fue declarado Hijo de Dios con poder, segn el Espritu de santidad, por la resurrec-
cin de entre los muertos.
210. Ro. 8.34: Quin es el que condenar? Cristo es el que muri; ms aun, el que tambin resucit, el que
adems est a la diestra de Dios, el que tambin intercede por nosotros.
211. He. 2.14: As que, por cuanto los hijos participaron de la carne y sangre, l tambin particip de lo
P.53 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 185
los vivos y de los muertos:212 todo lo cual hizo como persona pblica,213 la
Cabeza de su Iglesia,214 para la justificacin de ella,215 para vivificarla en
gracia,216 defenderla de sus enemigos,217 y asegurarle la resurreccin de entre
los muertos en el da final.218
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tena el imperio de la muerte, esto es, al diablo.
212. Ro. 14.9: Porque Cristo para esto muri y resucit, y volvi a vivir, para ser Seor as de los muertos
como de los que viven.
213. 1 Co. 15.21-22: Porque por cuanto la muerte entr por un hombre, tambin por un hombre la resu-
rreccin de los muertos. Porque as como en Adn todos mueren, tambin en Cristo todos sern vivificados.
214. Ef. 1.20, 22-23: la cual oper en Cristo, resucitndole de los muertos y sentndole a su diestra en los
lugares celestiales, y someti todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la
cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Col. 1.18: y l es la cabeza del cuerpo que
es la iglesia, l que es el principio, el primognito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia.
215. Ro. 4.25: el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificacin.
216. Ef. 2.1, 5-6: Y l os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente
con l nos resucit, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jess. Col. 2.12: sepul-
tados con l en el bautismo, en el cual fuisteis tambin resucitados con l, mediante la fe en el poder de Dios
que le levant de los muertos.
217. 1 Co. 15.25-27: Porque preciso es que l reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de
sus pies. Y el postrer enemigo que ser destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujet debajo de sus
pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a l, claramente se excepta aquel que sujet a l
todas las cosas.
218. 1 Co. 15.20: Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Cf. 1 Ts. 4.14.
219. Hch. 1.2-3: hasta el da en que fue recibido arriba, despus de haber dado mandamientos por el
Espritu Santo a los apstoles que haba escogido; a quienes tambin, despus de haber padecido, se present
vivo con muchas pruebas indubitables, aparecindoseles durante cuarenta das y hablndoles acerca del reino
de Dios.
220. Mt. 28.19-20: Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo; ensendoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu
yo estoy con vosotros todos los das, hasta el fin del mundo. Amn.
221. He. 6.20: donde Jess entr por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre
segn el orden de Melquisedec.
222. Ef. 4.8: Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llev cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.
186 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.54
recibir all dones para los hombres,223 para elevar nuestras inclinaciones
hacia el cielo,224 y para preparar un lugar para nosotros,225 donde l mismo
est, y donde continuar hasta su segunda venida al fin del mundo.226
223. Hch. 1.9-11: Y habiendo dicho estas cosas. vindolo ellos, fue alzado, y le recibi una nube que le
ocult de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que l se iba, he aqu se pusieron
junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales tambin les dijeron: Varones galileos por qu estis
mirando al cielo? Este mismo Jess, que ha sido tomado de vosotros al cielo, as vendr como le habis visto ir al
cielo. Ef. 4.10: El que descendi, es el mismo que tambin subi por encima de todos los cielos para llenarlo
todo. Sal. 68.18: Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, Tomaste dones para los hombres, Y tambin para
los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.
224. Col. 3.1-2: Si, pues, habis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde est Cristo sentado
a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
225. Jn. 14.3: Y si me fuere y os prepare lugar, vendr otra vez, y os tomar a m mismo, para que donde yo
estoy, vosotros tambin estis.
226. Hch. 3.21: a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauracin
de todas las cosas, de que habl Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
227. Fil. 2.9: Por lo cual Dios tambin le exalt hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre.
228. Sal. 16.11: Me mostrars la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra
para siempre. Hch. 2.28: Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenars de gozo con tu presencia.
229. Jn. 17.5: Ahora pues, Padre, glorifcame t al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que
el mundo fuese.
230. Ef. 1.22: y someti todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.
1 P. 3.22: quien habiendo subido al cielo est a la diestra de Dios; y a l estn sujetos ngeles, autoridades
y potestades.
231. Sal. 110.1: Jehov dijo a mi Seor: Sintate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado
de tus pies. Ef. 4.10-12: El que descendi, es el mismo que tambin subi por encima de todos los cielos para
llenarlo todo. Y l mismo constituy a unos, apstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificacin del cuerpo de Cristo.
232. Ro. 8.34: Quin es el que condenar? Cristo es el que muri; ms aun, el que tambin resucit, el que
adems est a la diestra de Dios, el que tambin intercede por nosotros.
233. He. 9.12, 24: y no por sangre de machos cabros ni de becerros, sino por su propia sangre, entr
P.56 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 187
una vez para siempre en el Lugar Santsimo, habiendo obtenido eterna redencin Porque no entr Cristo
en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por noso-
tros ante Dios.
234. He. 1.3: el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta
todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificacin de nuestros pecados por medio de
s mismo, se sent a la diestra de la Majestad en las alturas.
235. Jn. 3.16: Porque de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, para que todo
aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Jn. 17.9, 20, 24: Yo ruego por ellos; no ruego por
el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son. Mas no ruego solamente por stos, sino tambin por
los que han de creer en m por la palabra de ellos. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy,
tambin ellos estn conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de
la fundacin del mundo.
236. Ro. 8.33-34: Quin acusar a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. Quin es el que conde-
nar? Cristo es el que muri; ms aun, el que tambin resucit, el que adems est a la diestra de Dios, el que
tambin intercede por nosotros.
237. Ro. 5.1-2: Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Seor Jesucristo;
por quien tambin tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la espe-
ranza de la gloria de Dios. 1 Jn. 2.1-2: Hijitos mos , estas cosas os escribo para que no pequis; y si alguno
hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y l es la propiciacin por nuestros
pecados; y no solamente por los nuestros, sino tambin por los de todo el mundo.
238. He. 4.16: Acerqumonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro.
239. Ef. 1.6: para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.
240. 1 P. 2.5: vosotros tambin, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
241. Hch. 3.14-15: Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, y
matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.
242. Mt. 24.30: Entonces aparecer la seal del Hijo Hombre en el cielo; y entonces lamentarn todas
las tribus de la tierra, y vern al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
188 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.57
243. Mt. 25.31: Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ngeles con l, entonces
se sentar en su trono de gloria. Lc. 9.26: Porque el que se avergonzare de m y de mis palabras, de ste se
avergonzar el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ngeles.
244. 1 Ts. 4.16: Porque el Seor mismo con voz de mando, con voz de arcngel, y con trompeta de Dios,
descender del cielo; y los muertos en Cristo resucitarn primero.
245. Hch. 17.31: por cuanto ha establecido un da en el cual juzgar al mundo con justicia, por aquel
varn a quien design, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.
246. He. 9.12: y no por sangre de machos cabros ni de becerros, sino por su propia sangre, entr una
vez para siempre en el Lugar Santsimo, habiendo obtenido eterna salvacin.
247. 2 Co. 1.20: Porque todas las promesas de Dios son en l S, y en l Amn, por medio de nosotros, para
la gloria de Dios.
248. Jn. 1.11-12: A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
249. Tit. 3.5-6: nos salv, no por obras de justicia que nosotros hubiramos hecho, sino por su miseri-
cordia, por el lavamiento de la regeneracin y por la renovacin en el Espritu Santo, el cual derram en noso-
tros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.
250. Jn. 6.37, 39: todo lo que el Padre me da, vendr a m; y al que a m viene, no le echo fuera Y
esta es la voluntad del Padre, el que me envi: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo
resucite en el da postrero. Jn. 10.15-16: as como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo
mi vida por las ovejas. Tambin tengo otras ovejas que no son de este redil; aqulla tambin debo traer,
y oirn mi voz; y habr un rebao, y un pastor. Ef. 1.13-14: En l tambin vosotros, habiendo odo la
palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvacin, y habiendo credo en l, fuisteis sellados con el Espritu
Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redencin de la posesin adquirida, para
alabanza de su gloria.
251. 2 Co. 4.13: Pero teniendo el mismo espritu de fe, conforme a lo que est escrito: Cre, por lo cual habl,
nosotros tambin creemos, por lo cual tambin hablamos. Ef. 2.8: Porque por gracia sois salvos por medio
de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.
P.60 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 189
252. Ro. 10.14: Cmo, pues, invocarn a aquel en el cual no han credo? Y cmo creern en aquel de quien
no han odo? Y cmo oirn sin haber quien les predique?
253. Jn. 1.10-12: En el mundo estaba, y el mundo por l fue hecho; pero el mundo no le conoci. A lo suyo
vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios. Ef. 2.12: En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadana de Israel y
ajenos a los pactos de la promesa , sin esperanza y sin Dios en el mundo. 2 Ts. 1.8-9: en llama de fuego, para
dar retribucin a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Seor Jesucristo; los cuales
sufrirn pena de eterna perdicin, excluidos de la presencia del Seor y de la gloria de su poder.
254. Jn. 8.24: Por es os dije que moriris en vuestros pecados; porque si no creis que yo soy, en vuestros
pecado moriris. Mr. 16.16: El que creyere y fuere bautizado, ser salvo; mas el que no creyere, ser conde-
nado.
255. 1 Co. 1.20-24: Dnde est el sabio? Dnde est el escriba? Dnde est el disputador de este siglo?
No ha enloquecido Dios la sabidura del mundo? Pues ya que en la sabidura de Dios, el mundo no conoci a
Dios mediante la sabidura, agrad a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicacin. Porque los judos
piden seales, y los griegos buscan sabidura; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judos cier-
tamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, as judos como griegos, Cristo poder
de Dios, y sabidura de Dios.
256. Jn. 4.22: Vosotros adoris lo que no sabis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvacin
viene de los judos. Ro. 9.31-32: mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanz. Por qu? Porque
iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo. Fil. 3.4-9:
Aunque yo tengo tambin de qu confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qu confiar en la carne, yo
ms: circuncidado al octavo da, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamn, hebreo de hebreo; en cuanto a la
ley, fariseo; en cuento a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero
cuantas cosas eran para m ganancias, las he estimado como prdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun
estimo todas las cosas como prdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jess, mi Seor, por amor
del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en l, no teniendo mi propia
justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.
257. Hch. 4.12: Y en ningn otro hay salvacin; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres,
en que podamos ser salvos.
258. Ef. 5.23: porque el marido es cabeza de la mujer, as como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es
su cuerpo, y l es su salvador.
190 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.62
visible son salvos; sino solamente los que son verdaderos miembros de la
iglesia invisible.259
259. Jn. 12.38-40: para que se cumpliese la palabra del profeta Isaas, que dijo: Seor, quin ha credo
a nuestro anuncio? Y a quin se ha revelado el brazo del Seor? Por esto no podas creer, porque tambin dijo
Isaas: Ceg los ojos de ellos, y endureci su corazn; Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazn,
Y se conviertan, y yo los sane. Ro. 9.6: No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que
descienden de Israel son israelitas. Mt. 22.14: Porque muchos son llamados, y pocos escogidos. Mt. 7.21:
No todo el que me dice Seor , Seor, entrar en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre
que est en los cielos. Ro. 11.7: Qu pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos s
lo han alcanzado, y los dems fueron endurecidos.
260. Ro. 15.9-12: y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como est escrito: Por
tanto, yo te confesar entre los gentiles, Y cantar a tu nombre Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo.
Alabad al Seor todos los gentiles, Y magnificadle todos los pueblos. Y otra vez dice Isaas: Estar la raz de Isa,
Y el que se levantar a regir los gentiles; Los gentiles esperarn en l. 1 Co. 1.2: a la iglesia de Dios que
est en Corinto, a los santificados en Cristo Jess, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar
invocan el nombre de nuestro Seor Jesucristo, Seor de ellos y nuestro. 1 Co. 12.13: Porque por un slo
Espritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos
dio a beber de un mismo Espritu. Ap. 7.9: Despus de esto mir, y he aqu una gran multitud, la cual nadie
poda contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del
Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos. Sal. 2.8: Pdeme, y te dar por herencia las
naciones, y como posesin tuya los confines de la tierra. Sal. 22.27-31: Se acordarn, y se volvern a Jehov
todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarn delante de ti. Porque de Jehov es
el reino, y l regir las naciones. Comern y adorarn todos los poderosos de la tierra; se postrarn delante de
l todos los que descienden al polvo, aun el que no puede conservar la vida a su propia alma. La posteridad le
servir; esto ser contado de Jehov hasta la postrera generacin. Vendrn, y anunciarn su justicia; a pueblo
no nacido an, anunciarn que l hizo esto. Sal. 45.17: Har perpetua la memoria de tu nombre en todas las
generaciones, por lo cual te alabarn los pueblos eternamente y para siempre. Mt. 28.19-20: Por tanto, id, y
haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo;
ensendoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu yo estoy con vosotros todos los das,
hasta el fin del mundo. Amn. Is. 59.21: Y este ser mi pacto con ellos, dijo Jehov: El Espritu mo que est
sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, de los hijos de tus hijos, dijo Jehov, desde ahora y para siempre.
261. 1 Co. 7.14: Porque el marido incrdulo es santificado en la mujer, y la mujer incrdula en el marido;
pues de otra manera vuestros hijos seran inmundos, mientras que ahora son santos. Hch. 2.39: Porque para
vosotros es la promesa, y para vuestros hijos y para todos los que estn lejos; para cuntos el Seor nuestros Dios
llamare. Ro. 11.16: Si las primicias son santas, tambin lo es la masa restante; y si la raz es santa, tambin lo son
las ramas. Gn. 17.7: Y establecer mi pacto entre m y ti, y tu descendencia despus de ti en sus generaciones,
P.64 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 191
bajo sus pies, y a l lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel
que lo llena todo en todo. Jn. 10.16: Tengo otras ovejas que no son de este redil; a sas tambin me es nece-
sario traerlas, y oirn mi voz, y sern un rebao con un solo pastor. Jn. 11.52: y no slo por la nacin, sino
tambin para reunir en uno a los hijos de Dios que estn esparcidos.
268. Jn. 17.21: para que todos sean uno; como t, oh Padre, en m, y yo en ti, que tambin ellos sean uno en
nosotros; para que el mundo crea que t me enviaste. Ef. 2.5-6: aun estando nosotros muertos en pecados,
nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con l nos resucit, y asimismo nos
hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jess. Jn. 17.24: Padre, aquellos que me has dado, quiero que
donde yo estoy, tambin ellos estn conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado
desde antes de la fundacin del mundo
269. Ef. 1.22: y someti todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.
Ef. 2.6-7: y juntamente con l nos resucit, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jess para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros
en Cristo Jess. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.
270. 1 Co. 6.17: Pero el que se une al Seor, un espritu es con l. Jn. 10.28: y yo les doy vida eterna;
y no perecern jams, ni nadie las arrebatar de mi mano. Ef. 5.23, 30: porque el marido es cabeza de la
mujer, as como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y l es su Salvador porque somos miem-
bros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
271. 1 P. 5.10: Mas el Dios de toda gracia, que nos llam a su gloria eterna en Jesucristo, despus que hayis
padecido un poco de tiempo, l mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1 Co. 1.9: Fiel es Dios,
por el cual fuisteis llamados a la comunin con su Hijo Jesucristo nuestro Seor.
272. Jn. 5.25: De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirn la voz del Hijo
de Dios; y los que la oyeren vivirn. Ef. 1.18-20: alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que
sepis cul es la esperanza a que l os ha llamado, y cules las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
y cul la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, segn la operacin del poder
de su fuerza, la cual oper en Cristo, resucitndole de los muertos y sentndole a su diestra en los lugares celes-
tiales. 2 Ti. 1.8-9: Por tanto, no te avergences de dar testimonio de nuestro Seor, ni de m, preso suyo, sino
participa de las aflicciones por el evangelio segn el poder de Dios, quien nos salv y llam con llamamiento
santo, no conforme a nuestras obras, sino segn el propsito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jess
P.68 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 193
por nada que haya en ellos que mueva a Dios para amarlos),273 en el tiempo
por l aceptable, los invita y los acerca a Cristo mediante su Palabra y su
Espritu;274 iluminando sus mentes salvficamente,275 renovando y determi-
nando poderosamente sus voluntades,276 de tal modo que ellos (aunque estn
en s mismos muertos en pecado) por este medio les da la voluntad y capa-
cidad de responder libremente a este llamado y aceptar y abrazar la gracia
que en ello se les ofrece y trasmite.277
voluntad. Dt. 30.6: Y circuncidar Jehov tu Dios tu corazn, y el corazn de tu descendencia, para que ames
a Jehov tu Dios con todo tu corazn, y con toda alma a fin de que vivas.
278. Hch. 13.48: Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Seor, y creyeron
todos los que estaban ordenados para vida eterna.
279. Mt. 22.14: Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
280. Mt. 7.22: Muchos me dirn en aquel da: Seor, Seor, no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?. Mt. 13.20-21: Y el que fue sembrado
en pedregales, ste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raz en s, sino que es
de corta duracin, pues al venir la afliccin o la persecucin por causa de la palabra, luego tropieza. He. 6.4-6:
porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos
partcipes del Espritu Santo y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo veni-
dero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para s mismos al Hijo
de Dios y exponindole a vituperio
281. Jn. 12.38-40: para que se cumpliese la palabra del profeta Isaas que dijo: Seor, quin ha credo
ha nuestro anuncio? Y a quin se ha revelado el brazo del Seor? Por esto no podan creer, porque tambin dijo
Isaas: Ceg los ojos de ellos, y endureci su corazn; Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazn,
Y se conviertan, y yo les sane. Hch. 28.25-27: Y como no estuviesen de acuerdo entre s, al retirarse, les dijo
Pablo esta palabra: Bien habl el Espritu Santo por medio del profeta Isaas a nuestros Padres diciendo: Ve a
este pueblo, y diles: De odo oiris, y no entenderis; Y viendo veris y no percibiris; Porque el corazn de este
pueblo se ha engrosado, Y con los odos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los
ojos, Y entiendan de corazn, Y se conviertan, Y yo los sane. Jn. 6.64-65: Pero hay algunos de vosotros que
no creen. Porque Jess saba desde el principio quines eran los que no crean, y quin le haba de entregar. Y
dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a m, si no le fuere dado del Padre. Sal. 81.11-12: Pero mi
pueblo no oy mi voz, E Israel no me quiso a m. Los dej, por tanto, a la dureza de su corazn; Caminaron en
sus propios consejos
282. Ro. 8.30: Y a los que predestin, a stos tambin llam; y a los que llam, a stos tambin justific; y
a los que justific; a stos tambin glorific.
283. Ef. 1.5: en amor habindonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
segn el puro afecto de su voluntad.
284. 1 Co. 1.30: Mas por l estis vosotros en Cristo Jess, el cual nos ha sido hecho por Dios sabidura,
justificacin, santificacin, y redencin.
P.70 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 195
P.70. Qu es la justificacin?
R. La justificacin es un acto de la libre gracia de Dios hacia los peca-
dores,285 en la cual l perdona todos sus pecados, acepta sus personas y las
cuenta como justas delante de l,286 no por alguna cosa obrada en ellos, o
hecha por ellos,287 sino solamente por la perfecta obediencia y plena satisfac-
cin de Cristo que Dios les imputa,288 y que ellos reciben solamente por fe.289
285. Ro. 3.22, 24-25: la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en l.
Porque no hay diferencia, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redencin que es en Cristo
Jess, a quien Dios puso como propiciacin por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa
de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados. Ro. 4.5: mas al que no obra, sino cree en
aquel que justifica al impo, su fe le es contada por justicia.
286. 2 Co. 5.19, 21: que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomndoles en cuenta
a los hombre sus pecados, y nos encarg a nosotros la palabra de la reconciliacin Al que no conoci pecado,
por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fusemos hechos justicia de Dios en l. Ro. 3.22, 24-25, 27-28:
la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en l. Porque no hay diferencia
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redencin que es en Cristo Jess, a quien Dios puso
como propiciacin por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto,
en su paciencia, los pecados pasados Dnde, pues, est la jactancia? Queda excluida. Por cul ley? Por la de
las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin obras de la ley
287. Tit. 3.5,7: nos salv, no por obras de justicia que nosotros hubiramos hecho, sino por su miseri-
cordia, por el lavamiento de la regeneracin y por la renovacin en el Espritu Santo, para que justificados por
su gracia, vinisemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. Ef. 1.7: en quien tenemos
redencin por su sangre, el perdn de pecados segn las riquezas de su gracia.
288. Ro. 5.17-19: Pues si por la transgresin de uno solo rein la muerte, mucho ms reinarn en vida por
uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. As que, como por la
transgresin de uno vino la condenacin a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino
a todos los hombres la justificacin de vida. Porque as como por la desobediencia de un hombre los muchos
fueron constituidos pecadores, as tambin por la obediencia de uno, los muchos sern constituidos justos.
Ro. 4.6-8: Como tambin David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin
obras, diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.
Bienaventurado el varn a quien el Seor no inculpa de pecado.
289. Hch. 10.43: De ste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en l creyeren, recibirn perdn
de pecados por su nombre. Gl. 2.16: sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino
por la fe de Jesucristo, nosotros tambin hemos credo en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no
por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie ser justificado. Fil. 3.9: y ser hallado en l, no
teniendo ni propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.
290. Ro. 5.8-10, 19: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo an pecadores, Cristo muri
196 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.72
por nosotros Pues mucho ms, estando ya justificados en su sangre, por l seremos salvos de la ira. Porque si
siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho ms, estando reconciliados,
seremos salvos por su vida Porque as como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron consti-
tuidos pecadores, as tambin por la obediencia de uno, los muchos sern constituidos justos.
291. Ef. 1.7: en quien tenemos redencin por su sangre, el perdn de pecados segn las riquezas de su
gracia.
292. He. 10.39: Pero nosotros no somos de los que retroceden para redencin, sino de los que tienen fe
para preservacin del alma.
293. 2 Co. 4.13: Pero teniendo el mismo espritu de fe, conforme a lo que est escrito: Cre, por lo cual
habl, nosotros tambin creemos, por lo cual tambin hablamos. Ef. 1.17-19: Para que Dios de nuestro Seor
Jesucristo, el Padre de gloria, os d espritu de sabidura y de revelacin en el conocimiento de l, alumbrando los
ojos de vuestro entendimiento, para que sepis cul es la esperanza a que l os ha llamado, y cules las riquezas
de la gloria de su herencia en los santos, y cul la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que
creemos, segn la operacin del poder de su fuerza.
294. Ro. 10.14, 17: Cmo, pues, invocarn a aquel en el cual no han credo? Y cmo creern en aquel de quin
no han odo? Y cmo oirn sin haber quin los predique? As que la fe es por el or, y el or, por la palabra de Dios.
295. Hch. 2.37: Al or esto, se compungieron de corazn, y dijeron a Pedro y a los apstoles: Varones
hermanos, qu haremos?. Hch. 16.30: y sacndoles, les dijo: Seores, qu debo hacer para ser salvo?.
Jn. 16.8-9: Y cuando l venga, convencer al mundo de pecado, de justicia y del juicio. De pecado, por cuanto no
creen en m. Ro. 5.6: Porque Cristo, cuando an ramos dbiles, a su tiempo muri por los impos. Ef. 2.1:
Y l os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. Hch. 4.12: Y en ningn
otro hay salvacin; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos
296. Ef. 1.13: En l tambin vosotros, habiendo odo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvacin,
y habiendo credo en l, fuisteis sellados con el Espritu Santo de la promesa.
297. Hch. 16.31: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios. Jn. 1.12: Ellos dijeron: Cree en el Seor Jesucristo, y sers salvo, t y tu casa. Hch.
10.43: De ste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en l creyeran, recibirn perdn de pecados
por su nombre.
298. Fil. 3.9: y ser hallado en l, no teniendo ni propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe
P.73 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 197
P.74. Qu es la adopcin?
R. La adopcin es un acto de la libre gracia de Dios, 302 en y por su
hijo unignito Jesucristo,303 mediante la cual, todos los que son justificados
son recibidos en el nmero de sus hijos, 304 llevan el nombre de Dios en
ellos,305 se les da el Espritu de su Hijo,306 estn bajo su cuidado y gobierno
paternos,307 son admitidos a todas las libertades y privilegios de los hijos de
Dios, son hechos herederos de todas las promesas y coherederos con Cristo
en gloria.308
de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe. Hch. 15.11: Antes creemos que por la gracia del Seor Jess
seremos salvos, de igual modo que ellos
299. Gl. 3.11: Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, por que: El justo por la fe
vivir. Ro. 3.28: Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley
300. Ro. 4.5: mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impo, su fe le es contada por justicia.
Ro. 10.10: Porque con el corazn se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvacin
301. Jn. 1.12: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios. Fil. 3.9: y ser hallado en l, no teniendo ni propia justicia, que es por la ley, sino la que es
por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe. Gl. 2.16: sabiendo que el hombre no es justificado
por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros tambin hemos credo en Jesucristo, para ser justi-
ficados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie ser justificado
302. Jn. 3.1: Mirad cul amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el
mundo no nos conoce, porque no le conoci a l.
303. Ef. 1.5: en amor habindonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
segn el puro afecto de su voluntad. Gl. 4.4-5: Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envi a
su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que reci-
bisemos la adopcin de hijos
304. Jn. 1.12: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios.
305. 2 Co. 6.18: Hermanos, la gracia de nuestro Seor Jesucristo sea con vuestro espritu. Amn. Ap. 3.12:
Al que venciere, yo lo har columna en el templo de mi Dios, y nunca ms saldr de all; y escribir sobre l el
nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusaln, la cual desciende del cielo, de mi
Dios, y mi nombre nuevo
306. Gl. 4.6: Y por cuanto sois hijos, Dios envi a vuestros corazones el Espritu de su Hijo, el cual clama:
Abba Padre!
307. Sal. 103.13: Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehov de los que le temen. Pr.
14.26: En el temor de Jehov est la fuerte confianza; Y esperanza tendrn sus hijos. Mt. 6.32: Porque los
198 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.75
P.75. Qu es la santificacin?
R. La santificacin es una obra de la gracia de Dios, mediante la
cual, los que han sido elegidos por Dios antes de la fundacin del mundo,
para ser santos, en el tiempo, mediante las poderosas operaciones de su
Espritu, 309 aplicndoles la muerte y resurreccin de Cristo, 310 son reno-
vados en la totalidad de su ser segn la imagen de Dios;311 teniendo los
elegidos las semillas del arrepentimiento para vida y todas las dems gracias
salvadoras, puestas en sus corazones,312 las cuales tienen en ellos tan esti-
muladas, aumentadas y fortalecidas,313 que ms y ms mueren al pecado,
y resucitan a nueva vida.314
gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenis necesidad de todas estas cosas.
308. He. 6.12: a fin de que no os hagis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia
heredan las promesas. Ro. 8.17: Y si hijos, tambin herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo,
si es que padecemos juntamente con l, para que juntamente, con el seamos glorificados
309. Ro. 6.4-6: Porque sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que como
Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva. Porque si
fuimos plantados juntamente con l en la semejanza de su muerte, as tambin lo seremos en la de su resurrec-
cin; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con l, para que el cuerpo del pecado
sea destruido, a fin de que no sirvamos mas al pecado.
310. Ef. 4.23-24: y renovaos en el espritu de vuestra mente, y vestos del nuevo hombre, creado segn
Dios en la justicia y santidad de la verdad.
311. Ef. 1.4: segn nos escogi en l antes de la fundacin del mundo, para que fusemos santos y sin
manchas delante de l. 1 Co. 6.11: Y esto erais algunos; mas ya habis sido lavados, ya habis sido santifi-
cados, ya habis sido justificados en el Seor Jess, y por el Espritu de nuestro Dios. 2 Ts. 2.13: Pero noso-
tros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Seor, de principio para
salvacin, mediante la santificacin por el Espritu y la fe en la verdad
312. Hch. 11.18: Entonces, odas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: De manera que
tambin a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!. 1 Jn. 3.9: Todo aquel que es nacido de Dios,
no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en l; y no puede pecar, porque es nacido de Dios
313. Jud. 20: Pero vosotros, amados, edificndoos sobre vuestra santsima fe, orando en el Espritu Santo.
He. 4.11-12: Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobe-
diencia. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y ms cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta
partir el alma y el espritu, las coyunturas y los tutanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazn. Ef. 3.16-19: para que os d, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder
en el hombre interior por su Espritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arrai-
gados y cimentados en amor, seis plenamente capaces de comprender con todos los santos cul sea la anchura,
la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para
que seis llenos de toda la plenitud de Dios. Col. 1.10-11: Para que andis como es digno del Seor, agradn-
dole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo
poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad
314. Ro. 6.4, 6, 14: Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva
sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con l, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos ms al pecado Porque el pecado no se enseorear de vosotros; pues no
P.76 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 199
estis bajo la ley, sino bajo la gracia. Gl. 5.24: Pero los que son de Cristo, han crucificado la carne con sus
pasiones y deseos
315. 2 Ti. 2.25: que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quiz Dios les conceda que se
arrepientan para conocer la verdad.
316. Zac. 12.10: Y derramar sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusaln, espritu de gracia
y de oracin; y mirarn a m, a quien traspasaron, y llorarn como se llora por hijo unignito, afligindose por l
como quien se aflige por el primognito.
317. Hch. 11.18, 20-21: Entonces, odas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: De manera
que tambin a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida! pero haba entre ellos unos varones de
Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioqua, hablaron tambin a los griegos, anunciando el
evangelio del Seor Jess. Y la mano del Seor estaba con ellos, y gran nmero crey y se convirti al Seor.
318. Ez. 18.28, 30, 32: Porque mir y se apart de todas sus transgresiones que haba cometido, de cierto
vivir; no morir Por tanto, yo os juzgar a cada uno segn sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehov el Seor.
Convertos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os ser la iniquidad causa de ruina Porque no
quiero la muerte del que muere, dice Jehov el Seor; convertos, pues, y viviris. Lc. 15.17-18: Y volviendo
en s, dijo: Cuntos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aqu perezco de hambre!
Me levantar e ir a mi padre, y le dir: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Os. 2.6-7: Seguir a sus
amantes, y no los alcanzar; los buscar y no los hallar. Entonces dir: Ir y me volver a mi primer marido;
porque mejor me iba entonces que ahora
319. Ez. 36.31: Y os acordaris de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os
avergonzaris de vosotros mismos por vuestra iniquidades y por vuestras abominaciones. Cf. Is. 30.22.
320. Jl. 2.12-13: Por eso pues, ahora, dice Jehov, convertos a m con todo vuestro corazn, con ayuno y
lloro y lamento Rasgad vuestro corazn, y no vuestros vestidos, y convertos a Jehov vuestro Dios; porque
misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande misericordia, y que se duele del castigo.
321. Jer. 31.18-19: Escuchando, he odo a Efran que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo
indmito; convirteme, y ser convertido, porque t eres Jehov mi Dios Porque despus que me apart tuve
arrepentimiento, y despus que reconoc mi falta, her mi muslo; me avergonc y me confund, porque llev la
afrenta de mi juventud.
322. 2 Co. 7.11: Porque he aqu, esto mismo de que hayis sido contristados segn Dios, qu solicitud
produjo en vosotros, qu defensa, qu indignacin, qu temor, qu ardiente afecto, qu celo, y qu vindicacin!
En todo os habis mostrado limpios en asunto.
323. Hch. 26.18: Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de
Satans a Dios; para que reciban, por la fe que es en m, perdn de pecados y herencia entre los santificados.
Ez. 14.6: Por tanto, di a la casa de Israel: As dice Jehov el Seor: Convertos, y volveos de vuestros dolos, y
apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones. 1 R. 8.47-48: y ellos volvieren en s en la tierra
200 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.77
donde fueran cautivos; s se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de los que los cautivaron, y dijeren: Pecamos,
hemos hecho lo malo, hemos cometido impiedad Y si se convirtieren a ti de todo su corazn y de toda su alma,
en la tierra de sus enemigos que los hubieren llevado cautivos, y oraren a ti con el rostro hacia su tierra que t
diste a sus padres, y hacia la ciudad que t elegiste y la casa que yo he edificado a tu nombre
324. Sal. 119.6, 59, 128: Entonces no sera yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos.
Consider mis caminos, Y volv mis pies a tus testimonios. Por eso estim rectos todos tus mandamientos sobre
todas las cosas, Y aborrec todo camino de mentira. Cf. 1 R. 23.25; Lc. 1.6.
325. 1 Co. 6.11: Y estos erais algunos; mas ya habis sido lavados, ya habis sido santificados en el nombre
del Seor Jess, y por el Espritu de nuestro Dios. 1 Co. 1.30: Mas por l estis vosotros en Cristo Jess, el
cual nos ha sido hecho por Dios sabidura, justificacin y redencin.
326. Ro. 4.6, 8: Como tambin David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia
sin obras, bienaventurado el varn a quien el Seor no inculpa de pecado.
327. Ez. 36.27: Y pondr dentro de vosotros mi Espritu, y har que andis en mis estatutos, y guardis mis
preceptos, y los pongis por obra.
328. Ro. 3.24-25: Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redencin que es en Cristo
Jess, a quien Dios puso como propiciacin por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa
de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados.
329. Ro. 6.6, 14: sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con l, para que
el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos ms al pecado Porque el pecado no se enseo-
rear de vosotros; pues no estis bajo la ley, sino bajo la gracia.
330. Ro. 8.33-34: Quin acusar a los escogidos de Dios? Dios es el justifica Quin es el que conde-
nar? Cristo es el que muri; ms aun, el que tambin resucit, el que adems est a la diestra de Dios, el que
tambin intercede por nosotros.
331. Jn. 2.12-14: Os escribo a vosotros, Hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su
nombre Os escribo a vosotros, padres, porque conocis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros,
jvenes, porque habis vencido al maligno Os escribo a vosotros, hijitos, porque habis conocido al Padre.
Os escribo a vosotros, padres, porque habis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros,
jvenes porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habis vencido al maligno. He. 5.12-
14: Porque debiendo ser ya maestros, despus de tanto tiempo, tenis necesidad de que se os vuelva a ensear
cules son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habis llegado a ser tales que tenis necesidad
de leche, y no de alimento slido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia,
porque es nio; pero el alimento slido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen
los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
332. Jn. 1.8, 10: Si decimos que no tenemos pecado, nos engaamos a nosotros mismos, y la verdad no est
P.78 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 201
en nosotros Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a l mentiroso, y su palabra no est en nosotros.
333. 2 Co. 7.1: As que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpimonos de toda contaminacin
de carne y de espritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Fil. 3.12-14: No que lo haya alcan-
zado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui tambin asido por
Cristo Jess Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando cier-
tamente lo que queda atrs, y extendindome a lo que est delante, prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jess.
334. Ro. 7.18, 23: Y yo s que en m, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien est en
m, pero no el hacerlo pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me
lleva cautivo a la ley del pecado que est en mis miembros. Mr. 14.66-72: Estando Pedro abajo, en el patio,
vino una de las criadas del sumo sacerdote; y cuando vio a Pedro que se calentaba, mirndole, dijo: T tambin
estabas con Jess el nazareno. Mas l neg, diciendo: No le conozco, ni s lo que dices. Y sali a la entrada; y cant
el gallo. Y la criada, vindole otra vez, comenz a decir a los que estaban all: Este es de ellos. Pero l neg otra
vez. Y poco despus, los que estaban all dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente t eres de ellos; porque eres
galileo, y tu manera de hablar es semejante a la de ellos. Entonces l comenz a maldecir, y a jurar: No conozco
a este hombre de quien hablis. Y el gallo cant la segunda vez. entonces Pedro se acord de las palabras que
Jess le haba dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negars tres veces. Y pensando en esto, lloraba.
Gl. 2.11-12: Pero cuando Pedro vino a Antioqua, le resist cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que
viniesen algunos de parte de Jacobo, coma con los gentiles; pero despus que vinieron, se retraa y se apartaba,
porque tena miedo de los de la circuncisin.
335. He. 12.1: por tanto, nosotros tambin, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,
despojmonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante.
336. Is. 64.6: Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmun-
dicia; y camos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. Ex. 28.38: Y
estar sobre la frente de Aarn, y llevar Aarn las faltas cometidas en todas las cosas santas, que los hijos de Israel
hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estar continuamente, para que obtenga
gracia delante de Jehov.
202 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.80
337. Jer. 31.3: Jehov se manifest a m hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado;
por tanto, te prolongu mi misericordia.
338. 2 Ti. 2.19: Pero el fundamento de Dios est firme, teniendo este sello: Conoce el Seor a los que son
suyos; y: Aprtese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. He. 13.20-21: Y el Dios de paz que
resucit de los muertos a nuestro Seor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os
haga aptos en toda obra buena para que hagis su voluntad, haciendo l en vosotros lo que es agradable delante
de l por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amn. 2 S. 23.5: No es as mi casa para
con Dios; Sin embargo, l ha hecho conmigo pacto perpetuo, Ordenando en todas las cosas, y ser guardado,
Aunque todava no haga l florecer toda mi salvacin y mi deseo.
339. 1 Co. 1.8-9: el cual tambin os confirmar hasta el fin, para que seis irreprensibles en el da de nuestro
Seor Jesucristo. Fiel es Dios, por lo cual fuisteis llamados a la comunin con su Hijo Jesucristo nuestro Seor.
340. He. 7.25: por lo cual puede tambin salvar perpetuamente a los que por l se acercan Dios, viviendo
siempre para interceder por ellos. Lc. 22.32: pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y t, una vez vuelto,
confirma a tus hermanos.
341. Jn. 3.9: Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios perma-
nece en l; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 1 Jn. 2.27: Pero la uncin que vosotros recibisteis de
l permanece en vosotros, y no tenis necesidad de que nadie os ensee; as como la uncin misma os ensea
todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, segn ella os ha enseado, permaneced en l.
342. Jer. 32.40: Y har con ellos pacto eterno, que no me volver atrs de hacerles bien, y pondr mi temor
en el corazn de ellos, para que no se aparten de m. Jn. 10.28: y yo les doy vida eterna; y no perecern
jams, ni nadie las arrebatar de mi mano.
343. 1 P. 1.5: que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvacin que est
preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
344. Jn. 2.3: Y esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
345. 1 Co. 2.12: Y nosotros no hemos recibido el espritu del mundo. sino el Espritu que proviene de Dios,
para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. 1 Jn. 3.14, 18-19, 21, 24: Nosotros sabemos que hemos
pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte
Hijitos mos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad Y en esto conocemos que somos
de la verdad, y aseguramos nuestros corazones delante de l Amados, si nuestro corazn no nos reprende,
confianza tenemos en Dios Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en l Y en esto
sabemos que l permanece en nosotros, por el Espritu que nos ha dado. 1 Jn. 4.13, 16: En esto conocemos
P.81 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 203
monio a sus espritus de que ellos son hijos de Dios,346 pueden estar infa-
liblemente seguros que estn en el estado de gracia y que perseverarn en
ella para salvacin.347
que permanecemos en l, y l en nosotros, en que nos ha dado de su Espritu. Y nosotros hemos conocido y
credo el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en
Dios, y Dios en l. He. 6.11-12: Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el
fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagis perezosos, sino imitadores de aquellos que por
la fe y la paciencia heredan las promesas.
346. Ro. 8.16: El Espritu mismo da testimonio a nuestro espritu, de que somos hijos de Dios.
347. Jn. 5.13: Estas cosas os he escrito a vosotros que creis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepis
que tenis vida eterna, y para que creis en el nombre del Hijo de Dios.
348. Ef. 1.13: En l tambin vosotros, habiendo odo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvacin,
y habiendo credo en l, fuisteis sellados con el Espritu Santo de la promesa.
349. Is. 1.10: Prncipes de Sodoma, od la palabra de Jehov; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de
Gomorra. Sal. 88.1- 18: Oh Jehov, Dios de mi salvacin, Da y noche clamo delante de ti. Llegue mi oracin
a tu presencia; Inclina tu odo a mi clamor...
350. Sal. 77.1-12: Con mi voz clam a Dios, A Dios clam, y l me escuchar. Al Seor busqu en el da de
mi angustia; Alzaba a l mis manos de noche, sin descanso; Mi alma rehusaba consuelo. Me acordaba de Dios, y
me conmova; Me quejaba, y desmayaba mi espritu. No me dejabas pegar los ojos; Estaba yo quebrantado, y no
hablaba. Consideraba los das desde el principio, Los aos de los siglos. Me acordaba de mis cnticos de noche;
Meditaba en mi corazn, Y mi espritu inquira: Desechar el Seor para siempre, Y no volver ms a sernos
propicio? Has cesado para siempre su misericordia? Has encerrado con ira sus piedades? Dije: Enfermedad
ma es esta; Traer, pues, a la memoria los aos de la diestra del Altsimo. Me acordar de las obras de JAH;
S, har yo memoria de tus maravillas antiguas. Meditar en todas tus obras, Y hablar de tus hechos. Cnt.
5.2-3, 6: Yo dorma, pero mi corazn velaba. Es la voz de mi amado que llama: Abreme, hermana ma, amiga
ma, paloma ma, perfecta ma, Porque mi cabeza est llena de roco, Mis cabellos de las gotas de la noche. Me
he desnudado de mi ropa; cmo me he de vestir? He lavado mis pies; cmo los he de ensuciar? Abr yo a mi
amado; Pero mi amado se haba ido, haba ya pasado; Y tras su hablar sali mi alma. Lo busqu, y no lo hall; Lo
llam, y no me respondi. Sal. 51.8, 12: Hazme or gozo y alegra, Y se recrearn los huesos que has abatido.
Vulveme el gozo de tu salvacin, Y espritu noble me sustente. Sal. 31.22: Deca yo en mi premura: Cortado
soy de delante de tus ojos; Pero t oste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba. Sal. 22.1: Dios mo, Dios
mo, Por qu me has desamparado? Por qu ests tan lejos de mi salvacin, y de las palabras de mi clamor?
351. Jn. 3.9: Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece
en l; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. Job 13.15: He aqu, aunque l me matare, en l esperar;
204 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.82
P.82. Cul es la comunin en gloria que tienen con Cristo los miem-
bros de la iglesia invisible?
R. La comunin en gloria que tienen con Cristo los miembros de la
iglesia invisible, es en esta vida,352 inmediatamente despus de la muerte,353
y finalmente perfeccionada en la resurreccin y en el da del juicio.354
P.83. Cul es la comunin en gloria que en esta vida gozan con Cristo
los miembros de la iglesia invisible?
R. A los miembros de la iglesia invisible se les comunica en esta vida
las primicias de gloria con Cristo, siendo miembros de l que es la Cabeza,
y as se les da parte en aquella gloria que Cristo posee plenamente;355 y como
las arras de tal gloria, gozan del conocimiento del amor de Dios,356 paz de la
conciencia, gozo en el Espritu Santo y la esperanza de gloria.357 En cambio,
el conocimiento de la ira vengadora de Dios, horror de la conciencia y una
terrible expectacin de juicio, son para los malvados el comienzo de los
tormentos que sufrirn despus de la muerte.358
No obstante, defender delante de l mis caminos. Sal. 73.15, 23: Si dijera yo: hablar como ellos, He aqu,
a la generacin de tus hijos engaara. Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de la mano derecha.
Is. 54.7-10: Por un breve momento te abandon, pero te recoger con grandes misericordias. Con un poco de
ira escond mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendr compasin de ti, dijo Jehov
tu Redentor. Porque esto me ser como en los das de No, cuando jur que nunca ms las aguas de No pasa-
ran sobre la tierra; as he jurado que ni me enojar contra ti, ni te reir. Porque los montes se movern, y los
collados temblarn, pero no se apartar de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantar, dijo Jehov,
el que tiene misericordia de ti.
352. 2 Co. 3.18: por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del
Seor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espritu del Seor.
353. Lc. 23.43: Entonces Jess le dijo: De cierto te digo que hoy estars conmigo en el paraso.
354. 1 Ts. 4.17: Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente
con ellos en las nubes para recibir al Seor en el aire, y as estaremos siempre con el Seor.
355. Ef. 2.5-6: aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos), y juntamente con l nos resucit, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con
Cristo Jess.
356. Ro. 5.5: y la esperanza no avergenza; por que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros cora-
zones por el Espritu Santo que nos fue dado. 2 Co. 1.22: el cual tambin nos ha sellado, y nos ha dado las
arras del Espritu en nuestros corazones.
357. Ro. 5.1-2: Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Seor Jesucristo;
por quien tambin tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la espe-
ranza de la gloria de Dios. Ro. 14.17: porque el reino no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en
el Espritu Santo.
358. Gn. 4.13: Y dijo Can a Jehov: Grande es mi castigo para ser soportado. Mt. 27.4: diciendo: Yo
he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: Qu nos importa a nosotros? All t!. He. 10.27:
sino una horrenda expectacin de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. Ro. 2.9:
P.84 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 205
P.85. Siendo la muerte la paga del pecado por qu los justos no son
librados de ella ya que todos sus pecados han sido perdonados en Cristo?
R. Los justos sern librados de la muerte misma en el da final, e
incluso con la muerte son librados del aguijn y la maldicin de ella;362 de
tal manera que aunque los justos mueren, sin embargo, es muestra del amor
de Dios,363 a fin de que los libre perfectamente del pecado y de la miseria,364
capacitndolos para una ms profunda comunin con Cristo en gloria, en
la cual ellos entran despus.365
tribulacin y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judo primeramente y tambin el griego.
Mr. 9.44: donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
359. Ro. 6.23: Porque la paga del pecado es muerte, mas la ddiva de Dios es vida eterna en Cristo Jess
Seor nuestro.
360. He. 9.27: que no tiene necesidad cada da, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero
sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofre-
cindose a s mismo.
361. Ro. 5.12: Por tanto, como el pecado entr en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, as
la muerte pas a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
362. 1 Co. 15.26, 55-57: Y el postrero enemigo que ser destruido es la muerte Dnde est, oh muerte,
tu aguijn? Dnde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijn de la muerte es el pecado, y el poder del pecado,
la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Seor Jesucristo. He. 2.15:
y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
363. Is. 57.1-2: Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda
que de delante de la afliccin es quitado el justo. Entrar en la paz; descansarn en sus lechos todos los que andan
delante de Dios. 2 R. 22.20: Por tanto, he aqu yo te recoger con tus padres, y sers llevado a tu sepulcro en
paz, y no vern tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar. Y ellos dieron al rey la respuesta.
364. Ap. 14.13: O una voz que desde el cielo me deca: Escribe: Bienaventurados de aqu en adelante los
muertos que mueren en el Seor. Si, dice el Espritu, descansarn de sus trabajos, porque sus obras con ellos
siguen. Ef. 5.27: a fin de presentrsela a s mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni
cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
365. Lc. 23.43: Entonces Jess le dijo: De cierto te digo que hoy estars conmigo en el paraso. Fil.
1.23: Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es
muchsimo mejor.
206 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.87
366. He. 12.23: a la congregacin de los primognitos que estn inscritos en los cielos, a Dios el Juez de
todos, a los espritus de los justos hechos perfectos.
367. 2 Co. 5.1, 6, 8: Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernculo, se deshiciere, tenemos
de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos As que vivimos confiados siempre,
y sabiendo que entre Santo que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Seor pero confiamos, y ms
quisiramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Seor. Fil. 1.23: Porque de ambas cosas estoy puesto en
estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchsimo mejor. Hch. 3.21: a quien de
cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauracin de todas las cosas, de que habl Dios
por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo. Ef. 4.10: El que descendi, es el mismo
que tambin subi por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
368. Jn. 3.2: Amados, ahora somos hijos de Dios, y an no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando l se manifieste, seremos semejantes a l, porque le veremos tal como l es. 1 Co. 13.12:
Ahora vemos por espejo, oscura mente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero
entonces conocer como fui conocido.
369. Ro. 8.23: y no slo ella, sino que tambin nosotros mismos, que tenemos las primicias de Espritu,
nosotros tambin gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopcin, la redencin de nuestro cuerpo.
Sal. 16.9: Se alegr por tanto mi corazn, y se goz mi alma; Mi carne tambin reposar confiadamente.
370. 1 Ts. 4.14: Porque si creemos que Jess muri y resucit, as tambin traer Dios con Jess a los que
durmieron en l.
371. Is. 57.2: Entrar en la paz; descansarn en sus lechos todos los que andan delante de Dios.
372. Job 19.26-27: Y despus de desechada esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual ver por m
mismo, Y mis ojos lo vern, y no otro, Aunque mi corazn desfallece dentro de m.
373. Lc. 16.23-24: Y en el Hades alz sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lzaro
en su seno Entonces l, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de m, y enva a Lzaro para que
moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Hch. 1.25:
para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cay Jud por transgresin, para irse a su
propio lugar. Jud. 6-7: Y a los ngeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada,
los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran da; como Sodoma y Gomorra y las
ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aqullos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra
naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
374. Hch. 24.15: teniendo esperanza en Dios, la cual ellos tambin abrigan, de que ha de haber
P.88 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 207
el castigo del fuego eterno De esto tambin profetiz Enoc, sptimo desde Adn, diciendo: He aqu, vino el
Seor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impos
de todas sus obras impas que han hecho impamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impos han
hablado contra l. Mt. 25.46: E irn stos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
379. Mt. 24.36,42,44: Pero del da y la hora nadie sabe, ni aun los ngeles de los cielos, sino slo mi Padre
Velad, pues, porque no sabis a qu hora ha de venir vuestro Seor Por tanto, tambin vosotros estad prepa-
rados; porque el Hijo del Hombre vendr a la hora que no pensis. Lc. 21.35-36: Porque como un lazo vendr
sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seis tenidos
por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrn, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
380. Mt. 25.33: Y pondr las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
381. Ro. 2.15-16: mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia,
y acusndoles o defendindoles sus razonamientos, en el da en que Dios juzgar por Jesucristo los secretos de
los hombres, conforme a mi evangelio.
382. Mt. 25.41-43: Entonces dir tambin a los de la izquierda: Apartaos de m, malditos, al fuego preparado
para el diablo y sus ngeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui
forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la crcel, y no me visitasteis.
383. Lc. 16.26: Adems de todo esto, una gran sima est puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los
que quisieren pasar de aqu a vosotros, no pueden, ni de all pasar ac. 2 Ts. 1.8-9: en llama de fuego, para
dar retribucin a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Seor Jesucristo; los cuales
sufrirn pena de eterna perdicin, excluidos de la presencia del Seor y de la gloria de su poder.
384. 1 Ts. 4.17: Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente
con ellos en las nubes para recibir al Seor en el aire, y as estaremos siempre con el Seor.
385. Mt. 10.32: Y pondr las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Mt. 25.33: A cualquiera,
pues, que me confiese delante de los hombres, yo tambin le confesar delante de mi Padre que est en los cielos.
386. 1 Co. 6.2-3: O no sabis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por
vosotros, sois indignos de juzgar cosas muy pequeas? O no sabis que hemos de juzgar a los ngeles? Cunto
ms las cosas de esta vida?
387. Mt. 25.34,46: Entonces el Rey dir a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino
preparado para vosotros desde la fundacin del mundo. E irn stos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
P.91 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 209
mente librados de todo pecado y toda miseria para siempre;388 sern llenos
con inconcebible gozo,389 hechos perfectamente santos y felices tanto en
cuerpo como en alma, en compaa de los innumerables santos y santos
ngeles,390 pero especialmente gozarn de la visin y deleite inmediatos de
Dios el Padre, de nuestro Seor Jesucristo y del Espritu Santo por toda la
eternidad.391 Y esta es la plena y perfecta comunin, la cual gozarn los
miembros de la iglesia invisible con Cristo en gloria, en la resurreccin y
en el da del juicio.
388. Ef. 5.27: a fin de presentrsela a s mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga
ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin manchas. Ap. 14.13: O una voz que desde el cielo me deca:
Escribe: Bienaventurados de aqu en adelante los muertos que mueren en el Seor. S, dice el Espritu, descan-
sarn de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
389. Sal. 16.11: Me mostrars la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra
para siempre.
390. He. 12.22-23: .. sino que os habis acercado al monte de Sin, a la ciudad del Dios vivo, Jerusaln la
celestial, a la compaa de muchos millares de ngeles, a la congregacin de los primognitos que estn inscritos
en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espritus de los justos hechos perfectos.
391. 1 Jn. 3.2: Amados, ahora somos hijos de Dios, y an no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando l se manifieste, seremos semejantes a l, porque le veremos tal como l es. 1 Co. 13.12:
Ahora vemos por espejo, oscura mente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero
entonces conocer como fui conocido. 1 Ts. 4.17-18: Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Seor en el aire, y as estaremos
siempre con el Seor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
392. Ro. 12.1-2: As que, hermanos, os ruego por la misericordia de Dios, que presentis vuestros cuerpos
en sacrificio vivo, santo agradable a Dios, que es vuestro culto racional No os conformis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovacin de vuestro entendimiento, para que comprobis cul sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta. Mi. 6.8: Oh hombre, l te ha declarado lo que es bueno, y qu pide
Jehov de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. 1 S. 15.22: Y Samuel
dijo: Se complace Jehov tanto en los holocaustos y victimas, como en lo que se obedezca a las palabras de
210 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.93
comer el fruto del rbol del conocimiento del bien y del mal, 393 fue la ley
moral.
P.94. Tiene alguna utilidad la ley moral para el hombre desde la cada?
R. Aunque, desde la cada, ningn hombre puede alcanzar la justicia
y la vida mediante la ley moral;397 sin embargo, es de gran utilidad, con usos
Jehov? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atencin que la grosura de los carneros.
393. Gn. 1.26-27: Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra seme-
janza; y seoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal
que se arrastra sobre la tierra. Y cre Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo cre; varn y hembra
los cre. Ro. 2.14-15: porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la
ley, stos, aunque no tengan ley, son ley para s mismos. Mostrando la obra de la ley escritas en sus corazones,
dando testimonio su conciencia, y acusndoles o defendindoles sus razonamientos. Ro. 10.5: Porque de la
justicia que es por la ley Moiss escribe as: El hombre que haga estas cosas, vivir por ellas. Gn. 2.17: mas
del rbol de la ciencia del bien y del mal no comers; porque el da que de l comieres, ciertamente morirs.
394. Dt. 5.1-3,31,33: Llam Moiss a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo
pronuncio hoy en vuestros odos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra. Jehov vuestro Dios hizo
pacto con nosotros en Horeb No con nuestros padres hizo Jehov este pacto, sino con nosotros todos los que
estamos aqu hoy vivos Y t qudate aqu conmigo, y te dir todos los mandamientos y estatutos y decretos
que les ensears, a fin de que los pongan ahora por obras en la tierra que yo les doy por posesin andad en
todo el camino que Jehov vuestro Dios os ha mandado, para que vivis y os vaya bien, y tengis largos das en la
tierra que habis de poseer. Lc. 10.26-27: El le dijo: Qu est escrito en la ley? Cmo lees? Aqul, respon-
diendo, dijo: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con
toda tu mente, y a tu prjimo con a ti mismo. Gl. 3.10: porque todos los que dependen de las obras de la
ley estn bajo maldicin, pues escrito est: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en
el libro de la ley, para hacerlas. 1 Ts. 5.23: Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro
ser, espritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Seor Jesucristo.
395. Lc. 1.75: En santidad y en justicia delante de l, en todos nuestros das. Hch. 24.16: Y por esto
procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ente Dios y ante los hombres.
396. Ro. 10.5: Porque de la justicia que es por la ley Moiss escribe as: El hombre que haga estas cosas,
vivir por ellas. Gl. 3.10,12: porque todos los que dependen de las obras de la ley estn bajo maldicin,
pues escrito est: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para
hacerlas Y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivir por ellas.
397. Ro. 8.3: porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era dbil por la carne, Dios, enviando a
su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, conden al pecado en la carne. Gl. 2.16:
P.95 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 211
comunes a todos los hombres, y los que son propios a los no regenerados
o los que lo son.398
sabiendo que el hombre no es justificado por la las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, vosotros tambin
hemos credo en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por
las obras de la ley nadie ser justificado.
398. 1 Ti. 1.8: pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legtimamente.
399. Lv. 11.44-45: Porque yo soy Jehov vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaris, y seris santos,
porque yo soy santo; as que no contaminis vuestras personas con ningn animal que se arrastre sobre la tierra.
Porque yo soy Jehov, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seris, pues, santos, porque
yo soy santo. Lv. 20.7-8: Santificaos, pues, y sed santos, por que yo Jehov soy vuestro Dios Y guardad
mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehov que os santifico. Ro. 7.12: De manera que la ley a la verdad es
santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
400. Mi. 6.8: Oh hombre, l te ha declarado lo que es bueno, y qu pide Jehov de ti: solamente hacer
justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. Stg. 2.10-11: pero el que es rico, en su humillacin;
porque l pasar como la flor de la hierba. Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor
se cae, y perece su hermosa apariencia; as tambin se marchitar el rico en todas sus empresas.
401. Sal. 9.11-12: Cantad a Jehov, que habita en Sin; Publicad entre los pueblos sus obras. Porque el que
demanda la sangre se acord de ellos; No se olvid del clamor de los afligidos. Ro. 3.20: ya que por las
obras de la ley ningn ser humano ser justificado delante de l, porque por medio de la ley es el conocimiento
del pecado. Ro. 7.7: Qu diremos, pues? La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conoc el pecado
sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciars.
402. Ro. 3.9,23: Qu, pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos
acusado a judos y a gentiles, que todos estn bajo pecado por cuanto todos pecaron, y estn destituidos de
la gloria de Dios.
403. Gl. 3.21-22: Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley
dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. Mas la escritura lo encerr todo bajo pecado,
para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.
404. Ro. 10.4: porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
405. 1 Ti. 1.9-10: conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y
desobedientes, para los impos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas,
212 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.97
gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de
la potestad de la tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redencin por su sangre,
el perdn de pecados.
414. Ro. 7.22: porque segn el hombre interior, me deleito en la ley de Dios. Ro. 12.2: No os confor-
mis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovacin de vuestro entendimiento, para que comprobis
cul sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Tit. 2.11-14: Porque la gracia de Dios se ha manifes-
tado para salvacin a todos los hombres, ensendonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos,
vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestacin
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a s mismo por nosotros para redimirnos de
toda iniquidad y purificar para s un pueblo propio, celoso de buenas obras.
415. Dt. 10.4: Y escribi en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que Jehov
os haba hablado en el monte de en medio del fuego, el da de la asamblea; y me las dio Jehov. Ex. 34.1-4: Y
Jehov dijo a Moiss: Alsate dos tablas de piedra como las primeras, y escribir sobre esas tablas las palabras
que estaban en las tablas primeras que quebraste. Preprate, pues, para maana , y sube de maana al monte de
Sina, y presntate ante m sobre la cumbre del monte. Y no suba hombre contigo, ni parezca alguno en todo el
monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte. Y Moiss alis dos tablas de piedra como las primeras; y se
levant de maana y subi al monte Sina, como le mand Jehov, y llev en su mano las dos tablas de piedra.
416. Mt. 22.37-40: Jess le dijo: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn y con toda tu alma, y con toda
tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amars a tu prjimo como a ti
mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
417. Sal. 19.7: Te alabar con rectitud de coraznCuando aprendiere tus justos juicios. Stg. 2.10: Porque
cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiereen un punto, se hace culpable de todos. Mt. 5.21-22: Osteis
que fue dicho a los antiguos. No matars; y cualquiera que matare ser culpable de juicio. Sed, pues, vosotros
perfectos, como vuestro Padre que est en los cielos es perfecto.
214 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.99
418. Ro. 7.14: Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal vendido al pecado. Dt. 6.5: Y
amars a Jehov tu Dios de todo tu corazn, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Mt. 22.37-39: Jess le
dijo: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y
grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amars a tu prjimo como a ti mismo.
419. Col. 3.5: Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicacin, impureza, pasiones desordenadas,
malos deseos y avaricia, que es idolatra. Am. 8.5: diciendo: Cundo pasar el mes, y venderemos el trigo;
y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, falsearemos con
engao la balanza. Pr. 1.19: Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, La cual quita la vida de
sus poseedores. 1 Ti. 6.10: porque raz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos,
se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
420. Is. 58.13: Si retrajeres del da de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi da santo, y los llamares
delicia, santo, glorioso de Jehov; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad,
ni hablando tus propias palabras. Dt. 6.13: A Jehov tu Dios temers, y a l solo servirs, y por su nombre
jurars. Mt. 4.9-10: y le dijo: Todo esto te dar, si postrado me adorares. Entonces Jess le dijo: Vete, Satans,
porque escrito est: Al Seor tu Dios adorars, y a l solo servirs. Mt. 15.4-6: Porque Dios mand diciendo:
Honra a tu padre y a tu madre; Y: El que maldiga al padre o la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros
decs: Cualquiera que diga a su padre o su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya
no ha de honrar a su padre o a su madre. As habis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradicin.
421. Mt. 5.21-24: Osteis que fue dicho a los antiguos. No matars; y cualquiera que matare ser culpable
de juicio Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, ser culpable de juicio; y cualquiera
que diga: Necio, a su hermano, ser culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedar expuesto
al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y all te acuerdas de que de que tu hermano tiene algo
contra ti, deja all tu ofrenda al altar, y anda reconcliate primero con tu hermano, entonces ven y presenta tu
ofrenda. Ef. 4.28: El que hurtaba, no hurte ms, sino trabaje, haciendo con su manos lo que es bueno, para
que tenga qu compartir con el que padece necesidad.
422. Ex. 20.12: Honra a tu padre y a tu madre, para que tus das se alarguen en la tierra que Jehov tu Dios
te da. Pr. 30.17: El ojo que escarnece a su padreY menosprecia la enseanza de la madre, Los cuervos de la
caada lo saquen, Y lo devoren los hijos del guila.
423. Jer. 18.7-8: En un instante hablar contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir.
Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual habl, yo me arrepentir de mal que haba pensado
hacerles. Ex. 20.7: No matars el nombre de Jehov en vano; porque no dar por inocente Jehov al que tomare
su nombre en vano. Sal. 15.1,4-5: Jehov, Quin habitar en tu tabernculo?Quin habitar en tu monte
P.99 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 215
santo? Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a Jehov, El que an jurando en
dao suyo, no por eso cambia; Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el inocente admiti cohecho. El que
hace estas cosas, no resbalar jams. Sal. 24.4-5: El impo de manos y puro de corazn; El que no ha elevado
su alma a cosas vanas, Ni jurado con engao. el recibir bendicin de Jehov, Y justicia de Dios de salvacin.
424. Job 13.7-8: Hablaris iniquidad por Dios?Hablaris por l engao?Haris acepcin de personas
a su favor?Contenderis vosotros por Dios?. Ro. 3.8: Y porqu no decir (como se nos calumnia, y como
algunos, cuya condenacin es justa, afirman que nosotros decimos: Hagamos males para que vengan bienes?.
Job 36.21: Gurdate, no te vuelvas a la iniquidad; Pues sta escogiste ms bien que la afliccin. He. 11.25:
escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado.
425. Dt. 4.8-9: Y qu nacin grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo
pongo hoy delante de vosotros?
426. Mt. 12.7: Y si supieseis qu magnifica: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenarais a los
inocentes;
427. Mt. 5.21, 22,27-28: Osteis que fue dicho a los antiguos. No matars; y cualquiera que matare ser
culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, ser culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, ser culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedar
expuesto al infierno de fuego Osteis que fue dicho: No cometers adulterio. Pero yo os digo que cualquiera
que mira a una mujer para codiciarla, ya adulter con ella en su corazn. Mt. 15.4-6: Porque Dios mand
diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; Y: El que maldiga al padre o la madre, muera irremisiblemente. Pero
vosotros decs: Cualquiera que diga a su padre o su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera
ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. As habis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra
tradicin. He. 10.24-25: Y considermonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortndonos; y tanto mas, cuanto veis
que aquel da se acerca. 1 Ts. 5.22: Absteneos de toda especie de mal. Jud. 23: A otros salvad, arrebatn-
dolos el fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.
Gl. 5.26: No nos hagamos vanagloriosos, irritndonos unos a otros, envidindonos unos a otros. Col. 3.21:
Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? en ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar,
la justicia fuera verdaderamente por la ley.
428. Ex. 20.10: mas el sptimo da es reposo para Jehov tu Dios; no hagas en l obra alguna, tu, ni tu
hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que est dentro de tus puertas. Lv. 19.17:
No aborrecers a tu hermano en tu corazn; razonars con tu prjimo, para que no participes de su pecado.
216 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.100
Gn. 18.19: Porque yo s que mandar a sus hijos y a su casa despus de s, que guarden el camino de Jehov,
haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehov sobre Abraham lo que ha hablado acerca de l. Jos. 24.15:
Y si mal os parece servir a Jehov, escogeos hoy a quin sirvis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres,
cuando estuvieron al otro lado del reo, o a los dioses de los amorreos en cuyas tierra habitis; pero yo y mi casa
serviremos a Jehov. Dt. 6.6-7: Y estas palabras que yo te mando hoy, estarn sobre tu corazn; y las repetirs
a tus hijos, y hablars de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
429. 2 Co. 1.24: No que nos enseoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo, porque
por la fe estis firmes.
430. 1 Ti. 5.22: No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consrvate
puro. Ef. 5.11: Y no participis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino ms bien reprendedlas.
431. Ex. 20.2: Yo soy Jehov tu Dios, que te saqu de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
432. Is. 44.6: As dice Jehov Rey de Israel, y su Redentor, Jehov de los ejrcitos: Yo soy el primero, y yo
soy el postrero, y fuera de m no hay Dios.
433. Ex. 3.14: Y respondi Dios a Moiss: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: As dirs a los hijos de Israel: Yo
soy me envi a vosotros.
434. Ex. 6.3: Y aparec a Abraham , a Isaac y a Jacob como Dios omnipotente, mas en mi nombre JEHOV
no me di a conocer a ellos.
435. Hch. 17.24,28: El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en l hay, siendo Seor del cielo y de la
tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, Porque en l vivimos, y nos movemos, y somos; como
algunos de vuestros propios poetas tambin han dicho: Porque linaje suyo somos.
436. Gn. 17.7: Y establecer mi pacto entre mi y ti, y tu descendencia despus de ti en sus generaciones, por
pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia despus de ti. Ro. 3.29: Es Dios solamente Dios de
los judos? No es tambin Dios de los gentiles? Ciertamente, tambin de los gentiles.
P.102 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 217
437. Lc. 1.74-75: Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviramosEn santidad y en justicia
delante de l, todos nuestros das.
438. 1 P. 1.15-18: Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagis callar la ignorancia de los
hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo,
sino como siervos de Dios. Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. Criados, estad
sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino tambin a los difciles de
soportar. Lv. 18.30: Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo las costumbres abominables que practicaron
antes de vosotros, y no os contaminis en ellas. Yo Jehov vuestro Dios. Lv. 19.37: Guardad, pues, todos mis
estatutos y todas mis ordenanzas, y ponedlos por obra. Yo Jehov.
439. Lc. 10.27: Aquel, respondiendo, dijo: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu alma,
y con toda tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prjimo como a ti mismo.
440. Ex. 20.3: No tendrs dioses ajenos delante de m.
441. 1 Cr. 28.9: Y t Salomn, hijo mo, reconoce al Dios de tu padre, y srvele con corazn perfecto y con
nimo voluntario, porque Jehov escudria los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos.
Si t le buscares, lo hallars; mas si lo dejares, l te desechar para siempre. Dt. 26.17: Has declarado sola-
mente hoy que Jehov es tu Dios, y que andars en sus caminos, guardars sus estatutos, sus mandamientos y
sus decretos, y que escuchars su voz. Is. 43.10: vosotros sois mis testigos, dice Jehov, y mi siervo que yo
escog, para que me conozcis y creis, y entendis que yo mimo soy; antes de m no fue formado dios, ni lo ser
despus de m. Is. 43.10: Hay entre los dolos de las naciones quien haga llover? y darn los cielos lluvias?
no eres t, Jehov, nuestro Dios? En ti, pues, esperamos, pues t hiciste todas estas cosas.
442. Sal. 95.6-7: Venid, adoremos y postrmonos; Arrodillmonos delante de Jehov nuestro Hacedor.
Porque l es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Mt. 4.10: Entonces Jess le
dijo. vete, Satans, porque escrito est: Al Seor tu Dios adorars, y a l solo servirs. Sal. 29.2: Dad a Jehov
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462. Jer. 31.18: Escuchando, he odo a Efran que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo
indmito; convirteme, y ser convertido, porque t eres Jehov mi Dios. Sal. 119.136: Ros de agua descen-
dieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley.
463. Mi. 6.8: Oh hombre, l te ha declarado lo que es bueno, y qu pide Jehov de ti: solamente hacer
justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
464. Sal. 14.1: Dice el necio en su corazn:No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables;
No hay quien haba el bien. Ef. 2.12: En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadana de Israel y
ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
465. Jer. 2.27-28: que dicen a un leo: Mi padre eres t; y a una piedra: T me has engendrado. Porque
me volvieron la cerviz, y no el rostro; y en le tiempo de su calamidad dicen: Levntate, y lbranos. Y dnde estn
tus dioses que hiciste para ti? levntense ellos, a ver si te podrn librar en tiempo de tu afliccin; porque segn
el nmero de tus ciudades, oh Jud fueron dioses. 1 Ts. 1.9: porque ellos mismos cuentan de nosotros la
manera en que nos recibisteis, y cmo os convertisteis de los dolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero.
466. Sal. 81.11: Pero mi pueblo no oy mi voz, E Israel no me quiso a m.
467. Is. 43.22-24: Y no me invocaste a m, oh Jacob, sino que de m te cansaste, oh Israel. No me trajiste a
m los animales de tus holocaustos, ni a m me honraste con tus sacrificios; no te hice servir con ofrenda, ni te
hice fatigar con incienso. No compraste para m caa aromtica por dinero, ni me saciaste con la grosura de tus
sacrificios; sino pusiste sobre m la carga de tus pecados, me fatigaste con tus maldades.
468. Jer. 4.22: Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos;
sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron. Os. 4.1,6: Od palabra de Jehov, hijos de Israel,
porque Jehov contiende con los moradores de la tierra, porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento
de Dios en la tierra. Mi pueblo fue destruido, porque le falt conocimiento. Por cuanto desechaste el conoci-
miento, yo te echar del sacerdocio, y porque olvidaste la ley de tu Dios, tambin yo me olvidar de tus hijos.
469. Jer. 2.32: Se olvida la virgen de su atavo?, o las desposada de sus galas? Pero mi pueblo se ha olvi-
dado de m por innumerables das.
470. Hch. 17.23,29: porque pasando y mirando vuestros santuarios, hall tambin un altar en el cual
estaba esta inscripcin: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoris, pues, sin conocerle, es a quien
yo os anuncio. Siendo , pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o
piedra, escultura de arte y de imaginacin de hombres.
471. Is. 40.18: A qu, pues, haris semejante a Dios, o qu imagen le compondris?.
472. Sal. 50.21: Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas que de cierto sera yo como t; pero te repren-
der, y las pondr delante de tus ojos.
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473. Dt. 29.29: Las cosas secretas pertenecen a Jehov nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y
para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.
474. Tit. 1.16: Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes,
reprobados en cuanto a toda buena obra. He. 12.16: no sea que haya algn fornicario, o profano, como
Esa, que por una sola comida vendi su primogenitura.
475. Ro. 1.30: murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inven-
tores de males, desobedientes a los padres.
476. 2 Ti. 3.2: porque habr hombres amadores de s mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blas-
femos, desobedientes a los padres, ingratos, impos.
477. Fil. 2.21: Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jess.
478. 1 Jn. 2.15-16: No amis al mundo, ni las cosas que estn en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor
del padre no est en l. porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la
vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 1 S. 2.29: Por qu habis hollado mis sacrificios
y mis ofrendas, que yo mand ofrecer en el tabernculo; y has honrado a tus hijos ms que a m, engordndoos
de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?. Col. 3.2,5: Poned la mira en las cosas de arriba,
no en las de la tierra. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicacin, impureza, pasiones desordenada,
malos deseos y avaricias, que es idolatra.
479. 1 Jn. 4.1: Amados, no creis a todo espritu, sino probad los espritus si son de Dios; porque muchos
falsos profetas han salido por el mundo.
480. He. 3.12: Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazn malo de incredulidad para
apartarse del Dios vivo.
481. Gl. 5.20: idolatra, hechiceras, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejas.
Tit 3.10: Al hombre que cause divisiones, despus de una y otra amonestacin deschalo.
482. Hch. 26.9: Yo ciertamente haba credo mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jess de
Nazaret.
483. Sal. 78.22: por cuanto no haban credo a Dios, Ni haban confiado en su salvacin.
484. Gn. 4.13: Y Dijo Can a Jehov: Grande es mi castigo para ser soportado.
485. Jer. 5.3: Oh Jehov, no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les doli; los consumiste, y no
quisieron recibir correccin; endurecieron sus rostros ms que la piedra, no quisieron convertirse.
486. Is. 42.25: Por tanto, derram sobre l el ardor de su ira, y fuerza de guerra; le puso fuego por todas
partes, pero no entendi; y le consumi, mas no hizo caso.
487. Ro. 2.5: Pero por tu dureza y por tu corazn no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el da de
la ira y de la revelacin del justo juicio de Dios.
488. Jer. 13.15: Escuchad y od; no os envanezcis, pues Jehov ha hablado.
489. Sal. 19.13: Preserva tambin a tu siervo de las soberbias; que no se enseoreen de m; entonces ser
ntegro, y estar limpio de gran rebelin.
490. Sof. 1.12: No eres t desde el principio, oh Jehov, Dios mo, Santo mo? No moriremos. Oh Jehov
P.105 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 221
dios: de modo que esta razn sirva como un argumento para disuadir al
hombre de cometer dicho pecado, y para agravarlo como la ms insolente
provocacin:510 al mismo tiempo, tambin para persuadirnos a proceder
como si estuviramos en su presencia cuando hagamos cualquier cosa en
su servicio.511
514. .Dt. 17.18-19: Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribir para s en un libro una
copia de esta ley, del original que est al cuidado de los sacerdotes levitas; y lo tendr consigo, y leer en l todos
los das de su vida, para que aprenda a temer a Jehov su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos
estatutos, para ponerlos por obra. Hch. 15.21: Porque Moiss desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad
quien lo predique en las sinagogas, donde es ledo cada da de reposo. 2 Ti. 4.2: que prediques la palabra;
que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Stg. 1.21-
22: Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra
implantada, la cual puede salvar vuestras almas pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores,
engandoos a vosotros mismos. Hch. 10.33: As que luego envi por ti; y t has hecho bien en venir. Ahora,
pues, todos nosotros estamos aqu en la presencia de Dios, para or todo lo que Dios te ha mandado.
515. Fil. 4.6: Por nada estis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oracin y ruego, con accin de gracias. Ef. 5.20: dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el
nombre de nuestro Seor Jesucristo.
516. Mt. 28.19: Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espritu Santo. 1 Co. 11.23-30: Porque yo recib del Seor lo que tambin os he enseado:
Que el Seor Jess, la noche que fue entregado, tomo pan;. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados
entre vosotros, y muchos duermen etc.
517. Mt. 18.15-17: Por tanto si tu hermano peca contra ti, ve y reprndele estando t y l solos; si te oyere has
ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda
palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a iglesia, y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. Mt. 16.19: Y
a ti te dar las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra ser atado en los cielos; y todo lo que
desatares en la tierra ser desatado en los cielos. 1 Co. 5.1-13: De cierto se oye que hay entre vosotros fornica-
cin, y tal fornicacin cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. 1
Co. 12.28: Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los
que hacen milagros, despus los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
518. Ef. 4.11-12: Y l mismo constituy a unos, apstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificacin del cuerpo de
Cristo. 1 Ti. 5.17-18: Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente
los que trabajan en predicar y ensear. Pues la escritura dice: No pondrs bozal al buey que trilla; y: Digno es el
es el obrero de su salario. 1 Co. 9.7-15: Quin fue jams soldado a su propia expensas? Quin planta via y
no come de su fruto? O quin apacienta el rebao y no toma de la leche del rebao?.
519. Jl. 2.12-13: Tocad trompeta en Sin y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores
de la tierra, porque viene el da de Jehov, porque est cercano. Por eso pues, ahora, dice Jehov, convertos a
m con todo vuestro corazn, con ayuno y lloro y lamento Rasgad vuestro corazn, y no vuestros vestidos,
y convertos a Jehov vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en miseri-
cordia, y que se duele del castigo. 1 Co. 7.5: No os neguis el uno al otro, a no ser por algn tiempo de mutuo
consentimiento para ocuparos sosegadamente en la oracin; y volved a juntaros en uno, y para que no os tiente
Satans a causa de vuestra incontinencia.
520. Dt. 6.13: A Jehov tu Dios temers, y a l solo servirs, y por su nombre jurars.
521. Is. 19.21: Y Jehov ser conocido de Egipto, y los de Egipto conocer a Jehov en aquel da, y harn
sacrificio y oblacin; y harn votos a Jehov, y los cumplirn. Sal. 76.11: Prometed, y pagad a Jehov vuestro
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y su padre y su madre que lo engendraron le traspasarn cuando profetizare. Ap. 2.2,14-15,20: Yo no conozco
tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen
ser apstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ah
a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer
de cosas sacrificadas a los dolos, y a cometer fornicacin. Y tambin tienes a los que retienen la doctrina de los
nicolatas, la que yo aborrezco Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que
se dice profetiza, ensee y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los dolos. Ap. 17.12,
16-17: Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que an no han recibido reino; pero por una hora reci-
birn autoridad como reyes juntamente con la bestia Y los diez cuernos que viste en la bestia, stos aborre-
cern a la ramera, y la dejarn desolada y desnuda; y devorarn sus carnes, y la quemarn con fuego; porque
Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que l quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta
que se cumplan las palabras de Dios.
530. Dt. 4.15-19: Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el da que Jehov habl
con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompis y hagis para vosotros escultura, imagen de figura
alguna, efigie de varn o hembra, figura de animal alguno que est en la tierra, figura de ave alguna alada que
vuele por el aire, figura de ningn animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua
debajo de la tierra. No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejrcito del
cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehov tu Dios lo ha concedido a todos los pueblos
debajo de todos los cielos. Hch. 17.29: Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad
sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginacin de hombres. Ro 1.21-23, 25: Pues
habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazn fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron
la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrpedos y de
reptiles ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que
al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amn.
531. Dn. 3.18: Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que
has levantado. Gl. 4.8: Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servais a los que por natura-
leza no son dioses.
532. Ex. 32.5: Y viendo esto Aarn, edific un altar delante del becerro; y pregon Aarn, y dijo: Maana
ser fiesta para Jehov.
533. Ex. 32.8: Pronto se han apartado del camino que yo les mand; se han hecho un becerro de fundi-
cin, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de
la tierra de Egipto.
534. 1 R. 18.26, 28: Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el nombre de
Baal desde la maana hasta el medioda, diciendo. Baal, respndenos! Pero no haba voz, ni quien respondiese;
entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que haban hecho Y ellos clamaban a grandes voces, y se
sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos. Is. 65.11:
Pero vosotros los que dejis a Jehov, que olvidis mi santo monte, que ponis mesa para la Fortuna, y sumi-
nistris libaciones para el Destino.
535. Hch. 17.22: Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Arepago, dijo: Varones atenienses, en todo
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observo que sois muy religiosos. Col. 2.21-23: tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en confor-
midad a mandamientos y doctrinas de hombres, cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen
a la verdad cierta reputacin de sabidura en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no
tienen dolor alguno contra los apetitos de la carne.
536. Ml. 1.7-8,14: En que ofrecis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: En qu te hemos deshonrado?
En que pensis que la mesa de Jehov es despreciable Y cuando ofrecis el animal ciego para sacrificio, no
es malo? As mismo cuando ofrecis el cojo o el enfermo, no es malo? Presntalo, pues, a tu prncipe; acaso se
agradar de ti, o le sers acepto? dice Jehov de los ejrcitos Maldito el que engaa, el que teniendo machos
en su rebao, promete, y sacrifica a Jehov lo daado Porque yo soy Gran Rey, dice Jehov de los ejrcitos, y
mi nombre es temible entre las naciones.
537. Dt. 4.2: No aadiris a la palabra que yo os mando, ni disminuiris de ella, para que guardis los manda-
mientos de Jehov vuestro Dios que yo os ordeno.
538. Sal. 106.39: Se contaminaron as con sus obras, y se prostituyeron con sus hechos.
539. Mt. 15.9: Pues en vano me honran, enseando con doctrinas, mandamientos de hombres.
540. 1 P. 1.18: sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o palta.
541. Jer. 44.17: sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca,
para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramndole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres,
nuestros reyes y nuestros prncipes, en las ciudades de Jud y en las plazas de Jerusaln, y tuvimos abundancia
de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno.
542. Is. 45.3-5: y te dar los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy
Jehov, el Dios de Israel, que te pongo nombre. Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llam por
tu nombre; te puse sobrenombre, aunque no me conociste. Yo soy Jehov, y ninguno ms hay; no hay Dios fuera
de m. Yo te ceir, aunque t no me conociste. Gl. 1.13-14: Porque ya habis odo acerca de mi conducta en
otro tiempo en el judasmo, que persegua sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; y en el judasmo aventa-
jaba a muchos de mis contemporneos en mi nacin, siendo mucho ms celoso de las tradiciones de mis padres.
543. 1 S. 13.11-12: Entonces Samuel dijo: Qu has hecho? Y Sal respondi: Porque vi que el pueblo se me
desertaba, y que t no venas dentro del plazo sealado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, me dije:
Ahora descendern los filisteos contra m a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehov. Me esforc, pues,
y ofrec holocausto. 1 S. 15.21: Mas el pueblo tom del botn ovejas y vacas, las primicias del anatema, para
ofrecer sacrificio a Jehov tu Dios en Gilgal.
544. Hch. 8.18: Cuando vio Simn que por la imposicin de las manos de los apstoles se daba el Espritu
Santo, les ofreci dinero.
545. Ml. 3.8: T que dices que no se ha de adulterar, adulteras? T que abominas de los dolos, cometes
sacrilegio?. Ro. 2.22: Robar el hombre a Dios? Pues vosotros me habis robado. Y dijisteis: En qu te
hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
546. Ex. 4.24-26: Y aconteci en el camino, que en una posada Jehov le sali al encuentro, y quiso matarlo.
Entonces Sfora tom un pedernal afilado y cort el prepucio de su hijo, y lo echo a sus pies, diciendo: A la verdad
t me eres un esposo de sangre. As le dej luego ir y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisin.
228 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.110
547. Mt. 22.5: Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios. Ml. 1.7,13:
En que ofrecis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: En qu te hemos deshonrado? En que pensis que la
mesa de Jehov es despreciable Habis adems dicho: Oh, qu fastidio es esto! y me despreciis, dice Jehov
de los ejrcitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. Aceptar yo eso de vuestra
mano? dice Jehov.
548. Mt. 23.13: Mas Hay de vosotros, escribas y fariseos, hipcritas! porque cerris el reino de los cielos
delante de los hombres; pues ni entris vosotros, ni dejis entrar a los que estn entrando.
549. Hch. 13.44-45: El siguiente da de reposo se junt casi toda la ciudad para or la palabra de Dios. Pero
viendo los judos la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatan lo que Pablo deca, contradiciendo y blas-
femando. 1 Ts. 2.15-16: Los cuales mataron al Seor Jess y a sus propios profetas, y a nosotros nos expul-
saron; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, impidindonos hablar a los gentiles para que stos
se salven; as colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.
550. Ex. 20.5-6: No te inclinars a ellas, ni las honrars; porque yo soy Jehov tu Dios, fuerte, celoso, que
visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generacin de los me aborrecen, y hago
misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
551. Sal. 45.11: Y desear el rey tu hermosura; e inclnate a l, porque l es tu seor. Ap. 15.3-4: Y cantan
el cntico de Moiss siervo de Dios, y el cntico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras,
Seor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. Quin no te temer, oh
Seor, y glorificar tu nombre? pues slo t eres santo, por lo cual todas las naciones vendrn y te adorarn,
porque tus juicios se han manifestado.
552. Ex. 34.13-14: Derribaris sus altares, y quebraris sus estatuas, y cortaris sus imgenes de Asera. Porque
no te has de inclinar a ningn otro dios, pues Jehov, cuyo nombre es Celoso, Dios celosos es.
553. Jer. 7.18-20:Y fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, gruesos de carnes; y aumentaste tus forni-
caciones para enojarmepor tanto, he aqu que yo extend contra ti mi mano, y disminu tu provisin ordi-
naria, y te entregu a la voluntad de las hijas de los filisteos, que te aborrecen, las cuales se avergenzan de tu
camino deshonesto. Ez. 16.26-27: Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican,
y no a Dios, y no quiero que vosotros os hagis partcipes con los demonios. No podis beber la copa del Seor,
y la copa de los demonios; no podis participar de la mesa del Seor, y de la mesa de los demonios. O provo-
caremos a celos al Seor? Somos ms fuertes que l?. 1 Co. 10.20-22: Los hijos recogen la lea, los padres
encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a
P.111 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 229
por lo cual los amenaza con castigarlos por varias generaciones;554 y final-
mente, Dios estima a los que cumplen este mandamiento como quienes
lo aman y guardan sus mandamientos, y les promete misericordia por
muchas generaciones.555
dioses ajenos, para provocarme a ira. Me provocarn ellos a ira? dice Jehov. No obran ms bien ellos mismos
su propia confusin? Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: He aqu que mi furor y mi ira se derramarn sobre
este lugar, sobre los hombre, sobre los animales, sobre los rboles del campo y sobre los frutos de la tierra; se
encendern, y no se apagarn. Dt. 32.16-20: Le despertaron a celos con los dioses ajenos; lo provocaron a
ira con abominaciones. Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; a dioses que no haban conocido, A nuevos
dioses venidos de cerca, que no haban temido vuestros padres. De la Roca que te cre te olvidaste; Te has olvi-
dado de Dios tu creador. Y lo vio Jehov, y se encendi en ira por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas. Y
dijo: Esconder de ellos mi rostro, ver cul ser su fin; porque son una generacin perversa, Hijos infieles.
554. Os. 2.2-4: Contened con vuestra madre, contened; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte,
pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos; no sea que yo la despoje y desnude, la
ponga como el da en que naci, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed. Ni tendr
misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitucin.
555. Dt. 5.29: Quin diera que tuviesen tal corazn, pues me temiesen y guardasen todos los das todos
mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!
556. Ex. 20.7: No tomars el nombre de Jehov tu Dios en vano; porque no dar por inocente Jehov al
que tomare su nombre en vano.
557. Mt. 6.9: Vosotros, pues, oraris as: Padre nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu nombre.
Dt. 28.58: Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que estn escritas en este libro,
temiendo este nombre glorioso y temible: JEHOV TU DIOS. Sal. 29.2: Dad a Jehov la gloria debida
a su nombre; ddorad a Jehov en la hermosura de la santidad. Sal. 68.4: Cantad a Dios, cantad salmos a
su nombre, exaltad al que cabalga sobre los cielos, JAH es su nombre, alegraos delante de l. Ap. 15.3-4: Y
cantan el cntico de Moiss siervo de Dios, y el cntico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus
obras, Seor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. Quin no te temer
oh Seor, y glorificar tu nombre? pues slo t eres santo; por lo cual todas las naciones vendrn y te adorarn,
porque tus juicios se han manifestado.
558. Ml. 1.4: Cuando Edom dijere: No hemos empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado; as
ha dicho Jehov de los ejrcitos: Ellos edificarn, y yo destruir; y les llamarn territorio de impiedad, y pueblo
contra el cual Jehov est indignado para siempre. Ec. 5.1: Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie, y
acrcate ms para or que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.
559. Sal. 138.2: me postrar hacia tu santo templo, y alabar tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad;
porque has engrandecido tu nombre, Y tu palabra sobre todas las cosas.
230 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.112
los juramentos,562 los votos,563 las suertes,564 sus obras565 y cualquier otro
medio por el cual se de a conocer, deben ser santos y reverentemente usados
en pensamiento,566 meditacin,567 palabra568 y por escrito;569 mediante una
santa profesin,570 y una conducta responsable,571 para la gloria de Dios,572
el bien de nosotros mismos573 y de los dems.574
560. 1 Co. 11.23-25, 28-29: Porque yo recib del Seor lo que tambin os he enseado: Que el Seor Jess,
la noche que fue entregado, tom pan; y habiendo dado gracias, lo parti, y dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de m Por tanto, prubese cada uno a s mismo, y
coma as del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Seor,
y juicio come y bebe para s.
561. 1 Ti. 2.8: Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni
contienda.
562. Jer. 4.2: y jurares: Vive Jehov, en verdad, en juicio y en justicia, entonces las naciones sern benditas
en l, y en l se gloriarn.
563. Ec. 5.2,4-6: No te des prisa con tu boca, ni tu corazn se apresure a proferir palabra delante de Dios;
porque Dios est en el cielo, y t sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras Cuando a Dios haces
promesa, no tardes en cumplirla; porque l no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es
que no prometas, y no que prometas y no cumplas. No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ngel,
que fue ignorancia. Por qu hars que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?
564. Hch. 1.24,26: Y orando, dijeron: T, Seor, que conoces los corazones de todos, muestra cul de estos
dos has escogido Y les echaron suertes, y la suerte cay sobre Matas; y fue contado con los once apstoles.
565. Job 36.24: Acurdate de engrandecer su obra, la cual contemplan los hombres.
566. Ml. 3.16: Entonces los que teman a Jehov hablaron cada uno a su compaero; y Jehov escuch y oy,
y fue escrito libro de memoria delante de l para los que temen a Jehov, y para los que piensan en su nombre.
567. Sal. 8.1-9: Oh Jehov, Seor, nuestro, Cun glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu
gloria sobre los cielos; De la boca de los nios y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos,
para hacer callar al enemigo y al vengativo. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que
t formaste, Digo: Qu es el nombre, para que tengas de l memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Le has hecho poco menor que los ngeles, Y lo coronaste de gloria y de sus pies:ovejas y bueyes, todo ello, Y
asimismo las bestias del campo, Las aves de los cielos y los peces del mar;Oh Jehov, Seor nuestro, Cun
grande es tu nombre en toda la tierra!.
568. Col. 3.17: Y todo lo que hacis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Seor Jess,
dando gracias a Dios Padre por medio de l. Sal. 105.2,5: Cantadle, cantadle salmos; Hablad de todas sus
maravillas. Acordaos de las maravillas que l ha hecho, De sus prodigios y de los juicios de su boca.
569. Sal. 102.18: Se escribir esto para la generacin venidera; Y el pueblo que est por nacer alabar a JAH.
570. 1 P. 3.15: sino santificad a Dios el Seor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para
presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razn de la esperanza que hay
en vosotros. Mi. 4.5: Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo
andaremos en el nombre de Jehov nuestro Dios eternamente y para siempre.
571. Fil. 1.27: Solamente que os comportis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya
a veros, o que est ausente, oiga de vosotros que estis firmes en un mismo espritu, combatiendo unnimes
por la fe del evangelio.
572. 1 Co. 10.31: Si, pues, comis o bebis, o hacis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
573. Jer. 32.39: Y les dar un corazn, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan
bien ellos, y sus hijos despus de ellos.
574. 1 P. 2.12: manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran
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582. Is. 5.14: Por eso ensanch su interior el Seol, y sin medida extendi su boca; y all descender la gloria
de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en l se regocijaba.
583. 2 R. 19.22: A quin has vituperado y blasfemado? y contra quin has alzado la voz y levantado en alto
tus ojos? Contra el Santo de Israel. Lv. 24.11: Y el hijo de la mujer israelita blasfem el Nombre, y maldijo;
entonces lo llevaron a Moiss. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.
584. Zac. 5.4: Yo la he hecho salir, dice Jehov de los ejrcitos, y vendr a la casa del ladrn, y a la casa
del que jura falsamente en mi nombre; y permanecer en medio de su casa y la consumir, con sus maderas y
piedras. Zac. 8.17: Y ninguno de vosotros piense Ml en su corazn contra su prjimo, ni amis el juramento
falso; porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehov.
585. 1 S. 17.43: Y dijo el filisteo a David: Soy yo perro, para que vengas a m con palos? Y maldijo a David
por sus dioses. 2 S. 16.5: Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aqu sala uno de la familia de la casa de Sal,
el cual se llamaba Simei hijo de Gera; y sala maldiciendo.
586. Jer. 5.7: Cmo te he de perdonar por esto? Sus hijos me dejaron, y juraron por lo que no es Dios. Los
saci, y adulteraron, y en casa de rameras se juntaron en compaas. Jer. 23.10: Porque la tierra est llena de
adlteros; a causa de la maldicin de la tierra est desierta; los pastizales del desierto se secaron; la carrera de
ellos fue mala, y su valenta no es recta.
587. Dt 23.1: No traers la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehov tu Dios por ningn
voto; porque abominacin es a Jehov tu Dios tanto lo uno como lo otro. Hch. 23.12,14: Venido el da, algunos
de los judos tramaron un complot y se juramentaron bajo maldicin, diciendo que no comeran ni beberan hasta
que hubiesen dado muerte a Pablo los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron:
Nosotros nos hemos juramentado bajo maldicin, a no gustar nada hasta que hayamos dado muerte a Pablo.
588. Est. 3.7: En el mes primero, que es el mes de Nisan, en el ao duodcimo del rey Asuero, fue echada
Pur, esto es, la suerte, delante de Amn, suerte para cada da y cada mes del ao; y sali el mes duodcimo, que
es el mes de Adar. Est. 9.24: Porque Amn hijo de Hamedata agagueo, enemigo de todos los judos, haba
ideado contra los judos un plan que quiere decir suerte, para consumirlos, y acabar con ellos. Sal. 22.18:
Repartieron entre s mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.
589. Sal. 24.4: El limpio de manos y puro de corazn; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado
con engaos. Ez. 17.16-19: Vivo yo, dice Jehov el Seor, que morir en medio de Babilonia, en el lugar donde
habita el rey que le hizo reinar, cuyo juramento menospreci, y cuyo pacto hecho con l rompi Por cuanto
menospreci el juramento y quebrant el pacto, cuando he aqu que haba dado su mano, y ha hecho todas estas
cosas, no escapar. Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Vivo yo, que el juramento mo que menospreci, y
mi pacto que ha quebrantado, lo traer sobre su misma cabeza.
590. Mr. 6.26: Y el rey se entristeci mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con l a la
mesa, no quiso desecharla. 1 S. 25.22, 32-34: As haga Dios a los enemigos de David y aun les aada, que de
aqu a maana, de todo lo que fuere suyo no he de dejar con vida ni un varn Y dijo David a Abigal: Bendito
sea Jehov Dios de Israel, que te envi para que hoy me encontrases Y bendito sea tu razonamiento, y bendita
t, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, a vengarme por mi propia mano. Porque vive Jehov Dios
de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, de aqu
a maana no le hubiera quedado con vida a Nabal ni un varn.
591. Ro 9.14, 19-20: Qu, pues, diremos? Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera Pero me dirs:
por qu, pues, inculpa? porque quin ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombres, quin eres t, para
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que alterques con Dios? Dir el vaso de barro al que lo form: Por qu me has hecho as?
592. Dt. 29.29: Las cosas secretas pertenecen a Jehov nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y
para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.
593. Ro. 3.5, 7: Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, qu diremos? Ser injusto Dios que
da castigo? (Hablo como hombre. Pero si por mi mentira la verdad de Dios abund para su gloria, por qu
an soy juzgado como pecador?. Ro. 6.1-2: Qu, pues, diremos? Perseveraremos en el pecado para que
la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, cmo viviremos an en l?
594. Ec. 8.11: Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazn de los hijos de los
hombres est en ellos dispuesto para hacer el mal. Ec. 9.3: Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del
sol, que un mismo suceso acontece a todos, y tambin que el corazn de los hijos de los hombres est lleno de
mal y de insensatez en su corazn durante su vida; y despus de esto se van a los muertos. Sal. 39.1-13: Yo dije:
Atender a mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardar mi boca con freno, en tanto que el impo est
delante de m. Enmudec con silencio, me call aun respecto de lo bueno; y se agrav mi dolor. Se enardeci mi
corazn dentro de m; en mi meditacin se encendi fuego, y as profer con mi lengua.
595. Mt. 5.21-48: Osteis que fue dicho a los antiguos. No matars; y cualquiera que matare ser culpable
de juicio. Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que est en los cielos es perfecto.
596. Ez. 13.22: Por cuanto entristecisteis con mentiras el corazn del justo, al cual yo no entristec, y forta-
lecisteis las manos del impo, para que no se apartase de su mal camino, infundindole nimo.
597. 2 P. 3.16: casi en todas sus epstolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas
difciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como tambin las otras Escrituras, para su
propia perdicin. Mt 22.24-31: diciendo: Maestro, Moiss dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano
se casar con su mujer, y levantar descendencia a su hermano.
598. Is. 22.13: y he aqu gozo y alegra, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino,
diciendo: Comamos y bebamos, porque maana moriremos. Jer. 23.34, 36, 38: Y al profeta, al sacerdote o al pueblo
que dijere: Profeca de Jehov, yo enviar castigo sobre tal hombre y sobre su casa Y nunca ms os vendr a la
memoria decir: Profeca de Jehov; porque la palabra de cada uno le ser por profeca; pues pervertisteis las palabras
del Dios viviente, de Jehov de los ejrcitos, Dios nuestro Mas si dijereis: Profeca de Jehov; por eso Jehov dice
as: Porque dijisteis esta palabra, Profeca de Jehov, habiendo yo enviado a deciros: No digas: Profeca de Jehov.
599. 1 Ti. 1.4, 6-7: ni presten atencin a fbulas y genealogas interminables, que acarrean disputas ms
bien que edificacin de Dios que es por fe, as te encargo ahora de las cuales cosas desvindose algunos, se
apartaron a vana palabrera, queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. 1
Ti. 6.4-5, 20: est envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales
nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y
privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; aprtate de los tales Oh Timoteo, guarda
lo que se te ha encomendado, evitando las profanas plticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente
llamada ciencia. 2 Ti. 2.14: Recurdales esto, exhortndoles delante del Seor a que no contiendan sobre
palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdicin de los oyentes. Tit. 3.9: Pero evita las cues-
tiones necias, y genealogas, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.
600. Dt. 18.10-14: No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o su hija por el fuego, ni quien practique
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adivinacin, ni agorero, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque
es abominacin para con Jehov cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehov tu Dios echa
estas naciones de delante de ti. Perfecto sers delante de Jehov tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar,
a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehov tu Dios. Hch. 19.13: Pero algunos de lo
judos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Seor Jess sobre los que tenan espritus malos,
diciendo: Os conjuro por Jess, el que predica Pablo.
601. 2 Ti. 4.3-4: Porque vendr tiempo cuando no sufrirn la sana doctrina, sino que teniendo comezn
de or, se amontonarn maestros conforme a sus propias concupiscencia, y apartarn de la verdad el odo y se
volvern a las fbulas. Ro. 13.13-14: Andemos como de da, honestamente; no en glotoneras borracheras, no
en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestos del Seor Jesucristo, y no proveis para los deseos
de la carne. 1 R. 21.9-10: Y las cartas que escribi decan as: Proclamad ayuno, y poned a Nabot delante del
pueblo; y poned a dos hombres perversos delante de l, que atestigen contra l y digan: T has blasfemado a Dios
y al rey, Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera. Jud. 4: Porque algunos hombres han entrado encu-
biertamente, los que desde antes haban sido destinados para esta condenacin, hombres impos, que convierten
en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el nico soberano, y a nuestro Seor Jesucristo.
602. Hch. 13.45: Pero viendo los judos la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatan lo que Pablo deca,
contradiciendo y blasfemando. 1 Jn. 3.12: No como Can, que era del maligno y mat a su hermano. Y por
qu causa le mat? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.
603. Sal. 1.1: Bienaventurado el varn que no anduvo en consejos de malos, ni estuvo en camino de peca-
dores, ni en sillas de escarnecedores se ha sentado. 2 P. 3.3: sabiendo primero esto, que en los postreros
das vendrn burladores, andando segn sus propias concupiscencias.
604. 1 P. 4.4: A stos les parece cosa extraa que vosotros no corris con ellos en el mismo desenfreno de
disoLcin, y os ultrajan.
605. Hch. 13.45-46, 50: Pero viendo los judos la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatan lo que Pablo
deca, contradiciendo y blasfemando. Entonces Pablo y Bernab, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros la
verdad era necesario que se os halase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desechis, y no os juzgis
dignos de la vida eterna, he aqu, nos volvemos a los gentiles Pero los judos instigaron a mujeres piadosas y
distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecucin contra Pablo y Bernab, y los expulsaron
de sus lmites. Hch. 4.18: Y llamndolos, les intimaron que en ninguna manera halasen ni enseasen en el
nombre de Jess. Hch. 19.9: Pero endurecindose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de
la multitud, se apart Pablo de ellos y separ a los discpulos, discutiendo cada da en la escuela de uno llamado
Tiranno. 1 Ts. 2.16: impidindonos hablar a los gentiles para que stos se salven; as colman ellos siempre
la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo. He. 10.29: Cunto mayor castigo
pensis que merecer el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue
santificado, e hiciere afrenta al Espritu de gracia?
606. 2 Ti. 3.5: que tendrn apariencia de piedad, pero negarn la eficacia de ella; a stos evita. Mt. 23.14:
Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipcritas! porque devoris las casas de las viudas, y como pretexto hacis
largas oraciones; por esto recibiris mayor condenacin. Mt. 6.1-2, 5 ,16: Guardaos de hacer vuestra justicia
delante de los hombres, para ser vosotros de ellos; de otra manera no tendris recompensa de vuestro Padre
que est en los cielos Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hip-
critas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recom-
pensa Y cuando ores, no seas como los hipcritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las
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esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa Cuando
ayunis, no seis austeros, como los hipcritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres
que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
607. Mr. 8.38: Porque el que se avergonzare de m y de mis palabras en esta generacin adltera y pecadora,
el Hijo del Hombre se avergonzar tambin de l, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ngeles.
608. Sal. 73.14-15: Pues he sido azotado todo el da, Y castigado todas las maanas. Si dijera yo: Hablar
como ellos, He aqu, a la generacin de tus hijos engaara.
609. Ef. 5.15-17: Para avergonzaros lo digo. Pues qu, no hay entre vosotros sabios, ni aun uno, que pueda
juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrdulos?.
1 Co. 6.5-6: Mirad, pues, con diligencia cmo andis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien
el tiempo, porque los das son malos. Por tanto, no seis insensatos, sino entendidos de cul sea la voluntad del
Seor.
610. Is. 5.4: Os mostrar, pues, ahora lo que har yo a mi via: Le quitar su vallado, y ser consumida; apor-
tillar su cerca, y ser hollada. 2 P. 1.8-9: Porque si estas cosas estn en vosotros, y abundan, no os dejarn estar
ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Seor Jesucristo Pero el que no tiene estas cosas
tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificacin de sus antiguos pecados.
611. Ro. 2.23-24: T que te jactas de la ley, con infraccin de la ley deshonras a Dios? Porque como est
escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
612. He. 6.6: Oh glatas insensatos! quin os fascin para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos
ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Tan necios sois? Habiendo
comenzado por el Espritu, ahora vais a acabar por la carne?. Gl. 3.1, 3: y recayeron, sean otra vez reno-
vados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para s mismos al Hijo de Dios y exponindole a vituperio.
613. Ex. 20.7: No tomars el nombre de Jehov tu Dios en vano, porque no dar por inocente Jehov al
que tomare su nombre en vano.
614. Lv. 19.12: Y no juraris falsamente por mi nombre, profanando as el nombre de tu Dios. Yo Jehov.
615. Ez. 36.21-23: Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las
naciones adonde fueron. Por tanto, di a la casa de Israel: As ha dicho Jehov el Seor: No lo hago por vosotros,
oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde
habis llegado. Y santificar mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual ellas; y sabrn las naciones
que yo soy Jehov, dice Jehov el Seor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos. Dt. 28.58-59:
Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que estn escritas en este libro, temiendo este
nombre glorioso y temible: JEHOV TU DIOS, entonces Jehov aumentar maravillosamente tus plagas y las
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plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas. Zac. 5.2-4:
Y me dijo: Qu ves? Y respond: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho.
Entonces me dijo: Esta es la maldicin que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta (como
est de un lado del rollo) ser destruido; y todo aquel que jura falsamente (como est del otro lado del rollo) ser
destruido. Yo la he hecho salir, dice Jehov de los ejrcitos, y vendr a la casa del ladrn, y a la casa del que jura
falsamente en mi nombre; y permanecer en medio de su casa y la consumir, con sus maderas y sus piedras.
616. 1 S. 2.12, 17, 22, 24: Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehov, donde estaba el arca de Dios; y
antes que la lmpara de Dios fuese apagada. 1 S. 3.3: Los hijos de El eran hombres impos, y no tenan cono-
cimiento de Jehov. Era, pues, muy grande delante de Jehov el pecado de los jvenes; porque los hombres
menospreciaban las ofrendas de Jehov. Pero El era muy viejo; y oa de todo lo que sus hijos hacan con todo
Israel, y cmo dorman con las mujeres que velaban a la puerta del tabernculo de reunin No, hijos mos,
porque no es buena fama la que yo oigo; pies hacis pecar al pueblo de Jehov.
617. Ex. 20.8-11: Acurdate del da de reposo para santificarlo. Porque en seis das hizo Jehov los cielos
y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y repos en el sptimo da; por tanto, Jehov bendijo el da
de reposo y lo santific.
618. Dt. 5.12-14: Guardars el da de reposo para santificarlo, como Jehov tu Dios te ha mandado. Seis das
trabajars y hars toda tu obra; mas el sptimo da es reposo a Jehov tu Dios; ninguna obra hars t, ni tu hijo,
ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningn animal tuyo, ni el extranjero que est dentro
de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como t. Gn. 2.2-3: Y acab Dios en el da sptimo
la obra que hizo; y repos el da sptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al da sptimo, y lo santific,
porque en l repos de toda la obra que haba hecho en la creacin. 1 Co. 16.1-2: En cuanto a la ofrenda para
los santos, haced vosotros tambin de la manera que orden en las iglesias de Galacia. Cada primer da de la
semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, segn haya prosperado, guardndolo, para que cuando yo llegue
no se recojan entonces ofrendas. Hch. 20.7: El primer da de la semana, reunidos los discpulos para partir el
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pan, Pablo les enseaba, habiendo de salir al da siguiente; y alarg el discurso hasta la medianoche. Mt. 5.17-
18: No pensis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasar de la ley, hasta que
todo se haya cumplido. Is. 56.2,4,6-7: Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo
abraza; que guarda el da de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal Porque as
dijo Jehov: A los eunucos que guarden mis das de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto Y a
los hijos de los extranjeros que sigan a Jehov para servirle, y que amen el nombre de Jehov para ser sus siervos;
a todos los que guarden el da de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevar a mi santo monte,
y los recrear en mi casa de oracin; sus holocaustos y sus sacrificios sern aceptos sobre mi altar; porque mi
casa ser llamada casa de oracin para todos los pueblos.
619. Ap. 1.10: Yo estaba en el Espritu en el da del Seor, y o detrs de m una gran voz como de trompeta.
620. Ex. 20.8,10: Acurdate del da de reposo para santificarlo mas el sptimo da es reposo para Jehov
tu Dios; no hagas en l obra alguna, t, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero
que est dentro de tus puertas.
621. Ex. 16.25-28: Y dijo: Moiss: Comedlo hoy, porque hoy es da de reposo para Jehov; hoy no halla-
ris en el campo. Seis das lo recogeris; mas el sptimo da es da de reposo; en l no se hallar. Y aconteci que
algunos del pueblo salieron en el sptimo da a recoger, y no hallaron. Y Jehov dijo a Moiss: Hasta cundo no
querris guardar mis mandamientos y mis leyes?. Neh. 13.15-22: En aquellos das vi en Jud a algunos que
pisaban en lagares en el da de reposo, y que acarreaban haces, y cargaban asnos con vino, y tambin de uvas,
de higos y toda suerte de carga, y que traan a Jerusaln en da de reposo; y los amonest acerca del da en que
vendan las provisiones. Tambin haba en la ciudad tirios y traan pescado y toda mercadera, y vendan en da
de reposo a los hijos de Jud en Jerusaln. Y reprend a los seores de Jud y les dije: Qu mala cosa es esta que
vosotros hacis, profanando as el da de reposo? No hicieron as vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo
este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? Y vosotros aads ira sobre Israel profanando el da de reposo?
Sucedi, pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusaln antes del da de reposo, dije que se cerrasen
las puertas, y orden que no las abriesen hasta despus del da de reposo; y puse a las puertas algunos de mis
criados, para que en da de reposo no introdujeran carga. Y se quedaron fuera de Jerusaln una y dos veces los
negociantes y los que vendan toda especie de mercanca. Y les amonest y les dije: Por qu os quedis vosotros
delante del muro? Si lo hacis otra vez, os echar mano. Desde entonces no vinieron en da de reposo. Y dije a
los levitas que se purificasen y viniesen a guardar las puertas, para santificar el da del reposo. Tambin por esto
acurdate de m, Dios mo, y perdname segn la grandeza de tu misericordia. Jer. 17.21-22: As ha dicho
Jehov: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el da de reposo, y de meterla por las puertas de Jerusaln.
Ni saquis carga de vuestras casas en el da de reposo, ni hagis trabajo alguno, sino santificad el da de reposo,
como mand a vuestros padres.
622. Mt. 12.1-13: En aquel tiempo iba Jess por los sembrados en un da de reposo; y sus discpulos tuvieron
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el da de reposo, y que acarreaban haces, y cargaban asnos con vino, y tambin de uvas, de higos y toda suerte de
carga, y que traan a Jerusaln en da de reposo; y los amonest acerca del da en que vendan las provisiones
Y reprend a los seores de Jud y les dije: Qu mala cosa es esta que vosotros hacis, profanando as el da de
reposo? No hicieron as vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad?
Y vosotros aads ira sobre Israel profanando el da de reposo?. Neh. 13.15, 17: y diles: Od la palabra de
Jehov, reyes de Jud, y todo Jud y todos los moradores de Jerusaln que entris por estas puertas As ha dicho
Jehov: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el da de reposo, y de meterla por las puertas de Jerusaln
Ni saquis carga de vuestras casas en el da de reposo, ni hagis trabajo alguno, sino santificad el da de reposo,
como mand a vuestros padres. Ex. 23.12: Seis das trabajars, y al sptimo da reposars, para que descanse
tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.
626. Ez. 22.26: Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y los profano
no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis das de reposo apartaron sus ojos, y
yo he sido profanado en medio de ellos.
627. Hch. 20.7,9: El primer da de la semana, reunidos los discpulos para partir el pan, Pablo les enseaba,
habiendo de salir al da siguiente; y alarg el discurso hasta la medianoche y un joven llamado Eutico, que
estaba sentado en la ventana, rendido de un sueo profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido
del sueo cay del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Ez. 33.30-32: Y t, hijo de hombre, los hijos de
tu pueblo se mofan de ti junto a las paredes y a las puertas de las casas, y habla el uno con el otro, cada uno con
su hermano, diciendo: Venid ahora, y od qu palabra viene de Jehov. Y vendrn a ti como viene el pueblo, y
estarn adelante de ti como pueblo mo, y oirn tus palabras, y no las pondrn por obra, antes hacen halagos con
sus bocas, y el corazn de ellos anda en pos de su avaricia. Y he aqu que t eres a ellos como cantor de amores,
hermoso de voz u que canta bien; y oirn tus palabras, pero no las pondrn por obra. Am. 8.5: diciendo:
Cuando pasar el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la
medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engao la balanza. Ml. 1.13: Habis adems dicho: Oh, qu
fastidio es esto! y me desprecias, dice Jehov de los ejrcitos; y trajisteis lo hurtado, p cojo, o enfermo, y presen-
tasteis ofrenda. Aceptar yo eso de vuestra mano? dice Jehov.
628. Ez. 23.38: Aun esto ms me hicieron: contaminaron mi santuario en aquel da, y profanaron mis das
de reposo.
629. Jer. 17.24, 27: No obstante, si vosotros me obedeciereis, dice Jehov, no metiendo carga por las puertas
de esta ciudad en el da de reposo, sino que santificaris el da de reposo, no haciendo en l ningn trabajo Pero
si no me oyereis para santificar el da de reposo, y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusaln en
da de reposo, yo har descender fuego en sus puertas, y consumir los palacios de Jerusaln, y no se apagar.
Is. 58.13: Si trajeres del da de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi da santo, y lo llamares delicia, santo,
glorioso de Jehov; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando
tus propias palabras.
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estatutos, y guardad mis preceptos, y ponedlos por obra; y santificad mis das de reposo, y sean por seal entre
m y vosotros, para que sepis que yo soy Jehov vuestro Dios.
636. Gn. 2.2-3: Y acab Dios en el da sptimo la obra que hizo; y repos el da sptimo de toda la obra
que hizo. Y bendijo Dios al da sptimo, y lo santific, porque en l repos de toda la obra que haba hecho en
la creacin. Sal. 118.22, 24: sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucit de los muertos, por el este hombre
est en vuestra presencia sano. Este Jess es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido
a ser cabeza del ngulo. Hch. 4.10-11: La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del
ngulo. Este es el da que hizo Jehov; nos gozaremos y alegraremos en l. Ap. 1.10: Yo estaba en el Espritu
en el da del Seor, y o detrs de m una gran voz como de trompeta.
637. Ez. 22.26: Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y los profano
no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis das de reposo apartaron sus ojos, y
yo he sido profanado en medio de ellos.
638. Neh. 9.14: y les ordenaste el da de reposo santo para ti, y por mano de Moiss tu siervo les prescri-
biste mandamientos, estatutos y la ley.
639. Esd. 34.21: Seis das trabajars, mas en el sptimo da descansars; aun en la arada y en la siega, descan-
sars.
640. Am. 8.5: Mas el sptimo da es reposo a Jehov tu Dios; ninguna obra hars t, ni tu hijo, ni tu hija, ni
tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningn animal tuyo, ni el extranjero que est dentro de tus puertas,
para que descanse tu siervo y tu sierva como tu. Acurdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehov tu
Dios te sac de all con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehov tu Dios te ha mandado que guardes
el da de reposo. Dt. 5.14-15: diciendo: Cuando pasar el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abri-
remos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engao la balanza.
641. Lm. 1.7: Jerusaln, cuando cay su pueblo en mano del enemigo y no hubo quien la ayudase, Se acord
de los das de su afliccin, y de sus rebeliones, Y de todas las cosas agradables que tuvo desde tiempos antiguos.
La miraron los enemigos, y se burlaron de su cada. Jer. 17.21-23: As ha dicho Jehov: Guardaos por vuestra
vida de llevar carga en el da de reposo, y de meterla por las puertas de Jerusaln. Ni saquis carga de vuestra casas
en el da de reposo, ni hagis trabajo alguno, sino santificad el da de reposo, como mand a vuestros padres. Pero
ellos no oyeron, ni inclinaron su odo, sino endurecieron su cerviz para no or, ni recibir correccin. Neh. 13.15-
23: En aquellos das vi en Jud a algunos que pisaban en lagares en el da de reposo, y que acarreaban haces, y
cargaban asnos con vino, y tambin de uvas, de higos y toda suerte de carga, y que traan a Jerusaln en da de
reposo; y los amonest acerca del da en que vendan las provisiones.
242 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.122
y lamern el polvo de tus pies; y conocers que yo soy Jehov, que no se avergonzarn los que esperan en m.
651. Ef. 6.4: Y vosotros, padres, no provoquis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonesta-
cin del Seor. 2 Co. 12.14: He aqu, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os ser gravoso,
porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres
para los hijos. 1 Ts. 2.7-8,11: Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura
a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiramos querido entregaros no slo el
evangelio de Dios, sino tambin nuestras propias vidas; porque habis llegado a sernos muy queridos as
como tambin sabis de qu modo, como el padre a sus hijos, exhortbamos y consolbamos a cada uno de
vosotros. Nm. 11.11-12: Y dijo Moiss a Jehov: Por qu has hecho mal a tu siervo? y por qu no he hallado
gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre m? Conceb yo a todo este pueblo? Lo
engendr yo, para que me digas: Llvalo en tu seno, como lleva la que cra al que mama, a la tierra de la cual
juraste a sus padres?
652. 1 Co. 4.14-16: No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos mos amados.
Porque aunque tengis diez mil ayos en Cristo, no tendris muchos padres; pues en Cristo Jess yo os engendr
por medio del evangelio. Por tanto, os ruego que me imitis.
653. 2 R. 5.13: Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: padre mo, si el profeta te mandara
alguna gran cosa, no la haras? Cunto ms, dicindote: Lvate, y sers limpio?. Ef. 5.21: Someteos unos a
otros en el temor de Dios. 1 P. 2.17: Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.
Ro. 12.10: Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefirindoos los unos a los otros.
654. Lv 19.3: El hijo honra al padre, y el siervo a su Seor. Si, pues, soy yo padre, dnde est mi honra? y
si soy Seor, dnde est mi temor? dice Jehov de los ejrcitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciis
mi nombre. Y decs: En qu hemos menospreciado tu nombre? Ml 1.6: Cada uno temer a su madre y a su
padre, y mis das de reposo guardaris. Yo Jehov vuestro Dios.
655. Pr 31.28: Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido tambin la alaba. 1 P 3.6:
como Sara obedeca Abraham, llamndole seor; de la cual vosotras habis venido a ser hijas, si hacis el bien,
sin temer ninguna amenaza.
656. Lv 19.32: Delante de las canas te levantars, y honrars el rostro del anciano, y de tu Dios tendrs temor.
Yo Jehov. 1 R 2.19: Vino Betsab al rey Salomn para hablarle por Adonas. Y el rey se levant a recibirla, y se
inclin ante ella, y volvi a sentarse en su trono, e hizo traer una silla para su madre, la cual se sent a su diestra.
244 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.127
657. Tim 2.1-2: Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias,
por todos los hombres; por los leyes y por todos los que estn en eminencia, para que vivamos quieta y reposa-
damente en toda piedad y honestidad.
658. He 13.7: Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como
quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegra, y no quejndose, porque esto no es provechoso.
Fil 3.17: Hermanos, sed imitadores de mi, y mirad a los que as se conducen segn el ejemplo que tenis en
nosotros.
659. Ef. 6.1-2, 5-7: Hijos, obedeced en el Seor a vuestros padres, porque esto es justo Honra a tu padre
y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con
temor y temblor con sencillez de vuestro corazn, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren
agradar a los hombre, sino como siervos de Cristo, de corazn haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de
buena voluntad, como al Seor y no a los hombre. 1 P. 2.13-14: Por causa del Seor someteos a toda insti-
tucin humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores como por l enviados para castigo de los
malhechores y alabanza de los que hacen bien. Ro. 13.1-5: Somtase toda persona a las autoridades supe-
riores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo
que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenacin
para s mismos. Porque los magistrados no estn para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. Quieres,
pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrs alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien,
pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios vengador para castigar
al que hace lo malo. Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razn del castigo, sino tambin
por causa de la conciencia. He. 13.17: Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegra, y no quejndose, porque esto
no es provechoso. Pr. 4.3-4: Porque yo tambin fui hijo de mi padre, delicado y nico delante de mi madre.
Y l me enseaba, y me deca: Retenga tu corazn mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirs. Pr. 23.22:
Oye a tu padre, a aquel que te engendr; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies. Ex. 18.19,24:
Oye ahora mi voz; yo te aconsejar, y Dios estar contigo. Est t por el pueblo delante de Dios, y somete t
los asuntos a Dios Y oy Moiss la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo.
660. He 12.9: Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerbamos.
Por qu no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espritus, y viviremos?. 1 P. 2.18-20: Criados, estad
sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino tambin a los difciles de
soportar. Porque esto merece aprobacin, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias
padeciendo injustamente. Pues qu gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportis? Mas si haciendo lo
bueno sufrs, y lo soportis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.
661. Tit. 2.9-10: Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respon-
dones; no defraudando, sino mostrndose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro
Salvador.
662. 1 S. 26.15-16: Y dijo David a Abner: No eres t un hombre? y quin hay como t en Israel? Por qu,
pues, no has guardado al rey tu seor? Porque uno del pueblo ha entrado a matar a tu seor el rey. Esto que
has hecho no est bien. Vive Jehov, que sois dignos de muerte, porque no habis guardado a vuestro seor, al
ungido de Jehov. Mira pues, ahora, dnde est la lanza del rey, y la vasija de agua que estaba a su cabecera. 2
S. 18.3: Mas el pueblo dijo: No saldrs; porque si nosotros huyremos, no harn caso de nosotros; y aunque la
mitad de nosotros muera, no harn caso de nosotros; mas t ahora vales tanto como diez mil de nosotros. Ser,
P.128 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 245
P.128. Cules son los pecados de los inferiores contra sus superiores?
R. Los pecados de los inferiores contra sus superiores son: todo
incumplimiento de los deberes exigidos hacia ellos; 666 la envidia, 667 el
desprecio668 y la rebelin669 contra sus personas670 y puestos,671 en sus leg-
pues, mejor que t nos des ayuda desde la ciudad. Est. 6.2: Entonces hallaron escrito que Mardoqueo haba
denunciado el complot de Vigtn y de Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, que haban procu-
rado poner mano en el rey Asuero.
663. Mt. 22.21: Le dijeron: De Cesar. Y les dijo: Dad, pues, a Cesar lo que es de Cesar, y a Dios lo que es
de Dios. Ro. 13.6-7: Pues por esto pagis tambin los tributos, porque son servidores de Dios que atienden
continuamente a esto mismo. Pagad a todos lo que debis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al
que respeto, respeto; al que honra, honra. 1 Ti. 5.17-18: Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por
dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y ensear. Pues la Escritura dice: No pondrs
bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. Gl. 6.6: El que es enseado en la palabra, haga
partcipe de toda cosa buena al que lo instruye. Gn. 45.11: Y all te alimentar, pues an que dan cinco aos
de hambre, para que no perezcas de pobreza t y tu casa, y todo lo que tienes. Gn. 47.12: Y alimentaba Jos a
su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, con pan, segn el nmero de los hijos.
664. 1 Pe. 2.18: Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y
afables, sino tambin a los difciles de soportar. Pr. 23.22: Oye a tu padre, a aquel que te engendr; y cuando
tu madre envejeciere, no la menosprecies. Gn. 9.23: Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre
sus propios hombros, y andando hacia atrs, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y
as no vieron la desnudez de su padre.
665. Sal. 127.3-5: He aqu, herencia de Jehov son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas
en mano del valiente, as son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llen su aljaba de
ellos; no ser avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta. Pr. 31.23: Su marido es conocido
en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
666. Mt. 15.4-6: Porque Dios mand diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre
o a la madre, muera irremisiblemente Pero vosotros decs: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: es mi
ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. As habis
invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradicin.
667. Nm. 11.28-29: Entonces respondiendo Josu hijo de Nun, ayudante de Moiss, uno de sus jvenes,
y dijo: Seor mo Moiss, impdelos. Y Moiss le respondi: Tienes t celos por m? Ojal todo el pueblo de
Jehov fuese profeta, y que Jehov pusiera su espritu sobre ellos.
668. 1 S. 8.7: Y dijo Jehov a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han
desechado a ti, sino a m me han desechado, para que no reine sobre ellos. Is. 3.5: Y el pueblo se har violencia
unos a otros, cada cual contra su vecino; el joven se levantar contra el anciano, y el villano contra el noble.
669. 2 S. 15.1-12: Aconteci despus de esto, que Absaln se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres
que corriesen delante de l. Y se levantaba Absaln de maana, y se pona a un lado del camino junto a la puerta;
y a cualquiera que tena pleito y vena al rey a juicio, Absaln le llamaba y le deca: De qu ciudad eres? Y l
responda: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. Entonces Absaln le deca: Mira, tus palabras son buenas
y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey.
670. Ex. 21.15: El que hiriere a su padre o a su madre, morir.
246 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.129
671. 1 S. 10.27: Pero algunos perversos dijeron: Cmo nos ha de salvar ste? Y le tuvieron en poco, y no
le trajeron presente; mas l disimul.
672. 1 S. 2.25: Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarn; mas si alguno pecare contra
Jehov, quin rogar por l? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehov haba resuelto hacerlos
morir.
673. Dt. 21.18-21: Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni
a la voz de su madre, y habindole castigado, no les obedeciere; entonces lo tomarn su padre y su madre, y lo
sacarn ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva; y dirn a los ancianos de la ciudad:
Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotn y borracho. Entonces todos los
hombres de su ciudad lo apedrearn, y morir; as quitars el mal de en medio de ti y todo Israel oir, y temer.
674. Pr. 30.11, 17: Hay generacin que maldice a su padre y a su madre no bendice. El ojo que escarnece
a su padre y menosprecia la enseanza de la madre, los cuervos de la caada lo saquen, y lo devoren los hijos
del guila.
675. Pr. 19.26: El que roba a su padre y ahuyenta a su madre, es hijo que causa vergenza y acarrea oprobio.
676. Col. 3.19: Maridos, amad a vuestra mujeres, y no seis speros con ellas. Tit. 2.4: que enseen
a las mujeres jvenes a amar a sus maridos y a sus hijos.
677. 1 S. 12.23: As que, lejos sea de m que peque yo contra Jehov cesando de rogar por vosotros; antes os
instruir en el camino bueno y recto. Job 1.5: Y aconteca que habiendo pasado en turno los das del convite,
Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de maana y ofreca holocaustos conforme al nmero de todos ellos.
Porque deca Job: Quiz habrn pecado mis hijos, y habrn blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta
manera haca todos los das.
678. 1 R. 8.55-56: y puesto en pie, bendijo a toda la congregacin de Israel, diciendo en voz alta: Bendito
sea Jehov, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que l haba dicho; ninguna palabra de todas
sus promesas que expres por Moiss su siervo, ha faltado. He. 7.7: Y sin discusin alguna, el menor es
bendecido por el mayor. Gn. 49.28: Todos stos fueron las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su padre
les dijo, al bendecirlos; a cada uno por su bendicin los bendijo.
679. Dt. 6.6-7: Y estas palabras que yo te mando hoy, estarn sobre tu corazn; y las repetirs a tus hijos, y
hablars de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
680. Ef. 6.4: Y vosotros, padres, no provoquis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amones-
tacin del Seor.
681. 1 P. 3.7: Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a
vaso mas frgil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestra oraciones no tengan estorbo.
682. 1 P. 2.14: ya a los gobernadores, como por l enviados para castigo de los malhechores y alabanza
de los que hacen bien. Ro. 13.3: Porque los magistrados no estn para infundir temor al que hace el bien, sino
al malo. Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrs alabanza de ella.
P.130 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 247
683. Est. 6.3: Y dijo el rey: Qu honra o que distincin se hizo a Mardoqueo por esto? Y le respondieron
los servidores del rey, sus oficiales; Nada se ha hecho con l.
684. Ro. 13.3-4: Porque los magistrados no estn para infundir temor al que hace el bien, sino al malo.
Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrs alabanza de ella, porque es servidor de Dios
para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador
para castigar al que hace lo malo.
685. Pr. 29.15: La vara y la correccin dan sabidura; Mas el muchacho consentido avergonzar a su madre.
1 P. 2.14: ya a los gobernadores, como por l enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los
que hacen bien.
686. Job 29.12-17: Porque yo libraba al pobre que clamaba, y al hurfano que careca de ayudador. La bendi-
cin del que se iba a perder vena sobre m, y al corazn de la viuda yo daba alegra. Me vesta de justicia, y ella
me cubra; como manto y diadema era mi rectitud. Yo era ojos al ciego, y pies al cojo. A los menesterosos era
padre, y de la causa que no entenda, me informaba con diligencia; Y quebrantaba los colmillos del inicuo, y de
sus dientes haca soltar la presa. Is. 1.10,17: Prncipes de Sodoma, od la palabra de Jehov; escuchad la ley
de nuestro Dios, pueblo de Gomorra Aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced
justicia al hurfano, amparad a la viuda.
687. Ef. 6.4: Y vosotros, padres, no provoquis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amones-
tacin del Seor.
688. 1 Ti. 5.8: porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado
la fe, y es peor que un incrdulo.
689. 1 Ti. 4.12: Ninguno tenga en poco tu juventud, sino s ejemplo de los creyentes en palabra, conducta,
amor, espritu, fe y pureza. Tit. 2.3-5: Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras,
no esclavas del vino, maestras del bien; que enseen a las mujeres jvenes a amar a sus maridos y a sus hijos,
a ser prudentes, casta, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea
blasfemada.
690. 1 R. 3.28: Y todo Israel oy aquel juicio que haba dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que
haba en l sabidura de Dios para juzgar.
691. Tit. 2.15: Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
692. Ez. 34.2-4: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores:
As ha dicho Jehov el Seor: Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a s mismos! No apacientan
los pastores a los rebaos? Comis la grosura, y os vests de la lana; la engordada degollis, mas no apacen-
tis a las ovejas. No fortalecisteis las dbiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, ni
volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habis enseoreado de ellas con dureza
y con violencia.
693. Fil. 2.21: Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jess.
248 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.130
694. Jn. 7.18: Cmo podis vosotros creer, pues recibs gloria los unos de los otros, y no buscis la gloria
que viene del Dios nico?. Jn. 5.44: El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que
busca la gloria del que le envi, ste es verdadero, y no hay en l injusticia.
695. Is. 56.10-11: Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden
ladrar; soolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos
no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por
su lado. Dt. 17.17: Ni tomar para s muchas mujeres, para que su corazn no se desve; ni plata ni oro amon-
tonar para s en abundancia.
696. Dn. 3.4-6: Y el pregonero anunciaba n alta voz: Mndase a vosotros, oh pueblos, naciones y lenguas,
que al or el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoa y de todo instru-
mento de msica, os postris y adoris la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado. Y cualquiera
que no se postre y adore, inmediatamente ser echado dentro de un horno de fuego ardiendo. Hch. 4.17-18:
Sin embargo, para que no se divulgue ms entre el pueblo, amenacmosles para que no hablen de aqu en
adelante a hombre alguno en este nombre. Y llamndolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni
enseasen en el nombre de Jess.
697. Ex. 5.10-18: En la ctedra de Moiss se sientan los escribas y los fariseos Porque atan cargas pesadas
y difciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
Mt. 23.2, 4: Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus capataces, hablaron al pueblo, diciendo: As ha dicho
Faran: Yo no os doy paja.
698. Mt. 14.8: Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aqu en un plato la cabeza de Juan el
Bautista. Mr. 6.24: Saliendo ella, dijo a su madre: Qu pedir? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista.
699. 2 S. 13.28: Y Absaln haba dado orden a sus criados, diciendo: Os ruego que miris cuando el corazn
de Amn est alegre por el vino; y al decir yo: Herid a Amn, entonces matadle, y no temis, pues yo os lo he
mandado. Esforzaos, pues, y sed valientes.
700. 1 S. 3.13: Y le mostrar que yo juzgar su casa para siempre, por la iniquidad que l sabe; porque sus
hijos han blasfemado a Dios, y l no los ha estorbado.
701. Jn. 7.46-49: Los alguaciles respondieron: Jams hombre alguno ha hablado como este hombre!
Entonces los fariseos les respondieron: Tambin vosotros habis sido engaados? Acaso ha credo en l alguno
de los gobernantes, o de los fariseos? Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es. Col. 3.21: Padres, no exas-
peris a vuestros hijos, para que no se desalienten. Ex. 5.17: Y el respondi: Estis ociosos, s, ociosos, y por
eso decs: Vamos y ofrezcamos sacrificios a Jehov.
702. 1 P. 2.18-20: Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos
y afables, sino a los difciles de soportar. Porque esto merece aprobacin, si alguno a causa de la conciencia
delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. Pues qu gloria es, si pecando sois abofeteados,
y lo soportis? Mas si haciendo lo bueno sufrs, y lo soportis, esto ciertamente es aprobado delante de
Dios. He. 12.10: Y aquellos, ciertamente por pocos das nos disciplinaban como a ellos les pareca, pero
ste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Dt. 25.3: Se podr dar cuenta
azotes, no ms, no sea que , si lo hirieren con muchos azotes ms que stos, se sienta tu hermano envile-
cido delante de tus ojos.
P.131 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 249
703. Hch. 18.17: Entonces todos los griegos, apoderndose de Sstenes, principal de la sinagoga, le golpeaban
delante del tribunal; pero a Galin nada se le daba de ello. Gn. 38.11, 26: Y Jud dijo a Tamar su nuera: Qudate
viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi hijo; porque dijo: No sea que muera l tambin como sus
hermanos. Y su fue Tamar, y estuvo en casa de su padre Entonces Jud los reconoci, y dijo: Ms justa es ella
que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y nunca ms la conoci.
704. Ef. 6.4: Y vosotros, padres, no provoquis a ira vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amones-
tacin del Seor.
705. Gn. 9.21: y bebi del vino, y se embriag, y estaba descubierto en medio de su tienda. 1 R. 12.13-
16: Y el rey respondi al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le haban dado; y les habl
conforme al consejo de los jvenes, diciendo: Mi padre agrav vuestro yugo, pero yo aadir a vuestro yugo; mi
padre os castig con azotes, mas yo os castigar con escorpiones. Y no oy el rey al pueblo; porque era designio
de Jehov para confirmar la palabra que Jehov haba hablado por medio de Ahas silonita a Jeroboam hijo de
Nabat. Cuando todo el pueblo vio que el rey no les haba odo, respondi estas palabras, diciendo: Qu parte
tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isa. Israel, a tus tiendas! Provee ahora en tu
casa. David! Entonces Israel se fue a sus tiendas. 1 R. 1.6: Y su padre nunca le haba entristecido en todos
sus das con decirle: Por qu haces as? Adems, ste era de muy hermoso parecer; y haba nacido despus de
Absaln. Cf. 1 S. 2.29-31.
706. 1 P. 2.7: Para vosotros, pues, los que creis, l es precioso; pero para los que no creen, La piedra que
los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ngulo.
707. Ro. 12.10: Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefirindoos los unos
a los otros.
708. Ro. 12.15-16: Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Unnimes entre vosotros; no
altivos, sino asocindoos con los humildes. No seis sabios en vuestra propia opinin. Fil. 2.3-4: Nada hagis
por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los dems como superiores a l
mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual tambin por lo de los otros.
709. Ro. 8.8: y los que viven segn la carne no pueden agradar a Dios.
710. 2 Ti. 3.3: sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de
lo bueno.
711. Hch. 7.9: Los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a Jos para Egipto; pero Dios estaba con l.
Gl. 5.26: No nos hagamos vanagloriosos, irritndonos unos a otros, envidindonos unos a otros.
712. Nm. 12.2: Y dijeron: Solamente por Moiss ha hablado Jehov? No ha hablado tambin por nosotros?
250 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.133
Y lo oy Jehov. Est. 6.12-13: Despus de esto Mardoqueo volvi a la puerta real, y Amn se dio prisa para irse
a su casa, apesadumbrado y cubierta su cabeza. Cont luego Amn a Zeres su mujer y a todos sus amigos, todo lo
que le haba acontecido. Entonces le dijeron sus sabios, y Zeres su mujer: Si de la descendencia de los judos es
ese Mardoqueo delante de quien has comenzado a caer, no lo vencers, sino que caers por cierto delante de l.
713. 2 Jn. 9: Yo he escrito a la iglesia; pero Ditrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos
recibe. Lc. 22.24: Hubo tambin entre ellos una disputa sobre quin de ellos sera el mayor.
714. Ex. 20.12: Honra a tu padre y a tu madre, para que tus das se alargue en la tierra que Jehov tu Dios
te da.
715. Dt. 5.16: Honra a tu padre y a tu madre, como Jehov tu Dios te ha mandado, para que sean prolon-
gados tus das, y para que te vaya bien sobre la tierra. 1 R. 8.25: Ahora, pues, Jehov Dios de Israel, cumple
a tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No te faltar varn delante de m, que se siente en el
trono de Israel, con tal que tus hijos guarden mi camino y anden delante de m como t has andado delante de
m. Ef. 6.2-3: Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya
bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
716. Ex. 20.13: No matars.
717. Ef. 5.28-29: As tambin los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que
ama a su mujer, a s mismo se ama. Porque nadie aborreci jams a su propia carne, sino que la sustenta y la
cuida, como tambin Cristo a la iglesia.
718. 1 R. 18.4: Porque cuando Jezabel destru a los profetas de Jehov, Abdas tom a cien profetas y los
escondi de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustent con pan y agua.
719. Jer. 26.15-16: Mas sabed de cierto que si me matis, sangre inocente echaris sobre vosotros, y sobre
esta ciudad y sobre sus moradores; porque en verdad Jehov me envi a vosotros para que dijese todas estas pala-
bras en vuestros odos. Y dijeron los prncipes y todo el pueblo a los sacerdotes y profetas: No ha incurrido este
hombre en pena de muerte, porque en nombre de Jehov nuestro Dios nos ha hablado. Hch. 23.12, 16-17, 21,
27: Venido el da, algunos de los judos tramaron un complot y se juramentaron bajo maldicin, diciendo que
P.135 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 251
no comeran ni beberan hasta que hubiesen dado muerte a Pablo Mas el hijo de la hermana de Pablo, oyendo
hablar de la celda, fue y entr en la fortaleza, y dio aviso a Pablo Pablo, llamando a uno de los centuriones,
dijo: Lleva a este joven ante el tribuno, porque tiene cierto aviso que darle Pero t no les creas; porque ms de
cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales se han juramentado bajo maldicin, a no comer ni beber hasta
que le hayan dado muerte; y ahora estn listos esperando tu promesa A este hombre, aprehendido por los
judos, y que iban ellos a matar, lo libr yo acudiendo con la tropa, habiendo sabido que era ciudadano romano.
720. Ef. 4.26,27: Airados, pero no pequis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.
721. Dt. 22.8: Y Abner volvi a decir a Asael: Aprtate de en pos de m; Por qu he de herirte hasta derri-
barte? Cmo levantara yo entonces mi rostro delante de Joab tu hermano?. 2 S. 2.22: Cuando edifiques
casa nueva, hars pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de l cayere alguno.
722. Mt. 4.6-7: .. y le dijo: Si eres Hijo de Dios, chate abajo; porque escrito est: A sus ngeles mandar
acerca de ti, y, En sus manos te sostendr, para que no tropieces con tu pies en piedra. Jess le dijo: Escrito est
tambin:No tentars al Seor tu Dios. Pr. 1.10-11, 15-16: Hijo mo, si los pecadores te quisieren engaar, no
consientas. Si dijeren: Ven con nosotros; pongamos asechanzas para derramar sangre, Acechemos sin motivos
al inocente; hijo mo, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas, porque sus pies corren hacia
el mal, y van presurosos a derramar sangre.
723. 2 S. 24.12: Juzgue Jehov entre t y yo, y vngueme de ti Jehov; pero mi mano no ser contra ti. 1 S.
26.9-11: Y David respondi a Abisai: No le mates; porque quien extender su mano contra el ungido de Jehov,
y ser inocente? Dijo adems David: Vive Jehov, que si Jehov no lo hiriere, o su da llegue para que muera, o
descendiendo en batalla perezca, gurdame Jehov de extender mi mano contra el ungido de Jehov. Pero toma
ahora la lanza que est a su cabecera, y la vasija de agua, y vmonos. Gn. 37.21-22: Cuando Rubn oy esto,
lo libr de sus manos, y dijo: No lo matemos. Y les dijo Rubn: No derramis sangre; echadlo en esta cisterna
que est en el desierto, y no pongis mano en l; por librarlo as de sus manos, para hacerlo volver a su padre.
724. Sal. 82.4: Librad al afligido y al necesitado; libradlo de mano de los impos. Pr. 24.11-12: Libra a
los que son llevados a la muerte; salva a los que estn en peligro de muerte. Porque si dijeres: Ciertamente no
lo supimos,Acaso no lo entender el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, l lo conocer, y dar al
hombre segn sus obras. 1 S. 14.45: Entonces el pueblos dijo a Sal: Ha de morir Jonatn, el que ha hecho
esta grande salvacin en Israel? No ser as. Vive Jehov, que no ha de caer un cabello de su cabeza en tierra,
pues que ha actuado hoy con Dios. As el pueblo libr de morir a Jonatn.
725. Stg. 5.7-11: Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Seor. Mirad como el labrador
espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tarda. Tened
tambin vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Seor se acerca. Hermanos, no
os quejis unos contra otros, para que no seis condenados; he aqu, el juez est delante de la puerta. hermanos
mos, tomad como ejemplo de afliccin y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del seor. He
aqu, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habis odo de la paciencia de Job, y habis visto el fin del
Seor, que el Seor es muy misericordioso y compasivo. He 12.9: Por otra parte, tuvimos a nuestros padres
terrenales que nos disciplinaban, y los venerbamos. Por qu no obedeceremos mucho mejor al Padre de los
espritus, y viviremos?
726. 1 Ts. 4.11: y que procuris tener tranquilidad, y trabajar con vuestras manos de la manera que os
hemos mandado. 1 P. 3.3-4: Vuestro atavo no sea el extremo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de
vestidos lujosos, sino el interno, el del corazn, en el incorruptible ornato de un espritu afable y apacible, que
es de gran estima delante de Dios. Sal. 37.8-11: Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna
252 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.135
a hacer lo malo. Porque los malignos sern destruidos, pero los que esperan en Jehov, ellos heredarn la tierra.
Pues de aqu a poco no existir el malo; observars su lugar, y no estar all. Pero los mansos heredarn la tierra,
y se recrearn con abundancia de paz.
727. Pr. 17.22: El corazn alegre constituye buen remedio; mas el espritu triste seca los huesos.
728. Pr. 25.16,27: Hallaste miel? Come lo que te basta, no sea que hastiado de ella la vomites, Comer mucha
miel no es bueno, ni el buscar la propia gloria es gloria.
729. 1 Ti. 5.23: ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estmago y de tus frecuentes
enfermedades.
730. Is. 38.21: Y haba dicho Isaas: Tomen masa de higos, y pnganla en la llaga, y sanar.
731. Sal. 127.2: Por dems es que os levantis de madrugada, y vayis tarde a reposar, Y que comis pan de
dolores; Pues que a su amado dar Dios el sueo.
732. Ec. 5.12: Dulce es el sueo del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la
abundancia. 2 Ts. 3.10,12: Porque tambin cuando estbamos con vosotros, os ordenbamos esto: Si alguno
no quiere trabaja, tampoco coma. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Seor Jesucristo, que traba-
jando sosegadamente, coman su propio pan. Pr. 16.26: El alma del que trabaja, trabaja para s, porque su
boca le estimula.
733. Ec. 3.4,11: tiempo de llorar, y tiempo de rer; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; todo lo hizo
hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazn de ellos, sin que alcance el hombre a entender la
obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
734. 1 S. 19.4-5: Y Jonatn habl bien de David a Sal su padre, y le dijo: No peque el rey contra su siervo
David, porque ninguna cosa ha cometido contra ti, y porque sus obras han sido muy buenas para conmigo; pues
l tom su vida en su mano, y mat al filisteo, y Jehov dio gran salvacin a todo Israel. T lo viste, y te alegraste;
por qu, pues, pecars contra la sangre inocente, matando a David sin causa?. 1 S. 22.13-14: Y le dijo Sal:
Por qu habis conspirado contra m, t y el hijo de Isa, cuando le diste pan y espada, y consultaste por l a
Dios, para que se levantase contra m y me acechase, como lo hace hoy da? Entonces Ahimelec respondi al
rey, y dijo: Y quin entre todos tus siervos es tan fiel como David, yerno tambin del rey, que sirve a tus rdenes
y es ilustre en tu casa?
735. Ro. 13.10: El amor no hace mal al prjimo; as que el cumplimiento de la ley es el amor.
736. Lc. 10.33-34: Pero un samaritano, que iba de camino, vino acerca de l, y vindole, fue movido a mise-
ricordia; y acercndose, vend sus heridas, echndoles aceite y vino; y ponindole en su cabalgadura, lo llev
al mesn, y cuidado de l.
737. Col. 3.12-13: Vestos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entraable misericordia. de
benignidad, de humildad. de manse dumbre, de paciencia; soportndoos unos a otros, y perdonndoos unos a
otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdon, as tambin hacedlo vosotros.
738. Stg. 3.17: Pero la sabidura que es de lo alto es primeramente pura, despus pacfica, amable, benigna,
llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresa.
739. 1 P. 3.8-11: Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amndoos fraternalmente, mise-
ricordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldicin por maldicin, sino por el contrario; bendi-
ciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendicin. Porque:El que quiere amar la vida y ver
das buenos, Refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engao; Aprtese del mal, y haga el bien; busque
la paz, y sgala. Pr. 15.1: La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra spera hace subir el furor. Jue. 8.1-3:
P.136 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 253
llevar y perdonar las injurias con paciencia, devolviendo bien por mal,740
confortando y socorriendo a los afligidos, y protegiendo y defendiendo a
los inocentes.741
Pero los hombre de Efran le dijeron: Qu es esto que has hecho con nosotros, no llamndonos cuando ibas
a la guerra contra Madin? Y le reconvinieron fuertemente. A los cuales l respondi: Qu he hecho yo ahora
comparado con vosotros? No es el rebusco de Efran mejor que la vendimia de Abiezer? Dios ha entregado
en vuestras manos a Oreb y a Zeeb, prncipes de Madin; y qu he podido y hacer comparado con vosotros?
Entonces el enojo de ellos con l se aplac, luego que l habl esta palabra.
740. Mt. 5.24: deja all tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda. Ef. 4.2, 32: con toda humildad y mansedumbre, soportndoos con
paciencia los unos a los otros en amor. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonndoos unos
a otros, como Dios tambin os perdon a vosotros en Cristo. Ro. 12.17, 20-21: No paguis a nadie mal por
mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres As que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer;
si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonars sobre su cabeza. No seas vencido
de lo malo, sino vence con el bien el mal.
741. 1 Ts. 5.14: Tambin os rogamos, hermanos, que amonestis a los ociosos, que alentis a los de poco
nimo, que sostengis a los dbiles, que seis pacientes para con todos. Job 31.19-20: Si he visto que pere-
ciera alguno sin vestido, y al menesteroso sin abrigo; Si no me bendijeron sus lomos, y del velln de mis ovejas
se calentaron. Mt. 25.35-36: Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui
forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la crcel, y vinisteis a
m. Pr. 31.8-9: Abre tu boca por el mudo en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia,
y defiende la causa del pobre y del menesteroso.
742. Hch. 16.28: Mas Pablo clam a gran voz, diciendo: No te hagas ningn mal, pues todos estamos aqu.
743. Gn. 9.6: El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre ser derramada; porque a
imagen de Dios es hecho el hombre.
744. Nm. 35.31, 33: Y no tomaris precio por la vida del homicida, porque est condenado a muerte; inde-
fectiblemente morir. Y no contaminaris la tierra donde estuviereis; porque esta sangre amancillar la tierra, y
la tierra no ser expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derram.
745. Jer. 48.10: Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehov, y maldito el que detuviere de la
sangre su espada. Cf. Dt. 20.1-20.
746. Ex. 22.2-3: Si el ladrn fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muere, el que lo hiri no ser
culpado de su muerte. Pero si fuere de da, el autor de la muerte ser reo de homicidio. El ladrn har completa
restitucin; si no tuviere con qu, ser vendido por su hurto.
747. Mt. 25.42-43: Porque tuve hambre, y no medisteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui
forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la crcel, y no me visitasteis.
Ec. 6.1-2: Y si un hermano o una hermana estn desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada
da, y alguno de vosotros les dice : Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias
254 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.136
para el cuerpo, de qu aprovecha?. Stg. 2.15-16: hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy comn
entre los hombres: El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su
alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraos. Esto es vanidad,
y mal doloroso.
748. Mt. 5.22: Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, ser culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, ser culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedar
expuesto al infierno de fuego.
749. Jn. 3.15: Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabis que ningn homicida tiene vida
eterna permanente en l. Lv. 19.17: No aborrecers a tu hermano en tu corazn; razonars con tu prjimo,
para que no participes de su pecado.
750. Pr. 14.30: El corazn apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos.
751. Ro. 12.19: No os venguis vosotros mismos, amados mos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque
escrito est: Ma es la venganza, yo pagar, dice el Seor.
752. Ef. 4.21: Qutense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritera y maledicencia, y toda malicia.
753. Mt. 6.31, 34: No os afanis, pues, diciendo: Qu comeremos, o qu beberemos, o qu vestiremos? As
que, no os afanis por el da de maana, porque el da de maana traer su afn Basta a cada da su propio mal.
754. Lc. 21.34: Mirad tambin por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de gloto-
nera y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel da. Ro. 13.13:
Andemos como de da, honestamente; no en glotoneras y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en
contiendas y envidia.
755. Ec. 12.12: Ahora, hijo mo, a ms de esto, s amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho
estudio es fatiga de la carne. Ec. 2.22-23: Porque qu tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su
corazn, con que se afana debajo del sol? Porque todos sus das no son sino dolores, y sus trabajos molestias;
aun de noche su corazn no reposa. Esto tambin es vanidad.
756. Is. 5.12: Y en sus banquetes hay arpas vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Jehov,
ni consideran la obra de sus manos.
757. Pr. 15.1: La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra spera hace subir el furor. Pr. 12.18: Hay
hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina.
758. Ez. 18.18: Su padre, por cuanto hizo agravio, despoj voluntariamente al hermano, e hizo en medio
de su pueblo lo que no es bueno, he aqu que l morir por su maldad. Ex. 1.14: y amargaron su vida con
dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obli-
gaban con rigor.
759. Gl. 5.15: Pero si os mordis y os comis uno a otros, mirad que tambin no os consumis unos a otros.
Pr. 23.29: Para quin ser el ay? Para quin el dolor? Para quien las rencillas? Para quin las quejas? Para
quien las heridas en balde? Para quin lo amoratado de los ojos
760. Nm. 35.16-18, 21: Si con instrumento de hierro lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morir.
Y si con instrumento de palo en la mano, que pueda dar muerte, lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida
morir o por enemistad lo hiri con su mano, y muri, el heridor morir; es homicida; el vengador de la sangre
matar al homicida cuando lo encontrare.
761. Ex. 21.18-36: Adems, si algunos rieren, y uno hiriere a su prjimo con piedra o con el puo, y ste
no muriere, pero cayere en cama...
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y dijo a la mujer de su amo: He aqu que mi seor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto
en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti,
por cuanto t eres su mujer; cmo, pues, hara yo este grande mal, y pecara contra Dios? Hablando ella a Jos
cada da, y no escuchndola l para acostarse al lado de ella, para estar con ella.
776. Pr. 5.7: Ahora pues, hijos, odme, y no os apartis de las razones de mi boca.
777. He. 13.4: Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los
adlteros los juzgar Dios. Gl. 5.19: Y manifiestan son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicacin,
inmundicia, lascivia.
778. 2 S. 13.14: Mas l no la quiso or, sino que pudiendo ms que ella, la forz, y se acost con ella. 1
Co. 5.1: De cierto se oye que hay entre vosotros fornicacin, y tal fornicacin cual ni aun se nombra entre los
gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.
779. Ro. 1.24-27: Por lo cual tambin Dios los entreg a la inmundicia, en las concupiscencias de sus cora-
zones, de modo que deshonraron entre s sus propios cuerpos. Por esto Dios los entreg a pasiones vergon-
zosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo tambin
los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo
hechos vergonzosos hombres cono hombre, y recibiendo en s mismos la retribucin debida a su extravo.
Lv. 20.15-16: Cualquiera que tuviere cpula con bestia, ha de ser muerto, y mataris a la bestia. Y si una mujer
se llegare a algn animal para ayuntarse con l, a la mujer y al animal matars; morirn indefectiblemente; su
sangre ser sobre ellos.
780. Mt. 5.28: Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulter con ella en
su corazn. Mt. 15.19: Porque del corazn salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Col. 3.5: Haced morir, pues, lo terrenal en
vosotros: fornicacin, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatra.
781. Ef. 5.3-4: Pero fornicacin y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como
conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necesidades, ni truhaneras, que no convienen, sino antes bien
acciones de gracias. Pr. 7.5, 21-22: Para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraa que ablanda sus
palabras. Lo rindi con la suavidad de sus muchas palabras, le oblig con la zalamera de sus labios. Al punto se
march tras ella, como va el buey al degolladero, y Como el necio a las prisiones para ser castigado.
782. Is. 3.16: Asimismo dice Jehov: Por cuanto las hijas de Sin se ensoberbecen, y andan con cuello erguido
y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies. 2 P. 2.14: Tienen los
ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazn habituado a
la codicia, y son hijos de maldicin.
783. Pr. 7.10, 13: Cuando he aqu, una mujer le sale al encuentro, con atavo de ramera y astuta de corazn.
Se asi de l, y le bes. Con semblante descarado le dijo.
784. 1 Ti. 4.3: prohibirn casarse, y mandarn abstenerse de alimentos que Dios cre para que con accin
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de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.
785. Lv. 18.1-21: Habl Jehov a Moiss, diciendo: Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc;
no contamines as el nombre de tu Dios. Yo Jehov. Mr. 6.18: Porque Juan deca a Herodes: No te es lcito
tener la mujer de tu hermano. Ml. 2.11-12: Prevaric Jud, y en Israel y en Jerusaln se ha cometido abomi-
nacin; porque Jud ha profanado el santuario de Jehov que l am, y se cas con hija de dios extrao. Jehov
cortar de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda
a Jehov de los ejrcitos.
786. 2 R. 15.12: Porque quit del pas a los sodomitas, y quit todos los dolos que sus padres haban hecho.
2 R. 23.7: Adems derrib los lugares de prostitucin idoltrica que estaban en la casa de Jehov, en los cuales
tejan las mujeres tiendas para Asera. Dt. 23.17-18: No haya remera de entre las hijas de Israel, ni haya sodo-
mita de entre los hijos de Israel. No traers la paga de una ramera ni e precio de un perro a la casa de Jehov tu
Dios por ningn voto; porque abominacin es a Jehov tu Dios tanto lo uno como lo otro. Lv. 19.29: Mis esta-
tutos guardars. No hars ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrars con mezcla
de semillas, y no te pondrs vestidos con mezcla de hilos. Jer. 5.7: Cmo he de perdonar por esto? Sus hijos
me dejaron, y juraron por lo que no es Dios. Los saci, y adulteraron, y en casa de rameras se juntaron en compa-
as. Pr. 7.24-27: Ahora pues, hijos, odme, y estad atentos a las razones de mi boca. No se aparte tu corazn
a sus caminos; No yerres en sus veredas. Porque a muchos ha hecho caer heridos, y aun los ms fuertes han sido
muertos por ella. Camino al Seol es su casa, que conduce a las cmaras de la muerte.
787. Mt. 19.10-11: Le dijeron sus discpulos: si as es la condicin del hombre con su mujer, no conviene
casarse. Entonces l les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado.
788. 1 Co. 7.7-9: Quisiera ms bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio
don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno
les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, csense, pues mejor es casarse que estarse
quemando. Gn. 38.26: Entonces Jud los reconoci, y dijo: Mas justa es ella que yo, por cuanto no la he dado
a Sela mi hijo. Y nunca ms la conoci.
789. Ml. 2.14-15: Mas diris: Por qu? Porque Jehov ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud,
contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compaera, y la mujer de tu pacto. No hizo l uno, habiendo en
l abundancia de espritu? Y por qu uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en
vuestro espritu, y no seis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Mt 19.5: y dijo: Por esto el
hombre dejar padre y madre, y se unir a su mujer, y los dos sern una sola carne?
790. Ml. 2.16: Porque Jehov Dios de Israel ha dicho que l aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad
su vestido, dijo Jehov de los ejrcitos. Guardaos, pues, en vuestro espritu, y no seis desleales. Mt. 5.32: Pero
yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicacin, hace que ella adultere; y el que se
casa con la repudiada, comete adulterio.
791. 1 Co. 7.12-13: Y a los dems yo digo, no el Seor: Si algn hermano tiene mujer que no sea creyente,
y ella consiente en vivir con l, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y l consiente
en vivir con ella, no lo abandone.
792. Ez. 16.49: He aqu que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abun-
dancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleci la mano del afligido y del menesteroso. Pr. 23.30-
33: Para los que se detienen muchos en el vino, para los que van buscando la mixtura. No mires al vino cuando
rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; mas al fin como serpiente morder, y como
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spid dar dolor. Tus ojos mirarn cosas extraas, y tu corazn hablar perversidades.
793. Gn. 39.10: Hablando ella a Jos cada da, y no escuchndola l para acostarse al lado de ella, para estar
con ella. Pr. 5.8: Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa.
794. Ef. 5.4: ni palabra deshonestas, ni necesidades, ni truhaneras, que no convienen, sino antes bien
acciones de gracias. Ez. 23.14-16: Y aument sus fornicaciones; pues cuando vio a hombres pintados en la
pared, imgenes de caldeos pintadas de color, ceidos por sus lomos con talabartes, y tiaras de colores en sus
cabezas, teniendo todos ellos apariencia de capitanes, a la manera de los hombres de Babilonia, de Caldea, tierra
de su nacimiento, se enamor de ellos a primera vista, y les envi mensajeros a la tierra de los caldeos. Is. 23.15-
17: Acontecer en aquel da, que Tiro ser puesta en olvido por setenta aos, como das de un rey. Despus de
los setenta aos, cantar Tiro cancin como de ramera. Toma arpa, y rodea la ciudad, oh ramera olvidada; haz
buena meloda, reitera la cancin, para que seas recordada. Y acontecer que al fin de los setenta aos visitar
Jehov a Tiro; y volver a comerciar, y otra vez fornicar con todos los reinos del mundo sobre la faz de la tierra.
Is. 3.16: Asimismo dice Jehov: por cuanto las hijas de Sin se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y
con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies. Mr. 6.22: entrando
la hija de Herodas, danz, y agrad a Herodes y a los que estaban con l a la mesa; y el rey dijo a la muchacha:
Pdeme lo que quieras, y yo te lo dar. Ro. 13.13: Andemos como de da, honestamente; no en glotoneras
y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia. 1 P. 4.3: Baste ya el tiempo pasado para
haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgas, disipa-
cin y abominables idolatras.
795. 2 R. 9.30: Y t destruida, qu hars? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavos de
oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarn tus amantes, buscarn tu
vida. Jer. 4.30: Vino despus Jeh a Jezreel; y cuando Jezabel lo oy, se pint los ojos con antimonio, y atavi
su cabeza, y se asom a una ventana. Ez. 23.40: Adems, enviaron por hombres que viniesen de lejos, a los
cuales haba sido enviado mensajero, y he aqu vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y pintaste tus ojos, y te
ataviaste con adornos.
796. Ex. 20.15: No hurtars.
797. Sal. 15.2,4: El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazn. Aquel a cuyos
ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehov. El que aun jurando en dao suyo, no por eso
cambia. Zac. 7.4,10: Vino, pues, a m palabra de Jehov de los ejrcitos, diciendo: no oprimis a la viuda,
al hurfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazn contra su hermano. Zac. 8.16.17:
Estas son las cosas que habis de hacer: hablad verdad cada cual con su prjimo; juzgad segn la verdad y lo
conducente a la paz en vuestras puertas.
798. Ro. 13.7: Pagad a todos lo que debis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto,
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805. Ef. 4.28: El que hurtaba, no hurte ms, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que
tenga qu compartir con el que padece necesidad. Pr. 10.4: La mano negligente empobrece; mas la mano
de los diligentes enriquece.
806. Jn. 6.12: En aquellos das l fue al monte a orar, y pas la noche orando a Dios. Pr. 21.20: Tesoro
precioso y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre insensato todo lo disipa.
807. 1 Co. 6.1-9: Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y
no delante de los santos?O no sabis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por
vosotros, sois indignos de juzgar cosas muy pequeas? no sabis que hemos de juzgar a los ngeles? Cunto
ms las cosas de esta vida? S, pues, tenis juicios sobre cosas de esta vida, ponis para juzgar a los que son de
menor estima en la iglesia? Para avergonzaros lo digo. Pues qu, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que
pueda juzgar entre sus hermanos
808. Pr. 6.1-6: Hijo mo, si salieres fiador por tu amigo, si has empeado tu palabra a un extrao. V a la
hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y s sabio. Pr. 11.15: Con ansiedad ser afligido el que sale por fiador
de un extrao; mas el que aborreciere las fianzas vivir seguro.
809. Lv. 25.35: Y Cuando tu hermano empobreciere y se acogiere a ti, t lo amparars; como forastero y
extranjero vivir contigo. Dt. 22.1-4: Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negars tu
ayuda; lo volvers a tu hermano. Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogers en tu casa,
y estar contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolvers. As hars con su asno, as hars tambin con
su vestido, y lo mismo hars con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y t la hallares; no podrs negarle tu
ayuda. Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, cado en el camino, no te apartars de l; le ayudars a levan-
tarlo. Ex. 23.4-5: Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevrselo. Si vieres el
asno del que te aborrece cado debajo de su carga, le dejars sin ayuda? Antes bien le ayudars a levantarlo.
Cf. Gn. 47.14, 20; Fil. 2.4; Mt. 22.39.
810. Stg. 2.15-16: Y si un hermano o una hermana estn desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de
cada da, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesa-
rias para el cuerpo, de qu aprovecha?. 1 Jn. 3.17: Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano
tener necesidad, y cierra contra l su corazn, cmo mora el amor de Dios en l?
811. Ef. 4.28: El que hurtaba, no hurte ms, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que
tenga qu compartir con el que padece necesidad.
812. Sal. 42.10: Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, dicindome cada da: Dnde
est tu Dios?
813. 1 Ti. 1.10: para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y
perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina.
814. Pr. 29.24: El cmplice del ladrn aborrece su propia alma; pues oye la imprecacin y no dice nada.
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Sal. 50.18: Si veas al ladrn, t corras con l, y con los adlteros era tu parte.
815. 1 Ts. 4.6: que ninguno agravie ni engae en nada a su hermano; porque el Seor es vengador de todo
esto, como ya os hemos dicho y testificado.
816. Pr. 11.1: El peso falso es abominacin a Jehov; mas la pesa cabal le agrada. Pr. 20.10: Pesa falsa y
medida falsa, ambas cosas son abominacin a Jehov.
817. Dt. 19.14: En la heredad que poseas en la tierra que Jehov tu Dios te da, no reducirs los lmites de
la propiedad de tu prjimo, que fijaron los antiguos. Pr. 23.10: No traspases el lindero antiguo, ni entres en
la heredad de los hurfanos.
818. Am. 8.5: diciendo Cundo pasar el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros
del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engao la balanza. Sal. 37.21: El
impo toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da.
819. Lc. 16.10-12: El que es fiel en lo muy poco, tambin en lo ms es fiel; y el que en lo muy poco es injusto,
tambin en lo ms es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, quin os confiar lo verdadero?
Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, quin os dar lo que es vuestro.
820. Ez. 22.29: El pueblo de la tierra usaba de opresin y cometa robo, al afligido y menesteroso haca
violencia, y al extranjero oprima sin derecho. Lv. 25.17: Y no engae ninguno a su prjimo, sino temed a
vuestro Dios; porque yo soy Jehov vuestro Dios.
821. Mt. 23.25: Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipcritas! porque limpiis lo de fuera del vaso y del plato,
pero por dentro estis llenos de robo y de injusticia. Ez. 22.12: Precio recibieron en ti para derramar sangre;
inters y usura tomaste, y a tus prjimos defraudaste con violencia; te olvidaste de m, dice Jehov el Seor.
822. Sal. 15.5: Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazn se alegrar en tu salvacin.
823. Job 15.34: Porque la congregacin de los impos ser asolada, y fuego consumir las tiendas de
soborno.
824. 1 Co. 6.6-8: sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrdulos? As
que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengis pleitos entre vosotros mismos. Por qu no sufrs ms
bien el agravio? Por qu no sufrs ms bien el ser defraudados? Pero vosotros cometis el agravio, y defraudis,
y esto a los hermanos. Pr. 3.28, 30: No digas a tu prjimo: Anda, y vuelve, y maana te dar, cuando tienes
contigo qu darle. No tengas pleito con nadie sin razn, si no te han hecho agravio.
825. Mi. 2.2: Ay de los que se juntan casa a casa, y aaden heredad a hereda hasta ocuparlo todo! Habitaris
vosotros solos en medio de la tierra? Is 5.8: Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen
al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.
826. Pr. 11.26: Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecir; Pero bendicin ser sobre la cabeza del
que lo vende.
827. Hch. 19.19, 24-25: Asimismo muchos de los que haban practicado la magia trajeron los libros y los
quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio; hallaron que era cincuenta mil piezas de plata
Porque un platero llamado Demetrio, que haca de la plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los
artfices; a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabis que de este oficio obte-
nemos nuestra riqueza.
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828. Job 20.19: Por cuanto quebrant y desampar a los pobres, rob casas y no las edific. Stg. 5.4: He
aqu, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierra, el cual por engao no les ha sido pagado
por vosotros; y los clamores de los que haban segado han entrado en los odos del Seor de los ejrcitos. Pr.
21.6: Amontonar tesoros con lengua mentirosa es alimento fugaz de aquellos que buscan la muerte.
829. Lc. 12.15: Y les dijo: Mirad, y Guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee.
830. 1 Ti. 6.5: disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman
la piedad como fuentes de ganancia; aprtate de los tales. Col. 3.2: Poned la mira en las cosas de arriba, no en
las de la tierra. Pr. 23.5: Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harn alas Como
alas de guila, y volarn al cielo. Sal. 42.10: Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, dicin-
dome cada da: Dnde est tu Dios?
831. Mt. 6.25, 31, 34: Dulce es el sueo del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja
dormir la abundancia. Ec. 5.12: Por tanto os digo: No os afanis por vuestra vida, qu habis de comer o qu
habis de beber; ni por vuestro cuerpo, qu habis de vestir. No es la vida ms que el alimento, y el cuerpo ms
que el vestido? No os afanis, pues, diciendo: Qu comeremos o qu beberemos, o qu vestiremos? As
que, no os afanis por el da de maana, porque el da de maana traer su afn. Basta a cada da su propio mal.
832. Sal. 73.3: Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impos. Sal. 37.1, 7: No
te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Guarda silencio ante Jehov,
y espera en l. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades.
833. 2 Ts. 3.11: Porque omos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en
nada, sino entrometindose en lo ajeno. Pr. 18.9: Tambin el que es negligente en su trabajo Es hermano
del hombre disipador.
834. Pr. 21.17: Hombre necesitado ser el que ama el deleite, y el que ama el vino y los ungentos no se enri-
quecer. Pr. 23.20-21: No ests con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne; Porque el bebedor
y el comiln empobrecern, y el sueo har vestir vestidos rotos. Pr. 28.19: El que labra su tierra se saciar de
pan; mas el que sigue a los ociosos se llenar de pobreza.
835. Ec. 4.8: Est un hombre solo y sin sucesor, que no tiene hijo ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni
sus ojos se sacian desus riquezas, ni se preguntan: Para quin trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? Tambin
esto es vanidad, y durotrabajo. Ec. 6.2: El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta
de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraos.
Esto es vanidad, y mal doloroso. 1 Ti. 5.8: porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para
los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrdulo.
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yo mayor gozo que este, el oir que mis hijos andan en la verdad.
849. 2 Co. 2.4: Porque por la mucha tribulacin y angustia del corazn os escrib con muchas lgrimas, no
para que fueseis contristados, sino para que supieseis cun grande es el amor que os tengo. 2 Co. 12.21:
que cuando vuelva, me humille Dios entre vosotros, y quiz tenga que llorar por muchos de los que antes han
pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicacin y lascivia que han cometido.
850. Pr. 17.9: El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga aparta al enemigo. 1 P. 4.8: Y ante
todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrir multitud de pecados.
851. 1 Co. 1.4-5, 7: Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en
Cristo Jess; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en l, en toda palabra y en toda ciencia; de tal manera
que nada os falta en ningn don, esperando la manifestacin de nuestro Seor Jesucristo. 2 Ti. 1.4-5:
deseando verte, al acordarme de tus lgrimas, para llenarme de gozo; trayendo a la memoria la fe no fingida que
hay en ti, la cual habit primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti tambin.
852. 1 S. 22.14: Entonces Ahimelec respondi al rey, y dijo: Y quin entre todos tus siervos es tan fiel como
David, yerno tambin del rey, que sirve a tus rdenes y es ilustre en tu casa?
853. 1 Co. 13.6-7: no goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo
espera, y todo lo soporta.
854. Sal. 15.3: El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prjimo, ni admite reproche alguno
contra si vecino.
855. Pr. 25.23: El viento del norte ahuyenta la lluvia, y el rostro airado la lengua detractora.
856. Pr. 26.24-25: El que odia disimulada con sus labios; mas en su interior maquina engao. Cuando
hablare amigablemente, no le creas porque siete abominaciones hay en su corazn.
857. Sal. 101.5: Al que solapadamente infama a su prjimo, yo lo destruir; no sufrir al de ojos altaneros
y de corazn vanidoso.
858. Pr. 22.1: De ms estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama ms que la plata y
el oro. Jn. 8.49: Respondi Jess: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonris.
859. Sal. 15.4: Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehov. El que aun
jurando en dao suyo, no por eso cambia.
860. Fil. 4.8: Por lo dems, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
861. 1 S. 17.28: Y oyndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendi en ira contra
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David y dijo: Para qu has descendido ac? y a quin has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco
tu soberbia y la malicia de tu corazn, que para ver la batalla has venido. 2 S. 16.3: Y dijo el rey: Dnde est
el hijo de tu seor? Y Siba respondi al rey: He aqu el se ha quedado en Jerusaln, porque ha dicho: Hoy me
devolver la casa de Israel el reino de mi padre. 1 S. 1.9-10, 15-16: El me volvi a decir: Te ruego que te pongas
sobre m y me mates, porque se ha apoderado de m la angustia; pues mi vida est an toda en m. Yo entonces
me puse sobre l y le mat, porque saba que no poda vivir despus de su cada; y tom la corona que tena en
su cabeza, y la argolla que traa en su brazo, y las he trado ac a mi seor Entonces llam David a uno de sus
hombres, y le dijo: V y mtalo. Y l lo hiri, y muri. Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu
misma boca atestigu contra ti, diciendo: Yo mat al ungido de Jehov.
862. Lv. 19.15: No hars injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con
justicia juzgars a tu prjimo. Hab. 1.4: Si te remontares como guila, y aunque entre las estrellas pusieres tu
nido, de ah te derribare, dice Jehov.
863. Pr. 19.5: El testigo falso no quedar sin castigo, Y el que habla mentirs no escapar. Pr. 6.16,19:
Seis cosas aborrece Jehov, Y aun siete abomina su alma:El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra
discordia entre hermanos.
864. Hch. 6.13: Y pusieron testigos falsos que decan: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas
contra este lugar santo y contra la ley.
865. Jer. 9.3, 5: Hicieron que su lengua lanzara mentira como un arco, y no se fortalecieron para la verdad en
la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dice Jehov Y cada uno engaa a su compa-
ero, y ninguno habla verdad; acostumbraron su lengua a hablar mentira, se ocupan de actuar perversamente.
Hch. 24.2, 5: Y cuando ste fue llamado, Trtulo comenz a acusarle, diciendo: Como debido a ti gozamos de
gran paz, y muchas cosas son bien gobernadas en el pueblo por tu prudencia Porque hemos hallado que este
hombre es una plaga, y promotor de sediciones entre todos los judos por todo el mundo, y cabecilla de la secta
de los nazarenos. Sal. 52.1-4: Jehov destruir todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosa-
mente; A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios son nuestros; quin es seor
de nosotros?. Sal. 12.3-4: Por qu te jactas de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua.
Agravio maquina tu lengua; Como navaja afilada hace engao. Amaste el mal ms que el bien, La mentira ms
que la verdad. Has amado toda suerte de palabras perniciosas, Engaosa lengua.
866. Pr. 17.15: El que justifica al impo, y el que condena al justo, Ambos son igualmente abominacin
a Jehov. 1 R. 21.9-14: Y las cartas que escribi decan as: Proclamad ayuno, y poned a Nabot delante del
pueblo...
867. Is. 5.23: los que justifican al impo mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!
868. Sal. 119.69: Contra m forjaron mentira los soberbios, Mas yo guardare de todo corazn tus manda-
mientos. Lc. 19.8: Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Seor: He aqu, Seor, la mitad de mis bienes
doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Lc. 16.5-7: Y llamando
a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: Cunto debes a mi amo? El dijo: Cien barriles de aceite.
Y le dijo: Toma tu cuenta, sintate pronto, y escribe cincuenta. Despus dijo a otro: Y t, Cunto debes? Y l
dijo:Cien medidas de trigo. El le dijo toma tu cuenta, y escribe ochenta.
869. Lv. 5.1: Si alguno pecare por haber sido llamado a testificar, y fuere testigo que vio, o supo, y no lo denun-
ciare, l llevar su pecado. Dt. 13.8: no consentirs con l, ni le prestars odo; ni tu ojo le compadecer,
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ni le tendrs misericordia, ni lo encubrirs. Hch. 5.3, 8-9: Y dijo Pedro: Ananas, por qu llen Satans tu
corazn para que mintieses al Espritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Entonces Pedro le dijo:
Dime, vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: S, en tanto Y Pedro le dijo: Por qu convinisteis en tentar
al Espritu del Seor? He aqu a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarn a ti. 2 Ti.
4.16: En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado
en cuenta.
870. 1 R. 1.6: Y su padre nunca le haba entristecido en todos sus das con decirle: Por qu haces as?
Adems, ste era de muy hermoso parecer; y haba nacido despus de Absaln. Lv. 19.17: No aborrecers a
tu hermano en tu corazn; razonars con tu prjimo, para que no participes de su pecado.
871. Is. 59.4: No hay quin clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confan en vanidad, y hablan
vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad.
872. Pr. 29.11: El necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega.
873. 1 S 22.9-10: Entonces Doeg edomita, que era el principal de los siervos de Sal, respondi y dijo: Yo vi
al hijo de Isa que vino a Nob, a Ahimelec hijo de Ahitob, el cual consult por l a Jehov y le dio provisiones, y
tambin le di la espada de Goliat el filisteo. Sal. 52.1-5: Por qu te jactas de la maldad, oh poderoso? La mise-
ricordia de Dios es continua. Por tanto, Dios te destruir para siempre; Te asolar y te arrancar de tu morada,
y te desarraigar de la tierra de los vivientes.
874. Sal. 56.5: Todos los da ellos pervierten mi causa; contra m son todos sus pensamientos para mal.
Jn. 2.19: Respondi Jess y les dijo: Destruid este templo, y en tres das lo levantar. Mt. 26.60-61: y no
lo llamaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, que dijeron:
Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres das reedificarlo.
875. Gn. 3.5: sino que sabe Dios que el da que comis de l, sern abiertos vuestros ojos, y seris como
Dios, sabiendo el bien y el mal. Gn. 26.7,9: Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer;
y l respondi: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del
lugar lo mataran por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto Y llam Abimelec a Isaac, y dijo: He
aqu ella es de cierto tu mujer. Cmo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondi: Porque dije: Quiz
morir por causa de ella.
876. Is. 59.13: el prevaricar y mentir contra Jehov, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar
calumnia y rebelin, concebir y proferir de corazn palabras de mentira.
877. Lv. 19.11: No hurtaris, y no engaaris ni mentiris el uno al otro.
878. Sal. 50.20: Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponas infamia.
879. Sal. 15.3: El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prjimo, Ni admite reproche alguno
contra su vecino.
880. Stg. 4.11: Hermanos, no murmuris los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su
hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si t juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Jer.
38.4: Y dijeron los prncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos
de los hombres de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablndoles tales pala-
bras; porque este hombre no buscaba la paz de este pueblo, sino el mal.
881. Lv. 19.16: No andars chismeando entre tu pueblo. No atentars contra la vida de tu prjimo. Yo
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Jehov.
882. Ro. 1.29-30: estando atestados de toda injusticia, fornicacin, perversidad, avaricia, maldad, llenos
de envidias, homicidio, contiendas, engaos y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios,
injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres.
883. Gn. 21.9: Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual sta le haba dado a luz a Abraham, se burlaba
de su hijo Isaac. Gl. 4.29: Pero como entonces el que haba nacido segn la carne persegua al que haba
nacido segn el Espritu, as tambin ahora.
884. 1 Co. 6.10: ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maledicientes, ni los estafadores,
heredarn el reino de Dios.
885. Mt. 7.1: Se juntaron a Jess los fariseos, y algunos de los escribas, que haban venido de Jerusaln.
886. Hch. 28.4: Cuando los naturales vieron la vbora colgando de su mano, se decan unos a otros:
Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir.
887. Gn. 38.24: Sucedi que al cabo de unos tres mese fue dado aviso a Jud, diciendo: Tamar tu nuera ha
fornicado, y ciertamente est encinta a causa de las fornicaciones. Y Jud dijo: Sacadla, y sea quemada. Ro.
2.1: Por lo cual eres enexcusable, oh hombre quienquiera que t que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te
condenas a ti mismo; porque t que juzgas haces lo mismo.
888. Neh. 6.6-8: en la cual estaba escrito: Se ha odo entre las naciones, y Gasmu lo dice, que t y los judos
pensis rebelaros; y que por eso edificas t el muro, con la mira, segn estas palabras, de ser t su rey; y que has
puesto profetas que proclamen acerca de ti en Jerusaln, diciendo: Hay rey en Jud! Y ahora sern odas del rey
las tales palabras; ven, por tanto, y consultemos juntos. Entonces envi yo a decirle: No hay tal cosa como dices,
sino que de tu corazn t lo inventas. Ro. 3.8: Y por qu no decir(como se nos calumnia, y no algunos, cuya
condenacin es justa, afirman que nosotros decimos: Hagamos males para que vengan bienes?. Sal. 69.10:
Llor afligiendo con ayuno mi alma, Y esto me ha sido por afrenta. 1 S. 1.13-15: Pero Ana hablaba en su
corazn, y solamente se movan sus labios, y su voz no se oa; y El la tuvo por ebria. Entonces le dijo El: Hasta
cundo estars ebria? Digiere tu vino. Y Ana le respondi diciendo: No, seor mo; yo soy una mujer atribulada
de espritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehov. 2 S. 10.3: los prn-
cipes de los hijos de Amn dijeron a Hann su seor: Te parece que por honrar David a tu padre te ha enviado
consoladores? No ha enviado David sus siervos a ti para reconocer y inspeccionar la ciudad, para destruirla?
889. Sal. 12.2-3: Habla mentira cada uno con su prjimo; hablan con labios lisonjeros, y con doblez de
corazn. Jehov destruir todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente; A los que han dicho:
Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios son nuestros;quin es seor de nosotros?
890. 2 Ti. 3.2: Porque habr hombres amadores de s mismos, avaros, y vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos, impos.
891. Lc. 18.9,11: A unos que confiaban en s mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo tambin
esta parbola:El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy
como los otros hombres, ladrones, injustos, adlteros, ni aun como este publicano. Ro. 12.16: Unnimes
entre vosotros; no altivos, sino asocindonos con los humildes. No seis sabios en vuestra propia opinin. 1
Co. 4.6: Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en m y en Apolos por amor de vosotros, para
que en nosotros aprendis a no pensar ms de lo que est escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcis
unos contra otros. Hch. 12.22: Y el pueblo aclamaba gritando: Voz de Dios, y no de hombre!. Ex. 4.10-14:
Entonces dijo Moiss a Jehov: Ay, Seor! nunca he sido hombre de fcil palabra, ni antes, ni desde que t
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hablas a tu siervo: porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehov le respondi: Quin dio la boca al
hombre? o quin hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? No soy yo Jehov? Ahora pues, v, y yo estar
con tu boca, y te ensear lo que hayas de hablar, y l dijo: Ay, Seor! enva, te ruego, por medio del que debes
enviar. Entonces Jehov se enoj contra Moiss, y dijo: No conozco yo a tu hermano Aarn, levita, y que l
habla bien? Y he aqu que l saldr a recibirte, y al verte se alegrar en su corazn.
892. Job 27.5-6: Nunca tal acontezca que yo os justifique; Hasta que muera, no quitar de m mi incredu-
lidad. Mi justicia tengo asida, y no la ceder; No me reprochar mi corazn en todos mis das. Job 4.6: No
es tu temor a Dios tu confianza?No es tu esperanza la integridad de tus caminos?
893. Mt. 7.3-5: Y por qu miras la paja que est en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que est
en tu propio ojo? O cmo dirs a tu hermano: Djame sacar la paja de tu ojo, y he aqu la viga en el ojo tuyo?
Hipcritas! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces vers bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
894. Pr. 28.13: El que encubre sus pecados no prosperar; Mas el que los confiesa alcanzar misericordia.
Pr. 30.20: El proceder de la mujer adltera es as:Come, y limpia su bocaY dice: No he hecho maldad. Gn.
3.12-13: Y el hombre respondi: La mujer que me diste por compaera me dio del rbol, y yo com. Entonces
Jehov Dios dijo a la mujer: Qu es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me enga, y yo com.
Jer. 2.35: Soy inocente, de cierto su ira se apart de m. He aqu yo entrar en juicio contigo, porque dijiste:
No he pecado. 2 R. 5.25: Y l entro, y se puso delante de su seor. Y Eliseo dijo: De dnde vienes, Giezi? Y
l dijo: Tu siervo no ha ido ha ninguna parte. Gn. 4.9: Y Jehov dijo a Can: Dnde est Abel tu hermano?
Y l respondi: No s. Soy yo acaso guarda de mi hermano?
895. Gn. 9.22: Y Cam, padre de Canan, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que
estaban afuera. Pr. 25.9-10: Trata tu causa con tu compaero, Y no descubras el secreto a otro, No sea que te
deshonre el que lo oyere, Y tu infamia no pueda repararse.
896. Ex. 23.1: No admitirs falso rumor. No te concertars con el impo para ser testigo falso.
897. Pr. 29.12: Si un gobernante atiende la palabra mentirosa, Todos sus servidores sern impos.
898. Hch. 7.56-57: y digo: He aqu, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que est a la diestra de
Dios. Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los odos, y arremetieron a una contra l. Job 31.13-14:
Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, Cuando ellos contendan conmigo,Qu hara
yo cuando Dios se levantase? Y cuando l preguntara, Qu le respondera yo?
899. 1 Co. 13.5: no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor. 1 Ti. 6.4:
est envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias,
pleitos, blasfemias, malas sospechas.
900. Nm. 11.29: Y Moiss le respondi: Tienes t celos por m? Ojal todo el pueblo de Jehov fuese profeta,
y que Jehov pusiera su espritu sobre ellos. Mt. 21.15: Osteis que fue dicho a los antiguos: No matars; y
cualquiera que matare ser culpable de juicio.
901. Esd. 4.12-13: Sea notorio al rey, que los judos que subieron de ti a nosotros vinieron a Jerusaln; y
edifican la ciudad rebelde y mala, y levantan los muros y reparan los fundamentos. Ahora sea notorio al rey, que
su aquella ciudad fuere reedificada, y los muros fueren levantados, no pagarn tributo, impuesto y rentas, y el
erario de los reyes ser menospreciado.
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902. Jer. 48.27: Y no te fue a ti Israel por motivo de escarnio, como si lo tomaran entre ladrones? Porque
cuando de l hablaste, t te has burlado.
903. Sal. 35.15-16, 21: Pero ellos se alegraron en m adversidad, y se juntaron; Se juntaron contra m gentes
despreciables, y yo no lo entenda; Me despedazaban sin descanso; Como lisonjeros, escarnecedores y truhanes,
Crujieron contra m sus dientes. Ensancharon contra m su boca; Dijeron: Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!.
Mt. 27.28-29: y desnudndole, le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza una
corona tejida de espinas, y una caa en su mano derecha; e hinchando la rodilla delante de l, le escarnecan,
diciendo: Salve, Rey de los judos!
904. Jud. 16: Estos son murmuradores, querellosos, que andan segn sus propios deseos, cuya boca habla
cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho. Hch 12.22: Y el pueblo aclamaba gritando: (Voz
de Dios, y no de hombre!
905. Ro. 1.31: necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia. 2 Ti. 3.3: sin afecto
natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno.
906. 1 S. 2.24: No, hijos mos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacis pecar al pueblo de
Jehov.
907. 2 S. 13.12,13: Ella entonces le respondi: No, hermano mo, no me hagas violencia; porque no se debe
hacer as en Israel. No hagas tal vileza. Porque adnde ira yo con mi deshonra? Y aun t seras estimado como
uno de los perversos en Israel. Te ruego pues, ahora, que hables al rey, que l no me negar a ti. Pr. 5.8-9: Aleja
de ella tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa; Para que no des a los extraos tu honor, Y tus aos al
cruel. Pr. 6.33: Heridas y vergenza hallar, Y su afrenta nunca ser borrada.
908. Ex. 20.17: No codiciars la casa de tu prjimo, no codiciars la mujer de tu prjimo, ni su siervo, ni su
criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prjimo.
909. He. 13.5: Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenis ahora; porque l dijo:
No te desamparar, ni te dejar. 1 Ti. 6.6: Pero gran ganancia es la piedad acompaada de contentamiento.
910. Job 31.29: Si me alegre en el quebrantamiento del que me aborreca, Y me regocij cuando le hall el
mal. Ro. 12.15: Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Sal. 122.7-9: Sea la paz dentro de
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tus muros, Y el descanso dentro de tus palacios. Por amor de mis hermanos y mis compaerosDir yo: La paz
sea contigo. Por amor a la casa de Jehov nuestro DiosBuscar tu bien. 1 Ti. 1.5: Pues el propsito de este
mandamiento es el amor nacido de corazn limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida. Est. 10.3: Por
Mardoqueo el judo fue el segundo despus del rey Asuero, y grande entre los judos, y estimado por la multitud
de su hermanos, por que procur el bienestar de su pueblo y habl paz para todo su linaje. 1 Co. 13.4-7: El
amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada
indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo espera, y todo lo soporta.
911. 1 R. 21.4: y vino Acab a su casa triste y enojado, por la palabra que Nabot de Jezreel le haba respon-
dido, diciendo: No te dar la heredad de mis padres. Y se acost en su cama, y volvi su rostro, y no comi. Est.
5.13: Pero todo esto de nada me sirve cada vez que veo al judo Mardoqueo sentado a la puerta del rey. 1 Co.
10.10: Porque con el corazn se crea para justicia, pero con la boca se confiesa para salvacin.
912. Gl. 5.26: No hagamos vanagloriosos, irritndonos unos a otros, envidindonos unos a otros. Stg.
3.14,16: Pero si tenis celos amargos y contencin en vuestro corazn, no os jactis, ni mintis contra la verdad.
Porque donde hay celos y contencin, all hay perturbacin y toda obra perversa.
913. Sal. 112.9-10: Reparte, da a los pobres; Su justicia permanece para siempre; Su poder ser exaltado en
gloria. Lo ver el impo y se irritara; Crujir los dientes, y se consumir. El deseo de los impos perecer. Neh.
2.10: Pero oyndolo Sanbalat horonita y Tobas el siervo amonita, les disgust en extremo que viniese alguno
para procurar el bien de los hijos de Israel.
914. Ro. 7.7-8: Qu diremos, pues? La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conoc el pecado
sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciars. Mas el pecado, tomando
ocasin por el mandamiento, produjo en m toda codicia; porque sin la ley el pecado est muerto. Ro. 13.9:
Porque: No adulterars, no matars, no hurtars, no dirs falso testimonio, no codiciars, y cualquier otro
mandamiento, en esta sentencia se resume: Amars a tu prjimo como a ti mismo. Col. 3.5: Haced morir,
pues, lo terrenal en vosotros: fornicacin, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es
idolatra. Dt. 5.21: No codiciars la mujer de tu prjimo, ni desears la casa de tu prjimo, ni su tierra, ni su
siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prjimo.
915. Stg. 3.2: Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, ste es varn perfecto,
capaz tambin de refrenar todo el cuerpo. Jn. 15.5: Yo soy la vid, y vosotros los pmpanos; el que permane-
ciere en m, y yo en l, este lleva mucho fruto; porque separados de m nada podis hacer. Ro. 8.3: Porque lo
que era imposible para la ley, por cuanto era dbil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne
de pecado y a causa del pecado, conden al pecado en la carne.
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P.151. Cules son los agravantes que hacen que algunos pecados sean
ms graves que otros?
R. Los pecados pueden ser ms agravantes debido a:
1. Las personas ofensoras:920 Si es que son de edad madura,921 con mayor
916. Ec. 7.20: Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. 1 Jn. 1.8,10:
Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en l y en vosotros, porque las tinieblas van
pasando, y la luz verdadera ya alumbra El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en l no hay tropiezo.
Gl. 5.17: Porque el deseo de la carne es contra el Espritu, y el del Espritu es contra la carne; y stos se oponen
entre s, para que no hagis lo quisireis. Ro. 7.18-19: Y yo s que en m, esto es, en mi carne, no mora el bien;
porque el querer el bien est en m, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no
quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en m.
917. Gn. 6.5: Y vio Jehov que la maldad de lo hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los
pensamientos del corazn de ellos era de continuo solamente el mal. Gn. 8.21: Y percibi Jehov olor grato;
y dijo: Jehov en su corazn: No volver ms a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del
corazn del hombre es malo desde su juventud; ni volver ms a destruir todo ser viviente, como he hecho.
918. Ro. 3.9-19:Qu, pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado
a judos y a gentiles, que todos estn bajo pecado. Como est escrito:No hay justo ni aun uno; No hay quien
entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desaviaron, a una se hicieron intiles; No hay quien haga lo
bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engaan. Veneno de spides hay
debajo de sus labios; Su boca est llena de maldicin y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre;
Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de
sus ojos. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que estn bajo la ley para que toda boca se cierre
y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios. Stg. 3.3-13: He aqu nosotros ponemos freno en la boca de los
caballos para que nos obedezcan, y dirigimos as todo su cuerpo. Quin es sabio y entendido entre vosotros?
Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
919. Jn. 19.11: Respondi Jess: Ninguna autoridad tendras contra m, sino te fuese dada de arriba; por
tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene. Ez. 8.6, 13, 15: Me dijo entonces: Hijo de hombre, No
ves lo que stos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aqu para alejarme de mi santuario?
pero vulvete an, y vers abominaciones mayores. Me dijo despus: Vulvete an, vers abominaciones mayores
que hacen stos. Luego me dijo: No ves, hijo de hombre? Vulvete an, y vers abominaciones mayores que
estas. 1 Jn. 5.16: Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedir, y Dios le dar
vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo
que se pida. Sal. 78.17, 32, 56: Pero an volvieron a pecar contra l, resbalndose contra el Altsimo en el
desierto; con todo esto, pecaron an, y no dieron crdito a sus maravillas. Pero ellos tentaron y enojaron al Dios
Altsimo, y no guardaron sus testimonios.
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920. Jer 2.8: Los sacerdotes no dijeron: Dnde est Jehov? y los que teman la ley no me conocieron;
y los pastores se rebelaron contra m, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que
no aprovecha.
921. Job 32.7, 9:Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos.
Ec. 4.13: Yo deca: Los das hablarn, y la muchedumbre de aos declarar sabidura. No son los sabios los de
mucha edad, ni los ancianos entienden el derecho.
922. 1 R. 11.4, 9: Y cuando Salomn era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazn tras dioses ajenos, y
su corazn no era perfecto con Jehov su Dios, como el corazn de su padre David Y se enoj Jehov contra
Salomn, por cuanto su corazn se haba apartado de Jehov Dios de Israel, que se le haba aparecido dos veces.
923. 2 S. 12.14: Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehov, el hijo que te ha
nacido ciertamente morir. 1 Co. 5.1: De cierto se oye que hay entre vosotros fornicacin, y tal fornicacin
cual ni aun se nombre entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.
924. Stg. 4.17: y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. Lc. 12.47, 48: Aquel siervo que
conociendo la voluntad de su Seor, no se prepar, ni hizo conforme a su voluntad, recibir muchos azotes. Mas
el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, ser azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado
mucho, mucho se le demandar; y al que mucho se le haya confiado, ms se le pedir.
925. Jer. 5.4-5: Pero yo dije: Ciertamente estos son pobres, han enloquecido, pues no conocen el camino
de Jehov, l juicio de su Dios. Ir a los grandes, y lees hablar; porque ellos conocen el camino de Jehov, el
juicio de su Dios. Pero ellos tambin quebraron el yugo, rompieron las coyundas.
926. 2 S. 12.7-9: Entonces dijo Natn a David: T eres aquel hombre. As ha dicho Jehov, Dios de Israel:
Yo te ung por rey sobre Israel, y te libr de la mano de Sal, y te di la casa de tu Seor, y las mujeres de tu Seor
en tu seno; adems te di la casa de Israel y de Jud; y si esto fuera poco, te habra aadido mucho ms. Por qu,
pues, tuviste en poco la palabra de Jehov, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Uras heteo heriste a espada,
y tomaste por mujer a su mujer, y a l lo mataste con la espada de los hijos de Amn. Cf. Ez. 8.11-12.
927. Ro. 2.17-24: He aqu, t tienes el sobrenombre de judo, y te apoyas en la ley, y te gloras en Dios, y
entonces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor, y confas en que eres gua de los ciegos, luz de
los que estn en tinieblas, instructor de los indoctos, maestro de la ciencia y de la verdad. T, pues, que enseas
a otro, no te enseas a ti mismo? T que predicas que no se ha de hurtar, hurtas? t que dices que no se ha de
adulterar, adulteras? T que abominas de los dolos, cometes sacrilegio? T que te jactas de la ley, con infrac-
cin de la ley deshonras a Dios? Porque como esta escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles
por causa de vosotros.
928. Gl. 2.11-14: Pero cuando Pedro vino a Antioqua, le resist cara a cara, porque era de condenar. Pues
antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, coman con los gentiles; pero despus que vinieron, se retraa
y se apartaba, porque tena miedo de los de la circuncisin. Y en su simulacin participaban tambin los otros
judos, de tal manera que aun Bernab fue tambin arrastrado por la hipocresa de ellos. Pero cuando vi que no
andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si t, siendo judo, vives
como los gentiles y no como judo, por qu obligas a los gentiles a judaizar?
929. Mt. 21.38-39: Mas los ladrones, cuando vieron al hijo, dijeron entre s: Este es el heredero; venid, mat-
mosle, y apodermonos de su heredad. Y tomndole, le echaron fuera de la via, y le mataron.
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930. 1 S. 2.25: Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarn; mas si alguno pecare contra
Jehov, quin rogar por l? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehov haba resuelto hacerlos
morir. Hch. 5.4: Retenindola, no se te quedaba a ti y venida, no estaba en tu poder? Por qu pusiste esto
en tu corazn? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Sal. 51.4: Contra ti, contra ti solo he pecado, y he
hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por justo en tu juicio.
931. Ro. 2.4: O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su
benignidad te gua al arrepentimiento.
932. Ml. 1.8,14: Y cuando ofrecis el animal ciego para sacrificio, no es malo? Asimismo cuando ofrecis el
cojo o el enfermo, no es malo? Presntalo, pues, a tu prncipe; acaso se agradar de ti, o le ser acepto? dice Jehov
de los ejrcitos Maldito el que engaa, el que teniendo machos en su rebao, promete, y sacrifica a Jehov
lo daado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehov de los ejrcitos, y mi nombre es temible entre las naciones.
933. He. 2.2-3: porque su la palabra dicha por medio de los ngeles fue firme, y toda transgresin y desobe-
diencia recibi justa retribucin, cmo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvacin tan grande? La
cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Seor, nos fue confirmada por los que oyeron. He. 12.25:
Mirad que no desechis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba
en la tierra, mucho menos nosotros, si desechsemos al que amonesta desde los cielos.
934. He. 10.29: Cunto mayor castigo pensis que merecer el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviera por
inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al espritu de gracia? Mt. 12.31-32: Por
tanto os digo: todo pecado y blasfemia ser perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espritu no les
ser perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del hombre, le ser perdonado; pero al que
hable contra el Espritu Santo, no le ser perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
935. Ef. 4.30: Y no contristis al Espritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el da de la reden-
cin.
936. He. 6.4-6: Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y
fueron hechos partcipes del Espritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del
siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para s mismo
al Hijo de Dios y exponindole a vituperio.
937. Jud. 8: No obstante, de la misma manera tambin estos soadores mancillan la carne, rechazan la auto-
ridad y blasfeman de las potestades superiores. Nm. 12.8-9: Cara a cara hablar con el, y claramente, y no
por figuras; y ver la apariencia de Jehov. Por qu, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moiss?
Entonces la ira de Jehov se encendi contra ellos; y se fue. Is. 3.5: Y el pueblo se har violencia unos a otros,
cada cual contra su vecino; el joven se levantar contra el anciano, y el villano contra el noble.
938. Pr. 30.17: El ojo que escarnece a su padreY menosprecia la enseanza de la madre, Los cuervos de la
cuada lo saquen, Y lo devoren los hijo del guila. 2 Co. 12.15: Y yo con el mayor placer gastar lo mo, y aun yo
mismo me gastar del todo por amor de vuestras almas, aunque amndoos ms, sea amado menos. Sal. 55.12-15:
Porque no me afrent un enemigo, Lo cual habra soportado; Ni se alz contra m el que me aborreca, Porque
me hubiera ocultado de l; Sino t, hombre, al parecer ntimo mo, Mi gua, y mi familiar; Que juntos comu-
nicbamos dulcemente los secretos, Y andbamos en amistad en la casa de Dios. Que la muerte les sorprenda;
Desciendan vivos al Seol, Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos.
939. Sof. 2.8,10-11: Yo he odo las afrentas de Moab, y los denuestos de los hijos de Amn con que
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deshonraron a mi pueblo, y se engrandecieron sobre su territorio Esto les vendr por su soberbia, porque afren-
taron y se engrandecieron contra el pueblo de Jehov de los ejrcitos. Terrible ser Jehov contra ellos, porque
destruir a todos los dioses de la tierra, y desde sus lugares se inclinarn a l todas las tierras de las naciones.
Mt. 18.6: Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeos que creen en m, mejor le fuera que se le
colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. 1 Co. 6.8: Pero
vosotros cometis el agravio, y defraudis, y esto a los hermanos. Ap. 17.6: Vi a la mujer ebria de la sangre de
los santos, y de la sangre de los mrtires de Jess; y cuando la vi, qued asombrado con gran asombro.
940. 1 Co. 8.11-12: Y por el conocimiento tuyo, se perder el hermano dbil por quien Cristo muri. De esta
manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su dbil conciencia, contra Cristo pecis. Ro. 14.13, 15,
21: As que, ya no nos juzguemos ms los unos a los otros, sino ms bien decid no poner tropiezo u ocasin
de caer al hermano Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor.
No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo muri Bueno es no comer carne, ni beber
vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite.
941. Ez 13.9: Estar mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estar en la congre-
gacin de mi pueblo, ni sern inscritos en le libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volvern; y sabris que
yo soy Jehov el Seor. 1 Co. 8.12: De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su dbil
conciencia, contra Cristo pecis. Ap. 18.12-13: mercadera de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas,
de lino fino, de prpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto
de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mrmol; y canela, especias aromticas, incienso, mirra, olbano,
vino, aceites, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballo y carros, y esclavos, almas de hombres. Mt. 23.15: Y
ni an Herodes, porque os remit a l; y he aqu, nada digno de muerte ha hecho este hombre.
942. Jos. 22.20: No cometi Acn hijo de Zera prevaricacin en el anatema, y vino ira sobre toda la congre-
gacin de Israel? Y aquel hombre no pereci solo en su iniquidad. 1 Ts. 2.15-16: Los cuales mataron al Seor
Jess y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron; y no agradan Dios, y se oponen a todos los hombres,
impidindonos hablar a los gentiles para que stos se salven; as colman ellos siempre la medida de sus pecados,
pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.
943. Pr. 6.3035: No tienen en poco al ladrn si hurta para saciar su apetito cuando tiene hambre; No acep-
tar ningn rescate, ni querr perdonar, aunque multipliques los dones.
944. Esd. 9.10-12: Pero ahora, qu diremos, oh Dios nuestro, despus de esto? Porque nosotros hemos
dejado tus mandamientos, que prescribiste por medio de tus siervos los profetas, diciendo:La tierra a la cual
entris para poseerla, tierra inmunda es a causa de la inmundicia de los pueblos de aquellas regiones, por las
abominaciones de que la han llenado de uno a otros extremo con su inmundicia. Ahora, pues, no daris vuestras
hijas a los hijos de ellos, ni sus hijas tomaris para vuestros hijos, ni procuraris jams su paz ni su prosperidad;
para que seis fuertes y comis el bien de la tierra, y la dejis por heredad a vuestros hijos para siempre. 1 R.
11.9-10: Los jefes de centenas, pues, hicieron todo como el sacerdote Joiada les mand: y tomando cada uno a
los suyos, esto es, los que entraban el da de reposo, vinieron al sacerdote Joiada. Y el sacerdote dio a los jefes de
centenas las lanzas y los escudos que haban sido del rey David, que estaban en la casa de Jehov.
945. Col. 3.5: Haced morir pues, lo terrenal en vosotros: fornicacin, impureza, pasiones desordenadas,
malos deseos y avaricia, que es idolatra. 1 Ti. 6.10: porque raz de todos los males es el amor al dinero, el
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cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Pr. 5.8-12: Aleja de
ella tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa; Para que no des a los extraos tu honor, Y tus aos al cruel;
No sea que extraos se sacien de tu fuerza, Y tus trabajos estn en casa del extrao; Y gimas al final, Cuando se
consuma tu carne y tu cuerpo, Y digas: Cmo aborrec el consejo, Y mi corazn menospreci la reprensin.
Pr. 6.32-33: Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. Heridas
y vergenza hallar, y su afrenta nunca ser borrada. Jos. 7.21: Pues vi entre los despojos un manto babilnico
muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codici y tom;
y he aqu que est escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello.
946. Stg. 1.14-15: sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atrado y sedu-
cido. Entonces la concupiscencia, despus que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado
da a luz la muerte. Mi. 2.1: Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, cuando llega
la maana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder!. Mt. 5.22: Peor yo os digo que cualquiera que se
enoje contra su hermano, ser culpable de juicio, y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, ser culpable ante
el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedar expuesto al infierno de fuego.
947. Mt. 18.7: Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ay de aquel
hombre por quien viene el tropiezo!. Ro. 2.23-24: T que te jactas de la ley, con infraccin de la ley deshonras
a Dios? Porque como est escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
948. Dt. 22.22: Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirn,
el hombre que se acost con la mujer, y la mujer tambin; as quitars el mal de Israel. Dt. 22.28-29: Cuando
algn hombre hallare a una joven virgen que no fuere desposada, y la tomare y se acostare con ella, y fueren
descubiertos; entonces el hombre que se acost con ella dar al padre de la joven cincuenta piezas de plata, y ella
ser su mujer, por cuanto la humill; no la podr despedir en todos sus das. Pr. 6.32-35: Mas el que comete
adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. Heridas y vergenza hallar, Y su afrenta
nunca ser borrada. Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonar en el da de la venganza. No acep-
tar ningn rescate, Ni querr perdonar, aunque multipliques los dones.
949. Mt. 11.2124: Ay de ti, Corazn! Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidn se hubieran hecho
los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. Por
tanto os digo que en el da del juicio, ser ms tolerables el castigo para tiro y para Sidn, que para vosotras. Y
t, Capernan, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades sers abatida; porque si en Sodoma se hubieran
hecho los milagros que han sido hechos en ti, habra permanecido hasta el da de hoy. Por tanto os digo que en
el da del juicio, ser ms tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti. Jn. 15.22: Si yo no hubiera
venido, ni les hubiera hablado, no tendran pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado.
950. Is. 1.3: El buey conoce a su dueo, y le asno el pesebre de su seor; Israel no entiende, mi pueblo no
tiene conocimiento. Dt. 32.6: As pagis a Jehov, pueblo loco e ignorante? No es l tu padre que te cre?
El te hizo y te estableci.
951. Am. 4.8-11: Y venan dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os
volvisteis a m, dice Jehov. Os her con viento solano y con oruga; la langosta devor vuestros muchos huertos y
vuestras vias, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a m, dice Jehov. Envi contra
vosotros mortandad tal como en Egipto; mat a espada a vuestros jvenes, con cautiverio de vuestros caballos,
e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a m, dice Jehov.
Jer. 5.3: Oh Jehov, no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les doli; los consumiste, y no quisieron
recibir la correccin; endurecieron sus rostros ms que la piedra, no quisieron convertirse.
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952. Ro. 1.26-27: Por esto Dios los entreg a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el
uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo tambin los hombres, dejando el uso natural de la
mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y
recibiendo en s mismos la retribucin debida a sus extravo.
953. Ro. 1.32: quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos
de muerte, no slo las hacen, sino que tambin se complacen con los que las practican. Dn. 5.22: Y t, su
hijo Belsasar, no has humillado tu corazn, sabiendo todo esto. Tit. 3.10-11: Al hombre que cause divisiones,
despus de una y otra amonestacin deschalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y est condenado
por su propio juicio.
954. Pr. 29.1: El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente ser quebrantado, y no habr para
l medicina.
955. Tit. 3.10: Al hombre que cause divisiones, despus de una y otra amonestacin deschalo. Mt. 18.17:
Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
956. Pr. 27.22: Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisn, No se
apartar de l su necedad. Pr. 23.35: Me hirieron, mas no me doli; me azotaron, mas no lo sent; Cuando
despertare, an lo volver a buscar.
957. Sal. 78.3437: Si los hacia morir, entonces buscaban a Dios; entonces se volvan solcitos en busca
suya, Y se acordaban que Dios era su refugio, y el Dios Altsimo su redentor. Pero le lisonjeaban con su boca, y
con su lengua le mentan; Pues sus corazones no eran rectos con l, ni estuvieron firmes en su pacto. Jer. 2.20:
Porque desde muy atrs rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No servir. Con todo eso, sobre todo collado
alto y debajo de todo rbol frondoso te echabas como ramera. Jer. 42.5-6, 20-21: Y ellos dijeron a Jeremas:
Jehov sea entre nosotros testigo de la verdad y de la lealtad, si no hiciremos conforme a todo aquellos para lo
cual Jehov tu Dios te enviare a nosotros. Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehov nuestro Dios al cual te enviamos,
obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehov nuestro Dios nos vaya bien Por qu hicisteis errar
vuestras almas? Pues vosotros me enviasteis a Jehov vuestro Dios, diciendo: Ora por nosotros a Jehov nuestro
Dios, y haznos saber todas las cosas que Jehov nuestro Dios dijere, y lo haremos. Y os lo he declarado hoy, y
no habis obedeciendo a la voz de Jehov vuestro Dios, ni a todas las cosas por las cuales me envi a vosotros.
958. Ec. 5.4-6: Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque l no se complace en los
insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. No dejes que
tu boca te haga pecar, ni digas delante del ngel, que fue ignorancia. Por qu hars que Dios se enoje a causa de
tu voz, y que destruya la obra de tus manos?. Pr. 20.25: Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de
consagracin, Y despus de hacerlo, reflexionar.
959. Lv. 26.25: Traer sobre vosotros espada vengadora, en vindicacin del pacto; y si buscareis refugio en
vuestras ciudades, yo enviar pestilencia entre vosotros, y seris entregados en mano del enemigo.
960. Pr. 2.17: La cual abandona al compaero de su juventud, Y se olvida del pacto de su Dios. Ez. 17.18-
19: Por cuanto menospreci el juramento y quebrant el pacto, cuando he aqu que haba dado su mano, y ha
hecho todas estas cosas, no escapar. Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Vivo yo, que el juramento mo que
menospreci, y mi pacto que ha quebrantado, lo traer sobre su misma cabeza.
961. Sal. 36.4: Medita maldad sobre su cama; Est en camino no bueno, El mal no aborrece.
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962. Jer. 6.16: As dijo Jehov: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cual sea
el buen camino, y andad por l, y hallaris descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
963. Nm. 15.30: Mas la persona que hiciere algo con soberbia, as el natural como el extranjero, ultraja a
Jehov; esa persona ser cortada de en medio de su pueblo. Ex. 21.14: No tomar viuda, ni repudiada, ni
infame ni ramera, sino tomar de su pueblo una virgen por mujer.
964. Pr. 7.13: Se asi de l y le beso. Con semblante descarado le dijo: Jer 3.3: Por esta causa las
aguas han sido detenidas, y falt la lluvia tarda; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergenza.
965. Sal. 52.1: Por qu te jactas de maldad o poderoso? La misericordia de Jehov es continua.
966. 2 Jn. 10: Por esta causa, si yo fuere, recordar las obras que hace parloteando con palabras malignas con
nosotros; y no contentos con esas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlo se lo prohbe, y
los expulsa de las iglesia.
967. Nm. 14.22: Todos los que vieron mi gloria y mis seales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me
han tentado ya diez veces, y no han odo mi voz.
968. Zac. 7.11-12: Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda y taparon sus odos para no or; y
pusieron su corazn como diamante, para no or la ley y las palabras que Jehov de los ejrcitos enviaba por su
Espritu, por medio de los profetas primero; vino, por tanto gran enojo por parte de Jehov de los ejrcitos.
969. Pr. 2.14: Que se alegran haciendo el mal, que se huelgan las perversidades del vicio.
970. Is. 57.17: Por la iniquidad de su codicia me enoj, y le her, escond mi rostro y me indign; y l me
sigui rebelde por el camino de su corazn.
971. Jer. 34.811: Palabra de Jehov que vino de Jeremas, despus que Sedequas hizo pacto con todo el
pueblo de Jerusaln para promulgarles libertad; que cada uno dejase libre a su siervo y a su sierva, hebreo y hebrea;
que ninguno usase a los judos, sus hermanos, como siervos. Y cuando oyeron todos los prncipes, y todo el pueblo
que haba convenido en el pacto de dejar libre cada uno a su siervo y cada uno a su sierva, que ninguno los usase
ms como siervos, obedecieron, y los dejaron. Pero despus se arrepintieron, e hicieron volver a los siervos y a las
siervas que haban dejado libres, y los sujetaron como siervos y siervos. 2 P. 2.2022: Ciertamente, si habin-
dose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Seor y salvador Jesucristo,
enredndose otra vez en ella son vencidos, su postrer estado viene ha ser peor que el primero. Porque mejor les
hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que despus de haberlo conocido, volverse a tras del
santo mandamiento, que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su
vmito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
972. 2 R. 5.26: El entonces le dijo: No estaba tambin all mi corazn, cuando el hombre volvi de su carro
a recibirte? Es tiempo de tomar plata y de tomar vestidos, olivares, vias, ovejas, bueyes, siervos y siervas?
973. Jer. 7.10: Vendris y os pondris delante de m en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y
diris: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones? Is 26.10: Se mostrar piedad al
malvado, y no aprender justicia; en tierra de la rectitud har iniquidad, y no mirar a la majestad de Jehov.
974. Ez. 23.3739: Porque han adulterado, y hay sangre en sus manos, y han fornicado con sus dolos; y aun
a sus hijos que haban dado a luz para m, hicieron pasar por fuego, quemndolos. Aun esto ms me hicieron:
Contaminaron mis santuario en aquel da, y profanaron mis das de reposo. Pues habiendo sacrificado a sus
dolos, entraban en mi santuario el mismo da para contaminarlo; y he aqu, as hicieron en medio de mi casa.
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975. Is. 58.3-5: Por qu, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por
entendido? He aqu que en el da de vuestro ayuno buscis vuestro propio gusto, y oprims a todos vuestros
trabajadores. He aqu que para contiendas y debates ayunis, y para herir con el puo inicuamente; no ayunis
como hoy, para que vuestra voz sea oda en lo alto. Es tal ayuno que yo escog, que de da aflija el hombre su
alma, que inclina sus cabeza como junco, y haga de silicio y ceniza? Llamaris esto ayuno, y da agradable a
Jehov?. Nm. 25.6-7: Y he aqu un varn de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a
ojos de Moiss y de toda la congregacin de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabern-
culo de reunin. Y lo vio Finees hijo de Eleazar hijo del sacerdote Aarn, y se levant de en medio de la congre-
gacin, y tom una lanza de su mano.
976. 2 Co. 11.20-21: Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y
otro se embriaga. Pues qu, No tenis casas en que comis y bebis? O menospreciis la iglesia de Dios, y aver-
gonzis a los que no tienen nada? Qu os dir? Os alabar? En esto no os alabo.
977. Jer. 7.810: He aqu, vosotros confiis en palabras de mentira, que no aprovechan. Hurtando, matando
adulterando, jurando en falso, e incensando a Baal, y andando tras Dioses extraos que no conocisteis, vendris
y os pondris delante de m en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diris: Librados somos; para
seguir haciendo todas estas abominaciones?. Pr. 7.14-15: Sacrificios de paz haba prometido, Hoy he pagado
mis votos; Por tanto, he salido ha encontrarte, Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado. Jn. 13.27,
30: Y despus del bocado, Satans entr en l. Entonces Jess le dijo: Lo que vas ha hacer, hazlo ms pronto.
Cuando l, pues, hubo tomado el bocado, luego sali; y era ya de noche.
978. Esd. 9.13-14: Mas despus de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras, y a
causa de nuestro gran pecado, ya que t, Dios nuestro, no nos has castigado de acuerdo con nuestras iniqui-
dades, y nos diste un remanente como este, hemos de volver a infringir tus mandamientos, y a emparentar con
pueblos que cometen estas abominaciones? No te indignaras contra nosotros hasta consumirnos, sin que
quedara remanente ni quien escape?
979. 2 S. 16.22: Entonces pusieron para Absaln una tienda sobre el terrado, y se lleg Absaln a las concu-
binas de su padre, ante los ojos de todo Israel. 1 S. 2.22-24: Pero El era muy viejo; y oa de todo lo que sus
hijos hacan con todo Israel, y cmo dorman con las mujeres que velaban a la puerta del tabernculo de reunin.
Y les dijo: Por qu hacis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. No,
hijos mos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacis pecar al pueblo de Jehov.
980. Stg. 2.10-11: Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable
de todos. Porque el que dijo: No cometers adulterio, tambin ha dicho: No matars. Ahora bien si no cometes
adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley.
981. Ex. 20.1-2: Y habl Dios todas estas palabras diciendo: Yo soy Jehov tu Dios, que te saqu de la tierra
de Egipto, de casa de servidumbre.
982. Hab. 1.13: No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el da de su quebrantamiento; no,
no debiste haber mirado su mal en el da de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el da de su cala-
midad. Lv. 11.44-45: Porque yo soy Jehov vuestro Dios; vosotros por tanto os santificar, y seris santos,
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P.154. Cules son los medios externos por medio de los cuales Cristo
nos comunica los beneficios de su mediacin?
R. Los medios externos y ordinarios, por medio de los cuales Cristo
comunica a su iglesia los beneficios de su mediacin, son: todas sus orde-
porque yo soy santo; as que no contaminis vuestras personas con ningn animal que se arrastre sobre la tierra.
Porque yo soy Jehov, que os hago subir de la atierra de Egipto para ser vuestro Dios: seris, pues, santos, porque
yo soy santo.Cf. Lv. 10.3.
983. Ro. 7.12: De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. 1 Jn. 3.4:
Todo aquel que comete pecado, infringe tambin la ley; pues el pecado es infraccin de la ley.
984. Ef. 5.6: Nadie os engae con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos
de desobediencia. Gl. 3.10: Porque todos los que dependen de las obras de la ley estn bajo maldicin, pues
escrito est: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
985. Lm. 3.39: Por qu se lamenta el hombre viviente? Lamntese el hombre en su pecado. Dt. 28.15,
68: Pero acontecer, si no oyeres la voz de Jehov tu Dios, para procurar cumplir a todos sus mandamientos
y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrn sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarn. Y Jehov te
har volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca ms volvers; y all seris vendidos a
vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habr quien os compre.
986. Mt. 25.41: Entonces dir tambin a los de la izquierda:Apartaos de m, malditos, al fuego eterno prepa-
rado para el diablo y sus ngeles.
987. He. 9.22: Y casi todo es purificado, segn la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace
remisin. 1 P. 1.18-19: sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis
de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de
un cordero sin mancha y sin contaminacin.
988. Hch. 20.21: testificando a judos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe
en nuestro Seor Jesucristo. Mt. 3.7-8: Al ver l que muchos de los fariseos u de los saduceos venan a su
bautismo, les deca: (Generacin de vboras! Quin os ense a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos
dignos de arrepentimiento. Lc. 13.3, 5: Os digo: No; ante si no os arrepents, todos pereceris igualmente.
Os digo: No; ante si no os arrepents, todos pereceris igualmente. Hch. 16.30-31: y sacndolos, les dijo:
Seores, qu debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Seor Jesucristo, y sers salvo, t y tu casa.
Jn. 3.16, 18: Porque de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, para que todo aquel
que en l cree, no se pierda, ms tenga vida eterna. El que en l cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha
sido condenado, porque no ha credo en el nombre del unignito Hijo de Dios.
989. Pr. 2.1-5: Hijo mo, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo
estar atento tu odo a la sabidura; Si inclinares tu corazn a la prudencia, Si clamares a la inteligencia, Y a la
prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriares como a tesoros, Entonces entenders
el temor de Jehov, Y hallars el conocimiento de Dios. Pr. 8.33-36: Atended el consejo, y sed sabios, Y no
lo menosprecies. Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada da, Aguardando a los
postes de mis puertas. Porque el que me halle, hallar la vida, Y alcanzar el favor de Jehov. Mas el que peca
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995. 2 Co. 10.4-6: porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destruccin de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia,
cuando vuestra obediencia es perfecta. Ro. 6.17: Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado,
habis obedecido de corazn a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados.
996. Mt. 4.4, 7, 10: El respondi y dijo: Escrito est: No slo de pan vivir el hombre, sino de toda palabra
que sale de la boca de Dios. Jess le dijo: Escrito est tambin: No tentars al Seor tu Dios. Entonces Jess le
dijo: Vete, Satans, porque escrito est: Al Seor tu Dios adorars, y a l slo servirs. Ef. 6.16-17: Sobre todo,
tomad el escudo de la fe, con que podis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la
salvacin, y la espada del Espritu que es la palabra de Dios. 1 Co. 10.11: Y estas cosas les acontecieron como
ejemplo, y estn escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Sal.
19.11: Tu siervo es adems amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardn.
997. Hch. 20.32: Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para
sobreedificaros y daros herencia con todos lo santificados. 2 Ti. 3.15-17: y que desde la niez has sabido
las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvacin por loa fe que es en Cristo Jess. Toda
la Escritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redargir, para corregir, para instruir en justicia, a fin
de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
998. Ro. 16.25: Y al que puede confirmaros segn mi evangelio y la predicacin de Jesucristo, segn la reve-
lacin del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos. 1 Ts. 3.2, 10-11, 13: y enviamos a
Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y
exhortaros respecto a vuestra fe, orando de noche y de da con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro,
y completemos lo que falte a vuestra fe? Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y Seor Jesucristo, dirija nuestro
camino a vosotros. para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios
nuestro Padre, en la venida de nuestro Seor Jesucristo con todos sus santos. Ro. 15.4: Porque las cosas que
se escribieron antes, para nuestra enseanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolacin de las
Escrituras, tengamos esperanza. Ro. 10.1317: Porque todo aquel que invocare el nombre del Seor, ser salvo.
Cmo, pues, invocarn a aquel en el cual no han credo? Y cmo creern en aquel de quien no han odo? Y
cmo oirn sin haber quien los predique? Y cmo predicarn si no fueren enviados? como est escrito: (Cun
hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncia buenas nuevas! Mas no todos obedecieron
al evangelio; pues Isaas dice: Seor, quin ha credo a nuestro anuncio? As que la fe es por el or, y el or, por la
palabra de Dios. Ro. 1.16: Porque no me avergenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvacin
a todo aquel que cree; al judo primeramente, y tambin al griego.
999. Dt. 31.9, 11-13: Y escribi Moiss esta ley, y la dio a los sacerdotes hijos de Lev, que llevaban el arca del
pacto de Jehov, y a todos los ancianos de Israel. cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehov tu
Dios en el lugar que l escogiere, leers esta ley delante de todo Israel a odos de ellos. Hars congregar al pueblo,
varones y mujeres y nios, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman
cumplir todas las palabras de esta ley; y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehov
vuestro Dios todos los das que viviereis sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordn, para tomar posesin de
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ella. Neh. 8.2-3: Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregacin, as de hombre como de mujeres
y de todos los que podan entender, el primer da del mes sptimo. Y ley en el libro delante de la plaza que est
delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el medioda, en presencia de hombres y mujeres y de todos
los que podan entender; y los odos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Neh. 9.3-5: Y puestos
de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehov su Dios la cuarta parte del da, y la cuarta parte confesaron
sus pecados y adoraron a Jehov su Dios. Luego se levantaron sobre la grada de los levitas, Jesa, Bani, Cadmiel,
Sebanas, Buni, Serebas, Bani y Quenani, y clamaron en voz alta a Jehov su Dios. Y dijeron los levitas Jesa,
Cadmiel, Bani, Hasabnas, Serebas, Hodas Sebanas y Petaas: Levantaos, bendecid a Jehov vuestro Dios desde
la eternidad hasta la eternidad; y bendgase el nombre tuyo, glorioso y alto sobre toda bendicin y alabanza.
1000. Dt. 17.19: y lo tendr consigo, y leer en l todos los das de su vida, para que aprenda a temer a
Jehov su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra. Ap. 1.3:
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profeca, y guardan las cosas en ella escritas; porque
el tiempo est cerca. Jn. 5.39: Escudriad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ella tenis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de m. Is. 34.16: Inquirid en el libro de Jehov, y leed si falt alguno
de ellos; ninguno falto con su compaera; porque su boca mand, y los reuni su mismo Espritu.
1001. Dt. 6.69: Y estas palabras que yo te mando hoy, estarn sobre tu corazn; y las repetirs a tus hijos,
y hablars de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarse, y cuando te levantes. Y las atars
como una seal en tu mano, y estarn como frontales entre tus ojos; y las escribirs en los postes de tu casa, y
en tus puertas. Gn. 18.17,19: Y Jehov dijo: )Encubrir yo a Abraham lo que voy a hacer Porque yo s que
mandar a sus hijos y a su casa despus de s, que guarden el camino de Jehov, haciendo justicia y juicio, para
que haga venir Jehov sobre Abraham lo que ha hablado acerca de l. Sal. 78.5-7: El estableci en Jacobo, Y
puso ley en Israel, Que la notificasen a sus hijos; Para que lo sepa la generacin venidera, y los hijos que nacern;
Y los que se levantarn los cuenten a sus hijos, A fin de que pongan en Dios su confianza, Y no se olviden de las
obras de Dios; Que guarden sus mandamientos.
1002. 1 Co. 14.6, 9, 11-12, 15-16, 24, 27, 28: Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas,
qu os aprovechar, si no os hablare con revelacin, o con ciencia, o con profeca, o con doctrina? As tambin
vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, cmo se entender lo que decs? Porque habla-
ris al aire. Pero si yo ignoro el valor de las palabras, ser como extranjero para el que habla, y el que habla ser
como extranjero para m. As tambin vosotros; pues que anhelis dones espirituales, procurad abundar en ellos
para edificacin de la iglesia. Qu, pues? Orar con el espritu, pero orar tambin con el entendimiento;
cantar con el espritu, pero cantar tambin con el entendimiento. Porque si bendices slo con el espritu, el
que ocupa lugar de simple oyente, cmo dir el Amn a tu accin de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
Pero si todos profetizan, y entra algn incrdulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;
Si habla alguno en lengua extraa, sea esto por dos, o a lo ms tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay
intrprete, calle en la iglesia, y hable para s mismo y para Dios.
1003. Sal. 19.10: Deseables son ms que el oro, y ms que mucho oro afinado; Y dulce ms que miel, y que
la que destila del panal. Neh. 8.310: Y ley en el libro delante de la plaza que est delante de la puerta de las
Aguas, desde el alba hasta el medioda, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podan entender;
y los odos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino
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dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque da santo es a nuestro Seor; no os entris-
tezcis, porque el gozo de Jehov es vuestra fuerza. Ex. 24.7: Y tom el libro del pacto y lo ley a odos del
pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehov ha dicho y obedeceremos. 2 Cr. 34.27: y tu corazn
se conmovi, y te humillaste delante de Dios al or sus palabras sobre este lugar y sobre sus moradores, y te humi-
llaste delante de m, y rasgaste tus vestidos y lloraste en mi presencia, yo tambin te he odo, dice Jehov. Is.
66.2: Mi mano hizo todas estas cosas, y as todas estas cosas fueron, dice Jehov; pero mirar ha aquel que es
pobre y humilde de espritu, y que tiembla a mi palabra.
1004. 2 P. 1.19-21: Tenemos tambin palabra proftica ms segura, a la cual hacis bien en estar atentos
como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el da esclarezca y el Lcero de la maana salga en
vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profeca de la Escritura es de interpretacin privada,
porque nunca la profeca fue trada por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados por el Espritu Santo.
1005. Lc. 24.45: Entonces les abri el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras. 2 Co. 3.1316:
y no como Moiss, que pona un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el
fin de aquello que haba de ser abolido. Pero el entendimiento de ellos se embot; porque hasta el da de hoy,
cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta
el da de hoy, cuando se lee a Moiss, el velo est puesto sobre el corazn de ellos. Pero cuando se conviertan
al Seor, el velo se quitar.
1006. Dt. 17.19-20: No tuerzas el derecho; no hagas acepcin de personas, ni tomes soborno; porque el
soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos. La justicia, la justicia seguirs, para
que vivas y heredes la tierra que Jehov tu Dios te da.
1007. Hch. 17.11: Y stos eran ms nobles que los que estaban en Tesalnica, pues recibieron la palabras con
toda solicitud, escudriando cada da las Escrituras para ver si estas cosas eran as.
1008. Lc. 10.26-28: Acudiendo Felipe, le oy que lea al profeta Isaas, y dijo: Pero entiendes lo que lees?
Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: de quin dice el profeta esto; de s mismo, o
de algn otro?. Hch. 8.30, 34: El le dijo: Qu est escrito en la ley? Cmo lees? Aquel, respondiendo, dijo:
Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente;
y a tu prjimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirs.
1009. Sal. 119.97: Sino que en la ley de Jehov est su delicia, Y en su ley medita de da y de noche. Sal.
1.2: Oh, cunto amo yo tu ley! todo el da es ella mi meditacin.
1010. 2 Cr 34.21: Andad, consultad a Jehov por m y por el remanente de Israel y de Jud acerca de las
palabras del libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehov que ha cado sobre nosotros, por cuanto
nuestros padres no guardaron la palabra de Jehov, para hacer conforme a todo lo que est escrito en este libro.
1011. Pr. 3.5: Fate de Jehov de todo tu corazn, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Dt. 33.3: Aun am
a su pueblo; Todos los congregados a l estaban en su mano; Por tanto, ellos siguieron en tus pasos, Recibiendo
direccin de ti,
1012. Pr. 2.1-6: Hijo mo, si recibieres mis palabraY mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo
estar atento tu odo a la sabidura; Si inclinares tu corazn a la prudencia, Si clamares a la inteligencia, Y a la
prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriares como a tesoros, Entonces entenders el
temor de Jehov, Y hallars el conocimiento de Dios. Porque Jehov da la sabidura, Y de su boca viene el cono-
cimiento y la inteligencia. Sal. 119.18: Abre mis ojos y mirarLas maravillas de tu ley. Neh. 8.6,8: Bendijo
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P.159. Cmo debe ser predicada la Palabra de Dios por quienes son
llamados para ello?
R. Los que son llamados para trabajar en el ministerio de la Palabra
deben predicar la sana doctrina,1015 en forma diligente,1016 a tiempo y fuera de
tiempo;1017 con claridad,1018 no en palabras persuasivas de humana sabidura,
sino en demostracin del Espritu y poder;1019 con fidelidad,1020 dando a
conocer todo el consejo de Dios;1021 con sabidura,1022 adaptndose a las nece-
entonces Esdras a Jehov, Dios grande. Y todo el pueblo respondi: (Amn! (Amn! alzando sus manos; y se
humillaron y adoraron a Jehov inclinados a tierra. Y lean en el libro de la ley de Dios claramente, y ponan el
sentido, de modo que entendiesen la lectura.
1013. 1 Ti. 3.2.6: Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente,
decoroso, hospedador, apto para ensear; no un nefito, no sea que envanecindose caiga en la condenacin del
diablo. Ef. 4.811: Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llev cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Y
eso de que subi, qu es, sino que tambin haba descendido primero a las partes ms bajas de la tierra? El que
descendi, es el mismo que tambin subi por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y l mismo consti-
tuy a unos, apstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. Os. 4.6: Mi pueblo
fue destruido, porque le falt conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echar delsacerdocio;
y porque olvidaste la ley de tu Dios, tambin yo me olvidar de tus hijos. Ml. 2.7: Porque los labios del sacer-
dote han de guardar la sabidura, y de su boca el pueblo buscar la ley; porque mensajero es Jehov de los ejr-
citos. 2 Co. 3.6: el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de letra, sino del
Espritu; porque la letra mata, mas el Espritu vivifica.
1014. Jer. 14.15: Me dijo entonces Jehov: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre; no los envi,
ni les mand, ni les habl; visin mentirosa, adivinacin, vanidad y engao de su corazn os profetizan. Por
tanto, as ha dicho Jehov sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales yo no envi, y que dicen:
Ni espada ni hambre habr en esta tierra; con espada y con hambre sern consumidos esos profetas. He. 5.4:
Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que
hacen milagros, despus los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. Son
todos apstoles? son todos profetas? todos maestros? hacen todos milagros?. 1 Co. 12.28-29: Y cmo
predicarn si no fueren enviados? Como esta escrito: (Cun hermosos son los pies de los que anuncian la paz,
de los que anuncian buenas nuevas! Ro. 10.15: Y nadie toma para s esta honra, sino al que es llamado por
Dios, como lo fue Aarn. 1 Ti. 3.10: Y estos tambin sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el
diaconado, si son irreprensibles. 1 Ti. 4.4: Porque todo lo que Dios cre es bueno, y nada es de desecharse,
si se toma con accin de gracias. 1 Ti. 5.22: No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en
pecados ajenos. Consrvate puro.
1015. Tit. 2.1,8: Pero t habla lo que est de acuerdo con la sana doctrina palabra sana e irreprochable,
de modo que el adversario se avergence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.
1016. Hch. 18.25: Este haba sido instruido en el camino del Seor; y siendo de espritu fervoroso, hablaba
y enseaba diligentemente lo concerniente al Seor, aunque solamente conoca el bautismo de Juan.
1017. 2 Ti. 4.2: que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende,
exhorta con toda paciencia y doctrina.
1018. 1 Co. 14.19: pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para ensear y
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como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que estn
sin ley. Me he hecho dbil a los dbiles, para ganar a los dbiles; a todos me hecho de todo, para que de todos
modos salve a los algunos.
1030. 2 Co. 12.19: Pensis an que nos disculpamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos;
y todo, muy amados, para vuestra edificacin. Ef. 4.12: a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificacin del cuerpo de Cristo.
1031. 1 Ti. 4.16: Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvars
a ti mismo y a los que te oyeren. Hch. 26.16-18: Pero levntate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he
aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apare-
cer a ti, librndote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envo, para que abras sus ojos, para que se
conviertan de las tinieblas a la luz, para que reciban, por la fe que es en m, perdn de pecados y herencia entre
los santificados.
1032. Pr. 8.34: Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada da, Aguardando
a los postes de mis puertas.
1033. 1 P. 2.1-2: Desechando, pues, toda malicia, todo engao, hipocresa, envidias, y todas las detracciones,
desead, como nios recin nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcis para salvacin.
Lc. 8.18: Mirad, pues, cmo os; porque a todo el que tiene, se le dar; y a todo el que no tiene, aun lo que
piensa tener se le quitar.
1034. Sal. 119.18: Abre mis ojos, y mirar las maravillas de tu ley. Ef. 6.18-19: orando en todo tiempo
con toda oracin y splica en el Espritu, y velando en ello con toda perseverancia y splica por todos los santos;
y por m, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evan-
gelio.
1035. Hch. 17.11: Y stos eran ms nobles que los que estaban en Tesalnica, pues recibieron la palabra con
toda solicitud, escudriando cada da las Escrituras para ver si estas cosas era as.
1036. He. 4.2: Porque tambin a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; no les apro-
vech el or la palabra, por no ir acompaada, de fe en los que la oyeron.
1037. 2 Ts. 2.10: y con todo engao de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el
amor de la verdad para ser salvos.
1038. Stg. 1.21: Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre
la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
1039. Hch. 17.11: Y stos eran ms nobles que los que estaban en Tesalnica, pues recibieron la palabra con
toda solicitud, escudriando cada da las Escrituras para ver si estas cosas era as.
1040. 1 Ts. 2.13: Por lo cual tambin nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la
palabra de Dios que osteis de nosotros, la recibisteis no como palabras de hombres, sino segn es en verdad, la
palabras de Dios, la cual acta en vosotros los creyentes.
1041. Lc. 9.44: Haced que os penetren bien en los odos estas palabras; porque acontecer que el Hijo del
P.161 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 287
P.162. Qu es un sacramento?
R. Un sacramento es una santa ordenanza instituida por Cristo
en su iglesia,1046 para sealar, sellar y manifestar1047 los beneficios de su
mediacin,1048 a quienes estn dentro del pacto de gracia;1049 a fin de forta-
lecer y aumentar su fe y todas las dems cualidades;1050 para obligarlos a la
obediencia;1051 para testificar y mantener el amor y la comunin del uno con
Hombre ser entregado en manos de hombres. He. 2.1: Por tanto, es necesario que con ms diligencia aten-
damos a las cosas que hemos odo, no sea que nos deslicemos.
1042. Lc. 24.14: E iban hablando entre s de todas aquellas cosas que haban acontecido. Dt. 6.6-7: Y
todas estas palabras que yo te mando hoy, estarn sobre tu corazn; y las repetirs a tus hijos, y hablars de ellas
estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
1043. Pr. 2.1: Hijo mo, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti. Sal. 119.11:
En mi corazn he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
1044. Lc. 8.15: Vosotros juzgis segn la carne; yo no juzgo a nadie. Stg. 1.25: Mas el que mira atenta-
mente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra,
ste ser bienaventurado en lo que hace.
1045. 1 P. 3.21: El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la
carne, sino como la aspiracin de una buena conciencia hacia Dios) por la resurreccin de Jesucristo. Hch.
8.13: Tambin crey Simn mismo, y habindose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las seales
y grandes milagros que se hacan, estaba atnito. Hch. 8.23: porque en hiel de amargura y en prisin de
maldad veo que ests. 1 Co. 3.6-7: Yo plant, Apolos reg; pero el crecimiento lo ha dado Dios. As que ni el
que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 1 Co. 12.13: Porque por un solo Espritu
fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judos o griegos, sean esclavos o pobres; y a todos se nos dio a beber
de un mismo Espritu.
1046. Gn. 17.7, 10: Habl Jehov a Moiss y a Aarn en la tierra de Egipto, diciendo: Y establecer mi pacto
entre m y ti, y tu descendencia despus de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de
tu descendencia despus de ti Este es mi pacto, que guardaris despus de ti: Ser circuncidado todo varn
de entre vosotros. Ex. 12.1-51: Este mes os ser principio de los meses; para vosotros ser ste el primero en
los meses del ao. Hablad a toda la congregacin de Israel, diciendo: En el diez de este mes tmese cada uno un
cordero segn las familias de los padres, un cordero por familia Mt. 28.19: Por tanto, id, y haced mis disc-
pulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo. Mt. 26.26-
28: Y mientras coman, tom Jess el pan, y bendijo, y lo parti, y dio a sus discpulos, y dijo: Tomad, comed;
esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque
esto es mi sangre del nuevo pacto, que por mucho es derramada para remisin de los pecados.
288 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.163
1047. Ro. 4.11: Y recibi la circuncisin como seal, como sello de justicia de la fe que tuvo estando an
incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin que tambin a ellos la fe les sea
contada por justicia. 1 Co. 11.24-25: y habiendo dado gracias, lo parti, y dijo: Tomad, comed, esto es mi
cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de m. Asimismo tom tambin la copa, despus
de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebie-
reis, en memoria de m.
1048. Hch. 2.38: Pedro les dijo: Arrepentos, y bautcese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdn de los pecados; y recibiris el don del Espritu Santo. 1 Co 10.16: La copa de bendicin que
bendecimos, no es la comunin de la sangre de Cristo? El pan que partimos, no es la comunin del cuerpo
de Cristo?
1049. Ro. 15.8: Pues os digo, que Cristo Jess vino a ser siervo de la circuncisin para mostrar la verdad de
Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres. Ex. 12.48: Mas si algn extranjero morare contigo, y
quisiere celebrar la pascua para Jehov, sale circuncidado todo varn, y entonces la celebrar, y ser como uno
de vuestra nacin; pero ningn incircunciso comer de ella.
1050. Ro. 4.11: Y recibir la circuncisin como seal, como sello de justicia de la fe que tuvo estando an
incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin que tambin a ellos la fe les
sea contada por justicia. Gl. 3.27: porque todos los que habis sido bautizados en Cristo, de Cristo estis
revestidos.
1051. Ro. 6.3-4: O no sabis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jess, hemos sido bauti-
zados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva. 1
Co. 10.21: No podis beber la copa del Seor, y la copa de los demonios; no podis participar de la mesa del
Seor, y de la mesa de los demonios.
1052. Ef. 4.2-5: Con toda humildad y mansedumbre, soportndoos con paciencia los unos a los otros en
amor, solcitos en guardar la unidad del Espritu en el vinculo de la paz; un cuerpo, y un Espritu, como fuisteis
tambin llamados en una misma esperanza de vuestra vocacin; un Seor, una fe, un bautismo. 1 Co. 12.13:
Porque por un solo Espritu fuimos bautizados en un cuerpo, sean judos o griegos, sean esclavos o libres; y a
todos se nos dio a beber de un mismo Espritu.
1053. Ef. 2.11-12: Y les dijeron: Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto
a la carne, erais llamados incircuncisin por la llamada circuncisin hecha con mano en la carne. En aquel
tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadana de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza
y sin Dios en el mundo. Gn. 34.14: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso,
porque entre nosotros es abominacin.
1054. Mt. 3.11: Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mi., cuyo
calzado yo no soy digno de llevar, es ms poderoso que yo; l os bautizar en Espritu Santo y fuego. 1 P. 3.21:
El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la
aspiracin de una buena conciencia hacia Dios) por la resurreccin de Jesucristo. Ro. 2.28-29: Pues no es
judo el que lo es exteriormente, ni es la circuncisin la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judo
el que lo es en lo interior, y la circuncisin es la del corazn, en espritu, no en letra; la alabanza del cual no viene
P.164 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 289
P.165. Qu es el bautismo?
R. El bautismo es un sacramento del Nuevo Testamento en el cual
Cristo ha ordenado el lavamiento con agua, en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espritu Santo,1056 para que sea una seal y un sello de unin
con Cristo,1057 de remisin de pecados mediante su sangre1058 y de regenera-
cin por medio de su Espritu;1059 de adopcin,1060 y resurreccin para vida
eterna;1061 y mediante este sacramento, los que se bautizan son solemne-
mente admitidos en la iglesia visible,1062 y entran en un compromiso pblico
y profeso de ser solamente y totalmente del Seor.1063
1063. Ro. 6.4: Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que como
Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva.
1064. Hch. 8.36-37: Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aqu hay agua; qu
impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazn, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo
que Jesucristo es el hijo de Dios. Hch. 2.38: Pedro les dijo: Arrepentos, y bautcese cada uno de vosotros en
el nombre de Jesucristo para perdn de los pecados; y recibiris el don del Espritu Santo.
1065. Gn. 17.7,9: Y establecer mi pacto entre m y ti, y tu descendencia despus de ti en sus generaciones,
por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia despus de ti. Dijo de nuevo Dios a Abraham: En
cuanto a ti, guardaras mi pacto, t y tu descendencia despus de ti por sus generaciones. Gl. 3.9, 14: De modo
que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham para que en Cristo Jess la bendicin de Abraham
alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibisemos la promesa del Espritu. Col. 2.11-12: En l tambin
fuisteis circuncidados con circuncisin no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la
circuncisin de Cristo; sepultados con l en el bautismo, en el cual fuisteis tambin resucitados con l, mediante
la fe en el poder de Dios que le levant de los muertos. Hch. 2.38-39: Pedro les dijo: Arrepentos, y bautcese
cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdn de los pecados; y recibiris el don del Espritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que estn lejos; para cuantos el Seor
nuestro Dios llamare. Ro. 4.11-12: Y recibi la circuncisin como seal, como sello de justicia de la fe que
tuvo estando an incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin que tambin
a ellos la fe les sea contada por justicia; y padre de la circuncisin, para los que no solamente son de la circunci-
sin, sino que tambin siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
1 Co. 7.14: Porque el marido incrdulo es santificado en la mujer, y la mujer incrdula en el marido; pues de
otra manera vuestros hijos seran inmundos, mientras que ahora son santos. Mt. 28.19: Por tanto, id, y haced
mis discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo. Lc.
18.15-16: Traan a l los nios para que los tocase; lo cual viendo los discpulos, les reprendieron. Mas Jess,
llamndolos, dijo: Dejad a los nios venir a m, y no se lo impidis; porque de los tales es el reino de Dios. Ro.
11.16: Si las primicias son santas, tambin lo es la masa restante; y si la raz es santa, tambin lo son las ramas.
1066. Col. 2.11-12: En l tambin fuisteis circuncidados con circuncisin no hecha a mano, al echar de voso-
tros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisin de Cristo; sepultados con l en el bautismo, en el cual fuis-
teis tambin resucitados con l, mediante la fe en el poder de Dios que le levant de los muertos. Ro. 6.4, 6,
P.167 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 291
11: Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resu-
cit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva sabiendo esto, que
nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con l, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de
que no sirvamos ms al pecado As tambin vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios
en Cristo Jess, Seor nuestro.
1067. Ro. 6.3-5: O no sabis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jess, hemos sido bauti-
zados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva.
Porque si fuimos plantados juntamente con l en la semejanza de su muerte, as tambin lo seremos en la de
su resurreccin.
1068. 1 Co 1.11-13: Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos mos, por los de Clo, que hay
entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo
de Cefas; y yo de Cristo.Acaso est dividido Cristo? Fue crucificado Pablo por vosotros? O fuisteis bauti-
zados en el nombre de Pablo?. Ro. 6.2-3: En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado,
cmo viviremos an en l? O no sabis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jess, hemos sido
bautizados en su muerte?
1069. Ro. 4.11-12: Y recibi la circuncisin como seal, como sello de justicia de la fe que tuvo estando an
incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin que tambin a ellos la fe les
sea contada por justicia; y padre de la circuncisin, para los que no solamente son de la circuncisin, sino que
tambin siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado. 1 P. 3.21: El
bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspi-
racin de una buena conciencia hacia Dios) por la resurreccin de Jesucristo.
1070. Ro. 6.3-5: O no sabis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jess, hemos sido bauti-
zados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva.
Porque si fuimos plantados juntamente con l en la semejanza de su muerte, as tambin lo seremos en la de
su resurreccin.
1071. Gl. 3.26-27: pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jess; porque todos los que habis
sido bautizados en Cristo, de Cristo estis revestidos.
1072. Ro. 6.22: Mas ahora que habis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenis por vuestro
fruto la santificacin, y como fin, la vida eterna.
1073. Hch. 2.38: Pedro les dijo: Arrepentos, y bautcese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
292 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.168
noche que fue entregado, tom pan; y habiendo dado gracias, lo parti, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo
que por vosotros es partido; haced esto en memoria de m. Mt. 26.26-28: Y mientras coman, tom Jess el
pan, y bendijo, y lo parti, y dio a sus discpulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa,
y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que
por mucho es derramada para remisin de los pecados. Mr. 14.22-24: Y mientras coman, Jess tom pan y
bendijo, y lo parti y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias,
les dio; y bebieron de ella todos. Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada.
Lc. 22.19-20: Y tomo el pan y dio gracias, y lo parti y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es
dado; haced esto en memoria de m. De igual manera, despus que hubo cenado, tom la copa, diciendo: Esta
copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
1082. Hch. 3.21: a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauracin
de todas las cosas, de que habl Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempos antiguos.
1083. Mt. 26.26,28: Y mientras coman, tom Jess el pan, y bendijo, y lo parti, y dio a sus discpulos, y
dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por mucho es derra-
mada para remisin de los pecados.
1084. 1 Co. 11.2429: y habiendo dado gracias, lo parti, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por
vosotros es partido; haced esto en memoria de m. Asimismo tom tambin la copa, despus de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de
mi. As, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Seor anunciis hasta
294 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.172
P.172. Puede venir a la Santa Cena alguien que duda de su unin con
Cristo o de su debida preparacin?
R. El que duda de su unin con Cristo, o de su debida preparacin
que l venga. De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Seor indignamente, ser
culpado del cuerpo y de la sangre del Seor. Por tanto, prubese cada uno a s mismo, y coma as del pan, y beba de
la copa. Porque el que come y bebe indignamente , sin discernir el cuerpo del Seor, juicio come y bebe para s.
1085. 1 Co. 10.16: La copa de bendicin que bendecimos, No es la comunin de la sangre de Cristo? El
pan que partimos, No es la comunin del cuerpo de Cristo?
1086. 1 Co. 11.28: Por tanto, prubese cada uno a s mismo, y coma as del pan, y beba de la copa.
1087. 2 Co. 13.5: Examinaos a vosotros mismos si estis en la fe; probaos a vosotros mismos, O no os cono-
cis a vosotros mismos, que Jesucristo est en vosotros, a menos que estis reprobados?
1088. 1 Co. 5.7: Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Ex. 12.15: Siete das comeris panes
sin levadura; y as el primer da haris que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere
leudado desde el primer da hasta el sptimo, ser cortado de Israel.
1089. 1 Co. 11.29: Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Seor, juicio come
y bebe para s.
1090. 1 Co. 13.5: no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor. Mt. 26.28:
porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por mucho es derramada para remisin de los pecados.
1091. Zac. 12.10: Y derramar sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusaln, espritu de gracia
y de oracin; y mirarn a m, a quien traspasaron, y llorarn como se llora por hijo unignito, afligindose por
l como quien se aflige por el primognito. 1 Co. 11.31: S, pues, nos examinsemos a nosotros mismos, no
seramos juzgados.
1092. 1 Co. 10.16-17: La copa de bendicin que bendecimos, No es la comunin de la sangre de Cristo? El
pan que partimos, No es la comunin del cuerpo de Cristo? Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos,
somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. Hch. 2.46-47: Y perseverando unnimes
cada da en el templo, y partiendo el pan en las casas, coman juntos con alegra y sencillez de corazn, alabando
a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Seor aada cada da a la iglesia los que haban de ser salvos.
1093. 1 Co. 5.8: As que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de
maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. 1 Co. 11.18, 20: Mirad Israel segn la carne;
los que comen de los sacrificios, no son participes del altar? Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los
demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagis partcipes con los demonios.
1094. Mt. 5.23-24: Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y all te acuerdas de que tu hermano tiene algo
contra ti, deja all tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcliate primero con tu hermano, y entonces ven y
presenta tu ofrenda.
1095. Is. 55.1: A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed.
P.172 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 295
Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. Jn. 7.37: En el ltimo y gran da de la fiesta, Jess se puso
en pie y alz la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a m y beba.
1096. 1 Co. 5.7-8: Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. As que celebremos la fiesta, no con la vieja
levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.
1097. 1 Co. 11.25-26,28: Asimismo tom tambin la copa, despus de haber cenado, diciendo: Esta copa
es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mi. As, pues, todas
las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Seor anunciis hasta que l venga. Por
tanto, prubese cada uno a s mismo, y coma as del pan, y beba de la copa. He. 10.21-24: Y teniendo un
gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerqumonos con corazn sincero, en plena certidumbre de fe, puri-
ficados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firmes, sin
f Lctuar, la profesin de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometi. Y considermonos unos a otros
para estimularnos al amor y a las buenas obras. Sal. 26.6: Lavar en inocencia mis manos, Y as andar al
rededor de tu altar oh Jehov.
1098. 1 Co. 11.24-25: y habiendo dado gracias, lo parti, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por
vosotros es partido; haced esto en memoria de m. Asimismo tom tambin la copa, despus de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mi.
1099. 2 Cr. 30.18-19: Porque una gran multitud del pueblo de Efran y de Manass, y de Isacar y de Zabuln,
no se haban purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que est escrito. Mas Ezequas or por ellos,
diciendo: Jehov, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha preparado su corazn para buscar a Dios, a
Jehov el Dios de sus padres, aunque no est purificado segn los ritos de purificacin del santuario. Mt. 26.26:
Y mientras coman, tom Jess el pan, y bendijo, y lo parti, y dio a sus discpulos, y dijo: Tomad, comed; esto
es mi cuerpo.
1100. Is. 50.10: Quin hay entre vosotros que teme a Jehov, y oye la voz de su siervo? El que anda en
tinieblas y carece de luz, confe en el nombre de Jehov, y apyese en su Dios. 1 Jn. 5.13: Estas cosas os he
escrito a vosotros que creis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepis que tenis vida eterna, y para que
creis en el nombre del Hijo de Dios. Sal. 88.1-18: Con mi voz clam a Dios, a Dios clam, y l me escuchar.
Meditar en todas tus obras, y hablar de tus hechos. Sal. 77.112: Oh Jehov, Dios de mi salvacin, da y
noche clamo delante de ti. Llegue mi oracin a tu presencia; inclina tu odo a mi clamor. Porque mi alma est
hastiada de males, y mi vida cercana al Seol. Jn. 2.4, 7: Entonces dije: Desechado soy de delante de tus
ojos; mas an ver tu santo templo. Cuando mi alma desfalleca en m, me acord de Jehov, y mi oracin lleg
hasta ti en tu santo templo.
1101. Is. 54.7-10: Por un breve momento te abandon, pero te recoger con grandes misericordias. Con un
poco de ira escond mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendr compasin de ti, dijo
Jehov tu Redentor. Porque esto me ser como en los das de No, cuando jur que nunca ms las aguas de No
pasaran sobre la tierra; as he jurado que no me enojar contra ti, ni te reir. Porque los montes se movern,
296 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.173
y los collados temblarn, pero no se apartar de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantar, dijo
Jehov, el que tiene misericordia de ti. Mt. 5.3-4: Bienaventurados los pobres en Espritu, porque de ellos es
el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirn consolacin. Sal. 31.22: Deca
yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; pero t oste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba.
Sal. 73.13,22-23: Verdaderamente en vano he limpiado mi corazn, y lavado mis manos en inocencia; Tan torpe
era yo, que no entenda; Era como una bestia delante de ti. Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste
de la mano derecha.
1102. Fil. 3.8-9: Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como prdida por la excelencia del conocimiento
de Cristo Jess, mi Seor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser
hallado en l, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es
de Dios por la fe. Sal. 10.17: El deseo de los humildes oste, oh Jehov; T dispones su corazn, y haces atento
tu odo. Sal. 42.1-2, 5, 11: Como el siervo brama por las corrientes de las aguas, as clama por ti, oh Dios, el
alma ma. Mi lama tiene sed de Dios, del Dios vivo; Cundo vendr, y me presentar delante de Dios? Por
qu te abates, oh alma ma, y te turbas dentro de m? Espera en Dios; porque an he de alabarle, salvacin ma y
Dios mo.Por qu te abates, oh alma ma, y por qu te turbas dentro de m? Espera en Dios; porque an he de
alabarle, salvacin ma y Dios mo.
1103. 1 Ti. 2.19: Pero el fundamento de Dios est firme, teniendo este sello: Conoce el Seor a los que son
suyos; y: Aprtese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. Is. 50.10: Quin hay entre voso-
tros que teme a Jehov, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confe en el nombre de
Jehov, y apyese en su Dios. Sal. 66.18-20: Si en mi corazn hubiese yo mirado a la iniquidad, el Seor no
habra escuchado. Mas ciertamente me escuch; atendi a la voz de mi splica. Bendito sea Dios, que no echo
de s mi oracin, ni de m su misericordia.
1104. Is. 40.11,29,31: Como pastor apacentar su rebao; en su brazo llevar los corderos, y en su seno los
llevar; pastorear suavemente a las recin paridas El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que
no tiene ningunas pero los que esperan en Jehov tendrn nuevas fuerzas; levantarn alas como las guilas;
corrern, y no se cansarn; caminarn, y no se fatigarn. Mt. 11.28: Venid a m todos los que estis trabajados
y cargados, y yo os har descansar. Mt. 12.20: La caa cascada no quebrar, y le pabilo que humea no apagar,
hasta que saque a victoria el juicio. Mt. 26.28: porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos
es derramada para remisin de los pecados.
1105. Mr. 9.24: E inmediatamente el padre del muchacho clam y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
1106. Hch. 2.37: Al or esto, se compungieron de corazn, y dijeron a Pedro y a los otros apstoles: Varones
hermanos, qu haremos?. Hch. 16.30: y sacndolos, les dijo: Seores, qu debo hacer para ser salvo?
1107. Ro. 4.11: Y recibi la circuncisin como seal, como sello de justicia de la fe que tuvo estando an
incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin que tambin a ellos la fe les sea
contada por justicia. 1 Co. 11.28: Por tanto, prubese cada uno a s mismo, y coma as del pan, y beba de la copa.
1108. 1 Co. 11.2734: De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Seor indig-
namente, ser culpado del cuerpo y de la sangre del Seor. Por tanto, prubese cada uno as mismo, y coma as
del pan y pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del discernir
el cuerpo del Seor, juicio come y bebe para s. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y
P.174 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 297
muchos duermen. Si, pues, nos examinsemos a nosotros mismos, no seramos juzgados; mas siendo juzgados,
somos castigados por el Seor, para que no seamos condenados con el mundo. As que, hermanos mos, cuando
os reuns a comer, esperaos unos a otros. Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reuns para
juicio. Las dems cosas las pondr en orden cuando yo fuere. Mt. 7.6: No deis lo santo a los perros, no echis
vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. 1 Co. 5.1-21: A
otros salvad, arrebatndolos del fuego; y a otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa conta-
minada por su carne. Jud. 23: De cierto se oye que hay entre vosotros fornicacin, y tal fornicacin cual ni aun
se nombra entre lo gentiles; tanto que alguno tienen la mujer de su padre. Y vosotros estis envanecidos. )No
debieras ms bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medios vosotros el que cometi tal accin.
1 Ti. 5.22: No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajeno. Consrvate puro.
1109. 2 Co. 2.7: as que, al contrario, vosotros ms bien debis perdonarle y consolarle, para que no sea
consumido de demasiada tristeza.
1110. Lv. 10.3: Entonces dijo Moiss a Aarn: esto es lo que habl Jehov, diciendo: En los que a m se acercan
me santificar y en presencia de todo el pueblo ser glorificado. Y Aarn call. He. 12.28: As que, recibiendo
nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradndole con temor y
reverencia. Sal. 5.7: Mas yo por la abundancia de tu misericordia entrar en tu casa; Adorar hacia tu santo
templo en tu temor. 1 Co. 11.17, 26-27: Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congre-
gis para lo mejor, sino para lo peor As, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa,
la muerte del Seor anunciis hasta que l venga De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere
esta copa del Seor indignamente, ser culpado del cuerpo y de la sangre del Seor.
1111. Ex. 24.8: Entonces Moiss tom la sangre y roci sobre el pueblo, y dijo: He aqu la sangre del pacto
que Jehov ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. Mt. 26.28: porque esto es mi sangre del nuevo
pacto, que por muchos es derramada para remisin de los pecados.
1112. 1 Co. 11.29: porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Seor, juicio
como y bebe para s.
1113. Lc. 22.19: Y tom el pan y dio gracias, y lo parti y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por voso-
tros es dado; haced esto en memoria de m.
1114. 1 Co. 11.26: As, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Seor
298 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.175
anunciis hasta que l venga. 1 Co. 10.4-5,11,14: Y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos
bebieron la misma bebida espiritual, porque beban de la roca espiritual que los segua, y la roca era Cristo. Pero
de los ms de ellos no se agrad Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto Y estas cosas les acon-
tecieron como ejemplo, y estn escritas para amonestacin a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los
siglos Por tanto, amados mos, huid de la idolatra.
1115. 1 Co. 11.31: Si, pues, nos examinsemos a nosotros mismos, no seramos juzgados.
1116. Zac. 12.10: Y derramar sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusaln, espritu de gracia
y de oracin; y mirarn a m, a quien traspasaron, y llorarn como se llora por hijo unignito, afligindose por l
como quien se aflige por el primognito.
1117. Ap. 22.17: Y el Espritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el
que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
1118. Jn. 6.35: Jess les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a m viene, nunca tendr hambre; y el que en m
cree, no tendr sed jams.
1119. Jn. 1.16: Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
1120. Fil. 3.9: y ser hallado en l , no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe
de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.
1121. Sal. 63.4-5: As te bendecir en mi vida; En tu nombre alzar mis manos. 2 Cr 30.21: As los hijos
de Israel que estaban en Jerusaln celebraron la fiesta solemne de los panes sin levadura por siete das con grande
gozo; y glorificaban a Jehov todos los das los levitas y los sacerdotes, cantando con instrumentos resonantes
a Jehov.
1122. Sal. 22.26: Comern los humildes y sern saciados; Alabarn a Jehov los que le buscan; Vivir vuestro
corazn para siempre.
1123. Jer. 50.5: Preguntarn por el camino de Sin, hacia donde volvern sus rostros, diciendo : Venid, y
juntmonos a Jehov con pacto eterno que jams se ponga en olvido. Sal. 50.5: Juntadme mis santos, Los
que hicieron conmigo pacto con sacrificio.
1124. Hch. 2.42: Y perseveraban en la doctrina de los apstoles, en la comunin unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.
1125. Sal. 28.7: Jehov es mi fortaleza y mi escudo; En l confi mi corazn, y fui ayudado, Por lo que
se goz mi corazn, Y con mi cntico le alabar. Sal. 85.8: Escuchar lo que hablar Jehov Dios; Porque
hablar paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura. 1 Co. 11.17, 30-31: Pero al anun-
ciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregis para lo mejor, sino para lo peor Por lo cual hay
P.175 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 299
muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen Si, pues, nos examinsemos a nosotros
mismos, no seramos juzgados.
1126. 2 Cr. 30.21-23, 25-26: As los hijos de Israel que estaban en Jerusaln celebraron la fiesta solemne de
los panes sin levadura por siete das con grande gozo; y glorificaban a Jehov todos los das los levitas y los sacer-
dotes, cantando con instrumentos resonantes a Jehov. Y habl Ezequas al corazn de todos los levitas que tenan
buena inteligencia en el servicio de Jehov. Y comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete das, ofre-
ciendo sacrificios de paz, y dando gracias a Jehov el Dios de sus padres Y toda aquella asamblea determin que
celebrasen la fiesta por otros siete das; y la celebraron otros siete das con alegra. Se alegr, pues, toda la congre-
gacin de Jud, como tambin los sacerdotes y levitas, y toda la multitud que haba venido, de Israel; asimismo
los forasteros que haban venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Jud. Hubo entonces gran regocijo
en Jerusaln; porque desde los das de Salomn hijo de David rey de Israel, no haba habido cosa semejante en
Jerusaln. Hch. 2.42,46-47: Y perseveraban en la doctrina de los apstoles, en la comunin unos con otros,
en el partimiento del pan u en las oraciones Y perseverando unnimes cada da en el templo, y partiendo el
pan en las casas, coman juntos con alegra y sencillez de corazn, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el
pueblo Y el Seor aada cada da a la iglesia los que haban de ser salvos.
1127. Sal. 36.10: Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos de corazn. Cnt.
3.4: Apenas hube pasado de ellos un poco, Hall luego al que ama mi alma; Lo as, y no lo dej, Hasta que lo
met en casa de mi madre, Y en la cmara de la que me dio a Luz. 1 Cr. 29.18: Jehov Dios de Abraham, de
Isaac y de Israel nuestros padres, conserva perpetuamente esta voluntad del corazn de tu pueblo, y encamina
su corazn a ti.
1128. 1 Co. 10.3-5,12: Y arreciando la batalla contra Sal, le alcanzaron los flechazos, y fue herido por los
flecheros Entonces dijo Sal a su escudero: Saca tu espada y traspsame con ella, no sea que vengan estos incir-
cuncisos y hagan escarnio de m; pero su escudero no quiso, porque tena mucho miedo. Entonces Sal tom
la espada, y se echo sobre ella Cuando su escudero vio a Sal muerto, l tambin se echo sobre su espada y se
mat se levantaron todos los hombres valientes, y tomaron el cuerpo de Sal y los cuerpos de sus hijos, y los
trajeron a Jabes; y enterraron sus huesos debajo de una encina en Jabes, y ayunaron siete das.
1129. Sal. 50.14: Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altsimo.
1130. 1 Co. 11.25-26: Asimismo tom tambin la copa, despus de haber cenado, diciendo: Esta copa es el
nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de m. As, pues, todas las
veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Seor a anunciis hasta que l venga. Hch.
2.42,46: Y perseveraban en la doctrina de los apstoles, en la comunin unos con otros, en el partimiento del
pan y en las oraciones. Y perseverando unnimes cada da en el templo, y partiendo el pan en las casa, coman
juntos con alegra y sencillez de corazn.
1131. Cnt. 5.1-6: Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa ma; He recogido mi mirra y mis aromas; He
comido mi panal y mi miel, Mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados.
Yo dorma, pero mi corazn velaba. Es la voz de mi amado que llama:Abreme, hermana ma amiga ma, paloma
ma, perfecta ma, Porque mi cabeza est llena de roco, Mis cabellos de la gotas de la noche. Me he desnudado
de mi ropa; cmo me he de vestir? He lavado mis pies; cmo los he de ensuciar? Mi amado meti su mano
por la ventanilla, Y mi corazn se conmovi dentro de m, Yo me levant para abrir a mi amado, Y mis manos
300 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.176
gotearon mirra, Y mis dedos mirra, que corraSobre la manecilla del cerrojo. Abr yo a mi amado, Pero mi amado
se haba ido, haba ya pasado; Y tras su hablar sali mi alma. Lo busqu, y no lo hall; Lo llam, y me respondi.
1132. Sal. 123.1-2: A ti alc mis ojos, A ti que Habitas en los cielos. He aqu, como los ojos de los siervos
miran a la mano de sus seores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su seora, As nuestros ojos miran a
Jehov nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia de nosotros. Sal. 42.5, 8: Enva tu luz y tu verdad; stas
me guiarn; Me conducirn a tu santo monte, Y a tus moradas. Entrar al altar de Dios, Al Dios de mi alegra y de
mi gozo; Y te alabar con arpa, oh Dios, Dios mo.Por qu te abates, oh alma ma, Y por qu te turbas dentro de
m? Espera en Dios; porque an he de alabarle, Salvacin ma y Dios mo. Sal. 43.3-5: Por qu te abates, oh
alma ma, Y te turbas dentro de m? Espera en Dios; porque an he de alabarle, Salvacin ma y Dios mo. Pero
de da mandar Jehov su misericordia, Y de noche su cntico estar conmigo, Y mi oracin al Dios de mi vida.
1133. 2 Cr. 30.18-19: Porque una gran multitud del pueblo de Efran y Manass, y de Isacar y Zabuln, no se
haban purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que est escrito. Mas Ezequas or por ellos, diciendo:
Jehov, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha preparado su corazn para buscar a Dios, a Jehov el Dios
de su padres, aunque no est purificado segn los ritos de purificacin del santuario. Is. 1.16,18: Lavaos y
limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; Venid luego, dice
Jehov, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve sern emblanquecidos; si
fueren rojos como el carmes, vendrn a ser como blanca lana.
1134. 2 Co. 7.11: Porque he aqu, esto mismo de que hayis sido contristados segn Dios, (Qu solicitud
produjo en vosotros, qu defensa, qu indignacin, qu temor, qu ardiente afecto, qu celo, y qu vindicacin!
En todos os habis mostrado limpios en el asunto. 1 Cr. 15.12-14: y les dijo: Vosotros que sois los principales
padres de las familias de los levitas, santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca de Jehov Dios de
Israel al lugar que le he preparado; pues por no haberlo hecho as vosotros la primera vez, Jehov nuestro Dios
nos quebrant, por cuanto no le buscamos segn su ordenanza. As los sacerdotes y los levitas se santificaron
para traer el arca de Jehov Dios de Israel.
1135. Mt. 28.19: Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espritu Santo. 1 Co. 11.23: Por que yo recib del Seor lo que tambin os he enseado: Que
el Seor Jess, la noche que fue entregado, tom pan.
1136. Ro. 6.3-4: O no sabis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jess, hemos sido bauti-
zados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con el para muerte por el bautismo, a fin de que como
Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos en vida nueva. 1 Co. 10.16:
La copa de bendicin que bendecimos, no es la comunin de la sangre de Cristo? El pan que partimos, no
es la comunin del cuerpo de Cristo?
1137. Ro. 4.11: Y recibi la circuncisin como seal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando an
incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que tambin a ellos la fe les
sea contada por justicia. Col. 2.12: sepultados con l, en el bautismo, en el cual fuisteis tambin resucitados
P.177 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 301
bautismo debe administrarse una sola vez, con agua, para ser una seal
y un sello de nuestra regeneracin y unin con Cristo,1140 y que se admi-
nistra tambin a los nios;1141 mientras que la Santa Cena debe administrarse
con frecuencia teniendo como elementos el pan y el vino, para representar
y exhibir a Cristo como el alimento espiritual para el alma,1142 y para
confirmar nuestra continuidad y crecimiento en l.1143 Y difiere tambin en
que es administrada a quienes tienen la edad necesaria y la capacidad para
examinarse a s mismos.1144
con el, mediante la fe en el poder Dios que le levant de los muertos. Mt. 26.27-28: Y tomando la copa, y
habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por
mucho es derramada para remisin de los pecados.
1138. Jn. 1.33: Y yo le conoca; pero el que me envi a bautizar con agua, aqul me dijo: Sobre quien veas
descender el Espritu y que permanece sobre l, se es el que bautiza con el Espritu Santo. Mt. 28.19: Por
tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu
Santo. 1 Co. 11.23: Porque yo recib del Seor lo que tambin os he enseado: Que el Seor Jess, la noche
que fue entregado, tom pan. 1 Co. 4.1: Y nadie toma para s esta honra, sino el que es llamado por Dios,
como lo fue Aarn. He. 5.4: As, pues, tngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores
de los misterios de Dios.
1139. Mt. 28.19-20: Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo. Ensendoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu
yo estoy con vosotros todos los das, hasta el fin del mundo. Amn. 1 Co. 11.26: As, pues, todas las veces que
comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Seor anunciis hasta que l venga.
1140. Mt. 3.11: Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras m, cuyo calzado
yo no soy digno de llevar, es ms poderoso que yo, l os bautizar en Espritu Santo y fuego. Tit. 3.5: nos
salv, no por obras de justicia que nosotros hubiramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de
la regeneracin y por la renovacin en el Espritu Santo. Gl. 3.27: porque todos los que habis sido bauti-
zados en Cristo, de Cristo estis revestidos.
1141. Gn. 17.7, 9: Y establecer, mi pacto entre m y ti, y tu descendencia despus de ti en sus generaciones,
por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia despus de ti Dijo de nuevo Dios a Abraham: En
cuanto a ti, guardars mi pacto, t y tu descendencia despus de ti por sus generaciones. Hch. 2.38-39: Pedro
les dijo: Arrepentos, y bautcese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdn de los pecados;
y recibiris el don del Espritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los
que estn lejos; para cuantos el Seor nuestros Dios llamare. 1 Co. 7.14: La mujer no tiene potestad sobre
su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
1142. 1 Co. 11.23-26: Porque yo recib del Seor lo que tambin os he enseado: Que el Seor Jess, la
noche que fue entregado, tom pan; y habiendo dado gracias, lo parti, y dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de m. Asimismo tom tambin la copa, y despus
de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis,
en memoria de m. As, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Seor
anunciis hasta que l venga.
1143. 1 Co. 10.16: La copa de bendicin que bendecimos, no es la comunin de la sangre de Cristo? el pan
que partimos, no es la comunin del cuerpo Cristo?
1144. 1 Co. 11.28-29: Por tanto, prubese cada uno a s mismo, y coma as del pan, y beba de la copa. Porque
el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Seor, juicio come y bebe para s.
302 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.178
P.178. Qu es la oracin?
R. La oracin es un ofrecimiento de nuestros deseos a Dios,1145 en el
nombre de Cristo,1146 por la ayuda del Espritu Santo,1147 con confesin de
nuestros pecados1148 y reconocimiento agradecido de sus misericordias.1149
1145. Sal. 62.8: Esperad en l todo el tiempo, oh pueblos; Derramad delante de l vuestro corazn; Dios
es nuestro refugio.
1146. Jn. 16.23: En aquel da no me preguntaris nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidie-
reis al Padre en mi nombre os lo dar.
1147. Ro. 8.26: Y de igual manera el Espritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qu hemos de pedir como
conviene, no lo sabemos, pero el Espritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
1148. Sal. 32.5-6: Mi pecado te declar, y no encubr mi iniquidad. Dije: Confesar mis transgresiones a
Jehov; Y t perdonaste la maldad de mi pecado. Por esto orar a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser
hallado; Ciertamente en la inundacin de muchas aguas no llegarn stas a l. Dn. 9.4: Y or a Jehov mi
Dios e hice confesin diciendo: Ahora, Seor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la mise-
ricordia con los que te aman y guardan tus mandamientos.
1149. Fil. 4.6: Por nada estis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oracin y ruego, con accin de gracias.
1150. 1 R. 8.39: t oirs en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonars, y actuars, y dars a cada uno
conforme a sus caminos, cuyo corazn t conoces (porque slo t conoces el corazn de todos los hijos de los
hombres). Hch. 1.24: Y orando, dijeron: T, Seor, que conoces los corazones de todos, muestra cul de
estos dos has escogido. Ro. 8.27: Mas el que escudria los corazones sabe cul es la intencin del Espritu,
porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
1151. Sal. 65.2: T oyes la oracin; A ti vendr toda carne.
1152. Mi. 7.18: Qu Dios como t, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad?
No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.
1153. Sal. 145.18-19: Cercano est Jehov a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de deveras.
Cumplir el deseo de los que le temen; Oir asimismo el clamor de ellos, y los salvar.
1154. Ro. 10.14: Cmo, pues, invocarn a aquel en el cual no han credo? Y cmo creern en aquel de
quien no han odo? Y cmo oirn sin haber quien les predique?
1155. Mt. 4.10: Entonces Jess le dijo: Vete, Satans, porque escrito est: Al Seor tu Dios adorars, y a l
solo servirs.
1156. 1 Co. 1.2: a la iglesia de Dios que est en Corinto, a los santificados en Cristo Jess, llamados a
ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Seor Jesucristo, Seor de ellos
y nuestro.
P.180 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 303
1174. 2 S. 12.21-23: Y le dijeron sus siervos: Qu es esto que has hecho? Por el nio, viviendo an, ayunabas
y llorabas; y muerto l, te levantaste y comiste pan. Y l respondi: Viviendo an el nio, yo ayunaba y lloraba,
diciendo: Quin sabe si Dios tendr compasin de m, y vivir el nio? Mas ahora que ha muerto, para qu he
de ayunar? Podr yo hacerle volver? Yo voy a l, mas l no volver a m.
1175. 1 Jn. 5.16: Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedir, y Dios le dar
vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo
que se pida.
1176. Mt. 6.9: Vosotros, pues, oraris as: Padre nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu nombre.
1177. Sal. 51.18: Haz bien con benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusaln. Sal. 122.6: Pedid por
la paz de Jerusaln; Sean prosperados los que te aman.
1178. Mt. 7.11: Pues si vosotros, siendo malos, sabis dar buenas ddivas a vuestros hijos, cunto ms vuestro
Padre que est en los cielos dar buenas cosas a los que le pidan?
1179. Sal. 125.4: Entonces nos habran inundado las aguas; Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente.
1180. 1 Jn. 5.14: Y esta es la confianza que tenemos en l, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad,
l nos oye.
1181. Ec. 5.1: Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acrcate ms para or que para ofrecer el sacri-
ficio de los necios; porque no saben que hacen mal.
1182. Gn. 18.27: Y Abraham replic y dijo: He aqu ahora que he comenzado a hablar a mi Seor, aunque
soy polvo y ceniza. Cf. Gn. 32.10.
1183. Lc. 15.17-19: Y volviendo en s, dijo: Cuntos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan,
y yo aqu perezco de hambre! Me levantar e ir a mi padre, y le dir: Padre, he pecado contra el cielo y contra
ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
1184. Lc. 18.13-14: Mas el publicano, estando lejos, no quera ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba
el pecho, diciendo: Dios, s propicio a m, pecador. Os digo que ste descendi a su casa justificado antes que el
otro; porque cualquiera que se enaltece, ser humillado; y el que se humilla ser enaltecido.
1185. Sal. 51.17: Los sacrificios de Dios son el espritu quebrantado; Al corazn contrito y humillado no
despreciars t, oh Dios.
1186. Fil. 4.6: Por nada estis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oracin y ruego, con accin de gracias.
1187. 1 S. 1.15: Y Ana le respondi diciendo: No, seor mo; yo soy una mujer atribulada de espritu; no he
bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehov. Cf. 1 S. 2.11.
1188. 1 Co. 14.15: Qu, pues? Orar con el espritu, pero orar tambin con el entendimiento; cantar con
el espritu, pero cantar tambin con el entendimiento.
306 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER P.186
1189. Mr. 11.24: Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que
es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. Stg. 1.6: Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis
orando, creed que lo recibiris, y os vendr.
1190. Sal. 145.18: Cercano est Jehov a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras. Sal.
17.1: Oye, oh Jehov, una causa justa; est atento a mi clamor. Escucha mi oracin hecha de labios sin engao.
1191. Stg. 5.16: Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seis sanados. La
oracin eficaz del justo puede mucho.
1192. 1 Ti. 2.8: Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni
contienda.
1193. Ef. 6.18: orando en todo tiempo con toda oracin y splica en el Espritu, y velando en ello con
toda perseverancia y splica por todos los santos.
1194. Mi. 7.7: Mas yo a Jehov mirar, esperar al Dios de mi salvacin; el Dios mo me oir.
1195. Mt. 26.39: Yendo un poco adelante, se postr sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mo, si es
posible, pase de m esta copa; pero no sea como yo quiero sino como t.
1196. Jn. 5.14: Despus le hall Jess en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques ms, para
que no te venga alguna cosa peor.
1197. Mt. 6.913: Vosotros, pues, oraris as: Padre nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hgase tu voluntad, como en el cielo, as tambin en la tierra. El pan nuestro de cada da, dnoslo
hoy. Y perdnanos nuestras deudas, como tambin nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas
en tentacin, mas lbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amn.
Lc. 11.2-4: Y les dijo: Cuando oris, decid: Padre nuestro que ests en los cielos, santiaficado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hgase tu voluntad, como en el cielo, as tambin en la tierra. El pan nuestro de cada da, dnoslo
hoy. Y perdnanos nuestros pecados, porque tambin nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no
nos metas en tentacin, ms lbranos del mal.
1198. Mt. 6.9: Y Les dijo: Vosotros, pues, oraris as: Padre Nuestro que ests en los cielos, santificado sea
tu nombre. Lc. 11.2: Cuando oris decid: Padre nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hgase tu voluntad, como en el cielo, as tambin en la tierra.
P.189 EL CATECISMO MAYOR DE WESTMINSTER 307
1199. Mt. 6.9: Vosotros, pues, oraris as: Padre Nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu nombre.
1200. Lc. 11.13: Pues si vosotros, siendo malos, sabis dar buenas ddivas a vuestros hijos, cunto ms
vuestro Padre celestial dar el Espritu Santo a los que se lo pidan?. Ro. 8.15: Pues no habis recibido el
espritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habis recibido el espritu de adopcin, por el cual
clamamos: Abba, Padre!
1201. Is. 64.9: No te enojes sobremanera, Jehov, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad; he aqu, mira
ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.
1202. Sal. 123.1: A ti alc mis ojos, A ti que habitas en los cielos. Lm. 3.41: Levantemos nuestros cora-
zones y manos a Dios en los cielos.
1203. Is. 63.15-16: Mirad desde el cielo, y contempla desde tu santa y gloriosa morada. Dnde est tu celo,
y tu poder, la conmocin de tus entraas y tus piedades para conmigo? Se han estrechado? Pero t eres nuestro
padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; t, oh Jehov, eres nuestro Padre; nuestro Redentor
perpetuo es tu nombre. Neh. 1.4-6: Cuando o estas palabras me sent y llor, e hice duelo por algunos das, y
ayun y or delante de Dios de los cielos. Y dije: Te ruego, oh Jehov, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible,
a los que le aman y guardan sus mandamientos; est ahora atento tu odo y abiertos tus ojos para or la oracin
de tu siervo, que hago ahora delante de ti da y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados
de los Hijos de Israel que hemos cometido contra ti; s, yo y la casa de mi padre hemos pecado.
1204. Hch. 12.5: As que Pedro estaba custodiado en la crcel; pero la iglesia haca sin cesar oracin a Dios
por l.
1205. Mt. 6.9: Vosotros, pues, oraris as: Padre Nuestro que ests en los cielos, santificado sea tu nombre.
1206. 1 Co. 3.5: Qu, pues, es Pablo, y qu es Apolos? Servidores por medio de los cuales habis credo; y eso
segn lo que a cada uno concedi el Seor. Sal. 51.15: Seor, abre mis labios, Y publicar mi boca tu alabanza.
1207. Sal. 67.2-3: Para que sea conocido en la tierra tu camino, En todas las naciones tu salvacin. Te alaben
los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben.
1208. Sal. 83.18: Y conozca que tu nombre es Jehov; T solo Altsimo sobre toda la tierra.
1209. Sal. 86.10-13,15: Porque t eres grande, y hacedor de maravillas; Slo t eres Dios. Ensame, oh
Jehov, tu camino; caminar yo en tu verdad; Afirma mi corazn para que tema tu nombre. Te alabar, oh Jehov
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Dios mo, con todo mi corazn, Y glorificar tu nombre para siempre. Porque tu misericordia es grande para
conmigo, Y has librado mi alma de las profundidades del Seol. Mas t, Seor, Dios misericordioso y clemente,
Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad.
1210. 2 Ts. 3.1: Por lo dems, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Seor corra y sea glori-
ficada, as como lo fue entre vosotros. Sal. 147.19-20: Ha manifestado sus palabras a Jacob, Sus estatutos y
sus juicios a Israel. No ha hecho as con ninguna otra de las naciones; Y en cuanto a sus juicios, no los cono-
cieron. Aleluya. Sal. 138.1-3: Te alabar con todo mi corazn; Delante de los dioses te cantar salmos. Me
postrar hacia tu santo templo, Y alabar tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido
tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas. El da que clam, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi
alma. 2 Co. 2.14-15: Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jess, y por medio de
nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en
los que se salvan, y en los que se pierden.
1211. Sal. 8.1- 9: Te exaltar, mi Dios, mi Rey, Y bendecir tu nombre eternamente y para siempre. Cada da
te bendecir, Y alabar tu nombre eternamente y para siempre. Grande es Jehov, y digno de suprema alabanza;
Y su grandeza es inescrutable. Sal. 145.1-21: Oh Jehov. Seor nuestro, Cun glorioso es tu nombre en
toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos; De la boca de los nios y de los que maman, fundaste la forta-
leza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo
1212. Sal. 103.1: Bendice, alma ma, a Jehov, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Sal. 19.14: Sean
gratos los dichos de mi boca y la meditacin de mi corazn delante de ti, Oh Jehov, roca ma, y redentor mo.
1213. Fil. 1.9, 11: Y esto pido en oracin, que vuestro amor abunde aun ms y ms en ciencia y en todo
conocimiento, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanzas de Dios.
1214. Sal. 67.1-4: Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre
nosotros; Para que sea conocido en la tierra tu camino, En todas las naciones tu salvacin. Te alaben los pueblos,
oh Dios; Todos los pueblos te alaben. Algrense y gcense las naciones, Porque juzgars los pueblos con equidad,
Y pastorears las naciones en la tierra.
1215. Ef. 1.17-18: para que el Dios de nuestro Seor Jesucristo, el Padre de gloria, os d espritu de sabi-
dura y de revelacin en el conocimiento de l, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepis
cul es la esperanza a que l os ha llamado, y cules las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.
1216. Sal. 97.7: Avergencence todos los que sirven a las imgenes de talla, Los que se gloran en los dolos.
Pstrense a l todos los dioses.
1217. Sal. 74.18, 22-23: Acurdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehov, Y pueblo insensato ha blas-
femado tu nombre. Lvantate, oh Dios, aboga tu causa; Acurdate de cmo el insensato te injuria cada da. No
olvides las voces de tus enemigos; El alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
1218. 2 R. 19.15-16: Y or Ezequas delante de Jehov, diciendo: Jehov Dios de Israel, que moras entre los
querubines, slo t eres Dios de todos los reinos de la tierra; t hiciste el cielo y la tierra. Inclina, oh Jehov, tu
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odo, y oye; abre, oh Jehov, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al
Dios viviente.
1219. Sal. 140.4, 8: Gurdame, oh Dios de manos del impo; Lbrame de hombres injuriosos, Que han
pensado trastornar mis pasos. No concedas, oh Jehov, al impo sus deseos; No saques adelante su pensamiento,
para que no sea ensoberbezca. 2 Cr. 20.6, 10-12: y dijo: Jehov Dios de nuestros padres, no eres t Dios
en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? No est en tu mano tal fuerza y poder,
que no hay quien te resista? Ahora, pues, he aqu los hijos de Amn y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya
tierra no quisiste que pasase Israel cuando vena de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los
destruyese; he aqu ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que t nos diste en posesin. Oh
Dios nuestro! no los juzgars t? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra
nosotros; no sabemos qu hacer, y a ti volvemos nuestro ojos. Sal. 83.1-18: Oh Dios, no guardes silencio; No
calles, oh Dios, ni te ests quieto. Porque he aqu que rugen tus enemigos, y los que te aborrecen alzan cabeza.
Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, Y han entrado en consejo contra tus protegidos
1220. Mt. 6.10: Venga tu reino. Hgase tu voluntad, como en el cielo, as tambin en la tierra.
1221. Ef. 2.2-3: en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al
prncipe de la potestad del aire, el espritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales tambin
todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los
pensamientos, y ramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los dems.
1222. Sal. 68.1, 18: Levntese Dios, sean esparcidos sus enemigos, Y huyan de su presencia los que le
aborrecen. Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, Y tambin para los rebeldes,
para que habite entre ellos JAH Dios. Apoc 12.10-11: Entonces o una gran voz en cielo, que deca: Ahora
ha venido la salvacin, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado
fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios da y noche. Y ellos le han
vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas
hasta la muerte.
1223. 2 Ts. 3.1: Por lo dems, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Seor corra y sea glori-
ficad, as como lo fue entre vosotros.
1224. Ro. 10.1: Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazn, y mi oracin a Dios por Israel, es para
salvacin.
1225. Jn. 17.9, 20: Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son.
Mas no ruego solamente por stos, sino tambin por los que han de creer en m por la palabra de ellos. Ro.
11.25-26: Porque no quiero, hermanos, que ignoris este misterio, para que no seis arrogantes en cuanto a
vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles; y luego todo Israel ser salvo, como est escrito:Vendr de Sin el Libertador, Que apartar de Jacob la
impiedad. Sal. 67.1-7: Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre
nosotros; Para que sea conocido en la tierra tu caminoEn todas las naciones tu salvacin. Te alaben los pueblos,
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oh Dios; todos los pueblos te alaben. Algrense y gcense las naciones, Porque juzgars los pueblos con equidad,
Y pastorear las naciones en la tierra. Te alaben los pueblos, oh Dios; todos los pueblos te alaben. La tierra dar
su fruto; Nos bendecir Dios, el Dios nuestro. Bendigamos Dios, Y tmanlo todos los trminos de la atierra.
1226. Mt. 9.38: Rogad, pues, al Seor de la mies, que enve obreros a su mies. 1 Ti. 3.1: Palabra fiel: Si
alguno anhela obispado, buena obra desea.
1227. Ml. 1.11: Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones;
y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones,
dice Jehov de los ejrcitos. Sof. 3.9: En aquel tiempo devolver yo a los pueblos pureza de labios, para que
todos invoquen el nombre de Jehov, para que le sirvan de comn consentimiento.
1228. 1 Ti. 2.1-2: Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias,
por todos los hombres; por los reyes y por los que estn en eminencia, para que vivamos quieta y reposada-
mente en toda piedad y honestidad.
1229. Hch. 4.29-30: Y ahora, Seor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo
hablen tu palabra, mientras extiendes tu manos para que se hagan sanidades y seales y prodigios mediante el
nombre de tu santo Hijo Jess. Ef. 6.18-20: orando en todo tiempo con toda oracin y splica en el Espritu,
y velando en ello con toda perseverancia y splica por todos los santos; y por m, a fin de que al abrir mi boca
me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en
cadenas; que con denuedo hable de l, como debo hablar. Ro. 15.29-30, 32: Y s que cuando vaya a vosotros,
llegar con abundancia de la bendicin del evangelio de Cristo Pero os ruego, hermanos por nuestro Seor
Jesucristo y por el amor del Espritu, que me ayudis orando por m a Dios para que con gozo llegue a vosotros
por la voluntad de Dios, y me sea recreado juntamente con vosotros. 2 Ts. 1.11: Por lo cual asimismo oramos
siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propsito
de bondad y toda obra de fe con su poder. 2 Ts. 2.16-17: Y el mismo Jesucristo Seor nuestro, y Dios nuestro
Padre, el cual nos am y nos dio consolacin eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones,
y os confirme en toda buena palabra y obra.
1230. Ef. 3.14-20: Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Seor Jesucristo, de quien
toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os d, conforme a las riquezas de su gloria, el
ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espritu; para que habite Cristo por la fe en vues-
tros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seis plenamente capaces de comprender con
todos los santos cul sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo,
que excede a todo conocimiento, para que seis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es pode-
roso para hacer todas las cosas mucho ms abundantemente de lo que pedimos o entendemos, segn el poder
que acta en nosotros.
1231. Ap. 22.20: El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amn; si, ven,
Seor Jess.
1232. Is. 64.1-2: Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes,
como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre
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a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu presencia!. Ap. 4.8-11: Y los cuatro seres vivientes tenan
cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban da y noche de decir:
Santo, santo, santo es el Seor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Y siempre que
aquellos seres vivientes dan gloria y honra y accin de gracias al que est sentado en el trono, al que vive
por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que est sentado en el trono,
y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Seor,
digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque t creaste todas las cosas, y por tu voluntad
existen y fueron creadas.
1233. Mt. 6.10: Venga tu reino. Hgase tu voluntad, como en el cielo, as tambin en la a tierra.
1234. Ro. 7.18: Y yo s que en m, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien est en m,
pero no el hacerlo. Job 21.14: Dicen, pues, a Dios: Aprtate de nosotros, Porque no queremos el conocimiento
de tus caminos. 1 Co. 2.14: Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espritu de Dios, porque
para l son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
1235. Ro. 8.7: Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la
ley de Dios, ni tampoco pueden.
1236. Ex. 17.7: Y llam el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y por
que tentaron a Jehov diciendo: Est, pues, Jehov entre nosotros, o no?. Nm. 14.2: Y se quejaron contra
Moiss y contra Aarn todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: Ojal muriremos en la tierra de
Egipto; o en este desierto ojal muriramos!
1237. Ef. 2.2: en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme
al prncipe de la potestad del aire, el espritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.
1238. Ef. 1.17-18: para que el Dios de nuestro Seor Jesucristo, el Padre de la gloria, os de espritu de
sabidura y de revelacin en el conocimiento de l alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que
sepis cul es la esperanza aquel l os ha llamado, y cules las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.
1239. Ef. 3.16: para que os d conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el
hombre interior por su Espritu.
1240. Mt. 26.40-41: Vino luego a su discpulos, y los hall durmiendo, y dijo a Pedro: As que no habis
podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entris en tentacin; el espritu a la verdad est
dispuesto, pero la carne es dbil.
1241. Jer. 31.18-19: Escuchando, he odo a Efran que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novi-
llos indmito; convirteme, y ser convertido, porque t eres Jehov mi Dios. Porque despus que me apart
tuve arrepentimiento, y despus que reconoc mi falta, her mi muslo; me avergonc y me confund, porque
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1263. Mt. 6.12: Y perdnanos nuestras deudas, como tambin nosotros perdonamos a nuestros deudores.
1264. Ro. 3.922: Qu, pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos
acusado a judos y a gentiles, que todos estn bajo pecado. La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo,
para todos los que creen en l, porque no hay dife rencia. Mt. 18.24-25: Y comenzando a hacer cuentas, le
fue presentado uno que le deba diez mil talentos. A ste, como no pudo pagar, orden su seor venderle, y a su
mujer e hijos, y todo lo que tena, para que se le pagase la deuda. Sal. 130.3-4: JAH, si mirares a los pecados,
Quin, oh Seor, podr mantenerse? Pero en ti hay perdn, Para que seas reverenciado.
1265. Ro. 3.24-26: siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redencin que es en
Cristo Jess, a quien Dios puso como propiciacin por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a
causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo
su justicia, a fin de que l sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jess. He. 9.22: Y casi todo es puri-
ficado, segn la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisin.
1266. Ef. 1.6-7: Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien
tenemos redencin por su sangre, el perdn de pecados segn las riquezas de su gracia.
1267. 2 P. 1.2: Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Seor Jess.
1268. Os. 14.2: Llevad con vosotros palabras de splica, y volved a Jehov y decidle: Quita toda iniquidad,
y acepta el bien; y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios. Jer. 14.7: Aunque nuestras iniquidades testi-
fican contra nosotros, oh Jehov, acta por amor de tu nombre; porque nuestras rebeliones se han multipli-
cado, contra ti hemos pecado.
1269. Ro. 15.13: As que, ya no nos juzguemos ms los unos a los otros, sino ms bien decidid no poner
tropiezo u ocasin de caer al hermano. Sal. 51.710,12: Purifcame con hisopo, y ser limpio; Lvame, y ser
ms blanco que la nieve. Hazme or gozo y alegraY se recrearn los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de
mis pecados, Y borra todas mis maldades. Crea en m, oh Dios, un corazn limpio, Y renueva un espritu recto
dentro de m. Vulveme el gozo de tu salvacin, Y espritu noble me sustente.
1270. Lc. 11.4: Y perdnanos nuestros pecados, porque tambin nosotros perdonamos a todos los que nos
deben. Y no nos metas en tentacin mas lbranos del mal. Mt. 6.14, 15: Porque si perdonis a los hombres
sus ofensas, os perdonar tambin a vosotros vuestro Padre Celestial; mas si no perdonis a los hombres sus
ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonar vuestras ofensas. Mt. 18.35: As tambin mi Padre celestial har
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con vosotros si no perdonis de todo corazn cada uno a su hermano sus ofensas.
1271. Mt. 6.13: Y no nos metas en tentacin, mas lbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la
gloria, por todos los siglos. Amn.
1272. 2 Cr. 32.31: Mas en lo referente a los mensajeros de los prncipes de Babilonia, que enviaron a l para
saber del prodigio que haba acontecido en el pas, Dios lo dej, para probar le, para hacer todo lo que estaba
en su corazn.
1273. 1 Cr. 21.1: Pero Satans se levant contra Israel, e incit a David a que hiciese censo de Is rael.
1274. Lc. 21.34: Mirad tambin por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonera
y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel da. Mr. 4.19: pero los
afanes de este siglo, y el engao de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se
hace infructuosa.
1275. Stg. 1.14: sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atrado y seducido.
1276. Gl. 5.17: Porque el deseo de la carne es contra el Espritu, y el del Espritu es contra la carne; y stos
se oponen entre s, para que no hagis lo que quisiereis.
1277. Mt. 26.41: Velad y orad, para que no entris en tentacin; el Espritu a la verdad est dis puesto, pero
la carne es dbil.
1278. Mt. 26.6972: Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acerc una criada diciendo: T tambin
estabas con Jess el galileo. Mas l neg delante de todos, diciendo: No s lo que dices. Saliendo l a la puerta, le
vio otra, y dijo a los que estaban all: Tambin ste estaba con Jess el nazareno. Pero l neg otra vez con jura-
mento: No conozco al hombre. Gl. 2.1114: Pero cuando Pedro vino a Antioqua, le resist cara a cara, porque
era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, coma con los gentiles; pero despus que
vinieron, se retraa y se apartaba, porque tena miedo de los de la circuncisin. Y en su simulacin participaban
tambin los otros judos, de tal manera que aun Bernab fue tambin arrastrado por la hipocresa de ellos. Pero
cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si t,
siendo judo, vives como los gentiles y no como judo, por qu obligas a los gentiles a judaizar?. 2 Cr. 18.3: Y
dijo Acab rey de Israel a Josafat rey de Jud: Quieres venir conmigo contra Ramot de Galaad? Y l respondi:
Yo soy como t y mi pueblo como tu pueblo; iremos contigo a la guerra. 2 Cr. 19.2: Y le sali al encuentro
el vidente Jeh hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: Al impo das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehov?
Pues ha salido de la presencia de Jehov ira contra ti por esto.
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1279. Ro. 7.23-24: pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me
lleva cautivo a la ley del pecado que est en mis miembros. Miserables de m! quin me librar de este cuerpo
de muerte?. 1 Cr. 21.14: Durmi Josafat con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David.
Y rein en su lugar Joram su hijo, quien tuvo por hermanos, hijos de Josafat, a Azaras, Jehiel, Zacaras, Azaras,
Micael, y Sefatas. Todos estos fueron hijos de Josafat rey de Jud. Y su padre les haba dado muchos regalos de
oro y de plata, y cosas preciosas, y ciudades fortificadas en Jud; pero haba dado el reino a Joram, porque l era
el primognito. Fue elevado, pues, Joram al reino de su padre; y luego que se hizo fuerte, mat a espada a todos
sus hermanos, y tambin a algunos de los prncipes de Israel. 2 Cr. 16.710: En aquel tiempo vino el vidente
Hanani a Asa rey de Jud, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehov t
Dios, por eso el ejrcito del rey de Siria ha escapado de tus manos. Los etopes y los libios, no eran un ejrcito
numerossimo, con carros y mucha gente de a caballo? Con todo, porque te apoyaste en Jehov, l los entreg en
tus manos. Porque los ojos de Jehov contemplan la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazn
perfecto para con l. Locamente has hecho en esto; porque de aqu en adelante habr ms guerra contra ti.
1280. Sal. 81.11-12: Pero mi pueblo no oy mi voz, E Israel no me quiso a m. Los dej, por tanto, a la dureza
de su corazn; Caminaron en sus propios consejos.
1281. Jn. 17.15: No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
1282. Sal. 51.10: Crea en mi, oh Dios, un corazn limpio, Y renueva un espritu recto dentro de m. Sal.
119.133: Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseoree de m.
1283. 2 Co. 12.7-8: Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado
un aguijn en mi carne, un mensajero de Satans que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;
respecto a lo cual tres veces he rogado al Seor, que lo quite de m.
1284. 1 Co. 10.12-13: As que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna
tentacin que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejar ser tentados ms de lo que podis resistir, sino
que dar tambin juntamente con la tentacin la salida, para que podis soportar.
1285. He. 13.20-21: Y el Dios de paz que resucit de los muertos a nuestro Seor Jesucristo, el gran pastor de
las ovejas, por la sangre del pacto, os haga aptos en toda obra buena para que hagis su voluntad, haciendo l en
vosotros lo que es agradable delante de l por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amn.
1286. Mt. 26.41: Velad y orad, para que no entris en tentacin: el espritu a la verdad est dispuesto, pero la
carne es dbil. Sal. 19.13: Preserva tambin a tu siervo de las soberbias; Que no se enseoree de m; Entonces
ser integro, y estar limpio de gran rebelin.
1287. Ef. 3.1417: Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Seor Jesucristo, de quien
toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os d, conforme a las riquezas de su gloria, el ser
fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros cora-
zones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor. 1 Ts. 3.13: Para que sean afirmados vuestros corazones,
irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Seor Jesucristo con todos
sus santos. Jud. 24: Y aquel que es poderoso para guardaros sin cada, y presentaros sin mancha delante de
su gloria con gran alegra.
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en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehov, es el reino, y t eres excelso sobre todos. Las riquezas y la
gloria proceden de ti, y t dominas sobre todo; en tu mano est la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande
y el dar poder a todos. Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.
1298. Ef. 3.20, 21: Pues si vosotros, siendo malos, sabis dar buenas ddivas a vuestros hijos, cunto ms
vuestro Padre celestial dar el Espritu Santo a los que se lo pidan?. Lc. 11.13: Y aquel que es poderoso para
hacer todas las cosas mucho ms abundantemente de lo que pedimos o entendemos, segn el poder que acta
en nosotros, a l sea gloria en la iglesia en Cristo Jess por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amn.
1299. 2 Cr. 20.6,11: Y dijo: Jehov Dios de nuestros padres, no eres t Dios en los cielos, y tienes dominio
sobre todos los reinos de las naciones? No est en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? he
aqu ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que t nos diste en posesin.
1300. 2 Cr. 14.11: Y clam Asa a Jehov su Dios, y dijo: Oh Jehov, para ti no hay diferencia alguna en dar
ayuda al poderoso o al que no tienen fuerzas! Aydanos, oh Jehov Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y
en tu nombre venimos contra este ejrcito. Oh Jehov, t eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.
1301. 1 Co. 14.16: Porque si bendices slo con el espritu, el que ocupa lugar de simple oyente cmo dir
el Amn a tu accin de gracias? pues no sabe lo que has dicho. Ap. 22.20-21: El que da testimonio de estas
cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amn; s, ven, Seor Jess. La gracia de nuestro Seor Jesucristo sea
con todos vosotros. Amn.